Cómo Vivir Los Nuevos Tiempos Con Resiliencia
Cómo Vivir Los Nuevos Tiempos Con Resiliencia
Cómo Vivir Los Nuevos Tiempos Con Resiliencia
el otro con la mínima afectación posible de la interacción social; por lo cual, el número de
contactos y su calidad, si bien pueden modificarse, no alteran de manera significativa la salud
mental como para producir consecuencias emocionales negativas ni desadaptación. La diferencia
entre el aislamiento social, el distanciamiento social y el distanciamiento físico se hizo más visible
durante la pandemia de COVID-19, donde las redes sociales online y las comunicaciones nos
acercaron más que en ningún momento de la historia, permitiendo aumentar la cantidad e incluso
la calidad de la interacción. Este aspecto, si bien limitado, tiene dos contrapuntos a considerar, el
primero, altamente positivo porque permitió continuar manteniendo nuestra estructura social de
interacción. Y el segundo, requirió una adaptación extremadamente rápida y obligada, tomando
por sorpresa a la población con sus diversos niveles de respuesta.
Aunque es cierto que unas personas son más resilientes que otras, la
resiliencia no es algo que unos tengan y otros no. Así que vamos a dar
unas pautas que nos van a ayudar a mantener nuestro estado de
resiliencia:
1. Permítete tener emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas
Coge papel y lápiz y escribe: ‘el tema a tratar es…’. Una vez que lo
hayas definido, lleva a cabo una lluvia de ideas con posibles
soluciones: las más y las menos posibles. Tras ello, vamos a hacer una
lista con los beneficios y los inconvenientes de cada idea que hemos
tenido y, finalmente, vamos a elegir aquellas que supongan menos
inconvenientes. Así, nuestro problema ya no estará dando vueltas en
nuestra cabeza porque estará plasmado en un papel y con posibles
soluciones.
Una meta puede ser cualquier cosa que se desea hacer o conseguir y
guarda una estrecha relación con la motivación porque de ella va a
depender que alcancemos o no nuestro propósito. Tener metas es
importantísimo porque incluye la capacidad de comprometerse. Pero
posiblemente, y debido a la situación actual, todos nosotros
tengamos que replantearnos algunas de nuestras metas y adaptarlas
a este momento.
9. Nutre tu autoestima
#2 Seguras
El elemento de la seguridad también está en estas escuelas resilientes. En el
contexto de la pandemia, significa no solo la aplicación de las medidas, sino que
sean también promotoras de la cultura de paz. Esto implicaría llevar a cabo
actividades de sensibilización y concienciación que conviertan al alumnado,
incluso a los más pequeños, en ciudadanía activa frente a la pandemia y no, como
ya se viene tristemente asentando en el debate, en víctimas propagadoras del
virus.
#3 Conectadas
#4 De calidad
Por último, las escuelas resilientes deben ofrecer una educación
relevante. Esto pasa por poner especial atención a la incorporación -en currículos
y programas- de los conocimientos y nuevas competencias necesarias, como son
los contenidos digitales y tecnológicos. Pero también otros como los
medioambientales o los de ciudadanía, y siempre muy orientados al acceso y la
creación de oportunidades reales hacia el empleo decente y la autonomía.
Para ello, la formación docente deberá ser permanente. Pero también es
fundamental mantener intacta su motivación, y esto implica, por ejemplo, no
dejarles inermes frente la emergencia sanitaria. Viendo la lista de medidas que
están aplicando los docentes para garantizar su seguridad y la de su alumnado,
uno se plantea cómo lo están logrando si no hay grandes contrataciones, no solo
para bajar la ratio de alumnado/profesor, sino para poder dedicar más atención a
quien más lo necesita.
Homeostasis
La homeostasis es una propiedad de los organismos que consiste en su capacidad de
mantener una condición interna estable compensando los cambios en su entorno mediante el
intercambio regulado de materia y energía con el exterior.
Se trata de una forma de equilibrio dinámico que se hace posible gracias a una red de
sistemas de control realimentados que constituyen los mecanismos de autorregulación de los
seres vivos. Ejemplos de homeostasis son la regulación de la temperatura y el balance
entre acidez y alcalinidad.
Este término fue introducido por W. B. Cannon en 1932, y designa la tendencia general de
todo organismo al restablecimiento del equilibrio interno cada vez que este es alterado. Estos
desequilibrios internos, que pueden darse tanto en el plano fisiológico como en el psicológico,
reciben el nombre genérico de necesidades.
De esta manera, la vida de un organismo puede definirse como la búsqueda constante de
equilibrio entre sus necesidades y su satisfacción. Toda acción tendente a la búsqueda de ese
equilibrio es, en sentido lato, una conducta.
Reintegración disfuncional
El Modelo de Resiliencia que Glenn Richardson hizo público en 1990, junto a los colaboradores
Neiger, Jensen y Kumpfer, nos muestra el proceso por el que una persona puede hacer frente
a la adversidad. ¿Qué quiere decir esto? Que a la hora de enfrentarnos a una adversidad, no
hay una única respuesta posible. No todos hacemos frente a una situación de la misma
manera. No todos salen dañados. No todos salen indemnes.
Ante esto, uno de los términos fundamentales de este modelo es la reintegración tras la
adversidad. Cuando la situación adversa llega, choca con los factores protectores que el
individuo en concreto posee (recordemos, por ejemplo, la Mandala de Resiliencia). En función
de estos factores, del grado en el que amortigüen la adversidad, y teniendo en cuenta que
puede tratarse de una elección consciente o inconsciente, el individuo tiene cuatro opciones
de reintegración.
Reintegración Disfuncional
Cuando una persona no es capaz de asumir la situación adversa, cuando sus recursos no son
suficientemente fuertes para evitar la ruptura, sufre una reintegración disfuncional si acaba
realizando conductas destructivas o de riesgo consigo mismo (consumo de drogas, por
ejemplo) o con los demás. Se produce tal alteración, que suelen ser casos que requieren ayuda
profesional para superarla.
Reintegración Con Pérdida
En este caso, tras la ruptura, el individuo sí tiene ganas, motivación, para superarla. Pese a esta
positiva intención, el camino no estará libre de dificultades que harán que sufra pérdidas
como, por ejemplo, de autoestima. Estamos, por tanto, ante una situación en la que el
positivismo por salir adelante no evita el desajuste emocional de la persona.
Reintegración a Zona de Bienestar. Homeostasis.
La reintegración homeostática se caracteriza por el regreso del individuo al momento vital
anterior a la adversidad. Esto quiere decir que ésta no logra hacer demasiada mella y la
persona recupera el equilibrio sin aprender de la situación vivida. No hay, por tanto,
crecimiento postraumático. Por eso, esta reintegración sucede también directamente cuando
los factores protectores evitan la ruptura.
Resiliencia comunitaria
Pilares
- La estructura social cohesionada. Las sociedades en las que los distintos grupos que la conforman
tienen menores desigualdades entre sí, prevalece la cohesión social más que el conflicto, los
individuos y las minorías de distinto signo se sienten plenamente incluidas, existen oportunidades
para la convivencia, la participación social, cultural, redes de apoyo informal y cuentan además
con representantes naturales reconocidos, con canales de comunicación internos y cierto número
de voluntariado civil y social, son proclives a responder con eficacia y sobreponerse a las
adversidades. Cuando las poblaciones están acostumbradas a que las autoridades les mantengan
informadas sobre los riesgos y situaciones de emergencia aumenta su confianza en ellas y se
enfrentan mejor y con más prontitud a las acciones preventivas y reparadoras.
5.2.- La honestidad gubernamental. Se refiere, por un lado, a la legitimidad de los gobernantes
locales, comunitaritarios o estatales, al convencimiento de que el gobierno es el apropiado y al
sentimiento de que es propio, es percibido como “mío”, con lo cual su liderazgo y sus mensajes
serán más creíbles. Debe ser un gobierno de manos limpias, transparente, que gestiona la cosa
pública con honestidad, que actúa con sentido de la justicia y aplica las leyes con imparcialidad.
Bajo un gobierno, una autoridad y una justicia apropiadas los individuos, las instituciones, las
asociaciones, los servicios y las empresas están más dispuestas a cooperar voluntariamente, e
incluso a aceptar más fácilmente los posibles resultados “negativos”. 5.3.- La identidad cultural. Se
refiere al conjunto de comportamientos, usos, valores, creencias, idioma, costumbres, ritos,
música, etc. propios de una determinada colectividad, que los reconoce como propios y distintivos
y da sentido de pertenencia a sus miembros. La identidad cultural refuerza los lazos de solidaridad
en casos de emergencia más allá que al núcleo familiar cercano. 5.4.- Autoestima colectiva “Es la
actitud y el sentimiento de orgullo por el lugar en el que se vive” y del que uno se siente originario.
Es la conciencia de las bellezas naturales del lugar, el amor por su tierra, la identificación con
determinadas costumbres y con producciones humanas significativas de su territorio: edificios,
ciudades, pueblo, etc. El entorno es parte de la experiencia humana e influye en la identidad
individual y social. El ambiente no es una condición dada y digna de ser contemplada pasivamente.
Es también una creación humana. Las personas y las sociedades que tienen una autoestima
colectiva alta se recuperarían antes de las adversidades. 5.5.- El humor social Se trata de la
capacidad de algunos pueblos de “encontrar la comedia en la propia tragedia”, que ayuda a hacer
más ligeras o a quitar amargura a ciertas situaciones difíciles, a tomar distancia emocional y a
poder analizar más objetivamente las situaciones. La capacidad de reírse juntos de ciertos
estereotipos sociales, políticos o religiosos propios y ajenos refuerza los lazos de pertenencia y
hace a la comunidad más resiliente (Jáuregui y Carbelo 2006).
PILARES DE LA RESILIENCIA
Pilares de la Resiliencia
Se han podido identificar algunas características que aparecen con mayor frecuencia
en quienes han mostrado condiciones de resiliencia. Estas condiciones se conocen
como pilares de la resiliencia.
Los últimos siete conceptos conforman los pilares mientras que el primero,
la Autoestima es la base donde se sustentan todos ellos.
Acabaré este artículo con una cita de Enique Rojas que aparece en el prólogo del
libro de Rafaela Santos y que reza así:
«Lo que te hace crecer como persona son las derrotas bien asumidas, aceptadas
y configuradas por dentro en el mapa del mundo personal. (…) «Nihil difficile
volenti«; nada es difícil, si hay voluntad. No hay obstáculo que no pueda ser
vencido si la voluntad está fortalecida.»