Es Cara y Pela. Obra Teatral

Es cara y pela
Una pequeña comedia patria con French y Beruti para seguir entrando en clima para las "fiestas mayas",
como se le decía en otra época a las fiestas por el 25 de mayo.
(La escena transcurre en una tienda de telas de Buenos Aires, en mayo de 1810.)
TENDERO: Buenas tardes, jovencitos. ¿Qué andan buscando?
ANTONIO: Cinta…
TENDERO: Aquí no hay ninguna Cintia. Están mis hijas Camila, Felicitas, Celeste…
DOMINGO: Eso, buscamos cinta celeste y cinta blanca.
TENDERO: Tengo, pero justo hoy hay una oferta de cinta roja.
ANTONIO: Ese es un color real.
TENDERO: Por supuesto que es real, ¿o piensa que vendo mercadería de mentira?
ANTONIO: Me refiero a que el rojo aparece en el emblema de España. ¿No se enteró de lo que está
ocurriendo?
TENDERO: Es que últimamente salgo poco.
DOMINGO: El rey Fernando VII ha sido depuesto del trono.
ANTONIO: Hasta que recupere el poder, queremos formar un gobierno patrio.
TENDERO: Si quieren salir al patio, háganlo. Yo no voy: les dije que el frío pela.
ANTONIO: Hay reuniones en el Cabildo y muchos vecinos están en la plaza.
TENDERO: ¿Haciendo qué? Si no tiene columpios, toboganes, arenero.
DOMINGO: Esperan el momento en que se decida tomar el poder y podamos gritar…
ANTONIO Y DOMINGO: ¡Viva la patria!
ANTONIO: Los que no nos apoyan se van a poner verdes.
TENDERO: Ahora que recuerdo, tengo cita verde con puntitos morados; es fea pero está barata.
DOMINGO: El precio no importa, los patriotas hemos reunido bastante dinero. Así que dénos varios
kilómetros celestes y blancos.
TENDERO: ¿Y se puede saber por qué esos colores?
ANTONIO: No sabemos bien: unos dicen que fueron adoptados en las Invasiones inglesas por los
Patricios, primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata y que luego se pusieron de moda entre los
civiles.
DOMINGO: Se dice también que fueron utilizados por un grupo de damas porteñas en una entrevista con el
jefe del Regimiento de Patricios, el 19 de mayo.
TENDERO: O sea, no saben por qué, pero el que la quiere celeste… (Saca dos rollos de cinta de esos
colores y comienza cortar.) ¿Y se puede saber para qué la usarán?
ANTONIO: Escara…
TENDERO: Recién me dijo que tenían dinero y ahora se queja con que es cara, además aún no les dije el
precio.
ANTONIO: Dije escara…
TENDERO: ¡O seca!
DOMINGO: No, pela.
TENDERO: Sí, hace un frío que pela. Y eso que aún estamos en mayo. Incluso, pronostican lluvia para el
viernes 25.
ANTONIO: Es-ca-ra-pe-la. La usaremos para hacer escarapelas que entregaremos a los patriotas.
TENDERO: ¿Y dónde se las pondrán?
DOMINGO: Prendidas con un alfiler en el pecho.
TENDERO: Si es así, en vez de ¡Viva la patria! van a gritar cualquier cosa. ¿Usted sabe lo que duele eso?
ANTONIO: El dice, en la solapa.
TENDERO: No creo que se vea muy linda en una sopapa.
ANTONIO: En la solapa de la levita. (En estado de ensoñación.) Todos la usarán y quizás, algún día se
convierta en un símbolo patrio…
DOMINGO: (Emocionado.)… y esos sean los colores de la bandera.
TENDERO: Yo tengo una excelente lavandera, se llama Simona: me deja blanquísimas las sábanas y las
puntillas de los vestidos de mi esposa, claro está.
DOMINGO: Estoy seguro de que a quienes apoyan la formación de un gobierno local les van a encantar.
TENDERO: ¿Y quiénes son ésos?
ANTONIO: Uy, muchos. Entre ellos está Cornelio Saavedra…
DOMINGO: Está Moreno…
TENDERO: Sí, es que este verano tomé mucho sol y me tosté.
ANTONIO: Belgrano…
TENDERO: Yo no veo ningún grano.
DOMINGO: Paso…
TENDERO: ¿A dónde quiere pasar?
ANTONIO: Alberti, Azcuénaga, Castelli, Larrea, Matheu…
TENDERO: (Sorprendido.) Oia, todos tienen nombres de calles.
DOMINGO: Sería bueno eso, Antonio; vos y yo entregamos las escarapelas y luego le ponen mi nombre a
una calle: French.
ANTONIO: Y el mío también: Beruti.
TENDERO: Con suerte forman la esquina French y Beruti (Les pasa las cintas.) Tomen, se las regalo: es
mi pequeño aporte a vuestra causa.
DOMINGO: Gracias, señor. Ahora nos vamos, debemos armar las escarapelas.
ANTONIO: (Mientras sale con su amigo.) Veamos si las hacemos como cintillos o como cucardas…
TENDERO: Mucha suerte. Y lleven paraguas por si el viernes llueve, pero yo desconfío del Servicio
Meteorológico (Mientras que con las cintas arma una escarapela.) Ay, estos jovencitos están tan llenos de
esperanzas que hablan, hablan, ¡hablan y me confunden! (Piensa en voz alta.) Escarapelas… quedan
bonitas. Yo me voy a la plaza: total quién lo dice, a lo mejor pasa algo importante. Encima, quedo en la
historia y a mí también me dan el honor de tener una calle. ¿Cómo era el gritito ése? (Hace memoria
mientras se pone la escarapela en la solapa.) ¡Ah! ¡Viva la patria! (Sale.)
TELÓN O APAGÓN

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