Foro 2

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 10

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN DE AREQUIPA

FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES Y FINANCIERAS


ESCUELA PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

ASIGNATURA: DISEÑO DE
INVESTIGACIÓN
TEMA: “ÉTICA - EL NUEVO PARADIGMA DE LA NUEVA TEORÍA ECONÓMICA
Y CANTABLE”
PROFESOR: Dr. EDMUNDO CARPIO VALENCIA
PRESENTADO POR:
 CHAMBI HUACASI, EDER
 COLQUE CORNEJO, LISETH
 CONDORI ALCAZAR, JORGE
 LOZANO PARIZACA, JOSE
 MOLLO MARQUEZ YOLANDA
 REYES CHOQUEHUANCA JOEL
 SARMIENTO MAMANI, ALEJANDRO LUIS

AÑO Y SECCIÓN: 5TO B

AREQUIPA-PERÚ-2021
Ética - el nuevo paradigma de la nueva teoría económica y contable

Antecedentes

En el artículo de investigación de Miguel Nicolás Díaz Inchicaqui “Fundamentos teóricos


de la contabilidad del conocimiento y su incidencia en la auditoría del capital intelectual”,
analiza el nuevo problema de la ciencia contable derivada de la globalización económica y
los cambios en los modelos de gestión empresarial, en la cual prevalecen los activos de
inmateriales (intangibles) de la organización.

Este trabajo de investigación se relación con el tema del foro puesto que abarca el cambio
en la misión y visión de la ciencia contable, aplicando un Enfoque de Sistema Integrado,
que nos ayuda a determinar una nueva síntesis paradigmática que considere los nuevos
enfoques no abordados por la contabilidad tradicional.

Introducción

El siguiente trabajo es con la finalidad de aportar nuevos conceptos sobre la ética y los
nuevos paradigmas económico-contables, sobre todo en los que se refiere a los nuevos
avances tecnológicos y conocimientos en la disciplina contable, no solo a nivel de
organización sino también a nivel de ética profesional que debe tener un profesional en
contabilidad.

Los nuevos cambios producto del avance tecnológico y las nuevas normas, influyen en el
contexto del todo y por tanto implica una revolución. Por ello es muy importante
comprender que la única forma de combatir la vejez de nuestra ciencia es aprendiendo,
evolucionando y dando respuestas actualizadas a los problemas éticos y económicos que
van surgiendo en nuestra carrera

• Como expresa Albert Einstein “No podemos resolver problemas pensando de la


mima manera que cuando los creamos”.
• El cambio de mapas y paradigmas requiere una expansión no sólo de nuestras
percepciones y modos de pensar, sino también de nuestros valores. Capra, F,
1997.

Ética
Etimológicamente hablando proviene de la palabra “ethos”, que significa “conjunto de
rasgos y modos de comportamiento que conforman el carácter o la identidad de una
persona o una comunidad”.

La ética es una concepción valorativa de la vida, porque pretende decirnos cuál es el


orden de prioridades en la organización de la convivencia humana, para poder vivir mejor

Economía

Aristóteles comprendió el término economía (oikos-nomos) como la administración de la


casa, del hogar.

La economía se encarga del estudio de la distribución y consumo de bienes materiales.


Existen reglas y leyes de mercado que deben ser respetadas e impulsadas a favor de las
personas y los pueblos.

Paradigma:

La palabra paradigma es de origen griego y significa “modelo”, es un modelo global de


comprensión de la realidad, para orientarnos, es decir de cómo comportarnos
dependiendo de cada paradigma, es la forma de ver la vida, pero desde su propio punto
de vista.

Relación entre Ética y Economía

Desde los comienzos del pensamiento en las reflexiones platónicas. adquirió su primer
interés teórico específico en las especulaciones de la racionalidad práctica de Aristóteles,
tendientes a rechazar la práctica de la usura (Aristóteles, Política, Libro III: Economía y
Crematística).

Tanto en la Edad Media como en la Edad Moderna la economía fue considerada como
una parte integral de la Filosofía Moral.

Adam Smith considerado el padre de la economía en su libro “Riqueza de las Naciones”


enfatiza la importancia de ciertas virtudes éticas en los procesos económicos.

Continuamente surgen dos pensamientos, por un lado, Thomas Malthus el cual en sus
trabajos se visualiza un importante enraizamiento de lo económico en lo moral, y por otro
David Ricardo sostenía que la economía no debía ser considerada una disciplina moral,
sino como una disciplina técnica y estricta como la matemática.
De este modo a lo largo del siglo XIX se inició un paulatino alejamiento entre los ámbitos
de la ética y la economía. Esto fue a partir de los sucesores británicos de Smith: D.
Ricardo, J. Bentham, y J. B. Say. Se trataba de equiparar los métodos de la economía a
los de las ciencias naturales, que garantizaban una exactitud numérica que la ciencia
moral no podía otorgar.

Por lo tanto, la ética es prescriptiva nos indica lo que debe y no debe hacerse, en cambio
la economía es la ciencia de naturaleza descriptiva pues indica los efectos probables de
determinadas políticas, analiza utilizando el método científico, la realidad, lo que es y lo
que no debería ser.

Relación entre el Paradigma y la Ética:

La relación que tiene el paradigma con la ética, es que cada persona tiene un paradigma
de la ética de manera implícita, es decir cada uno tiene su propio concepto y también
puede practicarlo a su propia manera, entonces si cada uno tiene su concepto propio de
cómo es que se debe de vivir de manera correcta, es aquí donde surgen los problemas
éticos(muy aparte de la contradicción que puede ocurrir la teoría con la practica), porque
hay muchas concepciones valorativas de la vida, y que está a su vez es el inicio de los
conflictos de carácter ético.

Ahora si lo vemos desde el tema económico y contable, nos daremos cuenta que aquí el
concepto sobre la ética es de manera general ya que hablamos de dos temas exactos,
donde el único problema que habría sería que la teoría no fuera aplicada en la práctica, es
decir, podemos decir que yo como contador no soy corrupto y no hago fraudes contables,
sin embargo, mi hija se enfermó y necesito dinero urgente, entonces hago fraudes
financieros para poder sacar dinero de manera ilícita, es aquí donde rompo la armonía
entre la teoría y la practica ética.

La ética del profesional de la contaduría pública

La ética profesional es una necesidad, un intangible que a través del tiempo y a nivel del
ejercicio de las profesiones ha presentado diversas características comunes que
constituyen un eje transversal de valores sobre los cuales se asienta la actuación de los
profesionales y se apoya la confianza y el reconocimiento público.

En consecuencia, la ética en el ejercicio de una profesión adquiere de forma natural una


relevancia determinante. De ahí que en la medida en que los profesionales se adhieren a
normas de conducta esperadas, generan la confianza y reconocimiento de parte de los
receptores del servicio profesional, lo que de hecho le brinda la condición y permanencia
como profesión en un tiempo y un espacio.

La ética profesional en la contaduría pública ha tenido un desarrollo gradual y progresivo


el cual se ha transformado al mismo ritmo de los cambios de la profesión y el medio. La
profesión, nacional e internacionalmente, cuenta con códigos de ética especialmente
diseñados para proporcionar un marco de referencia para el ejercicio profesional. En
general, y considerando los elementos comunes de estos códigos de ética, se destacan
los siguientes componentes:

• Un conjunto de principios que proporciona el marco de referencia global


representados básicamente por las responsabilidades, el interés público, la
integridad, la objetividad, la independencia, el debido cuidado profesional y el
alcance y naturaleza de los servicios.
• Un conjunto de reglas que rigen el desempeño del servicio profesional, las cuales
son entre otras las siguientes: independencia, integridad y objetividad, normas
generales de actuación, principios de contabilidad, confidencialidad de la
información y del cliente, honorarios condicionados, actos considerados
deshonrosos, publicidad y otras formas de oferta de servicios, comisiones y
honorarios de referencia.

Código de ética

En el campo de la contabilidad está presente el Código de Ética del IFAC. Está


compuesto por normas, deberes y principios que guían el ejercicio de los contadores. Los
pilares que lo sustentan son:

• Integridad
• Objetividad
• Competencia y diligencia profesional
• Confidencialidad
• Comportamiento profesional

El valor de la ética profesional


Al observar el día a día de las empresas, es difícil ver como ponen en práctica este código
porque el beneficio tanto propio como de la entidad deja en un segundo plano a las
conductas morales que lo han llevado a cabo.

No es raro que los directivos lleguen a presionar al contador con incentivos económicos
para que los ayude con el maquillaje de estados financieros, la desviación de fondos
hacia cuentas de terceros y maniobras de elusión y evasión fiscal, solo por mencionar
algunas de las malas prácticas más comunes. Y es en esos momentos donde éste,
consciente de su “deber” y responsabilidad con la sociedad y el Estado, debe saber
responder con un rotundo “No”.

La ética del contador público en la era del conocimiento

Tanto el estudio de las organizaciones de hoy como la ética, en medio de las crecientes
exigencias y necesidades provenientes del medio globalizado, la tecnología, la
información, la incertidumbre, la competitividad, entre otros, ubican a las empresas en la
posición de tener que ser entes inteligentes, es decir, creadores y generadores de su
propio conocimiento. Esto significa que deben manejar selectivamente la información a los
fines de convertir la misma en acción y que ésta genere resultados deseables, en otras
palabras, transformarla en un instrumento de apoyo para la empresa.

Hoy en día, la sociedad exige un profesional con nuevos enfoques del pensamiento,
abiertos, flexibles, holístico, integrador. En síntesis, un nuevo pensador que logre
orquestar, de forma razonable y por medio de sus representaciones cualitativas y
cuantitativas, todas las variables que afectan a la organización como sistema complejo
que es, representado a través de sus productos, información contable útil para la toma de
decisiones de los “stakeholders”.

En consecuencia, y en respuesta a los cambios que exige el medio, la sociedad y el


ámbito empresarial, la ética de la organización en la postmodernidad es multifocal y
dinámica, tal como lo es la realidad que representa la contabilidad.

Los postulados y principios de contabilidad deben ser objeto de revisión para dar
respuesta a las nuevas exigencias. El conocimiento contable está en la necesidad de
flexibilizar las líneas de su pensamiento, eso no significa dejar de lado los dogmas y
postulados tradicionales, sino abrir horizontes a nuevos paradigmas que integren los
esquemas tradicionales que han servido a la ciencia contable, nuevas formas de ver la
realidad por demás compleja que esta sea.
Es por esto que se requiere una ética basada en valores, más allá de los principios y
reglas que de forma tradicional han intentado regular el desempeño ético de las
profesiones. Unos valores éticos que comprendan el respeto a la vida, la responsabilidad
social, la solidaridad, la verdad, la justicia y la independencia; todos ellos deben estar
presentes en el quehacer formativo, de manera que se traduzca en profesionales con
conciencia, responsabilidad ciudadana y ambiental.

Relación de era del conocimiento y la contabilidad

Hoy en día vivimos bajo la influyente sociedad post-capitalista, en el que el liberalismo


económico y su aliado la globalización económica han generado sociedades emergentes
donde la «información base del conocimiento», es la piedra angular del desarrollo socio-
económico. Este hecho determina que las sociedades se estén virtualizando en todos los
ámbitos del contexto donde se desenvuelven las organizaciones empresariales.

Evolución de los paradigmas en la ciencia contable

La ciencia contable, como cualquier ciencia, no cambia por iniciativa propia. El cambio no
es producto de su accionar interno, sino que es producto del impacto que cada nuevo
contexto produce en ella.

Los primeros paradigmas de la contabilidad se orientaban a la medición del beneficio.

El primer paradigma contable, el de la medición del beneficio, tuvo fines esencialmente


legalistas, dado que se orientaba exclusivamente al registro del hecho económico con el
solo objeto de poder acercarse a la situación del o los propietarios del patrimonio. De allí
que algunos autores hablen de paradigma patrimonialista. La contabilidad se orienta a lo
legal. La función contable se asimila a registrar.

La consolidación de la información contable, sobre todo la referida al resultado de las


transacciones y dado el poder que le otorgaba el orden jurídico contra posibles fraudes,
comienza a diseminarse por toda Europa, tomando fuerza el concepto de periodicidad de
la información, en este caso pegada al resultado del mismo. Ya el papel toma un valor
preponderante.

Como una prueba de que la reflexión sobre la disciplina contable está determinada por
factores socioeconómicos que la condicionan, puede establecerse que con la revolución
industrial empiezan a tomar importancia los activos y el beneficio. La aparición de la
imprenta ayuda al perfeccionamiento de la partida doble y aparecen los estados
financieros. Queda entonces en claro que la disciplina busca responder a los intereses
que van surgiendo conforme la evolución del capitalismo.

Estamos hablando específicamente de la escuela jurídica personalista de Cerboni, para la


cual la contabilidad sirve como medio de prueba. Esta es, a mi juicio, una desvalorización
de la disciplina, considerándola una suerte de dogmática jurídico-contable.

Vista con esa concepción, es imposible introducir variaciones y por lo tanto no es


susceptible de ser investigada. Luego, sobre todo al finalizar la primera guerra mundial,
comienza una etapa en la que adquiere importancia la visión científico-económica, por lo
que la información ya pasa a relacionarse con una aproximación más concreta hacia la
realidad económica. Comienza a perder importancia el propietario del patrimonio, para
realzarse la búsqueda de una verdad única. Es la etapa del acercamiento a la economía.

El segundo paradigma, el de utilidad para la toma de decisiones, que aparece alrededor


de 1960, sustituye esta búsqueda de una verdad única por una verdad orientada al
usuario. O sea que se intenta brindar la mayor utilidad posible en la toma de decisiones
económicas.

Ya no hablamos de verdad verificable y objetiva, hablamos de relevancia. Y es Tua


Pereda (1991), quien citando a Mattesich (1996), manifiesta que “...existen unos objetivos
específicos o necesidades de información dadas, que deben ser cubiertas por un sistema
contable concreto; la elección de reglas contables (hipótesis específicas) depende del
propósito o necesidad señalados”

Y es precisamente esta orientación al usuario la base en la cual se fundamenta la


regulación contable, dado que se propone satisfacer a múltiples usuarios con necesidades
no solamente heterogéneas sino, por qué no, subjetivas. El auge comienza desde
mediados de la década del 70, cuando a su vez aparecen las primeras computadoras y se
automatizan los sistemas contables. Alrededor de 1980 la informática se populariza con el
advenimiento de la PC y comienza a hablarse de bases de datos y de información útil
para las decisiones.

Nuevos paradigmas en la cadena de creación y medición de valor

• La globalización que implica una intensa competencia por clientes, productos,


empleados y capital.
• La revolución de la información con sus implicaciones en la era digital, en la
innovación y en el cambio.
• La transformación o paso de cierta estabilidad a una mayor volatilidad.
• El cambio de estar centrados en la producción (oferta) se está pasando a una
orientación a la demanda (satisfacción de las necesidades de los clientes).
• Las empresas evolucionan de ser vendedoras de productos a generadoras de
soluciones; por lo cual un costo competitivo es indispensable.
• De gestiones centralizadas se está pasando a las descentralizadas, con mayor
multifuncionalidad.
• Se observa mayor colaboración y trabajo en equipo.
• Se pone más énfasis en la estrategia en lugar de la táctica.
• Se crean nuevos activos estratégicos como los intangibles y el capital
intelectual con mayor tecnología, información, creatividad, innovación,
velocidad, agilidad y flexibilidad.
• Aparecen nuevos modelos de negocio, nuevos paradigmas y nuevos riesgos.
• Los sistemas económicos, sociales y políticos evolucionan rápidamente en una
transición de la era industrial a la era del conocimiento.
• Las empresas y las organizaciones tendrán un fuerte impacto para las
transformaciones antes señaladas.
• La globalización, la alta competencia, la mayor volatilidad, la orientación a la
demanda, los nuevos activos estratégicos son ejemplos de las nuevas
realidades y nuevos paradigmas.
• La función financiera está evolucionando hacia la generación y medición de
valor
• El mayor avance en las mediciones de valor está en el Valor Económico
agregado comparado con los indicadores tradicionales pues se concentra en la
operación, la inversión y el financiamiento.
• Se concluye con esta medición de valor, que la utilidad de operación neta de
impuestos debe ser superior al costo del capital operativo invertido para generar
riqueza
• Sigue vigente la clara definición de la visión y misión de la organización Se
prevé la evolución del Contador Público hacia una visión económica y
financiera, lo cual se puede expresar como la evolución hacia un sistema
integral de administración financiera.
• Sigue siendo necesaria una gran calidad en la información contable pero exenta
de manipulaciones.
• Debe saberse que se vive administrando riesgos y que éstos se han
incrementado.
• La toma de decisiones requiere de información contable que es la que provee el
Contador y la contabilidad

CONCLUSIONES

• Los profesionales de la contaduría pública deben reflexionar y asumir una


postura holística para poder contribuir en la construcción constante del
conocimiento y en la cual se incorporen los aportes de los paradigmas
emergentes. Esto es indispensable para cumplir con la creciente necesidad de
nuevos enfoques y poder desempeñarse eficientemente en las organizaciones
en las cuales presta sus servicios y genera representaciones.
• La ética del profesional debe tener su génesis en cimientos sólidos, desde lo
formativo, destacando y vivenciando valores de los cuales parta todo estatuto
ético del profesional. Valores ciudadanos tales como respeto, responsabilidad
social, solidaridad, verdad, justicia e independencia.

También podría gustarte