El Contador Público en El Ámbito Judicial

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El contador público en el ámbito judicial

CAPÍTULO I

EVOLUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LAS PROFESIONES EN CIENCIAS ECONÓMICAS

A. DEBERES Y OBLIGACIONES PROFESIONALES


Carlos L. García Casella

1. LA DIVERSIDAD DE LAS LLAMADAS PROFESIONES EN CIENCIAS ECONÓMICAS


Consideramos que "la Contabilidad es una ciencia independiente, con interrelaciones con otras ciencias, ya que
algunas zonas de su objeto de estudio son concurrentes para otras disciplinas; la relación de la Contabilidad con la
Economía, la Administración, la Estadística, el Derecho y la Matemática es de mutua interrelación, sin
dependencia" (1) .
Desgraciadamente, en nuestro país y en otras regiones, se mantiene la tradición de englobar dentro de las
llamadas "Ciencias Económicas" a la Administración y la Contabilidad que desde el siglo XX muestran sus campos
diversos de la auténtica Economía.
Descartamos que la Contabilidad como disciplina con método científico dependa de la Economía y
consecuentemente, la habilidad adquirida por los contadores públicos en su dominio es específica.
En 2001, señalamos 16 regularidades o leyes de la ciencia Contabilidad que se apoyan en el siguiente concepto
de Contabilidad (2) .
"La Contabilidad se dedica a explicar y normar las tareas de descripción principalmente cuantitativa de la
existencia y circulación de objetos, hechos y personas diversas de cada ente u organismo social y de la proyección
de los mismos en vista al cumplimiento de metas organizacionales a través de sistemas basados en un conjunto de
supuestos básicos".
Podemos resumir nuestra posición en reconocer que la Contabilidad no depende de la Economía, ni es parte de
ella; y no lo es puesto que las personas y las entidades dedican una parte de sus energías o esfuerzos a lograr
objetivos no económicos existiendo objetivos y efectos de carácter social en las organizaciones que hacen que su
actividad no sea puramente económica.
Para tratar los deberes y obligaciones profesionales de los seres humanos que ejercemos el saber contable, es
necesaria esta primera aclaración de las temáticas diversas de los contadores públicos, los licenciados en
administración, los licenciados en economía y los actuarios en nuestro país.

2. LA CIENCIA CONTABILIDAD Y SU EJERCICIO PROFESIONAL

2.1. Concepto
El concepto de la Contabilidad expuesto en el punto 1 hace que consideremos que es una ciencia factual, cultural,
aplicada que se ocupa de las interrelaciones entre los componentes de los hechos informativos de todo tipo de
ente. Los sistemas contables concretos responderían a los Modelos Contables Alternativos que pueden elaborarse
para satisfacer los intereses de los usuarios del producto contable al tomar decisiones. Ésa sería la llamada función
social de la Contabilidad: ayudar al desarrollo de la sociedad humana.

2.2. Temas que trata la contabilidad


Para conocer qué temas trata la Contabilidad dentro de la realidad social en que nos desenvolvemos, es
necesario salir de un enfoque reduccionista y aceptar, por ejemplo, que la disciplina y los contadores públicos se
ocupan de:
1. Los informes contables de uso externo a la entidad emisora;
2. Las personas emisoras de los informes contables;
3. Las personas revisoras de los informes contables;
4. Las personas destinatarias de la información contable;
5. Los grupos humanos reguladores de la información contable;
6. Los sistemas contables macro vigentes en países, regiones y a nivel mundial;
7. Los sistemas contables micro de todos los entes de la sociedad;
8. Las regulaciones contables de organismos profesionales de contadores;
9. Las regulaciones de la actividad contable de las jurisdicciones nacionales y supranacionales;
10. Los informes contables destinados exclusivamente para uso dentro de la entidad emisora;
11. Los informes contables de la actividad de los gobiernos a distinto nivel;
12. Los informes contables macroeconómicos;
13. Los informes contables sociales;
14. Los informes contables ambientales;
La lista es solamente enunciativa, hay más situaciones de la vida humana en sociedad que necesitan del apoyo de
conocimiento contable para aportar soluciones a problemas que van apareciendo, tal vez, permanentemente.

2.3. Opiniones
En 1997, Antonio Lopes de Sa publicó una conferencia que dictó en la Universidad de Zaragoza y que enfrentaba
el problema del saber contable y la actividad de los contadores públicos; decía (3) :
"A fines de 1977 recibí correspondencia del profesor Abraham J. Briloff de la Universidad de Nueva York, algo
sumamente especial con su libro More Debts than Credits, donde llamaba nuestra atención para los gravísimos
problemas que ocurrían en Estados Unidos vinculados a un proceso del Senado que acusaban a los contadores de
incompetentes o cómplices con los fraudes del mercado de capitales, debido a las alteraciones de los Principios y
Normas de Contabilidad. Dicho profesor me aconsejó leer otras publicaciones suyas en periódicos así como los
testimonios que pueden efectuar acusando las manipulaciones que se hacían en la normalización".
El resultado de esa inquietud de 20 años significó ese trabajo publicado en Buenos Aires y que refleja problemas
éticos de la profesión contable vigentes en los actuales años del siglo XXI con debates trascendentales en la
Comisión Europea respecto a la responsabilidad de la actividad contable en las reiteradas crisis financieras
mundiales.
Entresaco algunas propuestas del distinguido profesor brasileño recientemente fallecido que nos orientará
respecto a la disciplina, su ejercicio y su relación con la Ética o Filosofía Práctica.
(pág. 4) "Si no tenemos una Teoría General del Conocimiento en Contabilidad fundamentando la orientación de
las informaciones y de las normas que la disciplinan, jamás podremos saber cómo observar, percibir y, por
consiguiente, informar".
(pág. 16) "los conceptos deben generar teoremas y estas teorías. Y el conjunto de estas teorías es lo que forma la
ciencia".
Consideramos que la Contabilidad puede poseer Modelos Contables Alternativos que permiten un mejor ejercicio
de su tarea de profesionales que aplican conocimientos contables para la solución de los problemas que plantean
los demandantes de sus servicios.
Si analizamos algunos de los conceptos del dominio del discurso contable, veremos que su modelización ayudaría
a la tarea de los expertos en Contabilidad que, en nuestro país serian los contadores públicos con la incumbencia
establecida en la ley 20.488.
En ese artículo se plantean los problemas de siete componentes de la vinculación de los contadores públicos y
sus posibles soluciones, se citan siete más tratadas en el año 2000.

3. LA RESPONSABILIDAD LEGAL Y LA RESPONSABILIDAD MORAL Y ÉTICA DEL CONTADOR PÚBLICO


La cuestión de la responsabilidad legal y profesional del contador público no puede ser un elemento supeditado a
la "última palabra" como sostuvo William Leslie Chapman en el prólogo del libro Responsabilidad del profesional en
ciencias económicas en 1979, pues creo que el tema no es principalmente legal sino fundamentalmente moral.
Los ciudadanos argentinos contadores públicos tenemos una responsabilidad moral o ética como tales,
independientemente de las normas legales o de la jurisprudencia. Creo que el énfasis debe estar en la actitud que
tenemos como seres humanos responsables, por nuestra propia naturaleza, y como miembros de una comunidad
determinada.
Por esos motivos, pienso que la última palabra sobre este tema la tenemos nosotros, los contadores públicos,
más allá de lo que puedan argüir los juristas. Nuestra responsabilidad personal y social debe surgir de un análisis
profundo y propio acerca de las características de nuestras tareas y su vinculación con el bien común del país.
Si Chapman decía en 1979 que "los miembros de nuestra profesión suelen tener una idea muy vaga acerca del
alcance de su responsabilidad", pienso que se debe al hecho de que ese autor, en ese momento, consideraba que la
responsabilidad profesional del contador público era principalmente legal (pues dedicaba 187 páginas a la
responsabilidad legal y 97 a la disciplinar que también es parte del derecho positivo).
Cuando ese autor limita la responsabilidad de los contadores públicos a la legislación vigente y a la
jurisprudencia, no podemos acompañarlo. No compartimos ese criterio, la responsabilidad que deseamos
profundizar debería ser la total del ser humano graduado universitario. Esta persona humana tiene obligaciones y
deberes superiores a las previstas en un derecho positivo determinado y en un lapso de jurisprudencia específico.
Si alguno sostiene que la "obligación moral" está implícita en la obligación legal debería probar que el derecho
positivo vigente en una fecha determinada tiene un sustento moral que no siempre tiene; existen, han existidos y
existirán leyes injustas o inmorales. Creo que no conviene reducir la responsabilidad total a una responsabilidad
legal, pues dejamos fuera elementos fundamentales de la acción humana completa.
La obligación moral sería enfatizada en la responsabilidad disciplinaria que daría lugar a una sanción con respaldo
legal. Opino que es difícil ubicar en un código de ética todas las obligaciones morales de los contadores públicos.
Sería deseable que dicho código contenga la mayor cobertura posible, pero quedará fuera de él un amplio espectro
de actos supeditados a la conciencia individual y sin sanción legal.
Me inclino a optar por una responsabilidad amplia de los contadores públicos que, como seres humanos,
responden legal y moralmente. Una seria responsabilidad moral — o sea, una clara, consecuente y laboriosa
búsqueda del bien— y una positiva, cotidiana y trabajosa acción de destierro del mal serían los componentes
necesarios de la acción.
Respecto de la independencia de la actuación profesional del contador público, nos parece que el contador
público es tan responsable si ejerce su profesión en forma pública o privada; la situación de dependencia no lo
obliga a hacer cualquier cosa que le ordene su empleador y éste lo contrató porque posee conocimiento de
Contabilidad que generalmente el empleador no domina. Un buen empleador no dictaría normas para que ejerzan
sus profesiones abogados, médicos o ingenieros; les pediría una actuación acorde con las metas de la organización
pero sin suplir sus cualidades propias derivada de sus conocimientos como profesional en cada disciplina o
incumbencia.

4. PARA FUNDAMENTAR LA ÉTICA PROFESIONAL RECURRIR A LA ONTOLOGÍA Y LA GNOSEOLOGÍA


En el año 2000 (4) , comentando los argumentos acerca de las disciplinas científicas de Mario Bunge, decíamos
que la Contabilidad para poder tener condición de ciencia debería cumplir:
"G la visión general o transformado filosófico G de C consta de:
a) Una ontología de cosas cambiantes (en lugar de una ontología de objetos fantasmales o inmutables).
b) Una gnoseología realista (pero crítica, no ingenua) en lugar de, digamos, una gnoseología idealista o
convencionista.
c)El ethos de la libre búsqueda de la verdad (en lugar, digamos, del ethos de la fe o de la búsqueda de la
ganancia, el poder o el consenso".
Y aplicado a la Contabilidad, resultaba que:
a) "Se estudian cosas cambiantes, como ser empresas, organismos de regulación contable, bienes, emisores,
usuarios, servicios: todas cosas reales existentes y modificables o cambiantes, ni fantasmales ni inmutables".
b) Al reconocer como reales los objetos del conocimiento contable, no lo hacemos con sentido ingenuo sino que
los consideramos con sentido crítico que rechaza algunos y modifica otros.
c) La ética de la libre búsqueda de la verdad hace que no dependa de la fe religiosa o la fe laica que no influyen en
el conocimiento científico, ni de la búsqueda de la ganancia (grupos empresariales o sindicatos de obreros,
mafias o millonarios) del poder (Poder Ejecutivo de la Nación o Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas)
del gremio (Consejos Profesionales o Colegios de Graduados) ni del consenso (Principios de Contabilidad
Generalmente Aceptados)".
Frente a esta necesidad de fundamentación filosófica de la responsabilidad profesional de los contadores
públicos tratamos:
a) La filosofía en general.
b) La ontología, o sea, el problema del ser.
c) La gnoseología, Epistemología y Crítica o Teoría del Conocimiento.

4.1. La filosofía
Como recurrimos a esta disciplina, nos parece oportuno comenzar con una especie de definición acerca de lo que
modernamente se entiende por filosofía (5) :
"Filosofía es la ciencia de los primeros principios, obtenida por la luz natural de la inteligencia".
Al explicar el sentido de cada uno de los elementos de la definición, el autor elegido dice (6) :
a)"Es ciencia: así se distingue el conocimiento filosófico del conocimiento vulgar" .
"Ciencia es el conocimiento de una cosa por sus principios o causas. Quien conoce algo por sus causas sabe, dice
Aristóteles, que eso es así, y que no puede ser de otra manera. Ésta es la característica del conocimiento científico".
b) De los primeros principios: así se diferencia la filosofía de las otras ciencias...".
c) Principios: "...todo lo que sirve para explicarnos algo...".
d) "Por la luz natural de la inteligencia", no es teología.
Luego vemos que, respecto al objeto formal (especial, propio), habría 3 opiniones en general.
a) El positivismo: es una ciencia como cualquier otra.
b) El racionalismo: que no distingue filosofía de ciencia particular.
c) El realismo moderado que propusimos al comienzo del capítulo o sea la Contabilidad que "está subordinada a
la Filosofía de alguna manera" (7) .
El manual introductorio que elegí concluye en que "cada uno tiene que hacer filosofía..." (8) .
"La filosofía es faena; la filosofía es cosa de hombres y su escenario es terreno; la filosofía es historicidad".
E incluye [ (9) ] vinculando la Ontología y la Gnoseología en la Ética:
"Pero el hombre no sólo tiene que "saber lo que son las cosas"; tiene que "saber obrar", porque es un ser activo,
que siente necesidad esencial de obrar, y de obrar fundado en su propio saber.
"He aquí el origen de otra disciplina filosófica que es la filosofía del obrar o filosofía práctica" que nosotros
llamaremos Ética".

4.2. La ontología
"Ontología es la parte de la filosofía que estudia el ser en sí mismo o el ser en cuanto ser. La misma etimología
"on" y "logos" (ser y razón) indican una relación del ser con el conocimiento. Por eso lo ontológico, propiamente
hablando, indica lo que está relacionado con el conocimiento del ser"... los filósofos modernos para designar lo real
en sí, con prescindencia de su relación con el conocimiento, usan más bien el término "óntico" (10) .
Ya indicamos que, siguiendo a Bunge, opinamos que la Contabilidad estudia cosas cambiantes reales, existentes y
modificables o cambiantes, ni fantasmales ni inmutables. Esto nos orienta en nuestro actuar de contadores públicos
como trabajadores de una realidad existente y a la que queremos conocer y lograr que sirva a los intereses de la
comunidad humana.
Hay corrientes filosóficas diversas que los contadores deberían conocer para enfrentar por sí y decidir cuáles
aceptan respecto a la ontología y lo óntico. Por ejemplo:
Escuela dinamista, actitud fenomenista, actualismo y tal vez la posibilidad de derivar en un idealismo. En
particular, se debe analizar y pensar las variadas posibles causas del ser: eficiente, ejemplar, y el principio de
finalidad.

4.3. El pensar en relación al ser


Quiles (11) : considera que aparte de los problemas propios de la lógica; "en segundo lugar, hay que analizar el
pensar en relación con el ser: ¿Puede el pensamiento alcanzar el ser en sí mismo? O ¿están el pensamiento y el ser
disociados, es decir la realidad de las cosas distintas del pensamiento es inaccesible para éste?". Quiles lo llama
"Crítica del conocimiento"; también se lo denomina Gnoseología, epistemología o Teoría del conocimiento.
Así, enumera diversas soluciones que se ha dado en la historia de la filosofía al problema del conocimiento y las
reúne en 5 grupos o actitudes fundamentales (12) :
I. El escepticismo (Bayle siglo XVIII)
II. El idealismo subjetivo (Berkaley)
III. El idealismo trascendental (Hegel)
IV. Fenomenismo crítico (Kant)
V. Realismo ingenuo y crítico
Una solución que los contadores deben tratar de lograr con su propia reflexión indica el método para llegar al
llamado realismo crítico o sea no ingenuo:
a) Realidad de la conciencia de su sujeto (el yo) y de sus actos
b) Valor objetivo de los primeros principios del ser
c) Realidad del propio cuerpo
d) Realidad del mundo exterior
e) Valor objetivo de nuestro conocimiento abstracto

4.4. La ética en general


Los contadores públicos, conscientes de la necesidad de filosofar y dividir los caminos a seguir en materia
ontológica y gnoseológica debemos tratar los diversos posibles sistemas filosóficos que derivan en una filosofía
práctica, o sea, Ética.

5. LAS POSIBLES ESCUELAS FILOSÓFICAS EN MATERIA DE FILOSOFÍA PRÁCTICA


En el deseo de presentar un amplio panorama para la decisión de cada contador público reunimos varias posibles
enumeraciones.
a) Según Petrungaro (Tesis doctoral)
b) Una propuesta a XIV conferencia Interamericana de Contabilidad
c) Un programa de Ética de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA

5.1. Las alternativas enumeradas por Petrungaro(13)


a) El planteo de la felicidad o el placer
b) El planteo de la perfección
c) El planteo de San Agustín
d) El planteo de las morales del sentimiento
e) El planteo de los valores
f) El planteo de Kant
g) El planteo existencial

5.2. Las alternativas propuestas por García Casella(14)


1. Sócrates
2. Platón
3. Aristóteles
4. Los cínicos
5. Los estoicos
6. Los epicúreos
7. El escepticismo
8. El eclecticismo
9. San Agustín
10. Santo Tomás de Aquino
11. René Descartes
12. Baruch Spinoza
13. John Locke
14. Immanuel Kant
15. George W. F. Hegel
16. Arthur Schopenhauer
17. Auguste Comte
18. Friedrich Nietzsche
19. Franz Brentano
20. Charles S. Peirce
21. Edmund Husserl
22. José Ortega y Gasset

5.3. Las alternativas enumeradas en un programa


En el programa que en un momento se dictaba en nuestra Universidad Mailandi (15) proponía:
1. La ética de Aristóteles
2. La ética de Kant
3. El sistema filosófico de Hegel y el problema ético
4. El utilitarismo
5. La ética en la filosofía de la vida
6. La ley individual de Simmel
7. Bergson
8. La ética analítica
9. La ética material de los valores
10. El emotivismo de Stevenson
11. El intuicionismo de Ross
Vemos que son muchas las posibles escuelas filosóficas; nuestra propuesta es que lleguemos a una reflexión
filosófica personal como contadores públicos; no sirve tomar una escuela o filosofía sino preparar la propia posición
en base a la tarea reflexiva en temas de ontología, gnoseología y ética.

6. LA TESIS DOCTORAL DE PETRUNGARO Y SUS REFLEXIONES FILOSÓFICAS


Nos parece conveniente tratar en detalle la tesis doctoral de Petrungaro, pues ya su título es un fundamento para
nuestra reflexión acerca de la ética posible de los contadores públicos, en particular de nuestro país.
El título expresa "CÓDIGO DE ÉTICA. Relevancia de los principios de ética profesional sobre las normas de acción
contenidas en el código" (Petrungaro 1974, título).
Con ello destacó:
a) Principios de ética profesional por encima de las acciones de los códigos.
b) Precedencia de la posición filosófica personal sobre lo establecido por el derecho positivo.
c) Vincular los principios en el derecho positivo en materia de ética profesional del contador público.
En la Introducción plantea (16) :
"...las causas fundamentales del problema enunciado consisten en dos errores metodológicos (las cursivas son
nuestras) fundamentales observados en la redacción de los códigos analizados, o sea el de los profesionales en
ciencias económicas; médicos; agrimensores; agrónomos, arquitectos e ingenieros, escribanos, abogados
matriculados en la Capital Federal" .
Resume los errores:
1. Se deja al criterio subjetivo de los contadores si un hecho no contemplado expresamente lesiona con el
concepto de ética profesional.
2. No definir los principios éticos básicos comprobables mediante métodos científicos.
Nos parece que se estaría buscando una única posición, llamada objetiva, para imponerla en los códigos del
derecho positivo.
Propone:
a) Discutir el planteo ético a elegir.
b) Elegir un único planteo ético.
c) Basarse en Popper para tratar de comparar los códigos vigentes.
d) Proponer un futuro código con principios generales.

6.1. El tema del planteo ético a elegir


En las siguientes páginas sin numerar de la introducción trata las siete alternativas que indicamos en el punto 5.1.
supra y las va descartando:
1. Dice que sería UTÓPICO aplicar el planteo de la felicidad o el placer para un llamado "MUNDO DE LOS
NEGOCIOS".
2. Descarta el planteo de las perfecciones humanas, pues desconfía del optimismo metafísico, dudando de la
posibilidad de conocer las esencias.
3. Aunque lo llama "monumental" a San Agustín es descartado pues parece que el llamado "mundo de los
negocios" no mira con unanimidad al Sumo Bien.
4. No acepta las morales del sentimiento porque se declara intelectualista.
5. No podría aplicarse la ética de los valores pues habría multiplicidad de valores, no iguales para todas las
personas.
6. Se decide por Kant; "debo, luego puedo".

6.2. El objetivo de la ciencia


Entre las páginas 5 y 23 se basa en Popper en que resulta que las normas de acción de los códigos no están
basadas en "explicación con método científico".
Cita las siguientes conclusiones (Petrungaro (17) ):
1. "La Moral práctica, en cuanto refleja normas de conducta, surge de la observación y la experiencia siendo, en
cambio, que los principios éticos guían a dicha conducta".
2. "Dichos principios son necesarios..." de acuerdo.
3. "La metodología para probar las hipótesis que se postulan se basa, según Kant y Popper...".
Es una posible metodología entre otras, que servirá para definir los principios éticos del contador público
Petrungaro; pero cada uno de los otros miles de contadores públicos tenemos derecho a decidir los principios éticos
que derivan de la tarea de reflexión filosófica de cada uno como persona humana responsable de sus actos.
Los objetivos y métodos de todas las ciencias, incluida la Contabilidad y la Ética de los contadores deben ser
elegidos personalmente y sin dogmatismos.

6.3. Comparación de los códigos vigentes


El capítulo II se dedica desde la página 24 a la 119 al análisis comparativo y crítico de diversos códigos de ética
vigentes, con la aclaración siguiente (Petrungaro 1974; pág. 24):
"La primera reflexión que considero importante antes de iniciar el tema consiste en la necesidad de que un
código de Ética establezca principios cuya violación sea sometida a la consideración de los pares de un profesional".
Al respecto, opino:
I. Si los principios filosóficos de ética profesional se incluyen en un código de derecho positivo, dejan de ser
fuente de responsabilidad moral o ética en base a los posibles principios de cada profesional.
II.Los pares de un contador o de cualquier profesional universitario no pueden juzgar la responsabilidad de la
moral de un ser humano que sea persona reconocida como tal y por tanto con derecho a tener principios
filosóficos y, en particular, éticos diversos.
Petrungaro busca extraer los principios básicos fundamentales de los códigos juzgándolos en base a Kant y a
Popper. Me parece adecuado para decidir los principios éticos con base científico-filosófica del contador
Petrungaro, pero no serían tal vez los de muchos otros colegas, entre los cuales me incluyo.
En el capítulo III (páginas 120 a 139) analiza la jurisprudencia del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de
la Capital Federal (1945-1970).

6.4. Conclusión y tesis


Trata de separar en un futuro código de ética profesional:
a) Conceptos indicativos de principios éticos;
b) Normas de acción.
Los principios que proponen son cuatro:
a) No debe actuar con intención dolosa;
b) No debe ser negligente;
c) Debe respetar a sus colegas y clientes;
Frente a este desarrollo basado en Kant y Popper podemos proponer múltiples posibles alternativas de principios
de ética profesional, pero no destinados a ser incluidos en un código de derecho positivo sino para servir de
orientador a cada profesional en ejercicio.
Una posible no única alternativa para discrepar con Petrungaro vía planteo kantiano podría ser; siguiendo a
Maritain (18) :
"...es en el dominio de la filosofía, con Kant y la ética Kantiana donde se encuentra el ejemplo más significativo de
la manera en que la influencia del cristianismo y de la ética revelada pueden entorpecer una razón que repudia
además todo lo que en el cristianismo hace la vida y la verdad propia de aquélla. Es siempre peligroso el ser medio
cristiano. El impacto del cristianismo verifica la razón (sin hacerle infalible) cuando ésta se nutre de la sustancia del
cristianismo, el impacto del cristianismo hace desviar la razón. La sacralización de la vida moral llega a ser un
beneficio peligroso cuando cesamos de comprender lo que esto significa realmente. Lo que era un reforzamiento
sobrenatural y una promulgación sagrada de la ley moral llegará a ser un endurecimiento y una arrogancia contra la
naturaleza en una ética que no guarde lo importante de las tablas de la ley sino para hacer de ellas las tablas de la
pura razón".
Opinamos con Maritain que Kant logra:
1. Eliminar el fin último subjetivo;
2.El desinterés kantiano;
3.La eliminación del fin último absoluto;
4.La autonomía kantiana;
5.La primacía deltú debes, exento de todo contenido.
Esquematiza Maritain (19) la primera columna corresponde a mi opinión siguiendo a Santo Tomás de Aquino, la
segunda a Petrungaro siguiendo a Kant.
Ética cósmico-realista
Ética cósmica-idealista
Metafísicamente y "físicamente"
Ni metafísicamente ni "físicamente" basada
basada
Deductiva normativa
Experimental normativa
1. Dios
2. La naturaleza  
3. La ley (la ley natural)
4. La razón (la regla medidora y medida) 1. La razón (puramente medidora)
5. La bondad moral del objeto 2. La ley (puramente formal)
imperativo (imperativo categórico) 3. La rectitud (o ética) del acto (en virtud de la universidalidad de su
6. Y, por consecuencia, del acto máxima) de donde, por acrecentamiento, la bondad moral del objeto.
El bien moral está basado en la realidad
El bien moral está basado sobre la universalidad de la razón práctica
extra mental.

7. EL ARTÍCULO DE FOWLER NEWTON Y PETRUNGARO


En 1981 aparece un artículo de los colegas Fowler Newton y Petrungaro (20) en que comentan la nueva vigencia
del Código de Ética aprobado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal para regir
desde el 1° de enero de 1960.
Allí tratan:
a) Los conceptos de ética y de moral;
b) El criterio ideal de un código de ética.
Deducen que "cualquier código de ética debería, como mínimo, enunciar los principios que han de guiar la
conducta de las personas comprendidas en su ámbito normativo y facilitar el eventual juzgamiento de tales
conductas" (Fowler - Petrungaro 1981:316).
Vemos cuál es, en mi opinión, el error de Petrungaro de 1974: querer incluir en una norma de derecho positivo
los principios de ética que serían consecuencia de la posición filosófica de cada uno de los profesionales.
Coincidimos cuando dice (Fowler - Petrungaro (21) ) "en definitiva, el contenido de cualquier lista de principios
éticos dependería entre otras cosas, de la corriente filosófica a que pertenezca el autor que la formula".
Reconocemos que no pueden construir un listado completo de principios éticos y quieren usar el método de
Popper dado en la tesis de Petrungaro: buscan los principios con alto grado de probabilidad de correspondencia con
la realidad.
Sus propuestas de principios son:
1) Lealtad o Buena Fe;
2) Desempeño profesional cuidadoso y Responsable;
3) Respeto por sus semejantes;
4) Discreción.
Reiteramos que los principios éticos no deben estar en una legislación de derecho positivo.

8. POSIBILIDAD DE CONVIVENCIA DE OPCIONES ÉTICAS PERSONALES DIVERSAS


Sin detenernos a puntualizar las coincidencias con Petrungaro en descartar el planteo de las morales del
sentimiento, el de los valores y el existencialista, la cuestión siguiente es cómo hacemos los miles de graduados para
expresar principios éticos comunes, si los mismos dependen "de la corriente filosófica a la que pertenezca el autor
que la formula", según señalan Petrungaro y Fowler Newton.
Hemos ganado ya la convicción de que cada graduado debe reflexionar seriamente y optar con conciencia, pero
el conjunto, ¿qué hará?
Quisiera ahora esbozar una propuesta sobre la base de algo común a todos esos graduados, que se corresponde
en cierta medida con las tres fórmulas de juramento de graduados de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
1. Por Dios Nuestro Señor y estos Santos Evangelios, la Patria y el Bienestar de la Humanidad y los Derechos
Humanos.
2. Por la Patria, el Bienestar de la Humanidad y los Derechos Humanos.
3. Por Dios, la Patria y el Bienestar de la Humanidad y los Derechos Humanos.
Esto correspondería a:
1. Criterios cristianos;
2. Criterios agnósticos;
3. Criterios teístas.
Estos grupos, creo yo, deberían profundizar sus posiciones filosóficas, con el consiguiente aporte ético, y lograr
un diálogo amplio sobre la base de los principios de la Constitución Nacional que serían los que hacen posible la
existencia de la Patria o Nación Argentina.
Creo que esto es pluralismo bien entendido, no hace falta que el cristiano reniegue de su posición, ni que el teísta
pierda su libertad religiosa; lo que se debe buscar es lo común en la común vivencia en una comunidad organizada.
A esa posibilidad de convivencia consciente y fuerte en la posición personal, pero abierta al diálogo y respetuosa,
le atribuyo la generación de los principios concretos aceptados voluntariamente por quienes nos sometemos a la
Constitución Nacional como ley superior de convivencia pacífica y democrática.
Y, entonces, discrepo con Petrungaro y Fowler Newton, que quisieron aplicar el método de Popper de validación,
ya empleado por Petrungaro en su tesis doctoral citada, donde se presenta también un ejercicio de validación
consistente en contrastar las conclusiones emanadas del análisis de la jurisprudencia del C.P.C.E.C.F, entre 1945 y
1970, con las resultantes de considerar los referidos principios.
Esta discrepancia se funda en que los principios éticos de cada corriente filosófica no se pueden someter a ese
ejercicio de validación científica.
Lo que debería hacerse es negociar entre los diversos grupos que conviven en el marco de la Patria, la Nación o la
Constitución Nacional, y obtener una lista de principios aceptados por todos y considerados suficientemente
importantes.

B. LAS PROFESIONES EN CIENCIAS ECONÓMICAS EN NUESTRO PAÍS

Carlos S. Zaglul

1. EVOLUCIÓN DE LAS PROFESIONES EN CIENCIAS ECONÓMICAS EN NUESTRO PAÍS

1.1. Introducción
A través de este punto, se realizará una breve reseña de la evolución de las profesiones de ciencias económicas
en nuestro país, señalando sus antecedentes más relevantes, como fueron las creaciones de la Escuela Superior de
Comercio "Carlos Pellegrini", la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, el Colegio de Graduados en Ciencias
Económicas y el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por último se realizará un análisis de la situación actual y futura de dichas profesiones, en especial la referida a la
de contador público, dentro de un marco de globalización regional y mundial de la economía, el permanente
cambio tecnológico y la creciente preocupación del individuo por lo social (ecológico, ético y derechos humanos), y
por lo tanto, del nuevo rol que deben desempeñar.
A modo de ejemplo, y teniendo en cuenta la existencia en la actualidad, de un reclamo social de una buena
administración de justicia que se encuentra administrada por el Estado y en un contexto de saturación tal que no le
permite dar respuesta adecuada a las necesidades de su comunidad (22) , surge la necesidad de hacernos cargo de
nuevos roles, como puede ser el de asistir a los empresarios en una negociación, mediación o en un arbitraje.
Asimismo, se brindarán los aspectos más relevantes de las federaciones de los colegios de graduados de ciencias
económicas, de los consejos profesionales de ciencias económicas y de las asociaciones internacionales más
importantes.

1.2. La escuela superior de comercio "Carlos Pellegrini"(23)


El primer antecedente relativo a la creación de una escuela mercantil se basa en el proyecto presentado por el
Dr. Manuel Belgrano en 1796, en su carácter de Secretario del Real Consulado de Buenos Aires, en el que establece
que esa escuela será el lugar:
"... donde los jóvenes vayan a instruirse en la aritmética, en el modo de llevar cuenta y razón, y tener los libros;
en el cálculo y regIa de cambio; en las reglas de la navegación mercantil, de los seguros, etc.; en el modo de
establecer la correspondencia mercantilymantenerla, en las leyes y costumbres usadas entre negociantes, etc.,
donde al menos se les enseñen los principios generales de la geografía y las producciones de que abundan o
escasean los países, a fin de que con estos principios puedan hacer sus especulaciones con el mayor acierto posible
y quienes se dedican al comercio les proporcionen ventajas y adelantamientos que los empeñen al trabajo".
Tanto el proyecto descripto como su posterior propuesta formulada en 1810, en el Correo del Comercio, fueron
rechazados.
En 1821, por iniciativa de Rivadavia, se crea la Universidad de Buenos Aires, y en 1825 se dicta un decreto
reconociendo la utilidad de una Escuela de Comercio fundada durante el gobierno del Gral. Las Heras.
La carrera de Contador Público fue reconocida durante la época de Rosas (1836), en la cual eran requisitos para la
obtención del título: un examen de derecho rendido ante la Corte de Apelaciones; uno de contabilidad y aritmética
rendido ante un tribunal elegido por el gobierno; edad de 25 años; ciudadanía argentina y certificado de buena
conducta ("buen federal").
Recién el 19 de febrero de 1890, el Dr. Carlos Pellegrini, vicepresidente de la Nación, en ejercicio de la
presidencia, firma el decreto de creación de la Escuela Nacional de Comercio, hoy Escuela Superior de Comercio
"Carlos Pellegrini".

1.3. La Facultad de Ciencias Económicas(UBA)

1.3.1. Su fundación
Si bien la Universidad de Buenos Aires fue creada en 1821 por decreto del gobernador de la provincia, Gral.
Martín Rodríguez, y su ministro de Gobierno, don Bernardino Rivadavia, la Facultad de Ciencias Económicas fue
creada el 9 de octubre de 1913.
Hasta ese momento componían la universidad sólo cuatro facultades: Derecho, Medicina, Ciencias, y Agronomía
y Veterinaria.
La historia de la facultad está íntimamente vinculada a la fundación, como hemos visto, de la Escuela Nacional de
Comercio.
En 1892, bajo el ministerio de Balestra, se determina que a quienes aprobaran con altas notas determinados
grupos de asignaturas, se les ofrecía el título de perito mercantil.
En 1897, el ministro Bermejo reglamentó con éxito la expedición del título de contador público, lo que significaba
dos años de estudios y comprendía dos cursos de contabilidad, dos de castellano y literatura, y tres de legislación
civil, comercial y aduanera.
Ya en 1905, el Dr. Joaquín V. González elevó a tres los años de estudio y aumentó el número de asignaturas, con
la aspiración de que dicha reforma lograra su intención, que era la creación de una facultad que tomara a su cargo
los cursos de contadores.
Como paso previo a la creación de la Facultad de Ciencias Económicas, se produce en 1910, bajo la presidencia
del Dr. José Figueroa Alcorta, la fundación del Instituto Superior de Ciencias Económicas y Comerciales, a instancias
del Dr. Carlos Rodríguez Etchart (quien fuera posteriormente el primer decano).
Por último, ya bajo la ley 9254 del 9 de octubre de 1913, se autoriza a la Universidad de Buenos Aires para
organizar, sobre la base del Instituto Superior de Estudios Comerciales, la hoy Facultad de Ciencias Económicas.

1.3.2. La facultad de hoy con miras al futuro


Teniendo en cuenta los requerimientos de la sociedad en su conjunto, planteados en el Acuerdo de Colón llevado
a cabo por la Universidad de Buenos Aires, el nuevo plan de estudios , aprobado a partir de 1997 por la Facultad de
Ciencias Económicas, reconoce en sus "Bases para la reforma curricular" que los cambios que se están produciendo
en el mundo y en nuestra sociedad impusieron un replanteo y reformulación de los contenidos, metodologías,
esquemas organizativos, criterios de decisión y modalidades de funcionamiento institucional, con el fin de elevar la
calidad y la pertenencia de la docencia, de la investigación y de las acciones de extensión a la sociedad.
En líneas generales, se define el perfil del egresado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de
Buenos Aires como el de aquel graduado que:
- Garantice simultáneamente una sólida preparación general para la generación de conocimientos para el mundo
de la producción.
- Favorezca la apropiación crítica de los componentes básicos de la cultura y la posibilidad, por lo tanto, de la
participación activa, responsable y solidaria en la comunidad en general y en la vida política, académica y
laboral en particular.
- Facilite la circulación en amplios campos profesionales y la movilidad en los cambiantes mercados de trabajo,
indispensables en contextos de innovación e incertidumbre.
- Intervenga en la definición de las misiones y propósitos de las organizaciones para incorporar valores éticos y
morales, y cumplir con las responsabilidades sociales frente a la comunidad.
La nueva estructura curricular planteada propone la integración de ciertos ejes transversales referidos a una serie
de problemas, relacionados con las demandas provenientes del contexto acerca de la formación profesional e
integral de los egresados.
El profesional de hoy para el futuro supone el desarrollo de nuevas formas de pensamiento, articuladas con su
disciplina y la integración de saberes, procedimientos y actitudes propios que irán adquiriendo en el transcurso de
la carrera.
Los autores Víctor M. Gómez Campo y Emilio Tenti Fanfani, en su libro Universidadyprofesiones, nos introducen
en una serie de estudios y definiciones de lo que se entiende por profesional universitario, los cuales nos ayudarán a
entender en forma acabada el rol del profesional.
Así,Carr-Saunders y Wilson (25) proponen algunos criterios para identificar una profesión. Entre ellos subrayan la
importancia de la competencia intelectual, entendida como una habilidad para cumplir todos aquellos servicios
especializados de los que depende el constante funcionamiento de la sociedad moderna. De ahí su definición de
profesión como "conjunto de personas que logran practicar una técnica definida basada en una instrucción
especializada".
Para A. Flexner existen seis criterios para definir una profesión :
1. Implica necesariamente operaciones intelectuales.
2. Deriva su material de la ciencia y la instrucción.
3. Maneja este material con un fin definido y práctico.
4. Posee una técnica educativamente comunicable.
5. Tiende a la autoorganización.
6. Se está haciendo de naturaleza cada vez más altruista.
A esta lista, el autor Myron Liberman agrega los siguientes elementos:
1. Un alto grado de autonomía, tanto para el individuo que la ejerce como para el grupo considerado como un
todo.
2. Aceptación, por parte de los profesionales, de una gran responsabilidad profesional respecto de los juicios
hechos y de los actos cumplidos dentro del ámbito de la autonomía profesional.
De acuerdo con lo leído hasta el momento en este capítulo, se puede observar la evolución que ha tenido la
profesión específicamente de contador público desde sus orígenes, el porqué de la necesidad de que esta profesión
sea considerada como una profesión universitaria se ve sustentado no sólo desde la práctica, sino también desde un
marco teórico, donde Edgar Sschein (26), entre otros autores, considera que las profesiones "constituyen un
conjunto de ocupaciones que han desarrollado un verdadero sistema de normas que se derivan de su rol especial en
la sociedad" . Entre estos roles y normas enumera los siguientes:
1. El profesional es distinto del amateur; está implicado tiempo completo en una ocupación que constituye su
principal fuente de ingresos.
2. Se presupone que tiene una fuerte motivación y desempeña su ocupación en forma continuada.
3. Posee un cuerpo especializado de conocimientos y habilidades que se adquieren durante un período
prolongado de educación y entrenamiento.
4. Toma sus decisiones en favor de un cliente conforme a principios generales, teorías o proposiciones que se
aplican al caso en estudio.
5. Posee espíritu de servicio, pues usa sus saberes en beneficio del cliente. Este servicio implica habilidades de
diagnóstico, aplicación competente de conocimiento general a las necesidades específicas del cliente. En otros
términos, se caracteriza por una ausencia de interés propio.
6. El servicio profesional se basa en las necesidades objetivas del cliente y es independiente de los sentimientos
particulares del profesional hacia el cliente. El profesional promete un diagnóstico "imparcial". El cliente, a su
vez, debe ser franco al declarar una información potencialmente indeseable para él.
7. Se presume que el profesional sabe mejor que el cliente lo que es bueno para éste. Por ello el profesional
reivindica una autonomía de juicio acerca de su propia actuación. Sólo sus colegas pueden juzgarlo. Esta
demanda de autonomía pone al cliente en una situación de dependencia potencialmente vulnerable. Por ello
se desarrollan fuertes estándares éticos y profesionales entre los miembros de una profesión, que se expresan
en códigos de conducta y en colegios o asociaciones que ejercen un control de ingreso y ejercicio de las
profesiones, según veremos en los próximos puntos a desarrollar en este mismo capítulo.
8. Los profesionales constituyen asociaciones profesionales que definen criterios de admisión, niveles educativos,
títulos o exámenes de ingreso, carreras y áreas de jurisdicción para las profesiones. Al mismo tiempo, las
asociaciones protegen la autonomía de las profesiones.
9. Las profesiones tienen estatus en su área de conocimiento, pero se considera que su conocimiento es
especializado. El profesional no es "sabio" fuera del área delimitada por su formación.
10. Los profesionales ofrecen sus servicios pero no deben publicitarlos. Es el cliente quien debe iniciar la relación.
Es decir, el título académico que se obtiene en una universidad garantiza la posesión de la habilidad requerida y
competencia suficiente para una práctica específica.
Si dentro del marco teórico desarrollado hacemos un análisis de la situación actual y futura de las profesiones de
ciencias económicas, en especial la referida a la de contador público, dentro de un marco de globalización regional y
mundial de la economía, el permanente cambio tecnológico y la creciente preocupación del individuo por lo social
(ecológico, ético y derechos humanos), podemos observar un nuevo rol al que se debe enfrentar el profesional en
ciencias económicas.
Así, algunos de los problemas planteados en la situación actual requieren que el profesional del futuro posea una
serie de conocimientos y habilidades, de actitudes y auto imagen, que le posibiliten, a través del aprendizaje
adquirido, estar preparado para la "incertidumbre".
Los ejes transversales (curriculares) antes mencionados, que se han tenido en cuenta en la nueva reforma del
plan de estudios y que tienden a dar el marco teórico y práctico del requerimiento del profesional de hoy para el
futuro, se podrían resumir en cinco:
1. Científico y tecnológico: en función del desarrollo complejo y cambiante que se produce en estas áreas, el
alumno, futuro profesional, debe tener:
- capacidad para detectar e incorporar los nuevos métodos científicos y tecnológicos;
- capacidad para crear nuevos marcos teóricos y tecnologías a partir de las disponibles;
- capacidad para aplicar los avances científicos y tecnológicos a situaciones y contextos complejos.
2. De comprensión y resolución de situaciones complejas:los cambios incesantes, acelerados y complejos de las
organizaciones obligan a aprender a "gerenciar la complejidad", porlocual el alumno como futuro
profesional debe tener:
- capacidad para formular estrategias;
- capacidad para integrar y formar grupos de trabajo;
- capacidad para negociar y resolver conflictos;
- capacidad para reflexionar sobre y en la práctica.
3. Ecológico y de desarrollo humano:reconociendo que el uso irracional de los recursos naturales ha generado
graves problemas ambientales a escala planetaria, que han adquirido dimensión internacional e influyen en la
calidad de vida, en la producción y en el comercio, el alumno, como futuro profesional, deberá tener:
- capacidad para reconocer las problemáticas generales relativas al desarrollo humano;
- capacidad para tomar iniciativas en la preservación del medio y del equilibrio ecológico;
- capacidad para anticipar las consecuencias de la actividad humana en el uso de los recursos naturales y para
minimizar el perjuicio ambiental;
- capacidad para establecer relaciones entre los factores y actividades económicas, el desarrollo sustentable y
la problemática ecológica.
4. Ético y de derechos humanos: la formación ética no se cubre por la simple formulación del conocimiento de
un sistema normativo que regula la conducta humana. Por el contrario, supone la toma de conciencia y la
defensa de los valores democráticos, la cooperación social, perfeccionando y actualizando las normas morales,
la participación y el compromiso social real con el bien común, y priorizando la honestidad de las acciones. Con
el fin de lograr este objetivo, se deben recrear las competencias y aptitudes de los alumnos para:
- respetar la libertad y el ejercicio de la tolerancia;
- armonizar trabajo y capital;
- promover la creatividad, la iniciativa, la solidaridad y la cooperación.
5. Papel del Estado:la necesaria modernización del Estado supone su fortalecimiento, ya que es el instrumento
responsable, indispensable para asegurar la gobernabilidad de la sociedad en un sistema democrático, fijando
reglas de juego que conduzcan a una mayor justicia social y los distintos procesos de integración de las
naciones.
El rol de los profesionales universitarios como parte integrante de la sociedad debe tener una mayor
participación que garantice el papel del Estado.
Así, el Mg. Juan Carlos Viegas (27) considera que la formación de profesionales de alto nivel de excelencia, la
investigación y los planes de extensión y transferencia científica y tecnológica constituyen los objetivos esenciales
en la actividad que realiza la universidad.
Asimismo, considera sin duda que la tarea de investigación debe ocupar un amplio espacio para poder convocar e
integrar a los docentes y alumnos en la permanente búsqueda del conocimiento, el cual debe convertirse en un
acto irrenunciable para cualquier centro de formación universitaria.
La vinculación de la universidad con la sociedad, respondiendo a sus demandas y adelantando el futuro, es otra
misión que debe cumplir, para garantizar los niveles académicos de alta calidad.
El plan de estudios estructurado en ciclos tiende a garantizar el nuevo diseño curricular, ya que permite a los
alumnos ir orientando su formación a medida que avanzan en sus estudios, e ir tomando las decisiones que
consideren pertinentes cuando, con el transcurso de la carrera, visualicen con mayor claridad su vocación
profesional.
Así, el plan de estudios vigente abarca un ciclo general, con una duración de dos años académicos, cuyo objetivo
es brindar formación básica y general muy sólida, tanto teórica como empírica, y un ciclo profesional, cuya duración
depende de la carrera profesional elegida.
Como cierre del ciclo profesional, y requisito final y previo a la graduación, se prevé un seminario de integración y
aplicación, el cual podría acreditarse mediante otras posibles actividades. Su objetivo es lograr la integración de los
conocimientos adquiridos en el desarrollo de la carrera, para lo cual se deberían demostrar los niveles de
conocimientos adquiridos durante su formación. El seminario estará a cargo de los directores de carreras y los
directores de departamento.
La coordinación y el control de las actividades que realicen los alumnos se desarrollan bajo la modalidad de
tutorías, tarea a cargo de profesores titulares, asociados, directores de institutos de investigación y directores de
proyectos de investigación, de acuerdo con la especialidad elegida por el alumno.
El sistema también prevé la posibilidad de que el estudiante realice tareas por convenios de pasantías o acredite
actividades laborales realizadas o que esté realizando actualmente, vinculadas con sus estudios.
Teniendo en cuenta los ejes transversales planteados, se acreditarán, a los fines del seminario, las tareas que se
asignen a los alumnos en aquellos planes que haya diseñado la universidad para cumplir con la prestación de un
servicio social.
Como conclusión, podemos decir que la implementación del plan de estudios puesto en marcha a partir de 1997
busca quela universidad garantice la formación de los graduados con las siguientes características:
a) capacidad para aprender, con todo lo que ello implica: saber hacer, saber aprender y, por sobre todo, saber
ser;
b) capacidad para resolver problemas frente a la incertidumbre;
c) capacidad crítica, creativa y de conducción;
d) formación ética con valores sociales por sobre los personales.
Debemos tener presente que la universidad no sólo brinda una formación académica a los graduados, sino que,
en nuestro país, en virtud de la legislación vigente, los habilita para el ejercicio profesional.
Es así, que a partir del año 2006 la FCE - UBA, creó un "Foro de actualización del perfil del graduado" que tiene
por objeto detectar necesidades en la formaciónprofesional y científica de los graduados, a efectos de ajustar los
contenidos que se imparten. En esa dirección se organizó entre 2007 y 2009 un ciclo de mesas redondas, para cada
una de las carreras, donde graduados de la Facultad, que ocupan posiciones relevantes en la selección de recursos
humanos en empresas importantes, estudios y organismos públicos, compartiendo sus puntos de vista con nuestros
profesores y estudiantes. También se organizaron reuniones con el objeto de analizar la capacidad del futuro
graduado para generar conocimiento e investigación y desarrollar en sus graduados actitudes cooperativas y
solidarias (28) .
En los puntos siguientes se podrá observar la creación y las funciones que tienen el Colegio de Graduados en
Ciencias Económicas y el Consejo Profesional de Ciencias Económicas que, de acuerdo con las teorías formuladas
por autores como Carr- Saunders y Wilson (29) , ya en 1939 indicaban que las motivaciones de las asociaciones
profesionales son las siguientes:
a)la definición de una línea de demarcación entre personas calificadas y no calificadas;
b)el mantenimiento de altos niveles de carácter profesional o práctica honorable;
c)la elevación del estatus del grupo profesional; y
d)el deseo de la profesión de ser reconocida par la sociedad como la única plenamente competente para realizar
su tarea particular.
En síntesis, las asociaciones profesionales constituyen un elemento táctico dentro de la lucha que sostienen las
profesiones para obtener una mayor autonomía y reconocimiento social.

1.4. El Colegio de Graduados en Ciencias Económicas(30)


En 1891, un grupo de contadores, comprendiendo la trascendencia de su tarea, de la necesidad de modernizar
los estudios, de adaptarse a las exigencias del país en el futuro, y que su función no era la de un tenedor de libros,
sino mucho más amplia, consideraron imprescindible ampliar sus conocimientos culturales y sobre economía.
Así, el 26 de noviembre de 1891, se funda el Colegio de Contadores, hoy Colegio de Graduados en Ciencias
Económicas.
Tanto la Escuela Nacional de Comercio como el Colegio de Contadores de la Capital Federal fueron las
instituciones ejemplares que iniciaron la fecunda tarea que pocos años después dio origen a la creación de las
escuelas de comercio y de colegios de contadores en todo el país. Tuvieron la ardua tarea de elevar a niveles
superiores los estudios y prácticas contables, administrativos y económicos, nucleando a sus profesionales en
centros de importante desarrollo técnico y académico.
Teniendo en cuenta el carácter de este tipo de asociaciones, los colegios de graduados son entidades sin fines de
lucro, organizadas como asociaciones civiles, de asociación voluntaria, regidas por la Inspección General de Justicia
como órgano de contralor en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por último, podemos mencionar que entre las funciones que dicha entidad cumple se destacan:
a)fomentar y sostener el espíritu de unión y confraternidad entre los profesionales;
b)velar por la honorabilidad en el ejercicio de las misiones encomendadas, y la defensa del prestigio y los
intereses de sus miembros;
c)asesorar a poderes públicos e instituciones privadas que lo soliciten;
d)organizar conferencias, concursos científicos, reuniones, congresos, jornadas, asambleas, etc., sobre puntos
relacionados con las carreras mencionadas;
e)gestionar y asumir la representación profesional ante los cuerpos universitarios y demás entes o institutos
públicos del país.

1.5. Los consejos profesionales(31)


Los consejos profesionales son entidades de derecho público no estatal, creadas por la ley 20.488, la cual
estableció el marco legal para su funcionamiento.
Dicha ley establece, además, las normas referentes a las incumbencias y al ejercicio de las profesiones
relacionadas con las ciencias económicas, según lo veremos más adelante.
En cada jurisdicción del país, existe un consejo profesional de ciencias económicas, hecho que no sólo surge de la
ley mencionada, sino, fundamentalmente, de los preceptos de la Constitución Nacional, en la cual se delega en las
provincias el poder de policía.
El art. 21 determina las funciones que deben tener los consejos profesionales, a saber:
a)"dar cumplimiento a las disposiciones de la presente ley y otras relacionadas con el ejercicio profesional y sus
respectivas reglamentaciones";
b)"crear, cuando corresponda, y llevar las matrículas atinentes a las profesiones, que se refiere la presente ley";
c)"honrar, en todos sus aspectos, el ejercicio de las profesiones en ciencias económicas, afirmando las normas de
especialidad y decoro propios de la carrera universitaria, y estipulando la solidaridad entre sus integrantes";
d)"velar para que sus miembros actúen con un cabal concepto de lealtad hacia la patria, cumpliendo con la
Constitución y las leyes";
e)"cuidar que se cumplan los principios de ética que rigen el ejercicio profesional de ciencias económicas";
f)"ordenar dentro de sus facultades, el ejercicio profesional de ciencias económicas, y regular y delimitar dicho
ejercicio en sus relaciones con otras profesiones";
g)"perseguir y combatir por los medios legales a su alcance el ejercicio ilegal de la profesión";
h)"secundar a la administración pública en el cumplimiento de las disposiciones que se relacionen con la
profesión, evacuar consultas y suministrar informes solicitados por entidades públicas, mixtas y privadas";
i)"certificar las firmas y legalizar los dictámenes expedidos por los profesionales matriculados cuando tal requisito
sea exigido";
j)"aplicar las correcciones disciplinarias por violación de los códigos de ética y los aranceles".

1.6. Las federaciones y sus organismos técnicos


Como hemos visto, existen dos instituciones de primer grado relacionadas con la profesión de ciencias
económicas, que son: los colegios de graduados y los consejos profesionales.
A su vez, todas las instituciones a nivel nacional conforman las entidades de segundo grado conocidas como
federaciones, y en este caso:
1. Federación Argentina de Graduados en Ciencias Económicas (F.A.G.C.E.).
2. Federación Argentina de Consejos Profesionales en Ciencias Económicas (F.A.C.P.C.E.).
La F.A.G.C.E. , fundada en 1926, agrupa alrededor de 20 colegios. Su estatuto la define como un "organismo de
carácter gremial", ya que habla de los intereses de los profesionales y de los colegios federados, y de contribuir,
entre otros, al mejoramiento de la profesión.
Dentro de dicha Federación, funciona como órgano técnico el Instituto Técnico de Contadores Públicos (I.T.C.P.),
fundado en 1969, que tiene la función de servir a la profesión en todas las cuestiones técnico-científicas vinculadas
con su ejercicio y que contribuyan a su jerarquización.
El trabajo desplegado por dicho instituto se refleja a través de sus pronunciamientos que han tenido una
importante influencia en el dictado de diversas normas legales y profesionales.
Decimos influencia, ya que estos pronunciamientos no son de carácter obligatorio para su aplicación por parte de
los profesionales en ciencias económicas, sino a través de las leyes, decretos y resoluciones que dicten el Poder
Legislativo o el Poder Ejecutivo, o en el campo profesional, cuando los consejos profesionales dicten resolución
técnica al respecto.
Los trabajos elaborados por el I.T.C.P. se ven reflejados a través de lo que se denominan recomendaciones,
dictámenes e informes.
Su propio reglamento los define de la siguiente manera:
- Recomendaciones: "son propuestas de creación o modificación de los principios y normas referidos a la forma y
contenido de los estados contables y de las disposiciones y normas relativas a la actividad profesional de los
contadores públicos. Representan la posición del instituto. Una vez aprobadas, constituyen la base para los
futuros dictámenes".
- Dictámenes: "una vez aprobados, sirven de pauta para los contadores públicos en su ejercicio profesional. Los
principios o normas, contenidos en dichos dictámenes aprobados por la junta directiva de la F.A.G.C.E., eran
considerados como de aceptación generalizada, no obligatoria".
- Informes: "son opiniones del instituto sobre aspectos formales referidos a la aplicación de las recomendaciones,
dictámenes o normas legales".
La F.A.C.P.C.E. , fundada en 1973, es, al igual que el anterior, un organismo de segundo grado, que agrupa a los
consejos profesionales de ciencias económicas de todo el país.
Su objetivo es formular normas técnico-profesionales de aplicación obligatoria para aquellos graduados que
deban utilizarlas en su ejercicio profesional.
Como organismo técnico de dicha federación, se creó el Centro de Estudios Científicos y Técnicos (C.E.C.yT.), que
emite informes de diferentes tipos, algunos de los cuales sirvieron de antecedente de las resoluciones técnicas de
dicha federación.
En el reglamento de la mencionada federación, se establece que antes de la conversión de los informes en
resoluciones técnicas, los mismos deben ser sometidos a consulta pública durante un determinado lapso, en el cual
se recogen las opiniones no sólo de los consejos que integran dicha federación, sino que también puede expresar
sus opiniones cualquier profesional o interesado en el tema.

1.7. Las organizaciones internacionales(32)


Dichos organismos pueden ser clasificados en dos grandes grupos: los de carácter mundial y los de carácter
regional.
Dentro de los organismos internacionales de contabilidad mundiales, podemos mencionar los siguientes:
De carácter profesional
- I.F.A.C. (Federación Internacional de Contadores).
- I.A.S.B. (Junta de Normas Internacionales de Contabilidad).
- La Federación de Expertos Contables Europeos.
De carácter gubernamental
- Grupo de Trabajo de Naciones Unidas.
- Grupo de Trabajo sobre Normas Contables de la O.C.D.E.
Dentro de los organismos internacionales de contabilidad regionales, podemos mencionar los siguientes:
De carácter profesional
- U.E.C. (Unión de Expertos Contables, Económicos y Financieros).
- A.I.C. (Asociación Interamericana de Contabilidad).
De carácter gubernamental
Programas de armonización de las normas de contabilidad y presentación de informes contables que puedan
surgir dentro del marco de:
- El Grupo de Estudios de Expertos de la C.E.E. (Comunidad Económica Europea);
- El MERCOSUR;
- El NAFTA;
- El Consejo Africano de Contabilidad (OCAM);
- La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ANASE).

2. INCUMBENCIAS PROFESIONALES

2.1. Introducción
A la luz de la ley 20.488, se detallan las incumbencias profesionales de los graduados en ciencias económicas, en
la actividad privada y en el ámbito judicial.
Dicha ley, sancionada el 23 de mayo de 1973, regula desde entonces el ejercicio profesional de las profesiones de
ciencias económicas. Hasta su sanción, y como veremos en el punto 4.2. de este capítulo, el régimen legal vigente
era el previsto por el decreto-ley 5103/45.
Los artículos 1º a 3º de la ley 20.488 establecen que bajo dicha norma se reglamentan en las profesiones de:
- Licenciado en economía;
- Contador público;
- Licenciado en administración;
- Actuario;
Se establece quiénes podrán ejercer dichas profesiones, determinando las respectivas condiciones que deben
cumplirse en cuanto a que los diplomas fuesen expedidos por universidades nacionales, privadas y extranjeras, con
especial atención a los títulos expedidos con anterioridad al decreto-ley 5103/45 y a la ley 20.488.

2.2. Las funciones de los profesionales en ciencias económicas en el marco de la ley 20.488

2.2.1. Funciones correspondientes al contador público


El art. 13 determina que la tarea profesional del contador público puede dividirse en dos grandes áreas:
- En materia económica y contable;
- En materia judicial.
Así, enumera como incumbencia profesional del contador público dentro de cada ámbito:
a) "En materia económica y contable, cuando los dictámenes sirvan a fines judiciales, administrativos, o estén
destinados a hacer fe pública en relación con las cuestiones siguientes:
1. Preparación, análisis y proyección de estados contables, presupuestarios de costos y de impuestos en
empresas y otros entes.
2. Revisión de contabilidades y su documentación.
3. Disposiciones del cap. III, tít.II, 1. I del Código de Comercio(34).
4. Organización contable de todo tipo de entes.
5. Elaboración e implantación de políticas, sistemas, métodos y procedimientos de trabajo administrativo-
contable.
6. Aplicación e implantación de sistemas de procesamiento de datos y otros métodos en los aspectos
contables y financieros del proceso de información gerencial.
7. Liquidación de averías.
8. Dirección del relevamiento de inventarios que sirvan de base para la transferencia de negocios, para la
constitución, fusión, escisión, disolución y liquidación de cualquier clase de ente y cesiones de cuotas
sociales.
9. Intervención en las operaciones de transferencia de fondos de comercio, de acuerdo con las disposiciones
de la ley 11.867, a cuyo fin se deberán realizar todas las gestiones que fueren menester para su objeto,
incluso hacer publicar los edictos pertinentes en el Boletín Oficial, sin perjuicio de las funciones y facultades
reservadas a otros profesionales en la mencionada norma legal.
10. Intervención, juntamente con letrados, en los contratos y estatutos de toda clase de sociedades civiles y
comerciales, cuando se planteen cuestiones de carácter financiero, económico, impositivo y contable.
11. Presentación con su firma de estados contables de bancos nacionales, provinciales, municipales, mixtos y
particulares, de toda empresa, sociedad o institución pública, mixta o privada, y de todo tipo de ente
económico diferenciado.
En especial para las entidades financieras comprendidas en la ley 18.061 (35) , cada contador público no podrá
suscribir el balance de más de una entidad, cumplimentándose asimismo el requisito expresado en el art.
17 (36) de esta ley.
12. Toda otra cuestión en materia económica, financiera y contable, referida a las funciones que le son propias
de acuerdo con el presente artículo".
b) "En materia judicial, para la producción y firma de dictámenes relacionados con las siguientes cuestiones:
1.En los concursos de la ley 19.551 (37) para las funciones de síndico.
2.En las liquidaciones de averías y siniestros, y en las cuestiones relacionadas con los transportes en general
para realizar los cálculos y distribución correspondientes.
3.Para los estados de cuenta en las disoluciones, liquidaciones y todas las cuestiones patrimoniales de
sociedades civiles y comerciales, y las rendiciones de cuenta de administración de bienes.
4.En las compulsas o peritajes sobre libros, documentos y demás elementos concurrentes a la dilucidación de
cuestiones de contabilidad y relacionadas con el comercio en general, sus prácticas, usos y costumbres.
5.Para dictámenes e informes contables en las administraciones e intervenciones judiciales.
6.En los juicios sucesorios, para realizar y suscribir las cuentas particionarias juntamente con el letrado que
intervenga.
7.Como perito en su materia en todos los fueros.
En la emisión de dictámenes, se deberá aplicar las normas de auditoría aprobadas por los organismos
profesionales cuando ello sea pertinente".

2.2.2. Funciones correspondientes a los otros graduados en ciencias económicas


En cuanto a las funciones inherentes al título de licenciado en economía , el art. 11 establece, entre otras cosas,
las siguientes:
a) "Para todo dictamen destinado a ser presentado ante autoridades judiciales, administrativas, o a hacer fe
pública, relacionado con el asesoramiento económico y financiero para:
1.Estudios de mercado y proyecciones de oferta y demanda sin perjuicio de la actuación de graduados de otras
disciplinas en las áreas de su competencia.
2.Evaluación económica de proyectos de inversiones sin perjuicio de la actuación de graduados de otras
disciplinas en las áreas de su competencia.
3.Análisis de las coyunturas global, sectorial y regional.
4.Análisis del mercado externo y el comercio internacional.
5.Análisis macroeconómico de los mercados cambiarios de valores y de capitales.
6.Estudios de programas de desarrollos económicos global, sectorial y regional.
7.Realización e interpretación de estudios económicos.
8.Análisis de las situaciones, actividades y políticas monetaria, crediticia, cambiaria, fiscal y salarial.
b) Como perito en su materia en todos los fueros, en el orden judicial".
Respecto de las funciones inherentes al título de licenciado en administración , el art. 14 establece las siguientes:
a) "Para todo dictamen destinado a ser presentado ante autoridades judiciales, administrativas, o a hacer fe
pública, en materia de dirección y administración para el asesoramiento en:
1.Las funciones directivas de análisis, planeamiento, organización, coordinación y control.
2.La elaboración, implantación de políticas, sistemas, métodos y procedimientos de administración, finanzas,
comercialización, presupuestos, costos y administración de personal.
3.La definición y descripción de la estructura y funciones de la organización.
4.La aplicación e implantación de sistemas de procesamiento de datos y otros métodos en el proceso de
información gerencial.
5.Lo referente a relaciones industriales, sistemas de remuneración y demás aspectos vinculados al factor
humano de la empresa.
6.Toda otra cuestión de dirección o administración en materia económica y financiera en referencia a las
funciones que le son propias de acuerdo con el presente artículo.
b) En materia judicial:
1.Para la función de liquidador de sociedades comerciales o civiles.
2.Como perito en su materia en todos los fueros.
En las designaciones de oficio para las tareas de administrador a nivel directivo o gerencial en las intervenciones
judiciales, se dará referencia a los licenciados en administración sin perjuicio de que sean tomados en
consideración otros antecedentes en relación con tales designaciones".
Por último, con respecto a las tareas inherentes al actuario , el art. 16 señala entre otras las siguientes funciones:
1. "Para todo informe que las compañías de seguros, de capitalización, de ahorro y préstamo, etc., presenten a
sus accionistas, a terceros, a la Superintendencia de Seguros u otra repartición pública, etc., y que se relacione
con el cálculo de primas, tarifas y reservas técnicas, entre otras.
2. Para todo informe sobre cuestiones técnicas relacionadas con la estadística, el cálculo de probabilidades, etc.".
3. En asuntos judiciales, cuando a requerimiento de autoridades judiciales, deba determinarse el valor económico
del hombre y el de rentas vitalicias.

2.2.3. Otras profesiones no contempladas en la ley 20.488


Por Res. CD 167/2007 y de la Res. CD 69/08 del C.P.C.E.C.A.B.A. y con la finalidad de cubrir las necesidades del
resto de los profesionales en Ciencias Económicas no contemplados en la ley 20.488 el mismo dispuso la apertura
de un Registro Especial de Graduados con títulos "no tradicionales".
De esta manera, el Consejo extendió sus servicios y beneficios a los graduados de las siguientes carreras: Lic. en
Administración Pública y Municipal, Lic. en Comercialización, Lic. en Finanzas, Lic. en Administración Financiera, Lic.
en Comercio Internacional, Lic. en Comercio Exterior, Lic. en Administración Orientación Sector Público, Lic. en
Ingeniería Comercial, Lic. en Administración de Cooperativas y Mutuales, Lic. en Relaciones Industriales, Lic. en
Organización de la Producción, Lic. en Mercado de Capitales, Lic. en Administración Bancaria, Lic. en Administración
con orientación en Salud y Seguro Sociales, Lic. en Administración. Agraria, Lic. en Economía Agropecuaria, Lic. en
Administración Técnica y Rural, Lic. en Finanzas de Empresas, Lic. en Bancos y Empresas Financieras, Lic. en
Economía Empresarial, Lic. en Organización. y Técnica del Seguro, Lic. en Administración de Servicios de la Salud,
Lic. en Administración Pública y Ciencias Políticas, Lic. en Administración Gubernamental, Lic. en Cooperativas, Lic.
en Administración Naviera, Lic. en Administración Pública, Lic. en Economía Marítima, Lic. en Administración y
Gestión de Políticas Sociales, Lic. en Administración hotelera, Lic. en Administración Naval.
Por su parte, los Licenciados en Sistemas de Información de las Organizaciones, graduados en la Facultad de
Ciencias Económicas de la UBA, o los egresados de carreras equivalentes en otras Universidades (cuando el análisis
de la currícula determine el encuadre de la carrera con las Ciencias Económicas), pueden inscribirse en el Registro
Especial de Licenciados en Sistemas de Información y acceder a los servicios, las facilidades y las prestaciones
ofrecidas a los matriculados, salvo ser elector o candidato para integrar el Consejo Directivo, el Tribunal de Ética
Profesional, o la Comisión Fiscalizadora de acuerdo a la Res. CD 41/05 del C.P.C.E.C.A.B.A.

3. REGLAMENTACIÓN DEL EJERCICIO PROFESIONAL EN LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES

3.1. Introducción
En este último punto, se desarrollarán los aspectos relacionados con el ejercicio profesional, en los temas
relativos a la legalización, reglamentación, aranceles y normalización para el ejercicio profesional en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, en virtud de las leyes 20.488 y 466.
Se explicará tanto el funcionamiento del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires como el de su tribunal de disciplina, indicándose, para finalizar, las sanciones legales y disciplinarias de
las que puede ser pasible un profesional.

3.2. El decreto-ley 5103/45 y la ley 20.488


El decreto-Iey 5103/45, sancionado el 2 de marzo de 1945, reglamentó el ejercicio de las siguientes profesiones
de ciencias económicas:
1.Doctor en ciencias económicas;
2.Contador Público;
3.Actuario.
Asimismo, esta norma consideracomo actividad profesional a la desarrollada en forma individual,
exclusivamente en forma independiente y conforme a los honorarios regulados por los respectivos aranceles, tanto
en el ámbito privado como en el judicial.
Por lotanto, tiende a regular el ejercicio de cada una de las profesiones antes mencionadas, las condiciones para
ejercerlas, todo lo referido a sus incumbenciasylas condiciones que deben observarse en cuanto al uso del título y
ejercicio ilegal.
Como hemos visto en el punto 3.1., el decreto-ley 5103/45 fue derogado por la ley 20.488 del 23 de mayo de
1973; las profesiones reguladas desde entonces según lo mencionamos son:
1.Licenciado en economía;
2.Contador Público;
3.Licenciado en administración;
4.Actuario.
A diferencia de su norma antecesora, la ley es de aplicación a todo profesional matriculado con independencia de
si su ejercicio loefectúa en forma dependiente o independiente.
Manifiesta su art. 3° que s e considerará como ejercicio profesional la realización de actos que supongan,
requieran o comprometan la aplicación de conocimientos propios de tales personas, especialmente si consisten en:
a)el ofrecimiento o realización de servicios profesionales;
b)el desempeño de funciones derivadas de nombramientos judiciales de oficio o a propuesta de parte;
c)la evacuación, emisión, presentación o publicación de informes, dictámenes, laudos, consultas, estudios,
consejos, pericias, compulsas, valorizaciones, presupuestos, escritos, cuentas, análisis, proyectos, o de trabajos
similares destinados a ser presentados ante los poderes públicos particulares o entidades públicas, mixtas o
privadas.
El art. 8° establece que quien hiciera ejercicio ilegal de la profesión podrá sufrir penas de prisión y multa, ya sea
por no poseer título habilitante, o quien teniéndolo, se le hubiera cancelado la matrícula.
Indica, como hemos visto, las incumbencias de cada una de las profesiones, tanto en la actividad privada como en
el ámbito judicial, la creación de los consejos profesionales de ciencias económicas en cada una de las provincias,
con indicación de sus atribuciones y lo referido a las sanciones disciplinarias que podrán aplicar.

3.3. Funcionamiento del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la CABA


La ley 466, sancionada el 3 de agosto del 2000 por la Legislatura de la C.A.B.A., tiene como objetivo dar el marco
regulatorio para el funcionamiento del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Establece que dicho consejo estará constituido por un consejo directivo integrado por 25 consejeros titulares y
25 suplentes, inscriptos en alguna de las respectivas matrículas, con una antigüedad no menor de 5 años.
La duración del mandato será de 3 años, pudiendo ser reelecto por 3 años más. Luego de esta reelección no
podrán sus miembros ser reelectos sino con un intervalo de 3 años. El desempeño del cargo será de carácter
honorario y obligatorio.
Simultáneamente se elegirá una comisión fiscalizadora de cuentas y un tribunal de ética profesional.
La Comisión Fiscalizadora de Cuentas estará integrada por tres miembros titulares y tres suplentes, quienes
durarán 3 años en sus cargos, pudiendo ser reelectos. Deberán figurar inscriptos en la matrícula de contador público
con una antigüedad de 5 años.
El Tribunal de Ética Profesional estará integrado por 15 miembros titulares y 15 suplentes. Rigen las mismas
condiciones de reelección que para los miembros del Consejo Directivo.
Dicho tribunal actuará dividido en cuatro o más salas y establece las atribuciones de sanción de cada una de las
salas del tribunal en plenario y el régimen de apelación vigente.
Específicamente, el art. 10 establece como derecho y obligaciones del consejo las siguientes:
a) "El gobierno, administración y representación del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, ejerciendo en
su plenitud las funciones, atribuciones y responsabilidades concedidas por los artículos 2° y 3° de la presente
ley, salvo aquellas que por su naturaleza correspondan al Tribunal de Ética Profesional, debiendo reunirse en
sesión ordinaria al menos una vez al mes y extraordinaria cada vez que sea convocada por el Presidente o por
la mitad del total de sus miembros.
b) Crear delegaciones del Consejo Profesional cuando se estime necesario y conveniente, fijando el alcance de
sus funciones. Crear comisiones o subcomisiones, permanentes o transitorias, para fines determinados y a los
efectos de un mejor cumplimiento de los objetivos del Consejo Profesional.
c) Dictar los reglamentos internos y establecer el organigrama funcional administrativo.
d) Dictar el Código de Ética Profesional y las normas de procedimiento para su aplicación.
e) Girar al Tribunal de Ética Profesional los antecedentes sobre transgresiones a las disposiciones de esta ley y la
que reglamenta el ejercicio profesional, así como también al Código de Ética y reglamentos del Consejo
Profesional de Ciencias Económicas en el que resultaren imputados los profesionales matriculados.
f) Ejecutar las sanciones disciplinarias que se impongan, una vez que se encuentren firmes. Los certificados de
deuda expedidos por el Consejo Directivo en concepto de multas, derechos de ejercicio profesional, matrícula,
recargos y gastos causídicos por violación al Código de Ética, constituirán título ejecutivo suficiente para iniciar
su cobro por vía de apremio.
g) Otorgar los poderes generales o especiales que fueren necesarios para el cumplimiento de los fines y defensa
de los derechos del Consejo Profesional de Ciencias Económicas.
h) Disponer la publicación, en el Boletín Oficial y por otros medios, de las resoluciones que estime pertinentes.
i) Aprobar el Balance General, Cuenta de Resultados, Memoria y toda otra documentación que corresponda.
j) Procurar la realización de los restantes fines que le han sido o le fueran confiados al Consejo Profesional de
Ciencias Económicas".

3.4. Sanciones disciplinarias y legales

3.4.1. Funcionamiento del Tribunal de Ética Profesional y el Código de Ética del C.P.C.E.C.A.B.A.(38)
Cualquier acto que diariamente realizamos desde el punto de vista personal debe ser realizado con acabada y
total responsabilidad.
Por lo tanto, el ejercicio de una profesión puede ser susceptible de reparación a un tercero como consecuencia
de un mal desempeño de la misma, en forma culposa o negligente.
En el ámbito de nuestra profesión, específicamente relativo al ejercicio profesional de contador público, como
consecuencia del desarrollo de dicha actividad, ya sea en forma dependiente o independiente, el mismo será
pasible de sanciones legales (civiles y penales) y sanciones disciplinarias (éticas) por el mal desempeño de su tarea,
además de la que le cabe desde el punto de vista laboral (sanción legal) en el caso de desarrollarla en relación de
dependencia.
Cuando hablamos de fijar responsabilidades, debemos decir que su graduación en la participación en principio de
un delito deberá ser determinada, en el primer caso, en los estrados judiciales, y en el segundo supuesto, será en el
ámbito de los consejos profesionales, a través de sus tribunales de disciplina, quienes evaluarán cada circunstancia.
Así, el art. 27° de la ley 466, determina que serán objetos de sanciones disciplinarias:
a) Los actos u omisiones en que incurran los graduados inscriptos en la matrícula, que configuren violación de los
deberes inherentes al estado o ejercicio profesional de conformidad con las disposiciones del Código de Ética.
b) La remoción del cargo ocupado en cualquiera de los organismos citados en el artículo 4° de la presente ley.
El propio preámbulo del Código de Ética establece que su propósito es enunciar las normas y principios éticos
que deben inspirar la conducta y actividad de los matriculados. "Constituyen la guía necesaria para el cumplimiento
de las obligaciones contraídas con la casa de estudios en que se graduaron, con la profesión, con sus colegas, con
quienes requieren sus servicios y con terceros".
En virtud de las responsabilidades de los profesionales y de sus obligaciones, deben realizar los mayores
esfuerzos para mejorar continuamente su idoneidad y calidad, contribuyendo al progreso y prestigio de la
profesión.
Expresamente determina que la ausencia de disposición expresa no debe interpretarse como admisión de actos
o prácticas incompatibles con la vigencia de los principios enunciados, ni considerarse que proporcione impunidad,
sino conducirse de una manera que resulte coherente con el espíritu del código.
Su art. 1º establece que dichas normas son de aplicación para todos los profesionales matriculados en el
C.P.C.E.C.A.B.A., ya sea que la ejerzan en relación de dependencia o en forma independiente, y a los inscriptos en el
Registro especial de no graduados.
Como norma general , antes de enumerar determinadas situaciones particulares que deben observarse en el
ejercicio profesional, indica en su art. 4º que constituye falta de ética:
- La aceptación o acumulación de cargos, funciones, tareas o asuntos que resulten materialmente imposible
atender.
- Como auxiliar de la justicia, causar demoras en la administración de la justicia, salvo circunstancias debidamente
justificadas ante el respectivo tribunal.
Los arts. 5º a 22 establecen determinadas pautas de conducta o de interrelación profesional que deben tenerse
en cuenta, a saber:
Documentación Toda opinión, certificación, informe, dictamen, etc., debe expresarse en forma clara,
emanada del precisa, objetiva, completa y de acuerdo con las normas establecidas por el consejo.
profesional La responsabilidad por la documentación que firmen los profesionales es personal e
(art. 5º) indelegable, aunque requieran la actuación de colaboradores.
Solidaridad
Los profesionales deben conducirse siempre con plena conciencia de sentimiento y
ycooperación
solidaridad profesional, de una manera que promueva la cooperación y las buenas
profesional
relaciones entre los integrantes de la profesión.
(art. 6º)
Cargos contra La formulación de cargos contra otros profesionales debe hacerse de buena fe y sólo
otros profesionales puede inspirarse en el celo por el mantenimiento de la probidad y el honor
(art. 7º) profesionales.
Los profesionales deben abstenerse de aconsejar o intervenir cuando su actuación
Actos contra la buena
profesional permita, ampare o facilite los actos incorrectos, pueda usarse para
fe de terceros
confundir o sorprender la buena fe de terceros, emplearse en forma contraria al interés
(art. 8º)
general o violar la ley.
Interrupción de
servicios No debe interrumpirse los servicios profesionales sin comunicarlo a quienes
profesionales corresponda con antelación razonable, salvo fuerza mayor.
(art. 9º)
Documentación
del cliente No deben retenerse documentos o libros pertenecientes a sus clientes.
(art. 10)
Actuación en institutos Deben abstenerse de actuar en institutos de enseñanza que desarrollen actividades
de enseñanza mediante propaganda engañosa o procedimientos incorrectos, o que emitan títulos o
(art. 11) certificados que puedan confundirse con los diplomas profesionales habilitantes.
Ejercicio de la profesión
Permitir que otra persona ejerza la profesión en su nombre o facilitar que alguien pueda
por intermediarios
actuar como profesional sin serlo.
(art. 12)
Enunciación de títulos y Los títulos y designaciones de cargos del consejo o de otras entidades de la profesión
designaciones pueden ser enunciados solamente como relación de antecedentes o actuar en nombre
(art. 13) de ellos.
Gestores No debe utilizarse ni aceptarse la intervención de gestores para la obtención de trabajos
(art. 14) profesionales.
Clientes de otros
No se debe tratar de atraer los clientes de un colega, empleando para ello recursos,
colegas
actos o prácticas reñidas con el espíritu de este código.
(art. 15)
Asociaciones de
Las asociaciones entre profesionales, constituidas para desarrollar actividades
profesionales
profesionales, deben dedicarse, como tales, exclusivamente a dichas actividades.
(art. 16)
Constituye violación a los deberes inherentes al estado profesional, y en consecuencia,
Delitos económicos
se considera infracción al presente código, el hecho de haber sido condenado
(art. 17)
judicialmente por un delito económico.
Publicidad El ofrecimiento de servicios profesionales debe hacerse con mesura y respeto por el
(art. 18) decoro de la profesión.
La relación de los profesionales con sus clientes debe desarrollarse dentro de la más
Secreto profesional
absoluta reserva. Los primeros no deben revelar conocimientos adquiridos como
(arts. 19 y 20)
resultado de su labor con ella. Están relevados de esta obligación sólo en su defensa.
Para la fijación de los honorarios deben tomarse en consideración la naturaleza e
importancia del trabajo, el tiempo insumido, la responsabilidad involucrada y las
Honorarios
disposiciones legales vigentes.
(arts. 21 y 22)
No deben dar ni aceptar comisiones o participaciones de ninguna especie, salvo las que
correspondan a trabajos realizados en conjunto.

Asimismo, los arts. 23 a 25 enumeran, como es lógico, una serie de incompatibiIidades y abstenciones , como,
por ejemplo:
1. Cuando los profesionales en el ejercicio de actividades públicas o privadas hubiesen intervenido decidiendo o
informando sobre un determinado asunto, no deben luego prestar sus servicios a la otra parte hasta que
hayan transcurrido 2 años de finalizada su actuación, salvo que no mediare oposición.
2. No deben intervenir profesionalmente en empresas que actúen en competencia con aquellas en las que
tengan un interés propio como empresarios.
3. No deben emitirse dictámenes: cuando sean propietarios, socios, directores o administradores de la sociedad,
del ente o de entidades vinculadas; cuando tengan relación de dependencia; cuando sea cónyuge, los
parientes por consanguinidad en línea recta, los colaterales hasta el cuarto grado inclusive, y los afines dentro
del segundo grado; cuando tengan intereses económicos, etc.

3.4.2. Sanciones disciplinarias


La responsabilidad disciplinaria del contador público, que surge como consecuencia de su ejercicio profesional
reglamentado por la ley 20.488, está sujeta a las normas dispuestas por el Código de Ética dictado por los consejos
profesionales de cada jurisdicción.
Específicamente en lo que respecta al ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la ley 466 que regula el
Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.P.C.E.C.A.B.A.) determina
en su tít. II, "Del régimen disciplinario y tribunal de disciplina" (arts. 27 a 36), las normas respectivas.
Así determina que los actos u omisiones en que incurran los matriculados serán objeto de sanciones disciplinarias
cuando hayan violado los deberes inherentes al ejercicio profesional de acuerdo con lo dispuesto por el Código de
Ética.
Son cinco los tipos de sanciones previstas :
1. Advertencia;
2. Amonestación privada;
3. Apercibimiento público;
4. Suspensión en el ejercicio de la profesión de 1 mes a 1 año;
5. Cancelación de la matrícula.
Todas las sanciones impuestas por el Tribunal de Ética Profesional son apelables por los interesados ante el
Consejo Directivo. El recurso deberá interponerse, mediante escrito fundado, dentro de los quince días hábiles de la
notificación. El Consejo Directivo podrá disponer medidas para mejor proveer y, a pedido de los interesados,
conferirles vista para ampliar su alegato.
Las resoluciones que impongan sanciones disciplinarias firmes son impugnables mediante recurso directo ante la
Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires según lo
dispuesto por el art. 5° de la ley 2435 (B.O. 8/10/07 — CBA).
Según surge del art. 1º del Código del Ética, sus normas son de aplicación para todos los profesionales inscriptos
en el consejo, en razón de su estado profesional y en el ejercicio de su profesión, ya sea en forma independiente o
en relación de dependencia.
Taxativamente el art. 4º considera que los profesionales deben atender los asuntos que les sean encomendados
con diligencia, competencia y genuina preocupación por los legítimos intereses, ya sea de las entidades o personas
que se los confían, como de terceros en general. Constituyen falta de ética la aceptación o acumulación de cargos,
funciones, tareas o asuntos que les resulten materialmente imposibles de atender.
Por último, establece como falta de ética en la actuación como auxiliar de la justicia causal demoras en la
administración de la justicia, salvo circunstancias debidamente justificadas ante el respectivo tribunal.
Las violaciones descriptas por el Código de Ética prescriben a los 5 años de producido el hecho.
3.4.3. Sanciones legales
En principio, las normas legales que tienen como objetivo establecer el grado de participación de un profesional
tienen en cuenta su calidad de contador dictaminante, asesor, síndico societario o sindico concursal/quiebra.
Desde el punto de vista de la responsabilidad civil , podemos decir que las normas del Código Civil establecen, en
general, que el profesional deberá responder por los daños y perjuicios que, por su labor, pudiera causar a un
cliente, cuando actúe con negligencia, mala fe o deshonestidad. Esta responsabilidad está dada por el no
cumplimiento de su obligación, que puede ser de dar, hacer o no hacer.
A diferencia de las acciones penales, el reclamo de daños y perjuicios en el fuero civil deberá ser formulado por el
propio perjudicado, ya que dichos tribunales no actúan de oficio.
Los arts. 296 y 297 de la Ley 19.550 de Sociedades Comerciales establecen específicamente que: "Los síndicos
son ilimitada y solidariamente responsables por el incumplimiento de las obligaciones que les imponen la ley, el
estatuto y el reglamento. Su responsabilidad se hará efectiva por decisión de la asamblea. La decisión de la
asamblea que declare la responsabilidad importa la remoción del síndico. [...]También son responsables
solidariamente con los directores por los hechos u omisiones de éstos cuando el daño no se hubiera producido si
hubieran actuado de conformidad con lo establecido en la ley, estatuto, reglamento o decisiones asamblearias".
En cuanto a la responsabilidad penal , la misma funciona independientemente del reclamo que por daños y
perjuicios se le realice en el ámbito civil.
Es el propio Estado, a través de los fiscales, el que actúa de oficio e impulsa la causa, ya que la sociedad en su
conjunto es la que se ve perjudicada por la comisión del posible delito.
El profesional debió actuar con dolo o culpa. En el primer caso, el profesional debió actuar a sabiendas; sabía del
resultado que su actuación producía. En cambio, es actuación culposa la efectuada en forma negligente o
imprudente.
Para que una conducta sea punible penalmente debe existir una acción, debe estar taxativamente señalada como
delito en el Código Penal y se debe actuar con culpabilidad.
Entre los principales artículos del Código Penal, podemos señalar:
- Art. 156: violación del secreto profesional. Es imputable con una multa e inhabilitación de 6 meses a 3 años.
- Art. 172: defraudación por estafa y por abuso de confianza. Es imputable el contador público en su calidad de
síndico, auditor externo y como asesor. Pena: 6 meses a 8 años de prisión.
- Art. 277: encubrimiento. Será reprimido con prisión de seis (6) meses a tres años para los supuestos de
encubrimiento.
- Art. 300, inc. 3: balance o informe falso. Es imputable al contador público en su calidad de síndico, no así como
auditor externo ni como asesor. Pena: 6 meses a 2 años de prisión.
- Art. 301: actos ilícitos o antiestatutarios en sociedad u otras personas jurídicas. Pena: 6 meses a 2 años de
prisión.
Asimismo la ley penal tributaria (24.769) en su art. 15 establece que:
"El que a sabiendas dictaminare, informare, diere fe, autorizare o certificare actos jurídicos, balances, estados
contables o documentación para facilitar la comisión de los delitos previstos en esta ley, será pasible, además de las
penas correspondientes por su participación criminal en el hecho, de la pena de inhabilitación especial por el doble
del tiempo de la condena ".
En cuanto a laresponsabilidad laboralemergente de su relación en forma dependiente, la misma surge de
lodeterminado por la ley de contrato de trabajo y exclusivamente en este ámbito en su relación con su empleador.
Los arts. 83 a 89 de la ley 20.744 señalan los deberes de diligencia, colaboración y fidelidad que el profesional
como trabajador deberá observar en su tarea. Se establece que "el trabajador es responsable ante el empleador de
los daños que cause a los intereses de éste, por dolo o culpa grave en el ejercicio de sus funciones".

3.5. Aranceles profesionales


Los aranceles profesionales de los graduados en ciencias económicas fueron sancionados porel decreto-ley
16.638/57, convalidado por la ley 14.467/58 a nivel nacional y que desde entonces se mantiene vigente sin ninguna
actualización.
Al hablar dearanceles como sinónimo de honorarios, nos hace referencia al ejercicio de la profesión en forma
independiente, ya que de ejercerla en forma dependiente, el salario o retribución que reciba el profesional será
como mínima el establecido por el respectivo convenio colectivo de trabajo de la actividad de que se trate.
El mencionado decreto-ley ha quedado totalmente desactualizado porel efecto inflacionario, por locual han de
aplicarse los índices correctores correspondientes.
De acuerdo con lo que hemos visto en el punto 3.2., referido a la evolución de la profesión, la norma no regula
los honorarios correspondientes a los licenciados en administración y en economía, ya que estas profesiones se
incorporan y regulan a partir de 1973.
En las regulaciones judiciales han perdido total vigencia y quedan supeditados a la tarea efectuada regulada par
el respectivo tribunal.
Su espíritu es establecer un honorario mínimo, ya que el mismo art. 2° indica que el arancel rige para las
relaciones profesionales independientes únicamente y que los profesionales pueden pactar libremente honorarios
superiores a los establecidos de acuerdo con la naturaleza e importancia de las tareas realizadas.
Señala pautas en materia:
- Comercial y administrativa;
- Impositiva;
- Actuarial.
En materia comercial y administrativa , establece como un honorario mínimo una determinada escala que ha de
tenerse en cuenta, como es la sumatoria del activo total más el pasivo hacia terceros, por la certificación de
balances de empresas civiles, comerciales o industriales, cualquiera sea su objetivo o finalidad (art. 13).
De tratarse de una auditoría con certificación anual de balance general y su correspondiente cuenta de
resultados, por ejemplo, el honorario mínimo se triplicará al determinado según el párrafo anterior (art. 13).
Así también, establece honorarios mínimos de otras tareas profesionales, como constitución o transformación de
sociedades, por la liquidación, disolución o fusión de sociedades, para los estudios económicos financieros y para las
auditorías de costa.
En materia impositiva, el honorario mínimo lo determina en función de la intervención del profesional en las
liquidaciones de los distintos tributos, los cuales se reducirán en un 50% cuando se efectúe juntamente con la
auditoría.
Por último, en materia judicial, establece una distinción en cuanto los informes periciales se realicen en juicios
ordinarios, especiales, sumarios y universales, se trate de compulsas y certificaciones de medidas precautorias, o en
juicios de quiebras y convocatorias de acreedores.
A partir del decreto 2284/91 sancionado por el Poder Ejecutivo Nacional, de desregulación económica,
establecen los arts. 8° y 11:
"Dejar sin efecto declaraciones de orden público, establecidas en materia de aranceles, escalas o tarifas que fijen
honorarios: comisiones o cualquier forma de retribución de servicios profesionales, no comprendidos en la
legislación laboral o en convenios colectivos de trabajo, en cualquier clase de actividad, incluyendo los mercados de
activos financieros u otros títulos, establecidos, aprobados u homologados por leyes, decretos o resoluciones. [...]
Ninguna entidad pública a privada podrá impedir, trabar ni obstaculizar, directa o indirectamente, la libre
contratación de honorarios, comisiones o cualquier forma de retribución de servicios profesionales, no
comprendidas en la legislación laboral o en convenios colectivos de trabajo, por la prestación de servicios de
cualquier actividad, cuando las partes deseen apartarse de las escalas vigentes".
Si bien el Consejo ha dictado las Resoluciones 226/74, 262/78, 23/82, 91/86 y la 129/88, han sido recomendadas
a los matriculados para su aplicación en los diversos ámbitos de actuación con excepción de la materia judicial.
Los últimos proyectos habían incorporado, como necesidad de los momentos en que fueron aprobados, un
mecanismo de actualización permanente en forma trimestral y de acuerdo con la evolución de los índices de precios
mayoristas nivel general que publica el INDEC.
La actual situación económica, que ha eliminado las cláusulas de indexación, provocó automáticamente el cese
de la aplicación de la mencionada actualización.

3.6. Legalización de firmas


El C.P.C.E.C.A.B.A., a través de la res. 236/88 y modificatorias, establece un reglamento sobre el uso y
certificación o autenticación de firmas y control formal de actuaciones profesionales, con la finalidad de proteger el
interés público de los efectos del ejercicio ilegal de la profesión y de la emisión de informes profesionales
incompletos o defectuosos.
En su art. 1° establece textualmente, en cuanto al uso de la firma por parte del matriculado, que ésta debe:
a) ser ológrafa, indeleble y corresponderse con la registrada en la pertinente matrícula;
b) ser seguida de su aclaración, que ha de indicar:
- nombre y apellido del profesional;
- título profesional y universidad que lo expidió;
- tomo y folio de inscripción en la matrícula correspondiente (o en su caso, número de inscripción en el
Registro Especial de No Graduados);
- si la firma se efectúa en nombre de sociedad profesional, el carácter de socio del firmante, y el tomo y folio
de dicha sociedad en el Registro de Asociaciones de Profesionales Universitarios.
Entre otras pautas reguladas a tener en cuenta, determina requisitos referidos a: el profesional (matriculado,
libre de sanciones disciplinarias y con el pago de su derecho de ejercicio profesional al día); que la tarea realizada
sea de incumbencia profesional; que el informe esté escrito en forma indeleble sin raspadura, enmiendas o
interlineados, expresado en español y guardando estilo adecuado.
Asimismo, deberá contener título que denote que se trata de un informe profesional identificar los documentos
sobre los que se informa, el alcance de la tarea y manifestación expresa de su opinión, abstención o certificación,
expresar los montos, adeudados o no, a la Dirección Nacional de Previsional y hacer referencia a la forma en que
están llevados por registros contables.
Por último, no debe faltar el destinatario, el lugar ni la fecha de emisión del informe respectivo.

3.7. Control de ejercicio profesional


A través de la Res. CD 63/2012 el C.P.C.E.C.A.B.A. del 18/7/12, se creó dentro de la estructura administrativa del
Consejo, un Sector denominado: "Control del Ejercicio Profesional", que tendrá a su cargo la verificación de los
papeles de trabajo que respaldan la tarea profesional vinculada con la emisión de informes y certificaciones sobre
estados contables y toda otra documentación que se presente para su legalización ante el Consejo Profesional.
Según lo determina la citada norma, la verificación se dirigirá exclusivamente a la existencia de los papeles de
trabajo y a la razonabilidad de su contenido, teniendo en cuenta las particularidades del ente auditado. No
significará de ninguna manera, la aprobación de los servicios profesionales cumplidos, atento no resultar ello
competencia de este Consejo Profesional.
La misma concluirá con un informe del Sector de Control del Ejercicio Profesional que se limitará a afirmar que no
han surgido observaciones en la revisión o, en caso contrario, que se recomienda su traslado al Tribunal de Ética
Profesional.
El Sector "Control del Ejercicio Profesional" tendrá dependencia funcional de la Gerencia de Asuntos Legales y
estará integrado por funcionarios Contadores Públicos con especialización en Auditoría, con una antigüedad mínima
de 5 (cinco) años de inscripción de la matrícula, quienes deberán guardar absoluta reserva de todo lo actuado.
Dichas actuaciones, según lo establece la misma norma, podrán originarse en el Sector Legalizaciones o en el
Sector Vigilancia Profesional.
El control se podrá realizar en las oficinas del Consejo a los efectos de aportar los papeles de trabajo o, si el
profesional manifestara en forma fehaciente su voluntad, la verificación podrá llevarse a cabo en su Estudio
Profesional.
Luego de realizada la verificación, deberá emitir un informe, como consecuencia del cual se podrá: resolver el
archivo de la actuación o elevar la actuación al Secretario del Consejo, con recomendación de su elevación al
Tribunal de Ética Profesional.
Ver cuadro pág. siguiente
CAPÍTULO III

NOCIONES DE DERECHO PROCESAL

Graciela Silvia Turco

1. BREVÍSIMA CONCEPTUALIZACIÓN DEL DERECHO PROCESAL


El Derecho Procesal suele ser conceptualizado como una rama del derecho público que estudia el desarrollo del
proceso judicial y los deberes, los derechos y las facultades, tanto de los funcionarios judiciales, como de las partes,
de los terceros y de los auxiliares de la justicia en el marco de los derechos y de las garantías constitucionales.
La función principal del Derecho Procesal es coadyuvar al ejercicio de los derechos fundamentales y los
sustantivos consagrados en el ordenamiento de rango superior. Así existe el Derecho Procesal Constitucional (1) ; el
Derecho Procesal Civil; el Derecho Procesal Administrativo; el Derecho Procesal del Trabajo  (2) ; el Derecho Procesal
Comercial (3) ; etc.
En este último caso, a su vez, existe una división, la del Derecho Procesal Falimentario, incluido en la Ley de
Concursos 24.522 y sus modificaciones (en adelante, LCQ), en el Capítulo III denominado "Reglas Procesales" (arts.
273 a 287), aplicándose subsidiariamente los códigos de procedimiento comerciales locales.
"Por lo tanto, esta disciplina debe entenderse y comportarse como un sistema de garantías, pues de
la Constitución Nacional surgen los postulados que delimitan el debido proceso"(4) .
El Derecho Constitucional nacional ha sido ampliado con la reforma de nuestra Ley Máxima en el año 1994 por la
incorporación de los tratados internacionales de derechos humanos en el inc. 22 del art. 75 de la misma.
El norte del Derecho Procesal es el logro del debido proceso, lo cual puede ser una realidad si en el derecho
interno y en su aplicación se cumplen tanto la Constitución Nacional como dichos tratados. Por incumplimiento de
esos tratados (5) , nuestra Nación puede ser condenada por cortes internacionales.
En sus inicios no era una rama autónoma del derecho. Se dice que su fecha de nacimiento es el 3 de febrero de
1903, día en el cual Giuseppe Chiovenda inició su curso de derecho procesal civil en Bolonia"(6) .
A pesar de todo lo anterior, su verdadera importancia suele ser relegada incluso en algunos claustros
universitarios (no de derecho), o derechamente su estudio es obviado. Quizás por ello, varios profesionales ni se
dan cuenta de la inconstitucionalidad de la prueba de confesión en cuanto el absolvente debe prestar juramento o
promesa de decir verdad según el art. 404 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (en adelante, CPCCN);
contrapuesto con el art. 18 de la Constitución Nacional por la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo
contrario, principio también receptado en el art. XXVI de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre, en el art. 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el inc. 2 del art. 8º de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (más comúnmente conocida por Pacto de San José de Costa Rica),
especialmente si "de las respuestas a las posiciones pudieran surgir pruebas que determinarán la iniciación de un
proceso criminal contra el declarante, o agravaran su situación en un proceso penal ya existente"(7).
A la generalizada desconsideración se le agrega el escollo de la incompatibilidad de nuestro modelo
constitucional de 1853-1860, inspirado en la Constitución de los Estados Unidos (8) y en la Declaración de Derechos
del Hombre y el Ciudadano, de neto corte liberal, en tanto que el resto de la legislación, incluido el derecho
procesal, en el derecho hispánico y colonial (9) . La reforma constitucional del año 1994 redujo en parte el carácter
liberal de la Ley Máxima pero la estructura del CPCCN continúa prácticamente inalterable hace décadas.
Los códigos procesales suelen ser denominados códigos de forma, de rito, o de derecho adjetivo, mientras que
los códigos enumerados en el art. 75, inc. 12 de nuestra Constitución Nacional, de fondo o sustantivos.
Cada jurisdicción (las provincias y la Ciudad de Buenos Aires) aplica su código procesal según la materia. Nos
apresuramos en mencionar que no existe un código procesal para cada uno de los derechos sustantivos. Por
ejemplo, en el ámbito nacional no existe un código procesal administrativo (ni un código de fondo de esa materia)
ni tampoco uno procesal electoral y por ello en la Capital Federal se aplica el CPCCN, en forma directa o supletoria.
La Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos (10)"26.215 (art. 71) ...establece la aplicación supletoria del
procedimiento dispuesto por la ley 23.298 (11) , el Código de Procedimiento en lo Civil y Comercial de la Nación o
el Código Procesal Penal de la Nación para la sanción de aquellas conductas penadas por la primera (...) si bien los
fallos dictados por la Cámara Nacional Electoral arrojan un manto de luz sobre el régimen procesal en estos casos,
sería ideal de lege ferenda un Código Procesal propio de la disciplina que contemple las particularidades propias de
la materia" (12) .
La razón de que cada jurisdicción puede dictar su código procesal por intermedio de su poder legislativo es una
expresión del sistema federal de gobierno (arts. 1, 5, 121, 122 y 123 de la Constitución Nacional). Las provincias han
delegado algunas competencias al gobierno nacional (13) y se le reconocieron algunas a la Ciudad Autónoma de
Buenos a partir de la Constitución Nacional de 1994(14) . Entre las competencias no delegadas, se encuentra la
potestad de dictar sus códigos de procedimientos.
En este capítulo nos referiremos fundamentalmente a algunos conceptos básicos del Derecho Procesal con
relación al CPCCN y algunas referencias al Código Procesal Penal de la Nación (en adelante CPPN) y a la LCQ.

2. PRINCIPIOS PROCESALES DEL DERECHO PROCESAL


Los principios procesales constituyen "las grandes directrices que expresa o implícitamente brinda el legislador
para que el método de enjuiciamiento pueda operar eficazmente de acuerdo con la orientación filosófica-política de
quien ejerce el poder en un tiempo y lugar determinado"(15) .
Es decir, esos principios o garantías procesales pueden mutar en el tiempo, ya sea en forma paulatina o abrupta,
en este caso, por una razón política (16) .
"Según explica Coviello, cada institución jurídica tiene sus principios generales; a su vez hay otros principios más
generales que inspiran un conjunto de instituciones afines; por sobre éstos imperan otros más generales
correspondientes a una rama determinada del derecho privado (civil, comercial, etc.) o del derecho público
(constitucional, administrativo, etc.); y, por fin, es posible descubrir principios aún más generales que informan toda
la legislación positiva. Agotados los demás medios establecidos por la ley para resolver el caso concreto, debe
recurrirse primeramente a los principios fundamentales que gobiernan la institución jurídica respecto de la cual se
ha planteado la controversia; luego, si no se hallara la solución, acudir gradualmente a los principios más generales,
hasta llegar a los generalísimos de toda la legislación positiva nacional"(17).
Los principios generales del derecho son empleados para la resolución de conflictos judiciales que no tengan
recepción legal —colmando lagunas— o ante la irrupción de un fenómeno ventilado en tribunales que aún no ha
sido legislado.
Los principios generales del derecho según los positivistas "están en el derecho positivo" y los iusnaturalistas
sostienen que"en ellos tiene su origen el ordenamiento jurídico " (18) .
La aplicación de los principios generales del derecho en cuestiones civiles se encuentra establecida
fundamentalmente en los arts. 16 y 17 del Código Civil. En materia mercantil, "En los casos que no estén
especialmente regidos por este Código, se aplicarán las disposiciones del Código Civil" , según principia el Título
Preliminar del Código de Comercio, concordante con el art. 207 del mismo ordenamiento.
Para algunos estudiosos, el más importante principio procesal es el de la imparcialidad del juzgador, pero a
nuestro criterio, esa característica está íntimamente ligada al concepto de jurisdicción que desarrollamos más
adelante en este mismo capítulo.
A continuación nos referiremos a los más importantes principios del Derecho Procesal.

2.1. Igualdad de las partes


El principio procesal de la igualdad de las partes es un deber del juez incluido en el art. 34, inc. 5, apartado "III"
del CPCCN. Es una derivación del derecho de igualdad ante la ley, de raigambre constitucional (art. 16 de la
Constitución Nacional) y convencional (19) . A diferencia del juez, las partes son parciales. Si el juez no es imparcial,
difícilmente las partes serán tratadas con igualdad ya que, no necesariamente son iguales (20) . A este principio
también se lo conoce como igualdad de armas.
"El principio de igualdad en materia procesal no requiere una igualdad aritmética, sino que lo que exige es que se
brinde a las partes una razonable igualdad de posibilidades en el ejercicio de su derecho de acción y de
defensa"(21).
El proceso judicial, si no es un simple simulacro, debe ser contradictorio (22) , para asegurar la característica de
bilateralidad del mismo. Es decir, ninguna parte debe tener más oportunidades que la otra, y no es lo mismo que
una haya desaprovechado un estadio procesal (23) .
Incluso en la resolución judicial dictada eninaudita parte, por ejemplo, en medidas cautelares por peligro en la
demora o para evitar desbaratamiento de derechos de la actora, el demandado tiene su oportunidad procesal; en
su caso, impugnar dicha resolución sólo que en tiempo diferido.
El método contradictorio es empleado para poder descubrir la verdad (24) de los hechos sometidos a decisión
judicial, lo cual ha sido objeto de reiterada jurisprudencia. Nuestra Corte Suprema ha fijado que
"...La condición necesaria de que las circunstancias de hecho sean objeto de comprobación ante los jueces, no
excusa la indiferencia de éstos respecto de su objetiva verdad. Si bien es cierto que para juzgar sobre un hecho no
cabe prescindir de la comprobación de su existencia, que en materia civil incumbe a los interesados, y que esa
prueba está sujeta a limitaciones, en cuanto a su forma y tiempo, también lo es que el proceso civil no puede ser
conducido en términos estrictamente formales. A tal efecto, la ley acuerda a los jueces la facultad de disponer las
medidas necesarias para esclarecer los hechos debatidos y tal facultad no puede ser renunciada cuando su eficacia
para determinar la verdad sea indudable... Es propio de los jueces de la causa determinar cuándo existe negligencia
procesal sancionable de las partes, así como disponer lo conducente para el respeto de la igualdad en la defensa de
sus derechos. Pero estas consideraciones no bastan para excluir de la solución a dar a los juicios su visible
fundamento de hecho porque la renuncia consciente a la verdad es incompatible con el servicio de la justicia..."(25) .
La bilateralidad es una consecuencia de la inviolabilidad de la defensa en juicio que se materializa con la
comunicación (26) a una de las partes de una petición de la otra, mediante traslados o vistas, para que pueda
ejercer su derecho de defensa.
Y en el supuesto de vicios en la notificación de esos traslados o vistas, la parte afectada puede invocar la nulidad
procesal y así el equilibrio de la bilateralidad puede ser restaurado.
En el recurso de reposición contra providencias dictadas de oficio o a pedido de la misma parte recurrente, ese
traslado no existe, ya que la incidencia se resuelve sin sustanciación (art. 240 del CPCCN) aunque para garantizar la
mencionada bilateralidad, algunos magistrados disponen un traslado a la otra parte.
Por otra parte, el derecho constitucional de que el imputado sea juzgado por los jueces naturales, de acuerdo
al art. 18 de la Constitución Nacional y el art. 8º del Pacto de San José de Costa Rica, integra el conjunto de garantías
que hacen al principio de igualdad de las partes.
Para una parte de la doctrina, "las medidas para mejor proveer", dictadas por los magistrados en el marco de sus
facultades ordenatorias e instructorias (27) y a las cuales nos referimos más adelante, pueden mover el fiel de la
balanza de la justicia y quebrantar el principio procesal de igualdad de las partes. A su favor, podemos agregar que a
priori se desconoce el resultado de esas medidas pretorianas.
Otros caracterizan dichas medidas como una muestra del activismo procesal encarado por los jueces  (28) para
lograr la verdad objetiva, y así oficiosamente se supliría una negligencia del letrado de una parte  (29) ,
mancillándose el principio de congruencia al cual nos referimos inmediatamente a continuación.

2.2. Congruencia
Tradicionalmente, en los juicios de carácter patrimonial, civiles y comerciales, el principio de congruencia se lo ha
definido como la correspondencia que debe existir entre la sentencia, la pretensión de la actora y la defensa de la
demandada, tanto en lo que hace a los sujetos, al objeto y la causa de la litis, en virtud de lo dispuesto en el art. 34,
inc. 4 y en el art. 163, inc. 6 del CPCCN(30) .
Como todo principio, el de congruencia no es absoluto, ya que la sentencia puede incluir hechos
sobrevinientes "aunque no hubiesen sido invocados oportunamente" según el citado inc. 6 del art. 163, ahora in
fine .
En el fuero penal, el principio de congruencia es "entendido como la estricta correspondencia entre la acusación,
la intimación precisa de los cargos que contiene y la sentencia"(31) .
Algunos otros ejemplos de la flexibilización del principio de congruencia: el juez puede determinar una medida
cautelar distinta a la peticionada; el juez puede fallar ultra petita según el art. 56 de la Ley de Procedimiento del
Trabajo 18.345; la inclusión de terceros en la sentencia por el art. 96 del CPCCN; monto de indemnización superior
al reclamado que se condicionó a "lo que en más o en menos resulte de la prueba"; los amparos que intentan
proteger derechos esenciales; procesos para proteger en forma inmediata el medio ambiente según art. 32  in
fine de la Ley General del Ambiente 25.675; etc. (32) .
En el ámbito penal, los países que firmaron la Convención Americana sobre Derechos Humanos deben privilegiar
el principio procesal de congruencia. Para ejemplificar lo anterior, mencionamos la resolución del 20/06/2005 dada
por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso "Fermín Ramírez c. Guatemala". Sólo haremos
referencia al análisis efectuado por dicha Corte en torno al principio de congruencia que lo definió como identidad
entre la acusación y la sentencia (33) .
El fallo condenatorio sometido al análisis de esa Corte se fundó en hechos no comprendidos en la acusación (y en
la peligrosidad del imputado, la cual no fue demostrada) desconociendo el principio de congruencia e impidiendo el
ejercicio del derecho de defensa del imputado a pesar de que el art. 332 bis del Código Procesal Penal guatemalteco
establece "que incluye como requisito sustantivo de la acusación la relación clara, precisa y circunstanciada del
hecho punible... y su calificación jurídica " (34) .
La indefensión del acusado por la falta del cumplimiento de formalidades ante la ampliación de la acusación y el
cambio de calificación del delito que se le imputaba, es una muestra de la violación de los incs. "b" y "c" del  art.
8.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos(35) .
El párrafo 67 de la sentencia de la Corte dice que "...Al determinar el alcance de las garantías contenidas en el
artículo 8.2 de la Convención, la Corte debe considerar el papel de la "acusación" en el debido proceso penal vis-à-vis
el derecho de defensa. La descripción material de la conducta imputada contiene los datos fácticos recogidos en la
acusación, que constituyen la referencia indispensable para el ejercicio de la defensa del imputado y la consecuente
consideración del juzgador en la sentencia. De ahí que el imputado tenga derecho a conocer, a través de una
descripción clara, detallada y precisa, los hechos que se le imputan. La calificación jurídica de éstos puede ser
modificada durante el proceso por el órgano acusador o por el juzgador, sin que ello atente contra el derecho de
defensa, cuando se mantengan sin variación los hechos mismos y se observen las garantías procesales previstas en
la ley para llevar a cabo la nueva calificación. El llamado "principio de coherencia o de correlación entre acusación y
sentencia" implica que la sentencia puede versar únicamente sobre hechos o circunstancias contemplados en la
acusación".
En el párrafo 68: "Por constituir el principio de coherencia o correlación un corolario indispensable del derecho
de defensa, la Corte considera que aquél constituye una garantía fundamental del debido proceso en materia penal,
que los Estados deben observar en cumplimiento de las obligaciones previstas en los incisos b) y c) del artículo 8.2
de la Convención".
En el párrafo siguiente que "En el caso 'Pélissier y Sassi c. Francia', la Corte Europea de Derechos Humanos
determinó que los peticionarios no tuvieron oportunidad para preparar su defensa respecto del nuevo cargo que se
les imputaba, ya que sólo a través de la sentencia del tribunal de apelaciones se enteraron de la recalificación de los
hechos..." (36) .
Al principio procesal de congruencia se lo suele oponer con la facultad judicial denominada iura novit
curiae(37) , pero el juez no está habilitado a considerar hechos principales no alegados(38) , solución dudosa de
aplicarse los principios del activismo judicial.

2.3. Preclusión
Este principio procesal permite que el proceso avance de estadio procesal, y el anterior, en principio, queda
firme. Por ejemplo: la comparecencia de la parte declarada rebelde sin que el proceso pueda retrogradar (art. 64
del CPCCN); "El consultor técnico podrá ser reemplazado por la parte que lo designó y el reemplazante no podrá
pretender una intervención que importe retrogradar la práctica de la pericia" (primer párrafo del art. 461 del
CPCCN).
En general, vencido un plazo habiéndose o no ejercido la facultad que corresponda, continúa el desarrollo del
proceso judicial (art. 36, inc. 1 del CPCCN).

2.4. Economía procesal


El objetivo de este principio procesal es la simplificación de la tramitación del proceso al reunir diligencias a
efectuarse en un mismo lugar, o a la reducción del tiempo del trámite. Puede ser encontrado en la legislación, en las
resoluciones judiciales o en las peticiones de las partes.
Es una función del juez velar por el cumplimiento de este principio procesal (art. 34, inc. 5 apartado V del CPCCN).
En forma similar, dentro de las "Reglas Procesales" de la LCQ se ha dispuesto en el art. 278 que  "En cuanto no
esté expresamente dispuesto por esta ley, se aplican las normas procesales de la ley del lugar del juicio que sean
compatibles con la rapidez y economía del trámite concursal".
Presenta distintas manifestaciones: concentración, máximo rendimiento, eventualidad, celeridad y oportunidad
cuyos lineamientos esbozamos seguidamente.

2.4.1. Concentración
La reunión en un solo acto de todas las diligencias que se deben realizar (art. 34, inc. 5, apartado I del CPCCN); en
incidentes concursales, la fijación de una audiencia para que se produzca toda la prueba (art. 282LCQ); todas las
cuestiones incidentales cuyas causas existieran simultáneamente y sean conocidas por quien las promueve, deben
ser planteadas conjuntamente (art. 286LCQ); etc.
Continuando con ejemplos provenientes del Derecho Concursal, la orden judicial de constatar y clausurar el
domicilio comercial del fallido denunciado (en la medida en que no sea el domicilio particular del mismo), diligencia
a cargo de la sindicatura juntamente con el escribano inventariador y el martillero. En su contra, si se trata de un
inmueble que no explota la fallida ni es de su propiedad, la quiebra en principio (39) deberá solventar los honorarios
de los dos últimos auxiliares de justicia sin que haya un aporte efectivo de los mismos.
La primacía del principio de concentración por sobre la competencia del juez en razón del lugar surge en
determinados procesos, como son los que están en juego por el interés superior del niño (40) . "El principio de
concentración es saludable, ya que resulta muy positivo que el judicante que tuvo el caso en sus manos, y que
tramitó ante su juzgado los distintos litigios planteados entre las partes, pueda seguir conociendo en los nuevos
conflictos que se susciten; con el beneficio de permitir la continuidad de criterio del tribunal en la valoración de los
hechos y el derecho. Asimismo, es harto positivo para el adecuado desenvolvimiento del trámite, que puedan seguir
trabajando en la causa los auxiliares de la justicia que intervinieron en el problema familiar; y, en fin, que se
mantenga la labor que podrían estar desempeñando en la causa las respectivas defensorías zonales. Vale decir que
no cambió de residencia el niño, a pesar de que por el juego de otros principios pueda caber formalmente la
intervención de otro juez, ha de comportar el pase a éste de las actuaciones respectivas, provocando
desdoblamientos perniciosos y efectos severamente negativos en perjuicio de los niños afectados en el caso"(41) .
Por otra parte, el método de enjuiciamiento oral favorece la concentración de actos en la audiencia (ampliamos
sobre la oralidad infra ).

2.4.2. Máximo rendimiento


Principio procesal civil a veces llamado "economía de esfuerzo" que "tiende a establecer lo conducente —a veces
con respaldo legal, otras únicamente gracias a la faena doctrinal y jurisprudencial— a aprovechar todas las
potencialidades correspondientes que pudiera tener una actuación o acto procesal cumplido o una etapa
procesal"(42) .
Ejemplo de ello es la "prueba trasladada", es decir, la prueba producida en un proceso civil o penal se utiliza en
otro juicio, o la prueba producida en un juicio cuya perención se decretó se utiliza en otro; etc.

2.4.3. Eventualidad
Se produce un acto en forma eventual junto a otro para que en caso de que este último no produzca los efectos
esperables, el eventual lo supla. Por ejemplo, la interposición del recurso de reposición (art. 238 del CPCCN) y en
subsidio, el de apelación (art. 242 del mismo código).

2.4.4. Celeridad
La notificación por ministerio de ley abrevia el plazo y es la regla general en los concursos y las quiebras (art.
273, inc. 5 in fine LCQ); todos los términos son perentorios (art. 273, inc. 1LCQ); las resoluciones son inapelables
(art. 273, inc. 3LCQ) (43) ; el juez debe tomar medidas tendientes a evitar la paralización del proceso (art. 36, inc.
1 del CPCCN); etc.

2.4.5. Oportunidad
En los casos en que no esté previsto un plazo especial, los distintos tipos de resoluciones judiciales deben ser
dictadas en los plazos establecidos en el art. 34, inc. 3 del CPCCN.

2.5. Inmediación
Este principio procesal está dirigido al juez a fin de que se pueda lograr en forma anticipada la solución de la
contienda judicial mediante la conciliación de las partes sin que ello implique prejuzgamiento (arts. 36, incs. 2 y 3 y
360 del CPCCN).
También el sistema de juzgamiento oral favorece la inmediación (44) , pero no necesariamente la solución justa
del caso, sobre todo si se trata de una cuestión de puro derecho, de hechos complejos, sujetos múltiples, tribunales
colegiados y/o colapsados por la excesiva carga de expedientes e insuficiencia estructural, todo lo que ocasiona
demora en la fijación de la/s fecha/s de la/s audiencia/s, etc. (45) .
Posiciona a la oralidad lo dispuesto por plenario nº 109 del 28/11/2008 de la Cámara Nacional en lo Penal
Económico cuyo sumario reza así: "Cuando por el segundo párrafo del artículo 175 del Código Procesal Penal de la
Nación —texto según ley 26.395— se expresa que en el caso en que la denuncia sea presentada ante un juez, la
misma deberá ser escrita, no se veda la posibilidad de que los magistrados reciban denuncias verbales"(46) .

2.6. Publicidad
El art. 1º de nuestra Constitución Nacional establece que el gobierno adopta la forma representativa, republicana
y federal. En la forma republicana de gobierno, entre varias de sus características, se encuentra la publicidad de los
actos de gobierno y el Poder Judicial, como autoridad del Gobierno Federal, no escapa al requisito de la publicidad
de sus actos.
El Pacto de San José de Costa Rica en su art. 8º, inc. 5º establece la publicidad en el proceso penal salvo
excepciones. Desde antaño se tiene dicho que los jueces hablan por sus sentencias y entonces la publicidad de las
mismas cumpliría con dicha característica republicana (47) .
Las audiencias que se celebran en el marco de un proceso judicial también constituyen actos de gobierno y a su
respecto el art. 125, inc. 1 del CPCCN dispone que "Serán públicas, bajo pena de nulidad, pero el tribunal podrá
resolver, aun de oficio, que total o parcialmente, se realicen a puertas cerradas cuando la publicidad, afecte la
moral, el orden público, la seguridad o el derecho a la intimidad. La resolución, que será fundada, se hará constar en
el acta. Desaparecida la causa de la clausura, se deberá permitir el acceso al público".
La gran mayoría de las causas judiciales no interesan al público ni al periodismo. En tanto que las causas que
concitan el interés suelen serlo desde su inicio, pudiéndose generar una tensión en el equilibrio que debe reinar
entre la imparcialidad del juez, la objetividad del fiscal y la presunción de inocencia del imputado y, agravando los
males, la falta de idoneidad profesional en temas jurídicos y la falta de conocimiento del expediente por parte de
los comunicadores y periodistas pueden generar una inclinación de la población —quizás equivocada— en las
resultas del caso.
En cumplimiento del principio republicano de gobierno, la Corte Suprema de Justicia de la Nación por Acordada
29/2008 del 28/10/2008, consideró que con el objeto de "promover la difusión de los juicios orales, (...) garantizar
el derecho a la información en los casos judiciales de trascendencia pública que generan gran interés en la
ciudadanía ... (y) las salas de los tribunales sólo pueden albergar a un limitado número de personas, su transmisión
por los medios audiovisuales evitaría la exclusión de aquellos que no pueden ingresar en el recinto" , resolvió por
dicho acuerdo que: "I) En los juicios orales el tribunal a cargo de las actuaciones permitirá la difusión radial y
televisiva de los siguientes actos: a) Actos iniciales del juicio (artículos 374 y 378 del Código Procesal Penal de la
Nación; b) Discusión final: los alegatos (artículo 393...); c) Lectura de la sentencia, en su parte dispositiva y
fundamentos (artículo 400...). II) El Tribunal podrá establecer las limitaciones que estime necesarias en ejercicio de
las facultades ordenatorias del proceso y atendiendo a las particularidades del caso. III) La cobertura periodística se
ajustará a las siguientes reglas...".
Entre las posibles ventajas de la oralidad podemos mencionar (48) : reducción de los actos judiciales con relación
al proceso escrito; la espontaneidad; posibilidad de observación de la actitud gestual; posibilidad de aclaración en el
acto; posibilidad concreta de la inmediación del juez; reducción de la cantidad de mentiras de las partes  (49) ;
mayor publicidad; etc.
Algunos de los inconvenientes de la oralidad son: la falta de tiempo de otra parte para preparar su réplica; la
eventual falta de aptitudes de las partes y de los profesionales en lo que se refiere a la exposición oral; lo
innecesario del sistema oral en casos simples o en cuestiones que se las declara de puro derecho; las
transcripciones en el acta no suelen ser totales como tampoco textuales; etc.
Con relación a nuestra manifestación anterior sobre la eventual falta de aptitudes de los profesionalesen lo que
se refiere a la exposición oral , acotamos que fue efectuada en el conocimiento de que los provenientes de ciencias
no jurídicas, no suelen ser entrenados académicamente en la oralidad, a estar fundamentalmente a la masividad de
los cursos universitarios y a la limitación en la carga horaria ante continuas necesidades de aumentos de contenidos
curriculares en virtud de los continuos cambios en las profesiones.
En el supuesto de implantación total del sistema oral en los juicios, podrá importar una frustración inicial de esos
profesionales que podrá ser remediada con el tiempo y la asistencia a cursos especializados de oratoria (50) .
Así las cosas, a nuestro entender, no es conveniente adoptar radicalmente un sistema totalmente oral o escrito
como tampoco a todos los distintos tipos de procesos, sin un estudio detenido de las ventajas y desventajas del
sistema.

2.7. Colaboración o cooperación


Este principio se refiere a la carga de las partes de coadyuvar al esclarecimiento de los hechos controvertidos en
la etapa probatoria.
Este principio procesal suele ser confundido con la "teoría de la carga dinámica de la prueba" o "prueba
compartida" que impone la carga de producir una prueba, a la parte que está en mejores condiciones de probar
determinados hechos. La crítica que se le efectúa es la inversión de la carga de la prueba por decisión pretoriana
con lo cual se otorga una protección diferenciada a una parte, en general, la débil, vulnerándose el principio
procesal de igualdad de las partes (que en una gran cantidad de casos es sólo teórico, justamente por la desigualdad
real entre las partes de la contienda).
En general se trata de prueba documental que suele estar en poder de la demandada: registros de diversa índole,
historias clínicas (51) , etc., que por imperio de la buena fe procesal en el proceso, dicha documental debió ser
aportada por la accionada en su escrito de contestación o reconvención.
Ante la omisión de la presentación de documental citada por las partes ha sido dispuesta su agregación como
"medida para mejor proveer" (a la cual antes ya nos referimos) (52) .

3. SISTEMAS DE IMPULSIÓN DEL PROCESO JUDICIAL


3.1. Sistema legal
El proceso judicial avanza en forma establecida por la ley de procedimientos o reglamento por actos que
deben realizar los funcionarios judiciales o las partes sin previa orden judicial ni petición. Reducido es el número de
oportunidades que este sistema se aplica en el CPCCN.

3.2. Sistema dispositivo


Una parte de la doctrina sostiene, a nuestro criterio, equivocadamente que el sistema dispositivo es un principio
procesal y en vez de llamarlo "sistema", lo denominan "principio". Igual suerte corre su opuesto, el sistema
inquisitivo, que es llamado principio inquisitivo. Un principio no debe presentar una característica de ocurrencia
dicotómica y por esta razón, ni al sistema dispositivo ni al inquisitivo los hemos incluido en el apartado de principios
procesales.
Este sistema ha sido el más empleado en los códigos de rito hasta la sanción de nuevos que contemplan la
corriente del activismo judicial.
El predominio de las ideas liberales de nuestra Constitución de 1853 con el transcurso del siglo XX fue
menguando. En esos tiempos, la igualdad, la libertad y la autonomía de la voluntad inspiraron el derecho de fondo y
el de forma, y por ello las decisiones en derechos disponibles de los individuos con plena capacidad podían
reputarse válidas: acudir al remedio judicial, el planteo de los hechos, la forma de su petición, el ofrecimiento de las
pruebas y la de su conclusión, incluso sin esperar una sentencia definitiva en la contienda (modo normal de
terminación del proceso), mediante el allanamiento total o parcial, transacción, conciliación, desistimiento y
caducidad de instancia (modos anormales). En cuanto a la función judicial, se limitaba a velar por el cumplimiento
de las garantías procesales, el proveimiento de las pruebas, la apreciación de sus resultados y la solución conforme
a derecho del caso sometido a su jurisdicción.
En los tribunales no partidarios del activismo judicial, el límite lo imponen las partes, la carga procesal pesa sobre
las mismas y por el aforismo iura novit curiae , la actividad judicial no puede modificar el principio de congruencia
siempre y cuando no se afecte el orden público.

3.3. Sistema inquisitivo


Suscitado el conflicto que afecta el orden público, el Estado toma intervención activa, ya sea por denuncia de un
tercero, del damnificado o por su anoticiamiento en ejercicio del poder de policía estatal, sin perjuicio de que el
denunciante no se transforme en querellante, estando igualmente obligado a aportar la prueba. El Estado acusa,
instruye y condena. Este sistema fue usado en la esfera penal y del trabajo y actualmente se puede decir que es
mixto.

4. CONCEPTOS BÁSICOS

4.1. Jurisdicción
La jurisdicción es la potestad de los jueces de dictar justicia en un caso concreto y para ello debe contar con las
facultades de independencia e imparcialidad no sólo con respecto a las partes del caso sino con relación a cualquier
poder imperante que pueda tener relación con el tema sometido a su decisión.
Para garantizar esa imparcialidad, además, el juez no debe producir la prueba, tarea cuyo urgimiento se
encuentra a cargo de las partes en el sistema dispositivo. Por ejemplo, en el caso de la prueba pericial contable,
aunque el juez cuente con el título de contador público, por el deber de imparcialidad no debe emitir el dictamen
pericial. Y en el proceso penal, a este principio se lo suele denominar de "objetividad".
Según Duce y Riego "este principio se refiere a la obligación que tienen los fiscales de investigar tanto aquello que
permite acreditar el delito y la participación del imputado en él, como los hechos que sirvan para probar su
inocencia (en realidad que extingan, eximan o atenúen su responsabilidad penal)"(53) .
Asimismo, la mayor apertura de la cosmovisión y la objetividad del magistrado coadyuvan a la imparcialidad que
debe mantener durante la secuela del juicio. La imparcialidad del juez es uno de los medios para asegurar la
igualdad de las partes conforme a derecho (54) , a lo cual ya nos referimos.
Por otra parte, equivocadamente se le suele dar a la palabra "jurisdicción" otros significados (no jurídicos) (55) , a
saber:
Jurisdicción como conjunto de atribuciones de cada uno de los poderes del Estado.
Jurisdicción como una suerte de sinónimo de soberanía de un Estado nacional.

4.2. Competencia
La competencia de un juez en un caso determinado es el límite de su jurisdicción, impuesta en razón de la
materia, el grado, el territorio, originaria, derivada, etc.
Entonces, un juez del fuero civil debe declarase incompetente si la materia es del comercial; igual en el caso de
un juez penal de una localidad si el hecho delictivo tuvo lugar en otra.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación y los tribunales inferiores de la Nación tienen competencia originaria
en todas las causas que versen sobre puntos regidos por la Constitución Nacional, las leyes de la Nación, con la
reserva hecha en el inc. 12 del art. 75 de dicha Ley Máxima y por los tratados con las naciones extranjeras; de las
causas concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros; de las causas de almirantazgo y
jurisdicción marítima; de los asuntos en que la Nación sea parte; de las causas que se susciten entre las provincias y
entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero (art. 116 de la Constitución Nacional).
Además, la misma Corte ejerce su jurisdicción por apelación en esos casos, pero en los de embajadores, ministros
y cónsules extranjeros y en los que alguna provincia sea parte, la ejerce originaria y exclusivamente (art. 117 de la
Constitución Nacional).
La competencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en razón de la materia (arts. 116 y 117 de la
Constitución Nacional) fue más precisada en el art. 1º de la ley 48 de 1863. El art. 4º de la misma ley determina la
competencia de la misma Corte Suprema en grado de apelación. También dicha ley establece la competencia de los
jueces nacionales en razón de la materia, con sucesivas modificaciones.
El art. 4º del CPCCN establece sobre la competencia que "Toda demanda deberá interponerse ante juez
competente, y siempre que la exposición de los hechos resultare no ser de la competencia del juez ante quien se
deduce, deberá dicho juez inhibirse de oficio. Consentida o ejecu toriada la respectiva resolución, se remitirá la causa
al juez tenido por competente. En los asuntos exclusivamente patrimoniales no procederá la declaración de
incompetencia de oficio, fundada en razón del territorio".
Los arts. 5º y 6º del mismo código de rito establecen una serie de reglas generales para determinar la
competencia en materia civil y comercial y el art. 21 de la LCQ, las excepciones del fuero de atracción concursal que
por exceder el marco de esta obra no analizaremos.
La competencia también está fijada por otras normas legales. Por ejemplo, en el proceso sucesorio, en principio
la competencia la determina el último domicilio del causante por el art. 90, inc. 7º y art. 3284, primera parte, ambos
del Código Civil.
De la combinación de los conceptos de "jurisdicción" y de "competencia", podemos decir que todo juez tiene
jurisdicción pero no todo juez tiene competencia en un caso determinado.

4.2.1. Recusación
Es el procedimiento con que cuentan las partes para tratar de impedir que un juez que aparentemente esté
incurso en una de las causas legales de recusación establecidas en forma enunciativa en el art.
17 del CPCCN entienda en el caso, a fin de garantizar la imparcialidad del juez.
El art. 17 del CPCCN dice: "Serán causas legales de recusación:
1) El parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado y segundo de afinidad con alguna de las partes, sus
mandatarios o letrados.
2) Tener el juez o sus consanguíneos o afines dentro del grado expresado en el inciso anterior, interés en el pleito
o en otro semejante, o sociedad o comunidad con alguno de los litigantes, procuradores o abogados, salvo que
la sociedad fuese anónima.
3) Tener el juez pleito pendiente con el recusante.
4) Ser el juez acreedor, deudor o fiador de alguna de las partes, con excepción de los bancos oficiales.
5) Ser o haber sido el juez autor de denuncia o querella contra el recusante, o denunciado o querellado por éste
con anterioridad a la iniciación del pleito.
6) Ser o haber sido el juez denunciado por el recusante en los términos de la ley de enjuiciamiento de
magistrados, siempre que la Corte Suprema hubiere dispuesto dar curso a la denuncia.
7) Haber sido el juez defensor de alguno de los litigantes o emitido opinión o dictamen o dado recomendaciones
acerca del pleito, antes o después de comenzado.
8) Haber recibido el juez beneficios de importancia de alguna de las partes.
9) Tener el juez con alguno de los litigantes amistad que se manifieste por gran familiaridad o frecuencia en el
trato.
10) Tener contra el recusante enemistad, odio o resentimiento que se manifieste por hechos conocidos. En ningún
caso procederá la recusación por ataques u ofensa inferidas al juez después de que hubiere comenzado a conocer
del asunto" .
La posibilidad de abuso procesal en la recusación se ve aumentada por el hecho de que la lista de causas legales
de recusación es meramente enunciativa, como no podía ser de otra manera "...si una parte recusa repetidas veces
o de manera maliciosa, palmario es que no lo hace para obtener un tribunal imparcial sino para alongar el
trámite"(56) .
Un caso de recusación impropia por una causa no especificada en el texto legal ha sido objeto de decisión por
parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por cuanto "la opinión abstracta expresada en un trabajo de
índole teórica no constituye prejuzgamiento, a los efectos de la recusación formulada"(57) .

4.2.2. Excusación
Es el procedimiento con que cuenta el juez para declararse incompetente si se encuentra incurso en alguna de las
causas legales de recusación del mencionado art. 17CPCCN.
Adelantamos que dichas causas legales, en su caso, son aplicables al perito de acuerdo al art. 466CPCCN(58) .
En el art. 55 del CPPN se establecen causales de inhibición:
"Art. 55. - El juez deberá inhibirse de conocer en la causa cuando exista uno de los siguientes motivos:
1°) Si hubiera intervenido en el mismo proceso como funcionario del Ministerio Público, defensor, denunciante,
querellante o actor civil, o hubiera actuado como perito o conocido el hecho como testigo, o si en otras
actuaciones judiciales o administrativas hubiera actuado profesionalmente en favor o en contra de alguna de
las partes involucradas.
2°) Si como juez hubiere intervenido o interviniere en la causa algún pariente suyo dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad.
3°) Si fuere pariente, en los grados preindicados, con algún interesado.
4°) Si él o alguno de dichos parientes tuvieren interés en el proceso.
5°) Si fuere o hubiere sido tutor o curador, o hubiere estado bajo tutela o curatela de alguno de los interesados.
6°) Si él o sus parientes, dentro de los grados preindicados, tuvieren juicio pendiente iniciado con anterioridad, o
sociedad o comunidad con alguno de los interesados, salvo la sociedad anónima.
7°) Si él, su cónyuge, padres o hijos, u otras personas que vivan a su cargo, fueren acreedores, deudores o
fiadores de alguno de los interesados, salvo que se tratare de bancos oficiales o constituidos, bajo la forma de
sociedades anónimas.
8°) Si antes de comenzar el proceso hubiere sido acusador o denunciante de alguno de los interesados, o acusado
o denunciado por ellos.
9°) Si antes de comenzar el proceso alguno de los interesados le hubiere promovido juicio político.
10) Si hubiere dado consejos o manifestado extrajudicialmente su opinión sobre el proceso a alguno de los
interesados.
11) Si tuviere amistad íntima, o enemistad manifiesta con alguno de los interesados.
12) Si él, su cónyuge, padres o hijos, u otras personas que vivan a su cargo, hubieren recibido o recibieren
beneficios de importancia de alguno de los interesados; o si después de iniciado el proceso, él hubiere recibido
presentes o dádivas, aunque sean de poco valor".
El art. 56 delimita el concepto de "interesados": "A los fines del artículo anterior, se considerarán interesados el
imputado, el ofendido o damnificado y el civilmente demandado, aunque estos últimos no se constituyan en parte" .
Continuando con el abuso procesal, la recusación y la excusación, junto con las medidas cautelares y los recursos
son las "tres áreas donde resulta más habitual la aparición del abuso procesal... y de ordinario, el abuso procesal no
presupone la violación de texto legal alguno, sino de algún principio procesal (el de moralidad, el de economía,
etc.)"(59) .

4.3. Domicilios
Este tema está íntimamente relacionado con los medios de notificación y su importancia es tal que un error en la
notificación de un acto procesal en cuanto al domicilio puede acarrear la nulidad del mismo (60) , y entre otras
cuestiones de máxima importancia jurídica determina la competencia de las autoridades públicas.
En el Código Civil, los distintos domicilios de las personas (real, legal y especial) se encuentran legislados en los
arts. 89 a 102. En el CPCCN la distinción de los domicilios (constituido y real) se encuentra fundamentalmente en los
arts. 40 a 42 que transcribimos a continuación:
"Art. 40. - Toda persona que litigue por su propio derecho o en repres entación de tercero deberá constituir
domicilio legal dentro del perímetro de la ciudad que sea asiento del respectivo juzgado o tribunal.
Ese requisito se cumplirá en el primer escrito que presente, o audiencia a que concurra, si es ésta la primera
diligencia en que interviene. En las mismas oportunidades deberá denunciarse el domicilio real de la persona
representada.
Se diligenciarán en el domicilio legal todas las notificaciones por cédula, que no deban serlo en el real.
El domicilio contractual constituido en el de la parte contraria no es eficaz para las notificaciones que deben ser
realizadas en el domicilio del constituyente"
"Art. 41. - Si no se cumpliere con lo establecido en la primera parte del artículo anterior, las sucesivas resoluciones
se tendrán por notificadas en la forma y oportunidad fijadas por el artículo 133, salvo la notificación de la audiencia
para absolver posiciones y la sentencia.
Si la parte no denunciare su domicilio real, o su cambio, las resoluciones que deban notificarse en dicho domicilio
se cumplirán en el lugar en que se hubiere constituido, y en defecto también de éste, se observará lo dispuesto en el
primer párrafo".
"Art. 42. - Los domicilios a que se refieren los artículos anteriores subsistirán para los efectos legales hasta la
terminación del juicio o su archivo, mientras no se constituyan o denuncien otros.
Cuando no existieren los edificios, quedaren deshabitados o desaparecieren, o se alterare o suprimiere su
numeración, y no se hubiese constituido o denunciado un nuevo domicilio, con el informe del notificador se
observará lo dispuesto en la primera o segunda parte del artículo anterior, según se trate, respectivamente, del
domicilio legal o del real.
Todo cambio de domicilio deberá notificarse por cédula a la otra parte. Mientras esta diligencia no se hubiese
cumplido, se tendrá por subsistente el anterior".
Por Acordada 22/91 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación se dispuso que en las cédulas de notificación
sólo pueden consignarse como "tipo de domicilio" tan sólo dos opciones: denunciado o constituido.
En virtud de dicha acordada, para poder efectuar notificaciones por cédulas se resolvió "...admitir de manera
excepcional, y a los efectos de los arts. 140 y 141 CPCC, tal calificación de ´constituido´ al domicilio social inscripto,
ello a fin de otorgar eficacia a la directiva prevista por la ley 19.550: 11-2º..."(61) .
El art. 339 del CPCCN dispone que: "la citación del demandado se hará por medio de cédula que se entregará al
demandado en su domicilio real, si aquél fuere habido..." y no puede reputarse como domicilio real el denunciado
por la demandada en el contrato que motivó el juicio sobre todo si se trata de un documento privado sin firma
certificada por escribano ni reconocimiento de la accionada (62) .

5. MEDIOS DE NOTIFICACIÓN
Los actos procesales son notificados a las partes, a los terceros y auxiliares de la justicia por distintos medios:
cédula, oficio, exhortos, notificación personal, retiro del expediente en préstamo, acta notarial, telegrama, carta
documentada, edictos y avisos por radiodifusión o televisión.
El sistema de las notificaciones (tanto las reales como las fictas) permite que el proceso avance de estadio con el
efecto del principio procesal de preclusión al cual ya nos referimos.
El tema de notificaciones se encuentra establecido en el CPCCN en el Título III denominado "Actos procesales",
Capítulo VI, de las "Notificaciones".
No todos los medios de notificación tienen igual gradación de seguridad. El orden descendente es el siguiente:
personal; cédula, acta notarial, telegrama o carta documento; automática, radiodifusión o televisión, y por último,
edictos (63) .

5.1. Clasificación de los modos de las notificaciones


Los modos de las notificaciones, de acuerdo al CPCCN, podemos clasificarlos de la siguiente manera (64) :

5.1.1. Por ministerio de ley, automática o por nota


Es el principio general, salvo en los casos en que procede la notificación por cédula. Las resoluciones judiciales
quedarán notificadas en todas las instancias los días martes y viernes, y si uno fuere feriado, la notificación tendrá
lugar el siguiente día de nota, salvo si el expediente no se encontrare en el tribunal y en caso contrario, no es
exhibido a quien lo solicita (la parte, apoderado, letrado, autorizado en el expediente, éste con algunas
limitaciones) y hace constar tal circunstancia en el libro de asistencia (arts. 133 y 134 del CPCCN).
Si el expediente tramita ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por Acordada 8/2012 del
17/05/2012 (65) , a partir del 01/06/2012, el Libro de Asistencia de Letrados (Libro de Notas) en soporte papel será
incluido en el programa informático de causas de la misma Corte.

5.1.2. Personal
La parte, su letrado o autorizado (con limitaciones) se traslada al tribunal y se notifica en el expediente al
revisarlo, ya sea en forma voluntaria, o a instancia del prosecretario administrativo o jefe de despacho (arts. 142 y
143). Es otra excepción al modo anterior. Los funcionarios judiciales quedan notificados el día de la recepción del
expediente en su despacho, y personalmente, el Procurador General de la Nación, el Defensor General de la Nación,
los Procuradores Fiscales de la Corte Suprema, los Procuradores Fiscales de Cámara y los Defensores Generales de
Cámara (art. 135 in fine ).

5.1.3. Escrita
Por medio de cédula, acta notarial, telegrama o carta documento. Los oficios y exhortos son denominados por la
doctrina como medios de comunicación, pero también podrían ser medios de notificación escritos (arts. 131 y 132
del Capítulo V). Este modo implica la existencia de un domicilio, constituido o denunciado, bajo responsabilidad de
la parte.

5.1.4. Tácita
El retiro del expediente en préstamo por parte de los abogados, apoderados y auxiliares importará la notificación
de todas las resoluciones contenidas en el mismo. También el retiro de copias (arts. 134 y 127); peticiones que
demuestran que la resolución pendiente de notificación es de conocimiento por el peticionante (art. 149);
presentación ante la Secretaría del Tribunal de la cédula lo cual importará la notificación de la resolución que
contenga la misma.

5.1.5. En los estrados del juzgado


Se dispone este modo de notificación ante el incumplimiento de constitución de domicilio en el radio del juzgado
(arts. 40 y 41), o por incomparecencia.

5.1.6. Externa al expediente


Ante el desconocimiento del domicilio y/o del nombre y apellido del requerido se ordena la publicación de
edictos y avisos en radio y televisión (arts. 145 y 148).

5.2. Forma de las notificaciones


El sistema empleado por el CPCCN es el de la notificación de las resoluciones. En otras legislaciones pueden ser
notificados los escritos. Lo anterior no es enervado por la circunstancia de que la resolución a notificar disponga
además la remisión de la copia del escrito en despacho (sin la cual, en principio, la notificación no sería válida).
La notificación que debe hacerse con entrega de copias se debe efectuar por cédula o acta notarial, sin perjuicio
de la facultad reglamentaria concedida a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Si se hace por carta documento
o telegrama, las copias se deben transcribir en esos medios de notificación. Si fracasa la diligencia de notificación,
no es necesaria petición de una nueva notificación, y puede ser intentada por otra vía (art. 136 del CPCCN).
Por Resolución nº 189/2007 del 26/04/2007 del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación se
resolvió que al acompañar una cédula con una copia de más de cincuenta hojas, la misma sea archivada por el
tribunal, durante el mismo plazo que rija para el resto de las copias. El notificado debe ir a retirar la copia archivada
en secretaría. Es conveniente que en el texto de dicha cédula se advierta que las copias se encuentran a disposición
de la parte, tercero o auxiliar a notificar para evitar una impugnación en los términos del art. 120 del CPCCN.
Las resoluciones que deben ser notificadas por cédula, salvo notificación personal o tácita, están establecidas en
el art. 135CPCCN que dice así:"Sóloserán notificadas personalmente o por cédula las siguientes resoluciones:
1) La que dispone el traslado de la demanda, de la reconvención y de los documentos que se acompañen con sus
contestaciones.
2) La que dispone correr traslado de las excepciones y la que las resuelva.
3) La que ordena la apertura a prueba y designa audiencia preliminar conforme al artículo 360.
4) La que declare la cuestión de puro derecho, salvo que ello ocurra en la audiencia preliminar.
5) Las que se dicten entre el llamamiento para la sentencia y ésta.
6) Las que ordenan intimaciones, o apercibimientos no establecidos directamente por la ley, hacen saber
medidas cautelares o su modificación o levantamiento, o disponen la reanudación de plazos suspendidos por
tiempo indeterminado, o aplican correcciones disciplinarias.
7) La providencia que hace saber la devolución del expediente, cuando no haya habido notificación de la
resolución de alzada o cuando tenga por objeto reanudar plazos suspendidos por tiempo indeterminado.
8) La primera providencia que se dicte después de que un expediente haya vuelto del archivo de los tribunales, o
haya estado paralizado o fuera de secretaría más de tres meses.
9) Las que disponen vista de liquidaciones.
10) La que ordena el traslado del pedido de levantamiento de embargo sin tercería.
11) La que dispone la citación de personas extrañas al proceso.
12) Las que se dicten como consecuencia de un acto procesal realizado antes de la oportunidad que la ley señala
para su cumplimiento.
13) Las sentencias definitivas y las interlocutorias con fuerza de tales y sus aclaratorias con excepción de las que
resuelvan caducidad de la prueba por negligencia.
14) La providencia que deniega los recursos extraordinarios.
15) La providencia que hace saber el juez o tribunal que va a conocer en caso de recusación, excusación o
admisión de la excepción de incompetencia.
16) La que dispone el traslado del pedido de caducidad de la instancia.
17) La que dispone el traslado de la prescripción en los supuestos del artículo 346, párrafos segundo y tercero.
18) Las demás resoluciones de que se haga mención expresa en la ley o determine el Tribunal excepcionalmente,
por resolución fundada.
No se notificarán mediante cédula las decisiones dictadas en la audiencia preliminar a quienes se hallaren
presentes o debieron encontrarse en ella.
Los funcionarios judiciales quedarán notificados el día de la recepción del expediente en su despacho. Deberán
devolverlo dentro del tercer día, bajo apercibimiento de las medidas disciplinarias a que hubiere lugar.
No son aplicables las disposiciones contenidas en el párrafo precedente al Procurador General de la Nación, al
Defensor General de la Nación, a los Procuradores Fiscales de la Corte Suprema, a los Procuradores Fiscales de
Cámara, y a los Defensores Generales de Cámara, quienes serán notificados personalmente en su despacho" .
El contenido de los medios de notificación se encuentra estipulado en el art. 137 del mismo código de rito. El
documento de notificación será suscripto por el letrado patrocinante de la parte que tenga interés en la notificación
o por el síndico (66) , tutor o curador ad litem , notario, secretario o prosecretario en su caso, quienes deberán
aclarar su firma con el sello correspondiente. La presentación de los documentos de notificación en la Secretaría del
Tribunal, oficina de Correos o el requerimiento al notario, importará la notificación de la parte patrocinada o
representada. Deberán estar firmados por el secretario o prosecretario los instrumentos que notifiquen medidas
cautelares o entrega de bienes y aquellos en que no intervenga letrado, síndico, tutor o curador  ad litem , salvo
notificación notarial.
El mismo Consejo de la Magistratura por la Resolución nº 188/2007 del 26/04/2007 modificó al Reglamento
aprobado por Acordada 19/1980 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (67) , sobre el régimen de
notificaciones y el funcionamiento de la Oficina de Notificaciones para la Justicia Nacional y Federal.
Algunas providencias contienen disposiciones que deben notificar por ministerio de ley y otras por cédula y a su
respecto "Se ha decidido que cuando una providencia contiene una parte que debe notificarse por nota y otra que
debe efectuarse personalmente o por cédula, no se produce la primera de las notificaciones en tanto se diligencia la
cédula"(68) .

5.3. Las notificaciones e Internet

5.3.1. Conocimiento del estado procesal del expediente por Internet


Desde hace años, el estado procesal de los expedientes de varios fueros capitalinos puede ser consultado por
la web si bien sólo las resoluciones y en algunos casos las cédulas libradas en los mismos. Las páginas que albergan
dicha información alertan a los usuarios en cuanto a que la misma no produce efectos procesales, no asegura el
contenido de las decisiones a los interesados y que no sustituye en materia de notificaciones las normas procesales
y reglamentarias vigentes.
No obstante esas advertencias, en algunos casos se hizo prevalecer la información virtual por sobre la brindada
por las medios de notificación establecidos en el código adjetivo (69) .

5.3.2. El sistema de notificación electrónica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación


Este sistema se dispuso por la Acordada 31/2011 del 13/12/2011, publicada en el Boletín Oficial el 04/04/2012.
Dicha acordada constituye una reglamentación parcial de la ley 26.685 (70) debido al uso gradual del domicilio
electrónico constituido y el de la notificación electrónica para las causas con trámite ante el Máximo Tribunal.
Deben constituir domicilio procesal electrónico todas las personas que litiguen por derecho propio o en ejercicio
de una representación legal o convencional si la causa tramita ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
En caso de no constituir ese domicilio electrónico, las sucesivas resoluciones se tendrán por notificadas por
ministerio de ley (párrafo 1º del art. 41 del CPCCN), salvo la notificación de la audiencia para absolver posiciones y
de la sentencia.
Por Acordada 3/2012 del 27/03/2012, la Acordada 31/2011"será de aplicación obligatoria —en una primera fase
— para las causas en que se tramiten los escritos de interposición de recurso de queja por denegación de recurso
extraordinario, resuelta por tribunales del Poder Judicial de la Nación con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, que se presentaren a partir del 7 de mayo de 2012".

6. EL TIEMPO DE LOS ACTOS PROCESALES


Las fuentes de los plazos son tres: legales (art. 155), judiciales (art. 155) o convencionales (art. 157) según sean
fijados por la ley, el juez de la causa o a petición de las partes y de los auxiliares de la justicia, respectivamente.
La primera de las fuentes mencionadas tiene la ventaja de la certeza y uniformidad de tratamiento y en general el
juez, en su rol de director del proceso, cuenta con la facultad de reducir, ampliar o prorrogar en función de las
especiales particularidades de ciertos actos procesales.
No necesariamente el pedido de prórroga efectuado por las partes y los auxiliares debe ser receptado por el
tribunal y también su concesión puede estar sujeta a condiciones.
"El plazo previsto en el art. 11(71)in fine de la LCQ, para completar los recaudos faltantes, sólo funciona a pedido
de parte ante el juez del concurso, por lo que si no existe éste no puede decidir la prórroga de oficio (258). La
concesión del plazo no se otorga para "salvar omisiones u olvidos", sino para completar los recaudos que
fundadamente no se han podido cumplir en oportunidad de la presentación inicial (259). La petición de prórroga
debe basarse en razones objetivas y debidamente fundadas (260). El plazo es de gracia, siendo facultativo del juez
concederlo o no (261)... La autorización para complementar requisitos faltantes procede en la medida en que no se
advierta un intento de llenar la mayor parte de los requisitos, o una porción sustancial de ellos... porque en tal caso
corresponde la desestimación (262)"(72) .
Es conocida la queja generalizada de la extensión de los procesos judiciales pero "no se acelera un proceso sobre
la base de economía de algunas horas o algunos días a costa de la actividad de los profesionales. Tampoco deben
fijarse plazos de tal manera breves que comprometan el ejercicio de las facultades reconocidas a las partes.La
dilación de los litigios se produce por las demoras que podríamos llamar "invisibles", en el sentido de que no figuran
en el texto de la ley, pero la práctica ha obligado a padecer; remisión del expediente..." (73) .
"El tiempo de los actos procesales" se encuentra legislado en los arts. 152 a 159 de las Secciones Primera y
Segunda, Capítulo VIII, Título III del Libro I del CPCCN y en varios artículos del Reglamento para la Justicia
Nacional (74) , entre estos últimos:
"Días hábiles e inhábiles. Art. 2º: Los tribunales nacionales no funcionarán durante el mes de enero, la Semana
Santa, los días domingos, los que por disposición del Congreso o del Poder Ejecutivo no sean laborables y los que la
corte Suprema declare feriados judiciales. Los tribunales nacionales del interior del país tampoco funcionarán los
días señalados no laborables por los respectivos gobiernos. Todos los demás días del año son hábiles".
"Asueto(75). Art. 3º. El asueto no inhabilita el día ni alcanza a los magistrados, funcionarios y empleados
indispensables a fin de cubrir las guardias necesarias para la atención del público y el cumplimiento de las
diligencias dispuestas para esa fecha".
"Feria judicial. Art. 4º. En enero y en la feria de julio los tribunales nacionales de feria despacharán los asuntos
que no admitan demora".
Complementa el concepto de asueto del art. 3º del Reglamento para la Justicia Nacional, la Acordada sin número
del 28/12/1962 que en su parte pertinente dice así:
"...Art. 2º) Establecer:
Que con arreglo a las normas vigentes (arts. 2º y 8º del Reglamento para la Justicia Nacional) la declaración de
asueto por el Poder Ejecutivo no alcanza a los tribunales nacionales.
Que el asueto para dichos tribunales debe ser formalmente acordado por la Corte Suprema, o en su caso, por las
cámaras federales de apelaciones con asiento en el interior.
Que la sola declaración de asueto no inhabilita el día".
En los juicios ordinarios, los plazos fijados por el código adjetivo al cual nos venimos refiriendo son en principio
de cinco días hábiles salvo que indique expresamente otro. En los sumarísimos, todos los plazos son de tres días,
con excepción del de contestación de demanda, y el otorgado para fundar la apelación y contestar el traslado del
memorial, los cuales son de cinco días según el art. 498 del CPCCN.
Transcribimos seguidamente los arts. 152 a 154 del CPCCN:
"Art. 152: Las actuaciones y diligencias judiciales se practicarán en días y horas hábiles, bajo pena de nulidad. Son
días hábiles todos los del año, con excepción de los que determine el Reglamento para la Justicia Nacional. Son
horas hábiles las comprendidas dentro del horario establecido por la Corte Suprema para el funcionamiento de los
tribunales; pero respecto de las diligencias que los jueces, funcionarios o empleados deben practicar fuera de la
oficina, son horas hábiles las que median entre las SIETE (7) y las VEINTE (20). Para la celebración de audiencias de
prueba, las cámaras de apelaciones podrán declarar horas hábiles, con respecto a juzgados bajo su dependencia y
cuando las circunstancias lo exigieren, las que median entre las SIETE (7) y las DIECISIETE (17) o entre las NUEVE (9)
y las DIECINUEVE (19), según rija el horario matutino o vespertino.
Art. 153: A petición de parte o de oficio, los jueces y tribunales deberán habilitar días y horas, cuando no fuere
posible señalar las audiencias dentrodel plazo establecido por este Código, o se tratase de diligencias urgentes cuya
demora pudiera tornarlas ineficaces u originar perjuicios evidentes a las partes. De la resolución sólo podrá
recurrirse por reposición, siempre que aquélla fuera denegatoria.
Incurrirá en falta grave el juez que, reiteradamente, no adoptara las medidas necesarias para señalar las
audiencias dentro del plazo legal.
Art. 154: La diligencia iniciada en día y hora hábil, podrá llevarse hasta su fin en tiempo inhábil sin necesidad de
que se decrete la habilitación. Si no pudiere terminarse en el día, continuará en el siguiente hábil, a la hora que en el
mismo acto establezca el juez o tribunal".
La finalidad de la institución de la habilitación de la feria judicial puede ser sintetizada de la siguiente manera:  "La
habilitación del feriado judicial es un remedio procesal que tiende en principio a asegurar únicamente el futuro
ejercicio de un derecho, o el cumplimiento de medidas ya decretadas, motivo por el cual para que proceda su
aplicación deben concurrir los supuestos contemplados por el art. 153 del Cód. Procesal, que son de excepción,
quedando fuera de su ámbito todos los trámites que pudieron o debieron efectuarse en tiempo útil... Dado
quelahabilitación de la feria es materia de orden público, la suspensión de las funciones judiciales durante ella es de
carácter obligatorio para los jueces y justiciables. Por tanto, su habilitación es una medida de excepción que debe
acordarse con criterio restrictivo"(76) .
Además del análisis de los plazos según su fuente (legal, judicial y convencional), los mismos pueden ser
estudiados desde el punto de vista de la perentoriedad y a su respecto, los arts. 155 y 156 del CPCCN que
transcribimos a continuación.
"Art. 155: Los plazos legales o judiciales son perentorios; podrán ser prorrogados por acuerdo de partes
manifestado con relación a actos procesales determinados. Cuando este Código no fijare expresamente el plazo que
corresponda para la realización de un acto, lo señalará el juez de conformidad con la naturaleza del proceso y la
importancia de la diligencia.
Art. 156: Los plazos empezarán a correr desde la notificación y si fuesen comunes, desde la última. No se contará
el día en que se practique esa diligencia, ni los días inhábiles".
Para saber a ciencia cierta si un plazo es perentorio o no hay que recurrir al resto del articulado del código de
rito, la doctrina y la jurisprudencia.
Con respecto al análisis del resto del articulado, por ejemplo, el plazo de producción de la prueba no es
perentorio como surge del art. 367 del CPCCN; "El plazo de producción de prueba será fijado por el juez, y no
excederá de cuarenta días. Dicho plazo es común y comenzará a correr a partir de la fecha de celebración de la
audiencia prevista en el artículo 360 del presente Código" mientras que el art. 384 del mismo código establece
que "Las medidas de prueba deberán ser pedidas, ordenadas y practicadas dentro del plazo. A los interesados
incumbe urgir para que sean diligenciadas oportunamente.Si no lo fueren por omisión de las autoridades
encargadas de recibirlas, podrán los interesados pedir que se practiquen antes de los alegatos siempre que, en
tiempo, la parte que ofreció la prueba hubiese informado al juzgado de las dificultades y requerido las medidas
necesarias para activar la producción" .
Desde la doctrina, un plazo es perentorio si al vencimiento del plazo se imposibilita fatalmente la futura
producción del acto procesal, y no es perentorio si luego del vencimiento el acto puede ser ejecutado y no exista
declaración de perentoriedad.
La LCQ fija la regla general de la perentoriedad de los plazos en el art. 273, inc. 1 (77) . La jurisprudencia ha
establecido que las fechas de presentación de los informes individuales y generales en los concursos y quiebras
constituyen plazos perentorios, "que tienen fecha cierta de presentación y a partir de ella se computan los demás
plazos. Por ende, los informes no pueden ser presentados en plazo de gracia"(78).
Los plazos pueden ser suspendidos o acortados por petición expresa de las partes, y los jueces declaran la
interrupción o suspensión de los plazos por fuerza mayor o causas graves que hagan imposible la realización del
acto pendiente (art. 157 del mismo código adjetivo).
La prórroga del plazo ocurre si se extiende un plazo ya fijado en tanto que la ampliación, si el juez concede un
plazo mayor al legal según el art. 158 del CPCCN.
Dicho art. 158 del CPCCN dispone "Para toda diligencia que deba practicarse dentro de la República y fuera del
lugar del asiento del juzgado o tribunal, quedarán ampliados los plazos fijados por este Código a razón de UN (1) día
por cada DOSCIENTOS (200) kilómetros o fracción que no baje de CIEN (100)".
Para fijar el plazo de la interposición de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la Corte Suprema de
Justicia de la Nación dictó la Acordada 50/1986 que luego fue modificada por la Acordada 5/2010 del 22/03/2010.
La ampliación del plazo en función de la distancia ha sido empleada para otros recursos, por ejemplo: "Es
temporáneo el recurso de revocatoria considerando la ampliación del plazo dispuesta por el art. 158 del Cód.
Procesal Civil y Comercial de la Nación, la que encuentra aplicación por tener la demanda domicilio fuera del asiento
del tribunal, por lo cual a los tres días a los que se refiere el art. 238 debe adicionarse el plazo en razón de la
distancia de acuerdo a la tabla establecida en la acordada 50/86(79)(...) Que una interpretación finalista de la
previsión en examen, y armónica con los supuestos contemplados en los arts. 342, 526 y 596 del Código citado,
exige concluir que debe considerar la ampliación de que se trata para todas las diligencias judiciales en las que el
domicilio de quien las realiza se encuentra fuera del asiento del juzgado o tribunal. Ello sobre la base de las
dificultades que la distancia por sí misma impone, extremo que requiere una interpretación teleológica del art. 158
en resguardo del derecho de defensa en juicio (art. 18, CN)"(80).
El principio general de los plazos es el de la continuidad establecida en los arts. 27 a 29 del Código Civil, pero
dicho ordenamiento no arroja luz sobre los plazos fijados en horas, por ejemplo, en los arts. 138; 538; entre otros,
del CPCCN.
Existen varias normas que fijan el plazo en horas, por ejemplo, el art. 15 de la Ley de Amparo 16.986 por el cual el
recurso de apelación deberá interponerse dentro de las cuarenta y ocho horas de notificada la resolución
impugnada, con lo cual el plazo comienza a correr desde la hora en que se practicó la notificación (81) en la medida
en que la misma se haya efectuado en horas hábiles de funcionamiento del tribunal. Caso contrario, se puede
emplear el plazo de gracia del art. 124 del CPCCN.
La regla general es que el plazo en horas se traduce a días completos, a ser contados a partir del día inmediato
siguiente del de la notificación, siempre que sea hábil.

7. RESOLUCIONES JUDICIALES
Con el sustantivo "resolución" se suelen designar los actos procesales de los integrantes del órgano
judicial (82) en uso de la función jurisdiccional. A esos actos procesales se los puede clasificar en orden progresivo
ascendente según la índole de la cuestión que resuelven y así dicha resolución puede ser simple, interlocutoria,
definitiva (ya sea de primera o ulterior instancia) u homologatoria.
Las tres últimas mencionadas también son llamadas sentencias, providencias, proveimientos o autos.
La caracterización de las resoluciones judiciales, de los medios de notificación y la de los plazos procesales son
relevantes al tiempo de evaluar la pertinencia y oportunidad de interponer un recurso.
A continuación exponemos una clasificación de las resoluciones que entendemos útil a los fines prácticos. El
estudio de dicha clasificación se verá completado con el apartado denominado "Recursos procesales" que
desarrollamos más adelante en este mismo capítulo.

7.1. Resoluciones simples


Las resoluciones simples no deciden cuestión controvertida alguna suscitada en la litis, sino la ejecución de
medidas para lograr la puesta en acción de una decisión de mayor envergadura; proveen una petición o incidencia
que no requiere sustanciación o son dictadas de oficio dentro de la órbita de las facultades acordadas por el código
ritual a cada uno de los integrantes del órgano jurisdiccional.
Repárese que indicamos "integrantes del órgano jurisdiccional" ya que, como lo anticipamos, algunas
resoluciones simples pueden ser suscriptas por el secretario, el prosecretario administrativo o el jefe de despacho
en los límites de sus acotadas facultades jurisdiccionales (arts. 38 y 38 bis del CPCCN).

7.2. Sentencias interlocutorias


El juez decide una incidencia planteada por una de las partes, un tercero o un auxiliar de la justicia con
sustanciación y no el fondo del asunto debatido en el proceso judicial. Por medio de dichas resoluciones se
resuelven articulaciones previas, antes del llamamiento de autos para sentencia (art. 484 del CPCCN).

7.3. Sentencias definitivas


El juez provee solución al fondo del asunto, pone fin a la cuestión, al menos en esa instancia. Estas sentencias
pueden ser clasificadas según la clase de proceso de conocimiento en el cual deciden:

7.3.1. Meramente declarativas


El art. 322 del CPCCN dice que"Podrá deducirse la acción que tienda a obtener una sentencia meramente
declarativa, para hacer cesar un estado de incertidumbre sobre la existencia, alcance o modalidades de una relación
jurídica, siempre que esa falta de certeza pudiera producir un perjuicio o lesión actual al actor y éste no dispusiera
de otro medio legal para ponerle término inmediatamente. El Juez resolverá de oficio y como primera providencia, si
corresponde el trámite pretendido por el actor, teniendo en cuenta la naturaleza de la cuestión y la prueba
ofrecida".
La finalidad de este tipo de sentencia es preventiva, no es necesario que exista un daño consumado. Otorga
seguridad jurídica,ya que persigue la declaración rápida de que existe un derecho a favor del actor (acción positiva)
o de que no existe un derecho del demandado (acción negativa).
El proceso de amparo y la acción meramente declarativa de certeza del art. 322 del CPCCN"poseen similitudes en
cuanto a sus fines preventivos y en algunos aspectos procesales (conf. CNApel. Contencioso Administrativo
Federal, sala V (5/3/1997, LL, 1997-D, 719); Gordillo, Agustín,"La acción declarativa de certeza como proceso
sumarísimo", LL, 1997-D, 719; Gil Domínguez, Andrés, "La acción declarativa de certeza como proceso
constitucional", LL, 1996-A, 1445)...". Y sigue líneas más adelante así:
"...para la procedencia de la acción meramente declarativa es necesario que concurran los siguientes aspectos...
debe existir un "caso". La cuestión no debe versar sobre hechos abstractos o teóricos, ni tener carácter simplemente
consultivo, o importar una indagación meramente especulativa (CSJN, 20/4/1999, Droguería Aires S.A. c. Provincia
de Santa Fe y otros"). A partir del caso "Santiago del Estero, Provincia de c. Estado Nacional y/o Yacimientos
Petrolíferos Fiscales" (fallo del 20/8/1985) la Corte Suprema reconoció la aptitud de esta vía para impugnar la
validez constitucional de leyes, decretos y toda otra norma jurídica que se oponga a los fines y preceptos de la
Constitución, aunque exceptuó los casos en que se procura la declaración general y directa de inconstitucionalidad
de las normas o actos de los otros poderes (conf. "Edesur c. Provincia de Buenos Aires", fallo del 17/3/1998)(83) .
En cuanto a que "no dispusiera de otro medio legal" del mismo art. 322 del código adjetivo, en el mismo fallo
glosado se expuso que "... no cabe sostener dogmáticamente la tesis de la exclusión de la acción declarativa por la
existencia de otras vías, pues su derivación provoca una derogación del texto legal que no es admisible como
resultado de la interpretación judicial de las normas... La aplicación irrestricta de la exigencia procesal del reclamo
administrativo previo y el agotamiento de la vía administrativa, podría implicar poner trabas y dificultades al acceso
a la justicia, lo que no se condice con la preservación de la garantía de la defensa en juicio y la tutela judicial
efectiva, principios apuntalados como derechos humanos en las Convenciones Internacionales que tienen jerarquía
constitucional (conf. "Acción declarativa, agotamiento de la vía administrativa y no retroactividad del acto
administrativo", Nota de Redacción, LL, 2002-A, 809; en similar sentido, CNCiv., sala H, 16/8/2001, "Gilardone,
Leonor y otro c. G.C.B.A.")".
De lo anterior se puede decir que la resolución del art. 36 de la LCQ participa de los elementos de las sentencias
meramente declarativas, ya que el juez concursal reconoce un derecho patrimonial al pretenso acreedor contra el
deudor en breve lapso, pero no garantiza el cobro de esa acreencia. Esa resolución es susceptible de ser revisada
mediante la promoción de un incidente de revisión o por dolo, según los arts. 37 y 38 del mismo ordenamiento
falimentario.

7.3.2. Sentencias constitutivas


Por medio de dichas sentencias se declara un derecho, se cambia un estado jurídico preexistente y constituyen
uno nuevo, en principio, sin efectos retroactivos. Por ejemplo, "la sentencia de divorcio o la de adopción son
constitutivas del estado de divorciado o adoptado, respectivamente"(84) . También, división de la cosa común,
disolución de la sociedad, etc.

7.3.3. Sentencias declarativas


Son dictadas en acciones declarativas en las que se declara la existencia o inexistencia de los presupuestos que
son el fundamento de la sedicente relación jurídica con efectos retroactivos. Por ejemplo: el triunfo en una
contienda de impugnación de la filiación contenido en una sentencia declara que no existía una relación jurídica, en
el caso de parentesco desde la concepción y la declaratoria de herederos, "ya que tiene por objeto declarar la
existencia de los presupuestos que son el fundamento del derecho a heredar por parte de quienes se incluyen en
ella, y en esa declaración agota su contenido"(85) .

7.3.4. Sentencias de condena


Hacen cierto un derecho e imponen al vencido una obligación que de ser omitida, habilita la ejecución forzada
mediante el proceso de ejecución de sentencias (art. 499 del CPCCN). La mencionada obligación puede consistir en
el pago de una suma líquida (art. 502); de escriturar (art. 512); de hacer (art. 513); no hacer (art. 514); etc.
En el caso de ejecución de sentencias de tribunales extranjeros, se debe cumplir previamente con los requisitos y
garantías establecidos en los arts. 517 y 518 del mismo código ritual (cuyo tratamiento exigiría un capítulo
adicional).

7.3.5. Sentencias homologatorias


El art. 162 del CPCCN se refiere a las sentencias homologatorias así: "Las sentencias que recayesen en los
supuestos de los artículos 305, 308, y 309, se dictarán en la forma establecida en los artículos 160 ó 161, según que,
respectivamente, homologuen o no el desistimiento, la transacción o la conciliación".
Entonces, ante una homologación, el acto judicial debe cumplir con los requisitos del art. 160 del mismo
ordenamiento que establece que: "Las providencias simples sólo tienden, sin sustanciación, al desarrollo del proceso
u ordenan actos de mera ejecución. No requieren otras formalidades que su expresión escrita, indicación de fecha y
lugar, y la firma del juez o presidente del tribunal, o del secretario, en su caso". La falta de sustanciación implica la
ausencia de bilateralidad, del principio procesal de contradicción, razón por la cual el auto homologatorio sólo
garantiza la autenticidad y legitimidad del acto a homologar. La diligencia judicial de la citación de una parte para el
reconocimiento de firma del documento sometido a la jurisdicción que carece de fecha cierta, no constituye una
causal legítima de recusación.
En caso de no homologación, se establecerá un contradictorio que desembocará en una resolución dictada en los
términos del mencionado art. 161 que dispone: "Las sentencias interlocutorias resuelven cuestiones que requieren
sustanciación, planteadas durante el curso del proceso. Además de los requisitos enunciados en el artículo anterior,
deberán contener: 1) Los fundamentos; 2) La decisión expresa, positiva y precisa de las cuestiones planteadas; 3) El
pronunciamiento sobre costas"
En el supuesto de falta de acuerdo entre las partes sobre una relación jurídica preexistente, cualquiera de ellas o
ambas pueden pedir el dictado de una sentencia determinativa o especificativa. Por ejemplo, para la fijación del
monto de los alimentos en un juicio de divorcio, o para la fijación de un régimen de visitas luego de haberse
determinado la guarda de los hijos menores de edad.
Si entre las partes existiera acuerdo, el juez homologará el convenio arribado salvo manifiesto perjuicio para los
menores.
Es de resaltar la diferencia de las características de las sentencias homologatorias en sede civil y comercial (en
juicios singulares) con las de la resolución homologatoria de la propuesta concursal que debe cumplir extensos
requisitos establecidos en el art. 52 de la LCQ, justamente por tratarse el concurso preventivo de un juicio
universal (86) .
7.4. Otros tipos de sentencias judiciales
Además de la tradicional clasificación abordada en las líneas anteriores "desde varias vertientes —el Derecho
Procesal Constitucional entre ellas— y con plurales finalidades, han aparecido —paulatina, pero incesantemente—
nuevos tipos de resoluciones judiciales que se apartan del modelo clásico..." (87) . Son ellas fundamentalmente las
resoluciones anticipatorias y exhortativas.

7.4.1. Sentencias anticipatorias


Son dictadas ante el pedido de una cautelar innovativa que "genera una suerte de declaración de derechos,
provisoria y revocable, favorable a la demandante"(88) . Se debe acreditar la verosimilitud del derecho y prestar
contracautela real.

7.4.2. Sentencias exhortativas


Pueden ser dictadas en casos en los que se demanda la aplicación, fundamentalmente del Derecho
Constitucional, en una suerte de control difuso de constitucionalidad ante normas infralegales que no se ajustan al
actual estándar de constitucionalidad, reforzado por los acuerdos internacionales sobre derechos humanos. Según
el caso, pueden constituir una muestra del activismo judicial (89) .

8. RECURSOS PROCESALES
El concepto de recurso debe ser genérico debido a la diversidad de objetivos de cada uno de los recursos
legislados en los diversos ordenamientos procesales. En razón de ello, en este apartado nos limitaremos por
razones de espacio, al comentario de algunos de los incluidos en el CPCCN, por lo cual, cada vez que un artículo sea
citado sin aclaración, el mismo corresponde al CPCCN.
"El recurso procesal es el medio por el cual la parte, cumpliendo los requisitos pertinentes, puede obtener que el
mismo juez u otro tribunal, según los casos, modifique, cambie, revea, revoque o deje sin efecto la resolución que
impugna. También puede tener por objeto que se establezca la doctrina legal aplicable (recurso de inaplicabilidad,
art. 300), o que se otorgue un recurso interpuesto y no concedido (que por recurso denegado, art. 282)(90) ".
Existen diversas clasificaciones doctrinales de los recursos que exceden los propósitos de esta obra.
En este apartado se evidenciará, sin lugar a dudas, la importancia de los conceptos esbozados en las líneas
anteriores, entre ellos, tipo de resolución, medios de notificación y plazos.

8.1. Recurso de reposición


La procedencia y la finalidad de este recurso las encontramos en el art. 238 que dice: "El recurso de reposición
procederá únicamente contra las providencias simples, causen o no gravamen irreparable, a fin de que el juez o
tribunal que las haya dictado las revoque por contrario imperio".Acotamos que en principio sólo con relación a
dichas resoluciones dictadas en la primera instancia, ya que en la instancia siguiente se admiten los recursos de
aclaratoria para la subsanación de errores. Si los errores fueran de identidad, podría prosperar el recurso de
reposición deducido contra una resolución de instancia superior.Lo anterior, salvo con relación al art. 260, inc. 5,
entendemos que por cumplir la alzada en ese supuesto funciones que en principio son propias de la instancia
inferior y también las resoluciones de trámite dictadas por el presidente que son susceptibles del recurso de
apelación.
Se discute si este remedio procesal es procedente en el caso de errores en el procedimiento, ya que para una
parte de la doctrina el recurso de reposición implica la renuncia del de nulidad. A nuestro criterio, si el recurso de
reposición es interpuesto sin el de apelación (el cual comprende el de nulidad) subsidiaria (art. 241 inc. 1) por el
principio de preclusión y la perentoriedad de los plazos, el recurrente ha renunciado al recurso de nulidad.
Sólo se puede acumular el recurso de apelación en el supuesto de que la providencia simple cause un gravamen
irreparable al recurrente (art. 242, inc. 3). Los dos recursos deben ser presentados en forma conjunta, fundando el
de reposición y en el de apelación se remite a los argumentos expuestos en el mencionado en primer término. Si el
recurso de reposición es desestimado, se debe conceder la apelación subsidiaria, siempre que la resolución no sea
inapelable (ampliamos en el apartado destinado al recurso de apelación).
Los requisitos de plazo y de forma los delimita el art. 239: "El recurso se interpondrá y fundará por escrito dentro
de los TRES (3) días siguientes al de la notificación de la resolución; pero cuando ésta se dictare en una audiencia,
deberá interponerse verbalmente en el mismo acto.Si el recurso fuese manifiestamente inadmisible, el juez o
tribunal podrá rechazarlo sin ningún otro trámite".
En la hipótesis de que una resolución sea dictada a consecuencia de la petición de una de las partes, la otra podrá
interponer dicho recurso. Si se hace lugar a la revocatoria, a la otra parte le asiste el derecho de apelar (art. 241, inc.
2). Si la resolución fue dictada a pedido de una parte y no ataca los derechos de la otra, no se dispondrá un traslado
a esta última (art. 240).
El plazo para el dictado de la resolución establecido en el código adjetivo es de tres días si el recurso fue
interpuesto por escrito y en el acto, si lo fue en una audiencia (art. 240), pudiéndose formar un incidente por
separado para sustanciar y resolver el recurso.
Como ya lo adelantamos, al plazo de tres días debe adicionársele el que corresponda según la distancia fijado por
Acordada 5/2010 con relación al art. 158 según lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en autos
"Pescasur S.A. y otro c. Provincia de Santa Cruz".
El juez de oficio puede revocar una resolución simple no notificada por haber incurrido en un error, pero no en el
supuesto de una consentida.
Una resolución puede producir un gravamen irreparable para una de las partes y no para las otras. Las
resoluciones dictadas a partir de un pedido de anticipo de gastos por parte del perito (91) (art. 463) son simples que
pueden o no producir un gravamen irreparable. Por ejemplo, en principio la denegatoria del anticipo de gastos
puede producir un gravamen irreparable al perito que deberá adelantar de su propio peculio fondos con
probabilidades, a veces remotas, de recupero al tiempo de cobrar sus honorarios (en general, luego del transcurso
de varios años) y no produce ningún gravamen a las partes.
No es apelable la desestimación del recurso de reposición si no fue acompañado oportunamente con el de
apelación.

8.2. Recurso de apelación


El recurso de apelación es el remedio procesal por el cual la parte (en sentido lato) pretende que el tribunal
superior modifique o revoque la resolución dictada por el inferior. Incluye la declaración de nulidad. El recurrente
tiene que cumplir con la carga procesal de fundar su petición, ya sea mediante memorial si el recurso es concedido
en relación, o expresión de agravios si es concedido libremente.
Es un derecho de la parte, del tercero y del auxiliar y en cualquier caso (incluso la providencia que regula
honorarios) una obligación para los abogados de la administración pública, ya sea centralizada o descentralizada y
del síndico judicial (92) .
Este recurso requiere la posibilidad de acceder a la doble instancia que en nuestro país "no ha sido ni es
considerada una garantía constitucional de los procedimientos civiles" (93) , ni de otro tipo salvo en los penales, por
una equivocada interpretación literal del art. 8º, inc. 2º "h" de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
que pudo ser legítima en los primeros tiempos de esa convención pero no a partir de algunos de los antecedentes
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de varios años, entre ellos:
- la sentencia de "Panel Blanca (Paniagua Morales y otros) c. Guatemala", 08/03/1998, que en su párrafo 149 la
Corte dejó aclarado que "[en] materias que conciernen con la determinación de [los] derechos y obligaciones de
orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter el artículo 8 no especifica garantías mínimas, como lo hace en
el numeral 2 al referirse a materias penales. Sin embargo, el concepto de debidas garantías se aplica también a esos
órdenes y, por ende, en ese tipo de materias el individuo tiene derecho también al debido proceso que se aplica en
materia penal (Excepciones al agotamiento de los recursos internos (art. 46.1, 46.2.a y 46.2.bConvención Americana
sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-11/90 del 10 de agosto de 1990. Serie A No. 11, párr. 28)".
-la sentencia de "Caso del Tribunal Constitucional c. Perú", 31/01/ 2001, en sus párrafos 69 y 70: "Si bien el
artículo 8 de la Convención Americana se titula "Garantías Judiciales", su aplicación no se limita a los recursos
judiciales en sentido estricto, "sino el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales" a
efecto de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que
pueda afectar sus derechos. Ya la Corte ha dejado establecido que a pesar de que elcitadoartículo no especifica
garantías mínimas en materias que conciernen a la determinación de los derechos y obligaciones de orden civil,
laboral, fiscal o de cualquier otro carácter, el elenco de garantías mínimas establecido en el numeral 2 del mismo
precepto se aplica también a esos órdenes y, por ende, en ese tipo de materias el individuo tiene también el derecho,
en general, al debido proceso que se aplica en materia penal" .
Y si aún quedaba alguna duda, la Opinión Consultiva 18/03 (94) la despejó con la reiteración de que el debido
proceso legal refiere al conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales para que las
personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del Estado dentro de
un proceso de cualquier naturaleza: civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. "Esto revela que el debido
proceso incide sobre todos estos órdenes y no sólo sobre el penal", según los párrafos 123 y 124.
Así, los límites al acceso a la segunda instancia del art. 242 del CPCCN son violatorios de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, que al estar incorporada a nuestra Constitución Nacional desde el año 1994, también son
inconstitucionales.
Por el art. 242 el recurso de apelación procede, salvo disposición en contrario (ampliamos infra), solamente
respecto de:
"1. Las sentencias definitivas.
2. Las sentencias interlocutorias.
3. Las providencias simples que causen gravamen que no pueda ser reparado por la sentencia definitiva.
Serán inapelables las sentencias definitivas y las demás resoluciones cualquiera fuere su naturaleza, que se dicten
en procesos en los que el monto cuestionado sea inferior a la suma de PESOS VEINTE MIL
($ 20.000).
Anualmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación adecuará, si correspondiere, el monto establecido en el
párrafo anterior.
A los efectos de determinar la inapelabilidad de una sentencia o resolución, se estará al monto que rija en la
fecha de presentación de la demanda o de la reconvención. Si al momento de dictarse la sentencia se reconociera
una suma inferior en un VEINTE POR CIENTO (20%) a la reclamada por las partes, la inapelabilidad se determinará
de conformidad con el capital que en definitiva se reconozca en la sentencia.
Esta disposición no será aplicable a los procesos de alimentos y en los que se pretenda el desalojo de inmuebles o
en aquellos donde se discuta la aplicación de sanciones procesales.
La inapelabilidad por el monto establecida en el presente artículo no comprende los recursos deducidos contra
las regulaciones de honorarios".
La ampliación prometida: el CPCCN establece el elenco de resoluciones inapelables o derechamente
irrecurribles (95) que se encuentran dispersas en su texto. Por ejemplo: la resolución por la cual el juez se declara
competente en la vía de la inhibitoria (art. 9º); la resolución que se dicte por la recusación del secretario por las
causales del art. 17 (art. 39); la resolución que tenga por no presentado un escrito que debiendo ser suscripto por
letrado, no lo fue (art. 57); la resolución que admite la intervención de terceros (art. 96); la resolución que mantiene
el embargo sin tercería, restando sólo al interesado deducir la tercería (art. 104); la resolución por la cual se dispone
la reconstrucción de un expediente perdido (art. 129); la resolución que suspende el proceso principal por la
existencia de un debate en un incidente (art. 176); resoluciones en la acumulación de procesos (arts. 191 y 194); la
resolución que dispone el procedimiento a seguir en los casos de determinación del monto de los daños y perjuicios
por una cautelar abusiva (art. 208); la mencionada facultad de imprimir el trámite incidental al recurso de
reposición (art. 240); inapelabilidad en función del monto (art. 242); desestimación de la caducidad de instancia
(art. 317); la providencia por la cual se determina la clase de proceso (arts. 319 y 521); la resolución que decide que
la falta de legitimación para obrar no es manifiesta (art. 353); la resolución que admite el hecho nuevo (art. 366);
resolución en materia probatoria, pudiéndose reeditar la cuestión ante la cámara (art. 379); desestimación del
acuse de negligencia respecto de la prueba de posiciones, de testigos o pericial, antes de la fecha de la audiencia o
del vencimiento del plazo para su presentación, respectivamente (art. 385); modificación de oficio de las posiciones
en lo concerniente al orden y sus términos, sin alterar su sentido o la eliminación de las manifiestamente inútiles
(art. 411); la resolución dictada en la recusación del perito pero que puede ser considerada por la alzada al resolver
lo principal (art. 467); todas las resoluciones dictadas en los procesos sumarísimos salvo las resoluciones sobre
medidas precautorias y la definitiva (art. 498, inc. 6º); la resolución que rechaza excepciones en la ejecución de
sentencias por omisión de acompañar los documentos que las acreditan (art. 507); la fijación de daños por el
incumplimiento de las condenas a hacer, a no hacer o a entregar cosas en los procesos de ejecución (arts. 513 a
515); la fijación del plazo para que el deudor pague en la preparación de la vía ejecutiva (art. 525, inc. 3º); etc.
El art. 243 dispone que "El recurso de apelación será concedido libremente o en relación; y en uno u otro caso, en
efecto suspensivo o devolutivo. El recurso contra la sentencia definitiva en el juicio ordinario y en el sumario será
concedido libremente. En los demás casos, sólo en relación. Procederá siempre en efecto suspensivo, a menos que la
ley disponga que lo sea en el devolutivo. Los recursos concedidos en relación lo serán, asimismo, en efecto diferido,
cuando la ley así lo disponga".
Ahora el art. 244: "No habiendo disposiciones en contrario, el plazo para apelar será de CINCO (5) días. Toda
regulación de honorarios será apelable. El recurso de apelación deberá interponerse y podrá fundarse dentro de los
CINCO (5) días de la notificación".
En el supuesto de apelación de honorarios, no es obligatoria la presentación del memorial.
Algunos profesionales incluyen el memorial al interponer el recurso de apelación, lo cual es distinto a lo
dispuesto en el segundo párrafo del art. 245 si bien que para disminuir los formalismos innecesarios se suele no
devolver ese escrito a su presentante.
Art. 245: "El recurso de apelación se interpondrá por escrito o verbalmente. En este último caso se hará constar
por diligencia que el secretario o el oficial primero asentará en el expediente.
El apelante deberá limitarse a la mera interposición del recurso y si esta regla fuere infringida se mandará
devolver el escrito, previa anotación que el secretario o el oficial primero pondrá en el expediente, con indicación
de la fecha de interposición del recurso y del domicilio que se hubiese constituido, en su caso".
Art. 246: "Cuando procediere la apelación en relación sin efecto diferido, el apelante deberá fundar el recurso
dentro de los CINCO (5) días de notificada la providencia que lo acuerde. Del escrito que presente se dará traslado a
la otra parte por el mismo plazo. Si el apelante no presentare memorial, el juez de primera instancia declarará
desierto el recurso.
Si cualquiera de las partes pretendiese que el recurso ha debido otorgarse libremente, podrá solicitar, dentro de
TRES (3) días, que el juez rectifique el error.
Igual pedido podrán las partes formular si pretendiesen que el recurso concedido libremente ha debido otorgarse
en relación.
Estas normas regirán sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 276".
Art. 247: "La apelación en efecto diferido se fundará, en los juicios ordinario y sumario, en la oportunidad del
artículo 260, y en los procesos de ejecución juntamente con la interposición del recurso contra la sentencia.
En los procesos de ejecución de sentencia, si la resolución recurrida fuere posterior a la mencionada en el artículo
508, el recurso se fundará en la forma establecida en el párrafo primero del artículo 246.
En los procesos ordinario y sumario la Cámara resolverá con anterioridad a la sentencia definitiva".
Con respecto al recurso de apelación interpuesto subsidiariamente con el de reposición (art. 248) nos remitimos
a lo expuesto para este último.
Art. 249: "Cuando el tribunal que haya de conocer el recurso tuviere su asiento en distinta localidad, y aquél
procediere libremente, en el escrito o diligencia a que se refiere el artículo 245 el apelante, y el apelado dentro de
quinto día de concedido el recurso, deberán constituir domicilio en dicha localidad.
Si el recurso procediere en relación, las partes deberán constituir domicilio en los escritos mencionados en el
artículo 246.
En ambos casos, la parte que no hubiese cumplido el requisito impuesto por este artículo quedará notificada por
ministerio de la ley".
Art. 250: "Si procediere el recurso en efecto devolutivo, se observarán las siguientes reglas:
1) Si la sentencia fuere definitiva, se remitirá el expediente a la cámara y quedará en el juzgado copia de lo
pertinente, la que deberá ser presentada por el apelante. La providencia que conceda el recurso señalará las piezas
que han de copiarse.
2) Si la sentencia fuere interlocutoria, el apelante presentará copia de lo que señale del expediente y de lo que el
juez estimare necesario. Igual derecho asistirá al apelado. Dichas copias y los memoriales serán remitidos a la
cámara, salvo que el juez considerare más expeditivo retenerlos para la prosecución del juicio y remitir el expediente
original.
3) Se declarará desierto el recurso si dentro del quinto día de concedido, el apelante no presentare las copias que
se indican en este artículo, y que estuvieren a su cargo. Si no lo hiciere el apelado, se prescindirá de ellas".
Entonces, el recurso de apelación es concedido libremente en los casos de sentencia definitiva en el proceso
ordinario y en relación si la sentencia no es definitiva en juicio ordinario y en cualquier tipo de resolución en los
procesos sumarísimos, ejecutivos y especiales.
Si la concesión ha sido libremente, el apelante debe presentar la expresión de agravios ante la cámara en el plazo
de diez días desde su notificación (art. 259).
Si lo fue en relación, se presentan dos alternativas:
• Sin efecto diferido: en juicio ordinario, contra resolución apelable que no sea una definitiva, salvo los casos
especificados en el ordenamiento. El memorial se presenta en la primera instancia dentro de los cinco días de
notificada por nota la resolución que concede el recurso (art. 246).
• Con efecto diferido: en juicio ordinario, por ejemplo, imposición de costas y regulación de honorarios, y no se
eleva inmediatamente a la cámara. En la ejecución de sentencias es la forma típica de concesión de este recurso.
En los juicios ordinarios se funda en la segunda instancia dentro de los cinco días de notificada por nota la
providencia de la alzada (si el juicio tuvo radicación previa en la sala) o por cédula por la que se notifica que la
alzada puso los autos en secretaría (si el juicio no tuvo previa radicación) y en los de ejecución en igual plazo pero
desde la notificación de la concesión del recurso (arts. 246 y 247).
Si el memorial no se presenta en tiempo propio o derechamente no se presenta, el juez de la primera instancia
debe declarar desierto el recurso, ya que de no hacerlo, la cámara declarará mal concedido el recurso, habiéndose
producido un inútil dispendio jurisdiccional. De dicha fundamentación se corre traslado a la otra parte, quien puede
contestar (art. 246).
El memorial o expresión de agravios debe contener la fundamentación en la cual la apelante basa su crítica, que
debe ser concreta y razonada sobre las partes del fallo que entiende equivocadas. De no contar con dichas
características, el recurso puede ser declarado desierto y el fallo recurrido queda firme (arts. 265 y 266).
La elevación a la cámara requiere que el expediente esté en condiciones para tal fin, las cuales son revisadas por
el prosecretario administrativo, entre ellas, la indicación de la foliatura correspondiente a las resoluciones apeladas,
los recursos interpuestos; sus concesiones; notificaciones; los intervinientes (partes, terceros, organismos públicos);
si previno la cámara y en caso afirmativo, la denominación de la sala y foja; existencia de otros expedientes
relacionados con la solución de la litis; etc.

8.3. Queja por recurso denegado


La queja debe plantearse directamente ante el tribunal superior que denegó el recurso. Ante la cámara, si se
trata de denegación de un recurso de apelación y ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el supuesto de
rechazo de un recurso ordinario o extraordinario.
No constituye un recurso propiamente dicho, sino un remedio procesal que preserva el derecho de defensa en
juicio y del debido proceso. Carece de efectos suspensivos, salvo que el superior decida lo contrario. En la práctica,
con la remisión del expediente, se suspende de hecho la tramitación del expediente.
Su procedencia, requisitos y plazos se encuentran fijados en los arts. 282 a 287 del CPCCN que transcribimos a
continuación para facilitar la lectura de estas líneas.
"Art. 282: Si el juez denegare la apelación, la parte que se considere agraviada podrá recurrir directamente en
queja ante la cámara, pidiendo que se le otorgue el recurso denegado y se ordene la remisión del expediente.
El plazo para interponer la queja será de CINCO (5) días, con la ampliación que corresponda por razón de la
distancia, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 158.
Art. 283: Son requisitos de admisibilidad de la queja:
1) Acompañar copia simple suscripta por el letrado del recurrente:
a) del escrito que dio lugar a la resolución recurrida y de los correspondientes a la sustanciación, si ésta
hubiere tenido lugar;
b) de la resolución recurrida;
c) del escrito de interposición del recurso y, en su caso, de la del recurso de revocatoria si la apelación hubiese
sido interpuesta en forma subsidiaria;
d) de la providencia que denegó la apelación.
2) Indicar la fecha en que:
a) quedó notificada la resolución recurrida;
b) se interpuso la apelación;
c) quedó notificada la denegatoria del recurso.
La cámara podrá requerir copia de otras piezas que considere necesarias y, si fuere indispensable, la remisión del
expediente.
Presentada la queja en forma, la cámara decidirá, sin sustanciación alguna, si el recurso ha sido bien o mal
denegado; en este último caso, dispondrá que se tramite.
Mientras la cámara no conceda la apelación no se suspenderá el curso del proceso.
Art. 284: Las mismas reglas se observarán cuando se cuestionase el efecto con que se hubiese concedido el
recurso de apelación.
Art. 285: Queja por denegación de recursos ante la Corte Suprema. Cuando se dedujere queja por denegación de
recursos ante la Corte Suprema, la presentación, debidamente fundada, deberá efectuarse en el plazo que
establece el segundo párrafo del artículo 282.
La Corte podrá desestimar la queja sin más trámite, exigir la presentación de copias o, si fuere necesaria, la
remisión del expediente.
Si la queja fuere por denegación del recurso extraordinario, la Corte podrá rechazar este recurso en los supuestos
y forma previstos en el artículo 280, párrafo segundo. Si la queja fuere declarada procedente y se revocare la
sentencia, será de aplicación el artículo 16 de la ley 48.
Mientras la Corte no haga lugar a la queja no se suspenderá el curso del proceso.
Art. 286: Cuando se interponga recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia, por denegación del recurso
extraordinario, deberá depositarse a la orden de dicho tribunal la suma de pesos cinco mil ($ 5.000)(96). El depósito
se hará en el Banco de depósitos judiciales.
No efectuarán este depósito los que estén exentos de pagar sellado o tasa judicial, conforme a las disposiciones
de las leyes nacionales respectivas.
Si se omitiere el depósito o se lo efectuare en forma insuficiente, se hará saber al recurrente que deberá
integrarlo en el término de CINCO (5) días. El auto que así lo ordene se notificará personalmente o por cédula.
Art. 287: Si la queja fuese declarada admisible por la Corte, el depósito se devolverá al interesado. Si fuere
desestimada, o si se declarase la caducidad de la instancia, el depósito se perderá.
La Corte dispondrá de las sumas que así se recauden para la dotación de las bibliotecas de los tribunales
nacionales de todo el país".
La denegación de la queja no es recurrible, como tampoco lo es la declaración de deserción. Si el recurso es
concedido, el a quo pierde facultad jurisdiccional sobre las cuestiones en crisis, pero no con relación a otras.
Se dice que el escrito de queja debe bastarse a sí mismo y por ello los requisitos o recaudos formales para su
admisibilidad del art. 283, no siendo válidas las remisiones a otras piezas efectuadas en el expediente, las que, en su
caso, deben integrar la presentación.
Se mantiene el principio de prevención de la sala. Si no hubo remisión anterior al superior, la sala que entenderá
deberá ser sorteada.
La resolución de la cámara que merezca la queja puede presentar tres alternativas:
1) La concesión de la apelación y el requerimiento de los autos, en el supuesto de que ello no haya sido solicitado
previamente, para resolver dicha apelación.
2) La declaración de mal denegación del recurso de apelación que a su vez puede presentar las siguientes
situaciones:
• Si el expediente ya se encuentra en la cámara por requerimiento de ésta, el recurrente debe presentar el
memorial en el caso de apelación en relación o el expediente se pone en secretaría para la expresión de
agravios en el caso de recurso libre.
• Si el expediente aún no está en la cámara, y el efecto es en relación, remite las actuaciones a la primera
instancia para los fines del art. 246 y en el supuesto de libre, debe pedir el expediente para poder cumplir con
el procedimiento del art. 259.
3) La declaración de bien denegado el recurso de apelación la cual sella la suerte del recurso.

8.4. Recurso extraordinario


Su origen y reglamentación sustancial se encuentran en los arts. 14 a 16 de la ley 48 del 14/09/1863. Su
procedimiento, en los arts. 280 a 287 del CPCCN.
Procede en los supuestos de sentencias contrarias al derecho federal. No es pertinente, en principio, en
cuestiones de hecho, prueba y derecho procesal y común que son ajenas, en principio, al remedio federal. No
obstante lo anterior, se ha dado lugar al recurso extraordinario por descalificación "como acto jurisdiccional válido
la sentencia que declara la inconstitucionalidad de los arts. 21 y 22 de la ley 24.557 sin una mayoría de votos
concordantes con arreglo al art. 109 del Reglamento para la Justicia Nacional, pues existe un grave
quebrantamiento de las normas legales que determinan el modo en que deben emitirse las sentencias definitivas de
las cámaras nacionales de apelaciones, debiendo intervenir la Corte Suprema de Justicia de la Nación para
corregirla"(97) . En este caso se declaró la nulidad de la sentencia, ordenando el dictado de una nueva.
Según Carrió, los recursos extraordinarios pueden ser clasificados en comunes y excepcionales. Son comunes los
de inaplicabilidad de la ley (que por razones de limitación de espacio no comentamos) y el recurso extraordinario
federal propiamente dicho. Los recursos extraordinarios excepcionales por sentencia arbitraria, por gravedad
institucional o el per saltum .
- El acceso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación vía recurso extraordinario por sentencia arbitraria
(producto de la jurisprudencia) es restringido, siendo algunas de las causales para lograr un pronunciamiento
favorable con dicho recurso, la comisión de un exceso de rigor formal que lesiona garantías constitucionales;
omisión en las instancias anteriores de expedirse sobre la cuestión federal que fue planteada por el litigante en
forma y oportunidades correctas, etc.
- En cuanto al recurso extraordinario por gravedad institucional, nos remitimos al texto del art. 280 que
transcribimos:
"Art. 280: Llamamiento de autos. Rechazo del recurso extraordinario. Memoriales en el recurso ordinario. Cuando
la Corte Suprema conociere por recurso extraordinario, la recepción de la causa implicará el llamamiento de autos.
La Corte, según su sana discreción, y con la sola invocación de esta norma, podrá rechazar el recurso extraordinario,
por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de
trascendencia..."(98).
- Con referencia al per saltum , podemos decir que también nació pretorianamente, luego fue incorporado en el
art. 195 bis del CPCCN y más tarde, por el art. 7º de la Ley 25.587 de Emergencia Pública y Reforma del
Régimen Cambiario (99) fue derogado, y reincorporado como art. 257 bis, por la ley 26.790 publicado en el B.O. el
4/12/2012.
Retomando el recurso extraordinario propiamente dicho, el mismo puede ser concedido parcialmente. No es
procedente el recurso extraordinario contra la denegación del ordinario (el cual por limitaciones de espacio no
analizamos) por no ser una sentencia definitiva. Su tramitación en principio no suspende la tramitación del proceso.
La Corte puede:
• Desestimar in límine la queja por el instituto la primera parte del art. 280.
• Requerir la remisión del expediente.
• Admitir la queja sin expedirse sobre el fondo.
• Pronunciarse sobre el fondo pero no sobre la admisibilidad de la queja o decidir sobre ambas cuestiones.
El depósito debe concretarse en su totalidad (salvo actuación con beneficio de litigar sin gastos y demás
exenciones de la ley 23.898) en el mismo plazo que para interponer la queja, y el comprobante bancario debe ser
agregado con la queja.
Si la queja es admitida, el importe del depósito es devuelto lo cual no ocurre en el supuesto de desestimación,
desistimiento o caducidad de la instancia.
El recurso extraordinario y la queja por su denegación fueron reglamentados por la Corte Suprema de Justicia de
la Nación mediante Acordada 4/2007 del 16/03/2007 con una serie de reglas que transcribimos a continuación:
"Reglas para la interposición del recurso extraordinario federal:
1°. El recurso extraordinario federal deberá interponerse mediante un escrito de extensión no mayor a cuarenta
(40) páginas (100) de veintiséis (26) renglones, y con letra de tamaño claramente legible (no menor de 12).
Igual restricción será de aplicación para el escrito de contestación del traslado previsto en el art. 257 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación.
2°. Contendrá una carátula en hoja aparte en la cual deberán consignarse exclusivamente los siguientes datos:
a) el objeto de la presentación;
b) la enunciación precisa de la carátula del expediente;
c) el nombre de quien suscribe el escrito; si actúa en representación de terceros, el de sus representados, y el del
letrado patrocinante si lo hubiera;
d) el domicilio constituido por el presentante en la Capital Federal;(101)
e) la indicación del carácter en que interviene en el pleito el presentante o su representado (como actor,
demandado, tercero citado, etc.);
f) la individualización de la decisión contra la cual se interpone el recurso;
g) la mención del organismo, juez o tribunal que dictó la decisión recurrida, como así también de los que hayan
intervenido con anterioridad en el pleito;
h) la fecha de notificación de dicho pronunciamiento;
i) la mención clara y concisa de las cuestiones planteadas como de índole federal, con simple cita de las normas
involucradas en tales cuestiones y de los precedentes de la Corte sobre el tema, si los hubiere; como así
también la sintética indicación de cuál es la declaración sobre el punto debatido que el recurrente procura
obtener del Tribunal; no se considerará ninguna cuestión que no haya sido incluida aquí;
j) la cita de las normas legales que confieren jurisdicción a la Corte para intervenir en el caso.
3°. En las páginas siguientes deberá exponerse, en capítulos sucesivos y sin incurrir en reiteraciones innecesarias:
a) la demostración de que la decisión apelada proviene del superior tribunal de la causa y de que es definitiva o
equiparable a tal según la jurisprudencia de la Corte;
b) el relato claro y preciso de todas las circunstancias relevantes del caso que estén relacionadas con las
cuestiones que se invocan como de índole federal, con indicación del momento en el que se presentaron por
primera vez dichas cuestiones, de cuándo y cómo el recurrente introdujo el planteo respectivo y, en su caso, de
cómo lo mantuvo con posterioridad;
c) la demostración de que el pronunciamiento impugnado le ocasiona al recurrente un gravamen personal,
concreto, actual y no derivado de su propia actuación;
d) la refutación de todos y cada uno de los fundamentos independientes que den sustento a la decisión apelada
en relación con las cuestiones federales planteadas;
e) la demostración de que media una relación directa e inmediata entre las normas federales invocadas y lo
debatido y resuelto en el caso, y de que la decisión impugnada es contraria al derecho invocado por el apelante
con fundamento en aquéllas.
Reglas para la interposición de la queja por denegación del recurso extraordinario federal:
4°. El recurso de queja por denegación del recurso extraordinario federal deberá interponerse mediante un escrito
de extensión no mayor a diez (10) páginas de veintiséis (26) renglones, y con letra de tamaño claramente legible (no
menor de 12).
5°. Contendrá una carátula en hoja aparte en la cual deberán consignarse exclusivamente los datos previstos en
el art. 2°, incisos a, b, c, d (102) y e; y, además:
f) la mención del organismo, juez o tribunal que dictó la resolución denegatoria del recurso extraordinario federal,
como así también de los que hayan intervenido con anterioridad en el pleito;
g) la fecha de notificación de dicho pronunciamiento;
h) la aclaración de si se ha hecho uso de la ampliación del plazo prevista en el art. 158 del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación;
i) en su caso, la demostración de que el recurrente está exento de efectuar el depósito previsto en el  art.
286 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
6°. En las páginas siguientes el recurrente deberá refutar, en forma concreta y razonada, todos y cada uno de los
fundamentos independientes que den sustento a la resolución denegatoria.
El escrito tendrá esa única finalidad y no podrán introducirse en él cuestiones que no hayan sido planteadas en el
recurso extraordinario.
7°. El escrito de interposición de la queja deberá estar acompañado por copias simples, claramente legibles, de:
a) la decisión impugnada mediante el recurso extraordinario federal;
b) el escrito de interposición de este último recurso;
c) el escrito de contestación del traslado previsto en el art. 257 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación;
d) la resolución denegatoria del recurso extraordinario federal.
Con el agregado de las copias a que refiere este artículo no podrán suplirse los defectos de fundamentación en
que hubiera incurrido el apelante al interponer el recurso extraordinario.
Observaciones generales.
8°. El recurrente deberá efectuar una transcripción —dentro del texto del escrito o como anexo separado— de
todas las normas jurídicas citadas que no estén publicadas en el Boletín Oficial de la República Argentina, indicando,
además, su período de vigencia.
9°. Las citas de fallos de la Corte deberán ir acompañadas de la mención del tomo y la página de su publicación en
la colección oficial, salvo que aún no estuvieran publicados, en cuyo caso se indicará su fecha y la carátula del
expediente en el que fueron dictados.
10. La fundamentación del recurso extraordinario no podrá suplirse mediante la simple remisión a lo expuesto en
actuaciones anteriores, ni con una enunciación genérica y esquemática que no permita la cabal comprensión del
caso que fue sometido a consideración de los jueces de la causa.
11. En el caso de que el apelante no haya satisfecho alguno o algunos de los recaudos para la interposición del
recurso extraordinario federal y/o de la queja, o que lo haya hecho de modo deficiente, la Corte desestimará la
apelación mediante la sola mención de la norma reglamentaria pertinente, salvo que, según su sana discreción, el
incumplimiento no constituya un obstáculo insalvable para la admisibilidad de la pretensión recursiva.
Cuando la Corte desestime esas pretensiones por tal causa, las actuaciones respectivas se reputarán inoficiosas.
Del mismo modo deberán proceder los jueces o tribunales cuando denieguen la concesión de recursos
extraordinarios por no haber sido satisfechos los recaudos impuestos por esta reglamentación.
En caso de incumplimiento del recaudo de constituir domicilio en la Capital Federal se aplicará lo dispuesto por
el art. 257 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
12. El régimen establecido en este reglamento no será de aplicación a los recursos interpuestos in forma
pauperis"(103) .
A continuación, exponemos el modelo de la carátula referida en el art. 2º del citado reglamento.
RECURSO EXTRAORDINARIO FEDERAL
(Carátula artículo 2º del Reglamento)
Expediente
Nro. de causa: ......
Carátula: ........
Tribunales intervinientes
Tribunal de origen: Juzgado ...
Tribunal que dictó la resolución recurrida: Cámara Nacional de Apelaciones ................, Sala ....
Consigne otros tribunales intervinientes: .....
Datos del presentante
Apellido y nombre: .............
Tomo: ...folio: ....
Domicilio constituido: .................
Carácter del presentante
Representación: ..............
Apellido y nombre de los representados: .........
Letrados patrocinantes:
Apellido y nombre: .............
Tomo: ... folio: ......
Apellido y nombre: .....................
Tomo: ... folio: ...
Domicilio constituido: ...........
Decisión recurrida
Descripción: ....................
Fecha: ......
Ubicación en el expediente: ...............
Fecha de notificación: ..................
Objeto de la presentación
Norma que confiere jurisdicción a la Corte:arts. 14 a 16 de la Ley 48 ............
Oportunidad y mantenimiento de la cuestión federal:......
Cuestiones planteadas:
......................
Exponga qué decisión pretende de la Corte Suprema de Justicia de la Nación: ..................
Fecha: ........................
Firmas:......................................
Recuérdese que por Acordada 31/2011, quienes litiguen, por derecho propio o en representación, deben
constituir domicilio electrónico. Esta Acordada fue complementada con la 3/2012 que en suma establece que el
Sistema de Notificaciones por Medios Electrónicos reglamentado por Acordada 31/2011 será de aplicación
obligatoria para las causas en que se tramiten los escritos de interposición de queja por denegación de recurso
extraordinario resuelto por los tribunales del Poder Judicial de la Nación con asiento en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires a partir del 07/05/2012. También ordenó que el domicilio constituido a que se refiere el art. 5º de la
Acordada 4/2007 debe ser entendido como domicilio electrónico. Los recursos extraordinarios que se presenten
después de la feria de enero de 2013, también deben constituir domicilio electrónico.
Por último, la Acordada 38/2011 del 29/12/2011 dispuso que todas las presentaciones que se realicen ante la
Corte Suprema de Justicia de la Nación cumplan con el requisito de formato de hoja tamaño A4, incluso para las
quejas por denegación de recursos ante la misma Corte, complementando el texto de la Acordada 4/2007.

CAPÍTULO IV

LA ACTUACIÓN COMO PERITO CONTADOR EN LAS CONTROVERSIAS LABORALES

Elsa Beatriz Suarez Kimura

1. EL DICTAMEN PERICIAL EN EL FUERO LABORAL

1.1. Introducción
Consideramos que el tema del capítulo puede contar entre sus lectores con un importante porcentaje de noveles
profesionales o de quienes, habiéndose recibido anteriormente, se hayan dedicado a cualquiera de los otros
campos de su incumbencia profesional.
En ese convencimiento, la presentación de los temas ha sido encarada siguiendo la cronología de inquietudes
que se albergan al iniciar toda nueva tarea.
Cada uno de los pasos que aquí se desarrollen tratará de ser expuesto conceptualmente, con las referencias
legales y bibliográficas que lo fundamenten.
El tema de la pericial contable es abordado también en otros capítulos de este libro, por lo que se estima
conveniente poner énfasis, en el presente, en aquellas particularidades de la problemática relativa a las cuestiones
laborales en la medida en que las mismas puedan tener incidencia en la realización de la tarea; así será puesto de
manifiesto cuando sea pertinente.
No se realizan definiciones expresas en cuanto al glosario jurídico aplicable, puesto que el tema ya es tratado en
otros capítulos de esta obra.
Es de destacar que el perito debe conocer la relación de su tarea con la materia específica que contribuye a
dilucidar, en este caso, el campo de las relaciones laborales.
Nunca mejor expresado el carácter de auxiliar de la justicia que genera para el perito contador la obligación de
utilizar los conocimientos de su profesión para contribuir a la dilucidación de temas controvertidos en el área
judicial.
En materia laboral, deben correlacionarse las leyes, sus decretos reglamentarios y la jurisprudencia. Corresponde
esclarecer lo expuesto, reiterando que la aplicación e interpretación de las leyes es materia reservada para el juez;
lo que se destaca es que en aquellos claroscuros que tengan las leyes, en muchos casos deberá aplicarse la
jurisprudencia para poder contestar un punto de pericia.
Esto implica para el experto contable que se desempeña en el fuero la necesidad de una permanente
actualización, más allá de los conocimientos inherentes a su título de grado.
El experto no puede aducir el desconocimiento de los fallos plenarios aplicables a la cuestión en que interviene, y
se verá obligado a efectuar recálculos por vía de impugnaciones, en la medida en que no lo haya aplicado al
momento de presentar su informe.

1.2. Elementos particulares del fuero laboral que deben tenerse en consideración
El perito contador es llamado por el juez para expedirse sobre puntos de pericia que hacen a su materia. El marco
de su tarea está dado por lo previsto en el art. 91 de la ley 18.345 que dice:
"Prueba pericial. Art. 91, ley 18.345
Si la apreciación de los hechos controvertidos requiere conocimientos especiales en alguna ciencia, arte, industria
o actividad técnica especializada, se podrá proponer prueba de peritos, indicando los puntos sobre los cuales
habrán de expedirse. Los peritos serán nombrados de oficio en todos los casos y su número podrá variar de uno a
tres, a criterio del juez y de acuerdo con la índole o monto del asunto, circunstancias que también se tomarán en
cuenta para fijar el plazo dentro del cual deberán expedirse.
Únicamente en casos excepcionales los peritos podrán pedir y el juez ordenar que, con carácter previo, la o las
partes interesadas depositen la suma que se fije para gastos de las diligencias. Los peritos podrán ser recusados con
causa en el plazo de tres días posteriores a su designación".
En relación con el perito contador , puede afirmarse que la compulsa de los registros obligatorios y su respaldo
documental serán el punto de partida de la tarea a realizar.
Una vez superada esa etapa, revestirá importancia, para el profesional que actúa como perito de oficio, el
reconocimiento de la legislación aplicable al objeto del litigio.
Ello es así en todos los fueros, pero en el caso particular del que nos ocupa debe señalarse que la legislación ha
variado significativamente en las última décadas; y tal circunstancia no puede ser ignorada por el profesional en el
ejercicio de su cargo.
En la mayoría de los casos, los cuestionarios periciales incluyen un punto que se enuncia más o menos con el
siguiente tenor: "el experto deberá practicar liquidación conforme a derecho" o, en su defecto, "el experto
comprobará la corrección de los cálculos incluidos en el escrito de inicio".
Evidentemente, para lograr esos cometidos, deben conocerse los aspectos esenciales de la legislación vigente en
el período al que se refiere el litigio, pues las mismas pueden haberse modificado desde la ocurrencia del hecho
objeto del mismo.
Estas circunstancias son sólo algunas de las que hacen que el experto deba realizar un análisis especial del marco
temporal aplicable a la tarea que se le encomienda.
Aspectos particulares, como los citados, rodean la tarea del experto contable e influyen directamente sobre la
concreción de su cometido.
Escapa al objeto de este capítulo el análisis pormenorizado de las variaciones operadas en el conjunto de leyes
laborales; la situación ha sido expuesta para marcar la magnitud del tema y aconsejar se le preste la debida
atención.

1.3. Aspectos formales


Entre los aspectos formales que caracterizan el informe contable en el ámbito judicial deben señalarse:
a) Surge de las acordadas Nro. 35/11 y Nro. 38/11 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que los escritos
judiciales deberán ser presentados en papel formato A4. La primera de ellas implanta un sistema de gestión
ambiental en el ámbito de la Corte y la segunda, estipula el nuevo tamaño que se aceptará para las
presentaciones judiciales.
Paulatinamente se está consumiendo el papel oficio acumulado, por lo que pudiera preverse que el criterio
ambiental que lo sustenta estará vigente en un futuro muy próximo en todos los fueros.
El perito debe tomar en consideración que el texto del informe debe encuadrarse dentro del marginado
establecido para que los escritos puedan ser adecuadamente agregados al expediente judicial.

La diagramación no es arbitraria, puesto que la amplitud del margen está relacionada con la posibilidad de ir
incorporando sucesivamente las fojas al expediente, sujetándolas con ganchos, de forma tal de mantenerlas
ordenadas y foliadas. Cada cuerpo del expediente consta de 200 fojas.
b)Tinta indeleble
Los escritos judiciales deben presentarse en tinta negra indeleble que permita su lectura.
Al respecto, es interesante señalar que la C.S.J.N. emitió una acordada específica reiterando tal obligación puesto
que, al generalizarse la utilización de los procesadores de texto por computación para la confección de los escritos,
si se trabajaba con una baja resolución de impresión, en algunos casos la lectura se tornaba dificultosa.
c) Estructura de los escritos
En el ámbito judicial, en general, debe seguirse una estructura de presentación que sintetizamos a continuación.
Todo escrito consta de las siguientes partes:
— Título.
— Identificación del presentante.
— Cuerpo del escrito.
— Cierre del escrito.
— Firma del profesional.
Señala el objeto del escrito que se presenta. Permite agilizar el trámite del expediente y
orientar al funcionario interviniente acerca del objeto de la presentación. En el caso de los
Título peritos pueden citarse:
"Perito contador solicita expediente"
"Perito contador solicita anticipo de gastos" "Perito contador manifiesta"
Nombre y apellido.
Título profesional.
Domicilio constituido.
Carácter en el que se presenta (en este casoperito contador de oficio).
Identificación Identificación de los autos. Nº de expediente.
clara del Un ejemplo del párrafo quedaría así compuesto:
profesional ".....................................................................Señor Juez:
Ana MORA, Contadora Pública, con el domicilio constituido en Nazca 1050 - Capital Federal,
designada de oficio perito contadora en el expediente caratulado: "Romaniello, Daniel c. El
Puma S.A. s/despido", a VS. se presenta y respetuosamente expone:
....................................................................."
Debe contener las siguientes partes:
Planteo
Cuerpo del escrito
Desarrollo
Petitorio expreso de lo que se solicite
Cierre del escrito Todos los escritos judiciales terminan con la fórmula"será justicia"o"por ser justicia".
Debe incluirse firma del profesional con identificación clara de su nombre y apellido, título y
Firma
universidad que expidió su título.

1.4. Aspectos de fondo


Están relacionados con la razón de ser de la pericial contable como medio de prueba.
La prueba pericial está prevista en la ley de procedimiento laboral en el art. 91, en la medida en que los hechos
controvertidos requieran conocimientos especiales "en alguna ciencia, arte, industria o actividad técnica
especializada...".
Propuesta la prueba pericial por las partes, deberán indicarse los puntos sobre los cuales deberá expedirse el
contador.
Se encuentra previsto que los peritos serán designados de oficio en todos los casos y que su número podrá variar
de uno a tres, a criterio del juez y de acuerdo con la índole o monto del asunto.
La designación de oficio recaerá sobre los integrantes del registro de peritos, cuya existencia establece el art.
17 de la ley 18.345 de procedimiento laboral, que prevé la existencia de ese registro. La Cámara de Apelaciones
llevará el mismo y tendrá la función de establecer las condiciones y requisitos que deberán reunir quienes se
inscriban en aquél, así como las normas para su designación.
En síntesis, tendremos los siguientes elementos relacionados con la actuación del perito contador en una causa
laboral:
— Existencia de una cuestión específica de su materia sometida a debate vinculado al objeto del expediente.
— Una incumbencia que le aporta un bagaje de fundamentos técnico-profesionales, que le permitirán contribuir
a la dilucidación de la causa, a partir de la emisión de juicios técnicos.
En definitiva, basándose en las conclusiones que surgen de la pericial contable, el juez dispondrá de elementos
que lo ayudarán en la tarea de esclarecer alguna cuestión controvertida en el expediente.
Por ello, resulta conveniente puntualizar que la claridad en la exposición de los fundamentos que avalan las
conclusiones a que arribe el profesional aportarán mayor validez a su trabajo que un desarrollo demasiado amplio
que pueda llegar a dificultar la comprensión de quienes intervienen en las actuaciones y no son especialistas en la
materia contable.
1.5. Inscripción en el registro de peritos
Para poder actuar como perito contador en el fuero laboral en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
es menester inscribirse en el registro respectivo habilitado por la cámara de la jurisdicción, de cuya existencia se
hiciera mención previamente.
En general, todos los años se abre el registro de peritos en un período determinado, en el que se debe concurrir
con la documentación establecida en cada caso.
Desde hace aproximadamente dos décadas, en virtud de un acuerdo entre el Consejo Profesional de Ciencias
Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (ex CPCECF) y la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo
de la jurisdicción, las inscripciones vienen siendo realizadas por la Cámara en la sede del organismo profesional. Con
anterioridad, las inscripciones se recibían en la oficina de peritos de la Cámara, a la que siguen concurriendo los
profesionales de otras especialidades que desean desempeñarse como peritos y no están encuadrados en acuerdos
de índole similar.
Los requisitos a satisfacer por los profesionales de ciencias económicas en el ámbito de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires Federal son los siguientes:
— Debe acreditarse que se encuentra activa la matrícula, trámite que se torna inmediato al disponer el Consejo
de los respectivos registros.
— No encontrarse inhabilitado para el ejercicio de la profesión por sanción vigente aplicada por el Honorable
Tribunal de Ética.
— Constituir domicilio en la jurisdicción.
— Presentar la estampilla de $ 50.- correspondiente al arancel dispuesto por la Acordada 29/95 de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación. El arancel es único para un mismo año, independientemente de que el perito
se inscriba en más de un fuero como Perito en alguna de las profesiones en Ciencias Económicas. Este trámite
es personal y se realiza en la sede del Consejo Profesional, según las estipulaciones publicadas en cada año.
Si el postulante poseyese más de una matrícula profesional, podrá inscribirse en el registro correspondiente a
cada una de ellas.
El acto de inscripción para integrar la lista de peritos implica, para el profesional, la obligación de efectuar la
tarea para la que sea designado. Sólo puede dejar de hacerlo de ese modo con una causal debidamente justificada y
acreditada ante el juez.
Con las inscripciones recibidas se elabora un listado de peritos por especialidad, distribuyéndolos entre todos los
juzgados del fuero en forma proporcional.
En febrero de cada año el perito es asignado a un juzgado, generalmente distinto del que le correspondió el año
anterior, según criterios variables de asignación de las listas completas.

1.6. Designación y notificación


Con el inicio del año judicial en el mes de febrero, cada juzgado comienza a trabajar con la lista de peritos que le
fuera remitida para el período.
Sobre la base de la misma se realiza la asignación de cargos por sorteo. Cada perito es retirado de la lista una vez
que ha sido designado, hasta que el resto de los profesionales haya obtenido un cargo.
La designación en un determinado expediente se pone en conocimiento del experto mediantecédula
judicial.Generalmente, se consignará el plazo dentro del cual debe proceder a la aceptación del cargo.
El incumplimiento del término que el juez ha fijado puede traer aparejada a remoción del perito. En tales
supuestos, el Juzgado procederá a comunicarlo a la Oficina de Peritos de la Cámara, la que en caso de reiteración
puede efectuar la denuncia respectiva ante el consejo profesional de la jurisdicción.

1.7. Recusaciones y excusaciones


Los peritos pueden ser recusados con causa en el plazo de tres días posteriores a su designación. El  art. 26 de
la ley 18.345 establece que la recusación no podrá hacerse sin causa.
Las causales de recusación de los peritos son las mismas que las que alcanzan a los magistrados y se encuentran
expresamente incluidas en el art. 17 del Código Procesal Civil y Comercial:
1. El parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado y segundo de afinidad con alguna de las partes, sus
mandatarios o letrados.
2. Tener él o sus consanguíneos o afines, dentro del grado expresado anteriormente, interés en el pleito o en
otro semejante, o sociedad o comunidad con alguno de los litigantes, procuradores o abogados, salvo que la
sociedad fuese anónima.
3. Tener un pleito pendiente con el recusante.
4. Ser el perito acreedor, deudor o fiador de alguna de las partes, con excepción de los bancos oficiales.
5. Haber recibido beneficios de importancia de alguna de las partes.
6. Tener amistad con alguno de los litigantes, que se manifieste por gran familiaridad o frecuencia en el trato.
7. Tener contra el recusante enemistad, odio o resentimiento que se manifieste por hechos conocidos.
Asimismo, si el perito se encontrase incurso en alguna de las situaciones reseñadas deberá excusarse. El código
estipula expresamente que no será nunca motivo de excusación el parentesco con otros funcionarios que
intervengan en cumplimiento de sus deberes.
Resulta conveniente recordar lo establecido en el Código Civil respecto del parentesco y su forma de cómputo,
por lo que se transcriben a continuación los artículos aplicables:
"Título VI.Artículos pertinentes alparentescoysus grados
Art. 345— El parentesco es el vínculo subsistente entre todos los individuos de los dos sexos, que descienden de
un mismo tronco.
Art. 346— La proximidad de parentesco se establece por líneas y grados.
Art. 347— Se llama grado el vínculo entre dos individuos, formado por la generación; se llama línea la serie no
interrumpida de grados.
Art. 348— Se llama tronco el grado de donde parten dos o más líneas, las cuales por relación a su origen se
llaman ramas.
Art. 349— Hay tres líneas: la línea descendente, la línea ascendente y la línea colateral.
Art. 350— Se llama línea descendente a la serie de grados o generaciones que unen el tronco común con sus
hijos, nietos y demás descendientes.
Art. 351— Se llama línea ascendente a la serie de grados o generaciones que ligan al tronco con su padre, abuelo
y otros ascendientes.
Capítulo I.Del parentesco por consanguinidad
Art.352— En la línea ascendente y descendente hay tantos grados como generaciones. Así, en la línea
descendente el hijo está en el primer grado, el nieto, en el segundo, el bisnieto en el tercero, y así los demás. En la
línea ascendente, el padre está en el primer grado, el abuelo, en el segundo, el bisabuelo, en el tercero, etc.
(cuantas son las personas quitada una, tantos son los grados entre ellas).
Art. 353— En la línea colateral los grados se cuentan igualmente por generaciones, remontando desde la persona
cuyo parentesco se quiere comprobar hasta el autor común; y desde éste hasta el otro pariente.
Así, dos hermanos están en el segundo grado, el tío y elsobrino en el tercero, los primos hermanos en el cuarto,
los hijos de primos hermanos en el sexto, y los nietos de primos hermanos en el octavo, y así en adelante.
Art. 354— La primera línea colateral parte de los ascendientes en el primer grado, es decir, del padre y madre de
la persona de que se trate, y comprende a sus hermanos y hermanas, y a su posteridad.
Art. 355— La segunda parte de los ascendientes en segundo grado, es decir de los abuelos y abuelas de la
persona de que se trate, y comprende al tío, al primo hermano, y así a los demás.
Art. 356— La tercera línea colateral parte de los ascendientes en tercer grado, es decir, de los bisabuelos y
bisabuelas, y comprende sus descendientes. De la misma manera se procede para establecer las otras líneas
colaterales, partiendo de los ascendientes más remotos.
Capítulo II.Del parentesco por afinidad
Art. 363— La proximidad del parentesco por afinidad se cuenta por el número de grados en que cada uno de los
cónyuges estuviese con sus parientes por consanguinidad. En la línea recta, sea descendente o ascendente, el yerno
o nuera están recíprocamente con el suegro o suegra, en el mismo grado que el hijo o hija, respecto del padre o
madre, y así en adelante.
En la línea colateral, los cuñados o cuñadas entre sí están en el mismo grado que entre sí están los hermanos o
hermanas. Si hubo un precedente matrimonio, el padrastro o madrastra en relación a los entenados o entenadas,
están recíprocamente en el mismo grado en que el suegro o suegra en relación al yerno o nuera. (En el parentesco
por afinidad, no hay grados porque no hay generaciones. La computación se hace por analogía suponiéndose que
los dos cónyuges forman una sola persona.)
Art. 364— El parentesco por afinidad no induce parentesco alguno para los parientes consanguíneos de uno de
los cónyuges en relación a los parientes consanguíneos del otro cónyuge".
En el Manual de auditoría(1) se incluye el esquema siguiente que permite identificar los grados en el árbol
genealógico tal como fueran enunciados:

2. LA PLANIFICACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE LA TAREA DEL PERITAJE EN EL FUERO LABORAL

2.1. Aceptación del cargo y observancia de los plazos procesales


Una vez notificado de su designación, el profesional deberá concurrir a la mesa de entradas del juzgado o tribunal
con el fin de aceptar el cargo para el que fuera nombrado.
En dicho lugar le será solicitada la exhibición de la respectiva credencial, a efectos de verificar su condición
profesional y completar los datos necesarios requeridos por los juzgados.
Un proveído típico de aceptación de cargo contiene los siguientes datos:
"En la ciudad de Buenos Aires a los .............. días del mes de ............. de 201.., se constituyó don/ña .............,
quien acreditó su identidad con el documento número .......... y procedió a aceptar el cargo de .............
Conste."
Una vez completa la fórmula precedente, deberán firmar al pie el profesional y el funcionario designado al efecto
por el juzgado.
Si al presentarse a aceptar el cargo, el expediente no se encontrase en el casillero para su consulta, el experto
debería dejar constancia en el libro de notas del juzgado. En algunos tribunales no permiten que el perito deje tal
constancia, con el argumento de que no se procederá a su remoción por vencimiento del plazo acordado para la
aceptación sin que sea previamente intimado. Esta aseveración no tiene fundamento en términos procesales, por lo
que sería conveniente que el experto, ante la imposibilidad de dejar la nota en el libro de asistencia del juzgado,
presente un escrito poniendo de manifiesto que el expediente no se encuentra en letra y le ha sido imposible
acceder a él.
El derecho a la constancia no le puede ser negado al experto, pero no debe ignorarse que pueden darse
situaciones como la descripta en el párrafo anterior.

2.2. Recopilación de datos y estudio del expediente


El experto deberá recopilar todos los datos necesarios para llevar a cabo su tarea.
Al aceptar el cargo, el profesional necesita extraer la siguiente información como mínimo:
•Fecha del objeto de autos
El objeto del juicio puede encontrarse dentro de un rango tan variado en el marco de las relaciones laborales que
hace que resulte fundamental la fecha, porque en función de ella será distinta la legislación aplicable.
•Domicilio real de la empresa
Debe marcarse la diferencia entre el domicilio real y el constituido por las partes. En general, las empresas
constituirán domicilio en el de su letrado patrocinante, en cuyo caso no debe obviarse este dato, puesto que si
el experto contable se dirige erróneamente al segundo no podrá acceder a la documentación a compulsar, que
es el objeto mismo de la tarea que debe realizar.
•Existencia de documentación agregada al expediente
Debe tenerse en cuenta la documentación relacionada con la pericial contable que se encuentre agregada al
expediente.
Merece un párrafo aparte el hecho de que en las causas judiciales se hayan aportado elementos que se
encuentren reservados en la caja fuerte del juzgado y que debería utilizar el experto para cumplimentar su tarea.
Nos estamos refiriendo a la documentación que las partes aportan para otro tipo de prueba, distinto del de la
pericial contable, para sustentar la posición defendida en las actuaciones; en lugar de conservarla en su domicilio, la
depositan en el juzgado y solicitan su reserva.
Alternativamente, puede ser que la envergadura de las cuestiones incluidas en los cuestionarios periciales
justifiquen solicitar en préstamo el expediente. En algunos juzgados esto es factible, puesto que en el mismo
proveído de designación se le manifiesta al experto la posibilidad de retirar las actuaciones.
Si así no fuera, deberá presentarse una nota especificando las razones de la requisitoria, así como el tiempo que
se estima que demandará el estudio del expediente. El experto deberá concurrir a la mesa de entradas del tribunal
para notificarse de lo resuelto por el juez en relación con su petición.
Hay casos en que los juzgados no tienen previsto el retiro de expedientes por los peritos intervinientes, fijando
horarios y condiciones para la extracción de fotocopias de las piezas que revisten interés para el profesional.
Toda esta tarea de extracción de datos hará posible cumplir satisfactoriamente la labor encomendada por vía de
los cuestionarios periciales.
Es una actividad previa fundamental, puesto que, entre otras cosas, el objeto del expediente puede estar referido
a fechas distintas de aquellas en que se ha aceptado el cargo; se reitera la importancia que tiene la determinación
de la fecha de la relación laboral a efectos del ejercicio de la tarea del perito contador.
Cubiertas estas etapas de análisis de datos necesarios y del objeto de los autos , el perito deberá constituirse en
el domicilio de la demandada, entrevistando al representante de aquélla, al que requerirá la documentación y
registraciones necesarias que deberán someterse a compulsa conforme surge del cargo que le ha sido conferido al
experto y el contenido de los cuestionarios periciales.
En general, el departamento de personal es el que guiará al experto para indicarle dónde podrá acceder a la
documentación que le es necesaria.
Ello no necesariamente será así, puesto que puede ocurrir que la demandada haya cambiado su domicilio real, en
cuyo caso habría que trasladarse hasta el domicilio constituido para tomar contacto con el representante letrado de
la demandada.
Sería conveniente, en una u otra alternativa, dejar una notificación escrita de la documentación requerida, para
que, en caso de que la misma no fuera suministrada, pueda acreditarse ante el juzgado que ha sido solicitada y no
exhibida por la parte.
Esto reviste importancia porque la función del perito contador es aportar, desde su especialidad, los elementos
que faciliten al conductor de la causa, el juez, tomar las decisiones con el mayor número de elementos posible. Si
las acciones tendientes a ello no fueran cumplidas eficientemente podría pensarse en una negligencia en el ejercicio
del cargo.
En conclusión, el experto contador debe revisar el expediente, poniendo especial atención en el escrito de
demanda, el de contestación de demanda, los escritos que incluyen los ofrecimientos de prueba y la eventual
existencia de documentación reservada relacionada con su tarea.
El análisis del expediente debe ser lo más completo posible, porque esto evitará tener que concurrir en sucesivas
oportunidades para clarificar aspectos que podrían haber sido tomados en el primer contacto con el expediente, ya
sea que se lo haya pedido en préstamo o mediante la captación de los datos necesarios.
Como en cualquier otra área profesional, la planificación de los pasos a seguir y su celoso cumplimiento harán
más eficiente la tarea.
2.3. Elaboración del informe
El perito contador se encontrará con que la respuesta de los cuestionarios periciales lo pondrá muchas veces en
situación de estar aportando elementos que deberían haber sido incluidos en el proceso a través de la  prueba
informativa o de la prueba documental.
Lo cierto es que, llegada esta instancia del proceso, en que se produce la designación del perito contador, los
cuestionarios periciales han dejado de ser un patrimonio de las partes para convertirse en cuestiones que Su
Señoría (S.S.) ha hecho suyas y ha encomendado al experto su dilucidación, por lo que debe cumplimentarse con lo
solicitado en los mismos.
Como consecuencia de ello, puede ocurrir que el profesional se encuentre con situaciones en las que se le solicite
una mera transcripción de datos, sin que vea comprometido ningún fundamento de su especialidad para su
cumplimiento.
A partir de las consideraciones vertidas en relación con los cuestionarios periciales, agrupar las preguntas que
generalmente se incluyen permitirá señalar aspectos particulares relacionados con cada una de aquéllas.
"a) Si los registros comerciales y laborales son llevados en legal forma".
El primer punto sobre el que generalmente deberá expedirse el perito contador estará relacionado con los
registros contables y laborales, y la forma en que los misinos son llevados.
En relación con la manera en que deben ser llevados los registros contables legales, el tema es tratado en detalle
por diversos autores, por lo que, para una mayor profundización, se remite a aquellas obras que abordan el tema
desde los aspectos que revisten interés particular para el contador público (2) .
El aspecto de las registraciones en el ámbito laboral, por su parte, constituye el pivote de la tarea del perito en el
fuero que aquí se estudia, por lo que a continuación se analizan las principales normas al respecto.
El régimen de rúbrica ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social prevé que el empleador cumpla con los
requisitos incluidos en la Ley de Contrato de Trabajo. Los arts. 52, 53 y 54 en ella contenidos establecen los
siguientes requisitos respecto de los registros laborales:
1. Los empleadores están obligados a llevar un libro especial, registrado y rubricado, que debe ser confeccionado
de acuerdo con las exigencias previstas para los libros principales de comercio.
2. En el citado registro deben consignarse los datos que permitan individualizar al empleador y al trabajador. En
relación con este último se prevé que figuren, además de su nombre y apellido, su estado civil, fecha de
ingreso y egreso, remuneraciones asignadas y percibidas, individualización de personas que generen derecho a
la percepción de asignaciones familiares,demás datos que permitan una exacta evaluación de las obligaciones
a su cargo y otros que adicionalmente establezca la reglamentación.
El registro a que se hace referencia puede ser llevado en sistemas digitalizados que deben ser aprobados
previamente por la autoridad de aplicación. En cada jurisdicción es ejercida por el ministerio de trabajo local. En el
ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, depende de la Subsecretaría de Trabajo. En las Jurisdicciones
provinciales ejercen este control los ministerios de trabajo locales.
Cabe mencionar que puede solicitarse la rúbrica de los registros laborales en formato manual, hojas móviles,
microfilmación y que los requisitos para cada una de dichas alternativas están expresamente consignadas en la
normativa vigente. Es conveniente que el perito las revise antes de concurrir a la compulsa para verificar que todos
los aspectos formales hayan sido debidamente cumplidos.
Cuando el ente haya ejercido la opción de llevar el registro en Hojas móviles , la rúbrica de las mismas debe ser
realizada con anterioridad a su uso mediante la perforación de las mismas, debiendo hacerse la presentación ante
el departamento de rúbrica. La empresa deberá encuadernar las mismas para su conservación y guarda, en un
período que no exceda el de tres meses o 500 hojas, debiendo pegar en la última un informe del contador público
independiente, dando cuenta de que lo listados autorizados se corresponden con los habilitados por el ente de
contralor.
Cuando el perito se constituye en el domicilio del empleador puede encontrarse con que el mismo haya ejercido
la opción de proceder a la Centralización de Rúbrica de Documentación Laboral, en los términos de la Resolución Nº
168 de la Secretaría de Trabajo de la Nación - Buenos Aires, 26 de agosto de 2002. De conformidad con la misma,
aquellos empleadores que desarrollasen actividades en más de una jurisdicción, pueden hacerlo si se trata de
sociedades, asociaciones o entidades regularmente constituidas: en el domicilio legal de la empresa o donde ésta
tenga el asiento principal de sus negocios o la sede de su administración, siempre que en dicha jurisdicción preste
efectivo servicio al menos el 20% del personal de la empresa al momento de solicitarse la centralización de la
rúbrica. Cuando se trata de sociedades irregulares o personas físicas podrán centralizar la rúbrica de la
documentación laboral en el asiento principal de sus negocios.
En el lugar de trabajo debe mantenerse una copia autenticada del trámite que autoriza la centralización de los
registros laborales.
Al unificarse el control de las obligaciones relacionadas con el empleo, se dictó una disposición específica que
establece la obligatoriedad de integrar en el registro del art. 52,LCT (Ley de Contrato de Trabajo), los datos
relacionados con las cargas familiares que generan el derecho a la percepción de las asignaciones.
Si bien se remite en forma genérica a la obligación de cumplimiento de las normas en lo que hace a la manera en
que deben ser llevados los registros laborales, se establece una serie de prohibiciones expresas en el caso
particular. Se encuentran entre ellas:
1. Alterar los registros correspondientes a cada persona empleada.
2. Dejar blancos o espacios.
3. Hacer interlineaciones, raspaduras o enmiendas, que deberán ser salvadas en el cuadro o espacio respectivo,
con firma del trabajador a que se refiere el asiento y control de la autoridad administrativa.
4. Tachar anotaciones, suprimir fojas o alterar su foliatura o registro. Tratándose de registro de hojas móviles, su
habilitación se hará por la autoridad administrativa; cada conjunto de hojas debe estar precedido, por una
constancia extendida por dicha autoridad, de la que resulte su número y fecha de habilitación.
Asimismo, el perito deberá expedirse sobre la correlación de los registros con la documentación que la respalde:
recibos de sueldos, tarjetas-reloj o medios alternativos de control de ausentismo.
Estos requisitos deben ser, al menos, enunciados en el presente trabajo en la medida en que el apartamiento de
lo normado implicaría un incumplimiento que quedará expuesto sólo cuando el perito lo ponga de manifiesto al
detallar el resultado la compulsa.
El juez no "ve" los libros, ésa es una función para la que solicita la participación expresa del especialista en el
tema: el perito contador .
La validez probatoria de los registros laborales en juicio estará sujeta al mérito que a los jueces intervinientes les
merezcan las omisiones de cumplimiento de los requisitos formales incluidos en el art. 52 de la LCT, en
concordancia con las particularidades de la causa.
Según el art. 55 de la Ley de Contrato de Trabajo, será tenida como presunción a favor de las afirmaciones del
trabajador la falta de exhibición a requerimiento judicial o administrativo del libro, registro, planilla u otros
elementos de contralor, previstos por los arts. 52 y 54 de la referida norma.
Al analizar pormenorizadamente estos aspectos, puede aseverarse que constituyen materia específica de su
profesión, obligando al experto contable a poner énfasis en el control del cumplimiento de las formalidades
expresamente incluidas en el texto legal, puesto que su apartamiento debe ser evaluado por el juzgador al
momento de dictar sentencia.
"b) Se solicita el análisis de los aportes previsionales y cargas sociales del período en que se desempeñó el
trabajador".
Hay relativo consenso entre quienes se desempeñan como auxiliares de la justicia en que el análisis integral de
los aportes previsionales y cargas sociales de la demandada excede el marco de una pericial contable para obtener
conclusiones en relación con un único actor. Sin embargo, el punto es incluido reiteradamente entre los
requerimientos de la prueba pericial contable.
De acuerdo con lo normado en el art. 80LCT, esta petición apunta a poder aducir la existencia de injuria laboral
ante la falta de pago de obligaciones previsionales y sindicales.
Coincido en la apreciación de quienes sostienen que su estricto cumplimiento implicaría realizar una  auditoría
integral del ítem. Por lo tanto, debe ponerse en conocimiento del juez de la causa el número de horas de auxiliares
que se harían necesarias para efectivizar aquel objetivo, solicitando la autorización expresa del gasto en forma
independiente de la regulación de honorarios que posteriormente le correspondan al experto.
"c) Practique liquidación en el caso de prosperar íntegramente la demanda".
En ocasiones, aun sin haber detectado e informado anormalidades en la documentación y registros compulsados,
el perito puede encontrar conveniente presentar dos liquidaciones alternativas.
— Una que contemple los supuestos en caso de prosperar íntegramente la demanda, aplicando aquellos
considerados en forma expresa por el accionante en el escrito de demanda.
— Otra que surja de la aplicación taxativa de la legislación vinculada al objeto del juicio, contemplando los
elementos que surgen de las compulsas de registros y documentación efectuadas al concretar la tarea.
Es fundamental recordar en todo momento que el perito contador ha sido llamado para aplicar sus
conocimientos contables de forma tal que enriquezcan los elementos de juicio que debe tener a su alcance el juez
del proceso para poder emitir su veredicto.
La discordancia entre la liquidación practicada en el escrito de demanda y la realizada por el experto puede
deberse a errores numéricos o conceptuales, que tienen que ser correctamente reformulados por aquél en el
ejercicio de su tarea.
"d) Toda otra cuestión".
Muchos cuestionarios periciales incluyen un último punto que dice "informe el perito sobre toda otra cuestión
relacionada...".
El experto no debe incurrir en abuso de dictamen incorporando cuestiones que no le han sido sometidas, ni tiene
dentro de sus facultades la interpretación de las leyes, que la Constitución Nacional reserva al juzgador, por lo que
debería ser muy prudente al evaluar lo solicitado por esta vía.
La prudencia aludida no implica olvidar su carácter de profesional auxiliar de la justicia, que le confiere la
atribución de relacionar datos incluidos en su informe, que en su conjunto configuren una situación que debe ser
particularmente analizada al momento de arribar a la conclusión del proceso; ése es el tipo de respuesta que podría
satisfacer un punto de este estilo.

2.4. Presentación del informe. Notificación a las partes


El informe pericial debe ser presentado en la mesa de entradas del juzgado con tantas copias como partes sean
las intervinientes.
Las partes en un juicio laboral son generalmente la actora y la demandada. Aunque los actores sean varios, como
en el caso de los juicios laborales por diferencias salariales contra empresas del Estado, en la medida en que hayan
unificado su representación, debe entregarse una sola copia para todos ellos.
La parte demandada puede ser más de una si es que se ha litigado contra dos empleadores solidariamente
responsables, conforme lo previsto en algunos artículos de la Ley de Contrato de Trabajo.
Son ejemplos de estas circunstancias:
a) Las transferencias del fondo de comercio con asunción de las responsabilidades laborales por el adquirente del
mismo. Si éste no cumple con la obligación, el trabajador puede accionar contra el vendedor del fondo de
comercio que fue su empleador original por el plazo en que se desempeñó en relación de dependencia con
aquél.
b) La contratación de personal a través de una empresa de servicios eventuales, que transforma en solidaria a la
empresa beneficiaria del servicio prestado en caso de incumplimiento por parte de la agencia de
contrataciones eventuales.
Asimismo, puede darse la existencia de una tercera citada en garantía, como es el caso de las compañías de
seguros en las demandas por infortunios laborales sujetos a cobertura de las leyes de accidentes, lo que hace
necesario acompañar una copia del informe para las mismas.
El informe pericial debe ser notificado por el juzgado a las partes por un término de tres días. El citado plazo
puede ser extendido por el juez si es que considera que la complejidad o extensión del dictamen así lo justifican.
Dicha vista es conferida para que los interesados tomen conocimiento de las conclusiones vertidas por el experto
y soliciten las aclaraciones que consideren necesarias.

2.5. Impugnaciones, aclaraciones y observaciones a la pericia contable, e inclusión de nuevos puntos de pericia
Presentado el dictamen, y en la medida en que el informe pericial contable constituirá un elemento que deberá
jugar un papel quizá preponderante en la etapa de alegar, las partes pueden solicitar las aclaraciones, tal como se
manifestó al concluir el punto anterior.
Las aclaraciones pueden referirse a cuestiones relacionadas con fundamentos no expuestos de las conclusiones a
que se ha arribado en el informe.
También puede darse que, por vía del pedido de aclaraciones, se esté requiriendo un mayor detalle sobre las
características de la documentación y registros que se han compulsado.
Las impugnaciones son interpuestas por las partes porque no comparten las conclusiones a que arriba el experto
y solicitan un replanteo, o bien porque cuestionan la fuente documental sobre la base de la cual se arribó a
aquéllas.
Las observaciones son muchas veces interpuestas por las partes en esta etapa del proceso con el propósito de
poner de manifiesto los elementos que la prueba pericial ha aportado en favor de su postura en la causa, lo que
constituye en la práctica un adelanto del alegato.
El experto se encontrará con que recibe una cédula corriéndole traslado de una presentación de este tipo
titulada impugna pericia contable, que contiene manifestaciones de un tenor como el siguiente:
"Impugno el registro contable identificado por el Perito Contador en el punto c) de su informe...'
En realidad, las manifestaciones del tipo de las citadas en este apartado relacionado con "observaciones" sobre
los elementos sometidos a compulsa deberían haber sido interpuestas en la etapa de alegar y no al corrérsele vista
de las conclusiones de las pruebas periciales.
En razón de lo expuesto, puede ocurrir que el perito no tenga que clarificar o explicar ninguna cuestión, puesto
que no han sido "observados" los fundamentos técnico-científicos que avalan las respuestas dadas a los
cuestionarios periciales.
Un último aspecto que debe considerarse es el de la inclusión de nuevos puntos de pericia. No debería
permitirse que por vía de un escrito titulado impugnación se intenten incluir nuevos puntos de pericia no
contenidos en los cuestionarios periciales originalmente encomendados al perito contador.
Tal circunstancia debe ser expresamente puesta en conocimiento del juez al contestar el traslado respectivo,
señalando claramente cuál es la cuestión que se considera nueva.
Si el juez estima procedente la inclusión de la cuestión en esta etapa, notificará al experto la respectiva resolución,
requiriéndole satisfaga el punto. En caso contrario, desestimará la pretensión de la parte o diferirá la resolución
sobre el particular para una instancia posterior.

2.6. Seguimiento del trámite


Se dedica un apartado especial a esta cuestión, puesto que el seguimiento correcto del expediente permitirá que
quien se dedique a la tarea de perito contador pueda ver satisfecho el ciclo de prestación de un servicio profesional
y recepción de la retribución correspondiente.
Lo señalado tiene relación con una cuestión ampliamente repetida en el ejercicio de esta especialidad, puesto
que al extenderse los procesos por largos períodos, muchos peritos contadores abandonan el expediente
una vez presentado su informe y, por ende, pierden la consiguiente contraprestación pecuniaria por la labor
realizada.
Una vez concluida la etapa de prueba en que el perito contador se incorpora al trámite, se suceden las siguientes
etapas procesales:
Etapas procesales Intervención de los peritos
No hay intervención de los peritos.
Alegato Las partes ilustran al juzgador sobre los elementos que las pruebas ofrecidas han
acercado para avalar su posición en el litigio.
Una vez concluida la etapa de alegar, se está en condiciones para que se dicte sentencia y
Autos para sentencia
el expediente pasa a una etapa de estudio.
El perito es notificado del pronunciamiento por cuanto en el fuero laboral la regulación de
Se dicta sentencia
honorarios se incluye en el texto de la sentencia.
En los seis días siguientes a la notificación de la sentencia, las partes o peritos pueden
En término de sentencia
interponer los recursos previstos en el C.P.C.C.N.
Si se hubiesen interpuesto recursos de apelación en el término de sentencia y éstos
Pase de autos a cámara fueran concedidos por el juez de primera instancia, el expediente se remite a la Cámara
de Apelaciones.
Para dictar sentencia de Cuando el expediente llega a la mesa de entradas de la cámara, se sortea la sala que va a
segunda instancia intervenir y el expediente pasa a estudio para sentencia de segunda instancia.
El perito es notificado de la misma. Si alguna de las partes o peritos se hubiera reservado
Se dicta sentencia en
el derecho a interponer recurso extraordinario, podrá hacerlo efectivo a partir de este
segunda instancia
pronunciamiento.
Baja del expediente a Habiendo quedado firme la sentencia de segunda instancia, el expediente vuelve al
primera instancia juzgado para que se practique liquidación y se inicie el proceso de ejecución.
Liquidación art. 132 L.O. Las normas relativas a la liquidación se tratan en el pto. 2.10 de este capítulo. En primera
(18.345) instancia se habilita un casillero específico para los expedientes que han llegado a este
Ejecución estado del trámite.
El perito se incorpora en el proceso a partir de la etapa denominada de prueba, período en el cual se llevan a
cabo todas las diligencias solicitadas por las partes, entre ellas, la pericial contable.
Una vez cumplida la tarea encomendada con la entrega del informe respectivo y la contestación de los traslados
que eventualmente le fueran conferidos por presentaciones de las partes según las posibilidades detalladas en el
pto. 2.5, el experto no vuelve a participar del proceso hasta que se dicte la respectiva sentencia.
Dado que el tiempo que transcurre entre la finalización de la etapa de prueba y el dictado de la sentencia es
materialmente muy extenso, es ésta la época en que se produce el mayor desaliento del profesional, que opta, en la
mayoría de los casos, por archivar la cuestión.

2.7. Las formas de conclusión del proceso y su incidencia en la base regulatoria de los honorarios
El objetivo de este libro no es dictar un curso completo de procedimiento judicial por lo que se ha excluido
expresamente el tratamiento puntual de cada uno de los ítems contenidos en los códigos respectivos que no
tuvieran directa relación con la tarea pericial.
Aclarado ello, sin embargo, resulta conveniente esquematizar los distintos modos de conclusión del proceso que
se encuentran previstos en materia procesal. El siguiente cuadro resume las características que definen a cada uno
de ellos conforme surge del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación:
Sentencia Resulta el modo normal de conclusión del proceso.
Eldesistimiento del procesose configura cuando en cualquier estado de la causa, previo a que se
dicte sentencia, los litigantes acuerdan desistir del mismo y lo manifiestan por escrito al juez.
Desistimiento Eldesistimiento del derechoimplica que el actor renuncia al derecho que sirvió de fundamento a
la interposición de la demanda; no se requiere la conformidad expresa del demandado para que
el mismo prospere.
Ambos se encuentran previstos en los arts. 304, 305 y 306 del C.P.C.C.N.
Es un derecho que puede ser ejercido por la parte demandada en el litigio en cualquier estado
de la causa anterior a la sentencia. Implica reconocer el derecho reclamado por el actor.
Allanamiento Está previsto en el articulado que el juez dictará sentencia conforme a derecho, pero si estuviere
comprometido el orden público, el allanamiento carecerá de efectos y continuará el proceso
según su estado.
La transacción del derecho en litigio podrá hacerse valer mediante la presentación del convenio
al que se ha arribado o por suscripción de un acta específica ante el juzgador.
Transacción En relación con los términos de la misma, el juez sólo se limitará al examen del cumplimiento de
los requisitos que emanan de la ley aplicable en la materia para que la transacción sea válida y
en función del resultado de su análisis decidirá sobre la homologación del acuerdo.
El art. 309 prevé que los acuerdos conciliatorios celebrados por las partes ante el juez, y
Conciliación
homologados por el mismo, tienen autoridad de cosa juzgada.
Caducidad de la El Código de Procedimientos prevé causales específicas para que opere la caducidad de la
instancia instancia. Ellas surgen del art. 310.
Resulta conveniente relacionar los modos de conclusión expuestos con lo atingente a las distintas alternativas
que generan los mismos en su vinculación con la determinación de la base regulatoria de los honorarios
profesionales.
El régimen arancelario para los profesionales en ciencias económicas previsto en el decreto 16.638/57 conserva,
a pesar de ello, un carácter ejemplificador sobre las relaciones a establecer para los honorarios según cuál fuera el
modo de conclusión del proceso. Ellas son:
1. Si se dicta sentencia o existe transacción
El monto del juicio estará dado por el que surja de la sentencia recaída en las actuaciones o la transacción a que
se haya arribado. Asimismo, se establece que cuando no se alcance al setenta y cinco por ciento del valor reclamado
en la demanda o reconvención, o una u otra fueran rechazadas, el juez puede llegar a fijar honorarios en un
porcentaje mayor que el que correspondería según la cantidad establecida por la sentencia.
2. Si el honorario debe fijarse sin que deba dictarse sentencia o haya sobrevenido transacción
Se considerará a tal efecto como monto del juicio la mitad de la suma reclamada. Si después se dicta sentencia
corresponderá reajustar la regulación conforme a ese supuesto.
3. Si no hay monto
Bajo este supuesto habrá que tener en cuenta los siguientes elementos:
a) el monto e importancia de los trabajos presentados;
b) la complejidad y carácter de la cuestión planteada;
c) la trascendencia moral o económica que para las partes reviste la cuestión en debate.
Hasta el 30/9/1992 tenía plena aplicación en el fuero laboral la escala arancelaria que surgía del
decreto 16.638/57, que fijaba para los informes periciales los siguientes guarismos:
Hasta m$n 1.000 Del 13 al 18%
Hasta m$n 5.000
Más de m$n 1.000 Del 11 al 16%
Hasta m$n 10.000
Más de m$n 5.000 Del 9 al 14%
Hasta m$n 50.000
Más de m$n 10.000 Hasta m$n 500.000 Del 7 al 12%
Más de m$n 50.000 En adelante Del 5 al 10%
Más de m$n 500.000 Del 4 al 10%
Dado que la norma en cuestión no preveía ningún mecanismo de indexación en su articulado, los procesos
inflacionarios sucesivos hicieron que debieran aplicarse los parámetros del escalón más alto, ello implicaba que los
honorarios debieran ser fijados entre los límites del 4% como mínimo y del 10% como máximo. Esos valores se
aplicaban sobre importes actualizados de los montos determinados en cada caso.
Dicha posición halló fundamento en numerosa jurisprudencia generada específicamente por la Cámara Nacional
de Apelaciones del Trabajo.
En principio, frente a la aparición de nuevas normativas, pareció existir consenso entre los magistrados del fuero
en no innovar en la materia en relación con las causas en trámite, y continuaron aplicando los lineamientos del
decreto 16.638/57 que establecía el mecanismo de relación porcentual descripto entre el monto del juicio y
el honorario del profesional en ciencias económicas que se desempeña como auxiliar de la justicia en carácter de
perito.
En mayo de 1993 un fallo de la C.S.J.N. se expidió a favor de la aplicación del referido decreto 16.638/57 como
respuesta a la presentación individual de un perito contador, señalando la inconstitucionalidad del criterio de
fijación de honorarios incluido en el decreto 1813/92, principalmente en relación con las causas preexistentes al
dictado del mismo.

2.7.1. Vigencia de la ley 24.432


Con fecha 15 de diciembre de 1994 se sancionó la ley 24.432, que incluyó reformas importantes respecto de los
honorarios profesionales.
La siguiente reseña incluye algunas particularidades que surgen de dicho texto legal y afectan los honorarios de
los auxiliares de justicia:
a) Modifica el art. 505 del Código Civil, poniendo un límite del 25% sobre el monto de la sentencia, laudo,
transacción o instrumento que ponga fin al diferendo para el total de los honorarios profesionales a regular. Si,
como resultado de las regulaciones individualmente practicadas, el límite establecido fuera excedido, el juez
deberá prorratear dicho porcentaje máximo entre todos los beneficiarios.
b) Incorpora como último párrafo del art. 77 del C.P.C.C.N. que los peritos intervinientes podrán reclamar de la
parte no condenada en costas hasta el 50% de los honorarios que le fueran regulados, sin perjuicio de lo
dispuesto en el art. 478. Con anterioridad, el profesional podía reclamar el 100% de dicho emolumento por la
responsabilidad solidaria que alcanzaba a la parte vencedora.
c) En el art. 478 del C.P.C.C.N. citado en el ítem anterior, se agregó un párrafo inicial que especifica:
"Los jueces deberán regular los honorarios de los peritos y demás auxiliares de la justicia, conforme a los
respectivos aranceles, debiendo adecuarlos, por debajo de sus topes mínimos inclusive, a las regulaciones que se
practicaren en favor de los restantes profesionales intervinientes, ponderando la naturaleza, complejidad, calidad y
extensión en el tiempo de los respectivos trabajos".
En el mismo cuerpo legal se establece la aplicación del criterio expuesto en el ámbito de la justicia laboral.
La ley 24.432 sustituye el art. 20 de la ley 21.839; el mismo queda redactado de manera tal que establece que
cuando el honorario debiere regularse sin que se hubiera dictado sentencia ni sobrevenido transacción, se
considerará monto del proceso la suma que, razonablemente, y por resolución fundada, hubiera correspondido a
criterio del Tribunal, en caso de haber prosperado el reclamo del pretensor.
Agrega, asimismo:
"...dicho monto no podrá ser en ningún caso superior a la mitad de la suma reclamada en la demanda y
reconvención cuando ésta se hubiere deducido".

2.8. Recursos de apelación contra regulaciones de honorarios. Importancia de la jurisprudencia


Podrán interponerse los recursos previstos en el Código de Procedimientos contra las sentencias y resoluciones
adoptadas en el curso del proceso.
El recurso de aclaratoria puede ser solicitado dentro de los tres días posteriores a la notificación de la sentencia.
El pedido de aclaratoria no suspende el plazo para interponer recurso de apelación, por lo que éste debe ser
interpuesto en subsidio.
El recurso de apelación contra las sentencias definitivas tendrá efecto suspensivo. Puede ser interpuesto en el
plazo de seis días posteriores a la notificación de aquéllas, según surge del Código de Procedimiento Laboral en su
art. 116.
Conforme el texto del art. 120 de la ley 18.345, cuando se apelen honorarios no será necesaria la expresión de
agravios. Sin perjuicio de ello, es conveniente acompañar la apelación con una fundamentación adecuada de los
términos de la sentencia que se atacan y se solicita sean revisados.
Debe hacerse reserva del caso federal en el mismo escrito para dejar abierta la posibilidad de interponer
eventualmente recurso extraordinario ante la Corte Suprema.
Si el recurso de apelación es concedido, el expediente es remitido a la cámara del fuero, donde se le asignará sala
por sorteo.
En segunda instancia puede ser modificada o anulada la decisión incluida en la sentencia apelada. Si así ocurriese,
fijará valores distintos para los honorarios de letrados y peritos, conforme al nuevo pronunciamiento.
Contra las sentencias definitivas de segunda instancia podrán interponerse los pedidos de aclaratoria y el recurso
extraordinario, del que debe haberse hecho la correspondiente reserva, como se dijera oportunamente.
La interposición del recurso extraordinario por parte del perito contador debe estar fundada en la
inconstitucionalidad de una norma o en la arbitrariedad de la sentencia objeto del mismo.
En la ley 18.345 y en los arts. 282 y 283 del C.P.C.C.N. se contempla la posibilidad de recurrir directamente en
queja por haberse denegado un recurso. Para la interposición del pedido de queja se requiere patrocinio letrado.
Recalquemos que no se necesita firma de letrado para interponer los recursos detallados precedentemente, a
excepción de los que se presenten ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En esto se debe poner especial
atención, puesto que si se decide la contratación de un letrado los honorarios deberán ser soportados por el perito
contador.
En ese sentido, hay un fallo que específicamente rechaza la pretensión de cargar a la obligada al pago del monto
de condena los honorarios del representante letrado del perito. Se basa en que su participación no reviste el
carácter de necesaria para que el experto haga un pleno ejercicio de sus derechos.
Resulta interesante el conocimiento de los fundamentos del fallo, por lo que se transcriben resumidamente a
continuación: fallo "Oms, Jaime Alberto c. Flota Fluvial del Estado Argentino", CNTrab., sala VII, 30/5/1986 V.D.
2, DL 00750:
"Costas. Perito. Honorarios de su letrado: los trámites procesales cumplidos en procura del depósito de los
honorarios del perito, no requieren firma de letrado (crf. art. 56, C.P.C.C.); por ello, recurrir a los servicios de un
abogado, por parte de un auxiliar de la justicia, que cabe suponer conocedor de los cánones básicos de la actuación
judicial responde únicamente al soberano arbitrio de quien los contrató, lo que revela injusto, mandar a otros
enfrentar su costo" (3) .

2.9. Liquidación (art. 132). Criterios de actualización y devengamiento de intereses. Notificaciones a practicar
Al quedar firme la sentencia, procede la liquidación de acuerdo con las pautas de la resolución que definió el
proceso.
El trámite de liquidación de oficio implica que la misma será practicada por la secretaría del juzgado, una vez que
el expediente ha sido remitido de la cámara o ha quedado consentida o ejecutoriada la sentencia.
De la liquidación se corre traslado a las partes y peritos. En ese mismo momento, se intimará al deudor para que
pague el importe que surja de aquélla, de acuerdo con el plazo que fijó el juez en los términos de sentencia.
En el caso en que en la confección de la liquidación no se hubieren considerado la totalidad de los elementos
involucrados o se hubieran aplicado erróneamente, la misma podrá ser impugnada y reformulada de acuerdo con
las pautas que se estimen son las que corresponden.
De esta nueva liquidación se le corre traslado a los interesados y, en el caso de subsistir las discrepancias, el juez
deberá expedirse determinando cuál de todas las liquidaciones responde a los términos de la sentencia definitiva.
En el supuesto de liquidaciones que revisten complejidad es posible que el tribunal vuelva a llamar al perito para
que liquide los importes conforme con los términos de la sentencia recaída en el expediente.

2.10. Ejecución de sentencias


Existen elementos básicos de la ejecución de sentencia que el profesional que se desempeñe como perito
contador deberá conocer en cualquiera de los fueros en que actúe, puesto que los honorarios que deba pagar por
esta gestión de cobro no serán trasladables al obligado al pago, tal como se señalara anteriormente.

2.10.1. Plazo de cumplimiento de la intimación de pago


El proveído que ordena la notificación de la liquidación practicada incluirá el plazo en el que la misma puede ser
impugnada y aquel en el que la obligación de pago debe ser cumplida.
Un texto típico de la cédula que notifica la liquidación dice:
"De la liquidación practicada se les corre traslado a las partes y peritos por el término de 3 días, debiéndose
interponer dentro del mismo las impugnaciones y reformulaciones que estimen corresponder. En este último caso
la condenada al pago deberá depositar el importe que reconoce adeudar o el que quede firme en caso de silencio".
Si no median observaciones, la liquidación quedará firme, y podrán producirse los supuestos que se tratan en los
puntos siguientes.

2.10.2. Responsabilidad en el pago de honorarios


En la sentencia recaída en el expediente, o en el auto homologatorio de la eventual conciliación a que se hubiere
arribado, se determinará la proporción en que las partes deberán hacerse cargo de los honorarios de los peritos.
La obligación de su pago puede quedar totalmente a cargo de una de las partes o ser compartida en distintos
porcentajes por los litigantes.
Si la parte que tiene a su cargo las costas del juicio no cumple con la obligación del depósito a que fuere intimada,
a partir de la sanción de la ley 24.432 ya comentada, el perito contador sólo podrá acusar la solidaridad de la
contraparte hasta el 50 % (cincuenta por ciento) de su crédito, tal como surge en la parte pertinente de dicho
ordenamiento legal.
La norma comentada viene a modificar el alcance del texto del art. 40 del Código de Procedimiento Laboral que
preveía lo siguiente:
"Art. 40— Los honorarios de los auxiliares de la justicia designados de oficio serán exigibles a cualesquiera de
las partes, sin perjuicio del derecho de repetición que tendrá la que haya pagado contra la condenada en
costas".
La consideración de la posibilidad de acusar la solidaridad de las partes reviste aún mayor importancia en el caso
en que el trabajador pierda el juicio y queden a su cargo los honorarios. Dado que en la mayoría de los casos carece
de bienes que permitan hacer efectivo el crédito, el perito podrá requerir al juez que se intime a la empleadora para
que cancele su crédito sólo hasta un 50 % del mismo, en virtud de lo normado en la vigente ley 24.432.

2.10.3. Habiendo quedado firme la liquidación, los responsables depositan los honorarios del experto
En este punto y en el siguiente se analizarán los distintos supuestos que pueden darse ante la intimación de pago
de honorarios.
La primera alternativa se configura cuando la condenada al pago deposita en el banco judicial correspondiente la
suma adeudada. Éste es el modo normal en que finaliza toda la labor pericial.
Cumplido el depósito, el cheque o giro judicial pueden ser librados de oficio por el juzgado o a petición expresa
del experto.
Si el cheque es librado de oficio, el perito debe solicitar se deje constancia en el mismo de su situación fiscal
frente a los gravámenes que recaen sobre su ejercicio profesional. En la actualidad estos impuestos son los
denominados "impuesto a las ganancias" e "impuesto al valor agregado".
Si el perito reviste el carácter de monotributista, según la normativa vigente no sufriría retenciones en concepto
de "impuesto al valor agregado" ni de "impuesto a las ganancias".
Todo ello reviste importancia, puesto que, en el caso de no constar en el libramiento la situación frente al
impuesto, la entidad bancaria se encuentra obligada a retener el máximo previsto para los no inscriptos. Esta
situación representa actualmente un porcentaje considerable si se superan los mínimos no sujetos a retención.
Algunos juzgados tienen la modalidad de librar los cheques sólo a petición expresa del interesado. En esa
circunstancia, el profesional deberá presentar un escrito en el que informará todos los datos citados a los fines
impositivos.
El siguiente texto ejemplifica el cuerpo del escrito que correspondería presentar:
"[...]
Que viene a solicitar se libre el giro a su favor por el depósito de los honorarios que le fueran oportunamente
regulados. En cumplimiento de la normativa vigente manifiesto ser inscripto en el impuesto a las ganancias y
revestir el carácter de responsable inscripto ante el impuesto al valor agregado. Adjunto fotocopia de la
constancia respectiva para conocimiento del tribunal.
Por todo lo expuesto, a V.S. solicito:
Se sirva ordenar el libramiento del giro a favor del suscripto por la suma de $xxxxx, dejando constancia en el
mismo de las situaciones impositivas acreditadas en esta presentación.
Provea V.S. de conformidad, QUE
SERÁ JUSTICIA...
Firma y Sello del Profesional"

2.10.4. Incumplimiento del depósito por parte de la obligada al pago


Frente al incumplimiento de la intimación a depositar, se generan varias alternativas para efectivizar el cobro de
los honorarios.
En general, la intimación de pago prevista por el tribunal lleva incluido el apercibimiento de iniciar el proceso de
ejecución en caso de incumplimiento.
Esto significa que deberán solicitarse las medidas necesarias sobre bienes del deudor.
Podrá peticionarse en ese caso el embargo de fondos depositados en entidades bancarias; el embargo de bienes
muebles en el domicilio real del deudor; o bien, el embargo sobre bienes registrables.

2.10.4.1. Embargo sobre fondos depositados en entidades bancarias


El perito contador puede solicitar al juez de la causa que ordene el embargo de los fondos pertenecientes a la
deudora hasta el importe que se le debe en concepto de honorarios con más lo que el juez presupueste para cubrir
los adicionales que se generen hasta la efectiva percepción del crédito.
A tales fines debe indicarse claramente la entidad bancaria tenedora de los fondos que se pretenden embargar,
con identificación precisa de la sucursal en que la deudora reviste el carácter de cliente.
En caso de considerar necesaria la intervención de otra persona en el retiro y diligenciamiento del oficio deberá
solicitarse la autorización expresa al juez y que se deje constancia en el texto del oficio al momento de su
libramiento.
Si el juez considera procedente la solicitud de embargo, dictará un proveído del siguiente tenor:
'Buenos Aires, xx de marzo de 20xx. Conforme a lo peticionado, decrétase embargo definitivo sobre los fondos
que tuviere depositados en el Banco de la Nación Argentina la empresa Salerno S.A. hasta cubrir la suma de $
34.000.- con más la de $ 3.400 que se presupuestan con carácter provisorio para responder a intereses y
costas de la ejecución del crédito de la perito contadora...".
A partir de ese pronunciamiento debe confeccionarse el respectivo oficio a la entidad bancaria, tarea que queda
a cargo del interesado, en este caso, el perito contador.
El oficio a confeccionar a partir del proveído precedente sería el siguiente:
OFICIO
Buenos Aires,xxde agosto de 20xx
Señor Gerente del
Banco de la Nación Argentina
Casa Central
S/D Tengo el agrado de dirigirme a Ud. en los autos caratulados: "Páez, Ángel c. Salerno S.A. s/cobro de
pesos"que tramitan por ante este Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Laboral N° xx a mi cargo,
Secretaría Única, sito en Diagonal Pte. Roque Sáenz Peña 760, piso nn, Capital, a fin de hacerle saber que se ha
decretado embargo definitivo sobre los fondos que tuviere depositados en el Banco de la Nación Argentina la
empresa Salerno S.A., hasta cubrir la suma de $ 34.000.- con más la de $ 3.400, que se presupuestan con
carácter provisorio para responder a intereses y costas.
Asimismo, se le hace saber que las sumas retenidas deberán ser transferidas al Banco xxxxxxxxxxxxxxxxxx a la
orden del suscripto y como pertenecientes a estas actuaciones en el término de cinco días.

Saludo a Ud. atentamente


Firma y Sello del Juez
2.10.4.2. Embargo sobre bienes denunciados en el domicilio del deudor
La medida, como en el caso anterior, debe ser solicitada por el perito contador.
La petición debe incluir los datos identificatorios del inmueble en que se denuncia la existencia de los bienes.
Aprobada la medida, el juez dictará un proveído semejante al que a continuación se expone:
"Buenos Aires, 29 de julio de 20xx. Incumplida por la demandada la intimación de fs. 148, respecto de los
honorarios de la perito contadora decrétase embargo sobre sus bienes por la suma de
$358,42, con más la de$110, que se presupuestan provisoriamente para responder a acrecidos, intereses y
costas. Firmado: Dr. xxxxxxxxxxxx —Juez—."
El perito deberá confeccionar el mandamiento de embargo correspondiente consignando el alcance de la
medida dictada.
En las librerías aledañas a los tribunales hay formularios que incluyen todos los requisitos legales a considerar al
confeccionar el mandamiento.
La existencia de tales formularios se señala sólo con el objetivo de facilitar la tarea, puesto que tanto
el mandamiento de embargo como las instrucciones para el depositario de bienes embargados pueden ser
elaborados por el profesional sin sujetarse a formularios preimpresos. De hecho, con un simple procesador de
palabra en una computadora personal puede almacenarse el texto respectivo y recuperarlo en tantas
oportunidades como le sea necesario.
En relación con la autorización al diligenciamiento por terceros, son aplicables idénticas consideraciones que las
expuestas en el desarrollo del oficio de embargo en cuentas bancarias.
E l mandamiento de embargo debe ser entregado con copias al juzgado, acompañado de las respectivas
instrucciones para el depositario de bienes embargados. Estas últimas reseñan las responsabilidades que se
adquieren frente a la justicia en relación con los bienes de los que se los ha designado responsable.
El profesional deberá dirigirse dentro de los cinco días siguientes a la oficina de oficiales de justicia, en el horario
que corresponda según el domicilio en que deberá ejecutarse la medida, a fin de establecer, con el funcionario a
cargo de la zona el día y la hora en que aquélla se llevará a cabo.
Si el profesional no concurre dentro del término citado, el mandamiento se devolverá al juzgado por no haberse
presentado el interesado.
Si se llega a la situación descripta, se generará la necesidad de reiterar todos los pasos citados a fin de lograr se
libre un nuevo mandamiento en reemplazo del que no se llevó a cabo.
Establecida la fecha con el oficial de justicia, el profesional o quien se encuentre autorizado para ello, deberá
constituirse en la fecha y hora concertadas.
El oficial de justicia llevará a cabo la orden de embargo, identificando los bienes sujetos del mismo y entregando
a quien sea designado depositario de los bienes las instrucciones respectivas.
Si el experto no se presenta en la fecha acordada, el trámite de embargo correrá igual suerte que el analizado
para el caso de la presentación fuera de término en la oficina de mandamientos.
El oficial de justicia será el encargado de informar al juzgado el resultado de la medida.
A partir de ese momento, en caso de mantenerse el incumplimiento del depósito, podrá requerirse el remate de
los bienes embargados.

2.10.4.3. Embargo sobre bienes registrables


Deberá peticionarse la medida con identificación clara y precisa del bien sobre el que se solicita sea aplicada
aquélla.
En el caso de bienes inmuebles, se requerirán los datos catastrales de la propiedad denunciada.
En cualquiera de los casos, una vez acogido favorablemente el pedido por el juez de la causa, se encuentra a
cargo del profesional y/o de quien éste autorice la confección del mandamiento y su diligenciamiento ante el
registro correspondiente.
En tanto persista el incumplimiento del pago deberá solicitarse el remate del bien.

2.10.4.4. Modelos de escrito de solicitud de embargo, mandamiento e instrucciones para el depositario


a) Solicitud de embargo
Perito contadora solicita se declare firme liquidación y se decrete embargo
Señor Juez:
ALICIA GÓMEZ, Contadora Pública, con el domicilio constituido en autos, designada deoficioperito contadora
en el expediente caratulado:expte. Nº 2.580/91, Varela, Sebastián c.Sendamar S.R.L. s/accidente,a V.S. se
presenta y respetuosamente expone:
I. Que de acuerdo con las constancias de autos permanecen impagos los honorarios que le fueran regulados a
la suscripta por su tarea en estas actuaciones.
Que los mismos han quedado a cargo de la demandada Sendamar S.R.L., quien ha incumplido su obligación
pese a haber sido oportunamente notificada.
Que no habiendo merecido objeción corresponde se declare firme la liquidación practicada por la suscripta en
autos.
En razón de lo expuesto, esta profesional solicita se decrete embargo sobre los bienes que oportunamente se
denuncien en el domicilio de la demandada Sendamar S.R.L., sito en Acevedo 2035 de esta Capital Federal, por
la suma de$35.842 con más la que V.S. presupueste para cubrir los intereses devengados a partir del
01/04/20XX y las costas que se generen por el presente trámite de ejecución.
Por lo expuesto a V.S. solicito:
1.Se declare firme la liquidación practicada al 01/04/20XX.
2.Se ordene el embargo detallado en el apart. I, requiriendo asimismo se deje constancia en el mandamiento
respectivo que se encuentran autorizadas para su diligenciamiento la suscripta y/o la Dra. Beatriz
Fernández.
Quiera VS. proveer de conformidad que
SERÁ JUSTICIA
ALICIA GÓMEZ
Contadora Pública
(U.B.A.)
b) Mandamiento de embargo
Mandamiento de embargo
El oficial de justicia que corresponda se constituirá en el domicilio de la calle Acevedo 2035 y procederá a
trabar embargo definitivo sobre bienes existentes en dicho lugar, que como de propiedad de Sendamar S.R.L.
le serán denunciados por la Dra. Alicia Gómez y/o la Dra. Beatriz Ana Fernández, indistintamente, hasta cubrir
la suma de pesos trescientos cincuenta y ocho con cuarenta y dos centavos ($ 35.842), que le reclama ALICIA
GÓMEZ en concepto de honorarios en los autos:Varela, Sebastián c. Sendamar S.R.L. s/accidenteque tramitan
ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Laboral Nº..., a cargo de la Dra. XXXXXXXXXXXXXXXXXXX,
con secretaría única, sito en Lavalle 1268, piso .... de la Capital Federal, con más la suma de pesos ciento diez
que se presupuestan provisoriamente para responder a acrecidos, Intereses y costas.—
El proveído que ordena el presente dice: "Buenos Aires, 29 de abril de 20XX. Incumplida por la demandada
la intimación de fs. 148, respecto de los honorarios de la perito contadora decrétase embargo sobre sus bienes
por la suma de$35.842, con más la de$3.600, que se presupuestan provisoriamente para responder a
acrecidos, intereses y costas. Firmado: Dra. XXXXXXXXXXXXXXXXXXX — Juez". Buenos Aires, mayo de 20xx.

Firma y Sello del Secretario

c) Instrucciones para el depositario de bienes embargados


Instrucciones para el depositario de bienes embargados
Señor depositario:
En el juicio Varela, Sebastián c. Sendamar S.R.L. s/accidente que tramita ante el Juzgado Nacional de
Primera Instancia Nº... sito en la calle Lavalle 1268, ... piso, ha sido designado depositario judicial de los bienes
embargados. Se le hace saber que las obligaciones a su cargo a partir de este momento, son las siguientes:
1º. Los bienes embargados han sido puestos directamente bajo su custodia. Por lo tanto, queda a su cargo
la conservación de ellos hasta que el juzgado le notifique que ha cesado en sus funciones. No debe permitir,
por consiguiente, que nadie, ni aun su propio dueño, los traslade, deteriore o ejercite sobre ellos acto alguno
de disposición, sin exhibir orden judicial. Todo hecho de tal naturaleza que ocurriere debe usted notificarlo de
Inmediato al señor juez de la causa.
2º. Al aceptar el cargo usted ha constituido un domicilio. A partir de ese momento le han de ser cursadas al
mismo todas las notificaciones y, aunque lo haya cambiado, se presumirán recibidas cuantas allí sean dirigidas.
En consecuencia, deberá informar de inmediato al juzgado sobre todo cambio de domicilio.
3º. Son aplicables a los depositarios judiciales las sanciones establecidas para la malversación de caudales
públicos por los arts. 260, 261 y 262 del Código Penal, en razón de lo dispuesto por el art. 263 del mismo
cuerpo legal, los que se transcriben a continuación:
Art. 260 —Será reprimido con inhabilitación especial de un mes a tres años, el funcionario público que diere
a los caudales o efectos que administrare una aplicación diferente de aquella a que estuvieren destinados. Si
de ello resultare daño o entorpecimiento del servicio a que estuvieren destinados, se impondrá además al
culpable, multa del veinte al cincuenta por ciento de la cantidad distraída.
Art. 261 — Será reprimido con reclusión o prisión de dos a diez años e inhabilitación absoluta perpetua, el
funcionario público que sustrajere caudales o efectos cuya administración, percepción o custodia le haya sido
confiada por razón de su cargo. La misma pena se aplicará al funcionario público que empleare en provecho
propio o de tercero, trabajos o servicios pagados por una administración pública.
Art. 262 — Será reprimido con multa del veinte al sesenta por ciento del valor sustraído el funcionario
público que, por imprudencia o negligencia o por inobservancia de los reglamentos o deberes de su cargo,
diere ocasión a que se efectuare por otra persona sustracción de caudales o efectos de que se trata en el
artículo anterior.
Art. 263 — Quedan sujetos a las disposiciones anteriores los que administraren o custodiaren bienes
pertenecientes a establecimientos de instrucción pública o de beneficencia, así como los administradores y
depositarios de caudales embargados, secuestrados o depositados por autoridad competente, aunque
pertenezcan a particulares.
QUEDA UD. NOTIFICADO.
Firma y Sello del Secretario

2.10.5. Insolvencia del deudor


Ante insolvencia del obligado al pago de los honorarios, y frente la imposibilidad de hacer efectivo el cobro por
vía del acuse de solidaridad previsto en el art. 40, LO, deberá iniciarse el trámite de verificación correspondiente en
el concurso del deudor. Este procedimiento es analizado en el capítulo respectivo de este libro, al que se remite por
tratar específicamente esta problemática en los procesos concursales.
Sólo cabe mencionar al respecto lo previsto en el código de fondo en estos casos:
"Art. 135 — La ejecución contra el deudor fallido o concursado se deberá llevar al respectivo juicio
universal(Ley 18.345.)".

2.10.6. Cómputos de la prescripción para el cobro de honorarios


Respecto de la prescripción de los honorarios del perito, el Dr. BERMÚDEZ (4) hace una clara distinción entre la
prescripción para la regulación y la prescripción para el cobro. En tal sentido, señala que el Código Civil, al
considerar la prescripción liberatoria, separa dos acciones diferentes:
"a) La correspondiente al honorario devengado, o sea, donde el perito ha presentado su informe en
tiempo y forma, pero donde aún no se le ha regulado el honorario, no se ha fijado el monto del mismo y
quién debe soportarlo, donde el plazo de prescripción es de 2 (dos) años, desde que el juicio terminó por
sentencia o bien por transacción u otra forma anormal de finalización de los juicios, es decir, desde que
correspondía procesalmente regular honorarios y no se ha hecho, y han transcurrido dos años sin que el
perito lo hubiere peticionado.
b) El plazo de prescripción que corresponde a los honorarios regulados por resolución judicial y que en este
caso es el plazo general de diez años".

3. ACTIVIDAD DEL PERITO CONTADOR EN LAS CONTROVERSIAS LABORALES EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

3.1. Introducción
En jurisdicción de la provincia de Buenos Aires el ordenamiento vigente para la justicia laboral surge de lo
previsto en la ley 11.653, que fuera publicada en el Boletín Oficial el 16 de agosto de 1995.
Los aspectos distintivos fundamentales que emanan de su ordenamiento y se relacionan con la actividad del
perito contador se comentarán en el siguiente punto, puesto que hacen al contexto en el que deberá desempeñar
su actividad profesional en cuestión.
Asimismo el perito deberá conocer que la ley 10.620 reglamenta el ejercicio de las profesiones en ciencias
económicas en la jurisdicción de la provincia de Buenos Aires y que, en su parte pertinente, incluye dentro de su
título IV, De los aranceles de honorarios en materia judicial, definiciones precisas respecto de los derechos y
obligaciones que alcanzan a quienes optan por esta actividad como especialización profesional. Por ello se incluye
su texto como anexo del presente capítulo.
Adicionalmente debe tenerse en cuenta la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos
Aires respecto de establecer como requisito para el ejercicio de la actividad pericial la aprobación de un curso
especialmente dedicado al electo, cuyos lineamientos surgen del acuerdo 2728 (Reglamento para el Dictado y
Evaluación de los Cursos de Capacitación en Práctica Procesal) que se comentará brevemente más adelante.

3.2. Características distintivas del procedimiento laboral en la provincia de Buenos Aires


Aquellos profesionales que opten por ejercer la actividad en la jurisdicción de la provincia de Buenos Aires deben
prestar atención a algunos elementos distintivos respecto del ordenamiento nacional, en aspectos tales como la
organización del fuero. Sobre esta última debería conocerse que, dado su extenso territorio, los juzgados se
encuentran distribuidos en departamentos; cada uno de ellos corresponde a una o más localidades.
En determinadas regiones por la cantidad de habitantes no se justifica la existencia de un juzgado para cada
materia, por lo que funcionan unificadamente y se ocupan del tratamiento de cuestiones diversas indistintamente,
tales como las civiles y las comerciales, que pueden citarse a título de ejemplo.
En el caso de la justicia laboral, que en particular aquí se trata, la función de juzgar recae en tribunales
conformados por tres jueces, cuyas sentencias sólo son recurribles ante la Suprema Corte de Justicia de la Provincia
de Buenos Aires por las razones previstas en el ordenamiento.

3.3. Desempeño de la actividad pericial del contador


Las cuestiones relativas a la organización de la tarea del contador público ya fueron tratadas en los primeros
puntos de este capítulo y resultan aplicables al desempeño del perito contador en el ámbito de la justicia laboral de
la provincia de Buenos Aires, puesto que hacen a la lógica de la preparación de los papeles de trabajo que debe
sustentar todo dictamen o informe profesional emitido.
En lo que hace a la normativa específicamente referida a la actividad pericial relacionada con controversias
laborales, en esta jurisdicción debe ceñirse a lo previsto en el cap. IV, "Pruebas", de la ley provincial Nro. 11.653 que
rige el procedimiento laboral en la misma. En los arts. 37 a 42 que integran el capítulo se da tratamiento a las
cuestiones siguientes:
a) peritos, y
b) libros y registros.
Al conocimiento del articulado citado debe añadírsele el de los pronunciamientos de la Suprema Corte de la
Provincia de Buenos Aires que especifican algunas características de cuestiones meramente enunciadas en aquél.
Asimismo, se reitera que la ley provincial 10.620, que reglamenta el ejercicio de las profesiones en ciencias
económicas en la misma jurisdicción, incluye con sumo detalle definiciones de aspectos relativos a un adecuado
cumplimiento de las obligaciones propias del profesional que actúa como perito contador, así como de los derechos
que se generan para el profesional por el ejercicio de dicha actividad. Algunas de ellas resultan reñidas con otras
legislaciones, lo que ocasiona que de hecho se encuentren transitoriamente suspendidas en su aplicación.
Para el abordaje de cada tema de interés en el ejercicio de la labor pericial se sigue el orden previsto en la  ley
11.653 de procedimiento laboral en el ámbito de la provincia de Buenos Aires.
Respecto de la designación de peritos, cualquiera fuera su especialidad, surgen de la ley los siguientes requisitos
y precisiones:
— Se hará de oficio, por sorteo entre los profesionales matriculados e inscriptos
en la lista habilitada al efecto.
— Pueden designarse de uno a tres peritos de una misma especialidad a juicio
del presidente del tribunal y según la naturaleza del asunto objeto de la litis.
Nombramiento
— Se notificará al experto.
A lo expuesto debe agregarse la acordada 2728, que introduce variantes para la
inscripción de los profesionales que deseen actuar como peritos, cuya
importancia ha dado lugar a un desarrollo específico en este mismo capítulo.
Procedencia de una nueva Debe agotarse el sorteo de la lista elaborada en cada jurisdicción de los
designación tribunales del trabajo para que el desinsaculado pueda ser sorteado
nuevamente.
El presidente del tribunal podrá, asimismo, disponer que las pericias se
realicen por técnicos forenses o de organismos públicos nacionales,
Consulta a organismos públicos provinciales o municipales. En estos casos se determinará la suma que deba
abonarse por esos servicios con arreglo a las disposiciones que al efecto dicte
la Suprema Corte de la Jurisdicción.
— Será fijado por el tribunal al proveer la prueba. No podrá exceder de veinte
(20) días.
Se deberá prestar especial atención a la fecha fijada para la audiencia de vista
Plazo de presentación del
de la causa, si es que se ha establecido que en ese momento deben haberse
informe
cumplimentado y evacuado los eventuales traslados del informe pericial.
Aparece en este procedimiento la posibilidad de una presentación o defensa
oral de los juicios vertidos por el perito en su informe.
— Se dará traslado a las partes por cinco (5) días.
Traslado del informe Si la complejidad o extensión del informe lo amerita, el tribunal podrá
disponer un plazo mayor.
— Podrán interponerse dentro del término fijado por el tribunal.
— Se le deberá correr traslado al perito para que lo conteste en el plazo de cinco
(5) días o antes de la vista de la causa o en la misma audiencia si se hubiese
Interposición y traslado de
designado.
impugnaciones y/o aclaraciones
— Si las partes dejan vencer al término fijado para interponer impugnaciones o
del informe previas a la vista de
aclaraciones perderán el derecho a las mismas hasta la instancia en que se
causa
concrete la vista de la causa.
Posibilidad de pedido de
De los arts. 44, inc. b) y 45 surge que elperitopodrá ser interrogado libremente
aclaraciones o expli-caciones en
por el tribunal, sin perjuicio de las preguntas que puedan proponer las partes.
la vista de la causa
— El art. 45 establece que las partes tendrán intervención en la audiencia a los
efectos del contralor de la prueba y podrán hacer, con permiso del presidente
del tribunal, todas las observaciones que consideren pertinentes.
No pierden este derecho por no haberlo interpuesto al momento de
Posibilidad de pedido de corrérseles traslado del informe pericial en cuestión.
aclaraciones o expli-caciones en — El presidente del tribunal tiene la facultad de limitar las interrupciones cuando
la vista de la causa las mismas se puedan imputar de improcedentes o de mero propósito
obstruccionista o contrario a los fines del proceso.
—Cuando se lo estimare necesario, podrá disponerse que se practique otra
Nueva pericia pericia, se perfeccione o se amplíe la anterior, según el sistema de designación
que se considere pertinente.
Copias del informe — Deberán presentarse tantas copias como partes haya en el proceso.
— Cuando los peritos no se expidieren en término o citados para dar
explicaciones o evacuar impugnaciones no comparecieren sin justa causa, de
Recusación, excusación, vacancia oficio se dejará sin efecto su designación, dándoles por perdido el derecho a
remoción devengar honorarios si correspondiese y excluyéndolos de la lista.
— Si se trata de peritos de la nómina oficial del Poder Judicial se comunicará a la
Suprema Corte de Justicia a sus efectos.
Tal como surge del detalle precedente, el profesional que ejerció la función de perito puede ser llamado a dar
explicaciones respecto de las conclusiones técnicas contenidas en su informe. Este aspecto de la oralidad del
informe nos pone frente a una nueva estrategia y materialización de la tarea, que es tratada en un capítulo
específico de este mismo libro, y al que debe prestársele especial atención.
Considerando las particularidades del proceso en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires que aquí se han
presentado sucintamente, se aconseja la consulta de las obras elaboradas por los profesores Nicolás Cap y Miguel
Telese (5) que permitirán una profundización de la temática para el ejercicio profesional en la jurisdicción provincial.

3.3.1. Libros y registros


Como quedara expuesto en los puntos relativos a la organización de la tarea para el profesional perito contador
en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la cuestión relativa a los registros legales que deban ser
llevados hacen a la incumbencia específica de éste, por lo que, a los conocimientos sobre el tema, debe añadírsele
el tratamiento que a la cuestión se le da en el art. 39 de la ley de procedimiento laboral de la Provincia de Buenos
Aires, que al respecto establece:
"Libros y registros
Art. 39 — Cuando en virtud de una norma legal aplicable exista obligación de llevar libros, registros o
planillas especiales de índole laboral, y a requerimiento judicial no se los exhiba o resulte que no reúnen
exigencias legales y reglamentarias, incumbirá al empleador la prueba contraria si el trabajador o sus
derechohabientes prestaren declaración jurada sobre los hechos que debieron consignarse en los
mismos.
En los casos en que se controvierta el monto o el cobro de remuneraciones en dinero o en especie, la
prueba contraria a la reclamación corresponderá al empleador".
Como parte de la organización de la tarea profesional a llevar a cabo, debería considerarse la necesidad de
establecer si hay puntos de pericia que deban ser evacuados sobre la base de información incorporada en otros
expedientes o elementos aportados como prueba por las partes. Es conveniente que el perito tome debida nota en
el caso de existir tal circunstancia, por cuanto dentro del procedimiento en análisis está previsto que se reputará
conocida la existencia de tales elementos si se dan las condiciones previstas en el art. 40 del mismo cuerpo
normativo, que establece:
"Expedientes, documentos y convenios colectivos
Art. 40 — Cuando se ofrezcan como prueba expedientes administrativos o judiciales en trámite, deberán
individualizarse las piezas o circunstancias que interesen; en su caso, se requerirá testimonio o copia
autenticada de dichos elementos probatorios. Cuando se trate de expedientes administrativos o
judiciales terminados y agregados a otro juicio, podrá procederse de la misma manera o requerirse la
remisión de los mismos.
Si se ofreciera como prueba un documento agregado a un expediente en trámite, se pedirá el envío de
dicho expediente exclusivamente por el plazo necesario para cumplimentar la prueba o copia autenticada
del instrumento.
En el primer caso, antes de devolverse el expediente se dejará copia del documento en la causa.
Cuando la actuación que se ofrezca como prueba se refiera a una cuestión de carácter prejudicial se
deberá aguardar su terminación.
Cuando los convenios colectivos de trabajo fueran debidamente individualizados por las partes no será
necesario diligenciar prueba alguna para acreditarlos. A tal fin obrarán en poder de cada tribunal
ejemplares de los mismos cuyas copias autenticadas se agregarán a los autos. En caso de no tenerlos, el
tribunal deberá requerirlos a la autoridad que corresponda a tales efectos".
El último párrafo guarda vinculación con la tarea que debe llevar a cabo el perito contador, puesto que sobre la
base de la lectura de los escritos de demanda y contestación de demanda podrá determinar cuál es el convenio
aplicable al objeto de autos.
En consecuencia, para la determinación de los valores reclamados tendrá que interiorizarse del contenido de
aquéllos. Misión esta última que sólo podrá llevar a cabo requiriendo al tribunal el acceso a la copia del estatuto o
convenio que obre en poder del mismo.

3.4. Requisitos para la inscripción como perito en la provincia de Buenos Aires


Por acuerdo 2728, la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires estableció que a partir de 1997 los
profesionales que deseen inscribirse como peritos en su jurisdicción deberán aprobar cursos específicos.
Los contenidos incluyen normas de procedimiento y de organización de la justicia, cuyo cotejo con los programas
de los seminarios de práctica profesional jurídico-contable vigentes en las universidades públicas y privadas del país,
para la obtención del título de grado, permite aseverar que los contadores públicos ya han debido acreditar el
conocimiento de aquéllos.
En lo que hace a las características del curso cuya aprobación deberá acreditarse, cabe mencionar las siguientes:
a)Por acuerdos firmados entre la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires y los colegios o consejos
respectivos, estos últimos tendrán a su cargo la organización, dictado, y pruebas de evaluación.
b)Los cursos tendrán una duración de cuarenta y ocho (48) horas, y para poder presentarse a las evaluaciones
respectivas, los participantes deberán cumplir con un 80% de asistencia.
c)La evaluación final deberá ser aprobada con una calificación igual o superior a seis (6) puntos sobre una escala
total de diez (10) puntos posibles.
En caso de obtener una calificación mayor que cuatro (4) e inferior a seis (6), el aspirante tendrá derecho a
presentarse a una segunda evaluación, que será citada en un plazo no menor a cuarenta (40) días de conocida
la calificación.
Para la aprobación de este examen bastará con la obtención de seis (6) puntos.
d)Al aprobar la prueba final de evaluación, el consejo o colegio que corresponda le extenderá al profesional un
certificado, cuya validez encuentra sustento en el art. 5°, inc. i) del anexo I del acuerdo 2728.

4. CONSIDERACIONES FINALES
Los temas abordados en el capítulo constituyen un acercamiento al ejercicio de la actividad pericial en el caso de
controversias laborales. Los temas generales relacionados con el procedimiento deben ser consultados
correlacionándolos con los demás capítulos de este libro que se ocupan de la labor pericial.
Las cuestiones laborales específicamente legisladas deberán ser profundizadas recurriendo a las fuentes
normativas particulares que correspondan en cada caso en el que al perito le toque desempeñarse.
La diversidad de las normas laborales, fruto de múltiples vertientes, como las leyes, sus reglamentaciones,
decretos de emergencia, etc., obliga a una especialización para un efectivo desempeño de la tarea.
Estas características la tornan a la vez compleja y rica en todo lo relativo al manejo de variables íntimamente
relacionadas con la profesión contable. Entre ellas, la correlación entre los registros y la documentación
respaldatoria, y el amplio espectro de las relaciones laborales son sólo algunas de las que pueden citarse.
Ver gráfico en pag. siguiente
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CAPÍTULO V

LA ACTUACIÓN COMO PERITO CONTADOR EN LOS FUEROS CIVIL Y COMERCIAL

Marisa Gacio

1. INTRODUCCIÓN
Tanto el fuero civil como el comercial tienen características de procesos dispositivos. Se entiende como
dispositivo al método bilateral en el cual dos sujetos en esencia desiguales discuten pacíficamente ante la autoridad
de un tercero imparcial —el Juez—, quien propicia el marco de igualdad jurídica, dirigiendo y regulando el debate,
para llegado el caso, emitir su sentencia acerca de la pretensión discutida.
De tal modo, el Juez en el sistema dispositivo no protagoniza el impulso del proceso, siendo su función primordial
la de velar para que el debate entre las partes se lleve a cabo en un pie de igualdad.
Sin embargo, en cuanto a la etapa de la prueba, el CódigoProcesal Civil y Comercial contiene rasgos inquisitivos
autorizándole al magistrado a introducir prueba de oficio al proceso.
Teniendo como premisa que la actuación del profesional en Ciencias Económicas se desarrolla
fundamentalmente en la etapa de la prueba estudiaremos cómo se deberá desenvolver para cumplir con su
cometido dentro del proceso civil o comercial.
Es importante resaltar que la gran mayoría de los litigios de orden patrimonial requieren la participación de
expertos en Ciencias Económicas. Ello obedece a que se deben comprobar hechos controvertidos que requieren
conocimientos técnicos que exceden el saber específico del Juez en materia económico-financiera.
Tanto el Código de Comercio como el Código Procesal Civil y Comercial le reconocen a la contabilidad gran valor
probatorio, no sólo en los litigios originados por diferencias con otros comerciantes, sino también en sus relaciones
con civiles.
Para cualquiera que se aboque a la lectura y análisis del Proyecto de Código Civil y Comercial que se nos propone
desde el Poder Ejecutivo Nacional, no podrá pasar desapercibido el desafío que importa pasar de un  Código de
Comercio de 404 artículos vigentes (al que se le suman leyes complementarias) y de uno Civil de otros tantos 4.051,
a un nuevo código unificado de tan sólo 2.671 artículos. Desafío que se dará no sólo por la adecuación
terminológica y sintáctica que esta notable reducción de normas implica, sino porque a poco de avanzar en la
lectura de su índice se advertirá que hay institutos que directamente se omiten en su tratamiento (vgr. el estatuto
del comerciante).

2. MARCO LEGAL
En cuanto al derecho sustancial o de fondo, elCódigo Civil yel Código de Comercio serán las piedras angulares
sobre los que se asientan las cuestiones litigiosas generalmente patrimoniales en las que se suscitan hechos
controvertidos que se resolverán con las pruebas ofrecidas, y en cuanto a la forma en que se deberá regir la prueba
pericial contable en materia civil y comercial está regulada por elCódigoProcesal Civil y Comercial de la Nación.

3. DIFERENTES FUNCIONES: CONSULTOR TÉCNICO Y PERITO DE OFICIO


Si bien el consultor técnico debe ser una persona especializada en alguna ciencia o técnica, arte o industria se
diferencia del perito, en forma sustancial, ya que éste reviste la calidad de auxiliar del Juez, objetivo, imparcial e
independiente, mientras que el consultor se asemeja a la figura del abogado en cuestiones ajenas a la técnica
jurídica. Es la parte quien lo propone, tampoco es esencial que acepte formalmente el cargo ante el Juez, y puede
ser reemplazado en cualquier etapa del proceso.

4. OFRECIMIENTO DE LA PRUEBA

4.1. Régimen legal. Especialización del perito. Puntos de pericia


La normativa respecto al ofrecimiento de la prueba está definida en el art. 459 del CPCC y dispone que al ofrecer
la prueba pericial se indicará la especialización que ha de tener el perito y se propondrán los puntos de pericia; si la
parte ejerciera la facultad de designar consultor técnico , deberá indicar, en el mismo escrito, su nombre, profesión
y domicilio.

4.2. Traslado. Acuerdo de partes. Desinterés


La otra parte, al contestar la vista que se le conferirá conforme al artículo 367, podrá formular la manifestación a
que se refiere el artículo 478 o, en su caso, proponer otros puntos que a su juicio deban constituir también objeto
de la prueba, y observar la procedencia de los mencionados por quien la ofreció, si ejerciese la facultad de designar
consultor técnico deberá indicar en el mismo escrito su nombre, profesión y domicilio.
Si se hubiesen presentado otros puntos de pericia u observado la procedencia de los propuestos por la parte que
ofreció la prueba, se otorgará traslado a ésta.

4.3. Designación de Consultor Técnico


Cada parte tiene la facultad de designar un consultor técnico. Deberá actuar en su condición de profesional con
objetividad y veracidad, lo que no se le puede pedir es imparcialidad.

5. PRODUCCIÓN DE LA PRUEBA

5.1. Puntos de pericia. Formulación y procedencia


Cada parte puede proponer puntos de pericia, pudiendo también observar la procedencia de los ofrecidos por la
otra (art. 458, CPCCPBA). Su formulación sigue el trámite previsto para el ofrecimiento de la prueba pericial.
En los escritos pertinentes, cuando las partes ofrecen la prueba pericial, deben proponer sus puntos de pericia. La
otra parte, al contestar la vista o el traslado de estos escritos, podrá a su vez: a) proponer otros puntos de pericia
que deban constituir también objeto de la prueba y b) observar la procedencia de los mencionados por quien la
ofreció.
En consecuencia, en esta instancia puede adherirse u oponerse parcial o totalmente a los puntos de pericia
ofrecidos por la contraparte, en este último caso, sosteniendo su improcedencia. También puede solicitar su
ampliación y proponer otros puntos de pericia, en tal caso corresponde dar nuevo traslado de los mismos a la
contraria en virtud del principio de bilateralidad.
En la audiencia prevista en el código procesal para el nombramiento del perito, las partes pueden formular
manifestaciones acerca de las observaciones presentadas sobre los puntos de pericia. Oídas las partes, y teniendo
en cuenta todas las observaciones formuladas, el juez procederá a fijar los puntos de pericia, pudiendo agregar
otros, o eliminar los que considere improcedentes o superfluos (art. 460, CPCC).
El juez debe determinar concretamente los puntos sobre los cuales ha de versar el dictamen si es de oficio, y si
procede a propuesta de parte podrá remitirse a los que éstas indiquen. A su vez, el magistrado señalará el plazo
dentro del cual el perito deberá cumplir su cometido.
Determinados los puntos sobre los cuales se deberá presentar el dictamen, se procede a la designación del
perito.
Por lo general, las partes no asisten a la audiencia y no ejercen la facultad de realizar nuevas observaciones.
Tampoco los jueces ejercen su facultad de agregar o quitar puntos de pericia, salvo casos excepcionales. Sólo se
tienen en cuenta los cuestionarios periciales presentados por las partes en los escritos iniciales.
Por esta razón, muchas veces los peritos se encuentran con que en los pliegos periciales ofrecidos por las partes,
constan puntos de pericia improcedentes (por ejemplo, de otra incumbencia profesional) o superfluos (inútiles o
inconducentes para el esclarecimiento de los hechos investigados).

5.2. Inscripción
La inscripción se realiza durante el mes de octubre de cada año en vistas a actuar el año judicial siguiente que
comienza el primer día hábil de febrero y finaliza el último día hábil de diciembre. Se deberá estar matriculado en el
Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para el caso de que nos
interese actuar como peritos en los fueros Nacionales y Federales de esta ciudad. El trámite es de carácter personal
y de hacerlo un tercero deberá acompañar un poder ante escribano y fotocopia del mismo. Actualmente, el Consejo
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ofrece su estructura edilicia y soporte electrónico para facilitar a los
matriculados la inscripción, previo pago de un arancel de $50, que fue dispuesto por Acordada 29/95 de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación.

5.3. Pedido de licencia o renuncia


Los peritos deberán aceptar todos los cargos para los que son designados salvo que se deban excusar o sean
recusados. De necesitar pedir una licencia por viaje o por enfermedad deberán presentar un escrito ante el
presidente de la Cámara de Apelaciones en lo Civil o en lo Comercial explicando los motivos que originan el pedido
de licencia o de renuncia y también deberá hacerlo saber en todos los expedientes judiciales en los que el perito
hubiera sido designado.

5.4. Designación
La designación de perito contador nos llegará por medio de una cédula a nuestro domicilio constituido, el que
deberá estar actualizado.

5.4.1. Notificación
La notificación de la designación se hará por cédula, cuyo contenido es el siguiente:
1)Nombre apellido y domicilio del perito designado
2)Juzgado o Secretaría donde tramita el juicio y su dirección
3)Transcripción de la resolución judicial donde se lo designa con firma
4)Fecha y hora en la que fue notificada la cédula dato que es colocado por el oficial notificador en forma escrita y
dicha fecha es la relevante a los efectos del cómputo del plazo para aceptar el cargo

5.4.2. Idoneidad
El art. 464 del CPCC dispone que en caso de profesiones reglamentadas, como es el caso de la de los
profesionales en Ciencias Económicas, el perito debe estar matriculado en la ciencia a la que pertenezcan las
cuestiones sobre las cuales deba expedirse.

5.4.3. Aceptación del cargo


Conforme lo normado por el art. 469 del CPCC el plazo para aceptar el cargo es dentro del tercer día de notificada
la designación. El cargo se acepta ante el secretario del juzgado. Deberá exhibir cedula, documento de identidad y
licencia que lo acredite como profesional.
El plazo de 3 días se computa a partir del día siguiente de aquel en que efectivamente recibió la cédula.
El plazo para la presentación del informe lo fija el Juez conforme el art. 460 CPCC. De no indicarlo el Juez en su
resolución se entiende que es de 15 días y comienza a partir de la aceptación del cargo.
5.4.4. Excusación
De estar comprendido en alguna causal del art. 17 CPCC, nos deberíamos excusar de aceptar el cargo, por medio
de un escrito dentro del plazo que tenemos para aceptar nuestro cometido.

5.4.5. Recusación
El perito designado por el juez podrá ser recusado por justa causa, dentro del quinto día de notificado el
nombramiento por ministerio de la ley conforme el art. 465. Son causales de recusación del perito las previstas
respecto de los jueces; también la falta de título o la incompetencia en la materia de que se trate. El perito tiene dos
opciones frente al pedido de recusación: una es la de reconocer la causal y ello implicará que el Juez designe a otro
reemplazante, o la otra es la negación de la causal y tramitará el planteo por la vía incidental.

5.4.6. Consecuencias de la no aceptación


Si el perito no concurriere dentro del plazo fijado para aceptar el cargo, el Juez designa a otro perito sin más
trámite y lo comunica a la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y en lo Comercial quienes lo excluirán
de la lista de Peritos y a su vez los tribunales de alzada lo comunican al Consejo Profesional de Ciencias Económicas.

5.4.7. Remoción. Sanciones


La remoción es una sanción que puede imponer el juez a los auxiliares de justicia, en ejercicio de sus facultades
disciplinarias, cuando existan causales que justifiquen la misma. Procederá luego de que el perito aceptare el cargo
y las situaciones que pueden originar la misma son:
a)La renuncia sin motivo atendible
b)El rehusarse a presentar el informe encomendado
c)No presentar la pericia en el tiempo oportuno
La remoción trae diversas consecuencias para el perito:
-El Juez nombrará a otro en su lugar.
-Se lo responsabilizará civilmente, cargándole los daños y perjuicios que ocasionare a las partes, siempre y
cuando ellas lo reclamaren.
-Perderá el derecho al cobro de honorarios.
-Estará incurso en responsabilidad penal.
-Será sancionado por el Tribunal de Ética del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, el cual se anoticiará de
dicha remoción por un oficio de la Cámara de Apelaciones pertinente.

5.5. Facultades del perito

5.5.1. Anticipo de gastos


Dentro de sus facultades, se encuentra la de solicitar un anticipo de gastos, a los fines de solventar tareas muy
complejas y en algunos casos el traslado a otras jurisdicciones. Este anticipo deberá ser solicitado por el perito, ya
que no procede de oficio y en el pedido se deberá incluir el monto. Conforme lo dispuesto por el  art. 463CPCCN el
perito tiene tres días desde que acepta el cargo para peticionarlo. Ante este pedido, el Juez tiene facultades de
concederlo o no siendo dicha resolución inapelable.
En opinión de Morello (1) este anticipo no tiene que transformarse en un adelanto a cuenta de honorarios ni
limitarse a los gastos que efectivamente demanda el peritaje y que el perito no tiene por qué soportar. Agrega que
el juez debe rechazar la petición del perito, sin traslado a las partes, cuando considere que el peritaje no demanda
erogación alguna. En otro orden de ideas señala que presentado el pedido en forma fundada, el juez debe resolver
fijando, cuando correspondiere, el monto del adelanto, con cargo de rendición de cuentas; la ley no prevé ningún
trámite ni traslado a las partes, evitando así que se planteen incidencias que desnaturalizarían la prueba originando
demoras innecesarias.
En caso de concederlo, el Juez intima al obligado a depositarlo en un plazo de cinco días, y de no depositar dicho
anticipo lo tendrá por desistido de la prueba ofrecida.

5.5.2. Pedido del expediente en préstamo


Otra de las facultades del perito es el poder retirar el expediente en préstamo para el estudio de las actuaciones,
de los cuestionarios periciales ofrecidos por las partes y del auto de apertura a prueba donde finalmente se fijan los
puntos de pericia sometidos a examen del perito.
Hay juzgados que en el auto de designación del perito ya le autorizan el préstamo del expediente. De no ser así,
el perito deberá presentar un escrito argumentando los motivos de dicho pedido y se lo concederá siempre y
cuando el expediente no esté en el juzgado ante la inminente audiencia a celebrarse en ese momento.
El juez, al autorizar el préstamo, fija el plazo. Finalizado el mismo, el perito deberá devolverlo, y de retenerlo, el
profesional será pasible de una multa de acuerdo al art. 128 CPCC. En caso de extraviar el expediente, no sólo
deberá pagar una multa sino tendrá responsabilidades civiles y penales art. 130 CPCC.

5.5.3. Solicitud de intimación


En muchas ocasiones el perito se constituye en el domicilio de la parte actora o demandada a realizar su
cometido pericial y hay reticencia por parte de la empresa a exhibir los libros y documentación requerida por el
experto. De tal modo, el perito deberá poner en conocimiento del juez esta situación, y para evitar dilaciones puede
solicitar que se intime a las partes a fijar fecha, hora y lugar para poner los libros a su disposición.

5.5.4. Ampliación de plazo


Si el tiempo que nos demanda el trabajo es más del que contamos para hacerlo, tenemos la posibilidad de
solicitar prórroga.
No obstante, no es recomendable pedirla salvo que realmente la envergadura del trabajo requerido nos
imposibilite cumplir con el plazo. Y cuando hablamos de la envergadura nos podemos referir a la extensión del
cuestionario, la tardanza en reunir la información requerida por el Perito, la realización del mismo Informe Pericial,
etc.
Es importante tener en cuenta que los días de prórroga se contarán a partir del día siguiente al del vencimiento
del plazo original para la presentación del informe. No obstante, siempre hay que estar atento al proveído del Juez a
fin de verificar si efectivamente ha concedido el término solicitado.

6. MODELOS DE ESCRITOS

6.1. Perito Contador solicita Ampliación de Plazo


Señor Juez:
.... Contador Público, Perito Contador en los autos caratulados
".... c/.... s/.... " con domicilio constituido en.... se presenta a V.S. y dice:
1- Que viene en tiempo y forma a solicitar la ampliación del plazo en diez días para la presentación del informe
pericial, atento a la extensión y complejidad de los temas a evacuar para la realización del mismo.
2- Que por lo expuesto, se solicita a V. S. conceda la prórroga solicitada.
Proveer de conformidad,
Será justicia.
6.2. Perito Contador solicita Préstamo de Expediente
Señor Juez:
N.N. Contador Público, Perito Contador designado de oficio en los autos caratulados " .............c/................
s/............. " con domicilio constituido en ............. se presenta a V.S. y dice:
1- Que atento a la complejidad y extensión del informe solicitado el suscripto requiere en préstamo el expediente
de autos a los efectos de su estudio por el término de 3 (tres) días para su estudio.
2- Que por lo expuesto, solicita a V.S. ordene la entrega en préstamo del expediente.
Proveer de conformidad,
Será justicia.

6.3. Perito Contador solicita Intimación


Señor Juez:
N.N. Contador Público, Perito Contador designado de oficio en los autos caratulados " .............c/................
s/............. " con domicilio constituido en .......se presenta a V.S. y dice:
1- Que en reiteradas oportunidades se apersonó en el domicilio de la parte a los efectos de llevar a cabo su labor
profesional.
2- Que en el domicilio indicado no se hallaba la documentación objeto de la compulsa por lo cual el suscripto
procedió a solicitar a la parte, que procurara los elementos para una próxima visita a los efectos de realizar la
compulsa.
3- Que no obstante lo solicitado, la parte no ha dado cumplimiento a la solicitud, por lo cual el suscripto se ve
imposibilitado de llevar a cabo su cometido.
4- Que por lo expuesto, solicita a V.S.
a) Ordene a la parte, para que en el término que considere conveniente, ponga a disposición del Perito la
documentación requerida para evacuar el cuestionario de la pericia.
b) Suspenda los plazos para la presentación del informe, a tenor de la circunstancia expuesta.
Proveer de conformidad,
Será justicia.

7. TAREAS PRELIMINARES

7.1. Asistencia de consultores técnicos, partes y letrados


El perito designado por el Juez será quien esté a cargo de la pericia. En la práctica pericial podrán estar presentes
los consultores técnicos, las partes y sus letrados. Ellos podrán presenciar las operaciones técnicas que se realicen y
formular las observaciones que consideraren pertinentes.

7.2. Evaluación del pliego pericial


Es necesario para ello compulsar las piezas procesales de: la demanda, la contestación de demanda y sobre todo
el auto de apertura a prueba (art. 360 CPCC) para ver si el juez aprobó los cuestionarios o rechazó algún punto; y
otra opción es que haya incorporado un punto pericial.
De la lectura del expediente surge si las partes informaron lugar de la realización de la pericia. Si no lo hacen
puede el perito pedirlo por escrito juntamente con una suspensión de plazos. También las partes tienen derecho a
proponer un consultor técnico (art. 471 CPCC). El consultor técnico tiene derecho a estar presente en la pericia y
formular observaciones.
Es importante y a veces indispensable informar por escrito la fecha y hora de la realización de la pericia bajo pena
de que si no lo hace se le pueda plantear al perito la nulidad del dictamen.

7.3. Puntos periciales. Incumbencia


Hay muchas situaciones en que dentro de los puntos periciales aprobados por V.S. se nos encomienda adjuntar
copias de pólizas de seguros, formularios de denuncia de siniestros, cuando este tipo de información podría haber
sido objeto de la prueba informativa. Resulta inapropiado requerir la actuación de un profesional universitario para
simplemente adjuntar una copia.
El eje que le sirve al perito contador para estar posicionado en dirimir si un punto de pericia es o no de su
incumbencia es recurrir a lo normado en el inc. b) del art. 13 de la ley 20.488
b) En materia judicial para la producción y firma de dictámenes relacionados con las siguientes cuestiones:
1. En los concursos de la ley 19.551 para las funciones de síndico.
2. En las liquidaciones de averías y siniestros y en las cuestiones relacionadas con los transportes en general para
realizar los cálculos y distribución correspondientes.
3. Para los estados de cuenta en las disoluciones, liquidaciones y todas las cuestiones patrimoniales de
sociedades civiles y comerciales y las rendiciones de cuenta de administración de bienes.
4. En las compulsas o peritajes sobre libros, documentos y demás elementos concurrentes a la dilucidación de
cuestiones de contabilidad y relacionadas con el comercio en general, sus prácticas, usos y costumbres.
5. Para dictámenes e informes contables en las administraciones e intervenciones judiciales.
6. En los juicios sucesorios para realizar y suscribir las cuentas particionarias juntamente con el letrado que
intervenga.
7. Como perito en su materia en todos los fueros. En la emisión de dictámenes, se deberá aplicar las normas de
auditoría aprobadas por los organismos profesionales cuando ello sea pertinente.
8. DICTAMEN PERICIAL

8.1. Concepto
Es la opinión de un profesional luego de haber verificado los hechos, sus causas y consecuencias que requiere de
conocimientos técnicos o científicos específicos ajenos al conocimiento del Juez y necesarios para dirimir sobre la
contienda.

8.2. Presentación del dictamen


Conforme lo normado por el art. 472 del CPCC, el perito presentará su dictamen por escrito, con copias para las
partes.
Los consultores técnicos de las partes, dentro del plazo fijado al perito, podrán presentar por separado sus
respectivos informes, cumpliendo los mismos requisitos.

8.3. Plazos
El plazo para presentar la pericia es fijado por el Juez, y de no haberlo determinado se entiende que es de quince
días y su cómputo comienza a partir de la aceptación del cargo del perito.

8.4. Forma
La presentación del dictamen es por escrito.

8.5. Copias
Se deberá adicionar a la presentación del dictamen, copias para cada una de las partes integrantes del litigio para
poder dar traslado del dictamen a las mismas y puedan plantear pedido de explicaciones, impugnaciones u
observaciones.

8.6. Contenido
La pericia tiene que tener el desarrollo con fundamento (explicación detallada de las operaciones técnicas
realizadas y de los principios técnicos en los que se funda la opinión). El dictamen deberá comprender los siguientes
tópicos:
-Título (PERITO CONTADOR PRESENTA DICTAMEN)
-Destinatario (Señor Juez)
-Exordio (Nombre y apellido, carácter -perito contador designado de oficio-, domicilio constituido, carátula de las
actuaciones y n° del expediente)
-Breve referencia a las diligencias realizadas
-Transcripción del cuestionario o pliego pericial, punto por punto, seguido del responde
-Petitorio: solicitar la agregación en autos con copias para las partes y el pedido de regulación de honorarios
conforme las escalas arancelarias locales

8.7. Libros de Comercio


Para expedirse sobre la legalidad de la forma de llevar los libros de comercio, el perito deberá someter la
contabilidad del ente examinado al cumplimiento de los requisitos previstos en los arts. 43 y siguientes del Código
de Comercio y será el juzgador quien dictaminará acerca de la fe que merezcan los libros en arreglo a lo normado
por el art. 63 CC.
El Anteproyecto del Código Civil y Comercial unificado que se encuentra en estado de debate parlamentario, en
su sección séptima del libro Primero - Título IV, está dedicado a la contabilidad y estados contables. Los contenidos
básicos son los siguientes: (transcripción textual).
a) Se extiende la obligación del llevado de contabilidad a todas las personas, sean humanas o jurídicas, que
desarrollen una actividad económica o sean titulares de empresas.
Se exceptúa de tal obligación a las personas físicas a las que el llevado de libros pudiera resultar gravoso, tales
como agricultores y profesionales no organizados en forma de empresa. Asimismo, se faculta a las jurisdicciones
locales a exceptuar también a aquellas actividades cuyo volumen de giro no justifiquen el llevado de libros.
Se introduce, en favor de todas las personas, la posibilidad de llevar contabilidad legal en forma voluntaria —si
así lo deciden— en un pie de igualdad respecto de los sujetos obligados.
b) En cuanto al llevado de la contabilidad, se hace hincapié en la verosimilitud de las registraciones, las que
deben reflejar los hechos, instrumentos y documentos que les dan origen, sobre bases y criterios uniformes —a fin
de evitar distorsiones originadas en las variaciones de los mismos— y con carácter eminentemente inclusivo de
todos los actos que pudieren tener efecto sobre el patrimonio del obligado y el resultado de sus operaciones.
c) Se imponen como libros obligatorios mínimos el "Diario", a fin de la anotación de las operaciones en orden
cronológico, y el de "Inventarios y Balances", para la anotación en forma detallada de los activos, pasivos y
patrimonio neto, al comienzo de las actividades y al cierre de cada ejercicio, así como para la trascripción de los
estados contables anuales. Se agrega, también con carácter de obligatorio, todo otro libro o registro que resulte
necesario en función de la dimensión y características de la actividad del obligado o los que en forma especial
impongan el Código u otras leyes.
d) Se prevé la posibilidad, previa autorización, del llevado de libros, registros y del archivo de la documentación
de respaldo por medios alternativos hoy existentes (electrónicos, magnéticos, ópticos, etc.) u otros que puedan
crearse en el futuro. Se exceptúa de tal posibilidad al de libro de Inventarios y Balances, donde deben quedar
registradas las características de los medios alternativos solicitados, así como las autorizaciones que se confieran,
debiendo los referidos medios garantizar la inalterabilidad, inviolabilidad, verosimilitud y completitud de los
registros.
e) Se ha dejado a cargo de los Registros Públicos de cada jurisdicción la identificación de los libros obligatorios, así
como el otorgamiento de autorizaciones para su llevado por medios alternativos.
f) En cuanto a la forma del llevado de los libros, se mantienen las normas de seguridad que hacen a la fe de sus
registraciones. Se imponen en forma expresa para los libros y registros, el idioma y la moneda nacional, lo que
excluye otras lenguas o unidades de medida técnicas o foráneas.
g) Se fija expresamente el lugar en que han de permanecer los libros y registros contables, lo que aventará
controversias al respecto. A la vez, ese mismo lugar se constituye en aquel en que se deben llevar a cabo —en su
caso— las diligencias probatorias sobre los libros y registros del obligado, aunque se encuentren en jurisdicción
distinta a la del Juez que lo ordene.
h) Se dispone que los registros han de permitir determinar al cierre de cada ejercicio, la determinación del
patrimonio, de su evolución y de sus resultados, estableciéndose el contenido mínimo de los estados contables
anuales.
i) En cuanto a la conservación de los libros y registros se establece el plazo de diez años, el que se computará:
desde el último asiento en el caso de los libros; desde la última anotación efectuada en el caso de los demás
registros y desde la fecha de su emisión, en el caso de los instrumentos ó documentos respaldatorios.
k) Se sostiene el criterio general de confidencialidad, prohibiéndose las pesquisas genéricas a fin de determinar si
las personas llevan o no contabilidad legal.
Se establece concretamente el lugar en que ha de ser llevada a cabo la prueba sobre los libros, registros y
documentación respaldatoria, aun cuando se encuentre en diversa jurisdicción a la del Juez que la ordene, lo que
evitará controversias al respecto.
En resguardo de la confidencialidad, se limita el examen probatorio a las cuestiones estrictamente en debate, sin
perjuicio del examen genérico del sistema contable a fin de establecer si éste es llevado de acuerdo a las
prescripciones legales.

8.7.1. Documentación respaldatoria


La documentación sustentatoria no sólo está integrada por facturas, remitos, cheques, recibos, contratos, sino
también con la existencia de minutas claras sobre los asientos originados en cálculos numéricos o asientos de
ajustes como la previsión por deudores incobrables, las amortizaciones de Bienes de Uso, y que estas registraciones
estén respaldadas por los papeles de trabajo.
Opina Satanowsky, M. (2) que no siempre bastan los libros de comercio para probar el crédito del comerciante,
aunque su contrario también sea comerciante y no lleve sus libros en forma y se trate de actos relativos al comercio
de quien los presenta. La ley determina que los libros deben ser llevados "en forma" y el art. 43 del Cód. de
Comercio exige que las constancias contables deben complementarse con la documentación respectiva; si no existe
documentación que complemente los asientos, no puede afirmarse que los libros son llevados en forma, porque no
resulta verosímil que el comerciante carezca de toda la documentación relativa al negocio que se encuentra
asentado en ellos. Dicho de otra manera, las constancias deben concordar con los comprobantes; cada asiento debe
ser documentado.
Hay un sector de la doctrina comercial que se enrola en la postura del valor probatorio autónomo de los libros y
entre ellos se encuentra el Dr. Dieuzeide (3) quien opinó acerca del valor probatorio autónomo de los libros de
comercio respecto de la documentación respaldatoria. Argumentó que la registración contable no es una mera
duplicación documental del preexistente documento que se registra, sino que tiene un valor propio que no surge de
la documentación con que debe complementarse, y que este complemento sólo requiere un nexo.
La exigencia de respaldo documental de cada asiento desnaturaliza el régimen de prueba de libros,
reemplazándolo por la prueba documental o instrumental. Sólo debe requerirse un nexo general entre asientos
contables y documentos, opinión ésta que parece encontrar respaldo en la letra del Código de Comercio 63 cuando
hace referencia a los asientos sin otra mención específica (4) .
Una constancia contable desprovista de toda documentación hace dudar de su veracidad. La prueba de libros no
tiene un valor automático que imponga al juez el deber de aceptarla sin apreciarla conforme a las circunstancias del
caso; en tal sentido se ha resuelto que los asientos de la actora carecían de eficacia probatoria pues no
correspondía juzgar como apropiado respaldo documental los remitos y facturas cuya autenticidad, negada por la
contraria, no fue convalidada por ningún otro elemento de juicio. (5)

8.7.2. Fundamentos técnicos Conclusiones fundadas


En la materia contable o económica es menester conocer los principios técnicos que los rigen, estando integrados
por:
1)La legislación sobre registros contables,
2)Las formas de llevar la contabilidad,
3)Las disposiciones legales y profesionales en cuanto a la valuación y exposición. Y,
4)Un conocimiento acabado de los procedimientos fácticos-enunciativos.
El perito deberá contestar solamente lo solicitado en el Cuestionario Pericial aprobado por el Tribunal; no debe
excederse o expedirse sobre cuestiones no solicitadas, y de contestar el punto clásico de pericia, "cualquier otro
dato de interés para la litis" deberá interpretarlo con carácter restrictivo.
Que las conclusiones del dictamen sean claras, firmes y consecuencia lógica de sus fundamentos, permitirá que el
dictamen tenga fuerza probatoria. Deberá contestar dando opinión fundada.
En consecuencia y por ello, la necesidad de fundamentar el dictamen lo asemeja en aspectos formales al
decisorio judicial, pero en rigor el dictamen pericial o experticia, "es un instrumento de hecho" , por lo que el
juzgador puede considerarlo "in totum" o parcialmente. (6)

8.8. Traslado
Del art. 473 del CPCC surge que el dictamen pericial será objeto de traslado a las partes para que éstas, o de
oficio puedan plantear la solicitud de aclaraciones, observaciones o impugnaciones.

8.9. Explicaciones. Impugnaciones. Nulidad


Ésta es la oportunidad para que el perito rectifique o ratifique su dictamen pericial, luego de un análisis a las
cuestiones planteadas por las partes. El juez tiene facultades para citar al experto a dar sus explicaciones en forma
oral.
El perito que no concurriere a la audiencia o no presentare el informe ampliatorio o complementario dentro del
plazo, perderá su derecho a cobrar honorarios, total o parcialmente.
Las explicaciones tienen por objeto ampliar los fundamentos de las opiniones dictaminadas oportunamente y
suplir alguna omisión en que hubiere incurrido el perito o poder subsanar algún error de tipo material.
Las observaciones son apreciaciones que hacen las partes de las opiniones del experto no son una objeción
sustancial.
Las impugnaciones tienen un sentido en la dirección de remarcar un error sustancial del contenido del dictamen.
Las partes pueden plantear la nulidad del dictamen en el caso de que éste se basara en vicios como puede ser el
incorporar por parte del perito documentación al expediente, la incorrecta individualización de libros verificados, el
extralimitarse el perito al contestar los puntos propuestos.

8.10. Fuerza probatoria del dictamen


En cuanto a la eficacia probatoria del Dictamen Pericial nos debemos remitir a lo normado en el art. 477 del CPCC
que dispone: "la fuerza probatoria del dictamen pericial será estimada por el juez teniendo en cuenta la
competencia del perito, los principios científicos o técnicos en que se funda, la concordancia de su aplicación con las
reglas de la sana crítica, las observaciones formuladas por los consultores técnicos o los letrados, conforme a los
artículos 473 y 474 y los demás elementos de convicción que la causa ofrezca".
En la doctrina hay opiniones diversas relacionadas con la eficacia o valor probatorio del dictamen pericial siendo
opinión generalizada que éste no es vinculante, ya que no obliga al juzgador a considerarlo en forma parcial o en su
totalidad.
En cambio, el prestigioso procesalista Roland Arazi (7) señala que lo consideran un instrumento "vinculante"
cuando no existan objeciones o existiendo éstas, las respuestas del perito sean tan firmes y contundentes, que no
permitan dudas y aseveren confianza al sentenciante.
En el Anteproyecto unificado del Código de Civil y de Comercio se establecen reglas concretas acerca de la
eficacia probatoria de la contabilidad, incluyéndose todas las posibilidades, tanto entre obligados a llevar
contabilidad y quienes decidan hacerlo en forma voluntaria, como entre éstos y los no obligados.

9. MODELOS DE PERICIAS CONTABLES

9.1. Modelo de pericia en el Fuero Civil

Perito contadora presenta dictamen pericial


SEÑOR JUEZ:
MARISOL RODRÍGUEZ, Contadora Pública, Perito Contadora designada de oficio en los autos "VITALE, GUSTAVO
GABRIEL c/ HUERTA, CARLOS ALBERTO Y OTROS S/ Ds. Y Ps.con domicilio constituido en la Avenida Cabildo 780
Primer Piso a V.S. respetuosamente digo:

Puntos de pericia parte actora


Se designe perito contador para que luego de revisar los libros de la citada en garantía, proceda a informar lo
siguiente:
1)Quién conducía el vehículo mencionado en el capítulo "hechos" de esta demanda, al momento de producirse en
sus circunstancias el evento dañoso.
RESPUESTA:La citada en garantía no tiene denuncia del siniestro que originó este litigio y tampoco cubre a la
unidad vehículo MERCEDES BENZ — DOMINIO TQS891 como surge del listado de vehículos asegurados a la empresa
de Transportes de Pasajeros DOTA S.A. al momento del siniestro.
2) Quién era propietario del vehículo MERCEDES BENZ — DOMINIO TQS891 - al momepto de producirse el
accidente.
RESPUESTA: Como se desprende de la respuesta al punto de pericia anterior de la contabilidad de la citada no
surge el propietario del vehículo, pues el mismo no estaba dentro del plantel de unidades aseguradas.
3) Si consta que algunos de los codemandados denunciaron la existencia del accidente de autos ante su
aseguradora, y en su caso la versión de los hechos.
RESPUESTA: Me remito a lo informado en el punto anterior.
4) Verificar si consta extensión de póliza, realizada por la citada en garantía a favor de los codemandados, y en su
caso, términos, alcances, condiciones y demás circunstancias de la misma. En el caso de existir denuncias de
siniestros por parte de la demandada, en sede de la citada en garantía respectiva, el experto deberá acompañar
copias fieles de las mismas.
RESPUESTA: Lo único que existe entre la citada y DOTA S.A. es una póliza bajo el Nº 400248/4 vigente entre las 12
hs del día 31/12/07 y las 12 hs del día 31/01/08 con una flota de 301 vehículos.
5) Si la citada en garantía, en caso de haber existido la denuncia, realizó alguna previsión presupuestaria
relacionada con el evento de autos y si ha soportado algún gasto de los que debía erogar la actora por su
tratamiento.
RESPUESTA: Evidentemente no hay denuncia en los libros de la citada respecto al accidente de autos.
6) Cualquier otro dato y punto de interés que el perito pueda informar, según sus conocimientos científicos y su
leal saber y entender.
RESPUESTA :Es todo cuanto creo mi deber informar respecto a la misión encomendada.

Puntos de pericia parte citada en garantía


Se designe perito contador único de oficio a fin de que examinando los libros de nuestra representada informe:
a)Si los mismos son llevados en legal tiempo y forma;
RESPUESTA: Sí, la citada ARGOS MUTUAL DE SEGUROS DE TRANSPORTE PÚBLICO DE PASAJEROS lleva sus libros
en legal forma conforme al detalle que se ofrece a continuación:
a.1) Libro Inventario y Balances Nº 5 perteneciente aARGOS MUTUAL DE SEGUROS DE TRANSPORTE PUBLICO DE
PASAJEROS,con Matrícula como mutual nº 2040 inscripta en el Registro de Entidades de Seguros con fecha 3/02/98,
con domicilio en la calle Esmeralda 288 Piso 6°de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue rubricado por el
Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, bajo Nº de inscripción A 18542 con fecha 30/09/2009. La
funcionaria rubricante del órgano de contralor ha sido Mirta Haydee Llamas.
El presente registro consta de 1.000 folios.
La primera página usada es la nº 2 conteniendo la transcripción del Detalle de Siniestros Pendientes
correspondientes a la fecha 30/06/09 y la última registración se encuentra en el folio 255 y corresponde al Informe
de Otros Resultados de la Estructura Técnica del Balance cerrado al 31/12/09.
a.2) Libro Copiador Diario General Nº 1 perteneciente a ARGOS MUTUAL DE SEGUROS DE TRANSPORTE PUBLICO
DE PASAJEROS, con Matr ícula como mutual nº 2040 inscripta en el Registro de Entidades de Seguros con fecha
3/02/98, con domicilio en la calle Esmeralda 288 Piso 6 ° de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue rubricado por
el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, bajo Nº de inscripción A 18542 con fecha 30/09/2009. La
funcionaria rubricante del órgano de contralor ha sido María del Carmen Dominico en su carácter de Coordinadora
del Registro Nacional de Mutualidades.
El presente registro consta de 1.000 folios.
La primera página usada es la nº 2 conteniendo la transcripción del asiento inicial de fecha 31/03/98
contabilizando la cesión recibida de Argos S.A. el día 28 de febrero de 1998.
La última registración se encuentra en el folio 992 y corresponde al asiento de operaciones de fecha 28/02/2010.
b)Si el rodado marca Mercedes Benz dominio TQS891 se encontraba asegurado al 24/01/08 en Argos Mutual de
Seguros del Transporte Público de Pasajeros.
RESPUESTA: Del Registro de Pólizas emitidas Nº 1 rubricado por la Secretaría de Desarrollo Social dependiente del
Instituto Nacional de Acción Cooperativa y Mutual perteneciente a ARGOS MUTUAL DE SEGUROS DE TRANSPORTE
PUBLICO DE PASAJEROS, La funcionaria rubricante del órgano de contralor ha sido María del Carmen Dominico en su
carácter de Coordinadora del Registro Nacional de Mutualidades.
El presente registro consta de 1.000 folios.
La primera página usada es la nº 2 conteniendo la transcripción del asiento inicial de emisión de Pólizas de fecha
marzo de 1998 y la última registración se encuentra en el folio 462.
En el folio 363 se encuentra registrada la Póliza nº 400248/4 emitida a favor de DOTA S.A. emitida el 10/01/08 y
abarca la cobertura de una flota con 301 vehículos pertenecientes a las Líneas 28-44-101. Figura asentada con un
valor de Premio de $52719,93 integrado por Prima $43142,33; Impuestos $517,71 e IVA por $9059,89.- Habiendo
revisado todo el listado de vehículos no se encuentra el veh ículo MERCEDES BENZ — DOMINIO TQS891, que ha
estado denunciado como involucrado en este litigio.
c) Cualquier otro dato de interés para la causa.
RESPUESTA: Es todo cuanto creo mi deber informar respecto a la misión encomendada.
Por todo lo precedentemente expuesto solicito a V.S.:
1º) La agregación en autos del presente DICTAMEN PERICIAL con CUATRO COPIAS conforme lo dispuesto por el
art. 120 del CPCC y de la Póliza s ólo en original por las razones anteriormente esbozadas.
2º) Oportunamente se regulen los honorarios correspondientes a mi labor profesional en autos en mi carácter de
Auxiliar en la Justicia, PeritoContadora de Oficio, a un único y mejor ilustrar del Juzgador, tomando en cuenta que
los mismos constituyan una parte porcentual del monto final del litigio, comprensivo de capital e intereses que
pudieran corresponder.
Provea V.S. de conformidad que
Será justicia

9.2. Modelo de Pericia en el Fuero Comercial

Perito contador presenta pericia


Sr. Juez
A. M. P., Contador Público, con domicilio constituido en la calle Monroe 2345, piso 3º, departamento "A" de
Capital Federal, C.P. 1428, designado Perito Contador en autos caratulados "D. C. S.A.C. y de T. C/ B. N. A. s/
Sumario ", expte. Nº 60.181, a V.S. digo:
Que vengo a presentar la pericia contable encomendada por V.S. para lo cual me he constituido en el domicilio
de la actora.

Puntos periciales solicitados por la parte actora


1) Si la actora lleva los libros en legal forma
La actora exhibió los libros contables que se detallan a continuación:
Diario General fue autorizado por la Inspección General de Justicia bajo el Nº 55 de fecha  24/5/88 (Expte.
03.732/12.952), siendo el per íodo verificado: Junio de 1993. El presente registro cuenta con 1.000 folios y ha sido
utilizado hasta el 643.
Inventario y Balances Nº 33, fue rubricado por el Registro Público de Comercio (Inspección General de Justicia)
con fecha 11/5/90 bajo el Nº A 5831, contando con 1.000 folios, siendo el último utilizado el 500 y con la
transcripción del Balance cerrado al 31/12/92.
Subdiario de Deudores con autorización conferida por la Inspección General de Justicia por Resolución Nº 00566
de fecha 2/9/83 (Expte. 1048/a Nº 283.527), la cual autoriza el empleo de ejemplares de hojas sueltas
correspondientes a registros obtenidos por sistema de computación. El período verificado es el mes de setiembre de
1993 y la fecha de facturación la del 13/8/93.
Los libros examinados cumplimentan los requisitos exigidos por la ley de Sociedades Comerciales y el  Código de
Comercio.
2) Si de los libros mencionados y documentación que los respaldan surge la existencia de la deuda que la actora
atribuye a la suscripta.
Conforme a las verificaciones efectuadas, en el libro "Subdiario de Deudores" correspondiente al per íodo
septiembre de 1993, fecha de facturación 31/8/93, en la página 6843 bajo el número de resumen 839.773, el cliente
Nº 3633-587345-4058, B. N. A., registra una deuda de $ 3.410,18, imputados en cuenta Cartera Morosos/
Incobrables local/Internacional. Dicho registro es concordante con la deuda reclamada y con la documentación del
crédito agregada en autos.

Puntos periciales solicitados por la parte demandada


1) Si la actora lleva los libros en legal forma.
La respuesta a este punto se expone al contestar el punto Nº 1 de la pericia solicitada por la parte actora.
2) Si de los libros mencionados y documentación que los respaldan
—incluso la agregada en esta demanda— surge la existencia del crédito que D. C. A. S.A. C. y de T. registrada a su
favor contra la demandada, y a cu ánto asciende la misma a la fecha de la pericia.
Me remito a lo informado al contestar el punto Nº 2 de la pericia solicitada por la parte actora.
Por lo expuesto solicito a V.S. tenga por presentada la pericia contable en tiempo y forma.
Provea V.S. de conformidad que
Será justicia

10. HONORARIOS

10.1. Honorarios. Regulación

10.1.1. Base regulatoria


Las escalas arancelarias para las actuaciones de los peritos de oficio, son las previstas en el art. 3° del Régimen
Arancelario para los profesionales de Ciencias Económicas del decreto-ley 16.638/57. Cuando se trate de informes
periciales en juicios ordinarios, especiales, sumarios y universales, regirá la escala del 4 al 10%, aplicable sobre el
monto del juicio, interviniendo un solo profesional.
En su origen, las escalas previstas por el decreto-ley 16.638/57 eran de "orden público". Ello implicaba que los
jueces tenían vedada la fijación de honorarios por montos inferiores a los montos o porcentuales mínimos
establecidos. En cambio a partir del dictado de la ley 24.432, por medio del art. 13 se les permitió a los jueces fijar
los honorarios sin atender a los montos o porcentuales mínimos establecidos.
El arancel previsto en el art. 3°del decreto-ley 16.638 que iba del 4 al 10% también tenía en cuenta un mínimo
garantizado conforme a lo normado por el art. 3°,inc. g). Pero por la aplicación del  art. 13, ley 24.432 se viabilizó el
apartamiento de dicho piso.
10.1.2. Orden público
A partir de la ley 24.432 el orden público de los honorarios cesó y se incorporaron al régimen legal una serie de
disposiciones, todas destinadas a la reducción de los honorarios profesionales. Así y por sólo destacar una norma,
reproducimos la del art. 10 de la ley 24.432 que establece:
"Los jueces deberán regular los honorarios de los peritos y demás auxiliares de la Justicia, conforme los
respectivos aranceles, debiendo adecuarlos, por debajo de sus topes mínimos inclusive, a las regulaciones que
se practicaren a favor de los restantes profesionales intervinientes, ponderando la naturaleza, complejidad,
calidad y extensión en el tiempo de los respectivos trabajos".

10.2. Oportunidad en que procede la regulación

10.2.1. Principio general


Tanto la ley de aranceles de Profesionales en Ciencias Económicas como la de los abogados toman como base el
monto del juicio. Dicho monto surge de la cantidad fijada en lasentencia o en la transacción. Ello surge en el caso
de los profesionales en Ciencias Económicas del art. 3°, inc. f).
"Al pronunciarse sentencia definitiva de primera instancia, en causa contradictoria, los jueces procederán a
regular en todos los casos los honorarios correspondientes a la actuación de los profesionales comprendidos
en el presente régimen arancelario si con anterioridad no lo hubieren hecho durante el curso del proceso".
Conforme a lo normado por el art. 163 pto. 8) del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, el Juez al dictar
sentencia de Primera Instancia deberá regular los honorarios profesionales.
Sin embargo, salvo en los tribunales de trabajo, la regulación de honorarios se pospone hasta que haya
resolución firme sobre el fondo del asunto generando una pérdida de tiempo para los profesionales pues suben dos
veces a la Cámara.

10.2.2. Modos anormales de terminación de los procesos


Se entiende por modo anormal de terminación de un proceso a todo acto procesal unilateral o bilateral,
voluntario o forzoso que interrumpe el desarrollo de un proceso. Estos modos se encuentran normados entre los
arts. 304 y 318 del CPCC.

a. El desistimiento
Están previstas dos clases de desistimiento:
- Desistimiento del proceso puede ser solicitado por las partes por escrito, que dará por extinguido el proceso.
En el caso de que no esté notificada la demanda sólo el actor puede peticionarlo, y en el caso opuesto requiere
la conformidad de los demandados. Pero permite iniciar un nuevo proceso posteriormente.
- Desistimiento del derecho implica que el actor renuncia a su derecho y en caso de ser el planteo aceptado por
el Tribunal no podrá promoverse en el futuro otro proceso por el mismo objeto y causa. Para su planteo sólo
es necesaria la solicitud del actor.
En estos dos tipos de desistimiento se aplica en el fuero Civil el Plenario Multiflex (8) para la regulación de
honorarios.

b. La transacción
La transacción de derechos litigiosos es un acto jurídico bilateral de derecho civil, es también acto procesal, título
ejecutorio equiparado a la sentencia (arts. 850 del Código Civil y 500, inc. 1°del Código Procesal). Y como tal, ofrece
suficiente seguridad como para que el legislador la seleccione a fin de determinar el monto de la regulación de
honorarios por actuación judicial, que no puede ser distinto para quienes no intervinieron en ella. Pues de admitirse
que la transacción no les es oponible a los terceros, tampoco podrían invocarla como culminación del proceso ( art.
1199 del Código Civil), con lo cual se llegaría a una solución absurda.
En materia de transacción y regulación de honorarios es aplicable el plenario Civil "Murguía, Elena Josefina c.
Green, Ernesto Bernardo s/ Cumplimiento de contrato" de fecha 2/10/2001 donde se resuelve que "La transacción
o conciliación que pone fin al pleito es oponible a los fines arancelarios a los profesionales que intervinieron en el
proceso y no participaron en el acuerdo respectivo".
c. La conciliación
Es muy similar a la transacción pero el acuerdo en este caso es alcanzado ante la presencia del magistrado.

d. La caducidad de instancia
Dado que en materia procesal civil rige el principio dispositivo donde corresponde a las partes en general y a la
actora en particular el impulsar el proceso y la prueba, de no cumplirla en tiempo será pasible a que se le ordene la
caducidad de instancia la cual no perjudica la acción que podrá iniciarse nuevamente un nuevo juicio.
Generalmente en estas situaciones anormales el perito, salvo que vaya a examinar la causa, no advierte esta
situación y deberá peticionar al Juzgado que le regulen sus honorarios. A manera ejemplificadora se agrega la
actuación de una perito contadora que impulsó la causa y luego de que se decretara la caducidad de instancia se le
regularon sus honorarios. En estas actuaciones "Hydro Agri Argentina S.A. c Drovet S.A. S/ ordinario" Expediente N°
84040, que se tramitó por ante el Juzgado Nacional de 1ra. Instancia en lo Comercial N° 10 Secretaría N° 20, se
tomó como base regulatoria el monto reclamado en la demanda más los intereses calculados por la perito
contadora en su Informe Pericial (9) .

10.2.3. Incidentes concursales


El contador público puede ser designado en un incidente de revisión o de verificación tardía en la etapa de la
prueba pericial contable. Los incidentes de revisión se tramitan en el Juzgado del Concurso o Quiebra. Una vez firme
la regulación de honorarios no es necesario el procedimiento de verificación de crédito. Es una deuda posterior al
concurso con la preferencia del art. 240 L.C.Q. Por ello una vez firme se debe abonar por quien sea responsable de
las costas o por solidaridad. Únicamente se debe esperar la distribución de fondos si debe pagar una Quiebra.
Régimen arancelario
En materia de incidentes en procesos de revisión de créditos y de verificación tardía en primer término
recurrimos a lo dispuesto en el art. 287 de la ley 24.522 que determina que se regularán honorarios de acuerdo a lo
previsto en las leyes arancelarias locales, tomándose como monto del proceso principal el del propio crédito
insinuado y verificado. La ley arancelaria local para los profesionales que se desempeñan en la jurisdicción de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el decreto-ley 16.638/57, el cual no contempla la regulación de honorarios en
incidentes. En consecuencia, por aplicación del art. 12 de dicho cuerpo normativo, en todo aquello que no se
encuentre legislado resulta de aplicación la ley aplicable a los abogados, reenviando dicha norma a la ley
21.839, actualmente vigente. Esta última norma dispone en el art. 33: "En los incidentes, el honorario se regulará
entre el dos por ciento (2%) y el veinte por ciento (20%) de lo que correspondiere al proceso principal".

10.3. Imposición de costas


El tema de la imposición de costas en un incidente de revisión se rige "prima facie" por los principios generales
propios de la materia (art. 68 CPCC). No obstante ello, en el marco de un incidente de revisión admitido, lo
dirimente para fijar el régimen de costas consiste en la determinación de quién ha sido el responsable de la
sustanciación de la causa; cuál fue el litigante que por desidia u otro motivo, dio lugar o tornó necesario el trámite.
Desde esta perspectiva, será preciso analizar quién es el causante del desgaste jurisdiccional, porque en esta
materia el principio del vencimiento debe integrarse e interpretarse armónicamente con la economía de gastos que
caracteriza al proceso concursal.
En el incidente de verificación tardía las costas deben ser soportadas por el acreedor tardío, aun en el supuesto
de que resultare vencedor en su pretensión, pues amén de provocar un dispendio jurisdiccional fútil, la verificación
tardía impide que en un determinado momento se pueda conocer la real constitución de la masa pasiva, y además
elude el control de los restantes acreedores, sustrayéndose a la "concursalidad" ínsita en el trámite de la
verificación tempestiva, por ello el apartamiento en este tipo de incidentes del principio objetivo de la derrota.

10.3.1. Régimen de imposición de costas


Hay distintas alternativas para la imposición de costas:
* El principio general (art. 68 del CPCC) es imponerle la carga de las costas a la vencida.
* Otra forma de imposición de costas es por su orden o en el orden causado (art. 77 del CPCC) que es el régimen
en el cual cada parte debe abonar las propias y además la mitad de las comunes. Este régimen  (10) se aplica
generalmente cuando el vencido actuó en base a una razón probable o fundada para litigar o en aquellas
situaciones en que haya jurisprudencia contradictoria o se apliquen leyes nuevas.
* En caso de desinterés en la pericia o abstención (art. 478 del CPCC), los honorarios del perito y los gastos serán
siempre a cargo del que solicito la pericia.
* Se le imponen las costas al vencedor cuando en conformidad con las constancias del proceso se demuestre la
inutilidad de la pretensión o su planteamiento fuera en términos notoriamente exagerados.

10.3.2. Condena en costas: solidaridad


El art. 9°de la ley 24.432 vino a modificar la regla hasta entonces vigente en el art. 77 del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación que permitía a los peritos reclamar el total del honorario a cualquiera de las partes fueran o
no las condenadas en costas.
Esta regla tenía una inspiración en la condición de imparcialidad que debe tener una pericia contable,
permitiendo de alguna manera que el perito estuviera alejado de interés sobre el resultado del juicio. Un plenario
de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial del 2 de febrero de 1950  (11) había señalado que: "Si bien en
alguna oportunidad se ha sostenido que entre aquéllos (las partes y el perito) existe una relación de mandato, debe
desecharse esa doctrina, pues faltan en la especie los requisitos que configuran ese contrato... Existe, en cambio,
una prestación de servicios que debe ser retribuida, aun cuando tampoco debe sostenerse válidamente que medie
un contrato de tal naturaleza" (art. 1137 Cód. Civ.). En tales circunstancias, tratándose de una locación de servicios,
prestado por un tercero ajeno a las partes cuya misión específica consiste en asesorar al juez sobre cuestiones de
orden técnico, que desempeña entonces una misión como auxiliar de la justicia; que la actuación cumplida se ha
realizado en interés de ambos litigantes, pues se trata de un trámite necesario e independiente dentro del
procedimiento judicial para llegar al pronunciamiento de los órganos jurisdiccionales, corresponde concluir que por
todas estas razones, y porque debe desvincularse al perito de cualquier interés relativo al resultado del juicio,
existen motivos suficientes de equidad y justicia para reconocerle el derecho de accionar contra cualquiera de las
partes indistintamente por el monto total de honorarios, sin perjuicio del derecho que asiste a estas últimas de
repetirse entre sí, en la proporción que corresponda de acuerdo con la liquidación del pleito.
No obstante este plenario tan bien argumentado, la ley 24.432 cambió los ejes incorporando un último párrafo al
art. 77 del Código Procesal haciendo que los peritos actuantes sólo puedan reclamar a la parte no condenada en
costas hasta el 50% de los honorarios que le fueran regulados.

10.3.3. Limitación en la responsabilidad en el pago de las costas


La ley 24.432 vino a poner topes en cuanto a la responsabilidad en el pago de las costas para lo cual debió
reformar el Código Civil y la ley de Contrato de Trabajo. A continuación transcribo las normas legales modificadas.
Art. 1°. Incorpórase al artículo 505 del Código Civil el siguiente párrafo:
"Si el incumplimiento de la obligación, cualquiera sea su fuente, derivase en litigio judicial o arbitral, la
responsabilidad por el pago de las costas, incluidos los honorarios profesionales de todo tipo allí devengados y
correspondientes a la primera o única instancia, no excederá del veinticinco por ciento (25%) del monto de la
sentencia, laudo, transacción o instrumento que ponga fin al diferendo. Si las regulaciones de honorarios
practicadas conforme a las leyes arancelarias o usos locales, correspondientes a todas las profesiones y
especialidades superan dicho porcentaje, el juez procederá a prorratear los montos entre los beneficiarios.
Para el cómputo del porcentaje indicado, no se tendrá en cuenta el monto de los honorarios de los
profesionales que hubieren representado, patrocinado o asistido a la parte condenada en costas".
Art.8°.Incorpórase al artículo 277 de la ley 20.744 (t. o. 1976), el siguiente párrafo:
"La responsabilidad por el pago de las costas procesales, incluidos los honorarios profesionales de todo tipo allí
devengados y correspondientes a la primera o única instancia, no excederán del veinticinco por ciento (25%)
del monto de la sentencia, laudo, transacción o instrumento que ponga fin al diferendo. Si las regulaciones de
honorarios practicadas conforme a las leyes arancelarias o usos locales, correspondientes a todas las
profesiones y especialidades, superaran dicho porcentaje, el juez procederá a prorratear los montos entre los
beneficiarios. Para el cómputo del porcentaje indicado no se tendrá en cuenta el monto de los honorarios de
los profesionales que hubieren representado, patrocinado o asistido a la parte condenada en costas".
Esta aplicación del tope implica que los honorarios regulados son ficticios, ya que generalmente son reducidos
por aplicación de los mismos generando una confiscación de los derechos de propiedad del titular del honorario.

10.4. Apelación
El plazo para apelar los honorarios es de 5 días desde la notificación (art. 244 del CPCC).
Prescripción Liberatoria: art. 4023 del Cód. Civil.
La prescripción, como modo de extinción de acciones posee plazos para que se opere. Existe en el Derecho
argentino un plazo general establecido por el art. 4023 del Código Civil que es el de 10 años, el art. 4023 del Código
Civil dispone que "Toda acción personal pordeuda exigiblese prescribe por diez años, salvo disposición especial". En
materia de honorarios regulados a peritos, se aplica esta prescripción decenal (12).

10.5. Percepción
Plazo para el pago: Debemos recurrir en forma complementaria a nuestra ley de aranceles al art. 49 de la ley
21.839, cuyo texto dispone que: "Todo honorario regulado judicialmente deberá pagarse por la parte condenada en
costas, dentro de los treinta (30) días de notificado el auto regulatorio firme, si no se fijare un plazo menor".

10.6. Ejecución
El proceso de ejecución de honorarios es asimilable al de ejecución de sentencia.
Para la procedencia de la ejecución de los honorarios es requisito ineludible que éstos hayan sido regulados en
concepto de costas. Este elemento, que imprime a la pretensión ejecutiva certeza suficiente para abrir el proceso de
ejecución configurando el título ejecutivo y requiere que el pronunciamiento que los fijó se encuentre con sentido o
ejecutoriado.
No encontrándose previsto por nuestra ley de aranceles de honorarios lo relativo al cobro de honorarios
regulados en juicio de tal modo la acción para el cobro se tramitará por la vía de ejecución de sentencia.
En cuanto a la ejecución de la sentencia, para conocer las reglas de competencia debemos situarnos en lo
normado por el artículo 501 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
El juez competente será:
1)El que pronunció la sentencia.
2)El de otra competencia territorial si así lo impusiere el objeto de la ejecución, total o parcialmente.
3)El que haya intervenido en el proceso principal si mediare conexión directa entre causas sucesivas.
En cuanto al plazo para el pago la jurisprudencia está dividida, pues unos entienden que la mora es de pleno
derecho y otros que es necesario la previa intimación de pago. A continuación se citan ambas posturas
jurisprudenciales:
"El régimen de la ley arancelaria para abogados que fija un plazo de 30 días para el pago de honorarios regulados,
término que puede ser reducido por el juez y cuyo vencimiento ocasiona la mora de pleno derecho, es igualmente
aplicable a los profesionales en ciencias económicas, en virtud de la remisión que contiene el art. 12 del decreto-ley
16.638/57 (CNCiv., sala F, 30/7/1984. "Excurra Héctor A. L.", ED 111-681".
"La constitución en mora de la obligación de pagar honorarios regulados en juicio, cuando no se ha establecido
un plazo con ese fin, precisa de un requerimiento, puesto que no se trata del caso previsto en el art. 509, párrafo
primero del Código Civil, sino de obligaciones de exigibilidad inmediata (CNEspecial Civil y Com., sala III, 12/2/1982)
ED, 98-513".

10.6.1. Distintas vías de ejecución de honorarios


El perito puede utilizar de acuerdo a la información patrimonial que haya obtenido del sujeto obligado al pago de
sus honorarios diferentes tipos de embargos que se detallan a continuación:

10.6.1.1. Embargo sobre Cuentas Corrientes


El embargo implica un débito que, por orden judicial, debe hacerse sobre la cuenta corriente. Se trata de un
débito porque es menester que los fondos aplicados a él se extraigan de la cuenta y se transfieran a la cuenta del
juicio. Para realizar este débito es menester que exista saldo acreedor y el embargo se hará efectivo en la medida
de ese saldo. El embargo no puede recaer sobre fondos transferidos al banco contra un saldo deudor de la cuenta
corriente. La autorización para girar en descubierto se limita a mantener una disponibilidad crediticia pero no
transfiere fondos al cliente.Las entidades financieras y terceros deberán transferir los importes totales líquidos
embargados a una cuenta a nombre de autos y a la orden del juzgado que deberá abrirse en el banco de depósitos
judiciales, hasta la concurrencia del monto total del título ejecutivo.

10.6.1.2. Embargo de Créditos


También se podrá solicitar la traba de embargos sobre créditos del deudor como cobranzas que éste tenga a
realizar a algún cliente, juicios en los que tenga montos a cobrar o cualquier otro crédito a favor de éste.

10.6.1.3. Embargo sobre bienes muebles


•Muebles registrables: Son las cosas que deben anotarse en registros a efectos de ser oponibles a terceros
(registro de aeronaves, buques, etc.).
•Muebles no registrables: Son aquellos cuya posesión implica dominio (muebles de la casa, ropa, etc.).
En este caso el embargo se limitará a los bienes necesarios para cubrir el crédito que se reclama y las costas.
Mientras no se dispusiere el secuestro o la administración judicial de lo embargado, el deudor podrá continuar en
el uso normal de la cosa.
Si los bienes embargados fuesen muebles, serán depositados a la orden judicial; pero si se tratase de los de la
casa en que vive el embargado, y fuesen susceptibles de embargo, aquél será constituido en depositario de ellos,
salvo que, por circunstancias especiales, no fuese posible.
Bienes inembargables.
De conformidad con lo normado en el artículo 219 CPCC, no se trabará nunca embargo:
1°) En el lecho cotidiano del deudor, de su mujer e hijos, en las ropas y muebles de su indispensable uso, ni en los
instrumentos necesarios para la profesión, arte u oficio que ejerza.
2°) Sobre los sepulcros, salvo que el crédito corresponda a su precio de venta, construcción o suministro de
materiales.
3°) En los demás bienes exceptuados de embargo por la ley. Ningún otro bien quedará exceptuado.
Secuestro
Procede el secuestro de los bienes muebles o semovientes objeto del juicio, cuando el embargo no asegurare por
sí solo el derecho invocado por el solicitante, siempre que se presenten instrumentos que hagan verosímil el
derecho cuya efectividad se quiere garantizar. Procederá, asimismo, con igual condición, toda vez que sea
indispensable proveer a la guarda o conservación de cosas para asegurar el resultado de la sentencia definitiva.
El juez designará como depositario a la institución oficial o persona que mejor convenga; fijará su remuneración y
ordenará el inventario, si fuese indispensable (art. 221 CPCC).

10.6.1.4. Embargo sobre bienes inmuebles


De acuerdo a lo normado por el art. 538 del CPCC, si el embargo hubiese de hacerse efectivo en bienes inmuebles
o en muebles registrables, bastará su anotación en el registro, en la forma y con los efectos que resultaren de la ley.
Los oficios o exhortos serán librados dentro de las cuarenta y ocho horas de la providencia que ordenare el
embargo.
Excepciones: bien de familia
El bien de familia tiene por finalidad proteger patrimonialmente al núcleo familiar y poner a la propiedad a salvo
de una posible ejecución por remate. Esto significa que una propiedad inscripta como bien de familia, puede ser
embargada pero no puede ser ejecutada por deudas posteriores a su inscripción como tal, salvo por deudas propias
del inmueble (expensas comunes, ABL, etc.)
La ley 14.394 entiende como familia a la formada por el propietario y su esposa, hijos (incluyendo los adoptivos),
nietos, padres, abuelos y sus parientes hasta el tercer grado de consanguinidad (sobrino, nieto o bisnieto).
Solamente en caso de no existir esposo, esposa, ascendientes ni descendientes, se admite como familia para este
trámite a los hermanos, tíos y sobrinos que convivan con el titular del inmueble.Remate
Una vez vencido el plazo pertinente y siempre que el deudor no hubiere opuesto excepciones ni hubiere abonado
la deuda, el perito se encuentra en condiciones de solicitar la designación de un martillero a los efectos de ordenar
la venta a través de remate de los bienes cumpliendo con lo normado por arts. 573 y sgtes. del CPCC.

10.6.1.5. Interventor recaudador (art. 223 CPCC de la Nación)


A pedido del acreedor y a falta de otra medida cautelar eficaz o como complemento de la dispuesta, podrá
designarse a UN (1) interventor recaudador, si aquélla debiere recaer sobre bienes productores de rentas o frutos.
Su función se limitará exclusivamente a la recaudación de la parte embargada, sin injerencia alguna en la
administración.
El juez determinará el monto de la recaudación, que no podrá exceder del CINCUENTA POR CIENTO (50%) de las
entradas brutas; su importe deberá ser depositado a la orden del juzgado dentro del plazo que éste determine.
10.6.1.6. Inhibición general de bienes
Dispone el art. 228 CPCC que en todos los casos en que habiendo lugar a embargo éste no pudiere hacerse
efectivo por no conocerse bienes del deudor, o por no cubrir éstos el importe del crédito reclamado, podrá
solicitarse contra aquél la inhibición general de vender o gravar sus bienes, la que se deberá dejar sin efecto
siempre que presentase a embargo bienes suficientes o diere caución bastante.
El que solicitare la inhibición deberá expresar el nombre, apellido y domicilio del deudor, así como todo otro dato
que pueda individualizar al inhibido, sin perjuicio de los demás requisitos que impongan las leyes.
La inhibición sólo surtirá efecto desde la fecha de su anotación salvo para los casos en que el dominio se hubiere
transmitido con anterioridad, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación general.
No concederá preferencia sobre las anotadas con posterioridad.

10.6.1.7. Pedido de quiebra


Conforme el estado de la ley de Concursos, el acreedor deberá probar la existencia de algún hecho revelador
conforme el art. 79, sin necesidad de promover una acción individual de cobro.
El distinguido jurista y ex Juez en lo Comercial, Eduardo Favier Dubois señala que: "es notoria la proliferación de
pedidos de quiebra como medio compulsivo para obtener el cobro individual de créditos por una vía más expeditiva
y menos onerosa que la del juicio ejecutivo, finalidad radicalmente opuesta a la pretendida por el legislador".

11. LA ACTUACIÓN DEL CONTADOR PÚBLICO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES


En la Provincia de Buenos Aires, la Suprema Corte de Justicia reglamentó la inscripción de los peritos auxiliares
mediante el acuerdo 2728 del 1° de octubre de 1996. Este acuerdo designa los órganos que a nivel departamental y
descentralizado, actuarán como organismo de contralor; cada profesional puede inscribirse en un único
departamento y aprobar un curso de capacitación procesal para peritos.

12. RESPONSABILIDADES DEL PERITO CONTADOR

12.1. Responsabilidad penal


Penalmente, el perito es responsable cuando dolosamente: afirma o niega falsamente hechos, circunstancias o
calidades; oculta hechos o circunstancias que harían modificar sus conclusiones; dice haber realizado verificaciones
sin que esto sea cierto; afirma una conclusión sin tener certeza de ella; da un concepto contrario a la realidad por
interés económico o personal.
También se puede castigar penalmente al perito que alegue falsa capacidad para ejercer la función, o que viole el
secreto profesional, o cuando perjudique la investigación. Tales actos constituyen delitos siempre que estén
tipificados y tienen mayor gravedad cuando se cometen en el marco de un proceso penal.
Con respecto al falso dictamen, el Código Penal establece que será reprimido con prisión de 1 mes a 4 años, el
perito que afirmare una falsedad o negare o callare la verdad, en todo o en parte, en su informe, hecha ante la
autoridad competente. Además, se impondrá al perito inhabilitación absoluta por el doble tiempo del de la condena
(art. 275, CP).
Agravantes. Si el falso dictamen se cometiere en una causa criminal, la pena será de uno a diez años de reclusión
o prisión. Asimismo, la pena del perito falso, cuya declaración fuere prestada mediante cohecho, se agravará con
una multa igual al duplo de la cantidad ofrecida o recibida (art. 275 y 276, CP).
Secreto profesional. El Código Penal establece que será reprimido con multa e inhabilitación especial, en su caso,
por seis meses a tres años, el que teniendo noticia, por razón de su profesión, de un secreto cuya divulgación pueda
causar daño, lo revelare sin justa causa (art. 156, CP).

12.2. Responsabilidad civil


El profesional responde por los daños y perjuicios ocasionados derivados de su mal desempeño, por negligencia o
culpa. La obligación de reparar el daño y/o perjuicio se halla legislado en el art. 1109 del Código Civil, sea ésta por
acción u omisión.
Civilmente es responsable el perito, por los daños y perjuicios que dolosa o culpablemente ocasione a las partes
en desempeño del cargo, además de las multas que se le impongan. En todos los casos se deben establecer los
elementos generales de la responsabilidad civil: la culpa o el dolo, el perjuicio y la relación de causalidad entre aquel
hecho y este daño.
La responsabilidad civil puede ser de tipo contractual (si es designado por una de las partes y respecto de ésta) o
extracontractual (si es designado por el juez o respecto a la parte distinta de quien lo nombró).
Según el Código Procesal, si el juez remueve al perito por renunciar sin motivo atendible, o por rehusarse a dar su
dictamen o por no presentarlo oportunamente, después de haber aceptado el cargo: de oficio nombrará otro en su
lugar y lo condenará a pagar los gastos de las diligencias frustradas y los daños y perjuicios ocasionados a las partes,
si éstas lo reclamasen (art. 468, CPCCPBA).
Podrían aplicarse las normas civiles sobre responsabilidad en los siguientes casos: destrucción de cosas o
documentos, deterioro de bienes, violación del secreto profesional, demora en hacer la investigación o en presentar
el dictamen y emisión de un falso dictamen. En la culpa se incluye el retardo injustificado y el error inexcusable.
En los casos citados se le podrá imponer al perito la obligación de indemnizar los perjuicios ocasionados, más allá
de las sanciones disciplinarias que prevé la ley. Por ello, si el perito no tiene el conocimiento técnico requerido o la
experiencia necesaria, debe abstenerse de aceptar el cargo.

12.3. Responsabilidad administrativa


Esta surge de normas previstas en los códigos de procedimiento y en las reglamentaciones de orden
administrativo que dictan los organismos jurisdiccionales. El perito, como auxiliar de la justicia, debe desempeñar su
cargo fielmente; con lealtad, diligencia, capacidad y buena fe. En caso de que cometa una inconducta procesal,
tendrá que responder ante la autoridad jurisdiccional por ella.
Se impone que el perito conozca las normas de procedimiento del ámbito en el que va a cumplir funciones, ya
que el error de derecho no es excusable.
Se incluyen dentro de la responsabilidad administrativa, todas las medidas correctivas que los organismos
jurisdiccionales pueden imponer a los peritos en uso de sus facultades disciplinarias; tales como: remoción del
cargo, multa, apercibimiento, reducción de honorarios y exclusión de las listas para designaciones de oficio.
Éstas se determinan más allá de las sanciones penales, civiles o profesionales que los órganos correspondientes
les puedan aplicar o no a los auxiliares de justicia. Asimismo, no es necesario que sean solicitadas por las partes; el
órgano jurisdiccional puede aplicarlas de oficio.
1. Remoción. Será removido el perito que después de haber aceptado el cargo: 1) renunciare sin motivo
atendible; 2) rehusarse dar su dictamen o no lo presentare oportunamente. El juez de oficio: nombrará otro en
su lugar (art. 468, CPCCPBA). Esta sanción importa la revocación del cargo y el apartamiento del perito del
proceso.
2. Pérdida de honorarios devengados. El perito reemplazado por haber sido removido perderá el derecho a
cobrar honorarios (art. 468, CPCCPBA). Esta sanción económica es accesoria a la de remoción y es
independiente del derecho que tienen las partes a exigir el resarcimiento de daños y perjuicios.
3. Exclusión de la lista. Los Órganos Judiciales de contralor pueden disponer la exclusión de un perito de la lista
respectiva, por las siguientes causales:
a) No presentarse a aceptar el cargo dentro de los tres días de la notificación, sin motivo debidamente
justificado (art. 467, CPCCPBA).
b) Renunciar sin motivo atendible (art. 468, CPCCPBA).
c) Rehusarse a dar dictamen o no presentarlo en término (art. 468, CPCCPBA).
d) No concurrir a la audiencia o no presentar, cuando se le requiera, informe ampliatorio o complementario
dentro del plazo fijado.
e) Negarse a dar explicaciones.
f) Cualquier otra circunstancia que por resolución fundada de lugar a la exclusión del perito.

12.4. Responsabilidad disciplinaria ante el Consejo Profesional


En cuanto a la responsabilidad profesional es necesario destacar la ley 466 de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires y el Código de Ética.
La responsabilidad ética se vincula con las conductas y principios que establece el Código de Ética profesional
vigente.
Ésta resulta aplicable cuando la profesión del perito se encuentra reglamentada y el organismo encargado de
controlar la matrícula cuenta con facultades para: 1) juzgar la conducta de los profesionales a través de Tribunales
de Ética, y 2) sancionarlos en caso de inconducta profesional, conforme a lo establecido en los códigos de ética
respectivos.
Los códigos de ética prevén normas generales y especiales sobre: principios técnicos, clientela, publicidad, secreto
profesional, honorarios y solidaridad. No obstante, estos códigos contienen normas enunciativas; por su propia
naturaleza no significan la negación de otras.
En el caso de que un perito sea sancionado por un organismo jurisdiccional, debe comunicarse dicha
circunstancia a la entidad que ejerce el poder disciplinario sobre la profesión del perito. Si su conducta constituye
una falta relativa a la ética profesional, éste será pasible de las siguientes sanciones: advertencia, amonestación,
censura pública, suspensión en el ejercicio profesional o cancelación de la matrícula (art. 46, LEP).

CAPÍTULO IX

EL CONTADOR PÚBLICO COMO SÍNDICO CONCURSAL

Juan Ulnik

1. INTRODUCCIÓN Y ALCANCES DEL CAPÍTULO


Dice el art. 13, inc. B, acápite a), apartado 1º del decreto-ley 5103/45, ratificado posteriormente en el año 1946
por ley 12.921, que se requerirá el título de "contador público nacional", en las "quiebras y convocatorias de
acreedores para las funciones de síndico previstas por la ley de quiebras y para la conformidad de los estados
patrimoniales de distribución de fondos y cálculos de dividendos, presentados por los liquidadores".
Obviamente estamos hablando de un texto que hoy podría considerarse histórico, dado los años transcurridos
desde su sanción, pero aun a pesar de los acelerados cambios de todo tipo que han acontecido en el mundo en más
de medio siglo, máxime en materia económica legal, un texto promulgado hace tantos años, se mantiene en vigor,
siendo de destacar que pocas legislaciones hoy día vigentes en el mundo introducen en la incumbencia del contador
público un concepto tan amplio dentro de la especialidad judicial.
Y si nos remontamos a los primeros antecedentes en nuestro país al respecto, debemos recordar que nuestras
raíces en materia legal provienen en buena parte de la legislación española (no olvidemos que fuimos colonia de
España). Ya las Ordenanzas de Bilbao, que datan nada menos que del año 1737, en materia de bancarrotas
hablaban de los "síndicos comisarios", lo cual es recogido posteriormente, ya en nuestra Independencia en el
Código de 1862 que contemplaba tanto una "sindicatura provisional" como una "sindicatura definitiva", si bien debe
aclararse que en tan remota época, aún no existían estudios universitarios que otorgaran el título de Contador.
Recién con la vigencia de la ley 4156, y ya existiendo la carrera universitaria de Contador Público, se declara que
la sindicatura concursal debe ser ejercida por un Contador Público, lo cual posteriormente es ratificado y ampliado
por la ley 11.719, pero subsistiendo aún la figura del "liquidador", funcionario éste que desaparece a partir de la
promulgación de la ley 19.551 que lo reemplaza por la figura del "síndico liquidador".
Promulgada la ley 19.551 el 4 de abril de 1972, con el correr de los años experimenta cambios muy importantes
en su articulado, como consecuencia de las sucesivas reformas emanadas de las leyes 20.312, 20.315, 20.595,
21.488, 22.917, ya llegamos a la ley 24.522 vigente en la actualidad, si bien con las modificaciones parciales
emanadas de las leyes 24.760, 25.113, 25.374, 25.563, 25.589, 26.086 y la más reciente con profundos cambios en
materia laboral: me refiero a la ley 26.684, pero, al presente, el artículo 253 mantiene toda su vigencia en lo que
refiere a que la sindicatura podrá ser ejercida en forma exclusiva por Contadores Públicos. También se mantiene
vigente el sistema de categoría de síndicos, tema éste de cierta complejidad al cual nos referiremos líneas más
adelante.
Con lo hasta aquí expuesto, queda ampliamente demostrado el importante papel que el legislador le ha
reservado al Contador Público en los procesos falenciales, con lo cual, sin lugar a dudas, quedan justificadas estas
líneas, en una obra que se destina para ilustración general de estudiantes y graduados. No pretende ser un tratado
profundo sobre tan espinosa materia, sino simplemente una guía para la actuación dentro de tan importante
incumbencia del Contador Público, ilustrando así sobre aspectos básicos que hacen a su desempeño en el ámbito
forense, y con la modesta pretensión de que resulte útil a estudiosos del tema, y de ilustración para Contadores
Públicos tanto cuando se desempeñan en el área judicial, como así también cuando actúen como asesores de
comerciantes con problemas de crisis empresarias a fin de ilustrarlos sobre la posibilidad de acudir al remedio
concursal.
Es así como a través de los capítulos que siguen, estimamos prudente antes de entrar de lleno a las
responsabilidades, derechos y obligaciones de un síndico concursal, comentar todo lo atinente a los requisitos
esenciales en primer lugar, para su inscripción y su posterior designación, pues dado que nos guía un espíritu
práctico y a la vez docente, hemos entendido que previo a explayarnos sobre las tareas a llevar a cabo, deben
tenerse precisas nociones acerca de cómo acceder a tales desempeños.

2. REQUISITOS Y NORMAS LEGALES APLICABLES PARA LA INSCRIPCIÓN Y DESIGNACIÓN DEL CONTADOR PÚBLICO COMO SÍNDICO CONCURSAL

2.1. Requisitos
Entramos a uno de los temas más controvertidos y que han agitado las opiniones, tanto de contadores, como de
abogados y magistrados; y son muchas y muy respetables las campanas a escuchar al respecto.
Por supuesto que sería una solución facilista transcribir el art. 253 de la ley 24.522 (antes art. 277 de la ley
19.551) sin otros mayores comentarios, pues el texto de la norma legal es bien claro, pero la importancia y
trascendencia del tema bien merece comentarios adicionales.
Las antiguas legislaciones sobre bancarrotas, que creaban la figura del síndico, y que exigían que el mismo tuviera
como título habilitante el de contador público, disponían que las respectivas listas se renovaran anualmente, para
luego pasar al sistema bianual y llegar finalmente al sistema actualmente vigente que consiste en la renovación
cada cuatro años.
A esta altura es fundamental aclarar que, de acuerdo al texto del art. 253, inc. 1°, de la ley 24.522 y que no
experimentó cambios al sancionarse las posteriores modificaciones a tales normas legales, tal desempeño se halla
reservado exclusivamente a contadores públicos con más de 5 años de ejercicio profesional y sigue luego la aludida
norma legal diciendo que se designa preferentemente a quienes hubieran cursado carreras universitarias de
especialización de postgrado. Esto último a su vez tiene su antecedente en el párrafo 35, inciso b) de la Exposición
de Motivos de la aludida ley 24.522, cuando se aclara que se refería la preferencia a "carreras específicas y de
profundización profesional con el sentido y alcance que universitariamente es propio de ese nombre, y no simples
cursos".
Una de las primeras controversias surge a partir del requisito de antigüedad, y se continúa con el requisito de la
especialización. En opinión de muchos graduados, el título habilitante es único y sin limitaciones de ninguna
especie, motivo por el cual consideran injusto vedar el acceso a una fuente de trabajo con requisito previo alguno,
ya que se aduce que la experiencia que únicamente otorga el ejercicio activo de la profesión es necesaria en
cualquier especialidad, y no por ello existe exigencia previa alguna para cualquiera de las otras incumbencias del
contador público. Ello es cierto, pero la tarea de la sindicatura concursal es tan vasta y tan disímil, pues abarca
tantas áreas de la profesión, que difícilmente sin años de experiencia y sin aprendizaje especializado previo, se
pueda cumplir cabalmente con la función de síndico concursal.
Puede acudir al remedio concursal tanto un establecimiento agropecuario como una fundición de metales; puede
hallarse en situación de impotencia financiera tanto un director de empresa como un director cinematográfico;
puede tratarse tanto de un establecimiento único con un solo empleado como un establecimiento con cincuenta
sucursales y mil dependientes. Y, en cumplimiento del mandato legal en plazos relativamente breves, el síndico
concursal debe producir, entre otros, informes tanto de auditoría como de factibilidad, investigar el pasado y
proyectar el accionar futuro, expedir certificados diversos, vigilar bienes, y así podríamos continuar con muchas
funciones más. Su accionar es indelegable (art. 252), y se pueden detallar muchas más exigencias, todo lo cual (si
bien debemos admitir no representa una garantía total) nos hace concordar con el régimen legal actualmente
vigente que exige antigüedad y especialización, pues por lo menos se trata de la alternativa más seria y coherente al
respecto.
La República Argentina tiene un sistema federal de gobierno, es decir, coexisten leyes de aplicación nacional y
leyes de aplicación provincial. La ley 19.551 y sus posteriores reformas son leyes nacionales uniformes para todo el
país, pero los Códigos de Procedimientos, vigentes en cada Provincia, sólo tienen aplicación en aquel territorio
provincial que lo ha promulgado. Lo mismo ocurre con la organización de la justicia, pues cada una de las divisiones
políticas de la república tiene su propia organización tribunalicia, e incluso las provincias más importantes (por
ejemplo: Buenos Aires, Santa Fe, etc.) tienen departamentos judiciales en sus territorios, con distintos Tribunales de
primera instancia y de alzada y una Corte Suprema por provincia. A su vez, tienen jurisdicción y competencia en la
Capital Federal en materia concursal, los Juzgado Nacionales de 1ra. Instancia en lo Comercial, la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Comercial y en determinados casos la última palabra la tiene la Corte Suprema de Justicia de la
Nación.
La ley 24.522 actualmente vigente, aun con sus posteriores modificaciones que en ningún momento han
modificado el tema incumbencia y especialización, innova en dos sentidos, pues el texto sancionado por el Congreso
de la Nación, se aparta del anteproyecto elevado por el Poder Ejecutivo, que originariamente permitía que la
sindicatura fuera ejercida en forma indistinta por contadores públicos o por abogados, y en el texto promulgado
finalmente por el Poder Ejecutivo, en su artículo 253, inc. 1°, claramente se reserva la función de síndico concursal
al contador público.
Pero lo novedoso en el país, pues no existen antecedentes anteriores al respecto, es la división de los síndicos en
dos categorías: categoría A, integrada por estudios de contadores públicos, y categoría B, integrada por contadores
públicos en forma individual.
Todo ello se encuentra explicitado en los incisos 1° y 2° del art. 253, y líneas más adelante nos referiremos al
respecto.

2.2. Inscripción
En materia nacional, la ley 24.522 en su art. 253, inc. 2° dispone que cada cuatro años la Cámara de Apelaciones
correspondiente forme listas en cantidad no inferior a quince síndicos por juzgado, con 10 suplentes también por
juzgado, todos los cuales pueden reinscribirse indefinidamente (debe señalarse que antiguamente, cuando la
inscripción era anual, según el art. 88 de la ley 11.719, una vez que el contador pasaba a integrar una lista anual, no
podía volver a figurar sino con un intervalo de uno a tres años, según lo establecía el respectivo Tribunal, sin
interesar para dicha exclusión forzosa, si había sido sorteado en causa alguna); es decir, actualmente se privilegia le
experiencia que se presume se adquiere en un ejercicio continuado en la función de Síndico.
Continúa diciendo la actual norma legal que deberá haber dos listas; una de ellas correspondiente a la categoría
A, integrada por estudios, y la segunda denominada categoría B, integrada exclusivamente por profesionales en
forma individual.
Donde interviene el arbitrio de cada Tribunal de Alzada es en el procedimiento a ser adoptado para formar las
listas de titulares y suplentes, salvo la obligatoriedad de la preferencia a los que cuenten con antecedentes y
experiencia; y dentro de ello, a los que acrediten haber cursado carreras universitarias de especialización en
posgrado. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ello se rige por acordadas dictadas por la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Comercial, que al presente dispone que cada Juzgado cuente con una lista de quince síndicos
titulares, de los cuales tres serán de categoría A y doce de categoría B. De esos tres síndicos categoría A, dos son
designados por la Cámara en base a antecedentes y estudios de posgrado, y uno de ellos por sorteo; y con respecto
a la categoría B, un número de síndicos es designado en base a antecedentes y estudios de posgrados, y el resto es
designado por sorteo.
Confeccionadas las listas globales arriba detalladas, y siempre por sorteo público, se procede a la distribución por
Juzgado, tocándole a cada Tribunal las mismas proporciones de síndicos categoría A y B, y dentro de cada categoría,
las mismas proporciones de profesionales con antecedentes y/o estudios especializados y de contadores
simplemente sorteados.
Con el remanente de aspirantes no desinsaculados se sortean los síndicos que han de actuar, siempre durante
cuatro años en carácter de suplentes, designándose uno por la categoría A y nueve por la categoría B, por Juzgado,
y en lo que hace a sus designaciones para su actuación en las causas, nos referiremos líneas más adelante.
Con pequeñas diferencias lógicamente adaptadas a la importancia territorial y número de habitantes, al número
de Tribunales y a la cantidad de aspirantes a síndicos inscriptos, cada Cámara de Apelaciones Provinciales con
competencia en quiebras ha dictado sus respectivas acordadas.
Es importantes destacar que en la Ciudad Autónoma, se le otorga importancia al hecho que el aspirante a síndico
tenga a su disposición oficinas con suficientes comodidades (en el caso de los estudios de síndicos, la
reglamentación dispone que se deben acompañar planos del estudio profesional) para atender al público, como así
también que no tenga sanciones del Tribunal que lo inscribe, habiéndose resuelto actualmente en la Ciudad
Autónoma que obligatoriamente debe atenderse al público en las oficinas del síndico como mínimo en el horario de
12 a 18 horas.
No existe impedimento alguno en la medida en que se posea domicilios para constituirlos, que el aspirante a
síndico se inscriba en cuantas jurisdicciones judiciales quiera hacerlo, si bien en los últimos años han surgido
restricciones al respecto. Como ejemplo podemos mencionar que en CABA se exige que el domicilio real no se
encuentre a más de 250 Km de la sede del Tribunal; y algunos Tribunales Provinciales, han dictado normas a fin de
evitar la inscripción del llamémoslo "síndico golondrina" que constituye domicilio únicamente por razones de
conveniencia. Por ejemplo, en la Provincia de Córdoba tienen preferencia quienes declaren bajo juramento que
poseen el domicilio real y profesional en la circunscripción judicial en la cual se inscriben.
Aun así, y aun cuando las reglamentaciones de los respectivos Tribunales no lo hayan exigido al momento de la
inscripción, es llamativo un fallo dictado en la Provincia de Jujuy, en autos "CAFA SRL" s/concurso por
agrupamiento, por el cual al haber llegado a conocimiento del Tribunal que la residencia real del profesional que se
desempeñaba como síndico en una causa era en CABA (es decir, a 1600 Km de Jujuy) se lo removía del cargo. (1)

2.3. Designación
Siguiendo los lineamientos del art. 253, en su inciso segundo, dicta normas que ya se convierten en obligatorias
para los Tribunales de todo el país, como ser que deben existir bolilleros separados para quiebras y para concursos y
que para el supuesto teórico en que un concurso devengue en quiebra, continuarán las tramitaciones con el mismo
síndico. La antigua ley 11.719 disponía taxativamente en su art. 89 que a los efectos del sorteo, el síndico sorteado
era eliminado del bolillero, hasta tanto hubieran sido sorteados la totalidad de los integrantes de la lista. La ley
19.551 nada decía al respecto, pero, ya sea por acordadas en distintas jurisdicciones, ya sea por los usos y
costumbres, en la actualidad a este respecto el procedimiento no ha variado. En cambio, la ley
24.522 taxativamente en su art. 253, inc. 6° dice que el designado sale de la lista hasta tanto hayan actuado todos
los candidatos.
Los incisos octavo y noveno del art. 253, tienen un vacío legal en lo que respecta al orden de preferencia para las
designaciones de síndicos suplentes. Si bien disponen que a medida que cesan los síndicos titulares (por cualquier
causa, como ser remoción, renuncia o muerte), se incorporan los suplentes, como así también que los suplentes
deben actuar por licencias de los titulares, no legislan, si debe respetar el orden de sorteo con que se reciben las
listas elaboradas por las Cámaras, o bien si se debe practicar un nuevo sorteo entre la totalidad de los síndicos
suplentes del Juzgado y al respecto no existe una norma mayoritaria de los Tribunales en cuanto a la interpretación
de dichos incisos, siendo las soluciones disimiles aun dentro de una misma jurisdicción judicial.
Otro vacío legal, es el que se refiere a la forma de designar los llamados síndicos "ad hoc" (que intervienen
puntualmente en los estudios de créditos o de situaciones, donde pueda existir un interés personal del síndico
regular), pues ningún artículo de la ley 24.522 lo menciona, quedando a criterio de cada Tribunal el desinsacularlo
de las listas de titulares o de suplentes, su reposición en bolillero y las pautas para la regulación de sus honorarios;
siendo deseable a tal respecto que en el futuro la legislación contemple tal figura y la incluya en el articulado de la
Ley.
Queda librado al criterio del Juez hacer valer la última parte del art. 253 que se refiere a la sindicatura plural. Es
de hacer notar que la Ley impone solamente tres condiciones al respecto:
1°) Que se trate de un proceso cuyo volumen y complejidad lo justifiquen;
2°) Que tal decisión sea fundada; y
3°) Que disponga el régimen de coordinación del cuerpo de síndicos que se crea, es decir, que paute las funciones
de cada uno de los síndicos.
Es tan compleja la función de la sindicatura, máxime si se trata de procesos de gran envergadura económica, son
tantos y tan variados los precedentes a ser aplicados y pueden ser tan difíciles los criterios a ser conciliados, máxime
si el azar elige profesionales con distintas formaciones académicas, y disímiles metodologías de labor, que no
compartimos esta idea del legislador, pues a pesar de tener muy poca receptividad en los Tribunales, pensamos que
puede complicar el proceso, en lugar de aliviar la carga procesal, máxime si tenemos presente la posibilidad del Juez
de designar como síndico a un estudio categoría A.
El art. 255 dispone acerca de la irrenunciabilidad a las designaciones, salvo causa grave que impida su
desempeño, e inteligentemente a fin de evitar que un síndico renuncie en las causas "pobres" y se siga
desempeñando en las causas "ricas", también dispone que la renuncia comprenda la totalidad de las sindicaturas;
es decir, no hay lugar a elección caprichosa. De no existir causa grave que justifique la renuncia, tampoco se puede
obligar a un profesional a continuar con sindicaturas que no desea, pero debe saberse que en tales casos, su
renuncia puede ser rechazada y se podría decretar su remoción lisa y llana, que trae aparejada las sanciones del art.
255, tercera y cuarta parte.
El art. 256 consagra el derecho del síndico a excusarse en determinada causa, remitiéndose para ello a las
causales de recusación con causa a los magistrados. También debe excusarse si se encuentra en la misma situación
frente a un acreedor y para ese caso particular deberá designarse un síndico suplente. Es llamativo que la nueva
Ley, al igual que la anterior, nada diga respecto a las excusaciones del síndico frente al concursado. No obstante tal
silencio legal, por analogía y por una elemental lógica, estimamos que las disposiciones del art. 256 son válidas
tanto para quiebras (lo cual está perfectamente determinado en la Ley), como para concursos.
2.4. Licencias
Obviamente, el síndico es un ser humano, quien puede quedar afectado a un sinfín de circunstancias que le
impidan temporariamente ejercer en plenitud sus funciones, máxime si se considera que las designaciones tienen
cuatro años de duración. El art. 255 "in fine" de la ley 24.522 trata el tema de las licencias, y al respecto dispone en
forma taxativa que se conceden por motivos que impidan temporariamente el ejercicio del cargo, no pudiendo
superar los dos meses por año corrido. También dispone la misma norma legal que las otorga el Juez, siendo
apelables en caso de denegación. Si bien la Ley no dispone la obligación de agregar prueba alguna que justifique el
pedido de licencia, tratándose de una facultad que ejerce el magistrado actuante, es más que obvio que el pedido
debe ser fundado en forma razonable, y de ser posible agregando las pruebas que avalen el pedido, como ser
certificados médicos, certificaciones sobre cursos en extrañas jurisdicciones, documentaciones que hagan a
derechos de familia, etc.
A esta altura nos permitimos criticar la aparente inflexibilidad de la Ley cuando limita taxativamente a dos
mesesen el año (ante el silencio de la Ley, se supone que se refiere al año calendario) el período máximo de la
licencia, si bien entendemos que ante un pedido debidamente fundado con sólidas pruebas, dicho período podría
ser extendido por el Juez interviniente.
Para el supuesto de una denegación del Juez de primera instancia, es posible recurrir a la Cámara de Apelaciones,
pero ello muchas veces si se trata de causas que no admiten espera, se torna en un remedio ilusorio.

3. ATRIBUCIONES, RESPONSABILIDADES Y RETRIBUCIÓN DEL SÍNDICO CONCURSAL

3.1. Atribuciones
Ya hemos efectuado anteriormente comentarios acerca de la diversidad de tareas que debe encarar un síndico
concursal en el desempeño de su función, todas ellas tan disímiles entre sí, y debe entenderse que para concretar
tal improbo como amplio trabajo, es imprescindible que la Ley le entregue las herramientas necesarias. Tales
herramientas de orden legal surgen del articulado de la ley 24.522 y sus posteriores modificaciones, en especial del
art. 275.
Es importante destacar en lo que respecta al uso de la firma profesional que no deben confundirse las
atribuciones que tiene un Contador Público cuando actúa en carácter de perito, arbitro o interventor, que cuando
actúa como síndico concursal, dado que solamente en esta última circunstancia puede firmar documentación que
hace al procedimiento judicial con las mismas atribuciones que el Código de Procedimientos atribuye a los
letrados.Solamentecuando el Contador Público se dirige en ejercicio de la función de síndico concursal, se halla
facultado para suscribir cédulas, oficios y pedidos de informes diversos. Al respecto el art. 137 del Código de
Procedimientos en lo Civil y Comercial y el art. 275, inc. 1°, ley 24.522, lo facultan a firmar cédulas y a su vez las
demás facultades que le confiere el ya aludido art. 275 son tan importantes, amplias y extensas que merecen ser
repetidas textualmente. Dice tal articulado:
Art. 275. Deberes y facultades del síndico - Compete al síndico efectuar las peticiones necesarias para la rápida
tramitación de la causa, la averiguación de la situación patrimonial del concursado, los hechos que puedan haber
incidido en ella y la determinación de sus responsables.
A tal fin tiene, entre otras, las siguientes facultades:
1) librar toda cédula y oficios ordenados, excepto los que se dirijan al presidente de la Nación, gobernadores,
ministros y secretarios de Estado, funcionarios de análoga jerarquía y magistrados judiciales;
2) Solicitar directamente informes a entidades públicas y privadas. En caso de que el requerido entienda
improcedente la solicitud, debe pedir al juez se la deje sin efecto, dentro del quinto día de recibida;
3) requerir del concursado o terceros las explicaciones que estime pertinentes. En caso de negativa o resistencia
de los interpelados, puede solicitar al juez la aplicación de los arts. 17, 103 y 274, inc. 1;
4) examinar, sin necesidad de autorización judicial alguna, los expedientes judiciales o extrajudiciales donde se
ventile una cuestión patrimonial del concursado o vinculada directamente con ella;
5) expedir certificados de prestación de servicios de los dependientes, destinados a la presentación ante los
organismos de seguridad social, según constancias de la contabilidad;
6) en general, solicitar todas las medidas dispuesta por esta ley y otras que sean procedentes a los fines
indicados.
7) Durante el período de verificación de créditos y hasta la presentación del informe individual, debe tener
oficina abierta al público en los horarios que determine la reglamentación que al efecto dictará la Cámara de
Apelaciones respectiva.
8) El síndico debe dar recibo con fecha y hora bajo su firma o de la persona autorizada expresamente en el
expediente, de todo escrito que le sea presentado en su oficina durante el período de verificación de créditos y
hasta la presentación del informe individual, el que se extenderá en una copia del mismo escrito.
El síndico es parte en el proceso principal, en todos sus incidentes y en los demás juicios de carácter patrimonial
en los que sea parte el concursado, salvo los que deriven de relaciones de familia en la medida dispuesta por esta
ley.
Excepto en las cédulas que tienen una redacción ya fijada, en las demás documentaciones que se suscriba como
síndico concursal es aconsejable incluir en el texto, la frase de que se firma en uso de las atribuciones que confiere
el artículo e incisos arriba citados. La disposición antes comentada hace al ahorro de los tiempos procesales y del
trabajo del Tribunal, a la vez que equipara las facultades del Contador Público, síndico concursal a las del abogado.
Los deberes de la Sindicatura especificados en los incisos 7° y 8° son novedosos y sin antecedentes en el pasado,
y sobre los cuales nos referiremos más en detalle, líneas más adelante, al hablar del proceso de verificación de
créditos.
Siempre en el tema de las facultades del síndico es importante mencionar los derechos que le acuerda el art. 33,
herramienta fundamental a efectos de poder esclarecer y llegar a la verdad en la determinación de pasivos, que se
extiende incluso al derecho de acceso a libros y documentación de terceros.
Preferentemente todos los pedidos que lleve a cabo el Síndico, deben tener un respaldo escrito, si bien puede
optar por solicitar tales informaciones a través del expediente judicial en el cual se encuentra actuando.
Concluyendo el tema, no puede haber secretos para el síndico concursal, en lo que hace a los negocios del
deudor, ni en lo que se relacione a los negocios de terceros con dicho deudor, lo cual no significa que el síndico no
deba tener presente lo dispuesto acerca del "secreto profesional" en el Código de Ética que rige en la profesión,
pues aun en el supuesto que deba poner en conocimiento del Juzgado algún tema que por diversas razones el
deudor o acreedor involucrado deban mantener en secreto, siempre existe la solución de solicitar al Tribunal
interviniente la formación de un "expediente reservado" el cual obviamente es exhibido solamente a aquellas
partes autorizadas por el Juzgado.

3.2. Responsabilidades
Es elemental que si las atribuciones son mayores, la responsabilidad se acrecienta. Cuando líneas más arriba se
transcribe el claro texto del art. 275 que ilustra acerca de las facultades del síndico, es necesario remarcar que en su
inicio utiliza el término "...compete al síndico...", es decir, es imperativo; y ello así por cuanto el síndico es el
profesional idóneo para el desempeño de las tareas que en los distintos incisos se explicitan.
El contador público que incursiona en el ejercicio de la sindicatura concursal, debe tener bien presente, de
ejercer el mandato que la Ley le confiere, en la forma más ajustada a Derecho que le sea posible, sin descuidar o
infringir, ni normas legales, ni normas técnicas que hagan al ejercicio de la profesión, pues puede llegar a sufrir
penalidades de diversa índole, tanto en el expediente en el cual se halla actuando, ante los Tribunales de Ética de la
profesión e incluso cuando la gravedad del hecho así lo amerite, aquellas contempladas por el Código Penal.
No es el caso considerar aquí las conductas delictuosas llevadas a cabo a conciencia y en forma voluntaria,
conductas éstas reprochables que afortunadamente para el prestigio de la profesión, son casi desconocidas, pero sí
corresponde destacar que una mala praxis, ya sea por defectuoso conocimiento de leyes de fondo o de forma,
imprudencia, impericia e incluso por deficiente patrocinio legal, puede hacer caer al síndico concursal en las figuras
de la "estafa procesal" o del "falso testimonio", ambas incluidas en el Código Penal.
Si bien los arts. 239, 245 y 279 de la ya caduca ley 19.551, no se repiten en la nueva ley 24.522, sin perjuicio de
que el texto del fenecido art. 279, es parcialmente repetido ahora en el art. 255, ya no se reproduce el párrafo
"daños que deba reparar el funcionario" (y el síndico concursal lo es), y en cambio en el tercer párrafo del art. 255
se introduce la posibilidad de una reducción (ello como castigo) de los honorarios del síndico, y en el párrafo
siguiente contempla la aplicación de multas al síndico hasta el equivalente de la remuneración mensual del Juez de
Primera Instancia.
A pesar del nuevo texto legal, entendemos que por aplicación de las leyes corrientes, el posible "daño" por el que
pueda ser inculpado un síndico por mal desempeño en su función, puede tener distintas penalidades. En síntesis, un
incorrecto accionar puede eventualmente acarrear castigos tanto pecuniarios como de orden personal.
Por tratarse de hechos más comunes, prescindimos la transcripción de fallos que hayan contemplado la remoción
del síndico, pero se ha considerado conveniente traer alguna jurisprudencia que sanciona pecuniariamente al
síndico concursal, todas ellas emanadas de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial y que corresponden
a los autos que en cada caso se explicita Dictaminó el Fiscal de Cámara a lo cual adhirió el Tribunal: la demora de
casi tres meses incurrida en la publicación de los edictos inherentes a un proyecto de distribución de fondos justifica
la imposición al síndico de una multa de quinientos australes, aun cuando los fondos se hayan mantenido en cuenta
redituable (2) . Se dijo también: "Si el informe no cumple las exigencias formales y sustanciales previstas por el art.
35 y Resolución Técnica N° 7 de la Federación Argentina de Profesionales en Ciencias Económicas —aplicable según
lo dispuesto por la ley 20.488; 21-F y ley 20.476; 8-F—, habida cuenta de que en la mayoría de los casos el síndico se
limita a formular una escueta reseña de la petición del acreedor —que no resulta suficiente para dar cuenta de los
elementos que tuvo a la vista para emitir su opinión— y no fundamenta su dictamen, corresponde la imposición de
una multa." (3) A su vez se sentenció: "El régimen de sanciones al síndico supone apreciar globalmente su
actuación, considerándose la totalidad de su desempeño. La circunstancia de tener que instar el Tribunal a la
reinscripción de inhibiciones vencidas, en razón de la paralización durante largos períodos del expediente principal,
demuestra la falta de un obrar diligente por parte del síndico en el cumplimiento de sus funciones —que en forma
alguna pueden quedar supeditadas a las conminaciones que el Juez deba dirigirle al efecto— y justifica la imposición
de una multa como sanción" (4) .
Si bien hasta el presente no existe receptividad de los Tribunales, se nota cierta corriente intimidatoria hacia el
síndico concursal, cuando se pide costas en forma personal contra su persona. Dado que nunca existe la seguridad
absoluta de resultar vencedor en un pleito, iniciar o defender acciones como representante de la masa de
acreedores en una quiebra, o bien tomar determinada posición en un concurso preventivo, con el riesgo de tener
que afrontar los gastos causídicos con patrimonios personales, podría llegar a obrar como freno disuasivo, lo cual es
inadmisible, pues atentaría contra el desempeño imparcial de la sindicatura.
Es importante consignar que la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial opinó que "El rechazo del
pedido de extensión de la quiebra, formulado por el síndico, en virtud de que el mismo no ha logrado la
acreditación suficiente de los hechos invocados, la negligencia probatoria demostrada y la falta de impulso
conveniente de las actuaciones, puede justificar una sanción, o, en definitiva, un conveniente análisis al momento
de la regulación de sus honorarios profesionales, pero no la imposición de las costas del proceso cuando actúa en
representación de la quiebra" (5) .
Un fallo más reciente del mismo Tribunal concuerda con la doctrina arriba vertida, por cuanto dice "En cuanto a
las costas, por no hallarse mérito para una imposición personal al síndico, extremo éste eventualmente reservado
para hipótesis de comportamiento procesal que perjudique directamente al concurso, ausentes en autos. Ha de
repararse en que fue el síndico de la quiebra quien promovió el incidente contra la fallida como necesario
contradictor principal, sin que resulte así justificado que sean los acreedores, que no obtuvieron beneficio alguno
con el pleito, quienes deban —por vía de la afectación al activo que supone una imposición de costas y la
consecuente regulación con la graduación del LC 264— sufragar los gastos y honorarios ocasionados en autos" (6) .
Siempre dentro de las obligaciones de la Sindicatura, al menos para aquellos que actúan en jurisdicción de CABA,
antes de postularse para integrar las listas de síndicos se debe tener presente lo dispuesto por el art. 16 de la
Acordada dictada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial el 12 de octubre de 2007, en el sentido de
que las oficinas del síndico deben estar abiertas para la atención al público cuando menos los días hábiles judiciales
de 12 a 18 horas.
Para finalizar el aspecto de la responsabilidad del síndico concursal, cabe mencionar la que emana de la Ley de
Procedimientos impositivos en concordancia con la Ley penal tributaria (y no menos importante son las
resoluciones dictadas en los últimos años, tanto por AFIP, como de Direcciones de Rentas de distintas provincias,
por las cuales una vez aceptado el cargo de síndico tanto en concursos como en quiebras debe completar y entregar
una serie de formularios a los efectos de hacer saber en especial, las identificaciones del deudor, su domicilio y las
fechas fijadas para las presentaciones de los pedidos de verificación, etc.), pues el síndico concursal podría
eventualmente llegar a aparecer como "responsable por deuda ajena", y debe también considerarse la
responsabilidad que surge por aplicación del Código de Ética de la profesión, en cuyo caso el Juez natural es el
Tribunal de Ética Profesional del Consejo Profesional de Ciencias Económicas.

3.3. Retribución
En la exposición de motivos de la antigua Ley de Quiebras, ley 11.719, su autor, el Dr. Ramón S. Castillo, dijo que
las funciones del síndico debían ser remuneradas, porque nadie sacrifica su propio tiempo para dedicarlo
gratuitamente al de otros. Esto, que es de una claridad meridiana, en lo que se refiere a que es de estricta justicia
remunerar al síndico, por obra y milagro de leyes, sentencias y plenarios, asociado en el pasado a violentos períodos
de depreciación del signo monetario, hacen que en la mayor parte de los casos la remuneración a percibir no
compense el tiempo y esfuerzos invertidos, y en muchísimos casos es totalmente inexistente.
Antes de entrar a fondo en este tema, debe aclararse que tanto para contadores como para abogados que
intervengan en el proceso concursal, no son de aplicación las disposiciones de los respectivos aranceles de
honorarios que rigen para ambas profesiones. Ello surge para los contadores del art. 5° del decreto-ley 16.638/57
(Arancel para profesionales en Ciencias Económicas), que se refiere a la ya desaparecida Ley de Quiebras, ley
11.719, la cual dispone que el honorario de dichos profesionales debe establecerse dentro de los porcentajes de los
arts. 101 y 102 de la ya inexistente norma legal antes citada.
Una disposición parecida está contenida en el art. 31 de la ley 21.839 (Arancel para abogados), que en su primera
parte se remite a la legislación específica en materia concursal.
Todo lo anterior es receptado por la ley 24.522, que en su art. 271 dispone que para el cálculo de las
regulaciones,no se aplican las disposiciones de leyes locales. Cabe pues efectuar las consideraciones de rigor acerca
de la "oportunidad" y la "base" de las regulaciones en materia concursal, todo lo cual se halla contenido en los arts.
265 al 272 de la ley 24.522.
También es importante tener presente que en muy raras ocasiones será el síndico el único profesional
interviniente en el proceso. Por regla general, también intervendrán uno o más letrados que patrocinen al síndico
(art. 257), uno o más letrados que patrocinen al deudor, como así también otros funcionarios detallados en el art.
266, todos ellos con derecho a percibir honorarios.
La actividad judicial del Contador Público se halla regida por el vetusto decreto-ley 16.638/57, el cual en su art. 5°
dice que "En los juicios de quiebras y convocatorias de acreedores, los honorarios del síndico serán fijados tomando
en consideración la importancia de la labor desarrollada y dentro de los porcentajes establecidos en los  arts.
101 y 102 de la ley 11.719".
La antes mencionada ley 11.719, desde el año 1972 fue reemplazada por la ley 19.551 que en sus arts. 288 al 295
legislaba sobre regulación de honorarios, debiendo destacarse que el art. 289 fue reformado en el año 1983 por
la ley 22.917. En la actualidad tal tema es tratado por los arts. 265 al 272 de la Ley 24.522.
Es diferente la regulación según se trate de un concurso preventivo o de una quiebra, y son varios los factores
que deben ser considerados por el Juez a la hora de su decisión al respecto. Esto último en cuanto al monto, porque
asimismo existen distintos momentos para tales regulaciones.
En los concursos preventivos, el Juez debe practicar la regulación al homologar el acuerdo preventivo (art. 265,
inc. 1°), y si el concurso concluyera por cualquier otra causa, a ese momento deberá practicarse la regulación (art.
265, incs. 2° al 5°)
El art. 266 dispone que los honorarios totales en caso de acuerdo preventivo, es decir, el monto a repartir entre
todos los funcionarios actuantes, letrados y apoderados, no debe ser inferior al 1% del monto del activo
prudencialmente estimado por el Juez, ni superior al 4%. Para ello, el Juez debe tener en cuenta los trabajos
llevados a cabo por los profesionales beneficiarios y el tiempo de su desempeño. Para el caso en que el monto del
activo supere la suma de $100.000.000, los honorarios previstos en este artículo no podrán exceder el 1% del activo
estimado. La ley 24.522 agregó una limitación al respecto, consistente en que las regulaciones no pueden exceder el
4% del pasivo verificado, pero tampoco serán inferiores a dos sueldos del secretario de primera instancia de la
jurisdicción donde tramita el concurso.
Tal limitación ha levantado numerosas críticas a las cuales adherimos, pues se trata de una disminución
caprichosa que no se compadece con el principio de una justa retribución compensatoria de la envergadura del
trabajo, a lo cual debe agregarse, que a la época de la regulación, pueden encontrarse incidentes de revisión aún no
concluidos, en los cuales puede recaer resolución que aumente significativamente el pasivo concursal, modificando
en forma sustancial los porcentuales, pero ya para esa oportunidad la regulación a los profesionales intervinientes
practicada con la limitación del art. 266 será cosa juzgada, que no admite rectificación. Todo ello sin perjuicio de la
regulación que pueda practicarse a la conclusión del incidente de revisión, en especial cuando las costas de dicho
incidente sean cargadas al incidentista.
En el tema "incidentes" es novedoso y merece ser resaltado que las últimas jurisprudencias emanadas de la
Cámara Nacional de Apelaciones, han introducido una variante en sus fallos, al reconocer lo que ha dado en
llamarse "ultra actividad del síndico"; o sea, sus trabajos surgidos con posterioridad a la regulación, y que
obviamente no pudieron ser merituados en tal circunstancia, como así también al considerar que cuando se
declaran costas por su orden en determinados incidentes de verificación o de revisión, es la concursada y/o la fallida
que con su conducta originó la necesidad de insinuar los créditos en sede concursal, y en consecuencia se impone
que los honorarios de la Sindicatura sean soportados íntegramente por la deudora (7) .
Para agravar los males introducidos en la materia por la actual Ley de Concursos, que modificó sustancialmente la
Ley anterior, el art. 257 expresa que "el síndico puede requerir asesoramiento profesional cuando la materia exceda
de su competencia, y patrocinio letrado. En todos los casos los honorarios de los profesionales que contrate son a su
exclusivo cargo" . Este artículo en su actual redacción es altamente injusto para el síndico a poco que comparemos
el mismo con el art. 260, del cual surge que los profesionales que contrate el comité de acreedores, lo son con
honorarios a cargo del concurso. Sobran las palabras para demostrar tamaña disparidad de criterios.
Según el art. 267 en las quiebras, los topes de regulación son como mínimo el 4% del activo realizado, no
debiendo superar el 12% del mismo activo realizado. Como escala mínima introduce la novedad de que, cuando no
se pudiera alcanzar el mínimo del 4%, la regulación no deberá ser inferior a tres sueldos del secretario de primera
instancia de la jurisdicción en la que tramita el concurso. Al igual que en los concursos, la regulación abarca a todos
los funcionarios intervinientes, letrados y apoderados. Finaliza esta norma disponiendo que la misma proporción se
aplique en los supuestos del art. 265.
También determina la Ley de Quiebras, las regulaciones en los demás casos a saber:
a) En las conclusiones de quiebra por pago total (art. 268) se aplican las escalas del art. 267, y cuando se clausure
el procedimiento por falta de activo o se concluya la quiebra por inexistencia de acreedores verificados, la
regulación de honorarios se efectúa teniendo en consideración los trabajos realizados, pudiendo consumirse
hasta la totalidad de los fondos existentes en autos, previa reserva de fondos para atender a los acreedores
privilegiados especiales, y en su caso, demás gastos del concurso. No es ocioso comentar a esta altura que si el
procedimiento se clausura por falta de activo, la regulación de honorarios a los profesionales intervinientes no
pasará de ser simbólica, por falta de fondos.
b) En los supuestos de continuación de la empresa, además de los honorarios que puedan corresponder al
síndico por su desempeño como tal, el juez podrá regular para síndico y coadministrador hasta el diez por
ciento del resultado neto obtenido en la explotación, no pudiendo computarse al efecto el precio de venta de
los bienes del inventario. Siempre en los casos de continuación de la empresa, por auto debidamente fundado
el tribunal puede disponer la retribución del síndico por períodos.
c) Dentro de las críticas que hemos formulado a la nueva Ley en la actualidad vigente, debemos agregar la que
surge a la segunda parte del art. 271 que permite a los Jueces apartarse de los mínimos, ya de por sí magros,
cuando la naturaleza, alcance, calidad o resultado de la labor profesional, o el valor de los bienes que se
consideren, indicaren una desproporción entre la importancia del trabajo y la retribución resultante.
El art. 70 de la derogada Ley de concursos, fijaba un honorario para el síndico por la vigilancia del acuerdo, pero
la norma legal actualmente vigente en su art. 59 determina que una vez declarada la finalización del concurso, se da
por concluida la intervención del síndico. Ello en la práctica produce efectos diversos, pues si bien el síndico ha
cesado en su función, es una práctica muy común de los magistrados correr vista al profesional contable, sobre un
sinfín de situaciones que se producen durante el período de cumplimiento del acuerdo, y ello a pesar de la
existencia en la mayoría de los casos de un comité de acreedores, nombre éste de la vieja redacción que en la
actualidad de acuerdo al art. 260 de la ley 26.684 ha pasado a denominarse "comité de control". Éste es en
consecuencia un claro ejemplo de la "ultra actividad" del síndico a la cual nos hemos referido con anterioridad.
Como consecuencia de que la actual Ley vigente, en su art. 59, da por concluido el concurso una vez homologado
el acuerdo, concluyendo con ello la intervención del síndico, deja de tener vigor lo dispuesto en el art. 70 de la
derogada Ley, cuando fijaba un honorario para el síndico por la vigilancia del acuerdo, si bien en la actualidad se le
reconocen honorarios adicionales al síndico en retribución de las tareas llevadas a cabo por expreso pedido del
Tribunal, pues la jurisprudencia ha interpretado que no puede presumirse el desempeño del profesional en forma
totalmente gratuita.
Mientras que en la ley 19.551 los honorarios al síndico actuante en un concurso eran exigibles según el art. 64 a
los seis meses contados a partir de la homologación o simultáneamente con la primera cuota del acuerdo que
venciera antes de ese plazo, la ley 24.522 en el art. 54 anticipa dicho plazo a noventa días, siempre a partir de la
homologación.
Todas las regulaciones son apelables por los titulares de cada una de ellas y por el síndico (art. 272), debiendo
ponerse de relieve, que el síndico está obligado siempre a apelar por altas todas las regulaciones, incluso la suya
propia, y de no hacerlo así, igualmente el Juez debe elevar las actuaciones a la alzada para el segundo examen que
los Tribunales de apelación siempre llevan a cabo. Aunque parezca una redundancia cabe aclarar que el síndico no
está obligado a apelar por bajos sus propios honorarios, en el supuesto que los considere justos.
Tal como lo dispone el art. 244 del Código de Procedimientos en lo Civil y Comercial, el recurso de apelación debe
interponerse dentro del quinto día de la notificación y podrá fundarse dentro del mismo plazo, es decir, que no rige
en estos supuestos la norma de que el plazo para fundar, comienza recién a correr a partir de la concesión del
recurso. Es pues muy habitual constatar que en el mismo escrito en el cual se apelan las regulaciones, se funde la
procedencia de dicha apelación.
4. PRIMERAS ACTUACIONES DEL SÍNDICO EN LOS PROCESOS CONCURSALES

4.1. En los concursos preventivos


Dispone el art. 14 de la ley 24.522 en su inciso 2° que la resolución judicial que abra un concurso preventivo,
debe consignar "la designación de audiencia para el sorteo del síndico". En la Capital Federal, el Tribunal de Alzada,
dispuso por acordada que data del año 1982, que el Juez interviniente en el concurso, deberá fijar el día y hora en
que se llevará a cabo tal sorteo, por lo menos con 24 horas de anticipación, debiéndose en forma expresa oficiar a la
Cámara de Apelaciones en lo Comercial para hacerle conocer tal disposición, como asimismo debe fijarse en la
tablilla que existe en la entrada de cada Juzgado, el aviso pertinente; todo ello con miras al estricto contralor del
acto del sorteo, tanto por los Jueces de Cámara, como para los síndicos integrantes de la lista o de cualquier otro
interesado.
Cabe comentar que el inc. 5° del art. 253, en consonancia con el resto de los incisos, dispone que previo al sorteo
y de acuerdo a la complejidad y magnitud del concurso, el Juez en forma inapelableclasificará el proceso como A o
B.
Llevada a cabo la desinsaculación, y sin perjuicio de las comunicaciones oficiosas que llevan a cabo diversos
periódicos, procesalmente el único medio idóneo por el cual el síndico toma conocimiento de su designación, es la
cédula judicial que le debe ser enviada al domicilio que al momento de su inscripción ante la Cámara dicho
profesional haya constituido, la cual también contiene el plazo otorgado por el Juzgado para la aceptación del cargo,
plazo éste que suele fluctuar entre las 24 y 72 horas.
El profesional designado debe concurrir en forma personal a aceptar el cargo y a partir del cumplimiento de
dicho requisito, comienza a correr para el concursado el plazo para llevar a cabo las publicaciones de Ley (Boletín
Oficial y un diario por sede del establecimiento a criterio del Juzgado), y para el síndico sus distintas y variadas
funciones, que muy bien definiera el Dr. José Escandell (8) en funciones: informativas, procesales, de control, de
administración y gestión y liquidatorias, siendo estas dos últimas exclusivas de la quiebra, a las que nos referiremos
líneas más adelante.
De ser sorteada una sindicatura clase A de acuerdo al art. 258, el estudio desinsaculado deberá indicar en cada
concurso en que actúen cuál o cuáles de sus profesionales integrantes asume el deber de actuar personalmente.
Consideramos de suma importancia en el caso de estudios la elección del o de los profesionales con intervención
directa, pues la responsabilidad por mal desempeño de la sindicatura será solidaria para todos los integrantes del
estudio.
La primera carga a cumplimentar por el síndico, que podríamos denominar de orden burocrática, consiste en
retirar del Juzgado las copias que obligatoriamente en su oportunidad debe haber entregado el concursado, con
todos los antecedentes y requisitos exigidos por el art. 11 de la ley 24.522, y que pasan a constituir el
encabezamiento de la carpeta de papeles de trabajo que es aconsejable llevar en el desempeño de la sindicatura.
También, debe retirarse del Tribunal el cheque pertinente, de los fondos que el concursado debe haber depositado
en cumplimiento de lo normado por el art. 14, inc. 9° de la Ley de Concursos.
Cumplimentando los primeros pasos, el siguiente deberá ser el de la confección de las cartas aviso certificadas
(art. 29) y su remisión dentro del décimo día de haber comenzado la publicación de edictos. En razón de probar la
diligencia y honestidad de la Sindicatura en el manejo de los fondos retirados para el envió de la correspondencia es
aconsejable que a la brevedad de haber completado dicha tarea, se rinda cuenta detallada en autos adjuntando los
recibos de los envíos, y en el caso de existir sobrante de fondos, depositarlos en el expediente a la orden del
Juzgado.
Es importante resaltar, a efectos de alejar dudas, que de la norma legal no puede inferirse cuál es el horario y
días de atención mínimos que debe fijar el síndico para atender a los acreedores que quieran insinuarse, motivo por
el cual, cabe aplicar la lógica y la razonabilidad de los usos y costumbres en lo que hace a atención de tareas
administrativas. O sea, no debe considerarse obligatorio atender a los acreedores los cinco días hábiles de la
semana con horarios diarios de ocho horas, pero tampoco es razonable fijar un único día por semana para dicha
atención, o bien un horario restringido de una o dos horas diarias. No menos importancia tiene para fijar el horario
de atención, la presunta cantidad de acreedores a ser atendidos. Todo ello sin perjuicio de considerar que en la
Capital Federal por acordada la Excelentísima Cámara ha resuelto que como mínimo el horario de atención al
público en las oficinas del síndico deberá ser de 12 a 18 hs.
Un desempeño serio de la función del síndico impone que a la brevedad posible se tome contacto personal con
los principales ejecutivos de la concursada, y se visiten sus principales sedes, sean éstas fabriles, comerciales o
administrativas, poniendo especial énfasis en tomar conocimiento de los sistemas administrativos, tanto de control
como de contabilización, como así también llevar a cabo un control de las existencias de la concursada en relación a
lo que la deudora deba haber denunciado al cumplimentar el art. 11, inc. 3°.
Dada la clara redacción del art. 15 y el contenido de los arts. 16 y 17 de la Ley de Concursos, el síndico está
facultado para implementar todos los controles que considere necesarios para el mejor y cabal desempeño de sus
tareas, siempre cuidando los límites que la razonabilidad imponga, y no perdiendo de vista la importancia y
magnitud de la empresa deudora, pues se debe tratar de no cargar con nuevos gastos a un comerciante que ya de
por sí se halla en serios aprietos económicos financieros.
A fin de formular los distintos pedidos que hacen al contralor de la Sindicatura, y no mediando oposición del
deudor, los mismos se pueden efectivizar en forma directa en cabeza de los representantes legales o
administradores del concursado (utilizando preferentemente el medio escrito) y en caso de negativa a la recepción
de los requerimientos o de incumplimientos injustificados a través del respectivo expediente judicial.
Es de primordial importancia atender a la nueva obligación impuesta por el art. 3º de la ley 26.684 que modifica a
su vez el inciso 11 del artículo 14 de la Ley 24.522 al imponer al síndico, que en el más que perentorio plazo de diez
días que se computan a partir de la aceptación del cargo, se pronuncie: 1º) sobre los pasivos laborales denunciados
por el deudor y 2º) se pronuncie previa auditoría en la documentación legal y contable, sobre la existencia de otros
créditos laborales comprendidos en el pronto pago. Es evidente y surge de la lectura de la reciente reforma, que el
legislador no ha diferenciado el pequeño del gran concurso, pues no de otra forma puede entenderse el acordar el
mismo plazo para informar acerca de 200 ó 300 trabajadores a informar solamente sobre cinco o diez de ellos.
Siempre dentro de la nueva temática introducida por la ley 26.684, casi en simultaneo con el nombramiento del
síndico concursal, nace también el "comité de control" y que según la nueva redacción del inc. 13, del  art. 14 de
la ley 24.522 deberá quedar integrado por los tres acreedores quirografarios de mayor monto y he aquí lo más
novedoso, por "un representante de los trabajadores de la concursada, elegido por los trabajadores" siendo el Juez
el encargado de determinar el sistema por el cual los asalariados elegirán a su representante.
El Código de Procedimientos en lo Civil y Comercial en su art. 463 consagra el derecho del perito a solicitar un
anticipo de dinero para gastos de las diligencias. Tal principio no se halla contenido en la Ley 24.522, salvo la
mención del art. 263 donde en su primer párrafo autoriza el desempeño de empleados. No obstante tal silencio
legal, consideramos que cuando el síndico deba trasladarse fuera de la jurisdicción legal en la cual se inscribió en su
oportunidad, tiene facultades para solicitar judicialmente se obligue al deudor a que solvente los gastos de tales
traslados. En cambio, entendemos que el síndico deberá absorber la totalidad de sus gastos de oficina sin poder
pretender un resarcimiento aunque sea parcial de los mismos, fundado en el hecho de que ha debido ampliar su
organización a fin de poder atender debidamente la sindicatura (excepción hecha de los empleados a que se refiere
el art. 263 y de la afectación directa prevista por los arts. 32 y 200, cuando hablan del "arancel").
La organización interna de la oficina del síndico concursal debe ser lo más funcional posible, máxime con las
posibilidades que la cibernética ha puesto en estos últimos años a nuestro alcance. Dado que todo el procedimiento
es escrito, y que en muchos casos los pedidos de verificación que se reciben son harto voluminosos, debe
comenzarse por organizar un eficiente archivo, que permita en cualquier momento el rápido acceso a las
insinuaciones recibidas, como así también conservar los papeles de trabajo (no olvidar que además del
conocimiento judicial, el síndico concursal debe poseer sólidos conocimientos de auditoría) en forma ordenada.
La experiencia ha demostrado que los acreedores en su casi totalidad (y con mayor razón aquellos que insinúan
los principales créditos) recién se presentan ante la Sindicatura cuando faltan pocos días para el cierre de las
recepciones de pedidos, y dado que por el juego de fechas previsto por los incisos 3° y 9° del art. 14 de la Ley de
Concursos, solamente suele mediar no más de un mes para presentar los informes previstos por el art. 35, y que
poco tiempo después se deberá presentar el informe determinado por el art. 39, es de primordial importancia, a fin
de no caer en ahogos de tiempos, comenzar con las tareas informativas y de control apenas se haya aceptado el
cargo y se haya dado cumplimiento a las pautas procesales arriba indicadas. Las tareas de la Sindicatura deben ser
debidamente estudiadas y fundadas en hechos ciertos y de respaldo legal. Toda urgencia laboral, por atrasos en los
tiempos conspiran inevitablemente contra tales principios, y ello debe siempre ser tenido en cuenta por el
profesional a cargo de la Sindicatura.
Otro ejemplo de la tiranía en los tiempos, surge del más que exiguo plazo de días a partir de la aceptación del
cargo dispuesto por la nueva redacción del inciso 11 del art. 14 de la ley 24.522 a lo cual nos hemos referido con
anterioridad.
La organización de la oficina del síndico también debe satisfacer las nuevas exigencias que nacen de los arts. 34 y
200, en cuanto hace a la atención al público, pues podría decirse que tal oficina se convierte en una especie de
"sucursal" del Tribunal, dada la obligación impuesta de atender a acreedores y de exhibir documentación.
4.2. En las quiebras
Todo lo explicado anteriormente en lo que respecta a la desinsaculación del síndico en concursos, es igualmente
válido para las quiebras, con la prevención de que deben existir dos bolilleros separados, uno para concursos y otro
para quiebras, lo cual explica por qué a veces el azar determina que un mismo profesional sea designado en un
mismo acto de sorteo, tanto para desempeñarse en un concurso como en una quiebra. También es válido lo
explicado acerca de las categorías de síndicos y de la aceptación del cargo, y en lo demás comienzan a visualizarse
las diferencias en el desempeño de una sindicatura en un concurso a la de una quiebra.
Una comparación entre los textos del art. 14 (para el concurso preventivo) y el art. 88 (para la quiebra) nos
señalan importantes analogías y diferencias. En orden a la designación del síndico, cabe hacer notar que de no
tratarse de una quiebra directa, el síndico que está interviniendo en lo que ya es ex-concurso (art. 64) seguirá
desempeñándose en la quiebra, y en cambio, si estamos ante una quiebra directa, regirán los mismos plazos de
aviso previo y sistema de sorteo que en los concursos y lo explicado anteriormente en materia de aceptación de
cargo es también válido en los casos de quiebra. Debe señalarse la confusión que acarrea la redacción del art. 253
inc. 7° cuando ordena la designación de nuevo síndico en la quiebra por incumplimiento del acuerdo preventivo.
Tanto al declararse abierto un concurso, como al decretarse una quiebra se ordena el libramiento de diversos
oficios; pero es usual que en los concursos, la presentación de dichos oficios y posterior diligenciamiento sea
responsabilidad de la deudora, limitándose la Sindicatura al contralor pertinente posterior. En cambio, en la
quiebra, es usual que dicha carga deba ser cumplimentada íntegramente por la Sindicatura y obviamente deberá
rendirse cuentas al Juzgado del cumplimiento de dicha carga, mediante la entrega de las constancias de recepción
pertinentes.
A la totalidad de las comunicaciones establecidas por el art. 14, debe agregarse la orden de intercepción de la
correspondencia y su entrega al síndico, (art. 88, inc. 6°) si bien en la actualidad con la proliferación de servicios
privados de distribución de la correspondencia tal medida dista mucho de tener la efectividad que la caracterizaba
en el pasado, cuando solamente existía el Correo Argentino, y a lo cual debe sumarse la actual posibilidad de la
comunicación por vías electrónicas.
Tanto en la quiebra directa como en la indirecta, la publicidad de la declaración de falencia, se efectiviza a través
de edictos sin cargo (el hecho de que no deban abonarse de inmediato no significa que son totalmente gratuitos,
pues oportunamente los Boletines Oficiales de las jurisdicciones en los cuales se haya efectuado la publicación, se
presentarán en el expediente a fin de percibir los montos correspondientes) a ser publicados en los diarios de
publicaciones legales de cada una de las jurisdicciones donde tenga establecimientos la fallida (art. 89), que pasa a
ser el único medio de aviso a los acreedores y terceros en general , siendo una de las tareas del síndico el control de
cumplimiento de tal publicidad, no siendo obligatorio, pues la Ley no lo pide, el envió de las cartas certificadas a que
se refiere el art. 29 en los concursos, máxime considerando que en la mayor parte de los casos no se conoce a
ciencia cierta a esa altura del proceso quiénes son los acreedores.
La redacción de los arts. 107, 109 y 179 implica una carga muy delicada para el Síndico, pues entre las primeras
tareas a ejecutar se encuentra la de constatar el grado de seguridad que ofrecen los locales en los cuales se
desenvolvían los negocios de la fallida, pues la custodia y buena conservación de tales bienes, a efectos de
preservar su valor, pasan a ser responsabilidad del funcionario concursal, sin perjuicio asimismo de tener muy
presente que la suerte de los honorarios del síndico y demás profesionales intervinientes se halla ligada al valor que
se obtenga en la posterior liquidación de tales activos.
En cualquiera de los casos de quiebra, una vez clausurado el establecimiento, se debe proceder a inventariar los
bienes hallados, ya sea por intermedio del síndico o de notario designado al efecto (art. 177), y es una  importante
obligación de la Sindicatura adoptar y realizar las medidas necesarias para la conservación y administración de los
bienes a su cargo (art. 179).
En orden a lo que debe hacerse con los libros de contabilidad que pudieran hallarse, al contrario de lo que marca
el art. 14, inc. 5° en lo que hace a concursos, en cuyo caso es el Secretario del Juzgado quien interviene tales libros,
anulando los espacios en blanco que pudieran hallarse, de acuerdo al texto del art. 180, en las quiebras es el síndico
el encargado de tal obligación.
Puede existir la posibilidad de que entre los bienes incautados se hallen mercaderías perecederas (por ejemplo,
verduras, frutas, carnes, etc.), o bien mercaderías cuya guarda sea más costosa, que el precio a ser obtenido por los
mismos, supuestos éstos previstos en el art. 184, que autoriza al síndico en cualquier estado de la causa a pedir la
venta directa, en el precio y forma que se considere más conveniente para el concurso.
A diferencia de lo que sucede en el concurso, obviamente el síndico ve aligerada su responsabilidad de control de
operaciones comerciales, pues la quiebra conduce a la clausura, a excepción de los casos de continuación inmediata
a que hacen referencia los arts. 189 y subsiguientes, referidos a la continuación de la explotación de la empresa en
quiebra.
Como contrapartida del alivio de tareas expuesto anteriormente, su labor se ve seriamente recargada con la
custodia y realización de los bienes, a lo cual debe unirse el hecho insoslayable, de que en la mayoría de los
supuestos de quiebra, y con mayor frecuencia en las quiebras directas, el síndico no cuenta con el auxilio del fallido
o de sus representantes, a fin de recibir las explicaciones mínimas necesarias, que posibiliten el avance de sus
investigaciones. Ello obliga al funcionario a dictaminar sobre la procedencia de importantes créditos, basado
exclusivamente en la documentación que arrime el acreedor insinuante, o bien de opinar sobre causas de la
presentación, estados de activo y pasivo, también en base a documentaciones diversas arrimadas por terceros.
Si bien el art. 102 impone al fallido, sus representantes y administradores de la sociedad deudora, la carga de
colaborar con todo aquello que el Juez y el síndico puedan requerirles en aras de un esclarecimiento de las diversas
situaciones que se puedan plantear en una quiebra, e incluso de mediar inasistencia injustificada se los pueda traer
por la fuerza pública habiéndose derogado la posibilidad de ordenar arrestos según rezaba el antiguo art. 107. Son
muy comunes en los últimos tiempos los casos en los cuales todo el procedimiento de pedido de declaración de
quiebra se sustancia con la incomparecencia infundada del deudor, y al ser nombrado el síndico, éste se encuentra
sin sede social de la fallida ubicable y sin su presencia física. En tal caso comienza para el síndico una verdadera
actividad detectivesca a fin de encontrar al deudor, en la mayor parte de las veces con resultado negativo, y queda
librado al criterio lógico del funcionario concursal, las medidas a solicitar al Juzgado para llegar a un feliz término en
su investigación, no solamente con miras de ubicar a las personas físicas responsables, sino también de encontrar
bienes que aún queden en cabeza de la fallida o que, habiendo sido transferidos a terceros, todavía puedan dar
lugar a posibles acciones de revocatoria concursal.
Obviamente en la actualidad, prácticamente toda la población se halla registrada, ya sea bajo su número de
documento nacional de identificación, CUIT o CUIL, lo cual en cierta forma facilita la tarea detectivesca de búsqueda
de personas.
Tal como anticipáramos, la labor del síndico en los primeros meses de su nombramiento en cualquier quiebra, es
harto compleja y delicada y debe insistirse, que más allá de las herramientas legales que la Ley pone a su alcance,
éstas deben ser utilizadas con criterio racional y lógico, con firmeza pero con mesura, cuidando muy bien todas las
formas legales, a fin de evitar la acusación de haber obrado con excesos o con prejuzgamientos, pero así también
no se debe caer en acusaciones de haber favorecido por omisión o por inactividad al deudor en perjuicio de sus
acreedores.

5. DESEMPEÑO DEL SÍNDICO CONCURSAL DURANTE LA VERIFICACIÓN DE LOS CRÉDITOS


Uno de los temas en los cuales no existen diferencias, según se trate de la actuación del síndico en un concurso
preventivo a cuando se desempeña en una quiebra, es el referido a la confección de los informes previstos por el
art. 35 de la Ley de Concursos, todo ello referido a la tarea de investigación del crédito y posterior elaboración del
informe, pero teniendo presente las diferencias que marcan las normas legales, como sería por ejemplo el
tratamiento de los créditos en moneda extranjera, las actualizaciones e intereses, etc.
Los créditos en moneda extranjera reciben distinto tratamiento en la quiebra que en el concurso; así el art. 127
determina que las acreencias en moneda extranjera se convierten a moneda de curso legal en la República, al tipo
de cambio vigente al día de la declaración de la quiebra o bien al día del vencimiento de la obligación (si ésta se
hubiera producido con antelación a la quiebra), a opción del acreedor. En cambio, el art. 19 dispone que en el caso
de los concursos, la conversión de la moneda extranjera se produzca a la fecha de la presentación del informe
previsto por el art. 35, y lo es al solo efecto del cómputo del pasivo y de las mayorías. Ello significa que mientras que
en el concurso la obligación de cancelar el crédito en moneda extranjera, subsiste la obligación a la paridad que
resulte al día de los pagos pertinentes, en la quiebra en cambio, queda convertida a moneda nacional de curso legal,
de acuerdo al tipo de cambio vigente a la fecha de declaración de la quiebra.
En el tema "intereses", tanto en el concurso como en la quiebra, éstos quedan interrumpidos; en el primer caso
la interrupción se materializa al día de la presentación (al respecto la Sindicatura debe prestar mucha atención al
respecto, pues uno de los errores más comunes de los acreedores en sus pedidos de verificación es el de computar
los intereses hasta el día de apertura del concurso, que obviamente es distinto al día de presentación en concurso),
con excepción de los créditos que tengan garantía hipotecaria o prendaria. En el supuesto de quiebras, todos los
intereses se suspenden al día de declaración de quiebra, pero los compensatorios devengados con posterioridad a
tal fecha que correspondan a créditos hipotecarios o prendarios, pueden ser percibidos hasta el límite del
producido en la liquidación del bien gravado, pero ello ocurrirá una vez completado el pago del capital y demás
accesorios preferentes
En orden a la tarea investigativa del síndico, a fin de determinar el monto del crédito y categoría del mismo, que
deberá ser volcado en los informes individuales para cumplimentar el art. 35, y habida cuenta de lo dispuesto en el
art. 200, son de plena aplicación los arts. 33 y 275, es decir que la Sindicatura cuenta con el herramental más
variado a fin de dilucidar la verdad de las acreencias y el privilegio que eventualmente pudiera corresponder, y dada
su claridad nos remitimos directamente a lo expresado por los incs. 1° al 4° del art. 275.
En cuanto a los plazos para la presentación de los informes por el síndico y los vencimientos para interponer
impugnaciones y observaciones, y contestar los mismos, son iguales tanto en el caso de concursos como en el de
quiebras.
En la nueva redacción de la ley 24.522 y por aplicación de los arts. 34, 35 36 y 200, dentro de las fechas límite
previstas en los arts. 14 y 88, el síndico recibirá (siempre en dos juegos iguales) las insinuaciones de los acreedores,
y vencido el plazo para la recepción de los mismos, tal documentación por el lapso de diez días deberá quedar a
disposición en el domicilio del síndico, para ser revisada por deudor y acreedores que así lo soliciten. Siempre
dentro del mismo plazo de diez días, las partes que se consideren afectadas pueden presentar por escrito en
original y dos copias efectuando las impugnaciones u observaciones que hagan a sus derechos.
El síndico deberá entregar a los interesados que se hayan presentado, constancia que acredite la recepción de la
susodicha documentación en la cual se hará figurar día y hora de la presentación. Evidentemente, se ha querido
asimilar la recepción de tales escritos en oficinas del síndico, a lo que ocurría con anterioridad cuando se
presentaban en la mesa de entradas del Tribunal.
Dentro de las cuarenta y ocho horas de vencido el plazo para la entrega de impugnaciones u observaciones, el
síndico deberá presentar ante el juzgado un juego de copias de la documentación recibida, la cual tiene como
destino el legajo previsto en el art. 279.
El art. 200 en los supuestos de quiebra y el art. 35 en los concursos preventivos establecen que en el plazo de
veinte días posteriores al vencimiento de la formulación de observaciones o impugnaciones, el síndico deberá
redactar "informes individuales" por cada pedido de verificación recibido, en cada uno de los cuales consignará:
a - nombre completo de cada acreedor;
b - domicilio real y constituido;
c - monto y causa del crédito;
d - privilegio y garantías invocadas;
e - reseña de la información obtenida;
f - observaciones que hubiera recibido; y
g - opinión fundada acerca de la procedencia de la verificación del crédito y del privilegio en caso de haberse
invocado el mismo.
Todos los informes individuales deben acompañarse con una copia destinada al legajo del art. 279, como así
también de una copia íntegra de los legajos formados por el síndico.
Dentro de los diez días de presentado el informe por parte de la Sindicatura, el Juez debe decidir acerca de la
procedencia y alcances de las solicitudes formuladas por los acreedores, siendo definitivas tales resoluciones a los
fines del cómputo en la evaluación de mayorías y base del acuerdo.
Los acreedores declarados admisibles o inadmisibles y el deudor en su caso, de acuerdo a los arts. 37 y 200,
tienen un plazo de veinte días siguientes a la fecha de la resolución prevista en el art. 36 para intentar promover el
incidente de revisión pertinente.
Cerramos este capítulo con una referencia al novedoso (en su momento) "arancel" legislado en los  arts.
32 y 200 de la ley 24.522. Según tales normas legales, por cada solicitud de verificación de crédito el acreedor
pagará al síndico un arancel de $ 50, que se sumará a dicho crédito, estando afectado dicho importe a los gastos
que le demande al síndico el proceso de verificación y confección de los informes y oportunamente la sindicatura
deberá rendir cuentas al Juzgado, y de existir remanente, el mismo queda como pago a cuenta de los honorarios a
regularse por su actuación.
Quedan expresamente excluidos del pago del arancel, los pedidos de verificación por créditos menores a $ 1.000,
y los que tengan causa laboral cualquiera sea el importe.
Tal arancel al momento de escribirse las presentes líneas ya lleva más de 17 años de vigencia sin modificación
legislativa alguna en cuanto a su monto, si bien, al momento de escribir las presentes líneas ya existen dos
precedentes jurisprudenciales, que autorizan al síndico a percibir una suma mayor que la establecida en la
anciana ley 24.522, y que para conocimiento del lector se referencian al pie (9) .
6. EL INFORME GENERAL PREVISTO POR EL ART. 39
Mucho se está escribiendo sobre el tema, y dado lo novedoso de algunos de los incisos, durante mucho tiempo la
literatura especializada ha de efectuar aportes sobre el mismo, siendo destacable el interés que merecen los
mismos en cuanto evento lleva a cabo la profesión sobre tales temas.
Es tan amplio el espectro de información que abarca el art. 39, y es tan completa la información que
obligatoriamente debe aportar la Sindicatura, que toda la doctrina coincide en que dicho informe es una pieza
fundamental en el proceso concursal, con un contenido de valiosa información para partes involucradas y Juez.
Todas las facultades legales ya enumeradas en el capítulo anterior, quedan a disposición del síndico para la
concreción de tales tareas, las cuales cumplimentando cada uno de los incisos del art. 39 de la ley 24.522, debe ser
entregado por triplicado en la fecha prevista por resolución judicial expresa. Una de las copias con constancia
judicial de su recepción debe quedar en poder del síndico.
El informe general dentro de los diez días de presentado puede ser observado por el deudor y por quienes hayan
solicitado verificación. Tales observaciones, según el art. 40, son agregadas sin sustanciación y quedan a disposición
de los interesados para su consulta, sin perjuicio de lo cual, y a pesar del silencio del art. 52, el Juez deberá tenerlo
muy en cuenta al momento en que decida los merecimientos de una homologación.
La simple lectura de los diez incisos que componen este artículo demuestran que el síndico debe tener una suma
de conocimientos personales y una amplia preparación técnica que le permitan opinar en forma fundada sobre una
serie de hechos y circunstancias que abarcan tanto el presente como el pasado del deudor, deberá emitir opinión
sobre proyecciones en el futuro y todo ello sabiendo que sus conclusiones influirán sobre la decisión de voto de los
acreedores y la posterior decisión de homologación del Tribunal.
El primer inciso del art. 39 nos habla del análisis de las causas del desequilibrio económico del deudor. Para tal
respuesta es menester contar con estados contables que abarquen los últimos años de actividad comercial del
deudor, a lo que debe sumarse todo otro dato que haga al desarrollo de sus negocios. Con todo este material
podremos determinar los factores endógenos que lo han llevado a la crisis, pero también es dable considerar y
tener muy presente aquellos factores exógenos que puedan resultar causantes en forma directa o en forma
combinada con los factores anteriormente puntualizados, de la impotencia económica financiera.
Es tarea imposible tratar de precisar en estas pocas líneas cuál puede llegar a ser el método más apropiado para
la determinación de las causas del desequilibrio, pues no existen dos deudores exactamente iguales, y cada cual
presentará sus particularidades no existiendo fórmulas exactas para tal tarea, no obstante lo cual es aconsejable,
para cumplimentar este inciso, que la Sindicatura estudie cuál ha sido la evolución histórica de la deudora y luego a
través de la aplicación de normas de auditoría (y sin olvidar la valiosa información que puede obtenerse a través del
estudio de las insinuaciones verificatorias), y la comparación de cuadros estadísticos sobre ventas, compras, aportes
de capital, inmovilizaciones de capital, etc., arribar a las conclusiones deseadas.
No siempre tenemos un material rico en información, e incluso en muchas quiebras, tal información
directamente no existe, motivo por el cual de darse tales carencias y habiendo agotado la Sindicatura, todos los
medios que la Ley pone a su alcance para que requiera tales datos, ya sea del deudor o de terceros, deberá así
informarlo en autos, y, de corresponder, hacer mérito de ello en los restantes incisos del art. 39.
La correcta cumplimentación del inciso 1° es base esencial para las conclusiones a las cuales deberá arribar la
Sindicatura al complementar algunos de los restantes incisos, pues indudablemente si no se conocieran las causas
del desequilibrio económico, no se podría emitir una opinión fundada acerca de la época de cesación de pagos o si
se han llevado a cabo actos que puedan configurar hechos incluidos como base para acusaciones de fraudulencia o
de culpabilidad, ni si existen actos susceptibles de ser revocados.
No obstante que en los concursos preventivos el deudor por aplicación del art. 11, inc. 2° ya habrá explicado las
causas concretas de su actual situación patrimonial, y que tales explicaciones bien pueden servir de guía para el
trabajo que lleva a cabo el síndico, éste debe ser muy cauto en sus apreciaciones y no debe dejarse llevar por tales
explicaciones en las cuales evidentemente el deudor trata por todos los medios de mejorar su situación en el
proceso. Tal cautela de la sindicatura deberá quedar reflejada en su informe, pues sin perjuicio de considerar los
guarismos que surjan de contabilidad, se deberán aplicar normas mínimas de auditoría a fin de tener certeza sobre
la bondad de los estados contables bajo estudio.
En los supuestos de quiebras, en los cuales no se cuenta con material contable o administrativo alguno, a pesar
de las búsquedas que se supone ha efectuado el síndico con anterioridad, al informar sobre el inciso 1°, se deberá
precisar la actividad desarrollada en búsqueda de datos confiables y ante la falta de los mismos, manifestar la
imposibilidad material de completar el susodicho inciso.
El segundo y tercer inciso del art. 39, hablan de la composición detallada del activo y del pasivo y exige que la
Sindicatura estime los probables valores de realización de cada uno los rubros del activo.
En muchísimos casos ésta es una tarea sumamente compleja para el síndico, pues su incumbencia como
Contador Público no incluye la de perito tasador de los más diversos bienes, y no siempre es útil considerar el valor
residual del bien según libros de contabilidad, como así tampoco tomar el valor de catálogo del bien y aplicarle un
porcentaje de amortización; tal como lo dijimos en el inciso anterior, tampoco es posible enumerar los distintos
sistemas que puedan ser aplicables en cada caso y sólo nos cabe insistir en lo siguiente:
a) El valor de realización es el valor venal que se podrá obtener del bien si se vendiera en el estado en que se
encuentra y a la época de elaboración del informe.
b) Determinados equipos o máquinas, pueden tener valores variables según sean vendidos en block (por ejemplo
una línea completa de producción), que si se vendiera máquina por máquina; de ser ése el caso debe
explicitarse tal situación e incluso se pueden consignar los dos tipos de valores.
c) En el caso de establecimientos fabriles complejos o bienes raíces de importancia, es lícito recurrir, previa
autorización del Juzgado, a expertos en cada una de estas materias, quienes tomarán la responsabilidad de la
tasación, y sus honorarios deberán ser fijados en la oportunidad del art. 288.
d) El síndico debe siempre antes de efectuar una valuación, visualizar el bien a tasar, cualquiera sea la ubicación
del mismo, y tal reconocimiento debe llevarse a cabo con antelación suficiente al vencimiento del informe
general, a fin de tener tiempo de solicitar las medidas complementarias que fueran menester.
Pero la tarea de valuación no se circunscribe solamente a los bienes de uso, o a las inversiones inmobiliarias, ya
que todo lo expuesto con anterioridad también puede ser aplicado a los bienes de cambio.
En lo que hace a los créditos a cobrar, deben aplicarse las normas de auditoría aconsejables a efectos de tener la
certeza acerca de lo que se informará, como así también del castigo a efectuar en previsión de incobrables o
morosos.
En orden a la opinión de valuación de la Sindicatura de valores intangibles o cargos diferidos, como podría ser
"llave del negocio" o "gastos de organización" se deben aplicar criterios muy estrictos y restrictivos, pues todo
pedido de concurso es un pedido condicional de quiebra, y para el supuesto de falencia, hay una serie de rubros del
activo que mantendrán su valor mientras la empresa funcione, pero una vez caída ésta en quiebra, son remotas las
posibilidades de que pueda recuperarse valor alguno.
Este estudio detallado de valores actualizados que realiza el funcionario concursal, deberá servir:
1°) Al propio deudor, que tomará conocimiento de cuál resulta ser la valuación de sus bienes, a los ojos de
alguien que actuando con criterio de profesional no tiene vinculación alguna con la empresa.
2°) A los acreedores, para que tomen conciencia de si existe capacidad de recuperación y cuáles son sus
probabilidades de recuperación de los créditos otorgados.
3°) Al Juez interviniente, a la luz de lo dispuesto por el art. 52.
Con respecto al pasivo, el síndico deberá consignar las siguientes conclusiones perfectamente diferenciadas:
a) Pasivo que ha aconsejado verificar en la oportunidad del art. 35, cuyo detalle ya ha sido agregado a autos en
dicha oportunidad, motivo por el cual en este estadio se deberán consignar totales con la clasificación de los
privilegios aconsejados.
b) Pasivo denunciado por el deudor, no habiendo tales pseudoacreedores ejercido el derecho que le acuerda el
art. 33, pero que mantiene latente sus derechos de concurrir a verificar por incidente, en tanto no prescriba su
crédito.
c) Pasivo que se ha exteriorizado en la oportunidad del art. 32, y que fuera desaconsejado por la Sindicatura, pero
cuya resolución final se halla pendiente de resolución del Juzgado.
d) Pasivo no denunciado por el deudor, que no ha ejercido el derecho en oportunidad del art. 32 y que fuera
detectado por el Síndico y que conserva sus derechos de concurrir a verificar por incidente.
e) Pasivo post concursal.
El cuarto inciso del art. 39, se refiere a la enumeración de los libros de contabilidad, requiriéndose asimismo un
dictamen del síndico acerca de la regularidad o deficiencia que se hubiera observado y el cumplimiento de
determinados artículos del Código de Comercio.
Nadie más indicado que el síndico para opinar sobre este tema, pues su incumbencia de Contador Público lo
capacita para tal dictamen, y entendemos que tal opinión incluso debe extenderse a informar acerca de la bondad
del plan de cuentas y sistema de contabilización que el deudor haya implementado, pues ello hace a una correcta
exposición del manejo del negocio y se compadece perfectamente con lo dispuesto por el art. 43 del Código de
Comercio.
En los pedidos de apertura del concurso preventivo, ya el art. 11, inc. 6° determina que el deudor debe enumerar
sus libros de comercio, expresar el último folio utilizado y ponerlos a disposición del Tribunal junto con la
documentación que lo respalde ya en oportunidad de tratar el art. 14, inc. 5°, o sea cuando se habla de la apertura
del concurso, se dispone que en un plazo perentorio el deudor debe poner sus libros a disposición del Juzgado, para
la pertinente intervención y anulación de espacios en blanco. En la quiebra en cambio, según el art. 88, inc. 4° se
dispone que dentro de las 24 horas de haber sido intimado el fallido deberá entregar sus libros de comercio al
síndico y a ello ya nos hemos referido líneas más arriba.
Como se podrá apreciar en ambos supuestos, tanto en el de concurso como en el de quiebra, el legislador asigna
muchísima importancia a la contabilidad, y en rigor de verdad, no puede ser de otra forma, pues además de las
informaciones que la Sindicatura pueda obtener de archivos del deudor, o del estudio de documentación que
puedan aportar los acreedores, los registros contables son una columna de sostén central para basar los estudios y
llegar a conclusiones para los pertinentes informes.
El art. 44 del Código de Comercio a que hace referencia el inciso 4° del art. 39 se refiere a los dos libros que en
forma indispensable debe llevar todo comerciante, o sea, el libro Diario y el libro de Inventarios y balances, sin
perjuicio de los demás libros optativos que fueran menester; pero lo que merece remarcarse es que el Código de
Comercio pide que de la contabilidad y de la documentación respaldatoria "resulten con claridad los actos de su
gestión y su situación patrimonial".
En rigor de verdad sería necesario a esta altura del siglo XXI, donde la cibernética juega un rol tan fundamental en
materia de archivos e informaciones, que el legislador modificara tales redacciones llevando las mismas a un
lenguaje acorde a lo que hoy día constituyen los "registros contables", pues los viejos libros de lomo duro
encuadernado van desapareciendo y dejan su lugar a cintas, diskettes, discos compactos, pen drives, etc., los cuales
hasta el presente no reciben mención alguna en la ley 24.522, aun con sus actuales enmiendas.
El art. 51 del Código de Comercio nos habla de la necesidad de la veracidad y exactitud de los balances que deben
ser compatibles con la situación financiera a su fecha.
Como se apreciará a través de esta breve síntesis, al cumplimentarse el inc. 4° del art. 39, el síndico tiene ocasión
de poner en uso toda una serie de conocimientos técnicos que habrá adquirido a lo largo de sus experiencias
laborales, a los cuales deben sumarse los estudios especializados llevados a cabo, y ello quedará plasmado en el
informe pertinente. Es decir que nos encontramos ante una auditoría integral del ente deudor, tarea ésta nada fácil
a poco que consideremos que al contrario de lo que acontece, cuando el contador certificante se encuentra con una
empresa "in bonis", en la cual por regla general la colaboración y apertura de los registros es amplia y completa, en
las quiebras por regla general, tal colaboración raramente es prestada y en los concursos, si bien el síndico se
encuentra ante interlocutores válidos, los escasos tiempos con los que contará, habida cuenta de la rigidez de los
plazos procesales y la aleatoria colaboración que pueda llegar a recibir, son factores de alto riesgo que el síndico
siempre debe tener presentes.
A todo ello debe sumarse que no siempre se cuenta con la colaboración de juzgados que puedan ser ágiles en los
proveimientos a los pedidos que el síndico pueda llegar a efectuar.
El quinto inciso del art. 39, se refiere a las inscripciones del deudor en los registros correspondientes, e idéntico
requerimiento para las sociedades con indicación de los datos personales de los socios con responsabilidad ilimitada
y administradores. La cumplimentación de esta exigencia, si bien puede llegar a ser larga y tediosa, es sencilla desde
un punto de vista meramente formal, para lo cual se debe tener a la vista la totalidad de los contratos o estatutos
sociales, a fin de la respectiva referenciación, como así también es imprescindible revisar detalladamente los libros
de actas, para determinar en forma indubitable quiénes son los administradores, debiendo entenderse también
como tales a los apoderados con uso de firma, sean éstos o no, socios o accionistas de la deudora (no olvidemos al
respecto que la responsabilidad de un apoderado, en lo que se refiere a su gestión empresaria, es similar a la del
socio o director de empresa).
Cabe aclarar que a esta altura del informe el síndico deberá también referirse en cuanto hace a la oportunidad de
la inscripción, como así también informar en forma concisa y clara sobre el contenido de cada uno de los
documentos referenciados.
Consideramos de gran importancia informar acerca de los domicilios actualizados de los responsables que
lleguemos a identificar, por cuanto en la eventualidad de actitudes negligentes o de falta de colaboración de tales
administradores, toda intimación y pedido de informes deberá serles notificada al domicilio en este inciso
denunciado, todo ello sin perjuicio de los nuevos domicilios que el síndico pueda llegar a conocer.
El sexto inciso del art. 39, nos pide que expresemos la época en que se produjo la cesación de pagos, con
precisión de los hechos y circunstancias que respalden tal dictamen.
Esta información es de vital importancia en muchos aspectos por cuanto hace a la validez de determinados actos
y al juzgamiento de la conducta de los administradores en el supuesto de mala praxis de los mismos, y no es de fácil
determinación, muy por el contrario, pensamos que por tratarse de una información tan vital que como lo
mencionamos previamente, hace a la ineficacia de derechos, debe ser una conclusión lo suficientemente meditada
y fundada y que cuente con un respaldo documental, que pueda servir de base para defensas posteriores.
Dice el maestro Héctor Cámara que "la quiebra económica o de hecho, jamás coincide con la quiebra de
derecho" (10) , y ello es verdad, por cuanto el comerciante, aun ante la impotencia económica y financiera, tiende a
aferrarse a cualquier tabla de salvación y por ello en la casi totalidad de los casos, la cesación de pagos se produce
con bastante antelación a la fecha del pedido de apertura de concurso, o a la fecha de declaración de quiebra.
Una solución que no requiere un hondo análisis para la Sindicatura sería constatar cuál es la fecha más antigua en
la cual el deudor ha incumplido con una obligación y fijar tal fecha a los efectos legales: ella sería la solución facilista
pero convengamos que no es la solución técnicamente correcta. Por cuanto el legislador se expresa en términos de
"época" y no de "fecha"; ello implica que el síndico debe profundizar su estudio sobre la contabilidad y archivos del
deudor, a fin de poder con irrebatible fundamentación, precisar la iniciación del fenómeno de la insolvencia.
La experiencia nos enseña que en la mayor parte de los conflictos de insolvencia el comerciante al no poder
atender normalmente sus obligaciones, cae en el círculo vicioso de pedir préstamos "frescos" para así atender los
vencidos, convirtiendo su pasivo en una verdadera bola de nieve, que termina siendo un alud. Tal procedimiento
incorrecto a veces cuenta con la complicidad del acreedor, quien busca mejorar su garantía, y a veces es con
desconocimiento del acreedor, quien es engañado con estados contables que no se compadecen con la realidad, o
simplemente cae en la seducción del deudor que logra convencer a los terceros acerca de la solidez de su empresa.
Lo cierto es que entre la fecha de cesación de pagos que determine el síndico y la fecha de presentación o
quiebra, se crea el "período de sospecha" (art. 116 "in fine"), y cualquiera de las transacciones llevadas a cabo entre
dichas fechas, en principio podrían caer en acciones de revocatoria o de inoponibilidad.
Dada la inexistencia de reglas de técnica contable o parámetros preestablecidos para la fijación de la época de
cesación de pagos, tal determinación queda librada al sano criterio del funcionario concursal siempre dentro de las
especificaciones marcadas por el art. 79 (este último artículo admite otros hechos reveladores, que en su momento
habrá que determinar), y el límite de retroacción del art. 116, y puede ser observada, según el art. 117, por los
interesados (dada la falta de aclaración de la norma legal, debe entenderse como deudor y acreedores). Una vez
fijada por el Juzgado es apelable.
El séptimo inciso del art. 39 se refiere exclusivamente al caso de sociedades, donde el síndico deberá informar si
los socios realizaron puntualmente sus aportes y si existe responsabilidad patrimonial que se les pueda imputar por
su actuación en tal carácter.
Esta información cobra mucha importancia en aquellas sociedades donde los socios tengan su responsabilidad
limitada a sus aportes, a poco que leamos el art. 150, el cual dispone que la quiebra de la sociedad hace exigibles los
aportes no realizados por los socios, como así también lo dispuesto por los arts. 37 al 53 de la ley 19.550 (Ley de
sociedades).
Salvo que existiera una sobrevaluación de los aportes en especie a la sociedad fallida, prueba ésta que podría
tener ciertas complicaciones, las demás implicancias del presente inciso son de cierta facilidad para ser detectadas
por el síndico concursal.
El octavo inciso del art. 39 exige la enumeración concreta de los actos que se consideren susceptibles de ser
revocados, según lo disponen los arts. 118 y 119.
Debemos remitirnos a la prolija lectura del art. 118 que enumera en forma taxativa los actos totalmente
ineficaces frente a los acreedores, y a su vez el art. 119 habla de aquellos actos que de cumplirse ciertas premisas,
como ser el de tener conocimiento del estado de cesación de pagos, que pueden llegar a ser declarados ineficaces.
Si bien el inciso que nos hallamos comentando no lo menciona, entendemos que de tratarse de un concurso
preventivo y haber caído el deudor en lo previsto por los arts. 16 ó 17, también ello deberá ser considerado por el
síndico a esta altura del informe general.
El noveno inciso del art. 39 se refiere a la opinión fundada que el síndico debe efectuar acerca del agrupamiento
y clasificación que el deudor hubiere efectuado respecto de los acreedores.
Para una más clara comprensión debemos remitirnos al texto del art. 41 que ordena al deudor, que dentro de los
diez días de haberse dictado el auto verificatorio del art. 36 deberá presentar una propuesta de agrupamiento y
clasificación en categorías de aquellos acreedores declarados verificados y/o admisibles. Convengamos que tal plazo
no revela un capricho del legislador sino por el contrario, es necesario que el deudor conozca la exacta composición
legal de su pasivo, para así en el caso de que lo considere necesario (ya que la categorización no es obligatoria)
pueda crear distintas categorías, con miras a la futura propuesta de acuerdo.
Con ello el legislador rompe totalmente con la "par conditio creditorum" tal como era conocida durante la
vigencia de la ley 19.551, o sea, que existía una única propuesta para todos los acreedores quirografarios, sin
interesar para ello, importancia cuantitativa o cualitativa del crédito. Con un criterio moderno y sobre todo, realista,
se admite que existen importantes diferencias, por calidad y por números y de así considerarlo necesario para sus
intereses, el deudor puede ofrecer propuestas diferenciadas, efectuando para ello agrupamientos y clasificación de
acreedores, y el paso de los años desde la promulgación de la ley 24.522, con tal novísimo sistema, ha
incrementado el ingenio del comerciante, existiendo al respecto numerosos ejemplos de agrupamientos, que
podríamos denominar de alto ingenio especulativo, pero es necesario poner de relieve que como mínimo de
acuerdo al art. 41 deben contemplar tres categorías, a saber: quirografarios, quirografarios laborales (siempre que
los mismos existan) y privilegiados.
Es el síndico concursal el profesional llamado a opinar sobre la bondad jurídica y económica, a la luz de todos los
intereses en juego de las categorizaciones propuestas por el deudor. Para que el síndico se expida en forma fundada
al respecto, deberá poner en juego tanto sus conocimientos jurídicos como los económico-financieros, pues
básicamente debe exigirse del deudor respeto a los derechos de sus acreedores y una coherencia lógica y acorde
con los intereses que se hallen en juego.
Siempre dentro del análisis de la novedad jurídica introducida por la ley 24.522 acerca de la "categorización" el
último párrafo del art. 41 legisla acerca de los denominados "créditos subordinados", es decir, una nueva categoría
para aquellos créditos que sufren algún tipo de postergación en sus derechos en relación a los otros créditos.
Por último, el inciso décimo del art. 39, exige del síndico que informe si el deudor resulta pasible del trámite legal
prevenido por el Capítulo III de la Ley 25.156 de Defensa de la Competencia, por encontrarse comprendido en el
artículo 8º de dicha norma.

7. LA PROPUESTA DE ACUERDO
Ya hemos analizado someramente la actividad del síndico desde el momento en que acepta el cargo, hasta la
etapa en la cual ya ha presentado los dos informes, tanto de verificación como el llamado informe general y el
extenso texto del art. 43 que nos introduce a lo que ha dado en llamarse "período de exclusividad" (que puede
abarcar como mínimo, 90 días, extendibles únicamente por resolución judicial a 30 días más, por supuesto siempre
hábiles), período éste que el deudor debe utilizar para formular las propuestas de acuerdo y fundamentalmente
para obtener de sus acreedores las pertinentes conformidades.
Si bien este artículo tiene una estrecha relación con el art. 45, es de suma importancia destacar que el art. 43
contiene un amplio surtido, podríamos decir, acerca de las condiciones que deben contener las propuestas,
existiendo una frondosa jurisprudencia al respecto, cuya mención excedería en mucho la finalidad del presente
trabajo, pero ya no es el reducido surtido de opciones de leyes ya derogadas, como ser la quita o la espera, sino que
la simple lectura de la actual redacción del susodicho art. 43 nos revela una más que amplia gama de alternativas
por las cuales el comerciante puede optar, si bien, siempre dentro del absoluto respeto de la máxima igualdad
dentro de cada categoría, lo cual resaltamos, no significa igualdad entre todas las categorías.
La jurisprudencia acerca de la "bondad" de la propuesta, las limitaciones de la misma, si la misma es o no
incumplible, si se compadece con las razonables posibilidades económicas financieras del deudor, todo ello es y
sigue siendo de difícil definición, habida cuenta de que no siempre el Juez solicita la opinión del síndico (lamentable
por cuanto se supone que nadie más experto que dicho funcionario para aportar una opinión razonada y basada en
una experiencia profesional adquirida a través de largos estudios) y para lo cual inevitablemente se debe recurrir a
la jurisprudencia que acerca de dicho tema se dicta a diario.
Siempre hemos expresado que es lamentable la supresión que el legislador llevó a cabo al sancionar la ley
24.522 y no reproducir en la misma los términos del inc. 6º del art. 40 de la ley 19.551 que obligaba al síndico a
emitir opinión fundada sobre la posibilidad de cumplimiento de la propuesta de acuerdo y si ella era susceptible de
mejoras.

8. INTERVENCIÓN DEL SÍNDICO CONCURSAL EN INCIDENTES Y JUICIOS CONEXOS AL CONCURSO


El síndico durante el desempeño de su gestión en innumerables oportunidades debe intervenir como parte
obligada en distintas clases de actuaciones judiciales, con mayor frecuencia en las quiebras y en contadas
oportunidades en el concurso preventivo.
Antes de seguir adelante debe precisarse que el juicio es una demanda o petición que se formula ante el Poder
Judicial, representado por los jueces, en los cuales se requiere una resolución judicial en orden a las peticiones que
se formulen; en lo atinente a los procesos ordinarios, y para una mejor comprensión del lector debemos remitirnos
a los artículos 330 del Código de Procedimientos Civil y Comercial de la Nación, y subsiguientes y, en cambio, los
incidentes son definidos por el artículo 175 del Código señalado previamente, como "toda cuestión que tuviere
relación con el objeto principal del pleito y no se hallare sometida a un procedimiento especial, tramitará en pieza
separada, en la forma prevista por las disposiciones de este capítulo".
Tanto al actuar en concursos como en quiebras, además de la actividad que despliegue el síndico en los autos
principales, de ser observados los informes de verificación que eleve en la oportunidad del art. 35, con tales escritos
de revisión se formarán los incidentes previstos por el art. 37 de la Ley concursal; en tal oportunidad, la Sindicatura,
parte obligada, se limitará a contestar el traslado que se le haya corrido, debiendo respetarse en lo demás
indefectiblemente el plazo fijado por la norma legal antedicha.
Durante el desarrollo del concurso preventivo o de la quiebra, no pueden preverse todas las circunstancias que
puedan dar lugar a la formación de incidentes de la más distinta índole, y el art. 273 legisla en sus nueve incisos
acerca de la mecánica y plazos de tales tramitaciones que tienen también una clara descripción en los arts. 280 al
284, que se completan con las claras disposiciones de los arts. 285 al 288, y a cuyos textos por su claridad, y a fin de
no entrar en repeticiones, nos remitimos. Es muy importante para el funcionario concursal tener presente que, a
diferencia del procedimiento en demandas ordinarias, en los incidentes, la prueba debe ofrecerse ya sea al iniciar el
incidente (en el supuesto de ser actor), o al contestar el traslado (en el supuesto de ser demandado), como así
también en ambos casos acompañar la documentación que respalde los dichos. En aquellos aspectos no
contemplados por la ley 24.522 se debe estar a la letra de los arts. 175 al 187 del Código de Procedimientos en lo
Civil y Comercial.
En el desarrollo del proceso de quiebra, se recurre con mayor frecuencia a la formación de incidentes, pues en tal
forma se evita que cuestiones conexas a la falencia entorpezcan o demoren las medidas que se adoptan en el
expediente principal, no existiendo otra limitación para la formación de tales incidentes que las que el Tribunal
disponga. Un claro ejemplo de ello son los incidentes que habitualmente se forman para el seguimiento de la
liquidación de los bienes; es decir, que para hacerse lugar a la formación de un incidente, no necesariamente se
debe tratar de hechos controvertidos en los que existen dos o más partes en pugna.
En nuestra modesta opinión, es lamentable que la ley 24.522 haya suprimido todo lo relacionado a la calificación
de la conducta del fallido, sus administradores, apoderados y cómplices.
En los incidentes que se ventilen durante el desarrollo del concurso preventivo, el síndico concursal actuará en
cumplimiento de los deberes que le impone el art. 254 de la Ley de Concursos. En la quiebra se aplica al respecto los
arts. 107 y 109, los cuales legitiman procesalmente al síndico para actuar en representación de la deudora, pues
este último, por aplicación del art. 107 queda desapoderado, o sea, el síndico pasa a actuar como representante de
la quiebra. El hecho de que el art. 252 consagre que la función del síndico es "indelegable", y el art. 258 enseña que
el síndico "debe actuar personalmente" no significa que deba actuar siempre en forma personal en todos los juicios
en que se halla involucrada la quiebra o el concurso, y si bien el ya mencionado art. 258 "in fine" autoriza al juez
para que dé su venia a fin de que el síndico pueda nombrar apoderado, en tramitaciones fuera de la jurisdicción del
Tribunal, en casos debidamente fundados, ya sea por la extensión o el cúmulo de las tareas que puedan pesar sobre
la Sindicatura, resulta procedente solicitar la misma venia a fin de nombrar apoderado judicial.
Uno de los ejemplos más comunes en ese sentido, se da en aquellas quiebras con elevado número de
asalariados, quienes en forma casi simultánea inician juicios laborales contra la fallida, haciendo que el síndico
reciba una verdadera avalancha de citaciones a audiencias personales ante los Tribunales de Trabajo y que no
siempre tienen su sede en la misma ciudad donde se asienta el Juzgado que interviene en la quiebra o concurso. Tal
circunstancia debe ponerse en conocimiento del Juez ante el cual se halla radicada la quiebra, a fin de solicitar la
autorización que permita conferir poder judicial a uno o más abogados para la debida atención de los conflictos
laborales.
No debe confundirse tal delegación a través de poder, con el patrocinio letrado al cual se refiere el art. 257,
siendo importante destacar que si bien en el concurso y quiebra, el síndico no necesariamente debe contar con
patrocinio letrado, ello se convierte en algo más que necesario, cuando se debe salir a litigar fuera de la jurisdicción
del Tribunal donde se halla radicado el juicio concursal.
Por aplicación del art. 132, la declaración de quiebra atrae al juzgado donde se ventila la falencia, todas las
acciones judiciales (sin interesar el fuero donde se hallen tramitando originariamente) iniciadas contra el fallido, en
los cuales se reclamen derechos patrimoniales, pero se exceptúan los indicados en el art. 21 incisos 1 al 3 de la Ley
concursal.

9. LA INCAUTACIÓN, CONSERVACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES


El art. 177 de la ley 24.522 en sus diversos incisos determina la actividad que debe desarrollar el síndico ante un
decreto de quiebra, y obviamente, tal como lo dice textualmente el título del Capítulo IV de la Ley, ante el vacío que
se produce por el desapoderamiento que sufre el deudor, que surja un responsable, tanto para la incautación como
para el cuidado de los distintos valores sean éstos materiales o inmateriales. A ese respecto, y siempre
ateniéndonos a la letra del artículo arriba citado, la concreción de la "clausura" puede llevarse a cabo bajo la
responsabilidad de un Oficial de Justicia, o bien el magistrado actuante en aras de la practicidad y de la celeridad
puede investir al síndico con los derechos y atribuciones del "Oficial de justicia" y para ello podrá o no ser necesario
contar con el auxilio de la fuerza pública.
Pero la tarea más significativa y de indudable responsabilidad para la Sindicatura es el acabado cumplimiento de
lo dispuesto claramente en los incisos 1° a 3° del artículo bajo estudio. Es imposible poder expresar en una
publicación todos los imponderables que pueden llegar a presentarse en tan delicada tarea de la Sindicatura, y para
un mejor desempeño debe primar el sentido común, siempre con miras a mantener el estado de conservación y la
guarda cuidadosa de los elementos a custodiar.
Uno de los problemas conexos que pueden llegar a presentarse al clausurar un establecimiento es el de los
bienes perecederos (por ejemplo: reses de animales, frutas y hortalizas diversas, productos lácteos, etc.), en cuyo
caso es de estricta aplicación el art. 184, a cuya clara redacción nos remitimos. Es importante agregar al respecto
que para el supuesto de una imposibilidad material de realizar productos perecederos, y siempre con la venia
judicial pertinente, tales bienes perecederos pueden ser donados a instituciones de bien público.
En cuanto respecta a los "fondos del concurso", el acabado cumplimiento del art. 183 no ofrece dudas, y de
existir algún tipo de valor negociable con vencimiento en fecha futura, con la pertinente comunicación al Juzgado,
es aconsejable recurrir a Instituciones bancarias para sus posteriores cobros (confr. al respecto art. 183 "in fine).
Más allá de la novedad que ha introducido la ley 26.684 a la cual nos referimos más en extenso, líneas más
adelante y de acuerdo a lo consignado en los arts. 189 al 195, el Síndico puede continuar con la explotación de la
totalidad de la empresa fallida o con negocios o establecimientos parciales, todo ello indefectiblemente, tal como
la ley 24.522 y sus modificaciones lo señalan, con autorización y contralor judicial permanente, pero permanente
con la mira puesta en una liquidación final, pues por el contrario nos estaríamos encontrando con el "negocio de la
empresa quebrada", lo cual es desde todo punto de vista no admisible.

10. SUPUESTOS ESPECIALES Y LIQUIDACIÓN DE LA EMPRESA


En primer lugar nos referiremos al "supuesto especial" reglado por el art. 48, el cual es incorporado al articulado
de la Ley, por reforma surgida con la Ley 25.598 y que ha recibido en la doctrina y la jurisprudencia el nombre de
"cramdown" inspirado en los precedentes de la legislación sajona. Hasta la sanción de esta última Ley, no
habiéndose obtenido el porcentual de conformidad requerido por la Ley para aprobar el acuerdo, era automática la
declaración de quiebra y bajo la dirección de la Sindicatura y vigilancia del Juzgado, comenzaba el procedimiento de
liquidación en el plazo más perentorio posible (obviamente siempre que no se hubiera decretado una continuación
provisoria, a lo cual nos hemos referido con anterioridad).
El tan mentado art. 48, acerca del cual tanto se ha escrito desde su promulgación, básicamente dispone que para
el caso de sociedades de responsabilidad limitada, sociedades por acciones, sociedades cooperativas y aquellas en
las cuales el Estado Nacional, Provincial o Municipal sea parte y con la expresa exclusión de las personas reguladas
por leyes especiales que son detallados en la susodicha norma legal; una vez vencido el plazo de exclusividad y sin
haberse obtenido las conformidades de los acreedores a la propuesta de acuerdo, no se decreta la quiebra (tal
como era de rigor hasta dicha reforma) sino que por el contrario, se abre un "registro" de acreedores y de terceros
interesados en la adquisición de las acciones o cuotas representativas del capital social a los efectos de formular
propuestas de acuerdo preventivo (obviamente, y no caben dudas al respecto, que si tal "registro" no tiene
interesados, la declaración de quiebra es automática).
Continúa diciendo la larga redacción del susodicho artículo, que de existir inscriptos en el registro antes
mencionado, el Juez deberá designar un "evaluador" que dentro de los treinta días de haber aceptado el cargo
deberá presentar su informe de valuación. Debe ponerse de relieve que hasta la sanción de la ley 25.589, la figura
del evaluador no existía y dicha norma legal modifica el art. 262 de la Ley ritual, legislando al respecto que la lista de
evaluadores será formada por la Cámara de Apelaciones, cada cuatro años (en consonancia con las fechas en las
cuales se confeccionan las listas de síndicos), pero a diferencia de lo legislado acerca de los títulos universitarios y
antigüedad en el ejercicio de la profesión que obligatoriamente debe poseer un síndico, en el caso de los
evaluadores solamente se admiten "estudios de auditoría" con más de diez años de antigüedad, y también se
admiten bancos de inversión y entidades financieras autorizadas por el Banco Central de la República Argentina,
siempre como mínimo con diez años de antigüedad.
Otra novedad al respecto es que el azar ya no juega un papel tan excluyente como en el caso de los síndicos
concursales, ya que el comité de control (nos referimos al antes llamado comité de acreedores) propone las ternas
de evaluadores, de las cuales el Juez elige al "evaluador". Tales funciones son remuneradas sobre la base de la
regulación que fija el Juez a cargo del concurso y a diferencia de lo que sucede con las remuneraciones al síndico, las
cuales se basan en los valores económicos en juego, en el caso de los evaluadores lo es sobre la base del trabajo
efectivamente realizado.
Sobre la base del susodicho informe de "valuación", el Juez fija en formainapelable el valor de las cuotas o
acciones representativas del capital social de la deudora, sobre los cuales deberán basarse las ofertas de los
interesados previamente inscriptos en el "registro" arriba mencionado. Como se desprende de lo antedicho, el
sistema es harto complejo, y hasta el presente no ha tenido un alto grado de aceptación de los posibles interesados
en adquirir una empresa en crisis terminal, si bien aún es prematuro opinar acerca del resultado de las nuevas
modificaciones introducidas al sistema por la ley 26.684 a la cual nos referiremos líneas más adelante.
Para el supuesto en que se decretare la liquidación de la empresa, nos tenemos que remitir a lo legislado en
los arts. 203 al 217 de la ley 24.522 y posteriores reformas, y al respecto los tres incisos del art. 204 son
suficientemente claros y precisos e incluso el orden de los tres incisos de dicha norma legal, no admite crítica
alguna, pues respetan las expectativas de resarcimiento para los acreedores. Así, el antedicho artículo legisla el
siguiente orden de preferencia para la realización de los bienes:
1º la enajenación de la empresa como unidad, lo cual obviamente no merece crítica alguna, pues es de suponer
que una empresa con todos sus activos, como ser el o los inmuebles en los cuales funciona, su parque de
maquinarias y rodados, las materias primas o mercaderías elaboradas que pudieran existir al momento de la
falencia y demás bienes materiales, obviamente de hallarse en buen estado de funcionamiento, pueden
resultar un bien de sumo interés para el inversor interesado en ello;
2º se trata del mismo conjunto de bienes del inciso antes consignado, pero con la diferencia de que no está
prevista la continuación de la explotación de la empresa; y por último
3º la enajenación singular de todo o parte de los bienes, o sea lo que comercialmente se denomina el "desguace"
de la empresa.
Líneas más adelante el art. 205 en su larga redacción, ya que abarca diez incisos, legisla detalladamente acerca
del procedimiento a seguir en la enajenación de la empresa fallida, y en el art. 208 el legislador instruye acerca de
las ventas singulares de bienes. Finalmente, en el art. 213 se legisla acerca de la "venta directa", es decir que ya sea
por fracaso de la aplicación de los sistemas de venta implementados en los artículos antes citados, o por el escaso
valor de los bienes a realizar, los mismos pueden ser vendidos en forma directa. Por último, el art. 214 dispone que
los bienes invendibles pueden ser entregados a instituciones de bien público.
Corolario de lo hasta aquí expuesto es que existe una obligada intervención del síndico, quien en todos sus pasos
debe contar con la pertinente venia judicial y que el procedimiento siempre debe contar con la debida publicidad.

11. ACTUACIÓN DEL SÍNDICO CONCURSAL EN LA ETAPA DE LIQUIDACIÓN DE BIENES


Uno de los objetivos buscados en la quiebra es el de lograr una liquidación ordenada del activo del fallido, dentro
de las mejores condiciones económicas y financieras que el mercado permita, a efectos de proceder posteriormente
a la distribución del producido entre todos los acreedores verificados, dentro del ordenamiento de privilegios que
corresponda.
También es importante para el síndico aconsejar sobre el método que ulteriormente pueda arrojar el mejor
rédito, por cuanto a la hora de la regulación de sus honorarios, los mismos serán un porcentaje del producido de
tales liquidaciones.
El tema de liquidación de bienes en la quiebra tiene dos aspectos: uno es el que se refiere a la oportunidad en
que tales bienes deben ser realizados, y el segundo está referido a la forma en que los bienes del fallido deben ser
liquidados. Si bien una primera lectura aparentaría una sencilla aplicación del articulado de la Ley, en una economía
de características cambiantes tan bruscas como la que imperaba en nuestro país hasta hace poco, sometida a
vaivenes políticos imprevisibles, configuran un panorama en el cual el síndico está obligado a moverse, haciendo
gala no solamente de sus conocimientos jurídicos, sino también de sus aptitudes y capacidades de buen
administrador.

11.1. Oportunidad de la liquidación


En lo que hace a la oportunidad de realización, mandan al respecto los arts. 203 y siguientes, siendo la primera
condición dentro de un proceso de quiebra tipo, que la realización de los bienes no podrá comenzarse en el caso
que se haya interpuesto recurso de reposición contra la sentencia de quiebra, haya sido admitida por el Juez la
conversión en los términos del art. 90, o se haya resuelto la continuación de la explotación conforme lo normado
por los artículos 189 a 191 inclusive.
Lo expuesto previamente ha tenido una importante modificación con la sanción de la ley 26.684, que introduce
sustanciales modificaciones a los textos de los arts. 190 y 191 de la Ley ritual por cuanto introduce preferencias a
favor de las cooperativas de trabajo que puedan llegar a constituirse con motivo de la quiebra de su empleador.
El art. 184 se refiere en primer lugar a los bienes perecederos, o en condiciones similares, según lo explicaremos
a continuación, y habida cuenta en razón de lo dispuesto por el art. 177, que en forma inmediata, una vez decretada
la quiebra, debe procederse a la incautación de los bienes del fallido, y que según el art. 179, es el síndico quien
debe adoptar las medidas necesarias para la conservación y administración de los bienes. Este último debe evaluar
según lo dispone el art. 184 si se dan las circunstancias de existencia de bienes perecederos (por ejemplo un stock
de verduras o de carnes), o bien de bienes de conservación dispendiosa (por ejemplo elementos depositados en
lugares abiertos, cuyo costo de vigilancia puede resultar muy alto frente al posible valor de realización) o por último
de bienes expuestos a graves disminuciones de precio (por ejemplo un producto estacional).
También el art. 184 contempla los casos en que, no existiendo fondos líquidos, sí existen bienes, y que sea de
extrema necesidad afrontar gastos inmediatos que hacen a la marcha ordenada del proceso (por ejemplo,
necesidad de abonar gastos de traslados o de ordenamiento de mercaderías; o bien la necesidad de contar con
personal técnico especializado para ciertas tareas). En tales circunstancias, el síndico una vez ponderada la urgencia
y con la anuencia del Juez de la quiebra, podrá proceder a realizar una venta directa de algunos bienes, ya sea en
forma directa o por cualquiera de los otros sistemas expuestos en la Ley de Quiebras, y ello así hasta contar con los
fondos necesarios para afrontar los gastos imprescindibles.
El director natural del proceso, o sea, el Juez, generalmente no está en condiciones de apreciar tales urgencias o
necesidades y, en consecuencia, solamente el Síndico, quien deberá tener la suficiente perspicacia para evaluar y
merituar la urgencia, es quien debe afrontar la responsabilidad de formular las peticiones que correspondan.

11.2. Formas de la liquidación


La ley 24.522 y sus posteriores reformas hablan de la "forma preferente" de la realización, y en primer lugar cabe
analizar lo dispuesto por el art. 204, inc. "a" que se refiere a la enajenación de la empresa como unidad .
Es útil tener presente que tal enajenación no constituye el caso típico por excelencia en las quiebras, pues para
que ello ocurra, previamente el Juez deberá haber dispuesto la explotación provisoria de la empresa, a pesar del
estado de falencia. Con este procedimiento, la "fuente de trabajo", aun con limitaciones, queda preservada,
lográndose así un objetivo social de alto contenido humano. También es importante señalar que en los
establecimientos fabriles se produce inevitablemente un deterioro del parque de maquinarias, por falta de
mantenimiento, o bien ocurren "desapariciones inexplicables", lo cual en cierta medida se evita mediante el
mantenimiento del funcionamiento de la fábrica, a la vez que se mantiene la línea de proveedores y la cartera de
clientes.
Siempre dentro del análisis del art. 204, el inciso "b" habla de la enajenación en conjunto de los bienes que
integren el establecimiento del fallido . Aquí debe explicarse la diferencia entre "empresa" y "establecimiento". La
"empresa" es la organización económica en forma global, y en cambio, el "establecimiento" es una de las tantas
unidades en las que puede estar dividida una empresa; valga como ejemplo, una fallida que cuenta con un
establecimiento fabril, y bocas de expendio de sus productos en diversos lugares, y en tal caso, el establecimiento
fabril más la totalidad de sus bocas de expendio serían la "empresa", y a su vez, la fábrica en forma individual o cada
una de las bocas de expendio serían los "establecimientos".
Siguiendo con el art. 204, en su inciso "c" se expresa acerca de la enajenación singular de todos o partes de los
bienes , que evidentemente constituye lo más simple, pues consistiría en el desarme total de la unidad económica y
su venta en forma individual por elemento constitutivo.
Habiendo quedado clarificado el orden preferente de realización, nos abocaremos a los dos sistemas principales
expuestos en la Ley, a tal efecto, que son la licitación y la subasta , previa tasación de los mismos.

11.3. Ventas por el sistema de licitación


El sistema de ventas por licitación, explicado en el art. 205, incisos 3° al 8°, es considerado por muchos autores
como el más idóneo en las ventas de establecimientos, o de empresas, desde medianas a grandes, es a la vez el
sistema que más trabajo demanda al síndico, por cuanto al contrario de lo que sucede al intervenir martilleros, es el
síndico quien debe ocuparse de sugerir la mejor publicidad, de contactar posibles adquirentes a fin de interesarlos
en el negocio que se ofrece, como así también de redactar el pliego a que se refiere el inciso 3° del art. 205.
Tiene la evidente ventaja de que dificulta la formación de "ligas de compradores" tan comunes en las públicas
subastas.
Las particularidades de la venta por licitación se explicitan a partir del tercer inciso del art. 205, partiéndose del
supuesto de que ya se habrá cumplimentado la tasación a la que se refiere el primer inciso del susodicho artículo.
Luego, es tarea asignada a la sindicatura la confección del pliego de condiciones pertinente, que deberá contener
las formalidades explicadas en el inciso tercero del art. 205. En lo que hace al contenido de los incisos cuarto al
octavo, son de tal claridad, que en mérito a la brevedad, entendemos que no hacen necesaria explicación adicional.
Es interesante consignar que los pliegos de condiciones suelen, con la previa anuencia del Tribunal, ser vendidos
a los interesados, con lo cual se logra una doble finalidad: recuperar aunque sea en parte los gastos de confección
de los pliegos y la publicidad a que se refiere el inciso cuarto del art. 205, como así también limitar el operativo a los
realmente interesados en la operación propuesta. Obviamente, los fondos así recaudados deben ser depositados en
la cuenta bancaria de la quiebra y a la orden del Juzgado pertinente.
Si bien la Ley de Quiebras no lo impone como condición, es costumbre normal, que una vez abiertos los sobres y
hechas públicas las ofertas, los presentantes a la licitación puedan mejorar la oferta dentro del plazo que el Tribunal
haya dispuesto previamente, y en tal forma se da lugar a una puja similar a la que se produce en los remates, pero
con la importante diferencia de que será el propio Juez en persona quien dirigirá el procedimiento.

11.4. Ventas por el sistema de subasta


El art. 208 de la ley 24.522 nos explica en forma muy clara que la "venta singular" o sea, la clásica subasta, es
llevada a cabo por un auxiliar de la Justicia especialmente designado, o sea el "martillero". En la Capital Federal, la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial por vía de acordadas, y tal como sucede con los Contadores
Públicos para acceder al cargo de síndicos, ha reglamentado las condiciones que se deben llenar para ser designado
"enajenador" en dicho fuero, como así también los recaudos que deberán adoptar los jueces en las pertinentes
designaciones, y la oportunidad en que tales funcionarios podrán percibir sus comisiones sobre las ventas.
El susodicho art. 208 nos habla también acerca de las publicaciones que se deberán llevar a cabo, siendo de
destacar que el síndico podrá hacer todo tipo de propuestas al respecto, ya se trate de tiempos de publicidad, como
de formas y medios de comunicación a ser elegidos, y asimismo podrá opinar acerca de las fijaciones de bases.
Del articulado de la Ley de Concursos, no surge disposición alguna acerca de la obligación que pueda tener el
síndico para asistir en forma personal al acto de la subasta, pero un sentido mínimo de responsabilidad profesional
indica que dicho funcionario debe hacerse presente en el acto del remate, habida cuenta de las distintas maniobras
que, con o sin complicidad del martillero, se perpetran a veces en el acto de la subasta.
Una vez que el martillero rinda cuenta documentada en autos de su gestión, el síndico deberá expedirse sobre la
bondad de tales cuentas, como así también si se trata de importes de cierta relevancia, solicitar su inmediata
inversión a fin de obtener algún rendimiento de dichos fondos.

11.5. Ventas directas y bienes invendibles


Independientemente de las ventas inmediatas en forma directa de artículos perecederos, o que sean necesarios
para allegar fondos en forma rápida o los de conservación dispendiosa, a los cuales ya nos hemos referido, debe
considerarse que el art. 213 de la ley 24.522, nos habla de las "ventas directas" que se puedan realizar, ya sea en
forma directa a través del síndico, de intermediarios o de instituciones o mercados especializados (lo cual es muy
habitual cuando existen valores mobiliarios sujetos a oferta pública, tal como lo dispone el art. 215).
Por último cabe referirse a los bienes de muy escaso valor o los declarados invendibles. En tales supuestos es de
aplicación el art. 214 que dispone, ante la posible existencia de bienes de un valor tan ínfimo que presumiblemente
ni siquiera compensen los gastos de la publicidad obligatoria, que el Tribunal podrá disponer, previa vista al síndico
y fallida, que tales bienes podrán ser donados sin cargo a instituciones de bien público.

12. INFORMES FINALES Y DISTRIBUCIÓN DE DIVIDENDOS


Una de las más importantes finalidades del instituto de la quiebra, es el de conseguir una realización lo más
rápido y ordenadamente posible de los bienes del deudor, a fin de distribuir el producido de tal realización entre
todos los acreedores que previamente hayan obtenido la verificación de sus acreencias, respetando las prioridades
de cobro de los mismos, que surgen como consecuencia de los privilegios que la Ley acuerda y satisfaciendo los
gastos que el proceso concursal haya producido.
Todo ello se halla legislado por los arts. 218 al 223 de la Ley de Concursos y quiebras, si bien en lo que a
inmediatez de pagos respecta, también debe tenerse presente lo establecido en los arts. 240 y 241 de la Ley antes
citada, que se refieren a los créditos con garantía real, como así también las jurisprudencias de la Corte Suprema en
lo que hace al pronto pago en favor de los acreedores laborales, ratificado actualmente en la nueva redacción que
la ley 26.684 imprime al art. 16, como así también debe tenerse presente las reservas consignadas en el art. 244.
Del examen de los artículos arriba citados, se desprende que pueden existir tres momentos de pago:
a) Para los acreedores prendarios e hipotecarios, a través del sistema de "concurso especial" (ver art. 209) que
exige la verificación previa tanto de importe como del privilegio que detente el acreedor, la subasta del bien
gravado y la previa reserva de las sumas necesarias para atender a aquellos acreedores que tengan un
privilegio mejor al del acreedor hipotecario o prendario, no pudiendo exceder tal pago preferente a lo
efectivamente obtenido por la venta del bien garantizado.
b) Para todos los acreedores, ya sean privilegiados u ordinarios, el pago final del dividendo concursal, una vez
aprobado el informe final del síndico.
A lo hasta aquí expuesto deben agregarse las "distribuciones complementarias" a que se refiere el art. 222, o sea,
como el mismo título indica, se trata de aquellos fondos que fueran desafectados de reservas, o importes que por
cualquier concepto ingresen con posterioridad a la presentación del informe final.
Como paso previo a la distribución final, el síndico debe cumplimentar las exigencias del "informe final" con las
especificaciones que determina el art. 218, y el paso procesal siguiente consiste en la regulación de honorarios de
conformidad con lo dispuesto por los arts. 265 al 272.
La forma de pago se halla explicada en el art. 221, siendo la más común a través del cheque judicial suscripto por
Juez y Secretario. De solicitarlo expresamente el acreedor beneficiario, el Juzgado puede ordenar al Banco de
depósitos judiciales, la transferencia directa a la cuenta del acreedor que así lo solicite, con gastos a cargo de dicho
acreedor. Y por último, en los casos de listas extensas de acreedores, el Juzgado podrá ordenar al síndico que
confeccione una planilla especial con los datos de los acreedores (que ha pasado a denominarse "oficio
prenumerado"), a fin de ser remitida al Banco de depósitos judiciales, para que dicha Institución los abone en forma
directa.
La situación de los acreedores que se presenten a reclamar sus acreencias o privilegios con posterioridad a la
presentación de los proyectos de distribución provisoria o final, según el art. 223 solamente tienen derecho a
participar de las distribuciones futuras en la proporción que le pueda corresponder al crédito no percibido, y por
último el art. 224 dispone que al año contado desde la fecha de aprobación del estado de distribución, caduca de
pleno derecho (lo cual puede ser declarado de oficio) el beneficio de poder percibir el dividendo concursal. Si bien
en la práctica (y ello no es tan común), la parte final del art. 224 dispone que una vez producida la caducidad del
derecho al cobro, que se declara de oficio, los importes remanentes no cobrados serán pasados al Estado para el
fomento de la educación común.

13. ÚLTIMAS REFORMAS INTRODUCIDAS POR LA LEY 26.684


El 1 de junio de 2011, el Congreso Nacional, prácticamente con el voto unánime de diputados y senadores,
sanciona la ley 26.684, la cual es promulgada por el Poder Ejecutivo el 30 de junio de 2011, cuyo articulado de
fuerte contenido laborista y social introduce importantes modificaciones a la legislación vigente hasta ese entonces,
a la vez que introduce un andamiaje legal a las "cooperativas de trabajo", que sencillamente explicadas, son una
nueva forma jurídica. A través de ella, al momento de la quiebra de una empresa, en vez de procederse a la clausura
de la misma y posterior liquidación judicial del ente con la debida intervención del síndico concursal para el
supuesto de conformarse una cooperativa de trabajo, formada por los trabajadores que al momento de la falencia
prestaban servicios para la deudora, tal nuevo ente jurídico tiene prioridad para hacerse cargo de la empresa
deudora y continuar así con las actividades de la misma.
Lo explicado previamente parece un tema de sencilla aplicación, pero en rigor de verdad, la nueva norma legal
desde el día de su sanción ha despertado en los especialistas en la materia muchas más críticas que apoyos y
aplausos, pero aclaremos que al escribir las presentes líneas, la susodicha norma legal tiene escasamente algo más
de un año de vigencia y sus formas de aplicación y resultados aún son inciertos, pues si bien es evidente que el
legislador ha tratado de proteger al "eslabón más débil" de la cadena de falencia, la apresurada redacción y sanción
de la ley 26.684 ha despertado opiniones contradictorias entre juristas y síndicos concursales (muchas más críticas
que aplausos), habiéndose puesto de evidencia una escasa prolijidad de los redactores de la nueva norma legal (no
corregidas en el Congreso), y que obviamente, como ha sucedido con distintas leyes que despertaron en su
momento reacciones encontradas, con el correr de los meses los jueces han de sentar doctrinas y criterios que
faciliten la aplicación de la norma legal.
Es importante consignar que la ley 26.684 no se ha limitado únicamente a bendecir la creación de un salvataje a
través del auxilio de las "cooperativas de trabajo", sino que también ha introducido notorias reformas en distintos
artículos de la ley 24.522, siendo importante citar al respecto la modificación del inc. 8º del art. 11 que se refiere a
los requisitos que se deben acompañar a fin de obtener la apertura de un concurso, pues se dispone que deberá
presentarse la "nómina de empleados", con detalle de domicilio, categoría, antigüedad y última remuneración
recibida, como así también existencia de deuda laboral y de deuda con organismos de la Seguridad Social, todo ello
certificado por Contador Público.
Con ello, el legislador busca claridad y transparencia en la apertura del concurso, en el sentido de que se conozca
no solamente la "plantilla de trabajadores", sino que también se haga pública tanto la posible deuda con los
asalariados, como con los organismos previsionales.
Desde el punto de vista de los expertos contables, es lamentable la confusión legislativa, ya criticada en
sanciones de leyes anteriores, acerca del uso de los vocablos "certificación" y "dictamen", pues parecería ignorarse
la clara diferenciación establecida al respecto por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de CABA en la
publicación "Informes y certificaciones" editado en el año 1996 y que aún mantiene vigencia, y según la cual en la
"certificación" el profesional formula una manifestación personal de que la información concuerda con las
registraciones contables y/o documentación respaldatoria y en cambio en el "dictamen" también denominado
"informe especial" el profesional expone que la información presenta adecuadamente en sus aspectos
significativos, los hechos denunciados a la vez que se debe identificar los procedimientos de auditoría aplicados.
Siguiendo el orden del articulado de la reciente reforma, es de destacar que para la audiencia informativa que
debe llevarse a cabo previo al vencimiento del plazo de exclusividad contemplado en el art. 43, tal audiencia debe
ser notificada a los trabajadores, lo cual es otra demostración de la importante injerencia del asalariado en la
tramitación del concurso.
Otro ejemplo de la ligereza de los legisladores en la sanción de la reforma lo constituye el hecho que de acuerdo
al inciso 11 del art. 14, a partir de la aceptación del cargo comienza a correr para el Síndico un plazo de diez días
para que se pronuncie acerca de pasivos laborales y a la vez audite acerca de la posible existencia de otros créditos
laborales que se encuentren comprendidos en el pronto pago. Al respecto, insistimos en que los plazos acordados
no se compadecen en absoluto con los tiempos procesales que se le otorga al deudor para la presentación de sus
libros, los cuales por aplicación del art. 14, inc. 5º deben obligatoriamente ser intervenidos por el Secretario del
Tribunal a quien por otra parte tampoco le está corriendo plazo alguno para llevar a cabo dicha tarea.
A medida que se avanza en el estudio del nuevo articulado, nos encontramos con la versión modificada del art.
16 que establece un "pronto pago" a los acreedores laborales en plazos brevísimos y se introduce el novedoso
procedimiento, para el supuesto de mora del empleador, de que se "debe" afectar para dichos pagos el 3% mensual
del ingreso bruto de la concursada. Obviamente, no se nos puede escapar que el "ingreso bruto" de ninguna
manera significa utilidad alguna, ni tampoco puede el mismo considerarse como un excedente, hasta tanto no se
confronten dichos ingresos con los egresos de necesidad imprescindible.
Se sanciona asimismo en la nueva redacción del art. 29 de la Ley de Concursos, que el síndico también deberá
enviar la carta que anteriormente se reservaba únicamente a los acreedores, a los integrantes del "comité de
control", y se incorpora un nuevo inciso al art. 34 por el cual los trabajadores de la concursada, sean éstos
acreedores o no, tienen derecho a revisar los legajos, y el síndico está obligado a informarles acerca de las
insinuaciones recibidas. En lenguaje claro, el contralor que puede ejercer el trabajador es "total e ilimitado", tan así
es que, por la nueva redacción impresa al art. 42, el nuevo "comité de control" que debe constituirse una vez
resuelta la categorización, debe integrarse obligatoriamente con dos representantes de los trabajadores, que ellos
mismos deben elegir (los cuales quedan agregados al trabajador ya electo de acuerdo al art. 14, inc. 13, sin perjuicio
de la facultad del Juez de reducir dicho número, cuando las circunstancias así lo aconsejen).
Hasta la sanción de la ley 26.684, mucho se ha escrito acerca de los alcances e interpretación del art. 48, más
conocido como el artículo del "cramdown" y dicha norma legal soporta ahora una más que importante modificación
que se completa con la incorporación a la ley 24.522 del artículo 48 bis, el cual legisla acerca de la inscripción en el
registro establecido en el inc. 1º del art. 48, otorgando un lugar a la cooperativa de trabajo (aun cuando se halle en
formación) cuyo capital a su vez queda conformado con los créditos que puedan existir a favor de los trabajadores,
cálculos éstos que pasan a constituir una importante y compleja carga laboral para el síndico.
Entre las importantes ventajas que el legislador obliga a otorgar a los trabajadores, constituidos en cooperativa,
corresponde mencionar que el Banco de la Nación Argentina y la Administración Federal de Ingresos Públicos
"deberán" dice la Ley (o sea es imperativo) otorgar conformidades y facilidades de refinanciación de deudas en las
condiciones más favorables en sus respectivas carteras, y que se encuentran exceptuadas de efectuar el depósito
del 25% del valor de la oferta, o del depósito del 5% del capital suscripto.
Asimismo, se debe destacar las consecuencias del art. 21 de la norma legal que estamos analizando que sustituye
el art. 195 de la Ley hasta ayer vigente, la cual restringe en grado sumo los habituales derechos que poseían los
acreedores hipotecarios y prendarios.
En materia de realización de bienes, la flamante normativa legal al modificar el art. 203 y crear el art. 203 bis,
crea un inmenso beneficio a favor de los trabajadores, al poder compensar créditos laborales con cuotas de capital,
pero opinamos que debe aguardarse el paso de los tiempos, a fin de poder apreciar las ventajas de tan novedoso
sistema.
Es de destacar que se mantiene la figura del "evaluador", siendo el novedoso "comité de control" el que debe
proponer la terna de evaluadores de la cual el Juez designará a quien se desempeñará en dicho sentido.
Como corolario sobre el tema "cooperativas de trabajo" o "empresas recuperadas", como también se las
denomina, estimamos que deberá transcurrir un plazo de tiempo prudencial, el cual a la postre demostrará si la
legislación, tan novedosa como revolucionaria, ha contribuido a mejorar en términos reales al trabajador, o si por el
contrario, lo ha desmejorado, en el tan difícil trance de la quiebra empresaria.

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