Actividades de Autoaprendizaje Individual

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Actividades de autoaprendizaje individual

1. Realizar la lectura comprensiva de la unidad 1,2 y 3 del módulo


2. Hacer el resumen de cada unidad y llevarlo a la sesión sincrónica del 4 de junio.
3. Llevar las preguntas, e inquietudes que surgieron en el estudio de las 3
unidades.
Solución.
2. UNIDAD 1: PERSPECTIVAS DE ABORDAJE DEL FENÓMENO
ADMINISTRATIVO PÚBLICO

1.1 DIMENSIÓN POLÍTICA Y FORMAS ADMINISTRATIVAS PÚBLICAS


Por ejemplo, no es lo mismo las lógicas que asume la administración pública en el
marco de los estados absolutos europeos del siglo XVI y XVIII, a aquellas que se
presentan en los estados latinoamericanos de la primera mitad del siglo XX.
De otra parte, están las dinámicas de sistemas administrativos públicos no
estatales, muchas de ellas de naturaleza supraestatal, o por fuera de las lógicas
estatales capitalistas, como aquellas que se dispusieron en múltiples ciudades
renacentistas italianas, redes de ciudades como la liga Hanseática en Europa, y
formas administrativas propias de la expansión colonial europea en África,
América y Asia. Se destacan igualmente, formas administrativas internacionales
como, por ejemplo, la Organización de los Estados Americanos y regionales
internacionales como la Unión Europea. Dado lo anterior, nos encontramos con
una diversidad de formas administrativas públicas que se relacionan y superponen
entre sí de variadas maneras, en diversos períodos y lugares, sin reducirse
exclusivamente a las administraciones estatales.

1.2 Institución, acción, organización, tecnología y gestión.

Primero, la administración pública es ante todo una institución de naturaleza


política que hace parte de aparatos institucionales de estado o de naturaleza
interestatal y/o supraestatal; en consecuencia, la ubicación y función de la
administración pública es comprensible, como se ha señalado, en el marco de
sistemas políticos nacionales y aparatos organizacionales supranacionales que
determinan su lugar, relación y jerarquía con otras instituciones, tipos de
comunidad, relaciones de poder, regímenes políticos , cultura y sujetos políticos.
Segundo, la administración pública puede ser definida y abordada como acción y/o
sistemas de acción articulados a la estructuración y resolución de las necesidades
sociales, y a la generación de decisiones vinculantes; en marco de ciertos tipos de
diseños institucionales y aparatos organizacionales, se la hace coincidir con
acciones estatales, aunque no se la pueda caracterizar exclusivamente desde este
único punto de vista.
De otra parte, se caracteriza la acción administrativa pública desde ámbitos
propios del hacer u omitir jurídico, gestiológico y tecnológico de organizaciones e
individuos vinculados a la intervención de entes internacionales, supranacionales y
estatales. La acción administrativa es igualmente interpretada como
comportamiento burocrático y se la involucra con racionalidades instrumentales,
estratégicas y práctico morales, en el marco de formas de dominación legal
racional, patrimonial y/o carismática.
1. 3 LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA COMO SABER
La importancia de considerar estos argumentos radica en que para tradiciones de
pensamiento la administración pública es un campo que se configura como una
disciplina de carácter científico-social, y con ello responde a los criterios ya
expresados: enunciabilidad denotativa, accesibilidad a objetos y producción de un
lenguaje especializado por un cuerpo de expertos.
En esta perspectiva, el conocimiento de un ámbito disciplinar cualquiera requiere
contar con un conjunto de teorías y/o interpretaciones más o menos sistemáticas
con las cuales se busca demarcar la naturaleza y límites su objeto de estudio; sin
embargo, para algunos autores la administración pública es un fenómeno que
puede ser objeto de conocimiento, pero en donde se encuentran dificultades para
identificar una disciplina totalmente consolidada. Conocimiento operativo
articulado a imperativos hipotéticos, cuya validez se establece en términos de
eficiencia; e identificación de núcleo de problemas prácticos.
Finalmente, en otros casos se ha caracterizado la administración como arte, sin
embargo, en este caso no se hace referencia a problemas de naturaleza estética;
el concepto se relaciona más con las arts latinas, vale decir con los oficios, los
cuales están asociados con experiencias empíricas y destrezas inherentes al
manejo técnico y/o tecnológico.
En conclusión, si se retoman las consideraciones de Lyotard, es posible identificar
en el campo de la administración pública tanto pretensiones disciplinares,
prácticas tecnológicas y cuerpos de doctrina que han operado obedeciendo en
cada caso a sus propios criterios de validez; dado lo anterior, es mucho más
preciso y comprensivo insistir en la existencia de un saber administrativo público
no reductible exclusivamente a una de las formas ya expuestas, sino configurado
por el conjunto de ellas.

UNIDAD II: Configuración Del Saber Administrativo Público Siglo XVII y XVIII
Configuración Del Saber Administrativo Público Siglo XVII y XVIII
Objetivo: Objetivo
• Abordar aspectos centrales que configuraron el saber administrativo público en
las experiencias europeas del siglo XVI al XVIII, y determinaron su trayectoria en
el siglo XIX y XX.
Es en el marco de las sociedades europeas entre mediados del siglo XVI y finales
del siglo XVII, en donde se inicia un proceso de estabilización y consolidación de
formas administrativas públicas que aún dominan en el panorama de las
sociedades contemporáneas del siglo XXI y trascendieron el espacio estrictamente
europeo para tener una ingerencia en todos los continentes.
2.1 DE LOS SABERES DEL PRÍNCIPE A LOS SABERES DE ESTADO.
La emergencia de un saber administrativo estatal en el marco de las sociedades
europeas del siglo XVI y XVII estuvo relacionado con las dos siguientes
concepciones que la antecedieron e influyeron en él: Un saber pastoral cristiano
orientado al gobierno de los hombres y, de otra parte, una literatura de consejos al
príncipe sobre el arte de gobernar.
Primero, como cuerpos de saber doctrinarios sistematizados y aplicados en los
asuntos de estado y gobierno. En segundo lugar, como movimiento intelectual en
el que se organizaron comunidades de expertos que reflexionaron sobre
problemas de gobierno, estado, poder y dominio, generando con ello espacios de
controversia y producción de una extensa y variada literatura en lo que
actualmente corresponde a Francia, Alemania, España, Italia y los países bajos.
De otra parte, se trataba de un movimiento orientado a formalizar estudios en
estas materias, dentro del estado y en instituciones educativas de formación
técnica y universitaria.
2.1.1 Literatura del arte de gobernar

Las formas feudales europeas, las ciudades independientes y las ligas de


ciudades configuraron progresivamente postulados, técnicas, lógicas, destrezas y
prácticas administrativas centradas en el problema del gobierno y el ejercicio del
dominio del señor.
Es en el marco de estas dinámicas que la literatura del arte de gobernar orientada
al príncipe permite plantear aspectos básicos sobre los que se centra este saber
con el cual entra en conflicto las ciencias camerales y de policía
El núcleo de esta literatura es la actividad del príncipe; se trata de dar cuenta de
sus habilidades para mantener el principado, de identificar y enfrentar las
situaciones que pueden comprometer esta permanencia y la relación de vasallaje
con sus súbditos; se trata, de otra parte, de una literatura que busca potenciar las
fuerzas del príncipe, su lugar y su dominio.
2.1.1.1 Singularidad, trascendencia y exterioridad
El príncipe representa una singularidad que es trascendente. Desde la perspectiva
de Foucault, se trata de un lazo que lo coloca en una situación de exterioridad con
relación al territorio del dominio que busca conquistar y mantener.
De otra parte, y en el marco de esta misma lógica, la exterioridad y singularidad
del señor se relaciona con la práctica del secreto en el ejercicio del dominium
absoluto de su potestad; en este sentido, es de su resorte los arcana imperii, como
catálogo de prácticas secretas para garantizar el mantenimiento de una
dominación basada en la voluntas.
Finalmente, la singularidad del príncipe esta igualmente dada porque posee el
principado; esa espacialidad geográfica en la que se adscribe el vasallo a la tierra
y se dan relaciones de soberanza.
2.1.1.2 Precariedad y segmentación del dominio
La relación del príncipe con el principado es precaria dado que no hay un vínculo
esencial o natural entre éste y el principado que garantice su dominio: la
correlación de fuerzas entre señores está en función de alianzas de servidumbre
que no aseguran una superioridad total y permanente de unos sobre otros; la
situación es siempre de amenaza y desequilibrio.
2.1.1.3 Poder soberano y planteamientos del poder pastoral.

Desde la perspectiva de teólogos y juristas a los soberanos no se les confiere la


autoridad sino para mantener y procurar un bien común; este bien esta
directamente asociado con la obediencia de un orden relacionado con la ley del
soberano en esta tierra, pero, de otra parte, con la ley del soberano absoluto que
es dios. En consecuencia, el bien común se entiende fundamentalmente como
obediencia absoluta.
Pero de otra parte, el objetivo principal del príncipe es mantener, fortalecer,
proteger y en casos ampliar el principado; es por esta razón que se presenta una
dinámica circular de la soberanía , desde la cual el fin de ésta se encuentra en sí
misma y extrae sus instrumentos de sí misma bajo la forma de la ley.
independientemente de que determinados individuos se relacionaran al mismo
tiempo con estas dos formas de poder.
2.1.2 Pastorado cristiano

Entre el siglo III y XVIII el pastorado cristiano generará procesos en donde una
comunidad religiosa se constituye en iglesia y configurará dinámicas de
institucionalización con las cuales se tuvo como propósito el gobierno de los
hombres en sus vidas cotidianas, con el pretexto de conducirlos a la vida eterna.

¿Cuál es, entonces, esta materialidad?

De una parte, la producción de un saber múltiple y diferenciado desde disímiles


experiencias las cuales dieron lugar a varios tipos de literatura , legitimadas desde
voces oficiales institucionales y publicitadas por diferentes medios.
De otra parte, la existencia de formas organizativas altamente jerarquizadas y con
dinámicas de centralización dominantes que se dispusieron territorialmente
mediante actos de conquista, alianzas y expansión por la geografía europea, y en
territorios copados mediante procesos de colonización agenciados
progresivamente por estados en formación e imperios que se disolvieron a lo largo
de los siglos XIX y XX.

Es en el marco de estas condiciones que las lógicas de la acción pastoral se


soportaron sobre tres aspectos estructurantes encauzados a afectar los
comportamientos

El primero corresponde a la salvación como objetivo esencial que encamina a la


comunidad y los individuos con el propósito de protegerlos. El segundo hace
referencia a la ley como expresión de un orden al que es necesario someterse y
debe ser mantenido por voluntad de dios para lograr la salvación.

¿Cuáles son, entonces, los supuestos que subyacen a la concepción de este


gobierno pastoral de los hombres?
La existencia de un orden de causas finales que culmina con la salvación del
hombre y con ello la realización de una voluntad divina; la presencia de una
temporalidad unificada, indefinida y eterna, centrada en los asuntos del origen, del
momento fundante, pero igualmente apuntando a una dimensión teleológica
religiosa; la existencia de un mundo de representaciones centrado en el
hombre, en las analogías, en la revelación y en un mundo de prodigios; la
concurrencia de una economía de obediencia articulada a la ley propia de un
orden divino; y la disposición de una economía de la verdad que puede ser
enseñada, revelada, oculta y a su vez develada por otras verdades.
En consecuencia, tanto la literatura de consejos al príncipe como los principios y
prácticas relacionados con el poder pastoral dieron lugar a unas formas de saber
sobre el gobierno de las almas y los territorios, centradas en supuestos y
prácticas, que en algunos casos entraron en tensión con los principios y técnicas
de gobierno propuestas por las ciencias camerales y de la policía; aspectos
fundamentales como el orden de causalidad de los hechos del gobierno, la
naturaleza de las relaciones de dominio entre gobernantes y gobernados, las
concepciones sobre el tiempo y los supuestos de orden teleológico que orientan y
encaminan la práctica de un tipo de gobierno frente a otro, resultaban diferentes y
en ocasiones opuestos.
2.1.3 Ciencias camerales y ciencias de la policía

La razón de estado es el cuerpo de doctrinas sobre el cual se sostienen las ciencias


camerales y de la policía como forma de saber administrativo público.

Ciencias camerales y ciencias de la policía, es un tipo de saber cuyos referentes no son


un orden natural y/o divino, ni tampoco leyes universales y fundamentales de la
naturaleza. No hay finalidades anteriores o externas al estado mismo, no existe un punto
de origen ni un punto de llegada; el supuesto de ese saber es la existencia de un tiempo
histórico indefinido.

2.1.3.1 Los hombres y las cosas: las formas de vida


El objeto del cual se ocupa la policía son las cosas y la vida de los hombres en sus
relaciones; su propósito es lograr, mantener y conducir a los hombres hacia la
felicidad.
La policía se ocupa de la naturaleza y control de las cosas en materias como:
religión y moralidad; carreteras, canales, puertos y edificaciones; abastecimiento,
comercio, fábricas, agricultura y vivienda; pobreza, ornato, diversión y salud; ríos,
bosques, minas, entre otros. La policía se ocupa de la vida de los hombres en
religión; en sus profesiones; en el orden público; en la producción, comercio; y en
la ciudad.
2.1.3.2 Las poblaciones

Desde las formas de representación propias de las monarquías absolutistas la población


es incorporada como parte del blasón del poder soberano: habitantes, ciudades,
mercados, artesanos y campesinos, están estrechamente relacionados con la extensión
del territorio como espacio de dominio del señor.
vale decir, es ella quien asegura la disponibilidad de la riqueza para la existencia misma
del estado y su poder.
Desde el mercantilismo y el cameralismo la población está concebida como fuerza
productiva, pero de otra parte como fuerza adiestrada, distribuida y sujeta a mecanismos
de disciplina miento y control desde la regimentación misma del poder del soberano.

Se trata de su individualización y la identificación y acotamiento de los lugares desde los


cuales se lo somete con técnicas de disciplina miento .
De otra parte, concurren procedimientos que aseguran la distribución espacial de los
cuerpos individuales y la organización a su alrededor de todo un campo de
visibilidad ; técnicas bajo las cuales los cuerpos se supervisan para incrementar su
fuerza útil mediante el ejercicio y el adiestramiento.
2.1.3.3 La aritmética política
Las doctrinas de razón de estado, las técnicas de conocimiento y potenciación de
las fuerzas del estado, así como los medios para lograr la felicidad de los
hombres, se encuentran ligados al desarrollo de la estadística, de la aritmética
política o social como saber, como práctica y como instrumento en manos de
funcionarios y expertos: se trata de un saber que introduce la mensurabilidad y el
cálculo, las lógicas de la comparación y la inferencia, la predecibilidad y el control.
2.1.3.4 Poder soberano y ley

Es en el marco de estas dos dinámicas en donde Foucault encuentra que el


derecho de vida y de muerte es un atributo fundamental de la teoría clásica de la
soberanía asociada a los monarcas absolutistas. En un segundo orden de ideas el
problema del poder soberano está relacionado con la suspensión del derecho
articulado al tema del golpe de estado, el cual es un aspecto constitutivo de la
doctrina de razón de estado.
2.1.3.5 Fuerzas del estado y equilibrio entre estados.

El problema de potenciar las fuerzas del estado no solamente se corresponde con


una dinámica de naturaleza endógena, sino que la lógica del nuevo saber es la de
establecer, conservar y expandir esas fuerzas, articulado al hecho fundamental
según el cual el estado está en un espacio de competencia con otros estados: se
trata de un mundo en donde domina un pluriverso de estados que no se orientan a
constituir una unidad última; no se trata de llegar a un único imperio de salvación.
De acuerdo con Foucault, el surgimiento de esta interpretación sobre la balanza
europea plantea el problema de una escatología básica y frágil, precaria y relativa
a la paz universal; a una paz que nace de la pluralidad y no de la
unidad, constituyéndose en garantía de seguridad. Sobre este conjunto de
problemas se estable una experiencia de gobierno de los hombres y las cosas que
asume dos formas de racionalización: una racionalidad centralizadora y una
racionalidad individualizante, articuladoras de un nuevo saber administrativo que
entrará en crisis a finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX con la consolidación
del liberalismo, la economía política y la crisis de los estados absolutos.

UNIDAD III: Planteamientos Administrativos Europeos Y Norteamericanos


del Siglo XIX Inicios del Siglo XX
3.1 Acción, institución y código administrativos
3.1.1 Necesidad, interés público y ley natural

Para Bonnin la administración pública es una consecuencia natural del estado


social, y procede de principios sobre los que se configura la comunidad misma;
ella es órgano vital de la comunidad, medio de conservación del orden social y
garante de las personas y las propiedades. Igualmente, la administración pública
resulta de la asociación política, cuyo fundamento se encuentra en la común
necesidad. Dado lo anterior, se entiende por interés público la colección de todos
los intereses particulares, en donde existe el elemento de la asociación y cuya
expresión es la ley. Es una potencia que arregla, corrige y mejora cuanto existe y
da una dirección más conveniente a los seres organizados y las cosas. La
administración esta instituida para velar sobre las personas y bienes en sus
relaciones públicas y hacerlas concurrir a la común utilidad, es el gobierno de la
comunidad en su acción ejecutiva; la ejecución de las leyes de interés general es
su verdadera atribución.
Esta caracterización del fenómeno administrativo público parte de una concepción
sobre la realidad que la entiende determinada por la existencia de invariables,
constantes y eternos principios naturales de creación y conservación, los cuales
son para Bonnin la única cosa a la que los hombres deben adherirse, porque sin
ellos no hay estabilidad y libertad.
3.1.2 Gobierno, administración pública, justicia y legislación.
Dos perspectivas permiten caracterizar la administración pública en Bonnin, la
primera la concibe como una forma de acción, la segunda la aborda como un
fenómeno institucional, y desde estos dos puntos de vista se establece su
singularidad y relaciones con el orden legislativo, el gobierno y la justicia.
El marco sobre el cual se han de entender estas relaciones es la asociación
política, de cuyo seno se desprende la idea de pueblo, que para Bonnin es la
multitud de hombres dividida en familias, reunidas por las relaciones y
necesidades de todos y de las cuales se derivan las leyes. Finalmente, en lo que
corresponde a esta dinámica hemos señalado que es el interés público expresión
de la voluntad del pueblo y fundamento de toda organización pública.
Para Bonnin el gobierno es la autoridad creada para dar movimiento al cuerpo
político y una dirección común a todos los individuos; desde su naturaleza
institucional es alma del cuerpo político, y atendiendo a su objeto es
administración general del estado. El gobierno es voluntad pública activa en tanto
el cuerpo legislativo es voluntad pasiva, es pensamiento que dirige en tanto la
administración es brazo que ejecuta.
Por su parte, el cuerpo legislativo es el encargado de dar las leyes del estado
conforme a las maneras como lo establece la misma ley; su naturaleza y actividad
está relacionada con el sistema de representación el cual materializa la
participación de los ciudadanos en la elaboración de las leyes. Dado lo anterior,
para Bonnin la administración es la división de la acción del gobierno en tantas
partes este fraccionado el territorio; se entiende que esta dinámica es propia del
gobierno parcial o local, en donde se consideran en detalle los asuntos públicos y
se aplican directamente las leyes generales del estado. Lo anterior produce un
orden administrativo en el marco de lo singular asociado a las funciones de los
agentes administrativos, sus grados de autoridad y su cercanía a los
administrados.
De otra parte la acción administrativa es definida como administraciones
especiales cuando se asocia a prácticas pormenorizadas que tienen una dirección
propia, en asuntos en los cuales el estado actúa sobre el estado como cuerpo
político, prescindiendo de los individuos y de los intereses privados en su relación
con el orden público; se trata de asuntos como los impuestos, la moneda, los
bosques, las aduanas, el timbre, el registro, entre otros.
3.1.3 Código administrativo

La arbitrariedad absoluta y la rutina ciega son las únicas reglas que guían la
administración cuando esta actúa al día, prima la voluntad y el impulso del
momento, acompañados, sin embargo, de un ejercicio importante de poder
mediante sus actos de autoridad; es en estas circunstancias que la administración
tiene la necesidad de reglas fijas y positivas que la dirijan, porque de otro forma la
arbitrariedad puede ocupar su lugar, acreditando, consagrando y dando paso a los
abusos; rigen entonces las costumbres, las pasiones, las opiniones y los intereses
particulares.
El código administrativo tiene como objetivo la organización, competencia y
atribuciones de la autoridad pública secundaria en cada parte del
territorio, estatuyendo sobre las cosas de interés público y sobre las relaciones de
cada uno con todos: sus leyes consideran a los individuos en sus relaciones civiles
y públicas con la administración. Se trata de los individuos que gozan de derechos
políticos y civiles, al percibirlos colectivamente y como tales formando la sociedad.
3.1.4 Ciencia administrativa

La ciencia administrativa se centra en la naturaleza misma de las cosas y de las


relaciones de los hombres en la solución de la común necesidad, poniéndolo en la
teoría de las relaciones sociales.
3.2 Abordajes norteamericanos de inicios del siglo XX
3.2.1 Dicotomía política administración, ciencia administrativa y cultura
Política.

Para Wilson, era relevante conocer las experiencias de la historia europea en esta
materia porque tanto alemanes, franceses como ingleses, habían consolidado un
saber administrativo estatal sobre la base de los propios requerimientos políticos
de sus estados y sociedades; por ejemplo, en el caso de Francia la necesidad de
un estado compacto articulado a formas de gobierno altamente centralizadas; en
la experiencia inglesa las luchas constitucionales posibilitaron desarrollos
administrativos relacionados con el servicio civil, controles.
al poder ejecutivo por parte del parlamento; pero su vez, pocos desarrollos en el
perfeccionamiento de los métodos ejecutivos.

En primer lugar, es claro que la administración no debe tolerar que desde el


campo de la política se manipulen sus funciones. En segundo lugar, la política no
hace nada sin la ayuda de la administración. En tercer lugar, la administración
tiene una voluntad propia para la elección de los medios necesarios; en
consecuencia, la administración no es un instrumento pasivo.
De otra parte, Wilson establece diferencias partiendo de la naturaleza de las cosas
de las cuales se ocupa cada esfera: retomando a Biuntschi afirma que la política
es actividad del estado en cosas grandes y universales, en tanto que la
administración es actividad del estado en las cosas individuales y pequeñas; en
este misma perspectiva, considera que los planes generales de la acción
gubernamental no son administrativos, en tanto la labor detallada de los planes es
acción de la administración.
3.2.2 Funciones de estado y función ejecutiva de la administración.
Funciones de estado y función ejecutiva de la administración

Dado lo anterior, el principio de separación de poderes en su forma extrema no


puede ser base de ninguna organización política concreta porque él exige
autoridades de gobierno separadas, a pesar de lo cual la necesidad política
requiere armonía entre la expresión y el cumplimiento de la voluntad política. Por
su parte Leonard White hacia 1926 señalaba como para este período los
comentaristas de las instituciones políticas estadounidenses nunca habían
presentado un análisis sistemático del sistema administrativo, y si lo trataron de
hacer lo asumieron desde el derecho. Por lo demás, existen otros objetivos entre
los cuales se encuentran la protección de los derechos privados, el desarrollo de
la capacidad y responsabilidad cívica, el reconocimiento de la opinión pública, el
mantenimiento del orden, y la aportación al bienestar nacional. Para White no es
posible dimensionar las funciones de la administración pública, que en su
perspectiva es administración estatal, sin que se consideren las condiciones
culturales, económicas y políticas de la época, por esta razón el papel del estado
moderno en el marco de la revolución industrial de inicios del siglo XX, implica un
grado de cooperación social que no puede apoyarse en el laissez faire y promueve
la aceptación de un estado entendido como organismo de cooperación y
regulación social.

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