11 Mod III - Cap 2 - Ley Micaela - 2020

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MÓDULO III - Capítulo 2

Políticas públicas con perspectiva de género

Ord. 13024/20

PROGRAMA DE CAPACITACIÓN MUINICIPAL


en el marco de la Ley Micaela
Enfoque de género en políticas públicas
Género, igualdad y equidad
A partir de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995),
muchos organismos internacionales, entre ellos el PNUD, y también
Estados nacionales comenzaron a asumir un mayor compromiso
con la promoción de la igualdad de género y los derechos de las
mujeres y adoptan como propias las dos estrategias allí propuestas
para avanzar en este objetivo: la transversalización de género y
el empoderamiento de las mujeres.

Teniendo entonces en cuenta el enfoque GÉNERO EN EL


DESARROLLO (GED)36, para conseguir la igualdad de género es
fundamental trabajar de manera complementaria desde una doble
perspectiva:
36. El enfoque de género en desarrollo se desprende de la manera de analizar la realidad social, centrando la mirada en los factores que alimentan y
reproducen la desigualdad A lo largo de los años, las políticas y enfoques dirigidos principalmente a mujeres de países empobrecidos han ido
evolucionando (García, 2009). Desde los años 80 en el enfoque GED el trabajo ya no se centra en el colectivo de mujeres de forma aislada, sino en
analizar y transformar todas aquellas relaciones desigua- les de poder que obstaculizan el disfrute equitativo de los beneficios del desarrollo y la plena
participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida.

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ENFOQUE SECTORIAL
A través del EMPODERAMIENTO se fortalecen las capacidades y
la posición social, económica y política de las mujeres. Se parte de
la concepción del término poder como “poder para” (capacidad) y
no como “poder sobre” con el fin de eliminar las relaciones de
poder subordinantes existentes entre hombres y mujeres. La clave
para el empoderamiento de las mujeres es por lo tanto, la
participación social y política, lo cual implica cambiar estructuras
tradicionales de poder.

La estrategia de empoderamiento implica la adopción de acciones


positivas mediante programas, proyectos y actuaciones específicas
destinadas a reducir de forma progresiva las brechas de
desigualdad vigentes entre mujeres y hombres.

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ENFOQUE TRANSVERSAL
Es el proceso de valorar las implicancias que tiene para hombres y
mujeres cualquier acción que se planifique, incluyendo las de tipo
legislativo, las políticas o los programas en todas las áreas y a todos
los niveles.
Es una estrategia para hacer de las experiencias y necesidades o
intereses de hombres y mujeres una dimensión integral en el diseño,
implementación, monitoreo y evaluación de las políticas y los
programas en todas las esferas políticas, sociales y
económicas a fin de
que hombres y mujeres
se beneficien por igual
y se erradique la
desigualdad.

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Micaela
¡ A la hora de abordar la transversalización
del enfoque de género y reflexionar acerca
de por qué es imprescindible la igualdad
de género y la participación activa de las
mujeres y niñas en los procesos de
desarrollo, es crucial tener siempre en
cuenta la distinción sexo-genérica que
ya abordamos en el Módulo I de este
recorrido.
Esa categoría analítica permite dimensionar
las causas que producen las desigualdades
e inequidades entre los géneros y formular,
desde allí, mecanismos para superarlas.
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¿Por qué es entonces necesario incorporar
el enfoque de géneros en las políticas públicas?
La igualdad efectiva entre mujeres y hombres continúa siendo más
un objetivo que una realidad y por ello la “mirada de género” debe
estar presente en el trabajo diario. De esta manera si trabajamos
para luchar contra la pobreza, por ejemplo, y alcanzar un desarrollo
humano sostenible no podemos olvidar que:

Existe una situación de desigualdad social entre mujeres y


hombres con respecto a las actividades que desempeñan, a su
acceso a recursos y el control de los mismos y a su participación
en la toma de decisiones.

Las estrategias de desarrollo no son neutras en relación con el


género al tener consecuencias positivas y negativas
diferenciadas para hombres y mujeres.
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Las acciones de desarrollo son más eficaces si tienen en cuenta
las diferencias y desigualdades entre mujeres y hombres.

La invisibilización de las mujeres en las intervenciones de


desarrollo complica la definición de las estrategias para apoyar
la satisfacción de sus necesidades prácticas e intereses
estratégicos.

Analizar los contextos y la realidad


desde el género implica no considerar
a todas las mujeres y hombres como
iguales teniendo en cuenta la
singularidad ya que éstos interactúan
simultáneamente con otras
características o condiciones que
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pueden duplicar o triplicar las | 135
desigualdades y discriminaciones como
el origen étnico o nacional de las
personas, el grupo social, la edad o la
orientación sexual, entre otras.

Las mujeres no son un grupo vulnerable


pero debido a las múltiples
discriminaciones de las que son objeto
están en condiciones de exclusión y a
veces mayor vulnerabilidad.

Trabajar con mujeres no significa que automáticamente se tienen


en cuenta los aspectos relacionados con la desigualdad de
género desde un enfoque de derechos humanos, pudiéndose
impulsar proyectos
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exclusivos para mujeres que tengan un efecto muy negativo en las
relaciones de género y refuercen su posición de subordinación.

Los hombres son un elemento clave para el cambio en las


relaciones de género. Es imprescindible trabajar con ellos para
eliminar las causas estructurales de la desigualdad de género y
modificar la percepción “tradicional” que tanto hombres como
mujeres tienen de su “rol” de género.

Los esfuerzos para corregir las desigualdades a través de


proyectos dirigidos a mujeres pueden resultar contraproducentes
si los hombres no son informados e incluidos a lo largo del
proceso37.
37. Guía de la AECID para la transversalización del enfoque de género http://www.aecid.es/Centro-
Documentacion/Documentos/Publica- ciones%20AECID/GU%C3%8DA%20DE%20G%C3%89NERO.pdf
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Enfoque de género en proyectos de planificación y desarrollo
Incorporar el enfoque de género de
forma transversal en los proyectos
de desarrollo implica adoptar una Ciclo del proyecto
mirada de género, que permita
entender las diferencias de
Identificación del
condiciones, necesidades e problema

intereses de hombres y mujeres,


Evaluación de Formulación
impacto y del proyecto
lecciones (PRODOC)
visibilizar quiénes son las y los aprendidas

actores involucrados y planificar


intervenciones que logren dar Monitoreo y
evaluación
Ejecución

respuesta a la diversidad de Seguimiento


intereses –a veces contradictorios-
de los distintos miembros de la 38

comunidad. Fuente: PNDU, 2014, p. 6.

38. http://files.virtual-journalism.webnode.es/200000036-
ad260af1a7/Ideas%20basicas.pdf

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La fase de identificación implica, entre otras cosas, analizar las
diferentes necesidades y experiencias de hombres y mujeres y abrir
espacios para que las y los actores involucrados participen en la
identificación de sus problemas y propuestas de solución.

La fase de formulación implica garantizar que los principios de género


estén presentes, teórica y metodológicamente, en toda la propuesta,
desde los objetivos, actividades y recursos, hasta en la estructura
administrativa encargada de ejecutar el proyecto. Ello supone garantizar
que el diseño esté fundamentado en información desagregada por
género, establecer objetivos y actividades dirigidas a cerrar las brechas
de género y promover el empoderamiento de las mujeres, asignar
recursos suficientes para el logro de estos objetivos y establecer
alianzas con capacidad y sensibilidad de género.

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La fase de implementación implica garantizar la participación
equitativa de hombres y mujeres en los procesos de toma de
decisiones.

La fase de monitoreo implica dar seguimiento a los impactos de las


intervenciones tanto en los hombres como en las mujeres.

La fase de evaluación significa garantizar la


participación equitativa de hombres y mujeres
–tanto en la definición de criterios de
evaluación como en la consideración de sus
percepciones-, que los avances en términos de
equidad de género sean evaluados
explícitamente y que, con ello, exista balance de
género y sensibilidad de género.
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Dimensionar la experiencia

Entre el 2005 y 2009 el municipio de Rosario, en la provincia de


Santa Fe, se implementó el Plan Municipal de Igualdad de
Oportunidades y Trato entre varones y mujeres.

Aquí se recuperan los criterios implementados para poder


dimensionar la importancia y la necesidad
de transversalizar desde
un enfoque de géneros.

Los indicadores nos permiten ver de


qué manera un programa afecta los
roles de género y de qué manera un
proyecto afecta los roles de género y
de qué manera los trata.

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¿PARA QUÉ SON ÚTILES LOS INDICADORES DE EQUIDAD DE
GÉNERO?
Hacen visible lo invisible: los indicadores permiten verificar si existe
inequidad o equidad entre hombres y mujeres, dónde y cómo ocurren
las diferenciaciones de género y cómo varían en el tiempo.
Permiten comparar resultados: la aplicación de indicadores
sensibles al género permite valorar la situación de equidad de género.
Hacen visible la tendencia hacia el progreso: al aplicar estos
indicadores en distintos momentos a través del tiempo, es posible
identificar si la equidad de género ha mejorado o empeorado en el
programa.
Facilitan la evaluación del impacto de políticas y programas:
ayudan a determinar si las políticas que están siendo implementadas
están contribuyendo a la equidad de género.

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La igualdad es el marco legal desde el cual todas las personas deben
ac- ceder a los mismos derechos. Sin embargo, esta garantía de
derechos muchas veces no alcanza para revertir los niveles de
desigualdad preexistente. En ese sentido Gloria Bonder, directora del
Programa Regional de Formación en Género y Políticas Públicas de
FLACSO Argentina, explica que la igualdad de derechos es condición
necesaria pero no suficiente para lograr la equidad; mientras que la
equidad de género alude a un compromiso social para asignar
beneficios transitorios a un grupo en desventaja con el fin de revertir
la desigualdad preexistente39.
Lleva implícito un principio de justicia, de superación de los
privilegios y de preocupación por ambos géneros. La equidad de
género en educación, por ejemplo, es una de las facetas de una
concepción amplia de justicia social y de respeto por los derechos
humanos que se le demanda.
39. Bonder Gloria. Educar con/para la igualdad de género: aprendizajes y propuestas transformadoras. FLACSO Argentina
http://www.prigepp.org/media/documentos/- sinergias/Vol2_sinergias_educacion.pdf
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Criterios de selección de indicadores en cada programa:

COBERTURA DIFERENCIABLE POR GÉNERO: número de


mujeres participanes o usuarias del programa, número de varones
participantes o usuarios del programa.
RECURSOS: ¿a qué recursos tienen acceso mujeres y varones
dentro del programa? ¿Sobre qué recursos tienen control los
varones? ¿Y las mujeres?
BENEFICIOS: a qué beneficios acceden tanto hombres y mujeres
en el programa. ¿Sobre qué beneficios tienen control los varones?
¿Y las mujeres?
ACCIONES POSITIVAS DIRIGIDAS A LAS MUJERES: existencia
de acciones que contribuyen a aumentar el acceso y el control de
los recursos y beneficios por parte de las mujeres40.
40. Plan Municipal de Igualdad de Oportunidades y Trato entre varones y mujeres. 2005-2009. Rosario.
https://www.rosario.gob.ar/ArchivosWeb/plan06.pdf

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