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Capítulo I

CONCEPTO DE COACHING

El CONCEPTO DE COACHING

El concepto
Fernando Bayón Mariné

Afortunadamente, la mayoría de los hombres desean evolucionar ha-


cia un futuro mejor. Su visión es proclive al equilibrio, a la seguridad e
incluso a la superación, pero el romanticismo imaginario tropieza con las
dificultades de la realidad. Con demasiada frecuencia, esa visión se hace
quimérico deseo.
Paralelamente, la relación humana origina siempre un estado de compa-
ración evaluable. Sigmund Freud apuntaba que al profundizar en el estudio
de una persona siempre aparecerá el otro (padre, amigo, enemigo…) como
modelo de comportamiento o influencia.
El hombre interactúa constantemente en todas las direcciones de su
pensamiento y de su acción. La sociedad actual no le permite estar sólo.
Los “estados del ermitaño” ya no existen, todo lo contrario. Esta realidad
lleva a que cada persona se sienta presionada por unas u otras fuerzas que
debe vencerlas con un costoso tributo personal.
La psicología humanista advierte que la evolución del hombre le conduce
a intentar una y otra vez su desarrollo. El camino hacia algo nuevo, que se
identifica con objetivos, éxitos o mejoras, sean personales o profesionales. Si
éste camino no alcanza su meta, poco a poco se quiebra el alma y la ilusión
huye. El instinto del hombre debe evitar situaciones como la frustración, la
desesperación o la depresión que, en verdad, nada positivo proporcionan.
A veces, éste recorrido lo emprende uno sólo y en su soledad gestiona
sus energías, emociones, sentimientos, creencias y decisiones. Sin embar-
16 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

go, buscar una compañía propicia hará más fácil y seguro el viaje, con
menor coste personal y mayor probabilidad de éxito.
En las entrañas de la relación humana, de la interacción, de la comu-
nicación y de la ayuda, hay que buscar el concepto más ontológico y más
profundo del coaching.
Muchas personas han ideado a lo largo de los años métodos propios
para su desarrollo o sus procesos individuales de mejora. A veces, estos
métodos quedaron en el olvido. En otras ocasiones fueron creando doctri-
na y se consolidaron tímidamente. Estos métodos son antecedentes direc-
tos de los que hoy se utilizan y todos tienen en común, al menos, cuatro
puntos de encuentro que representan el espíritu genuino del coaching:
• Buscan un cambio, porque piensan que sin él no pueden acometer
el futuro y desean llevar a cabo acciones para vivir la realidad del
nuevo tiempo.
• Parten de una realidad actual, buscando una situación de mejora en
el futuro, es decir, manifiestan un claro deseo de desarrollo.
• Concretan en acción o conocimiento útil su idea abstracta de búsque-
da y, por lo tanto, son capaces de establecer “el mejor camino para
llegar”.
• Visualizan la nueva situación y, por ende, fijan metas y objetivos
centrándose en lo que han de hacer para lo que ha de venir.
Así concebido, no es de extrañar que el coaching fecundara los proce-
sos de transformación de las personas y de las organizaciones. Salazar y
Molano señalan que el coaching aporta una nueva manera de comprender
el sitio que cada quién ocupa en la sociedad como un lugar propicio para
el desarrollo global dentro de un concepto de energía, tenacidad, discipli-
na, responsabilidad, compromiso, entrenamiento, networking y trabajo en
equipo.
En los últimos años, multitud de autores y estudiosos han tratado de
formular una definición universal de coaching, intento vano ya que puede
tomar una u otra naturaleza, dependiendo del proceso en sí mismo. A pesar
de ello, diálogo, comunicación, metas a conseguir, acción, mejora, inter-
cambio dinámico, proactividad y cambio, están siempre presentes.

El Coaching ha de entenderse como una técnica científica que permite llevar a cabo un
proceso de ayuda individualizado en el ámbito personal o profesional, ya sea a una sola
persona, a un equipo de trabajo o una organización, para liberar su talento y potencial,
maximizando la efectividad de sus actividades ejecutando el plan de acción acordado.
COACHING HOY 17

Analizando ésta definición conviene profundizar en algunos conceptos:


• El carácter técnico del coaching se deduce de su proceso práctico
en el que se utiliza una serie de herramientas que son en sí mismas
técnicas y precisan un conocimiento y manejo técnico. También por
la finalidad del proceso referida a la obtención de un conjunto de me-
tas, que se convierten en comportamientos observables y, finalmen-
te, porque el coaching conduce a un mecanismo de precisión, pues
se deben aplicar a cada caso (individualidad) los elementos precisos
(plan de ejecución).
• El calificativo de científico tiene aquí tres vertientes. De un lado, el
integrar conocimientos, estudios, investigaciones, principios y teo-
rías. De otro lado, la metodología científica ha sido probada en cada
uno de los procesos de coaching siguiendo una cadena de cadencias
reconocidas: sujeto, objeto, finalidad, razón y valor, lo que permite
enunciar leyes de aplicación basadas en la observación y en la ex-
periencia. Por último, y desde la perspectiva humanística, el método
científico aplicado al coaching permite abarcar múltiples aspectos
del desarrollo personal en la transformación y mejora.
• El proceso de ayuda individualizado se aplica en la relación perso-
nalísima que se da con cada cliente y con independencia de que el
cliente sea una persona o una organización. El proceso de ayuda de
una persona es distinto en relación a otra persona, o de un grupo res-
pecto a otro grupo o de una compañía respecto a otra.
• La aplicación del coaching en la esfera personal y/o profesional
corresponde a dos grandes tipologías: life coaching o executive
coaching, que serán estudiados en otros apartados de esta obra.
• Liberar el talento y el potencial, puede considerarse que integra el
elemento material del coaching y a ello se remite en otros apartados
del libro.
• La última expresión de la definición utilizada se refiere a maximizar
la efectividad de las actividades a través del plan de acción. Se plan-
tea una cuestión inevitable, pero la solución parece también inevita-
ble. Si después del proceso de coaching no se ha obtenido la mejora,
no se han alcanzado las metas y el viaje iniciado ha quedado inte-
rrumpido, no se habrán tenido en cuenta (antes de comenzar o en su
desarrollo) lo que Steve Berglas denomina “Los verdaderos peligros
del coaching” o simplemente, es que técnicamente, no se ha aplicado
bien el sistema y se debe poner en duda la profesionalidad del coach.
18 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

Nuestra forma de observar el mundo constituye el límite de nuestra capacidad de


acción efectiva. (Chris Argyais).
Arriesgarse es perder el equilibrio momentáneamente, no arriesgarse es perderse a
uno mismo. (Soren Kierkegaard).
Somos autores de nuestra biografía y nos pertenece para bien o para mal el co-
pyright. (José Antonio Marina).

la opinión de los gurús


Coaches reconocidos, doctos investigadores, también advenedizos y
oportunistas, han ensayado definiciones sobre coaching generando confu-
siones conceptuales y errores por doquier. Este apartado trata de compen-
diar algunas de las definiciones que merecen todo respeto y que representan
el pensamiento de la doctrina más reconocida y más sólida.
Es comúnmente aceptado que el coaching moderno se identifica con
tres nombres, hoy emblemáticos: Timothy Gallwey, John Whitmore y
Thomas J. Leonard.
Gallway aportó una de las obras más significativas en referencia al
coaching deportivo: “The Inner Game”. El enemigo está dentro de noso-
tros y el poder de nuestra mente puede vencer cualquier obstáculo. Por
ello el éxito y coaching van de la mano.
Transportando éstos conocimientos a Europa, John Whitmore los adap-
ta al denominado coaching empresarial. Whitmore, liberal londinense de
centro-izquierda y autor de una de las más famosas obras sobre esta mate-
ria “Coaching for Perfomance”, ensaya un concepto empresarial señalan-
do que el coaching consiste en ayudar a alguien a pensar por sí mismo, a
encontrar sus respuestas, a descubrir dentro de sí su potencial, su camino
al éxito sea en los negocios, en las relaciones personales, en el arte, el
deporte o el trabajo.
Thomas J. Leonard es considerado el padre del coaching moderno, y
autor de varias obras, entre ellas: “Teoría de la Sabiduría”, “Las formas
del Coaching” o “Simplemente Brillante”, creador de Coachville, de la
Escuela Superior de Coaching en USA y de la Asociación Internacional de
Certificación de Coachs. Afirma que el coaching es una relación basada
COACHING HOY 19

en la ayuda que permite a la persona llegar allí donde él solo no puede


acceder. Coaching es además orientación, armonía, equilibrio e impulso
para mejorar o ganar.
Tras ellos, Dave Buck desde Coachville opina que el coaching es ins-
pirar a un individuo o a un equipo a producir un resultado deseado a
través de enseñanzas individualizadas y diseñando una nueva estructura
del entorno.
Humberto Maturana y Fernando Flores fueron los creadores del
coaching ontológico. Consideran que es una dinámica de transformación
mediante la cual las personas y las organizaciones revisan, desarrollan y
optimizan sus formas de ser y estar en el mundo. Es un proceso liberador
del sufrimiento y de las creencias condicionantes que nos limitan. El testi-
go de Maturana y Flores lo recogieron Julio Olalla y Rafael Echeverría que
también aportaron a descifrar el concepto de coaching. Olalla considera
que es un intento intuitivo de explorar nuevas áreas y aprender a través
de métodos y vías no convencionales. Por su parte, Echeverría se refiere al
coaching ontológico como el proceso por el cual se enseña el cambio a las
personas operando sobre su experiencia y sobre sus conceptos.
Desde los planteamientos de la PNL, John Grinder relata que el coaching
es un proceso óptimo para desarrollar y potenciar lo mejor que hay en
cada individuo, manteniéndolo concentrado hacia delante y siempre cons-
ciente de nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo, superando
todos los obstáculos para cambiar las creencias de auto-sabotaje o auto-
limitación y conservando el equilibrio entre la vida privada y profesional.
Autores basados en la praxis como Leonardo Wolk (Buenos Aires) ex-
presa que es una práctica efectiva para expandir capacidad y acción faci-
litando el aprendizaje, el liderazgo y la búsqueda de la buena dirección.
Cathy Joy (San Francisco) confirma que coaching significa ayudar a las
personas a definir metas claras y a establecer un flujo específico para
alcanzarlas. El coaching es un proceso bien definido que tiene puntos de
partida y llegada. En el corazón del proceso está el potencial de la perso-
na, por ello el éxito no es fácil de cuantificar. James Waldroop (Hardware
Business School) simplifica el concepto de coaching: es ayudar a una per-
sona a manejar los problemas por sí misma.
El humanismo europeo une fuertemente coaching con liderazgo. Alain
Cardon en su libro “Coaching de Equipos” trata de crear un concepto del
equipo de alto rendimiento basado en el potencial de sus miembros con
independencia del potencial de la organización.
20 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

En España, el coaching se introduce profesionalmente de la mano de


Carlos Herreros de las Cuevas (también creador de AECOP y experto en
la metodología Tavistock). Siendo la propia opinión, la primera y la de
los asesores, la segunda, el coaching debe representar una tercera opinión.
Muchas ideas, intuiciones, nebulosas confusas, empiezan a hacerse pre-
sentes en la mente del directivo. Esta situación debe ser confrontada y
contrastada con un profesional que no tenga intereses en la empresa, ni en
el empresario, con un coach profesional.
Otros destacados gurús españoles podrían ser: Santiago Álvarez de
Mon, autor entre otras obras de “No soy Superman” y “El Mito del Lí-
der”, expresa que la reflexión y el liderazgo se deben ejercer y practicar
de forma natural. Javier Fernández Aguado concibe el coaching en el ám-
bito organizativo. Con el coaching ejecutivo y desde la perspectiva de la
organización se pretende que las personas con quienes trabajamos desa-
rrollen al máximo sus potencialidades. Es autor entre otras publicaciones
de “La Soledad del Directivo”, “Felicidad Posible”, “Progreso Directivo y
Coaching Empresarial” y “Patologías en las Organizaciones”. Finalmente,
Juan Carlos Cubeiro centra la fuerza del coaching ejecutivo en el plan de
acción propuesto: es autor de “Sensación de Fluidez”, “El Bosque del Lí-
der”, “Tu Gurú Particular” y “La clase creativa”
Desde una perspectiva más cercana al life coaching se deberá citar
Christian Worth y a José Luis Menéndez autores de “Abre el Melón” que
definen el coaching como una serie de técnicas y procesos que te ayudan
a realizar mejor todo aquello que ya sabes hacer, potenciando las habi-
lidades y capacidades y, al tiempo, permite el aprendizaje de conceptos
necesarios para llegar hasta donde desees.
Se deberá concluir este capítulo haciendo referencia al concepto de
coaching que proclaman las asociaciones profesionales. Manuel Seijo,
presidente de AECOP, en el código ético de la asociación considera que el
coaching ejecutivo es una relación de colaboración entre ejecutivos, su or-
ganización y un coach, con dos objetivos: facilitar el aprendizaje del ejecu-
tivo y de la organización y el logro de resultados identificados previamente.
La International Coach Federation enunció una definición muy exten-
dida a nivel profesional. Es una relación profesional continua que ayu-
da a la gente a producir resultados extraordinarios en sus vidas, carreras,
empresas u organizaciones. Mediante el proceso de coaching, los clientes
profundizan su aprendizaje, mejora y desempeño y aumentan su calidad
de vida. Esta interacción crea claridad y mueve al cliente hacia la acción.
COACHING HOY 21

Como puede observarse por la panoplia recogida, el criterio es similar


pero excesivamente abundante y desordenado. A falta de una norma o de
una doctrina globalmente aceptada, cualquier definición de las aquí ofre-
cidas es válida.

los orígenes del coaching


Como es habitual cuando se habla de coaching, nadie se pone de acuer-
do. Por eso se analizará el origen del coaching desde diversas perspectivas.
1. Para los más románticos, coaching procede directamente de un pe-
queño poblado húngaro denominado Kocs, situado al oeste de Tata en el
condado de Komaron-Esztergon. Fue parada obligada en la ruta Viena-
Budapest y sus habitantes se ganaron merecida fama de buenos construc-
tores y conductores de carruajes.
El anecdotario histórico relata que allá por 1382, Ana de Bohemia en
sus esponsales con Eduardo ii utilizó unos vehículos fabricados en Kocs
que luego llevó a su país. También se tiene noticias de que a partir de 1457
los herreros de Kocs construyeron los carruajes con cuatro ruedas, con
sistemas de suspensión independientes. Estos carruajes eran más capaces,
más seguros y más veloces. A este nuevo vehículo lo llamaron kocsiszeker,
que seguidamente se popularizó en Viena como kutshe. Pronto se propaga-
ron por toda Europa: Francia los llamó coche, Italia cocchio, España coche
y Alemania kutschen.
En el coaching actual, este origen se identifica con el concepto del viaje,
del tránsito desde el origen hasta el lugar dónde se quiere llegar.
Otra visión romántica del origen del coaching hay que situarla en la
Inglaterra del xviii. Las universidades inglesas de más prosapia denomi-
naban coach (1810) al profesor particular que preparaba al alumno para
los exámenes. A partir de 1825 el término también se utilizó en los campos
universitarios ingleses para designar a los preparadores atléticos como ins-
tructores del equipo.
Ya en el siglo xix los hijos de las familias acaudaladas norteamericanas
aprovechaban el tiempo de paseo en los carruajes para repasar sus leccio-
nes y hacer las tareas escolares con su tutor. A éste tutor que trabajaba con
sus alumnos en el carruaje se le denominaba coach.
2. Para los más pragmáticos, el coaching comienza en el entorno depor-
tivo y se desarrolla básicamente en la relación perder-ganar, típica de las
competiciones o campeonatos. Cuando un deportista o un equipo tenía un
22 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

entrenador que iba más allá de los aspectos puramente técnico-deportivos,


el rendimiento se multiplicaba. Realmente fue en la Olimpiada celebrada
en París en 1900 cuando los entrenadores-coach, obtuvieron resultados
espectaculares. A partir de ese momento el deporte, muy especialmente
el baloncesto norteamericano y la gran élite del tenis, se convierten en el
mejor campo de cultivo para el coaching orientado hacia el éxito.
Son muchos los coaches deportivos que han adquirido fama mundial,
baste citar algunos nombres reconocidos: Anthony Robbins como coach
de Andree Agassi o Don Shula de los Dolphins de Miami.
Quienes mantienen su pragmatismo direccionan el coaching para al-
canzar resultados extraordinarios y para superar con la fuerza interior las
adversidades de su entorno. En este escenario Timothy Gallwey es el gran
maestro y su “The Inner Game of Tennis” la biblia más clásica y valiosa.
3. Quienes lo ven desde la perspectiva del diván derivan la práctica del
coaching hacia el life coaching o coaching de vida. Jorge Olivares mantiene
que esta modalidad tiene su origen en China hace más de 1.500 años. En
Europa se puso de moda desde el año 1600 cuando las familias acaudaladas,
las personas del gobierno o de la realeza, tuvieron un coach, más bien un
consejero o un asesor, que les filtraba sus decisiones o sus formas de actuar.
A pesar de estos antecedentes, el origen del life coaching más cercano
y más seguro lo proporcionan los psicólogos norteamericanos convertidos
en psicoanalistas, que en sus consultas profesionales y desde la posición
del famoso diván, iban conculcando a sus clientes hacia la solución de sus
problemas históricos o coyunturales. Corría la década de los 60, la moda
anidó en la clase media-alta de los países desarrollados.
La Programación Neuro-Lingüística y sus creadores van a proporcionar
al coaching un impulso notable, hoy incuestionable y cada vez más practi-
cado en la procelosa relación del equilibrio personal.
4. Quienes lo ven desde la perspectiva de los resultados, se refieren al
coaching profesional, ejecutivo u organizativo. Algunas posiciones consi-
deran que Calano, allá por el año 310, fue el mejor coach para orientar a
Alejandro Magno hacia la victoria. Para muchos autores (Morrow, Braudel,
Ullate…) el coaching ejecutivo nace a raíz de la participación de Estados
Unidos en la Segunda Guerra Mundial. El año 1945 se va a convertir en
Estados Unidos en una fecha emblemática para el correcto proceder de mu-
chos ejecutivos y de muchas empresas que empezaban a utilizar esta técnica
como fórmula de asesoramiento o autoafirmación de las decisiones que de-
berían tomar. Con similar sentido, el año 1948 lo será igualmente en Japón.
COACHING HOY 23

El origen del coaching empresarial o coaching ejecutivo se atribuye a


John Withmore cuando transforma en clave de management los principios
de Gallwey y cuando esta nueva relación es aplicada exitosamente en di-
rectivos y organizaciones inglesas.
5. Para esotéricos y alternativos, el origen del coaching se encuentra di-
rectamente relacionado con las energías y las emociones. Einstein demos-
tró que la materia es energía. Cada persona puede actuar haciendo cosas
que le consuman energía (drenaje) o cosas que le proporcionen energía
(aportación). El coaching se convierte en un procedimiento que enseña a
eliminar los elementos que consumen energía y a potenciar aquellos que la
proporcionan. Cuanta más energía se acumule, más fuerte y potente será la
persona. El éxito en aquello que se emprende depende, en la mayor parte,
de la energía que se aporte en conseguirlo.
Equilibrar las energías, gestionar las emociones, eliminar las fuentes
de fuerzas negativas y fijar los aportes de valor, es para esta tendencia la
finalidad primaria de un proceso de coaching aplicado a la vida interior del
cliente.
Finalmente, para analíticos y especialistas, el coaching tiene sentido
si es aplicado concretamente a una actividad. De nuevo el coaching de-
portivo, por ser pionero, adquiere protagonismo. Al ser una técnica con
resultados excelentes aplicada al éxito final en el deporte, podrá serlo
igualmente aplicado al éxito final en otras actividades. Surge la especiali-
zación, que tanto desde el lado del life coaching como desde la perspecti-
va del coaching ejecutivo, se manifiesta por doquier: coaching educativo,
coaching familiar, coaching para mujeres, coaching para prejubilados,
coaching para negocios concretos, para viajes, para la promoción profe-
sional y así hasta coaching sin fin.

EVOlUCIÓN DEl CONCEPTO


Fernando Bayón Mariné

Los principios filosóficos del coaching


Con frecuencia surgen “padres del coaching” a quienes se les asigna el
mérito de ser sus embajadores, pioneros o fundadores. Sin embargo, todo
aquel que ha meditado sobre el hombre, ha tenido visión de su desarrollo
24 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

personal, humano, profesional o vital. En este escenario hay que remon-


tarse a los tres maestros griegos para iniciar un recorrido conceptual que
permita comprender la filosofía actual del coaching:
1. El coaching ha recibido de Sócrates la metodología del arte de la
mayéutica, sin duda referencia iniciativa y esencial. La mayéutica es un
método filosófico de investigación y enseñanza basado en el diálogo entre
maestro y alumno como mejor camino hacia el conocimiento. El maestro
no inculca al alumno hacia el conocimiento (como ocurre con los sofistas)
sino que individualmente ayuda al discípulo a comprender y a alcanzar el
saber por sí mismo, y para sí mismo.
Actualmente el coach pretende, mediante el diálogo abierto, llegar a la
esencia de las cuestiones que el coachee plantea. Se consagra la dialéctica,
que sustenta que la verdad está en la mente de la persona.
El procedimiento de mayéutica aplicado al proceso de coaching supone:
a. Preguntar acerca de algo: plantear la cuestión.
b. Debatir las posibles respuestas: conceptos generales aceptados.
c. Discutir el nuevo planteamiento: confusión para aceptar la nueva
realidad.
d. Adaptar a la realidad personal: fase final de aplicación y efectos.
El actual enfrentamiento entre el coaching mayéutica y el coaching so-
fista, no hace sino validar una rivalidad filosófica con más de 2.400 años
de antigüedad.
2. “Los Diálogos” de Platón son para muchos autores (Ravier y Gau-
tier, Goldsmith o Lyon) las primeras sesiones de coaching de la Historia.
De ellos se extrae la importancia de las preguntas (saber preguntar) como
la mejor herramienta para mantener una conversación. Las preguntas po-
derosas abren un mundo infinito, pero se debe ser consciente de que al
plantear una pregunta poderosa no podemos obtener siempre una respuesta
poderosa: ni todas las preguntas poderosas tienen contestación, ni todas las
contestaciones responden adecuadamente a las preguntas.
Las preguntas surgen tanto de las respuestas del coachee (lo que dice)
como de los silencios (lo que no dice). Las respuestas facilitan al coach la
pregunta que tiene que hacer después (Whitmore). La calidad de nuestro
pensamiento está en la calidad de nuestras preguntas (Eduard de Bono).
Es pues, el entorno de la comunicación y el lenguaje un fundamento
técnico del coaching. Rafael Echeverría advierte que no hay nada fuera del
lenguaje, y la psicología cognitiva, al establecer las diez aptitudes men-
COACHING HOY 25

tales de los hombres, considera la comunicación y el lenguaje en primer


lugar, lo más importante y la que más diferencia al hombre del resto de los
seres vivos. También la UNESCO al establecer los ocho factores de éxito
para el siglo xxi enuncia, en primer lugar, el dominio de la lengua materna
y, en segundo lugar, el dominio de una segunda lengua.
El proceso de coaching también ha incorporado de Platón el concepto
de “escucha activa”, en virtud de la cual quien habla recibe de quien es-
cucha la confirmación de que ha comprendido e interiorizado aquello que
dijo o quiso decir.
Para Platón, el entorno concreto en el que se debe desarrollar el diálogo
y la escucha activa está marcado por los siguientes principios:
• Aceptar las emociones que surjan o se manifiesten.
• No solucionar los problemas que no te corresponden, ni dar consejos
para ello.
• Tener en cuenta y admitir, pero no hacer tuyo lo que es de otro.
Asimismo, Platón plantea cinco fronteras muy marcadas de la escucha
activa:
• No se puede aceptar aquello con lo que no se está de acuerdo.
• No se puede dar por válido aquello que no se oye, aunque se intuya.
• No se puede llegar a conclusiones, si no existe una lógica concatenada.
• No existen preguntas indiscretas, sino respuestas inadecuadas.
• No se pueden tomar posiciones que no correspondan (p.ej. juzgar,
evaluar o dirigir).
En la escucha activa jugará siempre la dicotomía entre saber y opinar,
recogida más tarde en la lucha entre el racionalismo y el empirismo y, ac-
tualmente, entre idealismo, realismo y voluntarismo.
3. Aristóteles en su obra “Ética a Nicómaco” expresa el significado
de hábito como medio necesario para adquirir virtud. La virtud como
tal no se origina por naturaleza, sino que se obtiene por medio de la
costumbre, por el ejercicio del hábito, entendido como aquello que se
realiza rutinaria y sistemáticamente, convirtiéndose en el modo más
adecuado para el aprendizaje: Aprendemos haciendo lo mismo que se
debe hacer después de haber aprendido. Se llega a ser constructor de
casas, construyendo casas. Aristóteles también expresa que aprender
ya desde la juventud, esta o aquella costumbre, es cosa de gran impor-
tancia. Lo es todo.
26 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

El hábito constituye un elemento en potencia que solo consolida su va-


lor por su repetición incesante: así un nuevo hábito rompe nuestra estabili-
dad y nos crea un vínculo hasta ese momento desconocido.
A finales del siglo xix William James formula otra visión del hábito
aristotélico basada en su componente físico. Nos acostumbramos a que
las cosas funcionen así. El hábito es un agente conservativo. El gran reto
consiste en romper los hábitos y adquirir otros nuevos que nos hagan más
felices, más equilibrados, más ricos para la sociedad y más aptos para el
futuro.
La noción de Pierce parte del hábito como ley mental para transformar-
lo en ley creativa. La capacidad intelectual no es más que la facilidad de
adquirir hábitos que nos transporten más fácilmente a nuestros objetivos,
a satisfacer nuestras necesidades o a ser más coherentes con nuestras vidas
y nuestras profesiones.
Recientemente Sandra Visokoski argumenta que generalmente nuestros
hábitos son nucleares para nosotros. La adquisición de otros hábitos pro-
ducirá irremediablemente cambios y desafíos en nuestras conductas y des-
trezas. Es entonces, cuando el hábito se hace plástico, creativo y retador en
sí mismo, porque los nuevos hábitos cambiarán, con seguridad, nuestras
capacidades cognitivas.
A partir de aquí resulta inevitable referirse a los conceptos de primera
y segunda naturaleza, tantas veces evocados por Aristóteles. Todo cambio
exige la existencia de algo permanente. Ese algo constante es el ser que
nos viene dado por la primera naturaleza. Tanto como decir que las cosas
(o las personas), como están y como son, constituyen el “estado del ser”
que existe y está definido por la primera naturaleza.
Ahora bien, si se desea cambiar el estado del “ser” por un nuevo estado,
se debe llegar al “deber ser”, que en pura teoría deberá resultar un estado
más perfecto y benévolo. Para alcanzar el “estado del deber ser” hay que
consolidar la segunda naturaleza que solo será posible por el ejercicio de
los nuevos hábitos. El recorrido del “ser” al “deber ser” es un viaje cuyo
método es la acción y cuya meta para el hombre exigente nunca se consi-
gue alcanzar.
4. Un gran salto en el tiempo nos lleva a la frontera de los siglos xv y
xvi, a la concepción dualista del hombre que Maquiavelo trasluce en sus
obras. La influencia de esta visión dual, acción y pensamiento, trasmite una
valoración mecánica del ser humano que le considera incapaz de alcanzar
el perfeccionamiento por sí solo. El hombre deberá superar su limitación
COACHING HOY 27

vegetativa formulando el objetivo de su nueva conciencia. Pero para eso


ha de conocer previamente cuál es su nueva conciencia (descubrimiento),
lo que le llevará a nuevos comportamientos que posiblemente serán igual
de malos que los anteriores (típico pesimismo de Maquiavelo): No todo el
mundo dispone de virtud, fortuna y armas.
5. El siglo xvii nos acerca a Baltasar Gracián y al deleite de sus innu-
merables sentencias en “El Héroe” donde trata las cualidades del hombre y
el placer que le proporciona el irlas descubriendo. En “El Discreto” analiza
como ha de ser el hombre que quiere llegar a ser persona y la generosidad
que representa para cada quien renunciar a lo que no puede ser, a favor de
sí mismo: Cada hombre debe descubrirse para ello. En el “Comulgatorio”
proclama que el hombre es nada sin sus emociones, mientras en su famoso
“Criticón” guiña cara y cruz de la personalidad, el impulsivo e inexperto
frente al prudente experimentado. Cuando nos hacemos las preguntas más
hondas de la condición humana y contestamos honradamente, nos estamos
descubriendo y si no te conviene lo que encuentras: engáñate o cambia.
6. Ya en el siglo xix, Stuart Mill versiona su Teoría de la Naturaleza
y la Libertad y postula que el hombre que se conoce bien, tiene sus metas
marcadas, actúa naturalmente y es más libre, más seguro, más feliz y so-
brevive a las conductas destructoras y envidiosas de sus semejantes.
Con todo lo expuesto por Maquiavelo, Gracián o Mill se debe consi-
derar que el descubrimiento es un fundamento técnico del coaching. El
coachee debe conocerse primero y descubrirse después para iniciar el viaje
que Aristóteles señalaba hacia su “deber ser”. Si no se descubre previa-
mente, nunca podrá visualizar su segunda naturaleza.
7. Soren Kierkegaard proclama los derechos del individuo y el valor
de la persona como ser libre y consciente. Ha nacido el existencialismo.
¡Viva el hombre!
El existencialismo es un sistema filosófico y cultural, una tendencia
particular de la concepción humana que tiene por objeto el análisis, la des-
cripción del sentido y la contradicción de la vida humana (P. Watzlawik).
El existencialismo aporta al coaching la reflexión como complemento im-
prescindible de la acción. La reflexión interna filtra conceptos, profundiza
en la consecución de los actos, conoce el entorno de actuación, analiza
potencialidades y, al final, arroja la luz que todo lo ilumina y aclara. El
coaching exige la reflexión interna y, por ello, la toma de conciencia.
El existencialismo de Nietzsche se basa en la voluntad del hombre
como motor de su vida y en la libertad como expresión de su razón y su
28 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

conciencia. Pero voluntad y libertad sin reflexión previa no conducen a


nada, serían solo una absurda pérdida de energía y vitalidad.
La fenomenología, como método del existencialismo, establece el sen-
tido de lo real y de las cosas y las personas como son, abarcando toda
su existencia, libres de todo prejuicio. Desde la posición del coach, esta
visión global del hombre nos permite comprender al coachee y conducirle
en la reflexión interna de su descubrimiento, la reflexión que debe consi-
derarse recurrente y progresiva en el proceso de coaching.
8. El management moderno se inicia realmente con Gilbreth que se
convierte en un referente histórico del neoclasicismo. En busca de lo que
años después se denominaría excelencia, basa su aportación en los elemen-
tos humanos creadores de valor en las organizaciones. Estos elementos son
cinco:
• La cualificación como elemento diferenciador.
• La eficacia como valoración personal.
• La transformación como muestra de flexibilidad y adaptación.
• El valor de lo personal como muestra de identificación.
• El compromiso como actitud.
El enfoque de Gilbreth permitirá aplicar criterios organizativos a los
procesos de mejora directiva y orientar el liderazgo hacia resultados de
experiencias que denominará “prueba y error”.
9. Si se uniera el existencialismo y la fenomenología, encontraríamos
sus mayores vínculos en la Psicología Humanista que surge en la segun-
da mitad del siglo xx y analiza los estados de conciencia para alcanzar
el pleno potencial humano. Nace como reacción al conductismo y, aún
admitiendo que el hombre no es completo, no es perfecto y con frecuencia
busca o necesita otra vida, pretende el reequilibrio de lo emocional, el re-
cíproco conocimiento y la confianza, en definitiva, la consideración global
de la persona.
Eduard Lorenz popularizó la teoría del “efecto mariposa” en virtud de
la cual, en determinados sistemas naturales, pequeños cambios en las con-
diciones iniciales conducen a enormes modificaciones en los resultados
finales. Si consideramos a la persona como el núcleo vital de un sistema
natural y esa persona desea una modificación sustantiva en sus resultados
finales, tendrá que aplicar el principio de Jim Rohn; el éxito está en hacer
unas pocas cosas todos los días, es decir, tendrá que hacer pocas cosas,
pero constantemente.
COACHING HOY 29

Si una persona tiene una pesadilla personal o profesional, el único modo


de acabar con ella es despertar. Para ello hace falta querer despertar y tener
voluntad de cambio, decidir una nueva dirección.
Cambiar es, en primer lugar, conocer el nuevo objetivo, aceptar el nue-
vo método e incorporar nuevas técnicas y, en segundo lugar, asumir la
voluntad del “querer hacerlo” y finalmente llevarlo a cabo.
Justo al asumir “el querer cambiar” deberá comenzar el proceso del
coaching y construir su primer fundamento basado en la voluntad de cam-
bio, que para ser efectivo siempre requerirá un plan de acción y la acción
propiamente dicha.
Especial mención merece C. Rogers, principal mentor de la terapia no
directiva conocida como “terapia centrada en el cliente”. Un enfoque que
gira en torno a las personas y, por lo tanto, en las interrelaciones humanas.
Se centra en el uso de la empatía como mejor camino para el proceso de
comunicación. Su obra “Persona a persona” y su nominación al Nobel le
proporcionaron renombre mundial.
10. La filosofía de la acción (Horacio Krell) permite que el potencial
humano se manifieste y fluya. Para que lo haga de una manera adecuada
sería conveniente recordar los conductores de la filosofía de la acción:
claridad (en el querer), compromiso (con el trabajo y el conocimiento),
adaptación (al talento y a los objetivos), ejecutar (con recursos y sistemas
apropiados y coherentes) y sinergias (en el denominado coro armónico con
los demás hombres).
11. Peter Senge tradujo al idioma del management muchos principios y
criterios filosóficos imprescindibles para el desarrollo de las empresas (de-
sarrollo organizacional). En su libro “La quinta disciplina” analiza cientí-
ficamente los dos planteamientos de su teoría:
• Las organizaciones que en el futuro tendrán éxito son aquellas que
generan contextos de aprendizaje y que determinan que la formación
en sus dos vectores verticales es una estrategia imprescindible (lear-
ning organization).
• Las personas que en futuro tendrán éxito son aquellas que relegan a
un segundo plano sus ansias de tener y se concentran en su deseo de
desarrollo personal (dominio del ser).
Nace así el llamado sistema socio-técnico que encuentra en el pensa-
miento sistémico su método y su procedimiento (Hellinger). El pensa-
miento sistémico se basa en:
30 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

• Observar la realidad.
• Un marco concreto para observar las interrelaciones.
• Sensibilidad ante otros entornos.
• Visionar las estructuras que subyacen en situaciones complejas.
• Pensar para discernir en los escenarios de cabio.
La quinta disciplina se basa en observar el sistema y no sus partes, si-
guiendo un feedback que refuerce y que esté directamente diseñado hacia
la meta.
12. Para concluir el recorrido filosófico y conceptual sobre aquellas po-
siciones que han influido en el actual entendimiento del coaching convie-
ne destacar los estudios realizados por la Partnership for Productivity
Fundation en relación a la evaluación y seguimiento de procesos. Estos
conceptos sirven a dos propósitos:
• Técnica de apoyo para mejorar la eficiencia y efectividad de las
personas en la ejecución de sus acciones tendentes a sus objetivos
propuestos.
• Proceso educativo que permite tomar conciencia e incrementar la
comprensión de los diferentes factores que influyen en sus vidas.
Alcanzadas estas dos visiones, aumenta el control de las personas sobre
sus procesos de desarrollo. El seguimiento y la evaluación están íntima-
mente ligados a la toma de decisiones y a la redefinición de objetivos y
permite un ajuste necesario a lo largo del proceso de coaching. Implemen-
tar conjuntamente el requerimiento y la evaluación proporciona oportu-
nidades para la satisfacción individual, la creatividad y el intercambio de
nuevas ideas.
Perfecto colofón para concluir el breve recorrido histórico por la filoso-
fía del coaching.
COACHING HOY 31

Coaching transpersonal
John Whitmore

El Coaching transpersonal es un derivado de la psicología trans-


personal que surgió de la psicología humanista, en la que se basa gran
parte del coaching de hoy. Transpersonal significa más allá de lo per-
sonal. En otras palabras, es un enfoque sistémico global que viene de
las líneas de trabajo de Carl Jung y Roberto Assagioli, los discípulos
de Freud que encontraron en su trabajo algunas limitaciones, ya que
éste no recogía ni el potencial positivo, ni la espiritualidad. Roberto
Assagioli creo la psicosíntesis, sistémico en sí mismo, como su nombre
indica.
En lugar de exponer la teoría transpersonal y poner ejemplos de mi
trabajo con clientes, haré coaching al lector. Creo que esto le dará una
visión más completa y le ayudara a comprender el proceso, así como su
enfoque y su valor. El coaching transpersonal utiliza una gran variedad
de modelos, aquí sólo veremos cuatro ejercicios para ilustrar este enfo-
que. Para ello, acomódese en una zona tranquila, tome un lápiz y una
libreta. A los efectos de este ejercicio, doy por hecho que usted quiere
crecer y desarrollar su psico-espiritualidad y manifestar su propósito
en la vida.
Tómese un momento para recordar una experiencia que haya tenido
en el pasado, cuando hiciera algo por lo que se sintiera muy apasiona-
do en aquel momento. Podría ser una gran cosa o algo pequeño (como
ayudar a una persona mayor a cruzar la calle), algo que le hiciera sen-
tirse muy bien. Hacer lo que hizo era importante para usted y muy
gratificante en ese momento. Ahora anote las habilidades que utilizó
para ello.
Relájese y respire tranquilamente durante un momento, y luego haga
una lista de todas las cosas que hace bien. Puede ser tan simple como
hacer una buena taza de té o pilotar un helicóptero. No sea tímido, si
usted siente que es bueno en lo que sea, sí, incluso en el sexo, añádalo
a su lista. ¿Qué hay en común entre las habilidades necesarias para
realizar cada una de esas cosas? ¿Qué parte de usted mismo contribuye
al resultado? Escríbalo. Y ahora anote las cosas que realmente valora
(por ejemplo la belleza, la generosidad). Finalmente anote las personas
que conoce y a las que admira, sus valores, habilidades y cualidades.
32 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

¿Qué patrón emerge de la combinación de estas habilidades que son


importantes para usted? ¿Cómo podría beneficiarse de ellas en el tra-
bajo o en la vida familiar? Podría usted imaginar incluso qué tipo de
trabajo le permite hacer el mejor uso de sus cualidades y que realmente
le importen. Reflexione y analice sus pensamientos sobre esto. Le po-
dría llevar hacia una mayor comprensión sobre lo que es su verdadero
propósito en la vida. Comience a manifestarlo, y disfrute de la riqueza
de la experiencia.
Veamos otro ejercicio de coaching, que requiere algo más de expli-
cación. Voy a comenzar con un escenario de algo que probablemente
todos hemos experimentado en el pasado. Se levanta usted temprano
en una mañana soleada y piensas en salir a caminar, pero casi de in-
mediato una voz contradictoria sugiere quedarse en la cama, que es
más fácil, y racionaliza que usted se merece el descanso –esta última
voz por lo general se sale con la suya. ¿Qué está pasando aquí? Dos
personalidades diferentes que residen en la misma persona tienen ideas
opuestas. Seamos realistas, esto nos sucede a la mayoría en alguna oca-
sión, incluso a algunos de nosotros, nos sucede la mayoría de las veces.
Este diálogo interno se produce entre diferentes partes de nosotros
mismos y cada una tiene sus propias necesidades, puntos fuertes, ca-
racterísticas y desventajas. Es útil identificar estas partes, cuándo y en
qué circunstancias aparecen con mayor frecuencia. Una de las sub-
personalidades más universales es la que llamamos “víctima”. El bu-
rrito Eeyore en los libros de Winnie the Pooh. Hacer de víctima es una
estrategia para conseguir la simpatía, la atención o ayuda, que desarro-
llamos en nuestros primeros años, cuando aprendimos a manipular a
nuestros padres. Eso estaba bien entonces, pero a menudo mantenemos
los mismos juegos más tarde en nuestras vidas, cuando hay muchas
formas más maduras de satisfacer nuestras necesidades.
A partir de estos ejemplos no debería resultarle difícil identificar
algunas de sus propias sub-personalidades más evidentes. Escriba
una lista de cinco de ellas, deles un nombre adecuado, por ejemplo, la
víctima, el controlador, el héroe…, y luego añada lo que cada una de
ellas quiere y qué ventajas le ofrece. ¿Cuándo, en qué circunstancias,
adopta cada una de ellas? ¿Qué logra utilizando esa sub-personalidad?
¿Cómo le limita? ¿Cuáles podrían ser otras maneras de satisfacer sus
necesidades?
COACHING HOY 33

Si no somos las sub-personalidades que hemos adoptado por razo-


nes egoístas, la pregunta importante que se plantea es quiénes somos
realmente. Podemos considerar estas partes de nosotros como miem-
bros de una orquesta integrada por diferentes músicos e instrumentos,
y lo ideal es que llegamos a ser el director de nuestra orquesta capaz de
aprovechar las cualidades de cada una de ellas a voluntad.
Roberto Assagioli describió al director de la orquesta como el “YO”
que se compone de pura conciencia y pura voluntad. Estas dos pala-
bras se equiparan con el coaching, y revelan su verdadera fuente, el
verdadero significado de concienciación y responsabilidad que son los
principios fundamentales de todo buen coaching. Como coach ayude a
su cliente a ser más consciente y más responsable, incluso en asuntos
pequeños en el trabajo o en el deporte, ayudándole al mismo tiempo,
sin entrometerse y poco a poco, a construir las cualidades de su “YO”
y su capacidad de auto-dominio.
Permítame concluir esta “máster class” invitando al lector a acom-
pañarme en un imaginario ascenso a una montaña imaginaria. Vaya a
su propio ritmo y tome conciencia de todo lo que se encuentre por el
camino, los pájaros, las flores, los árboles, los animales, las rocas que
le desafían, y los ríos que tiene que cruzar. Manténgalos en su mente
para que pueda recuperarlos más adelante y considerar lo que repre-
sentan para usted como parte de su viaje de la vida. Tenga un diálogo
con un animal que se encontró. ¿Qué ha aprendido de él? ¿Cómo cruzó
usted el río? Cerca de la cima de la montaña se encuentra con un ancia-
no sabio que le hace tres preguntas. ¿Qué le pregunta y que responde?
Luego, cuando esté listo, vuelva sobre sus pasos con cuidado hasta el
pie de la montaña, saque su libreta y tome nota de lo que experimentó
en los reinos del inconsciente de sí mismo que acaba de vislumbrar. El
animal podría ser otra parte de usted, la roca y el río pueden representar
dos de los desafíos de la vida, y el anciano sabio es, por supuesto, una
parte más de usted mismo, y que ahora ya sabe cómo acceder a ella en
el futuro.
Cada vez más los coaches van a necesitar habilidades de coaching
que operan a más profundidad para abordar cuestiones como la iden-
tidad personal, el significado y el propósito. Solventar problemas de
negocio y el diseño de planes de acción está muy bien, pero eso es sola-
mente el nivel sintomático de una realidad más amplia que no podemos
34 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

ignorar, ya que dentro de nosotros está el almacén de nuestras más altas


cualidades, nuestra creatividad, nuestras aspiraciones y nuestra inspi-
ración. Estas son cualidades que todos vamos a necesitar cada vez más
en el mundo incierto que está emergiendo.
En resumen, lo transpersonal es la evolución inevitable de la base
psicológica del coaching, más allá de la psicología humanística y de la
psicología positiva, a las cuales no se les rechaza, sino al contrario, se
les considera como la plataforma de lo transpersonal. Sin embargo, lo
transpersonal abarca lo espiritual que tanto se ha negado en la psicolo-
gía occidental, debido al predominio del reduccionismo científico. Las
culturas orientales no imponen una falsa división entre lo psicológico y
lo espiritual en el desarrollo personal, sino que las consideran como la
continuación de quienes somos. Los occidentales somos también cada
vez pensadores más inclusivos de todo el sistema, y el coaching debe
evolucionar cada vez más hacía fundamentos de una base sistémica.
Animo a todos los coaches a poner su pie en la puerta de lo transper-
sonal y de hecho espero que este articulo haya contribuido a que usted
lo haga.
COACHING HOY 35

NATURAlEZA DEl COACHING


Fernando Bayón Mariné

Los cuatro fundamentos del coaching


Se debe entender por fundamento las bases, los cimientos que confor-
man el sustrato de algo. Cuanto más sólidos sean los fundamentos, más
garantías existirán respecto a lo que se construye sobre ellas. Desde Heide-
gger se sabe que el fundamento es una relación perfecta entre ser y tiempo:
si cambia el ser o se produce el hecho en otro tiempo, también cambiarán
los fundamentos. Dicho de otro modo, mientras el fundamento tiene una
estructura objetiva, su contenido referido al ser es subjetivo y cambiante.
Vista así, la estructura de los fundamentos del coaching será estable,
pero cambiará en cada proceso de coaching amoldándose a la realidad de
cada coachee e incluso de cada coach.
Los fundamentos del coaching, considerado como proceso global, se
manifiestan en cuatro dimensiones:
• Fundamentos sociales.
• Fundamentos psicológicos.
• Fundamentos técnicos.
• Fundamentos éticos.
Los fundamentos sociales se encuadran dentro de los comportamientos
humanos entendidos como acción social (dinámica entre individuo y so-
ciedad). Muchos autores (entre ellos Echeverría, Salazar, Molano, Useche)
consideran que los fundamentos sociales son los que dan verdadero senti-
do al coaching como una actividad presente y creciente en nuestra socie-
dad. Desde una perspectiva general, estos fundamentos se sintetizan en los
siguientes principios:
• Nuevo modelo de aprendizaje que facilita un desarrollo general y
profundo.
• Proceso de conciencia personal hacia el mejor conocimiento de uno
mismo.
• Método individual y personalísimo, que se aleja del mecanismo
educativo.
• Sistema eficaz para extraer la sabiduría genética.
Sin embargo, el coaching ejecutivo plantea sus fundamentos sociales
de otra manera diferente. Eduardo Escribá los sustenta en clave de mana-
36 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

gement: Desarrollo del potencial, refuerzo de autoestima, fomento del li-


derazgo, mejora del rendimiento, aumento de implicación, etc. Cubeiro lo
manifiesta en desarrollo del hombre en las organizaciones, en todos los ni-
veles: personal –fluir, en equipo– influir o en la organización –confluir. Gi-
lley y Boughtan en el paradigma relación empleado– empresa, o Withmore
y Kofman como una visión estratégica para la mejora y la sostenibilidad.
Los fundamentos psicológicos tienen un origen claro y evidente en
las relaciones que surgen en el proceso. Se deben plantear a dos niveles
diferentes.
En primer lugar, referidos al coaching como modelo y a las consecuen-
cias psicológicas que el proceso comporta. Estos fundamentos psicológi-
cos se concretan en:
• Conocimiento de uno mismo.
• Visión integral de la persona.
• Esquema conceptual dirigido a los nuevos conceptos planteados.
• Salvar las resistencias del desarrollo personal.
• Mejorar el nivel de satisfacción personal.
Un segundo nivel llevará a considerar los fundamentos psicológicos
en el proceso en sí y en la relación coach-coachee, teniendo en cuenta su
enorme importancia y su presencia en todos los procesos, al margen de que
se esté realizando una sesión de life coaching o de coaching ejecutivo. Los
fundamentos psicológicos de ésta relación son:
• Feeling, en toda su extensión: sensación, sentimientos, impresión,
opinión, sensibilidad, relación…
• Sinceridad, lo que conduce a la libertad, la confianza, la unión, la
verdad y la más amplia expresión mental.
• Coherencia, entendida en la relación realidad versus posibilidad. El
verdadero sentimiento de que aquello que pretendo es posible.
• Influencia, recíproca, coach y coachee en una posición evidente de
mostrarse (dar) y aceptación (recibir).
• Compromiso, con los valores y comportamientos que presiden cada
proceso de coaching, participando, creando y haciéndolos suyos.
La tercera dimensión de los fundamentos del coaching se refiere a los
de carácter técnico. Un proceso que se realice con garantías de éxito debe
cimentarse en estos criterios que a su vez tienen su base filosófica tal y
como ha quedado expuesto anteriormente. Para ello basta una representa-
ción esquemática para enumerarlos y comprenderlos.
COACHING HOY 37

En los fundamentos técnicos están implicados tanto el coach como el


coachee, por ello tienen doble dirección y un importante retorno de fee-
dback, compartiendo observaciones que permiten la corrección y la mejora.
Seguimiento y Evaluación

Segunda Naturaleza

Hábito
Plan de Acción

Conocimiento, Descubrimiento
Reflexión

Escucha Activa
Diálogo, Preguntas poderosas
Metodología mayéutica

Querer hacerlo, querer cambiar, tener voluntad de…

Los diez fundamentos técnicos deL proceso de coaching

La ética ocupa una posición sobresaliente en el coaching. De un lado los


fundamentos éticos, los códigos éticos de conducta y del otro la fina línea
que separa, (o une), ética, moral y realidad. Corresponde en este apartado
enunciar los fundamentos éticos, que claramente están divididos en aque-
llos que afectan al proceso y aquellos que se refieren al comportamiento
del coach.
Don Shula enuncia cinco principios éticos del coaching:
• Orientación por convicciones (recordemos algunos de los límites
que ya Platón establecía).
• Sobre aprendizaje (tanto como decir que el coachee tuvo que estar
dispuesto a aprender del coach y viceversa. Todo coach de éxito ex-
presa frecuentemente que aprende de sus coachees).
• Estar dispuesto a escuchar (escuchar no es oír y solamente escu-
char tampoco es suficiente. Es válida la cadena escuchar-asimilar-
integrar-aceptar-hacer).
• la consistencia (muy unida a la profesionalidad, al reconocimiento
personal, a la admiración, al respeto, a la experiencia).
38 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

• la honestidad (cualidad humana que consiste en comportarse y ex-


presarse con coherencia y sinceridad de acuerdo con unos valores de
verdad y justicia aceptados).
La segunda variable de los fundamentos éticos se sitúa en el coach
como exigencia de actitud y comportamiento. En este supuesto se deben
destacar cuatro fundamentos esenciales:
• La ayuda a los demás (sin este sentimiento profundo e interno el
coach no puede actuar con toda la potencia que se le debe exigir).
• Honradez en las observaciones (incluye no solamente el respeto
sino la correcta dirección hacia las metas establecidas por el coachee.
Implica libertad del coachee, aceptación y respeto del coach, profe-
sionalidad y alineamiento).
• Confidencialidad (de tal suerte que lo tratado nunca saldrá fuera de
la relación coach-coachee. En los supuestos de coaching ejecutivo
la confidencialidad puede suponer un conflicto para el coach cuando
la organización le solicita información. Por eso este punto debe que-
dar tratado claramente entre todos los implicados en el proceso y, si
fuera preciso, poner niveles previos de acceso a la confidencialidad
siempre conocidos y aceptados).
• Disciplina (rigor en las actuaciones, compromiso, fidelidad con el
coachee y con las situaciones que se producen. Seguimiento del pro-
ceso, control y comprobación de resultados, requerimiento de cum-
plimiento, actuación segura).

No es fácil ser coach pero compensa cuando compruebas que has acompañado y
ayudado a una persona a desarrollar su potencial. Recompensa tanto que tienes un
impulso renovado para seguir.

Elementos materiales y formales en el coaching


La clásica diferencia entre los elementos materiales y formales, tiene
un fundamento jurídico fácilmente comprensible. El elemento material de
cualquier circunstancia, actividad o concepto lo constituye su contenido,
es decir, todas las unidades y vínculos que integran su razón de ser, su
esencia y sus cimientos. El elemento formal es el conjunto de normas que
regulan desde la perspectiva de la forma las maneras de hacer y proceder,
es decir, el protocolo de actuación.
COACHING HOY 39

Al examinar la naturaleza del coaching y su contenido material apa-


recen siempre las palabras de Withmore y Gallway: Si un coach ayuda
al jugador a eliminar o reducir los obstáculos internos a su desempeño,
emergerá una inesperada capacidad natural, sin que haya necesidad de
brindarle muchos apoyos técnicos.
Visto así, el elemento material del coaching forma su “núcleo vital” y se
estructura según un modelo cuya naturaleza considera que:
1. El coaching se centra en las posibilidades y potencialidades con una
clara visión de futuro y no en los errores del pasado ni en los estados
personales y/o profesionales actuales.
2. Se lleva a cabo en base a una relación de confianza y confidenciali-
dad, mantenida no solo a lo largo del proceso, sino después, y con
frecuencia para siempre.
3. El coachee no aprende del coach, sino de sí mismo, aunque sea mo-
tivado y estimulado por éste.
4. La esencia del coaching enriquece el modelo mental del coachee y
su estado de consciencia y acción.
5. El coaching enfrenta al hombre a sus limitaciones y le invita a desa-
fiarse, a superarse y a crecer.
6. Hay que ser consciente de que la responsabilidad y automotivación
surgen de dentro y no se pueden imponer ni forzar externamente.
7. El coaching supone un sistema con métodos a veces muy estruc-
turados y formales, a veces informales, en ocasiones específicos o
abstractos, pero siempre con la finalidad del desarrollo del coachee.
8. Un intento de visualizar el contenido del proceso permitirá estable-
cer la siguiente carencia:
a. Descripción de la situación actual (áreas de mejora y dificultad).
b. Descripción de la situación deseada (objetivos y metas).
c. Mapa de opciones y recursos (generación y selección).
d. Plan de acción (plan específico de acciones a emprender).
e. Resultados (control de resultados y seguimientos).
Señala Eduardo Escriba que el objetivo prioritario de coach en las dos
primeras fases será incrementar el nivel de consciencia (sensorial y emo-
cional). Ser consciente de algo proporciona posibilidad de actuar sobre ese
algo. En la tercera y cuarta fase, el objetivo es implicar al coachee en la
búsqueda y creación de alternativas y en el establecimiento de un plan de
acción. A la quinta fase le corresponde llegar al compromiso de cómo y
cuándo se van a evaluar los resultados.
40 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

Se puede concluir que el contenido del coaching –su elemento mate-


rial– consiste en desarrollar tres elementos:
• Responsabilidad por su propio desempeño (personal o profesional).
• Automotivación y consciencia de los recursos, bloqueos, deficiencias.
• La obtención de avances y logros en una espiral de crecimiento
continuo.
Los elementos formales han quedado definidos como el “protocolo de
actuación”, divididos en dos grupos:
 Aquellos que se refieren exclusivamente a la forma, y como tales
carecen de mayor trascendencia (fijación de sesiones, duración de
las mismas, soportes y materiales, lugar, etc…).
 Aquellos que se refieren a la forma específica de profesionalidad y
respeto en el proceso. En este segundo caso surgen elementos que
formalmente deben incluirse para la efectividad del coaching:
a. Los valores del proceso que se inicia o se lleva a cabo. Estos va-
lores subyacentes han tenido que ser acordados previamente entre
los actores. En el supuesto de que el proceso de coaching se inicie
sin esta formalidad se pierde su valor y el coaching pasa a ser un
conjunto de trucos y técnicas de comunicación.
b. Los resultados del proceso, puesto que todo coaching está orien-
tado a unos objetivos y tiene como consecuencia alcanzar esos
objetivos en un camino de mejora continua.
c. Disciplina. Realmente el coaching es un proceso disciplinado, tan-
to en la técnica y método como en la forma. El coach es en este
caso quien marca la disciplina e impone su cumplimiento.
d. Entrenamiento, pues no basta el conocimiento teórico o intuitivo.
Es necesaria la experiencia, la puesta en práctica, el entrenamien-
to. De nuevo el coach debe hacer valer su profesionalidad.
Todas estas normas formales han de estar presididas por el respeto, la
coherencia y la confianza. Tres pilares fundamentales para que la interre-
lación funcione adecuadamente.
Coherencia

Confianza Respeto
COACHING HOY 41

El llamado triángulo de la interacción en el coaching trata de relacionar


tres normas formales que constituyen tres pilares imprescindibles para que
toda interacción funcione adecuadamente.

La ética como fundamento del coaching


Ética procede del vocablo griego ethicos, que significa carácter, y en la
actualidad tiene diversas acepciones de las que sobresalen:
• Normas de conducta del ser humano y, por ello, conjunto de valores
morales por los que se rige el comportamiento de una persona.
• Teoría y técnica de las costumbres de un grupo social concreto.
Desde la perspectiva profesional, la ética se puede considerar como
el compromiso que se adquiere con uno mismo para actuar siempre de
acuerdo a unas reglas o principios morales previamente establecidos y
aceptados.
La ética no es coactiva, hay que encuadrarla como un proceso de auto-
rregulación al que voluntaria y conscientemente se somete cada persona y
en cada una de las facetas de su vida (ética familiar, ética profesional, ética
social, etc.)
El proceso de coaching debe llevarse a cabo éticamente, es decir, de
acuerdo a unos criterios morales conocidos y referenciales. La actuación
del coach ha de someterse a las normas concretas de cada proceso, pero
también, y de forma global, a la ética profesional del coach.
Las normas éticas del coach abarcan múltiples conceptos, de los que
todo coach obligatoriamente respetará los siguientes cinco comportamien-
tos éticos:
• Confidencialidad.
• Preocupación por el bienestar y objetivos del coachee.
• Responsabilidad, referida a la integridad y capacidad (honradez).
• Confianza (en su sentido más extenso).
• Generosidad volcada hacia su cliente.
En realidad, estos conceptos representan el compendio del código deon-
tológico de la profesión del coach, con un marcado carácter de compro-
miso. A ello se unirán otros criterios presentes en todo código ontológico:
• No utilizar el proceso para beneficio propio (del coach).
• No acometer fases o cuestiones para las que no está profesionalmen-
te preparado.
• No superar los criterios de la razón (utilizada responsablemente).
42 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

A lo largo del proceso de coaching surgen en las relaciones coach-


coachee multitud de situaciones, confidencias, intimidades o vínculos que
pueden rozar aspectos éticos. Más que nunca, en estos “momentos sutiles”
el coach ha de recordar y poner en práctica su código ontológico.
Las asociaciones profesionales de coaching han elaborado su código
ético como manuales de buenas prácticas. En ellos incluyen desde con-
ceptos doctrinales sobre coaching, hasta recomendaciones en el proceder
profesional del coach: relaciones contractuales y personales, protección
de clientes, situaciones de conflicto de intereses, confidencialidad, refe-
rencias, proceso, manual de buenas prácticas, compromisos adquiridos,
competencia, honradez o resultados.
Cuando un coach entra a formar parte de una asociación se compromete
también con su código ético y en el supuesto de que pertenezca a varias
asociaciones deberá cumplir con el contenido de todos sus códigos éticos
(que en la práctica poco se diferencian).
El comportamiento ético diferencia a los buenos coaches. Crea una ca-
dena de valor que comienza por muchas actuaciones frente a nosotros mis-
mos (dignidad) y frente a nuestras manifestaciones sociales (coherencia),
continúa por nuestras actuaciones con los demás (profesionalidad), con el
entorno y circunstancias (responsabilidad), con el comportamiento ajeno
(respeto), con las normas establecidas (consideración) y, para concluir, con
nuestra disposición de ayuda (generosidad) y la adecuada ponderación de
todos los elementos que intervienen o presionan (equilibrio).
Aquellos que no respetan esta cadena de valor se oponen al compor-
tamiento ético y caen en el desprestigio. Peligrosa situación que puede
contagiar rápidamente y contaminar la profesión. En todos los países pro-
liferan personas que se autodenominan coach, cuando no tienen ni los co-
nocimientos, ni la experiencia, ni las habilidades para ello.
El intrusismo se define como la situación en la que una persona realiza
una actividad sin estar preparado, cualificado o autorizado para ello. Pre-
tende lo que no le corresponde, abrogándose una actividad profesional que
no puede o debe llevar a cabo.
La única fórmula de luchar contra esta amenaza será que los clientes
(futuros coachees) solamente contraten los servicios de coaches certifi-
cados por las asociaciones profesionales o instituciones referentes, en la
seguridad de que estos profesionales del coaching actuarán éticamente,
cumpliendo los códigos ontológicos y respetando los comportamientos
éticos establecidos.
COACHING HOY 43

Nuestro comportamiento Nuestra actitud

1. Actuaciones frente a nosotros mismos Dignidad


2. Actuaciones frente a la sociedad Coherencia
3. Actuaciones con los demás Profesionalidad
4. Actuaciones en el entorno y circunstancias Responsabilidad
5. Actuaciones con el comportamiento ajeno Respeto
6. Actuaciones con las normas establecidas Consideración
7. Actuaciones con nuestra disposición de ayuda Generosidad
8. Actuaciones ponderadas con las presiones Equilibrio

lO QUE ES Y lO QUE NO ES COACHING


Fernando Bayón Mariné

Diferencia con otras figuras


Con frecuencia se puede confundir el coaching con otras actividades o
disciplinas y también con frecuencia el coach o el coachee puede malinter-
pretar su posición, asumiendo funciones que están claramente encuadradas
fuera del coaching. Por eso es conveniente precisar sus similitudes y dife-
rencias con otras figuras afines.
1. El mentoring es un proceso que tiene gran conexión con el coaching:
se unen, identifican o confunden en mucha ocasiones. A veces es difícil
separarlos, sobre todo cuando se refieren a procesos de coaching ejecutivo.
Mentoring procede de Mentor, quien fue amigo, maestro y consejero
fiel de Ulises. Cuando este partió por largo tiempo para participar en la
Guerra de Troya, encargó a Mentor la educación de su hijo Telémaco.
Mentoring es una relación flexible entre mentor y su pupilo para aseso-
rarle, formarle, transmitirle conocimientos y capacitarlo para y en su pues-
to de trabajo. A veces se considera una técnica de formación continuada,
a veces una ayuda profesional o una asesoría técnica. En realidad es una
técnica de transmisión de los conocimientos adquiridos a lo largo de una
vida o experiencia profesional.
El mentor debe ser una persona especializada, muy conocedora de la
teoría y práctica de aquello que transmite, pero no se identifica con su pu-
44 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

pilo. En realidad, no tienen ni que trabajar, ni tomar decisiones juntos, ni


repartir la responsabilidad.
La empresa es el mejor campo de cultivo del mentoring (de hecho el
mentor suele pertenecer a la organización) y el desarrollo de la carrera o
actividad profesional del pupilo, su contenido más común.
El coach no enseña, no pertenece a la organización, no es modelo de
comportamiento a seguir, no es consejero, ni apoya, ni dirige, ni recomien-
da, ni actúa junto al coachee.
2. La consultoría (y la asesoría) consiste en ayudar a una persona o a
una organización a dar soluciones a un problema, o a mejorar la situación
actual a través del diagnóstico de aquello que hay mejorar o solucionar,
implantando acciones resolutivas.
La consultoría se desarrolla a través de su propio proceso (diagnós-
ticar-determinar-implantar-documentar-cerrar) El consultor ha de ser una
persona experta en la cuestión, a él le corresponde detectar y determinar
fallos, indicar las soluciones, fijar las acciones a llevar a cabo y, en muchas
ocasiones, incluso implantarlas.
El consultor es un asesor que actúa en un campo determinado (jurídico,
económico, financiero, médico, social…) y no se extralimita a otras fun-
ciones. No asume obligaciones en la ejecución, pero sí tiene una respon-
sabilidad profesional sobre los criterios expuestos. Una vez concluido su
trabajo, concluye la relación con el cliente.
Si la consultoría destaca por alguna actitud, sería la naturaleza analítica,
ya que del análisis se obtiene la recomendación.
El Instituto of Management Consultants considera que la consultoría es
un servicio prestado por personas independientes y cualificadas en el diag-
nóstico, investigación y solución de problemas técnicos, que recomien-
dan las medidas apropiadas y prestan asistencia en la aplicación de dichas
recomendaciones.
El coach claramente no es un consultor que establezca las pautas de lo
que ha de hacerse en cada caso. Justo lo contrario. Sin embargo, a veces
se incurre en la tentación de pedir consejo al coach, de solicitarle asesoría
sobre temas puntuales. Es preciso separar ambas funciones y tener muy
claro que se es coach o se es consultor, pero no se puede ser las dos cosas
al mismo tiempo.
3. El concepto de tutoría está muy ligado a los procesos formativos
y académicos. El tutor es la persona que acompaña a un estudiante en su
COACHING HOY 45

proceso de aprendizaje orientándole sobre todos los aspectos educativos


que puede influir en la mejora de sus resultados. En la realización de la
tutoría se intercambia información, se analizan problemas, se recomiendan
soluciones y con frecuencia se evalúan actitudes y aptitudes. La tutoría es
siempre una actividad complementaria ligada a un proceso principal, con
frecuencia regulada y estructurada, centrada en la obtención de unos resul-
tados que el propio sistema ha definido previamente.
Transferidos estos conceptos al mundo de la empresa, el coaching eje-
cutivo parece más cercano al mentoring y a la formación que otras figuras
afines. Claramente, el coach no es un tutor. Ni sus objetivos coinciden, ni
tampoco su contenido, su técnica o su entorno. Algunos coaches caen en la
tentación de asumir también este rol, pero no es aceptable en ningún caso.
4. En el siglo xiii se crearon en Alemania los Centros para la Formación
de los Oficios y pronto se extendieron por Europa. Su cometido fue formar
a trabajadores para convertirlos en profesionales de tal o cual actividad.
La empresa no va a incorporar la formación de sus personas como una
estrategia de negocio hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Con
muchas críticas y una historia llena de éxitos y fracasos, Maastricht va a
proclamar que la formación es la mejor herramienta para asegurar el in-
cremento de la competitividad de las empresas y que no hay futuro si las
organizaciones no forman a sus personas.
Inmaculada Martín Rojo define la formación en las empresas como el
esfuerzo sistemático y planificado por desarrollar el conocimiento, la téc-
nica y las actitudes de una persona a través de la experiencia, con el fin de
capacitarlo para que pueda realizar correctamente su actividad.
Formación y coaching son conceptos muy distintos. El coach no es un
formador, ni el coaching un plan de formación. El único punto en que coin-
ciden ambos procesos es que los dos son medios de desarrollo de personas
y que los programas de desarrollo podrán combinar acciones de formación
con procesos de coaching.
5. Entre las políticas que las organizaciones aplican para gestionar las
relaciones internas y, concretamente las del jefe con sus colaboradores,
hay que encuadrar al feedback (o proceso de retroalimentación) en virtud
del cual el profesional se reúne con su superior para analizar su rendimien-
to, destacándose los logros y las áreas de mejora. A veces tiene un carácter
de evaluación, a veces se realiza como fase del proceso de desarrollo, o
simplemente para comentar las actitudes ante el trabajo y los resultados
obtenidos.
46 CAPÍTULO I: CONCEPTO DE COACHING

Los objetivos del feedback los concreta Manuel Girardier: alimenta la


comunicación con los colaboradores, reduce el tiempo de formación, fo-
menta la productividad, orienta a los miembros del equipo, potencia la
delegación de responsabilidades y aumenta la credibilidad ante los cola-
boradores. Como puede apreciarse, feedback y coaching son muy diferen-
tes en cuanto a concepto, misión, ejecución y contenido.
6. La evaluación de los colaboradores se lleva a cabo a través de la
entrevista de evaluación que es aquella que se mantiene con el superior,
jefe de departamento o jefe de personal y que tiene por objeto analizar
el trabajo y resultados obtenidos para establecer los ajustes retributivos
apropiados.
Con frecuencia, las sesiones de feedback derivan hacia entrevistas de
evaluación, pero nunca toma esta dirección el proceso de coaching.
La evaluación del desempeño es política muy concreta y tradicional de
la gestión de Recursos Humanos que precisa técnicas definidas y expertas.
Uno de los aspectos más destacados del coaching, hay que dejarlo muy
claro al comienzo, es que no es una táctica encubierta de evaluación. El
coach no deberá evaluar nunca. Si se produce una evaluación (sea cual
fuese) el coaching quedaría desnaturalizado, sin valor. Este principio debe
estar grabado en la mente de todos los coaches.
7. Sigmund Freud desarrolló a finales del siglo xix su teoría de la
“fuerza del subconsciente” en virtud de la cual todos los comportamientos
humanos están influidos por la proyección del subconsciente. Nace el psi-
coanálisis que se desarrolla científica y socialmente.
Desde la perspectiva científica Michael Sinason explora la teoría de
la “Cohabitación Interna” (los dos Yo). Los conductistas (especialmente
Dewey, Tolman y Skinner) analizan el psicoanálisis como un proceso de
aprendizaje en el que existen interacciones recíprocas influenciadas por las
energías y las emociones. Para la Psicología Humanista (Allport, Piaget o
Blansford) el psicoanálisis estudia, investiga y describe el alma humana.
Desde la perspectiva social, el psicoanálisis germinó en la sociedad
americana de los años 60 y en una sociedad ávida por la novedad que
representaba el poder de la mente. El diván del psicoanálisis fue todo un
símbolo de la época.
En su visión más común, el psicoanálisis es un método de investigación
que consiste en evidenciar el poder del subconsciente, se basa en asocia-
ciones libres de cada persona y en su interpretación técnica por parte del
psicoanalista.
COACHING HOY 47

Nada más lejos para un coach que sentirse y actuar como un psicoana-
lista. Sí es verdad que una parte del coaching tiene fundamentos psicoló-
gicos, pero no es cierto que psicoanálisis y coaching puedan confundirse
o relacionarse. El coaching no es un método de percepción del subcons-
ciente, ni un tratamiento para estados patológicos, tampoco es una técnica
psicológica para las relaciones interpersonales.
8. Finalmente el coaching no puede confundirse con una terapia psiquiá-
trica. La terapia tiene su origen en un trastorno y su finalidad es curar ese
trastorno. Bajo ningún concepto se desenvuelve en los entornos del desarrollo
personal o del autodesarrollo. Cada vez con más frecuencia surgen problemas
de personalidad que pueden representar una patología. El coach nunca debe
intentar abordarla, no es un psiquiatra experto autorizado para ello.
El comportamiento ético del coach obliga a detectar estos estados pa-
tológicos y a aconsejar una terapia adecuada. Dependiendo de la gravedad
de la situación planteada se puede incluso prever la posibilidad de dar
prioridad a la solución del trastorno y suspender el proceso de coaching. El
coach terapeuta (tanto desde la psicología como de la psiquiatría) es abso-
lutamente desaconsejable. Existen claras incompatibilidades para ejercer
ambas funciones.

lAS DOS GRANDES TIPOlOGÍAS


Fernando Bayón Mariné

Del life coaching y del coaching ejecutivo


El devenir que en las últimas décadas ha tenido el coaching permite
plantear criterios imposibles sin las experiencias y cambios que su propia
evolución determina:
• El coaching es aplicable a campos muy variados de los comporta-
mientos humanos.
• El coaching es útil para el desarrollo de la persona aplicado a sus
cuatro áreas de actividad: personal, humana, social y laboral.
• En la práctica es casi imposible que estos aspectos aparezcan inde-
pendientemente, en estado puro. La realidad muestra sus constantes
relaciones, dependencias y presiones. Sin embargo, siempre habrá
48 FERNANDO BAYÓN MARINÉ

un elemento con mayor peso que defina el modelo o tipo de coaching


que debe aplicarse.
• Aceptando que hay que adaptar el modelo de coaching a las nece-
sidades del cliente, más que a sus deseos, hay que admitir que ante
la variedad de actividades, circunstancias y personalidades, deberán
desarrollarse variedad de modelos, estilos o tipologías de coaching.
Ante este “mapa” se puede diferenciar dos grandes tipologías de
coaching:
1. De un lado, el coaching que se refiere al desarrollo del hombre
como ser vital y, por lo tanto, afecta a sus esferas personal, huma-
na y social. Es el life coaching o coaching personal.
2. De otro lado, el coaching que tiene por finalidad el desarrollo
profesional del cliente y que se incluye a su esfera laboral. Es el
professional coaching o coaching profesional, –o ejecutivo–.
Son dos tipologías claramente diferenciadas en la teoría y con frecuen-
cia de dificilísima separación en la práctica. Tan fácil como comprender en
qué medida las cuestiones profesionales condicionan o están condiciona-
das por la vida personal o viceversa.

life coaching coaching profesional

Si el life coaching tiene mayor carga psicológica, el coaching profesio-


nal contiene más de estrategia, management o relaciones profesionales.
De igual manera, el life coaching parece tener un círculo más cerrado en
torno a la persona, mientras que el coaching profesional tiene una esfera
profesional relacional más abierta y compleja.
Ahora bien, el coaching profesional es susceptible de algunas
clasificaciones:
• El coaching referido a los profesionales que no pertenecen a una or-
ganización (profesionales liberales, por ejemplo abogados, artistas,
etc.) pero que deciden un desarrollo respecto a su carrera profesio-
nal, recibe el nombre común de coaching profesional.
• El coaching referido a ejecutivos y directivos que trabajan en em-
presas es un coaching ejecutivo (en la práctica la terminología de
coaching profesional o ejecutivo tienden a unirse identificándose en
esta última categoría).
COACHING HOY 49

• El coaching que se realiza a los primeros niveles de las organiza-


ciones, es decir, a la alta dirección, puede denominarse coaching
estratégico.
• Aquel otro que se realiza en aplicación de una política de empresa y
que afecta a todos los ejecutivos y directivos de ciertos niveles y de
forma transversal, se denomina coaching organizacional.
El life coaching es siempre un proceso individualizado, sin embargo,
el coaching profesional puede representar la modalidad individual o de
equipo (o grupo). En este último supuesto, se aplica el proceso a todos los
miembros del equipo conjunta y simultáneamente (véase capítulo 7).

lIFE COACHING Coaching Individual

COACHING PROFESIONAl
Coaching de Equipo

Coaching Profesional Coaching Ejecutivo Coaching Estratégico Coaching Organizacional

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