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El Paralenguaje

Este documento define el paralenguaje y describe sus elementos constitutivos. Resume que el paralenguaje incluye las cualidades no verbales de la voz como el tono, timbre e intensidad, así como sonidos fisiológicos, elementos cuasi-léxicos y silencios. Explica que estos elementos apoyan o matizan la comunicación verbal y son importantes para expresar sentimientos y dar énfasis al significado.

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El Paralenguaje

Este documento define el paralenguaje y describe sus elementos constitutivos. Resume que el paralenguaje incluye las cualidades no verbales de la voz como el tono, timbre e intensidad, así como sonidos fisiológicos, elementos cuasi-léxicos y silencios. Explica que estos elementos apoyan o matizan la comunicación verbal y son importantes para expresar sentimientos y dar énfasis al significado.

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El paralenguaje podría definirse, siguiendo a Poyatos

(1994:28, vol. II) como:


Las cualidades no verbales de la voz y sus modificadores y las
emisiones independientes cuasiléxicas, producidas o condicionadas
en las zonas comprendidas en las cavidades supragló ticas (desde los
labios y nares hasta la faringe), la cavidad laríngea y las cavidades
infragló ticas (pulmones y esó fago) hasta las mú sculos abdominales,
así como los silencios momentá neos, que utilizamos consciente o
inconscientemente para apoyar o contradecir los signos verbales,
kinésicos, proxémicos, químicos, dérmicos y térmicos,
simultá neamente o alternando con ellos, tanto en la interacció n como
en la no-interacció n […]
Se ha creído poder analizar su realidad [el lenguaje verbal]
en un encuentro interactivo vivo incurriendo todavía en lo que ha
sido el mayor fallo en el aná lisis del discurso y de la comunicació n
interpersonal en general: no ver esa triple e inseparable realidad del
lenguaje vivo, hablado, que existe só lo como un continuo verbalparalingü ístico-
kinésico formado por sonidos y silencios y por
movimientos y posiciones está ticas, es decir, lo que desde entonces
empecé a estudiar como ‘la triple estructura de la comunicació n.’8
También otros investigadores españ oles, como Antú nez
(2005: 1-2) ha definido el paralenguaje como uno de los tres
cosistemas que conforman la COMUNICACIÓ N. El componente
no verbal, lo que constituye la COMUNICACIÓ N, la cual tiene
una estructura tripartita, que Poyatos (2002 a) denomina
“estructura triple bá sica”.
Segú n Knapp (1986:24) los componentes del paralenguaje
serían los siguientes:
A. Cualidades de la voz. Se incluyen aquí elementos
tales como el registro de la voz, el control de la
altura, el control del ritmo, el tempo, el control de
actos lingü ísticos’. Este término, procedente del griego, solamente figura con
esta grafía en dicho diccionario.
8 Esta nota figura en el cita textual y me ha parecido interesante
transcribir parte de ella, a fin de dejar constancia de los muchos añ os que el
profesor Poyatos ha dedicado a este tema: “Después de presentar este tema en
el congreso de la Northeast Modern Language Association de 1970 en Filadelfia
[…] Desde entonces lo he tratado como tema obligado en cualquier discusió n
de la comunicació n interpersonal, bien como parte de otros trabajos o como
tema ú nico”.
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la articulació n, la resonancia, el control de la glotis
y el control labial de la voz.
B. Vocalizaciones. 1) Caracterizadores vocales. Aquí se
incluyen por ejemplo la risa, el llanto, el suspiro, el
bostezo, el estornudo, el ronquido, etc. 2)
Cualificadores vocales. Aquí se incluyen la intensidad
de voz muy fuerte a muy suave, la altura (de
excesivamente aguda a excesivamente grave), y la
extensió n (desde el arrastrar las palabras hasta el
hablar extremadamente cortado). 3) Segregaciones
vocales. Son, por ejemplo, los “hum”, “m-hmm”,
“uh”.
Probablemente haya que incluir en este apartado el trabajo
relacionado con elementos tales como las pausas (fuera de las
articulaciones), sonidos intrusos, errores al hablar y estados de
latencia9.
Los humanos no hablamos como los robots o los
ordenadores. A las palabras, frases y oraciones se agregan
elementos prosó dicos o suprasegmentales tales como: acento,
tono, ritmo y entonació n. Los lingü istas incluyen los elementos
prosó dicos como parte del aná lisis de la lengua, comprobá ndose
que está n sistemá ticamente estructurados.
Los elementos paralingü ísticos son factores importantes de
comunicació n, pues expresan sentimientos, actitudes y dan énfasis
y significado al habla. Una de sus utilidades es el poder intuir el
estado anímico del hablante.
El sistema paralingü ístico contempla las cualidades fó nicas,
signos sonoros fisioló gicos o emocionales, elementos cuasi-léxicos,
pausas, silencios, que dentro de la comunicació n aportan o matizan
la informació n. Con el paralenguaje apoyamos o contradecimos las
estructuras verbales y cinésicas, y los sonidos que abarcan una
amplia gama de fenó menos acú sticos determinados por diferentes
factores: anatomía, fisiología o uso idiosincrá sico.
9 Knapp en esta clasificació n cita y sigue la ya hecha por a G.LTrager,
“Paralenguage: A First Approximation”, Studies in Linguistics, 1958, 13, pá gs. 1-12,
quien fue uno de los primeros en emplear el término paralenguaje; divide sus
elementos en dos tipos principalmente: La vocalizaciones (caracterizantes
vocales como la risa, llanto, bostezo…; los segregados vocales; los cualificadotes
vocales) y las cualidades vocales (altura de la voz, el ritmo, el tempo…).
APROXIMACIÓ N AL PARALENGUAJE
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2.2 Elementos del paralenguaje
El paralenguaje está formado por los siguientes elementos:
· Las cualidades y modificadores fó nicos.
· Sonidos fisioló gicos y emocionales.
· Elementos cuasi-léxicos.
· El silencio.
Para conseguir una comunicació n paralingü ística adecuada
es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos: El tono, el
timbre, la intensidad y la duració n, son cualidades físicas del
sonido que pueden determinar o precisar informació n. Suele
denominá rseles como ‘componentes acú sticos del sonido’10;
aunque también analizaremos otras como el tempo o la entonació n:
· El tono, también llamado primer armónico, armónico
fundamental o tono fundamental, es el resultado del
nú mero de vibraciones completas de las cuerdas
vocales por unidad de tiempo ( o lo que es lo mismo,
de la frecuencia). Los cambios de frecuencia o de
tono son los que reflejan en españ ol las variaciones
meló dicas de la voz, la entonació n. Es el rasgo má s
versá til de la voz, el que acompañ a a todos nuestros
sonidos comunicativos con las má s sutiles variaciones
simbó licas. Así pues, el tono influiría en la inflexió n
de la voz y en la forma de decir algo, segú n la
intenció n, la actitud o el estado de á nimo de quién lo
dice. Puede dar significados diferentes de la misma
palabra, así como influir en las impresiones que se
forman del interlocutor; dependiendo de su modo de
uso puede negar el contenido de las palabras que se
dicen, por ejemplo cuando usamos el sarcasmo; y es,
también, muy importante para generar interés en los
oyentes emplear tonos adecuados.
Existen una serie de perturbaciones que se deben evitar,
tales como muchos periodos de silencio, empleo excesivo de
10 Véase Antonio Quilis y Joseph A. Ferná ndez, Curso de Fonética y
Fonología Españolas, Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
1992, décimo cuarta edició n, p.43.
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muletillas o palabras de relleno (“bueno”, “no sé”, “y tal”…),
repeticiones, tartamudeos, vacilaciones…
· El timbre es el resultado de la conformació n de los
armó nicos en un sonido, conformació n que depende
del volumen y abertura de las cavidades de resonancia
donde se produce. Segú n Poyatos (1994:30, II vol.), el
timbre es el registro o altura musical de la voz que
nos permite diferenciar a alguien en seguida (‘Ahí está
Antonio’) y que depende de la longitud y grosor de las
bandas vocales, es decir, cuanto má s largas y gruesas,
má s despacio vibran y má s bajo es el timbre (en
general, en mujeres y niñ os), y viceversa; pero
también hay diferencias geográ ficas.
Pueden diferenciarse normalmente cuatro grados de
timbre: muy bajo, bajo-medio, alto y muy alto.
· La intensidad depende de la amplitud de la
vibració n total, es decir, de la suma de amplitudes de
todos los armó nicos. Cuanto mayor es la energía
articulatoria que empleamos en la emisió n de un
sonido, mayor será la amplitud (separació n má xima
de las cuerdas vocales de su posició n de reposo), y
por lo tanto, la intensidad. Suele tener un efecto
comunicativo y persuasivo. Segú n la intensidad o
volumen del sonido, se puede mostrar tanto
confianza, entusiasmo, como agresividad, malos
modales. Se debe tener en cuenta las características
del oyente y la proximidad; por lo general, lo correcto
es el uso de un volumen medio, ni muy alto ni muy
bajo. Las variaciones de intensidad atraen al oyente;
pero cada uno tenemos, ademá s de un nivel de
volumen determinado biofisioló gicamente, un nivel
conversacional habitual, relacionado con nuestra
personalidad
· La duració n es el tiempo que empleamos en la
emisió n de un sonido. Se le llama también cantidad. La
cantidad absoluta suele expresarse en centésimas de
segundo.
APROXIMACIÓ N AL PARALENGUAJE
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· La velocidad o tempo del enunciado incluye
también la duració n silá bica, pero se entiende, aquí,
como la velocidad relativa en la emisió n sucesiva de
las palabras, frases, etc., incluyendo las pausas, lo que
se reconoce en seguida como parte del estilo personal
bá sico. Existen diferentes funciones actitudinales; así
el tempo lento puede significar: el énfasis con que
hacemos resaltar ciertas palabras o frases; titubeo;
incertidumbre; dominació n; superioridad…. Por el
contrario, el tempo rá pido se emplea para expresar
animació n; control de la situació n; enojo; fastidio,
impaciencia; prisa…
Debe evitarse hablar demasiado rá pido ya que provoca
dificultad de comprensió n, o demasiado lento porque aburre; la
velocidad de la elocució n transmite sentimientos personales: una
persona alegre suele hablar rá pido; por el contrario, una triste o
deprimida lo hace de forma lenta.
· El campo entonativo se identifica como una cualidad
personal, o al menos habitual, de cada hablante entre
melodioso y monó tono, segú n la impresió n que nos
dé esa combinació n de tonos, acentos y pausas. Para
la sensació n de monotonía empleamos palabras como
‘apagado’, ‘soniquete’, ‘monó tono’… El estilo
entonativo de una persona no siempre corresponde al
cinésico, uno puede ser muy variado y el otro no. Los
cinco grados de una escala para la entonació n serían:
hipermeló dico, melodioso, medio, monó tono,
hipermonó tono.
La entonació n es la principal característica de la frase:
depende de las variaciones de la frecuencia de vibració n de las
cuerdas vocales. La entonació n abarca la totalidad de la frase y
puede contribuir tanto en el cambio de su significado, como en la
expresió n de determinados estados psíquicos o de determinados
sentimientos (satisfacció n, desprecio, ira, etc.). Quilis (1992:164).
· La duració n silá bica, mediante el alargamiento o
acortamiento, es una cualidad paralingü ística del
discurso, superpuesta a las palabras o a ciertas
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construcciones paralingü ísticas (un siseo o un
gruñ ido), que puede ser permanente en la persona
que habla alargando las palabras, o que usa solamente
en ciertas situaciones con funciones actitudinales y
semá nticas a veces muy sutiles. Empleamos el
alargamiento cuando titubeamos, consolamos a otros,
aprobamos enfá ticamente…por el contrario, usamos
el acortamiento cuando indicamos impaciencia,
recordamos algo de pronto, negamos con
irritació n…Ortográ ficamente, podemos prolongar
vocales y consonantes (¡Da unas ganas de comerrrr!)
o suprimirlas por apó cope (Toy contenta).
2.3 Sonidos fisiológicos y emocionales
Entre los fenó menos paralingü ísticos que ocurren
solamente como modificadores de la palabra y los que funcionan
como ‘cuasipalabras’ en cada comunidad lingü ística y cultural,
existen otros, los diferenciadores, que comparten ambas
características y caracterizan reacciones fisioló gicas, muchas como
reflejos, y estados fisioló gicos y reacciones emocionales. Aunque
pueden calificar las palabras, por ejemplo: bostezando al hablar,
suceden también por sí solos como la risa, el llanto, el sollozo, la
risa, el grito, la tos, el carraspeo y el bostezo son sonidos que
manifiestan reacciones fisioló gicas y emocionales que podemos
combinar con otros elementos paralingü ísticos, cinésicos o
verbales. También forman parte de este grupo el jadeo, escupir, el
eructo, el estornudo, el hipo, las flatulencias y el chirriar de dientes.
Muchos de estos sonidos tienen diferente significado segú n los
países y las culturas. Por ejemplo, para los indios americanos el
eructo era una expresió n de elogio hacia la comida o en Ghana si
alguien estornuda mirando hacia el de la derecha le está deseando
suerte, mientras que si lo hace al de su izquierda le estará dando
mala suerte.
2.4. Elementos cuasi-léxicos
Con este término nos referimos a las vocalizaciones y las
consonantizaciones convencionales con escaso contenido léxico
pero con un gran valor funcional (expresivo, referencial o
regulador interactivo). Dentro de estos elementos está n las
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interjecciones, las onomatopeyas, emisiones sonoras que tienen
nombre propio como roncar, y otros muchos sonidos (Uf, Ps…)
que, sin tener nombre propio o grafía, son usadas con un valor
comunicativo idéntico al de algunos signos lingü ísticos o cinésicos.
A estos elementos también se les conoce por alternantes
lingü ísticos.
Existen otras clasificaciones de estos elementos cuasi
verbales como las siguientes que resumirían lo anteriormente
expuesto:
· Calificativos vocales: volumen, tono, velocidad,
pausas, silencios…
· Caracterizadores vocales: reír, llorar, bostezar,
gemir…
· Segregados vocales: vocalizaciones como “hum”,
“mm” “oh”, “ps”…
2.5 Ademá s hay que tener en cuenta que la ausencia de
sonido también comunica, porque algunas pausas, y no me refiero
a las meramente fisioló gicas y a las semá ntico-lingü ísticas, en el
discurso tienen cierto valor comunicativo ya que pueden dar
énfasis al mismo o regular una conversació n. Con el silencio se
acentú an ciertas palabras o ideas, se expresan emociones, se evalú a
o juzga el comportamiento ajeno, etc. Pero al igual que muchos
elementos del paralenguaje el silencio tiene diferente significado
dentro de cada cultura. Mientras que en occidente el silencio es
algo temido, en culturas como la japonesa dan mucha importancia
al silencio. No es frecuente encontrar libros en los que se trate el
silencio; por eso es significativo que Merayo (2001:253-258) le
dedique un subcapítulo “Miedo al silencio” en el que se pueden
leer reflexiones interesantes como las siguientes:
Los jó venes de hoy –le comenta una profesora de psicología- tienen
miedo al silencio, porque el silencio les obliga a pensar y a
comunicarse y, desgraciadamente, tienen muy poco interesante que
decirse y ninguna gana de escuchar a sus semejantes.
El empleo adecuado del silencio no consiste en no hablar, sino en
decir las cosas a su tiempo y en callar cuando sea necesario. Por eso,
los instantes en los que deben hacerse pausas no está n determinados
por reglas fijas e inmutables, sino que dependen del temperamento,
del cará cter, del sentimiento, del contexto, del pú blico y del sentido
con que se quiera dotar la frase.
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3. CONCLUSIONES
3.1 En primer lugar, puede deducirse la gran importancia
que adquiere la comunicació n no verbal dentro de la comunicació n
en general. George du Maurier escribió : “El lenguaje es una cosa
muy pobre. Se llenan los pulmones de aire, vibra una pequeñ a
hendidura en la garganta, se hacen gestos con la boca, y eso
estremece el aire; y el aire hace vibrar, a su vez, un par de
membranitas en la otra cabeza… y el cerebro capta toscamente el
mensaje. ¡Cuá ntos circunloquios y qué pérdida de tiempo…!”
Flora Davis (2002:21).
3.2 Los hablantes prestamos mucha atenció n a los gestos,
miradas, vestimenta… todos ellos pertenecientes al lenguaje no
verbal; sin embargo no nos detenemos, generalmente, en
reflexionar que se pretende comunicar con ellos.
3.3 Finalmente podemos concluir diciendo que la
paralingü ística es un aspecto determinante dentro de la
comunicació n, aunque sea difícil marcar los límites del lenguaje y
del paralenguaje, pero la comunicació n necesita a ambos, ya que
ambos se complementan y son necesarios para la correcta
comprensió n del mensaje.

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