Proyecto de Ley Prohibición Del Lenguaje Inclusivo.
Proyecto de Ley Prohibición Del Lenguaje Inclusivo.
Proyecto de Ley Prohibición Del Lenguaje Inclusivo.
0067-P-2021
Fundamentos
Sr. Presidente:
La iniciativa de la presentación del Proyecto de Ley que prohíbe el uso del “lenguaje
inclusivo” en cualquiera de sus formas, así como alteraciones gramaticales y fonéticas
que desnaturalicen el lenguaje, obedece a la necesidad de eliminar los obstáculos que en
materia de lectoescritura se manifiestan por el uso del mismo.
En el plano internacional, como es de público conocimiento, Francia ha prohibido
oficialmente la utilización del denominado “lenguaje inclusivo” en sus establecimientos
educacionales. El Ministro de Educación Nacional, Juventud y Deporte del país galo,
Jean-Michel Blanquer, comentó que dicho lenguaje constituye un obstáculo para la
lectura y la comprensión de la escritura, y que incluso puede impedir que aprendan
francés aquellos niños que tienen ciertas discapacidades o problemas de aprendizaje.1
Entendemos que lo mismo ocurre en nuestro país, además de considerar que los niños
van formando su lenguaje los primeros años de su vida y que su mala utilización podría
no sólo obstaculizar la lectoescritura y su comprensión, sino también significar una
barrera para aquéllos que tienen más dificultades.
Esta medida busca ser replicada en Chile y en Perú, donde ya existen proyectos de ley
que intentan prohibir la alteración de la gramática, la lingüística, y el enfoque de género
en el sistema educativo nacional, en aras de garantizar el correcto uso del lenguaje, y en
salvaguarda de la integridad psicológica de la niñez. En Perú bajo la iniciativa legislativa
N° 7651, presentada por el congresista César Gonzalez Tuanama, se encuentra
actualmente en la Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Congreso de ese país.
En Chile bajo el Proyecto de Reforma Constitucional presentado por Cristóbal
Urruticoechea y Harry Jürgensen. Ambos proyectos fueron ingresados en el mes de
mayo del presente año.
Un hecho significativo ha acontecido en la propia España, cuando la Real Academia
Española elaboró un Informe sobre el “lenguaje inclusivo”, a principios del año 2020, a
raíz de una petición de la vicepresidente del gobierno español, que pretendía modificar el
texto de la vieja Constitución de 1978 por considerarla “machista”. Dicho informe, al
decir de Carlos Herman Güttner, “ha zanjado toda controversia en torno a la cuestión del lenguaje
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inclusivo en la redacción de las leyes”. Los argumentos brindados por la RAE en dicho
informe sirven para todos los pueblos hispanohablantes y son útiles a la hora de prevenir
el riesgo de objeciones y modificaciones que también corren los textos jurídicos y
normativos por no contener lo que erróneamente se da en llamar “lenguaje inclusivo”.
En el artículo titulado “Constitución, idioma nacional y lenguaje inclusivo según criterior
de la Real Academia Española”, que Güttner publica el 8 de septiembre de 2020 en SAIJ
-Sistema Argentino de Información Judicial-2, refiere que “el documento de la
institución hispana explicita que los grupos nominales en género masculino son de
exégesis inclusiva, resultando en textos claros e inteligibles que en modo alguno plantean
problemas serios de interpretación literal, no existiendo razones gramaticales ni de
inteligibilidad semántica que obliguen a introducir modificaciones”.
El masculino genérico tiene un valor lingüístico por su carácter inclusivo desde los
albores de la historia, con reglas de corrección gramatical y excelencia semántica que
determinan limitaciones a la utilización de los desdoblamientos y duplicidades de
género(i).
El divulgado uso de términos masculinos no denota un predominio con intención
excluyente de lo femenino, por el contrario, es incluyente toda vez que así surge del
contexto literal, de acuerdo con la conciencia lingüística de los hispanohablantes y con la
estructura gramatical y léxica de las lenguas románicas(ii).
Desde hace siglos, se utiliza un castellano correcto en términos normativos, siendo sus
principios y disposiciones muy claros y fácilmente inteligibles por todos los ciudadanos.
La redacción empleada en cada uno de nuestros textos legales y literarios es compatible
con los usos lingüísticos generales del idioma castellano, que no han sido desplazados
por otros nuevos.
El Informe pone énfasis en que es el empleo del conjunto de los hispanohablantes el que
proporciona el fundamento sobre el que se erigen las obras y recomendaciones que
elabora la Real Academia Española, tal como se puede comprobar en el Corpus del
Español del Siglo XXI (CORPES), el cual recoge actualmente trescientas millones de
formas que reflejan el uso del español de los últimos diecinueve años a ambos lados del
Atlántico.
sino que las abarca y las incluye, de acuerdo con el sentimiento lingüístico de los
hispanohablantes de todo el mundo en los últimos siglos.
Para dar ejemplos, se colige que la inclusión no siempre es favorable para los individuos
abarcados: cuando se habla de "descubrir a los culpables" o de "los responsables de un
delito", también se entiende que pueden serlo por igual mujeres u hombres.
Para la Real Academia Española está claro que la elección del masculino como "género
por defecto" o "género no marcado" puede ser completamente independiente de la
oposición entre género y sexo. Los contextos de concordancia ponen de manifiesto que
dicha elección constituye una propiedad gramatical básica de la lengua española
compartida por cuantos la hablan.
Como es lógico, si se desea hacer referencia a las mujeres en todos esos casos, será
necesario usar fórmulas que las abarquen explícitamente(iii).
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Del mismo modo, las formas desdobladas (que contienen la mención expresa de lo
masculino y femenino) se usan para despejar imprecisiones en un contexto determinado,
verbigracia indagar cuántos hermanos tiene una persona. En este caso debe tenerse
presente el diálogo previo a fin de constatar si refiere únicamente a los varones o
también a las mujeres. Hay situaciones de ambigüedad, poco comunes, en las que el
desdoblamiento puede estar justificado por simple énfasis, como sucede en los vocativos
empleados en las expresiones formales de saludo (Señoras y señores; Amigas y amigos,
etc.), en las que es habitual recalcar la presencia de ambos sexos por razones de
cortesía(iv).
* El uso del masculino con sentido inclusivo en la Constitución Nacional: una de las
principales recomendaciones de la RAE es evitar el abordaje ideológico o político de
cuestiones estrictamente lingüísticas, cuya opción excede a las instituciones y academias.
Debe tenerse presente, asimismo, que la utilización de términos masculinos con carácter
inclusivo de lo femenino no afecta en absoluto la igualdad entre hombres y mujeres.
Como bien se señala, es un hecho estrictamente lingüístico que carece de consecuencias
políticas para la visibilidad de las mujeres, el respeto con que son tratadas, o su acceso a
los puestos de mayor responsabilidad en todos los ámbitos de la sociedad(v).
Durante dos siglos, nuestro sistema jurídico ha redactado sus normas -desde la
Constitución Nacional hasta leyes, decretos, reglamentos, ordenanzas, etc.- con los
términos lingüísticos correctos, ajustados a la gramática castellana y a su léxico. Ninguna
cuestión de género ha motivado dudas en torno a su interpretación, mucho menos en
cuanto al significado y alcance de sus disposiciones. Tampoco es cierto que aquello que
no se nombra no existe, aplicable a las mujeres según el criterio de los promotores de la
inclusividad. La mujer sí está nombrada y contenida en las formas determinadas por las
convenciones de la lengua.
Nadie en su sano juicio puede argüir que los constituyentes y reformadores que actuaron
entre 1853 y 1994 redactaron una Constitución únicamente para varones que excluyera a
las mujeres. En todas las disposiciones están incluidos varones y mujeres por igual, de tal
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* El uso de los sustantivos de persona en singular: una regla de nuestro idioma es que el
género de los sustantivos que aluden a las personas no siempre se corresponde
efectivamente con el sexo de la persona designada. Son muchos los sustantivos que se
aplican por igual a varones y mujeres dentro de un contexto adecuado de la oración y sin
modificar por ello su género gramatical. Como ejemplo de estos sustantivos en el texto
constitucional podemos mencionar a: -persona (artículos 18, 29, 43); -autoridad
(artículos 18, 19, 86); -ciudadano (artículos 8, 20, 21); -presidente y vicepresidente
(artículos 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99, 109, 112); -juez (artículo 18);
-jefe (artículos 99 inc. 1, 100, 101, 129); -ministro (artículo 101); -abogado (artículo 111);
-delincuente (artículo 119); -hijo (artículo 89); -habitante (artículos 17, 18, 19); -escribano
(artículo 15); -funcionario (artículo 15, 88); -autor, inventor, propietario (artículos 17, 75
inc. 19).
Las diversas nomenclaturas de las ocupaciones atribuidas a las personas dentro del
idioma español no suponen contradicciones en términos lingüísticos, ya que
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Las reglas enunciadas forman parte de una añeja conciencia lingüística de los
hispanohablantes, para quienes el género masculino ha sido desde siempre inclusivo,
contrariamente a los reproches de la ideología de género que busca excluir a la mujer y al
varón, separándolos y acentuando las diferencias en desmedro de la igualdad que
supuestamente preconizan.
Como bien dice Güttner: “Resulta saludable, entonces, conservar las reglas gramaticales y léxicas
del idioma nacional, como lo sugiere la Real Academia Española, evitando los desdoblamientos basados
en el sexo de las personas ("los diputados y las diputadas", "los jueces y las juezas", "los argentinos y
las argentinas", etc.) o empleando fórmulas neutras como el uso de la letra "e" ("ciudadanes", "vecines",
etc.) que acarrea la deformación de los vocablos”. La problemática del lenguaje inclusivo no es
de naturaleza lingüística sino ideológica.
No es cierto que el uso del masculino en el idioma español excluya a lo femenino, todo
lo contrario, siempre ha tenido carácter inclusivo. La torpeza del desdoblamiento por
sexos, tal como reclaman los transgresores, no implica visibilizar sino romper con la
igualdad y la inclusión, acentuando la diferencia a través de la separación y quebrantando
el sentido de equidad de las expresiones definidas de persona, construidas en masculino
singular.
Los desdoblamientos tienen, además, una desventaja: saturan la estética del discurso con
paráfrasis y repeticiones innecesarias a cada momento ("los diputados y las diputadas",
"los ciudadanos y las ciudadanas", "los trabajadores y las trabajadoras", "los médicos y
las médicas", "los científicos y las científicas", etc.), y van en desmedro de una
comunicación inteligible. Por lo tanto, en la redacción de las normas no son aconsejables
los desdoblamientos ni las fórmulas neutras, toda vez que implican redundancias o
deforman los vocablos de tal manera que pueden alterar y debilitar su valor jurídico y
social.
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La Real Academia Española expresó, con buen tino, que no sería apropiado ni razonable
desestimar los usos lingüísticos tradicionales y mayoritarios del mundo hispánico en
todos los registros orales y escritos para imponer opciones minoritarias que no
contradicen la interpretación generalizadora e inclusiva de las convenciones a las que
pretenden reemplazar. Y dice muy acertadamente: "Sería absurdo concluir que el grupo
mayoritario de los hispanohablantes que emplean el masculino plural en su interpretación inclusiva, de
acuerdo con los usos generales de la lengua española en todo el mundo, no comparte tales objetivos de
igualdad, no sostiene esos mismos valores o no aspira a los mismos ideales (...). Las situaciones de
igualdad o desigualdad entre hombres y mujeres en determinados países (...) son enteramente
independientes de las opciones gramaticales que cada idioma elige en dichos territorios para codificar la
interpretación inclusiva del género masculino (...). Resultaría escasamente democrático sostener que los
hablantes nativos desconocen si esos sustantivos son o no inclusivos -o, lo que sería aún peor, negarles la
capacidad de determinarlo-, y entender que han de ser los poderes públicos quienes lo decidan, en virtud
de su compromiso con la igualdad de hombres y mujeres en todos los ámbitos de la sociedad"(vii).
La ideología no iguala, divide y disgrega, pero el idioma nos une porque nos
incluye y confiere identidad común.
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Referencias.
1 https://www.diarioconstitucional.cl/2021/05/09/francia-prohibe-oficialmente-el- lenguaje-inclusivo-en-la-educacion-nacional/
2 CARLOS HERMANN GÜTTNER, 8 de Septiembre de 2020, www.saij.gob.ar, Id SAIJ: DACF200186
2 (i, ii, iii, iv, v, vi, vii) Informe de la Real Academia Española (RAE) sobre el lenguaje inclusivo y cuestiones conexas, pág. 4. Disponible
en: https://www.rae.es
3 https://elpais.com/elpais/2020/07/17/eps/1594981722_985896.html
4 https://www.infobae.com/sociedad/2020/07/18/el-director-de-la-rae-sobre-
el-lenguaje-inclusivo-el-desdoblamiento-altera-la-economia-del-idioma-y- estropea-una-lengua-hermosa/
5
https://www.infobae.com/sociedad/2021/06/13/sergio-sinay-sobre-la-equipa-el-lenguaje-inclusivo-es-una-jerga-que-deja-afuera-a-todo-e
l-que-no-pertenece-a-la-secta/
6 https://www.aal.edu.ar/BID/bid118_AliciaMariaZorrilla_El-lenguaje-inclusivo_Fundamentos-posicion-academica.pdf
7 BOLÍVAR, Adriana (2019): “Una introducción al análisis crítico del 'lenguaje inclusivo”, en Literatura y Lingüística, N°40, pp. 355-375,
pág. 368.
8 https://culturafilosofica.com/vargas-llosa-lenguaje-inclusivo/