Técnica Intraligamentosa
Técnica Intraligamentosa
Técnica Intraligamentosa
Indicaciones:
Se utiliza como recurso cuando falla la anestesia infiltrativa supraperióstica, es decir como
reanestesia provocando la insensibilización inmediata de los nervios palpares y de las
terminaciones nerviosas que rodean al diente.
Fundamentos anatómicos:
Desarrollo de la técnica:
Generalmente se penetra desde distal, siendo suficiente en los dientes uniradiculares una
sola inyección por vestibular. Se hacen tantas inyecciones intraligamentosas como raíces
tenga el diente en cuestión.
La aguja se coloca en el surco gingival, lo más profundamente posible, algunos prefieren que el
bisel esté de cara a la raíz dental para facilitar el avance hacia la región apical.
La posición de la jeringa varía según la ubicación del diente a anestesiar, la penetración ideal
sería lo más axial posible, o sea casi paralela al eje mayor del diente.
Se necesita muy poca cantidad de solución anestésica siendo el volumen máximo de 0.2 cc, la
inyección debe ser lo más lentamente posible ya que se trata de un acto sumamente doloroso.
No debe usarse cuando hay inflamación en el sitio de inyección. En el caso de una periodontitis
aguda puede favorecer la difusión de la infección, especialmente hacia el hueso medular
facilitándose así la generación de una osteomielitis.
La AIL es una técnica de anestesia local que ofrece ventajas tanto para el odontólogo como
para el paciente en todo tipo de intervenciones menores sobre dientes unitarios:
La AIL tiene numerosas ventajas sobre todo en pacientes pediátricos y discapacitados, dado
que las punciones con agujas finas rara vez provocan un dolor intenso. Además, este tipo de
anestesia no da lugar a sensación de adormecimiento en las mejillas, la lengua y los labios, lo
que disminuye considerablemente el riesgo de lesiones por mordedura postoperatorias