Lenguaje Literario y Su Relación Con: El Humor, La Parodia, La Sátira, La Ironía y Lo Grotesco.

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LENGUAJE LITERARIO Y SU RELACIÓN CON: EL HUMOR, LA PARODIA, LA SÁTIRA, LA

IRONÍA Y LO GROTESCO.
HUMOR:
En la Literatura muchas veces se persigue la ridiculización de un grupo o de una
tendencia con ánimo de mover a la risa, aunque sea cruel. Muchas veces el autor literario intenta
crear en el lector un efecto humorístico con el fin de concienciarlo de un problema o hacerlo
consciente de una realidad a través del humor y la ironía. Igual que hace el oyente o el
lector cuando identifica o interpreta una metáfora (recordemos “las perlas de tu boca”) con
los rasgos positivos –en otros casos negativos– del objeto real, en este caso “las perlas” y con
los dientes de una persona; el lector u oyente debe interpretar la ironía.
PARODIA:
La literatura suelen realizar parodias de hechos políticos o de otras obras. Por lo general se apela a
la ironía y a la exageración para transmitir un mensaje burlesco y para divertir a los espectadores,
lectores u oyentes.
SATIRA:
Es un género literario que expresa indignación hacia alguien o algo, con propósito moralizador,
lúdico o meramente burlesco. Se puede escribir en prosa, verso o alternando ambas formas (sátira
menipea). Se inspira en la poesía yámbica griega y se desarrolló sobre todo en la literatura latina.
IRONIA:
La ironía afianza las relaciones entre hablante y oyente, asegurando sus afinidades y el
conocimiento común del mundo. En los enunciados irónicos presuponemos una serie de
opiniones, gustos, estilo de vida, opiniones y valores para juzgar de modo común a otros
hablantes la realidad conocida por ambos. Observemos los siguientes ejemplos.
GROTESCO:
Exhibe el rostro obsceno de toda realidad, devela las máscaras, evoca a la vez lo trágico y lo
cómico, apela a la risa que se ahoga al nacer entre la angustia o el dolor. La versión criolla del
género signa los inicios de la gran actividad teatral en el país y remite al mundo del inmigrante, al
patio del conventillo que es escenario de las peripecias de personajes de una cultura popular
apresada en su "carnaval", en un habla mixturada que expresa su carácter peculiar.

BIOGRAFIA JOSÉ RAFAEL POCATERRA


(Valencia, 1888 - Montreal, 1955) Escritor venezolano. Al igual que Rómulo Gallegos y Teresa de
la Parra, destacó como uno de los mejores novelistas venezolanos de las primeras décadas del
siglo XX, periodo literariamente dominado por la narrativa realista y naturalista. También cronista y
poeta, José Rafael Pocaterra es considerado, además, un gran maestro del relato breve.
En 1907 fue encarcelado por su colaboración en el periódico opositor Caín; a su salida de la cárcel
aceptó varios cargos públicos. Admirador de Zola, Gorki, Guy de Maupassant y Eça de Queirós,
entre otros autores, por esos años comenzó a publicar sus primeras obras: las novelas El doctor
Bebé (1910), en la que satirizó la figura de Samuel Eugenio Niño, un personaje muy vinculado al
gobierno de Cipriano Castro, y Vidas oscuras (1912). Trasladado a Maracaibo en 1914, llegó a
ejercer la Presidencia de la Cámara de Diputados de la Asamblea Legislativa del Estado Zulia,
fundó la revista Caracteres y publicó su tercera novela, Tierra del sol amada (1917).
De regreso a Caracas e involucrado en una conspiración contra Juan Vicente Gómez, fue
encarcelado en la temible cárcel La Rotunda de 1919 a 1922. Allí escribió una de sus dos obras
fundamentales: Memorias de un venezolano de la decadencia (1927), la mejor crónica escrita en
su país sobre los sucesos trágicos del caudillismo de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez.
También en la cárcel escribió la novela La casa de los Ábila (1946), y varios de los relatos que
integran su otra obra maestra: los Cuentos grotescos. Algunos de éstos han logrado la condición
de emblemáticos de aspectos y circunstancias de la vida de los venezolanos. Así, "Panchito
Mandefuá" resume los rasgos del niño de la calle.
Exiliado voluntariamente a su salida de la cárcel, colaboró desde Nueva York con El Heraldo de
Cuba. Un año después se instaló en Montreal, como empleado de una compañía de seguros.
Participó en la fallida expedición revolucionaria del Falke, dirigida por el general Román Delgado
Chalbaud en 1929. Regresó a Venezuela en 1938, y asumió los cargos de ministro de Trabajo y
Comunicaciones, ministro plenipotenciario en Gran Bretaña y embajador en Moscú, siendo él quien
inauguró las relaciones diplomáticas entre Venezuela y la Unión Soviética.
Todavía fue embajador de Venezuela en Brasil y en Washington, pero renunció a éste y a cualquier
otro cargo público venezolano tras el asesinato de Carlos Delgado Chalbaud, en 1950. Retirado en
Canadá, ocupó hasta su muerte la cátedra de literatura hispanoamericana en la Universidad de
Montreal.

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