La Sal y El Salario

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LA SAL Y EL SALARIO

La palabra salario viene de la lengua latina "Salarium" derivada de la palabra "sal"; la sal
en la antigüedad era un bien preciado ya que servía como preservante de los alimentos y
muchas veces los soldados romanos la empleaban para conservar sus alimentos; estos
pasaban largas temporadas fuera de casa y en agotadoras campañas conquistadoras;
contaban con unos sacos en donde colocaban trozos de carne y que eran conservados
gracias a la sal, de allí su importancia que a la hora del pago parte de este era en sal. Cuenta
una leyenda que La sal fue el motivo de construcción de un camino desde las salitreras de
Ostia hasta la ciudad de Roma, unos quinientos años antes de Cristo. Este camino fue
llamado "Vía Salaria". Asimismo los griegos no solo la usaban para los alimentos y como
una remuneración sino también la usaban como un antiséptico ya que la palabra sal es
derivada de Salus la diosa de la salud.

La sal entonces es obtenida desde la antigüedad como producto del trabajo; ya en la cámara
de reflexiones encontramos cristales de sal y se nos dice que a los masones nos representa
la necesidad de trabajar con productividad para que la sociedad progrese. Asimismo la sal,
formada por cristales nos muestra el equilibrio entre los principios internos y las
sensaciones que provienen del exterior representadas por el azufre y el mercurio
respectivamente, dos fuerzas que en la alquimia nos muestran el resultado de la unión o
conciliación de una energía celeste, activa, yang, y de una energía terrestre, pasiva, Yin. La
energía de la sal es empleada entonces para "conciliar los opuestos" o "reunir lo disperso".

El salario entonces se convierte en el pago justo al trabajo realizado. Santo Tomas de


Aquino decía que el orden moral radicaba en que cada uno recibía el justo pago por como
se desempeñaba en la sociedad; es decir, que el salario justo era aquel que le permitía al
receptor una vida adecuada a su posición social.

En la leyenda del Sabio arquitecto Hiram abiff se dice que el número de obreros ascendía a
183.000 para la construcción del templo de salomón; estos eran llamados prosélitos o
extranjeros admitidos, es decir, iniciados. Hiram los distribuyó en tres clases o grados:
aprendices, compañeros y maestros. Estuvieron divididos en pequeños grupos constructores
(logias) que tenían un trabajo específico pero todo un fin común y era la construcción del
gran templo de Dios.

Cada una de las clases o grados tenían sus misterios y secretos, reconociéndose entre si por
medio de ciertas señales, palabras y toques peculiares a cada grado. Los aprendices eran
enseñados por los compañeros que a su vez eran supervisados por un maestro. Era una
pirámide de trabajo que tenía como cabeza al maestro. Se dice asimismo que Los
aprendices recibían su salario en la columna B, los compañeros en la columna J, y los
maestros en la cámara del medio. Los pagadores no entregaban el salario sin antes verificar
con los signos correspondientes al respectivo grado.

Por eso cuando hablamos de Salario debemos recordar a la sal no solo como fuente
etiológica sino también como fuente inspirativa, como mencioné anteriormente la sal
representa ese equilibrio de dos fuerzas entre lo que uno "da" y lo que uno "recibe" lo que
uno trabaja y la justa paga. Recordemos asimismo que las columnas J y B simbolizan
respectivamente el principio activo y el principio pasivo. Cuando la Logia trabaja en grado
de aprendiz, el salario se recibe en la columna B, y cuando lo hace en grado de compañero
en la columna J.

Entonces con los conceptos vertidos anteriormente, si vemos el simbolismo de la sal


podemos decir entre otras cosas que representa "la unión entre las cosas por su capacidad
de disolverse y fundirse y por ese poder de conservación, purificación e incorruptibilidad".

Al finalizar los trabajos los obreros deben recibir el justo pago y retirarse contentos y
satisfechos por la labor realizada; los Masones pues trabajamos y recibimos el pago
correspondiente al grado trabajado, pero El salario del masón tiene un carácter más
trascendental que el dinero profano.

Por otro lado, los maestros reciben su salario en la cámara del medio; así como lo hacían
los maestros de Hiram, pues su función está ligada directamente a elaborar los planos de
acuerdo a los del Arquitecto o ser Universal, es por ello que la labor del maestro en logia es
denominada "trazado de arquitectura" o "trazado arquitectónico" mientras que la labor del
compañero y el aprendiz es llamada "trabajo".

Cabe recordar que el jornal diario era pagado a los obreros de las columnas respectivas y
que luego de los años de experiencia y aprendizaje eran ascendidos o recibían el respectivo
"aumento de salario". Es por ello necesario diferenciar "salario de grado" con "salario de
masón".

El primero es el que se da al pasar de un grado al otro, se considera que es producto de


nuestro esfuerzo y cumplimiento para con los requisitos del grado y de la orden, entonces
seremos merecedores de un ascenso de grado por haber cumplido con lo que nos fue
exigido.

El segundo, "el salario del Masón" es el que recibimos producto de nuestra asistencia a la
logia y participación en ella a través de los trabajos que presentamos. Se da luego de la
participación en cada tenida. Es un salario que tiene la particularidad de no ser pagado en
dinero, ya que el salario del masón es el salario del espíritu.

Entonces al llegar la medianoche, hora que terminan de trabajar los obreros, estos deben
recibir la justa recompensa del trabajo realizado; ese salario que es el perfeccionamiento
gradual de masón y que está compuesto por el conocimiento y la sabiduría que adquirimos
con la asistencia a la Tenidas, con los aportes que hacemos y recibimos en ellas; con esa
fraternidad que constituye quizás el valor mas grande recibido como salario y que debe ser
llevado hacia la humanidad…….."No piense el mundo que habéis trabajado inútilmente y
que habéis gastado vuestras fuerzas en nada".

RR:. Y QQ:. HH:. Trabajemos juntos para que nuestra augusta Orden mantenga en pie esas
dos columnas cada vez más fuertes, vayamos a cobrar ese salario en cada tenida con la
convicción de haber cumplido nuestra labor por el día trabajado, no lleguemos a pensar que
el trabajo ha terminado, muy por el contrario el trabajo continua porque el pago recibido en
el taller sirve para poder gastarlo espiritualmente con el mundo profano dando muestras
verdaderas de enseñanzas de vida y perfeccionamiento humano, dando al mundo la
verdadera fraternidad del Masón.

Regresemos a nuestros talleres llenos de ganas de seguir trabajando en cada tenida porque
solo asi recibiremos el justo Salario par poder seguir edificando ese templo interno para el
bien propio y el de nuestra sociedad.

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