San Francisco de Asis
San Francisco de Asis
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Para otros usos de este término, véase San Francisco de Asís (desambiguación).
San Francisco de Asís
San Francesco.jpg
Representación de San Francisco de Asís, en un fresco de Cimabue en la Basílica de
Asís, se cree que es la imagen más fiel del santo
Información personal
Nombre de nacimiento Giovanni di Pietro Bernardone
Nombre en italiano Francesco Ver y modificar los datos en Wikidata
Nombre en italiano Francesco d'Assisi Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 1181/1182
Asís (Umbría-Ducado de Spoleto-Sacro Imperio Romano Germánico)
Fallecimiento 3 de octubre de 1226 (44 años)1
Asís (Umbría-Estados Pontificios)
Sepultura basílica de San Francisco de Asís Ver y modificar los datos en Wikidata
Religión Iglesia católica Ver y modificar los datos en Wikidata
Orden religiosa Orden Franciscana Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Fraile franciscano, poeta y diácono católico Ver y modificar los datos
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Cargos ocupados
Custodio de Tierra Santa
Ministro General de los Franciscanos Ver y modificar los datos en Wikidata
Información religiosa
Canonización 16 de julio de 1228, en Asís, por el papa Gregorio IX
Festividad
4 de octubre23
17 de septiembre Impresión de los Sacros Estigmas a San Francisco.
Atributos estigmas, calavera (en representación no solo del rechazo de la vida de
placer, sino de la "hermana muerte"), lobo, aves
Venerado en Iglesia católica, Iglesia anglicana. La Iglesia luterana evangélica en
América lo conmemora como «renovador de la Iglesia».4
Patronazgo animales, medio ambiente, belenistas, comerciantes (en particular
fabricantes de telas, sastres y tejedores), Italia, Perú, Filipinas, Quito
(Ecuador), Milagro (Ecuador), Azogues (Ecuador), Meycauayan (Filipinas), Arribeños
(Argentina), Telchac Pueblo (México), Tlaltenco (México), San Francisco de Conchos
(México), California (EE. UU.), Real de Catorce (México), San Francisco del Rincón,
Iguala (México), San Francisco del Mar (México), Huerta de Maule (Chile)
Santuario Basílica de San Francisco de Asís (Italia)
Alumnos Bernardo di Quintavalle y Giovanni da Pian del Carpine Ver y modificar
los datos en Wikidata
Títulos y
reconocimientos[mostrar]
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San Francisco de Asís (en italiano San Francesco d’Assisi, nacido Giovanni di
Pietro Bernardone; Asís, 1181/11825-ibidem, 3 de octubre de 1226)1 es un santo
umbro (italiano), diácono,67 también conocido como "El Padre Francisco" y fundador
de la Orden Franciscana, de una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas y una
tercera conocida como tercera orden seglar, todas surgidas bajo la autoridad de la
Iglesia católica en la Edad Media. Destaca como una de las grandes figuras de la
espiritualidad en la historia de la cristiandad.8910
Índice
1 Contexto histórico
2 Infancia y juventud
2.1 Francisco ante las autoridades eclesiales
3 Comienzos de la orden
3.1 Audiencia ante el papa para la aprobación de la regla
3.2 Rivotorto
4 Crecimiento y expansión
4.1 Concilio de Letrán
4.2 Indulgencia en la Porciúncula
4.3 Viaje a Oriente
4.3.1 Frente al sultán de Egipto
5 Crisis y reorganización
5.1 La tercera orden
5.2 La regla definitiva
6 Navidad en Greccio
7 Los estigmas
8 Fallecimiento
9 Personas allegadas a Francisco de Asís
10 Oración y prédica
11 Escritos de Francisco de Asís y primeras biografías
12 La figura de Francisco de Asís en las artes
12.1 En las artes plásticas
12.2 En la música
12.3 En el cine y la televisión
12.4 En la literatura
12.4.1 Florecillas
13 Repercusiones en la actualidad
14 Patronazgo
15 Véase también
16 Notas
17 Bibliografía
17.1 Bibliografía adicional (no utilizada directamente en este artículo)
18 Enlaces externos
Contexto histórico
Infancia y juventud
Francisco de Asís nació bajo el nombre de Giovanni. Fue hijo de Pietro Bernardone
dei Moriconi y la noble provenzal Joanna Pica de Bourlémont; tuvo al menos un
hermano más, de nombre Angelo.1617 Su padre era un próspero comerciante de telas
que formaba parte de la burguesía de Asís y que viajaba constantemente a Francia a
las ferias locales. Entre algunas versiones, fue la afición a esta tierra por lo
que su padre lo apodó después como Francesco o el francesito; también es probable
que el pequeño fuera conocido más adelante de este modo por su afición a la lengua
francesa y los cantos de los trovadores.18
Comienzos de la orden
Porciúncula.
No se sabe con certeza cuántas iglesias en ruinas o deterioradas reconstruyó; entre
ellas, a la que más estima tenía era la capilla de la Porciúncula (“la partecita”,
llamada así porque estaba junto a una construcción mayor).
En unos meses sus discípulos eran once: Bernardo di Quintavalle, Pedro Catani, Gil,
Morico, Bárbaro, Sabatino, Bernardo Vigilante, Juan de San Constanzo, Angelo
Tancredo, Felipe y Giovanni de la Capella.29
Bajo la pobreza que Francisco predicaba y pedía, los frailes hacían sus labores
diarias atendiendo leprosos, empleándose en faenas humildes para los monasterios y
casas particulares, y trabajando para granjeros. Pero las necesidades cotidianas
hacían la colecta de limosna inevitable, labor que Francisco alentaba con alegría
por haber elegido el camino de la pobreza. Comenzó también la expansión del mensaje
evangélico, y para ello los estimuló a viajar de dos en dos.30
Fue bajo la intervención del obispo Guido de Asís como pudo tener audiencia con el
papa. Este y ciertos cardenales objetaban el programa franciscano por el peligro de
crear otra organización nueva, debido a los movimientos anticlericales de la época
y a la falta de una mínima base material de la orden; pero bajo la influencia del
cardenal Juan de San Pablo y su apoyo, Francisco pudo tener una nueva audiencia
para que se considerara la aprobación de su hermandad de pobres.
Rivotorto
Camino de vuelta a Asís, él y sus acompañantes se ubicaron en un lugar llamado
Rivotorto, donde consolidaron sus principios de vivir en la pobreza, conviviendo
entre los campesinos locales y atendiendo a leprosos; desde entonces se hacían
llamar a sí mismos Hermanos Menores o Frailes Menores (el nombre fundacional de la
congregación es Ordo Fratrum Minorum, abreviado O.F.M.).
Después de la estadía en Rivotorto, buscó una sede para su orden; para ello pidió
la ayuda del obispo Guido, pero no consiguió respuesta favorable. Fue un abad
benedictino del Monte Subasio quien le ofreció la capilla de la Porciúncula y un
terreno adyacente (propiamente la partecita, la porcioncita). Francisco aceptó,
pero no como un regalo, sino que pagaba como renta canastas con peces.34
Crecimiento y expansión
Concilio de Letrán
Durante el Concilio de Letrán de 1215, la organización adquirió un fuerte estatus
legal; en ese año se decretó que toda nueva orden debía adoptar la Regla de San
Benito o la de San Agustín. Para los Frailes Menores no hubo necesidad de esto, por
haber sido aceptados seis años antes (aunque de palabra y no oficialmente). En este
concilio el papa Inocencio III tomó la letra Tau como símbolo de conversión y señal
de la cruz;37 de ahí en adelante el poverello fue devoto de este símbolo.38
Indulgencia en la Porciúncula
Bajo el pontificado de Honorio III en 1216, se promovió la indulgencia plenaria a
favor de todo aquel que visitara la iglesia de Santa María de los Ángeles de
Porciúncula. Obtuvo Francisco esa gracia del papa para que la peregrinación se
realizara una vez al año, pero bajo fuerte oposición, puesto que pocos lugares
podían disfrutar de tan alto privilegio.40
Desde el año 121741 organizó capítulos en el que los Frailes Menores se reunían
para intercambiar experiencias; para la organización apropiada de los territorios
en que los frailes se habían dispersado, organizó también provincias de
evangelización.42
Viaje a Oriente
Captura de Damieta durante las cruzadas, óleo de Cornelis Claesz. van Wieringen.
Hacia el capítulo de 1219, la orden tuvo sus primeras disensiones respecto de las
normas de pobreza dictadas por Francisco. Algunos persuadieron al cardenal Hugolino
para que hablara con él, a fin de que la orden fuera dirigida por hermanos «más
sabios»43 y de acuerdo con reglas como la de San Benito, a lo que el poverello se
opuso recalcando la forma de vida de humildad y simplicidad.43 La innovación que
brotó de este encuentro fue la organización de misiones a las llamadas «tierras
paganas».
En 1219 se embarcó hacia el oriente, pasando por Chipre, San Juan de Acre y Damieta
en el delta del Nilo, donde los cruzados estaban bajo la orden del duque Leopoldo
VI de Austria. Allí, Francisco los previno de que había sido alertado por Dios de
que no realizaran ningún ataque; ante sus palabras, los soldados se burlaron de él.
El resultado de la siguiente batalla fue un desastre para los cruzados.44 Continuó
su estadía y el aprecio hacia su persona crecía, incluso algunos caballeros
abandonaron las armas para convertirse en frailes menores.45
Crisis y reorganización
La orden, durante su ausencia, sufrió una crisis: hubo disensiones, falta de
organización y desacuerdos con la ruda vida diaria. El rumor sobre la muerte de
Francisco en el Oriente dio pie a implantar reformas, entre ellas ciertas medidas
disciplinarias, ayunos e incluso la institución de una casa de estudio en Bolonia;
muchos consideraron estos cambios contrarios a la idea original del fundador.
Enterado de estos sucesos, Francisco fue ante el papa Honorio III y le rogó que
designara al cardenal Hugolino para reorganizar la orden.48
Las nuevas disposiciones tuvieron un nuevo Ministro General, Elías Bombarone, y una
nueva regla, la de 1221 (Regla no bulada) que entre otros temas trató el año de
noviciado, la prohibición del vagabundeo y de la desobediencia ante órdenes
contrarias a los principios franciscanos.49
La tercera orden
Ante el incremento de las vocaciones y el peligro de inclusión de gente de dudosa
vocación espiritual, nació la llamada Venerable Orden Tercera, para permitir a
hombres y mujeres laicos vivir el Evangelio tras las huellas de Francisco. Obtuvo
su estatus legal en 1221 también con la ayuda del cardenal Hugolino. Es en
posteriores escritos como se rescata su contenido, porque el original se perdió.
Consistía de trece capítulos en los que se reglamentaba la santificación personal
de los terciarios, su vida social y la organización de la nueva fraternidad.50
La regla definitiva
La regla definitiva
Bajo la insistencia de ministros de la orden, fue obligado a redactar una nueva
regla, ya que ciertos opositores a la entonces vigente consideraban que le faltaba
consistencia y definición, y que eso le impedía obtener una definitiva aprobación
por parte de la Santa Sede. Nuevamente aceptó las exigencias. Para ello se retiró
dos veces a la ermita de Fonte Colombo cerca de Rieti, a redactar una definitiva
regla bajo ayuno y oración.52 El 29 de noviembre de 1223, con otra participación
del cardenal Hugolino, la regla tuvo su forma definitiva53 y fue aprobada por el
papa Honorio III.
Navidad en Greccio
Terminada la labor de aprobación de la regla definitiva, Francisco decidió retornar
a Umbría. Debido a la cercanía de la Navidad, a la que él tenía especial aprecio,
quiso celebrarla de manera particular ese año de 1223; para ello convidó a un noble
de la ciudad de Greccio, de nombre Juan, a festejar el nacimiento de Jesucristo en
una loma rodeada de árboles y llena de cuevas de un terreno de su propiedad.
Los estigmas
La estigmatización según un fresco en la Basílica de San Francisco.
San Francisco de Asís recibiendo los estigmas según José de Arce, imagen del siglo
XVII, titular de la Parroquia de San Francisco de Asís y Santuario Mariano de
Nuestra Señora de la Soledad, Las Palmas de Gran Canaria, Canarias.
Francisco asistió en junio de 1224 a lo que fue su último capítulo general de la
orden. Hacia principios de agosto decidió hacer un viaje a un lugar aislado llamado
Monte Alvernia, a unos 160 kilómetros al norte de Asís; escogió para este viaje a
algunos de sus compañeros: León, Angelo, Illuminato, Rufino y Masseo, a quien el
poverello puso al mando del grupo.
Estando en la cima, fue visitado por el conde Orlando, quien llevaba provisiones a
los hermanos. Francisco le pidió construirle una cabaña a manera de celda, donde
después se aisló. La oración ocupó un lugar central en la vida de Francisco; para
ello buscaba la vida eremítica, el silencio y soledad interior. Reforzaba sus
plegarias postrándose, ayunando, e incluso, gesticulando.
En ese lugar, fray León fue testigo de los actos de su soledad: lamentos por el
futuro de la orden y estados de éxtasis. Al saber que era espiado, decidió irse a
un sitio más apartado en una saliente de montaña. En la fiesta de la Asunción
Francisco decidió hacer un ayuno de cuarenta días.
Por órdenes del poverello, fray León lo visitaba dos veces para llevarle pan y
agua. Según los relatos que recogieron los testimonios de León, este fue testigo de
la aproximación y alejamiento de una bola de fuego que bajaba del cielo; por este
prodigio, Francisco le comentó que algo grande estaría por ocurrir.55 Le hizo abrir
tres veces el misal para encontrar respuesta, y las tres veces se abrió en la
historia de la Pasión de Jesús.
Fue durante esta temporada cuando compuso el Cántico de las criaturas, que hizo
también cantar a sus compañeros.61 Se encaminó luego a Rieti, rodeado del
entusiasmo popular por tocarlo o arrancar algún pedacito del paupérrimo sayo que
vestía, y se instaló en el palacio del obispo. Después se hospedó en Fonte Colombo,
donde fue sometido a tratamiento médico, que incluyó cauterizar con un hierro
ardiente la zona desde la oreja hasta la altura de la ceja de uno de sus ojos;
según los relatos, Francisco no sintió dolor al «platicar» con el fuego para que no
lo dañara.62 Otro intento para ser tratado por renombrados médicos fue hecho en
Siena, sin buen resultado.
Deseó volver a la Porciúncula a pasar sus últimos días. Arribó a Asís y fue llevado
al palacio del obispo y resguardado por hombres armados, puesto que la localidad
estaba en estado de guerra.63 En su lecho escribió su Testamento.23 En sus últimos
momentos entonó nuevamente su Cántico al Hermano Sol —al que agregó un nuevo verso
dedicado a la hermana Muerte— junto a Angelo y León.64
Estatua de jardín de San Francisco de Asís, con las tórtolas a las que salvó de
morir.
Otros: Cómo San Francisco fue a convertir al sultán de Babilonia, Cómo un joven
regaló unas tórtolas a San Francisco …, Cómo San Francisco sanó a un leproso de
alma y cuerpo, etc.
Repercusiones en la actualidad
Cruz de la Custodia de Tierra Santa. Los franciscanos son los custodios de los
Santos Lugares.
Argentina: Arribeños.
Colombia: Quibdo
Cuba: San Antonio de Río Blanco
Ecuador: Quito, Milagro, Azogues, Valencia, Puebloviejo
El Salvador: San Francisco Gotera, Morazan Yucuaiquín La Unión
• Chile: Huerta de Maule
España: Cajar
Estados Unidos: California, Aguada
Filipinas: Meycauayan
Guatemala: Panajachel, Tecpan, San Francisco La Unión, San Francisco, San Francisco
El Alto,
Honduras: San Francisco, Santa Cruz de Yojoa, Azacualpa, Catacamas, La Union, San
Francisco de Becerra, Candelaria, San Francisco, Tambla, Tomala, Cane, Cabañas,
Chinacla, Opalaca, Orica, Valle de Ángeles, Tatumbla, Texiguat, Florida
México: Nochistlán de MejíaSan Francisco del Mar, Telchac Pueblo, Tlaltenco, San
Francisco de Conchos, Real de Catorce, San Francisco del Rincon, Iguala, Tepeji del
Rio, Soyaniquilpan, Pachuca, Campeche, Amatenango del Valle, Xonacatlan, San
Francisco Nuxaño, Chietla, Tlanalapa, Emiliano Zapata, Acambaro, Dzilam Gonzalez,
Cuetzalan, Chapala, Tihuatlan, Apaxco, Ixtacamaxtitlán, Tetecala, Apodaca,
Escuinapa, Hocaba, Cintalapa, Hecelchakan, Penjamo, Tonala, Ixtlan de los Hervores,
San Francisco de los Romo, Actopan, Amacuzac, Tantima, Tepeyanco, Yaxcaba,
Kantunil, Zacoalco, Huejucar, Valle de Bravo, Chietla, Tonala, Yaxcaba, Kantunil,
Navolato, Escuinapa, Coacalco, Motozintla de Mendoza, San Francisco Tesistán,
Tala,Patambán (Michoacán)
Nicaragua: Camoapa, San Francisco del Norte,
Panamá: San Francisco,
Perú: Yarusyacan, Distrito de Maras, Paita
Venezuela: San Francisco de Asis
Chile: Huerta de Maule, Comuna de San Javier, Región del Maule
Costa Rica: San Francisco de Dos Ríos, Tabarcia, Los Chiles
Véase también
Cordón de San Francisco
Crucifijo
Sayal
Estigma (milagro)
Cristo de San Damián
Tau franciscana
Oración de San Francisco
Notas
Franciscanos.org (fecha de fallecimiento de Giovanni de Bernardone).
Franciscanos (santoral franciscano).
Santoral Católico: San Francisco de Asís (4 de octubre). Ewtn.com.
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Assisi: early documents (en inglés). Nueva York: New City Press. p. 256. ISBN 1-
56548-111-9. Se señala que Tomás de Celano fue el primero en sugerir que Francisco
de Asís fue diácono al describirlo con vestimentas de levita, aunque de forma
ambigua. Más tarde, Julián de Speyer y Buenaventura de Fidanza (en su Leyenda mayor
X, 7) fueron más precisos al identificar a Francisco como diácono.
Leloup, Jean-Yves; Boff, Leonardo (1999). Terapeutas del desierto. De Filón de
Alejandría y Francisco de Asís a Graf Dürckheim. Santander: Editorial Sal Terrae.
p. 73. ISBN 84-293-1295-1. Consultado el 23 de mayo de 2016.
Boothe Luce, Clare (1965). «Los santos». En Boothe Luce, Clare, ed. Santos para el
presente. Buenos Aires: Compañía General Fabril Editora. p. 14. «San Francisco, que
para muchos es la figura más semejante a Cristo de toda la cristiandad, [...] es un
gigante entre los gigantes de la espiritualidad.»
Chesterton, G. K. (2012). San Francisco de Asís. Madrid: Ediciones Encuentro. p.
24. ISBN 978-84-9920-148-1. «[...] uno de los exponentes más significativos de la
espiritualidad cristiana como es Francisco de Asís. Acaso estamos ante un personaje
aceptado por todos [...]».
Boff, Leonardo (1982). San Francisco de Asís: ternura y vigor (7ª edición).
Maliaño, Cantabria: Sal Terrae. p. 113. ISBN 978-84-293-0623-1. «Francisco es un
santo incomparable, según el historiador moderno Joseph Lortz; o, como han dicho
otros, el primero después del Único (Jesucristo).»
Leonardi, C. (2000). «Francisco de Asís». En Leonardi, C.; Riccardi, A.; Zarri,
G., eds. Diccionario de los Santos. Madrid: San Pablo. p. 830. ISBN 84-285-2258-8.
«[...] en 1259 (Francisco) consigue unirse a los cruzados en Oriente y hablar en
Damieta con el sultán Malik al-Kamil. El sentido de estos viajes emprendidos
evidentemente por un ardiente deseo de convertir a los musulmanes, también nace de
la crítica implícita a ciertos métodos de la caballería y por tanto de las
cruzadas; en la Regla no bulada (en el c. 16) se dice explícitamente que la
conversión de los infieles es ante todo obra de buen ejemplo, prudencia e
inmolación.» Recibe el nombre de Regla no bulada la escrita por Francisco en 1221,
que no estaba sometida a la aprobación de la curia romana.
Montes de Oca, Francisco (1977), Introducción a «Florecillas de San Francisco de
Asís», Ed. Porrúa S.A.: México, pág. LVI.
Orlandis, José (2003). Historia de la Iglesia. I.La Iglesia antigua y medieval.
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Englebert, Omer, pág. 12.
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Englebert, Omer, cap. 15.
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Regla bulada A.
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Bibliografía
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Bibliografía adicional (no utilizada directamente en este artículo)
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