EXPOSITOR BIBLICO No 8

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Expositor de Formación para la Vida:

Tema General: “Renovados a imagen de Cristo”


© Derechos Reservados IAFCJ

Dirección Editorial
Pastor Eleuterio Uribe Villegas
Secretario de Educación Cristiana

Autores del Expositor


Eleuterio Uribe Villegas
Misael Ramírez
Enrique Ruelas
Josué Uribe Verduzco
Julio C. García
David Eleuterio Uribe Flores
Isaías Rivera Salas
Antonio Piña Torrez
Rafael Melchor Armenta
Alfredo Quintero

Revisión de estilo
Eleuterio Uribe Villegas

Diseño de Portada
Julio César García Blanco

Publicado por
Secretaría de Educación Cristiana
Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús A. R.
Impreso en Guadalajara, Jal.
México 2019

Citas bíblicas
Salvo que se indique lo contrario, todas las citas de la Biblia
son de la Versión Reina-Valera, Revisión de 1960 (RV60).

Abreviaturas de otras citas bíblicas


LBLA La Biblia de Las Américas
NTV Nueva Traducción Viviente
NVI Nueva Versión Internacional
RV60 Reina-Valera Revisión de 1960
RVC Reina-Valera Contemporánea
PDT Palabra de Dios Para Todos
ÍNDICE

LECCIÓN 1: PENTECOSTES, PODER RENOVADOR DEL ESPÍRITU SANTO … 3

LECCIÓN 2: ¿QUIÉN TE ESTÁ MOLDEANDO? …………………………………….. 8

LECCIÓN 3: PRINCIPIOS INDISPENSABLES PARA LA RENOVACIÓN ………...15

LECCIÓN 4: HAY QUE NACER DEL ESPÍRITU …………………………………… 20

LECCIÓN 5: RENOVADOS PARA CUMPLIR CON NUESTRO MINISTERIO …... 25

LECCIÓN 6: PON TUS OJOS EN CRISTO PARA CRECER A SU IMAGEN ….… 31

LECCIÓN 7: CRECER EN CRISTO REQUIERE INTIMIDAD CON EL ………..… 35

LECCIÓN 8: EJERCE TU MINISTERIO A IMAGEN DE CRISTO ………………… 40

LECCIÓN 9: INTIMIDAD CON DIOS PARA HACER SU VOLUNTAD …………… 43

LECCIÓN 10: CREYENTES CONFORMES AL CORAZÓN DE JESÚS ………… 46

LECCIÓN 11: LÍDERES A IMAGEN DE DIOS ……………………………..……….. 49

LECCIÓN 12: NO PIERDAS TU MINISTERIO A IMAGEN DE CRISTO …………. 53

LECCIÓN 13: RENOVADOS PARA LA MISIÓN DE DIOS ………………………… 57

LECCIÓN 14: EL FUNDAMENTO DE LA RENOVACIÓN …………………………. 62

LECCIÓN 15: RENUEVA TU MINISTERIO EN CRISTO ………………………..… 66


PRESENTACIÓN
Paz de Cristo, estimados consiervos del Señor. Con un fraternal y gran regocijo les
hago llegar el presente Expositor Bíblico de Formación para la vida, que tiene por
tema: “Renovados a Imagen de Cristo”.

Con este material formativo estaremos dando a conocer la necesidad de todo


cristiano, de que una vez bautizado e incorporado a la iglesia, debe crecer a imagen
de Cristo en todos los aspectos de su vida: santidad, carácter, valores, ministerio,
liderazgo, misión y servicio dentro de la sociedad, familia e iglesia. Este fue el ideal
que Pablo presentó en su Carta a los Efesios, cuando se refirió al crecimiento
cualitativo del creyente: “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, a un
varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios
4:13). Pues, sólo así nos volvemos significativos para el crecimiento en número y
madurez de la iglesia, esto es, la edificación del cuerpo de Cristo.

Agradecemos grandemente a nuestros hermanos, amigos, colaboradores y


consiervos pastores y ministros que, con mucha pasión y gran responsabilidad,
aportaron sus lecciones para este bonito Expositor Bíblico, con las cuales estamos
seguros que serán profundamente bendecidos.

Así, con la finalidad de que al ser ministrados en cada lección por los autores
mismos que las escribieron, hemos dejado sus nombres al pie del título de cada una
de ellas, a fin de que oremos por ellos para que el Señor los siga usando. Dios
bendiga, pues, a cada uno de nuestros hermanos y sus hermosos ministerios, con
los cuales honran a Dios.

Reciban de nuestra parte y del equipo de colaboradores de este Expositor, nuestro


más profundo deseo de que tanto ustedes, como nosotros, en nuestro ministerio
pastoral y también docente, junto con nuestras congregaciones, seamos
fortalecidos con estas hermosas lecciones, e impulsados hacia una vida cristiana
renovada en carácter, ministerio, liderazgo y misión a imagen de Cristo.

Fraternalmente,
Hno. Eleuterio Uribe Villegas
Secretario de Educación Cristiana IAFCJ
LECCION 1
PENTECOSTES, PODER RENOVADOR DEL ESPÍRITU SANTO

Por Eleuterio Uribe Villegas

BASE BÍBLICA: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo1”.

PROPÓSITO: Que el creyente reflexione el valor de la obra salvífica de Jesús y su


promesa por gracia de entregarnos su Espíritu Santo, para vivir una vida renovada
dirigida eminentemente por Él.

INTRODUCCION

Pentecostés es, sin duda alguna, el evento por excelencia que Dios usó para
renovar a su pueblo escogido, el cual se había marchitado en una religiosidad que
de labios le honraba, pero, su corazón estaba lejos de Él. Así, con el derramamiento
del Espíritu Santo el día del Pentecostés, nuestro Señor Jesucristo implementaba
como proyecto divino una renovación extraordinaria de todos los aspectos de la vida
del pueblo de Dios.

Es, pues, la intención de esta lección describir esa renovación divina, acontecida el
día del Pentecostés, sobre su pueblo escogido, con el derramamiento del Espíritu
del Cristo resucitado. Podremos ver que desde el mismo día del Pentecostés Dios
derramó con Su Espíritu un poder renovador, que hicieron del pueblo de Dios, un
pueblo lleno de poder, vida plena, unción, autoridad, lleno de nueva vida, etc. No
obstante, lo anterior, veamos primero ¿cuál era pues la condición en que se
encontraba el pueblo de Israel que demandaba una renovación espiritual?, para
poder señalar con claridad ¿cuáles fueron los elementos renovadores que Dios
instrumentó a través de su Espíritu?

I. LA CONDICION ESPIRITUAL DECADENTE DEL PUEBLO DE ISRAEL

En la época del Nuevo Testamento, la fe judía estaba muy dividida en distintas


sectas y doctrinas que eran totalmente contrarias unas de otras. Todas las sectas
judías decían representar o ser el verdadero pueblo de Dios, el genuino remanente
del Señor.

A. Los saduceos. No creían en la resurrección de los muertos, tampoco creían


que existían ángeles ni demonios. Y, por si fuera poco, era el grupo instalado en el

1
Hechos 2:21. https://www.biblegateway.com/passage/?search=Hechos+2&version=RVR1960
poder sacerdotal, en el liderazgo del templo, y eran los guías espirituales del pueblo
hebreo. Aunque era gente culta y preparada, estaban influenciados por creencias
provenientes de algunas filosofías griegas. Estas creencias eran indudablemente
nocivas para la fe de Israel como pueblo de Dios. Pues, hay que recordar, que como
sacerdotes y líderes religiosos de Israel, su ministerio era oficiar para el perdón de
los pecados y la reconciliación con Dios del pecador, pero, a final de cuentas, en
virtud de sus creencias, para ellos ¿qué tan importante era para ellos ministrar para
el perdón de los pecados si no existía la resurrección de los muertos, según ellos?

B. Los fariseos. La gran mayoría de los fariseos estaban integrados por escribas
y doctores de la ley. Eran los eruditos de entonces. Practicaban una espiritualidad
estricta de oraciones, ayunos, rituales de purificación y diezmos, pero, sus hechos
en lo oculto eran todo lo contrario. Su práctica religiosa era para ser vistos por los
demás, aunque si creían en la resurrección de los muertos. También ellos se sentían
el verdadero remanente de Dios, quienes habrían de reinar con el mesías cuando
él apareciera. Cristo no los aprobó, muy a menudo los confrontó como a los mismos
saduceos, por su espiritualidad hueca y vacía. De hecho, les llegó a llamar
“sepulcros blanqueados”, que por fuera se miraban muy bien, pero por dentro
estaban llenos de pudrición, corrupción y huesos secos.

C. Los esenios. Eran puritanos en un grado extremo, enseñaban que era pecado
la relación sexual, aunque este fuera dentro del matrimonio. También practicaban
extremosamente rituales de pureza y se aislaban, para ello vivir en comunidades
lejos de la sociedad, para no contaminarse en el contacto con los demás. Se
extinguieron, pues no se pudieron multiplicar.

D. Los zelotes. Eran los revolucionarios de entonces. Buscaban que el reino


mesiánico se estableciera por medios violentos y armados. Eran nacionalistas, para
ellos, solo a Israel le correspondía disfrutar del reino mesiánico teniendo dominio
político sobre el resto de las naciones como cabeza de ellos. Este concepto
provenía de la legitimización de la “guerra santa”, el exterminio del enemigo para
ayudar a que se manifieste el reino mesiánico de Dios en la tierra.

II. DIOS RENOVÓ SU PUEBLO, FORMANDO UNO NUEVO

Cuando se derramó el Espíritu Santo el día del Pentecostés, prácticamente, toda la


multitud que se reunió por el estruendo venido del cielo eran judíos, ya sea nacidos
en palestina o en el extranjero, o eran judíos prosélitos, es decir, gentiles que se
habían hecho creyentes a la fe judía, y por lo tanto, se habían hecho también
ciudadanos judíos, Dios formó ahí un nuevo pueblo, la iglesia, a la cual le dio el
privilegio de ser el recipiente, el odre nuevo donde Dios depositaría Su Espíritu. La
diferencia entre este nuevo pueblo y el anterior, el pueblo de Israel, eran los
siguientes aspectos:

A. En este nuevo pueblo renovó la adoración a Dios en todos los idiomas. En


la iglesia, como nuevo pueblo de Dios, en Pentecostés nació con el reto de alabar
a Dios en todos los idiomas-lenguas del mundo, pues cada uno de los ahí presentes
les oían hablar las maravillas de Dios en su propia lengua. Y según Lucas, ahí se
había reunido gente, por el estruendo venido del cielo, de todas las naciones bajo
el cielo. Israel, como pueblo de Dios, sólo le alababa en su propio idioma, el hebreo,
a lo más, también en arameo. Pero, en el Pentecostés, la iglesia como nuevo pueblo
de Dios alabó a Dios en todos los idiomas del mundo de entonces, según Lucas,
diciendo que Jesucristo es el Señor.

B. Este nuevo pueblo significó una renovación incluyente. Pedro leyó al


profeta Joel como la Escritura que se estaba cumpliendo en la renovación que
acontecía en Pentecostés por el derramamiento del Espíritu Santo, y reconocía, por
esta Escritura que esta renovación espiritual era incluyente, es decir, para todos:
para toda carne, para siervos y siervas, para jóvenes y ancianos. Pero, además,
reconocía que la promesa del Espíritu era para los presentes, para los que estaban
cercas, o lejos, y para cuantos el Señor nuestro Dios llamare (Hechos 2:16-21,37).
En la iglesia, como nuevo pueblo de Dios, se estaban cumpliendo las promesas
hechas a Abraham de que “en tu simiente serían benditas todas las familias de
la tierra”. Nadie estaba marginado de las bendiciones de Dios.

C. Renovó el conocimiento de quién es el Señor. Sin duda alguna, en todas


estas expresiones de Joel y las del mismo apóstol Pedro, se puede visualizar que
Pedro miraba un alcance universal de la renovación divina. La iglesia, como nuevo
pueblo de Dios se componía ahora de todas las naciones bajo el cielo. Israel quería
al Dios verdadero solamente para él. Dios anunciaba a través del derramamiento
de su Espíritu, en todo el libro de los Hechos, que quería un nuevo pueblo que
alabara su nombre, pero formado de todas las naciones bajo el cielo, y que en esta
alabanza, adoración y gloria se le diera en todas las lenguas-idiomas bajo el cielo,
y que declararan en cada uno de los idiomas que Jesucristo es el Señor. Dios
quería de todos los pueblos formar un solo pueblo. Es decir, de judíos y gentiles
hacer uno solo (Efesios 2:14), poniendo como cabeza de ese nuevo pueblo, a
Jesucristo como el Señor. Pentecostés y el libro de los Hechos muestran como
Dios les dio a judíos y gentiles una misma fe, un mismo Señor y Dios: Jesucristo.

Dios logró así que su nuevo pueblo estuviera en una perfecta unidad, comunión,
reconciliación y paz. Por medio de su Espíritu derribó todas las barreras culturales,
de idioma o raza, para formar un nuevo pueblo que le adorara y sirviera: la iglesia,
el cuerpo de Cristo. Así, a judíos y gentiles los unió en un mismo cuerpo, una misma
fe y un mismo Espíritu.

III. DIOS RENOVÓ SU PUEBLO REVELÁNDOLE SU GRACIA SALVÍFICA

A. Les reveló su gracia en Cristo. La revelación de la gracia salvífica de Dios


revelada en Cristo, según el sermón del apóstol Pedro, se manifestaba en un amor
que ofrece el perdón de los pecados, por su muerte y resurrección de entre los
muertos. Pues debemos recordar que Pedro le predicó a la multitud que había
consentido y gritado a favor de la muerte de Cristo en la cruz. Eran en realidad los
que lo habían asesinado. Pero, a ellos Pedro les predica diciendo que en el nombre
de Jesucristo, en su muerte y resurrección, ellos, a pesar de haberle dado muerte,
pueden recibir perdón de pecados y salvación, pues, a partir del Pentecostés: “Y
todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo” (Hechos 2:21).

B. Les reveló su gracia salvífica a través de su Espíritu Santo. La gracia


salvífica de Dios en Cristo, no sólo es una gracia que perdona, sino también, es una
gracia divina que transforma. A través de su Espíritu, Jesucristo toca los
corazones, es decir, hace que las personas sean compungidas (quebrantadas,
doblegadas) de corazón y como resultado del toque de la gracia, a través de su
Espíritu Santo, se sometan al señorío de Cristo para vivir un cambio total de vida,
así, este RESULTADO DEL TOQUE DIVINO, produce la fe genuina en Cristo, el
arrepentimiento y el paso de obediencia del bautismo en agua, como un acto de fe
en la muerte y resurrección de Cristo que limpia de todo pecado, y como
compromiso en la fuerza del Espíritu para vivir una vida nueva en Cristo Jesús que
abandona el pecado, el mundo, sus falsos valores, sus deseos y la vanagloria de la
vida, para hacer la voluntad de Dios en la fuerza del Espíritu Santo, que le capacita
para una vida renovada y transformada en Cristo Jesús.

C. Esta gracia salvífica es para todos. Judíos y gentiles tienen acceso a esta
gracia por igual en Cristo Jesús. Por eso, todos reciben el mismo Espíritu para tener
como resultado el mismo poder que trae como resultado la misma fe en Jesucristo,
experimenten el mismo arrepentimiento que los lleva al bautismo como un acto de
fe en la muerte y resurrección de Jesucristo, que produce vida nueva y perdón de
pecados.

D. Cuidado con la gracia barata de los hombres. La gracia barata es aquella


que presenta a Cristo con un amor que perdona, pero que deja a las personas sin
demandarles un cambio de vida, viviendo como estaban antes en el pecado y la
maldad, sin abandonar los falsos valores y conductas del mundo, y asegurándoles
que están perdonados y son salvos. Esta gracia barata produce cristianos falsos
que se parecen al mundo, y no a Cristo. La verdadera gracia de Dios transforma y
hace crecer a las personas a la imagen y estatura de Cristo. La gracia barata hace
que las personas estén a imagen y semejanza del mundo y su maldad.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN

¿Has experimentado la gracia genuina de Dios que perdona, pero, también, como
una gracia divina que TRANSFORMA? Dios manifiesta su gracia en Cristo, no sólo
como un amor que perdona, sino también como un amor que confronta nuestro
pecado y nos transforma. Así, Dios forma a la iglesia de hombres y mujeres que han
experimentado la gracia salvífica de Dios que perdona y transforma. Un pueblo
que conserva una misma fe, un mismo Señor, un mismo Espíritu, un mismo Dios y
un mismo bautismo. Un pueblo que crece a la imagen de Cristo, pues él es la cabeza
y nosotros su cuerpo. Todo revelado en el Pentecostés, en el derramamiento del
Espíritu Santo.
LECCION 2
¿QUIÉN TE ESTÁ MOLDEANDO?

Por Misael Ramírez

BASE BÍBLICA: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados


mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de
Dios, buena, agradable y perfecta”. Romanos 12.2 NVI

PROPÓSITO: Concientizar a la congregación que nuestras creencias, valores,


moral y expectativas son resultado de una influencia. La influencia del mundo o la
influencia de la Palabra de Dios.

INTRODUCCIÓN

¿Sabías que existen las sandías cuadradas? ¿Sabías que existen las naranjas
cuadradas? ¿Cómo es posible? Los japoneses de la prefectura de Kagawa, de la
Isla de Shikoku, idearon la forma de producir sandías cuadradas, leíste bien,
¡sandías cuadradas! como es de esperarse, son vendidas a un alto costo y son
comercializadas en prácticamente todo el mundo; los agricultores cultivan las
plantas en contenedores cuadrados hechos con metal y cristal para obligar a la
sandía a adquirir esa forma.

I. TODOS SOMOS MOLDEADOS

A. El molde bueno o malo no se puede evitar. Todos nuestros valores, creencias


y expectativas de vida no son espontáneos, son resultado de una influencia. En la
biblia el “ser amoldados” aparece en dos ocasiones:

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la


renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena,
agradable y perfecta”. (Romanos 12.2 NVI).

“Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes,
cuando vivían en la ignorancia”. 1 Pedro 1.14 NVI

En ambos versículos la palabra que aquí se traduce como “moldear” o que en otras
versiones de la biblia se traduce como “conformar” es el vocablo “Sychematizo”, que
significa: asimilar ⇔ ser conformado — El llegar a ser o convertirse en similar a algo
en su comportamiento o socialmente; concebido como el ser o llegar a ser formado
o moldeado a un cierto patrón. En ambos versículos el verbo “amoldar” (Gr.
Sychematizo) está en voz pasiva que significa que la acción es hecha por un tercero
y recae sobre el sujeto, en otras palabras, no se moldea a sí mismo, sino que es
moldeado por algo externo a él.

B. El color de tus lentes. En realidad, todas las personas seamos conscientes o


no, traemos puestos unos lentes en nuestra mente; éstos, determinan nuestra
manera de vivir y la forma como interpretamos el mundo; es decir, la forma como
pensamos, decidimos y actuamos, a esto le llamamos “cosmovisión”, con este
término nos referimos a las creencias básicas que tiene el ser humano a través de
las cuales mira e interpreta el mundo, es lo que indica la expresión coloquial: “todo
depende con el lente con el que lo mires”.

C. Influenciar o ser influenciado. Jeremías fue un profeta que sufrió mucho, en un


momento de su ministerio su estado de debilidad lo había expuesto a un cambio
negativo, comenzaba a hacerse igual a los que predicaba, a ser influenciado para
andar en los caminos de la amargura y pecado de sus paisanos, por lo que Dios le
advierte “Tienes que influir en ellos; ¡no dejes que ellos influyan en ti!” (Jer 15.19
Ntv). El ser influenciado no se puede evitar, en sí, nadie es original, en realidad no
se puede ser independiente, todos somos influenciados por nuestro contexto. El reto
de todo creyente es aprender a pensar bíblicamente. Debo preguntarme ¿Qué es
lo que rige mis pensamientos? ¿De dónde vienen mis creencias? ¿De lo que dicen
mis padres, mis amigos, mis vecinos o la TV? Nuestras creencias, valores, moral y
expectativas, están determinadas por nuestro molde. Nos comportamos según
nuestro molde.

II. EL MOLDE DEL MUNDO

A. ¿Qué es el mundo o presente siglo? La palabra siglo o mundo viene del gr.
Aión, que significa época o era. Una etapa particular de la historia entendida según
sus valores creencias y moral en comparación con los de Dios. En la Biblia, el
término se refiere al sistema pecaminoso de orden social, que es controlado y
dirigido por Satanás, para hacer de este mundo un mundo caído.

Pablo, exhorta con vehemencia, que el creyente cuide de no conformarse o


amoldarse a los esquemas propios del presente siglo; esto significa romper el molde
que este mundo nos impone para que no nos acontezca como las sandías o las
naranjas cuadradas. Se nos exhorta, a una nueva forma de vivir que se logra desde
un nuevo nacimiento en nuestra forma de pensar.
B. La decadencia moral de este mundo. El profeta Isaías hace una denuncia que
aún sigue vigente, lo hace a una sociedad en decadencia moral que a lo bueno
llama malo y a lo malo llama bueno. Is 5.20–21
Isaías 5.20–21 RVC

“¡Ay de los que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno! ¡Ay de los que convierten
la luz en tinieblas, y las tinieblas en luz! ¡Ay de los que convierten lo amargo en
dulce, y lo dulce en amargo! ¡Ay de los que se creen sabios! ¡Ay de los que se
consideran muy inteligentes!”

B. La importancia de entender los tiempos. La humanidad pasa por diferentes


edades, eras o épocas históricas; cada una de ellas trae consigo su propia
cosmovisión. En el presente siglo XXI, el mundo occidental está pasando por el
periodo histórico conocido como la «postmodernidad» o «modernidad liquida» o
«trans modernidad». Pero, la Biblia nos invita a entender los tiempos para saberlos
enfrentar:

1º Crónicas 12.32 NVI


“De Isacar: doscientos jefes y todos sus parientes bajo sus órdenes. Eran
hombres expertos en el conocimiento de los tiempos, que sabían lo que Israel tenía
que hacer”.

En el primer libro de Crónicas, el escritor hace un esfuerzo adicional por demostrar


el respaldo y lealtad total que gozaba David cuando fue coronado en Hebrón; la lista
presentada, muestra no solo números, sino la calidad de guerreros que estaban
dispuestos a ayudar a David con todos sus recursos. Entre la lista, destacan los
hijos de Isacar; un grupo de doscientos jefes o principales, que tenían una
sobresaliente cualidad; eran «expertos en el conocimiento de los tiempos». Esta
cualidad, les daba una poderosa influencia sobre todos sus parientes, quienes se
ponían bajo su liderazgo confiando en la capacidad que habían desarrollado para
conocer el curso de acción que correspondía que Israel siguiera en la crisis que
venía por delante. Hombres con estas cualidades, son valiosos en todos los tiempos
y generaciones. Una persona que es hábil en el “conocimiento de los tiempos” es
consciente que todos somos moldeados por nuestro contexto y costumbres. Es
consciente de la influencia que ha tenido en él las costumbres y valores del siglo en
el que vive.

C. El paradigma de los 5 monos. Cuando utilizamos el concepto de “paradigma”


nos estamos refiriendo a un medio o modelo que nos va a servir para explicar una
situación o comportamiento determinado. El tema de paradigmas o cosmovisión es
muy importante es capaz de hacernos ver cómo somos capaces de aceptar ideas
como verdaderas o falsas sin haber dudado de ellas en ningún momento. Aquí la
fábula:

«Un grupo de científicos encerró a cinco monos en una jaula, en cuyo centro
colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de plátanos. Cuando uno de los
monos subía la escalera para agarrar los plátanos los científicos lanzaban un chorro
de agua fría sobre los que se quedaban en el suelo. Pasado algún tiempo, los monos
aprendieron la relación entre la escalera y el agua, de modo que cuando un mono
iba a subir la escalera, los otros lo molían a palos. Después de haberse repetido
varias veces la experiencia, ningún mono osaba subir la escalera, a pesar de la
tentación de los plátanos. Entonces, los científicos sustituyeron a uno de los monos
por otro nuevo. Lo primero que hizo el mono novato nada más ver los plátanos fue
subir la escalera. Los otros, rápidamente, le bajaron y le pegaron antes de que
saliera el agua fría sobre ellos. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del
grupo nunca más subió por la escalera. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió
lo mismo con el que entró en su lugar. El primer sustituido participó con especial
entusiasmo en la paliza al nuevo. Un tercero fue cambiado, y se repitió el suceso.
El cuarto, y finalmente el quinto de los monos originales fueron sustituidos también
por otros nuevos. Los científicos se quedaron con un grupo de cinco monos que, a
pesar de no haber recibido nunca una ducha de agua fría, continuaban golpeando
a aquél que intentaba llegar hasta los plátanos. Si fuera posible preguntar a alguno
de ellos por qué pegaban con tanto ímpetu al que subía a por los plátanos, con
certeza ésta sería la respuesta: No lo sé. Aquí, las cosas siempre se han hecho
así».

Nuestra cosmovisión es tan poderosa que nos lleva a interpretar todo lo que pasa
al rededor desde esa cosmovisión. Dice una frase “es más fuerte la costumbre que
el amor”. Los conservadores tienen una forma de pensar porque fueron
influenciados por su contexto, los jóvenes que tienen una forma de pensar muy
diferente a la de sus padres la tienen porque son influenciados por su contexto.

Nuestras creencias y costumbres son tan fuertes que inclusive podríamos cometer
el gravísimo error de interpretar las Escrituras desde nuestras costumbres, limitando
así el poder transformador que tiene la Palabra de Dios.

III. EL MOLDE DE LAS ESCRITURAS

A. Una mente transformada. El término que el apóstol utiliza en Romanos, para


referirse a los resultados de la transformación de la mente es precisamente el
castellano metamorfosis. Que se es la transformación que experimentan
determinados animales en su desarrollo biológico y que afecta no sólo a su forma
sino también a sus funciones y su modo de vida; como la oruga a mariposa.
Debemos entender lo fundamental que es para el cristiano estudiar la Biblia de
manera responsable. No todos los cristianos tienen el valor de estudiarla. La
diferencia entre «leer la Biblia» y «estudiar la Biblia» es tan distante como el día y
la noche. Muchos suelen tomar su Biblia, leerla y buscar un pasaje que los aliente;
o tal vez acceden a la Palabra de forma periódica, pero eso es distinto a sentarte y
prepararte para reflexionar en el pasaje de análisis y rodearte de recursos útiles
como lo son, diferentes versiones bíblicas, concordancias y diccionarios bíblicos.

Los dos componentes claves son nuestra propia mente y la voluntad. Debemos
desarrollar nuestra habilidad de pensar bíblicamente acerca de nuestras decisiones
y luego ejercitar la voluntad para hacerlo. El propósito de una mente transformada
es crecer para interpretar nuestro mundo en conformidad con el punto de vista de
Dios”.

B. La renovación del espíritu de la mente. Efesios 4.21–23 RVR60

“si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad
que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo
hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el
espíritu de vuestra mente”

En los tres versículos anteriores tenemos la opción de estar conforme a la verdad ó


estar conforme a los deseos. Conforme a la verdad. Como en el caso de Rom. 12.2
donde “amoldar” está en voz media, aquí “renovaos” también está expresado por
un infinitivo verbal en voz pasiva, por lo que debe tomarse como una acción también
progresiva y que equivale a dejarse renovar. Es decir, la renovación es una
consecuencia de pensar de manera bíblica sin oponer resistencia a quien puede
hacerlo que es el Espíritu Santo. Conforme a los deseos. El mundo y sus deseos
que provocan en nosotros son un agente moldeador. No te dejes llevar por deseos,
déjate llevar por principios.

C. Un cambio radical. Tenemos la necesidad de un cambio radical en nuestra


perspectiva mental y forma de vida, un giro de 180 grados. Pablo está exhortando
a despojarse del viejo hombre, lo que equivale a no conformarse adaptando el
esquema del mundo. No podemos despojarnos del viejo hombre si no nos
despojamos de las creencias, valores, moral y expectativas del viejo hombre. Para
lograrlo debemos reemplazarlas por creencias, valores morales y expectativas
bíblicas.
La transformación exige dejar de vivir al estilo del mundo, con sus criterios y
actitudes. Dios no pide al cristiano que salga del mundo convirtiéndose en un
solitario (Jn. 17:15). No exige esto que huya de los mundanos (1 Co. 5:9-10). Lo
que demanda es una acción en que el creyente disfrute de la libertad del molde
mundano (Gá. 1:4).

Juan 17.15 NVI


“No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno”.

1 Corintios 5.9–10 NVI


“Por carta ya les he dicho que no se relacionen con personas inmorales. 10
Por supuesto, no me refería a la gente inmoral de este mundo, ni a los avaros,
estafadores o idólatras. En tal caso, tendrían ustedes que salirse de este mundo”.
Gálatas 1.4 NVI
“Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo
malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre”.

Pensar según las Escrituras. El reto de cada cristiano es aprender a pensar


bíblicamente. La renovación de nuestra mente de acuerdo con la dirección de los
valores bíblicos transforma nuestra conducta porque cambia la manera de pensar
acerca de la vida. Educamos nuestro sistema de valores para que se conforme a
los valores que presenta la Biblia. Conocer y hacer la voluntad de Dios requiere que
desarrollemos la capacidad para evaluar las decisiones de la vida desde un punto
de vista y con un sistema de valores bíblicos.

Pablo llamó a los cristianos para que cambiando la manera de pensar también
cambiaran la manera en que interpretaban su mundo. Necesitamos pensar como
cristianos. Necesitamos ajustar nuestros filtros mentales para que operen desde un
punto de vista bíblico. Somos responsables de ajustar la manera en que evaluamos
la vida y sus asuntos para que podamos tomar decisiones que concuerden con la
enseñanza bíblica. Eso es una mente transformada.

Las reglas cambian, los principios no. Las respuestas que teníamos para una
sociedad a inicios del siglo XX, no son las mismas respuestas que necesitamos para
una sociedad a inicios del siglo XX I; si lo seguimos haciendo así, corremos el peligro
de ser tomados como irrelevantes y desactualizados, la iglesia debe tomar su papel
como reformadora social. Esto a muchos les asusta, creen que las mismas reglas
de antaño deben ser las mismas reglas de ahora. Los más fácil sería seguir teniendo
las mismas reglas que siempre hemos tenido, pero la postmodernidad tiene
preguntas que a las cuales se les debe dar una respuesta oportuna; que esto no
nos asuste, nuestras reglas pue- den cambiar, pero nuestros principios no cambian,
ya que son principios eternos e inmutables.

Los valores eternos. Hablar de valores, es hablar de principios, de normas, de


reglas, es hablar de los sagrados principios de pureza y santidad que rigen la vida
del cristiano según las enseñanzas de la Biblia como Palabra de Dios, estos valores
son eternos e inmutables, no cambian conforme pasa el tiempo, no cambian con las
nuevas tradiciones, sino que las trascienden.

El creyente tiene la responsabilidad de que, de manera reflexiva y sincera, analice


sus principios éticos. A veces, confundimos los principios éticos con nuestras
costumbres, no debe ser así de sencillo.

CONCLUSIÓN

• Aunque la cultura quiera imponerte un molde para que pienses y actúes en


base a creencias de una humanidad caída, tú puedes ser diferente.

• Revisa tus lentes, transforma tu cosmovisión y paradigmas en base a la


Biblia y una relación con Dios.

• No resistas las metamorfosis que el Espíritu Santo quiere hacer en ti.

• Recuerda que la verdad te hace libre ¡rompe el molde!


LECCION 3
PRINCIPIOS INDISPENSABLES PARA LA RENOVACIÓN

Enrique Ruelas

BASE BÍBLICA: “De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo bueno,
recto y verdadero delante de Jehová su Dios. En todo cuanto emprendió en el
servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su
Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado”. 2 Crónicas 31:20-21 RVR1960.

PROPÓSITO: Dar a conocer los principios bíblicos indispensables para el logro de


una vida cristiana renovada.

INTRODUCCIÓN

Los principios son el conjunto de valores, creencias, normas, que orientan y regulan
la renovación. Estos principios se manifiestan y se hacen realidad en nuestra
cultura, en nuestra forma de ser, pensar y la manera de conducirnos. La renovación
implica una acción orientada hacia el cambio. Los cambios son parte de nuestra
vida porque nuestro Dios es el creador de nuevas cosas todos los días. Como
cristianos necesitamos hacer los cambios necesarios para progresar en todas las
áreas de nuestra existencia.
Así, pues, seguir a Jesucristo implica un caminar constante, implica, además,
avanzar hacia la perfección, es un continuo acercarse a la meta de alcanzar una
renovación integral en las diferentes áreas de su vida; intelectual, relacional,
familiar, laboral y espiritual.

A continuación, comentaremos los principios que son indispensables en una


verdadera renovación espiritual.

I. LA VIDA NUEVA VA MUCHO MÁS ALLÁ DE LAS PRÁCTICAS RELIGIOSAS

2 Cor. 5:17 NVI


“Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha
pasado, ha llegado ya lo nuevo!”

A. Incluye el abandono de lo viejo. La Ilustración de James Aggrey aborda la


influencia que ejerce sobre nosotros las ideas del entorno, las cuales limitan las
habilidades que Dios nos ha dado.
“Era una vez un campesino que fue al bosque cercano a atrapar algún pájaro
con el fin de tenerlo cautivo en su casa. Consiguió atrapar un aguilucho. Lo colocó
en el gallinero junto a las gallinas. Creció como una gallina. Después de cinco años,
ese hombre recibió en su casa la visita de un naturalista. Al pasar por el jardín, dice
el naturalista: -“Ese pájaro que está ahí, no es una gallina. Es un águila.”-“De
hecho”, dijo el hombre: “Es un águila. Pero yo la crie como gallina. Ya no es un
águila. Es una gallina como las otras.-“No, respondió el naturalista”. Ella es y será
siempre un águila. Pues tiene el corazón de un águila. Este corazón la hará un día
volar a las alturas”.- “No, insistió el campesino. Ya se volvió gallina y jamás volará
como águila”. Entonces, decidieron, hacer una prueba. El naturalista tomó al águila,
la elevó muy alto y, desafiándola, dijo: “Ya que de hecho eres un águila, ya que tú
perteneces al cielo y no a la tierra, entonces, abre tus alas y vuela!” El águila se
quedó, fija sobre el brazo extendido del naturalista. Miraba distraídamente a su
alrededor. Vio a las gallinas allá abajo, comiendo granos. Y saltó junto a ellas. El
campesino comentó. “Yo lo dije, ella se transformó en una simple gallina”. “No”,
insistió de nuevo el naturalista, “Es un águila”. Y un águila, siempre será un águila.
Vamos a experimentar nuevamente mañana. Al día siguiente, al naturalista subió
con el águila al techo de la casa. Le susurró: “Águila, ya que tú eres un águila, abre
tus alas y vuela!”. Pero cuando el águila vio allá abajo a las gallinas picoteando el
suelo, saltó y fue a parar junto a ellas. El campesino sonrió y volvió a la carga: “Ya
le había dicho, se volvió gallina”. “No”, respondió firmemente el naturalista. “Es
águila y poseerá siempre un corazón de águila. Vamos a experimentar por última
vez. Mañana la haré volar”. Al día siguiente, el naturalista y el campesino se
levantaron muy temprano. Tomaron el águila, la llevaron hasta lo alto de una
montaña. El sol estaba saliendo y doraba los picos de las montañas. El naturalista
levantó el águila hacia lo alto y le ordenó: “Águila, ya que tú eres un águila, ya que
tu perteneces al cielo y no a la tierra, abre tus alas y vuela”. El águila miró alrededor.
Temblaba, como si experimentara su nueva vida, pero no voló. Entonces, el
naturalista la agarró firmemente en dirección al sol, de suerte que sus ojos se
pudiesen llenar de claridad y conseguir las dimensiones del vasto horizonte. Fue
cuando ella abrió sus potentes alas. Se irguió soberana sobre sí misma. Y comenzó
a volar a volar hacia lo alto y a volar cada vez más a las alturas. Voló. Y nunca más
volvió.

B. La asimilación de lo nuevo. Tim Keller hace una descripción de la manera como


se expresa el hombre religioso y el cristiano renovado:
- El religioso dice: yo obedezco por eso soy aceptado
- El cristiano dice; yo soy aceptado por lo tanto obedezco.
- La renovación no es resultado del esfuerzo humano.
II. LOS CAMBIOS SIGNIFICATIVOS SE PRODUCEN AL RENDIR NUESTRA
VIDA A CRISTO

A. Los cambios no se aprenden intelectualmente. Juan 3:1-3 “Había un hombre


de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos”.
“Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como
maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con
él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
nuevo, no puede ver el reino de Dios”.

B. No se obtienen mediante habilidades personales. Juan 3:4-6 “Nicodemo le


dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por
segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de
cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el
reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es”.

B. No se obtienen mediante ritos exteriores. Juan 3:7-9 “No te maravilles de que


te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su
sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido
del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?”

III. LA VERDADERA RENOVACIÓN NO ES UNA SOLA META

A. La renovación es la búsqueda de la gloria divina manifestada en Jesucristo.


2 Cor. 3:18 “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma
imagen, como por el Espíritu del Señor”.

B. La renovación es un proceso diario buscando ser igual a Cristo. Pablo


mismo lo dijo “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, a un varón perfecto,
a la medida de la estatura de Cristo” (Efesios 4:13).

C. Es por la acción poderosa del Espíritu Santo. Y el caso de Caleb representa


la actitud y la fe de aquel que se mantiene renovado toda su vida.

Josué 14:7-12 RVR


“Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió
de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi
corazón. Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el
corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.
Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y
para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi
Dios.

Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años,
desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba
por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.
Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza
entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.
Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en
aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas.
Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.”

IV. LA DECISIÓN FIRME DE VESTIRSE DE CRISTO

A. Significa despojarnos del Viejo hombre. Efesios 4: 20-24


“Más vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído,
y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto
a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme
a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del
nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.

B. 5 Razones por las que se hace difícil renovarse.


1. Somos cabezas duras, testarudos, duros de corazón
2. Porque hemos sido atados al pecado: malos hábitos.
3. Por lo fácil que es hacer lo indebido.
4. Por el temor a lo nuevo. “más vale malo conocido que bueno por conocer”
5. Por la inseguridad que producen los fracasos.

CONCLUSIÓN

El rey Ezequías fue un hombre íntegro, subió al trono y puso su corazón en devolver
a Dios el lugar de liderazgo que le correspondía en la tierra.
2 Crónicas 31:20 - 21 “De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo
bueno, recto y verdadero delante de Jehová su Dios. En todo cuanto emprendió en
el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a
su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado”.

Las acciones que el rey Ezequías hizo para lograr la renovación del pueblo,
de manera que se vuelven los principios necesarios en toda renovación espiritual:
1) En primer lugar reabrió las puertas de la casa de Dios e incitó al pueblo
para que se arrepintiese y volviese al Señor.

2) Enfrentó la corrupción y a la carnalidad que se habían convertido en un


estilo de vida de la mayoría de los pobladores de su reino. Sus palabras fueron
rotundas. 2 Crónicas 29:5. “…Santificad la casa del Señor, Dios de vuestros padres,
y sacad lo inmundo del lugar santo”

3) Reestableció la supremacía de la Palabra de Dios en la vida cotidiana del


pueblo y dirigió las acciones de ellos hacia la casa de Dios. 2 Crónicas 29:15 NVI.
“…Entraron en el templo del Señor para purificarlo…según las palabras del Señor”

4) Llamó al pueblo a adorar a Dios. 2 Crónicas 29:28.


“Toda la multitud adoraba, los cantores cantaban y los trompeteros tocaban… todo
esto duró hasta consumirse el holocausto” durante unas tres horas la nación entera
estuvo en la presencia de Dios adorándolo.

¿Bendijo Dios los esfuerzos de Ezequías?


2 Crónicas 31:20-21. “De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó
lo bueno, recto y verdadero delante de Jehová su Dios. En todo cuanto emprendió
en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó
a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.”
LECCION 4
HAY QUE NACER DEL ESPÍRITU

Josué Uribe

BASE BÍBLICA: “Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un


principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que
has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú
haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo,
que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo:
¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda
vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de
Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu
es”. Juan 3.1 – 6.

PROPÓSITO: Conocer en que consiste el nuevo nacimiento y sus efectos en la vida


del ser humano.

INTRODUCCIÓN

Este relato tiene un mensaje tan revelador que muchas veces no se ha percibido
plenamente. En este sermón nos proponemos exponer en un sentido más amplio lo
que significan las palabras de Jesús: “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo
que es nacido del Espíritu, espíritu es”; pues, es preciso comprender que el
nacimiento de la carne es algo más que el nacimiento biológico del ser humano,
tema que el mismo Nicodemo, un gran maestro de la ley no podía, o tal vez no pudo
entender.

I. LA CONFUSION DE NICODEMO

A. Un principal entre los judíos. Nicodemo era un fariseo reconocido y miembro


del Sanedrín, especialmente por lo segundo, es por lo que se le identifica como “un
principal entre los judíos”. El sanedrín consistía en un tribunal que ejercía el
gobierno interno de los judíos durante el imperio romano, esta institución se
conformaba por una selección de los elementos más destacados de tres grupos
representativos del pueblo: sacerdotes, escribas y ancianos. Cuando el evangelio
de Juan señala que vino a Jesús de noche, nos revela que tenía temor, por supuesto
que sobre todo de los fariseos y demás miembros del sanedrín. Nicodemo gozaba
de buena reputación y una buena posición jerárquica religiosa que no estaba
dispuesto a perder por su simpatía por la doctrina de Jesús; por ese motivo
Nicodemo viene a Jesús, pero a escondidas, disminuyendo en todo lo posible sus
riesgos.

B. La angustia de Nicodemo. Pero por las palabras que recibe, es claro que lo que
movió a Nicodemo a venir a Jesús tenía que ver con una inquietud acerca de su
salvación y la vida en el reino de Dios. Necesitaba saber cómo asegurarse un lugar
en el reino eterno de Dios. La respuesta, sin embargo, era algo que Nicodemo no
podía comprender: debía nacer de nuevo.

II. “LO QUE ES NACIDO DE LA CARNE”

Nicodemo quería ser parte del reino de Dios, pero no entendía con claridad lo que
necesitaba, a pesar de que era un maestro de la ley, Cristo le dice que necesita
nacer de nuevo (de arriba, es lo que significa la expresión en griego, en clara
alusión al Espíritu de Dios). Sin embargo, a esta afirmación Nicodemo queda sin
entender. Jesús le explica un poco más: “lo que es nacido de la carne, carne es”;
pero, aun así, Nicodemo queda confundido al respecto. Algo similar pasa hoy,
nuestro entendimiento de lo que significa el nacimiento en la carne debe ser
clarificado a fin de comprender mejor la importancia y la necesidad del nuevo
nacimiento. Debemos decir que el nacimiento en la carne implica dos aspectos: un
aspecto biológico y un aspecto ideológico.

A. El elemento biológico. El primer aspecto, y el que todos entendemos del


nacimiento en la carne, es el que entendió Nicodemo: nacer de manera natural dado
a luz después de nueve meses en el vientre de la madre. Nicodemo confundido
llegó a pensar que el nacer de nuevo significaba volver al vientre de la madre para
de nueva cuenta nacer. Pero, no, este nacimiento biológico tiene que ver con el
hombre carnal, es decir, con el ser humano que ha nacido con una naturaleza
viciada y débil al pecado que no puede vivir los mandamientos y ordenanzas de
Dios, que no puede vivir la vida nueva en Cristo.

Cada persona que ha nacido del vientre materno tiene un cuerpo natural y carnal,
incapacitado para cumplir la palabra de Dios por sus propios esfuerzos, o por su
fuerza de voluntad. Es cierto que puede distinguir lo malo de lo bueno; pero de
acuerdo a las palabras del apóstol Pablo, aunque no quiera hacer lo malo, es eso
precisamente lo que hace, y aunque quiera hacer lo bueno no puede hacerlo (Rom.
7.18 – 21). Por tanto, al nacer, heredamos de nuestros padres un cuerpo
incompetente para agradar a Dios.
No obstante, lo anterior, lo que es nacido de la carne posee otra connotación muy
importante que debemos analizar, implica

B. Un elemento ideológico. El segundo aspecto del nacimiento en la carne tiene


que ver con los elementos ideológicos con que el mundo afirma a las personas a
vivir en los deseos de los ojos, de la carne y la vanagloria de la vida. No solo el
nacimiento biológico orienta a las personas al pecado, también, y de manera muy
ponderosa, el ser humano tiene la influencia de la sociedad y la cultura en la que
vive. Influenciado por la cultura y la Sociedad en que vive, el ser humano decide
vivir a imagen y semejanza de esa sociedad, la cual ha plantado en él como
individuo valores, creencias y normas de vida que lo alejan de Dios, aunque él
piensa que sus decisiones fueron libremente tomadas por él, en realidad la cultura
lo influyó.

De hecho, la filosofía, la sociología y la psicología señalan que una persona es


resultado de la suma de influencias del contexto en el que vive. El lenguaje con el
que habla (las palabras que emplea), la forma de vestir, los gustos musicales y
alimenticios, las creencias, las actitudes y valores, los proyectos de vida y muchas
cosas más, las personas las aprenden del contexto social en donde viven; nadie
inventó nada de lo que antes hemos mencionado, a lo más los modifica solo muy
levemente, pero en esencia todo lo aprende de su contexto.

Pero si una persona ha aprendido entonces de este mundo a ser lo que es, amar lo
que ama, desear lo que desea y complacerse en lo que se complace, es de suponer
que todo eso se opone a Dios, ya que este mundo es enemigo de Dios (Stg 4.4).
Decía bien aquel canto antiguo que se cantaba en la iglesia: “Ya vengo de pecar,
de ese mundo malo, allá aprendí a fingir, allá aprendí a mentir, en ese mundo malo.
Ya vengo de allá, de cometer pecado, allá aprendí a fumar, allá aprendí a tomar, en
ese mundo malo” y sigue también la segunda estrofa mencionando el resultado en
la persona de la influencia de este mundo.

Por tanto, una persona que ha asimilado su identidad ideológica por influencia de
este mundo, se puede decir también que ha sido engendrada por el mundo, del cual
nace así a su imagen y semejanza, esto también es nacer de la carne.

C. Un Nacimiento en una naturaleza corrompida por el pecado. El ser humano


es pecador, no solo porque comete pecado, sino porque su cuerpo nace en pecado,
es decir, nace con una naturaleza caída, corrompida e inclinada al mal. Por eso
Pablo decía en relación a este cuerpo de muerte pecaminoso que domina al ser
humano sin Cristo: “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero,
eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en
mí” (Romanos 7:19-20). Sin embargo, a pesar de dicha condición de esclavitud, el
apóstol también mencionaba una solución al problema: “!Miserable de mí! ¿quién
me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor
nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a
la ley del pecado” (Ro.7:24-25). La única solución es Cristo.

III. “LO QUE ES NACIDO DEL ESPIRITU”

A. El nuevo nacimiento. Se puede entender mejor ahora la importancia y la


necesidad del nuevo nacimiento, y se comprende también que este nuevo
nacimiento es más profundo de lo que tradicionalmente se comprende. Ahora
sabemos que ese nuevo nacimiento habrá de superar las limitaciones del
nacimiento biológico, en el sentido de que capacitará al creyente renacido por el
Espíritu para hacer la voluntad de Dios; y que por otro lado habrá de corregir una
imagen del hombre conformada por lenguaje, actitudes, valores, propósitos
proporcionados por el contexto cultural donde la persona vive.

B. Un nacimiento del Agua, del Espíritu y la Palabra. Pero para que este nuevo
nacimiento sea una realidad deben intervenir los agentes de Dios para la
regeneración: La fe, el arrepentimiento, el Espíritu Santo y la Palabra de Dios.

• Nacimiento del agua. Jesús indica explícitamente que es necesario nacer del
agua, esto es el bautismo en el nombre de Jesucristo, como un acto de
arrepentimiento y fe en la gracia salvífica de Dios manifestada en la sangre
redentora de Jesucristo, en su muerte y resurrección. Esta obediencia de fe a
esta ordenanza de Dios marca el inicio de la nueva vida del creyente.
• Este Nacimiento del agua es generado por el Espíritu y la palabra. La única
posibilidad de que una persona pueda experimentar el nuevo nacimiento es que
la palabra de Dios plante en el corazón de la persona la fe y el arrepentimiento,
con los cuales puede vivir los nuevos valores, ideales, proyectos, carácter,
deseos y propósitos del reino de Dios. Así sucedió el día del Pentecostés, a la
predicación del Evangelio de Jesús como único Señor y Dios, como el Cristo
resucitado, tres mil de la multitud se compungieron de corazón, reconocieron su
pecado, creyeron en la gracia de Dios acontecida en Jesucristo para el perdón
de los pecados, y se bautizaron en su nombre precisamente para el perdón de
los pecados.
• Nutrámonos de la palabra. Por ese motivo, no se puede subestimar la gran
importancia que tiene nutrirse continuamente de la Palabra de Dios. No existe
posibilidad de que alguien cambie su vida mientras no cambie lo que piensa,
somos lo que pensamos. Una persona sin un conocimiento adecuado de la
palabra de Dios nunca podría haber nacido de nuevo. La palabra de Dios
persuade al hombre de cosas superiores y lo inspira a la vida nueva. Pero,
además de la palabra de Dios, el creyente también requiere del poder
regenerador del Espíritu Santo para recibir el poder que nos capacita para
vencer la naturaleza carnal y transformarnos a la voluntad de Dios y la vida en
el Espíritu: a imagen de Cristo.

CONCLUSIÓN

Nicodemo pudo comprender así que Jesús le hablaba también de forma


metafórica, Jesús le indicaba que, así como al nacer había recibido de sus
padres biológicos sus rasgos físicos, su aspecto natural y su naturaleza caída,
también ideológicamente, en su naturaleza moral e intelectual, la sociedad y la
cultura le habían moldeado, influido y formado a imagen y semejanza de la
sociedad, como lo hace el padre y la madre. Una persona no solo es formada
por sus padres biológicos, sino sobre también por la sociedad que determina su
identidad ideológica y moral. Considera cómo para Jesús las obras, las
actitudes, los valores, las pasiones, etc., indican de quién ha nacido una
persona.

Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús


les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham
haríais… ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no
podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre
el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha
sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la
verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira,
de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a
mí, porque digo la verdad, no me creéis. Jn. 8:39, 43 – 45.
LECCION 5
RENOVADOS PARA CUMPLIR CON NUESTRO MINISTERIO

Julio C. García

TEXTO BÍBLICO: Isaías 6.1-10 1 EN el año que murió el rey Uzzías vi yo al Señor
sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas henchían el templo. 2 Y encima
de él estaban serafines: cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, y con
dos cubrían sus pies, y con dos volaban. 3 Y el uno al otro daba voces, diciendo:
Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria. 4 Y
los quiciales de las puestas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa
se hinchió de humo. 5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; que siendo hombre
inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han
visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. 6 Y voló hacia mí uno de los serafines,
teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas: 7 Y
tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu
culpa, y limpio tu pecado. 8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién
enviaré, y quién nos irá? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame á mí. 9 Y dijo:
Anda, y di á este pueblo: Oid bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no
comprendáis. 10 Engruesa el corazón de aqueste pueblo, y agrava sus oídos, y
ciega sus ojos; porque no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón
entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.

PROPÓSITO: Observar a través del ejemplo de Isaías la renovación de las


personas a través del llamamiento como una experiencia transcendental por
voluntad suya.

INTRODUCCIÓN

Vemos que la condición del pueblo de Israel en los tiempos del profeta Isaías no era
muy agradable debido a que la situación económica era difícil ya que se daba la
explotación del prójimo y los pobres eran desprotegidos. V.5.8-10. La situación
social era deprimente debido al abuso del vino. La gente siempre buscaba un
pretexto para embriagarse V.5.11-12. La situación política era decadente, porque la
justicia era continuamente pervertida. V.5.22-24. La situación religiosa de igual
forma estaba decaída por los pecados con un tinte de orgullo y sarcasmo, y la
confusión de las normas morales. V.5.18-20

Por tal razón, el profeta, a través de la alegoría de la viña infructuosa y de la


enumeración de los pecados cometidos por el pueblo de Israel, trata de mostrarles
a los suyos, que las trasgresiones en las que continuamente incurrían habían venido
a ser la causa de los juicios que Dios desataría sobre ellos.

Por otro lado, el profeta Isaías ve que su ministerio ha sido poco fructuoso, y por tal
razón entra en una crisis existencial, pensando principalmente en abandonar su
oficio. Por lo cual Dios, al ver esta reacción de Isaías, se propone renovarle la
comisión, y para esto será necesario pasarlo por un proceso que estimule en él, el
celo santo. Veamos a continuación cuales fueron los pasos por los que Dios hizo
pasar al profeta, a fin de ser procesado para renovarlo y capacitarlo para la nueva
misión.

I. ISAIAS EXPERIMENTO LA GLORIA DE DIOS

A lo largo de la Biblia podemos apreciar que lo primero que hace Dios con aquel
que ha seleccionado para que lleve a cabo su plan, es permitirle que experimente
algo de su gloriosa majestad. Es como si este momento especial y significativo fuera
la tarjeta de presentación de Dios. Con Isaías lo hizo de la manera siguiente:

A. Por medio de una visión. En ese momento lo que tuvo Isaías fue una visión,
sus ojos fueron facultados por la divinidad para ver la Gloria de Dios. Jehová se dejó
ver por Isaías, no es que Isaías logró méritos para verlo, fue en realidad una
experiencia de la gracia de Dios quien toma la iniciativa para dejarse conocer por el
profeta. Dios dejó que su siervo viera algo de su Gloria. Incluso, no solo lo vio a
El, sino que también su corte celestial, el resplandor de su Santidad, y la adoración
maravillosa y perfecta que le rinde su corte celestial. Tremenda visión.

B. Dios permite que Isaías oiga su voz. La revelación de la Gloria de Dios no


solo incluye que el profeta le pueda ver, sino que además le permite que pueda oír
su voz. Por medio de ella al profeta se le revela el propósito divino que le convoca
a ejercer un ministerio profético, con un mensaje central: Dios es Santo, y Él quiere
que su pueblo sea santo porque Él es Santo. Su pueblo, por lo tanto, debe hacer
acto de arrepentimiento de todo lo malo que haya cometido y volverse a Dios,
cambiar de vida, a una vida moldeada a imagen del Dios vivo y verdadero: Jehová
de los ejércitos. Además, esa palabra divina convoca a Isaías a vivir una vida de
santidad, si quiere ser siervo del Dios Santo, Jehová de los Ejércitos. Aunque Isaías
sabe que es hijo de sacerdotes, él es llamado a ser profeta, su misión específica es
ser vocero de Dios, el hombre convoca a un cambio de vida para agradar al Dios
verdadero.
II. LA VISION DE LA VERDADERA CONDICION DE ISAIAS

La experiencia de la Gloria de Dios capacitó a Isaías para conocer profundamente


a Dios, pero, además, conocer profundamente su propia condición ante los ojos de
Dios. Viendo a Dios profundamente pudo verse a sí mismo tal como era.

A. Su pobre condición humana. Al ver con sus propios ojos al Señor, sintió
consternación al tener que aceptar su propia ruina, culpa y mancha del pecado, y
es cuando experimenta el “Ay de mi”. Ahora es consciente de la gravedad de sus
propios pecados que quedan al descubierto cuando experimenta estar de frente
ante la gloriosa manifestación del Santo, Santo, Santo; el Santísimo Jehová de los
Ejércitos.

B. Su vergonzosa inmundicia. Frente a la Gloria de Dios, Isaías se considera de


labios inmundos, es decir, ni siquiera es digno de pronunciar el nombre de Jehová,
mucho menos alabarlo, o proclamarlo ante los demás. No está listo, ni es digno de
ser un ferviente adorador de Dios, ser vocero del Dios Santo, ni de proclamar su
glorioso nombre; nombre al cual debe reverenciar en todo tiempo.

C. Sabe que merece la muerte. De frente al que está sentado en el trono, Isaías
no puede simular ser alguien especial, grande y glorioso, al contrario, reconoce que
es menos que nada “merece la muerte, porque es inmundo”. Es decir, está sucio,
es pecador, se encuentra manchado irremediablemente por el pecado, y por lo
tanto, es culpable y está perdido, debe morir.

III. LA EXPERIENCIA DEL PERDON

A. Empieza por la experiencia de arrepentimiento frente a la gracia de Dios.


Indudablemente, hay algo especial en las palabras del profeta que expresan su
verdadero sentir y explican su verdadera condición de sí mismo que convierten su
experiencia en una buena noticia: es un hombre que ha experimentado
arrepentimiento de haberle fallado a Dios, deseos de cambiar, confesión de sus
pecados en lugar de tratar de ocultárselos a Dios, y un genuino corazón contrito y
humillado que sabe, que sin la gracia de Dios que perdona está perdido. Esta es
una Buena noticia, porque este es es el corazón que no desprecia el Señor.

B. Dios ministra al profeta el perdón de sus pecados. Uno de los serafines que
volaban en derredor del trono es enviado a ministrar al profeta con un carbón
encendido, al toque que viene del cielo, al profeta se le anuncia el perdón de sus
pecados. La iniciativa del perdón viene de Dios. El toque de la gracia de Dios
limpia de pecado al profeta. La orden de limpiar y perdonar de sus pecados al
profeta viene del cielo. Queda revelado para siempre que el Trono de Dios es un
trono de gracia y de perdón. Dios envía su gracia para que el hombre experimente
el arrepentimiento que lo hace venir a los pies del que está sentado en su trono, el
Santísimo Jehová de los Ejércitos.

C. Justificación con el fuego de Dios. El serafín toma con sus manos unas
tenazas, y con estas, un carbón encendido del altar de Dios, con el cual toca la boca
de Isaías para purificarle. Este serafín y este carbón encendido representan para
Isaías el Espíritu de Dios el cual actúa como fuego purificador, fuego que consume,
fuego que quema toda impureza y pecado a fin de justificar y renovar la vida y
misterio de sus siervos.

Isaías está ahora limpio, puro, renovado; está listo para ser dedicado a Dios, sólo
que ahora debe de tomar él mismo la decisión de servir al Señor, para eso Dios le
prepara una nueva experiencia.

IV. LA EXPERIENCIA DEL LLAMAMIENTO A UNA MISION

Dios no quiere una relación “adorador – Dios”, requiere de Isaías una relación
renovada, más directa y profunda de “siervo – Señor”. Dios no ve a Isaías solo como
un adorador, El observa que el profeta tiene la capacidad requerida para ser un
buen líder, un líder renovado, El líder que requiere el pueblo de Israel. Dios lo invita
a que colabore con El.

A. Llamado a ser portavoz de Dios. Por la manera en la cual Dios hace la pregunta
sobre quién ha de ser enviado a cumplir con la misión, nos permite conocer a un
Dios que delibera, que toma consejo con su corte celestial y envía mensajeros de
su corte celeste a ministrar a sus siervos. Por otro lado, se puede precisar, que solo
quien ha sido renovado, quien ha recibido la justificación de sus pecados por la
gracia de Dios, y mantiene una buena relación con su Salvador, está calificado para
ser el portador de la palabra de Dios, la cual demanda una vida de santidad.

B. Llamado a obedecer la misión de Dios. Dios no le permite a ningún hombre ir


en su nombre, si es que este no ha renovado su compromiso y demuestra ser
obediente y fiel a lo que Él le indica. Y es que en la obediencia está implícita la idea
de sujeción, de estar subordinado al que da las indicaciones, a los propósitos
divinos, no a los propósitos personales. No es solo decir yo lo hago, sino que
ejecutarlo fielmente, pues los siervos de Dios en representación de su propia
persona, sino en representación de Dios. Deben llevar el mensaje fielmente.

V. LA REVELACION DEL MENSAJE A PROCLAMAR


Isaías, renovado a la imagen del Dios santo, sometido a los propósitos de Dios en
su vida, es enviado a Israel a dar de un fuerte mensaje con dos características
esenciales.

A. El mensaje de Dios para el impío que se obstina en pecar es desolación y


juicio. ¿Cómo profetizarle buenas cosas al que persiste tercamente en el pecado?
¿Al que cierra sus oídos a la revelación de Dios y su llamado a un cambio de vida?
Pretender predicar el amor de Dios como aquel que “ama a todos y los acepta como
son”, cuando se trata de gente que obstinadamente vive en el pecado y se comporta
sordo al llamado de Dios al arrepentimiento dándole la espalda, no es lo que se le
pide a Isaías. Él debe predicar a un Dios Santo que demanda un cambio total de
vida a su imagen y semejanza; o la gente caerá en la ruina spiritual abandonado por
Dios.

B. El mensaje es restauración para los que le temen, por ello les comparte el
mensaje profético de la simiente santa. Isaías parece que pregunta si esto no
tendrá fin algún día, a lo cual Dios le declara que será hasta que las ciudades
queden asoladas y sin morador. Más Dios se guardará un remanente del pueblo
para Él. Este remanente vendrá a ser como un monumento que se levantará a su
misericordia. Será una simiente santa, la cual será capaz de ser portadora del
Salvador que habría de venir: Jesucristo, en el cual serían alcanzados todos los
gentiles.

CONCLUSIÓN

Dios permitió que Isaías, a quien había sido seleccionado, para ser su mensajero,
pasara por un proceso de renovación, el cual le era necesario para que desarrollar
un ministerio poderos, profético y restaurador de una simiente santa, a través de la
cual se cumplirían sus propósitos eternos y divinos de salvación en todo el mundo.

Este proceso de renovación diseñado por Dios, como ya dijimos, le permitiría al


profeta pasar por diversas experiencias. En primer lugar, por la experiencia de la
visión de la gloria divina, después, por la experiencia consigo mismo, posteriormente
por una experiencia del perdón y el lavamiento de su vida, para luego experimentar
la renovación el llamamiento a ejercer su ministerio poderosamente en la fuerza del
Espíritu siendo fiel portador de un mensaje divino.

Dios, nos está invitando para que pasemos por el mismo proceso renovador por el
que paso el profeta Isaías; a fin de que seamos, además de excelentes adoradores,
nos trasformemos en mensajeros de la Palabra de Dios y podamos entonces
cumplir eficazmente nuestro ministerio y misión que nos fue entregado por Dios.
LECCION 6
PON TUS OJOS EN CRISTO PARA CRECER A SU IMAGEN

David Eleuterio Uribe Flores

BASE BÍBLICA: Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual
por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se
sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2 (RVR60)

PROPÓSITO: Renovar el enfoque en el Señor y despojarnos de la fe en los sabios


de este mundo, a partir de un análisis personal de nuestras conductas y sus
motivaciones, para concientizar la dependencia del Señor en nuestra vivencia.

INTRODUCCIÓN.

En el mundo que vivimos, el descuido del creyente lo puede llevar al punto donde
su mirada, sin darse cuenta, se desvía de Jesús y la coloca en los hombres, es
decir, en la sabiduría de este mundo, pensando que esta sabiduría le ofrece las
seguridades y beneficios que él tanto anhela. Lo anterior hace que el cristiano se
aleje de los propósitos de Dios para su vida, su familia, su ministerio y su papel en
la misión de Dios.

Pero, no hay que olvidar que los seres humanos y sus aparentes verdades y
propuestas de vida que parecían llenas de sabiduría, caducan. Por muy poderosos
y sabios que sean estos seres humanos, son mortales y mueren, y su gloria perece
con ellos, juntamente con sus pensamientos que parecían muy sabios, pues
aparecen otros pensamientos que desplazan los anteriores y los dejan obsoletos.
Por esta razón dijo el profeta Isaías: “Voz que decía: da voces. Y yo respondí: ¿qué
tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del
campo. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en
ella; ciertamente como hierba es el pueblo. Sécase la hierba, marchitase la flor; más
la palabra del Dios nuestro permanece para siempre” (Isaías 40:6-8).

Así, pues, no pongas tu mirada en las cosas de este mundo, aunque sean en
apariencia gente sabia y poderosa, porque a final de cuentas son mortales,
perecerán juntamente con sus seguidores. En esta lección te tengo una mejor
propuesta: ¡Pon tus ojos en Cristo! ¡Renueva tu fe en Él! El Señor nunca te fallará.
No dejes que los deseos de este mundo te lleven al vacío y perdida de la vida en
Cristo, la cual es la única que puede darte bendición eterna.
I. EL ENFOQUE EN EL SEÑOR TE DIRIGE A UNA VIDA ABUNDANTE

A. Te proporciona propósito. Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca


de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que
esperáis. (Jeremías 29:11) Las palabras del profeta para el pueblo en el texto citado
son precisamente el deseo de el Señor. Su voluntad es perfecta para cada uno de
nosotros, Él nos ha llamado a vivir en sus propósitos y descansar en su palabra a
pesar de las adversidades, tiene un plan especial para cada uno de sus hijos.

B. Te ayuda a crecer a imagen de Cristo a pesar de tus imperfecciones. La


naturaleza del ser humano lo limita para llegar a la perfección en todas las
dimensiones de su vida. Nosotros somos corruptos y débiles en los deseos de la
carne, ello nubla nuestra visión en la búsqueda de propósitos excelentes para vivir
la vida de manera plena; sin embargo, en Jesús manteniendo nuestra vida enfocada
en buscarle y conocerle, lograremos crecer a su imagen y semejanza como un varón
perfecto.

Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Efesios 4:13

C. Te enseña a esperar con paciencia la victoria, a pesar de los enemigos o


circunstancias adversas. La enemistad en la carne no debe ser practicada por los
hijos de Dios, no obstante, Satanás engaña insistentemente para que exista tal
conflicto entre las personas. Con una visión colocada en los propósitos del Señor y
sin deseos contrarios a su voluntad, practicando los valores de su reino, podremos
soportar cualquier adversidad o circunstancia negativa porque es su sabiduría la
que nos rige, incluyendo los mismos conflictos sociales que el enemigo trate de
incitar. El Señor vencerá con su voluntad a través de nuestra paciencia y
mansedumbre a su debido tiempo; nosotros sabremos actuar y amar a nuestros
enemigos a través del modelo de Jesús en nuestro estilo de vida.

II. EL SEÑOR ES EL ÚNICO FUNDAMENTO DE NUESTRA FE

A. La fe en Jesús asegura tu futuro y transforma tu presente. La Fe en el Señor


modifica tu visión a futuro para que esté en sintonía en los propósitos del Señor, las
conductas de tu presente se rigen por la esperanza en su palabra. Es a través de
su Santo Espíritu que la fe se vuelve un completo entendimiento entre práctica y
razón, pues somos transformados a la mente de Cristo (razón) para hacer su
voluntad (práctica).

B. Por la fe sometámonos al Señor Jesucristo. Cuando sometes tu vida entera


al Señorío de Jesucristo sobre lo que eres y lo que tienes, eres renovado a una vida
bienaventurada, agradable, que exalta su grandeza. La humildad de someter
nuestra existencia al Señor establece su reino en nuestras vidas y esto nos permite
vivir los valores de dicho reino revelados por su perfecta sabiduría a través de su
voluntad.

C. El Señor te libera de la esclavitud del pecado. La fe y seguimiento del Señor


centraliza tus valores en lo que es bueno y verdadero, encarnando la imagen de
Jesucristo y haciendo lo que es agradable ante los ojos de Dios, sin guiarte por las
corrientes de pensamiento de este mundo y sus intereses personales, que solo
promueven el deseo de placer y poder, al final son principios de vida que te llevan
por las sendas de esclavitud al pecado, separándote de la voluntad de Dios
agradable y perfecta.

III. CUANDO LA MIRADA ES PUESTA EN LAS COSAS DE ESTE MUNDO

A. Adoptas valores incorrectos basados en la individualización. En una mente


desviada de la vista en Jesús se desarrollan intereses personales sin considerar a
los que le rodean y aquellos que le aman basados en los valores de este mundo,
donde no se predica el verdadero amor en todas las dimensiones; en la dimensión
social no existe el verdadero deseo de que le vaya bien al prójimo, solo se motiva a
tolerarle y no dañar su integridad física o psicológica, lo cual funciona en la sociedad
para cada individuo, pues permite establecer principios de vida con carente
responsabilidad de los demás para satisfacer su propia existencia.

Cuando descubres el valor del amor en Cristo y la necesidad de practicarlo como Él


manda, tu persona se desarrolla extraordinariamente en todas las áreas, tanto en lo
personal como en lo colectivo social por la gracia de su dirección en tu vida, es de
suma importancia colocar nuestros ojos en Jesús para hallar el modelo completo de
una vida abundante fundamentada en los valores adecuados, que te lleven a
responsabilizarte de tus actos hacía los demás por amor a Dios y su voluntad, como
cristianos esto beneficia para el fortalecimiento del cuerpo de Cristo que es la
iglesia, y es en ese sector donde se practican los valores de su reino,
eminentemente en comunión unos en un mismo sentir y una misma mente, la de
Cristo Jesús.
B. Peligra tu salvación, pues no estás siendo dependiente de la guianza del
Señor para tu vida. Observamos e Imitamos las figuras ideales de personas
poderosas; líderes que promueven ideas fuera de las responsabilidades de misión
y principios morales del reino, nos dejamos guiar por doctrinas de pensamiento y
conductas que ellos promueven, esto con el deseo profundo en nuestra carne de
dirigir nuestra fe y confianza hacía nosotros mismos, gloriando así la humanidad
que hemos creado, lejana del Señor, cuando es Él quien verdaderamente es dueño
de ella, de la vida existente y por existir, que nos proporciona el camino de rectitud
hacía la meta final que es la vida eterna. Hermano, no olvidemos que Él es quien
pagó por la salvación de toda la humanidad creada con el propósito de vivir
comunión con Él, venciendo el pecado que nos separaba; e indiscutiblemente tal
acto le ha dado potestad de ser el único fundamento real de nuestra fe que provoca
una vida plena.

C. Tu visión se limita en las cuestiones terrenales y no en los valores eternos


del Señor. La vista del creyente esta puesta en las cosas eternas y eso modifica
nuestro presente, esa es la verdadera fe, con la esperanza puesta en Jesucristo no
solo esperamos, sino que actuamos para ganar sus promesas eternas. No así
quienes no tienen su vista en el Señor, y voltean su mirada a los placeres que ofrece
el mundo, sus ojos solo observan la vida pasajera que se desvanece en emociones
efímeras, pensamientos huecos, vanidades que no sacian el alma y que dan como
resultado un carente propósito de vida, con un final incierto, así se pierde la vida
desde que se está vivo en este mundo y al final también eternamente.

CONCLUSIÓN.

Práctica la voluntad del Señor en todo lo que hagas, escucha su voz y somete
todo lo que eres a la soberanía del Dios para ser guiado a la imagen y semejanza
de Jesucristo. Que esto sea una reflexión constante en tu vida y te lleve a buscar
la guianza del Espíritu Santo para mantenerte enfocado en Él. Toma las palabras
que Pablo le da a Timoteo: pues no nos ha dado espíritu de temor y timidez sino
de poder, amor y autodisciplina (2 Timoteo 1:7)
LECCION 7
CRECER EN CRISTO REQUIERE INTIMIDAD CON ÉL

Eleuterio Uribe Villegas

BASE BÍBLICA: “Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los
cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando
el evangelio del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran
número creyó y se convirtió al Señor. Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la
iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía.
Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que
con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. Porque era varón bueno,
y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.
Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía.
Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a
los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía2”.

PROPÓSITO: Mostrar que los resultados de una intimidad con Dios trae como fruto
efectos en la evangelización, carácter, liderazgo, capacidad para escuchar la voz
de Dios y una gran visión y pasión por la obra de Dios, como la que desarrolló
Jesucristo.

INTRODUCCION

Es indudable que la iglesia, y todo creyente en lo individual, necesita desarrollar una


vida devocional en la que construye un contacto íntimo y constante con lo
sobrenatural, es decir con Dios mismo, con su Espíritu y su palabra si es que anhela
profundamente vivir en el éxito, el triunfo y la victoria contra el diablo, el pecado y
las fuerzas de maldad que se manifiestan en este mundo que son contrarias al reino
de Dios.

Sin duda, la gran razón que tenemos para afirmar lo anterior se encuentra en los
datos que presenta la misma Escritura, cuando leemos la historia de éxito de la
iglesia de Antioquía, narrada en los capítulos 11 al 13 del libro de los Hechos de los
Apóstoles. Esta iglesia logró extraordinarios resultados de una manera integral, es
decir, experimentó una gran bendición en todos los aspectos de su vida cristiana y
eclesial. Sin duda alguna, a través de la iglesia de Antioquía, Dios nos reveló

2
Hechos 11:20-26. https://my.bible.com/bible/149/ACT.11.20-26
principios de poder y unción para el éxito de la misión y vida plena para la iglesia,
que son aplicables hasta el día de hoy, cuando la iglesia verdaderamente practica
una profunda intimidad y comunión con Dios.

Por eso, no es casualidad que, al éxito de la iglesia de Antioquía, las Escrituras


afirman con toda claridad a qué se debió: 'Ministrando estos al Señor, y
ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a
que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las
manos y los despidieron3. ' El ayuno, la oración y el servicio (ministración) al Señor
fueron claves para edificar esta profunda intimidad con Dios, y los resultados de una
iglesia que tiene esta intimidad y encuentro con lo sobrenatural, inmediatamente
aparecieron. Así, podemos ver que:

I. EL CRECIMIENTO EN GRACIA FUE FRUTO DE LA INTIMIDAD

A. La mano del Señor estaba con ellos. Así, pues, en virtud de la profunda
intimidad con Dios de la iglesia de Antioquía, la mano de Dios estaba con ellos.
Expresión que se refiere al respaldo sobrenatural de Dios sobre los pioneros
evangelistas que fundaron la iglesia de Antioquía predicando el Evangelio a judíos
y gentiles. Sin duda alguna, había oposición maligna para este proyecto de fundar
una iglesia en Antioquía, pero, estos evangelistas, pioneros predicadores,
prevalecieron porque la mano de Dios los dotaba de poder y autoridad para vencer.
Así que la iglesia se fundó, consolidó y se multiplicó.

B. Se miraba la gracia de Dios en la congregación de Antioquía. Cuando los


apóstoles se enteraron de lo que sucedía en Antioquía, pasó algún tiempo,
suficiente como para que estuviera toda una congregación en esa ciudad sirviéndole
a Dios, así que enviaron a Bernabé a Antioquía a ver la obra, y cuando Bernabé
llegó, era tal la presencia de Dios manifestada en la iglesia de Antioquía que
Bernabé vio la gracia de Dios cómo se movía y manifestaba en la congregación,
tanto que el mismo Bernabé se llenó de entusiasmo y alegría. La gracia de Dios en
la iglesia de Antioquía era visible por todos lados de muchas maneras.

C. Aprendieron a escuchar la voz de Dios. La búsqueda profunda de Dios, la


edificación de una genuina intimidad con la divinidad hizo posible que llegara el
momento que esta iglesia escuchara la voz de Dios, el Espíritu Santo les habla para
guiarles: 'Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme

3
Hechos 13:2-3. https://my.bible.com/bible/149/ACT.13.2-3
a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado4. ' Así, estos incisos A, B y
C, nos muestran que para Antioquía Dios fue la fuente de poder y unción para fundar
la iglesia, dar crecimiento numérico a la iglesia, consolidar a los creyentes y
revelarles cada vez más profundamente los planes de Dios para ellos y el mundo.

II. EL CRECIMIENTO DEL AMOR, LA COMUNIÓN Y LA UNIDAD

A. Judíos y gentiles se amaban. Juntos formaban una sola iglesia, un solo


cuerpo, perfectamente unido con la cabeza que es Cristo. Esta unidad era fruto de
la gracia de Dios que se había hecho visible en la comunión y el amor que había
entre judíos y gentiles. Algo nunca visto. Las barreras raciales, sociales, económicas
y culturales habían sido rotas por la gracia de Dios hecha presente en el amor de
unos con otros. No había acepción de personas.

B. Judíos y gentiles tenían una misma fe. El poder sobrenatural del Espíritu
Santo, la profunda intimidad con Dios que la iglesia de Antioquía practicaba, hicieron
posible que el Espíritu de Dios levantara una iglesia con un mismo Señor, una
misma fe y un mismo bautismo, así como integrar a todos en una misma
iglesia bajo un mismo Dios y Padre de todos.

C. Judíos y gentiles hacían equipo de servicio y trabajo. En todo trabajaban


juntos como un solo equipo. Juntos oraban, evangelizaban, ayunaban, adoraban y
traban de alcanzar al mundo con el evangelio de Jesucristo, y todos se integraban
de una u otra manera para lograr los resultados. Juntos todos se esforzaban por
alcanzar los objetivos de Dios revelados a la iglesia.

III. CRECIERON EN MADUREZ A LA ESTATURA DE CRISTO

A. Los líderes eran hombres llenos del Espíritu Santo. Así, de Bernabé afirma
Lucas que fue enviado: “Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe”.
No se enviaba por simple “amiguismo” a liderar, sino a quienes tenían una relación
íntima con Dios, en quienes era evidente y visible la gracia de Dios y su poder. Lo
mismo se dice de los pioneros que fundaron la iglesia de Antioquía, su carácter,
ministerios, unción y poder estaban en un grado de madurez espiritual
extraordinaria: la unción, poder, ministerio y la vida misma de Jesucristo se
manifestaba en ellos. Habían estado creciendo en ruta ascendente a la estatura de
Jesucristo.

4
Hechos 13:2. (https://my.bible.com/bible/149/ACT.13.2)
B. Bernabé hizo equipo con Saulo para discipular a los creyentes de
Antioquía. Programaron un año de enseñanza en Antioquía para llevar a los
creyentes de la conversión a la madurez plena y al ejercicio de sus dones y
ministerios. Prueba de ello fue que después de este programa de discipulado
programado en el capítulo 11, como resultado aparece en el capítulo 13:1-4, un
grupo de profetas y maestros ministrando al Señor, y en respuesta el Espíritu Santo
les comunicaba sus propósitos y planes: el Espíritu Santo les hablaba. Así que, no
sólo guardaban la gracia de Dios entre ellos, sino que crecían en ella.

C. Se les llamó cristianos por primera vez. El crecimiento de ellos a imagen de


Cristo fue extraordinario que seguramente por ello les llamaron cristianos por
primera vez a los creyentes. Esto era testimonio de que habían crecido a imagen de
Cristo. Antioquía en este sentido estaba siendo una iglesia modelo de aquel
entonces, y por supuesto, de ahora también. ¡Qué excelente reto para nuestras
congregaciones hoy! Necesitamos demostrar que somos cristianos porque estamos
hechos a imagen de Cristo. ¡Qué calidad de discipulado aplicaron a la iglesia de
Antioquía Pablo y Bernabé! Sin duda, lo necesitamos hoy.

IV. CRECIERON EN VISION

La iglesia de Antioquía logró escuchar la voz de Dios, con la cual entendió lo que
Dios esperaba de ellos, la expansión y crecimiento a donde era necesario llegar y
alcanzar. Dios les pedía que llevaran su gloria a las naciones. La iglesia de
Jerusalén no había llegado a este nivel de visión de divina.
A. La visión está asociada a la revelación divina. Mucha gente visión con metas
y logros que se quieren alcanzar. Pero, la Escritura asocia la visión con la revelación
de Dios, de lo que Él quiere alcanzar y lograr a través de nosotros. En este
sentido la visión es mucho más que establecer metas, pues estas pueden ser de
motivación meramente humana. Cuando son así, humanas, sólo buscan exaltar el
ego de la persona, cuando son revelación de Dios, están para hechas para darle
gloria a Dios solamente.

B. La iglesia de Antioquía creció en la visión porque escuchó la voz de Dios.


Así, la visión quedó asociada claramente a Dios mismo, a su palabra escrita y
profética que fluye a través de aquellos que viven intensamente en una profunda
intimidad con Dios, y que se puede ver la gracia de Dios en ellos en todos los
aspectos de su vida.
C. La visión quedó asociada a la dirección de Dios. Pues solo así, el logro de
la visión le da la gloria a Dios y no al hombre. Pues el logro de la visión de Dios lleva
al logro de sus planes, propósitos y proyectos y da gloria sólo a su nombre.

D. La pasión por los planes de Dios creció. Antioquía fue una iglesia en la
dirección correcta y en la pasión necesaria para mantenerse firmes en lograr los
propósitos de Dios.

CONCLUSIÓN

No te despegues de la intimidad con Dios. Sólo así te podrás nutrir del poder, la
unción, pasión y la visión de Dios. Sólo así los resultados de crecimiento en número,
pero también en madurez a imagen de Cristo se harán realidad. Podrás ejercer tus
ministerios con la efectividad que Dios espera de ti, de acuerdo a la medida que
depositó en tu vida. Seamos una iglesia que crece a la estatura de Cristo, de
acuerdo con el modelo que vemos en la iglesia de Antioquía.

No dejemos de cultivar profundamente nuestra intimidad con Dios a nivel iglesia y


a nivel individual. Hagamos equipo y logremos los resultados que Antioquía dio.
Bendiciones mis hermanos ¡Que la gracia de Dios esté siempre con ustedes!
LECCION 8
EJERCE TU MINISTERIO A IMAGEN DE CRISTO

Por Isaías Rivera Salas

BASE BÍBLICA: “Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a


los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la
iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su
servicio a Dios, para que continúen su viaje” (3 Juan 5,6).

PROPÓSITO: Valorar la importancia de ejercer nuestros ministerios creyendo que


no hay ministerio pequeño o insignificante, sino que todos son valiosos si los
ejercemos a imagen de Cristo.

INTRODUCCIÓN
El cristiano no sólo debe crecer a imagen de Cristo en carácter y una vida de
santidad, sino que también debe desarrollar sus dones y ministerios ejerciéndolos
de igual manera a imagen de Cristo.

En la Tercera Carta Universal del apóstol Juan, él describe el ministerio de un


hermano llamado Gayo que ejercía el ministerio de la hospitalidad con excelencia.
Cualquiera podría decir que la hospitalidad no es un ministerio que logre tener
mucha influencia en el avance del reino de Dios, en el éxito de la predicación del
Evangelio, pero, para el apóstol Juan no es así, él ve en la hospitalidad de Gayo un
gran ministerio que impulsa la obra de Dios, tal y cómo Gayo lo ejerce. Pero, no solo
Juan resalta las virtudes de Gayo, sino también el mismo apóstol Pablo cuando
habla de él resalta dichas virtudes (Romanos 16:23).

Como usted puede ver, no hay ministerio pequeño, si se ejerce a imagen de Cristo,
siguiendo su modelo perfecto, sin duda, cualquier ministerio se convierte en grande
bendición y avance del reino de Dios. Pero ¿qué características tenía el ministerio
de Gayo? Mencionemos algunas.

I. GAYO SERVIA SIN HACER ACEPCION DE PERSONAS


A. No discriminaba a nadie. El hermano Gayo destacó, no sólo por ejercer el
ministerio de la hospitalidad, sino por hacerlo sin hacer acepción de personas,
sin discriminar a nadie. Su ministerio se distinguía por atender perfectamente bien
a los mismos apóstoles que le visitaban, pero, de igual manera, con la misma
amabilidad, calidad y generosidad atendía aún a los desconocidos. Quienes eran
atendidos por la hospitalidad de Gayo no notaban que hiciera preferencias. La
sonrisa, el buen trato, la amabilidad y la excelencia del lugar de descanso era igual
para todos, de la misma calidad y con el mismo afecto. El apóstol Juan, en lugar de
sentirse mal creyendo que por su investidura debería recibir mejor trato, al contrario,
elogió la hospitalidad de Gayo, su excelente generosidad y amabilidad para todos.

B. Ni aún los desconocidos. Como ya lo mencionamos, es interesante notar que


Gayo no discrimina a nadie, sino que sirve por igual a los de casa como a los de
fuera; a los conocidos, como a los desconocidos. Pero, la verdad hay que decirla
¿Quién se arriesga hoy a darle un excelente hospedaje, abrir las puertas de su casa,
gastar dinero en apoyo de desconocidos? ¿Hoy que es una época peligrosísima
para llevar a cabo esto que estamos mencionando? Gayo lo hizo. Y es muy posible
que más de alguno le fraudeó. Sin embargo, su fe y su amor por ejercer un ministerio
lleno de generosidad a imagen de Cristo lo hizo persistir, asumir los riesgos en ello,
aunque debió desarrollar la sabiduría para hacerlo, pero, finalmente tuvo su fruto,
fue motor impulsor importante de quienes eran evangelistas itinerantes genuinos de
aquel entonces, y el evangelio se extendió maravillosa y poderosamente en toda la
región cercana, y aún lejana: Gayo fue clave con su ministerio de hospitalidad.

II. GAYO SIRVIO SIN BUSCAR APLAUSOS

A. Sirvió para ser hallado fiel a Cristo. El verdadero interés de Gayo no era el
aplauso, o que le pagaran con gratitud o dinero, su verdadera recompensa era serle
fiel a Jesucristo, al que le entregó los dones y ministerios que él ejercía. Su
verdadera recompensa era ver el avance del evangelio del reino de Dios. Era ver
cada día más personas entregadas a Jesucristo. No servía por intereses ni metas
personales, su meta era serle fiel a Jesucristo, a la manera en que Dios nos sirvió
a nosotros. Cristo mismo lo dijo: “Porque el hijo del hombre no vino para ser servido,
sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”.

B. Sirvió para ministrar a las necesidades de los demás. El apóstol Juan dio
testimonio de cómo ejercía Gayo su ministerio: “Los cuales han dado ante la iglesia
testimonio de tu amor” (V6). Gayo demostró con creces que su ministerio se movía
en el amor de Cristo, en el amor desinteresado que se auto despoja para servir a
los demás. Que renuncia comodidades y derechos personales con tal servir a los
demás, y apoyar el avance del reino de Dios

MEDITE EN LO SIGUIENTE:
¿Cree usted que necesitamos servidores como Gayo hoy? ¿Sólo en el ministerio
de la hospitalidad, o en todos los ministerios? ¿Por qué? ¿Cambiaría mucho la
iglesia, sus resultados y el avance de la obra de Dios?
III. GAYO DESARROLLO EL VERDADERO CARÁCTER DEL SERVICIO

A. Humildad y reconocimiento frente al ministerio de los demás. El verdadero


creyente como Gayo sabe reconocer con toda humildad el trabajo que hacen los
demás dándoles el lugar que se merecen. Gayo tenía la suficiente humildad para
entender que otros son capaces de hacer las cosas que él no puede hacer en la
obra de Dios, pero, que con el ministerio que Dios le ha dado puede apoyar y ayudar
en mucho a los demás para que realicen su tarea.

B. Además de hospitalidad brindaba acompañamiento para realizar la tarea.


Juan le encarga a Gayo que “encamine” a los demás que realizan algún
ministerio. Quizá son desconocidos para él, pero debe dignificarlos por el servicio
que realizan. Este encargo de encaminarlos significaba “acompañarlos”,
“escoltarlos” y apoyarlos en el viaje. Esto era una extraordinaria actitud de servicio
de Gayo. No sólo los hospedaba, los acompañaba, protegía y les brindaba ayuda
para el viaje, que seguramente incluía lo económico. Este es un llamado al respeto,
la consideración, la ética y la solidaridad que debemos mostrar ante los demás
hermanos, mayormente si son predicadores de la Palabra de Dios, considerándolos
consiervos en la obra de Dios.

CONCLUSIÓN

El ejemplo de Gayo nos enseña que no hay ministerio pequeño o insignificante.


Todo ministerio realizado a imagen de Cristo, siguiendo el modelo de nuestro Señor,
sin duda alguna, será de un profundo impacto en el avance de la obra de Dios. Es
necesario, pues, desarrollar el carácter de Cristo que se vio ejercitado en Gayo, con
lo cual logró que su ministerio, pareciendo pequeño, se convirtiera en clave para el
avance del evangelio del reino de Dios.

Sin duda, nuestro ministerio es importante, esencial y clave para el avance de la


obra de Dios, siempre y cuando lo desarrollemos a imagen de Cristo, el cual dijo:
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón: y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11:29).

¿Qué nos falta para desarrollarlo así?


LECCION 9
INTIMIDAD CON DIOS PARA HACER SU VOLUNTAD

Antonio Piña Torrez

BASE BÍBLICA: “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo
conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia”, (Lucas 1:38).

PROPOSITO: Que el creyente conozca la voluntad de Dios por medio de una


relación íntima con Él, para amarlo y hacer sus propósitos.

INTRODUCCION

En el libro de Génesis 3:8-10 encontramos la historia en donde Adán escucha la


voz de Dios y sale corriendo a esconderse porque tuvo miedo. Sin embargo, en la
historia de Lucas 1:26-38 encontramos a una mujer escuchando la voz de Dios, que
si bien es cierto, se turba y siente miedo ante el saludo del ángel, pero no corre a
esconderse, sino que se queda a dialogar con el ángel del Señor hasta escuchar y
conocer los planes y propósitos que Dios tenía para ella, y ante tal conocimiento ella
exclama: “Hágase conmigo conforme a tu palabra”.

La gran diferencia entre las reacciones y actitudes que encontramos entre estos 2
personajes bíblicos se debe a la intimidad que cada uno tenía con Dios. En base a
ello podemos extraer 3 enseñanzas muy importantes de esta última situación.

I. LA INTIMIDAD CON DIOS ES MUY IMPORTANTE PARA QUE EL NOS


REVELE SUS PLANES Y PROPOSITOS.

A. Oración y lectura de la palabra de Dios. La intimidad con Dios puede darse y


fortalecerse a través de la oración o a través de la lectura y meditación de la Palabra
de Dios.

B. María tenía intimidad con Dios. Esa intimidad le ayudó a ser libre de todo
temor de castigo, ella permaneció tranquila y segura escuchando todo lo que el
ángel de Dios tenía que decirle.

C. Intimidad y revelación van juntas. María recibió revelación y conocimiento de


los planes de Dios para su vida, el Espíritu Santo vendría a ella y el poder del
Altísimo la cubriría con su sombra, ella quedaría embarazada y daría a luz un hijo
el cual se llamaría Jesús.
Tú y yo, toda la iglesia puede tener intimidad con Dios y Él nos revelará sus planes
y propósitos.

II. LA INTIMIDAD CON DIOS NOS HACE SIERVOS DISPUESTOS A OBEDECER.

A. Obediencia en el bienestar. Cuando María recibió la visitación del ángel del


Señor, ella se encontraba disfrutando de una vida de bienestar familiar. En esa
condición ella demostró ser obediente a Dios.
Alguien podría pensar y decir que María fue obediente a Dios porque todo estaba
bien en su vida. Pero aclarando este punto podemos decir que María fue obediente
a Dios, porque ella lo conocía profundamente, pues, tenía intimidad con Él.

B. Obediencia en el dolor y la adversidad. María demostró ser obediente a Dios


aun en medio del dolor al ver a su hijo con su cuerpo herido y cargando una pesada
cruz donde seria crucificado. Pedro quiso persuadir a Jesús de que no se entregara
para ser crucificado, pero María aun sabiendo que Jesús, su hijo, tendría que morir
crucificado, no hizo nada para impedir el plan de Dios. Su intimidad con Dios le
ayudó a ser una sierva obediente hasta el final.

III. LA INTIMIDAD CON DIOS NOS PERMITE VIVIR EN LOS PLANES Y


PROPOSITOS DE DIOS.

A. Lo anterior se convierte en una gran bendición. María fue una mujer cuyo
mayor gozo fue el haber sido elegida como la madre del Mesías. Ella se mantuvo
fiel a los planes y propósitos de Dios para su vida, aún en aquellas ocasiones y
momentos difíciles, como cuando no encontró lugar en el mesón para el nacimiento
de su hijo, o su huida a Egipto para evitar la muerte de Jesús, etc.

Quien tiene intimidad con Dios, jamás dejará de persistir en cumplir los planes y
propósitos de Dios. María soportó todo porque tenía amor por cumplir fielmente la
voluntad de Dios en ella.

B. La intimidad con Dios nos permite tener la fuerza suficiente para aceptar
todo el plan de Dios para nuestra vida. María tuvo la fuerza suficiente para vivir
todo el proceso del sacrificio de su hijo. Fue una mujer fuerte hasta el final, porque
sabía que todo lo que estaba viviendo era plan de Dios para salvar al mundo. Tenía
la revelación de los planes salvíficos de Dios en Cristo, y pudo hacer la voluntad de
Dios, aún por encima de sus deseos personales.

CONCLUSION
Si tenemos intimidad con Dios, Él nos dará la fuerza para vivir aun en medio de la
adversidad, con alabanza y adoración en nuestra boca. La intimidad con Dios te
permitirá conocer los planes y propósitos que Él tiene para tu vida. Sus propósitos
son tan perfectos que, por medio de tu vida, siguiendo su voluntad, bendecirás a
muchos; Familia, amigos y quienes te conozcan, verán el rostro del Señor y
experimentarán su amor por medio de ti, el destino eterno de sus vidas puede ser
cambiado por tu esfuerzo desempeñando la voluntad de Dios y su deseo de
salvación para la humanidad.

APLICACIÓN

¿Quieres ser un vaso de barro que Él use para llevar a cabo sus planes y
propósitos? Si ese es tu anhelo y tu deseo, esfuérzate por tener intimidad con Dios
y reflejar su amor a quienes te rodeen, renueva tus pensamientos constantemente,
y amóldalos a la mente de Cristo, a sus propósitos y voluntad.
LECCION 10
CREYENTES CONFORMES AL CORAZÓN DE JESÚS

Rafael Melchor Armenta

BASE BÍBLICA: Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y


dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. Entonces
los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba. Y uno de sus
discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. A éste, pues,
hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. El
entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es? Juan
13:21-25.

PROPÓSITO: Que el creyente desarrolle una cercanía con Dios, en aspectos como:
intimidad, amor, fe y confianza en el Señor.

INTRODUCCIÓN

Jesus amaba profundamente a sus discípulos y ellos a Él. Pero dentro del grupo de
los discípulos había un círculo íntimo a los cuales Jesús les permitió vivir
experiencias junto a Él que otros no pudieron, Pedro, Jacobo y Juan eran el círculo
íntimo de Jesús, estuvieron junto a él en el monte de la transfiguración, pero aun en
ese círculo existía un vínculo de cercanía mayor entre el apóstol Juan y Jesus. Era
Juan el discípulo amado como lo menciona varias veces el evangelio escrito por él
mismo haciendo referencia a varios momentos donde la cercanía con Jesús se hace
manifiesta.

¿Qué hacía a Juan diferente?, muchas veces esa es la pregunta que nos hacemos
y tal vez se hicieron los mismos discípulos de Jesús, pero la pregunta debe
plantearse distinta ¿Qué hacía Juan diferente a los demás para tener ese grado de
intimidad con Jesús?

Juan en su deseo de estar cerca del maestro no solo deseaba ser bendecido,
deseaba servirlo y conocer lo anhelos del maestro, sus planes, sus preocupaciones
y hacer suya la misión de Jesus con todos los desafíos que esto implicaba.

Jesús busca no solo discípulos, el busca que sus discípulos logremos llegar a un
grado de cercanía tal que podamos estar en sintonía con su corazón. Discípulos
que vivamos sus propósitos, que permanezcamos con él en los momentos más
difíciles como Juan ante la cruz aun cuando todos deseen abandonar.
I. UN DISCÍPULO QUE TIENE INTIMIDAD CON EL CORAZÓN DE JESÚS
SE ACERCA AL MAESTRO MAS ALLÁ QUE LOS DEMÁS.

A. Juan se recostaba cerca del Pecho de Jesús. Muchos discípulos caminaron


con Jesús, vieron sus milagros, fueron parte de ellos, escucharon sus enseñanzas,
predicaron y sanaron en su nombre, pero solo de Juan se escribe que se recostaba
cerca del pecho del Maestro. Juan conocía el latir del corazón de Jesús. Esos
momentos de cercanía le permitieron ver desde otra perspectiva las cosas y
comprender el anhelo más profundo de Dios. (Lucas 9:54-56, Juan 3:16). Estos dos
pasajes hablan de la transformación que vivió Juan. Jesús no necesita que nos
acerquemos más allá para cumplir su misión, pero nosotros si necesitamos
acercarnos más allá que los demás para entender su corazón.

No basta estar con el Maestro, es necesario acercarnos para escuchar el corazón


del Señor.

B. Permaneció con Jesús hasta el final en la cruz. Mientras los discípulos


huyeron Juan permaneció junto a las mujeres que estuvieron al pie de la cruz. Pedro
prometió ir con Jesús hasta la muerte, pero en el momento crítico le negó y se apartó
por temor. Juan no habló de su amor por Jesús, lo demostró en el momento preciso
permaneciendo junto a Él hasta el final. (Juan 19:26)

C. Corrió al sepulcro mientras otros se quedaron rodeados de dudas. Al recibir


la noticia de la resurrección del Señor creyó y salió corriendo para verificar el
sepulcro vacío. Otros se quedaron en el aposento mientras Pedro y Juan fueron a
mirar la tumba. Un discípulo que tiene intimidad con el corazón de Jesus aguarda
esperanza y cree, busca a Jesús mientras otros piensan que no tiene sentido
hacerlo. Deja sus dudas para ir en pos de las promesas y las palabras del Señor.

II. UN DISCÍPULO QUE TIENE INTIMIDAD CON EL CORAZÓN DE JESUS


TIENE CONFIANZA SIN LÍMITES.

A. Preguntó lo que otros no. (Preguntó quién había de entregar al Señor)

B. Se le encomendó lo que a otros No. (Jesús le encomendó el cuidado de María


y no lo hizo con ningún otro de los discípulos). Juan 19:26-27). Juan recibió a Maria
en su casa desde aquella hora. Acepto la encomienda del Señor como un privilegio.

C. Se le reveló lo que a otros No. Fue Juan a quien se le reveló el porvenir. La


revelación de los tiempos finales. Solo Daniel en el antiguo testamento habían
recibido una revelación similar, pero en el caso de los discípulos es Juan quien tiene
acceso a ese conocimiento para levantar el corazón y ánimo del pueblo de Dios
hasta nuestros días. (Apocalipsis 1:1)

III. UN DISCÍPULO QUE TIENE INTIMIDAD CON EL CORAZÓN DE JESUS


TRANSMITE CONFIANZA AL PUEBLO DE DIOS.

A. Conoció los planes futuros de Dios y los transmitió para dar esperanza.
(Juan escribe a la iglesia en la dispersión en medio de la persecución, para dar
aliento y fortalecerles, el propósito del libro de las revelaciones era manifestar que
aunque se mirara un futuro incierto Dios tenía el control de todo).

B. Escribió para transmitir el mensaje de Jesús. (Evangelio según San Juan,


Epistolas Universales y Apocalipsis)

C. Cumplió su labor confiando en Dios aun en medio de la adversidad.


(Escribió apocalipsis desterrado en la Isla de Patmos)

D. Vivió como testimonio de una vida de entrega e intimidad con Cristo.


(Muere en el año noventa lleno de años y con grandes testimonios de su intimidad
con Jesus). Juan amaba a Jesús y deseaba que el pueblo de Dios viviera ese amor
y la confianza de tener un Dios cercano a nosotros, que no está ajeno a nuestro
dolor y sufrimiento. Un Jesús cuyo propósito será cumplido y requiere un pueblo
que sea capaz de acercarse más.

CONCLUSIÓN

Servir a Dios no necesariamente implica intimidad con Él, un discípulo y una iglesia
sin intimidad con el corazón de Dios vivirá llena de dudas que le harán perder su
propósito. Es en la intimidad con su corazón donde Dios nos revela lo mas secreto
y somos capaces de caminar en Seguridad. (La revelación de los últimos tiempos),
es en la intimidad con el corazón de Dios que recordamos sus promesas que disipan
nuestras dudas y es en la intimidad con el corazón de Dios que recibimos tareas
especiales para que el plan de Dios se cumpla. Es en el corazón de Dios donde
nuestra visión del mundo futuro toma sentido y podemos llevar a otros a caminar
confiados en el Señor.

Juan se acercó más que los demás y su resultado fue un nivel de intimidad único
con Jesús.
LECCION 11
LÍDERES A IMAGEN DE DIOS

Eleuterio Uribe Villegas

BASE BÍBLICA: “Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés


respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí” 5.

PROPÓSITO: Mostrar la importancia del don de su presencia para servir, ministrar,


vencer obstáculos y lograr los propósitos de Dios.

INTRODUCCION

Sin duda, Dios anhela tener una profunda intimidad con su pueblo y, sobre todo,
con los líderes de su pueblo. Él mismo pidió al pueblo de Israel que construyeran
un tabernáculo porque Él quería habitar en medio de su pueblo: “Y harán un
santuario para mí, y habitaré en medio de ellos 6”. De esta manera, una vez que el
Tabernáculo fue construido, descendió la presencia de Jehová sobre el santuario y
se llenó de la gloria de Dios: “Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión,
y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo7”.

Sin embargo, ¿cuáles son las evidencias indubitables de que un líder, creyente o
iglesia en general goza de una relación profunda e íntima con Dios? Veremos
algunas de ellas en este sermón. Los líderes que poseen una profunda intimidad
con Dios:

I. POSEEN EL DON DE SU PRESENCIA

A. Se lo prometió a Moisés “mi presencia irá contigo”. Se lo dijo cuando le hizo


el llamamiento en la visión de la zarza ardiente, y también cuando había sucedido
el pecado del becerro de oro. Moisés tenía tanta intimidad con Jehová que se atrevió
a hablar pidiendo de su presencia para que los acompañara hasta la tierra prometida
y los introdujera en ella, y la conquistaran. Moisés, como muchos otros personajes
bíblicos como Jeremías, Elías, etc., poseían en su liderazgo el don de la presencia
de Dios dentro de sus vidas y ministerios, que los hacía sostenerse y avanzar en
cualquier circunstancia, como viendo al invisible.

5
Exodo 33:14-15. https://www.biblegateway.com/passage/?search=Éxodo+33&version=RVR1960
6
Éxodo 25:8. https://www.biblegateway.com/passage/?search=Éxodo+25&version=RVR1960
7
Éxodo 40:34. Ibid.
B. La presencia de Dios los hizo invencibles. Con la presencia de Dios cruzó el
mar rojo en seco. Comieron maná en el desierto, bebieron agua de la roca, la nube
de Jehová fue sombra de día para que no se fatigaran, y columna de fuego en la
noche para que les alumbrara el camino. Fueron curados de las mordeduras de
serpientes venenosas, y por si fuera poco, derribaron gigantes y murallas, y
conquistaron ejércitos enemigos y ciudades.

C. Cuida de no querer lograr un proyecto sin su presencia, te irá mal. Sin


duda, una de las cosas que debe cuidar más que todo en su ministerio y vida un
líder es contar con la presencia de Dios para llevar a cabo sus proyectos divinos.
Moisés lo tenía muy claro “si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de
aquí”. ¡Qué tremenda verdad! Lo dice un coro muy antiguo que me tocó cantar
cuando apenas era un niño en la iglesia “sin Dios, no podrás caminar”. Pero con
Dios podemos derribar gigantes, conquistar ciudades amuralladas, cruzar el Jordán
o el Mar Rojo. No te atrevas nunca a tratar de liderar sin tener a Dios en tu corazón,
a tu lado y por doquiera vayas. Para el proyecto matrimonial, familiar, ministerial o
algún otro proyecto o liderazgo en tu vida en la iglesia necesitas la presencia de
Dios.

II. HABLAN CON DIOS CARA A CARA

A. Hablan con Dios, con la misma confianza y cercanía con que se habla con
el mejor amigo. Moisés lo hacía, hablaba con Dios y también lo escuchaba. Era un
diálogo fluido y constante. A cada paso, tarea, decisión, plan, proyecto, orden, idea,
necesidad, Moisés dialogaba con Dios y todo salía muy bien. Por eso el escritor
sagrado dice que Moisés dialogaba con Dios “cara a cara”.

B. Lo hacen con sabiduría y amor por Dios y su pueblo, más que por sí
mismo. Cuando ya parecía un hecho inminente la destrucción y rechazo total del
pueblo de Israel, por el pecado del becerro de oro, Moisés intercedió por ellos de
una manera magistral, cuando parecía que se le había prohibido, pues Dios le había
dicho: “Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y
de ti yo haré una nación grande8”.

Sin embargo, a pesar de esa orden, Moisés supo pedir con sabiduría, y le dijo:
Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac e Israel a los que les juraste en tu
nombre y les prometiste: “Voy a multiplicar a tus descendientes y haré que sean
tantos como las estrellas del cielo. Les voy a dar esta tierra a tus descendientes tal

8
Éxodo 32:13 (PDT). https://www.biblegateway.com/verse/es/Éxodo%2032:13.
como lo prometí y será de ellos por siempre9”. Moisés sabiamente argumenta que
no debe destruir al pueblo porque “les juraste en tu nombre”. ¡Qué extraordinario,
su intercesión era para evitar que el nombre de Jehová fuera blasfemado por los
egipcios y las demás naciones! El centro de su oración no era por Israel, sino el
nombre de Jehová, aunque si pedía también por supuesto de manera secundaria
por el pueblo. Dios escuchó su oración, Moisés había demostrado que amaba a
Dios y al pueblo de Israel, más que a sí mismo. No pensó en la egolatría de que
Dios le levantara un pueblo de su descendencia y lo introdujera a la tierra prometida;
primero estaba Dios y el pueblo de Israel. ¿Así está nuestro corazón, pensamientos
y metas hoy, teniendo como valor más grande a Dios, sus proyectos divinos y su
pueblo?

III. TIENEN UN CORAZÓN CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS

A. Moisés estaba dispuesto a dar la vida por el pueblo de Israel. Cuando vio
el peligro de que Israel fuera consumido por la ira de Dios o abandonado en el
desierto sin la presencia de Jehová, entonces Moisés intercedió al grado de ofrecer
su propia vida por el perdón de Dios para Israel: “Entonces volvió Moisés a Jehová,
y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron
dioses de oro, que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro
que has escrito10”. Amamos de esa manera al pueblo de Dios los líderes de hoy.
Aunque Moisés no tuvo que dar su vida, Cristo si la dio por toda la humanidad, del
cual Moisés vino a ser tipo y figura.

B. Moisés estaba dispuesto a dar la vida por el nombre de Dios y sus


proyectos. Moisés pidió el perdón para que el Nombre de Jehová no fuera
blasfemado. No pensó sólo en la necesidad del pueblo de Israel, y no pensó en su
beneficio o egolatría personal, pues, tampoco pensó que si el pueblo era destruido,
Dios levantaría un nuevo pueblo con su descendencia. Él pidió teniendo como valor
central que el nombre de Dios no fuera blasfemado, sino glorificado ¿Es así nuestro
ministerio, liderazgo y servicio a Dios?

CONCLUSIÓN

Líderes así, son extraordinarios en el servicio a Dios. Son los canales adecuados
por donde fluye el logro de los propósitos de Dios, la bendición para el pueblo de
Dios, el perdón de los pecados para aquellos que le han fallado a Dios. Aman a
Dios, conocen sus proyectos, aman al pueblo de Dios, lo dan todo por el pueblo de

9
Éxodo 33:14 (NVI). https://www.biblegateway.com/verse/es/Éxodo%2032:14
10
Éxodo 33:31-32. https://www.biblegateway.com/passage/?search=Éxodo+32&version=RVR1960
Dios, por Dios y sus maravillosos proyectos. Vencen todas las circunstancias de la
vida: hambre, sed, peligros de muerte, serpientes venenosas, el mar, los gigantes,
ciudades amuralladas, etc. Pero, a pesar de todo, logran todas las victorias porque
cuentan con la presencia divina del Señor, saben tomar decisiones acertadas en
todo momento porque aman al pueblo de Dios, buscan la gloria del Nombre sobre
todo nombre, y han renunciado a sus proyectos personales, egolatrías, y se gozan
en cumplir con los planes de Dios en todo momento, porque han logrado tener un
corazón conforme al corazón de Dios, entonces, de esta manera lideran.

APLICACIÓN

Pida a cada hermano que ore por su líder y pida a Dios que les dé un corazón
conforme al corazón de Dios. Que cada líder ponga su mano en su corazón, y los
creyentes que oran por ellos toquen sus corazones e intercedan para que el Señor
les conceda del don de su presencia, que aprendan a hablar con el Señor cara a
cara, y el Señor les dé tener el corazón conforme a su voluntad, propósitos,
sabiduría y amor por su pueblo y su nombre.
LECCION 12
NO PIERDAS TU MINISTERIO A IMAGEN DE CRISTO

Alfredo Quintero

BASE BÍBLICA: Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo


sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos. Y habiendo ellos encendido fuego en medio
del patio, se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos. Pero una
criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con
él. Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no lo conozco. Un poco después, viéndole otro,
dijo: Tú también eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy. Como una hora
después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él,
porque es galileo. Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras
él todavía hablaba, el gallo cantó. Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro
se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me
negarás tres veces. Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente. Lucas. 22:54-62

PROPÓSITO: Concientizarnos acerca de la bendición que tenemos al permanecer


en Jesucristo y el gozo de disfrutar de intimidad con Él.

INTRODUCCIÓN

Como creyentes sabemos lo hermoso que es tener una relación personal con Dios,
los beneficios de disfrutar de su presencia, de oír su voz, al contemplar su rostro
nos sublima llevándonos a otra esfera espiritual, solo que es importante reconocer
que existen riesgos de perder la intimidad con Él. Nos preguntamos ¿Cuáles son
los riesgos de perder la intimidad con Dios? Para dar respuesta a tan importante
cuestionamiento los invito a considerar la vida de grandes hombres de Dios que
fueron usados poderosamente durante el tiempo que estaban en total intimidad con
el Santo de Israel, y el total fracaso cuando se olvidaron de su presencia, veamos
los personajes siguientes.

I. SAÚL

El pueblo de Israel tenía un gobierno teocrático, Dios les había liberado de la


esclavitud que por 400 años habían estado sometidos a los egipcios, Jehová mostró
todo su poder a favor de su pueblo, siempre los cuidaba, los guiaba, los protegía de
sus enemigos y les daba la victoria cuando se enfrentaban en guerra contra otros
pueblos, la mano del Señor se notaba maravillosamente con Israel, siempre los
alimentó con comida especial, y cuando le pidieron carne, les dio en abundancia.
A. Saul es elegido rey. 1Samuel 9:1-3; 10:1. Israel desechó el gobierno de Dios
y pidió a Samuel un rey que los gobernara como a las otras naciones, a Samuel no
le agradó esta petición, sin embargo, oró a Dios pidiendo su intervención, a lo que
Jehová le dijo: Oye su voz; más protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales
cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos. Así lo hizo Samuel, pero el pueblo
no escuchó y pidió un rey, Jehová le dijo: Pon rey sobre ellos.

Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza y lo


besó, y le dijo ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel? Ésta
era una unción literal de Saúl, espiritualmente hablando el Espíritu Santo fue
derramado sobre él, equipándolo para el trabajo de gobernar como rey sobre Israel,
y lo besó. Esto no solo era un saludo, también era una señal de apoyo personal de
Samuel para Saúl, era importante que el rey de Israel sintiera el apoyo del varón de
Dios.

B. Su reinado era respaldado por el señor 1Samuel Cap.11. Al iniciar su


reinado, todo marchaba bien cuasi perfecto, escuchaba la voz de Dios y mantenía
una intimidad especial disfrutando al máximo con Jehová, por ello su primer año de
reinado era solo de victorias; el acercamiento a Dios trae alegría y felicidad.

C. Saúl se descuida y es desechado. 1Samuel 13:12; 15:3,7,22,23. Cuando


nuestra comunicación con Dios es pobre o deficiente, siempre habrá resultados
negativos.

Somos dados a desobedecer los mandatos recibidos por parte de la autoridad, a


auto justificarnos. Tal es el caso de Saúl al no obedecer la orden del Señor y
justificarse de ello por deseos personales.

Samuel reprende a Saúl y le dice ¿Por qué pues no has oído la voz de Jehová? ¿Se
complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a
las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios y el
prestar atención que la grosura de los carneros, Porque como pecado de
adivinación es la rebelión y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tu
desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.
La íntima relación con el Señor va de la mano con la obediencia a su voluntad.

II. SANSÓN

A. Su nacimiento fue un milagro. Jueces 13:2-5,24. La mujer de Manoa era


estéril, nunca había tenido la bendición de dar a luz un hijo, Dios miró este
matrimonio y decidió mostrar su misericordia con ellos; el ángel de Jehová se le
apareció a la esposa de Manoa para darle la buena noticia que tendrían un hijo,
cuya misión consistiría en salvar a Israel de mano de los filisteos, por quien no
pasaría navaja sobre su cabeza porque el niño sería nazareo a Dios desde su
nacimiento. ¡Que maravilloso es tener intimidad con Dios!

El Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él. Cuando vivimos en completa


comunicación con Dios, su Espíritu se muestra poderosamente en nuestro interior
y alcanza la bendición para todos los que están en nuestro alcance.

B. Su intimidad con Dios. Jueces 15:18-19. Se cansó de utilizar su mano y tuvo


una gran sed, clamó a Jehová y dijo: Tú has dado esta gran salvación por mano de
tu siervo. ¿Y moriré yo ahora de sed y caeré en mano de los incircuncisos? Entonces
abrió Dios la cuenca que hay en Lehi; y salió de allí agua, y él bebió y recobró su
espíritu y se reanimó.

Esto habla del cuidado del Señor para su siervo, y la cercanía en intimidad que tenía
Sansón con Él como para recibir tal privilegio de cuidado y ayuda oportuna de parte
de Dios.

C. En su búsqueda de esposa no considero sus responsabilidades con la


voluntad de Dios para él. Jueces 14:1-3. Fue atraído por una mujer filistea, lo que
no agradó a sus padres quienes le dijeron. ¿No hay mujer entre las hijas de tus
hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tu a tomar mujer de los filisteos
incircuncisos?

Se enamoró de Dalila, una mujer filistea que no amaba a Israel, lo presionó en varias
ocasiones hasta que logró que Sansón le revelara el secreto de su fuerza. Lo
tomaron prisionero, le sacaron los ojos y sirvió de juguete delante de los filisteos.

Cuando no tenemos intimidad con Dios quedamos a expensas del enemigo, somos
atacados, avergonzados, vilipendiados, ultrajados y lo más triste, totalmente
derrotados, por lo que el Espíritu de Jehová se aparta de nosotros.

Miramos como una persona que nació por un milagro de Dios para traer bendición
a sus padres y para dar salvación a Israel de mano de los filisteos, desestimó la
misión que el Señor le había encomendado, por haber descuidado su relación
personal, íntima con Dios.

IV. EL APÓSTOL PEDRO. Lc.22:54-62


A. Pedro le seguía de lejos. Esto significa no caminar con él, no estar plenamente
identificados con Jesús, mucho más. Pedro no tomó en serio la advertencia de
Jesús cuando le dijo antes que el gallo cante me negaras tres veces.

Pedro fue el discípulo que dijo: aunque todos te abandonen yo no te voy a fallar, era
el líder de los apóstoles el que le dijo tu eres el Cristo el hijo del Dios viviente,
lamentablemente se convirtió en un mentiroso; la única manera de soportar las
calumnias, la presión, la tentación es viviendo de rodillas, por ello Jesús les dijo
velas y orad, Pedro confió en su celo en la fuerza humana lo cual lo llevo a negar a
Jesús.

C. Pedro redimió su intimidad con el Señor aún después del fracaso. A pesar
de haber fallado al Señor, El Apóstol fue uno de los personajes más involucrados
en el nacimiento y crecimiento de la iglesia de Cristo, es el más sobresaliente en los
primeros capítulos del libro de los Hechos de los Apóstoles, predicó el primer
sermón donde se convirtieron como tres mil personas donde le fue revelada la llave
del bautismo en el nombre de Jesucristo. Su amor por el Señor y su deseo de
comunión con él le permitieron seguir aportando grandes cosas a la misión de la
iglesia naciente, fue un vaso útil aún con sus debilidades e imperfecciones.

CONCLUSIÓN

Al hacer un breve recorrido en la vida de estos grandes personajes, Saúl rey de


Israel, Sansón juez de Israel y Pedro el gran apóstol, hemos aprendido la forma tan
especial que Dios utilizo sus vidas cuando ellos permanecieron fieles a Dios
cumpliendo sus mandatos y obedeciéndolo en todo, sin embargo, cuando perdieron
la intimidad con el Señor descuidaron el camino y fueron reprendidos duramente
por nuestro Dios. Alerta hermanos, cuidémonos de no perder la intimidad con Jesús
para que no seamos reprobados.
LECCION 13
RENOVADOS PARA LA MISION DE DIOS

Josué Uribe Verduzco

BASE BÍBLICA: 1 Samuel 10:1–10: “1 Tomando entonces Samuel una ampolla


de aceite, derramóla sobre su cabeza, y besólo, y díjole: ¿No te ha ungido Jehová
por capitán sobre su heredad? 2 Hoy, después que te hayas apartado de mí,
hallarás dos hombres junto al sepulcro de Rachêl, en el término de Benjamín, en
Selsah, los cuales te dirán: Las asnas que habías ido á buscar, se han hallado; tu
padre pues ha dejado ya el negocio de las asnas, si bien está angustioso por
vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo? 3 Y como de allí te fueres más
adelante, y llegares á la campiña de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres
que suben á Dios en Beth-el, llevando el uno tres cabritos, y el otro tres tortas de
pan, y el tercero una vasija de vino: 4 Los cuales, luego que te hayan saludado, te
darán dos panes, los que tomarás de manos de ellos. 5 De allí vendrás al collado
de Dios donde está la guarnición de los Filisteos; y cuando entrares allá en la ciudad
encontrarás una compañía de profetas que descienden del alto, y delante de ellos
salterio, y adufe, y flauta, y arpa, y ellos profetizando: 6 Y el espíritu de Jehová te
arrebatará, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. 7 Y cuando te
hubieren sobrevenido estas señales, haz lo que te viniere á la mano, porque Dios
es contigo. 8 Y bajarás delante de mí á Gilgal; y luego descenderé yo á ti para
sacrificar holocaustos, é inmolar víctimas pacíficas. Espera siete días, hasta que yo
venga á ti, y te enseñe lo que has de hacer. 9 Y fué que así como tornó él su hombro
para partirse de Samuel, mudóle Dios su corazón; y todas estas señales acaecieron
en aquel día. 10 Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los
profetas que venía á encontrarse con él, y el espíritu de Dios lo arrebató, y profetizó
entre ellos.”

PROPÓSITO: Saber cómo es que el Señor prepara, selecciona y envía a sus


hijos a cumplir su misión, con un acto especial renovador.

INTRODUCCIÓN.

Es cierto que la práctica de la unción era algo habitual en el antiguo Israel, se usaba
para el aseo personal, para aliviar la fatiga de un peregrino al ser recibido como
huésped, como medicina para enfermos y como ungüento para cadáveres. Sin
embargo, en la Biblia también se habla de esta práctica con un sentido puramente
espiritual, en estos casos el aceite era elaborado con una fórmula especial y se
prohibía su uso para otras aplicaciones (Ex. 30.22 – 38). Estos son los casos de la
unción de Saúl (1 Sm. 9.1 – 10), de David (1 Sam. 16.1 – 13), de Aarón (Lev. 8.1 –
36; Ex. 29.1 – 37), y de Josué (Dt. 34. 9; Nm. 27.18 – 23).

Por otro lado, y también sobre la unción, algunos creyentes no entienden


correctamente el sentido bíblico del tema, y por consecuencia se imparten
enseñanzas erróneas que hacen énfasis en acciones que supuestamente habrán
de permitir el desarrollo o aumento de la unción en los cristianos, pero también es
preciso aclarar que aunque la unción no ocurre por méritos (actos) humanos, si es
de suma importancia vivir de manera pura y santa para retener la unción, el mismo
Saúl, de quien habla nuestro texto base, fue abandonado por el Espíritu (1 Sam.
16:13 – 14) al no ser obediente al mandamiento de Dios que le fue dado por Samuel
(1 Sam. 15:16 – 26).

Sin embargo, en esta lección nos proponemos comprender la unción de acuerdo al


texto bíblico. Sobre esto, en los relatos de Saúl y David encontramos tres elementos
paradigmáticos para el resto de los relatos de unción en todas las escrituras que
son precisos reflexionar y recuperar en la actual doctrina y práctica de la iglesia: a)
la unción como un acto de consagración del siervo de Dios, b) como un medio de
renovación, y c) como el don del Espíritu que empodera al siervo de Dios para la
misión. A continuación, analizaremos más detenidamente cada uno de estos tres
aspectos.
I. LA UNCIÓN COMO UN ACTO DE CONSAGRACIÓN.
En el contexto de las escrituras, la unción constituye un acto de consagración
proveniente de Dios para con el hombre. Es Él quien soberanamente elige al
hombre que es indigno de sus misericordias y lo consagra para el cumplimiento de
sus propósitos.

No obstante, el concepto de consagración en la Biblia implica tres aspectos:

A. Elección. Es el acto mediante el cual Dios selecciona una persona o una


colectividad para hacerlos el objeto de su gracia y agente de su actuación redentora
y salvífica, esta elección no se basa en los méritos humanos, sino que ocurre solo
por la misericordia de Dios. Un concepto implicado en la elección es el de
separación; es decir que al elegir Dios a una persona lo separa de entre los demás
y lo hace propio.

B. Purificación. Este aspecto subraya la idea de una limpieza moral y espiritual de


quien ha sido consagrado por Dios. A quien Dios consagra para sus propósitos
primero lo habilita moralmente obrando en él la purificación. La imagen de un vaso
para beber, que primero debe estar limpio para poder usarse, es muy adecuada
para entender este concepto.

C. Propósito. Aunque como hemos visto atrás, la consagración es un acto de


elección de parte de Dios, pero el asunto no termina en eso, Dios al elegir una
persona, lo hace porque tiene un propósito (una misión) especial para la vida de esa
persona.

Por otro lado, sobre la consagración también es muy importante comprender que
aunque a veces hablamos de consagrarnos a Dios, en realidad es Él quien consagra
a sus siervos mediante la elección o llamado y el don de su Espíritu. Es decir,
nosotros no hacemos otra cosa que solo aceptar, mediante la contrición y el
arrepentimiento, de manera responsable y comprometida su consagración para
nosotros, por lo que asumir su llamado se constituye en nuestra consagración para
Dios. Por lo tanto, el bautismo es la aceptación de la consagración divina por
excelencia, mantenernos en esa voluntad, es nuestro deber el resto de nuestras
vidas. Queda claro entonces que, está fuera de nuestras capacidades humanas el
consagrarnos por medio de actos por más excelentes y santos que sean estos
según nuestro propio juicio.

A manera de conclusión sobre este apartado, podemos interpretar que la unción es


la manera en que Dios se apropia de sus siervos y los consagra para cumplir sus
propósitos de transformación, bendición y edificación de su pueblo, ya que la
elección, la purificación y la misión que constituyen la consagración, según ya lo
explicamos atrás, solo lo hace Dios.

II. LA UNCIÓN COMO MEDIO PARA LA RENOVACIÓN DEL CREYENTE.

A. La regeneración o la renovación del siervo de Cristo. En el relato de Saúl se


aprecia muy evidentemente que la unción, aunada al don del Espíritu, obró una
renovación de su persona. El texto describe: “Aconteció luego, que al volver él la
espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón…” (1 Samuel 10.9).

B. La obra renovadora del Espíritu Santo. Ya desde el prólogo de su evangelio


advierte la obra regeneradora a través del nuevo nacimiento al declarar: “mas a
todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (1.12 - 13), aunque todavía no
menciona que esta regeneración ocurre por la acción del Espíritu, ya se anticipa
que solo mediante un nuevo nacimiento (renovación del ser), no de la carne, sino
por la voluntad de Dios, puede alguien llegar a ser constituido en verdadero hijo de
Dios. Así, quién llega a ser hijo de Dios solo lo llega a ser en tanto haya sido
regenerado de parte del mismo Dios. Por lo tanto, Dios no toma hombres o mujeres
tal y como son para adoptarlos como hijos suyos, eso es imposible según lo aclara
Juan. Más bien a quienes Dios elige para que sean sus hijos los lleva a experimentar
un nuevo nacimiento.

C. El nuevo nacimiento lo opera el Espíritu. En el dialogo, muy conocido, entre


Jesús y Nicodemo, este último es advertido de “que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). Por lo que queda
establecido que es el Espíritu el que obra la regeneración que permite al creyente
verdaderamente ser hijo de Dios.

Juan se propuso abordar la doctrina del nuevo nacimiento en su evangelio ya que


los judíos consideraban ser hijos de Dios por pertenecer a la genealogía de
Abraham, se aprecia claramente este pensamiento en el pasaje de Juan 8.39 – 47.
Sin embargo, el apóstol habrá de combatir contra esta doctrina engañosa, primero,
precisando que pertenecer a la genealogía de Abraham no hace a nadie hijo de
Dios; segundo, enfatizando que los hijos de Dios reflejan el carácter y la naturaleza
de Dios en su personalidad; y tercero, aclarando que los que son verdaderos hijos
de Dios no son los descendientes de Abraham, sino los que han experimentado un
nuevo nacimiento mediante la obra regeneradora de su Espíritu Santo.

En la actualidad también es muy importante hacer énfasis en la doctrina del nuevo


nacimiento y la renovación del Espíritu ya que muchos movimientos enseñan que
Dios desea bendecir a las personas sin necesidad de cambios. Sin embargo,
soslayar el tema de la regeneración como parte del proceso mediante el cual Dios
constituye a una persona en su hijo, consiste en una flagrante violación a la doctrina
bíblica, en esos movimientos no se les enseña a las personas a cambiar sus estilos
de vida, vestido, lenguaje, aficiones y muchas cosas más. Pero como vemos, la
unción implica la renovación de los creyentes mediante el nuevo nacimiento.

III. LA UNCIÓN COMO EMPODERAMIENTO PARA LA MISIÓN.

A. La unción tiene como objeto último dotar de poder para la misión que ha
sido conferida de parte de Dios. Las palabras de Samuel: “Cuando te hayan
sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo”
(1 Samuel 10:7) significan que Saúl estaría dotado del poder de Dios para actuar en
favor de Israel. Aquello a que fuera movido Saúl por el Espíritu, Samuel lo anima a
realizarlo garantizándole que tendría éxito al asegurarle “Dios está contigo”.
Especialmente en el libro de los Hechos se destaca el don del Espíritu sobre la
iglesia, implicando que este tiene el objeto de facultar a los creyentes para la vida
cristiana. Ya desde el principio, Pedro en el discurso de Pentecostés declara que el
proceso de conversión implica: arrepentimiento, bautismo y recepción del Espíritu
(Hch. 2:38) y agrega que la promesa del don del Espíritu es para todos los que el
Señor llama (v. 39). Por estas palabras se interpreta la necesidad que miraban los
apóstoles de que los nuevos creyentes recibieran el bautismo del Espíritu desde su
conversión a fin de que vivieran de acuerdo a los propósitos de Dios (Hch. 8:14 –
16; 19:1 – 7). Naturalmente Lucas quiere enfatizar que es el Espíritu el que capacita
para la vida en Jesucristo. Las reiteradas citas a la manifestación del Espíritu en el
momento de la conversión y bautismo en agua confirman esa función capacitadora
del Espíritu (Hch. 8:14 – 17; 9.1.1 - 19; 10:44; 19:1 – 7).

B. La unción trasciende hasta el otorgamiento de dones sobrenaturales para


el cumplimiento de la misión divina. Este aspecto se destaca en Saúl cuando se
dice de él que profetizó con los profetas y en el texto que ya citamos atrás de 1
Samuel 10:7.

De esa manera, quien es ungido, es constituido en la persona que Dios usa para
cumplir sus propósitos de bendición, salud, liberación o transformación de su
pueblo. No será el hombre llamado el actor fundamental del mensaje, la poderosa
obra de bendición o la actuación salvífica, sino más bien el Espíritu de Dios mismo
obrando por medio del hombre que ha ungido.

CONCLUSIÓN.

Como hemos visto en esta lección, la unción del creyente tiene tres motivos
fundamentales: la consagración, la renovación y el empoderamiento para el
cumplimiento de la misión. No perdamos de vista estos tres motivos y cometamos
el error de pensar que las manifestaciones del Espíritu, evidenciada en las lenguas
y las experiencias de gozo y liberación, son los motivos únicos del don espiritual.
LECCION 14
EL FUNDAMENTO DE LA RENOVACION

Josué Uribe Verduzco

BASE BÍBLICA: Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con


amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. Jeremías 31:3.

PROPÓSITO: Entender como el acto renovador de Dios en las personas se


fundamenta en Él acercándose a la humanidad.

INTRODUCCIÓN

En el tiempo en que Jeremías dio esta profecía, entre 586 – 536 a. C., el pueblo
judío se encontraba cautivo en Babilonia, es de suponer que los ánimos no eran
buenos en esas condiciones, el Salmo 137 expresa la pena que sufrían los judíos
en cautiverio. Tomando pues en cuenta el contexto histórico del texto, observamos
que las palabras de Dios para el pueblo advierten una pronta restauración, es una
palabra de esperanza en medio de la opresión y la cautividad. Pero esta palabra de
esperanza también advierte que la restauración de Israel involucra una renovación
moral y espiritual.

Hemos considerado al texto base de esta lección (Jeremías 31:3) como “el
fundamento para la renovación” porque en él encontramos cuatro elementos que
constituyen los principios básicos para la renovación del creyente, si tan solo faltara
uno de ellos no puede ocurrir auténticamente la renovación. Los principios a los que
nos referimos son: a) el acercamiento de Dios al hombre, b) La palabra divina, c) el
amor de Dios, y d) el perdón de los pecados, todos ellos como parte de un proceso
que Dios establece para recrear a su pueblo. En la siguiente tabla se puede apreciar
la relación de cada principio con el contenido del texto:

El fundamento para la renovación


Jeremías 31:3 Principios de la renovación
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho a) La manifestación divina
tiempo,
diciendo b) El mensaje divino
con amor eterno te he amado; c) El amor de Dios, voto inquebrantable
por tanto, te prolongué mi misericordia” d) El perdón de los pecados

En el resto de esta lección analizaremos de manera independiente cada uno de


ellos.
I. LA MANIFESTACIÓN DIVINA

A. La cautividad era la consecuencia de que el pueblo había quebrantado la


ley del Señor. Sobre esto sobran las advertencias de los profetas que anticipaban
la invasión y el cautiverio por causa del pecado (cf. Isaías 1:2 – 7; 3:16; Joel 2). Así,
tenemos a un pueblo abatido y desalentado, cautivo y lejos de su tierra, pero al cual
Dios no ha desechado del todo, ni mucho menos ha olvidado, en la cautividad, a
este pueblo pecador Dios se le manifestó.

B. Dios toma siempre la iniciativa de actuar por su sola misericordia. Él


principia en ellos un proceso restaurador y renovador. Sobre esta voluntad de Dios
de manifestarse al desventurado podemos recordar las palabras de Jesús a sus
discípulos “No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a
vosotros…” (Juan 15:16).

Este es el principio de toda renovación, sea de la iglesia o de un creyente en


particular, siempre parte de la manifestación soberana y voluntaria de Dios. Es Él
quien en su misericordia toma la iniciativa de revelarse a través de su Santo Espíritu
al hombre para iniciar en él un proceso de renovación y restauración de su
naturaleza caída.

II. EL MENSAJE DIVINO

A. La comunicación de la palabra de Dios. El pueblo recibe un mensaje divino


que le anticipa las bendiciones que Dios ha decidido darles. Por supuesto que esas
palabras significaban un motivo de aliento en medio de la pena, y alegría a pesar
de la opresión.

B. El mensaje divino, tiene como contenido principal el plan glorioso de Dios


para su pueblo. Si hemos de buscar la renovación es preciso comprender la
palabra de Dios, ya que en ella se encuentra la clave de la fe y la fortaleza para
asumir el llamado a la pureza y la santidad, su mensaje es la revelación de su
voluntad que trasciende las circunstancias y tiene como fundamente la soberanía
de Dios, la cual la hace imbatible y completamente confiable, la fé que se
fundamenta en el mensaje divino de la santa voluntad del Señor siempre tendrá
respuesta.

III. UN PACTO INQUEBRANTABLE

A. El pacto de Dios para con su pueblo: amarle eternamente. En la tercera parte


del versículo bíblico base de la lección encontramos la declaración “con amor eterno
te he amado”. En la actualidad se habla de esta cualidad de Dios de amar
eternamente a sus hijos, poniendo énfasis en que no importa al fin quien tú seas o
que tú hagas, Dios te ama y te amará eternamente. Eso lleva a muchos creyentes
a un relajamiento moral en diversos movimientos cristianos postmodernos.

Por supuesto, amor eterno suena muy romántico, pero es importante comprender
estas palabras en su contexto. Recordemos que el pueblo estaba en cautiverio en
Babilonia, y que eso formaba parte de los planes de Dios para su pueblo.

B. Dios nos ama eternamente, pero, no va a tolerar que pequemos de manera


persistente y deliberada. Aunque Dios ama a su pueblo eternamente, permitió que
sufrieran la consecuencia de sus pecados, y empleó esa experiencia del pueblo
para perfeccionarlo moral y espiritualmente haciendo de ellos un nuevo pueblo
(Isaías 4:2 – 6). Precisamente también ese es el mensaje de todo el pasaje del cual
forma parte el versículo base de la lección, todo el capítulo 31 de Jeremías explica
que la cautividad habría de resultar en la renovación moral y espiritual del pueblo.

Podemos entender mejor el amor de Dios recordando Proverbios 31:11 – 12:


No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te
fatigues de su corrección; porque Jehová al que ama
castiga, como el padre al hijo a quien quiere.

En ese pasaje de Proverbios se encuentran muy estrechos el amor y la disciplina


de Jehová para con sus hijos. Así que el amor de Dios implica disciplina con fines
de perfeccionamiento.

IV. TODA RENOVACION REQUIERE DEL PERDÓN

La renovación conlleva la idea de hacer algo nuevo. En el texto de Jeremías 31:3


que hemos estado comentando, se encuentra que había una relación quebrantada
entre Dios y su pueblo, este quebrantamiento se debía a los pecados del pueblo
contra su Dios. Es natural comprender que antes de la renovación, se requería el
perdón de los pecados que ocasionaba un distanciamiento entre el pueblo y su Dios.
La experiencia de los judíos en Babilonia les llevó a considerar seriamente sus
pecados produciendo en ellos la contrición y el arrepentimiento. También Dios
mismo se muestra con una actitud benévola al declarar al pueblo el perdón de sus
pecados. Un perdón que formaba parte del proceso de renovación. Israel una vez
más puede ser el pueblo de Dios, porque Dios le ha perdonado de sus pecados.

CONCLUSIÓN
Aunque hemos tomado el texto base de Jeremías para esta lección, el cual muestra
cada uno de los cuatro principios de la renovación, es de mucha importancia
considerar que en la actualidad es el Espíritu Santo de Dios quien lleva a cabo todo
el proceso renovador. El don del Espíritu al creyente es el principio de la
manifestación divina, y por el mismo Espíritu se otorga también la Palabra; así Dios
principia y consuma su obra por medio de su Santo Espíritu.
LECCION 15
RENUEVA TU MINISTERIO EN CRISTO

Josué Uribe Verduzco

BASE BÍBLICA: Juan 21:15 – 19. Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón
Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor;
tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda
vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que
te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás,
¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le
respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta
mis ovejas. De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a
donde querías; más cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y
te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de
glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.

PROPÓSITO: Observar con el ejemplo de Pedro como un ministerio es llevado a


una renovación por un proceso de asimilación de sus faltas y entendimiento de la
voluntad de Dios.

INTRODUCCIÓN.

No siempre el ministerio y la vida cristiana son tan fáciles como algunas veces se
puede pensar. En realidad, hay momentos de mucha dificultad que llevan al siervo
de Dios a dudar acerca de su perseverancia en la fe y su llamado al ministerio. En
la base bíblica de esta lección se aprecia que Pedro vivía una crisis ministerial, sin
embargo, en ella también se relata cómo Jesús renovó su fe y lo ayudó a retomar
comprometidamente su llamado. Leído de manera simple, nuestro texto base no
dice mucho, sino solo que Jesús está animando a Pedro a pastorear sus ovejas,
quien parecía no estar muy seguro de asumir el encargo del Señor. Sin embargo, si
consideramos los acontecimientos en torno al apóstol hacia el final del ministerio de
Jesús, especialmente el momento en que negó conocerlo y ser su discípulo,
entonces encontraremos un mensaje mucho más profundo y significativo.

Así, siguiendo el camino mencionado en el párrafo anterior, iniciaremos esta lección


analizando algunos acontecimientos que hacen notar ciertos fallos del apóstol en
cuanto a su fe y expectativa de Jesús, luego comentaremos el momento de la
negación y las causas más seguras de ella, para al final comentar la manera en que
Jesús renovó el ministerio de Pedro que parecía haber fracasado.
I. ERRORES QUE CONDUCEN AL FRACASO MINISTERIAL.

Algunos de los acontecimientos que podemos comentar acerca de las imprecisiones


de la fe de Pedro y que fueron previos a la negación son: a) el momento cuando
reconvenía a Jesús para que evitara su muerte (Mateo 16: 21 – 23 y Marcos 8:31
– 33); b) la declaración en la que Pedro se muestra con suma valentía y dispuesto
a morir por Jesús (Juan 13:36 – 38); y c) el involucramiento con los enemigos de
Jesús cuando era juzgado en casa del sumo sacerdote (Juan 18.18).
Es de mucha importancia el análisis que hemos de hacer a continuación sobre estos
fallos del apóstol Pedro, ya que nos permitirán comprender desde una perspectiva
bíblica algunos de los motivos más frecuentes por los cuales los ministerios de los
creyentes fracasan.

A. Poner la mirada en las cosas de los hombres. Es muy interesante el contraste


que encontramos acerca de Pedro en los catorce versículos de Mateo 16:13 – 26.
En la primera parte de esta porción se relata la extraordinaria confesión del apóstol
en la que reconoce a Jesús como el Cristo y de quien luego recibe el halago
“Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre,
sino mi Padre que está en los cielos” (Mt. 16:17), pero esto contrasta drásticamente
con el relato próximo inmediato que trata sobre el primer anuncio que hizo Jesús
acerca de su muerte y en el cual Pedro le reconvenía para que la evitara; por lo cual
también recibió la reprensión “¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo,
porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres” (Mt.
16:23). Es muy claro que Mateo, deliberadamente consideró una sucesión histórica
entre estos relatos, resaltando en ambos el protagonismo de Pedro y subrayando el
hecho de que el segundo fue la consecuencia directa del primero.

La consecución de los acontecimientos queda de sobra demostrada en las palabras


“Desde entonces comenzó Jesús a declarar…” (Mt. 16:21) Así, en una primera
instancia, encontramos en esta fracción tan breve y simple, dos declaraciones
antagónicas que Jesús hace sobre Pedro y que podemos precisar de la siguiente
manera: a) Pedro como iluminado por el Padre para reconocer a Jesús como el
Cristo, y b) Pedro como usado por Satanás para oponerse al ministerio de Jesús.
Pero no nos debemos escandalizar por el contraste tan dramático sobre Pedro en
estos relatos. No es complejo apreciar que en el primer caso Pedro tuvo una
revelación del Padre para que reconociera en Jesús al Cristo, pues el Señor es muy
explícito en sus palabras; sin embargo ¿Qué decir del segundo? ¿Realmente se
metió Satanás en Pedro e intentó disuadir, por medio suyo, a Jesús para que evitara
su muerte? Quizás no sea como muchas veces hemos creído. Es cierto, sin
embargo, que la fórmula “quítate de delante de mí satanás” hace eco de la
reprensión de Jesús contra el tentador en el desierto (Mateo 4:10), y precisamente
nos permite comprender mejor el relato en cuestión.

Por lo anterior, es factible considerar que en el momento que Pedro reconviene a


Jesús, el Señor recuerda las tentaciones en las que el Diablo intentaba disuadirlo
de su ministerio, y reprende a Pedro con las mismas palabras que usó contra el
Tentador (“Quítate de delante de mí satanás”), ya que prácticamente la intención de
Pedro en ese instante era la misma que la de Satanás en el desierto. Pero también,
la palabra “satanás” no siempre se emplea como nombre propio en las Escrituras,
esta palabra proviene del hebreo y regularmente se traduce como “enemigo” o
“adversario”, lo más obvio es que Jesús denominara a Pedro “satanás” en ese
sentido simple, como quien se opone a su ministerio y no como suponiendo que en
ese instante hubiera sido tomado por Satanás.

Después de lo anterior, debemos concluir esta sección aclarando que en el pasaje


se advierte un error de Pedro, que, por supuesto ponía en riesgo el éxito de su fe y
su permanencia en el seguimiento de Jesús, Pedro puso la mirada en las cosas de
los hombres. Un error que conduce al fracaso de muchos cristianos y sus ministerios
en la actualidad es precisamente el mismo, les interesa ganar lo mundano, lo
intrascendente y lo vano. Por lo tanto, es importante que líderes y cristianos en
general, a fin evitar el descalabro de la fe y el ministerio; nos esforcemos por
encontrar la voluntad de Dios más allá de nuestras pasiones y nos encaminemos
hacia ella, no pongamos la mirada en las cosas de la tierra.

B. Confiar en sí mismo y no en la fortaleza que viene de Dios. El segundo error


de Pedro se relata en Juan 13:31 – 38. Es frecuente querer explicar los textos
bíblicos limitándose a analizarlos de acuerdo a las divisiones por títulos que hacen
las distintas versiones de la Biblia, sin embargo, este método no siempre favorece
la correcta interpretación de las Escrituras. Vamos a considerar toda la fracción ya
referida para comentar el segundo error que exponía el futuro ministerio del apóstol
Pedro.

En la primera parte del relato encontramos a Jesús explicando que está próximo a
partir (aunque no habla con claridad, Jesús anticipa su muerte), pero precisamente
por motivo de su partida les indica que hay un nuevo mandamiento muy importante
que deben cumplir: “Que os améis unos a otros” (Juan 13:34); pero parece que
Pedro no puso atención a esta segunda parte del mensaje de Jesús, sino solo a la
primera donde declara “Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis;
pero… a donde yo voy, vosotros no podéis ir” (Juan 13:33); por ese motivo Pedro
pregunta “¿a dónde vas?” y el Señor le contesta “a donde yo voy, no me puedes
seguir ahora; más me seguirás después”; el dialogo continúa con Pedro rogando a
Jesús que le permita acompañarlo a donde sea que vaya, y como estrategia de
convencimiento le declara que incluso está dispuesto a morir por Él, a esta
declaración tan osada de Pedro, Jesús le contesta advirtiendo que habrá de negarlo
tres veces antes de que el gallo cante.

¿Cuál es la dificultad de Pedro en este relato? La escritura misma declara que todo
lo que se ha escrito, para nuestra enseñanza se escribió (Romanos 15:4), por lo
tanto, es preciso procurar aprender la lección para nuestras vidas de este pasaje.
El problema no consiste precisamente en la distracción de Pedro en relación al
nuevo mandamiento, ni en su deseo vehemente de acompañar a Jesús a ese
misterioso lugar a donde va, sino más bien en la actitud demostrada en sus palabras
“Mi vida pondré por ti” (Juan 13:37). Esas palabras vistas de manera simple parecen
muy correctas, e incluso que deberían ser también las nuestras, pero evidentemente
no es así. Por la naturaleza de la respuesta de Jesús (Juan 13:38) comprendemos
que Pedro hacía la declaración confiando en sí mismo, en su valentía y su decisión
de seguir y defender al Señor hasta las últimas consecuencias. Por lo tanto, el error
de Pedro fue la confianza de que su perseverancia en el seguimiento y servicio a
Jesús dependía de su voluntad y valor humanos, sin embargo, luego habría de
encontrarse con que estos, su voluntad y su valor, se desmoronaban en el patio de
la casa del sumo sacerdote.

En este contexto de acontecimientos conviene recordar Zacarías 4:6: “…No con


ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”; lo que
nos lleva a considerar que nuestra perseverancia y éxito ministerial no depende de
nuestra fortaleza, habilidades, preparación u otros aspectos más, sino
especialmente lo que habrá de hacernos fuertes y conducirnos a la victoria es el
don del Espíritu de Dios.

C. Involucrarse con los enemigos de Jesús. El tercer fallo que habremos de


mencionar es el que se refiere en Juan 18:18. De acuerdo al texto Pedro seguía a
Jesús, quien ya había sido apresado, y vino hasta la casa del sumo sacerdote. Ya
en la casa, y como hacía frío, se acercó a los alguaciles para calentarse junto a
ellos, porque habían encendido fuego. Por lo tanto, como vemos, Pedro se metió al
lugar equivocado, la casa del sumo sacerdote; y se involucró con las personas
equivocadas, los captores de Jesús. Por supuesto era de esperarse que en esas
condiciones y con los ánimos ya excitados, los alguaciles también consideraran que
debían capturar a todos los discípulos de Jesús. Evidentemente, Pedro no calculó
el peligro al cual se exponía al ingresar a esa casa y juntarse con los alguaciles para
calentarse.
Muchas veces el fracaso de un ministerio principia con las relaciones que el
creyente establece. Así, ingenuamente los cristianos amistan y conviven con
personas que consideran sus amigos o incluso no nocivos para su fe, pero luego se
ven expuestos y terminan en fracaso.

II. TRAICIONADO POR EL TEMOR.

A pesar de que ya hemos considerado atrás algunos fallos previos a la negación


que Pedro hizo de Jesús, ahora nos proponemos examinar exclusivamente las
emociones que pudo haber sentido propiamente en el momento en que fue
coaccionado por los siervos del sumo sacerdote y que desembocaron en la
negación del Señor.

A. Dudas sobre Jesús. De acuerdo a las Escrituras y a pesar de que Jesús se los
había anunciado, los discípulos no entendían que el Maestro debía morir y que
luego habría de resucitar, de esto testifica el mismo evangelio de Juan cuando relata
los acontecimientos de la resurrección diciendo “…no habían entendido la Escritura,
que era necesario que él resucitase de los muertos” (Juan 20:9). Por lo tanto,
cuando Pedro se encontraba en casa del sumo sacerdote estaba fuertemente
confundido, no esperaba que Jesús fuera capturado. Todos los discípulos
esperaban una actuación poderosa de su Señor mediante la cual liberara a los
judíos de la opresión romana, restaurara el reino de David y luego se constituyera
a sí mismo como Rey. Sobre esto, los evangelios nos muestran a los discípulos
discutiendo entre sí acerca de quién sería el primero en el reino de Cristo (Mateo
18:1 – 5; Lucas 9:46 – 48; Marcos 9:33 – 37) y también el ruego de la madre de los
hijos de Zebedeo pidiendo que permita a ellos sentarse uno a la derecha y otro a la
izquierda del trono terrenal de Jesús (Mateo 20:20 ss.). Aún después de la
resurrección, ya en el momento de la ascensión siguen con esa expectativa de la
restauración del reino de Israel según lo vemos en Hechos 1:6.

Por lo tanto, que Jesús haya sido apresado, es sumamente chocante para las
expectativas de Pedro respecto del Señor, ¿El que los habría de liberar está preso?
Entonces ¿Era o no era el Cristo? y si no pudo contra la guardia del sumo sacerdote
¿Cómo podría pelear y vencer contras todos los ejércitos del gran imperio romano?
Por supuesto que, en ese instante, para Pedro todas las respuestas a las preguntas
eran desalentadoras, los fundamentos de su fe habían sido quebrantados;
consecuentemente no podía seguirse identificando como discípulo de Cristo, pues
en ese momento todas sus esperanzas se habían vuelto polvo.

B. Temor a los soldados. Lo que continúa después de las dudas de Pedro sobre
Jesús es solo la consecuencia natural de esto que fue primero. Luego entonces, si
su Salvador no se había salvado a sí mismo de los sacerdotes y los soldados que
a ellos servían ¿Era prudente aferrarse a un Señor derrotado? ¿Cómo ser fiel sin
con ello solo ganaría la muerte y no la vida? Había venido a hasta la casa del sumo
sacerdote solo por curiosidad ¿a ver qué pasa con Jesús? Una vez allí no pudo
encontrar motivos para recuperar la esperanza, Jesús se miraba débil y derrotado.
Por tanto, ante los cuestionamientos de la criada y los alguaciles se siente
intimidado y no encuentra otra forma de salvarse que negando a Jesús, ya que
también temía ser capturado.

C. Temor a la muerte. Era evidente que el Sanedrín procuraba acabar


completamente con Jesús; el juicio era un montaje que involucraba testigos falsos
acusando al Maestro sobre “delitos” que ameritaban de sobra la pena capital: que
había declarado que destruiría el templo, que se proclamaba a sí mismo como el
rey de los judíos, que había quebrantado reiteradas veces el sábado, que se hacía
igual a Dios, y quien sabe cuántos otros pecados más le imputaban; por lo tanto era
inminente que el juicio concluiría con una sentencia de muerte. Quizás, Pedro no
estuviera plenamente seguro de esta conclusión, pero al menos la intuía; por lo
tanto, no es exagerado suponer que el temor de Pedro involucraba miedo a la
muerte. Así entonces, la negación ocurrió también porque todo su cuerpo estaba
inundado por un temor frío e intenso a la muerte que debilitaba por completo sus
fuerzas; podía sentir que un pequeño error en ese momento le llevaría a un final
inmediato de su existencia. En esas condiciones, consideró que lo mejor era negar
completamente toda relación con Jesús, “…no conozco al hombre” (Mateo 26:54).

III. LA RENOVACIÓN DEL MINISTERIO.

A. Los líderes cristianos se desalientan por circunstancias en las que


experimentan fracaso. De acuerdo al relato de Mateo, después que cantó el gallo
Pedro se acordó de la advertencia de Jesús acerca de que habría de negarlo y
saliendo de la casa “lloró amargamente” (Mateo 26:75). Sin embargo, las lágrimas
no sanaron las heridas del apóstol, según vemos en el relato posterior de Juan, es
muy claro, que por esta causa, había decidido abandonar el ministerio que le había
encomendado Jesús.

Estas circunstancias pueden ser experiencias de unos errores cometidos, de dudas,


de falta de resultados o algunas otras; sin embargo, podemos aprender de la
experiencia de Pedro, que nuestros ministerios pueden ser renovados y
restaurados. En el caso de Pedro fue directamente por el Señor Jesucristo, pero en
nuestro caso por la intervención del Espíritu Santo.
A. Desaliento y confusión. Curiosamente vemos a Pedro muy entusiasmado
cuando recibe la noticia de la tumba vacía (Juan 20:1 – 10); así mismo y aunque no
se menciona explícitamente, es casi un hecho que también Pedro estaba con los
demás discípulos en las apariciones de Jesús resucitado relatadas en Juan 20:19 –
23 y 24 – 29. Pero posterior a esos acontecimientos, el mismo evangelio nos
describe que Pedro se fue a pescar y se llevó consigo a Tomás, Natanael, los hijos
de Zebedeo y a otros dos discípulos. Esto es sumamente revelador; a pesar de que
ya había visto a Jesús resucitado y seguramente se gozaba por ello, se percibe
claramente que Pedro también sentía que su ministerio había fracasado en la
negación, por ese motivo se vuelve a las redes y al mar, el lugar de donde Jesús lo
había sacado. Para Pedro, la aventura con Jesús había llegado a su fin y no tenía
más que regresar a lo que él sabía hacer y recuperar su vida pasada.

B. El acercamiento de Jesús. Juan es el único evangelista que presta atención a


la depresión de Pedro y a su posterior restauración obrada por Jesús (Juan 21:1 –
19) y la incluye como un apéndice de su evangelio, ya que parecía haber terminado
su relato con las palabras de 20:30 – 31. Ya explicamos atrás el sentimiento de
derrota que experimentaba y cómo por ello volvió a las redes; ahora pondremos
atención en el acercamiento de Jesús para la restauración del ministerio de Pedro.
El pasaje explica que mientras ellos intentaban pescar, Jesús llegó a la orilla y les
preguntó si tenían algo para comer, a lo que ellos respondieron que no, por lo que
entonces Jesús les mandó que echaran las redes por la derecha de la barca para
pescar, cuando lo hicieron capturaron una gran cantidad de peces, en ese instante
los discípulos reconocieron a Jesús, pero Pedro, quien se había despojado de sus
ropas, se las ciñó y se echó al agua para venir pronto al Señor. Luego que estuvieron
en tierra encontraron que Jesús tenía ya unas brasas puestas, un pez sobre ellas y
pan. Al final de la comida, el texto comienza a describir la manera en que Pedro era
interpelado por Jesús con las palabras “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que
éstos?” el texto dice que Pedro respondía afirmativamente diciéndole “Si Señor, tu
sabes que te amo”, a lo que Jesús agregaba “apacienta mis ovejas (corderos)”.

Aunque hay una cierta terminología que se empleó en este dialogo para las
preguntas de Jesús y las respuestas de Pedro, carece de cierto sentido intentar
explicar la renovación de Pedro a partir de ella. El asunto es que cuando Jesús
pregunta las primeras dos veces sobre el amor de Pedro hacia Él, se emplea el
verbo griego “agapao” que refiere a un amor tan sublime y puro que está dispuesto
al sacrificio y la entrega, mientras la palabra que emplea Pedro para responder es
“fileo” que aunque también se traduce como amor su carácter es puramente
afectivo. Algunas traducciones procuran rescatar la diferencia de la terminología
empleando las palabras “Amor” y “querer”, por ejemplo:
–Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
Pedro le contestó: –Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
(Juan 21:15 DHH)

Luego, la tercera vez que pregunta Jesús, emplea la palabra “agapao” por “fileo”,
pero Pedro no deja de usar esta segunda, lo cual se encuentra en 21:17
Por tercera vez le preguntó: –Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
Pedro, entristecido porque Jesús le preguntaba por tercera vez si le quería, le
contestó: –Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo: –Apacienta mis ovejas.

Así, aunque Jesús al final usó “fileo” en lugar de “agapao”, Pedro siempre respondió
con la palabra “fileo”, por lo tanto, no podemos hablar de un cambio de actitud de
Pedro expresado en el uso de la terminología.

Pero por supuesto que Pedro fue ministrado y sanado por Jesús en ese dialogo,
pero no tiene mucho sentido el comentario sobre la terminología. Así entonces
debemos observar que la sanidad y renovación del ministerio de Pedro se deben a
dos elementos empleados por Jesús: a) la pregunta reiterada que ayuda a Pedro a
confirmar su amor por Jesús, y b) la encomienda, también reiterada, “apacienta mis
ovejas”. Esto ayudó a Pedro a renovar su fe y sus esperanzas de tal forma que
asumió nuevamente y con gran pasión su misión.

CONCLUSIÓN.

Aquí tenemos una lección muy importante para los líderes y ministros cristianos, a
pesar de nuestras debilidades y nuestras faltas, Dios es amplio en su misericordia
y tenemos oportunidad para la renovación de nuestra fe y ministerio cuando
hayamos experimentado la derrota o el desaliento. Esta renovación o revitalización
ministerial es resultado de la obra poderosa del Espíritu Santo en los creyentes.

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