Corrientes Filosoficas Nuevo
Corrientes Filosoficas Nuevo
Corrientes Filosoficas Nuevo
Las corrientes filosóficas son las distintas agrupaciones de filósofos que se reúnen y
definen según las características comunes y opiniones compartidas, sobre
filosofía, que tienen sus integrantes.
Marxismo
Sistema filosófico, político y económico basado en las ideas de Karl Marx (1818-1883) y
de Friedrich Engels (1820-1895), que rechaza el capitalismo y defiende la construcción de
una sociedad sin clases y sin estado; aporta un método de análisis conocido como
materialismo histórico e influyó en movimientos sociales y en sistemas económicos y
políticos.
La filosofía marxista en su concepto, se ocupa de la naturaleza misma del marxismo,
excediendo el campo tradicionalmente ocupado por la filosofía. Para dar el aspecto
filosófico marxista o materialista dialéctico, es la lucha en contra de
lo idealista y dualista por ser considerados como arma de la burguesía para debilitar el
poder del proletariado.
Qué es el Marxismo:
Como tal, el marxismo ha sido una corriente de pensamiento muy influyente en los
movimientos sociales, sistemas económicos y políticos de todo el siglo XX, aunque sus
líneas fundamentales hayan sido trazadas por Marx y Engels a mediados del siglo XIX y
expresadas públicamente en el Manifiesto comunista
Sistema filosófico, opuesto al espiritualismo, que considera que solamente existe la materia
y que reduce el espíritu a una consecuencia de ella.
Kasser: Ser materialista significa tener valores que ponen relativamente en alta prioridad el
tener muchas posesiones y hacer mucho dinero, así como también una buena imagen social
y popular, que se expresan a través de las posesiones.
Qué es el Materialismo:
De esta forma, el Materialismo firma que el mundo es una entidad material y objetiva, la
cual se encuentra diferenciada de la conciencia. Igualmente, el Materialismo niega que
esta materia haya sido creada de a nada, sino que por el contrario se decanta por creer y
afirmar que la materia tiene cualidades eternas, encontrándose desde siempre y para
siempre en el Universo. Así también, el Materialismo duda de la existencia de un ser
superior, negando así la existencia de Dios. Igualmente afirma que exista la dualidad entre
materia y espíritu.
En cuanto al origen de esta corriente ideología, las fuentes históricas coinciden en señalar a
los filósofos griegos, Leucipo (500 a.C) y Demócrito (460 a.C-370 a.C) –quienes también
son reconocidos también como fundadores del atomismo, los primeros en concebir a la
materia como el único elemento constituyente del mundo, considerándolo entonces como
una entidad material y objetiva, cognoscible para el ser humano.
De esta forma –tal como afirman sus seguidores- el Materialismo se perfila como una
corriente de pensamiento sumamente antigua, cuyo principio parece coincidir con los
inicios de la propia Filosofía. Sin embargo, durante el siglo XIX tiene un renacimiento, al
haber sido reformulado nuevamente por los pensadores de esta época, quienes dotaron su
ideología con lenguaje científico, pregonando que la materia es el principio y fundamento
de cualquier realidad o energía, siendo la conciencia un reflejo de la materia, a la cual se
sigue viendo como el origen del mundo, reafirmándose también su oposición al idealismo.
Así mismo, es importante señalar que a partir del siglo XIX, y a raíz del estímulo por parte
de la corriente política del Materialismo Histórico, el término materialismo conquistó el
terreno de las disciplinas incluidas dentro de las Ciencias Sociales, como la Política, terreno
en donde esta corriente trata de explicar los distintos procesos sociales a través de los
factores materiales de determinada población, eliminando por completo la idea que ve
dichos fenómenos como un resultado de fuerzas sobrenaturales, como la voluntad divina o
la misma fuerza del destino, sino que a un evento o fenómeno social en específico se le
atribuyen condiciones materiales específicas, siendo entonces entendidas estas como las
causas de consecuencias específicas.
Utilitarismo
El utilitarismo es una teoría fundada a fines del siglo XVIII por Jeremy Bentham, que
establece que la mejor acción es la que produce la mayor utilidad para el mayor número de
individuos involucrados, maximiza la utilidad.
El utilitarismo es una teoría fundada a fines del siglo XVIII por Jeremy Bentham, que
establece que la mejor acción es la que produce la mayor utilidad para el mayor número de
individuos involucrados, maximiza la utilidad.
El utilitarismo es una doctrina filosófica que sitúa a la utilidad como principio de la moral.
Es un sistema ético teleológico que determina la concepción moral en base al resultado
final.
Una de las éticas filosóficas más importantes del siglo XIX fue el utilitarismo que,
podemos dejar patente, tiene entre sus principios fundamentales lo que se conoce como
bienestar social. Todo ello sin olvidar tampoco otra de sus máximas u objetivos más
relevantes como sería el caso del fomento del conjunto de las libertades.
Los resultados, por lo tanto, son la base al utilitarismo. Jeremy Bentham (1748–1832) fue
uno de los pioneros en el desarrollo de esta filosofía, al plantear su sistema ético en torno a
la noción de placer y lejos del dolor físico. El utilitarismo de Bentham aparece relacionado
con el hedonismo, ya que considera que las acciones moral son aquellas que maximizan el
placer y minimizan el dolor.
Es interesante tener en cuenta que la ruptura que Bentham estableció respecto al clasicismo
de las sociedades anteriores la expresó perfectamente en obras tales como la titulada
“Introducción a los principios de la moral y de la legislación”.
En este tipo y en otros de corte similar dejaba patente que lo bueno será todo aquello que dé
placer a un mayor número de personas sin que en ningún caso se tenga en consideración lo
que es el estatus social de ellas. Una afirmación que asentó además con la creación y
desarrollo de lo que dio en llamar cálculo de placeres, una serie de reglas que le servían
para tener claro, en base a esos criterios, qué era bueno y qué era malo.
John Stuart Mill (1806–1873) avanzó con el desarrollo de esta filosofía, aunque
apartándose del hedonismo. Para Mill, el placer o felicidad general debe calcularse a partir
del mayor bien para el mayor número de personas, aunque reconoce que ciertos placeres
tienen una “calidad superior” a otros.
Entre las aportaciones que realizó Mill al utilitarismo destaca el hecho de que consideraba
que la sociedad para poder tener calidad moral debía estar instruida e informada.
Es importante tener en cuenta que el utilitarismo supuso un quiebre en la forma de pensar.
Mientras que la moral religiosa se basaba en reglas y en revelaciones divinas, el utilitarismo
antepuso los resultados. De esta forma, la razón reemplazó a la fe en la determinación de la
moral.
El utilitarismo siempre sobresalió por su relativa sencillez. Para pensar si una acción es
moral, no hace falta más que estimar sus consecuencias positivas y las negativas. Cuando lo
bueno supera a lo malo, puede considerarse que se trata de una acción moral.
Más allá del sistema filosófico, la noción de utilitarismo tiene un sentido crítico para
nombrar a la actitud que valorar la utilidad de forma exagerada y que antepone su
consecución a cualquier otra cosa.
Socialismo
Doctrina política y económica que propugna la propiedad y la administración de los medios
de producción por parte de las clases trabajadoras con el fin de lograr una organización de
la sociedad en la cual exista una igualdad política, social y económica de todas las
personas.
El socialismo es un sistema social y económico caracterizado por el control por parte de la
sociedad, organizada con todos sus integrantes, tanto de los medios de producción como de
las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en los mismos.
Qué es el Socialismo:
Uno de los principales pilares del socialismo es alcanzar una sociedad justa, por ello, tiene
entre sus planteamientos la necesidad de que sea la injerencia colectiva o estatal la que
tenga la administración de los medios de producción para regularlos y centralizar el poder
económico.
Entre los principales autores que desarrollaron el concepto de socialismo durante el siglo
XIX están Karl Marx y Friedrich Engels.
Algunos de los principios del socialismo han evolucionado a lo largo de la historia y en
diferentes lugares, identificándose en muchos casos con planteamientos políticos de
izquierda.
Si es bien sabido el socialismo es una ideología política que data del siglo XIX, que tuvo su
auge gracias al capitalismo en el que los individuos privados y las empresas de negocios
eran los que tenían el poder.
El socialismo nació como una forma de protesta revolucionaria, una ideología política que
atacaba los cimientos del capitalismo como doctrina económica y social. Esta ideología
apareció al mismo tiempo en Francia e Inglaterra (1830 y 1840), pretendiendo convertirse
en un mecanismo de control de la burguesía y de la propiedad privada, aunque en un
principio no pretendía abolirlos sino simplemente vigilarlos en pro del beneficio de la clase
trabajadora.
Dando un concepto del Socialismo de puede detallar que es una ideología política que
designa aquellas teorías y acciones políticas que defienden un sistema económico y
político, basado en la administración de los sistemas de producción y en el control social,
por parte de un Estado obrero organizado de abajo arriba (en oposición al Estado de clase,
organizado de arriba abajo), de los sectores económicos y políticos para evitar (parcial o
completamente) que una minoría de los ciudadanos poseedora de los medios de producción
(burguesía) pueda ejercer la explotación sobre una mayoría que al no poseer los medios de
producción se ve obligada a vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario
(proletariado).
Por tal razón el fin del socialismo es dar satisfacción a las crecientes necesidades materiales
y culturales de toda la sociedad y de cada uno de sus miembros sobre la base de desarrollar
de manera incesante y planificada la economía nacional, de incrementar
ininterrumpidamente la productividad del trabajo social. La economía socialista se apoya en
la propiedad estatal (de todo el pueblo), que pertenece al pueblo entero en la persona del
Estado, y en la propiedad cooperativo-koljosiana que es una propiedad de grupos, colectiva.
La forma más madura, determinante y principal de la propiedad social unida al nivel más
alto de socialización de su producción y a un elevado grado de organización del trabajo es
la propiedad del Estado. Bajo su influjo y con su ayuda la agricultura se transforma en
consonancia con los principios socialistas.
Desde principios del siglo XIX, designa aquellas teorías y acciones políticas que defienden
un sistema económico y político basado en la socialización de los sistemas de producción y
en el control estatal (parcial o completo) de los sectores económicos, lo que se oponía
frontalmente a los principios del capitalismo. Aunque el objetivo final de los socialistas era
establecer una sociedad comunista o sin clases, se han centrado cada vez más en reformas
sociales realizadas en el seno del capitalismo. A medida que el movimiento evolucionó y
creció, el concepto de socialismo fue adquiriendo diversos significados en función del lugar
y la época donde arraigara.
Retomamos nuevamente la fecha de sus inicios para evocar a la Revolución Francesa
porque es aquí donde gracias a los discursos de François NöelBabeuf, quien acuño el
término y permitió que se utilizara de forma habitual en la primera mitad del siglo XIX por
los intelectuales radicales, que se consideraban los verdaderos herederos de la Ilustración
tras comprobar los efectos sociales que trajo consigo la Revolución Industrial. Entre sus
primeros teóricos se encontraban el aristócrata francés conde de Saint-Simon, Charles
Fourier y el empresario británico y doctrinario utópico Robert Owen. Como otros
pensadores, se oponían al capitalismo por razones éticas y prácticas. Según ellos, el
capitalismo constituía una injusticia: explotaba a los trabajadores, los degradaba,
transformándolos en máquinas o bestias, y permitía a los ricos incrementar sus rentas y
fortunas aún más mientras los trabajadores se hundían en la miseria. Mantenían también
que el capitalismo era un sistema ineficaz e irracional para desarrollar las fuerzas
productivas de la sociedad, que atravesaba crisis cíclicas causadas por periodos de
superproducción o escasez de consumo, no proporcionaba trabajo a toda la población (con
lo que permitía que los recursos humanos no fueran aprovechados o quedaran
infrautilizados) y generaba lujos, en vez de satisfacer necesidades. El socialismo suponía
una reacción al extremado valor que el liberalismo concedía a los logros individuales y a
los derechos privados, a expensas del bienestar colectivo.
Características del socialismo
A continuación se presentan las características más representativas acerca del
principio básico del socialismo en general.
Se basa en la propiedad colectiva de los medios de producción y distribución.
Busca eliminar las diferencias de clases sociales al repartir las riquezas de forma
igualitaria entre los trabajadores.
Los medios de producción le pertenece a la sociedad, por tanto se trata de empresas
estadales cuya dirección y gerencia la asume el Estado.
El socialismo busca la centralización de poderes e interviene en los aspectos
económicos y sociales al encargarse de la distribución de bienes, con el fin de
garantizar la equidad social.
El socialismo nace como una respuesta en contra del capitalismo y de las
desigualdades sociales que ésta ha generado.
Para el socialismo la única clase social posible es el proletariado, por eso su
intención por eliminar las diversas clases sociales.
Genera burocracia administrativa como consecuencia de querer controlar toda la
estructura productiva desde la idea de la centralización de poderes.
Se abre paso al monopolio del Estado al ser el único ente que posee, controlo y
distribuye los bienes y servicios.
Desde una perspectiva teórica, el socialismo puede funcionar en un régimen de
gobierno democrático.
JAIRO Y YEIMI
ALEX Y MAGALY
ESTEFANY Y ANDREW
MISHEL Y FERNANDO