Argumento Final

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ARGUMENTO

Los test de inteligencia o de cociente intelectual, como su nombre indica, consisten en


una prueba que tiene por objetivo medir la inteligencia de un individuo dando como
resultado un valor numérico. Se suelen usar en el colegio para conocer el nivel de los
alumnos, en entrevistas de trabajo para comprobar los conocimientos y aptitudes de los
candidatos, e incluso en la investigación clínica de enfermedades, entre otros casos.
Pese a su uso generalizado, estas pruebas no están exentas de crítica. Por ello, hemos
buscado algunos argumentos a favor y en contra de los test de inteligencia.
Uno de los argumentos a favor es que “ayudan a detectar condiciones especiales (como
el retraso o la superdotación intelectual) para poder actuar en consecuencia”,
dependiendo de su nivel de coeficiente intelectual se le realizara el tratamiento
adecuado a ese paciente; con la finalidad de ayudarlo a mejorar. Si presentara un
coeficiente normal o elevado se le aconsejara como aprovechar sus habilidades y
conocimientos.
Sin embargo la sociedad ha criticado a estos test porque “han servido para discriminar a
la población e incluso reforzar tesis racistas”, lamentablemente a largo de la historia a
las personas que han tenido un nivel de coeficiente intelectual bajo han sido
discriminados e incluso marginados.
Según Pueyo, catedrático de la facultad de Psicología de la Universitat de Barcelona, “el
CI sigue teniendo vigencia aunque las teorías de la inteligencia vayan cambiando”. Los
tiempos van a ir cambiando pero en el fondo el test intelectual siempre nos indicara el
nivel intelectual de cada persona; a pesar de los avances científicos y tecnológicos.
Pérez, investigador del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC; plantea
“metodológicamente y científicamente hablando, los test de CI están desprestigiados, pero
se siguen usando, desde la psicología y la pedagogía, para orientación profesional a los
niños, para selección de personal”. En cambio Pueyo refiere que “a veces se suele decir
que el solo hecho de evaluar el CI es discriminativo, pero los estudios científicos han
demostrado de forma reiterada que no es así, lo que realmente es discriminativo es atribuir
de forma poco rigurosa un determinado nivel de inteligencia a las personas
sin evaluarla psicológicamente con todas las garantías científicas”.
Al mismo tiempo Pueyo nos dice  que “como en la aplicación de cualquier avance
técnico, en el caso de los test de inteligencia y el CI hay luces y sombras, y usos que
podemos calificar de positivos y negativos desde un punto de vista humanitario y de
progreso. Cómo se utilicen los resultados de estas evaluaciones tiene que ver con las
intenciones de los que las emplean y, naturalmente, se puede hacer con fines dañinos y
perversos. De eso no se salvan los test de inteligencia y el CI. Pero en sí mismo un test de
inteligencia no es éticamente una técnica que se pueda considerar maligna”.

Cada persona destaca, en mayor o menor grado, en un tipo de inteligencia. A unas


personas se les da mejor las matemáticas, a otros la música y otros tienen un alto grado
de inteligencia interpersonal. Podemos obtener un alto CI, pero poseer escasa
inteligencia emocional o creatividad.  Lo importante es saber para qué nos sirve conocer
el CI, pero nunca debemos permitir que ese número, ya sea 100, 85, o 120, nos defina y
nos limite.

Las pruebas que actualmente se aplican con distintos fines reflejan la concepción que se
tenía a principios del siglo pasado sobre la inteligencia, cuando se creía que era una
capacidad unitaria, estable, medible, general, innata, no contextual y hereditaria. Desde
entonces hasta hoy, diversas investigaciones han demostrado que las inteligencias son
múltiples, modificables, no cuantificables mediante pruebas de papel y lápiz, y
determinadas en su gran mayoría por factores culturales y ambientales.
Gardner (1994), define a la inteligencia como la “capacidad de resolver problemas o de
crear producto que sean valiosos en uno o más ambientes culturales”. Además en el año
2005 refiere que la inteligencia es “la capacidad biopsicológica de procesar información
para resolver problemas o crear productos que son valiosos para una comunidad o
cultura” (pag. 84).
Suarez (2010), refiere que la teoría de Gardner sobre las inteligencias múltiples “están
basados en la valoración de las capacidades del individuo y en la importancia de
expresar que la inteligencia es la capacidad para resolver problemas cotidianos” (pag.
85). Él reparó en que las habilidades académicas no eran suficientes para conocer las
capacidades de una persona, por lo que identificaron ocho tipos de inteligencias
distintas: lingüística, lógico-matemática, personal, musical, corporal y cenestésica,
intrapersonal, interpersonal y naturalista. Según esta teoría, ninguna de estas
inteligencias destaca sobre las demás y cada persona sobresale especialmente en alguna
de ellas, señaló empírica y neurológicamente que tanto los problemas a resolver por los
seres humanos como las habilidades requeridas para enfrentarlos estaban determinados
por el contexto sociocultural.

REFERENCIAS
 Dialnet-DefinicionesYTeoriasSobreInteligenciaRevisionHisto-6113904.pdf
 Dialnet-LosTestDeInteligencia-1138362.pdf
 https://www.ugr.es/~setchift/docs/conciencia_capitulo_1.pdf
 https://www.redalyc.org/pdf/658/65822264005.pdf
 https://www.elauladepapeloxford.com/a-favor-y-en-contra-de-los-test-de-
inteligencia/
 https://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20120427/54285293201/sirven-
de-algo-los-test-de-inteligencia.html

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