Veredas y Pantallas Alternativas Realiza
Veredas y Pantallas Alternativas Realiza
Veredas y Pantallas Alternativas Realiza
estudios e investigaciones
Cenidiap
Producción:
Secretaría de Cultura
Instituto Nacional de Bellas Artes
PRESENTACIÓN
Carlos Guevara Meza 13
Conferencia magistral
n ¿De quiénes son las imágenes? La Historia del arte 17
en la era Betamax
Alberto López Cuenca
n Imágenes de la memoria 53
Carmen Gómez del Campo, Ana María Rodríguez
y Leticia Torres
n Livia
Corona y Alejandro Cartagena: territorios compartidos 129
César G. Palomino
n Prácticas
de apropiación estatal: inba, creadores 167
y donatarios
Ana Garduño
n Desequilibrio
y contradicción en la propiedad del arte, 217
desde la mirada del Oriente Lejano
Miki Yokoigawa
MESA 6. Pensamiento y creación
n El
carácter prescriptivo de las imágenes 227
Néstor Bravo
La vorágine
Los debates académicos, como éste que realizamos apenas un mes después
de los sismos de 2017 en México, parecen perder densidad y hasta sentido
cuando nos enfrentamos a las urgencias de la vida, a emergencias de vida
y muerte, como las producidas por dicha tragedia. Pero creo que quienes
asistimos al vii Encuentro de Investigación y Documentación de Artes Vi-
suales lo hicimos no tanto, o no sólo, por recuperar una normalidad tran-
quilizadora en medio de las angustias y los temores del momento —algo
completamente aceptable, en mi opinión—, sino también, y quizá sobre
todo, porque compartimos la certeza de que la reflexión y la crítica son
elementos necesarios para que una sociedad, que cambia inevitablemente,
pueda crecer, mejorar y luchar para que ese cambio no sea para peor.
En esos días nos vimos arrebatados, efectivamente, por una vorá-
gine de informaciones y de imágenes a través de los medios y de las
redes sociales, que nos condujeron hacia la acción solidaria, pero tam-
bién nos provocaron temor, angustia, tristeza, impotencia, enojo, odio,
indignación, no siempre justificados dado que parte de esos contenidos
resultaron cuando menos engañosos o exagerados, y en algunos casos
decididamente falsos. Por supuesto, mucho era verdad y su difusión per-
mitió combatir la invisibilización promovida por actores interesados en
ocultar tragedias evitables. Fue una muestra del increíble potencial de
movilización social, quizá incluso política, que tienen estos medios y sus
contenidos, así como de su capacidad de desorientación, de generación
de situaciones estéticas (en tanto que afectan sensaciones y sentimien-
tos) avasallantes al grado de suspender nuestras capacidades reflexivas y
de acción; incluso de producción voluntaria, por parte de instancias de
[13 ]
14 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
E
l texto que sigue parte de la convicción de que hay tal cosa como
un zeitgeist respecto al estatuto de la historia y de la imagen electró-
nica que se manifiesta en torno al año 1984. Entonces aparece el
texto de Fredric Jameson “Posmodernism, or The Cultural Logic of Late
Capitalism”, donde se da cuenta de la insostenibilidad de una idea lineal
o acumulativa de la Historia y la necesidad de producir una historia par-
cial que intervenga en el presente, al igual que la película Los cazafantas-
mas, que ese mismo año pone a unos desatados espectros a desordenar
la vida y las bibliotecas como se habían conocido hasta entonces (junto
a la noche en la que renacen los muertos gracias a Thriller de Michael
Jackson o el viaje en el tiempo se convierte en un escenario en Terminator
o, poco antes, unos replicantes con memoria pero sin pasado acosan el
presente en Blade Runner). Apenas un año antes a las disquisiciones de
Jameson, Hans Belting se preguntaba si se había acabado la Historia del
arte y, poco después, sin mucha convicción, Francis Fukuyama propon-
dría declarar el fin de la historia. La fiabilidad de la memoria es puesta
en entredicho, la historia (también la del arte) se da por concluida y los
fantasmas campan a sus anchas... ¿tras la caída del muro? En el trasun-
to de todo esto está el auge del video doméstico y una decisión judicial:
un fantasma recorre una década, la del Betamax. Todo ello es invocado
aquí para intentar rastrear la crisis (y las posibilidades de redención) de
la Historia del arte en la era de la imagen electrónica.
[17 ]
18 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
1
Fredric Jameson, “Posmodernism, or The Cultural Logic of Late Capitalism”, New Left Review,
núm. 146, julio-agosto de 1984, pp. 59-92. Traducido por Esther Pérez como “El Posmodernis-
mo como lógica cultural del capitalismo tardío”, en Fredric Jameson, Ensayos sobre el posmodernis-
mo, Buenos Aires, Ediciones Imago Mundi, 1991.
2
Fredric Jameson, “El Posmodernismo como lógica cultural del capitalismo tardío”, op. cit., p. 15.
3
Ibidem, p. 42.
4
Ibid., pp. 21 y 22.
C O N F E R E N C I A M A G I S T R A L • ¿ D E Q U I É N E S S O N L A S I M Á G E N E S ? n 19
5
Ib., pp. 41 y 42.
6
Una percepción compartida por Hal Foster quien en 1984 coincidía en ese diagnóstico con
Jameson. “So construed, ‘1983’ and ‘1984’ hardly locate the present —except perhaps as a moment of
ideological polarity and historical dislocation. But even this dislocation offers insights, for it suggests the febri-
lity of our historical grasp, symptoms of which are everywhere (the consumption of history in media images
by an enchanted public, the profusion of pastiche in art, architecture, fiction, film). And yet a diagnosis is
tricky: Is this fragmentation an illusion, an ideology of its own (of political “crisis,” say, versus historical
“contradiction”)? Is it a symptom of a cultural ‘schizophrenia’ to be deplored? Or is it, finally, the sign of a
society in which difference and discontinuity rightly challenge ideas of totality and continuity?”. Hal Foster,
“For a Concept of the Political in Contemporary Art”, Recodings, Seattle, Bay Press, 1987, p. 139.
7
Fredric Jameson, op. cit. p. 37.
8
Hayden White, Metahistory. The Historical Mind in Nineteenth-Century Europe, Baltimore, John
Hopkins University, 1973. Si no se indica de otro modo en la bibliografía, las traducciones a
textos en otro idioma que el español, son nuestras.
20 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
9
Hayden White, op. cit., p. x.
10
Idem.
11
Ibidem, p. xi.
12
Ibid., pp. 31-38.
13
Ib., p. xii.
14
Ib., p. 37.
15
Idem.
16
Ibidem, p. 38.
17
Ibid., p. xii.
C O N F E R E N C I A M A G I S T R A L • ¿ D E Q U I É N E S S O N L A S I M Á G E N E S ? n 21
18
Idem.
19
Véase una selección en Fredric Jameson, The Cultural Turn. Selected Writings on the Postmodern
1983-1998, Londres, Verso, 1998 (traducido por Horacio Pons como El giro cultural: escritos selec-
cionados sobre el postmodernismo, 1983-1998, Buenos Aires, Manantial, 1999). El texto aparecido en
1984 en New Left Review volverá a imprimirse, junto a otros ensayos, en su influyente Postmoder-
nism or The Cultural Logic of Late Capitalism, Durham, Duke University Press, 1991.
20
Fredric Jameson, “¿‘Fin del arte’ o ‘fin de la historia’?”, El giro cultural: escritos seleccionados sobre
el postmodernismo, 1983-1998, Buenos Aires, Manantial, 1999, p. 105.
21
Ibidem, p. 117.
22 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
22
Ibid., p. 118.
23
Ib., p. 120.
24
Ib., p. 121.
25
Jean-François Lyotard, La condition postmoderne: rapport sur le savoir, París, Minuit, 1979.
26
Hans Belting, Das Ende der Kunstgeschichte?, Munich, Deutscher Kunstverlag, 1983.
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27
Hans Belting, The End of the History of Art?, Chicago, The University of Chicago Press, 1987, p. ix.
28
Ibidem, p. xi.
29
De nuevo, Hal Foster tenía una propuesta al respecto: “Yet rather than reject theory (on the grounds
that it is always phallocratic —or simply useless) or refuse history (on the grounds that it is always exclusi-
ve— or simply irrelevant), one may argue the necessity of counter models and alternative narratives. And ra-
ther than celebrate (or mourn) the loss of this paradigm or that period, one may seek out new political connec-
tions and make new cultural maps (and perhaps, given the will to totality of capital, to “totalize” anew, from
the “other” side, in such a way that these terms are transformed). Such a need is often expressed in these pages,
but this book is no more blueprint than it is theory or history. Rather it is conceived, as in fact each essay was
written, as a critical intervention in a complex (generally reactionary) present”. Hal Foster, op. cit., p. 2.
30
Arthur Danto, After the End of Art, Princeton University Press, 1997. Traducido al español por
Elena Neerman como Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, Barcelona,
Paidós, 1999. Danto, no obstante, venía dando vueltas a esta cuestión al menos desde 1984
en su contribución a The Death of Art, editado por Berel Lang (Nueva York, Haven Publishers,
1984). Véase la nota 1 de “Introducción: moderno, posmoderno y contemporáneo” en Después
del fin del arte.
24 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
31
Arthur Danto, Después del fin del arte…, op. cit., p. 23.
32
Arthur Danto, “Philosophy and the Criticism of Art: A personal Narrative”, en Embodied Me-
anings. Critical Essays and Aesthetics Meditations, Nueva York, Farrar Straus and Giroux, 1994, p. 14.
33
El debate en torno a la “crisis” (y al tipo de crisis) de la disciplina se despliega a lo largo de toda
la década. Para un repaso al respecto véanse: A. L. Rees y Frances Borzello, The New Art History,
Camden Press, 1986; Rethinking Art History. Meditations on a Coy Science de Donald Preziosi, en el
que nos detendremos a continuación. Para una revisión general del proceso, véase J. Harris, The
New Art History. A critical Introduction, 2001. El interrogante sobre los objetivos y la metodología
de la Historia del arte seguirán vigentes, como haría patente un compendio también de Preziosi
de 1998, The Art of Art History: A Critical Anthology, donde se ofrecía una selección de las distintas
estrategias críticas y metodológicas a las que había recurrido la historia del arte, desde Giorgio
Vasari hasta Mieke Bal.
34
Carol Duncan y Alan Wallach, “The Museum of Modern Art as Late Capitalist Ritual”, Marxist
Perspectives, invierno 1978, pp. 28-51; Douglas Crimp, “On The Museum’s Ruins” en Hal Foster
(ed.), The anti-aesthetic: essays on postmodern culture, Seattle, Bay Press, 1983; Rosalind Krauss, “The
Cultural Logic of the Late Capitalist Museum”, October, vol. 54, otoño 1990, pp. 3-17.
C O N F E R E N C I A M A G I S T R A L • ¿ D E Q U I É N E S S O N L A S I M Á G E N E S ? n 25
Jameson da a entender que esta situación hace inviable elaborar una his-
toria lineal o teleológica —no se trata de hacer un llamado a retornar a
35
Donald Preziosi, Rethinking Art History. Meditations on a Coy Science, New Haven CT, Yale Uni-
versity Press, 1989.
36
Fredric Jameson, “El Posmodernismo como Lógica cultural del capitalismo tardío”, en Ensayos
sobre el posmodernismo, op. cit., p. 86.
26 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
37
Ibidem, p. 37.
38
Donald Preziosi, op. cit., pp. xiii-xiv. Un aspecto en el que, como veremos más adelante, insis-
tirá Juan Antonio Ramírez para interrogarse por las posibilidades, retos y riesgos para una His-
toria del arte en la era digital, especialmente amenazada por los derechos de autor, herramienta
legal crucial en el capitalismo tardío para regular y capitalizar la circulación de las imágenes. Juan
Antonio Ramírez, “La crítica y la historia del arte frente a los derechos de reproducción”,
Revista LÁPIZ, núm. 217, noviembre de 2005, pp. 26-41.
39
El vínculo entre la imagen fotográfica y el advenimiento de una era posthistórica —es decir,
postalfabética— es un tema recurrente en el trabajo de Vilèm Flusser. Véase, por ejemplo, su
C O N F E R E N C I A M A G I S T R A L • ¿ D E Q U I É N E S S O N L A S I M Á G E N E S ? n 27
ensayo “Photography and History”: “Photographs are dams placed in the way of the stream of history,
jamming historical happenings. Thus, the photograph can be considered to be the first posthistorical image”.
Vilèm Flusser, Writings, Minneapolis, Londres, University of Minnesota Press, p. 128.
40
Jonathan Harris, The New Art History. A Critical Introduction, Londres, Routledge, 2001, p. 14.
41
Véanse los textos epigonales de Norman Bryson, Michael Ann Holy y Keith Moxey, Visual
Culture: Images and Interpretations, Hanover, University Press of New England, 1994; W. J. T.
Mitchell, Picture Theory, Chicago, University of Chicago Press, 1994, y Nicholas Mirzoeff, An In-
troduction to Visual Culture, Londres, Routledge, 1999. No obstante, como veremos más adelante,
que los Estudios visuales hayan desplazado (o no) a la Historia del arte es un debate abierto pero
difícilmente cerrado. Véase, por ejemplo, Matthew Rampley, “La amenaza fantasma: ¿la cultura
visual como fin de la Historia del arte?”, recogido en un libro que fue, por otra parte, producto
de la apuesta más notoria por desplazar la Historia del arte por los Estudios visuales en español:
José Luis Brea (ed.), Estudios visuales. La epistemología de la visualidad en la era de la globalización,
Madrid, Akal, 2005.
28 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
42
En la historia jurídica conocido como “Sony Corp. of America v. Universal City Studios, Inc.,
464 U.S. 417, 1984”.
43
Joshua M. Greenberg, From Betamax to Blockbuster. Video Stores and the Invention of Movies on Video,
Cambridge, MIT Press, 2008, p. 197. Véase también Daniel Loren Moret, “The New Nickelo-
deons: A Political Economy of the Home Video Industry with Particular Emphasis on Video
Software Retailers”, tesis, University of Oregon, 1991. Para una perspectiva global: Christine
Ogan, “The Worldwide Cultural and Economic Impact of the VCR”, en Mark R. Levy (ed.), The
VCR Age. Home Video and Mass Communication, Newbury Park, Sage Publications, 1989.
44
Joshua M. Greenberg, op. cit., p. 2.
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Idem.
45
46
Walter Benjamin, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, México, Itaca, 2003.
Véanse a este respecto especialmente las secciones v y vi.
30 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
A una reflexión que tiene que ver con la obra de arte en la época de su repro-
ductibilidad técnica le es indispensable reconocer el valor que les corresponde
a estas interconexiones. Pues ellas preparan un conocimiento que aquí es
decisivo: por primera vez en la historia del mundo la reproductibilidad técnica
de la obra de arte libera a ésta de su existencia parasitaria dentro del ritual.
La obra de arte reproducida se vuelve en medida creciente la reproducción
de una obra de arte compuesta en torno a su reproductibilidad. De la placa
fotográfica es posible hacer un sinnúmero de impresiones; no tiene sentido
preguntar cuál de ellas es la impresión auténtica. Pero si el criterio de autenti-
cidad llega a fallar ante la producción artística, es que la función social del arte
en su conjunto se ha trastornado. En lugar de su fundamentación en el ritual,
debe aparecer su fundamentación en otra praxis, a saber: su fundamentación
en la política.49
47
Ibidem, pp. 53 y 54.
48
Ibid., p. 54
49
Ib., p. 51
C O N F E R E N C I A M A G I S T R A L • ¿ D E Q U I É N E S S O N L A S I M Á G E N E S ? n 31
50
“Our theme is rather the emancipation from received models of the historical presentation of art; an eman-
cipation often achieved in practice but seldom reflected upon”. Hans Belting, op. cit.,p. ix.
51
Georges Didi-Huberman, Confronting Images. Questioning the Ends of a Certain History of Art,
Pennsylvania, The Pennsylvania State University Press, 2005.
32 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
52
Georges Didi-Huberman, La imagen superviviente. Historia del arte y tiempo de los fantasmas
según Aby Warburg, Madrid, Abada, 2009.
53
Georges Didi-Huberman, Confronting Images…, op. cit., p. 33.
54
Ibidem, p. 3.
55
“If you want to photograph a moving object, let’s call it a relative object, you can and even must make a
choice: you can shoot a single moment, even a series of moments, or you can leave the shutter open through
the whole movement. In one case you will obtain crisply defined images of the object and a skeleton of the
movement (a form absolutely empty and disembodied, an abstraction); in the other you will obtain a tangible
curve of the movement but a blurry ghost of the object (in its turn ‘‘abstract’’). The history of art, in which the
assertive tone of a veritable rhetoric of certainty now prevails—by startling contrast with the exact sciences,
where knowledge is constituted in the much more unassuming tone of experimental variation: ‘Let us now
C O N F E R E N C I A M A G I S T R A L • ¿ D E Q U I É N E S S O N L A S I M Á G E N E S ? n 33
suppose . . .’ —the history of art often ignores that, by its very nature, it is confronted by analogous problems:
by choices of knowledge, alternatives that entail loss, whichever option is chosen”. Ibid., pp. 32 y 33.
56
Ib., p. xxii.
57
Ib., p. xiii. “On the influence of the ancient world. This history is magical—to be dissembled. A ghost story
for adults”. Aby Warburg, Mnemosyne. Grundbegriffe, ii, 2 de julio de 1929, Londres, Warburg
Institute Archive, iii.102.3–4, 3.
58
Nicholas Mirzoeff, “Ghostwriting: working out visual culture”, Journal of visual culture, vol 1,
núm. 2, 2002, pp. 239-254.
34 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
59
Ibidem, p. 39.
60
Idem.
61
“In this context, it comes to seem less of a coincidence that so many practitioners of visual culture are
Jewish, queer, in diaspora, from ethnic or sexual minorities, exiles–in short, the ghosts of history, overlooked
and unseen by the endlessly evoked History that depends on displacing what might be called its own trans-
yness. Ghost writing visual culture is certainly transy, so long as that is understood to mean looking at the
in-between, the transnational, the transient, the transgendered and the migratory. How do ghosts look? Not
from a single point of view, what Donna Haraway called the god-trick. Nor does a ghost see itself seeing itself.
The ghost sees that it is seen and thereby becomes visible to itself and others in the constantly weaving spiral
of transculture, a transforming encounter that leaves nothing the same as it was before.” Ibidem, p. 250.
62
Ibid,, p. 249.
C O N F E R E N C I A M A G I S T R A L • ¿ D E Q U I É N E S S O N L A S I M Á G E N E S ? n 35
[t]oda la esencia, si puedes usar esa palabra, de un fantasma es que tiene una
presencia real y te demanda lo que se le debe, tu atención. La manifestación
y la aparición de los espectros o fantasmas es una manera, intento sugerir,
en la que somos notificados de que lo que ha sido ocultado está muy vivo y
presente, interfiriendo precisamente con esas formas siempre incompletas de
contención y represión incesantemente dirigidas hacia nosotros.63
63
Avery F. Gordon, Ghostly matters. Haunting and the sociological imagination, Minneapolis, Univer-
sity of Minnesota Press, 1997, p. xvi.
36 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
64
Hal Foster, “The Archive Without Museums”, October, vol. 77, 1996, pp. 97-119.
65
A este respecto puede verse Alberto López Cuenca, “¿A quién protege el derecho de autor?
Sujeto y ontología de la cultura digital”, en Paula Beaulieu y Alberto López Cuenca (eds.), ¿Desea
guardar los cambios? Propiedad intelectual y tecnologías digitales: hacia un nuevo pacto social, Córdoba,
Centro Cultural de España, 2009.
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estamos asistiendo desde la última década del siglo xx a una nueva revolu-
ción tecnológica que puede llevar a la historia del arte a dar otro gran sal-
to conceptual, equiparable al que supuso en su día la aparición de la foto-
grafía. La imagen digital, el video y el universo de internet ponen a nuestra
66
Juan Antonio Ramírez, “La crítica y la historia del arte frente a los derechos de repro-
ducción”, op. cit., pp. 26-41.
67
Donald Preziosi era tan contundente como Ramírez respecto al papel crucial de las tecnologías
para la disciplina de la Historia del arte: esta sensibilidad cinemática de la fotografía es la metáfo-
ra tecnológica de “todo el proyecto de la historia del arte”. Donald Preziosi, op. cit., pp. xiii y xiv.
68
Juan Antonio Ramírez, op. cit.
69
Idem.
38 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Sin embargo, para Ramírez, el celo contra el uso de las imágenes que las
prácticas de la Historia del arte podrían hacer en esta etapa informática
pone a esta disciplina no a las puertas de un nuevo ejercicio fantasmático
y liberador sino en la de una seria crisis, al menos en lo que a su iniciativa
editorial concierne.
70
Idem.
71
Idem.
C O N F E R E N C I A M A G I S T R A L • ¿ D E Q U I É N E S S O N L A S I M Á G E N E S ? n 39
Referencias
Belting, Hans, Das Ende der Kunstgeschichte?, Munich, Deutscher Kunstverlag, 1983.
——————, The End of Art History?, Chicago, The University of Chicago Press, 1987.
Benjamin, Walter, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, México, Itaca, 2003.
Bryson, Norman, Michael Ann Holy y Keith Moxey, Visual Culture: Images and Interpreta-
tions, Hanover, University Press of New England, 1994.
Crimp, Douglas, “On The Museum’s Ruins”, en Hal Foster (ed.), The anti-aesthetic: essays on
postmodern culture, Seattle, Bay Press, 1983.
Danto, Arthur, After the End of Art, Nueva Jersey, Princeton University Press, 1997.
——————, Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, trad. Elena
Neerman, Barcelona, Paidós, 1999.
72
No está de más recordar el inexcusable trabajo de Anna María Guasch, El arte del siglo xx en sus
exposiciones, 1945-1995, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1997.
73
Para este particular véase, por ejemplo, Terry Smith, “The State of Art History: Contemporary
Art”, The Art Bulletin, vol. 92, núm. 4, 2010, pp. 366-383.
40 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
bios? Propiedad intelectual y tecnologías digitales: hacia un nuevo pacto social, Córdoba, Centro
Cultural de España, 2009.
Loren Moret, Daniel, “The New Nickelodeons: A Political Economy of the Home Vi-
deo Industry with Particular Emphasis on Video Software Retailers”, tesis, University of
Oregon, 1991.
Lyotard, Jean-François, La condition postmoderne: rapport sur le savoir, Francia, Minuit, 1979.
Mirzoeff, Nicholas, An Introduction to Visual Culture, Londres, Routledge, 1999.
——————, “Ghostwriting: working out visual culture”, Journal of visual culture, vol. 1,
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Mitchell, W. J. T., Picture Theory, Chicago, University of Chicago Press, 1994.
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University Press, 1998.
——————, Rethinking Art History. Meditations on a Coy Science, New Haven, Yale Univer-
sity Press, 1989.
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reproducción”, Revista LÁPIZ, núm. 217, noviembre de 2005.
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Warburg, Aby, Mnemosyne. Grundbegriffe, II, 2 de julio de 1929, Londres, Warburg Ins-
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White, Hayden, Metahistory. The Historical Mind in Nineteenth-Century Europe, Baltimore,
John Hopkins University, 1973.
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 43
Tensiones
y resistencias
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 45
E
n 2016, la academia de epistemología del Centro Nacional de Inves-
tigación, Documentación e Información de Artes Plásticas propuso
experimentar con un modelo de investigación relacionado directa-
mente con los cadáveres exquisitos literarios. El fin era reconocer la trans-
formación de sentido que se produce en un texto en sus diferentes lectu-
ras, y recurrir a la continuidad interpretativa con una trama transformada
por diversas aproximaciones. La novela El Almirante flotante, del Detection
Club,1 era sin duda un ejemplo inspirador para dicha propuesta. Ahí, cada
escritor daba un capítulo y comentaba su final imaginario, aceptando que
el siguiente escritor realizara una modificación sustancial que llevaría la
historia a otra parte. Sólo al final se podían leer los diferentes cierres pro-
puestos por todos los participantes.
Creo que el principio fundamental de nuestra propuesta fue ofrecer
la investigación como una acción artística donde el conocimiento y la
reflexión de cada participante reconocía que no hay un principio, un ele-
mento original a modificar o a alcanzar, sino una trama representacional
que formula siempre aproximaciones interpretativas.
Utilizar esa estrategia en la configuración de un texto conjunto para la
ponencia “Reflexiones sobre el flujo tecnológico, sobre el sentido y la repre-
sentación en la modernidad tardía” se presentaba como un ejercicio experi-
mental atractivo. Se propuso un marco teórico con un conjunto de autores
que permitiera ubicar los límites de la reflexión y desde ahí iniciar el trabajo.
La práctica nos mostró que, en el camino, la secuencia reflexiva fue
tomando los cauces de la discusión dada en las secciones conjuntas de
1
Alan Badiou. El ser y el acontecimiento, Buenos Aires, Manantial, 2003, p. 582.
[45 ]
46 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
De la deriva y el situacionismo
Los situacionistas elaboraron conceptualmente las señales que anuncia-
ban a la ciencia y la técnica como instrumentos de condicionamiento nue-
vos y extraordinariamente eficaces para una sociedad neocapitalista. Esta
problemática que se inició a mediados del siglo xx vislumbró la polémica
de la especialización científico-tecnológica y las implicaciones de los mass
media en las sociedades burguesas modernas. Constant y Pinot-Gallizio3
situaban el motor de los nuevos tiempos en el proceso técnico, en la au-
tomatización y el pleno desarrollo de la sociedad de la abundancia. Así
aumentaría de manera sorprendente la cantidad de tiempo libre y dejarían
de existir el trabajo y el reposo tal como eran entendidos, esto contribuiría
a la formación de la nueva sociedad posteconómica y suprapoética.
Los situacionistas modificaron las estrategias estéticas surrealistas,
incidiendo en el uso ideológico del tiempo libre como parte de la batalla
establecida por la lucha de clases. Eligieron como una de sus estrategias
las prácticas ejercidas desde una subjetividad radical y subversiva.
Entre sus tácticas psicogeográficas, la deriva situacionista hacía referen-
cia a “la forma del comportamiento experimental ligada a las condiciones
de la sociedad urbana”; no era ni viaje ni paseo porque buscaba el reconoci-
miento de los efectos psíquicos del contexto urbano. Tenía un doble aspec-
2
Byung-Chul Han. Topología de la violencia, Barcelona, Herder Editorial, 2016.
3
Mario Perniola, Los situacionistas. Historia crítica de la última vanguardia del siglo xx, Madrid, Acua-
rela & A. Machado, 2008, p. 18.
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 47
Del acontecimiento
En su singularidad, el détournement,5 o acontecimiento, perturba la co-
nexión temporal entre pasado y futuro e instaura un instante presente
que excede al lenguaje y escapa a los límites históricos y discursivos, y los
afecta en su efectuación.
En nuestras sociedades capitalistas contemporáneas de ultrasofis-
ticación tecnológica que plantean un cibermundo con geonavegado-
res, dispositivos tecnológicos de control y vigilancia que invisibilizan
los ejercicios de poder y dominación, en el que no sólo conocemos
el espacio corporalmente sino fuera del orden de los cuerpos, pue-
de concebirse también como una liberación de los acontecimientos
4
Loreto Alonso Atienza, “Loops artísticos en la memoria ambiente”, Re-visiones, núm. 6, 2016,
<http://re-visiones.net/index.php/RE-VISIONES/article/view/57>.
5
Alain Badiou, op. cit., p. 582.
48 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Del flujo
Todo esto se podría ubicar como antecedente de la deriva informática en
la cibercultura contemporánea. Sin duda el proceso de conciencia de la
antigua deriva ahora circula en una suerte de flujo light donde la pasividad
y la actividad se han vuelto confusas
Google representa el lenguaje más allá de la gramática, es el fenómeno
tecnológico de flujo que se expande en la programación de protocolos:
automatización, administración, manipulación y organización de modos
de la representación y de actuar que ofrecen al cibernauta una suerte de
sometimiento libertario, un proceso que a través de una práctica continua
nos va configurando.
Google domina completamente al sujeto mediante una servidumbre
voluntaria y una maquinaria invisible de control, la cual no requiere de los
esquemas disciplinarios del pasado y es aun más potente.
“La memoria ambiente es tecnificada y distribuida, cumple funciones
de almacenamiento, pero también de gestión y distribución de datos, y
actúa como agente activo en las conformaciones y modulaciones de las
representaciones compartidas organizadas respecto a flujos y metadatos.
Una de las dimensiones más perceptibles de la circulación de la me-
moria ambiente la encontramos en internet“.6 En este sentido todos es-
tamos a la deriva... esto ocurre desde el grupo familiar de Whats App
6
Ibidem.
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 49
De lo original
Si pensamos que el flujo informático des-sujeta al sujeto en derivas cua-
si-automatizadas, es viable pensar al sujeto artístico tomando ventaja de
esas derivas para producir procesos que reconfiguren la maquinaria que
produce el flujo mismo. Procesos que aprovechen la maleabilidad y vir-
tualidad de la plataforma para extender las bases de la representación pu-
diendo eludir las inclinaciones objetuales del arte moderno al operar en
un espacio que es solamente acto y representación.
Demostrar que toda la caja de verdad artística y política representa-
cional, urdida desde el mercado artístico, nos conduce a lo ficticio de la
verdad y a lo falso de la representación, es el borde crítico para Occidente
que, además, enfrenta el problema epistémico autoral. La problemática
reproductiva digital no debe ser abordada bajo formas antiguas de pensar
y legislar. Tendríamos que analizar las implicaciones de desaparecer los
límites entre el original y la copia, pues quién podría hablar de originales
(o verdaderos) en un sistema de flujo permanente: en internet no existen
originales sino variaciones en apariencia infinitas, todas interpretadas por
los usuarios como equivalentes.
La concepción de “lo original” y de “el original” es una formulación de
poder que ya no responde a la era de lo posthumano, cuya gramática in-
troduce la réplica, el clon, lo serial, lo reproductible y lo reprogramable; así
como las diversas maneras de autentificar la copia y de falsificar el original.
50 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
7
Byung-Chul Han, Shanzhai. El arte de la falsificación y la deconstrucción en China, Buenos Aires,
CajaNegra, 2016, p. 20.
8
Mario Perniola, Enigmas. Egipcio, barroco y neo-barroco en la sociedad y el arte, Madrid, cendeac,
2006, pp. 92-94.
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 51
Referencias
Debord, Guy, Sociedad del espectáculo, Santiago de Chile, Ediciones del Naufragio, 1995.
De figueirido p., Jose Manuel, “Deriva y desvío. De la estética situacionista al nuevo espa-
cio tecnólogico”, <http://www.revistafactotum.com/revista/f_2/articulos/Factotum_2_2_
JoseManuel_Figueirido.pdf>.
Detection Club, El Almirante flotante, Madrid, Akal, 2018.
Han, Byung-Chul, “Topología de la violencia”, Barcelona, Herder, 2016.
——————, Psicopolítica, Barcelona, Herder, 2016.
Ontanón, Antonio, “La vanguardia no se rinde: Guy Debord y el situacionismo”, <http://
situaciones.info/revista/la-vanguardia-no-se-rinde-guy-debord-y-el-situacio-
nismo/>.
Perec, George, Lo infraordinario, Madrid, Impedimenta, 2008.
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 53
Imágenes de la memoria
Carmen Gómez del Campo, Ana María Rodríguez y Leticia Torres
L
as imágenes nos rodean, nos envuelven, nos arrastran, nos aco-
san; también liberan, cautivan, orientan o desorientan, acomodan
o desacomodan. ¿Qué marca, qué pauta unos u otros efectos?,
¿cómo se enlazan, cómo se potencian? El tema es actual ahí donde po-
demos reconocernos, mirarnos en ellas en tanto fragmentos de nuestra
historia y memoria, y ahí donde, en la sociedad contemporánea, aprecia-
mos la prevalencia de la cultura visual.
La imagen está presente en nuestro mundo cotidiano, estético, polí-
tico, ya sea como reproducción, como objeto artístico, como documento,
como montaje. Engaño, se diría desde la apreciación platónica; orienta-
dora del pensamiento, desde un acercamiento a Kant o “revelación ar-
diente” que inquieta y convoca si seguimos los guiños de Georges Didi-
Huberman quien, a su vez, los sigue de Aby Warburg y Walter Benjamin.
“Imágenes sobrevivientes”, “imágenes dialécticas” son los conceptos que,
respectivamente, cada uno de estos autores formula, y son a ellos, y a
otros más, a quienes tendremos en nuestro horizonte para intentar acer-
carnos de manera somera a esa presencia de la imagen.
Desde su centro, en ambos conceptos pulsa el tiempo y, desde su ritmo,
la mirada ante la imagen se irradia hacia la memoria y el recuerdo, como
documentos visuales que develan cómo late, en las imágenes, el encuentro
de los tiempos, sea porque formas primeras sobreviven en ellas (Warburg)
o porque el pasado se nos presenta en un fulgor del presente (Benjamin).
Late el tiempo en la imagen y en este latir va revelando la presencia de lo
ausente. Pero algo en quienes miramos habilita el seguimiento de estos
movimientos. Jean Luc Nancy nos propone una vía, entre otras posibles,
en la cual el deseo tendrá un papel central. En su ensayo titulado “La ima-
gen: Mímesis & Méthexis”, el filósofo francés polemiza con la idea de que
exista un fondo de la imagen, una especie de esencia que la imagen revela.
[53 ]
54 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
A ello se opondrá, planteando que no existe tal cosa, pues aquello que se
manifiesta es una “incesante tensión” entre quien mira y la imagen que lo
mira (y es mirada), lo que desvanece de continuo “el fondo en la forma y di-
suelve la forma en el fondo” es eso que, como nos recuerda el autor, Platón
llamó Belleza, nombre que se le da a “la apertura que recorre un deseo”.
El tiempo vibra, se despliega, se repliega en la imagen bajo la pulsa-
ción del deseo. Tiempo y deseo inasibles creando formas, líneas, repre-
sentaciones, montajes que tendrán como modelo la movilidad misma del
inconsciente. La imagen como idea de un deseo, dirá Nancy; o bien, se-
gún Benjamin, “imagen dialéctica”, como concepto que da cuenta de ese
suspenso, intenso y tenso que mantienen los componentes gráficos de una
captura. Es como si la movilidad de la que hablábamos se manifestara des-
de un fondo que sólo se muestra en la forma, para luego disolverse; pero
esa forma puntual o evanescente de la imagen quedará trazada desde un
deseo que la delinea en quien la crea y luego en quien la mira. Hay un acto
de creación, de engendramiento en ambos actores: eso que crea el deseo
guiando la mirada. Pero ahí cuando la imagen se impone como única re-
presentación posible, ahí donde se congela o coagula, donde no abre un
punctum, como lo llama Roland Barthes, la imagen funciona como un ope-
rador que paraliza, somete, silencia, porque de ella, nada se puede decir.
¿Cuál es la alquimia que permite que el deseo tome formas diversas en
imágenes visuales, auditivas, hasta táctiles u olfativas? Podríamos decir y
decir bien que a toda imagen, de algún modo, la va formando una línea,
misma que crea sus bordes, su perfil, su forma, su figura, sea ésta rígida u
ondulada; la línea, como dice Jean-Francois Lyotard, la recorre el deseo,
o dicho de otra manera emulando a Paul Klee, el deseo se monta en ella y
sale de paseo, creando en su movimiento el cambio de las cosas mismas,
hasta de su materialidad, mostrando formas y materias latentes que habían
permanecido encerradas, o bien, tan sólo latiendo.
A esa movilidad podemos acceder desde la concepción freudiana del
trabajo onírico, imaginando cómo se van creando imágenes oníricas pau-
tadas por el deseo que busca su figurabilidad, y por el ritmo que marcan
los desplazamientos y condensaciones (las dos corrientes que privan en
el inconsciente) sobre la materialidad de nuestras huellas mnémicas, de
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 55
Un olor, como en el caso de Marcel Proust, nos puede conducir a los ras-
tros de una memoria y a construir con líneas o con letras los montajes que
la hagan visible. Sensaciones, percepciones que desde los diversos senti-
dos nos provocan, levantan, sacuden, a su vez, trazos impresos en nuestra
memoria a manera de huellas de distintas materialidades. Esto que las
sensaciones despiertan pueden echar a andar el trabajo de la imaginación
y la creación que tomará la materialidad figural, lo primero que es dado a
la mirada para que, de ello, luego algo se pueda decir.
Las imágenes internas de recuerdos, fantasías, sensaciones, y las ex-
ternas, poseen la potencia de abrirnos a aquello que muestran, sea la insi-
nuación de una forma, el guiño de un gesto o movimiento, pero también
pueden llegar a ser tan presentes que obturan nuestra mirada y nuestro
entendimiento. Esto último bien lo saben publicistas y gobiernos que ma-
nejan nuestra sociedad de control, como la llama Gilles Deleuze. De ahí
que podamos andar kilómetros bordeados de un muro de imágenes que
exhiben anzuelos a nuestra mirada repletos de todo eso que nos falta o,
de lo que deciden que carecemos y por tanto deseamos, como si estuvie-
sen ahí, al alcance de nuestra mano, como una realidad virtual que colma
la necesidad pero que, sabemos, encubre otra, la que entre sus rendijas
y huecos se muestra a quien pueda sustraerse del embrujo de la híper-
presencia y pueda ver la falta, la miseria, la violencia que ocultan. Imáge-
nes tan obvias que sellan el camino a la imaginación y al pensamiento al
presentarse sin más, como diciendo: es lo que es, esto es lo que deseas,
como si de una orden se tratara, y ¿cómo sustraernos ante ello?
Las imágenes son montajes del tiempo. Pero, algunas lo coagulan en
un presente inamovible, en una presencia ante la cual no hay posibilida-
des de sustraerse. Sin embargo, hay muchas otras que nos abren a la tem-
poralidad y a la transitoriedad, esta última condición misma de lo sublime
y de la belleza. Si seguimos a San Agustín para orientarnos en el anacro-
nismo de las imágenes, podemos ver cómo en ellas la temporalidad del
presente de las cosas pasadas se revela en la memoria; el del presente de
las cosas presentes, en la visión directa; y el presente de las cosas futuras,
en la espera. Si asociamos la concepción del tiempo en San Agustín con
la tesis de Didi-Huberman acerca del anacronismo inherente a las imá-
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 57
Juan de Dios Machain, sin título, ca. 1900, plata sobre gelatina.
Foto: cortesía del licenciado Francisco Mejía Mata.
registra una y todas las historias humanas; una fotografía que desnuda, al
parecer, la realidad más de lo que podría hacer cualquier interpretación
visual, más que la imagen en movimiento; pero ese posar ante la máqui-
na, ese instante de tiempo que se captura y congela el gesto irrepetible,
¿no es una manera de aprehender lo inasible y de crear al tiempo, una
imagen ficción, ficción porque hay en ella el soplo de lo sublime? Imagen
desgarradora, imagen matriz que afecta al arte en tanto que ella misma se
impone e impone su mirada; imagen re-interpretada en la pintura que la
evoca y matiza su crudeza al tiempo que despista su fuerza. En este caso
el arte pictórico toma el papel del mediador entre la visibilidad del vacío,
lo siniestro de las imágenes, y la mirada sensible y afectada, para construir
el límite para su visibilidad y preservar su condición de enigma.
Marcos Ramírez, Erre, Stripes and Fence Forever (homage to Jasper Jonns), 1997,
instalación, hierro, ladrillos, blocks de concreto y tierra, 3.00 x 3.00 x 2.75 m.
Foto: cortesía del autor.
60 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
muertos, con cruces blancas y rosas que tapizan ese muro de la muerte o
con rostros que se asoman para ver ese otro mundo tan lejos, tan cerca,
y para ser vistos también, por esos otros desde el otro lado, tan cerca, tan
lejos, estas imágenes son testimonios, memoria de cada uno y de todos.
La memoria del pasado, de un modo u otro, es montaje de imágenes
que desde una visión presente proyectamos a un porvenir. De ahí que
las imágenes, ciertas imágenes, en su calidad de documentos, convocan y
orientan nuestros deseos, pasiones, pensamientos, nuestra búsqueda de
un saber, de conocer. Desde esta perspectiva nos acercarnos a la insta-
lación Level of Confidence del artista electrónico Rafael Lozano-Hemmer,
quien indujo la complicidad del público para completar la experiencia que
provocaba la búsqueda de los 43 normalistas, hasta la fecha desaparecidos,
de Ayotzinapa. Con ese propósito Rafael montó, en una pequeña sala, una
cámara de reconocimiento facial, de esas que utiliza la policía para buscar
delincuentes y que transformó pues “de alguna forma cambia el sentido
de la vigilancia porque la vigilancia computarizada se usa para buscar a los
culpables y aquí a los culpables ya los conocemos: están en el poder. La
pieza busca a las víctimas”.1 Así que para buscarlas mostró sus rostros que
fueron tomados de credenciales escolares o de elector, imágenes no artís-
ticas, sin autor identificado, sin escenarios que los que pudieran contex-
tualizar; sin embargo, cada fotografía dice algo del retratado, los rasgos de
su rostro los hacen únicos. Cuando el espectador ingresaba a la pequeña
sala, lo que le atraía era el panel con las fotografías de los 43 estudiantes.
Al acercarse y observarlas, se colocaba frente a la cámara programada con
un sistema de algoritmos y que, al momento de capturar su rostro, co-
menzaba a realizar operaciones en busca de semejanzas con alguno de los
normalistas. El retratado observaba sorprendido que en el extremo inferior
del panel aparecía su rostro enmarcado en puntos y líneas que medían
y exploraban los posibles parecidos con uno o varios de los estudiantes,
momento en el que no sólo la máquina intentaba un reconocimiento, sino
1
Sonia Sierra, “Ahora son las obras que miran al público: Rafael Lozano-Hemmer”, entre-
vista, Confabulario de El Universal, <http://confabulario.eluniversal.com.mx/ahora-son-las-
obras-las-que-miran-al-público-Rafael-lozano-hemmer/>. Consulta: 8 de agosto, 2017.
62 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
lleva sobre su espalda a la manera de una sombra ominosa. Tal vez sepa
que esa carga es la causa misma de su miseria, de ahí, su andar apesadum-
brado. Quizá sepa también, que es su miseria, su pobreza, la potencia que
sostiene en el poder, a ese que lleva sobre sus hombros, quizá por eso
lo anuncia. “Es por mí, por nosotros y nuestra pobreza que vives en la
opulencia”, tal vez quisiera o, quisiéramos nosotros, recordárselos a ellos.
Pero, ya lo saben, cada sexenio lo festejan. Mas, ¿qué llevará dentro de ese
bolso con la insignia de la ignominia?
Entre imágenes habitamos y nos habitan. Lo inestimable de algunas,
las que no se venden y no se compran, es su capacidad de abrirnos a una
experiencia de conocimiento y de esperanza que cobra forma en imágenes
que anticipan aquello que esperamos como promesa de una presencia y
no sólo como memoria de lo ausente. Aquí reside, en parte, su potencia,
pues las imágenes son la prenda en un presente, de una presencia por-
venir, apuntalada en el pasado.
Referencias
Agustín, San, Confesiones, México, Porrúa, 2010.
Barthes, Roland, La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía, Barcelona, Paidós, 1989.
Deleuze, Gilles, Conversaciones 1972-1990, España, Pre-textos, 1999.
Didi-Huberman, Georges, Cuando las imágenes tocan lo real, España, Círculo de Bellas Artes,
2013.
——————, Ante el tiempo. Historia del arte y anacronismo de las imágenes, Argentina,
Adriana Hidalgo editora, 2005.
——————, Arde la imagen, México, Ediciones Ve, 2012.
——————, La imagen superviviente. Historia del arte y tiempo de los fantasmas según
Aby Warburg, Madrid, Abada Editores, 2009.
Mier, Raymundo. “Los retratos de Norma Patiño: una estética del encuentro”, en Las
costumbres del rostro. Retratos de Norma Patiño, México, Universidad Autónoma Metropoli-
tana-Azcapotzalco, 2001.
Nancy, Jean-Luc. “La imagen: Mímesis & Méthexis”, Escritura e imagen, 2006, <escritu-
[email protected]>.
——————, La representación prohibida. Seguido de La Shoah, un soplo, Buenos Aires, Amo-
rrortu Ediciones, 2007.
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 65
A
nte el avasallante monologuismo del capital y la subsunción de la
producción, circulación y consumo de imágenes a la ley del valor
mundializada, es preciso plantear a cada tanto las condiciones de
posibilidad de una praxis estética libertaria que produzca fisuras y desco-
nexiones, espacios y tiempos distintos, disposiciones de lo visible y lo de-
cible que subviertan el régimen del avasallamiento, a la vez que configuren
dispositivos democratizadores de la gestión de lo común, no como mero
suplemento artístico de la resistencia política, por ejemplo, sino como
efectiva experiencia de emancipación sentimental, imaginativa, afectiva,
sensorial, disponible para todos en tanto que seres humanos.
En este tantear rutas en la vorágine, las reflexiones de Evald Ilyenkov
sobre la idealidad y la praxis humanizante se plantean aquí en relación es-
pecular con la tesis de Jacques Rancière del espectador emancipado, para
imaginar un modo crítico radical de allegarse a la experiencia de la vida en
común que no puede sino conducir a su transformación perpetua.
Separados por la brecha epistemológica que genera desencuentros
entre las prácticas teóricas europeas y soviéticas, con su respectivo caudal
de tradiciones y vocabularios, Ilyenkov y Rancière comparten el hecho
decisivo de anclar sus reflexiones sobre la emancipación en el presupuesto
irrenunciable de la igualdad de las inteligencias como condición básica de
la humanidad. No se trata de un axioma trascendental, metafísico, sino de
una determinación objetiva, material, históricamente constituida y signi-
ficada, y exigida por tanto de comprobación a cada paso.
Ilyenkov, con su participación en el exitoso proyecto de Zagorsk, diri-
gido por el psicólogo soviético Alexander Meshcheryakov, para la educa-
ción de niños ciegos y sordos de nacimiento, y Rancière, con su recupe-
ración reflexiva del trabajo del pedagogo libertario francés Joseph Jacotot,
[65 ]
66 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Hay en todo esto la inercia conceptual que deja pasar sin someter
a crítica la disposición de los sujetos como agentes, unos, y receptores
pasivos los otros, en un esquema en el que la transmisión de contenidos
es transparente, la relación entre causa y efecto es incontestada y el me-
canismo de persuasión opera sin trabas. Sin embargo, la presuposición
del carácter predeterminable del efecto de la imagen política, activista, se
estrella las más de las veces contra la terca realidad. No hay más que amar-
ga decepción. “¿Por qué no se alzan en armas después de ver esto?”, se
pregunta el productor de imágenes que cree desvelar la verdad oculta tras
la engañifa de las ideologías. “No saben ver, no quieren ver”, se lamenta,
cuando su intervención no surte el efecto anticipado. Y la de malas es que
aumentar la dosis sólo amplía la reproducción del esquema.
Este modelo suele funcionar cuando se predica a los conversos, es
decir, cuando el efecto deseado ya opera de hecho en la audiencia a quien
se dirige. Y funciona para remachar lo ya sabido, las convicciones ya com-
partidas, con el riesgo de reducirlo todo a generalidades banales que re-
fuerzan la separación y las jerarquías: “Sí, caray, tú y yo sí nos damos
cuenta, pero ya ves, la gente es un asco y no hay ni cómo ni por dónde…”.
Aquellos que se imaginan colocados en un lugar privilegiado, poseedores
de habilidades singulares que les permiten ver y configurar lo realmente
real más allá de las trampas del sistema, desesperan de los otros, los es-
tultos, los sumisos, los rejegos, a quienes generosamente consagran sus
esfuerzos pedagógicos.
Nos las vemos entonces con esta mercadología inconfesa que impone
estancos de sensibilidad, una distribución desigual y jerarquizada de lo sen-
sible, y que etiqueta una audiencia a la medida, formateada conforme a un
perfil estético preordenado. Es un esquema paternalista y mecánico, confor-
me al cual —desde una posición de autoridad, advertida o no— se pretende
suplir una merma, remediar una carencia detectada en la audiencia pasiva;
audiencia delimitada precisamente como agregado de sujetos equivalentes
entre sí, no iguales sino intercambiables: menores de edad que requieren
de tutela porque están muy rezagados en conciencia, en saber, en aptitud.
Se hace necesario ir rompiendo el cascarón desde dentro, según una
expresión muy utilizada por Ilyenkov, quien problematiza estas mismas
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 69
Referencias
Ilyenkov, Evald. “К беседе об эстетическом воспитании” (Para una conversación acerca de la
educación estética) 1974, en E.V. Ilyenkov, Shkola dolzhna uchit’ myslit’, Moscú y Voronezh,
Moskovskii psikhologo-sotsial’nyi institute and Izdatel’stvo IPO MODEK, 2002.
——————, Искусство и коммунистический идеал (El arte y el ideal comunista, antología
póstuma), 1984, <http://caute.ru/ilyenkov/texts/iki/index.html>.
——————, Школа должна учить мыслить (La escuela debe enseñar a pensar, antología
póstuma), 2002, <http://caute.ru/ilyenkov/texts/sch/index.html>
Rancière, Jacques. Le Destin des images, París, La Fabrique, 2003.
——————, Le spectateur émancipé, París, La Fabrique, 2008.
——————, Recognition or Disagreement. A Critical Encounter on the Politics of Freedom, Equality
and Identity, Estados Unidos, Columbia University Press, 2016.
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 71
Introducción
Considerar la imagen como representación nos invita a cuestionar cuá-
les son las condiciones objetivas con las que se valora como patrimonio
artístico. Si bien una respuesta inicial se infiere a partir de los criterios
institucionales, no encontramos en este punto una respuesta interesante
acerca de las condiciones objetivas de valoración de una imagen.
Más relevante aún resulta preguntarse acerca de los atributos intrín-
secos de la imagen que permiten justificar su valoración ulterior. Esto nos
lleva a considerar el sentido de la imagen: si la imagen se valora “positiva-
mente” como patrimonio es porque de alguna manera (o de muchas) re-
presenta algo para alguien. De ahí que el presente trabajo se circunscribe
al problema de la representación y la referencialidad de la imagen.
Así, pues, en esta revisión se buscará establecer tres líneas de desarrollo:
en primera instancia, se planteará el problema de la representación del obje-
to como un campo de interés común en los ámbitos de conocimiento, tanto
en la ciencia como en el arte. En un segundo momento, se abordará el pro-
blema filosófico implicado en la referencialidad de la imagen, a partir de las
propuestas de Max Black y Nelson Goodman. Finalmente, para dar respues-
ta a la pregunta ¿en qué condiciones la imagen como representación esta-
blece un objeto de referencia?, se argumentará la función epistemológica de
la imagen desde el punto de vista pragmático de la semiótica trascendental.
[ 71 ]
72 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
1
Charles Sanders Peirce, Obra filosófica reunida, tomo I, México, fce, 2012.
2
Umberto Eco, “Semiología de los mensajes visuales”, en Análisis de las imágenes, Argentina,
Tiempo Contemporáneo, 1972, pp. 23-81.
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 73
3
Gottlob Frege, “Sobre sentido y referencia”, en Semántica filosófica: problemas y discusiones, Ma-
drid, Siglo XXI, 1973.
4
Por supuesto, entendemos que la propuesta del filósofo y matemático alemán se circunscribe a
un ámbito muy específico, como son los “nombres” y las “descripciones definidas”. Sin embar-
go, hacemos esta reflexión siguiendo la sugerencia que Max Black lanza al aire en una nota al pie
de su artículo “¿Cómo representan las imágenes?”. Esta reflexión es sólo un ejercicio que busca
responder y dialogar con Black acerca del sentido/referencia de una representación-imagen.
74 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
5
Max Black, “¿Cómo representan las imágenes?”, en Arte, percepción y realidad, España, Paidós,
1996.
76 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Pero esta postura analítica, si bien nos deja con cuestionamientos con-
cretos acerca de la insuficiencia de los criterios (necesarios y suficientes)
para caracterizar la función representación, nos lleva a un vacío epistemo-
lógico mayúsculo. La solución que propone Black, igualmente insatisfac-
toria, es considerar “representar” como un “concepto conjunto”, esto es,
un concepto que implica simultáneamente diferentes criterios de opera-
ción (similitud, ilusión, semejanza, analogía, etc.) en donde la función de
representación está determinada por el entramado de estos criterios, los
cuales no pueden operar como necesarios ni suficientes por separado.
Frente a estas consideraciones analíticas, Nelson Goodman propone
un criterio nominalista donde no interesa la caracterización de la fun-
ción representación (ya sea por semejanza o analogía, etc.) sino la rea-
lidad del objeto que representa. Así, cualquier imagen-representación
puede representar cualquier cosa, pero esta relación depende del “sis-
tema de representaciones” que, dentro de una cultura, media entre el
signo y lo representado por éste.
De ahí que las operaciones de referencia, sentido y representación de-
pendan del sistema de representaciones que regula la práctica de produc-
ción e interpretación de una imagen a través de reglas convencionalizadas
dentro de una cultura. Por ello, toda imagen representa una realidad, pero
de manera “relativa”, de acuerdo con el sistema de representaciones que
se postule para interpretar el contenido de una imagen.
Sin embargo, si bien esta postura nominalista parece dialogar con la
teoría de los códigos en la semiótica de Eco, el problema sigue abierto:
qué es lo que permite establecer el valor de una imagen como patrimonio.
La semiótica y este particular nominalismo parecen justificar dicha valo-
ración en términos de apelar a un código o sistema de representaciones
como criterio formal para valorar una imagen como patrimonio.
No obstante, ello supondría que: a) dicho código o sistema permite
establecer criterios suficientes para determinar la verdad de “esta imagen
(X) tiene la cualidad de patrimonio”, y b) en esa orientación, determinar
de igual manera la falsedad de “esta imagen (Y) tiene la cualidad de patri-
monio”. Esto supone un problema no resuelto en la exploración anterior:
el sentido de “patrimonio” de una imagen dada, si bien puede estar de-
M E S A 1 • T E N S I O N E S Y R E S I S T E N C I A S n 77
6
Karl-Otto Apel, Teoría de la verdad y ética del discurso, 1ª edición. España, uba/Paidós, 1991.
7
Ibidem. pp. 68 y ss.
78 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Impactos e
implicaciones
de la tecnología
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 81
Preámbulo2
Wilhelm S. Wurzer escribe en la introducción a su libro Panorama: philo-
sophies of the visible:
Engaged in a lively discussion on eros, Diotima tells Socrates that human life is only
worthwhile if we understand the relation between the visible and the real. Far from aban-
doning the visible, she shows that it is not limited to the visual, recognizing that in its very
expression the visible is more real than the visual. During conversation (logos), in the
expressive unfolding of the difference between reality and image, the visible turns out to
be more beautiful than the image and more real than everyday “reality.” Intrigued by this
hermeneutic circle, and by Socrates wondering what is “real,” Diotima declares that ex-
pression forms reality. She warns Socrates of seduction by images, arguing that the charm
of gilded visibilities is most acute when logos is obscured and the expressive is no longer
the daimon that “mediates” the visible and the in- visible. Disconnected from the link of
expression, the visible becomes merely imaginal. Diotima’s message still haunts us today.
1
Mi nombre legal es Carlos Gerardo Aranda Márquez, para efectos de derechos de autor, pero
el artículo se debe publicar con mi verdadero estatus de género.
2
Este preámbulo se agregó para una conferencia dictada en la Universidad Iberoamericana en
noviembre de 2018, que tomó como base la ponencia “Un replicante busca su pasado en Tum-
blr”, presentada en el vii Encuentro de Investigación y Documentación de Artes Visuales el 18
de octubre de 2017.
[81]
82 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Without the discursive link between the visible and the in-visible, we are apt to overex-
tend the ahistoric significance of one or the other. It is possible to avoid ocularcentrism as
well as blind transcendence if the visible is not merely identified with the visual and the
in-visible is not merely reduced to an absolute sovereignty. In the realm of the expressive,
therefore, Hermes excels not only in sending and receiving messages, but in reading and
rereading them, revealing that the in-visible is expressive in visible regions. Indeed, this
collection of essays will show that the in-visible is not the essence of the visible but rather
the expressive “body” of the visible, as Derrida points out, “right on the visible.”
Inevitably, visibility reveals the in-visible, the unseen whole, “the commerce of spec-
ters” making up our techno-electronic world. Inscribed into relations of time and capital,
culture and infrastructure, the in-visible marks a new economy of visibility whose expres-
sion is in part determined by the digital revolution.3
I
No tenemos miedo de las imágenes; una por una, por separado; mientras
producimos miles de ellas, lo que nos infunde respeto o, tal vez, miedo,
es cuando las organizamos como narrativas. Todo gira alrededor de estar
inventando narrativas, algunas pueden ser verdaderas, otras veces pueden
ser válidas; lo fascinante es cuando son ficticias pero cobran vida cuando
las creemos verdaderas y/o válidas.
3
Wilhelm S. Wurzer (ed.), Panorama: philosophies of the visible, Nueva York y Londres, Conti-
nuum, 2002, p. vii.
4
Wikipedia, <https://es.wikipedia.org/wiki/Concilio_de_Trento>. Consulta: 24 de noviem-
bre, 2017.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 83
II
Si lo que nos preocupa son los océanos de imágenes y las (h)istorias que
se tejen con ellas, deberíamos zambullirnos en una posible explicación
sobre nuestra concupiscencia para producir, organizar, circular, curar, in/
validar, poseer, codiciar, explicar y/o publicar fracciones realmente ma-
gras de dichas vastedades. Pero veremos más adelante que la codicia no es
una buena consejera, aunque me contradiga…
III
El problema central en la película Blade Runner (Ridley Scott, 1982) es la
empatía. La prueba Voight-Kampff que se les practica a los replicantes
sirve para analizar sus grados de empatía, para determinar cuán humanos
o robots son/somos. Leamos los periódicos: en 2017, ejercemos prue-
bas similares a los inmigrantes, exiliados, expulsados para determinar si
los vamos dejar entrar a nuestros países, a nuestras culturas, a nuestras
lenguas. En su poco inglés preguntarán “…Are we human beings or are we
beasts?” Hay imágenes artísticas o periodísticas que no queremos ver y
entonces el problema consiste en definir claramente qué es la empatía.5
IV
La historia es harto conocida:
5
El término anglófono fue acuñado en 1909 por Edward B. Titchener en un intento de tradu-
cir la palabra alemana “Einfühlungsvermögen”, en relación con el análisis de Theodor Lipps. Se-
gún el sociólogo estadunidense Jeremy Rifkin, la empatía es un concepto único y relativamente
nuevo en el vocabulario de cualquier lengua humana hasta ahora hablada, y se empezó a emplear
apenas en 1909. Aunque existen conceptos similares a la empatía como compasión o altruis-
mo, ninguno de éstos ofrece la significación precisa de lo que se quiere expresar cuando en la
actualidad se emplea el término. Cuando se habla de empatía se hace referencia a una habilidad
tanto cognitiva como emocional del individuo, en la cual éste es capaz de ponerse en la situación
emocional de otro. Wikipedia, <https://es.wikipedia.org/wiki/Empat%C3%ADa>. Consul-
ta: 22 de julio, 2017.
84 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Estos replicantes, fabricados por Tyrell Corporation para ser “más humanos
que los humanos” —especialmente los modelos “Nexus-6”—, se asemejan
físicamente a los humanos, aunque tienen una mayor agilidad y fuerza física,
pero carecen de la misma respuesta emocional y de empatía. Los replican-
tes fueron declarados ilegales en el planeta Tierra tras un sangriento motín
ocurrido en el planeta Marte, donde trabajaban como esclavos. Un cuerpo
especial de la policía, Blade Runners, se encarga de identificar, rastrear y matar
—o “retirar”, en términos de la propia policía— a los replicantes fugitivos
que se encuentran en la Tierra. Con un grupo de replicantes suelto en Los
Ángeles, Rick Deckard, el mejor agente que ha existido en lo que a detección
y retiro de replicantes se refiere, es sacado de su semi-retiro para que use algo
de “la vieja magia blade runner”.6
6
<https://es.wikipedia.org/wiki/Blade_Runner>. Consulta: 2 de julio, 2017.
7
Idem. Para descubrir a los replicantes, se utiliza una prueba de empatía (Test Voight-Kampff),
con preguntas centradas en el tratamiento a los animales; esto funciona como indicador esencial
de la “humanidad” de alguien.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 85
V
Esta historia también es conocida, al menos de manera reciente: Aby
Warburg comenzó su vasto proyecto interdisciplinar en 1888. En palabras
de Katia Mazzuco:
8
Katia Mazzucco, “On the reverse. Some notes on photographic images from the Warburg
Institute Photographic Collection”, Aisthesis. Pratiche, linguaggi e saperi dell’estetico, vol. 5,
núm. 2, octubre de 2012, pp. 217-232, <http://www.fupress.net/index.php/aisthesis/article/
view/11471/10955>. Consulta: 30 de julio, 2017.
86 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
todo el rigor hasta que Warburg las utilizó en un nuevo tipo de escritura
visual entre 1924 y 1929 en el Atlas Mnemosyne, en el cual utilizó casi dos
mil imágenes entre las fotos que él había coleccionado y los recortes de
periódicos que utilizó en su esfuerzo por mapear “la vida posterior de la
Antigüedad o de cómo imágenes con gran poder simbólico, intelectual y
emocional emergieron en la Antigüedad occidental y entonces reapare-
cieron y fueron reanimadas en el arte y la cosmología de tiempos poste-
riores desde la Grecia alejandrina hasta la República de Weimar”, según
Christopher D. Johnson.9
VI
This is what I like about photographs. They’re proof that once,
even if just for a heartbeat, everything was perfect.
Jodi Picoult, Lone Wolff
wordsnquotes.tumblr.com
25 de febrero de 2017
¿En qué punto se unen estas dos historias aparentemente diferentes, una
perteneciente a una película de consumo popular y la otra a la Historia del
Arte? Una posible respuesta podría ser tercamente sencilla: Un replicante
busca su pasado en Tumblr.10
Las nuevas redes sociales han cambiado definitivamente nuestras for-
mas de búsqueda y escrutinio, análisis y observación de los fenómenos
artísticos. ¿Qué haces cuando el Museo Metropolitan te obsequia más
de cuatrocientos catálogos en formato pdf para tu uso personal? Y la
enumeración subsecuente de centros culturales, institutos de investiga-
ción y archivos digitales que ofrecen sus materiales de manera gratuita
podría dejarnos helados. Los estudios visuales pusieron en tela de juicio
la validez de la metodología de la Historia del Arte y ahora el internet y el
9
Aunque podríamos agregar que el impacto llega hasta nuestros días, <https://live-warburgli-
brarycornelledu.pantheonsite.io/about>. Consulta: 2 de julio, 2017.
10
Sistema digital de microblogueo para distribuir textos, imágenes, sonidos y pedacería de imá-
genes en movimiento organizados como gifs.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 87
VII
Geoffrey Batchen, en Each Wild Idea. Writing, Photography, History, escribe:
VIII
En Blade Runner, antes de expirar, el último androide muestra al ser hu-
mano que lo perseguía los horizontes de un saber sin límites, de una
experiencia casi metafísica, adquirida en los confines del universo, en el
11
Geoffrey Batchen, “Photogenics”, en Each Wild Idea. Writing, Photography, History, Cambridge,
Massachuttes y Londres, MIT Press, 2000, pp. 147 y 148.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 89
por un lado situamos nuestra vida en esa multitud de imágenes pero sólo
pocas son empáticas a nosotros; es decir, la imagen se pierde en el internet
como lágrimas en la lluvia y somos peor que replicantes pues al menos él sabía
que moriría en poco tiempo pero nosotros hemos olvidado nuestra finitud y
12
Geoffrey Batchen comenta: “Back in 1982, the film Blade Runner looked into the near future and
suggested that we will all soon become replicants, manufactured by the social-medical-industrial culture of
the early twenty-first century as “more human than human,” as living simulations of what the human is
imagined to be. Deckard’s job as a Blade Runner is to distinguish human from replicant, a distinction that,
ironically, is possible only when he allows himself to become prosthesis to a viewing machine. At the start of
the film, he thinks he knows what a human is. But the harder he looks, the less clear the distinction becomes.
(Like him, the replicants have snapshots, triggers for memories planted by their manufacturer, memories just
like his own.) Eventually he has to abandon the attempt, unsure at the end as to the status of even his own
subjectivity. The twenty-first century is upon us”. Ibidem, p. 141.
13
Serge Gruzinki, La guerra de las imágenes. De Cristóbal Colón a Blade Runner (1492-2019), México,
Fondo de Cultura Económica, 1994, pp. 13 y 14.
14
“He visto cosas que los humanos ni se imaginan: naves de ataque incendiándose más allá del
hombro de Orión. He visto rayos C centellando en la oscuridad cerca de la Puerta de Tann-
häuser. Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas... en la lluvia. Es
hora... de morir”.
90 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
creemos que eso siempre pasa a alguien más y nos aleja de la empatía y nos
hace llenarnos de imágenes a través de las nuevas redes sociales como Tum-
blr, Instagram, Snapchat, etc.15
IX
En un artículo de ArtNet titulado “Google Sets Out to Disrupt Curating
With ‘Machine Learning’ What would Aby Warburg say about Google’s new
Experiments?”,16 Ben Davis escribe que entre sus predicciones para 2017
estaba que sería el año en el que la inteligencia artificial por fin despejaría
el problema de la curaduría (la mayoría de los historiadores y críticos de
arte tienen este sueño recurrente) pero que en realidad lo escribía como
una broma… Jamás imaginó lo que estaba ocurriendo en el Instituto Cul-
tural de Google, quienes ya habían firmado un convenio con cientos de
museos alrededor del mundo para crear una iconoteca de más de seis mi-
llones de imágenes de obras de arte y ofrecérsela a través de su plataforma
digital. Corbis y Bill Gates han sido rebasados en sus sueños faraónicos.
Uno de los experimentos que ofrece Google se llama La mesa del curador
para crear posibles combinatorias. Tal vez, lo que Ben Davis no toma en
cuenta, aunque haya visto y escrito sobre cientos de exposiciones físicas
o digitales, es que el trabajo de Aby Warburg, como la labor de los cu-
radores, es generar epistemes que nos permitan arrojar preguntas sobre
aquello que nos conmueve como humanidad. Amit Sood, director del
Google Cultural Institute, insiste sobre cuales son parte de las búsquedas
de la plataforma al crear algo semejante:
Beyond the pretty picture, beyond the nice visualization, what is the purpose, how is this
useful? This next idea comes from discussions with curators that we’ve been having at
museums, who, by the way, I’ve fallen in love with, because they dedicate their whole
life to try to tell these stories. One of the curators told me, “Amit, what would it be like if
15
Correo personal dirigido a la autora.
16
Ben Davis, “Google Sets Out to Disrupt Curating With ‘Machine Learning’ What would Aby
Warburg say about Google’s new Experiments?”, Art World, <https://news.artnet.com/about/
ben-davis-93>. Consulta: 14 de enero, 2017.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 91
you could create a virtual curator’s table where all these six million objects are displayed
in a way for us to look at the connections between them?” You can spend a lot of time,
trust me, looking at different objects and understanding where they come from. It’s a
crazy Matrix experience.17
Referencias
Batchen, Geoffrey, Each Wild Idea. Writing, Photography, History, Cambridge, Massachusettes
y Londres, MIT Press, 2000.
Blade Runner, dirección: Ridley Scott, 1982, guión: Hampton Fancher, David Peoples y Ro-
land Kibbee, adaptación libre de la novela de Philip K. Dick, Do Androids Dream of Electric
Sheeps? (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?), 1969.
Warburg, Aby, Atlas Mnemosyne (Martin Warnke y Claudia Brink editores de la versión
original en alemán), Fernando Checa (editor de la versión española), Madrid, Akal Edi-
ciones, 2010. (Col. Arte y Estética.)
Wurzer, Wilhelm S. (ed.), Panorama. Philosophies of the Visible, Nueva York y Londres,
Continuum, 2002.
17
Idem.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 93
L
a llegada de la informática y del internet ha producido una serie
de transformaciones radicales e irreversibles en la manera de inter-
cambiar información, compartir y difundir conocimiento y archivar
bienes simbólicos. Las posibilidades que ofrecen hoy estas herramientas
tecnológicas de copiar, pegar y reproducir, trastocan las nociones de co-
nocimiento, autoría, originalidad y, desde luego, lo relacionado con la
propiedad intelectual.
En la década de 1980 un grupo de programadores y desarrolladores se
propuso generar softwares accesibles a todos y que pudieran ser transfor-
mados libremente, los llamados softwares libres. Gracias al internet y a las
redes sociales, esta práctica dio origen a un movimiento más amplio co-
nocido como Cultura Libre, cuyos principios se han extendido más allá de
las prácticas asociadas solamente al ámbito de la informática. Surgieron
entonces nuevos territorios de la producción artística, espacios de trabajo
artístico colaborativo en red.
En esta ponencia me propongo hacer una breve revisión de lo que hoy
se conoce como Cultura Libre, analizar los conceptos teóricos que susten-
tan este movimiento, revisar algunas prácticas específicas y proyectos que
se dieron en este entorno en América Latina, para cerrar con una reflexión
sobre los nuevos territorios de la producción artística en la era digital.
[93 ]
94 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
1
Bianca Vanesa Racioppe, Fábrica de fallas: un espacio para reflexionar acerca de los otros modos de pro-
ducir y circular lo cultural-artístico, Argentina, Universidad Nacional de La Plata, <http://perio.unlp.
edu.ar/ojs/index.php/question/article/view/1658/1417>. Consulta: 4 de julio, 2017.
2
<http://www.marcas.com.mx/Intro/Introderechos.htm#Que es una Reserva de Derechos>.
Consulta: 23 de abril, 2017.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 95
3
<https://xnet-x.net/que-es/copyright-copyleft-licencia-libre>. Consulta: 23 de mayo, 2017.
4
El término copyleft nació como una postura (y un chiste) en relación al copyright, ya que en inglés
right significa tanto derecha como derecho, correcto o justo y a la derecha, y left significa autori-
zado, dejado o libre, pero también izquierda.
5
Antoine Moreau es un artista y programador francés que inventó la Licencia Arte Libre,
6
Antoine Moreau.“Le copyleft appliqué à la création artistique. Le collectif Copyleft Attitude et
la Licence Art Libre”. Mémoire présenté par Antoine Moreau pour l’obtention du dea “Arts des
Images et Art Contemporain”. Juin 2005, Universidad París 8. La traducción es mía.
7
“unix es un sistema operativo, es decir, es una colección de programas que ejecutan otros
programas en una computadora. Nació en los Laboratorios Bell de AT&T en 1969, desarrollado
por Ken Thompson y Dennis Ritchie (también creador del lenguaje de programación C). unix
ofrecía sólo una serie de pequeños programas, tan poco como fuese posible con respecto a sus
predecesores, y tal vez esperando que la gente querría unir todos esos programas”. <https://
hipertextual.com/archivo/2014/05/que-es-unix>.
8
gnu es el acrónimo de gnu´s not unix (gnu no es unix) y significa un unix que no es unix.
Los códigos fuente de unix pertenecían a la corporación AT&T.
96 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
9
De manera muy sintética, el código fuente es un conjunto de líneas de texto que son las instruccio-
nes que debe seguir la computadora para ejecutar un programa. En la mayoría de los casos, los códi-
gos fuente son cerrados, es decir, inaccesibles. Tener acceso al código fuente original significa tener
acceso a los algoritmos desarrollados por sus creadores, lo que permite transformar el programa.
10
Definición de código fuente obtenida en <http://www.alegsa.com.ar/Dic/codigo_fuente.
php>. Consulta: 22 de mayo, 2017.
11
<http://editions-hache.com/essais/pdf/stallman1.pdf>. La traducción es mía.
12
Richard M. Stallman. Software libre para una sociedad libre, Madrid, Traficantes de Sueños, 2004,
<https://www.traficantes.net/libros/software-libre-para-una-sociedad-libre>. Consulta: 16 de ju-
nio, 2017.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 97
que suelen estar al margen del ámbito de la tecnología. Atrás de una he-
rramienta tecnológica como el software libre se encuentra una iniciativa
colectiva llevada por creadores preocupados por producir, de manera vo-
luntaria, herramientas al servicio de la comunidad. A lo largo de su vida, la
lucha de Stallman ha sido mantener el software “libre”, “Libre en el sentido
de que el control, que construyen los codificadores, sea transparente para
todos y en el que cualquiera tenga derecho a tomar ese control y de mo-
dificarlo a su gusto”,13 como comenta Lawrence Lessig en la introducción
al libro.14
La noción de libertad de Stallman es una declaración a favor de la
verdadera libertad del software y de la cultura, amenazada por una norma-
tividad que defiende la privatización. Al respecto, podríamos mencionar
la lucha de Microsoft para desprestigiar la gpl (General Public Licence)
como una licencia “peligrosa”.
Stallman se refiere a una sociedad libre en tanto que las reglas sean
transparentes, accesibles y abiertas a la modificación. El instrumento ade-
cuado es justamente el copyleft, ya que permite la modificación del software
u otro bien intelectual o cultural y condiciona a que la obra derivada, es
decir, la obra modificada, permanezca abierta a nuevas transformaciones y
no pueda ser “reservada” o controlada por unos pocos que se adueñen de
ella. “Se piensa que el software libre llegó después del software propietario,
pero no es así, es al revés. La tradición de la creación digital no necesitaba
formalizarse, porque con lo digital es obvio que la copia no es problema
para el archivo original, más bien enriquece el trabajo de todos.”15 De
la misma manera, la producción artística es una suerte de creación realiza-
da a partir de creaciones anteriores y la historia del arte podría reescribirse
a partir del estudio de las copias, apropiaciones y modificaciones de obras
de otras épocas, otros movimientos u otros autores.
13
Lawrence Lessig, “Introdución”, en ibidem, p. 11.
14
“Free” en inglés significa a la vez libre y gratuito, y aunque Stallman lamenta la ambigüedad
del término, parecen interesantes sus dos significados, ambigüedad que podría aplicarse a la
situación de la cultura en la actualidad.
15
Transcripción de una entrevista realizada a Antoine Moreau en 2017.
98 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
16
Para mayor información consultar el sitio de Creative Commons México, <http://www.crea-
tivecommons.mx>. Consulta: 18 de junio, 2017.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 99
diy. Si queremos hablar con Trump a través del arte, se necesita inventar
su propio medio —sonido, pintura, escultura— y realizarlo”.17
Asimismo, diwo (Do It With Others) es un movimiento emancipatorio y
de prácticas artísticas en red que se inició con la creación de la plataforma
digital Furtherfield en 2016. “Furtherfield es una plataforma online de crea-
ción, promoción y crítica de proyectos digitales y de net art orientados a la
interacción y a los nuevos contextos sociales del entorno digital” 18. diwo
amplía las nociones de diy hacia ámbitos del net art y el trabajo colabora-
tivo que utiliza internet como un medio artístico experimental y como un
sistema de distribución. “Pares que se conectan, comunican y colaboran,
generando debates, estructuras y una cultura compartida, tanto a través
del redes digitales como de un entorno físico”.19
17
“A time for guerrilla DIY: how the Mexico-US border became a hub for protes arte”, The
Guardian, 13 de febrero 2017, <https://www.theguardian.com/artanddesign/2017/feb/13/
mexico-us-border-wall-art-protest>. Consulta: 19 de junio, 2017.
18
<https://ptqkblogzine.blogia.com/2006/082001-furtherfield.php>. Consulta: 19 de junio, 2017.
19
<http://furtherfield.org/projects/diwo-do-it-others-resource>. Consulta: 19 de junio,
2017.
20
<https://fabricadefallas.wordpress.com>. Consulta: 19 de junio, 2017.
100 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
21
Bianca Racioppe, “Fábrica de Fallas: un espacio para reflexionar acerca de los otros modos
de producir y circular lo cultural-artístico”, <https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=5702679>. Consulta: 4 de julio, 2017.
22
<http://astrovandalistas.cc/inverso/astrovandalistas>. Consulta: 3 de julio, 2017.
23
<http://www.holomorfo.com/armstrong-liberado.html>. Consulta: 4 de julio, 2017.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 101
24
Alberto López Cuenca, Los comunes digitales. Nuevas ecologías del trabajo artístico, México, Reme-
diables, 2016, p. 68.
25
Gerald Raunig, La industria creativa como engaño de masas, <http://eipcp.net/transversal/0207/
raunig/es/print>. Consulta: 11 de julio, 2017.
102 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
por las leyes de patentes intelectual como parte esencial del sistema eco-
nómico posfordista.
Pero no se puede negar que la Cultura Libre aporta una nueva pers-
pectiva sobre la naturaleza de la cultura y los bienes culturales. López
Cuenca sostiene que “A pesar de todo, la cultura y el conocimiento en el
entorno digital manifiestan rasgos que no son los propios de los bienes
de consumo: ni son escasos, ni se agotan con el uso, ni se pueden poseer
en exclusividad.” Para el autor, a pesar de los avances en la privatización
de los medios digitales y el endurecimiento de la legislación en este en-
torno, “las redes de colaboración no hacen otra cosa que evidenciar en
su ejercicio la condición colectiva del conocimiento.”26 Ponen a la luz
que el conocimiento está arraigado tecnológicamente y es una práctica
social efectuada colectivamente. Al respecto, plantea una serie de argu-
mentos basados, por un lado en la “teoría de la mente expandida” del
filósofo Andy Clark y, por otro, la noción de “multitud” de Paolo Virno.
Estos interesantes argumentos apuntan hacia el hecho que el cono-
cimiento es de naturaleza profundamente colaborativa, y dicha situación
se encuentra potencializada en el entorno digital. Por lo tanto, a pesar del
reclamo por un mayor control de los derechos y una excesiva privatiza-
ción de los bienes culturales, esta tendencia parece desarrollarse de forma
poderosa, abriendo nuevos territorios por explorar.
26
Alberto López Cuenca, op. cit., p. 71.
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 103
Visualidades contemporáneas
y producción amateur en internet
Adriana Marcela Moreno Acosta
1
En 2007, Van Dijck resaltaba que, debido a lo reciente del fenómeno de intercambio de videos,
se habían realizado pocos esfuerzos académicos para estudiar de forma empírica las prácticas de
los yousers, tanto en lo individual como en lo colectivo.
[103 ]
104 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
2
Véase uno de los primeros videos hechos por Stevie subido a YouTube en 2006 (evidentemente
de producción casera) en <http://www.youtube.com/watch?v=FDzkEEPQ3fA>.
3
Véase un promocional de la serie Stevie TV del canal VH1 de 2013 en el que con recursos broad-
cast se apela a cierta estética homecast, <http://www.youtube.com/watch?v=YiyXMMekFPs>.
106 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
crítico, “Espejo, espejo en la web”, Lakshmi Chaudry sostiene que los ma-
yores éxitos de lo que en ese momento nombraba como la youweb están
asentados en capitalizar nuestra necesidad de sentirnos importantes, ad-
mirados y, sobre todo, de ser vistos. El texto comienza citando palabras de
Chad Hurley, uno de los fundadores de YouTube, quien en una entrevis-
ta para la revista Wired afirmó: “todo el mundo, en el fondo de su mente,
quiere ser una estrella”. Algo que describe muy bien hacia donde apuntan
los intereses comerciales de esta plataforma.
Desde múltiples niveles, el homecasting (producción audiovisual no
profesional en internet) sigue estrechamente entrelazado con el broadcas-
ting (la producción profesional); este doble vínculo de dependencia me-
diada es parte de una tendencia más general hacia lo que se creía sería
una mediación pública de la vida privada, que tuvo su momento previo
en la televisión con los reality shows. Diez años antes de la aparición de
la denominada Web 2.0, John Thompson afirmaba que el “yo” se estaba
transformando en un proyecto autorreflexivo a través del cual se construía
una auto-identidad, regulada por dependencias a instituciones sociales y
sistemas, que proporcionaban medios no sólo materiales sino también
simbólicos, para construir estos “proyectos de vida”, algo estrechamente
relacionado con las modulaciones que han establecido consensos amplia-
mente aceptados sobre el tipo de personas y de contenidos aprobados y
valorados actualmente en la “vida en red”.
Es innegable, entonces, que el negocio del ucg (contenido generado
por los usuarios) se ha ido nucleando hacia el mercado y comercio de
potenciales talentos, de los sueños de fama y fortuna a través de la vira-
lidad que puedan lograr estos amateurs. Se trata, en muchos casos, de la
implementación de nuevos modelos de negocio puestos en marcha por
los portales, quienes finalmente deciden las condiciones de la distribución
a partir de las políticas de uso del sitio, para seleccionar, promover y re-
munerar ciertos contenidos de entretenimiento. En ese sentido, YouTube
ha sabido aprovechar la situación para convertirse en un operador de este
mercado de opciones para la fama, y para lograrlo sabe que es indispen-
sable la fusión entre lo nuevo y lo viejo, de ahí que la “real” validación
de la fama de una estrella youtubera pareciera darse cuando sobrepasa las
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 107
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M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 113
D
esde una perspectiva tradicional de las artes, la pintura es una de
sus disciplinas, la cual, a su vez, se clasifica en géneros como pai-
saje, bodegón o marina, términos utilizados más por anticuarios
que por artistas visuales, a la vez que encontramos en el retrato una de sus
posibilidades.
En 2016 realicé la serie de retratos Autodeterminaciones. Más que hablar
de las piezas o de sus cualidades plásticas, compositivas o de su carácter
psicodélico, el objetivo de esta ponencia es recrear algunos elementos de
los procesos para su creación, así como las relaciones intersubjetivas que
se establecieron en los mismos; además de tomar en cuenta las condi-
ciones que aportan los desarrollos tecnológicos y de telecomunicación,
como internet y las redes sociales digitales, en la producción pictórica,
la cual llamaré mediatizada. Es decir, más que las piezas, nos interesa su
reverso, todo lo que está en su exterior. Para recrear los acontecimien-
tos y evocar las cualidades de la producción-investigación recurro a la
noción de subjetividad y a recursos narrativos de la autoetnografía para
“explicar fenómenos sociales, artísticos y culturales más amplios”,1 y para
comprender que “lo que está en la mente de un individuo no posee un
carácter esencialista sino que es efecto de la esfera social circundante”.2
1
Perla Carrillo, “La investigación basada en la práctica de las artes y los medios audiovisuales”,
Revista Mexicana de Investigación Educativa, México, enero-marzo de 2015, pp. 231 y 232, <http://
www.redalyc.org/pdf/140/14032722011.pdf>. Consulta: 4 de febrero, 2017.
2
Fernando Hernández, “La investigación basada en las artes. Propuestas para repensar la in-
vestigación en educación”, Educatio, España, 2008, p. 89, <http://revistas.um.es/educatio/article/
viewFile/46641/44671>. Consulta: 4 de febrero, 2017.
[113 ]
114 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
no existía una relación afectiva con la imagen, es decir, que los afectos
eran ajenos en tanto que no había una relación intersubjetiva con las mu-
jeres fotografiadas en las imágenes; en otras palabras: ni nos conocíamos.
Para entonces reformulaba la pregunta de producción: ¿quiénes son
las mujeres revolucionarias, las de mi contexto, las de mi comunidad? Se
abría la posibilidad de recurrir a métodos etnográficos que permitieran
la incorporación y producción pictórica desde lo social como táctica de
significación que echa mano de su contexto étnico específico, y de sus ac-
tores, y afectar la composición social y a los mismos actores participantes
de la producción de significados.
En palabras simples, decidí stalkear a mis amigas, entendido como el
acto voyerista de espiar con dolo e impunemente sus perfiles en Facebook,
en este caso en búsqueda de fotografías de ellas. Como todo buen stalker
que se respete comencé a descargar y organizar las fotos por carpetas con
sus nombres, con el fin de sistematizarlas para después pintarlas. Tiempo
después, Ana La Mala Rivera, la primera retratada, me diría, “de cuates”,
que mi método de producción pictórico era “un poquillo psicópata”.
Durante la conceptualización de la “mujer revolucionaria” había re-
pasado en varias ocasiones la idea de que una de sus cualidades o de los
rasgos más importantes de su carácter era la autodeterminación, como la
capacidad de determinar las propias condiciones de vida, la propia cultu-
ra y subjetividad, algo como la facultad de constituirse o producirse a sí
mismas —en biología proceso denominado autopoiesis, entendida como
la cualidad de un sistema de producirse a sí mismo, de autogestarse y
autogestionarse.
Esta autodeterminación la encontré repetidamente en las selfies, prác-
tica de producción de imágenes fotográficas para determinar, cada una de
ellas, su propia imagen, participando así de la producción de su propia
subjetividad mediatizada por el teléfono celular, soportada, compartida
y publicada en Facebook, plataforma de redes sociales en línea que me
permitía tener acceso a tales fotografías.
Por otro lado, el stalker stalkea en secreto, en su habitación, como una
experiencia privada de invasión de la privacidad ajena en búsqueda de la
satisfacción de una curiosidad erótica, como una demanda de erotismo,
116 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
correspondida por las selfies que ofrecían esa erótica cualidad de la “nueva
mujer revolucionaria” por autodeterminarse y compartir su imagen con
su comunidad en línea, autoimágenes que participan de la producción su-
gestiva de su propia sensualidad hecha pública para generar experiencias
privadas, como la del stalker.
Este proceso de producción me permitió experimentar en carne pro-
pia la complejidad de las nuevas relaciones intersubjetivas derivadas de los
avances en tecnología y telecomunicación, y sin ánimo de volver esto un
texto confesional, puedo decir dos cosas: primero, que el stalker es una fi-
gura voyerista, más o menos perversa, que habita en la clandestinidad eró-
tica de la pantalla y el anonimato digital que evita dejar rastro de su paso,
y es a esto a lo que debe su perversidad. Segundo, que en las selfies de
quien ahora he llamado “nueva mujer revolucionaria”, hay una autode-
terminación local de lo que se entiende y experimenta como sensualidad
desde lo global, exponiendo y actualizando el límite de su intimidad para
compartirla con sus contactos de Facebook, como un inocente y genuino
voto de confianza y complicidad dirigido al espectador invisible. Hay en
esta relación una liberación del flujo libidinal y erótico, una estabilización
del deseo particular y colectivo.
Hay también en la “nueva mujer revolucionaria” un riesgo implícito
en la publicación de las selfies, al exponer su imagen al ojo ambiguo de las
redes sociales digitales, que es al mismo tiempo público y privado, pues
las imágenes en estas plataformas atraviesan el límite de lo privado hacia
lo público, y regresan a la privacidad del interlocutor.
Mientras las pintaba en el taller, pensaba que la estrategia pictórica
era loable en tanto que conmemoraba a mis amigas, y en mis amigas a las
mujeres, pero también pensaba que podría haber otras prácticas menos
loables y potencialmente más perversas, las cuales no me detendré a ima-
ginar aquí.
También pensaba en las posibles reacciones de ellas cuando se encon-
trarán, sin saberlo, expuestas en la Casa de la Cultura a finales de 2016.
Consideraba algunas posibilidades, como la de que lo tomaran como un
halago (que era la principal intención), o bien que se hubieran sentido
invadidas en su intimidad y privacidad al ser stalkeadas, e incluso que se
M E S A 2 • I M P A C T O S E I M P L I C A C I O N E S D E L A T E C N O L O G Í A n 117
disgustaran por ello. El experimento nos enfrentaba, más que con una
respuesta racional, con una afectiva.
Este enfrentamiento afectivo es resultado de un proceso de investi-
gación en tanto que “las emociones juegan un papel importante en la
expresión artística y también pueden servir como señales en la práctica de
la investigación”.3
Lo entrañable de la producción pictórica se presenta como cualidad
sensible que apela a la creación de redes afectivas comunes incorporadas
en un campo social y étnico vivo, el cual incluye el uso de nuevos dispo-
sitivos digitales que afectan la producción social y subjetiva de los actores,
así como sus interacciones y sus relaciones intersubjetivas.
La obra de arte, particularmente la pintura de retrato, sirve como dis-
positivo de des-trivialización al extraer imágenes de internet de los acto-
res sociales relacionados, colocándolas fuera de la cadena de producción
masiva de identidades y cultura, para producir identidad y cultura locales
desde la acción artística situada, actual y viva.
A partir del rastreo, seguimiento y recreación escrita de los procesos
de producción de la serie Autodeterminaciones me es posible argumentar
que, a partir de la configuración, o mejor dicho, de la figuración de la
“mujer revolucionaria” como figura conceptual, los primeros acercamien-
tos a los referentes visuales fueron ajenos, vagos e imprecisos, pues la
fuente no era adecuada ni consistente. Las imágenes derivadas eran ob-
vias en su interpretación y tratamiento figurativo.
A partir del entendimiento de la consistencia afectiva que se estable-
ce con el referente visual, logré contextualizar la figura conceptual de la
ahora “nueva mujer revolucionaria” localizándola en mi contexto social
y afectivo más cercano: mis amigas, de hecho y en Facebook. Pero para
poder acercarme a ellas quise encarnar yo mismo la perversión del stalker
como parte de la producción de nuevas relaciones sociales intersubjetivas
derivadas de los avances tecnológicos y en telecomunicación.
De esta relación virtual se desprende la “nueva mujer revolucionaria”
como una figura cotidiana, cercana, que más que ser idealizada por los
3
Perla Carrillo, op. cit., p. 234.
118 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Referencias
Carrillo, Perla, “La investigación basada en la práctica de las artes y los medios audiovi-
suales”, Revista Mexicana de Investigación Educativa, México, enero-marzo de 2015, <http://
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M E S A 3 • M O D O S D E M I R A R n 119
Modos
de mirar
M E S A 3 • M O D O S D E M I R A R n 121
Imágenes en la encrucijada.
Cine y fotografía latinoamericanos
Alejandro Castellanos
E
l origen de las ideas que siguen se encuentra en un malentendido,
causado por una homonimia: durante algún tiempo pensé que bajo
el nombre de Patricio Guzmán existía una sola identidad donde se
fundían un fotógrafo y un cineasta de origen chileno. Una imagen: Allende
está dentro del pueblo, que forma parte de la Colección de Fotografía Latinoa-
mericana del Centro de la Imagen, y una emotiva correspondencia que se
encuentra en el Archivo de Pedro Meyer, me hicieron suponer que el autor
de las mismas era el famoso documentalista creador de uno de los hitos del
Nuevo Cine Latinoamericano, La batalla de Chile, recuento épico de la situa-
ción en aquel país en la era de la Unidad Popular de Salvador Allende.
Sin embargo, las historias de la fotografía y el cine chilenos tienen
cada una su propio Patricio Guzmán. Ambos debieron exiliarse en Eu-
ropa luego del golpe de Estado de Augusto Pinochet, y si bien su trabajo
puede identificarse por su carácter documental, su medio para ejecutarlo
difiere. El error de apreciación, causado por su nombre, me llevó a pensar
en la posibilidad de comparar la manera en que ambos medios, el cine y la
fotografía, han sido relacionados con el lugar de origen de su producción,
ya no sólo en Chile, sino en América Latina en su conjunto.
Nombrar es definir. Hay dos maneras de pensar en la fotografía y el
cine realizados en América Latina de acuerdo con su origen. La primera
corresponde a su desarrollo a partir de que fueron producidas las prime-
ras imágenes con dichos medios en la región hasta la actualidad, en un
periodo que abarca casi dos siglos. La segunda refiere a una etapa breve,
entre 1967 y 1984, cuya intensidad aún hoy, a medio siglo de distancia de
su inicio, demanda atender los propósitos y los alcances de lo que fueron
movimientos, tanto cinematográficos como fotográficos, explícitamente
latinoamericanos.
[121]
122 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
¿Cómo enumerar lo más extraordinario de este largo proceso y que fueron los
cientos de proyecciones en nuestro país a quienes debían continuar la historia en
el presente con su práctica política...? ¿Cómo hacerles sentir las emociones que
vivimos, lo que aprendimos en esos verdaderos “actos de liberación” que desen-
cadenaba “LA HORA...” al ser proyectada en casas de familia, parroquias, sin-
dicatos, escuelas o facultades, donde la gente acudía a pesar de la represión...?1
1
Fernando Solanas, “Carta a los espectadores en ocasión al reestreno mayo de 1989”, <http://www.
divxclasico.com/foro/viewtopic.php?f=1038&t=53371&p=669135&hilit=la+hora
+de+los+hornos#p669135>. Consulta: 30 de junio, 2017.
124 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Parece difícil poner en duda que el tránsito de los escenarios, en los que
la miseria y la opresión son vida, a las salas cinematográficas globalizadas
trastoca el sentido de las películas de [Glauber] Rocha, [Fernando] Solanas
o [Tomás] Gutiérrez Alea. Desde un cierto punto de vista, es cierto que en
ese desplazamiento se pierde el elemento central de su discurso, la inmersión
en la colectividad, la contundente crítica al concepto de autor individual que
sustenta sus textos. Pero también hay que recordar que para cuando esto
ocurre, el cine como se ha conocido en su primer medio siglo de vida se en-
cuentra en un importante momento de reconversión en cuanto a su presencia
social se refiere Es precisamente a finales de los años sesenta cuando la crisis
de la asistencia a las salas, ya evidente en Estados Unidos y Gran Bretaña,
empieza a hacerse sentir también en la Europa continental. El proceso genera
una contracción en las ganancias de la industria, pero sobre todo implica una
reducción progresiva del peso de las películas en el escenario de la comuni-
cación social. En muy pocos años quedará claro que la estrecha compene-
tración, que películas como La hora de los hornos consiguieron con su entorno
social, se está perdiendo.2
Desde otro lugar, el dilema de la relación con el público también fue abor-
dado por Raquel Tibol al referir las ambivalencias entre la creación de
imágenes fotográficas, que supone la multirreproducción y por tanto su
divulgación masiva, y su circulación en los ámbitos restringidos de las
galerías y museos.
Ni por su origen histórico (la fotografía surge en la época del desarrollo in-
dustrial pleno y de profundos cambios revolucionarios) ni por sus funciones
2
Valeria Camporesi, Pensar la historia del cine, Madrid, Cátedra, 2014, p. 163.
M E S A 3 • M O D O S D E M I R A R n 125
Para salvar las restricciones del sistema mercantil artístico aplicado al tra-
bajo de los fotógrafos, Tibol proponía una solución:
Ni dentro del mercado artístico ni fuera de él, en el espacio mayor del ejer-
cicio profesional, se puede hablar de un fotógrafo liberado. Como todos los
trabajadores intelectuales, el artista fotógrafo (o si se prefiere el fotógrafo ar-
tista) sufre las presiones de una conformación social enajenante. Para evitar
la sofocación se agrupa, para ofrecer alternativa se organiza. Por ese camino
el cuerpo social ofrece más opciones, ante todo una concepción democrática
de la cultura en su conjunto, con un estatuto específico para la fotografía.
Los fotógrafos tienen derecho a él por las muchas batallas que han librado,
y porque en el campo específico de la fotografía resulta imposible confundir
valor estético con valor financiero, porque la fotografía es por definición un
múltiple, insertado en el reino de la abundancia, de cara a las mayorías.4
Raquel Tibol llevó a la práctica sus ideas. Fue una figura fundamental
del Consejo Mexicano de Fotografía, el organismo que hizo posible los
Coloquios de Fotografía Latinoamericana y que promovió la creación de
un Consejo a escala del subcontinente, que integraría a las diversas agru-
paciones que se formarían para desarrollar un movimiento conjunto. La
ambiciosa idea no prosperó y luego del tercer encuentro, realizado en
La Habana, los avatares políticos implicaron que el siguiente coloquio, a
realizarse en Brasil, no tuviera lugar. Debieron pasar algunos años para
3
Raquel Tibol, Episodios fotográficos, México, Libros de Proceso, 1989, p. 41.
4
Ibidem, p. 44.
126 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
5
Graciela Iturbide, “A personal note on Franco”, <http://fernellfranco.org/a-personal-note-on-fran-
co>. Consulta: 30 de junio, 2017.
M E S A 3 • M O D O S D E M I R A R n 129
L
a presente ponencia aborda el entrecruzamiento de dos proyectos fo-
tográficos contemporáneos, cuyos autores, Livia Corona y Alejandro
Cartagena, coinciden en explorar el tema de los desarrollos habita-
cionales en las periferias suburbanas. Los ubicaré en su contexto de pro-
ducción y describiré las similitudes y rasgos distintivos de ambos trabajos,
para situarlos y así despejar el asunto de la coincidencia formal. Asimismo,
plantearé un marco de referencia histórica en cuanto a la representación
del espacio.
La fotografía de paisaje en México cuenta con cierta tradición: si
bien los fotógrafos modernos realizaron paisajes y tomas arquitectónicas
diseminados en el conjunto de sus obras, a lo largo del siglo xx es po-
sible identificar algunos autores especializados en la representación del
espacio, con lo que es posible tender una línea caprichosa que va desde
los fotógrafos de origen alemán Guillermo Kahlo —con su amplio regis-
tro arquitectónico encargado por el Estado porfirista— y Hugo Brehme
—autor de la célebre publicación México pintoresco de 1925— hasta Arman-
do Salas Portugal, fotógrafo regiomontano que se especializó en el regis-
tro paisajístico y a quien debemos las imágenes que documentan buena
parte de la modernidad arquitectónica mexicana; no es posible entender la
pretenciosa urbanización gubernamental de mediados del siglo xx en
la Ciudad de México sin las pulcras fotografías de Salas Portugal. Esta lí-
nea genérica deberíamos prolongarla hasta el trabajo de Javier Hinojosa,
quien ha documentado de manera profusa, en varios libros y desde el
recurso paisajístico, casi todas las zonas arqueológicas de nuestro pasa-
do prehispánico.
Aunque se trata de momentos, intenciones y estéticas diversas, la
relación que mantienen estos fotógrafos con el espacio es de registro y
[129 ]
130 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
T
oda imagen creada tiene una intención, toda imagen con intención
es un acto político, no hay imágenes inocentes en este sentido, y
con el paso del tiempo se acentúan sus efectos en el desarrollo de
nuestras sociedades y culturas; pasamos de las pinturas rupestres en os-
curas cuevas a plataformas digitales interactivas de nuestros osados niños
y jóvenes en todo lo largo y ancho del planeta, aun en las regiones más
alejadas de vestigios de civilización.
Las expresiones culturales del horizonte humano se presentan al ini-
cio del siglo xxi con un acento divergente; vamos del animal simbólico
al animal fragmentado. Lo irónico de esta transición tiene que ver con el
papel que tiene la “información” en nuestra existencia cotidiana, laboral,
personal, alterna, así como en nuestra vida visual. La cantidad de datos es
tal que, para poder darle sentido, se tiene que fragmentar y subclasificar
en la medida de nuestras necesidades, capacidades y percepciones.
Para abordar estas cuestiones nos ubicaremos en la reproductibilidad
técnica y circulación de las imágenes del arte, el desarrollo de las imágenes
a través de diversas plataformas, que presenta el desarrollo tecnológico,
manifestando también el desfase de formas de entender las estéticas pro-
pias de su contexto. A su vez, el desarrollo social y el generacional marcan
el tipo, tiempo y forma de vinculación con dichos procesos. Los meca-
nismos con los cuales en ocasiones irrumpen las propuestas artísticas y
[133 ]
136 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Introducción
Los archivos han tenido un papel importante en la escritura de la Historia.
A pesar de que durante mucho tiempo se pensó que en la tradición escrita
se encontraba la transmisión del saber,1 la fotografía comenzó a incor-
porarse como materia prima para los estudios históricos en la década de
los setenta del siglo xx, cuando se vió en ella, así como en otras fuentes,
como las orales, documentos indispensables que permitían conocer a las
personas que los produjeron y las sociedades en las que se crearon.
Definidos como espacios donde se resguardan objetos y la memo-
ria, los archivos son repositorios donde los documentos son almacenados
para su conservación. La Declaración Universal sobre los Archivos de la
unesco (2011) reconoce que “en los acervos se custodia un patrimonio
único e irremplazable que se transmite de generación en generación. Los
documentos se gestionan en los archivos para la preservación de su valor
y significado, desempeñando un papel esencial en el desarrollo de la so-
ciedad, salvaguardando la memoria individual y colectiva.”2
Es importante mencionar que en esta declaratoria se reconoce la mul-
tiplicidad de soportes en los que los documentos son creados y conserva-
dos, entre los que se menciona el papel, lo audiovisual, lo digital y otros.
En este sentido, la fotografía es incorporada al concepto de documento y
se muestra un particular interés por su salvaguarda.
Enfocándonos al caso mexicano, es difícil definir el número de acervos
fotográficos que existen en nuestro país. En los últimos dos años, el Fo-
tobservatorio, como organismo encargado en contribuir a la instalación,
1
Boris Kossoy, Fotografía e historia, Buenos Aires, La marca, 2001, p. 25.
2
unesco, Declaración Universal sobre los Archivos, París, 2011, p. 2.
[141 ]
142 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
La fotógrafa y su obra
Los acervos tienen la capacidad de convertirse en punto de partida para
nuevas investigaciones y eso hace que inevitablemente la tarea del docu-
mentalista derive en la investigación. Por tal razón, no es de extrañarse
que durante mi experiencia organizando el Fondo de Marianne Gast ad-
quiriera un particular interés en la obra y vida de esta fotógrafa práctica-
mente desconocida, y a partir de la organización de las fotografías recreara
parte de su historia. Al hablar de resguardo y patrimonio, indudablemente
comenzamos a pensar en por qué es importante conservar. Para valorar
una colección fotográfica y entender su importancia es necesario conocer
la historia de la creadora y su obra.
Galerista, profesora de idiomas, secretaria, escritora y fotógrafa, Ma-
rianne Gast fue una mujer polifacética. Nació el 10 de diciembre de 1910
en Schierke, Alemania. Hija única del matrimonio entre Selma Christine
Lukin —rusa y sin profesión— y Johannes Heinrich Gast —alemán e in-
geniero forestal. Las fotografías de su infancia y adolescencia muestran
M E S A 3 • M O D O S D E M I R A R n 143
que perteneció a una familia burguesa, razón que le permitió viajar a dife-
rentes países para formarse como fotógrafa y maestra de idiomas. Realizó
sus estudios universitarios en Silesia;3 y fue en Inglaterra y Francia donde
estudió inglés, francés y fotografía.
A principios de la década de 1940 decidió mudarse a Madrid, donde se
desempeñó como secretaria en la embajada de Alemania en España. Fue
en esta ciudad donde la vida de Marianne se cruzó con la del famoso ar-
tista Mathias Goeritz en un tranvía. Un año después, en 1942, se casaron
en el consulado alemán en España. A partir de ese momento Marianne
se convirtió en la documentalista por excelencia de la obra de Mathias,
quien se valió de su peculiar mirada para registrar sus pinturas, esculturas
y trabajos arquitectónicos. Las fotografías que tomó fueron enviadas a
las galerías de todo el mundo para promover el trabajo de Goeritz, posi-
cionándolo en el medio artístico, mientras su obra fotográfica personal
permanecía oculta.
Corta pero productiva fue la vida de Marianne Gast, quién tomó al-
rededor de cinco mil fotografías en más de 33 ciudades del mundo en un
periodo de veinte años. Desconocidas hasta hoy en día, estas imágenes for-
man parte del Fondo Fotográfico que he organizado en los últimos años.
La obra fotográfica personal de Marianne no solamente posee valor
estético sino documental, ya que permite apreciar los cambios habidos en
sociedades de diferentes latitudes del mundo durante la primera mitad del
siglo xx, a través de tres etapas que caracterizan su obra.
Sus primeras fotografías, capturadas en Francia y Alemania (1936-
1939), muestran el interés por la figura humana. Marianne retrató du-
rante este periodo los rostros de los transeúntes; conversando en la calle,
barriendo o vendiendo periódicos. La interacción con el retratado genera
cierta empatía y su mirada de vuelta hace que el sujeto se torne parte del
acto fotográfico, como afirma John Mraz.
A pesar de que el retrato de adultos continuará presente en su len-
guaje fotográfico, durante su segundo periodo (1942-1958) Marianne
3
Región de Europa nororiental que hoy está casi enteramente en Polonia, con pequeñas partes
en la República Checa y Alemania.
144 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Estado de la colección
1. Diagnóstico
La historia del fondo y su composición debe tomarse como punto de par-
tida. El Fondo Fotográfico Marianne Gast llegó al Cenidiap en 1987 a par-
tir de un contrato de compra venta junto con el Fondo Mathias Goeritz.
En 2014 me fue asignado el proyecto de organización y estabilización de
dicho acervo. Al hacer una primera revisión del material noté que el fon-
do estaba conformado por negativos, fotografías vintage, diapositivas, así
como de material no fotográfico: dibujos, escritos, periódicos y revistas.
Recibí la colección en las mismas condiciones en las que llegó al cen-
tro. Las unidades fotográficas estaban almacenadas dentro de una caja de
archivo de cartón corrugado con diferentes sobres apilados de papel bond
y kraft con cantidades aleatorias de fotografías. Algunas imágenes tenían
guardas individuales de papel galssine y otras carecían de ellas. Muchas
más estaban resguardadas en bolsas de plástico.
La manera inadecuada de resguardo de las fotografías y las condicio-
nes ambientales generaron una serie de deterioros en el material, entre
los que podemos mencionar: espejo de plata, suciedad, deformaciones,
146 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
2. Organización
En muchas ocasiones se ha escrito que sólo se puede proteger aquello que
se conoce (Querol, 2012). Por tal razón, antes de iniciar la organización de
un fondo es necesario tener en cuenta la naturaleza de los materiales que
lo conforman. Como se puede observar en la tabla siguiente, el fondo está
conformado por unidades fotográficas en diferentes soportes, así como
por documentos no fotográficos compuestos por dibujos, acuarelas, ma-
terial hemerográfico y manuscritos.
Fuente: Diagnóstico inicial del Fondo Fotográfico Marianne Gast, Escuela Nacio-
nal de Conservación, Restauración y Museografía, 2008.
3. Estabilización
La estabilización de la colección abarca su limpieza y almacenaje en guar-
das que no pongan en riesgo las piezas fotográficas. La limpieza de nega-
tivos y positivos se debe realizar siempre utilizando bata, guantes de algo-
dón y cubrebocas para la protección de las fotografías y de nuestra salud.
Los positivos se limpian con brochas de fibras suaves que sirven para
retirar el polvo de ambos lados de la imagen y se utiliza una espátula a
fin de quitar las deyecciones, localizadas en su mayoría al reverso de la
imagen. Para los negativos se utiliza una bombilla de aire para remover el
polvo, y en caso de que se presente un alto grado de suciedad como rastro
de hongos, residuos de adhesivos o marcas de dedos se utiliza pec-12
sobre la emulsión con ayuda de un cotonete.
Es importante que antes de retirar cualquier imagen de su guarda de
procedencia se capture su información en una base de datos para no per-
der información relevante escrita por la fotógrafa.
El almacenamiento del material fotográfico se ha realizado en guardas
libres de ácido y cajas negras de polipropileno. Es necesario mencionar
que el Cenidiap, al ser un centro de información, pone a disposición del
público un sinfín de documentos pertenecientes a los fondos que resguar-
da. Teniendo esto en cuenta, el material seleccionado para las guardas de
las fotografías debía ser de fácil manejo y de tales características que per-
mitiera al encargado del acervo ubicar rápidamente el material solicitado,
sin poner en riesgo su conservación. Por tal razón se seleccionaron hojas
protectoras de polipropileno, libres de pvc y papel glassine, tal como es-
pecifican diversos textos sobre conservación fotográfica.
4. Acceso
El acervo está conformado por una cadena documental, un conjunto
de acciones que se llevan a cabo con un documento desde su llegada
al archivo hasta su puesta en acceso para un usuario.4 La catalogación
conforma uno de los últimos pasos en la gestión del acervo. Un fondo
4
Tejedores de imágenes: propuestas metodológicas de investigación y gestión del patrimonio fotográfico y
audiovisual, México, Instituto Mora, 2015, p. 67.
M E S A 3 • M O D O S D E M I R A R n 149
5
Boris Kossoy, op. cit., 2001, p. 23.
M E S A 3 • M O D O S D E M I R A R n 151
6
Tejedores de imágenes:…, op. cit., p. 52.
152 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Conclusiones
Antes de iniciar la organización de cualquier acervo fotográfico, el diag-
nóstico de su estado actual debe tomarse como punto de partida para
identificar los mayores riesgos a los que se encuentra expuesto. La ges-
tión del acervo debe abarcar su organización, estabilización y catalogación
para posteriormente poner las fotografías al acceso del público.
Además de seguir lineamientos pertenecientes a cada institución, es
necesario conocer también las normas aprobadas en el ámbito federal,
con la intención de homogeneizar la manera de catalogar los acervos de
todo el país.
7
Ariel Arnal, “Apología de la memoria”, inédito, 1998, p. 4.
M E S A 3 • M O D O S D E M I R A R n 153
Referencias
Arnal, Ariel, “Apología de la memoria”, inédito, 1998.
Diagnóstico inicial del Fondo Fotográfico Marianne Gast, México, Escuela Nacional de Conser-
vación, Restauración y Museografía, 2008.
Directorio de miembros permanentes del fotobservatorio, <http://fotobservatorio.mx/integran-
tes.html>. Consulta: 12 de octubre, 2017.
Kossoy, Boris, Fotografía e historia, Buenos Aires, La marca, 2001.
Tejedores de imágenes: propuestas metodológicas de investigación y gestión del patrimonio fotográfico y
audiovisual, México, Instituto Mora, 2015.
unesco, Declaración Universal sobre los Archivos, París, 2011.
M E S A 4 • C O N S T R U C T O R E S D E L A M E M O R I A n 155
Constructores
de la memoria
M E S A 4 • C O N S T R U C T O R E S D E L A M E M O R I A n 157
1
Félix del Valle Gastaminza, “La fotografía como objeto desde la perspectiva del análisis docu-
mental”, en Fernando Aguayo y Lourdes Roca (coords.), Imágenes e investigación social, México,
Instituto Mora, 2005, pp. 220 y 221.
[157 ]
158 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
2
José Martínez de Sousa, Diccionario de bibliología y ciencias afines, 3a. ed., España, Ediciones Trea,
2004, pp. 326 y 494.
M E S A 4 • C O N S T R U C T O R E S D E L A M E M O R I A n 159
3
Ibidem, pp. 688, 691.
160 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
4
Claudia Aguilar, La historia del billete mexicano más bello del mundo, Swagger, Sección Diseño, 3
de octubre de 2016, <http://www.swagger.mx/diseno/pinturas-en-billete-de-500-pesos-
mexicanos>.
5
“Frida y Diego, protagonistas de uno de los billetes más bellos del mundo”, Excélsior, sec-
ción Nacional, 27 de octubre de 2016, <http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/
10/27/1124754>.
6
“El billete mexicano de 500 pesos se encuentra entre los más bellos del año”, Sin Embargo, sec-
ción Cultura y Entretenimiento, 9 de septiembre de 2016, <http://www.sinembargo.mx/29-
09-2016/3098359>.
164 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
7
José Luis Brea, Las eras de la imagen. Imagen-materia, Film, E-Image, Madrid, Akal. Estudios vi-
suales, 2010.
8
Convocatoria al Congreso Internacional Las tres edades del libro 2017, Instituto de Investi-
gaciones Bibliográficas, unam, <www.edadesdellibro.unam.mx>. Consulta: 27 de febrero,
2017.
166 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Referencias
Aguayo, Fernando, y Lourdes Roca (coords.), Imágenes e investigación social, México, Insti-
tuto Mora, 2005.
——————, Investigaciones con imágenes: usos y retos metodológicos, México, Instituto Mora,
2012.
Aguilar, Claudia, La historia del billete mexicano más bello del mundo, Swagger, Sección Di-
seño, 3 de octubre 2016, <http://www.swagger.mx/diseno/pinturas-en-billete-de-
500-pesos-mexicanos>.
Brea, José Luis, Las tres eras de la imagen. Imagen-materia, Film, E-Image, Madrid, Akal. Es-
tudios visuales, 2010.
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ciones Bibliográficas, unam, <www.edadesdellibro.unam.mx>.
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sección Cultura y Entretenimiento, 9 de septiembre de 2016, <http://www.sinembar-
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sección Nacional, 27 de octubre de 2016, <http://www.excelsior.com.mx/nacio-
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Martínez de Sousa, José, Diccionario de bibliología y ciencias afines, 3a. ed., España, Edicio-
nes Trea, 2004.
Roca, Lourdes, Felipe Morales Leal, Carlos Hernández Martínez y Andrew Green (Labo-
ratorio Audiovisual de Investigación Social), Tejedores de imágenes. Propuestas metodológicas
de investigación y gestión del patrimonio fotográfico y audiovisual, México, Instituto Mora, 2014.
M E S A 4 • C O N S T R U C T O R E S D E L A M E M O R I A n 167
E
n septiembre de 1947 se realizó la ceremonia de refundación del
Museo Nacional de Artes Plásticas en el Palacio de Bellas Artes,
el recinto que institucionalizó el arte en México. La inauguración
significó el primer acto formal de presentación del Instituto Nacional de
Bellas Artes (inba), nacido meses antes por decreto presidencial.
En la triunfal celebración, con Presidente de la República incluido, el
flamante director fundador del inba afirmó que uno de los propósitos del
nuevo museo era la concentración de “la riqueza pictórica y escultórica de
México —de todas las épocas y tendencias— buscándola en todas partes.
Procurará también allegarse obras maestras universales”.2 Falso. Son dos
directrices que no se materializaron. Pareciera que es una de las particu-
laridades de todo discurso político de la modernidad tardía: proclamar
criterios incluyentes sin tener la intención de cumplirlos.
Sí se formalizó una política de centralización artística, pero no con
objetivos panorámicos para construir una genealogía del arte mexicano,
sino para documentar la corriente artística hegemónica que emblematizó
a la posrevolución hecha gobierno; por tanto, la estrategia de apropiación
consistió en acopiar obras generadas sobre todo en fechas recientes y no
en diversos periodos históricos. Aquí los números son reveladores: entre
1
Este trabajo es un resultado preliminar de un análisis mayor, en curso, de los datos contenidos
en Informe de actividades del Departamento de Artes Plásticas. 1947-1952, Cuarto tomo del inba y Ad-
quisiciones de obra de arte, México, inba, documentos inéditos. Archivo Fernando Gamboa. Agra-
dezco a Paty Gamboa todas las facilidades brindadas para la consulta de éste y otros materiales.
Por el apoyo proporcionado en la realización de estadísticas estoy en deuda con Sonia María
Ruiz Cejudo y Pablo Gómez Ascencio; doy gracias a Peter Krieger por su lectura atenta de una
primera versión, presentada como ponencia.
2
Carlos Chávez, “Discurso”, Inauguración del Museo Nacional de Artes Plásticas, México, inba,
1949, p. 27.
[167 ]
168 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
3
La obra de Víctor Delhez, Sala de Estampa, julio de 1948. También hay obra de un boliviano,
ayudante de Siqueiros, que fue adquirida: Roberto Berdecio, a quien se le compraron cuatro
litografías.
4
Carlos M. Sánchez, Mambo! y Cachacuás se va de Bracero, 1951.
5
“Con la ayuda moral de la Srta. Juez, Theresa Meikle y del Capitán James English, jefe de la
policía secreta de San Francisco, California, así como de la Policía Secreta de los Ángeles y Pa-
sadena, California, y de los cónsules mexicanos en esos países, logró la devolución de tan rico
conjunto en el que figuran obras de Conrradus [Gaspar Conrado], Sanabria, Juan Patricio Mor-
lete Ruiz, Noriega, [José] Peralta, [Miguel] Cabrera, Antonio de Torres, Juan Maldonado Vallejo,
José de Páez y otros pintores del siglo xviii. El Banco de México, S.A., bajo la dirección del Sr.
Lic. Carlos Novoa, auxilió económicamente al Instituto Nacional de Bellas Artes para lograr este
rescate”. La exposición se tituló Pinturas Coloniales mexicanas recuperadas por el inba, Sala Verde,
M E S A 4 • C O N S T R U C T O R E S D E L A M E M O R I A n 169
Museo Nacional de Artes Plásticas, septiembre de 1951. Informe de actividades del Departamento de
Artes plásticas. 1947-1952, op. cit.
6
Según estos criterios reducidos, el que el ilustrador, diseñador y escenógrafo Julio Prieto reci-
biera también la subvención, tal vez sólo puede explicarse por el hecho de que fungiera como
subdirector fundador del inba y, en ese contexto, se le categorizaba como grabador.
170 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Una tendencia del sistema fue apoyar a aquellos con trayectoria y pres-
tigio, aunque sin gozar de amplio mercado. Incluso se “becó” a creadores
que atravesaran por problemas económicos o de salud: “De este modo
el artista […] puede dedicarse libremente al ejercicio de su arte sin tener
encima la ingente preocupación económica y el Estado acrecienta así las
colecciones nacionales”.7 En 1947 tal táctica se sistematizó, puesto que
no había resultado eficaz en cuanto al cumplimiento de los artistas, según
reconocieron las propias autoridades. En un informe oficial se consigna
que el único que entregaba puntualmente las piezas sufragadas era Fran-
cisco Goitia.8 En el caso de escultores y pintores, la cuota pre-establecida
era de una o dos piezas anuales.
Por tanto, en 1947 se seleccionaron nueve creadores. Pintores: Fran-
cisco Goitia, Xavier Guerrero y Juan Soriano; escultores: Carlos Bracho y
Federico Canessi; grabador: Leopoldo Méndez; ilustrador y escenógrafo:
Julio Prieto. Es posible que las dos mujeres del grupo hayan ingresado en
aras de proporcionarles ayuda económica, dado que ambas tenían proble-
mas crónicos de salud: María Izquierdo y Frida Kahlo. Así, las normas se
flexibilizaban si el incumplimiento era por enfermedad. En caso contrario,
la penalización máxima era la exclusión. Eso ocurrió con Federico Canes-
si, convocado originalmente en 1947.9
Aunque los datos de archivo con los que cuento son incompletos,
todo indica que los nombramientos se prorrogaron a lo largo del sexenio
7
Informe de actividades del Departamento de Artes plásticas. 1947-1952, op. cit.
8
“De todos los pintores, el más pobrecito era Goitia […] Goitia me dijo que no sabía dónde
estaba su obra […]. Había pintado muchísimas obras a partir de 1913, por encargo de cierto
funcionario, y las obras eran propiedad del Estado, pero él no sabía en qué dependencia estaban
[…]. Estaban colgadas en oficinas y en traspatios de la sep […]. No contaba con más entradas que
su sueldo de soldado raso y una pequeña pensión en Bellas Artes que le había conseguido Víctor
Reyes […]. En toda esta última época estaba en la nómina de Bellas Artes como ´productor de
arte´, con un ingreso un poco más decente. Se sentía satisfecho con la exigencia de que sus cua-
dros solamente pudieran pertenecer a la nación […]. Cuantas veces le ofrecí dinero por alguna de
sus pinturas, me decía: Inesita, no puedo complacerla, mis pinturas son de México´”. Una mujer
en el arte mexicano. Memorias de Inés Amor, iie-unam, 2ª ed., 2005, pp. 80-81 y 83.
9
En 1947 tampoco entregó obra María Izquierdo, sin consecuencias. En 1948 ni ella ni Kahlo
pudieron cumplir lo convenido.
M E S A 4 • C O N S T R U C T O R E S D E L A M E M O R I A n 171
Adquisiciones
La campaña de adquisición instrumentada enfocó a los artistas y dentro
de ese sector, a los grabadores. La lista de lo solicitado en transacción
comercial sí fue resultado de negociaciones entre los 24 convocados a
discutirlo y la elite burocrática del inba.11 Fueron 851 piezas.12
Entonces, las adquisiciones por compra directa se caracterizaron por
privilegiar la transacción con los creadores, no sólo por razones económi-
cas, ya que ellos podrían aceptar reducción de las cotizaciones en aras del
interés de fortalecer su presencia en los acervos patrimoniales del Estado,
sino también por cierta reticencia histórica a pactar, al menos públicamente,
10
Fueron estos dos últimos escultores con los únicos que los funcionarios corrieron riesgos;
representan la elección de creadores no conocidos ni con trayectoria relevante que —en ambos
casos— no se consolidaron.
11
“El museo decidió también, a fin de suplir la inexplicable falta de una colección de estam-
pas, adquirir un importante lote de obras de los más destacados grabadores contemporáneos de
nuestro país. Así, uniendo las nuevas compras a los pocos dibujos y láminas que antes existían
en el museo, se pudo reunir un conjunto que diese una idea exacta de la producción mexicana
a este respecto. El Departamento invitó a los señores Carlos Alvarado Lang, Gabriel Fernández
Ledesma, Abelardo Ávila, Luis Arenal, Federico Cantú, Francisco Dosamantes, Amador Lugo,
Leopoldo Méndez, Isidoro Ocampo, Pablo O’ Higgins, Julio Prieto, Alfredo Zalce, Jesús Guerre-
ro Galván, Roberto Montenegro, Raúl Anguiano, José Arellano, Dolores Cueto, Francisco Díaz
de León, José Clemente Orozco, Carlos Orozco Romero, Feliciano Peña, Everardo Ramírez, Cas-
tro Pacheco y David Alfaro Siqueiros; se convino con ellos que, de común acuerdo propusieran
al inba una colección de estampas-grabados, litografías, aguafuertes que constituyeran un con-
junto armónico y representativo”. Cuarto tomo del inba. Artes Plásticas, México, inba, 1952. afg.
12
No obstante, en las lista de adquisiciones se inscribieron como de 1952. Existen contradiccio-
nes entre los tres textos consultados: Informe de actividades del Departamento de Artes plásticas, Cuarto
tomo del inba y el anexo que lleva por título Adquisiciones de obra de arte.
172 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
con los particulares. Y, en cierto sentido, no les faltaba razón. Son histó-
ricas las tensiones entre funcionarios culturales y coleccionistas privados.
De hecho, en esta ocasión se presentó un conflicto con el doctor Alvar
Carrillo Gil porque no depositaron completo el pago por El arquitecto, de
Diego Rivera, razón por la que el yucateco canceló la operación. Así, ese
cuadro está registrado como adquirido por el inba desde 1947 aunque en
realidad se comercializó hasta 1972, cuando se sentaron las bases para la
creación del Museo Carrillo Gil mediante una operación de compra-venta
de la colección a un precio que representaba alrededor de 40 por ciento de
su cotización comercial.13
Cabe aclarar que aunque muchas de las piezas solicitadas por el inba
ya estaban en manos de particulares, los artistas pidieron la devolución
para ellos firmar los contratos. Tal ocurrió con Siqueiros, que formal-
mente fue quien vendió Madre proletaria, si bien provenía de la colección
Carrillo Gil. En consecuencia, no quiero perder de vista que la comple-
jidad de las transacciones no se reduce a lo anotado en los listados. Los
números son sólo un indicador que —ciertamente— revela políticas cul-
turales, pero no es el único factor de análisis.
El hecho de que sólo se haya conseguido un óleo virreinal (José
Mora, Cristo de Chalma, 1719) y un par de objetos de arte popular (dos la-
cas michoacanas fechadas como del siglo xviii), prueba que ya durante la
Guerra Fría el culto oficial por las artesanías era una práctica en desuso.14
Por el volumen de compras de piezas decimonónicas (de la autoría de
José María Estrada, Cleofas Almanza, Hermenegildo Bustos y planchas
de Posada), en total 159 objetos, en comparación con las 1 092 manufac-
turadas en el siglo xx, muchas de las cuales fungen como emblemas del
arte nacional, es evidente que la estrategia fue patrimonializar el presente
artístico de México.
13
Para este tema véase mi libro El poder del coleccionismo de arte: Alvar Carrillo Gil, México, unam,
2009, <http://www.posgrado.unam.mx/publicaciones/ant_col-posg/38.html>
14
Esto ocurría, al menos desde 1942, a decir de Justino Fernández. Catálogo de Exposiciones 1942,
México, iie-unam, 1943, p. 85.
M E S A 4 • C O N S T R U C T O R E S D E L A M E M O R I A n 173
Donaciones
Entre 1945 y 1946 se formó un Comité Nacional de Banqueros para ad-
quirir un lote de pinturas y dibujos del creador nacido en Temascalcingo,
José María Velasco. La familia tenía la intención de proteger el legado a
través del museo y el lote ofertado era amplio y representativo. Fueron 48
óleos, cinco acuarelas y 123 dibujos. Las negociaciones concluyeron en
1946 pero se anunciaron en 1947 para presentarlas como gestión exitosa
del naciente inba. Así que se registraron, siguiendo el ritual presidencia-
lista, como producto del genuino interés alemanista por el arte.
Sin duda, el artista mexicano que mayor generosidad demostró en el
lapso enfocado fue Gerardo Murillo, Dr. Atl, quien donó once óleos y
125 dibujos, habiéndole comprado el inba también en 1950 sólo 111 di-
bujos. Esto es, legó al Instituto poco más de la misma cantidad de dibujos
que le habían pagado y agregó casi una docena de pinturas de caballete.
Los dibujos tienen como temática predominante el Valle de México y
el nacimiento del volcán Paricutín, fenómeno ocurrido en 1943. Con la
teatralidad que lo caracterizaba, Atl “puso [las obras] en manos del Lic.
Miguel Alemán, Presidente de la República. El Museo agradeció como se
debe esta acción tan patriótica y edificante”.15
La cruzada prodonaciones también hizo de las estampas el objeto pri-
mordial del deseo institucional. En consecuencia, fueron los grabadores
los que mayor número de obras cedieron. Es notable el desprendimiento
de estos creadores con relación a cualquier otro productor, sea que la do-
nación la realicen a título individual o mediante un colectivo, en este caso
el Taller de la Gráfica Popular (tgp) que, con conciencia y responsabilidad
cultural, decidieron ceder 43 piezas de su colección entre 1948 y 1949.
Cabe destacar que también al tgp se le compraron 25 obras, si bien esas
adquisiciones se registraron hasta 1952. Y eso que, por lo general, son
los creadores que obtienen menores ingresos que sus colegas pintores o
escultores.
La escasa cultura de la donación en México revela falta de empatía
cultural. Sólo un dato comparativo: los artistas entregaron 154 trabajos
15
Informe de actividades del Departamento de Artes plásticas. 1947-1952, op. cit.
174 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
N
ada tiene que ver esta ponencia con cualquier aspecto de la cultura
judeocristiana, salvo la referencia en su título a la añoranza de ver
volver lo que se encuentra ausente desde hace mucho tiempo. El
hijo pródigo se trata más bien de un tesoro, un prodigio de las civilizacio-
nes que tanto trabajo nos ha costado comprender y valorar en toda la ex-
tensión que sea posible pronunciar. Acaso por la distancia del tiempo, que
es irremontable salvo por esfuerzos y ejercicios lúcidos de investigación; o
tal vez porque la necesidad del pasado siempre surge desde un pronuncia-
miento en el presente, y eso dirige la atención de quien registra la historia.
En cierto modo, es una paradoja que haya quienes insistimos en es-
tudiar el pasado echando mano del desarrollo tecnológico, que va acu-
mulando saberes y procederes, haciendo artefactos con un trazo cada vez
más fino, o mejor dicho, que se yerguen como ópticas más precisas con
las cuales dilucidar tiempos pretéritos.
La paradoja consiste en que mientras se escriben estos párrafos, las
tendencias más novedosas de la tecnología se desviven por confeccionar
asistentes personales y automóviles autónomos a través del diseño de la
inteligencia artificial (ai); la realidad virtual (vr) y la realidad aumentada
(ar) ganan terreno tanto en el entretenimiento como en la investigación
(sea en el sector salud, educación o economía). ¿De qué clase de terquedad
[175 ]
176 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
1
I. Méndez González, “Digitalisches Umwelt: Espacialidades digitales consideradas como cam-
po-red de presencia(s)”, en J. Ángel Reyes et al., Im/pre-visto. Narrativas digitales, México, Funda-
ción Telefónica, Universidad Iberoamericana, Ariel, 2016, p. 16.
2
Ibidem, p. 18.
M E S A 4 • C O N S T R U C T O R E S D E L A M E M O R I A n 181
3
Borriaud, citado en ibidem, p. 17.
182 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
arcanos, sin dejar de lado importante información ritual [...] además pro-
porciona información valiosa sobre los mitos y los atributos de los dioses”.4
El trayecto del usuario en el recorrido de las láminas de cada códice
aparentemente le dirige hacia dos sentidos opuestos: el tratamiento edito-
rial y digital del Mendoza pone en perspectiva el contenido del manuscrito
respecto a su contexto más amplio. El Dresde, despliega toda la escritura y
las imágenes de sus almanaques hacia su indagación interior. Así, el sen-
tido de “rescate” del sentido de cada documento tiene diferencias, pero en
todo caso se trata de un rescate en toda su extensión. Y el componente
digital aporta en ese campo, precisamente. “La transformación digital del
archivo lo aprehende como un objeto cultural y también a la nueva ope-
ración discursiva que lo rescata. Promueve la pérdida del aura epistemo-
lógica del archivo, al mismo tiempo que modifica su materialidad, cambia
su soporte y lo ‘libera’ en la red”.5
Un componente fundamental en el desarrollo del Códice de Dresde con-
siste en la puesta en marcha de los sistemas cronográficos mayas. Hecho
inédito en el campo de la divulgación de esta cultura, todos los esquemas,
infografías y demás recursos ilustrativos sobre el funcionamiento de la
rueda calendárica, como cuenta corta, y la cuenta larga para medir eras,
decantan en un interactivo fluido y lúdico que se activa de manera muy
sencilla. Sin embargo, guarda en su interior un estudio muy profundo de
los calendarios mayas.
Anclado al corazón del interactivo lúdico, se encuentra un algoritmo
que calcula fechas en dos vías: la equivalencia de una fecha en el sistema
gregoriano en los años Tzolkin (260 días) y Haab (365 días), así como en
la cuenta larga que incluye cinco datos (kin, uinal, tun, katún y baktún);
así como el cálculo inverso de estos datos mayas en el sistema gregoriano.
Esta característica de interactividad, si bien es predominante en la ex-
ploración y puesta en marcha de los sistemas cronográficos, no se ciñe
exclusivamente a éstos. Toda la interfaz fue diseñada y construida sobre la
consideración de que el usuario tiene la oportunidad, por primera vez en
4
La referencia proviene de la introducción a la versión digital del Códice de Dresde.
5
C. Sandoval Macías, “El archivo en la era del soporte digital”, en J. Ángel Reyes et al., op. cit., p. 32.
M E S A 4 • C O N S T R U C T O R E S D E L A M E M O R I A n 183
6
A. Alfonso, “Desenchufarse para ser simultánea o por qué leer e interactuar narrativa digital”,
en ibidem, p. 54.
184 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Es válido decir que las aplicaciones tecnológicas que abordan las expresiones
culturales en un sentido genuinamente significativo serán interactivas o no
serán. Entendiendo por esto que la tecnología es oropel vacuo si no genera
esta colaboración entre el usuario y “el texto” para generar sentido.
Por ello es tan relevante el sitio que tienen los dispositivos móviles
en la coyuntura histórica, con todas sus implicaciones de uso y valor.
Sus pantallas táctiles y sensores están dispuestos para que el contenido
interactivo tenga su habitáculo mejor, con el fin de que la experiencia de
la vida diaria se vea enriquecida por su presencia. La experiencia editorial
tiene su lugar en el cotidiano del usuario, y los componentes tecnológicos
buscan fortalecer esa experiencia. Este es un eje que ha regido el desarro-
llo de las versiones digitales de los códices Mendoza y Dresde.
En los tres casos a los que hemos hecho referencia —entre Hyero-
nimus Bosch, el imperio mexica y los señoríos mayas— transitamos por
derroteros que implican relaciones complejas que se establecen en los
individuos, al identificarse con objetos y valores que consideran propios.
Aspiramos a conservar lo más posible de aquello que puede decirnos
algo de nosotros mismos. Y el esfuerzo es más intenso cuanto más leja-
no se encuentra aquello que nos interpela a la distancia (sea espacial o
temporal). Con ello, lograremos hacer más amplio nuestro presente. “La
realidad del presente está caracterizada por una nueva técnica y forma de
inscripción, difusión, multiplicación y apropiación de los textos, ya que
las pantallas del presente no ignoran la cultura escrita sino que la multi-
plican y la hacen proliferar”.7
Referencias
<www.codicemendoza.inah.gob.mx>.
<www.codicededresde.inah.gob.mx>.
<www.tuinderlusten-jheronimusbosch.ntr.nl>.
7
Roger Chartier, citado en C. Sandoval Macías, op. cit., p. 35.
M E S A 4 • C O N S T R U C T O R E S D E L A M E M O R I A n 185
[185 ]
186 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Tipos de apropiación
Paráfrasis
El significado del término deviene del griego paraphrasis, que es el resul-
tado de la suma de para, que puede traducirse como “junto a”, y phrasis,
sinónimo de “expresión”.
Lo que busca la paráfrasis es aclarar las distintas dimensiones de un
mensaje, imitar mediante el uso de un lenguaje distinto lo que expresa
alguien otro. Para ello, desarrolla una especie de imitación del discurso
original, aunque apelando a un lenguaje diferente.
En muchos aspectos de la vida cotidiana se recurre al empleo de la
paráfrasis. Por ejemplo, un uso habitual tiene lugar en las instituciones
educativas cuando un alumno debe explicar con sus propias palabras algo
que le ha transmitido el profesor.
Re-significación
Significación es el proceso y el resultado de significar aquello que actúa
como un signo o una representación de algo diferente, o que permite ex-
presar un pensamiento. Ahora bien, el concepto de re-significación no se
encuentra en el diccionario, la inclusión del prefijo “re” nos permite saber
que el término hace referencia a volver a significar, a darle una nueva signi-
ficación a una acción, un acontecimiento o a una conducta, y supone otor-
gar un valor o un sentido diferente a algo. Es importante subrayar que, ade-
más del ámbito de la historia, la re-significación también se utiliza en otros
campos. En el arte se suele hablar de re-significación o replanteamiento
de la obra, y se refiere, sobre todo, a cuando un artista toma una obra ya
creada tiempo atrás y la reinterpreta otorgándole nuevos colores, utilizando
nuevos materiales, nuevas formas; es decir, realizando una nueva versión.
Plagio
Un buen artista copia, un gran artista roba.
Pablo Picasso
Entendemos por plagio tomar para sí una cosa haciéndose dueño de ella.
Es la copia no declarada de obras ajenas que se hacen pasar como pro-
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Modos de apropiación
Todos tenemos en la memoria alguna imagen que consideramos como
descriptiva de una época. A partir de estas obras concretas se manipula,
recicla y abstrae la imagen, es alejada del tiempo y del contexto en que fue
realizada. En un primer momento podrían parecer una representación
del todo simple, no obstante se advierte que en ella se dejan descubrir
diversos aspectos.
En este mismo sentido se pueden hacer varias consideraciones sobre
sus fuentes: de pintura a pintura, de fotografía a pintura y de fotografía y
pintura a pintura, o puede ser la apropiación de la apropiación. En el acto
apropiativo se advierte también desplazamiento, sustitución, reelabora-
ción o reproducción, obras de transformación y obras derivadas.
Se recombinan partes de obras maestras conocidas para hacer nue-
vas pinturas, sus temas deben ser conocidos e incluso muy conocidos.
190 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Autorías:
posibilidades
y censura
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M
éxico es un país pluricultural, en el que encontramos formas di-
versas de fotografías1 provenientes del pasado hasta la actualidad.
Esta producción documental y de difusión fotográfica se encuen-
tra en registros de diferentes manifestaciones visuales, una parte en manos
de académicos, investigadores y fotógrafos, y en otros casos en archivos,
bibliotecas, centros de investigación, televisoras, museos, redes sociales.
También en fototecas de coleccionistas, donde podemos encontrar joyas
invaluables de interés creativo y artístico.2 Otra opción son las bases de
datos en internet, como Can We Image, Comfight, Creative Commons
Search, Foter, Every Stock Phote, Image Finder, Photo Pin, Stockphotos,
Tim Eye, Wylso.
El patrimonio artístico de nuestro país está formado por expresio-
nes de obras fotográficas con diversos usos y significados, por mencio-
nar algunos fotógrafos: Walter Reuter, Gabriel Figuera, Graciela Iturbide,
Daniel Aguilar, Juan Rulfo, Lola Álvarez Bravo, Nacho López, Pedro
Meyer, Elsa Medina, Ignacio López Bocanegra, Pedro Valtierra, Gerardo
Montiel, Daniel Aguilar, Víctor Mendiola, Jaime Martínez, José Luis
Cuevas, Daniel Escorza Rodríguez, entre otros.
Los cambios de las obras fotográficas en formato tradicional análoga
a digital se vuelven cada vez universales y comunes. internet es un sitio
abierto donde podemos encontrar usuarios de diferentes nacionalida-
des, sin limitaciones geográficas. La tecnología de comunicación y de
1
Para Roland Barthes “La fotografía no es ni una pintura ni una fotografía es un texto, es decir
una meditación compleja, extremadamente compleja”.
2
En la Conferencia de Revisión de Bruselas de 1948 se introdujo la expresión “Obras fotográfi-
cas” y obras creadas mediante un proceso análogo a la fotografía.
[197 ]
198 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Propiedad intelectual
Los derechos de propiedad intelectual encuentran su justificación en la
necesidad de salvaguardar los intereses de los autores de las obras litera-
rias, coreográficas, pantomímicas, musicales, ilustraciones científicas, ar-
tes plásticas, fotográficas, modelos de utilidad, inventores e investigadores.
La propiedad intelectual comprende dos ramas: 1) Propiedad in-
dustrial, que incluye patentes, modelos de utilidad, diseños industriales,
marcas registradas. Se dedican principalmente a la explotación de inno-
vaciones intelectuales, tal como productos manufacturados. 2) Derecho
de autor, cuyo fin es de proteger los trabajos intelectuales en las áreas de
literatura, ciencia y arte. Es decir, protege la forma de expresión. Isidro
Satanowsky (1954) sostiene que para que una obra tenga una protección
es necesario “la expresión personal, perceptible, original3 y novedosa […]
resultado de la actividad […] que sea completa y unitaria, es decir, una
creación integral.”
Los derechos de autor se dividen en morales y patrimoniales. Los pri-
meros se encuentran en los artículos 18 al 23 de la Ley Federal de Dere-
chos de Autor (lfda):
3
La originalidad es la creación del artista que toma tales o cuales elementos existentes, coincide
a su manera, ordena o coordina por medio de su imaginación. También consiste en que el au-
tor combine las notas, los colores, las palabras o imágenes que lleven su sello y se distingan en
cualquier combinación.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 199
• Modificar su obra.
• Oponerse a que se atribuya al autor una obra que no sea de su
creación.
• Exigir respeto a la obra.
4
El 15 de junio de 2006, la Procuraduría General de la República suscribió el Acuerdo Nacional
contra la Piratería, en el que se señala que por piratería debe entenderse toda aquella producción,
reproducción, importación, comercialización, venta, almacenamiento, transportación, arrenda-
miento, distribución puesta a disposiciones de bienes o productos en contravención a lo estable-
cido en la Ley del Derecho de Autor y en la Ley de la Propiedad Intelectual.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 201
5
Se considerará que el autor que haya enajenado su obra pictórica, escultórica y de artes plásti-
cas en general, no ha concedido al adquiriente el derecho de reproducirla, pero sí el de exhibirla y
el de plasmarla en catálogos. En todo caso, el autor podrá oponerse al ejercicio de estos derechos
cuando se realice en condiciones que perjudique su honor o reputación profesional.
6
Los derechos establecidos para las personas retratadas durarán cincuenta años después de su
muerte.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 203
7
La descripción documental de cada fotografía contiene datos como: núm. de inventario, acervo,
fondo, colección, proceso, color, formato, estado de conservación, fecha de la toma, localidad,
municipio, país, pueblo indígena, autor, título, título de la serie de fotos, anotaciones, forma de
adquisición. Con su respectivo sello de agua.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 205
Conclusiones
• Violar los derechos morales en las obras fotográficas es una prác-
tica común.
• No existe normatividad para identificar las obras fotográficas.
• En el ámbito digital debe garantizarse el ejercicio del derecho de
paternidad, es decir, en la identidad del autor de la obra y el ejer-
cicio del derecho de integridad de la obra.
• La integridad debe garantizar la autenticidad de los contenidos.
• Los actos de reproducción o comunicación pública como la digi-
talización o el almacenamiento en un soporte electrónico deben
proteger los derechos de autor en redes sociales.
• La transformación debe ser previamente autorizada por el autor o
titular tanto en el entorno analógico y como en el digital.
• Determinar las condiciones, alcance, derechos y obligaciones en
la utilización de las obras fotográficas en la red digital.
• Cada una de las modalidades de explotación de una obra protegida
por el derecho son independientes entre sí, es decir, deben contar
con la autorización de uso o cesión que no afecte al fotógrafo.
• Es deseable que los fotógrafos pertenezcan a una sociedad de ges-
tión colectiva. En el caso de México existe la Sociedad Mexicana
de Autores de Artes Plásticas.
Referencias
Patrimonio documental
Alberich García, Josefina et al., Signos: el arte y la investigación, México, inba, 1989.
García, Idalia y Bolfy Cottom (eds.), El patrimonio documental en México: reflexiones sobre un
problema cultural, México, Cámara de Diputados, 2009.
Hernández Olvera, Luis et al., El archivo de los sonidos: la gestión de fondos musicales, México,
Akal, 2008. (Colección Profesionales, 2.)
“El Patrimonio documental en el siglo xxi”, <http://es.scribd.com/doc/56467598/Pa-
trimonio-Documental>. Consulta: 24 de noviembre, 2007.
“Patrimonio documental, tarea prioritaria”, entrevista a Idalia García y Bolfi Cottom, Proce-
so, México, 11 abril de 2010, <http://www.proceso.com.mx/?p=107224>.
206 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Derechos de autor
Becerra Ramírez, Manuel, Estudios de derecho intelectual en homenaje al profesor David Rangel
Medina, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, unam, 1998.
González López, Maricela, El derecho moral del autor en la ley española de propiedad, España,
Marcial Pons, 1993.
Satanowsky, Isidro, Derecho intelectual, Buenos Aires, Tipográfica Editora Argentina, 1954.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 207
P
ara responder a la pregunta ¿a quién pertenecen las imágenes?,
dos fondos ejemplifican la complejidad del asunto. Por un lado, el
Fondo Refosa Madero, que consta de carteles impresos en offset,
además de otros objetos, y que se encuentra en la Biblioteca del Museo
Nacional de Arte. El otro fue realizado para la Enciclopedia del Centro
de Estudios de Métodos y Procedimientos Avanzados de la Educación
(Cempae) entre 1971 y 1983, y está compuesto por ilustraciones a tinta
sobre cartulina ilustración con camisas de papel albanene; se localiza en
el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artísti-
co Mueble (cencropam). Ambos organismos depositarios pertenecen al
Instituto Nacional de Bellas Artes (inba).
Interés personal y circunstancias fortuitas me impulsaron a la inves-
tigación de estos fondos. En 1989 me integré a la entonces Dirección de
Artes Plásticas del Instituto, dirigida por el maestro Adrián Villagómez
Levre. Los museos del inba dependían de dicha Dirección y a uno de
éstos, el de Arte Moderno, le fueron entregados varios paquetes envuel-
tos en papel kraft que contenían un cúmulo de ilustraciones, entre las
que aparecían dibujos de excelente calidad, provenientes del Cempae.
Organismo descentralizado de interés público, el Cempae fue creado por
decreto presidencial. En 1983, al ser abrogado, también por decreto, sus
bienes y servicios se incorporaron a la Secretaría de Educación Pública.1
Al cabo de varios años me invitaron a realizar el registro e inventario
de las piezas de marras que, al ser dibujos para impresos carecían de fir-
mas; buena parte identificaba a los autores en la parte posterior: nombres,
como Melecio Galván, Alberto y José Castro Leñero, Heraclio Ramírez,
Arturo Pastrana, Miguel Marín, quienes, para entonces, ya tenían algunas
1
<http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4792442&fecha=20/01/1983>.
[ 207 ]
208 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
derecho de autor los asistía; más aún, así se estilaba en la época entre los
ilustradores de los libros de texto gratuitos que coordinaba Mariana Yam-
polsky: los originales una vez usados para el impreso se devolvían al autor;
empero, no fue así en los fondos mencionados.
Un aspecto positivo es que esas piezas se encuentran en la lista de
la Colección Nacional del país.2 Otro asunto es la trascendencia que los
impresos fueron adquiriendo, pues la Enciclopedia Cempae se concibió
conforme a una propuesta —frustrada— de integrar las artes y la experi-
2
Cabe recordar que otros artistas menos afortunados se afanan por donar piezas para estar pre-
sentes en esa lista asentada en el Patrimonio Artístico Mueble.
210 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
3
Almacenes del inba, ubicados en la calle Acueducto de Guadalupe núm. 1104, Colonia Santa
María Ticomán, Ciudad de México. Estas extensas bodegas albergan archivos muertos, esce-
nografías, vestuarios, mobiliario, obra plástica y una extensa gama de materiales de las distintas
disciplinas artísticas.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 213
4
Investigadora del Cenidiap.
5
Ricardo Salas, Pérez Valdez, Germán Montalvo Saluzzo (empresa de diseño), Javier Hernández
Santos, Luis Almeida, Rafael López Castro, Bernardo Recamier, Carlos Gayou, Almeida Grupo
3, Cecilio Baltazar, Lucero García, María Shelley, Katherine Car, Azul Morris, Morris Savarie-
go, Rogelio H. Rangel, Vicente Rojo, Punto 4, Peggy Espinosa, Berta Kolteniuk, Troje Trama
Visual, Adriana Esteve, Lourdes Gutiérrez, Carolia, Lucero García, Flora Asúnsolo, A. Fierro
A., Salas Bassani Ricoy, Arnulfo Aquino, Mónica 10, Jorge Larson y Alejandro Torres, Rogelio
Rangel, mgm, Dibujo de Julia López, Poligrama, Isaac Kerlow, Mireles Cemai, Eduardo Carri-
llo, Miguel Marín, Efraín Herrera Belmont, Pom/Guijosa, Pablo Rulfo, Hugo Álvarez Ravelo,
Berenice Miranda, Octavio de la Torre Ruiz, Ramón González, Lia Maisonnave, Carlos Haces,
O. Martínez, Álvaro Yañez, Mariana Morali, Martha Lilia Alba Aldave, Isabel Naranjo, Ma-
nuel López Castro, Cuevas, Diseño Imprenta Madero, Gabriela Rodríguez, Alberto Burri, Paolo
Gori, Romel Rosas, Ana Olivia Galindo, Magda González, Tufic Makhkouf, Grupo Mira, Grupo
Triángulo Publicidad, Carlos A. Mendoza, Emilio Dehesa y Sergio Barranca, Lucero García,
Arnaldo Coen, Yolanda Ramírez, Klaus Tom Reimer, Centro de diseño imce, Pérez Tordesillas,
Torres, Luis Guerrero y Fuen del Cueto, María Eugenia Guzmán, Benjamín Villanueva, gráfica
a.l., Cristóbal Martínez y Guillermo García, Marthe Sasian, Agence France Presse, J. Magos Gui-
siand, Anniel Hasselkus, Medina, Campos, Linares, García, Departamento de Diseño J. Medina,
Javier Castelltort Villa, Magda González Villareal, Héctor Feria, Pablo Meyer, Palleiro, María
Eugenia Guzmán, Yolanda Pérez Sandoval, Alberto Aguilar, Otto Dix, Grupo Proceso Pentá-
gono, René Portocarrero, Marina Morali, Dg. Cortés, Aguilar S., Mexiac, Bernardo Recamier y
Antonio Sierra, R. Morales.
6
Enrique Cattáneo encabezó la empresa Multiarte; actualmente es director de la Facultad de
Artes en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 215
7
Milton Glaser, Catálogo I Bienal Internacional de Cartel en México, Universidad Autónoma Metropo-
litana, en la que fue jurado en 1990.
216 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Conclusión
A contracorriente, entre el anonimato y la legitimación, se conservan los
dos acervos mencionados. Por ser impresiones en offset, sin duda el caso
de los carteles es menos grave que otras expresiones artísticas que esperan
el aval del reconocimiento; no obstante, muchas de las piezas que con-
forman los fondos ofrecen auténticas lecciones de diseño, además, dan
cuenta de un panorama de la historia cultural de nuestro país, centrada
sobre todo en la Ciudad de México.
La tarea de identificar con precisión los dos fondos permitiría —por
su estatus de formar parte de acervos públicos— socializarlos a manera de
bancos de imágenes. En el caso de los carteles con sello Madero considero
que no habría reclamación alguna debido a la desaparición de la empresa,
aunque, si los identificamos convendría solicitar la autorización de los au-
tores, como protocolo respetuoso a su trabajo. Similar sería el caso de las
ilustraciones de la Enciclopedia Cempae, que son lecciones magistrales
de dibujo. La Enciclopedia se ha perdido y sólo podríamos digitalizarla
como una memoria del dibujo y de una pedagogía utópica de poderoso
aliento artístico.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 217
Desequilibrio y contradicción
en la propiedad del arte,
desde la mirada del Oriente Lejano
Miki Yokoigawa
Introducción
La abundancia de las imágenes mediante la técnica de productividad y
reproductividad mecánica, y el desarrollo tecnológico que provee su cir-
culación, nos están demostrando una dimensión de la época que compar-
timos. Hoy, el fácil acceso a la multiplicidad de imágenes nos lleva a soñar
que es posible alcanzar la democratización de la cultura sin restricción
alguna, englobando lo social, económico y político. Esto sería factible al
compartir con todos esta sensibilidad y, por ende, el conocimiento. Sin
embargo, como reacción ante estos fenómenos, observamos intentos de
preservación o reservación del privilegio de acceso a la imagen, imponien-
do un reglamento que favorece la privatización y el control exclusivo de la
cultura. Lo anterior se detecta, por ejemplo, con el carácter exclusivo que
subraya la campaña sobre la protección del derecho de autor, copyright y
propiedad intelectual. Esta manifestación del copyright intenta la pose-
sión monopolizada del conocimiento, disputándola a través de medios
económicos y legales. Como resultado, encontramos a nuestra sociedad
sofocada, alejándose paulatinamente de la comunidad cultural tolerante
democratizada. Esta incómoda situación castra la libertad de expresión
por el temor de la censura, lo cual no pareciera del todo contradictorio.
Este discurso se fundamenta en un círculo cerrado entre ser-original-
identidad-sujeto, que configura una construcción de significados en ex-
tremo occidental.
A partir de estos planteamientos, en estas páginas intentaremos pro-
poner una reflexión con base en el texto Shanzhai. El arte de la falsificación y
la deconstrucción en China, de Byung-Chul Han, filósofo coreano que trabaja
[ 217 ]
218 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
¿Copia y original ?
Para hablar de la relación entre la copia y el original en el campo del
arte, tendremos en cuenta las aportaciones de Walter Benjamin,1 quien
mencionó la imposibilidad de diferenciarlos debido a la introducción de
la técnica de reproductividad mecánica y tomó ejemplos de fotografía y
películas. Por otra parte, Rosalind Krauss2 reflexionó sobre la pérdida de
monumentalidad en la escultura, citando las piezas de Rodin. Por su par-
te, Byung-Chul Han se refirió a otro ejemplo, el del Santuario Ise que se
encuentra en Japón, con 1 300 años de antigüedad: “A pesar de que la
globalización genera muchas sorpresas y causa grandes disgustos al Leja-
no Oriente, podría liberar las energías deconstructivas. Para el espectador
occidental, la concepción de la identidad del Lejano Oriente resulta muy
irritante”.3
El santuario mencionado es un complejo de templos sintoístas, uno
de los más antiguos del país, que se renueva completamente cada vein-
te años4, no sólo los edificios sino todos los tesoros que pertenecen al
conjunto. Para que esto sea factible existen dos espacios arquitectónicos
idénticos; así, mientras uno permanece activo durante veinte años, el otro
es destruido y vuelto a construir para una nueva inauguración, al igual
que todos los objetos sagrados dedicados al culto son renovados. Esta
destrucción-construcción ritual ha permitido que trascienda el conoci-
miento sobre la producción “sagrada” generación tras generación de los
1
Walter Benjamin, La obra de arte en la época de su reproductividad mecánica, Madrid, Casimiro, 2012.
2
Rosalind Krauss, “La escultura en el campo expandido”, en La posmodernidad, Barcelona, Kairós,
2006, pp. 59-74.
3
Byung-Chul Han, Shanzhai. El arte de la falsificación y la deconstrucción en China, Buenos Aires,
Caja Negra, 2016, p. 62.
4
Shikinen sengu: <http://www.isejingu.or.jp/en/ritual/index.html#sengu>. Consulta: 28 de ju-
nio, 2017.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 219
5
Según la página electrónica oficial de Ciudad de Ise, el Jingushicho (la oficina administrativa
de Santuario Ise) en 2010 solicitó reconocimiento de Patrimonio Mundial de Unesco, pero la
respuesta fue negativa por no ser aprobado el acto de renovar el edificio cada veinte años, ya que
el concepto principal del Patrimonio Mundial es la conservación. <http://www.city.ise.mie.jp/dd.
aspx?moduleid=10761&category=kanko&misid=2728>. Consulta: 28 de junio, 2017.
En el texto de Han no hay mención exacta y se ignora si, en algún momento, se intentó presen-
tar la solicitud o una consideración similar. Sin embargo, es una muestra interesante del debate
sobre el reconocimiento cultural vinculado a la originalidad, así que tomemos el caso como
material de estudio, siguiendo a Han.
6
Byung-Chul Han, op. cit., p. 62.
7
Ibidem, p. 63.
220 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
8
Ibid., p. 26.
9
Idem.
10
Idem.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 221
11
Id.
12
Ibidem, p. 21.
13
Ibid., p. 20-21.
222 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
14
Ib., p. 81.
15
A la orilla de agua (水滸傳) es una de las cuatro obras clásicas de la literatura china, las tres restan-
tes son Romance de los tres reinos (三國演義), Viaje al Oeste (西遊記) y Sueño en el pabellón rojo (紅樓夢).
16
Buyung-Chul Han, op. cit., p. 76.
17
Ibidem, p. 74.
M E S A 5 • A U T O R Í A S: P O S I B I L I D A D E S Y C E N S U R A n 223
A manera de conclusión
Es obvio que la intención de Buyung-Chul Han de defender y afirmar el
carácter positivo de shanzhai puede ser exagerada. Los argumentos aquí
revisados son totalmente incompatibles con la idea de los derechos de au-
tor, la protección de la propiedad intelectual y la idea de copyright. Como
hemos dicho al principio, y tal vez muchos colegas en este encuentro
lo estén comentando, estas ideas de reservar el saber, o monopolizar el
conocimiento intelectual, no es la función principal de la protección del
derecho de autor; el conocimiento que adquiere uno (si es que esto es po-
sible) se espera que sea del dominio público para que se pueda compartir.
Varios autores reflexionan en torno a estos temas, como es el caso de
Wu Ming 1,19 quien insiste en que la protección del derecho de autor y
copyright se debe pensar por separado: “El copyright no se percibía como
antisocial, era más bien el arma de un empresario contra otro, no de un
empresario contra el público. Hoy la situación ha cambiado drásticamen-
te: el público ya no está obligado a comprar… y el copyright es un arma que
dispara contra la multitud”.20
Espero que estas reflexiones sirvan de algún modo para protegernos
contra este disparo de los oligopolios de la exclusividad en la propiedad
intelectual que obstruyen el proceso creativo artístico.
18
Ibid., p. 80.
19
Roberto Bui, integrante de Wu Ming, un grupo de escritores radicales, principalmente italia-
nos, <http://wumingfoundation.tumblr.com> y <http://www.wumingfoundation.com/
italiano/downloads_es.htm>. Consulta: 28 de junio, 2017.
20
Wu Ming 1, “El copyleft explicado a los niños. Para desmontar algunos equívocos”, en Richard
Stalleman, Wu Ming, César Rendueles y Kembrew McLeod, Contra el copyright, México, Tum-
bona Ediciones, 2014, p. 43.
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 225
Pensamiento
y creación
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 227
A
ntes que nada quisiera agradecer al comité organizador de este
VII Encuentro de Investigación y Documentación de Artes Vi-
suales por haberme aceptado en el ciclo de conferencias La vo-
rágine de las imágenes. Sin embargo, me surge la duda de si realmente
se trata de mi propuesta la que interesó. ¿No habrá sido que se tras-
papelaron los archivos y la comisión encargada de la selección, entre
tantos proyectos que seguramente recibieron, confundió el resumen
que les mandé con el de otro participante? Porque si bien es cierto que
la carta de aceptación está dirigida a mi persona, el título de la ponencia
aceptada: “El carácter descriptivo de las imágenes” no es el que yo les
hice llegar. La diferencia es mínima, pero significativa. Quizá se trate de
un error, de lo que comúnmente en México llamamos “dedazo”, pero
probablemente es algo más que la mera desorientación del dedo índice,
parecería un indicio o la huella de una postura epistemológica.
Comprendo que al ser la imagen el tema del encuentro, la pertinencia
de incluir en la discusión propuestas que analizaran su carácter descripti-
vo, más que una obviedad, resultaba indispensable. Cómo dejar del lado
en una reflexión sobre la imagen su capacidad de orientar nuestra mirada
hacia la realidad al hacer evidentes hechos, acontecimientos; al crear rutas
que permitirán dar seguimiento a procesos, valorando en su justa medida
el tema de la referencia.
Desde una perspectiva documental, la imagen resulta indispensable
en las investigaciones de campo y una herramienta imprescindible para el
registro de eventos que, sin duda, permiten articular un análisis certero y
preciso, considerarla una huella de los hechos, una descripción eficaz que
permite la creación de testimonios. Cómo dejar de lado todos estos aspec-
tos que han sido bastante útiles en la comprensión y análisis de la imagen.
Además, toda esta serie de atributos ha permitido que muchas disciplinas
[ 227 ]
228 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Referencias
Augé, Marc, Los no lugares. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad,
Barcelona, Gedisa, 2000.
Belting, Hans, Antropología de la imagen, Buenos Aires, Katz, 2007.
Didi-Huberman, Georges. Lo que vemos, lo que nos mira, Argentina, Manantial, Bordes, 2011.
Gruzinski, Serge, La guerra de las imágenes. De Cristóbal Colón a “Blade Runner” (1492-2019),
México, Fondo de Cultura Económica, 1994.
Gubern, Román, Del bisonte a la realidad virtual, Barcelona, Anagrama, 1996.
Peirce, Charles Sanders, El pragmatismo (edición y traducción de Sara Barrena), Madrid,
Encuentro, 2008.
——————, Obra filosófica reunida, tomo II (1893-1913) (Nathan Houser y Christian Kloe-
sel, eds.), México, Fondo de Cultura Económica, 2012.
Virilio, Paul, La estética de la desaparición, Barcelona, Anagrama, 1988.
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 235
1
Joan Fontcuberta, La furia de las imágenes. Notas sobre la postfotografía, Barcelona, Galaxia Guten-
berg, 2016, p. 9.
[ 235 ]
236 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
• Naufragio informativo.
• Caducidad informativa.
• Patología comunicacional (autismo comunicativo).
• Brecha digital (distancia geopolítica y alfabetizada).
• Estandarización.
• Descontextualización.
• Difusión de patrones de comportamiento homogeneizado.
Lo mínimo que se espera que sepan las nuevas generaciones es que apren-
dan de forma autónoma, comuniquen sus ideas con fluidez y participen
en la vida social con opiniones y criterios propios.
Los estudiantes de ahora operan a una velocidad impresionante. Al-
gunos más que otros, pues también hay quien va con calma. Tampoco
les preocupa tanto no seguir el ritmo establecido por los programas curri-
culares. Incluso algunos se salen del “sistema” sin el menor problema, y
tienen muchos argumentos para poner en tela de juicio lo inoperante de
las instituciones escolares.
Lo importante es que los límites de nuestros estudiantes actuales
están, en el sentido más positivo, desdibujados, sobre todo porque no
tienen fronteras en su navegación. Las fronteras las encuentran cuando
quieren desplazarse físicamente, únicamente entonces se dan cuenta que
existen límites, y aunque muchos aprenden de manera casi intuitiva a
238 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
2
<http://es.surveymonkey.com>.
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 241
3
Joan Fontcuberta, op. cit., p. 22.
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 243
Reflexiones finales
Los estudiantes actuales establecen una relación de comunicación con
sus pares en la que hay una disposición para compartir sitios de aprendi-
zaje virtual. Buscan lo que les interesa y lo que necesitan según los pro-
yectos que emprenden. Algunos se limitan a lo mínimo para cumplir con
las exigencias curriculares aunque, por otro lado, exploran amplia y pro-
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 245
fundamente los temas que les interesan. Aprenden lo que quieren apren-
der aunque muchas veces no coincida con lo que los profesores tienen
que enseñarles.
Usan sitios en internet para interactuar y tener cierta comunicación;
su uso es temporal y pocas veces se mantienen en una sola plataforma,
por lo que las empresas premian o estimulan a sus usuarios para que con-
tinúen ahí. La calidad y certeza de la información que manejan es relativa
y muchas veces carece de fuentes fidedignas, y los más visitados motivan
innumerables repeticiones y la homogenización de trabajos.
Prácticamente todos los estudiantes de arte y humanidades respon-
dieron que internet les nutre, apoya e inspira para hacer trabajos escolares
y propuestas artísticas más que otros lugares como bibliotecas o librerías
o museos. Se observa un dominio de la tecnología frente a la exploración
de su propia creatividad. Se prioriza el uso de sitios con imágenes frente a
los sitios con documentos con textos amplios; prefieren artículos concre-
tos y actuales que textos amplios y teóricos.
Por último, actualmente es un reto para cualquier profesor o institu-
ción formar artistas, por lo que se debe considerar la situación de cómo
las tecnologías de la información están cambiando la manera de pensar,
aprender y formarse. A los profesores nos vendría bien ser más flexibles,
abiertos y conscientes del potencial de los estudiantes y nuestra forma de
acompañarlos en su proceso de formación.
Referencias
Brea, José Luis, Las tres eras de la imagen, imagen-materia, film, e-image, Madrid, Akal, 2010.
Castells, Manuel, “La era de la información“, Economía, Sociedad y Cultura, vol. 1, México,
Siglo XXI, 1996.
Dussel, Inés y Daniela Gutiérrez (comps.), Educar la mirada. Políticas y pedagogías de la ima-
gen, Buenos Aires, Manantial, Flacso, osde, 2006.
Fontcuberta, Joan, La furia de las imágenes. Notas sobre la postfotografía, Barcelona, Galaxia
Gutenberg, 2016.
Monereo, Carles (coord.) et al., Internet y competencias básicas. Aprender a colaborar, a comuni-
carse, a participar, a aprender, Barcelona, Grao, 2005.
246 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Pérez Gómez, Ángel I., Educarse en la era digital, Madrid, Colofón, Morata, 2012.
Prensky, Marc, Enseñar a nativos digitales, SM, 2013.
Anexo
Sitios web, programas, redessociales y publicaciones usados
por los estudiantes de artes y humanidades encuestados
• Pinterest (catalogo de ideas).
• Tumblr.
• Flickr.
• Cg (lenguaje de programación de alto nivel para aplicaciones).
• Society ArtStation (fotos plataforma para subir portafolios).
• Instagram (sólo fotos).
• Character Design References (artículos de artistas y su trabajo y galería).
• Visual Arts.
• SDP noticias (noticias no oficiales).
• Vice (reportajes informales).
• Merca 2.0 (revista de publicidad, medios marketing, medios y redes socia-
les).
• Mercadorama (empresas de diseño de carteles y camisetas de grupos mu-
sicales).
• Adobe Latinoamérica (programa para diseño y edición).
• Naxos (sitio para descargar música).
• imslp (Petruchi Music Library, proyecto internacional de partituras mu-
sicales para compositores dominio público).
• Freescores (música y partituras gratuitas).
• Wikipedia.
• Arteespaña (portal de la historia del arte español).
• Google Art Project (sitio de obras de arte de los principales museos).
• YouTube (videos).
• Behance (sitio para compartir portafolios de trabajo).
• Scientific Electronic Library Online (artículos de 1 249 revistas de todos
los temas).
• Dialnet (sistema abierto de revistas en español, especializado en ciencias
humanas y sociales).
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 247
• ArteHistoria.
• Artsy.
• Metmuseum.
• Domestika.
• Creatureartteacher.
• Reddit Artísticos.
• Bloomberg.
• VisualPolitik.
• Fine Art Academy, Michel James Smit y Draw Mix Paint.
• Genial.
• Rosario.
• Surveymonkey.
• Pijamasurf (artículos de opinión informales).
• Domestika.
• MoMA.
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 249
H
istóricamente la gráfica ha sido una categoría “limitada y no
universal”,1 que por su cualidad formal de multiplicación de ima-
gen a un costo relativamente económico posibilitó la democrati-
zación de contenidos impresos. No obstante, los parámetros que la han
definido tradicionalmente se han transformado paulatinamente desde fi-
nales del siglo xx, ya que la interacción generada entre los distintos len-
guajes ha generado la ruptura de antiguos parámetros que preservaban la
autonomía de la disciplina. La discusión en torno al campo expandido llegó
al ámbito de la gráfica gracias al texto de Rosalind Krauss publicado en
1979: “las categorías como la escultura y la pintura han sido amasadas,
extendidas y retorcidas en una demostración extraordinaria de elasticidad,
una exhibición de la manera en que un término cultural puede extenderse
para abarcar casi cualquier cosa”.2
Lo anterior dibuja un paralelo entre los cambios que ocurrieron en la
escultura en relación con el minimalismo y lo que sucedió en la gráfica al
considerar el impacto del pop art y el arte conceptual producido a finales
de la década de 1960 y principios de la siguiente.3 El uso experimental y
libertario de procedimientos, componentes y cualidades de la gráfica ta-
les como imagen múltiple, variabilidad y reproductibilidad de huellas, e
incluso la ampliación de la definición de impresión, son factores que han
contribuido a la expansión del modo de operar de “artistas-grabadores”.
1
R. Krauss, “La escultura en el campo expandido”, en La posmodernidad, Barcelona, Kairós, 2002,
p. 60.
2
Idem.
3
M. Do Carmo Veneroso, “�����������������������������������������������������������������
The Expanded Field of Printmaking: Continuities, Ruptures, Cross-
ings, and Contamination”, Art Research Journal, vol. 1, 2014, p. 85.
[ 249 ]
250 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
4
J. Alcalá, “Gráfica después de la posmodernidad. ¿Hacia una gráfica radicante?”, en Libro de
Actas. I Foro de Arte Múltiple, Madrid, 2011, p. 84.
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 251
5
D. Fernández, Sobre Harun Farocki. La continuidad de la guerra a través de las imágenes, Santiago de
Chile, Metales, 2014, p. 8.
252 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
6
Ibidem, p. 30.
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 253
7
A. Heyvaert, “La obra seriada, desplegada entre pautas y pausas”, en Libro de Actas I.., op. cit.,
p. 112.
8
J. Castro, “La implosión de la estampa, agujeros negros. El arte sin territorios ni géneros. La
impresión del mutante luminoso”, en ibidem, p. 80.
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 255
Para concluir, si bien José Antonio Castro señala que en los proyectos
artísticos actuales hay una proclividad a recurrir “a las estrategias de la es-
tampa y la impresión electrónica, porque ésta retiene muchos de los meta-
lenguajes propios del Arte anterior pero con un planteamiento poliédrico
de muchas caras añadido a un sistema de producción industrializado, siste-
mático y abierto a alteraciones y series”,9 y adicionalmente hay un salto en
las facilidades y un abaratamiento de los medios de producción, es preciso
cuestionar dichos extremos formalizadores para definir el lugar que ocupa
la gráfica y la expansión que han tenido los “parámetros significantes”.
Al retornar a los principios de la gráfica, la seriación de la imagen sur-
gió con la idea de reproducir un contenido visual para su mejor transmi-
sión. Sin embargo, hoy en día la función comunicativa se ha desplazado
de este medio y las cualidades se han ampliado en función de un propó-
sito particular del artista. Con lo cual es pertinente la afirmación de Jesús
Pastor: “Ya no podría, quizá, llamarse grabado. Pero sí podemos crear la
imagen con, y desde, el grabado”.10
Referencias
Baena, A., M. Faxedas et al., Libro de Actas I. Foro de Arte Múltiple, Madrid, Feria de Madrid
ifema, 2011.
Bernal Pérez, M., “Los nuevos territorios de la gráfica: imagen, proceso y distribución”,
en Arte, individuo y sociedad, Madrid, 2016.
Do Carmo Veneroso, M., “The Expanded Field of Printmaking: Continuities, Ruptures,
Crossings, and Contamination”, Art Research Journal, vol. 1, 2014.
Fernández, D., Sobre Harun Farocki. La continuidad de la guerra a través de las imágenes, San-
tiago de Chile, Metales, 2014.
Krauss, R., “La escultura en el campo expandido”, en La posmodernidad, Barcelona, Kairós,
2002.
9
Idem.
10
J. Pastor, “Sobre la identidad del grabado”, en Libro de Actas I, op. cit., p. 67.
M E S A 6 • P E N S A M I E N T O Y C R E A C I Ó N n 257
Memoria cultural
La memoria es un proceso cognitivo y complejo que consta de tres meca-
nismos: almacenamiento, retención y acceso; los tres interdependientes y
consecutivos (Baddeley, 2009). No se trata sólo de la creación de un alma-
cén de símbolos que surgen de la experiencia privada, sino de un proceso
donde se engloban, a su vez, otros procesos colectivos de significación.
La memoria cambia continuamente debido a la interacción de los di-
versos discursos que la integran (Assmann, 2011). En el caso de la memo-
ria cultural, la integración se da a través de los símbolos del pasado a los
que damos sentido desde el presente. Se trata de un proceso que relaciona
tiempo, memoria e identidad, donde intervienen tres dimensiones: perso-
nal, social y cultural.
“Memoria cultural” es un término que se usa a menudo de forma
ambigua e imprecisa para definir nociones como los medios de comuni-
cación, las prácticas rituales, los mitos, los monumentos, la historiogra-
fía, el recuerdo oral, etcétera. Fue definido por primera vez por Maurice
Hallwachs en sus estudios sobre la memoria colectiva, donde habla de
cómo los grupos sociales tienen diferentes visiones del pasado que afec-
tan a la memoria individual. Es un concepto que puede incluir diversos
fenómenos y objetos de estudio, a decir de Astrid Erll sería “la interac-
ción del presente y el pasado en contextos socioculturales”.
[ 257 ]
258 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Referencias
Assmann, J., “Communicative and cultural memory”, en E. Astrid y A. Nünning, Cultural
Memory Studies. An International and Interdisciplinary Handbook, Berlín, Nueva York, Heide-
lberg, Universitätsbibliothek der Universität Heidelberg, 2011.
Baddeley, A., “What is Memory?”, en A. Baddeley, M. W. Eysenck y M. C. Anderson,
Memory, Hove, Psychology Press, 2009.
Benjamin, W., “On the Concept of History”, en H. Eiland y G. Smith (eds.), Selected Wri-
tings [1940], vol. 4, Cambridge, Harvard University Press, 2003.
Cornell University, Mnemosyne. Meanderings through Aby Warburg’s Atlas. Consulta: 22 de ju-
nio, 2017, de Ten Panels from the Mnemosyne Atlas, <https://live-warburglibrarycornelledu.
pantheonsite.io/>.
Erll, A., “Cultural Memory Studies: An Introduction”, en A. Nünning y A. Erll, Cultural
Memory Studies: An International and Interdisciplinary Handbook, Berlín, Nueva York, Media
and Cultural Memory, De Gruyter, 2008.
Gombrich, E. H., Aby Warburg: An Intellectual Biography, Chicago, University of Chicago
Press, 1986.
Halbwachs, M., On Collective Memory, 1925, Chicago, University of Chicago Press, 1992.
Vilaltella, J., “La memoria cultural en Warburg y las limitaciones de la construcción
de la memoria nacional en Colombia: el regeneracionismo y el pasado precolombino”,
Revista Historia y Memoria, núm 7, 2013.
1
Alfredo López Austin, “Ligas entre el mito y el icono en el pensamiento cosmológico mesoame-
ricano”, Anales de Antropología, vol. 43, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad
Nacional Autónoma de México, 2009, p. 29.
M E S A 7 • I M A G E N U R B A N A, E X P R E S I O N E S V I T A L E S n 263
Imagen urbana,
expresiones
vitales
M E S A 7 • I M A G E N U R B A N A, E X P R E S I O N E S V I T A L E S n 265
1
Chris Marker, La Jetée, Francia, 1962.
[ 265 ]
266 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
2
Alessandro Baricco, Océano mar, Barcelona, Anagrama, 2012.
268 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
3
Georges Didi-Huberman, Supervivencia de las luciérnagas, Madrid, Abada Editores, 2012, p. 12.
4
Ibidem, p. 31.
5
Idem.
272 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
decir “yo”, haciendo eco del sui referencial de Deleuze? Un cuerpo es atra-
vesado por otro cuerpo a través de la mirada, la luz en los ojos del otro es
también la luz con la cual miro al mundo. Me remite a la idea de espejo,
la imagen del otro como reflejo de mí mismo.
Reflexiones finales
Las imágenes callejeras comparten las características que ponen en ten-
sión la noción aurática del arte: la representación, la reproducción y el
anonimato; la confrontación entre la idea de la eternidad y la finitud. Es-
tán hechas bajo una estética de lo frágil, de lo inestable: la finitud del tiem-
po, la falibilidad de la vida, la precariedad, lo inservible, lo quebradizo, lo
abyecto, lo terrenal, una estética que se mimetiza con la fragilidad de la
vida y su temporalidad pasajera. Deja atrás la idea de la eternidad para
compartir la finitud de la vida, reconocer en el desvanecimiento del color
de una hoja de otoño, la muerte.
Referencias
Corradini, Luisa, “El drama migratorio. Un triste récord”, La Nación, Argentina, sábado
19 de diciembre de 2015, <http://lanacion.com.ar>.
Didi-Huberman, Georges, Supervivencia de las luciérnagas, Abada Editores, Madrid, 2012.
——————, Image, événement, durée, re-vues, hors serie-1, puesto en línea el 21 de abril de
2008, <http//imagesrevues.revues.org>.
——————, Atlas. Portar el mundo entero de los sufrimientos, Madrid, Museo Reina Sofía, 2012.
El País, La guerra en Siria. Documentos de prensa, Madrid, 2016, <http://elpais.com/tag/
guerra_civil_siria/a>.
Lessing, Gothold Ephraim, Laocoonte. O sobre los límites de la pintura y la poesía, Herder, 2014
(1766).
Ves Losada, Alfredo, “Nadó tres horas para escapar de la guerra”, La Nación, Argentina,
mMiércoles 9 de marzo de 2016, <http://lanacion.com.ar>.
World Press Photo, Photo Contest “Nature”, 2016, <http://worldpressphoto.org/co-
llection/photo/2016>.
M E S A 7 • I M A G E N U R B A N A, E X P R E S I O N E S V I T A L E S n 273
E
l presente tema surge a partir de una investigación realizada entre
2012 y 2015, en la cual se buscó integrar la voz de los usuarios
primarios y secundarios de las obras que integran las rutas escultó-
ricas urbanas de México. Asimismo, se destacó la importancia de generar
una metodología que proponga los registros fotográficos integrales para
entender de manera próxima la lectura de las imágenes que representan
a las esculturas. El texto se inicia exponiendo la relación de la fotografía
con la conservación del patrimonio escultórico urbano contemporáneo,
para posteriormente resaltar la importancia de un registro fotográfico
diseñado específicamente para las esculturas de índole urbano. Poste-
riormente, se explican en breve los dos casos de rutas escultóricas es-
tudiadas, bajo las cuales se construyó la propuesta metodológica para el
registro fotográfico.
Es importante señalar que el uso de la fotografía debe hacerse de ma-
nera responsable, bajo un análisis específico para ofrecer una herramienta
útil tanto para la conservación del patrimonio cultural como para su difu-
sión. En muchas ocasiones la fotografía de piezas artísticas se descontex-
tualiza para generar un diálogo aislado a partir de un fragmento de la obra,
o bien es capturada desde ángulos que no permiten conocer el espacio
en el cual se encuentra. Si bien, con fines de difusión cultural y turístico,
se busca obtener imágenes atractivas, que inciten la visita de las ciudades
promovidas y de sus obras, muchas veces aíslan a la pieza per se. Para fines
de preservación patrimonial este tipo de imágenes no resultan funcionales
en el mismo grado.
[ 273 ]
274 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
las historias del patrimonio pasado, los usuarios futuros también deberán
seguir reuniendo información para incrementar el registro de los objetos
patrimoniales a lo largo de la historia. Es decir, se propone hacer una lí-
nea de tiempo de los objetos parte del patrimonio cultural con evidencias
físicas e información no tangible de viva voz de los usuarios de cada punto
de la historia.
En la actualidad, diversas disciplinas han expandido sus perspectivas
de estudio y han integrado dentro de sus herramientas los registros vi-
suales. Si bien desde la invención de la fotografía las imágenes han sido
consideradas como documentos, es hasta época reciente que se les ha
dado un valor de uso por sí mismas; tal es el caso de la antropología,
que hasta hace unas décadas creó formalmente la rama de antropología
visual, la cual se basa en el examen de imágenes para observar, analizar y
obtener datos de la realidad humana. Sarah Pink (2006) argumenta que
el aumento de recursos visuales y tecnologías digitales en años recientes
ha transformado las investigaciones y análisis visuales. En el caso de la
antropología visual, se expanden los contextos al incluir métodos de in-
vestigación visual en las ciencias sociales y humanas; esto permite a los
antropólogos trabajar de nuevas maneras y tratar temáticas innovado-
ras. Pink también remarca que en el Occidente moderno se vive en una
“cultura visual” que invade todos los niveles como huésped de la cultura
tecnológica diseñada para diseminar prácticas de observación a través de
mediaciones visuales primarias. No quiero decir que en otras culturas
con otras tecnologías no se tenga un grado similar de apego a lo visual.
Para los estudios de la cultura visual, la antropología visual resitúa lo
gráfico en términos de su relación con otros sentidos y refiere al contexto
como un significado importante para reconocer diversas culturas visuales
y la complejidad que conllevan. La antropología visual en muchos casos
está siendo observada como una metodología para diversas ciencias so-
ciales, y definitivamente, en lo relacionado al patrimonio cultural, es una
herramienta que debe ser considerada.
El patrimonio cultural forma parte de los cambios culturales de las
sociedades actuales. El patrimonio tangible son objetos que representan
imágenes de temáticas diversas. No deben ser limitados en su trasmisión,
276 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Conclusiones
En la actualidad es necesario poseer una herramienta y un sistema de
diseño que propicie generar imágenes de calidad, no simplemente técni-
cas, sino con características específicas que permitan transmitir una visión
correcta del patrimonio cultural en su contexto original o lo más próximo
a él. El patrimonio cultural es generalmente analizado por estudiosos que
corresponden a una época distinta a las obras que investigan. ¿Por qué no
transmitir un legado documentado e interpretado por gente de su misma
época? Esto permite dejar una visión más próxima a la real, puesto que
vemos, convivimos y conformamos el patrimonio que otras épocas ha-
brán de seguir conservando.
El método de diseño de imágenes fotográficas para la preservación del
patrimonio cultural contemporáneo debe tener cualidades que permitan
mostrar las obras lo más próximas a su uso y contexto primario. Tienen
que ser imágenes que capturen la esencia del patrimonio y que puedan
ser utilizadas como herramientas de diversas índoles. Estas imágenes no
solamente deben registrar las características materiales del objeto, sino
también ubicarlo en su contexto y así aproximarse a una visión real del
uso para el cual se creó.
280 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Referencias
Berger, J., Modos de ver, Barcelona, Gustavo Gili, 2005.
Fontcuberta, J., Estética fotográfica, Barcelona, Gustavo Gili, 2016.
Giséle, F., La fotografía como documento social, Barcelona, Gustavo Gili, 2014.
Pink, S., Doing Visual Ethnography, Londres, sage, 2006.
M E S A 7 • I M A G E N U R B A N A, E X P R E S I O N E S V I T A L E S n 281
Introducción
La producción audiovisual de los pueblos originarios de Chiapas se ha
incrementado de manera constante en las últimas tres décadas. Los ha-
bitantes han encaminado y propuesto medios emergentes de circulación,
difusión, promoción y exhibición de sus videos. Una de las iniciativas ha
sido la presentación de los trabajos en plazas públicas, escuelas y calles
de diferentes comunidades. Así, las imágenes en movimiento y las voces
de ellos mismos se comparten en un espacio y momento en común, que
podemos nombrar como “la exhibición comunitaria de cine”.
La producción de los audiovisuales ha permitido la circulación de
los conocimientos de los pueblos y posibilitado la interacción con otros,
quienes por medio de sus loktavanej, o realizadores audiovisuales, constru-
yen diferentes narrativas. Esta práctica ha permitido construir puentes de
acción y ampliación de oportunidades creativas para conocer y reconocer
otras formas de pensar, vivir, sentir y actuar.
El surguimiento de otros circuitos de presentación de sus materiales
—que difícilmente obtienen una oportunidad de exhibición en los gran-
des festivales de cine— demuestra ya una experiencia por buscar espacios
que se distancian de la industria y del mercado del arte audiovisual.
Frente a este panorama y reto que encaran los pueblos buscamos re-
cuperar y compartir las experiencias tanto de su producción artística au-
diovisual como de los circuitos de presentación que han impulsado para
difundir, promover y exhibir sus creaciones.
[ 281 ]
282 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
1
Raymundo Mier, “La experiencia estética como recreación de lo político”, Versión, núm. 20,
2007, p. 102.
2
Ibidem, p. 101.
M E S A 7 • I M A G E N U R B A N A, E X P R E S I O N E S V I T A L E S n 283
3
Ibid., p. 102.
284 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Hemos visto que las personas no aguantan más de dos horas, aguantan entre
una hora y una hora y media como para digerir todo […] entonces exhibimos
tres o cuatro cortos, según calculando el tiempo; se somete a una reflexión,
hacemos una charla donde platicamos qué es lo bueno, qué es lo malo, qué
hay que hacer, con ese ánimo de reconocer aquellas cosas malas que estamos
haciendo, o hay que hacer esto para el bienestar de la comunidad.4
4
Mariano Estrada, entrevista personal, 31 de agosto de 2017.
M E S A 7 • I M A G E N U R B A N A, E X P R E S I O N E S V I T A L E S n 285
5
Umberto Eco, Lector in fábula. La cooperación interpretativa en el texto narrativo, Barcelona, Lumen,
1993, p. 26
286 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Por otro lado, creemos que la expresión del silencio tuvo correspon-
dencia con la poca familiaridad que las personas tienen con cierto tipo
de género fílmico y formato, como es el trabajo exhibido. El director del
documental mencionó: “al parecer las personas no entendieron el video y
se disgustaron”.6 Es decir, la cultura visual de los asistentes es, quizá, li-
mitada sobre los filmes documentales a diferencia de las películas comer-
ciales de ficción que ven en los canales de televisión. Además, están las
restricciones de ciertos contenidos que la religión establece a las familias,
lo que incide en la forma de ver los materiales.
Existen detalles de grabación y de audio que hacen difícil la lectura del
relato audiovisual, debido a los problemas de sonido hay una falta de con-
tinuidad coherente entre un testimonio y otro, lo cual es necesario porque
“la narración, la integración texto-imagen y la estructura del mensaje en
general guían la comprensión y la memoria a través de los diversos tipos
de medios”.7
Esto nos lleva pensar hasta qué punto el formato, el contenido y la
narrativa impidió el diálogo, en qué medida el video puede ser considera-
do como lugar y detonador de la memoria, y hasta qué punto el video es
materia significante para la comunidad desplazada y migrante, indepen-
dientemente de si la sociedad que la mira tenga familiaridad con el tipo de
formato y narrativa presentada.
6
Martiniano Hernández, entrevista personal, 14 de febrero de 2016.
7
Klaus Jensen, Los efectos mediáticos. Tradiciones cuantitativas, México, Fondo de Cultura Econó-
mica, 2014, p. 255.
M E S A 7 • I M A G E N U R B A N A, E X P R E S I O N E S V I T A L E S n 287
8
Humberto Gómez, entrevista personal, 20 de junio de 2017.
288 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Conclusiones
En la actualidad los creadores audiovisuales de pueblos originarios han
entrado en el complejo campo artístico, en el que surgen una serie de
interrogantes acerca de sus obras. Por ejemplo, saber cuál es el lugar
de las creaciones artísticas de los pueblos originarios, quiénes se ad-
judican el derecho de decidir si cumplen los parámetros estéticos para
290 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Referencias
Eco, Umberto, Lector in fábula. La cooperación interpretativa en el texto narrativo, Barcelona,
Lumen, 1993.
——————, Obra abierta, Barcelona, Planeta Agostini, 1962.
Jensen, Klaus, Los efectos mediáticos. Tradiciones cuantitativas, México, Fondo de Cultura Eco-
nómica, 2014.
Mier, Raymundo, “La experiencia estética como recreación de lo político”, Versión, núm.
20, 2007, pp. 101-121
Mirzoeff, Nicholas, Una introducción a la cultura visual, Barcelona, Paidós, 1999.
9
Raymundo Mier, op. cit., p. 120.
M E S A 7 • I M A G E N U R B A N A, E X P R E S I O N E S V I T A L E S n 291
A
l transitar por esta ciudad nos topamos con un mundo gráfico y
visual que pretende ir de acuerdo con los deseos, gustos y nece-
sidades de los diferentes sectores que habitan el espacio urbano,
quienes viven un ritmo de vida enajenado y acelerado y por lo tanto nece-
sitan medios de autorrepresentación: inmediatos, directos, efímeros y en
constante renovación.
Las tensiones entre las formas de apropiación, de territorialidad y de
representación son parte de las relaciones sociales, económicas y políticas
de la metrópoli. Son, a su vez, un claro ejemplo de las contradicciones
originadas dentro del capitalismo y de la ambigüedad de conceptos que
damos por hecho, como por ejemplo la definición de espacio público y la
forma en que ejercemos nuestro derecho de expresión en él. Es impor-
tante, como primer paso, construir un concepto de espacio público urbano
que a su vez permita insertar a la imagen y analizarla. Asimismo, abrir la
discusión sobre el verdadero carácter “público” del espacio urbano y sus
limitaciones conceptuales y espaciales.
1
Wallenius Rodríguez, Luciano Concheiro y María Tarrio (coords.), Disputas territo-
riales, actores sociales, instituciones y apropiación del mundo rural, México, uam Xochimilco,
2010.
[ 291 ]
292 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
2
Entendida como la manera en que los individuos y grupos sociales construyen su espacio, lo
representan, significan y diferencian de otros.
3
Carlos Walter Porto-Gonçalves, Geo-grafías. Movimientos sociales, nuevas territorialidades
y sustentabilidad, México, Siglo XXI, 2001.
M E S A 7 • I M A G E N U R B A N A, E X P R E S I O N E S V I T A L E S n 293
Espacio público
Es importante tomar en cuenta que conceptos como espacio público son
susceptibles a la subjetividad, pues están fuertemente referidos a con-
textos espacio-temporales específicos. En esta ocasión hago referencia y
cuestiono el concepto que corresponde a las metrópolis occidentales, una
idea de espacio público como lugar para la libertad, tal como lo propone
el sociólogo y filósofo Jürgen Habermas, para quien es ahí donde existe
la posibilidad de la opinión pública, el sitio en el que los habitantes de la
urbe pueden tener acceso e interesarse por cosas comunes: “Los ciudada-
nos se comportan como un público cuando, y sólo cuando —sin que na-
die los obligue, es decir, bajo la garantía de reunirse libremente— puedan
expresar y publicar su opinión sobre asuntos del interés común”.4
El espacio público es también un espacio político, ya que ahí se llevan a
cabo las discusiones referentes a las decisiones del Estado. Roger Chartier5
refuerza la postura de Habermas cuando define a la esfera pública política
como un espacio en el que las personas, como individuos privados, hacen
uso público de la razón. Esto representa una nueva noción de lo público, que
ya no pertenece únicamente al Estado como un espacio para exhibirse y le-
gitimarse, y por contraposición, presenta lo privado como el ámbito que in-
cluye la intimidad de la vida familiar. Para Chartier la esfera pública política
se forma gracias a la negación de una jerarquía social: “En el intercambio de
los juicios, en el ejercicio de la crítica, en la confrontación de las opiniones,
se establece a priori una igualdad entre los individuos que sólo los distingue
la mayor o menor evidencia y coherencia de los argumentos esgrimidos”.6
Es importante cuestionar en este punto si realmente ese intercambio
de juicios y permisividad en el momento de emitir opiniones es equitativo,
o cuáles son los valores y criterios que determinan si un argumento es
más coherente que otro.
4
Jürgen Habermas, “Öffentlichkeit (ein Lexikonartikel)”, en E. Fraenkel y K. D. Bracher (eds.),
Staat und Politik, Francfurt, Fischer Lexicon, 1964, pp. 220-226. Traducción de José María Pérez
Gay.
5
Roger Chartier, Los orígenes culturales de la Revolución francesa, Barcelona, Gedisa, 1995.
6
Ibidem, p. 34.
294 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
7
Ibid., p. 45.
8
Peter Dahlgren, “El espacio público y los medios. ¿Una nueva era?”, en Isabel Veyrat-Masson
y Daniel Dayan (comps.), Espacios públicos en imágenes, España, Gedisa, 1997, p. 246.
296 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
9
Sigmund Freud la explica en El malestar en la cultura como la negación o dominio de la natura-
leza; la cultura es todo aquello que no es naturaleza, es decir, aquello que ha sido intervenido o
modificado por el ser humano. La cultura como civilización.
298 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
10
Una relación contradictoria entre dos aspectos de un hecho o fenómeno, aspectos insepa-
rables que se requieren uno a otro aunque sean excluyentes. La contradicción entre ellos es el
“motor” que hace que el fenómeno esté en proceso de cambio, hasta que llega un momento en
que la contradicción es tan radical que el fenómeno desaparece.
M E S A 7 • I M A G E N U R B A N A, E X P R E S I O N E S V I T A L E S n 299
11
Adolfo Sánchez Vázquez, Las ideas estéticas de Marx, México, Biblioteca Era, 1980.
300 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Conclusiones
La apropiación del espacio público urbano surge como una pulsión vital
en los lugares menos esperados.
Existe una necesidad de transmitir un mensaje transgresor al sistema
establecido, defender la libertad de crear y ver las imágenes que uno desee
y no únicamente las impuestas por el Estado y el mercado, de romper
con ideas preconcebidas y de burlarse de los aparatos de representación y
visualidades que éstos imponen como únicas.
Estas tensiones entre las formas de apropiación, de territorialidad y de
representación, son parte de las relaciones sociales, económicas y políticas
de la metrópoli, y son un claro ejemplo de las contradicciones originadas
dentro del capitalismo y de la ambigüedad de conceptos que damos por
hecho, por ejemplo, espacio público, y la forma en que ejercemos nuestro
derecho de expresión en dicho lugar.
12
Peter Krieger, “Iconografía del poder: tipologías, usos y medios”, en La imagen política. XXV
Coloquio Internacional de Historia del Arte, México, Instituto de Investigaciones Estéticas, unam,
2006, p. 17.
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Procesos de
resignificación
y tránsitos de
la imagen
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D
e acuerdo con John Berger,1 la principal característica que tenía una
pintura y, por ende, una obra de arte, era su carácter de unicidad, ya
que aunque era posible transportarla y llevarla de un lado a otro nun-
ca podía ser vista en dos lugares al mismo tiempo. Las primeras técnicas de
reproducción, que iniciaron con el grabado desde el siglo xvi y en el siglo
xix con la litografía, la fotografía, el cinematógrafo, las rotativas, entre otras,
generaron la destrucción de la unicidad de la imagen, sobre todo cuando
comenzaron a circular en los medios de comunicación masiva. Esto propició
que la única significación posible que pudiera tener una pintura o dibujo se
multiplicara y se fragmentara en numerosas significaciones, según el contexto
en donde aparecieran. Este fenómeno permitió la democratización de las imá-
genes, ya que antes de la reproductibilidad técnica sólo los sectores sociales
privilegiados tenían acceso y control de las mismas.2 Para finales del siglo xix,
la proliferación y dominio de las imágenes se convirtió en una cotidianidad.
Las imágenes estaban destinadas a todas las clases sociales y perseguían todos
los fines inimaginables […] Se habían convertido en algo corriente tanto en los
libros como en las revistas y periódicos. Su empleo se extendió a las fachadas
de los edificios para publicidad y propaganda, y a las paredes interiores para
decoración […]. Cuando la comunidad se vio sumergida en ese mar de imáge-
nes impresas, buscó en ellas la mayor parte de su información visual.3
1
John Berger, Modos de ver, Barcelona, Gustavo Gili, 2000, pp. 26-37.
2
Véase Julieta Ortiz Gaitán, Imágenes del deseo. Arte y publicidad en la prensa ilustrada mexicana (1894-
1939), México, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Investigaciones Estéticas, unam,
2003, pp. 25-27. (Col. Posgrado 22.)
3
W. M. Ivins Jr., “Imagen impresa y conocimiento”, en Análisis de la imagen pre-fotográfica, Barce-
lona, Gustavo Gili, 1975, p. 135, citado en Julieta Ortiz Gaitán, op. cit., p. 27.
[ 303 ]
304 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
4
Walter Benjamin, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (prólogo de Bolívar
Echeverría), México, Itaca, 2003, p. 21.
5
José Jiménez, Teoría del arte, Madrid, Tecnos/Alianza, 2002, p. 34. (Neo-Metrópolis.)
6
Ricardo Pérez Escamilla, “Arriba el telón. Los litógrafos mexicanos, vanguardia artística y po-
lítica del siglo xix”, en Nación de imágenes. La litografía mexicana del siglo xix, México, Museo
Nacional de Arte, 1994.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 305
7
María Esther Pérez Salas, Costumbrismo y litografía en México: un nuevo modo de ver, México, Insti-
tuto de Investigaciones Estéticas, unam, 2005, p. 144. (Monografías de Arte 29.)
8
Antonio García Cubas, El libro de mis recuerdos. Narraciones históricas, anecdóticas y de costumbres
mexicanas anteriores al actual estado social. Ilustrada con más de trescientos fotograbados, México, Patria,
1945, pp.157 y 361.
9
Martha Eugenia Alfaro Cuevas, Las costumbres católicas en los álbumes litográficos de 1836 a 1848: el Paso
del Viático y las procesiones en las ciudades mexicanas, México, Centro Nacional de Investigación, Do-
cumentación e Información de Artes Plásticas, Instituto Nacional de Bellas Artes, en preparación.
10
Para mayor amplitud sobre las innovaciones tecnológicas hechas al Semanario y al periódico
El Imparcial véase “El periodismo moderno”, El Mundo Ilustrado, México, 1 de enero de 1904.
306 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
11
Véase El Imparcial, México, 7 de abril de 1897 y 1 de mayo de 1907.
12
“Periodismo en México”, en Enciclopedia de México, t. xi, México, sep, 1987.
13
Alberto Castillo, “Prensa, poder y criminalidad a finales del siglo xix en la Ciudad de México”,
en Ricardo Pérez Montfort (coord.), Hábitos, normas y escándalo. Prensa criminalidad y drogas durante
el Porfiriato tardío, México, ciesas, Plaza y Valdés, 1997, pp. 27 y 28.
14
El Mundo Ilustrado, México, ciesas, 17 de octubre de 1900.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 309
15
Martha Eugenia Alfaro Cuevas, “Ilustradores del semanario El Mundo Ilustrado (1894-1920)
¿Artistas de segunda clase o diseñadores gráficos?”, en Memoria del vi Encuentro de Investigación y
Documentación de Artes Visuales. Ampliando campos de producción. Prácticas y pragmáticas instituyentes,
México, Cenidiap, inba, Secretaría de Cultura, 2016.
16
J. Guillermo Saucedo Ruiz, “Introducción”, en Eduardo Antonio Chávez Silva (coord.), Catá-
logo razonado de los fusilamientos recreados por Posada, México, Instituto Cultural de Aguascalientes,
Museo José Guadalupe Posada, 2014.
310 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
17
Véase El Tiempo Ilustrado, México, 9 de junio de 1907, p. 5; El Tiempo, México, 9 de septiem-
bre de 1907 p. 2; El Imparcial, México, 9 de abril de 1907 p. 1, y Catálogo razonado José Guadalupe
Posada, control A-PL-007, “retrato de Mora”, asesino de Barillas.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 313
Referencias
Alfaro Cuevas, Martha Eugenia, “La obra de José Guadalupe Posada inserta en la pren-
sa moderna de la ciudad de México” (prólogo), en Eduardo Antonio Chávez Silva (co-
ord.), Catálogo Razonado los fusilamientos recreados por Posada, México, Instituto Cultural de
Aguascalientes, Museo José Guadalupe Posada, 2014.
——————, “Ilustradores del semanario El Mundo Ilustrado (1894-1920) ¿Artistas de
segunda clase o diseñadores gráficos?”, en Memoria del VI Encuentro de Investigación y Do-
cumentación de Artes Visuales. Ampliando campos de producción. Prácticas y pragmáticas institu-
yentes, México, Cenidiap, inba, Secretaría de Cultura, 2016.
18
Para mayor información sobre la temática sensacionalista en la prensa moderna, véase Martha
Eugenia Alfaro Cuevas, La obra de José Guadalupe Posada inserta en la prensa moderna de la Ciudad
de México. Consúltese también “Prólogo”, en Eduardo Antonio Chávez Silva (coord.), Catálogo
razonado de los fusilamientos recreados por Posada, op.cit.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 315
——————, Las costumbres católicas en los álbumes litográficos de 1836 a 1848: el Paso del Viático
y las procesiones en las ciudades mexicanas, México, Centro Nacional de Investigación, Do-
cumentación e Información de Artes Plásticas, Instituto Nacional de Bellas Artes, 2014.
Benjamin, Walter, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, México, Ítaca, 2003.
Berger, John, Modos de ver, Barcelona, Gustavo Gili, 2000.
Castillo, Alberto, “Prensa, poder y criminalidad a finales del siglo xix en la ciudad de
México”, en Ricardo Pérez Montfort (coord.), Hábitos, normas y escándalo. Prensa, criminali-
dad y drogas durante el Porfiriato tardío, México, ciesas, Plaza y Valdés, 1997.
García Cubas, Antonio, El libro de mis recuerdos. Narraciones históricas, anecdóticas y de cos-
tumbres mexicanas anteriores al actual estado social. Ilustrada con más de trescientos fotograbados,
México, Patria, 1945.
Jiménez, José, Teoría del arte, Madrid, Tecnos/Alianza, 2002. (Neo-Metrópolis.)
Pérez Escamilla, Ricardo, “Arriba el telón. Los litógrafos mexicanos, vanguardia artística y polí-
tica del siglo xix”, en Nación de imágenes. La Litografía mexicana del siglo xix, México, Museo
Nacional de Arte, 1994.
Pérez Salas, María Esther, Costumbrismo y litografía en México: un nuevo modo de ver, México,
Instituto de Investigaciones Estéticas, unam, 2005. (Monografías de Arte 29.)
“Periodismo en México”, en Enciclopedia de México, t. xi, México, sep, 1988.
Ortiz Gaitán, Julieta, Imágenes del deseo. Arte y publicidad en la prensa ilustrada mexicana
(1894-1939), México, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Investigaciones Estéti-
cas, unam, 2003. (Col. Posgrado 22.)
Saucedo Ruiz, J. Guillermo, “Introducción”, en Eduardo Antonio Chávez Silva (coord.),
Catálogo razonado de los fusilamientos recreados por Posada, México, Instituto Cultural de
Aguascalientes, Museo José Guadalupe Posada, 2014.
Hemerografía
El Imparcial, México, 9 de abril 1907.
El Imparcial, México, 7 de abril de 1897 y 1 de mayo de 1907.
El Mundo Ilustrado, México, 17 de octubre de 1900.
“El periodismo moderno”, El Mundo Ilustrado, México, 1 de enero de 1904.
El Tiempo, México, 9 de septiembre de 1907.
El Tiempo Ilustrado, México, 9 de junio de 1907.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 317
Presentación
En una república, la imagen de un personaje político, destacado o polé-
mico, se amplifica luego de su fallecimiento; es decir, entra de lleno en la
dinámica de los cultos civiles, especialmente a través de la imagen. Esto
es algo que en México observamos en los personajes de la Revolución:
un Emiliano Zapata, por ejemplo, sigue teniendo un extraordinario valor
para diversos colectivos no gubernamentales que esgrimen su imagen
a la menor provocación; caso contrario es el de un Plutarco Elías Ca-
lles, cuya imagen es prácticamente de cultivo y circulación oficial. Como
quiera que sea, a la larga, la imagen de estos personajes se convierte en
patrimonio y, como tal, se discuten a veces su apropiación y hasta su
tenencia.
En Yucatán la imagen de Felipe Carrillo Puerto tiene un extraordina-
rio valor porque sobre él se construyó el régimen posrevolucionario local.
A su vez, él mismo concibió la forma de este régimen con su proyecto de
“redención del indio maya”, para lo cual propuso la organización de la
masa de campesinos y obreros alrededor del Partido Socialista del Sureste,
todo ello entre 1918 y 1923.
Oficialmente, su imagen aún tiene un significado valioso que se re-
pite cada 3 de enero, fecha de su ejecución en 1924, cuando los poderes
políticos se reúnen alrededor de su tumba y rememoran su legado. Pero
también lo tiene fuera del oficialismo, especialmente en los pueblos de
Yucatán, donde los descendientes de sus beneficiados mantienen su me-
moria e imagen a través de la tradición oral.
[ 317 ]
318 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Referencias
Benjamin, Walter, Discursos Interrumpidos I, Madrid, Taurus, 1989.
Carrillo Puerto, Felipe, Informe rendido por el Gobernador Constitucional de Yucatán, C. Felipe
Carrillo Puerto, ante la H. xxvii Legislatura del Estado, el 1o de enero de 1923, Mérida, Imprenta
y Litografía Gamboa Guzmán, 1923.
Díaz Güemez, Marco Aurelio, El arte monumental del socialismo yucateco (1918-1956), Méri-
da, uady-cepsa–Prohispen, 2016.
“La estética de Felipe Carrillo Puerto y su aporte al arte revolucionario y vanguardista de
Yucatán”, folleto, Colección Indicios, archivos selectos de la historia del arte en Yucatán,
núm 3, Escuela Superior de Artes de Yucatán, 2016.
Partido Socialista del Sureste, Compendio de los postulados del Partido Socialista del Sureste de
México: aprobados en los congresos obreros de las ciudades de Motul e Izamal, 1918-1921, Méri-
da, Talleres Fotográficos, 1922.
1
“La estética de Felipe Carrillo Puerto y su aporte al arte revolucionario y vanguardista de Yu-
catán”, folleto, Colección Indicios, archivos selectos de la historia del arte en Yucatán, núm 3,
Escuela Superior de Artes de Yucatán, 2016.”, pp. xiv y xxv.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 325
Introducción
Hace ya mucho tiempo que los archivos se han considerado un instru-
mento de estudio que ofrece vestigios o pistas para hilvanar determina-
dos hechos históricos. Como fuente primaria son y han sido un beneficio
para los investigadores en la reflexión y el discernimiento del pasado con
el propósito de conocer la trayectoria de objetos de estudio históricos
culturales específicos. Como es sabido, y a partir de la base que los docu-
mentos son un soporte para la investigación científica, cuyo objetivo es
recopilar información para el enriquecimiento del conocimiento y como
una de las formas de reconstrucción de la Historia, la intención de este
estudio es abordar, en primer término, la trascendencia y preservación de
documentos en archivos que permiten transmitir los testimonios de vida
de una sociedad que va conformando su historia. En este sentido, tam-
bién quisimos poner énfasis en la significancia de los mismos en cuanto
a su valor como patrimonio documental, para su ubicación dentro de
la memoria histórica colectiva; así como para incitar el respeto hacia los
fondos documentales e intentar crear conciencia sobre todo en las nuevas
generaciones que cada día están más inmersas en la “historia inmediata”
que en la historia de su propio pasado. Intentaremos reafirmar lo ya dicho
por los especialistas en esta área: que la finalidad principal de los archivos
es resguardar, conservar, catalogar, clasificar y gestionar la difusión de sus
fondos como patrimonio documental.
Ahora bien, cuando se trata de indagar en archivos de contenido polí-
tico controvertido la realidad se vuelve un tanto compleja, ya que en infini-
dad de casos este tipo de acervos documentales sufren vejaciones debido a
intervenciones o censuras que pueden modificar, ocultar o desviar la infor-
mación contenida en sus fondos. Siguiendo esta idea, consideramos que
[ 325 ]
326 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
1
María Luisa Hernández Ríos y Guadalupe Tolosa Sánchez . “Vida cotidiana, mujer y pro-
paganda: Estampa en la II República y la Guerra Civil española”, en Actas del VII Congreso sobre
Republicanismo: Cultura, Política y Sociedad, Priego de Córdoba, Patronato Niceto Alcalá-Zamora,
2015.
2
Antonio Pantoja Chaves, “Prensa y Fotografía. Historia del fotoperiodismo en España”, El Argon-
auta Español, núm. 4, 2007, <http://argonauta.revues.org/1346#ftn1>. Consulta: 11 de junio, 2017.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 327
3
Gazeta de Madrid, 10 de diciembre de 1931, <http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1931/344/
A01578-01588.pdf>. Consulta: 20 de junio, 2017.
4
Gazeta de Madrid, 22 de octubre de 1931, <https://www.alianzaeditorial.es/minisites/manual_web/
3491170/CAPITULO1/DOCUMENTOS/2_LeyDefensaRep.pdf>. Consulta: 20 de junio, 2017.
5
Gazeta de Madrid, 30 de julio de 1933, <http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1933/211/A00682-
00690.pdf>. Consulta: 21 de junio, 2017.
328 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
6
Juan Miguel Sánchez Vigil y María Olivera Zaldúa, “La Unión de Informadores Gráficos de
Prensa (uigp). Aportaciones al fotoperiodismo en la Segunda República Española”, Anales de Do-
cumentación. Revista de Biblioteconomía y Documentación, vol. 15, núm. 2, España, 2012, p. 2, <https://
digitum.um.es/xmlui/bitstream/10201/28872/1/La%20Uni%C3%B3n%20de%20Informado-
res%20Gr%C3%A1ficos%20de%20Prensa%20(UIGP).%20Aportaciones%20al%20fotoperio-
dismo%20en%20la%20Segunda%20Rep%C3%BAblica%20Espa%C3%B1ola.pdf>.
7
Ibidem, p. 11.
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8
Verónica Rivera Suárez y Raúl Godínez, México a través de los Mayo, Paco y Faustino Mayo. Biogra-
fía, México, Secretaría de Gobernación, Archivo General de la Nación, 2002, p. 38.
9
Guadalupe Tolosa Sánchez y María Luisa Hernández Ríos, “Las fotografías de los Hermanos
Mayo. Fuente de registro de Patrimonio Documental en España y México”, en Hispania Nostra.
Revista para la defensa del Patrimonio Cultural y Natural, núm. 24, Madrid, septiembre de 2016, pp.
14-19.
10
Véase <http://pares.mcu.es/ArchFotograficoDelegacionPropaganda/historia.do>.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 331
11
Cuadro de Clasificación del Archivo General de la Administración. Alcalá de Henares, <http://
www.mecd.gob.es/cultura-mecd/dms/mecd/cultura-mecd/areas-cultura/archivos/mc/archivos/
aga/fondos-documentales/cuadro-de-clasificacion/Cuadroclasificacion.pdf>.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 333
Conclusiones
Siguiendo el concepto de la imagen como documento de apoyo para la
investigación histórica, es que puede estudiarse el recorrido de un archivo
que pasó de ser un fondo fotográfico de propaganda política a un instru-
mento de control ideológico y represión para, posteriormente, ser soporte
de información al servicio de la ciudadanía. Aspecto interesante, ya que
desde dicho concepto podemos reconstruir su propia historia al ver cómo
surge, cómo se mantiene y cómo hoy, por medio de la digitalización de las
imágenes, se hace extensivo a todo público.
Por último, estudiar este tipo de documentación conlleva a la reflexión
sobre la vulnerabilidad de este material y su ubicación como patrimonio
documental fotográfico, ya que plantea una mayor fragilidad debido a sus
características y por haber estado a punto de ser destruido y censurado
como mecanismo de control. La labor de digitalización de documentos
y fotografías por parte de la administración pública ha sido una de las
grandes aportaciones de las políticas culturales del presente, ya que de-
mocratiza acervos que desde sus portales permiten la accesibilidad uni-
versal, aspecto esencial, como en el caso que nos ocupa, para recuperar la
memoria de los tiempos.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 337
E
n México, hacia el último tercio del siglo xix se popularizó la cro-
molitografía para divulgar escenas de nuestro entorno. Entre estos
trabajos se puede señalar a Antonio García Cubas y su Atlas pinto-
resco, e histórico de los Estados Unidos Mexicanos de 1885, el cual reunió las
cartas geográficas más famosas de su época.1 Fue un trabajo espléndido
al incluir marcos ornamentales con viñetas sugestivas (275 en total) que
aludían a las variadas regiones del país. Se convirtió, geográficamente, en
el trabajo más famoso de entonces.
Los mapas, por sí solos, daban una apariencia abstracta de superficie,
con áridas coordenadas que no encarnaban suficientemente la idea de
unidad nacional. Quizá por eso el Atlas pintoresco de García Cubas se des-
tacó de inmediato, pues sus viñetas realzaron a los espacios naturales con
aspectos culturales, que dieron más una idea de lugar que de territorio.2
1
Otras obras pioneras del cromatismo, del mismo García Cubas, fueron El Ferrocarril Mexicano,
México, Víctor Debray y Co., 1877 y The Republic in 1876, México, La Enseñanza, 1876.
2
Como lugar se entiende el espacio concreto, el que es habitado por alguien, el del ámbito de la
vida cotidiana, que refiere una posición de un cuerpo entre otros cuerpos. Territorio refiere más
a una posesión con dimensión. Véase la percepción de Fausto Ramírez, Las imágenes del “México
próspero” en el Atlas pintoresco de Antonio García Cubas (1885), en Amans artis, amans veritatis.
Coloquio Internacional de Arte e Historia, en memoria de Juana Gutiérrez Haces, México, Universidad
Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, Facultad de Filosofía y
Letras, Fomento Cultural Banamex, 2011, p. 606. Y también Liliana López Levi y Blanca R.
[ 337 ]
338 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Ramírez Velázquez, Pensar el espacio: región, paisaje, territorio y lugar en las ciencias sociales, México,
Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Geografía, 2015, <http://www.pos-
grado.unam.mx/geografia/admision/espacio.pdf>.
3
Hay ecos de Carl Nebel, Casimiro Castro y José María Velasco, entre otros más.
4
Fausto Ramírez, op. cit., p. 598.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 339
5
“1940 nace un clásico”, en Historia de La Central, <http://lacentral.com.mx/index.php/no-
sotros/historia-de-la-central/>.
6
De entre un total de 122 pintores
7
“Nace la Primera cerillera en México”, en ibidem.
8
“Se consolida La Central”, en ibid.
9
Manuel Basaldúa Hernández, Los empresarios de la Compañía Industrial Cerillera de San Juan del Río:
Antropología de la industria cerillera, tesis doctoral en Antropología Social, México, Universidad
Iberoamericana, 2005, p. 7.
10
Almina Martínez y Loredo, La industria cerillera nacional un monopolio con protección oficial, tesis de
licenciatura, México, Facultad de Economía, unam, 1972, véase cap. iv, pp. 8-9, 16-17, 19-20,
22, 24, 26, y 28.
340 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
La Central y C ázares
Con el éxito alcanzado por la cerillera, los empresarios maduraron la idea
de emplear de manera más extensa las imágenes del paisaje mexicano con
pinturas de Jorge Cázares, y obtener así un mayor impacto en el medio
nacional. Esto llevó a formalizar un contrato con este pintor para realizar
una producción sostenida de doscientos cuadros.
Para el proyecto se diseñó una promoción llamada “Conocer México
a través de los paisajes de Jorge Cázares”, con la cual, a partir de entonces,
se sucedieron entrevistas para agencias publicitarias y con los medios de
comunicación. La demanda del producto creció hasta llegar a imprimir
“tres millones de cajetillas diarias”.11
Como consecuencia, los dueños empezaron a presionar a Cáza-
res para intensificar su ritmo productivo, hasta que éste les respondió:
“¡Cómo que apúrese, trabajo veinte horas, ya no puedo más, tengo que
dormir dos, tres horas […]. No son fotos ni son enchiladas. Es viajar por
todo el país, es estar en Chihuahua para después ir a Yucatán, luego a Baja
California, a San Luis Potosí… no es fácil!”.12 La comprensión entre las
partes ayudó a mitigar la presión y continuar con el proyecto.
Entre las cajetillas de cerillos de Cázares y el Atlas Pintoresco de Gar-
cía Cubas hay un propósito semejante: promover el registro visual de
nuestro espacio, basado en la recreación cromática de imágenes en mi-
niatura, como una forma sintética de conocimiento de nuestra riqueza
cultural y natural. Ambos trabajos implican una relación de anclaje con
la identidad nacional fundada en la reunión de la variedad, que pareciera
11
Ricardo Venegas, “Con los ojos del paisaje. Entrevista con Jorge Cázares”, La Jornada Semanal,
núm. 850, 19 de junio de 2011, <http://www.jornada.unam.mx/2011/06/19/sem-ricardo.
html>.
12
Idem, véase también Jorge Cázares, entrevista, <https://www.youtube.com/watch?v=
tLDt16gk5hg>.
M E S A 8 • P R O C E S O S D E R E S I G N I F I C A C I Ó N Y T R Á N S I T O S D E L A I M A G E N n 341
13
Por ejemplo véase la entrevista a Fernando del Paso, “Descubrí la pintura en las cajetillas de
cerillos Clásicos”, <http://www.cronica.com.mx/notas/2002/20245.html>.
14
En medidas de 15 x 10 x 2.5 cm.
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Hugo Pérez Gallegos, Clásico tornado, 2009, óleo sobre madera, 10 x 15 cm.
344 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Hugo Pérez Gallegos, Clásica protesta, 2009, óleo sobre madera, 10 x 15 cm.
propio espacio que cada día se vuelve más inhabitable. Cuando elige re-
presentar la imagen de las cajetillas busca sensibilizar al público ante el
acto “clásico” de consumir y desechar. Busca transparentar la violencia
social recurrente y el desequilibrio ambiental oculto en el “clásico” y tra-
dicional paisaje idílico.
De la pintura original de Cázares, vertida en reproducción por medio
de la estampa, Pérez Gallegos propone el proceso de crear originales a
partir de la idea de copia. Revierte la figura del duplicado desechable, de
menor calidad y de reproducción masiva, por la de una obra nueva. A la
cajetilla de cromos, como copia popular, la hace transitar a obra origi-
nal, pero conservando la idea de colección a un precio accesible (por su
pequeño formato y ejecución breve), con lo cual lo serial se convierte en
modelo para lo singular y lo inédito.
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Hugo Pérez Gallegos, Clásica tormenta, 2009, óleo sobre madera, 10 x 15 cm.
15
Cromo 220 del Álbum de la Compañía Cerillera La Central. Pinturas clásicas de los años 60, video,
<https://www.youtube.com/watch?v=juvxOg4Ysxk>, minuto 1:64.
16
Sherrie Levine, citado en Joan Fontcuberta, La furia de las imágenes. Notas sobre la postfotografía,
Barcelona, Galaxia Gutemberg, 2017, p. 58.
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De lo virtual al lienzo
Hugo Pérez Gallegos, después de alterar la tendencia masiva del duplica-
do al convertir a la cajetilla en un original, como una especie de contra-
copia de los cromos de La Central, lleva más adelante su búsqueda al pro-
poner ir de lo virtual al lienzo, en un camino contrario y dominante donde
internet facilita la apropiación de imágenes convertidas en archivos. Con
ello afronta el ámbito donde la copia, de imágenes, se hace más prolífica.
En 2011, mediante una instalación, se calculaba que en un día se podían
descargar cerca de un millón y medio de imágenes del portal Flickr y que,
para revisar cada una al menos por un segundo, tardaríamos más de dos se-
manas.18 Esto mostró el exceso y desmaterialización de las imágenes de inter-
net y su frecuente conversión en algo desechable. Pero, simultáneamente, se
17
De hecho, esta conquista sólo duraría poco más de trece años, pues los holandeses recupera-
rían la ciudad de Breda en 1839 (sólo cuatro años después de realizado el óleo). A pesar del ocaso
español, el suceso resultó relevante en su momento y Velázquez con esta pintura le dio mayor
trascendencia. El cuadro fue realizado en formato monumental para decorar e impresionar a los
visitantes oficiales del Palacio del Buen Retiro en Madrid.
18
Joan Fontcuberta, op. cit., p. 25.
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Hugo Pérez Gallegos, Pandoloma, 2015, óleo sobre tela, 175 x 210 cm.
19
Ibidem, pp. 32-33.
350 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Hugo Pérez Gallegos, Minerva y Guerra, 2016, óleo sobre tela, 160 x 220 cm.
y mapas virtuales por más que sea visible y ostentoso. A sus imágenes
pictóricas las adereza con un pequeño recuadro simbólico que representa
la vista satelital y de un señalamiento de posición geográfica, parecido a
los de Google, para cuestionar el tamiz digital ejercido por los grandes
portales. En este ejercicio realiza una serie de imágenes, donde aborda
la experiencia cotidiana de búsqueda espacial en la red, como imágenes
virtuales que parecieran copiar al espacio real en su totalidad. La forma
del marco pictórico y sus lienzos de gran formato recrean la pantalla para
recoger la idea de estar en dos espacios simultáneos y a la vez en ninguno.
A este grupo de jóvenes igualmente pertenece Luis Migranas quien,
en su óleo Cogito ergo sum20, nos proporciona en un primer golpe de vista
20
Pienso, luego existo, o pienso, por lo tanto soy.
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Becerril-Tinoco, Yuritzi
Toluca, 1984. Estudió sociología en la Universidad Autónoma del
Estado de México y en la Universidad Autónoma Metropolitana-Az-
capotzalco. Ha vivido en París, Londres, Ciudad de México y Toluca,
donde ha colaborado en proyectos sociales y culturales. En 2008 fue
editora adjunta de la revista de ciencias sociales Convergencia de la Fa-
cultad de Ciencias Políticas y Sociales de la uaeMéx. Colaboró como
asesora editorial y traductora en la Cámara Nacional de la Industria
Editorial Mexicana en el 29 Salón del Libro de París. En 2008-2010
realizó una investigación sobre la organización de las compañías de
danza contemporánea bajo el enfoque de la sociología del trabajo ar-
tístico en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París.
Entre 2012-2015 fue directora editorial de la revista Economía, Sociedad
y Territorio de El Colegio Mexiquense (Conacyt, sjr-q3). Ha partici-
pado en congresos de ciencias sociales, humanidades y artes en Bra-
sil, Chile, Argentina, Francia y México. Le interesa el performance
como una forma de hilvanar relaciones entre el cuerpo, la cultura y la
vida. Actualmente realiza una investigación sobre las dramaturgias del
cuerpo en la Facultad de Artes de la uaeMéx en el marco de la maes-
tría en Estudios Visuales.
Bravo, Néstor
Profesor de teoría del arte y fotografía en la Escuela de Diseño del
inba y en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La
Esmeralda durante 23 años. Ha expuesto fotografía de manera indi-
vidual en Canadá, Cuba, Estados Unidos, México y Venezuela. De
manera colectiva en Austria, Cuba, Estados Unidos, Finlandia, Fran-
cia, México y Venezuela. Ha presentado ponencias sobre fotografía
y enseñanza de las artes en diferentes instituciones como el Institu-
to de Investigaciones Antropológicas de la unam, en el Centro de la
Imagen, en la Universidad del Claustro de Sor Juana y en la Escuela
Nacional de Antropología e Historia. Ha publicado reseñas sobre fo-
tografía y políticas culturales en el suplemento Semanal de La Jornada y
otros medios. Ha publicado artículos sobre enseñanza en Arte Trans-
versal (Conaculta/Cenart) y sobre foto en Versión.
Camus, Marie-Christine
Artista visual, investigadora y docente. Es maestra en Artes por la
Universidad Autónoma de Morelos. Tiene una maestría en Ciencias
de la Comunicación por la Universidad de París XIII. Realizó estu-
dios de cine en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos,
unam. Trabajó como realizadora y directora de fotografía en produc-
ciones cinematográficas y de video, en particular de documentales.
358 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Castellanos, Alejandro
Estudió en el Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña. Ha sido
editor, curador, investigador y profesor de fotografía. Ha publicado en-
sayos en Brasil, Canadá, España, Estados Unidos y México; ha sido
jurado de premios nacionales e internacionales, conferencista y pane-
lista en foros realizados en México, América Latina, Estados Unidos y
Europa. Ha coordinado diversos encuentros sobre fotografía e investi-
gación artística. Es investigador y fue subdirector del Centro Nacional
de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas del
inba (1989-2001), y director del Centro de la Imagen (2002-2013).
G. Palomino, César
Ciudad de México, 1967. Técnico académico en el Centro Nacional de
Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Ceni-
diap) desde 1989. Fotógrafo, formado profesionalmente en la década
de 1980 en el ámbito de la fotografía analógica. Impresor de procesos
fotográficos calidad archivo. Especialista en reproducción de obras de
arte y reprografía documental. Actualmente especializado en las nue-
vas tecnologías de la imagen y su aplicación en procesos de producción
artística y documental.
Ha dictado conferencias y publicado textos relacionados con la
historia de la fotografía mexicana y su vinculación con el arte; asimis-
mo, ha impartido cursos de gestión de imágenes para proyectos de in-
vestigación artística y talleres de técnicas de reproducción fotográfica
analógica y digital.
Realizó la curaduría y producción de la exposición Contextos vitales,
exhibida en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México en
2006. Ha sido miembro del Consejo Académico del Cenidiap en cuatro
periodos. Ha fungido como jurado y tutor para diferentes emisiones del
Fondo Nacional para la Cultura y las Artes para los estados de Morelos,
Tlaxcala y Estado de México. Ha participado como jurado calificador
en varios certámenes regionales de fotografía y artes visuales. Profesio-
nalmente se desempeña como fotógrafo, especialista en reproducción
de obras plásticas; asimismo, edita y produce libros de artista. Parale-
lamente mantiene una producción de trabajo artístico personal, el cual
ha tenido la oportunidad de mostrarlo en diversas exposiciones.
Garduño, Ana
Doctora en Historia del Arte por la Facultad de Filosofía y Letras de
la Universidad Nacional Autónoma de México. Miembro del Sistema
362 n VII ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE ARTES VISUALES
Gurza, Alfredo
Filósofo, traductor y ensayista. Investigador del Centro Nacional de
Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Ce-
nidiap). Autor, entre otros textos, de Especulares, series de ensayos de
crítica ficción en recíproco reflejo con imágenes del patrimonio que
resguarda el Cenidiap (www.piso9.net). A partir de agosto de 2018
se desempeña como coordinador de Investigación del Cenidiap.
Horta, Julio
Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Cien-
cias Políticas y Sociales y licenciado en Filosofía por la Facultad de
Filosofía y Letras, ambas de la unam. Realizó el posgrado en Filosofía
de la Ciencia en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la misma
institución. Es candidato a doctor en Filosofía de la Ciencia, y ac-
tualmente desarrolla su investigación acerca del concepto pragmático
Semiótica Trascendental propuesto por Karl Otto Apel.
Ha colaborado en diferentes proyectos de investigación (entre los
que destaca “La dimensión pragmática de las neo-humanidades”) en
el área de Sociolingüística y Cultura en el Instituto de Investigaciones
Sociales de la unam. Se desempeña como académico y profesor de ni-
vel licenciatura en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, donde
imparte los cursos del área de Teoría del Lenguaje. Entre sus trabajos
más recientes están los libros Historia y semiótica. Categorías y relaciones
filosóficas en la caracterización del espacio histórico (España, LapLambert,
2012) y Humanidades y universidad. La unam desde la intertextualidad hu-
manística (México, Fontamara, 2012). Asimismo, ha colaborado con
diversos artículos y ensayos en publicaciones nacionales y extranje-
ras acerca de temas relacionados con filosofía del lenguaje, semiótica,
arte y patrimonio cultural, teoría del lenguaje y epistemología. Forma
parte del Núcleo Latinoamericano de Investigación en Semiótica, con
sede en Santiago de Chile.
Raggi, Emilia
Historiadora del arte con amplia experiencia laboral en el diseño, ges-
tión y administración de políticas culturales en diversas instituciones
formando equipos de trabajo y como líder de los mismos. Cuenta con
una especialidad en Gestión Cultural y Políticas Culturales impartida
por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Escuela de Educa-
ción del Centro de Altos Estudios Universitarios oei y la Universidad
Autónoma Metropolitana. Máster en Creación y Comunicación Au-
diovisual para Medios Interactivos por la Universidad Ramón Lull de
Barcelona. Cuenta con estudios especializados en Entornos Virtuales
para la Educación por la Escuela de Educación del Centro de Altos
Estudios Universitarios oei que le han permitido desarrollar espacios
virtuales para instituciones educativas. En el campo de la historia del
arte tiene una maestría cursada en la unam, Instituto de Investiga-
ciones Estéticas y Facultad de Filosofía y Letras, donde ha trabajado
aspectos relacionados con la cultura maya, las artes y la cosmovisión.
Es miembro de los proyectos “Las escrituras jeroglíficas maya y ná-
huatl: desciframiento, análisis y problemas actuales” y “El emblema
de Tláloc en Mesoamérica” del Instituto de Investigaciones Estéticas,
unam, donde lleva a cabo diversas labores académicas. Imparte clases
A U T O R E S n 369
Torres, Leticia
Licenciada en Historia del Arte por la Universidad Iberoamericana. Es
investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación
e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) desde 1985 y autora de
diversas publicaciones. Responsable de los Fondos Carlos Mérida e
Isabel Villaseñor, artistas de los cuales ha publicado diversos ensayos.
Es coautora del libro En memoria de un rostro: Isabel Villaseñor y de la
antología Escritos de Carlos Mérida: el muralismo. Fue investigadora del
proyecto documental icca del Museo de Arte de Houston, Texas. Ac-
tualmente trabaja, junto con Ana Rodríguez, el tema de los vitrales que
diseñó Mathias Goeritz para varios recintos, cuyos primeros resultados
han sido una conferencia y un artículo sobre los vitrales en la Catedral
Metropolitana y un ensayo para la Academia de Fronteras del Cenidiap
sobre su trabajo en la Capilla de las Capuchinas Sacramentarias. Es
parte del equipo La cerámica contemporánea en México (1965-2005),
que ha formado un fondo documental y realizado el video Una mirada
a la cerámica contemporánea. También es coautora del ensayo “Cuatro
visiones, cinco momentos: los discursos del barro”.
Vizcaíno, Juan
Licenciado en Artes Visuales por el Instituto Cultural de Aguasca-
lientes (2008). Maestro en Investigaciones Sociales y Humanísticas
por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (2015). Exposición
individual (2010), tres exposiciones colectivas oficiales (dos en 2012 y
una en 2017), y distintas exposiciones y participaciones colectivas no
A U T O R E S n 373
Yokoigawa, Miki
Shiga, Japón, 1973. Licenciada en Bellas Artes por la Osaka University
of Arts. Maestra en Artes Visuales (Escultura) por la Escuela Nacional
de Artes Plásticas (actualmente Facultad de Artes y Diseño) de la Uni-
versidad Nacional Autónoma de México. Doctora en Artes Visuales e
Intermedia por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politéc-
nica de Valencia.
Es profesora investigadora titular del área Académica en Artes Vi-
suales en el Instituto de Artes de la Universidad Autónoma del Estado
de Hidalgo. Participa en la organización del Simposio Internacional
de Artes Visuales que se ha celebrado anualmente en la institución
mencionada. Es coordinadora a partir de 2014.
Ha participado en eventos académicos como ii Congreso Interna-
cional de la Asociación Nacional de Investigadores en Artes Visuales,
España, en 2015; V y VI Encuentro de Investigación y Documenta-
ción de Artes Visuales, Cenidiap, inba, en 2013 y 2015. Ha imparti-
do conferencias y talleres en varias universidades como Ritsumeikan
University Japón, Universidad Pedagógica Nacional, Universidad de
Guanajuato, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, entre otras.