Estudios B Blicos Ela 2da de Timoteo
Estudios B Blicos Ela 2da de Timoteo
Estudios B Blicos Ela 2da de Timoteo
TOMA LA ESTAFETA
(2DA TIMOTEO)
STANFORD ORTH
A menos que se indique lo contrario, todas las citas
bíblicas están tomadas de la Versión Reina-Valera 1960
Primera edición, 1993
Todos los derechos reservados
Editado por el personal de:
EDICIONES LAS AMÉRICAS, A.C.
Prol. Reforma 5514,
72130 Puebla, Pue., México
Dirección postal: Apartado 78, 72000 Puebla
Tels: 248-39-23; 248-23-23, FAX 249-59-84
[email protected]
www.edicioneslasamericas.com
ISBN 968-6002-80-4
CONTENIDO
1. En Prisión de Nuevo
2 Timoteo 1:1–5
2. ¿Avergonzado?
2 Timoteo 1:6–10
3. El Depósito
2 Timoteo 1:11–18
4. ¡A Trabajar!
2 Timoteo 2:1–7
5. Sufrimiento y Gloria
2 Timoteo 2:8–13
6. Obrero e Instrumento
2 Timoteo 2:14–21
7. Valiente pero Apacible
2 Timoteo 2:22–26
8. Tiempos Peligrosos
2 Timoteo 3:1–9
9. ¡Persevera!
2 Timoteo 3:10–17
10. Predica la Palabra
2 Timoteo 4:1–5
11. El Fin de la Carrera
2 Timoteo 4:6–8
12. Procura Venir Pronto
2 Timoteo 4:9–22
TOMA LA ESTAFETA 2 TIMOTEO
¡PENSEMOS!
Cada vez que uno lee de nuevo un libro de la Biblia o lo
hace en otra versión, lo entiende mejor y observa nuevas
enseñanzas. Por tanto, inicie su estudio de 2 Timoteo
leyéndolo varias veces ¿Qué aprende usted acerca del
trasfondo de Timoteo en 1:5 y 3:15? Al leer 1:8, 12, 15–18;
4:6–18, ¿ué se sabe de las circunstancias de Pablo? ¿Cuáles
eran las principales preocupaciones y propósitos del apóstol
cuando escribió la carta a Timoteo?
AUTOR Y FECHA
Se debe mencionar que los eruditos discuten mucho los últimos años de la vida de
Pablo, porque el libro de Hechos deja la historia inconclusa. En medio de estas discusiones
también surge la duda de algunos con respecto a que Pablo fuera el autor de las epístolas
pastorales (1 y 2 Timoteo y Tito). Puesto que el libro de los Hechos deja a Pablo en la
prisión en Roma, algunos asumen que no fue liberado y que murió en esas fechas (cerca de
62 d.C.). Si fuera así, los estudiantes de la Biblia encontrarían difícil ubicar las tres
epístolas pastorales en las épocas de la vida de Pablo que se relatan en el libro de los
Hechos. Entonces, algunos han concluido que alguien más escribió estas cartas.
Sin embargo, las iglesias cristianas, casi sin excepción, han aceptado las epístolas
pastorales como la genuina correspondencia del apóstol Pablo. Si se acepta que él fue
liberado de la prisión de Roma después de Hechos 28 y que continuó su ministerio,
entonces los datos que se mencionan en las cartas pastorales compaginan con los planes que
Pablo tenía para después de su primer encarcelamiento y con las tradiciones que la iglesia
primitiva ha dejado.
Además, no es probable que Nerón hubiera ordenado la ejecución de Pablo en 62 d.C.,
porque sus persecuciones empezaron después del famoso incendio de Roma en 64. Según
Tácito, Nerón fue autor del incendio, pero para quitar de sí mismo la atención, echó la
culpa a los cristianos. Así comenzó la época de persecuciones a los creyentes del primer
siglo. Es mucho más probable que la muerte de Pablo por Nerón se haya efectuado en 66 o
67. Por lo tanto, muchos creen que Pablo escribió 2 Timoteo cerca del año 67 d.C.
No se saben todas las actividades de Pablo después de su primer encarcelamiento. Las
cartas de esa época indican que esperaba visitar Macedonia y Asia (Filipenses 1:25–26,
Filipenses 2:23–24; Filemón 22). Efectivamente, 1 Timoteo 1:3 dice que Pablo estuvo con
Timoteo en Efeso, de donde viajó hacia Macedonia. Cuando Pablo escribió 1 y 2 Timoteo,
este colaborador del apóstol continuaba su ministerio en Efeso.
Según 2 Timoteo 4:13, Pablo había estado también en Troas. Tito 1:5 y Tito 3:12
indican que asimismo estuvo en Creta con Tito y planeaba pasar el invierno en Nicópolis.
El apóstol también había visitado Corinto y Mileto (2 Timoteo 4:20).
Pablo se había propuesto ir a España (Romanos 15:24, Hechos 19:21) y existe una
tradición antigua que dice que después que fue liberado de su primera prisión en Roma
siguió su ministerio de evangelización en España.
ETAPAS DEL MINISTERIO
MISIONERO DE PABLO
1. Primer viaje misionero.
A Chipre, Panfilia, Galacia
2. Segundo viaje.
A Asia Menor, Macedonia y Grecia;
Escribió 1 y 2 Tesalonicenses.
3. Tercer viaje.
A Efeso, Macedonia, Grecia.
Escribió 1 y 2 Corintios, Romanos y posiblemente, Gálatas.
4. En prisión.
En Jerusalén, Cesarea y Roma.
Escribió Efesios, Colosenses, Filemón y Filipenses.
5. Epoca de libertad.
Viajó a Asia Menor, Creta, Macedonia y
¿España? Escribió 1 Timoteo y Tito.
6. Segundo encarcelamiento en Roma.
Escribió 2 Timoteo.
PROPOSITO Y TEMA DE LA CARTA
Durante el período de ministerio después de su primera prisión romana, Pablo dejó a
Timoteo en Efeso cuando viajó a Macedonia (1 Timoteo 1:3). El apóstol lo nombró como
su representante para mantener el orden y la sana doctrina. Cuando escribió la primera carta
a Timoteo, es evidente que habían entrado a esa iglesia las enseñanzas legalistas de los
judaizantes y otros errores doctrinales. Timoteo necesitaba enseñar a la iglesia a escoger
ancianos y diáconos que tuvieran las cualidades espirituales que se requerían y también
debía conocer la forma en que él debía apoyarlos material y moralmente. La iglesia
necesitaba corregir algunos problemas en sus cultos generales y equilibrar la ayuda social
para las viudas.
Al leer 1 Timoteo, notamos que el reto para Timoteo era grande. El tenía que cuidar
mucho su propia vida espiritual y dedicarse a la enseñanza de la congregación. Al estudiar
2 Timoteo, vemos que la situación en la iglesia de Efeso todavía estaba muy difícil.
Posiblemente algunos de los problemas prácticos se habían resuelto, pero existía todavía
una fuerte amenaza contra la enseñanza apostólica. Pablo se preocupaba por la
conservación de la buena doctrina.
También estaba preocupado por Timoteo, su falta de ánimo, de valor y de
perseverancia. Existía oposición al joven líder. El transmitir y defender la verdad implicaba
mucho trabajo y sufrimiento. Pablo reconocía que Timoteo no tenía las características
personales que podían ayudarle a enfrentar con facilidad tales circumstancias.
La carta indica que en la provincia de Asia muchos cristianos menospreciaban a Pablo
porque estaba prisionero. Posiblemente eran ellos los que tenían la tendencia a prestar
atención a las nuevas enseñanzas y errores doctrinales. Además, se hacía más preocupante
la situación porque Pablo presentía que se acercaba su muerte. Hablando humanamente,
todo dependía del fiel y valiente ministerio de Timoteo para contrarrestar las peligrosas
tendencias en Efeso.
En la carta, Pablo no acusa a Timoteo de haber fallado en sus deberes, pero le insta a no
avergonzarse del apóstol ni del evangelio, a fortalecerse en el Señor y a no huir del trabajo
y el sufrimiento. El autor le exhorta a no enredarse en polémicas sobre cuestiones que no
tenían importancia, sino a dedicarse a enseñar la buena doctrina a los hombres fieles.
Timoteo debía predicar la Palabra de Dios y, con ella, reprender, exhortar e instruir a los
creyentes. Las Escrituras vienen de Dios y son capaces de preparar a los cristianos para
toda buena obra.
Entonces se puede resumir el tema del libro en palabras como estas: “A través del
trabajo duro y a pesar del sufrimiento, los creyentes han de conservar la sana doctrina y
transmitir fielmente la Palabra de Dios”.
Debemos recordar que esta es la última carta que Pablo escribió que tenemos en nuestra
Biblia. Es muy significativo ver los temas que más ocupaban los pensamientos del apóstol
cuando ya estaba cerca de la muerte. Estos temas también deben ocupar a los creyentes en
los siglos XX y XXI.
Vivimos en una época peligrosa, cuando parece que los problemas no tienen solución.
Cada día, será más y más difícil que el creyente sea santo, fiel y valiente en su testimonio.
Los creyentes sufren y sufrirán por su fe. Pocos se interesan por estudiar y transmitir la
doctrina cristiana, aún dentro de las iglesias. A menudo, los cristianos confían más en los
medios humanos que en la verdad y el poder de la Palabra de Dios. Nosotros necesitamos
hoy el mensaje de estas últimas palabras del apóstol Pablo.
BOSQUEJO DE 2 TIMOTEO
I. Saludo y acción de gracias 1:1–5
II. EL ENCARGO DE NO AVERGONZARSE 1:6–18
III. EL ENCARGO DE TRABAJAR Y SUFRIR 2:1–13
IV. EL ENCARGO DE CORREGIR A LOS QUE SE OPONEN A LA VERDAD 2:14–26
V. EL ENCARGO DE PERSEVERAR EN LAS ESCRITURAS 3:1–17
EL ENCARGO DE PREDICAR LA PALABRA DE DIOS 4:1–8
Conclusión 4:9–22
LA FORMACION DE UN HOMBRE DE DIOS
1:1–5
En estos versículos, Pablo habla de las influencias en la vida de Timoteo que lo habían
preparado para ser instrumento de Dios en Efeso. A través de la experiencia de este joven
ministro aprendemos cómo Dios obra en la vida de cualquier persona para llevarla a Cristo,
transformar su vida y prepararla para el servicio. Dios lo hace todo, pero utiliza muchos
elementos.
¡PENSEMOS!
¿Quiénes son los miembros de su familia que más han
influido en su vida? ¿Quiénes son los creyentes que han sido
una influencia positiva en su vida espiritual? Después de leer
los versículos 1–5, ¿cómo describe usted la relación que
existía entre Pablo y Timoteo? ¿Cuáles son algunas de las
formas en que Pablo animaba a Timoteo? ¿Quién ha sido el
“Pablo” en su vida? ¿Tiene usted un “Timoteo”?
¡PENSEMOS!
Después de estudiar los versículos 1–5, ¿cree usted que
Dios le ha enseñado algo acerca de algunas necesidades en su
vida? ¿Cuáles son esas áreas? ¿Será posible que le falte
expresar (como lo hizo Pablo), el cariño y aprecio que siente
por otras personas? ¿Qué efecto tendrá en la vida de ellos?
¿Necesita usted formar relaciones más cercanas con otros
creyentes a fin de tener la oportunidad de ayudarlos y que
ellos le ayuden? ¿Cuál será el primer paso que debe dar
para profundizar su amistad con otro cristiano? ¿Está Dios
esperando que usted tome una decisión personal en alguna
área específica de su vida para que avance en su vida
espiritual o en su servicio cristiano?
2
¿Avergonzado?
2 Timoteo 1:6–10
Timoteo tenía un lugar único en el círculo de colegas del apóstol Pablo. En Filipenses
2:19–22 el apóstol escribió diciendo de él: “pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que
tan sinceramente se interese por vosotros. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es
de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido
conmigo en el evangelio” (compare 1 Corintios 4:17, Romanos 16:21, 1 Tesalonicenses
3:2). Pablo le había confiado misiones importantes y delicadas en Tesalónica y Corinto (1
Tesalonicenses 3:1 ss, 1 Corintios 4:17). Cuando escribió esta carta, lo había dejado en la
estratégica pero difícil ciudad de Efeso para continuar el ministerio (1 Timoteo 1:3–4).
Sus responsabilidades en Efeso eran grandes y especiales porque debía detener la
enseñanza de falsas doctrinas, seleccionar ancianos y diáconos calificados y poner en orden
los cultos de adoración. También tenía que normalizar la ayuda para las viudas y enseñar
fielmente la sana doctrina. Necesitaba dar ejemplo de espiritualidad y ética moral. Además,
era de esperarse que tuviera mayores responsabilidades en el futuro, porque Pablo presentía
que su muerte estaba cerca. El apóstol confiaba a Timoteo (y a otros) la responsabilidad de
mantener la doctrina que él había enseñado y defendido por tantos años.
¿Le ha pedido Dios a usted algo difícil? ¿Se siente débil, e incapaz de servir al Señor?
¿Es líder en su iglesia? ¿ Es pastor de una congregación como la de Efeso que tiene muchas
necesidades? ¿Quiere Dios que usted testifique de Cristo en su trabajo o en la escuela? ¿Le
parece imposible? También Timoteo sentía que era incapaz de realizar esa obra.
Pablo reconocía las debilidades de Timoteo y sabía que era relativamente joven, según
se expresa en 1 Timoteo 4:12 y 2 Timoteo 2:22. Aunque no se sabe con seguridad su edad,
posiblemente tendría unos 35 años. En la sociedad judía, se acostumbraba que los líderes
fueran hombres de mayor edad. Timoteo era todavía joven para tener la gran
responsabilidad de ser pastor en una congregación compuesta en parte por personas
mayores que él.
TIMOTEO
SUS CUALIDADES: EXPERIMENTADO,
CONFIABLE, NOBLE
SUS DEBILIDADES: JOVEN, ENFERMO, TIMIDO
Además, Pablo menciona las “frecuentes enfermedades” de Timoteo (1 Timoteo 5:23).
Es posible que la sobrecarga de trabajo y el estrés de los problemas en la iglesia agudizaran
su debilidad física natural. El malestar le hacía más difícil su ministerio. Pablo también
experimentaba aflicciones físicas y había orado intensamente para que Dios le quitara el
“aguijón en la carne”. Pero el Señor no lo había sanado, sino que le enseñó una grande
lección que Timoteo necesitaba aprender así como nosotros:
Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me
gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por
amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en
angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte (2 Corintios 12:9–10).
La Biblia enseña que no siempre es la voluntad de Dios que el cristiano sea sanado de
sus enfermedades. El Señor usa esas experiencias para enseñarnos a depender de él y para
que otros observen que él sostiene al creyente con su gracia y poder.
Además de la debilidad física de Timoteo, Pablo reconocía en su compañero una
personalidad tímida. Cuando Pablo lo envió a Corinto, pidió a los Corintios que lo
recibieran con tranquilidad y que nadie lo tuviera en poco (1 Corintios 16:10–11). En esta
última carta a Timoteo, el apóstol lo exhorta algunas veces a que no tenga miedo y que
enfrente las aflicciones. Al igual que Moisés, Timoteo no estaba muy dispuesto a aceptar
todos los peligros y dificultades que podría enfrentar en su ministerio. El mensaje de 2
Timoteo debe fortalecer a todo cristiano que teme no poder cumplir con la voluntad de
Dios.
Es saludable que el creyente se dé cuenta de las áreas de debilidad o desventaja que
tiene. Así puede ser más consciente de su dependencia del Señor en estos aspectos y
buscará en la Palabra de Dios la manera de fortalecerlas. ¿Ha experimentado usted lo que
Pablo decía “cuando soy débil, entonces soy fuerte”? (2 Corintios 12:10). Esto sucedió
porque necesitaba confiar más en el poder divino.
También, es bueno reconocer las capacidades y talentos más fuertes que tenemos,
porque es muy posible que debamos usarlos especialmente para servir al Señor.
¡PENSEMOS!
¿Cuántas veces se encuentra la palabra “avergonzarse”
en el primer capítulo de esta carta? ¿A quién se refiere en
cada caso? ¿Puede recordar una experiencia personal en que
usted se avergonzó de dar testimonio del evangelio? ¿Por
qué piensa que sintió vergüenza? Busque en los versículos 5–
9 varios factores que ayudan a quitar cualquier sentimiento
de pena. ¿Cuáles son los valores que deben sustituir a la
cobardía en la vida del creyente? ¿Por qué piensa usted que
cada una de esas cualidades suprime el temor?
¡PENSEMOS!
Con base en los versículos 9–10, haga una lista de lo que
Dios ha hecho y lo que hará por medio del evangelio. ¿Por
qué es tan importante la verdad de que Dios nos salvó “no
conforme a nuestras obras”? ¿Qué hizo el Señor antes de los
tiempos? ¿Qué hizo cuando Cristo vino al m undo? ¿Qué le
motivó a salvarnos? ¿Cuál es la responsabilidad que Dios le
ha dado a usted con respecto al evangelio?
¡PENSEMOS!
¿Cuál es el don espiritual que Dios le ha dado?
¿Necesita, como Timoteo, ocuparlo más activamente? ¿Cuál
es el reto, el problema o la experiencia que le da miedo en
este m om ento? ¿Cuáles de las características del versículo 7
necesita usted ahora? En esta semana, ¿cuáles son algunos
pasos específicos que puede dar para manifestar el poder, el
amor y el dominio propio? ¿Ha creído usted en el evangelio
de Jesucristo de que Pablo habla en los versículos 9–10? Si la
respuesta es “sí”, entonces, ¿cuál es la base de su seguridad?
¿Está confiando totalmente en el sacrificio de Jesucristo
para la salvación eterna? o ¿sigue tratando de lograr que
Dios le acepte por medio de su buen comportamiento? Esta
promesa del evangelio era de vital importancia para Pablo al
enfrentarse a la m uerte. ¿Cuáles son sus reacciones al
pensar en su propia m uerte?
3
El Depósito
2 Timoteo 1:11–18
Lucas narra en el libro del los Hechos que los atenienses “en ninguna otra cosa se
interesaban sino en decir o en oir algo nuevo” (Hechos 17:21). Por eso querían escuchar las
enseñanzas de Pablo que, para ellos, eran nuevas. También en nuestro día el anhelo del
alumno, el maestro y el erudito es ser original y descubrir o inventar algo que ningún otro
ha podido ver o hacer.
Pablo el judío, había sido entrenado con otra mentalidad. Entre los de su raza, la ciencia
que captaba la atención de todos era la de los rabinos y los escribas. Estos formaban la
aristocracia. Según sus costumbres, los jóvenes debían ingresar en la casa de interpretación
a los 15 años para que los escribas les instruyeran en cuanto a la ley y las tradiciones. El
alumno se sentaba en el piso o en una banca mientras su maestro ocupaba una silla. Por eso
Pablo dijo que había sido “instruido a los pies de Gamaliel” (Hechos 22:3), uno de los más
famosos eruditos judíos. El maestro hacía preguntas y los alumnos contestaban. El sistema
de aprendizaje era por repetición. Un rabino dijo, “Toda afirmación doctrinal se repite
cuatro veces”.
¿Cuál era el objeto de la enseñanza de los escribas? No era introducir algo nuevo. El
rabino tenía la meta de que sus estudiantes conocieran las enseñanzas que él había recibido
anteriormente de sus mentores. Un rabino escribió: “No he hablado ni una palabra que no
haya oído de los labios de mis maestros”.
Por supuesto, enseñaban el Antiguo Testamento, al cual se habían agregado al través de
los siglos interpretaciones y tradiciones humanas y no todo lo que los rabinos enseñaban era
la verdad. Sin embargo, el patrón que Pablo aprendió como joven judío fue bueno. Los
rabinos le habían enseñado que es imprescindible transmitir con fidelidad la buena
enseñanza que uno ha recibido. No hay que quitar ni agregar nada.
Pablo era apóstol, escogido por Dios para recibir las enseñanzas sobre Jesucristo, la
salvación y la Iglesia; sabía que su papel no era el de descubrir alguna nueva enseñanza o
idear nuevos conceptos. Dios le dio la responsabilidad de transmitir fielmente lo que había
comunicado en el Antiguo Testamento, por medio de Jesucristo y por revelación a los
apóstoles.
Esta responsabilidad era tan clara y sagrada que Pablo consideraba su enseñanza como
un “depósito” (1:14) usaba este vocablo bancario para decir que Dios había entregado a los
apóstoles el contenido de la doctrina. Ahora, les tocaba a ellos evitar que sufriera cambios.
Por eso, Dios los usó para escribir el Nuevo Testamento, para que sus conocimientos y
doctrinas se conservaran para las generaciones posteriores.
Observemos la situación de Pablo en el momento en que escribió esta carta. Estaba
consciente de que pronto moriría. El y otros apóstoles habían sido “el banco” donde se
habían guardado las enseñanzas divinas para ser transmitidas. Todavía no estaba escrito
todo el Nuevo Testamento y ninguno de sus libros había Ilegado a ser conocido en todas las
iglesias.
Puesto que las congregaciones no tenían los escritos, mucho dependía de que los líderes
de las iglesias enseñaran fielmente la doctrina de los apóstoles, porque había personas que
propagaban doctrinas erróneas. Una de las iglesias claves era la de Efeso y sabemos que las
enseñanzas falsas la habían puesto en peligro (1 Timoteo 1:3–4; 2 Timoteo 2:15–18, 24–
26).
Timoteo era líder de esa congregación y había recibido el depósito de la enseñanza
divina. ( 1 Timoteo 6:20). Para asegurar que sólo se predicara la buena doctrina, tendría que
cuidar mucho su instrucción y soportar la oposición de los que propagaban el error. ¿Sería
miedoso Timoteo? ¿Se desanimaría? ¿Se avergonzaría frente el carácter imponente de los
enemigos del evangelio? ¿Perdería su lealtad a Pablo y su enseñanza, junto con otros que se
habían avergonzado de sus cadenas y lo habían desamparado?
Por eso Pablo continúa hablando del tema de la vergüenza y de Onesíforo, quien había
dado buen ejemplo de valor y lealtad. Pablo acaba de describir el maravilloso evangelio de
la gracia de Dios (1:9–10). Ahora exhorta a Timoteo a mantener y proteger, sin tambalear,
el “depósito” de buena enseñanza que Pablo le había entregado.
¡PENSEMOS!
Al leer los versículos 11–18 ¿Qué aprende usted de las
prioridades de Pablo y de su personalidad? ¿Cuáles son los
imperativos de este pasaje? En los versículos 12–14, ¿qué
haría Dios? Compare el significado de la palabra “guardar”
en Lucas 11:28, Romanos 2:26, 1 Timoteo 5:21 y 6:20 para
entender mejor el mandato de Pablo en 1:14. ¿Por qué
piensa usted que en este contexto, Pablo señala la conducta
de las tres personas en los versículos 15–18? ¿Cuáles eran
tres buenas cualidades de Onesíforo? ¿Cómo podría usted
practicar estas cualidades? Busque en el capítulo 2 algunos
versículos que se relacionen con 1:13–14.
¡PENSEMOS!
Hoy día, ¿cómo participa el creyente de las aflicciones
por el evangelio? En términos actuales, ¿qué requieren de
usted los versículos 13 y 14? ¿Conoce a alguna persona que
haya abandonado a un cristiano por vergüenza? ¿Quién es el
mejor ejemplo que usted conoce de un cristiano que no
vacila en su compromiso con Dios y los creyentes, a pesar de
la oposición o el sufrimiento? ¿Cuáles fueron las
oportunidades que tuvo esta semana para mostrar que no se
avergüenza del evangelio ni de los cristianos? ¿Es necesario
que refresque y levante el ánimo de alguna persona que
sufre, aunque requiera un esfuerzo especial de su parte?
¿Hay alguna decisión que deba tomar o algún nuevo
propósito que haya surgido en su mente por haber estudiado
estos versículos?
4
¡A Trabajar!
2 Timoteo 2:1–7
El apóstol Pablo sabía trabajar en el ministerio cristiano. Al repasar su obra misionera
nos demos cuenta de que era un gran ejemplo de entrega y concentración complete para
lograr sus objetivos. Su mete como misionero, siguiendo la guía del Señor, era llevar las
buenas nuevas a tantos gentiles como fuera posible y establecer iglesias en los lugares a
donde Dios to dirigía.
En el espacio de aproximadamente 12 años, de 45 a 57 d.C., Dios usó a este gran
predicador para difundir el evangelio y fundar congregaciones desde Antioquía en Siria
hasta Macedonia y Acaya en Grecia. Lo hizo por medio de tres viajes que to llevaron a dos
continentes y muchas provincias del Imperio Romano. Se ha calculado que en un período
de dos años, Pablo viajó unos 3,000 kilómetros en Asia Menor.
Los frutos de su enseñanza en sólo una ciudad, la de
Efeso, se multiplicaron tanto que “todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos,
oyeron la palabra del Señor Jesús” (Hechos 19:10). Cuando terminaba en Corinto su tercer
viaje, escribió a los romanos que “desde Jerusalén hasta llírico (la región que se encontraba
entre Macedonia y el Mar Adriática), todo lo he llenado del evangelio” y “ahora no
teniendo más campo en estas regiones…iré a vosotros” (Romanos 15:19, 23–24).
Además, en esa época Pablo escribió seis de sus cartas, incluyendo las epístolas
mayores de 1 y 2 Corintios y Romanos. Sí, Pablo era un hombre trabajador que, a pesar de
sus debilidades físicas y la oposición de los judíos, realizó una obra monumental en poco
tiempo. En esta misiva exhorta a Timoteo y a nosotros a dedicarnos a trabajar arduamente
para cumplir el ministerio que Dios nos ha encomendado.
Algunos temen ser tachados de “fanáticos” si se entregan totalmente al Señor. Los
humanos necesitamos entender la voluntad divina para nuestra vida personal, consagrarnos
totalmente a lograr esa meta y persistir a pesar de los obstáculos.
¡PENSEMOS!
En su opinión, ¿cómo se relaciona “la gracia” en el
versículo 1 con las enseñanzas de 2:2–11? ¿Qué relación
podría tener la exhortación en 2:2 con los mandatos de 1:13–
14? Después de leer con cuidado 2:1–13, ¿cuáles considera
usted que son las dos o tres ideas principales que el escritor
quiere transmitir a Timoteo? En el capítulo 2, el autor
utiliza por lo menos 5 metáforas para enseñar a Timoteo sus
responsabilidades. Además, emplea ciertas figuras literarias,
como la del soldado, para enseñarnos cómo servir a Dios.
Identifique las tres comparaciones que Pablo menciona en
2:1–7. ¿Qué nos enseña cada una?
¡PENSEMOS!
Si el Señor le pidiera cumplir una tarea espiritual difícil,
¿qué tomaría en cuenta del pasaje de 2:1–7 para
prepararse? ¿Dónde se ubica usted mismo en el proceso que
Pablo describe en 2:2? (Es decir, ¿está recibiendo la
enseñanza cristiana? ¿Ha comenzado a transmitirla a otros?
o ¿no se encuentra dentro del proceso?) ¿Qué calificación le
daría Dios a usted en cuanto a su fidelidad? ¿Qué debe hacer
en esta semana al respecto?
¡PENSEMOS!
¿Cuál son las lecciones más importantes que usted ha
aprendido del soldado, el atleta y el labrador? ¿Puede
encontrar que algún aspecto de su vida le impide
concentrarse en servir a Dios? ¿Qué paso debe dar al
respecto? Si no medita a diario en la Palabra de Dios, ¿qué
plan tiene para estudiarla más?
5
Sufrimiento y Gloria
2 Timoteo 2:8–13
El pasaje anterior subrayó la necesidad de trabajar con dedicación, disciplina y
concentración como el soldado, el atleta y el labrador. El énfasis de este en el sufrimiento
va íntimamente relacionado. Si el trabajo es necesario para Ilevar a cabo la obra del Señor,
también el sufrimiento es parte integral de un ministerio fructífero.
En estos versículos, Jesucristo y Pablo son los ejemplos que nos instan a sufrir
penalidades para que el evangelio se predique y la iglesia prospere. Los recuerdos
personales del apóstol en 2 Corintios nos dejan asombrados:
De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado
con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como
náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros
de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros
en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed,
en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada
día, la preocupación por todas las iglesias (2 Corintios 11:24–28).
En medio de todo esto, nos maravillamos de las actitudes del apóstol. En vez de renegar
de las injusticias y mostrar desánimo, testifica del poder de Dios que le sostiene:
Pero tenemos este tesoro [el evangelio] en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea
de Dios, no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos. (2 Corintios 4:7–
9)
Las experiencias de Pablo nos hacen sentir que realmente hemos sufrido muy poco. Es
saludable darnos cuenta que hay otras personas que han padecido mucho más. También, la
perspectiva del apóstol condena las actitudes de amargura, crítica, enojo y desesperación
que el cristiano siente cuando las circunstancias no son como quisiera.
¡PENSEMOS!
¿Qué dice Pablo en 2:8 que debía motivar a Timoteo a
soportar los padecimientos? ¿Cuál es el juego de palabras
que usa en el versículo 9? Al leer 2:9–10, ¿Cómo describiría
usted la actitud del apóstol frente al sufrimiento? ¿Cuáles
eran las convicciones de Pablo que le hacían tener esa
actitud? ¿Cuáles son otros pasajes en 2 Timoteo que
mencionan los sufrimientos del apóstol? ¿Qué aprende usted
de esos versículos? ¿Qué palabras encuentra en 2:11–13 que
animan a la persona que padece por su fe? ¿Qué advertencia
se encuentra en los mismos?
EL EJEMPLO DE JESUCRISTO
2:8
¡Acuérdate de Jesucristo!
En los momentos de necesidad, en cualquier experiencia de la vida, o cuando seamos
tentados a tomar una actitud inapropiada, sólo recordar a nuestro Señor es suficiente para
volvernos al rumbo correcto. Pensar en Jesús y todo lo que él dijo e hizo, nos instruye.
Cuando Pablo habló del comportamiento y actitudes que los efesios no debían manifestar,
escribió: “Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo” (Efesios 4:20). Cristo es la
lección más grande que el cristiano puede aprender en la escuela de Dios. No sólo es su
ejemplo una lección: también es nuestro maestro: “habéis sido por él enseñados, conforme
a la verdad que está en Jesús” (Efesios 4:21).
¿Qué quiere comunicarnos Pablo poniendo el ejemplo de Jesucristo en este versículo?
El autor dice acerca de él: del linaje de David, resucitado de los muertos. Las dos frases
señalan la grandeza y el triunfo del Señor. El nació rey y resucitó gloriosamente victorioso
sobre la muerte y el pecado, y sobre los principados y poderes de las tinieblas. Pero antes
de resucitar, tuvo que sufrir y morir. Antes de recibir la corona, pasó por la cruz. En el
paradójico plan divino, la muerte da vida, la cruz proporciona una corona, la humillación
produce exaltación y el sufrimiento trae victoria.
PRIMERO LA MUERTE → DESPUES LA VIDA
PRIMERO EL → DESPUES LA GLORIA
SUFRIMIENTO → DESPUES LA EXALTACION
PRIMERO LA → DESPUES LA CORONA
HUMILLACION
PRIMERO LA CRUZ
La carta de Primera de Pedro desarrolla este mismo principio en varios pasajes: “el cual
anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo y las glorias que vendrían tras ellos” (1
Pedro 1:11). “Quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria” (1:21). “Gozaos por
cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación
de su gloria os gocéis con gran alegría” (4:13). “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de
Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo” (5:6).
Timoteo tenía que darse cuenta de que así como Cristo triunfó a través del sufrimiento,
de la misma manera el cristiano alcanza éxito y victoria en su vida y ministerio a través del
padecimiento.
EL EJEMPLO DE PABLO
2:9–10
La enseñanza de los versículos 9–10 es paralela a la del 8. En este caso, el ejemplo es el
apóstol. Ya hemos visto una lista de sus difíciles experiencias en el ministerio. Ahora
señala específicamente su encarcelamiento como cualquier criminal común. La palabra
malhechor se usaba para referirse a ladrones, asesinos, traidores y otros semejantes. Sólo se
usa en otra ocasión en todo el Nuevo Testamento, para referirse a los que fueron
crucificados con Jesús (Lucas 23:32–33). En este pasaje, Pablo declara la humillación que
estaba sufriendo.
Al mismo tiempo, reconoce el lado positivo de las circunstancias. La obra de Dios no
dependía de él sino de la Palabra divina, y ésta no está presa. Dios y el evangelio
continuaron impactando el mundo romano, a pesar de lo que sus enemigos hicieron contra
los escogidos. Esta actitud revela que el apóstol había vencido los sentimientos
egocéntricos que enfocan sólo la propia comodidad. La prioridad de su vida era la
proclamación del evangelio. Aún lo seguía predicando dentro de la prisión y a través de sus
escritos. En su primer encarcelamiento pedía oraciones por su ministerio: “…soy
embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar” (Efesios 6:20;
compare Filipenses 1:12–13).
El versículo 10 aclara más lo que Pablo quiere decir acerca del padecimiento y sus
frutos. Explica por qué podía soportar con tanta paciencia las tribulaciones en su ministerio.
Afirma que amaba a los hombres que Dios había elegido para ser regenerados. Aceptaba
los sufrimientos del ministerio para que ellos llegaran a conocer a Cristo y fueran salvos.
Fíjese de nuevo en la relación íntima que existe entre el sufrimiento y la gloria. Pablo
soportaba las tribulaciones para que los escogidos alcanzaran la salvación con gloria
eterna. ¡Esa era una inversión sabia! ¡Los sufrimientos son pasajeros, pero la gloria que
resulta es para siempre! “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un
cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Corintios 4:17).
PABLO: LOS ESCOGIDOS:
1. AMOR 1. SALVACION
2. SUFRIMIENTO 2. GLORIA ETERNA
Examinemos nuestras actitudes y vidas. ¿Amamos a los que no conocen a Cristo como
para sufrir incomodidades y burla por comunicarles el mensaje de salvación? ¿Estamos
dispuestos a dedicar tiempo para entablar amistad con personas y familias que necesitan al
Señor, tiempo que hasta aquí hemos ocupado egoístamente en lo que nos agrada y nos
conviene?
¿Estamos ofrendando generosamente, aun de lo poco que tenemos, para que los
misioneros, la radio y la literatura lleven el mensaje a lugares lejanos? ¿Estamos dispuestos
a dejar nuestras familias y amigos para vivir en otra cultura y compartir las buenas nuevas a
los escogidos? ¿Tenemos amor por ellos? El sentir este amor y llevar el mensaje de
salvación no es una mera opción para el cristiano. El el mandato del Señor.
LA EXPERIENCIA DE TODOS LOS CREYENTES
2:11–13
La relación entre el sufrimiento y la gloria, la cruz y la corona no sólo se ve en la
experiencia de Jesucristo y del apóstol Pablo. El autor ahora generaliza su enseñanza para
que aprendamos que este principio opera en la vida de todos los creyentes. Las líneas de
expresiones paralelas en estos versículos probablemente fueron parte de un himno o poema
conocido en las iglesias del primer siglo. Algunos sugieren que los cristianos lo usaban en
los actos de bautismo. No es una cita de la Biblia, pero Pablo afirma que es palabra fiel, es
decir, una palabra confiable (compare otras “palabras fieles” en 1 Timoteo 1:15, 3:1, 4:9 y
Tito 3:8).
“Si somos muertos con él, también viviremos con él”
Esta primera línea es muy parecida a Romanos 6:8 que dice que el creyente se identifica
con Cristo en su muerte y también en su resurrección. El poema que Pablo cita tiene esta
base bíblica para decir que la muerte es el camino que lleva a la vida.
En este contexto el apóstol habla del sufrimiento de los creyentes. Esta primera parte
del poema recuerda a los cristianos que el Señor sufrió y murió y obtuvo para ellos la nueva
vida en el presente y la resurrección en el futuro. Estar identificado con Cristo nos asegura
nuestro ahora y nuesro porvenir, no importan las tribulaciones y las presecuciones que
suframos.
En Romanos 8:36, el mismo apóstol cita Salmos 44:22 “Por causa de ti somos muertos
todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero”. El escribió en otros pasajes:
“Cada día muero” (1 Corintios 15:31) y “llevando en el cuerpo siempre por todas partes la
muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos” (2
Corintios 4:10).
La seguridad de los creyentes que sufren y, tal vez, mueren por su fe es que vivirán con
Cristo, resucitarán con un nuevo cuerpo glorioso y vivirán con el Señor por toda la
eternidad. El sufrimiento y la muerte es primero. La vida es después.
“Si sufrimos, también reinaremos con él”
Los creyentes que padecen deben ser consolados y animados con la seguridad de que
reinarán con Cristo en el futuro. Note la enseñanza paralela en Romanos 8:17: “si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”. Llevar la
cruz es primero, la corona vendrá después. Primero el creyente es humillado. Después será
exaltado.
La gramática de esta línea indica que Pablo asume que los creyentes tendrán que sufrir.
“Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (3:12).
La experiencia normal del creyente es sufrir en alguna forma.
“Si le negáremos, él también nos negará”
Las primeras dos líneas de la “palabra fiel” son positivas y animadoras, pero la tercera
es una advertencia.
Algunas personas pueden negar a Cristo. Si así fuera, entonces el Señor también los
negará. La forma del primer verbo indica que no es muy probable que esto suceda en la
iglesia, pero pudiera suceder. El sufrimiento es una prueba y algunos no lo soportan, se
debilitan, se acobardan y no cumplen su ministerio. La advertencia nos recuerda las
palabras de Jesús: “Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le
negaré delante de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 10:33).
Probablemente describe el caso de uno que profesando ser creyente, cuando surge la
persecución u otro sufrimiento revela por su infidelidad e incumplimiento que no es un
verdadero creyente. (Otros opinan que se refiere a un creyente que perderá su recompensa
oa glardón porque no soporta el sufrimiento y falla en su servicio al Señor.)
“Si fuéremos infieles, él permanece fiel”
La tercera línea contiene una advertencia solemne, la cuarta vuelve a comunicar un
mensaje de esperanza. Infieles es una expresión más suave que la de la línea anterior. Se
usa para describir a la persona que falla en su dependencia al Señor y por lo tanto, en su
conducata.
La cláusual él permanece fiel asegura al creyente que su inestabilidad espiritual no
cambia el compromiso que Dios ha hecho con sus hijos. Encontramos esta misma
enseñanza en Romanos 3:3 con respecto al pacto de Dios con la nación de Israel. La
incredulidad de su pueblo no canceló las promesas que el Señor hizo con Abraham, Isaac y
Jacob. Aparentemente, tres de las líneas del poema fueron tomadas de la Epístola de Pablo
a los Romanos. La tercera viene de las palabras de Cristo en el evangelio de Mateo. Esos
pasajes nos ayudan a captar el sentido de estos versículos.
Probablemente, Pablo mismo agregó la última frase del versículo 13 para apoyar el
sentido de la última promesa. El explica que, si Dios no fuera fiel a su promesa de
salvación a los que han confiado en Cristo, entonces tendría que negar su propia persona o
carácter, pero sabemos que Dios es fiel y verdadero.
Observe varias importantes lecciones.
1) El sufrimiento es normal en la vida de los creyentes en Cristo.
2) El padecer es necesario para que haya triunfo.
3) La vida de Jesús enseña que la muerte resultó en la resurrección y la vida. La
humillación trajo la exaltación y la gloria.
4) El ejemplo de Pablo muestra que sus tribulaciones y sacrificios resultaron en la
salvación de los que no conocían a Cristo. El amor a los que necesitan el evangelio motiva
al creyente a llevarles el mensaje a pesar de los sufrimientos.
5) Los que padecen por su fe y su ministerio deben ser consolados con la seguridad de
la resurrección y la vida eterna.
6) Los que son humillados por causa de su fe serán exaltados para reinar con Cristo.
7) Los que no soportan la humillación y el sufrimiento y, por eso, no dan testimonio de
Cristo, demuestran que no son verdaderos cristianos.
9) Jesucristo siempre cumple sus advertencias así como sus promesas.
Las enseñanzas de este pasaje y especialmente de “la palabra fiel” de los versículos 11–
13 se relacionan con las palabras de Cristo que encontramos en los primeros tres
evangelios. El predijo su muerte y su resurrección y después sacó algunas implicaciones de
esta gran verdad.
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí,
éste la salvará…
Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del
Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre y de los santos ángeles. Lucas 9:23–24, 26.
¡PENSEMOS!
¿Está usted pasando tribulaciones y penalidades por ser
cristiano y por servir a Dios? ¿Cuáles son algunos
sufrimientos que podría experimentar en el futuro? ¿Cuál es
la enseñanza de 2:1–13 que más le anima a soportar con
paciencia los problemas? Por medio de estos versículos, ¿qué
le ha dicho Dios en cuanto a su necesidad de amar a los que
necesitan el evangelio? ¿Qué debe hacer al respecto? ¿Qué le
ha dicho Dios a través del poema que se encuentra en los
versículos 11–13?
6
Obrero e Instrumento
2 Timoteo 2:14–21
1
1Orth, S. (1993). Estudios Bı ́blicos ELA: Toma la estafeta (2da Timoteo) (1). Puebla, Pue., México:
Ediciones Las Américas, A. C.
de anunciarlo (v. 11) y la necesidad de conservar el depósito que Dios le había entregado
(vv. 12–14). En 2:2, el apóstol dio a Timoteo un procedimiento para transmitir fielmente
esa verdad: “esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”.
En el pasaje que estudiaremos ahora, le enseña a su discípulo otros requisitos para
proclamar la Palabra de Dios.
¡PENSEMOS!
Según los versículos 14, 16 y 23, ¿cómo debe un creyente
responder a las discusiones inútiles que Pablo describe?
¿Cuál es la diferencia entre una discusión valiosa y una sin
propósito? ¿Cuál es la doctrina falsa que se menciona en el
pasaje? ¿Valdría la pena discutirla? ¿Según los versículos
14–18, ¿cuáles son cuatro resultados de la enseñanza falsa?
Según el versículo 15, ¿cuál es la responsabilidad primordial
del obrero? ¿Menciona Pablo también a un obrero “no
aprobado”?
EL OBRERO APROBADO
2:14–19
En la primera parte del capítulo 2, Pablo usó varias comparaciones positivas. En esta
sección, el autor continúa con otras, pero también utiliza contrastes entre la vida y
ministerio de Timoteo con el comportamiento de los maestros que no enseñaban la verdad.
Por ejemplo, Timoteo debía procurar ser un obrero aprobado (v. 15) y no uno reprobado
como Himeneo y Fileto (v. 17).
¿Cuál es la obra que hace el obrero en este pasaje? ¿Qué significa hacerla bien o mal?
Según el versículo 15, el obrero es aquel que usa la “palabra de verdad” o sea la enseñanza
de los apóstoles que ahora tenemos en la Biblia. El versículo dice que debe usar bien la
palabra. El verbo significa “cortar o abrir un camino recto”, como el explorador cuando
abre brecha en la selva. Para el obrero cristiano que estudia la Palabra de Dios, esto
significa trabajar con exactitud. El necesita estudiar la Biblia con cuidado, para poder
enseñar su significado verdadero y la doctrina correcta. Para la comunicación de la Palabra,
el vocablo sugiere que el maestro tiene que explicar la Biblia con claridad para que el
oyente siga el camino que el maestro abre, sin perderse.
En los versículos 14, 16, 23 y 24 se repite una prohibición. Timoteo no debía dejarse
involucrar en las discusiones y contiendas infructuosas que los falsos maestros fomentaban.
Por otro lado, el obrero no aprobado es el que se enreda en argumentos (v. 14), palabrerías
vacías o sin propósito (v. 16) y cuestiones necias e insensatas (v. 23). El buen obrero
evitará la tentación de estar siempre discutiendo temas que no traen ningún bien para la
iglesia (v. 16).
Por supuesto, Pablo no está diciendo que no hay lugar en el ministerio para la
controversia. En el versículo 25, el apóstol dice a Timoteo que tenía que corregir a los que
no enseñaban la verdad. El apóstol mismo sostuvo controversias relativas a asuntos
doctrinales y prácticos. En Gálatas y Romanos, tuvo que hablar clara y directamente sobre
el peligro de imponer las obras humanas como medios para ganar la salvación. En 1
Corintios trató los problemas relacionados con las disensiones, los litigios, la inmoralidad,
el matrimonio, los dones espirituales y la resurrección. Había distintos puntos de vista en
Corinto sobre estos temas.
Pero Pablo dice que hay discusiones o riñas que no llevan a ninguna solución. Estas
tenían que ver con especulaciones acerca de temas que la Biblia no enseña y de los que no
tenemos por qué saber, o Dios los hubiera expresado en su Palabra. En la Edad Media
algunos eruditos discutían cuántos ángeles había en el cielo. En los tiempos de Pablo y
Timoteo, había teorías y fábulas sobre las vidas de las personas que sólo se mencionaban en
las genealogías de la Biblia ( 1 Timoteo 1:3–4). También los rabinos habían hecho reglas
detalladas para guardar las normas de la ley mosaica (Tito 3:9–11). Aparentemente, había
maestros en Efeso que también transmitían la enseñanza de los filósofos griegos (2 Timoteo
2:18). Entonces algunos perdían tiempo y causaban conflictos con las discusiones sobre
temas semejantes a estos.
Por supuesto que había temas de importancia que surgían entre los maestros que no
seguían la doctrina apostólica. Pablo dice que Himeneo y Fileto se desviaron de la verdad.
El verbo contiene la idea del blanco hacia el cual una persona lanza una flecha y yerra.
Pablo usa esta palabra tres veces en las epístolas pastorales: 1 Timoteo 6:21; 2 Timoteo
2:18. Estos maestros no dieron en el blanco de la verdad. Al estudiar la doctrina, en vez de
trazar un camino correcto, se habían desviado de la verdad y predicaban doctrinas falsas.
Como Elimas, que trastornaba los caminos rectos del Señor (Hechos 13:10). Ellos eran
obreros que serían avergonzados cuando Dios evaluara su trabajo. Si Himeneo es el mismo
que Pablo mencionó en 1 Timoteo 1:20, es evidente que a pesar de la acción disciplinaria
del apóstol, continuaba confundiendo a la iglesia con sus enseñanzas.
USAR BIEN LA = “ABRIR UN CAMINO RECTO”
PALABRA = “NO ATINAR EN EL BLANCO”
DESVIARSE DE LA
VERDAD
Los errores en el estudio y la enseñanza de un mal obrero tienen muy serias
consecuencias: son para perdición de los oyentes (v. 14), conducirán más y más a la
impiedad (v. 16), su palabra carcomerá como gangrene (v. 17), y trastornan la fe de
algunos (v. 18). Es triste que el error doctrinal no sólo afecte al que lo cree sino a muchos
otros que escuchan la instrucción equivocada. La enseñanza errónea puede llevar a otras
personas a la eternidad sin Cristo y fomenta la conducta que no es bíblica. Por lo regular,
comienza un proceso lento pero seguro que confunde y consume y puede ser fatal para las
almas. La buena doctrina es “sana” (1:13) porque produce la salud espiritual, mientras que
la otra infecta, se propaga y consume como la gangrena.
El pasaje identifica uno de los errores doctrinales que circulaban en Efeso. Himeneo y
Fileto creían que la resurrección ya se efectuó (v. 18). Probablemente decían que la única
resurrección es cuando el individuo confía en Cristo, recibe la vida eterna y es regenerado.
Ellos negaban la futura resurrección del cuerpo porque creían que el cuerpo en sí es
pecaminoso. Según el Nuevo Testamento, la resurrección del cuerpo es una doctrina
fundamental. Pablo aclaró que si el cuerpo no resucita, entonces Cristo no resucitó y
nuestra fe es vana (1 Corintios 15:12ss).
En nuestro día también circulan entre los cristianos enseñanzas equivocadas que hacen
micho daño. Algunos dicen que, para llegar a ser cristiano, antes uno tiene que dejar los
vicios y otras actividades pecaminosas. Estas personas agregan las obras como requisito
para ser salvo, pero el evangelio anuncia que la salvación se recibe por la gracia y por la fe.
Otros confunden el bautismo del Espíritu Santo con la llenura del Espíritu. Algunos dudan
de la veracidad de la Biblia. Otros enseñan que Jesucristo no es Dios. La “teología de la
prosperidad” dice que el creyente obediente y que confía en Dios siempre disfrutará de
buena salud y prosperidad material. Hemos de conocer la Biblia y tener mucho
discernimiento para no acentar o enseñar una doctrina falsa.
CONSECUENCIAS DE LA DOCTRINA FALSA
Es para perdición de los oyentes (v. 14)
Conduce más y más a la impiedad (v. 16)
Su palabra carcome como gangrena (v. 17)
Trastorna la fe de algunos (v. 18)
Encontramos aquí una seria exhortación y fuerte advertencia para los predicadores y
maestros de la Biblia, quienes no deben escatimar ningún esfuerzo por conocer y entender
la Palabra de Dios. No deben sólo repetir lo que otros dicen, sino aprovechar todas las
oportunidades para ser enseñados en forma sistematica. Hoy día existen programas radiales
de enseñanza bíblica, cursos por correspondencia o por extensión seminarios breves.
También Dios ha provisto estudios más formales en institutos bíblicos y seminarios
teológicos. Estos siervos de la iglesia deben tener una biblíoteca de libros de referencia
acerca de la Biblia así como comentarios relativos, y deben usarlos con frecuencia.
Interpretar y explicar la Biblia es una gran responsabilidad. Quienes proclaman sus
doctrinas no deben usar los versículos para apoyar cualquier idea que quieran enseñar. Con
cuidado, investigación y mucho esfuerzo, el estudiante ha de llegar a comprender lo que
Dios y el autor bíblico quisieron comunicar en determinado pasaje.
Otras actividades, aunque sean cristianas y buenas, no han de suprimir las horas que los
líderes necesitan para el estudio de la Palabra. Sólo así pueden cumplir su delicado trabajo
de comunicar fielmente la verdad de Dios a los oyentes. Martín Lutero dijo que la oración,
el estudio y el sufrimiento hacen a un pastor.
También hay un mensaje aquí para la membresía de la iglesia local. Es muy importante
que los pastores dediquen el tiempo necesario para el estudio de las Escrituras y la
preparación de los mensajes y estudios bíblicos. Si no tiene tiempo para hacerlo, no podrá
impartir la nutrición espiritual que requiere la congregación. En este case es probable que
los miembros y líderes y dejen de crecer en la madurez espiritual que Dios espera y la vida
y ministerio de toda la í glesia sufrirá. Pueden surgir disensiones y divisiones (1 Corintios
3:1–3). Los miembros no sabrán participar en los distintos ministerios porque no han sido
capacitados (Efesios 4:11–13). La iglesia estará desnutrida y débil.
Por lo tanto, la congregación necesita dar al pastor el tiempo que requiera para estudiar;
él debe apartar ciertas horas cada día para estudiar su Biblia, leer sobre los temas que va a
predicar y enseñar y preparar los mensajes y estudios. Los otros líderes de la iglesia y Los
miembros han de compartir con él los deberes pastorales y administrativos para que el
pastor dedique mucho tiempo a la oración y al ministerio de la Palabra de Dios (Hechos
6:1–7).
La iglesia debe hacer todo lo posible por sostener económicamente al que se dedique a
la predicación y la enseñanza de tal manera que no tenga que “enredarse en los negocios de
la vida” a fin de satisfacer sus necesidades económicas ( 1 Timoteo 5:17–18; 2 Timoteo
2:2–4). Sus tareas principales son las de alimentar a la iglesia, protegerla de las doctrinas
falsas, perfeccionar a los santos y capacitar a hombres fieles de la congregación para que
instruyan también a otros (Hechos 20:17–32, Efesios 4:11–12, 2 Timoteo 2:2).
Estos versículos terminan con palabras de ánimo para Timoteo. Los maestros
reprobados no pueden frustrar la obra de Dios, porque ésta tiene un doble sello. En primer
lugar, Dios conoce a los que le pertenecen y los conserva a pesar de las influencias de los
malos obreros. En segundo lugar, hay una evidencia visible en la vida de los que son
cristianos. Dios les manda apartarse de la mala conducta. El cambio de vida testifica que
una persona es un verdadero hijo de Dios.
¡PENSEMOS!
Tomando en cuenta los versículos anteriores, ¿qué
piensa usted que representan los dos tipos de utensilios que
Pablo describe en los versículos 20–21? En la explicación de
esta metáfora, ¿quién usa los instrumentos? ¿Qué significa
para usted ser un utensilio limpio? Si uno “se limpia de estas
cosas”, ¿cuáles serán los resultados?
EL INSTRUMENTO LIMPIO
2:20–21
La nueva metáfora viene de la escena doméstica. El apóstol describe los utensilios que
se usan en la casa. Tal vez tenía en mente una casa grande, de una familia pudiente.
Algunos platos, recipientes y tazas eran costosos, posiblemente de oro y plata. Los amos de
la casa los usaban o eran guardados para eventos especiales y cuando hubiera huéspedes
distinguidos. Estos utensilios valiosos y elegantes traían honor a los dueños de la casa.
Los que trabajan en oficios humildes también usan los mismos utensilios pero muy
sencillos, ya sea de madera y barro, mismos que pueden emplearse en distintas actividades,
aparte de la cocina. Sin embargo, Pablo se refiere a los recipientes que tienen usos viles,
posiblemente para desperdicios, limpieza, basura a comida para los animales. El autor
desea contrastar los utensilios para honra con los que son para usos deshonrosos.
Habiendo descrito estas dos categorías de utensilios, Pablo revela que representan a
personas que profesan ser cristianas y que deberían ser instrumentos en las manos de Dios,
pero no todas eran aptas para eso. El apóstol explica cómo una persona puede ser
instrumento para honra. Es necesario que se limpie de estas cosas.
¿Cuáles cosas? La referencia más cercana en el contexto es a los utensilios para usos
viles de que habló en el versículo 20. Estos son los falsos maestros y otros que no aceptan
la sana doctrina. Es posible leer la frase “se limpia de estas…”, refiriéndose a esas
personas. Timoteo debía apartarse de ellos y no dejarse influir por sus enseñanzas.
Tampoco debería perder su tiempo participando en las contiendas que ellos fomentaban.
El pasaje también habla en el versículo 19 de la iniquidad de la cual los verdaderos
creyentes han de apartarse. Pablo exhorta a Timoteo a separarse de los falsos maestros y
también de todo lo malo que hacín, incluyendo la doctrina falsa en el versículo 18, la
palabra que carcome en 17, las profanas y vanas palabrerías y la impiedad en el versículo
16.
PARA SER UN INSTRUMENTO UTIL,
QUE HONRA A DIOS, DEBEMOS:
1. APARTARNOS DEL PECADO
2. APARTARNOS DELOS FALSOS MAESTROS Y SU ENSEÑANZA.
De nuevo Pablo contrasta al buen obrero que usa bien la Palabra con los maestros que
se han desviado de la verdad. Todo cristiano, y especialmente el maestro, si desea ser un
instrumento que honre a su amo, tiene que apartarse de todo lo malo.
Si lo hace, Pablo promete que será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y
dispuesto para toda buena obra (v. 21). El cristiano que no se contamina con doctrinas
falsas y contiendas será como los utensilios de oro y plata. Su valor y belleza honrarán al
amo de la casa. El creyente que se aleja de los falsos maestros y de su pecado, está apartado
(santificado) en una categoría especial para el uso de su Dios. El Señor puede ocupar a este
cristiano para sus propósitos y para su gloria porque está listo para cualquier uso noble.
Esta referencia a las buenas obras se conforma con otros textos en las epístolas pastorales
que exigen el buen comportamiento ( 1 Timoteo 2:10; 5:10; 6:18; Tito 1:16; 2:7, 14; 3:1, 8,
14). También, esta frase prepara al lector para los detalles de las actitudes y conducta que se
esperaban de Timoteo en el versículo 22 y los que siguen hasta el final del capítulo 2.
¡PENSEMOS!
¿Recuerda alguna discusión que haya surgido entre
creyentes acerca de un tema que no tenía importancia? ¿Por
qué debemos evitarles? ¿Cómo se puede distinguir entre una
discusión que es necesaria y una que no lo es? ¿Le provee a
usted este pasaje algunas ideas para promover la unidad
entre los miembros de su iglesia? Al examinar su propia
vida, ¿qué debe hacer para limpiarse de influencias y
conversaciones que le impiden ser un instrumento útil en las
manos de Dios? Si usted es pastor, anciano o maestro en su
iglesia (o quiere serlo), ¿qué debe hacer para prepararse y
servir mejor al Señor? ¿Cuántas horas al día aparta para
estudiar la. Palabra de Dios y preparar los estudios y
mensajes?
7
Valiente pero Apacible
2 Timoteo 2:22–26
El apóstol Pablo no huía de las controversias porque estaba consciente de que la
doctrina es delicada y por lo mismo, tenía que definirse con cuidado. Para cada verdad
existe, por lo menos, un error que le corresponde. Por cada deber que tenemos en la vida,
existe un pecado o varios, que luchan por dominar nuestra mente y comportamiento.
Pablo sabía, tanto antes como después de su conversión, que tenía que vivir luchando
con principios opuestos. En Romanos 7, Gálatas 5 y Efesios 4:17–20 pone de relieve el
contraste entre la carne y el espíritu, la ley y la gracia, la fe y las obras, y el nuevo y viejo
hombre. Asimismo, escribió acereca de la tensión que existe entre la luz y las tinieblas,
Dios y el mundo, la justicia y el pecado, el espíritu y la letra, el primero y último hombre.
En sus cartas vemos que se opone al legalismo, al libertinaje, a la vana filosofía y a la
apostasía.
En Gálatas y Romanos tuvo que hablar claro y duro sobre el peligro de exigir las obras
humanas como medio para ganar la salvación. Asimismo, le fue necesario enfrentarse con
el apóstol Pedro en relación con el ingreso de los gentiles en la Iglesia. En 1 Corintios trató
los problemas relacionados con las disensiones, los litigios, la inmoralidad, el matrimonio,
los asuntos dudosos, los dones espirituales y la resurrección. Había distintos puntos de vista
en Corinto sobre estos temas y Pablo respondió con claridad a cada situación.
El apóstol nunca entraba en conflicto por motivos personales ni por rivalidad, sino
porque las tensiones doctrinales afectaban la naturaleza misma del evangelio. El
comportamiento de los creyentes debía exhibir el carácter de Dios y del evangelio. De otra
forma, el mundo no verí la verdad.
Por otro lado, también se destacó por la humildad y el amor que mostraba en sus
relaciones con los individuos y con las iglesias. Manda, reprocha y exhorta motivado por su
afecto hacia el pueblo de Dios. La lista de 27 nombres que aparece en Romanos 16 revela
una pequeña parte de su círculo internacional de amigos. En 1 Tesalonicenses 2:1–12, abre
su corazón para hablar de cómo había tratado a la iglesia, con la ternura propia de un padre
o una madre (compare 2 Corintios 11:28 y ss). El amor está en el centro de su ética
personal; tanto el amor para el cuerpo de Cristo como para los no creyentes (Romanos
12:9–21, 13:8–10, 9:1–3).
En los versículos 22–26 que estudiaremos ahora, el apóstol orienta a Timoteo en cuanto
a su comportamiento frente a la oposición. ¿Qué debía hacer con respecto a los que en la
congregación cristiana enseñaban una doctrina
que no iba de acuerdo con la Palabra de Dios? Ya vimos que no debía prestarse para
discusiones y debía apartarse de ellos y sus errores. ¿No hay algo positivo que debía hacer
para resolver el problema? Pablo termina el párrafo hablando de tres acciones y cinco
actitudes que Timoteo necesitaba seguir. Es muy importante entender que en el ministerio
cristiano, las actitudes correctas son tan
vitales como las actividades.
¡PENSEMOS!
¿Cuáles son los dos imperativos que Pablo usa en el
versículo 22? ¿Cómo entiende usted el significado de cada
uno de estos dos verbos? Según los versículos 24–26 ¿cuáles
son las actitudes que Timoteo debía tener? ¿Puede usted
pensar en alguna tendencia de los que son más jóvenes que
haría difícil tener este comportamiento? En su opinión,
¿cuáles son algunos peligros que corre el líder cristiano?
¿Por qué debía Timoteo ser amable y manso con los falsos
maestros? En los versículos 23–26, ¿podemos aprender
algunos principios que nos ayudan cuando testificamos a
uno que no conoce a Cristo?
LA CONDUCTA DE TIMOTEO
Este pasaje (2:22–26) entreteje dos áreas de responsabilidad. Pablo exhorta a Timoteo a
conducirse en cierta forma y a tomar determinadas medidas a la luz de los problemas
doctrinales en Efeso. A la vez, emplea una serie de vocablos para describir las actitudes que
debía manifestar al llevar a cabo su ministerio. Debía saber que tanto las acciones como las
actitudes correctas son imprescindibles.
Para nuestro estudio de estos versículos, hemos seleccionado primero las conductas
para tratarlas en esta primera división. Después veremos las actitudes que debían
acompañar a las medidas que Timoteo iba a tomar.
Huye de los errores de la juventud v. 22a.
En el versículo 22, Pablo continúa detallando lo que es una vida limpia y honrosa. Para
ello, emplea dos verbos de acción. Por el lado negativo, Timoteo tenía que huir de las
pasiones juveniles. Esto no se refiere sólo a las tentaciones sexuales, sino a toda ambición o
sentimiento pecaminoso, característicos de la falta de madurez. Esto podrá incluir la
arrogancia, la indulgencia desmedida, la ambición y la necedad. Probablemente describe las
tendencias que el pasaje menciona: discusiones sin propósito, contiendas, sentirse atraído
por enseñanzas novedosas, e impiedad.
El verbo “huir” significa literalmente “alejarse para hallar seguridad”, “escapar”, como
cuando José y María huyeron a Egipto con el niño Jesús (Mateo 2:13). Aquí, Pablo, dice
que Timoteo tenía que ponerse a salvo del peligro espiritual que lo amenazaba. Otros
pasajes nos mandan huir de la idolatría, de la inmoralidad y del amor al dinero (1 Corintios
10:14; 6:18; 1 Timoteo 6:10–11). El mandato dice que hemos de actuar en forma radical
cuando enfrentamos estos peligros, no detenernos a considerar la posibilidad de ceder ni a
negociar con el enemigo, o jugar con fuego, sino alejarnos lo más rápido posible de lo que
puede contaminarnos y destruir nuestro privilegio de ser instrumentos de honra en las
manos de Dios.
HUIR = “ALEJARSE PARA BUSCAR SEGURIDAD”
SEGUIR = “PERSEGUIR PARA ALCANZAR”
Sigue una vida recta v. 22b.
El segundo mandato se inicia con el verbo “seguir”. Es el opuesto al primer verbo
“alejarse”. Este vocablo significa “perseguir” como en una batalla o en la cacería de un
animal. En Filipenses 3:12 y 14 Pablo lo usa para describir el gran esfuerzo que hacía,
como si estuviera en una carrera, por cumplír la voluntad de Dios: “prosigo a la meta”.
¿Qué debía seguir Timoteo? El comportamiento recto, confiar en Dios, el afecto hacia
los miembros de la iglesia y la tranquilidad en la congregación. De nuevo Pablo usa la
palabra “limpio” para describir la condición del utensilio que Dios puede utilizar. Además,
el autor aclara que no es una imagen externa lo que el creyente necesita, sino un corazón
limpio que se evidencia por la adoración y sumisión al Señor.
El mensaje del apóstol Pablo es claro. Para ser un instrumento útil en las manos de
Dios, el creyente tiene que estar limpio. Para eso, tendrá que rechazar radical y
constantemente ciertas cosas que ponen en peligro su vida espiritual. A la vez ha de
procurar conseguir condedicación las cualidades que le acercan al Señor.
Desecha las cuestiones necias v. 23.
La idea en este versículo es muy parecida a lo que Pablo dice en los versículos 14, 16 y
21 (comp. 1 Timoteo 1:4). Nos impresiona la repetición de este énfasis negativo del
apóstol: Timoteo no debía rebajarse al nivel de los falsos maestros y gastar su tiempo en
contender acerca de temas inútiles, sino alejarse de ellos, sus métodos, sus errores
doctrinales, sus pecados y sus contiendas.
Corrige a los que se oponen v. 25.
La enseñanza de Timoteo debía tener un lado positivo al exponer la verdad, y uno
negativo al señalar los errores.
En el versículo 24, entre una lista de actitudes que Timoteo debía manifestar, Pablo dice
que necesita ser apto para enseñar. No es la primera vez que Pablo subraya esta
responsabilidad. En 1:6 dijo: “te aconsejo que avives el fuego del don de Dios”. En 2:2:
“esto encarga a hombre fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. Y también el
2:15: “obrero… que usa bien la palabra de verdad”. Entonces, el líder cristiano ha de
exponer todo lo que la Palabra de Dios dice. El ministerio de instruir en la sana doctrina es
el antídoto para contrarrestar la que no es saludable.
Pero vendrá el momento en que la doctrina tiene que incluir la corrección dirigida
específicamente a los que enseñan el error. La disciplina tiene el propósito de que ellos se
arrepientan de su equivocación. Notemos que Timoteo tenía que evitar cierto tipo de
controversias. Sin embargo, cuando la verdad divina estaba en juego, no podía evitar la
confrontación. Era necesario que conservara la verdad y protegiera del error a la
congregación. En 1 Timoteo 1:3 Pablo escribió a su discípulo diciéndole que prohibiera la
enseñanza de doctrinas ajenas. A Tito dijo: “a los cuales es preciso tapar la boca” y
“repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe” (Tito 1:11, 13).
Entonces, Timoteo y todos los líderes cristianos, cuando enfrentan en la iglesia las
falsas doctrinas, han de velar por su propia conducta, desechar las riñas, enseñar la verdad y
corregir a los que se oponen a la verdad.
LAS ACTITUDES DE TIMOTEO
Pero, ¿con qué actitud debía el discípulo cumplir estos deberes difíciles y delicados? El
versículo 24 dice, “el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos,
apto para enseñar, sufrido”. El nuevo nombre para Timoteo es siervo. Ya se le había
comparado con un soldado, un atleta, un labrador, un obrero y un utensilio. Ahora es “el
siervo del Señor”. El título no sólo contiene la idea de humildad, sino también de honor.
Algunos destacados líderes del Antiguo Testamento, incluyendo el Mesías, fueron llamados
“siervo del Señor”.
Es posible que el instrumento útil al Señor para toda buena obra del versículo 21 le
sugería a Pablo la idea del “siervo”. La servidumbre incluye el concepto de la humildad,
que es una de las actitudes que Pablo manda que Timoteo tenga en estos versículos.
Pablo usó la palabra amable cuando hablaba de su propio ministerio en 1
Tesalonicenses 2:7: “Antes fuimos tiernos [amables] entre vosotros como la nodriza que
cuida con ternura a sus propios hijos”. Sufridos significa “soportar el mal sin
resentimientos”. Así el apóstol reconoce que otras personas no siempre tratarán bien al
siervo del Señor. El necesita aguantar la falta de benignidad y ser tolerante con sus ofensas.
En el versículo 25, mansedumbre contiene las ideas de humildad, cortesía, consideración.
Lo opuesto de mansedumbre es ser arrogante, brusco y rudo.
ACTITUDES NECESARIAS DEL SIERVO FIEL:
NO SER CONTENCIOSO, SINO
AMABLE
SUFRIDO
MANSO;
BUSCAR EL ARREPENTIMIENTO
Además de las actitudes que se ven en estos vocablos, Pablo describe una más. Cuando
Timoteo corrigiera con cortesía a los que se oponían a la buena doctrina, debía hacerlo para
que cambiaran su modo de pensar y aceptaran la verdad. Timoteo no sería el campeón de la
verdad con el solo propósito de ganar una batalla, o probar que tenía la razón, o humillar al
enemigo, sino que su comportamiento amable y pacífico debía tener como fin el atraer a los
demás a que se sometieran a la Palabra de Dios y escapar del lazo del diablo. El siervo del
Señor sigue el ejemplo de su Maestro que dijo: “Venid a mí todos lo que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que
soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11:28–
29). Pablo rogaba a los corintios “por la mansedumbre y ternura de Cristo” (2 Corintios
10:1).
Las últimas líneas del capítulo dramatizan el conflicto espiritual que prevalece. Los
hombres que resisten a la verdad en realidad lo hacen porque han caído en la trampa (lazo)
del diablo y son sus cautivos. Dios es el único que tiene el poder para liberarlos (Dios les
conceda que se arrepientan). La señal de su liberación sería cuando reconocieran su pecado
y se arrepintieran de su rebeldía. Esto se efectúa a través de la enseñanza, la corrección y
las actitudes apacibles del maestro. Entonces, como consecuencia de su cambio de actitud,
conocerán la verdad. El vocablo “escapar” significa “llegar a la sobriedad”, “volver en sí”
como una persona drogada o intoxicada por Satanás.
¡PENSEMOS!
Decida por lo menos una cosa que usted hará para ser
un mejor estudiante y maestro de la Palabra de Dios. Repase
el versículo 22 y determine lo que necesita hacer para ser un
utensilio limpio. ¿Cómo trata a los que no están de acuerdo
con sus ideas? ¿Le es fácil ser amable con personas que
quieren discutir y ser contenciosas? Según este pasaje, ¿qué
recomendaciones tiene para su iglesia? ¿Cómo puede poner
el ejemplo para que otros aprendan a actuar como Pablo nos
manda? ¿Está usted en una situación en la cual necesita usar
los procedimientos de corrección que recomiendan los
versículos 24–26? Específicamente, ¿qué debe hacer en estas
circunstancias?
El capítulo 2 nos ha provisto una lista de requisitos para que Timoteo y otros pastores y
maestros enfrenten el reto de conservar el depósito de la buena enseñanza. El soldado, el
atleta y el labrador son ejemplos de un líder cristiano que debe entregarse totalmente a su
ministerio y trabajar esmeradamente en ello. Los ejemplos de Jesucristo y de Pablo nos
enseñan que el sufrimiento es parte normal de la vida del ministro del evangelio. El obrero
aprobado instruye al hombre de Dios a dedicarse al estudio de las Escrituras para que su
enseñanza sea correcta y clara. El líder ha de tener una vida limpia para ser un instrumento
útil en las manos de Dios. Finalmente, el siervo humilde ha de enseñar y corregir con valor,
pero con gentileza, a los que no aceptan la verdad.
8
Tiempos Peligrosos
2 Timoteo 3:1–9
El capítulo tres contiene una advertencia para Timoteo, para los siervos de Dios y las
iglesias. ¡Los versículos 1–9 contienen malas noticias, excesivamente asombrosas! Pero la
segunda parte tiene buenas nuevas: existen recursos para que el cristiano soporte los
tiempos peligrosos. En este estudio veremos la parte negativa. En el próximo analizaremos
la sección positiva (vv. 10–17).
Antes de entrar en la descripción detallada del problema que confronta la iglesia, el
versículo 1 nos orienta con tres importantes conceptos.
“Debes saber esto”
El apóstol dice que tiene información de mucho significado para Timoteo. El líder en
Efeso necesitaba conocerla para dirigir sabiamente su vida y ministerio. Probablemente
Pablo desea decir a Timoteo: “No pienses que los problemas que ahora tienen en Efeso van
a desaparecer, porque situaciones semejantes, y aún más difíciles, caracterizan a la era en
que vivimos”.
“En los postreros días”
Esta frase puede hacernos pensar en una época mucho más allá del tiempo de Timoteo,
como por ejemplo, antes de la segunda venida de Jesucristo. Sin embargo, debemos
entenderla de otra forma. En algunos otros pasajes del Nuevo Testamento significa la época
que comenzó con la primera venida del Señor (por ejemplo, Hebreos 1:1–2). La venida de
Cristo es el clímax de la historia porque marca su triunfo sobre el pecado y Satanás. Su
muerte y resurrección inician los últimos días.
Este capítulo nos deja la impresión de que Pablo está preparando a Timoteo para
anunciarle problemas futuros. Creemos que en esta época de la Iglesia, comenzando con el
período de los apóstoles y continuando hasta la segunda venida de Cristo, habrá tiempos en
los cuales se verán estas condiciones.
“Vendrán tiempos peligrosos”
Peligrosos es un vocablo que puede significar también “difícil de soportar o de
resolver” o “violentos”. En el Nuevo Testamento, el otro uso de esta palabra se encuentra
en el relato de los dos endemoniados gadarenos (Mateo 8:28). En ese pasaje, se traduce
“feroces”. Es probable que las huestes satánicas también estén detrás de las condiciones que
se describen en este pasaje.
Entonces el versículo 1 enseña que los creyentes deben ser realistas y no optimistas en
cuanto a las condiciones que vendrán, aun dentro del cristianismo. Es posible que haya
alivio en ciertas épocas, pero volverán las dificultades. En estos tiempos, los creyentes no
sabrán qué hacer porque será una época asombrosa.
VENDRAN TIEMPOS PELIGROSOS 3:1
Y HABRA HOMBRES: 3:2–5
EGOCENTRICOS 3:6–7
ENGAÑOSOS 3:8–9
QUE RESISTEN A LA VERDAD
¡PENSEMOS!
En la descripción que hace de los hombres (vv. 2–4),
¿qué características se refieren al amor y al afecto? ¿Cuáles
indican que son egoístas? ¿Qué actitudes hablan de las
relaciones interpersonales? Trate de pensar en la cualidad
positiva que corresponde a cada característica negativa. Al
seguir la lectura (vv. 5–7), ¿cree usted que se refiere a
personas religiosas? ¿Qué distingue a las personas que son
engañadas por ellos? ¿En qué versículo ofrece Pablo una
palabra de consuelo respecto a los problemas? ¿Ve usted
alguna relación entre el contenido de 3:1–9 con el capítulo 2?
HOMBRES EGOCENTRICOS
3:2–5
El versículo 2 comienza con la descripción de los tiempos peligrosos en la iglesia. Los
hombres son la causa, no las circunstancias, ni las estructuras, ni aun los enemigos de fuera.
Tampoco se debe a una conducta escandalosa, sino a las actitudes personales que brotan del
corazón y del dominio de la naturaleza pecaminosa. Pablo señala 18 características de esas
personas. Las ideas son feas y reprochables, pero se deben considerar las implicaciones de
cada una.
Se capta con facilidad el carácter básico de esos hombres cuando observamos que la
primera y la última expresión hablan de los afectos: se aman a sí mismos y al placer más
que a Dios. Además, las expresiones sin afecto natural y aborrecedores de lo bueno
(literalmente “no amadores de lo bueno”) dicen que sus afectos están mal dirigidos. Las
repetidas referencias al amor describen a personas sumamente egocéntricas. En ningún
sentido se conforman a los mandamientos principales del cristianismo que son: “Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, y con todo tu alma, y con toda tu mente.Este es el
primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo” (Mateo 22:37–39).
HOMBRES CUYOS AFECTOS SON
MAL DIRIGIDOS
“AMADORES DE SI MISMOS” V. 2
“SIN AFECTO NATURAL” V. 3
“NO AMADORES DE LO BUENO” V. 3
“AMADORES DE LOS DELEITES MAS QUE DE DIOS” V. 4
Avaros significa que aman el dinero, los vanagloriosos se jactan de sí mismos y sus
logros. Los soberbios manifiestan arrogancia y son abusivos en su trato para con los demás.
Esta prepotencia lógicamente los lleva a menospreciar y acusar a los demás, característica
que se ve en la palabra blasfemos, o sea, “calumniadores”.
Desobedientes a los padres se relaciona lógicamente con ingratos y también con sin
afecto natural (v. 3). Impíos quiere decir “sin devoción” y puede referirse a no ser devoto a
Dios o a los padres. Implacables puede traducirse “irreconciliable”. Es posible que estas
cinco expresiones tengan que ver con las actitudes de los hijos hacia los padres y
representen una desintegración familiar. Es una descripción muy triste de la distorsión de
los afectos y la lealtad familiar causada por el egoísmo y la rebeldía de la persona que no
fue encauzada en los caminos del Señor.
Calumniadores se refiere a los que hablan mal de otros, especialmente a sus espaldas.
Los intemperantes son personas disolutas, libertinas. “Brutales”, “feroces”, “indomables”
son sinónimos del vocablo crueles.
El versículo 4 continúa con el hombre traidor, vocablo que fue usado para referirse a
Judas (Lucas 6:16). ¿Es posible que Pablo pensara en Alejandro y los que lo habían
abandonado? (1:15, 4:14–15)
Impetuosos significa “atrevidos”, “imprudentes”, “precipitados”. Infatuados tiene la
idea de “inflados” por su propia importancia. Esta palabra vuelve a señalar el pecado de
orgullo y de soberbia con el cual comenzó la lista. El orgullo y el egoísmo son las raíces de
todos los otros males porque niegan el señorío de Dios sobre la vida.
La lista de características de estos versículos describe a personas que no están
controlados por el Espíritu Santo, sino que buscan lo suyo en vez de la gloria de Dios. El
amor se manifiesta cuando se busca el bienestar de otras personas, no el de uno mismo.
Estos no tienen afecto, ni buscan la armonía, ni el apoyo mutuo que los verdaderos
creyentes han de practicar en la convivencia en su congregación. ¿Cuáles de estas
características podría estar minando la unidad de su iglesia? ¿El egoísmo? ¿El orgullo? ¿La
calumnia? ¿Falta de expresar gratitud? ¿Deslealtead? ¿Imprudencia? ¿Qué podría hacer
usted para fomentar el espíritu de comunidad y apoyo mutuo en su congregación?
Posiblemente lo que dice el versículo 5 es lo más sorprendente. Hasta aquí Timoteo
podría asumir que esos hombres representaban el carácter y comportamiento de la sociedad
en general. Sin embargo, el versículo 5 aclara que tendrán apariencia de piedad. Son
personas que profesan ser cristianos, quieren que otros los vean como hombres devotos a
Dios. Pero su carácter interno y su conducta niegan la realidad y poder de su profesión de
fe. Pablo dice a Timoteo que tenga discernimiento para identificar a personas como esas y
evite estar en su compañía. Los aspectos negativos y la falta de integridad en la vida son
contagiosos.
Este versículo nos recuerda que es relativamente fácil participar en las actividades y
costumbres cristianas y aun guardar algunas normas de conducta que se esperan de un
cristiano. Es posible hacer todo eso sin que el corazón se someta a Dios y sin que la
conducta en la familia y las relaciones interpersonales sean dominadas por él.
¿Es posible que exista en usted un vacío entre la apariencia y el estado real de su vida
interna, sus actitudes hacia otras personas y su conducta? ¿Qué debe hacer para lograr la
integridad interna y la conducta consecuente? Medite en Romanos 12:1–2.
HOMBRES ENGAÑADORES
3:6–7
Cuando leemos por primera vez los versículos 6–7 el contenido nos parece muy
extraño. Sin embargo, si los estudiamos con cuidado, aprendemos dos cosas: 1) algunos
métodos de los falsos maestros y 2) el tipo de persona que es engañada por ellos.
Pablo dice que los que ha descrito en los versículos 1–5 trabajan para convencer a otros
de su punto de vista. Son semejantes a los del capítulo 2 donde el apóstol habla de las
discusiones sin propósito, las doctrinas falsas y los que necesitan arrepentirse del error y
conocer la verdad (2:14, 16–18, 25–26). Las personals del capítulo 2 y las que se describen
en el 3 tratan de propagar sus doctrinas.
El apóstol afirma que se introducen sutil y subrepticiamente en las vidas de los demás y
que usan el engaño para lograrlo. Acostumbran Ilegar a las casas para hablar especialmente
a las mujeres. Tal vez evitan las horas en que el esposo está presente. Satanás usó esta
estrategia en el Edén. Los falsos maestros aprovechan las debilidades y necesidades
emocionales de las mujeres para encontrar tierra fértil para sus enseñanzas.
El versículo 7 sugiere que ofrecen a las mujeres una novedosa solución para sus
problemas personales. Las cartas pastorales indican que enseñaban una forma de legalismo
que exigía el cumplimiento de algunas normas de la ley mosaica. El propósito era aliviar su
mala conciencia.
¿Qué tipo de persona es receptiva a las enseñanzas de estos maestros? Estos versículos
no son una crítica a todas las mujeres. La palabra mujercillas no describe a cualquier mujer,
sino a “mujeres pequeñas”, una expresión despectiva de personas perezosas, débiles y que
no tienen seriedad. Son débiles moralmente porque cargan con la culpabilidad de muchos
pecados que han cometido. Luchan con una variedad de impulsos que podrían ser la
ambición, la inmoralidad, la búsqueda del placer, las riquezas o el status social. También
les falta estabilidad intelectual porque buscan continuamente nuevas ideas, sin Ilegar a la
convicción de lo que es la verdad. No es el amor por la verdad, sino lo novedoso lo que las
motiva a escuchar.
Los versículos 6 y 7 Ilevan al creyente a evaluar su propia vida y ministerio. En primer
lugar, los que enseñan la verdad no deben untilizar métodos engañosos para lograr
aceptación o para atraer a las personas. Adornemos la verdad con una conducta honrada,
santa, de afecto, ayuda y amistad. Cuando entablamos amistad y prestamos ayuda a los que
no conocen a Cristo, manifestamos el amor genuino, no la amistad hipócrita que sólo busca
ganar un alma para Cristo. Cuando les hacemos una visita para compartir el evangelio, o
cuando los invitamos a las actividades cristianas, no debemos engañarlos, sino decirles con
transparencia que nuestro deseo es compartir con ellos la bendición que hemos recibido de
la Biblia y el mensaje de Cristo.
También debemos darnos cuenta de que aun el cristiano puede ser vulnerable a las
falsas doctrinas que a menudo ofrecen Ilenar algún vacío interior. Si no estamos caminando
con el Señor, la nueva enseñanza puede ser atractiva, especialmente si somos ingenuos y no
estamos bien arraigados en la enseñanza bíblica. Habrá algunos que sentirán curiosidad por
conocer las doctrinas novedosas y estarán dispuestos a aceptar lo que parece ser bueno.
Mantengámonos cerca del Señor en nuestra vida interior y conducta y seamos conocedores
de su Palabra.
HOMBRES QUE RESISTEN A LA VERDAD
3:8–9
Janes y Jambres son nombres que no encontramos en el Antiguo Testamento. Según la
tradición judía, estos eran dos de los sabios hechiceros de Faraón. En el libro del Exodo
trataron de imitar los milagros que Dios hizo por medio de Moisés (Exodo 7:11 y ss). Había
una competencia entre el Dios verdadero y los falsos dioses de Egipto, pero el Señor mostró
su poder sobre la naturaleza al enviar las diez plagas. Los dioses paganos no pudieron
imitar lo que él hizo. Moisés decía la verdad, que Jehová es el único Dios verdadero,
omnipotente y el que libertaría a su pueblo de la esclavitud en Egipto. Janes y Jambres
resistieron esta verdad.
Ahora en el Nuevo Testamento, Dios habló a través de Pablo y los otros apóstoles. Lo
que enseñaban era la verdad de Dios que ha Ilegado hasta nuestros días y es la norma
doctrinal auténtica y autorizada de la iglesia cristiana. Es el “depósito” de sana doctrina que
Pablo menciona en 1:13–14 y que Timoteo debía transmitir a hombres fieles (2:2).
JANES Y JAMBRES VS. MOISES
LOS FALSOS MAESTROS VS. PABLO
Pero en cada generación habrá personas que resistirán la doctrina porque no aceptan la
Biblia como autoridad definitiva, sino que la sustituyen con las tradiciones y dogmas de
una organización eclesiástica. Estas personas creerán otros escritos aparte de la Biblia y
confiarán en sus propias experiencias y sentimientos, más que en lo que dice la Palabra de
Dios. Son como Janes y Jambres, porque resisten la verdad.
Los maestros que no la enseñan, aunque digan ser conocedores de ella, son corruptos
de entendimiento. El pasaje dice que Dios los ha probado como un orfebre prueba un metal
para saber si es legítimo, pero los desaprueba porque no son genuinos maestros de la
verdad.
Al final de esta descripción de los tiempos peligrosos y difíciles, Pablo termina con una
nota alentadora. La verdad vencerá y permanecerá para siempre. Los que se resistan a ella
tendrán una trayectoria temporal. Como los sabios en Egipto, aunque tengan su momento
de gloria, Ilegarán a ser humillados delante de todos.
¡PENSEMOS!
¿Cree que algunos detalles de 3:1–9 describen los
problemas que se ven en la escena religiosa hoy día? ¿Cuáles
son? ¿Encuentra usted en su propia vida alguno de estos
pecados? ¿Qué pasos debe usted dar para buscar el cambio
en este aspecto de su vida? ¿Qué ha aprendido en 3:6–7
sobre la forma correcta para evangelizar? ¿Requiere esto
algún cambio en la metodología que usa su iglesia? ¿Están
preparados los miembros de su familia y de su congregación
para resistir las falsas doctrinas? ¿Les falta todavía la
estabilidad espiritual y orientación sobre la doctrina bíblica?
¿Qué se debe hacer para que tengan mayor discernimiento
con respecto a las falsas enseñanzas?
9
¡Persevera!
2 Timoteo 3:10–17
La memoria es un instrumento en las manos de Dios para instruirnos. Sean negativas o
positivas, las experiencias del pasado deben hacernos más sabios. En este pasaje, Pablo
recuerda a Timoteo dos eventos de su vida anterior que al pasar de los años habían influido
en su existencia.
En primer lugar, Timoteo debía recordar los sufrimientos que Pablo había tenido en
Antioquía, Iconio y Listra en su primer viaje misionero, mismos que menciona en el
versículo 11. Es probable que su discípulo conociera al apóstol cuando visitó la ciudad de
Listra por primera vez (Hechos 14:8–23) después que junto con Bernabé tuvo que salir de
Antioquía e Iconio por causa de los judíos (Hechos 13:13–14:7).
Fueron bien recibidos en Listra, pero Ilegaron judíos de Antioquía e Iconio y por su
influencia, los de Listra apedrearon a Pablo y lo dieron por muerto, dejándolo fuera de la
ciudad. Sin embargo, el misionero sobrevivió y siguió su viaje a Derbe; después regresó a
Listra para animar a los nuevos cristianos. Probablemente Timoteo estaba entre ese grupo
de nuevos cristianos. El recuerdo de esos eventos quedó grabado en la memoria de Pablo y
Timoteo porque habían compartido muchas experiencias.
Pablo también recordó a Timoteo acerca de la influencia que había recibido de su madre
Eunice y de su abuela Loida, quienes le habían enseñado las Escrituras del Antiguo
Testamento desde su niñez (3:15, comp. 1:5). El autor tocó cuerdas muy sensibles en el
corazón del joven obrero. Veremos lo que debía aprender Timoteo al recordar estos eventos
del pasado.
¡PENSEMOS!
¿Recuerda alguna experiencia que le anima y fortalece
cuando enfrenta problemas? De los versículos 10–11, ¿qué
debemos aprender acerca del discipulado? ¿Cómo ayudaron
a Timoteo los versículos 10–12 en su ministerio? Trate de
identificar a personas que han demostrado las mismas
características mencionadas en 3:10–11. En 3:12, Pablo dice
que un creyente comprometido sufrirá persecución. ¿Por
qué es cierto esto? (Consulte 3:13; Juan 15:18–25) ¿Cuál es
la relación lógica que el versículo 12 tiene con el anterior?
¿con el 13?
¡PENSEMOS!
¿Qué parte de las Escrituras es inspirada por Dios?
¿Qué parte es de provecho para nuestra vida? En sus
propias palabras, describa las cuatro funciones de la Palabra
de Dios que Pablo incluye en 3:16. ¿Cuál es el propósito de
estas funciones de las Escrituras?
De nuevo Pablo contrasta a Timoteo con los maestros engañadores. Según el versículo
13, estaban constantemente progresando en el mal (comp. v. 7). En cambio (Persiste tú v.
14), Timoteo debía permanecer firme, sin moverse de lo que había aprendido.
También debía recordar de dónde había recibido la enseñanza, porque la fuente de la
doctrina garantiza la veracidad de estos conocimientos. Es probable que se refiera al mismo
apóstol, cuyo conocimiento provenía de la revelación divina (2:2 y 3:10). Por lo tanto, lo
que había aprendido, era digno de confianza.
Las Escrituras hacen sabio para la salvación
Por su lado, su abuela y su madre lo habían instruído (1:5 y 3:15). El Antiguo
Testamento era la fuente de las enseñanzas que recibió en su niñez (v. 15) por revelación
divina.
Los padres judíos tenían la responsabilidad sagrada de instruir a sus hijos en las
Escrituras desde que tenían cinco años de edad. En la actualidad, los padres cristianos
tienen el mismo deber de inculcar a sus pequeños el conocimiento sagrado de la Biblia y el
amor y sumisión a ella, porque es la única que lleva al niño a la salvación. Le hace sabio en
contraste con la insensatez de los engañadores (v. 9). En la misma cláusula, Pablo aclara
que no es simplemente el conocimiento de la Biblia lo que salva al hombre. El individuo es
salvo cuando confía en Jesucristo y no en sus propios méritos.
“LA SEMILLA ES LA PALABRA DE DIOS”
Lucas 8:11
“RENACIDOS, NO DE SIMIENTE
CORRUPTIBLE, SINO DE INCORRUPTIBLE,
POR LA PALABRA DE DIOS
QUE VIVE Y PERMANECE PARA SIEMPRE.”
1 Pedro 1:23
La Palabra de Dios contiene el evangelio, es la semilla que el Señor siembra en el
corazón del hombre (compare Lucas 8:4–15; 1 Pedro 1:23–25). A través de la fe, la semilla
brota produciendo la vida eterna.
Las Escrituras tienen su origen en Dios
El autor continúa el tema de las Escrituras explicando por qué son capaces de hacer
sabio para la salvación. Aclara por qué era tan importante que Timoteo permaneciera en lo
que había aprendido de los escritos sagrados.
Pablo describe la utilidad de las Escrituras porque son imprescindibles para Timoteo y
para cada creyente y capaces de prepararlos para toda buena obra. ¿Por qué? Porque vienen
de Dios.
Lo que aprendió en su niñez era del Antiguo Testamento el cual era la única Biblia que
existía, ya que el Nuevo Testamento apenas había comenzado a escribrise. Algunos libros y
cartas individuales circulaban entre algunas iglesias. Sin embargo, es importante observar
que Pablo y Pedro consideraban la enseñanza de los apóstoles a la par de la autoridad del
Antiguo Testamento. Posiblemente ellos se daban cuenta que pronto los cristianos debían
agregar otros escritos a la colección de libros sagrados.
Por ejemplo, en este pasaje, Pablo equipara sus propias enseñanzas a las del Antiguo
Testamento que Timoteo había aprendido; debía persistir tanto en lo que había aprendido
de Pablo como de las Escrituras. El apóstol se refiere a su mensaje como “la palabra de
Dios” (1 Tesalonicenses 2:13). En otras ocasiones, dice que habla con la autoridad de Dios:
2 Corintios 2:17, 13:3. En 1 Timoteo 5:18, une una cita del Antiguo Testamento
(Deuteronomio 25:4) y otra que se encuentra en Lucas 10:17. El llama a los dos textos “la
Escritura”. Pedro se refiere a las cartas de Pablo como “Escrituras” (2 Pedro 3:15–16).
Entonces, es lógico aplicar a los escritos apostólicos lo mismo que Pablo dice aquí con
referencia a las Escrituras. Todos tienen su origen en Dios y son útiles para formar al
hombre de Dios.
En los versículos 16 y 17, encontramos una de las afirmaciones más importantes acerca
de la Palabra de Dios. En primer lugar, Pablo enseña que toda la Escritura es inspirada por
Dios. La expresión inspirada por Dios es una sola palabra que significa “exhalada por
Dios”. El escritor dice que toda la Escritura tiene su origen en la divinidad, como si fuera
su propio aliento; viene del Altísimo; es la expresión divina, por eso tiene poder. Como por
su palabra Dios creó al mundo, también por ella ejerce su poder creativo en nosotros, para
salvarnos y perfeccionarnos (Hebreos 11:3, Génesis 1:3ss).
Las Escrituras nos preparan para toda buena obra
Por causa de su origen divino, tienen que ser útiles. Pablo señala que tienen cuatro
funciones:
En primer lugar, son útiles para enseñar. Hemos visto que una responsabilidad de
Timoteo era transmitir “las sanas palabras” (1:13–14; 2:2, 15, 24–25). En las enseñanzas de
Pablo y en las Escrituras, Timoteo tenía todo lo que debía enseñarse a otros.
Además, son útiles para redargüir, o “reprochar, traer convicción del pecado”. Es
posible que el apóstol estuviera pensando en los que propagaban errores en Efeso (3:1–9).
Timoteo tenía la responsabilidad de confrontarlos para que se arrepintieran (comp. 2:24–
26). El término es amplio y se refiere a reprender cualquier error de enseñanza o conducta
para que la persona reconozca su culpa. En su exhortación a ser hacedor y no sólo oidor de
la Palabra, Santiago dice que la Biblia es como un espejo que revela el estado en que se
encuentra una persona (Santiago 1:22–25). Después, el individuo es responsable de tomar
medidas para ser cambiado.
En tercer lugar, son provechosas para corregir. Significa “hacer recto”, “enderezar”. La
Biblia es potente para obrar cambios en la ética y conducta de la persona. Romanos 12:2
aclara que la transformación que Dios busca en la vida se lleva a cabo por la renovación de
los pensamientos. Cuando el creyente está empapado de la Palabra Santa y la obedece, ella
va transformando su mentalidad.
La última expresión es instruir en justicia. Esto significa “encauzar en el camino
correcto”, como hacen los padres con los niños a través de la educación, el consejo y la
disciplina. La Palabra de Dios guía al creyente en las sendas correctas.
En el versículo 17, se encuentra el propósito de las funciones de las Escrituras: a fin de
que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Perfecto significa “completo” o “capaz” en contraste con lo que es incompleto o parcial.
Estas funciones de la Biblia hacen todo lo que el cristiano necesita para servirle en el
ministerio que él le ha asignado.
LAS ESCRITURAS SON UTILES PARA
ENSEÑAR: “instruir”
REDARGÜIR: “traer convicción del error”
CORREGIR: “enderezar el camino”
INSTRUIR EN JUSTICIA: “encauzar la conducta”
El mensaje de estos versículos es para los que predican y enseñan la Palabra así como
para todos los creyentes. Timoteo y todo maestro cristiano han de exponer la Palabra con
fidelidad para que las Escrituras lleven a cabo estas funciones en la vida de los creyentes.
Este versículo también dice al maestro cómo debe utilizar la Palabra. Al predicar debe
educar, reprender, enderezar la conducta y guiar la vida.
A la vez, el creyente debe someterse a la Palabra de Dios permitir que le instruya,
convenza de pecado, transforme y guíe. Si hace caso a ella, entonces será un hombre de
Dios, completo y preparado para glorificarle cumpliendo un servicio noble y hermoso. ¡La
Palabra es útil para que el cristiano sea útil!
¡PENSEMOS!
Al repasar los versículos 10–13, ¿qué pasos debe usted
dar para ser como Pablo y Timoteo? ¿Quiénes están
mirando y siguiendo su ejemplo, así como Timoteo seguía el
de Pablo? ¿Qué debe cambiar en sus actitudes o conducta
para ser un mejor ejemplo? Si usted es padre o madre, ¿Qué
debe hacer para dar mejor ejemplo a sus hijos? ¿para
sembrar la Palabra en ellos? ¿Qué debe hacer para que las
Escrituras cumplan en su vida las funciones que Pablo
menciona en 3:16–17? Tome un tiempo para agradecer a
Dios el ejemplo de lideres como Pablo y la influencia que ha
tenido la Biblia en su vida. ¿Cuál de los versículos en este
pasaje debe usted memorizar para que le anime y oriente en
el futuro?
10
Predica la Palabra
2 Timoteo 4:1–5
Pablo fue ejemplo a todos sus colegas en cuanto a la predicación. Cuando recibió a
Cristo como su Salvador, Dios dijo que había sido escogido “para llevar mi nombre en
presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hechos 9:15). Pocos días
después, predicaba a Cristo en las sinagogas de Damasco. El apóstol “confundía a los
judíos que moraban en esa ciudad demostrando que Jesús era el Cristo” (9:19–22).
Su siguiente campaña fue en Jerusalén, sede del judaísmo y cristianismo. En los años
subsecuentes los habitantes de Tarso, Antioquía, Chipre, Galacia, Troas y Macedonia lo
escucharon y se maravillaron por los temas que trataba. Después, predicó a los
gobernadores romanos en varias ciudades y a los filósofos de Atenas. También cumplió el
propósito que había descrito a los romanos: de “anunciaros el evangelio también a vosotros
que estáis en Roma”, el centro del imperio (Romanos 1:15).
El contenido y método de su predicación es importante. Pablo escribió que “agradó a
Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Corintios 1:21). No es el
método de la misma lo que constituye la “locura”, sino su contenido, “la palabra de la
cruz”, una locura para los gentiles. Sin embargo, “para los llamados, así judíos como
griegos, Cristo [es] poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:18, 23, 24). Pablo no
quería esconder la “locura” de la crucifixión detrás de un discurso de sabiduría humana.
“Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y
estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue
con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para
que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios (1 Corintios
2:2–5).
A pesar de los riesgos que corría por predicar el evangelio a los gentiles casi al final de
su vida, la proclamación de la Palabra era vital para el gran apóstol. En un encargo
encarecido, Pablo obliga a Timoteo a ser fiel en esta tarea. También menciona varios
aspectos del ministerio de la Palabra, para que el joven predicador tuviera un ministerio
completo que llenara todas las necesidades del pueblo.
El encargo procede naturalmente de la enseñanza acerca de las Escrituras en 3:15–17.
Asimismo, es la tercera respuesta a la problemática que Pablo presentó en el capítulo 3. Los
versículos 1–9 de ese capítulo describían a los religiosos que vendrían a corromper el
cristianismo legítimo con sus enseñanzas falsas y su vida reñida con la moral. El cristiano
puede soportar estos males si hace lo siguiente:
1) seguir los buenos ejemplos que Pablo daba en cuanto a doctrina, conducta y
sufrimiento (3:10–13);
2) estudiar las Escrituras, las que preparan al hombre de Dios para toda buena obra
(3:14–17); y
3) predicar la Palabra de manera que ella cumpla todas sus funciones en la vida de los
oyentes: por ejemplo, reprender, exhortar, enseñar y evangelizar (4:1–5).
¡PENSEMOS!
Según 4:1, 3 y 6 ¿Por qué debía Timoteo predicar la
Palabra de Dios? ¿Sugieren estos incentivos una metodología
que debemos usar cuando enseñamos y predicamos? ¿Cuál
es la relación entre 4:2 con el capitulo 3? ¿Cuáles son los
mandatos que encuentra en 4:1–5? En su opinión ¿Qué
significa a tiempo y fuera de tiempo? ¿Por qué piensa que es
importante predicar con paciencia, como Pablo dice en 4:2?
¿Cuál es el significado de la palabra porque que inicia el
versículo 3? ¿Puede pensar en un ejemplo de 4:3 en la
actualidad? ¿Qué relación tiene la exhortación cumple tu
ministerio con el resto de la carta?
¡PENSEMOS!
Si usted es maestro o predicador, ¿qué elementos del
versículo 2 necesita enfatizar en su ministerio? Si no es
maestro o predicador en su iglesia, ¿qué puede hacer para
obedecer el versículo 2? ¿Cuáles de los mandatos del
versículo 5 necesita obedecer? ¿Tiene usted el don de
evangelista? Si no, reflexione acerca de esta pregunta:
¿cómo puedo hacer obra de evangelista? Si Dios le dijera,
“Cumple tu ministerio”, ¿A qué se refiere? ¿Cuál debe ser el
primer paso que ha de dar para comenzar a cumplirlo?
11
El Fin de la Carrera
2 Timoteo 4:6–8
El capítulo 4 de esta carta contiene los últimos versículos que se han conservado
escritos por la mano del apóstol Pablo. En el pasaje que consideramos ahora, habla de su
muerte, porque la esperaba en poco tiempo. Tenemos el privilegio de leer lo que sentía este
veterano después de 30 años de ministerio. Aquí expresa sus sentimientos y convicciones al
llegar al final de su vida y ministerio.
Según la tradición de la iglesia antigua, Pablo fue decapitado, probablemente en un
lugar que se llama Aque Salviae y que ahora se identifica con el nombre Tre Fontane. Este
sitio queda aproximadamente a 5 kilómetros de Roma en la Vía Ostia que corre de la
ciudad hacia el sur. Se dice que el apóstol fue enterrado un poco más cerca de la ciudad, en
la misma ruta. Cerca del año 324 el emperador Constantino edificó una basílica pequeña en
ese lugar, que fue sustituida por una más grande hacia el fin del mismo siglo. En 1854, se
completó la construcción de una nueva en lugar de la antigua que fue destruida por un
incendio en 1823. Debajo del altar de esta basílica se descubrieron en 1835 dos planchas en
el piso, procedentes del cuarto siglo, en tiempos de Constantino. La inscripción es un
epitafio que dice:
PAVLO APOSTOLO MART
La traducción es: “A Pablo, apóstol y mártir”. Clemente de Roma, cerca del año 96,
escribió:
Pablo, por causa de celos y contiendas, mostró el camino para alcanzar el premio por la
paciencia; siete veces llevó cadenas, fue exiliado, apedreado, fue heraldo del evangelio tanto en el
oriente como en el occidente, ganó noble fama por su fe, enseñó la justicia por todo el mundo y,
habiendo llegado a los límites occidentales, testificó delante de los gobernadores. Así partió del
mundo y fue llevado al lugar santo, siendo el más grande ejemplo de paciencia [resistencia].
¡PENSEMOS!
¿Qué relación lógica existe entre el versículo 6 y el 5? Al
leer el 6, ¿cómo describe la actitud de Pablo hacia la m
uerte? (Compare también Filipenses 1:21–23.) ¿Qué aprende
de las figuras de la “batalla” (lucha) y de la “carrera” que
Pablo utiliza en el versículo 7? Contraste lo que él dice de su
vida en el 7 con algunos otros hombres que se mencionan en
esta carta (por ejemplo, en 1:15). ¿Cuál piensa usted que es
la relación lógica del versículo 8 con el 7?
¿Cómo muestra aquí Pablo su fe, amor y esperanza?
Trate de imaginar qué sentía Timoteo al leer los versículos
6–8. ¿Cree usted que estos versículos lo motivaron? ¿Por
qué?
LA PARTIDA INMINENTE
4:6
El versículo 5 comienza con el tú enfático para decir que Timoteo tenía que llevar una
vida distinta de quienes escuchaban las fábulas (las personas descritas en los versículos 3–
4). En el versículos 6 inicia con el yo donde el apóstol expone su último y poderoso
argumento explicando por qué su discípulo debía cumplir fiel y eficazmente su ministerio,
ya que Pablo pronto iba a partir de este mundo. “Timoteo, tu tienes que cumplir tu
ministerio porque yo no estaré para conservar la sana doctrina y predicar la Palabra de
Dios. Esta será tu responsabilidad en Efeso”.
No podemos imaginar los sentimientos de Timoteo cuando leyó por primera vez estas
palabras, pero debe haber sentido mucha tristeza. Parece que Timoteo había llorado cuando
él y Pablo se despidieron (1:4). Ahora Pablo habla de una separación más larga. Además,
debe haber sentido el enorme peso de la responsabilidad que caía sobre sus hombros.
Mucho dependería de él en el futuro. ¿Será posible que haya sentido miedo? Tal vez ahora
encontraba más significado en lo que Pablo le había dicho antes en la carta:
Que… avives el fuego del don de Dios que está en ti… porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio… participa de las aflicciones del evangelio
según el poder de Dios… esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús… lo que has oído de mí…
esto encarga a hombres fieles… tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo… si
sufrimos, también reinaremos con él… procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero… que usa bien la palabra de verdad… que con mansedumbre corrijas a los que se oponen…
en los postreros días vendrán tiempos peligrosos… pero tú has seguido mi doctrina, conducta,
propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos… pero persiste tú en lo
que has aprendido y te persuadiste… toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil… a fin de que el
hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado… te encarezco delante de Dios… que
prediques la palabra… redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina… tú sé sobrio en
todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio porque yo ya estoy para
ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.
¡CUMPLE TU MINISTERIO,
PORQUE… EL TIEMPO DE MI PARTIDA
ESTA CERCANO! 4:5–6
En este versículo, como en algunos otros pasajes, Pablo consideraba su vida como una
ofrenda a Dios. Los sacerdotes judíos derramaban vino sobre el altar como sacrificio. Lo
mismo hacía Pablo con su vida y ministerio: los presentaba sobre el altar. Los consideraba
un sacrificio de adoración a Dios (compare Filipenses 2:17 y Romanos 15:16). Ahora Pablo
está por completar este sacrificio a través de su muerte y cumple con la enseñanza de
Jesucristo: “todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará” (Marcos
8:35).
Estos versículos están repletos de elocuentes y ricas figuras para expresar sentimientos
y convicciones profundos. Pablo se refiere a su muerte como mi partida. Esta palabra se
usaba al soltar a un prisionero de la cárcel, librándolo de las limitaciones y angustias de
muchos años de estar encerrado.
Literalmente, Pablo mira a su alrededor y sólo ve las paredes de su celda. Para él, la
muerte significaba ser rescatado de una prisión romana y libertado de su cuerpo mortal, ya
debilitado por el arduo ministerio, su avanzada edad y la enfermedad.
La misma palabra se usaba en aquellos días cuando el agricultor soltaba al buey del
yugo al final de un día de arduo trabajo arando la tierra. Pablo se había entregado a la dura
tarea de transitar por los caminos del extenso imperio romano, sembrando la semilla de la
palabra de Dios, estableciendo iglesias y edificando a las congregaciones para que dieran su
fruto. Ahora se encontraba al final del día y Dios estaba por relevar a su obrero del yugo de
su labor de 30 años y por fin podría descansar.
Pero, es posible que el tercer significado del vocablo sea en el que estaba pensando el
autor. Los griegos usaban esta palabra cuando soltaban los lazos que ataban a un barco al
muelle, para que la nave iniciara su viaje. Pablo se consideraba un peregrino en el mundo y
llegaba al final de su visita en la tierra porque era ciudadano de otro país. Hacía varios años
que tenía el “deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor”. El permanecía
en el mundo solamente porque el “quedar en la carne es más necesario por causa de
vosotros”, como decía a los Filipenses (1:23–24). Pero había terminado la obra que Dios le
había encomendado y estaba preparado para viajar a un reino mejor.
Las figuras que hemos visto en el versículo 6 revelan mucho acerca del apóstol Pablo.
Estos conceptos definen su filosofía de la vida y de la muerte. Para él la primera es algo de
mucho valor, pero que el hombre no ha de gastar para sí mismo. Dios, el Creador y
Salvador es el único digno de recibir los frutos de la vida que él mismo le da al hombre.
Pablo impactó al mundo por medio de su testimonio, su ejemplo y su mensaje. El lo hizo
para entregarlo todo al Señor en gratitud y adoración.
Cada creyente debe examinar su propia actitud hacia la vida y la muerte. Es común que
el humano dedique su vida a lograr la comodidad y el placer, evitando el sufrimiento y las
penas. El hombre no quiere que esta vida tan agradable llegue a su final debido a que ha
creado una vida muy cómoda. Cuando el hombre no entrega su vida a los propósitos de
Dios, no es tan llamativo el partir para estar con Cristo. El cristiano debe preguntarse qué le
falta para sentirse realizado y lleno de esperanza como estaba Pablo a las puertas de la
muerte.
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21). La vida de
Pablo era de sacrificios y sufrimientos, pero él dió todo esto como una ofrenda de grato olor
a Jesucristo. La muerte no es un terror que debe evitarse a toda costa. Estar con Cristo será
mucho mejor. “Estar ausentes del cuerpoy presentes al Señor”, escribía el apóstol en 2
Corintios 5:8. La muerte será una liberación de las aflicciones de este mundo y traerá el
descanso de las labores. Es como llegar a casa.
EL MINISTERIO TRIUNFANTE
4:7
En el versículo 7, Pablo usa nuevas figuras y reflexiona sobre su ministerio pasado. Se
debe notar la relación entre los versículos 6 y 7. Pablo tenía una actitud sana y positiva
hacia la muerte porque había cumplido la voluntad de Dios para su vida. Es un hecho que
nuestra forma de vivir determina nuestra forma de morir.
TODO AQUEL QUE LUCHA,
DE TODO SE ABSTIENE;
ELLOS, A LA VERDAD, PARA RECIBIR
UNA CORONA CORRUPTIBLE,
PERO NOSOTROS, UNA INCORRUPTIBLE.
1 Corintios 9:25
Normalmente, Pablo usa la palabra que aquí se traduce batalla para referirse a un
luchador, no a un soldado. Podemos traducir la cláusula: “Me he esforzado en una buena
pelea”. Con la palabra buena, él no quiere decir que ha luchado bien o que ha ganado, sino
que ha participado en una lucha “noble”, es decir, una actividad que es importante, que es
un privilegio, que vale la pena. Luchar en el ministerio del evangelio era para Pablo la
mejor vida que podría llevar. Por supuesto, luchar nunca es fácil. Trabajar para el Señor
tampoco es sencillo, es un reto grande. Pero a Pablo le produjo mucha satisfacción y frutos
eternos. No todas las empresas son valiosas y nobles. ¡Esta sí! Para él era un privilegio y
gozo Ilevar a los gentiles a Dios, contribuir a la expansión de la nueva Iglesia y servir bajo
la bandera del Rey de reyes.
La segunda figura del versículo 7 también está tomada del mundo del deporte. La
carrera implica mucho entrenamiento, disciplina personal y gran esfuerzo. Nos enseña a
despojarnos “de todo peso y del pecado que nos asedia” y “correr “con paciencia la carrera
que tenemos por delante”. El autor de Hebreos también dice que el corredor ha de fijar la
vista en la meta, puestos los ojos en Jesús, así como él también se concentró en la meta: “…
el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se
sentó a la diestra del trono de Dios”. Pablo y todos nosotros debemos considerar “a aquel
que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se
canse hasta desmayar” (Hebreos 12:1–3).
DESPOJEMONOS DE TODO PESO
Y DEL PECADO QUE NOS ASEDIA,
Y CORRAMOS CON PACIENCIA
LA CARRERA QUE TENEMOS POR DELANTE,
PUESTOS LOS OJOS EN JESUS….
Hebreos 12:1–2
Pablo termina el versículo con una evaluación más directa de su ministerio: “he
guardado la fe”. La fe podría referirse a su fidelidad a Dios, de la cual no podemos dudar.
Sin embargo, en esta carta Pablo ha manifestado su preocupación por la conservación de la
sana doctrina apostólica. Entonces, es más probable que se refiera a la enseñanza de las
Sagradas Escrituras de que habla en 3:15, la palabra que Timoteo ha de predicar en 4:2 y la
sana doctrina que algunos no sufrirán en 4:3. Es posible que esta última frase del versículo
7 sea también una figura. La doctrina es un tesoro. Como fiel guardián, Pablo lo había
cuidado para que los enemigos no lo robaran.
Pablo exhortaba a Timoteo a retener la forma de las sanas palabras, a guardar el buen
depósito y a usar bien la palabra de verdad (1:13–14; 2:15). Estaba satisfecho de que él
mismo había obedecido estas responsabilidades y que dejaba buen ejemplo a Timoteo y a
nosotros. Es importante que el líder, por medio de su propia fidelidad, inspire a los demás.
La antorcha de la verdad ahora pasaba a otras manos. El corredor anciano pasaba la estafeta
al atleta más joven.
EL ATLETA: “HE PELEADO EN LA NOBLE LUCHA”
EL CORREDOR: “NO HE DESMAYADO”
EL SOLDADO: “HE PROTEGIDO EL TESORO”
LA CORONA DE JUSTICIA
4:8
En el versículo 6, el apóstol habló del presente. En el 7, evaluó el pasado. Ahora en el 8,
el autor mira hacia el futuro. Pablo no vive en el pasado, ni piensa solamente en la muerte
que se acerca, sino en lo que le espera cuando se halle en la presencia del Señor.
En el versículo 8 el autor continúa hablando del ambiente de los juegos griegos. El que
luchaba y el que corría querían ganar una corona, la cual no era de oro y piedras preciosas,
sino una guirnalda hecha con hojas de roble que se marchitaba al poco tiempo. Esta es la
corona corruptible que Pablo mencionó en 1 Corintios 9:25. Sin embargo, esa corona
sencilla simbolizaba para los atletas un triunfo grande. El ganarla tenía tanto significado
que la ciudad del atleta a veces abría una nueva puerta en su muralla para que el triunfador
entrara por donde nadie más había entrado.
El cristiano recibirá una corona incorruptible. Pablo la llama en este pasaje la corona
de justicia. Algunos opinan que se refiere a la justicia que todos los creyentes recibimos. El
que conoce a Cristo ya recibió el obsequio de la justicia de Dios: “Al que no conoció
pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en
él” (2 Corintios 5:21). El creyente no deja de ser pecador, pero Dios lo ve como un hombre
justificado y será recibido en su reino como hombre santo y sin mancha porque Jesucristo
llevó todas sus transgresiones en la cruz.
Sin embargo, es más probable que la corona fuera un galardón que Pablo recibiría
porque la justicia práctica, la rectitud, y la obediencia a las normas de Dios, habían
caracterizado su vida. La corona no es para él solamente, sino para todos los que aman la
venida de Cristo. Quien obedece a Dios es también la persona que no teme su venida, sino
que anhela la llegada de Jesucristo, el que evaluará sus servicios.
Es posible que en el contexto de 2 Timoteo, la corona de justicia tuviera an significado
muy particular para Pablo. El estaba acusado de crímenes contra el imperio, algunos
cristianos lo habían abandonado y otros se avergonzaban del prisionero que se encontraba
humillado en un calabozo romano. El juez romano, posiblemente el mismo Emperador
Nerón, había dictado sentencia en su contra o pronto lo haría; Roma lo había condenado; la
justicia humana lo había traicionado. ¿Sería reivindicado alguna vez? En este mundo, no
encontraría justicia. Pero “el Señor, juez justo, en aquel día” cambiará el veredicto. ¡Dios
declarará a Pablo “hombre justo”!
PORQUE DIOS NO ES INJUSTO
PARA OLVIDAR VUESTRA OBRA
Y EL TRABAJO DE AMOR
QUE HABEIS MOSTRADO HACIA SU NOMBRE,
HABIENDO SERVIDO A LOS SANTOS
Y SIRVIENDOLES AUN
Hebreos 6:10
¡PENSEMOS!
¿Qué siente usted cuando piensa en la m uerte? ¿Cómo
le han afectado las actitudes de Pablo con respecto a ella?
¿Cuáles son los cambios que tendría que hacer en su vida
para poder decir, “he peleado la buena batalla”? ¿Está
seguro de recibir la “corona de justicia”?
12
Procura Venir Pronto
2 Timoteo 4:9–22
A través de su buen ejemplo, el apóstol enseña que el ministerio cristiano pone a las
personas en lugar prioritario. El ministerio de Pablo rayaba en el profesionalismo. Nunca
dio lugar a que se institucionalizara, lo cual hubiera restado importancia a los individuos.
Pablo mantuvo hasta el final su preocupación por los hombres y mujeres que necesitaban a
Cristo o que requerían su apoyo y edificación.
Las cartas a Timoteo, Tito y Filemón son testimonio evidente de que él pensaba
constantemente en las necesidades de las personas. Sus epístolas incluían los nombres de
sus colegas en el ministerio así como de decenas de miembros de las congregaciones.
El último capítulo de Romanos es un pasaje muy especial donde el apóstol enviaba
saludos a la iglesia de Roma de parte de ocho personas. Pero lo más sorprendente es que
saluda por nombre a 26 creyentes que están en Roma. En algunos casos el saludo era para
toda la familia, sumando así a muchas otras personas a la lista. ¡Lo sorprendente es que
Pablo nunca había estado en Roma! Los 26 eran cristianos que él había conocido en
distintas partes del imperio romano durante sus muchos viajes. Por diferentes motivos ellos
habían llegado a vivir en la capital del imperio y formaban parte de las congregaciones en
esa gran ciudad. Como fiel amigo, el apóstol seguía en contacto con ellos, expresando su
aprecio y afecto.
Así nos damos cuenta de que el cuerpo de Cristo es una comunidad internacional.
Desde el principio, la iglesia extendía sus lazos de amistad y comunión cristiana a través de
la distancia y cultura. También se nota que aún en esa época antigua, algunos miembros de
las Iglesias se movían hacia lugares lejanos, siempre llevando el testimonio de Cristo.
Aprendemos que la iglesia es una comunidad que no pierde de vista al individuo y que
busca el bienestar de cada uno.
En esta conclusión de la segunda carta a Timoteo, encontramos la mención de varios
hermanos. ¡Se encuentran 16 nombres en trece versículos sin contar a Jesucristo y el
“león”! Pablo se refiere a otros sin dar su nombre, aunque esta vez no todas las referencias
son positivas. Veremos quiénes son y por qué Pablo los cita.
¡PENSEMOS!
Lea los versículos 9–18 y haga una lista de las varias
clases de sufrimientos que Pablo experimentaba. ¿En qué
frases se nota su confianza en el Señor? ¿Acerca de cuáles de
las personas nombradas en el pasaje recuerda haber leído en
otras partes del Nuevo Testamento? ¿Que recuerda de sus
vidas y ministerios? Según los detalles de este pasaje, ¿cuáles
son algunos lugares que Pablo había visitado después de su
primer encarcelamiento en Roma y antes de este último?
En cambio, Pablo se consideraba ciudadano de otro país, en tránsito por este mundo
sólo en forma temporal. El obedecía la exhortación de 1 Pedro 2:11: “Yo os ruego como a
extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el
alma”.
Algunos compañeros de Pablo habían decidido visitar otros lugares con propósitos
relacionados con el ministerio: Crescente, Tito y Tíquico. El primero no se menciona en
otros pasajes; había salido de Roma para ir a Galacia, el área donde Pablo inició iglesias en
su primer viaje, en Listra, Iconio y Derbe. Tito estaba en Creta cuando recibió la carta
dirigida a él. Aparentemente había terminado su ministerio allí, estuvo con Pablo en Roma
y ahora se había trasladado a Dalmacia, en la costa oriental del Mar Adriático.
Tíquico visitó a Pablo en Roma en su primer encarcelamiento. Probablemente fue el
mensajero que viajó en compañía de Onésimo para entregar las cartas a los Efesios,
Colosenses y Filemón (Colosenses 4:7–9). De nuevo estuvo en Roma con Pablo pero éste
lo envió a Efeso, posiblemente para sustituir a Timoteo, quien debía viajar a Roma (4:12,
19–21).
La referencia a Marcos tiene mucho significado. Juan Marcos era sobrino de Bernabé y
acompañó a Pablo y Bernabé en el primer viaje misionero a Chipre y Panfilia (Hechos
12:12, 13:5; Colosenses 4:10). Pero los dejó y regresó a Palestina sin terminar la gira con el
equipo misionero (Hechos 13:13). Pablo opinó que el joven había fracasado y no quiso
llevarlo en el segundo viaje. Por esa razón, Bernabé se separó de Pablo y llevó a Marcos en
un viaje misionero a Chipre. Silas acompañó a Pablo en el segundo viaje (Hechos 15:36–
41).
Bernabé le dió a Marcos una segunda oportunidad en el ministerio y éste fue fiel. En la
primera detención de Pablo, Marcos se encontraba con él y ya era considerado un
colaborador recomendado por el apóstol (Colosenses 4:10; Filemón 24). Ahora en 2
Timoteo 4:11, Pablo pide que Marcos vaya a Roma con Timoteo. El apóstol lo califica
como uno que es útil en el ministerio. Marcos también fue colaborador de Pedro (1 Pedro
5:13). Entonces en nuestro pasaje, encontramos que Demas había desamparado a Pablo, y
Marcos, que antes tuvo sus defectos, había vuelto a un ministerio bendecido por Dios.
Aprendemos que el cristiano que fracasa puede volver a ser obediente a su Señor y ser
usado por él.
Además de la soledad, Pablo también sufría por el frío y pedía que Timoteo le llevara el
capote que había dejado en Troas. ¿Fue arrestado Pablo en Troas? Es posible, pero no
sabemos con seguridad. El capote era una especie de poncho grueso, hecho de lana, que los
viajeros usaban en tiempos de frío o de lluvia. Pablo no esperaba viajar, pero en la celda
subterránea había frío y humedad, y el invierno se acercaba, por lo que le urgía contar con
esa protección adicional. Después de haberle pedido que viniera pronto, en el versículo 21
le hace una última petición: “procura venir antes del invierno”.
También le solicitó “los libros, mayormente los pergaminos”. Estos podrían incluir
rollos de papiro: su correspondencia, apuntes personales u otros documentos. No sabemos
de qué pergaminos se trataba. Es más probable que fueran partes del Antiguo Testamento
en griego. Algunos han sugerido también que podrían ser copias de las palabras de
Jesucristo o relatos de su vida. Nos impresiona que en vísperas de su muerte, Pablo todavía
siguiera estudiando. Después de tantos años de caminar en comunión con el Señor, todavía
sentia la necesidad de recibir el estímulo intelectual y espiritual de las Sagradas Escrituras.
Siglos después, otro mártir cristiano pidió algo semejante. Cuando esperaba la muerte,
Guillermo Tyndale, perseguido traductor de la Biblia inglesa, pidió a su carcelero un
capote, una gorra más caliente y una camisa de lana por el frío: “…permítame tener mi
Biblia hebraica, Gramática y Diccionario, para que dedique tiempo en ese esfuerzo”. Los
siervos de Dios deben seguir estudiando la Palabra durante toda la vida hasta el final.
PERSEGUIDO PERO NO DESAMPARADO
4:14–18
En estos versículos, Pablo advierte a Timoteo de lo peligroso que era Alejandro, el
calderero. Después le comenta la difícil experiencia del juicio delante de las autoridades
romanas y termina con palabras de confianza en cuanto a la protección del Señor.
Alejandro el calderero 4:14–15
Este hombre trabajaba el bronce, pero no tenemos más detalles acerca de su vida. No es
probable que fuera uno de los que se mencionan en Hechos 19:33 o 1 Timoteo 1:20. No se
sabe con seguridad cuáles eran los muchos males que hizo en contra de Pablo. Algunos
piensan que pudo haber causado su arresto o haberlo acusado de algún delito. Posiblemente
Pablo fue arrestado en Efeso mismo o tal vez en Troas donde dejó su capote en casa de
Carpo (v. 13).
Timoteo también estaba en peligro de las maniobras de Alejandro. Se había opuesto a
las enseñanzas de Pablo y su discípulo. Este enemigo continuaba siendo una amenaza, sea
que estuviera en Efeso, en Troas o en otro lugar.
Los males que cometió contra Pablo no fueron solamente una ofensa personal, sino una
amenaza al mensaje del evangelio y la doctrina que predicaba y conservaba. De
conformidad a sus propias enseñanzas, Pablo entrega a Alejandro en manos del juez justo.
NO OS VENGUEIS VOSOTROS MISMOS,
AMADOS MÍOS, SINO DEJAD LUGAR
A LA IRA DE DIOS; PORQUE ESCRITO ESTÁ:
MÍA ES LA VENGANZA, YO PAGARÉ, DICE EL
SEÑOR
ROMANOS 12:19
La primera defensa 4:16–17
Creemos que Pablo no se refiere aquí al juicio de su primera prisión porque ya habían
pasado varios años. Después de ese encarcelamiento, Pablo había estado en Efeso con
Timoteo y no hacía falta un informe sobre esas experiencias. En esta segunda ocasión en
Roma, Pablo ya se había presentado delante de las autoridades y le comenta su experiencia.
No sabemos los cargos que había en su contra, pero los historiadores mencionan
algunas de las acusaciones injustas que se hacían en contra de los cristianos de aquella
época. Los acusaban de ser subversivos porque no adoraban al César y de ateos porque no
tenían imágenes. Algunos decían que eran caníbales porque celebraban la Santa Cena con
el cuerpo y la sangre de Cristo.
Pablo relata varias cosas sobre su primera defensa. En primer lugar, personas que
pudieron haber testificado en su favor, no lo hicieron sino que lo abandonaron. ¿Serían
personas de Asia que pudieron haber viajado a Roma para testificar en su favor? Compare
la referencia a los de Asia en 1:15. ¿Serían los cristianos de la iglesia de Roma los que lo
ayudaron? Pablo no estaba hablando de sus colegas en el ministerio, como Lucas, Tito y
Tíquico. Posiblemente ellos no habían llegado a Roma para la fecha del juicio, o no
llenaban los requisitos para poder testificar en su defensa. Compare las palabras de Pablo
no les sea tomado en cuenta con las palabras de Jesús en Lucas 23:34. Cristo también se
vio desamparado el día de su juicio y muerte. Pablo seguía las pisadas de su Señor.
En segundo lugar, Pablo asegura a Timoteo que, aunque no gozaba del apoyo humano,
no le faltaba la presencia y las fuerzas de Dios. Cristo dijo: “He aquí la hora viene, y ha
venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy
solo, porque el Padre está conmigo” (Juan 16:32). No sólo la presencia de Dios
acompañaba a Pablo, sino también su fortaleza. El autor emplea el mismo vocablo que está
en 2:1cuando exhorta a Timoteo a esforzarse en la gracia que es en Cristo Jesús.
En tercer lugar, Pablo predicó para cumplir su misión a los gentiles. No se sabe, pero es
posible que el juicio se llevara a cabo en el Foro Romano, el punto más concurrido de la
capital del imperio. En el momento del juicio, en la presencia de las autoridades,
posiblemente del emperador Nerón, y ciertamente delante de mucho público, Pablo predicó
el evangelio. La población romana era la más representativa del mundo conocido y con
seguridad haría que la noticia de que el mensajero de Jesucris to había anunciado el reino
de Dios en esa ciudad corriera por todo el mundo civilizado.
El prisionero no disfrutaba del apoyo humano, pero era ayudado por la fuerza divina.
Pablo deja este ejemplo a Timoteo de haber predicado la Palabra de Dios “a tiempo y fuera
de tiempo” (4:2) para que el discípulo también lo hiciera (4:5). Pablo usa la misma palabra
aquí para decir: “…para que por mí fuese cumplida la predicación”. Dios había dicho
cuando Pablo se convirtió a Cristo: “Vé, porque instrumento escogido me es éste, para
llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes…” (Hechos 9:15). Pablo seguía
obedeciendo ese llamamiento y cumpliendo su misión.
En este primer juicio Pablo dice: “Así fui librado de la boca del león”. Recibimos la
impresión de que fue el impacto de la predicación lo que le permitió escapar de la muerte
en esa ocasión. El apóstol todavía tenía más trabajo que cumplir. El siervo de Dios es
invulnerable hasta que termina su misión. Timoteo no hubiera recibido esta carta, si Pablo
hubiera sido ejecutado en esa fecha. Nosotros no estaríamos disfrutando la enseñanza y el
desafío de estos capítulos, si Dios no le hubiera rescatado de la boca del león.
¿Quién es el león? ¿Satanás? ¿El Emperador Nerón? ¿La muerte o el peligro? No se
refiere a los leones del coliseo romano porque los ciudadanos romanos no eran expuestos a
esa clase de castigo. Es posible que “el león” sea una manera enigmatica de referirse al
emperador, pero no podemos estar seguros. El significado es claro: Pablo fue librado de la
muerte en esa ocasión. Muchos siglos antes de Pablo, Daniel fue rescatado de la boca de los
leones. Darío, el rey de Persia, anunció a todos los pueblos, naciones y lenguas que
habitaban en toda la tierra lo siguiente:
Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de
Daniel… El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel
del poder de los leones (Daniel 6:26–27).
Nabucodonosor, rey de Babilonia, dijo también: “No hay Dios que pueda librar como
éste” (Daniel 3:29).
La liberación del Señor 4:18
Como en el versículo 8, habiendo comentado el pasado, Pablo mira hacia el futuro con
gran confianza en Dios e incluye una aparente paradoja que contiene una gran verdad
divina: “El Señor me librará de toda obra mala”. Su liberación de la muerte en su primera
defensa le confirmó una vez más que la maldad de los hombres no tenía poder para quitarle
la vida ni terminar con su testimonio. No hay “obra mala” de los hombres que pueda vencer
los propósitos de Dios. Sólo cuando Dios terminara todo lo que quería hacer por medio de
Pablo, podría él ser trasladado al reino celestial.
Muchos años antes, los judíos pensaron que habían callado al apóstol cuando
provocaron su arresto en Jerusalén. Pero Pablo vivió para predicar el evangelio a Félix,
Agripa y Berenice, así como a otros que estaban presentes. Después de sufrir dos años de
prisión en Cesarea, el naufragio, y dos años más en Roma, Pablo informó de su ministerio a
los Filipenses:
Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para
el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo
el pretorio, y a todos los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis
prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor (Filipenses 1:12–14).
No existía poder humano que pudiera detener el ministerio que Dios había preparado
para Pablo y así lo declara el apóstol con toda seguridad y confianza.
Algunos que estudian este versículo creen que Pablo está diciendo que la misma muerte
lo libraría de sus enemigos y sufrimientos. Dios no promete preservarnos de la aflicción ni
de la muerte, pero el apóstol declara que espiritualmente Dios “me preservará para su reino
celestial”. Por estas verdades, el autor alaba a Dios: “A él sea la gloria por los siglos de los
siglos. Amén”.
LA GRACIA SEA CON VOSOTROS
4:19–22
Pablo no piensa sólo en su peligro personal, sino que recuerda con afecto a sus colegas
y amistades. Algunos que estaban en Efeso con Timoteo; otros en Roma y otros
cumpliendo la voluntad de Dios en las ciudades y en todos los rincones del imperio.
Envía saludos para Prisca (Priscila en los Hechos) y Aquila, el equipo de esposos que
Dios usaba internacionalmente. Ellos habían vivido en Roma pero salieron cuando el
Emperador Claudio persiguió a los judíos y se trasladaron a Corinto y trabajaron junto con
Pablo fabricando tiendas (Hechos 18:1–3). Es probable que el apóstol fuera su padre
espiritual. Al final de su segundo viaje misionero, ellos viajaron con él y los dejó en Efeso
donde ayudaron a Apolos (Hechos 18:18–19, 24–26). Cuando Pablo enviaba su primera
carta a los corintios desde Efeso, mandó saludos de parte de estos hermanos y de la iglesia
que se reunía en su casa (1 Corintios 16:19). En forma semejante, cuando escribe su carta a
los Romanos, el apóstol les saluda de parte de esta pareja, porque eran conocidos allí. En
Romanos 16:2–3, vemos que estaban de regreso en Roma y que otra vez una iglesia se
reunía en su casa. Son notorias las palabras de aprecio por ellos en Romanos. Posiblemente
las persecuciones de Nerón los obligaron a salir de nuevo de Roma. En esta carta, se
encontraban en Efeso.
Onesíforo es el mismo que el autor elogia en 1:16–18 (Véase el comentario sobre esos
versículos.)
Erasto y Trófimo son los que se mencionan en Hechos en el tercer viaje de Pablo.
Erasto fue enviado con Timoteo a Macedonia (Hechos 19:22). Trófimo les acompañó en la
última parte del viaje (Hechos 20:4–5; véase también 21:29). Los movimientos de Pablo,
Erasto y Trófimo que se mencionan aquí, en 2 Timoteo 4:20 se refieren a eventos durante el
tiempo en que Pablo gozaba de libertad, después de haber estado preso por primera vez en
Roma.
Observe que no era la voluntad de Dios sanar a Trófimo por medio de Pablo u otro
cristiano. En la providencia de Dios, los creyentes pueden enfermarse y es posible que no
sea la voluntad divina sanarlos. Ejemplos son: Pablo (Gálatas 4:13 y 2 Corintios 12:7–10),
Epafrodito (Filipenses 2:25–27), Timoteo (1 Timoteo 5:23), y Trófimo.
La petición de Pablo en el versículo 21 está llena de urgencia y emoción. Para el
invierno necesitaba el capote. En esa época casi cesaba la navegación porque era muy
peligrosa. Además, el apóstol no sabía cuándo llegaría el momento de la muerte.
Probablemente, nunca volvería a ver a Timoteo en este mundo, si éste no llegaba pronto.
Entonces, el último imperativo de la carta es: “Procura venir antes del invierno”.
Las cuatro personas que se mencionan en el versículo 21 no se citan en otros pasajes
bíblicos. Eran miembros de las congregaciones cristianas en Roma que querían saludar a
Timoteo. Posiblemente eran amigos que había conocido durante su estancia en la capital del
imperio. Existe una tradición que dice que Pudente era un senador romano discípulo de
Pedro. La misma tradición también afirma que Claudia era la madre de Lino, pero no
podemos estar seguros de esta información. Lo importante es observar la hermandad y
amistad que existía en la iglesia del primer siglo, aun entre personas que vivían tan lejos
unos de otros.
En el versículo 22, los últimos deseos de Pablo para Timoteo y la iglesia de Efeso son
hermosos. La declaración: “El Señor Jesucristo esté con tu espíritu” está en singular y pide
que el Señor fortalezca, guíe y anime el espíritu de Timoteo, quien debía cumplir su difícil
ministerio con valor y sabiduría. La tradición relata que fue el líder de la iglesia en Efeso
hasta el año 97 d.C., fecha en que por haber reprochado a un grupo de paganos por su
idolatría, fue atacado con palos. Lo golpearon de tal manera que murió dos días después.
¡El también cumplió su ministerio con valor y fidelidad!
“La gracia sea con vosotros. Amén”. Es plural y muestra que la carta también tenía
como propósito la orientación y bendición de la congregación en Efeso. “Gracia” es parte
del saludo con el cual Pablo inicia sus cartas. Significa el favor divino inmerecido y que
provee la salvación, la santificación, la capacidad para el servicio a Dios y la eternidad con
el Salvador.
¡PENSEMOS!
¿Qué se puede aprender de la vida de Demas? ¿de Marcos? ¿de Lucas? ¿Qué
aprendemos en este pasaje acerca de cómo debemos apoyarnos y ayudarnos los
cristianos? ¿Tiene algunas necesidades semejantes a las de Pablo? ¿Saben algunos
que las tiene? ¿Tiene semejantes necesidades algún otro cristiano cerca de usted?
Si es así, ¿cómo podría ayudar a llenarlas?
Ahora que ha estudiado toda la carta, se recomienda que la lea de nuevo,
orando para que el Señor le dé una perspectiva fresca y personal del mensaje que
Pablo envió a Timoteo. ¿Cuáles son las lecciones más importantes que aprendió de
2 Timoteo acerca de:
1. El carácter de Dios.
2. El carácter de un líder cristiano.
3. Las responsabilidades de un líder cristiano.
4. Las características de una iglesia sana.
5. Los obstáculos al erecimiento de la iglesia.
¿Ha notado cambios en sus actitudes o conducta como resultado de estudiar 2
Timoteo? ¿Qué leciones encuentra para usted y su iglesia? ¿Cuáles son los
primeros pasos que debe dar para cumplir con esas responsabilidades? ¿Cuáles
son los motivos de ánimo que encuentra en la carta para ayudarle a cumplir con
sus responsabilidades como cristiano?
2
2Orth, S. (1993). Estudios Bı ́blicos ELA: Toma la estafeta (2da Timoteo) (74). Puebla, Pue., México:
Ediciones Las Américas, A. C.