El D Ficit de Cuenta Corriente de EEUU en 2005
El D Ficit de Cuenta Corriente de EEUU en 2005
El D Ficit de Cuenta Corriente de EEUU en 2005
DE HONDURAS
Asignatura:
Macroeconomía
Doctora:
Marta Padilla
Caso Harvard:
El Déficit de Cuenta Corriente de EE.UU. en 2005
Presentado por:
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Cuenta:
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Fecha:
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El déficit exterior de Estados Unidos se situó alrededor del 6,5% del PIB en 2006,
el mayor déficit en más de cincuenta años. Aunque una minoría de analistas ha
sugerido que esta situación podría mantenerse indefinidamente, lo cierto es que la
mayor parte de los especialistas sostiene que el actual déficit no es sostenible y
deberá ajustarse. Este estudio aclara algunos conceptos básicos en torno a este
debate y presenta un análisis que corrobora la opinión de dicha mayoría. En
contraposición a algunos escenarios catastrofistas, este estudio argumenta que un
ajuste que sitúe el déficit comercial alrededor del 2,5% del PIB es suficiente para
garantizar la sostenibilidad. Si el ajuste se produce de manera gradual (en 5-7
años) implicaría una depreciación del dólar en promedio de algo menos del 10%
desde el nivel actual. La depreciación debería ser mayor frente a las monedas
asiáticas que frente al euro. Este es el escenario que parecen anticipar los
mercados financieros.
El déficit por cuenta corriente de Estados Unidos superó los 850.000 millones de
dólares en 2006, aproximadamente 6,5% del PIB. Este es, con diferencia, el
mayor déficit del país en, al menos, cincuenta años. A mediados de los años
ochenta, en un episodio con ciertas similitudes, el déficit alcanzó un récord de casi
3,5% del PIB. En aquella ocasión, se redujo progresivamente hasta alcanzar el 1%
del PIB en 1990. El crecimiento económico no se resintió. El dólar, que había
alcanzado sus cotas máximas en 1985, se depreció un 40%. Es natural
preguntarse si la situación actual está destinada a tener un final similar.
La mayor parte de este deterioro se explica por un aumento del déficit comercial
mientras que el déficit de transferencias se ha mantenido prácticamente constante
y el aumento en el déficit de rentas ha sido mínimo. Desde una perspectiva
ahorro-inversión, reconociendo que el déficit exterior no es más que la diferencia
entre estos dos agregados, el deterioro se explica fundamentalmente por una
caída del ahorro.
Unos cálculos sencillos indican que, aunque EE.UU. continúe creciendo a un ritmo
saludable (digamos del 3% en términos reales o 5,5% en términos nominales) y
tenga que pagar un tipo de interés muy bajo sobre su deuda neta (por ejemplo 1%
en términos nominales) la deuda neta alcanzaría un nivel del 150% del PIB en el
largo plazo. Este nivel de deuda implicaría que buena parte del stock de capital de
EE.UU. estaría en manos de extranjeros y dejaría al país en una posición muy
vulnerable a una subida de tipos de interés o una ralentización del crecimiento. En
definitiva, esta cifra está muy por encima de lo que de manera realista se puede
considerar sostenible. Además, es poco realista suponer que el tipo de interés se
mantendría invariable a un nivel tan ridículamente bajo mientras la deuda aumenta
a niveles inauditos.
En parte, esto ocurre por el papel de EE.UU. como intermediario financiero del
ahorro global –captando financiación a bajo coste e invirtiendo en el extranjero en
activos de retornos altos como acciones o inversión directa– y por el papel del
dólar como moneda de reserva. En un contexto de globalización financiera, en el
que las posiciones de activos y pasivos están creciendo rápidamente, este
diferencial de tipos de interés reduce fuertemente el déficit en la balanza de rentas
asociado a un nivel de deuda neta. Ello es equivalente a una reducción del tipo de
interés efectivo sobre la deuda neta. De todas maneras, este efecto no es
suficiente para hacer sostenible el déficit comercial actual. Sí lo es, sin embargo,
para facilitar la sostenibilidad de la deuda neta por debajo de 50% del PIB con un
déficit de entre 1,5% y 3% del PIB. Así pues, el déficit comercial se debe reducir,
pero sería suficiente un ajuste de alrededor de 4 puntos del PIB.