Farmacos en Psiquiatria
Farmacos en Psiquiatria
Farmacos en Psiquiatria
Desde el comienzo de la historia los seres humanos han buscado medicamentos o sustancias que
le calmen el dolor, la tristeza, la angustia y el insomnio.
Para sentirse bien es muy importante tener niveles de dopamina, serotonina y adrenalina
circulando. El ánimo y las emociones se dividen en emociones positivas y negativas.
Los excesos de sentimientos sean positivos o negativos o la falta de control de ellos se clasifican
como enfermedades del ánimo. Las enfermedades del comportamiento son las que comprenden
los comportamientos atípicos (asesinos en serie, psicópatas, etc.).
ANTIDEPRESIVOS
Se descubrieron por azar, cuando unos científicos estaban investigando tratamientos para la
tuberculosis, el medicamento usado para tratarla, mejoraba notablemente el ánimo. Actúan
aumentando las concentraciones de neurotransmisores (serotonina, dopamina y noradrenalina)
en la sinapsis, aumentando su disponibilidad en el cerebro y sus efectos pueden demorar en
aparecer entre 1 y 2 semanas. Los antidepresivos se clasifican en: antidepresivos tricíclicos,
heterocíclicos, inhibidores de la recaptación de serotonina, inhibidores de la monoaminooxidasa
(IMAO) y precursores de neurotransmisores.
Para que haya efecto debe haber una acumulación del medicamento de 3-6 semanas y además
tienen metabolismo hepático por lo que tienen reacciones farmacológicas con los AINES, algunos
AINES aumentan la biodisponibilidad del antidepresivo y otros la disminuyen, por lo que se
recomienda tomar el AINES a una hora alejada del antidepresivo
Se indican en depresión, trastornos de estrés o ansiedad con o sin agorafobia (miedo a los lugares
y las situaciones que pueden ocasionar pánico, impotencia o vergüenza) y bulimia. Se
contraindican en hipersensibilidad o alergias, embarazo (atraviesan la barrera placentaria) y en
niños menores de 12 años (porque aún no tienen la función hepática completamente
desarrollada)
Antidepresivos tricíclicos: inhiben la recaptacion de neurotransmisores (impiden la degradación
de los neurotransmisores para que sigan circulando en el cerebro) aumentando su concentración
en la ventana sináptica, esto ocurre no solo en las sinapsis cerebrales sino también en las sinapsis
periféricas, lo que explica algunos de sus efectos secundarios. El efecto como tal es el aumento de
la concentración de serotonina y noradrenalina (que potseriormente se convierte en dopamina).
Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO): La enzima MAO actúa creando una unión deficiente
de la serotonina y noradrenalina a sus receptores, al inhibirla, aumenta la concentración de estos
neurotransmisores y a su vez aumenta la recaptación de ambos. Existen dos tipos de MAO: tipo A
y tipo B, al inhibir la tipo A se tiene efecto antidepresivo y la tipo B es eficaz para el tratamiento del
parkinson. Se usan en depresión grave, en pacientes con fobias, crisis de pánico. Efectos adversos:
hipotensión ortostática y alteración hepática.
ANSIOLÍTICOS
Son fármacos capaces de reducir la ansiedad, en los episodios de ansiedad ocurre una
vasoconstricción en el cerebro causando una hipoxia en el SNC, los ansiolíticos actúan relajando el
hipotálamo y disminuyendo la vasoconstricción en el cerebro permitiendo que la persona pueda
pensar y tomar decisiones racionales, facilitan mecanismos inhibidores en el ámbito cerebral. Hay
dos grupos: benzodiacepinas y ansiolíticos como tal.
Benzodiacepinas: Se acumulan produciendo sedación excesiva y placer, por lo que pueden causar
adicción y síndrome de abstinencia, por lo que se deben administrar la mínima dosis posible por
no más de 4-6 meses e irla disminuyendo gradualmente antes de retirarla por completo. Su
mecanismo de acción es la unión a receptores específicos que aumentan el gaba (neurotransmisor
que transporta cosas a las neuronas y fuera de ellas).
Larga acción: son hipnóticos, efecto de sedación muy fuerte (hasta de 6h), metabolismo
hepático, son fármacos activos
Corta acción: menor adicción, no producen tantos metabolitos eficientes por lo que su
T1/2 es de 1.5-2h (se debe tomar cada 8h), son profármacos (necesitan activación
hepática)
Se indican en tratamiento a corto plazo de la ansiedad, ataques de pánico y ansiedad secundaria a
enfermedades orgánicas. Se containdican en pacientes alérgicos, miastenia gravis, pacientes en
coma, pacientes alcohólicos, embarazadas, lactantes y niños. Se deben administrar con precaución
en: EPOC, drogadictos y ancianos. Efectos secundarios:
Somnolencia. Mareo.
Confusión. Sedación.
Ataxia (pérdida de control de los Cefalea.
mov. Grandes del cuerpo) Desorientación.
Otros ansiolíticos- Buspirona: Es menos efectivo que las benzodiacepinas pero no tiene efecto
hipnótico ni relajante muscular, no se potencia por el alcohol u otros depresores. Su efecto
ansiolítico puede tardar en aparecer de 2-3 semanas. Efectos secundarios: mareo, insomnio,
desorientación, nauseas, cefalea y astenia (fatiga generalizada)
ANTIPSICOTICOS
Fármacos que disminuyen o eliminan los síntomas esquizoides (información extra en el cerebro-
ver cosas extra, escucharlas o tener ideas delirantes u obsesivas). Se utilizan en enfermedades
relacionadas con el cerebelo (da la información de la percepción del entorno), trastornos del
centro del vómito y algunas veces como antihistamínicos. Se indican en esquizofrenia, trastorno
paranoide delirante, trastorno esquizo-afectivo, psicosis toxicas, trastornos neuropsiquiatricos,
síntomas psicóticos en trastornos afectivos.
Están los clásicos y los nuevos, el tratamiento generalmente comienza con los clásicos y si el
paciente no responde pasa a tratamiento con moléculas más novedosas. Se contraindican en
alergias, depresión severa del SNC, depresión de la médula ósea, coma y feocromocitoma (tumor
de las glándulas suprarrenales).