Konoha Hiden
Konoha Hiden
Se que aun no eh publicado Sakura Hiden pero en cuanto termine de pasarla lo hare :3
Notas:
Kakashi Hatake, el sexto Hokage tenía un gran problema. - Bueno pues... Que debería hacer ahora? - Sus
silenciosos murmuros flotaban alrededor del cuarto vacío, siendo estos eventualmente tragados por el
silencio. Como siempre, Kakashi se encontraba en la oficina del Hokage, lidiando con una montaña de
papeleo.
La multitud de documentos que yacían frente a Kakashi habían alcanzado tal altitud que bloqueaban su
visión. Y no solo se trataba de una pila de papeles, si no de varios de ellos, de altura similar que se
encontraban de izquierda a derecha. Como el lider de la aldea y el Hokage, era su deber leer cada uno
de esos documentos.
Pero como sea, ese no era el problema de Kakashi. O al menos, no el mas importante. El asunto del
papeleo podría ser resuelto fácilmente leyendo cada uno de ellos y estampando uno que otro cuando
sea necesario. Trabajos de ese estilo son faciles una vez que estas enteramente concentrado en ellos,
papeleo como ese naturalmente puede ser algo divertido, Kakashi por ejemplo se la pasaba retándose a
si mismo 'Si no termino rápidamente, la gente no podrá ni si quiera ver mi rostro al entrar a la oficina',
entreteniéndose a si mismo con pensamientos absurdos mientras trabajaba.
Sin embargo, el problema de Kakashi no era algo que pudiera ser manejado tan fácilmente. Sus ojos se
centraron en las 'Listas de misiones' que se encontraban propagados alrededor del escritorio. Sus manos
comenzaron a moverse, o para ser mas claros, las yemas de sus dedos. En el silencio que yacía en la
vacía oficina, Kakashi comenzó a tocar la superficie del escritorio con sus dedos, soltando pequeños
sonidos, con cierto ritmo que le permitía ordenar sus pensamientos dispersos. Tal como lo especifica el
nombre: 'Las listas de misiones' se tratan de un documento que contiene los detalles de cada una de las
misiones para los Shinobi de la hoja. El tipo de misión, la duración, cada posible detalle se encontraba
escrito ahí.
Kakashi observaba la lista de misiones mas cuidadoso que nunca debido a cierto incidente. Sus ojos
miraron lentamente al borde del escritorio, donde un sobre había sido colocado de forma segura de
forma que este no se perdiera entre el papeleo. Dentro de ese sobre se encontraba la invitación a la
ceremonia de matrimonio de 'Naruto y Hinata'. Kakashi ya había llenado el RSVP ( Petición para que la
persona o personas invitadas respondan) afirmando su presencia y añadiendo un mensaje de
felicitación. Normalmente, eso sería lo necesario para cualquier otra boda, pero Kakashi tenía un trabajo
mas que realizar. La tarea mas que nada, se trata de arreglar la lista de misiones para asegurarse que
todos los cercanos a Naruto y Hinata pudieran atender a la ceremonia sin alguna misión metiéndose en
el camino. Era un dolor de cabeza debido a que los compañeros de ambos eran todos Shinobis activos
dentro del Mundo Ninja, lo mejor de lo mejor, siempre enfrentándose a distintas misiones ya sea de día
o de noche. Y por su puesto, misiones como esa incluyen posibles inconvenientes. Un clima arruinado,
heridas, problemas en el camino, las circunstancias varían pero el tiempo usual para el regreso de un
Ninja a la aldea eran mínimo 3 días o incluso una semana.
Kakashi tenía que reorganizar los horarios de tal grupo de ninjas teniendo en mente que alguna de estas
misiones tendrían que ser retrasadas, en fin... Se trataba de un trabajo complicado. Sin mencionar que
de igual forma quería evitar que los invitados llegaran a la ceremonia justo después de una laboriosa
misión. Kakashi sintió una especie de sensación paternal, arreglando los horarios de todos para que
tuvieran al menos un día libre antes de la boda, sin embargo, tal tarea era increíblemente complicada.
Los ojos de Kakashi regresaron a la lista de misiones. - Si le doy esa misión a esta persona, podría causar
que esta persona no pueda ir a esta otra, pero de igual forma, esta misión no sirve para esta persona -
Kakashi se encontraba en un dilema. Y aun peor, estaba el factor de que en el mundo de adultos y
papeleo, había cierta cosa insoportable de nombre 'Apariencias' que había que considerar. Como
considerarían los demás que un grupo de Ninjas talentosos de la nada tuvieran días libres mientras que
otros no? No luce justo. Kakashi tenía que pensar muy a profundo cada una de las decisiones que
tomaba, tenía que manejarlo todo de forma eficiente tal como un Hokage, asegurándose de que todo
vaya de maravilla. Y tenía que hacerlo todo y de alguna forma lograr que todos pudieran asistir a la boda
con una sonrisa en sus rostros.
Kakashi cerro sus ojos y se recargo en su silla, pensando profundamente. Realmente jamas se
caracterizo por tener ideas brillantes. Arreglar los horarios de todos sería oficialmente un gran
problema. Si tan solo pudiera simplemente convertir la boda de Naruto y Hinata en una misión para
evitar cualquier inconveniente... Entonces Kakashi recordó que si podía! Es el Hokage después de todo.
De esa forma podría ajustar las cosas de mejor manera... Pero naah... Sería bastante problemático y un
abuso de autoridad... O no? Kakashi cruzó sus brazos, pensativo... No sería abuso de autoridad de
ninguna forma. Después de todo el tendría que ocuparse de un trabajo demasiado complicado... Kakashi
siempre fue un Ninja que pasó mas parte de su vida en los campos de batalla que en la política...
Es el único recurso. Un poco de trampa no hará mal... - Kakashi soltó una carcajada y continuó perdido
dentro de sus propios pensamientos.
Aqui traigo el segundo capitulo de esta novela, espero les guste n.n
Si una persona normal entrara a la aldea de la hoja por primera vez, esta terminaría completamente
atónita ante la enorme población encontrada después de la 'Gran Puerta'. La aldea se encontraba
desarrollándose continuamente, no solo se trataba de áreas residenciales para aldeanos. Había escuelas,
hospitales, tiendas de ropa, áreas recreativas... Prácticamente todo lo que una persona necesita para
vivir la vida plenamente, y todo eso solo en el centro. El tamaño de la hoja se encuentra en un punto
donde parece mas una ciudad/estado. Uno podría vivir una vida entera en ese lugar y jamas tener la
necesidad de cruzar los grandes muros que rodeaban la aldea. Mas que una villa, se trata mas de una
enorme metrópolis que sucede estar ubicada en las profundidades de un bosque.
No había ni un simple Shinobi que se sintiera insatisfecho en un lugar como ese. La aldea originalmente,
fue construida como un lugar de reunión de varios Ninja y sus respectivos clanes. Poco a poco la gente
empezaba a pedir por comida y, por supuesto, comenzó una gran demanda por tiendas que pudieran
ajustarse a las necesidades de cada clan. Mas y mas personas comenzaron a llegar: Vendedores,
negociantes, gente con anhelos de hacer a los Ninja sus clientes. Todos ellos terminarían asentándose
en la aldea permanentemente, y obviamente, aquellos vendedores llegaron de la misma forma con sus
respectivas familias y clanes. Había una gran cantidad de gente normal en la aldea así como había una
gran cantidad de personas nacidas como Ninjas que eventualmente terminaron tomando otra profesión.
De la misma forma, familias no nacidas como Shinobi enviaban a sus hijos a la academia Ninja. En fin,
muchas, muchas personas de distintos lugares y profesiones vinieron a vivir en la aldea. Y con el caer de
la luna, y el paso de los años, esas personas causaron el crecimiento de una simple aldea a la gran
metrópolis que La hoja era ahora. Y aun así, con tal tamaño que tenía la aldea, esta continuaba
creciendo y avanzando cada vez mas.
Caminar alrededor de toda la aldea necesitaría de un gran esfuerzo, una persona normal podría
desgastarse los músculos caminando tal distancia. Pero aun así, alguien se encontraba corriendo y
corriendo en los alrededores de la hoja. Este era Rock Lee~
El amanecer aun no llegaba. Lee se encontraba tambaleándose mientras rodeaba a la aldea, la expresión
de su rostro daba la idea de que este joven Ninja podría morir de cansancio en cualquier momento.
Pero... Porque se encontraba corriendo a estas horas de la noche mientas todos los demás aldeanos se
encontraban probablemente durmiendo? No se trataba de entrenamiento. De hecho, Lee no se
encontraba corriendo solo porque le dieron ganas de hacerlo. Si pudiera, Lee hubiera regresado a casa y
se hubiera acostado a dormir. Sin embargo, había una circunstancia que le impedía hacer eso...
El Sexto Hokage proclamo una misión especial a aquellos que se encontraban en la Hoja. Se trataba de
una misión secreta de la cual, ni 'Naruto Uzumaki' ni su prometida 'Hinata Hyüga' se podían
enterar:"Todos aquellos que asistirán a la boda de Naruto y Hinata deben traer sus respectivos
regalos."Claro, se trataba de una misión ridícula, algo que cualquier persona terminaría haciendo de
todas formas. Uno asumiría que entre los invitados, ya habían personas que con anticipación, ya habían
comprado regalos de boda o los habían realizado con tiempo y empeño. El problema es, que todos los
amigos de Naruto y Hinata eran personas jóvenes, gente que seguramente jamas habían asistido a una
boda antes. De hecho, era la primera vez en su generación que alguien se casaba... Parecía ser que es
debido a esta inexperiencia que Kakashi decidió presentar esta circunstancia como una misión. Después
de todo, aunque parecía ser una persona calmada en el exterior. Kakashi siempre se caracterizó por
tener un especifico sentido del humor, esta 'Misión secreta' es sin duda, algo que queda con su estilo.
Dicho esto, había alguien que se había tomado lo de 'Misión secreta' demasiado en serio, alguien que
recibió esta misión con mas pasión que cualquier otra persona, siendo obviamente 'La Gran Bestia Verde
de la Hoja: Rock Lee.'
- Recompensare la amistad de Naruto poniendo mi cuerpo y mente enteramente en encontrar el mas
grandioso regalo de bodas posible!! - Le afirmo Lee a Kakashi, mientras corría hacia a la distancia
emocionado. Lee creía firmemente que las mejores ideas venían durante el entrenamiento, no era
exactamente una persona tranquila... - Mover el cuerpo me ayudara a pensar mejor - es lo que pensaba.
Sin embargo... Lee había corrido en los alrededores de la aldea durante horas y ninguna idea había
llegado a su mente... Oh bueno, para ser mas específicos, si había una idea que giraba por su cabeza. En
algun punto de la segunda vuelta, la palabra 'Pesa' había aparecido dentro de la mente de Lee. Pero era
algo absurdo, nadie en su sano juicio llevaría un par de pesas como regalo para una boda! Pero
regresando a lo mismo. Aun corriendo y corriendo, ninguna idea clara llegaba a la mente de Lee. Tenía
que ser un regalo que nadie mas pudiera realizar, algo que quedara con su personalidad, un regalo que
expresara los sentimientos de su corazón, un regalo que sería recibido con gran alegría, el mejor regalo
de todos... Pero sin importar cuanto lo pensaba la respuesta no llegaba. - Los lazos entre Naruto y yo
deben ser mejor que esto...!! -
Eventualmente llego a una solución: Hasta que pensara en un buen regalo, Lee no pararía de correr.
Cayendo en su 'Regla personal'. Una vez que Lee se decide por algo, hará todo lo posible para lograrlo,
aunque parezca que el mundo esta a punto de derrumbarse y terminar, el seguirá con lo suyo. Era un
principio al que se apegaba firmemente con su enorme devoción. Hasta que Lee pensara en un mejor
regalo que unas pesas, Lee correría hasta el final de los días si era necesario. Eso si, hay que dejar claro
que todo este recorrido por la aldea no solo se trataba solo sobre rodearla y ya. Además de eso, Lee se
tomaba el duro trabajo de correr por cada una de las calles y saltar a cada uno de los arboles durante su
paseo. Siendo este el caso, curiosamente no hubo ninguna persona quejándose debido a recorrido de
este por los tejados.
Y así, bajo la atenta mirada de los rostros de los previos Hokage, tallados en la montaña. Lee salto y
corrió alrededor de toda la aldea, sin que ninguna idea llegara a su mente durante toda la noche. Y así
básicamente fue como Lee se mantuvo despierto hasta la llegada del amanecer, ahora iluminando
aquellos rostros en el monumento, lugar que en el pasado era el limite de la aldea, pero que ahora se
trataba de meramente el centro de esta...
- 864... - La respiración de Lee sonaba como una serie de diversos ronquidos y bocanadas mientras este
jadeaba. Su velocidad estaba tan deteriorada que incluso alguien caminando podría rebasarlo. Había
llegado a su limite... Sus piernas se derrumbaron, causando una caída rápida y repentina. Su cansancio
era tal que ni si quiera tuvo fuerzas para suavizar su descenso... Yaciendo en el suelo, Lee se cuestionaba
sobre sus errores. La idea de que las mejores ideas vienen durante entrenamiento físico estaba mal? No,
no era posible... Pero entonces porque no fue capaz de pensar en algo? Hubiera sido mejor correr de
reversa? En que había salido mal?
El cuerpo de Lee ardía desde hace un rato, pero ahora se encontraba enfriándose debido al viento
mañanero, pero aun así, sus energías para siquiera intentar levantarse habían sido agotadas. - Se trata
de uno de mis amigos mas queridos, afirme que pondría mi corazón entero en realizar un regalo de
bodas, acaso no podre llegar jamas a una buena idea? Acaso soy tan.. Incompetente...? - Los ojos de Lee
cerraron, con gran enojo hacía si mismo se culpó a si mismo por su incompetencia. No tenía la intención
de dejar las cosas así, se levantaría y encontraría un regalo perfecto aun que tuviera que poner su vida
en peligro. Lee abrió sus ojos mientras las flamas de determinación ardían dentro de el.... De la nada, se
encontró con algo que jamas esperó. Había alguien parado detrás de el... Aquella vestimenta familiar.
Lee miro hacia el rostro de esa persona... Lentamente.
- Neji? - Quizás era una ilusión, quizás un fantasma... Pero ahí estaba el, su amigo caído: Neji Hyüga.
-Corriendo sin fin hasta colapsar - Dijo Neji, mirando a Lee con una personalidad tan pasiva, como era
típico de el... - Sigues igual que siempre, Lee...
Lee se quedo sin palabras, habían cientos de cosas de las que Lee quería hablar con Neji, pero ahora que
se encontraba en frente de el, se sentía incapaz de si quiera soltar un miserable sonido. Sin si quiera
decir una palabra Neji lo entendió todo... - Hay algo que quiero decirte - Dijo Neji mientras descansaba
su mano en el hombro de Lee gentilmente. Su mano se sentía calida, y llena de coraje. Lee pensaba que
Neji había aparecido ante el debido a la preocupación por su bienestar...
- Neji, yo... - No hay necesidad de decirlo - Neji sonrió... - Recuerda esto, mas que estamina, fuerza
física... Y los Hyüga... - Neji pauso. No era claro si termino de decir lo que iba a decir o no. Si figura se
desvaneció repentinamente junto a la neblina matutina.
- Eh? - El viendo soplo suavemente, moviendo a los arboles cercanos y empujando la niebla. - Espera!
Neji! Neji!? - Lee miro de izquierda a derecha, buscando a sus alrededores desesperadamente, pero lo
único con lo que se encontró Lee fue con el silencio. - Que? No ibas a darme algún consejo para un
regalo de bodas!? Porque apareciste si quiera!? Neji!!? NEJIIII!!? Le se levanto mientras gritaba por su
amigo. Era de día, bastante temprano, pero lo suficientemente tarde como para que la mayoría de
aldeanos ya se encontraran despiertos. No había nada a su alrededor, parecía que se había quedado
dormido a mitad del camino, fue algo bueno que no se desmayo en el muro de la aldea...
- Así que fue un sueño... - Lee murmuro, con su boca completamente seca. Lee se sentó y colgó su
cabeza. La muerte de Neji había ocurrido hace bastante tiempo pero incluso ahora, Lee ocasionalmente
lo veía en sus sueños, normalmente durante siestas entre misiones complicadas o en momentos de
dificultad en los que se sentía preocupado por algo. Pero solo ocasionalmente, la mayor parte del
tiempo... Sin importar sus anhelos Neji simplemente no aparecería. Los sueños de Lee, usualmente se
trataban sobre cosas que habían ocurrido. Entrenamiento, una lucha contra un enemigo o la planeación
de una estrategia, ambos luchando contra cualquier dificultad. Lee siempre despertaba terminando una
oración -Hagamos un ataque frontal mas dinámico!- o -Iré al frente, así que observa por los alrededores-
pensando de la misma forma - Como hubiera reaccionado Neji ante aquella afirmación mia?-
De la nada una voz irrumpió el momento, esta se originaba por detrás de Lee. -Vaya juventud la que
tienes el día de hoy Lee! - Lee volteó hacia atrás, para ver a un hombre sentado en silla de ruedas. Con
una enorme sonrisa en su rostro, con dientes blancos como la nieve mientras levantaba el pulgar en
signo de aprobación... Se trataba del Gran Might Guy!
- Gai Sensei!! - Lee se encontraba sin palabras al ver a su maestro, quien aun en silla de ruedas había
encontrado una forma de llegar al techo del edificio donde Lee se encontraba. Durante 'La Cuarta Gran
Guerra Ninja', Gai puso su vida en peligro durante su batalla contra Madara Uchiha, abriendo de esta
forma las 8 puertas. Su vida había sido salvada por Naruto, sin embargo su pierna derecha termino
destrozada. Desde aquel día, Gai comenzó a vivir su vida, reasignado a estar sentado en una silla de
ruedas. Cosa que para nada cambio su actitud positiva, anteponiendo el poder de la juventud ante todo
e inspirando a Lee como siempre lo hizo. De la nada -
BAAM!! Gai salto hacía el suelo con silla y todo desde aquel techo. De alguna forma encontrando la
manera de aterrizar con estilo, Lee salto hacia su sensei, preocupado - Sensei!! Eso fue demasiado
peligroso, porque haría algo como eso!? - Hah! Debe haber gran cantidad de gente en el mundo que
considera imposible volar en silla de ruedas! Así que me he decidido a probarles que están mal. - Tal
tarea sería imposible de realizar... Para alguien que careciera del control espectacular de Gai con su
cuerpo y su estado físico. - Todos en la aldea, Kakashi, Ebisu y Enma me siguen tratando como un ninja
normal. Eso me hace feliz, incluso aunque me retire largo tiempo atrás, así que me he decidido a seguir
probando lo imposible, posible. - Afirmo Gai, con su típica pose 'Cool' Ese es el poder de mi juventud
después de todo!.
Las palabras de Gai conmovieron el corazón de Lee, como siempre. Cada vez que Lee se encontraba
sufriendo, cada vez que su corazón se encontraba al punto de romperse en pedazos, las palabras de Gai
lo salvaban. Una y otra vez. Incluso ahora, el coraje en el corazón de Lee creció al escuchar lo que su
Sensei tenía que decir. El quería convertirse en un hombre magnifico como Gai algún día. Un hombre
que encontraría a un alma perdida y confusa como la suya... Ese siempre ha sido su sueño.
- Por cierto, Gai Sensei... Que hace usted aquí? - Entrenamiento matutino por supuesto! Pense que sería
una maravillosa idea viajar por cada rincón de la aldea. Que te parece Lee? Te unes? - Muchas gracias
pero... Justo acabo de hacer lo mismo... - Impresionante. Pero aun así... Aquello que te molesta no ha
sido aun arreglado, cierto? - El rostro de Lee se lleno de sorpresa - C-Como lo sabe? - Bah, solo tomo una
mirada para darme cuenta que pasaste toda la noche entrenando, preocupado por algo. Cuantos años
de mi hermosa juventud crees que he pasado contigo? Porque crees que dije 'Vaya juventud la que
tienes el día de hoy Lee!!' - Fue después de aquella afirmación de Gai, que Lee se dio cuenta de lo
terrible que se veía. Estaba cubierto en lodo. Se había tropezado un par de veces debido a su fatiga,
cayendo y rodando en el suelo... - Parece que estas preocupado por el asunto de los regalos, no es así? -
Lee se sorprendió aun mas después de eso. - Gai Sensei! Puedes leer mi mente!? - Nah... Ando en las
mismas...
Aparentemente Gai se encontraba en el mismo dilema, todo estaría bien mientras el regalo de bodas no
fuera algo simple y ordinario. La cosa es que tampoco tenía que ser exageradamente extraño... No había
acaso un regalo de boda que pudiera combinar los sentimientos que quería entregar? Algo que irradiara
sentimientos de victoria, amistad y trabajo duro? Lee y Gai se encontraban pensando en la respuesta...
Que clase de regalo podría personificar la pasión de la juventud? Había realmente tal regalo en este
mundo? Bueno... Si algo representaba la juventud eran aquellas ingeniosas vestimentas verdes que
ambos portaban. Cuando piensas en 'Ardiente juventud', lo primero que viene a tu mente son lagrimas y
sudor, no? Podrían acaso las lagrimas y el sudor ser transformadas en un regalo? De alguna forma? ...
Que clase de Curry es el mejor? El nivelado? O el extra picante? - Mm... Definitivamente creo que el
Curry Pilaf es mejor - Espera Lee, parece que nos desviamos un poco del tema. Regresemos a la raíz de
nuestra conversación... - Raíz? - El problema es el regalo de bodas no? - De alguna forma la conversación
se torno filosófica - Ok, consideremoslo de esta manera. Cual es el objeto que definitivamente traerías a
una boda? - Lee se concentro mientras pensaba seriamente aquella pregunta. Algo necesario para una
boda? ... Que es una boda? Una ceremonia donde dos personas que se aman se convierten en marido y
mujer. En ese caso, lo esencial sería...
- Amor? - Dijo Lee, mirando a su maestro un poco apenado por el tema de conversación. - Bastante
poético pero, la respuesta no sería el marido y la novia? - Sin ninguno de ellos no había ceremonia... Ya
lo tengo!! Necesitamos pensarlo desde la perspectiva de ambos y darles regalos que les gustarían!! - Los
dos hombres se miraron el uno al otro, con aquellas cejas pobladas y el cabello con peinado de coco.. -
Exacto! Entonces yo pensare en un regalo apropiado para el novio y tu para la novia! - Entendido Gai
Sensei!!!
Okay, si fuera la esposa... Entonces, me vestiría con el traje tradicional de bodas y asistiría a la
ceremonia, y después de eso... Haber... Boda... Noche de bodas, nacimiento de bebes, trabajo de casa,
enfermería... - Palabras e imágenes pasaban por la mente de Lee en orden sucesivo. - Viajar con bebe en
mis manos, mantener un ojo en el bebe mientras mantengo el cuarto limpio, manteniendo el bebe en
mi espalda mientras abro las 7 puertas... Wow... Tener un bebe es cosa seria! Pero veamos, para criar a
un bebe necesitas indudablemente tanto fuerza física como económica... - En ese momento Lee imagino
a Hinata, acariciando a un niño mientras Naruto observaba con amor a ambos. Entonces Lee se dio
cuenta que todo este tiempo había estado pensando en que regalo darle a Naruto y jamas pensó en los
sentimientos de Hinata... El mejor regalo para alguien que eventualmente se convertiría en mamá... -
Lee, recuerda esto, mas que estamina... Fuerza física... - Las palabras de Neji llegaron a su cabeza... -
Finalmente lo entiendo Neji! Estabas preocupado por ella no es así..? ... Ya se lo que es!! - Lee
pacíficamente afirmo - Para proteger tu hogar y tu familia, fuerza física es necesaria, en el mejor nivel
posible.
Gai asintió la cabeza... - Justo ahora, pensaba en todo el trabajo que lleva arreglar las cosas en la casa.
Comprar frutas y verduras, el control de plagas. Uno debe desarrollar sus brazos con enorme fuerza y
músculos para tales tareas. En ese caso... Parece que ambos llegamos a la misma respuesta... Los regalos
que debemos entregar definitivamente son... - Gai observo a Lee con felicidad...
PESAS!!
Lee se emociono al escuchar a su maestro! - Wow!! Igual yo!! Desde el comienzo, desde mi segunda
vuelta en la aldea yo igual pensé en lo mismo!! - Lagrimas corrian por el rostro de Lee - Gai sensei! Gai
Sensei!! - Lee corrió a abrazar a su maestro. Sus pensamientos siempre habían estado en lo correcto. Su
sensei había aprobado su idea. Su felicidad era pura y simple.
Gai se encontraba llorando también, mientras las lagrimas recorrían por sus mejillas el abrazo con fuerza
a su alumno. - Lee!! Tu consigues la pesa para la mano derecha y yo para la izquierdaaaaaa!!Grito Gai
hacía el cielo, hacía tiempo que no compartían tal momento de alegría juntos. Poco después de tal
revelación ambos consiguieron las pesas inmediatamente, el vendedor estaba sorprendido por haber
vendido dos pesas tan temprano en la mañana.
Por favor, mira esto Neji, los regalos que conseguí... Estas pesas. - Gai sonrió ante la mirada de
determinación de Lee. - Con esto, nuestras preparaciones para la boda han finalizado. - Si!! Estas pesas
definitivamente seran el mejor regalo de bodas!! - Claro!! Que dices si te reto a una carrera mientras las
sostenemos, aquí vamooooooos!! - El minuto en que las palabras salieron desde la boca de Gai, el
comenzó a mover las ruedas de su silla con tal velocidad dejando una gran nube de polvo en el rostro de
Lee. El joven Ninja observaba como la silueta de su sensei desaparecía en la distancia... - Espere Gai
Sensei!! -
El día de hoy. La aldea estaba repleta de un clima bastante juvenil... Hablando de ello. Poco después
Kakashi recibió gran cantidad de quejas de la gente: Temprano en la mañana, dos hombres raritos
estaban llorando detras de mi casa!! Pero que ruidosos!!
Hola! aqui les traigo el segundo capitulo, espero les guste n.n
Los sonidos que salían de cada uno de sus ataques eran placenteros para los selectivos oidos de Tenten.
Ella se encontraba en su usual campo de entrenamiento, con sus marcas usuales, y su usual método de
entrenamiento ... Sus sentimientos por otro lado ... Estaban lejos de lo 'Usual'.
- Regalos de boda... Huh... - Murmuro Tenten mientras lanzaba una Kunai. Sus oidos escucharon aquel
bello sonido del arma llegando a su objetivo, justo en la marca que había preparado, sin duda una
maravillosa puntería. Pero completamente inútil para algo tan simple como preparar un pastel. Tenten
normalmente se dirigía a entrenar antes de desayunar, algunos días se caracterizaban por la ausencia de
misiones, a lo que prefería continuar con su entrenamiento. Ella se dirigiría al campo de entrenamiento
temprano en la mañana y practicaría con sus armas hasta que su cuerpo se calentara lo suficiente para ir
a comer el desayuno.
Para simplificar un poco las cosas, Tenten se encontraba practicando una de las habilidades mas simples
de un Ninja. Si alguien le preguntara porque continuaba practicando tales habilidades, ella respondería
que lo hace bajo la influencia de su maestro, Gai, y sus palabras.
Aquellas palabras las dijo Gai el primer día de entrenamiento con el. Sus palabras hicieron una gran
impresión en la joven Kunoichi. Lee, quien se encontraba parado a lado de ella, se tomo tan en serio
aquellas palabras que comenzó a llorar, cosa que irrumpió el clima de lo que pudo haber sido un gran
momento digno de recordar. Pero incluso con aquel detalle un poco fuera de lugar, Tenten continuó
llevando las enseñanzas de su sensei en su corazón y practicaba continuamente todo tipo de
habilidades, incluyendo lo mas básico.
Para empezar, Tenten nunca ha sido un Ninja con experiencia en una gran cantidad de técnicas. En los
días de su juventud, ella solía tener talento en 'Jutsus espacio-tiempo', su control de chakra era peor que
el de otros niñas. Desde pequeña, se dio cuenta que no sería del tipo de ninjas que podría efectuar
jutsus gigantes. Sin embargo, el hecho de que se diera cuenta desde joven no significo su rendición, ella
siempre lucho para convertirse en una gran e impresionante Kunoichi. Jamás fue un tipo de chica
insegura. En el caso de Tenten, fue una gran ventaja haberse dado cuenta para lo que servía y para lo
que no, desde joven. Debido a que tan pronto como Tenten entendió sus limites, ella comenzó a
cuestionarse a si misma sobre sus autenticas habilidades. Una vez que encontró la respuesta, ella
rápidamente creó su propio camino y lo persiguió con todo su corazón: 'Armas Ninja'.
Utilizar armas como Shurikens o Kunais era lo básico de cualquier Ninja, pero no había nadie
especializado en armamento... Al menos nadie como Tenten. Sin temor a cometer un error, se podría
decir que Tenten es la Kunoichi con mejor control y habilidad en estas armas que cualquier otra
persona. Ella no solo se entreno en lo básico, de igual forma aprendió a usar las armas que los Shinobi
raramente usaban, armas que una persona no podría ni siquiera ver, en fin... Armas de distintos tipos y
variedades. Tenten se encaminó en una ruta que nadie había elegido.
Pero al fin y al cabo, la razón principal de aquella forma de pensar era debido a su maestro: Might Gai. Y
sus compañeros de equipo: Rock Lee y Neji Hyüga. Los 3 influenciaron bastante en ella.
Gai era facilmente reconocido como 'El mejor usuario de Taijutsu en la aldea'. Lee lo admiraba con gran
devoción, y puso todo su esfuerzo en convertirse en un gran ninja, tal como el. Y Neji era reconocido
como 'El Genio de la palma celestial', habilidad que había sido heredada debido a su clan: 'Los Hyüga'.
Tenten paso su adolescencia y entrenó con ellos, ocasionalmente gano una considerable experiencia en
Taijutsu, bajo la tutela de el gran Gai. Sin embargo, Lee y Neji ganaban experiencia en aquel rubro
mucho mas rapidamente, a lo cual, Tenten se dió cuenta que jamás podría llegar a su nivel de fuerza
física. El equpo Gai tenía el mas alto nivel de Taijutsu en toda la aldea, y debido a su entrenamiento,
Tenten llegó al punto de ser superior en Taijutsu a cualquier persona de la aldea - Exceptuando a sus
compañeros claro.
En medio del entrenamiento, parte de Tenten no podía evitar compararse con Gai, Neji o Lee. - Soy la
mas inútil dentro de este equipo - Ella se solía repetir. Aquel era el pensamiento que perseguía a Tenten
durante cada segundo de su entrenamiento. Sin embargo, ese pensamiento era lo que la había
impulsado a seguir con su camino particular. Gai y el resto podrían romper una roca solo con los puños...
Tenten en cambio sería capaz de hacer explotar una roca con una simple arma. De esa forma ella podría
estar igualada con Lee y Neji, para así caminar junto a ellos durante el camino de la 'Juventud'.
Con el tiempo, Tenten pulió sus habilidades con las técnicas espacio tiempo y aprendió a invocar un sin
fin de armas utilizando pergaminos. Para ese tiempo, parcialmente debido a sus días aprendiendo a usar
todas las variedades de armas, Tenten había sido capturada por el encanto de las Armas Ninja. En
ocasiones, no podía dejar de maravillarse debido a la belleza de su simplicidad. Durante los días de la
academia, había varias compañeras de clase quienes decían que las kunai eran planas y simples... Vaya
que no entendían nada. Es debido a que es tan plana y simple que es una arma tan encantadora. Tenten
encontraba la belleza inclusive en la espada mas desafilada. Ni el Ninjutsu, ni el Taijutsu ni el Genjutsu
serían rivales contra la belleza de un arma.
Por supuesto, aunque ocasionalmente Tenten comparte sus pensamientos sobre las armas, no significa
que se la pasa educando a la gente acerca de ellos. Expresaba lo que pensaba con acciones, no palabras.
El filo de su kunai, rebanando perfectamente un objetivo era mucho mejor argumento que cualquier
explicación. Tenten debía asegurarse de que su puntería era la mejor para comprobarlo, por lo cual
Tenten no se saltó ni un día de practica. Todos los días, ella silenciosamente afilaba sus armas, las
preparaba para la practica y las usaba contra sus objetivos.
Lee y Neji. Tenten observaba su trabajo duro, ellos siempre fueron la razón de todo el esfuerzo que ella
empeño en su entrenamiento. Sin importar que tan fuertes se convertirían, ellos jamas olvidarían el
entrenamiento mas básico... He ahí el porque. Incluso aunque estas eran habilidades que cualquiera
podría hacer, Tenten lo practicaría un centenar de veces. Su cuerpo, sus brazos, incluso sus dedos, ella
practicaría y practicaría agotando cada parte de su ser.
Ya en combate, no habría ninguna marca para apuntar un objetivo. El enemigo no se daría el lujo de
detenerse para que ella pudiera apuntar, si alguno de los dos se queda quieto, es el fin. Pero Tenten
practicaba lanzando kunais hacia objetivos inmóviles, una y otra y otra vez, repitiendo tantas veces que
al momento de encontrarse con objetivos móviles, ella puede sentir que se mueven lentamente. Sin
importar que tanto se mueva su enemigo, una vez que ella lanza un arma, esta se dirige hacia el como si
tuviera una marca que la llamara. El practicar una habilidad basica que todos pueden hacer, cada día, sin
descansar, esa dedicación era algo que ninguno podría lograr. El mundo debía ser posible de verlo...
Y eventualmente, su dedicado entrenamiento rindió frutos. Sus habilidades llegaron al punto de que
cualquier persona reconocería a Tenten como 'La mejor usuaria de armamento Ninja', cosa que la hacía
sentirse muy orgullosa.
Pero el día de hoy, su devoción y pensamientos a las armas Ninjas le causaban ciertos problemas...
- Argh!! No puedo pensar en nada!! - Varios sonidos de impacto acompañaron la voz fastidiada de
Tenten, mientras variedad de Shurikens llegaban a sus objetivos. Los sonidos causaban un eco alrededor
del vació campo de entrenamiento. Se encontraba rodeada de varios objetivos marcados ya impactados
con cada una de sus armas....
Cuando Tenten escucho por primera vez acerca de su misión sobre el regalo de bodas, ella
inmediatamente pensó: - Okay, les daré una Kunai especial diseñada por mi. - Ella había tomado esa
decisión y se sentía orgullosa de ella, todo debía haber terminado ahí...
Tenten se había acostado en su cama, mirando con indiferencia hacia ella techo vació. Encontrándose al
borde de la suspensión, un solo pensamiento irrumpió en su mente: - Ademas de una Kunai, me
pregunto que otro regalo será bueno? - Tenten se cayó en shock al no pensar en nada. Paso toda la
noche, pensando y pensando sin encontrar jamas una respuesta.
Soltando un bostezo, Tenten movió sus objetivos y recogió sus armas, había varios postes en los
alrededores del campo, algunos del tamaño de una persona normal. Los demas los usuaban para
entrenar con Taijutsu, golpes, patadas. Tenten en cambio, utilizaba los postes para montar los objetivos
que había llevado. Cada una de sus armas impactaba perfectamente, sus pensamientos no se
encontraban enfocados en kunais o cualquier otro regalo como un regalo. Pensándolo mejor, ella
consideró que no era la mejor opción....
Un arma Ninja es un regalo que Tenten recibiría alegremente, naturalmente cualquiera esperaría que su
regalo hacia la pareja sería un arma Ninja... Pero no sería eso algo predecible y ordinario? Desde la
ultima noche, por alguna razón u otra, pensamientos como esos circulaban por su cabeza. Había algo
que le molestara? ... La verdad es, que ella ya sabía la respuesta:
- Una boda? ... Huh... Bueno... Es algo lindo. - Tenten exhalo, dirigiéndose a uno de los postes. Sus
manos silenciosamente jugaban con una Kunai que había recogido.... Esta era la cuestión, Hinata y
Naruto se estaban casando, era una ocasión feliz. Tenten siempre se la pasaba pensando en shurikens,
kunais o guillotinas voladoras, pero jamas tuvo un novio... Ella siempre vivió una vida sin pensamientos
románticos ni feminidad. Escuchar acerca de una boda cercana hizo que un pensamiento aterrador
flotara por su cabeza: - Fue lo correcto vivir de esta forma? -
Desde el amanecer hasta el anochecer, siempre era: Armamento Ninja, armamento ninja, armamento
Ninja. Era algo normal para una joven como ella? Hasta ahora, lo mas cercano al amor que jamas ha
sentido Tenten era por una guillotina voladora. Solo bastaba escuchar el nombre de un arma para que a
ella le gustara y se decidiera por comprarla.
Tenten coleccionaba sus armas para quizás, en un futuro abrir una tienda de armas, pero de alguna
forma a veces se encontraba comprando una Kunai sin darse cuenta como había llegado a la tienda.
Tenten tenía grandes sentimientos por las Kunai, ella siempre coleccionó armas raras y comunes, pero al
final del día, las kunais eran su elección. Pero eso estaba bien, no? Uno nunca puede tener demasiadas
kunai....
Para empezar, ella no llevaría las kunai con gravados en ellas, son un trabajo de arte! Así que las dejaba
en casa, debido a ello, eventualmente Tenten se encontraba comprando aun mas kunai, si se acababan
ella estaría en problemas, y de una vez que estoy comprando kunais normales, no sería genial comprar
igual estilos artisticos de una vez? De esa forma, Tenten termino cubriendo inconscientemente su muro
de una colección de kunais. Ella estaba completamente orgullosa de ella, pero... En serio era lo mejor?
Ser así? Quizás no era una buena idea...
- Tenten siempre con sus Kunai... - Las imagenes de todos aparecieron dentro de la mente de Tenten.
Cosa que la molesto.
- No soy solo una especie de chica kunai! También tengo una guillotina voladora, saben? Ustedes estan
mal, no soy lo que ustedes piensan - Pensaba mientras afilaba una Kunai, enojada.
Si pudiera encontrar un regalo de boda que fuera elegante y adecuado, entonces las cosas cambiarían:
- Sabes? Tenten es una persona con un gran sentido de la belleza estética! - Aquellas reacciones estarían
mejor.
Que clase de regalo podría obtener tales reacciones? La boda se acercaba, ella tendría que ir
eventualmente a todos lados para encontrar un regalo decente. Desde tiendas a las que siempre asiste
como a lugares que se vean lindos, ella pensó que debería echar un vistazo por el área comercial de la
aldea.
- Ughh... Pero mis ingresos estan muertos... - La guillotina voladora había sido cara, pero era unico en su
clase. No pudo no haberla comprado... - No dudes, compralo! - Era la regla de Tenten en presencia de un
arma que llamara su atención.
- Bueno, resumamos las cosas... - Tenten cerró sus ojos e intento a pensar todos los detalles en su
mente. Hablando en serio, lo primero sería el presupuesto. Ella tenía que manejar mejor sus financias si
quería comprar un regalo. Luego, debido a que quería evitar lo de la kunai casera, tenía que pensar en lo
contrario a ello para así encontrar un perfecto regalo. De esa forma, Tenten pensó en algo bueno.
- Algo que pueda conseguir con mi presupuesto limitado. Algo que represente los sentimientos de una
joven mujer, algo que no mate gente... Eso sería....!!!!
....!!!
No tengo idea! - No era nada bueno, su cabeza era un rollo. Ni si quiera entendía lo que estaba
intentando decir. La kunai que inconscientemente ella comenzó a afilar brillaba a un nivel exagerado. Ni
si quiera prestaba atención a lo que hacía. El pensamiento de admitir que era una mujer sin ninguna
clase de meritos ademas de armamento Ninja hizo que Tenten se sintiera horrible. Si no hacía algo, ella
tendría que... No, debe haber algo, algo mas que no había pensado... Justo en ese momento-
- Teeeenteeen!! Tenteeeeen!! - Ella escucho la voz de alguien gritando su nombre desde la distancia. La
voz se acercaba cada vez mas y mas. Ella sabía quien era incluso sin haberlo visto. La única persona que
correría por los alrededores gritando con tal voz tan temprano en la mañana: Lee.
- Lee? - Grito Tenten. - Que diablos haces aquí? - Lee se encontraba curiosamente, vestido de mujer.
Como una ama de casa, de hecho. Lucía como una señora yendo a casa luego de un arduo día de
compras. Maquillado con una inmensa cantidad de polvo, su cara lucía estúpidamente pálida. Y que era
ese lapiz labial rojo en su boca? Sus cejas lucían incluso mas grandes!! Nah... Estaban igual. Ademas de
esto, Lee llevaba una pesa en una de sus manos. Estaba completamente fuera de su comprensión...
-Lee... Que es esto!? Porque diablos estas todo amanerado!?
- Yo para la esposa y Gai para el esposo! Mis ropas se mancharon luego de tanto correr así que pense
que debería escuchar a Gai Sensei y meterme en la mente de la novia. Así que me vestí de esta manera
con su aprobación, después de ello estoy completamente seguro que las pesas fueron la mejor opción! -
- Me acabas de dar una explicación pero te lo prometo, no entendí nada de lo que dijiste. - Respondió
Tenten con su clasica sinceridad. Porque el vestido? Porque las pesas? Esto no puede ponerse mas raro!
Lee levanto las pesas y felizmente declaró: - Gai Sensei y yo hemos decidido regalar las pesas como
regalo de boda!! Tenten, que les vas a dar tu? -
En ese instante la mente de Tenten se aclaró. Ella no lo entendía pero al mismo tiempo si lo hacía. Ella
no comprendía el porque había terminado así pero entendía el porque Gai y el querían regalarle unas
pesas. En ese momento todas las cosas por las cuales se preocupaba parecían insignificantes, su cabeza
se sintió limpia, como si una neblina hubiera desaparecido.
Tenten no pudo contener sus risas, cuando se trataba de Lee o Gai era completamente imposible. Ella
observaba como Lee corría hacia la salida del campo de entrenamiento con la misma energía con la cual
llego. Tenten se estiro mientras se apegaba a su decisión... - Una kunai casera será. - Tenten ya no tenía
ninguna duda, estaba completamente seguro. Porque diablos se preocuparía para empezar? Comparado
con las pesas, su regalo era excelente. Tenten se sentía simplemente feliz con ella misma. -Bien,
volvamos al entrenamiento -
Los sonidos de impacto de sus armas eran placenteros para los oidos de la joven Kunoichi. El
entrenamiento usual, en el campo usual, con su usual método de entrenamiento....
Las llamas brillaban, parpadeando y balanceándose de lado a lado. - Me pregunto porque la gente
siempre encuentra tan relajante la acción de observar el fuego? - Ese pensamiento curioso apareció de
la nada en la mente de Shikamaru.
Probablemente era algo que había comenzado generaciones atrás, aquellos días donde la gente
esperaba por algo de civilización. En aquellos días, el fuego siempre había sido un buen acompañante
para la gente, iluminaba los alrededores y apartaba a la oscuridad en las noches mas oscuras. Protegía a
la gente del frío y de invasores indeseados. También era usada como señal, para encontrar la locación
de tus camaradas o el camino de regreso a casa. Años y años de tales actividades habían sido heredadas
geneticamente hacía varias personas, Shikamaru incluido. Quizás esa es la razón del porque, sentado en
frente de una llama cálida, el sentía una incomparable sensación de calma...
La voluntad de Fuego.
De padre a hijo, de hijo a nieto. De maestro a estudiante, de amigo a amigo. Los sentimientos de todos
yacen conectados, una misteriosa energía espiritual. Quizás esa voluntad de fuego había empezado
como una pequeña llama que la gente simplemente podría apagar, pero jamas desapareció. Incluso
ahora, seguía siendo pasada de persona a persona, ardiendo con gran luminosidad.
Eran esas conexiones, cruzando generaciones que hacían al fuego tan tranquilizante. Sin importar que
tanto tiempo pasaba, cada célula en el cuerpo de Shikamaru estaba conectada con las memorias de
aquellos que vinieron antes de el, y encontraron calma en el fuego. La gente normalmente lo usaba para
cocinar comida y sentirse agusto, sin darse cuenta, eventualmente se reunían en grupos alrededor de la
llama con amados. Desde aquellos días antiguos, esa fue una costumbre que jamas cambio. De hecho,
en este momento, Shikamaru se encontraba sentado en frente de una llama, comiendo un poco con su
mejor amigo 'Choji Akimichi'.
Risas, comodidad, el sonido de la vajilla tintineando. El sonido de la carne salpicando aceite mientras
esta era cocinada. ' Yakiniku Q': Era el lugar de descanso de Shikamaru. La gente normalmente piensa en
restaurantes de carne a la BBQ completamente repletos de gente durante la noche y no tanto durante el
día. Este en especial era una excepción, siempre se encontraba lleno, durante día y noche. Su carne era
barata y sobre todo, de alta calidad. Justo a esta hora, el restaurante no era muy diferente a un campo
de guerra. Las ordenes salían de cada una de las mesas, peticiones por cerveza, te o utensilios a cada
momento, apurando a los trabajadores. El lugar era un caos.
Shikamaru y Choji habían decidido comer el almuerzo en el lugar de costumbre. La decisión había
pasado momentos atrás, Shikamaru había salido al distrito de compras y se encontró a Choji en medio
del camino, empezaron a hablar y entonces Choji mencionó - Ya casi es la hora del almuerzo, que tal si
comemos algo de carne juntos - Y aquí estaban... Comiendo en Yakiniku Q como siempre.
Shikamaru había entrado al establecimiento dispuesto a esperar, pero como es tipo de Choji, este entro
gritando - Algo de carne por favor!! - Como si la comida se fuera a acabar en un instante.
Choji, justo a la mitad de una critica hacía esas personas comió un pedazo de carne que no parecia
completamente cocida aun. El siempre se caracterizó por comer la carne justo a un momento previo de
que esta terminara su cocción, Shikamaru pensaba que era mejor esperar un poco mas.
Su pedazo de carne luciá perfecta, justo cuando Shikamaru la alcanzó con sus palillos, Choji la agarro y
se la llevo justo en frente de sus ojos...
- Huh? Ohh perdon Shikamaru!! Vi que ya estaba cocida y antes de darme cuenta mis manos solo... -
Choji observo arrepentido mientras se daba cuenta que había agarrado el pedazo incorrecto.
- Que diablos. Esta bien, aun hay carne restante para comer - De esa forma, Shikamaru puso otro pedazo
de carne en la parrilla, volteó hacía choji y con una sonrisa dijo - Después de todo, mejor que te lo comes
a que termine convertido en cenizas. -
Choji le sonrió a Shikamaru y se concentró en saborear el pedazo de carne robada en su boca. - Wow,
esta carne sabe delicioso! Cocinar y comer con una parrilla prendida es bastante complicado para los
novatos, cuando viene el momento de hacerlo, las parrillas a base de gas son las mejores. Realmente
dejan la carne deliciosa! - Mencionó Choji mientras ponía cada vez mas arroz en su boca, su tazón se
estaba vaciando en un instante.
Shikamaru de alguna forma, llamo a un mesero en medio del caos y pidió por otro plato de arroz para su
amigo. Lo curioso sobre el apetito de Choji, este que sentía bien observarlo comer. De alguna forma,
hacía que Shikamaru se sintiera satisfecho, incluso si no había comido demasiado, e incluso cuando Choji
inconscientemente le robaba piezas de carne. Es por eso que Shikamaru siempre sentía la necesidad de
asegurarse que su amigo comiera bien. Al final, Shikamaru empujo el pedazo que el había puesto a
cocerse hacía el lado de Choji, y en un parpadear esta ya había desaparecido.
Carne, arroz, carne, arroz, carne, arroz, carne, carne, carne... Choji continuaba comiendo sin parar,
mientras Shikamaru observaba el espectaculo, se daba cuenta que Choji se veía bien comiendo tanto
debido a su barba de chivo.
Últimamente su apariencia había cambiado un poco, lo mas evidente era su pequeña barba. No era
enorme, estaba justo en el tamaño perfecto. Su cabello había sido cortado un poco y peinado hacía
atrás. Dando una apariencia de elegancia y buen porte...
No había duda de ello, era la barba. Simplemente combinaba muy bien con si cabello y lo hacía lucir
como un adulto, incluso a ojos de Shikamaru que lo conocía desde la infancia. - Quizás debería dejarme
crecer la barba así también... - Shikamaru murmuró mientras se balanceaba en su silla. "" -
- Porque harías eso? - Choji momentáneamente volteó hacía su amigo. Otra cosa curiosa de Choji es
que, sin importar que tanto comiera, su capacidad de escuchar jamás se desvanecía.
- No lo se, a diferencia tuya yo luzco como si no hubiera cambiado en nada, no crees? - Mencionó
Shikamaru mientras se rascaba el cabello. Desde niño, el jamás había cambiado su estilo, su largo
cabello atado sobre su cabeza. No era como si el amara el estilo, simplemente le daba flojera peinarse y
ese era la forma mas rápida de lidiar con su cabello. Si Shikamaru se había determinado en algo, era en
mantener su cabello y vestimentas lo mas simple posible. Pero igual... No era como si siempre tomara el
camino facil para llegar a un fin o algo así. Claro, uno no podría decir que siempre estaba determinado a
que las cosas fueran simples, eso solo pasaba en casos en los que la situación simplemente no le
interesaba.
Shikamaru no lograba entender a la gente que llegaba a medidas ridículas para cambiar su estilo,
pensaba que el mejor estilo era aquel que pudieras vestir en todos lados, del tipo que te permitiría
tomar una ciesta o mirar las nubes. Cuando era niño Shikamaru solía pensar - Si pudiera, me gustaría
gastar cada día simplemente entado frente al fuego, observando las llamas - Un niño como ese era
totalmente diferente a aquellos quienes les importaba lo que el mundo o la sociedad decía de ellos. No
era muy sorprendente que no se preocupara sobre el cabello o su vestimenta, pero ahora que veía a su
mejor amigo, de la nada luciendo como un adulto digno, los pensamientos sobre su estilo llegaron a su
mente.
Shikamaru se convirtió en Chünin a corta edad, estuvo involucrado en una gran variedad de trabajos
involucrados con la administración de la aldea.Por ejemplo, había sido supervisor de los exámenes
Chünin y se encargo de atender bastantes encuentros con otras aldeas y demás, y en cada uno de esos
encuentros siempre se encontraba rodeado de gente mas adulta que el. Debido a esto Shikamaru
conocía bien las formas de actuar de un adulto, y de hecho el personalmente poseía cada simple
característica capaz de catalogarlo como tal, pero de alguna forma aquellos pensamientos de madurez y
look habían irrumpido en sus pensamientos.
Choji volteó hacía su amigo, confundido. - Probablemente lo dicen por tu cabello no? - Choji pauso
mirando a su plato vació. - Mesero! Uno mas por favor!
Después de pedir su orden, Choji miro de vuelta a Shikamaru. - Si me preguntas a mi, la verdad has
cambiado bastante -
- Si. Quizás es porque has asistido a varias reuniones importantes. Comparado con el viejo tu, tu cara ha
cambiado. Creo que luces mas seguro y capaz ahora. Soy yo el que lo dice así que no es posible que me
equivoque ... Y ahora que lo mencionas! Mucha gente dice que luzco como mi viejo. -
Shikamaru puso su mano en donde se supone, estaría su barba de chivo y continuó pensando sobre el
asunto. Mientras lo hacía, la orden de Choji había llegado a la mesa. Era un enorme plato, mucha gente
se sorprendería al saber que no esta destinado a dos personas. Era lo suficiente para Choji. Ya los
trabajadores del restaurante estaban acostumbrados a ello.
- Cuando vinimos aquí por primera vez, ordenamos esta orden igual no? - Los pensamientos de
Shikamaru volvieron a los tiempos en los que era un Genin. Su equipo celebraba el exito en una reciente
misión. Los cuatro comían en la misma mesa~
Ino inmediatamente volteó hacía el... - Silencio!? A que te refieres con eso! Era mi carne. Ahora por eso,
tu cocinaras una carne para mi! -
- Que!? Porque soy yo el que tiene que cocinar todo de nuevo! Ah... Que fastidio...
Porque eran las mujeres tan insoportables? Shikamaru pensaba sobre el tema mientras volteaba la
carne. Para empezar, la mujer mas cercana a el: Su madre. Era mucho mas enojona que varias mujeres.
Que diablos hizo que su padre se casara con tal aterradora mujer? Shikamaru no lo entendía. - Esto es
suficiente no? - Dijo Shikamaru, con la carne completamente cocinada.
Justo después de ese comentario, Ino alcanzó el pedazo con sus palillos y suspiro satisfecha. De la nada
la carne desaparecio... Choji. Ino lanzó sus palillos desesperada. - Es en serio!!? Lo estas haciendo a
propósito! -
Shikamaru volvió al presente y observo al lugar donde su sensei se solía sentar. Los 4 de ellos venían
después de todas las misiones... En el pasado Shikamaru creía que la vida continuaría como tal. Sería
absurdo imaginar a todos haciendo lo mismo en un ciclo de juventud, pero de alguna forma, el
Shikamaru pasado lo había pensado de esa manera. Jamás había pensado como luciría una vez
alcanzada la madurez. Pero el tiempo había pasado... Y la adultez se había convertido en el presente.
Ino se había hecho mas femenina, el apetito de Choji no había cambiado, e incluso el mismo, Shikamaru
había cambiado sin dudarlo. Y asuma... El ya no estaba ahi. Los 4 jamás volverían a estar juntos. Este
restaurante, este asiento, todo esto se encontraba dentro de las profundas memorias de aquellos
momentos alegres a los que Shikamaru no podía regresar. Era debido a su esfuerzo por no olvidar que
Shikamaru siempre paraba a este restaurante.
Cuando se encontraba rodeado por esa fragancia a carne cocida, el podría caer en la alucinación de que
era similar al aroma a tabaco que salía del cigarro de su Sensei. La barba de Asuma siempre olía a
cigarro, de todo lo que el fumaba. Sin importar lo que sucediera, el siempre fue calmado y tranquilo.
Asuma había ido a varios viajes cuando era joven, por lo cual era una persona bastante inteligente, sus
habilidades como Ninja eran sorprendentes. El era como su padre, y como un hermano mayor... Siempre
llevaba a Shikamaru y a su equipo a comer carne. Hablando de ello, siempre se ponía palido cuando
presenciaba el apetito voraz de Choji.
Pero ahora, la comida era pagada por el dinero que Shikamaru y Choji ganaban por si mismos. A veces
Shikamaru se preguntaba si podría ser posible convertirse en un adulto tal como Asuma. Shikamaru
tomo el menú y comenzó a voltear las hojas, calculando la cuenta que ambos tendrían que pagar. Sería
bastante dinero sin duda...
- Diablos, debería comer algo yo... - Shikamaru alcanzó rápidamente algo de carne por su cuenta.
- Postre? -
Shikamaru suspiro, acaso Choji lo había olvidado? Para empezar. Shikamaru había ido al distrito de
compras a comprar un regalo de bodas y fue ahí cuando se encontró con Choji. Shikamaru seguía
dudoso sobre lo que debería regalarle. Debía ser algo con lo que Naruto y Hinata podrían estar felices
pero no tenía ninguna idea. Simplemente no tenía experiencia con regalos de boda, era extraño que
tuviera que el tuviera que dar regalos en general. En ese caso, lo mejor sería escuchar la opinión de una
mujer. De esa forma, Shikamaru fue a visitar a Ino en su tienda de flores, una vez que llegó ahí, su
antigua compañera de equipo le mencionó que ya había decidido que regalar... Tal como se esperaba,
ella estaba muy bien informada en moda y tendencias.
- Entonces estará bien si compro algo en la misma tienda que tu, puedes decirme donde esta? -
Aunque ambos habían sido grandes amigos, quienes se acompañaron en las batallas mas fatales
posibles, Shikamaru había sido abandonado. - Me rindo. - Murmuro mientras caminaba por las tiendas,
siendo ahí cuando Choji apareció.
De vuelta en el restaurante, Shikamaru veía a su amigo comiendo algo de helado... A que hora lo pidió?
Shikamaru decidió no preguntar, habían simplemente cosas sobre el que estaban fuera de su
entendimiento. Honestamente, la opinión sobre Choji en el tema de los regalos de boda no era lo mas
confiable, sin embargo, Shikamaru estaba tan preocupado que el consejo de cualquier persona sería
suficiente.
- De hecho, estoy mas o menos decidido... - La respuesta de Choji sorprendió a Shikamaru. - Como!? Ya
sabes que les vas a regalar!? -
- Si. - Dijo Choji, sacando un rectangular trozo de papel. - Creo que les dare esto. - Choji deslizo el papel
hacía Shikamaru, el lo tomo de forma que no se llenara de la grasa de sus manos...
- Esto es... -
Shikamaru no podía creer lo que veía. Era un ticket complementario para una cena en el restaurante
mas caro de la aldea de la hoja. El 'Ryotei'!!
- Personas como nosotros, no vamos a lugares como esos... Pero como es un regalo de bodas, esta bien.
No? - El restaurante era extremadamente formal y estúpidamente caro, un ticket para una comida ahi...
Era algo brillante!! Era una gran oportunidad para que la pareja fuera a un lugar al que no asistirían tan
seguido, era un regalo que ambos podrían disfrutar. No habría un regalo tan excelentemente pensado
como este. Pero... Como sería posible que Choji dejara ir tal oferta como esta! Choji... Eres realmente el
mismo al que solía conocer!? Te has convertido realmente en un adulto sin que me diera cuenta!!
Shikamaru observaba el ticket mientras Choji comía felizmente su helado. - El ticket vino a mi!! Una
comida para 3! - Shikamaru al principió no entendió el significado de ese comentario...
- Por supuesto que no!! No soy quien para entrometerme en una comida entre los recien casados... -
Shikamaru paso a mirar el techo, observando el ventilador girando sin parar como siempre. Pronto, la
hora del almuerzo había pasado y los clientes pasaban a retirarse. La paz había regresado al
establecimiento.
Shikamaru comenzó a criticar las políticas del restaurante, se imaginó a Naruto y Hinata vestidos
elegantemente para comer en el lugar, y entonces, en frente de ellos estaría Choji, pidiendo una
segunda orden de lo que había pedido, observando fijamente a la pareja. Todo eso... Funcionaría?
No, ahora mismo Choji estaba bien. Era un regalo de su estilo, el problema ahora era que no había
pensado en nada! Shikamaru se estiro en su asiento y cerro los ojos. Siempre que Shikamaru pensaba
sobre algo, tenía el habito de sentarse en cierta posición para concentrarse, no lo hacía a propósito.
Pasaba de forma natural, pero de esa forma venían las mejores ideas.
Hablando de ello, nadie jamás hubiera imaginado ver a Shikamaru con tal posición en un restaurante. El
jamas pensó que llegaría a esto. Los pensamientos se reunieron dentro de su cabeza... Algo que fuera
perfecto como un regalo de bodas...
Primero, sería lo mejor si el regalo fuera algo practico y necesario. Cosas o vestimenta para cocinar?
No... Algo que no posean. Las vajillas estaban de moda no? O platos gemelos para que la pareja tenga un
almuerzo divertido... O relojes? O quizás un marco para las fotos de la boda. Regalos que pudieran servir
como felices memorias de la boda? Debía ser un regalo que sirviera para el interés de ambos. De
cualquier manera, no podía conseguir el mismo regalo de otra persona. Después de todo, Ino rechazo
ayudarlo debido a eso. La boda era pronto, así que quizás un enorme ramo de flores funcionaría? De
alguna forma, era un regalo que quedaba perfecto para la ocasión.
Igual estaba la opción de regalar ingredientes para una buena comida. Pastas, te, cosas como esas serían
bien recibidas no? Podría ganar un certificado de regalo de una tienda departamental, solo tenía que
comprar varias cosas para convertirse en un cliente especial. Dinero... Dinero... Todo se consume en
dinero~
Shikamaru abrió los ojos - Que hacer? - Al final, todo se resumía en dinero. De hecho ese era un buen
angulo, en vez de darle algo a la pareja que quizás nunca usaran, era mucho mejor solo darles el dinero
para que ellos lo pudieran gastar en lo que quisieran. Pero luego, el problema sería que todo el mundo
le daría regalos a la pareja y sería extraño que Shikamaru simplemente se acercara a ellos a darles un
fajo de billetes. Debido a la persona, pensarían que tuvo mucha flojera como para comprar algo
decente.
En el fondo, sabía que nadie pensaría en ello, pero dar dinero era un regalo bastante soso. Se siente
como si no hubiera ninguna pizca de sinceridad en ello. Estaría bien si regalara dinero a alguien a quien
no conoce muy bien, pero a ellos... No estaría nada bien, no? La preocupación de Shikamaru no tenía
final, tal como el apetito de Choji.
- Has comido demasiado. - Shikamaru entonces noto la cantidad de platos vacios de helados,
amontonados en frente de Choji. - No te sientes... Frio? -
- Se siente bien comer algo de frio luego de todo esa carne caliente. Además soy de la clase de personas
que viajaría hasta la tierra de la nieve y aun así compraría helado para comer. Mi apetito no sabe lo que
es el frío. - Choji le sonrió a su amigo. - Muchas gracias! -
- Espera, espera un momento! - Ahora, justo ahora algo se encendió en la mente de Shikamaru. - Que es
lo que acabas de decir Choji?
- Eso es!! - Shikamaru señalo a Choji, luciendo alegre. - Un viaje! Esto esta bien no? Un viaje para su luna
de miel!!
Shikamaru y Choji abandonaron el restaurante sin ningún destino en particular. Solo caminaban por ahí
sin rumbo fijo. No importaba si tenían una meta en mente, Shikamaru se había liberado sobre todas sus
preocupaciones.
Ahora, todo lo que Shikamaru tenía que hacer era seleccionar el lugar y asegurarse que sería apropiado
para la ocasión. Pero de igual forma... Tendría que pedir la opinión de una mujer, no? Donde podría
encontrar a Ino ahora? Probablemente había ido a comprar su regalo... Mientras el y Choji caminaban,
Shikamaru comenzó a voltear hacía a los lados.
- Si, necesito la opinión de una mujer, Ino estaría bien si estuviera por aquí. -
La hoja era una ciudad enorme, el hecho de que Shikamaru y Choji se encontraran en medio del distrito
de compras había sido una simple coincidencia. Si se encontraban a Ino, sería la coincidencia de las
coincidencias, reuniendo al combo equipo 10, Ino-Shika-Cho. Las probabilidades de encontrarla eran de
cero a nada. - Oh, mira quién esta ahi. - Murmuró Choji.
- Estas bromeando, cierto? - La voz de Shikamaru llego a un nivel histérico de sorpresa. El nivel de
coincidencias en el día había llegado a un nivel estúpido, como si saliera de una novela, o eso era al
menos lo que el pensaba. La histeria de Shikamaru se detuvo rápidamente al ver la espalda de una
mujer. Su cabello era corto y atado en dos coletas. El tan solo verla hizo que sus ojos se abrieran aun
mas. La Jönin de la aldea de la arena. Temari.
Muchas personas siempre andaban de ida y venida de la hoja, no solo Ninjas de otras aldeas como
Temari. Eran Shinobi que recibían misiones, que regresaban de ellas, clientes que pedían solución a sus
problemas, gran variedad de personas. Había un continuo patrón de visitantes yendo y viniendo. Por
supuesto, eso no significaba que cualquiera podría entrar, estaban aquellos que vigilaban en las puertas
de la aldea, siempre observando y buscando por gente u objetos peligrosos, inspeccionando a los
visitantes.
Temari por ejemplo siempre llevaba un enorme abanico en su espalda. Era su elección de arma favorita,
un abanico de guerra que creaba un devastador ataque de viento con un solo movimiento. Pero aun con
tal arma tan peligrosa, Temari era un ninja de una aldea aliada, habían pasado años de confianza entre
ella y la hoja, así que naturalmente ella tenía permiso de llevar su arma a donde quisiera.
Temari volteó debido al grito histérico de Shikamaru y noto a los dos. Sus ojos se encontraron con los de
Shikamaru.
- O-Oh si... Estábamos comiendo el almuerzo y entonces... Bueno, hablando de ello que es lo que... -
- Solo doy mis saludos previos, antes de las reuniones sobre los nuevos exámenes Chünin. -
Ella era la hija del cuarto Kazekage, y la hermana mayor del quinto Kazekage. Una inteligente y capaz
persona quien ayudaba a su hermano con actividades de diplomacia en otras aldeas. Como hoy, ella
tendría que ir y venir desde la hoja para participar en las reuniones planeadas para los exámenes
Chünin.
Shikamaru se acerco a Choji para que Temari no pudiera oír y susurro... - Oye Choji, porque dirías 'Mira
quien esta ahi!?' de esa forma! Pensé que te referías a Ino. -
Shikamaru regerso su mirada hacía Temari. Ella era prácticamente la mejor usuaria del elemento viendo
en su aldea y en el mundo. Era una persona firme, audaz, con un corazón seguro y una actitud
beligerante. Contrario a Hinata. Sus personalidades no podían ser mas distintas, así que pedirle opinión
para la luna de miel sería problemático. Con Ino sería igual, ya que sus personalidades de la misma
forma son diferentes la una con la otra, el problema es que al menos Ino ha vivido toda su juventud
junto a Shikamaru, por lo que parece mas fácil pedir su opinión. Shikamaru imaginaba la reacción de
Temari - Un regalo de bodas? Estas seguro de preguntarme acerca de eso? -
- Que es lo que estan buscando? - Temari expreso duda en su rostro. - Lucen sospechosos. -
- Shikamaru quiere preguntarte algo. - Dijo Choji, antes de que Shikamaru inventara otra excusa.
- Bueno... Tu... - Shikamaru se puso nervioso al mirar a Temari. - Bueno, lo que intento decir es... Ah... He
estado pensando sobre ello y... Dime... Donde crees que es buen lugar para una luna de miel. -
- Qué!? - Grito Temari, sorprendida. - Lu-Luna de miel!? - Temari miro hacía otro lado. En efecto era algo
problemático preguntarle sobre ello a Temari. Por supuesto que ella también había tenido problemas
con el regalo de bodas... Choji debió haberse quedado callado.
- P-Porque preguntarme a-a mi sobre eso!? - Temari lo miro nerviosa y desconcertada... "" -
- No lo se, pense que preguntarte sería lo mejor... - Obviamente no podía decir 'Porque eres una mujer'.
Eso sería increíblemente grosero.
- Sería lo mejor... - Ella repitió. Por alguna razón, Temari miraba hacía el suelo, Shikamaru estaba
convencido de que la pregunta la había conflictuado. - Creo que lo mejor sería relajarse en los baños
termales, no crees? No suena eso algo... Anticuado? -
- Bien, bien. Me alegro, un hospedaje en un hotel de aguas termales con buena comida sería lo mejor,
huh? - Temari aprobó la idea. Shikamaru sonrió tranquilo, había estado preocupado durante toda la
mañana y al fin soltaba una sincera sonrisa. Pero por otro lado, Temari lucía algo... Perturbada.
Ella ya no tenía ningún deber que realizar, pero no había descansado nada. Shikamaru rasco su cabeza
un poco, confundido por su respuesta. Ella estaba actuando raro el día de hoy, porque?
- Sería lo mejor checar si hay hospedaje mas tarde no creen? - Sugirió Choji.
- De hecho. - Shikamaru asintió. - Sería lo mejor ir y echarle un vistazo lo mas pronto posible.
- Si, probablemente. -
- Bueno, ire a comer algunas nueces, ustedes dos deberían ir a checarlo. - Dijo choji.
Eh!? - Shikamaru y Temari exclamaron al mismo tiempo. Nervioso, Shikamaru miro a su amigo. - A que
te refieres con que no vienes Choji!? -
Mientras discutían, Shikamaru volteo a ver a Temari. Probablemente estaba enojada por la actitud algo
egoísta de Choji, porque su cara se estaba poniendo completamente roja. - No es tiempo para bromas
Choji, cambia de opinión. No es bueno hacer a una mujer enojada, siempre acaba en algo problemático,
vaya, si lo sabre yo! - Todo esto intentaba decirselo Choji por medio de la mirada hacía su amigo, pero
Choji no cambió de opinión.
- Estas buscando un lugar para una luna de miel, estaría bien que lo vieran ustedes dos. - Mencionó
Choji, riendo con una enorme sonrisa.
Era una excusa muy razonable para que Shikamaru lo contradijera, tiene mucho mas sentido que un
hombre y una mujer busquen un lugar de hospedaje a que dos hombres lo hagan. De esa forma tienes el
punto de vista del novio y la novia sin ningún problema. Pero ahora mismo, con Temari actuando de
forma que Shikamaru no podía atender y su cara poniéndose roja, marca de un posible enojo, sería muy
peligroso hacerlo...
- Los veré luego, me retiro. - Dijo Choji mientras comenzó a caminar hacia otra dirección. Para cuando
Shikamaru intento decir algo mas, era demasiado tarde... - Porque? Porque comerías nueces ahora?
Dios comiste una pila de helados, que tu estomago es infinito!? - Pensó Shikamaru.
Incluso aunque las calles de la aldea siempre estaban llenas de actividad, el lugar donde se encontraban
Shikamaru y Temari estaba completamente inactivo. Ambos estaban quietos, atrapados en un inmenso
silencio. Shikamaru tenía mucho miedo, no podía verla ni si quiera a los ojos...
- Uh... - Su boca se movió sin su consentimiento... - Como debería...? Que quieres hacer...? - Soy un
idiota. Shikamaru sintió un nudo en su garganta, y entonces...
En poco tiempo, Shikamaru y Temari llegaron al distrito de las aguas termales. No hubo mucha platica
en el camino... Shikamaru intentaba sacar un poco de conversación pero al ver como reaccionaba,
siempre respondiendo lo mas breve posible... Esa atmósfera incomoda continuó durante todo el rato.
De donde viene esta punzante tensión!?
Shikamaru tenía su vista al frente para no ver los ojos de Temari, con un leve sudor saliendo de su
frente. Shikamaru trataba de analizar la situación objetivamente. Para empezar, no era raro que los dos
estuvieran solos. De hecho era algo común, en el pasado el la había guiado alrededor de la aldea y
habían ido a varias reuniones de trabajo. Incluso la invito a salir una vez. Pero incluso en aquella ocasión,
las cosas no estaban tan tensas como ahora... Porque las cosas estaban tan tensas el día de hoy? Porque
Temari no hablaba? Shikamaru inspecciono en su cerebro, desesperado por respuestas. -Lo mas
probable es que Temari se sentía arrastrada en un asunto problemático. Había arruinado sus planes por
el resto del día, incluso aunque había dicho que no tenía, las mujeres siempre son así. Ah... Todo esto es
culpa de Choji y su apetito, jamas pensé venir aquí con ella... -
Hay un dicho que dice: 'Los ninjas deben ver debajo de lo que esta debajo', pero esta era una situación
que nadie podría ver venir. Mientras Shikamaru meditaba, el y Temari cruzaron sobre un puente de
madera. Había un rio fluyendo debajo, con una ligera capa de vapor brotando de ella. Venía de una
fuente termal, había un olor particular en el aire. Algo como huevos, seguro era el sulfuro de hidrógeno
mezclado con el agua. La fuente era el cinturón volcánico en el cual la aldea se encontraba. Una enorme
cantidad de aguas termales se encontraban en esta area, tantas que incluso se decía que en un pasado
era un área de sanación Shinobi. Ahora era un lugar perfecto para turistas.
Ambos pasaron a lado de varios turistas, la mayor parte de ellos vestidos en Yukata, con sandalias de
madera y vestimenta con la insignia del hotel o el instituto donde se hospedaban. En el distrito se
encontraban restaurantes, centros de juegos, tiendas de recuerdos y varias cosas mas. Lo mas
disfrutable de esta área era visitar cada uno de estos lugares. Shikamaru y Temari pasaron por muchas
de estas tiendas, buscando un lugar de hospedaje. El sol se estaba poniendo en el oeste, y en poco
tiempo, la noche cayó.
Las lamparas frente a cada una de las tiendas y edificios comenzaron a encenderse, una por una. Esas
luces iluminaban todo el lugar una vez que la oscuridad había caído. - Luce increíble... - Murmuro
Temari.
- Si... - Afirmo Shikamaru. Entonces, volteo a ella... - Fue un gran problema venir hasta aquí así que...
Que dices si nos paseamos por el lugar? - Temari al fin había hablado, el ambiente del lugar había
difuminado toda la tensión. Shikamaru quería tomar ventaja de ello, no pasaría nada malo si se
paseaban un poco por el lugar.
- Tienes razón. Que dices si vamos a una tienda. - La tienda a la que ella apunto era pequeña, con una
insignia que decía 'Practica de tiro' en el frente. Lucía como el tipo de lugar en el que lanzarías 3 kunai y
ganarías un premio.
Temari tomo una Kunai de madera y la lanzó. Apenas si rozo al objetivo. Tomo otra y la lanzo, esta vez
su brazo no lo tiro con mucha fuerza, ni si quiera llego.
- Que ocurre? Es raro de ti, no atinar a un objetivo. - Olvidando los juegos, Temari y Shikamaru
manejaban las Kunai en sus vidas diarias. Kunais reales, era imposible para ellos no atinar un objetivo
dos veces.
- Es que son muy ligeras como para que pueda lanzarlas bien. - Dijo temari, dándole una kunai de
madera a Shikamaru. El entendió el problema una vez que sostenía la kunai.
- Pero si ese es el problema, entonces encuentra el centro de gravedad y ajustalo, deberías ser capaz de
lanzarlo así. - Shikamaru lo lanzo con mucha mas fuerza que una Kunai normal... Fallo completamente.
Ahora se encontraba rascando su cabeza, dudoso. Después de que eso termino, los dos continuaron
buscando un lugar de hospedaje. Temari llevaba un pequeño daruma, y otra figura de un gato. Solo
había dos premios que Shikamaru consiguió ganar luego de varios intentos. Pero ganar solo dos en tal
prueba, Shikamaru penso que había algo de trampa en ese juego. Pero aun así hizo lo que pudo para
ganar al menos un par de regalos sin perder la mayor cantidad de dinero posible. Sintió lastima por
aquellas parejas que simplemente no le daban a nada, si hubiera sido posible, hubiera adorado lanzar
una kunai de verdad hacia el dueño.
- Hey, son perfectos para llevarlos a casa. - Replico Temari con una sonrisa. No estaba siendo sarcástica,
esos eran sus momentos honestos. De vez en cuando, ella tenía momentos así, soltando una sonrisa
inocente como esa. - Son buenos recuerdos para mis hermanos. - Estaba en lo correcto, la pregunta aquí
era... Entre Gaara y Kankuro. Quien recibiría el Daruma y quién el gato? De cualquier forma, sería algo
divertido de ver.
- Bueno pues... Deberíamos elegir un lugar, no crees? - Dijo Shikamaru. - Mira, alla. - Shikamaru se
detuvo para mirar un hotel cercano. Estaba magníficamente estructurado, expulsaba un intenso
sentimiento historico. Las lamparas de papel brillaban a los lados de las puertas, ofreciendo una gentil
bienvenida a los invitados. Todo lucía bien desde afuera, pero el enfoque principal era el baño de vapor
y la comida. Sería un problema si todo terminara siendo de mala calidad. - Mejor ir y echarle un vistazo.
- Shikamaru asintió.
Volteo para ir hacía el lugar, pero en ese instante. Los pasos de Temari se detuvieron. - Que ocurre? -
Volteo hacía ella.
- Bueno... Como digo esto...? - Temari miro hacia el suelo, temerosa. De nuevo? No lo había superado
ya? - Creo que... Creo que no estoy aun... Aun no estoy mentalmente preparada para esto... - Murmuro,
sin mirarlo.
Mentalmente preparada? Para que? Quizás se sentía avergonzada en frente de tal lugar. Si los precios
estaban caros, por supuesto que Shikamaru rechazaría la oferta. Pero nada ganaría sin intentarlo...
-Temari, por ahora que tal si solo entramos a ver? Luego pensamos sobre ello, okay? -
- Creo que... Sera tarde para pensarlo una vez que entremos. Podría dejarme llevar por la atmósfera y... -
- A que te refieres? -
Simplemente no podía entender lo que Temari decía. Que ocurría? La atmosfera? Se refería a la
atmosfera anticuada del lugar? Dejarse llevar? Estaba hablando de un baño? Había algo malo sobre ella
el día de hoy... Shikamaru la miro cuidadosamente. Temari volteo su mirada, evitandolo. Mientras lo
hacía su cara se puso completamente roja.
- Tu... - Shikamaru lentamente dijo... - No me digas que tu... - Puso su mano en la frente de Temari, ella
dejo salir un pequeño y timido sonido. Su cuerpo temblaba, de seguro porque la mano de Shikamaru
estaba fría... - Estas caliente, no es así? -
No parecía una fiebre, pero el color rojo le había llegado hasta las orejas. - Es-Estoy yendo a casa... Así
que... - Dijo Temari con timidez, alejándose y dirigiéndose hacía el camino de regreso. Ella estaba
actuando claramente distinto de lo usual. Temari siendo de mente fragil? No era una simple fiebre,
había algo mal con ella, algún problema de salud?
- Hey! Hey! Hazme un favor. El lugar esta completamente oscuro, y si tu condición física esta en
problemas entonces es mayor razón para que descanses aquí por una noche. Esta bien. Preparare un
futon para ti. - El se encontraba preocupado por Temari, pero parecía que dijo algo que no debió
mencionar, ya que ella comenzó a correr inmediatamente.
Shikamaru se quedo parado durante un instante, estupefacto por su repentina acción. Bueno, al menos
parecía que su salud no estaba del todo mal. Pero es cierto.. Tenía que alcanzarla. Shikamaru corrió
hacía ella, habían llegado hasta aquí, para ni si quiera entrar a las puertas del hotel? Todo hubiera sido
inútil, tenía que alcanzarla para obtener un buen consejo para el viaje de luna de miel. Después de todo
no era solo para naruto, era también para Hinata. El punto de vista de un solo hombre no sería
suficiente, tenía que saber lo que ella pensaba. Tenía que escuchar la opinión de una mujer, quizás algo
de spa, yukatas, servicios especiales, cosas que un hombre no podría juzgar por su cuenta. Shikamaru
puso su concentración en alcanzar a Temari
La mano de Shikamaru alcanzó el hombro de Temari... - Esto no va a funcionar si lo hago solo por mi
mismo... No va a funcionar... Por favor espera. Te necesito. -
Temari se detuvo, y lo miro fijamente. Por alguna razón, sus ojos lucían húmedos. Ambos se
encontraban sin aliento. La tenue iluminación de las lámparas cercanas iluminaba sus rostros
levemente, la sombra de Shikamaru caía sobre Temari. Quizás se había calmado, su cara ya no estaba
roja. De hecho, su rostro lucía mas maduro que lo normal.
Inconscientemente, Shikamaru termino mirando fijamente el rostro de Temari. Se sentía algo extraño,
como en medio de un sueño.... - Realmente es lo correcto... Que sea yo? ... - Temari pregunto,
tranquilamente.
Aquellas palabras hicieron que Shikamaru volviera a sus 5 sentidos... - Claro, no funcionara si no eres
tu... - Afirmo seriamente... Después de todo no puedo ir al area femenina de las aguas termales. -
Shikamaru se sintió desconcertado con la mirada de Temari, empezó a sentirse dudoso de el mismo. Era
una reacción extraña que realizar, por ahora era lo mejor verificar lo que ambos pensaban.... - No
importa como lo mires, no podre entrar en el lado femenino de los baños termales, no? -
- Bueno, no puedo ir al lado femenino. Pues soy un hombre, así que necesito que vayas ahí, debido a
que tu puedes ir. Como tu dijiste, es obvio. Cuando salgas de ahi necesito que me digas si esta bien.
Nada mas... -
De donde venía esto. El lo había explicado bastante bien, pero ella aun no entendía lo que sucedia...
-Para empezar. - Dijo Temari. - De que estamos hablando exactamente? -
- A que te refieres? - Pregunto Shikamaru. Estamos hablando de la selección del lugar de luna de miel
para la boda, no? -
Parecía que habían tenido un malentendido durante todo el rato, Temari estaba pensando sobre otra
boda. Shikamaru finalmente se dio cuenta en ese momento, ella siempre ha sido del tipo de persona
que adora deducir las cosas con una breve explicación. Posiblemente, eso causo un malentendido entre
ambos. - Ah.. Así que de eso se trataba... - Dijo temari, con una sonrisa de calma y paz.
- No, espera... Entonces... Ah! - Shikamaru dejo salir una exclamación, acaso era posible que Temari
entendiera que ellos en realidad...!! - No verdad? ... No.. No era eso... -
- H-hey... Qué pasa? - Preguntó asustado - Porqué estas de repente tomando eso..? Qu-que pasa con tu
chakra...?! -
Temari le sonrió cariñosamente Shikamaru fue cautivado por la vista,y sonrió también Sonriendo el uno
al otro se veían como la viva imagen de una íntima pareja de amantes~
Un repentino, y fuerte vendaval fuera de temporada recorrió las aguas termales de Konoha,y duro toda
la noche.Los residentes y turistas pasaron esa noche en vela, demasiado asustados para ir a dormir...
L@s invito a darle MG a mi pagina en facebook para que vean las actualizaciones
En estos días, los naruto [El ingrediente] eran bastante populares. Cuando ocurrió? En tan solo un
parpadear, el Naruto se convirtió en el ingrediente mas popular del Ramen. Niños, adultos, personas de
todo tipo amaban el Naruto. Se servía cada vez mas de este ingrediente y sin darte cuenta, este ya se
había agotado.
Incluso las mamas habían empezado con aquellos mitos de que si comías mas 'Naruto' de grande serías
bastante alto, saludable, fuerte y lleno de energía. Ah... Naruto, desaliñado pastel de pescado, con tu
color blanco pálido de fondo y tu remolino rosado justo en el centro. Sin ti la gente se sentiría muy
solitaria...
Teuchi, el dueño de 'Ichiraku Ramen' se encontraba cortando Narutos para el día de hoy. El truco era
simple, añadir los fideos hervidos en una combinación de distintos caldos y entonces, con cierta
habilidad artística, añadir los condimentos encima. El toque final era aquel Naruto decorativo que le
daba un toque de firmeza a todo el tazón. No solo fue la popularidad del ingrediente la que creció, de
igual forma el establecimiento estaba en sus mejores días. Actualmente, Teuchi incluso tenía que poner
mesas extras frente al lugar para satisfacer a todos los clientes. Nada que ver con los viejos días...
Ichiraku Ramen abrió en la aldea de la hoja hace varios años. En aquel tiempo, un considerable numero
de gente estaba se encontraba agradecida con los establecimientos de comida rápida, Teuchi era solo
un novato en este negocio. Su idea era caminar lentamente hasta la cima, en aquellos días el Naruto
solía ser el ingrediente menos deseado. Su nombre siempre destacaba en la tabla de ingredientes, sin
embargo a nadie le interesaba. Había algunos mas interesantes: Brotes de Bambú cocidos a fuego lento,
chuletas de cerdo asado, huevos a medio hervir, ahogando a la gente en su agradable sabor, las algas y
su increíble oleada de popularidad como punto de venta del Ramen. Cada uno de ellos peleaba como el
ingrediente favorito de la gente, se podría decir que el competidor mas grande eran las algas, mientras
que el Naruto siempre se encontraba al fondo de la popularidad, las algas eran el gran obstáculo que el
Naruto jamás podría superar. El motivo quizás es porque los Ninja tenían mas inclinación hacia las algas,
nunca se veían y ni si quiera se notaban. O se pegaba al borde del plato o flotaba en grupos alrededor de
la sopa, era como una sombra. Comparado con la exuberancia del Naruto, cuyo brillante espiral color
rosado jamas fallaba en llamar la atención, las algas entregaban una atmósfera completamente
diferente.
Sería exagerado decir que los Ninja tenían sentimientos encontrados por las algas en su ramen, pero era
cierto que compartían una especie de conexión familiar por ellas. Las algas tenían tanta popularidad que
ningun cliente las rechazaba.
El tan solo pensar que el Naruto había superado a las algas... Y no solo a eso, también al bamboo, al
puerco, las chuletas y hasta los huevos. Se encontraba ahora como el ingrediente mas popular y
deseado del Ramen.
Teuchi observó con orgullo al brillante Naruto y se sintió un poco emocional. Pensó sobre como el
cambió de las eras pueden cambiar la percepción de el ramen, y se sentía feliz de vivir aun en un
momento como este. Después de todo era un buen ingrediente, estaba hecho de pescado picado ,
conteniendo numerosos nutrientes que un Ninja necesita. De igual forma, el remolino rosado en el
centro lucía similar a la marca de la Hoja encontrada en la vestimenta de los ninjas de la aldea. (Uno
podría decir que los huevos dentados aparentaban a una shuriken). El naruto no había sido popular si no
hasta ahora, pero el rumbo de la marea ha cambiado, en el ahora, el Naruto era misteriosamente el
ingrediente mas apreciado por los Ninja. Había una especie de destino curioso entre los Ninja y el
Naruto. De lejos, uno podría decir que el Naruto luce como comida hecha específicamente para ninjas.
Pero en lo que concierne a la pregunta: Porque el Naruto era tan amado ahora? Bueno, la respuesta es,
'Gracias al Otro Naruto. El cliente favorito de Teuchi.... Bueno, para darme a entender mejor, de ahora
en adelante me enfocare en la historia de Naruto 'El cliente' no del ingrediente.
Naruto Uzumaki, visitando a Teuchi desde que era un niño, el cliente frecuente de entre los clientes
frecuentes.
Teuchi había sido invitado a la ceremonia de su boda. Incluso aunque Naruto ya se lo había comentado,
Teuchi jamás imagino que sería invitado al lugar... Tenía que pensar en un regalo adecuado para la
ocasión.... Y pensar que ese pequeño niño ahora se esta casando.
A la par con el incremento de popularidad de 'El Naruto', Teuchi tenía varias cosas por las cuales sentirse
emocionado. Lo tenía consciente sobre el flujo y el paso del tiempo. Las memorias de Teuchi lo llevaron
a la primera vez que Naruto visito su establecimiento...
- Oye, niño. Quieres venir por aquí y comer algo? - Teuchi llamó al niño con una sonrisa en su rostro. El
niño se sobresalto, su cuerpo temblaba.
Había pasado la hora de la cena, la tienda estaba vacía. Teuchi había notado al niño constantemente
mirando el lugar mientras caminaba por las calles sin rumbo fijo, y no solo se trataba del día de hoy,
llevaba días haciendo lo mismo... Siempre caminaba dudoso hacía la tienda y entonces se apartaba, una
y otra vez, jamas entrando. Tarde o temprano Teuchi lo iba a notar... Había algo curioso sobre el,
siempre estaba solo. Aquel día igual, el niño encorvaba los hombros debido al clima frío, echándole unos
vistazos poco discretos a la tienda por varios minutos. No había ningún otro cliente en el lugar así que
Teuchi instintivamente lo llamo.
El niño se acercó a el lentamente, temblando de nervios. Pero basto con Teuchi, deslizando un tazón de
ramen hacía el para que aquella pequeño y asustado rostro se iluminara. 'Que hacía ese pequeño afuera
a estas horas por si solo? Que esta haciendo su familia? Sus padres?' aquellos pensamientos pasaron por
la mente de Teuchi pero el decidió no preguntarle nada al muchacho, solo lo observó mientras comía.
Parecía que disfrutaba del platillo, eventualmente el niño había vaciado levanto el plato hacía sus labios
con sus pequeñas manos para beber todo el caldo restante sin dejar sobras. El tazón era enorme
comparado con ese pequeño rostro. El muchacho dejo el plato, feliz y contento.
Sus ojos se encontraron con los de Teuchi y el chico soltó tal sonrisa que cada uno de sus dientes eran
visibles. Teuchi de igual forma sonrió. - Comiste bastante bien, eh? Ok muchacho. He decidido que este
plato va a mi cuenta el día de hoy. - Cuando dijo eso, el rostro del niño se iluminó aun mas. Le dio las
gracias y se presentó. Su nombre era Naruto Uzumaki. Teuchi se dijo a su mismo que era un nombre con
un curioso destino con el ramen.
Después de ese día Naruto a seguido llegaba a comer y comer y comer. Teuchi escucho por medio de
otros clientes sobre como Naruto no tenía familia, de igual forma escuchó sobre la forma en que era
tratado. Uno de los clientes de Teuchi le dijo: - Porque dejas que ese niño entre en la tienda? Todos los
demás establecimientos lo han corrido, tus ventas sufriran, perderás dinero, te lo digo con confianza. -
Aquellas palabras no se habían dicho con malas intenciones, el hombre solo se encontraba preocupado
por la tienda de Teuchi.
De todos modos, Teuchi decidio perdió el temperamento y decidió regañar al señor. Claro, no sabía
nada sobre el mundo de los ninjas, pero aun así le dijo al cliente que entendía que habían ciertas
circunstancias alrededor de Naruto. Pero porque en el mundo rechazar a alguien que adora el ramen y
que todos los días para en esta tienda con esperanzas de llenar su estomago? Para un muchacho como
ese, sin padres o hermanos, era posible que la tienda de Teuchi era el único lugar en el que podría gozar
de un cálido plato de comida hecho solo para el. Es posible que la gente lo considere un poco ignorante
por tal respuesta pero al final todo se reducía a esto: Quizás no entendía nada sobre la manera en la que
el mundo Ninja funcionaba, pero el mundo del ramen era algo que entendía perfectamente, y cuando se
trata de ello, lo único que importa es un delicioso tazón listo para ser consumido.
Teuchi ponía su corazón y devoción en cada tazón de ramen que preparaba, ponía su orgullo como
artesano y lo daba todo para hacer cada plato delicioso. Así que... Un niño que encontraba un tazón de
ramen como algo estupendamente delicioso y que lo comía con tal felicidad... Como podría Teuchi
rechazarlo? No era posible... Cualquier tienda de ramen que valdría la pena debería pensar igual. Al final
solo se trata de sentarse y comer el plato de ramen, le dijo Teuchi al cliente. Las circunstancias de la
persona sentada a lado tuyo no deberían de importar, aquella persona es solo alguien que quiere comer
ramen como cualquiera. Era simple así que... Cual era el problema?
El único problema al final es la mirada de un cliente, si estos se empiezan a mirar nerviosamente el uno
al otro significa que el ramen no se cocino correctamente, porque si este esta correctamente cocinado,
ni si quieran serían capaces de pensar sobre alguien. Solo estarían concentrados en terminar el platillo y
felizmente pasar un momento sin preocupaciones. - Y si hay alguien quien no disfruta de mi tienda solo
por eso, entonces estaría mejor que ni se acercaran. - Teuchi dijo mientras finalizaba su regaño...
- Lo entiendo, lo dijiste porque estas preocupado por el estado de mi tienda no? - Teuchi sonrió
amablemente. - Pásate de nuevo por aquí, okay? -
Desde entonces, los clientes frecuentes de Teuchi continuaron su visita hacía el establecimiento de
Teuchi, incluyendo a Naruto como parte de ese grupo de personas. El iba literalmente cada día... Hasta
cierto punto, cuando las cosas cambiaron...
Un día Naruto dejo de ir a Ichiraku Ramen. Teuchi consideró que se trataba de una serie de incidentes
complicados, quizás por eso es que no iba. Aquel niño que venía a almorzar y a cenar todos los días.
Aquel niño quien compraría grandes cantidades de ramen para mantenerse satisfecho y que aun así
llegaría mas tarde. Naruto era de ese tipo de personas y, un día, el dejo de ir. Alguien que siempre asistía
de la nada se ausentó.
Estaría bien pensar que se trataba de ciertos incidentes complicados? Teuchi se sentía preocupado por
la ausencia de Naruto. Pensándolo mejor, el había pasado por este mismo patrón varias veces. Debido a
que, a pesar de que servía ramen a muchos aldeanos, de igual forma tenía varios clientes que eran
Ninja.
- Solo quería comer un plato de tu ramen justo antes de partir a una misión - Era lo que sus clientes
Ninja a veces decían.
Mientras cocinaba, teuchi esperaba que el Ninja regresara para comer de su ramen de nuevo. No solo
para continuar vendiendole, si no porque quería saber que estaban a salvo. 'Si tan solo pudieras volver a
salvo, comer mi ramen y mostrarme ese rostro sonriente de nuevo, sería completamente feliz, solo eso
es equiparable a toda la alegría que un artesano puede pedir... Ni si quiera te cobraría'.
Por supuesto, era algo idealista el asegurar que no cobraría por un plato de ramen, teniendo tiempos
difíciles pagando los ingredientes de dicha comida. Pero regresando al tema, Teuchi había varios años
con sus tiendas, donde sus clientes Ninja eventualmente dejaban de asistir. No iban tan seguido como
Naruto pero... Aun así iban frecuentemente a lo largo del año.
- Tengo una misión luego de esto. Cuando termine, me gustaría regresar y comer de tu ramen de
nuevo.- Era lo que normalmente decían con una sonrisa, antes de partir.
Teuchi esperaba por años, por meses y jamas regresaban... Teuchi no sabía nada del mundo ninja, pero
sabía que la muerte acechaba. Era gracias a cada uno de esos ninjas que ponían su vida en riesgo, que
Teuchi y los otros aldeanos podían vivir en paz.
Cada noche, Teuchi prepararía ingredientes para trabajar en Ichiraku al día siguiente, y mientras lo hacía
los rostros de todos aquellos ninjas perdidos venían a su mente. 'Fuiste cuidadoso cierto? Te agrado mi
ramen, no? Encontraste una mejor tienda, verdad? Verdad?'. Teuchi se intentaba de convencer de que
estaban bien. 'Definitivamente ese es el caso, quien sabe... Quizás los vea mañana pasándose por aquí.
En ese caso, mejor me aseguro de que mi ramen de mañana sepa mejor que nunca!
Se pasaba las noches despierto, preparando los ingredientes con pensamientos esperanzadores como
esos. Esa era su motivación.
Meses después de que Naruto dejo de ir, Teuchi escucho que solo se encontraba fuera de la aldea por
un entrenamiento. Un inmenso sentimiento de tranquilidad llenó su corazón al oir eso... Era cierto. La
ultima vez que vino menciono algo de irse en un largo viaje. Teuchi asumió que era una misión pero
jamas imagino que estaría lejos de la aldea por tanto tiempo...
Cuando Naruto volvió de su entrenamiento por dos largos años, se puso bastante alto y ya lucía como
un adulto. Era gracioso, Teuchi no habría notado tales cambios drásticos si lo hubiera visto diariamente.
Teuchi no hablo mucho, solo puso el tazón de ramen frente a Naruto... Era un plato lleno de alma.
Quizás había crecido, pero aquella sonrisa que le dio... Aquella sonrisa no ha cambiado en nada. Por
alguna razón, ese hecho hizo que la sonrisa de Teuchi fuera aun mas grande que la de Naruto.
El nombre 'Naruto Uzumaki' era mencionado por un gran numero de personas, y cada vez que alguien
contaba su historia, la gente sentía una afección hacía el ingrediente. Docenas de clientes de Teuchi le
comenzaron a pedir por ordenes adicionales de el Naruto y eventualmente se convirtieron en tantas que
era una locura. Había incluso algunas personas que llamaban al establecimiento 'El heroe del ramen!' .
Teuchi se sentía apenado cuando la gente, mientras comían el ramen, murmuraban 'Si como esto, no
fallare en mi misión' o 'Porfavor, déjame regresar a salvo', pero de igual forma no podía detenerlos.
Todos los ninjas y Kunoichis de la aldea que frecuentaban su tienda y decían cosas como de que eran los
protectores de la aldea, aquellos que perseguirían y serían perseguidos por la muerte en crueles
misiones casi a diario. Era parte de la naturaleza humana el querer la comodidad de cada uno de ellos.
De igual forma, Teuchi en ocasiones rezaba, mientras cocinaba para un Ninja a punto de partir a una
misión. Sus pensamientos constantes de 'Por favor, regresa y come de nuevo' no eran mejores que los
deseos de sus clientes. Incluso los pensamientos y rezos podrían ayudar a una persona a cambiar, Teuchi
había aprendido eso en el pasado.
Ese incidente sucedió durante una gripe, en medio del invierno. Esa fue la noche cuando Teuchi decidió
abrir su primer establecimiento. El caldo de la olla había comenzado a hervir, la carne se elevaba junto al
sonido de las burbujas y distraía un poco a Teuchi. - Oops! Me distraje pensando en el pasado! -
Murmuro, quizás se estaba poniendo viejo. Él rápidamente se dispuso a hacer el ramen. Los fideos
hervidos se pusieron suavemente en la sopa. Añadió cuidadosamente los ingredientes, organizándolos
de una manera agradable. Y entonces, sí... De ultimo el Naruto. Teuchi rompio su aura de paz por el bien
de concentrarse en realizar el tazón de ramen que le habían pedido...
En que estaba pensando? Lo había olvidado... Teuchi normalmente olvidaba cosas de aquellos días y no
los recordaba de forma perfecta, pero no le importaba. Era suficiente vivir día a día preparando tazones.
Que mas podría pedir el dueño de una tienda de ramen? Eso era suficiente, Teuchi adoraba el ramen
tanto que había decidido meterse n ese mundo... De todos modos, si lo que pensaba era realmente
importante se acordaría tarde y temprano...
Ohh, era cierto... Estaba pensando sobre un regalo de boda. Su cerebro sabía como aferrarse a las cosas
importantes después de todo.
.Tanto Naruto (La persona) como Naruto (El ingrediente) habían ayudado a Teuchi. El quería mostrar su
gratitud, pero desafortunadamente las cosas que podía hacer eran limitadas. Lo único que podría hacer
es lo que mas sabe: Ramen. No era algo malo, teuchi Pensó. La relación entre Naruto y Teuchi era la
tipica entre un dueño y su cliente favorito. Cuando se trataba de que el sabía sobre Naruto... Bueno, el
chico amaba su Ramen con una profunda pasión...
Al final del día, aunque ambos se conocían desde hace años, Teuchi y Naruto no hablaban mucho sobre
el otro, solo se concentraban enteramente en el ramen. Desde que los dos eran así, el regalo mas obvio
sería el ramen, cierto?
Teuchi alcanzó un papel que tenía cerca y escribio: - Pase de Ramen Gratis. - Era un vauche que haría
que permitiría a Naruto comer todo el ramen que guste gratis. Seguramente estará maravillado por este
regalo. No... espera un momento... Teuchi escribió mas palabras - Valido por un año - Ahi vamos. Teuchi
asintió con completa satisfacción.
Los regalos de bodas eran lindos y todo pero el dinero no crece de los arboles. Teuchi temía que su
tienda llegara a desaparecer debido al exceso de fideos sin pagar. De cualquier manera Naruto estará
feliz con este regalo, ya que podrá comer todo el ramen que quiera. El lo adora, quizás venga a comer
todos los días....
Todos los días... Desde la mañana hasta el anochecer. El traería a su esposa y diría - Okay! Comere
ramen hasta que cada celula de mi cuerpo este hecha de fideo! - Y entonces comería... Y comería. Y
comería, y comería... Y la tienda de Teuchi colapsaría. Dentro de la mente de Teuchi, el podía ver a su
hija 'Ayame' volviéndose loca debido a ello.
Ayame, quien trabajaba alegremente para atraer clientes a la tienda miraría tristemente a sus restos
destrozados. Teuchi no sabría que decirle... - Un año... Es demasiado... - Ella susurraría, con una inmensa
lagrima cayendo por su mejilla. Sería una pesadilla...
- Gah - Teuchi movió su cabeza, queriendo alejar tales imágenes. - Cálmate Teuchi, cálmate...
Tranquilízate... Un año es demasiado... Quizás medio año. No.. Eso tampoco funcionaría... - La pluma de
continuaba escribiendo en el papel.
- Suena decente no? No, es demasiado... - Pase de Ramen Gratis, valido poruna semana. Teuchi se
imaginaba la reacción de Naruto:
- Una semana entera!? Perfecto, entonces mejor como diez tazones de ramen todos los días!! - NO ERA
BUENO! Teuchi alejo el papel, cual sería la solución? Cupones solo le traerían desfortuna y destrucción.
Teuchi se aterrorizaba, pensando en las terroríficas imágenes que llegaban a su mente. Gracias a ese
cupón, Ayame podría terminar en el frio, en las calles oscuras y desoladas. Encontraría a un hombre
basura y se casaría con el! - Hayame como pudiste hacerme eso? Casarte con el hijo de un fabricante de
fideos de trigo sarraceno! No tienes derecho de llamarme padre, vete! Aléjense de mi vista o les tirare
ramen directo a sus cabezas! -
- No.. Oh no... - Teuchi gemía, sosteniendo su cabeza entre las manos. Un cupón de comida gratis era
imposible, no podría formar una buena vida diaria de esa manera. Pero en ese caso... Que tenía que
hacer? Tenía que poner un limite para el numero de tazones, de otra forma sería un desastre. Incluso si
le dijera a Naruto 'Solo come tanto como tu sentido lo permita' sería algo complicado. Ya que el sentido
común de ambos no es el mismo.
Dicho esto, cualquier regalo que no fuera ramen carecería de cualquier significado. Era una situación
imposible.
- Un plato grande de Ramen por favor. - Dijo el cliente. - Con un poco de Naruto extra por favor. -
Teuchi puso de lado sus pensamientos por profesionalismo, mientras comenzó a preparar el ramen.
Como siempre, completa devoción en la tarea, añadiendo el naruto encima como ultimo paso. Parecía
que el puesto de el Naruto como ingrediente favorito estaría ahi por bastante rato... - Aquí esta su
orden!- Teuchi deslizo el ramen hacía el cliente y regreso a preocuparse sobre el regalo.
Tomo una libretita, en una pagina en blanco. El cliente masticaba felizmente el Naruto de su ramen.
Teuchi tenía una montaña de ellos preparados, volteó hacia aquella montaña y de inmediato volteó
hacia su libreta de nuevo. Tal como el color de Naruto, era blanca... Pero el Naruto no era solo blanco,
tenía igual ese encantador remolino rosado. La mente de Teuchi y la hoja estaban en blanco, pero el
Naruto no, por ese encantador remolino. Por un rato, Teuchi miro fijamente su montaña de Naruto... Y
entonces...
- Una orden gratis de Naruto. - Antes de darse cuenta de lo que hacía, Teuchi había escrito esa linea en
la hoja. Bajo la pluma y, tan rapido como la dejo, la sostuvo otra vez..
No era suficiente, es un regalo demasiado pequeño, Teuchi intentaba pensar en una mejor opción que
no sacara a relucir sus peores miedos. Era gracias a Naruto (La persona) que el Naruto (Ingrediente) se
había hecho popular... Lo que necesitaba era un perfecto balance, algo que representara el amor
profundo por el ramen pero que tampoco pusiera a la tienda en riesgo de quiebra.
Teuchi encontró su respuesta y escribió la oración en su libreta. Mientras lo hacía imagino a Naruto
mirándolo mientras comía su ramen. La mirada de ese niño... Esa mirada de felicidad que le impedía
incluso hablar. Esa sonrisa era algo injusta, cualquier dueño de una tienda de ramen se haría pure con
cliente como ese...
o cerda... - Una vena sobresalía en la frente de Sakura. - Yo se cocinar bien, sabes!? Y cuando se trata de
apariencia, y cosas como esas son solo de tu incumbencia. Tu sabes, porque es lo único que puedes
hacer. Solo porque los demás jamas verán en ti a una mujer inteligente y capaz como lo hacen en mi,
eso no significa que me lo tengas que reprochar en la cara. -
- Sabes Sakura, hace rato estaba pensando. Quien es la chica con la frente mas grande cuya única
habilidad es fuerza bruta? Una mujer como esa jamás recibiría ninguna propuesta de matrimonio,
cierto? Que lastima... -
- Eh!? Perdón Sakura, no hablaba de ti en particular, que curioso que lo hayas tomado como un
comentario hacia ti. Perdón por lastimar tus sentimientos... No es mi culpa que aquel perfil concuerde
contigo. -
- Tu... - Quizás Ino había hecho que la discusión se tornara personal, tomando en cuenta que todo
empezó debido a un regalo de boda... Pero ese comentario, ese había sido un golpe muy bajo.
- Pero bueno, supongo que es algo obvio que un buen razonamiento y fuerza bruta no son lo suficiente
para garantizarte una vida en familia. -
- Eres una maestra en sarcasmo o que ? - Penso Sakura, sin decirlo en voz alta... - Te digo que puedo
cocinar, y te aseguro que lo que yo preparo es mejor que tu jamas podrías hacer, Ino! -
- Bien pues, Veamos quien es mejor... - Ambas se miraron fijamente. De alguna forma su discusión se
transformó en una competencia de comida. El regalo de boda, el marco, ya poco importaba, todo había
sido olvidado. A nadie le interesaba como las cosas habían llegado a esto. Lo unico que alimentaba el
alma de ambas mujeres era la voluntad para hacer desaparecer esa mirada de superioridad del rostro de
sus respectivas rivales.
Sakura e Ino. El enfrentamiento de cocina que pondría en juego sus orgullos femeninos había
comenzado. El plato fuerte del enfrentamiento: Píldoras de soldado.
Las píldoras de soldado eran pequeñas, pequeñas masas transportables de comida que los Ninjas
disfrutaban usar. Alimentos con altos nutrientes que eran reducidos y deshitradatos hasta convertirse
en pequeñas bolas. Eran bastante conocidas y muy frecuentemente utilizadas en todas partes del
mundo Ninja como una ración militar. Sin embargo, el mundo de las píldoras de soldado era
inesperadamente profundo... No sería exagerado decir que el numero de distintas píldoras era
equivalente al numero de gente que las realizaba. Esto era porque los ingredientes utilizados en ellas,
así también como su tamaño, dependen del que las realiza. Por ejemplo, había aquellos que hacían sus
píldoras utilizando ingredientes listados en una receta secreta que había sido pasada de generación en
generación, y había otros quienes las hacían tan grandes que eran prácticamente del tamaño de una
bola de arroz, e incluso aquellos que las hacían para consumo animal. La preferencia de la familia,
condiciones físicas, tácticas, la longitud de la misión, las condiciones climáticas, todos estos factores
estaban presentes en la realización de cada una de estas píldoras.
Ese era el porque Ino y Sakura habían decidido que este sería el alimento que cocinarían. Era rápido de
hacer y facil de comer. El amplio rango de la receta de igual forma permitía que ambas imprimieran sus
distintas personalidades y habilidades, y rápidamente determinaran cual era superior. Sakura había
comprado sus ingredientes, había ido a casa e inmediatamente se había puesto a trabajar en crear su
píldora de soldado.
Ella puso los ingredientes en tazones y con toda su concentración los molió con un majadero de madera.
Primero estaban las semillas de sésamo, almendras y nueces. Todos ingredientes normalmente usados
en la aldea. - Solo espera y veras... - Murmuró mientras convertía los ingredientes en polvo. - Te
mostrare que cuando se trata de cocina mi habilidad es la mejor -
Todos los ingredientes de la píldora se hacían de la misma manera, moliéndolos hasta convertirlos en
polvo. Sakura añadió otros ingredientes normalmente usados, miel y dulce. Mientras molía los
ingredientes juntos sus pensamientos regresaron a los días de la academia~
Las clases hacía las Kunoichi incluían enseñanzas acerca de arreglos de flores y ceremonias de te. Se
tenía que aprender el amplio rango de información sobre cultura y comportamiento. Las clases existían
para que las Kunoichi pudieran infiltrarse en territorio enemigo sin ser detectadas, así, su
comportamiento y conocimiento no traicionaría su naturaleza interna. No podías crecer para ser una
talentosa Kunoichi si no actuabas como una mujer normal.
Todas esas clases incluían, por supuesto, cocina. Ino siempre brillo en las clases de cocina, siempre
siguiendo las recetas al pie de la letra. Sakura, por otro lado no podía hacer lo mismo. En aquellos días
Sakura miraba con una inmensa admiración hacía la siempre popular Ino.
Como Kunoichi y como una mujer, Sakura continuó creciendo y mejorando sus habilidades. La persona
que ella solía admirar desde atras de la nada se transformo en alguien a quien ella podría enfrentarse. Y
ahora, Sakura había dado un paso hacia adelante. - En cocina y en cualquier otra cosa que venga, sera
mejor que Ino se prepare para ver mi espalda! - Dijo Sakura con una completa furia mientras molía todo
con el majadero de madera.
Ino había dicho que Sakura jamas se casaría, bueno... Sakura no estaba dispuesta a aguantarse ese
reproche. Ella no perdería esta batalla. En primer lugar, Ino se estaba dejando llevar bastante por Sai y
su reciente amistad últimamente. Sakura no perdería contra eso. - Conocerás como es lo que sabe la ira
de una floreciente mujer! - Sakura pensó. Cocinar quizás era muy diferente de lo que había comenzado
la discusión, pero de cualquier manera, ella terminaría ganando.
- Es todo... - Sakura soltó una sonrisa aterradora mientras sostenía el ingrediente clave para su exito.
El pudín!
Sakura lo había asociado con Ino desde la juventud. Ella sabía sobre el gran amor de Ino por el pudín. De
hecho, ella sabía todo acerca de sus gustos y disgustos. Para los ninjas, la información lo era todo. No
era arrogante de parte de Sakura saber que ganaría algo con el conocimiento de los gustos de Ino.
Llena de confianza, Sakura tiro pudin en la pasta de la píldora, mezclandolo con una intensa sonrisa. -Mi
victoria esta garantizada! - Ahora todo lo que queda era moldear la pasta en una bola y deshidratarlo. En
un corto periodo de tiempo, la píldora de Sakura, saborizada con Pudín estaba completa.
Unas horas después, cerca de aquella tienda de la que habían sido expulsadas. Ino se encontraba parada
en en lugar donde habían prometido encontrarse la una con la otra en las calles de la hoja. Sus ojos se
encontraron e Ino soltó una enorme sonrisa.
- Así que efectivamente viniste, Sakura. Y yo que comenzaba a pensar que te darías cuenta que no serías
rival para mi y huirías.
Sakura apostaba que Ino había llegado antes solo para decir eso. Pero Sakura no sería provocada por
trucos como esos. La victoria de Sakura estaba en la palma de sus manos, Ino podría decir cualquier
tontería mientras pudiera.
- La victoria llega a aquellos que se toman su tiempo. - Dijo Sakura mientras retaba a Ino con la mirada.
Su compostura era magnifica, llena de confianza en su insuperable victoria.
- Ok, entonces... Nuestro combate ha comenzado. - Dijo Ino, serenamente. - Para hacerlo justo, dejemos
que una tercera persona juzgue cual de las píldoras es mas deliciosa. -
En un simple instante, la victoria asegurada de Sakura se había transformado en polvo. - Obviamente no.
- Los ojos de Ino se sorprendieron ante la reacción de Sakura. - Incluso si ambas comemos la píldora de
la otra, ninguna de nosotras aceptaríamos la derrota, así que necesitamos a una tercera persona que
juzgue todo. -
Sakura se había despistado. Y pensar que Ino no comería la píldora. Que todo lo que hizo para realizar la
píldora de su sabor favorito había sido inútil.
- Como si fuera a hacer tal cosa! - Eso era demasiado, como dudar de tu mejor amiga?
- Me pregunto... Bueno, lo que sea. Creo que deberíamos poner a Choji de juez. -
- Porfavor! Es Choji! Cuando se trata de comida el no mentiría, sabes? El no considerara nuestra amistad
para darme el punto a favor. Créeme, Choji es el juez mas neutral en esto. -
Poniéndolo de esa forma, sonaba bastante justo. - Ok pues. Ire a traer a Choji. Lo vi por aquí hace un
momento - Dijo Ino, mientras desapareció eventualmente en la distancia.
En cuestión de tiempo, Sakura la escucho regresando, arrastrando a Choji con ella, gritando cosas como:
'Ven! Solo ven y apurate!' o 'Esta es tu oportunidad de comer algo realmente delicioso sabes!?'. Parecía
como si Choji no estuviera de acuerdo con la posición de juez.
- Solo espera Ino!! Solo vine aquí a comer un helado !! Ya comí el postre!! - Los ojos de Choji se
encontraron con los de Sakura. - Hola Sakura, Ino no me entiende muy bien. Quiere que sea un sujeto de
prueba para una píldora de soldado, sálvame porfavor!
Sakura por un momento peso que Choji diría algo como - Maldita sea! Tu también estas en esto!? - Pero
en vez de eso, solo se dejo llevar.
Que diablos, supongo que tendre un estomago separado para ambas pildoras... - Ino tenía razón, Choji
sería imparcial al momento de juzgar. De cualquier forma, si Ino no comía la pildora, eso no cambiaría el
hecho de que el pudín le daría un sabor dulce y delicioso. Ella aun era capaz de ganar.
- Okay Choji, come las dos píldoras y dinos cual es la mas deliciosa. - Dijo Ino, entregándole la píldora
que ella hizo, seguida eventualmente por Sakura.
Choji observo las píldoras de soldado en cada una de sus manos, sus ojos parpadeaban mientras las
observaba. Levanto primero la de Sakura y la puso en su boca dándole un pequeño mordisco. Se trataba
de un juicio, así que lo mejor sería solo comer la mitad. - Esto es... Esto es delicioso! Realmente
delicioso, es increíblemente dulce y ha apartado toda la fatiga de mi completamente! -
Choji no se detuvo ahí, arranco las píldoras restantes de la mano de Sakura y las puso en su boca.
- Genial!! - Sakura celebró, levantando su puño hacía el aire. - Mira esto Ino! La capacidad de mis
verdaderas habilidades!! -
La reacción positiva de Choji había sido inesperada. Ino lo observo con una mirada aterradora, mientras
Sakura podía escuchar sus murmuros llenos de enojo y orgullo.
-"" Ch-Choji!! - Ino estaba un poco desesperada. - Apúrate, come la mía igual! "" -
Las mejillas de Choji aun se encontraban llenas del sabor de las píldoras de Sakura, pero el rapidamente
puso la píldora de Ino en su boca, esta vez entera. Eventualmente puso 3 o 4 más. Quizás para
saborearlas mas apropiadamente. - Si... Si... Si!! - Los ojos de Choji estaban abiertos como platos,
mientras asentía fervientemente. - Increible! Estos están deliciosos igual!
Choji lleno sus boca de píldoras de soldado y soltó una sonrisa de satisfacción.
- Cual es la elegida? Cual es la mas deliciosa!? - Dijo Ino, emocionada, presionando por respuestas.
- Hmm... Ambas están increíblemente dulces y deliciosas. Es difícil decir cual es mejor... - Choji murmuró,
inclinando la cabeza hacia un lado con perplejidad, cruzándose de brazos mientras masticaba. Una
después de la otra, cada una de las píldoras entraba en su boca, siendo cuidadosamente masticadas y
juzgadas. - Si, creo que ambas son geniales. Dulces y deliciosas... Realmente deli... - De la nada los pies
de Choji se derrumbaron, causando que este colapsara. Sangre comenzó a salir de su nariz.
- Oh no... -
- Como si fuera a hacer eso! Que clase de persona crees que soy!? -
La boca de Choji se abrió de repente al sonido de la voz de Sakura. - Aun tengo que hacer muchos...
Muchos amigos... - Murmuraba incoherentemente mientras mas sangre salía de su nariz.
- Nooo!! Choji no te mueras!! - Dijo Ino, llena de lagrimas en los ojos. - Sakura, haz algo!! - Su amiga
estaba llorando, pero Sakura no podía entender porque estaba así. Examinándolo, Choji parecía estar en
perfecta condición. El único motivo eran las píldoras.
- No tenemos tiempo para discutir sobre esto. - Se dijo Sakura a sí misma y reunió determinación.
Alcanzó una píldora de Ino.
- Necesito saber que ocurre y esta es la mejor manera de hacerlo. - Sakura, cuidadosamente tomó la
píldora y la presiono contra su lengua. - Si hay veneno en esto, mi lengua probablemente se
entumecerá. - Preferible a comerla, era mejor primero saborearla.
- Ya te lo dije, no puse veneno ahí. De verdad! - Ino alcanzó y tomo una píldora igual, pero esta era de
sakura. - Quizás la tuya es la que tiene algo raro. - Dijo, lamiendo la píldora de su rival.
Sakura cuidadosamente rompió la pildora en pequeñas piezas. Viendo esto, Ino hizo lo mismo... Ambas
pusieron algunos pedazos en sus lenguas, saboreandolas.
- Esta... Exquisito... -
- Si... -
Ambas pusieron los restos de las píldoras en sus bocas. Incapaz de resistirse.
- Que es este... Este sabor, es increíblemente delicioso! - Sakura no podía esconder su sorpresa mientras
masticaba.
- Dios mio! El mio igual! Adoro este sabor! - Ino tampoco podía esconderla al parecer...
No había nada de veneno. De hecho, la píldora de Ino era del savor favorito de Sakura: Un anmitsu
blanco.... En otras palabras, igual que dulce que el de Sakura... Pero entonces porque? Mientras Sakura
pensaba en ello, Choji volvió a sus 5 sentidos y se levantó, lentamente.
- Ah... Eso si que me sorprendió. - Dijo Choji, limpiando la sangre de su nariz. - Que es esto? Mi sangre se
puso rosa... Y pensar que tuve sangrado nasal... -
De eso se trataba todo: 'Azucar'. Ahora que Choji lo había dicho, Sakura lo entendía. El había comido
grandes cantidades de píldoras, y todas al mismo tiempo. Con razón, tanta azúcar en su sangre debió
haber afectado su sistema. Además antes había mencionado haber comido helado. No importaba lo
mucho que choji comía, comer mas azúcar de la debida lo afectaría gravemente.
- Ah... Me alegra que solo fuera eso... - Ino suspiro, llena de tranquilidad. Sakura volteó hacia ella,
parecía que Ino se había librado del peso del mundo.
- Si... Solo fue eso. Pero sabes? Después de comer estas píldoras de soldado, siento como si hubiera
comido un pudín y una bola de anmitsu blanco. Hmm... Quizás luego ire a comer algunas nueces. -
Sakura e Ino voltearon a ver a Choji, molestas. - Choji! Sabes que eso te puede matar!? -
- Esta bien. - Replicó Choji. - Lo que acabo de comer ya ha de haber hecho digestión... -
- Ninguna razón en particular. Solo pense que sería bueno para invitarte alguna vez, quizás...
Así que, al final del día, la discusión que había empezado con el marco de la foto había terminando en
ambas cocinando con la misma estrategia. Pero vaya coincidencia. Sakura no pudo evitar soltar una gran
risa. - Hahahaha, tuviste la misma estrategía que yo!! -
Ino se dejo llevar por la risa de Sakura. - Bueno, creo que hemos sido amigas desde hace bastante
tiempo. Cuantos años serán? Creo que pienso lo mismo que tu piensas. -
Las dos se encontraban una frente a la otra, riendo y riendo. Aferrandose la una con la otra,
eventualmente ambas se calmaron. Sakura se limpió los dedos con su vestimenta. - Siendo alguien que
piensa igual que tu, puedo decirte algo?
- Qué? -
- Crees que si ambas hubiéramos buscado un regalo juntos, hubiéramos encontrado algo mejor que un
marco para una estúpida foto? -
- Naturalmente, si combinábamos mi sentido de la moda con el tuyo, nada podría compararse. - Dijo Ino
con una sonrisa, guiñando el ojo.
- Bien! - Sakura lanzó enérgicamente su puño hacía el aire. - Vayamos y encontremos el mejor regalo de
bodas de todos los tiempos!! -
Ino sonrió. - Honestamente Sakura, tienes una fuerza que cualquier persona debería de tomar en
cuenta. - Ella miró a Sakura con una mirada nostálgica, llena de seriedad. - Solías ser una llorona en
aquellos días, la gente te llamaba 'Super Frente' o 'Frente de Marquesina' y tu llorabas todo el tiempo... -
- Espera Ino !! - Sakura exclamó. - A que te refieres con 'Super frente'? No me inventes nombres de la
nada, ahora que lo pienso, se te acaba de ocurrir ese no es así? -
- Que!? Ven aquí ahora mismo Sakura! No puedo ser sincera contigo al menos una vez!? -
Las voces de ambas se mezclaron en el caós de la aldea de la Hoja, pero sonaban inequívocamente
alegres.
Hola chicos, lamento haber tardado en actualizar pero mi computadora murio asi que en esta ocasion
les traigo 3 capitulos ya que posiblemente tarde mas en actualizar
Hasta el momento en que tuvieras aquel pensamiento con un ardiente orgullo saliendo desde el pecho,
uno podría decir que su vida era completamente feliz. Esto era debido a que un trabajo es algo que
eliges pasar por tu propio bien, así como el bien de otros. O al menos eso es lo que Iruka Umino
pensaba.
Y ahora mismo, Iruka se encontraba extremadamente feliz. Su pecho estaba estallado en orgullo cuando
pensó en ello. La causa de su repentina felicidad era simplemente esto: El había visto 3 silabas en el
anuncio de los ingredientes mas populares del 'Ichiraku Ramen: Na-Ru-To.
Solo mirar eso, hizo que recordara la cercana boda de Naruto y Hinata, causando que este se llenara de
emoción. No era debido a que su avanzada edad lo llevaba a las lagrimas rápidamente, era debido a que
la emoción llenando a Iruka era algo cercano a un lazo parental. Y cierto suceso había ocurrido que lo
hizo sentir aun mas alegre.
Iruka le pregunto de que es de lo que quería hablar a lo que Naruto, abruptamente respondió: - Me
gustaría que fueras a la boda como mi papá... -
Justo en el momento en que Iruka escucho eso, una gran sonrisa apareció en su rostro. Respondió
inmediatamente: - Déjamelo a mi - Iruka incluso soltó una broma para mientras Naruto salía del cuarto:
- Viniste con tal cara de seriedad que pensé que me pedirías que te invitara un plato de Ramen. - El
minuto en que la figura de Naruto desapareció de su vista, Iruka comenzó inevitablemente a derramar
varias lagrimas de felicidad.
En todos sus años como profesor, nada lo había hecho tan feliz. - El camino que elegí no estuvo tan mal.-
Iruka pensó mientras lloraba, sus lagrimas caían por su rostro sin cesar. Y ahora, incluso cuando solo se
encontraba viendo la palabra 'Naruto' escrita en Ichiraku Ramen, Iruka sintió sus ojos, humedeciéndose
de nuevo. Al punto en que pidió una orden solo del ingrediente.
Por supuesto, Iruka no era el tipo de profesores que otorgaba un trato especial hacía ciertos alumnos. El
jamás tuvo favoritos. Dicho esto, Naruto no era solo uno de sus mas queridos. Incluso alrededor de la
gente cercana a el, Naruto era mas una existencia especial para su vida....
Los años habían pasado e Iruka se había convertido en profesor. Y quien mas aparecería como su
estudiante que Naruto?
Iruka sabía que el espiritu demoniaco, el zorro de nueve colas estaba sellado dentro de Naruto. Y de
igual forma estaba completamente consciente de que Naruto no había hecho nada malo, y no había
razón para culparlo. incluso aunque lo entendía, muchos años tuvieron que pasar para aceptarlo...
Su padre era un hombre severo y silencioso. Su madre era una mujer familiar y segura. Ambos fueron
Jönins admirados por muchas personas. Siempre que Iruka salía con sus amigos, jamas paraba de hablar
de ellos de forma orgullosa. Quería crecer rápidamente y convertirse en un gran Shinobi, para que así el
pudiera apoyarlos.
Pero entonces, en tan solo un parpadear, el zorro demoníaco apareció en la aldea, con un aullido que
helaba la sangre que sonaba como si fuera capaz de perforar los cielos. Su madre fue herida de gravedad
tratando de protegerlo, su padre termino con cada parte de su cuerpo cubierto en sangre, pero aun así,
lleno de la voluntad de pelear. Las figuras de sus padres eventualmente se desvanecieron y entonces
Iruka se encontró despertando, en un cuarto oscuro y solitario.
Era una pesadilla que acechaba su mente tanto ahora como en aquel entonces, desde que era joven.
Una vez que Naruto se convirtió en su alumno, Iruka comenzó a ver esa pesadilla cada noche. Aquellas
pesadillas lo hicieron emocionalmente distante e Iruka por bastante tiempo intento ignorar a Naruto.
Naruto constantemente realizaba bromas pesadas, lo que hacía que sus compañeros le tuvieran algo de
desprecio. "Pero se supone que tus compañeros son tus camaradas". Pero Iruka no tenía el valor de
meterse, solo se quedaba observando. Su confianza como maestro se había ido. Era completamente
inútil, hasta que un día, Iruka se dio cuenta de algo: - Naruto es igual a mi. -
- El dolor de vivir día a día sin nadie que te reconozca o se de cuenta de tu existencia. Conozco ese dolor
mejor que nadie... Porque no lo había notado hasta ahora? - Después de ese descubrimiento, Iruka dejo
de evitar a Naruto y eventualmente, sus pesadillas se detuvieron.
Pero y que si...? Que si jamas me hubiera dado cuenta? Incluso ahora, aquel pensamiento molestaba a
Iruka. Si el no se hubiera dado cuenta, entonces hubiera sido posible que Iruka se hubiera convertido en
alguien egoísta, alguien que pensaba que era el único con dolor en el mundo. Hubiera llegado bastante
bajo, un bastardo idiota que no notaba el dolor de los demás. El pensaba que Naruto había sido la razón
de que el pudiera escapar de ese destino. Conocer a Naruto, de cierta forma... Cambio su vida.
No sería una exageración decir que Naruto era la razón por la cual Iruka decidió trabajar como profesor
durante el resto de su vida. Así de importante era su existencia para el.
En ese momento. Fue debido a pensar en los viejos tiempos que el rostro de alguien familiar apareció en
los recuerdos de Iruka. Su nombre era: Mizuki. El fue un hombre con increibles calificaciones, que había
sido bendecido con talento para el Ninjutsu. Iruka lo conocía desde niño, ambos examinaban los
exámenes de graduación. Trabajaron como profesores juntos y se ayudaban los unos a los otros. Mizuki
siempre sonreía y hablaba claramente, no como Iruka y su tendencia a dar lata.
Pero Mizuki tenía un lado oculto, opuesto al hombre sonriente se encontraba una persona
completamente celosa que no podía creer en si mismo: - La gente no comprende al verdadero yo. El
verdadero yo es mas increible, no soy lo que aparento ser. No soy un humano al que puedes arrinconar,
todos me están subestimando. - Mizuki solo le confiaba tales pensamientos a Iruka.
En cierto sentido, Mizuki era otra persona que tenía problemas porque nadie lo reconocía. Ese es el
porque se convirtió en una persona obsesionada con perseguir cosas, solo preocupándose por el
resultado final y por nada mas. Cuando las cosas no iban bien culpaba a otros. Creciendo celoso y
resentido. Había tomado un erróneo camino Ninja.
- Mizuki. - Iruka pensó. - Cuando se trata a ser un profesor, no hay nada como resultados inmediatos.
Cualquier muestra de tus enseñanzas serán reflejadas en 5 o 10 años, e incluso en algunos casos lleva
mas tiempo. Todo depende en como educamos a esos jóvenes, ahí yace la formula de su crecimiento, el
tipo de adultos en quienes se convertirán. El resultado de nuestra enseñanza se trata de ver la vida de
nuestros estudiantes mientras estos crecen. -
Ahora, Naruto era mas famoso que cualquier persona en la aldea, todos lo reconocían. Aquel niño que
había sido ignorado y molestado desde que era un niño, que vivió sus días alejado de todos.
Habría Mizuki sido capaz de predecir este futuro para Naruto? No... Quizás no. Quizás el jamas podría
entender el sentimiento de ser un profesor y ser capaz de ver a tu estudiante, superándose frente a tus
ojos. Este sentimiento, estas emociones... Nadie mas las podría entender. Me hubiera gustado que
sintieras esto también... Mizuki.
Para cuando Iruka dejo Ichiraku, ya estaba oscuro afuera. Se apuro en su camino a casa, sintiendo la
ventisca nocturna empujando su espalda. El regalo de bodas que había comprado para Naruto y Hinata
se encontraba dentro del bolsillo frontal de su chaleco. Era lindo sentir el peso de algo tan importante
en el pecho.
El pensó que era un hombre realmente feliz. No solo por el cariño que Naruto le tenía hacia el después
de graduarse, si no por los demás estudiantes también. No había cosa mas feliz en el mundo que eso.
Naruto frecuentemente visitaría a Iruka, preguntándole si podrían ir a comer algo de ramen juntos. Pero
en el futuro, Hinata probablemente le prepararía platillos para el en casa, y si Naruto iba a Ichiraku a
comer frecuentemente, ella probablemente se enojaría con el. Pensando sobre ello, Iruka no podía
evitar reírse. Su buena vibra lo acompaño en su viaje a casa.
Iruka entro a su hogar solitario y prendió las luces. Había un solo cepillo de dientes dentro de una taza, a
lado de la regadera. Él pensó que podría tener que reemplazarlo pronto. Había una taza medio llena de
té, olvidada en su mesa café.
Iruka se dio cuenta que había olvidado meter su ropa que había sacado a secarse, y salio de su casa para
guardarla. Su ropa interior en particular estaba helada por haber estado colgada con tal viento
nocturno. Un pequeño sonido de 'Splash' sonó en el lugar mientras una gota de agua caía en la cocina.
Iruka dejo salir un suspiro, mirando hacia el techo. - Quizás sea hora de encontrarme una compañera de
vida también... - Por alguna razón, el pensamiento que entro en su mente era particularmente fuerte el
día de hoy. Iruka cerro el puño y se murmuro entonces a si mismo: - Okay, no le fallemos a Naruto... -
Y en torno a lo que paso con la problemática de su pareja, eso hay que dejárselo a Iruka para que lo
descubra por su cuenta.
Lee y Tenten habían hablado en la zona de entrenamiento. Shikamaru y Choji se habían encontrado por
casualidad. Sakura e Ino se habían encontrado en su tienda favorita. Sai chocó contra un poste de luz
mientras observaba el cielo e Ichiraku había estado tan lleno como antes~
Se trataba de un simple insecto, volando sin preocupación alrededor de la aldea de la hoja. Un insecto
bastante pequeño, tanto que nadie le prestaba atención. E incluso si eso llegara a pasar, lo perderían de
vista rápidamente en el brillante y cálido clima soleado. Era difícil seguir a un simple insecto que se la
pasaba volando sin parar.
Sin embargo...
De pronto, el insecto dejo de moverse. O, para ser mas exactos, se detuvo a descansar sus alas. Cuando
un insecto se detiene cerca de alguien, es mucho mas fácil notarlo. Shino Aburame miraba con atención,
a través de sus lentes oscuros al insecto volador que había parado en la punta de su dedo.
- Lo has hecho bien... - Dijo, en tono de agradecimiento con su ya tan típica voz calmada. Mientras lo
hacía, el insecto camino hacía la palma de su mano y calmada y naturalmente desapareció dentro de la
manga de Shino. Algo que asquearía a cualquiera, pero no a Shino. De hecho, el tenía su característica
mirada calmada de siempre.... Era algo de todos los días.
El motivo es que Shino era un ninja del Clan Aburame, la cual era una linea de usuarios de insectos. La
gente de este clan podrían usar estos insectos llamados 'Kikaichü', los cuales residían dentro de sus
cuerpos. Después de haberlos usado a gusto, los insectos se alimentaban del chakra de su maestro en
forma de agradecimiento. Esta era la forma en que su contrato funcionaba...
El insecto que se había metido en la ropa de Shino hacía un momento, era simplemente otro Kikaichü
que Shino manipulaba. Era algo bastante natural que Shino permaneciera siempre calmado, ya que el
insecto había regresado a su lado. El propósito de los insectos, es ser utilizados en el campo durante las
misiones, tenían una enorme variedad de usos. Ademas de atacar y defender, ayudaban a apoderarse
del enemigo en turno, haciendo cosas como cazar o localizar. Su uso prácticamente llenaba cualquier
escenario, una gran cantidad de insectos podría incluso tomar la forma de un ser humano y utilizar tus
mismos Jutsus. De esta forma, los miembros del Clan Aburame, quienes vivían lado a lado con una gran
cantidad de insectos desde el día de su nacimiento se familiarizaban rápidamente con la naturaleza de
estos seres, y perfeccionaban técnicas que usaban cuando luchaban junto a ellos. Se trataba de un clan
misterioso...
El día de hoy, Shino había estado usando una de las habilidades secretas del clan para espiar las
actividades de sus compañeros. Porque haría algo así? La razón yacía en la identidad de la persona que
se encontraba parada a su lado...
- Y como fue? - Preguntó Kiba Inuzuka mientras jugaba con su perro Ninja: 'Akamaru'.
- Tal como lo esperado, parece que todos están trabajando para obtener los regalos de boda. - Replicó
Shino desde donde se encontraba, un punto alto que le otorgaba una vista entera de la aldea.
- Tal como lo imaginé. - Dijo Kiba - Alguien ya se ha decidido por algo? -
- La mayoría no. Parece que se están encontrando los unos a los otros para consultarlo. -
Kiba dejo salir un grito ante la afirmación de Shino - Siiii!! Tal como lo quería! - Dijo Kiba, rozandó la
creciente barba que yacía en su rostro. Parecía que últimamente, Kiba le había agarrado mucho cariño,
la tocaba cada vez que podía. Era algo como un habito. - Es nuestra hora de actuar, ahora que todos
están ocupados, es mi hora de brillar!! -
Kiba solto una carcajada. - Lo se, lo se... Cierto Akamaru? - Dijo kiba, acariciando a su querido perro cuya
altura ahora mismo rebasaba a la de Kiba. Kiba había nacido en el Clan Inuzuka, el cual era un clan ninja
de usuarios de perros, así que para el, Akamaru era un compañero que lo había acompañado en todas
situaciones desde su juventud. Era lo mismo para Akamaru, quien ahora tenía 10 años de edad.
Akamaru acompañaba a Kiba a sus misiones todos los días...
- Si, tienes razón. - Dijo Kiba. - Encontraremos un regalo que nadie jamas ha llegado a regalar, algo que
solo pueda venir del Equipo 8. -
- Equipo 8, huh? - Shino pensó mientras observaba a Kiba y a Akamaru jugar juntos. Sus pensamientos
regresaban al primer día en el cual había sido asignado en el mismo equipo de Kiba.
El silencioso Shino, los amantes de la acción Kiba y Akamaru, y la pacífica y pensativa Hinata. Aquellos 3
(Y akamaru) eran miembros del equipo 8. Eran camaradas quienes habían entrenado juntos y se habían
apoyado los unos a los otros, siempre juntos... Sin embargo, mientras que Hinata era una persona
bastante madura, Kiba siempre se caracterizó por ser ruidoso, confiado y la mayor parte del tiempo muy
propenso a tomar el liderazgo sin importarle la opinión de los demás. Cuando Shino fue puesto en el
mismo equipo de Kiba, el había encontrado este tipo de personalidad como algo extremadamente
tedioso, y se la pasó suspirándose a si mismo cada día y lamentando el difícil futuro que sin duda les
esperaba.
- No creo que nos lleguemos a llevar bien contigo. La razón es que... - Incluso ahora, Shino claramente
recordaba aquel día en el que dijo aquellas palabras, las cuales fueron abruptamente cortadas cuando
Kiba gritó:
- Que diablos pasa contigo!? Eres demasiado sombrío! - Kiba siempre fue una persona grosera, incluso
desde aquellos días, siempre hablando en voz alta y con actitud de 'Idiota'.
- Kiba, recuerdas lo que dije el primer día en que fuimos asignados al mismo equipo? - Shino, de la nada,
pregunto tal pregunta sin razón alguna. La Impulsividad era algo mas de Kiba...
Pero, Kiba no podía recordarlo... - La primera vez...? Oh si... Esa vez en la que comimos el almuerzo ene l
campo de entrenamiento... - Kiba continuó acariciando a Akamaru mientras lo pensaba, mirando hacia
el cielo, entonces... - Cierto!! Era- Era algo como: 'Solo mi almuerzo esta lleno de insectos' o algo así. -
- Nunca dije tal cosa... - La memoria de Kiba a veces reemplazaba ciertos sucesos con cosas que nunca
pasaron. Shino arreglaba estas situaciones mirando fijamente a su compañero... Ese sentimiento de
ansía lo obligaría a buscar mas profundamente en su mente.
- Q-Que? Eso no fue lo que dijiste? - Kiba lucía nervioso debido a la mirada de Shino... - Bueno,
olvidemos los pequeños detalles. Los regalos de boda son mas importantes, no? - Kiba sonrió
ampliamente.
Shino pensaba que la habilidad de Kiba de cambiar de emociones rápidamente no era particularmente
buena...
- Sabes Shino... - Su tono de voz cambió. - Estoy feliz de que Kakashi pusiera esto como una misión. En el
fondo se que esto no es realmente una 'verdadera misión'. Pero para mi, para mi esto es realmente una
misión. Y esta... Esta es nuestra ultima misión juntos, como miembros del equipo 8. -
- Es como si se nos hubiera otorgado esta ultima gran misión. - Kiba continuó. - Quizás Kakashi Sensei la
realizó con esta intención? O quizás este sobre pensando las cosas... - Kiba paro de hablar y miro hacía
otra dirección, apenado.
- No, no lo estas sobre pensando... - Dijo Shino, quien entendía perfectamente los sentimientos de
Shino... Debido a que se sentía de la misma manera.
Hinata se encontraba recientemente, bastante ocupada con la boda. Kiba y Shino habían partido en
misiones como lideres Chünin, dirigiendo a equipos por su propia cuenta. Pero los 4 no habían sido
capaces de realizar alguna misión como el equipo 8 juntos. Y, lo mas probable es que después de esto....
- La ultima misión del equipo 8, por hinata... Huh? - Nadie mas se involucraría. Esto era algo que solo la
gente que había estado en el mismo equipo, desde la juventud, que habían pasado por la felicidad y la
tristeza juntos entendería.
Kiba, Shino y Akamaru igual... Era algo que nadie ademas que el Equipo 8 podría hacer. Fue por eso que
Shino envió a su Kikaichü a volar y a investigar los estados de sus camaradas. Para que de esa forma,
Shino y Kiba pudieran darle el mejor regalo de todos, y así, hacer a Hinata feliz.
Kiba se mantuvo en silencio. Observando a la nada... El silencio continuó entre los dos por un momento.
Akamaru, ansioso comenzó a moverse en los alrededores, soltando varios ladridos mientras observaba a
Kiba.
Shino no podía tolerar el silencio no natural de Kiba... - Sera posible que no has pensado en nada
todavía? -
Kiba silenciosamente asintió la cabeza. Podría decir lo que quisiera, pero al final, Kiba no tenía nada mas
que su entusiasmo por la misión en turno, como siempre. Kiba siempre fue kiba. Aquel lado de el fue
algo que jamas cambio... - Por ahora, tenemos que pensar en las cosas que mas le gustan a Hinata. Si le
regalamos algo que no le gustan las cosas se pondrán bastante feas... -
Ambos habían pasado por gran variedad de misiones junto a Hinata, no había duda alguna que los 3 la
conocían mejor que cualquiera.
Shino ya había pensado sobre el tema, era verdad que Hinata amaba el Zenzai. Siempre que tomaban un
descanso, en medio de una misión o del entrenamiento paraban a una tienda de te, los ojos de Hinata
con frecuencia brillaban ante la presencia de un Zenzai.
- Y también estan las flores prensadas. A ella le encanta hacerlas. Ella si que tiene hobbies bastante
simples. - Zenzai y flores prensadas, ninguno quedaba para un buen regalo de bodas. Hablando de eso,
habría alguien que regalaría sopa como un regalo de bodas!?
- Oh! Espera, es cierto! Naruto, el adora comer ramen, cierto? - Kiba mencionó, de repente.
- Y, sabes? Esto es algo que realmente nadie sabe pero... Naruto realmente adora el Oshiruko. -
- De verdad? Ahora que lo mencionas, creo que lo he visto tomando ese tipo de sopas de una lata.
- En serio? No, hay algo incluso mas sorprendente que eso. Naruto tiene el Hobby de regar plantas, y no
solo hablo de echarles agua y ya... - Kiba soltó una enorme sonrisa mientras el tono de su voz bajaba...
-Naruto le encanta hablarle a las plantas mientras las riega. Por supuesto, solo cuando esta
completamente solo. Akamaru y yo nos encontrábamos caminando frente a su casa cuando lo
escuchamo! Vaya que tiene un lado raro, verdad Akamaru? -
Akamaru soltó uno de sus ladridos tan vigorosos como respuesta. Shino no entendía la mayor parte de
lo que Akamaru decía, pero el sabía que el ladrido de ahora significaba: 'Exacto!'
- Eso es definitivamente poco usual - Dijo Shino. - Hablarle a los insectos es normal, pero no es lo mismo
con las plantas. Quizás se debió haber sentido realmente aburrido, o quizás existe otra posibilidad.
Quizás, lo mejor sería ir a asegurarnos, ver la situación por nosotros mismos. - Cruzo los brazos
asintiendo la cabeza.
Naruto tenía sus lados raros. Hablando sobre ello, en el pasado incluso jugaba poker consigo mismo.
Bueno, eso era lo que pasaba al menos cuando no ibas a jugar con el, o eso era lo que Shino pensaba.
- Pero sabes? Cuando piensas sobre ello, es bastante genial. - Dijo Kiba.
- De que hablas? -
- Tu sabes, que a ambos les gusten los frijoles rojos, que a ella le gusta prensar flores y a el cuidar de las
plantas. No importa como lo mires, sus pasatiempos son bastante parecidos, no crees? -
- Que? -
El silenció los rodeó por una segunda vez. Kiba se sentó, acariciando distraidamente a Akamaru. Shino
continuó parado, observando fijamente al suelo...
- Y si le preguntamos a alguien? - Esta vez, fue Kiba quien no soportó con el silencio. - Todos se estaban
preguntando los unos a los otros cierto? Hagamos lo mismo... No? -
En donde había quedado aquel Kiba hablando tan entusiastamente sobre la ultima misión del equipo 8 y
todo ese asunto? Eso fue lo que pensó Shino mientras miraba hacia abajo, observando a las hormigas
marchando debajo de sus pies. - Supongo que no tenemos mejor opción que consultarlo con alguien...
- Okay! Y a quien le vamos a preguntar? A tu papa? Lo digo, solo por si acaso... No creo que mi madre o
mi hermana ayuden mucho. Son bastante diferentes a Hinata... - Dijo Kiba, poniéndose de pie. Gracias a
dios era tan impaciente...
- Hay alguien que queda bastante bien como para la 'Ultima misión del equipo 8' - Dijo Shino... - Si
preguntas quién, es obvió que esa persona es- -
- Lo tengo! Ya se a lo que te refieres, perfecto! Vamos Akamaru!! - Kiba había entendido de forma
inmediata a lo que Shino se refería, incluso antes de que terminara de hablar. Rapidamente comenzó a
correr junto a Akamaru.
Ambas figuras se hicieron mas pequeñas conforme a la distancia que recorrían. 'De verdad que no
conoce el significado de la calma'... fue lo que Shino pensó, mientras comenzaba a caminar, siguiendo a
Kiba~
Para cuando Shino había llegado a la ubicación deseada, Kiba y Akamaru ya habían entrado ahí desde
hacía un rato. Akamaru se encontraba acostado en la alfombra, mientras que Kiba estaba hundido en la
comodidad de una silla. Shino entro, calmado.
- Llegas tarde. - Dijo Kiba, con una taza de te en sus manos. El se encontraba sentado con una inmensa
comodidad, como si estuviera en su propia casa.
- Luces muy relajado Kiba. - Dijo Shino, quien silenciosamente paso a sentarse. Mientras lo hacía, una
pequeña niña corrió desde otro cuardo, lanzándose sobre Akamaru.
- Akakiba! Akakiba! - Dijo, mientras jalaba las orejas de Akamaru. El perro movio su cabeza, algo
fastidiado, pero entonces se acostó en el suelo y dejo que la niña continuara con lo que se encontraba
haciendo.
- Te digo que yo soy Kiba, y el es Akamaru. - Sonaba como si no hubiera sido la primera vez que lo había
dicho.
- Ahora estas mezclando los nombres. Ten piedad de mi, por favor Mirai... - El nombre de la pequeña era
Mirai Sarutobi. Era la hija del caído en combate, Asuma Sarutobi. - Porque eres asi? Es porque la piel de
Akamaru es blanca? Eso te confunde? - Murmuro Kiba, lanzando una pensativa mirada hacia Mirai,
quien se encontraba aplastando su cara contra la piel de Akamaru. "" -
Era verdad, Akamaru era completamente lo opuesto a su nombre. Kiba le había dado ese nombre
porque después de que comía la píldora de soldado que Kiba le daba, el color de pelaje de Akamaru
cambiaba.
Pero el pensamiento de Shino era diferente. El creía que era debido a que Kiba y Akamaru iban
continuamente a jugar con Mirai, si no fuera así, ella ni siquiera recordaría sus nombres, pero ella al
menos los recordaba. Quizás era debido a que Akamaru y Kiba son tan cercanos el uno al otro que ella a
veces no nota la diferencia. - Parece que aun no nota la diferencia, incluso cuando vienes a jugar con ella
bastante. -
Shino sintió una sensación dolorosa en su interior, mientras Kiba, quien se encontraba incomodado
hacía solo un segundo, ahora se encontraba carcajeando a mas no poder. - Soy... Soy hermano mayor
bichitos... Aun soy muy joven para ser tu tío...
- Kiba me dijo lo que pasaba... - Una voz salio de la nada, viniendo detrás de Shino.
Shino volteó y miro a una mujer, con un brillante cabello negro. La mama de Mirai, Kurenai Sarutobi
quien venía preparada con té y algo de comida. Ella había pasado ya por el embarazo y el nacimiento de
una bebe, y ahora se encontraba realizando trabajo en casa y el cuidado de la bebe, pero para Shino,
Kiba y Hinata, ella siempre sería su Sensei, encargada del equipo 8.
Shino y Kiba pensaron que si querían preguntar algun consejo como para la ultima misión del equipo 8,
sería a ella...
- Un regalo para Hinata? - Dijo Kurenai, dejando el plato (Lleno de varios bocadillos) en la mesa y
sentándose.- No creen que hubiera sido mas apropiado preguntarle a Hanabi?
- No- Bueno... Digo... Claro pero... - murmuro Kiba mientras alcanzaba su bocadillo favorito: 'Carne seca'.
Hanabi era la hermana menor de Hinata. Comparada a la simple y no muy elegante Hinata, Hanabi era
completamente todo lo contrario, elegante y extravagante en sus gustos. - Pensamos que lo mejor sería
no involucrar a su familia. - Dijo Kiba, intentando hablar de forma educada. Últimamente Kiba intentaba
de manera educada a Kurenai, mas que nada debido a que se había dado cuenta que no podría hablarle
a su antigua maestra como si hubiera sido algún amigo cualquiera. - Y por supuesto, no estamos tan...
Familiarizados con ella... -
Quizás tanto Kiba como Akamaru habían ido algunas veces a la casa de los Hyüga, y habían visto a
Hanabi un par de ocasiones, pero a parte de eso, nadie conocía realmente a la hermana de Hinata. Se
sentiría incomodo ir a consultarle sobre regalos de bodas. Además, como Kiba dijo, si involucraban a su
familia, entonces habría la posibilidad de que la platica de los regalos llegara a oídos de Hinata.
- Tienes razón... - Kurenai cruzo sus brazos y comenzó a pensarlo.
Mientras tanto, Kiba comenzó a masticar la carne seca con una intensa furia mientras murmuraba... - El
sentimiento mientras masticas es importante... El sentimiento... - Como una especie de truco de magia.
Había una razón por la cual Kiba había reaccionado al tema de Hanabi de forma tan extraña, Shino sabía
algo de ello. El incidente que ocurrió el día en que se enteraron de que la luna posiblemente caería.
Los recuerdos de aquellos días, en los que meteoritos caían hacia la tierra, en los que existía el miedo de
que el planeta había llegado a su fin, todos estos recuerdos permanecían frescos en la mente de Shino.
La mayor parte de la aldea ya había sido reparada a este punto, pero si pisabas a las afueras de la Hoja
era inevitable ver las cicatrices que tal acontecimiento dejó. Sin importar cuantos años pasaran, nadie
podría restaurar todos los arboles que fueron aplastados por los meteoritos. Los Shinobi se habían
reunido para proteger la aldea de aquel peligro, y en medio de este suceso, un equipo había sido
preparado para rescatar a Hanabi, quién había sido secuestrada por la mente maestra detrás de todo
esto.
Era un equipo creado para encontrar el escondite de este sujeto y rescatar a Hanabi. Una misión como
esta era especialidad de Kiba, debido a que era un usuario con un gran sentido del olfato. Estaría lleno
de confianza, diciendo cosas como que había sido elegido debido a su conexión por hinata, debido al
equipo 8. Pero su nombre no fue elegido para esa misión...
- Porque no estoy en ella? Si queda perfecta para mi, podría encontrar a Hanabi inmediatamente. Podría
haber ayudado... Si hubiera querido encontrar el escondite de ese idiota para patear su trasero lo
hubiera hecho! Me hubiera gustado ayudar a detener la luna... - Incluso ahora, Shino podía recordar
claramente el quejido de Kiba debido a ello. - Se acabo, se acabo! El mundo entero se va a terminar!
Shino creía que Kakashi normalmente elegía a los equipos apropiados para los momentos apropiados. El
era el Sexto Hokage, el tenía que hacer varias decisiones mientras pensaba en salvar la vida de los
demás, así que en vez de ponerlo en el equipo de rescate de Hanabi, lo puso en el equipo de protección
de la aldea. Su misión era simple: Encontrar y salvar a las personas enterradas dentro de los escombros,
resultado de los meteoritos. Era una misión importante que necesitaba de el olfato de Kiba y Akamaru.
De igual forma, Shino igual fue posicionado en el equipo de protección, junto a Kiba. Fue gracias a sus
insectos que el fe capaz de ir a lugares donde los perros no podrían. Mientras Shino y Kiba viajaban por
la aldea rápidamente, ellos se encargaban de salvar a la mayor cantidad de gente que no había
alcanzado refugio antes de que los meteoritos estrellaran.
Kiba jamás tomo refugio, en cambio, se quedo afuera para ayudar a esas personas que aun creían que el
mundo terminaría, con gran esfuerzo y dedicación protegió a varios Ninja con sus nuevas tecnicas, para
su mala suerte, el unico que vio tales acciones de cerca fue Shino, quien se encontraba normalmente a
su lado. El decidió jamas contar nada sobre lo sucedido, pensando que acciones como esas no deberían
divulgarse al mundo...
Shino miraba atentamente mientras Kiba desgarraba su carne seca a sacudidas. Pensó que era probable
que el recuerdo de no haber sido elegido para la misión de rescate de Hanabi había resurgido en su
cabeza cuando ella fue mencionada. Sin embargo, Shino Sabía....
El sabía que en los momentos apropiados, Kiba resultaba ser un hombre bastante confiable y valiente,
fue capaz de proteger y salvar a un gran numero de personas. Solo Shino sabía esas cosas. Y no estaba
bien? Dejar las cosas e esa manera?
- Ahh... En vez de Té, me hubiera gustado tomar un shouchü. - Murmuro Kurenai, mientras ponía varios
bocadillos en su boca.
Kurenai había sido famosa por amar el alcohol desde los viejos dias. Ademas de eso, ella adoraba los
sabores fuertes, y bebía bastante sin duda. Era una bebedora con experiencia. Para Shino era imposible
imaginar algo como 'La bebida' como una especie de Hobbie, debido a que el jamas había llegado a
tocar al menos una gota de alcohol. Tales bebidas no eran buenas para el, ya que intoxicaban a los
insectos, Shino evitaba todo aquello que tenía un aroma fuerte. Ya sea comida, bebida o medicina, si el
olor era fuerte o los ingredientes fueron ferozmente agregados, los insectos pagarían las consecuencias.
Para usuarios de insectos, era algo como una situación de vida o muerte. Debido a esto, Shino gustaba
mas comer alimentos suaves tanto para humanos como para insectos, como ensaladas.
- Hablando de el alcohol. Ustedes sabían esta historia? - Dijo Kurenai mientras sus ojos cambiaron de
dirección, de Mirai y Akamaru a Shino y Kiba. - En los antiguos días, el clan Senju del bosque solían dar
'Aguamiel' como un regalo de boda? -
- Senju? Creo haber escuchado ese nombre en clase de historia... - Kiba movió su cabeza en modo de
confusión, rascando su barbilla.
Kurenai sonreía mientras los observaba. - Verlos a ustedes dos trae memorias de aquellos días. -
Ver el sonriente rostro de Kurenai puso a Shino a pensar en aquellos días igual. Honestamente, Kurenai
siempre fue una maestra implacable. De mente fuerte era una palabra algo grosera de usar, pero que
quedaba perfectamente con su descripción, ella era una extremadamente buena Ninja con gran
sensibilidad en Genjutsu. Ella solía usar tales habilidades durante el entrenamiento, Shino recordaba
aquellos momentos con bastantes nauseas. Por supuesto, esa era la forma en que ella mostraba su
aprecio por ellos, preparándolos para las situaciones duras de la vida. Era extraño pensar que alguien así
se ablandara bastante al momento de transformarse en madre.
- Mira la forma en que rascas aquella barba sin pena alguna, en aquellos días tu cara estaba
completamente limpia. - Dijo Kurenai, sonriendo mientras apretaba las mejillas de Kiba.
Kurenai parecía estar divertiendose bastante. Quizás no se había ablandado del todo...
- Así que sensei, que hay sobre la historia de el agua miel del clan Senju? - Ahora mismo, ayudar a un
compañero no era su motivación. El solo quería escuchar el resto de la historia.
- Oh si, el Clan Senju del bosque, tal como en su nombre... Vive en el bosque. - Dijo Kurenai, soltando las
mejillas de Kiba. - Hay osos en los bosques, cierto? Y ustedes saben como los osos en ocasiones derriban
colmenas enteras por algo de miel, cierto? La gente dice que los orígenes del aguamiel vienen de
aquellos panales que quedaban en el suelo y se mezclaban con el agua de lluvia. Uno de estos fue
encontrado por el Clan Senju, y consideraron que era una maravillosa bebida para ellos, algo que
contenía los nutrientes naturales de la miel y que los hacía sentir llenos de energía. Así que
naturalmente, después de eso, la realización del agua miel se transformo lentamente en parte de su
cultura. -
- Bueno, era debido a que en su tiempo, la receta del agua miel no estaba perfeccionada, y era algo muy
raro beberla todos los días. Pero la razón mas importante era por su valor nutricional. La teoría era que
la miel era abundante, así que aquellos que la bebían compartirían su fertilidad. De cualquier forma,
todos nosotros sabemos que al fin y al cabo el Alcohol es esencial en celebraciones y festejos así. -
Kurenai suspiro profundamente una vez que Shino y Kiba soltaron tales palabras. - Los habitos
alimenticios de ese niño son tan sesgados. - Shino y Kiba se estremecieron al recordar las veces que
acudieron a casa de Naruto y no encontraban nada mas que Ramen en su cocina. Últimamente, solía
decir que había comenzado a comer frutas y verduras, pero eso solo consistía en el, ocasionalmente
comprando unos cuantos tomatitos.
- No debería estar muerto para este punto? - Dijo Kiba confiado, considerando que el no come nada que
no sea carne. Uno no podía evitar pensar que Hinata tendría que hacer algo.
- Pero bueno, de cualquier forma, el aguamiel puede ser utilizado como medicina, o para cocina incluso.
Si se trata de Hinata estoy segura que sera capaz de hallar un buen uso. Además, no creo que lo abra
inmediatamente. No sería una idea maravillosa y romántica que el día en que abra la botella recuerde el
maravilloso día de su boda? -
- Ya veo, pensandolo de esa manera, un regalo de boda que ha sido mencionado en historias y leyendas
es algo realmente bueno sin dudas! - Dijo Kiba. - Además, es algo usado por el fundador de la aldea. Es
definitivamente algo perfecto para que yo regale, como futuro Hokage. - Kiba asentía la cabeza con los
ojos cerrados, imaginándose como un futuro Hokage.
Aguamiel había sido una maravillosa idea, proveniente de la amante del alcohol Kurenai Sensei. Pero no
era algo que Shino y Kiba hubieran pensado por si mismos. De todos modos, sin importar lo
desinteresado que estaba Shino en el alcohol, el tenía un gran entendimiento básico de las variedades
de bebidas y las tiendas y bares en la hoja.
- Hey Shino, deberíamos apurarnos e ir a comprarlo !! - El espíritu de Kiba estaba en la cima, pero Shino
no recordaba haber visto aguamiel por la aldea...
- Huh? -
- Si estuviera a la venta probablemente ya habría comprado uno. Encontrar una de esas por aquí es
bastante raro... -
- El legendario Aguamiel es algo que solo he podido probar una vez, hace mucho mucho tiempo. Eso es
todo lo que puedo decir. -
- Oh no... - El rostro de Kiba lucía como si el fin del mundo estuviera a punto de llegar. De hecho, Shino
consideraba que lucía peor que cuando se entero que la luna se estaba cayendo. Kiba siempre se
caracterizó por tener una amplia variedad de expresiones faciales....
- El aguamiel que bebí, se me fue entrecado por un mercante viajero. Fue bastante delicioso, así que le
pregunte de donde provenía. Pensaba que iría y lo compraría. Saben cual fue su respuesta? - Kurenai
pausó, su mirada se tornó sombría. - Dijo que lo compro en el Soraku... -
Soraku, un grupo de ninjas renegados, inalcanzables por cualquier villa o país. La gente decía que aquel
lugar lucía completamente normal, pero que de hecho, era el hogar de un clan de mercaderes ilegales.
Era un lugar del cual nadie escuchaba ningún buen rumor, el tipo de lugar donde uno encontraría armas
literalmente prohibidas. - Para ser mas certera, aquel mercante me dijo que había obtenido el aguamiel
de un apicultor que vivía en Soraku. -
- Bueno, los mercaderes que se establecieron ahí no vivirán solo de armas y dinero, tu sabes, debe haber
una comunidad que se encargue de la materia prima. - Debido a que el mercader había llegado a la
aldea, eso significaba que había alguna forma de comunicarse con la comunidad interna de aquel lugar...
- Yo no fui capaz de encontrarlos, pero ustedes son el equipo 8, especialistas en la cacería de gente, no
es así? - Dijo Kurenai, con una traviesa sonrisa en su rostro...
- Déjenoslo!! - Dijo Kiba. - Tan pronto como Shino y Akamaru lleguemos ahí, sera tan fácil como comer
un pedazo de pastel! - Kiba se levantó al final de su declaración, y Akamaru quien se encontraba de
sumiso con Mirai abruptamente igual se paró.
Mirai observo como Akamaru se alejaba de ella, y dijo en una tierna voz demostrando lo inexperta que
es en despedirse: - Shinomaru se esta yendo? -
.- Te digo que es Akamaru! Y ahora que lo pienso, acabas de mezclar todos nuestros nombres juntos!? -
Shino observaba la misma situación de siempre, cuando entonces, Kurenai le señalo que se acercara a
ella. Una vez ahi, ella en voz baja le menciono... - Hey shino... Kiba no tiene un buen sentido del juicio.
Entiendes lo que dijo, cierto? - Shino silenciosamente asintió. - Mientras andes por allá, cómprame una
botella también. -
Eso era todo lo que ella quería decirle. - No habrá ningún problema. -
De rama a rama, ellos volaron alrededor de la variedad de arboles. Shino, Kiba y Akamaru, dirigiéndose
hacia las afueras de la aldea como un equipo para conseguir el regalo de bodas de Hinata. En cuestión
de tiempo, estarán a una montaña de distancia de la aldea de la hoja.
Kiba vestía una chaqueta encima del mejorado chaleco de la hoja. Shino vestía su abrigo favorito encima
del chaleco igual, con el capó alzado, cubriendo su cabeza. Era su vestimenta usual en las misiones. En
otras palabras, eran vestimentas que quedaban perfectamente como la ultima misión del equipo 8.
Los ahora mejorados chalecos ya no tenían un exceso de bolsillos como antes, favoreciendo el
movimiento de manera increíble. Era sorprendente lo ligeros que eran ahora los chalecos. Tal cosa
hubiera sido impensable durante los antiguos días. La señal de progreso en la tecnología era de
admirarse. Uno sentía que el tiempo pasara rápidamente, la aldea, la gente y las cosas igual, todos
cambiaban uno por uno.
Pensar que había llegado a una edad donde podría sentir los tiempos cambiantes hizo que Shino se
sintiera algo triste. Y entonces pensó en la siguiente generación de la Hoja, confirmada por Mirai...
-Acaso soy.. Tan viejo? - Dijo Shino sin pensarlo.
Kiba lo miro por sobre su hombro mientras saltaba en el aire. Akamaru ya se había adelantado, así que
solo eran ellos dos saltando los arboles. De cierta forma, parecían como si flotaran por el aire. Ambos
escogieron este método de transporte debido a que era mas rápido que correr por el suelo. - No te
sientas mal por algo como eso. - Dijo Kiba con una gran sonrisa en su rostro... - Tío Bichitos. -
- No me siento mal! Calla idiotamaru! -
Ese era el tema de su conversación mientras saltaban por los arboles. El aroma a tierra y vegetación era
fuerte, los bichos se movían a todos lados. Era un día agradable con un clima claro. Hermosas mariposas
volaban en paz durante la mañana.
Después de un momento de silencio, Shino abrió su boca de nuevo... - Aun no estoy tan viejo como para
que me llamen Tío, pero si así me dicen... Entonces a ti también deberían de llamarte así, tenemos la
misma edad. -
Kiba sonrió mientras Shino abría su sentimientos. - Bueno, solo mira esto. Comparado a cuando eramos
niños, te has vuelto una persona mas honesta. -
La sonrisa de Kiba hizo que Shino se molestara, miro a otro lado. - Por eso te pregunto, hemos estado
juntos desde hace tiempo. Realmente luzco tan viej-!? -
- Realmente te lo estas tomando en serio, preguntarme dos veces! Okay! Okay! Ya entendí! No. Te ves
bien! Te ves bien para tu edad. Estas mas alto que yo, y siempre estas todo silencioso, con lentes
oscuros durante todo el día, por supuesto te vas a ver... 'Maduro'. Y pensándolo mejor, para una niña
como Mirai, todos hemos de lucir mayores. -
- Es hora de comenzar.
- Es la ultima imsión del equipo 8! Vamos chicos! - Kiba alzó su voz como si se encontrara en una zona de
guerra.
Luego de un largo viejo, Shino, Kiba y Akamaru finalmente llegaron a la entrada del Soraku. Pasando por
una puerta de estilo japones, sostenida por grandes y gruesos pilares de color escarlata.
En tan solo un instante, cada uno de los miembros del equipo tragó saliva ante lo que vieron extienden
delante de ellos. Incluso Kiba, que había sido increíblemente ruidoso hace un momento, su coraje se
había desvanecido de repente. El lugar estaba más allá de lo que habían imaginado. Habían
innumerables edificios que se encontraban acurrucados juntos, paredes que se habían roto a pedazos,
carteles de las tiendas inclinadas con la pintura descolorida, y numerosas tiendas con ventanas rotas,
alineadas como si estuvieran tratando de competir entre ellas.
Por supuesto, no había nadie en la ciudad. Aquellas ruinas abandonadas llevaban bastante tiempo así. El
centro de la ciudad tenía una gran cantidad de edificios a los alrededores, una clara señal de que una
enorme cantidad de gente solía vivir ahi. Ni Kiba o Shino sabían como Soraku había terminado en ese
estado, o donde habían partido sus habitantes. Pero antes de comenzar con su deber, se imaginaban las
escenas que en algún pasado ha de haber tenido aquel lugar, padres y niños debieron haber estado ahi.
Hermanos, amigos, novios. No había duda de que en algún pasado, aquella ciudad no fue diferente de lo
que ahora es la hoja.
Toda la vecindad se encontraba vacia, no había ni un pequeño sonido. Pero, eventualmente el sonido
del viento irrumpio el lugar. Rafagas de viento que viajaban a través de ventanas rotas. El viento que
soplaba tan vanamente en la quietud parecía mas bien como si el lugar intentara gritar. 'Las vicisitudes
de la vida'. Esa frase llego a la mente de Shino. Pero... - Era realmente aceptable resumir la situación con
esa simple frase? - El dudo. La vista lucía muy triste para esas palabras. - Es un lugar desolado. -
Murmuro Shino. - Acaso alguién vive aquí?
La nariz de Kiba se movio ligeramente. - No hay error. - Dijo. - Definitivamente hay gente aquí. De alguna
forma. - Kiba caminó hacia los edificios que yacían frente a el, diciendo. - Por aquí.
El interior del edificio estaba tan desolado como el exterior. Los dos hombres y el animal se hicieron
camino cuidadosamente por el largo y oscuro corredor. Mientras mas avanzaban, mas complicado se
tornaba el camino, era como un laberinto. Alguna clase de tubos se aferraban a las paredes, aunque era
difícil decir si llevaban agua o gas. A juzgar por la apariencia, parecía que el edificio originalmente no
había sido estructurado de esa manera, sino que se habían hecho varias adiciones a lo largo de los años,
que habían dado lugar a este tipo este revoltijo de lugar.
- Ha de ser alguna forma de contrarrestar a los intrusos. - Shino penso, observando fijamente a las
paredes pintadas de colores diferentes.
- Apesta a moho. - Comento Kiba, frente a el. - Este lugar es definitivamente depresivo.
Entonces-!
- Bueno. Meow. Lamento que sea así. - Un gato salió de uno de los ductos de ventilación rotos.
- Pero que..!? - Kiba quedo sorprendido por la repentina aparición del gato. Debido a que no fue capaz
de sentirlo con su olfato. Akamaru se puso delante de el, a modo defensivo, dejando salir un intenso
ladrido.
De igual forma, Shino se puso a la defensiva.
- Esas bandas Ninja. Meow. Ninjas de la hoja? - El gato hablaba, parecía que no había mas de su tipo en
los alrededores. Su pelaje era mayormente gris, con toques blancos en la punta de su nariz y en la boca.
Los observaba fijamente con sus ojos brillantes. - Uno apesta a perro. El otro a insecto. Y el otro es un
perro. - Después de observarlos, uno por uno, el gato murmuro con tono abusivo. - En serio!? Ustedes
son unos buenos para nada!
A Kiba no le afecto el comentario. Se encontraba distraido debido a las habilidades de habla del gato. -
Esto si es una sorpresa. - Dijo. - Sin aliento alguno. Este gato sabe lo que hace. -
- Los gatos Ninja removemos nuestro aliento cuando aseamos nuestros cuerpos. Meow. Somos muy
diferentes a los gatos normales.
- Uno de esos rumorados Gatos Ninja, huh? - Shino mantuvo su mirada en el gato. Lucía como cualquier
otro gato, incluso en los movimientos. La diferencia era el Kimono que vestía, y las palabras humanas
que usaba.
Soraku tenía un lado del que muchos no sabían, era un paraíso para gatos. Muchos de ellos habían ido a
vivir en aquella ciudad abandonada. Varios de ellos gatos normales, incapaces de hablar el lenguaje
humano, pero entre ellos igual había algunos Milagrosos Gatos Ninja quienes aprendieron a hablar
como humanos y a utilizar ninjutsu. Estos gatos habían otorgado sus servicios a los mercados negros por
generaciones. Referirse a ellos como la autoridad no sería una exageración. Los Gatos Ninja incluso
cooperaban con gatos normales para que tanto en el día como en la noche, la vigilancía jamas se
detuviera. Y eso incluye lidiar con los intrusos.
Parecía que los tubos que se aferraban a las paredes y a los techos eran en realidad una vía secreta para
los gatos. Todo el edificio- no, toda la ciudad se encontraba probablemente igual. Quizá habían
fabricado toda la zona para que nadie fuera capaz de ir a cualquier lugar que estuviera fuera del alcance
de los gatos.
- No somos personas de las que deban de sospechar. Buscamos a alguien. Solo queremos información.
- Un hombre con anteojos oscuros, una larga chaqueta y una caperuza que capucha que cubre su rostro.
Claramente eres alguién de quien debo sospechar! Meow. -
- Tienes un buen punto. - Por alguna razón, Kiba concordo con el gato.
Shino se sintió un poco irritado por ello, por lo cual alzó su voz. - No puedes sospechar de alguién solo
porque viste capucha y anteojos. No soy alguien de quien debas de sospechar. De hecho, deberían de
sospechar de aquellos que intentan esconder su naturaleza sospechosa evitando lucir lo mas sopechoso
posible.
- Sera mejor que se vayan, meow. Si no lo hacen, los arrancare cada parte de su cuerpo.
Atravesando por diversas provocaciones del gato Ninja, Kiba finalmente perdió la paciencia. - Heeeh, no
importa. Tan solo amarrandote obtendremos la información que necesitamos. - Kiba miró al gato con
ojos penetrantes. Hizo crujir sus nudillos, giro de su cuello, aflojo el cuerpo, y entonces-! - Vamos
Akamaru!! - Kiba y Akamaru se precipitaron hacia el gato.
- Humanos tontos. Meow. - El gato miró hacia el techo, nada preocupado en lo absoluto. Estiro su
espalda, piernas y la articulación de su propio cuello también.
- Que ocurre Akamaru!? Esp- Que? Esto es... - Kiba colapsó junto a Akamaru, quien se encontraba
retorciendose. Ambos comenzarón a girar alrededor del suelo, soltando sonidos extraños. Parecía que
habían perdido la cordura, jalandose el cabello y golpeandose a si mismos.
Shino percibió los pequeños atacantes que saltaron desde el cuerpo del gato. - Pulgas. Enviaste pulgas a
atacarlos. Tal como esperaba de algo que lleva el nombre de Gato Ninja. Esto es completamente
extraño. Supongo que has de llamarlo algo como Ninpö: Pulga Shuriken.
- N-No te pares a s-simplemente analiz-analizar calmadamente esta situación! - Grito Kiba. - Rapido h-
haz algo Shinoooooo!! - Uno no podía evitar sentir comezón al ser cubierto por un gran numero de
pulgas. Los gritos y aullidos de Kiba y Akamaru se escuchaban por todo el corredor.
Con tal de apuntarles, Shino se arrodillo en el suelo y realizó un sello de mano. - Jutsu Reunión de
insectos! - Mientras lo hizó, un patron de Chakra azul con forma de telaraña emergió y se extendió fuera
de sus dedos como un ventilador.
Entonces, las pulgas que habían cubierto Kiba y Akamaru saltaron hacia las redes de chakra reuniendose
en su interior. La técnica de Shino había funcionado como su nombre lo sugería, atrayendo a los insectos
cerca del usuario y reuniendolos en un solo lugar. Era una técnica fundamental para el clan Aburame,
que cada uno de sus miembros era capaz de hacer. Originalmente utilizada para investigaciones
ecológicas.
-"" Estamos salvados... "" - Kiba debió haber pasado por mucho dolor. Intentaba relajar su alterada
respiración mientras se levantaba. Akamaru parecía aún shockeado por la experiencia, moviendo su
cuerpo sin parar como lo haría si estuviera mojado.
- Y pensar que ni pudieron contra mis pulgas. Hay un limite de que tan patetico uno puede llegar a ser,
ustedes llegan a otro nivel. Meow.
- Maldito gato! No te atrevas a subestimarnos! - Kiba se abalanzó hacia el gato que solo los observaba
con calma. Lo sostuvo firmemente, pero de la nada, al segundo en que lo toco el cuerpo del gato se
arrugo y se destrozo en piezas como si estuviera hecho de roca. - Pero qué?
Eran crujientes trozos de comida para gatos. Pero el estaba ahí hace un momento... Acaso será?
- Crees que este sea el momento para alabarlos!? - Kiba había perdido la paciencia.
- Es momento de que se vayan. Meow. - El gato habló desde el interior de un cuarto dentro del pasadizo,
sus ojos brillaban en la oscuridad. - Si continúan así, solo conseguiran que saque mis garras.
- Ugh!! Que se j*da! - Grito Kiba, irritado. - No podemos atrapar al gato, no podemos sacarle
información, que podemos hacer!?
- Si información es lo que quieren, entonces cambienla por matatabi*. Pero eso es imposible, debido a
que ustedes no tienen nada. Entienden ahora? En realidad apestas a perro, así que apurate y largate.
Así que de eso se trataba, el Matatabi sería el voleto de entrada. Pero por supuesto, su oponente era un
gato despues de todo. - Esto esta mal Kiba. Dijo Shino. A este punto, parece que no alcanzaremos a
hacer nada. No traemos nada de Matatabi. - Shino se acercó hacía a Kiba, susurrando. - Debido a que las
cosas se tornaron así, tendre que usar a mis insectos para-
- Espera Shino. Dejamelo a mi. - Kiba sacó una pildora de soldado de uno de sus bolsillos y se la tiro al
gato. - Okay gato. Te dare esto. Hagamos un trato, una pildora de soldado por información sobre la
actual locación del apicultor.
- Crees que soy tonto? No es Matatabi! Meow. - El gato comenzó a caminar, parando cerca de la pildora,
comenzó a lamerla. Su rosada lengua saboreó y... - Qué? Que es esto? Tiene... Tiene Matatabi!? - El gato
procedió a tumbarse en el suelo. Comportamiento de descanso típico de un gato después de lamer
Matatabi.
- De que trata todo esto? - Shino preguntó. - Tus pildoras tienen Matatabi? -
- Nah, tiene inukekka* Es algo similar al matatabi. - Las pildora de soldado del Clan Inuzuka estaban
dirigidas especificamente a los perros. Uno jamás pensaría que aquellas pildoras tendrían cosas que a
los gatos igual les agradan.
- Gnnnn... - El gato sonaba molesto, pero extasiado. - Y pensar que me estaría acurrucando aquí con
porquería de perro, meow. Mi orgullo no los perdonara... - Rapidamente, el gato tragó la pildora y salió
corriendo.
- Qué!? Hey!! No me robes!! Maldito gato asqueroso! - El gato huyo como... Pues como un gato. Kiba
corrió hacía el a toda velocidad. - Espera!! - Los gritos de Kiba hacían eco furiosamente a través de los
pasillos.
Shino y Akamaru observaban la espalda de Kiba mientras los 3 perseguían al Gato Ninja. Corrieron,
dieron vueltas y giros, un completo laberinto. Shino acababa de pasar por una curva cuando de la nada
vio a Kiba delante suyo, quieto. Shino, lleno en panico se acercó a el. - Que ocurre Kiba, lo perdiste de
vista?
Kiba no volteó ante la pregunta de Shino. Shino volteó delante suyo y vio a una mujer, parada en frente
de Kiba. El Gato Ninja se encontraba en sus manos. Era una bella y joven mujer, con un lindo cabello
color nuez y dulces ojos. Su edad parecía la misma a la de ellos. Ambos se miraron el uno al otro, como
si se conocieran de algun otro lugar. La mujer noto la prescencia de Shino, lo miro de arriba para abajo.
- No soy nadie sospechoso. - Shino habló antes de que alguien dijera algo, precipitandose. - Soy el
camarada de Kiba, aquí. - Una vez que dijo eso, las expresiones faciales de la chica se relajaron.
- Oh, así que de eso se trataba. Llegaste corriendo tan de repente, me sorprendiste. - Dijo ella, mientras
sonreía.
- Dejame ir, meow! - El gato intentaba safarse de los brazos de aquella mujer, pero era incapaz de
hacerlo.
La mujer lucía sorprendida cuando respondió: - Si. Nuestro gato hizo algo? Escuche un griterio hace rato.
- Estamos buscando a alguien. - Dijo Shino. - Le dimos una pildora de soldado como pago, pero el gato la
tomo y corrio sin decirnos nada.
- Oh, ya veo. Siempre les digo que hagan negocios adecuadamente, que maleducado.
- Lo siento, pero no hago negocios con gente que apesta a perro! Meow! -
Shino volteó a examinar al estado de su amigo. Por alguna razón, Kiba permanecía parado como una
estatua, con la boca abierta.
- Lo siento mucho, nuestro gato ha sido realmente grosero. - Dijo la chica. - Oh, mi nombre es Tamaki.
Somos dueños de la tienda de armas. Y este pequeño es Momo. Siempre esta cuidandome.
- Así que Momo? Que chistoso, mi perro se llama Akamaru, Hahaha. - Akamaru comenzó a decir cosas
sin sentido.
Que era lo chistoso? Shino no podía comprender que componente de ambos nombres hacía a la oración
chistosa. Incluso Akamaru lucía confundido, al ver a su amo actuar como una persona diferente frente a
sus ojos.
- Así que eres un Ninja usuario de perros? - Pregunto Tamaki, mientras sus ojos brillaban. - Eso es
sorprendente.
Fue entonces que Kiba comenzó a actuar aun mas raro que nunca. Mirando de un lado a otro,
recorriendo su cabello con su mano. Rascandose su barbilla. - Bueno, no soy taaan sorprendente. - Dijo.
- Bueno, veras, sorprendente es una cosa diferente, sabes? Ahora estoy en un nivel donde podría ser
considerado al nivel de un Hokage, o algo así.
- Y que hace una persona aquí en un lugar como este? - Tamaki preguntó, sorprendida.
Akamaru dejó caer su cabeza, soltando un quejido. Shino no dijo nada, tan solo hacía unos momentos
Kiba estaba gritando 'Maldito gato asqueroso'. Shino se preguntaba 'A donde diablos paró Kiba?
- Si, es para el regalo de boda de unos amigos. - Dijo Kiba. - Pensabamos darles algo de Aguamiel.
- Ohh... Muy buena elección.
Shino observaba a Kiba y a Tamaki mientras hablaban. De alguna forma, Kiba había llegado al punto.
Ambos se encontraban manteniendo una conversación entre ellos solos. Shino siolenciosamente
acariciaba la cabeza de Akamaru, quien se sentía igual algo apartado. Akamaru parecía molesto por algo,
por lo que Shino lo acariciaba con tal de hacerlo sentir mejor. Shino no podía creer que a pesar de ser un
usuario de bichos, el terminaría de alguna forma pasando mucho tiempo con un perro y aprendiendo a
leer su corazón.
- Los guiare.
- Oh. Sabes donde es? Estaríamos muy agradecidos! - Parecía que la conversación de Kiba y Tamaki
había terminado, ella los guiaría.
- Es facil perderse en esta ciudad. - Dijo Tamaki con una sincera sonrisa, mientras ella y Kiba caminaban
lado a lado. Shino y Akamaru silenciosamente los siguieron
Aqui les traigo el capitulo de hoy, estamos a mu pocos capitulos del final, sin más a leer n.n
Caminaron por una ruta bastante compleja. Shino pensó que iban a salir, pero en vez de eso, se
adentraron en otro edificio, dirigiendose por un pasillo que los llevó a un lugar con edificios similares a
los de afuera.
- Así que... Este apicultor. - Kiba preguntó. - "" Que clase de tipo es?
- A que te refieres?
- Jamás lo he conocido, pero se donde se encuentra.
Shino continuo caminando mientras observaba la atmósfera armoniosa entre Kiba y Tamari que
caminaban juntos a su delante.
Se encontraba muy agradecido por la guía. Si no hubieran pedido ayuda a un residente de la ciudad,
incluso con la nariz de Kiba y los insectos de Shino, el equipo habría pasado muy mal buscando su
objetivo.
Estaban en la parte superior de los muros derruidos, en las grietas de escombros, tiendas interiores con
ventanas rotas. Shino podía sentir los ojos de numerosos gatos observandolos, escondidos. Todos los
gatos que hasta ahora se habían encontrado o andaban tirados en el suelo o lamiendose las patas, pero
sobre todo, se econtraban alertas sobre las acciones de Shino, Kiba y Akamaru.
Mientras observaba los alrededores, un repentino pensamiento llego a Shino. Esta ciudad abandonada,
y los gatos que vivian aquí... Tomando el sol. Parecía como si un día, todos los humanos hubieran
desaparecido de la faz de la tierra. En este lugar, las personas eran intrusos. Si no hubiera sido por
Tamaki y el Gato Ninja Momo, probablemente estarían ahora mismo todos rodeados.
Kiba hacía enormes y exageradas expresiones con sus manos y brazos mientras hablaba, risa era lo unico
que salía de Tamaki. Shino continuó quieto, como normalmente lo hacía. Akamaru se agachaba de las
amenazantes miradas de los gatos mientras caminaba. De tal manera, los 3 eventualmente llegaron a las
afueras de la ciudad. Mientras llegaban a ese punto, el numero de edificios colapsados, alineados el uno
con el otro había disminuido hasta que solo una casa quedaba. Una gruesa niebla descendía hacía ellos.
Su campo de visión fue deteriorado.
Esto no se trata de ningun asunto trivial. Fue lo que Shino penso, reuniendo su concentración.
Enfocandose completamente en mirar a sus alrededores. Frente a el, Kiba y Tamaki continuaban con su
conversación. Incluso aunque parecía que estaban a punto de llegar al lugar deseado, había algo
diferente en el humor de Shino, y de igual forma en el humor de aquellos dos.
Tamaki no se encontraba nada consternada con la niebla. - Eh? Ahora que lo pienso. No nos hemos
conocido antes en la hoja? Recientemente me mudé ahi. Aunque de cierta forma, aun vengo
frecuentemente a visitar a mi familia. Pero si... Eso es todo, bueno antes de eso, mi abuela se
encontraba completamente desnuda cuando un grupo de gatos- Oh miren, ya llegamos. - Tamaki se
detuvo.
Mientras se preguntaba sobre el asunto de su abuela, Shino se detuvo también. Al unfo, uno podía ver
un bosque de bamboo frente a ellos. - Este bosque debería ser el lugar. - Dijo Tamaki.
Palabras muy ambiguas para alguién que dijo que los guiaría. - A que te refieres con 'debería'?
- Denle un vistazo a esto. - Tamaki indico un par de monumentos de piedra posicionados frente al
bosque de bamboo. Observando la soga podrida amarrada alrededor de los monumentos, Shino
murmuro:
- Eso es correcto. - Dijo Tamaki. - La gente viene aquí a colocar ofrendas, cosas como vegetales. Al día
siguiente, una vez que vuelven, las ofrendas se habran ido y un pequeño contenedor con Agua Miel
estara en su lugar. Y pues, a la persona que deja el Agua Miel le llamamos 'El apicultor'.
- Porque nadie ha intentado ir a verlo? - Kiba preguntó. Completamente sorprendido. - Digo, yo estaría
muriendome de curiosidad con una persona así. Bueno, algo de esa oración tenía razón. 'Estaría'. Pero
esto era el Soraku. La posibilidad de que aquel que viviera aquí no fuera cuerdo era del 200%. Siempre y
cuando esa persona hiciera negocios justos bajo la vigilancia de los gatos, entonces a nadie le importaría
si ese viajero es una especie de fugitivo.
- Como puedes notar por el 'Deidades del Guardian Viajero' estas tierras son sagradas, y la gente que
vive en Soraku no se molesta en inspeccionarlas. No tenemos ningun asunto aquí después de todo. - Dijo
Tamaki con una risa. El hecho de que el Apicultor viviera en tierras sagradas parecía no molestar a nadie.
Tal como lo esperado, la gente de Soraku tiene una forma unica de pensar.
- Pero nosotros tenemos asuntos por aquí. - Dijo Kiba. - No podemos sentarnos y esperar por quien sabe
que tantos días a que nuestras ofrendas sean cambiadas por agua miel.
- De todas formas, no lo encontraran. Meow. Incluso los gatos se pierden en el bosque. - Momo soltó
una risa sadica.
- Somos Ninja. No nos perderemos. - Kiba dirigió esas palabras a Momo, y entonces volteó a caminar
hacía el bosque de Bamboo, rodeado de niebla.
Después de alejarse de Tamaki y Momo, el equipo hizo su camino por el bosque de Bamboo. Shino
volteó, mirando hacia atras. El resto de la ciudad se había perdido de vista. Así que a eso se refería
Momo a perderse. Si este era el estado del lugar, no era sorprendente imaginarse porque Tamaki,
Momo y los demás no se habían adentrado. De cualquier manera, debido a que buscaban a alguien cuyo
rostro era deconocido, sería un trabajo imposible de cumplirse si uno no tuviera altos sentidos Ninjas de
percepción como Kiba y Shino. Este no era un lugar para alguién como Tamaki.
Pero, dicho esto. Era posible que tampoco fuera un lugar para un Ninja. Esas estatuas fueron colocadas
ahí para separar el mundo en el que los humanos vivían y el mundo en que los 'dioses' residían. En otras
palabras, ahora mismo caminaban por territorio de dioses, no de humanos.
Si de por si, no podían ver bien debido a la niebla, Shino comenzó a darse cuenta que esta se volvió mas
gruesa.
- Muy bien. Este debería ser un buen lugar para el primero. - Dijo Kiba, lanzando una Kunai a un Bamboo
cercano. Lo hacía con tal de marcar un lugar cercano a la entrada del bosque, y lo haría de nuevo, una y
otra vez cubriendo una enorme distancia, todo con el proposito de evitar perderse. De esta forma, les
sería mas facil encontrar el camino de regreso sin muchas dificultades. - Primero, lo intentaremos
encontrar con mi nariz, entonces una vez que hayamos hecho eso, llamaras a tus bichos y- Achoo! - Kiba
de la nada estornudó. - Heh, que raro. Quizás aquella chica esta hablando de mi.
spoiler: Recuerden que en japón un repentino estornudo significa que alguién esta pensando o hablando
de ti.
- Qué!? No idiota! Nada de eso! - Kiba estaba completamente apenado, gritando con una voz mas alta
de lo usual.
- Interrumpía tu romance?
- Hinata se casara dentro de poco. Kiba, cuando te cases finalmente me quedare solo. Cuando lo hagas,
dejame a Akamaru. El es el unico que me entiende de verdad, sin decir ni una palabra.
- Disculpa? No tengo idea de lo que tratas de decir. A que te refieres a quedarte solo!? - Mientras Kiba
ladraba, confundido. Akamaru miró hacía su dueño y ladro. - Qué? Akamaru. Porque dices cosas como
esas también! Deja mi barbilla fuera de esto! - Incluso aunque había sido un simple ladrido, parecía que
había expresado una lista enorme de palabras. El rostro de Kiba se torno rojo hasta en los oidos.
Estaba su cara así por furia? O pena? Shino silenciosamente penso. Quizás ambas.
Kiba repentinamente soltó: - Agh! Suficiente! Sigamos con nuestro camino y por favor, no entremos en
conversaciones estupidas como estas! - Volteo, mostrando su espalda a ambos. Deteniendose. - En
serio. El aroma fuerte a bamboo pone dificiles las cosas. - Lucía mucho mas irritado que antes.
Pero a Shino le agradaba verlo así, era mas entendible cuando actuaba de esa forma. Quizás, si ahora lo
encontraba agradable, cuando se conocieron por primera vez, hubieron un sinfin de ocasiones en que su
personalidad le irritaba, era completamente opuesta a la suya. Durante los tiempos de descanso en la
academia, Shino dejaba a sus insectos caminar sobre su escritorio, mientras Kiba corría en los
corredores y juegos con otros compañeros, gritando. En clase, Shino escucharía pacientemente al
maestro, mientras que Kiba o estaría dormido, o se encontraría molestando.
Para resumirlo, Kiba era un segundo Naruto cuando se... No, olvidenlo, Kiba estaba al nivel de Naruto
cuando se trataba de hacer travesuras, sin duda siempre fue un chico problematico. Y ahora, Shino iba
en misiones con aquel chico. Cuando fue que llevarse con Kiba se convirtió en algo natural? La vida era
imposible de entender. Por alguna razón, Shino pensaba en los viejos días mientras caminaba. Su foco
de visión seguía deteriorada por la niebla. El escenario parecía no cambiar nunca, solo Bamboo.
Entonces Shino se dio cuenta que sus alrededores ahora parecían como una pintura. -
- Espera un minuto, esto es extraño. - Kiba comenzó a murmurar. - Esto no es olor a bamboo. Que es
esto? Este aroma. Este dulce aroma. - Kiba volteaba, mientras su nariz se movia.
Por supuesto, no había forma en que Shino pudiera oler lo que Kiba esta detectando. Era un aroma
bastante escaso. Sin embargo, Shino notó inmediatamente algo extraño justo en frente de sus ojos.
-Kiba, mira esto. - Delante de onde Shino apuntaba, se encontraba un tronco de Bamboo, con una Kunai
en el. Era la Kunai que Kiba había lanzado anteriormente. Ha pasado ya bastante rato desde que eso
paso, no deberían de verlo.
- Un genjutsu?
Sintiendose nervioso, Shino cambió el flujo de Chakra en su cuerpo, causando que sus insectos se
sintieran incomodos. Lo hacía con tal de romper el Genjutsu, pero sin embargo. Nada ocurrió. Sin duda
alguna, aquella Kunai debería estar una larga distancia detras de ellos. Pero estaba justo ahi.
- Maldita sea. No podemos salir. Que es esto? - Kiba bajó su voz, sus ojos danzaban mientras volteaba a
todos lados. - Es el Jutsu de mente astuta afectada?
- Se siente similar a la ilusión demoniaca de doble alrededor igual. Pero no es ninguna de ellas. - Habían
sido entrenados por Kurenai, la mejor usuaria de Genjutsu de la hoja. Para ser honestos, ellos
consideraban que eran las personas con mas conocimiento Genjutsu en la aldea. Por supuesto, eso
incluía igual el ser capaces de salir de ellas. Pero, jamás habían estado en un genjutsu como este. Para
empezar, si efectivamente era una ilusión, ahora mismo estaría cancelada. Lo que significaba que se
trataba de algo diferente. Pero qué?
- No tenemos elección. - Dijo Kiba. - Por ahora, tendremos que continuar usando el Jutsu de doble
colmillo. - Kiba había encontrado una solución bastante simple. En vez de seguir caminando por
Bamboo, solo cortarían un camino recto. Shino silenciosamente asintió la cabeza. - Perfecto. Vamos
Akamaru!! - Kiba volteo. - Akamaru? - Kiba volteo de izquierda a derecha. Shino busco también,
forzando a sus ojos a ver sobre la niebla. Pero sin importar que tanto buscaban, a pesar de que estaba
ahi tan solo hace un momento, ahora Akamaru se encontraba desaparecido, sin dejar siquiera un sonido
o un rastro. - Esto no puede ser... Akamaru! Hey, Akamaru! Q-Qué es esto!? No siento el aroma de
Akamaru! - Kiba perdió la cabeza. Salto a través de la niebla, aun gritando. - AKAMARU! Donde estás!?
Responde! Akamaru! -
- Espera. Calmate Kiba. - Shino corrió hacia el paniqueado Kiba. Mientras Kiba corría, llamando por
Akamaru, la niebla se torno aun mas gruesa. Quizás estaría cerca de el pero Shino no lo notaría debido a
ella. Shino corrió y corrió, pero jamas alcanzó a Kiba. Y entonces, de la nada, Kiba desapareció de su
vista.
- Shino, este aroma es demasiado fuerte. - La voz de Kiba floto hacía el, en medio de la neblina. - Quizás
ya notaste que aroma es. Es el olor de la miel. Este dulce olor!! No hay error!
En ese momento, todo rastro de Kiba desapareció por completo. - Kiba! - En ese momento,
innumerables Kukaichü aparecieron alrededor de Shino. El levanto sus manos, mientras varios de esos
bichos salieron de su cuerpo, volando a todas direcciones. Algunos fueron al cielo, otros se metieron en
las profundidades de la tierra, y debido a su enorme cantidad, parecían igual de gruesos que la niebla.
Pero de alguna forma, los Kikaichü que liberó no se comportaban de forma que Shino esperaba.
Inmediatamente regresaron, reportando no haber visto nada. - No puede ser. - Intentó una segunda vez,
y una tercera, sin importar que tantas veces los usó, el mismo resultado ocurrió.
Los Kikaichü volaban alrededor de todo el bosque de Bamboo, sin encontrar absolutamente nada. Ver
como los insectos se cruzaban de brazos puso a Shino en un frio sudor. Sus bichos respondían al chakra.
Para que ellos no encontraran a Kiba, quien estaba cerca hacía tan solo unos momentos era algo
completamente imposible. No se trataba de una simple niebla.
Shino intentaba pensar. Recordó las ultimas palabras de Kiba, habló sobre un dulce aroma tornandose
fuerte, y dijo que era miel. Dijo que Shino igual debía saber que era, lo que significaba que era un aroma
fuerte. Pero sin importar lo mucho que Shino enfocaba sus sentidos, no podía oler absolutamente nada.
Sin embargo, mientras forzaba a sus sentidos, sus esfuerzos dieron frutos de otra forma. Rodeado por
sus insectos, Shino se dió cuenta de algo en el ambiente. Miró hacía arriba y vió varias figuras volando
afuera de la niebla. Eran enormes comparados a los Kikaichü. De color negro y amarillo. Avispones! Que
volaban en linea recta, apuntando hacía Shino. El inmediatamente usó sus insectos para defenderse.
Su ejercito de Kikauchü tomo la forma de una espada negra, volando por el aire, dirigiendose a atacar.
Una vez que lo hicieron, los avispones de la nada se derritieron en un extraño liquido. Y ese liquido
envolvió a los bichos de Kiba. - Qué es este liquido? Esta técnica!? - Mientras el liquido llenaba a sus
bichos, grandes gotas de aquella sustancia cayeron en Shino también. - Miel?
El dulce aroma de la miel, mezclada en la niebla. Por primera vez, Shino era capaz de olerlo. Los
avispones atacaron a Shino de nuevo, y el volvió a usar a sus Kikaichü. El bamboo se entromete....
Si tan solo tuviera algo de tiempo, podría moler todo el bamboo en cuestión de segundos. Los avispones
atacaron, habilidosamente volando dentro y fuera del bamboo, usandolo como escudo. Fue en ese
momento cuando Shino noto que algo mas ocurría! Cerca a sus pies, la miel que había caido al suelo
empieza a tomar forma de varios avispones. 'Pero qué!?' Fue lo que shino pensó, mientras los re-
formados avispones volarron hacía el, sus agijones apuñalaron el cuello de Shino sin piedad. Su cuerpo
comenzó a balancearse de lado a lado.
Esto no era un aguijon de avispón normal. Su veneno estaba preparado para encargarse de uno o mas
nijas al mismo tiempo. Todo apuntaba a un usuario de insectos bastante habilidoso, un usuario de
abejas y avispas. 'El apicultor'.
Justo antes de que Shino descubrió el verdadero color de aquel enemigo a quién aun no han visto, su
cuerpo colapsó.
~
Después de un rato, el apicultor apareció desde lo mas profundo de la niebla sin hacer ni un sonido.
Paso por paso, se acercó a Shino. Lucía extraño, su cara se encontraba cubierta por una Mascara Anbu
con forma de abeja. Y no solo era el rostro, cada parte del Apicultor a excepción del rostro se
encontraba cubierto de un enjambre de abejas. Parecía como si su cuerpo entero estuviera hecho de
ellas.
Este era el apicultor de Soraku, cuyo rostro jamás ha sido visto. Lentamente se acerco. - El clan Aburame
de la hoja. Murmuro, mientras miraba a un caido Shido. Su voz era pasiva, pero clara. Sonaba como un
joven pero al mismo tiempo, como alguien fragil. (Igual sonaba como una mujer calmada). Era una
misteriosa voz androgina.
- Exacto. - Shino respondió desde atras del Apicultor! El shino que había colapsado en el suelo era solo
un clon creado a base de cientos de insectos.
- Y creer que caí en algo como eso. - Dijo el apicultor. - Eres alguién especial. - El apicultor no mostraba
ninguna especie de emoción.
Los insectos que pretendían ser Shino se unieron al resto de los Kikaichü, y en tan solo un instante, el
apicultor fue rodeado por los insectos de Shino. Las abejas del apicultor se agitaron, sintiendo que su
amo se encontraba en peligro. - Pero porqué?... - El apicultor se preguntaba. - El veneno. - El apicultor
hablaba de que Shino debería haber sido afectado por los aguijones.
La verdad es que Shino efectivamente había sido picado, y dejo que eso ocurriera porque sabía que el
oponente nunca saldría si el no hubiera caido. Es por eso que Shino dejo que lo picaran, tenía la
suficiente confianza para hacerlo. - Fui envenenado. - Confirmó. - Pero no fue un problema, esa cantidad
de veneno no me afectara. - Gracias a los insectos dentro de su cuerpo, venenos de hasta cierto nivel
pueden ser neutralizados.
Shino en particular había estudiado a los pequeños Rinkaichü usados por el ahora muerto miembro de
su clan: 'Torune Aburame'. Y entonces crió a sus propios insectos para resistir el veneno. Ese era el
porque para Shino era posible neutralizar venenos poderosos en tan solo un instante. Uno podría decir
que lo heredo de Torune, con quién se crió Shino cuando era joven, había sido casi un hermano para el.
- Vaya, parece que me has derrotado. He perdido. - Dijo el Apicultor, dandose cuenta que no podía
contraatacar. - Estas tras mi vida, supongo. Bueno, estoy contento de caer frente a un usuario de
insectos de tal habilidad.
- No. Solo quiero Aguamiel. Solo dos botellas. - El lugar cayó en un gran silencio. Quizás por la ausencia
de Kiba este se sentía aun más.
Aqui esta el capitulo final de la novela, lamento haber tardado mucho pero aqui lo tienen, espero les
guste
Resultaba ser que el Apicultor era originalmente un Ninja de la aldea de la roca, quién había encontrado
un buen lugar para vivir en paz mientras simultaneamente huía de sus perseguidores. En resumen, Shino
había sido confundido por uno de aquellos perseguidores, y es por eso que fue atacado.
- Kiba y Akamaru. - Dijo Shino. - Un amante de los perros y su adorada mascota, ellos venían conmigo.
Que les ocurrió?
- No te preocupes, estan a salvo. Probablemente solo anden vagando por la niebla. - Respondió el
apicultor, mientras se dirigía a su hogar.
- Ya veo. - Ambos continuaron hablando mientras caminaban, Shino pensaba que era una plática
bastante amena. Shino tenía algunos conocimientos sobre un Clan de usuarios de insectos en la aldea de
la roca, que eran capaces de manejar abejas, un clan que ahora se encontraba extinto. El Apicultor era
uno de los descendientes de aquel clan.
El Apicultor era uno de los descendientes de aquel clan. - Aquí es. - Se detuvo, y Shino pudo ver una
pequeña casa apareciendo entre la enorme neblina frente a ellos. Era una construcción simple con un
techo de paja. El jardín era mas que nada el lugar de nacimiento de las abejas. Había una cesta de
bamboo a lado del lugar.
La atmosfera se sentía como uno de esos refugios Ninja que uno escucha en las historias, y de hecho,
debido a que un fugitivo se encontraba viviendo ahí, un refugió era apropiado para nombrar al lugar.
Mientras Shino observaba el lugar, el apicultor le llevó Aguamiel y se lo entregó. El brillante y hermoso
líquido amber se balanceaba gentilmente dentro de su contenedor. - Gracias. Cuanto costará?
Shino soltó un corto: - Ya veo. - Y puso en Aguamiel dentro de un saco que el Apicultor también le
entregó. - Lo que me recuerda. Estaría muy agradecido si me enseñaras el camino a la salida. La neblina
esta muy gruesa.
- A que te refieres?
- No hay camino devuelta. A eso me refiero. - El apicultor se sentó sobre una roca cercana, mirando
fijamente a Shino a través de su mascara. - Este bosque de Bamboo es una barrera Kekkai. Una vez que
pisas en ella no puedes salir, te encontraras constantemente perdido en una interminable niebla.
- Lo siento, pero no se puede deshacer. Es un jutsu que me até a mi mismo. - El apicultor no sonaba muy
triste por eso. Su voz era neutral, sin emociones, tal como siempre. Uno podría decir que era una voz de
calma, pero mas bien era una voz completamente nula. - Por ejemplo, incluso si me mataras el Jutsu no
terminaría. - El apicultor continuó, mirando hacía arriba. - Esta neblina fue originalmente creada con
ingredientes unicos para causar que los humanos se confundan y pierdan su camino.
Shino miró hacia la neblina. Y pensar que tenía un ingrediente, era realmente posible? Bueno, el no
podría decir que no lo era. No podía sentir alguna hostilidad viniendo del apicultor, ni de sus abejas. Y no
parecía que mintiera.
Shino recordó la historia misteriosa que alguna vez, escucho de su padre, Shibi: 'La aldea de la nube
tenía una misteriosa cascada. Era grande, o eso fue lo que su padre le comentó, cayendo fuertemente y
emitiendo enormes olas de aerosol. Aparentemente, si uno se atrevía a enfrentar a las cataratas, su ser
interior o su verdadero yo se reflejaría'. Era algo dificil de creer que un lugar así existiría. Por lo cual, no
era muy extraño que de igual forma existiera una neblina que causara que los humanos perdieran su
cmaino. No era un Genjutsu, pero la niebla era la cuasa de todo.
Shino caminó hacia las afueras de la casa del apicultor. Una interminable neblina. Un interminable
bosque de Bamboo, Bamboo y Bamboo. Este escenario continuaba sin algun final. En forma de
experimento, Shino caminó en linea recta, sus insectos volaban alrededor de el. Y de la nada, se
encontraba llegando a la casa del apicultor de nuevo. Lo intento de nuevo, teniendo mas cuidado, solo
para regresar y ver al apicultor aun sentado calmadamente en aquella roca. 'Gracias a la composición de
la niebla, incluso mis bichos se pierden?'
Sus insectos no podían ayudarlo, no había salida. No podía encontrar ni a Kiba o Akamaru. Estaba en un
gran problema. Pero Shino continuó investigando.
- Perdí el camino de mi vida y me encontré a mi mismo aquí. - Dijo el Apicultor. - Pero eso no significa
que este sea un mal estilo de vida. De hecho, siempre he querido vivir aquí. En este lugar no hay nada
mas que el presente, no hay pasado, no hay futuro. Solo el ahora. Eso es mas que suficiente para mi. -
Las palabras del apicultor eran calmadas y lentas. - Siempre he estado huyendo, de peleas, del camino
del Ninja. Desde el comienzo, jamas pense que la vida de un Ninja quedara conmigo. Pero fui nacido y
criado dentro de un clan de usuarios de insectos. No tuve ninguna otra opción mas que vivir como un
Shinobi. Ese es el porque lo abandone todo, y huí a este lugar. No tengo otro camino al que pueda vivir
alla afuera, mas que el de un ninja, lo único que me queda es continuar perdido. - Las palabras del
apicultor lentamente desaparecían dentro de la pura y blanca neblina. Shino lo escuchaba todo
silenciosamente. - Todos estamos perdidos. No solo yo, tambien los Ninja y mercaderes, hombres y
mujeres, todos. Eso te incluye a tí, tu estas perdido. Es por eso que no llegas a ningún lugar, te
encuentras confundido, através de niebla como esta.
- Quieres decir que yo también me encuentro perdido? - Cuando fué que la boca de Shino se secó?
Trago saliba y mantuvo su respiración. Por alguna razón, memorias de Hinata y Kurenai llegaron a su
mente. Recordó el tiempo que pasó entrenando con Hinata. Recordó los días de misiones que pasó bajo
la supervisión de Kurenai. El finalmente había hecho a una amiga, Kurenai lograba entenderlo incluso
con lo silencioso que era. Pero... Hinata estaba ahora a punto de casarse, e incluso ahora se encontraba
preocupada con las preparaciones de aquel acontecimiento. Kurenai estaba ocupada, criando a su hijo.
Ambas comenzarón a recorrer sus propios caminos, y Shino silenciosamente observaba sus espaldas.
Jamás volverían a ser el equipo 8 de nuevo. Jamás. Shino intentaba calmarse, pero su respiración se
dificultaba cada vez mas. La niebla cubría sus pulmones. ' A eso se refería con haberse perdido?'.
Hinata, Kurenai y todos, se encontraban partiendo a sus propios caminos, pero Shino era el unico que
había sido dejado atras. Sentía que no iba a ningun lugar. Se sentía como neblina flotante. Acaso estos
sentimientos son creados debido a la niebla? No. No era eso. Siempre se había sentido así. Desde antes
de llegar al lugar. Siempre se sentía perdido. Y el sentimiento que tenía en un rincon de su corazón, que
ni siquiera el había notado, es que el quería regresar a esos días, solo una ultima vez, cuando solo era el
Equipo 8. - !! No lo habías notado, que te sentías perdido. Cierto? "" - Dijo el apicultor, observando a
Shino.
Shino se encontraba parado, atrapado en un solo lugar. No podía dar ni un simple paso hacia adelante,
sin importar que tanto lo intentaba, simplemente no podía llegar a la salida, así que porque molestarse?
No podía ver nada de todos modos.
- No tienes que empujarte a ti mismo hacia adelante. - Dijo el Apicultor. - Puedes simplemente dejarlo
todo y seguir hacia adelante. Todo estara bien.
Tanto la niebla, como las palabras del Apicultor atravesaban a Shino. 'Quizás sea lo mejor' pensó. Si no
podía ir hacia adelante, y no había nada esperandolo alla afuera, sería lo mismo. Se quedaría en el
mismo lugar a vivir sus días sin vivir una especie de cambio.
El apicultor alzo su mano, hacía el. Las abejas que lo cubrían volaron, revelando un brazo tan blanco
como la leche. - Si quieres, puedes quedarte aquí conmigo.
Shino observó la mano del apicultor, y entonces-! - Esta es la última misión del equipo 8. Vamos chicos! -
Recordó las palabras de Kiba. Ese grito de guerra resonó dentro de su mente. 'Es cierto, esta es la última
misión del equipo 8'. Por un instante, se sentía como si la oscuridad, rodeando la visión de Shino
desapareciera de la nada. Su confundida mente se torno clara. Por alguna razón, la niebla comenzó a
retroceder. - No puedo detenerme en un lugar como este. Tengo que apurarme e ir a la aldea. Tengo
que llegar a la boda de mi adorada amiga!
Debajo de sus lentes, los ojos de Shino se aclararon mientras miraba firmemente hacía el frente. En ese
momento, de la nada noto un cercano tronco de Bamboo con una Kunai. Era sin error alguno, la Kunai
que Kiba había lanzado cerca de la salida. No la había notado hasta ahora. Eso significaba que... Shino
volteó su cabeza, y sorprendentemente podía ver la entrada al bosque! Inclusive las estatuas. Era
definitivamente la entrada al lugar. - La entrada. No. La salida es por ahí. - Le dijo al apicultor.
- No veo nada, solo niebla. - Respondió el hombre, volteando de lado a lado. Por el tono de aquel
hombre, parecía que genuinamente no podía ver la salida del lugar.
Shino finalmente había entendido la situación. Era algo bastante simple, la niebla causaba que los
humanos perdieran su camino. El jutsu usaba la niebla. La gente perdía el camino de su vida dentro. No
había ni presente ni futuro. Es por eso que no había nada mas que un eterno presente ahi dentro. De
eso se trataba. Pero eso sería solo el caso si estuvieras corriendo de tu pasado y tiraras tu futuro por la
borda. Tal como el Apicultor había dicho, sin importar que tan buen Ninja seas, o cuantos años hayas
vivido, cualquiera tiene momentos en su vida donde uno se siente perdido. Pero para aquellos que
siempre se mueven hacia adelante, creyendo en su futuro, la niebla no causaba ningun efecto. Si
firmemente, creabas tu propia esperanza y confianza en ti mismo, entonces eventualmente encontrarías
la salida.
Shino soltó una sonrisa. No podía evitar darse cuenta que en cierto sentido, la niebla era similar a la
vida.
- Ya veo, viste el monumento a las deidades del guardian viajero. Lo mejor será que te apures, antes de
que pierdas el camino de nuevo. - Las palabras del apicultor no contenían ninguna emoción.
Pero había algo que llamaba la atención de Shino. La niebla cubriendolos, el bosque sin final de Bamboo,
la pequeña casa solitaria, las abejas que lo rodeaban, la mascara de Anbu que vestía y en la que
escondía ru rostro. Cada una de esas cosas parecía una especie de barrera que tenía el apicultor. Shino
lo entendía muy bien, debido a que Shino igual se escondía detras de su chaqueta y capucha. Era un
escudo para protegerse a si mismo, no físicamente, pero emocionalmente. El entendía tan bien esos
sentimientos que dolía. Pero... Si dejaba la barrera abandonaría al apicultor, y eso no sería digno de un
Ninja. El era un compañero Shinobi, alguien nacido como un usuario de insectos. - Dijiste que vives el
presente. - Dijo Shino. - Pero no puedo evitar preguntarme si es la elección incorrecta. - Probablamente
es lo que Naruto diría. - Puede una persona vivir el presente mientras huye de todo lo demas? Alguién
que se encuentra constantemente arrastrado por su pasado e incapaz de ver su futuro, realmente esta
viviendo el presente? Bueno, eso es lo que yo pienso.
- Realmente eres una gema. - El Apilcutor habló luego de escuchar a Shino. - Realmente inesperado,
pense que eras un hombre silencioso, pero parece que tienes un lado de ti mismo que ocultas bastante
bien, tienes una gran pasión por dentro. Siento que acabo de ser regañado por un profesor.
- Un profesor? Huh... Jamás lo había pensado, pero mi compañero es un chico problema después de
todo. - Replicó Shino, mientras los rostros de sus compañeros llegaron a su mente. - Muchos de mis
compañeros fueron niños problematicos. Uno se queda demasiado, uno es bastante glotón, uno que
otro bromista. Peor el que siempre se comportó educadamente fui yo. Pero ahora, cada uno de mis
compañeros se han convertido en adultos esplendidos. Vivieron el presente, sin huir, es por eso que
pudieron llegar a un futuro. - Shino sostuvo la bolsa con el aguamiel. - Gracias por esto, creo que me ire.
Una vez que Shino salió, el gran y cielo azul tocó su rostro. Puso sus manos en los bolsillos de su
chaqueta, y espero frente al monumento. Una linea de hormigas marchaban cerca de su pie, mientras
los observaba para perder el tiempo. Después de un rato, escucho una voz viniendo del bosque. - Yahoo!
Finalmente encontramos la salida Akamaru!! - Aquella voz fue acompañada por un ladrido familiar. Kiba
salio de ahí, cubierto en barro.
- Te tardaste, Kiba.
- Qué!? - Kiba dio un salto hacia atrás, sorprendido cuando vio a Shino repentinamente apareciendo
frente a el. - "" Se que eres tu, debido al olor pero, podrías al menos dar una pequeña advertencia antes
de aparecer de la nada!?
- No! Me fue perfectamente bien! - Kiba siempre intentaba actuar con dureza. Era facil entenderlo.
Debió haberse perdido igual, en su propio camino.
Tal como Shino, Kiba probablemente había enfrentado sus preocupaciones y ansiedades para el futuro.
De que se habrá preocupado? Que clase de futuro le esperara? Shino se lo preguntaba... - Te le
confesaras a esa chica?
La cara de Kiba se tornó de un color escarlata. - Q-Qué es esto!? Porque es que incluso tú te molestas en
preguntarme sobre Tamaki!?
- Hmm... Incluso yo?
Kiba era un libro abierto, nada discreto. - Te equivocas. Sabes, Shino. Realmente no lo entiendes. No
eres muy popular después de todo. - Kiba desesperadamente intentaba sonar cool.
- Bueno, el primer paso es obviamente, tu sabes. Eso. Ehm... Cartas! Si. Intercambiar cartas es el mejor
lugar para empezar, no?
- Eso creo.
- No. Definitivamente lo es. Los chicos populares siempre empiezan con cartas, no Akamaru? - Que tan
desesperado estaba Kiba como pada pedirle ayuda a el. Akamaru solo volteó su mirada. - Agh. Como
sea, tenemos que encontrar aguamiel. La puesta de sol esta a punto de comenzar.
Shino volteó y comenzó a caminar de regreso a casa. Akamaru miro hacía Kiba, quien soltando un
ladrido, siguió a shino. - Espera un momento - Kiba también los siguió. - Maldita sea! Primero Naruto,
ahora tu, porque siempre se llevan las mejores partes! Yo me esforce mucho dentro de esa niebla
también, lo sabes!? - Parecía que el unico que sabía por lo que Kiba pasó era Akamaru, quien por ahora
mantenía sus labios sellados, así que probablemente no diría nada. Shino pensaba sobre eso cuando-
-Hey shino! Mira eso! - La neblina rodeando el bosque había desaparecido. De hecho, el bosque de
bamboo no era tan grande. Era normal, como cualquier otro bosque. - Solo era eso!? Porque se esta
aclarando ahora!? Estaba super perdido ahí!
- Que mal, realmente quería encontrar un regalo antes de que alguien mas lo hiciera.
Después de un rato, los edificios de la ciudad abandonada aparecieron de nuevo. Ya no había tantos
gatos en el area ahora. Probablemente habían decidido que Shino y los demas no eran una amenaza.
Eso o los habían visto hablar con Tamaki y Momo y les dieron un sello de aprobación. Por si acaso, Shino
le pidió a uno de sus insectos que memorizara el complicado viaje de regreso. Una vez que Kiba vió al
insecto, lo entendió todo completamente. - Siempre piensas en todo, gracias.
- Si los seguimos llegaremos a la salida pronto. - Siguieron al insecto por el camino, sin dudar jamás. - Y
con esto - Shino murmuró. - La última misión del equipo 8 ha concluido. - Por alguna razón, tenía ganas
de decir estas palabras por el mismo. No quería que nadie mas las dijera.
- Porqué eres tu el que tiene que declarar eso? Sabes, esta misión no acaba hasta que hayamos
regresado a la aldea.
- Por supuesto - Shino asintió. - Tenemos que regresar a la aldea y asegurarnos de asistir al inicio del
futuro de Naruto y Hinata.
- De verdad?
Ambos continuaron hablando mientras caminaban. Shino recordo el día en que fue asignado en el
mismo equipo con Kiba. - No creo que me lleve muy bien contigo, la razón es que... - Kiba no le dejo
terminar esa oración. Para ese entonces, el estaría lleno de ansiedad acerca del futuro. Cada día se
sentía deprimido al pensar en eso. Pero ahora, las cosas han cambiado. Ahora, Shino tenía un
compañero en quien confiaba mas que nadie. Era un amigo que escuchaba lo que tenía que decir. Si
fuera capaz de decirle a su pasado ser, como serían las cosas en un futuro. Que clase de expresión
pondría? Probablemente pensaría que el futuro no era tan malo después de todo.
Si había algo que Shino sabía es que el presente no estaba para nada mal. Incluso si caminaba en un
camino diferente en un futuro, las memorias de este tiempo jamás desaparecerían. Cuando se trataba
de lo que yacía mas allá de sus memorías, o del futuro que esperaba por el, Shino no tenía nada que
temer.
La razón era...
Shino de repente recordó algo, y volteó a preguntarle a Kiba. - Por cierto Kiba, dijiste que te estaban
considerando como Hokage, cuando será tu ceremonia de inaguración?
l clima estaba bastante claro el día de hoy. Bajo la mirada de los anteriores Hokages, cuyos rostros
yacían esculpidos en la montaña, una gran cantidad de personas se reunió en el centro de la aldea.
Todos vestidos de manera formal, con vestimentas de estilo mas adulto que nunca.
Kakashi corría frenéticamente en los alrededores mientras se encargaba de cada mínima cosa, desde
preparar el lugar hasta checar las medidas de seguridad. Después de todo, los invitados incluían a Gaara
el Kazekage, así como los demás Kages de otras aldeas, Killer Bee de la nube, y mas.
Yamato se movía por todos lados, frenéticamente igual, bajo la supervisión de Kakashi, quien acataba
ordenes mientras seguía los consejos de la anterior Hokage, Tsunade. Kakashi le había pedido algunos
favores a Yamato. Pero de alguna forma, antes de que Yamato se diera cuenta de lo que ocurría,
termino siendo fusilado con varias tareas. Kakashi había dicho 'Confiare en ti' con una sonrisa, por lo
cual Yamato no tuvo ningún sentimiento en contra de ello, de hecho, su expresión facial era
generalmente inmutable, tal como su personalidad, siempre con un buen espíritu, llevando todas las
tareas con una sonrisa. Tenía esa expresión en su rostro debido a que Kakashi era un Senpai al cual
Yamato respetaba desde el fondo de su corazón.
Lee y Gai llegaron con sus pesas, todos los demás quedaron en shock. 'Entrenando en un día como
este?' Todos se medio escandalizaron. Nadie sabía que no habían traído las pesas para entrenamiento.
Tenten actuaba como si fuera un guarda espaldas molesto, escoltando a su equipo y asegurándose de
que se comportaran bien. Se quejaba sobre lo complicado que era cuidarlos, pero en lo profundo de su
corazón, ella se divertía.
Shikamaru le hablaba a Temari sobre algo. Parecía ser una complicada discusión sobre trabajo, el rostro
de ambos expresaba felicidad, sus ojos brillaban, de vez en cuando, su risa se mezclaba en el aire. Llenos
de sonrisas naturales, espontaneas, y viéndolos juntos uno pensaba que no quedaban para nada fuera
de lugar. Eran una increíble pareja.
Mientras los veía a los dos, Choji sonrió. Estaba pensando en que no quería molestar la buena vibra de
aquellos dos, aunque había que resolver un dilema dentro de su cabeza: Como se encargaría de comer
las sobras de cada uno de los platos de los invitados? El pensaba que necesitaría un plan secreto, una
idea de Shikamaru, pero sin importar que tanto pensó y pensó, ninguna estrategia increible se le
ocurrió. Choji se quedo en la idea de que simplemente empezaría el banquete de un lado, y que poco a
poco se dirigiría hacia el otro lado de la mesa, alcanzando cada uno de los platos discretamente.
Después de llegar a esta conclusión, soltó una sonrisa.
Hablando de buenas vibras, Ino y Sai estaban igual. Entraron al lugar tomándose de las manos. Incluso
cuando todos a su alrededor les gritaban 'Huuy! Las cosas se están calentando!' ambos lucían
dichosamente feliz.
Cerca de ellos, Kiba se encontraba preguntándole a Kurenai muchas cosas. Había llegado,
triunfantemente sujetando el Aguamiel, presumiendo acerca de como 'Habían traído algo para Naruto,
heredado directamente desde el Clan Senju'. Pero en el fondo, parecía que el conocimiento de Kiba
sobre el tema era escaso, por lo cual molestaba a Kurenai con numerosas preguntas sobre el tema.
Parecía que Kurenai se había decidido a darle una lección de Historia, Kiba escuchó mientras ella
hablaba, anotando cosas en una libreta de notas, probablemente para usar esa información después.
Cerca, Mirai estaba bellamente vestida, montando a Akamaru y jugando conel.
Shino observaba, preguntándose a si mismo si eso contaba como 'Jugar al caballo' si lo que estaba
montando en cuestión era un perro. Entonces, mientras miraba a Akamaru y a Kiba, Shino se preguntó
en que momento sería mas apropiado entregar el aguamiel. Era su carta del triunfo, quizás debía ser
reservado para el final, o quizás deberían de regalarlo primero. Era algo para preocuparse... Debido a
que~ Shino continuó pensando en ello silenciosamente.
Uno por uno, el lugar se llenaba cada vez mas y mas con numerosos rostros amistosos y familiares. El
dueño de Ichiraku Ramen 'Teuchi' llegó, al igual que su hija 'Ayame' quien era una atracción para los
clientes en la tienda de Ramen.
Iruka estaba sobrecargado de emociones al momento en el que entro. El clima del día de hoy era
perfecto.
Sakura miró hacía el cielo, sola. Mientras lo hacía pensaba sobre cierta persona que se encontraba bajo
el mismo cielo ahora mismo, continuando sus viajes. Solo pensar en ello hizo que sus sentimientos se
tornaran claros y brillantes, como el cielo sobre ella. Tenía alguien a quien enviarle sus pensamientos,
solo eso era suficiente para hacerla sentirse bien.
Era un hermoso día, como si los cielos mismos otorgaran su mejor bendición... Y... Por supuesto.
Los pensamientos de Hinata Hyüga viajaban mas allá del cielo. - - Neji. - Mirando a través de la ventana
del cuarto de espera, ella podía observar el cielo completamente azul, libre de nubes. - Me estoy
casando. - Ella susurró esas palabras dentro de su corazón y volteó hacía el joven hombre que se
encontraba parado a lado de ella.
Al tan solo mirar su intensa mirada, hizó que su corazón se detuviera por un instante. Incluso aunque
ella siempre lo había visto desde lejos, el tan solo estar con el de esta manera hizo que su pulso se fuera
por los cielos, como aquel día en que lo conoció.
Los inquebrantables ojos de Naruto estaban concentrados en el Monumento Hokage, los rostros de los
anteriores lideres de la aldea esculpidos en piedra. O, para ser mas exactos, se encontraba observando
el rostro de Minato Namikaze, su padre.
El ver su mirada hacía el, causó que Hinata se llenara de emoción, tanto que su pecho parecía a punto
de explotar. - Justo ahora... Este instante... - Parada a lado de la persona que amaba le causaba un
sentimiento de felicidad incomparable. Ella estaba tan feliz, no esperaba siquiera expresarlo en palabras.
- Este momento es una dicha. - Pensó Hinata, simple y honestamente. Mientras lo hacía, quizás el noto
que ella lo veía, porque los ojos de ambos se encontraron.
El rostro de Hinata se torno rojo. Juguetearon por un rato, el termino soltando igual una sonrisa llena de
pena. Su rostro serio se torno en una expresión inocente, como la de un joven. Ella adoraba cada una de
sus expresiones faciales.
~ Fin. ~