La Democracia Como Procedimiento y Como Régimen, de Cornelius Castoriadis

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RESUMEN

4. LA DEMOCRACIA COMO PROCEDIMIENTO Y COMO RÉGIMEN


--Cornelius Castoriadis

La democracia como procedimiento y como régimen traduce y expresa la crisis que


actualmente atraviesa el movimiento democrático, la estrategia democrática o
sencillamente la aparición de la concepción de la "democracia" que en la actualidad se
reduce a un simple conjunto de "procedimientos", rompiendo así con todo el pensamiento
político precedente, que veía en la democracia un régimen político, indisociable de una
concepción sustantiva de los fines de la institución política y de una visión sobre el tipo de
ser humano que le corresponde. Se ve fácilmente que, independientemente de cuál sea el
ropaje filosófico con el que se cubra, una concepción meramente procedimental de la
"democracia" tiene su propio origen en la crisis de las significaciones imaginarias que se
refieren a las finalidades de la vida colectiva, y pretende ocultar esta crisis disociando la
"forma del régimen político" de cualquier discusión relativa a esas finalidades, o incluso
llegando a suprimir la idea misma de ésta.

El ser humano es eminentemente “social”, y es ese entorno social en el que nace y se


desarrolla donde influye de forma implícita y explícita su actuar; puede sentar las bases
de su existencia cotidiana, que si bien, puede ser modificada en el trayecto, siempre va a
representar el punto de partida. En su forma explícita, la sociedad, influye al establecer
funciones y límites de actuación concretas y legítimas sanciones derivadas de la
trasgresión de estos, por lo que se hace necesaria la existencia del poder que representa
la sociedad derivado de tres factores principales:
1. El mundo pre-social en cuanto que amenaza siempre el sentido instaurado de
la sociedad,
2. La psique de cada ser humano no puede estar completamente socializada, ni
ser totalmente conforme a lo que las instituciones exigen, y
3. La sociedad siempre tiene un impulso al porvenir, y el provenir excluye una
codificación preliminar y exhaustiva de las decisiones a tomar; de estas nace la
importancia de que existan instancias que legislen, tomen decisiones, resuelvan
litigios y gobiernen.

El poder explícito, es el que establece parámetros de actuación y vela porque las


actuaciones sean conforme a la ley. El poder explícito va de la mano con lo político y
hablar de lo político, es hablar de democracia que mediante mecanismos legítimos de
participación ciudadana, toma decisiones políticas. A la política se le puede definir como
la clara expresión que concierne a la instauración de instituciones deseables, y a la
democracia como sistema político que da derecho a elegir y controlar a sus gobernantes,
que si bien no pretende la creación de una sociedad perfecta, si busca que sea libre y
justa.

El objetivo de la política es sinónimo de libertad (y no en el sentido filosófico), sino es


hablar de autonomía, de esa capacidad y facultad de tomar decisiones con independencia
de opinión; pero, ¿Cómo tomar decisiones si ya existe una ley que rige el actuar social?,
pues, eso se logra participando en la creación de la ley; se logra una sociedad libre
cuando cumple su objetivo de libertad, y su objetivo de libertad se cumple cuando la
participación es factible para todos.

La lengua griega antigua y la práctica ateniense ofrecen la separación de tres esferas de


la actividad humana: Esfera privada, esfera privada-pública y esfera pública. En un
régimen totalitario, la esfera pública absorbe cualquier cosa, y al mismo tiempo no es
pública en lo absoluto; en las monarquías respetaban la esfera privada y solo participaban
en la esfera público-privada; contrario a la lógica, la “pseudo-democracias” han convertido
en gran medida, la esfera pública en privada, al tomar las decisiones importantes en
secreto. En base a esto, se puede decir que un régimen de democracia es real, cuando la
esfera pública se hace realmente pública al permitir la participación de todos. En un
régimen democrático es relevante la forma y el procedimiento para tomar las decisiones,
siendo esto una de sus principales características. La forma o el procedimiento aplicado
para la toma de decisiones, debe ser definido por los seres humanos, mismos que han
sido formados por la sociedad de manera implícita y explícita, con su historia, sus
pasiones y sus particularidades.

Los procedimientos verdaderamente democráticos tienen que velar por la equidad y que
estos funcionen basados según el espíritu bajo el que fueron creados, por lo que es
importante que la misma sociedad procure individuos cuya forma de actuar corresponda a
un espíritu crítico encaminado a lo que la misma sociedad pretende. Una parte principal
de la lucha por la democracia dirige sus esfuerzos hacia el establecimiento de leyes,
costumbres y condiciones que permitan el ejercicio colectivo de libertades y derechos
dirigidos hacia el bien común que consecuentemente redunda en las condiciones del buen
vivir. El concepto del buen vivir puede que no coincida con el concepto de felicidad,
aunque los esfuerzos democráticos se esfuercen por hacer que estos armonicen, ya que
la felicidad va enmarcada en la esfera privada mientras que el bien común va más
encaminado a la esfera público-privada. El bien común pretende la felicidad individual
(no precisamente obligatoria) y las obras que la sociedad (feliz o no) querría ver
realizadas.

Un régimen político no puede estar exento de valores que impliquen el bien común en
sociedad, que se encuentra implícito tras todo derecho y procedimiento, en el que la
democracia busca que todos los ciudadanos sean autónomos capaces de gobernar y ser
gobernados. La democracia como régimen pretende que los ciudadanos tengan la
facultad de obrar según su criterio, con independencia pero de acuerdo a la ley, de forma
individual y colectiva.

El ser humano como ente individual, influenciado por un colectivo social determinado por
un territorio y un momento específico, es sujeto de la política democrática que intenta
reducir el margen de lo podría o no podría pasar, limitando o transformando la
contingencia que rige la vida humana a través de la libre acción.

La mezcla de contingencia y necesidad condiciona lo que somos, lo que hacemos y lo


que pensamos, podría interpretarse como carencia de libertad, sin embargo estas mismas
condicionantes son las que hacen que el ser humano pueda ser autónomo efectivamente
al actuar de forma individual y como parte de un conglomerado social.

El ser humano singular reabsorbido en "su" colectividad, en la que, evidentemente, se


encuentra por azar (el azar de su nacimiento en determinado lugar y determinado
momento), por un lado, y por otro, este mismo ser separado de toda colectividad,
contemplando la sociedad a distancia y procurando ilusoriamente considerarla al mismo
tiempo como un artefacto y como un mal necesario, son dos consecuencias del mismo
desconocimiento. La política democrática es, en los hechos, la actividad que intenta
reducir, tanto como sea posible, el carácter contingente de nuestra existencia histórico-
social en sus determinaciones sustantivas.
COMENTARIO
4. LA DEMOCRACIA COMO PROCEDIMIENTO Y COMO RÉGIMEN

La actual estructura del movimiento democrático ha sido el causante de su crisis debido a


que se ha apartado de ser un proceso dinámica y dialectico a una simple enumeración o
conjunto de procedimientos que se copian de un lugar a otro, ante lo cual se ha ido
perdiendo su verdadero sentido y naturaleza.

Por ello, es necesario realizar un análisis profundo del sistema en cada caso particular en
donde sobresalga el concepto de que la trascendencia de la democracia implica entonces
involucrarse y empoderarse dentro del sistema de tal manera que se establezca un
mejoramiento constante es decir, pasar de las palabras a los hechos.

El modelo democrático ha sido el causante de su crisis, a nivel de sus componentes


principales tales como la dimensión de la política, la visión del estado y la consideración
de los individuos como seres eminentemente sociales en todo momento.

La democracia debe nutrirse de sus entes dinámicos y no generalizarse que como un


estado es real ello implica que sus interacciones sean todas favorables para el desarrollo
integral de la ciudadanía.

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