Situación Actual de La Seguridad Alimentaria Y Nutricional en Colombia

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 10

SITUACIÓN ACTUAL DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL

EN COLOMBIA
El comportamiento de la producción agropecuaria se puede ver afectada a nivel regional y
local por la eficiencia de la innovación tecnológica en los sectores productivos y la
capacidad que tenga el país de enfrentar riesgos de tipo climático. Cabe resaltar que el uso
eficiente de factores productivos gurda también estrecha relación con el eje de acceso, por
cuanto también son determinantes en la capacidad que tienen los productores agropecuarios
en la generación de ingresos.
EFICIENCIA EN LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA DE LOS SISTEMAS
PRODUCTIVOS

La innovación es una parte importante en las empresas de todo tipo, lo cual ayuda a estar
más tiempo en el mercado y que crezcan conforme va pasando el tiempo, existen diversos
tipos de innovación que le permite hacer el trabajo más rápido eficaz y eficiente. Las
empresas están en constante cambio según sean las estrategias que estén planeadas, pero
donde más hacen cambios es en la forma de trabajar sus productos y productividad. La
innovación está asociada a los conceptos de cambiar, explorar, inventar, reinventar, crear,
arriesgar y gestionar oportunidades. La innovación es un proceso transformador, que
amplía la frontera de posibilidades de un país, sector productivo o empresa.

Las innovaciones son la fuerza que impulsa el crecimiento de los países en forma continua
y una de las estrategias fundamentales de las empresas, sociedades y regiones para construir
ventajas competitivas.

¿DE DÓNDE SURGE LA INNOVACIÓN EN COLOMBIA?


Se debe tener en cuenta que antes de los años cincuenta del siglo pasado, país que fuera
potencia económica se lo debía a su acumulación de riqueza. La tecnología y la innovación
solo eran aportes ajenos a esto, no representaban mayor relevancia ante una eventual
expansión de la producción y la economía. Después de un largo trabajo solo hasta finales de
los ochenta y comienzos de los noventa del siglo XX, se incorporó de forma definitiva el
hecho de que la tecnología y la innovación son parte fundamental de la economía (Romer,
1990), y que estas surgen de nuevo conocimiento científico, que con conceptos avanzados
en diseño, nuevos programas (software), automatización, descubrimientos médicos y
biológicos, búsqueda y diseño de materiales inteligentes, y nuevos conceptos o estrategias
en cuanto a mercadotecnia y servicios, entre otros, son la base para que se genere en la
economía una amplia expansión de la producción en todas sus ramas, lo cual da como
resultado un incremento en la producción,
con nuevos bienes y servicios, y maximiza todas las herramientas alrededor de este nuevo
conocimiento. Con este nuevo avance, la acumulación de riqueza se hace evidente, dejando
de lado que solo quienes tuvieran dinero guardado tendrían la clave del desarrollo
económico.
El proceso de innovación tecnológica es un proceso que abarca el espectro de actividades
que se inicia con búsqueda de necesidades tecnológicas de organizaciones del sector
productivo y se extiende hasta la comercialización, en el mercado de estas organizaciones,
de los productos, procesos, equipo, etc., que derivan de esfuerzos de investigación y
desarrollo o de otros mecanismos. De esta manera, la realización de innovaciones
tecnológicas, entre otras condiciones:
a) Implica satisfacer demandas del sector productivo, a través del uso de cambios técnicos
que, colocados en el mercado, producen consecuencias económicas y sociales.
b) No implica necesariamente ejecutar proyectos de un entorno de desarrollo integrados. La
generación de cambios técnicos puede estar esencialmente basadas en informaciones
técnicas disponibles en la literatura, normas técnicas, patentes, etc., o en la compra de
tecnología producida por terceros (innovación por Adopción).
c) Necesariamente requiere del contexto de organizaciones del sector productivo, que
incorporen los cambios técnicos a sus sistemas de producción y les atribuye significación
económica y/o social. Así para que los proyectos de investigación y desarrollo tengan
consecuencia económica / sociales, necesitan estar vinculadas a necesidades tecnológicas
específicas de organizaciones existentes del sector productivo.
Se plantea la correlación entre las funciones tecnológicas, las distintas alternativas de
innovación tecnológica y la planeación del desarrollo de organizaciones del sector
productivo, bajo el concepto de que este desarrollo depende de estrategias de innovación
especificaciones que, a su vez, son influenciadas por las políticas y estrategias nacionales.
En el ámbito que nos ocupa, la Innovación Tecnológica o proceso a través del cual se
adopta una tecnología mejorada en el proceso productivo, el medio ha sido, es y será
fundamental en la satisfacción de las necesidades básicas de una creciente y cada día más
exigente población, en búsqueda de un mayor bienestar social, gracias a la mejora en la
producción y comercialización de alimentos.
En todo caso, la Innovación debe ser concebida como un medio de actividades conjuntas de
interdependencia que involucran a los profesionales, los procesos productivos y
comerciales y, especialmente, a las tecnologías de la empresa, tanto internas como externas,
mediante la detección de las necesidades del mercado y su viabilidad y puesta en práctica.
 los procesos de Innovación que generan mejoras en los sistemas tecnológicos o
productivos sólo deben ser estimados en tanto suponen un aporte o ventaja significativa al
exterior de la empresa, ya se trate del mercado y, con preferencia, apreciable por el
consumidor.
PROBLEMATICAS EN COLOMBIA
 La agricultura del siglo XXI está atravesando una transformación importante, en un
momento en el que el acceso a las tecnologías de la información, protagonizan los nuevos
paradigmas de la productividad en la sociedad. Resulta entonces un imperativo social para
el sector agropecuario, acceder a recursos tecnológicos innovadores que mejoren
significativamente sus capacidades para producir alimentos seguros de manera sustentable.
La tecnología ha estado históricamente vinculada a la producción de alimentos, y, en
consecuencia, a la producción agropecuaria, las sociedades a lo largo del tiempo han
buscado maneras de mejorar sus capacidades de supervivencia, desde las primeras
sociedades nómadas, cuyas actividades productivas se relacionaban con la caza y la
recolección, desarrollaron tecnologías para mejorar su productividad con herramientas que
facilitaban cada vez más las labores.
Las actividades agropecuarias de escala industrial, se caracterizan por un amplio
aprovechamiento de los recursos naturales como suelo y agua, así como por una intensa
actividad de trabajo por unidad de área, esto a su vez implica mayores costos de inversión
por unidad de área de tierra y mayor necesidad de gestionar la complejidad productiva.
Estas actividades incrementan de manera sustancial los rendimientos productivos, gracias a
la implementación de varias innovaciones tecnológicas que han ido cobrando protagonismo
en distintos momentos de la historia reciente de la humanidad. A criterio de los autores se
reconocen 5 aspectos clave, o hitos en el desarrollo del sector agropecuario, estas son la
intensificación, selección genética, optimización, automatización y transgénesis.
La innovación también contribuye a desarrollar una agricultura sostenible, factor
imprescindible para litigar y revertir el cambio climático, uno de los mayores desafíos que
debe enfrentar la humanidad, para lo cual la agricultura juega un papel central. Otro gran
reto es afrontar la pobreza, que genera, marginación y desigualdad en la mayoría de la
población del mundo y esta centrada en los sectores rurales. Para las familias y en
condición de pobreza la innovación representa un medio para superarla, a través de una
agricultura familiar más eficiente y productiva.
Finalmente, la innovación es un factor primordial para alcanzar la seguridad alimentaria,
uno de los objetivos principales de la agricultura del siglo XXI. La agricultura del futuro
deberá ser capaz de ofrecer alimentos suficientes, de calidad, nutritivos e inocuos a una
población que en el año 2050 llegará más de 9600 millones de personas. Esto solo será
posible a través de la innovación, del uso de nuevas tecnologías, de una investigación
estrechamente a la producción y a las necesidades de los consumidores y de una
participación coordinada entre los sectores públicos y privado, los productores, los
consumidores, el sector académico y de investigación y los organismos de cooperación
internacional.
VULNERABILIDAD POR RIESGOS DE TIPO CLIMÁTICO
El clima es un factor que incide en diversos procesos del territorio (distribución de
vegetación, en los ecosistemas y servicios ecosistémicos, recursos hídricos, sectores
productivos, desastres y cultura). Este factor no es constante y a través del tiempo, presenta
oscilaciones con ciclos de diferente período denominadas variabilidad climática; en el largo
plazo, las condiciones predominantes denominadas clima van modificándose
paulatinamente en un proceso que se denomina cambio climático.
Los diversos aspectos del territorio, de manera recurrente, se ven afectados por las
anomalías que generan las fases extremas de la variabilidad climática; a la vez, el territorio
está siendo impactado por el cambio climático cuyo efecto será más marcado en el futuro.
Debido a ello, es necesario analizar cómo está organizado el territorio frente a estos
fenómenos y buscar reducir los impactos negativos que el uno y el otro generan. Los
impactos de las fases extremas de la variabilidad climática se reducen a través de
programas de gestión de riesgo de desastre, en tanto que los impactos del cambio climático
se disminuyen en la medida como se vaya adaptando el territorio a las nuevas condiciones
de clima.
La variabilidad climática origina las mayores pérdidas en el sector agropecuario en
Colombia. Este fenómeno se manifiesta en la ocurrencia de sequías e inundaciones, y la
recurrencia de eventos, tales como heladas y granizadas.
La vulnerabilidad en la oferta del sector agropecuario frente a eventos de variabilidad
climática tiene una incidencia directa sobre las condiciones de seguridad alimentaria del
país. La baja tecnificación en los cultivos, los procesos de degradación ambiental, la
expansión incontrolada de la frontera agrícola, y la carencia de una política nacional de
aprovechamiento de tierras acorde con su vocación y uso, incrementan la posibilidad de
ocurrencia de desastres y ponen en peligro la oferta alimentaria para la población, así como
su capacidad de recuperación económica y social.
PROBLEMATICAS QUE AFECTAN A COLOMBIA
Con respecto al impacto económico de la variabilidad climática, la Corporación Andina de
Fomento – CAF (2002)TPF 20FPT estimó que, entre 1997 y 1998, la ocurrencia del
fenómeno de El Niño ocasionó pérdidas en el sector agropecuario superiores a los USD 100
millones (1% del PIB del sector para 1998). Como consecuencia de la caída del producto
sectorial, se reportó un deterioro en la balanza comercial cercano a los USD 125 millones.
De otro lado, de acuerdo con pronósticos del IDEAM (2001) los principales riesgos del
sector agropecuario asociados al cambio climático en los próximos 50 años son la
posibilidad de afectación de por lo menos una tercera parte de las zonas que actualmente
son agroecosistemas, especialmente en la zona andina. De manera similar, el IDEAM
estima que, bajo un escenario adverso, caracterizado por una duplicación en los niveles de
dióxido de carbono en la atmósfera, el área de 23 distritos de riego de gran irrigación sujeta
a procesos de degradación por desertificación pasaría del 32,2% actual, al 91,3% (IDEAM,
2001)TPF 21
REPERCUSIONES DEL CLIMA SOBRE LOS FACTORES DE LA
VULNERABILIDAD, LOS RECURSOS Y EL CONTROL QUE DETERMINAN LA
SEGURIDAD ALIMENTARIA NUTRICIONAL
variabilidad y las condiciones extremas del clima pueden afectar a la viabilidad de los
medios de vida y dar lugar a modificaciones en las estrategias de los mismos. Los choques
climáticos recurrentes pueden socavar la capacidad de los hogares de mantener su base de
bienes de subsistencia o de reinvertir en agricultura, lo que para algunos se traduce en
inseguridad alimentaria crónica, malnutrición, mala salud y una falta de productividad
económica. Existen indicios de que los medios de vida de las personas pobres se ven
particularmente afectados.
En este contexto, es fundamental centrarse en los activos o distintos tipos de capital de las
personas, no solo para entender las repercusiones de los choques climáticos sobre los
medios de vida y las estrategias de supervivencia y adaptación, sino también para
determinar los factores clave que han de tenerse en cuenta en la formulación de las políticas
y la aplicación de los programas encaminados a la mejora de la seguridad alimentaria y la
nutrición. Centrarse en los activos o el capital también ayuda a establecer qué recursos
están disponibles y son accesibles con miras a facilitar la adaptación.
Los choques climáticos y la degradación del medio ambiente reducen los bienes y servicios
de los que disponen las personas y las comunidades locales, lo que no solo limita sus
oportunidades económicas y opciones de subsistencia, sino que también modifica su
capacidad de resiliencia, supervivencia y adaptación.
Los eventos climáticos extremos prolongados o recurrentes dan lugar a una disminución de
la capacidad de supervivencia, la pérdida de medios de vida, la migración por situaciones
de dificultad y la indigencia.
Las catástrofes relacionadas con el clima crean y mantienen la pobreza, lo que contribuye al
aumento de la inseguridad alimentaria y la malnutrición, así como de la vulnerabilidad
actual y futura a los eventos climáticos extremos.
Los eventos climáticos extremos tienen repercusiones a corto, medio y largo plazo sobre la
seguridad alimentaria y la nutrición.
REPERCUSIONES EN LOS BIENES DE SUBSISTENCIA
El análisis de las repercusiones de la variabilidad y las condiciones extremas del clima
sobre los activos o distintos tipos de capital de los hogares y las personas se centra en cinco
tipos (natural, físico, humano, financiero y social), que vienen definidos de conformidad
con el Marco de los medios de vida sostenibles. Entender la manera en la que estos tipos de
capital se ven afectados en caso de producirse choques climáticos proporciona más
información sobre los cambios previstos en la exposición y la vulnerabilidad a la
variabilidad y las condiciones extremas del clima.
REPERCUSIONES EN EL CAPITAL NATURAL
Los choques climáticos contribuyen a la degradación del medio ambiente. Es bien sabido
que las catástrofes relacionadas con el clima son un factor importante en la degradación y la
pérdida de los ecosistemas, en particular el incremento de la erosión del suelo, la
disminución de la calidad de los pastizales, la salinización de los suelos, la deforestación, la
reducción de la cantidad y la calidad de los servicios ecosistémicos y la pérdida de
biodiversidad194. En consecuencia, los choques climáticos también afectan a las
oportunidades económicas y las opciones de subsistencia de los hogares que dependen en
gran medida de los recursos naturales para satisfacer sus necesidades de seguridad
alimentaria y nutrición.
Lamentablemente, las repercusiones de los eventos climáticos extremos sobre los recursos
naturales y el medio ambiente siguen siendo una esfera que no suele estudiarse lo suficiente
en términos de pérdidas económicas directas e indirectas. Si bien existe una amplia
variedad de estudios en los que se examinan los efectos climáticos sobre los suelos, en la
mayoría se pasan por alto las relaciones con la agricultura, la seguridad alimentaria y la
nutrición, en parte debido a la falta de datos fiables. Se está abordando esta deficiencia a
través de nuevos avances en los datos mundiales sobre suelos197, así como un examen
exhaustivo de las repercusiones en los servicios ecosistémicos destinados a la producción
de alimentos.
REPERCUSIONES EN EL CAPITAL FÍSICO
Los daños físicos causados por las catástrofes relacionadas con el clima tienen
consecuencias directas en la agricultura y la cadena de valor alimentaria, que pueden
traducirse en la interrupción en el flujo de insumos agrícolas como las semillas y los
fertilizantes o en cambios en la elaboración y distribución, los mercados, los minoristas y el
consumo final.
Las inundaciones y otras catástrofes relacionadas con el clima pueden perjudicar la pesca y
dañar la infraestructura e instalaciones de la acuicultura, por ejemplo, las granjas de peces,
los estanques piscícolas, los bancos ostrícolas, el almacenamiento de alimentos para peces,
las instalaciones para la reproducción de peces, las embarcaciones y las artes de pesca. Esto
dará lugar a importantes pérdidas en la producción de la pesca y la acuicultura y en los
medios de vida.
No cabe duda de que estos daños y destrucción del capital físico afectan a la calidad de las
dietas y la estabilidad alimentaria. Por ejemplo, los daños ocasionados en la infraestructura
de transportes como consecuencia de condiciones meteorológicas extremas suelen dar lugar
al deterioro de los productos frescos, la carne y los productos lácteos, o la reducción del
acceso a los mismos, lo que podría afectar a la calidad de las dietas y la inocuidad de los
alimentos. Las frutas y hortalizas son más difíciles de producir y distribuir, ya que no solo
son vulnerables a las condiciones meteorológicas extremas sino también a cualquier
alteración de la infraestructura de transportes, almacenamiento o de la cadena de frío.
REPERCUSIONES EN EL CAPITAL HUMANO
Cuando los eventos climáticos extremos dañan otras infraestructuras que no están
relacionadas necesariamente con las cadenas de valor de los alimentos, como los centros de
salud y enseñanza, también puede haber notables consecuencias para el capital humano,
incluidas la salud y la nutrición. A largo plazo, la pérdida de infraestructura de enseñanza y
salud puede ser perjudicial para el logro de la cobertura sanitaria universal, el crecimiento
económico y el desarrollo social durante generaciones, lo que repercute negativamente en
la seguridad alimentaria y la nutrición.
Los daños a los centros de salud interrumpen la prestación de servicios sanitarios que son
especialmente críticos durante y después de las catástrofes. Muchos estudios han
demostrado que en particular la salud y el estado nutricional de los niños son
particularmente vulnerables a las catástrofes, tanto durante la fase de emergencia como
después de la misma debido a la malnutrición y desnutrición.
REPERCUSIONES EN EL CAPITAL FINANCIERO
Los activos financieros contribuyen decisivamente a la mejora de la resiliencia de los
grupos vulnerables. Una reducción del capital financiero debilita la capacidad de
adaptación de los hogares y aumenta su vulnerabilidad. Esto resulta bastante pertinente para
la resiliencia al clima teniendo en cuenta los efectos negativos de la variabilidad y las
condiciones extremas del clima sobre la producción, el rendimiento y los ingresos
agrícolas.
El bajo rendimiento de los cultivos destaca como posible factor de estrés del capital
financiero de las personas. Las malas cosechas estacionales también dan lugar a unos
precios elevados de los alimentos y obligan a los hogares a gastar una mayor proporción de
sus ingresos en alimentos, lo que puede afectar a la calidad de las dietas y aumentar el
riesgo de malnutrición, al tiempo que también conduce a una pérdida del capital financiero
de los hogares. Cuando la variabilidad y las condiciones extremas del clima alteran los
medios de vida, las personas más afectadas no pueden obtener préstamos bancarios por
carecer de garantías que, con frecuencia, han perdido durante el incidente y a menudo no
están aseguradas. Las enfermedades y otros factores de estrés para la salud debidos a
choques climáticos suelen limitar la capacidad de las personas para trabajar, lo que dificulta
la acumulación de capital financiero.
MEDIDAS DE REDUCCIÓN DE LA VULNERABILIDAD
En las medidas de reducción de la vulnerabilidad se combinan prácticas de reducción del
riesgo de catástrofes y de adaptación al cambio climático encaminadas a evitar y mitigar las
repercusiones de los eventos climáticos y la variabilidad del clima en los ámbitos de las
comunidades, las explotaciones agrícolas y los ecosistemas agrícolas. Entre estas se cuenta
la aplicación de buenas prácticas agrícolas climáticamente inteligentes y resilientes al
clima,
así como infraestructuras resistentes al clima y soluciones basadas en la naturaleza, lo que
requiere inversiones a gran escala.

PROTECCIÓN SOCIAL REACTIVA ANTE EMERGENCIAS,


TRANSFERENCIAS DE RIESGOS Y FINANCIACIÓN BASADA EN
PREVISIONES
Los mecanismos de protección social pueden ayudar a reducir la vulnerabilidad al riesgo
de catástrofes y fortalecer los medios de vida frente a las repercusiones de una variedad de
perturbaciones, lo que hace posible que más personas prevean los riesgos, se recuperen
mejor y más rápido340 y aumenten su resiliencia. A fin de ayudar específicamente a las
personas y los hogares a prepararse para la variabilidad y las condiciones extremas del
clima y a recuperarse de ellos, es necesario incorporar el elemento relativo a la “respuesta
ante emergencias” o la “capacidad de adaptación” en los instrumentos existentes, tales
como las transferencias de efectivo, pensiones y los esquemas de protección del mercado de
trabajo. Conviene señalar que todos los tipos de protección social deberían asimismo tener
en cuenta la nutrición, proteger contra todas las formas de malnutrición, incluir
explícitamente objetivos nutricionales y destinarse a las personas nutricionalmente
vulnerables.
CONCLUSIÓN
se pone claramente de manifiesto que la variabilidad y las condiciones extremas del clima
más complejos, frecuentes e intensos amenazan con mermar y revertir los logros
alcanzados en la eliminación del hambre y la malnutrición. Los datos demuestran que, en
Colombia y muchos países, el aumento reciente del hambre está relacionado con eventos
climáticos extremos, en especial en los lugares muy expuestos a estos fenómenos y con
sistemas agrícolas y de subsistencia muy vulnerables. La variabilidad y las condiciones
extremas del clima además del conflicto y la violencia en algunas partes del mundo son uno
de los principales factores que han impulsado el incremento reciente del hambre a nivel
mundial y una de las causas fundamentales de las graves crisis alimentarias. Los cambios
que se están produciendo en la variabilidad y las condiciones extremas del clima están
afectando negativamente a los medios de vida y a todas las dimensiones de la seguridad
alimentaria (disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad), así como al resto de causas
subyacentes de la malnutrición relacionadas con la atención y alimentación de los niños, los
servicios sanitarios y la salud ambiental. El riesgo de padecer inseguridad alimentaria y
malnutrición es mayor hoy en día porque los medios de vida y los bienes de subsistencia en
especial los de las personas pobres están más expuestos y son más vulnerables a la
variabilidad y las condiciones extremas del clima.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Disponible en Internet: Microsoft Word - 113 Seguridad Alimentaria.doc
(minambiente.gov.co)
Disponible en Internet: file:///D:/Downloads/Dialnet-ElSistemaDeInnovacionColombiano-
4521458.pdf
Disponible en Internet:BVE17099261e.pdf;jsessionid=514DA4274E30BF93CDB68691E4C98038
(iica.int)

También podría gustarte