Practico 2 Filosofia de La Educacion
Practico 2 Filosofia de La Educacion
Practico 2 Filosofia de La Educacion
Tipo de entrega: Documento Word de hasta 300 palabras (o una carilla) a espacio y
medio. En la plataforma debe guardar el documento de la siguiente forma: Filosofía
de la educación - Apellidos
Consigna 2
Vea el siguiente documental: SI SOS BRUJO
"Si sos brujo” es un documental argentino (2005) que muestra el recorrido hecho
por una orquesta de tango (El Arranque) compuesta por jóvenes, que buscó,
rescatar, preservar, vivificar y dar a conocer el pasado para transmitírselo a las
nuevas generaciones. Se propusieron rescatar antes de que fuese demasiado
tarde, el conocimiento de quienes fueron parte de esas memorables orquestas
típicas de los años 40 y 50, casi sin excepción ya jubilados. El documental muestra
el trabajo cotidiano, mano a mano con estos grandes que no hacen otra cosa que
transmitir sus experiencias y conocimientos, entusiasmando, convirtiéndolos en
"bitácoras” que se ponen a disposición de los demás.
El trabajo no debe excede hasta 300 palabras (o una carilla) a espacio y medio.
Consigna 3
Los Invito a la lectura del siguiente texto de Ricardo Baquero y, a partir de ello,
narrar y analizar situaciones de la propia trayectoria profesional donde estas
perspectivas se pusieron de manifiesto:
Siguiendo en parte a María Angélica Lus, podemos encontrar, en general, tres tipos
de posiciones acerca de las razones atribuidas al fracaso escolar masivo:
Posiciones centradas en el alumno: Las posiciones más clásicas, aunque
sumamente vigentes, buscan las razones del fracaso en aspectos que hacen al
alumno, sea, como vimos, cuestiones ligadas a su maduración como a su
desarrollo psicológico o intelectual.
Debe tenerse presente, una vez más, que estamos aludiendo al fracaso
escolar masivo. El que afecta a una porción alta y considerable de la población
escolar. Desde esta perspectiva, parece generalizarse a todos aquellos que tienen
bajos logros una lógica solo pertinente, y muchas veces no sin reparos, a los casos
no numerosos que ameritan intervenciones clínicas. De este modo, el fracaso
escolar masivo es entendido como una sumatoria de fracasos individuales.
Lo que aparece ahora en relieve al describirse las condiciones que deberían portar
los niños para aprender de modo satisfactorio, no siempre es relativo a su
maduración o nivel de desarrollo intelectual. Se centra en las condiciones
socioafectivas o socio-económico-culturales de los niños y jóvenes. De la
sospecha por los cerebros hemos pasado a la sospecha por las familias, las
culturas, las formas de crianza, de habla, de juego de los sujetos, etc.
Esta perspectiva amerita algunas aclaraciones. En principio, tiene una virtud
atendible y es la de haber denunciado con recurrencia las relaciones crueles entre
fracaso escolar masivo y situaciones de pobreza o exclusión. En un arco que va
desde los sujetos de las barriadas pobres de las grandes urbes, a los niños de
medios rurales o pertenecientes a minorías, puede mostrarse esta relación
persistente entre fracaso escolar y origen social de los alumnos (Lus, 1995; Artiles,
2003). En tal sentido, esta mirada, portada habitualmente sobre el problema, posee
el positivo efecto de bregar por la mejora insistente en las condiciones de vida de
los niños y jóvenes, atendiendo, en cierta forma, a la relación entre condiciones del
cotidiano vital y las posibilidades efectivas de aprendizaje. Pero debería advertirse
que, si bien esta segunda perspectiva parece diferenciarse sustantivamente de la
primera, en verdad, como hace ya tiempo se señala, no parece avanzar de la vieja
concepción del déficit.
Conviene recordar una vez más que es imprescindible intentar distinguir entre
la constatación de ciertas relaciones o fenómenos (el evidente hecho de que el
fracaso escolar masivo impacta de manera diferencial sobre los alumnos de
sectores populares) y la manera en que signifiquemos o intentemos explicar estas
relaciones. Es decir, nuestro sentido común suele quedar atrapado por la
constatación de la relación pobreza-fracaso escolar, como si portara en sí misma
las razones de su explicación. Aun cuando sepamos que no todos los sujetos de
sectores populares fracasan y que los sujetos de otros sectores, más favorecidos,
están bastante lejos de poseer una escolaridad exitosa.
Dicho de otro modo, esta perspectiva advierte sobre los riesgos de las posiciones
centradas en la noción de déficit como explicación del fracaso escolar masivo.
Plantea que las perspectivas centradas en el déficit parecen partir de al menos una
doble naturalización: de los procesos de desarrollo y del espacio escolar. Así
parecen entender al espacio escolar como diseñado para optimizar los
aprendizajes de los sujetos, como un espacio óptimo, natural o, al menos, neutral
para estimular el desarrollo y producir aprendizajes en los sujetos. De igual
manera, juzga, en cierta forma, a los procesos de desarrollo de los sujetos como
naturales y uniformes, como si los sujetos expresaran solo grados o modos de un
mismo desarrollo natural. En esta línea, el desarrollo de los sujetos es percibido en
los hechos como un proceso que debería armonizar de modo natural con el
espacio escolar, y si no lo hace, algo habrá ́ dañado en su naturaleza.