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José Hugo Vázquez Núñez 4º de Teología

LAS FIESTAS DEL SEÑOR, DE LA MADRE DE DIOS Y DE LOS SANTOS

1. La liturgia Mariana del Concilio Vaticano II

Enuncie minuciosamente las características de los siguientes temas:

a) Las fiestas marianas en el calendario

Las fiestas marianas se presentan en el actual ordenamiento del Calendario romano como un reflejo de las fiestas del
Señor:
La Iglesia hace memoria de María en la celebración del ciclo de los misterios de Cristo.
El Calendario romano actual valora la importancia de las celebraciones marianas (solemnidad, fiesta, memoria
obligatoria, memoria facultativa) según el grado de asociación de la Virgen a la obra del Hijo, lo cual aparece en los
misterios celebrados.
La presencia y el recuerdo de María son relevantes en modo particular en el ciclo de Adviento-Navidad. El carácter
mariano de este periodo del año litúrgico ha sido reforzado por la reforma del Concilio Vaticano II: especial contenido
mariano tiene la liturgia del IV Domingo de Adviento y la mayor parte de los formularios feriales del 17 al 24 de
diciembre.
Dos festividades que en el calendario anterior eran celebraciones marianas –la Purificación de la B. V. María (2 de
febrero) y la Anunciación de la B. V. María (25 de marzo)- en el calendario romano de 1969 son consideradas
festividades del Señor: la fiesta de la Presentación del Señor y la solemnidad de la Anunciación del Señor.

b) El leccionario mariano

Como primera lectura del Nuevo Testamento, el actual leccionario mariano propone sobre todo una serie de perícopas
de las cartas paulinas (Romanos, 1 Corintios, Gálatas, Efesios), y otras de la carta a los Hebreos, de los Hechos de los
Apóstoles, y del Apocalipsis.
La mayor parte de las lecturas evangélicas provienen de los dos primeros capítulos de Mateo y Lucas. Se resaltan los
relatos de la infancia de Jesús, sobre todo según la versión lucana. El relato del nacimiento de Jesús habla de María en el
contexto de la historia del Verbo encarnado y de la misión salvífica que Dios le asigna. Encontramos también dos
perícopas de San Juan (María en las Bodas de Canaán y en el Calvario al pie de la cruz), y una del capítulo 11 de Lucas (la
bienaventuranza lucana de aquellos que escuchan y conservan la palabra de Dios).
En su conjunto, el leccionario mariano sigue los criterios de las Constituciones Sacrosanctum Concilium y Lumen
Gentium: la centralidad del ciclo anual de los misterios de Cristo, en el cual se inserta en modo orgánico y en estrecho
ligamen con la memoria de María.

c) La eucología Mariana del misal

Las solemnidades y las fiestas tienen una eucología con abundante inspiración de textos de la Escritura y ofrece una
visión del misterio de María fuertemente integrada con el mysterium salutis. Son formulas ricas de doctrina que ilustran
la figura de María en relación profunda que ella tiene con el evento salvífico de Cristo y de su Iglesia: María es vista en el
designio de Dios, en el cual aparece como aurora de la salvación en su Natividad y como inicio gratuito de la nueva
creación en su Inmaculada Concepción.
Otro elemento a subrayar es la singular relación de María con la Iglesia: en este contexto viene considerada la Asunción,
en la cual María aparece como primicia e imagen de la Iglesia y signo de consolación y de segura esperanza para el
pueblo de Dios peregrino en la tierra. También la dimensión antropológica de María como modelo de vida cristiana,
tema frecuente en la entera eucología mariana.
Otro sector del Misal Romano de 1970, cuya eucología tiene un contenido mariano particularmente rico, es el Tiempo de
Adviento-Navidad. Casi todas las colectas de la última semana de Adviento, en concreto los días 17, 19, 20 y 23 de
diciembre, más el IV domingo de Adviento, ponen repetidamente a la luz los aspectos marianos del misterio de la
Encarnación.
También las colectas de las ferias natalicias, en concreto aquellas del lunes, martes y sábado, expresan un contenido
mariológico relevante
José Hugo Vázquez Núñez 4º de Teología

d) Los textos marianos del Oficio Divino

En el Oficio de las lecturas de la Liturgia de las Horas en las festividades marianas y en las memorias de María en sábado,
estas lecturas ofrecen un florilegio patrístico de rico contenido doctrinal, que recoge la enseñanza de los Padres de la
Iglesia, de san Ireneo a Beda el Venerable, y diversos testimonios de la piedad mariana medieval. Encontramos también
un conjunto de textos de san Bernardo y de algunos de sus discípulos, también las enseñanzas de Pío XII, Pablo VI y del
Concilio Vaticano II.
La liturgia de las horas contiene un número considerable de himnos en honor de María, sea en las festividades marianas
como en el periodo de Adviento-Navidad. Tienen himnos propios todas las solemnidades, fiesta y memorias obligatorias
de María.
Vale la pena mencionar las preces o intercesiones de laudes y vísperas. Todas las solemnidades marianas poseen
formularios propios.

e) Las solemnidades, fiestas y celebraciones menores marianas

solemnidades
Inmaculada Concepción de la B. V María (8 de diciembre). La solemnidad ha sido fijada el 8 de diciembre en referencia
a la Natividad de María el 8 de septiembre. Esta solemnidad es manifestación de una profundización de la fe, nutrida por
la reflexión del evangelio. El tiempo de Adviento facilita su encuadramiento cristológico.
El misal y la Liturgia de las Horas han mantenido en gran parte los textos litúrgicos de 1863, compuestos después de la
definición dogmática de Pío IX, introduciendo nuevas lecturas, cantos interleccionarios y un prefacio propio.
Las oraciones de la misa expresan la sustancia del dogma de la Inmaculada Concepción. El nuevo prefacio se inspira en
San Pablo (Ef 5, 27) y en las Constituciones Sacrosanctum Concilium (n. 103) y Lumen Gentium (n. 65).

María Santísima, Madre de Dios (1º de enero). Su inserción en el ámbito de las celebraciones de navidad hace emerger
con fuerza el rol de primer plano que María tiene en el misterio de la Encarnación y por consiguiente en la entera
economía salvífica. Las oraciones de la Misa hacen referencia a la divina maternidad de María.

Asunción de la B. V. María (15 de agosto). Después de la definición del dogma de la Asunción por parte de Pío XII en
1950, la liturgia de esta solemnidad fue reestructurada para expresar en modo adecuado el misterio de la glorificación
de María. La reciente reforma ha hecho una nueva reelaboración de los textos y ha agregado un formulario para la misa
vespertina de la vigilia. La misa del día ha mantenido en gran parte los textos de 1950, pero las lecturas no evangélicas y
el prefacio propio son enteramente nuevos.
El misterio de la solemnidad viene desarrollado sobre todo en el prefacio que, ampliamente inspirado en la Constitución
Lumen Gentium (n. 68), ofrece una bella síntesis del significado cristológico y eclesial de la celebración mariana.

fiestas

Natividad de la B. V. María (8 de septiembre). Se trata de una fiesta anamnética refiriéndose al ciclo de la Encarnación.
La actual liturgia romana subraya este carácter.
La oración colecta y la oración sobre las ofrendas, también tomadas por Misal de 1970, provienen de los siglos VII-VIII. La
oración colecta celebra el nacimiento de aquella que, convirtiéndose en Madre del Redentor, «ha marcado el inicio de
nuestra salvación». También la oración sobre las ofrendas hace referencia a la maternidad virginal de María.La nueva
oración después de la comunión presenta esperanza y aurora de la salvación por el mundo entero.

Visitación de la B. V. María (31 de mayo). El traslado de esta fiesta del 2 de julio al 31 de mayo se debe a un cierto
escrúpulo de verdad histórica. Esta fecha es más conforme a la narración evangélica: La Visitación viene a situarse entre
la Anunciación (25 de marzo) y la Natividad de Juan el Bautista (24 de junio).
Actualmente las tres oraciones, todas nuevas, subrayan alguna dimensión del gesto singular cumplido por María en
confrontación con Isabel, su prima. La colecta resalta que cuanto ha hecho María ha sido realizado por inspiración del
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Espíritu. La oración sobre las ofrendas focaliza la acción de la Virgen como un «gesto de caridad». La oración después de
la comunión hace referencia al Magníficat.

celebraciones menores marianas, estas celebraciones son simples memorias, localizadas casi todas en el Tiempo
ordinario o per annum.

Memorias obligatorias: B. V. María Reina (22 agosto); B. V. María de los Dolores (15 septiembre); B. V. María del Rosario
(7 octubre); Presentación de la B. V. María (21 noviembre).
Memorias facultativas: B. V. María de Lourdes (11 febrero); Corazón Inmaculado de la B. V. María (sábado después del S.
Corazón de Jesús); B. V. María del Monte Carmelo (16 julio); Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor (5
agosto).
En determinadas circunstancias, se puede celebrar como misas votivas cualquiera propuesta por la Collectio Missarum
de Beata Maria Virgine, publicada en 1987; en particular los formularios de misa nn. 15, 16, 17 y 18.

Las festividades marianas en el Calendario romano general de 1969 son las siguientes:

- 3 Solemnidades: Madre de Dios; Asunción e Inmaculada Concepción.


- 2 Fiestas: Visitación y Natividad.
- 4 Memorias Obligatorias: María Reina; María de los Dolores; Rosario y Presentación.
- 4 Memorias Facultativas: Lourdes; Corazón de María; Monte Carmelo y la Dedicación de la Basílica de Santa María
la Mayor.

En la tercera edición mexicana del Missale Romanum, publicada en el 2002, encontramos las siguientes novedades:

- La memoria del Corazón de María se ha convertido en obligatoria.


- Han sido insertadas otras dos memorias facultativas: B. V. María de Fátima (13 de mayo); Santísimo Nombre de
María (12 de septiembre), festividad que había sido anulada del Calendario de 1969.
- Se aprobaron seis formularios para las misas votivas de Nuestra Señora de Guadalupe, cada una con su prefacio:
uno para cada uno de los Tiempos de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua, mientras que son dos para el Tiempo
Ordinario. Y la no vedad de un Prefacio propio para la solemnidad del 12 de diciembre, que conservó el nuevo oficio
litúrgico de la segunda edición típica en la versión española de la Conferencia Episcopal Mexicana aprobada en
1974. Ha sido agregada la memoria facultativa de la Beata Virgen María de Guadalupe (12 de diciembre).

2. Origen y desarrollo del culto de los Santos

a) Presente de modo personal el desarrollo histórico del culto a los Santos


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El culto de los mártires Del culto de los difuntos al Del culto de los mártires al Del culto local al culto
culto de los mártires culto de los santos universal

Los primeros cristianos El primitivo culto cristiano El término “mártir” deriva Originalmente el culto de
sepultaban con el debido de los mártires se ha del griego martus que los mártires era
honor a los héroes de la insertado en el “culto” y en significa “testigo”. En la estrechamente local.
fe. Hay testimonio aislado las celebraciones fúnebres. terminología cristiana el La costumbre de reunirse
de un verdadero culto de En la Iglesia antigua estas mismo vocablo viene usado para celebrar el
los mártires en la celebraciones eran diversas en un significado más aniversario de su muerte
comunidad cristiana según los lugares y tenían su restrictivo y designa una indujo a registrar el dies
solamente a partir de la origen en el mundo greco- persona que ha dado natalis y de esta forma la
mitad del siglo II, con romano y también judío. testimonio de Cristo y de su composición de los
testimonios explícitos y El modo de la depositio era doctrina con el sacrificio de primeros calendarios.
frecuentes en la mitad del la inhumación; ningún su propia vida. El calendario reporta los
siglo III en adelante. indicio permite creer que los En un principio la Iglesia dio nombres, de los mártires y
El primer testimonio del cristianos hayan adoptado la culto sólo a los mártires, los de los santos, su dies
culto a un mártir lo cremación. cuales con el sacrificio de su natalis.
encontramos en una carta Depositado el cuerpo en el vida habían alcanzado una Las diversas iglesias locales
de la Iglesia Esmirna a la sepulcro, los participantes a especial unión con Cristo se cambiaron los
Iglesia de Dios que es la ceremonia se reunían en muerto y resucitado. respectivos calendarios, y
Filomeno y a todas las las cercanías de la tumba Con el paso del tiempo el constituiryeron los
comunidades de la santa para tomar en común el nombre de “mártir” fue martirologios.
Iglesia sobre el martirio alimento fúnebre o dado no sólo a aquellos que Un fenómeno que
del obispo Policarpo. Esta refrigerium. La presencia de confesaron su fe en Cristo contribuyó a la difusión de
carta, redactada a menos un presbítero esta en medio de los tormentos la veneración, fue la
de un año de los hechos, atestiguada desde los inicios sino también a aquellos que traslación, intercambio y
contiene el relato del siglo III. El refrigerium, murieron en prisión o en el exposición de las reliquias.
autentico del eventualmente la eucaristía, exilio. Siendo el martirio el El descubrimiento y la
acontecimiento relatado y otras ceremonias fúnebres más grande acto de amor, traslación de las reliquias
por los testigos oculares. eran repetidas en el tercero, “prueba suprema de de los santos se
En todo caso, el mártir es séptimo (o nono) y caridad”, ello constituye el evidenciaron al final del
honorado porque tiene trentagesimo (o camino más noble a la siglo IV, tanto en
una relación especial con cuarentesimo) día, incluso santidad (Cf LG n. 42). De Occidente como en
Cristo y con su misterio también en el día del hecho, siguiendo a Cristo Oriente.
En Occidente, solamente aniversario de la depositio. hasta el sacrificio voluntario La dispersión de las
en la correspondencia de La práctica de las asambleas de la vida, el mártir, más reliquias va de la mano de
san Cipriano (210-258) cultuales en honor de los que otra persona, vienen la partición o división del
recomienda a su clero dos mártires se trata de un culto consagrado y unido al Verbo cuerpo de los santos. Es
cosas: sepultar con oficial de la comunidad encarnado y transformado evidente que cada una de
cuidado los restos de los eclesial. La memoria de un en la imagen de su Maestro. las basílicas que poseía las
confesores de la fe, y mártir, a diferencia de la reliquias de un santo
tomar nota del día de su memoria de un difunto estaba destinada a
muerte para celebrar su cualquiera, es que no fue convertirse en un nuevo
memoria. En Roma, en el celebrada solamente por los lugar de culto,
258 murieron mártires, el parientes y conocidos, sino multiplicándose de este
hecho provocó una por la entera comunidad modo los centros de culto
profunda impresión en la local. dedicados a los santos.
comunidad romana y no
permaneció sin influjo con
respecto a la veneración y
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culto de los mártires.

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