Los Procesos Históricos de Conflicto y Protesta en Colombia

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LOS PROCESOS HISTÓRICOS DE CONFLICTO Y

PROTESTA EN COLOMBIA.

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA


2021
Estos procesos se han categorizado a lo largo de la historia y actualmente, por la
política, las relaciones internacionales, la estructura social, la violencia, coyunturas
económicas y las drogas ilícitas.

La base de datos muestra una aparición recurrente de asalariados, campesinos,


pobladores urbanos, estudiantes, minorías étnicas (principalmente grupos
indígenas), mujeres, trabajadores independientes (particularmente en ámbitos
urbanos, en labores informales de venta y producción de bienes), empresarios y
reclusos. Por otra parte, los propios aparatos del Estado empiezan a modernizarse
selectivamente, lo que produce tensiones entre los sectores tecnocráticos y
tradicionales tanto en esos aparatos como dentro de los partidos tradicionales.

Además, esta dualidad interna impide que las reformas del Estado vayan lo
suficientemente lejos para expresar los cambios de la sociedad colombiana y
afrontar las tensiones del mundo rural, pero son lo suficientemente avanzadas
para despertar las sospechas de los sectores tradicionales de los partidos y de las
redes regionales y locales de poder que expresan.

También, gracias a que la población fue aumentando año tras año, y cada vez con
mayor velocidad, la población se volvió más compleja y se diversificaron aún más
los grupos en que estaba construida, construyendo nuevas formas de
interrelación.
Colombia se ha reconocido como un país capaz de resolver conflictos a través de
métodos creativos y de mediadores eficientes, principalmente por la rebelión de
los comuneros en el socorro del 1781, cuando las personas se sintieron afectadas
por el monopolio del tabaco y la reducción de impuestos, del aguardiente y otros
productos.

Adicional a esto, dos factores que han influenciado en los procesos históricos de
Colombia, son los bandos políticos (conservadores- liberadores), y su violencia
política histórica que crecía y aumentaba en el acercamiento de las fechas
electorales y presidenciales, puesto que, siempre se ha mantenido ese dualismo,
pese a que es un mismo país. Y es que, fueron propuestas muy contradictorias y
totalmente opuestas, dando entonces el inicio a una guerra política que aún no
cesa. Ya que el plan del gobierno de los conservadores no era mucho más que
una maniobra política para permanecer con el poder. Como sus antecesores
liberales, gobernaron excluyendo a sus adversarios políticos.

Así que, a pesar de que se ha manejado y estipulado diversas reformas y cambios


en su constitución, como las políticas, económicas, y sociales ninguna ha sido
suficiente para poder alcanzar la modernización, sino que más bien, se incrementó
un estilo autoritario de gobierno, a partir del 1950. Añaden que la educación y la
cultura laica tuvieron pocos alcances y continuó predominando una visión
sacralizada del mundo que se apoya en el repertorio educativo y cultural de la
iglesia católica, y concluyen que el modelo de la relación de iglesia y estado
impidió liberarse de las permanentes interferencias eclesiásticas.

Entre los procesos históricos de protesta en Colombia, se puede corroborar que


este es uno de los países en los que ha habidos más vacíos e inconformidades
con los modelos de gobernación entre estado-pueblo, la transversalidad en la
sociedad, hace que haya los movimientos y las protestas sociales, dado que estas
protestas, contempladas como acciones sociales de menor escala –con un mínimo
de diez personas. Los casos más interesantes sin duda son el movimiento
indígena y el de las mujeres. Estos últimos siempre han sido un tema de debate
en la sociedad, ya que se aceptan estas comunidades o grupos como minorías
insignificantes, con un apoyo superfluo por parte del sistema o gobierno para ellos.
Esto se ve reflejado en el año 1944-1945, cuando las uniones femeninas
convocaron a la unidad de todas las mujeres colombianas a luchar por el derecho
al voto, como un acto de justicia social y reclamaron la aplicación del principio
universal de la igualdad de géneros.
Las protestas en Colombia han sido gracias a los procesos y contextos en los que
se ha vivido y se vive, todos bajo la influencia de prácticas injustas en cuanto a los
mandatos y carencia de equidad social.
Uno de los sectores que acarrea más injusticia por parte del gobierno es el
agrónomo, porque siempre se ha desmeritado y desvalorizado su importancia.

“La política agraria no permite abordar los problemas históricos y estructurales del sector
agrario y del campesinado: concentración de la riqueza, dificultades para el acceso a la
propiedad, tenencia de la tierra y de los recursos productivos sin contar que de ninguna
manera contempla la posibilidad de una reforma agraria integral, alto costo del dinero e
insuficiencia de crédito para la producción, cuellos de botella en la comercialización de
productos, desprotección agraria nacional, crisis ambiental, altos niveles de pobreza y
violencia, entre otros”. (Prada, 2003b)

Los estudios y debates sobre la acción colectiva en un contexto mundial tuvieron


un notable incremento en la segunda mitad del siglo XX. Se han concebido
paradigmáticamente como procesos políticos, comportamiento de masas,
movilizaciones o políticas de la confrontación.

Las protestas en Colombia, como decía anteriormente, son procesos que no son
realizados de manera instantánea, sino que han llevado un sinfín de
inconformidades, que llegan a un punto de inflexión entre el pueblo y el gobierno,
para que de este modo se pueda ser escuchado y no se cumplan hechos tan
atroces con la comunidad y sociedad colombiana en contextos sociales y
culturales.

“se han permitido que nuevas facetas de problemas estructurales emerjan, han
revelado distintos aspectos de los conflictos sociales y políticos que vive el país y
han puesto en evidencia la incapacidad o el desgano gubernamental para atender
las demandas sociales y el manejo represivo que se ha hecho de los conflictos
sociales que ellas expresan”.

-Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales


Estas protestas, han permitido la visualización del pueblo colombiano, es la
muestra de la democracia y que se evidencia que el gobierno no es el que
realmente tiene la palabra en cuanto a leyes o reformas, sino que es el pueblo el
mayor representante de las mimas.
Como dijo Gaitán: "El pueblo es superior a sus dirigentes”

"Debemos escoger la opción democrática y nacional que beneficiará al país y no lo


lleve a estar arrodillado ante intereses externos"
-Jose Ignacio Estupiñan Martinez | abril 10, 2018

Existe una perspectiva evolucionista en la dinámica de los movimientos, y surgen


interesantes preguntas sobre el papel de las protestas (su impacto en los medios y
en el público general) para la visibilidad de los movimientos sociales que han
permitido que nuevas facetas de problemas estructurales emerjan, han revelado
distintos aspectos de los conflictos sociales y políticos que vive el país y han
puesto en evidencia la incapacidad o el desgano gubernamental para atender las
demandas sociales y el manejo represivo que se ha hecho de los conflictos
sociales que ellas expresan.

las características de la movilización social, sobre todo la del mundo urbano, fue
obligando a reconocer que ciertas contradicciones del mundo no eran reductibles
a lo productivo y clasista, lo mismo que a redefinir el sentido de la conflictividad
social.
la movilización social en la sociedad colombiana fue evaluar la contribución de los
movimientos sociales al fortalecimiento de la llamada sociedad civil, pues se
consideraba a los movimientos sociales como su expresión organizada.

Actualmente existe una variedad de injusticias y que salen a flote, ya que estamos
en una sociedad con más cultura y una visión más amplia en cuanto a lo que de
política se trata; anteriormente se veía una cifra muy alta de analfabetismo político,
y de allí se desprendía entonces las malas elecciones de candidatos y malas
prácticas por parte del gobierno, no obstante, hay una sociedad más joven y
despierta que reacciona frente a estas injusticias que reprimen los derechos
primordiales.
las identidades que se van haciendo más visibles en los tiempos recientes: en
primer lugar, las étnicas, de indígenas y afrocolombianos, cuya lucha por la
visibilidad y la recuperación de identidad es liderada por actores bastante menos
tradicionales de lo que normalmente se cree. Luego, la de género, movimiento
bastante heterogéneo que muestra tensiones de clase y etnia, diversidad de
posiciones políticas y conflictos generacionales, donde la construcción de
identidad parte de identidades tradicionales para desembocar en una ciudadanía
moderna heterogénea. Este movimiento hacia una ciudadanía no uniforme, que
busca mayor inclusión e igualdad, pero con respeto a las diferencias, aparece
también en los movimientos étnicos.

En medio de este proceso, hay líderes sociales que nos han representado en
cuanto a exigir o ser voceros de nuestros derechos, gracias a esto, los susodichos
han sido víctimas de las barbaries que existen en este país, generando una tasa
de mortalidad elevada en cuanto a ellos se trata. Esto se da porque ellos son
defensores de la naturaleza, nuestras tierras, culturas y diversidad. Nos ayudan a
comprender de una manera más empática la realidad en el contexto que se vive
actualmente, y al ver que son una amenaza para el despertar de una nueva
generación, terminan acabando con sus valiosas vidas (en Colombia cada dos
días asesinan a un líder social). Asesinan líderes que hacen control político y
fiscal, para evitar que reclamen verdad o tierra.

Esto hace que los nuevos movimientos sociales incluyan nuevas alianzas más allá
de las estrechas demandas clasistas, lo que incide en la politización de la
sociedad civil. En ese sentido, la radicalización de las clases medias puede
constituirse en una estructura de oportunidad social, que terminaría por radicalizar
el conjunto de la sociedad.

Así que, los procesos históricos en Colombia y las protestas evidenciadas en el


mismo, son frutos de una sociedad que no se calla las inconformidades e
injusticias que se viven actualmente con un estado complejo, con la necesidad de
que haya un respeto por la pluralidad y las diferencias culturales.

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