Los Dias Malos
Los Dias Malos
El texto nos muestra que David y toda la gente que estaba con él lloraron
hasta que no les quedaron fuerza para llorar, sus corazones estaban tristes
y agobiados. David no tuvo vergüenza de llorar, no fingió ser fuerte e
inquebrantable, como muchos de nosotros lo hacemos, él se quebrantó y
lloro, no solamente por el dolor de la pérdida, sino también porque David
conocía el carácter de Dios, y su misericordia.
En los días malos que vienen a nuestra vida el Señor no espera que seamos
inquebrantables, pues como lo dice su palabra, tenemos un tesoro en vasos
de barro (2 Corintios 4:7) Pero tenemos este tesoro en vasos de
barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de
nosotros,
Los tiempos malos, los días difíciles, tenemos que recordar que nuestro
Dios está cerca de los quebrantados de corazón (Salmos 34:18) Cercano
está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos
de espíritu.
David estaba viviendo uno de los días más difíciles de su vida, su corazón
estaba preocupado, angustiado, y triste, es decir que podría haber hecho
muchas locuras, podría haber tomado muy malas decisiones, motivado por
el enojo y por la desesperación.
Por eso David tomó la mejor decisión en los días malos, en los días de
angustia y de aflicción, él CONSULTÓ AL SEÑOR, no se dejó llevar por la
ira, no se dejó llevar por su angustia, sino que busco la guía de Dios para
saber que tenía que hacer, busco la voluntad de Dios para ese momento.
Cuando los días malos vienen a nuestra vida también aparecerán muchos
consejeros, muchas personas que nos querrán decir que debemos hacer,
que nos trataran de convencer de hacer lo que ellos dicen, pero tenemos
que tener cuidado de tomar los consejos de aquellos que no son guiados
por el Señor (Job 21:16) He aquí que su bien no está en mano de
ellos; El consejo de los impíos lejos esté de mí.