Monografia 3 Medicina

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Mejoramiento de las condiciones de vida de los

perros en situación de calle.


1. INTRODUCCION

1.1 Justificación

Los perros en situación de calle nos traen diversos problemas a nuestra sociedad, debido al
hecho de que una gran parte de estos no cuentan con la vacuna correspondiente, además
pueden transmitir enfermedades a nuestras mascotas de la misma manera a nosotros las
personas a través de mordidas de perros con alguna enfermedad.

Estos caninos en su gran mayoría terminan en esta situación por el abandono de sus
anteriores dueños o por el maltrato que estos recibieron y siguen recibiendo en la actualidad
negándoles el trato que estos animales deberían recibir.

1.2 Objetivo general

-Rescatar a la mayor cantidad de perros que se encuentren en situación de calle mediante la


organización de un grupo de personas dispuestas a rescatar a estos animales, para poder
brindarles un nuevo hogar.

1.3 Objetivos específicos

-Promover la solidaridad a favor de los perros.

-Minimizar la cantidad de perros en la calle.

-Concientizar a la población de la situación actual, que la población pueda brindar protección


a los peros de la calle.

1.4 Hipótesis

-Las personas tienden mas a la compra de mascotas de diferentes tipos de razas, olvidando
a aquellas mascotas que son puestas en adopción donde la mayoría no tienen un buen
linaje de raza pura.

-La rápida reproducción de estos perros en nuestras calles eleva la sobrepoblación en estos
caninos llevando a un mal accionar de las personas sobre estos.

-Obsesión de las personas en las mascotas de raza pura y el desprecio por las otras que no
lo son.

-La falta de recursos para mantener a una mascota trae consigno el abandono de estos
animales, que de una u otra forma terminan en las calles.
2. MARCO TEORICO

2.1. Perros Callejeros.

Los perros callejeros en situación de calle son aquellos animales que viven parte del día
fuera de su casa, sea por libertad de los dueños, abandono, o porque el perro se perdió o
nació en la calle y se juntan en situaciones para formar colonias. Cualquiera fuera uno de los
casos viven en la calle, algunos aprenden a producir estrategias de defensa contra los
humanos ya sea atacándolos o simplemente alejándose de ellos y evitando cualquier tipo de
acercamiento, mientras otros conviven con los humanos y actúan de manera amistosa hacia
ellos.

El término callejero se refiere a ciertos animales domésticos que se encuentran


deambulando libremente sin control del ser humano. Estos animales pueden tener o no
dueño. Existen varios casos en los cuales los perros callejeros tienen dueño, esto se da,
porque los dueños no tienen medidas control sobre ellos y los dejan que deambulen
libremente por la urbe, regresando por la tarde a su casa en busca de alimento y abrigo.
También existen casos en que los dueños los han abandonado en la calle por diversas
circunstancias o porque ya no los necesitan o los han remplazado por otro perro más joven.
En fin, las circunstancias por las que existen perros en la calle son diversas. Dichos
animales por la necesidad de sobrevivir, han desarrollado mecanismos de defensa y
supervivencia, para seguir en su lucha diaria siendo uno de los factores importantes,
algunos son agresivos, otros huyen y evaden al humano como mecanismo de defensa, lo
cual contrae un problema para la sociedad.

Su fuente de alimento son sobras tiradas por restaurantes, por puestos informales o por la
basura de los ciudadanos, aunque en algunas ocasiones hay personas que les ofrecen
comida, sin embargo, los huesos sobrantes de la comida les afecta su aparato digestivo o
pueden ser causa de ahogamiento, a veces se comen las bolsas en donde les ponen el
alimento, causando su muerte o la comida se echa a perder causando una gran infección
intestinal que muy difícilmente podrá ser atendida. (…) En el día viven en lugares frescos y
durante las noches en un lugar que mantenga el calor de sus cuerpos; desgraciadamente no
siempre encuentran un refugio y tienen que soportar los cambios de clima, desde el intenso
calor a las fuertes corrientes frías e incluyendo los aguaceros. (Cedeño, 2010, p. 3)

Estos perros callejeros sobreviven de los residuos de alimentos que la gente arroja en la
basura.

Muchas veces ocasionan destrozos debido a que rompen las bolsas de basura generando
un grave problema de salubridad. También son víctimas de envenenamiento o intoxicación
por el mal estado en que se encuentran los desechos que ingieren y los cadáveres de los
animales, de igual manera presentan un problema de salubridad urbano.
Para protegerse de los cambios climáticos como el calor intenso, se refugian en lugares
frescos y para pasar la noche en lugares algo abrigados como pueden ser: aceras de la
calle, cartones generalmente estos lugares se encuentran cerca de la basura que ingieren,
como mercados o botaderos. De igual manera, buscan lugares donde protegerse en caso de
lluvia.

2.1.1 Problemática de los perros callejeros en la urbe

Se estima que en el mundo existen alrededor de 500 000 000 de perros; sin embargo, el
75% de estos no poseen raza o no son cruces entre dos razas reconocidas (Faulkner B,
2013).

En Bolivia, así como en muchos países del mundo, existe una gran cantidad de perros que
deambulan libremente por las calles, lo cual constituye una problemática que no sólo afecta
a la salud pública y al bienestar animal, sino también a la salud del ecosistema. (Acha y
Szyfres, 2001, p.11).

En general los perros callejeros son comúnmente llamados perros runas porque no tienen
raza, o son producto del cruce entre una o más razas. Es común observar estos perros
deambulando por las calles. Es poco común, sin embargo, ver perros de raza pura o con
pedigrí deambulando en las calles, esto se debe a que las personas que adquieren perros
de raza pura los cuidan y protegen para conservarlos en buen estado. Una de las razones
es su alto costo, sin tomar en cuenta que al adquirirlos, están enriqueciendo a las personas
que se dedican a la proliferación de perros de raza, incentivándolos de esta forma a
extender su producción por las regalías que producen por la venta de los mismos. Cabe
reflexionar que, los perros callejeros o sin dueño pueden ser de gran utilidad o una gran
compañía al igual que los perros de raza pura. Pueden ser cariñosos, buenos guardines y
obedientes si se los entrena adecuadamente. Se pueden convertir en un mejor amigo de un
nuevo dueño, razón por la cual se debería concientizar a la población para acogerlos en
adopción y, de esta manera, aminorar la problemática actual.

El crecimiento poblacional de las grandes ciudades, debido a la migración de las personas


del campo a la urbe, conlleva un traslado de animales domésticos y a un aumento en la
población canina. Debido a que gran parte de esta población periurbana vive por debajo de
línea de pobreza, no puede brindar los cuidados necesarios a sus mascotas; por lo que los
canes vagan por las calles buscando alimento (Acha y Szyfres, 2001, p.11). No hay censos
que arrojen cifras sobre cuántos perros callejeros existen en Quito (Jácome, 2013).

No obstante, se estima que en el DMQ existen alrededor de 300 000 a 400 000 perros, de
los cuales cerca del 40 al 48% son callejeros (Tarqui, 2001; Laga, 2013). Es decir, se estima
que aproximadamente existen entre 120 000 a 190 000 perros en las calles de Quito
(Jácome, 2013). Dicha cifra concuerda con la estimada por la Dirección Provincial de Salud
de Pichincha, que menciona que existen alrededor de 150 000 perros callejeros en Quito.
(…). Esto conlleva a un problema en la sociedad debido a que no existe un control en
cuanto al abandono de los perros, debido al traslado de las familias del campo a la cuidad o
la migración como menciona anteriormente (Moreno. 2013, p. 16 - 37).

Es importante considerar que la migración del indígena del campo a la ciudad, muchas
veces con sus mascotas, da lugar al abandono originando el crecimiento del número de
perros abandonados en la urbe. Es un factor considerable ya que dichas familias no poseen
un hogar estable, razón por la cual, se ven obligadas a mudarse de un lugar a otro
sujetándose a nuevas reglas que mantienen los dueños de las casas donde rentan. En su
mayoría no permiten tener mascotas, obligándose de esta manera a abandonarlos y, como
resultado, tenemos el crecimiento descontrolado de perros sin dueño que utilizan a la calle
como su nuevo hogar.

Como se menciona con anterioridad, no existe una cifra exacta de cuantos perros se
encuentran deambulando por las calles sin dueño. Es por esta razón necesaria una
concientización a la población a cerca de la tenencia de mascotas de acuerdo a las
ordenanzas municipales vigentes. En Quito, la Ordenanza Municipal No. 048 aprobada en el
2005, lo denomina manejo responsable y precisa: se “incluye la tenencia responsable y se
define como la implementación de normas sanitarias pendientes a conservar la salud de
perros, así como de la población en general, como la prevención de riesgos (transmisión de
enfermedades o daños físicos a terceros) que estos puedan generar a la comunidad y/o al
medio ambiente, siempre bajo el marco jurídico de la legislación vigente ley de tenencia
responsable.” Por esta razón, hay varios factores que deben ser tomados en cuenta antes
de decidir recibir a una mascota, para evitar la proliferación de perros callejeros y
abandonados.

Mediante la implementación de la ordenanza municipal es de vital importancia, concientizar


a la población que tener una mascota es una alta responsabilidad que se la debe asumir
como dueños. El objeto esta ordenanza es generar bienestar y una vida digna para estos
animalitos acogiéndolos en un ambiente digno. Como resultado de la implantación de estas
medidas se contrarrestaría en una buena parte dicha problemática salvaguardando la
seguridad ciudadana cuidando el medio ambiente en el que vivimos y generando bienestar a
los animales que conviven con los seres humanos. Todo esto será posible cuando la
población en general haga conciencia del problema sin minimizarlo o hacer de la vista gorda
al hacer como si nada pasara.

Como manifiesta Guerrero y Tigreros, (2013). Lastimosamente en Ecuador, específicamente


en Quito, no existe un censo actualizado sobre la población canina, sin embargo para el
2010, “Según el Municipio de Quito existen más de 300 000 perros dentro del Distrito. El
40% está en las calles. De este porcentaje, el 80% tiene dueño”. (Diario el Comercio, 13/06/
2010), es decir que aproximadamente 120 mil perros callejeros tenían dueño pero
deambulaban por las calles durante el día y en las noches volvían a dormir en sus casas.
Entre los sectores con mayor número de perros abandonados se encuentra Calderón,
Quitumbe, Chillogallo y Guajaló. (p. 18).

Se ha estudiado que los perros callejeros habitan en una variedad de lugares para
protegerse de condiciones climáticas adversas, personas, y de otros animales mientras
descansan, duermen y se reproducen (Bogel, 1987). Los lugares donde se puede encontrar
perros callejeros son: edificaciones abandonadas, terrenos baldíos, botaderos, parques,
plazas, calles, callejones, estacionamientos y mercados. (Cadena, 2013, p. 19). Los perros
callejeros se convierten en un problema por muchas razones; en algunos casos son
transmisores de enfermedades a los humanos o a otros animales. Pueden ser los causantes
accidentes de tránsito al atravesarse por las calles en forma repentina, acosar y agredir
violentamente a la ciudadanía que habita por el sector, también causan daños a la
propiedad privada en busca de comida rompiendo bolsas de basura, contaminan el
ecosistema urbano con los desechos y con sus heces que suelen ser un foco de infección y
contaminación al ambiente. Estos excrementos se encuentran esparcidos por las vías en
diversos lugares sin poder tener un control alguno. Otra fuente de contaminación al
ambiente es que los perros callejeros son propensos a ser atropellados en las vías. Estos
cadáveres se descomponen a la intemperie ocasionando malestar entre los transeúntes y
conductores, desprendiendo olores desagradables, presentando un panorama incómodo
contaminando al medio ambiente urbano, el cual se convierte en un riesgo para la salud de
los transeúntes. Según Emaseo la empresa encargada de recoger los desechos de Distrito
Metropolitano de Quito, retira aproximadamente 20 perros muertos semanalmente de las
calles de Quito, los cuales han perecido por diversas circunstancias como: atropellamiento,
envenenamiento, por infecciones, por enfermedad, entre otras causas; estos animales se
descomponen al aire libre.

Una de las acciones es de rescatarlos de la calle y darle un hogar, al mismo tiempo,


esterilizarlos para así aminorar su reproducción, todo esto es posible siempre y cuando la
sociedad genere una conciencia real y comprometida sobre el problema.

2.1.2. Discriminación hacia los perros callejeros

Desde hace mucho los perros callejeros han sido discriminados por la simple apariencia que
tienen; los ven sucios, enfermos, feos, desagradables, agresivos. Tanto al punto de no
querer pasar por el lado de ellos y evitar tocarlos. Pocas personas saben lo tierno que

pueden llegar a ser, todas las alegrías que te pueden dar, y todo el amor que puede
entregarte, es un amor incondicional, sincero que a veces suele desaparecer de a poco
gracias a la figura humana. Los perros van hacia ti, te mueven la cola felizmente esperando
ser acariciados por una mano cálida. (Landero, 2013, p.6).
El racismo es una conducta absurda que discrimina a una persona por sus características o
su grupo humano. Es absurdo y puede ser condenado en la actualidad. Todos tenemos los
mismos derechos y oportunidades, lamentablemente esta idea no se ha extendido hacia los
animales de compañía.

Pues muchas personas deciden tener una mascota de una determinada raza, cerrando
cualquier posibilidad a los perros de la calle que generalmente, como mencionamos, son el
resultado del cruce entre dos o más razas, condenándolos de esta manera a que vaguen
por las calles sin oportunidad de un hogar o sigan en las fundaciones de albergue en espera
de un dueño que los quiera acoger, condenándolos a vivir de manera solitaria en las calles
expuestos a un sinnúmero de peligros. Lamentablemente en dichos albergues, con el pasar
del tiempo, llegan a ser sacrificados.

El único problema que ellos conllevan es no tener raza pura. Además, al comprar mascotas
de raza pura, simplemente estamos incentivando al incremento indiscriminado del negocio
de los perros de criadero, siendo explotadas las hembras para conseguir el mayor número
de crías posibles, enriqueciendo a personas que su único objetivo es incrementar sus
regalías. Cualquier perro de la calle es capaz de brindar afecto y cariño, es cuestión de
educarlos y enseñarlos a que sean una gran compañía. Todo animal debería tener las
mismas oportunidades.

Según Kingman (2006). Lo urbano se identificó con determinadas formas culturales. Estas
formas culturales eran asumidas, muchas veces, como mecanismo de distinción en el
sentido de (Bourdieu) o como preocupación de las élites por reinventar su origen: las ideas
del patrimonio los ciclos fundacionales la hispanidad; en otros casos como futuro deseado o
“Nostalgia de futuro” (…) Al interior de los urbano existía lo “no urbano” (me refiero a la
presencia indígena en la cuidad) pero era invisibilizado no se hacía un registro de ello o, en
otros casos, se asimilaba a la barbarie o a la suciedad; la enfermedad, la anomia. (Kingman,
2006, p. 42).

De igual manera manifiesta Gramsci (1978). La crisis de la hegemonía se manifiesta


cuando, aun manteniendo el propio dominio, las clases sociales políticamente dominantes
dejan de ser dirigentes de todas las clases sociales, es decir no logran resolver los
problemas de toda la colectividad e imponer a toda la sociedad la propia compleja
concepción del mundo. La clase social subalterna, si logra aportar soluciones concretas a
los problemas irresolutos, convierte en la clase dirigente e, incrementando su propia

cosmovisión también a otros estratos sociales, crea un nuevo bloque social, volviéndose
hegemónico. El momento revolucionario aparece inicialmente, según Gramsci, a nivel de
superestructura, en sentido marxista, es decir, político, cultural, ideal, moral, pero traspasa a
la sociedad en su complejidad, embistiendo hasta su estructura económica, o sea
embistiendo a todo el bloque histórico, término que para Gramsci indica el conglomerado de
la estructura y de la superestructura, las relaciones sociales de producción y sus reflejos
ideológicos, (Gramsci, 1978, p. 2).

Los perros son discriminados con mayor crudeza, por no ser de raza pura especialmente los
perros runas o mestizos como se los llama comúnmente se los puede asimilar con la
barbarie o como sinónimo de suciedad. Sin pretender caer en una discriminación social. La
idea detrás de este análisis crítico es manifestar que, al igual que existe discriminación entre
grupos humanos, clases de etnias, de igual forma, existe discriminación entre razas y
aspectos físicos de los animales por parte de la sociedad. Son apreciados por la sociedad
de acuerdo a la clase social que poseen sus dueños; como ejemplo, podemos mencionar
que la clase alta adquieren perros de raza pura o de pedigrí mientas que la clase media baja
a baja se conforma con perros mestizos o runas, todo depende del estatus social y de vida a
la que pertenecen los dueños.

Podemos mencionar también que los animales que son adquiridos en la clase alta gozan de
beneficios que los que pertenecen a una clase baja jamás podrán acceder debido a la
condición económica de sus dueños, es así que los perros de la calle se reproducen de
manera descontrolada con relación a los perros de raza pura; estos viven en condiciones
apropiadas donde se desarrollan y habitan. Algunos son esterilizados para evitar incremento
de animales, situación que no sucede con los perros de la calle, dando lugar a una
reproducción sin control. Pero aun así existen tipos de personas que gozan a costa del dolor
de animales indefensos, tal y como lo son los perros. Personas a las que les gusta ver el
sufrimiento y la sangre, a la que le gusta oír el llanto y la desesperación. Simplemente gente
sin corazón. (…) Si es que no quieren tener más perros callejeros es cosa de esterilizarlos y
de esa forma evitar la ‘sobrepoblación’ y posteriormente encontrarles un hogar, pero como
todas las cosas lo que podría ser mejor nunca es lo más fácil, por lo que no se hace mucho
al respecto. (Landero, 2013, p.6).

Existe discriminación y maltrato a los perros por parte de las personas, sin tener en cuenta
que son seres vivos que pueden demostrar dolor, o no les importa, existen leyes y
normativas que protejan a las mascotas y sin embargo pisotean sus derechos. Cabe citar
algunos ejemplos de maltrato; como aquellos dueños que tienen a sus perros en pequeños
patios encerrados, atados a una cadena toda su vida, también dejan que las hembras que
se apareen para luego regalar o botar a sus cachorros.

Generalmente las hembras que son poco acogidas por su capacidad reproductiva y
prefieren tener perros machos como mascotas.

Aquellas personas no consideran que es una forma de maltrato al animal. No asocian como
negligencia el dar una mala calidad de vida a sus animales, algunos tratan de controlarlos
mediante golpes, palizas; piensan que con estas acciones intimidan al animal y los hacen
más obedientes, resolviendo problemas de comportamiento, sin darse cuenta que caen en
agresión y maltrato animal.

La única solución es la concientización al respecto, el tomar en cuenta las necesidades de


sus animales poniendo sus actos en perspectiva. Solo de esta manera harán conciencia de
sus actos hacia sus mascotas. Existe otra situación que las personas están muy conscientes
y lo hacen intencionalmente sabiendo perfectamente que lo que hacen es un maltrato. Estos
actos se realizan por una simple diversión, o simplemente desahogan sus frustraciones
atacando a los animales. Al tirarles piedras o patadas causando daños físicos a los
animales. Simplemente piensan que es entretenido ver como un animal se retuerce y huye
por sus actos de violencia, sin entender que los animales sufren. Dicha acción debería ser
castigada. Estas personas maltratadoras buscan su satisfacción, el sentirse poderosas,
dañando a los animales sintiendo que de esa manera ellos tienen el control sobre seres más
débiles.

Existen personas que entrenan y someten a sus perros a peleas, las cuales se convierten en
un entretenimiento ilegal. Los entrenan para ser agresivos y violentos entrenados para
pelear. Como producto de las peleas son agredidos por su misma especie, y en muchos
casos, conlleva a muertes por graves heridas producto de estas peleas clandestinas.

"Ya sea atrapando o matando a los perros vagabundos, se tiene que encontrar una
estrategia que sea razonable de aplicar". El problema no radica en ellos, si no en los dueños
irresponsables que los botan a la calle, aun así siempre habrá perros que escaparan de su
hogar. Aunque el exterminio sea una opción se volverán a llenar las calles en un corto plazo.
El exterminio es una opción sin futuro. O al menos eso es parte de mi opinión personal.
(Landero, 2013, p. 6)

El exterminio es una forma cruel e irrazonable de combatir a los perros de callejeros. En


sentido estricto se trata de un crimen hacia la naturaleza. Desde un punto de vista razonable
la mejor opción de contrarrestar a los perros de la calle es la esterilización tanto de hembras
como de machos para evitar la sobrepoblación de la especie en las calles aminorando la
problemática actual.

No se puede arreglar el tema de los perros en la calle de un día para el otro, pero si somos
conscientes y dejamos de abandonarlos, o le abrimos el corazón a los que ya pasaron por
esa suerte, ayudaríamos cada vez un poco más. Tratemos de adoptar antes de comprar, un
perro cruzado puede darte la misma felicidad que un perro de raza pura. (Landero, 2013, p.
Como menciona Landero (2013) los perros callejeros son discriminados por el aspecto que
presentan, pero se debe considerar que dicho aspecto que tienen es por la inexistencia de
un dueño responsable que se preocupe de ellos en cuanto al aseo y apariencia. Las
personas generalmente los ignoran, los repudian hasta en muchos casos los maltratan por
el simple aspecto que presentan.
Estos animales mueren por las condiciones en la cuales viven. En muchos casos son
víctimas de atropellamientos y perecen en las calles, pero al mismo tiempo se incrementan
por el apareamiento descontrolado, todo esto sería manejable si estos animalitos fueran
esterilizados por sus dueños, o por las autoridades pertinentes.

2.1.3. Las dificultades que experimentan los perros callejeros

• Pasan hambre. Aunque antiguamente los perros cazaban su presa, han sido domesticados
hasta tal forma que dependen de los seres humanos para comer.

• Falta de albergue donde dormir. No solo pasan hambre sino también carecen de un sitio
donde descansar.

• Quedan expuestos a las inclemencias del clima. Un perro callejero tiene que arreglárselas
en época de frío, nieve y lluvia así como de extremo calor.

• Falta de amor. Los perros callejeros no tienen un dueño que los cuide, los acaricia y los
haga sentir que sí cuentan.

• Son vulnerables a maltratos. No tienen quien vele por sus derechos, por lo que gente de
poca humanidad puede llegar a discriminarlos y maltratarlos.

• Las hembras quedan embarazadas fácilmente. En general, cuando las perras están en
celo aceptan a machos. Debido a que la gran mayoría de perros callejeros están sin
esterilizar, la probabilidad de embarazo es mayor.

• Son más propensos a la agresividad. Muchos problemas de agresividad están vinculados a


problemas de salud y a la falta de esterilización, por lo tanto puede haber incidencia de
agresividad entre estos perros.

• En caso de terminar en manos de un centro de control de animales y no encontrar a


alguien que los rescate, sus días podrían estar contados. Son expuestos a enfermedades.
No tienen sus vacunas y en algunos casos no han recibido la inmunidad necesaria de la
lactancia. (Datos tomados de Cedeño, 2010, p. 33).

Estos animales de la calle viven día a día una lucha continua por sobrevivir, ellos no tienen
untecho fijo donde refugiarse, ni alimento diario. Es por eso que se ven obligados a
deambular por las calle en busca de alimento para poder sobrevivir, incluso siendo
agresivos y lastimándose entre ellos. En su vivir diario son víctimas de maltrato por las
personas debido a su apariencia y también sufren por agresión de otros perros.

2.2. Consecuencias de los perros callejeros

Los perros callejeros no tienen la vacunación que necesitan como hepatitis, lyme, parvovirus
y la rabia, lo cual los hace predispuestos a enfermedades y sufrimiento innecesario.
Además, al estar en las calles hay más posibilidades de entrar en contacto con perros
enfermos. Estas son solo algunas de las enfermedades a las que están expuestos estos
perros. (Cedeño, 2010, p. 33).

Como manifiesta Cedeño (2010), estos animalitos están propensos a una alta gama de
enfermedades que amenazan con su supervivencia. Dichas enfermedades en algunos
casos son transmisibles a los humanos. Como es el caso de la sarna, una enfermedad de la
piel producida por un acaro el cual se introduce bajo la piel dejando huevos. Los huevos
eclosionan en larvas que luego se transformarán en ninfas y posteriormente, en adultos. Es
altamente contagiosa entre animales, el principal síntoma es la perdida de pelo, con el
enrojecimiento e inflamación de la piel lo cual hace que el perro se rasque de forma
descontrolada hasta incluso lastimarse.

2.2.1. Sarna.

En el caso de la sarna sarcóptica, se contrae de perros infectados por el ácaro sarcoptes


scabiei o al entrar en contacto con pertenencias de estos perros. En el caso de la sarna
demodécica, aunque no es contagiosa, si el perro tiene una deficiencia inmunológica el
ácaro demodex canis puede manifestarse. (Cedeño, 2010, p. 33)

Existen tres tipos de sarna; la sarna sarcótica, es la más común y contagiosa para el
hombre. Es producida por un acaro. La sarna demodécica, que no es peligrosa, siempre y
cuando las defensas de los animales sean las adecuadas, de caso contrario puede ser igual
de peligrosa y se puede contagiar de madre a hijo. Otro tipo de sarna es la sarna otodéctica
que ataca a las orejas lo cual produce ardor y dolor.

2.2.2. Moquillo.

Aunque no contagia a las personas, esta enfermedad la pueden contraer los perros vía
aérea de un perro infectado o de otro animal. Una vez se manifiesta en el animal, y no hay
cura. (Cedeño, 2010, p. 33).

El moquillo es producido por un virus. Es una enfermedad de alta mortalidad y se pueden


contagiar por los fluidos de otro animal enfermo. Presenta una serie de síntomas como:
fiebre, secreción de la mucosa color verde, tos frecuente ocasionando la muerte del animal.

2.2.3. Pulgas y garrapatas.

Desafortunadamente, los perros callejeros no tienen quien les brinde cuidados preventivos
contra estos parásitos. (Cedeño, 2010, p. 35).

Tanto las pulgas como las garrapatas son parásitos externos, es decir, que viven en el
exterior del cuerpo de los animales generalmente entre su pelo, agarrados a su piel. Se
alimentan de una picadura, estos parásitos pueden estar alimentándose durante más de un
mes de la sangre de los animales y se multiplican de forma acelerada se transmiten de un
lugar a otro. Ya que no tienen sus vacunas, cuando estos perros se contagian o se ven
afectados por enfermedades, su salud solo puede empeorar porque no recibirán la atención
veterinaria que requieren.

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