Procesal 1 Resuelto
Procesal 1 Resuelto
Procesal 1 Resuelto
I.- JURISDICCIÓN
Concepto de Jurisdicción:
a) Concepto de Eduardo Couture: “Es la función pública realizada por los órganos
competentes del Estado, con las formas requeridas por la ley, en virtud de la cual por acto
de juicio se determina el derecho de las partes con el objeto de dirimir sus conflictos y
controversias de relevancia jurídica mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada,
eventualmente factibles de ejecución”.
a) Sostiene que la jurisdicción es una función pública, es decir, está tomando la correcta
acepción del término. Considera a la jurisdicción como una tarea que le compete al Estado
(no es una función privada que le corresponda a los particulares).
b) Añade que la función jurisdiccional es realizada por los órganos competentes del Estado;
por regla general son los tribunales de justicia, ya que como mencionamos anteriormente
otros órganos también pueden ejercer funciones jurisdiccionales.
c) Agrega el autor que la jurisdicción debe hacerse por las formas requeridas por la ley;
esto quiere decir que esta actividad de los tribunales no se puede llevar a efecto de cualquier
forma sino que debe hacerse cumpliendo las formalidades legales. La ley reglamenta el
ejercicio de la jurisdicción, no el juez, y para esto existen los procedimientos. El medio para
el ejercicio de la jurisdicción es el Proceso, el que tiene que demostrar como la ley lo
indica.
e) Esta decisión de los tribunales debe ser con autoridad de cosa juzgada . Eso es lo más
importante de la jurisdicción. La cosa juzgada es un efecto que produce la sentencia
definitiva en algún momento. Sin cosa juzgada no existe actividad jurisdiccional a
cabalidad.
El efecto de la cosa juzgada permite obtener el cumplimiento efectivo de la
sentencia y, además, que no se vuelva a discutir el mismo asunto, ni por las mismas partes,
ni por el mismo fundamento.
b) Art. 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La facultad de conocer las causas civiles y
criminales, de juzgarlas y de hacer ejecutar lo juzgado pertenece exclusivamente a los
tribunales que establece la ley”.
1. Conocer las causas civiles y criminales: tanto la norma constitucional como la norma
legal han sido cuidadosos al poner los verbos en ese orden, porque consistiendo la
jurisdicción en la resolución de los conflictos jurídicos, los tribunales no pueden
resolver un conflicto sin que previamente conozcan de ese litigio
La facultad de conocer las causas civiles y criminales consiste en que el tribunal queda
informado de ese asunto a través de las partes (a través de los propios litigantes) y no de
los tribunales, porque impera el principio de pasividad de los tribunales
Conocer significa que el juez queda informado del asunto; para estos efectos, las partes
tienen que suministrarle ese conocimiento a través de los escritos correspondientes (de
demanda y de contestación de la demanda)
Sin embargo, no basta que las partes informen al juez sus pretensiones, además es
necesario que prueben o demuestren la verdad de los hechos que sostienen (lo que
prueban son los hechos y no el derecho).
Los tribunales lo que conocen y resuelven son causas o juicios, las que podemos definirla
diciendo que consisten en la controversia jurídica y actual entre partes sometidas a un
tribunal de justicia. Para que haya juicio se supone que tiene que haber una controversia
jurídica entre partes.
1. Debe haber una controversia jurídica: significa que tiene que haber una disputa entre
dos o más personas y que tenga relevancia jurídica.
2. Tiene que ser actual: el conflicto tiene que referirse concretamente sobre determinados
derechos. Hay un derecho comprometido y no una mera expectativa.
3. Se tiene que producir un conflicto entre “partes”: entre los sujetos que sostengan
pretensiones contradictorias o que tengan intereses contrapuestos y estas partes llevan el
nombre de “demandante” (titular de la pretensión) y “demandado” (destinatario de la
pretensión). Las partes pueden ser personas naturales o jurídicas, puede haber más de
una persona en una parte, esto independientemente que si las partes comparecen en un
juicio.
4. El tribunal de justicia no puede faltar jamás: porque tiene que existir un órgano
público imparcial para resolver el conflicto. El tribunal puede ser de cualquier
naturaleza o clase, dependerá de la naturaleza del asunto que se está discutiendo, eso
determinara el tribunal a intervenir.
En síntesis, el juicio o la causa no es otra cosa que este conflicto jurídico y actual que se
somete al conocimiento de los tribunales de justicia, vale decir, cuando el conflicto pasa
a la instancia judicial, cuando sale del ámbito de los particulares.
En Chile todo órgano que ejerce jurisdicción pasará a ser un tribunal de justicia en lo que
esa función se refiere.
1. El derecho que tiene todo juez a conocer el litigio (la “GNOTIO”). Esto va a
depender de la acción que se deduzca. Nunca el juez puede actuar de oficio (o de propia
iniciativa). Esto es válido para el inicio del juicio como para cuando éste progresa o
avanza.
2. Facultad que tiene el juez para que las partes comparezcan al juicio dentro de un
cierto plazo (la “VOTIO”). Esto está referido fundamentalmente al demandado con el
objeto de que se defienda y haga valer sus derechos. Para eso la ley establece un plazo
(el juez lo emplaza al juicio para que haga valer sus derechos).
3. Potestad del uso de la fuerza que tienen los tribunales en la forma en que la ley lo
describe (la “COERTIO”), o sea, durante la tramitación del juicio. Esto para los
efectos que el proceso pueda avanzar y facilitar la tramitación de ese juicio. Sirve para
resolver cualquier obstáculo que impida al juez o a las partes actuar adecuadamente.
Esto está referido tanto a las personas como a los bienes. Ejemplo: el juez puede
disponer medidas de apremio personales, puede imponer multas, arrestos, embargo a
los bienes para facilitar el desarrollo del proceso, etc.
Sin embargo, esta potestad siempre está limitada por la propia actividad de los litigantes
(los límites de las propias partes en juicio), de lo contrario habrá vicio procesal.
5. Facultad de ejecución (la “EXECUTIO”). Esta facultad está muy relacionada con el
uso de la fuerza ante el juicio mismo. Esto está en relación con la atribución de los
tribunales de ejecutar su sentencia y, para ello, está auxiliado por la fuerza pública, a
petición de parte. Esta es otra manifestación del imperio de los tribunales.
1. Límites temporales: En Chile la generalidad de los tribunales es que son perpetuos, lo que
significa que ejercen la jurisdicción indefinidamente, salvo en el caso de los tribunales
arbitrales.
Los jueces arbitrales tienen un lapso determinado para ejercer sus funciones
jurisdiccionales, y en este sentido la ley establece la limitación al ejercicio de los tribunales
arbitrales (artículo 235, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).
En este artículo se establece que pueden ejercer la función jurisdiccional los jueces árbitros
en dos años desde que conoce hasta que falla.
En algunos otros tribunales especiales los miembros duran un tiempo determinado.
Ejemplo: el Tribunal Constitucional, el Tribunal Calificador de Elecciones, pero eso
significa que los magistrados se van renovando y no que el órgano terminará sus funciones.
2. Límites en cuanto al espacio: Está referido al instante en que los tribunales ejercen la
jurisdicción. Se suele hablar aquí de límites internos y límites externos.
a) Límites Externos: Está dado por el punto hasta donde se extiende la jurisdicción de los
tribunales y este se puede mirar desde el punto de vista de los tribunales chilenos como
de los tribunales extranjeros. Hay que ver hasta dónde llegan las atribuciones de los
tribunales chilenos y hasta donde llegan las atribuciones de los tribunales
extranjeros.
Hay otra limitación externa y está dada por las atribuciones que ejercen los otros
poderes públicos chilenos (más concretamente por el ejecutivo y el legislativo). Cada
poder del Estado ejerce sus propias atribuciones y, en este sentido, el ejercicio de la
jurisdicción tiene una limitación:, que es precisamente hasta donde llegan las
atribuciones de los otros poderes del Estado.
Al Poder Judicial le está prohibido ejercer funciones que son propias de los otros
poderes del Estado, o que la Constitución y las leyes le ha atribuido a los otros poderes.
Por otro lado, los otros poderes estatales, a su vez, no se pueden inmiscuir en las
funciones que son propias del Poder Judicial.
El ámbito en el cual los tribunales ejercen jurisdicción internamente está dado por las
“reglas de competencia”, eso es lo que fija las atribuciones de cada tribunal en
particular porque es imposible que, dentro del sistema chileno, un solo tribunal ejerza
toda la jurisdicción; o por el contrario, que todos los tribunales del sistema la ejerzan
unitariamente en relación a un mismo asunto.
El ejercicio de la jurisdicción debe ser delimitado al interior de los tribunales, por eso
existen las reglas de competencia (artículos 108 y siguientes del Código Orgánico de
Tribunales).
Art. 817, Código de Procedimiento Civil: “Son actos judiciales no contenciosos aquellos
que según la ley requieren la intervención del juez y en que no se promueve contienda
alguna entre partes”.
Aquí en la doctrina existe una discusión acerca de la naturaleza jurídica de esta función que
cumplen los tribunales. Algunos autores señalan que es una actividad judicial, otros
consideran que se trata de una actividad administrativa de los tribunales -nuestro código no
la califica, pero la trata aparte (tiene un trato distinto)- porque no se resuelven conflictos
jurídicos entre partes, en estos actos judiciales no contenciosos no se promueven contiendas.
En consecuencia, la finalidad de la intervención de los tribunales es otra, muy distinta.
Tampoco se debe decir que hay una sola finalidad porque intervienen los tribunales, ya que
depende de cada acto en particular o cada caso concreto. Ejemplo: en algunos casos los
tribunales intervienen para proteger los derechos de los incapaces (nombramiento de tutores
y curadores), en otros casos intervienen con el objeto de servir de solemnidad respecto de
ciertos actos jurídicos en particular, en otros casos los jueces actúan para controlar que se
hayan cumplido los requisitos que la ley exige para precaver fraudes, también para que se
constituya un estado jurídico nuevo.
3. Jurisdicción Disciplinaria, Conservadora y Económica: La jurisdicción disciplinaria,
conservadora y económica se encuentra establecida en el artículo 3º del Código Orgánico
de Tribunales. El legislador expresamente se refirió a estas facultades como especiales.
Art. 3º, Código Orgánico de Tribunales: “Los tribunales tienen, además, las facultades
conservadoras, disciplinarias y económicas que a cada uno de ellos se asignan en los
respectivos títulos de este Código”.
Las facultades conservadoras son atribuciones que tienen todos los tribunales y que
tienen por finalidad mantener y resguardar el respeto de las garantías
constitucionales o proteger las garantías que la Constitución asegura a todos los
individuos. En virtud de esto, los órganos estatales no deben rebasar los límites de la
actividad que la constitución y las leyes le han asignado.
Son facultades de carácter general, porque tienen por objeto velar por todas las
garantías constitucionales.
La ley establece sanciones tanto para los primeros como para los segundos.
En el primer caso, hay dos medidas para hacer efectiva la disciplina del juez o
funcionario judicial: “el recurso de queja” y la llamada “queja disciplinaria”. Esta
tiene lugar cuando el juez o funcionario judicial incide en faltas o abusos graves en el
ejercicio de sus funciones ministeriales y estas faltas las puede cometer en las
resoluciones judiciales o bien fuera de ellas.
Estas facultades económicas son múltiples. Por ejemplo, la facultad que tienen los
tribunales superiores (Corte Suprema y Cortes de Apelaciones) para dictar los Autos
Acordados, que son actos que emanan de los tribunales superiores precisamente
para una buena administración de justicia.
Hoy día es una materia integrada a los tribunales ordinarios, concretamente si se estima que
hubiera una actitud de infracción a la ética, eso daría lugar a un acto judicial contencioso y
cuyo conocimiento se va a someter a los trámites del procedimiento sumario, a falta de
otras normas.
10.- Órganos que ejercen la Jurisdicción: La jurisdicción la ejercen todos los tribunales de
justicia que comprenden la organización judicial del Estado.
Art. 5° A los tribunales mencionados en este artículo corresponderá el conocimiento de todos los
asuntos judiciales que se promuevan dentro del territorio de la República, cualquiera que sea su
naturaleza o la calidad de las personas que en ellos intervengan, sin perjuicio de las excepciones
que establezcan la Constitución y las leyes.
Integran el Poder Judicial, como tribunales ordinarios de justicia, la Corte Suprema, las
Cortes de Apelaciones, los Presidentes y Ministros de Corte, los tribunales de juicio oral en lo
penal, los juzgados de letras y los juzgados de garantía.
Forman parte del Poder Judicial, como tribunales especiales, los juzgados de familia, los
Juzgados de Letras del Trabajo, los Juzgados de Cobranza Laboral y Previsional y los Tribunales
Militares en tiempo de paz, los cuales se regirán en su organización y atribuciones por las
disposiciones orgánicas constitucionales contenidas en la ley Nº 19.968, en el Código del Trabajo,
y en el Código de Justicia Militar y sus leyes complementarias, respectivamente, rigiendo para
ellos las disposiciones de este Código sólo cuando los cuerpos legales citados se remitan en forma
expresa a él.
Los demás tribunales especiales se regirán por las leyes que los establecen y reglamentan, sin
perjuicio de quedar sujetos a las disposiciones generales de este Código.
Los jueces árbitros se regirán por el Título IX de este Código.
La norma señala a que tribunal le corresponde ejercer estas facultades jurisdiccionales. El Código
distingue tres clases de tribunales (no hay más que estos):
1) Tribunales Ordinarios
2) Tribunales Especiales
3) Tribunales Arbitrales.
Esta es una división que se hace de acuerdo a las materias o asuntos que conoce cada tribunal, esto
porque los tribunales de justicia no ejercen simultáneamente toda la jurisdicción.
II.- COMPETENCIA
2.- Concepto de Competencia: La competencia, a diferencia de la jurisdicción, sí está definida en
la ley, concretamente en el artículo 108 del Código Orgánico de Tribunales.
El artículo 108 señala que “la competencia es la facultad que tiene cada juez (individualmente
considerado) o tribunal para conocer de los negocios que la ley ha colocado dentro de la esfera de
sus atribuciones”.
Este concepto sin estar malo ha merecido críticas por parte de la doctrina, principalmente por dos
razones:
a) Utiliza la palabra “facultad”: Esa palabra no da una idea exacta de lo que es, ya que
significaría una prerrogativa, una especie de atribución, lo que puede producir el equívoco
de estimar que la competencia se puede o ejercer quedando a la discreción del titular.
Tanto el ejercicio de la jurisdicción como el de la competencia es UNA OBLIGACION de
los tribunales, es un deber, es inexcusable, no queda entregado al arbitrio de los tribunales
de conocer o no del asunto.
b) Dice que solamente la ley puede otorgarle la competencia a un tribunal : Esto no es así
en la práctica. La ley es la principal fuente, sin embargo no es la única, por ello es
incompleta la definición; ya que un tribunal puede tener competencia, además, porque las
partes le han otorgado la atribución correspondiente, o bien un tribunal puede tener
competencia porque otro juez le entrega la atribución.
Las partes le pueden entregar competencia a un juez que naturalmente no la tiene a través
de la institución llamada “prórroga de competencia”.
De este modo, este concepto legal (artículo 108 del Código Orgánico de Tribunales) se
puede completar de la siguiente manera: “La competencia es el poder-deber que tiene cada
tribunal para conocer de los negocios o asuntos que la ley, las partes u otro tribunal han
colocado dentro de la esfera de sus atribuciones”.
Art. 115, Código Orgánico de Tribunales: “En los asuntos civiles la cuantía de la
materia se determina por el valor de la cosa disputada”.
“En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito lleva consigo”.
En materia penal la cuantía se determina por la pena que la ley le asigna al delito. El
Código Orgánico de Tribunales le otorga mayores o menores penas a los delitos. Los
hechos punibles se clasifican en crímenes, simples delitos y faltas.
En los juicios civiles, la cuantía es de carácter económico (el valor es pecuniario), pero en
ciertos casos no es posible determinar el valor económico del asunto, porque el asunto no
es susceptible de cuantía pecuniaria; por ejemplo, los asuntos de familia (nulidad de
matrimonio) son de mayor cuantía según el legislador, frente a otros de menor cuantía.
En aquellos casos en que alguna de las partes tenga alguna calidad o investidura, ese asunto
judicial no va a ser conocido por el tribunal que natural o normalmente le correspondía
hacerlo, sino que ese conocimiento pasará a un tribunal de jerarquía superior.
4) El Territorio (factor territorial): El territorio viene a ser el lugar que la ley establece
para los efectos de determinar la competencia. La ley siempre considera un lugar que
hay que analizar. Este lugar puede ser el domicilio del demandado (regla en asuntos
civiles), el domicilio del interesado (asuntos no contenciosos), el lugar donde se comete el
delito o hecho punible (en materia penal), el lugar donde se encuentra la especie que se
reclama (en juicio civil), el lugar donde murió el causante, etc.
Todo tribunal tiene una extensión territorial determinada, dentro de la cual debe ejercer sus
funciones. De aquí que la competencia del juez está limitada por el territorio.
Todos estos elementos son los que el legislador considera dentro de la competencia. Los tres
primeros se llaman o forman parte de la “Competencia Absoluta” y el factor territorio es el
que se considera para la “Competencia Relativa”.
4.- Clasificaciones de Competencia: Esta competencia que tienen los tribunales para conocer un
determinado asunto, admite distintas clasificaciones, según sea el particular punto de vista del cual
se le mire:
a) Competencia natural o propia: es la que emana de la ley (regla general dentro del
sistema chileno).
b) Competencia prorrogada: es la que emana de la voluntad que las partes, expresa o
tácitamente, acuerdan dar atribución al tribunal para conocer un determinado asunto.
c) Competencia delegada: es aquella que emana de otro tribunal que le confiere
atribuciones al juez cierta competencia para determinadas diligencias dentro de su
territorio.
a) Competencia común: es la facultad que tiene cada juez o tribunal y que le permite
conocer de toda clase de asuntos judiciales, ya sean civiles como penales
indistintamente. Esta es la competencia que tiene, por ejemplo, una Corte de
Apelaciones, y es la competencia que hasta hoy día tienen en algunas regiones los
jueces letrados. Esto va a variar con la nueva reforma procesal penal, porque a estos
jueces se les va a quitar competencia penal y sólo tendrán competencia civil.
b) Competencia especial: es la atribución que tiene un tribunal determinado y que lo
faculta para conocer sólo de asuntos civiles o bien sólo de asuntos penales.
4. Considerando el número de tribunales que pueden conocer de un asunto judicial , se
habla de competencia privativa o exclusiva y competencia acumulativa o preventiva.
Por ejemplo, si el demandado tiene más de un domicilio, la ley señala que cualquiera de
estos jueces es competente, pero si uno de estos previene del conocimiento del asunto los
demás dejan automáticamente de ser competentes. Ejemplos: los casos que indican los
artículos 135, 140 y 143 del Código Orgánico de Tribunales.
Por eso se dice que la casación no constituye instancia, porque la Corte Suprema no tiene
amplias atribuciones como las tiene el juez de primera o segunda instancia. La Corte
Suprema tiene atribuciones limitadísimas, porque la Corte es el recurso de casación está
limitada a la causal que se invoque en el asunto. Si el recurso de casación es en el fondo, lo
que se pretende es invalidar la sentencia por error de derecho, la Corte Suprema no puede
revisar los hechos.
a) Competencia absoluta: es aquella facultad que tiene cada juez o tribunal para
conocer de un asunto determinado considerando la clase, jerarquía y eventualmente
la categoría de ese tribunal.
b) Competencia relativa: es aquella facultad que tiene un tribunal preciso para
conocer de un determinado asunto judicial dentro de una determinada clase,
jerarquía o categoría.
En otras palabras, la competencia relativa es aquella que permite precisar qué
tribunal dentro de una determinada clase, jerarquía y categoría es el llamado por la
ley a conocer de un determinado asunto (factor territorial).
La diferencia más importante entre ambas es que en el caso de la competencia absoluta no
es posible precisar concretamente el tribunal, solamente nos permite determinar la clase,
jerarquía y categoría.
Las reglas de competencia relativa nos permiten precisar cuál es el tribunal en concreto que
va a conocer de un asunto. Ejemplo: el juez letrado de Puerto Montt.
Todas estas reglas, tanto de la competencia absoluta como de competencia relativa, se deben
analizar en un momento preciso, concretamente cuando el juicio o gestión se inició. En los asuntos
civiles cuando se presenta la demanda (asuntos civiles contenciosos) o cuando se presenta la
solicitud (asuntos civiles no contenciosos). En los asuntos penales cuando se da inicio al
procedimiento penal.
El juez, cuando es requerido, es cuando deben analizar su competencia. Dicho de otro modo, la
primera obligación que le asiste a un juez al ser requerido para que conozca de un negocio es
examinar si tiene o no competencia para conocer de ese asunto. Tratándose de las normas de la
competencia absoluta nada impide que dentro de la tramitación del juicio el juez pueda declararse
incompetente de oficio en ese momento.
1. En primer lugar, las primeras normas que habría que aplicar son “las reglas de
competencia absoluta”. Esto significa que habría que analizar los tres factores: cuantía,
materia y fuero. Entonces, aplicando estas reglas de competencia absoluta, se va a
determinar la clase, jerarquía o categoría del tribunal.
Por ejemplo, si aplicamos las reglas de competencia absoluta se puede determinar que el
tribunal competente va a ser un tribunal ordinario y cuya jerarquía será una Corte de
Apelaciones, pero sin precisar que Corte. Para precisar cuál Corte de Apelaciones en
concreto es la que va a conocer hay que aplicar las reglas de competencia relativa para
saber el territorio.
Por ejemplo, si las reglas de competencia absoluta determinan que resultará competente un
juez letrado para conocer un asunto, y por otro lado, a través de las reglas de competencia
relativa se señala que va a ser competente el juez de letras de Concepción. En este ejemplo,
estas reglas no son suficientes, porque en la comuna de Concepción hay varios jueces de
letra y todos tienen la misma competencia, por ello hay que aplicar necesariamente reglas
complementarias y con ellas sabremos cuál de todos esos jueces es el que deba resolver el
asunto.
5.- Principios o reglas generales de competencia: Estas reglas corresponde aplicarlas una vez que
se encuentra singularizado el tribunal; después de haber aplicado las reglas de la competencia
absoluta, las reglas de competencia relativa y, si procede, las reglas de turno o de distribución de
causa.
Estas reglas son normas de aplicación general para todos los tribunales cualquiera sea su clase
(ordinario, especial o arbitrario) ya sean inferiores o superiores, y dicen relación con el ejercicio de
la función jurisdiccional misma, por eso se dice que son reglas de carácter funcional. Ejemplo: hasta
donde debe extenderse la competencia de un juez, cómo se puede hacer ejecutar lo que el tribunal
resolvió y qué tribunal es competente para eso, desde cuándo se entiende que el tribunal competente
tiene sus atribuciones jurisdiccionales (desde cuando se entiende que el asunto queda radicado ante
el juez), etc.
5.1) Principio de radicación o fijeza (artículo 109): Es decir cuando queda radicado el asunto
ante el juez (artículo 109, Código Orgánico de Tribunales).
Esta regla tiene algunos supuestos previos según se desprenden del mismo artículo 109. Para que la
regla opere tienen que darse ciertos requisitos:
--> ¿En qué momento se va a cumplir la radicación?. Esto va a depender de la naturaleza del
asunto judicial, en este sentido depende si es un asunto civil o un asunto penal.
a) En los asuntos penales, desde que el juez de garantías formalice el procedimiento, desde
que queda ejecutoriada la acción pertinente.
b) En los asuntos civiles contenciosos, el asunto se entenderá radicado desde que se notifica
formalmente la demanda al demandado y no desde que se presenta la demanda.
c) En los asuntos civiles no contenciosos la radicación se produce desde que el juez ordena
dar curso al procedimiento de que se trata.
--> ¿Qué pasa si el asunto se presenta ante un tribunal incompetente?. Si un asunto se presenta
ante un tribunal que es incompetente, según la ley interesa conocer el caso de la competencia
relativa. Si una demanda civil se presenta en otro territorio no se entenderá radicado (se está
fallando con uno de los presupuestos básicos) si el demandado reclama o alega de la incompetencia.
Si el demandado no dice nada (si no reclama la incompetencia) y realiza cualquier gestión en el
juicio se produce la radicación en ese momento porque estaría prorrogando la competencia y
además estaría aceptándola.
-->¿Qué se entiende por causas sobrevinientes?. El Código Orgánico de Tribunales señala que la
competencia no se alterará por causas sobrevinientes. De lo anterior se desprende que la causas
sobrevinientes son cualquier hecho o circunstancia que ocurre después de producida la radicación
del asunto judicial. Ejemplo: cuando una de las partes adquiere fuero después de que el asunto esté
radicado; otro ejemplo es si la cuantía del juicio se altera.
--> Esta regla de la radicación tiene algunas excepciones, algunos casos en que precisamente se
puede alterar o modificar esta radicación. No obstante que un asunto esté siendo conocido por un
determinado tribunal y no obstante que se encuentre radicado en ese tribunal, puede pasar ese
asunto al conocimiento de un tribunal distinto.
Esto tiene lugar cuando la ley lo señale (artículos 92 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil). En esos casos debe procederse a petición de parte a esta acumulación
de procesos. La acumulación se va a hacer sobre aquél que esté sometido al tribunal
superior.
Esto tiene una ventaja evidente, porque de esta forma se tiende a evitar que se dicten
sentencias contradictorias.
2. El compromiso: Es sinónimo de arbitraje. Aquí puede suceder que un asunto judicial esté
sometido al conocimiento de un tribunal ordinario que esté radicado. Las partes podrán
acordar que ese asunto se someta a arbitraje, siempre y cuando la materia del asunto no sea
de arbitraje prohibido, para eso las partes generan un contrato de compromiso en que
deciden someter ese asunto a arbitraje.
3. Las visitas: Visitas que ordenan los tribunales superiores de alguno de sus ministros a
algún tribunal inferior. Las visitas están reguladas en los artículos 553 y siguientes del
Código Orgánico de Tribunales.
Las Cortes de Apelaciones tienen atribución para enviar a alguno de sus ministros para que
realicen visitas cuya finalidad es inspeccionar y vigilar al tribunal inferior a fin de que la
administración de justicia se practique como es debido.
Sin embargo, esta excepción es discutible porque aquí lo que cambia no es el órgano
jurisdiccional (el asunto sigue radicado ante el tribunal visitado) sino que se produce una
sustitución en el magistrado que va a fallar.
5.2) Principio de gradualidad (artículo 110): Este principio de gradualidad es también conocido
como “regla del grado”, y se basa de la norma del artículo 110 del Código Orgánico de Tribunales.
Art. 110, Código Orgánico de Tribunales: “Una vez fijada con arreglo a la ley la
competencia de un juez inferior para conocer en primera instancia de un determinado
asunto, queda igualmente fijada la del tribunal superior que debe conocer del mismo
asunto en segunda instancia”.
Esta regla se basa o parte del supuesto de la procedencia del recurso de apelación. Esta regla dice
relación con las dos instancias o grados en que el caso es conocido. La doble instancia es la regla
general en nuestro derecho.
El Código dice que una vez que queda fijada con arreglo a la ley la competencia de un tribunal
inferior para conocer un asunto en primera instancia queda igualmente fijada la del tribunal superior
que debe conocer el mismo asunto en segunda instancia.
Lo que la ley quiere decir en este artículo 110 es que, establecido el tribunal inferior que debe
conocer el asunto en primera instancia, por ese solo hecho, queda automáticamente establecido el
tribunal superior que puede conocer ese negocio en segunda instancia.
a) Que un determinado asunto judicial esté siendo conocido por un tribunal inferior en primera
instancia (que es tribunal sea competente).
b) Que sea procedente el recurso de apelación.
Todos los autores están de acuerdo en señalar que es improcedente la prórroga de competencia en
segunda instancia (las partes no pueden alterar el tribunal competente en segunda instancia).
Art. 111, Código Orgánico de Tribunales: “El tribunal que es competente para
conocer de un asunto lo es igualmente para conocer de todas las incidencias que en él se
promuevan".
"Lo es también para conocer de las cuestiones que se susciten por vía de
reconvención o de compensación, aunque el conocimiento de estas cuestiones, atendida su
cuantía, hubiere de corresponder a un juez inferior si se entablaran por separado”.
Esta regla se denomina de la extensión o alcance porque nos permite saber hasta dónde se extiende
la competencia de los tribunales. Este problema se plantea porque dentro de un juicio se pueden
plantear cuestiones accesorias (peticiones accesorias por las partes o incluso por terceros) distintas
de la cuestión principal que se discute. Ejemplo: en el juicio principal se discute el cumplimiento de
un contrato de compraventa y que se indemnicen los perjuicios, y dentro de este juicio se pueden
plantear cuestiones accesorias o incidentes como la nulidad de alguna actuación, la incompetencia
del tribunal, etc.
En todo juicio siempre se distinguen: el asunto principal (asunto controvertido que da origen al
litigio) y además se pueden presentar o formular cuestiones accesorias o incidentes (otras
controversias distintas de la principal).
La ley nos dice que el tribunal que es competente para conocer de un asunto principal lo es
igualmente para conocer de todas las incidencias que de él se promuevan. Aquí se da la extensión
de la competencia.
Las cuestiones accesorias pueden ser varias o podría ser ninguna (artículo 82, Código de
Procedimiento Civil). Según este artículo es toda cuestión accesoria a un juicio que requiere
especial pronunciamiento del tribunal, con o sin audiencia de las partes.
El inciso 2º del artículo 111 del Código Orgánico de Tribunales agrega que el tribunal que conoce el
juicio principal tiene competencia para conocer de todas las cuestiones que se susciten por vía de
reconvención o de compensación.
5.4) Principio de la prevención o inexcusabilidad (artículo 112):
Art. 112, Código Orgánico de Tribunales: “Siempre que según la ley fueren
competentes para conocer de un mismo asunto dos o más tribunales, ninguno de ellos
podrá excusarse del conocimiento bajo el pretexto de haber otros tribunales que puedan
conocer del mismo asunto; pero el que haya prevenido en el conocimiento excluye a los
demás, los cuales cesan desde entonces de ser competentes”.
Relacionado con la competencia preventiva, el Código Orgánico de Tribunales señala que siempre
que según la ley fueren competentes para conocer de un mismo asunto dos o más tribunales ninguno
de estos tribunales puede excusarse del conocimiento del asunto, pero aquel que haya prevenido
excluye a los demás.
5.5) Principio de la ejecución (artículos 113 y 114): Los tribunales de justicia tienen lo que se
denomina el “imperio”, que es la facultad o atribución para hacer ejecutar lo juzgado, de esta forma
la ley permite que se puedan cumplir las resoluciones judiciales. Los tribunales sin imperio
carecería de eficacia en su cometido.
1) Los tribunales están facultados para pedir directamente el auxilio de la fuerza pública a
requerimiento de parte.
2) Desde otro punto de vista, y de acuerdo al artículo 24 del Código de Procedimiento Civil,
la ley le concede al tribunal la facultad de disponer o decretar todas las medidas tendientes
a dejar sin efecto lo que las partes puedan hacer para burlar las resoluciones judiciales.
Si las partes se niegan o quebrantan lo que el tribunal ha ordenado cumplir, cometerían un
delito que es el “desacato”.
Esta regla de la ejecución tiene la importancia de que permite en la práctica hacer efectivas las
resoluciones judiciales. El Código en esta materia señala:
Art. 113, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La ejecución de las resoluciones
corresponde a los tribunales que las hubieren pronunciado en primera o en única
instancia”.
El artículo 113 del Código establece cuál es el tribunal competente para conocer la ejecución de las
resoluciones judiciales, y dice que la ejecución de las resoluciones le corresponde a los tribunales
que las hubieren pronunciado en primera o en única instancia, y no en segunda instancia.
La ejecución de las sentencias penales y las medidas de seguridad previstas en la ley procesal penal
son de competencia del Juzgado de Garantía que hubiese intervenido en el procedimiento penal.
Eso guarda relación con el artículo 14, letra f, en lo que a la ejecución de las sentencias judiciales se
refiere.
Por otra parte, los tribunales que conozcan de los recursos de revisión, apelación, casación o de
nulidad (distinto de la nulidad procesal), tienen competencia para ejecutar los fallos que dicten o
pronuncien para sustanciar dichos recursos (el artículo 113, inciso 2º es una excepción de lo
señalado en el inciso 1º).
Art. 113, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “No obstante, los tribunales que
conozcan de los recursos de apelación, casación o revisión, ejecutarán los fallos que
dictaren para la substanciación de dichos recursos. Podrán también decretar el pago de
las costas adeudadas a los funcionarios que hubieren intervenido en ellos reservando el
de las demás costas para que sea decretado por el tribunal de primera instancia”.
Es decir, estos tribunales pueden hacer cumplir todas las resoluciones para tramitar los recursos, no
así la sentencia que se dicte resolviendo el recurso. La sentencia no se cumple por la Corte de
Apelaciones sino por el tribunal inferior que corresponda.
El artículo 113 establece una parte del inciso final que no corresponde a la regla de ejecución en
relación al pago de las costas que se adeudan. Las costas son los gastos que demanda la tramitación
del asunto.
Por otra parte, el artículo 114 del Código Orgánico de Tribunales señala lo siguiente:
Art. 114, Código Orgánico de Tribunales: “Siempre que la ejecución de una sentencia
definitiva hiciere necesaria la iniciación de un nuevo juicio, podrá éste deducirse ante el
tribunal que menciona el inciso primero del artículo precedente o ante el que sea
competente en conformidad a los principios generales establecidos por la ley, a elección
de la parte que hubiere obtenido en el pleito”.
Tratándose de una ejecución de una sentencia definitiva y siempre que la ejecución de esa sentencia
haga necesario iniciar un nuevo juicio, el Código Orgánico de Tribunales dice que si se requiere
iniciar un nuevo juicio ejecutivo, éste se puede iniciar ante el mismo tribunal que pronunció la
sentencia en primera o en única instancia o bien ante el tribunal que resulte competente de acuerdo
con las reglas generales de competencia, y eso lo elige el que ganó el pleito.
La ejecución en una resolución judicial le corresponde al mismo tribunal que la conoce en primera o
en única instancia, queda excluido en consecuencia el tribunal de segunda instancia (no se puede
ejecutar su resolución) ni tampoco el tribunal de casación, ni tampoco el de revisión ni el de
nulidad, salvo que sean resoluciones de trámite de esos recursos y que se traten del cumplimiento de
esa sentencia definitiva, y para ello es necesario iniciar un nuevo juicio de carácter ejecutivo (con
esa finalidad).
Ese juicio se puede plantear ante el mismo tribunal en primera o única instancia, o ante el que sea
competente según las reglas de competencia.
6.- Reglas de la Competencia Absoluta: Estas reglas o normas son las primeras que
corresponde aplicar con el objeto de conocer el tribunal competente. Tienen por finalidad
determinar la clase y jerarquía del tribunal que debe conocer de un determinado asunto judicial y
eventualmente la categoría del mismo. Los elementos o factores que la determinan la competencia
del tribunal son: cuantía, fuero y materia.
También dentro de cierta clase de tribunales, concretamente en los tribunales ordinarios, nos
permite determinar la jerarquía del tribunal, si va a ser en un Juzgado de Letras, la Corte de
Apelaciones, la Corte Suprema, o bien un ministro de Corte como tribunal accidental, etc.
En algunos casos, además, sirve para determinar la categoría, concretamente en el caso de los jueces
letrados, si éstos van a ser de simple comuna o juzgados de letras donde tiene asiento la Corte de
Apelaciones, este último es el de mayor categoría.
1. Estas reglas son de orden público, esto significa que se trata de normas legales que están
establecidas en el interés general de la sociedad y no en el interés particular de los
litigantes.
2. Como consecuencia de lo anterior, estas normas son irrenunciables , no es posible
tratándose de estas normas legales de la competencia absoluta que las partes realicen
acuerdos tendientes a modificarlas.
3. Los tribunales pueden declarar de oficio su incompetencia absoluta (o fundada en una
regla de competencia absoluta), sin perjuicio que las partes pidan su incompetencia.
4. No es posible que se produzca la prórroga de la competencia en relación a ellas ,
precisamente porque no puede haber acuerdos entre las partes.
5. Utiliza o se fundamenta en ciertos factores o elementos de competencia: la cuantía, la
materia y el fuero.
6. Las partes podrían alegar la incompetencia absoluta del juez o tribunal en cualquier
estado de la tramitación del juicio y por distintas vías o medios.
6.2) Análisis de la Reglas en Particular: Son 3 las reglas que hay que analizar
1. La Cuantía
2. La Materia
3. El Fuero
Art. 115, Código Orgánico de Tribunales: “En los asuntos civiles la cuantía de la
materia se determina por el valor de la cosa disputada”.
“En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito lleva consigo”.
La ley dice que en los asuntos civiles la cuantía se determina por el valor de la cosa
disputada; es decir, se trata de un valor económico, pecuniario, la cuantía siempre se
determina en dinero (artículo 115, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
En los asuntos penales, la cuantía no tiene un valor monetario, sino que se determina por la
pena que el delito tiene establecido en la ley (artículo 115, inciso 2º, Código Orgánico de
Tribunales). Esto, a su vez, determina la gravedad de las infracciones, y según eso los
hechos punibles se dividen en crímenes, simples delitos y faltas. Eso determina la
competencia del tribunal que va a conocer del hecho.
--> ¿Cómo se determina la cuantía del asunto?: En los asuntos penales no hay mayor
problema para determinar la cuantía, porque frente a un hecho que reviste caracteres
penales basta ver lo que dice la ley penal, la que determinará qué pena se le asigna a ese
hecho. La gravedad o levedad de un asunto penal lo determina la ley penal.
En materia civil la regla la da el artículo 115 inciso 1º: la cuantía se determina por el valor
de la cosa disputada. Esta situación no es siempre tan sencilla, no es tan fácil de precisar,
puesto que depende del asunto o de las pretensiones que se está haciendo valer en el juicio.
De este modo, existen varias normas complementarias que permiten conocer el valor de la
cosa disputada. Las más importantes son:
La ley, en estos casos, establece que estos asuntos se reputan de mayor cuantía
(artículos 130 y 131 del Código Orgánico de Tribunales). Si el asunto se estima de
mayor cuantía significa desde luego que es competente un juez de letra y además lo
conoce en primera instancia, es posible proceder al recurso de apelación (artículo
189, Código Orgánico de Tribunales).
Este artículo 189 señala que habrá lugar al recurso de apelación en las causas que
versaren sobre las materias de que hablan los artículos 130 y 131 del Código.
ii. Los juicios del contrato de arrendamiento. Aquí hay que distinguir:
iii. Si son varios los demandados, se aplica el artículo 122 del Código Orgánico de
Tribunales y la cuantía se determina del valor total de la cosa o cantidad debida.
vi. El artículo 126 del Código Orgánico de Tribunales alude al caso del deudor que
debe una suma de dinero y que la hubiese pagado en parte. La ley dice que la
cuantía se determina únicamente por el resto que no haya sido pagado.
vii. El artículo 128 señala que si el valor de la cosa disputada en los asuntos civiles
aumentara o disminuyera dentro de la tramitación del juicio, eso no tiene
incidencia en la cuantía, ya que ésta queda determinada al momento que se presenta
la demanda.
3. La cuantía también influye para determinar las costas del juicio (es una
antecedente para fijar o regular las costas), específicamente las costas personales
(honorarios de los abogados que intervienen).
El derecho real está protegido por la acción real (artículo 577, Código Civil), y los
derechos personales o créditos están protegidos por la acción personal (artículo 578,
Código Civil).
2. La Materia: La Materia es un factor que puede desplazar a la cuantía. Eso quiere decir
que un factor desplaza al otro.
a. Según esto tenemos que de los delitos comunes conocen los tribunales
ordinarios (juzgados de letras con jurisdicción criminal) y según la reforma
procesal penal le va a corresponder conocer de ellos a los tribunales
judiciales orales en lo penal y en algunos casos a los tribunales de garantía.
c. En otros casos ciertos delitos que están establecidos en leyes especiales son
de conocimiento de un ministro de corte. Ejemplo: las infracciones a la ley
de Seguridad Interior del Estado cometida por civiles (artículo 50, nº 1)
d. Algunos otros delitos, también considerando la materia del asunto van a ser
de competencia de ministros de la Corte Suprema (artículo 52, nº 2).
e. Las faltas, por su parte, las conocen los Juzgados de Policía Local.
Por último, hay ciertos juicios que según la materia se denominan juicios de
hacienda (en que es parte el Fisco). Estos juicios, regulados en el artículo 748, inciso
1º del Código de Procedimiento Civil, los conoce un juez de letras de comuna
asiento de Corte de Apelaciones; vale decir, aquí la materia incide en la categoría.
Este fuero hay que analizarlo tanto en materia civil como en materia penal, y lo más
importante es que se trata de un elemento de competencia pero en ningún caso es un
privilegio para las partes. Las partes están en igualdad de condiciones ante el juez, lo
contrario atentaría contra el proceso.
a. Fuero Menor: Este fuero tiene lugar en aquellas causas civiles y de comercio
cuya cuantía sea inferior a 10 UTM. Estos asuntos, en principio son conocidos
por un juez letrado en única instancia, pero si en estos asuntos son parte
determinadas personas que la ley indica, estos asuntos van a ser conocidos por el
mismo juez letrado pero en primera instancia. Es decir, en este caso no cambia la
jerarquía del tribunal, pero sí lo que cambia es el grado jurisdiccional. Esto tiene
importancia desde el punto de vista jurisdiccional porque siendo en primera
instancia hay mayores garantías para los litigantes (artículo 45, nº 2, letra g,
Código Orgánico de Tribunales).
Esta norma (artículo 45, nº 2, letra g) enumera cuáles son las personas que gozan
de este fuero menor o “fuero chico”:
1. Los Comandantes en Jefe de las instituciones armadas.
2. El General Director de Carabineros.
3. Los ministros de la Corte Suprema o de alguna Corte de Apelaciones.
4. Los fiscales judiciales de estos tribunales.
5. Los jueces letrados.
6. Los párrocos y vicepárrocos.
7. Los cónsules generales, cónsules o vicecónsules de las naciones
extranjeras reconocidas por el Presidente de la República.
8. Las corporaciones y fundaciones de derecho público o de los
establecimientos públicos de beneficencia.
b. Fuero Mayor: Este fuero, también en materia civil (artículo 50 nº 2 del Código
Orgánico de Tribunales), a diferencia con el anterior, se trata de actos civiles que
en principio deberían ser conocidos por un juez letrado, pero por intervenir o ser
parte determinadas personas que la ley indica, aquí se modifica la jerarquía del
tribunal y en lugar de ser un juez letrado aquí el juez competente va a ser un
ministro de Corte de Apelaciones que resulte competente, de acuerdo con el
turno que la propia Corte establezca.
Según este artículo, quienes tienen este “fuero mayor” o “fuero grande” son las
siguientes personas:
1. El Presidente de la República.
2. Los ex Presidentes de la República.
3. Los Ministros de Estado.
4. Los Intendentes y Gobernadores.
5. Los Agentes Diplomáticos chilenos.
6. Los Embajadores y los Ministros Diplomáticos acreditados con el
Gobierno de la República o en tránsito por su territorio.
7. Los Arzobispos.
8. Los Obispos.
9. Los Vicarios Generales.
10. Los Provisores.
11. Los Vicarios Capitulares.
Hay algunos casos en que estas reglas tienen excepciones. Hay algunos casos
civiles en que no se aplica el fuero, en consecuencia es absolutamente irrelevante la
calidad que tengan las partes o interesados, aquí se aplican los factores de
competencia anteriores (artículo 133 del Código Orgánico de Tribunales). Las
excepciones son las siguientes:
b) El Fuero en materia penal: Hay una regla es esta materia que dice que el tribunal
competente para juzgar a un autor de delito tiene competencia para juzgar a los
cómplices y a los encubridores del mismo delito (artículo 168, inciso 1º, Código
Orgánico de Tribunales). Esto significa que si dentro de los autores de un delito hay
personas que gozan de fuero mayor, ese fuero arrastra a los cómplices, a los
encubridores y a los demás autores (atrae al resto de los participantes).
7.- Reglas de la Competencia Relativa: Estas son las normas legales que permiten precisar o
determinar con exactitud al tribunal que debe conocer del asunto judicial dentro de una clase de
tribunal, dentro de una jerarquía o dentro de una categoría, fijado por las reglas de competencia
absoluta. Para estos efectos la ley se basa del factor territorial. Estas reglas nos permiten
singularizar el tribunal.
1. En los asuntos civiles contenciosos estas reglas son de orden privado, están establecidas
en el interés de los litigantes.
5. Oportunidad que se puede alegar por las partes la incompetencia relativa. Diferencia
con lo que sucede con la competencia relativa, porque respecto de una regla de competencia
absoluta se puede pedir la incompetencia del tribunal en cualquier estado de tramitación del
proceso. En cambio en las reglas de competencia relativa solamente se podría alegar la
incompetencia del tribunal dentro del plazo para contestar la demanda y debe alegarla antes
de hacer cualquier gestión en el juicio (término del emplazamiento).
El territorio para estos efectos es el lugar geográfico donde ocurre el hecho o donde sucede el
evento que la ley contempla o que considera para determinar la competencia y puede ser variable,
no siempre es el mismo, porque por ejemplo en algunos casos la ley considera como elemento
territorial el domicilio del demandado y ese domicilio determina el tribunal competente; en otros
casos se considera al lugar donde se celebra el contrato; o bien donde la obligación se deba cumplir;
el lugar donde están ubicados los inmuebles; en materia penal, el lugar es aquel donde se comete el
delito (donde se da principio a su ejecución), el domicilio del causante, etc.
Este lugar es variable, el legislador da diversas reglas sobre esta materia. No siempre se considera el
mismo lugar. Ejemplo: el domicilio del demandado, donde las partes hayan acordado el contrato,
donde se contrajo la obligación, etc.
--> Reglas de competencia relativa que establece el Código Orgánico de Tribunales: Las reglas
específicas que establece el Código Orgánico de Tribunales son las siguientes:
1) Reglas de competencia relativa de los asuntos civiles contenciosos.
7.1) Reglas de competencia relativa en los asuntos civiles contenciosos : Hay una regla general
en esta materia que está contenida en el artículo 134 del Código Orgánico de Tribunales que
establece que en general el juez competente para conocer de una demanda civil (contencioso) es el
del domicilio del demandado.
Art. 134, Código Orgánico de Tribunales: “En general, es juez competente para conocer
de una demanda civil o para intervenir en un acto no contencioso el del domicilio del
demandado o interesado, sin perjuicio de las reglas establecidas en los artículos siguientes
y de las demás excepciones legales”.
Esta es una regla que, no obstante ser general, admite diversas excepciones, también señalado en el
artículo 134 del Código. Estas otras excepciones son muy numerosas, al punto de entender a la regla
general como excepcional. Cuando se trata de determinar el tribunal competente de acuerdo al
territorio hay que determinar si en ley hay una regla especial, sino es así se aplica la regla general
del artículo 134.
Las excepciones más importantes a la regla del artículo 134 del Código Orgánico de Tribunales son
las siguientes:
1. Será juez competente para conocer de un determinado asunto civil el que hayan
establecido las partes en el contrato o convención que celebran. Por lo tanto, prima la
voluntad de las partes (artículos 135 y 138 del Código Orgánico de Tribunales).
2. En el caso que no haya convención entre las partes va a ser tribunal competente para
resolver el asunto civil el que corresponda según la naturaleza de la acción deducida.
De este modo se debe determinar si es mueble o inmueble.
Si la acción es inmueble, en este caso a falta de convención la ley establece dos tribunales
competentes (competencia acumulativa). (artículo 135, Código Orgánico de Tribunales):
Podría ocurrir que los inmuebles (o también los muebles) por su ubicación estén situados en
diversos territorios jurisdiccionales. En este caso la ley señala (artículo 135, inciso final,
Código Orgánico de Tribunales) que será competente cualquiera de los jueces de esos
territorios.
Si la acción es mueble, va a ser juez competente a falta de estipulación, la del domicilio del
demandado; es decir, se vuelve a la regla general (artículo 138, inciso 2º, Código Orgánico
de Tribunales).
Si una acción tiene por objeto reclamar simultáneamente cosas muebles e inmuebles, la ley
señala que será juez competente la del lugar donde se encuentren los inmuebles. Esto puede
ocurrir cuando en una demanda se hacen valer varias pretensiones (artículo 137, Código
Orgánico de Tribunales).
c) En cuanto a los juicios que se rigen por el Código de Minería, va a ser juez competente
el de la comuna en que se encuentra la pertenencia minera de que se trate (artículo 146,
Código Orgánico de Tribunales).
d) En cuanto a los juicios de alimentos menores -los juicios de alimentos pueden ser
mayores o menores dependiendo de la edad-, demanda la cónyuge en conjunto con los
menores de edad, en este caso será juez competente el de la residencia del demandante
o alimentario (artículo 147, Código Orgánico de Tribunales).
7.2) Reglas de competencia relativa en los actos judiciales no contenciosos : En estos asuntos,
hay también una regla general y varias excepciones, de manera que habrá que ver cada acto judicial
no contencioso en particular o ver las reglas especiales de competencia, si están dentro de estas
últimas prima la regla especial.
La regla general en estos asuntos es la siguiente: va a ser el juez competente el del domicilio del
interesado o peticional (artículo 134, Código Orgánico de Tribunales).
Esta regla tiene excepciones. Las más importantes son las siguientes:
b) Nombramiento de tutores o curadores. Aquí será juez competente el del lugar donde
tuviere su domicilio el pupilo (incapaz) (artículo 150, Código Orgánico de Tribunales).
c) Muerte presunta. Va a ser juez competente el del último domicilio del desaparecido
(artículo 151, Código Orgánico de Tribunales).
d) Autorización para gravar o enajenar bienes raíces. Es juez competente el del lugar en
que estén ubicados los inmuebles (artículo 153, Código Orgánico de Tribunales).
7.3) Reglas de competencia relativa en materia penal : Estas reglas sirven para determinar el juez
competente para conocer de un delito. Aquí hay que distinguir si el delito se cometió en Chile o en
el extranjero.
La regla general es que los tribunales son competentes sobre los hechos que ocurran en Chile o en la
república. Excepcionalmente los tribunales chilenos pueden tener competencia sobre delitos que se
cometan en el exterior.
--> Delitos cometidos dentro del territorio de Chile: Tratándose de los delitos que ocurran en
Chile, hay que subdistinguir si se ha cometido un solo delito o si la persona ha cometido varios
delitos.
Esta regla tiene una excepción importante tratándose del un delito específico: “giro doloso
de cheques”. Para conocer de este delito es competente, según lo establece la ley de cuentas
bancarias y cheques, el juez del lugar correspondiente al domicilio que el girador del
cheque tenga registrado en el banco al que corresponda la cuenta corriente, sin importar el
lugar donde se cometa el hecho (artículo 22, Ley de cuentas bancarias y cheques).
2) Cuando se cometen varios delitos, la ley dice que debe ser juzgado por todos los delitos en
un solo proceso, esto independientemente que se hayan iniciado procesos por separado. Los
procesos que se inicien contra esta persona se deben acumular (acumulación de autos). Sin
embargo, aquí se presenta el problema de determinar cuál es el tribunal donde se van a
acumular los procesos.
Puede ocurrir también que el juez donde se acumulen los procesos estime conveniente no
acumularlos, vale decir ordena la desacumulación y tramitarlos por separado. Esto ocurre
cuando los procesos tienen tramitación distintas, o sea cuando ocurren crímenes, simples
delitos o faltas (artículo 160, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
En esta materia hay que analizar si los delitos son conexos o independientes (los delitos
conexos son los que están relacionados entre sí siempre que la ley lo dispone; los delitos
independientes son aquellos que no están relacionados entre sí).
i. Varios “delitos independientes” entre sí cometidos por una personas: Según la regla
del artículo 160, se deben analizar los casos. Las reglas son:
Según esto, sería juez competente el del lugar en que se cometió el último
crimen o en defecto el último simple delito (artículo 159, inciso 1º, Código
Orgánico de Tribunales). Esta regla es en el entendido que los delitos sean de
distinta gravedad.
Estas reglas tienen una norma complementaria señalada en el artículo 163 del
Código Orgánico de Tribunales, esto cuando no se puede establecer con precisión en
que comuna se ha cometido el delito. La ley dice que va a ser juez competente el que
primero comenzó a instruir el proceso.
ii. Por último, en cuanto a los “delito conexos”, se entiende por tal aquellos que están
íntimamente relacionados, de manera que forman una sola materialidad en cuanto a
los hechos.
Según el artículo 164, será juez competente para conocerlos en uno solo:
El artículo 165 del Código Orgánico de Tribunales enumera cuatro casos de delitos que
la ley considera conexos: los cometidos simultáneamente por dos o más personas
reunidas; los cometidos por dos o más personas en distintos lugares o tiempos, si
hubiere precedido concierto entre ellas; los cometidos como medio para perpetrar otro
delito, o para facilitar su ejecución; y los cometidos para procurar la impunidad de otros
delitos.
Es importante señalar que muchos de los artículos están derogados en el nuevo Código Orgánico de
Tribunales, con motivo de la nueva reforma procesal penal (Ley Nº 19.708, del 5 de enero de 2001).
8.- Reglas de Turno y de Distribución de Causa: Estas reglas se aplican siempre después que han
sido aplicadas las reglas absolutas y relativas, porque primero tiene que establecerse el tribunal
competente, o sea precisarlo en cuanto a su territorio, y solamente en este caso va a ser posible
aplicar estas reglas. En consecuencia son complementarias a las absolutas y relativas.
¿Por qué es necesario complementar las reglas absolutas o relativas?. Lo que ocurre o puede ocurrir
es que precisado el territorio del tribunal existan dentro de éste varios jueces con la misma o
análoga competencia (aunque no siempre es así). Dentro de estos varios tribunales es sólo uno el
que debe conocer el asunto.
2. Si en el lugar hay Corte de Apelaciones: Aquí hay que distinguir cuál es la naturaleza del
asunto judicial para determinar las reglas a aplicar. Hay que distinguir si se trata de asuntos
civiles contenciosos, asuntos no contenciosos; porque aquí se podrán aplicar tanto las reglas
de turno como las reglas de distribución de causa.
1. En los asuntos civiles contenciosos -que se inician siempre por demanda-, en ciertos
casos la demanda se debe presentar en la secretaría de la respectiva Corte de
Apelaciones. Esto con el objeto de que se proceda a designar a alguno de los jueces
para que conozca de ese asunto.
Si la jurisdicción está dividida entre los juzgados, deben ser presentados ante el juez de
turno en lo civil.
9.- Prórroga de la Competencia: Está materia se encuentra regulada desde el artículo 181 al 187
del Código Orgánico de Tribunales.
Esta prórroga es una atribución que se le da a las partes para que puedan cambiar el tribunal
que debe conocer del asunto, pero no cambiarlo en cuanto a su clase o jerarquía, pero sí
puede cambiar el tribunal territorialmente designado para conocer del asunto respetándose la
clase y la jerarquía.
No hay impedimentos para alterar las reglas territoriales mediante un acuerdo entre las partes. Sin
embargo, son restrictivas, porque sólo se aplican para los asuntos judiciales contenciosos.
9.2) Requisitos de procedencia: La ley hace una serie de exigencias en esta materia para que
pueda operar la institución de la prórroga.
1. Debe mediar un convenio entre las partes en litigio: Este es un requisito básico o
elemental para que se dé la prórroga. Este acuerdo se refiere a que la voluntad de los
litigantes debe ser concordante en esta materia, en que se le da competencia a un tribunal
que es relativamente incompetente.
Esta prórroga o acuerdo entre las partes respecto de la competencia puede ser expreso o
tácito.
En cualquiera de estos casos las partes deben señalar o designar con todas precisión el
juez a quienes se someten. Designar al juez significa señalar con precisión el territorio
de ese tribunal. Ejemplo: se deja expresamente que las partes se someten a los
tribunales de Chillán siendo naturalmente competente el tribunal de Concepción.
Los problemas que se pueden presentar en esta materia son, por ejemplo, si el
demandado está rebelde o no quiere comparecer al juicio, ¿la competencia se entiende
prorrogada?. La respuesta es que la competencia no se entendería prorrogada porque la
ley exige que el demandado se haga parte en el juicio y realice cualquier gestión.
2. Se requiere tener capacidad: Esta capacidad la tienen en general todas las personas
que según las leyes sustantivas son capaces de comparecer en juicio por sí solas (en
términos simples las que tienen capacidad de ejercicio). El incapaz podrá prorrogar la
competencia a través de sus representantes legales.
Dicho de otro modo, las personas facultadas para prorrogar esta competencia son todas las
personas que según la ley son hábiles para comparecer en juicio, y por las que no son
hábiles pueden prorrogar sus representantes legales (artículo 184, Código Orgánico de
Tribunales).
3. Debe tratarse de un asunto civil contencioso: La ley exige que para prorrogar la
competencia debe tratarse de un asunto civil contencioso; de manera que es
absolutamente incompetente la prórroga en los asuntos penales y en los asuntos no
contenciosos, siempre debe conocer de ellos el juez naturalmente competente. (artículo 182,
parte final).
--> ¿Qué puede ocurrir si una demanda se presenta ante un tribunal relativamente
incompetente?. Hay dos posibilidades frente a esta situación (prórroga tácita):
i. Una posibilidad es que pueda operar la prórroga tácita. Ese juez ante el cual se presentó
la demanda puede continuar conociendo de la causa. Hay prórroga de competencia desde el
punto de vista del demandado.
10.- Los Exhortos o Competencia Delegada (Art 71 y ss.): Comunicación que un tribunal envía a
otro solicitándole que practique u ordene practicar una actuación judicial que debe realizarse en
su territorio.
La ley dice que la comunicación se dirige por el tribunal exhortante debiéndole insertar o
acompañar los escritos, decretos y explicaciones necesarias para poder practicar la diligencia (Art.
71).
Estos exhortos deben ser firmados por el juez y el secretario, y si el tribunal es colegiado lo firma el
presidente más el secretario. A estas mismas personas se les remite o envía el exhorto.
Puede diligenciar el exhorto el encargado de la parte que solicita la comunicación, siempre que en
el exhorto se indique el nombre de esa persona (Art. 73).
A su vez, el Art. 2 inc. 5° de la Ley 18.120 señala que la persona que va a diligenciar un exhorto
debe tener capacidad para actuar en juicio. La capacidad de postulación (“Ius Postulandi”) debe
acreditarse ante el tribunal exhortado.
2.2) Forma de Proveer un Exhorto: El tribunal exhortante proveerá: “Como se pide, exhórtese”.
Luego, la parte interesada debe tramitarlo ante el tribunal exhortado, cuya providencia será:
“Cúmplase y diligenciado devuélvase”.
2. Exhortos internacionales: Se dirigen a una autoridad judicial que se encuentra fuera del
territorio de la República para que practique una actuación judicial en su territorio (Art. 76).
2.4) Forma en que opera un Exhorto: Ej. Se quiere demandar al Banco BCI, porque protestó
erróneamente un cheque causando perjuicio al girador de éste. Ha de solicitarse por escrito al
tribunal para que se exhorte a los tribunales de Santiago. Para ello hay 2 maneras: a través de un
escrito o bien, en un otrosí de la misma demanda.
1 2
SOLICITA EXHORTO. EN LO PRINCIPAL: DEMANDA
S.J.L. en lo Civil (2°) INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS;
F.D.A., por el demandante, en autos caratulados Pérez con EN EL PRIMER OTROSÍ: EXHORTO;
BCI, rol 979-08, a Usía respetuosamente digo: EN EL SEGUNDO OTROSÍ:
PATROCINIO Y PODER.
1° Que el representante de la parte demandada tiene su
domicilio en la ciudad de Santiago, calle…
2° Que para los efectos de notificarlo…
2.5) Requisitos del Exhorto:
Estos problemas de competencia pueden presentarse porque el conflicto se suscita entre las partes
con el tribunal. Algunas de las partes reclama de la incompetencia y eso da origen a la llamada
“CUESTIÓN de competencia”, que siempre es promovida entre las partes.
Otra situación que se produce es que el conflicto se plantea entre los propios tribunales entre sí; por
ejemplo, dos o más tribunales se pueden declarar competentes sobre el mismo asunto o que ninguno
sea competente. Aquí ocurre lo que se denomina "CONTIENDA de competencia".
Estos conflictos, en general, la ley intenta solucionarlos. En el caso de las contiendas entre
tribunales, la ley establece una autoridad para darle solución a la contienda que normalmente es el
superior jerárquico, que es el que tiene que dirimirla.
Si estamos en presencia de una cuestión de competencia la ley establece una tramitación porque
constituyen incidentes del juicio.
a) Entre las partes con los tribunales de justicia. Aquí se habla de cuestiones de
competencia.
b) Entre los tribunales de justicia entre sí (entre todo tipo de tribunales). Esto origina una
contienda que se soluciona con una autoridad determinada que la ley señala.
c) Entre los tribunales de justicia y determinadas autoridades políticas o
administrativas. Ejemplo: entre una Corte de Apelaciones y el Servicio de Impuestos
Internos. Aquí también se habla de contiendas y también la ley señala la autoridad
encargada de darle solución.
A. Cuestiones de competencia.
B. Contiendas de competencia.
Art. 101, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Podrán las partes promover
cuestiones de competencia por inhibitoria o por declinatoria”.
La parte agraviada tiene distintos medios o formas para alegar esta incompetencia, lo
normal es formulando una excepción de incompetencia antes de contestar la demanda.
En este reclamo la parte le señala al juez cuál es el tribunal que se estima como
competente, lo que se le pide es que se abstenga de seguir conociendo la causa
(artículo 111, Código de Procedimiento Civil).
En este último caso podría ocurrir que el tribunal dirija una comunicación al otro y
este último podría acceder a la petición. Pero también puede ocurrir que no acceda a la
petición y que se siga estimando competente no obstante la petición hecha por el otro
tribunal, en este caso se origina una contienda entre tribunales.
La ley indica que la parte que opta por cualquiera de estas vías no puede abandonarla,
no se puede cambiar al otro sistema ni tampoco pueden emplearse simultáneamente
los dos métodos (artículo 101, inciso final, Código de Procedimiento Civil).
Art. 101, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Las que hayan optado por uno
de estos medios, no podrán después abandonarlo para recurrir al otro. Tampoco
podrán emplearse los dos simultánea ni sucesivamente”.
B. Contiendas de Competencia: Son los conflictos que se promueven entre los tribunales
directamente entre sí. Esto ocurre cuando todos los tribunales se estiman que son
competentes para conocer de un asunto determinado (sentido positivo), o bien cuando
ninguno de ellos se estima como competente (sentido negativo).
La contienda se puede promover no sólo entre tribunales, sino que también se puede
promover entre tribunales y otras autoridades políticas y administrativas. Ejemplo: un
juzgado de letras y el director del Servicio de Impuestos Internos.
Art. 190, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Si los tribunales
fueren de distinta jerarquía, será competente para resolver la contienda
el superior de aquel que tenga jerarquía más alta”.
¿Si a un juez le presentan una demanda, que actitud puede tomar (Proveerla, con traslado)?
¿Qué significa traslado?, ¿y qué tipo de resolución es el traslado?
¿Si el juez estudia bien la demanda que puede notar (que es incompetente, se puede declarar
incompetente por incompetencia absoluta)?
¿Qué puede hacerse si el juez no se declara incompetente?, ¿puede hacerlo el demandado?, ¿si
no lo alega puede hacerlo después?
¿La Competencia Accidental qué es?, ¿de dónde proviene? ¿qué la origina y qué
consecuencias se derivan de ella?
¿Tribunales unipersonales, cuáles?
¿Puedo prorrogar esta competencia a un ministro de corte de apelaciones?, ¿Cuál sería la
razón?
¿En qué momento se aplican los “Principios” (una vez precisado el tribunal con las reglas de
competencia absoluta y relativa)?
¿Quiénes las sentencias definitivas?, ¿Hay procedimientos?, ¿Siempre se debe iniciar nuevo
juicio para pedir cumplimiento?, ¿Cómo se pide el cumplimiento (con citación)?
¿Si viene una persona que vive en santa Juana y tiene un inmueble poseído por una persona
que vive en concepción, qué se pregunta?
¿Si el inmueble está en tomé, dónde se va a presentar la demanda?
¿Qué proveerá el juez?
¿Cómo se va a notificar al demandado si tiene domicilio en concepción (Exhorto, habilitación
Concepción)?
¿Cómo alegará el demandado la incompetencia?
¿Qué es el Exhorto?
¿Si tanto demandante y demandado vivimos en concepción y lo demandó en tomé, que pasa?
1. La más importante es la que emana del artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales,
y se realiza considerando la materia o asuntos que los tribunales conocen, los tribunales
se pueden clasificar en tribunales ordinarios, especiales y arbitrales.
a) Tribunales Ordinarios: Son aquellos que constituyen la regla general del sistema
judicial de Chile. Lo normal es que haya un tribunal ordinario.
Lo que caracteriza aun tribunal ordinario para darle este carácter y que hace que
distinga de los demás fundamentalmente son los siguientes aspectos:
1. La Corte Suprema.
2. Las Cortes de Apelaciones.
3. Un ministro de la Corte de Apelaciones.
4. Un ministro de la Corte Suprema.
5. El presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago.
6. El presidente de la Corte Suprema.
7. Los juzgados de letras.
8. Los tribunales de juicio oral en lo penal.
9. Los juzgados de garantía.
A falta de tribunales especiales, serán los tribunales ordinarios los que conocerán esos
asuntos.
Las características que presentan estos tribunales especiales son las siguientes:
1. Se rigen en cada caso por las respectivas leyes especiales, las que le
señalan sus atribuciones y competencias. Ejemplo: los juzgados de letras de
menores se rigen por la Ley de Menores 16.618, los juzgados de letras del
trabajo se rigen por las normas del Código del Trabajo, los tribunales
militares en tiempo de paz se rigen por el Código de Justicia Militar y los
Juzgados de Policía Local se rigen por la ley 15.231 sobre las atribuciones
de estos juzgados, y por la ley 16.287 que establece el procedimiento de
los juzgados de policía local.
Esto significa que por tratarse de leyes especiales, estas son las leyes que
priman, de manera que estos tribunales deben regirse por estos estatutos.
Estos tribunales especiales pueden o no formar parte del Poder Judicial, según
lo que señala el mismo artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales.
3. Considerando el tiempo en que los jueces de estos tribunales van a cumplir sus
funciones, tenemos jueces perpetuos y jueces temporales.
a) Tribunales Perpetuos: Son aquellos tribunales que ejercen sus funciones en forma
indefinida y se puede decir que no tienen plazo, es decir no están limitados en el
tiempo. Este tipo de tribunales constituye la regla general en Chile.
4. Considerando el momento en que el tribunal debe ejercer su función como tal (en
atención a la permanencia de los tribunales), se clasifican en tribunales permanentes y
tribunales de excepción o accidentales.
a) Tribunales Permanentes: Como el nombre lo indica son aquellos que existen siempre.
Este tribunal están establecidos antes que el litigio se promueva y subsiste como
tribunal una vez que el litigio se termina, independientemente que exista o no un hecho
de su competencia.
I.1) Concepto de Juzgados de Letras: Son tribunales unipersonales que ejercen jurisdicción
normalmente en el territorio de una comuna o agrupación de comunas según lo que la ley les asigna
a cada uno, y en los cuales reside la plenitud de la competencia en primera instancia.
I.3) Organización de los Juzgados de Letras: En esta materia, nos referimos a analizar qué
personas son las que conforman el tribunal (juzgado de letras).
a) Juez de Letras: En los juzgados de letras, el juez es el funcionario más importante y tiene
un tratamiento protocolar de “Usía” (US) o “Su señoría” (SSa.). Los jueces deben ser
abogados y debe haber cumplido un programa de preparación (de formación).
Los jueces letrados son nombrados por el Presidente de la República, a propuesta en terna
que confecciona Corte de Apelaciones, de acuerdo a las normas constitucionales (artículo
75, inciso 7º, CPE).
Art. 75, inciso 7º, CPE: “Los jueces letrados serán designados por el Presidente
de la República, a propuesta en terna de la Corte de Apelaciones de la jurisdicción
respectiva”.
b) Secretario: Este tipo de tribunal cuenta con un Secretario de carácter permanente, que es
abogado y que es nombrado de la misma forma que el Juez.
Estos secretarios cumplen una función muy importante en los tribunales. Los secretarios
son los “ministros de fe” de los tribunales, y por ello es el encargado de “autorizar” o de dar
fe a todas las actuaciones y todas las resoluciones que emanen del tribunal. Por eso, si se
examina cualquier resolución judicial, éstas siempre tienen al menos dos firmas: la del juez
y la del secretario. Esto no significa que el juez le pida la autorización al secretario, sino
que la autorización significa “dar fe”.
1. Juzgados de letras con competencia común: son aquellos que conocen causas
civiles y criminales. Ejemplo: Tomé.
b) Desde el punto de vista del escalafón judicial o considerando la categoría del juzgado ,
I.5) Competencia de los Juzgados de Letras (artículo 45, Código Orgánico de Tribunales):
Aquí se analiza la competencia actual con las modificaciones que indica la ley y la competencia que
existe en la mayoría de los juzgados del país.
Los juzgados de letras conocen o pueden conocer de toda clase de asuntos, ya sean civiles
contenciosos, penales y no contenciosos, porque tienen la plenitud de la competencia en primera
instancia y excepcionalmente en única instancia.
La ley precisa o distingue entre causas civiles y de comercio, aunque estas últimas son
también causas civiles, pero que se rigen por el Código de Comercio.
b. Competencia de primera instancia (plenitud de la competencia): Los jueces de letras
conocerán en primera instancia:
B. Competencia en los asuntos judiciales no contenciosos: Aquí los jueces letrados tienen la
plenitud de la competencia.
Los jueces letrados conocen de todos los actos judiciales no contenciosos, cualquiera que
sea la cuantía de los mismos y cualquiera sea la calidad de los interesados (el fuero no se
considera), salvo lo relativo al nombramiento de curador ad litem, dispuesto en el artículo
494 del Código Civil (artículo 45, nº 2, letra c, Código Orgánico de Tribunales).
Estos tribunales están conformados por los ministros de Corte individualmente considerados. Una
vez que el ministro de Corte culmina su labor como tribunal unipersonal, éste continuará formando
parte del tribunal colegiado al cual pertenece.
4. Son tribunales inferiores. El ministro como tribunal accidental es inferior porque ejerce
competencia en primera instancia y dependen de la Corte a la cual forman parte y esa
Corte será el tribunal de segunda instancia.
Estos tribunales están en el mismo lugar del juez de letras (sometidos a las mismas reglas),
en consecuencia la organización es similar al Juzgado de Letras, cuentan con los mismos
funcionarios:
o En primer lugar está el Ministro, vale decir cambia la figura del juez en los
juzgados de letras por la del ministro en estos tribunales accidentales.
o También hay un Secretario. En este caso, el secretario va a ser el mismo ministro de
Fe de la Corte a la cual pertenece el ministro.
o También cuenta con Personal de Secretaría, que son los mismos funcionarios
subalternos de la Corte.
III) LAS CORTES DE APELACIONES: Las Cortes de Apelaciones están reguladas en los
artículos 54 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
III.1) Concepto de Corte de Apelaciones: Tribunales colegiados a los cuales les corresponde, por
regla general, ejercer competencia de segunda instancia en su calidad de superior jerárquico de los
jueces de letras, y dentro de un territorio jurisdiccional que es más amplio que el de los jueces de
letra. Este territorio puede corresponder a una o varias provincias o una región o parte de ella.
III.3) Organización de las Cortes de Apelaciones:
El artículo 57, inciso 1º, del Código Orgánico de Tribunales señala que las Cortes de
Apelaciones serán regidas por un Presidente. Sus funciones durarán un año contado del 1º
de marzo, y serán desempeñadas por los miembros del tribunal, turnándose cada uno por
“orden de antigüedad” en la categoría correspondiente del escalafón.
2) Los Ministros: Los ministros son los magistrados que integran la Corte de Apelaciones
(artículo 57, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales) a los cuales les corresponde el
ejercicio de las funciones jurisdiccionales dentro del tribunal.
Cada Corte de Apelaciones tiene un número variable de ministros de acuerdo a lo que la ley
en cada caso determine (artículo 56, Código Orgánico de Tribunales). Entre los ministros se
incluye al Presidente, porque es un ministro de Corte.
5) Secretario (artículos 379 y siguientes): La regla general es que cada Corte de Apelaciones
tenga un solo secretario. Pero tratándose de la Corte de Apelaciones de San Miguel y de
Santiago tienen más, 2 y 3 respectivamente. La propia Carta regula las acciones de cada
Secretario (artículo 60, Código Orgánico de Tribunales).
1. En forma ordinaria: Este es el funcionamiento habitual que tiene lugar en todos aquellos
casos en que la Corte funciona con el mismo número de salas que la ley le indica. Esto
según lo que señala el artículo 61 del Código Orgánico de Tribunales. Este funcionamiento
ordinario puede ser: en pleno o en sala.
Art. 67, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Para el funcionamiento del
tribunal pleno se requerirá, a lo menos, la concurrencia de la mayoría absoluta de los
miembros de que se componga la Corte”.
El pleno se conforma exclusivamente por los ministros titulares (no se puede llamar a
otros para que funcionen en pleno) y es presidido por el Presidente de la Corte de
Apelaciones.
Art. 66, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “El conocimiento de todos los
asuntos entregados a la competencia de las Cortes de Apelaciones pertenecerá a las
salas en que estén divididas, a menos que la ley disponga expresamente que deban
conocer de ellos en pleno.
El artículo 66 señala que en general el conocimiento de los asuntos judiciales que sean
de competencia de la Corte de Apelaciones le corresponde a las salas en que se divide
la misma Corte, a menos que se disponga expresamente que se funcione en pleno
(artículo 66, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales.
Cada sala representa a la Corte de Apelaciones en los asuntos de que conoce (artículo
66, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
Cada sala en que se puede dividir el tribunal estará formada por tres ministros, salvo
la Primera Sala que tendrá cuatro ministros. Formará parte de la Primera Sala el
Presidente de la Corte, sin embargo, es facultativo para él integrarla.
Las salas no podrán funcionar sin la concurrencia de tres jueces como mínimo
(artículo 67, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
De acuerdo al artículo 62, inciso 2º, se entenderá que hay retardo cuando dividido el total
de causas en estado de tabla y de las apelaciones que deban conocerse en cuenta,
inclusive las criminales, por el número de salas, el cuociente fuere superior a cien.
En este caso, con toda seguridad, va a ocurrir que los relatores que tenga la Corte sean
insuficientes. Producido este caso y si no bastaren los relatores en propiedad, el tribunal
designará por mayoría de votos los relatores interinos que estime conveniente, quienes
gozarán durante el tiempo en que sirvieren de igual remuneración que los propietarios
(artículo 62, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).
Estos “relatores interinos” culminan su labor una vez que la Corte sale del retardo (de la
misma manera que la nueva sala).
Esta nueva sala se conformará por un ministro titular, por el fiscal judicial y con
abogados integrantes (artículo 62, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 70, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La tramitación de los asuntos entregados a
las Cortes de Apelaciones corresponderá, en aquellas que se compongan de más de una sala, a la
primera”.
III.6) Formas de conocer y resolver los asuntos judiciales en las Cortes de Apelaciones: El
Código Orgánico de Tribunales dice, en el artículo 68, que las Cortes de Apelaciones resolverán los
asuntos “EN CUENTA”, o bien “PREVIA VISTA DE LA CAUSA” según corresponda. Esto no
tiene nada que ver con el funcionamiento.
Art. 68, Código Orgánico de Tribunales: “Las Cortes de Apelaciones resolverán los asuntos en
cuenta o previa vista de ellos, según corresponda”.
Esto está referido a si la Corte de Apelaciones debe conocer el asunto con o sin formalidades,
porque el conocimiento en cuenta es un conocimiento informal, en cambio el conocimiento previa
vista de la causa es formal (hay que cumplir con una serie de formalidades). En este último caso
tienen derecho a intervenir los abogados, en cambio en el conocimiento en cuenta no tienen derecho
a intervenir los abogados.
Esta es la forma general o habitual en que los tribunales conocen de un asunto determinado.
Esta vista de la causa está conformada por una serie de trámites o formalidades que deben
cumplirse. Este conjunto de actuaciones son las siguientes:
2. Inclusión del asunto judicial en tabla: Este trámite requiere necesariamente que
se haya cumplido el anterior.
Para poder incluir el asunto “en tabla”, la causa tiene que encontrarse en estado de
poder figurar en tabla o debe encontrase en “estado de relación”, de lo contrario no
puede incluirse en la tabla.
1) Las Menciones Esenciales son aquellas que nunca deben faltar en una
tabla, son las menciones mínimas que necesita el abogado para defender su
causa (artículo 163, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
--> Reglas del Código Orgánico de Tribunales para incluir el asunto en tabla:
i. el recurso de amparo
ii. el recurso de protección
iii. otros asuntos que la ley indica (apelaciones acerca del
auto de procesamiento, apelaciones relativas a la
libertad provisional, etc.).
--> ¿Para qué día se agregan estas causas?. Una vez que quedan
en estado de figurar en tabla serán agregadas a la mayor
brevedad, normalmente es al día hábil siguiente, e incluso
pueden llegar a ser agregadas el mismo día que quedó en
estado. Así, por ejemplo: el recurso de protección (normalmente al
día subsiguiente hábil), la aprobación del auto de procesamiento
(cinco días máximo para agregar la causa a la tabla).
Este número se mantiene fijo todo el tiempo dure la vista de la causa mientras no se
pasa al asunto siguiente (artículo 163, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Art. 163, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Esta tabla se fijará en lugar
visible, y antes de que comience a tratar cada negocio, lo anunciará el tribunal,
haciendo colocar al efecto en lugar conveniente el respectivo número de orden, el
cual se mantendrá fijo hasta que se pase a otro asunto”.
De todas las causas que figuran en la tabla no todas se ven en la oportunidad que se
indica en la tabla, de manera que solamente se anuncian aquellas causas que
efectivamente se van a ver. Las otras causas que por cualquier motivo no se
pudieran ver (por petición de suspensión, por inhabilitación de algún ministro, por
falta de tiempo) serán anunciadas aparte, el relator las anuncia antes de comenzar la
relación de las demás, para que los abogados lo sepan y en un papel aparte (artículo
222, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Art. 222, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Las causas que se ordene
tramitar, las suspendidas y las que por cualquier motivo no hayan de verse, serán
anunciadas en la tabla antes de comenzar la relación de las demás. Asimismo, en
esa oportunidad deberán señalarse aquellas causas que no se verán durante la
audiencia, por falta de tiempo. La audiencia se prorrogará, si fuere necesario,
hasta ver la última de las causas que resten en la tabla”.
El objeto es que los ministros queden instruidos de los asuntos judiciales sometidos
a su conocimiento. Esto se debe a la naturaleza que tiene una Corte de Apelaciones,
que se trata de un tribunal colegiado, por ello es sumamente difícil que los ministros
tomen conocimiento personalmente de cada causa (artículo 374, Código Orgánico
de Tribunales).
Los Alegatos son defensas verbales (orales) que se formulan ante los Tribunales
Colegiados de los derechos de alguna de las partes.
La ley señala que sólo pueden que realizar estas defensas orales en una Corte los
abogados habilitados para el ejercicio de la profesión, o bien, por excepción, se
permite que puedan hacerlo aquellos postulantes que estén haciendo su práctica
para obtener el título de abogado en las Corporaciones de Asistencia Judicial
(artículo 527, Código Orgánico de Tribunales).
--> ¿Qué ocurre al término de la vista de la causa?. Terminada la Vista de la Causa corresponde
que la Corte resuelva sobre el asunto que ha sido puesto a su conocimiento. Aquí hay dos
posibilidades:
1. Que la causa se resuelva de inmediato, tan pronto como termine la vista de la causa.
2. Que la causa no se resuelva de inmediato, que se difiera o postergue la resolución del
asunto sometido al conocimiento del tribunal.
Tanto en aquellos asuntos sencillos como en los asuntos urgentes la Corte tendrá que adoptar las
resoluciones de inmediato. Por el contrario, si el asunto no reviste urgencia y también si es
complejo, en ese caso no se resolverá de inmediato.
En esta etapa los ministros pueden requerir de un mayor estudio individual para fallar.
--> ¿Qué materias la Corte resuelve en cuenta y previa vista de la causa?
a) Asuntos que la Corte va a resolver en cuenta. Se utiliza este sistema en todos aquellos
asuntos que son de “mera tramitación”. Estos asuntos no deciden nada de fondo y cuya
finalidad es darle curso al proceso, y también se utiliza en todos aquellos casos que la ley
así lo disponga; por ejemplo, las apelaciones de resoluciones que no sean sentencias
definitivas, peticiones que se pueden formular en una Corte de Apelaciones de órdenes de
no innovar, la admisibilidad de los recursos.
b) Asuntos que se conocen previa vista de la causa. Esta es la regla general en cuanto a la
resolución de todos los asuntos en una Corte y se aplica en general de todos los asuntos
contenciosos, a menos que la ley diga lo contrario.
Este tribunal es el de mayor jerarquía que existe en la organización judicial en Chile. Su sede es la
capital de la República (artículo 94, Código Orgánico de Tribunales). Ejerce jurisdicción sobre todo
el territorio del país. La Corte Suprema tiene el tratamiento protocolar de “Excelentísima Corte”.
IV.2) Organización de la Corte Suprema: En síntesis son las mismas de la Corte de Apelaciones,
salvo algunas excepciones. Integran la Corte Suprema:
3) Fiscal Judicial: Funcionario que representa “el interés general de la sociedad”. En la Corte
Suprema hay un Fiscal Judicial a diferencia de las Cortes de Apelaciones que pueden tener
más.
4) Los Relatores: Cumplen exactamente la misma función que hacen los relatores de las
Cortes de Apelaciones, que es la de informar a la Corte de los asuntos que deben conocer
considerando que es un tribunal colegiado. Hace lo que se llama la “relación” de los
procesos. La Corte Suprema consta de ocho relatores.
7) Personal de Secretaría: Personal subalterno que colabora en las actividades propias del
tribunal.
Al hablar de SALAS ESPECIALIZADAS significa que cada sala conocerá de ciertas materias
que sean de competencia de la Corte Suprema, a diferencia de lo que ocurre en la Cortes de
Apelaciones donde conocen indistintamente, cualquiera de sus salas, de todas las materias que sean
de competencia de la Corte.
En este caso la Corte Suprema hace una nueva distribución de los asuntos entre las cuatro salas,
manteniendo en general las mismas materias del funcionamiento ordinario, salvo los asuntos
laborales que se le entregan a la Cuarta Sala, asuntos que antes pertenecían a la Primera Sala (en el
funcionamiento ordinario).
La propia Corte Suprema, también mediante auto acordado, debe establecer la distribución de sus
ministros entre las distintas salas especializadas, tanto en el funcionamiento ordinario como en el
extraordinario (artículo 95, inciso 5º, Código Orgánico de Tribunales). La distribución de ministros
que se efectúe debe permanecer invariable por un período de, a lo menos, dos años.
Lo otro novedoso es que el Presidente de la Corte Suprema puede integrar cualquiera de las salas, a
diferencia del Presidente de la Corte de Apelaciones que se integra a la Primera Sala. La integración
a las salas del Presidente de la Corte será facultativa (artículo 95, inciso 6º, Código Orgánico de
Tribunales).
Cada sala en que se divida la Corte Suprema será presidida por el ministro más antiguo, cuando no
esté presente el Presidente de la Corte.
El quórum para que la Corte funcione en sala es de al menos de cinco ministros. En este sentido hay
otra novedad en relación a la Corte de Apelaciones porque la ley señala que las salas de la Corte
Suprema no pueden funcionar con abogados integrantes, de lo que se deduce que debe funcionar
con ministros del propio tribunal (artículo 218, inciso 2º; y artículo 95, inciso 4º, Código Orgánico
de Tribunales).
Art. 218, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Las salas de la Corte Suprema no podrán
funcionar con mayoría de abogados integrantes, tanto en su funcionamiento ordinario como en el
extraordinario”.
En cuanto al pleno, éste requerirá de un quórum de al menos once miembros del tribunal para poder
funcionar de esa manera. El pleno se conforma exclusivamente por miembros titulares.
En las Cortes de Apelaciones las resoluciones de mero trámite las dicta la sala tramitadora. En
cambio, en la Corte Suprema, quien dicta las resoluciones de mero trámite o decretos es el
Presidente de la Corte Suprema y no la Primera Sala.
Para los efectos de que el asunto judicial sea entregado a alguna de las salas no hay sorteo para ello
(como ocurre en las Cortes de Apelaciones), porque las salas son especializadas, de manera que el
Presidente distribuye directamente los asuntos a las salas que corresponda según sea la especialidad
de la materia que la Corte va a conocer.
IV.6) Formas de resolver y conocer los asuntos de la Corte Suprema: Aquí tenemos que la
Corte Suprema puede conocer y resolver los asuntos en cuenta o previa vista de la causa. Así se
desprende del artículo 105 del Código Orgánico de Tribunales.
En este caso, se aplican las mismas normas que rigen en las Cortes de Apelaciones; es decir, para
determinar qué asuntos se conocen en cuenta y qué asuntos se conocen previa vista de la causa, hay
que atender a la naturaleza del asunto judicial de que se trata.
b) Por el contrario, en general todas las materias contenciosas, civiles o penales, y todos
los asuntos no contenciosos, se deben conocer “PREVIA VISTA DE LA CAUSA”, en
general porque en cada caso hay que ver lo que la ley disponga. Si hay norma especial se
conocerá de la manera que dice esa ley especial.
En cuanto a la vista de la causa, en la Corte Suprema sigue las mismas reglas de las Cortes de
Apelaciones. También hay que cumplir con los mismos trámites o actuaciones que se cumplen en la
Corte de Apelaciones.
Son aquellos tribunales que están constituidos por uno o más jueces, que tienen competencia en un
territorio jurisdiccional determinado, y que se dividen en secciones de varios jueces que resuelven
unipersonalmente los asuntos.
Estos tribunales tienen por finalidad fundamental asegurar y proteger los derechos de aquellas
personas que intervienen en un proceso penal de acuerdo con el nuevo Código Procesal Penal, de
manera que estas funciones que tienen los tribunales la van a realizar durante la investigación de los
hechos que está a cargo del Ministerio Público, que es la novedad fundamental del nuevo proceso
penal.
V.2) Competencia de los Juzgados de Garantía: De acuerdo al artículo 14, inciso 2º del Código
Orgánico de Tribunales, corresponde a los jueces de garantía:
1. Asegurar los derechos del imputado y de los demás intervinientes en el proceso penal, de
acuerdo a la ley procesal penal. Estos tribunales tienen que hacer respetar en cada caso las
normas legales pertinentes.
2. Dirigir personalmente las audiencias que sean pertinentes, de acuerdo con el nuevo Código
Procesal Penal.
3. Conocer y fallar las faltas penales de conformidad con el procedimiento contenido en la ley
procesal penal (artículo 14, inciso 2º, letra d, Código Orgánico de Tribunales), también de
acuerdo a la nueva ley procesal penal, sin perjuicio de lo que dispongan las leyes
especiales.
Estos asuntos no son de competencia de los tribunales orales en lo penal (que van a conocer
de las causas por crimen o simple delito).
Esto no quiere decir que todas estas faltas van a ser en la totalidad del conocimiento de los
juzgados de garantía.
4. Les corresponde hacer ejecutar o cumplir las condenas criminales y medidas de seguridad,
de acuerdo con la nueva ley procesal penal.
5. Conocer y resolver de los demás asuntos que las leyes les encomienden.
V.3) Estructura jurídica de los Juzgados de Garantía: Estos juzgados de garantía tendrán el
número de jueces variable que indica la ley (artículo 16, Código Orgánico de Tribunales).
La forma de distribuir los asuntos o causas entre estos jueces de los juzgados de garantías es de la
siguiente manera: si hay varios jueces se hace de acuerdo a un procedimiento objetivo y general,
que según la ley debe ser anualmente aprobado por un comité de jueces del juzgado.
Este “comité de jueces” no es otra cosa que una reunión de jueces del tribunal, validos tanto para
los juzgados de garantía como para los tribunales orales en lo penal. Este comité de jueces existe en
aquellos tribunales en que existan tres o más jueces.
Al comité de jueces de los tribunales de garantía les corresponde conocer de las materias que indica
la ley (artículo 23, Código Orgánico de Tribunales). Ejemplo: además de asignar las causas, debe
designar el personal del juzgado o tribunal, a propuesta en terna del administrador, etc.
También son tribunales ordinarios creados por la reforma procesal penal, de única instancia, y que
están compuestos por varios miembros que ejercen sus funciones en una o más salas y dentro de un
territorio jurisdiccional determinado.
VI.2) Competencia de los Tribunales Orales en lo Penal: Según el artículo 18, los tribunales
orales en lo penal les corresponde:
c. Resolver sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados que hayan sido puestos a
disposición de estos tribunales.
¿Qué ocurre en los nuevos Tribunales Penales, donde no hay secretario?, ¿por qué en los
juzgados de garantía no hay secretario?
¿Estos Tribunales penales son ordinarios?
Esta materia está regulada en los artículo 206 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales
(Título VIII) y tiene bastante aplicación práctica.
Aquí existen dos instituciones procesales importantes para sustituir al juez impedido:
A. La Subrogación.
B. La Integración.
A) Subrogación: La ley no la define. Se considera que “es el reemplazo automático, por el solo
ministerio de la ley, de algún magistrado cuando está impedido de desempeñar sus funciones
como tal, por alguna causa legal”.
Que opere por el solo ministerio de la ley significa que ese magistrado reemplazante no requiere de
nombramiento, sino no sería automático. La ley es la que suple el nombramiento.
Lo normal es que estas reglas de subrogación rijan en los tribunales unipersonales, pero también
puede operar tratándose de tribunales colegiados (todo el tribunal).
A.1) Subrogación de los jueces letrados: Aquí hay que hacer una serie de distinciones en cuanto a
la cantidad de jueces que hayan en la comuna.
En este caso la subrogación opera entre los miembros de la misma Corte de Apelaciones.
En este caso, es importante destacar que los ministros de la Corte que debe subrogar no se
constituirán en la Corte subrogada. El asunto debe pasar a la Corte que según la ley debe
subrogar (artículo 216, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
1) Que la Corte Suprema no pueda funcionar alguna de sus salas, por inhabilidad o
impedimento de la mayoría de los ministros titulares.
En cualquiera de estos casos, el reemplazo se hace de acuerdo a reglas especiales que establece el
artículo 218 del Código Orgánico de Tribunales.
La ley señala que en los casos que no pudiere funcionar la Corte Suprema por inhabilidad de la
mayoría o de la totalidad de los miembros, hay que llamar a los ministros de la Corte de
Apelaciones de Santiago, y deben ser llamados por orden de antigüedad (artículo 218, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales).
B) Integración: Esta integración también “es un reemplazo automático, por el solo ministerio de
la ley, de uno o más miembros de los tribunales colegiados están impedidos o inhabilitados para
desempeñar sus funciones como magistrado”.
La finalidad de la integración es permitir que el tribunal colegiado pueda funcionar con el quórum
mínimo legal.
B.2) Integración de la Corte Suprema: Respecto de la Integración de la Corte Suprema, hay que
distinguir si los miembros impedidos de actuar son menos de la mayoría o si son más de la mayoría.
7.- Los Principios Formativos del Proceso: Son ciertas ideas o conceptos de carácter
fundamental que le dan forma a un determinado sistema, considerando la finalidad del proceso.
Estos principios no tienen una consideración expresa en el ordenamiento jurídico, sin embargo se
deducen de la propia ley.
Es importante destacar que en un proceso nunca las actuaciones van a ser cien por ciento
escrito u oral. En doctrina estos principios presentan importantes ventajas e inconvenientes.
Por ejemplo, el sistema oral da una marcha más acelerada al proceso y evita así el retardo
(es más rápido); por otro lado, el principio de la escrituración presenta la ventaja de la
seguridad en el proceso.
En Chile hay manifestaciones de ambos principios con una clara diferencia entre materia
civil y penal.
En Chile, impera el principio de la continuidad, sin embargo existe una excepción a esto en
el juicio sumario que tiende al principio de la concentración.
La bilateralidad no significa que necesariamente tengan que intervenir las dos partes en un
mismo acto para que éste tenga validez, sino que el legislador quiere darle la oportunidad a
la parte de informarse (a través de la notificación pertinente) y defenderse a la otra parte.
6. Principio de la preclusión: Consiste en que, dentro del proceso, las actuaciones deben
cumplirse en su debido momento, y de no ser así ese derecho se extingue o se pierde. Es
decir, cada actuación se encuentra establecida en un período determinado en el proceso,
transcurrido el cual la actividad no puede realizarse.
Las principales manifestaciones que puede asumir este principio son las siguientes:
i. Existencia de los plazos: Ninguna actuación procesal puede realizarse más allá del
plazo fijado por la ley para su ejercicio. En el procedimiento civil son todos fatales o
perentorios.
ii. La consumación procesal: Consiste en que una determinada actividad se agota con
el ejercicio del derecho correspondiente. Es un impedimento que tiene la parte para
cumplir por segunda vez el derecho que ya se realizó con anterioridad.
iii. La eventualidad procesal: Esto significa que las partes tienen que hacer valer
simultáneamente los distintos medios para accionar en forma conjunta, en caso que
uno de ellos falle o sea desestimado. Ejemplo: las excepciones dilatorias, que deben
deducirse todas conjuntamente y en un mismo escrito.
6.3) Fuentes del Arbitraje: No tiene nada que ver con el nombramiento de la persona del árbitro.
Más bien, se refiere al origen del arbitraje, de dónde emana la obligación de someter un asunto a
arbitraje (situación que es independiente al nombramiento).
Desde este punto de vista hay dos grandes fuentes del arbitraje:
1. Voluntad de las partes como fuente de arbitraje: Esta manifestación de voluntad de las
partes se puede exteriorizar a través de dos actos jurídicos distintos:
a) El Contrato de Compromiso.
b) La Cláusula Compromisoria.
--> En cuanto a las menciones o requisitos que debe tener este acuerdo, tenemos
que distinguir entre los elementos esenciales (aquellos que no pueden faltar en el
acto) y los elementos de la naturaleza (aquellos que no siendo esenciales se
entienden pertenecer al acto; pueden faltar):
1) Elementos esenciales:
2) Elementos de la naturaleza:
2. La ley como fuente de arbitraje: En algunos casos la ley también puede ser fuente de
arbitraje, aunque lo normal es que sea por el acuerdo de las partes.
En ciertos casos, el legislador señala cuales materias o asuntos necesariamente hay que
someter a arbitraje. Aquí prima la voluntad del legislador y se prescinde de la voluntad de
las partes.
En estas materias no queda otra posibilidad en el caso de un litigio que recurrir a la justicia
arbitral (estaría prohibido recurrir a la justicia ordinaria). Estas materias se denominan
“materias de arbitraje forzoso u obligatorio”, y por lo mismo requieren de un texto legal
expreso que así lo establezca (fundamentalmente es el artículo 227 del Código Orgánico de
Tribunales).
6.4) Calidad que pueden tener los árbitros: Al hablar de “calidad” nos referimos a las facultades
que tendrá el árbitro para fallar como para tramitar un asunto; o bien, qué reglas o normas debe
aplicar un árbitro que conoce un asunto judicial determinado (procedimiento a utilizar y formas para
fallar). Estas calidades están establecidas en el artículo 223 del Código Orgánico de Tribunales.
Los jueces árbitros puede tener o ser nombrados por tres calidades distintas:
a) Arbitro de derecho.
b) Arbitro arbitrador o amigable componedor.
c) Arbitro mixto.
a) Arbitro de derecho (artículo 223, inciso 2º): El árbitro de derecho se define como aquel
que falla con arreglo a la ley y se someten, tanto en la tramitación como en el
pronunciamiento de la sentencia definitiva (en los aspectos formales), a las mismas reglas
establecidas para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida.
El juez para resolver el asunto debe ajustarse estrictamente a la ley. Por ser de derecho debe
ser abogado.
En cuanto al procedimiento y fallo (aspecto formal) debe aplicar las reglas que le
otorguen las partes en el acto constitutivo del compromiso, y si éstas no le han dado
reglas al árbitro, en este caso se deben aplicar las normas de procedimiento.
Estos árbitros podrían aplicar dos tipos de procedimiento, a diferencia del árbitro de
derecho que depende de la naturaleza de la acción. Estos procedimientos pueden ser:
c) Arbitro mixto (artículo 223, inciso 4º): Es una mezcla, tiene las dos calidades anteriores.
Participa de ambas calidades a la vez, en el sentido que el árbitro mixto falla igual que un
árbitro de derecho (con arreglo a la ley), y tramita igual que un árbitro arbitrador (según las
reglas que le den las partes o en su defecto las normas que establece el Código de
Procedimiento Civil).
Como falla igual que un árbitro de derecho necesariamente tiene que ser abogado.
6.4) Constitución del Tribunal Arbitral: Los pasos a seguir para que se constituya un tribunal
arbitral son los siguientes:
Veámoslos
1) Nombramiento de los árbitros: Hay distintas formas de nombrar a los árbitros. Estas son:
I. Nombramiento de árbitros por las partes: En cualquier caso en que las partes
nombran al árbitro:
En cuanto a las a las capacidades de las partes que se exige para nombrar a un
árbitro, hay que distinguir en cuanto a la libertad que tienen los litigantes para
nombrar al árbitro (la calidad que pueden revestir los árbitros):
c) Para los árbitros mixtos son las mismas exigencias que los árbitros
arbitradores, pero si existen incapaces y si hay motivos de manifiesta
conveniencia este nombramiento debe ser aprobado por la justicia
ordinaria; la justicia ordinaria debe autorizar el nombramiento (artículo
224, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
El nombramiento tiene que hacerlo el juez de letras competente y para este efecto
tiene que ser requerido por alguna de las partes mediante solicitud escrita (no
actúa de oficio). En este escrito se pide que se nombre un árbitro, para cuyo efecto se
deberá citar a todos los interesados a un comparendo a una audiencia a un día
determinado y hora determinada.
Esta audiencia tendrá lugar solamente con las partes que asistan. En este caso se
entiende que si no asisten todos, que hay desacuerdo entre las partes, y en este caso
tendría que nombrar el árbitro el juez ordinario.
Si en ese comparendo no hay acuerdo sobre la persona del árbitro, también decide
el juez (él hace el nombramiento).
Las limitaciones que tiene el juez letrado para designar al árbitro, en el caso que no
haya acuerdo entre las partes, son las siguientes (artículo 232, inciso 2º, Código
Orgánico de Tribunales):
2) Aceptación y juramento del árbitro nombrado: Para que estos tribunales arbitrales, en
cualquier caso, puedan desempeñar sus funciones es necesario dar un segundo paso, que se
cumpla una segunda formalidad, partiendo de la base que el árbitro estará nombrado. Este
paso se refiere a la “aceptación del cargo” y el “juramento del árbitro”.
Esto se debe a que el nombramiento del árbitro no obliga en principio al árbitro designado a
aceptar dicho nombramiento. Las personas que son designadas árbitros son libres para
aceptar o no dicho nombramiento. Si la persona designada se niega, esa circunstancia no
trae ninguna consecuencia en su contra.
Art. 236, Código Orgánico de Tribunales: “El árbitro que acepta el encargo deberá
declararlo así, y jurará desempeñarlo con la debida fidelidad y en el menor tiempo
posible”.
Este juramento debe hacerse ante un ministro de fe (la ley no lo dice expresamente, pero
todo juramento se debe realizar ante un ministro de fe).
La importancia de estas formalidades (aceptación y juramento) tiene que ver con la fecha
en que se realiza, fecha que, a su vez, tiene importancia en relación al cómputo del plazo
que las partes le dan al árbitro para el cumplimiento de sus funciones como tal, para que
conozca y resuelva el asunto. El plazo es contado desde que el árbitro designado acepta y
jura.
1) El Arbitro: El juez árbitro tiene que cumplir con ciertos requisitos para poder
desempeñarse como tal (artículo 225, Código Orgánico de Tribunales). Estos requisitos
son:
El tribunal arbitral normalmente está constituido por el árbitro y por un actuario. Sin
embargo, hay algunos casos en que podría no existir este ministro de fe, lo que constituye
una diferencia importante con el resto de los tribunales. Esto va a depender de la calidad
que tenga el árbitro:
Si en el lugar donde se lleva a efecto el arbitraje no existe ministro de fe, en este caso
la exigencia sigue siendo la misma, pero el árbitro estará facultado para nombrar a
cualquier persona como actuario (artículo 632, Código de Procedimiento Civil).
6.6) Expiración de las funciones del árbitro: La regla general es que las funciones del árbitro
terminen con el pronunciamiento de la sentencia definitiva dictada en el juicio arbitral.
Sin perjuicio de lo anterior, la ley señala que las funciones del árbitro terminan en forma
anticipada sin haberse dictado la sentencia definitiva en el juicio. Hay varias causales que establece
el legislador en esta materia (artículos 240 y 241, Código Orgánico de Tribunales):
2. La enfermedad del árbitro, porque aquí no operan las mismas reglas de los tribunales
ordinarios de justicia (artículo 240, nº 3, Código Orgánico de Tribunales).
3. Si por cualquier causa el árbitro se ausenta del lugar del juicio. Ejemplo: cambio de
domicilio del árbitro, etc. (artículo 240, nº 4, Código Orgánico de Tribunales).
4. El maltrato o injuria a la persona del árbitro por alguna de las partes (artículo 240,
nº 2, Código Orgánico de Tribunales).
5. La revocación que hagan las partes de común acuerdo de la jurisdicción del tribunal
arbitral (artículo 241, Código Orgánico de Tribunales).
6.7) Competencia de los tribunales arbitrales: Esto nos lleva a señalar que en relación a las
distintas materias se puede hacer una clasificación, así tenemos:
La enumeración del artículo 227 es genérica (no es taxativa, no son los únicos casos),
esto en razón de lo que establece el número 5 del mismo artículo.
Los casos más sobresalientes son:
c) Materias de arbitraje voluntario: Estos asuntos serían todas aquellas materias que no
son de arbitraje prohibido o de arbitraje forzoso (los demás entran dentro de esta
categoría). Por lo mismo aquí no cabe hacer una enumeración, porque estas cuestiones
constituyen la regla general (esto es lo que prima).
En estos casos habría que concluir que el legislador le es indiferente que las partes la
sometan a arbitraje o la sometan al tribunal que es normalmente competente (justicia
ordinaria).
¿Dónde está la reglamentación de los árbitros?
¿Qué dice el artículo 5º?
¿Se puede tramitar una posesión efectiva antes un juez árbitro (no)?, ¿Por qué?
¿En una partición de bienes, quiénes pueden intervenir (herencia-herederos)?
¿El conflicto entre el representante legal y su representado, se puede someter a arbitraje?
¿Si muere la madre representante legal y deja hijos no emancipados, qué ocurre con la
partición de bienes, qué situaciones se dan?
¿Qué reglas priman y por qué?
¿Qué pasaría, por ejemplo, si las partes tienen problemas con un automóvil y discuten el
dominio entre los comuneros, es competente el juez partidor para dirimir quién es el
propietario de ese automóvil?
¿Cuándo se aplica este juicio?
¿Cuál es su finalidad?
¿Existe obligación de las partes a permanecer en la indivisión?
¿Y si las partes lo pactan?
¿Cómo se inicia el juicio de partición de bienes?
¿Por qué se llega a un juicio?
¿Quién designa al partidor?
¿Y si no hay acuerdo de los interesados?
¿Este es un asunto jurisdiccional voluntario o contencioso?
¿Cómo opera la aceptación del cargo por el partidor?
¿Cómo es la notificación de la convocatoria a las partes que hace el partidor?
¿Cómo se desarrolla el primer comparendo?
¿Cómo se acredita quiénes son herederos y sus derechos?
¿Qué se debe acompañar?
¿Cuándo el inventario será solemne?
¿Algunos de los asuntos del libro IV, puedo someterlos a arbitraje (no)?, ¿por qué?
¿Cómo es el nombramiento de los árbitros?
¿Cuáles son las clases de nombramiento?
¿Qué diferencias hay entre el nombramiento hecho por las partes y por la justicia?
¿Cómo es su aceptación?, ¿Cuándo interviene su juramento?
¿Tienen secretario?, ¿Cómo es su nombramiento?
¿Tiene limitaciones?
¿Qué hace el árbitro (cita a audiencia)?, ¿Cómo diría la citación (“por constituido el
tribunal…”), ¿cómo se va a notificar?
¿En el día del comparendo, qué ocurre (caso de la sucesión hereditaria)?
¿Cómo termina la Partición (Laudo y Ordenata), ¿Qué comprende cada uno?
1.- Clasificación de las Partes: En un juicio siempre habrá partes directas o principales y pueden
haber partes indirectas o terceros. Esta es la diferencia entre los actos judiciales no contenciosos y
los juicios.
II. Partes Indirectas o Terceros: En general son aquellas partes no originarios de la situación
procesal -es decir, no inician el juicio- a los cuales la ley les permite intervenir
posteriormente en el juicio si es que tienen algún derecho que hacer valer.
Estos normalmente son ajenos a la contienda misma, pero el tercero tiene un interés en el
resultado del juicio y es lo que lo motiva a intervenir.
No hay que confundir a estos terceros con otros terceros que no son y nunca van a ser parte
en un juicio pero si van a tener participación en un juicio, como los testigos, los peritos, etc.
Se clasificar en:
Art. 23, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Los que, sin ser partes directas
en el juicio, tengan interés actual en sus resultados, podrán en cualquier estado de él
intervenir como coadyuvantes, y tendrán en tal caso los mismos derechos que
concede el artículo 16 a cada una de las partes representadas por un procurador
común, continuando el juicio en el estado en que se encuentre”.
b) Terceros Excluyentes: Los terceros excluyentes son aquellos que concurren al juicio
también después de iniciado, pero en este caso lo hacen reclamando o sosteniendo una
pretensión propia e incompatible con las pretensiones de las partes directas. Ej. Una
tercería de posesión.
Art. 22, Código de Procedimiento Civil: “Si durante la secuela del juicio se
presenta alguien reclamando sobre la cosa litigada derechos incompatibles con los
de las otras partes, admitirá el tribunal sus gestiones en la forma establecida por el
artículo 16 y se entenderá que acepta todo lo obrado antes de su presentación,
continuando el juicio en el estado en que se encuentre”.
Art. 23, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil: “Si el interés invocado por el
tercero es independiente del que corresponde en el juicio a las dos partes, se
observará lo dispuesto en el artículo anterior”.
2.- Capacidad de las Partes: Aquí hay que distinguir la capacidad para ser parte en juicio, para
comparecer en juicio (capacidad procesal) y para pedir en juicio (ius postulandi):
1. Capacidad para ser parte en juicio: Esto significa determinar que aptitud debe tener un
sujeto para aparecer en juicio, para figurar como demandante o como demandado.
Esta materia se rige por las reglas sustantivas o por las reglas del Derecho Civil, y en
consecuencia hay que concluir que para ser parte en juicio o para ser titular de una relación
jurídica procesal basta con tener la capacidad de goce. Esto rige tanto para las personas
naturales como para las personas jurídicas.
2. Capacidad para comparecer en juicio: Esta capacidad para comparecer en juicio se
denomina también “capacidad procesal”. Esto está referido a la aptitud que se requiere
para poder ejercitar la acción o, en su caso, poder formular la excepción.
3. Capacidad para pedir en juicio: La capacidad para pedir en juicio o el “ius postulandi”
es propia del Derecho Procesal. Esta es la capacidad para hacer peticiones a los
tribunales.
Quien tiene este “ius postulandi” está habilitado para hacer peticiones a los tribunales de
justicia, y para esto se requiere que esta persona tenga un mandato judicial (que es
distinto al mandato civil).
Esto está reglamentado especialmente en la ley 18.120, que establece las normas de
comparecencia en juicio y además se encuentra regulado en el artículo 4º y siguiente del
Código de Procedimiento Civil).
6.- La Comparecencia ante los Tribunales: Esto significa determinar de qué forma las partes
intervienen ante los tribunales de justicia cuando quieren hacer valer un determinado derecho.
En Chile para determinar cuál es el sistema que el legislador utiliza hay que hacer algunas
distinciones y fundamentalmente hay que determinar si se comparece ante un tribunal inferior o
ante un tribunal superior (si se verifica ante un juez letrado o ante alguna Corte).
1. Comparecencia ante los tribunales inferiores: La regla ante los jueces letrados es que las
partes concurran debidamente representadas. En principio ante un tribunal inferior no se
admite la comparecencia personal; esto significa que se debe recurrir a los mandatarios
judiciales -esto aún cuando la parte sea capaz de ejercicio- y excepcionalmente la ley
permite, ante los tribunales inferiores, la comparecencia personal.
Ante los juzgados de letras se admite la comparecencia a través de cualquier mandatario
judicial.
Art. 398, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Ante la Corte Suprema sólo
se podrá comparecer por abogado habilitado o por procurador del número y ante
las Cortes de Apelaciones las partes podrán comparecer personalmente o
representadas por abogado o por procurador del número”.
6.1) Normas legales de comparecencia en juicio: Título II del Libro Primero del Código de
Procedimiento Civil (artículos 4º y siguientes). Esto aplica también a lo No Contencioso.
La regla es que toda persona que deba comparecer en juicio, a su propio nombre o como
representante legal de otra, debe hacerlo en la forma que determine la ley (artículo 4º, Código
de Procedimiento Civil). La ley determina esta comparecencia fundamentalmente en el artículo
398 del Código Orgánico de Tribunales y se regula especialmente en la ley 18.120 sobre
comparecencia en juicio (apéndice del Código de Procedimiento Civil).
6.2) Obligaciones de la Ley Nº 18.120 de Comparecencia en Juicio: Las obligaciones de la ley
son las siguientes:
La ley 18.120 se encarga de señalar las personas que pueden ser mandatarios o procuradores
judiciales (artículo 2º, Ley 18.120):
El artículo 2º de la ley 18.120 precisamente establece esta regla, salvo casos de excepción en que se
podría comparecer en juicio.
¿Quiénes pueden actuar como mandatarios judiciales?. Pueden ser mandatarios o procuradores
judiciales aquellas personas que señala el artículo 2º de la Ley 18.120, que son las siguientes:
1. Abogado habilitado para el ejercicio de la profesión: Se entiende por tal a aquel que no
tiene impedimentos para el ejercicio de la misma. Esto significa que este abogado no debe
estar suspendido del ejercicio de su profesión.
Los únicos que pueden suspender a los abogados para el ejercicio de la profesión son los
tribunales de justicia, haciendo uso de sus facultades disciplinarias (jurisdicción
disciplinaria), una medida como ésta se debe imponer por resolución judicial, tiene que
haber una sentencia ejecutoriada; y también puede imponérsele a título de pena y no sólo
como una medida disciplinaria.
2. Procurador del número: Los procuradores del número están regulados en los artículos 394
y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
Los procuradores del número, son oficiales de la administración de justicia encargados
de representar en juicio a las partes (artículo 394, inciso 1º, Código Orgánico de
Tribunales).
4. Egresados de derecho por cierto tiempo: Los egresados de las mismas escuelas hasta
tres años después de haber rendido los exámenes correspondientes.
Todas estas condiciones o calidades hay que acreditarlas ante el tribunal pertinente y
normalmente son los secretarios los que se preocupan de que el mandatario reúna las
condiciones necesarias. El interesado debe exhibir, ya sea su título o documento de que acredite
esa calidad que dice tener.
Ejemplos:
II.2) EL MANDATO JUDICIAL: El mandato judicial es un contrato en que una persona confía a
otra persona habilitada para estos efectos la representación de sus derechos en un juicio o gestión
judicial (artículo 395, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 395, Código Orgánico de Tribunales: “El acto por el cual una parte encomienda a
un procurador la representación de sus derechos en juicio, es un mandato que se regirá
por las reglas establecidas en el Código Civil para los contratos de esta clase, salvas las
modificaciones contenidas en los artículos siguientes”.
1. Por escritura pública otorgada ante notario: El Código dice “por escritura pública
otorgada ante notario o ante oficial del Registro Civil”, sin embargo esto último se
entiende derogado, porque en la práctica el oficial del Registro Civil carece de esa
atribución.
2. Mediante un acta extendida ante un juez de letras o ante un juez árbitro, y suscrita
por todos los otorgantes.
3. Mediante una declaración escrita del mandante, autorizada por el secretario del
tribunal que esté conociendo de la causa. Aquí hay que agregar a esta frase un
funcionario que, aunque el Código no lo dice, también podría autorizar esta declaración
escrita; este funcionario es el jefe de la unidad de administración de causas, en el caso de
los juzgados de garantía y los tribunales de juicio oral en lo penal (artículo 4º, ley 18.120).
Este artículo hay que agregarlo al artículo 6º, inciso 2º, nº 3 del Código de Procedimiento
Civil.
a) Tratándose del mandato civil, la parte del mandante tiene plena y absoluta
libertad para elegir a la persona del mandatario y, en consecuencia, puede elegir
cualquier persona, sin restricciones para ello (no requiere de ninguna condición
especial).
b) En cambio, en el caso del mandato judicial esto no es posible, la parte no goza de
libertad para elegir al mandatario judicial, porque aquí necesariamente el mandato
judicial tendrá que otorgarse a alguna de las personas habilitadas por ley (artículo 2º,
Ley 18.120). Para ello la persona tendría que tener “ius postulandi”.
II.4) Facultades del mandato judicial: En el mandato judicial hay que hacer una distinción
tratándose de las facultades del mandatario. Aquí hay que distinguir las llamadas “facultades
ordinarias” y las llamadas “facultades extraordinarias o especiales”. Esta distinción es fundamental.
Ejemplo: en una demanda siempre se hace mención al artículo 7º, y si no se dice nada se entienden
incorporadas a las facultades ordinarias del inciso 1º.
Las facultades del inciso 2º, como dice el Código de Procedimiento Civil requieren expresa
mención. La ley señala una enumeración de varias facultades que podrían darse.
Aquí se ha presentado un problema referido a determinar qué significa esa “expresa mención”
que señala el legislador. El problema que se planteó es saber si había que enumerarla una por vez o
había que hacer una referencia genérica del inciso 2º (esto en el entendido de que se tienen que
hacer las facultades extraordinarias).
La jurisprudencia ha dicho que es suficiente o bastaría una referencia genérica al inciso 2º.
Basta decir que el mandatario se le otorga todas las facultades del inciso 2º del artículo 7º.
II.4.A) Facultades Ordinarias: Estas facultades del inciso 1º son todas aquellas que se le dan a un
mandatario judicial para que pueda desempeñarse normalmente en representación de su parte o
interesado, de lo contrario no podría hacerlo bien.
Art. 7º, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “El poder para litigar se entenderá
conferido para todo el juicio en que se presente, y aun cuando no exprese las facultades
que se conceden, autorizará al procurador para tomar parte, del mismo modo que podría
hacerlo el poderdante, en todos los trámites e incidentes del juicio y en todas las cuestiones
que por vía de reconvención se promuevan, hasta la ejecución completa de la sentencia
definitiva, salvo lo dispuesto en el artículo 4 o salvo que la ley exija intervención personal
de la parte misma. Las cláusulas en que se nieguen o en que se limiten las facultades
expresadas, son nulas. Podrá, asimismo, el procurador delegar el poder obligando al
mandante, a menos que se le haya negado esta facultad”.
En cuanto a las facultades que confiere, esto lo señala el mismo artículo 7º, inciso 1º en términos
genéricos:
1. En primer lugar, estas facultades autorizan para que el mandatario tome parte o para
que actúe en todos los trámites o incidentes del juicio, del mismo modo que podría
hacerlo el poderdante o mandante.
2. También queda autorizado para intervenir en todas las cuestiones que se promuevan
por vía de reconvención.
3. Este mandatario puede intervenir durante todo el juicio y hasta la ejecución completa
de la sentencia definitiva. Esta última frase significa, por supuesto, que el mandatario
puede intervenir después de la dictación de la sentencia definitiva.
En virtud de estas atribuciones ordinarias, el mandatario puede intervenir en todos los trámites del
cumplimiento de la sentencia.
II.4.B) Facultades Extraordinarias: Son las atribuciones que se dan a un mandatario judicial y
que requieren de una mención expresa al momento de otorgarse el mandato judicial, es decir, no
están incorporadas de pleno derecho como las facultades ordinarias.
Art. 7º, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Sin embargo, no se entenderán
concedidas al procurador, sin expresa mención, las facultades de desistirse en primera
instancia de la acción deducida, aceptar la demanda contraria, absolver posiciones,
renunciar los recursos o los términos legales, transigir, comprometer, otorgar a los
árbitros facultades de arbitradores, aprobar convenios y percibir”.
Esta confesión debe prestarla la parte misma, en el caso de que así lo exija la parte
contraria. Sin embargo, en ciertos casos, el mandatario judicial que cuenta con esta
atribución podría prestar la confesión por su mandante, sobre hechos propios de este último.
4. Renunciar a los recursos o los términos legales: La renuncia de los recursos es sinónimo
de abandonar anticipadamente el derecho que tiene una parte, ya sea para deducir un
recurso o para valerse de un plazo que la ley otorga o términos legales (plazos legales).
Esto tiene que ser expresamente manifestado en el proceso. No es lo mismo que desistirse,
ya que el desistimiento opera una vez que el derecho se ha ejercido; la renuncia es
anticipada, antes que se haga valer el derecho.
5. Transigir: Esto es lo mismo que decir la facultad para celebrar un contrato de transacción
(regulada en el Código Civil, artículos 2446 y 2448).
Este también es una facultad extraordinaria porque el tribunal natural para conocer un
asunto es el tribunal ordinario, se le está sustrayendo facultades al tribunal ordinario para
entregárselas al tribunal arbitral.
Es extraordinaria por estas razones e implica restarle a un árbitro la atribución que tendría
un árbitro de derecho.
Esta facultad de entregarle a los árbitros el carácter de arbitradores hay que concordarlo con
el artículo 224, inciso 1º del Código Orgánico de Tribunales, en cuanto a que sólo las partes
mayores de edad y libres administradoras de sus bienes podrán dar a los árbitros el carácter
de arbitradores, a menos que los propios tribunales de justicia lo autoricen por motivos de
manifiesta conveniencia.
8. Aprobar convenios: Estos convenios son acuerdos entre deudores y acreedores, y que
están referidos precisamente con la forma de pagar deudas. Esto es propio de los
procedimientos de quiebras, regulado en la ley de quiebras.
El mandatario debe estar revestido de esta atribución por expresa mención del poderdante;
también de carácter patrimonial porque incide en el patrimonio mismo del representado.
9. Percibir: Esta facultad se refiere a la atribución del mandatario para recibir las sumas de
dinero, especies o frutos a que puede ser condenada la parte contraria.
Si no se le otorgan estas facultades, la ley dice que, para poder hacer uso de todas o algunas de estas
atribuciones, se requiere de un escrito que debe ser firmado por la propia parte junto con el
mandatario, ante el secretario del tribunal (artículo 2º, inciso 6º, Ley 18.120) o en su defecto ante el
jefe de unidad administrativa que tenga a su cargo la administración de causas penales en los
nuevos tribunales.
Facultad de Delegar el Mandato Judicial: Dentro del artículo 7º, inciso 1º, en su párrafo final
se establece la facultad de delegación del mandato judicial.
Art. 7º, inciso 1º, parte final, Código de Procedimiento Civil: “Podrá, asimismo, el
procurador delegar el poder obligando al mandante, a menos que se le haya negado esta
facultad”.
Esto significa que el mandatario judicial puede traspasar sus atribuciones a un tercero, que va
a ser la persona que se le delegan las atribuciones que tenía primitivamente el mandatario judicial
(naturalmente este tercero tiene que tener “ius postulandi”). Todo esto a menos que se le limite o
que se niega expresamente la facultad de delegar.
Entonces, ¿qué naturaleza tiene esta facultad de delegar?, ¿es ordinaria o extraordinaria?. No sería
ni la una ni la otra, porque las facultades ordinarias no se pueden restringir, y las facultades
extraordinarias requieren expresa mención.
Se puede catalogar como una atribución especial, al momento que si no se dice nada se entiende
incorporada.
II.5) Duración y término del mandato judicial: El mandato judicial durará mientras en el
proceso no haya constancia de ha cesado o expirado de su mandato (artículo 10, inciso 1º,
Código de Procedimiento Civil).
Las causales de terminación del mandato judicial son las mismas que operan para el
patrocinio. Estas son:
Art. 1. º, Inciso 1º, Ley 18.120: “La primera presentación de cada parte o interesado en
asuntos contenciosos o no contenciosos ante cualquier tribunal de la República, sea
ordinario, arbitral o especial, deberá ser patrocinada por un abogado habilitado para el
ejercicio de la profesión”.
Esta obligación es para los efectos de la defensa en el juicio (no para los efectos de comparecer).
El abogado patrocinante es el que defiende los derechos en juicio de las partes, por eso es que
la ley le encomienda esta misión exclusivamente a los abogados.
Esta obligación de designar abogado patrocinante debe cumplirse en la primera presentación que
se efectúe ante los tribunales, que cada parte realiza ante el respectivo tribunal de justicia. La
primera presentación puede ser o no la presentación o la contestación de la demanda.
II.1) ¿Cómo se entiende cumplida esta obligación del patrocinio?. La obligación se entiende
cumplida por el hecho de poner el abogado su firma en esa primera presentación e indicar,
además, su nombre completo, apellidos y domicilio.
Si no se cumple con estos requisitos, la ley dice que sin esos requisitos la solicitud no puede ser
proveída y se tendrá por no presentada para todos los efectos legales. Las resoluciones que al
respecto se dicten no serán susceptibles de recurso alguno (artículo 1º, inciso 2º, Ley 18.120).
Art. 1º, inciso 2º, Ley 18.120: “Esta obligación se entenderá cumplida por el hecho de
poner el abogado su firma, indicando además su nombre, apellidos y domicilio. Sin estos
requisitos no podrá ser proveída y se tendrá por no presentada para todos los efectos
legales. Las resoluciones que al respecto se dicten no serán susceptibles de recurso
alguno”.
II.2) EL PATROCINIO: El Patrocinio debemos definirlo en base al artículo 528 del Código
Orgánico de Tribunales como un acuerdo o un acto en virtud del cual una persona le encomienda
a un abogado habilitado la defensa de sus derechos en juicio.
Este patrocinio, desde el punto de vista contractual, cabe calificarlo como un mandato (se
aplican las mismas reglas que hay en el Derecho Civil para el mandato), porque la parte le está
solicitando una determinada gestión al abogado; en este caso, la gestión es la defensa de los
derechos en juicio. Visto de esta manera, se perfecciona por el solo consentimiento, basta la mera
aceptación del abogado y del cliente respecto de las obligaciones que generan.
Art. 528, Código Orgánico de Tribunales: “El acto por el cual una persona encomienda
a un abogado la defensa de sus derechos en juicio, es un mandato que se halla sujeto a las
reglas establecidas en el Código Civil sobre los contratos de esta clase, salvo la
modificación establecida en el artículo siguiente”.
Formalmente la Ley 18.120 hace las exigencias señaladas en el artículo 1º para demostrar que la
obligación se ha cumplido. Esta exigencia del artículo 1º (que quede constancia en la primera
presentación del patrocinio) no constituye en sí el contrato de patrocinio. Esta exigencia es un
simple acto procesal que establece la ley, que deja constancia de un hecho y que da a entender
que el abogado aceptó el patrocinio y por lo mismo asume la defensa.
II.3) Extinción del patrocinio: En esta materia hay que señalar una regla que señala el artículo 1º,
inciso 3º, de la Ley Nº 18.120 de Comparecencia en Juicio, que señala
Art. 1º, inciso 3º, primera parte, Ley 18.120: “El abogado conservará este patrocinio y su
responsabilidad mientras en el proceso no haya testimonio de la cesación de dicho patrocinio”.
Sin perjuicio a lo anteriormente señalado, el patrocinio podría extinguirse por las siguientes
causas:
1. Por renuncia del propio abogado patrocinante: Cuando el patrocinio termina por la
renuncia del abogado patrocinante (por su voluntad), éste debe ponerla en
conocimiento de la parte y debe, además, informarle el estado del asunto. Esta renuncia
tiene que notificársela a la parte, y mientras eso no sucede sigue conservando su
responsabilidad (artículo 1º, inciso 4º, Ley 18.120).
El inciso 4º del artículo 1º de la ley 18.120 señala que “si la causa de la expiración fuere la
renuncia del abogado, deberá éste ponerla en conocimiento de su patrocinado, junto con el
estado del negocio, y conservará su responsabilidad hasta que haya transcurrido el
término de emplazamiento desde la notificación de su renuncia, salvo que antes se haya
designado otro patrocinante”.
Esa revocación puede ser expresa o tácita. Es expresa, cuando consta fehacientemente la
voluntad del patrocinado de poner término al patrocinio. Es tácita cuando, se deduce de la
ejecución de ciertos actos de la parte, por ejemplo, si la parte procede a nombrar a otro
patrocinante.
3. Por fallecimiento del patrocinante: Termina por muerte del abogado patrocinante, ya
que también acaba la persona humana. Si fallece la parte no se termina el patrocinio, porque
el juicio no termina y el abogado mantiene la responsabilidad por sucesión.
6.3) Paralelo entre mandato judicial y patrocinio: Las principales diferencias entre una
institución y otra son las siguientes:
a) En cuanto al objeto o finalidad de cada una: El objeto del patrocinio es la defensa de los
derechos de una parte en juicio. En cambio, en el caso del mandato judicial, el objeto que
pretende es la representación judicial de esa parte, pero no asumir la defensa (esa
representación tiene que estar en concordancia con la defensa).
¿Qué es un Juicio?
¿Qué son las Partes?
¿Cómo es la intervención de las Partes (directas o principales y terceros o indirectos)?
¿En relación a qué se hace esta distinción (al momento en que intervienen, juicio iniciado o
no)?
¿Qué otros terceros existen (testigos, no tienen interés en juicio)?
¿Cómo se clasifican los Terceros?, ¿Cuáles son sus conceptos?
¿Son estas reglas de aplicación general?
¿Cómo intervienen los terceros en los juicios?
¿Qué es el Ius Postulandi (es la aptitud legal necesaria para actuar ante tribunales)?
¿Quiénes tienen jus postulandi?
¿Cuándo debe cumplirse?
¿Y si no se hace en la primera presentación?
¿El plazo de 3 días es fatal?
¿Qué importancia hay de que el plazo sea fatal o no fatal?
¿Es distinta la carga de designar abogado patrocinante con la del mandato judicial?
¿Cuál es la consecuencia jurídica de no cumplir esa carga en ambos casos?
¿Puede distinguir las formas de comparecer ante la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema
(C.A es personalmente o representado y ante la C.S no se puede personalmente)?
¿Cuáles son las Facultades del Mandato Judicial?
¿Qué señala el artículo 7º?
¿Se puede delegar el mandato judicial?
¿Hasta cuándo se otorgan las facultades del mandato (hasta la ejecución)?
¿Qué son las Facultades Ordinarias?, ¿Dónde están?, ¿Cuáles son?
¿Qué son las Facultades Extraordinarias?, ¿Dónde están?, ¿Cuáles son?
¿Qué diferencia hay entre las facultades ordinarias y las extraordinarias?
¿Qué clase de facultad es la de delegar el mandato?
¿Por qué las Facultades Extraordinarias requieren de mención expresa (porque pueden
importar la realización de actos dispositivos)?