Viacrucis JMJ11
Viacrucis JMJ11
Viacrucis JMJ11
Nos quejamos frecuentemente de las dificultades pero, en cambio, solemos ser poco
agradecidos con tantos regalos que recibimos.
Nos asustan, Señor, las cruces: la cruz de la enfermedad o del rechazo social; la
cruz de la soledad o la cruz del fracaso. El mundo, Jesús, intenta eliminar la cruz,
diseñar una fisonomía cultural sin aquello que ha sido y sigue siendo el signo por
excelencia del amor y de la pasión por conquistar y renovar a toda la humanidad.
¿Nos dejas, Señor, acompañarte cargando y soportando un poco el peso de tu cruz?
¿Por qué se educa sólo para el disfrutar y no a ser fuertes ante las contrariedades?
Ojala, Señor, fuésemos tu rostro ante el mundo. La cara afable que se presentase
en situaciones difíciles o de sufrimiento.
Existen, Jesús, multitud de imágenes en nuestro mundo que nos conmueven y que
nos hacen pensar que “algo no funciona bien hoy y aquí” cuando, tantas personas,
reclaman atención, delicadeza o dignidad.
Te damos las gracias, Señor, porque al vestirte de pobreza y de humildad nos
indicas el camino que hemos de emprender para encontrarnos contigo.
Que también nosotros, como la Verónica, descubramos tu rostro en nuestras fatigas
y noches oscuras, en los acontecimientos en los que aparentemente nos
encontremos derrotados o fracasados.
¿Limpiamos el rostro de la Iglesia con nuestro compromiso firme y recio? ¿Damos la
cara por ella?
Respuesta: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe»
7ª estación: Jesús cae en tierra por segunda vez