2.la Importancia de Las Publicaciones
2.la Importancia de Las Publicaciones
2.la Importancia de Las Publicaciones
MedULA 19:3-4
EDITORIAL
LA IMPORTANCIA DE LAS PUBLICACIONES CIENTÍFICAS.
Pedro José Salinas, Editor Jefe.
Resumen
Se hace un recuento de la importancia que tienen las publicaciones científicas para el desarrollo social y económico
de las sociedades. Se indica la importancia que dichas publicaciones tienen para las instituciones públicas y
privadas de investigación científica, especialmente las universidades. Se hace referencia al decreto presidencial en
Venezuela que declara como gastos suntuarios a las publicaciones de los entes públicos tal como las universidades
nacionales (no privadas). Por tanto no pueden ser financiadas con fondos públicos. Esto, obviamente, tiene un
grave su efecto negativo para el avance de la ciencia en nuestro país. Se señala que internet y otras formas de
publicación virtual no son una alternativa porque no llegan a las zonas y personas de menores recursos económicos,
como hospitales, escuelas, etc., de zonas rurales.
Palabras clave: Publicaciones científicas, importancia social, gastos suntuarios, fondos públicos, internet.
Abstract
The importance of scientific publications.
The importance of the scientific publications for the social and economic development of the societies is shown.
The importance of those publications for public and private research institutions, especially for the universities is
indicated. Reference is given to the Venezuelan presidential decree declaring as luxury expenses the publications of
public institutions and therefore unable to access to public funds. This has obvious negative effects on the advance
of science in our country. It is remarked that internet and other virtual media are not an alternative because they do
not reach the areas and people of low income, such as hospitals, schools, etc., in rural areas.
Key words: Scientific publications, social importance, luxury expenses, public funds, internet.
Publicación es la acción o efecto de publicar y esta a su vez es hacer notorio por cualquier medio algo que se quiere
hacer llegar a noticia de todos. Etimológicamente viene de “pueblo”, de llevar la noticia a toda la población. La
publicación ha sido el medio de compartir conocimientos, experiencias, etc. Cuando no existían medios “escritos”
(entre comillas porque no necesariamente eran escritos, ya que podían ser tallados, modelados, esculpidos, etc.), la
publicación era oral, de lugar en lugar y de generación en generación, por lo que no se sabía a ciencia cierta si lo
que en un lugar y tiempo definido era exactamente lo que originalmente se había establecido. Con la invención de
la escritura, se pudo guardar la forma original del conocimiento, bien en las tablillas de cerámica, en las paredes de
piedra, en las vasijas, en láminas de metales, cueros, etc., posteriormente se desarrollaron los papiros y finalmente
el papel.
En sentido general se entiende por publicación científica cualquier forma de divulgar entre varias personas los
resultados de alguna experiencia científica o los hallazgos de algún fenómeno o ente nuevos para la ciencia. La
divulgación puede tomar muchas formas, tales como las orales, por ejemplo las que se presentan en charlas,
jornadas, congresos, etc., las escritas que van desde una simple hoja hasta las revistas y libros. Hoy día se
encuentran dentro de la divulgación científica, todos le métodos virtuales digitales tales como discos compactos,
DVD, pen drive, internet, etc.
En sentido coloquial hay la tendencia a entender por publicación científica, los libros y revistas impresos en papel,
ya que estos fueron y han sido por siglos la forma tradicional de divulgación en todos los campos del pensamiento
humano, intelectual o no, científico o no. Es obvio que si no se divulga (= publica) algo, en nuestro caso algo de
carácter científico, no tendrá relevancia, ya que solo el autor conocerá la importancia del hallazgo y nadie se
beneficiará de ese conocimiento. De allí la conocida frase de “ciencia que no se publica no existe”. Recordemos a
uno de los varios Aurelianos Buendía de la novela de García Márquez, Cien Años de Soledad, quien se dedicó a
leer libros de todo tipo, a tal extremo que ya no salía de su cuarto, solo aumentando su caudal de conocimientos;
por lo que todo ese conocimiento se perdió pues no lo divulgó (= publicó) ni entre sus más cercano allegados.
Es indudable la importancia que tienen las publicaciones científicas para el avance del desarrollo social y
económico de las naciones. Mediante estas publicaciones hemos visto como, a través de los años, ha mejorado la
salud, la nutrición, la educación, la vivienda, incluso el trabajo y la recreación. Por esta razón los científicos
(siempre que no estén limitados por razones comerciales, industriales o de Estado) tratan de publicar sus resultados
y hallazgos lo más pronto y lo más amplia posible. Para lograr estos propósitos se sirven de libros y revistas.
Siendo las revistas el medio más expedito de lograr pronta y amplia difusión de lo publicado. De allí que los
MedULA, Revista de Facultad de Medicina, Universidad de Los Andes. Vol. 19. Nº 1. 2010. Mérida. Venezuela. 3
grandes centros de investigación científica tengan revistas, boletines, actas, etc., a la par que libros, incluso gran
parte de ellos, si no la mayoría tienen sus propias editoriales. Por su gran importancia estas publicaciones son de
alto precio para el consumidor, en algunos casos la subscripción anual de una de estas revistas puede alcanzar
varios miles de dólares. Esto, a su vez, significa que los países o instituciones con más recursos económicos podrán
tener todas las publicaciones a su alcance, pero los más pobres o con menos recursos no tendrán acceso a la
información requerida. De igual manera, publicar en esas revistas requiere del pago por página a publicar,
generalmente muy alto. Todas estas limitaciones justifican que los países o instituciones con menos recursos tengan
sus propias publicaciones, que además, por lo general están dirigidas a problemas de carácter específico del país o
institución correspondiente. Por modestas que estas publicaciones sean cumplen con un papel importante en
divulgar resultados que por ser muy locales o por sus autores ser la primera vez que publican, no serían aceptados
en las grandes revistas, pero que en la mayoría de los casos son el resultado de años de paciente investigación. Por
ejemplo, la solución al problema de la falta de yodo en zonas de los Andes venezolanos no interesa a una revista
internacional, pero sería de gran interés a una revista venezolana o peruana o boliviana, etc., con problemas
similares.
Por lo antes expuesto es indispensable crear, mantener y mejorar las publicaciones científicas en los países menos
desarrollados.
En muchos casos se argumenta que no es conveniente crear nuevas revistas científicas, sino usar las ya existentes.
No creemos que esto sea completamente valedero porque toda revista actual por muy buena que sea tuvo un
comienzo y luego se afianzó. Las recién creadas, si son buenas crecerán y mejorarán paulatinamente, mientras que
las de menor calidad desaparecerán.
En Venezuela hay revistas científicas de excelente calidad, muchas de ellas con reconocimiento internacional. De
igual manera, existen en la Universidad de Los Andes revistas con muy alta calidad y reconocimiento
internacional. Sin embargo, de acuerdo con un decreto presidencial, las publicaciones se consideran gastos
suntuarios para los entes públicos. Por esta razón y ante la incertidumbre de la calificación (no discrimina el tipo de
publicación), las autoridades de la Universidad de Los Andes consideraron inconveniente financiar las revistas y
libros hasta tanto no se aclare la situación de las publicaciones de orden académico. Esto ha resultado en la
paralización de las publicaciones en esta universidad, por lo cual decenas de libros y revistas están retenidos hasta
cuando se solucione la situación. Esto repercute en la calificación y exclusión de las revistas de los índices tanto
nacionales como internacionales, ya que una condición indispensable para mantenerse en esos índices es que deben
tener periodicidad absoluta.
Se argumenta, para mantener estas medidas, que se pueden publicar las revistas en internet que es de dominio
público y por tanto puede ser descargado por cualquier persona en cualquier parte del mundo y que puede
adoptarse el sistema de acceso libre (open access journals). Esto es cierto, pero no es menos cierto que abogamos
por una divulgación lo más amplia posible, lo cual incluye que llegue al mayor número de personas y en los más
apartados lugares tanto de Venezuela como de otros países. Si aceptamos la publicación solo en internet,
estaríamos limitando su uso solo a aquellas personas que tienen acceso a internet, es decir, en muchos lugares
donde no hay computadoras o no hay cobertura de internet o las hay pero no hay los recursos para pagar la
subscripción al servicio, no tendrían el acceso a las revistas, mientras que la publicación física (en papel) se
enviaría como se hace actualmente por medio del correo tradicional. No poder usar internet ocurre en muchas
personas y en muchas instituciones públicas y privadas de bajos recursos, tal como estudiantes, trabajadores,
escuelas, organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro, tal como es el caso de hospitales rurales,
sociedades conservacionistas, grupos de ayuda social o humanitaria, etc.
Por otra parte, una gran cantidad de revistas, boletines, etc., se reciben en nuestra universidad por intercambio, es
decir, nosotros enviamos nuestras revistas y a cambio recibimos las de otras instituciones nacionales e
internacionales. Con este intercambio, la universidad se ahorra una cantidad considerable de dinero, especialmente
en el caso de revistas extranjeras que de ser compradas deberían ser pagadas en dólares, en euros u otras monedas,
con el consabido complicado trámite para adquirir las divisas.
Por todo lo dicho anteriormente creemos que las autoridades competentes deben dar una interpretación precisa y
certera eliminando la interpretación de gastos suntuarios a las publicaciones científicas o humanísticas,
especialmente de las universidades.
Nuestra revista MedULA, después de varios años ha ido logrando un buen sitial dentro de las publicaciones
científicas venezolanas y latinoamericanas. Sería lamentable que por interpretaciones erradas, nuestra revista, al
igual que muchas otras venezolanas, perdieran su posición y su bien ganado prestigio. Esperemos que para bien del
país, como dice la frase celebre “se enderecen los entuertos”.
4 MedULA, Revista de Facultad de Medicina, Universidad de Los Andes. Vol. 19. Nº 1. 2010. Mérida. Venezuela.