Sumisas 05 - Sumisa de Cinco Osos Polares
Sumisas 05 - Sumisa de Cinco Osos Polares
Sumisas 05 - Sumisa de Cinco Osos Polares
SINOPSIS
Con manos temblorosas se agarró con todas sus fuerzas a la toalla mientras la
aterciopelada voz masculina la inundaba desde el salón.
¿Quiénes son?, ¿Qué quieren?
Retrocediendo lentamente se apartó del gran cuerpo ante ella hasta que se quedó
ante el salón viendo a los demás hombres sentados en la oscuridad.
Grace pudo escuchar varios gruñidos provenientes del salón, mirando a los pies
desnudos para su sorpresa de los tipos trago, no había ningún animal alrededor de ellos, eso
la calmo hasta que sintió como cubrían sus ojos, trato de defenderse pero ataron sus manos
juntas y pasaron una cadena por su cintura hasta sus muñecas dejándola completamente
indefensa.
Camina.
Grace negó nerviosa, la secuestrarían, a saber que más le pasaría, estaba en medio
de la nieve y estaría varios meses sin poder salir de ese país por sus propios medios.
Antes de que pudiera caer de rodillas unos fuertes brazos la rodearon, Grace
gimoteo al sentirlos, llevaba meses sin sexo, pero antes de que pudiera divagar sus pies
flotaban en el aire y finalmente su cuerpo cayó de espaldas en uno de los sofás del salón, el
tipo que la dejo sobre el sofá recorrió su curvilínea figura con las yemas de los dedos hasta
llegar a sus labios, los dibujo con el dedo gordo y finalmente la cubrió con la toalla que
cubría su cuerpo antes de que la apresara, pudo sentir como el tipo bajaba su rostro hasta la
curva de su cuello y aspiraba con todas sus fuerzas hasta que soltó un leve gruñido que
parecía más bien animal, intento sacudir la venda de sus ojos pero de nada sirvió,
Te marcharas de este pueblo nada más pase el invierno hu… mujer, nos
venderás esta casa.
Grace soltó una carcajada mientras negaba sintiendo su húmedo cabello envolverla.
Grace pudo escuchar varios gruñidos de nuevo, abriendo los labios levemente
suspiro.
No hubo nada más que silencio durante varios segundos hasta que pudo escuchar
una respiración pegada a su oído y chillo asustada.
Tenemos que darte un buen motivo para que nos metas entre rejas.
Antes de que pudiera escapar de esos labios que hablaban a su oído unos fuertes
brazos rodearon sus muslos y la alzaron sobre unas piernas dejándola completamente
expuesta mientras ella chillaba.
Por todos los demonios taparle los labios, creo que estaré sordo varios días.
Grace negó nerviosa mientras movía sin parar la cabeza tratando de evitar que le
tapasen los labios.
Unos fuertes gruñidos llenaron sus oídos mientras descubrían su cuerpo y varias
veces escuchaba en diferentes labios de manera excitante.
Por un segundo creyó escucharlos hablar entre gruñidos bajos mientras el que la
sujetaba completamente expuesta ronroneaba entre sus labios vaginales un:
Beck, el hermano mayor de los cinco se llevó una de las manos a su rostro viendo
la escena, cuando habían llegado al pueblo alejado de la fría Alaska, los rostros de los
cambiantes que había dentro de la mansión les hicieron volverse completamente serios, él
dejo las pesadas maletas que llevaba en sus brazos caer de cualquier manera en el suelo y
los miro al igual que sus hermanos haciéndoles bajar las cabezas hasta los pechos.
¿Qué ha pasado?
Sin paciencia esperaron lo poco que su hermano Matt aguanto antes de golpear la
preciosa entrada que habían fabricado los cinco antes de marcharse mientras Rhys, su
segundo hermano furioso lo golpeaba tratando de alejarlo y evitar que terminara de
destrozarla sin conseguirlo.
Los cambiantes, más de veinte estaban acojonados ante ellos, salvo el que miraba
por la ventana, un cambiante de águila real junto a sus dos hermanos, se volvió sonriente
llamando sus atenciones, los cambiantes a su alrededor se apartaron dejándoles paso a los
cinco, cuando llegaron a la ventana miraron la casa de la anciana que iban a comprar, iban a
instalar a alguna hembra cambiante como ellos o varias y tratar de criar con ellas, la ñoñería
de visitar cambiantes emparejados que estaban con cachorros o con hembras embarazadas
les había dado tanto deseo de tener cachorros a todos, tratarían de procrear con las hembras
que quisieran o los aceptaran, les serian fieles, crearían un vínculo con el tiempo y llegarían
a quererse, ellos no eran de los cambiantes más ricos, pero sabían ganarse la vida con la
madera, sabían hacer magia con ella a pesar de sus corpulencias y enormes manos.
¿Qué pasa con la vieja?
Jonh y Tucker preguntaron sin parar mientras se volvían con los rostros
completamente serios, Beck al final les siseo haciéndolos silenciar sus labios.
Es una sobrina de la señora que vivía en la casa, la mujer falleció hace un mes
y ella apareció hace varios días.
Los cinco tragaron las palabras lentamente sin creérselo, Beck se sentó en un
cómodo sofá de su gran salón, agacho su rostro entre sus piernas y se llevó las manos a la
cabeza soltando un gruñido tan fuerte que hizo temblar a las paredes.
Iba a comprar esa casa, la mujer iba a dejarla antes de las llegadas de las
nieves, se iba a marchar.
Soltando su agarre subió su rostro viendo sus manos temblar mientras se las veía
mutar levemente haciendo a sus garras aparecer.
Hablamos con ella cuando llego, no sabe qué hacer, hoy por la noche llega el
primer temporal y dudo que ya se vaya.
Grace.
Así sucedió todo mientras ella sacaba las manos completamente arrugadas del agua
después de correrse, se quedó abrazada a sus grandes pechos mientras recuperaba el aliento
que le había cortado el orgasmo, con piernas temblorosas salió de la bañera y se observó a
si misma mientras se secaba el cabello con el secador, nunca había venido a Alaska a ver a
su tía, pero debía de admitir que la ciudad que se había construido allí era impresionante,
incluso había un centro comercial que habría en la buena época del año, al ver a los
habitantes nada más llegar, todos varones fornidos y tatuados hasta en el rostro algunos, se
quedaron completamente boquiabiertos al verla bajar del jet privado en el que descendía
lentamente, ella avergonzada solo bajo la mirada sin querer mirar a ninguno de los tipos
que iban con ella en el mismo vehículo, se abrazó a si misma al llegar a la casa de su tía, se
iba vistiendo mientras recordaba cada detalle de su llegada, como la miraban y observaban,
incluso la siguieron sigilosamente dentro de la casa de su tía, donde finalmente empezó a
quitar sus ropas, gafas y bragas que cubrían hasta su nariz mientras trataba de dejar de
sentir frio doloroso, ser pelirroja tenía sus peligros y más con las temperaturas, si hacía
calor se quemaba, si hacia frio era la primera en rajarse los labios y tiritar, cogiendo una
foto de su tía con ella de pequeña, todavía podía recordar ese día a la perfección, sus
lágrimas comenzaron a caer de nuevo estaba ante la fotografía mientras sollozaba, era el
último recuerdo que le quedaba por guardar, le había costado tanto recoger todos sus
recuerdos, aun no sabía qué hacer con la casa, desde luego que se estaba bien en ella, tenía
tiempo para leer, dormir y ver televisión, también estaba ver a sus vecinos cuando no
nevaba, desde ayer no nevaba con insistencia, solamente sería hasta esta noche, se había
anunciado otra fuerte nevada, volviendo a poner la fotografía en su sitio algo llamo su
atención, detrás del mueble brillaba algo, separando levemente el mueble llego, toco algo
frio y lo saco lentamente, se llevó las manos a los labios al ver una pistola dorada con el
mango rosa, era antigua, pero estaba perfecta, no entendía porque debía de guardarla su tía
tan escondida, seguramente había más por la casa, volviendo a dejarla en su sitio, llegando
a la cocina pudo ver a sus vecinos mientras se preparaba un poco de carne para asar en el
horno, estaban haciendo una preciosa cuna, podía verlo a simple vista, metiendo la carne en
el horno volvió a mirarlos desde detrás de las cortinas, no iban nada abrigados, incluso
varios estaban sin camiseta, mientras uno pulía, otro estaba sobre una mesa con un
cabecero, trabajaba con delicadeza, sorprendida abrió los ojos de par en par viendo su gran
tamaño, apretó los ojos para verlo detenidamente, tenía una gran cicatriz en el rostro, pero
igualmente era hermoso, se movió al verlo alzar la mirada de su trabajo hacia ella, joder
pensaba, ella se volvió viéndolo mirar fijamente hacia ella, camino hacia el asado y se puso
con un brazo apoyado en el horno mientras respiraba nerviosa, tenía los ojos iguales a los
tipos que hacía varias noches la habían hecho correrse hasta caer agotada, creería que era
un sueño ya que se despertó en su cama, si no fuera por el hecho de que tenía las caderas
llenas de marcas de garras, como si un animal la hubiera atacado, aún tenía varias leves
rojeces por su piel, se sentó a comer viendo que aún seguía siendo de noche, había muy
pocas horas de sol al día allí, alrededor de cinco como máximo, pero ella las aprovechaba
poco, se sentó a ver series en el sofá y las horas volaron mientras llegaba la cena y
finalmente se rendía tras no querer probar bocado mientras observaba la bicicleta estática,
mirando su reloj bostezo y se dejó arrastrar por sus pies al dormitorio, se desnudó, se
cepillo los dientes y se dejó caer envuelta entre las mantas.
Hermanos osos.
Beck dio varios pasos marcha atrás hasta verse en un espejo del largo salón, de
mala gana se observó después la cicatriz que habían hecho en su rostro cuando el destello
de sangre iluminando la pantalla del ordenador llamo su atención, pudo ver a su hermano
Tucker golpear al cambiante lejos de la pantalla mientras rugía, joder, se alzaba cambiando
mientras el cambiante bajaba la mirada, podía ver porque, la humana estaba desnuda ante la
pantalla.
Eso se repetía una y otra vez estando ante ella, los cinco habían llegado al
dormitorio de la humana tras conseguir que Tucker desistiera de matar al cambiante que
había llenado la casa de cámaras, Beck ansioso la vio dormir de medio lado, sin poder
evitarlo le cogió un cabello que le corría por la mejilla como si fuera sangre y se lo metió
en una caria detrás de la oreja mientras ella suspiraba siguiendo su toque hasta ponerse
boca arriba, al ver su reacción se inclinó sobre ella, llego casi a rozar su mejilla con su nariz
y absorbió su esencia natural sin darse cuenta de que gruño hasta que ella puso sus manos
en su pecho soltando un grito que le dejo un pitido intenso en el oído, antes de que pudiera
hacer nada sujeto sus muñecas y las alzo mientras pegaba su rostro a su cuello, se subió
sobre ella y le alzo las manos sin hacer esfuerzo alguno.
Sus palabras salieron preocupadas de sus labios, pero ella no dejo de forcejear, dejo
que siguiera mientras él siseaba en su oído hasta que la sintió comenzar a cansarse y
finalmente detenerse mientras respiraba rápidamente, respiro de nuevo su aroma y alzo la
mirada viendo a su hermano Tucker en el cabecero de la cama, estiro sus manos y le
asintió, podían verse a la perfección los cinco en la oscuridad del dormitorio, pero ella no
los podía ver, la oscuridad que se cernía fuera del dormitorio no dejaba ver con claridad.
Demasiado delgada.
Te trataremos bien y prepararemos tu cuerpo para el día que nos dejes hacerte
el amor.
Ella negó.
Él trepo por ella, puso sus brazos a cada lado de sus caderas y subió besando su piel
hasta llegar a su cuello y finalmente su oreja.
Moviendo su rostro pudo ver a sus hermanos Rhys y Tucker enredar en una
improvisada bolsa que habían preparado hasta que sacaron unas bolas chinas y se las
arrojaron cerca de la cadera donde él las cogió y paso por su otro lado del cuello mientras la
besaba en la mejilla.
Hacerlo ya y marchaos.
Llevando una de sus manos a los labios de ella dejo las yemas callosas de sus dedos
casi rozarlos, ella lo sintió y le lanzo un mordisco que él no evito, simplemente apretó sus
dientes soltando un gruñido bajo mientras ella apretaba sus dientes con todas sus fuerzas
hasta que lo soltó.
Grace se removió, chillo y despotrico hasta que ataron sus piernas y taparon sus
labios.
Tranquila, piensa que es como andar, cariño cuando estés bien dilatada lo
agradecerás.
Grace lo sintió rozar con las yemas de los dedos su ano mientras Rhys y Matt
atacaban sus pechos a besos, entre sus dientes apretaban sus pezones y los hacían moverse
con sus lenguas, ella retorció su rostro y trato de impedir su toque, pero no podía detenerlo,
sintió crema fría llenar su ano y gimoteo al sentirlo entrar un enorme dedo en ella,
lentamente, expandió su piel hasta casi doler y terminar de clavarlo completamente hasta
llegar con sus nudillos a piel expuesta.
Condenadamente estrecha.
Tras lentamente sacar su dedo y volver a entrarlo llevo sus labios a su clítoris, lo
beso y lamio, la sintió temblar, pero no se detuvo mientras sentía a su hermano Tucker
subirse junto a él, le insto a sacar su dedo de ella para entrarle un plug que tenía el tamaño
de tres dedos y mientras ella se corría en sus labios se lo introdujo, tuvo que sujetar sus
caderas al retorcerse completamente por el orgasmo que estaba recorriéndola, Matt y Rhys
tampoco soltaron sus pezones, la hicieron correrse hasta que su cuerpo se quedó
completamente laxo, se había desmayado. Matt separo un poco los cabellos de su rostro y
la soltaron, Beck saco el plug de su ano y lo puso sobre la mesilla de noche mientras trataba
de acomodar su polla en los calzoncillos, varias veces se subió la cinturilla sobre ella para
acabar desistiendo viendo todo su capullo fuera del calzón bastante humedecido, asustados
la vieron ponerse de lado anda más soltarla, pero nada más paso, se quedó en esa postura
mientras su larga melena volvía a ponerse por todo su rostro, Beck relleno una nota
poniéndole que por favor utilizara el plug y se preparara para ellos mientras Jonh ponía un
bote de vaselina detrás de este, sus hermanos se pusieron en la puerta esperándolo, pero él
se quedó observándola, se sentó en la cama de lado mientras les hacia una simple seña a sus
hermanos para que se marcharan, estuvo un tiempo mirándola detenidamente, aparto los
cabellos de su rostro escuchándola suspirar, llego con las yemas de sus dedos a su cadera
tocando algunas estrías que estaban algo marcadas, debía de haber perdido algo de peso,
puso albos brazos a cada lado de su espalda, uno debajo de su espalda y otro en sus nalgas
donde toco algunas pecas que tenía en una de las nalgas con una sonrisa, de golpe la sintió
removerse, se dio la vuelta hacia él y su rostro de quedo pegado al suyo, casi no podía verla
por el cabello que se había revuelto, ella movió sus brazos y rodeo uno de los suyos
mientras suspiraba, Beck sonrió más amplio sintiendo sus dientes afilarse, sorprendido se
llevó su mano libre a sus labios, nunca le había pasado nada así, él podía controlar su
cambio a la perfección, nunca habían conseguido hacerlo cambiar los humanos que lo
retuvieron, ni cuando le hicieron a sangre fría las marcas que tenía por todo su cuerpo.
Todavía tenía pesadillas con aquellos días, podía levantarse sudando e incluso rugiendo,
Beck sintió su espalda doler con el tiempo estaba amaneciendo, no sabía las horas que
llevaba allí con la mirada fija en ella mientras divagaba en sus pensamientos, consiguiendo
soltarse de su toque pero sin desearlo se levantó mientras volvía a colocar sus cabellos
detrás de su oreja viéndola sonreír, volvería junto a sus hermanos, cada noche, estaba
decidido, hasta que ella rogase por ellos dentro de su cuerpo, iban a preparándola,
tocándola, provocándola. Caminando fuera del dormitorio tomo una última respiración de
su olor, abandono la casa pisando la fría nieve descalzo mientras sentía los copos caer sobre
su cuerpo, ni eso le ayudo a calmarse, se lanzó dentro de la casa que compartía con sus
hermanos y finalmente se desnudó entrando en la ducha, largo rato estuvo bajo el grifo
tratando de calmarse hasta que tuvo que tocarse, cogió un trozo de jabón con olor a miel y
se lo paso por su pecho completamente trabajado, pudo verse varias cicatrices tapadas por
un gran tribal que ocupaba todo su cuerpo, cuando hizo los veinte años quiso ocultar todas
sus marcas, salvo las de su rostro, le había parecido exagerado tatuarse todo el cuerpo y eso
que ahora estaba de moda, pero el rostro no, recorrió el mundo buscando especialistas en
cirugía reconstructiva, pero nada, ni cirugías podía hacerse en el las mierdas que le habían
hecho para destrozarlo, suspirando se vio la polla completamente flácida.
Mirándolas ansioso sonrió viendo el gran horno donde cabria una vaca entera.
tres.
Beck sonrió cogiendo un pedazo de sushi con las manos de uno de los platos
mientras Matt lo golpeaba.
Espera a sentarte.
Los cinco rugieron a la vez mientras Jonh ponía al final de la larga mesa el portátil,
cogió una cerveza negra y brindo hacia Grace mientras se sentaba, volvió la vista a la mesa
y negó.
Y que no revienta.
Jonh soltó una carcajada con el pan entre los dientes mientras se dejaba caer de las
manos todo lo que llevaba.
Matt cogió con sus manos una de las piernas de un cordero, antes de ponerla en su
plato le dio un mordisco y soltó un rugido.
Que buena.
Volvió a dar varios bocados más mientras gruñía de placer, los cinco se liaron a
devorar todo lo que había en la mesa hasta dejarla completamente vacía mientras brindaban
varias veces hacia una Grace que había dejado casi toda su comida y se había ido a dormir.
Beck los insto a todos, pero antes de que pudiera moverse vio a Grace ponerse ante
el espejo del baño, se sentó en el reposabrazos de la bañera y se soltó el cabello lentamente
hasta dejándolo caer debajo de sus nalgas, él tenía varios platos en sus manos y los pudo
escuchar tintinear, estaba temblando al verla, los volvió a dejar en la mesa y se sentó a verla
cepillárselo, al igual que sus hermanos, varias veces la vieron bostezar, se hizo una trenza y
finalmente se estiro quejándose de las nalgas y salió del baño para meterse en la cama, él
carraspeo llamando la atención de sus hermanos.
Recojamos.
Deberíais poneros aunque sea unos calzoncillos, podéis asustarla con vuestros
atributos.
Soltando una carcajada Tucker se negó cruzándose de brazos.
Beck se llevó una mano a su melena larga, soltó varios rugidos negándose.
Tienes que aguantarte, sabes que con nuestros ojos y estos cuerpos, el pelo
blanco nos hace parecer más animales que humanos.
Soy un monstruo.
No lo eres.
Todos hemos pasado por momentos difíciles Beck, te recuerdo que cuando nos
salvaron no sabíamos hablar o hacer nada, bueno salvo gruñir.
Beck iba a lanzarse hacia la puerta de la casa, estaba sintiendo su cambio, pero
Tucker lo detuvo con todas sus fuerzas, incluso lo arrastro fuera de la cocina, donde Beck
rugió con todas sus fuerzas viendo a Tucker caer al suelo.
Jonh y Matt lo cogieron por ambos, con todas sus fuerzas lo sujetaron mientras
Tucker se levantaba, los cambiantes ante él abrieron la puerta de la casa y lo trataron de
calmar.
Hemos venido a hablar con vosotros, nada más, sois unos de los que lleváis
los problemas de la ciudad.
Beck enseño los dientes al cambiante a oso grizzly que mantenía la mirada baja,
observo a sus dos hermanos y mantenían las barbillas pegadas a sus imponentes pechos.
Él hermano mayor de los tres negó subiendo sus ojos a los de Beck.
Tenéis la guardia baja Beck, esta casa es de las más alejadas de la pequeña
ciudad, los humanos podrían venir y atacaros sin que nos enterásemos los demás
cambiantes.
Jonh, Matt y Tucker tuvieron que sujetarlo, pero igualmente estaban furiosos.
Los carteles indican que tenemos animales salvajes en la zona, ningún humano
podría acceder al pueblo tan fácilmente, necesitarían vehículos especiales.
Beck tiro de sus ropas mientras sus hermanos lo retenían y los otros cambiantes
salían huyendo.
Tucker gruño, con todas sus fuerzas llamando la atención de sus hermanos.
Te recuerdo hermano que ella es tan tuya como nuestra y por eso tu solo no
puedes decidir cómo defender nuestro territorio.
Desnudos salieron al porche de la casa, sintieron el frio chochar contra sus cuerpos,
pero ellos seguían con buena temperatura corporal, ni estando horas bajo la nieve se
enfermarían, eso lo sabían bien, los humanos les habían ayudado a averiguar eso y muchas
más cosas de maneras verdaderamente dolorosas, la humana no sabía que su tía guardaba
un juego de llaves dentro de un macetero de la entrada de la casa, la noche que llegaron
pudieron ver el juego de llaves enterrado en la tierra de la maceta, en la misma posición que
las habían visto antes de marcharse y ellos definitivamente las cogieron nada más ir la
primera noche a verla, entrando sigilosamente en el dormitorio los cinco pudieron verla
dormida de medio lado, estaba la calefacción puesta, la vieja la había puesto por toda la
casa con unos conductos que llegaban hasta el sótano, poniendo leña en ella se mantenían
las zonas que quisieran a buena temperatura. Beck, Rhys, Tucker, Jonh y Matt preferían el
calor de una chimenea, sentarse delante observando el fuego durante horas era un verdadero
placer para ellos, a Jonh le recorrió un estremecimiento de placer la columna mientras
acariciaba el rostro de Grace antes de que Tucker le pasara las cuerdas con las que atarla de
las manos.
Sintiéndola asustarse y ponerse boca arriba se lanzó sobre sus caderas mientras la
cogía por las muñecas. Había rugido todo lo que había salido por su boca, tratando de
calmarla mientras la ataba y vendaba sus ojos ella gimoteo.
Jonh soltó un pequeño gruñido, fue tan bajo que apenas pudo escucharlo Grace.
Pero sus demás hermanos rugieron rodeándola sobre el colchón, ninguno entendía como los
humanos llegaban a ser tan exigentes con sus cuerpos, Grace tenía un cuerpo exuberante, de
caderas anchas en las que dos cabezas de ellos podrían estar descansando tranquilamente
por toda una noche mientras su cachorro descansaba dentro de su vientre, terminando de
arrancar sus ropas, cuando la dejaron sin nada Jonh pudo acariciar sus pechos, bajo sus
labios a uno y dejo paso a Tucker en el otro, pudieron respirar su humedad, olía tan bien
que Rhys no pudo detenerse en tratar de abrir sus muslos junto a Beck para los dos lanzarse
a través de sus muslos hasta sus labios vaginales.
Matt dijo las palabras desde el cabecero de la cama haciendo a sus hermanos alzar
sus miradas hacia él, los ojos de todos brillaban en la oscuridad.
Grace escucho la fuerte voz de uno de ellos, sintió su piel estremecerse al sentir
varias lenguas recorrer diferentes partes de su cuerpo y apretó los dientes tratando de coger
una bocanada de aire sin chillar de placer, negándose para sus adentros volvió a sollozar de
placer al sentir dos lenguas en su vagina, en sus dos labios, en su perla, en su entrada y
gimiendo sintió su clímax invadirla mientras escuchaba el sonido claro del interruptor de la
luz.
Varios dijeron si y eso la asusto, no eran tres por los toques que había recibido su
cuerpo, ni cuatro, no sabía cuántos tenía a su alrededor ni siquiera y eso la asusto
haciéndola sollozar, el pánico la estaba inundando, podía sentir su pecho a punto de
explotar, jamás en su vida había tenido las luces encendidas mientras estaba con algún
hombre.
Varias manos volvieron a tocarla mientras ella trataba de subir hacia arriba, tirando
de sus brazos, solo consiguiendo moverse levemente.
No utilizaste el plug.
Ella se quedó quieta con los labios entre abiertos, los escuchaba moverse a su
alrededor, era muy leve el sonido, pero podía escucharlo.
¿No quieres sentirnos a varios en tu interior?
Ella intento alcanzar lo que tenía puesto en los ojos, pero sus piernas fueron
estiradas y sus brazos quedaron estirados haciéndolo imposible.
Chica mala.
Uno de sus pezones fue estirado y ella se movió para atrás conteniendo el aliento,
no se lo había esperado. Sintió un cuerpo justo en su costado, debía de ser enorme, se había
pegado a su piel de lado, podía sentir un pezón, una rodilla bajo su nalga y vello púbico en
su cadera, Grace se mordió el labio mientras sonreía al sentir otro cuerpo haciendo lo
mismo en su otro lado.
Te gusta jugar.
Sintiendo sus mejillas teñirse asintió a la voz que le susurraba al oído mientras una
mano grande y algo áspera cogía una de sus rodillas y se la hacía subir y doblar dejando su
vagina algo visible.
Eres exquisita.
Junto a su otro oído la voz que susurro estaba completamente excitada, podía
sentirlo por su ronquera y por el hecho de que el miembro que tenía en ese lado le daba de
lleno en la cadera y le humedecía la piel.
Grace sintió su piel temblar ante las últimas palabras que le dijeron, fue una tercera
voz, sobre su vagina, profunda y varonil, justo antes de enterrarse con los labios en su
vagina, una y otra vez, incluso la voltearon tras varios orgasmos y dilataron su trasero con
varios plugs hasta dejarla jadeando mientras sentía su piel sudorosa ser secada, sacaron el
ultimo plug de su trasero y ella pudo sentir el abandono, su vagina palpitaba completamente
ansiosa, solamente la habían tocado con sus labios y su piel estaba completamente
manoseada, incluso sus caderas le ardían un poco por como la habían sujetado mientras se
corría a chillos y gruñidos de ellos que parecían los de unos animales grandes, feroces,
ansiosos y furiosos, un bostezo le salió de los labios antes de quedarse profundamente
dormida mientras Beck se tumbaba junto a ella, miro a sus hermanos y les sonrió, estaban
con las pollas completamente endurecidas, tenían incluso varias venas marcadas y los
huevos morados al igual que él, los insto a apagar las luces.
Con una toalla húmeda que Tucker le traía le seco el cuello y la columna
escuchándola quejarse levemente al sentirla tibia, seco un poco su espalda y nalgas y paro
dibujando con las yemas de sus dedos varias marcas en sus caderas, la podía escuchar
respirar tranquilamente, desato su trenza y solto su cabello.
Es nuestra para proteger, tenemos que ser más cuidadosos.
Soltando un gruñido bajo le sonto las muñecas viéndolas rojas mientras cogía otra
toalla que le pasaba Jonh. Sus hermanos se alejaron y sentaron alrededor de la ventana a
esperar con paciencia mientras él terminaba de pasar sobre su cuerpo y secarle los pechos
enrojecidos, los muslos y las piernas, con calma mientras la observaba en la oscuridad le
quito la venda de los ojos y la vio mirarlo fijamente. No pudo articular palabra,
simplemente se miraron, ella podía ver algo de él, Beck lo sabía por qué la luna estaba
ahora mismo entre las nueves y dejaba iluminar un poco, sintió una de sus suaves manos
apoyarse en su rostro, justo donde tenía la cicatriz naciendo en si mejilla, ella la toco y la
recorrió con su mano hasta casi llegar a su final, él la detuvo tumbándose sobre ella
haciéndola abrirse de piernas, haciéndolos volverse, pero eso no detuvo el interés que ella
poseía por seguir tocándolo, le toco el pecho dibujando con sus dedos su pecho lleno de
marchas, lo recorrió lentamente y llego a sus bíceps completamente trabajados, mientras
ella lo recorría con sus manos él se sentía orgulloso de estar durante años entrenando hasta
caer rendidos en su improvisado gimnasio junto a sus hermanos, la sintió subir sus manos
hasta sus hombros y bajarlos hasta sus ocho abdominales.
Hazme tuya.
Beck se sorprendió tanto que se quedó con la cabeza inclinada sobre su cuello
mientras ella lo besaba haciéndolo jadear y rugir.
Ella siguió con sus besos a pesar de escuchar varios rugidos alrededor de la
habitación.
Hacerme vuestra.
Bajando lentamente su miembro por sus labios hasta llegar a su entrada se dejó caer
en los codos y se colocó en su entrada haciéndola jadear al sentir su miembro, podía sentir
su vagina, iba a estar muy apretada, demasiado, entrando levemente en ella la sintió
retorcerse pegando su pecho contra el suyo, lo agarro por los hombros y jadeo varias veces
mientras él conseguía entrar su punta en ella, ¡Joder!, Beck trataba de calmarse, deseaba
entrar de una sola estocada en ella, pero la destrozaría, era condenadamente estrecha,
consiguió entrar un poco en ella, nada en realidad, sentía su delicada piel estirarse y podía
escucharla tratando de respirar, empezó a besarla por el rostro y los labios mientras sujetaba
su nuca, entro un poco más y la sintió humedecerse a su alrededor, sus fuertes gemidos
ahora se estaban quedando en jadeos roncos, besando su cuello llego a uno de sus pechos y
lo lamio con suavidad al verlos enrojecidos, ella volvió a retorcerse y le mojo la verga un
poco más mientras él aprovechaba para entrar un poco más en su cuerpo, podía sentir las
finas manos de ella apretarlo e incluso sus uñas arañarlo, lo tenía rodeado con las piernas
por la cintura, un nuevo jadeo le hizo empezar a sentir la vagina de ella apretarlo y
desapretarlo, parecía que tuviera el corazón en la vagina metido, llegaba a apretarlo
dolorosamente haciéndolo gruñir con los dientes apretados, jamás se había contenido así,
Beck podía sentir su cuerpo temblar de nerviosismo, sentía que iba a correrse al terminar de
entrar en ella, su piel perlaba sudor, la de ella ardía, rodeándola con sus brazos termino de
entrar en ella, al hacerlo apoyo su rostro en su cuello y respiro con ansia su olor natural,
lentamente salió de su interior hasta dejar solo la punta de su pesada y gran polla en su
entrada haciéndola jadear, descanso un segundo, soltaba gruñidos bajos que ella podía
escuchar claramente al vibrar su garganta en su pecho, la recorrió a besos hasta llegar a su
cuello con la punta de su lengua y la agarro con fuerza empujando despiadadamente en su
interior hasta dejar sus bolas clavadas en su entrada mientras la escuchaba gritar
musicalmente con un ruido que lleno todo a su alrededor, él viendo sus labios temblar bajo
un tierno beso a una de sus mejillas y sus labios se mojaron con una lagrima que
derramaban sus propios ojos. Ella podía sentir el vello púbico de él rozar su clítoris
mientras la golpeaba con su pelvis en sus muslos a la vez que él seguía con sus besos hasta
llegar a su cuello donde la hizo sentir su mojada y caliente boca y segundos después un
pequeño dolor dulce seguido de su lengua, lo escucho ronronear, gozoso, la había marcado,
los dos se corrieron acto seguido, Grace lo sintió llenarla completamente, jamás había
sentido tantísimo esperma caliente llenar su vagina, sin salir de ella se dejó caer de lado
haciéndola seguirlo para caer sobre su pecho mientras sentía un peso llenar la cama, Beck
salió de ella y acto seguido volvieron a apretarla mientras se agarraba al pecho de él.
Apoyando la cabeza en la curva del cuello de él trato de calmarse mientras los dos
recorrían su cuerpo a caricias, jadeo varias veces mientras sentía al de detrás suyo moverse
con fuerza en su interior, hasta que la cargo por el pecho cruzando ambos brazos, la alzo
haciéndola sentir su vello púbico, recorrió a besos su mejilla hasta llegar a su reja donde
mordisqueo haciéndola gimotear al no parar sus embestidas.
Jodidamente estrecha.
Grace gimoteo tratando de sujetarse a sus brazos, pero tuvo que bajar una mano
para sujetar otra que acariciaba su perla haciéndola moverse ante sus toques, solo pudo
soltar un gemido mientras levantaba ambos brazos sintiendo como empapaba la polla que
tenía dentro de su vagina y a la vez la empapaba él a ella.
Sois enormes.
Grace cerró las manos y trato de alzarse para mirarlo, pero él se lo impidió
abrazándola.
Te daré la vuelta y te tumbare sobre mí, para que después podemos estar dos
dentro de tu cuerpo.
Grace sintió una corriente recorrer su cuerpo, dos manos se pusieron en cada una de
sus nalgas y ella pudo sentir el fresco y pegajoso líquido que ocupo su ano completamente
seguido de un dedo inmenso, después otro acompaño a ese dedo mientras soltaban sus
nalgas y entraba otro dedo, podía sentir su frente perlar sudor, la voltearon y el que ahora
estaba detrás suya y no bajo ella, se puso en la posición del indio con ella abrazada a su
cuerpo mientras la besaba.
Puede parecerte un infierno al principio cariño, pero como el mismo fuego que
te quema después te inundara de placer.
Sintiendo que la apretaba entre sus fuertes brazos, sin dejarle nada más que respirar
entrecortadamente lo sintió poner la punta de su polla en su entrada, respirando llena de
nervios lo sintió comenzar a penetrarla, quemaba, dolía, mierda, sus ojos se empaparon y
ella no pudo evitar chillar al sentirlo presionar en ella, él la cogió por la garganta mientras
lo sentía vibrar, soltaba gruidos bajos entre respiraciones fuertes.
Su voz ahogada la susto, él subió una mano a sus labios y los dibujo para acto
seguido hacerla torcer el rostro y besarla en los labios capturando cada grito y gemido entre
sus labios hasta que termino de clavarse en ella.
He terminado.
Moviendo sus caderas la hizo sentirse completamente llena mientras separaba sus
labios y se quedaba con la frente pegada a la suya completamente. Grace gimoteo al sentir
que la tumbaba sobre su espalda, unos labios suaves besaron sus muslos y subieron hasta su
monte de venus a la vez que la hacían abrirse de piernas sintiendo el miembro en su trasero
pulsar en ella con fuerza, algo raro sintió cuando una pierna paso por su muslo, pero la otra
no llego a hacer la fuerza necesaria, si no que la alzo él que tenía enfrente haciéndosela
pasar con su cadera, con su mano derecha Grace dibujo su pecho de pectorales
completamente duros, lo sintió colocar la punta de su polla en ella haciéndola echarse para
atrás mientras en de debajo suya apartaba su cabello largo a un lado para poner besarla,
cuando el que tenía delante termino de entrar en ella los dos empezaron a moverse en su
interior, lentamente, Grace intentaba no correrse rápidamente, pero le fue imposible,
mientras terminaba de car para atrás y los dos la mordían con ganas su clímax la inundo,
soltó un gemido seco que sintió como un golpe mientras ellos se vaciaban en su interior, su
piel comenzó a vibrar y temblar, inclusos sus dedos de las manos temblaban como sus
labios sobre la piel del gran cuerpo que tenía encima, así podía pasar el resto de su vida,
pero la realidad de ese pueblo de Alaska la golpeaba cada vez que se despertaba sola,
seguramente solo estuvieran con ella cuando nadie del pueblo los veía, allí los extraños
nunca eran aceptados, sintiendo su respiración volver a calmarse a la vez que los dos
enormes miembros de ellos salían de su cuerpo sintió que tiraban de sus dos tobillos
mientras ella chillaba asustada tratando de agarrarse a algo, sin conseguir más que arañar el
cuerpo gigantesco que tenía debajo haciendo a su dueño rugir con todas sus fuerzas
dejándola completamente asustada, la alzaron por sus caderas dos cuerpos poniéndola
contra ambos completamente endurecidos, los dos cogieron sus muñecas y le llevaron
ambas manos a los miembros completamente duros y húmedos de ambos.
Hueles de maravilla.
Con ambas manos recorrió los enormes tamaños de ambos, impresionada pestañeo
varias veces sin llegar aun al final de ambos, intento tocarse las yemas de los dedos
apretando sus tamaños mientras ellos rugían y le fue imposible, uno la torció haciéndola
agarrarse a los fuertes hombros del que tenía enfrente mientras él de detrás la besaba en el
cuello con unas largas barbas, eso le hizo reír al sentir cosquillas mientras el ronroneaba
dulcemente detrás.
Te hago cosquillas.
La inclino tras las palabras haciéndola pegar su rostro al pecho del gran hombre
que tenía enfrente suya mientras la intentaba penetrar sin conseguirlo, había hecho en un
momento más posturas sexuales que en toda su vida.
Su hermano le cogió una rodilla a Grace viendo las ansias de él, Grace volvió a reír
tratando de apartar las barbas de su hermano de su espalda.
Lo es.
La hizo echarse para atrás cayendo sobre Matt mientras la cogía por los brazos y la
hacía rodearlo, la sintió quejarse apretándolo con fuerza al penetrarla con ansias y bombear
con fuerza en ella hasta que se vacío completamente en su interior viéndola caer agotada
entre los brazos de ambos, los dos la dejaron boca abajo en la cama donde Beck si hubiera
podido habría vuelto a empezar, Rhys le lanzo una toalla en el pecho y abrió uno de los
muslos gordetes de ella escuchándola gimotear en sueños mientras la limpiaba, Tucker se
puso junto a él limpiándola en los hombros y espalda llena de sus cabellos pegados por ella.
Si un humano se adentrara aquí lo sabríamos, tienen que estar muy locos para
hacerlo.
Rhys fue a protestar, Matt y Jonh también, pero él gruño haciéndolos callarse
mientras Grace se removía levemente.
Llegamos a este rincón alejado de la humanidad para no tener que lidiar con
ellos, es imposible que de aquí salga con vida quien intente tocarla.
Furioso se levantó cargando las toallas hasta su casa, no entendía como sus
hermanos podían pensar que los humanos llegarían hasta allí, saliendo completamente
desnudo a la fría y nevada oscuridad apretó los ojos viendo más allá de los árboles que
rodeaban las dos viviendas, un arroyo congelado y cubierto de nieve daba mucho más allá a
las montañas y muchísima más nieve hasta llegar a carteles de aviso, ningún loco se
atrevería a llegar tan lejos. Llevando su mirada hacia el pueblo que habían construido los
cambiantes varones junto a ellos, soltó el aliento que sin darse cuenta había contenido, todo
estaba completamente en penumbra y silencio, viendo a sus hermanos llegar al porche de la
casa de Grace les insto a cambiar y recorrer cierta distancia, lo siguieron fuera del bosque
de inmensos arboles nevados y más allá del arroyo hasta que no pudo correr más y se
volvió ante ellos mirándolos orgulloso, Tucker llegaba algo rezagado, pero llego junto a
ellos, nada, no podían divisar ni los árboles y a su alrededor solo había nieve espesa en
laque su un humano pisara se enterraría vivo, volviendo sobre sus pasos de oso polar
termino de llegar a la casa y cambio, aún tenía el enfado encima, al igual que sus hermanos
que lo miraban furiosos.
Grace poco a poco iría acostumbrándose a tener sexo constante, los cambiantes
cada día lo solían hacer con bastante frecuencia y ellos mismos por la saliva les pasaban un
afrodisiaco con el que debían de terminar el vínculo entre ellos y que lentamente les hacía
más y más activas sexualmente. Todavía podía recordar la liberación por la que pasaron
todos los cambiantes, llegando al gimnasio que habían construido en el sótano de la casa
Beck cargo unas mancuernas mientras observaba a Jonh poner un poco de música, mientras
comenzaba a hacer ejercicios podía pasar por su mente un día que jamás olvidaría, el de su
liberación. Tendría unos once años cuando sucedió, ninguno de los cambiantes que fue
liberado con ellos sabia su edad, ni siquiera sabían lo que era un peine o ni tan siquiera un
tenedor, no sabían leer ni escribir, solo sabían lo que eran los golpes, pelear y entrenarse, (él
seguía cambiando desde hacer flexiones a meterse en diferentes maquinas mientras e
limpiaba el sudor que iba empapando su musculoso cuerpo, al igual que sus hermanos), por
eso muchos siguieron carreras de deportes fuertes, en el ejército, de guarda espaldas de
otros cambiantes que habían tenido la suerte de ser millonarios, no sabía cómo había
podido a ser tan maligno el ser humano con ellos, un consejo de cambiantes se formó antes
de dar con ellos y construyeron un inmenso barrio de edificios altos donde los cambiantes
como él aprendieron todo lo que debían de saber para prosperar y controlarse, pero muchos
como él no soportaban el contacto humano, a pesar de vivir en una ciudad como Nueva
York, muchos se quedaron, montaron negocios específicos para cambiantes en los que muy
pocas veces se colaba un humano y luego estaban los que como él y sus hermanos se
habían marchado a otros lugares del planeta, para procurar que esos encuentros no
sucedieran nunca, gruñendo soltó las pesas mientras se dejaba caer en un banco, Rhys y
Tucker estaban haciendo flexiones en una barra alta cada uno, mientras que Matt y Jonh
hacían sentadillas tirando de peso extra, la campana del horno se escuchó y los cinco
subieron a sus respectivos dormitorios y bajaron duchados para sorprenderse al ver a
Yaroslav junto a sus dos hermanos y sus tres compartidores de compañera junto a varias
mujeres desnudas poniendo la mesa como verdaderas zombis, los seis se mantenían
sentados en unos simples calzoncillos de los hermanos lobo, unos cambiantes que habían
sabido entrar en el mundo de la moda y que sus cuerpos musculosos junto a sus ojos
llamaban la atención de todas las humanas que los hermanos sabían engañar.
¿Qué hacéis aquí?
Yaroslav golpeo en las nalgas a una que pasaba junto a él, la mujer apenas se
inmuto y siguió haciendo lo que ellos le habían pedido.
Los cinco fruncieron los labios sentándose y contemplando a las humanas con la
mirada perdida.
Parecen robots.
Jonh movió una de sus manos delante del rostro de una de ellas sin tan siquiera ella
pestañear.
Los dos nombrados hicieron a sus pectorales repletos de tatuajes subir hinchándose
de orgullo.
Yerik hablo señalando a una de las humanas, de rostro fino y cuerpo pequeño.
Casi todas estas mujeres son putas de lujo a las que lo único que se les quedara
en las mentes es la cantidad de dinero con la que se despertaran en el hotel donde pasaron
todas la noche con varios ricos hombres de negocios.
¡Lev!
Éste había desaparecido ante ellos y segundos después pudieron verlo en el porche
de Grace donde alzo la cabeza respirando. Los cinco corrieron fuera de la casa mientras los
Dkann soltaban varias carcajadas apareciendo ante ellos.
Caminando entre Beck y Matt paso de largo llegando a la casa de ellos donde lo
vieron llegar hasta la silla que antes ocupaba.
Mientras alzaba una copa de líquido espeso que era claramente sangre les sonrió.
Protegerla, las humanas son muy delicadas y siempre hay algún hijo de puta
con ganas de quitárosla.
Los cinco junto a los Dkann se sentaron mirándose entre unos y otros mientras que
Beck y sus hermanos devoraban la comida los Dkann se echaban algo por probarla mientras
las mujeres a su alrededor se sentaban entre los muslos tonificados de ellos.
Soy un Dkann, lo que implica que necesito alimento, cualquier sangre que
obtenga como ahora mismo es un simple placebo hasta que encuentre junto a estos cinco a
nuestra única.
Vaciando la copa cogió la muñeca de una de las mujeres y le abrió una vena con
una garra afilada que le salió de un dedo, tras llenar la copa le cerró la herida bebiendo de
ella con ansias y la mujer se quedó tumbada con la cabeza en su rodilla.
Lo malo de que llevemos siglos intentando encontrarla es que cada día que
pasa necesitamos más alimento, hasta que la encontremos, cuando eso suceda nuestra sed
solo se calma bebiendo de ella.
Llevando una de sus manos a su rostro se limpió una solitaria lagrima que tiño su
rostro de sangre.
Rhys suspiro llevándose ambas manos al rostro, se restregó los ojos y miro a los
Dkann ante él.
No somos millonarios, vivimos bien y es difícil que aquí nos hagan daño.
Yaroslav hizo un largo corte a una de las mujeres en el cuello y bebió de ella hasta
agotarse mientras los escuchaba, tras acabar los miro seriamente.
Beck negó.
¿Crees que los cambiantes no sabemos que bajo esas granjas guardáis un
mundo de perversión, sexo y sangre todos los de ahí fuera de esta tierra?
Los cinco hermanos se miraron sin saber que hacer, protección, varios cambiantes
andaban últimamente preocupados.
Os daremos tiempo para pensarlo, solo puedo deciros que a los cambiantes no
se os molestara mientras estamos aquí, mientras lo pensáis estaremos cerca.
¿Crees que deberíamos juntar al consejo y hablar todos sobre este tema?
Beck no contesto a Tucker mientras lo veía beber de una cerveza negra quedándose
espuma en sus labios.
Podemos protegernos y dejar que nos construyan una nave por si tenemos que
huir con nuestra familia, muchos de nosotros lo han hecho.
Beck no quería escuchar y golpeo la mesa con ambas manos haciéndolo callar, se
levantó y se marchó subiendo las escaleras a su dormitorio desde donde tenía una buena
vista de la casa de Grace, esa humana se podía haber quedado en su país y simplemente
haber vendido la casa, pero no, estaba ahí, en la casa de al lado, si no hubiera aparecido no
tendrían el dilema y la preocupación de protegerla y no solo a ella, si algún día llegara a
estar embarazada, (suspirando se sentó en un cómodo sillón mientras veía el fuego que
acababa de encender arder con fuerza), solo de imaginarla con el vientre redondeado sentía
sus manos cambiar a patas y su espalda aumentar, notaba su cambio, jamás había sido tan
incontrolable, respirando con fuerza por la nariz y soltándolo todo por la boca se quedó
suspirando, abandonar su casa, su vida en la tierra para huir de los humanos, antes mataría a
todos los que se revelaran contra los cambiantes, por eso debían dejar a la humana
marcharse y seguir con su forma de vida, las humanas son delicadas, necesitan mucha
protección y ellos no iban a poder dársela nunca. Limpiándose varias lagrimas que no
dejaban de caer de sus ojos intento levantarse, pero solo pudo inclinarse en su asiento para
adelante mientras rompía a rugir y llorar desconsoladamente, podía sentir su pecho
comenzar a bombear con fuerza y sus respiraciones le costaban llenar sus pulmones, su piel
comenzaba a perlar sudor frio mientras que unas nauseas lo estaban ahogando lentamente,
su pecho estaba a punto de explotar, dolía como jamás le había pasado, iba a morir, podía
sentirlo. Escuchaba pisadas fuertes y antes de que abrieran la puerta de su dormitorio sintió
su vista nublarse; varias voces llenaban sus oídos y cables llenaban su cuerpo cuando abrió
los ojos.
Estate quieto Beck, llevas varios días, tuviste un ataque de ansiedad, tus
hermanos te encontraron tirado en el suelo de tu dormitorio.
Enfocando la vista ante la potente voz pudo ver dos gigantescos cuerpos de piel
morena, los dos tenían las batas médicas y las ropas de debajo desgarradas hasta los codos,
tenían barba de varios días y los cabellos largos sujetos en un churro alto, eran los
hermanos Fadel y Jalil revisando cosas en varios monitores.
¿Dónde estoy?
En el centro médico que construisteis los cambiantes nada más llegar a este
trozo de hielo.
Beck observo a su alrededor sin reconocer nada, las maquinas comenzaron a pitar y
los dos doctores cambiantes trataron de calmarlo.
Llevas tres días tiesos como un muerto, nosotros nos metimos en un avión
privado en cuanto nos llamaron tus hermanos. ¿Qué sucede Beck?, eres un cambia formas
de los más fuertes, no entendemos cómo has podido llegar a este punto.
¡Eh Beck!, tranquilo a nosotros nos puedes decir todo lo que quieras, nos lo
quedaremos guardado y no diremos nada.
Los dos cambiantes ante él sonrieron como el, pero una carcajada los delato.
Ahora mismo nos contaras que te sucede o te mandaremos reposo por un mes
y dieta estricta, seguramente tus hermanos te ataran a la cama y te obligaran a hacer tus
cosas en una cuña.
Beck se quedó completamente serio, no les contesto hasta que los vio moverse,
llevándose una mano a su rostro se rasco la enorme barba que ahora poseía, los cambiantes
desarrollaban el vello dela cabeza y el rostro rápidamente, cosa que ahora mismo le estaba
pasando a él tras estar tres días sin remediarlo.
Está bien, hablare. Mis hermanos y yo nos sentimos atraídos por una humana.
Viendo a los dos sonreír los detuvo alzando sus manos donde el dedo índice estaba
metido en una pinza, se los miro viendo una luz roja parpadear levemente.
No nos podemos permitir estar con ella, no podemos cuidarla como es debido,
por eso la dejaremos marchar.
Beck soltó un terrible rugido tirando de los cables que tenía por su cuerpo, se
arrancó las ropas a tirones y se alejó de todo.
Sus cuatro hermanos bajaron sus miradas, él era el mayor y por mucho que no
quisieran aceptar su decisión debían de obedecerle.
Sé que nos resultara difícil, incluso doloroso, pero debéis de entender que es
humana, eso implica peligro, alerta constante y sufrimiento, no tenemos dinero suficiente
para permitirle la seguridad que ella necesita y ya no hablemos de tener cachorros
cambiantes, serian una golosina para los humanos que nos odian.
Olvidaros de ella, ignorar que esta, no pongáis las cámaras por las que la
vemos en marcha, se acabó.
Beck sintió su pecho latir con fuerza al pensar en otros viéndola en su día a día.
Grace
Habían pasado dos semanas desde su encuentro con aquellos hombres enormes,
eran los mismos de su primer encuentro, ¡Dios!, se había dado un susto tan grande al ver a
los cinco gigantes en la planta baja de la casa, pensaba que eran unos asesinos mandados
por él, moviendo la cabeza en negativa se negó a sí misma, Carlo jamás la encontraría en
medio de la nada, agachándose para ver terminar de hacerse para cenar su solomillo
Wellington se aplaudió a sí misma, estaba precioso junto a varios champiñones en los que
había metido cuadraditos de beicon y un poco de queso roquefort, la cocina era preciosa, al
más estilo inglés, desde que había huido de su casa había pasado por cocinas de diferentes
tamaños en las que no se concentraba para cocinar, ni en hacer nada, pero desde que estaba
tan alejada de todo podía tomarse las cosas con más calma, tenía miedo atroz de verlo, pero
su padre se preocupó de que eso no pasara, cada mes la hacía mudarse, primero empezó por
Europa, recorrió hoteles de los que no salía hasta cambiar a otro, luego llego a Sur América
y finalmente su tía a punto de fallecer le cedió la casa en la que estaba ahora confinada. No
le importaba, le gustaba leer, ver televisión y comer, desde luego que le había gustado la
experiencia sexual que había tenido con los extraños, terminando de colocar la mesa,
mientras se sentaba pudo observar las luces de la casa de al lado, debía de haber un buen
revuelo en ella, varios vehículos y motos de nieve ocupaban toda la parte delantera,
abriendo una de sus tantas novelas suspiro empezando a leer mientras se comía un
champiñón. Tratando de concentrarse en la lectura pico un poco de solomillo y finalmente
suspiro viendo sus muslos pegados al estar sentados mientras dejaba de comer, seguramente
el hecho de haberla visto desnuda les había tirado para atrás, Carlo las pocas veces que se lo
había hecho con ella en sus dos años de matrimonio había dejado claro que no le gustaba su
cuerpo en absoluto, levantándose bajo a poner más leña en la caldera que calentaba la casa
mientras paseaba con el teléfono que seguía sin cobertura desde que había llegado, subió
hasta la planta alta y comenzó a desnudarse en el baño, su teléfono pito, recibiendo
mensajes y ella lo cogió ansiosa viendo que tenía una raya, suspirando de alegría lo pego al
centro de sus dos grandes pechos y contesto varios mensajes hasta que más de cien
llamadas y otros cien wasap la dejaron asustada, pertenecían a su amiga Faith, contesto
corriendo a su padre y marco a su amiga.
Te echo de menos, Carlo no ha vuelto por aquí, desde que pregunto por ti la
primera vez nada.
Grace sonrió, podía recordar lo único que se había traído que le podría recordar a
Carlo y lo tenía detrás de la puerta de salida, era un precioso abrigo blanco hecho a medida,
estaba tan enamorada de ese abrigo que no pudo dejarlo atrás.
Grace, me gustaría tanto verte y poder hablar contigo, amiga sabes que no
tengo a nadie con quien hablar.
Ella suspiro con tristeza, eran tan buenas amigas, de toda la vida y ahora podían
parecer dos extrañas, desde la noche que encontró a Carlo en la mansión donde vivían,
amaba a su marido, con locura, varios vehículos e incluso algunos camiones de reparto
ocupaban la entrada, colocados en filas, asustada de que algo pasara aparco su
impresionante pegasus de tonos lilas en la entrada mientras miraba a varios tipos de negro
en la entrada, varios se quedaron sorprendidos al verla, asustada corrió a la casa donde en el
salón tenia a Carlo de espaldas, apuntaba a un tipo de rodillas y le disparo, sin piedad
alguna, Grace bajo la mirada al cadáver viendo varios más machando todo el suelo de
mármol blanco y los zapatos de los hermanos lobo que llevaba Carlo de más de mil dólares
estaban completamente salpicados, igual que sus ropas, viéndolo volverse tenia incluso
sangre en los nudillos y la camisa.
Grace, mi vida, pensaba que esta noche ibas a dormir en casa de Faith después
de vuestra cena.
Ella solo cogió el monedero que había olvidado mientras uno de los hombres que
seguía con vida le rogaba con la mandíbula desencajada y la nariz rota, Carlo acciono el
gatillo hacia él y siseo a los demás que quedan haciéndolos bajar la mirada mientras se
volvía hacia Grace, entrego está a un tipo demasiado grande y corpulento y le cogió una
toalla que le ofrecía, se limpió y se acercó a ella rodeándola por las caderas.
Abriendo los ojos de par en par lo dejo guiarla por el pasillo mientras veía la sangre
de los zapatos de Carlo caer por el suelo, pasaron junto a la lujosa cocina que daba a una
piscina con jacuzzi, donde varios vehículos costosos la rodeaban.
Siguiendo sus pasos hasta la salida donde ahora no había ningún tipo Carlo cogió
su barbilla y le alzo la mirada haciéndola mirarle a sus ojos casi negros salvo por el borde
marrón chocolate que tanto le gustaba ver como se reducía a casi nada mientras le hacia el
amor como un loco, llegando al lujoso vehículo la hizo mirarse en los cristales curvados de
las ventanas.
Escuchando varias cosas caer, Grace torció su rostro viendo las puertas de un
camión de reparto ceder mientras caían fardos de cocaína del vehículo.
Grace soltó una lágrima mientras miraba a Carlo hablar con furia hacia los hombres
que trataban de guardarlo todo.
Grace negó sin saber que esperarse de Carlo, con miedo lo rodeo con sus brazos
por el cuello y lo beso en la mejilla.
Te quiero.
Él le soltó un beso en la sien antes de bajar a sus labios y besarla hasta dejarla sin
aliento.
Sin más le abrió la puerta del coche y la ayuda a subir dándole un último beso en la
mano.
Grace se llevó una mano a los labios negando mientras la llamada comenzaba a
cortarse.
Faith, ¿Faith?
Grace se movió por el baño como una loca, incluso se subió al váter y después al
lavamanos tratado de encontrar señal sin conseguir nada, viendo la que había armado en el
baño, que incluso había arrastrado una silla hasta el lavamanos para subir, soltó un fuerte
suspiro viéndose en ropa interior, con el cabello completamente revuelto y pegado por toda
su piel, agarrándose al respaldo de la silla con ambas manos se bajó al asiento y finalmente
se bajó para quedarse un momento sentada observándose detenidamente mientras se perdía
en sus pensamientos, ¿Cómo había podido una mujer como Faith serle infiel a su marido?,
¡Dios!, George era un puto imbécil que solamente la tenía como una obligación, como si de
una mascota se tratara, Faith era dulce, lo soportaba, incluso algunos golpes que él le daba
de vez en cuando, pero para llegarle ella a serle fiel, soltó un suspiro ruidoso mientras ponía
la música de la memoria de su teléfono, terminando de sudar la gota gorda recogiendo todo
lo que había liado, mientras llenaba la bañera y pensaba en el ruido que podía haber llegado
a hacer suspiro tranquila pensando que nadie la habría visto. Encendiendo varias velas
mientras bostezaba se metió en el agua sintiendo su piel arder mientras apretaba los dientes,
se lavó el pelo y el cuerpo para quedarse después de lado viendo sus cabellos flotar por el
agua cubriendo su cuerpo como si se tratara de un charco de sangre, perdida en sus
pensamientos se quedó completamente dormida hasta que sintió unas fuertes y callosas
manos en sus hombros, asustada se incorporó soltando un ruidoso grito mientras veía todo
apagado completamente y lo único que podía percibir era el olor de las velas apagadas, no
sabía el tiempo que debía de llevar allí, pero el agua estaba congelada, entre temblores
sacaron su cuerpo de la bañera y varias manos comenzaron a secarla con suaves toallas
mientras sus dientes castañeaban.
La voz se silenció, Grace pensaba que iba a decirle humana, la envolvieron en una
nueva toalla, la arrastraron a la silla delante del lavamanos y le secaron el pelo pasando el
secador por su cuerpo, en segundos la abrazaron unos fuertes brazos y alzaron llevándola
hasta la cama mientras sentía aun su cuerpo temblar de frio, varios cuerpos inmensos,
repletos de músculo la rodearon haciéndola entrar rápidamente en calor.
Ninguno dijo nada durante un largo tiempo mientras pasaban por su piel sus
narices, respiraban en ella haciéndola suspirar, Grace se tapó los pechos con un brazo y
suspiro negando.
Grace sonrió cogiendo ambas mejillas de él gran hombre entre sus manos, lo
acaricio sintiendo una cicatriz y asustada de quedo paralizada al escucharlo soltar suaves
gruñidos.
Pues no lo hagáis.
Lo observo alzar la cabeza mientras apretaba el ceño y con sus fuertes manos
agarrarla por las caderas, lo escucho rugir con la garganta mientras cerraba sus labios con
fuerza, Grace lo observo sorprendida mientras subía una mano a una vena de su cuello que
tenía completamente marcada y azul.
Me alagas.
Viéndolo bajar su mirada soltó su toque viendo como la observaba hasta bajar sus
labios a los suyos, él la beso tiernamente mientras se movía con ella lentamente, recorrió su
piel con caricias que algunas veces ella sentía callosas y otras veces suaves.
Jadeando Grace sonrió ante sus palabras sintiéndolo moverse lentamente, ella
recorrió sus abdominales y sus pectorales, apretó con los dedos varios músculos y después
los acaricio con las yemas de sus dedos, dibujo varias cicatrices mientras sentía un nuevo
clímax inundarla y él la siguió alzándola levemente por las caderas mientras rugía con todas
sus fuerzas haciendo a Grace llevarse ambas manos a los oídos, tras sentirlo dejar de rugir
dejo sus brazos bajar hasta sus pechos y cerro sus muslos al ponerse él junto a ella
sonriente.
Grace sonrió al escucharlo mientras abría los ojos, pero se quedó completamente
boquiabierta, trago una fuerte bocanada de aire para calmarse al ver sobre sus manos y pies
a otro de ellos con su rostro a escasos centímetros del suyo.
Te asuste pequeña.
Podría comerte.
Llevando sus manos a la cabeza de él soltó varias carcajadas mientras le besaba los
pezones, se los lamia y mordisqueaba haciéndola gimotear al lamer su ombligo, volviendo
a subir le hizo cerrar las piernas y la volteo pasando un brazo bajo su cintura haciéndola
alzarse, trato de entrar en su vagina, pero solo consiguió dar una puntada mientras la
escuchaba gemir, bajando sus labios al centro de su columna, saco su lengua y recorrió su
espalda sintiéndola vibrar lentamente mientras conseguía entrar en ella subiendo besos
hasta cerca de su oreja donde mordisqueo haciéndola vibrar.
Tras decirlo se mordió los labios sintiéndolo pulsarse con más fuerza en su interior
con pequeños círculos y mientras mordisqueaban y besaban sus pezones hasta lamer sus
aureolas y mordisquearlas haciendo a su piel ponerse completamente de gallina Grace
chillo, sin poder hacer nada más que clavarse sus propias uñas en las palmas de sus manos
mientras se corría locamente sintiendo como él profundizaba dos de sus dedos repletos de
la crema que sobresalía de su vagina por su ano haciéndola estremecerse.
Mis hermanos me piden que te prepare para ellos dos, quieren cogerte a la vez.
Grace trago mientras sentía los besos de sus pechos abandonarla y a los cuerpos
que estaban junto a ella abandonar la cama, sin dejar de hacerle el amor, él que tenía sobre
ella la alzo por las caderas dejándola más expuesta y profundizando más sus embestidas
haciéndola dejar de percatarse de como Matt y Jonh salían de la habitación y pasando por la
barandilla de la escalera una cuerda gruesa y suave hasta la planta baja se sonreían entre
ellos, antes de que Beck apareciera tras ellos.
Estáis locos, es una simple humana, ¿Creéis que le va a gustar colgar desde
cualquier parte?, ¿Ser golpeada?, ¿Estar desnuda entre vuestras piernas mientras tomáis
café?, debéis de olvidaros del tema.
Beck no dejaba de gruñir las palabras mientras los dos se volvían a cogerla de los
brazos de Tucker, él la vio entre los brazos de Josh mientras Matt cogía de uno de los
cajones y tras enredar unas suaves braguitas negras que a él le hicieron vibrar la polla con
fuerza, soltando un gruñido vio cómo se dejaba vendar los ojos y los dos la cargaban
pasándola junto a él hasta las escaleras y finalmente a la cuerda que habían dejado estirada
hasta quedar desperdigada un buen trozo por el suelo, desde donde estaba la rodearon los
dos, enrollaron sus muslos haciéndola abrirse un poco y pasaron por sus pechos las cuerdas
haciéndolo rugir casi imperceptiblemente salvo para sus hermanos que tras atar sus manos
lo miraron sonrientes desde abajo.
Es una locura, queremos amarte, es más que un deseo, es una necesidad, creo
que es hasta una locura, pero lo que es una locura es negarnos que tú eres nuestra.
Grace se quedó sin aliento al sentir unos afilados dientes en uno de sus pechos
mientras que una callosa mano dibujaba círculos en su otro pezón.
Es delicada.
Subiendo las escaleras hasta el dormitorio donde Rhys y Tucker le ofrecían varias
toallas calientes, le limpió el sudor de la piel, comenzó por sus pechos y espalda,
arrojándola contra el pecho de Jonh y le arranco otra de las manos a Tucker, la dejo
tumbada en la cama de medio lado y alzo una de sus piernas, vio las marcas de la cuerda
por su piel, estaba enrojecida, eso le hizo gruñir mirando a sus hermanos con todas sus
fuerzas, pero al volverse aumentando su gruñido escucho a Grace chillar asustada mientras
se cubría los pechos, él se puso sobre ella, puso ambas manos a cada lado de su cuerpo y la
rodeo con sus musculosas piernas.
Voy a bañarte.
Grace asintió viéndolo coger con su mano libre una de sus manos para dejar libre
sus pechos.
Eres tímida y el olor de tu timidez hace que mi polla se ponga dura hasta casi
reventar.
Viendo como se le teñían aún más las mejillas, Beck soltó una leve carcajada
bajando sus labios hasta uno de sus pechos mientras ella lo cogía por el cabello haciéndolo
gruñir, la cogió enlazando sus dedos con los de ella y siguió con su labor.
Podría pasar horas así, entre tus brazos, tratando de darnos placer mutuo.
Clavo sus afilados dientes de oso en su pezón, de dejo mutar esa parte de su cuerpo
para hacerlo mientras entraba una de sus piernas entre las de ella para hacerla abrirse para
él y bajar su polla completamente dura hasta su entrada humedecida, lentamente entro en
ella hasta clavarse completamente en su cuerpo y empezar a moverse, la sintió mover sus
caderas a la vez que él y eso lo volvió loco, comenzó a montarla con fuerza, soltó sus
manos y la dejo rodearlo con sus brazos para él hacer lo mismo alzándola hasta dejarla caer
por sus propios muslos mientras la hacía moverse a su ritmo, la escucho gemir con fuerza
mientras le clavaba las uñas haciéndolo rugir su propia liberación, abrazándola con fuerza
la escucho gimotear, la cargo sin esfuerzo alguno a la tina antigua, pero tuvo que negar.
Beck recorrió con sus labios su cuello, sin moverlos, solo un roce, al igual que con
la punta de su nariz haciendo que su piel se pusiera completamente de gallina, lo escucho
hablar a los demás que ahora sabía que eran sus hermanos, los mando marcharse y dejarlos
solos.
¿Por qué?
Quiero verte.
Él no dijo nada, simplemente se echó para atrás viéndola tratar de entrar sus nalgas
en la tina, tuvo que soltar una carcajada levando sus manos hasta ellas para ayudarla, cayo
con el rostro en su pecho y él la abrazo para que no se moviera de allí.
Me gustan las diminutas pecas que tienes en ellas, tus nalgas son preciosas.
Beck salpico varias veces agua en su espalda y la sintió meter las rodillas en sus
caderas para alzarse y coger su polla con una de sus manos, colocándosela, sorprendido la
vio alzar el rostro de su pecho mientras se colocaba todo su tamaño en su interior, lo cogió
por los hombros y él no pudo evitarlo, la siguió alzándose para besar sus pechos, no pudo
evitarlo y gruño en uno de ellos, la abrazo con fuerza, necesitaba dejarla hacerle lo que
quisiera, pero solo deseaba salir de ella un leve segundo, voltearla y clavarla contra la fría
superficie de la bañera miles de veces, pero se contuvo, como pudo, su cuerpo temblaba,
con fuerza agarro con una de sus manos el borde d la bañera, incluso chirrió con fuerza y él
tuvo que detenerse y subió esa mano hasta su nuca, enredo varios cabellos y la acerco para
besarla, estaba comenzando a correrse y la sentido correrse como él, los dos estaban
inundándose mutuamente agua que se vertía fuera de la bañera y empapaba los suelos,
finalmente Grace cayó sobre su pecho y sin salir de dentro de su cuerpo él la rodeo con sus
brazos volviendo a besar su nuca.
Bastante lejos de allí.
Carlo Di Maggio volvía a escuchar la grabación que había hecho uno de sus
humanos contratados para encontrarla, llevándose sus manos a su cabello largo en lo alto y
afeitado a los lados se negó cientos de veces viendo a uno de los machos de su manada
llegar silenciosamente, ignorándolo volvió a llenar su copa hasta arriba, viendo lo poco que
quedaba en la botella se la llevo a los labios y la vacío mientras se levantaba algo
tambaleante, su amigo tuvo que ayudarlo a enderezarse, pero él se separó de su toque
llegando a la chimenea que ardía con furia, lanzo la botella con todas sus fuerzas y rugió
como solía hacer hasta que su garganta no aguantaba más y se silenciaba sola.
¿Por qué sigues tan empeñado en la humana?, acéptalo de una vez Carlo,
déjala marchar y fírmale los papeles del divorcio que te manda su padre cada semana.
Sabemos dónde está, pero es muy difícil conseguir que nos dejen entrar al
pueblo de los liberados.
Carlo tuvo que poner una mano en la repisa de la chimenea, se llevó la otra al
pecho y vio cómo su camisa de diseñador se rompía mostrando pelo grisáceo y un brazo
monstruoso, desde que perdió a Grace había casi perdido el control de su transformación.
Carlo carraspeo.
Recuperar a mi mujer.
Beck se había tenido que sentar, al igual que sus hermanos Rhys, Tucker, Jonh y
Matt.
El marido de la humana desea venir para sorprenderla, resulta que está casada
con un licántropo y no con uno cualquiera, nada menos que Carlo Di Maggio.
Beck tuvo que apretar sus labios y dientes con fuerza mientras trataba de no llamar
la atención de todos, se levantó de su asiento y salió de su propia casa quedándose parado
en el porche, algo no iba bien en la historia que acababa de escuchar, todo cambiante sabia
del italiano, él y sus hermanos lo habrían visto tres veces contadas, chulo, arrogante,
traficante, había subido a una cima de mierda en la que muy pocos de los suyos se
adentrarían, mientras que los que eran como él preferían vivir con vidas simples, trabajos
decentes con los que poder vivir una vida normal, incluso de guardias de los cambiantes
más ricos, de los Dkann o de algún ser rico. Carlo había decidido subir y estaba en todo lo
alto. Beck escucho a sus hermanos salir detrás suya preocupados, podía olerlo.
La hemos marcado.
Lo que le faltaba por escuchar acababa de llegar a sus oídos, maldiciendo se negó,
movió la cabeza intentando no cambiar a oso y correr hacia la humana que tenía a no más
de dos mil metros.
Debimos dejarla desde el principio, una humana tan hermosa debía de estar
con alguien.
Los hermanos hablaban tan bajo que apenas se podían escuchar entre ellos.
Beck suspiro, gruño y soltó un fuerte aliento a la nada, había sentido que ella le
pertenecía, se había contenido de decirle un simple te amo, ella igual se lo hubiera devuelto,
quien sabia, había sentido que ella era la compañera de los cinco, lo único que les faltaba,
se sentía increíble al estar con ella, como con ninguna de las pocas hembras que los había
aceptado, había sentido que era pequeña, que al apretarla contra él sonaban sus huesos
levemente, deberían de alimentarla, ahora solo sentía una gran presión en su pecho,
dolorosa, parecía que estaban estrujando su corazón con unas cuerdas cubiertas de sal, no
iba a llorar, él jamás había llorado, ni lo haría nunca.
Tenemos que dar nuestra decisión y votar entre todos si lo dejaremos entrar en
nuestras tierras.
Carlo había llamado hacia dos días, nada más llegar Beck de casa de Grace, tras
terminar ella de hacerle el amor y él volverla para montarla como un animal mientras la
marcaba en un costado de sus cadera recibió la noticia de sus hermanos, incrédulo se quedó
de pie mirado fijamente a Rhys, un Rhys que estaba completamente blanco, volviendo a la
casa seguido de sus hermanos dio un simple si y sus hermanos dieron la misma
contestación, al igual que todos los cambiantes que la ocupaban, en varios días Grace
estaría con su marido y ellos tendrían que dar la cara cuando se presentase ante todos
preguntando quien la había marcado por toda la piel.
Grace.
Llevaba varios días sin nevar, feliz sonrió mientras soplaba a su chocolate, hoy
saldría a pasear, las pocas horas de luz que le permitirían hacerlo lo haría, deseaba llegar
aunque fuera al rio que corría alejado detrás de la casa, aunque delante tenía un enorme
lago que debía de ser precioso, pero no pensaba ni acercarse hasta que se descongelase y así
se veía ahora, solamente con unos pantalones de nieve algo de abrigo encima, un precioso
gorro blanco que cubría su cabello y un abrigo especial para la nieve, pero prefería haberse
puesto el precioso abrigo que le había regalado Carlo justo antes de abandonarlo, no sabía
lo que sería de él, ella no miraba las noticias y desde luego no pensaba buscarlo en las
principales redes sociales del mundo para dar la alarma, mientras respiraba por la boca
pudo ver de cerca el rio congelado, volviendo su mirada hacia atrás se asustó al ver lo de
noche que había llegado a hacerse, volviendo en sus pasos no pudo dejar de pensar en los
cinco grandes hombres que la habían visitado desde que había llegado, ¡Dios!, Grace sentía
que le sobraba la ropa cuando pensaba en ellos, ¿Quiénes podían ser?, desde luego que
había pensado en sus vecinos hasta ayer mismo que la miraron con verdadero asco mientras
se tomaba un chocolate, como a ella le gustaba, solamente que esos cinco grandes tipos,
cabezones y corpulentos le amargaron toda la taza, incluso la dejo sobre la mesa de la
cocina y se alejó al salón. Llegando a su casa suspiro mientras se quitaba las botas y los
calcetines, el abrigo, los pantalones congelados, se dejó los leotardos y las camisetas hasta
quedarse con la térmica, pero muerta de frio se puso el abrigo blanco de Carlo, tenía que
bajar a poner leña en la caldera, finalmente se sacó el gorro dejando caer su cabello largo
hasta el final del abrigo, comenzó a tararear una canción que siempre le había encantado,
pero tuvo que callarse al escuchar como la silbaba alguien que conocía muy bien y nerviosa
tuvo soltar el gorro con manos temblorosas al ver lo que tenía delante, apenas a cinco pasos
de ella.
Carlo.
Grace retrocedió varios pasos hasta chocar con la puerta que acababa de cerrar, fue
a volverse para abrirla, pero él la aprisiono haciendo a su rostro rasparse con la madera
desgastada por el tiempo.
Ella no supo que hacer, ni tan siquiera que decir mientras Carlo respiraba en su
cabello su aroma.
¿Quién te ha marcado?
Grace trataba de no desmayarse, vio como Carlo crecía hasta alcanzar más de dos
metros, sus piernas cambiaron a patas largas, peludas y estiradas, sus brazos tenían vello,
asustada trataba de no desmayarse mientras subía la mirada a su rostro, pero no estaba, este
ahora tenía un largo hocico, no llegaría a la pistola detrás del espejo, tendría que pasar
delante del enorme animal que tenía delante.
¿Carlo?
Un terrible aullido salió de los labios del animal haciéndola llevarse las manos a los
oídos mientras lo veía alzar la mirada, Grace corrió fuera del porche, el suelo estaba
resbaloso y congelado, Grace bajo las escaleras y corrió con todas sus fuerzas, se iba
hundiendo por la nieve y finalmente cayó al suelo, volviéndose de medio lado vio a la
bestia con una de sus patas entre las suyas, tenía las garras cera de su rostro, ella solo se
dejó caer de espaldas al suelo viéndose reflejada en los ojos del animal, varios gruñidos y
rugidos lo hicieron volverse, Grace cerro los ojos, estaba tan nerviosa que no sabía el
tiempo que llevaba sin tomar aliento y eso hizo varias veces hasta que alzo la mirada
viendo a lo que debía de ser Carlo frente a sus vecinos, al verlos desnudos Grace observo el
pecho lleno de tatuajes tribales, ocultaban sus cicatrices, supo que era él, nada más bajar la
mirada hasta sus ojos ella lo reconoció.
Su imponente voz la hizo vibrar, Grace se incorporó un poco, tuvo que apoyarse en
la fría nieve con las manos y palpo algo grueso y largo, un palo, viendo que Carlo se estaba
preparando para saltar hacia alguno de ellos no dudo y se levantó con el palo para golpearlo
con todas sus fuerzas en la cabeza, no le hizo nada, simplemente se volvió y salto con ella
lejos mientras la aplastaba por las costillas y rajaba su piel con las garras, al caer al suelo se
resbalo y Grace trato de respirar con los ojos medio cerrados, observo a Carlo alzarla y
aullar con ella mientras cambiaba a humano rápidamente.
Ella solo trataba de respirar sin que le doliera como le dolía toda la piel herida
contra el frio viento.
Dámela.
Carlo se volvió a mirar a Beck, este lo miraba furioso, Grace se llevó una de sus
manos a una de las zonas que más le dolía y sintió su sangre salir rápidamente, bajando su
mirada a la nieve la vio teñida de sangre.
Él volvió su mirada hacia ella con tristeza, comenzó a llorar y puso su rostro en su
cuello negando mientras ella trataba de abrir los ojos.
No Grace, no lo permitiré, ¿Por qué no te dejaría marchar?, perdóname.
Beck tenía sus manos estiradas hacia él y Carlo no pudo evitar mirarlo.
¿Puedes curarla?
Él no lo sabía, pero iría al hospital corriendo para que lo intentaran Fadel y Jalil,
insistieron en quedarse, con el pretexto de que había una humana en medio de la nada y
ahora lo agradecía, a pesar de sus insistencias en que se fueran, volviendo su mirada a su
rostro mientras corría la vio abrir los ojos levemente, la sintió llevar una de sus frías manos
a su pecho y bajo la mirada mientras derribaba la puerta del centro médico viéndola sonreír
al dibujar varias de sus cicatrices.
¿Qué ha pasado?
Beck aparto los papeles que había en una camilla, los tiro todos sin importar, al
igual que las medicinas y frascos que había sobre ella y puso a Grace perdiendo su toque.
Carlo se llevó las manos a sus cabellos largos y se dejó caer en cuclillas al suelo
mientras los hermanos hienas empezaban a cortar sus ropas y tirarlas dejando a Grace en un
sujetador blanco y los leotardos, tenía la piel morada y enrojecida, su espalda también, al
torcerla pudieron verla, le pincharon algo y la hicieron dormir profundamente, los
hermanos empezaron rápidamente a tapar la herida que vertía sin cesar sangre en sus
costillas, Beck casi no podía ver lo que hacían, iban muy rápido los dos, uno a cada lado de
ella. Beck se volvió al sentir a Carlo detrás suya y puso su mano en un puño para volverse y
golpear con todas sus fuerzas al licántropo haciéndolo caer contra una pared del pasillo.
Beck tuvo que detenerse y llevarse una mano al pecho, respiro varias veces y
señalo a Carlo con sus manos cambiando a zarpas hasta sus brazos.
Carlo se levantó furioso viendo a los hermanos de Beck detrás de él, taponaban la
puerta donde estaba Grace.
Beck rugió, con todas sus fuerzas lo volvió a golpear haciéndolo caer.
¡Es mi mujer!
Cogiéndolo por el cuello Beck le enseño los dientes afilados haciéndolo tragar.
Los dos hermanos coyotes se miraron entre ellos respirando con fuerza.
La estamos perdiendo.
Las palabras entre rugidos de Fadel hicieron a todos volverse viendo a los dos
hermanos hablando entre ellos.
Los hermanos tuvieron que apartarse al ver llegar a Beck, caminaba completamente
ido hacia Grace, ella abrió levemente los ojos, parecía que había sentido su presencia e
incluso alzo una de sus manos con todas sus fuerzas para que él se la cogiera llevándola a
sus labios, antes de que pudiera apartar la mano y abrazarla ella dibujo su rostro hasta llegar
a su cicatriz en un lado del rostro, abrió los ojos un poco más y le sonrió, vio como él se
limpiaba varias lágrimas con una mano sin querer apartarse de su toque
No te vayas preciosa, ¿Qué voy a hacer sin ver tus ojos?, esos ojos en los que
no me importaría ahogarme si me hundiera en ellos como en el fondo del mar.
Beck vio a Grace abrir los ojos de golpe al escuchar una extraña y musical voz, vio
como él gran hombre que tenía frente a ella se volvía con el rostro furioso hacia la persona
que hablaba.
¡Yaroslav!
Al escucharlo Beck recogió sus dedos hasta hacer puños sus manos, sus nudillos se
volvían blancos completamente.
Cúrala y me lo pensare.
Yaroslav soltó una carcajada mientras Beck lanzaba su puño hacia su rostro, un
rostro que desapareció haciendo que Beck golpeara una nube verde.
Eres el último que queda por firmar, los demás miembros de tú estúpido
consejo han firmado. Creo que deberías hablar con ellos, decídete oso, ella no tiene todo el
día.
Beck cogió los documentos sin apartar la mirada de Yaroslav, los ojos color
morados del Dkann no mostraban nada, su rostro menos y su olor menos aún, Beck sintió
una corriente recorrer su espalda al ver como al mirar los papeles aparecía un bolígrafo de
Yums, una preciosa joya del planeta del susodicho que tenía ante él.
No lo pienses Beck, todo esto será bueno para vosotros, os protegeremos,
como hacemos con la manada de tigres de Rusia y sin molestaros, ¿Crees que cuando tu
hembra este embarazada de varios cachorros mientras vosotros lidiáis con otros tantos por
la casa no os protegeríamos?, con más fervor, sabes que los planetas como el mío tenemos
un interés común y no nos interesa enfadar a los habitantes del único planeta que queda en
el universo capaz de darnos hembras, hermosas, robustas, fértiles y capaces de amarnos.
Firmo, sin más lo hizo y al terminar Yaroslav charqueo los dedos haciendo
desaparecer el documento y el bolígrafo de sus manos, alzo la mirada para ver como
Yaroslav sonreía, siseaba a Grace mientras se remangaba la camisa negra que llevaba
puesta de unos hermanos diseñadores de otro planeta vecino de él.
Beck se lamio los labios al recordar el toque de la sangre de Grace en sus labios
mientras la marcaba, escuchando a Carlo rechistar se volvió furioso mirándolo.
Es su mujer, ¿Verdad?
Yaroslav termino de remangarse hasta el codo y sonrió haciendo a uno de sus dedos
convertirse en garra, lo acerco a su muñeca y dibujo una línea larga que hizo a su sangre
caer sobre los labios de Grace, sonriendo diabólicamente miro a Beck
Hijo de puta, Beck sintió ganas de matar al cabrón que seguía sonriente.
Varios gruñidos sonaron seguidos, los cinco perdieron de vista asombrados a los
cambiantes que tenían delante, Beck vio a Matt acercarse a la barandilla mientras él se
llevaba una mano a la barbilla viéndolo saltar para atrás ante el cuerpo de un cambiante
desnudo que soltaba una carcajada mientras su cabello blanco con manchas negras de
leopardo caía por sus hombros.
De nuevo el cambiante soltó una carcajada mientras sus dos hermanos idénticos
saltaban sobre la barandilla del porche haciéndola quejarse. Se quedaron sobre sus pies y
una mano mirándolos hasta que los tres respiraron a la vez ruidosamente.
Los tres hermanos se lamieron a la vez los colmillos que no habían cambiado aun a
sus dientes normales.
Los cinco se pusieron alerta viendo como los tres leopardos torcían su rostro hacia
la casa alejada donde estaba Grace sola, Beck señalo a Tucker, le mando irse con Grace,
rápidamente y protegerla.
¿Crees que tocaría a una humana indefensa, pequeña y frágil?, Mis hermanos
y yo la destrozaríamos con nuestras pollas.
Beck se volvió mirando a los dos hermanos que seguían apoyados en la barandilla
sonrientes, sin moverse.
Igual sería divertido Onza, nunca hemos tocado una, ellos podrían explicarnos
como se sienten cuando están enterrados en ella.
Rhys fue a lanzarse a por el hermano que hablaba inclinado hacia delante en el oído
del hermano que llevaba la voz dominante, pero antes de que eso pasara un carraspeo que
sonó más bien como un rugido de advertencia les hizo volverse para ver a un enorme
cambiante a oso Kodiak inclinado en la puerta.
Pasar, tengo cosas mejor que hacer junto a mis hermanos que escucharos reñir
por una hembra preciosa.
Los cuatro tuvieron que tratar de calmarse, Beck apretaba y cerraba las manos que
le cambiaban a zarpas constantemente, Rhys se labia llevado un puño a los labio que ahora
mordía con furia haciéndose incluso sangre y Matt junto a Jonh se tiraban de los cabellos
tratando de atarlos en una coleta completamente revuelta en lo alto de sus cabezas.
Lo dudaron nada más ver miradas serias al entrar, una enorme mesa ocupaba el
salón con los hermanos mayores como Beck, solamente que casi todos eran millonarios,
billonarios, ricos o simplemente adinerados del pueblo, sus hermanos se quedaron junto al
resto de cambiantes que esperaban a sus hermanos y Beck paso junto al hermano lince de
cabello pelirrojo depilado por láser a la perfección inclinando la cabeza seriamente, el lince
rojizo lo miro ampliando sus pupilas mientras respiraba ansioso la esencia de Grace en su
piel, el gato montés bebía de su copa mientras inclinaba la cabeza, el lince moteado alzo
una ceja y la comisura de su labio izquierdo, varios cambiantes más a felino lo miraban
seriamente, al igual que los caninos y osos, incluso los diferentes zorros, todos y cada uno
de ellos hasta que llego ante los osos que estaban con un espacio entre sus inmensos
tamaños para él.
Menudo recibimiento.
Varios gruñidos llenaron el salón haciendo a Beck sus pirar mientras metía bajo la
mesa sus manos en puños tratando de calmarse.
Beck los recorrió a todos con la mirada viéndolos bajar las suyas, pero el kodiak
junto a él soltó un suspiro amargo.
Si los pusiéramos detrás del bosque que le sigue al rio estarían bastante lejos
del pueblo, pero no a más de ocho kilómetros de la casa de Beck y su humana llego casi
hasta aquí andando.
Beck abrió los ojos de par en par ante las palabras del cambiante.
¡Sentaros ahora mismo los dos!, juro por mi puta piel de pantera de las nieves
que os matare con mis propias manos y me hare unas malditas alfombras para mi salón si
no ponéis vuestros peludos traseros en las sillas ahora mismo.
Tanto Beck como Udai se volvieron hacia el cambiante con miradas aún más
furiosas viendo como enseguida rodeaban todos sus hermanos a este, todos se cruzaron de
brazos, sus camisas se quejaron y estiraron hasta más no poder mientras Beck le contestaba.
Beck se vio reflejado en los ojos azules oscuros, incluso su animal tenia las heridas
en el rostro que él tenía, dándole un último resoplido se volvió haciendo a la mesa
tambalear hasta que descendió junto a su silla y cambio sentándose completamente
desnudo.
Tenemos que hablar sobre ella Beck, tarde o temprano deseara salir de aquí,
sabes que podría ser peligroso, los humanos que nos odian siempre se enteran de todo lo
más jugoso que sucede en el mundo de los cambiantes.
Seguramente muchos por todas partes, el caso de los tigres de Rusia con su
humana, llegaron a la misma vez los humanos a por ella, seguramente alguien de dentro los
delato y tuvieron demasiada suerte de que no se la llevaran y les destrozaran la vida para
siempre, como les paso a los leones albinos en el desierto más protegido del mundo por los
cambiantes, como llegaron tantos humanos con bazucas para destrozar a todo el que tratara
de impedir que se llevaran a Carla y no hablemos de los minotauros y los dragones, no es
normal todo esto.
Beck tuvo que detener su conversación llena de rabia y furia para tomar un poco de
aliento.
Joder Beck, dudo mucho que ninguno de los que vivimos aquí nos traicionase
a los demás, incluso los cambiantes que están en otros países deben de estar locos por hacer
eso, es una acusación muy grave, hemos vivido en el mismo infierno todos, nos han hecho
pelear hasta matarnos, nos han drogado, apaleado, cortado, rajado, pinchado.
Ante las palabras del doctor Fadel salto, el lobo se levantó a pesar de su cojera y se
puso completamente recto en sus casi dos metros de puro músculo, aguanto hasta que su
piel vibro y sudo.
Yo no necesito que un humano vuelva a poner sus sucias manos sobre mí.
Los cambiantes empezaron a alzar las voces, a rugir, gruñir y pelear, Beck rugió
con todas sus fuerzas, se llevó las manos a la cabeza y escucho como todos se calmaban y
sentaban.
¡Dios!, no pares.
No te vayas.
Por nada del mundo dejaría ahora mismo de tocarla, bajo sus labios a su vientre, lo
recorrió a besos y lametones hasta llegar a su ombligo donde mordisqueo ansiosos,
gruñendo con fuerza.
Grace lo cogió por el cabello largo hasta sus hombros, hizo en lo alto de su nuca un
remolino y lo agarro con fuerza haciéndolo gruñir con ganas mientras trataba de penetrarla
escuchándola apretar los dientes y tragar entre ellos aliento con fuerza, asustado se detuvo
con la punta de su polla empapada por su humedad en su entrada.
No pares.
Él subió besos hasta uno de sus pechos, lo mordisqueo, lo beso y lamio hasta sentir
que terminaba de clavarse en el fondo de su vagina, tuvo que contenerse para no morderla
en el acto, apoyo su frente en su cuello, perlaba hasta sudor de lo nervioso y ansioso que
estaba, con labios temblorosos mientras empezaba a moverse en el interior de Grace
recorrió su cuello, de abajo hasta su oreja, la dibujo con la punta de su lengua, desde su
lóbulo, toda la piel hasta acabar en su mejilla, la apretó entre los dientes a la vez que metía
su mano detrás de su cuello y la subía hasta su nuca enganchando su cabello con sus zarpas,
no podía evitarlo, incluso sintió su espalda erizarse, estaba cambiando levemente a oso,
necesitaba marcharla y no pudo evitarlo al desencadenar que ella lo apretara y se corriera
por toda su polla, él la siguió, se corrió con chorros espesos por toda su vagina, los dos
jadearon ansiosos, abrazados locamente y al terminar la volteo y volvió a clavarse en su
interior, de un solo golpe, rápido, seguido empezó a moverse salvajemente en su interior, la
volvió a sentir inundarlo mientras él la mordía en su hombro derecho ansioso, sin dejar de
follarla como un animal, volviendo a correrse abrazado a ella.
Perdóname.
Lamiendo su mordisco sin aun salir de ella la escucho jadear con la garganta seca.
Te necesitaba.
Ella movió la cabeza, asentía haciendo a su cabello larguísimo subir y bajar entre
ellos produciéndole a Tucker volver a ponerse completamente duro en su interior.
Tuvo que asentirle, no sabía porque lo decía, había estado casada con un licántropo,
normalmente ellos no se diferenciaban mucho de ellos.
Me atacaras también.
Llevándose las manos a su cuerpo jadeo y se las llevó a los labios, temblaba como
un maldito flan.
Tucker rugió furioso, con todas sus fuerzas esperando que le escucharan sus
hermanos y acudieran a ayudarlo. Pero dudaba mucho que eso sucediera, los cambiantes
hacían demasiado ruido cuando se reunían.
Ella vendrá conmigo, es mi mujer, no pienso dejar que este más tiempo
apartada de mí.
Grace retrocedió varios pasos al verlo estirar una pata que se transformó en mano,
tuvo que dar varios pasos más para que él no la cogiera.
Al verla negar con los ojos completamente abiertos soltó un mordisco furioso y
aulló haciéndola temblar mientras lo apuntaba.
Estiro sus garras afiladas hacia ella haciéndola disparar una vez y retroceder
mientras él sonreía entrando una de sus manos en su pecho donde había disparado, se sacó
la bala y se la lanzo a Grace al rostro, la salpico de sangre y le hizo contenerse las náuseas.
Nunca me hacías el amor más de una vez, siempre a oscuras, ¿Alguna vez me
llegaste a amar Carlo?, ¿O fue todo por rabia ante los rechazos hacia ti de mi padre?
Maldito carbón, mi padre llevaba razón, todo lo hacías por odio hacia él, como
una puta imbécil te creía todas tus mentiras, incluso deje de hablar con él, hasta que te vi
matar a aquellos hombres, ¡Asesino!
Las palabras tan frías que salían de la voz de Carlo la dejaban completamente
sorprendida, sus ojos marrones chocolate se estaban oscureciendo a un rojo sangre mientras
hablaba.
Grace se quedó completamente quieta, cerró los ojos esperando que saltara sobre
ella y la matara, pero tuvo que abrirlos, pestañeo varias veces al ver a Carlo tratando de
separar su cuerpo del tipo vestido de negro que tenía sujeta su cabeza y tiraba de ella hasta
empezar a separarla de su cuerpo, Tucker llego hasta ella, la rodeo con sus fuertes brazos y
la separo de la escena, Carlo chillo varias veces su nombre mientras trataba de defenderse,
Grace lo miro por última vez, sus ojos volvieron a su marrón chocolate que tanto le había
gustado siempre, no se había percatado de los inmensos y profundos sollozos que soltaba.
Tranquila.
Tucker la rodeo con sus fuertes brazos y ella cerrando los puños en su pecho
comenzó a llorar, desconsoladamente mientras el acariciaba su cabeza tratando de calmarla,
Grace no supo cuánto tiempo estuvo así, Tucker ya casi no podía mantenerse en pie,
temblaba con dolor, pero no quería dejar de estar con ella, el cabrón del licántropo ni
siquiera la había querido, estaba con ella por odio hacia su padre, estaba nervioso, los
humanos eran tan complicados que ahora mismo no sabía cómo iba a reaccionar ella, si les
dejaría y se marcharía para nunca volver, solo de pensarlo su pecho martilleaba
dolorosamente, más incluso que su pierna, sus brazos incluso temblaban, sus lágrimas caían
espesamente hasta su barbilla, el dolor de ella lo estaba jodiendo vivo, podía respirar su
esencia natural con toques amargosos como el azufre, Tucker vio como varios helicópteros
descendían fuera de la casa, eso sí llamo la atención de todos los cambiantes reunidos, el
ruido y el movimiento de la nieve que hicieron las aspas, Grace, la sintió carraspear
mientras se torcía a mirar a un hombre de cabello rojizo, tenía el rostro lleno de pecas y
seguramente todo su cuerpo, Tucker no podía verlo por los guantes negros de cuero que
llevaba.
Papa.
Grace se limpió las lágrimas y rodeo a Tucker con sus brazos, lo beso en una de las
mejillas y se volvió para ver a su padre golpeando a uno de sus empleados que trataba de
ayudarlo a bajar del helicóptero con un bastón que le ofrecía otro mientras gruñía.
¿Crees que necesito de vuestra ayuda?, cuando no llegue a mi puto culo para
limpiarme os avisare, ahora apártate de mi camino o te juro que te comerás el bastón.
Sube a ducharte y cambiarte antes de que te abrace hija, sabes que no me gusta
demasiado el olor de la sangre.
Papa.
Al volverse dejo la foto donde estaba y se volvió abriendo sus brazos, beso a su hija
en la sien y soltó una espesa lagrima que trato de ocultar.
Igual que todos los que habitan este pueblo y muchos otros del mundo Grace,
¿Podríais dejarnos solos por favor?
Tucker fue el último en salir, cerró la puerta detrás suya, el padre de Grace la llevo
hasta un sofá de dos plazas, se agarró a su brazo y ella le sonrió mientras se sentaban.
Quiero hablarte bajo porque seguramente ellos nos escuchen desde fuera hasta
hablando así. Vi que tienes marchas por tus hombros y como son diferentes no son de Carlo
y eso es bueno, pero, ¿Quién te las ha hecho Grace?, solamente el cambiante grande con el
que estabas no.
Estas bien, gracias a Dios es lo único importante, lo pase muy mal los años
que estuviste con Carlo, mientras huías de el para que no te encontrase accedió a firmarme
unos documentos con los que sí lo detenían no te relacionasen con sus negocios, me costó
un montón que lo hiciera, pero finalmente lo hizo, salvo el divorcio, te busco hasta la
saciedad, por más que le insistía en que firmara los papeles del divorcio, peor lo hacía.
Grace llevó su mirada hacia la sangre que había por todo el suelo.
Su padre volvió a besarla en la frente, varias veces y abrazarla con fuerza mientras
suspiraba calmado.
Como siempre, llueve, hace frio, se sigue comiendo lo mismo, poco más, ya
sabes.
Ésta vieja casa me trae buenos recuerdos y se está quedando fría hija.
No te vayas papa.
Me cuesta soportar el clima de Londres, como para aguantar este más de unas
horas.
No debes hija, ahora ellos te cuidaran mejor que yo y es muy triste para un
cambiante estar sin su compañera, debes permanecer aquí Grace.
Grace la pasaras mal, eres joven y ya te han pasado por sus mordiscos el deseo
sexual, créeme acabaras volviéndote loca sin ellos.
Por mucho que su padre insistió, incluso chillo furioso ella no entraba ninguna de
sus palabras en su brillante cabeza, su padre finalmente suspiro cogiéndose la barbilla
mientras observaba por la ventana la carrera de sangre del licántropo que estaban cubriendo
de nieve.
Como desees Grace, yo no quiero saber nada, sube a por tus maletas.
Se puso el abrigo con ayuda de él y le cogió los guantes poniéndose solo uno.
Volviendo su mirada hacia los musculosos cambiantes hablo todo lo bajo y entre
dientes que pudo.
¿Sabes chaval?, estuve muchos años en una silla de ruedas, cuando tuve a mi
hija era un vive la vida, corría carreras, dormía con chicas guapas de piernas largas cada
noche, su madre ni me dijo que había nacido, dos años después me estampé contra una
pared a más de doscientos por hora y todas esas mujeres que incluso me llamaban a mi
deseando pasar una noche conmigo dejaron de hacerlo, impotente chaval, ¿Sabes lo que
duele que te digan eso?, intente suicidarme y de nada sirvió, dos años estuve así, hasta que
me dijeron que una preciosa mujer de pelo negro, curvilínea y exuberante estaba en la
puerta de mi casa junto a una pequeña de pelo como la sangre, no quería dejarlas pasar,
pero Greg me insto a hacerlo obligatoriamente, al ver a la niña me quede completamente
estupefacto, varias pecas dibujaban su nariz y sus mejillas, sus ojos eran increíbles y al
preguntar que si era su papa sonreí, era mi hija y la mujer que estaba ante mí me la trajo
porque ella se lo había pedido sin parar, la madre se negaba rotundamente a hacerlo, pero
poco a poco trate de conseguir que estuvieran conmigo, las sacaba a pasear, al cine, zoo, a
parques de atracciones, incluso invitaba a su madre a estar conmigo, y se quedaron en mi
casa, la lleve a los mejores colegios y universidades. Por ella ando con una muleta o bastón,
no me iba a quedar con las ganas de darle la mano y caminar con ella algún día hasta el
altar, aunque ya ves, lo veo difícil, la fisioterapeuta amiga de mi hija que me trato la última
vez se sorprendió muchísimo por mis avances, incluso volví a conseguir que mi maldita
cosa se pusiera dura mientras la madre de mi hija se me ponía encima en un calentón y
pude tener sexo y chico fue el mejor de mi puta vida. Por lo que deja de decirme señor,
estoy hecho un chaval.
Yo soy Tucker, los gemelos son Jonh y Matt, esos dos son Rhys y Beck.
Theo abrió los ojos de par en par y soltó su toque sobre el hombro del cambiante,
puso su mirada tras él y vio como los cambiantes comenzaban a colocarse de manera
defensora detrás de ellos.
Ella no ira a ninguna parte señor, así tenga que arrastrarla hasta mi casa y
atarla, es nuestra y fuera de aquí correría peligro tal y como están las cosas con los
humanos como usted, seguramente nuestros enemigos ya sepan de ella y nada más salir de
aquí trataran de llevársela para hacernos daño a todos.
Theo se apartó varios pasos y alzo una mano a sus empleados que apuntaban a los
cambiantes, Grace llegaba en ese momento con una maleta de tela de leopardo y unas
zapatillas similares mientras su cabello se movía alrededor de un abrigo ceñido negro, se
quedó completamente quieta observando la escena que tenía delante de ella, trato de decir
el nombre de su padre y solo consiguió trabar su lengua varias veces.
Ella trato de bajar las escaleras, pero su padre la detuvo con un siseo.
Su padre bajo la mano que tenía alzada y se volvió hacia ella negando mientras se
ponía a un lado, prohibiéndoles el paso a los cinco hermanos que ella conocía muy bien.
Grace bajo las escaleras lentamente y se puso junto a su padre, se puso a mirar a los
guardias armados que tenía detrás suya y después se volvió a mirar a los cambiantes que
tenía delante de ella.
Beck gruño tratando de alcanzarla y envolverla en sus brazos, pero su padre la puso
detrás de su espalda casi perdiendo el equilibrio mientras varios de sus hombres apuntaban
a Beck.
Otro inmenso golpe y el avión dando vueltas les hizo golpear varias veces, pero él
se mantenía sujeto con todas sus fuerzas al sofá del avión con sus zarpas, lo sentía temblar
y rugir bajo hasta que todo se detuvo.
Papa.
Grace separo su rostro del cuello tatuado con tribales grandes del cambiante que
trataba de respirar calmándose y vio a su padre con el cuerpo de uno de los hermanos
cambiantes protegiéndolo también.
Cargándola en sus brazos se dirigió hasta la pantalla parpadeante que había entre
los dos pasillos del avión y vio su localización.
Beck se dejó caer en el suelo con las piernas cruzadas mientras la apoyaba en él,
Grace podía ver a los demás tratar de golpear con fuerza extrema en las ventanas y puertas
sin conseguir nada mientras perdían el equilibrio y se mareaban.
Debí de insistir a tu padre cuando le dije que este desvío del avión no era
normal, nos han engañado.
Cogiéndola con sus fuertes manos por el rostro, la beso y ella le devolvió el beso
mientras caía inconsciente junto a él.
Grace se sentía envuelta en una gran masa de músculos, era caliente, reconfortante
y su olor a limpio le hacía cosquillas en la nariz, se removió un poco y sintió unos labios en
su frente, tenía barba y eso le hizo soltar una carcajada mientras trataba de apartarlo, al
abrir los ojos un enorme pecho masculino la hizo boquear, subiendo su mirada una larga
barba tocaba casi su rostro, finalmente aparto la cabeza y miro a los ojos a uno de los
hermanos que permanecía serio, Grace parpadeo varias veces tratando de enfocar la vista,
solamente veía paredes enormes y rejas que habían sido golpeadas, arañadas y destrozadas
hasta estar repletas de sangre.
¿Dónde estamos?
Recordando todo, se apoyó en los hombros del cambiante con barbas y se levantó
seguida de él, su cuerpo se movía como si estuviera en un barco y tuvo que abrazarla él
contra su cuerpo, podía escuchar gruñidos y rugidos furiosos.
¿Y mi padre?
Grace apretó los ojos llevando sus manos hasta su sien, apretó los ojos y parpadeó
varias veces, trataba de ver bien, todo estaba borroso y molesto.
Tu padre está bien, los tipos que nos han traído comida hablaban español y
decían que sólo nos querían a nosotros, que todo ser vivo que hubiera dentro del avión
siguiera con vida, solamente se han quedado con nuestras cosas de valor.
Grace observo sobre su hombro, sorprendida, viendo muchísimas más jaulas que
tenía alrededor del inmenso lugar, con apenas luces y sombras paseando inquietas por la
zona sin iluminación.
Debes de apartarte, los cambiantes que ves nunca han visto a una mujer y
están muy irritados, sienten y huelen que queremos protegerte y eso los enfurece aún más.
Grace trago nerviosa, dejo que la cargara en sus brazos y la llevara hasta una
esquina apartada, la puso contra ella y se cruzó de piernas en el suelo, después la cogió por
el codo y la hizo sentarse sobre él.
Ella trago nerviosa, escuchaba los barrotes y las paredes ser golpeados.
Cogiéndola por una mano comenzó a acariciarla, recorrerle y dibujarle las manos y
las uñas.
Nosotros no sabíamos hacer nada cuando nos sacaron de donde nos mantenían
encerrados, bueno, pegar, morder y obedecer, éramos muy jóvenes, estos cambiantes deben
de tener alrededor de cuarenta años, como mucho.
Beck no pudo decirle nada, simplemente suspiro con un gruñido bajo y la acurruco
más contra su cuerpo.
Estoy bien, estuve muchos años retenido en unas celdas así, no te preocupes.
Ella asintió mientras lo observaba bajar la nariz a su cuello y aspirar con fuerza.
Mientras dormías estuvimos rodeándote con nuestros cuerpos los cinco, te
intentamos borrar tú olor natural y humano, pero aún te huelo.
Con tristeza rompió a llorar escuchando rugidos y gruñidos llenar sus oídos hasta
empezar a pitar.
Antes de que pudiera seguir a lo lejos de la zona pudo distinguir entre las luces
pequeñas a los pies de las jaulas irse encendiendo por el paso de un hombre que cojeaba,
ansiosa sonrió pensando que sería su padre.
Siguió viendo el paso del hombre de una edad que rondaba la de su padre y terminó
de verlo llegar mientras se limpiaba el sudor de la frente
El tipo dijo las palabras llevando la mirada hasta Grace mientras los cuatro
hermanos que tenía frente a él trataban de cogerlo, Grace sintió su piel temblar mientras
Beck la rodeaba más fuerte con sus brazos.
Ninguno dijo nada mientras Grace se quedaba completamente sorprendida ante sus
palabras.
Vamos allá.
Sacando un arma de su bolsillo disparó a Beck que soltó el agarre sobre el cuerpo
de Grace y sujeto sus rodillas con todas sus fuerzas.
Hasta que os hagan a todos lo mismo y finalmente consiga lo que quiera ese
señor.
Beck comenzó a removerse lentamente hasta volverse a ella mirándola, eso a Grace
la hizo encogerse de miedo mientras se abrazaba a sí misma, no quiso mirar en ningún
momento, pero tuvo que hacerlo viendo como él podía con ellos, lo que le hubieran
pinchado hizo a su cuerpo hincharse, a sus venas marcarse y a su piel perlar sudor, incluso
sudaba un montón, cuando sus hermanos acabaron por los suelos, sin aliento y doloridos,
bajo la vista a su polla y la vio a través de su calzoncillo, endurecida, notaba hasta sus
venas marcadas, asomaba más allá de su punta por el borde del calzoncillo, al subir la
mirada por sus ocho abdominales y sus pectorales repletos de venas, lo vio dar pasos
decidió hasta ella, Grace miro sus brazos y finalmente sus garras mientras se tapaba los
labios retrocediendo con sus nalgas hasta tocar la pared, viendo como finalmente él llegaba
hasta uno de sus tobillos y la tumbaba volteándola, Grace chillo al sentirlo subir respirando
por toda su piel hasta llegar a su cuello donde la beso lentamente hasta llegar a su mejilla
que ella aparto.
Siseándole, Beck tiro de sus mayas negras haciéndolas bajar y soltó pequeños
rugidos mientras bajaba a mordisquear sus nalgas haciéndola gimotear, las lamio y abrió
para llegar con su profunda lengua hasta su vagina donde lamio y chupo con ansias
mientras ella sentía a su cuerpo contestarle, el frio del suelo le hacía a sus pezones
endurecidos sentirlo con más presión.
Él susurro las palabras tratando de no ahogarse mientras la cogía por una de sus
muñecas y la bajaba hasta su inmensa polla, Grace tuvo que gimotear al pasar la palma por
su punta mientras él se movía por su vagina hacia delante y hacia detrás sin parar
haciéndola humedecerse.
Besándola de nuevo en uno de sus hombros subió hasta su cuello donde sintió sus
besos húmedos y al volver a bajar besos hasta su cuello Grace torció su rostro para verlo
llorar en silencio mientras apretaba su nariz en su hombro hablando consigo mismo bajo.
Su piel vibraba haciéndola suspirar mientras cogía todo su tamaño con ambas
manos y lo escuchaba rugir con todas sus fuerzas haciendo a sus oídos quejarse mientras la
mojaba completamente en las manos con su líquido pre seminal.
Lo siento mucho, sé que estoy más grande, lo que me han pinchado me vuelve
loco y aumenta mi tamaño.
Asintiendo Grace lo miro con el rabillo del ojo, subía y bajaba su pecho con
respiraciones lentas, pero fuertes, finalmente lo sintió apretar su útero con fuerza, hasta casi
doler mientras soltaba un tremendo rugido y Grace pudo ver a sus hermanos en silencio
tratando de cubrir la escena.
Ella tuvo que apretar los dientes al sentirlo volver a clavarse en su cuerpo con un
movimiento de cadera que la hizo saltar.
Él ansioso gruño.
Di mi nombre de nuevo.
Grace apretó las uñas mientras mordía sus labios corriéndose como una loca.
¡Dilo!
¡Beck!, ¡Beck!
Lo dijo dos veces mientras volvía a correrse locamente al sentirlo acariciar sus
pezones y cargar sus pechos mientras se vaciaba en su interior, moviéndola un poco suspiro
ansioso, incluso entrecortada mente mientras pisaba sus mayas y la sacaba de ellas
dejándola en el suelo, cargo sus muslos y volvió a entrar en ella escuchándola quejarse
mientras lo sujetaba por sus pectorales arañándolo.
Metió una de sus manos bajo su suéter y comenzó a dibujar sus pezones con la
yema de sus dedos, primero uno y después fue al otro hasta que la escucho quejarse y saco
la mano para rodearla con sus brazos, la escuchaba gimotear, lo apretaba corriéndose y él
no tardo en seguirla mientras la sentía caer inconsciente, salió de ella aun endurecido y la
rodeo con sus brazos besando su frente con tristeza mientras subía sus bragas y sus mayas.
Nada bueno era cuando casi un mes después Grace gimoteaba abrazada a su propio
cuerpo, temblaba mientras dormía envuelta entre las ropas de ellos.
Pronto esa perra empezara a oler a cadáver, un olor al que desde bien
chiquititos estáis acostumbrados, aunque no sea el olor que recordareis sin más las
próximas veces, después que ella muera claro está.
Voy a destrozar tu vida Víctor Capat, todos los cambiantes te haremos pagar,
hijo de puta.
Su hija Carmen llorara cuando varios de nosotros, con mucho rencor hacia
usted la secuestren y violen miles de veces para que usted lo vea.
Víctor abrió los ojos de par en par y chasqueo los dedos haciendo a uno de sus
hombres acercarse a su oído.
Puede hacer cuanto desee por protegerla, algún día no volverá a verla.
El doctor se sacó cosas de los bolsillos y comenzó a tirarlas sin más hacia él, hasta
que termino de vaciarlos y cogió las llaves de la jaula de los pantalones de uno de los
hombres, mientras trataban de sujetarlo.
Él, Víctor Capat escupió en una de las mejillas de Beck haciéndolo sonreír mientras
lo veía chillar.
Beck alzo la mirada hasta sus ojos, desafiante, completamente serio, escucho voces
desde fuera, disparos y golpes.
Víctor salió disparado detrás de sus hombres mientras los cambiantes gruñían a su
paso, Beck cogió a Grace entre sus brazos, sus hermanos lo ayudaron a vestirla con todas
sus ropas y finalmente, tras media hora las puertas del lugar fueron abiertas mostrando a
más de cien cambiantes, él tuvo que limpiarse varias lágrimas de los ojos que no dejaban de
caer, los cambiantes de las jaulas negaban por ser liberados mientras señalaban a Grace y
ellos, incluso hablaban señalándola, eso los sorprendió hasta que vieron a Theo caminar
con tanta rapidez como podía hasta llegar a la jaula.
Cuando por fin consiguió entrar el humano se abrazó a Grace con todas sus fuerzas
mientras ella tosía y empapaba de sangre su camisa blanca.
Grace con sus últimas fuerzas abrió los ojos tragando aliento con un ruido
verdaderamente doloroso, subió una de sus manos al rostro de su padre y sonrió cayendo
desvanecida mientras el ruido de las rejas abriéndose y el de las voces se detenía, olían
todos lo mismo, su padre la zarandeo y se dejó de caer en el suelo de rodillas mientras la
llamaba sin cesar, la acariciaba y besaba mientras la movía entre sus brazos, la mecía
haciendo a su cabello rojo sangre moverse lentamente.
Dije que nunca dejaría que les pasara nada a los habitantes de mis nuevas
tierras y así será.
¡Eh!, preciosa.
¿Y mi hija?
Los seis se quedaron esperándola alrededor de donde debía de estar ella, los
cambiantes que estaban enjaulados fueron saliendo lentamente de sus jaulas y fueron
poniéndose lentamente en fila.
Allí dominan los zorros todo el territorio y no solemos tener mucho contacto
con ellos el resto de los cambiantes.
¿Zorros?
Hace poco le compre a Sonia Asad terrenos en Madrid y casi toda una isla en
las Canarias, podríais integrarlos en cualquiera de los dos sitios.
Yaroslav chasqueo los dedos haciendo aparecer a sus dos hermanos y a sus tres
compartidores de compañera.
Ella está en buenas manos, pero esas manos exigen también favores a cambio.
Odio a los Berghent, casi más que a cualquier ser que exista en el universo,
pero yo no podía salvarla sin convertirla en un Dkann,no tengo tanto poder, su cuerpo
estaba muriendo.
Matt si lo golpeo, con todas sus fuerzas cerro su mano y llevó su mano su rostro
haciéndolo salir hacia atrás disparado varios metros.
Fue a golpear a otro de ellos con su otra mano, pero no pudo hacerlo, el otro Dkann
sujetaba su puño y lo apretaba haciéndolo caer de rodillas mientras rugía.
Maldito oso, nada me interesa menos que ayudar a un Berghent, pero Yaroslav
tenía que hacerlo para salvar a vuestra humana, ellos son los únicos capaces ahora mismo
de sanar a los humanos moribundos sin necesidad de hacerlos inmortales.
Yaroslav le ofreció su mano a Beck, y él tuvo que cogérsela, al igual que el resto de
sus hermanos y Theo a los demás que estaban con él, sin saber a qué atenerse, Beck sintió
su cuerpo flotar y apretó los ojos y los dientes por las ganas de rugir frustrado cuando vio
donde estaban, un inmenso porche por el que podía ver que estaban en lo alto de una
montaña, incluso al mirar hacia abajo se asustó.
Bienvenidos a Colombia.
Todos se volvieron para ver a Grace tumbada en un precioso sofá que flotaba
mágicamente, los seis se miraron ceñudos, ella dormitaba tranquilamente, estaba vestida
con un precioso vestido con brillantes y su cabello descansaba limpio y seco en uno de sus
lados, junto a ella tenía a un tipo de más de dos metros, tenía unos tatuajes extraños por sus
brazos, los ojos pintados con líneas negras, tenía la barba atada por varias partes con unas
joyas que parecían anillos y su cabello llegaba hasta debajo de sus nalgas atado con la
misma pieza, por varias zonas.
El tipo se inclinó abriendo una de sus manos, su voz profunda y masculina los
sorprendió, al igual que su piel que comenzó a moverse por sus brazos como si tuviera
dentro de ellos un pulpo.
Su padre trato de alcanzarla, pero Lakh hizo a la superficie flotante salir fuera del
firme suelo, los seis se quedaron completamente sorprendidos al ver como hacia caer un
poco la superficie con ella, fuera, en la altura que tenian y finalmente mandando retroceder
a Theo la volvía a colocar donde estaba.
¿No tenéis hembras en vuestros planetas?, parece que tenéis una fina obsesión
por las humanas.
El Berghent sonrió.
No aceptare ningún trato con un nuevo alíen, ya tengo suficiente con estos.
Malik se quedó en silencio al ver a Lakh comenzar a dibujar con sus manos un
círculo hasta que apareció una bola negra, transparente que lanzo hacia los que tenían
compañera, mostro a su humana sonriente en sus brazos, la acariciaba lentamente en el
vientre desde detrás, besaba su cuello y la escuchaba gimotear su nombre.
Alek Damikovich estaba viéndose rodeando a Nerea también entre sus brazos,
pero estaba en el inmenso ventanal de su dormitorio clavándose en su interior, la rodeaba
sobre sus pechos con sus dos brazos y ella lo sujetaba con sus preciosas manos por los
brazos mientras se corrían los dos.
Abdel Asad se veía a sí mismo en una improvisada jaima que acababan de montar
sus empleados cerca de su casa, estaba en estilo indio con Sonia entre sus brazos, con su
polla completamente clavada en su vagina, la escuchaba rogar diciendo su nombre y él se
contenía una vez más, rugía bajo mientras ella lo empapaba apretando su miembro con
fuerza a través de su vagina, le siseo mientras la cogía por los pechos y le pedía un último
orgasmo para segundos después ella regalárselo melodiosamente.
Yurk podía verse rodeando en vientre completamente hinchado de Krystal por sus
dos nuevos cachorros, resoplo dichoso y movió la cabeza tratando de apartar el agua que
caía en forma de lluvia de la ducha que compartían mientras ella se movía con gracia sobre
su miembro, ella llego a colocar su miembro entre sus nalgas y subió y bajo haciéndolo
gruñir ansioso mientras negaba y ella volvía a insistir hasta que la alzaba por una pierna y
entraba en ella lentamente, escuchándola respirar entre los dientes apretados, él trato de
ayudarla, la apremio con dulces palabras y consiguió entras varias pulgadas de su
imponente tamaño en ella mientras trataba de relajarse, para no entrar de un golpe doloroso
en su cuerpo, siguió entrando más y más en ella hasta que la sintió apretarlo ansiosa
mientras lo empapaba completamente haciéndolo gruñir en su cuello, comenzó a moverse
en su interior y finalmente, tras apretarlo varias veces mientras se corría, él se corrió a la
vez que ella dejándola exhausta.
Aki podía contemplar a Sandy tumbada boca arriba en su cama tamaño King side,
su cabeza colgaba mágicamente del borde del colchón, dibujo con las yemas de sus dedos
su vientre completamente hinchado por su cuarto cachorro, su hermano Alix besaba uno de
los pechos de su amada humana con ternura, mientras que Alen devoraba su otro pecho y
Anouk devoraba su vagina ansioso, él tuvo que retroceder un poco al sentirla clavar sus
dientes en la punta de su polla, la observo sonreírle mientras volvía su atención a ella,
cogiéndola por el cabello introdujo su miembro en sus labios y no tardo en vaciarse en ellos
mucho más de cuatro minutos después.
Eiji dragón siseaba a su compañera, le rogaba un poco de silencio en el lavabo del
despacho de la comisaria donde trabajaba la hermana de ella, todavía estaba furioso por
haber tenido que salir de su casa estado su hembra casi en celo, pero los problemas que
estaba causando Camila contra sus amigos Hojo, Asami y Tokai tenían a los demás
dragones furiosos, no hacía más de dos meses que había tenido a sus cachorros y no podía
apartar las manos de ella, al igual que sus hermanos que estaban impacientes sentados en el
despacho de la fría mujer que no se parecía para nada en personalidad con la de Enma,
ansioso gruño el nombre de Hikaru viéndolo aparecer con su corbata entre sus manos y
tapo los labios de su compañera, después la alzo haciendo que su polla de doblar con ella y
lo insto a entrar en s trasero, él lo hizo escuchándola gimotear, chillar y maldecir en la
improvisada mordaza mientras la sujetaba con dos dedos de cada una de sus manos por sus
pezones, su hermano a la misma vez que él comenzó a entrar en su vagina lentamente,
cogió a Enma del cabello haciendo retroceder su rostro y bajo besos a su cuello mientras
ella trataba de sujetarse con una mano a su cabello y con otra a su hombro, los dos le
sisearon mientras escuchaban a la hermana de Enma sentarse en su cómodo asiento y
preguntar por ella mientras se vaciaban en el interior de su compañera.
Beck tenia a Grace rodeada con sus brazos, justo la noche que estaba a punto de
caer enferma, estaba bajo ella, al igual que a ellos, le habían administrado el potente
afrodisiaco para que tuviera deseo sexual, estaba sentando y besaba sus pechos hasta que
ella se apoyó en sus hombros haciéndolo tumbarse, Grace puso sus brazos para atrás y se
apoyó en sus grandes muslos que apenas cubrían sus manos, lo montaba brutalmente y se
corría gimoteando entre temblores mientras él le pedía que se detuviera y no lo hacía,
volvía a montarlo entre sollozos dolorosos de necesidad.
Volviendo a la realidad todos rugieron perdiendo la visión y se pusieron en modo
defensivo contra él.
Aceptareis, de no ser así, esos serán vuestros últimos recuerdos con vuestras
humanas.
Todos comenzaron a rugir y gruñir cuando los que estaban emparejados vieron de
nuevo a sus compañeras felices entre ellos y sus respectivos hermanos y compartidores de
compañera.
Solo pedimos lo mismo que tenéis vosotros, Yaroslav me apoya junto a sus
hermanos y a sus compartidores, si vosotros accedéis, conseguiré llevar hembras de la tierra
a mi planeta, aunque sea una a una, pero eso será un logro impresionante para mi pueblo.
Todos los que habían visto a sus compañeras daban la voz de alarma a sus
hermanos, mandaban mensajes de texto desde sus teléfonos móviles para que las
protegieran.
Varios tipos con las mismas corpulencias, tatuajes desde sus cuerpos hasta incluso
en sus rostros y melenas con barbas iguales que el Berghent aparecieron deslizando bajo
sus manos unas tablas negras que tenían un cómodo cojín encima, los instaron a sentarse,
Alek Damikovich toco una con una de sus dedos, volvió a hacerlo varias veces y miro a los
demás encogiéndose de hombros mientras la cogía y ponía bajo su trasero viendo salir de
ella unos reposabrazos, Abdel Asad le siguió junto a Malik y Yerik negó llevando su mano a
su frente.
Todos los siguieron y los documentos llegaron a Beck que trataba de mirar a Grace,
sin conseguirlo.
Cada uno aceptaremos tener en nuestras zonas varios de ellos, incluso veinte
que trataran de contratar humanas, les dirán que viajaran a BerghentT83 de buenas
maneras, con contratos de cifras que no podrán rechazar, bla, bla, bla, ¿Qué nos importa a
los cambiantes todo esto?
¡Silencio!
¿Éste tipo no ayudo al secuestro de Scarlett?, escuche que les dieron a Víctor
y su gente un arma con la capacidad de reteneros como vegetales.
Brayden puso su codo entre sus piernas y movió su mano como una trompa
haciendo a todos soltar varias carcajadas.
Podía haber sido engañado, tuvo suerte y punto, no tengáis miedo, somos
cambiantes, ¿Qué podría hacernos éste alíen?
Lakh volvió a formar un circulo con sus manos y una gran bola negra floto en el
aire hasta golpear al pelirrojo mientras este se llevaba ambas manos a los labios, ahora sus
ojos soltaban una lágrima espesa cada uno que empaparon las pecas que recorrieron de su
rostro haciéndolas oscurecerse, recordó una de sus discotecas, a la que solían acudir él y sus
hermanos algunos sábados a echar cuentas de sus grandes ganancias, rodeado de hembras
de su clase con las que divertirse hasta altas horas de la noche y de cómo esa noche una
increíble humana entro por la puerta llamando la atención de los cuatro, haciéndolos dejar
todo lo que estaban haciendo, era ella, no podían creerlo, incluso sus hermanos volvieron la
mirada hacia las cambiantes que los miraban extrañadas y se volvieron temblorosos hacia
ella, no dudaron en bajar a increparla, ¿Cómo podía una humana tan hermosa estar sola?,
tenía curvas por todo su cuerpo y su vestido negro escotado las resaltaba hasta dejarlos
jadeantes y deseosos por desnudarla rápidamente y marcarla, arrastrarla hasta su futura casa
a las afueras de la ciudad y guardarla como un tesoro, pero no, todo paso muy rápido y la
hembra que les pertenecía desapareció. Brayden vio por el rabillo de uno de sus ojos a Lakh
pasar junto a él y se lanzó sobre su cuerpo haciéndolo caer mientras comenzaba a golpearlo
en el rostro con los puños hasta herirlo de una extraña sangre morada y marcar heridas que
cogieron su mismo tono.
¿Qué demonios?
Con todas sus fuerzas Brayden consiguió escapar de su agarre y se alejó de él para
gruñir mostrando sus afilados dientes, mientras veía a Lakh levantarse con el rostro intacto,
parecía que jamás lo había golpeado.
No podéis luchar contra todos nosotros, no pueden todos los planetas juntos
acabar con nosotros, como para que lo hagan varios millones de cambiantes.
Ante las palabras de Lakh, todos abrieron los ojos y los labios quedándose
completamente sorprendidos. Abdel Asad y Alek Damikovich se pusieron a hablar entre
ellos y se les acercaron Yurk y Malik, haciendo a la conversación silenciosa llamar la
atención de los demás, hasta que finalmente los cuatro se volvieron hacia todos
completamente serios, Abdel Asad se levantó de su asiento y se soltó el único botón de su
chaqueta llevando una de sus manos a su bolsillo y la otra a la barbilla.
Lakh asintió con un simple movimiento de cabeza, movió los papeles que debían
firmar, hizo que desaparecieran cosas escritas y aparecieran sus palabras.
Abdel cogió los documentos y volvió a revisar los papeles hasta que suspiro
firmando y los demás lo siguieron, Alek Damikovich fue a entregárselos y lo miro
fijamente a través de sus ojos grises.
Lakh simplemente asintió mientras señalaba a Grace para Beck y éste corría hacia
ella viéndola dormitar tranquila.
Estuvimos hablando con Dimitri, uno de nosotros que puedo controlar bien
nuestros cambios a bestias y varios más también se unieron, nos aconsejaron construiros
viviendas como las de los rusos, podéis ir a echarles un vistazo mientras todo se tramita.
Los cinco junto a Theo y una Grace aun durmiendo se dejaron transportar en
segundos hasta un enorme edificio, el clima cambio de golpe, de un calor intenso y
pegajoso a un calor que procedía de sus pies, los suelos de mármol negro desprendían calor,
observando desde donde estaban, podían ver unos enormes ventanales tan gruesos como un
puño, un carraspeo llamo sus atenciones, vieron como Yaroslav se llevaba a Grace fuera de
su vista y ellos lo siguieron rápidamente viéndolo entrarla en un dormitorio, señalo a Grace
y Matt la cogió en sus brazos para ponerla en una enorme cama de sábanas negras,
volviéndose todos ante Lakh lo siguieron, el silencio los estaba matando hasta que llegaron
a un ascensor inmenso, éste descendió rápidamente y freno en un enorme y largo pasillo
hasta unas puertas con tiradores de oro que eran dos cabezas enormes de tigre, Yaroslav
alzo su mano para llamar, pero antes de que pudiera llegar a tocarla se la abría un serio Alek
Damikovich.
Mi familia lleva demasiados siglos en amistad con los Dkann y varios seres de
otros planetas, somos el único país que accede a todos sus caprichos, siempre y cuando
protejan a nuestras familias.
Tras terminar los hermanos se sirvieron varias copas y les ofrecieron varias a ellos
mientras se levantaban y los guiaban fuera del salón, volvieron al ascensor y este descendió
demasiado veloz hasta casi hacerlos flotar, cuando se detuvo los hermanos sonreían y Beck
junto a los suyos los miraban boquiabiertos, varias puertas de ascensores cerradas rodeaban
una inmensa nave, varios tipos enormes en trajes negros alejados de ellos comprobaban
unas cosas casi en el centro de ella y al volverse a mirarlos Beck pudo ver sus rostros de
piel extrañamente morada.
Los Hotfuns somos los últimos en salir de aquí, como en cada construcción.
Todos se volvieron a mirar a un enorme ser de otro planeta de piel color arena, con
dibujos como de grietas por ella.
Beck alzo ambas cejas al mirar la mano que le ofrecía el tipo, tras quitarse un
guante de trabajo, era idéntica a la suya, salvo por su color arenoso, se la apretó sintiéndola
más caliente de lo normal, subió a ver sus ojos y brillaban con un tono brillante como los de
las llamas de un fuego, bajando de nuevo la mirada a su mano tuvo que apartarla al ver
fuego correr hasta casi tocarlo mientras todos a su alrededor soltaban varias carcajadas,
salvo sus hermanos y Theo.
Siguiéndolos mientras observaban por los alrededores de la nave a varios seres que
jamás pudieran haberse imaginado, Beck tuvo que detenerse al ver a uno de ellos con un
tamaño de casi dos metros y medio alcanzando un minúsculo deposito, incluso él
necesitaría escaleras, su piel tenía un extraño tono negro, brillaba, tenía el cabello de un
tono verdoso como la hierba, afeitado hasta media cabeza, unos dibujos extraños adornaban
las zonas afeitadas y los demás cabellos estaban en una trenza enrollados.
Ahora veréis como nuestra vivienda está protegida contra cualquier ataque.
Minutos más tarde se abrieron las puertas del ascensor y todos pudieron ver tres
cachorros humanos idénticos, cambiantes claramente por sus cabellos blancos y colores
llamativos de ojos saltar hacia varios de los hermanos rusos.
Los tres bajaron la mirada ante la voz imponente de su padre Alek, mientras se
escondían detrás de otro de sus padres.
Yo los llevare con su madre, así podre avisarla sin que se asuste.
Alek los termino de guiar hasta un gran despacho y cerro tras ellos, para seguido
dar unos pasos hasta un cuadrado que bien podría parecer un simple cuadro negro.
Las ventanas detrás de la mesa del despacho comenzaron a subir, no a bajar, fue
rápido y todo se oscureció hasta que unas leves luces rojas en los bordes de las paredes se
encendieron, abriendo de nuevo la puerta las luces seguían un rastro hasta el ascensor,
todos miraron asustados hacia una mujer que corría descalza hacia ellos.
Alek la rodeo con sus brazos repletos de tatuajes y sonrió besando su mejilla.
Solamente lo hemos activado, para que unos amigos vean como pueden
proteger a su familia.
Alek le siseo, la rodeo con sus brazos y la apretó contra su cuerpo, asintió a su
hermano que llegaba sin los cachorros, éste la cargo en sus brazos y se la llevo
susurrándole palabras hermosas mientras ella sollozaba en sus brazos, Alek volvió al
pequeño cuadrado mientras hablaba una voz masculina avisando sobre abandonar la
vivienda y acudir a la nave.
Cancelar evacuación.
Las inmensas paredes que habían subido bloqueando la visión comenzaron a bajar
y la iluminación volvió a darse en el edificio.
Tucker llego a un sofá cercano, se dejó caer y suspiro llevándose las manos a la
cabeza.
Eso es lo que nos ofrecen, una escapatoria para nuestra hembra y nuestros
cachorros, unos edificios como estos, cargados de seguridad y protección.
Beck alzo una ceja mirando el cuerpo alto, musculoso y extraño del alíen.
Mujeres.
Tucker suspiro.
Sumisas planetarias.
Alek carraspeo al escuchar a su compañera reñir en la distancia con su hermano
Vova, éste siseaba tratando de calmarla y ella lo estaba golpeando por los sonidos,
finalmente fue silenciando todo y unos leves gimoteos de ella llenaron sus oídos, con prisas
se levantó instándolos a marcharse.
Con insistencia llamaron a la puerta y Beck la dejo de abrazar para abrir mientras
los demás hermanos la cubrían y se sentaban junto a ella, varias mujeres entraron dejando
fundas de ropas tendidas en un gran armario de puertas correderas y unas cuantas más
entraron señalando los rostros y el cabello de los cinco mientras Grace sonreía.
¿Por qué os obsesionáis tantos con teñir vuestros cabellos?, son hermosos,
blancos como la nieve.
Cubriéndose un poco se incorporó viendo a Beck sentarse en una silla mientras una
de las mujeres se ponía unos guantes, una ligera punzada de celos la inundo haciendo a los
cinco mirarla.
Los humanos nos mirarían extraños y además, con el cabello tan blanco y
nuestros tamaños parecemos más imponentes.
Lo vio respirar con fuerza y sonreír mientras ella se ponía completamente roja, la
olían, cada sentimiento que sentía, ellos lo sabían y ella no podía evitarlo.
Viéndolo fijamente sintió pena por lo que habían pasado durante días y días, los
conoció, vio como en dos días todos menos Matt tenían barba, no una cualquiera, unas
barbas que un hombre tendría en un mes, a la semana los cinco tenían la barba de un año,
llegaba a sus impresionantes pechos y lo que más sorprendió a Grace también fueron sus
cabellos y el color, tanto de la barba como de su cabeza crecía completamente blanco.
Volvieron a llamar a la puerta y Grace vio entrar a una mujer que traía un carrito cargado
con cera, cremas y algo de ropa envuelta en una bolsa, señalo hacia ella y después el baño.
Jonh le sonrió mientras le pasaban una cuchilla de afeitar por su cuello, Grace se
envolvió en la sábana y bajo de la cama, paso junto a los cinco y unos gruñidos conocidos
salieron de ellos mientras la veían pasar. Al llegar al baño la mujer la insto como pudo para
que se pusiera en una camilla de cuero, Grace asintió y la vio comenzar a estirar por sus
piernas cera caliente, gimoteo, chillo y blasfemo hasta quedar sin ningún vello en su piel y
finalmente la mujer la insto a meterse en la ducha, tras terminar la envolvió en aceites y
maquillo un poco su rostro, saco unos zapatos de tacón de una marca que ella claramente
conocía y un precioso conjunto de lencería negra casi transparente seguido de un precioso
vestido negro que marcaba claramente su vientre hinchado por el sobrepeso, intento hacer a
la mujer entenderla con gestos mientras la peinaba, necesitaba una faja ajustada, así no
tendría que lidiar al sentarse con encoger su vientre, la mujer se marchó tras terminar de
pintar sus labios y Grace se observó a través de un gran espejo, había perdido algo de peso,
su estómago se habían cansado de gruñir ansioso de comida, pero ahora mismo había
recobrado el apetito, menudo mes había pasado, los doctores que los mantuvieron
encerrados no sabían qué hacer con tal de que Grace se quedase embarazada de los cinco,
incluso la pincharon a ella haciéndola enfermar, jamás se había sentido tan mal, no sabría
decir las sensaciones que la habían inundado, solamente quería tener sexo, de una manera
dolorosa que incluso la avergonzaba, los cinco se habían dejado hacer lo que ella necesitaba
hasta que no pudo más y suplico entre lágrimas que la ayudasen a calmarse, se limpió
varias lágrimas, necesitaba liberar todo y sollozo en silencio con amargura hasta que
escuchó como llamaban a la puerta.
¿Grace?
Volviéndose a mirar a Tucker vestido con un pantalón de vestir negro y una camisa
blanca sonrió amargamente, en segundos lo tenía rodeándola de rodillas en el suelo
mientras besaba su mejilla inundada de lágrimas.
Tucker alzo una de sus manos a sus hermanos, en el cuello de Grace los miro
pidiéndoles un momento a solas con ella y se lo dieron.
Las formas tan salvajes y descaradas con las que tuve sexo con vosotros,
jamás dejaran de avergonzarme.
Él la cogió por los hombros y la hizo alzarse para arrastrarla contra un espejo, la
pego en el haciéndolo moverse, tironeo del escote del vestido sacando sus pechos y ella
gimoteo.
Tucker subió su vestido y corrió a un lado su tanga para poner sus dos dedos índice
y anular en tus labios vaginales, los abrió pulsando en ellos y metió su dedo corazón entre
los dos haciéndola jadear, comenzó a dibujar círculos en su interior y lo saco para llevarlo
dando la vuelta a su cintura hasta su perla, su piel vibro sin poder evitarlo mientras
escuchaba la cremallera del pantalón de él y chillo de placer al sentir su gran miembro en
su entrada, estirando casi dolorosamente su piel sensible.
Joder semental.
Vuelves a apretarme.
Eso hacia mientras se corría de nuevo sobre él, haciéndolo gruñir bajo.
Él rugió su propio clímax mientras ella lo seguía, sin poder casi respirar, la rodeo
con sus brazos y bombeo varias veces en su interior llenándola completamente, se quedaron
así varios minutos, respirando entrecortadamente y finalmente coloco su ropa interior, su
vestido y la beso en una de las mejillas mientras se lamia el dedo gordo y lo pasaba por una
de sus mejillas.
Volviéndola la rodeo de nuevo con sus brazos, los cruzo en su espalda y pego su
frente a la de ella, la beso, apretó sus labios a los suyos y comenzó a moverlos hasta que
pulso en ellos con su lengua, la profundizo entre sus labios y la pego contra la suya, ha hizo
moverla a su compas y la saco con gruñidos hasta acabar clavándose con su polla en uno de
sus muslos.
Grace tembló al sentirlo recorrer con las yemas de sus dedos su columna.
Volvió a besarla por su cuello, sus hombros y bajo hasta el centro de sus dos
pechos, llevo sus manos hasta sus caderas y comenzó a tironear de su vestido nuevamente
para arriba mientras la escuchaba reír.
Luego volvemos a hacerlo, tengo toda la vida, además, tú padre está
esperando impaciente por ti, te dejare un rato a solas con él.
No te preocupes cielo, ahora tienes a cinco cambiantes que darían sus vidas
por protegerte.
No creo que pueda tener hijos papa, lo intenté con Carlo y ahora hasta la
saciedad con los cinco, sin conseguir nada.
Grace soltó varias lágrimas al igual que su padre y finalmente se pusieron a mirar
hacia la ciudad que tenían delante, en los pies del edificio en el que estaban muchos
hombres vestidos de uniforme negro lo rodeaban, incluso vehículos pesados con fuerte
armamento y nieve, todo estaba completamente cubierto de nieve.
¿Dónde estamos?
Grace se separo levemente de su padre, pero conservo uno de sus brazos detrás de
él.
No hacía falta que vinieran, además ellos no serían bien recibidos aquí.
Cuando Tucker llego al gran salón el olor de tú pena nos inundó a todos los
que estábamos allí, al igual que el del sexo que habíais compartido.
La maldita vergüenza que la inundo hizo arder hasta la punta de sus orejas.
La rodeo con sus brazos y los subió hasta sus pechos haciéndola jadear, ella trato de
apartarse, pero él la mantuvo sujeta en el lugar.
Tan tímida con el sexo, estás rodeada de cambiantes que practican más de
cinco veces al día el sexo, para nosotros es natural, extraño seria no oler.
Gimoteando lo dejo entrar sus manos por su sujetador y tironear de la fina tela que
la cubría, cargar sus pechos y juguetear, pellizcando sus pezones.
Grace asintió varias veces mientras se dejaba caer en la cama hecha, él subió su
vestido y golpeo una de sus nalgas haciéndola jadear, la alzo y lamió donde había golpeado
mientras soltaba un gruñido bajo, tironeo de sus braguitas hasta arrancarlas, pulso con sus
rodillas en sus muslos mientras la abrazaba por la cintura entrando en su interior, beso su
espalda y llego hasta su cuello donde la mordisqueo ansioso.
Él se señaló el bolsillo, bajo su gran mano hasta allí y se sacó un pedazo de tela
haciéndola tragar mientras se guardaba su miembro aún endurecido y brillante, Grace se
lamio los labios y él gruño en respuesta a eso, mientras trataba de quitarse el botón del
pantalón para guardar todo su tamaño.
Sujetándole todo lo que pudo con ambas manos, sin conseguir tocarse las yemas de
los dedos sonrió mientras sus mejillas ardían por su valentía, Beck sujeto sus muñecas
mientras la miraba ansioso, respirando entre una nube deseo.
Beck se sujetó al cabecero de la cama con una mano, con todas sus fuerzas, lo
medio destrozo mientras ella pasaba la punta de su lengua por todo su miembro hasta llegar
a su capullo y besarlo ruidosamente, él tuvo que llevarse una mano a los labios y finalmente
morderse los nudillos, tratando de contenerse, dudaba que aguantase más y enseguida la
aparto para correrse con sus manos apretando su capullo.
Beck negó volviéndose y levantándose, con sus manos inundadas de semen hasta
casi las mangas de su camisa.
Grace camino hasta el tocador y se pintó los labios un poco, lo vio volver
mirándola detenidamente, se llevó un lápiz negro a los ojos y los retoco mientras lo
escuchaba soltar pequeños gruñidos.
Beck la vio volverse, con los labios rojos recién pintados y se lamio los labios,
tosió evitando gruñir de nuevo y le sonrió.
Salvaje.
Beck se abalanzo hacia ella haciéndola cerrar la puerta de golpe, la asusto
levemente y la hizo volverse para ver su rostro completamente serio, fue un leve segundo y
seguido bajo sus labios a los de ella, pero Grace retrocedió con una ceja alzada mientras
llevaba las manos a sus pectorales.
Mirándolo a los ojos suspiro, alzo como pudo un poco más sus pies en sus tacones
y llego a sus labios, lo beso con ternura mientras acariciaba su pecho completamente
tonificado, él simplemente movió los labios con ella mientras la rodeaba con sus brazos, la
soltó y cuando se separaron Grace limpio sus labios llenos de carmín viéndolo sonreír, ella
sintió su piel vibrar al ver sus labios hinchados y el brillo que tenía en sus ojos
completamente negros, los estómagos de ambos se quejaron y Beck sonrió.
Grace se dejó rodea por detrás de la espalda, con uno de sus fuertes y tatuados
brazos, con la otra mano él abrió la puerta y Grace no pudo evitar cuando la llevo a su
vientre entrelazar los dedos con él, entraron en el ascensor y Grace se observó junto a él,
llegaba hasta su pecho y eso que llevaba tacones, vio sus fuertes brazos repletos de tatuajes
recorrer su piel y sus manos acariciar las suyas mientras la besaba en la cabeza.
Las puertas se abrieron antes de que pudiera contestarle y los dos se volvieron
escuchando música, llegaron saliendo del ascensor a las puertas de un gran salón lleno de
cambiantes, Grace pudo adivinarlo por sus tamaños y corpulencias, muchos de ellos
estaban en camisas de mangas cortas, con los botones del pecho quitados y podía ver la
cantidad de tatuajes que tenían.
Grace salto un poco asustada, dio de espaldas contra el cuerpo de Beck mientras él
la sujetaba por la barbilla haciéndola mirarlo soltando varios siseos, torció sus ojos para
contemplar los ojos amarillos más extraños que jamás hubiera visto observarla, tenían el
borde negro y sombreado rojo alrededor de ellos, apartando un poco los ojos de los de uno
de los hermanos los contemplo, eran altos y sus ropas completamente negras dejaban ver en
las manos tatuajes de un lobo en cada una de ellas, incluso en sus cuellos y a través de los
lados rapados de sus cabezas podía ver tatuajes, eran fuertes por la forma en que los trajes
se ajustaban a la perfección a sus cuerpos.
Éste gruño furioso y sonrió cuando ella torció su mirada hacia él.
Ellos son unos diseñadores de ropa que igual conoces.
Volviéndola torcer su rostro hacia ellos, Beck la beso en una mejilla y Grace
contemplo como los ojos de los tres se redondeaban de un negro brillante, abrió los ojos de
par en par y negó varias veces, Beck la acerco más a su cuerpo mientras los veían
marcharse.
Beck asintió apretándola entre sus brazos, la guió dentro del gran salón y fue a
sentarla entre él y su padre, pero uno de los hermanos Damikovich le insto a Grace que le
siguiera.
Viéndola marcharse, Beck se quedó quieto, miraba hacia donde se había ido Grace
con miedo, pánico e incluso su pecho palpito doloroso.
Cálmate oso, con la seguridad que tenemos en toda la zona jamás le sucedería
nada, piensa que mi hembra y mis tres cachorros están en éste edificio, por lo tanto
cualquier intruso que se atreviera a llegar a la esquina de la calle moriría rápidamente.
Sentándose entre sus hermanos Tucker y Rhys golpeo la mesa con ambos puños e
hizo a todos mirarlo.
Cuando sepa quién nos está traicionando me lo voy a cargar, me voy a hacer
un maldito abrigo con su piel.
Ninguno de nosotros podría hacer algo así, por todos los demonios Beck,
cuando salisteis de aquel agujero y os vimos tomar vuestra primera bocanada de aire limpio
con miedo a que estuviera envenenado, golpeadas, indefensos y desconfiados, os robaron
vuestras infancias, los que no hemos vivido ese infierno, jamás querríamos vivir uno, los
cambiantes somos sencillos, trabajar, encontrar a nuestra única y llenarla rápidamente por
nuestras semillas, para embarazarlas, como una obsesión para que no escapen de nuestras
naturalezas salvajes, celosas y dominantes.
Beck se llevó ambas manos a la cara tras escuchar las palabras de uno de los dos
hermanos guepardo del Serengueti, finalmente suspiro furioso, alzo la mirada a los dos
hermanos, eran altos y fornidos, morenos de pasar horas y horas al sol y sus ojos eran
inconfundibles, como la miel.
Si así tiene que ser, lo será, los cambiantes somos de todo tipo, lo sabéis.
Pero todos tenemos un enemigo común y esa rata se llama Víctor Capat.
Yaroslav que estaba en una esquina, en la oscuridad, con varios seres como él les
negó.
Podéis llegar, pero no queréis formar una guerra, atacar un punto flaco y
después destruirlo.
Podéis estar seguros de que ese tipo tiene sus espaldas bien guardadas.
Un ser que estaba junto a Yaroslav se levantó, su piel era tan extraña que parecía
haber sido tintada completamente por un tatuaje, uno que de dibujaba hasta sus hombros y
desde ahí hasta su cuello y cabeza formaba dibujos por una piel humana como la de su
rostro, lanzo una fotografía al centro de la mesa y todos observaron a una hermosa mujer
que debía de pesar unos cien kilos, tal vez algo más, estaba en alguna playa de aguas claras,
no sabrían si sería por el reflejo del agua, pero sus ojos parecían iguales, su rostro estaba
alzado con arrogancia, llevaba un biquini de braguitas altas y la parte de arriba se ceñía
demasiado a sus enormes pechos, su cabello estaba recogido en un churro grande, por lo
que su melena debía de ser larga, varios gruñidos, ronroneos, aullidos y siseos se
escucharon por todas partes.
Carmen Capat.
Todo se silenció al escuchar su nombre y apellido.
Es su hija, una niña bien que ha vivido siempre a su costa, si nos dejarais a
mis veinte hermanos y a mi llevárnosla a nuestro planeta os lo agradeceríamos, la haríamos
nuestra.
Rafael, uno de los ocho hermanos Dominicanos que cambiaba a tiburón blanco se
levantó enseñando sus dientes afilados.
Dadme un precio, os pagare para que me dejéis llevármela, puedo daros todo
lo que queráis, joyas, dinero.
No, esa mujer debe quedarse en aquí, nosotros la usaremos como moneda de
cambio.
El gran ser se volvió dándoles la espalda, comenzó a caminar junto a otro con piel
de lagarto y una rara cola que se movía dentro de su pantalón, dejándolos a todos
boquiabiertos, varios más comenzaron también a marcharse y finalmente los cinco se
quedaron junto a Theo con cinco de los siete hermanos Damikovich.
Me temo que tendrá que venir su esposa aquí, pienso casarme con su hija
antes de volver a nuestra nueva casa y ella necesita que me la lleve hasta el altar, si usted
quiere.
Para mi será un honor llevar a mi hija hasta el altar, pero mi mujer no soporta
viajar, supongo que tendrá que venir.
Grace.
Mi amada esposa estará hoy muy feliz de poder estar con una hembra,
normalmente las cambiantes sin emparejar no vienen mucho para no darle celos de ningún
tipo.
Sin llamar a una inmensa puerta los dos accedieron a un despacho enorme, varios
sofás estaban a cada lado de una alfombra gigantesca y una inmensa mesa de escritorio
estaba justo enfrente, Grace alzo la mirada hacia la iluminación del descomunal ventanal
para ver a una pareja de espaldas a ellos, él hablaba mientras movía sus brazos y ella tenía
la cabeza echada para atrás en su hombro, el hermano que iba con Grace tosió y los hizo
volverse.
Siento mucho todo lo que has pasado éste mes, me llamo Nerea.
Ofreciéndole la mano, ella acepto y se la dio, los dos cambiantes que estaban con la
mujer se marcharon y ella la insto a sentarse.
Siete.
Se ponen celosos de cualquier tipo que se me acerque, pero entre ellos no, se
compaginan a la perfección, para eso les enseñan cuando alcanzan sus primeros deseos
sexuales.
¿Les enseñan?
Cuando tienen edad suficiente para comprender les hablan de sus únicas desde
el principio y con los años hasta que alcanzan la edad de apareamiento por así decirlo les
van inculcando comportamiento, cortejo, aunque finalmente no les sirve de nada.
Grace se sorprendió al escuchar como los siete hermanos la habían engañado con
un contrato falso, para conseguir tenerla junto a ellos.
¿Te ataron?
Todos los cambiantes de los que me han hablado mis maridos aman en
BDSM.
Eso me sucedió cuando volví a Rusia, estaba embarazada de mis hijos y uno
de mis maridos estaba en coma, estuvo así hasta el día que me provocaron el parto y
después de que nacieran mis hijos y pasara la cuarentena hice el amor con todos salvo mi
esposo Vova, aunque después conseguí que me hiciera el amor, lo deseaba locamente, pero
algo faltaba, simplemente hacia el amor con varios de mis maridos y él casi siempre salía
del cuarto donde estábamos, pocas veces conseguía hacerlo con varios, incluso tuvieron que
marcharse a solucionar problemas con varios cambiantes y volvieron con mi nombre
tatuado en su mano izquierda y mi rostro en su lado también izquierdo del rostro, pero
nada, sentía que algo se estaba apagando entre todos nosotros, el hecho de despertarme con
todos sobre mi cuerpo durmiendo no me llenaba, un triste día de lluvia intensa los vi
alejarse con varios vehículos, ese día me iba a marchar con mis tres hijos, iba a coger un
vuelo a la casa de una amiga y volvería a desaparecer, pero mientras cargaba un vehículo
con la última maleta y silla de mis niños, Malik, el ayudante de mis maridos o por así
decirlo beta me cogió de la muñeca mirándome seriamente. – No los dejes ellos te aman - .
Rompí a llorar, con amargura y él me rodeo con sus brazos tratando de calmarme mientras
me llevaba dentro del salón, mis maridos estaban tratando de cambiar por mí, intentaban
hacer las cosas con más calma, incluso sin jugar, Malik trataba de convencerme, hacerme
cambiar de idea, me llevo a una planta de todo el edificio preparada para jugar, tenia de
todo, igualmente yo seguía furiosa, lo reprendí ofendida por mostrarme aquello, sus dos
hermanos estaban detrás nuestra y los tres me sujetaron, taparon mis labios con cinta y
cubrieron mis ojos, estiraron mis brazos con una polea y cuerdas, cuando pensaba que
estaba sola gemí asustada al escucharlo hablar en mi oído.- Prepárate guapa, cuando ellos
vengan y sepan que tratabas de volver a huir recuperaras aquello que tanto querías volver a
tener con ellos.
Grace bajo la mirada con una leve tristeza, apretó sus ojos y al abrirlos vio la mano
de Nerea ante ella.
Vamos a recuperarlos.
Nerea insistió.
Ellos seguirán igual a como están, por miedo a que tú tengas temor de su
verdadera naturaleza, entrégate, conócelos mejor.
Grace podía escuchar voces fuera del despacho, al igual que Nerea, que trataba de
convencerla.
Vamos, sígueme.
Lo hizo, salieron por una puerta hasta un cuarto de baño lujoso, la vio coger un
bote de colonia y fue esparciendo a su paso y después por otra hasta otro despacho más
pequeño, Nerea se asomó por la puerta viendo ese lado del edificio vacío y la cogió por la
mano llegando al ascensor donde pulso muchas veces hasta que se abrió, entraron y antes
de que las puertas se cerraran ella acciono varias veces el bote de colonia regando el
pasillo.
Así que nuestra hembra intenta esconder a otra en donde menos debería.
Grace abrió los ojos de par en par al ver a tres tatuados rodear a la mujer, mientras
uno la cogía por el cuello con ambas manos y bajaba su rostro contra el de ella hasta casi
rozar sus labios.
Ella fue golpeada en las nalgas por los dos que la estaban rodeando.
Lo que queráis.
Os lo daré todo.
Uno que tenía barbas respiro en una de sus mejillas y después llevo sus labios al
oído de ella haciéndola abrir los ojos de par en par mientras negaba.
Sé que no queréis más, es una broma.
Nerea asintió mientras chillaba al sentirse alzada por la cintura sobre el hombro de
uno de sus maridos.
Humana, ordenare a Malik venir, él sabe muy bien como dejarte preparada.
Grace se volvió hacia él y vio como detrás había descendido desde el centro del
techo una cadena que en el suelo estaba sujeta a una barra negra con un grillete a cada lado,
Malik la guio hasta allí y la insto a alzar ambas manos, lo hizo respirando pesadamente y él
la ato sin dudarlo, cogió cada uno de sus tobillos y los sujeto con cada uno de los grilletes
dejándola completamente abierta, se sacó un pintalabios rojo de un bolsillo y pinto sus
labios, se sacó de otro bolsillo cinta aislante y sonrió poniéndola sobre sus labios para
pintar sobre la cinta un beso, después corto esta y se la pego, se alejó varios pasos y se llevó
una mano bajo su cuerpo cruzada, la otra mano la llevo a su barbilla y negó.
Falta algo.
Dudo que estés mucho tiempo así, subiré la calefacción hasta que esté
agradable para estar desnuda una humana.
Grace asintió completamente avergonzada, incluso una lágrima descendió de uno
de sus ojos hasta su mejilla y acabo en su cuello donde el cambiante se la limpio.
Malik abrió los ojos de par en par y se marchó rápidamente, Grace trato de volverse
a mirarlo, pero antes de que pudiera volver a intentar mirar hacia donde se había marchado
las puertas delante de ella retumbaron y los cinco cambiantes con ropa destrozada más
sexys que jamás hubiera visto se detuvieron respirando su rápida excitación. Ella tuvo que
bajar la mirada, pero antes de que pudiera estar más de un segundo con mirada gacha, las
yemas de los dedos de Jonh se pusieron bajo su barbilla y le hicieron alzar el rostros, él se
acercó lentamente a sus labios tapados por la cinta y tiro un poco haciéndola gemir con
varias lágrimas, la insto diciéndole que dolería y tiro haciendo varias lagrimas brillar en sus
ojos.
Él la beso, con un beso lento a la par que tranquilo, saco su lengua haciendo a la de
ella moverse junto a la de él, hasta que la dejo sin aliento y se quedó mordisqueando sus
labios, cuando ella termino de recuperar el aliento recorrió besos por su cuello, bajo
lentamente hasta llegar a uno de sus pechos, ella se removió ansiosa y él mordió su pezón
haciéndola gimotear, ella trato de tragarse la saliva que casi se escapaba de sus labios, alzo
la mirada sintiendo los labios de su vagina también empaparme mientras él entraba entre
ellos su dedo corazón, acaricio su perla mientras llevaba sus labios a su otro pecho, dejando
a su otro pecho ser acariciado por el aire, condujo su dedo corazón a su centro, entro en su
coño con varios dedos y los movió con arte, soltó varios gruñidos mientras subía por su
cuello a besos hasta su oreja.
Avergonzada se mordió los labios mientras lo sentía golpear una de sus nalgas con
su mano libre, esa mano la bajo hasta su ano y lo dibujo mientras seguía profundizando su
mano en su vagina, llevo sus labios hasta los de Grace y la volvió a besar mientras ella se
corría teniendo que soltar el beso, se acercó a ella y la dejo apoyarse en su hombro.
No te va a gustar Grace.
Ella alzo su mirada para verlo cogerla por ambas mejillas, haciéndola mirarlo a los
ojos.
Grace negó.
Quiero.
Jonh se volvió buscando las miradas de sus hermanos, Matt se estaba acariciando la
barba mientras los miraba con su inmensa polla asomando por la pierna de su calzoncillo,
éste estaba humedecido, al igual que su pantalón roto, Grace no pudo evitar mirarlo
asombrada hasta que se movió un poco y alzo su mirada a él que sonreía descaradamente y
finalmente rompía a reír a carcajadas, Grace se mordió los labios sintiendo la punta de su
nariz arder mientras él se acercaba hasta ella, se puso junto a Jonh y si no fuera por las
barbas de Matt dudaba que pudiera diferenciarlos.
Rhys carraspeo detrás de Grace y ella trato de volverse mirándolo, pero solo pudo
chillar al sentirse alzada, se agarró con fuerza a la cadena que la sujetaba mientras sentía
sus pies abandonar el cálido suelo.
¿Cómo la queréis?
Grace bajo su mirada hacia Matt y Jonh viéndolos hablar bajo entre ellos.
Me corro.
Intento decir algo más, pero sus palabras se ahogaron y solo pudo chillar de placer,
su cuerpo fue alzado algo más y Beck la cargo en sus brazos hasta una mesa de cristal con
grilletes de cuero en cada extremo, la cogió por el cuello, apretó levemente su agarre y la
hizo tumbarse boca abajo mientras la besaba, Grace apretó los dientes y trago aliento entre
ellos, estaba helada la superficie, pero se dejó inclinar en ella y atar ambas manos por Rhys
y Tucker.
Grace asintió, fue a poner sus codos en la mesa, pero solo pudo hacer el intento
mientras caía con la mejilla sobre la superficie.
Tienes la ligera costumbre de hacer las cosas deprisa, sin parar a pensar
primero que te puede pasar tras tus actos.
Grace chillo asustada mientras Rhys pasaba junto a ella golpeándola con un
pequeño látigo, después del golpe paso ante sus ojos guiñándole un ojo y se puso ante unas
pinzas extrañas, cogió dos que tenían cascabeles y se volvió sonriente.
Rhys negó mientras la cogía por un hombro y la ponía un poco de lado, llevo hasta
su pezón una pinza y sonrió malvadamente mientras la clavaba y apretaba varias veces y
después golpeaba levemente el cascabel.
Creo que si podríamos darle la vuelta, pero vamos a atarla colgando sus nalgas
de la mesa.
Grace intento tocar con una mano el pezón con cascabel cuando la soltó Rhys, pero
Beck la cogió por la muñeca y se llevó la palma de su mano a los labios besándola, cuando
le soltó Rhys su otra mano, Beck le cogió ambas y las alzo juntas, la torció y abrió sus
manos para que las volvieran a atar, ella fue a protestar, pero él le llevo su dedo índice hasta
los labios de Grace.
Solo vamos a jugar, como adulos y dominantes contigo, si quieres parar dilo.
Estiraba sus manos hasta sus hermanos Matt y Jonh, que en segundos la ataron
mientras Beck ofrecía su mano liberada a Rhys, le arrebato la pinza y soltó su labio para
bajar la mano hasta su pecho, lo cargo y bajo su rostro haciéndola respirar con fuerza, hacia
a su cuerpo acercarse con sus respiraciones a los labios de Beck y él sonrió para después
sacar su lengua y lamer su pezón, coloco la pinza y cogió sus pechos con ambas manos, los
movió haciendo que los cascabeles de movieran y Grace sonrió mordiéndose los labios,
Beck bajo sus labios hasta los suyos y Grace sonrió tras él robarle un beso y quitarse un
pelo largo de ella de los labios.
Grace asintió, Beck se movió hacia abajo, metió sus manos en sus muslos
completamente apretados, hizo presión en ambos y finalmente sonrió cuando consiguió
abrirla.
Alzando la mirada a ella mientras llevaba su dedo corazón a su perla y ella cerraba
las piernas, Beck sonrió mirando un segundo a sus hermanos.
Ella asintió, varias veces se lo habían dicho cuando estaban encerrados, Sus tobillos
fueron atados y se quedó inmovilizada.
La miro a los ojos, le enseño los dientes afilados de su animal y ella abrió los ojos
de par en par al verlo subir la mano a sus labios, se chupo varios dedos a la vez mientras
gruñía y sonreía volviendo a mirarla a los ojos.
Grace sintió sus mejillas arder, fue a cerrar los ojos con fuerza, pero Rhys se lo
prohibió torciendo su rostro y besándola.
Asintió cuando aparto sus labios y volvió su rostro hacia abajo para ver a Beck
llegar a su vagina, lo sintió mordisquear uno de sus labios y después el otro, siguió un
camino con su lengua hasta su perla y después de lamerla la mordió, Grace subió y bajo su
pecho con respiraciones fuertes y perdió de visión la cabeza de Beck cuando Matt y Jonh se
pusieron a cada lado suyo tirando fuera de sus pezones las pinzas, la liberación de sus
pechos de ellas hicieron a Grace jadear, pero después chillo al sentir los labios de ambos
ocupar sus pezones, Beck entro varios dedos en su vagina y ella no pudo evitar correrse,
Beck aprovecho y cogió sus caderas mientras trataba de entrar en ella, lo consiguió con
todas sus ganas y paciencia, no deseaba dañarla, el mes que estuvieron retenidos ellos se
hacían daño al principio, incluso a pesar de la nube de ira y deseo de montarla, primero
trataban de prepararla a ella para que los aceptara y lo hacía, los deseaba ayudar, el rostro
de preocupación que puso el primer día que se volvió él hacia ella tras recuperar la
consciencia hizo a su pecho hincharse, juraría que esa mirada era de puro amor y
preocupación, consiguió entrar hasta el final de su miembro en ella y ansioso insto a sus
hermanos que la soltaran, necesitaba sentir sus brazos envolviéndolo, sus finas y suaves
manos acariciarlo, cuando por fin la soltaron él tiro de su cuerpo hacia su pecho antes de
que se cubriera, la cogió por los codos y la hizo rodearlo.
Te quiero Grace.
Ella asintió gimoteando, sus fuertes envites la hacían sujetarse con fuerza a él,
incluso trataba de respirar, sin conseguir más que correrse varias veces alrededor de su
polla gruesa, larga y venosa.
Grace lo sujeto por la muñeca antes de que se alejara y lo hizo volverse sonriente.
Él sonrió volviéndose detenidamente, llevo su mano libre a sus labios y los acaricio
detenidamente.
Grace sonrió besando las yemas ásperas de sus dedos, lo miro a los ojos y asintió
acercándose hasta pegar su cuerpo contra él.
Ansioso asintió, mientras la volvía hacia la cama, en ella Rhys estaba sentado
bebiéndose una cerveza que acababa de sacar de una nevera, la vacío al ver como caminaba
su hermano arrastrando a Grace hacia él.
Beck la rodeo con sus brazos, subió sus caricias y aparto su cabello a un lado, para
besar su cuello hasta llegar a su oreja, la mordisqueo y ella jadeo mientras Beck tocaba con
una simple caricia uno de sus pechos y con su otra mano acariciaba su vagina, finalmente
dejo de acariciar su pecho y la abrazo pegándola contra su pecho, metió profundo su dedo
corazón en su vagina mientras ella se sujetaba a su brazo y saco su brazo para llevarlo tras
ella y dibujar su ano, después profundizo en su piel apretada y la estiro mientras Grace se
mordía los labios.
¿Estás segura?
Grace asintió, torció su rostro y beso los labios de Beck mientras él seguía
jugueteando con su ano, Rhys llego a ellos y le alzo una pierna a Grace, la hizo ponerla
sobre la cama y coloco su inmensa polla en su vagina, la sintió clavarse, toda su punta y
después empezó a profundizarse en ella hasta incrustarse completamente en ella, Beck saco
su mano de ella y apoyo ambas a cada lado de sus nalgas abriéndola completamente, coloco
la punta de su inmenso miembro en ella y lentamente mientras Rhys se la follaba sin
piedad, él fue entrando hasta colocarse completamente en su interior.
Sabes que esto acaba de empezar princesa, te vamos a follar hasta que ruegues
que dejemos de hacerlo. Por mala, te has dejado tocar por otro.
Grace abrió los ojos un poco, lo observo con los dientes apretados, la mandíbula
tensa y la frente apretada, no pudo evitar llevar una mano a su rostro y acariciarlo.
Celoso.
Los humanos sois infieles, seguís conservando el gusto por otros machos u
hembras reproductivos a pesar de estar emparejados.
Lo que me faltaba, después de los meneos que me dais los cinco, que casi me
dejáis sin fuerzas, tener ganas de otro tipo más o de varios sería una locura.
Beck gruño con los labios cerrados, se acercó hasta casi pegar su rostro al suyo y
puso ambas manos cerca de su rostro, las movió detenidamente haciendo señas claras con
lo que decía.
Su mirada se volvía oscura, sus ojos brillaban a pesar de ser completamente negros
un borde rojo se dibujó a su alrededor.
Grace recorrió la cicatriz de su rostro con las yemas de sus dedos y él bajo su
mirada por su cuerpo.
Él siguió entrando en ella mientras recorría con besos lentos su cuello y el centro de
su espalda, volvió a subir besos hasta su cuello a la vez que Grace sentía su vagina estar
completamente dilatada y las bolas de Beck clavarse en sus nalgas, salió un poco de ella y
volvió a profundizarse sintiendo como empapaba la vagina de Grace todo su miembro.
Eres nuestra.
Grace asintió mientras tragaba ansiosa, Beck cogió su rostro y la hizo torcerse
levemente para besarla, Grace sintió su espalda rozar levemente el pecho de Beck y gimió
de placer mientras se besaban y él se movía en su interior.
Abriendo los ojos mientras él la alzaba hasta dejarla apoyada en su cuerpo y asintió.
Jadeó y chilló las palabras, mientras se cogía con fuerza a los brazos de Beck, temía
caerse, pero no lo haría, lo sabía, él no la soltaría, chillo con ganas de nuevo y tembló en los
labios de él al sentirlo llevar una de sus manos a su clítoris, Grace no pudo evitarlo y
comenzó a seguir los movimientos que él hacía con su mano, a la vez que no dejaba Beck
de follarla salvajemente, los dos llegaron a un clímax eterno en el que él se vaciaba en su
interior y ella lo empapaba completamente, rodeándola con sus brazos bajo los pechos la
beso en los labios, se dejó caer con ella en la cama, sonrió mirándola respirar temblorosa, la
torció hacia él y cogió su rostro con ambas manos haciéndola mirarlo.
Cásate conmigo.
Grace abrió los ojos de par en par, se sorprendió tanto que a Beck le asusto, la
acerco a él y ella no pudo evitar gemir.
Beck.
¿Y los demás?
Puedes casarte con quien quieras de nosotros a efectos legales, después de eso
tendremos una ceremonia privada con todos los demás.
Grace recorrió sus enormes brazos con sus manos, sonrió levemente y lo miro a los
ojos.
No sé si podre tener hijos, todo está bien en mí, pero nunca he conseguido
quedarme.
Ella iba a comentarles que con Carlo incluso visito clínicas de fertilidad, pero
mejor no poner más celosos a los cinco osos que la rodeaban, podría ser peligroso.
Beck recorría con las yemas de los dedos sus dos pezones haciéndola morderse los
labios.
Beck alzo su mirada a Matt, lo observo furioso, apretó los labios y dio un buen
trago de la cerveza.
Construimos esa casa con nuestras propias manos, ¿No os da pena dejarla?
¿Grace?
La llamo varias veces más, estaba detrás de un precioso árbol, cuando casi llegó
hasta donde estaba, ella salió sonriente, su vientre estaba completamente redondeado, bajo
la mirada cuando la alzo, sonreía y sus mejillas se comenzaron a teñir de rojo. Pero la
sangre tiño su pecho, varios disparos sonaros y ella empezó a llenarse de heridas de
balazos, cayo entre sus brazos, Beck trataba de cubrir estas viendo que no podía hacer nada,
sus hermanos estaban detrás de Víctor Capat, en una enorme jaula sollozando, un fuerte
golpe en el rostro lo devolvió a la realidad, abrió los ojos de par en par intentando ver, pero
tuvo que restregárselos varias veces, Grace estaba ante él, con el ceño fruncido lo cogió por
el rostro con una de sus delicadas manos y lo acaricio.
No sabía qué hacer para despertarte, estábamos solos y decidí golpearte con
todas mis fuerzas después de que tras varios intentos no dieras en sí, ¿Qué soñabas?
Beck rodeo el cuerpo de Grace con sus brazos, la hizo caer contra su pecho y beso
varias veces seguidas su rostro mientras ella jadeaba tratando de tomar aliento.
Beck.
Grace llamo su atención haciéndolo mirarla a los ojos, sus mejillas ardieron
mientras él alzaba ambas cejas sintiendo como Grace bajaba su toque hasta su polla, la
sujetaba con fuerza un leve instante y después se la acariciaba.
Él no pudo evitar sonreír mientras negaba, la cogió con una mano por la barbilla,
dibujo sus labios con la yema de su dedo gordo y sonrió.
Ella se apartó mordiéndose los labios, se alejó de su toque y bajo su rostro hasta su
polla haciéndolo seguirla con la mirada.
Déjalo Gr….
Ese casi intento de nombre se convirtió en un gruñido ansioso, al sentir que ella
lamia la punta de su miembro cubierta de líquido transparente.
¡Grace!
Ella simplemente le siseo, Beck alzo la cabeza para verla con su polla cerca de sus
pequeños labios, su mirada lo hechizo, soltando varios rugidos entre respiraciones se sujetó
a la cama con todas sus fuerzas mientras Grace dibujaba varios círculos con su lengua
alrededor de su polla, Beck sentía que se correría en segundos, sus bolas ardían, le
quemaban y su polla lloraba verdaderamente ansiosa, ella lo metió entre sus labios, Beck
alzo de nuevo la cabeza para verla con la punta de su polla dentro de sus labios, apretó los
dientes al sentir la succión y el apretamiento que ejercía sobre ella y no pudo más que
agarrarse con fuerza a la cama, romper las sábanas ruidosamente y rugir con todas sus
fuerzas mientras escuchaba a Grace quejarse.
No te muevas Beck, casi me atragantas.
Lo dijo con la punta de su polla entre sus dientes, él no pudo más que sonreír y
después apretar los dientes suyos al sentir la presión de los de ella, gruñó bajo y asintió
ansioso al sentirla volver a entrar en sus labios su miembro, entraba algo más de su punta,
después un poco más y así hasta que casi consiguió entrarlo todo, Beck sujeto sus cabellos
mientras la observaba, sus hermanos llegaron viendo la escena sorprendidos y se quedaron
en silencio viéndolos, Beck se había incorporado algo, soltaba gruñidos y rugidos ansiosos
mientras alzaba varias veces la mirada hacia arriba, trataba de respirar, fue a apartarla
cuando iba a correrse, pero ella ansiosa golpeo sus manos haciéndolo apartarlas y volver a
intentarlo varias veces hasta que no pudo más, se dejó caer en la cama, su cuerpo tembló, su
placer lo consumió y se corrió como nunca había hecho con una mamada, al volver su vista
a Grace pudo ver su rostro con semen y su cabello también, soltando una carcajada se lanzó
sobre ella haciéndola caer de espaldas con la cabeza colgando de la cama.
Grace se mordió los labios y asintió, al dejar caer su cabeza vio el cuerpo
musculoso de Rhys, su miembro daba contra su ombligo, estaba completamente
endurecido, hasta se le marcaban las venas y brillaba su punta por el líquido transparente
que la excitación le había provocado que saliera.
Me ahogara.
Rhys se dejó caer lentamente sobre una de sus rodillas en el suelo, acaricio su
barbilla viéndola gemir de placer y le negó besándola, mientras Tucker golpeaba en la
vagina de Grace ansioso, separo levemente sus labios al escucharla gemir y volvió a
pegarlos junto a los de ella devorándola.
Te prometo que seré suave, lo haremos despacio.
Grace asintió, como pudo mientras se corría apretando a Tucker con todas sus
fuerzas, Rhys se levantó un poco para ver a su hermano con una mano en puño apoyada en
la cama y con la otra señalando a Grace, lo miraba instándolo a empezar o se correría
rápidamente y los dos querían correrse juntos. Rhys cogió a Grace por la nuca con ambas
manos, su hermano iba despacio en el interior de ella, con sus dedos gordos de ambas
manos Rhys pulso en las mejillas de Grace y la insto a abrir los labios con una súplica
ansiosa, clavó la punta de su miembro en sus labios y entro todo su capullo entre sus labios,
profundizo lentamente más y más hasta que se inclinó y beso uno de los pezones de Grace,
su hermano chupo el otro con ansia y él salió levemente de sus labios para mirar a Grace un
poco.
¿Qué tal?
Grace asintió, los dos siguieron bombeando en su interior, los labios de Grace
ardían, su vagina pulsaba ansiosa, pero podría aguantar mucho más, ellos se lo habían
dicho, su cuerpo siempre estaría perceptivo para ellos, nunca habían sabido los cambiantes
porque sucedía, pero las hembras humanas que se emparejaban con ellos se volvían
completamente sexuales, incluso su periodo de más de una semana, le había sorprendido
comprobar que estando encerrados le durase no más de cinco días, sus pensamientos se
borraron completamente al sentir a Tucker tocar su clítoris, un clímax la inundo mientras
sentía la crema de la polla de Rhys comenzar a llegar su garganta, él ansioso la insto a
tragar, tan profundo cómo estaba clavado en el fondo de su garganta, la hacía no poder casi
percibir su sabor, Grace comenzó a tragar mientras comenzaba su propio clímax, al sentir
que le faltaba el aliento Rhys salió de sus labios terminando de vaciarse en sus manos y
Grace se sujetó a sus muslos mientras su semen caía levemente en los pechos de ella, Rhys
apretó los dientes, quería volver a tenerla y lo haría, volvió su vista hacia sus hermanos
idénticos salvo por las barbas de Matt, los dos comenzaron a desnudar un Tantra Chair, los
cinco vieron el retoque final que habían hecho los rusos en el sofá del sexo que ellos
mismos les habían fabricado, los rusos habían puesto cuatro grilletes, para poder dejar
indefensa a su humana. Los dos, Matt y Jonh los miraron a ambos ansiosos, Rhys se volvió
hacia Tucker que casi babeaba de deseo, con manos temblorosas recorría la piel cremosa y
curvilínea del vientre de Grace, ella se percató de que hablaban con sus miradas y dejo caer
su cabeza para ver el sofá.
¿Qué?
No pudo decir más cuando sintió a Rhys arrastrarla, hasta ella sentir que caería de
nalgas al suelo, pero Tucker la cogió antes de que eso sucediera, pusieron su vientre en la
parte alta del sofá y Grace gimoteo al sentir un golpe en sus nalgas completamente
expuestas, sus manos fueron estiradas y atadas en dos grilletes que la prohibían moverse,
Jonh la cogió por el cabello y la barbilla, la alzo un poco haciéndola mirarlo y la beso.
Venga exagerada.
Matt saco su dedo de su ano y la golpeo en una de sus nalgas varias veces, después
fue a la otra, la golpeo las mismas veces y con sus dos manos cogió ambas nalgas
moviéndolas con gracias mientras a ella le temblaban todas las carnes por los meneos que
le estaba dando.
Él soltó dos carcajadas y las apago al ver sus mejillas teñirse de un rojo tan intenso
como el de su cabello, Grace se tiño más aún al sentir las yemas de los dedos de él recorrer
una de sus mejillas.
Matt con ambas manos señalo a sus hermanos para que arrastraran hasta delante del
sofá un espejo de cuerpo entero, lo llevaron lentamente con las cuatro ruedas que tenía
chirriando.
Lo dijo rugiendo, sus ojos negros brillaban ansiosos al verse a ambos reflejados,
Grace trato de soltarse de nuevo mientras él clavaba la punta de su miembro en ella, Grace
jadeo cuando él dejo caer su rostro un momento, pero la tiro más para atrás gruñendo.
¡Matt!
No pudo pronunciar nada más, Grace sintió que veía estrellas nublar su vista, se
agarró a uno de los brazos de él con todas sus fuerzas y comenzó a ordeñarlo mientras se
corría salvajemente, la cargo en sus brazos y la llevó hasta Jonh, que estaba tumbado ahora
en el sofá mirándolos, Matt la puso delante de la parte baja del sofá y la hizo mirarse
mientras la empujaba hacia abajo, Grace se apoyó con las nalgas en el vientre de Jonh y su
polla se quedó entre sus labios vaginales y su monte de venus, llevo sus manos a sus pechos
que ella trataba de cubrir sin que lo notara, sujeto ambos pechos con sus manos y la arrojo
contra su cuerpo mientras pellizcaba y masajeaba sus pezones.
Grace asintió, últimamente se cortaban mucho de decir humanos con odio, asco o
rencor delante de ella.
¿Qué te hice?
Jamás sabría cómo afrontar tanta vergüenza que pasaba con los cinco, descarados,
nunca había tenido un sexo tan maravilloso, en su vida, menos aún con iluminación como
la que le ponían ellos, estaban obsesionados con verla, parecía que les gustaba
avergonzarla, Carlo fue su único amante y siempre la instaba a tener luces tenues, apagadas
o incluso simplemente a que se la chupara mientras ella se quedaba con ganas, Grace gimió
de placer al sentir como estiraba sus pezones Jonh, a la vez que dibujaba con su barba su
espalda, sabía que a ella eso la excitaba, incluso demasiado, sintió su piel temblar y ponerse
de gallina hasta en todos sus pechos y se corrió, mientras él volvía a presionarla para que
hablara, Grace lo hizo mientras su orgasmo de alargaba.
Me hiciste correrme.
Así.
Termino de colocarse en su interior mientras con sus dos manos le cogía todo el
cabello y lo alzaba para recorrer con su barba y sus labios su columna, le dijo sigue
haciéndola sonreír.
Como ahora.
Jonh cogió con sus dientes un trozo de la carne de su espalda, Grace intento
acariciarlo y se cogió a sus manos mientras él la instaba varias veces a correrse, para que
los dos lo hicieran a la vez, le bajo una mano al clítoris y ella no pudo evitar seguir sus
movimientos, él rugió en respuesta y se corrió salvajemente, cuando abrió los ojos pudo ver
a Grace apoyada de mala manera en el sofá, uno de sus brazos colgaba moviéndose
lentamente y el otro estaba caído por el lado de éste, tenía los labios abiertos y roncaba bajo
haciéndolo sonreír, acerco las yemas de los dedos de una de sus manos a su columna, pero
sus hermanos gruñeron bajo llamando su atención para que no lo hiciera, Tucker la cogió
por la cintura y la alzo haciendo a su cuerpo moverse un poco lacio contra su pecho, vio
como la llevaba a la cama y ella se daba sola la vuelta, su cabello se enredó en su cuello y
Tucker trato de sacárselo, varias veces gruño mientras alzaba cabellos largos sobre la
almohada y finalmente lo conseguía.
Beck arrugo su nariz mientras Jonh le gruñía bajo instándolo a teñirse de nuevo
seriamente.
La peste que soltaba el tinte le revolvía el estómago por todo el maldito día, un olor
tan fuerte jamás se le quitaba de las fosas nasales, incluso perdía el olfato por un tiempo,
caminando hasta el baño se encontró fuera de la puerta a sus hermanos, comían algo de
sushi que llenaba varias bandejas grandes y tomaban tragos de cerveza, lo observaron un
momento con sonrisas malvadas y después Beck entro al baño viendo a varios cambiantes
esperarlo.
Un mes sin teñirse, sin cortarse el pelo y las barbas fueron suficiente para que
corriera a hacerlo nada más ser soltado, los cambiantes permanecieron en su sitio y Beck
gruño bajo finalmente mientras apoyaba su trasero en una silla, casi una hora después Beck
se desnudaba de sus calzoncillos mientras observaba en un espejo su reflejo, su cabello
estaba cortado en undercut, podía ver la parte de arriba de su cabello ahora en un profundo
rubio ceniza oscuro que hacía que su mirada pareciera menos severa y temerosa, pero
igualmente su enorme tamaño y anchura hacían encogerse a cualquiera de miedo, cogiendo
la manguera de la ducha se empapo la cara con agua congelada y después como empezó a
calentarse se la roció por todo su cuerpo, no podía respirar aún, incluso sus ojos picaban
demasiado, terminando de bañarse salió tras secar su cuerpo, estaba pasando la toalla por su
cabello cuando unas piernas largas colgando del suelo y curvilíneas llamaron su atención,
Beck dejo caer la toalla al suelo, subió su mirada por unas grandes caderas, una cintura
curvilínea, unos senos enormes cubiertos por unas diminutas manos humanas que sujetaban
con fuerza una bata y un rostro increíble de ojos azules.
Beck sonrió de medio lado llegando a Grace, puso ambas manos a cada lado de sus
caderas y gruño al ella evitar sus labios.
Él volvió a gruñir tirando del cinturón de la bata, Grace se sujetó a sus hombros por
miedo a caer por sus tirones y él volvió a gruñir volteándola.
Sus últimas palabras fueron un siseo mientras él ataba su otra mano, la bata se
había caído hasta sus pies, Beck limpio el espejo y sonrió viéndose cerca de un hombro de
Grace, lo beso y mordisqueo haciéndola gimotear mientras sus mejillas se teñían, sujeto su
rostro después y la beso haciéndola gimotear mientras soltaba su agarre sin dejar de besarla,
llevaba sus manos a ambos pechos y los acariciaba dentro del lavabo.
Grace asintió, el suelo estaba un poco resbaladizo y sus pies no se sujetaban bien,
aparte su coño ardía ansioso y sus muslos temblaban.
Él soltó una cruel carcajada mientras se dejaba echar para atrás la cabeza, negó
varias veces y se dejó caer de rodillas haciéndola perderlo de vista, Beck sonrió alzándola
un poco y haciéndola ponerse de puntillas, llevo sus labios a su clítoris y lo sorbió con
ansias hasta dejarlo completamente endurecido, podía escucharla jadear, su olor le estaba
llegando y ansioso gruño llevando su boca hasta su coño completamente humedecido,
profundizo su lengua en ella y la movió en círculos, la entro y saco varias veces hasta que
la sintió casi venirse, se levantó y la vio con el rostro apoyado en la fría superficie del
lavabo mientras intentaba respirar, él dibujo su espalda con las yemas de los dedos, sus
curvas, y finalmente cogió su miembro y recorrió varias veces con el su apretado coño, hizo
círculos, se movió de arriba abajo y finalmente la penetro lentamente hasta llegar a tocar su
útero, no tardo en tirar de sus ataduras más de dos empujones, la alzo lentamente y pego a
su cuerpo, la sujetaba sin dejar de entrar y salir en ella hasta que sintió como apretaba su
polla, lentamente siguió moviéndose en su interior, sintiendo cada parte de su coño
apretarlo y después más y más deprisa, no pudo evitarlo y se corrió salvajemente dentro de
ella, los dos se quedaron abrazados un momento, ella acariciaba sus brazos y él la sujetaba
con fuerza.
Voy a ayudarte.
Grace negó sonriente mientras que Beck subía su toque sobre sus pechos y besaba
su mejilla.
Podía sentir como Beck seguía completamente duro en su interior, incluso salió
apretando los dientes y la llevo abrazada hasta la bañera mientras que por el camino Grace
sentía su inmensa polla rozar sus nalgas, Beck separo uno de sus brazos de su cuerpo y
acciono el agua, los dos se empaparon y Grace jadeo al sentirla unos segundos fría, Beck
sonrió besando su cuello y volvió a rodearla en un fuerte abrazo.
Te quiero Beck.
Grace se mordió los labios al verlo sonreír, los ojos de Beck brillaron de emoción,
su polla pulso varias veces entre sus manos y Grace se soltó de su toque para dejarse caer
de rodillas ante él.
Sonriendo lamio la punta del capullo de Beck, saboreo un poco de esperma en sus
labio y metió todo su tamaño en sus labios
Joder Grace.
La sujeto por el cabello con ambas manos y la dejo juguetear con su polla en sus
labios.
Grace no había dejado de temblar en varias horas, llevaba toda la noche vomitando
y la mañana tras un café que había echado suspiraba rodeada de dos de sus amigas que
habían decidido acudir desde Inglaterra a su boda.
Grace tuvo que soltar varias carcajadas al escuchar a las dos pijas hablar.
Las dos se rieron con ella, Grace volvió a suspirar y se colocó por novena vez el
pecho de su vestido.
Grace bajo la mirada, observo sus manos y se las llevó al rostro medio sollozando.
Todos los hombres son iguales que las máquinas tragaperras, solamente te dan
algo cuando están calientes.
Grace y Caly se pusieron rojas como tomates mientras Erika se encogía de hombros
soltando una risa.
Las tres saltaron una hora después asustadas al ver abrirse la puerta de golpe, la
madre de Grace entraba corriendo delante de su padre, la rodeo en un abrazo y fue a
besarla, pero Theo le puso la mano delante de los labios llevándose ese beso.
Su madre se volvió y Theo la rodeo con sus brazos soltando su bastón mientras la
besaba.
Se buena cariño. Grace, tus… tú futuro marido está a punto de subir a llevarte
a rastras hasta el altar, lleva más de una hora andando por todo el salón, tiene desgastados
los zapatos y casi le van a empezar a arder.
¿Te encuentras bien cariño?, te noto la cara brillante, más rara y no estás muy
maquillada.
Grace tuvo que asentir, antes de llegar a estar donde estaba había tenido sexo
intenso con sus cinco cambiantes mientras le mostraban la enorme torre que habían
construido una especie de alienígenas en Alaska, aunque todos los días tenia sexo intenso y
no se avergonzaba de admitírselo a ella misma, se levantaba bien atendida, incluso algunos
días abría los ojos con uno de ellos con la cabeza enterrada entre sus muslos, haciéndola
correrse, Grace pestañeo sorprendida y miro a todos, su padre le ofrecia un brazo y ella
sonrió levantándose de su asiento mientras lo agarraba sonriente.
Aquí Caly me ayudo durante varios años a conseguir levantarme de una silla
de ruedas, incluso a andar y poder….
Su padre paro en sus palabras y alzo varias veces las cejas hacia su mujer
haciéndola ponerse completamente roja, incluso soltó un par de gritos mientras se tapaba
los labios.
¿Qué dices Caly?, ¿Crees que este viejo gruñón pueda llevar a su hija hasta el
altar?
Caly asintió sin parar haciendo a su larga melena rubia melocotón moverse sin
parar.
Claro que si Theo, para eso me pago una inmensa fortuna durante dos años.
Hola.
Hola Grace.
El tono en que lo dijo Beck le mando una carga de calor hasta sus muslos, no pudo
casi escuchar al cura hasta que llegaron tres hermosos niños idénticos, salvo por los colores
de sus ojos, sonrió al ver sus melenas de pelo blanco que conocía muy bien, con un cojín
donde iban sus anillos y dos cestas, antes de que pudiera darse cuenta Beck cogía un anillo
de cinco diminutos y finos aros enlazados a uno más grueso con dibujos preciosos.
Seré tú esposa Beck y espero seguir por el resto de mi vida igual a como lo
estoy ahora mismo.
Grace asintió viendo a un cambiante aparecer entre las sombras con varios
documentos, los firmaron y se quedaron solos los seis, Jonh cerró con llave.
Rhys se puso tras ella y tironeo de su lazo haciendo a su vestido caer hasta sus
codos y la ayudo a terminar de salir del vestido, quedando en medias blancas hasta sus
muslos, braguitas con unas tiras que llegaban hasta sus medias, unos tacones de infarto
blancos y un sujetador de encaje transparente. Él llevó las manos a su vientre y lo acaricio
con suavidad mientras olisqueaba su cuello.
Estás embarazada.
¡Pasa!, querida.
Faith apareció ante los ojos de Grace, iba con la mirada baja y cuatro cambiantes
igual de pelirrojos y llenos de pecas la seguían pegados a sus pies.
Grace la rodeo con sus brazos haciéndola suspirar mientras se limpiaba varias
lágrimas.
¡Faith!
Grace sintió a su amiga apretarla con las yemas de los dedos, Grace vio
boquiabierta como el pelirrojo cogía a su amiga por el codo y la arrastraba lejos de ella,
Grace la nombro, incluso dio varios pasos hacia ella, pero Matt la cogió por la cintura
siseando.
Matt puso una mano en sus labios ahogando las palabras que iba a seguir diciendo,
cerraron tras ellos mirándolos detenidamente y Grace se volvió furiosa ante ellos.
Tú amiga fue comprada por ellos, nada que haga le servirá para huir de esos
locos, ellos llevan la dominación hasta otro punto.
Matt llevo su dedo gordo a sus labios haciéndola callar con siseos.
Ella soltó una espesa lágrima que él limpio mientras bajaba sus labios a los suyos.
Tranquila, nuestras leyes son algunas veces duras, injustas con las compañeras
y pueden parecer crueles, pero deben de serlo para poder protegeros y teneros, muchas
hembras ven mal las relaciones con varios de nosotros, hasta que las viven.
vamos, tienes dos amigas allá fuera y a tus padres esperando por ti.
Grace asintió respirando con fuerza por los labios, salió junto a Matt seguida de los
demás, observo por los lados para ver si veía a su amiga Faith, pero solo vio pasillos vacíos,
cuando llego al salón los cambiantes que estaban allí se volvieron sonriendo y Grace se
alejó acercándose a Erika y Caly, las dos estaban en una barra hablando, tranquilas, entre
risas y carcajadas, sin darse cuenta de los ojos que las observaban entre las sombras, las dos
miraron a Grace sonrientes.
Caly se tapó los labios con una mano soltando una carcajada.
Fue a descansar, llego con nosotras hace unas horas y te llevo al altar, ya tuvo
bastante, ese gran hombre.
Hice lo que pude, Él señor Theo puso mucho empeño para que eso sucediera.
Beck se volvió hacia una esquina oscura donde un cambiante en silla de ruedas
torció la mirada que tenía sobre ellos, miro a uno de sus hermanos y asintió, su hermano
suspiro cogiendo la silla, se lo llevo de allí y los demás se quedaron observando a la
humana de pelo rubio melocotón un poco más hasta que Beck les asintió.
Un amigo que me gustaría que conocieras cada vez intenta esforzarse más y
más en volver a tener su vida de antes, pero le vendría bien tú ayuda para conseguirlo, sus
hermanos se han enterado de que eres quien ayudo a mi suegro.
Caly asintió bajando del taburete donde estaba, Beck cogió a Grace del brazo y
miro a Erika un leve instante con suplicas.
Volveremos enseguida.
Los tres llegaron hasta el ascensor del enorme edificio y Beck coloco un mechón de
cabello suelto del peinado de Grace.
El sonido de la televisión está muy alto aquí, siento mucho eso señoritas.
Beck le guiño un ojo a Grace, llego a una enorme puerta y llamo con golpes fuertes
hasta que los gruñidos cesaron, una voz masculina hablo con un simple mandato, los tres
entraron viendo a cuatro gigantescos cambiantes ante ellos, incluso el que estaba en silla de
ruedas era demasiado corpulento para la silla en la que estaba y mientras hablaba ésta se
quejaba chirriando.
Necesitas ayuda, ella puede ayudarte, cada día que pasa estás peor.
Hank cogió con ambas manos los reposabrazos de la silla, se levantó de ella y miro
a Caly furioso mientras caminaba hacia ella con pasos cortos y cojera.
Yo no necesito a nadie.
De golpe cayó al suelo haciendo a Caly dejarse llevar hasta él, lo intento coger,
pero él se aparto de su toque mirándola fijamente a los ojos varios segundos, después cerro
los ojos con fuerza y los volvió a abrir brillosos.
Beck se tapó el rostro con una mano negando, Caly asintió sonriente mientras se
excusaba bajándose del ascensor en la planta donde dormiría por la noche antes de volver a
Londres, Beck agarro a Grace nada más cerrarse las puertas.
Pararía éste maldito ascensor y te follaría aquí mismo, pero tengo prometido al
igual que mis hermanos no tocarte hasta nuestra noche de bodas.
Grace se lanzó a sus brazos, se puso de puntillas y lo beso en los labios para
después limpiarlo de todo su carmín.
Tendrá que ser esta tarde, hemos hecho la boda a medio día y después de
comer espero no tener ni la gomilla de las medias alrededor de mis muslos.
Beck la rodeo con sus brazos, soltó varias carcajadas y la beso mientras se abrían
las puertas del ascensor, caminaron por un pasillo y llegaron al salón viendo que Erika
estaba aún sola, la multitud de cambiantes casi se había despejado y ella mantenía a su
espalda a cinco morenos guapísimos, vestidos con impecables esmóquines.
Erika no debe conocerlos, ella no lleva bien que la molesten los hombres.
¿Sí?, ¿Otra vez vosotros?, ¿Es que no entendéis a la primera vez una negativa?
Furiosa cogió lo que había estado tomándose y bebió casi todo lo que tenía el vaso
haciendo a los cambiantes tragar a la misma vez que ella, finalmente los observo volviendo
a poner la copa en la barra.
Él cambiante insistió tratando de tocarla con una de sus manos tatuadas, Erika miro
su mano estropeada de trabajar con repelús.
Erika cogió el vaso con lo que quedaba de bebida y se lo lanzo a la cara, haciendo
al cambiante quedarse en el sitio sorprendido.
¡Te dije que me dejaras varias veces!, eres imbécil, ¿O qué?, crees que por tú
puto acento de mierda me voy a bajar las bragas esta noche, ¿Verdad?, que te quede clarito
payaso vestido con un esmoquin de alquiler, que trata de mostrar lo que no es, no me gustas
nada y menos tus hermanos, me dais asco, buscar otro coño al que joder.
Los cuatro hermanos vieron a la mujer marcharse moviendo sus grandes caderas
mientras su melena negra se movía con gracia, la hembra que ahora era la compañera de
Beck se marchó con ella tratando de hablar con Erika, Romaldo se limpió el rostro con
varias servilletas que sus hermanos le daban.
Beck vio a Grace algo alterada, entraba seguida de Jonh y Matt, los dos la rodearon
con sus brazos y besaron con ternura en sus mejillas mientras Rhys junto a Tucker los
seguían observando a los tres comerse a besos.
Las humanas son difíciles de controlar, pero para eso nos han entrenado
durante años.
No queráis veros como los Asad, cada día que pasan con su humana se
arrepienten de haberla secuestrado y arrastrado al desierto.
Romaldo no hablo, simplemente observo a Abdel Asad sentado en una mesa junto a
su esposa y sus cuatro hermanos, ella estaba mirándolo con adoración mientras él hablaba
con las dos manos alzadas, la señalaba varias veces y hacia sonreír con mirada baja, Abdel
alzo su rostro cogiendo su barbilla y finalmente se acercó a su rostro quedando apenas unos
milímetros separados sus labios de los de su compañera, ella esperaba que la besara y él la
tentó varias veces hasta que ella suspiro al sentir que él finalmente le regalaba un casto
beso.
Beck suspiro bajo al ver al brasileño sacudir sus manos, se llevó al puente de su
nariz dos dedos y respiro tratando de calmarse.
Beck no pudo evitar mirar hacia Tucker, sus hermanos junto a Grace se estaban
marchando y Tucker trataba de llamar su atención.
Me voy.
No dijo más y se lanzó sin querer llamar mucho la atención detrás de sus hermanos
y su amada esposa Grace. Corrió hasta la habitación que les habían preparado, había
perdido el ascensor en el que iban, al llegar al dormitorio Grace estaba de espaldas a él, sus
hermanos estaban sentados esperándolo, de medio lado ella lo miro con los labios algo
abiertos, estaba excitada, llegó a ella, beso sus labios y desato el lazo que bajaba hasta la
parte baja de su espalda, lo saco vio los botones gruñendo, intentó quitar alguno sin
conseguirlo, sus manos se estaban convirtiendo en zarpas y Grace lo seguía mirando
ansiosa. No aguanto más y arranco a tirones los botones haciéndolos caer por cualquier
parte a su alrededor, incluso uno golpeo su rostro haciéndolo gruñir, bajo una de las mangas
y beso su hombro, después hizo lo mismo con el otro y dejo caer la tela en sus pies, subió
su vista a su largo cabello y comenzó a tirar orquídeas por cualquier parte hasta que su
cabello en grandes ondas cayo a su espalda, Beck la observo detenidamente, necesitaba
tenerla, la hizo darse la vuelta, con una de sus grandes manos cogió una de sus nalgas y la
acerco a él, cago uno de sus pechos con una de sus manos, bajo su rostro y mordisqueo la
tela sobre su pezón, Grace apretó sus delicadas manos en su hombro y gimoteo, la alzo
haciéndola salir de sus zapatos y la soltó un momento mientras tiraba de su traje, para verla
caminar de espaldas hasta la cama subirse y volverse con los codos apoyados en el colchón,
su vista se tiño de rojo viéndola, estaba perdiendo el control, lo sabía, sus manos cambiaban
a garras, incluso sus dientes se afilaban, pero una simple palabra de ella le hizo volver a la
realidad, mientras tiraba de los últimos trozos de tela que se cernían a su cuerpo.
Beck.
Cuando llego hasta ella, cogió sus muslos y la alzo, llego con la nariz a su vientre y
olio a dos cachorros, no pudo evitar soltar unas lágrimas mientras la acercaba más a su
rostro, era tan leve que seguramente sus hermanos no lo habrían adivinado aún.
Sois lo único que nos importa en éste maldito mundo, prometo protegeros con
mi vida.
Son dos.
Sus hermanos gruñeron sus alegrías y Grace se llevó una mano a su vientre, pronto
comenzaría a hincharse y ponerse hermosa, los cinco la volverían loca por envolverla en
una nube de algodón dulce y caricias.
Hazme el amor Beck.
Él bajo sus labios hasta los de Grace, la beso hasta quedarse los dos sin aliento y
entre jadeos de los dos, movió a un lado sus braguitas y se deslizo en su interior mientras la
observaba apretar los labios y retorcerse para atrás, alzando sus pechos, ansioso gruño, con
ambas manos tiro del frontal del sujetador y lo rompió, ataco sus pechos con su labios, ella
tiro de su cabello haciéndolo gruñir varias vece, empujo en su interior hasta que los dos se
vinieron, la miro a los ojos unos segundos y sonrió diabólicamente, sus hermanos rodearon
la cama y él salió dejándoles espacio, se volvió hacia una mesa con algo de comida y
bebida, cogió una cerveza mientras escuchaba a Grace chillar de placer y se volvió con un
trozo de sushi en los labios, el primero bocado que conseguía tomar en todo el día.