Sumisas 05 - Sumisa de Cinco Osos Polares

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SERIE SUMISAS – 05 SUMISA DE CINCO OSOS POLARES

SARAY GIL DIAZ

SINOPSIS

Grace se observaba en un impresionante espejo, iba empañándose levemente puesto


que ella estaba sumergida en una preciosa tina, era preciosa al igual que el baño que la
rodeaba, ansiosa se puso boca arriba, llevaba varios días en la gran casa de su difunta tía
Charlott, cuando le había localizado la mujer para decirle que no iba a aguantar con vida
hasta después del frio invierno y que quería que supiera que la amaba, que jamás necesitaría
nada, que le gustaría que viviera en la casa para que no siguiera huyendo, que le diera una
oportunidad a la preciosa Alaska y así se veía ahora mismo mientras cuatro dedos de nieve
llenaban la ventana del baño y a la vez escuchaba el viento rugir con todas sus fuerzas
como si de un animal se tratara, se llevó las manos a los pechos y jugueteo con ellos hasta
sentirse excitada, bajo una de sus manos hasta su vagina y recordó una de las primeras
noches en que llego a la casa. Estaba terminando de aclararse el cabello, había conseguido
sentarse en la bicicleta estática hasta acabar sudando como una cochina y ahora podía darse
una digna cena de lechuga, tenía que hacer dieta, quería verse como sus amigas, pero le
costaba horrores, incluso varias relaciones que había tenido se habían marchitado por ese
hecho. Antes de que pudiera seguir pensando en nada la luz parpadeo varias veces y
finalmente se fue, por primera vez en todos los días que llevaba allí lo que menos se había
esperado sucedió, antes de que pudiera enfriarse el agua de la tina se levantó y envolvió su
cuerpo en una preciosa toalla de seda blanca, lo hizo como pudo dejando uno de sus
costados al aire, no podía hacer más a no ser que tuviera una de sus toallas y no, no las
tenía, cogió otra toalla tratando de secar su largo cabello rojo como la sangre, lo envolvió
en ella y se la echo por encima, soltando un suspiro bajo descalza por las escaleras de
madera mientras veía aun el fuego del salón iluminar todo este, antes de que pudiera pasar
de largo hasta llegar a los plomos de la casa algo llamo su atención, los sofás estaban
ocupados por varios cuerpos de gran tamaño, fue a seguir sus pasos hasta los plomos pero
tuvo que detenerse pues ante ella el cuerpo de un gigantesco hombre entre las sombras
apareció ante sus ojos, pudo ver los ojos de él, eran completamente negros, no tenían ni un
ápice de blanco, todavía podía recordar las palabras de su difunto padre en su cabeza, nunca
confíes en un hombre que tenga los ojos negros, al igual que todos los demás, saliendo de
sus pensamientos observo al que tenía frente a ella justo ante su única vía de escape pues la
puerta de la cocina estaba cerrada con llave.

 Señorita Grace, es un placer conocerla.

Con manos temblorosas se agarró con todas sus fuerzas a la toalla mientras la
aterciopelada voz masculina la inundaba desde el salón.
 ¿Quiénes son?, ¿Qué quieren?

Retrocediendo lentamente se apartó del gran cuerpo ante ella hasta que se quedó
ante el salón viendo a los demás hombres sentados en la oscuridad.

 Tengo dinero, mi familia es muy rica.

Grace pudo escuchar varios gruñidos provenientes del salón, mirando a los pies
desnudos para su sorpresa de los tipos trago, no había ningún animal alrededor de ellos, eso
la calmo hasta que sintió como cubrían sus ojos, trato de defenderse pero ataron sus manos
juntas y pasaron una cadena por su cintura hasta sus muñecas dejándola completamente
indefensa.

 Camina.

Grace negó nerviosa, la secuestrarían, a saber que más le pasaría, estaba en medio
de la nieve y estaría varios meses sin poder salir de ese país por sus propios medios.

 ¡No!, soltarme, por favor no me hagáis daño.

Antes de que pudiera caer de rodillas unos fuertes brazos la rodearon, Grace
gimoteo al sentirlos, llevaba meses sin sexo, pero antes de que pudiera divagar sus pies
flotaban en el aire y finalmente su cuerpo cayó de espaldas en uno de los sofás del salón, el
tipo que la dejo sobre el sofá recorrió su curvilínea figura con las yemas de los dedos hasta
llegar a sus labios, los dibujo con el dedo gordo y finalmente la cubrió con la toalla que
cubría su cuerpo antes de que la apresara, pudo sentir como el tipo bajaba su rostro hasta la
curva de su cuello y aspiraba con todas sus fuerzas hasta que soltó un leve gruñido que
parecía más bien animal, intento sacudir la venda de sus ojos pero de nada sirvió,

 Te marcharas de este pueblo nada más pase el invierno hu… mujer, nos
venderás esta casa.

Grace soltó una carcajada mientras negaba sintiendo su húmedo cabello envolverla.

 ¿Vosotros vais a obligarme?

Grace pudo escuchar varios gruñidos de nuevo, abriendo los labios levemente
suspiro.

 Pienso denunciar esto, os meteré entre rejas.

No hubo nada más que silencio durante varios segundos hasta que pudo escuchar
una respiración pegada a su oído y chillo asustada.

 Tenemos que darte un buen motivo para que nos metas entre rejas.
Antes de que pudiera escapar de esos labios que hablaban a su oído unos fuertes
brazos rodearon sus muslos y la alzaron sobre unas piernas dejándola completamente
expuesta mientras ella chillaba.

 Por todos los demonios taparle los labios, creo que estaré sordo varios días.

Grace negó nerviosa mientras movía sin parar la cabeza tratando de evitar que le
tapasen los labios.

 No por favor, no, no….

Unos fuertes gruñidos llenaron sus oídos mientras descubrían su cuerpo y varias
veces escuchaba en diferentes labios de manera excitante.

 ¡Mía!, ¡Mía!, ¡Mía!, ¡Mía!, ¡No!

Por un segundo creyó escucharlos hablar entre gruñidos bajos mientras el que la
sujetaba completamente expuesta ronroneaba entre sus labios vaginales un:

 No pienso irme de aquí sin llevarme un buen bocado.

Beck, el hermano mayor de los cinco se llevó una de las manos a su rostro viendo
la escena, cuando habían llegado al pueblo alejado de la fría Alaska, los rostros de los
cambiantes que había dentro de la mansión les hicieron volverse completamente serios, él
dejo las pesadas maletas que llevaba en sus brazos caer de cualquier manera en el suelo y
los miro al igual que sus hermanos haciéndoles bajar las cabezas hasta los pechos.

 ¿Qué ha pasado?

Sin paciencia esperaron lo poco que su hermano Matt aguanto antes de golpear la
preciosa entrada que habían fabricado los cinco antes de marcharse mientras Rhys, su
segundo hermano furioso lo golpeaba tratando de alejarlo y evitar que terminara de
destrozarla sin conseguirlo.

 No podemos irnos un tiempo sin que nada suceda, ¿Qué ha sido?

Los cambiantes, más de veinte estaban acojonados ante ellos, salvo el que miraba
por la ventana, un cambiante de águila real junto a sus dos hermanos, se volvió sonriente
llamando sus atenciones, los cambiantes a su alrededor se apartaron dejándoles paso a los
cinco, cuando llegaron a la ventana miraron la casa de la anciana que iban a comprar, iban a
instalar a alguna hembra cambiante como ellos o varias y tratar de criar con ellas, la ñoñería
de visitar cambiantes emparejados que estaban con cachorros o con hembras embarazadas
les había dado tanto deseo de tener cachorros a todos, tratarían de procrear con las hembras
que quisieran o los aceptaran, les serian fieles, crearían un vínculo con el tiempo y llegarían
a quererse, ellos no eran de los cambiantes más ricos, pero sabían ganarse la vida con la
madera, sabían hacer magia con ella a pesar de sus corpulencias y enormes manos.
 ¿Qué pasa con la vieja?

El cambiante señalo hacia arriba, donde la humana que vivía en la mansión


colindante tenía un descomunal ventanal envuelto en un precioso asiento donde ahora podía
ver a una, una humana, no, no podía ser, era imposible, las palabras se le atragantaron al ver
a la preciosa mujer de curvas grandes, tenía que tener una larga melena, ahora la tenía
enrollada en un churro en la cabeza, tenía un libro erótico entre las manos, lo pudo
distinguir por las fotos de tipos grandes tatuados que lo ocupaban, subiendo su mirada hasta
su rostro pudo ver que se estaba mordiendo los labios, el superior era gordito, por lo que el
pequeño… dejo de morderse el labio y el gruño sin poder evitarlo, al igual que sus
hermanos, sintiendo sus miradas los miro a todos detenidamente mientras su cabello se
soltaba un poco cayendo hasta debajo de sus caderas, pestañeo varias veces y se levantó
alejándose de sus miradas.

 ¿Es una sirena o alguna cambiante que no conozcamos?, ¿Y la vieja?

Jonh y Tucker preguntaron sin parar mientras se volvían con los rostros
completamente serios, Beck al final les siseo haciéndolos silenciar sus labios.

 Es una sobrina de la señora que vivía en la casa, la mujer falleció hace un mes
y ella apareció hace varios días.

Los cinco tragaron las palabras lentamente sin creérselo, Beck se sentó en un
cómodo sofá de su gran salón, agacho su rostro entre sus piernas y se llevó las manos a la
cabeza soltando un gruñido tan fuerte que hizo temblar a las paredes.

 Iba a comprar esa casa, la mujer iba a dejarla antes de las llegadas de las
nieves, se iba a marchar.

Soltando su agarre subió su rostro viendo sus manos temblar mientras se las veía
mutar levemente haciendo a sus garras aparecer.

 Hablamos con ella cuando llego, no sabe qué hacer, hoy por la noche llega el
primer temporal y dudo que ya se vaya.

Beck carraspeo volviendo a la realidad, su hermano Rhys tenía a la humana alzada


entre sus caderas, podía verlo completamente duro con los dientes afilados completamente
apretados mientras hacían un ruido chirriante, la melena de la humana se deslizaba hasta
tocar las puntas el suelo, no había rugido y no seria, vio a su hermano abrir los labios
vaginales de ella completamente excitado, llevaban días observándola sin saber cómo
hacerlo para que les vendiera la casa y se fuera de la ciudad que habían construido los
cambiantes que por desgracia habían pasado por las mismas circunstancias que ellos, la
escucho gimotear mientras volvía su atención al rostro de ella, de labios llenos, no sabía
cómo habían podido llegar a estar así, no habían cruzado más que una mirada con ella, fue
tan leve ese momento, pero les sirvió a los cinco para calentarles el alma y acelerarles el
pulso, jamás habían sentido algo así, ni siquiera por alguna de sus hembras en época
reproductiva, viendo a Tucker, su segundo hermano, ponerse de rodillas en el frio suelo
para atacar uno de los pechos de ella, por todos los dioses, si él estaba dañado y lleno de
marcas que le hacían recordarle cada vez que se veía los recuerdos de lo vivido bajo el
dominio de los médicos, suspiro viendo a su hermano de nuevo, no podía imaginarse su
dolor tampoco, le faltaba una pierna, desde la altura de la rodilla, se hacia sus propios
cabestrillos, hasta molaban un huevo, hacia muchos por encargo a todo el mundo, se le
daba bien, pero cuando se lo quitaba para estar con una mujer lo llevaba fatal, muy pocas
compartían sexo con ellos, junto a Rhys se puso Jonh tirando de una de las piernas de ella y
Matt se puso en la otra, los dos tenían las cabezas afeitadas a los lados y llevaban una coleta
en lo alto y podían parecer idénticos ya que lo eran, gemelos idénticos, si no fuera porque
Matt llevaba barba y Jonh no incluso sus propios hermanos los confundían, hasta su olor
increíblemente era idéntico, viendo a Rhys tocar la perla de la hermosa mujer con los
dientes levemente la escucharon gemir, se estaba corriendo, despreocupadamente él miro
un libro sobre la sema de noche y comenzó a leer, historias de varios hombres con una
mujer, cerro la novela y la observo con gracia, abrió de nuevo la novela y se cruzó de
piernas a leer mientras sus hermanos seguían produciéndole orgasmos, tuvo que detenerse
al sentir por su buen olfato el olor de la crema de ella, ni dulce, ni salada, debía de ser
increíble, Rhys fue empujado para atrás por Jonh y Matt que se pusieron los dos a la vez en
la vagina de ella, no sabía cuántas veces sus hermanos la habrían hecho venirse, pero Rhys
tenía los labios y el rostro completamente enrojecido y brillante y ella comenzaba a perlar
sudor mientras Tucker llegaba a besarle por la mejilla una lagrima que había conseguido
escaparse de su antifaz improvisado, ella volvió a correrse mientras abría los labios
temblorosos hasta que finalmente se desmayó mientras Jonh y Matt la dejaban caer en el
sofá, col un pezón completamente enrojecido, al igual que su vagina, Beck se levantó
devolviendo el libro a su sitio.

 Bien, estaréis contentos por hoy.

Caminando fuera de la casa espero a que Matt devolviera la iluminación a la casa.

Grace.

Así sucedió todo mientras ella sacaba las manos completamente arrugadas del agua
después de correrse, se quedó abrazada a sus grandes pechos mientras recuperaba el aliento
que le había cortado el orgasmo, con piernas temblorosas salió de la bañera y se observó a
si misma mientras se secaba el cabello con el secador, nunca había venido a Alaska a ver a
su tía, pero debía de admitir que la ciudad que se había construido allí era impresionante,
incluso había un centro comercial que habría en la buena época del año, al ver a los
habitantes nada más llegar, todos varones fornidos y tatuados hasta en el rostro algunos, se
quedaron completamente boquiabiertos al verla bajar del jet privado en el que descendía
lentamente, ella avergonzada solo bajo la mirada sin querer mirar a ninguno de los tipos
que iban con ella en el mismo vehículo, se abrazó a si misma al llegar a la casa de su tía, se
iba vistiendo mientras recordaba cada detalle de su llegada, como la miraban y observaban,
incluso la siguieron sigilosamente dentro de la casa de su tía, donde finalmente empezó a
quitar sus ropas, gafas y bragas que cubrían hasta su nariz mientras trataba de dejar de
sentir frio doloroso, ser pelirroja tenía sus peligros y más con las temperaturas, si hacía
calor se quemaba, si hacia frio era la primera en rajarse los labios y tiritar, cogiendo una
foto de su tía con ella de pequeña, todavía podía recordar ese día a la perfección, sus
lágrimas comenzaron a caer de nuevo estaba ante la fotografía mientras sollozaba, era el
último recuerdo que le quedaba por guardar, le había costado tanto recoger todos sus
recuerdos, aun no sabía qué hacer con la casa, desde luego que se estaba bien en ella, tenía
tiempo para leer, dormir y ver televisión, también estaba ver a sus vecinos cuando no
nevaba, desde ayer no nevaba con insistencia, solamente sería hasta esta noche, se había
anunciado otra fuerte nevada, volviendo a poner la fotografía en su sitio algo llamo su
atención, detrás del mueble brillaba algo, separando levemente el mueble llego, toco algo
frio y lo saco lentamente, se llevó las manos a los labios al ver una pistola dorada con el
mango rosa, era antigua, pero estaba perfecta, no entendía porque debía de guardarla su tía
tan escondida, seguramente había más por la casa, volviendo a dejarla en su sitio, llegando
a la cocina pudo ver a sus vecinos mientras se preparaba un poco de carne para asar en el
horno, estaban haciendo una preciosa cuna, podía verlo a simple vista, metiendo la carne en
el horno volvió a mirarlos desde detrás de las cortinas, no iban nada abrigados, incluso
varios estaban sin camiseta, mientras uno pulía, otro estaba sobre una mesa con un
cabecero, trabajaba con delicadeza, sorprendida abrió los ojos de par en par viendo su gran
tamaño, apretó los ojos para verlo detenidamente, tenía una gran cicatriz en el rostro, pero
igualmente era hermoso, se movió al verlo alzar la mirada de su trabajo hacia ella, joder
pensaba, ella se volvió viéndolo mirar fijamente hacia ella, camino hacia el asado y se puso
con un brazo apoyado en el horno mientras respiraba nerviosa, tenía los ojos iguales a los
tipos que hacía varias noches la habían hecho correrse hasta caer agotada, creería que era
un sueño ya que se despertó en su cama, si no fuera por el hecho de que tenía las caderas
llenas de marcas de garras, como si un animal la hubiera atacado, aún tenía varias leves
rojeces por su piel, se sentó a comer viendo que aún seguía siendo de noche, había muy
pocas horas de sol al día allí, alrededor de cinco como máximo, pero ella las aprovechaba
poco, se sentó a ver series en el sofá y las horas volaron mientras llegaba la cena y
finalmente se rendía tras no querer probar bocado mientras observaba la bicicleta estática,
mirando su reloj bostezo y se dejó arrastrar por sus pies al dormitorio, se desnudó, se
cepillo los dientes y se dejó caer envuelta entre las mantas.

Hermanos osos.

 ¿Qué le habéis puesto cámaras de vigilancia por la casa?

El cambiante de águila real le asintió a Beck mientras lo escuchaba rugir, llegaba


recién duchado, después de preparar los dibujos de la cuna del tercer cachorro que iban a
tener los hermanos Asad, tenían que hacer el dormitorio completo y embalarlo, cuando
llegara el buen tiempo y pasaran las nieves podrían enviarlo, tenían todavía unos meses.

 Debéis de volver a pensar en teñiros, tenéis ya mucho blanco a la vista.

Beck dio varios pasos marcha atrás hasta verse en un espejo del largo salón, de
mala gana se observó después la cicatriz que habían hecho en su rostro cuando el destello
de sangre iluminando la pantalla del ordenador llamo su atención, pudo ver a su hermano
Tucker golpear al cambiante lejos de la pantalla mientras rugía, joder, se alzaba cambiando
mientras el cambiante bajaba la mirada, podía ver porque, la humana estaba desnuda ante la
pantalla.

 ¿Quién más tiene acceso a las cámaras?

Éste negó mientras mutaba en un gigantesco pájaro y volaba a la segunda planta de


la casa antes de que Tucker lo siguiera cayendo jarrones, cuadros y estallando baldosines a
su paso, Beck no pudo detenerse, se puso junto a sus hermanos, quería verla, estaba
abriendo la cama de pesado plumón y sabanas gruesas, pero suaves y condenadamente
negras, soltando un rugido se sorprendo mientras podía escucharse deseoso de lanzarse a
por ella.

 Es nuestra, hermano, no puedes negarlo.

Eso se repetía una y otra vez estando ante ella, los cinco habían llegado al
dormitorio de la humana tras conseguir que Tucker desistiera de matar al cambiante que
había llenado la casa de cámaras, Beck ansioso la vio dormir de medio lado, sin poder
evitarlo le cogió un cabello que le corría por la mejilla como si fuera sangre y se lo metió
en una caria detrás de la oreja mientras ella suspiraba siguiendo su toque hasta ponerse
boca arriba, al ver su reacción se inclinó sobre ella, llego casi a rozar su mejilla con su nariz
y absorbió su esencia natural sin darse cuenta de que gruño hasta que ella puso sus manos
en su pecho soltando un grito que le dejo un pitido intenso en el oído, antes de que pudiera
hacer nada sujeto sus muñecas y las alzo mientras pegaba su rostro a su cuello, se subió
sobre ella y le alzo las manos sin hacer esfuerzo alguno.

 Detente, puedes dañarte.

Sus palabras salieron preocupadas de sus labios, pero ella no dejo de forcejear, dejo
que siguiera mientras él siseaba en su oído hasta que la sintió comenzar a cansarse y
finalmente detenerse mientras respiraba rápidamente, respiro de nuevo su aroma y alzo la
mirada viendo a su hermano Tucker en el cabecero de la cama, estiro sus manos y le
asintió, podían verse a la perfección los cinco en la oscuridad del dormitorio, pero ella no
los podía ver, la oscuridad que se cernía fuera del dormitorio no dejaba ver con claridad.

 ¿Qué quieres?, ¿Quién eres?

Beck no contesto, ninguno de sus hermanos tampoco, sisearon haciéndola callar,


simplemente tras atarla se subieron a la cama junto a él sus hermanos, los cinco recorrieron
su cuerpo con caricias lentas mientras soltaban pequeñas exclamaciones y gruñidos, Beck
pudo tocarle las caderas y soltó un gruñido.

 Demasiado delgada.

Grace pudo escucharlo y se mordió los labios negando.

 Dejadme, por favor.


Beck rugió a sus hermanos mientras ponía una mano en el centro del vientre de
ella, los miro en la oscuridad y los hizo alejarse un poco para ponerse entre sus piernas, aun
no la había probado y ya era hora, quería saborearla, igual con hacerlo una vez se saciaba,
ella lo golpeaba sin piedad con las piernas hasta que él rugió al sentir una patada en la
polla, estaba tan dolorido que la siguiente que le lanzo al rostro casi ni la sintió, sus
hermanos Matt y Jonh la cargaron por las rodillas y los tobillos, la dejaron indefensa y
expuesta mientras él se recuperaba, cuando alzo la mirada pudo verla contonearse,
gimoteaba y su olor le inundo, estaba humedeciéndose, podía ver algo de líquido salir por
sus labios vaginales, sus hermano estaban atacando sus pechos mientras la sujetaban por las
piernas, ella trataba de moverse fuera del alcance de los labios de los dos sin conseguirlo, él
finalmente se dejó caer con el rostro entre sus piernas, lamio su perla escuchándola rogar
por que se detuvieran y solo consiguió que él bajara su lengua hasta su apretada entrada,
entro varias veces en ella, sorbió y beso ruidosamente mientras la sentía vibrar, la rodeo por
los muslos con sus fuertes brazos mientras la sentía venirse, en años jamás había ansiado
alargarle un orgasmo a ninguna hembra, no había deseado ser junto a sus hermanos los
únicos en dárselos, los únicos en gustarle y atraerle, tragando todo de ella hasta dejarla seca
y agotada se apoyó en su cadera mientras ella respiraba con fuerza, llevo una de sus manos
a su vientre y dibujo su ombligo viéndola estremecerse.

 Quiero que confíes en nosotros, prometo no penetrarte, al igual que mis


hermanos, mientras que no nos des permiso.

Ella no contesto, respiraba por la nariz mirando a su alrededor, trataba de verlos,


Beck levanto la mirada hacia el gran ventanal de la casa donde podía ver como nevaba con
fuerza.

 Te trataremos bien y prepararemos tu cuerpo para el día que nos dejes hacerte
el amor.

Ella negó.

 Estás loco, ni siquiera se quienes sois.

Él trepo por ella, puso sus brazos a cada lado de sus caderas y subió besando su piel
hasta llegar a su cuello y finalmente su oreja.

 Nos ves constantemente Grace, somos tuyos y tú eres nuestra.

Moviendo su rostro pudo ver a sus hermanos Rhys y Tucker enredar en una
improvisada bolsa que habían preparado hasta que sacaron unas bolas chinas y se las
arrojaron cerca de la cadera donde él las cogió y paso por su otro lado del cuello mientras la
besaba en la mejilla.

 Hacerlo ya y marchaos.

Él se detuvo de golpe, bajo la mirada a su polla completamente dura y negó, ningún


cambiante de su tamaño podría hacerlo con facilidad con una humana, era con una
cambiante y normalmente les daban algún afrodisiaco, como para hacérselo a la pequeña
cosa humana que tenía ante él.
 No es tan fácil pequeña, necesitas prepararte para acomodarnos.

Llevando una de sus manos a los labios de ella dejo las yemas callosas de sus dedos
casi rozarlos, ella lo sintió y le lanzo un mordisco que él no evito, simplemente apretó sus
dientes soltando un gruñido bajo mientras ella apretaba sus dientes con todas sus fuerzas
hasta que lo soltó.

 Empezaremos por las bolas.

Grace se removió, chillo y despotrico hasta que ataron sus piernas y taparon sus
labios.

 Tranquila, piensa que es como andar, cariño cuando estés bien dilatada lo
agradecerás.

Grace lo sintió rozar con las yemas de los dedos su ano mientras Rhys y Matt
atacaban sus pechos a besos, entre sus dientes apretaban sus pezones y los hacían moverse
con sus lenguas, ella retorció su rostro y trato de impedir su toque, pero no podía detenerlo,
sintió crema fría llenar su ano y gimoteo al sentirlo entrar un enorme dedo en ella,
lentamente, expandió su piel hasta casi doler y terminar de clavarlo completamente hasta
llegar con sus nudillos a piel expuesta.

 Condenadamente estrecha.

Tras lentamente sacar su dedo y volver a entrarlo llevo sus labios a su clítoris, lo
beso y lamio, la sintió temblar, pero no se detuvo mientras sentía a su hermano Tucker
subirse junto a él, le insto a sacar su dedo de ella para entrarle un plug que tenía el tamaño
de tres dedos y mientras ella se corría en sus labios se lo introdujo, tuvo que sujetar sus
caderas al retorcerse completamente por el orgasmo que estaba recorriéndola, Matt y Rhys
tampoco soltaron sus pezones, la hicieron correrse hasta que su cuerpo se quedó
completamente laxo, se había desmayado. Matt separo un poco los cabellos de su rostro y
la soltaron, Beck saco el plug de su ano y lo puso sobre la mesilla de noche mientras trataba
de acomodar su polla en los calzoncillos, varias veces se subió la cinturilla sobre ella para
acabar desistiendo viendo todo su capullo fuera del calzón bastante humedecido, asustados
la vieron ponerse de lado anda más soltarla, pero nada más paso, se quedó en esa postura
mientras su larga melena volvía a ponerse por todo su rostro, Beck relleno una nota
poniéndole que por favor utilizara el plug y se preparara para ellos mientras Jonh ponía un
bote de vaselina detrás de este, sus hermanos se pusieron en la puerta esperándolo, pero él
se quedó observándola, se sentó en la cama de lado mientras les hacia una simple seña a sus
hermanos para que se marcharan, estuvo un tiempo mirándola detenidamente, aparto los
cabellos de su rostro escuchándola suspirar, llego con las yemas de sus dedos a su cadera
tocando algunas estrías que estaban algo marcadas, debía de haber perdido algo de peso,
puso albos brazos a cada lado de su espalda, uno debajo de su espalda y otro en sus nalgas
donde toco algunas pecas que tenía en una de las nalgas con una sonrisa, de golpe la sintió
removerse, se dio la vuelta hacia él y su rostro de quedo pegado al suyo, casi no podía verla
por el cabello que se había revuelto, ella movió sus brazos y rodeo uno de los suyos
mientras suspiraba, Beck sonrió más amplio sintiendo sus dientes afilarse, sorprendido se
llevó su mano libre a sus labios, nunca le había pasado nada así, él podía controlar su
cambio a la perfección, nunca habían conseguido hacerlo cambiar los humanos que lo
retuvieron, ni cuando le hicieron a sangre fría las marcas que tenía por todo su cuerpo.
Todavía tenía pesadillas con aquellos días, podía levantarse sudando e incluso rugiendo,
Beck sintió su espalda doler con el tiempo estaba amaneciendo, no sabía las horas que
llevaba allí con la mirada fija en ella mientras divagaba en sus pensamientos, consiguiendo
soltarse de su toque pero sin desearlo se levantó mientras volvía a colocar sus cabellos
detrás de su oreja viéndola sonreír, volvería junto a sus hermanos, cada noche, estaba
decidido, hasta que ella rogase por ellos dentro de su cuerpo, iban a preparándola,
tocándola, provocándola. Caminando fuera del dormitorio tomo una última respiración de
su olor, abandono la casa pisando la fría nieve descalzo mientras sentía los copos caer sobre
su cuerpo, ni eso le ayudo a calmarse, se lanzó dentro de la casa que compartía con sus
hermanos y finalmente se desnudó entrando en la ducha, largo rato estuvo bajo el grifo
tratando de calmarse hasta que tuvo que tocarse, cogió un trozo de jabón con olor a miel y
se lo paso por su pecho completamente trabajado, pudo verse varias cicatrices tapadas por
un gran tribal que ocupaba todo su cuerpo, cuando hizo los veinte años quiso ocultar todas
sus marcas, salvo las de su rostro, le había parecido exagerado tatuarse todo el cuerpo y eso
que ahora estaba de moda, pero el rostro no, recorrió el mundo buscando especialistas en
cirugía reconstructiva, pero nada, ni cirugías podía hacerse en el las mierdas que le habían
hecho para destrozarlo, suspirando se vio la polla completamente flácida.

 Tienes dueña por un tiempo, toca guardarse para ella.

Mientras se miraba la barba incipiente soltó un gruñido bajo, se entretendría


volviendo a trabajar, cogiendo un suéter negro y un pantalón se bajó hasta la planta baja de
la casa donde sus hermanos ya estaban trabajando, horas más tarde se incorporó de la mesa
donde estaba dibujando sobre la madera, así dibujo los tribales que ocupaban su cuerpo,
ahora con los tatuajes que se hacían los humanos, cambiantes y demás seres del mundo
parecía un viejo con esos dibujos, pero a él le encantaban, eran líneas gruesas que tapaban
sus heridas, se sacudió la camiseta y se animó a llamar a sus hermanos para ir a hacerse la
comida, mientras sacaban las algas y el arroz, junto al salmón y demás pescados prepararon
varios recortes de cada y verduras, Jonh saco del gigantesco horno unos corderos cocinados
a simple vista y adornados con verdura y pan.

 ¿Cuántos habéis hecho?

Mirándolas ansioso sonrió viendo el gran horno donde cabria una vaca entera.

 tres.

Beck sonrió cogiendo un pedazo de sushi con las manos de uno de los platos
mientras Matt lo golpeaba.
 Espera a sentarte.

Jonh estaba encendiendo el ordenador portátil y vieron a Grace con un diminuto


plato donde había una ensalada con un diminuto trozo de carne.

 ¿Solo va a comer eso?, ¿Cómo ha conseguido traer lechuga aquí?

Los cinco rugieron a la vez mientras Jonh ponía al final de la larga mesa el portátil,
cogió una cerveza negra y brindo hacia Grace mientras se sentaba, volvió la vista a la mesa
y negó.

 ¿Solo tenemos esto?, ¿queréis que se me quede en un puto diente?

Dando un buen trago de la cerveza se levantó a coger de la nevera más cosas y


salsas, incluso llevaba en la boca un pan de ajo y especias.

 Y que no revienta.

Jonh soltó una carcajada con el pan entre los dientes mientras se dejaba caer de las
manos todo lo que llevaba.

 Está agotada, leva un rato bostezando.

Matt cogió con sus manos una de las piernas de un cordero, antes de ponerla en su
plato le dio un mordisco y soltó un rugido.

 Que buena.

Volvió a dar varios bocados más mientras gruñía de placer, los cinco se liaron a
devorar todo lo que había en la mesa hasta dejarla completamente vacía mientras brindaban
varias veces hacia una Grace que había dejado casi toda su comida y se había ido a dormir.

 Recojamos mientras descansa un poco.

Beck los insto a todos, pero antes de que pudiera moverse vio a Grace ponerse ante
el espejo del baño, se sentó en el reposabrazos de la bañera y se soltó el cabello lentamente
hasta dejándolo caer debajo de sus nalgas, él tenía varios platos en sus manos y los pudo
escuchar tintinear, estaba temblando al verla, los volvió a dejar en la mesa y se sentó a verla
cepillárselo, al igual que sus hermanos, varias veces la vieron bostezar, se hizo una trenza y
finalmente se estiro quejándose de las nalgas y salió del baño para meterse en la cama, él
carraspeo llamando la atención de sus hermanos.

 Recojamos.

Tratando de calmarse para no correr a la casa de al lado y meterse con su humana


en la cama tomo varias respiraciones, poniendo las manos a cada lado del fregadero, quería
poseerla, marcarla con fuerza mientras lo hacía, correrse en el fondo de su coño mientras
rugía con todas sus fuerzas para que lo escuchara todo el mundo y llevarla hasta su casa,
para no dejar a ningún macho ni mirarla, pero también tenía miedo de perderla, no quería
que se marchara o se la robaran como a los demás cambiantes que habían pasado por
situaciones bastante dolorosas, cuando llegaron los cinco a Arabia Saudí para unas simples
visitas, jamás se habrían imaginado ver con sus propios ojos de nuevo el poder del daño
humano mientras corría con los brazos envueltos alrededor del cuerpo de una humana
embarazada, llevaba un solo cambiante en su vientre, lo que era extraño, normalmente las
mezclas de cambiantes con humanos daban más de un cachorro en los embarazos
últimamente y todos varones siempre, un cambiante con una humana jamás tendría una
cachorra, los embarazos de hembras eran difíciles incluso entre los mismos cambiantes,
normalmente dos, algunas veces tres como el caso de los Damikovich con la española que
ahora retorciendo su cuello y alzando una ceja no le parecía tan hermosa, no ahora solo
podía pensar en su humana, si la dejasen en estado, movió la cabeza negándose a sí mismo.

 ¿Todo bien hermano?

Volviendo a la realidad se dio la vuelta hacia sus hermanos completamente


desnudos, sonrió de medio lado y les asintió.

 Deberíais poneros aunque sea unos calzoncillos, podéis asustarla con vuestros
atributos.
Soltando una carcajada Tucker se negó cruzándose de brazos.

 Que delicado se está volviendo, di vergas y ya.

Beck se llevó una mano a su melena larga, soltó varios rugidos negándose.

 Y tíñete ya, tienes dos dedos de pelo blanco.

Soltando su cabello miro fijamente a Rhys que tenía el cabello teñido a la


perfección.

 No soporto el olor del tinte.

Matt soltó una carcajada atronadora.

 Tienes que aguantarte, sabes que con nuestros ojos y estos cuerpos, el pelo
blanco nos hace parecer más animales que humanos.

Él simplemente se volvió viendo su propio reflejo en la cristalera, sus ojos


completamente negros parecían infernales, tenía los dientes apretados y los labios abiertos,
podía verse todos los dientes completamente afilados y su pelo hasta los hombros.

 Soy un monstruo.

Sus hermanos se quedaron completamente cayados y dejaron de hacer sus tareas de


limpieza volviéndose a él.

 No lo eres.

Beck soltó una carcajada al escuchar a su hermano Rhys.

 Todos hemos pasado por momentos difíciles Beck, te recuerdo que cuando nos
salvaron no sabíamos hablar o hacer nada, bueno salvo gruñir.

Beck tuvo que asentir con tristeza a Tucker.

 Sabíamos algunas palabras.

Volviéndose a ellos unas sombras llamaron su atención.

 ¿Qué coño?, ¿Qué hacen esos en nuestro territorio?

Beck iba a lanzarse hacia la puerta de la casa, estaba sintiendo su cambio, pero
Tucker lo detuvo con todas sus fuerzas, incluso lo arrastro fuera de la cocina, donde Beck
rugió con todas sus fuerzas viendo a Tucker caer al suelo.

 Fuera de mi territorio, maldita sea.

Jonh y Matt lo cogieron por ambos, con todas sus fuerzas lo sujetaron mientras
Tucker se levantaba, los cambiantes ante él abrieron la puerta de la casa y lo trataron de
calmar.

 Hemos venido a hablar con vosotros, nada más, sois unos de los que lleváis
los problemas de la ciudad.

Beck enseño los dientes al cambiante a oso grizzly que mantenía la mirada baja,
observo a sus dos hermanos y mantenían las barbillas pegadas a sus imponentes pechos.

 Venís a mi territorio, solos, quiero que os marchéis, ¡Ahora!

Él hermano mayor de los tres negó subiendo sus ojos a los de Beck.

 Tenéis la guardia baja Beck, esta casa es de las más alejadas de la pequeña
ciudad, los humanos podrían venir y atacaros sin que nos enterásemos los demás
cambiantes.

Jonh, Matt y Tucker tuvieron que sujetarlo, pero igualmente estaban furiosos.

 Los carteles indican que tenemos animales salvajes en la zona, ningún humano
podría acceder al pueblo tan fácilmente, necesitarían vehículos especiales.

El cambiante apretó los labios.


 ¡Son humanos!

Los hermanos de Beck no podían retenerlo más mientras rugía tratando de


alcanzarlos.

 ¡Que te vayas!, ¡No volváis nunca por mi territorio!

Beck tiro de sus ropas mientras sus hermanos lo retenían y los otros cambiantes
salían huyendo.

 Dejarme, soltarme ahora mismo.

Rhys se llevó un puñetazo tremendo en toda la mandíbula, soltó un fuerte rugido


mientras se levantaba con la boca desencajada.

 Podías escuchar a los cambiantes que nos rodean alguna vez.

Beck con los ojos teñidos de rojo negó.

 Pueden querer quitarnos a Grace.

Tucker gruño, con todas sus fuerzas llamando la atención de sus hermanos.

 También pueden los humanos querer llevársela.

Beck fue a golpear a Tucker, pero al ir a hacerlo su hermano espero es puñetazo y


le sujeto la mano haciéndolo quejarse mientras se la retorcía hasta el centro de su espalda y
lo tumbaba en el suelo boca abajo mientras él daba golpes sin cesar en el suelo.

 Te recuerdo hermano que ella es tan tuya como nuestra y por eso tu solo no
puedes decidir cómo defender nuestro territorio.

Beck rugió dolorosamente al sentirlo retorcer su brazo antes de soltarlo.

 ¿Y qué decidís?, somos cinco, podemos protegerla, ningún loco se atrevería a


llegar hasta aquí con estos temporales.

Sus hermanos lo miraban cruzado de brazos, lo vieron sentarse y mirarlos mientras


se tocaba el brazo, si hubiera ejercido esa fuerza Tucker sobre un brazo humano lo habría
destrozado.

 De momento no decidimos nada, lo hablaremos con el pasar de los días, todo


humano que se atreva a entrar en los alrededores del recorrido hasta llegar a la ciudad esta
avisado, salvo ella, sigue viva, en territorio de animales salvajes a los que les gusta comer
humanos.
Jonh soltó un bufido antes de romper a hablar.

 Yo no soy un animal salvaje, soy un cambiante y por nada del mundo me


comería un trozo de carne humana.

Poniendo el rostro completamente contraído con la lengua fuera soltó un puag


haciendo a sus hermanos reír.

 Vamos, ya descanso suficiente, debemos darle un buen motivo por el que


meterse en la cama.

Desnudos salieron al porche de la casa, sintieron el frio chochar contra sus cuerpos,
pero ellos seguían con buena temperatura corporal, ni estando horas bajo la nieve se
enfermarían, eso lo sabían bien, los humanos les habían ayudado a averiguar eso y muchas
más cosas de maneras verdaderamente dolorosas, la humana no sabía que su tía guardaba
un juego de llaves dentro de un macetero de la entrada de la casa, la noche que llegaron
pudieron ver el juego de llaves enterrado en la tierra de la maceta, en la misma posición que
las habían visto antes de marcharse y ellos definitivamente las cogieron nada más ir la
primera noche a verla, entrando sigilosamente en el dormitorio los cinco pudieron verla
dormida de medio lado, estaba la calefacción puesta, la vieja la había puesto por toda la
casa con unos conductos que llegaban hasta el sótano, poniendo leña en ella se mantenían
las zonas que quisieran a buena temperatura. Beck, Rhys, Tucker, Jonh y Matt preferían el
calor de una chimenea, sentarse delante observando el fuego durante horas era un verdadero
placer para ellos, a Jonh le recorrió un estremecimiento de placer la columna mientras
acariciaba el rostro de Grace antes de que Tucker le pasara las cuerdas con las que atarla de
las manos.

 Me la imagino delante de la chimenea del salón y me pongo duro como un


diamante.

Sintiéndola asustarse y ponerse boca arriba se lanzó sobre sus caderas mientras la
cogía por las muñecas. Había rugido todo lo que había salido por su boca, tratando de
calmarla mientras la ataba y vendaba sus ojos ella gimoteo.

 Por favor, no prendáis la luz.

Viéndola teñir sus mejillas completamente de rojo Jonh la beso en ambas y


mordisqueo sus orejas hasta escucharla gemir musicalmente.

 Dinos porque quieres estar a oscuras.

Grace puso su rostro de lado mientras el besaba, mordisqueaba y lamia todo su


cuello y oreja lentamente haciéndola jadear, ella podía sentir sus pezones doler, la tela del
pijama que llevaba puesto le hacía por el roce sentirlos más duros, pero sus caricias a través
de la tela hasta el recorte de su vientre le dejaban sin pensamiento alguno hasta que escucho
y sintió los primeros desgarros.
 Dímelo, dínoslo, por favor, dinos tus miedos.

Grace sintiendo que caía de la vergüenza jadeo.

 Celulitis, michelines, grasa extra.

Jonh soltó un pequeño gruñido, fue tan bajo que apenas pudo escucharlo Grace.
Pero sus demás hermanos rugieron rodeándola sobre el colchón, ninguno entendía como los
humanos llegaban a ser tan exigentes con sus cuerpos, Grace tenía un cuerpo exuberante, de
caderas anchas en las que dos cabezas de ellos podrían estar descansando tranquilamente
por toda una noche mientras su cachorro descansaba dentro de su vientre, terminando de
arrancar sus ropas, cuando la dejaron sin nada Jonh pudo acariciar sus pechos, bajo sus
labios a uno y dejo paso a Tucker en el otro, pudieron respirar su humedad, olía tan bien
que Rhys no pudo detenerse en tratar de abrir sus muslos junto a Beck para los dos lanzarse
a través de sus muslos hasta sus labios vaginales.

 Quiero escucharla decir nuestros nombres mientras se corre.

Matt dijo las palabras desde el cabecero de la cama haciendo a sus hermanos alzar
sus miradas hacia él, los ojos de todos brillaban en la oscuridad.

 Tápale los ojos y cierra la boca.

Grace escucho la fuerte voz de uno de ellos, sintió su piel estremecerse al sentir
varias lenguas recorrer diferentes partes de su cuerpo y apretó los dientes tratando de coger
una bocanada de aire sin chillar de placer, negándose para sus adentros volvió a sollozar de
placer al sentir dos lenguas en su vagina, en sus dos labios, en su perla, en su entrada y
gimiendo sintió su clímax invadirla mientras escuchaba el sonido claro del interruptor de la
luz.

 ¡No!, por favor.

Varios dijeron si y eso la asusto, no eran tres por los toques que había recibido su
cuerpo, ni cuatro, no sabía cuántos tenía a su alrededor ni siquiera y eso la asusto
haciéndola sollozar, el pánico la estaba inundando, podía sentir su pecho a punto de
explotar, jamás en su vida había tenido las luces encendidas mientras estaba con algún
hombre.

 Aunque estén apagadas te vemos Grace, tu piel es clara y suave.

Varias manos volvieron a tocarla mientras ella trataba de subir hacia arriba, tirando
de sus brazos, solo consiguiendo moverse levemente.

 No utilizaste el plug.

Ella se quedó quieta con los labios entre abiertos, los escuchaba moverse a su
alrededor, era muy leve el sonido, pero podía escucharlo.
 ¿No quieres sentirnos a varios en tu interior?

Ella intento alcanzar lo que tenía puesto en los ojos, pero sus piernas fueron
estiradas y sus brazos quedaron estirados haciéndolo imposible.

 Chica mala.

Uno de sus pezones fue estirado y ella se movió para atrás conteniendo el aliento,
no se lo había esperado. Sintió un cuerpo justo en su costado, debía de ser enorme, se había
pegado a su piel de lado, podía sentir un pezón, una rodilla bajo su nalga y vello púbico en
su cadera, Grace se mordió el labio mientras sonreía al sentir otro cuerpo haciendo lo
mismo en su otro lado.

 Te gusta jugar.

Sintiendo sus mejillas teñirse asintió a la voz que le susurraba al oído mientras una
mano grande y algo áspera cogía una de sus rodillas y se la hacía subir y doblar dejando su
vagina algo visible.

 Eres exquisita.

Junto a su otro oído la voz que susurro estaba completamente excitada, podía
sentirlo por su ronquera y por el hecho de que el miembro que tenía en ese lado le daba de
lleno en la cadera y le humedecía la piel.

 Y queremos que seas nuestra.

Grace sintió su piel temblar ante las últimas palabras que le dijeron, fue una tercera
voz, sobre su vagina, profunda y varonil, justo antes de enterrarse con los labios en su
vagina, una y otra vez, incluso la voltearon tras varios orgasmos y dilataron su trasero con
varios plugs hasta dejarla jadeando mientras sentía su piel sudorosa ser secada, sacaron el
ultimo plug de su trasero y ella pudo sentir el abandono, su vagina palpitaba completamente
ansiosa, solamente la habían tocado con sus labios y su piel estaba completamente
manoseada, incluso sus caderas le ardían un poco por como la habían sujetado mientras se
corría a chillos y gruñidos de ellos que parecían los de unos animales grandes, feroces,
ansiosos y furiosos, un bostezo le salió de los labios antes de quedarse profundamente
dormida mientras Beck se tumbaba junto a ella, miro a sus hermanos y les sonrió, estaban
con las pollas completamente endurecidas, tenían incluso varias venas marcadas y los
huevos morados al igual que él, los insto a apagar las luces.

 Bajar alguno a poner leña en la caldera.

Con una toalla húmeda que Tucker le traía le seco el cuello y la columna
escuchándola quejarse levemente al sentirla tibia, seco un poco su espalda y nalgas y paro
dibujando con las yemas de sus dedos varias marcas en sus caderas, la podía escuchar
respirar tranquilamente, desato su trenza y solto su cabello.
 Es nuestra para proteger, tenemos que ser más cuidadosos.

Soltando un gruñido bajo le sonto las muñecas viéndolas rojas mientras cogía otra
toalla que le pasaba Jonh. Sus hermanos se alejaron y sentaron alrededor de la ventana a
esperar con paciencia mientras él terminaba de pasar sobre su cuerpo y secarle los pechos
enrojecidos, los muslos y las piernas, con calma mientras la observaba en la oscuridad le
quito la venda de los ojos y la vio mirarlo fijamente. No pudo articular palabra,
simplemente se miraron, ella podía ver algo de él, Beck lo sabía por qué la luna estaba
ahora mismo entre las nueves y dejaba iluminar un poco, sintió una de sus suaves manos
apoyarse en su rostro, justo donde tenía la cicatriz naciendo en si mejilla, ella la toco y la
recorrió con su mano hasta casi llegar a su final, él la detuvo tumbándose sobre ella
haciéndola abrirse de piernas, haciéndolos volverse, pero eso no detuvo el interés que ella
poseía por seguir tocándolo, le toco el pecho dibujando con sus dedos su pecho lleno de
marchas, lo recorrió lentamente y llego a sus bíceps completamente trabajados, mientras
ella lo recorría con sus manos él se sentía orgulloso de estar durante años entrenando hasta
caer rendidos en su improvisado gimnasio junto a sus hermanos, la sintió subir sus manos
hasta sus hombros y bajarlos hasta sus ocho abdominales.

 Eres enorme, ¿Qué me pasa?, no debería desearos.

Apretando los labios al sentirla recorrer cicatrices de su cuerpo él soltó varios


gruñidos bajos mientras apretaba las manos en las sabanas hasta sentir sus nudillos ponerse
blancos conteniéndose.

 Aunque te quieras negar a ti misma nos deseas, siento tú pulso acelerarse y a


tú corazón latir con fuerza, siento tú humedad, huelo tu excitación, te mueves lentamente
sin darte cuenta, al igual que nosotros quieres sentirnos en tú cuerpo.

Él sonrió sintiéndola subir sus manos a ambos lados de su rostro, la noto


incorporándose al igual que la vio sorprendido darle un beso que él no devolvió quedándose
completamente sorprendido, cuando la vio volver a tumbarse y dejar de tocarlo para taparse
los pechos él gruño bajando su rostro al suyo mientras la oscuridad los llenaba, la beso, fue
un simple beso que separo al leve contacto, después le dio otro más largo y luego otro más
largo aun mientras gruñía de placer rozando su miembro por todos sus labios.

 Hazme tuya.

Beck se sorprendió tanto que se quedó con la cabeza inclinada sobre su cuello
mientras ella lo besaba haciéndolo jadear y rugir.

 No sabes lo que nos estas pidiendo, podemos esperar.

Ella siguió con sus besos a pesar de escuchar varios rugidos alrededor de la
habitación.
 Hacerme vuestra.

Bajando lentamente su miembro por sus labios hasta llegar a su entrada se dejó caer
en los codos y se colocó en su entrada haciéndola jadear al sentir su miembro, podía sentir
su vagina, iba a estar muy apretada, demasiado, entrando levemente en ella la sintió
retorcerse pegando su pecho contra el suyo, lo agarro por los hombros y jadeo varias veces
mientras él conseguía entrar su punta en ella, ¡Joder!, Beck trataba de calmarse, deseaba
entrar de una sola estocada en ella, pero la destrozaría, era condenadamente estrecha,
consiguió entrar un poco en ella, nada en realidad, sentía su delicada piel estirarse y podía
escucharla tratando de respirar, empezó a besarla por el rostro y los labios mientras sujetaba
su nuca, entro un poco más y la sintió humedecerse a su alrededor, sus fuertes gemidos
ahora se estaban quedando en jadeos roncos, besando su cuello llego a uno de sus pechos y
lo lamio con suavidad al verlos enrojecidos, ella volvió a retorcerse y le mojo la verga un
poco más mientras él aprovechaba para entrar un poco más en su cuerpo, podía sentir las
finas manos de ella apretarlo e incluso sus uñas arañarlo, lo tenía rodeado con las piernas
por la cintura, un nuevo jadeo le hizo empezar a sentir la vagina de ella apretarlo y
desapretarlo, parecía que tuviera el corazón en la vagina metido, llegaba a apretarlo
dolorosamente haciéndolo gruñir con los dientes apretados, jamás se había contenido así,
Beck podía sentir su cuerpo temblar de nerviosismo, sentía que iba a correrse al terminar de
entrar en ella, su piel perlaba sudor, la de ella ardía, rodeándola con sus brazos termino de
entrar en ella, al hacerlo apoyo su rostro en su cuello y respiro con ansia su olor natural,
lentamente salió de su interior hasta dejar solo la punta de su pesada y gran polla en su
entrada haciéndola jadear, descanso un segundo, soltaba gruñidos bajos que ella podía
escuchar claramente al vibrar su garganta en su pecho, la recorrió a besos hasta llegar a su
cuello con la punta de su lengua y la agarro con fuerza empujando despiadadamente en su
interior hasta dejar sus bolas clavadas en su entrada mientras la escuchaba gritar
musicalmente con un ruido que lleno todo a su alrededor, él viendo sus labios temblar bajo
un tierno beso a una de sus mejillas y sus labios se mojaron con una lagrima que
derramaban sus propios ojos. Ella podía sentir el vello púbico de él rozar su clítoris
mientras la golpeaba con su pelvis en sus muslos a la vez que él seguía con sus besos hasta
llegar a su cuello donde la hizo sentir su mojada y caliente boca y segundos después un
pequeño dolor dulce seguido de su lengua, lo escucho ronronear, gozoso, la había marcado,
los dos se corrieron acto seguido, Grace lo sintió llenarla completamente, jamás había
sentido tantísimo esperma caliente llenar su vagina, sin salir de ella se dejó caer de lado
haciéndola seguirlo para caer sobre su pecho mientras sentía un peso llenar la cama, Beck
salió de ella y acto seguido volvieron a apretarla mientras se agarraba al pecho de él.

 Te dije que todos íbamos a poseerte y así será.

Apoyando la cabeza en la curva del cuello de él trato de calmarse mientras los dos
recorrían su cuerpo a caricias, jadeo varias veces mientras sentía al de detrás suyo moverse
con fuerza en su interior, hasta que la cargo por el pecho cruzando ambos brazos, la alzo
haciéndola sentir su vello púbico, recorrió a besos su mejilla hasta llegar a su reja donde
mordisqueo haciéndola gimotear al no parar sus embestidas.

 Jodidamente estrecha.
Grace gimoteo tratando de sujetarse a sus brazos, pero tuvo que bajar una mano
para sujetar otra que acariciaba su perla haciéndola moverse ante sus toques, solo pudo
soltar un gemido mientras levantaba ambos brazos sintiendo como empapaba la polla que
tenía dentro de su vagina y a la vez la empapaba él a ella.

 ¡Oh!, qué maravilla, me humedeces hasta los huevos.

Sintiendo sus mejillas arder lo sintió comenzar a vaciarse en su interior


mordiéndola en el hombro mientras ella gimoteaba sintiendo como lo apretaba cayendo en
brazos del que tenía tumbado bajo ella, tratando de recuperar el aliento entre caricias y
besos ruidosos del gran cuerpo completamente musculoso que tenía debajo.

 Sois enormes.

Él soltó un gruñido dulce en su oído haciendo a su piel vibrar.

 Y gruñís, parecéis osos.

Quedándose completamente quieto y tenso la escucho reír bajo.


 Aun te faltan tres y yo quiero tu culo para mí.

Grace cerró las manos y trato de alzarse para mirarlo, pero él se lo impidió
abrazándola.

 ¿No quieres sentirnos a dos de nosotros?

Abriendo los ojos completamente se quedó pensativo mientras en la sujetaba para


que su hermano Tucker dilatara su ano.

 Te daré la vuelta y te tumbare sobre mí, para que después podemos estar dos
dentro de tu cuerpo.

Grace sintió una corriente recorrer su cuerpo, dos manos se pusieron en cada una de
sus nalgas y ella pudo sentir el fresco y pegajoso líquido que ocupo su ano completamente
seguido de un dedo inmenso, después otro acompaño a ese dedo mientras soltaban sus
nalgas y entraba otro dedo, podía sentir su frente perlar sudor, la voltearon y el que ahora
estaba detrás suya y no bajo ella, se puso en la posición del indio con ella abrazada a su
cuerpo mientras la besaba.

 Puede parecerte un infierno al principio cariño, pero como el mismo fuego que
te quema después te inundara de placer.

Sintiendo que la apretaba entre sus fuertes brazos, sin dejarle nada más que respirar
entrecortadamente lo sintió poner la punta de su polla en su entrada, respirando llena de
nervios lo sintió comenzar a penetrarla, quemaba, dolía, mierda, sus ojos se empaparon y
ella no pudo evitar chillar al sentirlo presionar en ella, él la cogió por la garganta mientras
lo sentía vibrar, soltaba gruidos bajos entre respiraciones fuertes.

 Creo que… creo que vas a romperme.

Su voz ahogada la susto, él subió una mano a sus labios y los dibujo para acto
seguido hacerla torcer el rostro y besarla en los labios capturando cada grito y gemido entre
sus labios hasta que termino de clavarse en ella.

 He terminado.
Moviendo sus caderas la hizo sentirse completamente llena mientras separaba sus
labios y se quedaba con la frente pegada a la suya completamente. Grace gimoteo al sentir
que la tumbaba sobre su espalda, unos labios suaves besaron sus muslos y subieron hasta su
monte de venus a la vez que la hacían abrirse de piernas sintiendo el miembro en su trasero
pulsar en ella con fuerza, algo raro sintió cuando una pierna paso por su muslo, pero la otra
no llego a hacer la fuerza necesaria, si no que la alzo él que tenía enfrente haciéndosela
pasar con su cadera, con su mano derecha Grace dibujo su pecho de pectorales
completamente duros, lo sintió colocar la punta de su polla en ella haciéndola echarse para
atrás mientras en de debajo suya apartaba su cabello largo a un lado para poner besarla,
cuando el que tenía delante termino de entrar en ella los dos empezaron a moverse en su
interior, lentamente, Grace intentaba no correrse rápidamente, pero le fue imposible,
mientras terminaba de car para atrás y los dos la mordían con ganas su clímax la inundo,
soltó un gemido seco que sintió como un golpe mientras ellos se vaciaban en su interior, su
piel comenzó a vibrar y temblar, inclusos sus dedos de las manos temblaban como sus
labios sobre la piel del gran cuerpo que tenía encima, así podía pasar el resto de su vida,
pero la realidad de ese pueblo de Alaska la golpeaba cada vez que se despertaba sola,
seguramente solo estuvieran con ella cuando nadie del pueblo los veía, allí los extraños
nunca eran aceptados, sintiendo su respiración volver a calmarse a la vez que los dos
enormes miembros de ellos salían de su cuerpo sintió que tiraban de sus dos tobillos
mientras ella chillaba asustada tratando de agarrarse a algo, sin conseguir más que arañar el
cuerpo gigantesco que tenía debajo haciendo a su dueño rugir con todas sus fuerzas
dejándola completamente asustada, la alzaron por sus caderas dos cuerpos poniéndola
contra ambos completamente endurecidos, los dos cogieron sus muñecas y le llevaron
ambas manos a los miembros completamente duros y húmedos de ambos.

 Hueles de maravilla.

Con ambas manos recorrió los enormes tamaños de ambos, impresionada pestañeo
varias veces sin llegar aun al final de ambos, intento tocarse las yemas de los dedos
apretando sus tamaños mientras ellos rugían y le fue imposible, uno la torció haciéndola
agarrarse a los fuertes hombros del que tenía enfrente mientras él de detrás la besaba en el
cuello con unas largas barbas, eso le hizo reír al sentir cosquillas mientras el ronroneaba
dulcemente detrás.

 Te hago cosquillas.

La inclino tras las palabras haciéndola pegar su rostro al pecho del gran hombre
que tenía enfrente suya mientras la intentaba penetrar sin conseguirlo, había hecho en un
momento más posturas sexuales que en toda su vida.

 Súbele una pierna, es… no puedo entrar en ella.

Su hermano le cogió una rodilla a Grace viendo las ansias de él, Grace volvió a reír
tratando de apartar las barbas de su hermano de su espalda.

 Te tienes que afeitar.

Subiéndolas lentamente por la columna de Grace mientras la penetraba la escucho


gimotear de placer.

 Sabiendo utilizarla le dará placer sentirla.

Fue así cuando termino de subir su rostro a su cuello y clavándose en el fondo de su


vagina ella se corrió mordiéndola, haciéndolo empaparse mientras la sentía apretarlo un
montón de veces.

 ¡Oh!, hermano, esto es el puto paraíso.

Su hermano asintió mientras la abrazaba y miraba por la ventana la gran nevada


que estaba cayendo justo en ese momento mientras se corrían ambos y él al salirse su
hermano entraba en ella, mordiéndola sin más, con urgencia, marcándola.

 Lo es.

La hizo echarse para atrás cayendo sobre Matt mientras la cogía por los brazos y la
hacía rodearlo, la sintió quejarse apretándolo con fuerza al penetrarla con ansias y bombear
con fuerza en ella hasta que se vacío completamente en su interior viéndola caer agotada
entre los brazos de ambos, los dos la dejaron boca abajo en la cama donde Beck si hubiera
podido habría vuelto a empezar, Rhys le lanzo una toalla en el pecho y abrió uno de los
muslos gordetes de ella escuchándola gimotear en sueños mientras la limpiaba, Tucker se
puso junto a él limpiándola en los hombros y espalda llena de sus cabellos pegados por ella.

 Los otros osos llevan razón, lo sabes Beck.

Su hermano alzo la mirada teñida de rojo haciéndolo bajar la suya.

 Si un humano se adentrara aquí lo sabríamos, tienen que estar muy locos para
hacerlo.
Rhys fue a protestar, Matt y Jonh también, pero él gruño haciéndolos callarse
mientras Grace se removía levemente.

 Llegamos a este rincón alejado de la humanidad para no tener que lidiar con
ellos, es imposible que de aquí salga con vida quien intente tocarla.

Furioso se levantó cargando las toallas hasta su casa, no entendía como sus
hermanos podían pensar que los humanos llegarían hasta allí, saliendo completamente
desnudo a la fría y nevada oscuridad apretó los ojos viendo más allá de los árboles que
rodeaban las dos viviendas, un arroyo congelado y cubierto de nieve daba mucho más allá a
las montañas y muchísima más nieve hasta llegar a carteles de aviso, ningún loco se
atrevería a llegar tan lejos. Llevando su mirada hacia el pueblo que habían construido los
cambiantes varones junto a ellos, soltó el aliento que sin darse cuenta había contenido, todo
estaba completamente en penumbra y silencio, viendo a sus hermanos llegar al porche de la
casa de Grace les insto a cambiar y recorrer cierta distancia, lo siguieron fuera del bosque
de inmensos arboles nevados y más allá del arroyo hasta que no pudo correr más y se
volvió ante ellos mirándolos orgulloso, Tucker llegaba algo rezagado, pero llego junto a
ellos, nada, no podían divisar ni los árboles y a su alrededor solo había nieve espesa en
laque su un humano pisara se enterraría vivo, volviendo sobre sus pasos de oso polar
termino de llegar a la casa y cambio, aún tenía el enfado encima, al igual que sus hermanos
que lo miraban furiosos.

 ¿Queréis que entrenemos un poco mientras asamos algo grande y jugoso?

Grace poco a poco iría acostumbrándose a tener sexo constante, los cambiantes
cada día lo solían hacer con bastante frecuencia y ellos mismos por la saliva les pasaban un
afrodisiaco con el que debían de terminar el vínculo entre ellos y que lentamente les hacía
más y más activas sexualmente. Todavía podía recordar la liberación por la que pasaron
todos los cambiantes, llegando al gimnasio que habían construido en el sótano de la casa
Beck cargo unas mancuernas mientras observaba a Jonh poner un poco de música, mientras
comenzaba a hacer ejercicios podía pasar por su mente un día que jamás olvidaría, el de su
liberación. Tendría unos once años cuando sucedió, ninguno de los cambiantes que fue
liberado con ellos sabia su edad, ni siquiera sabían lo que era un peine o ni tan siquiera un
tenedor, no sabían leer ni escribir, solo sabían lo que eran los golpes, pelear y entrenarse, (él
seguía cambiando desde hacer flexiones a meterse en diferentes maquinas mientras e
limpiaba el sudor que iba empapando su musculoso cuerpo, al igual que sus hermanos), por
eso muchos siguieron carreras de deportes fuertes, en el ejército, de guarda espaldas de
otros cambiantes que habían tenido la suerte de ser millonarios, no sabía cómo había
podido a ser tan maligno el ser humano con ellos, un consejo de cambiantes se formó antes
de dar con ellos y construyeron un inmenso barrio de edificios altos donde los cambiantes
como él aprendieron todo lo que debían de saber para prosperar y controlarse, pero muchos
como él no soportaban el contacto humano, a pesar de vivir en una ciudad como Nueva
York, muchos se quedaron, montaron negocios específicos para cambiantes en los que muy
pocas veces se colaba un humano y luego estaban los que como él y sus hermanos se
habían marchado a otros lugares del planeta, para procurar que esos encuentros no
sucedieran nunca, gruñendo soltó las pesas mientras se dejaba caer en un banco, Rhys y
Tucker estaban haciendo flexiones en una barra alta cada uno, mientras que Matt y Jonh
hacían sentadillas tirando de peso extra, la campana del horno se escuchó y los cinco
subieron a sus respectivos dormitorios y bajaron duchados para sorprenderse al ver a
Yaroslav junto a sus dos hermanos y sus tres compartidores de compañera junto a varias
mujeres desnudas poniendo la mesa como verdaderas zombis, los seis se mantenían
sentados en unos simples calzoncillos de los hermanos lobo, unos cambiantes que habían
sabido entrar en el mundo de la moda y que sus cuerpos musculosos junto a sus ojos
llamaban la atención de todas las humanas que los hermanos sabían engañar.
 ¿Qué hacéis aquí?

Yaroslav golpeo en las nalgas a una que pasaba junto a él, la mujer apenas se
inmuto y siguió haciendo lo que ellos le habían pedido.

 Disfrutar de una agradable velada con vosotros y estas ricas damas.

Los cinco fruncieron los labios sentándose y contemplando a las humanas con la
mirada perdida.

 Parecen robots.

Jonh movió una de sus manos delante del rostro de una de ellas sin tan siquiera ella
pestañear.

 Pavel y Shasa consiguen de cualquier humano lo que quieren, es su don como


Dkann.

Los dos nombrados hicieron a sus pectorales repletos de tatuajes subir hinchándose
de orgullo.

 ¿No os da cosa estar con un humano así?

Yerik hablo señalando a una de las humanas, de rostro fino y cuerpo pequeño.

 Casi todas estas mujeres son putas de lujo a las que lo único que se les quedara
en las mentes es la cantidad de dinero con la que se despertaran en el hotel donde pasaron
todas la noche con varios ricos hombres de negocios.

La humana ante él se puso de rodillas y se sentó con la cabeza apoyada en uno de


sus muslos con mirada baja.

 Puedo respirar en vuestra piel rastros de una humana.

Lev abrió su nariz y acto seguido hizo un característico movimiento tembloroso


con la mandíbula haciéndolos quedarse boquiabiertos.

 ¡Lev!

Éste había desaparecido ante ellos y segundos después pudieron verlo en el porche
de Grace donde alzo la cabeza respirando. Los cinco corrieron fuera de la casa mientras los
Dkann soltaban varias carcajadas apareciendo ante ellos.

 Tranquilos, no me la voy a comer, quería respirar su olor mejor, huele de


maravilla.
Diciendo las palabras los miro fijamente mientras sonreía.

 Su olor es leve, ahora apesta a vosotros.

Caminando entre Beck y Matt paso de largo llegando a la casa de ellos donde lo
vieron llegar hasta la silla que antes ocupaba.

 Como me gusta jugar con los cambiantes.

Mientras alzaba una copa de líquido espeso que era claramente sangre les sonrió.

 Protegerla, las humanas son muy delicadas y siempre hay algún hijo de puta
con ganas de quitárosla.
Los cinco junto a los Dkann se sentaron mirándose entre unos y otros mientras que
Beck y sus hermanos devoraban la comida los Dkann se echaban algo por probarla mientras
las mujeres a su alrededor se sentaban entre los muslos tonificados de ellos.

 ¿Por qué tratáis así a estas humanas?

Sasha carraspeo mientras acariciaba el cabello de dos mujeres con cuerpo de


modelo entre sus piernas mientras ellas se restregaban como gatas en celo por su cuerpo,
cogiendo su copa les sonrió brindando hacia ellos.

 Soy un Dkann, lo que implica que necesito alimento, cualquier sangre que
obtenga como ahora mismo es un simple placebo hasta que encuentre junto a estos cinco a
nuestra única.

Vaciando la copa cogió la muñeca de una de las mujeres y le abrió una vena con
una garra afilada que le salió de un dedo, tras llenar la copa le cerró la herida bebiendo de
ella con ansias y la mujer se quedó tumbada con la cabeza en su rodilla.

 Lo malo de que llevemos siglos intentando encontrarla es que cada día que
pasa necesitamos más alimento, hasta que la encontremos, cuando eso suceda nuestra sed
solo se calma bebiendo de ella.

Llevando una de sus manos a su rostro se limpió una solitaria lagrima que tiño su
rostro de sangre.

 Defender y proteger a vuestra familia, cueste lo que cueste.

Rhys suspiro llevándose ambas manos al rostro, se restregó los ojos y miro a los
Dkann ante él.

 No somos millonarios, vivimos bien y es difícil que aquí nos hagan daño.
Yaroslav hizo un largo corte a una de las mujeres en el cuello y bebió de ella hasta
agotarse mientras los escuchaba, tras acabar los miro seriamente.

 Cuidaros mucho, si queréis podemos ayudaros en todo lo que queráis.

Beck negó.

 ¿Y qué queréis a cambio?

Los seis alzaron sus manos con rostros inocentes.

 Soltarlo antes de que os mande a vuestro puto planeta en unas bolsas de


fiambre.

Unos rostros que en segundos se volvieron serios antes de hablar.

 Queremos hacer aquí también una granja.

Los cinco hermanos soltaron varias carcajadas.

 ¿Crees que los cambiantes no sabemos que bajo esas granjas guardáis un
mundo de perversión, sexo y sangre todos los de ahí fuera de esta tierra?

Los hermanos osos negaron mientras comían.

 Os daríamos protección, a todos y os construiríamos una nave con la que


poder marcharos a nuestro planeta si las cosas se ponen feas aquí.

Los cinco hermanos se miraron sin saber que hacer, protección, varios cambiantes
andaban últimamente preocupados.

 Os daremos tiempo para pensarlo, solo puedo deciros que a los cambiantes no
se os molestara mientras estamos aquí, mientras lo pensáis estaremos cerca.

Levantándose los seis se inclinaron levemente y con elegancia, acto seguido se


abrazaron a dos humanas cada uno y desaparecieron ante sus ojos. Beck se llevó un trozo
de jugosa carne a la boca mientras trataba de calmarse.

 ¿Crees que deberíamos juntar al consejo y hablar todos sobre este tema?

Beck no contesto a Tucker mientras lo veía beber de una cerveza negra quedándose
espuma en sus labios.

 Podemos protegernos y dejar que nos construyan una nave por si tenemos que
huir con nuestra familia, muchos de nosotros lo han hecho.
Beck no quería escuchar y golpeo la mesa con ambas manos haciéndolo callar, se
levantó y se marchó subiendo las escaleras a su dormitorio desde donde tenía una buena
vista de la casa de Grace, esa humana se podía haber quedado en su país y simplemente
haber vendido la casa, pero no, estaba ahí, en la casa de al lado, si no hubiera aparecido no
tendrían el dilema y la preocupación de protegerla y no solo a ella, si algún día llegara a
estar embarazada, (suspirando se sentó en un cómodo sillón mientras veía el fuego que
acababa de encender arder con fuerza), solo de imaginarla con el vientre redondeado sentía
sus manos cambiar a patas y su espalda aumentar, notaba su cambio, jamás había sido tan
incontrolable, respirando con fuerza por la nariz y soltándolo todo por la boca se quedó
suspirando, abandonar su casa, su vida en la tierra para huir de los humanos, antes mataría a
todos los que se revelaran contra los cambiantes, por eso debían dejar a la humana
marcharse y seguir con su forma de vida, las humanas son delicadas, necesitan mucha
protección y ellos no iban a poder dársela nunca. Limpiándose varias lagrimas que no
dejaban de caer de sus ojos intento levantarse, pero solo pudo inclinarse en su asiento para
adelante mientras rompía a rugir y llorar desconsoladamente, podía sentir su pecho
comenzar a bombear con fuerza y sus respiraciones le costaban llenar sus pulmones, su piel
comenzaba a perlar sudor frio mientras que unas nauseas lo estaban ahogando lentamente,
su pecho estaba a punto de explotar, dolía como jamás le había pasado, iba a morir, podía
sentirlo. Escuchaba pisadas fuertes y antes de que abrieran la puerta de su dormitorio sintió
su vista nublarse; varias voces llenaban sus oídos y cables llenaban su cuerpo cuando abrió
los ojos.

 Estate quieto Beck, llevas varios días, tuviste un ataque de ansiedad, tus
hermanos te encontraron tirado en el suelo de tu dormitorio.

Enfocando la vista ante la potente voz pudo ver dos gigantescos cuerpos de piel
morena, los dos tenían las batas médicas y las ropas de debajo desgarradas hasta los codos,
tenían barba de varios días y los cabellos largos sujetos en un churro alto, eran los
hermanos Fadel y Jalil revisando cosas en varios monitores.

 ¿Dónde estoy?

Los dos se detuvieron de sus labores y lo miraron detenidamente.

 En el centro médico que construisteis los cambiantes nada más llegar a este
trozo de hielo.

Beck observo a su alrededor sin reconocer nada, las maquinas comenzaron a pitar y
los dos doctores cambiantes trataron de calmarlo.

 Llevas tres días tiesos como un muerto, nosotros nos metimos en un avión
privado en cuanto nos llamaron tus hermanos. ¿Qué sucede Beck?, eres un cambia formas
de los más fuertes, no entendemos cómo has podido llegar a este punto.

Él simplemente se encogió de hombros mirando hacia la puerta de salida de aquel


lugar, sintió a Fadel coger su brazo y zarandearlo levemente haciéndolo mirarlo, mientras
las maquinas volvía a pitar.

 ¡Eh Beck!, tranquilo a nosotros nos puedes decir todo lo que quieras, nos lo
quedaremos guardado y no diremos nada.

Sonriendo observo a los dos hermanos medio árabes mientras negaba.

 ¿Discreción médico, paciente?

Los dos cambiantes ante él sonrieron como el, pero una carcajada los delato.

 Sois hienas, no os contaría ni que he comido sin desconfiar de vosotros.

Jalil rompió a reír sonoramente.

 Que poca confianza tienes en nosotros.

Fadel hablo mientras golpeaba a su hermano en las costillas haciéndolo soltar un


mordico hacia él.

 Ahora mismo nos contaras que te sucede o te mandaremos reposo por un mes
y dieta estricta, seguramente tus hermanos te ataran a la cama y te obligaran a hacer tus
cosas en una cuña.

Beck se quedó completamente serio, no les contesto hasta que los vio moverse,
llevándose una mano a su rostro se rasco la enorme barba que ahora poseía, los cambiantes
desarrollaban el vello dela cabeza y el rostro rápidamente, cosa que ahora mismo le estaba
pasando a él tras estar tres días sin remediarlo.

 Está bien, hablare. Mis hermanos y yo nos sentimos atraídos por una humana.

Viendo a los dos sonreír los detuvo alzando sus manos donde el dedo índice estaba
metido en una pinza, se los miro viendo una luz roja parpadear levemente.

 No nos podemos permitir estar con ella, no podemos cuidarla como es debido,
por eso la dejaremos marchar.

Fadel y Jalul se quedaron completamente sorprendidos mirándolo.

 No puedes hacer eso, no debes pensar así, ella no te ha dicho si quiere


quedarse con vosotros.

Beck soltó un terrible rugido tirando de los cables que tenía por su cuerpo, se
arrancó las ropas a tirones y se alejó de todo.

 Lo digo yo y punto, me venderá todo lo que tiene aquí y se marchara.


Saliendo de la consulta camino descalzo por toda la zona del centro médico al que
le habían traído y finalmente localizo la salida viendo todo congelado y nevado, pero nada
mejor que el frio helador para calmarlo, saliendo fuera atravesó el pueblo desierto de
cualquier tipo de vida, paso por el gran centro comercial que hacía de todo durante unos
pocos meses al año y corrió hacia su casa sintiendo el frescor del frio llenar su cuerpo
mientras cambiaba a oso, cuando lo hizo corrió hasta llegar a su porche, Jonh le tenía
abierta la puerta y lo dejo pasar, él simplemente llego a la chimenea que estaba arrojando
fuego voraz y se sentó en uno de los cinco sillones relax cambiando a su cuerpo humano, se
reclino para atrás un poco y respiro por los labios gruesos que poseía mientras Rhys le
ponía una cerveza negra en uno de los agujeros del sillón.

 Se acabó, debemos dejarla marchar.

Sus cuatro hermanos bajaron sus miradas, él era el mayor y por mucho que no
quisieran aceptar su decisión debían de obedecerle.

 Sé que nos resultara difícil, incluso doloroso, pero debéis de entender que es
humana, eso implica peligro, alerta constante y sufrimiento, no tenemos dinero suficiente
para permitirle la seguridad que ella necesita y ya no hablemos de tener cachorros
cambiantes, serian una golosina para los humanos que nos odian.

Sus hermanos asentían con tristeza, sin querer mirarlo.

 Olvidaros de ella, ignorar que esta, no pongáis las cámaras por las que la
vemos en marcha, se acabó.

Rhys suspiro entrecortadamente.

 Podemos dejar a otros cambiantes su vigilancia.

Beck sintió su pecho latir con fuerza al pensar en otros viéndola en su día a día.

 ¡No!, es una simple humana, no nos producirá ningún daño, pronto se


marchara.

Grace

Habían pasado dos semanas desde su encuentro con aquellos hombres enormes,
eran los mismos de su primer encuentro, ¡Dios!, se había dado un susto tan grande al ver a
los cinco gigantes en la planta baja de la casa, pensaba que eran unos asesinos mandados
por él, moviendo la cabeza en negativa se negó a sí misma, Carlo jamás la encontraría en
medio de la nada, agachándose para ver terminar de hacerse para cenar su solomillo
Wellington se aplaudió a sí misma, estaba precioso junto a varios champiñones en los que
había metido cuadraditos de beicon y un poco de queso roquefort, la cocina era preciosa, al
más estilo inglés, desde que había huido de su casa había pasado por cocinas de diferentes
tamaños en las que no se concentraba para cocinar, ni en hacer nada, pero desde que estaba
tan alejada de todo podía tomarse las cosas con más calma, tenía miedo atroz de verlo, pero
su padre se preocupó de que eso no pasara, cada mes la hacía mudarse, primero empezó por
Europa, recorrió hoteles de los que no salía hasta cambiar a otro, luego llego a Sur América
y finalmente su tía a punto de fallecer le cedió la casa en la que estaba ahora confinada. No
le importaba, le gustaba leer, ver televisión y comer, desde luego que le había gustado la
experiencia sexual que había tenido con los extraños, terminando de colocar la mesa,
mientras se sentaba pudo observar las luces de la casa de al lado, debía de haber un buen
revuelo en ella, varios vehículos y motos de nieve ocupaban toda la parte delantera,
abriendo una de sus tantas novelas suspiro empezando a leer mientras se comía un
champiñón. Tratando de concentrarse en la lectura pico un poco de solomillo y finalmente
suspiro viendo sus muslos pegados al estar sentados mientras dejaba de comer, seguramente
el hecho de haberla visto desnuda les había tirado para atrás, Carlo las pocas veces que se lo
había hecho con ella en sus dos años de matrimonio había dejado claro que no le gustaba su
cuerpo en absoluto, levantándose bajo a poner más leña en la caldera que calentaba la casa
mientras paseaba con el teléfono que seguía sin cobertura desde que había llegado, subió
hasta la planta alta y comenzó a desnudarse en el baño, su teléfono pito, recibiendo
mensajes y ella lo cogió ansiosa viendo que tenía una raya, suspirando de alegría lo pego al
centro de sus dos grandes pechos y contesto varios mensajes hasta que más de cien
llamadas y otros cien wasap la dejaron asustada, pertenecían a su amiga Faith, contesto
corriendo a su padre y marco a su amiga.

 ¡Grace!, te he llamado un montón de veces y waseado, ¿Dónde te metes?

Ella fue a decirlo, pero se detuvo nada más empezar.

 Sabes que no puedo decírtelo Faith.

Su amiga suspiro apenada.

 Te echo de menos, Carlo no ha vuelto por aquí, desde que pregunto por ti la
primera vez nada.

Grace sonrió, podía recordar lo único que se había traído que le podría recordar a
Carlo y lo tenía detrás de la puerta de salida, era un precioso abrigo blanco hecho a medida,
estaba tan enamorada de ese abrigo que no pudo dejarlo atrás.

 Grace, me gustaría tanto verte y poder hablar contigo, amiga sabes que no
tengo a nadie con quien hablar.

Ella suspiro con tristeza, eran tan buenas amigas, de toda la vida y ahora podían
parecer dos extrañas, desde la noche que encontró a Carlo en la mansión donde vivían,
amaba a su marido, con locura, varios vehículos e incluso algunos camiones de reparto
ocupaban la entrada, colocados en filas, asustada de que algo pasara aparco su
impresionante pegasus de tonos lilas en la entrada mientras miraba a varios tipos de negro
en la entrada, varios se quedaron sorprendidos al verla, asustada corrió a la casa donde en el
salón tenia a Carlo de espaldas, apuntaba a un tipo de rodillas y le disparo, sin piedad
alguna, Grace bajo la mirada al cadáver viendo varios más machando todo el suelo de
mármol blanco y los zapatos de los hermanos lobo que llevaba Carlo de más de mil dólares
estaban completamente salpicados, igual que sus ropas, viéndolo volverse tenia incluso
sangre en los nudillos y la camisa.

 Grace, mi vida, pensaba que esta noche ibas a dormir en casa de Faith después
de vuestra cena.

Ella solo cogió el monedero que había olvidado mientras uno de los hombres que
seguía con vida le rogaba con la mandíbula desencajada y la nariz rota, Carlo acciono el
gatillo hacia él y siseo a los demás que quedan haciéndolos bajar la mirada mientras se
volvía hacia Grace, entrego está a un tipo demasiado grande y corpulento y le cogió una
toalla que le ofrecía, se limpió y se acercó a ella rodeándola por las caderas.

 Te gusta la vida que te doy, ¿Verdad que si Grace?

Abriendo los ojos de par en par lo dejo guiarla por el pasillo mientras veía la sangre
de los zapatos de Carlo caer por el suelo, pasaron junto a la lujosa cocina que daba a una
piscina con jacuzzi, donde varios vehículos costosos la rodeaban.

 ¿Cómo va el pegasus mi amor?, ¿Te gusta?, he pagado treinta millones de


dólares para poder regalártelo antes de que saliera a la venta.

Grace asintió bajando la mirada.

 Gracias es muy bonito.

Siguiendo sus pasos hasta la salida donde ahora no había ningún tipo Carlo cogió
su barbilla y le alzo la mirada haciéndola mirarle a sus ojos casi negros salvo por el borde
marrón chocolate que tanto le gustaba ver como se reducía a casi nada mientras le hacia el
amor como un loco, llegando al lujoso vehículo la hizo mirarse en los cristales curvados de
las ventanas.

 Te quiero Grace, no sabes cuánto, tu padre siempre me decía que nunca


llegaría a hacerte feliz, que te dejara marchar y seguir con tu vida, míranos ahora Grace,
somos ricos.

Escuchando varias cosas caer, Grace torció su rostro viendo las puertas de un
camión de reparto ceder mientras caían fardos de cocaína del vehículo.

 ¡Recoger y guardar la mercancía!

Grace soltó una lágrima mientras miraba a Carlo hablar con furia hacia los hombres
que trataban de guardarlo todo.

 Pensaba que habías triunfado en la hostelería, aunque hubiera tenido que


comer pollo toda mi vida y bebido agua del grifo jamás me habría importado Carlo, tú me
hacías feliz con las cosas más simples.

Él se volvió hacia ella cogiéndola por el cuello mientras lo escuchaba respirar en su


cuello, la pego al coche haciéndola sentir su miembro mientras hablaba.

 ¿Esa es tu forma de agradecerme todo lo que hago por ti?

Grace negó sin saber que esperarse de Carlo, con miedo lo rodeo con sus brazos
por el cuello y lo beso en la mejilla.

 Te quiero.

Él le soltó un beso en la sien antes de bajar a sus labios y besarla hasta dejarla sin
aliento.

 Ahora ve a cenar, diviértete y mañana cuando vuelvas todo estará como lo


habías dejado antes de marcharte.

Sin más le abrió la puerta del coche y la ayuda a subir dándole un último beso en la
mano.

 Yo también te quiero Grace, mucho, no sabes cuánto.

Volviendo a la realidad escucho a su amiga hablarle

 Le he sido infiel a George.

Grace se llevó una mano a los labios negando mientras la llamada comenzaba a
cortarse.

 Faith, ¿Faith?

Grace se movió por el baño como una loca, incluso se subió al váter y después al
lavamanos tratado de encontrar señal sin conseguir nada, viendo la que había armado en el
baño, que incluso había arrastrado una silla hasta el lavamanos para subir, soltó un fuerte
suspiro viéndose en ropa interior, con el cabello completamente revuelto y pegado por toda
su piel, agarrándose al respaldo de la silla con ambas manos se bajó al asiento y finalmente
se bajó para quedarse un momento sentada observándose detenidamente mientras se perdía
en sus pensamientos, ¿Cómo había podido una mujer como Faith serle infiel a su marido?,
¡Dios!, George era un puto imbécil que solamente la tenía como una obligación, como si de
una mascota se tratara, Faith era dulce, lo soportaba, incluso algunos golpes que él le daba
de vez en cuando, pero para llegarle ella a serle fiel, soltó un suspiro ruidoso mientras ponía
la música de la memoria de su teléfono, terminando de sudar la gota gorda recogiendo todo
lo que había liado, mientras llenaba la bañera y pensaba en el ruido que podía haber llegado
a hacer suspiro tranquila pensando que nadie la habría visto. Encendiendo varias velas
mientras bostezaba se metió en el agua sintiendo su piel arder mientras apretaba los dientes,
se lavó el pelo y el cuerpo para quedarse después de lado viendo sus cabellos flotar por el
agua cubriendo su cuerpo como si se tratara de un charco de sangre, perdida en sus
pensamientos se quedó completamente dormida hasta que sintió unas fuertes y callosas
manos en sus hombros, asustada se incorporó soltando un ruidoso grito mientras veía todo
apagado completamente y lo único que podía percibir era el olor de las velas apagadas, no
sabía el tiempo que debía de llevar allí, pero el agua estaba congelada, entre temblores
sacaron su cuerpo de la bañera y varias manos comenzaron a secarla con suaves toallas
mientras sus dientes castañeaban.

 ¿Querías morir de hipotermia hu..?

La voz se silenció, Grace pensaba que iba a decirle humana, la envolvieron en una
nueva toalla, la arrastraron a la silla delante del lavamanos y le secaron el pelo pasando el
secador por su cuerpo, en segundos la abrazaron unos fuertes brazos y alzaron llevándola
hasta la cama mientras sentía aun su cuerpo temblar de frio, varios cuerpos inmensos,
repletos de músculo la rodearon haciéndola entrar rápidamente en calor.

 ¿Qué hacéis otra vez aquí?

Ninguno dijo nada durante un largo tiempo mientras pasaban por su piel sus
narices, respiraban en ella haciéndola suspirar, Grace se tapó los pechos con un brazo y
suspiro negando.

 Pensaba que ya os habíais olvidado de mí.

Sintiendo una caricia en la cadera su piel se estremeció y ella jadeo.

 Intentamos hacerlo, pero nos cuesta, tanto que es doloroso.

Grace sonrió cogiendo ambas mejillas de él gran hombre entre sus manos, lo
acaricio sintiendo una cicatriz y asustada de quedo paralizada al escucharlo soltar suaves
gruñidos.

 Pues no lo hagáis.

Bajando sus labios a los de él lo beso mientras lo escuchaba gemir de placer, lo


sintió rodearla con sus fuertes brazos y tumbarla, Grace lo vio apartarse, se subió a tirar de
su camisa y descubrió su pecho cubierto de tatuajes que ella recorrió con las yemas de sus
dedos, profundizando en varios sintió varias cicatrices profundas, él metió sus manos en sus
muslos y la abrió colocándose entre sus piernas.

 Debieron de dolerte mucho, ¿Qué te sucedió?


Cogiéndola por sus muñecas le alzo ambas manos poniéndolas sobre su cabeza y se
inclinó a besarla, lentamente mientras ella le contestaba con gemidos, él gruño y profundizo
su lengua entre sus labios, se colocó en su entrada, sintiendo su miembro empaparse y
comenzó a penetrarla mientras ella lo rodeaba con sus brazos, rugió al sentir sus uñas.
Suspirando término de colocarse en su interior mientras trataba de respirar.
 Eres realmente grande.

Lo observo alzar la cabeza mientras apretaba el ceño y con sus fuertes manos
agarrarla por las caderas, lo escucho rugir con la garganta mientras cerraba sus labios con
fuerza, Grace lo observo sorprendida mientras subía una mano a una vena de su cuello que
tenía completamente marcada y azul.

 Me alagas.

Viéndolo bajar su mirada soltó su toque viendo como la observaba hasta bajar sus
labios a los suyos, él la beso tiernamente mientras se movía con ella lentamente, recorrió su
piel con caricias que algunas veces ella sentía callosas y otras veces suaves.

 Me gusta cómo se siente tu piel, tan suave y vibrante cuando te poseo.

Mientras lo escuchaba se corrió gimoteando y apretándolo mientras él trataba de


contenerse recorriendo besos por su cuello.

 ¡Joder!, me aprietas cuando te corres de tal manera que me resulta casi


imposible no seguirte.

Jadeando Grace sonrió ante sus palabras sintiéndolo moverse lentamente, ella
recorrió sus abdominales y sus pectorales, apretó con los dedos varios músculos y después
los acaricio con las yemas de sus dedos, dibujo varias cicatrices mientras sentía un nuevo
clímax inundarla y él la siguió alzándola levemente por las caderas mientras rugía con todas
sus fuerzas haciendo a Grace llevarse ambas manos a los oídos, tras sentirlo dejar de rugir
dejo sus brazos bajar hasta sus pechos y cerro sus muslos al ponerse él junto a ella
sonriente.

 Eres vergonzosa después del sexo.

Grace sonrió al escucharlo mientras abría los ojos, pero se quedó completamente
boquiabierta, trago una fuerte bocanada de aire para calmarse al ver sobre sus manos y pies
a otro de ellos con su rostro a escasos centímetros del suyo.
 Te asuste pequeña.

Grace sonrió viéndolo bajar su rostro a su cuello, lo sintió aspirar y ronronear en su


cuello.

 Podría comerte.

Llevando sus manos a la cabeza de él soltó varias carcajadas mientras le besaba los
pezones, se los lamia y mordisqueaba haciéndola gimotear al lamer su ombligo, volviendo
a subir le hizo cerrar las piernas y la volteo pasando un brazo bajo su cintura haciéndola
alzarse, trato de entrar en su vagina, pero solo consiguió dar una puntada mientras la
escuchaba gemir, bajando sus labios al centro de su columna, saco su lengua y recorrió su
espalda sintiéndola vibrar lentamente mientras conseguía entrar en ella subiendo besos
hasta cerca de su oreja donde mordisqueo haciéndola vibrar.

 Tan jodidamente estrecha.

Grace lo apretó mientras él mordía el lóbulo de su oreja y se corría en ella, bombeo


con fuerza en su interior hasta dejarla caer con él detrás de ella terminado de moverse en su
interior entre temblores y gruñidos, recorriendo su espalda con las yemas de los dedos se
apartó de ella dejando a Tucker voltearla y alzarla hasta llegar a sus muslos con los labios
haciéndola quedarse sin aliento mientras estiraban sus brazos y besaban sus pechos hasta
que sintió sus caderas bajar y el inmenso miembro de uno de ellos llenarla lentamente hasta
terminar de llenarla completamente.

 Sois muy grandes.

Tras decirlo se mordió los labios sintiéndolo pulsarse con más fuerza en su interior
con pequeños círculos y mientras mordisqueaban y besaban sus pezones hasta lamer sus
aureolas y mordisquearlas haciendo a su piel ponerse completamente de gallina Grace
chillo, sin poder hacer nada más que clavarse sus propias uñas en las palmas de sus manos
mientras se corría locamente sintiendo como él profundizaba dos de sus dedos repletos de
la crema que sobresalía de su vagina por su ano haciéndola estremecerse.

 Mis hermanos me piden que te prepare para ellos dos, quieren cogerte a la vez.

Grace trago mientras sentía los besos de sus pechos abandonarla y a los cuerpos
que estaban junto a ella abandonar la cama, sin dejar de hacerle el amor, él que tenía sobre
ella la alzo por las caderas dejándola más expuesta y profundizando más sus embestidas
haciéndola dejar de percatarse de como Matt y Jonh salían de la habitación y pasando por la
barandilla de la escalera una cuerda gruesa y suave hasta la planta baja se sonreían entre
ellos, antes de que Beck apareciera tras ellos.

 Estáis locos, es una simple humana, ¿Creéis que le va a gustar colgar desde
cualquier parte?, ¿Ser golpeada?, ¿Estar desnuda entre vuestras piernas mientras tomáis
café?, debéis de olvidaros del tema.

Beck no dejaba de gruñir las palabras mientras los dos se volvían a cogerla de los
brazos de Tucker, él la vio entre los brazos de Josh mientras Matt cogía de uno de los
cajones y tras enredar unas suaves braguitas negras que a él le hicieron vibrar la polla con
fuerza, soltando un gruñido vio cómo se dejaba vendar los ojos y los dos la cargaban
pasándola junto a él hasta las escaleras y finalmente a la cuerda que habían dejado estirada
hasta quedar desperdigada un buen trozo por el suelo, desde donde estaba la rodearon los
dos, enrollaron sus muslos haciéndola abrirse un poco y pasaron por sus pechos las cuerdas
haciéndolo rugir casi imperceptiblemente salvo para sus hermanos que tras atar sus manos
lo miraron sonrientes desde abajo.

 Si nos ayudas podríamos dejarte un pedazo de la parte que quieras hermano.


Quedándose con los ojos completamente abiertos los cinco la escucharon
sorprenderse, ninguno había dicho ni siquiera sus nombres y ahora sabía que eran
hermanos, deseando hacerle olvidar ese dato, Beck tiro de las cuerdas hacia arriba y
empezó a enrollarlas en la barandilla hasta que finalmente la dejo como querían, sus
rodillas estaban flexionadas, sus brazos estirados y sus pechos rectos, Beck no pudo
evitarlo y sujeto por una mano que se iba convirtiendo en zarpa, bajo las escaleras
lentamente, dejando casi destrozada la barandilla hasta llegar al final de la escalera donde
vio a sus hermanos intentando entrar en el interior de Grace, lentamente lo hicieron
mientras ella vibraba haciendo a las ataduras contonearse levemente hasta que él llego a su
oído y susurro haciéndola quedarse tensa.

 Es una locura, queremos amarte, es más que un deseo, es una necesidad, creo
que es hasta una locura, pero lo que es una locura es negarnos que tú eres nuestra.

Tras terminar la frase mordisqueo el lóbulo de su oreja mientras la escuchaba


gimotear y a sus hermanos rugir, ella se estaba corriendo mientras se mordía los labios, con
tanta fuerza que se le puso la piel alrededor de los dientes completamente blanca, él no
pudo evitarlo y la beso torciendo su rostro mientras sus hermanos se vaciaban en ella y se
apartaban dejándolo rodearla con sus fuertes brazos.
 No vuelvas a morderte así los labios, libera todo lo que sientas, eso nos
enorgullece de la manera que menos pensarías.

Grace se quedó sin aliento al sentir unos afilados dientes en uno de sus pechos
mientras que una callosa mano dibujaba círculos en su otro pezón.

 Respira pequeña, llevas un rato sin hacerlo.

Él soltó su pezón diciendo las palabras mientras se acercaba a su cuello y se metía


entre sus piernas, lentamente Grace lo sintió entrar en su cuerpo, la dilataba hasta casi
doler, abriendo los labios temblorosos, lo sintió besarla y ella le contesto, a pesar de
temblar como flanes mientras él profundizaba su lengua entre sus labios hasta llegar a la
suya y hacerla movérsela, finalmente soltó su beso y termino de entrar en ella hasta clavar
sus testículos en su piel, Grace se agarró a las cuerdas que la mantenían inmóvil mientras él
comenzaba a hacerle el amor lentamente, Grace torció su rostro para atrás exponiendo su
cuello y él aprovecho para mordisqueárselo, ansiosa Grace por no esperárselo gimoteo
mientras comenzaba a correrse, empapo todo su tamaño mientras él rugía en su cuello
comenzando a bombear con más fuerza dentro de ella, Grace apretó los dientes al sentirlo
morderla en un hombro mientras rugía su liberación y sin poder evitarlo a ella le inundo la
suya propia, gimió de placer, con todas sus fuerzas mientras lo apretaba y perdía la
consciencia. Beck rompió las cuerdas a la altura de sus muñecas y corriendo la cogió entre
sus brazos viendo varios trozos de cuerda envueltos alrededor de su piel algo enrojecida y
casi morada.

 Es delicada.

Subiendo las escaleras hasta el dormitorio donde Rhys y Tucker le ofrecían varias
toallas calientes, le limpió el sudor de la piel, comenzó por sus pechos y espalda,
arrojándola contra el pecho de Jonh y le arranco otra de las manos a Tucker, la dejo
tumbada en la cama de medio lado y alzo una de sus piernas, vio las marcas de la cuerda
por su piel, estaba enrojecida, eso le hizo gruñir mirando a sus hermanos con todas sus
fuerzas, pero al volverse aumentando su gruñido escucho a Grace chillar asustada mientras
se cubría los pechos, él se puso sobre ella, puso ambas manos a cada lado de su cuerpo y la
rodeo con sus musculosas piernas.

 Tranquila preciosa, ¿Sabes qué?


Chasqueo los dedos de una mano y la alzo señalando a uno de sus hermanos.

 Voy a bañarte.

Grace asintió viéndolo coger con su mano libre una de sus manos para dejar libre
sus pechos.

 Eres tímida y el olor de tu timidez hace que mi polla se ponga dura hasta casi
reventar.

Viendo como se le teñían aún más las mejillas, Beck soltó una leve carcajada
bajando sus labios hasta uno de sus pechos mientras ella lo cogía por el cabello haciéndolo
gruñir, la cogió enlazando sus dedos con los de ella y siguió con su labor.

 Podría pasar horas así, entre tus brazos, tratando de darnos placer mutuo.

Clavo sus afilados dientes de oso en su pezón, de dejo mutar esa parte de su cuerpo
para hacerlo mientras entraba una de sus piernas entre las de ella para hacerla abrirse para
él y bajar su polla completamente dura hasta su entrada humedecida, lentamente entro en
ella hasta clavarse completamente en su cuerpo y empezar a moverse, la sintió mover sus
caderas a la vez que él y eso lo volvió loco, comenzó a montarla con fuerza, soltó sus
manos y la dejo rodearlo con sus brazos para él hacer lo mismo alzándola hasta dejarla caer
por sus propios muslos mientras la hacía moverse a su ritmo, la escucho gemir con fuerza
mientras le clavaba las uñas haciéndolo rugir su propia liberación, abrazándola con fuerza
la escucho gimotear, la cargo sin esfuerzo alguno a la tina antigua, pero tuvo que negar.

 Tendremos que apretarnos.

Grace suspiro al sentirse alzada levemente, escucho el agua y comenzó a descender


con él.

 Puedo bañarme sola.

Beck gruño haciéndola sentarse sobre sus piernas.

 Te bañaras conmigo, es mi deseo.

Grace sonrió al sentirlo acercarse a su espalda, aspiro en su cuello y la abrazo con


ternura.

 No puedo casi veros con tanta oscuridad.

Beck recorrió con sus labios su cuello, sin moverlos, solo un roce, al igual que con
la punta de su nariz haciendo que su piel se pusiera completamente de gallina, lo escucho
hablar a los demás que ahora sabía que eran sus hermanos, los mando marcharse y dejarlos
solos.

 Tengo que prohibirte que nos veas.

Al escucharlo, Grace se agarró a sus brazos sintiendo varias cicatrices profundas, él


le siseo haciéndola abrir los ojos de golpe mientras sentía su miembro en una de sus nalgas.

 ¿Por qué?

Beck suspiro, se acercó a su cuello y se lo recorrió a besos lentos hasta sentirla


apartarse y voltearse haciendo al agua salir de la bañera por su movimiento.

 Quiero verte.

Él no dijo nada, simplemente se echó para atrás viéndola tratar de entrar sus nalgas
en la tina, tuvo que soltar una carcajada levando sus manos hasta ellas para ayudarla, cayo
con el rostro en su pecho y él la abrazo para que no se moviera de allí.

 Me gustan las diminutas pecas que tienes en ellas, tus nalgas son preciosas.

Agarrándolas y moviéndolas sonrió mientras la sentía subir sus manos hasta su


pecho, la sintió acariciar varias cicatrices que había y beso su nuca escuchándola respirar
con fuerza.

 Eres grande, ni estirada llego al final de tus pies.

Beck salpico varias veces agua en su espalda y la sintió meter las rodillas en sus
caderas para alzarse y coger su polla con una de sus manos, colocándosela, sorprendido la
vio alzar el rostro de su pecho mientras se colocaba todo su tamaño en su interior, lo cogió
por los hombros y él no pudo evitarlo, la siguió alzándose para besar sus pechos, no pudo
evitarlo y gruño en uno de ellos, la abrazo con fuerza, necesitaba dejarla hacerle lo que
quisiera, pero solo deseaba salir de ella un leve segundo, voltearla y clavarla contra la fría
superficie de la bañera miles de veces, pero se contuvo, como pudo, su cuerpo temblaba,
con fuerza agarro con una de sus manos el borde d la bañera, incluso chirrió con fuerza y él
tuvo que detenerse y subió esa mano hasta su nuca, enredo varios cabellos y la acerco para
besarla, estaba comenzando a correrse y la sentido correrse como él, los dos estaban
inundándose mutuamente agua que se vertía fuera de la bañera y empapaba los suelos,
finalmente Grace cayó sobre su pecho y sin salir de dentro de su cuerpo él la rodeo con sus
brazos volviendo a besar su nuca.
Bastante lejos de allí.

Carlo Di Maggio volvía a escuchar la grabación que había hecho uno de sus
humanos contratados para encontrarla, llevándose sus manos a su cabello largo en lo alto y
afeitado a los lados se negó cientos de veces viendo a uno de los machos de su manada
llegar silenciosamente, ignorándolo volvió a llenar su copa hasta arriba, viendo lo poco que
quedaba en la botella se la llevo a los labios y la vacío mientras se levantaba algo
tambaleante, su amigo tuvo que ayudarlo a enderezarse, pero él se separó de su toque
llegando a la chimenea que ardía con furia, lanzo la botella con todas sus fuerzas y rugió
como solía hacer hasta que su garganta no aguantaba más y se silenciaba sola.

 ¿Por qué sigues tan empeñado en la humana?, acéptalo de una vez Carlo,
déjala marchar y fírmale los papeles del divorcio que te manda su padre cada semana.

Él apretó con fuerzas su frente mientras negaba.

 ¡Me canso de repetiros a todos que ella es mía!

Volviéndose vio a su amigo con la mirada fija en él.

 Sabemos dónde está, pero es muy difícil conseguir que nos dejen entrar al
pueblo de los liberados.

Carlo tuvo que poner una mano en la repisa de la chimenea, se llevó la otra al
pecho y vio cómo su camisa de diseñador se rompía mostrando pelo grisáceo y un brazo
monstruoso, desde que perdió a Grace había casi perdido el control de su transformación.

 ¿Qué hace ella tan lejos de la civilización?, está rodeada de cambiantes y no


cualquier tipo de cambiante.
Él se acercó a la mesa de su despacho y repiqueteo con las yemas de los dedos,
después con las uñas y luego con las garras haciendo a la madera estropearse, acerco su
mano al teléfono.

 ¿Qué vas a hacer loco?

Carlo carraspeo.

 Recuperar a mi mujer.

Dos días después en Alaska.

Beck se había tenido que sentar, al igual que sus hermanos Rhys, Tucker, Jonh y
Matt.

 El marido de la humana desea venir para sorprenderla, resulta que está casada
con un licántropo y no con uno cualquiera, nada menos que Carlo Di Maggio.

Beck tuvo que apretar sus labios y dientes con fuerza mientras trataba de no llamar
la atención de todos, se levantó de su asiento y salió de su propia casa quedándose parado
en el porche, algo no iba bien en la historia que acababa de escuchar, todo cambiante sabia
del italiano, él y sus hermanos lo habrían visto tres veces contadas, chulo, arrogante,
traficante, había subido a una cima de mierda en la que muy pocos de los suyos se
adentrarían, mientras que los que eran como él preferían vivir con vidas simples, trabajos
decentes con los que poder vivir una vida normal, incluso de guardias de los cambiantes
más ricos, de los Dkann o de algún ser rico. Carlo había decidido subir y estaba en todo lo
alto. Beck escucho a sus hermanos salir detrás suya preocupados, podía olerlo.

 La hemos marcado.

Lo que le faltaba por escuchar acababa de llegar a sus oídos, maldiciendo se negó,
movió la cabeza intentando no cambiar a oso y correr hacia la humana que tenía a no más
de dos mil metros.

 Debimos dejarla desde el principio, una humana tan hermosa debía de estar
con alguien.
Los hermanos hablaban tan bajo que apenas se podían escuchar entre ellos.

 No sé cómo no olimos en su piel a uno de ellos, ni se cómo ella no se resistió,


ni siquiera nombro a Carlo cuando la vimos por primera vez.

Beck suspiro, gruño y soltó un fuerte aliento a la nada, había sentido que ella le
pertenecía, se había contenido de decirle un simple te amo, ella igual se lo hubiera devuelto,
quien sabia, había sentido que ella era la compañera de los cinco, lo único que les faltaba,
se sentía increíble al estar con ella, como con ninguna de las pocas hembras que los había
aceptado, había sentido que era pequeña, que al apretarla contra él sonaban sus huesos
levemente, deberían de alimentarla, ahora solo sentía una gran presión en su pecho,
dolorosa, parecía que estaban estrujando su corazón con unas cuerdas cubiertas de sal, no
iba a llorar, él jamás había llorado, ni lo haría nunca.

 Tenemos que dar nuestra decisión y votar entre todos si lo dejaremos entrar en
nuestras tierras.

Carlo había llamado hacia dos días, nada más llegar Beck de casa de Grace, tras
terminar ella de hacerle el amor y él volverla para montarla como un animal mientras la
marcaba en un costado de sus cadera recibió la noticia de sus hermanos, incrédulo se quedó
de pie mirado fijamente a Rhys, un Rhys que estaba completamente blanco, volviendo a la
casa seguido de sus hermanos dio un simple si y sus hermanos dieron la misma
contestación, al igual que todos los cambiantes que la ocupaban, en varios días Grace
estaría con su marido y ellos tendrían que dar la cara cuando se presentase ante todos
preguntando quien la había marcado por toda la piel.

Grace.
Llevaba varios días sin nevar, feliz sonrió mientras soplaba a su chocolate, hoy
saldría a pasear, las pocas horas de luz que le permitirían hacerlo lo haría, deseaba llegar
aunque fuera al rio que corría alejado detrás de la casa, aunque delante tenía un enorme
lago que debía de ser precioso, pero no pensaba ni acercarse hasta que se descongelase y así
se veía ahora, solamente con unos pantalones de nieve algo de abrigo encima, un precioso
gorro blanco que cubría su cabello y un abrigo especial para la nieve, pero prefería haberse
puesto el precioso abrigo que le había regalado Carlo justo antes de abandonarlo, no sabía
lo que sería de él, ella no miraba las noticias y desde luego no pensaba buscarlo en las
principales redes sociales del mundo para dar la alarma, mientras respiraba por la boca
pudo ver de cerca el rio congelado, volviendo su mirada hacia atrás se asustó al ver lo de
noche que había llegado a hacerse, volviendo en sus pasos no pudo dejar de pensar en los
cinco grandes hombres que la habían visitado desde que había llegado, ¡Dios!, Grace sentía
que le sobraba la ropa cuando pensaba en ellos, ¿Quiénes podían ser?, desde luego que
había pensado en sus vecinos hasta ayer mismo que la miraron con verdadero asco mientras
se tomaba un chocolate, como a ella le gustaba, solamente que esos cinco grandes tipos,
cabezones y corpulentos le amargaron toda la taza, incluso la dejo sobre la mesa de la
cocina y se alejó al salón. Llegando a su casa suspiro mientras se quitaba las botas y los
calcetines, el abrigo, los pantalones congelados, se dejó los leotardos y las camisetas hasta
quedarse con la térmica, pero muerta de frio se puso el abrigo blanco de Carlo, tenía que
bajar a poner leña en la caldera, finalmente se sacó el gorro dejando caer su cabello largo
hasta el final del abrigo, comenzó a tararear una canción que siempre le había encantado,
pero tuvo que callarse al escuchar como la silbaba alguien que conocía muy bien y nerviosa
tuvo soltar el gorro con manos temblorosas al ver lo que tenía delante, apenas a cinco pasos
de ella.

 Carlo.

Grace retrocedió varios pasos hasta chocar con la puerta que acababa de cerrar, fue
a volverse para abrirla, pero él la aprisiono haciendo a su rostro rasparse con la madera
desgastada por el tiempo.

 ¿Esa es la manera de recibir a tu marido después de dos años de huidas e


intentos de divorcio?

Ella no supo que hacer, ni tan siquiera que decir mientras Carlo respiraba en su
cabello su aroma.

 Te echaba tanto de menos Grace.

Antes de que pudiera hacer absolutamente nada Carlo comenzó a destrozar su


abrigo y tironeo de sus ropas térmicas descubriendo su cuello y sus hombros, finalmente se
alejó y ella lo vio más extraño que nunca, alzando una mano llena de pelo y garras señalo
su cuello mientras ella trataba de abrir la puerta.

 ¿Quién te ha marcado?
Grace trataba de no desmayarse, vio como Carlo crecía hasta alcanzar más de dos
metros, sus piernas cambiaron a patas largas, peludas y estiradas, sus brazos tenían vello,
asustada trataba de no desmayarse mientras subía la mirada a su rostro, pero no estaba, este
ahora tenía un largo hocico, no llegaría a la pistola detrás del espejo, tendría que pasar
delante del enorme animal que tenía delante.
 ¿Carlo?

Un terrible aullido salió de los labios del animal haciéndola llevarse las manos a los
oídos mientras lo veía alzar la mirada, Grace corrió fuera del porche, el suelo estaba
resbaloso y congelado, Grace bajo las escaleras y corrió con todas sus fuerzas, se iba
hundiendo por la nieve y finalmente cayó al suelo, volviéndose de medio lado vio a la
bestia con una de sus patas entre las suyas, tenía las garras cera de su rostro, ella solo se
dejó caer de espaldas al suelo viéndose reflejada en los ojos del animal, varios gruñidos y
rugidos lo hicieron volverse, Grace cerro los ojos, estaba tan nerviosa que no sabía el
tiempo que llevaba sin tomar aliento y eso hizo varias veces hasta que alzo la mirada
viendo a lo que debía de ser Carlo frente a sus vecinos, al verlos desnudos Grace observo el
pecho lleno de tatuajes tribales, ocultaban sus cicatrices, supo que era él, nada más bajar la
mirada hasta sus ojos ella lo reconoció.

 Vuelve a tu forma, ¡Ahora!

Su imponente voz la hizo vibrar, Grace se incorporó un poco, tuvo que apoyarse en
la fría nieve con las manos y palpo algo grueso y largo, un palo, viendo que Carlo se estaba
preparando para saltar hacia alguno de ellos no dudo y se levantó con el palo para golpearlo
con todas sus fuerzas en la cabeza, no le hizo nada, simplemente se volvió y salto con ella
lejos mientras la aplastaba por las costillas y rajaba su piel con las garras, al caer al suelo se
resbalo y Grace trato de respirar con los ojos medio cerrados, observo a Carlo alzarla y
aullar con ella mientras cambiaba a humano rápidamente.

 Grace, por favor.

Ella solo trataba de respirar sin que le doliera como le dolía toda la piel herida
contra el frio viento.

 Dámela.

Carlo se volvió a mirar a Beck, este lo miraba furioso, Grace se llevó una de sus
manos a una de las zonas que más le dolía y sintió su sangre salir rápidamente, bajando su
mirada a la nieve la vio teñida de sangre.

 Voy a morir Carlo.

Él volvió su mirada hacia ella con tristeza, comenzó a llorar y puso su rostro en su
cuello negando mientras ella trataba de abrir los ojos.
 No Grace, no lo permitiré, ¿Por qué no te dejaría marchar?, perdóname.

Carlo volvió su mirada a su rostro y la vio inconsciente, volvió a aullar y rompió a


llorar con ganas mientras la abrazaba a su cuerpo.

 ¡Que me la des maldito perro!

Beck tenía sus manos estiradas hacia él y Carlo no pudo evitar mirarlo.

 ¿Puedes curarla?

Él no lo sabía, pero iría al hospital corriendo para que lo intentaran Fadel y Jalil,
insistieron en quedarse, con el pretexto de que había una humana en medio de la nada y
ahora lo agradecía, a pesar de sus insistencias en que se fueran, volviendo su mirada a su
rostro mientras corría la vio abrir los ojos levemente, la sintió llevar una de sus frías manos
a su pecho y bajo la mirada mientras derribaba la puerta del centro médico viéndola sonreír
al dibujar varias de sus cicatrices.

 ¿Qué ha pasado?

Beck aparto los papeles que había en una camilla, los tiro todos sin importar, al
igual que las medicinas y frascos que había sobre ella y puso a Grace perdiendo su toque.

 La he lastimado, no pude contenerme al verla marcada y enfurecí.

Carlo se llevó las manos a sus cabellos largos y se dejó caer en cuclillas al suelo
mientras los hermanos hienas empezaban a cortar sus ropas y tirarlas dejando a Grace en un
sujetador blanco y los leotardos, tenía la piel morada y enrojecida, su espalda también, al
torcerla pudieron verla, le pincharon algo y la hicieron dormir profundamente, los
hermanos empezaron rápidamente a tapar la herida que vertía sin cesar sangre en sus
costillas, Beck casi no podía ver lo que hacían, iban muy rápido los dos, uno a cada lado de
ella. Beck se volvió al sentir a Carlo detrás suya y puso su mano en un puño para volverse y
golpear con todas sus fuerzas al licántropo haciéndolo caer contra una pared del pasillo.

 Si vuelves a tocarla te arrancare los brazos y las piernas.

Beck tuvo que detenerse y llevarse una mano al pecho, respiro varias veces y
señalo a Carlo con sus manos cambiando a zarpas hasta sus brazos.

 Quiero que te vayas de aquí o te destripare y después te destrozare.

Carlo se levantó furioso viendo a los hermanos de Beck detrás de él, taponaban la
puerta donde estaba Grace.

 Quiero saber que está bien.

Beck rugió, con todas sus fuerzas lo volvió a golpear haciéndolo caer.

 ¡Es mi mujer!
Cogiéndolo por el cuello Beck le enseño los dientes afilados haciéndolo tragar.

 Ahora es nuestra hembra, te marcharas de aquí o me encargare de hacerte


volver yo en una caja de zapatos.

Carlo se soltó de su agarre mirándolo furioso, pero la mirada seria de Beck y la


mandíbula completamente apretada lo silenciaron.

 ¿Hueles eso Fadel?

Los dos hermanos coyotes se miraron entre ellos respirando con fuerza.

 La estamos perdiendo.

Las palabras entre rugidos de Fadel hicieron a todos volverse viendo a los dos
hermanos hablando entre ellos.

 Creo que tiene un colapso pulmonar.

Jalil miro a su hermano con los ojos completamente abiertos.

 Aquí no tienen material para la intervención.

Los hermanos tuvieron que apartarse al ver llegar a Beck, caminaba completamente
ido hacia Grace, ella abrió levemente los ojos, parecía que había sentido su presencia e
incluso alzo una de sus manos con todas sus fuerzas para que él se la cogiera llevándola a
sus labios, antes de que pudiera apartar la mano y abrazarla ella dibujo su rostro hasta llegar
a su cicatriz en un lado del rostro, abrió los ojos un poco más y le sonrió, vio como él se
limpiaba varias lágrimas con una mano sin querer apartarse de su toque

 No te vayas preciosa, ¿Qué voy a hacer sin ver tus ojos?, esos ojos en los que
no me importaría ahogarme si me hundiera en ellos como en el fondo del mar.

Acercándose a su rostro pego su nariz a la suya y casi no podía respirar su esencia


natural, se estaba yendo.

 Puedes tenerla y lo sabes.

Beck vio a Grace abrir los ojos de golpe al escuchar una extraña y musical voz, vio
como él gran hombre que tenía frente a ella se volvía con el rostro furioso hacia la persona
que hablaba.

 ¡Yaroslav!

Él nombrado camino hacia Beck y se cruzó de brazos mirando a Grace


detenidamente.
 ¿Quieres vivir?

Grace asintió como pudo.

 ¿Se transformara en una de vosotros?

Yaroslav aparto la mirada de Grace para mirar a Beck ceñudo.

 Para nada, no estaría mal.

El fuerte gruñido de Beck hizo a Yaroslav sonreír.

 Su herida no es mortal, por lo tanto solo necesita que yo la ayude a curarse.

Beck asintió llevando sus manos hacia Grace, como si se tratase de un


ofrecimiento.

 Sabes lo que quiero a cambio.

Al escucharlo Beck recogió sus dedos hasta hacer puños sus manos, sus nudillos se
volvían blancos completamente.

 Cúrala y me lo pensare.

Yaroslav soltó una carcajada mientras Beck lanzaba su puño hacia su rostro, un
rostro que desapareció haciendo que Beck golpeara una nube verde.

 Firma los documentos y ella seguirá con vida.

Beck se volvió a ver detrás de él a Yaroslav, estaba en la camilla mirando a Grace


verlo como podía.

 Yo solo no decido todo lo que pasa aquí.

Yaroslav movió su mano haciendo a las hojas de los documentos moverse


mostrando varias firmas más que dejaron a Beck boquiabierto, volviendo su mirada a él, lo
vio con las manos apoyadas en la camilla y el rostro bajado hasta casi el de Grace.

 Eres el último que queda por firmar, los demás miembros de tú estúpido
consejo han firmado. Creo que deberías hablar con ellos, decídete oso, ella no tiene todo el
día.

Beck cogió los documentos sin apartar la mirada de Yaroslav, los ojos color
morados del Dkann no mostraban nada, su rostro menos y su olor menos aún, Beck sintió
una corriente recorrer su espalda al ver como al mirar los papeles aparecía un bolígrafo de
Yums, una preciosa joya del planeta del susodicho que tenía ante él.
 No lo pienses Beck, todo esto será bueno para vosotros, os protegeremos,
como hacemos con la manada de tigres de Rusia y sin molestaros, ¿Crees que cuando tu
hembra este embarazada de varios cachorros mientras vosotros lidiáis con otros tantos por
la casa no os protegeríamos?, con más fervor, sabes que los planetas como el mío tenemos
un interés común y no nos interesa enfadar a los habitantes del único planeta que queda en
el universo capaz de darnos hembras, hermosas, robustas, fértiles y capaces de amarnos.

Firmo, sin más lo hizo y al terminar Yaroslav charqueo los dedos haciendo
desaparecer el documento y el bolígrafo de sus manos, alzo la mirada para ver como
Yaroslav sonreía, siseaba a Grace mientras se remangaba la camisa negra que llevaba
puesta de unos hermanos diseñadores de otro planeta vecino de él.

 Podías dejarme probarla, debe de saber divina.

Beck se lamio los labios al recordar el toque de la sangre de Grace en sus labios
mientras la marcaba, escuchando a Carlo rechistar se volvió furioso mirándolo.

 Es su mujer, ¿Verdad?

Beck le asintió son tristeza.

 ¡Carlo Di Maggio eres una vergüenza!, en mi planeta por esto te


entregaríamos a los Berghent, te dejaría caer desde lo más alto y alejado de una de sus
montañas para que ellos te cogieran con los tentáculos que salen de sus cuerpos y dejaría
que te esclavizasen.

Yaroslav termino de remangarse hasta el codo y sonrió haciendo a uno de sus dedos
convertirse en garra, lo acerco a su muñeca y dibujo una línea larga que hizo a su sangre
caer sobre los labios de Grace, sonriendo diabólicamente miro a Beck

 Chúpame preciosa, trágame todo.

Hijo de puta, Beck sintió ganas de matar al cabrón que seguía sonriente.

 Se desmayara y recuperara, en no más de una hora estará completamente


recuperada.

Beck simplemente asintió sin apartar la mirada de Grace, cuando su maldito


marido se volvió hacia ella, la lanzo con él lejos destrozándola mientras los segundos
pasaban lentos y crueles, terminando que quitarle las pocas ropas que le quedaban
destrozadas por el cuerpo Beck sentía sus manos temblar, sus heridas se estaban curando
mágicamente y estaba sorprendido, deshaciendo la camilla de las sabanas frías envolvió el
cuerpo de la humana y la cogió debajo de las rodillas y por su cuello, camino cerca del que
podía haber sido el asesino de Grace y suspiro, las leyes cambiantes eran claras, nunca
involucrarse con una hembra casada, emparejada, marcada, daba igual que murieras de
pena junto a todos tus hermanos, ya había pasado en otras razas, como en la de los coyotes
de Texas, descubrieron a su única ya casada, embarazada y con hijos, la tristeza los inundo
de tal manera que fallecieron en cuestión de meses. Ellos no iban a permitir que Carlo Di
Maggio se la quitara, si ella decidía marcharse y seguir con su vida, Beck rugió furioso todo
lo bajo que pudo, ellos la seguirían al mismísimo infierno hasta que los aceptara, si es que
la dejaban decidir y marcharse, los cambiantes no conocían la paciencia en lo referente a
sus únicas, las encontraban y las arrastraban con ellos, como auténticos cavernícolas, las
llevaban a sus casas, ahora con un poco más de paciencia y engaños, pero trataban de
hacerlo bien, joder, se habían preparado para sus únicas, ya fueran humanas o cambiantes.
Pero todo lo que aprende un ser como ellos no se puede contener al estar con ella, su única.
Llegando al dormitorio de Grace la puso sobre su cuerpo en el centro de la cama, la rodeo
con sus brazos mientras suspiraba con verdadera alegría ahora que estaba solo con sus
hermanos y ella, se le escurrió levemente de los brazos y tuvo que llevarse una mano al
rostro para secarse las lágrimas de alegría que llegaban hasta su cuello, sus hermanos
subieron alrededor de la cama, se abrazaron al cuerpo de ella, besándola con ternura,
mientras Beck la besaba en la sien escuchándola suspirar, cuando se sintió algo más
tranquilo llamo la atención de sus hermanos para que salieran de la cama, la dejo tumbada,
lentamente, poniendo un plumón blanco sobre ella, hasta su barbilla, la vio acurrucarse, él
se levantó, no podían quedarse junto a ella, debían ir a castigar a los licántropos e incluso
debía hablar con el consejo del pueblo, saliendo de la casa de techos en los que casi debían
de tener cuidado con algunas lámparas que la vieja tenia salieron al pequeño porche con
varias sillas de paja en las que si ellos pusieran sus traseros caerían como un amasijo,
pasando por la puerta de la suya rápidamente pudo ver lo grande que era todo, no se había
percatado, la verdad nunca le había dado importancia, todo tenía un tamaño grande y era
robusto, al igual que en las casas de todos los cambiantes que habían visto, entraron a
ponerse unas camisas y pantalones de vestir, Beck se limpió la sangre reseca de Grace que
se había quedado en su cuerpo y rápidamente los cinco caminaron hablando detenidamente
terminando de llegar a casa de los dos hermanos bisontes, por el olor, podían oler a los tres
águilas, incluso a todos los osos que había por los alrededores, la enorme casa de los
hermanos bisonte estaba rodeada de vehículos, volviendo la mirada a su hermano Tucker
negó soltando una carcajada baja, nunca entenderían porque necesitaban vehículos los
cambiantes en estas zonas del mundo, un pequeño ruido, el estallido de una rama llamo sus
atenciones haciéndolos volverse ante seis ojos azules claros que se movían zig zagueando
por la nieve.

 ¿Os sentís engañados?, puedo olerlo junto a mis hermanos.

Varios gruñidos sonaron seguidos, los cinco perdieron de vista asombrados a los
cambiantes que tenían delante, Beck vio a Matt acercarse a la barandilla mientras él se
llevaba una mano a la barbilla viéndolo saltar para atrás ante el cuerpo de un cambiante
desnudo que soltaba una carcajada mientras su cabello blanco con manchas negras de
leopardo caía por sus hombros.

 Odio a los leopardos de las nieves, siempre estáis jugando.

De nuevo el cambiante soltó una carcajada mientras sus dos hermanos idénticos
saltaban sobre la barandilla del porche haciéndola quejarse. Se quedaron sobre sus pies y
una mano mirándolos hasta que los tres respiraron a la vez ruidosamente.

 ¿Qué es ese olor en vuestra piel?, es comestible.

Los tres hermanos se lamieron a la vez los colmillos que no habían cambiado aun a
sus dientes normales.

 Huelo carne fresca, ¡Humana!

Los cinco se pusieron alerta viendo como los tres leopardos torcían su rostro hacia
la casa alejada donde estaba Grace sola, Beck señalo a Tucker, le mando irse con Grace,
rápidamente y protegerla.

 ¿Crees que tocaría a una humana indefensa, pequeña y frágil?, Mis hermanos
y yo la destrozaríamos con nuestras pollas.

Beck se volvió mirando a los dos hermanos que seguían apoyados en la barandilla
sonrientes, sin moverse.
 Igual sería divertido Onza, nunca hemos tocado una, ellos podrían explicarnos
como se sienten cuando están enterrados en ella.

Rhys fue a lanzarse a por el hermano que hablaba inclinado hacia delante en el oído
del hermano que llevaba la voz dominante, pero antes de que eso pasara un carraspeo que
sonó más bien como un rugido de advertencia les hizo volverse para ver a un enorme
cambiante a oso Kodiak inclinado en la puerta.

 Pasar, tengo cosas mejor que hacer junto a mis hermanos que escucharos reñir
por una hembra preciosa.

Los cuatro se quedaron completamente boquiabiertos mirando al cambiante


relamerse.

 ¿Creéis que no la vi junto a mi hermano cuando llego?, todos aquí lo hicimos,


vimos su melena volar por el frio viento hasta acabar en el bajo de su abrigo como un
charco de sangre y su olor era increíble.

Los cuatro tuvieron que tratar de calmarse, Beck apretaba y cerraba las manos que
le cambiaban a zarpas constantemente, Rhys se labia llevado un puño a los labio que ahora
mordía con furia haciéndose incluso sangre y Matt junto a Jonh se tiraban de los cabellos
tratando de atarlos en una coleta completamente revuelta en lo alto de sus cabezas.

 Estamos todos, veréis que divertido.

Lo dudaron nada más ver miradas serias al entrar, una enorme mesa ocupaba el
salón con los hermanos mayores como Beck, solamente que casi todos eran millonarios,
billonarios, ricos o simplemente adinerados del pueblo, sus hermanos se quedaron junto al
resto de cambiantes que esperaban a sus hermanos y Beck paso junto al hermano lince de
cabello pelirrojo depilado por láser a la perfección inclinando la cabeza seriamente, el lince
rojizo lo miro ampliando sus pupilas mientras respiraba ansioso la esencia de Grace en su
piel, el gato montés bebía de su copa mientras inclinaba la cabeza, el lince moteado alzo
una ceja y la comisura de su labio izquierdo, varios cambiantes más a felino lo miraban
seriamente, al igual que los caninos y osos, incluso los diferentes zorros, todos y cada uno
de ellos hasta que llego ante los osos que estaban con un espacio entre sus inmensos
tamaños para él.

 Menudo recibimiento.

Beck se llevó un codazo en las costillas por parte del Kodiak.


 Son unos envidiosos.

Varios gruñidos llenaron el salón haciendo a Beck sus pirar mientras metía bajo la
mesa sus manos en puños tratando de calmarse.

 ¿Por qué firmasteis los documentos de cesión de terrenos a los seres de la


galaxia?

Beck los recorrió a todos con la mirada viéndolos bajar las suyas, pero el kodiak
junto a él soltó un suspiro amargo.

 Aunque tú y tus hermanos habéis sido los primeros en encontrar una


compañera en este trozo de hielo, muchos otros quieren lo mismo, amor, formar una
familia, por eso queremos a esas cosas cerca de nuestras tierras, para protegernos, dudo
mucho que todos estemos emparejados rápidamente.

Muchos gruñeron negativas hacia el Kodiak que soltó varias carcajadas.

 ¿Qué tierras pensáis venderles o cederles a los Dkann?

Un cambiante enorme a Lobo albino de ojos completamente blancos, salvo por un


diminuto punto negro en el centro de ellos enredo en un bolsillo de su pantalón de vestir
mientras les señalaba con el dedo índice pidiendo un minuto, su corbata negra se movía
hacia delante con elegancia, se sacó un papel doblado demasiadas veces, algo amarillento
por el pasar de los años y comenzó a abrirlo mostrando toda la ciudad que habían
construido, cuando termino sonrió cogiendo un bolígrafo de la mesa.

 Si los pusiéramos detrás del bosque que le sigue al rio estarían bastante lejos
del pueblo, pero no a más de ocho kilómetros de la casa de Beck y su humana llego casi
hasta aquí andando.

Beck abrió los ojos de par en par ante las palabras del cambiante.

 Tranquilo Beck, se le hizo de noche el otro día y sólo comprobamos que


llegara a su casa. Por desgracia sucedió todo lo demás.
Él carraspeo, no se había dado cuenta que estaba gruñendo ante las palabras del
cambiante.

 ¿Comprobamos?, ¿Tu hermano Dev y tú Udai o alguno más?- mirándolo


seriamente mientras se incorporaba con las manos a cada lado de la mesa mientras rugía
con fuerza-. Lo digo porque voy a destriparos con mis garras por seguirla.

Él cambiante no se asustó de sus palabras, incluso se levantó y puso la misma


postura que Beck, un fuerte golpe en la mesa llamo sus atenciones y una voz oscura los
hizo mirar a un cambiante de mirada azul oscura.

 ¡Sentaros ahora mismo los dos!, juro por mi puta piel de pantera de las nieves
que os matare con mis propias manos y me hare unas malditas alfombras para mi salón si
no ponéis vuestros peludos traseros en las sillas ahora mismo.

Tanto Beck como Udai se volvieron hacia el cambiante con miradas aún más
furiosas viendo como enseguida rodeaban todos sus hermanos a este, todos se cruzaron de
brazos, sus camisas se quejaron y estiraron hasta más no poder mientras Beck le contestaba.

 No si antes te arranco yo a ti la tuya.

El cambiante sonrió levantando una copa hacia él.

 Podrías intentarlo, igual si pierdes me quedaría con tu jugosa humana.

Al escucharlo Beck salto sobre la mesa transformándose y haciendo a sus ropas


destrozarse cayendo, llego a poner el rostro de oso ante el del cambiante aun humano y
rugió con todas sus fuerzas haciendo al pantera apartar la mirada y bajarla mientras hablaba
bajo.

 Cálmate oso, ninguno de los que estamos aquí tocaríamos a tu humana y lo


sabes.

Beck se vio reflejado en los ojos azules oscuros, incluso su animal tenia las heridas
en el rostro que él tenía, dándole un último resoplido se volvió haciendo a la mesa
tambalear hasta que descendió junto a su silla y cambio sentándose completamente
desnudo.

 Tenemos que hablar sobre ella Beck, tarde o temprano deseara salir de aquí,
sabes que podría ser peligroso, los humanos que nos odian siempre se enteran de todo lo
más jugoso que sucede en el mundo de los cambiantes.

Él asintió, esta vez debía escuchar sin enfurecerse.

 Alguno de nosotros o algunos nos traicionan.


Todos miraron completamente sorprendidos a Beck.

 Seguramente muchos por todas partes, el caso de los tigres de Rusia con su
humana, llegaron a la misma vez los humanos a por ella, seguramente alguien de dentro los
delato y tuvieron demasiada suerte de que no se la llevaran y les destrozaran la vida para
siempre, como les paso a los leones albinos en el desierto más protegido del mundo por los
cambiantes, como llegaron tantos humanos con bazucas para destrozar a todo el que tratara
de impedir que se llevaran a Carla y no hablemos de los minotauros y los dragones, no es
normal todo esto.

Beck tuvo que detener su conversación llena de rabia y furia para tomar un poco de
aliento.

 Joder Beck, dudo mucho que ninguno de los que vivimos aquí nos traicionase
a los demás, incluso los cambiantes que están en otros países deben de estar locos por hacer
eso, es una acusación muy grave, hemos vivido en el mismo infierno todos, nos han hecho
pelear hasta matarnos, nos han drogado, apaleado, cortado, rajado, pinchado.

El cambiante que hablaba inclinado delante de la chimenea se volvió alzando su


descomunal cuerpo sus ojos de cada color eran asombrosos, uno era azul claro y el otro
amarillo, tenía un corte desde su mejilla hasta su ceja derecha, bastante profundo y
doloroso, trataba de ocultar su cojera severa, una que no le permitía correr o cambiar por
mucho tiempo, uno de sus hermanos trato de ayudarlo, pero él gruño furioso, camino cerca
de una silla y observo a todos detenidamente.

 Igualmente vigilaremos todo, llamadas, envíos de cargas y venidas, incluso


cuando hablemos con algún extraño varios de nosotros estaremos presentes. Ahora bien,
debemos decidir dónde colocar a los alienígenas.

El cambiante suspiro entre dientes volviendo su mirada dolorosa a Beck.

 Si aceptaras un terapeuta no te verías así, maldito lobo gris.

Ante las palabras del doctor Fadel salto, el lobo se levantó a pesar de su cojera y se
puso completamente recto en sus casi dos metros de puro músculo, aguanto hasta que su
piel vibro y sudo.

 Yo no necesito que un humano vuelva a poner sus sucias manos sobre mí.

Volviendo a sentarse de mala manera tratando de recuperarse, todos a su alrededor


se miraron entre ellos negándose.

 Colocarlos allí, debajo de la tierra no los veremos, solamente si los


necesitamos y su granja de juguete se cubrirá de nieve y hielo en invierno.

Los cambiantes empezaron a alzar las voces, a rugir, gruñir y pelear, Beck rugió
con todas sus fuerzas, se llevó las manos a la cabeza y escucho como todos se calmaban y
sentaban.

 Si no os importa, deseo terminar cuanto antes, nuestra única está


esperándonos.

Así era como estaba Grace….

Tucker llego al dormitorio respirando el aire, la esencia de ella, su única, si hubiera


decidido Beck que la dejarían marchar lo tendrían que haber aceptado, esperaba no
cambiara de idea. Él se desnudó, incluso saco su pierna artificial de su cuerpo sentándose
en la cama, comenzó desatando las correas que se tenía que poner alrededor de ella y la que
llegaba casi hasta su cadera, abriendo levemente el abrigado plumón sintió su olor, su
miembro también porque le dolió como el mismísimo infierno, bajando su mirada al cuerpo
de Grace la vio dormir plácidamente, su cabello rojo pasaba por su preciosa cintura que se
separaba por un par de deliciosos michelines, lamiéndose los labios la vio removerse y
quejarse levemente, ansioso entro en la cama y paso un brazo por su cuello, puso otro en su
cadera y apoyo su nariz en la separación de su frente con su cabello, respiro con ansia,
nunca había olido nada igual, ni mejor, ella se separó in poco de él y se puso retorcida para
atrás, haciendo que sus pezones algo contraídos subieran más arriba de su pecho, lo rozo y
Tucker no pudo evitar bajar la mirada a ellos, al igual que subir una de sus manos a uno y
acariciarlo hasta ponerlo completamente puntiagudo, después ella se movió poniéndose
boca arriba y él toco el otro pezón con su misma mano hasta ponerlo completamente
puntiagudo, descendiendo su mano entre los dos pechos llego a su vientre, esponjoso,
blando y suave, Tucker tuvo que relamerse al llegar por su ombligo y más abajo hasta su
monte de venus con algo de vello, finalmente llego a sus labios y hundió su dedo corazón
en su separación, llego a su perla y la dibujo escuchándola jadear, ella reaccionaba, abrió
sus piernas haciendo a sus labios separarse un poco, eso le dio mejor acceso a él que toco
su perla en círculos, bajo más su mano a su estrecha entrada y sonrió cogiendo un poco de
la nata que le estaba regalando, volvió a subir a su perla y con sus labios beso uno de sus
pezones sintiendo como ella llevaba una de sus manos a su brazo.

 ¡Dios!, no pares.

Él soltó una carcajada baja mientras mordisqueaba el pezón escuchándola chillar su


clímax mientras él se movía sin cesar su toque, se alzó levemente y se colocó entre sus
piernas viéndola abrazarse a sus pechos entre temblores.

 No te vayas.

Por nada del mundo dejaría ahora mismo de tocarla, bajo sus labios a su vientre, lo
recorrió a besos y lametones hasta llegar a su ombligo donde mordisqueo ansiosos,
gruñendo con fuerza.

 Por nada del mundo te dejaría.

Grace lo cogió por el cabello largo hasta sus hombros, hizo en lo alto de su nuca un
remolino y lo agarro con fuerza haciéndolo gruñir con ganas mientras trataba de penetrarla
escuchándola apretar los dientes y tragar entre ellos aliento con fuerza, asustado se detuvo
con la punta de su polla empapada por su humedad en su entrada.

 No pares.

Tucker volvió a empujar en ella levemente, la vio retorcerse, alzo su vientre y


retorció su espalda para atrás mientras gemía de placer al sentirlo dilatarla hasta casi doler.
 Se siente increíble.

Él subió besos hasta uno de sus pechos, lo mordisqueo, lo beso y lamio hasta sentir
que terminaba de clavarse en el fondo de su vagina, tuvo que contenerse para no morderla
en el acto, apoyo su frente en su cuello, perlaba hasta sudor de lo nervioso y ansioso que
estaba, con labios temblorosos mientras empezaba a moverse en el interior de Grace
recorrió su cuello, de abajo hasta su oreja, la dibujo con la punta de su lengua, desde su
lóbulo, toda la piel hasta acabar en su mejilla, la apretó entre los dientes a la vez que metía
su mano detrás de su cuello y la subía hasta su nuca enganchando su cabello con sus zarpas,
no podía evitarlo, incluso sintió su espalda erizarse, estaba cambiando levemente a oso,
necesitaba marcharla y no pudo evitarlo al desencadenar que ella lo apretara y se corriera
por toda su polla, él la siguió, se corrió con chorros espesos por toda su vagina, los dos
jadearon ansiosos, abrazados locamente y al terminar la volteo y volvió a clavarse en su
interior, de un solo golpe, rápido, seguido empezó a moverse salvajemente en su interior, la
volvió a sentir inundarlo mientras él la mordía en su hombro derecho ansioso, sin dejar de
follarla como un animal, volviendo a correrse abrazado a ella.

 Perdóname.

Lamiendo su mordisco sin aun salir de ella la escucho jadear con la garganta seca.

 Te necesitaba.

Ella movió la cabeza, asentía haciendo a su cabello larguísimo subir y bajar entre
ellos produciéndole a Tucker volver a ponerse completamente duro en su interior.

 Vuelves a estar duro.

Tuvo que asentirle, no sabía porque lo decía, había estado casada con un licántropo,
normalmente ellos no se diferenciaban mucho de ellos.

 Supongo que deberías de saberlo, estabas casada con un licántropo.

Grace se quedó completamente paralizada, incluso su piel empezó a ponerse tibia y


después fría.

 ¿Carlo era un licántropo?


Asustada salió de la cama rápidamente, cogió lo primero que sintió a sus pies y se
lo puso, era una camiseta de él y eso le hizo sonreír en la oscuridad, Grace caminaba
marcha atrás asustada.
 ¿Qué eres tú?

Tucker se quedó completamente paralizado en la cama cuando encendió la luz y lo


miro, sintió un enorme dolor en el pecho al verla bajar la mirada a su rodilla y después a su
solitario pie.

 Me atacaras también.

Llevándose las manos a su cuerpo jadeo y se las llevó a los labios, temblaba como
un maldito flan.

 Estoy muerta, es eso, tú eres un vampiro.

Grace se asustó totalmente al escuchar un aullido y la voz de Carlo fuera de la casa,


Tucker se sorprendió al verla bajar, trato de ponerse un calzoncillo y se agarró a su pierna
artificial para correr detrás de ella hasta que escucho la puerta de la casa ceder y vio como
un enorme licántropo aullaba en la puerta ante una Grace con una pistola de empuñadura
rosa.

 Te dijimos que te marcharas de aquí.

Tucker rugió furioso, con todas sus fuerzas esperando que le escucharan sus
hermanos y acudieran a ayudarlo. Pero dudaba mucho que eso sucediera, los cambiantes
hacían demasiado ruido cuando se reunían.

 Ella vendrá conmigo, es mi mujer, no pienso dejar que este más tiempo
apartada de mí.

Grace retrocedió varios pasos al verlo estirar una pata que se transformó en mano,
tuvo que dar varios pasos más para que él no la cogiera.

 Vamos Grace, ven conmigo.

Al verla negar con los ojos completamente abiertos soltó un mordisco furioso y
aulló haciéndola temblar mientras lo apuntaba.

 Debí dejar que te desangraras y murieras.

Estiro sus garras afiladas hacia ella haciéndola disparar una vez y retroceder
mientras él sonreía entrando una de sus manos en su pecho donde había disparado, se sacó
la bala y se la lanzo a Grace al rostro, la salpico de sangre y le hizo contenerse las náuseas.

 ¿Crees que puedes matarme?, ¿Tú?, venga Grace, no me hagas a mí y a todos


los míos destrozar todo este pueblo hasta los cimientos, ven conmigo, vuelve a casa y no te
obligare a mirar mientras mato a todos, empezando por Tucker, un cambiante que debía de
haberse dejado morir cuando le cortaron la pierna.
Ella abrió y cerró los labios como un pez al verlo torcer su rostro hacia él
nombrado, al ver a Carlo prepararse para lanzar hacia él comenzó a disparar, varias veces
en su cara y pecho, atravesó su mejilla, rompió dientes y salió por el otro lado el disparo,
Grace pudo ver el agujero chorrear sangre, Carlo escupió los dientes y sangre que había
destrozado, delante de ella manchando sus pies y piernas.

 Estúpida gorda de mierda, nunca ibas a prosperar en la vida, estas


acostumbrada a vivir como una reina, ahora crees que él oso y sus hermanitos te tendrán
como a ricitos de oro en medio del bosque. Echaras de menos la buena vida que yo te daba,
tus zapatos de diseñador, tú precioso pegasus, tus joyas.

Grace negó mientras trataba de no caer al resbalar con la sangre tratando de


retroceder.

 Cuando te conocí eras un simple guardaespaldas de mi padre, con un sueldo


de mierda y lo deje todo para estar contigo, debí de darme cuenta de que no era normal lo
rápido que te hiciste rico, seguramente el amor me impedía verlo hasta que me lo tiraste
todo en la cara matando a aquellos hombres.

Carlo se encogió de hombros.

 Son negocios mi amor.

 Nunca me hacías el amor más de una vez, siempre a oscuras, ¿Alguna vez me
llegaste a amar Carlo?, ¿O fue todo por rabia ante los rechazos hacia ti de mi padre?

Carlo se encogió de hombros haciéndola enfurecer.

 Maldito carbón, mi padre llevaba razón, todo lo hacías por odio hacia él, como
una puta imbécil te creía todas tus mentiras, incluso deje de hablar con él, hasta que te vi
matar a aquellos hombres, ¡Asesino!

Grace temblaba de furia, volvió a empuñar su arma, pero él sonrió esperando.

 Me robaron mercancía y debía recuperarla, como ninguno quería hablar


empecé a matarlos.

Las palabras tan frías que salían de la voz de Carlo la dejaban completamente
sorprendida, sus ojos marrones chocolate se estaban oscureciendo a un rojo sangre mientras
hablaba.

 Todo el que me traiciona muere.

Grace se quedó completamente quieta, cerró los ojos esperando que saltara sobre
ella y la matara, pero tuvo que abrirlos, pestañeo varias veces al ver a Carlo tratando de
separar su cuerpo del tipo vestido de negro que tenía sujeta su cabeza y tiraba de ella hasta
empezar a separarla de su cuerpo, Tucker llego hasta ella, la rodeo con sus fuertes brazos y
la separo de la escena, Carlo chillo varias veces su nombre mientras trataba de defenderse,
Grace lo miro por última vez, sus ojos volvieron a su marrón chocolate que tanto le había
gustado siempre, no se había percatado de los inmensos y profundos sollozos que soltaba.

 Tranquila.

Tucker la rodeo con sus fuertes brazos y ella cerrando los puños en su pecho
comenzó a llorar, desconsoladamente mientras el acariciaba su cabeza tratando de calmarla,
Grace no supo cuánto tiempo estuvo así, Tucker ya casi no podía mantenerse en pie,
temblaba con dolor, pero no quería dejar de estar con ella, el cabrón del licántropo ni
siquiera la había querido, estaba con ella por odio hacia su padre, estaba nervioso, los
humanos eran tan complicados que ahora mismo no sabía cómo iba a reaccionar ella, si les
dejaría y se marcharía para nunca volver, solo de pensarlo su pecho martilleaba
dolorosamente, más incluso que su pierna, sus brazos incluso temblaban, sus lágrimas caían
espesamente hasta su barbilla, el dolor de ella lo estaba jodiendo vivo, podía respirar su
esencia natural con toques amargosos como el azufre, Tucker vio como varios helicópteros
descendían fuera de la casa, eso sí llamo la atención de todos los cambiantes reunidos, el
ruido y el movimiento de la nieve que hicieron las aspas, Grace, la sintió carraspear
mientras se torcía a mirar a un hombre de cabello rojizo, tenía el rostro lleno de pecas y
seguramente todo su cuerpo, Tucker no podía verlo por los guantes negros de cuero que
llevaba.

 Papa.

Grace se limpió las lágrimas y rodeo a Tucker con sus brazos, lo beso en una de las
mejillas y se volvió para ver a su padre golpeando a uno de sus empleados que trataba de
ayudarlo a bajar del helicóptero con un bastón que le ofrecía otro mientras gruñía.

 ¿Crees que necesito de vuestra ayuda?, cuando no llegue a mi puto culo para
limpiarme os avisare, ahora apártate de mi camino o te juro que te comerás el bastón.

Su padre se puso completamente recto caminando mientras los cambiantes que


llegaban a toda prisa desde la reunión se detenían al ver que no era un enemigo. El padre de
Grace los saludo cordialmente y se encamino por la entrada de la casa hasta el porche
donde miro al chaval que había golpeado y después la nieve en las escaleras, dio unos pasos
hasta la barandilla y se agarró subiéndola lentamente hasta que llegó al último y escucho la
puerta abrirse, al subir su mirada se quedó con los ojos completamente abiertos
comprobando a Grace, observo sus salpicaduras de sangre y sus mordiscos finalmente
mientras suspiraba.

 Sube a ducharte y cambiarte antes de que te abrace hija, sabes que no me gusta
demasiado el olor de la sangre.

Volviéndose al chico que había golpeado alzo una ceja.

 Busca la cocina y hazme un puto café chaval, tengo el culo helado.


Terminando de entrar se encamino al salón y se sentó en un sillón que se
balanceaba viendo al chico volver con el café.

 Gracias joven y no vuelvas a intentar ayudar a un viejo mientras que no te lo


pida.
Cuando se terminó el café se llevó las manos a sus rodillas y apretó los dientes
antes de levantarse y caminar a la fotografía caída de Grace con su hermana.

 Papa.

Al volverse dejo la foto donde estaba y se volvió abriendo sus brazos, beso a su hija
en la sien y soltó una espesa lagrima que trato de ocultar.

 Supongo que la sangre que tenías en tu cuerpo era de Carlo.

Ella asintió con tristeza sin soltar a su padre.

 Los jóvenes nunca hacéis caso de vuestros mayores.

Grace soltó una carcajada entre lágrimas.

 Ya sabrás que era un licántropo, bueno supongo.

Ella tuvo que mirar a su padre sorprendida.

 Igual que todos los que habitan este pueblo y muchos otros del mundo Grace,
¿Podríais dejarnos solos por favor?

Tucker fue el último en salir, cerró la puerta detrás suya, el padre de Grace la llevo
hasta un sofá de dos plazas, se agarró a su brazo y ella le sonrió mientras se sentaban.

 Quiero hablarte bajo porque seguramente ellos nos escuchen desde fuera hasta
hablando así. Vi que tienes marchas por tus hombros y como son diferentes no son de Carlo
y eso es bueno, pero, ¿Quién te las ha hecho Grace?, solamente el cambiante grande con el
que estabas no.

Grace tuvo que asentir completamente avergonzada.

 Ahora les perteneces.

Con los ojos completamente abiertos ella negó.

 Te recomiendo que no te apartes mucho tiempo del lado de ellos Grace.

 Nunca te he pedido perdón por todas las locuras que hice.


Su padre le abrió los brazos y la agarro con fuerza mientras la volvía a besar.

 Estas bien, gracias a Dios es lo único importante, lo pase muy mal los años
que estuviste con Carlo, mientras huías de el para que no te encontrase accedió a firmarme
unos documentos con los que sí lo detenían no te relacionasen con sus negocios, me costó
un montón que lo hiciera, pero finalmente lo hizo, salvo el divorcio, te busco hasta la
saciedad, por más que le insistía en que firmara los papeles del divorcio, peor lo hacía.

Grace llevó su mirada hacia la sangre que había por todo el suelo.

 Soy una idiota papa.

Su padre le siseo besándola en una mejilla.

 Tranquila cariño, confiaste mucho en él y yo no le di ninguna oportunidad,


sabía lo que era, al igual que los chavales que trabajan para mí, tú te enamoraste por
primera vez y él se obsesiono con darte todo lo que yo te daba de cualquier manera, no voy
a obligarte a quedarte Grace, puedes hacer lo que quieras, ahora Carlo no te persigue.

Grace tuvo que asentir mientras apoyaba la cabeza en el hombro de su padre.

 ¿Qué tal todo por Inglaterra?

Su padre volvió a besarla en la frente, varias veces y abrazarla con fuerza mientras
suspiraba calmado.

 Como siempre, llueve, hace frio, se sigue comiendo lo mismo, poco más, ya
sabes.

 Me gustaría volver a casa, ver a mis amigas, tomarme un té con leche y


acurrucarme en la chimenea de la mansión mientras tocas el piano.

Su padre se separó de ella y se puso sobre su bastón gruñendo molesto.

 Ésta vieja casa me trae buenos recuerdos y se está quedando fría hija.

Grace le cogió por la muñeca haciéndolo detenerse.

 No te vayas papa.

Él simplemente despeino su cabello haciéndola sonreír.

 Me cuesta soportar el clima de Londres, como para aguantar este más de unas
horas.

 Entonces me marchare contigo.


Su padre se volvió con los ojos completamente abiertos.

 No debes hija, ahora ellos te cuidaran mejor que yo y es muy triste para un
cambiante estar sin su compañera, debes permanecer aquí Grace.

Ella negó con tristeza.

 Quiero estar contigo también.

 Grace la pasaras mal, eres joven y ya te han pasado por sus mordiscos el deseo
sexual, créeme acabaras volviéndote loca sin ellos.

Por mucho que su padre insistió, incluso chillo furioso ella no entraba ninguna de
sus palabras en su brillante cabeza, su padre finalmente suspiro cogiéndose la barbilla
mientras observaba por la ventana la carrera de sangre del licántropo que estaban cubriendo
de nieve.
 Como desees Grace, yo no quiero saber nada, sube a por tus maletas.

Encogiéndose de hombros mientras se acercaba a la ventana para mirar el cielo


completamente grisáceo suspiro, su hija podía llegar a ser muy complicada, bajando la
mirada idéntica a la de su hija se fijó en el cambiante que estaba con su hija cuando llego,
estaba junto a cuatro titanes de hierro que pesarían alrededor de ciento cincuenta kilos cada
uno, joder, estaban en unas simples camisetas de tirantas que marcaba sus cuerpos
completamente trabajados, su cuerpo tembló mientras escuchaba al chico que siempre lo
ayudaba llegar.

 ¿Señor Wells?, le vi acercarse a la ventana y pensé que igual deseaba su abrigo


y sus guantes.

 Te he repetido miles de veces que me digas Theo chaval.

El chico sonrió haciéndolo alzar una ceja.

 Nunca dejare de tratarlo de usted señor Theo.

Se puso el abrigo con ayuda de él y le cogió los guantes poniéndose solo uno.

 ¿Tan viejo parezco?, tengo cincuenta y dos años.

Volviendo su mirada hacia los musculosos cambiantes hablo todo lo bajo y entre
dientes que pudo.

 Ella se quiere venir conmigo.

El chico sonrió devolviéndole el bastón.

 Que buena noticia señor.


 Sería buena si ellos no la hubieran marcado, cuando vuelva el avión regresara
aquí a por ellos, voy a salir para decirles que se busquen algún sitio donde vivan la gente
cambiante.

Viendo como le ofrecía su brazo el chico apretó los labios.

 ¿Sabes chaval?, estuve muchos años en una silla de ruedas, cuando tuve a mi
hija era un vive la vida, corría carreras, dormía con chicas guapas de piernas largas cada
noche, su madre ni me dijo que había nacido, dos años después me estampé contra una
pared a más de doscientos por hora y todas esas mujeres que incluso me llamaban a mi
deseando pasar una noche conmigo dejaron de hacerlo, impotente chaval, ¿Sabes lo que
duele que te digan eso?, intente suicidarme y de nada sirvió, dos años estuve así, hasta que
me dijeron que una preciosa mujer de pelo negro, curvilínea y exuberante estaba en la
puerta de mi casa junto a una pequeña de pelo como la sangre, no quería dejarlas pasar,
pero Greg me insto a hacerlo obligatoriamente, al ver a la niña me quede completamente
estupefacto, varias pecas dibujaban su nariz y sus mejillas, sus ojos eran increíbles y al
preguntar que si era su papa sonreí, era mi hija y la mujer que estaba ante mí me la trajo
porque ella se lo había pedido sin parar, la madre se negaba rotundamente a hacerlo, pero
poco a poco trate de conseguir que estuvieran conmigo, las sacaba a pasear, al cine, zoo, a
parques de atracciones, incluso invitaba a su madre a estar conmigo, y se quedaron en mi
casa, la lleve a los mejores colegios y universidades. Por ella ando con una muleta o bastón,
no me iba a quedar con las ganas de darle la mano y caminar con ella algún día hasta el
altar, aunque ya ves, lo veo difícil, la fisioterapeuta amiga de mi hija que me trato la última
vez se sorprendió muchísimo por mis avances, incluso volví a conseguir que mi maldita
cosa se pusiera dura mientras la madre de mi hija se me ponía encima en un calentón y
pude tener sexo y chico fue el mejor de mi puta vida. Por lo que deja de decirme señor,
estoy hecho un chaval.

Golpeándolo con el bastón de nuevo se encaminó fuera de la casa, bajo las


escaleras cogiéndose de la barandilla y finalmente ofreció su mano al cambiante que estaba
con su hija cuando la vio.

 Soy Theo Wels, encantado.

El cambiante le devolvió el apretón haciéndolo sonreír.

 Yo soy Tucker, los gemelos son Jonh y Matt, esos dos son Rhys y Beck.

Lentamente ofreció su mano a los demás hermanos y se puso ante ellos.

 Mi hija desea venir conmigo.

Escuchándolos gruñir se llevó una mano al puente de su nariz y suspiro.

 Llevábamos muchos años sin hablarnos, ni siquiera nos hemos visto.


Llevando una de sus manos al hombro del que estaba más tatuado de ellos, vio su
rostro herido y sonrió.

 No voy a permitir que se lleve a nuestra hembra.

Theo abrió los ojos de par en par y soltó su toque sobre el hombro del cambiante,
puso su mirada tras él y vio como los cambiantes comenzaban a colocarse de manera
defensora detrás de ellos.

 La idea no ha sido mía, mi hija puede decidir lo que quiera, es adulta.

Beck se cruzó de brazos, sus músculos se pusieron completamente tensos y


marcados.

 Ella no ira a ninguna parte señor, así tenga que arrastrarla hasta mi casa y
atarla, es nuestra y fuera de aquí correría peligro tal y como están las cosas con los
humanos como usted, seguramente nuestros enemigos ya sepan de ella y nada más salir de
aquí trataran de llevársela para hacernos daño a todos.

Theo se apartó varios pasos y alzo una mano a sus empleados que apuntaban a los
cambiantes, Grace llegaba en ese momento con una maleta de tela de leopardo y unas
zapatillas similares mientras su cabello se movía alrededor de un abrigo ceñido negro, se
quedó completamente quieta observando la escena que tenía delante de ella, trato de decir
el nombre de su padre y solo consiguió trabar su lengua varias veces.

 Tranquila Grace, deberías quedarte.

Ella trato de bajar las escaleras, pero su padre la detuvo con un siseo.

 Pero yo quiero estar contigo unos días.

Su padre bajo la mano que tenía alzada y se volvió hacia ella negando mientras se
ponía a un lado, prohibiéndoles el paso a los cinco hermanos que ella conocía muy bien.

 Debes quedarte aquí Grace, es por tú bien, pero tú decides.

Grace bajo las escaleras lentamente y se puso junto a su padre, se puso a mirar a los
guardias armados que tenía detrás suya y después se volvió a mirar a los cambiantes que
tenía delante de ella.

 Quiero irme contigo.

Beck gruño tratando de alcanzarla y envolverla en sus brazos, pero su padre la puso
detrás de su espalda casi perdiendo el equilibrio mientras varios de sus hombres apuntaban
a Beck.

 Entonces ellos también vendrán.


Varias horas más tarde Grace miraba sorprendida en el vuelo de regreso a Londres
como su padre entablaba una amistosa conversación con los cinco hermanos que no le
apartaban un ojo de encima, ella se había duchado de nuevo, su cabello tenia restos de
sangre de Carlo, se había puesto unos simples pantalones de tela negros y una camiseta de
tirantas con un profundo escote, estaba tumbada en uno de los varios sofás de lujo que
había en el avión privado de su padre y trataba de ignorarlos mirando las redes sociales que
llevaba tiempo sin poder mirar, su cabello completamente cepillado llegaba al suelo,
dejando el teléfono en su vientre se puso a mirar por la ventana y consiguió dar una rápida
cabezada, pero tuvo que despertarse al sentir un fuerte golpe y seguido unos fuertes brazos
rodearla, asustada chillo al sentir que perdía la gravedad y se agarró al fuerte cuerpo que la
protegía.

 Estamos cayendo, tranquila, rodéame con tus brazos y piernas

Otro inmenso golpe y el avión dando vueltas les hizo golpear varias veces, pero él
se mantenía sujeto con todas sus fuerzas al sofá del avión con sus zarpas, lo sentía temblar
y rugir bajo hasta que todo se detuvo.

 Papa.

Grace separo su rostro del cuello tatuado con tribales grandes del cambiante que
trataba de respirar calmándose y vio a su padre con el cuerpo de uno de los hermanos
cambiantes protegiéndolo también.

 Soy Beck, sé que nunca te dije mi nombre.

Cargándola en sus brazos se dirigió hasta la pantalla parpadeante que había entre
los dos pasillos del avión y vio su localización.

 Necesitamos avisar a alguien de donde estamos.

Grace trato de soltarse de su agarre y bajar de sus brazos mientras miraba a su


alrededor buscando su teléfono.

 Pronto vendrán los bomberos, estamos en la frontera de España con Portugal.

Beck se dejó caer en el suelo con las piernas cruzadas mientras la apoyaba en él,
Grace podía ver a los demás tratar de golpear con fuerza extrema en las ventanas y puertas
sin conseguir nada mientras perdían el equilibrio y se mareaban.

 Debí de insistir a tu padre cuando le dije que este desvío del avión no era
normal, nos han engañado.

Grace trato de apoyarse en él y levantarse, pero Beck se lo impedía.

 ¿Por qué iban a engañarnos?, esto ha sido un accidente.


Sorprendida volvió su mirada a los respiraderos de la calefacción viendo humo salir
de ellos, volviendo su rostro a Beck, se quedó boquiabierta y sorprendida al verlo llorar en
silencio mientras la abrazaba y comenzaba a temblar.

 No permitiremos que nada te suceda Grace.

Cogiéndola con sus fuertes manos por el rostro, la beso y ella le devolvió el beso
mientras caía inconsciente junto a él.

Horas más tarde…

Grace se sentía envuelta en una gran masa de músculos, era caliente, reconfortante
y su olor a limpio le hacía cosquillas en la nariz, se removió un poco y sintió unos labios en
su frente, tenía barba y eso le hizo soltar una carcajada mientras trataba de apartarlo, al
abrir los ojos un enorme pecho masculino la hizo boquear, subiendo su mirada una larga
barba tocaba casi su rostro, finalmente aparto la cabeza y miro a los ojos a uno de los
hermanos que permanecía serio, Grace parpadeo varias veces tratando de enfocar la vista,
solamente veía paredes enormes y rejas que habían sido golpeadas, arañadas y destrozadas
hasta estar repletas de sangre.

 ¿Dónde estamos?

Recordando todo, se apoyó en los hombros del cambiante con barbas y se levantó
seguida de él, su cuerpo se movía como si estuviera en un barco y tuvo que abrazarla él
contra su cuerpo, podía escuchar gruñidos y rugidos furiosos.

 ¿Y mi padre?

Grace apretó los ojos llevando sus manos hasta su sien, apretó los ojos y parpadeó
varias veces, trataba de ver bien, todo estaba borroso y molesto.

 Tu padre está bien, los tipos que nos han traído comida hablaban español y
decían que sólo nos querían a nosotros, que todo ser vivo que hubiera dentro del avión
siguiera con vida, solamente se han quedado con nuestras cosas de valor.

Él la apretó fuerte contra su cuerpo mientras respiraba en su cuello.

 Las que menos nos importan.

Grace observo sobre su hombro, sorprendida, viendo muchísimas más jaulas que
tenía alrededor del inmenso lugar, con apenas luces y sombras paseando inquietas por la
zona sin iluminación.

 ¿Qué es todo esto?


Matt la soltó dejándola acercarse a las rejas para ver mejor.

 Ellos son cambiantes que deben de llevar años aquí.

Mirando a su alrededor sintió su piel ponerse completamente de gallina y tembló de


miedo, unos brazos la rodearon y pudo ver tatuajes tribales enlazarse hasta unas manos que
acariciaban su piel.

 Debes de apartarte, los cambiantes que ves nunca han visto a una mujer y
están muy irritados, sienten y huelen que queremos protegerte y eso los enfurece aún más.

Grace trago nerviosa, dejo que la cargara en sus brazos y la llevara hasta una
esquina apartada, la puso contra ella y se cruzó de piernas en el suelo, después la cogió por
el codo y la hizo sentarse sobre él.

 Así no te verán, trataremos de ocultar tu olor.

Ella trago nerviosa, escuchaba los barrotes y las paredes ser golpeados.

 Tengo los hombros marcados por vosotros, deben de entenderlo.

Él negó apretándola en sus brazos.

 No saben hablar, de sus labios sólo salen gruñidos y rugidos.

Cogiéndola por una mano comenzó a acariciarla, recorrerle y dibujarle las manos y
las uñas.

 Nosotros no sabíamos hacer nada cuando nos sacaron de donde nos mantenían
encerrados, bueno, pegar, morder y obedecer, éramos muy jóvenes, estos cambiantes deben
de tener alrededor de cuarenta años, como mucho.

Grace gimió al escucharlo decir tantísimos años.

 ¿Eso significa que nunca nos encontraran?

Beck no pudo decirle nada, simplemente suspiro con un gruñido bajo y la acurruco
más contra su cuerpo.

 Debes estar incómodo y tú culo doler.

Él negó varios minutos después.

 Estoy bien, estuve muchos años retenido en unas celdas así, no te preocupes.

Ella asintió mientras lo observaba bajar la nariz a su cuello y aspirar con fuerza.
 Mientras dormías estuvimos rodeándote con nuestros cuerpos los cinco, te
intentamos borrar tú olor natural y humano, pero aún te huelo.

Volvió a respirar con ansias en su mejilla haciéndola sonreír levemente.

 Debí quedarme en la casa, nada de esto habría pasado.

Con tristeza rompió a llorar escuchando rugidos y gruñidos llenar sus oídos hasta
empezar a pitar.

 No te preocupes, nos buscaran, tú padre y nuestros amigos no desistirán hasta


encontrarnos.

Ella no dejaba de llorar, se abrazó a su pecho desnudo empapándolo.

 Lo dices para calmarme, si nunca han encontrado a esos cambiantes,


imagínate a nosotros, me moriré aquí, ¿Por qué nos han traído?

Antes de que pudiera seguir a lo lejos de la zona pudo distinguir entre las luces
pequeñas a los pies de las jaulas irse encendiendo por el paso de un hombre que cojeaba,
ansiosa sonrió pensando que sería su padre.

 No es tu padre, Grace, vas a conocer a un monstruo.

Siguió viendo el paso del hombre de una edad que rondaba la de su padre y terminó
de verlo llegar mientras se limpiaba el sudor de la frente

 Que gusto me da volver a veros bestias.

Los cinco gruñeron furiosos.

 Me han comentado que os decantasteis por aprender inglés y marcharos a vivir


a Alaska, llevo años esperando mi oportunidad de coger a cambiantes que pasaron por mis
laboratorios, saber de sus vidas, conocer a sus humanas gordas que con poco gusto escogen
y tener nuevos animales a los que poder estudias e intentar sacar partido.

El tipo dijo las palabras llevando la mirada hasta Grace mientras los cuatro
hermanos que tenía frente a él trataban de cogerlo, Grace sintió su piel temblar mientras
Beck la rodeaba más fuerte con sus brazos.

 No podéis remediar todo lo que os pasara, obtendré cachorros vuestros hasta


que esa puta muera por no poder dar más.

Ninguno dijo nada mientras Grace se quedaba completamente sorprendida ante sus
palabras.
 Vamos allá.

Sacando un arma de su bolsillo disparó a Beck que soltó el agarre sobre el cuerpo
de Grace y sujeto sus rodillas con todas sus fuerzas.

 Él será el primero en preñarla.

Grace pudo sentir como el miembro de Beck se clavaba completamente en sus


nalgas, como un trozo de mármol, asustada gimoteo al sentir como humedecía sus nalgas,
la aparto dejándola en el suelo con suavidad y corrió hacia los barrotes con la cabeza, Grace
se llevó las manos a los labios al verlo caer al suelo como un peso muerto, sus lágrimas
empezaron a quemar sus ojos y sollozo, agacho la cabeza y volvió a llorar
desconsoladamente hasta hartarse, al alzar la mirada Beck seguía en la misma postura y sus
hermanos estaba junto a él, se fijó en que estaban desnudos todos, salvo por unos
calzoncillos y que la ropa que se habían quitado permanecía en un hueco que habían
formado en un trozo de pared, perfectamente doblada y colocada.

 No dejaremos que te toque.

No sabía si asentir o negar, simplemente contesto.

 Hasta que os hagan a todos lo mismo y finalmente consiga lo que quiera ese
señor.

Beck comenzó a removerse lentamente hasta volverse a ella mirándola, eso a Grace
la hizo encogerse de miedo mientras se abrazaba a sí misma, no quiso mirar en ningún
momento, pero tuvo que hacerlo viendo como él podía con ellos, lo que le hubieran
pinchado hizo a su cuerpo hincharse, a sus venas marcarse y a su piel perlar sudor, incluso
sudaba un montón, cuando sus hermanos acabaron por los suelos, sin aliento y doloridos,
bajo la vista a su polla y la vio a través de su calzoncillo, endurecida, notaba hasta sus
venas marcadas, asomaba más allá de su punta por el borde del calzoncillo, al subir la
mirada por sus ocho abdominales y sus pectorales repletos de venas, lo vio dar pasos
decidió hasta ella, Grace miro sus brazos y finalmente sus garras mientras se tapaba los
labios retrocediendo con sus nalgas hasta tocar la pared, viendo como finalmente él llegaba
hasta uno de sus tobillos y la tumbaba volteándola, Grace chillo al sentirlo subir respirando
por toda su piel hasta llegar a su cuello donde la beso lentamente hasta llegar a su mejilla
que ella aparto.

 No te resistas, eso solo me hacer querer montarte antes.

Siseándole, Beck tiro de sus mayas negras haciéndolas bajar y soltó pequeños
rugidos mientras bajaba a mordisquear sus nalgas haciéndola gimotear, las lamio y abrió
para llegar con su profunda lengua hasta su vagina donde lamio y chupo con ansias
mientras ella sentía a su cuerpo contestarle, el frio del suelo le hacía a sus pezones
endurecidos sentirlo con más presión.

 Malditos humanos, siento todo esto Grace.


Paso sus manos por su vientre y sobre su pecho mientras la hacía subir con él, la
acerco hasta la pared y lo sintió subir ambas manos hasta sus pechos mientras la besaba sin
parar por todos sus hombro sin dejar de olerla con ansia, volvió a bajar sus manos y las
entro por la camiseta hasta llegar a su sujetador y sacarle ambas tetas y pellizcarlas
lentamente, no dejo de acariciarlas mientras daba golpes con su miembro en sus nalgas, una
de sus manos dejo su pecho y bajo hasta sus mayas, se las bajo junto a sus braguitas y
después se sacó la polla para meterla entre sus muslos y llegar hasta su perla y sus labios.

 Tócame por favor, ayúdame, te necesito.

Él susurro las palabras tratando de no ahogarse mientras la cogía por una de sus
muñecas y la bajaba hasta su inmensa polla, Grace tuvo que gimotear al pasar la palma por
su punta mientras él se movía por su vagina hacia delante y hacia detrás sin parar
haciéndola humedecerse.

 Siento mucho todo esto mi reina, no sabes cuánto.

Besándola de nuevo en uno de sus hombros subió hasta su cuello donde sintió sus
besos húmedos y al volver a bajar besos hasta su cuello Grace torció su rostro para verlo
llorar en silencio mientras apretaba su nariz en su hombro hablando consigo mismo bajo.

 No puedo dañarla, la amo, suave.

Su piel vibraba haciéndola suspirar mientras cogía todo su tamaño con ambas
manos y lo escuchaba rugir con todas sus fuerzas haciendo a sus oídos quejarse mientras la
mojaba completamente en las manos con su líquido pre seminal.

 ¡Joder!, tus manos se sienten increíbles.

Grace simplemente lo sujeto con ambas manos mientras él se movía haciendo a su


perla pulsar hacia su miembro y a su vagina gotear ansiosa, se corrió locamente mientras él
gruñía sintiéndola y vaciándose entre sus dedos, pero él no paro sus movimientos y siguió
haciendo a sus manos apartarse y teniendo que sujetarse a la pared manchándola y
resbalándose hasta quedar con una de sus mejillas completamente pegada a ella, sintió su
mejilla arder y ella suspiro nerviosa.

 Siento incluso dolor, necesito entrar en ti.

Sintiéndolo comenzar a pulsar en su vagina, ella intento abrirse, pero él le cogió un


muslo por detrás y se lo alzo hasta la pared y entro en ella lentamente, incluso chillo al
sentir la enorme presión que ejercía en ella.

 Lo siento mucho, sé que estoy más grande, lo que me han pinchado me vuelve
loco y aumenta mi tamaño.

Asintiendo Grace lo miro con el rabillo del ojo, subía y bajaba su pecho con
respiraciones lentas, pero fuertes, finalmente lo sintió apretar su útero con fuerza, hasta casi
doler mientras soltaba un tremendo rugido y Grace pudo ver a sus hermanos en silencio
tratando de cubrir la escena.

 Siempre llegare a ti, nada puede interponerse entre un cambiante y su humana.

Ella tuvo que apretar los dientes al sentirlo volver a clavarse en su cuerpo con un
movimiento de cadera que la hizo saltar.

 Muchas cosas pueden interponerse Beck.

Él ansioso gruño.

 Di mi nombre de nuevo.

Grace apretó las uñas mientras mordía sus labios corriéndose como una loca.

 ¡Dilo!

Rugió Beck mordisqueando su piel.

 ¡Beck!, ¡Beck!

Lo dijo dos veces mientras volvía a correrse locamente al sentirlo acariciar sus
pezones y cargar sus pechos mientras se vaciaba en su interior, moviéndola un poco suspiro
ansioso, incluso entrecortada mente mientras pisaba sus mayas y la sacaba de ellas
dejándola en el suelo, cargo sus muslos y volvió a entrar en ella escuchándola quejarse
mientras lo sujetaba por sus pectorales arañándolo.

 Estoy muy sensible Beck.

Él asintió terminando de entrar en ella.

 Lo se cariño, será el último, te lo prometo.

Metió una de sus manos bajo su suéter y comenzó a dibujar sus pezones con la
yema de sus dedos, primero uno y después fue al otro hasta que la escucho quejarse y saco
la mano para rodearla con sus brazos, la escuchaba gimotear, lo apretaba corriéndose y él
no tardo en seguirla mientras la sentía caer inconsciente, salió de ella aun endurecido y la
rodeo con sus brazos besando su frente con tristeza mientras subía sus bragas y sus mayas.

 Puedo escuchar algo.

Nada bueno era cuando casi un mes después Grace gimoteaba abrazada a su propio
cuerpo, temblaba mientras dormía envuelta entre las ropas de ellos.

 Somos unos malditos animales.


Grace se removió mostrando parte de sus caderas marcadas por arañazos y rojeces,
incluso sus costillas y brazos estaban enrojecidos, ella había perdido peso
considerablemente, la poca comida que les daban completamente cruda trataban de
hacérsela tragar, en pedazos pequeños, vomitaba, tenía fiebres, estaba enferma, incluso
tosía mal desde hacía días y esa tos ya se había convertido en sangre, los hermanos
preocupados y sin saber que hacer estaban en un nerviosismo constante, Rhys la rodeaba
con sus brazos, en silencio miro a su hermano Jonh y le asintió para que se acercara a darle
calor corporal también, hacia frio y por mucho que lo intentaban no conseguían hacerla
entrar en calor, hacia unos dos días que les habían dejado pan duro y mohoso que ahora
eran dos trozos duros y grisáceos, caldo frío y pollo crudo. Los hermanos vieron las luces
volver a encenderse lentamente por los pasos sin compas de las piernas de Víctor Capat, los
hermanos siguieron sus pasos hasta que paro frente a ellos.

 Una lástima que su cuerpo se enfermara.

Víctor se encogió de hombros.

 Pronto esa perra empezara a oler a cadáver, un olor al que desde bien
chiquititos estáis acostumbrados, aunque no sea el olor que recordareis sin más las
próximas veces, después que ella muera claro está.

Él humano tuvo que apartarse mientras soltaba varias carcajadas.

 Voy a destrozar tu vida Víctor Capat, todos los cambiantes te haremos pagar,
hijo de puta.

El doctor soltó varias carcajadas.

 Os estudio, trato de curar enfermedades a las que os exponéis constantemente


y por las que no enfermáis, transformáis vuestros cuerpos en los de bestias más grandes que
su tamaño natural y eso a los humanos nos interesa.

Los hermanos se quedaron boquiabiertos escuchándolo.

 Me quedo sin cambiantes a los que exprimir.

Beck se llevó las manos a la cabeza negando.

 Usted va a pagar todo el daño que nos está haciendo.

Volviendo a reír el medico seguro de sí mismo mientras sus hombres lo rodeaban,


Tucker enfureció.

 Su hija Carmen llorara cuando varios de nosotros, con mucho rencor hacia
usted la secuestren y violen miles de veces para que usted lo vea.
Víctor abrió los ojos de par en par y chasqueo los dedos haciendo a uno de sus
hombres acercarse a su oído.

 Puede hacer cuanto desee por protegerla, algún día no volverá a verla.

El doctor se sacó cosas de los bolsillos y comenzó a tirarlas sin más hacia él, hasta
que termino de vaciarlos y cogió las llaves de la jaula de los pantalones de uno de los
hombres, mientras trataban de sujetarlo.

 ¡Basta!, Víctor, lo hace para enfurecerte.

Él, Víctor Capat escupió en una de las mejillas de Beck haciéndolo sonreír mientras
lo veía chillar.

 Atreveos a tocar a mi hija, destruiré a todos los cambiantes del mundo si


llegáis a tocarla, os revelare y haré que os guarden en jaulas más pequeñas que un dedal.

Beck alzo la mirada hasta sus ojos, desafiante, completamente serio, escucho voces
desde fuera, disparos y golpes.

 Una jaula como la que tú vas a tener muy pronto.

Víctor salió disparado detrás de sus hombres mientras los cambiantes gruñían a su
paso, Beck cogió a Grace entre sus brazos, sus hermanos lo ayudaron a vestirla con todas
sus ropas y finalmente, tras media hora las puertas del lugar fueron abiertas mostrando a
más de cien cambiantes, él tuvo que limpiarse varias lágrimas de los ojos que no dejaban de
caer, los cambiantes de las jaulas negaban por ser liberados mientras señalaban a Grace y
ellos, incluso hablaban señalándola, eso los sorprendió hasta que vieron a Theo caminar
con tanta rapidez como podía hasta llegar a la jaula.

 Abrir la jodida puerta de una maldita vez.

Cuando por fin consiguió entrar el humano se abrazó a Grace con todas sus fuerzas
mientras ella tosía y empapaba de sangre su camisa blanca.

 Mi pequeña, ¿Qué te ha pasado?

Grace con sus últimas fuerzas abrió los ojos tragando aliento con un ruido
verdaderamente doloroso, subió una de sus manos al rostro de su padre y sonrió cayendo
desvanecida mientras el ruido de las rejas abriéndose y el de las voces se detenía, olían
todos lo mismo, su padre la zarandeo y se dejó de caer en el suelo de rodillas mientras la
llamaba sin cesar, la acariciaba y besaba mientras la movía entre sus brazos, la mecía
haciendo a su cabello rojo sangre moverse lentamente.

 No me dejes, hija por favor, no te vayas.

Desconsoladamente trataba de mover su rostro y daba en sus brazos haciéndola


zarandearse.

 Dije que nunca dejaría que les pasara nada a los habitantes de mis nuevas
tierras y así será.

El padre de Grace se quedó completamente estupefacto al ver a Yaroslav, un ser


que jamás había conocido, quitarle a Grace de los brazos y alzarla.

 ¡Eh!, preciosa.

Yaroslav desapareció con Grace, en un segundo mientras todos a su alrededor se


quedaban completamente sorprendidos, Theo intentaba buscar alrededor de la nube verde
que había dejado el Dkann al desaparecer.

 ¡Grace!, ¡Grace!, ¿Dónde estás?

Beck lo sujeto por los hombros haciéndolo volverse furioso.

 ¿Y mi hija?

Los seis se quedaron esperándola alrededor de donde debía de estar ella, los
cambiantes que estaban enjaulados fueron saliendo lentamente de sus jaulas y fueron
poniéndose lentamente en fila.

 No podemos viajar a Alaska, mientras que no sepamos quien nos ha podido


traicionar.

Rhys soltó las palabras haciendo a todos asentir.

 Podríais venir a mi casa en Londres, tengo un buen equipo de seguridad.

Los cinco tuvieron que negarle a Theo.

 Allí dominan los zorros todo el territorio y no solemos tener mucho contacto
con ellos el resto de los cambiantes.

 ¿Zorros?

Theo se llevó una mano a la barbilla y se rasco pensativo.

 Los hermanos Brayden, Finn, Rory y Kennen Zorro, no sé si habrá escuchado


de ellos alguna vez, son pelirrojos como usted, llevan burdeles de lujo.

El hombre alejo su mano de su barbilla y la abrió haciendo una negativa.

 No hace falta que me digas más, ya sé quiénes son esos cinco.


Suspirando volvió su mirada hacia los cambiantes que hablaban bajo con los que
soltaban de su aprisionamiento.

 No me extraña que sean zorros, ¿Qué será ahora de esos cambiantes?

Las horas pasaban y los cambiantes que iban duchándose, afeitándose y


vistiéndose, volvían pidiendo algo de comida que los cambiantes que habían llegado para
ayudar trataban de entregarles.

 Hace poco le compre a Sonia Asad terrenos en Madrid y casi toda una isla en
las Canarias, podríais integrarlos en cualquiera de los dos sitios.

Los seis se volvieron a ver a Yaroslav solo.

 ¿Dónde está ella?

Yaroslav chasqueo los dedos haciendo aparecer a sus dos hermanos y a sus tres
compartidores de compañera.

 Ella está en buenas manos, pero esas manos exigen también favores a cambio.

Beck fue a golpearlo, pero se detuvo al verlo sonreír con malicia.

 Odio a los Berghent, casi más que a cualquier ser que exista en el universo,
pero yo no podía salvarla sin convertirla en un Dkann,no tengo tanto poder, su cuerpo
estaba muriendo.

Matt si lo golpeo, con todas sus fuerzas cerro su mano y llevó su mano su rostro
haciéndolo salir hacia atrás disparado varios metros.

 Teníais todo esto planeado, estabais esperando una oportunidad.

Fue a golpear a otro de ellos con su otra mano, pero no pudo hacerlo, el otro Dkann
sujetaba su puño y lo apretaba haciéndolo caer de rodillas mientras rugía.

 Maldito oso, nada me interesa menos que ayudar a un Berghent, pero Yaroslav
tenía que hacerlo para salvar a vuestra humana, ellos son los únicos capaces ahora mismo
de sanar a los humanos moribundos sin necesidad de hacerlos inmortales.

Yaroslav le ofreció su mano a Beck, y él tuvo que cogérsela, al igual que el resto de
sus hermanos y Theo a los demás que estaban con él, sin saber a qué atenerse, Beck sintió
su cuerpo flotar y apretó los ojos y los dientes por las ganas de rugir frustrado cuando vio
donde estaban, un inmenso porche por el que podía ver que estaban en lo alto de una
montaña, incluso al mirar hacia abajo se asustó.

 Bienvenidos a Colombia.
Todos se volvieron para ver a Grace tumbada en un precioso sofá que flotaba
mágicamente, los seis se miraron ceñudos, ella dormitaba tranquilamente, estaba vestida
con un precioso vestido con brillantes y su cabello descansaba limpio y seco en uno de sus
lados, junto a ella tenía a un tipo de más de dos metros, tenía unos tatuajes extraños por sus
brazos, los ojos pintados con líneas negras, tenía la barba atada por varias partes con unas
joyas que parecían anillos y su cabello llegaba hasta debajo de sus nalgas atado con la
misma pieza, por varias zonas.

 Soy Lakh Berh, del planeta BerghenT83.

El tipo se inclinó abriendo una de sus manos, su voz profunda y masculina los
sorprendió, al igual que su piel que comenzó a moverse por sus brazos como si tuviera
dentro de ellos un pulpo.

 ¿Ella está bien?

Su padre trato de alcanzarla, pero Lakh hizo a la superficie flotante salir fuera del
firme suelo, los seis se quedaron completamente sorprendidos al ver como hacia caer un
poco la superficie con ella, fuera, en la altura que tenian y finalmente mandando retroceder
a Theo la volvía a colocar donde estaba.

 El consejo intergaláctico nos ha concedido los permisos para tramitar viajes de


humanas a nuestro planeta con el fin de conquistarlas y llegar a criar.

Jonh miro a Yaroslav ceñudo.

 ¿No tenéis hembras en vuestros planetas?, parece que tenéis una fina obsesión
por las humanas.

Los seis se movieron a un lado completamente sorprendidos al ver aparecer ante


ellos a Abdel Asad, el león de Dubai, Alek Damikovich, el tigre de Rusia, Eiji el dragón de
Japón, Yurk el minotauro de las afueras de Brooklyn, Kenai el gorila que vivía en los
edificios de los cambiantes de Nueva York, Malik el león albino que vivía en Arabia Saudi,
Rafael el tiburón blanco de Republica Dominicana, Brayden el zorro de Inglaterra, Nayan
el ligre de una de las islas de la India, Romaldo el leopardo de Brasil, Pleyton el pegasus de
Nueva York, Alan el yacaré de Argentina, Whilmer el jaguar de México, Aki el cocodrilo de
Egipto y Kenai el leopardo.

 Fuera de la tierra no tenemos hembras en ningún planeta que deseen


reproducirse con los Berghent, en mi planeta hemos intentado llevarlas, incluso
secuestradas, una vez allí intentaríamos conquistarlas, pero el consejo planetario nos lo
prohibía por ser demasiado diferentes, ahora y gracias a ésta bella humana accederéis los
cambiantes a darnos humanas y ayudarnos, el consejo accederá también a nuestras
peticiones gracias a toda la ayuda que estamos brindando para ayudar al planeta con más
hembras reproductoras de la galaxia.
Todos se miraron sorprendidos.

 Si no os permiten tener humanas será por algo.

El Berghent sonrió.

 No aceptare ningún trato con un nuevo alíen, ya tengo suficiente con estos.

Malik se quedó en silencio al ver a Lakh comenzar a dibujar con sus manos un
círculo hasta que apareció una bola negra, transparente que lanzo hacia los que tenían
compañera, mostro a su humana sonriente en sus brazos, la acariciaba lentamente en el
vientre desde detrás, besaba su cuello y la escuchaba gimotear su nombre.
Alek Damikovich estaba viéndose rodeando a Nerea también entre sus brazos,
pero estaba en el inmenso ventanal de su dormitorio clavándose en su interior, la rodeaba
sobre sus pechos con sus dos brazos y ella lo sujetaba con sus preciosas manos por los
brazos mientras se corrían los dos.
Abdel Asad se veía a sí mismo en una improvisada jaima que acababan de montar
sus empleados cerca de su casa, estaba en estilo indio con Sonia entre sus brazos, con su
polla completamente clavada en su vagina, la escuchaba rogar diciendo su nombre y él se
contenía una vez más, rugía bajo mientras ella lo empapaba apretando su miembro con
fuerza a través de su vagina, le siseo mientras la cogía por los pechos y le pedía un último
orgasmo para segundos después ella regalárselo melodiosamente.
Yurk podía verse rodeando en vientre completamente hinchado de Krystal por sus
dos nuevos cachorros, resoplo dichoso y movió la cabeza tratando de apartar el agua que
caía en forma de lluvia de la ducha que compartían mientras ella se movía con gracia sobre
su miembro, ella llego a colocar su miembro entre sus nalgas y subió y bajo haciéndolo
gruñir ansioso mientras negaba y ella volvía a insistir hasta que la alzaba por una pierna y
entraba en ella lentamente, escuchándola respirar entre los dientes apretados, él trato de
ayudarla, la apremio con dulces palabras y consiguió entras varias pulgadas de su
imponente tamaño en ella mientras trataba de relajarse, para no entrar de un golpe doloroso
en su cuerpo, siguió entrando más y más en ella hasta que la sintió apretarlo ansiosa
mientras lo empapaba completamente haciéndolo gruñir en su cuello, comenzó a moverse
en su interior y finalmente, tras apretarlo varias veces mientras se corría, él se corrió a la
vez que ella dejándola exhausta.
Aki podía contemplar a Sandy tumbada boca arriba en su cama tamaño King side,
su cabeza colgaba mágicamente del borde del colchón, dibujo con las yemas de sus dedos
su vientre completamente hinchado por su cuarto cachorro, su hermano Alix besaba uno de
los pechos de su amada humana con ternura, mientras que Alen devoraba su otro pecho y
Anouk devoraba su vagina ansioso, él tuvo que retroceder un poco al sentirla clavar sus
dientes en la punta de su polla, la observo sonreírle mientras volvía su atención a ella,
cogiéndola por el cabello introdujo su miembro en sus labios y no tardo en vaciarse en ellos
mucho más de cuatro minutos después.
Eiji dragón siseaba a su compañera, le rogaba un poco de silencio en el lavabo del
despacho de la comisaria donde trabajaba la hermana de ella, todavía estaba furioso por
haber tenido que salir de su casa estado su hembra casi en celo, pero los problemas que
estaba causando Camila contra sus amigos Hojo, Asami y Tokai tenían a los demás
dragones furiosos, no hacía más de dos meses que había tenido a sus cachorros y no podía
apartar las manos de ella, al igual que sus hermanos que estaban impacientes sentados en el
despacho de la fría mujer que no se parecía para nada en personalidad con la de Enma,
ansioso gruño el nombre de Hikaru viéndolo aparecer con su corbata entre sus manos y
tapo los labios de su compañera, después la alzo haciendo que su polla de doblar con ella y
lo insto a entrar en s trasero, él lo hizo escuchándola gimotear, chillar y maldecir en la
improvisada mordaza mientras la sujetaba con dos dedos de cada una de sus manos por sus
pezones, su hermano a la misma vez que él comenzó a entrar en su vagina lentamente,
cogió a Enma del cabello haciendo retroceder su rostro y bajo besos a su cuello mientras
ella trataba de sujetarse con una mano a su cabello y con otra a su hombro, los dos le
sisearon mientras escuchaban a la hermana de Enma sentarse en su cómodo asiento y
preguntar por ella mientras se vaciaban en el interior de su compañera.
Beck tenia a Grace rodeada con sus brazos, justo la noche que estaba a punto de
caer enferma, estaba bajo ella, al igual que a ellos, le habían administrado el potente
afrodisiaco para que tuviera deseo sexual, estaba sentando y besaba sus pechos hasta que
ella se apoyó en sus hombros haciéndolo tumbarse, Grace puso sus brazos para atrás y se
apoyó en sus grandes muslos que apenas cubrían sus manos, lo montaba brutalmente y se
corría gimoteando entre temblores mientras él le pedía que se detuviera y no lo hacía,
volvía a montarlo entre sollozos dolorosos de necesidad.
Volviendo a la realidad todos rugieron perdiendo la visión y se pusieron en modo
defensivo contra él.

 Aceptareis, de no ser así, esos serán vuestros últimos recuerdos con vuestras
humanas.

Todos comenzaron a rugir y gruñir cuando los que estaban emparejados vieron de
nuevo a sus compañeras felices entre ellos y sus respectivos hermanos y compartidores de
compañera.

 Solo pedimos lo mismo que tenéis vosotros, Yaroslav me apoya junto a sus
hermanos y a sus compartidores, si vosotros accedéis, conseguiré llevar hembras de la tierra
a mi planeta, aunque sea una a una, pero eso será un logro impresionante para mi pueblo.

Un inmenso documento apareció entre ellos y el Berghent.

 Debemos revisar el documento antes de firmar.

Todos los que habían visto a sus compañeras daban la voz de alarma a sus
hermanos, mandaban mensajes de texto desde sus teléfonos móviles para que las
protegieran.

 Adelante, podéis sentiros como en vuestra casa.

Varios tipos con las mismas corpulencias, tatuajes desde sus cuerpos hasta incluso
en sus rostros y melenas con barbas iguales que el Berghent aparecieron deslizando bajo
sus manos unas tablas negras que tenían un cómodo cojín encima, los instaron a sentarse,
Alek Damikovich toco una con una de sus dedos, volvió a hacerlo varias veces y miro a los
demás encogiéndose de hombros mientras la cogía y ponía bajo su trasero viendo salir de
ella unos reposabrazos, Abdel Asad le siguió junto a Malik y Yerik negó llevando su mano a
su frente.

 Los gatos sois siempre tan curiosos para todo.

Todos los siguieron y los documentos llegaron a Beck que trataba de mirar a Grace,
sin conseguirlo.

 Cada uno aceptaremos tener en nuestras zonas varios de ellos, incluso veinte
que trataran de contratar humanas, les dirán que viajaran a BerghentT83 de buenas
maneras, con contratos de cifras que no podrán rechazar, bla, bla, bla, ¿Qué nos importa a
los cambiantes todo esto?

Beck alzo la mirada hacia Lakh.

 Importa mucho, los Berghent somos muchos compartiendo a una y para


siempre, tendremos un selectivo programa de mujeres de nuestros gustos y vosotros nos
ayudareis a conseguirlas.

Alek Damikovich alzo ambas manos negando.

 Alto, alto, alto, no pienso ni mirar a una hembra en fotografías, solo de


pensarlo me pongo enfermo, ese deber debemos pasarlo a los cambiantes sin emparejar, ya
que ellos conservan aun deseo por ellas.

Todos comenzaron a reñir, rugir y pelear furiosos.

 ¡Silencio!

Abdel Asad palmeo varias veces haciendo callar a todos.

 Perdonarnos, los cambiantes no llevamos bien estar juntos y fuera de nuestros


territorios muy bien.

Lakh asintió cruzándose de brazos.

 Podéis llevaros hembras de la tierra, siempre y cuando sean respetadas, sepan


que van a viajar a algún lugar y que les espera fuera, los cambiantes no estamos interesados
en ejercer de buscadores de hembras, tenemos muchos problemas en nuestras vidas, como
para encima meter más mierda en ellas.

Abdel termino de hablar asintiendo a los demás cambiantes.

 A cambio os ayudaremos a descubrir y capturar a los que os traicionan y


también destruiremos la vida de Víctor Capat y todo su mundo de dolor y sufrimiento.
Varios de los cambiantes carraspearon mirándose entre ellos hasta que finalmente
hablo Brayden mientras removía su cabello largo arriba y afeitado a los lados.

 ¿Éste tipo no ayudo al secuestro de Scarlett?, escuche que les dieron a Víctor
y su gente un arma con la capacidad de reteneros como vegetales.

Yaroslav asintió hacia él.

 Hizo todo eso para ayudarnos a encontrar a la hembra de Yurk y a mi humana.

Brayden se movió un poco para mirar a los ojos a Eiji dragón.

 Entonces debo de suponer que aquí el colega con un mote de tantos.

Brayden puso su codo entre sus piernas y movió su mano como una trompa
haciendo a todos soltar varias carcajadas.

 Podía haber sido engañado, tuvo suerte y punto, no tengáis miedo, somos
cambiantes, ¿Qué podría hacernos éste alíen?

Lakh volvió a formar un circulo con sus manos y una gran bola negra floto en el
aire hasta golpear al pelirrojo mientras este se llevaba ambas manos a los labios, ahora sus
ojos soltaban una lágrima espesa cada uno que empaparon las pecas que recorrieron de su
rostro haciéndolas oscurecerse, recordó una de sus discotecas, a la que solían acudir él y sus
hermanos algunos sábados a echar cuentas de sus grandes ganancias, rodeado de hembras
de su clase con las que divertirse hasta altas horas de la noche y de cómo esa noche una
increíble humana entro por la puerta llamando la atención de los cuatro, haciéndolos dejar
todo lo que estaban haciendo, era ella, no podían creerlo, incluso sus hermanos volvieron la
mirada hacia las cambiantes que los miraban extrañadas y se volvieron temblorosos hacia
ella, no dudaron en bajar a increparla, ¿Cómo podía una humana tan hermosa estar sola?,
tenía curvas por todo su cuerpo y su vestido negro escotado las resaltaba hasta dejarlos
jadeantes y deseosos por desnudarla rápidamente y marcarla, arrastrarla hasta su futura casa
a las afueras de la ciudad y guardarla como un tesoro, pero no, todo paso muy rápido y la
hembra que les pertenecía desapareció. Brayden vio por el rabillo de uno de sus ojos a Lakh
pasar junto a él y se lanzó sobre su cuerpo haciéndolo caer mientras comenzaba a golpearlo
en el rostro con los puños hasta herirlo de una extraña sangre morada y marcar heridas que
cogieron su mismo tono.

 Hijo de mil putas, te voy a destrozar.

Brayden se quedó completamente quieto al ver como de los bordes de su camiseta


salían largos tentáculos, gruesos que lo comenzaron a sujetar hasta dejarlo completamente
quieto e indefenso.

 Solamente conseguí mandarte tu último recuerdo con alguna hembra querida,


me alegro que fuera tú única.
Fue a golpearlo de nuevo, pero le resultó imposible hacerlo.

 ¿Qué demonios?

Con todas sus fuerzas Brayden consiguió escapar de su agarre y se alejó de él para
gruñir mostrando sus afilados dientes, mientras veía a Lakh levantarse con el rostro intacto,
parecía que jamás lo había golpeado.

 No podéis luchar contra todos nosotros, no pueden todos los planetas juntos
acabar con nosotros, como para que lo hagan varios millones de cambiantes.

Terminando de recoger sus tentáculos y haciéndolos desaparecer Lakh volvió a


insistir cortes mente para que se sentara.

 Firmar los papeles y nada malo os sucederá a los cambiantes, al contrario, os


ayudaremos a encontrar más lugares donde tienen retenidos a muchos de ustedes.

Ante las palabras de Lakh, todos abrieron los ojos y los labios quedándose
completamente sorprendidos. Abdel Asad y Alek Damikovich se pusieron a hablar entre
ellos y se les acercaron Yurk y Malik, haciendo a la conversación silenciosa llamar la
atención de los demás, hasta que finalmente los cuatro se volvieron hacia todos
completamente serios, Abdel Asad se levantó de su asiento y se soltó el único botón de su
chaqueta llevando una de sus manos a su bolsillo y la otra a la barbilla.

 Firmaremos los documentos mientras se respeten nuestros territorios, Arabia


Saudí, Rusia, Nueva York y así sucesivamente hasta que cada país donde están los
cambiantes sin compañeras se emparejen y críen, somos muy territoriales y obsesivos con
nuestras familias, no quiero ver esas cosas que tenéis por mi desierto, no quiero que ningún
cambiante me diga que os ha visto, si no cumplís con los tratos, se romperá el acuerdo,
hacer a las hembras que elijáis viajar hasta donde estéis, para después llevároslas, nos da
igual, pero no quiero a ninguno de ustedes cerca de mi territorio y el de mis hermanos, al
igual que Alek, Malik, Yurk y los demás.

Lakh asintió con un simple movimiento de cabeza, movió los papeles que debían
firmar, hizo que desaparecieran cosas escritas y aparecieran sus palabras.

 Los Berghent nos instalaremos en España, desde allí conseguiremos tele


transportar a las hembras a nuestro planeta con facilidad, es el único sitio donde no
contactemos sin desearlo con ninguno de ustedes.

Abdel cogió los documentos y volvió a revisar los papeles hasta que suspiro
firmando y los demás lo siguieron, Alek Damikovich fue a entregárselos y lo miro
fijamente a través de sus ojos grises.

 La próxima vez que me amenacéis con mi hembra me asegurare de


destrozaros la vida personalmente, te asfixiaré con tus propios tentáculos, ¿Me has
entendido?, la vida tiene límites y mi familia es intocable.

Lakh simplemente asintió mientras señalaba a Grace para Beck y éste corría hacia
ella viéndola dormitar tranquila.

 La hembra tenía tisis infecciosa.

Beck se volvió hacia él sin entender.

 Tuberculosis, sus dialectos, algunas veces son antiguos.

Lakh asintió hacia las palabras de Yaroslav.

 No debéis volver a vuestra vivienda de momento, prometemos construiros una


completamente adecuada para vuestra familia.

Beck negó moviendo su gran cuerpo para atrás.

 No quiero dejar mi casa, me gusta todo lo que tengo en ella.

Sus hermanos gruñeron bajo mientras Lakh y Yaroslav se miraban detenidamente.

 Estuvimos hablando con Dimitri, uno de nosotros que puedo controlar bien
nuestros cambios a bestias y varios más también se unieron, nos aconsejaron construiros
viviendas como las de los rusos, podéis ir a echarles un vistazo mientras todo se tramita.

Tucker iba a protestar, pero Lakh lo detuvo.

 Debéis conocer lo que os ofrecemos para proteger a vuestra familia.

Los cinco junto a Theo y una Grace aun durmiendo se dejaron transportar en
segundos hasta un enorme edificio, el clima cambio de golpe, de un calor intenso y
pegajoso a un calor que procedía de sus pies, los suelos de mármol negro desprendían calor,
observando desde donde estaban, podían ver unos enormes ventanales tan gruesos como un
puño, un carraspeo llamo sus atenciones, vieron como Yaroslav se llevaba a Grace fuera de
su vista y ellos lo siguieron rápidamente viéndolo entrarla en un dormitorio, señalo a Grace
y Matt la cogió en sus brazos para ponerla en una enorme cama de sábanas negras,
volviéndose todos ante Lakh lo siguieron, el silencio los estaba matando hasta que llegaron
a un ascensor inmenso, éste descendió rápidamente y freno en un enorme y largo pasillo
hasta unas puertas con tiradores de oro que eran dos cabezas enormes de tigre, Yaroslav
alzo su mano para llamar, pero antes de que pudiera llegar a tocarla se la abría un serio Alek
Damikovich.

 Ya me dijo el Berghen que me trajo que ibais a volver y encargue una


suculenta cena.
Alek rompió a reír al escuchar a Lakh añadir una T en el nombre que le daba a su
raza y los insto a ocupar una mesa donde sus seis hermanos estaban sentados silenciosos,
comenzaron a hincar los colmillos y dientes a todo mientras Sergey, el segundo hermano de
los siete tigres hablaba.

 Mi familia lleva demasiados siglos en amistad con los Dkann y varios seres de
otros planetas, somos el único país que accede a todos sus caprichos, siempre y cuando
protejan a nuestras familias.

Tras terminar los hermanos se sirvieron varias copas y les ofrecieron varias a ellos
mientras se levantaban y los guiaban fuera del salón, volvieron al ascensor y este descendió
demasiado veloz hasta casi hacerlos flotar, cuando se detuvo los hermanos sonreían y Beck
junto a los suyos los miraban boquiabiertos, varias puertas de ascensores cerradas rodeaban
una inmensa nave, varios tipos enormes en trajes negros alejados de ellos comprobaban
unas cosas casi en el centro de ella y al volverse a mirarlos Beck pudo ver sus rostros de
piel extrañamente morada.

 Los Hotfuns somos los últimos en salir de aquí, como en cada construcción.

Todos se volvieron a mirar a un enorme ser de otro planeta de piel color arena, con
dibujos como de grietas por ella.

 Perdonar, no pretendía asustaros, soy Jhay.

Beck alzo ambas cejas al mirar la mano que le ofrecía el tipo, tras quitarse un
guante de trabajo, era idéntica a la suya, salvo por su color arenoso, se la apretó sintiéndola
más caliente de lo normal, subió a ver sus ojos y brillaban con un tono brillante como los de
las llamas de un fuego, bajando de nuevo la mirada a su mano tuvo que apartarla al ver
fuego correr hasta casi tocarlo mientras todos a su alrededor soltaban varias carcajadas,
salvo sus hermanos y Theo.

 ¿Qué es todo esto?

Alek lo cogió por los hombros haciéndolo relajarse.

 Tranquilo, a mí me hizo lo mismo cuando lo conocí, pero yo simplemente lo


golpee tratando de apagarlo.

Siguiéndolos mientras observaban por los alrededores de la nave a varios seres que
jamás pudieran haberse imaginado, Beck tuvo que detenerse al ver a uno de ellos con un
tamaño de casi dos metros y medio alcanzando un minúsculo deposito, incluso él
necesitaría escaleras, su piel tenía un extraño tono negro, brillaba, tenía el cabello de un
tono verdoso como la hierba, afeitado hasta media cabeza, unos dibujos extraños adornaban
las zonas afeitadas y los demás cabellos estaban en una trenza enrollados.

 No los miréis tan descaradamente.


Beck asintió volviendo a la realidad, termino de seguir a todos y se subieron a un
ascensor repleto de espejos.

 Ahora veréis como nuestra vivienda está protegida contra cualquier ataque.

Minutos más tarde se abrieron las puertas del ascensor y todos pudieron ver tres
cachorros humanos idénticos, cambiantes claramente por sus cabellos blancos y colores
llamativos de ojos saltar hacia varios de los hermanos rusos.

 ¿Qué hacéis despiertos?, ¿Y vuestra madre?

Los tres bajaron la mirada ante la voz imponente de su padre Alek, mientras se
escondían detrás de otro de sus padres.

 Yo los llevare con su madre, así podre avisarla sin que se asuste.

Alek los termino de guiar hasta un gran despacho y cerro tras ellos, para seguido
dar unos pasos hasta un cuadrado que bien podría parecer un simple cuadro negro.

 Activar protocolo de evacuación.

Las ventanas detrás de la mesa del despacho comenzaron a subir, no a bajar, fue
rápido y todo se oscureció hasta que unas leves luces rojas en los bordes de las paredes se
encendieron, abriendo de nuevo la puerta las luces seguían un rastro hasta el ascensor,
todos miraron asustados hacia una mujer que corría descalza hacia ellos.

 Dios santo, ¿Qué ha pasado?, ¿Y los niños?

Alek la rodeo con sus brazos repletos de tatuajes y sonrió besando su mejilla.

 Solamente lo hemos activado, para que unos amigos vean como pueden
proteger a su familia.

Él cogió una de sus muñecas y la alzo para que todos la miraran.

 Ésta pulsera tiene controlado el estado, la localización y la necesidad de ayuda


de mi hembra y mis cachorros, cuando suframos un ataque y ellos tres estén en la nave que
tenemos bajo nuestros pies partirán.

Todos se quedaron boquiabiertos al ver como la humana golpeaba al cambiante con


todas sus fuerzas en una mejilla.

 Prometiste que todos la llevaríais también.

Alek le siseo, la rodeo con sus brazos y la apretó contra su cuerpo, asintió a su
hermano que llegaba sin los cachorros, éste la cargo en sus brazos y se la llevo
susurrándole palabras hermosas mientras ella sollozaba en sus brazos, Alek volvió al
pequeño cuadrado mientras hablaba una voz masculina avisando sobre abandonar la
vivienda y acudir a la nave.

 Cancelar evacuación.

Las inmensas paredes que habían subido bloqueando la visión comenzaron a bajar
y la iluminación volvió a darse en el edificio.

 Siento mucho el espectáculo, pero mis hermanos y yo decidimos hacerlo así,


procuraremos estar todos e irnos con ellos, pero por nada del mundo dejaríamos que nuestra
familia peligrase por esperarnos.

Tucker llego a un sofá cercano, se dejó caer y suspiro llevándose las manos a la
cabeza.

 ¿De verdad dejaríais la tierra?, no tenéis que hacerlo, ellos os defienden,


aparte sois un montón de cambiantes aquí, no tengo idea de cuantos, pero Rusia es un país
al que difícilmente cualquier humano se atrevería a entrar.

Yaroslav estaba detrás de Alek Damikovick, miraba hacia abajo seriamente.

 Nunca sabremos como reaccionaran los humanos el día que se enteren de la


existencia de los cambiantes, al igual que la nuestra, también puede suceder el fin de la vida
aquí, guerra, hambrunas, enfermedades, por eso construimos grandes naves y las colocamos
en localizaciones donde muchos de vosotros puedan escapar.

Jonh llamo la atención de sus hermanos.

 Eso es lo que nos ofrecen, una escapatoria para nuestra hembra y nuestros
cachorros, unos edificios como estos, cargados de seguridad y protección.

Lakh asintió poniéndose junto a Yaroslav.

 Ya sabéis lo que queremos a cambio.

Beck alzo una ceja mirando el cuerpo alto, musculoso y extraño del alíen.

 Mujeres.

Su hermano Matt negó.

 Hembras que los acepten, sumisas.

Tucker suspiro.

 Sumisas planetarias.
Alek carraspeo al escuchar a su compañera reñir en la distancia con su hermano
Vova, éste siseaba tratando de calmarla y ella lo estaba golpeando por los sonidos,
finalmente fue silenciando todo y unos leves gimoteos de ella llenaron sus oídos, con prisas
se levantó instándolos a marcharse.

 Marchaos a descansar con vuestra hembra y pensar en todo lo que habéis


visto, en todo lo que hemos hablado y mañana decidir qué queréis hacer.

Los seis hermanos Damikovich se marcharon a toda prisa, detrás de ellos se


pusieron Yaroslav junto a Lakh viéndolos marchar, tras perderlos de vista los dos se
volvieron hacia los osos y les hicieron una seña clara para que los siguieran, pasaron por el
mismo camino por el que se habían marchado los rusos y llegaron al ascensor escuchando
gemidos de una mujer y siseos claros de los hermanos cambiantes a tigres, ansiosos por
llegar a Grace lo hicieron un buen tiempo después, volvieron a bajar donde estaba la nave,
después subieron en el ascensor hasta la última planta del edificio donde habían sido
alojados.

 Mañana os traerán el desayuno, después vendrán a buscaros para comer con


varios de nosotros.

Se detuvo un momento y puntualizo la palabra alienígenas.

 Los Damikovich y su humana.

Quedándose solos Theo se marchó a un dormitorio y ellos se subieron a rodear a


Grace, Beck la rodeo con un brazo bajo sus pechos y Rhys le paso otro sobre ellos, Tucker
se abrazó con los dos brazos a una de sus piernas y Matt a la otras mientras Jonh se
colocaba con la cabeza en el monte de venus de Grace, ansiosos la olisquearon, acercaron
más sus cuerpos a su piel y el sueño no tardó en llegarle a los cinco, incluso les amaneció y
llamaron a la puerta del dormitorio varias veces y no dieron en si hasta que sintieron a
Grace moverse y hablar.

 ¿Dónde estamos?, ¿Hemos muerto?

Los cinco comenzaron a besar su piel haciéndola sonreír.

 Jamás permitiremos que mueras.

Con insistencia llamaron a la puerta y Beck la dejo de abrazar para abrir mientras
los demás hermanos la cubrían y se sentaban junto a ella, varias mujeres entraron dejando
fundas de ropas tendidas en un gran armario de puertas correderas y unas cuantas más
entraron señalando los rostros y el cabello de los cinco mientras Grace sonreía.

 ¿Por qué os obsesionáis tantos con teñir vuestros cabellos?, son hermosos,
blancos como la nieve.
Cubriéndose un poco se incorporó viendo a Beck sentarse en una silla mientras una
de las mujeres se ponía unos guantes, una ligera punzada de celos la inundo haciendo a los
cinco mirarla.

 Los humanos nos mirarían extraños y además, con el cabello tan blanco y
nuestros tamaños parecemos más imponentes.

Lo vio respirar con fuerza y sonreír mientras ella se ponía completamente roja, la
olían, cada sentimiento que sentía, ellos lo sabían y ella no podía evitarlo.

 No te pongas celosa Grace, sus manos no me tocaran, llevan guantes.

Viéndolo fijamente sintió pena por lo que habían pasado durante días y días, los
conoció, vio como en dos días todos menos Matt tenían barba, no una cualquiera, unas
barbas que un hombre tendría en un mes, a la semana los cinco tenían la barba de un año,
llegaba a sus impresionantes pechos y lo que más sorprendió a Grace también fueron sus
cabellos y el color, tanto de la barba como de su cabeza crecía completamente blanco.
Volvieron a llamar a la puerta y Grace vio entrar a una mujer que traía un carrito cargado
con cera, cremas y algo de ropa envuelta en una bolsa, señalo hacia ella y después el baño.

 Quiere que la sigas.

Jonh le sonrió mientras le pasaban una cuchilla de afeitar por su cuello, Grace se
envolvió en la sábana y bajo de la cama, paso junto a los cinco y unos gruñidos conocidos
salieron de ellos mientras la veían pasar. Al llegar al baño la mujer la insto como pudo para
que se pusiera en una camilla de cuero, Grace asintió y la vio comenzar a estirar por sus
piernas cera caliente, gimoteo, chillo y blasfemo hasta quedar sin ningún vello en su piel y
finalmente la mujer la insto a meterse en la ducha, tras terminar la envolvió en aceites y
maquillo un poco su rostro, saco unos zapatos de tacón de una marca que ella claramente
conocía y un precioso conjunto de lencería negra casi transparente seguido de un precioso
vestido negro que marcaba claramente su vientre hinchado por el sobrepeso, intento hacer a
la mujer entenderla con gestos mientras la peinaba, necesitaba una faja ajustada, así no
tendría que lidiar al sentarse con encoger su vientre, la mujer se marchó tras terminar de
pintar sus labios y Grace se observó a través de un gran espejo, había perdido algo de peso,
su estómago se habían cansado de gruñir ansioso de comida, pero ahora mismo había
recobrado el apetito, menudo mes había pasado, los doctores que los mantuvieron
encerrados no sabían qué hacer con tal de que Grace se quedase embarazada de los cinco,
incluso la pincharon a ella haciéndola enfermar, jamás se había sentido tan mal, no sabría
decir las sensaciones que la habían inundado, solamente quería tener sexo, de una manera
dolorosa que incluso la avergonzaba, los cinco se habían dejado hacer lo que ella necesitaba
hasta que no pudo más y suplico entre lágrimas que la ayudasen a calmarse, se limpió
varias lágrimas, necesitaba liberar todo y sollozo en silencio con amargura hasta que
escuchó como llamaban a la puerta.

 ¿Grace?
Volviéndose a mirar a Tucker vestido con un pantalón de vestir negro y una camisa
blanca sonrió amargamente, en segundos lo tenía rodeándola de rodillas en el suelo
mientras besaba su mejilla inundada de lágrimas.

 Tranquila Grace, trata de calmarte.

Tucker alzo una de sus manos a sus hermanos, en el cuello de Grace los miro
pidiéndoles un momento a solas con ella y se lo dieron.

 Estás preciosa, estamos juntos y a salvo.

Grace volvió a sollozar con amargura.

 Las formas tan salvajes y descaradas con las que tuve sexo con vosotros,
jamás dejaran de avergonzarme.

Él la cogió por los hombros y la hizo alzarse para arrastrarla contra un espejo, la
pego en el haciéndolo moverse, tironeo del escote del vestido sacando sus pechos y ella
gimoteo.

 ¿Te avergüenzas de nosotros?

Negando Grace lo sintió coger sus pechos y apretarlos entre sí.

 Me avergüenza la forma y las maneras que tuvimos de compartir sexo.

Tucker subió su vestido y corrió a un lado su tanga para poner sus dos dedos índice
y anular en tus labios vaginales, los abrió pulsando en ellos y metió su dedo corazón entre
los dos haciéndola jadear, comenzó a dibujar círculos en su interior y lo saco para llevarlo
dando la vuelta a su cintura hasta su perla, su piel vibro sin poder evitarlo mientras
escuchaba la cremallera del pantalón de él y chillo de placer al sentir su gran miembro en
su entrada, estirando casi dolorosamente su piel sensible.

 Joder semental.

Él soltó una carcajada al escuchar sus palabras incoherentes, pero se detuvo y


apretó los dientes siseando al sentirla empapar y apretar sin piedad su polla.

 Es casi doloroso sentir como me aprietas.

Grace lo sintió respirar su olor en la curva de su cuello, donde un pequeño michelin


se le formaba.

 Vuelves a apretarme.
Eso hacia mientras se corría de nuevo sobre él, haciéndolo gruñir bajo.

 ¡Oh!, Dios Tucker, me tiemblan los muslos.

Él rugió su propio clímax mientras ella lo seguía, sin poder casi respirar, la rodeo
con sus brazos y bombeo varias veces en su interior llenándola completamente, se quedaron
así varios minutos, respirando entrecortadamente y finalmente coloco su ropa interior, su
vestido y la beso en una de las mejillas mientras se lamia el dedo gordo y lo pasaba por una
de sus mejillas.

 Nunca debes de llorar o entristecerte.

Volviéndola la rodeo de nuevo con sus brazos, los cruzo en su espalda y pego su
frente a la de ella, la beso, apretó sus labios a los suyos y comenzó a moverlos hasta que
pulso en ellos con su lengua, la profundizo entre sus labios y la pego contra la suya, ha hizo
moverla a su compas y la saco con gruñidos hasta acabar clavándose con su polla en uno de
sus muslos.

 No sabes lo que eso nos hace.

Grace tembló al sentirlo recorrer con las yemas de sus dedos su columna.

 Se nos hace tarde.

Volvió a besarla por su cuello, sus hombros y bajo hasta el centro de sus dos
pechos, llevo sus manos hasta sus caderas y comenzó a tironear de su vestido nuevamente
para arriba mientras la escuchaba reír.
 Luego volvemos a hacerlo, tengo toda la vida, además, tú padre está
esperando impaciente por ti, te dejare un rato a solas con él.

Asintiendo se besaron en los labios y finalmente él salió dejándola sola un


momento, Grace se limpió mejor el rostro y se aireo un poco, salió por la puerta del baño
viendo a su padre con las manos cogidas a la espalda mientras miraba por la ventana, se
acercó a él y lo rodeo por el pecho con los brazos.

 No te había escuchado, perdona hija.

Se volvió en su abrazo y él también la apretó contra su cuerpo.

 Siento mucho todo lo que paso Grace.

Ella asintió con tristeza.

 Más siento yo haber confiado en un completo imbécil, que solo quería


quedarse por encima de ti.
Su padre suspiro angustiado.

 Igual debí darle una oportunidad al chico. Cuando me lo trajiste a casa y lo


investigue no descubrí nada bueno de él, trate de separaros y tú te fuiste con él a los
Estados Unidos. Debo de confesarte que seguí sabiendo de ti, que incluso trataba con él
para que me dejase verte, sin conseguirlo y también intente que no te metiera en sus
negocios, pero tarde o temprano la verdad te llegaría.

Grace sollozo amargamente.

 No te preocupes cielo, ahora tienes a cinco cambiantes que darían sus vidas
por protegerte.

Ella trago amargamente.

 No creo que pueda tener hijos papa, lo intenté con Carlo y ahora hasta la
saciedad con los cinco, sin conseguir nada.

Su padre la silencio con un siseo.

 Algunas veces los embarazos no suceden rápido, trata de calmarte y cuando


menos te lo esperes lo conseguirás.

Grace soltó varias lágrimas al igual que su padre y finalmente se pusieron a mirar
hacia la ciudad que tenían delante, en los pies del edificio en el que estaban muchos
hombres vestidos de uniforme negro lo rodeaban, incluso vehículos pesados con fuerte
armamento y nieve, todo estaba completamente cubierto de nieve.

 ¿Dónde estamos?

Grace se separo levemente de su padre, pero conservo uno de sus brazos detrás de
él.

 En una ciudad de Rusia.

 ¿Qué hacemos en Rusia?, pensaba que estaría en Inglaterra, ¿Y porque hay


tanto tipo abajo?, no veo a ningún miembro de tú equipo de seguridad.

Su padre se acercó también al ventanal, bajo su mirada y observo a los cambiantes


moverse.

 No hacía falta que vinieran, además ellos no serían bien recibidos aquí.

Grace se mordió los labios negando.

 Ellos trabajan contigo, los conoces.


Cuando su padre iba a contestar, pero una voz cortante, masculina y fuerte los
silencio a los dos, la piel de Grace se erizo al saber quién era.

 Son guardias contratados, seres humanos que nunca cobraran lo suficiente,


siempre pueden darles algo más, muchos de ellos te entregarían por un par de miles, incluso
a tú padre Grace.

 Te dejare a solas con Beck, ahora nos vemos abajo.

Grace trato de detenerlo en su corta huida, pero Beck cogió su codo


prohibiéndoselo.

 Cuando Tucker llego al gran salón el olor de tú pena nos inundó a todos los
que estábamos allí, al igual que el del sexo que habíais compartido.

La maldita vergüenza que la inundo hizo arder hasta la punta de sus orejas.

 Tu vergüenza me vuelve loco.

La rodeo con sus brazos y los subió hasta sus pechos haciéndola jadear, ella trato de
apartarse, pero él la mantuvo sujeta en el lugar.

 Tan tímida con el sexo, estás rodeada de cambiantes que practican más de
cinco veces al día el sexo, para nosotros es natural, extraño seria no oler.

Gimoteando lo dejo entrar sus manos por su sujetador y tironear de la fina tela que
la cubría, cargar sus pechos y juguetear, pellizcando sus pezones.

 Estás preocupada porque no te embarazamos.

Grace asintió varias veces mientras se dejaba caer en la cama hecha, él subió su
vestido y golpeo una de sus nalgas haciéndola jadear, la alzo y lamió donde había golpeado
mientras soltaba un gruñido bajo, tironeo de sus braguitas hasta arrancarlas, pulso con sus
rodillas en sus muslos mientras la abrazaba por la cintura entrando en su interior, beso su
espalda y llego hasta su cuello donde la mordisqueo ansioso.

 ¡Oh!, Beck no te contengas, fóllame, por favor.

Gruñendo comenzó a darle sacudidas más fuertes, incluso la hizo tumbarse en la


cama mientras él seguía su ritmo y la sentía correrse, siguió insistiendo, ella le regalo otro
orgasmo y finalmente con el tercero, mientras la sentía apretar su miembro con fuerza, se
corrió, soltó un rugido atronador, dejándose caer en la cama, a un lado de ella,
escuchándola recuperaba el aliento, la beso en la mejilla ruidosamente y la incorporo casi
sobre su pecho.

 Mis braguitas Beck.

Él se señaló el bolsillo, bajo su gran mano hasta allí y se sacó un pedazo de tela
haciéndola tragar mientras se guardaba su miembro aún endurecido y brillante, Grace se
lamio los labios y él gruño en respuesta a eso, mientras trataba de quitarse el botón del
pantalón para guardar todo su tamaño.

 Puedo ayudarte con ese enorme problema.

Sujetándole todo lo que pudo con ambas manos, sin conseguir tocarse las yemas de
los dedos sonrió mientras sus mejillas ardían por su valentía, Beck sujeto sus muñecas
mientras la miraba ansioso, respirando entre una nube deseo.

 Podría mancharte, mejor…. ¡Oh!, mierda.

Beck se sujetó al cabecero de la cama con una mano, con todas sus fuerzas, lo
medio destrozo mientras ella pasaba la punta de su lengua por todo su miembro hasta llegar
a su capullo y besarlo ruidosamente, él tuvo que llevarse una mano a los labios y finalmente
morderse los nudillos, tratando de contenerse, dudaba que aguantase más y enseguida la
aparto para correrse con sus manos apretando su capullo.

 Podía haber terminado yo.

Beck negó volviéndose y levantándose, con sus manos inundadas de semen hasta
casi las mangas de su camisa.

 No quiero estropearte más, ahora regreso.

Grace camino hasta el tocador y se pintó los labios un poco, lo vio volver
mirándola detenidamente, se llevó un lápiz negro a los ojos y los retoco mientras lo
escuchaba soltar pequeños gruñidos.

 ¿Por qué siempre gruñes o ruges?, es salvaje.

Beck la vio volverse, con los labios rojos recién pintados y se lamio los labios,
tosió evitando gruñir de nuevo y le sonrió.

 Yo no gruño, tampoco rujo.- se detuvo un segundo-. Mucho, su..supongo.

Ella tuvo que soltar una carcajada.

 Salvaje.
Beck se abalanzo hacia ella haciéndola cerrar la puerta de golpe, la asusto
levemente y la hizo volverse para ver su rostro completamente serio, fue un leve segundo y
seguido bajo sus labios a los de ella, pero Grace retrocedió con una ceja alzada mientras
llevaba las manos a sus pectorales.

 Algunas veces quieres hacer algo y después te contienes.

Mirándolo a los ojos suspiro, alzo como pudo un poco más sus pies en sus tacones
y llego a sus labios, lo beso con ternura mientras acariciaba su pecho completamente
tonificado, él simplemente movió los labios con ella mientras la rodeaba con sus brazos, la
soltó y cuando se separaron Grace limpio sus labios llenos de carmín viéndolo sonreír, ella
sintió su piel vibrar al ver sus labios hinchados y el brillo que tenía en sus ojos
completamente negros, los estómagos de ambos se quejaron y Beck sonrió.

 Vamos a comer algo preciosa.

Grace se dejó rodea por detrás de la espalda, con uno de sus fuertes y tatuados
brazos, con la otra mano él abrió la puerta y Grace no pudo evitar cuando la llevo a su
vientre entrelazar los dedos con él, entraron en el ascensor y Grace se observó junto a él,
llegaba hasta su pecho y eso que llevaba tacones, vio sus fuertes brazos repletos de tatuajes
recorrer su piel y sus manos acariciar las suyas mientras la besaba en la cabeza.

 Estás muy callada.

Las puertas se abrieron antes de que pudiera contestarle y los dos se volvieron
escuchando música, llegaron saliendo del ascensor a las puertas de un gran salón lleno de
cambiantes, Grace pudo adivinarlo por sus tamaños y corpulencias, muchos de ellos
estaban en camisas de mangas cortas, con los botones del pecho quitados y podía ver la
cantidad de tatuajes que tenían.

 Vuestra humana está verdaderamente exquisita, le queda perfecto ese vestido.

Grace salto un poco asustada, dio de espaldas contra el cuerpo de Beck mientras él
la sujetaba por la barbilla haciéndola mirarlo soltando varios siseos, torció sus ojos para
contemplar los ojos amarillos más extraños que jamás hubiera visto observarla, tenían el
borde negro y sombreado rojo alrededor de ellos, apartando un poco los ojos de los de uno
de los hermanos los contemplo, eran altos y sus ropas completamente negras dejaban ver en
las manos tatuajes de un lobo en cada una de ellas, incluso en sus cuellos y a través de los
lados rapados de sus cabezas podía ver tatuajes, eran fuertes por la forma en que los trajes
se ajustaban a la perfección a sus cuerpos.

 Deja de acapararla Beck.

Éste gruño furioso y sonrió cuando ella torció su mirada hacia él.
 Ellos son unos diseñadores de ropa que igual conoces.

Volviéndola torcer su rostro hacia ellos, Beck la beso en una mejilla y Grace
contemplo como los ojos de los tres se redondeaban de un negro brillante, abrió los ojos de
par en par y negó varias veces, Beck la acerco más a su cuerpo mientras los veían
marcharse.

 ¿Estás bien Grace?

Ella asintió varios minutos después.

 Todos vosotros sois enormes y musculosos, imponéis mucho respeto.

Beck asintió apretándola entre sus brazos, la guió dentro del gran salón y fue a
sentarla entre él y su padre, pero uno de los hermanos Damikovich le insto a Grace que le
siguiera.

 Mi compañera está en el pequeño salón de aquí al lado, con varias compañeras


más.

Beck apretó un poco su agarre sobre el hombro de Grace haciéndola mirarlo.

 Estaré bien Beck.

Viéndola marcharse, Beck se quedó quieto, miraba hacia donde se había ido Grace
con miedo, pánico e incluso su pecho palpito doloroso.

 Cálmate oso, con la seguridad que tenemos en toda la zona jamás le sucedería
nada, piensa que mi hembra y mis tres cachorros están en éste edificio, por lo tanto
cualquier intruso que se atreviera a llegar a la esquina de la calle moriría rápidamente.

Sentándose entre sus hermanos Tucker y Rhys golpeo la mesa con ambos puños e
hizo a todos mirarlo.

 Cuando sepa quién nos está traicionando me lo voy a cargar, me voy a hacer
un maldito abrigo con su piel.

Varios cambiantes abrieron los ojos de par en par completamente sorprendidos.

 Ninguno de nosotros podría hacer algo así, por todos los demonios Beck,
cuando salisteis de aquel agujero y os vimos tomar vuestra primera bocanada de aire limpio
con miedo a que estuviera envenenado, golpeadas, indefensos y desconfiados, os robaron
vuestras infancias, los que no hemos vivido ese infierno, jamás querríamos vivir uno, los
cambiantes somos sencillos, trabajar, encontrar a nuestra única y llenarla rápidamente por
nuestras semillas, para embarazarlas, como una obsesión para que no escapen de nuestras
naturalezas salvajes, celosas y dominantes.
Beck se llevó ambas manos a la cara tras escuchar las palabras de uno de los dos
hermanos guepardo del Serengueti, finalmente suspiro furioso, alzo la mirada a los dos
hermanos, eran altos y fornidos, morenos de pasar horas y horas al sol y sus ojos eran
inconfundibles, como la miel.

 ¿Nos controlaremos unos a otros?, eso es seguramente lo que quieren los


humanos, debilitarnos, hacernos desconfiar entre nosotros.

Matt rugió levantándose.

 Si así tiene que ser, lo será, los cambiantes somos de todo tipo, lo sabéis.

Matt se levantó poniendo las manos a su espalda.

 Pero todos tenemos un enemigo común y esa rata se llama Víctor Capat.

Gruñidos y rugidos lo ensordecieron hasta que siseo su hermano Tucker


haciéndolos sentarse.

 Sabéis que es imposible llegar hasta él.

Yaroslav que estaba en una esquina, en la oscuridad, con varios seres como él les
negó.

 Podéis llegar, pero no queréis formar una guerra, atacar un punto flaco y
después destruirlo.

Beck negó mientras que Theo, el padre de Grace carraspeaba.

 Podéis estar seguros de que ese tipo tiene sus espaldas bien guardadas.

Un ser que estaba junto a Yaroslav se levantó, su piel era tan extraña que parecía
haber sido tintada completamente por un tatuaje, uno que de dibujaba hasta sus hombros y
desde ahí hasta su cuello y cabeza formaba dibujos por una piel humana como la de su
rostro, lanzo una fotografía al centro de la mesa y todos observaron a una hermosa mujer
que debía de pesar unos cien kilos, tal vez algo más, estaba en alguna playa de aguas claras,
no sabrían si sería por el reflejo del agua, pero sus ojos parecían iguales, su rostro estaba
alzado con arrogancia, llevaba un biquini de braguitas altas y la parte de arriba se ceñía
demasiado a sus enormes pechos, su cabello estaba recogido en un churro grande, por lo
que su melena debía de ser larga, varios gruñidos, ronroneos, aullidos y siseos se
escucharon por todas partes.

 Carmen Capat.
Todo se silenció al escuchar su nombre y apellido.

 Hijo de puta con suerte y buen gusto.

El alienígena recogió la foto y la observo sonriente, dando una pequeña caricia


sobre ella, como si de verdad la estuviera tocando, después alzó la mirada mientras se la
guardaba y hablaba con voz oscura y elegante.

 Es su hija, una niña bien que ha vivido siempre a su costa, si nos dejarais a
mis veinte hermanos y a mi llevárnosla a nuestro planeta os lo agradeceríamos, la haríamos
nuestra.

Todos los cambiantes comenzaron a mirarse y hablaron detenidamente hasta que


negaron.

 La humana se quedara en la tierra, conseguiremos que su padre se entregue


donde decidamos y lo mataremos, no podemos dejar que desaparezca y ese loco se lie a
asesinarnos hasta dar con ella.

Rafael, uno de los ocho hermanos Dominicanos que cambiaba a tiburón blanco se
levantó enseñando sus dientes afilados.

 Podríamos darle a probar de su propia medicina, mandarle videos de su hija


con varios de nosotros, amándonos, rogando por ser tocada por cambiantes.

Todos observaron al cambiante sonreír al igual que sus hermanos, detenidamente.

 Todos los cambiantes odiamos demasiado a ese humano, podríamos dañarla


por venganza, no podemos arriesgarnos a hacerlo, las humanas son delicadas.

Varios gruñeron furiosos.

 Dadme un precio, os pagare para que me dejéis llevármela, puedo daros todo
lo que queráis, joyas, dinero.

Todos se volvieron a mirar al ser de otro planeta tratando de convencerlos.

 No, esa mujer debe quedarse en aquí, nosotros la usaremos como moneda de
cambio.

El gran ser se volvió dándoles la espalda, comenzó a caminar junto a otro con piel
de lagarto y una rara cola que se movía dentro de su pantalón, dejándolos a todos
boquiabiertos, varios más comenzaron también a marcharse y finalmente los cinco se
quedaron junto a Theo con cinco de los siete hermanos Damikovich.

 Si lo deseáis Beck, podéis permanecer en mi casa el tiempo que necesitéis,


esto es demasiado grande, Theo suspiro mientras bajaba la mirada y hablaba.

 Yo no puedo permanecer más tiempo, aunque lo desee, pero en casa tengo a


mí amada esposa preguntando por mí, se enfadara al no verme volver con Grace, pero ya la
llevaré a visitaros.

Beck lo vio encogerse de hombros con tristeza.

 Me marcharé ahora mismo, no puedo volver a ver a mi pequeña sin robárosla.

Beck lo cogió por el hombro antes de que se marchara.

 Me temo que tendrá que venir su esposa aquí, pienso casarme con su hija
antes de volver a nuestra nueva casa y ella necesita que me la lleve hasta el altar, si usted
quiere.

Theo pestañeo varias veces tratando de ocultar su emoción.

 Para mi será un honor llevar a mi hija hasta el altar, pero mi mujer no soporta
viajar, supongo que tendrá que venir.

Los seis soltaron varias carcajadas.

 Si ella nos acepta.

Grace.

 Mi amada esposa estará hoy muy feliz de poder estar con una hembra,
normalmente las cambiantes sin emparejar no vienen mucho para no darle celos de ningún
tipo.

Sin llamar a una inmensa puerta los dos accedieron a un despacho enorme, varios
sofás estaban a cada lado de una alfombra gigantesca y una inmensa mesa de escritorio
estaba justo enfrente, Grace alzo la mirada hacia la iluminación del descomunal ventanal
para ver a una pareja de espaldas a ellos, él hablaba mientras movía sus brazos y ella tenía
la cabeza echada para atrás en su hombro, el hermano que iba con Grace tosió y los hizo
volverse.

 ¡Alexey!, ¿Qué sucede?

La mujer de ojos negros camino hacia el nombrado y ambos se dieron un abrazo


amoroso hasta que ella observo a Grace, la pareja hablo en ruso, por lo que Grace solo pudo
esperar hasta que ella sonrió con tristeza hacia ella.

 Siento mucho todo lo que has pasado éste mes, me llamo Nerea.
Ofreciéndole la mano, ella acepto y se la dio, los dos cambiantes que estaban con la
mujer se marcharon y ella la insto a sentarse.

 Tú estás con los osos.

La mujer la miro asentir soltando un claro whau de sorpresa.

 Yo estoy con siete cambiantes, pero los tuyos son gigantescos.

Grace abrió los ojos de par en par mientras decía.

 Siete.

La mujer también se puso roja de la vergüenza.

 Ellos, ¿No se ponen celosos?

Nerea hizo un rodeo con sus ojos.

 Se ponen celosos de cualquier tipo que se me acerque, pero entre ellos no, se
compaginan a la perfección, para eso les enseñan cuando alcanzan sus primeros deseos
sexuales.

Grace apretó el ceño.

 ¿Les enseñan?

Nerea la miro extrañada.

 Cuando tienen edad suficiente para comprender les hablan de sus únicas desde
el principio y con los años hasta que alcanzan la edad de apareamiento por así decirlo les
van inculcando comportamiento, cortejo, aunque finalmente no les sirve de nada.

Grace se sorprendió al escuchar como los siete hermanos la habían engañado con
un contrato falso, para conseguir tenerla junto a ellos.

 ¿Te ataron?

Llevándose las manos a los sabios exclamo sorprendida.

 Todos los cambiantes de los que me han hablado mis maridos aman en
BDSM.

Grace no entendió bien.

 El bondaje, la dominación, el sadismo y el masoquismo.


Nerea al verla mirar perdida hacia la nada tosió con una mano en los labios.

 ¿Nunca te han atado?, ¿sujetado las manos o golpeado levemente?

Ella asintió sin salir de su asombro.

 Algunas veces tienen un momento de querer hacer algo y suelen detenerse, me


ha pasado varias veces, también me sujetan ambas manos sobre mi cabeza.

Nerea alzo las cejas varias veces.

 Eso me sucedió cuando volví a Rusia, estaba embarazada de mis hijos y uno
de mis maridos estaba en coma, estuvo así hasta el día que me provocaron el parto y
después de que nacieran mis hijos y pasara la cuarentena hice el amor con todos salvo mi
esposo Vova, aunque después conseguí que me hiciera el amor, lo deseaba locamente, pero
algo faltaba, simplemente hacia el amor con varios de mis maridos y él casi siempre salía
del cuarto donde estábamos, pocas veces conseguía hacerlo con varios, incluso tuvieron que
marcharse a solucionar problemas con varios cambiantes y volvieron con mi nombre
tatuado en su mano izquierda y mi rostro en su lado también izquierdo del rostro, pero
nada, sentía que algo se estaba apagando entre todos nosotros, el hecho de despertarme con
todos sobre mi cuerpo durmiendo no me llenaba, un triste día de lluvia intensa los vi
alejarse con varios vehículos, ese día me iba a marchar con mis tres hijos, iba a coger un
vuelo a la casa de una amiga y volvería a desaparecer, pero mientras cargaba un vehículo
con la última maleta y silla de mis niños, Malik, el ayudante de mis maridos o por así
decirlo beta me cogió de la muñeca mirándome seriamente. – No los dejes ellos te aman - .
Rompí a llorar, con amargura y él me rodeo con sus brazos tratando de calmarme mientras
me llevaba dentro del salón, mis maridos estaban tratando de cambiar por mí, intentaban
hacer las cosas con más calma, incluso sin jugar, Malik trataba de convencerme, hacerme
cambiar de idea, me llevo a una planta de todo el edificio preparada para jugar, tenia de
todo, igualmente yo seguía furiosa, lo reprendí ofendida por mostrarme aquello, sus dos
hermanos estaban detrás nuestra y los tres me sujetaron, taparon mis labios con cinta y
cubrieron mis ojos, estiraron mis brazos con una polea y cuerdas, cuando pensaba que
estaba sola gemí asustada al escucharlo hablar en mi oído.- Prepárate guapa, cuando ellos
vengan y sepan que tratabas de volver a huir recuperaras aquello que tanto querías volver a
tener con ellos.

Grace sintió sus mejillas teñirse mientras la escuchaba hablar.

 ¿Y a ti te gusta todo eso?

La mujer asintió sonriente.

 Tú cuerpo, poco a poco te va pidiendo más y más de ellos, se adapta a


mantener relaciones constantes con varios cambiantes.
Grace asintió.

 Durante mi secuestro pinchaban a uno cada día, después miraban si había


conseguido quedarme embarazada, así hasta que se lo hicieron a los cinco y la verdad es
que yo siempre quería ayudarlos, los deseaba, los veía en aquel estado y solo deseaba
calmarlos.

Nerea se levantó, camino hasta el ventanal y se volvió.

 Ahora todo es diferente, incluso parecen otros.

Grace bajo la mirada con una leve tristeza, apretó sus ojos y al abrirlos vio la mano
de Nerea ante ella.

 Vamos a recuperarlos.

Ella negó alzando su mirada.

 No debes preocuparte, supongo que es por lo que hemos pasado.

Nerea insistió.

 Ellos seguirán igual a como están, por miedo a que tú tengas temor de su
verdadera naturaleza, entrégate, conócelos mejor.

Grace podía escuchar voces fuera del despacho, al igual que Nerea, que trataba de
convencerla.

 Vamos, sígueme.

Lo hizo, salieron por una puerta hasta un cuarto de baño lujoso, la vio coger un
bote de colonia y fue esparciendo a su paso y después por otra hasta otro despacho más
pequeño, Nerea se asomó por la puerta viendo ese lado del edificio vacío y la cogió por la
mano llegando al ascensor donde pulso muchas veces hasta que se abrió, entraron y antes
de que las puertas se cerraran ella acciono varias veces el bote de colonia regando el
pasillo.

 Dudo que tarden mucho en encontrarnos.

El ascensor se detuvo en una planta oscura y al salir a su paso se fueron


encendiendo las luces y apagando a su espalda, llegaron a unas puertas negras iluminadas
por dos antorchas y Nerea abrió la puerta entrando y haciéndola seguirla.

 Así que nuestra hembra intenta esconder a otra en donde menos debería.

Grace abrió los ojos de par en par al ver a tres tatuados rodear a la mujer, mientras
uno la cogía por el cuello con ambas manos y bajaba su rostro contra el de ella hasta casi
rozar sus labios.

 Creo que vamos a castigarte sin sexo por un tiempo.

La mujer rogo haciéndolos soltar varias carcajadas.

 Los cambiantes que están con ella.

Nerea respiraba pesadamente, su boca estaba algo humedecida y ella claramente


excitada mientras ponía ambas manos en los hombros del cambiante repleto de tatuajes, con
barba y vestido con un solo calzoncillo.

 Nunca le han demostrado sus verdaderas necesidades.

Ella fue golpeada en las nalgas por los dos que la estaban rodeando.

 ¿Y qué quieres que hagamos nosotros?

La mujer gimoteo ansiosa.

 Quiero que la ayudéis.

Los tres olisquearon a la mujer haciéndola jadear.

 ¿Y que obtendremos a cambio nosotros?

La mujer trago mirando a uno de ellos a los ojos.

 Lo que queráis.

Los tres besaron su piel y la mordisquearon hasta escucharla quejarse.

 Todos queremos cosas distintas.

Nerea les asintió.

 Os lo daré todo.

Uno que tenía barbas respiro en una de sus mejillas y después llevo sus labios al
oído de ella haciéndola abrir los ojos de par en par mientras negaba.
 Sé que no queréis más, es una broma.

Sonriendo él la beso hasta dejarla sin aliento.

 Entonces nos dejaras hacerte lo que queramos.

Nerea asintió mientras chillaba al sentirse alzada por la cintura sobre el hombro de
uno de sus maridos.

 Humana, ordenare a Malik venir, él sabe muy bien como dejarte preparada.

Grace se volvió observando a los cuatro marcharse, se sorprendió al ver como


Nerea trataba de alzarse y solo conseguia agarrarse a la cintura del que la llevaba
rápidamente lejos de allí, cerraron detrás de ellos las puertas y la luz que entraba por la
puerta se apagó, Grace suspiro varios minutos después cuando por fin se había vuelto a
encender, la puerta se abrió y vio a un cambiante alto, tenía una coleta alta y mal sujeta en
lo alto de su cabeza casi completamente rapada y cerro detrás suya cruzándose de brazos.

 ¡Ricitos!, cinco osos ansiosos te andan buscando, por robarles su corazón y no


creo que tengan ganas de jugar cuando te encuentren.

Ella sintió su piel ponerse completamente de gallina mientras escuchaba en la


lejanía el monstruoso rugido de Beck, Rhys, Tucker, Jonh y Matt, se quedó mirando hacia
la puerta hasta que sintió una mano sobre su hombro.

 Te voy a poner preciosa y ellos se volverán locos al verte llegar.

Grace se volvió hacia él y vio como detrás había descendido desde el centro del
techo una cadena que en el suelo estaba sujeta a una barra negra con un grillete a cada lado,
Malik la guio hasta allí y la insto a alzar ambas manos, lo hizo respirando pesadamente y él
la ato sin dudarlo, cogió cada uno de sus tobillos y los sujeto con cada uno de los grilletes
dejándola completamente abierta, se sacó un pintalabios rojo de un bolsillo y pinto sus
labios, se sacó de otro bolsillo cinta aislante y sonrió poniéndola sobre sus labios para
pintar sobre la cinta un beso, después corto esta y se la pego, se alejó varios pasos y se llevó
una mano bajo su cuerpo cruzada, la otra mano la llevo a su barbilla y negó.

 Falta algo.

Chasqueo los dedos y se acercó a ella contemplando su vestido, acaricio la tela y


sonrió mientras cerraba sus dedos sobre está destrozándola, la dejo caer a sus pies y Grace
gimoteo al darse cuenta de que no llevaba bragas, Malik sonrió y destrozo su sujetador
hasta lanzarlo lejos.

 Dudo que estés mucho tiempo así, subiré la calefacción hasta que esté
agradable para estar desnuda una humana.
Grace asintió completamente avergonzada, incluso una lágrima descendió de uno
de sus ojos hasta su mejilla y acabo en su cuello donde el cambiante se la limpio.

 No me gustas, conmigo y mis hermanos las hembras pueden estar tranquilas.

Malik abrió los ojos de par en par y se marchó rápidamente, Grace trato de volverse
a mirarlo, pero antes de que pudiera volver a intentar mirar hacia donde se había marchado
las puertas delante de ella retumbaron y los cinco cambiantes con ropa destrozada más
sexys que jamás hubiera visto se detuvieron respirando su rápida excitación. Ella tuvo que
bajar la mirada, pero antes de que pudiera estar más de un segundo con mirada gacha, las
yemas de los dedos de Jonh se pusieron bajo su barbilla y le hicieron alzar el rostros, él se
acercó lentamente a sus labios tapados por la cinta y tiro un poco haciéndola gemir con
varias lágrimas, la insto diciéndole que dolería y tiro haciendo varias lagrimas brillar en sus
ojos.

 Eres delicada, demasiado para querer esto.

Él la beso, con un beso lento a la par que tranquilo, saco su lengua haciendo a la de
ella moverse junto a la de él, hasta que la dejo sin aliento y se quedó mordisqueando sus
labios, cuando ella termino de recuperar el aliento recorrió besos por su cuello, bajo
lentamente hasta llegar a uno de sus pechos, ella se removió ansiosa y él mordió su pezón
haciéndola gimotear, ella trato de tragarse la saliva que casi se escapaba de sus labios, alzo
la mirada sintiendo los labios de su vagina también empaparme mientras él entraba entre
ellos su dedo corazón, acaricio su perla mientras llevaba sus labios a su otro pecho, dejando
a su otro pecho ser acariciado por el aire, condujo su dedo corazón a su centro, entro en su
coño con varios dedos y los movió con arte, soltó varios gruñidos mientras subía por su
cuello a besos hasta su oreja.

 Me estas empapando la mano Grace.

Avergonzada se mordió los labios mientras lo sentía golpear una de sus nalgas con
su mano libre, esa mano la bajo hasta su ano y lo dibujo mientras seguía profundizando su
mano en su vagina, llevo sus labios hasta los de Grace y la volvió a besar mientras ella se
corría teniendo que soltar el beso, se acercó a ella y la dejo apoyarse en su hombro.

 No te va a gustar Grace.

Ella alzo su mirada para verlo cogerla por ambas mejillas, haciéndola mirarlo a los
ojos.

 Nos dejaras por ser así.

Grace negó.

 Quiero.

Jonh se volvió buscando las miradas de sus hermanos, Matt se estaba acariciando la
barba mientras los miraba con su inmensa polla asomando por la pierna de su calzoncillo,
éste estaba humedecido, al igual que su pantalón roto, Grace no pudo evitar mirarlo
asombrada hasta que se movió un poco y alzo su mirada a él que sonreía descaradamente y
finalmente rompía a reír a carcajadas, Grace se mordió los labios sintiendo la punta de su
nariz arder mientras él se acercaba hasta ella, se puso junto a Jonh y si no fuera por las
barbas de Matt dudaba que pudiera diferenciarlos.

 Creo que deberíamos alzarla, solo un poco.

Rhys carraspeo detrás de Grace y ella trato de volverse mirándolo, pero solo pudo
chillar al sentirse alzada, se agarró con fuerza a la cadena que la sujetaba mientras sentía
sus pies abandonar el cálido suelo.

 ¿Cómo la queréis?

Grace bajo su mirada hacia Matt y Jonh viéndolos hablar bajo entre ellos.

 Solo un poco más.

Matt se alejó hasta llegar a unos látigos de diferentes formas y empezó a


acariciarlos, los sujeto por su agarre, varias veces mientras suspiraba y gruñía bajo, Jonh
también se alejó de ella, llego hasta donde estaba su hermano y los dos estuvieron un
tiempo observando y comprobando hasta que finalmente se volvieron cada uno con un
látigo, cada uno se puso a un lado y sonrieron entre ellos mientras comenzaban a dar contra
su carne desnuda, un golpe en un pezón, no dolió, pero si ardió levemente, otro golpe dio
en uno de sus muslos, otro en su otro pecho, otro en su monte de venus, Grace no pudo
evitarlo y sus labios temblaron, así comenzó a jadear, una corriente le paso desde los dedos
de sus pies hasta la cabeza, un extraño estremecimiento de placer la consumió, apretó los
ojos tratando de contenerse, pero no pudo, ansiosa chillo.

 Me corro.

Intento decir algo más, pero sus palabras se ahogaron y solo pudo chillar de placer,
su cuerpo fue alzado algo más y Beck la cargo en sus brazos hasta una mesa de cristal con
grilletes de cuero en cada extremo, la cogió por el cuello, apretó levemente su agarre y la
hizo tumbarse boca abajo mientras la besaba, Grace apretó los dientes y trago aliento entre
ellos, estaba helada la superficie, pero se dejó inclinar en ella y atar ambas manos por Rhys
y Tucker.

 Ese orgasmo fue maravilloso.

Grace asintió, fue a poner sus codos en la mesa, pero solo pudo hacer el intento
mientras caía con la mejilla sobre la superficie.

 Tienes la ligera costumbre de hacer las cosas deprisa, sin parar a pensar
primero que te puede pasar tras tus actos.

Grace chillo asustada mientras Rhys pasaba junto a ella golpeándola con un
pequeño látigo, después del golpe paso ante sus ojos guiñándole un ojo y se puso ante unas
pinzas extrañas, cogió dos que tenían cascabeles y se volvió sonriente.

 Podríamos darle la vuelta.

Rhys negó mientras la cogía por un hombro y la ponía un poco de lado, llevo hasta
su pezón una pinza y sonrió malvadamente mientras la clavaba y apretaba varias veces y
después golpeaba levemente el cascabel.

 Creo que si podríamos darle la vuelta, pero vamos a atarla colgando sus nalgas
de la mesa.

Grace intento tocar con una mano el pezón con cascabel cuando la soltó Rhys, pero
Beck la cogió por la muñeca y se llevó la palma de su mano a los labios besándola, cuando
le soltó Rhys su otra mano, Beck le cogió ambas y las alzo juntas, la torció y abrió sus
manos para que las volvieran a atar, ella fue a protestar, pero él le llevo su dedo índice hasta
los labios de Grace.

 Solo vamos a jugar, como adulos y dominantes contigo, si quieres parar dilo.

Estiraba sus manos hasta sus hermanos Matt y Jonh, que en segundos la ataron
mientras Beck ofrecía su mano liberada a Rhys, le arrebato la pinza y soltó su labio para
bajar la mano hasta su pecho, lo cargo y bajo su rostro haciéndola respirar con fuerza, hacia
a su cuerpo acercarse con sus respiraciones a los labios de Beck y él sonrió para después
sacar su lengua y lamer su pezón, coloco la pinza y cogió sus pechos con ambas manos, los
movió haciendo que los cascabeles de movieran y Grace sonrió mordiéndose los labios,
Beck bajo sus labios hasta los suyos y Grace sonrió tras él robarle un beso y quitarse un
pelo largo de ella de los labios.

 Sabes que eres mi vida, lo sabes.

Grace asintió, Beck se movió hacia abajo, metió sus manos en sus muslos
completamente apretados, hizo presión en ambos y finalmente sonrió cuando consiguió
abrirla.

 Cada vez que voy a follarte me pongo nervioso.

Alzando la mirada a ella mientras llevaba su dedo corazón a su perla y ella cerraba
las piernas, Beck sonrió mirando un segundo a sus hermanos.

 Buscamos tú placer Grace, eso es lo único que queremos, ansiamos y


deseamos.

Ella asintió, varias veces se lo habían dicho cuando estaban encerrados, Sus tobillos
fueron atados y se quedó inmovilizada.

 Beck, por favor.

La miro a los ojos, le enseño los dientes afilados de su animal y ella abrió los ojos
de par en par al verlo subir la mano a sus labios, se chupo varios dedos a la vez mientras
gruñía y sonreía volviendo a mirarla a los ojos.

 Podría chuparte hasta llegar a tus huesos.

Grace sintió sus mejillas arder, fue a cerrar los ojos con fuerza, pero Rhys se lo
prohibió torciendo su rostro y besándola.

 Vergonzosa, sabes que eso con cinco de nosotros no vale.

Asintió cuando aparto sus labios y volvió su rostro hacia abajo para ver a Beck
llegar a su vagina, lo sintió mordisquear uno de sus labios y después el otro, siguió un
camino con su lengua hasta su perla y después de lamerla la mordió, Grace subió y bajo su
pecho con respiraciones fuertes y perdió de visión la cabeza de Beck cuando Matt y Jonh se
pusieron a cada lado suyo tirando fuera de sus pezones las pinzas, la liberación de sus
pechos de ellas hicieron a Grace jadear, pero después chillo al sentir los labios de ambos
ocupar sus pezones, Beck entro varios dedos en su vagina y ella no pudo evitar correrse,
Beck aprovecho y cogió sus caderas mientras trataba de entrar en ella, lo consiguió con
todas sus ganas y paciencia, no deseaba dañarla, el mes que estuvieron retenidos ellos se
hacían daño al principio, incluso a pesar de la nube de ira y deseo de montarla, primero
trataban de prepararla a ella para que los aceptara y lo hacía, los deseaba ayudar, el rostro
de preocupación que puso el primer día que se volvió él hacia ella tras recuperar la
consciencia hizo a su pecho hincharse, juraría que esa mirada era de puro amor y
preocupación, consiguió entrar hasta el final de su miembro en ella y ansioso insto a sus
hermanos que la soltaran, necesitaba sentir sus brazos envolviéndolo, sus finas y suaves
manos acariciarlo, cuando por fin la soltaron él tiro de su cuerpo hacia su pecho antes de
que se cubriera, la cogió por los codos y la hizo rodearlo.

 Te quiero Grace.

Ella asintió gimoteando, sus fuertes envites la hacían sujetarse con fuerza a él,
incluso trataba de respirar, sin conseguir más que correrse varias veces alrededor de su
polla gruesa, larga y venosa.

 ¡Oh…Dios Beck!, no pares por favor.

Beck asintió, con fuerza siguió golpeando en su interior, la sintió empaparlo de


nuevo mientras él trataba de contenerse sin conseguirlo y comenzó a vaciarse en ella, la
lleno de su semen, incluso siguió bombeando al terminar de vaciarse, estaba tan a gusto,
Grace lo apretaba con fuerza, incluso cuando termino y se quedó con la frente pegada a la
de ella, los dos comenzaron a besarse de nuevo y acariciarse hasta que él corto el beso y
salió de su vagina, estando todavía completamente endurecido.
 Puedes conmigo, volvería a empezar, pero les toca a los demás.

Grace lo sujeto por la muñeca antes de que se alejara y lo hizo volverse sonriente.

 Dame por detrás Beck.

Él sonrió volviéndose detenidamente, llevo su mano libre a sus labios y los acaricio
detenidamente.

 Soy el más grande, lo sabes y no es solo por orgullo.

Grace sonrió besando las yemas ásperas de sus dedos, lo miro a los ojos y asintió
acercándose hasta pegar su cuerpo contra él.

 Ya lo hemos hecho Beck.

Ansioso asintió, mientras la volvía hacia la cama, en ella Rhys estaba sentado
bebiéndose una cerveza que acababa de sacar de una nevera, la vacío al ver como caminaba
su hermano arrastrando a Grace hacia él.

 Se va a colocar en el centro, lo entraras en tú vagina, todo su tamaño.

Rhys se estaba colocando en el centro de la cama mientras Beck hablaba.

 Después yo dilatare tu trasero hasta hacerte chillar nuestros nombres.

Beck la rodeo con sus brazos, subió sus caricias y aparto su cabello a un lado, para
besar su cuello hasta llegar a su oreja, la mordisqueo y ella jadeo mientras Beck tocaba con
una simple caricia uno de sus pechos y con su otra mano acariciaba su vagina, finalmente
dejo de acariciar su pecho y la abrazo pegándola contra su pecho, metió profundo su dedo
corazón en su vagina mientras ella se sujetaba a su brazo y saco su brazo para llevarlo tras
ella y dibujar su ano, después profundizo en su piel apretada y la estiro mientras Grace se
mordía los labios.

 ¿Estás segura?

Grace asintió, torció su rostro y beso los labios de Beck mientras él seguía
jugueteando con su ano, Rhys llego a ellos y le alzo una pierna a Grace, la hizo ponerla
sobre la cama y coloco su inmensa polla en su vagina, la sintió clavarse, toda su punta y
después empezó a profundizarse en ella hasta incrustarse completamente en ella, Beck saco
su mano de ella y apoyo ambas a cada lado de sus nalgas abriéndola completamente, coloco
la punta de su inmenso miembro en ella y lentamente mientras Rhys se la follaba sin
piedad, él fue entrando hasta colocarse completamente en su interior.

 Te sientes de maravilla, incluso dolorosamente, pero es placentero.


La besó en la mejilla y comenzó a moverse en su interior, ambos la hacían moverse
levemente y trataban de sujetarla, entre sus cuatro fuertes brazos, ella gemía agarrada a
Beck por el cuello, estaba echada para atrás y dibujaba con las yemas de los dedos cada uno
de sus músculos, empezó por sus trabajados pectorales y bajo uno a uno por sus ocho
trabajados abdominales, hasta llegar a su leve vello íntimo, lo acaricio y después subió su
mano hasta su hombro, se sujetó con fuerza al igual que cogió con su otra mano la parte de
detrás del cuello de Beck, para correrse soltando varios gritos de placer, ellos la siguieron
mordiéndola, cada uno en uno de sus hombros, los dos la dejaron caer en la cama exhausta,
respiraba pesadamente mientras se cubría los grandes pechos que tenía, Beck se puso sobre
ella y olisqueo su cuello haciendo que a Grace le recorriera un estremecimiento el cuerpo.

 Sabes que esto acaba de empezar princesa, te vamos a follar hasta que ruegues
que dejemos de hacerlo. Por mala, te has dejado tocar por otro.

Grace abrió los ojos un poco, lo observo con los dientes apretados, la mandíbula
tensa y la frente apretada, no pudo evitar llevar una mano a su rostro y acariciarlo.

 Celoso.

Beck asintió apartando levemente su rostro de su caricia, mordió su mano y sonrió


mientras ella se sorprendía abriendo los ojos de par en par.

 Los humanos sois infieles, seguís conservando el gusto por otros machos u
hembras reproductivos a pesar de estar emparejados.

Grace soltó un bufido y después varias carcajadas bajas.

 Lo que me faltaba, después de los meneos que me dais los cinco, que casi me
dejáis sin fuerzas, tener ganas de otro tipo más o de varios sería una locura.

Beck gruño con los labios cerrados, se acercó hasta casi pegar su rostro al suyo y
puso ambas manos cerca de su rostro, las movió detenidamente haciendo señas claras con
lo que decía.

 Si alguna vez te toca otro macho.

Su mirada se volvía oscura, sus ojos brillaban a pesar de ser completamente negros
un borde rojo se dibujó a su alrededor.

 Lo matare, despellejare toda su piel lentamente, arrancare sus uñas, le hare un


agujero en su vientre y sacaré sus tripas lentamente.

Grace recorrió la cicatriz de su rostro con las yemas de sus dedos y él bajo su
mirada por su cuerpo.

 Algunas veces hablas como un salvaje.


Grace jadeo al verse volteada en cuestión de segundos, Beck cogió sus dedos, los
entrelazo entre los suyos y Grace sintió su inmensa polla clavarse en una de sus nalgas, lo
observo de medio lado, viendo como bajaba su cara hasta su oído.

 ¡Dios santo Beck!, estas más duro que el mármol.

Él asintió clavando en la entrada de su vagina la punta de su polla, Grace trato de


moverse, abrirse un poco, pero él tenía ambas piernas a cada lado de las suyas
prohibiéndole hacer cualquier movimiento, profundizo un poco en su vagina, Grace jadeo
al sentirse tan apretada y dilatada a la vez, su coño ansioso lloraba queriendo recibirlo y su
piel se ponía completamente de gallina.

 Beck por favor.

Él siguió entrando en ella mientras recorría con besos lentos su cuello y el centro de
su espalda, volvió a subir besos hasta su cuello a la vez que Grace sentía su vagina estar
completamente dilatada y las bolas de Beck clavarse en sus nalgas, salió un poco de ella y
volvió a profundizarse sintiendo como empapaba la vagina de Grace todo su miembro.

 Eres nuestra.

Grace asintió mientras tragaba ansiosa, Beck cogió su rostro y la hizo torcerse
levemente para besarla, Grace sintió su espalda rozar levemente el pecho de Beck y gimió
de placer mientras se besaban y él se movía en su interior.

 Dilo, di que eres nuestra.

Abriendo los ojos mientras él la alzaba hasta dejarla apoyada en su cuerpo y asintió.

 Soy vuestra, ¡lo soy!

Jadeó y chilló las palabras, mientras se cogía con fuerza a los brazos de Beck, temía
caerse, pero no lo haría, lo sabía, él no la soltaría, chillo con ganas de nuevo y tembló en los
labios de él al sentirlo llevar una de sus manos a su clítoris, Grace no pudo evitarlo y
comenzó a seguir los movimientos que él hacía con su mano, a la vez que no dejaba Beck
de follarla salvajemente, los dos llegaron a un clímax eterno en el que él se vaciaba en su
interior y ella lo empapaba completamente, rodeándola con sus brazos bajo los pechos la
beso en los labios, se dejó caer con ella en la cama, sonrió mirándola respirar temblorosa, la
torció hacia él y cogió su rostro con ambas manos haciéndola mirarlo.

 Cásate conmigo.

Grace abrió los ojos de par en par, se sorprendió tanto que a Beck le asusto, la
acerco a él y ella no pudo evitar gemir.
 Beck.

La soltó de su agarre y la rodeo con sus brazos.

 ¿Y los demás?

El resto de hermanos se subieron a la cama.

 Puedes casarte con quien quieras de nosotros a efectos legales, después de eso
tendremos una ceremonia privada con todos los demás.

Grace recorrió sus enormes brazos con sus manos, sonrió levemente y lo miro a los
ojos.

 No sé si podre tener hijos, todo está bien en mí, pero nunca he conseguido
quedarme.

Ella iba a comentarles que con Carlo incluso visito clínicas de fertilidad, pero
mejor no poner más celosos a los cinco osos que la rodeaban, podría ser peligroso.

 Primero tendremos un lugar donde protegeros.

Beck recorría con las yemas de los dedos sus dos pezones haciéndola morderse los
labios.

 Te disfrutaremos y después veremos tener cachorros, si llegan antes felices lo


celebraremos.

Grace asintió mientras Beck la dejaba en brazos de sus hermanos, él abandonó la


cama y se llevó las manos a la cabeza mientras se estiraba, recorrió toda la inmensa
habitación de juegos que tenían los Damikovich y se sentó en un cómodo sillón mientras
observaba a Grace de medio lado mientras Tucker entraba en su apretado ano y Rhys en su
precioso coño, se mordió los labios y se aguanto un gruñido al escucharla gimotear
delicadamente, sintió su miembro pulsar hacia arriba de nuevo, se agacho hacia una mini
nevera que tenían, ansioso cogió una cerveza negra y le ofreció dos a Matt y Jonh.

 La construcción de las torres estas y la nave de abajo no tarda más de cuatro


meses, con las técnicas esas alienígenas estaremos pronto en casa.

Beck alzo su mirada a Matt, lo observo furioso, apretó los labios y dio un buen
trago de la cerveza.

 Construimos esa casa con nuestras propias manos, ¿No os da pena dejarla?

Sus hermanos se encogieron de hombros, Beck suspiro pesadamente mientras veía


a sus dos hermanos terminar sus cervezas y caminar hasta donde Rhys y Tucker terminaban
de vaciarse en el interior de Grace, los dos se apartaron de ella y Matt se tumbó en la cama
poniendo a Grace sobre su cuerpo mientras que Jonh se subía de un salto sobre el colchón y
después se colocaba tras ella, Beck se terminó la cerveza y se agacho a coger otra mientras
Matt y Rhys se dejaban caer a su lado, Grace estaba con la garganta seca, tratando de sentir
y sentir, mientras su frente perlaba sudar, hasta que se corrió cayendo laxa entre sus
hermanos.

 Debíamos haberla dejado marchar.

Se acercó a ella y la observo dormir, parecía un ángel, sus labios estaban


hinchados, él no pudo evitar acariciarlos, volvió a por otra cerveza y suspiro con un gruñido
bajo, le dolía el haberla hecho pasar por todo lo que lidiaron el último mes, casi la muerte
se la había arrancado de su lado, gracias que eso no había pasado, pero aunque hubieran
acabado muriendo de pena habría sido mejor haberla dejado marchar, ahora peligraba más,
ahora que sabían los humanos que una nueva humana pertenecía al mundo de los
cambiantes y ella seguía siendo uno de ellos, una delicada y vulnerable humana que podía
enfermar y ser herida hasta la muerte, si eso sucediera los cinco seguirían el mismo camino,
muy pocos cambiantes seguían con vida al perder a sus únicas. Se incorporó agotado,
camino hasta Grace y la vio dormir, no pudo evitar echarse junto a ella, rodearla con sus
brazos y quedarse dormido, cuando dio en si no estaba Grace junto a él, palpo la cama y
nervioso se incorporó viendo que estaba ya en su dormitorio de Alaska, en su casa, habían
vuelto a casa, la llamo, varias veces al igual que a sus hermanos, salió fuera de su cama y se
puso un calzoncillo rápidamente, no tardo nada en llegar al pasillo, bajo las escaleras a toda
prisa sin dejar de llamarlos y camino fuera de su casa, ya no nevaba, el verano había
llegado y varios árboles adornaban la entrada de la casa.

 ¿Grace?

La llamo varias veces más, estaba detrás de un precioso árbol, cuando casi llegó
hasta donde estaba, ella salió sonriente, su vientre estaba completamente redondeado, bajo
la mirada cuando la alzo, sonreía y sus mejillas se comenzaron a teñir de rojo. Pero la
sangre tiño su pecho, varios disparos sonaros y ella empezó a llenarse de heridas de
balazos, cayo entre sus brazos, Beck trataba de cubrir estas viendo que no podía hacer nada,
sus hermanos estaban detrás de Víctor Capat, en una enorme jaula sollozando, un fuerte
golpe en el rostro lo devolvió a la realidad, abrió los ojos de par en par intentando ver, pero
tuvo que restregárselos varias veces, Grace estaba ante él, con el ceño fruncido lo cogió por
el rostro con una de sus delicadas manos y lo acaricio.

 No sabía qué hacer para despertarte, estábamos solos y decidí golpearte con
todas mis fuerzas después de que tras varios intentos no dieras en sí, ¿Qué soñabas?

Beck rodeo el cuerpo de Grace con sus brazos, la hizo caer contra su pecho y beso
varias veces seguidas su rostro mientras ella jadeaba tratando de tomar aliento.

 Ahora sé lo que significa un abrazo de oso.

Grace se separó finalmente de su toque mientras sus cabellos se movían por el


pecho y abdominales de Beck.

 Me diste un susto de muerte Beck.

Separo sus cabellos y acaricio varios de sus perfectos abdominales haciéndolo


sonreír.

 Beck.

Grace llamo su atención haciéndolo mirarla a los ojos, sus mejillas ardieron
mientras él alzaba ambas cejas sintiendo como Grace bajaba su toque hasta su polla, la
sujetaba con fuerza un leve instante y después se la acariciaba.

 Los hombres aman las mamadas y jamás quisisteis una.

Él no pudo evitar sonreír mientras negaba, la cogió con una mano por la barbilla,
dibujo sus labios con la yema de su dedo gordo y sonrió.

 No hace falta Grace.

Ella se apartó mordiéndose los labios, se alejó de su toque y bajo su rostro hasta su
polla haciéndolo seguirla con la mirada.

 Déjalo Gr….

Ese casi intento de nombre se convirtió en un gruñido ansioso, al sentir que ella
lamia la punta de su miembro cubierta de líquido transparente.

 Si sigues no voy a poder contenerme, podría hacerte daño.

Beck se llevó un puño a la boca, ansioso, se lo mordió al sentir a Grace volver a


lamerlo ansiosa y ruidosamente.

 ¡Grace!

Ella simplemente le siseo, Beck alzo la cabeza para verla con su polla cerca de sus
pequeños labios, su mirada lo hechizo, soltando varios rugidos entre respiraciones se sujetó
a la cama con todas sus fuerzas mientras Grace dibujaba varios círculos con su lengua
alrededor de su polla, Beck sentía que se correría en segundos, sus bolas ardían, le
quemaban y su polla lloraba verdaderamente ansiosa, ella lo metió entre sus labios, Beck
alzo de nuevo la cabeza para verla con la punta de su polla dentro de sus labios, apretó los
dientes al sentir la succión y el apretamiento que ejercía sobre ella y no pudo más que
agarrarse con fuerza a la cama, romper las sábanas ruidosamente y rugir con todas sus
fuerzas mientras escuchaba a Grace quejarse.
 No te muevas Beck, casi me atragantas.

Lo dijo con la punta de su polla entre sus dientes, él no pudo más que sonreír y
después apretar los dientes suyos al sentir la presión de los de ella, gruñó bajo y asintió
ansioso al sentirla volver a entrar en sus labios su miembro, entraba algo más de su punta,
después un poco más y así hasta que casi consiguió entrarlo todo, Beck sujeto sus cabellos
mientras la observaba, sus hermanos llegaron viendo la escena sorprendidos y se quedaron
en silencio viéndolos, Beck se había incorporado algo, soltaba gruñidos y rugidos ansiosos
mientras alzaba varias veces la mirada hacia arriba, trataba de respirar, fue a apartarla
cuando iba a correrse, pero ella ansiosa golpeo sus manos haciéndolo apartarlas y volver a
intentarlo varias veces hasta que no pudo más, se dejó caer en la cama, su cuerpo tembló, su
placer lo consumió y se corrió como nunca había hecho con una mamada, al volver su vista
a Grace pudo ver su rostro con semen y su cabello también, soltando una carcajada se lanzó
sobre ella haciéndola caer de espaldas con la cabeza colgando de la cama.

 Ahora te voy a devorar yo a ti preciosa y después empezaras a preparar


invitaciones de boda.

La alzo dejando su espalda levemente apoyada en la cama, su hermano Rhys llegó


hasta Grace, dibujo sus labios con las yemas de los dedos, ansioso le siseo varias veces
mientras baja sus labios hasta uno de sus pechos, fue a llevar su mano hacia su otro pecho,
pero toco el cabello de su hermano Tucker que ansioso chupaba y mordisqueaba el pecho
de Grace, los tres la sintieron vibrar y Beck no pudo evitar profundizar su lengua en su
húmedo canal, llevo una de sus manos a su clítoris y Grace vibro más ansiosa, los tres
contestaron a su excitación, incrementaron sus toques sobre ella mientras la sentían
empezar a correrse, Tucker y Rhys siguieron ansiosos sus toques y Beck profundizo en su
vagina varios de sus dedos sin piedad hasta alargar su placer, los tres se apartaron
lentamente de ella para verla temblar de placer, Tucker apartó a Beck de entre las piernas de
Grace, se colocó con los brazos bajo sus axilas y sonrió al sentirla acariciar sus brazos, lo
apretó levemente y sonrió al sentirlo terminar de entrar en ella, Tucker bajo los labios a los
de ella y la beso tiernamente hasta quedar las frentes de ambos apoyadas.

 ¿Dejaras caer tú cabeza y le regalaras tus labios a Rhys?

Grace se mordió los labios y asintió, al dejar caer su cabeza vio el cuerpo
musculoso de Rhys, su miembro daba contra su ombligo, estaba completamente
endurecido, hasta se le marcaban las venas y brillaba su punta por el líquido transparente
que la excitación le había provocado que saliera.

 Me ahogara.

Rhys se dejó caer lentamente sobre una de sus rodillas en el suelo, acaricio su
barbilla viéndola gemir de placer y le negó besándola, mientras Tucker golpeaba en la
vagina de Grace ansioso, separo levemente sus labios al escucharla gemir y volvió a
pegarlos junto a los de ella devorándola.
 Te prometo que seré suave, lo haremos despacio.

Grace asintió, como pudo mientras se corría apretando a Tucker con todas sus
fuerzas, Rhys se levantó un poco para ver a su hermano con una mano en puño apoyada en
la cama y con la otra señalando a Grace, lo miraba instándolo a empezar o se correría
rápidamente y los dos querían correrse juntos. Rhys cogió a Grace por la nuca con ambas
manos, su hermano iba despacio en el interior de ella, con sus dedos gordos de ambas
manos Rhys pulso en las mejillas de Grace y la insto a abrir los labios con una súplica
ansiosa, clavó la punta de su miembro en sus labios y entro todo su capullo entre sus labios,
profundizo lentamente más y más hasta que se inclinó y beso uno de los pezones de Grace,
su hermano chupo el otro con ansia y él salió levemente de sus labios para mirar a Grace un
poco.

 ¿Qué tal?

Grace asintió, los dos siguieron bombeando en su interior, los labios de Grace
ardían, su vagina pulsaba ansiosa, pero podría aguantar mucho más, ellos se lo habían
dicho, su cuerpo siempre estaría perceptivo para ellos, nunca habían sabido los cambiantes
porque sucedía, pero las hembras humanas que se emparejaban con ellos se volvían
completamente sexuales, incluso su periodo de más de una semana, le había sorprendido
comprobar que estando encerrados le durase no más de cinco días, sus pensamientos se
borraron completamente al sentir a Tucker tocar su clítoris, un clímax la inundo mientras
sentía la crema de la polla de Rhys comenzar a llegar su garganta, él ansioso la insto a
tragar, tan profundo cómo estaba clavado en el fondo de su garganta, la hacía no poder casi
percibir su sabor, Grace comenzó a tragar mientras comenzaba su propio clímax, al sentir
que le faltaba el aliento Rhys salió de sus labios terminando de vaciarse en sus manos y
Grace se sujetó a sus muslos mientras su semen caía levemente en los pechos de ella, Rhys
apretó los dientes, quería volver a tenerla y lo haría, volvió su vista hacia sus hermanos
idénticos salvo por las barbas de Matt, los dos comenzaron a desnudar un Tantra Chair, los
cinco vieron el retoque final que habían hecho los rusos en el sofá del sexo que ellos
mismos les habían fabricado, los rusos habían puesto cuatro grilletes, para poder dejar
indefensa a su humana. Los dos, Matt y Jonh los miraron a ambos ansiosos, Rhys se volvió
hacia Tucker que casi babeaba de deseo, con manos temblorosas recorría la piel cremosa y
curvilínea del vientre de Grace, ella se percató de que hablaban con sus miradas y dejo caer
su cabeza para ver el sofá.

 ¿Qué?

No pudo decir más cuando sintió a Rhys arrastrarla, hasta ella sentir que caería de
nalgas al suelo, pero Tucker la cogió antes de que eso sucediera, pusieron su vientre en la
parte alta del sofá y Grace gimoteo al sentir un golpe en sus nalgas completamente
expuestas, sus manos fueron estiradas y atadas en dos grilletes que la prohibían moverse,
Jonh la cogió por el cabello y la barbilla, la alzo un poco haciéndola mirarlo y la beso.

 Tengo celos de mis hermanos.


Grace abrió los ojos, sorprendida, viendo su afilada dentadura apretada, bajo sus
ojos hacia su polla y la vio pulsar hacia ella, detrás suya Matt abrió sus muslos, ambos se
quedaron a cada lado del sillón y su vagina pulso ansiosa por la corriente leve de aire que
podía sentir, Matt acaricio su vagina, dibujó la entrada de su coño y entró su dedo corazón
en ella, a la vez que Jonh dibujaba su columna con las yemas de los dedos de sus dos
manos, su hermano Matt saco su dedo de su vagina y lo llevo hasta su ano donde lo
incrusto lentamente, Grace jadeo, araño con fuerza la tela que cubría el sofá y trato de
alzarse.

 Venga exagerada.

Matt saco su dedo de su ano y la golpeo en una de sus nalgas varias veces, después
fue a la otra, la golpeo las mismas veces y con sus dos manos cogió ambas nalgas
moviéndolas con gracias mientras a ella le temblaban todas las carnes por los meneos que
le estaba dando.

 Te mataré cuando te despistes.

Él soltó dos carcajadas y las apago al ver sus mejillas teñirse de un rojo tan intenso
como el de su cabello, Grace se tiño más aún al sentir las yemas de los dedos de él recorrer
una de sus mejillas.

 Sigues avergonzándote, por suerte mis amigos rusos saben a la perfección


como remediar esa cosa que sentís las humanas.

Matt con ambas manos señalo a sus hermanos para que arrastraran hasta delante del
sofá un espejo de cuerpo entero, lo llevaron lentamente con las cuatro ruedas que tenía
chirriando.

 ¡No!, Matt, por favor.

Grace trataba de salir de su aprisionamiento, pero de nada le servían todos sus


esfuerzos, finalmente Matt la sujeto por un hombro y después con su otra mano alzo su
rostro haciéndola mirarse.

 ¡Basta de avergonzarte de tú cuerpazo!

Lo dijo rugiendo, sus ojos negros brillaban ansiosos al verse a ambos reflejados,
Grace trato de soltarse de nuevo mientras él clavaba la punta de su miembro en ella, Grace
jadeo cuando él dejo caer su rostro un momento, pero la tiro más para atrás gruñendo.

 Fabricaremos nuestro propio sofá cuando lleguemos a casa.

Grace negó, mientras él siseaba clavándose en su interior, la volvía a alzar


haciéndola verse indefensa, Matt sujeto su cuello y la beso en una de las mejillas, bajaba
besos por su cuello hasta su hombro, ella se quedó boquiabierta al ver cómo le lamia su piel
y después le daba un leve mordisco en el hombro y la lamia nuevamente, sus mejillas
seguían rojas completamente, delante de ellos estaban Beck, Tucker, Rhys y Jonh tomando
unas cervezas mientras los observaban, habían dejado un foco sobre ellos encendido al
igual que donde estaban, pero la luz daba en sus cabezas y Grace solo podía ver sus ojos
completamente negros, tuvo que chillar al sentir que Matt golpeaba su útero varias veces y
gruñía, lo apretó con fuerza varias veces sintiendo su clímax, pero el de él seguía
floreciendo, ansioso tiro de sus ataduras desatándola, la insto a apoyarse en el respaldo del
sillón y la rodeo con sus brazos mientras sus cabellos se revolvían entre ambos, Matt se
llevó un mechón a la nariz y lo olisqueo soltando varios gruñidos, la acerco a su pecho de
nuevo y la beso y lamió por todo su rostro y cuello, Grace sentía que iba a volver a
correrse, con más fuerza Matt la golpeaba en su interior, dilataba su vagina y apretaba entre
sus brazos.

 ¡Matt!

No pudo pronunciar nada más, Grace sintió que veía estrellas nublar su vista, se
agarró a uno de los brazos de él con todas sus fuerzas y comenzó a ordeñarlo mientras se
corría salvajemente, la cargo en sus brazos y la llevó hasta Jonh, que estaba tumbado ahora
en el sofá mirándolos, Matt la puso delante de la parte baja del sofá y la hizo mirarse
mientras la empujaba hacia abajo, Grace se apoyó con las nalgas en el vientre de Jonh y su
polla se quedó entre sus labios vaginales y su monte de venus, llevo sus manos a sus pechos
que ella trataba de cubrir sin que lo notara, sujeto ambos pechos con sus manos y la arrojo
contra su cuerpo mientras pellizcaba y masajeaba sus pezones.

 ¿Recuerdas el día que te pincharon esos hu… desgraciados?

Grace asintió, últimamente se cortaban mucho de decir humanos con odio, asco o
rencor delante de ella.

 ¿Qué te hice?

Jamás sabría cómo afrontar tanta vergüenza que pasaba con los cinco, descarados,
nunca había tenido un sexo tan maravilloso, en su vida, menos aún con iluminación como
la que le ponían ellos, estaban obsesionados con verla, parecía que les gustaba
avergonzarla, Carlo fue su único amante y siempre la instaba a tener luces tenues, apagadas
o incluso simplemente a que se la chupara mientras ella se quedaba con ganas, Grace gimió
de placer al sentir como estiraba sus pezones Jonh, a la vez que dibujaba con su barba su
espalda, sabía que a ella eso la excitaba, incluso demasiado, sintió su piel temblar y ponerse
de gallina hasta en todos sus pechos y se corrió, mientras él volvía a presionarla para que
hablara, Grace lo hizo mientras su orgasmo de alargaba.

 Me hiciste correrme.

Grace jadeaba las palabras mientras él la alzaba un poco y la hacía ponerse en el


respaldo, entro en su coño completamente empapado lentamente mientras gruñía.

 Así.
Termino de colocarse en su interior mientras con sus dos manos le cogía todo el
cabello y lo alzaba para recorrer con su barba y sus labios su columna, le dijo sigue
haciéndola sonreír.

 Como ahora.

Jonh cogió con sus dientes un trozo de la carne de su espalda, Grace intento
acariciarlo y se cogió a sus manos mientras él la instaba varias veces a correrse, para que
los dos lo hicieran a la vez, le bajo una mano al clítoris y ella no pudo evitar seguir sus
movimientos, él rugió en respuesta y se corrió salvajemente, cuando abrió los ojos pudo ver
a Grace apoyada de mala manera en el sofá, uno de sus brazos colgaba moviéndose
lentamente y el otro estaba caído por el lado de éste, tenía los labios abiertos y roncaba bajo
haciéndolo sonreír, acerco las yemas de los dedos de una de sus manos a su columna, pero
sus hermanos gruñeron bajo llamando su atención para que no lo hiciera, Tucker la cogió
por la cintura y la alzo haciendo a su cuerpo moverse un poco lacio contra su pecho, vio
como la llevaba a la cama y ella se daba sola la vuelta, su cabello se enredó en su cuello y
Tucker trato de sacárselo, varias veces gruño mientras alzaba cabellos largos sobre la
almohada y finalmente lo conseguía.

 Debe descansar, en unas horas le traeremos las invitaciones y vendrán varias


lobas a medirla para hacerle un traje, igual que a nosotros nos medirán unos sastres.

La vieron volver a removerse y tratar de palpar algo, finalmente Beck se arrastró


junto a ella y sonrió al ver como lo rodeaba por el pecho con uno de sus brazos.

 Se acostumbró a dormir sobre uno de nosotros rápidamente.

Sus hermanos asintieron, en un mes no tuvieron ni un simple colchón, una


almohada, sábana, nada, ellos estaban acostumbrado a dormir así, desde bien pequeños lo
hicieron, pero Grace no lo haría, ¡jamás!, se turnaban para que durmiera entre los brazos de
uno o de varios de ellos, eso les hacía bien, sus instintos protectores los volvían locos,
varias veces los habían inmovilizado con dardos para llevársela, esos dardos que después de
los efectos dejaban un dolor terrible de cabeza, la impotencia con la que los cinco se veían
cuando apuntaban a alguno de ellos a la cabeza y la obligaban a andar y hacer lo que los
médicos quisieran les destrozaba el corazón, varias veces Grace volvía con una mejilla
herida, un labio partido y el cuerpo golpeado, lo que fuera con tal de que se quedara
embarazada hicieron los doctores y no consiguieron nada, igual si lo hubieran conseguido
se la habrían llevado, incluso hablaban de ponerla con otros machos a los pocos días, pero
no lo hicieron afortunadamente, Beck sonrió a sus hermanos amargamente mientras
abrazaba a Grace, Tucker le acerco un teléfono móvil y se puso a enredar mientras ellos se
iban a bañar, pasaron dos horas mientras Grace dormía plácidamente abrazada a su cintura,
sus piernas se habían dormido hacia una aproximadamente y necesitaba orinar, Jonh volvió
con un simple calzoncillo de dibujos de osos polares y una simple coleta en la barba recién
teñida.
 Ve, que te tiñan, que te pelen y báñate.

Beck arrugo su nariz mientras Jonh le gruñía bajo instándolo a teñirse de nuevo
seriamente.

 Más te vale teñirte.

La peste que soltaba el tinte le revolvía el estómago por todo el maldito día, un olor
tan fuerte jamás se le quitaba de las fosas nasales, incluso perdía el olfato por un tiempo,
caminando hasta el baño se encontró fuera de la puerta a sus hermanos, comían algo de
sushi que llenaba varias bandejas grandes y tomaban tragos de cerveza, lo observaron un
momento con sonrisas malvadas y después Beck entro al baño viendo a varios cambiantes
esperarlo.

 Se teñirme el pelo, podéis marcharos.

Un mes sin teñirse, sin cortarse el pelo y las barbas fueron suficiente para que
corriera a hacerlo nada más ser soltado, los cambiantes permanecieron en su sitio y Beck
gruño bajo finalmente mientras apoyaba su trasero en una silla, casi una hora después Beck
se desnudaba de sus calzoncillos mientras observaba en un espejo su reflejo, su cabello
estaba cortado en undercut, podía ver la parte de arriba de su cabello ahora en un profundo
rubio ceniza oscuro que hacía que su mirada pareciera menos severa y temerosa, pero
igualmente su enorme tamaño y anchura hacían encogerse a cualquiera de miedo, cogiendo
la manguera de la ducha se empapo la cara con agua congelada y después como empezó a
calentarse se la roció por todo su cuerpo, no podía respirar aún, incluso sus ojos picaban
demasiado, terminando de bañarse salió tras secar su cuerpo, estaba pasando la toalla por su
cabello cuando unas piernas largas colgando del suelo y curvilíneas llamaron su atención,
Beck dejo caer la toalla al suelo, subió su mirada por unas grandes caderas, una cintura
curvilínea, unos senos enormes cubiertos por unas diminutas manos humanas que sujetaban
con fuerza una bata y un rostro increíble de ojos azules.

 Quería ducharme, pero tengo un oso enorme dentro de la ducha.

Beck sonrió de medio lado llegando a Grace, puso ambas manos a cada lado de sus
caderas y gruño al ella evitar sus labios.

 Comí sushi Beck.

Él volvió a gruñir tirando del cinturón de la bata, Grace se sujetó a sus hombros por
miedo a caer por sus tirones y él volvió a gruñir volteándola.

 Me niegas tus labios.

Grace levanto varias veces sus nalgas intentando salir de su aprisionamiento, el


lavamanos transparente la dejo ver como Beck pasaba por debajo de éste el cinturón, ella
trato de evitar que Beck cogiera sus muñecas, pero finalmente tras golpearla sonoramente
en las nalgas y ella insultarlo la cogió y ato una de sus muñecas.
 ¡Suéltame!, Beck, suéltame.

Sus últimas palabras fueron un siseo mientras él ataba su otra mano, la bata se
había caído hasta sus pies, Beck limpio el espejo y sonrió viéndose cerca de un hombro de
Grace, lo beso y mordisqueo haciéndola gimotear mientras sus mejillas se teñían, sujeto su
rostro después y la beso haciéndola gimotear mientras soltaba su agarre sin dejar de besarla,
llevaba sus manos a ambos pechos y los acariciaba dentro del lavabo.

 Eres mi vida, lo sabes, ¿Verdad?

Grace asintió, el suelo estaba un poco resbaladizo y sus pies no se sujetaban bien,
aparte su coño ardía ansioso y sus muslos temblaban.

 ¡Dios Beck!, házmelo ya.

Él soltó una cruel carcajada mientras se dejaba echar para atrás la cabeza, negó
varias veces y se dejó caer de rodillas haciéndola perderlo de vista, Beck sonrió alzándola
un poco y haciéndola ponerse de puntillas, llevo sus labios a su clítoris y lo sorbió con
ansias hasta dejarlo completamente endurecido, podía escucharla jadear, su olor le estaba
llegando y ansioso gruño llevando su boca hasta su coño completamente humedecido,
profundizo su lengua en ella y la movió en círculos, la entro y saco varias veces hasta que
la sintió casi venirse, se levantó y la vio con el rostro apoyado en la fría superficie del
lavabo mientras intentaba respirar, él dibujo su espalda con las yemas de los dedos, sus
curvas, y finalmente cogió su miembro y recorrió varias veces con el su apretado coño, hizo
círculos, se movió de arriba abajo y finalmente la penetro lentamente hasta llegar a tocar su
útero, no tardo en tirar de sus ataduras más de dos empujones, la alzo lentamente y pego a
su cuerpo, la sujetaba sin dejar de entrar y salir en ella hasta que sintió como apretaba su
polla, lentamente siguió moviéndose en su interior, sintiendo cada parte de su coño
apretarlo y después más y más deprisa, no pudo evitarlo y se corrió salvajemente dentro de
ella, los dos se quedaron abrazados un momento, ella acariciaba sus brazos y él la sujetaba
con fuerza.

 Voy a ayudarte.

Grace negó sonriente mientras que Beck subía su toque sobre sus pechos y besaba
su mejilla.

 Tiemblas, por lo que si voy a ayudarte.

Podía sentir como Beck seguía completamente duro en su interior, incluso salió
apretando los dientes y la llevo abrazada hasta la bañera mientras que por el camino Grace
sentía su inmensa polla rozar sus nalgas, Beck separo uno de sus brazos de su cuerpo y
acciono el agua, los dos se empaparon y Grace jadeo al sentirla unos segundos fría, Beck
sonrió besando su cuello y volvió a rodearla en un fuerte abrazo.

 Siempre se me olvida que sientes el frio considerablemente, lo siento cariño.


Grace sonrió volviendo su rostro hacia él, vio la preocupación en sus ojos y se puso
de puntillas, intentando sujetarse a la pared de la ducha, para llegar a sus labios, Beck la
alzo levemente y la ayudo a besarlo, los dos se quedaron casi sin aliento mientras Grace se
daba la vuelta entre sus brazos y cogía su polla con ambas manos haciéndolo gruñir bajo,
los dos se quedaron los rostros pegados y dándose varios besos cortos mientras ella seguía
masajeando toda su polla.

 Te quiero Beck.

Grace se mordió los labios al verlo sonreír, los ojos de Beck brillaron de emoción,
su polla pulso varias veces entre sus manos y Grace se soltó de su toque para dejarse caer
de rodillas ante él.

 Estoy bien cariño, sabes que siempre es así.

Sonriendo lamio la punta del capullo de Beck, saboreo un poco de esperma en sus
labio y metió todo su tamaño en sus labios

 Joder Grace.

La sujeto por el cabello con ambas manos y la dejo juguetear con su polla en sus
labios.

Unos meses más tarde.

Grace no había dejado de temblar en varias horas, llevaba toda la noche vomitando
y la mañana tras un café que había echado suspiraba rodeada de dos de sus amigas que
habían decidido acudir desde Inglaterra a su boda.

 Sigue estando nerviosa.

Su amiga Caly suspiraba enredando en su bolso mientras que Erika negaba


llevándose una mano a la frente.

 Deja de intentar drogar a la pobre Grace, a veces pareces una camello.

Grace tuvo que soltar varias carcajadas al escuchar a las dos pijas hablar.

 Es un camello o una traficante.

Las dos se rieron con ella, Grace volvió a suspirar y se colocó por novena vez el
pecho de su vestido.

 Si sigues así se estirara y caerá ese precioso vestido.


Caly sonrió mientras mostraba entre sus uñas largas y perfectas un paquete de
pastillas, Grace no pudo evitar suspirar y pensó en Faith y su repentina negativa de acudir a
la boda, con tristeza la noche que negó su asistencia lloro con intensidad, Tucker le había
comentado que varios cambiantes que no llevaban muy buena vida tenían a su esposo
endeudado hasta el mismísimo cuello, Grace había intentado contactar cientos de veces con
ella, cada día la llamaba hasta cinco veces, pero finalmente Tucker ante su tristeza por no
poder contactar con su amiga le informo que su marido se la había entregado a los
cambiantes a cambio de que le perdonaran sus deudas, Grace se quedó tan sorprendida
escuchando esa barbaridad que tardó en reaccionar varios minutos, pero Tucker le prometió
que acudiría a la boda con los cinco cambiantes si ella aceptaba no entrar nada en el tema,
decía que un problema con los cambiantes que tenían a su amiga podría suponer una guerra
entre los cambiantes a zorro y ellos.

 Venga, tú boda es en apenas una hora y media, trata de calmarte, todo va a


salir perfecto, tú futuro marido se ha encargado de todo.

Grace bajo la mirada, observo sus manos y se las llevó al rostro medio sollozando.

 Llevo meses con él y no me he quedado embarazada.

Caly soltó un bah mientras bebía un poco de zumo.

 Eso es todo los nervios, cuando estés tranquila lo conseguirás, si no siempre


puedes recurrir a vientres de alquiler, mira Faith, años pensando que era una estéril y
resulto que el muy cabrón se había operado para no tener hijos nunca, que hijo de puta, con
lo mal que lo pasaba siempre la pobre.

Erika alzo su botella de agua con sabor a manzana con amargura.

 Todos los hombres son iguales que las máquinas tragaperras, solamente te dan
algo cuando están calientes.

Grace y Caly se pusieron rojas como tomates mientras Erika se encogía de hombros
soltando una risa.

 ¿Qué?, no me vengáis ahora como monjas vírgenes, yo no pienso dar mi


cuerpo a ningún niñato listo de nuevo, mi próximo marido debe ser rico.

Las tres saltaron una hora después asustadas al ver abrirse la puerta de golpe, la
madre de Grace entraba corriendo delante de su padre, la rodeo en un abrazo y fue a
besarla, pero Theo le puso la mano delante de los labios llevándose ese beso.

 No vas a estropear su rostro mujer.

Su madre se volvió y Theo la rodeo con sus brazos soltando su bastón mientras la
besaba.
 Se buena cariño. Grace, tus… tú futuro marido está a punto de subir a llevarte
a rastras hasta el altar, lleva más de una hora andando por todo el salón, tiene desgastados
los zapatos y casi le van a empezar a arder.

Su padre la miro al rostro preocupado.

 ¿Te encuentras bien cariño?, te noto la cara brillante, más rara y no estás muy
maquillada.

Grace tuvo que asentir, antes de llegar a estar donde estaba había tenido sexo
intenso con sus cinco cambiantes mientras le mostraban la enorme torre que habían
construido una especie de alienígenas en Alaska, aunque todos los días tenia sexo intenso y
no se avergonzaba de admitírselo a ella misma, se levantaba bien atendida, incluso algunos
días abría los ojos con uno de ellos con la cabeza enterrada entre sus muslos, haciéndola
correrse, Grace pestañeo sorprendida y miro a todos, su padre le ofrecia un brazo y ella
sonrió levantándose de su asiento mientras lo agarraba sonriente.

 Estoy bien papa.

La madre de Grace cogió el bastón y se lo ofreció a Theo, él la miro furioso y su


madre frunció los labios igual de enfadada.

 No llevare a mi hija hasta el altar con una muleta mujer.

Su mujer furiosa despotrico haciéndolos a todos reír.

 Aquí Caly me ayudo durante varios años a conseguir levantarme de una silla
de ruedas, incluso a andar y poder….

Su padre paro en sus palabras y alzo varias veces las cejas hacia su mujer
haciéndola ponerse completamente roja, incluso soltó un par de gritos mientras se tapaba
los labios.

 ¿Qué dices Caly?, ¿Crees que este viejo gruñón pueda llevar a su hija hasta el
altar?

Caly asintió sin parar haciendo a su larga melena rubia melocotón moverse sin
parar.

 Claro que si Theo, para eso me pago una inmensa fortuna durante dos años.

Él sonrió cogiendo a su hija de nuevo por el brazo, salieron hasta un ascensor


seguidos de los demás y finalmente llegaron a un largo pasillo donde de lejos podían ver a
Beck junto a Tucker, Rhys, Jonh y Matt rodeados de cambiantes que los miraban a todos,
Grace tembló un leve segundo al ver tanto gran cambiante mirarlos fijamente, tras un
momento que le parecio eterno llego hasta Beck y miro detrás de él al resto de sus
hermanos sonriente.

 Hola.

Sus mejillas y la punta de su nariz se quemaron mientras los veía observarla


ansiosos y respirando con fuerza.

 Hola Grace.

El tono en que lo dijo Beck le mando una carga de calor hasta sus muslos, no pudo
casi escuchar al cura hasta que llegaron tres hermosos niños idénticos, salvo por los colores
de sus ojos, sonrió al ver sus melenas de pelo blanco que conocía muy bien, con un cojín
donde iban sus anillos y dos cestas, antes de que pudiera darse cuenta Beck cogía un anillo
de cinco diminutos y finos aros enlazados a uno más grueso con dibujos preciosos.

 Eres mi vida Grace, lo sabes, sin ti la mía es un infierno, hazme feliz y


conviértete en mi esposa.

Grace asintió cogiendo el otro anillo.

 Seré tú esposa Beck y espero seguir por el resto de mi vida igual a como lo
estoy ahora mismo.

Firmaron un libro precioso de bordes dorados y Beck la cogió después de las


felicitaciones por el codo llevándola hasta un salón contiguo donde la iluminación era
escasa.

 Ahora bajo la ley de nuestro mundo nos pertenecerás a todos.

Grace asintió viendo a un cambiante aparecer entre las sombras con varios
documentos, los firmaron y se quedaron solos los seis, Jonh cerró con llave.

 Queremos probar a nuestra esposa.

Rhys se puso tras ella y tironeo de su lazo haciendo a su vestido caer hasta sus
codos y la ayudo a terminar de salir del vestido, quedando en medias blancas hasta sus
muslos, braguitas con unas tiras que llegaban hasta sus medias, unos tacones de infarto
blancos y un sujetador de encaje transparente. Él llevó las manos a su vientre y lo acaricio
con suavidad mientras olisqueaba su cuello.

 Estás embarazada.

Grace jadeo abriendo los ojos de par en par.

 Te olimos nada más llegar al altar.

El resto de sus maridos la rodearon olisqueándola, Matt subió a su oído, mientras


soltaba un gruñido y le hablo bajo al sonar la puerta sin cesar.

 Después haremos el amor.

La ayudaron a volver a su vestido y abrieron viendo a un cambiante pelirrojo


sonreír abiertamente, Grace lo vio olisquear el ambiente y luego lo vio cortar su sonrisa por
seriedad mientras se volvía para atrás.

 ¡Pasa!, querida.

Faith apareció ante los ojos de Grace, iba con la mirada baja y cuatro cambiantes
igual de pelirrojos y llenos de pecas la seguían pegados a sus pies.

 Nos vamos ya, queríamos pasar a que se despidiera de vuestra humana,


vosotros nos pedisteis que viéramos con ella, pero no cumple las normas que le
imponemos, por lo que debe ser castigada.

Grace la rodeo con sus brazos haciéndola suspirar mientras se limpiaba varias
lágrimas.

 ¡Faith!

La imponente y fuerte voz de uno de los cambiantes hizo temblar a su amiga y


ponerse recta.

 Gracias por invitarme a tú boda, debo marcharme, nos veremos pronto.

Grace sintió a su amiga apretarla con las yemas de los dedos, Grace vio
boquiabierta como el pelirrojo cogía a su amiga por el codo y la arrastraba lejos de ella,
Grace la nombro, incluso dio varios pasos hacia ella, pero Matt la cogió por la cintura
siseando.

 ¡Hacer algo!, no permitáis que se la lleven.

Matt puso una mano en sus labios ahogando las palabras que iba a seguir diciendo,
cerraron tras ellos mirándolos detenidamente y Grace se volvió furiosa ante ellos.

 Tú amiga fue comprada por ellos, nada que haga le servirá para huir de esos
locos, ellos llevan la dominación hasta otro punto.

Grace abrió los ojos de par en par, comprendiendo lo que no le decían.

 Nadie tiene el derecho sobre una persona, eso no es cierto.

Matt llevo su dedo gordo a sus labios haciéndola callar con siseos.

 Tú amiga fue infiel a su marido con cinco cambiantes demasiado complicados,


que son sus compañeros y no tenían ni idea de su estado, nuestras leyes prohíben
expresamente involucrarnos con una hembra emparejada o casada, ella sola se buscó lo que
le está pasando Grace.

Ella soltó una espesa lágrima que él limpio mientras bajaba sus labios a los suyos.

 Tranquila, nuestras leyes son algunas veces duras, injustas con las compañeras
y pueden parecer crueles, pero deben de serlo para poder protegeros y teneros, muchas
hembras ven mal las relaciones con varios de nosotros, hasta que las viven.

Grace negó varias veces mirándolo.

 vamos, tienes dos amigas allá fuera y a tus padres esperando por ti.

Grace asintió respirando con fuerza por los labios, salió junto a Matt seguida de los
demás, observo por los lados para ver si veía a su amiga Faith, pero solo vio pasillos vacíos,
cuando llego al salón los cambiantes que estaban allí se volvieron sonriendo y Grace se
alejó acercándose a Erika y Caly, las dos estaban en una barra hablando, tranquilas, entre
risas y carcajadas, sin darse cuenta de los ojos que las observaban entre las sombras, las dos
miraron a Grace sonrientes.

 La novia más guapa que jamás pueda existir.

Caly alzo la copa hacia ella sonriente.

 Tú también estarás preciosa el día de tu boda.

Caly se tapó los labios con una mano soltando una carcajada.

 No gracias, tú padre estaba orgulloso Grace, jamás vi su mirada y su rostro


así.

Grace sonrió buscando a su padre con la mirada.

 Fue a descansar, llego con nosotras hace unas horas y te llevo al altar, ya tuvo
bastante, ese gran hombre.

Los brazos de Beck la rodearon haciéndola sonreír.

 ¿La pasan bien tus amigas?

Ellas asintieron al ver los ojos de Beck de cerca.

 Creo que usted ayudo a Theo.


Caly asintió sonriente.

 Hice lo que pude, Él señor Theo puso mucho empeño para que eso sucediera.

Beck se volvió hacia una esquina oscura donde un cambiante en silla de ruedas
torció la mirada que tenía sobre ellos, miro a uno de sus hermanos y asintió, su hermano
suspiro cogiendo la silla, se lo llevo de allí y los demás se quedaron observando a la
humana de pelo rubio melocotón un poco más hasta que Beck les asintió.

 Un amigo que me gustaría que conocieras cada vez intenta esforzarse más y
más en volver a tener su vida de antes, pero le vendría bien tú ayuda para conseguirlo, sus
hermanos se han enterado de que eres quien ayudo a mi suegro.

Caly rodeo con la mirada el gran salón escuchando a Beck negar.

 Se acaba de marchar, no desea la ayuda de nadie, pero me gustaría


presentártelo si no te importa.

Caly asintió bajando del taburete donde estaba, Beck cogió a Grace del brazo y
miro a Erika un leve instante con suplicas.

 Volveremos enseguida.

Los tres llegaron hasta el ascensor del enorme edificio y Beck coloco un mechón de
cabello suelto del peinado de Grace.

 Mi amigo es un cabezón, mal hablado, terco y bueno, podría decirse bestia,


pero sus hermanos, si aceptas el trabajo te harán llegar a nuestra pequeña ciudad cuando
estés preparada, podrás estar con Grace, Alaska es preciosa.

Cuando el ascensor se detuvo y las puertas se abrieron varios rugidos podían


escucharse, como si varios leones se peleasen.

 El sonido de la televisión está muy alto aquí, siento mucho eso señoritas.

Beck le guiño un ojo a Grace, llego a una enorme puerta y llamo con golpes fuertes
hasta que los gruñidos cesaron, una voz masculina hablo con un simple mandato, los tres
entraron viendo a cuatro gigantescos cambiantes ante ellos, incluso el que estaba en silla de
ruedas era demasiado corpulento para la silla en la que estaba y mientras hablaba ésta se
quejaba chirriando.

 Ellos son Dex, Vinny, Drew y Hank.

Él cambiante nombrado al igual que sus hermanos, se mantenían en la poca


oscuridad que daba la lámpara que había en el salón.
 Los imbéciles estos andan queriendo joderme, disculpar que en vuestro día os
molesten también a vosotros.

Uno de sus hermanos relato furioso.

 Necesitas ayuda, ella puede ayudarte, cada día que pasa estás peor.

Hank cogió con ambas manos los reposabrazos de la silla, se levantó de ella y miro
a Caly furioso mientras caminaba hacia ella con pasos cortos y cojera.

 Yo no necesito a nadie.

De golpe cayó al suelo haciendo a Caly dejarse llevar hasta él, lo intento coger,
pero él se aparto de su toque mirándola fijamente a los ojos varios segundos, después cerro
los ojos con fuerza y los volvió a abrir brillosos.

 No me toques, no necesito tú maldita ayuda humana.

La mujer se apartó de él y le dio la espalda. Él siguió blasfemando e insultado


mientras los tres se marchaban y entraban al ascensor.

 Siento mucho sus palabras, está pasándolo verdaderamente mal y algunas


veces se cree que es un animal.

Beck se tapó el rostro con una mano negando, Caly asintió sonriente mientras se
excusaba bajándose del ascensor en la planta donde dormiría por la noche antes de volver a
Londres, Beck agarro a Grace nada más cerrarse las puertas.

 Pararía éste maldito ascensor y te follaría aquí mismo, pero tengo prometido al
igual que mis hermanos no tocarte hasta nuestra noche de bodas.

Grace se lanzó a sus brazos, se puso de puntillas y lo beso en los labios para
después limpiarlo de todo su carmín.

 Tendrá que ser esta tarde, hemos hecho la boda a medio día y después de
comer espero no tener ni la gomilla de las medias alrededor de mis muslos.

Beck la rodeo con sus brazos, soltó varias carcajadas y la beso mientras se abrían
las puertas del ascensor, caminaron por un pasillo y llegaron al salón viendo que Erika
estaba aún sola, la multitud de cambiantes casi se había despejado y ella mantenía a su
espalda a cinco morenos guapísimos, vestidos con impecables esmóquines.

 Los hermanos Leopardo, pensé que andaban construyendo la vivienda del


suegro de los minotauros en Brasil.
La piel pálida de Erika llamaba mucho la atención, varias veces el cambiante
intento tocarla para llamar su atención, pero ella estaba entretenida con algo que miraba en
su teléfono móvil, perdiendo todo a su alrededor.

 Erika no debe conocerlos, ella no lleva bien que la molesten los hombres.

Grace camino más deprisa intentando llegar a su amiga, pero ya el cambiante la


toco en el hombro haciéndola mirarlo furiosa.

 ¿Sí?, ¿Otra vez vosotros?, ¿Es que no entendéis a la primera vez una negativa?

Erika movió su melena para atrás mirando a los cinco detenidamente.

 Me gustaría saber si le agradaría tomar una copa con nosotros.

Ella frunció el ceño mirándolo de arriba hacia abajo varias veces.

 No, gracias de nuevo.

Él hermoso moreno con algunos tatuajes insistió haciéndola apagar el teléfono, lo


guardo en su bolso y se levantó.

 Por favor, insistimos.

Furiosa cogió lo que había estado tomándose y bebió casi todo lo que tenía el vaso
haciendo a los cambiantes tragar a la misma vez que ella, finalmente los observo volviendo
a poner la copa en la barra.

 Ya tome la copa, ahora lárguense.

Él cambiante insistió tratando de tocarla con una de sus manos tatuadas, Erika miro
su mano estropeada de trabajar con repelús.

 Me llamo Romaldo, ellos son mis hermanos Lu…

Erika lo detuvo de sus palabras alzando las manos hacia él.

 No me importan como os llaméis.

 Me gustaría, nos gustaría.

El cambiante estaba nervioso para extrañeza de Beck.


 Eres hermosa, déjame a mí y mis hermanos conocerte, tomemos algo juntos.

Erika cogió el vaso con lo que quedaba de bebida y se lo lanzo a la cara, haciendo
al cambiante quedarse en el sitio sorprendido.

 ¡Te dije que me dejaras varias veces!, eres imbécil, ¿O qué?, crees que por tú
puto acento de mierda me voy a bajar las bragas esta noche, ¿Verdad?, que te quede clarito
payaso vestido con un esmoquin de alquiler, que trata de mostrar lo que no es, no me gustas
nada y menos tus hermanos, me dais asco, buscar otro coño al que joder.

Los cuatro hermanos vieron a la mujer marcharse moviendo sus grandes caderas
mientras su melena negra se movía con gracia, la hembra que ahora era la compañera de
Beck se marchó con ella tratando de hablar con Erika, Romaldo se limpió el rostro con
varias servilletas que sus hermanos le daban.

 No sabía que estabais aquí.

Beck se sentó en el taburete que había dejado la amiga de Grace.

 Varios de los nuestros se quedaron terminando la mansión del padre de la


humana que está con los minotauros, la invitación a vuestro enlace llego y como nosotros
somos los embajadores, por así decirlo de los cambiantes que viven en Brasil, nos tocó
venir a vuestro enlace.

La voz del leopardo estaba apagada y triste.

 Siento mucho el suceso con la humana.

Romaldo se encogió de hombros, se acababa de quitar la chaqueta y se


arremangaba la camisa impecable que había llevado hasta ahora, que estaba teñida de la
bebida que había vertido la humana en su ropa.

 Mis hermanos y yo no debimos insistirle tanto.

Beck vio a Grace algo alterada, entraba seguida de Jonh y Matt, los dos la rodearon
con sus brazos y besaron con ternura en sus mejillas mientras Rhys junto a Tucker los
seguían observando a los tres comerse a besos.

 Las humanas son difíciles de controlar, pero para eso nos han entrenado
durante años.

El cambiante le asintió apoyando su cuerpo moreno en la barra.

 La humana será fácil de controlar, en mi casa tengo un calabozo precioso y


varios juguetes con los que podemos hacerla arrepentirse de todo lo que nos ha dicho.
Beck le lanzo una mirada de medio lado a los cuatro viéndolos sonrientes.

 No queráis veros como los Asad, cada día que pasan con su humana se
arrepienten de haberla secuestrado y arrastrado al desierto.

Romaldo no hablo, simplemente observo a Abdel Asad sentado en una mesa junto a
su esposa y sus cuatro hermanos, ella estaba mirándolo con adoración mientras él hablaba
con las dos manos alzadas, la señalaba varias veces y hacia sonreír con mirada baja, Abdel
alzo su rostro cogiendo su barbilla y finalmente se acercó a su rostro quedando apenas unos
milímetros separados sus labios de los de su compañera, ella esperaba que la besara y él la
tentó varias veces hasta que ella suspiro al sentir que él finalmente le regalaba un casto
beso.

 Yo los veo felices.

Jusep, el hermano de Romaldo sonrió de medio lado soltando la pajarita que


llevaba puesta, al hacer un esfuerzo rompió los brazos de la camisa y soltó varias
carcajadas.

 Parece que últimamente os gusta a los cambiantes solteros codearos de


problemas tanto como a nosotros, vosotros y los lobos con las amigas de mi compañera y
Hojo junto a sus hermanos no han ni venido, la humana que debe ser su compañera les ha
pedido incluso una orden de alejamiento.

Gregorio soltó un gruñido bajo.

 Las leyes humanas no nos hacen nada a los cambiantes.

Beck suspiro bajo al ver al brasileño sacudir sus manos, se llevó al puente de su
nariz dos dedos y respiro tratando de calmarse.

 La hembra es una jefa de policía de Tokio y hermana de la humana de los


hermanos Dragón, ella les está intentando culpar de delitos como el tráfico de joyas
robadas, armas y demás cosas, todos sabemos lo que tienen esos locos de los dragones bajo
sus mansiones.

Jusep pregunto sin saber.

 Los dragones son acaparadores de tesoros, cosas brillantes, exuberantes y


hermosas.

Los brasileños soltaron por sus labios varias exclamaciones de sorpresa.


 Eiji les ha prohibido que la molesten.

Beck no pudo evitar mirar hacia Tucker, sus hermanos junto a Grace se estaban
marchando y Tucker trataba de llamar su atención.

 Me voy.

No dijo más y se lanzó sin querer llamar mucho la atención detrás de sus hermanos
y su amada esposa Grace. Corrió hasta la habitación que les habían preparado, había
perdido el ascensor en el que iban, al llegar al dormitorio Grace estaba de espaldas a él, sus
hermanos estaban sentados esperándolo, de medio lado ella lo miro con los labios algo
abiertos, estaba excitada, llegó a ella, beso sus labios y desato el lazo que bajaba hasta la
parte baja de su espalda, lo saco vio los botones gruñendo, intentó quitar alguno sin
conseguirlo, sus manos se estaban convirtiendo en zarpas y Grace lo seguía mirando
ansiosa. No aguanto más y arranco a tirones los botones haciéndolos caer por cualquier
parte a su alrededor, incluso uno golpeo su rostro haciéndolo gruñir, bajo una de las mangas
y beso su hombro, después hizo lo mismo con el otro y dejo caer la tela en sus pies, subió
su vista a su largo cabello y comenzó a tirar orquídeas por cualquier parte hasta que su
cabello en grandes ondas cayo a su espalda, Beck la observo detenidamente, necesitaba
tenerla, la hizo darse la vuelta, con una de sus grandes manos cogió una de sus nalgas y la
acerco a él, cago uno de sus pechos con una de sus manos, bajo su rostro y mordisqueo la
tela sobre su pezón, Grace apretó sus delicadas manos en su hombro y gimoteo, la alzo
haciéndola salir de sus zapatos y la soltó un momento mientras tiraba de su traje, para verla
caminar de espaldas hasta la cama subirse y volverse con los codos apoyados en el colchón,
su vista se tiño de rojo viéndola, estaba perdiendo el control, lo sabía, sus manos cambiaban
a garras, incluso sus dientes se afilaban, pero una simple palabra de ella le hizo volver a la
realidad, mientras tiraba de los últimos trozos de tela que se cernían a su cuerpo.

 Beck.

Cuando llego hasta ella, cogió sus muslos y la alzo, llego con la nariz a su vientre y
olio a dos cachorros, no pudo evitar soltar unas lágrimas mientras la acercaba más a su
rostro, era tan leve que seguramente sus hermanos no lo habrían adivinado aún.

 Sois lo único que nos importa en éste maldito mundo, prometo protegeros con
mi vida.

Todo lo que había tenido contenido lo soltó.

 Son dos.

Sus hermanos gruñeron sus alegrías y Grace se llevó una mano a su vientre, pronto
comenzaría a hincharse y ponerse hermosa, los cinco la volverían loca por envolverla en
una nube de algodón dulce y caricias.
 Hazme el amor Beck.

Él bajo sus labios hasta los de Grace, la beso hasta quedarse los dos sin aliento y
entre jadeos de los dos, movió a un lado sus braguitas y se deslizo en su interior mientras la
observaba apretar los labios y retorcerse para atrás, alzando sus pechos, ansioso gruño, con
ambas manos tiro del frontal del sujetador y lo rompió, ataco sus pechos con su labios, ella
tiro de su cabello haciéndolo gruñir varias vece, empujo en su interior hasta que los dos se
vinieron, la miro a los ojos unos segundos y sonrió diabólicamente, sus hermanos rodearon
la cama y él salió dejándoles espacio, se volvió hacia una mesa con algo de comida y
bebida, cogió una cerveza mientras escuchaba a Grace chillar de placer y se volvió con un
trozo de sushi en los labios, el primero bocado que conseguía tomar en todo el día.

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