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"EL LASER EN LA TECNICA Y LA INVESTIGACION:

TEORIA Y PRACTICA"

Dr. José A. Martín Pereda


José San Leandro Ros
Javier Sansa Torres

Resumen del Curso de Postgraduados


dado en la E.T.S. de Ingenieros de .Tele
comunicación de Madrid.
Edita: Dpto. de Publicaciones E.T.S.I. T.

1-3: E d i c i ó n

IMPRESO E N . .ESPAÑA,. MADRID 1.976

_Dp±o. de P u b l i c a c i o n e s E.T.S.I. T.
Ciudad U n i v e r s i t a r i a
Madrid- 3

I.S. B. N. : 84-7402-011-5 Dep. Legal.: . M - 1 6 8 6 8 - 1 9 7 6


INDICE

<;
INTRODUCCION 8

CAPITULO I: ANTECEDENTES E HISTORIA DE LA ELECTRONICA CUANTICA


Y EL LASER

• 1.1. PEQUEÑA HISTORIA DEL LASER Y LA ELECTRONICA CUANTICA 13

' CAPITULO II: TEORIA ELEMENTAL DE LA OSCILACION LASER

•l. 2.1. INTRODUCCION 20


2.2. LEYES Y CONCEPTOS GENERALES DE LA RADIACION 20
2.3. COHERENCIA DE LA LUZ 27
/ 2.4. EMISION Y ABSORCION DE RADIACION 37
2.5. FORMA Y ANCHURA DE LAS LINEAS ESPECTRALES . . . . 51
2.6. ABSORCION Y EMISION ESTIMULADA 56
/ 2.7 . CONDICION UMBRAL EN EL LASER 60
2.8. EXCITACION OPTICA DEL LASER DE TRES NIVELES ......... 67
2.9. ONDAS ESTACIONARIAS EN UN LASER ..................... 75
2.10. MODOS DE OSCILACION DE UNA CAVIDAD OPTICA CERRADA . . 79
2.11. RELACION ENTRE LA ESTRUCTURA DE MODOS Y LA SALIDA DEL
LASER ............................................... 87
2.12. TEORIA DE LA DIFRACCION DEL INTERFEROMETRO FABRY-PEROT
PLANO .............................................. 94
2.13. LASERES CON ESPEJOS ESFERICOS ...................... 102
2.14. CONSIDERACIONES DE DISEÑO PARA LASERES DE GAS ...... 111

CAPITULO III. DIFERENTES ESTRUCTURAS Y TIPOS DE OSCILADORES


LASER

3.1. DIFERENTES TIPOS DE LASERES ......................... 116


3.2. LASER DE RUBI ....................................... 118
3.2.1. Excitación del láser de rubí ...................... 122
3.2.2. Configuraciones para la excitación ................ 124
3.2.3. Características de salida del láser de rubí ....... 127
3.3. LASERES SOLIDOS DE CUATRO NIVELES ................... 129
3.4. LASER DE IIELIO-NEON ............... ...» ............ . 133
3.5. LASERES DE ARGON Y OTROS IONES ..................... 137
3.6. LASER DE DIOXIDO DE CARBONO 138
3.7. LASER DE VAPOR DE AGUA ............................ 142
i
3.8. LASERES DE TINTURA ORGANICA (DYE LASERS) .......... 144
3.9. BREVE RESUMEN DE LOS LASERES COMERCIALES MAS USUA- 14 6
LES ...............................................
i 146
3.10. GENERACION DE PULSOS GIGANTES Y AMPLIFICACION 149
3.10.1. El principio del cambio de Q ................... 149
3.10.2. Técnicas de cambio externo de Q ................ 152
3.10.3. Absorbedores saturables ........................ 157
3.11. AMPLIFICADORES LASER ............................. 160
3.12..PULSOS ULTRACORTOS ............................... 164

CAPITULO:IV: PROCESADO DE MATERIALES CON LASER


4.1. CONSIDERACIONES OPTICAS PARA EL PROCESO DE MATERIALES 157
4.1.1. Relaciones Fundamentales ........................ 157
4.1.2. Densidad de Potencia: enfoque ................... 179
4.1.3. Diámetro efectivo ............................... 181
4.1.4. Superficies de los materiales ................... 181
4.1.5. Otras consideraciones ........................... 184
,4.2. MATERIALES Y SUS PROPIEDADES ...................... 186
4.2.1. Difusividad Térmica ............................. 186
4.3. MODELOS DE PROCESADO TERMICO ...................... 189
4.3.1. planteamiento general básico .................... 189
4.3.2. Fase sólidas Perfiles de temperatura ............ 190
4.3.3. Fundido ......................................... 193
4.3.4. Vaporización ..................................... 194

" APENDICE A: MEDIOS TRANSMISORES DE LA RADIACION LASER: FIBRAS


OPTICAS, por Javier Sansa Torres

A.1. FIBRAS OPTICAS. TIPOS Y MATERIALES ................ 205


205
A.1.1. FIBRAS OPTICAS
208
A. 1.2. TIPOS DE FIBRAS
208
A. 1. 2 .1. Fibras multimodo
A.1.2.2 . Fibras monomodo 209
A.1.2.3. Fibras de índice gradual ....................... 211
A.1.3 . MATERIALES ....................................... 212
A.1.3.1. Líquidos ....................................... 213
A.1.3.2. Vidrios ........................................ 215
A.1.3.3. Sílice ......................................... 217

A.2. PERDIDAS EN LAS FIBRAS ............................. 219


219
A.2.1. GENERAL ..........................................
220
A.2.2. ABSORCION ........................................
2 20
A.2.2 1. Absorción intrínseca
220
A.2.2.2. Absorción por impurezas ........................
A.2.2.3. Defectos atómicos 2 21
221
A.2.3. DISPERSION .......................................
A. 2.3.1. Dispersión intrínseca .......................... 22.2
A.2.3.2. Dispersión por inhomogeneidades ................ 224
A. 2.3.3. Aberración en la unión entre el núcleo y cu-
bierta 224

A.3. PROPAGACION EN FIBRAS .............................. 226

A.3.0. INTRODUCCION ..................................... 226


A.3.1. ANALISIS ELECTROMAGNETICO ........................ 229
A.3.2. ANALISIS PARA FIBRAS MULTIMODO ................... 235

APENDICE B: APLICACIONES DEL LASER EN HOLOGRAFIA, por José San


Leandro Ros

B.l. CONCEPTO DE FRECUENCIA ESPACIAL ................... 241

B.l.l. UTILIDAD DEL ESPECTRO DE FRECUENCIA ESPACIAL DE RADIA


CION DE UNA APERTURA ............................. 246
B.2. TEORIA DE LA PROPAGACION: APROXIMACIONES DE FRESNEL Y
FRAUNHOFFER ........................................ 248
B.2.1 i APROXIMACIONES DE FRESNEL Y FRAUNHOFFER .......... 249
B. 3 . SISTEMAS OPTICOS CON LENTES 256

B.3.1. PROPIEDADES DE LAS LENTES 257

B.4. FILTRADO ESPACIAL 260

B.5. HOLOGRAFIA 265


270
B.5.1. CLASES DE HOLOGRAMAS .
272
B.5.2. APLICACIONES DE LA HOLOGRAFIA
B.5.2.1. Interferómetria holográfica 272
B.5.2.2. Reconocimiento de caracteres. Filtros adaptados 276
B. 5 . 2 . 3. Microscopía holografica ........................ 278
B.5 . 2 . 4. Holografia acústica ............................ 279
INTRODUCCION

El concepto del láser vió la luz hace más de una década


cuando Schawlow y Townes demostraron que el principio del maser
podía extenderse a la región óptica. Desde entonces este campo
sé ha desarrollado hasta unos límites que, muy difícilmente po-
dría alguien haber pronosticado. El láser resultó ser el punto
de cita de disciplinas tan dispares como la óptica (p. ejm. la,
espectroscopia), el bombeo óptico, la ingeniería de radio, la f_í
sica del estado sólido, la física de la descarga en gases, y mu
chas otras.

En líneas generales la teoría del láser es bastante sim-


ple. Las principales interrogantes se refieren a las propiedades
de la coherencia y de la intensidad, frecuencia y fluctuaciones
de la radiación. Para contestarlas se pueden seguir tres métodos
de trabajo, que las resuelven en el mismo orden en que han sido
planteadas, y que se basan, respectivamente. en ecuaciones de ve
locidad, en ecuaciones semiclásicas y en ecuaciones totalmente
.cuantif icadas. Nuestro estudio llegará únicamente a la primera
parte, pudiéndose encontrar detalles sobre los otros métodos en
la bibliografía adjunta.

Hasta principios del año 1970 se habían publicado más de


10.000 artículos sobre el láser y temas con él relacionados. Los
libros, aunque evidentemente no han alcanzado ese número, son -
también muy cuantiosos. Los de más amplia difusión aparecen en -
la bibliografía y se hará referencia a algunos de ellos a lo lar
go de nuestro estudio..

La visión del láser que presentaremos quedará centrada pre


ferentemente en sus detalles técnicos y en las propiedades de in
teres en el campo de las comunicaciones o de la investigación -
del estado sólido.
En el prirner capí tu lo veremos, en primer lugar, una peque
na nota histórica del proceso seguido en el desarrollo del láser,
o más general de la Electrónica Cuántica, de la que el láser fue
promotor y protagonista.

En el segundo capítulo pasaremos a analizar los principios


básicos fundamentales en los que se basa la acción láser. Se estu
diará el concepto básico de coherencia y algunos otros puntos ne-
cesarios posteriormente.

Se pasará, a continuación, al planteamiento general de los


hechos que conducen a la inversión de poblaciones, esencial para
el fenómeno láser, y cuál es la condición umbral para el inicio
de las oscilaciones. Se continuará con un pequeño análisis de las
cavidades resonantes que constituyen el oscilador láser viendo -
cuales son estables y cuales no.

En el capitulo III se pasará a la descripción, muy elemen-


tal , de los principales tipos de láser haciendo especial en el ru
bí, no por su interés actual (que lo sigue conservando), sino -
porque además de ser el primero da la pauta general para los de-
más . Comprendido el funcionamiento de éste, se verán los otros ti
pos en uso acabando con una descripción del método de cambio de
Q, esencial para la obtención de pulsos gigantes.
Un notable tipo de láser se echará ensenguida de menos r el
láser de semiconductor. Conscientemente, a pesar de su notoria im
portancia, lo hemos eliminado. Y esta decisión se ha deb'ido al he
cho de que el láser de AsGa y derivados, aunque básico y fundamen
tal para las comunicaciones ópticas, en más un láser cuyas propie
dades se derivan de las de los semiconductores que lo forman que
de un proceso láser común con los otros tipos. Por ello, para no -
meternos en un campo más de Estado Sólido que de Electrónica Cuan
tica, en esta primera visión del láser no será presentado. D^ to
das maneras, muchas de sus características pueden considerarse co
muñes con los otros por lo que comprendidos los demás, este resul
tará fácil de comprensión.
9

En el Capitulo IV se procederá al planteamiento general


del problema del procesado de materiales con Láser, básico para
su empleo en el ajuste de componentes.

Los capitulos siguientes serán dedicados a algunas de las


aplicaciones más interesantes del láser entre los que merecen -
especial mención la Holografla a la que por su importancia, tan
to actual como potencial, se dedicará una buena parte de nuestro
estudio.

Finalmente, y debido al énfasis que está recibiendo en -


nuestros días se hará un pequeño estudio del medio idóneo para
transmitir una radiación láser: las fibras ópticas. Con ello con
cluiremos, aunque sin poder decir que esta 1 conclusión sea real,
nuestro estudio del la ser y sus aplicaciones. El concluirlas rea.1
mente abarcarla un curso completo, cosa que queda muy por encima
de nuestros propósitos.

Queda únicamente expresar el agradecimiento de los auto-


res a la Dirección de la E.T.S. de Ingenieros de Telecomunicación
sin cuya ayuda esta pequeña aportación a la Bibliografía en cas-
tellano sobre el Láser no hubiera aparecido, y al Prof. Warzans-
kyj sin cuyo constante interés el curso para el que han sido re-
dactados estas notas, no se habría llevado a cabo. Finalmente, so-
lo nos queda agradecer a la Srta. Cebrián San José su paciencia al
mecanografiar y componer los presentes apuntes.

Madrid, mayo de 1976

Los autores
ANTECEDENTES E HISTORIA DE I,A ELECTRONICA

CUANTICA Y EL LASER
13

1.1. PEQUEÑA HISTORIA DEL LASER Y LA ELECTRONICA CUANTICA

La Electrónica Cuántica, como una rama independiente de


la Física, adquirió su prominencia hacia la mitad de los 50 -
cuando se realizaron los primeros osciladores y amplificadores
cuánticos. La precursora inmediata de la Electrónica Cuántica -
fue la espectroscopia de radiofrecuencia, que ahora es una de -
sus partes. Una cantidad enorme de material experimental referen
te a las propiedades resonantes de algunas sustancias, había si-
do acumulada por la espectroscopia de radiofrecuencia. Tales in-
vestigaciones habían hecho posible el establecer la estructura
de los niveles, las frecuencias y las intensidades de las tran-
siciones y las características de relajación de diferentes mate
ríales. Los estudios de espectros de resonancia paramagnética
en sólidos y del espectro de inversión del amoniaco, fueron de
importancia primordial para la Electrónica Cuántica.

Durante las investigaciones de radiofrecuencia el estado


de una sustancia no es, por lo general, cambiado de una forma -
significativa y permanece próximo al equilibrio termodinámico.
Pero al mismo tiempo que se efectuaban estudios de sustancias ba
jo condiciones sin perturbar, comenzaron a aparecer otros métodos
relacionados con la acción de fuertes campos resonantes sobre una
sustancia. Estos métodos, que podernos llamar activos, fueron apli_
cados primero en resonancia magnética nuclear; incluyen inducción
magnética nuclear, el eco de spin y el efecto Overhauser. El re-
sultado principal de estos métodos fue la posibilidad de producir
estados con fuerte desequilibrio, en sistemas cuánticos que po-
drían emitir asi coherentemente.

El concepto de emisión estimulada, que es de gran impor-


tancia para la Electrónica Cuántica, fue formulado por primera
vez por Einsteín en 1917. Ginzburg, en 1947, apuntó la importan-
cia de este fenómeno en la espectroscopía de radiofrecuencia.
La idea dp amplificar ondas electromagnéticas por siste-
mas cuánticos en desequilibrio, fue lanzada por Fabrikant,
Vudynskii y Butaeva. La patente obtenida por este equipo, en -
1951, contiene ijna descripción del principio de la amplificación
acerca de un posible amplificador cuántico. Basov y Prokhorov
(1954) discutieron un diseño real para un oscilador y un ampli-
ficador molecular operando con un haz de moléculas activas y de
sarrollaron su teoría. Independientemente, Gordon, Zeiger y Tow'
nes tuvieron la misma idea y, en el mismo año 1954, publicaron
un informe sobre la construcción de un oscilador que operaba con
un haz de moléculas de amoniaco. Estos últimos introdujeron el
ahora bien conocido nombre de MASER, acrónimo de "Microwave Am
plification by Stimulated Emission of Radiation".

El éxito obtenido por el oscilador molecular incitó la


busqueda de nuevos métodos y el resultado no tardó en llegar.
Basov y Prokhorov, en 1954, sugirieron el principio de un osci-
lador de gas de tres niveles. En 1956, Bloembergen discutió la
posibilidad de realización de un amplificador cuántico con un
medio sólido paramagnético. Las estimaciones que hizo confirma-
ron que la idea era realizable y en 1957 un instrumento de este
tipo fue construido por Scovil, Feher y Seidel. Despues de éste
aparecieron una serie de informes sobre la producción de 1 instru
mentos similares basados en diferentes cristales praramagnéti-
cos.

Los instrumentos basados en principios cuánticos tienen


un número de propiedades excepcionales cuando se comparan con. los
osciladores y amplificadores ordinarios. El oscilador maser no
es particularmente poderoso pero su estabilidad es, con mucho,
mejor que la del mejor oscilador de cuarzo. El amplificador ma-
ser paramagnético tiene un nivel de ruido extremadamente bajo y
unas características de ganancia y anchura de banda muy satisfac
torias.
15

La siguiente etapa en el desarrollo de la' electrónica -


cuántica fue la extensión de los métodos anteriores al rango Ó£
tico. En 19 58, Schawlow y Townes discutieron la cuestión teórica
mente y llegaron a la conclusión de que era perfectamente posi-
ble realizar un oscilador maser óptico. Sugirieron gases y vapo
res de metales como sustancias de trabajo. Basov, Krokhin y Popov,
en 1960, discutieron también, el problema de las posibles sustan
cias de trabajo y los métodos para producir los estados necesa-
rios en desequilibrio. Estos autores discutieron los cristales
paramagnéticos y semiconductores al mismo tiempo que los gases.

En 1960, Maiman construyó el primer generador óptico cuán


tico pulsado de rubí que denominó LASERacrónimo de "Light Ampli
fication by Stimulated Emission of Radiation") . Por-vez primera
la ciencia y la tecnología disponían de una fuente coherente de
ondas luminosas. El éxito futuro de estos instrumentos era obvio
y en muy corto tiempo un gran número de equipos entró en acción
en las investigaciones del láser. La lista de cristales útiles
para láseres creció rápidamente. Con el mismo propósito se usa-
ron también cristales luminiscentes y líquidos. En 1961, Javan,
Bennett y Herriot finalizaron el primer láser continuo operando
con una mezcla de gases de helio y de neón. El camino estaba a-
bierto y muy pronto vino a unirse a los anteriores el láser de
diodo semiconductor , cuya posibilidad había sido estudiada en
1960 por Basov y colaboradores, mencionados anteriormente. En
1961, Bernard y Duraffoung estudiaron teóricamente las condicio
n'es para "1 asear" en semiconductores y entre 196 2 y 1963, utili-
zando el AsGa como material de trabajo, se obtuvo el primer lá-
ser en operación de este tipo.

La posibilidad de "lasear" con gases y semiconductores -


dió pié a la suposición de que muchos otros materiales podrían
también ser útiles para, lo mismo y de hecho así ha sido: la Ü£
ta de materiales utilizables ha crecido en los últimos años de
forma considerable, así como las posibilidades de construir un
láser con unas características prefijadas, tan grandes como se
quiera. El láser ha pasado a ser, de casi un objeto de investiga
ción pura, a herramienta de trabajo tan fácil de obtener como -
cualquier equipe? de microondas, por ejemplo y por ello su cono
cimiento ha de ser familiar a todos.
TEORIA ELEMENTAL DE LA OSCILACION LASER
II.- TEORIA ELEMENTAL DE LA OSCILACION LASER

2.1. INTRODUCCION

Como ya hemos visto en el Capitulo anterior, el láser


se ha basado en una gran variedad de ideas nacidas tanto en la
física como en la ingeniería. Entre ellas, algunas de las que ma
yor peso han tenido han sido la óptica, los resonadores electro
magnéticos y las descargas en los gases. Pero sin duda, los fenó
menos más primordiales han sido aquellos basados en la física -
atómica y molecular que quedan fuera de la física clásica. Sola
mente un conocimiento de la teoría cuántica puede dar explicación
de la mayor parte de los fenómenos que se van a presentar; pero
bastantes hechos básicos no necesitan tal teoría. De hecho, en
función de lo primero, en la literatura rusa los láseres apare-
cen muy frecuentemente designados como generadores cuánticos de
radiación..
El objeto de nuestro estudio será así la presentación
del láser como dispositivo del campo de la ingeniería y no como
generador cuántico. No necesitamos apenas de la teoría cuántica
pero si algunos de sus postulados esenciales que revisaremos en
las próximas secciones. Haremos un resumen de los conceptos bá-
sicos de emisión y absorción, cuyo papel primordial en el láser
veremos, y continuaremos con los problemas de excitación y osci
1ación en un láser.
Concluiremos con una presentación general de la teoría
de resonadores ópticos cuyo estudio completo abarcaría más de lo
que aquí podemos dedicarle.
2.2. LEYES Y CONCEPTOS GENERALES DE LA RADIACION

Ya que el objeto de nuestro estudio es la generación y


amplificación de la luz mediante la emisión estimulada de radia
ción, parece lógico comenzar dando las bases necesarias para el
tema que vamos a ver. Aún a riesgo de dar conceptos ya conocidos,
comenzaremos con algunas definiciones elementales y algunos pos_
tulados.
Nuestro interés se centrará en torno a aquella radia-
ciónelectromagnética comprendida en el margen del visible. Las
longitudes de onda se encontrarán asi entre 0,3 y 30ym y las -
13 15
frecuencias de 10 a 10 Hz. Haremos constar el hecho de que
el énfasis será en que la radiación es electromagnética, no en
que es visible. Evitaremos así. todos aquellos término a,, comunes
en óptica ordinaria, que determinan la luz en función de sus -
efectos, sobre el ojo humano« Consecuentemente, hablaremos de can
tidades radiativas y no de luminosas, siendo aquellas las deter^
minadas por el uso de un detector capaz de registrar el trans-
porte de energía por medio de una radiación electromagnética.
Recapitularemos asi los términos básicos usados en conexión con
un transporte tal de energía.
La contrapartida del flujo luminoso en óptica ordina-
ria es aquí el flujo radiativo. Es la velocidad a la que pasa
la energía radiante por una superficie; viene medida en unida-
des de potencia, esto es, vatios o ergios por segundo. La ínten
sidad de radiación incidente sobre una superficie es la densi-
dad de flujo radiativo. El flujo radiativo emitido por la uni-
dad d e superficie de una fuente se denomina emitancia radiante.
Estas dos últimas cantidades tienen las mismas dimensiones. Su
unidad MKS común es vatios por metro cuadrado. A fin de indicar
la distribución díreccional de la radiación de una superficie
radiante, necesitamos el concepto de radiancia en una dirección
dada. Esta es el flujo radiante en una dirección dada por uni-
21

dad de ángulo sólido por unidad de area proyectada del radiador.


Se designa normalmente por el simbolo N, y su significado puede
clasificarse así: dada una superficie radiante de area A y una
dirección que forme un ángulo 8 con su normal, el flujo radiati
vo en un pequeño cono de dfl estereoradianes alrededor de la diré
cción dada es NA cosQ dfi. Cuando N no depende de la dirección,
se dice que la superficie radia o dispersa de acuerdo con una -
ley de Lambert. En este caso, el flujo radiativo total de la su
perficie es TTNA. Relacionada con N está la densidad de energía
de la radiación , que es simplemente la energía radiativa con
tenida en la unidad de volumen.
Si hacemos ahora uso del hecho de la existencia de fil_
tros y monocromadores, podremos clasificar la radiación de acuer
do con su frecuencia o longitud de onda. Todas las cantidades -
relativas con la radiación pueden considerarse como funciones de
la frecuencia v o de la longitud de onda A. El simbolo Uv vendrá
definido así i la densidad de energía de radiación entre las fre
cuencias v y v+d v es u v d v . El simbolo u;\ se refiere a la densidad
dad de energía en el intervalo de longitudes de onda \ a A+d^;
consecuentemente, u v y u;\ están relacionados pero son diferen
tes funciones de las variables. El intervalo de frecuencias v,
v+d v y el de longitudes de onda A, A-d^ son descripciones equi- ,
valentes de la misma región espectral cuando d v /v=d^/A. Es fácil
demostrar que u v v=u^A.
Es usualmente conveniente caracterizar la radiación por
su longitud de onda cuando nos referimos a experimentos o apli-
caciones prácticas, pero en la teoría, sobre todo cuando se tra
ta con energías, la frecuencia suele ser más conveniente. Cuan-
do una radiación electromagnética se encuentra en una cavidad y
está en equilibrio térmico a una temperatura T, la distribución
de densidad de radiación según la frecuencia sigue la ley de
Plank:
22

u dv ^ ' C2.1)
c exp(hv/KT)-1

donde h es la constante de Plank, K la de Boltzmann y c la velo


cidad de la luz.
La radiación se escapará por un orificio cortado en las
paredes de una cavidad así, a la velocidad de W=uc/4 por unidad
de area de orificio. Esta es la densidad de flujo radiativo a la
salida de la cavidad; es la emitancia radiante del cuerpo negro.
Muchos sólidos radian como este cuerpo negro ideal. De hecho, la
distribución espectral de la radiación emitida por las lamparas
incandescentes y los arcos de alta densidad pueden calcularse -
con bastante exactitud a partir de la fórmula de. Plank.
En los trabajos experimentales, se prefiere la distri-
bución de energía radiante según la longitud de onda, y la fór-
mula de la radiación viene dada por

cir5dA
W(A,T]dA — (2.2)
exp(C 2 /AT)-l

2
donde C^ = 2rrhC y C^-hc/K. La cantidad W(A ,T) es la emitancia
radiante espectral.
De lo anterior se obtiene que la energía radiada por un
sólido incandescente no está concentrada en ninguna zona de fre
cuencias. Para cada temperatura existirá una longitud de onda pa
ra la que la emitancia radiante espectral tiene su valor máximo.
Esta longitud de onda, A^, puede calcularse de la ley del despla
zamiento de Wien:

AmT = a (2.3)
23

donde a es una constante. El valor de pico de la emitancia ra-


dial espectral a una temperatura dada se encientra es proporcio
nal a la quinta potencia de la temperatura absoluta. Este pico
se designa por W^ (T). Asi

5
WM(T) = W(AM,T) = bT (2.41

La emitancia radiante total a la temperatura T viene da


da por la ley de Stefan-Bo11zmanni

ao
wT = WO\,T)dA = (JT4 C2.5)
o

Cuando las áreas vienen medidas en cm


2 y las longitudes
de onda en Á, las constantes antes introducidas tienen los si-
guientes valores;

C^=3,741 x 10 2 °W-cm" 2 (A) 4 ; C2=l,439.. x 1Q 8 A °K

7 _1 Q —K

a = 2,898 x 10 Á °K ; b = 1,286 x 10 W -cm (_°K)

o = 5,679 x 1 G ~ 1 2 W -cm" 2 C°Kl~ 4


Un cuerpo negro a la temperatura de 5200°K tiene su pico
de radiación a 5575 A , que es aproximadamente el centro del es-
pectro visible y donde el ojo es mas sensible. A pesar de ello,
solo un 40% de su radiación cae en la parte visible, estando un
6% en el ultravioleta y el resto en el infrarrojo.
Las fuentes gaseosas de luz, cuando trabajan a bajas pre
siones, emiten radiación consistente en un grupo de líneas más
o menos definidas y, frecuentemente, un espectro continuo de rae
ñor intensidad. Las frecuencias de las líneas dependerán de la
composición del gas; sus intensidades y anchuras dependerán de
un gran número de factores, como presión y temperatura del gas
y del método de excitación. A bajas presiones las líneas serán
muy nítidas pero la brillantez del gas como lámpara será muy ba
ja. Según aumenta la presión, la brillantez aumentará y también
lan anchuras de las líneas, extendiendose varios angstroms, hais
ta que al final las líneas se solapan, y desaparece el caracter
discreto del espectro.
Las fuentes de mayor brillo son los arcos en altas pre
siones y los tubos de flash. A fin de obtener la mayor brillan-
tez , los flashes trabajan a un nivel de potencia tan alto que
solo puede mantenerse, un periodo muy corto de tiempo. Esto re-
quiere un trabajo intermitente con un pequeño ciclo de trabajo.
Suelen energizarse descargando grandes, condensadores, en el mar
gen de 100 a yarios miles de microfaradiós cargados entre 1000
y 3000 y. Los tubos de Xe así activados dan. un destello del or-
den de 1 mseg con una distribución espectral aproximada a la del
cuerpo negro de temperatura entre 6500 y 10000°K.
La, luz originada en cualquiera de las fuentes menciona
das será emitida en todas las direcciones posibles. Desde la su
per fie ie plana, de un sólido incandescente completará un ángulo
BÓLIDO de 2TT estereoradianes (no con intensidad uniforme, sino
de. acuerdo con la ley de Lambert) . Para producir un haz parale-
lo a partir de estas fuentes es necesario colocar el radiador en
el plano focal de. un sistema óptico. Ya que la fuente es de tama
ño finito, el haz resultante no será paralelo, sino que tendrá
una divergencia angular igual al tamaño angular de la fuente vi¡s
ta desde uno de los planos focales del sistema óptico. A fin de
obtener un haz definido f solamente podrá usarse una pequeña por
ción de la fuente. Además, no toda la energía radiada desde es-
ta fuente cuasipuntual podrá utilizarse ya que la apertura del
sistema óptico actuará como una pantalla, eliminando una gran
25

parte del radiador. Por ello aparece que solo una pequeña por-
ción de la energía de una fuente ordinaria puede convertirse en
un haz aproximadamente paralelo. Cuanto mayores sean los requi-
sitos de paralelismo, menor será esta porción.
Para dirigir la radiación hasta un objeto desde una -
fuente puede emplearse un sistema de espejos y lentes. Con ellos'
es posible concentrar la luz en un punto pudiendo pensarse que
se podría llegar a diseñar un sistema óptico con el que produ-
cir sobre una superficie una imagen más brillante que la fuente
de la que parte la luz. En la terminología que empleamos, esto
significaría que se formaría una imagen de la fuente tal que su
radancia fuera mayor que en la fuente. Pero un teorema famoso
de óptica clásica establece su imposibilidad. De forma más pre-
cisa , no puede hacerse con radiadores que siguen la ley de Lam
bert, si el medio en el que se encuentran objeto e imagen es de
igual Índice de refracción.
Basados en la ley de Lambert y sus consecuencias apare
cen otra serie de propiedades compartidas por todas las fuentes
de luz a excepción de los láseres. Si, se toma luz de dos zonas
diferentes de una fuente ordinaria y se lleva a la misma región
de una pantalla no se observarán fenómenos de interferencia. Es^
to es debido a la incoherencia de la emisión de las dos zonas,
esto es, a la no relación de fase entre ellas. Esto será visto
/

después con mayor detalle.


Podemos así resumir las principales limitaciones de -
las fuentes clásicas de luz en JL O S S J CJU. J..6T1Í26 S puntos.
La energía radiada por una fuente intensa se ^ iL 3' La ÜT xl^t^
ye en una región espectral relativamente extensa. No existen -
fuentes monocromáticas intensas.
La energía radiada 6S tá / po3T" lo general, mal colimada,
y la colimación no puede mejorarse si no es a costa de sacrifi-
carse la intensidad disponible.
26

La radiación de una fuente superficial no puede llevar


3e a una zona obteniéndose un aumento en brillantez.
Todas estas limitaciones quedarán subsanadas con el em
pleo de fuentes coherentes.
27

2.3. COHERENCIA DE LA LUZ

La teoría clásica de la luz describe los fenómenos óp-


ticos en términos de oscilaciones electromagnéticas. Una de las
herramientas básicas de esta teoría es el análisis armónico. La
variación del campo electromagnético en un punto queda represen
tado como la superposición de oscilaciones armónicas de la for-
ma.

E=E . eos (2iry .T - ib .) (3.1)


x i

Estas oscilaciones poseen una amplitud E^, una frecuen-


cia v^ y una fase ip ^ perfectamente definidas. La fase varía en
el espacio de punto a punto de manera lineal.

En un experimento físico la mayor parte de las veces -


hay que tratar con una superposición de oscilaciones armónicas
de frecuencias diferentes pero es posible llegar a filtrar la
radiación de tal forma que para nuestros propositos se comporte
como una radiación monocromática ideal. Cuando es este el caso,
llamaremos a la radiación cuasimonocromática o brevemente mono-
cromática . El que una radiación sea cuasimonocromática o no de-
pende del experimento que se realice.

Una onda monocromática ideal es de, necesariamente dura


ción infinita. Una oscilación que tenga la forma descrita por -
(3.1) para un intervalo finito de tiempo comprendido entre
0<t<T y sea cero fuera del mismo, podrá representarse, según el
análisis de Fourier , por una superposición de oscilaciones ar-
mónicas cuyas frecuencias queden confinadas dentro de una estre
cha región de espacio de anchura aproximadamente 1/T alrededor
de la frecuencia central v.,
i
Prácticamente una radiación monocromática viene carac-
terizada por una'frecuencia central v„ y un ancho de banda A
definido de forma que en un intervalo de frecuencias entre
\>Q-A/2 y V Q + A/2 está contenida casi toda la energía de la radia
ción. En un trabajo teórico, se deberá realizar un análisis de
Fourier a fin de determinar la anchura de tal intervalo; en es-
tudios experimentales será necesario emplear un instrumento con
el suficiente poder de resolución de forma que pueda analizar -
la composición espectral de la radiación.

En óptica experimental es posible resolver la radiación


en sus componentes cuasimonocromáticas; es posible medir la in-
tensidad media de la radiación en un periodo de tiempo que sea
-1
grande comparado con v y A y sobre un area cuyo diámetro
sea grande comparado con la longitud de onda. Ni valores instan
táñeos ni valores localizados muy abruptamente pueden ser medi^
dos; todas las cantidades de interés deberán determinarse en tér
minos de medidas medias.
La teoría, por otra parte, trata con amplitudes y fases.
Estas se combinan de acuerdo con las reglas de la teoría electro
magnética pero únicamente la inedia, en un intervalo de tiempo su
ficientemente largo, del cuadrado de la amplitud resultante es -
susceptible de test experimental. Aunque la fase de una onda mo-
nocromática en un cierto punto no sea observable, su variación
de punto a punto puede ser demostrada. La evidencia de la exijs
tencia de la fase, viene de los ex pe r ime n to s clásicos de interf e
reneia, que demuestran que cuando la luz, que provienen de un -
punto luminoso, es dividida en dos haces viajando por diferen-
tes caminos hacia un mismo destino final, las amplitudes deberán
sumarse de acuerdo con las ya conocidas leyes de la composición
O O T O IT X 3. IJ, © JJ OÍ X IT C O O O S^l DE. los vectores que se sumarán dependen
de las longitudes de 1os caminos recorridos.
Queden las amplitudes y las fases de las ondas que lle-
gan según los caminos .1 y 2 d 1 f G 3T g n c iadas ]DOXT los CO IT IT 6 spondien
tes subíndices. La intensidad observada en un punto dado será
29

igual o proporcional a (dependiendo de las unidades)

I=I 1 + I 2 + 2 / í ^ eos ()) (3.2)

1 2 12
donde —E^ y —E2 son las intensidades medias en el
tiempo y diferencia de fase. Esta última está relacio
nada con la diferencia de caminos S 2 ~S^, así

2'ÍTV C S 2 "S 1 )
<¡,= (3.3)
c

En aquellas regiones del espacio donde la diferencia de


fase es 0 ó un múltiplo par de TT , la intensidad es máxima, con
1 2
valor — (E^+E2) , mientras que en aquellos en que la diferencia
de fase es un múltiplo impar de .TT es un mínimo de valor -
—2 (E 1-E2 ) 2 .
Una experiencia típica de interferencia es la de dispo
ner la diferencia de caminos sobre la pantalla y que las ampli-
tudes E^ y E 2 sean aproximadamente iguales. Con ello, utilizan-
do una fuente puntual monocromática, se observarán una serie al_
t e m a d a de bandas luminosas y oscuras. Son estas las franjas de
interferencia. La franja luminosa que corresponde a una diferen
cia de caminos nula es particularmente importante; es común a
todas las frecuencias .Las posiciones de las otras bandas depen-
den , en cambio de la frecuencia. Por ello franjas correspondíen
tes a frecuencias diferentes podrán superponerse p . e l a s luirá
nosas sobre las oscuras dando lugar a regiones totalmente ilumrL
nadas. Esta superposición depende de la diferencia de frecuen-
cias y del orden de la franja contando a partir de la central -
(de la que corresponde a S»-S 1 =0).
Se ve que, de (3.2) y (3.3), ocurrirá reforzamiento -
cuando VÍ^-S^Í/C sea un entero y cancelación cuando sea un se
mientero. Por ello, la n-sima franja luminosa para la longitud
de onda A coincidirá con la n-síma franja oscura para longitu-
des de onda A-AA cuando

1
S~~S 1 =nA= (n+—) (A-AA)
¿ 1 2

de aqui que cuando

A_A Av
A v 2n+l (3.4)

la figura de interferencia correspondiente a la n-síma franja


quedará seriamente afectada cuando radiación correspondiente
a una frecuencia v este presente con aprox imadamen te la misma
intens ídad que la de v+Av.

Ya que los experimentos interferenciales reales se rea


lizan con fuentes cuasimonocromáticas y no fuentes monocromáti
cas idealesf el numero de bandas que pueden observarse con cla-
ridad queda limitado por la dispersión del espectro de la fuen-
te. Algunas veces este hecho se expresa de forma diferente: se
sabe que en un interferomet.ro de Michelson, usando una línea es
peetral ordinaria como fuente de luz, se observan franjas de in
terferencia;únicamente cuando la diferencia de caminos excede,
digamos 30 cm, no se observan interferencias. Aparentemente la
fase de radiación no se mantiene en la fuente, el tiempo que ne
cesita la luz en recorrer esa diferencia de caminos. En un cam-
po monocromático ideal, la amplitud de las osci1aciones en un -
punto determinado se mantiene constante, mientras que la f 9, S6
varia linealmente con el tiempo. Este no es el caso cuando el -
31

campo se produce en una fuente real, la amplitud y la fase ex-


perimentan fluctpaciones irregulares, cuya rapidez se relaciona
con la anchura Av del espectro. El intervalo de tiempo At=l/Av
es lo que se denomina tiempo de coherencia. Durante un interva-
lo mucho menor que At la radiación se comporta como una onda -
realmente monocromática. Esto no es cierto para intervalos ma-
yores .

Hasta aquí hemos considerado únicamente las propiedades


de la luz que proviene de una fuente puntual. Una fuente de ta-
les características puede realizarse aproximadamente mediante -
una fuente real localizada a gran distancia del observador de
forma que sus dimensiones físicas sean despreciables comparadas
con la distancia. Esto solo se cumple en limitados casos por lo
que será conveniente pasar a fuentes luminosas de dimensión fini
ta „
Una característica común de todas las fuentes clásicas de luz es
falta de coherencia entre la luz que emana de los diferentes pun
tos del radiador. Mediante la expresión "coherencia" o "coheren
cia espacial" entendemos una correlación entre las fases de la
radiación monocromática que procede de dos puntos diferentes.
Para ser exactos, deberíamos hablar, no de coherencia o incohe-
rencia de una cierta radiación luminosa sino de grados diferen-
tes de correlación. Desde un punto de vista práctico, sin embar
go, podemos mirar la radiación que proviene de dos fuentes dife
frentes como incoherente si observamos que las intensidades de la
^radiación son aditivas.. Tomamos como hecho experimental I perfecta
mente establecido el que la luz que procede de dos puntos de uná
fuente ordinaria localizados con una distancia de separación en-
tre ellos mayor de una longitud de onda, no pueden dar lugar a
fenómenos de interferencia aún cuando se someta la radiación a -
proceso extremadamente cuidadoso de filtrado que separe una com-
ponente "monocromática". Este hecho podemos atribuirle a la^ fal
ta de correlación entre las fases de radiadores distantes.

Relacionada con la cuestión de la correlación de fase so


bre una fuente luminosa esta la de la correlación de fase en -
un campo de radiación separado bastante distancia de la fuente
y su relación con las propiedades de la fuente así como de la
geometría de la situación.

Fig. 2.1

Consideremos con más detalle dos vectores electromagné


ticos en los puntos P^ y P^, en un campo producido por una fuen
te monocromática extensa separada muchas longitudes de onda de
P^y • s i Pj. Y P
2 est
^n lo
suficientemente próximos uno a otro
de forma que la diferencia SP^-SP2 sea pequeña comparada con la
longitud de onda X puede esperarse que las fluctuaciones en P^
y sean de hecho las mismas. Por otra parte, puede esperarse
que exista también una cierta correlación aún para mayores sepa
raciones entre P^ y P^, siempre que la diferencia de caminos, no
exceda... J <i j.ouy Lud ele coherencia cAt=c/Av. Estamos capacitados
entonces para definir una región de coherencia alrededor de cual -
quier punto en un campo generado por una fuente e.«s e n c i a liue n i: e -
monocromática.

El valor de la correlación puede ser comprobado experi-


menta Imante observando la iluminación en la pantalla B en función
de .la posición. Esta observación se lleva a cabo generalmente de
33

forma que la iluminación se mide en una zona que dista aproxiL


madamente lo mismo de P^ y de P 2 . La iluminación se determina
con pequeñas aperturas en torno a P^y a P 2 . En adición a medir
las intensidades e I 2 en Q con la segunda y la primera aper-
tura , respectivamente, abiertas, podemos medir también efectos
de interferencia que provienen de la superposición de la radia-
ción que pasa a través de estas dos aberturas. Una completa in-
coherencia del campo en P^ y P 2 significa que la intensidad en
Q es

I(Q)=I 1 +I 2 (3.5)

mientras que en el caso de completa coherencia podrá obtenerse


' ' -

cualquier valor comprendido entre y I 1 + I 2 , dependiendo de


la diferencia de caminos S^-S 2 . En el caso general se obtendrá
una expresión de la forma

I(Q)-I 1 +I 2 + 2 /IjT^ Rey (3.6)

donde y es un número complejo de módulo constante^ y <1, cuya £a


se varia linealmente con la diferencia de caminos. De hecho

Arg Y =^0+2TT(S1-S2)/X

El caso 7=0 corresponde a completa incoherencia y y =1


a completa coherencia, mientras que un valor intermedio de y
caracteriza a un campo parcialmente coherente. Cuando el punto
Q se mueve paralelo a la linea P^P 2 , la intensidad varia entre
un máximo de valor

Im=i1+i2+2/t¡tjsy1
y un mínimo

I
V= 1+I2^2/I1I2 l*I

La visibilidad de las franjas de interferencia sobre la panta-


lla B se define como

v = — —
I + I
M m (3.7)

Cuando las in tensidades son iguales, v se reduce a jyj

La extensión de concepto de correlación a un campo poli


cromático es realmente fácil pero matemáticamente muy complica-
do. La radiación ha de ser representada en términos de integra-
les de Fourier y deberá definirse una correlación cruzada como
en la teoría de procesos aleatorios estacionarios. Este análi-
sis puede verse en la literatura del tema. El resultado es que,
dados dos puntos y un intervalo de tiempo x, puede calcularse un
cierto grado de coherencia y 1 2 (t) cuyo valor absoluto varía de
Oa 1. Con este concepto , la variación del grado de coherencia -
de un campo generado por una fuente externa puede llegar a ser -
discutida. El grado de coherencia, de radiación entre los puntos
P y P
1 2 P u e c ^ e relacionarse con la figura de difracción de la fuen
te tomada como una abertura de distribuciones de fase y amplitud
especificada. Este es el meollo del teorema de Vam Cittert^Zerni
ke, que permite el cálculo de la variación de y(0) en un plano i-
luminado por una fuente incoherente extensa.

El caso ideal y(0)-1 representa una onda plana totalmente


coherente con un frente de fase que coincide con el plano de ob
servación. Esto, sin duda, no puede conseguirse con una fuente
incoherente finita. Con el punto P^ mantenido fijo y el movien
dose lejos de P^, el grado de coherencia y(0) decrece, Arbitra
riamente, el limite y >0,88 es fijado para especificar la región
35

dentro de la cual la radiación ée denomina "casi coherente".


Con ayuda del teorema de Van Cittert-Zernike puede demostrar
se que la radiación que procede de una fuente uniforme, cuasi-
monocromática y no coherente de forma circular es casi coheren
te en una distancia d=0,16A/a donde a=p/r y A es la longitud de
onda de la radiación. Por ello, un haz casi coherente de sección
transversal finita puede obtenerse a partir de una fuente no co
herente, pero solamente una mínima fracción de la energía radia
da puede emplearse en el proceso. A fin de obtener un haz casi

Fig. 2.2

coherente de lcm de diámetro a 5000A, la fuente deberá alejarse


de forma que el valor de a sea 8x10"^ rad. Si la densidad de —
flujo es (os y tiene una superficie A radiando de acuerdo con las
ley de Lambert, la densidad de flujo a una distancia R del radia
dor proximo a la normal a su S Up O IT f C10 6 S

AN Ao)g
W
P R2 7TR7

Consecuentemente, para un radiador circular de radio p


P WFI
ÜJ =
P 2
R

Con lo que si se pretende obtener coherencia en d cm, debere-


mos tener

a - JL °>16X

-5
Por ello para d=l cm y A=5xl0 cm obtenemos

a)p = 0,64xl0~ 1 0 Ug

En nuestro caso, la densidad de flujo en la parte casi coheren-


te del haz es menor que veces la densidad del flujo por la
fuente.
Un haz casi coherente puede enfocarse en una región cu-
yas dimensiones son del orden de la longitud de onda. Una vez -
que se ha obtenido un haz casi coherente, será posible concen -
trar esta energía; , el grado con el que esta concentración es
favorable depende del grado de coherencia del haz.

Podemos ya apreciar algunas de las ventajas que se ganan


con una fuente coherente o casi coherente, cuya radiación tenga
ya la forma de una onda esférica o de una onda plana de'sección
transversal limitada. Una radiación así podrá concentrarse con
lentes y espejos a .imágenes mucho más brillantes que la i fuente
original. Por otra parte, la radiación emitida por una fuente -
que. posea ya. la forma de una onda plana podrá dirigirse hacia un
objeto distante con perdidas despreciables por efectos de difra-
cción , mientras que únicamente una pequeña parte de la radiación
desde, una fuente no coherente, puede convertirse en una onda apro
ximadamente plana.
37

2.4. EMISION Y ABSORCION DE RADIACION

Es bien conocido el que sistemas atómicos, tales como


átomos, iones y moléculas pueden tener únicamente unos valores
definidos de energía que se corresponden con sus estados e s t a d o
narios. Estos estados vienen determinados por unos ciertos núme
ros cuánticos. Los valores de energía se denominan niveles del
sistema atómico. En el caso de átomos aislados, los estados se
describen por los números cuánticos que caracterizan las órbi-
tas y espines de los electrones que se encuentran fuera de las
capas completas. La nomenclatura usual de estos estados hace uso
de símbolos que indican (al que lo sabe) las magnitudes y las -
componentes del momento angular que permanecen constantes. En el
caso de moléculas, la descripción de los estados se relaciona -
con números cuánticos asociados con los movimientos rotacionales
y vibracionales de la molécula así como los números cuánticos -
que describen los movimientos de los eléctrones.

Cuando dos o más estados tienen la misma energía, el ni-


vel se denomina degenerado y el número de estados con el mismo
valor de energía es la multiplicidad del nivel. Frecuentemente,
la palabra "estado" se usa para significar nivel; todos los es-
tados de la misma energía son mirados como idénticos. Transicio
nes entre estados estacionarios pueden ocurrir con la presencia
de emisión o absorción de energía como radiación o bien con la
transferencia de energía a o de otro sistema. Si la *t ns ic xóü
6s jecidicirxt© f 3 fjTGGiisric i a. de la radiación emitida o absorbida
por el sistema viene dada por la relación de Bohr:

E 2 -E 1 =hv (4.3)

donde E^ y E 2 son las energías, de los estados entre los que ocu
rre la transición y h es la constante de Planck.

El nivel del sistema de menor energía es el nivel básico


(ground level) y cada uno de los otros son los niveles excita-
dos. Un átomo que se encuentre en el nivel básico podrá única-
mente absorber radiación. A partir del nivel básico, los res-
tantes niveles se numeran por incremento del valor de la energía
Cuando el sistema atómico no está en el nivel básico, puede cam
biar a un nivel inferior sin ninguna causa externa, con la co-
rrespondiente emisión de radiación. Este es el fenómeno de la -
emisión espontanea. La probabilidad de que un átomo en un nivel
n cambie espontáneamente a un nivel más bajo m, por unidad de -
tiempo es lo que denominaremos probabilidad de transición espon
tanea. Se designará por A . Esta cantidad es característica del
par de niveles de energía en cuestión. En niveles múltiples, -
A se obtiene sumando sobre todos los pares de estados posi_
nm
bles. Si hay un gran n° de sistemas atómicos y N es el n°"de
n
sistemas en el nivel n-simo, el número total de transiciones -
por segundo desde un nivel n a otro m será aproximadamente Nn
A nm , Jy 1.a vpotencia radiada a la frecuencia v„nmm =v (E
n -E
m ) /h será
N^(E n -E m )A n m . Esta radiación espontanea surgirá de los átomos
del conjunto en una fase aleatoria) por ello el conjunto de áto
mos independientesÍ.emitirá su radiación como una fuente incohe-

Transiciones, por otra parte, entre diferentes niveles


de energía atómica o molecular tienen lugar no solamente de for
ma espontanea sino también bajo el estimulo de radiación electro
magnética de la frecuencia apropiada. Bajo ciertas condiciones,
que pronto veremos, la polaridad de C{ UL O U N 3 X 3 T GIT13. atómico cam
bie durante la unidad de tiempo, desde un nivel de Índice n a
otro de energía menor m es

P = A + U B (4.2)
nm nm v nm

donde U es la densidad de radiación én la frecuencia que corres


v • —
ponde a la diferencia de energía entre los niveles Jy A
L y B
nm nm
39

son constantes determinadas por el sistema atómico. En presen-


cia de radiación de la frecuencia adecuada, el sistema atómico
puede también pasar de un nivel determinado a otro de energía
superior. La probabilidad de un suceso tal (absorción) será

La radiación emitida desde un sistema atómico en presen


cia de radiación externa consiste así de dos partes. Aquella -
cuya intensidad es proporcional a A n m es la radiación esponta-
nea; su fase es independiente de la radiación externa. La otra,
la que es proporcional a es la radiación estimulada o indu
cida; su fase es la misma que la de la radiación externa estimu
lante.

En el análisis final, ninguna radiación es estrictamen-


te monocromática. Supondremos aquí que la extensión espectral -
de cada línea atómica es tan estrecha que la distribución de e-
nergía con la frecuencia en el intervalo de la línea no puede -
resolverse y que se observa únicamente la energía total emitida
o absorbida.

Las ecuaciones (4.2) y (4.3) son, de hecho válidas en


la realidad y entre las constantes A y B existen importantes re
laciones cuando la radiación es isotrópica, o caótica, no mos-
trando ninguna dirección preferencial. Estas relaciones que jms
tificaremos posteriormente son las conocidas como relaciones de
Einstein y pueden escribirse normalmente en la forma

B = B
nm mn

8irhv3 (4.4)
A = — — B
nm 3 nm
c 1
Estas ecuaciones son válidas en el vacio para partícu-
las que poseen solamente niveles de energía no degenerados. -
Cuando los niveles son degenerados pasan a ser

13 = yg B (4.5)
n nm m mn

donde g^ y g^ son las multiplicidades de los niveles n y m res


pectivamente. La segunda relación no queda afectada por las mul^
tiplicidades. En sólidos, en los que el índice de refracción r|
difiere apreciablemente de la unidad, la segunda relación debe
reemplazarse por

3 3
SiThv ri
A nm = Bnm (4.6)
c

Pasemos ahora al concepto de vida media, que es frecuen


temente usado para describir transiciones entre diferentes esta
dos de un átomo. La vida media del estado veremos que está reía
cionada directamente con la probabilidad de transición desde -
tal estado. Sea pdt la probabilidad de que un átomo, original-
mente en el estado S, abandone el mismo en un breve intervalo -
de tiempo dt (Este intervalo debe ser tan corto que verifique
pdt<<l). Entonces, para una p constante, el número de átomos en
el estado S decrecerá exponenciaIroente de acuerdo con

pt
N(t) = N q e

de aquí, el numero de átomos que abandonan el estado S en el --


»

intervalo de tiempo entre t y t+dt es pN^ e . Por ello, 1 a vi


da media del átomo en el estado S es
41

1
T = tp N() e ~ p t dt (4.71
N0

A la vista de (4.7) el inverso de la probabilidad de transi-


ción de un proceso se denomina vida media. Si un estado atómi-
i
co puede alterarse por varios procesos de vidas medias T i , T 2 ,
x 3 r••••,T n y estos procesos son estadísticamente independien-
tes , entonces la vida media del estado viene relacionada con -
las vidas medias de los procesos individuales por medio de

— = — + — + . . .+ — (4.8)
T TI T2 TN

En una situación real, las observaciones se hacen no


sobre un simple átomo si/no sobre un conjunto que contiene mi-
llones de ellos que no tienen por que estar, necesariamente, en
el mismo estado. Dado un número NQ (muy grande) de átomos se sa
be que en equilibrio térmico a la temperatura absoluta T la dis^
tribución de estos átomos entre los diferentes estados seguirá
la ley de Boltzman, esto es, el número de átomos en el estado j
será

-ti/KT
N . R e
¿
reEi/KT (4.9)

donde Ej es la energía del estado ). Todos los estados del mismo


nivel estarán poblados igualmente. Por ello, el número de -
átomos en el nivel n es N n = g n N^, donde N ^ se refiere a la
población de cualquiera de los estados en el niveln . Se obtie
ne entonces de (4.9)que las poblaciones de los niveles de ener
gía n y m quedan relacionados por la fórmula
gn

A la temperatura del cero absoluto todos los átomos se


encontrarán en el estado básico. El equilibrio térmico a otra -
temperatura requiere que un estado con energía menor esté más -
densamente poblado que un estado con mayor energía.

Consideremos ahora un conjunto de átomos inicialmente


al cero absoluto. Este conjunto absorberá energía únicamente de
aquella radiación cuya frecuencia esté contenida en la secuen-
cia (E-¡_-Ei) /h donde i- 2 ,3 , .... Si el conjunto se encuentra en -
equilibrio a una temperatur
a finita T, entonces no solamente el
estado básico estará poblado> por ello, radiación cuya frecuen-
cia corresponda a una transición entre estados excitados puede
también nivel
primer ser absorbida.
excitado deComo dato real,
la mayor parte puede recordarse
de los átomos e que el -
iones
-12 '
está por lo menos 2x10 erg. por encima del nivel básico y que
-12
para T=500°K el producto KT es aproximadamente 0,07x10 erg.
"Por ello a temperaturas moderadas muy pocos átomos ocuparán un
primer estado excitado ya que el factor exponencial en (4 .10) -
es realmente pequeño.
Corno una consecuencia de la absorción de radiación, el
equilibrio del conjunto quedará alterado. Supongamos que la ab-
sorción es de radiación monocromática. Los átomos que. hayan si-
do excitados a niveles por encima del primer excitado pueden vol_
ver d.irectamente al estado básico por emisión estimulada, o por
expontanea o bien según por otro camino y bajar a un nivel por
encima del básico. De esta forma pueden descender por etapas hajs
ta
X X G ^ d, 3T 3. 1 nivel básico, emitiendo en cad 3. lina d c s 11 ¿i s d 11- c ^
rentes frecuencias de la que originalmente dió lugar al salto del
básico . Debido a la relación (4.1) que une .energía y frecuencia,
43

las radiaciones emitidas en este proceso, que se denomina fluo-


rescencia , tienen frecuencias menores que la radiación excita-
triz .

Consideremos ahora un conjunto que no esté necesariamen


te en equilibrio térmico y designemos de nuevo, el número de á-
tomos por unidad de volumen en el estado n , por N 0 . Suponiendo
que n>m, cabe preguntarse ahora cuál será la respuesta del con-
junto a una radiación colimada de frecuencia v y densidad u.El
nm
número de transiciones desde el nivel n al nivel m será
B N
(A nm + nm) n P o r segundo y el número de transiciones ascenden
tes, B N . Siempre que N sea menor que
1 N , lo cual es usualmen
nm m n m —
te el caso, el rayo incidente sufrirá una pérdida neta (N^ - N n )
B cuantos Lpor segundo. Los cuantos A N , 1que son radiados -
nm ^ nm n'
espontáneamente, aparecerán como radiación dispersada. Por ello,
un haz que pasa a través de materia cuyos estados inferiores es-
tán más poblados que los de energía superior, perderá siempre
energía; el material tendrá un coeficiente de absorción positivo.
Si pudiera realizarse un conjunto en el que N^, el núme
ro de átomos en el estado n, sea mayor que N m aunque sea n>m, el
conjunto se dice que contiene una inversión de población. Definí^
tivamente este sistema no puede estar en equilibrio termodinámi-
co. Supongamos ahora que la inversión de población se realiza de
alguna forma entre el par de niveles 1 y 2. Esto significa que -
hemos encontrado un proceso que conduce a N 2 > N i " En es
t a situa-
ción el material radiará espontáneamente. Al mismo tiempo actua-
rá como amplificador de radiación de la frecuencia adecuada,
v =(E 2 ~E^)/h ;la radiación espontanea de esta misma frecuencia -
aparecerá como ruido del amplificador. La tecnología del láser
trata con los problemas prácticos relacionados con la creación -
de materiales en los que tal estado de no-equi1ibrio existe y con
la explotación de las capacidades amplificadoras para la genera-
ción de luz.
A fin de desarrollar las relaciones cuantitativas que
gobiernan este proceso de amplificación, seria conveniente tomar
una mirada más cercana al proceso de absorción y sacrificar la -
idealización matemática que hemos hecho referente a la anchura -
infinitesimal de los niveles y las líneas espectrales. En un ex-

Frequency v ¡n sec"
Frequency v in sec"1

Fig. 2.3 Fig. 2.4

perimento real de absorción, la intensidad de la luz transmitida


a través de una capa de material es recogida al mismo tiempo que
la frecuencia de la luz incidente se varia manteniendo la inten-
sidad constante. El resultado típico de un experimento así es la
curva de la Fig. (.2.3) . De la imposición de que una disminución
de la intensidad de la luz I en su paso a través de una anchura
de material dx, es proporcional a Idx se llega a que la variación
de I con la anchura x sigue la ley.

-k(v)x
x ) 1
v = v (4.11)

donde K(v) puede determinarse de observaciones como la de la figu


ra anterior, que representa la intensidad para una anchura fija,
del material. La frecuencia v„ es el centro de la linea de absor-
_j
ción. Cuando x se mide en cm, K(v) se expresa en cm De estas
observaciones se puede obtener I< (v) en función de la f recuencia,
45

y cuando esto se ihace se tendrá una curva similar a la de la


Fig. (2.4) . La anchura de la curva, en el lugar donde K(v) a
caido a la mitad de su valor de pico I<Q , es la anchura de la
linea de absorción y se denota por Av. Frecuentemente, esta can
tidad se denomina "semianchura".

Una relación muy importante une el area total bajo la


curva de la Fig. (2.4) con los coeficientes de Einstein y las
poblaciones de los estados que son los responsables de la absor
ción centrada en torno a v^.

Tomemos un haz paralelo de luz con frecuencia compren-


dida entre v y v+dv e intensidad viajando en la dirección de
las x positivas a través de una capa de átomos comprendida entre
los planos x y x+dx. Sea la velocidad de la luz en este medio
v=c/r), donde n es el Índice de refracción. El frente de onda a-
travesaría una capa de anchura dx en el tiempo d ^ d x / v . Suponga
mos que hay N^ átomos/cm 3 en el nivel 1 de los que dN^ son capa
ees de absorber en el rango de frecuencia v a v+dv, y N- átomos/
o /
cm en el nivel 2 de los que dN2 son capaces de emitir en el mi£
.rao rango. Con ello, según para el haz de x a x+dx, la disminución
de energía del mismo será
dx
. -d(Ivdv)=hv(B12dNlv-B21dN2v) I v — (4.12)
v

Hemos hecho uso del hecho de que la radiación emitida


por estimulación es coherente con la radiación estimulante; por
ello reforzará al haz. La radiación emitida espontaneamente no
contribuye significantemente al haz ya que no está colimada. De
(4.12) se obtiene que

¡jl (B12dNlv-B21aM2v) (4.13)


I dx c
v
46

Por comparación podemos ver que la parte izquierda es


K(v)dv, obteniéndose por integración sobre la línea centrada en
torno a v^

(4.14)

puede eliminarse mediante (4.5) y B 2 1 puede expresarse en -


me
función de A ^ ^iante (4.6). De esta forma se obtiene la for-
mula de Fuchtbaner-Ladenburg.

2
C A y
21 2
K(v)d,v=- (4.15)
~ (N1.--LN2)
2(
BTTV^n 31

Esta es ya una fórmula básica que puede escribirse como

K (v)du = K (Nx - N2) (4.16)

donde la constante k puede escribirse de varias formas, una de


las cuales es

\¿A 21 y2
K= (4.17)
iT.n

Otra forma útil, empleada por muchos autores es


2
c 9
K __£_ (4.18)
2 2
8irn v t2 ,.g1
4?

donde t 2 =.l/A 21 eá la denominada vida media de los átomos en el


nivel 2.
La situación encontrada más frecuente es la de que el
material esté sin excitar, esto es,de que muy pocos átomos ten-
gan electrones en niveles diferentes del básico. En' este caso,
todas las transiciones serán desde este último nivel. Siempre -
que la intensidad de la radiación absorbida no sea excesiva, el
número de átomos en el estado final es despreciable. Designando
la absorción del material totalmente inexcitado por K(v)^ tene-
mos

K(v) Q d v = KNQ (4 .19)

donde NQ es el número total de átomos por unidad de volumen.

Es interesante señalar que, bajo las condiciones des-


critas , la integral del coeficiente de absorción es simplemente
proporcional al número de átomos presentes, y que su valor es -
independiente de la forma de la línea. El significado físico de
la constante K aparece de (4.19). Es la sección transversal de
absorción integrada, por átomos, para la línea en cuestión. La
cantidad o Cv) = k(v) n /N_ es la sección transversal de absorción
v u
por átomo.
P ci IT CS C C clhlOXTci IT el zonable suponer que la forma de la línea
no depende de la distribución de átomos en los niveles de ener-
gía , esto es, que la función K(v) puede escribirse como el pro-
ducto de una función de v y una función de N^ y N 2 . Teniendo en
cuenta que (4.16) debe cumplirse, podemos escribir

g
i
K (v) - k g (v1 v n ) (N1 - N.J (4 . 20)
1 U .1 g ¿
donde VQ es la frecuencia central de la línea y g(v ,VQ ) la fun-
ción de la forma de la línea que será diferente de 0 solo en una
pequeña región en torno a v^, y normalizada de forma que

g (v ,vQ)dv = 1 (4 . 21)

donde la integración queda extendida a toda la región donde g/0

El valor del pico del coeficiente de absorción es pro-


porcional a g(vQ>v0) valor del pico de la curva de la forma de
línea. El valor de pico de la absorción en el material sin exci-
tar es de particular importancia. Se designa por KQ y se relacic
na con las otras variables como sigue

K q - KN 0 g(v 0 ,V Q ) (4.22)

A fin de simplificar introduzcamos la notación g(0)' =


g CVQ,VQ) . Es razonable hacer esto ya que g es una función de -

-V"V
Cuando el material se encuentra en equilibrio térmico¡
la distribución de átomos entre los niveles queda descrita por
(4.10) . Para cualquier Valor positivo de la tempereatura absolu~
ta se obtiene.

Nn N
< (4.23)
9 CÍ
n ^m

Siempre que se cumpla E <E .


m n
La situación de no-equilibrio, en el que la desigualdad
(4.23) se invierte, se denomina frecuentemente en la literatura
49

corno un estado de temperatura negativa. Pero este término es lo


suficientemente confuso como para que lo evitemos en lo sucesi-
vo .

Cuando tiene lugar una inversión de población entre los


niveles n y m, la expresión (4.16) da un valor negativo para el
coeficiente de absorción integrado. Tenemos así una absorción -
negativa, o amplificación, que es una consecuencia del exceso
de radiación estimulada sobre la radiación absorbida. En un mate
rial que se encuentre en condiciones de tener absorción negativa
para una cierta región de frecuencias, una radiación incidente -
crecerá de acuerdo con la ley (4.11) que en este caso representa
un crecimiento exponencial a la velocidad ot--K(v).

La velocidad de amplificación a se calcula,de (4.20),


que puede darse en la forma

a (v) =k g (v ,vQ)N (4 .24)

donde

g
l
N = G
N Í-Nl (4,25)

es la medida de la inversión de población. Más útil es todavía


la inversión relativa de población n=N/N Q que es -1 para un ma-
163T19.J. totsiincn 1»6 sin sxc itar y 0 para el material que ni absor
ID G ri i 3.mp 1 j f ic 9, @¡ Obtenemos entonces

a (v) = k Nq g(v1vQ)n = K (v) Qn (4 .26)

de aquí

a (v) d = K N_n (4.27;


Así la velocidad de amplificación y la velocidad de am
plificación integrada quedan expresado en términos de la inver-
sión relativa de población y de propiedades de absorción medi-
bles del material en el estado sin excitar.
51

2.5. FORMA Y ANCHURA DE LAS LINEAS ESPECTRALES

Los coeficientes de Einstein, introducidos anteriormente


vienen determinados por la estructura del átomo. Como se ha vi¡3
to, determinan la velocidad total de emisión y absorción integra
da sobre la línea espectral total. La velocidad de emisión o ab-
sorción en un rango espectral estrecho comprendido entre v y -
v+dv es I< (v) dv, una cantidad relacionada con A„. a través de -
, ¿l
(4.15) . Entendemos aquí por rango espectral estrecho aquel cuya
extensión de frecuencia es pequeña comparada con la anchura de
la línea espectral. En tecnología láser se trata con amplifica-
ción en regiones espectrales que son generalmente mucho más es-
trechas que la anchura de la línea espectral según se observa -
en un gas o en un cristal. Ya que la distribución de población
y el coeficiente de Einstein determina solamente la integral de
KCv)f el valor de pico de la absorción o de la amplificación de
pende de la anchura y de la forma de la línea. Es por ello con-
veniente estudiar con más detalle la. forma de una línea espéctral
según se observa en la emisión o en la
i absorción de un conjunto
de átomos, como por ejemplo, un gas. !

La anchura de línea natural o intrínseca de una línea


atómica es extremadamente pequeña. Esta es la anchura de línea
que se observaría de átomos en reposo sin interación mutua. Hay
un limite teórico para la anchura de línea bajo tales circunstan
cias, pero puede despreciarse en la mayor parte de los cfasos, ya
que es muy pequeña comparada con la debida a las otras causas -
siempre presentes. Los dos principales factores que contribuyen
a este ensanchamiento son las variaciones de frecuencia que se
derivan del movimiento térmico de los átomos y aquellos que re
sultán de la interrupción de emisión o absorción de radiación -
por colisiones atómicas„

El movimiento térmico de los átomos es la causa del en


sanchamiento Doppler cuya dependencia con la. frecuencia puede -
52

calcularse como sigue:

La probabilidad de que una componente fija (por ejemplo


x) de la velocidad de un átomo en un gas a temperatura absoluta
V +AV
T esté entre V x y X X es proporcional a [exp(-mV 2 /2KT)]AV^.
El desplazamiento Doppler de frecuencia viene relacionado con la
velocidad relativa V^ hacia el observador por la expresión

v
0 _ vx (5.1)
C

donde C es la velocidad de la luz. Con ello, el efecto Doppler


da lugar a la siguiente distribución gaussiana de frecuencias

P(v)dv - P Q e x p ( - f H v - v 0 ) 2 / V Q ) d v (5.2)

donde B=mc2/2I<T

La constante P^ puede determinarse de la condición de


que la integral de la distribución P(v) extendida a todas las -
frecuencias debe ser la unidad. Con ello

(5.3)

La anchura de la d i s t r i b u c i ó n (5.2) para potencia mitad es

J/2

AV = 2 — (5.4)

donde m es la masa de la molécula. Podemos introducir ahora el


peso molecular M^N^m y la constante de los gases R=KNQ con N^
como número de Avogadro. Se obtiene así, numéricamente
53

T / 2
Av = 7,162 x 10 - 7 Í~ ~ Y vQ (5.5)

donde vemos que la anchura de la línea depende solo de la tempe


ratura del gas.

! La segunda causa importante del ensanchamiento de la lí


nea en un gas es la colisión de partículas radiantes (átomos y
moléculas) entre si y la consecuente interrupción del proceso - ,
radiante. Un tren de ondas finito, como se ha visto, no es nun-
ca monocromático; el espectro estará dispersado en proporción in
Versa a la longitud del tren en el dominio del tiempo. Por ello, •
desde el momento en que ocurre una colisión atómica interrumpe la
emisión o la absorción de radiación, la. longitud del tren de on-
das , que de otra forma sería considerablemente larga, queda trun
i cada.Después de la colisión, el proceso se reanuda sin memoria
de la. fase de la radiación antes de la colisión. Con todo ello,
la anchura de línea de la .radiación de este conjunto es mayor -
que la de un proceso individual, ininterrumpido. La anchura de !£_
nea, esto es la distribución de frecuencias, deberá computarse -
.estadísticamente.

El cómputo clásico original fue realizado al principio


de este siglo por II. A. Lorentz , que demostró que cuando la fre-
cuencia. de las colisiones es pequeña comparada con la frecuencia
sin perturbar VQ , la expresión que describe, la d i s t r i b u c i ó n de
frecuencias de la línea ensanchada por colisión (lorenzíana) es

Av 1
G(.V) = - — (5.6)
2tt (V-V q ) 2 + (AV/2) 2

V Q es la frecuencia central y Av es la anchura entre los puntos


de potencia mitad de la curva. El factor AV/2TT asegura la norma
lización bajo la curva de manera que
g(v)d v =l (5.7)

La anchura de línea Av viene relacionada con la vida


media que existe entre dos colisiones consecutivas, por

1
Av ^ • (5.8)
7TT

Ya que la frecuencia de las colisiones es proporcional


a la densidad del gas, la anchura de línea de Lorentz es tam-
bién proporcional a la densidad.

"ii
Frequency, v

F i cf o 2 « 5
55

Aunque los ensanchamientos Doppler y de colisión dan -


lugar a curvas con forma de campana para la distribución de fre
cuencias, estas curvas son bastante diferentes. La diferencia se
ve en la Fig. 2.5i que muestra curvas del tipo de Gauss y de Lo-
rentz de la misma anchura de línea representadas en la misma es-
cala. Los valores de pico vienen relacionados con las anchuras
de línea así:

para la Gaussiana:

2 f lg2\ 0,939
g (0) - = (5-9)
Av 1 tt / AV

para la Lorentziana:

2 0.637 (5.10)
g(0) L =
TTAV AV

Como puede verse el pico de la primera excede a la segunda casi


en un 50%.

/ En situaciones reales, ambos tipos de ensanchamiento -


estarán presente al mismo tiempo. Su combinación da lugar a for
mas de líneas más complejas que pueden verse en la literatura.
Frecuentemente, uno de los dos predomina sobre el otro, y los -
cálculos aproximados teniendo solo presente el más interno dan
resultados casi correctos.

Las líneas espectrales de iones en una malla cristali-


na se ensanchan por las variaciones del campo eléctrico en que
lo.'3 iones se localizan. Esto es así porque los niveles de ener-
gía degenerados de los iones se separan por el campo del cristal.
También ocurre ensanchamiento por variaciones del campo debidas
a imperfecciones y tensiones en el cristal.
2.6. ABSORCION Y EMISION ESTIMULADA

Anteriormente vimos las leyes que gobernaban las tran-


siciones atómicas de un estado a otro, con emisión o absorción
de radiación. Veremos aquí de nuevo las leyes ya vistas y mostra
remos cómo se relacionan con teórias físicas ya conocidas. Trata
.remos de demostrar algunas de las relaciones introducidas antes
como artículos de fe y examinaremos algunos detalles omitidos.

Nuestro primer objetivo será mostrar que la existencia


de emisión estimulada de radiación y la validez de las relacio-
nes de Einstein son consecuencia de la ley de Plank de radia-
ción del cuerpo negro, de la relación de frecuencias de Bohr y
de la ley de Boltzman , que gobierna la distribución de particu
las en equilibrio técnico con un baño caliente. Nuestra discu-
sión seguirá las líneas originales de Einstein.

Supongamos la presencia de una colección de átomos i-


dénticos en una cavidad cerrada cuyas paredes se mantienen a la
temperatura absoluta T constante. Los átomos están caracteriza
dos por la existencia de una secuencia de niveles de energía
E^,E 2 ,... entre los que son posibles transiciones con emisión o
absorción de radiación de la frecuencia determinada por la con-
dición de Bohr.

Se sabe experimentalmente que siempre que existan áto-


mos con energía superior a la mínima posible, podrá ocurrir una
emisión expontanea de. radiación. Se sabe también que igualmente
puede absorberse, energía de radiación y que la velocidad de ab-
sorción de tal energía es proporcional a la intensidad de la com
ponente espectral de la radiación adecuada. En extricta analogía
con el comportamiento de. osciladores, y que su velocidad deberá
ser- proporcional a la densidad de flujo radiante de frecuencia
adecuada. Con ello podemos postular que ocurrirán transiciones
desde un nivel superior 2 a otro inferior 1 a 1a velocidad de
57

P = A + UV B
21 21 21

donde Uv es la densidad de radiación a la frecuencia

E E
2 ~ 1
v (6.2)

y donde A ^ V B 21 son
constantes características del átomo. Las
transiciones del nivel 1 al 2 ocurrirán a la velocidad de

P12= UV B 1 2 (6.3)

Pasemos ahora a determinar las constantes A ^ , B ^ y B^ 2 .

En equilibrio térmico, el número de átomos en cada es-


tado permanece invariable (salvo pequeñas fluctuaciones). Por -
ello, si Nj designa el número de átomos en el estado j-simo en
equilibrio térmico entonces

N' P - M ' p
\ 12 2 21 (6.4)

De acuerdo ahora con la ley de distribución de Boltzman, esto es,


con

«0 e ~ V K T
N = —^
£ -E./KT
i e X7

donde E . era l\a energía del estado j y N . el número de átomos en


J 3
el estado j, y con (6.2) se obtiene

. e ("E 2 /KT) e -hv/KT


_ J L = — — = (6.5)
( E /KT)
N; e ' l
I »

En lugar de N^/N^ podemos introducir la relación pj_2//P21


nieñdose que

ÜV B 12 -nv/KT ,_
12
if—- _= e-hv/KT (6.6)
A21+ÜVB21

que resolviendo para Uv conduce a

a 1
Uv 21 (6
ehv/KT _ B21 '7)

B12

El equilibrio térmico se mantiene en el interior de la cavidad


por medio de una radiación cuya distribución espectral viene go
bernada por la ley de Planck, esto es, por

8irhv3 dv
U V dv.
c3 e hv/KT _ 1

y como la relación (6.7) habrá de ser consistente con ella, pa-


ra cualquier valor de T, habra de ser

B B
21 ~ 12

Y (6.8)

8uhv 3
A
59

con lo que hemos obtenido las relaciones de Einstein para el ca


so no degenerado. Las fórmulas generales que relacionan las mul^
tiplicidades g, y qr¿ se obtienen fácilmente aplicando la ley de
Boltzman en su forma más general (4.10)

En el curso de las anteriores demostraciones, se supuso


que en el campo al que estaban sujetos los átomos era del tipo -
encontrado en un cuerpo negro. Primero, que era caótico, esto -
es sin mostrar preferencia direccional o local. Segundo, que la
variación de Uv con v era lenta, con lo que en la anchura de llí
nea espectral de una transición atómica, Uv podía considerarse
constante. No es posible suprimir por completo las anteriores -
restricciones para la validez de las relaciones de Einstein. No
es cierto, por ejemplo, que la velocidad de la emisión estimula
da en una cavidad resonante sea proporcional a Uv en cualquier
punto de esta cavidad.

En una situación favorable es posible determinar A^^ -


experimentalmente mediante medidas de las intensidades de las -
líneas espectrales y por medidas de las velocidades de caída de
fluorescencia. Los coeficientes B son obtenibles por medio de -
medidas de absorción.

El cálculo de estos coeficientes a partir de principios


básicos se encuentra entre los problemas difíciles de la mecáni-
ca cuántica. Los coeficientes B se relacionan con la velocidad
de cambio de estado de un átomo sujeto a un campo electromagné-
tico externo. Reflejan la perturbación del átomo por una acción
externa que varia con el tiempo; por ello, su cálculo es tema de
la teoría de perturbaciones dependientes del tiempo.
2.7. CONDICION UMBRAL EN EL LASER

Una vez vistos, de forma general, los principios bási-


cos que gobiernan las características de una radiación óptica y
su interacción primaria con un material, podemos pasar ya al ca
so concreto de un sistema láser; y para ello, en primer lugar,
vamos a hacer un pequeño estudio de la condición umbral que de-
berá existir para que se produzca acción láser.

El láser, como dispositivo, está compuesto por un par


de espejos paralelos entre los que se sitúa un material que va a
amplificar la radiación de una determinada frecuencia. Este dis-
positivo queda representado esquemáticamente en la fig. 2.6, en
la que los espejos reflectores aparecen separados del material
activo. La longitud de éste es designada por L, siendo la distan

Mirror Amplifying material Mirror (partía!)

Fig. 2.6

cia óptica entre espejos L'. Cuando los espejos se encuentran a-


dosados a las superficies extremas del material activo, será -
L 1 — riL, donde n es el índice de refracción. Este es el caso de los
-L d S S IT © S de rubí. En láseres de gas, el Índice de refracción del
material es aproximadamente la unidad, pero los espejos suelen -
situarse fuera del medio activo con lo que L 1 >L.
Al menos 1 uno de los espejos es parcialmente transmisor,
con lo que su coeficiente de reflexión será menor que la unidad.
Por ello, despues de cada reflexión, una parte (1-r) de la inten
sidad luminosa no; será reflejada. r es el coeficiente de refle-
xión del espejo. Así, si estos coeficientes valen r^1 y r2 en los
espejos, la energía de una onda después de un paso completo en-
tre ellos habrá disminuido en una fracción r^r^. Además de estas
pérdidas, aparecen normalmente otras, aunque en el caso del rubí,
por ejemplo, las de reflexión son las más importantes. En cual- -
quier caso, podemos designar por e - 2 ^ la fracción de intensidad
que queda en el sistema después de un recorrido completo del miss
rao. De otra forma, podemos decir que esta cantidad es la fracción
de fotones que quedan en el láser después de un recorrido comple
to. El número y es positivo y puede considerarse como una medi-
da de las pérdidas en un recorrido simple (esto es» ida o vuelta)
Cuando pueden despreciarse despreciarse todas las pérdidas, a ex
-2 Y
cepción de las de reflexión, se cumplirá e -r^r 2 y así

Y = -f log rir2

Podrán mantenerse oscilaciones en el láser, si la ampli^


fieación de la radiación a través del medio activo es suficiente
como para compensar las pérdidas de energía debidas a otras cau
sas. En cada pasada por el material, la intensidad de la radia-
DI T
ción aumenta, según hemos visto, en un factor e Por ello, to-
mando el factor de pérdidas e ^ en consideración, la intensidad
cambiará de 1 a F = e ^ . Cuando F es mayor o igual a 1, se es
tablecerán oscilaciones que se originan a partir de una pequeña
pertubación. Cuando F sea menor que 1, se extingirán. Así, si -
aL> y, la intensidad de la radiación que tenga la frecuencia ade-
cuada , aumentará rápidamente llegando a ser tan grande que las -
transiciones estimuladas despoblarán rápidamente el nivel supe-
rior y reducirán el valor de a. Con ello vemos que aparece una
situación dinámica que en la mayor parte de los láseres da lugar
a pulsos en la salida. Si, por otra parte, el nivel de la exci-
tación es tal que aL es menor que g para todas las frecuencias,
la radiación no aumentará en ningún momento.

El umbral de las oscilaciones láser se obtendrá cuando


el valor de pico a m de la curva de amplificación satisfaga la
ecuación

a L =y (.7.1)
m '

Esta ecuación se denomina condición umbral.

La amplificación en un material láser es una función de


la frecuencia v y de la inversión de población relativa n en el
material. Ya vimos que

a(v)(v)Qn (7.2)

donde K(v)Q es la absorción en el material láser sin excitar y

n = — f — N2-N1) (7.3)
N g
0\ 2

Así, un láser de una determinada longitud y reflectivi.


dad de los espejos actuará solamente si la inversión de poblacio
nes es lo suficientemente alta como para asegurar que

n (7
% ^ V 7 *4)
L

Cuando esta desigualdad se verifica, el láser trabajará


en el intervalo de frecuencia para el que a(v) está por encima -
63

de y/L. Este intervalo es el mostrado, en la fig. 2.7, entre v^


Y V.

Vi vo v^ Krequency

Línea continua: absorción del material sin exc i tai-


Línea de trazos: amplificación para n=0,5
Fig. 2.7
Una expresión explícita para la inversión de población
en el umbral lleva consigo la velocidad de transmisión esponta-
nea entre los niveles láser y la forma de la línea espectral, -
así como los parámetros del diseño Cy Y D del láser. Usando la
ecuación (3.22), obtenemos, a partir de (7.4)

Y (7.5)
N
2-Nr-
Licg (0)

De esta ecuación puede obtenerse una consecuencia de ca


racter general. Ya que la intensidad de la excitación determina
la inversión de población y esta, a su vez, tiene que exceder el
valor mínimo y/K^b, es posible un cierto balance entre el coefi-
ciente de reflexión, que determina y/ Y I a longitud activa, L, -
del láser. Cualquier deterioro del reflector habrá de ser compen
sado con un incremento en la longitud.
Si llamamos ahora r=L'/c al tiempo invertido en pasar un
fotón por toda la longitud del láser, los fotones viajarán a una
velocidad de ida y vuelta de 1/x. Si se tiene un alto número de
fotones Pg, de la definición de y se obtiene que después de m pa
— "v m
sadas, su número será PQ e . D e aquí que los fotones que se
mueven axialmente en el láser sin excitar, disminuirán en el tiem
po de acuerdo con la ley

P = P Q e~ Y t/T
(7,6)

La vida media de un fotón en el láser será, por ello

T L
t
P
Y cy (7.7)

Combinando (7.5) y (7.7) cOn (3.18), obtenemos

g1 8un 2 v 2 g. L' t„
— N 2 -N 1 - — = ± _ _ (7.8)
g c L
2 92 tp

En el caso especial de que los espejos estén situados sobre el


material activo, L'=Ln, y así (7.8) pasa a

g, 8irn^v2 g.. t„
— N¡2-N1= _ (7.9)
g2 c 3 g(0) g 2 t

Esta ecuación demuestra claramente que la inversión de población


requerid a para llegar al umbral es proporcional al cociente entre
dos vidas medias: una, característica del material activo t , y
' 2
otra de la construcción del láser t^. La ecuación (7.9), que espe
cifica la inversión mínima necesaria para la osei 1ación láser, se
65

conoce como "condición de Schawlow-Townes" y frecuentemente apa


rece en función de otros parámetros. Así, en el trabajo de Schaw
low y Townes, es presentada en función de Av, y para una línea
del tipo de Lorentz, queda como

g^ 4Tr 2 n 3 v 2 Av g^ t2
N
2~N1 =
1 " "— — (7.10)
g C g fc
2 2 p

Cuando ha sido determinado experimentaimente el pico del


coeficiente de absorción, K^, del material sin excitar, la inver
sión de población en el umbral puede calcularse directamente de
(7.4). Así:

91 n N =
NOY
— 2~ 1 (7 .11)
g K0L

Puede ahora resultar instructivo calcular este valor pa


ra un caso típico. El valor de K^ medido para el rubí rosado es
0,28 cm ^; entonces para una varilla de rubí de 10 cm de longitud
con espejos en sus extremos de reflectividades r 1 =l,00 y r 2 =0,96,
tenemos y=0 , 02., de donde

0,02
n = = 0,0072
0,28 x 10

El nivel láser final en el rubí tiene una multiplicidad


g^=4; el nivel inicial es una combinación de dos niveles muy pró
xirnos cada uno de ellos con rnu 11.ip.1 icidad 2 . Estos niveles están
fuertemente acoplados que para muchos objetivos pueden considerar
se como un único nivel de multiplicidad 4. Con esto se obtiene -
para el rubí
66

Asi, en este ejemplo el umbral se alcanza cüando la po


blación del nivel superior excede a la del inferior en un 0,7%.
19 3
Como la concentración de Cr es de 1,6 x 10 at/cm , y casi to-
dos los átomos estarán 18
entre el
3 nivel .1 y el 2, estos tendrán -
aproximadamente 8 x 1 0 at/cm pero con una diferencia entre e
líos de 5,6 x 10"^ at/cm 3 .
67

2.8. EXCITACION QPTICA DEL LASER DE TRES NIVELES

Los trabajos de Maiman, que culminaron con la constru-


cción del láser de rubí, comenzaron con el estudio de las velo-
cidades de transición en el rubí y continuaron con los cálculos
relativos a la velocidad de excitación necesaria para producir
la inversión de población requerida para conseguir acción láser.
Revisaremos aquí brevemente los detalles más característicos de
estos cálculos ya que el método empleado en ellos es aplicable
a muchos otros tipos de láseres.

Fig. 2.8
El modelo de niveles de energía simplificado del rubí es
\

el de la figura adjunta que incluye solamente tres de los muchos


niveles de energía del mismo. Las velocidades de transición en-
tre estos niveles quedan indicados por las letras S y W, identi-
ficando la primera las transiciones espontaneas y la segunda las
estimuladas . Recordemos que la principal diferencia entre ambas
estriba en que las velocidades S son independientes de la densi-
dad de radiación mientras que 1as W no lo son. Así, la velocidad
es
W^^ la velocidad a la que los átomos o iones en el estado bá
sico son excitados al nivel 3 por medio de la radiación de bom-
beo incidente absorbida por el rubí. La transición entre ,1a banda
de absorción del rubí (nivel 3) al nivel de partida del láser -
tiene lugar sin radiación, pero las transiciones entre el nivel
2 y el nivel básico pueden ocurrir de varias formas. La veloci-
dad de transición espontanea S 2 ^ incluye la emisión espontanea
A 2 1 más la velocidad S 2 1 de transiciones sin radiación.

La ocupación de los niveles en un sistema de tres nive-


les tal como éste, con un total de N Q átomos viene gobernada por
las ecuaciones de velocidades:

dN
— - = W, _SL-(.W,.,+S01+S00)N0
-., 1J 1 ji 31 32 3
dt

dN
? (« 1)
W N W +S )N +S N
JT = 12 1^ 21 21 2 32 3
dt

Nq = N1.fN2+N3

Calculemos la relación de poblaciones N^/N 2 en estado es


tacionario, esto es, cuando las derivadas con el tiempo sean ce-
ro. En ese caso

W--ISL = W. 0 N 0 +S 0 1 N 0 +S 0 „N 0
131 133 313 323
(8.2)

W
12 N 1 = (W
21 + S 21 ) N 2" S 32 N 3

Eliminando N-, se obtiene


69

/ W„ 0 S., „
2 1/ 13 3 / i _,
—- + W \ (S +W ) (8.3)
N. \ w31+s31+s32

Los anteriores cálculos pueden ser aplicados a cualquier


sistema de tres niveles. Las propiedades especiales del rubí per
miten ciertas simplificaciones. Es instructivo aprender como fue
ron descubiertas estas propiedades y cómo afectan al éxito de la
operación láser.

Maiman, antes de intentar la construcción de láseres, -


midió la razón de cuantos de fluorescencia emitidos en la línea R
con el número de cuantos absorbidos del haz excitador. El resul
tado fue alrededor del 70% que indicaba que la mayor parte de -
los iones pasaban por el ciclo fluorescente vía nivel 2 en lugar
de volver directamente al nivel 1 desde el 3 via la transición
espontanea, cuya velocidad es S^^. Esto puede suceder solamente
es
si mucho mayor que S ^ de forma que los iones pasarán al
nivel 2 antes de que muchos tengan posibilidad de volver al ni-
vel 1 directamente. Además, la transición espontanea del nivel
2 al nivel 1 debe ser preferentemente radiactiva de forma que
no es mucho mayor que A^^. Las medidas de Maiman y otros de
la intensidad y la velocidad de caida de la fluorescencia del
rubí muestra que S ^ - 100 S^^ , por lo que S ^ puede omitirse de
(8.3). La velocidad de transición S^^ es del orden de 330/seg -
para 300°K y alrededor de 230/seg para 77 °K y por deba jo. La es
7
es
tímación de Maiman para S ^ 2x10 /seg. Este valor es grande
comparado con todas las velocidades de transición, incluyéndo -
la W^^ obtenible con altas intensidades de bombeo. Como resulta
do del predominio de S.^ / el primer término en el paréntesis de
(8.3) es aproximadamente igual a resultando las. siguientes
ecuaciones aproximadas:
70

N W + W
2 13 12
(8 .4)
N S + W
1 21 21

de aquí

N
2 ~ N1 =
W
13+W12-S21-W21 (8 > 5 )
N + N
2 1 W13+W12+S21+W21

Podemos hacer ahora dos simplificaciones más. Como resultado del


alto valor de S^ 2 la ocupación del nivel 3 será pequeña compara-
da con los otros dos niveles. Así N ]_ +N 2~ N 0' ^ e m á s > relación
de Einstein implica que w i2~ W 21" Por

(8.6,
H
0 "l3+S21+2W12

En el caso del rubí, las mu11ip1icidades g^ y g 2 son i-


guales y por ello la parte izquierda de (8.6) es la inversión de
población relativa n. La condición para alcanzar n=0 es por ello
W 1 3 = S 2 1 . Físicamente, esto significa que la velocidad a la que -
•suben los átomos al nivel 3 es igual a la velocidad de vuelta es
pontanea del nivel 2 al nivel 1. Esta velocidad no es suficiente
para alcanzar el umbral.

Hasta que se excede el umbral, el nivel de radiación es


bajo, por ello W^ 2 -0. Con esta aproximación adicional tenemos,

usando .^JL N^-N y (8.6)


g2 K0L
71

W
13 1 + Y/k0l
(8.7)
21 i - Y/k0l

como condición pára mantener un estado estacionario en el umbral,


Por ello, la veloci-dad de excitación para el umbral 1 es de la for
ma

w 1 3 =rs 2 1 (8.8)

donde

1 + K L
r = ^ p (8.9)
1 - Y/K0L

La condición para absorción cero se obtiene haciendo F=1

Como ya se ha visto, la velocidad de vuelta S ^ incluye


la velocidad de vuelta radiativa espontanea A ^ y la velocidad
de reíajación sin radiación S ^ • Esta última depende de la tem-
peratura . Esta dependencia tiene en cuenta el hecho de que el -
-1
valor medido de. S ^ en el rubí rosa es 3 3 0Seg a temperatura -
-1
ambiente, pero solamente 230 seg para 77°K . La dependencia con
con la temperatura de las cantidades que intervienen en (8.9) -
explica porqué 1a velocidad de excitación requerida para la ope
ración de un láser de rubí incrementa con la temperatura.
Veamos ahora la intensidad de radiación de bombeo nece-
saria para la excitación de un rubí a un estado de transparencia
n=0. La velocidad de excitación puede relacionarse a la in-
tensidad I de la radiación de bombeo en el rubí. Si, para simplrL
ficar, la radiación de bombeo se supone que tenga el caracter de
i \
una onda plana, la velocidad a la que se absorbe su energía en-
un elemento de volumen de sección A 2y anchura d es IK Ad , don
x p x —
de K es la velocidad de absorción a la frecuencia de bombeo.
P
72

Esta cantidad es el producto del número de átomos activos en es-


tado básico por el coeficiente de absorción por átomo? esto es,
K
p = N l°* I,a
velocidad a la que los átomos activos ganan energía
w N vhv
es i3 i p< donde V es el volumen y N^ el número de átomos por
elemento de volumen capaz de absorber la radiación de bombeo. I-
gualando las pérdidas de energía en el haz con la ganancia de -
energía en el material, tenemos

I N1 O* = W.0 N 1 hv ( 8.10)
1 p 13 1 p

de aquí

w hv p
I = ~ ( 8.11)
P

A fin de obtener una estimación de la irradiación reque


rida supongamos, como hizo Maiman, que la excitación se realiza
preferentemente por la banda verde del tubo de xenón cuya f re-
14 -i
cuencia se centra alrededor de 5,4x10 seg . La energía de un
-12
cuanto es, entonces del orden de 3,6x10 erg. La sección trans
versal media medida, de la absorción atómica del rubí en la ban
da verde es or =10 -19 cm¿~. Así, para W 1 _=S 9 1 =330cm -i , tenemos
-1 P -12 io o 9
I=330seg x3,6x10 ergxlO cm 12 00W/cm z . Con ello irradiación
a razón de 1200W/cm 2 , aplicada a una rebanada de rubí por una -
cara, mantendría al rubí en condición de transparencia para la
línea R.

Iluminación por medio de una onda plana es un mero arti^


ficio matemático. Una configuración más realista es aquella en
la que el material se ilumina isotrópicamente por toda su super-
ficie . Además, la fuente de luz que se emplea suele ser un tubo
de descarga de respuesta espectral más o menos continua parecida
en cierta forma a la radiación del cuerpo negro. Es por e 1.1 o rea
73

lista considerar'que el cristal láser esté inmerso en una radia


ción isotrópica de cuerpo negro y determinar la temperatura míni
ma de la fuente que puede producir inversión de población en un
sólido fluorescente de tres niveles.
es
La velocidad de excitación W^ 3 u (v) B^ 3 • Si identif jL
camos u(v) con la densidad de energía espectral de la radiación
del cuerpo negro y hacemos uso de las relaciones de Einstein, -
obtenemos

g A
W 3 31

donde v=v^ 3 . La condición W 1 3 = S 2 1 T puede resolverse para la -


temperatura mínima de la fuente T g que es capaz de producir una
iluminación adecuada en la banda de absorción verde para mante-
ner la amplificación requerida. El resultado es

E
3 ~
Ts • ' (8.13)
K log C l + g 3 A 3 1 / g 1 s 2 1 D

Podemos hacer ahora una estimación aproximada de esta tem


temperatura para producir absorción cero en el rubí, con1 los si-
guientes datos de Maiman

- 1122
E - — ' "
<= 3 , 6x10 erg

1
A 3 1 = 3xl0^seg
S 2 1 = 330 seg" 1 (a 300°K)
Los niveles de importancia tienen las siguientes muíti-
plicidades: g^-4, g^-12. De estos datos se obtiene T s =3300°K.
La temperatura real es considerablemente mayor que ésta ya que
se han despreciado muchos factores adversos. A pesar de ello, e£
tos cálculos, que siguen la línea de razonamiento usado por Mai_
man, indican aproximadamente el orden de magnitud de la temperatu
ira»

Debe hacerse énfasis en que las condiciones anteriores -


no implican que el láser de rubí opera en una condición de esta
do estacionario. Al contrario, el material láser debe pasarse de
su condición sin excitar al umbral; las oscilaciones láser co-
/

mienzan entonces de manera dinámica. En cuanto se excede el um-


bral , la densidad de radiación crece rápidamente y la velocidad
de emisión estimulada, resultante pronto sobrepasa la velocidad
a la que se da la excitación. Entonces, ya que la inversión de
población se hace cada vez menor, puede bajar por debajo del um-
bral y el láser se extingue momentáneamente. La salida de un lá
ser ordinario de rubí consiste normalmente de tales pulsaciones
rápidas.

El método de las ecuaciones de velocidades da solamente


una estimación aproximada de los requisitos de potencia del lá-
ser de rubí. Es mucho más apiicable a láser de gas y de estado
sólido de cuatro niveles, que pueden operar en un régimen conti
nuo con salida de potencia prácticamente constante.
75

2.9. ONDAS ESTACIONARIAS EN UN LASER

El láser consiste esencialmente en un gran número de ara


plificadores atómicos colocados entre dos espejos parcialmente
reflectantes que obligan a que la radiación viaje adelante y a-
trás a través del medio amplificador permitiendo que una parte
de la radiación emerga como salida. Hasta este punto hemos di£
cutido las propiedades del medio amplificador como si estuviese
sin limites. Pasaremos ahora a tomar en cuenta los efectos de -
los espejos cuya presencia y forma determinará la estructura del
campo electromagnético en el interior del láser.

En el análisis más elemental los espejos pueden suponerse


planos y con unas dimensiones considerables con respecto a la
longitud de onda suponiéndose además que el campo consiste en
ondas planas de amplitud uniforme viajando en direcciones perpen
diculares a los espejos. Esta imagen sobresimplificada condúce
ya a la conclusión de la existencia de ondas estacionarias entre
los espejos. Además, revelará el hecho de que ondas reflejadas -
varias veces originarán reforzamiento solo si alguna relación -
más o menos simple se verifica entre la longitud de onda (o fre-
cuencia) y la longitud de láser.

En el caso más simple, cuando el Índice de refracción n


no varia, entre los espejos, la condición de reforzamientio es que
la distancia entre los espejos sea un múltiplo de semilongitudes
de onda — A / r e n el interior del láser. Así
2

nA = 2Ln (9.1)

o en función de la frecuencia
v n
(9.2)
c 2Lri
Cuando el camino óptico entre los espejos es inhomogéneo,
es conveniente introducir la distancia óptica

ri dz (9.3)

Se encuentra entonces que (9.1) y (9.2) siguen válidas con el -


cambio de L por L . La demostración de este razonamiento se ba-
sa en el hecho de que un reforzamiento completo ocurre cuando el
cambio total de fase en una vuelta completa a través del láser
es un múltiplo entero de 2 n. Aparte del cambio de fase de TT en
cada espejo, el cambio de fase a través del láser es 2 K dz
donde K-2-rrri/A. Fáciles cálculos conducen a

v n
T" (9.4)
c 2L

Las ondas planas de una frecuencia que satisfagan la ante-


rior ecuación y que estén dirigidas a lo largo del eje (perpen-
dicular a los espejos) pueden llamarse modos axiales del láser.
Son análogds a las oscilaciones libres de un oscilador armónico
cargado.

Este análisis de onda plana se aplica como aproximación


de la situación real más simp1e que ocurre en un láser de gas -
con espejos planos. En láseres de gas, los diámetros de los es-
pejos son grandes comparados con la longi tud de onda, y la dis^
tancia entre espejos es grande comparada con el diámetro de es-
- 6
tos.(Ordenes de magnitud típicos de estos elementos son 10 ,
- 2

10 y Im). No hay contorno óptico en los lados por lo que los


rayos dirigidos a ángulos diferentes de1 eje se pierden. Con es
ta imagen elemental, y no justificada, podemos concéntranos én
77

las ondas cuasiplanas que viajan en dirección axial.

Ya que la condición umbral se cumple solo en un pequeño


rango de frecuencias, las oscilaciones láser ocurrirán unicamen
te para unas pocas frecuencias discretas v^ que satisfagan (9.4).
La diferencia de frecuencias para dos modos axiales consecutivos
será

c
v + 1 -v = —
n n
2L' C9.5)

Estos modos están igualmente espaciados en frecuencia.


En un láser típico de gas cuya longitud sea lm y cuyo índice de
refracción sea también la unidad esta separación en frecuencia
es 1,5 x 10 8 seg""1 = 150 MHz.

línea umbral
línea atómica
odos de la cavidad

Frequency

Fig. 2.9

Es interesante hacer notar que esta separación uniforme


en las frecuencias posibles no se traduce en algo análogo para
las longitudes de onda. Con ellas habrá de veri t; i car se
o
= 2L AX=Xj-X 2 A
con " 2 A A --
(n+1)X2 ~ 2L A^A 2 - A 2L
que como se ve depende de la longitud de onda en cuestión asi
como de la longitud de la cavidad.

Los modos consecutivos están asi tan próximos que normalmen


te, varios de ellos podrán aparecer en el rango para el que la
excitación sobrepase el umbral. La salida del láser estará en-
tonces compuesta por varias lineas, separadas una de otra por -
i
la diferencia de frecuencia c/2L . Estas líneas tienen una an-
chura finita, determinada por las pérdidas del láser como un re
sonador electromagnético. La interrelación de los factores que
determinan el espectro de la salida láser, puede verse en la -
figura anterior.
Aunque la teoría de una onda plana uniforme predice co
rrectamente la separación de frecuencias de las resonancias prin
cipales de un láser, es deficiente por varias razones. La supo-
sición de ondas planas uniformes de sección transversal finita
es inconsistente con las leyes básicas de la óptica y el elec-
tromagnétismo. Lo que ocurre a los lados no puede ignorarse,es-
pecialemente cuando uno se ve forzado a considerar radiación que
no progresa de forma estrictamente axial. La radiación fuera del
eje es, en su mayor parte, reflejada cuando 1lega a la superfi-
cie de un láser sólido debido a que el material tiene un Índice
de refracción elevado. Por todo ello, la estructura del campo en
el interior del láser se asemeja al de un campo en una cavidad -
metálica cerrada con algún acoplo externo. La estructura de los
láseres de gas es abierta, y de aquí que se presenten efectos de
difracción, combinados con efectos de enfoque producidos por los
espejos curvos. Ambas teorías, la teoria de una cavidad y la teo
ría de la difracción de estructuras Fabry-Perot muestran la exis^
tencia de modos menos simétricos que los ya conocidos, pero los
modos principales en estas teorías tienen la separación de fre-
cuencias calculada en la teoria de la onda plana.
79

2.10. MODOS DE OSCILACION DE UNA CAVIDAD OPTICA CERRADA

Un láser sólido, como el de rubí por ejemplo, se áseme


ja a una cavidad cilindrica alargada con paredes conductoras y
superficies finales paralelas. Este parecido es imcompleto, sin
duda. Parte de la radiación se escapa del cilindro de rubí por
lo que no es un espacio completamente cerrado. El hecho de que
parte de la radiación se escape por uno de los extremos no crea
demasiado problema. Esta pérdida de radiación puede mirarse co-
mo una perturbación o como pérdidas en un sistema, de otra for-
ma sin ellos. Puede tomarse de la misma manera que un amortigua
miento en la teoría del oscilador armónico. La radiación puede
escaparse también a través de las paredes laterales, ya que de
hecho, una reflexión total jamás tendrá lugar.

La radiación escapa únicamente cuando el rayo incide so


bre la superficie lateral con un ángulo relativamente pequeño -
ya que le rubí tiene un Índice de refracción alto. Un rayo que
atraviesa en una dirección en que no sea totalmente reflejado -
en las paredes no es interesante en teoría del láser ya que sola
mente una fracción muy pequeña de la energía radiativa estará -
en dichos rayos, La mayor parte de la radiación estimulada se en
contrará en campos que se propaguen en la dirección axial o pró
xirnos a ellos. Por ello, con el fin de describir los modos de la
radiación estimulada haremos uso de una cavidad con paredes con-
ductoras como primera aproximación.

A fin de obtener ahora las configuraciones del campo


electromagnético en una cavidad tendríamos que ir ahora a las -
ecuaciones de Maxwel.1 y resolverlas para las condiciones de con
torno correspondientes. Eso quedaría fuera de lo que aquí trata
mos y puede verse en cualquier libro de campos. Unicamente recor
daremos los puntos fundamenta1es de la teoría, y que nos servi-
rán para ciertos problemas de los modos láser.
Sea ai =2tvv la frecuencia angular y K = wri/c el corres-
pondiente número de onda.

Las soluciones para una cavidad pueden representarse co


mo sumas de términos derivados de potenciales vectores cuya de-
pendencia con el tiempo y las coordenadas es de la forma

e i(K 1 x+K2y+K 3 z-wt) (10.1)

donde

K2 + K2 + K 2 = K2 (10.2)
1 2 3

Las condiciones de contorno restringen los valores de


K^ ya que la componente tangencial del campo ha de ser nula en
las paredes. En el caso de la figura, expresiones como la (10.2)

se combinan para dar variaciones sinusoidales del campo eléctrico


con las coordenadas. Las condiciones de contorno dan así:
81

K^A = 1 TT K^b = mu K^L = rnr 1 ,m,n=enteros

Normalmente a y b son iguales y L es mucho mayor. El -


eje z, tomado en al dirección de mayor dimensión es el eje longi^
tudinal y el plano z=cte, plano transversal.

Los modos, recordemos, podian ser modos eléctricos trans


versales (TE) o magnéticos transversales y en ellos el campo eléc
E
trico (o magnético, respectivamente) sería tal que z=0 (o H z =0).
Todas las oscilaciones posibles de la cavidad podían representar
se como sumas de modos TE y TM. Una onda electromanética trans-
versal describirá a una onda plana ya que en ella E =H =0 y serán
z z
modos TEM.

Los diferentes modos de una cavidad rectangular se iden


tifican por su tipo y por los Índices 1,m,n. Como ejemplo el TE
más sencillo, tiene un campo

TTX niTZ
E =0 E -sen sen — — E =0 y e s el TE, _
x y a L z 10n

El general ranr polarizado a lo largo del eje y es el

lux muy n'frz


E -0 E -son eos sen E =0
Y
a b L

Cuando el resonador es un cilindro circular de radío r


y longitud L, la forma exponencial de dependencia del campo ante
rior, pasa a depender de funciones cilindricas. En lugar de -
(10.2) se obtiene

2 2 ?
k + I< = K (10.3)
3

donde IC^ y K tienen el mismo significado que antes. La constante


K gobierna la var'iaoión del campo electromagnético en el plano
transversal. Combinando las condiciones de contorno se obtiene
(vease cualquier libro de Campos)

(10.4)

donde P„ es la raiz m-sima de la función de Bessel de orden 1


Ijm
en el caso de ondas TM, y la raiz m-sima de la derivada de la -
misma función para ondas TE. El número 1 indica el número de lí
neas nodales radiales ; m-1 es el número de circuios en la sección
transversal y n-1 es el número de planos nodales entre las su-
perficies extremas.
En microondas, el énfasis está en encontrar los modos
oscilantes de menor orden de un resonador; esto es, los menores
valores de I< (yv) consistentes con las dimensiones de la cavidad.
En teoria de láser se buscan los modos axiales en un rango de fre
cuencia que permite un gran número de modos ya que se encuentra
órdenes de magnitud por encima de las frecuencias de los modos de
menor orden. Por modos axiales, o aproximadamente axiales, se en
tienden aquellos modos cuyas configuraciones del campo transver-
sal contiene pocas, si algunas, líneas nodales. Para estos mo-
dos 1 y ¡m son enteros pequeños. E1 número n por otra parte, es
~~ 4 6
muy grande, variando en situaciones prácticas entre 10 y .10 .
Los números P^ m introducidos antes, están entre 2 y 20 cuando .1
y m son enteros pequeños. Por ello el primer término en(10.4) es
muy pequeño comparado con el segundo por lo que la frecuencia cal
culada despreciando P ^ es casi la frecuencia correcta. De hecho,
despreciando P ^ se llega a una situación equivalente a la int.ro
ducción de la onda plana de la sección anterior, ya que peí ra -
P ~ 0, la (10.4) se reduce a nir/L = K, que es equivalente a
_ n 4
c 2Lrj
83

En teoria electromagnética puede demostrarse que los rao


dos de una cavidad son ortogonales entre sí, en terminología ma-
temática. Físicamente, esto significa que las oscilaciones elec-
tromagnéticas pueden ser excitadas en uno cualquiera de estos mo
dos sin excitar a los otros. Idealmente, no hay interacción entre
oscilaciones de diferentes modos. Este aislamiento es cierto úni-
camente en el caso ideal de que las paredes de la cavidad sean in
finitamente conductores y tengan exactamente la forma geométrica
postulada. Separaciones de estas condiciones ideales, o inclusión
de un medio polarizable en la cavidad, pueden dar lugar a acoplo
entre los modos, esto es, en transferencia de energía de un modo
de oscilación a otro.
En el láser, la situación se dispone de forma que las
condiciones ideales se mantienen solo para unos pocos modos. La
cavidad se hace deliberadamente imperfecta (llena de pérdidas) -
para los modos no deseados. Los modos favorecidos por el experi-
mentador son aquellos que poseen la simetría axial mayor, esto es,
los mínimos valores de 1 y m. Dados 1 y m, tenemos una configura
ción de modos transversales fijada. Hay todavía un cierto número
de valores de n para los que (10.4) da una frecuencia dentro del
rango en el que el láser amplifica. Las frecuencias de estas os-
cilaciones , que pertenecen a una configuración transversal fija,
son (aproximadamente) equidistantes, siendo la diferencia entre
£ IT G C VIG in c lcl S adyacentes igual a c/2Lri, o sea, el valor calculado
de la teoria de ondas estacionarías VÍ S t el antes. Este resultado
se obtienen como sigue: Sean 1 y m fijos, y sea KQ el número de
onda que satisface

2 2
P
Im
(10.5)
r L

para algún valor de n. Hagamos también que K1 satisfaga


p
em U O . 6)
+
r
\

Que restados dan

C2n+1) TÍ2
(10.7)
KI K,

y que pueden ponerse en la forma

2
C2n+1) TT'
K„ K (10.8)
Q
(K1+I<2)L/
í K, +

Como se vió antes, la diferencia entre K^ y K Q es pequeña por lo


que pueden tomarse ambas como aproximadamente iguales a mt/L. -
1
Reemplazando entonces-— (K^fK^) por nn/L, y despreciando el 1 -
frente a 2TT se obtiene

TT
K. K„ (10.9)
L

introduciendo la frecuencia por medio de K=2Trvn/c, se obtiene pa


ra diferencia entre las frecuencias de modos adyantes

V
1 ~ V
0 (10.10)
2LRI

resultado que como se ve no depende de ni del tipo de modo, pe


ro es válido únicamente cuando se comparan modos de la misma con
figuración transversal. La diferencia de frecuencias entre modos
de diferentes tipos, podría demostrarse que dependería de las di^
i
ferencias entre sus p s.
85

De h^cho, el láser sólido no es una caja de paredes con


ductoras. Es un resonador dieléctrico con condiciones de contor-
no apropiadas para la interfase aire-dieléctrico. La aplicación
de estas condiciones de contorno en la superficie de un cilindro
conduce a distribuciones del campo algo más complicadas que las
obtenidas para una cavidad cilindrica con paredes conductoras.
Pero a pesar de toda la ecuación que determina las
frecuencias resonantes es siempre de la forma (10.3). La diferen
cia esencial entre el cilindro dieléctrico y la cavidad conducto
ra es que en el último caso los valores posibles de K vienen de-
B
terminados por las. soluciones de J e ( K r ) = 0 y J e (K r )=0, mientras -
que en el caso dieléctrico son más complejas. Aunque los valores
de K calculados en ese caso son diferentes, no afecta mucho en
lo que se refiere a las frecuencias láser. Hemos ya encontrado -
que la separación de frecuencias es independiente de K. La dife-
rencia entre frecuencias adyacentes es, desde luego, diferente -
pero de hecho esto no tiene mucho significado práctico.
Pasemos a otro punto. Hemos dicho repetidamente que el
número de oscilaciones posibles en una estructura láser es muy
grande. Parece ahora propio explicar qué se quería decir con tal
expresión y dar alguna información cuantitativa relacionada con
la densidad de modos. Guando se discute el número de posibles os
cilaciones electromagnéticas en una cavidad, ha de hacerse refe-
rencia siempre al rango de frecuencia ya que cada cavidad tiene
una frecuencia cracterística mínima y a partir de ella una secuen
cia ilimitada de otras frecuencias características. La cuestión
ahora es ver cuantas de ellas caerán dentro del rango prescrito
de frecuencias. En muchos libros elementales de' ESM puede verse
que, dado un volumen cúbico de lado a con paredes prefectamente
re f o c 19 n. t G. s § .Leño de un material de índice de refracción n el
número de oscilaciones electromagnéticas de frecuencia no s u p e -
rior a v viene dada por la ecuación
3
O 3 3
, . 8TTV n A
LV;
= CIO „ 11)
3c 3

de aqui que la densidad de modos por unidad de volumen y por


unidad de intervalo de frecuencia es

2 3
1 dP 8 ttv r¡ 8 -/i
P C V) (10.12)
a3 d,,
V c3 A3V

Esta expresión juega un papel muy importante en la conexión de


las velocidades de emisión estimulada y espontanea. La segunda -
relación de Einstein puede escribirse así

Anm=hv P C V I B ^ CIO.13)

14 -1
La frecuencia de la radiación del rubí es v=4,3x10 seg
La correspondiente longitud de onda es (n=l,76) X=4.0xl0~^cm;
así, la densidad de modos en esta región espectral, calculada de
(10.12) es aproximadamente 0,9seg/cm . Así, contando todos los -
modos posibles en un cubo de lem de rubí, estos están separados
menos de 1Hz en el rango espectral de interés. Una anchura de -
línea de 0,1Á corresponde a una dispersión relativa de frecuencia
de alrededor de una parte en 70000 y por el ,1o, a una dispersión -
de frecuencia de alrededor de 6xl0 9 Hz. Claramente, un rango así
de frecuencias contiene un gran número de modos. Solamente una pe
queña fracción de ellos estarán en un estrecho cono alrededor del
eje longitudinal del láser, actuando este como un generador para
estos agraciados modos.
,87

2.11. RELACION ENTRE LA ESTRUCTURA DE MODOS Y LA SALIDA DEL LASER

Las características esenciales de un láser, según hemos


visto hasta aquí, son las siguientes: es una estructura amplifi-
cadora dentro de un estrecho margen de frecuencias determinado -
por la condición umbral. La amplificación es dependiente de la -
frecuencia y la forma de la curva de amplificación viene determi^
nada por la forma de la 1ínea espectral. Es también una estructu
ra resonante con muchos modos posibles de oscilación, cuyas fre-
cuencias características se encuentran muy próximas entre si. En
general, la región de amplificación del material láser contiene
un gran número de frecuencias características de la estructura -
resonante. .

El láser, como estructura resonante, se caracteriza por


sus modos de oscilación que quedan tipificados por las configura
ciones estables del campo de una cavidad cerrada. Cada modo del
láser puede describirse geométricamente por el campo eléctrico
incidente sobre una de las superficies terminales y por el núme-
ro de superficies nodales transversales entre los espejos del lá
ser. La caracterización física de un modo envuelve, en adición a
los parámetros físicos, la especificación de la velocidad de a-
mortiguamiento del modo.

En la descripción geométrica que nos hemos tomajdo, nos


hemos referido sobre todo a la.distribución de amplitud, fa
se y polarización en una sección transversal típica del láser, o
sobre uno de sus espejos. Esta distribución en el plano transver
sal, o sobre superficie similar, se denomina distribución de mo-
do transversal. El número de superficies nodales transversales -
es proporcional a la X o ri ^ x u. d el. c X 9 3 G ÜT © s t G número, junto con
la distribución de modo transversal, determina la frecuencia ca-
racterística de la oscilación resonante. Así, en general, el lá-
ser es un resonador electromagnético altamente degenerado.
Como en todos los problemas de funciones y valores pro
pios degenerados, en física matemática, solo los valores propios
(las frecuencias características aquí) quedan únicamente deter-
minados . Las funciones propias (modos) no lo son,ya que todas -
las combinaciones lineales de funciones propias que pertenecen
al mismo valor propio son funciones propias igualmente válidas.
En láseres, por ejemplo, podemos combinar dos modos, uno con po-
larización vertical y otro con horizontal y obtener nuevos modos
de la misma frecuencia. En un láser de sección transversal cir-
cular o cuadrada modos transversales que difieran solo en el pa
peí de los ejes x e y tendrán iguales frecuencias de resonancia
y pueden combinarse en nuevos modos.

En una cavidad electromagnética perfecta cada modo osc:L


lante es independiente de los demás (ortogonalidad) y cada osci-
lación está libre de pérdidas, esto es, no está amortiguada. En
la realidad, existirá un cierto acoplo entre los diferentes mo-
dos y cada uno de ellos tendrá su propio amortiguamiento finito.
Esta velocidad de amortiguamiento se describe en función del Q
de la oscilación. La velocidad de pérdidas es proporcional a 1/Q.
Así, unos modos se comportarán diferentes de otros. Los modos
axiales, esto es, los modos con un alto grado de simetría alre-
dedor del eje del láser, tienen un Q mucho mayor que los otros,

Cada modo excitado en el interior de la cavidad láser,


contribuye al ha2 tota. 1. * Por ello, si se excitan modos de dife-
rentes frecuenc ias, la salida del láser no será monocromática.
La distribución direccional de la radiación emitida es caracte-
rística de cada modo y del acoplo del modo con e1 exterior. Los
modos axiales radiarán en un haz simétrico centrado alrededor del
eje del láser. Modos no axiales radiarán en un cierto ángulo con
respecto al eje. Un láser cilindrico de simetría perfecta produce
una radiación de campo lejano que será un punto central rodeado
por un cierto número de anillos. El punto central consta de la -
radiación emitida por los modos axiales y los modos no axiales -
89

originan los anillos. Cuando se desea obtener la máxima potencia


en un haz concentrado y monocromático, los modos no axiales se
tratará de suprimirlos deliberadamente.

El hecho de que el láser es una estructura resonante ha


ce necesario reexaminar las leyes de absorción y emisión estimu-
lada a fin de que puedan aplicarse a sistemas atómicos en una -
cavidad resonante. Designemos a los modos de la cavidad de algu-
na forma y sea, por ejemplo i el Índice que identifica el modo.
Designemos además con n^ el número de fotones en el modo i. La
teoria cuántica de la radiación conducirá al siguiente resulta-
do :
La velocidad con que un átomo en una-cavidad absorbe un
fotón en el modo i con un incremento de energía interna desde -
E^ a E2/ es proporcional a:

n^ó (E2~E^-h\K ) 6 (x) = delta de Dirac

La velocidad a la que el campo gana un fotón en el mo-


do i con una correspondiente pérdida de energía por el átomo es
proporcional a

(n.+l) <5 (E n -E 1 -hv .)


r 2 1 i

Esta teoria tiene en cuenta la emisión espontanea, ya


que tiene lugar emisión en cada modo disponible con probabilidad
igual cuando n^=0 para todas las i¿. La velocidad de emisión es-
pontanea es p r o p o r c i o n a1 al número total de modos disponibles.
En el caso de una cavidad larga, este número viene dado por -
p (v) =8TÍ/X v. Se obtiene rápidamente que LA razón de emisión es-
pontanea a estimulada debe ser igual a la densidad de modos por
la energía de un cuanto (hv), resultado en concordancia con la
3 3
relación de Einstein A = 8iThv B vista anteriormente.
nm nm
c3
El resultado fundamental de la teoria que necesitamos
aquí es que la emisión estimulada en cada modo tiene lugar a una
velocidad proporcional a la densidad de radiación en ese modo.
Como consecuencia, el láser operará con cada modo alimentado se-
paradamente sobre la inversión de población disponible. El núme-
ro de fotones en un modo particular crecerá si la condición um-
bral se satisface para ese modo particular. Ya que modos diferen
tes difieren en su frecuencia de resonancia y factor de pérdidas,
solo modos seleccionados alcanzan el umbral. Primero, la frecuen
cia resonante del modo debe encontrarse en el interior de la re-
gión donde la curva de amplificación es positiva. Segundo, la con
dición umbral debe satisfacerse para el modo en cuestión. La con-
dición de umbral general, a= y/L, puede expresarse en términos de
la vida media del fotón t , así:
P

1 LV

a =. — — —— . (11.1)
ct L
P • •

i
donde L es la distancia óptica entre los espejos. Cada modo tie
ne su propia vida media de fotón t , que se relaciona al Q del
Pi
modo por la expresión

0 • 2TTV . t v (11.2)
i i p -¡

Por ello, la condición umbral para el modo i-ésimo es

2TTV L' 2IT L1


... ' ex (v) =• — — = — (11.3)
Qi c L AQ. L

A fin de concentrar la mayor parte de la energía disponible en -


unos pocos modos, se diseña el láser de forma que solo el Q de -
unos pocos sea grande. La operación láser tendrá lugar solamente
91

a unas pocas frecuencias seleccionadas. Esta situación es la que


se vio anteriormente (fig. 2.9) donde la anchura de línea atómi-
ca es mucho mayor que la anchura de línea de los modos axiales
mostrados en ella.

Las frecuencias de salida en dicha figura aparecían co


mo equidistantes. Según se mostró en secciones anteriores, los
modos axiales de mayor orden en una cavidad pasiva se comporta-
ban así. Pero una observación más cuidadosa de las frecuencias
que intervienen muestra que se encuentran desplazadas hacia la
frecuencia central de la línea atómica y que la constancia de la
diferencia de frecuencias es solo aproximada. La razón para es-
tas anomalías es el hecho de que el láser no es una cavidad pasi
va. Cuando ocurre una absorción o una amplificación de importan-
cia, el índice de refracción i] deja de ser constante variando ra
pídamente en la vecindad del pico de absorción o de amplificación.

Esta variación es bien conocida de los estudios de dispersión y


es enteramente análoga a la variación de la fase de la respuesta
según que la frecuencia conductora de un oscilador barra alrede-
dor de la frecuencia de resonancia.. La relación gráfica entre la
variación de la fase de la respuesta según que la frecuencia con
variación de n-1 y K(v)es la mostrada en la figura. Cuando la -
absorción se reemplaza por la amplificación, el signo de la cur
va n-1 cambia. En este caso, la curva n(v) cae en la inmediata
vencidad de VQ a una velocidad inversamente proporcional a la an
chura de línea. La relación matemática que conecta el Índice de
refracción con la absorción es la relación de Kramers-Kronig.
Con su ayuda, Bennett ha demostrado que en el caso de una línea
atómica del tipo de Lorentz de frecuencia central y anchura
de línea Av , la frecuencia real de oscilación de un modo es
a

v Av + v Av
v'= ~ 1 — 1 2 (11.4)
Av +Av
a c

donde v c es la frecuencia del pico


f del modo y
i Av c la anchura de
línea del modo en la cavidad pasiva. Cuando los picos de las lí-
neas de la cavidad y atómica coinciden, se cumplirá que

V -V =v
.c a

En cualquier otro caso v' estará entre v y v .


. c . a
En cualquier caso

(va_vc)Avc
c = — —— (11.5)
Av +Av
a c

y ya que Av & >>Av tenemos aproximadamente

Av
v ' -~v = (v -v ) (11.6)
c a c .
Av
93

Esta relación se satisface aproximadamente aún cuando


la forma de la línea se separa de la forma Lorentziana. El des-
plazamiento de la salida del láser desde el modo de la cavidad
pasiva hacia el Centro de la línea atómica se denomina "tirado
de modo" (mode pulling) .
2.12. TEORIA DE LA DIFRACCION DEL INTERFEROMETRO FABRY-PEROT
PLANO

La teoría de la cavidad que hemos visto sirve como base


para una primera orientación y da soluciones adecuadas para los
láseres de estado sólido con índices de refracción relativamente
altos. Pero no es aplicable a láseres de gas en los que la es-
tructura es abierta y está formada por un par de espejos planos
o curvados colocados en los extremos de una columna amplifica-
dora. En un caso típico, un par de espejos planos circulares de
2 cm de diámetro pueden distar entre si más de 1 m uno de otro.
Y en una situación de este tipo las pérdidas por difracción ya
no son despreciables; de hecho, pueden ser un factor muy impor-
tante en la determinación de la distribución de energía en el -
interferómetro durante la oscilación. Para que entonces tengan
lugar oscilaciones lásG-3T f 1- a. s pérdidas totales en potencia en
dispersiones, difracciones y reflexiones no perfectas en los e£
pejos habrán de ser compensadas con la ganancia de potencia en
el medio activo. En presencia de modos ortogonales o desacopla
dos, la condición umbral habrá de ser satisfecha por cada modo
p ¿3, ÍT el puedan aparecer las osci1aciones.

Los espejos paral elos y parcialmente transparentes for-


man un interferómetro Fabry-Perot. Cuando un instrumento de este
tipo opera como dispositivo pasivo, con ondas uniformes suminis_
tradas desde el interior, los campos internos pueden ser también
ondas planas uniformes. En un láser, sin embargo, en el que la
potencia proviene únicamente del interior del interferómetro,
las pérdidas de potencia de los "bordes" de la onda por difra-
cción originarán una marcada diferenciación de la uniformidad.
Habrán de estudiarse así cuáles serán los modos del in-
terf eróme tro Fabry-Perot. Y estos modos pueden definirse y dis
cutirse en función de configuraciones auto-reproductoras sobre
las superficies de los reflectores. Una configuración de campo
95

se denomina auto-reproductora o un modo transversal si, después


de propagarse de un reflector a otro y volver, el campo retorna
a la misma fase y amplitud inicial; esto es, la función que re-
presenta a la amplitud compleja en el reflector se multiplica
por un número complejo fijo que da el desplazamiento de fase to
tal y las pérdidas de un recorrido completo. Para cada uno de
tales modos transversales hay una serie de modos longitudinales
para los que el desplazamiento de fase total en un recorrido de
ida y vuelta es un múltiplo de 360°.
Es instructivo mirar al problema de encontrar los modos
estables o auto-reproductores en un resonador Fabry-Perot de la
siguiente manera: en tanto en lo que se refiere a la difracción,
el resonador Fabry-Perot compuesto de un par de espejos parale-
los es equivalente a una serie infinita de aperturas separadas
a distancias iguales a la separación entre espejos. Tales estruc
turas equivalentes son las mostradas en la Fig. 2.10. A fin de
tener en cuenta las pérdidas de reflexión en los espejos, pode-
mos suponer que cada una de estas aperturas contiene un filtro

1
Espejos

d>)

Fig. 2.10
atenuador que reduce la amplitud de la radiación en la cantidad
requerida.
En esta línea de transmisión o "guia-onda de haz", un mo
do auto-reproductor es una distribución de campo óptico que pa
sa a través de la misma de una forma estacionaria. Puede ser
atenuado pero no modificado de otra forma. Una onda plana uni-
forme no puede, evidentemente, realizar esto ya que por difra-
cción cambia según puede verse en la parte izquierda de la Fig.
2.11. Después del paso por la primera apertura aparecen varios
lóbulos de difracción. Solo pasa la segunda, el mayor; pero su
distribución de energía deja de ser uniforme de igual forma que
las superficies de igual fase dejan de ser planos después de -
pasar por la primera apertura. Parece claro intuitivamente que
varias pasadas por una larga serie de aperturas modificarán la
distribución de amplitudes y fases de forma que estas se vean
cada vez menos afectadas por las mismas. Al final, si algo
de luz llega a pasar por todas, su fase y amplitud habrá de es
tar distribuida de forma que quede inalterada por las mismas.
Este desarrollo intuido es el que puede verse en la parte dere
cha de la Fig. 2.11. Los cálculos demuestran que este razona-
miento intúitiyo es correcto. Y muestran también que una dis-
tribución simétrica no es el único modo auto-reproductor: exis

Transimssion
Equiphase Apertures - mode^
surfaces /

1 ] /
L /

^Plane-wave input
97

ten muchos otros1 (matemáticamente, infinitos). Todos ellos son


las soluciones de una ecuación integral cuyos valores propios -
determinan las pérdidas por difracción en estos modos. Aquellos
interesados en él tema pueden leer el artículo clásico de Fox y
Li en el que se desarrolló toda la teoría del tema. Aquí nos li
mitaremos a dar unas breves ideas del método y sintetizaremos
los resultados.
La base de los cálculos es el principio de Huygens-Fres
nel que permite calcular la distribución de amplitud y fase de
la radiación en una apertuta a partir de la amplitud y fase en
la precedente. Sea compleja que describe -
esa amplitud y la fase en una apertura. Entonces, de acuerdo con
( u e
el principio de Huygens-Fresnel, la función u^ (x2 ' Y 3 descri
be la amplitud y la fase en la siguiente apertura, viene dada -
por la integral de Kirchhoff.

«sU'a,//*) = (l + eos 0) ••— M,(.r„ yJ <lxx <///,. . (-12.1) _

donde K=2ir/A , R es la distancia entre los puntos P^ (x^,y^,0) y


P 2 (x2 , y2 , 0 ) r Y 9 es el ángulo comprendido entre la línea P^P 2 y
el eje z. La integración se extiende a toda la apertura a^.
Una distribución v(x,y) se denomina auto-reproductora si
haciendo u^ igual a v da lugar a u ? =yv donde y es una constanté
compleja. Esto significa que la distribución original sqj repro-
duce, con la única diferencia de un desplazamiento uniforme de
fase y una reducción uniforme en la amplitud. Si escribimos
y=exp (a+iB) , el número a será una medida de la reducción en am-
plitud y 3 una medida del desplazamiento de fase. La determina-
ción de la distribución auto-reproductora requiere así la solu-
ción de la ecuación integral homogenea.

v(P) = Y í K(P , P ' ) v (P ' ) dP ' (12.2)


cuyo kernel viene dado por

., íkR
K (1+cos 6) (12.3)

Este kernel es simétrico ya que R y eos 9 son simétricos en -


<x,y) y ( x 2 ' ^ "La s
°l u c i6n de la ecuación integral requiere
la introducción de coordenadas apropiadas a la simetría de la
apertura y un desarrollo del kernel, teniendo en cuenta los or
denes de magnitud de la longitud de onda, las dimensiones de la
apertura y la distancia L entre aperturas.
No existen soluciones analíticas completas para la ecua-
ción integral anterior, pero si existe, en cambio, una considera
ble información referente a la naturaleza de las soluciones. En
el caso de aperturas rectangulares, que han sido estudiadas con
gran detalle, más por conveniencia matemática que por importan-
cia física, las variables pueden separarse y la solución repre-
sentarse en la forma de un producto v(x,y)=v^(x)v2(y)- Para es-
pejos circulares la solución toma la forma v (r, $)'=R (r) e <j>,
donde n es un entero. Las soluciones se clasifican análogamente
a los modos en las guias-onda por sus líneas nodales, esto es,
por las líneas que dividen a la apertura en regiones de fase -
opuesta. Algunos de estos modos, aplicables a los láseres con
espejos cuadrados y circulares, se representan en la Fig. 2.12.
Los modos dominantes o TEM , no tienen líneas nodales, esto es,
oo
no aparece cambio de fase sobre la apertura. En el caso del modo
TEM^ q , sin embargo, la apertura aparece dividida en mitades an-
tis ime tricas , como puede verse en la figura. Para espejos circu
lares el modo TEM mn tiene m líneas nodales por el origen y n cir

culos nodales concéntricos en la apertura. Solamente se muestra
en las figuras las polarizaciones verticales, pero las polariza
ciones horizontales son naturalmente también posibles y de igual
forma, combinaciones de los modos polarizados vertical y hori™
Espejos cuadrados .Espejos-circulares

F e 2 o 12

zontalmente.

Fox y Li calcularon numéricamente los modos más importan


tes para una gran variedad de tipos de espejos, incluyendo los
espejos planos circulares que son a los que nos restringiremos
aquí. La solución se obtuvo por iteración comenzando con una -
distribución de la simetría apropiada. La distribución de ampli
tud y fase del modo dominante TEM se obtuvo comenzando con la
oo
función u^=l, calculando las distribuciones subsecuentes por a-
plicación repetida de (_12.11, y renormal izando la amplitud de
pico de cada uno antes de la iteracción siguiente. Los resulta-
dos de estos cálculos se muestran en la Fig. 2.13. Las dimensio
nes reales de los espejos no son importantes; el único parámetro
2
de interés es el número de Fresnel N=a /AL donde a es el. radio
del espejo circular y L la distancia entre los espejos.
El papel del número de Fresnel está basado en la ley de
similitud de la difracción. Esta ley establece que las figuras
de difracción originadas por2 dos objetos serán similares geomé-
trieamente si la cantidad x /LA es la misma para ambos objetos.
Aquí x es una dimensión lineal arbitraría del objeto y L la dis^
tancia a la pantalla. Físicamente, esto significa que ambos ob
jetos, cuando se observan desde sus pantallas, contienen el mi£
mo número de zonas de Fresnel. Las ondulaciones mostradas en las
curvas de la Fig. 2.13 están relacionadas con el número de zonas

Radial distance from center in units of mirror radius

Fig. 2.13

de Fresnel en el problema de la difracción. Fox y Li obtuvieron


también algunas distribuciones no simétricas interesantes y para
,101

diversas geometrías calcularon las pérdidas de difracción aso-


ciadas con sus modos en función del número N. En la Fig. 2.14
reproducimos los datos de las pérdidas por difracción relativas

Fig. 2.14
al Interferómetro con espejos planos circulares. De esta figura
aparece claro el hecho de que las pérdidas debidas a la difra-
cción en una tínica pasada en el modo TEM es del orden de 0,9%
para N-10, valor este comparable a las pérdidas usuales origina
das por reflexión incompleta en un láser de gas.El número de -
Fresnel N=10 es aplicable a un láser de 1 m de longitud y 7 itim
de diámetro, con una longitud de onda de 1,15 )j. Es interesante
observar que el ajuste de las distribuciones de fase y amplitud
en loa reflectores hace que las pérdidas de difracción disminu-
yan con relación a su valor para una apertura iluminada unifor-
memente. -
La variación de las pérdidas de difracción de un modo a
otro es de interés debido a que, si no hay mucha diferencia en
tre las pérdidas de los diferentes modos, un láser excitado muy
por encima del umbral oscilará en varios modos simultáneamente.
Aunque las pérdidas asociadas con una reflexión incompleta en -
102

los espejos pueden ser mayores que las pérdidas por difracción, las
primeras son constantes para todos los modos; por ello, las di-
ferencias de un modo a otro en la suma de todas la pérdidas par
ten principalmente de diferencias en las pérdidas por difracción
La condición umbral, como sabemos, lleva consigo la ganancia to
tal en el recorrido y la suma de las pérdidas en un recorrido
completo. Kotík y Newstein señalaron que en un interferómetro
Fabry-Perot activo un modo oblicuo puede excitarse como uno -
axial debido a que el rayo oblicuo pasa por un camino mayor de
amplificación que otro axial, siendo las pérdidas de ambos apro
ximadamente idénticas. Las dimensiones transversales máximas de
los espejos deben limitarse en función de la distancia entre es
pejos, reflectividades de éstos y longitudes de onda, a fin de
que el modo axial resulte favorecido.
La separación de frecuencias de los diferentes modos es
de interés en relación con los láseres de gas ya que poseen úna
muy alta resolución. Al calcular la separación entre modos, de-
be precederse de igual forma a como se hizo con las configura-
ciones auto-reproductoras y no como con los cálculos de la ca-
vidad de la sección anterior. No seguiremos detallando más aquí
pudiendo el interesado en el tema ir al articulo de Fox y Li.

2.13. LASERES CON ESPEJOS ESFERICOS

Un interferómetro plano-paralelo formado por dos espejos


planos y paralelos no constituyen el mejor resonador multimodo.
Una considerable mejora puede obtenerse con dos reflectores si-
milares esféricos cóncavos usados en una disposición confocal,
esto es, con el centro de una esfera en el otro reflector. Una
representación de un interferómetro de este tipo es la de la -
Fig. 2.15.
Fox y Li calcularon los primeros modos de un interferóme
tro esférico confocal usando la técnica ya descrita. Observaron
,103

Flg. 2.15

las siguientes importantes propiedades de un sistema confocal


con relación a las de un plano: en el sistema confocal el campo
se encuentra más concentrado cerca del eje del reflector y tie
ne un valor menor en los bordes que un sistema plano. La distrj.
bución de amplitudes es suave; las ondulaciones de la Fig. 2.13
no aparecen. La superficie de reflector es un frente de la onda.
Las pérdidas son menores, en algunos ordenes de magnitud,, en los
sistemas confocales que en los sistemas planos equivalentes. Los
desplazamientos de fase por tfánsito para cada configuración son
independientes de N y son múltiplos de TÍ/2 . Esto queda mostrado
en la Fig. 2.16. La diferencia de frecuencias entre dos1 modos -
consecutivos del mismo tipo en el interferómetro confocal es la
misma que en el plano.
Boyd y Gordon resolvieron la ecuación integral para el -
caso confocal. Sus cálculos muestran que para el modo fundamen-
tal la distribución de amplitud en la parte central del reflec-
tor es aproximadamente Gaussiana y que la superficie del reflec
tor es de igual fase; esto no ocurre en los planos. La distan-
Cia
- ('->)* Ü.3.1)/,
104 y

1000

800
— : — Circular plañe mirrors
— — Confocal spherical mirrors
600

500

400
TEM3n,TEM„
300 '1.
TEMJO, TEMQI

200 |
TEM, 0

M
100
!ra
£ 80 TEM«v (Dóminant mode)

60
TEM,
50
,
40 *** -A.

30

TEMqo (Oomirtant mode) "


20

O 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4


10
N-ayU

Fig. 2.16

donde L es el radio de curvatura de los espejos (Fig. 2.15), es


una medida de la dispersión de la radiación en los reflectores.
En el espacto comprendido entre estos cerca del eje de simetría
(eje z) la distribución transversal de la amplitud sigue una cur
va Gaussiana con una dispersión que varía, con la posición axial.
La variación de amplitud es aproximadamente proporcional a e~ u ,
2 2 2
donde u=(x + y )/w , y
,105

= (i + {»). (13.2)

Aquí. £=2z/L es el desplazamiento desde el foco medido en unida-


des de la distancia focal. En el reflector tenemos £=1 y w=w s ;
en el foco se tiene £=0 y Ü)0=Ws//2\ Con ello el haz en el foco
se estrecha hasta un valor mitad de la sección que tiene en los
reflectores. La variación de anchura del haz w, también llamada
"tamaño del punto", con la posición, queda mostrada en la Fig.
2.17. El contorno de la construcción w (_z) es una hipérbola cu-
yas asíntotas tienen de pendiente ±2w 0 /L.
Las superficies de fase constante son aproximadamente esfé
ricas con un radio de curvatura de valor

C13.3}

En £=±1 esta superficie coincide con la superficie del reflec-


tor, como podia esperarse.
La forma matemática de la distribución de amplitudes si-
gue siendo válida pasado el espejo de salida, por lo que puede
usarse para calcular la dispersión del haz con la distanqia. A
fin de obtener la dispersión angular de la figura de difracción
puede tomarse la relación entre el diámetro del punto obtenido
de (13.2lf según £ tiende a infinito, con la distancia desde el
centro del resonador. El ángulo subtendido entre los puntos de
semi-potencia viene dado por
106

Fig. 2.17

El factor numérico procede de la anchura de semipotencia


de la curva gaussiana. Es interesante hacer constar el que a, -
radio de los reflectores, no interviene en estas fórmulas que
gobiernan la dispersión del haz; sin embargo (13.1), (13.2) y
(13 .4) se aplican solamente cuando a>3o)g. Ha de hacerse constar
que la aproximación gaussiana no es válida cerca de los bordes
del reflector y que el diámetro del reflector es un parámetro -
muy importante para las pérdidas por difracción.
Los resonadores confocales con radios iguales represen-
tan un caso muy especial de todos los posibles. Algunas otras -
configuraciones aparecen en la Fig. 2.18. Puede verse que no to
das son prácticas; en su mayor parte, cualquier rayo paraxial
que se origine en el resonador le abandonará al cabo de un cier
to número de reflexiones. Esto significa que la esctructura pier
de su radiación aún en ausencia de difracción. Estas estructuras
se denominan inestables o con pérdidas. Las estructuras estables
son aquellas en las que los rayos se enfocan periódicamente o re
piten sus caminos indefinidamente, como puede verse en los ejem
píos mostrados en la Fig. 2.19. Kogelnik y Li han mostrado que
la condición para la estabilidad del resonador es

1
^ O ' ^ X " £)<l' (13.5)
,107

donde R^ y R 2 son los radios de los resonadores esféricos y d es


la distancia entre sus centros ópticos. Puede suponerse que los

Fig. 2.18

espejos convexos se toman con radios negativos. Cuando se intro


ducen las variables g^=l-d/R^ y g 2 =l-d/R 2 las regiones de esta-
bilidad y de inestabilidad quedan separadas por la hipérbola -
g^g 2 =l y por las líneas g^=0 y g 2 =0. Las regiones que resultan
se muestran en el diagrama de la Fig. 2.18. Puede verse en él
que el sistema confocal con espejos iguales ocupa una posición
muy singular en el contorno de la región estable. Por ello, aun
que los espejos colocados en una situación absolutamente confocal
,108

son los óptimos con respecto a las pérdidas por difracción, cuan
do se presentan variaciones en la curvatura de los espejos, ó -
cuando la distancia entre ellos es levemente alterada, la estruc
tura resultante adquiere unas propiedades bastante complicadas.
Una pequeña desviación de la igualdad entre las curvatu-
ras puede originar un aumento desproporcionado en las pérdidas
de un resonador confocal simétrico. Por ello, a fin de permitir
unas ciertas tolerancias en la fabricación, es aconsejable des-
viarse ligeramente de esta estructura o imitarla por medio de
una combinación, de espejo plano y esférico!. Tales estructuras son
las mostradas en la Fig. 2.20. Estas se encuentran siempre en la
línea 9 ±-$2 diagrama de. estabilidad.
Cuando una estructura de resonador es tal que su punto re
presentatíyo se encuentra en el interior de la región de estabi-
lidad, el campo de sus modos fundamentales viene limitado por el
enfoque más que por el tamaño de los espejos. Esto es cierto,
evidentemente, solamente si los espejos son lo suficientemente
grandes como para que no 1imiten más que el enfoque. El espejo,
y cualquier otra apertura, tiene que sobrepasar al tamaño del
109

R ,1
~ J *
fj

1 .
w
(a)
|
< fí >

(b)

Fig. 2.20

punto en, al menos, un factor de tres. Cuando es este el casó,


las pérdidas por difracción del sistema serán muy reducidas. En
contraste con esto, cuando la estructura del resonador corres-
ponde a un punto en el contorno de la región de estabilidad so-
bre la curva g 1 g 2 = l , la extensión espacial del modo viene limi-
tada por los espejos. Este es el caso para los resonadores pla-
no-paralelos y esféricos. La distribución de densidad de radia
ción en varios tipos prácticos de resonadores aparece en la Fig.
2.21 e ilustra la situación tanto para las configuraciones limi
tadas por el enfoque como por la apertura.
Como ya hemos visto, las pérdidas por difracción de los
sistemas confocales son pequeñas. De acuerdo con Boyd y Gordon,
la pérdida por difracción en un recorrido del modo fundamental
-4 94 N 2
del interferómetro confocal es 10,9 x 10 ' , donde N=a /AL,
-5 N
igual que en el plano. Por brevedad suele usarse 11 x 10
La comparación siguiente puede hacerse entre las pérdi-
das por difracción de los interferómetros planos y esféricos de
tamaño similar:
N- 1
XL

pérdidas: plano 0,18 0,08 0,03


-5 •10 •20
pérdidas; esférico 11 x 1 0 11 xl 0 11 x 10"

Todas estas pérdidas se refieren al modo fundamental.


Los valores para el plano están tomados de las curvas de Fox y
Li reproducidas en la Fig. 2.14. Como puede verse de la gran d

Plane-parallel
i?i (mirror rad¡us) = °° Ü2--

(a)

* .% t <> * w. ti .n <•/,! ' < , _ j

Si >>d Large-redius mirrors Ri»d


(b)
JI " "

Ri=d Confocal
Kz = rf
(c)
••< 7<*8-

R¡ = d/2 Spherical R?, = d/2

(d)
IBi •WBfSP

Concave-convex
Ri>d • (Ri - d)

(e) iRi»

Hemispherical
Ki d

(!)

F X ^ a 2 © 21
111

ferencia entre los ordenes de magnitud los sistemas confocales


esféricos poseen innegables ventajas sobre los planos, aparte
de la mayor facilidad en su ajuste, detalle este muy importante
para el experimentalista.
No entraremos ya en el análisis de la propagación de un
campo no uniforme ya que nos saldríamos, con mucho, de nuestros
limites.

2.14. CONSIDERACIONES DE DISEÑO PARA LASERES DE GAS

La estructura de modos, vista en secciones anteriores da


la pauta para la elección de los parámetros de los láseres de -
gas. Las consideracione de diseño deberán incluir factores tales
como la facilidad de fabricación, así como el mantenimiento y la
forma de trabajo elegida así como la eficiencia del láser.
Los resonadores plano-paralelos son muy raramente emplea
dos debido a que requieren una extremada precisión en su alinea
ción y a que tienen un alto factor de pérdidas según hemos vis-
to.
Los totalmente esféricos poseen análogos inconvenientes.
Los resonadores semiesféricos son algo más fáciles de ajustar y
de mantener, ya que una vez que el espejo plano está alineado
con el eje del tubo de descarga, puede tolerarse un cierto des-
plazamiento angular del espejo esférico. Estos resonadores, igual
que los planos, se encuentran en los limites de la región de es_
tabilidad por lo que pequeños errores pueden hacerlos inestables.
Los resonadores confocales y hemiconfocales tienen bajas
pérdidas y son fáciles de ajustar. Tomando la distancia entre es
pejos d un poco menor que la requerida en la geometría confocal,
la estabilidad queda asegurada. Elegida esta d, la dispersión -
angular viene dada por las expresiones vistas anteriormente. Co
mo todas las aperturas en el láser y los radios de los espejos
debe escogerse de forma que sean superiores a la dispersión mi-
nima en un factor de 3, para un láser de 1 ra de longitud, traba
jando a 1 \i, w es de solo 1/2 mm, lo que no es muy restrictivo.
O
A fin de utilizar de forma efectiva la excitación en una se
cción amplia y obtener así una mayor potencia de salida, se em-
plean frecuentemente resonadores de gran radio de curvatura. Son
intermedios entre los planos y los confocales. El ajuste de es -
tos láseres es bastante dificil y la potencia máxima de salida
no puede conseguirse manipulando únicamente un espejo y dejando
fijo el otro.
La selección de la configuración del modo transversal
en la que va a trabajar el láser es usualmente el resultado de
la variación de pérdidas de unos modos a otros. Cuando el reso
nador está constriccionado por las aperturas, o cuando un modo
enfocado es posible, solo aparecen el modo T E M q o . No continua-
remos con este tema ya que se refiere más al diseño real del lá_
ser que a la visión general que pretendemos dar aquí.
III.- DIFERENTES ESTRUCTURAS Y TIPOS DE OSCILADORES LASER
3.1. DIFERENTES TIPOS DE LASERES

En el capitulo anterior hemos visto los principios -


generales que gobernaban la forma de trabajo y las propiedades
generales de todos los láseres. Sin embargo, las diferentes pro
piedades del medio láser conducen a un alto número de caracte-
rísticas distintas de unos a otros, tales como longitud de onda,
potencia de salida y coherencia, que determinan la utilidad de
un láser en particular para una aplicación especifica.

Los tres tipos más importantes de láseres son los de


estado sólido, los gaseosos y los de semiconductor. Cada uno de
ellos poseen una serie de propiedades características que requie
ren diferentes métodos para obtener la inversión de población.
Los miembros más importantes de cada una de estas amplias cla-
ses son los mostrados en la Fig. 3.1., conjuntamente con las -
longitudes de onda, frecuencias y energías de los cuantos indi-
viduales . Los láseres de estado sólido emplean normalmente io-
nes que dopan un cristal base, y en los que se logra la emisión
estimulada mediante lamparas flash o continuas que consiguen la
excitación óptica necesaria para lograr la inversión de pobla-
ción. Por otra parte, los láseres de gas, en virtud del uso de
un gas como medio láser el medio contendrá un menor número de -
átomos por unidad de volumen que en los anteriores tipos de láser
con lo que la absorción y la emisión al ser a baja presión se-
rán por lineas mucho más estrechas. Esto obliga, generalmente,
a una técnica diferente de bombeo (por descargas de rf o conti
nuasl dando lugar a mejores propiedades de coherencia pero tam-
bién a una menor potencia de salida. El mecanismo responsable
para la acción láser en semiconductores es diferente por comple
to a la que se tenía en los otros tipos, dando esto lugar a pro
piedades muy específicas y a técnicas de bombeo por completo -
diferentes.
Longitud de Frecuencia Energía del
Láser
onda (nm) (Hz) fotón (eV)
1,000,000 r
HCN 773 X tO5 3;»78XIO" 0.00160

2.527 X I 0 1 2 0.0104
100,000

10,000 C02 10.6 X I 0 J

CO 5.5 X lo 3 5.450 X I 0 U 0.225

N<l 3 t (YAC) 1,064 X 103 2.817 X I0 1 ' 1.17

3t
1,000 Nd(Glass) 1.06 X U):1 • =--2.828 X 10" 1.17
CaAs 845 — - 3.548 X I0¡4 1.47
Ruby 694.3 — ' 4.318 X 10H 1.79
HcNe 632.8 4.738 X I0 1 4 1.96
Ar 514.5^ Y5.827 X I014 2.41
Ar. 488.0 \ 6.143 X 1014 2.54
HcCd 325.0''"' ^•9.224 X 1014 3.81

H, 160.0 1.874 X 10'- 7.74

Fig. 3.1

Por otra parte, según hemos visto en el capitulo ante


rior, los diferentes tipos de láser pueden clasificarse también
según las formas de operación. Entre estas podemos señalar las
siguientes? (al d e onda continua (cw), (b). pulsados, (c) de Q
conmutado, Cdl de modos bloqueados y (e) de cavidad amortiguada
La fig. 3.2 representa las formas de la potencia de salida bajo
algunos de estos tipos.

En la operación de onda continua, como su nombre ind_i


ca, se emite en la cavidad láser un haz continuo de potencia -
constante. (Fig. 3.2.a),

La operación pulsada se caracteriza por un bombeo pul


sado y por la emisión de paquetes de pulsos, de relativamente
alta energía, a velocidades de repetición que van de 1 pps has_
ta cientos de pulsos por segundo. La anchura de estos pulsos -
(nominalmente de ns a varios ms), su velocidad de repetición y
la energía total por pulso varía dependiendo del tipo particu-
117
Potencia P

CW
(a) • Time i

pulsado

(b)

de Q
conmutado

(C) 1 1 JA zA_

Fig. 3.2

lar empleado. La Fig. 3.2.b muestra una salida idealizada, don


de la potencia P^ se considera constante durante casi toda la
duración del pulso.

Como ya hemos visto, pueden generarse pulsos de alta


potenica de pico y corta duración mediante variación del Q de
la cavidad, por amortiguamiento de la misma o por bloqueo de -
modos. La potencia alcanzada con este corto pulso excede con -
mucho la que puede obtenerse con un trabajo en onda continua o
pulsado (.Fig. 3 .2. c) , aunque la energía es menor que la que
puede conseguirse en operación normal de pulsos. Las anchuras
típicas del pulso pueden variar desde algunos picosegundos a -
varios cientos de nanosegundos. Las velocidades de repetición
varían de un láser a otro, pero pueden llegar hasta 50000 pps
en la forma de Q conmutado y aun mayores en otras formas de tra
bajo. La energía total por pulso viene dada como siempre por
P dt

pulso

donde la integración se realiza para la longitud del pulso. Si


la suposición de que durante la duración del pulso la potencia
es aproximadamente constante, la energía total en éste será

(3.1)

pulso

Y una vez vista esta breve introducción pasemos a es_


tudiar brevemente los tipos más importantes de láseres.

3.2 LASER DE RUBI

El láser de rubí tiene la importancia no solo de ha-


ber sido el primero en crearse sino también de ser uno ele los
de estado sólido más empleados, tanto por su alta potencia de
salida como por su longitud de onda. Su elemento de trabajo es
el rubí rosado, excitado por la irradiación de una lámpara de
flash y al que se ha agregado un par de superficies reflectan-
tes . t)na representación esquemática de un láser de rubí es así
la de la Fig. 3.3., y su forma de trabajo puede explicarse con
con ayuda del diagrama de niveles de energía de la Fig. 3.4,
• 3+
en el que pueden verse los niveles del Cr en un cristal de
A 1 2 Q 3 . Vemos asi que el corazón de este tipo de láser eq un
cristal de rubí rosado cuya composición química es A ^ O ^ con
un 0,05% en peso de C r 2 0 3 . Sin el cromo, este cristal se cono
ce como- zafiro. Un rubí con 0,05% de cromo es rosado pálido.
,119
cavidad para concentrar la luz

espejo externo

Condensador de almacena
je de energj|a

-wv-

Fuente variable

Fig. 3.3

Energía

(694.3 nm)

Nivel básico

Fig. 3.4

Contiene 1,58 x 1 0 1 0 iones de Cr^ + por centimetro cúbico, lo


que hace que, al ser una concentración tan baja, los iones de
Cr están muy alejados unos de otros y su interacción puede de£
preciarse. Para mayores concentraciones el rubí es rojo apare-
ciendo acoplos entre los cromos con lo que, aunque se ha conse
guido efecto láser en él, su explicación es ya más compleja.

Los cilindros de rubí usados, normalmente de entre


1/2 y 1 cm de diámetro y de 2 a 10 cm de longitud, se cortan -
de barras de rubí sintético crecido específicamente para estos
fines. Normalmente, a partir de la segunda mitad de la década
de los sesenta, el método más usual de crecimiento es el clásico
de Czochralski. La calidad óptica, por otra parte, del rubí es
un factor crítico. No es solo la existencia de centros de dis-
persión la que se considera detrimental sino también todas las
variaciones del camino óptico de un extremo a otro, así como la
total planicidad y paralelismo de las caras extremas.

Pasando ya a la Fig. 3.4., vemos que se ha tomado la


nomenclatura espectroscópica convencional. Para temperatura am-
biente KT<<hv y equilibrio térmico, la mayor parte de los iones
se encuentran en el estado básico. A fin de excitar los iones
a niveles superiores, una batería de condensadores almacena al-
gunos miles de julios que se descargan en una lámpara de flash
en un tiempo de unos pocos milisegundos. Esta lámpara se elige
de forma que la mayor parte de su destello se encuentre entre el
azul y el verde que se corresponden por completo con la diferen
4 4
cia de energías entre los niveles A 2 y ^2 1' q u e c o m o P u e d e
verse estos últimos niveles son, en realidad, bandas amplias con
lo que absorberán fácilmente una gran cantidad de la energía su-
ministrada por la lámpara. Esencialmente, todos los iones exci-
tados a estos dos niveles-bandas de energía pasarán .inmediatamen
te, mediante un proceso no radiante, al nivel É que servirá co-
mo nivel superior láser. Este nivel es metaestable con una vida
relativamente larga (de unos 4ms) con lo que será posible obte-
ner la inversión de población entre los niveles É y el básico.
¡

Pero ya que la inversión de población se obtiene con respecto


a este nivel, básico, habrán de excitarse más del 50% de los áto
mos al nivel E antes de comenzar el laseado por lo que habrá de
suministrarse una alta energía de entrada antes de llegar al um
bral. Afortunadamente, este problema en el rubí, que es común
con todos los sistemas de tres niveles, queda mitigado debido a
la alta eficiencia cuántica, esto es, a la alta relación entre
121

el número de iones bombardeados al nivel superior y el número de


fotones de la lámpara, que aquí se aproxima a la unidad.

Como ya sabemos, para obtener la oscilación, habrán


de colocarse dos espejos aunque a veces se empleen los propios -
extremos del rubí, convenientemente planos y metalizados. La
4
acción láser, que ocurrirá entre los niveles É y A2 (línea í^)
corresponde a una longitud de onda de 6943 Á a temperatura ambien
_ 4
te aunque a veces también se emplea la transición entre 2A y A2
(línea R2). con una longitud de onda de 6930 Á, aunque haya que
tomarse especial cuidado con la supresión de la línea R^. La tem
peratura, a su vez, tiene la propiedad de desplazar ambas líneas
de una forma considerable, pudiendo ajustarse la variación de la
línea R^, entre 20 y 80°C, por la ecuación

A = 6943,25 + 0,068 (T-20)

De igual forma la anchura de la línea R 11 que es del orden de 7 Á

o, en términos de números de onda, A(i/Ai, de alrededor de 15cm


para temperaturas ambiente normales, varia marcadamente para al-
tas temperaturas, llegando a 50 cm ^ para unos 500°K y a más de
100 para 600-700°K. Por debajo de los 77 °K las anchuras permane
cen aproximadamente constantes e iguales a 0,1 cm ^.
La vida media x de la radiación de fluorescencia del
rubí es una variable importante debido a que es uno de los pará
metros que determinan, como ya hemos visto, la velocidad mínima
de excitación que deberá obtenerse para alcanzar el umbral de la
acción láser. Viene relacionada, como sabemos, con A ^ pero no
directamente como podría esperarse a primera vista. Si todos los
electrones excitados al nivel E retornasen al nivel básico por
emisión de radiación en la línea R^, entonces el recíproco de la
En
vida media del nivel E sería igual a ^ i " cambio, los electro
nes tienen una mayor libertad para la elección del camino de vuel^
ta. En primer lugar existen dos niveles próximos, E y 2A, entre
los que puede tener lugar un intercambio muy rápido. La caida al
nivel básico puede ser desde cualquiera de estos dos niveles sien
4 ~
do las velocidades de transición de estos al A ? , diferentes. Los
factores de peso son las poblaciones de estos niveles. La distri-
bución de poblaciones entre los niveles E y 2A depende de la tem
peratura cuando kT no es muy grande comparada con la diferencia
de energías (29 cm . Esto da lugar a una dependencia con la tem
peratura de x, que puede verse a bajas temperaturas. Otro efecto
que complica el fenómeno, y cuya importancia es alta para tempera
turas mayores a .1Q0°K, es el hecho de que la fluorescencia en el
rojo del rubí no queda restringida a las líneas R^ y R^ sino que
se extiende sobre un margen de unos 800 A merced a una serie de
transiciones con ayuda de fonon.es de la malla. En estas trans.ic.io
nes, parte de la energía de excitación se. convierte en vibraciones
de la malla y el resto es radiada a frecuencia diferente. La fluo
reseencía total en el rojo es así independiente de la temperatura
pero debido a la dependencia con T de las transiciones ayudadas
por f onones, la eficiencia cuántica de la línea. R decrece de 0,55
para 0°C a 0,10 para 30 0°C. Vemos así que las transiciones que
no dan lugar a líneas R aumentan en importancia con la temperatu
ra.
Para temperatura ambiente, la vida media de la línea
Rj es de 3 ras, pudiendo llegar a 4,3 ms alrededor de los 100 °K.
Por debajo, debido a otros fenómenos más complejos que no vere-
mos aquí, la vida media vuelve a disminuir a 3,7 ms para tempera
turas muy bajas.

3.2.1.- Excitación del láser de rubí

Como ya hemos visto anteriormente, la densidad de iones


19 -3
de cromo en el rubí es de 1,6 x 10 cm
y la energía necesaria
4
para bombear un átomo de cromo del estado básico a la banda F
123

—12
es del orden, de 4,8 x 10 erg. Con estos datos vamos a tratar
de obtener un orden de magnitud de la excitación óptica necesa-
ria para alcanzar este bombeo. Debido a que solamente aparecerá
acción láser si al menos un 50% de los iones Cr están excitados,
la energía óptica que deberá absorber un rubí en un pulso de ex
citación deberá ser de al menos.

q = «i- x 1,6 x 1 0 1 9 cm" 3 x 4,8 x 10~ 1 2 erg =3,8 J/cm 3

Como de toda la energía de excitación solo una pequeña parte es


convertida en radiación útil, y además no toda la útil llega a-
decuadamente. al rubí o no es absorbida por este, en la práctica
se necesitan del orden de 100 J de potencia eléctrica por centi
metro cúbico para que pueda excitarse el rubí. El tiempo duran-
te el cual se aporta esta energía es también importante, ya que,
cgmo vimos, la excitación del rubí a temperatura ambiente decae
con una constante de tiempo de unos 3 ras. Así, la velocidad a la
que deberá absorberse la potencia para mantener al rubí en el um
bral de la amplificación será

3
3,8 J/cm
P J3 = 1,27 KW/cm
3,0 x 10 seg

Como estas energías y potencias son muy altas, el sistema dé -


bombeo óptico deberá diseñarse de forma que el calor desarrolla
do se elimine rápidamente para evitar un aumento no permisible
de temperatura en los componentes.

Idealmente se deberá tener una lámpara que emitiese


una salida solamente en la región espectral de interés (verde y
azul) y en combinación con un sistema óptico que concentrase to
da la radiación emitida uniformemente sobre el cristal. Con ello
se obtendrá un láser en el cual se obtendría el umbral simultá-
neamente en todo el material con lo que el pulso saldría unifor
memente en el extremo del cilindro de rubí. Por otra parte, pa-
ra tener un. láser de onda continua la lámpara tendría que tener
una salida constante y si se deseaba trabajo en pulsos, un pulso
rectangular. Esto, como es lógico, no se obtiene jamás por lo —
que hay que llegar a un compromiso.

Como lámpara suele usarse una de Xenón cuya salida


está, fundamentalmente en la región favorable del espectro. Es-
tas lámparas poseen forma helicoidal que rodea al cilindro láser
o bien son alargadas colocándose entonces paralelas al rubí. La
configuración exacta dependerá del reflector externo que luego
analizaremos. Estos tufooo convierten entre un 5 y un 10% de la
entrada eléctrica en radiación en el margen del visible. Pero
esta radiación depende también de la corriente de entrada. Para
• 2
corrientes menores de lOQOA/cm una lámpara de Xe trabaja como
una lámpara espectral, mientras que para corrientes mayores -
2
(p. ej. 200Q0A/cm ) lo hará como un cuerpo negro. Por otra par-
te la calidad óptica depende también de la presión del gas, sien
do lo más común presiones entre 300 y 600 torr.

3.2.2.- Configuraciones para la excitación.

Veremos ahora la disposición física de las lamparas


de excitación y el rubí en el interior de una cavidad láser. El
diseño, como ya hemos dicho, habrá de estar guiado por el reque
rimiento de que el rubí sea irradiado uniformemente y además -
pueda haber una cierta refrigeración del sistema. La configura
ción original mostrada en la Fig. 3.5 es todavía muy usada.
Existen sin embargo otras empleadas con tubos cilindricos. Dos
ejemplos son los. mostrados en la Fig. 3. 6a-b. La de la Fig. 3. 6a
es una configuración elíptica con la lámpara y el rubí cada uno
en uno de los focos de una cavidad cilindrica de sección trans-
X^3

F jlcj" 0 3 « 5.

Cal

(b)
Fig. 3.6a-b
126

versal elíptica. Su interior se encuentra metalizado con un alto


grado de reflectividad. Con ella, todos los rayos que partan de
la lámpara, por l¡a propiedad conocida de las elipses, habrán de
pasar por el otro foco. Naturalmente esto solo se logra en un -
cierto tiempo tanto por ciento que puede llegar a ser bastante
alto. No entraremos en los detalles del problema porque nos sepa
rariamos bastante de la idea básica que pretendemos dar aquí.

Esta configuración puede ser sofisticada de forma que


de lugar a una cavidad de sección múltiplemente elíptica como la
de la Fig. 3.7. A pesar de que aparentemente su efectividad debe
ría ser alta se ha demostrado que su eficiencia es menor que la

sencilla, vista anteriormente. A pesar de ello poseen algunas


ventajas y entre ellas la más significativa es que la ilumina-
ción del rubi es mucho más uniforme en este último caso, lo -
cual como se ha visto es absolutamente necesario.
127

3.2.3.- Características de salida del láser de rubí

El destello de luz que aparece a la salida de un láser


de rubí durante aproximadamente un milisegundo es el resultado
de varios procesos que actúan simultáneamente. No es por ello de
extrañar que cuando se analiza dicha salida aparezca una estru£
tura muy compleja, altamente variable, y que depende de muchos
parámetros, algunos de los cuales no son fácilmente controlables.
La observación más espectacular es la obtenida al regis -
trar la intensidad de la salida del láser de rubi según aparece
en un osciloscopio. Las figuras resultantes, un ejemplo de las

Figs. 3.8 y 3.9

cuales puede verse en la Figs. 3.8 y 3.9, nunca vuelven a repe-


tirse. Su complej idad y falta de ana fuen
te de frustraciones para los primeros investigadores del tema
que hubieran preferido un pulso único, de forma sencilla. Esto
128

se consiguió posteriormente con las técnicas de cambio de Q que


veremos más adelante. Aquí nos limitaremos con las propiedades
de la salida del láser de rubí elemental.
i
La distribución, en espacio y tiempo, de la radiación
que aparece en el láser viene determinada por la distribución -
del campo electromagnético en el interior de la cavidad, esto
es, por la excitación de los diferentes modos de oscilación y -
con el acoplo de las oscilaciones del láser con el exterior. Si
solamente se produjese uno de los modos analizados en el capitu
lo anterior, las figuras anteriores no se producirían. Usualmen
te, se excitan varios modos que se encuentran compitiendo unos -
con otros cambiando la excitación entre ellos.
Otro efecto perturbador es el de la no aparición de una
radiación coherente, o incluso próxima a coherente, en toda la
superficie extrema, Aparecen así pequeños puntos brillantes en
ella que varían en tamaño según se excite el rubí. La radiación
coherente surge únicamente de estos puntos brillantes.
Todas estas características pueden relacionarse con la
geometría de la configuración, de las variaciones de la radiación
excitadora y de la Temperatura. Y todos ellas no son parámetros
estáticos ya que algunos pueden variar considerablemente duran-
te el tiempo que dura la emisión láser.
Con respecto a la polarización de salida, diremos que de
pende de la orientación del eje óptico del rubí con respecto al
eje del cilindro. De acuerdo con las medidas de Nelson y Collins,
la salida está completamente sin polarizar cuando estos dos ejes
son paralelos. En cambio si los ejes ópticos de las varíllas de
rubí se encuentran formando un ángulo de 60 0 a 90° con el eje del
cilindro la salida se encontrará polarizada linealmente en un 100%
con el vector eléctrico perpendicular al plano que contiene al -
eje óptico.
i2'd'

3.3. LASERES SOLIDOS DE CUATRO NIVELES

Aunque el láser de rubí es uno de los láseres sólidos más


empleados, su forma de trabajo es bastante peculiar debido a que
las transiciones estimuladas acaban en el nivel básico. Como ya
hemos visto esto lleva consigo un gasto bastante considerable de
energía por lo que aquellos láseres con posibilidad de trabajo -
en cuatro niveles serán mucho más aconsejables. Entre estos, los
3+ 3+
más usados son aquellos que emplean iones tales como Nd , Ho
y otros, introducidos en materiales tales como el granate de alu
minio e itrio (YAG), el W0 4 Ca y el vidrio. Todos ellos poseen un
umbral mucho más pequeño pero tiene la pequeña desventaja de que
todos ellos trabajan en la parte de infrarrojo del espectro lo -
que se traduce en una disminución de energía por fotón. A pesar
de ello han encontrado numerosas aplicaciones tanto en la indus-
tria como en el laboratorio.
El diagrama de energías para las transiciones de los io-
nes trivalentes de neodimio aparecen en la Fig. 3.10. Para desig-
nar > las; niveles individuales se emplean las notaciones típicas -
de,Mecánica Cuántica.
Para conseguir la inversión de poblaciones en un sistema
des Nd: YAG, los iones se bombean ópticamente mediante una fuente
no coherente de amplío espectro, bien de flash o continua, des-
4
de el nivel básico (el ^9/2^ a u n o cualquiera de los niveles de
energía que se encuentran por encima del 'Los iones
excita
dos a estas bandas decaen de forma no radiante, y con eficiencia
4
Este nive
cuantica aproximadamente la unidad, al nivel ^2/2* l
tiene una vida media de alrededor de 0,25 ms y es, por ello, me-
4
taestable y puede servir como nivel láser superior. La 4transición
láser se obtiene normalmente entre los niveles F2/2 ^ I ll/2 ^
con una longitud de 4onda de aproximadamente 1064 nm. Hay que se-
nalar que el nivel ^ 1 / 2 s e e n c u e n -tra a alrededor de 2000 cm
Energía

20

18 -

16 -

4/,-
'Y/2
14 - —

12 -

,3/3
10 1.064 X I03 nm
0.946 X10-' nm
8 - -R 1.32 X I03 nm

6 _— 15/2

4 4000 „ 4/'13/2

2 2000 ««— 'JJ/2


848 '9/2
0

Fig. 3.10

por encima del básico, por lo que su población será desprecia-


ble a temperaturas normales de trabajo. Esto da lugar a un sis-
tema de cuatro niveles lo que permite obtener la inversión de
poblaciones y la oscilación con un umbral de unos pocos de cien
tos de vatios de potencia continua de bombeo, siendo la de sa-
lida de varios vatios. Puede aumentarse la eficiencia dopando
el cristal básico con diferentes tipos de iones, con lo que se
ensanchan las bandas de absorción y se permite una transferen-
cia de energía entre iones para llevar al sistema al ni\|el lá-
ser superior.

Además de la forma de trabajo en onda continua, donde -


pueden obtenerse potencias de unos pocos cientos de vatios, es
también posible realizar la técnica del cambio de Q en el láser
de YAG bajo condiciones de bombeo continuo. Esta posibilidad -
4
proviene de la relativamente larga vida del estado ^^/p1 y P w £
de llegar a producir potencias de pico de varios kilovatios con
longitudes del pulso de unos 200 ns. La máxima velocidad de re-
petición en o alrededor del pico de potencia viene limitada al
131

inverso de la vida media del nivel láser superior y se aproxima


a los 4000Hz. Naturalmente, podrán obtenerse pulsos por cambio
de Q a mucha mayor velocidad, pero esto es a expensas del pico
de potencia. Es posible, por otra parte, hacer trabajar al lá-
ser de YAG en forma pulsada con un bombeo mediante lámpara de
Flash, obteniendose la mayor ganancia y en consecuencia el ma-
yor pico de potencia, llegándo a unos pocos julios por pulso y
velocidades de repetición mayores de 40 pps.

Hay que hacer notar, finalmente, que mediante una adecúa


da selección de los espejos terminales y de la temperatura de
trabajo, es posible eliminar las transiciones láser preferencia
4 4 ™
les entre los niveles ^3/2 Y ^11/2 ^teniendose oscilaciones
láser a frecuencias mayores.

Debido a que es dificil hacer crecer monocristales de -


YAG de alta calidad, de diámetros mayores de unos pocos milíme-
tros , la energía total que puede obtenerse en un simple pulso
de un láser de este tipo vendrá limitada en última instancia por
el tamaño de la varilla. Sin embargo, son fácilmente obtenibles
3+
varillas de vidrio dopado con Nd de muy alta calidad habiendo
se demostrado la capacidad de producir acción láser pulsada de
3
muy alta energía, para una frecuencia de 1,06 x 10 nm y algu-
nas otras longitudes de onda.
Los niveles de energía más importantes en vidrio dopado
con Nd son similares a los del YAG:Nd y además, con un esquema
de bombeo muy similar también, se tiene también un esquema de
láser de cuatro niveles. Sin embargo, el vidrio base introduce
un ensanchamiento bastante apreciable de las lineas, en compa-
ración con los de los mismos iones en cristales. Esto da lugar
a una caracterización señalada de los posibles campos de traba
jo. La mayor anchura de la línea aumenta el valor del umbral,
lo que lleva la cantidad de energía que puede almacenarse en -
el material durante la operación de bombeo, haciendo de este lá_
ser un candidato prioritario para las aplicaciones de cambio de
Q y de bloqueo de modos.
• ' ! ' ' -2
Es así posible obtener pulsos en el margen de 10 a
-7 '• ' '
10 bien mediante bombeo por flash o por amplificación de la
emisión espontanea. Las técnicas normales de cambio de Q pue-
den usarse para producir pulsos desde 10 hasta 120 ns. Igual-m
mente, el cambio de Q y el bloqueo de modos usando absorbedo-
res saturables pueden generar pulsos en el margen de los pico-
segundos y en esta zona, la muy ancha línea de emisión del lá-
ser de vidrio CIO a 20 nm) es de gran ayuda.
Es de señalar el hecho de que la potencia de salida de
estos láseres puede mostrar una serie de pulsaciones irregula-
res aparte de las oscilaciones, normales. Estas pulsaciones pro
ducen un conjunto de líneas muy nítidas dispersadas en un inte£
valo de longitudes de onda que depende de la potencia de bom-
beo y puede llegar a abarcar hasta 100 A para potencias de 400
julios. Para mayores intensidades de bombeo pueden incluso pre
sentarse bandas laterales.

La forma de trabajo continua aquí es mucho más dificil


d e conseguir que los de cristal debido a la menor conductivi-
dad térmica del vidrio. Se ha conseguido, no obstante, traba-
jar de forma continua en varillas de diámetro muy pequeño, in-
cluso a temperatura ambiente.
Sus mayores ventajas son la flexibilidad en tamaño y -
forma y su excelente calidad óptica. Existe una cierta jposibili
dad de variaraalgunas propiedades físicas tales como el índice
de refracción, que puede variar de 1,5 a 2,0 por selección de
las impurezas en el vidrio. Es posible igualmente ajustar el coe
ficiente de temperatura del índice de refracción de forma que
se obtengan cavidades ópticas más estables térmicamente.
133

Con todo lo anterior hemos visto muy someramente las di-


ferentes propiedades de los láseres de Nd bien dopando al YAG
o al vidrio se complementan entre si. El YAG es así atractivo
para una forma de trabajo continua o de alta velocidad de repe
tición, mientras que el de vidrio es preferible para velocida-
des modestas de repetición (en el margen de 1 pps), alta ener-
gía de pulsos, altas potencias por cambio de Q y bloqueo de mo
dos.

3.4. LASER DE HELIO-NEON

El láser de He-Ne fue el primer láser que empleó un me-


dio gaseoso para la acción láser y en el primero de cualquier
otro tipo que se obtuvo acción continua. Su alta coherencia, -
tanto temporal como espacial, y su relativa sencillez ha hecho
de él un dispositivo altamente empleado para numerosas aplica-
ciones . Una representación esquemática de un láser de este ti
po puede verse en la Fig. 3.11

Fig. 3.11
Debido a que las líneas de resonancia atómica en los ga-
ses vienen determinadas principalmente por el efecto de ensancha
miento Doppler que ya hemos visto en el capitulo anterior y este
i
es relativamente pequeño, el mecanismo más común de bombeo en un
láser de gas es el que lleva consigo la excitación de choques con
electrones y otros átomos en una descarga en el gas. En un láser
de He-Ne, esta descarga puede realizarse en el tubo bien hacien-
do pasar una corriente continua por la mezcla de gas que se en-
cuentra típicamente con 1 torrde He y 1 torr de Ne, o bien un cam
po de RF. Cuando ocurre la descarga, algunos átomos se ionizan,
creando iones positivos y electrones libres. Estos últimos no son
acelerados, aumentando su energía lo que constituye la primera
etapa del proceso de excitación y, conjuntamente con la ayuda del
diagrama de niveles de energía de la Fig. 3.12, puede usarse pa-
ra explicar la obtención de la inversión de poblaciones entre los
numerosos niveles de Ne en el láser de He-Ne.
He*
energía(eV) 24.6

21.6

2>.í
20.65
:o 2sS
19.81
lineas.
19 & > l^sé'ír
'io
18
1.15 X I03 lun
¡7

16

íi¡

He Ne

Fig. 3.12
Cuando los electrones, suficientemente energizados en la
descarga gaseosa, chocan contra los átomos de He, excitan de una
i
forma
3
muy eficiente a estos, principalmente a los niveles 2 S y
2 S. Cuando estos átomos excitados de He chocan con los sin exci
tar de Ne, pueden intercambiar sus energías haciendo que los áto
mos de Ne pasen de nivel básico a los 3s y 2s, respectivamente,
mientras que los de He vuelven al estado básico. Si este proceso
de colisiones inelásticas habría de realizarse con una eficien-
cia relativamente alta, los niveles del He y el Ne tendrían que
ser casi coincídentes. Y afortunadamente esto se cumple entre el
1 3
He y el Ne, gracias a los niveles metaestables 2 S y 2 S del He
y a la pequeña diferencia de energías entre los niveles excita-
dos del He y el Ne. Este mecanismo de bombeo actuará de forma
continua para poblar los niveles 3s y 2s del Ne lo que sugiere
la posibilidad de obtener inversión de poblaciones entre estos
niveles y los inferiores del Ne, lo que en realidad ocurre gra-
cias a que los tiempos de relajación son favorables. Las tres l_í
neas más importantes en un láser de He-Ne son las que aparecen
en la Fig. 3.12 y llevan consigo las siguientes transiciones:3s
a 2p (línea roja a 6328 A) , 2s a 2p (línea en el infrarrojo a -
1,15 y) y la 3s a 3p (infrarroja a 3,39, y). La primera es la más
extendida en su uso mientras que la última es la que posee mayor
ganancia. Es muy común obtener la oscilación simultanea de las
tres líneas anteriores por lo que. si se desea una única oscila
ción, tal como la de 6328 A, han de tomarse medidas especiales
para eliminar el laseado para otras lineas. Una de. éstas técni-
cas es la ilustrada en la Fig 3.13. El prisma de Littrow está -
diseñado de forma que la radiación con la longitud de onda desea
da entra y sale con el ángulo de Brewster. Las frecuencias son
reflejadas con un ángulo que las deflecta del eje del tubo de p
plasma.
Los láseres comerciales típicos emplean tubos de entre -
10 cm y 1,8 cm pudiendo producir una potencia continua desde fra
cciones de milivatio s a 80 mw. El tubo de plasma posee usualmente
ventanas en los extremos formando ángulos de Brewster , con lo que
únicamente la radiación que posea la polarización adecuadad será
transmitida a través de la interfase sin sufrir reflexiones,
f lo
i
que da lugar a una luz línealmente polarizada, usualmente en el
modo T E M 0 0 .

Fig. 3.13

3.5. LASERES DE ARGON Y OTROS IONES

Cuando se emplean altas densidades de corriente para esta


blecer la descarga en un gas, es posible, al mismo tiempo que se
logra ionizar el gas, obtener inversiones de población ehtre los
niveles de energía de los iones. Los láseres que emplean iones
como medio activo han dado lugar a trabajo tanto en onda conti-
nua como pulsada, de alta potencia,y en el margen del visible.De
todos ellos el más importante es el de argón en el que este gas,
simplemente ionizado, actúa como medio láser, pudiendo emitir
varios vatios bien en el azul (4880 A) o el verde (5154 A) .

La forma de trabajo del láser de argón simple puede com-


137

prenderse con ayuda de la Fig. 3.14. Igual que antes, mediante


una descarga continua o de RF se generan electrones libres en el
plasma con una energía medía de 4-5 eV. Sin embargo, ya que los
niveles superiores están por encima del nivel básico a unos 20
eV (leV=8066 cm ), se requieren múltiples colisiones para lle-
var los iones a niveles que puedan ser útiles. Una ve-z que se
encuentran en ellos pueden conseguirse a una alta inversión de
poblaciones bien de forma continua o temporal, de acuerdo con -
las velocidades de relajación. Debido a que los niveles finales
láser se encuentran por encima del básico a unos 17 eV, tendrán
poblaciones despreciables incluso a la alta temperatura del pla£
2
ma. Los dos subniveles del estado 4S P que pueden servir como -
niveles láser inferiores, poseen unas vidas muy pequeñas, con -
lo que decaen muy rápidamente al nivel básico, ayudando esto al
mantenimiento de la inversión de poblaciones.
La alta densidad de corriente necesaria para el bombeo de
los iones requiere una alta potencia de entrada, unos tubos bas-
tante caros (por lo general de cuarzo, BeO o cerámicos) y una re
frigeración por agua para disipar la gran cantidad de calor gene
rado en el proceso.
Si no se introducen elementos dispersivos en la cavidad,
el láser oseilará en varias
simultáneamente. Si en cambio
se introduce un elemento dispersivo, tal como un prisma, se de-
flectarán todas las líneas, a excepción de la deseada, del eje
del tubo con lo que se logrará una ÚrilCS. X ÍII68. /
pero no aparece
rá aumento en la potencia de esta única línea sobre la que se
obtendría en la forma de trabajo en varias líneas conjuntamente.
Ventanas de Brewster se emplean para polarizar linealmente la
TEM
luz siendo la sálida típicamente en un modo 00 • Comercialmen
te, las unidades normales dan alrededor de 6 w de potencia con
todas las líneas y aproximadamente 2,5 w en cada una de las dos
líneas más intensas.
El laseado de muchos otros iones tales como kripton, neón
Fig. 3.14

xenón y algunos más ha sido también demostrado,.pero la mayor


parte trabajan solamente desde una base de pulsos. De todos e-
llos, el más normal comercialmente, es el kripton. Este láser
emite onda continua en un ancho espectro de longitudes de onda:
6471 ACrojo) , 5682 A (amarillo! , 5208 ACverde) y 4762 A (azul) ,
bien obtenidos simultáneamente o bién individualmente con el -
uso de un prisma. Las potencias típicas de las líneas individua
les varían entre unas decenas de milivatios a 200 nw (la línea
6471 es la más intensa) siendo la potencia total para todas las
líneas conjuntamente de unos 4 00 mw.
Finalmente hay que señalar que una mezcla de dos gases,
tales como el argón y el kripton, puede usarse para generar luz
a las longitudes de onda de ambos constituyentes.

3.6. LASER DE DIOXIDO DE CARBONO

Sin ninguna duda el láser más importante tanto desde un


punto de vista industrial como científico es el de CO2. En él,
las transiciones entre los niveles rotacionales-vibracionales
139

pueden proporcionar una gran potencia tanto continua como de -


pulsos, con una eficiencia relativamente alta Chasta un 3 0%) pa
4
ra longitudes aproximadas de 10 nm. Estas, importantes caracte
risticas parten directamente del hecho de que el C0 2 es un miem
bro de una clase de Láser denominadas láseres moleculares, que
poseen unas propiedades bastantes diferentes de las que los áto
mos o los iones actúan como medio láser.

En comparación con los átomos o los iones, la estructu-


ra de los niveles de energía de las moléculas es bastante más
complicada y parte de tres fuentes: movimientos electrónicos,
vibracionales y rotacionales. De igual forma que en los átomos
aislados, los electrones en las moléculas pueden excitarse a n;L
veles superiores de energía, correspondiendo las transiciones en
entre estos niveles discretos a frecuencias en el visible y en
el ultravioleta. Independientemente del estado de energía elec
trónica, los núcleos atómicos, que se encuentran unidos merced
a fuerzas de enlace moleculares vibrarán alrededor de sus po-
siciones de equilibrio dando lugar a niveles de energía vibracio
nal cuantif icados. La separación dd energía entre los niveles v_i
bracionales del mismo estado de energía electrónica generalmen-
te corresponde a frecuencias en el margen del próximo y mediano
infrarrojo, y vemos así que cada uno de los niveles electrónicos
ampliamente espaciados se separarán en númerosos subniveles vi-
bracionales . La Fig. 3 e 1 5 3_nci, 3- C 3. los tres posibles modos de vir*
bración de la molécula de CO^ en el estado electrónico inferior:
el simétrico, el angular y el asimétrico. Cada uno de ellos está
cuantificado: las separaciones entre niveles adyacentes de ener-
-1 -1 -1
gia son de aproximadamente 13 3 7 cm , 667 cm y 2349 cm , res
pectivamente. Hay que hacer notar que el movimiento angular es
degenerado, reflejando las dos posibles direcciones de movimien
to perpendicular al eje de la molécula. Finalmente, una molécula
en cualquier nivel vibracional-electrónico pueden experimentar
rotaciones en torno a diferentes ejes en el espacio. Este movi-
miento rotacional, debido a las leyes de la mecánica cuántica,
da lugar a niveles de energía discretos muy próximos entre si,

= 1337 cm"' „, Simétrico

<2)

v2 = 667 cnr1 «2 dé flexión (degenerado)

I
.1.

p3, = 2349 cm"1 n, - a. •


•J asimétrico
-(£>—-<S>

Fig. 3.15

subdividiéndose posteriormente cada nivel vibracional en una -


serie de niveles cuyas separaciones de energía corresponden a
frecuencias en el infrarrojo lejano. Las transiciones de laseado
ocurren entre un subnivel rotacional de un nivel vibracional y
otro subnivel rotacional de un nivel vibracional inferior, en
los que los números de la cantidad de movimiento angular de los
niveles rotacionales difieren en la unidad.
Los niveles vibracionales de energía del láser de CO^ en
el nivel básico electrónico aparecen en la Fig. 3.16. Cuando se
establece una descarga en el gas, las moléculas de CO 2 sé exci-
tan a niveles electrónicos superiores, desde donde' caen al nivel
00°1*. Velocidades de relajación favorables permiten el estable
cimiento de la inversión de población entre el nivel 00 °1 y e,l
10°0, dando lugar al laseado entre numerosos niveles rotaciona-
3
les alrededor de los 10,6 x 10 nm, o entre los 00°1 y el 02°0
3
dando lugar a una oscilación alrededor de 9,6 x 10 nm. Se ha -

Se usa la notación n*^, nj, n 3 para designar el grado de exci


tación de los modos vibracionales simétrico, angular y asimé-
trico respectivamente.
141

Cascade f r o m higher levels

Fig. 3.16

encontrado que la presencia de algunos otros gases como el N 2 o


el H 2 aumentan considerablemente la potencia global y la eficien
cia del láser. El papel de las moléculas de N^ es enviar la ener
gla recogida a través de las colisiones con los electrones a los
niveles láser superiores mediante un proceso de choque con las
moléculas de C 0 2 . Este proceso de colisión es de alta eficiencia
en su transferencia de energía, debido sobre todo a la larga vi
da media del estado excitado del N 2 , y la completa coincidencia
de los niveles de energía de ambos. El papel del He se cree es
aumentar la población del estado 00°1 y también ayudar a vaciar
el nivel láser inferior.
Los láseres de CC>2 disponibles comercialmente pueden pro
porcionar varios cientos de vatios de potencia continua, o varios
kilovatios de potencia de pico en forma pulsada. Las técnicas -
convencionales de refrigeración conducen a una potencia continua
de salida limitada a unos 50 w/m. Sin embargo, ciertos diseños
radicalmente nuevos, tales como un láser por transporte de gas,
para operación en onda continua, en el que el gas fluye trans-
versalmente a los ejes de la cavidad siendo reciclado continua
mente, u otro láser a presión atmosférica excitado transversal^
mente (TEA), para trabajar en pulsos de alta energía, pueden -
llegar a dar energías y potencias muy superiores a las -actuales
en uso (más de lOOOw en onda continua y kilojulios de energía
en pulsos gigantes de varios cientos de nanosegundos de longi-
tud)

Finalmente, hay que hacer notar que la larga vida media,


relativamente, de los niveles láser superiores permite operación
por cambio de Q, en la que pueden conseguirse cientos de kilova
tíos en el pico de los pulsos. Un espejo rotatorio puede emplear
se en una forma de trabajo mediante cambio de Q mientras que un
absorbedor saturable tal como el F^S puede usarse para cambiar
el Q o bloqueo de modos. Mucho mayores picos de potencia en pul^
sos pueden conseguirse mediante los láseres TEA.

3.7. LASER DE VAPOR DE AGUA

El margen espectral entre las microondas y el infrarrojo


se ha encontrado durante bastante tiempo falto de fuentes cohe-
rentes de energía. Con el descubrimiento de numerosas líneas lá
ser en la región submilimétrica, gracias a moléculas como el -
H^O y el NCH, se ha completado este margen abriéndose así una -
nueva parte del espectro al trabajo de científicos e ingenieros.
El láser de vapor de agua es quizás el más común de los
láseres de longitud de onda submilimétrica habiéndose demostra-
do su acción en más de un centenar de líneas trabajando en pul-
sos y alrededor de una docena en continua. En forma de pulsos se
ha llegado a varios centenares de vatios mientras que en conti-
nua se han obtenido algunos milivatios, todos ellos en el margen
3 3
de longitudes de onda de 7 x 10 a220 x 10 nm. Las líneas más
3
prominentes en continuo son las de 27,97 x 10 nm y de 118,65 x
1 «3 nm.
10
143

El laseado en el vapor de agua resulta generalmente^ bien


de una transición vibracional-rotacional o de una transición pu
ramente rotacional, en un modo vibracional particular. El esta-
blecimiento de la, inversión de poblaciones en estos niveles pue
de explicarse con la ayuda de los niveles de energía más impor^
tantes que aparecen en la Fig. 3.17. Los niveles vibracionales
v^ (100) , \>2 (010) y v 3 CQ011 corresponden, de nuevo, a los movi-
mientos simétrico -, angular y asimétrico de la molécula, análo-
gamente al caso del C0 9 . Para las temperaturas típicas del gas

en la descarga, la mayor parte de las moléculas se encuentran -


en el estado básico vibracional del estado básico electrónico.
A partir de este estado son excitados por choque con los electro
nes a estados electrónicos superiores y a. niveles vibracionales
superiores. A continuación las moléculas decaen al nivel láser
superior que son los niveles rotacionales de los niveles vibra-
cionales (100) , 2 v 2 l Q 2 Q X y v^ (001) , del estado básico electró
nico. Aunque las probabilidades de transición entre los niveles
vibracionales-rotacionalés del E^O no tienen ganancia suficiente
para permitir la acción láser, el mezclado de los niveles vibra
clónales aumenta la ganancia y permite la acción láser en cuanto.
se consigue la inversión de poblaciones.

3.8. LASERES DE TINTURA ORGANICA (PYE LASERS)

La gran variedad de láseres existentes se amplia con el


tipo de los que utilizan tinturas orgánicas, disueltas en diver
sos disolventes Cp. ej.: agua, alcohol etilico, etc), como me-
dio activo. Estas tinturas poseen unas líneas láser relativamente
te amplias que, conjuntamente con su bajo costo, ofrecen una
fuente coherente y slntonizable relativamente barata.
Las transiciones láser en tinturas orgánicas ocurren en-
tre subniveles vibracionales asociados con diferentes estados
electrónicos de las moléculas. La inversión de poblaciones re-
querida se consigue por medio de un bombeo óptico bien con lam-
paras de flash de pequeño tiempo de subida o con láseres pulsa-
dos , de Q cambiante o continuos. Los espectros de absorción y -
de emisión de una molécula orgánica típica quedan ilustrados en
•la Fig. 3 .18 donde puede verse que el espectro de absorción es,

Longitud de onda (nm)

Fig. 3.18
145

aproximadamente la imagen especular del espectro de emisión con


respecto a la máxima longitud de onda. Para obtener la emisión
en el extremo de alta frecuencia del visible, es encesario bom-
bear la disolución con una radiación ultravioleta, que puede ob
o
tenerse de la línea 3371 A, de un láser de N , el segundo armó-
•¿ o
nico de un láser de rubí de Q cambiante a 3471 A, o una lampara
de flash adeeuademente elegida. Para una emisión a mayores longi
tudes de onda, puede emplearse bombeo con láseres o con lámparas
de flash cuya emisión visible cae dentro del margen de absorción
de la tintura particular usada. El laseado continuo fué difícil
de conseguir debido a la acumulación de moléculas en un estado
particular que absorbe fácilmente la radiación a la longitud de
,onda del láser. Esto tiende a aumentar las pérdidas ópticas en
la cavidad e inhibe el proceso de laseado. Para obtener una oscí
lación continua, han de tomarse esfuerzos especiales para limi-
tar la acumulación en ese estado, lo que explica el hecho de que
el laseado es más fácil de conseguir en forma pulsada, con lon-
gitudes del pulso típicas del orden de varios nanosegundos. Las
velocidades de repetición vienen limitadas usualmente por la -
fuente de bombeo a aproximadamente 25 pps, aunque pueden conse-
guirse mayores velocidades para ciertas longitudes de onda a eos
ta de una potencia de salida menor.
Las tinturas orgánicas poseen, usualmente, un espectro de
fluorescencia de emisión de varios cientos de angstroms que dan
lugar a la característica, más señalada de este tipo de láser:
su sintonizabilidad en ancho margen. Puede conseguirse una sinto
nía continua en toda la banda, de emisión fluorescente, que pue-
de alcanzar aproximadamente, a mil angstroms. Esto se logra sustí
tuyendo uno de los espejos de la cavidad por una red de difra
cción lo que da lugar a un estrechamiento de la anchura de la -
línea de salida de hasta 1 A, sin ninguna pérdida en la potencia.
La sintonizabilidad en 1a. mayor parte del espectro visible puede
obtenerse empleando diferentes tinturas cuyos espectros de emi-
sión abarcan diferentes, y preferentemente adyacentes, partes
del margen deseado con lo que se cubre todo el espectro. La ener
gía obtenible bajo condiciones de trabajo en pulsos, en láseres
obtenibles comercialmente, se encuentra por debajo de un miliju-
lio para los bombeados por otro láser y llega a una fracción de
julio para los bombeados por flash. Las potencias de pico de sa-
lida tienden a depender de la concentración de tintura y de la
velocidad de los pulsos y son normalmente del orden de varias
decenas de kilovatios para los bombeados por láser y mayores pa-
ra los bombeados por flash. La potencia en continua es del orden
de varias decenas de milivatios y varía con la longitud de onda.
A pesar de algunas desventajas, tales como la tendencia a
descomponerse con el uso, el láser de t intuirá. > debido a su carac
terística esencial de amplia y sencilla sintonizabilidad, puede
encontrar extensivo uso en el futuro en aplicaciones que requie-
ren energías no muy altas en pulsos y potencias medias en onda
continua, tales como para espectroscopia y aplicaciones biológ:L
cas.

3.9. BREVE RESUMEN DE LOS LASERES COMERCIALES MAS USUALES

La tabla 3.1 da un breve resumen de las características de


salida más importantes de varios tipos de sistemas láser comercial
mente disponibles.
GAS LASERS

Beam Beam Output Power (W)


Wavelengih (í) Divergence Diameter Repetitinn
2
Type (nm) (.mrad) (i/e pt., mm) Operating Mode Rote (pps) Pulse Width (s) TEMao Multimoáe

HeNe 632.8 0.8 1.4 CW 0.0006


1 1.1 CW 0.015

Ar 451.9 to 514.5 0.8 1.4 CW 2


488.0 or 514.5 0.8 1.4 CW 0.7

10.6 x 103
o o o o o
co2 2 CW 200 250
2 Pulsed 1000 0.001 600
2 g-switched 0.5 X 10" 6 100000
CW 1000
COj (TEA) Pulsed 0.4 x 10" 6
3

400 1G00G0
HeCd 325.0 0.5 • 1.3 CW 0.005

SOUD-STATE LASERS

Output Characteristics

Beam Beam Max Peak


Watxlength Divergence Diameter Pulse Power Pulse Width Rep Rote
Type (nm) (mrad) (Me2 pt.. mm) Operating Mode Energy ( I ) (W) (MS) (pps)

Cr 5 *: Al.Oj 694.3 10 6 Pulsed 80 105 300-6000 1


(Ruby) 10 6 S-switcfe 20 10® 0.015 2 (ppm)
Output Characteristics

Beam Beam Max Peak


Waoekngíh Divergen.ce - Diameter Pulse Power Pulse Width Rep Mate
Type (nm) (mrad) (l¡e pt.,mm)
2 Operaiing Mode Energy (J) (IV) (¡xs)- (pps)

Nd 3 *: gíass 1.06 x 105 10 6 Pulseó 125 10® 500-10000 1


10 6 Q-switched 30 109 0.015 - 2 (ppm)
Nd 3 4 -: YAG 1.064 x 103 3 4 Q-switched 0.005 5 x 103 0.1 50,000
8 4 Puised 4 20
3 4 CW TEMoo-20W, Muit-mode-150\V •

INIECTION LASERS

Cwrretí(Á) Operaiing
Wamlength Rep Mate Pulse Width • Peak Power Diode or Une Width ——¡ Temperature
Type (nm) (pps) (fís) (W) Array (A) Threshold Peak CQ

GaAs 900.0 5000 0.2 8 diode 40 25 75 25


3000 0.2 100 array 75 25 75 25

TUNABLE LASERS

Beam Beam
Tunabie Specsmi Drcergence Diameter Pulse Width Energy,per . . Rep. Rote Power
Type Rouge (nm) (mrad) (l¡e2 pt., mm) (ns) Pulse (mJ) ••' (ppm) _ (mtV)

•n
Dye 360.0-650.0 3 5 2-8 0.0!2 25 <2.5
560.0-640.0 2 3 CW <50
.14 9

3.10. GENERACION DE PULSOS GIGANTES Y AMPLIFICACION

3.10.1. El principio del cambio de Q

Las pulsaciones irregulares del láser son profundamente


perturbadoras para casi todas las aplicaciones y en especial pa
ra comunicaciones, donde el control de su aparición y la intensi^
dad son de particular importancia. Afortunadamente es posible -
eliminar estas irregularidades y, al mismo tiempo, aumentar con
siderablemente la intensidad del pico mediante 1.a regulación de
la regeneración en el láser. Este método de control fue propues^
to por vez primera por Hellwarth en 1961. Su realización es mei
diante la separación de uno de los espejos extremos de una cara
del rubi y la colocación de. un obturador rápido entre ambos. Con
el obturador cerrado, la excitación en el .rubí puede llegar a -
un valor muy por encima del del umbral con el obturador abierto.
Este obturador se mantiene cerrado hasta que se alcanza una muy
alta excitación; cuando se abre, la radiación aumenta considera
blemente y todo el exceso de la excitación se descarga en un
tiempo extremadamente corto. La intensidad del pulso resultante
excede así a la obtenida de un láser ordinario en varias órde-
nes de magnitud. Debido a esta muy alta potencia, el destello
así producido se denomina pulso gigante.
Como ya hemos visto en secciones anteriores, el láser al-
canza el umbral, de las o s c i 1 a c i o n e s cuando a, esto es, la ampli_
fieación por unidad de longitud alcanza el valor.

a = y/L (10.1)

donde y eran las pérdidas funcionales en un paso a través del


láser y L la longitud del material activo. La cantidad a era -
Cua
proporcional a la inversión de poblaciones N= H
do el láser se bombea ópticamente, el valor de N aumenta, pero
las oscilaciones del láser no comienzan hasta que la inversión
de poblaciones alcanza el valor umbral determinado por 10.1.
Cuando se alcanza ese punto, la densidad de radiación crece rá-
pidamente evolucionando progresivamente las transiciones estimu
ladas hasta que la inversión desaparece pasando el material lá-
ser a situarse por debajo del umbral. Vemos asi que la máxima -
inversión alcanzada viene controlada por la y del láser.
El láser, por otra parte, puede considerarse como un osei.
lador compuesto de un amplificador con un dispositivo de reali-
mentación. Mirado asi, la condición de oscilación habrá de ser
que la ganancia del amplificador habrá de ser al menos igual a
las pérdidas en el sistema. Sabemos también que la relación de
pérdidas de un sistema se describe frecuentemente mediante el Q
o factor de calidad. Cualquier perturbación que disminuye este
factor de calidad aumenta y y, con ello, se aumentará la inver-
sión de poblaciones a la que la oscilación podrá comenzar. liébi
do a esta relación, las técnicas usadas para retrasar el comien
zo de las oscilaciones por un aumento momentáneo de las pérdidas
en el láser se denominan de cambio de Q ("Q - switching").
El cambio de Q puede conseguirse mediante la variación
de la reflectividad de uno de los espejos, o por inserción de -
un diafragma, o por cambio de los caminos de los rayos entre los
espejos, o también por cambio de la transparencia del material
de la cavidad láser. El requisito esencial, en cualquiera de to
dos ellos, es que el cambio de Q sea rápido comparado con la vi
da media de un fotón en la cavidad y que el tiempo de cambio de
bajo Q a alto Q sea escogido de forma que asegure la acumulación
de la mayor inversión posible en el material.
El resultado típico de un experimento con éxito de cambio
de Q es la eliminación de las abundantes pulsaciones irregulares
que duran, en el caso del rubí, alrededor de 0,5 mseg y la apa-
rición de un pulso único de menos de 0,1-yseg de duración con -
una intensidad de pico de, al menos, mil veces más que la poten-
151

cia. media del pulso anterior.


Supongamos ahora que podemos variar rápidamente la reflee
tividad de uno de los reflectores del láser. Hagamos la reflecti
vidad del otro espejo aproximadamen te igual a la unidad y usemos
el espejo con refleetividad variable como lugar de salida del -
láser. El problema que se presenta es cómo variar la reflectivi
dad de la salida para obtener un pulso corto con la mayor poten
cia posible. Y para ello lo primero que se deberá seleccionar es
una reflectividad re1ativamente pequeña. Esto hará una cavidad
con un Q bajo en la que podrán conseguirse altas inversiones sin
que comiencen las oscilaciones. Si se cambia, a continuación/la
refleetividad a un valor alto con el consiguiente aumento del Q,
se producirá un rápido aumento de la densidad de radiación a un
alto valor en el láser. Aunque la densidad de radiación haya ad-
quirido un valor muy alto, la vida media de los fotones en el.
láser será larga debida a la alta refleetividad con lo que la
radiación no será capaz de abandonar la cavidad a alta velocidad.
Se obtiene con ello una subida rápida y una caida lenta en el -
pulso. A fin de obtener un flujo de radiación de alto valor, ha-
bremos de eliminar la radiación lo más rápidamente posible con
un espejo de alta reflectiyidad. El objetivo de producir un pul
so corto de la mayor intensidad posible de pico obliga a un nue
vo cambio: una disminución de la ref1ectividad programada para
que ocurra cuando la densidad de radiación en el láser alcance
su pico. Este doble cambio fue propuesto por Vuylsteke en 1963
y un láser trabajando de esta forma se denomina en el "modo de
transmisión de pulsos" (PTM). A pesar de sus ventajas por las
dificultades que presenta apenas ha sido empleada esta técnica.

Las técnicas de cambio de Q llevan consigo una gran varié


dad de procesos, la mayor parte de los cuales se basan en una -
señal externa o en una interferencia para cambiar la regenera-;
ción de la. cavidad del láser . Estas técnicas , ex t remad ame n t. e con
troladas desde el exterior, se complementan por la técnica ~
que aprovecha la decoloración de las tinturas saturables. El -
flujo luminoso creciente dentro del láser es capaz de disminuir
bruscamente el póder de la. absorción de ciertas soluciones colo
cadas en la cavidad láser. Esta disminución rápida de la absor-
ción tiene el mismo efecto que la eliminación de un obstáculo
en el camino del haz. Cuando se ajusta adecuadamente, estos lá
seres se disparan ellos mismos emitiendo un pulso gigante. La
mayor parte de las técnicas de cambio de Q se han usado con lá
seres de rubí o de neodimio llegándose a la región de los mega
vatios. En combinación con amplificadores y técnicas de recor-
tado de pulsos, pueden conducir a márgenes de los gigavatios.
Aunque se han empleado con otros láseres, debido a que su inte
rés principal se encuentra en los de estado sólido , nos centra
remos aquí en estos.

3.10.2.- Técnicas de cambio externo de Q

Cambio Electro-óptico

El primer láser de rubí actuando por cambio de Q fue cons


truido en 1961 por Me Clung y Hellwarth empleando un obturador
electro-óptico. En su eáquema se hacia uso del hecho de la pola
rización natural preferncial de la emisión estimulada del rubí
que se observa cuando el eje óptico del rubí no coincide con el
eje del cilindro. La ganancia del rubí excitado es la mayor para
una radiación cuyo vector eléctrico es perpendicular al eje óp-
tico . El cambio de Q se realiza entonces por medio del esquema
mostrado en la Fig. 3.19. Una célula Kerr de nitrobenceno se col
loca, entre uno de los espejos y la vari lia de rubí de forma que
el campo eléctrico se apiique a 45° al plano del eje c del rubí.
Cuando se aplica campo eléctrico a la célula Kerr, esta
pasa a su valor A/4, con lo que la polarización de la radiación
que pasa dos veces por la célula gira. 90° con respecto al plano
favorable de'po1a r i z ac i ón. Con ello, la ganancia es pequeña y -
153

Campo eléctrico

Fig, 3.19

la regeneración global es insuficiente para lograr la oscila-


ción hasta que se alcanza un nivel mucho mayor de lo que se pre
cisa. sin célula.
Para lograr un pulso gigante, se activa la célula Kerr,
se produce un destello de: la lámpara de excitación y al cabo de
500 )is se desexcita la célula. La forma de lor pulsos y el tiem
po de los mismos son reproducibles„ Una figura tipica de osci-a
loscopio es la 3.20. Un pico total de intensidad de 600Kw fue
obtenido con un ciJ indro de 3 cm de longitud y 0,9 cm de diáme
tro. Esto contrasta con los 6Kw obtenidos sin cambio de Q. En -
do años se superaron con esta técnica los lüOMw.
La operación de la célula Kerr requiere un voltaje conti
mío de unos lOKv, pero sin consumo de corriente. A fin de conse
guir un gobierno rápido, el obturador se manLlene cerrado con
el voltaje aplicado a la célula, abriéndose cortocircuitando las
placas de la célula. Con ello se llegan a tiempos de 5ns, tiempo
este mucho menor que el requerido para la evolución del pulso.
154

Tune, íisec

Fig. 3.20

Variaciones de esta técnica son entre otras, la incorpora


ción de un prisma de Glan-Thomson entre la varilla láser y la -
célula Kerr.

Cambio Mecánico

La idea de emplear unas aspas giratorias para abrir y ce


rrar el circuito fue de las primeras que surguieron. Así, en -
196 2, Collins y Kisliuk demostraron la misma acción vista antes,
con este método. Un esquema es el de la Fig. 3.21.
Su principal desventaja es su lentitud que puede llegar,
4
como mucho, a 10 rpm.
Otra forma de conseguir algo similar ha sido mediante la
leve rotación de uno de los espejos o el cambio de éste por un
prisma rotatorio totalmente reflectante. Este método es de to-
dos los mecánicos, el más usado para la generación de pulsos g:L
gantes. El destello del flash, en cualquier caso, habrá de estar
totalmente sincronizado con la rotación, bién del espejo o del
155

prisma, de manera que aquel tenga lugar a un tiempo predetermi-


nado antes de que estos lleguen a la posición totalmente reflec
tante .

Fig. 3.21

Deflexión Acústica

Un método muy interesante de variación del Q es el debi-


do a la deflexión de ondas luminosas mediante un haz de ultraso
nidos. Un haz de este tipo puede producirse en un fluido situado
en una célula dentro de la cavidad láser. El haz de ultrasoni-
dos se propaga perpendicularmente al camino de la luz; la defle
xión de ésta se deriva de las compresiones y descompresiones a^L
ternativas que modifican la densidad y el índice de refracción
del líquido
La Fig. 3.22 muestra el equipo experimental de
DeMaria y sus colaboradores. En él los espejos reflectores no se
encuentran paralelos, encontrándose uno de ellos desviado a un
pequeño ángulo del orden de lmrad de su correcta posición en un
resonador de Fabry-Perot. Esta desviación hace que, con el bom-
beo óptico disponible, no se llegue a las oscilaciones láser.
Cuando la inversión de poblaciones llega a un valor adecuado se

Power supply

Ultrasonic cell

Output

Reflector
Reflector
Transducer

Variable delay Pulser

Fig. 3.22
157

produce la activación de la célula ultrasónica con un pulso de


corta duración. Ello hace que la radiación espontanea del rubí
se desvie del eje al refractarse el haz en su paso por la célu-
la. Con esto, la radiación se dirigirá, con el ángulo adecuado,
al espejo reflector produciéndose, en consecuencia, un pulso gi
gante.
Este obturador ultrasónico puede usarse, no solo para la
generación de pulsos gigantes sixno también para la sincroniza-
ción de las pulsaciones aleatorias de un láser mediante la ade
cuada frecuencia externa.

3.10.3.- Absobedores saturables

Aunque el momento del inicio de un pulso gigante viene go


bernado por el obstáculo colocado en la cavidad óptica, la in-
tensidad de la radiación en su interior puede alcanzar valores
muy altos según va evolucionando la excitación del material. Es
te aumento de la radiación es posible emplearle como instrumen
to de punción del obstáculo y conseguir así la iniciación del
pulso. Esta idea condujo a la construcción de conmutadores de Q
de un único disparo en los que una delgada película de metal -
era evaporada sobre un vidrio transparente y se introducía en la
cavidad, o bien una lámina de Mylar. En ambos casos, cuando la
radiación era la suficiente, el metal se evaporaba o se perfora
ba el Mylar, con lo que se eliminaba el obstáculo introducido y
se producía el pulso. Una evolución de esta idea fue la adopción
de filtros de vidrio o de soluciones de tintura reversibles, es
to es, que pudieran regenerarse después de cada pulso. En ellos
la absorción decrece temporalmente cuando se encuentran sujetos
a radiaciones muy intensas, d e la frecuencia adecuada. Estos ab
sorbedores saturables se desarrollaron de forma simultanea en
varios laboratorios independientes, desde 1964. Las soluciones
de tinturas orgánicas fueron, finalmente, las adoptadas gracias
a sus mejores propiedades.
Un conmutador de tintura está compuesto por una célula de
vidrio de 1 cm de espesor colocada entre el material láser y un
espejo, y llena de un absorbedor adecuado para la frecuencia del
láser. Para el rubí, por ejemplo, la tintura está compuesta por
criptocianuro disuelto en metanol o algunas ftalocianuros disueiL
tos en nitrobenceno. La concentración y la longitud de la célula
de absorción es tal que esta transmita, aproximadamente, el 50%
cuando la radiación es baja.
El blanqueado de la tintura está basado en 1 a satura^cxón
de una transición especial debida a la radiación intensa del ru
bí ( o del material activo en cuestión).
El espectro de absorción para un ftalocianuro de un metal
en solución viene caracterizado por grupos de bandas muy inten-
sos . Una de estas bandas es la mostrada G-fl leí Fig. 3.23. Las lí

F o 3e 23

riea s ds absorción corresponden a las tic H-3 J-O x.o n»o ^ o 1 e o "t^ ori O 3
159

del anillo de ftalocianuro. El ión metálico que ocupa el centro


de la molécula afecta a la posición de los picos de absorción y
de las velocidades de relajación que gobiernan la vuelta de la
i
tintura a su estado normal de absorción. El tiempo de relajación
de las tinturas de ftalocianuro es del orden de 5 x 10 — 9seg mien
tras que los de los carbocianuros y polimetinos es de unos
-11
10 seg.
Una combinación de una célula Kerr con un prisma de Glan-,
Thomson y una célula de absorción blanqueable puede usarse para
trabajar en la forma de transmisión de pulsos (PTM). Un diagra
ma del esquema para lograr esto es el mostrado en la Fig. 3.24
Inicialmente la célula Kerr se encuentra desactivada; el pulso
se inicia cuando el absorbedor se blanquea de forma análoga a
la vista anteriormente. Cuando la radiación que pasa por el e£
pe jo 2 aumenta, la fotocélula ac i, xva la alimentación de la cé-
lula Kerr, con lo que la-polan^cvion. de la radiación que pasa
hacia el prisma de Glan-Thomson viene rotada 90° originando el
que se separe del camino de salida.

Fig. 3.24
3.11. AMPLIFICADORES LASER

Aunque el proceso básico de la acción láser es la ampli


ficación de luz por la emisión estimulada de radiación, los am
plificadores de luz tienen un papel muy secundarios en la tecno
logia del láser.
Pero teniendo, como tenemos ya, un nivel adecuado de cono
cimiento de la forma de actuación de los generadores de luz, es
to es, de los láseres convencionales, podemos pasar ya a consi-
derar los dispositivos basados en la emisión estimulada cuya tí-
nica misión es la de amplificar una señal suministrada por otra
fuente. Más antes de pasar a describir dichos dispositivos es
necesario justificar el porqué del papel secundario de los láse
res como amplificadores. Y en particular, debería aclararse el
porqué los láseres no se emplean como amplificadores de señal
de bajo nivel en la forma en que sus hermanos los máseres lo -
son.
Como puede verse en los textos dedicados al máser, este
puede hacerse trabajar, en el margen de longitudes de onda de
1 cm y mayores, como dispositivo monomodo y de bajo ruido. Los
_3
láseres, en cambio, trabajan con longitudes de onda de 10 cm
y menores, son intrinsecamente dispositivos multimodo y además
de alto ruido. La diferencia fundamental en las características
de ruido de estos dispositivos proviene del hecho de que la re
1ación entre los coeficientes de Einstein, que determinan las
velocidades de las emisiones espontanea y estimulada, varia se-
3 3
gún v . Debido a este factor v , la velocidad de la emisión es
pontanea de radiación en el visible y en el infrarrojo cercano
es superior a la de estimulada hasta que se ha alcanzado un al_
to nivel de radiación. Debido a ello, los láseres son inútiles
como amplificadores de baja señal debido a que esta quedaría en
mascarada por la radiación espontanea. Esta situación es tan ex
trema que no solamente son los láseres inútiles para amplificar
161

señales debiles recibidas de una fuente distante sino que también


lo son para amplificar los niveles obtenidos de los láseres nor-
males de He-Ne. Los únicos cuyas salidas son adecuadas para ser
amplificados son los de estado sólido. De hecho, la salida de
un láser de rubí es adecuada para ser amplificada, pero de hecho
es la primera en potencia que lo puede ser. Con él, Kisliuk y
Boyle construyeron en 1961 el primer amplificador láser. En con
secuencia de todo lo anterior, los amplificadores láser únicamen
te adquieren importancia práctica cuando trabajan en unión de
láseres de pulsos gigantes. Debido a esto los veremos en esta
sección.
El uso de una combinación oscilador-amplificador láser
ofrece la misma ventaja sobre un oscilador láser de mayor poten
cia que la que ofrece el mismo sistema en electrónica convencic
nal: es más fácil diseñar y controlar un oscilador de baja poten
cia que otro de mayor capacidad de generación de potencia. Un -
oscilador láser de bajo nivel puede construirse con una configu
ración que exci te relativamente pocos modos. Y la selección de
modos, a su yes, se refleja en un ancho de banda menor, una me
jor polarización y una mayor selectividad de frecuencia. Un o£
cilador, por otra parte, que maneje poca potencia no es muy afee
tado por fluctuaciones parásitas debidas a cambios en la tempe-
ratura . El amplificador que siga al oscilador no ha de ser muy
selectivo, pero deberá amplificar en el margen de frecuencias
de salida del oscilador. Finalmente, para obtener una o t u. ^ o IL ^ n
estable del sistema oscilador-amplificador es necesario impedir
a la radiación emitida por el amplificador que alcance el osci-
1ador.

La ganancia de un amplificador .1 á s 6 jr v"J— o n© limitada debi


do a que uno muy largo, o uno muy altamente excitado, puede lie
gar a convertirse en un generador de pulsos. Por ello, cuando
se requiera un sistema láser con muy alta ganancia, deberá cons
tsrui.x'ss u s 3. nd o varios amplificadores e ri s s ir 16 g habiendo de im-
pedirse el paso de la radiación en sentido contrario.
El dispositivo unidireccional que impide el paso de los
pulsos de luz en la dirección contraría, esto es, hacía el os-
cilador láser se denomina "aislador". Con él, un sistema láser
de alta ganancia está compuesto de un oscilador seguido por una
serie de amplificadores, separados entre si por aisladores, co-
mo puede verse en la Fig. 3.25 . Un sistema de este tipo se di
señó por primera vez en 1962 por Geusic y Scovil. Los aislado-

Oscillator Isolator Amplifier


(a)

Z l — 3 C M
Oscillator Isolator Amplifier Isolator Amplifier
W

Fig. 3. 25

res incorporados en él son dispositivos no recíprocos que permi


ten el paso de luz en una dirección, con muy poca atenuación, y
que atenúa la luz que se propaga en la contraria. La construcción
de un aislador se representa esquemáticamente en la Fig. 3.26
El material activo del medio es una subtancia que es transparen
te en la región de frecuencias de trabajo exhibiendo en ella un
efecto Faraday muy acusado. Uno de tales materiales es el vidrio
de oxido de plomo, que. es adecuado para los láseres de rubí y de
neodimio. Cuando se le aplica un campo magnético paralelo a la
dirección de propagación de la luz, rota, el plano de polariza-
163

Forward direction

Polarización Polarización Polarización después


permitida de pasar por el rotador,

Fig. 3.26

ción un ángulo proporcional a la distancia recorrida y a la in-


tensidad del campo aplicado. La constante de proporcionalidad se
denomina constante de Verdet y es característica de cada material
Este medio constituye así el rotador óptico. El campo magnético
se ajusta de forma que el plano de polarización se rote 45° al
pasar 1a lu z por el dispositivo. Según .la dirección del campo -
magnético, el rotador gira bien a derechas o bien a izquierdas.
Un paso a través del rotador en una dirección, una reflexión y
una nueva pasada en sentido contrario, harán que el plano de po
larización no vuelva ci su s A,"cu.cic ión JDIT unitivo. sxno c^xi hayá ro-
tado 90°. En los extremos del rotador existen polarizadores cuyas
direcciones se encuentran desfasadas 4 5°. Una IT clci 3- cLC* X.Ó n de la po
larización adecuada (vertical), incidente por la izquierda, pa-
sará por ambos po1arizadores sin obstáculos. La luz, en cambio,
que incide por la derecha, será en primer lugar polarizada seíec
tivamente, a continuación su plano de polarización girará de for
ma que llegará al polarizador déla izquierda con una polarización
horizontal con lo que no pasará. Como vemos, el aislador traba-
ja más eficientemente cuando la luz del láser que proviene del
oscilador está ya 1 polarizada verticalmente.
La puesta a punto de un sistema de este tipo lleva consi
go un cierto número de pequeños problemas de ingeniería física.
El oscilador y el amplificador estarán excitados por lámparas de
flash. Estas deberán ajustarse de forma que los flashes sean en
los momentos adecuados,de manera que la señal llegue a los a m p M
ficadores cuando el material alcance su máxima inversión. Esta
inversión es mayor que la alcanzada en el oscilador debido a que
la regeneración en el amplificador se mantiene en un bajo nivel.
Será necesario avanzar asi la excitación del amplificador alrede
dor de unos 50yseg con respecto a la del oscilador.
Debido, por otra parte, a la necesidad de que el amplifi-
cador trabaje en el mismo margen de frecuencias que el oscilador
es necesario un control absoluto de las temperaturas de cada . se
ccióíx. Esto es de especial Ínteres en el caso del rubí cuyos pi
eos varian rápidamente con la temperatura. En el neodimio no -
existen unos requerimientos tan críticos ni unos ajustes tan fi
nos i debido a ello es la mayor popularidad de los amplificadores
de este tipo.

3.12. PULSOS ULTRACORTOS

Las técnicas normales de producción de pulsos conducen a


tiempos de duración entre 10 y 200 ns. Mediante la separación de
estos pulsos en otros es posible obtener secuelas de púlaos, mu-
cho más cortos y separados uniformemente. La técnica que realiza
esta operación hace uso del hecho de que el láser, cuando está
excitado por eneima del umbral, oscila no solamente en un, modq>
sino en una serie de ellos. La producción, así, de una serie de
pulsos abruptos se consigue excitando un gran número de modos -
con la fase y amplitud adecuadas.
\ g><»0 +A-Au)í
.fin :

Esta función es el producto de la función e Í w o t y otra


función amplitud

sin (n H- !,) Acd


fiin ¿ Auil

El resultado de esta síntesis es una onda modulada en am


2
plitud de frecuencia U)q cuya intensidad varia como F (t) . La
Fig. 3.27 muestra una función de este tipo. La función F(t) es

Fig. 3.27

periódica con el periodo T=2TT/AIÚ=T. En las proximidades de los


máximos principales la variación de intensidad es similar a la
de la función
166

Así, si nos centrásemos en los modos axiales suponiendo


eliminados a los demás, la distribución del campo electromagné-
tico en un plano transversal será la misma para todos ellos, pe
ro se diferenciarán unos de otros por la posición de'sus planos
nodales y por las frecuencias de oscilaciones asociados con e-
llos. Como ya hemos visto, los modos axiales equidistaban en fre
cuencia c/2L'. El tiempo de tránsito de un reflector a otro era
L'/Cf con lo que

donde T es el tiempo requerido para una ida y vuelta completa de


la luz en la cavidad.
El número de modos axiales excitados simultáneamente va-
ría con la anchura de la línea y con el grado de excitación So-
bre el umbral. En pulsos gigantes puede ser muy grande; así, en
el caso del láser de vidrio de neodimio, donde L' es él del or-
den de 1 m y la anchura de línea grande, el número de modos pue
de ser de varios miles.
Consideremos ahora el tipo de salida que resultaría si
pudieran excitarse un gran número de modos, equidistantes en -
frecuencia, y con igual amplitud y, además, se pudiera, de al-
guna forma, mantener una relación de fase constante entre ellos.
Cada modo dará lugar a una onda con una amplitud descrita por, la
función .

iw(t-x/c1
©

donde CO=W +KAW y AU)=2TTAV . La adición de 2n+l de tales ondas,


o •
con frecuencias centradas en torno a , y con iguales amplitu-
des , conduce a la función
167

J'

2
Así, el pico alcanza (2n+l) y el primer cero de F(t) viene sepa
rado del pico por un intervalo de tiempo de valor x 1 =T/(2n+l).
_ q
1
Para un láser de longitud óptica L = 6 0 cm, T=4xl0 seg.
si se bloquean 10Q modos axiales adyacentes,
4 juntos podría ob-
tenerse una intensidad de pico 10 veces superior a la del modo
aislado, esto es 100 veces la suma de todas las intensidades.
1
Los picos se repetirían a la velocidad de T = 2 5 0 MHz y los pul
sos tendrían una semianchura de 4 x 10 "'""'"seg.
Exper¿mentalmente, el bloqueo de modos axiales se reali-
zó por vez primero en 1964 por medio de un modulador acústico -
incorporado a un lás,er d e He-Ne. Se observaron las predicciones
teóricas, con pulsos del orden de 2,5 x 10 seg una velocidad
de 56 MHz.
Debido a la pequeña anchura d e la línea en los láseres
de gas, el número de modos disponibles es bastante pequeño por
lo que el caso más favorable parece debe ser el de los láseres
sólidos. El bloqueo d e modos en el rubí, se realizó en 1965, por
Deutsch. que, mediante modulación acústica obtuvo pulsos de 2-4
nseg.
Una mayor efectividad puede obtenerse con los láseres de
neodimio, con los que en 1966, De María obtuvo pulsaciones re-
gulares de anchura l nseg, estableciendo que la frecuencia de
modulación debería ajustarse muy exactamente con la diferencia
de frecuencias entre modos.
Posteriores investigaciones demostraron que el bloqueo de
modos podia obtenerse sin el uso de un modulador externo y con
la incorporación de una célula de absobedor saturable, producien
dose el auto-bloqueo de los modos longitudinales. Este autoblo-
queo de modos y la producción de pulsos de alta intensidad, dis
tanciados intervalos de tiempo iguales al tiempo de tránsito en la
la cavidad, puede entenderse mejor con el circuito eléctrico aná
logo mostrado en la Fig. 3.28. La parte (a) es una ilustración -

./» Oye cell

Láser

'h- - u
(a)

(b)

Fig. 3.28

del láser con la célula de absorbedor saturable; la parte (b) es


la representación de un circuito generador de pulsos análogo e™
1ectricámente, y compuesta por un expandor, un filtro, un'ampli
ficador y una realimentación a través de una línea de retardo.
El expandor es un elemento circuital que da una menor atenuación
para las señales de alto nivel que para, las de. bajo. Previene -
contra la degradación de la señal por ruido según el pulso recir
cula por el bucle de realimentación. El expandor reduce así las
señales de baja amplitud y actúa de .forma que acorta el pulso -
que recircula hasta que su anchura venga limitada por la respues
ta en frecuencia del filtro. El oscilador regenerador suministra
pulsos separados una distancia en tiempo igual al tiempo de cir
culación del generador. La anchura de los pulsos generador es el
reciproco de la anchura de banda del sistema.
169

En el sistema láser mostrado, la célula de tintura es el


expandor, el cristal láser es la combinación amplificador-filtro
y el tiempo requerido por la señal óptica para recorrer el siste
ma suministra el retardo. Una señal, así, se origina del ruido;
es amplificada, filtrada, recortada de sus componentes de peque
ña amplitud y devuelta al sistema.
Aunque la analogía anterior puede dar una imagen intuiti-
va de la forma de trabajo del bloqueo de modos, es necesario recu
rrir a un análisis matemático para explicar los detalles cuantita
tivos, en particular el hecho de que el auto-bloqueo depende de
la posición de la célula de tintura en la cavidad. Los modos se
bloquean todos en fase cuando la célula es corta y está localiza
da cerca de uno de los espejos. El bloqueo de modos se realiza
por la interacción no lineal de la radiación de diferentes fre-
cuencias en el interior de la célula. La no linealidad de la in
teracción es la consecuencia del hecho de que la célula trabaja
en una región de intensidades en la que las transiciones están
.saturadas.
Las mayores potencias de pico son las conseguidas en lá-
seres sólidos, trabajando en la forma de pulsos gigantes en com
binación con técnicas de pulsos ultracortos. La generación y la
aplicación de estos pulsos se encuentra entre los campos más in
tensamente estudiados en los últimos años, pero en cuyo detalle
no podemos meternos con el espacio de que disponemos.
IV. - PROCESADO DE, MATERIALES CON LASER
4.1. CONSIDERACIONES OPTICAS PARA EL PROCESO DE MATERIALES

La salida directa, sin enfocar, de un láser, no da por


lo general la suficiente densidad de potencia como para elevar
la temperatura de la mayor parte de los materiales por encima de
sus puntos de fusión o de vaporización. Por otra parte, el diá-
metro del haz láser, típicamente del orden de algunos milímetros,
es demasiado grande para muchas aplicaciones en las que se requie
re que el calor afecte a zonas muy reducidas. Por estas razones, '
el enfoque del haz de salida de un láser es necesario en la mayo
ria de sus aplicaciones.

4.1.1. Relaciónes Fundamentales

Revisaremos aquí aquellos conceptos y relaciones que se


rán necesarios para un mejor entendimiento posterior del enfoque
de un haz láser mediante una lente ideal. Basándonos en algunas
suposiciones iniciales, obtendremos una relación para el tamaño
del punto de enfoque y su dependencia con las diversas variables
ópticas que pueden controlarse.
En el Capitulo 2 vimos algunos conceptos referentes a
la estructura del haz láser en una cavidad. Aquí veremos cómo es_
te haz se propaga. Y para ello supondremos que el haz tiene un
perfil de intensidad Gaussiano, con lo que cerca del eje óptico
este haz puede tomarse como una onda TEM con un frente de onda -
esferico y una distribución transversal del campo como la de la
Fig. 4.1

La amplitud del campo es E, y el radio del haz w se de


fine como la distancia radial a .la que E ha disminuido 1/e veces
su valor en el eje.

Los dos parámetros de mayor interés para describir las


174

Electric ficld
w = Beam radius

Fig. 4.1

características de la propagación de un haz son: su radio, w(z),


en una posición axial z, y el radio R(z) del frente de onda. -
Sus valores, que no vamos a demostrar aquí, vienen dados por

Az
w 2 (z) = w 2 1 + (4.1)
0 TTW

2 1l
Trw^
R(z) = z 1 + 0 (4,2)
>
i
Xz

donde X es la longitud de onda de la radiación. Ambos quedan -


ilustrados en la Fig. 4.2. El haz, como puede verse, se expande
según se propaga por el espacio. Su intensidad permanece con un
perfil Gaussiano en todas las secciones transversales, cambian-
do su sección según el punto tomado del eje. En la zona del haz
donde el frente de onda es plano, es donde dicho haz toma su dia
metro mínimo 2w Q , denominándose a esta región estrangulamiento
.14 9

del haz. Allí se tendrá z~0 y R=°°. En la mayor parte de los lái
seres en uso, este estrangulamiento se encuentra en el interior
de la cavidad como vimos en el capitulo 2. A partir de 4.1 pue-

Fig, 4.2

de verse que para altos valores de z, el haz se expande lineal


mente, con un ángulo de divergencia de campo lejano dado por

lim dw X
9 = _ • (4.3)
Z-H» dz UWQ

suponiendo que 8 sea pequeño.

En general, cuando un haz Gaussiano pasa por una lente


ideal, esto es, una que deja inalterada la distribución trans-
versal del campo, se forma un nuevo estrangulamineto del haz -
con lo que los paráme/tros de las leyes (4.1) y (4.2) cambia-
rán .

Estos efectos aparecen en la Fig. 4.3 donde se muestra la si-


tuación más general.
cia d^.

Podemos hacer, ahora, algunas simplificaciones que se


justificarán posteriormente a la vista de unos ejemplos numéri
eos. La primera es que el ángulo de divergencia de campo lejano,
0]_, es pequeño y que el radio del haz después de pasar por la
lente puede suponerse igual al radio del estrangulamiento sin
transformar, w^. La segunda es que el término 1/w 2 11-(d^/f)"J 2

de (4.4) contribuye poco al valor de w 2 . Puede verse que estas


aproximaciones implican también que d 2 -f es pequeña y, de aquí,
puede tomarse el punto de enfoque en el plano focal.

Con ello el estrangulamiento del haz tranformado, y de


aquí el radio del punto enfocado, pasa a valer

fA
w 2 = f0! = — (4.6)

De esta aproximación puede apreciarse lo siguiente:

1.- El radio del punto de enfoque es directamente proporcional a


la distancia focal de la lente y la longitud de onda A de la
rad
1 el O ión e inversamente proporcional al estrangulamiento
w^ sin transformar (y por ello, en esta aproximación, inver
sámente proporcional al diámetro del haz que llega a la len
te)
2.- Para una
3T3.di3.cion de longitud de onda A, el radio del punto
de enfoque queda minimizado, minimizando el cociente f/w, -
que puede tomarse como el ntímero/f de trabajo de la líente.
3.- La apertura de entrada de la lente fija un 1 imite superior
el1 valor de w„.

En la práctica, el control que se tiene sobre w^ es muy


pequeño, al ser una consecuencia de la geometría de la cavidad.
177

Fig. 4.3

Antes de pasar por la lente, supongamos que el estrangu


1amiento del haz, de radio w 1 , está localizado a una distancia
d^ a la izquierda de una lente cuya distancia focal es f. Esta
lente origina otro estrangulamiento a una distancia d 2 (a la de
recha de la lente). Este nuevo estrangulamiento y su posición,
pueden determinarse a partir de las siguientes relaciones

1
(4.4)
i

^i-f) f
(4.5)
d - f =
2 2
(d 1 -f) + (ttw2/X)

Como puede verse, en el caso general que hemos tomado, el radio


mínimo del haz v?2 no se encuentra en el plano focal f de la len
te. De (4.4) puede verse que el radio mínimo varía directamente
con la distancia focal de la lente e inversamente con la distan
Sin embargo, antes de pasar por las lentes de enfoque, puede -
usarse un expansor del haz para aumentar w^ antes del dicho enfo
que, con lo que disminuirá el tamaño del punto enfocado. Los -
efectos de un expansor quedan reflejados en la Fig. 4.4.

Fig. 4.4

Sea el estrangulamiento inicial de d, distancia entre -


lentes, igual a la suma de las distancias focales de estas.
En este caso, se tiene

w = W (4.7)
2 1

Así, suponiendo f 2 >f^, el efecto es aumentar w^, lo que


puede tomarse equivalente a una disminución en el ángulo de di-
vergencia de campo lejano.
179

4.1.2. Densidad de Potencia; enfoque

De lo visto hasta aquí, pueden hacerse algunas aprecia


ciones con respecto al tamaño del haz enfocado, Además de cono-
cer la distancia focal de las lentes de enfoque, ha de conocer-
se también el tamaño del haz sin transformar. Uno de los métodos
usados para medirle, es obtener la distribución transversal de
la intensidad del haz mediante muestreo incremental con un ori-
ficio , según la sección del haz y midiendo la intensidad en ca-
da punto. De la distribución de intensidades puede determinarse
el radio.

Otro método emplea un iris calibrado dispuesto en el ca


mino del haz al que se añade algún medio de medida de la potencia
relativa transmitida a través del mismo. Un iris circular de ra-
p
dio a bloqueará una cantidad de potencia, iris t dada por

2(a/w)2
P = P ee~ (4 9)
iris incid

p
donde incid es la potencia incidente y w, el radio del haz. Si
a=w, se interceptará un 13,5% de la potencia incidente. Esto, co ;
mo puede verse, da datos suficientes para el cálculo de w.

El ejemplo numérico siguiente da idea del uso de las re


laciones vistas hasta aquí. Consideremos, para ello, un láser de
Nd:YAG operando en una longitud de onda de 1060nm, y con una sa-
lida de Iw de onda continua, en el modo TEM fundamental (Gaussia
no), con un estrangulamiento del haz de 2w=lmm. Estas condicio-
nes se obtienen fácilmente, por ejemplo, mediante aperturas in-
ternas .

Suponiendo que los parámetros de la lente de enfoque -


sean: f=2 cm, apertura (diámetro de la lente)=1 cm y d 1 tai stancia
de la lente al estrechamiento)-10 cm. A fin de obtener el mínimo
radio posible deberá usarse un expansor de haz de xlO(f 2 /f^=10)
a fin de ensanchar el estrangulamiento sin transformar al tama-
ño de la apertura de las lentes. Usando (4.4)

(1-5) 2 +
2
w (5x10-3)2 (20xl0- 3 ) 2 (0,672/10x10-3) 2
• 2

= 0,64xl0 6 + 0,55xl0 1 2

(Puede verse aquí la insignificancia del término 1/w 2 (l-d11 /f) 2 ),


1
Así

w 2 =l,34 ym

Por ello, puede esperarse un diámetro del punto de enfoque de


2,68 ym, para una lente perfecta.

La densidad de potencia del pico, o la intensidad de p:L


co I Q , que puede obtenerse en el punto de enfoque, se obtendrá
a partir de la potencia total P Q , en la forma siguiente:

P í°° ' - 2 r /2 /
w w
2 tw
j Q I(r) 2frr dp= Jq X p e % 2nr dr=I Q i- (4.10)
0

de donde

2P
0
•rrw^

Así, para el ejemplo anterior, la densidad de potencia de pico


I n se encuentra vale
2 (lwat) ?
Iq = — — — — — — — — — = 3 , 56x10 w/cm2
TÍ (1, 34x10 cm)
181

4.1.3. Diámetro efectivo

Debido a las densidades de potencia relativamente altas


y al pequeño tamaño, las medidas directas del diámetro óptico -
del punto de enfoque son difíciles de obtener. Un diámetro "efec
tivo", definido por la zona afectada por calor en el material, -
puede determinarse mediante un seccionado transversal. Esta zona
depende principalmente de la potencia enfocada, de la energía to
tal absorbida y de las propiedades térmicas del material. Por e-
11o, las medidas pueden variar apreciablemente de unos casos a
otros.

4.1.4. Superficies de los materiales

El fin del enfoque de un haz, en los procesados por lá-


ser , es concentrar y dirigir a este desde el sistema láser a la
superficie que se desea trabajar. El acoplo o transferencia de
esta energía al material depende, en gran medidda» de la super-
ficie del mismo. Veamos aquí estas superficies desde un punto de
vista cualitativo, pudiendo aplicarse los razonamientos presenta
dos tanto a metales como a semiconductores o no metales.

Las superficies de la mayor parte de los materiales son


muy diferentes de cualquier otro plano similar en el interior del
mismo. Por ejemplo, incluso en el caso de metales nobles o "iner-
tes" como oro o platino, pueden aparecer peliculas de grasas y -
otros contaminantes orgánicos, así como gases absorbidos. Cuanto
más reactivos sean los metales, más complejas serán esta pelícu-
las , pudiendo ser óxidos,cloruros, sulfuros o nitruros. Su presen
cia afectará grandemente al proceso de transferencia de energía
del láser al material.
La topografía de la superficie de los materiales está -
compuesta generalmente de un gran número de zonas altas y bajas,
normalmente derivadas del método de la preparación. La distancia
vertical entre estas zonas altas y bajas se designan como la ru
gosidad u ondulatoriedad del material. Estas medidas suelen rea
lizarse normalmente con un perfilómetro, expresándose la desvia
ción media en mieras.
La interacción de energía electromagnética con estos ma
teriales constituye un capitulo completo. Aquí veremos únicamen-
te una pequeña discusión de la reflectividad en superficies metá
licas. La mayor parte de los metales reflejan una gran parte del
haz láser? por ello habrán de emplearse haces de altas potencias
en los procesos de transformación. Sin embargo, las superficies
de casi todos los materiales reflejan la luz durante una pequeña
parte del pulso láser. Según aumenta la temperatura superficial,
la reflectividad suele decrecer con un aumento correpóndiente en
la absorción. Así, la absorción del Cu o del Al líquidos, a la
luz del láser de rubí, valen: Al=0,20 y Cu=0,15. Los valores pa
ra temperatura ambiente son A1=0,11 y Cu=0,04.
La reflectancia, por otra parte, de los metales aumenta
con la longitud de onda; de .aquí que se requerirá mayor potencia
según sea mayor la longitud de onda. Por ejemplo, según esta au-
menta de 6900 Á a 1,00 y t se necesita un aumento en la potencia
de un orden de magnitud, para fundir algunos materiales.
100

1000 10,000
Wavelength ( n m )

Fig. 4.5
183

La Fig. 4.5 da el porcentaje de reflectancia o transmitancia en


función de la longitud de onda para algunos metales. Estos datos
son para luz incidente de forma normal sobre superficies especu
lares a temperatura ambiente. Cuando un haz láser de baja poten
cia incide sobre una muestra de metal muy pulimentada, no apare
ce ninguna fusión debido a que casi .toda la luz es reflejada. Pa
ra conseguir un fundido y/o una vaporización, la potencia ha de
incrementarse considerablemente. Sin embargo, un aumento rápido
de la absorción de la luz hace dificil controlar el fundido de
algunos materiales. Asi, por ejemplo, cuando se funden tiras del^
gadas de un metal altamente reflector, como el oro, ha de ajus-
tarse con gran cuidado la intensidad y duración del haz láser pa
ra evitar la vaporización. Esto podría suceder debido a que la
intensidad requerida para eliminar la reflectividad superficial
es mayor que la necesaria para una propagación estable del fren
te de fusión una vez se ha fundido la superficie. Una forma posjL
ble de solventar este problema es disminuir la potencia del haz
despues de un corto pulso inicial. Otro remedio más simple es cu
brir intencionadamente la superficie del material o alterarla de
forma que pase a ser un buen absorbente. Así, para el caso de una
hoja brillante de Cobre, su reflectividad a 6943 Á, S€ IT 110 6 de
aproximadamente un 95% a menos del 20%, oxidando la superficie
con una capa de CuO/Cu2Ü de aproximadamente 1 a 1,5 mieras de -
espesor.
Cuando el tamaño de las irregularidades superficiales
son del orden de la longitud de onda de la luz láser, el efecto
de la reflectividad queda claramente demostrado. La Fig. 4.6 mués
tra la profundidad de penetración de las regiones fundidas en -
trozos DS C (3 ID X- S expuestos CI 1 el IT el (3. iación del rubí. El cobre ha-
Id í. el 31 el o p X- IT 3 el o con unos acabados superficiales o n c 1 rn ^ jt ^ G n
de 0 ,025 a 100 mieras. Como puede verse, por encima de las 2 m_i
eras el proceso de absorción es independiente del dicho acabado,
184

1 0.0.: > uin


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01 I 10 Mil
Slll l.iu" I ¡Misil I/IIII 1

álSéK^á:

Fig. 4.6

4.1.5. Otras consideraciones

Veremos aquí algunos puntos referentes a los efectos -


que aparecen cuando se emplean lentes no ideales, así como radia
ciones láser que no se comportan como haces perfectamente gau-
ssianos.
La mayor parte de los láseres de alta potencia usados
en aplicaciones industriales, y sobre todo los pulsados de esta
do sólido, no oscilan en el modo transversal fundamental (TEM Q q),

Debido a ello no verificarán la suposición hecha antes de que el


perfil de la intensidad del haz era gaussiano. Estos láseres os-
cilarán en modos transversales de órdenes superiores, dando lu-
gar a mayores potencias de salida a costa de un sacrificio en la
pureza modal. El ángulo de divergencia de campo lejano de esos
modos superiores es también mayor que para el fundamental, siem
pre suponiendo el mismo estrangulamiento. El uso de relaciones
como la (4.6) para determinar el punto de enfoque es entonces in
185

correcto. Sin emb'argo, en una primera aproximación, puede emplear


se (4.6) para obtener una estimación aproximada en cada caso. -
Evidentemente, cuanto mayor sea el modo transversal, mayor será
el tamaño de enfoque.
Como ejemplo de estos conceptos, tomemos de nuevo el -
caso de un láser de onda continua de Nd:YAG. Las características
muítimodo típicas para este láser pueden ser las siguientes: po
tencia=15wat? diámetro del haz=3mm; divergencia del haz = 2,5mrad
(semiángulo). Usando la misma lente del ejemplo de 4.1.2, se re
queriría ahora un expansor de haz de 3,33x(10/3). Con ello, la
divergencia del haz se reduce a 2 , 5m.rad/3 , 3 3=0 , 7 5mrad . El radio
~3 -3
del punto de enfoque será, con (4.6) : w 2 =f 0-^= (20x10 m) (0,75x10
rad)=15micras.
El pico de densidad de potencia en el enfoque o la inten
sidad i es así
2xl5wat
T = 7 = 4 , 24x10 w/cm
y
(15x10- cm) ¿

que como se ve es aproximadamente un orden de magnitud menor que


la calculada para el caso monomodo.
La importancia de este ejemplo está en el hecho de que
aunque pueden obtenerse mayores potencias en un caso muítimodo,
la densidad de potencia resultante en el enfoque será normalmen
te menor que para un láser que trabaja en el modo fundamental.
Por otra parte en todos los casos presentados hásta a-
quí se supuso que las lentes usadas eran ideales. En la práctica,
todos los sistemas están sujetos a aberraciones. En los sistemas
ópticos usados en el enfoque y la colimación, la mayor parte de
estas son poco importantes y el cornportamiento solo viene limita
do por las aberraciones esféricas en las que la imagen de una -
fuente puntual aparece difusa en un punto borroso. Este resulta-
do es debido a que los rayos próximos al eje óptico se enfocarán
en un punto mientras que los alejados del mismo lo harán en otro
más cercano a la lente. Como consecuencia aparece un aumento en
el tamaño del punto enfocado con relación al predicho por las -
relaciones vistas hasta aquí.

4.2. MATERIALES Y SUS PROPIEDADES

Veremos aquí, de forma muy general y esquemática, una


relación de las propiedades de los materiales más intimamente re
lacionadas con los posibles cambios efectuados térmicamente. To
dos estos cambios, como es lógico, estarán asociados con los dia
gramas de fase, tema este que se supone ya conocido por lo que
no será presentado aquí. Igualmente, no serán presentas las reía
ciones termodinámicas que pueden encontrarse en cualquier libro
de Física.

4.2.1. Difusividad Térmica

Debido a que la mayor parte de los materiales que van a


ser procesados con láser se van a encontrar sometidos a funciones
de corta duración en el tiempo y a muy altas temperaturas, los
problemas asociados con el flujo de calor serán de tipo transito
rio. Esto implica que la temperatura en cualquier punto del mate
rial será variable con el tiempo de manera que los perfiles tér-
micos estacionarios no podrán determinarse, ya que no habrá equi
librio térmico. El énfasis en el tratamineto habrá de darse, no
a la velocidad de conducción del calor por el material sino a la
velocidad del cambio de temperatura dentro del mismo. Ahora bien,
hay que tener en cuenta naturalmente, que la velocidad del cambio
de temperatura depende de la velocidad de flujo calorífico en el
material. Y que estos factores están relacionados por la conductí
vidad térmica K. Pero la conductividad térmica no es el único fac
tor que influye en el flujo del calor, ya que la velocidad de cam
187

bio en la temperatura depende también del calor especifico, c,


del material en cuestión. De hecho, es inversamente proporcional
al calor especifico volumétrico, pe. Podemos establecer la reía
ción entre estos factores como

K K K

c/unid. vol.x masa c x densidad c x p

(4.7)

Esta expresión tiene las dimensiones de l 2 t - 1 , caracte


rística d e un coeficiente de difusión y se ha designado, por -
ello como difusividad térmica. Así uno de los términos relacio
nados con los problemas de flujo térmico es este K/pc=tc. Su sicj
nificado es que determina lo rápidamente que un material acepta
rá y conducirá la energía térmica. Así, para el caso del fundi-
do , una difusividad alta permitirá una mayor penetración de la
fusión sin resquebrajamientos. Muchos materiales poseen difusi-
vidades térmicas muy bajas, lo que limita su fundido. Los aceros
inoxidables y algunas aleaciones poseen así pequeñas profundida
des de fusión. Estos metales, por el contrario, son fáciles de
vaporizar por lo que el proceso de agujereado es efectivo. Por
otra parte, la evaporización de un material con altos valorea
de ladifusividad, como el silicio, da lugar a que una pequeña
cantidad de fase líquida quede retenida.

La difusividad térmica viene determinada grandemente


por el valor de la conductividad térmica, ya que el producto pe
no varia grandemente entre, los diversos materiales. Asi, la va-
riación de pe es menor de 2,5:1 para un amplio sector de mate-
riales , mientras que la conductividad térmica de los mismos va-
ría 7:1 y el calor específico por unidad de masa a presión dons
tante, Cp, lo hace 10:1. Esto ayuda a explicar porqué metales
con alto Cp, como el aluminio y el magnésio, no tienen mejores
flujos de calor que otros. Sin embargo, si se considera pe, el
niquel y sus aleaciones, con un pc=0,94 cal/cm^ es un buen can-
didato para el fundido por láser. El niquel retendrá la energía
absorbida durante un tiempo mayor que los otros metales debido
a su alta capacidad térmica por unidad de volumen. Por otra p a r
te, es necesaria mayor energía para elevar el niquel a una tem-
peratura dada que para otro material con menor producto pe. De
aquí puede apreciarse porqué la profundidad de penetración de la
fusión en él niquel es comparable con la de otros metales aunque
su difusividad térmica sea menor que la de estos.
189

4.3. MODELOS DE PROCESADO TERMICO

Cuando el haz láser se enfoca sobre la superficie de un


material, una cierta parte como hemos visto, puede ser absorbida
y convertida en energía térmica. Cuando la cantidad absorbida es
suficiente pueden aparecer cambios de fase, en forma de fusión o
de vaporización. Los métodos analíticos y modelos aplicables en
las aplicaciones para el procesado de materiales son muy diver-
sos . Todos ellos dependen de las características de trabajo y de
la forma de actuación del láser empleado. Todos ellos, también,
requieren de un planteamiento matemático bastante complejo y que
queda fuera del objeto del presente curso. Por ello, nos limita-
remos aquí a ver su planteamiento general dejando, para el inte-
resado en el tema, su desarrollo completo.

4.3.1. Planteamiento general básico

Todos los modelos tienen en común una serie de puntos


básicos que son los siguientes:

1.- La luz absorbida por un materia lo es, preferentemente, por


una interacción entre ella y los electrones libres y ligados,
siendo estos transferidos a estados de mayor energía. La con
versión de energía lumínica en calor viene gobernada por al-
gún tipo de proceso de colisión por el que los eléctrones -
excitados dan su energía a fonones de la malla, a otros eléc
trones, a impurezas ionizadas o a defectos estructurales. El
-12 -14
tiempo medio de colisión es del orden de 10 a 10 seg.
En el transcurso
-9 del pulso más corto aplicado, que puede ser
de unos 10 seg., los eléctrones excitados tienen ocasión -
de efectuar asi un alto número de colisiones. Debido a ello,
la suposición que se ha de realizar es que la energía del lá
ser es convertida instantáneamente en calor, en el punto en
el punto en el que fue absorbida, Se supone el estableeimien
to de un equilibrio local durante la, duración del pulso per-
mitiendo así el uso de un análisis convencional del flujo -
térmico„

2.- Se toman independientes de la temperatura varias propiedades


del material, tales como la conductividad térmica, el calor
específico y la densidad. Con ello pueden considerarse cons
tantes durante el proceso de calentamiento.

3.- Las pérdidas de calor debidas a radiación del material se co


consideran despreciables.

4.3.2. Fase sólida: Perfiles de temperatura

Las condiciones fundamentales para que exista una tran£


ferencia de calor por conducción en el interior de un sólido, -
son:

1.- Un gradiente de temperatura.

2.- Un flujo resultante de calor en la dirección de temperaturas


decrecientes.

La ley básica que define la conducción de calor, en una


dimensión, puede establecerse en la forma

dT (x)
q = -K — (4.8)
dx

donde q es la cantidad de calor por unidad de area, conducida en


la dirección x, según la cual existe un gradiente de temperatura
de dT(x)/d x ,y K la conductividad térmica.

De igual forma, puede tomarse, como ecuación de transíe


rencia unidimensional de calor, en régimen estacionario, la si-
guiente :
191

3T(xit) K 32 Ttxj/t)
(4.9)
3t pCp 9x2

Esta ecuación es la que habrá de resolverse en cada ca


so, de acuerdo con las condiciones particulares de contorno que
se tengan. Como ya puede pensarse estas soluciones serán tan com
piejas o complicadas como lo sea el caso tomado, siendo imposi-
ble en muchos casos, (que son casi todos los reales), el llegar
a su obtención. Por ello nos limitaremos a enumerar aqui una se
rie de consideraciones generales obtenidas, bien por medios em-
píricos o bien por medios matemáticos, y que pueden facilitar la
tarea en un caso concreto. Casi todas ellas se encuentran conden
sadas en las figuras 4,7, 4.8, y 4.9. En ellas, pueden verse los
resultados de la aplicación de un pulso como el de la Fig. 4.7,
a una muestra de tungsteno, inícialmerl|e a 0°C. Lá;Vsubida de tem
peratura en función del tiempo, tomando como parámetro la profun
didad, es la de la Fig. 4.8. La 4.9 da la temperatura calculada,
en función de la profundidad, tomando al tiempo como parámetro,
para una muestra de cobre inicialmente a 0°C.

Por otra parte, puede deducirse también, cualitativamente -


cuales son los efectos de variar la forma del pulso. Un pulso coi-
to, de alta densidad de potencia conduce a mayores temperaturas
superficiales de pico que uno de mayor duración, pero de menor -
densidad de potencia, aunque ambos pulsos contengan la misma.ener
gía. Produciría también una distribución de temperatura más uni-
forme y una profundidad de penetración del calor mayor al, final
de cada pulso. Esta es la razón para el uso de láseres de Q va-
riable.*, que proporcionan pulsos de corta duración, en las aplica
ciones de eliminación de películas de material, en lugar de los
de onda continua.
2

Fig. 4 .7

Fig. 4 . 8

Fig. 4.9
193

4,3,3. Fundido

El análisis completo del problema del fundido, lleva con


sigo el tratamiento de los contornos que separan las fases liqui-
da y sólida y cómo se desplazan por el material. Las suposiciones
en este caso, son las siguientes;

lo- Las propiedades térmicas de las regiones líquida y sólida se


consideran iguales y constantes.

2 L a profundidad de penetración de la zona afectada por el ca-


lor , se toma como pequeña en relación con el diámetro del haz
que actúa sobre el material. Ello hace el problema unidemen-
sional.

3.- La entrada de calor se considera uniforme, tanto espacial co


mo temporalmente.

No analizaremos, como antes, el problema ya que se sale


d e nuestros limites. Los resultados fundamentales quedan resumi-
dos en la Fig. 4.10. En ella puede verse la forma de calcular la
profundidad teórica a la que llega la zona fundida en función del
parámetro Y = L f / T m C 2 , donde L f es el calor latente de fusión, T m
la temperatura de fusión del cuerpo y C 2 la capacidad calorífica
del sólido. En a c c i s a s aparece r que es igual a t / t m d o n d e t es
el tiempo y t m el tiempo en el q u e la superficie comienza a fun-
dirse, y cuyo Valor es

/ KT
* m'2
21,

A q u í I q = I C O , t ) describe la forma temporal de la radiación inciden


te absorbida en la superficie del m a t e r i a l , K la conductividad ~
térmica y K la difusividad térmica. En ordenadas se r e p r e s e n t a ,
con T | la t e m p e r a t u r a superficial y con S la profundidad de fu-
sión. Así, p a r a calcular S se c a l c u l a r á n , en primer lugar Y y tm
para el m a t e r i a l en estudio. A c o n t i n u a c i ó n del grupo de curvas
de la p a r t e superior de la figura, se o b t i e n e el tiempo t v nece-
sario para alcanzar la vaporización en la superficie, dato este
conocido a partir de T v , temperatura de vaporización. De las cur
vas inferiores se obtiene la profundidad de fusión para tm<t<tv.

4.3.4. Vaporización

La v a p o r i z a c i ó n es uno de los procesos más importantes


ya q u e es la q u e juega el papel principal en todos aquellos pro
cesos de e l i m i n a c i ó n de m a t e r i a l , como perforado y m i c r o m a n i p u l a
do d e p e l í c u l a s finas. Como anteriormente, los modelos existentes
son m u y n u m e r o s o s dependiendo de las condiciones de contorno de
cada p r o b l e m a . En la mayor parte de los casos, suele despreciar-
se la p r e s e n c i a de un estado sólido. El análisis describe, por lo
general, el m o v i m i e n t o de la interfase vapor-sólido, hacia el in-
terior del m a t e r i a l , siendo n e c e s a r i o para ello conocer la distri
b u c i ó n de t e m p e r a t u r a en éste en función de la posición y el tiem
po. Las c o n d i c i o n e s generales así tomadas son las siguientes:
195

1.- La intensidad1 del haz lá'ser, 1, es de magnitud suficiente co


Uto para originar la vaporización del material.

2.- El gas que aparece debido a la vaporización del material es


transparente''a la energía del láser incidente,
i
3.™ Se ignoran los efectos radiales de conducción del calor y de:
la fase líquida„

Tampoco veremos aquí los detalles del cálculo analítico,


de los casos más comunes ya que, incluso los más elementales, son
lo suficientemente complejos como para, alargar demasiado su esto
dio. Las consecuencias generales, en cambio, son aplicables, a ca
sí todas las situaciones. Nos limitaremos así a presentarlas sin
su justificación» Igual que anteriormente, creemos que una serie
de gráficas pueden aclarar más que muchas palabras,, En este caso,
el resumen de todos los resultados se encuentran en las Fígs. -
4.11 y 4.12, que muestran las variaciones típicas.de 0=T/Tv en
función de la distancia y de la velocidad normalizada., u=pLv¿'/I -
en función del tiempo. T v es la temperatura de vaporización, p la
densidad del material, L v el calor latente de vaporización, Z la
velocidad de la superficie separadora de las fases sólida y vapor,
e I la intensidad del haz láser. Estas curvas son para un caso -
particular per® son muy similares en cualquier otro. Vemos asi
que, de la Fig. 4.ll r las temperaturas en el interior del mate-
rial son superiores a las en la superficie T . Ello se debe a la
absorción del pulso láser dentro del material que da lugar.a una
fuente interna de calor distribuida; la vaporización de la'super
ficie frontal actúa como mecanismo de refrigeración, disipando -
energía de las regiones próximas a ella. Sí aparece una generación
de calor suficiente dentro del sólido, la disipación de energía -
por vaporización de esta superficie frontal puede no ser . lo su-
ficientemente rápida dando lugar a que las zonas internas queden
a temperaturas superiores a la de la superficie, esto es a la de
vaporización.
196

Una consecuencia importante de esto es que, si la tempe


ratura de la subsuperficie es suficiente como para originar la -
vaporización a profundidades por debajo de la superficie, la pre
sión interna resultante originada por el material evaporado pue-
de ser suficiente como para originar una fractura y de aquí que
aparezca una eliminación "explosiva" del material sólido. Si es
te mecanismo aparece en el taladrado por láser, la efectividad
del proceso es mucho mayor que los dependientes únicamente de la
vaporización. En la literatura pueden verse confirmaciones expe
rimentales de este hecho. La tabla sumariza los resultados obte

Fig. 4.11 . Fig-, 4.12

nidos en varios metales. Su segunda y tercera columna comparan,


respectivamente, la energía de láset absorbida realmente y la can
tidad de energía calculada(de un balance de energía) para la eli-
minación de las cantidades de material absorbidas en la experimen
tación. Se ve que el taladrado mas efectivo es el que se realiza
en los materiales que aparecen en la parte inferior de la tabla
B es el denominado parámetro de absorción y viene dado por:

KL V
B = b
197

donde b es el coeficiente de absorción óptica y los demás pará-


metros tienen igual significado que otras veces.

Elemento Energía Energía de B T^^/T.


absorbida(J) vaporización(J)

Ag 0,82 0,47 8,4 1,34

Cu 0,87 0,43 8,3 1,45

Fe 1,16 1,03 9,3 1,50

Cd 1,16 1,28 1,1 1,50

Bi 1,29 1,76 0,16 1,37

Pb 1,30 1,80 0,48 1,26

Tabla 4.1

Una explicación posible de ello, es el mecanismo de ex


plosión que hemos mencionado. Obviamente, cuanto mayor sea la -
temperatura subsuperficial más fácil será su aparición. Y puede
m o s t r a r s e que cuanto menor sea el parámetro de absorción B, ma-
yor será la temperatura máxima. En el limite, para B tendiendo
a cero, se alcanza la máxima temperatura y viene dada por

1 + X
T = T
max v ,

con X-C T /L . Los valores calculados Lpara B J y T /T aparecen


r
p v' v max' v
en las columnas 4 y 5. Es de señalar la diferencia entre la plata
y el bismuto y el hierro con el cadmio, para los que los valores
198

T
de max /Tv son similares. Se ve aquí cualitativamente como el va
lor de B puede usarse para predecir cuando pueden aparecer expío
siones. Aquellos materiales en los que se eliminaba más material
que el que se determinaba a partir de un sencillo balance de ener
gía (Cd, Bi, Pd) tenían valores mucho menores de B que aquellos
otros (Ag, Cu y Fe) en los que se había eliminado menos material.
Podría esperarse en un principio que en el 1imite de pequeños va
lores de B, lo cual puede conseguirse en la práctica aumentando
X, el taladrado sería más eficiente. Pero esto no ocurre necesa-
riamente ya que si B disminuye aumentando I, la posición del pi-
co de temperatura en el interior del sólido se desplazará hacia
la superficie, y aunque es más fácil que ocurra la explosión, se
eliminará también menos material.

En estado estacionario, la temperatura viene dada por.

0 q = e"VS ~ te" B s - e " V S ) (4.13)


SS
A (B-v)

y la velocidad estacionaria normalizada por

v = u_ = ' (4.14)
1 - A

o en función de las variables originales

I
¿ = (4.15)
SS
p (Lv+CpTv)

que podría obtenerse también a partir de un balance de energías.


Con las condiciones siguientes, puede usarse (4.15) para calcular
la profundidad a la que se elimina material.
199

1 . - El tiempo t para alcanzar la temperatura de la v a p o r i z a c i ó n


en la superficie frontal es pequeño con respecto a la longi
tud del pulso t .
P
2. - No o c u r r e explosiones en la subsuperf icie, esto es, B es al_
ta Y T
max/Tv Peclueño •
3.- El tiempo t necesario para alcanzar el estado estacionario
ss
es pequeño c o n respecto a t .
ir
Con estas condiciones, la profundidad a la que se el;L
mina m a t e r i a l v i e n e dada por

d = Z x t (4.16)
ss p

Si, cuando I varia con el tiempo, se supone que la velocidad de


la superficie móvil se ajusta en cualquier instante a la veloc_i
dad e s t a c i o n a r i a asociada c o n el flujo en dicho tiempo, la pro-
fundidad vaporizada viene dada por

ft rtp
P
d = ¿Ctldt = I Ctldt (4.17)
i
p
1 (L +C T )
J v p v
0

Las tres condiciones anteriores pueden c o n s e g u i r s e en


la práctica en el limite de una superficie totalmente absorben-
te, esto es, con b tendiendo a infinito y para intensidades de
magnitud sufielente para asegurar que t v y t sean m u c h o m e n o
res q u e t .
P
La tabla 4.2 resume los resultados obtenidos en regi_
m e a estacionario para pulsos de un láser de Q conmutado sobre
varios metales, para los que en la mayoria. b es mayor de lO^crn"*"
y, s o b r e todo para un trabajo en pulsos se obtienen fácilmente
tyCns)
Elemento tvtns) I=constc d d
obs ^ calc

Cu 7.75 0.129 16 21.4

Al 5.77 0.054 20 31.2

w 8 .05 0.179 10 12.4

Pt 3 .98 0.044 9 16.9

Ni 5.47 0.046 14 16.0

Si 4.94 0.033 26 37.4

TABLA 4.2

8 2
intensidades superiores a los 10 w/cm . La forma temporal exac
ta del pulso, c o n j u n t a m e n t e c o n una a p r o x i m a c i ó n trapezoidal
p u e d e v e r s e en la Fig. 4.13. Usaremos la aproximación lineal en
nuestra discusión. /„ = 7.4 X !0 8 w/cm 2

Fig. 4.13
Para una superficie totalmente absorbente, el tiempo
necesario para q u e la superficie alcance la temperatura de vapo
rización T , para u n flujo térmico aplicado, aumentando lineal-
m e n t e con el tiempo según
201

2/3
"V
t = (4.18)
V

3 | K / R ~ C

donde c aparece en la Fig. 4.13.

Los valores calculados de t aparecen en la Tabla 4.2


Para un flujo constante de calor, t p u e d e calcularse vale.

_ TT ¡ KTy (4.19)
~ "K m r
1= const

q u e aparece también listado en la Tabla 4.2. A partir de-t pue


d e obtenerse u n grado d e estimación del tiempo t necesario -
SS •

para alcanzar el regimen estacionario, esto es, la propagación


hacia el interior, de una distribución fija de temperatura a ve
loeidad constante. Especificamente

t = 25 t (4.20)
SS V

X = cte,

q u e da valores de t . entre Ins y 5ns. Cuando el flujo de calor


ss
crece linealmente hasta , en el tiempo mostrado en la Fig. 4.13
esto es 4Qns, puede hacerse la suposición de que el estado esta •
clonario se obtiene conjuntamente con el comienzo d e la vapori-
zación en la superficie, osea cuando t = t v . Ya que t v es peque-
ño comparado con t , la longitud total pulso, el proceso se su-
pone comenzar para t=0.
Consideremos el cobre como ejemplo especifico. Con -
202

(4 .17) y usando la a p r o x i m a c i ó n lineal mostrada en la Fig. 4.13.

40ns 150 >190

)
IQ t-150
d = tdt + Igdt 4 I 0 ti- í dt
P (Lv+CpTv) 40 40
L JO 40 150

(4.21)

Sustituyendo valores para las constantes físicas del cobre se


obtienes
d=19,5ym.

Las columnas 4 y 5 de la Tabla 4.2 resumen los resulta


dos obtenidos para las profundidades con varios m a t e r i a l e s , bien
teórica o experimentalmente. Estos resultados se o b t u v i e r o n con
u n láser d e Nd;YAG de Q conmutado operando en el m o d o fundamén-
tal TEMQO a 1060nm.
A . M E D I O S TRANSMISORES DE LA RADIACION LASER:

FIBRAS OPTICAS

Por:

Javier Sansa Torres


A.1.- FIBRAS OPTICAS. TIPOS Y MATERIALES
•ir.

A.1.1.- Fibras ópticas

Las fibras ópticas se basan, en la fácilidad de los mate


riales transparentes, tales como el vidrio, para conducir la luz
con alta eficacia, mediante múltiples reflexiones internas; así
como la posibilidad de cada fibra de un paquete de ellas de con
ducir la luz independientemente de las demás. La conducción ef_i
ciente de la luz a través de fibras se ha hecho posible gracias
a la perfección del fenómeno de reflexión total interna. En prin
cipio, las condiciones para reflexión total existen en cualquier
superficie lisa de unión de dos medios transparentes con diferen
tes Índices de refracción, por ejemplo entre vidrio y aire; es
decir, una fibra de vidrio en el aire conduciría la luz eficaz-
mente; en la práctica, sin embargo, los pequeños defectos o la
contaminación por grasa, polvo, etc. sobre la superficie de la
fibra interfieren con el fenómeno de reflexión total, por absor
ción o dispersión de una fracción de la luz incidente. Esto es
un problema para el caso de las fibras, en las que cada rayo de
luz se refleja cientos o miles de veces en su recorrido, por tan
to las pequeñas pérdidas de cada una se van acumulando hasta lie
gar a constituir una fracción sustancial del total de la luz en
trante; d e esta forma las pérdidas aumentan rápidamente en fi-
bras no cubiertas.

Aún en el caso de que fuese posible proteger adecuadamen


te las fibras no cubiertas, contra la contaminación, seguiría -
siendo inviable a causa de la fuga de luz de una fibra a la pró
xima. Este fenómeno que es similar al efecto túnel en mecánica
cuántica, se debe a la penetración de las ondas electromagnéti-
cas en un medio raro (aire en este caso) durante la reflexión
total se ha "frustrado", pudiendo llegar a interferir a otras -
206

fibras del mismo paquete; la luz que se ha escapado se llama


"diafonía óptica".

Para prevenir esta fuga, manteniendo bajos niveles de


absorción, se utiliza un recubrimiento con un dieléctrico trans
párente d e índice de refracción más bajo. En general, actualmen
te, se emplea una capa de vidrio o de plástico orgánico transpa
rente de menor Índice. El plástico confiere mayor flexibilidad
y menor fragilidad a la fibra, aunque no permite la transmisión
de energías tan altas y no puede resistir las temperaturas re-
queridas en algunos tipos de aplicaciones en las que se hacen
imprescindibles las fibras de vidrio.

La propagación de una onda electromagnética en un nú-


cleo cilindrico rodeado de un medio (cubierta), de índice de re-
Ai
fracción menor presenta una cierta analogía con la. qpe mot una
guiaonda metálica. Se pueden, por tanto, propagar una serie de
modos según las dimensiones y el valor relativo de los índices.
Existen, sin embargo, diferencias notables: examinando
,las curvas de dispersión de la guía que se muestran en la figura
siguiente, se comprueba que existe un modo a la frecuencia de -
corte cero, y la velocidad de fase de todos los modos se termina
207

e n el corte? también se puede observar que a parte de los modos


d e revolución los otros son híbridos CE- y E a la vez) . Estas -
propiedades diversas son una consecuencia del hecho de que los
campos electromagnéticos no están completamente localizados en
el núcleo dieléctrico central, sino que penetran en la cubierta
exterior, tanto más cuanto más baja es la frecuencia. Al corte,
el núcleo juega un papel secundario, la propagación tienen lu-
gar a la velocidad de fase correspondiente a la constante die-
léctrica de la cubierta. Por el contrario, lejos del corte, es
el núcleo quien canaliza las ondas con sus características pro
pias.

Ya se ha visto que los modos electromagnéticos se propa


gan por el núcleo d e la fibra, de forma que cuando inciden con
la cubierta puede suceder que se refracten y la atraviesen con
lo cual se pierden y se llaman "modos de fuga", o que se refle
jen de nuevo hacia el núcleo; esto dependerá del ángulo de inci
dencia del rayo sobre la superficie de contacto. Estos modos -
q u e se reflejan son los que transmitirán la información, si bien
estas reflexiones representan un inconveniente, conocido con el
nombre d e "retardo diferencial". Se debe a que los rayos lumino
sos que se desplazan paralelamente al eje d e la fibra, lo hacen
con mayor rapidez que aque i los que van sufriendo reflexiones, -
puesto que el camino recorrido por éstos, es más largo. Cuando
la transmisión se realiza sobre distancias largas y con veloci-
dades de modulación altas, este efecto puede dar lugar a errores
por ensanchamiento y confusión de impulsos.

El retardo diferencial se puede evitar o reducir por me


dio de:

1) Indices de refracción de núcleo y cubierta muy próximos de


forma que los rayos luminosos que no se desplacen casi axial
mente, en su choque con la unión de los dos medios no se re-
flejen, sino que atraviesen la cubierta y se pierdan.
208

2) Reduciendo el diámetro del núcleo de forma que se eliminen


todos los modos de propagación electromagnéticos excepto uno,
es decir, el núcleo solo captura los modos axiales.

3) Indice de refracción variable de forma que según aumenta la


distancia al eje d e la fibra disminuye el Indice en forma
gradual. De esta manera los rayos cruzan repetidamente el
eje, desplazándose según trayectorias serpenteantes, todos
con una velocidad casi igual.

A.l.2Tipos de fibras

De acuerdo con los tres procedimientos expuestos para


mejorar las condiciones de transmisión, se pueden distinguir -
los siguientes tipos de fibras:

- Fibras multimodo

- Fibras monomodo

- Fibras de Indice gradual

A.1.2.1.- Fibras multimodo

Este tipo de fibra tiene un diámetro de núcleo relativa


mente grande, mientras que la cubierta es, también relativamen-
te, fina.

Tienen capacidad para transmitir muchos modos. La mayor


parte d e la energía se retiene en el núcleo, d e forma que la -
cubierta tiene una contribución muy pequeña a las pérdidas to-
tales .

Un diagrama de rayos de la fibra multimodo sería el in


dicado en la figura, en la que además puede observarse la densi
dad d e potencia.
209

Es la fibra de más fácil manejo, en cuanto a empalmes y


emisión de la luz, pero por el contrario está limitada en su ca
pacidad de anchura de banda. Por supuesto esta anchura de banda
depende de muchos factores, tales como diámetro del núcleo, m a -
terial del núcleo, espesor de la cubierta, material de la cubier
ta, diferencia de los índices de refracción de núcleo y cubierta,
etc. Actualmente el límite está entre 5 y 500 Mbits/seg/Km.

El material constitutivo del núcleo de estas fibras p u e


de ser sólido o líquido, como se estudia m á s adelante.

Las dimensiones típicas son:


Núcleo Liquido Núcleo sólido
- Diámetro del núcleo 50 - lOQjim 35 - 90ym

- Diámetro d e la cubierta 100 - 200jjm 100 -125ym

Indice de refracción del


núcleo 1,5 1,45

- Diferencia de índices de
refracción 3-5% 0,5%

A.1.2.2.- Fibras monomodo

En esta fibra el diámetro del núcleo es muy pequeño, p o r


ejemplo de 3ym.

Debido a su extremadamente fino núcleo este tipo de fibra


210

solo transmite un modo, que es el modo dominante H E ^ , todos los


demás modos se encuentran por debajo de corte.

Estudiando el diagrama de rayos luminosos por la fibra


monomodo se observa que solo se transmite aquel cuyo ángulo con
el eje es lo suficientemente pequeño como para que se pueda re-
flejar en la unión del núcleo con la cubierta, mientras que to-
dos los demás rayos se refractan y se pierden. En la figura se
puede observar también la densidad d e potencia que se transmite.

Esta es la fibra que presenta mayores dificultades para


•su manejo, especialmente para uniones y potencia de la emisión
luminosa, etc. Pero como contrapartida admite la mayor capaci-
dad de anchura de banda, pudiendo transmitir hasta 10Gbits/seg/
Km. (Con una fuente suficientemente pur a i.

Las dimensiones típicas son:

- Diámetro del núcleo 3ym

- Indice de refracción del núcleo 1,5

- Diferencia de Indices de refracción 1%

- Diámetro de la cubierta 50ym

- Longitud de onda (A) 0,9yrn


211

A..1.2,3.- Fibras de Indice gradual

En estas fibras no existe, una diferencia entre núcleo


y cubierta como en las vistas anteriormente. Es decir, que no
existe un salto en la diferencia de índices d e refracción del
núcleo y cubierta, sino que el cambio de índice se va producien
do de una forma gradual, disminuyendo progresivamente según se
va alejando del eje de la fibra.

El diagrama de rayos que determina el proceso de la


transmisión en estas fibras es el que se muestra en la figura.
Como se observa esta estructura tiene ventajas numerosas desde
el punto de vista d e transmisión, puesto que es posible tener
guías de muy baja dispersión temporal (retardo diferencial), -
con diámetros de núcleo relativamente altos. Igualmente reduce
las pérdidas por reflexión.

(n, •• wn-o.MJwaj'i)

r 1,562

¿V r 0,022

«S = -loo

La capacidad de anchura de banda de esta fibra es in.ter


media entre las. monomodo y multimodo, y puede alcanzar 2 Gbits/
seg/Km. Admite muchos modos con aproximadamente la misma veloci
dad de grupo.

Su dimensión típica es un diámetro del orden de 200ym


y el índice de refracción que varía en función del radio según:
r 2
n r = n-^ l-AC a i para n 1 - 1,5; A del orden de 0,01 a 0,02 y
O^r^a, (a -- radio)
Esta fibra que se comercializa con el nombre de Selfoc,
es fabricada por el grupo Nippon Electric Company y Nippon Sheet
Glass Company.

A.1.3.- Materiales

U n importante problema es el de la atenuación de la luz


en su recorrido a través de la fibra, debido fundamentalmente a
dos mecanismos intimamente ligados con el material o materiales
utilizados en la composición d e la fibra. Estos mecanismos son:
la absorción de la energía luminosa, y la dispersión de las on-
das en su desplazamiento.
La absorción depende de la pureza del material, donde son
j

muy importantes cualquier tipo de impurezas, pero influyen espe


cialmente las impurezas d e ciertos metales y del agua(ión OH ).
La dispersión depende de la falta de uniformidad, partí
cularmente en la unión entre el núcleo y la cubierta, debido- a
partículas d e impurezas o burbujas en el material del núcleo, lo
,que a la longitud de onda d e la luz transmitida hace que el ma-
terial tenga aspecto granular, de tal manera que al aumentar la
longitud de onda disminuye la dispersión. Por ello es preferible
utilizar luz infrarroja en lugar de luz visible.
Es decir, es importante la elección del tipo de material
constitutivo de la fibra. En esta elección influirán diversos -
factores, entre otros:

- Dominio espectral en que va a trabajar

- Bajas pérdidas en la banda pasante

- Fácil tecnología de fabricación

- Posibilidad de Índices variables

Teniendo en cuenta que algunos factores que pueden in-


fluir en el material son fijos dentro de unos ciertos márgenes,
213

como por ejemplo: longitud de onda utilizada entre 0,8 y 1,lym;


los emisores q u e mejor se adaptan son los diodos electroluminis
centes LED, diodos láser de Ga,
1-x Al x As, xy láseres de matriz

dopada por Neodinio; etc. Se pueden comenzar a determinar algu


nos materiales que darán los mejores resultados para cada uno
de los tipos de fibras estudiados. De esta manera y consideran
do que los núcleos serán siempre muy finos (2 a 90ym), así como
que las distancias entre repetidores serán de varios kilómetros,
parece aconsejable pensar en materiales isótropos, como son los
líquidos y los vidrios, dentro de estos particularmente la sí-
lice .

A.1.3.1.— Líquidos

Las fibras se constituyen por un capilar de vidrio for_


mando la cubierta, lleno de un líquido de baja atenuación y con
su índice d e refracción superior al del vidrio.

Son fibras multimodo, debido a que el diámetro interno


del capilar debe ser de varias decenas de ym para poder intro-
ducir el líquido sin muchas dificultades.

Para obtener una baja atenuación, no debe de tener nin


guna banda de absorción en la región del espectro en que traba
i
ja, esto elimina todas las sustancias que contienen grupos OH,
enlaces -C-H; -Cll^",=N-H; grupos aromáticos, etc. De esta for-
ma los productos más utilizados son:

- Tetracloruro de carbono

- Tetracloretileno

- Hexaclorobutadíeno

- Triclorobromoetano .

Aunque hay otros que pueden ser utilizados con éxito,


estos parecen, ser los m á s prometedores.

Las principales ventajas son;

Baja atenuación, por ejemplo en el hexaclorobunadieno


a 0,9ym se puede conseguir inferior a 10 dB/Km.

Influencia d e las impurezas, especialmente las de me


tales d e transición, no tienen la misma importancia
que en sólidos, con lo cual las pérdidas se deben e -
sencialmente
4 a la dispersión,
• siguiendo una ley en
1/A . La única absorción relativamente importante re
sidirá en el tercer armónico A_„/3
vjri- d e los hidroxidos
residuales (agua, alcohol, etc). Esta ley y la influen
cia de los grupos OH se pueden observar en la grafica
de atenuación de la figura, para un diámetro de nú-
cleo de 95ym y una longitud d a 600 m .

Atenuación d6/km
40 \

\
30
A

70
\
-A'"
N Pie¿J a'D£(jrc\gr> (Jo*OH")
X.
10

1»>J áí VX<
0.G 0J 0.8 0,9 1,0 1.1
Uptv^AUIS on<Ad (}<<")•

Ajuste del índice, la m e z c l a de líquidos permite -

ajustar el índice de refracción al valor deseado.

Influencia de la cubierta, la calidad óptica de la

cubierta (borosilicato, pyrex, sílice, etc.) no tie


215

ne una importancia primordial para la atenuación.

Por otra parte tienen inconveniente como:

- Introducción del líquido, se necesita una presión de


1400 atmósferas.;

- Dificultad de las conexiones.

- Problemas debidos a la importante dilatación de los


líquidos.

- Variación del índice de refracción con la temperatu-


ra .

A.1.3.2.- Vidrios

Dejaremos aparte el sílice pa <;a estudiarlo, de forma par


ticular más adelante, y en esta par te consideramos solamente -
aquellos vidrios compuestos por u n formador y uno o varios modi-
ficadores .

En general los mejores vidrios comerciales tienen una


atenuación comprendida entre 200 y 300 dB/Km para una longitud
de onda de 0,9ym; aunque partiendo de materias primas muy puras,
se han alcanzado atenuaciones de 50 dB/Km con ciertos vidrios
d e composición simple con óxidos de silicio, plomo y sodio, in-
cluso más recientemente con vidrios silicosodicálcicos se consi
guierón de 30 dB/Km, y los vidrios de talio utilizados para fa-
bricación de fibras de índice gradual tienen atenuaciones del
orden de 20 dB/Km. Estos valores de atenuaciones están medidos
sobre una muestra de material, es decir en masa; este valor se
reduce cuando se trata de la fibra constituida con el material.

En estos vidrios, las pérdidas por dispersión, esencial


mente debidas a las heterogeneidades: burbujas, microfundidos,
microdesvitrificaciones, etc, son generalmente pequeñas con rela_
ción a las pérdidas por absorción debidas en gran parte a la mo
vilidad de los electrones 3d de los metales de transición, los
cuales con los grupos OH constituyen las impurezas más influyen
tes. También juega un gran papel sobre el espectro de absorción,
el estado de oxidación de las impurezas.

Los criterios para seleccionar los vidrios son:

- Buena transmisión de la luz entre 0,8 y lpm.

- Baja tendencia a desvitrificar.

- Baja afinidad con el agua.

- Bajo contenido de iones OH .

- Temperatura de fusión poco elevada.

Para obtener buenas características de transmisión de


la luz en el espectro visible y en el infrarrojo próximo, entre
los formadores Se pueden emplear los teluratos.

Para eliminar la tendencia a desvitrificar se utilizan


los aluminatos, los bismutatos y los antimoniatos.

Los formadores para reducir la gran afinidad con el agua


son los halogenuros y los fosfatos.

Sobre la base de estas consideraciones, los vidrios que


parecen responder mejor a los criterios elegidos, son los sili-
catos , los fluorofosfatos y los germanatos.

Habrá que hacer distinción de los diferentes tipos de


fibras:

al Fibras con dos índices

Utilizan los tipos de vidrio indicados anteriormente. En el


proceso de fabricación hay que tener en cuenta la posible con
taminación introducida por el crisol de platino donde se fun-
de el vidrio; por ello es preferible el método de las prefor
mas.
217

b) Fibras de índice gradual

Para obtener el gradiante del índice se produce un cam


bio iónico, talio-potasio, acelerado por electromigración.
Este cambio se realiza a una temperatura de unos 450°C, de
tal manera que por no ser demasiado elevada se reducen los -
riesgos de contaminación por impurezas metálicas.

El cambio iónico también puede ser litio-sodio para vi


drios silicocálcicos, aunque éste se emplea menos.

A.1.3.3." Sílice

Un caso particular del vidrio es la sílice vitrea Si0 2 ,


que por su importancia en la fabricación de fibras distinguimos
en forma especial.

En un plano teórico, comparando las atenuaciones lími-


tes d e los vidrios de silicatos de sodio y calcio con la sílice,
en una primera aproximación para calcular dispersión y absorción
intrínsecas, se encuentra la atenuación límite total de la síli
ce del orden de 1,7 dB/Km para una longitud de onda de 0,9ym, -
mientras que en el vidrio es d e 9 dB/Km para la misma longitud
de onda. En la práctica ha sido posible medir pérdidas inferio-
res a 2 dB/Km en la sílice, mientras que la cifra más baja obte
nida con los silicatos de sodio y calcio son del orden de 30 dB/
Km.

Por este motivo y a pesar de las dificultades inheren-


tes a la sílice como son:

- Punto de reblandecimiento elevado (obliga al empleo


de temperatura del orden de 2000 °C)

- Gran variación de la viscosidad con la temperatura!.

- Dificultad para variar su índice de refracción.


Este material se ha impuesto como base de todo sistema
de fibra para atenuaciones inferiores a 10 dB/Km.

Actualmente se puede encontrar en el comercio sílice sin


tética de muy alta pureza, generalmente fabricada a partir de cío
ruros.

La dificultad esencial, para la fabricación de la fibra,


a partir de la elevada temperatura de trabajo (2000°C), reside en
el bajo índice de refracción de la sílice (n=l,458), de tal for-
ma que cuando se utiliza como núcleo es necesario encontrar una
cubierta de índice menor; después de numerosos estudios se ha con
seguido un borosílicato de n=l,452, que además no necesita ser -
forzosamente de una pureza extremada (comercialmente se le llama
Vycor y su composición es de 96% de S í ) 2 y 4% de B 2 Q 3 1 , los mejo
res resultados se obtienen para longitudes de onda muy baja. Si
por el contrario se utiliza la sílice en la cubierta, será nece-
sario aumentar el índice de la sílice que constituya el núcleo,
pero sin modificar sus características de transmisión, para ello
se dopan añadiendo óxidos que previamente se han obtenido puros
a partir de los cloruros; d e ellos los más utilizados son los de
Germanio, Talio, Aluminio y muy especialmente el de Titanio Ti02.
219

A.2PERDIDAS EN LAS FIBRAS

A.2.1.- General

Puesto q u e la calidad de un sistema de comunicaciones


óptico depende en gran parte de la fibra como medio de transmi
sión será necesario conocer con detalle las posibles fuentes
de atenuación d e las señales luminosas en ella.

Se consideran dos fuentes de atenuación en las fibras,


estas son;

- A b s o r c i ó n o conversión de la luz en calor.

- Dispersión (difusión) o fuga de los modos conducidos


por la fibra.

En las dos se produce la pérdida de una fracción de la


energía transportada por la guiaonda de fibra.

Tanto la absorción como la dispersión se presentan a


su vez bajo tres formas;

Absorción?

- Intrínseca

- Por impurezas

- Por defectos atómicos

Dispersión:

- Intrínseca

- Por inhomogeneidades del material

- Aberración en la unión entre el núcleo y la cubierta.


A.2.2.- Absorción

La energía luminosa absorbida por la fibra se transfor


ma totalmente en calor, elevándose la temperatura del material.
Este calentamiento sirve para proporcionar una información sobre
la capacidad del material para absorver la luz.

A.2.2.1.- Absorción intrínseca

Esta es la absorción que aparece cuando el material se


encuentra en estado "perfecto". Normalmente los materiales die-
léctricos perfectos, como el vidrio, se suelen considerar tota^L
m e n t e transparentes. Esto es cierto para la mayoría de las apli
caciones, sin embargo, si el material va a ser empleado para la
fabricación de fibras, esto debe considerarse con mayor detalle
ya que se requieren y logran coeficientes de atenuación de 3 ór
denes de magnitud menores. (Por ejemplo, la atenuación de un'vi
drio a 0,9ym es del orden de 50 dB/Km y en forma de fibra puede
ser del orden de 20 dB/Km o menos).

El conocimiento de esta absorción se desea no solo pa-


ra conocer su contribución a la absorción total medida en las
fibras, sino también para establecer un límite inferior. La ab-
sorción presente en el margen de 0,6 a lym de longitud de onda,
es debida fundamentalmente a las colas en el visible de las ban
das de absorción en el ultravioleta y en el infrarrojo. Apenas
se conoce nada actualmente respecto a estas bandas y por tanto
sobre su contribución a las pérdidas. El único recurso es tomar
como absorción la menor observada y concluir que la absorción
intrínseca será menor.

A. 2. .2.2." Absorción por impurezas

Es debida principalmente a iones presentes como impure


221

za en el vidrio? fundamentalmente estos iones pueden ser metáli


eos o el ión OH .

Las bandas de absorción de las impurezas metálicas de-


bidas a los iones ferrosos, férricos, de cobalto o de cromo va-
rían de un vidrio a otro.

Sin embargo, para medidas realizadas en los iones de


hierro, se p u e d e concluir que concentraciones por debajo de al-
gunas partes por billón de iones deben lograrse para conseguir
atenuaciones por debajo de 2Q dB/Km.

Los iones OH presentes tienen bandas de absorción cen


tradas en las longitudes de onda d e 950 y 725 nm que son respec
tivamente el tercer y cuarto armónico de la banda fundamental -
que se encuentra próxima a las 2,8 mieras. A partir de medidas
realizadas se ha llegado a la conclusión de que la absorción -
por iones de agua es del orden de 1,25 dB/Km/ppm de peso.

A. 2.2.3.- Defectos atómicos

La tercera fuente de absorción son defectos atómicos


en la estructura del cristal, incluyéndose en este capítulo ele
m e n t a s no deseados que se añaden deliberadamente a la composi-
ción de vidrio. Un ejemplo de esto puede ser el titanio, que -
3 + que presenta una
puede añadirse deliberadamente y formar T.i
4+
gran banda de absorción en el visible mientras que el Ti no
la presenta.

A.2.3.- Dispersión

También se llama difusión. Según se ha visto anterior


mente, es la consecuencia de la pérdida de una parte de la ener
gía por dispersión de las ondas al propagarse en la fibra. Esta
energía perdida se reparte por todo el espacio, introduciendo
una perturbación que se puede llamar "conversión de modos".

Si se considera un rayo que se propaga por reflexión


totales siguiendo un ángulo dado, cuando encuentra un centro de
dispersión, una parte de la energía se pierde efectivamente:
rayor dibujados a puntos en la figura. A consecuencia del ángu-

avt* .• •
wUofU

lo límite d e reflexión entre el núcleo y la cubierta toda la -


energía comprendida en el ángulo sólido Ce^) , a trazos lleno.s
en la figura, se puede propagar por reflexión total siguiendo
ángulos diferentes del de la luz incidente. Esto es porque la
'dispersión d e la luz provoca pérdidas de energía y conversiones
de modos.

A. 2 . 3 .1.- Dispersión intrínseca

Todos los materiales transparentes dispersan la luz de


una manera ipás o menos importante, según su composición química,
Esta dispersión está provocada por las fluctuaciones térmicas,
que a su vez generan fluctuaciones aleatorias del índice de re-
fracción, y por tanto está ligada al proceso de elaboración del
material. Existe por tanto un límite intrínseco de las pérdidas
por dispersión, por debajo del cual es difícil descender? aun-
que se puede minimizar por elección de la composición del mate-
rial y de su tratamiento térmico.
223

En el vidrio estas fluctuaciones quedan "congeladas",


cuando el material se enfria después de u n proceso d e templado.

El coeficiente de atenuación por dispersión, para el


caso de líquidos, recibe también el nombre de turbidez y se de
be a fluctuaciones en la comprensión del líquido; está dado por
la expresión;
q 3
87r
? 2
t = 4
< (n - 1) KT3
3>

Donde K; es la constante de Boltzmann

T: es la temperatura absoluta

8: es la compresibilidad

Como valor de T se suele tomar la temperatura de tem-


plado .

Si se añaden otros óxidos a la sílice ésta dispersión


puede ser aumentada por la concentración de los nuevos óxidos
no uniforme.
Esta contribución viene dada por la fórmula;

, 2
16 TT 3 n 9n
x ~ Ac2 . fiv
4
3A 9c

Donde A c 2 es el valor cuadrático medio de las fluctuaciones de


la concentración y fiv el volumen en el que sucede.

Generalmente, si el óxido añadido tiende a elevar el


índice de refracción del material, sus variaciones de concentra
ción causarán mayor dispersión debido a que sus fluctuaciones
de concentración representan mayores variaciones del índice de
refracción n.
224

A.2.3.2.- Dispersión por inhomogeneidades

Esta fuente d e dispersión puede aparecer después de un


tratamiento térmico, como resultado d e una desvitrificación o
de una separación de fase. Se pueden presentar en forma de par
tículas difundidas en un medio homogéneo, el diámetro de estas
partículas puede variar entre 20 y 20.000. Á; su índice de refra
cción, por otra parte, no es muy diferente del índice del medio
que las rodea.

No está probado que estas partículas se conserven en


el núcleo de las fibras ópticas, después del proceso de estira
do, en la misma forma que en una muestra del material del nú-
cleo . Se puede pensar q u e se alargan transformándose en cilin-
dros con su eje paralelo al de la fibra, y con una longitud -
L»A y un diámetro 2a<<A.

Además es posible que a consecuencia de las condicio


nes del proceso dé. estirado, aparezcan otras partículas disper
sas que no existían en el vidrio d e origen, es decir, el esti-
< rado d e la fibra a partir de la masa de vidrio puede contribuir
a introducir pérdidas.

A.2.3.3.- Aberración en la unión entre el núcleo y cubierta

En la fibra óptica, el vidrio no es la única fuente


de dispersiones. Los defectos localizados en la unión entre el
núcleo y la cubierta, donde las fluctuaciones del diámetro del
núcleo, perturban la reflexión total interna de un rayo que se
propaga siguiendo un ángulo 0C.

Tales irregularidades modificarán por consiguiente el


factor de reflexión que es igual a r (.6c) en cada reflexión. La
atenuación crece con el número de reflexiones, que viene dada
por la expresión —' , donde 1_ es la longitud y d el díáme-
d
225

tro del núcleo.

cuWVA - A
A.3. PROPAGACION EN FIBRAS

A.3.0.- Introducción

Comenzaremos exponiendo un modelo sencillo de la propa-


gación en la óptica geométrica, dado fundamentalmente el carác-
ter más intuitivo de este, frente a las técnicas convencionales
de Electromagnetismo.

Sean dos dieléctricos de índices de refracción n^ y n 2 ,


tales que n^ sea mayor que n^. Supongamos, además, un rayo en -
el medio uno y que va hac ia el medio dos, como se ve en la figu
ra.
Aplicando la ley de Snell se tiene:

=
n.2 sen sen 0^ (1)

Y
n
l
sen ©2 -- sen 0^

\ Si

Fig. 1
mx

Conforme 0^ va aumentando Q^ crecerá también hasta lle-


gar a valer 90°, al ángulo 0^ que hace que Q^ sea de 90° se le de
denomina ángulo crítico 0 .
227

Si 0^>0 c se logrará entonces una reflexión total en la


superficie de separación.

En una estructura como la de la figura, en la que el diá


metro del cilindro interior sea mucho mayor que la longitud de
onda el modelo de la óptica geométrica resulta plenamente aplica
ble, y puede servir para explicar la propagación.

Consideraremos en primer lugar la propagación de un rayo


contenido en u n plano que pase por el eje de simetría del cilin-
dro , rayo que denominaremos meridional.

(®) n» > nz.

Fig. 2

Este rayo para 0>0 c es guiado por la estructura en la


forma que indica la figura.

De acuerdo con la óptica geométrica, existe una segunda


posibilidad de propagación que es una propagación oblicua con re
lación al eje, un ejemplo de la cual se da en la figura adjunta„
A este tipo de rayos se les denomina rayos transversales,
Fig. 3

E m p l e a n d o el modelo expuesto hasta aquí se puede determi


nar con una cierta a p r o x i m a c i ó n la dispersión temporal que sufri
ría un pulso que se p r o p a g a s e por la fibra.

Sea u n pulso rectangular de duración T. E s t e pulso sufri


rá u n a l a r g a m i e n t o en su d u r a c i ó n At dado por la d i f e r e n c i a de
c a m i n o s r e c o r r i d o s por los d i f e r e n t e s rayos.

Este alargamiento será la diferencia entre los instantes


de .llegada del último y del primer rayo.

Tenemos
n L n
l l .
T _ -— = - — L cosece (2a)
1 c sen9 c c
c

n1
T0 = ~ L (2b)
2 c

n
l
A:c=(T1-T2) = — L cosece c ~l (3)
229

A. 3.1. - Análisis Electromagnético

Tras este breve estudio de la propagación apoyándonos en


la óptica geométrica se puede pasar a considerar algunos resulta
dos que pueden obtenerse de la teoría de campos y que dan una in
formación mayor que la de la óptica geométrica.

Adelantaremos algunos de los resultados que se van a ob-


tener . En primer lugar vamos a obtener que la estructura es ca-
paz de guiar únicamente un número finito de modos.
A diferencia de lo que sucedía en una guía cilindrica me
tálica en la que la propagación lograba explicarse mediante dos
tipos de modos, los TE y los TM, aquí es necesario introducir un
nuevo tipo de modos, los modos EH caracterizados por tener el -
campo eléctrico y el magnético componente longitudinal.;
Finalmente queda por añadir el hecho de que una parte de
la potencia se propaga por la cubierta de la guia, siendo mayor
el porcentaje cuanto menor sea la diferencia entre los índices
de refracción de la cubierta y del núcleo.
Tras esta introducción comenzaremos definiendo dos pará^
metros.

u = a(k2n* - B 2 ) 1 / 2 (4)

w = aC6 2 - k 2 n V / 2 (5)

El campo puede expresarse en ía forma (ur/a) en el nú-


cleo y (wr/a) fuera de él.

En las expresiones anteriores

a - radio del núcleo


2ir
k = y- siendo X la longitud de onda en el vacio

3 la constante de propagación, está limitada entre los


valores n k>(3>nk.
Siendo n c el índice de refracción del núcleo y n el de
la cubierta, J(x) la función de Bessel de primera especie, K.(x)
una función derivada de las de Bessel por la expresión:

j V + 1 H v (jx) = 2
K,(x) (6)

H v (x). = j y ( x ) + j N v (x) (7)

Donde N^ es la función de Bessel de orden v y segunda


especie.
Definimos el parámetro v como

2 2 2 , ,
0
v = u +w (8)

. , 2 2,1/2
v = ak (n - n )
c

que puede considerarse como una frecuencia de corte normalizada,

Postulamos las siguientes componentes transversales.

zn/n J, (ur/a)/J (u)


1 1
E = H ° = E { } cosl((> (10)
Y x
zQ/n I<1 (wr/a) / K 1 (.w)

Donde Ej es el campo eléctrico en la superficie de sepa-


ración y la línea superior designa los campos en el núcleo y la
inferior en la cubierta.
Para 1 >0 ya que tenemos libertad para elegir senlcj' o eos
1 <j) aparecen 4 modos para cada 1.
Los componentes longitudinales pueden obtenerse a partir
de:
231

j Z, 1/n 2 3H
E = ( ° > (11)
k l/n ** 1

H z = (j/kZo) 3Ey/8x (12)

Sin embargo si se verifica la condición:

n -n
c
<< 1; resulta que E y H son despreciables
n z z
frente a las componentes transversales.

Las expresiones de E y Hr son


J
l + l; ( urr / a ) S611 N(1J-1
+ 1)UJ.
é + »~
J
l-l(ur/a) S6n
E = i { n
'c J
i ( u )
" n
c ^ ¡ T ^ r ^ }

z 2 Ka
(i-i) <i)

K
w l-fl(wr/a) , - ^ w W Kl-l(wr/a) n 1V.
S E N Í L + 1 ) Í Í E A ( 1
n K;| (W) ^ N K L ( W ) ' '

(13) y
J 1 + 1 (ur/a) í J 1 ^ 1 (ur/a) (14)
(i
u \f (u) eos (1 + 1) (J)-U — - C O S ( 1 ~ 1 )-(¡)
E
1
11
z = 2kaZ . { Kn , ^ (wr/a) I<1 ^ w r / a ) }
W
eos (1+1) (p+w ^ eos(1-1)*

A partir de las expresiones E^ y II^ obtendremos las coi


ponentes azimutales resultando

J-, (ur/a) / J. (u)


E = 1/2 E1 { } (cosd+'Dcj) + eos (1-1) (|>) (15)
1
® K 1 (wr/a)/K 1 (w)

p n J, (ur/a) / J, (u)
H = _1
2 z
1 {11 } (sen (1+1) (|) - sen (1-1) (j)) (16)
(j) 0 Kx (wr/a)/Kx (w)

Haciendo n=n c en las expresiones anteriores de los -


campos longitudinales y transversales e igualando las componentes
tangenciales, para verificar las condiciones de contorno resulta
232

tras aplicar las relaciones entre las funciones de orden n y


n+1.

J|.i (u) K-, , (w)


u
-77BT- - - - r p s r < 17)

que es la ecuación características de los m o d o s linealmente po-


larizados (LP) .

De esta expresión pueden obtenerse los valores de cor


te del modo.

Haciendo w = 0 , los valores de corte se obtienen como


raices de J.^^ (w) =0 .

En el caso 1=0 se incluyen los ceros de J J ^. Lúe


go las soluciones para u se encuentran entre los ceros de (u)
y J x ( u ) . Cada solución está asociada con un conjunto de modos
que se designan LP^m>

En el caso 1>1, cada conjunto consta de 4 m o d o s . Nos


queda finalmente por establecer una nueva relación. Diferencian-
d p en la expresión siguiente con respecto a v

2 2, 2
v = u +w

Resulta

<*>.( 1 - K („> ) (18)

Donde
2
K 1 (W) = (w)/K1_1 ( w )l< 1+1 ( w ) (19)

' Para valores grandes de w resulta 1-1/V, lo que


puede usarse para resolver la ecuación 18.

Para resolver esa ecuación en el caso general intere


sa encontrar una buena aproximación d e K ^ para cualquier valor
233

de w.

La aproximación que se empleará es la siguientes


i

K x % 1- (w2+l2tl) ~ 1//2 ' (20)

La raz¿n de efectuar esta aproximación es la siguien


te: La constante de p r o p a g a c i ó n
B, como puede verse a partir de
2 2 2
las fórmulas 4, 5 y 8, puede expresarse en función de w =v -u ,.

Si esta d i f e r e n c i a se hace muy pequeña los errores que


introduce la primera aproximación pueden hacerse m u y grandes.

2 2 2
Podemos sustituir w por v -u y para simplificar más
el p r o b l e m a , tal como se vió tras las fórmula 17 u debe encontrar
se e n t r e ceros sucesivos de funciones de Bessel adyacentes, pode-
mos escribir:
w - (V 2 - u 2 ) 1 / 2 (21)

Sustituyendo u, por su valor de corte u . Para el Triodo


c
LP 1 m , u c es la raiz m de (u) .

Esta aproximación es satisfactoria-.para todos los mo-


d o s excepto para el L P ^ = H E ^ , cuyos parámetros u, v y w tien-
d e n a cero simultáneamente.

Excluyendo ese m o d o y utilizando la aproximación da-


da por 20 y 21, la solución de la ecuación diferencial 18 re-
sulta
u (v) = n g exp ( are sen (S/u c ) - are sen (S/v) ) /S (22)

siendo
S - (u2 - l 2 - 1 ) 1 / 2
c
la solución para el m o d o HE^

n (v) = (1+/2) v / l + ( 4 + v 4 ) 1 / 4 (23)


234

Usando la función n(v) obtenida se puede calcular


la constante de propagación 3»

Definimos:
b (v) = l - ( u 2 / v 2 ) = (62/k2)-n2 /(n2-n2) (24)

que para n O -n/n<<l puede aproximarse a:

b - (B/k) -n /nc-n (25)

De aquí podemos obtener 3

3 = nk(bA+l) = n k ( l + A - A n 2 / v 2 ) (26)
n_-n
donde A =
n

C o m o la detección de la luz modulada que se trans-


mite por la guía se realiza detectando la envolvente, y esta
trás pasar por la fibra puede ser distorsionada debido a la -
dispersión de la fibra conviene conocer el retraso de grupo.

Este viene dado por la fórmula:

T = (L/C) (dB/dk) (27)


y

Donde C = Velocidad de la luz en el vacío


L = Longitud de la fibra.

Al efectuar la derivada de la ecuación 27, sustitu-


yendo 3 por la expresión dada en la epuación 26, se debe consi
derar la dependencia entre n, Ay b con k: Si la dispersión del
núcleo y la cubierta es aproximadamente la misma A es indepen-
diente de n; además para cualquier vidrio k dn/ dk;<n resulta -
pues:

V " ff < * ^ < 28 '

El primer término de la ecuación 28, tiene en cuenta


la dispersión debida al material, que es la misma para todos
los modos, mientras que el segundo caracteriza la dispersión -
235

debida a la fibra.

La segunda derivada puede calcularse teniendo en cuen


ta las expresiones 18 y 24 resultando

d(vb)/dv - 1- (u/v) 2 (1-2K ) (29)

KJ(W)
Donde K, (w) = j——————r

La ecuación 29 puede considerarse como un retraso de


grupo normalizado. Lejos del coste se aproxima a 1 para todos
los modos. En el corte vale dvb/dv = 2K(0) resultando para 1=0,1
en valores de d(vb)/dv=0 y para valores de 1>2, en 2 1-(1/1)

Como puede verse de esa expresión los modos de mayor


orden son los que sufren el mayor retraso.

Como l m a x ~ v obtenemos una dispersión de grupo dada


por la expresión:
(1-2/v) (n -n)L/C (3o)

Finalmente para ponerlo en función de parámetros


2 2 1/2
conocidos sustituimos v por su valor v=ak(n -n )

A.3.2. ANALISIS PARA FIBRAS MULTIMODO

Las fibras muItimodo presentan un Ínteres grande de-


bido al hecho de ser más fácil su manufactura y, la posibilidad
de ser excitadas por medio de fuentes incoherentes como diodos
emisores de luz (LED1s).

Esto se debe a dos razones, en primer lugar una fibra


transmitirá tanto más modos cuanto mayor sea la dimens ióh del
núcleo con relación a la longitud de onda, lo que hace que sea
más fácil de construir. Por otra parte la cantidad de luz que
acepta la fibra aumenta con el número de modos que transmite.

Por otra parte este tipo


de fibras pueden ser analizadas
con métodos menos detallados.
«Ve
i
El cono que acepta la
fibra está limitado por aquellos -
rayos que tras entrar en la fibra
se reflejan en la superficie entre
Fig. 4
núcleo y cubierta. Estos rayos for
man un ángulo 0 con el eje

. 2 2,1/2
sen0Q = (n -n ) (31)
c

Para calcular el número de modos que admite la guía


se procede como sigue. Se consideran en primer lugar los mo-
dos del espacio libre que pueden entrar en el área ira Consi-
deremos estos pares de modos polarizados uno perpendicularm^n
te al otro.

Cada par ocupa un cono de ángulo sólido aró , donde


<5 = A/ir a (32)

El número total de modos aceptados por la guía es


por tanto N = 2 (0/6)2 (33)
que puede escribirse por la ecuación .8
N-v2/2 (34)

Este es el número de modos aceptados por la gúía


y también el número de modos transmitidos.

El número de modos puede obtenerse por otro camino?


237

contando los valores de corte que verifican u<<v, y teniendo


en cuenta que los valores más bajos representan 2 modos y los
demás 4.

La ecuación anterior permite designar los modos de


la fibra en 1a secuencia de sus valores de corte y viceversa se
puede predecir el corte del modo v para un modo alto para la
ecuación
(2v)X/¿
1/2
u
c [35)

Podemos emplear este sistema para describir fibras con


gran número de modos„ Elegimos aquellos modos lejos del corte,
despreciando los pocos próximos al corte.

Podemos escribir pues, k =i. Sustituimos u por u c ya


que nunca se desplazará apreciablemente de ese valor
Como b=l - (u/v)2 = 1-u^/v2 = 1 - V 2 / N 2
y finalmente
^ = l+u 2 /v 2 = 1+v/N (36) .

Otra fórmula de Ínteres es.la que relaciona 1.a potencia


que se propaga en el núcleo y en la cubierta.

Llamando P a la potencia total, P^ a la potencia que


se propaga por el núcleo y P^ a la que se propaga por la cu-
bierta. Se' puede escribir para el modo 1

P "
2
= JL- "(-H.) (1-K1) (37)

P
2
P^ - (£) U - K J ) (38)

9. Ü 013.0-1011 6 S
El significado físico de la expresión anterior es
el siguiente: Conforme se aproxima el corte potencia que era
t•
guiada en el núcleo, lo abandona pasando a ser guiada en la
cubierta llegando en el caso de los modos de orden bajo a
anularse la expresión (39) para modos con 1> 2 se mantiene
una relación de 1-1 entre las potencias en el núcleo y en la
cubierta al corte.

Las expresiones (37) a (39) son válidas tanto para


guias multimodo como para las que propagan un número de mo-
dos bajos.
B. APLICACIONES DEL LASER EN HOLOGRAFIA

Por :

José San Leandro Ros


B. 1. EL CONCEPTO DE FRECUENCIA ESPACIAL

Para una señal, electrica variable en el tiempo es de


general conocimiento el concepto de frecuencia'f (temporal) ,
Según esto, las. señales matemáticamente más fáciles de
describir son las que tienen asociadas una sola frecuencia, es
decir,, las de variación seno, o cosenoidal en el tiempo?.

vlt) - V Q sen ut (1.1)

Fouríer generalizó la descripción, de señales variables


a partir de "componentes" senoidales como el anterior •. De esta
forma una señal variable en el tiempo de forma arbitraria U!(t).
puede expresarse como un conjunto de componentes senoidales, con
diferentes amplitudes y fases relativas, cuya suma para todos
los valores de t. coincide con U(tlf. excepto en algunos puntos
muy especiales.. En. expresión maternatica

U ( t) - i U'Ü:le+j2lrft df (1.2)
0jf— 00

donde U(f) en general es un valor complejo, que se obtiene mate


maticamente de UCtl mediante la expresión?

yi+oo

u til = / U (t) e " j 2 7 r f t dt i ([1»' 31


ft/ —00

Las señales luminosas tienen un-comportamiento 'Similar


1
aunque con más 'variables. .
En efecto, .no solamente hemos de fijarnos en como varía
la intensidad en un cierto punto con el tiempo, sino .también pn
cómo se propaga.
Supongamos que la frecuencia temporal de nuestra señal
luminosa es únicas es decir, la variación de amplitud fie la luz
recibida en un punto de coordenadas r es

U (r, t) = A (r) . e j w t (1.4)

Veamos que ocurre con la "iluminación" de varios pun-


tos en un mismo instante de tiempo (t=t 0 )
S í fuese una onda plana, '

obtendríamos variaciones de iluminación de los distintos puntos


(t fijo)según sean sus coordenadas "x" y "z". No importan en
este caso la coordenada "y" por la forma en que hemos elegido
los ejes d e coordenadas.
Esta onda plana tiene asociada un vector de propagación
íc que nos define la variación espacial de la iluminación de los
puntos. Es decir para una onda plana.

U(?,t) = OL0 e ~ 3 (wt-í.r) . (1.5)

La parte de variación espacial es:


243

e j fc.r

que desarrollada puede expresarse en la formas

ejü%.x + ky.y + ky.z)

donde en este caso k x = |k | sen a = sen a 2tt


"A
k = 0 ; k = ¡ k | eos a = eos a •
Y ¿ A

Vemos que el tratamiento del vector 1c es similar al de


(0/ teniendo en cuenta que k es un vector (tres componentes) y w
es un escalar.
-f,

k nos define la frecuencia espacial de esta radiación


(onda plana monocromática\
Si en vez de tener una onda plana tuviésemos, una radia
ción con una distribución arbitraria de amplitudes en un plano
dado, podremos descomponerlo símilármente en un conjunto de on-
das planas de diferentes frecuencias espaciales.
P.ejm. supongamos que a la onda plana anterior le pone
mos en el plano z=0 una pantalla opaca que lo cubre todo excepto
una rendija d e anchura L. Supongamos que la dirección de propa-
gación es coincidente con el eje z. Es decir, antes de la panta
lia z<0
«j (u)t - k z . z)

U (r , t) = U 0 e

Para z =0 tenemos la pantalla, luego;

0)
U(x,Y,z=0,t) = Uq " . Ttx,y) (1.6)

donde T''(x,y) es la función que representa la transmitancia de la


Fíg. 1.2

1 para -íi/2<x<L/2
T(x,y) =
O para todo otro valor de x.

l '1
4

Fíg. 1.3
245

Esta radiación puede expresarse como simia de ondas pía


ñas con diferentes frecuencias espacíales„ Matemáticamentes

-jí'ut)
f lio
Ü (x,y. z = 0/fc) a
o

f 4-oV

= e

donde

+C0
> t<K -y
U'OC^Ky) £ U(KK)
r^oOiue'

ÍL e • ¿x
k
'.3

i h t.
1A o L-
>¡ i, *

En este ejemplo? la radiación pasada la pantalla(supues


ta ésta infinitamente fina ), la hemos expresado en forma de un
conjunto de ondas planas con diferentes "frecuencias espacíales"
lC e
Es de notar que estas frecuencias espacíales se diferen
cían en la dirección de k pero no en su modulo, ya que k = jbr,
donde X es la longitud de onda en el medio considerado, que
246''

hemos supuesto uniforme.


En este caso, como k^=0, las diferentes ondas planas -
componentes, quedan especificadas dando k ya que
X

2
2
k2 + k„2 + k„2 = k , k =o (1.9)
x y z i h ; "y

En un caso general, sin embargo, donde la pantalla tuvie


se una función de transmisión cualquiera, T (x,y), dependerá de x
y de y. Y por tanto, la descomposición en ondas planas habrá que
especificar tanto en k como en k ., es decir.
x y

y
-oO

donde U'(k ,k ) puede obtenerse mediante la ecuación


x y ^

B. 1.1. - Utilidad del espectro de frecuencia espacial de .radiación

de una apertura

Cualquier valor de la función U 1 ( k


x ,k y ),representa, co-
mo hemos visto la amplitud de una onda plana que se propaga cpn,
un vector k definido por k^ y k^, (k.^ es implícito conociendo X
en el medio considerado), y nos permite conocer la ecuación 1.9
la distribución de la radiación en el plano de la apertura.
Por otra parte sabemos que la propagación de una^onda
"i !c IT
plana en el espacio está definida por la ecuación 1.5: e J
Por tanto, en un plano situado a una distancia z de la apertura
r = Z'Z, la transformada de Fouríer de la radiación será:
247

donde • (JL.12)

,, V ' i - O u J ' - M
con
fi !L
2 TI

De forma que la radiación en un plano situado a una dís


tancia z del pla.no de la &(».•>! I IM .», «/< txtirá dada por

-otl . . 4 í:» ¿ t^
f

H f ((.,., ,' '"'"'I1' >• (1..13)


1
¡j c IUfr •
-cO

En teoria de comtin.icacion.es (1„13! es equivalente es


decir que tenemos un filtro lineal entre el. plano de la apertura
y el de interés CzjL cuya función de transferencia es

H (f. Uy' ~
- e~ • ti o 14)

Veamos ahora otro tratamiento de la radiación que nos


conducirá a otra interesante conclusión.
B»2 o TEORIA DE LA PROPAGACION : APROXIMACIONES DE FRESNEL Y FRA .N-
HOFFER.

Supongamos como antes que tenemos una radiación


monocromática conocida. Conocida significa que en ciertos pun-
tos el valor de esta radiación, para un instante de tiempo d e -
terminado es c o n o c i d a , y también son c o n o c i d a s las direcciones
de propagación en cada punto. La idea básica es el principio
de Huygens según el cuál, cualquier punto a l c a n z a d o por la ra
diación se c o m p o r t a como un "radiador" secundario.

Matemáticamente esto se traduce en la fórmula

«9U exp O'/oroi) 'exp. >(jkr0i)


(2.1) U(P0) =
4?r dn ?'oi dn ?'oi
ds

que expresa la r a d i a c i ó n en un punto de c o o r d e n a d a s P U(P ) ,•


conociendo la radiación U, y su gradiente 9ü/3n en una cierta
(definida) s u p e r f i c i e cerrada S _

Po

U n c a s o de particular interés es el de conocer la ra


diación en una apertura E.
249

Admitiendo que p dista de E hm.i nran cantidad de


longitudes de onda A, |r ? j >>A puede dera- rse (Rayleigh-Som
merfeld) que;

J A<i? /oí

Esta fórmula indica que estamos ante un sistema li-


neal (lo que es lógico ya que en el desarrollo de las anterio-
res fórmulas se ha supuesto el principio de linealidad). Esto
puede verse sí expresamos la anterior fórmula en la siguiente
manera

U(P 9 ) - / / K / V W W *
(2,3) • X

donde
í ex ¡3 (/,'i > - v
{:os
h( P P f) ~ - ( » '

B. 2.1. Aproxlmacj > m. l' J.- i'ir> . | ^ r. n.,.huffer

En la m a m i ).• N»T¡ «- I<,JÍ MILÍ.Í >S, se dispone de


una onda plana que íio"/-:. ti" ms . <; i ¡ ,, apertura, y la re
gión de interés de JLHI.HM I • ; > lm..lj en una, región cerca
na a la dirección, d- ¡.sitr.,j, • t. ¡ >.,,, M,ir» poto, que materna"
ticamente equivales -« -h cj , t(i< <. ! . ¡ , « '»» 2,3

eos (ñ,f'oi) C¿ I
(2.4)

la función de transferencia h(P , P.) ess


o i

(2» 5) h(x0,y0;xhy>) = exp l(*o - :«i)2 -f (y» -- í/i)sj|


fhz \ 2z I
250

Es decir:

U(.ro,2/o)
co
exp (jkz)
(2.6) // U(®i,yx) exp {j ¿ [(®o - + (?/„ - ^ j ) dr, ^
j\z

expresión que admite otra interpretación, que poniéndola en la


forma:

exp (jkz)
(2.7) U(xo,¡/o)j\z= exp |¿ ^ (.ro2 + Z/o2) / / |
uovyi)

2tt
exp 3 2¡ (•'-•'2 + 2/12) I} exp- j — (xoxi + y0yi) )j I dx,.
dxi.diji

resulta más clara. En efecto, (2.7) parece indicar

Apertuii'

F i g . 2.1.1

que U ( P q ) es proporcional (y este factor solo depende de P )


a la transformada de Fourier d e la función U
calculada para
r las frecuencias-espaciales
c fx = ox /X»
z y, fy =y /X®
o z

La aproximación de Fraunhofer puede ser adoptada pa-


ra regiones más lejanas aún que las zonas donde se pueden apli-
car las aproximaciones'de Fresnel? y consisten en admitir que -
en el plano de observación se tiene un frente de onda plano pro
251

veniente de cada punto en la apertura iluminante es decir, que


exp[j|-z Cx ± 2 + y . 2 ) 1

es constante ó lo que es lo mismo,


K(x2+y2)
que z > > ^ —

En las regiones donde puede aplicarse esta aproxima


ción

exp (jkz) exp j — (.Tu- -f ,/fl-)

(2.8)
/ / UCrj.í/j) exp — (.vo-i-i + j/oí/0 dx i rfí/i

U ( P Q ) es proporcional a la transformada de Fourier de la función


de iluminación U(x^, y^) (apertura) evaluada en un punto del es-
pacio de frecuencias espaciales, exactamente en el definido por
x
: = ^ f
x A.z y = X

(Recuerdese que
J K2 + K2 + K2 = ) .
x y z A

O más sucintamente, en un plano suficientemente le-


jano de una apertura (teóricamente en el infinito), tenemos la
transformada de Fourier de la iluminación de esta apertura«

Ejemplos fáciles de comprobar en el laboratorio son:


a) el disco de Airy. (Fig. 2.1.2) obtenido iliminando con una
onda plana una apertura circular. La gradación de anillos
blancos y negros se comprueba fácilmente que corresponde con
la función

J1 (klr 0 /2z)

klrQ/z
252

1.0

0.5
Fig. 2 .1. 2

Fig. 2.1.3
Luscr
be am

l. O

t
111
Fig. 2 .1. 4

J ~

1.11

lil' Fig. 2.1.5

_.~,Jl,="-·~- __-~~-._·=/,L.+ .
f-<~-- (,,'Az -------o>-/-.::--- -- - fo'Az ~----------¿../
253

donde J^ es la función de Bessel de primera especie, de or-


den 1 y r el diámetro de la apertura.

b) la función sén'c 2/<L_*s \ o s'i nc (Fig.2.1.3)


( 1 11
Á-z
A- '
obtenida usando una apertura rectangular de dimensiones (a ,
b).

Dos ejemplos muy interesantes y que nos serán muy -


útiles para entender los principios de la holografía son los
siguientes

c) Consideremos el caso de una apertura rectangular de dimensio-


' nes (1 , 1 ) pero en la que la transmitancia no es constante
x y
sino que varia sinusoidalmente a lo largo de una dimensión
(x, p. e.) (Fig. 2.1.4)

Matemáticamente

1 m•
(2.9) iM = - rf "'^'GOs (2*f,z) ivct

donde f Q es la frecuencia longitudinal de variación de opacidad.


La radiación en un plano lejano es

íl' smc
2\z © I * * ®
(2.10)
•m2 m2 . 2 ' l
+ — smc- nr (Xo
si
+ /0X2) H smc — (xo ~ f0\z)
4 4 _KZ

que quede representada en la figura 2.1.5.

En ella vemos un pico central igual que en el caso


b) (Fig. 2.1.3) y además dos picos adicionales situados a una
distancia x = f . A.. z a cada lado de este pico central. Estos
son llamados los componentes de primer orden y representan el
efecto de la modulación sinusoidal de la transmitancia de la
apertura.

Es interesante saber cual es la resolución de la figu


ra obtenida; esto podemos calcularlo contando el número de zonas
de mínimo que tenemos entre la componente central (orden cero) y
las de primer orden.

Exactamente:
(f A ) / (A. /I ) = f . 1 es decir la re-
o z ' z' x o x
solución obtenida es la misma que la que tengamos en la apertura.

d) Consideremos el caso de una apertura rectangular también pero


en la que el índice de refracción varía sinusoidalmente. Este
puede ser el caso de una superficie con una rugosidad sinusoidal.
Fig. 2.1.6

La transmisión de esta apertura puede escribirse en


la forma

(2.11)

La intensidad en un plano lejano en este caso está


dada por

(2.12) l v
255

donde J es la función de Bessel de primera clase y de orden q.


q
gráficamente esta exposión pa-
La Fig. 2.1.7 muestra
ra un cierto valor del Índice de modulación m.

Xormalizcd

Fig. 2.1.7

Estos dos últimos casos tienen sus equivalentes en


teoría de comunicaciones con la modulación de amplitud y modu- ,
lación de fase, respectivamente.
B.3. SISTEMAS OPTICOS CON LENTES

Una lente es un dispositivo óptico transparente para la


longitud de onda empleada en el experimento en que se usa, y con
una velocidad de propagación diferente del medio que le rodea.

Para estudiar el efecto de las lentes usaremos la suposi-


ción de que son "delgadas". entendiendo por esto que un rango
entra en una cara por un punto de coordenadas (x, y) en el plano
U e de la figura 3.1, sale por u n punto de aproximadamente las -
mismas coordenadas en el U' .

A(S, Y)

Fig. 3,1

En este caso la radiación en U' la podemos expresar en


©
la forma

U ' e = t(x,y) Ue (3.1)

donde c2 + y2 /± _ i Y
h(x,y) = exp [jknA0] exp •jk(n - 1)
2 \Ri Rj. (3.2)
257

donde

n= Índice! de refracción

Aq= Grosor de la lente en x=0, y=0


R
1,R2= R a d i o s
de curvatura de las catas esféricas.

/ 1 - 1
La expresión (n-ll ta— se conoce como el inverso de
,--i afocal.
la distancia \ ^

B.3.I.- Propiedades de las lentes

Una de las más conocidas propiedades d e las lentes de


que iluminándolas con ondas planas simulan focos luminosos pun-
tuales . Esta propiedad puede derivarse muy fácilmente usando la
ecuación 3.1 y 3.2. En efecto, supongamos que a una lente es.ilu
minada con una onda plana que se propaga en el eje z. (Fig. 3.2)

Fig. 3.2
En este caso ü e ( x , y ) es una constante en la apertura de
finida por la lente. Usando 3.2 tenemos que en el plano de sali-
da . >

}
U¿ = (constante) . e~^2f (3.3)

Si la lente es convergente (f>0), caso de la Fig. 3.2,


vemos que la expresión de U ' e es la misma que la de un punto lu-
minoso , excepto en el signo de la variación de la fase.

En el caso de una lente divergente, Fig. 3.3, f es nega


tiva y la variación de la fase cambia de signo, siendo igual a
la radiación de un foco luminoso puntual.

A "V
<

• l/l MJ
>-
/<, o

Fig. 3.3

Consideremos ahora el caso de una lente iluminada por


un objeto plano , situado como en la Fig. 3.4 y observemos la ra
diación en el plano focal posterior.
259

Objoct plmx* Leus Focal pkní:

Fig. 3.4

Nótese que u n objeto plano es un objeto luminoso, general


del que conocemos la radiación en un cierto plano. Sea esta t Q .
Este problema se puede desglosar en dos: al el objeto
junto a la lente y b) el objeto a una distancia d Q de la lente.

Fíg. 3.5

Objoct Objcct

A
\J
f)

-s d„
V^l-s /

Fíg. 3.5
En el caso a) la radiación en el plano focal posterior
de la lente U^(x^ f y^) aplicando la aproximación de Fresnel es 5

A exp [j ~ (a.72 -I- l//')]


U/ixf.Vf) = — p j
r 2ir 1 (3.4)
j j \„(x,y) e x p I - i — (xx, + yy,) J dx dy
— co

, • JLp. C x 2 f + y 2 f )
J
Excepto por el termino e , U^ es propor-
cional a la transformada de Fourier de tg.

En el caso b\ resulta la expresión;

«p - 7 W + K/Ol ,'

Vemos que si el objeto está en él plano focal anterior,


(dg=f), queda en el plano focal posterior una radiación

A xf yf
U f (x f ,y f ) = — F t-y- , -J- ) C3.61
f £ A
jAf f f

proporcional a la transformada de Fourier del objeto situado en


el plano - focal anterior. Es decir, una lente realiza la transfor
mada d e '.Fourier d e una radiación.

B.4. FILTRADO ESPACIAL

.Utilizando esta propiedad de'las lentes es posible rea


lizar un filtrado espacial muy fácilmente. El montaje básico se
muestra en la Fig. 4'. 1.
261

Diffraction Image
Object l.ens pattem

Fig. 4.1,

Diffraction
Leus Object put tem
Image

í, =»I82
Afternate spatia! filterlng oonfigurmtíon.
En el plano focal posterior de la primera lente (plano
de la transformada de Fourier) se coloca el filtro, la segunda
lente hace la transformación inversa.
El tipo de filtro depende de la aplicación. P.e: un fil_
tro pasobajo puede ser una simple cartulina con una ventana cir
cular. Cuanto mayor sea este radio, la frecuencia de corte del
filtro va subiendo proporcionalmente. Esto se notará en la apa-
rición de los detalles más finos. Una aplicación típica de este
filtro será cuando se tenga más imagen mezclada con muchas figu
ras de interferencia finas (ruido de alta frecuencia); una cuida
dosa elección de la frecuencia de corte de filtro realzará la ima
imagen.
Un filtro pasoalto, puede ser simplemente el inverso del
anterior, esddecir, un circulo opaco, centrado en el eje óptico.
La propiedad fundamental será la de realzar las zonas de transí
ción de luminosidad (bordes), de la imagen.
Un filtro paso banda puede ser simplemente una corona cir
cular transparente.
Puede existir también filtros paso todo, o de fase, y más
interesante, pueden existir filtros direcionales. Un ejemplo muy
ilustrativo se muestra en la Fig. 4.2.

Object Focal plañe Image

h — / — H
(a)

Fig. 4.2
263

l{)H::(g)li:Q) "
C) i(~,:
...
:~·'
(()

(b)

lcl

--
------

c.

(d)

Fig
Fig. 4.2
4.2
En 4.2a, se encuentra esquemáticamente la disposición
del objeto Cuna rejilla), su transformada de Fourier (la función
2
sinc x), y la figura desúés de la transformación (inversa) de -
Fourier realizada por la segunda ¿.ente (no presente en la figura)
en este caso, la misma rejilla.
En 4.2b se encuentran más claramente el objeto la rejilla
y su transformada.
En 4.2c se muestra el efecto de poner un filtro direccio
nal constituido por una transparencia a lo largo del eje horizon
tal, una anchura suficiente. La imagen resultante está constituí^
da por las lineas verticales sin q u e aparezcan las lineas horizon
tales de la imagen original.
En la 4.2d se presenta un caso similar al anterior, don
de la transparencia ha sido rotada 90?. Ahora aparecerán solo las
las líneas horizontales.
Se han desarrollado u n gran número d e aplicaciones basa
das e n estas propiedades del filtrado espacial. Como ejemplo,
en la Fig. 4.3 se muestra un sistema para la comprobación y re-
cuento de defectos en una oblea de silicio. La fig. 4.4 muestra ;
la imagen obtenida en u n caso particular.

Fig. 4.3
265

Fig. 4.4

El filtro utilizado en este caso es simplemente un fil


tro paso alto. En el caso de una oblea perfecta se tendría una
sola frecuencia espacial (0) , que quedarla eliminada con el f il^
tro, d e estafforma nada se observaría en el plano de salida. So
lamente en el caso d e tener defectos se producirán otras írecuen
cias espaciales q u e no serian pasadas por el filtro y darían lu
gar a una imagen de salida. Esta sería prácticamente los perfi-
les d e los defectos.
. Otra muy importante aplicación esta en los llamados fi!L
tros adaptados, discutidos más adelante.

B.5. HOLOGRAFIA

La holografía (holos=todo) es una técnica mediante la


cuál se registra toda la información proveniente de un objeto
luminoso, es decir, tanto la amplitud como la fase de la radia-
ción, esta última respecto de una radiación de referencia.
Un montaje típico para la obtención de un holograma de
un objeto transparente se muestra en la Fig. 5.1.

Fig. 5.1

En ella vemos que un haz láser es dividido en dos y ex


pandido. Uno de estos dos haces atraviesa (ilumina.) al objeto,
y el otro sirve de referencia^ la placa holografica se graba
con el diagrama d e interfereneias de estos dos haces.
Para la reconstrucción se .retira el objeto y se ilumina
el holograma con el. haz de referencia. La difracción producida
por el holograma da lugar a una serie de radiaciones en varias
direcciones. Normalmente dos son las más frecuentes e importan
tes: una de ellas da lugar a una imagen real del objeto y la -
otra parece venir del objeto (imagen virtual).
La exp1icación,desde un punto de vista formal,puede en
tenderse con el siguiente ejemplo.
En la Fig. 5.2 el haz de referencia interfiere con la
radiación d e un punto del objeto iluminado. Suponiendo que la
referencia es un frente de onda, plano su amplitud se podría ex
presar en la forma:
267

J . x

C5.1)

Hologram

F i g . 5 . 2

Igualmente la señal proviniente del punto (señal) se pue


d e expresar en la forma:

(5.2)

El holograma esta constituido por una sustancia ¡fotosen


sible q u e vaciará alguna de sus propiedades Ctransmitancia, an-
chura ó Índice d e refracción) de acuerdo con la intensidad lumi
nosa en cada punto cuyo valor es:

¿
J t ^ ( f r - t ^ y Ctr + £sY ~ l E r \ W c s \ - t t * Es + -
(.5.3)
I r 4 Xs + 7 e o s i t )
D e s d e el punto de vista de teoría de comunicaciones (5.3)
expresa la modulación de una portadora sen 0/A, por una señal
0(x,y), en frecuencia y en amplitud.
Supongamos que el holograma está constituido por un ma-
terial fotosensible cuya transmitancia es una función lineal de
la exposición (.producto intensidad por tiempo) recibida.
En este caso la transmitancia del holograma una vez im-
presionado y revelado se puede escribir en la forma:

ta C*,y) = A S « ¿ T r - ^ J s + e * +

6
+ ^ t * ' * " ^ ! C5.41

Por tanto, cuando,en lét recontrucción, se ilumina el ho


lograma con la señal de. referencia, tendremos una radiación a
la salida del mismo:

uc>,y) - u C*,y) ¿Tr = +

4- Er. a Er* + & Er ct Er E*

En esta expresión vernos cuatro términos:


E +txE E
r ^ r r * ^ representa la onda., de referencia modificada por la
constante del paréntesis. A y a son las constantes del material
fotosensible.

E . a 'E E *) es una modulación del. haz de referencia por una se-


=t 3 S
ñal que es la del objeto. Normalmente, es muy pequeño comparado
con los otros términos.
269

E „c¿E *.E =a E E es una señal proporcional a la del objeto,


r r s r s
Este término es el que expresa la imagen virtual observada.

E .a.E .E * aE^2•Es* es una señal proporcional a la conjugada


r r s
del objeto, lo que se traduce en una señal que camina en un ángu
lo diferente. Para dar una idea m á s clara de la significación de
este término, supongamos que iluminamos con el conjugado de la
referencia, E^*. En este caso tendríamos una imagen real donde
antes velamos una imagen virtual. La fig. 5.3 muestra este caso
gráficamente.

Object point
Virtual
image

Referente
point Reconstructint!
source

Construclion Virtual Image Reconstruction

Real f
image
Reconstrucíing
wave
(Conjúgate illumination)

Fig. 5.3

En este caso hemos supuesto que la transmitancia dé la


placa fotográfica era la que variaba con la interferencia de las
dos señales. Sin embargo, no solo la transmitancia varía en una
placa fotográfica; también se observan variaciones en el espesor
y en el índice de refracción de la placa expuesta. Estas graba-
ciones permiten obtener hologramas ya que son capaces de modular
las ondas de referencia en una forma similar al caso d) del apar
tado.
270

B.5.1.- Clases de hologramas

Existen fundamentalmente tres clases de hologramas: pía


nosj de volumen y de reflexión.
En los primeros no existe variación en profundidad de
las constantes del material, como ocurre en los de volumen.
Para obtener un holograma de volumen hace falta tener
un medio con un espesor suficiente y además una posición espe-
cial en el montaje. Esto queda ilustrado en la Fig. 5.4. En ella
se muestran varias posiciones del holograma respecto a la posi-
ción relativa a la referencia y el objeto.

En las posiciones 1,2 se obtienen hologramas planos y en


la 3 de. volumen.
Mientras que en los hologramas planos se produce una di
fracción por la distribución de transmitancia en el plano, los
de volumen producen difracción en una manera similar a como lo
271

hacen los planos de átomos en un cristal cuando son iluminados


con rayos x. La Fiéj. 5.5 muestra una distribución sinusoidal de
transmitancia en un holograma plano y las tres radiaciones que
se obtienen cuando es iluminado con una onda plana.

Fig. 5 . 5

En la Fig. 5.6 se ilustra el proceso de reconstrucción


con un holograma de volumen. Concretamente este holograma es el resu
resultado de la interferencia de dos ondas planas. Se observa -
que la onda difractada debe cumplir la condición de Bragg.

2sen <j> = ±• j

Fig. 5.6
272

En la posióión 4 de la Fig. 5.4 se obtiene un holograma


en el que se registran varios planos, de interferencia paralelos
a la placa del holograma. En casos prácticos utilizando emulsio-
nes de haluros de 'plata de un espesor de 12 a 15 y caben de 50
a 100 planos de interferencia con una radiación roja (650nm).
Esto permite considerar al holograma también como un filtro de
forma que la reconstrucción puede realizarse con una luz no mono
cromatica. La fig. 5.7 indica el montaje para la reconstrucción
con un holograma de reflexión. En esteccaso la difracción está
determinada también por la condición de Bragg, al ser debido a
planos.

Fig. 5.7

B.5.2.-APLICACIONES DE LA HOLOGRAFIA

B.5.2.I.- Interferómetria holográflca

Un holograma, como hemos dicho, es un registro de una in


terferencia de'dos radiaciones. El término interferometria holo-
273

grafica, hace referencia a una serie de montajes donde se utili-


zan técnicas holograficas para registros de interferencias pro-
venientes de objetos similares. Como ejemplo ilustrativo descri
biremos la llamada de d o b l e exposición.
La Fig. 5.8. muestra el montaje, que no tiene nada de -
especial, solo que tiene dos fases: en al se hace u n holograma
del objeto y en b) sobre la misma placa fotográfica se realiza
otro holograma con el objeto ligeramente modificado, (tornillo
ligeramente apretado).. En c) se observa la recontrucción de este
doble holograma sobre una misma placa. E n ella se observan unas

Fig. 5.8

franjas d e interferencias debidas a las deformaciones del obje-


to. Las relaciones entre ambas es dificil de establecer en for-
m a general? el siguiente ejemplo ilustra el caso de interferóme
tria de dos ondas planas cuyas direcciones de propagación dif ie
ren muy ligeramente <ü,a.
Mirrof
(b)
Hologram

jñ Tlflhten
V tí

Solurce,

(e)

Fig. 5.8

En la p r i m e r a exposición la r a d i a c i ó n H en el holograma

(q + E J 1 i U + e - ¿ ) x
+ e z e 1 y -f

-¿(a +£--áJX-
4 e 4 £

d o n d e a = Ksen a y b = k sen a

E n la segunda e x p o s i c i ó n la r a d i a c i ó n será, H'

|H'|as jei(ft+e)*+ _ _ ¿ ( a + £ - b)y


^ I 4a ^ a

donde e- K(jSa) cosa Q para fia

Sí ahora procedemos a la reconstrucción, iluminando con


la onda de referencia e , obtendremos en el planp posterior
del holograma una radiación

tby tAy
f(x) = 4 e + ec j -¿(o^.^x
* ^ + e + e
275

LOs términos 2 o y 4 0 representan las dos ondas recontrui-


das. Por tanto u n detector colocado detrás del holograma detec
tará una radiación proporcional a

|YP6d|a = e ia * + e iCtt+£W I = 3 en Ce*)

expresión de una distribución uniforme de franjas separadas


una distancia X tal que

<fX = 5 - n

X
C K un o(o

La técnica de doble exposición puede usarse aplicando dos


pulsos de láser separados un cierto tiempo. La Fig. 5.10 m u e s -
tra un ejemplo usando esta térmica una bala con sus ondas de -
choque asociadas

Fig. 5.10
La Fig. 5.11 es otro ejemplo de esta técn .ica la primera -
exposición se realiza con la bombilla apagada (fria) y la se-
gunda cuando ha sido conectada.
276

Fig. 5.11

B .5 . 2. 2. Reconocimiento de caracteres. Filtros, adaptados

Básicamente u n filtro adaptado es la transformada de Fou-


•rier d e la distribución de amplitud del objeto.
El problema de reconocimiento de caracteres se puede enten
der como una correlación entre el objeto y el signo de recono-
cer . Esta será máxima cuando ambos sean los mismos. En el campo
de la transformada de Fourier, la correlación se convierte en
una multiplicación de transformadas de forma que el filtro adap
tado es simplemente el holograma de Fourier del signo a, recono
cerCFÍcu 5.12}
Este holograma se ilumina con. la tranformada de Fourier del
objeto y al resultado (producto de ambas) se le realiza la trans
formada inversa de Fourier.
En el plano aparecerá un punto brillante en el lugar corres
pondiente de un signo, cuando el objeto sea igual a este signo.
277
277

Yo

l H

F;ig. 5.12

l H l

Fig.
Fíg. 55.12bis
.12bis
B.5.2.3." Microscopía holografica

Realmente esta fue la primera aplicación y el motivo del


desarrollo de la Holografia. Se trata de aprovechar la propiedad
que tienen las figuras .recontruidas que dependen de la relación
d e las longitudes de onda empleadas en la grabación y en la re-
construcción del holograma, asi como de los radios de curvatura
de los focos luminosos empleados en ambos casos.
La formula general de la magnificación es:

li m 3 -Z-o/^Zc ~ 2 °/Zf>

donde P = A c / A q f m es el factor de ampliación entre el hologra-


ma grabado originalmente y el (posible) usado en la reconstru-
cción
Los parámetros z n , z y z . Se ilustran en la Fig. 5.13

Fig. 5.13
279

La figura 5.14 muestra un ejemplo de microscopía holografica


obtenida con u=l y variando la distancia de la referencia duran
te la grabación y la reconstrucción.

Fig. 5.14

B J5.2.4.- Holograf ja acústica

Una d e las más interesantes aplicaciones de la holografia es


ésta. E n ella el método holografico se emplea en dos conceptos:
al para obtener u n holograma usando ondas acústicas y b) recons
truyendo. e s t e holograma usando una radiación láser.
El m o n t a j e básico se ilustra en la Fig. 5.15

Fig. 5.15
En un medio usualmente agua se producen ondas acústicas
mediante dos transductores; uno de ellos será la fuente de refe
rencia y el otro iluminará el objeto. Las dos radiaciones inter
fieren y estas interferencias se traducen en variaciones, constjL
tuyen u n holograma d e fase del objeto y puede ser reconstruido
usando unas radiaciones láser. De esta forma se tiene un proce-
so holográfico e n tiempo real. Además, al usar ondas acústicas,
son muy penetrantes, podemos observar, en tres dimensiones, el
interior del objeto.
BIBLIOGRAFIA
BIBLIOGRAFIA

A . - Aunque los libros dedicados a la Electrónica Cuántica no -


son demasiado numerosos, si lo son en cambio como para dar una
lista exahustiva d e ellos. Daremos referencia aquí de los que
consideramos son los más significativos, bien por tíos temas de
q u e tratan o bien por su planteamiento.

1 R . H . Pantell y H.E. Puthoff:"Fundamentáis of Quantum Electro


nics" Wiley, 1969

2.- A. Yariv: "Quantum Electronics". Wiley, 1975

3.- A. Yariv: "Introduction to Optical Electronic". Holt & Rihe


hart, 1971.

4 D . Marcuse: "Engineering Quantum Electronics".. Harcourt,1970

5.- "Advances in Quantum Electronics", ed. D.W. Goodwin. Acade-

mic Press. V a r i o s VQls.

B.- Entre los libros dedicados especialmente al láser, merecen


especial mención los siguientes:

1.- B.A. Lengyel: "Lasers". Wiley, 1971

2.- E.L. Steele: "Optical Lasers in Electronics". Wiley,1968

3.- A.L. Bloomt "Gas Lasers". Wiley, 1968

4.- G. Troup: "Masers and Lasers". Methuen,1963

5.- D.C. Sinclair y W.E. Bell: "Gas Láser Technology". Holt &
Rinehart, 1969
6.- "Lasers", ed. A.K. Levine, 3 vols. Dekker, 1966-71

7.- D.Ross: "Lasers, Light Amplifiers and Oscillators". Academic


Press, 1968

C.- Muy pocos son los libros dedicados especificamente al tema


d e las aplicaciones del láser a la industria. Los dos únicos -
que últimamente han merecido mayor interés han sido:

1.- W.E. Kock: "Engineering Applications of Lásers and Hologra-


phy". Plenum,1975

2.- "Lasers in Industry", ed. S.S. Charschan. V a n Nostrand,1972

D . - El tema d e la Holografia ha sido objeto de numerosas monogra


fias y libros. D e todos ellos los que a q u i destacamos son los -
Siguientes;

1.- J.W. Goodman: "Introduction to Fourier Optics". Me Graw,1968

2.- H.M. Smith: "Principies of Holography". INterscience, 1969

3. - Collier, Burck.hardt y Lin: "Optical Holography" . Academic


Press,1971

4.- J.C. Vie.not, p. Smigielski y H-. Royer: "Holographie Optique"


Dunod, 1971

5.- G.W. Stroke: "An Introduction to Coherent Optics and Hologra


phy". Academic Press, 1966

6.- M . francón: "Holographie" Masson ed. 1969

E.- Las comunicaciones ópticas se encuentran, en la actualidad,


e n pleno desarrollo, tanto de investigación como bibliográfico
Es por ello i m p o s i b l e reunir a q u í todos los libros de carácter
básico aunque si p u e d e n m e n c i o n a r s e algunos:

1.- M. Ross: "Láser Receivers". Wiley

2.- M . K , Pratt: "láser C o m m u n i c a t i o n S y s t e m s " Wiley

3.- Kapany. Fiber Optics. Academic Press

4 M a r c u s e . L i g h t Transmisslon. O p t i c s . V a n Nostrand Reinhold

F. - Es por c o m p l e t o imposible dar una relación, ni tan s i q u i e -


ra semicompleta, d e todos los artículos que, de una forma u o -
tra, tratan los temas presentados aquí. Por ello lo único que
podemos hacer es dar una lista de aquellas publicaciones que,
periódica o aperiódicamente, p r e s e n t a n articulos de este tipo.
Los m á s significativos son las siguientes:

1.- IEEE Journal of Quantum Electronics

2.- Proceedings of the IEEE

3 . - IEEE Spectrum

4 I E E E T r a n s a c t i o n s on M i c r o w a v e Theory and Techniques.

5.- Bell System T e c h n i c a l Journal

6.- IEEE Transaction on Parts, Hybríds and Components

7.- Journal of t h e Optical Society of A m e r i c a

8.- A p p l i e d Optics
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9.- Physical Review y Physical Review Letters

10Journal of Applied Physics y Applied Physics Letters

11.- Soviet Physics JETP

12.- IBM Journal of Research and Development

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