Dones y Talentos

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DONES Y TALENTOS

Los dones espirituales son habilidades especiales que Dios regala a sus hijos
para la edificación de su iglesia. Debemos usarlos para bendecirnos los unos a los
otros y así construir juntos una iglesia fuerte que honra a Dios.
El talento, como aptitud, es la capacidad para desempeñar o ejercer una
actividad.Está vinculada a la aptitud o la inteligencia. Se trata de la capacidad para
ejercer una cierta ocupación o para desempeñar una actividad. 

«Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto
de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín,
sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así
vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a
vuestro Padre que está en el cielo» (Mt 5, 14-16).

1. ¿Cómo podemos ser sal y luz del mundo? 


Una y otra vez he hablado de este pasaje. Una de las cosas que me ha hecho
volver sobre este evangelio, es la importancia y el énfasis que Jesús le da al
hecho de hacerse notar: «Alumbre nuestra luz delante de los hombres».
A diferencia de lo que algunos pueden pensar y confundir estas palabras con
vanidad, Jesús nos invita a brillar. Nos dice que hay que hacer que esa luz esté en
un lugar visible. No esconderla, sino manifestar con nuestras obras esos dones y
talentos que Él nos ha dado. En el fondo, manifestar la riqueza de lo que somos.
Descubrir y reconocer que todo eso ha sido dado por Dios, me ayuda
mucho. Recordar que un día fuimos pensados, creados por Él, luego bautizados y
ahí recibimos la luz de Cristo, esa luz del Espíritu Santo que nos enriquece, me
llena de mucho gozo.
Él nos hace más grandes, por eso Jesús nos compara con una ciudad que está
sobre un monte, una que no se puede esconder. ¡Con qué detalle cada uno de
nosotros ha sido pensado!

2. Las riquezas que Dios nos ha dado


Dar un paso más hacia lo profundo de nuestro ser y descubrir esas características
personales, que se manifiestan día a día en nuestra manera de ser es
fundamental. En la manera en que miramos las cosas, en las que la naturaleza
nos habla, en fin.
Aproximarnos a la realidad y poder ver algo de esas riquezas que Dios nos
ha dado es necesario. Es un ejercicio no solo que necesitamos hacer, sino que
además nos llenará de sorpresa y gratitud. ¡Cuántas cosas hermosas descubrimos
cuando miramos a nuestro al rededor!
El deseo profundo por la verdad, por amar y ser amados, el deseo de grandeza.
La capacidad de poder percibir su presencia en el mundo o de entrar en contacto
con Él en la oración y muchas cosas más, en cada uno tienen una manera
particular de manifestarse.
Valorar y alegrarnos por eso que está ahí puesto por Dios nos ayuda a
conocernos más, y así evitar decir, con falsa humildad, que no tenemos un don o
talento, que sí tenemos y que necesitamos alumbrar con él.

3. Tus deseos y dones


Reconocerlos, valorarlos y hacerlos dar frutos con sencillez y responsabilidad es a
lo que estamos llamados. Sabiendo que los hemos recibido de Dios nuestro
Padre. Hacerlos brillar nos hará bien a nosotros y además haremos mucho
bien a los demás.
Esto lo haremos en la realidad concreta que Dios nos ponga, en la universidad, en
el colegio, en el trabajo, en la casa, en mi barrio. Cuando juego futbol, cuando
estoy en la playa con mis amigos, en donde sea.
Esos deseos y dones, pueden distorsionarse a causa del pecado. Pero
afortunadamente Dios nos permite purificarlos, y eso se dará poco a poco y día a
día con la gracia de Dios y nuestra cooperación. Entendiendo que todo viene de
Él.

4. Dones al servicio de los demás


Esos dones y talentos, son para ponerlos al servicio de los demás, no para
alumbrarme a mí mismo. Cada uno hará brillar esa luz, de manera única, porque
somos únicos e irrepetibles.
Se me ocurre un ejemplo. Es como ir a una tienda de velas o de lámparas donde
encontramos muchos diseños y modelos, vemos que hay grandes, pequeñas,
redondas, planas, etc. Incluso distintos tipos de luces, cálidas o blancas.
Y vemos cómo cada una de ellas ilumina, pero de diferente manera. La clave está
en que todas dan luz, por lo tanto, no hay que ocultar los dones, no hay que
esconderse, hay que asumir esa responsabilidad de ser luz, y asumir un
liderazgo cristiano, que además es tan necesario en nuestro tiempo.
Un cristiano no está llamado a esconderse debajo de la mesa, sino a manifestar a
Cristo. Está llamado a dar lo que ha recibido y ayudar a encaminar este mundo
con esa luz, hacia la plenitud que es Cristo.

5. ¡Qué tus dones y talentos le den gloria a Dios!


No olvidemos que la razón de ser de esta exposición ante todos es: «Para que
vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el
cielo». Que estas buenas obras, este figurar, «ponernos sobre la mesa», como
dice Jesús, no sea para alimentar mi vanidad o para creerme más o mejor que
otro, sino para mayor gloria de Dios.
Para que más personas puedan encontrarse con Jesús, conocerlo, amarlo y
seguirlo. Y así cada uno se convertirá en una luz que brilla en medio del mundo.
Para finalizar te recomiendo ver una película llamada «Woodlawn», es perfecta
para entender lo que sucede cuando decidimos hacer brillar nuestros dones y
talentos. ¡Levántate, sal de la oscuridad y haz brillar todos esos dones y talentos
que Dios te ha regalado!

Algunas claves para tener en cuenta:


1. Todos hemos sido creados con dones y talentos:
Quizás eres bueno para el arte, la música, el deporte, la danza, etc. Es importante
que tengas en cuenta que a veces descubrirlos no siempre es fácil o evidente.
Requiere de paciencia, perseverancia y sobre todo de muy buena actitud en esta
hermosa aventura. Descubrirlos es un desafío.
2. Comparte tu talento con los demás:
Ya que todos los seres humanos somos únicos e irrepetibles, nuestros talentos
también lo son. Compartirlos con los demás es muy enriquecedor ya que nos
ayuda a complementarnos y poder sacar lo mejor de nosotros mismos para
dárselos a los demás. ¡No tengas miedo de mostrar para qué eres bueno! ¡No
entierres tus talentos!
3. Entrena tus talentos:
Dios nos ha dado talentos según nuestras capacidades y esto implica una
responsabilidad. Es importante que una vez que identifiques tus talentos los
pongas en práctica para ser cada vez mejor. ¡Haz que brillen!
4. Si eres padre, sé un apoyo para tus hijos:
Si eres padre es importante que seas un apoyo incondicional para tus hijos
independientemente de lo que esperas de ellos o cómo te gustaría que fueran.
Como el papá del video, respétalos, aliéntalos y acompáñalos a descubrir sus
talentos con tu presencia silenciosa y atenta.
No dejes que se rindan o caigan en la tentación de no querer volver a intentarlo.
Recuerda que eres una pieza fundamental en su desarrollo y es importante que
seas flexible y comprensible con ellos.
5. ¡Disfruta de tus talentos y alégrate de ellos!
Por último y no menos importante, aprovecha los talentos que tienes. No te olvides
de ser agradecido y valora quién eres. Dale gracias a Dios por los dones con los
que te ha enviado a este mundo. Y hazle saber a todas las personas que te
apoyan en ese camino de describirlos, que también son parte del triunfo.

Para finalizar
https://youtu.be/aMowWZHk6hY
Lo primero que vemos en la joven es una necesidad imperiosa de crear y
expresar. Ella posibilita espacios y momentos adecuados para poder ingresar en
esa atmósfera de soledad y silencio en la que la propia interioridad se dispone con
mayor naturalidad a sentimientos y reflexiones que detonan el proceso de
creación. Su habitación o un restaurant adecuado pueden ser espacios
privilegiados, aunque nunca ideales ni perfectos para inspirarse.
Vemos muchas veces cómo se pone ansiosa y se frustra por no poder crear como
ella quisiera. 
La alegría que solo puede provenir del alma
La recepción y la respuesta de quienes se fueron encontrando accidentalmente
con su obra fue muy positiva y alentadora. Y es que, aunque el artista siempre
viva la experiencia del aguijón constante y en cierto sentido frustrante de
asomarse, rozar, pero nunca alcanzar la perfección absoluta que su corazón
intuye y persigue, puede vivir también la profunda alegría que da al alma el
escuchar a otros decir que su obra tuvo un efecto positivo en sus vidas, que le
agradecen por haberlo hecho y que le estimulan a seguir.
Esos estímulos ayudan a reconocer con alegría y agradecimiento que somos
todos portadores de dones que debemos cultivar y hacer crecer para
ponerlos al servicio de los otros e iluminar la vida de los demás. El video
termina con el claro mensaje: «Comparte tus dones». Ya Jesús nos enseñó esto
en la parábola de los talentos y su vicario, San Juan Pablo II, lo secundó de
manera magistral aplicando su enseñanza en una carta a los artistas:
«Quien percibe en sí mismo esta especie de destello divino que es la vocación
artística —de poeta, escritor, pintor, escultor, arquitecto, músico, actor, etc.—
advierte al mismo tiempo la obligación de no malgastar ese talento, sino de
desarrollarlo para ponerlo al servicio del prójimo y de toda la humanidad» (Carta a
los artistas, 1999).

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