Carta para Sabrina
Carta para Sabrina
Carta para Sabrina
Estoy intentando exponer en éste vacío blanco todas las cosas que quiero decir
pero no encuentro la forma, creo que más que exponer sentimientos, es de dejar
constancia de que encontré a alguien que cabe en mi horma, algo así como una boleta
por risas y bonitos momentos, un afecto pagado con largas llamadas y cuidarnos en los
más hondos lamentos, dejando así testimonio de que aún los más dañados y rotos
pueden disfrutar de pasar la vida armándose mutuamente, ¿No es cierto?
Hoy dejo constancia que fuimos de esos amigos que se gustan, pero las
responsabilidades los llamaban y siempre tenían alguna excusa robusta.
Hoy puedo exponer mi dicha al pronunciar que te quiero sin reservas ni
comentarios, dos palabras un poco simples que expresan más que sentimientos varios,
Que te quiero como quien disfruta de una flor sin la tentación de arrancarla, solo
con apreciarla, verla crecer y madurar y quizás estar ahí cuando la brisa la venga a
llevar.
Un comienzo un tanto particular, una sonrisa en respuesta de ¿me quieres
acompañar?, unas cervezas con el fondo lleno de besos para degustar, un silencio, un
regaño, unas tonterías que disfrutar. Nuestros miedos gritando razones y experiencias
del pasado que nos hacen dudar. Anécdotas para una biblioteca llenar y errores para
enviarnos a juicio, sin poder la fianza pagar, por ese extraño vicio que tenemos de
controlar, cuando creemos tener el caso ganado del porque juntos no podemos estar,
de pronto se levanta el acusado y argumenta que no es justicia con base en el pasado
juzgar y salimos impunes pero con revisión semanal, así somos un par de reos con
celda contigua, un vis a vis, un Cayetano y María, una relación ambigua quien lo diría,
queremos escapar pero para ello un salto de fé habrá que dar, es justo preguntar,
tomas mi mano, aprendemos a volar.
No es una carta de amor, declarando que en ceguera repentina me entrego a ti
sin duda, es un testamento del viejo hombre que repleto de miedos lucha contra la
sensación más pura, se lastima y se cura cada vez que te ve y te escucha siendo ruda,
como el veneno dulce que se toma sabiendo que ayuda, es la crónica de su muerte
anunciada, ahogado entre sus preguntas sin encontrar una respuesta que justifique el
afecto en la nada, se deja consumir si saber si es en subida o en bajada, sin saber si es
por el cielo infinito o el mar imperfecto, sabiendo que su sacrificio dará paso a un nuevo
rito correcto, una voz, una sonrisa, un ¿Cómo estás? Nada salva a aquel hombre que
muere sin nadie que lo quiera rescatar. Sabe que es necesario, perecer en la
inmensidad, dar su cuerpo al pasado, dejarse olvidar, es parte del crecer, del madurar.
Lo nuestro es tan curioso como el entendimiento entre hombres y mujeres, los
hombres escuchan con un hemisferio, las mujeres con ambos, y sin importar quien
fueres, nos entenderemos a pesar de los cambios,
Es algo sobrenatural, como la posesión de un alma buscando un ser al que
amar, drenar toda su energía vital.
Casi mítico, algo así como Penélope y Odioseo, un amor alejado por el tiempo,
los dioses y el deseo, poco típico hasta el punto crítico, una unión de algo más que
político.
Como toda expresión artística propia de un hombre enamorado, en vez de hacer
una oda de lo tan sabido y mencionado y seguir adornando con palabras las
expresiones del arte en esta carta, he considero más prudente responderte sin falta, sin
ánimos de convencerte aclarando preguntas sin intentar atraerte, solo diciendo lo que
en mi tintero yace, aunque obscura las letras que se posan en esta carta no evitaran
que tiempo arrase, siempre tendrá refugio mi frase, en tu corazón esta carta un nido
hace y siempre leeras un te quiero por aquí o por allá, sin importar pase lo que pase.
¿Qué quiero?
Quiero disfrutar de ti, disfrutar ese péndulo entre la mujer huracán que puede
dejar la cagada y la que se sonroja si le dices que es más bonita que noche, que tus
gemidos amenazan mi timón como un orfeón de sirenas, que por verte feliz me
marcharía y para hacerte feliz permanezco, quiero celebrarte como celebro en la noche
a la luna, cuando la luna me mira, tienes detalles de princesa, bebes como un marinero
que recién pagado llega a puerto. Suena bien disfrutar de eso.
¿Qué somos?
Somos la excusa de ir acompañados a alguna parte, podría decir que muy
buenos amigos, aunque esté cansado de explicarle a mi cama que cuando llegues no
deje irte, quizás somos amantes que nunca se han amado, aunque conozco más cosas
de ti que de mí mismo y aun así decido quedarme, ¿Pareja? Me parece que es la
respuesta más lógica, aunque me he puesto a pensar que quizás siempre esperé
alguien igual a mí y solo trajiste la locura que poseo multiplicada por diez. Eso creo que
somos, al menos quisiera que fuésemos.
Creo que todo lo que quiero decir Holliwood ya lo dijo ántes.
“Te garantizo que habrá épocas difíciles y te garantizo que en algún momento uno de
los dos o los dos querremos dejarlo todo. Pero también te garantizo que si no te pido
que seas mía… me arrepentiré durante el resto de mi vida, porque sé en lo más
profundo de mi ser, que estás hecha para mí“.
-Novia Fugitiva, 1999-
TR.