Cuentos para Aprender A Aprender - Jose Maria Doria
Cuentos para Aprender A Aprender - Jose Maria Doria
Cuentos para Aprender A Aprender - Jose Maria Doria
1
A los que se dan cada vez más cuenta
A Nova
INDICE
2
El Amor y la Pasión..........................................................................................Pag.
Puede ser, puede ser.......................................................................................Pag
El Agua de Reserva.........................................................................................Pag.
Cruzando el Río.................................................................................................Pag.
El verdadero valor del anillo.........................................................................Pag.
Cielo e Infierno.................................................................................................Pag.
Dar vida a la vida..............................................................................................Pag.
La Sospecha........................................................................................................Pag.
El Académico......................................................................................................Pag.
El Anillo................................................................................................................Pag.
El Cofre................................................................................................................Pag.
El Elefante...........................................................................................................Pag.
El Ermitaño..........................................................................................................Pag.
El Espejo..............................................................................................................Pag.
El Camino de la vida..........................................................................................Pag.
El Verdadero Guerrero....................................................................................Pag.
Las claves están en el interior.......................................................................Pag.
El Sanador............................................................................................................Pag.
La Pareja Perfecta.............................................................................................Pag.
El Pontífice...........................................................................................................Pag.
En tus manos........................................................................................................Pag.
La Fealdad y la Belleza.....................................................................................Pag.
Soltar la cuerda.................................................................................................Pag.
El Gran Viaje........................................................................................................Pag.
La Camisa..............................................................................................................Pag
Las Creencias.......................................................................................................Pag.
Las Llaves de la Felicidad................................................................................Pag.
Los Palillos de Marfil.........................................................................................Pag.
El Silencio Interior............................................................................................Pag.
La Suprema Indiferencia.................................................................................Pag.
El Vuelo de las Águilas......................................................................................Pag.
El Santo................................................................................................................Pag.
El Manantial.........................................................................................................Pag.
3
La Realidad...........................................................................................................Pag.
El Equilibrista......................................................................................................Pag.
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Los Libros Sagrados de la Humanidad
Desde que escuché el primer relato y sentí sus frescos y contundentes efectos, me di cuenta del
gran ingenio del que el Universo había hecho gala al guardar, con envoltorio inocente, lo que no
he podido menos que nombrar como poderosos comprimidos de comprensión y crecimiento.
Conforme mi interés por encontrar tales relatos iba en aumento, comprobé que los llamados
“Libros Sagrados de la Humanidad”, es decir aquellos que habían sido tomados como referencia
y modelo moral por los seres humanos sobreviviendo a los gigantescos cambios culturales, eran,
ni más ni menos que “libros de cuentos”. Por lo que he podido comprobar, estos grandes libros,
todavía “best sellers planetarios”, son recopilaciones de pequeños cuentos que han logrado
identificar al lector, de manera sencilla y vital, con la trama de sus personajes.
Relatos Eternos
Mi relación con los relatos ha venido siendo particularmente mágica, ya que conforme llegaba a
digerir y metabolizar el relato que tenía entre manos, no tardaba en llegar sincronizadamente el
siguiente que, a su vez encajaba a la perfección con el trabajo evolutivo que me “tocaba”
enfrentar. Mi aprendizaje interior y la expansión de consciencia operada, se basaron durante
muchos años en el cuento que el Universo me ofrecía en los momentos en los que una
determinada área de la vida requería de reflexión y consciencia.
Poco a poco, el interés que venía experimentando por dichos relatos me llevó a compartir las
enseñanzas de los mismos en los talleres de desarrollo personal que imparto. Una decisión que
sin duda resultó muy bien recibida por mis alumnos ya que la frescura y contundencia de los
mismos no cesaban de conmover al alma y tocar el corazón allí donde llegaban.
En este contexto, a veces me preguntaba, ¿qué común denominador tienen los cuentos que vengo
seleccionando?
La respuesta me ha conectado una y otra vez, con lo que ha venido dando sentido a mi búsqueda
interior. Y por tanto, ya en la actualidad, llego a la conclusión de que la particular moraleja que
contienen los presentes relatos me permite convertirlos en verdaderos “despertadores” de la
capacidad de aprender y “darse cuenta”. Como el lector podrá comprobar, las sencillas
narraciones del presente libro son episodios siempre actuales, dispuestos a desvelar el alma de
aquel que los sintoniza.
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En realidad, la colección de pequeñas historias que recopila este libro puede considerarse como
un archivo de “relatos existenciales” que van más allá de la anécdota cultural y que, por su
código de supervivencia no he dudado en bautizar como Cuentos eternos para aprender a
aprender.
Gran broma al mundo racional ha gastado la Inteligencia Universal que para perpetuarse y no
perderse en los mil y un cambios que el crecimiento evolutivo conlleva, ha guardado el
conocimiento esencial de la Humanidad en estas ingenuas historias que, por su sencillez y
vitalidad, conllevan cargas de apertura insospechadas en la consciencia que las aborda.
Los Cuentos Eternos poseen esa luminosidad que el ser humano ha venido transmitiendo a sus
hijos y a los hijos de sus hijos, tratando de sembrar los Principios Universales que armonizan las
leyes del cielo y de la tierra. En este sentido, la selección de este libro es un intento de recopilar
lo que a veces he sentido como una parte del “Patrimonio Ético de la Humanidad”
¿De donde viene el acertado ruego de todos los niños del mundo cuando piden a sus padres:
“¡Cuéntame un cuento!”? ¿qué quieren saber estos pequeños sabios acerca del mundo de los
cuentos? ¿acaso sin saberlo del todo, pretenden recordar las claves para recorrer el Laberinto del
Vivir de manera razonablemente feliz?
Y por otra parte, ¿qué extraña sabiduría poseen tales relatos que seguimos manteniéndolos
intactos con el paso de los milenios?
En un mundo en el que nada perdura, una realidad cuyo vértigo en los cambios tiene
aceleraciones insospechadas ¿qué extraño poder convierte a estas sencillas historias en
atemporales bibliotecas metafóricas que sobreviven al viento y al fuego del tiempo?
Tal vez, podamos afirmar que los cuentos de sabiduría milenaria duermen en el inconsciente
colectivo de la humanidad y despiertan para revelarse en toda su profundidad cuando el corazón
pone en ello su esperanza y atención.
Recuerdo que cuando comencé a narrar tales relatos, observé que se producían reflexiones que
integraban muy bien los extremos de lo material y de lo espiritual. Desde esta posición
integradora, observé asimismo que se desplegaba un aprendizaje de la vida más profundo que lo
que hasta entonces manejaba en mis lecciones sobre la Educación de las Emociones y Conciencia
Integral. La captación, a veces intuitiva, de las diferentes moralejas que cada persona podía ver
en el relato, tenían la facultad de abrir la mente a una comprensión que estaba mucho más allá
del entendimiento racional.
Así pues, investigando en el tremendo efecto didáctico que contenían las pequeñas historias, me
di cuenta que a diferencia de otras disciplinas que se orientaban a la parte lógica, deductiva y
racional, los Relatos Eternos, por el contrario, resonaban con áreas más proclives a la intuición,
la sensibilidad y la metáfora.
Me pregunté entonces, ¿en qué se basa el formidable poder de convocar la atención que poseen
tales relatos? y ¿cómo es que algo considerable tan inocente y casi infantil, podía posibilitar en
mis alumnos más desarrollados, descubrimientos insospechados del sí mismo y de la vida?
La Terapia Metafórica
Poco a poco, fui introduciendo los cuentos en las entrevistas personalizadas que mantengo como
Terapeuta Transpersonal, y pronto observé que el poder activador de la imaginación que los
citados relatos contienen se debía a su resonancia con el símbolo, la imagen y los valores
analógicos. Una parcela del conocimiento que funciona bajo el dominio del Inconsciente. A
partir de aquí, comencé a narrar dichos cuentos a sujetos que a veces se encontraban en estado de
relajación, observando posteriormente que sus moralejas tenían óptimos resultados terapéuticos.
He comprobado que una moraleja de esperanza tiene más poder de inducción en la “mente
profunda” del que escucha un relato, por ejemplo, el de una oruga que tras muchas dificultades se
convierte en mariposa, que una sesuda argumentación intelectual del por qué aguantar los
momentos difíciles de la vida y además sonreír desde el alma.
En realidad, La Psicología Transpersonal sabe que para lograr una mente compasiva y feliz se
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precisa desarrollar e integrar las dos alas del ave de la mente. Por una parte, el cociente
intelectual y por otra, el cociente emocional. Algo que no siempre resulta fácil ya que la
enseñanza tradicional de nuestra cultura tiende a desbalancearse acentuando la memoria y la
activación lógica, y dejando un menor espacio a los aspectos creativos y afectivos.
En este sentido el binomio entre el puro relato y el conjunto de “reflexiones” que a continuación
se desarrollan a lo largo del presente libro, pretenden la estimulación de dos modos mentales de
acción, el de sentir y el de reflexionar.
Las Reflexiones
Una vez captado el relato, me he permitido suscitar temas asociados que pretenden acompañar al
lector en sus propias asociaciones sobre la vida misma.
Cada cuento tiene capacidades insospechadas de abrir la mente a horizontes, cuyo límite los pone
tan sólo cada persona que los aborda. En este sentido, las páginas posteriores a cada relato
dedicadas a “reflexiones”, pretenden establecer nexos de unión entre la historia del cuento y
nuestra realidad cotidiana. En realidad, he pretendido con ello reforzar algunos aspectos del Yo
Profundo que pueden contribuir a construirse una mente más lúcida y próspera.
En cualquier caso, las líneas del presente libro inherentes a las llamadas: “reflexiones”, pueden
muy bien ser utilizadas como una guía de debate para aquellos monitores y tutores que busquen
elementos de desarrollo y maduración como objeto de aprendizaje. En este sentido, recomiendo
suscitar en el grupo la posibilidad de intercambiar puntos de vista sobre un relato específico, de
forma que se consiga compartir e iluminar los pliegues más íntimos y profundos del uno mismo.
Conclusión
Los relatos de este libro han sido seleccionados de manera integradora entre todas las raíces
culturales posibles, y ello refleja una cierta cohesión intencional en la diversidad de contenidos y
anécdotas que integran esta inestimable parte del Patrimonio Ético de la Humanidad.
Y conforme me he adentrado en sus pliegues de magia y simbolismo, reconozco que este tipo de
lecturas no sólo resultan interesantes para la autorreflexión y el debate, sino que también pueden
resultar adecuadas para acompañar al viajero a tierras lejanas. Pienso que si se encontrase con
miembros de otras culturas contaría con una buena herramienta de comunicación.
Espero que el lector pase buenos ratos y se vea reflejado en esos paisajes milenarios en los que a
menudo, la historia empieza por un “Érase una vez.”
Si las consecuencias finales del trabajo operado con este libro proporcionan al lector las semillas
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de “una mente que ama y un corazón que piensa”, se habrá logrado compartir el objetivo sutil del
propio autor.
Si desea aportar nuevos relatos de su propio acervo o adquirir la colección de CDs con las
narrativas musicalizadas del presente libro, puede hacerlo en el correo electrónico:
http://www.jmdoria.com
EL AMOR Y LA PASIÓN
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En un lejano reino, allí donde se cruzan los vientos del Este con los del
Oeste, los del Norte con los del Sur, se hallaba una princesa locamente
enamorada de un apuesto capitán de su guardia y, aunque tan sólo contaba
con 18 años de edad, no tenía ningún otro deseo que casarse con él, aún a
costa de lo que perdiera.
"Pero padre", decía ella, "sería tan feliz junto a él que no me separaría ni
un sólo instante de su lado. Compartiríamos hasta el más oculto de
nuestros deseos y de nuestros sueños."
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"Y cuando os hable, creed en él, aunque a veces su voz rompa
vuestros sueños, tal como el viento norte azota los jardines, porque
así como el amor corona de jazmines y rosas, así también crucifica
con espinas."
"Hija Mía, voy a someter a prueba tu amor por ese joven. Vas a ser
encerrada con él durante 40 días y 40 noches en una lujosa cámara de la
Torre de Marfil del Castillo de Primavera. Si al finalizar este período,
sigues queriéndote casar, significará que sabes de individualidad y
resistencia. Significará también que ya eres madura de corazón y que
estás preparada para la creación de un hogar. Entonces te daré mi
consentimiento."
REFLEXIONES
¿Es que todavía existe alguien que, al igual que la princesa del relato, confunde la
pasión con el amor?
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parecer, el Rey desea transmitir a su hija que la pasión busca la felicidad en el otro,
mientras que el amor busca la felicidad del otro.
Un matiz aparentemente minúsculo pero que puede revolucionar una relación desde
su raíz más profunda.
¿Cree todavía alguien que la pasión va a durar a lo largo de ese “viaje de novios” de
40 días en una lujosa celda?
El Rey sospecha que aunque en los eufóricos inicios de la pasión de su hija se anhele
la perpetuidad del placer y del gozo, pasado un tiempo, la Vida reclamará
movimientos y renovación. Y sucederá entonces que allí donde se sentía atracción
comienzan a experimentarse puntos de rechazo, allí donde había admiración brotan
toques de crítica y negación, y allí donde había luz comienza a verse también la
sombra.
¿Qué puede hacer cada miembro de la incipiente pareja del cuento de la vida, para
paliar esta decadencia que todo ciclo de pasión conlleva?
En una sociedad desarrollada en donde la mayor parte de los seres humanos han
resuelto el problema de la comida y del techo, resulta que el logro de la felicidad o el
padecimiento de la desgracia, comienza a ser una asunto fundamentalmente
emocional y ligado a la calidad de las relaciones íntimas.
¿Cuál parece ser el motivo de los problemas que atraviesan las parejas?
En este sentido puede considerarse que las “dependencias” es uno de los problemas
que desencadenan mayor conflictividad. En el cuento del “Amor y la Pasión” se ve a
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una princesa que parece no haber todavía desarrollado su plena individualidad e
independencia emocional. Se trata de un ser que vive el apego dependiente y siente a
su incipiente pareja como la “panacea” de su existencia. La princesa mitifica a su
amado, creyendo que la luz que su mente “proyecta” en él con toda clase de virtudes
se va a perpetuar, sin saber que ésta perdurará mientras dure la intensa inflación
hormonal y las compensaciones emocionales en las que se ve envuelta.
¿Qué sucede cuando en una relación se siente que se quiere a alguien porque se le
“necesita”?
Después de un tiempo, uno aprende la diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma.
Anónimo
¿Piensa alguien todavía que el “te quiero porque te necesito” o el “no puedo vivir
sin ti” significa más amor?, “no puedo dormir si me llamas”...”si no te quisiese
tanto no me preocuparía tanto por ti y viviría mi vida” ¿son manifestaciones de
amor o realmente estamos hablando de dependencia e inmadurez emocional?
El mito romántico de la “media naranja” es tan bello como lo pueda ser el juego
emocional de la pasión. Pero el nivel de amor al que la raza humana va llegando se
basa en aspectos tales como la lealtad y el respeto, el cariño y el cuidado, la
comprensión y el silencio, que, a menudo, nada tienen que ver con las películas tan
adormecedoras de Hollywood.
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no se basa en vivir la vida ajena en aras de lo importante que la otra persona es para
uno, sino más bien, vivir plenamente la propia vida en relación con otra u otras vidas.
Las sabias palabras del cuento: “No comáis del mismo pan ni bebáis de la misma
copa... Permaneced juntos más no demasiado juntos...”
¿Significan que la pareja puede incluso vivirse en dos dormitorios o en dos casas?
¿significa que ambos mantienen sus propios amigos, los cuales no tienen por qué ser
necesariamente conocidos por el otro miembro de la pareja? ¿significa que el control
y el miedo a la pérdida del ser amado ha dejado de ser un virus de la inmadurez y la
dependencia?
Hay un secreto para vivir feliz con la persona amada: no pretender modificarla.
Simone de Beauvoir
En todo caso, la persona podrá comprometer su voluntad de querer superar las crisis,
de decidir cada día comprender al otro y valorarlo, de optar cada instante por ejercer
la complicidad y el respeto, de hacer frente a responsabilidades comunes, pero todo
ello no podrá ser otra cosa que una decisión que ocurre de instante a instante... un
camino que, paso a paso, puede llegar a durar toda una vida.
Al verdadero amor no se le conoce por lo que exige sino por lo que ofrece.
Jacinto Benavente
Ante este panorama, el grado de comunicación existente entre los miembros de una
pareja es el termómetro de la relación. Una buena comunicación es el “antivirus”
más potente a la separatividad y el reproche tan común en las personas frustradas que
“pasan factura” a su pareja del propio encarcelamiento emocional. En cierto modo,
cuánto mejor es la relación con uno mismo, mejor es la relación con la pareja,
porque en última instancia, el que tiene un problema con el otro, lo que, en realidad
tiene es un problema consigo mismo, un problema que debe asumir y primeramente
enfrentar y resolver.
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Cuando el crecimiento interior supone el propósito que da sentido a la propia vida,
merece la pena “darse espacios” para vivirse a uno mismo en plena consciencia de su
íntima metamorfosis. La oruga se convierte en mariposa tras un proceso crítico que
le faculta a nuevas capacidades. Y tales procesos del alma se fermentan en la
intimidad y el silencio.
El ser humano grande es quien en medio de la multitud, mantiene con perfecta delicadeza la
independencia de la soledad.
Emerson
Tal vez, el trabajo de un ser humano consciente sobre las propias áreas de sus
relaciones consista en encontrar, entre los polos del blanco y del negro, su particular
gama de grises. Tal y como dijeron los Budas precedentes: En el “sendero medio”
está la virtud y el equilibrio.
¿Acaso existe el amor descondicionado del peso de su propia historia pasada? ¿un
amor liberado del natural egoísmo que siente el ser humano de la modalidad
promedio?, ¿un amor como estado de conciencia profundo y universal que brote libre
desde el propio sujeto?, ¿un amor como seña de identidad esencial que se derrame
sobre todas las criaturas de manera indiscriminada y que no requiera de objeto
especial para ser y expresarse?
Tal vez, este estado mental y espiritual al que hacen referencia los Despiertos es todo
un objetivo evolutivo de la Humanidad. Se trata de una carrera que se inicia con la
experiencia del amor primario, una clase de amor que ama al objeto amado mientras
éste satisfaga sus necesidades y que más tarde evoluciona hacia un amor que da y
recibe a través de acuerdos y pactos constituidos en pleno diálogo y libertad, para
llegar, finalmente, al AMOR con mayúsculas, un Amor más allá del sentimiento y la
conciencia egoica que, como metaidentidad suprema, es capaz de sentirse por
aquellos hombres y mujeres que ya se han reconocido como luz y amor consciente.
No eres una criatura humana en una aventura espiritual, sino una criatura espiritual en una
aventura humana.
Theilard de Chardín.
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PUEDE SER, PUEDE SER
Las gentes afirman que Long Ching, en su juventud, fue iniciado en los
misterios de la antigua sabiduría. Y en realidad, tanto sus vecinos como su
único hijo que con él vive, admiran su gran lucidez y templanza.
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pasada tormenta, las yeguas de Long Ching había salido de sus corrales y
escapado a las montañas, dejando al pobre anciano sin los medios
habituales de subsistencia. Ante tal hecho, el pueblo sentía una gran
consternación por lo que sus habitantes no dejaban de desfilar por su
honorable casa:
Long Ching, amable, sereno y atento, tan sólo decía una y otra vez:
¡”Qué buena suerte tienes anciano”! ¡”Benditas sean las yeguas que
escaparon y más tarde aumentaron tu manada”! ¡”La vida es generosa
contigo Long Ching...”!
Una mañana como cualquier otra, sucedió que uno de los caballos derribó
al joven hijo de Long Ching con tan mala fortuna que sus piernas y brazos
e incluso algunas costillas, se fracturaron en la tremenda caída. Como
consecuencia, el único hijo del anciano quedaba impedido durante un largo
tiempo para la faena diaria.
El pueblo quedó consternado por esta triste noticia por lo que todos los
vecinos fueron pasando por su casa, mientras decían al anciano:
El anciano mirando con una lucecilla traviesa en sus pupilas tan sólo
contestaba:
REFLEXIONES
Si para la Ciencia más vanguardista, los hechos han dejado de ser aislados y fortuitos
porque todo el Universo conspira en cada instante a través de su “red de
interrelaciones”, ¿cabe pensar en la casualidad? ¿no hay acaso una formidable
Intención detrás de todo lo que sucede? Y tal Intención mayúscula, ¿no será acaso el
Impulso Evolutivo que mueve el Universo desde el mismo Big Bang hacia su propia
y trascendente autoconsciencia?
En realidad, el azar es el nombre que le damos a una ley todavía desconocida. Y sin
duda, tal afirmación señala que todo está en todo y es a su vez causa de todo.
El hecho de aprender a leer entre líneas lo que cada hecho, por negativo que parezca,
trae a la vida, y a su vez lograr intuir los cambios que con ello se avecinan, supone el
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Aprendizaje por excelencia.
La evolución interior del alma humana se mueve con otros hilos distintos que los del
mundo de las formas superficiales y externas. Los sucesos que vienen envueltos en
frustración como, por ejemplo, el que no haya billetes para un viaje o bien que
lleguemos tarde y “ya no se pueda”, tiene segundas lecturas para la “persona
despierta”.
“Aprender a aprender” es, entre otras cosas, devenir capaz de intuir la intención del
Universo en el sinuoso discurrir de los acontecimientos. Se trata de una intención que
late oculta a la concepción de una lógica materialista, pero que se revela lúcida
cuando se abre la visión que entiende la vida como una aventura hacia un Destino
Mayor por el que el Ser se realiza. Con esa clase de mirada interior se abre un
camino de multiplicidad de experiencias que se intuyen como proceso dinámico y
creativo de crecimiento personal y de expansión de consciencia.
Cuando los acontecimientos que “nos llegan”, sean del signo que sean, son
percibidos como oportunidades de la vida, de pronto ésta tiene sentido hasta en sus
más mínimos detalles.
Y cuando sucede que los hechos que nos acontecen no satisfacen nuestros deseos,
conviene recordar la sabiduría y ecuanimidad de un Long Ching que, lejos de activar
el juego de la queja “¡Qué desgracia!” o bien al de la euforia “¡Qué gran suerte!”,
prefiere observar y recrearse en un sabio y lúcido: “Puede ser, puede ser”.
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Las personas que han “aprendido a aprender” no pierden la perspectiva “global” de
los acontecimientos aunque se vivan plenamente en la experiencia “local” de sus
circunstancias e intereses personales. El que ve las cosas desde lo alto de la montaña
no hace juicios rápidos ni valoraciones cerradas de los acontecimientos que vienen y
van. El hecho de contemplar el sinuoso orden del devenir supone apostar por la
salida del “infierno mental” al que uno se ve sometido cuando pierde la Visión y se
implica en el juego de las “aversiones y fascinaciones” del camino.
¿Quién se atreve todavía a juzgar que su amigo, su hijo o su hermano, han hecho una
locura al decidir tal o cual cosa? ¿es que no está demostrado que a la “vuelta de la
esquina” uno ve otras cosas que no se veían desde nuestra estrecha y miope
perspectiva?
La mejor manera de relacionarse con los demás es pensar en qué se les puede ayudar.
Genom
Tal vez, determinadas decisiones ajenas parezcan una locura para una mente que
busque resultados puramente materiales. Sin embargo, de la misma forma que el
cuerpo requiere de proteínas, los ámbitos más profundos del ser humano requieren
alimentos tales como el amor, el entusiasmo, la trascendencia, el significado de la
vida, la realización del Ser...
Las etapas oscuras que atraviesa el alma humana en las que se busca alivio y claridad
son víspera de grandes y satisfactorias aperturas. ¿Acaso el placer de un abrazo
cálido no se valora más y se experimenta con mayor plenitud desde una previa
experimentación del frío?
La confianza es una elección consciente por la que uno convoca los recursos que el
Universo dispone para el que los demanda. La confianza aflora como resultado de
vivir el presente y supone el verdadero antivirus del miedo. Se trata de un remedio al
sufrimiento, aplicable en cada curva del laberíntico camino de “vuelta a casa”,
también llamado Camino del Despertar.
Cuando lleguen noticias ¡atención a los propios procesos mentales! ¡atención a las
fascinaciones y los rechazos! La “observación sostenida” de la relatividad de tales
vaivenes llevan a la persona al conocimiento de sí misma. En realidad, los hechos
que suceden son neutros, por el contrario, son tan sólo las interpretaciones de los
mismos las que determinan nuestra felicidad o nuestra desgracia.
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rodean.
EL AGUA DE RESERVA
Érase una vez, hace muchas, muchas lunas, que en un reino más allá de los
mares, vivía el anciano Khor, un ser que gozaba de gran fama por sus
lúcidas intuiciones acerca de los acontecimientos que se avecinaban.
"En cierta fecha", dijo, "todas las aguas del mundo, desaparecerán para,
más tarde, volver nuevamente a fluir, pero ¡Atención! Desde entonces,
brotará un agua diferente, un agua que al ser bebida, enloquecerá y
desviará a los hombres de su coherencia fundamental.
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esta medida, los dos hermanos pretendían mantener la cordura mientras
fluyese el agua contaminada que el sabio había anunciado.
REFLEXIONES
¿Da igual cualquier posición que los seres humanos adopten frente a la vida?
Tal vez, las elecciones entre una y otra hipótesis se deban a los particulares intereses
que pueda tener la persona y al desarrollo evolutivo que ésta haya alcanzado. En este
sentido se afirma que cuanto más despejado esté el contacto con nuestra alma, más
nos inclinaremos hacia decisiones y actitudes que se aproximen a la Bondad, la
Verdad y la Belleza que, como pilares esenciales, subyacen en la profundidad del
Ser.
Acrón y Turak, los dos hermanos del relato, representan a las dos posiciones internas
fundamentales que interactúan en el propio escenario psicológico. Una de ellas está
orientada hacia el pasado y la otra hacia nuestro futuro.
Mientras que la de Turak, el hermano que se rinde, está más cerca de la naturaleza
instintiva y gregaria que representa la historia preconsciente del ser humano, la otra
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representa el principio de lucidez por el que somos capaces de mantener estable
nuestra visión interior acerca de lo que se obtiene con la certeza intuitiva y el
aplazamiento. Mientras una posición pone el acento en lo que se pierde mirando
hacia atrás, la otra enfoca hacia delante y en todo aquello que se gana.
En este sentido, la importancia del ser humano no consiste en lo que logra, sino en
lo que ansía lograr. La calidad y el alcance de las propias metas existenciales definen
el ámbito de nuestra capacidad de vivir y el rango de nuestra evolución.
Cuando los adictos al alcohol o a otras sustancias superan su deseo compulsivo hacia
ellas, a menudo mantienen una terrible lucha entre dos partes internas, la una le lleva
a la satisfacción de un placer inmediato, la otra a la conquista de un gozo superior de
libertad y autodominio. En este escenario de conflicto y frustración, quedan pocos
recursos para encontrar paz en sus corazones.
Universo.
Dame serenidad para aceptar aquello que no puedo cambiar.
Coraje para cambiar aquello que sí puedo.
Y sabiduría para reconocer la diferencia.
Oración de la Serenidad
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¿Cómo transformar el deseo de satisfacer lo que la naturaleza parece demandar?
¿Cómo alcanzar esa libertad y ecuanimidad que durante milenios se ha basado en el
desarrollo interior?
Los cuentos infantiles suelen representar magistralmente los dos principios básicos:
el del placer y el del deber. En el caso del conocido cuento de los “Los Tres
Cerditos” se observa a un cerdito diligente que cumple con su deber y otro perezoso
que se orienta hacia la gratificación inmediata que lo esclaviza a la satisfacción de su
deseo más primario.
Pero ¿qué pasa en la vida de los seres humanos adultos cuando el deseo y la pasión
pueden más que la propia concepción del deber?
El hecho de “bajar a los infiernos” para luego ascender sobre la experiencia vivida,
recuerda a la parábola evangélica de un Hijo Pródigo que tras hacer el camino de la
vida vuelve al hogar del Padre con todo el júbilo y celebración que esta reunión
consciente conlleva.
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Proyecta como si fueras a vivir para siempre y vive como si fueras a morir mañana.
Alanus de Insulis
¿Qué sucede con los seres que vienen ya dotados de la suficiente capacidad como
para vencer la negligencia y la pereza? De hecho, cuando se logra vencer el
desinterés y se ejercita la capacidad de automotivación con las renuncias que esto
conlleva, se obtiene el premio que otorga el logro y las ventajas derivadas de la meta
alcanzada. En realidad, así como el éxito es lograr nuestros objetivos, la Felicidad
brota al darse cuenta de que los hemos conseguido.
Si un ser humano del siglo XXI tuviese que definir el estilo de locura que sufre el
poblado del cuento, pero aplicado a nuestra actual modelo social, tal vez hablaría de
síntomas tales como: amnesia de los Valores de cooperación y respeto, consumismo
ilimitado, modo de vida superficial, materialismo a ultranza, egoísmo primario,
anticipación y ansiedad infantil de obtener cosas y más cosas, y una vulgar primacía
de las formas sobre los contenidos que premia el Tener frente al Ser.
¿Acaso nuestra narcosis actual no se basa en el arrobamiento que sentimos ante una
televisión de famosos sin méritos ni contenidos?, ¿una admiración por los cuerpos
clónicos sin asomo de desarrollo y belleza interior?, ¿una alimentación basada tan
sólo en la rapidez y el sabor mientras circulan impactos superficiales?
Tal vez, el agua de la que bebió el abrumado Turak fuese un remedio menor para
lograr superar su sensación de aislamiento recurriendo a la euforia fácil de los
estimulantes y a la trivialidad con que funciona la sociedad temporalmente
“enloquecida” por la victoria de su equipo de fútbol.
¿Qué le motiva al joven que bebe alcohol o fuma para ser de los que “se atreven”?
¿Qué mueve a algunas mujeres que por no sentirse solas acaba complaciendo
sexualmente a los hombres a cambio de afecto y compañía? Ante una conducta así,
uno se pregunta: Tanto la mencionada mujer como el joven fumador, ¿actúan por la
misma escala de necesidades que presionan al atormentado Turak?
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criticando a cambio de un poco más de dinero, ¿nos vemos reflejados en Turak?
Delicado equilibrio el del placer y el del deber, el de Eros y Tanatos, el del estómago
y la cabeza. Tal vez, la vida ofrezca ciclos alternos de experiencia en los que la
persona se siente orientada hacia un área y, seguidamente, balancea el diseño global,
experimentando ciclos contrarios en los que predomina la otra.
Ante esta noria del vivir en la que el diseño del camino parece empeñado en que
conozcamos todos los escenarios, alguien puede preguntarse ¿qué se debe hacer?, ¿es
mejor Acrón que Turak?, ¿cuál puede ser el objetivo último de nuestra evolución?
Más allá de enfrentamientos y oposiciones entre dos aspectos de la vida por los que
pasamos los seres humanos, conviene recordar el arte de la medida.
Sin duda, todo un arte que supone nuestra más inmediata meta de vida.
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CRUZANDO EL RÍO
Éste, mira con profundidad a cada uno de ellos, sin desvelar palabra.
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El rostro del discípulo que ha permanecido junto al Maestro se muestra
turbado, no cesando de proyectar interrogadoras miradas al impasible y
silencioso anciano que tan sólo observa.
Pasan las horas mientras el grupo avanza silencioso por entre montañas y
valles, pero la mente y el corazón del discípulo que no ha cruzado el río,
siguen enganchados y obsesionados por el deseo hacia la bella muchacha
que lo obsesiona. Al parecer, no se siente capaz de romper su voto de
silencio, como tampoco de liberarse del deseo y del recuerdo que lo
encadena.
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REFLEXIONES
Tal vez, cuando una persona reprime sus deseos, aunque logre evitar otras
consecuencias, lo que en alguna medida hace es engrandecerlos y, tarde o temprano,
estos terminarán por “pasar factura”, aflorando en alguna dirección incontrolada. Por
el contrario, mediante la acción de transmutar se canaliza la energía, “convirtiendo”
el deseo en un rasgo creativo o en una aspiración más amplia y elevada que nos
libera.
Sin embargo, cuando nuestra naturaleza desea algo que es aplazado una y otra vez,
simplemente por inseguridad personal o falta de coraje, tal renuncia se realiza a base
de represión, algo que tarde o temprano, puede convertirse en obsesión.
Cuanto más difícil resulte para una persona llegar a satisfacer su deseo, más
intensidad acumulará en su anhelo.
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¿Quién no se ha sentido encendido de un deseo insistente hacia algo o alguien?
¿Hasta qué punto el deseo insatisfecho y no “resuelto” puede causar perturbación?
El que vive al capricho de sus deseos, se vuelve cada día más débil.
Proverbio oriental
Sin embargo, merece la pena escuchar los mensajes del cuerpo y permitir que la
“sabiduría de la carne” también se exprese. En alguna dimensión, el deseo es un
poderoso motor de vida que nos impele a avanzar hacia experiencias que, como
mínimo, dotarán al sujeto de aprendizaje y vida.
Las variadas técnicas de Yoga y Meditación, entre otras disciplinas, entrenan al ser
humano en el enfoque de la atención y en la observación sostenida de los
pensamientos. Su práctica continuada facilita un grado de equilibrio y apertura de
consciencia que armoniza la naturaleza de los deseos, con la consiguiente
pacificación que ello conlleva.
La transmutación del deseo puede asociarse a la acción del mítico alquimista que
para alcanzar la llamada “Piedra Filosofal” convertía el plomo en oro. Es decir,
transformaba la sustancia pesada y densa en otra más sutil y maleable. Sin duda, se
trata de un ejemplo simbólico de la posibilidad de trasformar la esfera primaria de la
pasión, la cólera y la reactividad en el oro de la lucidez y la comprensión.
Sin duda, una ciencia y un arte que nuestra “mente alquimista” ejerce en su anhelo
de crecimiento y superación al surcar la travesía consciente del vivir.
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EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO
Un día se presentó ante un anciano que tenía fama de sabio, un joven con
aspecto atribulado que de forma apresurada le dijo:
”Muchacho, dile al Maestro que si lo quiere vender ya, no puedo darle más
de 58 monedas de oro por su anillo”.
“Tú eres como este anillo: Una joya, única y valiosa. Y como tal, sólo puede
evaluarte un verdadero experto”.
36
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano
izquierda.
REFLEXIONES
Al parecer lo que cuenta a la hora de ser valorados por los demás, no es tanto
nuestras cualidades más destacadas sino el nivel de autovaloración que uno tenga de
37
sí mismo. En realidad, lo que uno se considere a sí mismo, es justamente lo que los
demás le considerará.
Lo que hace años pensábamos que llegaríamos a ser en algún día futuro, bien sea en
la profesión, en la afectividad, en la economía, en el desarrollo personal, en el poder
de logro e incluso en la evolución espiritual, es justamente lo que hoy somos, ni más
ni menos. Una consideración que sin duda, nos invita a dejar a un lado el “factor
suerte” y asumir el poder creador de las propias creencias
El listón y los límites se los pone cada cual en función de las creencias profundas de
sí mismo y de sus propias posibilidades. En realidad uno mismo es creador, a
menudo inconsciente, de su propio destino.
En el relato de “El Anillo” sucede que mientras el muchacho piense que éste no vale,
por más que trate de venderlo no transmitirá la carga de convicción a sus posibles
clientes. Pues bien, el mismo proceso tiene lugar en la vida diaria con los
sentimientos de seguridad o de inseguridad que acompañan a las acciones de la
persona.
El amor a uno mismo está en relación con el grado de confianza y estima que uno
hace de su persona. Una infancia con deficiencia de la Vitamina de Amor o bien en
la que se ha despreciado y negado al sujeto, será un escenario propicio a la escasa
autovaloración con la consiguiente instalación de la inseguridad. Merece la pena
dejar muy claro a los hijos y, en general, a todos los niños, aspectos tales como que
ellos son valiosos y amados, que realmente pueden hacer todo aquello que se
propongan, que son muy queridos e importantes y que sus palabras y sus conductas
merecen todo nuestro interés y respeto.
38
Utiliza los talentos que poseas.
El bosque estaría muy silencioso si solo cantasen los pájaros que cantan mejor.
Henry Van Dyck
Tengamos en cuenta que cualquier “decreto verbal” que hacemos acerca de nuestro
ego personal, supone un mensaje a nuestro inconsciente que, a poco que se repita, se
lo llegará a creer con suma facilidad con lo que procederá a conformar una creencia
que, posteriormente, tenderá a convalidarse con pensamientos tales como: “Ya me
parecía, compruebo una vez más que soy un inútil para...” o bien “Confirmo que
logro todo lo que me propongo”
Nuestra máquina de pensar se deja convencer por lo que sea, con tal de que se repita lo suficiente.
George Gurjdieff
Conviene evitar los decretos negativos que definen a nuestra persona y, en todo caso,
cuando queramos referirnos a nuestros fallos, será más verdad el hecho de proceder
a mencionarlos en términos tales como: “Una parte de mí se muestra insegura o
bien, Una parte de ti se comporta de forma muy egoísta... A una parte de mi le
cuesta mucho... Observo que una parte de ti no puede...” Sin duda, esta forma de
expresión será más real que las totalizaciones habituales de: “Eres un egoísta” o “Yo
soy muy inseguro”.
Son dos preguntas que toda persona que quiera reforzar sus sentimientos de
confianza y seguridad, debería formularse cada noche. En el caso de que se quiera
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optimizar el citado ejercicio convendrá que las respuestas se realicen por escrito,
durante un período de 40 noches. De esta forma, el sujeto se verá obligada a repasar
mentalmente el día vivido y consolidar los aspectos que su propia estadística precisa
para una correcta valoración de sí mismo y un incremento del nivel de confianza y
seguridad.
En la esfera de la propia identidad, conviene distinguir dos yoes: Por una parte, el yo
superficial o ego que es de quien se habla en el relato, es decir, el que es susceptible
de alta o baja autoestima. Se trata del “yo persona” que ha sido conformado con los
datos del carné de identidad y que se basa en un conjunto de memorias. Y por otra
parte, existe el Profundo, la identidad esencial, el Ser, que es común a todos los
sujetos y que puede ser definido como Espíritu, Consciencia, Totalidad, Infinitud...
Una persona no es una cosa, ni un proceso, sino una apertura, un claro a través del cual, lo
Absoluto puede manifestarse.
Ken Wilber
Para facilitar la comprensión de este concepto se puede pensar que así como todas
las joyas de oro adoptan formas diferentes al salir del crisol, anillos, colgantes,
pulseras... sucede que, cuando un día vuelven al crisol y de nuevo se funden, todas
ellas siguen siendo lo que siempre fueron y nunca dejaron de ser: Oro. Una esencia
que no ha nacido ni morirá, más allá de la forma temporal.
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Un anillo de oro tiene en todo momento, al igual que cada ser humano, una
dimensión “persona” que, en el caso del anillo, caduca con la vuelta al crisol, y en el
caso del género humano termina con la muerte del psicocuerpo. Y también cada
anillo de oro y cada ser humano respectivo posee una dimensión esencial. En este
caso, dicha esencia será el oro para el anillo y, a su vez, el Espíritu para el humano
que por su Infinitud está más allá del tiempo y del espacio. En realidad, la esencia ni
ha nacido ni morirá, ES. Y su acceso a Ello se logra tan sólo mediante una
determinada experiencia de totalidad.
El trabajo del ser humano tiene dos esferas de cultivo. Por una parte, el aprender a
valorar su propio ego, desarrollando la aceptación y la estima a su propia persona
como “entidad psicobiológica con las horas contadas”, y por otra, operar sobre la
amnesia de la joya que se cree anillo y ha olvidado que es oro, que siempre fue oro, y
que siempre será oro.
En realidad, el llamado trabajo espiritual, más que elaborar conductas morales llenas
de premios y castigos en un ambiente de “modelos ideales”, se basa en el
descubrimiento de la verdadera identidad. El desarrollo espiritual por excelencia
consiste en trabajar en el despertar de nuestra amnesia de infinitud, y culminar en la
certeza de que tenemos un ego, pero sabiendo que no somos solamente ese ego, sino
que, en realidad, somos Totalidad e Infinitud que “tiene” y se proyecta a través de un
ego.
Es por ello que si todavía no somos rozados por el ala de ese insólito ángel llamado
“Milagro”, convendrá que nos rodeemos de “despertadores” que nos remitan al
Recuerdo.
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CIELO E INFIERNO
Más tarde el sabio prosiguió y dijo: "Veo también otra montaña de arroz
recién cocinado, humeante y sabroso. A su alrededor, hay muchos seres
humanos alegres y sanos que sonríen con satisfacción y benevolencia. Sus
palillos son también más largos que sus brazos.
"SIN EMBARGO,
REFLEXIONES
¿Quién puede negar que se siente más feliz cuando coopera a favor del bienestar de
las demás personas?
¿Se trata ésta de una satisfacción natural inherente a la mayoría de los seres humanos
sanos?
Alguien dijo que cuánto más crecía y se desarrollaba, más incrementaba un “supremo
gozo” de sentirse útil al mundo. Tal vez, la maduración del alma humana se mida por
el grado de inclinación hacia el servicio a sus próximos.
A menudo, este sentimiento es mal entendido, tal vez porque comúnmente se cree
que el hecho de sentir compasión significa “ponerse a sufrir” con la persona que
sufre. En realidad, la compasión se basa en desear activamente la eliminación del
dolor y del sufrimiento en los seres que lo padecen. Se trata de una sensibilidad
solidaria y eficaz que acompaña y acciona en la medida de las propias posibilidades.
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como acción natural, plena de neutralidad interior, sin por ello incrementar o alterar
su grado de alegría habitual. Por cierto, una “alegría sin objeto”.
Sólo una sociedad altruista que se base en el compartir puede ser estable y feliz.
Nisargadatta
En el relato de Cielo e Infierno, las dos actitudes son indicativas de dos mundos. Por
“ infierno” se suele entender un ámbito “in-fero” es decir, inferior. Y en este sentido,
es inferior un nivel de evolución más primario y egoísta. Un nivel en el que el
sentimiento de supervivencia básico no permite el desarrollo de las valores más
elevados del dar y compartir desde el alma.
La guerra entre hermanos y entre pueblos sigue estando presente en el fondo atávico
del inconsciente humano. Tal vez, en el camino de nuestra evolución todavía nos
encontramos a mitad de camino entre los dioses y las bestias. En este sentido, los
pleitos, las cárceles, los servicios de represión policial y las guerras siguen señalando
toda la gama de flecos de un pasado animal con una mínima presencia del amor, la
inteligencia y la consciencia.
Sólo con la separación y la búsqueda del interés propio, aparece en el mundo el verdadero
sufrimiento.
Nisargadatta
Nada aprovecha tanto al mundo como el abandono de los beneficios. Un hombre que no piensa
más en términos de pérdidas y ganancias, es el verdadero hombre no violento.
Nisargadatta
En casi todas las zonas geográficas de este planeta, existen capas sociales en las que
la violencia del “asalto y cuchillo” se ha visto sutilizada a la esfera verbal o legal.
45
Desde este punto, se observa a individuos de la modalidad avanzada que anteponen
la comprensión y la voluntad de concordia a la herencia atávica del mamífero.
El propio Sigmund Freud llegó a decir al respecto que aquel histórico día en el que
un ser humano en vez de arrojar una lanza profirió un insulto, nació la civilización.
Sin duda, tal insulto en sociedades avanzadas ha sido envuelto en un celofán de
matices legales, algo que aunque todavía parezca mezquino, guarda relación directa
con el nivel de inteligencia y sensibilidad alcanzado por la Humanidad
Hace muchos miles de años, el ser humano se hizo Homo Erectus y comenzó a mirar
al cielo con todo lo que ello ha supuesto en la búsqueda de un mundo mejor, menos
automático y más voluntario, menos esclavo y más libre, menos denso y más sutil.
Nuestros antepasados tuvieron que vivir de un nomadismo violento y depredador
hasta que llegó la Era Hortícola y Agraria. Momento en el cual, la vida se
revolucionó por el invento del arado y una gran parte de la sociedad ya pudo ser
liberada por el trabajo de unos pocos que con sus “máquinas” creaban excedentes
alimentarios. Tal revolución permitió a los recién liberados ampliar el enfoque de su
atención hacia las ciencias y las artes que cultivan el espíritu humano.
Que nadie acuda a verte sin después marcharse mejor y más feliz.
Madre Teresa
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por aquella desierta playa, de pronto, divisó a una joven que, por sus
movimientos, parecía estar bailando sobre la orilla. Poco a poco, conforme
se fue acercando, comprobó que se trataba de una hermosa muchacha que
recogía las estrellas de mar que hallaba en la arena y, las devolvía al
Océano con gracia y ligereza.
"¿No se da usted cuenta?" Replicó la joven. "Con este sol de verano, si las
estrellas se quedan aquí en la playa, se secarán y morirán."
48
REFLEXIONES
¿Qué mueve a la chica del relato a su particular cruzada? ¿la estrella de mar en sí?
¿acaso le mueve también el respeto y el culto a la vida que fluye a través de cada
estrella?
¿A una parte de ella misma que, al igual que las estrellas, se ha secado con las idas y
venidas de las mareas del vivir?
49
A menudo, en situaciones parecidas a la de la muchacha del cuento, lo que estamos
realizando es un “ritual de salud” que ayuda a nuestra mente a compensar alguna
carencia. Son momentos, en los que estamos queriendo dar a una parte de nosotros,
tal vez inconsciente, otra oportunidad de vivir un nuevo ciclo con todas las
posibilidades que sentimos perdidas.
Nunca si es posible, te acuestes por la noche sin dejar de decirte: “Hoy he contribuido a que un ser
humano, al menos, sea un poco más sabio y viva un poco mejor”.
Charles Kingsley
¿Qué se esconde tras un sentimiento así? ¿se trata de una acción altruista de amor al
otro? ¿acaso se está compensando algún soterrado sentimiento de culpa a través de la
buena obra de “voluntariado”?
Tanto de una forma como de otra, el hecho de servir y hacer el bien a los demás,
aporta sentido a nuestra vida y la dota de insospechada energía positiva de retorno.
No habrás vivido un día perfecto aunque te hayas ganado un sueldo, si no has hecho algo por
alguien que nunca será capaz de devolvértelo.
Rutz Smelter
Cuando una persona percibe que “el otro” sufre, puede sentir una fuerte motivación
para ofrecer aquello que realmente puede ayudarle, y esto no es otra cosa que
“aprender a no sufrir”. Si se profundiza sobre la naturaleza del sufrimiento se llega a
la conclusión de que éste es resultado de una opción que se deriva de programas
mentales que lo activan.
La botella siempre estará esperando que uno elija si está “medio llena” o “medio
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vacía”. En este sentido, tanto el estado de frustración como su opuesto de alegría y
gratitud, es finalmente el resultado de una íntima opción.
Aportar una “caña de pescar”, en vez de un repetitivo pescado cada día, al que carece
de comida es una forma de hacer libre al necesitado de la presencia y dependencia
del benefactor. Tal vez, la verdadera generosidad esté en ofrecer el conocimiento
completo y la motivación necesaria para que el otro pueda acceder al desarrollo y a
la libertad por sí mismo.
Los grandes pilares del dolor humano como lo puedan ser el hambre, la enfermedad y
la violencia, pueden resolverse operando sobre la ignorancia como matriz de todos
ellos y posibilitando un desarrollo integral.
El mayor de todos los errores estriba en no hacer nada porque sólo puedes hacer poco.
Sydney Smith
El Voluntariado es un buen medio para apoyar a los menos favorecidos, sin embargo
conviene también centrarse en los más próximos al entorno de cada cual. Cada
persona que nos rodea, tal vez es más susceptible de nuestra ayuda que los indios
que podamos conocer en una ONG a la que, muchas veces, nuestro “desplazamiento
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salvador” tiene más de “vacaciones evasivas” que de servicio eficaz a los que
necesitan.
El mejor servicio que podemos dar a los demás es lograr vivirnos en una mente feliz
y compasiva. Si abrimos nuestras puertas internas de la alegría esencial y vivimos
motivados hacia nuestros objetivos, nuestra emanación natural será un regalo para
todos los próximos que nos rodeen.
52
LA SOSPECHA
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Afrasiab vivía entre ambos mundos tratando constantemente de
controlar y vigilar...
Afrasiab tenía que reconocer que no eran imaginaciones suyas pues los
detalles de todas sus percepciones “encajaban” y confirmaban con toda
claridad sus sospechas.
Por otra parte, cuando vigilaba los pasos de su esposa, todo parecía
indicar que su comportamiento era obviamente sospechoso; no había duda
de que ocultaba algo. La manera de bajar la voz cuando se refería a sus
salidas, sus silencios y miradas melancólicas al horizonte indicando
regocijo de algo que, seguramente, no se podía pronunciar... y otras
muchas actitudes que sin ella pretenderlo, hacían que todas las
suposiciones encajasen a la perfección en la mente de Afrasiab.
Llegó un día en que decidió poner fin a esta amargura, así que por una
parte decidió encargar una secreta investigación de las cuentas de su
negocio, de manera que se pusiesen al descubierto las anomalías que
sospechaba. Y por otra, encargó a un criado de su confianza que siguiera
los pasos de su esposa, a fin de confirmar lo que parecía evidente.
¿Tan claras están las razones por las que basamos nuestras sospechas de traición?
Aunque así lo parezca, tal vez convenga preguntarnos, ¿podemos sospechar de que
nos engañan si antes nosotros no hemos engañado?
¿Puede una sospecha continuada terminar propiciando el tan temido hecho? Es decir,
a base de pensar que se nos engaña o se nos roba, ¿estamos en alguna medida
propiciando que finalmente tal cosa suceda?
En el relato, Afrasiab observa signos evidentes que confirman como sus empleados
le roban, y por lo que más tarde se comprueba, tales signos resultan ser
“proyecciones” que su mente hace de sus más íntimas creencias. ¿Por qué es tan
desconfiado Afrasiab?¿acaso experimentó en su pasado alguna experiencia
relacionada con el engaño y la traición? En cualquier caso, ¿era Afrasiab víctima de
algún prejuicio que tendía a “confirmarse” allí donde mirase?
Cuando sospechamos que nos roban y no hay suficientes indicios para confirmar tal
suposición, conviene mirar de dónde viene tal sospecha. Tal vez, tras examinar las
raíces de la misma, convenga apostar por la confianza y enfrentar el hecho de manera
abierta, estableciendo controles naturales y, por lo tanto, ni obsesivos ni exagerados.
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Cuando una persona sustrae en su propio beneficio, cantidades o bienes de otra,
siente una culpa de índole natural que tarde o temprano tenderá sutilmente al auto
castigo. Las errores y aprendizajes que cometemos en algunas épocas de nuestra vida
generan auto reproches que deben ser resueltos y enfrentados porque, en caso
contrario, tienden a sepultarse en el inconsciente y, años más tarde, afloran a través
de suposiciones exageradas y distorsiones emocionales.
Afrasiab “ve” todos los indicios de mentira y disimulo en su pareja, porque tal vez,
en su propia mente aflora alguna sospecha de amenaza que él debió sentir al
experimentar en su carne las mismas acciones que ahora sus ojos parecen ver afuera.
Y por lo que parece en el relato, la mente de Afrasiab tiende a “confirmar” e incluso
“auto castigarse” padeciendo de traición.
Quizás, donde merezca la pena poner la atención es en el “confiar y amar” más que
en el “ser amado”. Quien realmente goza es el que ama e irradia más allá de la
“respuesta” del objeto amado, porque ha logrado conectar con su núcleo profundo y
desde ahí ES amor.
Cuando activamos todo un mecanismo de control sobre el interés que se tiene por
nosotros o sobre el grado de lealtad que se nos depara, entramos en una tensión de
celos y suposiciones que intoxican nuestro escenario emocional y mental. Tal vez, si
nuestra pareja o nuestro amigo nos engaña “es su problema” en caso de que para
ellos sea un problema.
¿Por qué suele aparecer en la escena de la pareja una tercera persona que desata
interferencias posteriores? ¿quién cree todavía que se debe al “atractivo irresistible”
56
de esa tercera persona que causa la discordia? ¿acaso su “aparición” se debe a que el
sujeto busca y propicia la nueva relación por las carencias y bloqueos que han ido
deteriorando la calidad de la relación principal?
En realidad, el termómetro que señala fiebre en las relaciones personales está basado
en el nivel de comunicación emocional que se mantenga con la pareja o en su caso
con el amigo. En este sentido, se puede considerar que hasta la misma práctica
sexual es una forma de comunicación.
¿En qué consiste “esa inversión” que un naufragio no nos puede arrebatar?
El hecho de apostar por el desarrollo integral despeja la visión del sentido profundo
de la vida. Un sentido que, tal vez para muchos, no sólo tiene que ver con el hecho de
aprender a no sufrir, sino también con un despertar a la verdadera identidad que por
el hecho de revelarse, libera al dependiente de miedos y ansiedades y lo convierte en
flujo de amor y servicio a todos los seres vivos.
Tal vez, para superar el miedo a que nos traicionen haya un camino mejor que el
sospechar y hacer de detective. Para liberarse de las distorsiones que entorpecen el
sano control de nuestros intereses legítimos conviene recordar las palabras de Albert
Einstein respecto al tratamiento de los problemas.
Ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de consciencia en que se creó.
Albert Einstein
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EL ACADÉMICO
En una lejana comarca en donde confluyen los mares del Este con el del
Oeste, se hallaba un laborioso maestro que a los 44 años de edad, había
decidido orientar su vida a la investigación del mundo sobrenatural.
“¡Matzaprem!” “¡Matzaprem!”
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efectos mágicos”.
Cuando llegó hasta él, le dijo: “Amigo mío, es mi deber informarte que la
palabra de poder que estás pronunciando, no puede operar efecto alguno
porque no se te ha enseñado a pronunciarla con corrección. Como sabes, el
Cielo tanto premia al que enseña como al que aprende, así que te comunico
que la forma correcta de pronunciar la Palabra de Poder es:
“Mahatzaprem”, y no “Matzaprem” como vienes diciendo”.
"Perdona hermano, siento molestarte, pero no tuve más remedio que venir
aquí para preguntarte sobre la manera correcta de pronunciar la palabra,
pues me resulta difícil recordarla".
59
REFLEXIONES
Hemos crecido un gran trecho desde aquellos tiempos en los que el mito y la magia
de un Harry Potter, siguiendo las instrucciones de la “Academia para Magos”,
intentaba transformar la materia con su varita.
¿Quién cree todavía en aquel poder mítico de los llamados “brujos” y “brujas”?
¿Quién cree todavía que los flecos de aquella primitiva magia que todavía se anuncia
en los periódicos, podrán influir en la mente de nuestro jefe o en la del ser amado?
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Creer ignorantemente en el poder de tales ilusionistas supone entregarles en bandeja
el propio poder personal. Una entrega de nuestra seguridad e independencia mediante
la cual abrimos nuestra sugestionabilidad para que se conforme una convicción
alimentada por el miedo.
Muchas personas jóvenes suelen creer todo lo que leen, simplemente, porque lo han
visto impreso en un libro o lo han dicho por la “tele”. Algo parecido, sucede con el
académico Yasavi que es víctima de la ignorancia del que cree, simplemente porque
lo lee en alguna supuesta “escritura sagrada”. Se trata de un teórico que sin
experiencia vivencial, procesa racionalmente la letra impresa de la mitología
religiosa.
Los mitos han sido las bases de las religiones y con ellos se ha estimulado el fervor
milagrero que muchas personas todavía han necesitado para devocionarse con un
plano superior. El mito de la Virgen que “da a luz” o bien de un Jesús que resucita a
los muertos y se eleva ingrávido en presencia de sus devotos representa una gran
metáfora del conocimiento simbólico de la Humanidad.
61
Thomas Merton
Desde esta base que rompe con el ilusionismo de los listos o bien con los fenómenos
de los especialistas en psiquismo, el ser humano se aturde y comienza por aceptar
una espiritualidad basada en ideologías y creencias. Se trata de personas que meten
en el mismo saco de lo “supremo” todo lo que suene a intangible, por no entender lo
que simplemente pasa.
El relato presenta a un Yasavi que convencido del poder milagroso de las palabras
sagradas, de pronto, ve rotos sus esquemas al contemplar a un alma sencilla y
humilde que, al parecer, no requiere de la rigurosa escolástica de cómo manejar la
materia, sino de la energía más poderosa del Universo: El amor.
Para que el joven estudiante del relato tenga una experiencia espiritual como pueda
ser la propia metáfora de un “caminar sobre las aguas”, se tienen que poner en juego
la sencillez y la pureza de corazón que, en este caso, parecen ingredientes agregables
a la pura cabeza informatizada de Yasavi.
Para conquistar una mente más allá de los parámetros del espacio y tiempo de la
Física Cartesiana, un Yasavi académico, exclusivamente racional, se ve desbancado
por el niño limpio de corazón que cree.
En realidad, el logro del objetivo que en el ambiente del relato puede señalarse como
62
el trabajo de purificación y elevación del alma, parece no ser patrimonio del simple
estudioso, sino más bien del que entrega su ser a un poder de Orden Superior
Una vez más, la tradición sufí, a través de este tipo de relatos, golpea con ironía a los
grandes teólogos que, en ocasiones, abrumaban a las almas sencillas de la gente del
campo con sus predicaciones elocuentes y sus posteriores impuestos.
En realidad, siempre se ha dicho que los estudiosos son capaces de disertar horas y
horas acerca de Dios, pero no es frecuente que sean capaces de “tocar” con su propia
experimentación, los flecos de la Infinitud.
Tanto las tradiciones sufíes como las variadas escuelas orientales han puesto su
acento en la práctica perseverante como puente a una experiencia de comunión con
el Espíritu.
Los derviches sufíes, al proceder a girar y girar con dicha intención, se provocan un
trance extático que permite trascender sus mentes y expandir la consciencia en una
inefable experiencia de Unidad. Se trata de experiencias cuyos rasgos comunes han
sido legitimados por la cadena de seres lúcidos que, a lo largo de las eras, se han
adentrado en los pliegues de la propia mismidad.
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EL ANILLO
Sucedía que su reino, a lo largo de los años, o bien sufría grandes sequías
o bien disfrutaba de generosas cosechas. Y aunque el Rey sabía y conocía
este cíclico vaivén, no podía evitar la negatividad y la amargura que lo
invadía en los tiempos de sequía, ni la arrogante exaltación que lo
inundaba en los ciclos de riqueza. Debido a ello, el Monarca mantenía en el
fondo de su corazón una obstinada búsqueda: La búsqueda de la
ecuanimidad perfecta.
El Bando decía así: "Su majestad el Rey invita a todos y cada uno de sus
súbditos a construir un anillo para el dedo real. Se tratará de un anillo tan
especial que en su misma forma deberá inspirar en su portador, tanto la
moderación y sensatez en los tiempos de grandeza, como la confianza y la
esperanza en los tiempos de escasez y nieblas espesas. De esta forma, su
majestad alcanzará un equilibrio tal, que está dispuesta a ceder a cambio,
la mitad de su reino".
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Los mensajeros partiendo a galope por los ocho senderos de la rosa de los
vientos, despertaban a su paso el genio creador de magos y artistas que
se disponían a devolver a su Majestad la vivencia del equilibrio supremo.
Con el paso del tiempo, fueron llegando a Palacio diferentes orfebres que,
esperanzados presentaban el anillo mágico por ellos realizado, de manera
que el Monarca pudiera comprobar el alcance de su poder. Sin embargo,
aunque había piezas de extraordinaria intención y belleza, nadie
conseguía equilibrar la marea emocional que su Majestad padecía.
Mientras avanzaba hacia la cámara real, sus silbidos resonaban por entre
las vidrieras de las torres de aquel castillo. Se diría que estaba llegando
el que sellaría su rango y sabiduría junto al trono, pensaban los que con él
se cruzaban.
"Muy simple", dijo el Rey: "El anillo tiene grabadas tres palabras tan
cargadas de significado que me permitirán recordar la Ley de la
Impermanencia. Esta tres palabras son:"
REFLEXIONES
¿Cree alguien todavía que su actual estado físico, emocional o mental va a durar?
Sabemos que el Universo del que formamos parte está en permanente movimiento y
expansión, y con él todos sus cuerpos y criaturas.
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Y si algo parece claro en la realidad que experimenta el actual ser humano es la
impermanencia de los fenómenos. Un principio que declara que toda partícula en el
Universo y, por consiguiente, toda percepción de la misma está sometida al cambio
constante.
Desde esta perspectiva, ¿sirve de algo el hecho de aferrarse a cualquier estado mental
o emocional? ¿puede uno tomar como definitiva cualquier “forma” que adopte la
satisfacción o la frustración?
Y si algo tiene que tener claro la persona que sufre es que su estado emocional
pasará. Pasará hacia otros ciclos y estados... a otras ondas y espirales.
¿Cómo alcanzar la ecuanimidad y el equilibrio suficiente como para surcar por las
inestables aguas de la vida?¿Cómo mantener la estabilidad de un yo que enfrenta la
constante transformación?
Una de las claves más sabias para mantener la ecuanimidad, señala a la propia
identificación con nuestra consciencia Testigo. Se trata de un punto inmóvil desde el
que se puede “observar” a nuestra mente en sus múltiples cambios. La conciencia
Testigo o “darse cuenta” es una capacidad que se despierta con el crecimiento
evolutivo del ser humano y cuya función, entre otras, consiste en crear una distancia
con el objeto observado.
67
Para conocer su mente deberá situarse más allá de su propia mente.
Nisaragdatta
La figura del Péndulo puede muy bien reflejar la realidad del mencionado Testigo y
los estados mentales. Veamos: En un péndulo se pueden diferenciar dos niveles. Por
una parte, existe el punto desde el que el péndulo arranca; un vértice elevado e
inmóvil que, como ecuánime testigo, simplemente observa inafectado. Por otra parte,
el área inferior, propiamente pendular que oscila en ida y vuelta, y que, en este caso,
representa los estados mentales en cambio constante.
Mientras que la parte alta del citado péndulo representa la neutralidad imperturbable
del sujeto Primordial, es decir la Identidad Esencial que somos y desde la que
anhelamos ser y vivir, la parte baja por el contrario, representa las percepciones del
mundo que configuran nuestra propia realidad emocional y mental que no cesan de
evolucionar y transformarse.
La mencionada acción del “darse cuenta”, o bien dicho de otra forma, “devenir
consciente” es algo que nada tiene que ver con el hecho de “pensar”, sino más bien
con el hecho de “contemplar”.
¿Qué logró el Rey del cuento al enfrentar los altibajos del Reino y hacerse consciente
de que “ESTO TAMBIEN PASARÁ”?
La verdadera felicidad no puede encontrarse en las cosas que cambian y pasan. El placer y el dolor
se alternan inexorablemente.
Nisargadatta
Con este recordatorio sostenido, se supone que El Rey logrará “observar” sus estados
emocionales y con ellos constatar la impermanencia de los mismos. Sólo las mentes
infantiles o inmaduras al percibir el mundo físico, creen en el “siempre” y en el
“nunca”, en el “todo” y en el “nada”. Cuatro extremos que pierden su credibilidad
conforme la consciencia de expande y ejerce el oficio de atestiguar el flujo y el
reflujo de los ciclos del vivir en sus sucesivas espirales de experiencia relativa.
El Rey del relato al constatar de manera permanente que “esto también pasará”,
amortigua la desgracia que su mente experimenta para convertirse en el Observador
de dicha desgracia transitoria. De la misma forma, el Rey deja de identificarse con la
euforia, cuando ya es capaz de “observar” dicha euforia y la transitoriedad de la
misma. A partir de la asimilación de la Ley de la Impermanencia, el Rey ya no “es”
lo que cambia, es decir, la tristeza o la alegría, sino el Observador inmutable de lo
que cambia en su mente. Su identidad esencial se ha trasladado a lo que permanece,
sin por ello anestesiar o impedir la intensidad de las emociones superficiales en
constante transformación.
EL COFRE
Hace miles de años, en una comarca más allá de los mares del Norte, se
hallaba un rico comerciante, de nombre Abdul, que vivía enamorado de
Sara, una joven y bella muchacha, 22 años más joven que él, con la que
vivía y compartía una casa plena de alegría y prosperidad.
Como quiera que por causa de sus transacciones tenía que desplazarse,
69
durante largos períodos de tiempo, a países lejanos, había encomendado a
su fiel criado Malik la protección y vigilancia de su esposa, mientras
durase su ausencia.
"¿No sería más fácil que abrieras el cofre, sin entrar en suposiciones?"
REFLEXIONES
71
¿Son las relaciones de amor un escenario adecuado para el espionaje y el control?
¿Es que el amor de Sara hacia Abdul mejorará por destapar el cofre?
Qué es más importante para Abdul, ¿el amor que siente dar y recibir de Sara o bien
destapar una interpretación de la verdad?
En realidad, ¿quién goza más? ¿el que pone el énfasis en el hecho de “amar” o bien
el que se centra en el hecho de “ser amado”?
El que realmente disfruta del amor es el amante, es decir, aquella persona que irradia
la energía positiva de sus sentimientos y es consciente de que ama. En realidad, si
uno profundiza en su propia esencia descubre que su identidad profunda y
trascendente es algo tan radiactivo como el amor.
El verdadero enemigo del amor es el miedo; sin duda un sentimiento que bloquea y
paraliza la chispeante radiación del corazón.
En realidad, la relación afectiva más satisfactoria cuenta con las dos direcciones, la
de amar y la de ser amado, pero entre reforzar una u otra posición, parece indudable
que será más feliz el que ponga el acento en el hecho activo de amar. Aquella
persona que experimente sentimientos de ofrecimiento será más feliz que aquella
otra que se nutra de ser amada y se vea obligada a “manipular” para seguir siéndolo
cada día que pasa, ya que en este último supuesto, el discurrir de las cosas no
dependen de uno mismo, sino que, en gran medida, se cuecen fuera, es decir en la
vida mental y emocional del otro.
72
La mayor parte de las alteraciones humanas son exigencias de algún tipo.
Albert Ellis
¿En qué situación puede considerarse que un miembro de la pareja está cometiendo
traición? ¿dónde comienza la llamada infidelidad? ¿en el momento en el que se
experimenta una corriente de deseo hacia otro ser que no es la propia pareja, y el
sujeto se lo autopermite y se recrea? ¿en el momento en el que se permite que este
deseo crezca, caso de que pueda ser abortado? ¿en el momento en el que el deseo
pasa a la acción y por ejemplo se toma un café con la persona objeto de deseo? ¿en el
momento en el que hay una mentira y se niega a la pareja la existencia de una
conversación o un encuentro clandestino “para charlar”? ¿en el momento en el que se
elaboran fantasías con el “otro”? ¿en un primer abrazo? ¿en un primer beso? ¿cuándo
se acepta un regalo? ¿cuando se tienen relaciones sexuales sin grandes emociones?
¿cuándo se tienen relaciones sexuales que nacen y mueren en el momento, pero sin
proyecto de futuro mutuo? ¿cuándo se tienen relaciones sexuales con amor?
El cofre representa el hilo mental desde el que tirar para hacer aflorar una
suposición. Sara parece pedir a Abdul una cota de privacidad diciéndole que no es
posible abrir el cofre. Abdul pasa por encima de la voluntad de Sara y fuerza las
cosas.
Más tarde, cuando Abdul puede controlar el fantasma que ha venido envenenando su
mente y que, a su vez, “proyecta” en el cofre, decide reflexionar. No quiere tomar
73
decisiones precipitadas. Finalmente, opta por enterrar un “culebrón” cada vez más
voluminoso y seguir adelante.
¿Qué significa el enterramiento que ordena Abdul?, ¿acaso esta acción no está
deteniendo la carrera de suposiciones y apostando por una renovación de la
autonomía y la confianza?
Cuando dejamos de ser el centro dramático de nuestras propias vidas, logramos una ampliación
que nos da la paz.
Alice A. Bayley
Los reinos internos y la profunda complejidad del alma no responden a la acción del
control y de la fuerza. Algo que no escapa finalmente al corazón de Abdul que decide
finalizar el asunto, cancelando el espionaje y apostando por la confianza
¿Qué es el gran amor? Se habla del amor incondicional, pero ¿existe el amor
incondicional? Tal vez la respuesta más sabia señale al amor que brota desde el
propio sujeto como identidad esencial, sin que su existencia dependa de objeto
amado o reciprocidad alguna. Se trata éste de un estado expandido de conciencia por
el que se reconoce al Yo Profundo y se experimenta que en esencia “somos amor”.
Un amor que para su recreo y expresión no necesariamente precisa de que esa
“persona especial” nos quiera o nos deje de querer. En realidad, el llamado “amor
consciente” es un estado de conciencia o espacio profundo del sí mismo.
Al verdadero amor no se le conoce por lo que exige sino por lo que ofrece.
Jacinto Benavente
Llegará el tiempo en que descubriremos la fuente inagotable del amor. Un amor con
mayúsculas, no sujeto a propiedad, a derechos ni a condiciones.
Uno a uno, en revolución silenciosa, descubriremos que el tesoro desde donde brota
el Manantial está en relación con la vacua infinitud que se expande dentro de uno
mismo.
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EL ELEFANTE
En los confines de una tierra que no estaba ni muy al Norte ni muy al Sur,
ni tampoco muy al Este ni muy al Oeste, había una ciudad que tenía una
extraña particularidad: Todos sus habitantes eran ciegos. Pero como
quiera que el contacto que estos mantenían con el mundo de la visión
normal, era cada vez más raro y escaso, habían olvidado su condición de
ciegos y, se habían acostumbrado a esa forma de vida con toda
normalidad.
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Sucedió en un otoño ventoso que un rey y su cortejo venidos de una lejana
tierra, acamparon cerca del lugar trayendo un elefante consigo. Al poco
tiempo, el rumor se extendió alcanzando a la ciudad de los ciegos que
sintió por fin llegada su oportunidad de satisfacer aquella histórica
curiosidad de desvelar dicho secreto. Hasta entonces, sólo contaban con
conjeturas acerca del mismo, existiendo siempre estudiosos e
investigadores que comunicaban apasionadamente sus conclusiones. Sin
embargo, éstos no llegaban totalmente a convencer a los habitantes de
aquella ciudad que tenían serias dudas acerca de la verdad definitiva.
Tras la propia experiencia de palpar al elefante, cada cual pensó que al fin
conocía el Misterio, que al fin sabía lo que tanto habían buscado porque ya
había llegado el día en que lo habían podido tocar con sus propias manos.
"Yo conozco los hechos reales. Puedo jurar por el honor de mi estirpe que
es como un tubo recto y hueco, horrible y destructivo."
Y por fin le tocó el turno al último que como quiera que había tocado sus
patas dijo:
77
REFLEXIONES
La veracidad tiene que ver con la sinceridad y, sin embargo, la llamada Verdad hace
alusión a un concepto inamovible y totalizador.
¿Existe un ser humano sobre la faz de la Tierra, capaz de hablar desde un podio tan
objetivo y absoluto como para formular una Verdad que integre en sí misma a la
Totalidad?
¿Qué sucede en la mente de los llamados fanáticos que llegan a matar por su
particular verdad ideológica?
¿Tan ciegos están con su propia visión que no conciben formulaciones opuestas que,
78
por concepto, sean igual de “verdaderas”?
Los sujetos más evolucionados son aquellos capaces de ponerse en el lugar del mayor número de
personas.
Ken Wilber
Al parecer, cada modelo mental percibe e interpreta las cosas de acuerdo con su
correspondiente programación. Y e este sentido, tanto la educación como la
experiencia y la genética son los tres grandes pilares que determinan nuestra
particular percepción de la realidad.
Tal vez, la Verdad sea Una y la manera de percibirla y formularla sea múltiple. Otra
forma de decir que aunque la Vida es Una, las formas a través de la cual ésta se
expresa son diversas.
¿Es la colmena más inteligente que una sola abeja? Y si eso es así ¿qué mecanismo
acalora tanto al ser humano como para vivir tratando de imponer su particular verdad
al resto de las abejas?
Yo valgo dos y tu vales dos, pero juntos no valemos cuatro sino ocho
Ley de la sinergia
Tal vez, el hecho de incorporar la verdad “del otro” ampliando nuestra propia
verdad, sea un mecanismo de apertura que la Verdad con mayúsculas precisa.
Tal vez, cuando percibimos la verdad a nivel intuitivo, estamos utilizando una parte
de la mente que está más allá de los posicionamientos y, en consecuencia, de la
multiplicidad de puntos de vista.
En realidad, la intuición es una vía “aperspectival” para sentir lo Real más allá de las
palabras. Es decir, un nivel de conciencia que aunque a veces no lo parezca, nos
dirigimos hacia él como entes en evolución.
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¿Somos mutantes hacia una expansión de conciencia sin precedentes?
El hecho de llegar a ser conscientes de ese nivel Supramental no sólo parece requerir
de una sutil mutación, sino que, además, su logro aporta significado al camino del ser
humano en el Cosmos.
EL ERMITAÑO
Se dice que los caminantes que por allí pasan, comparten con él su comida
a cambio de agua fresca y cálidas ráfagas de bienaventuranza.
Pasan los días, mientras Noa sigue de cerca los movimientos del sabio, su
serenidad y su calma.
Druá recibe con amor este suceso, mientras continúa sus labores de
contemplación y silencio en aquella paz y lucidez perfecta.
Sin embargo, a los pocos meses, y haciendo falta alimento para el hijo,
Druá se va lejos, y de regreso trae consigo una cabra. Con esta llegada, el
pequeño podrá alimentarse y, a su vez Druá, sacando tiempo de sus
meditaciones, incorporará una nueva e insignificante labor diaria: ordeñar
la cabra.
Druá vuelve a marchar lejos para regresar nuevamente con otra cabra. De
esta forma, aunque tiene menos tiempo para sus oraciones y rituales, el
niño crece y los animales se multiplican y engordan.
82
REFLEXIONES
La castidad que han determinado la mayor parte de las religiones a sus clases
sacerdotales estaba basada en la acción de transmutar la energía sexual en devoción
y espiritualidad. Sin embargo, y pese a hermandades, juramentos y una renuncia
sostenida al mundo de la sexualidad, los sacerdotes se han visto, una y otra vez,
sometidos a la “tentación” y, a menudo, a todos lo perversos derivados de la
represión.
La trama del cuento del Ermitaño plantea dos orientaciones existenciales. Por una
parte, la encarnada por el monje que busca la Felicidad como estado superneutral de
trascendencia, renunciando al Eros familiar y mundano, y por otra, vemos a la figura
del patriarca inmerso en la acción creadora que dedica su energía al cultivo del
aspecto Vida, con todas las penas y alegrías que los quehaceres de la casa y de la
tribu conllevan.
El ermitaño inicial del relato se retira del mundo y mediante la práctica ritual busca
un estado de conciencia ultramundano y supramental. Por el contrario, el patriarca
posterior abraza el mundo y “viaja al otro”, abriendo su corazón al servicio mientras
se realiza como ser humano.
Un Yoga que exige que yo abandone el mundo, no está hecho para mí.
El bien solitario que deja al mundo entregado a su suerte, es una cosa casi repugnante.
Sri Aurobindo
Nuestras ciudades actuales hacen florecer una tipología de hombres y mujeres que
asumen responsabilidades en el seno de una difícil cultura de mercantilismo y
tecnología. Tal vez, pasaron los tiempos en los que el anhelo de trascendencia era tan
solo compartido por los yoguis, los chamanes y los santos renunciantes que vivían
retirados con largos ayunos contemplativos en las montañas.
La virtud no consiste en hacer grandes cosas sino en hacer bien las pequeñas.
Montaigne
Los retiros de10 días para practicar meditación Vipassana, los fines de semana
realizando Za-Zen, los talleres intensivos de Yoga y Tai Chi, y tantos otros eficaces
entrenamientos que muchos instructores proponen actualmente a sus alumnos,
conforman el cuadro acelerador de la evolución del alma humana.
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Si buscas pequeñas cosas que hacer, y las haces bien,
grandes cosas te buscarán y exigirán que las realices.
Dicho sufí
En este sentido puede afirmarse que la modalidad avanzada de seres humanos del
siglo XXI está formada por las personas entrenadas en el proceso de su propia
observación. Se trata de hombres y mujeres inmersos en un mundo de consumo, de
necesidades familiares, de erotismo de luces y sombras, de ansia de dinero... un
mundo a veces infernal que lejos de ser un problema del que hay que largarse, se ha
convertido en un reto que asume la gran oportunidad de superarse y madurar.
Madurar, primero como seres humanos conscientes, y más tarde, escalar de manera
progresiva a los niveles transpersonales en los que se expande la consciencia y se
realiza la verdadera identidad.
Son los nuevos seres humanos que, tal y como señala Ken Wilber:
85
Dichos seres humanos saben que la sexualidad puede ser tan casta como un cielo
azul despejado de nubes. Y lejos de rechazar los impulsos sexuales, los aprovechan
para generar gozo consciente, a través de lo cual experimentan estados mentales que
no resultarían tan accesibles sin el voltaje de dicha energía.
Sin duda, tal expansión posibilita el abrazo integrador que anhelan muchos cuerpos y
almas evolucionados. Un abrazo de comunión integral que sirve de trampolín para
despertar del sueño materialista y vislumbrar el sabor de lo Real.
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EL ESPEJO
Érase una vez un poblado situado en las altas montañas que tenía la
particularidad de no conocer el mundo de los espejos. Por alguna razón,
ningún habitante de aquella comunidad se había visto reflejado en uno de
ellos, debido quizá a las lejanas distancias que lo separaban con el resto
del mundo civilizado.
Un día, Ismael que tenía fama de curioso, decidió adquirir ese misterioso
cosa llamada “espejo”, en el que según decían sus antepasados, tenía la
capacidad de reflejar a la persona que lo miraba. Así pues, Ismael
encargó uno de estos objetos a un comerciante que, cada siete años solía
viajar a los valles.
Y así, noche tras noche, Ismael descendía sigiloso al sótano con el fin de
asistir a la aparición de una imagen que no cesaba de repetirse y que
tanto le emocionaba.
Una noche, su esposa Astrid, observando las salidas nocturnas que Ismael
realizaba, llena de inquietud y sospechas, decidió seguirle, no sin temer el
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infiel encuentro de su marido con otra mujer más joven y hermosa.
Cuando observó que éste gesticulaba ante un oscuro rincón de la estancia
y se retiraba de nuevo a su cama, tuvo deseos de comprobar, qué era
aquello capaz de inquietar tanto a su pareja. "Seguro que tendrá que ver
con otra mujer", pensó. Así que decidió volver al día siguiente, cuando su
marido no se encontrase en la casa. De esa forma, investigaría con
tranquilidad aquel misterioso objeto que se encontraba en el sótano de su
propia casa.
"Me estás siendo infiel, he descubierto que todas las noches bajas al
sótano y contemplas a esa mujer que aparece en el objeto que guardas
envuelto con tanto cuidado."
88
Astrid asintió a la prueba y una vez que descendieron y se observaron,
Ismael seguía viendo a su padre y Astrid a la joven muchacha, con lo que
el conflicto y la confusión inundaron aquella casa... De pronto, Ismael
propuso:
"Astrid, solicitemos el fallo del sabio anciano, seguro que su visión nos
permitirá hallar la verdad y recuperar la calma".
89
REFLEXIONES
En este sentido, la Física Cuántica afirma que el observador, aunque parezca ajeno al
objeto observado, “pinta” más de lo que puede imaginarse en la configuración de lo
observado. Al parecer, dicho observador llega incluso a determinar ciertas
manifestaciones de la energía que contempla. Concretamente y refiriéndose al
comportamiento de determinadas partículas, la Ciencia postula que el sujeto, a través
de su mera observación, determina si la energía se manifiesta como Onda o bien
como Partícula.
¿Quiere esto decir que en alguna medida, el mundo exterior que al parecer vemos, es
influenciado por el “programa interior” del sujeto que lo observa?
¿Podemos afirmar que la propia percepción está determinada por nuestras creencias,
suposiciones, prejuicios, expectativas y preferencias, muchas veces inconscientes?
Se dice que si bien en tiempos anteriores se decía: “Si no lo veo no lo creo”, las
modernas ciencias de la mente afirman: “Si no lo creo no lo veo”.
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En este sentido puede afirmarse que la representación que del mundo hace cada ser
humano es una construcción de su mente; y no puede demostrarse que tenga una
existencia aparte.
Desde esta perspectiva, el que cree que “es posible” lo hace posible.
Si por ejemplo, uno cree que va a llegar a la cima, todo lo que suceda, tenderá a
convalidar su creencia de que va a llegar.
Si una persona, bien por sentirse culpable o por otra razón igual de sutil, no se cree
merecedora del amor o del éxito, lo más probable es que no le suceda tal fortuna
aunque trabaje con ahínco y parezca que a veces la alcanza.
Todos y cada uno de nosotros estamos actualmente situados en la vida, justo allí
donde hemos creído posible poder estar. Ni más ni menos que dicha medida.
Todos los momentos de la historia mundial, representan el triunfo de una idea entusiasta.
Waldo Emerson
Es por ello que si se puede mejorar la calidad de las propias creencias acerca de uno
mismo, el mundo cambiará y ajustará nuestra posición a dichas creencias por íntimas
que éstas sean.
¿Qué sucederá? Sucederá que al cabo de una serie, más o menos larga, de saltos e
intentos, la pulga dejará de saltar.
Ya se puede quitar el tapón, ¡La pulga ya no intentará jamás salir del frasco!
¿Por qué no lo hará?
Por algo tan simple como el hecho de que su cerebro cree que no puede, y si ese
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cerebro no establece una creencia contraria que le permita poder saltar (algo
improbable en una pulga) no lo intentará nunca.
Cuando en nuestra vida existe una limitación por la que "se tropieza varias veces en
la misma piedra", tendemos a la resignación creyendo que ya no es posible
resolverla. Son casos en los puede afirmar que una gran parte de uno mismo está
domesticada por la propia forma de ver los acontecimientos, olvidando que nuestra
capacidad de salto es más extraordinaria de lo que realmente imaginamos.
En la trama del relato, ¿creía Ismael que era “igual que su padre”? ¿acaso tenía una
relación con su padre de admiración y temor con flecos pendientes de ajuste? ¿por
qué Astrid veía una mujer más joven e incluso provocativa?¿acaso su visión estaba
determinada por su personal creencia de lo que en realidad temía?
¿Es cierto que el que tiene en la frente un martillo no ve más que clavos?
Y en tal caso, ¿por qué el sabio anciano se ve tal cual?
EL CAMINO DE LA VIDA
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En un lejano reino de Occidente, vivía una hermosa joven llamada Viviana
que crecía alegre y feliz en el seno de una familia de hilanderos, una
familia experta en el arte de fabricar cuerdas para los usos más variados
que se pudiera imaginar. Viviana, conforme se iba haciendo mujer
compartía los trabajos y aprendía a la perfección el manejo de sus manos,
con lo que ya a edad temprana, había alcanzado una destreza digna de los
mejores maestros.
Entre vientos y grandes olas, Viviana cayó al mar y, tras unas horas de
angustia, fue llevada por la marea hasta una playa cercana. Su padre había
muerto y ella se sentía totalmente hundida y desamparada.
Pasadas algunas horas, y ya bajo el sol del mediodía, Viviana vagaba por la
arena pensando en su suerte y en sus grandes sueños rotos... así pasaron
varias horas, hasta que al fin, fue encontrada por una familia de
tejedores que por aquellas cercanías vivía, los cuales a pesar de ser
pobres, la acogieron en su casa como si de una hija más se tratase, con la
intención de compartir su comida y su oficio.
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Viviana se entregó a los trabajos de aquella familia y, poco a poco, fue
haciéndose una experta en la confección de las telas. Pasado un tiempo,
Viviana ya conocía los secretos de los más extraños tejidos. De esta
manera, la joven iniciaba una segunda vida, en la que llegó a ser
plenamente feliz, reconciliada con su suerte y su destino.
Y puesto que en aquel entonces en China no había nadie que pudiera por sí
solo hacer este tipo de construcciones, todo el Imperio esperaba el
cumplimiento de aquella extraña predicción con la más vívida expectativa.
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Tras ejercer la sabiduría y el amor supremos en una vida fecunda e
intensa, Viviana murió en paz y armonía a la edad de 99 años. Desde
entonces, se dice que su espíritu susurra a los oídos de los que se
sienten abandonados por su suerte, que no teman... que confíen... que
REFLEXIONES
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¿Todavía creemos que en algún momento anterior de nuestra vida hemos vivido algo
inútil? ¿Existen las casualidades?
Son preguntas que uno se hace cuando comprueba que la vida de la Viviana del
relato es, en cierto modo, la historia de la vida de todos los seres humanos. Un
camino lleno de cambios, a veces dolorosos, que parecen cobrar sentido sobre todo
en algunas fases de la culminación final.
El momento más oscuro de la noche sucede justo un instante antes del amanecer.
Anónimo
En realidad, tras la pérdida brota una renovación orientada a experimentar que cada
uno es algo más que el pequeño psicocuerpo con nombre, apellido y carné de
identidad con el que recorremos la Vida. El hecho de desapegarse de la corriente
mental y ser capaz de observarla, supone descubrir que existimos desde la Identidad
Esencial plena de consciencia e infinitud. Desde este Observatorio o Yo Profundo se
experimenta que tanto las risas como las lágrimas son “contempladas” y, en
consecuencia, las inevitables vivencias de dolor que experimentamos conllevan la
98
serena aceptación que todo ser anhela.
La respuesta señala que, tanto el día a día bien vivido y observado, como los
entrenamientos aceleradores de crecimiento interior, despiertan al maestro interno
como maestro de los maestros. Poco a poco, el discípulo aprende a mantener la
atención y aprovechar cualquier oleada de intensidad para seguir despertando del
sueño de su propia implicación.
En el caso del relato, aunque al principio parece que Viviana es una muchacha con
muy mala suerte, en realidad, se termina por constatar los beneficios que se ocultan
tras las grandes experiencias en las que se nos demanda sobrevivir física y
emocionalmente mientras aprendemos la lección correspondiente a cada etapa.
Para desplegar el gran potencial del roble que subyace en la pequeña bellota, la
vida, a menudo nos conduce a “tocar fondo” y, desde ahí, emerger como el Ave
Fénix, llenos de renovación y energía.
¿Es que con aquel imprevisto tan mal recibido no nos “removió” las suficientes
emociones para que terminasen por “pasar cosas”, tanto dentro como fuera de
nosotros?
¿Es que el error o el fracaso, el ridículo o “la metedura de pata” no nos movilizaron
para aprender y desarrollar capacidades insospechadas?
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En realidad, cuando cada caída y cada fracaso son convertidos en experiencia de
crecimiento, pierden su carga de dolor y contracción. Se trata de una conversión que
sin duda, merece un gran entrenamiento por su aspecto liberador.
Tal vez, la vida sea un viaje en el que no hay buena o mala suerte, sino tan sólo
experiencias sinuosas que, unas veces acompañadas de risas y otras de lágrimas, nos
conducen al desarrollo de nuestras potencialidades como seres humanos en vías de la
supraconciencia.
La mente del hombre extendida hasta una nueva idea, ya no regresa a sus dimensiones originales.
Oliver Wendell Homes
EL VERDADERO GUERRERO
100
conciencia despierta.
"Pero Maestro", interpeló Satoor, "haré lo que me pidas, vengo desde muy
lejos y he llegado aquí tan sólo con el deseo de aprender los secretos
milenarios de la flexibilidad y de la fuerza".
Pasaron tres días y tres noches en los que Satoor se mantuvo ante el
umbral, hasta que al final... Budham apareció de nuevo y dijo: "Te he dicho
que no estás preparado".
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"Pero Maestro", dijo Satoor. "Juro por mis padres que obedeceré sin
rechistar lo que me ordenes, por difícil que esto me parezca".
"Sí, sí, lo juro, lo juro", dijo Satoor con una ráfaga de esperanza en su
rostro.
Cuando transcurrieron los dos primeros años, Satoor seguía haciendo las
labores más básicas de la cocina y de la limpieza de aquel enorme lugar, sin
todavía haber pisado una plataforma de instrucción. Sin embargo, pensaba
para sus adentros: "El Maestro debe estar probándome, por lo que debo
aguantar. Seguro que, de un momento a otro, comenzará mi enseñanza".
Cuando habían transcurrido otros dos años sin salir de aquel lugar, Satoor
seguía sirviendo en la casa. El joven limpiaba, cocinaba, arreglaba el jardín
y cuidaba de las labores más modestas. Y aunque ya no se mostraba tan
inquieto e impaciente, a veces se decía:
Satoor se dio cuenta que si quería salvar su vida de manos de ese loco
furibundo, tenía que estar atento... tenía que guardar una sostenida
alerta.
Poco a poco, tanto en las noches como en los días, Satoor presentía. Se
podía decir que percibía con sus sentidos internos, de pronto abiertos, las
llegadas furtivas de Budham, antes de que los golpes llegaran a su
dolorido cuerpo. Satoor vivía en un estado acrecentado de atención y
ninguna labor que realizaba ocupaba tanto su consciencia como para no
percibir la llegada sorpresa de los sucesos que lo probaban.
Y así día a día... abriendo cada vez más su intuición y flexibilidad, expiró
el plazo que había jurado mantener. Fue entonces cuando Budham, de
manera insólitamente amorosa y con un brillo de lucidez y complicidad en
sus ojos, le dijo:
REFLEXIONES
¿Se trataba de aprender un mayor número de técnicas para poder ganar a sus
compañeros, o tal vez, lo que buscaba en las altas montañas estaba relacionado con la
apertura de otros niveles de capacidad?
Empieza alguna vez a ser quién eres, en lugar de calcular qué serás.
Franz Kafka
En tal caso, ¿por qué aguantó un tiempo lo que parecía insoportable? ¿acaso porque
intuía que aquel ciclo de gran presión tenía sentido?
¿Acaso tales padres no se ven con capacidad de respetar los procesos en los que los
jóvenes “templan” sus emociones? ¿Es que no pueden aguantar la rabia
manipuladora que observan en los chicos cuando, por ejemplo, estos enfrentan
cualquier clase de frustración?
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Si no se aprenden a “encajar” las mil y una frustraciones del vivir, y no se sabe
asumir el propio dolor, tampoco se podrá soportar la tensión ajena, porque de alguna
forma, lo que al final se está reviviendo al presenciarla, es el propio dolor registrado
y reactivado.
¿Piensa alguien todavía que los seres con consciencia y capacidad de victoria han
sido los que antes han “tirado la toalla” ante el esfuerzo de sus propios retos?
¿Cree alguien que les han evitado las dificultades de su camino?, ¿les han hecho los
exámenes o bien alguien gestiona por ellos la paz de sus contiendas?, ¿descansan
mientras otros asumen sus responsabilidades? ¿acaso son seres que no han sido
rechazados, ni conocen la equivocación, el ridículo, el fracaso, la angustia, el dolor,
la pena ni la soledad?
Tal vez, en el sinuoso camino de la vida no hay errores propiamente dichos, sino
aprendizajes. Y tal vez, detrás de todo suceso que enfrentamos hay un poderoso
Impulso Evolutivo de crecimiento y progresiva fortaleza.
¿Qué clase de desarrollo parece ejercitar Satoor mientras supera sus dudas y templa
sus emociones?
Tal vez, Satoor genera un aprendizaje que no se aprende en los libros, sino en los
obstáculos de su vida diaria. Una madurez cuyos frutos no se logran con la rapidez
que prometen los abonos químicos, las pastillas milagrosas o los piensos compuestos,
sino que más bien se obtiene con una cotidianeidad plena de atención hacia la
superación de cada obstáculo y el bien hacer en las pequeñas cosas.
¿Es decir, un ser en cuya presencia parece que lo peor de nosotros aflora?
Que no nos quepa duda de que se trata de la batalla que libramos con una parte de
nuestro interior que nuestro particular “tirano” logra reflejar. En realidad, la batalla
se despliega contra el reflejo de una parte de nosotros mismos “proyectada” en su
mirada.
Recordemos que esa persona que parece ser tan insoportable “casualmente” nos irrita
a nosotros, pero asombrosamente, sus mismas acciones no irritan en absoluto a otras
personas.
Sucede que tal vez convenga no cambiar al tirano, sino más bien prestar atención y
lograr que ni siquiera nos perturbe su mirada.
¿Tanto poder hemos dado al ser que nos tiraniza? ¿Cómo recuperarlo y lograr la
imperturbabilidad ante sus manipulaciones supuestamente perversas?
Observemos una y mil veces a nuestra mente y sus películas, mientras “encajamos”
la supuesta tiranía, e indaguemos paso a paso qué es lo que exactamente nos molesta,
y a quién nos recuerda. Exploremos lo que nos turba y con qué episodio de nuestro
pasado se relaciona. Monitoricemos todo el proceso y averigüemos con qué parte de
nuestra historia conecta. No nos demos por vencidos, indaguemos y aprendamos de
cada momento incómodo y hagamos aflorar algo que estaba dentro y se resistía a
nuestra mirada. Se trata de la “sombra”, una parte de nuestra psique sumergida y
sepultada.
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Aprovechemos cada encuentro con la figura del tirano, sepamos que está en nosotros
y tan sólo en nosotros la raíz de tal perturbación. Mantengámonos alerta a la causa
real de nuestras propias emociones de rechazo y tensión. Indaguemos en cada
pequeño paso qué hay detrás de nuestro dolor, y en realidad, preguntémonos qué
tememos exactamente de aquello que nos tensa.
Cuando tu mano encuentre lo que debe hacer, hazlo con todas tus fuerzas.
Eclesiastés.
Al parecer, no son los ojos físicos, ni los tímpanos los que descubren y alertan de la
llegada del peligro. Tal vez, la apertura de Satoor está en los “ojos y oídos internos”.
“El que tenga ojos para ver y oídos para oír...” La percepción profunda por la que se
intuye la presencia de lo que se necesita.
El sol brilla.
LAS CLAVES ESTÁN EN EL INTERIOR
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El sabio respondió: "Si quieres cambiar tu voz estará muy bien. Pero
aunque te vayas al Este o al Oeste dará lo mismo, porque a la gente de allí
tampoco le gustará. Acuérdate querida, que por más que cambies y
sustituyas en el exterior, tu graznido te perseguirá, ya que:
ESTÁN EN EL INTERIOR
REFLEXIONES
¿Se resuelven los problemas cambiando a los rostros que parecen causarlos?
Huyendo del espejo de nuestras limitaciones y errores, ¿se soluciona realmente algo?
¿Dónde está la raíz del conflicto que incomoda a la lechuza del relato?
Se dice que el que tiene un problema con los demás lo que, en realidad tiene es un
problema consigo mismo. En este sentido, un problema con un amigo o con la pareja,
o bien un conflicto con compañeros de trabajo, es a menudo, algo a resolver con una
parte de uno mismo que queda reflejada en todos los mencionados “espejos”.
La respuesta tiende a señalar que cuando la persona se da cuenta de que los hechos
que acontecen son neutros, termina por comprender que lo que en realidad hace que
las cosas sean una bendición o una desgracia es la interpretación que nuestro
“programa de creencias” hace de ese material que nos llega.
En realidad, es nuestra mente la que califica los hechos de acuerdo con sus
“programas de interpretación”. De hecho, sucede que un mismo acontecimiento para
unas personas es causa de alegría y para otras de tristeza. Por lo que parece, algo tan
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importante como lo pueda ser la calidad emocional de nuestras vidas, depende de las
posiciones mentales. Algo que afortunadamente, al darnos cuenta, puede estar bajo
nuestro control.
No vemos las cosas tal como son, sino tal como somos.
Talmud
Una vez constatado este principio, sabemos que la llamada “realidad” es más
maleable de lo que uno pensaba. Y ello significa que tenemos opciones de
interpretación, y que tanto la satisfacción como la desgracia dependen del foco desde
el que decidamos posicionarnos. A partir de ahí, nuestra alegría ya no será tanto un
asunto exclusivo del “ahí fuera” como de una decisión inherente al ámbito de nuestra
responsabilidad y de la propia capacidad de ejercer la Excelencia.
La lechuza del relato sigue el impulso del miedo y se sale del escenario creyendo que
en el siguiente decorado, las cosas serán diferentes.
A medida que se mira de frente y se actúa sobre aquello que se teme, los aspectos
que anteriormente amenazaban se hacen pequeños e insignificantes. Sin embargo,
junto a este posicionamiento existen variedad de ocasiones en que la persona debe
enfrentar un cambio de escenario, es decir, cambiar de forma de vida, de casa, de
trabajo, de pareja, de situación, de amigos, de costumbres... Y sucede que cuando
esta decisión se hace con la amargura de una huida que mira atrás con esterilidad y
desasosiego, como pueda ser el caso de la lechuza del cuento, se siente no haber
aprendido la lección que encerraba la vida tras la aventura anterior.
Cuando nos alejamos de las cosas y de las personas porque nuestra visión se amplía
hacia otros aprendizajes y experiencias, nuestra despedida deja de tener un sabor a
fracaso y pasa a integrarse en la biografía luminosa del sujeto que crece y se
expande.
En muchos casos, el cambio funciona sólo y sin forzar. Los ambientes que ya no
interesan actúan de la misma forma que las hojas de los árboles en otoño, sucede que
se “desprenden”, tal vez porque ya no enseñan, ni sirven de crecimiento evolutivo a
la persona que interactúa con ellas. Será entonces un golpe de viento o el simple
devenir lo que les dará el “toque de gracia”, pero lo importante es que se desprenden
y se alejan
110
Una cosa es marcharse de los sitios que ya no interesan y otra muy distinta, salir
corriendo con el sentimiento de fracaso dentro de uno mismo.
En este sentido, una gran parte de las salidas “reactivas” que las personas realizan
ante una situación de rechazo pueden señalar sutilmente una asignatura de la vida
que no se aprendió totalmente. Bien por no haber comprendido lo suficiente o bien
por no haber entendido del todo los intereses ajenos.
Salir en plena primavera despidiéndonos de todos y dejando atrás las puertas bien
abiertas, es una de las mejores salidas que puede hacer un ser humano que busca
ampliar sus horizontes y expandir su experiencia
EL SANADOR
Un día, en los primeros destellos del alba por el camino que serpentea
hasta la cabaña, se observa como una mujer llevando de la mano a su hijo,
se encamina decididamente hacia la puerta. Al llegar frente a ella y con
gesto parsimonioso, semejante al de un devoto ante la entrada de un
templo, acicala al muchacho con el fin de hacerle digno a la presencia de
111
su morador. Madre e hijo inclinan humildemente la cabeza y, tras llamar a
la puerta, son invitados a pasar a su interior
"Maestro”, le dice ella, “he traído a mi hijo para que le convenzas que no
coma azúcar. El médico ya se lo ha ordenado muchas veces y, él nunca ha
sido capaz de hacerle caso. Creo que está obsesionado, su vida peligra. Me
dirijo a ti porque de todos es sabido que tienes un poderoso secreto por
el que cuando algo aconsejáis, vuestra palabra tiene el misterioso poder
de llegar muy dentro del corazón. Maestro, te pido por favor que le digas
a mi hijo que no coma azúcar. Ten piedad de mí y de él. Yo sé que a Ti te
hará caso".
Pasados los tres días y las tres noches, madre e hijo vuelven a recorrer la
larga distancia que los separa de la casa del Maestro... y tal y como
hiciere anteriormente, se detienen ante la puerta, arregla un poco al
muchacho e, inclinándose ante el símbolo de la misma, penetran en su
interior.
"Así será".
Mujer:
¿Acaso pretende trasmitir una recomendación al chico, no sin antes haber él superado
las dificultades que pueda ésta conllevar?
¿Qué puede pensarse por ejemplo, de un padre que le dice a su hijo que no fume
porque fumar daña la salud, mientras él se fuma un cigarrillo? ¿resultará convincente
su argumentación?
La verdad da resultado.
Buda
¿Qué clase de mecanismo o energía puede accionar y llegar a la otra persona por el
simple hecho de que sentimos certeza acerca de lo que estamos diciendo? ¿acaso es
el inconsciente del interlocutor el que capta gestos y pequeños matices del rostro y
del tono de voz que son interpretados como verdad?
¿Acaso los campos de energía y las vibraciones que emanamos son captables por la
fina percepción de la mente profunda del que nos escucha?
La Ciencia Cuántica afirma que la separación entre los cuerpos físicos que nuestros
ojos captan es tan sólo una ilusión inherente a las octavas de visión en las que se
desenvuelven nuestros sentidos, pero que, en otra realidad más profunda o sutil,
estamos unidos o interconectados en una “banda de energía” con matices vibratorios.
Se trata de una especie de “malla” de frecuencias y pulsos que más se parece a un
todo unitario que a los muchos diversos.
El mejor efecto de las personas exquisitas, se siente después de haber estado en su presencia.
Ralf Waldo Emerson
¿Acaso tal interdependencia cuántica entre los seres permite detectar cualquier
sutileza emocional en el interlocutor? ¿acaso la veracidad y la mentira no nacen
acompañadas de imperceptibles reflejos neurofisiológicos?
Para estar convencidos de algo parece evidente que se deberá haber experimentado
previamente lo que se afirma, pero ¿podemos recomendar a los demás lo que no
hayamos previamente "experimentado"? ¿algo así como: "haz lo que te digo, no lo
que hago"? ¿Acaso la mera teoría sin su experimentación consiguiente puede “llegar”
dentro del otro?
La persona que tan sólo “fotocopia” las ideas que transmite, sin haberlas previamente
vivido y aplicado, es dudoso que se le otorgue autoridad sobre las verdades que
defiende.
Tiene mejor conocimiento del mundo, no el que más ha vivido, sino el que más ha observado.
Einstein
El ser humano que desarrolla y balancea conscientemente ambos modos, logra como
consecuencia, integrarse en un proceso de optimización permanente que conduce a la
Excelencia Personal.
Tal Excelencia se alcanza cuando nos expresamos de forma tan racional como
afectiva, cuando nos sentimos tan deductivos como intuitivos, tan lógicos como
creativos, tan firmes como flexibles, tan espontáneos como disciplinados... en
definitiva, cuando tras pasar por un proceso de diferenciación, logramos integrar a
las partes en un más amplio nivel de consciencia.
Y aunque el cerebro actúa con los dos hemisferios, las personas, al ejercer roles de
convivencia, tienden a desbalancearse, viviendo acentuadas en uno de ellos. Algo
que tiende a ser muy evidente al observar el papel que adoptan no sólo la mayor parte
de las parejas de hermanos, sino también muchos cónyuges y compañeros de
empresa.
¿Qué cualidad personal puede destacarse del “Maestro” del relato? ¿qué valoramos
en las personas en las que depositamos nuestra plena credibilidad? ¿qué entendemos
por “sabiduría”? ¿es lo mismo que cultura y erudición académica?
Tal vez, la diferencia entre el erudito y el sabio estriba en que mientras el uno
intercambia “paquetes de información” que canaliza sin vivencia de ningún tipo, el
sabio por el contrario, ha asimilado y digerido dichos paquetes de información
mediante su inmersión en la experiencia. El erudito repite lo que tiene archivado en
su memoria, mientras que el sabio “crea” lo que ya previamente ha sido
metabolizado e incluso olvidado. Mientras el sabio ha vivido cayendo y levantándose
una y otra vez, el erudito puede no haberse abierto a la experiencia emocional que su
información propone. El sabio comprende a los demás desde su propio reflejo
profundo, desde el corazón amoroso y compasivo, mientras que el erudito compara y
clasifica de manera más próxima a la máquina y por tanto ajeno a las emociones.
Uno es técnico y virtual y el otro es afectivo y vivencial.
116
Hay dos clases de comunicadores, los que piensan y los que hacen pensar.
Roux
¿Habrían llegado las palabras del sabio al corazón del chico, si éste se hubiera
limitado a “repetir” lo mismo que la madre solicita: “no comas azúcar”?
¿Por qué la madre dice al sabio: “Vuestro corazón llega muy dentro... Yo sé que a ti
te hará caso...”?
¿Es que la sabiduría es una especie de inteligencia experiencial, pero expandida por
el ingrediente más poderoso del Universo: amor consciente?
117
LA PAREJA PERFECTA
Érase una vez, una muchacha de nombre Nadia cuya belleza atraía a todos
los hombres que la conocían, sin embargo y aún a pesar de ello, se
encontraba turbada y sola. Sucedía que Nadia tras los primeras alegrías
del encuentro con sus encantadoras parejas, no tardaba en encontrarles
defectos tan evidentes que decidía postergar la propia entrega definitiva
que ella ansiaba. Y así pasaba el tiempo en el que Nadia, por una u otra
razón, no lograba satisfacer su deseo más ferviente: crear una familia
feliz y disfrutar de ella.
Tanto sus padres como sus propias amistades, habían celebrado grandes
festejos para apoyar su amor con algunos pretendientes, pero ella, al poco
tiempo de tratarlos, sentía como su amor se marchitaba para seguir
anhelando su ideal de pareja perfecta.
Un día, oyó hablar de un sabio que, según se decía, a todos conmovía por
el consejo y lucidez que encerraban sus palabras. Aquella noche, Nadia,
sin poder dormir, decidió acudir a su presencia e interpelar acerca de su
propio problema. “Tal vez”, -se decía-, “me pondrá en el camino de ese
hombre ideal con el que sueño”.
“Entre una y otra, fueron transcurriendo los años, hasta que, de pronto,
un día...” dijo el anciano haciendo una emocionada pausa, “La vi
resplandeciente y bella. Allí estaba la mujer que yo había buscado durante
toda mi vida... Era inteligente, atractiva, generosa y amable. Lo teníamos
todo en común”.
119
REFLEXIONES
¿Se trata acaso de alguien con quien experimentamos afinidad física, emocional,
mental y espiritual?
Hace no muchos años, y todavía en ciertas culturas del mundo actual, la elección de
la pareja era un asunto encomendado a los padres. Al parecer, los intereses globales
de las familias, tanto económicos, como políticos y sociales, determinaban la unión
de los futuros creadores de una familia.
Tal vez en gran medida, depende de los concretos intereses, tanto conocidos como
desconocidos, que tengamos en ese particular momento de nuestra vida en el que
estamos abiertos al encuentro de otro cuerpo y otra alma.
Nuestros objetivos, en cada ciclo de la existencia pueden ser muy distintos y los
caminos de la satisfacción que cada persona recorre pueden asimismo cambiar. Al
principio de nuestras relaciones, nos solemos sentir atraídos por una persona cuyas
cualidades tienden a ser totalmente contrarias y polares, aspecto que convierte a ésta
en “irresistible”. En estos casos, los seres humanos no saben por qué se sienten
atraídos ya que los sentimientos y las oleadas de pasión que se desencadenan se
mueven en la esfera de lo inconsciente. Es por ello que la persona ignora que
casualmente las virtudes más representativas de su pareja son precisamente los
aspectos menos desarrollados por el otro y viceversa.
La mejor manera de relacionarse con los demás es pensar en qué se les puede ayudar.
Genom.
He descubierto un principio que puede evitar que cualquier situación difícil se convierta en
desastre. La clave es ponerse en el lugar de la otra persona y buscar la verdad en lo que nos dice.
Krisnhamurti
No hay fracaso, aunque los padres y amigos educados en los viejos modelos, así lo
interpreten. Finalmente, el fracaso no deja de ser una interpretación.
Cada trecho del camino realizado en comunión con otro ser, es todo un luminoso
capítulo en el que nuestro cuerpo y nuestra alma han creado y testificado toda una
vida de luces y sombras. Hay personas que deciden renovar su energía renaciendo
con otra pareja con la que seguir evolucionando hacia la conciencia despierta,
mientras que otras, deciden permanecer en pareja y enfrentar todas las aperturas que
el patrón requiere, adaptándolas a los nuevos anhelos y frecuencias. Ambas formas
de crecer son legítimas y valiosas. Lo que tal vez importa es cómo realizamos los
tránsitos y la calidad con que sabemos salir y entrar en las nuevas etapas.
122
EL PONTÍFICE
Así llegó el invierno y tras él la primavera, hasta que una tarde a la puesta
del sol, se presentó en casa de Laureano un viajero que afirmaba ser
carpintero. Josuá que así es como se llamaba pedía trabajo a cambio de
comida. Josuá decía que tras arreglar los desperfectos que hubiera en el
lugar seguiría la senda que llevaba. Y dado que parecía un buen hombre no
exento de habilidades y ganas, Laureano se decidió a contratar sus
servicios y reparar la casa. Aquella noche de apariencia como todas, nadie
imaginaba lo que Laureano vería al levantarse al día siguiente por la
mañana. Por lo que vio, aquel carpintero, por su cuenta y riesgo, se había
dedicado a construir un puente de madera que cruzaba el río, y al parecer
no contento con eso había abierto una gran puerta en el muro que dividía
ambas haciendas.
¡Maldito imbécil! exclamó. No podía creer lo que sus ojos veían al tiempo
que sintió colérico un latigazo de ira. Sin titubear, se dirigió con paso
rápido y amenazante hacia el carpintero, maldiciendo el despropósito de
su llegada.
REFLEXIONES
¿Tanto poder tiene un gesto que disuelve automáticamente caudales de ira durante
tanto tiempo condensada?
125
¿Cuál es el secreto del tan cacareado perdón y la consiguiente liberación del que
odia?
¿Acaso el ego herido necesita energía de amor que repare sus grietas?
¿Qué sentido tiene esta frase de Jesucristo? ¿Acaso está pidiendo que uno mismo
vaya de víctima mientras le toman el pelo o le dan una paliza? ¿o más bien se trata de
construir un puente de madera para cruzar el río de la división y la violencia? Tal vez
lo que nos llega de Jesucristo es que debió de hacer sonar una nota musical de amor
fraternal a una humanidad que tiene instalado un programa bien distinto de afán de
provecho personal. “Ama a tu prójimo como ti mismo” fue la idea emblemática en la
que basó su vida y obra. Un idea central sobre la que se han vertido ríos de tinta y
que giran en torno al llamado “Corazón de Jesús”.
La idea del perdón por comprensión no por represión, la idea de saberse poner en el
lugar del ofensor en vez de intalarse en el egocéntrico narcisimo, la idea de reconocer
que uno mismo en alguna ocasión ha “tirado también su correspondiente piedra de
126
separatividad y locura es toda una dirección de salida del laberinto de la expansión y
el Despertar.
Cuando se enfrentan dos fuerzas cuyas superficies son rígidas y duras, se está
propiciando la ruptura y la destrucción, sin embargo cuando una de ellas ofrece la
blandura justa, sucede que neutraliza la dureza de la otra que a su vez recibe el rebote
de vuelta de su propia fuerza. Se trata éste de un principio que puede observarse en
las Artes Marciales. La técnica de dichas artes conlleva la habilidad de devolver la
fuerza del adversario sin establecer oposición frontal y directa. El arte de la
flexibilidad es la cualidad de la vida, tan sólo la muerte deja “tieso” y rígido el
cuerpo que antes era flexibilidad y vida.
Sólo cuando sea usted capaz de decir -No-, será capaz de decir -Sí- con todo su ser.
Ashoka
Y así como el odio se genera en el ego, por el contrario en la esfera del alma, la
energía con que se opera es de amor y compasión. De hecho, cuando una persona
instalada en su “yo profundo” enfrenta una situación de violencia, tiene la capacidad
de captar en el corazón del agresor que éste se siente emocionalmente amenazado y,
en el fondo, lo que suplica y grita entre líneas con sus tonos y ademanes
perturbadores es que por favor alguien le haga caso, le valore y le quiera.
Una personalidad bien observada y atenta, no “entra al trapo” con la facilidad del que
todavía no “está de vuelta”. La diferencia entre uno y otro es que mientras el
despierto se da cuenta de lo que está sucediendo, el dormido es un autómata reactivo
que patalea su rabia en plena impotencia.
129
EN TUS MANOS
Una tarde, el joven estudiante Quirón, conocido por el tono irónico que
utilizaba al poner en aprietos a los académicos más notables, decidió ir a
escuchar al anciano, para de una forma u otra, poner en entredicho sus
ideas.
Cuando llegó al hemiciclo donde éste hablaba, se sentó junto a los que
escuchaban y prestó atención con ánimo de encontrar en sus
planteamientos la mínima presencia de fallos y grietas.
“Nuestros antepasados pensaban que en la vida hay que ver para creer.
Se trata de un principio que suele resumirse en aquella frase que todavía
resuena”: “Si no lo veo no lo creo”.
Quirón se sintió algo confundido. Por una parte, entendía lo que quería
130
decir el anciano, pero por otra parte, deseaba satisfacer su deseo de
ridiculizarlo, así que salió del hemiciclo con el fin de idear una
estratagema que lograse su objetivo.
Resultó que pasaba por allí un mercader de pájaros, conocido por apresar
una especie de muy pequeño tamaño con ingeniosos cepos de su invención.
Al verlo, Quirón pensó: "Siempre que estoy buscando una solución suele
aparecer algo ante mis narices que trae las claves, así que me acercaré a
ver esos pájaros y seguro que se me ocurrirá algo".
A lo que el sabio, mirando a los ojos del joven con una profunda ternura le
contestó:
"Muchacho, en realidad
Si uno observa el Universo, no tarda en sospechar que lo que llamamos “azar” es tan
sólo el nombre que le damos a una ley todavía desconocida. Todo el orbe y sus
millones de esferas se mueven en concordancia con la acción de Leyes Universales
que, poco a poco, el conocimiento científico de la Humanidad rescata del Misterio.
Desde hace ya años, los expertos en desarrollo personal afirman frases tales como,
“si lo quieres, lo obtendrás”, “cada cual tiene y logra aquello que realmente quiere”,
“no tienes más que querer suficientemente algo para lograrlo”... Se trata de una
corriente contraria a la que ha prevalecido desde hace miles de años, acerca de un
destino escrito por los Dioses en el que los humanos no pintaban gran cosa.
132
Pide y recibirás. Busca y encontrarás.
Llama y se te abrirán las puertas.
Mateo 7,7
Tal vez ambas realidades, es decir, el libre albedrío y el destino, son compatibles e
integrables, porque si se analiza en profundidad el propio proceso de querer, brotan
preguntas tales como, ¿qué es lo que hace nacer a esa voluntad tan poderosa
mediante la cual, primeramente uno siente que “quiere” para más tarde, hacer y
conseguir? ¿qué fuerza o Ley mueve a las neuronas para que uno experimente deseo
y voluntad en su corriente de consciencia?
¿Se trata acaso de un Impulso Evolutivo que pone en marcha un proceso mental
inconsciente que nosotros sentimos como deseo o motivación?
Si eso es así, es decir, así de inconsciente, habrá que aceptar que en el proceso de
nacimiento del propio desear y querer, hemos sido espectadores y nada ha aportado
conscientemente nuestro yo.
¿Dónde está entonces la Libertad que parece darnos la opción de crear el destino que
cada cual quiera?
Tal vez tan sólo experimentamos una “sensación de libertad” y no una libertad en
sentido estricto, ya que no somos conscientes de lo que se mueve en el más adentro
del propio y complejo escenario mental.
Y por otra parte, si el destino está en nuestras manos y cada cual decide lo que
realmente se le antoja creando su propia realidad subjetiva, uno se pregunta, ¿es que
acaso existe algún fenómeno en el Cosmos que esté “separado” de la Totalidad”?
Se dice en la moderna Física que el mundo objetivo que percibimos como real es un
conjunto de interdependencias que, a modo de “malla”, interactúan en una unidad
supra-cognoscible. En el Universo late un “campo unificado” que todo lo incluye y
cohesiona. Su inabarcable realidad se nos muestra como una “red de redes” que
como tejido de interdependencias, hace realidad lo que afirma que: “Cada parte es el
todo y el todo es en cada parte”.
133
Sin duda un Paradigma que dejó atrás el modelo mecanicista de Causa-Efecto que
afirmaba: “Toda causa tiene su efecto que a su vez es causa de otro efecto
subsiguiente”. Un modelo por el que se expresaba la existencia de una cadena lineal
y sucesiva de relaciones.
Sin embargo, ¿hasta qué punto cuando devenimos conscientes de un proceso mental,
sentimos que tenemos mayor número de opciones sobre el mismo? Por ejemplo, si
me doy cuenta de que estoy levantando la voz para tratar de convencer a alguien,
tengo la opción de bajar el tono de la misma, cosa que no tendría si todavía no me he
“dado cuenta”.
En realidad, la llave de la sensación de libertad está en esa clave del “darse cuenta”.
Sin duda, un proceso que convierte a los actos automáticos en elecciones voluntarias
y conscientes.
Un insigne filósofo francés conocido por le nombre de Papus postuló acerca del tema
que relaciona la predestinación y el libre albedrío de la siguiente forma: “El ser
humano y con él toda la Humanidad, viaja a lo largo de la vida en un gran barco al
estilo crucero. La dirección del barco está predeterminada como asimismo la
velocidad, sin embargo el margen de libertad de que disponen los pasajeros consiste
en vivir la travesía conforme les plazca, es decir, sobrios o dormidos, en el confort o
en la austeridad, en la esperanza o en la tristeza, y en cualquier estado mental o
experiencia que el susodicho viajero de la vida aprende a experimentar”.
Desde esta perspectiva, el libre albedrío está limitado a las condiciones que cada día
elegimos consciente o inconscientemente en el gran crucero de la vida. Sin embargo,
tal libertad está limitada por aspectos que no son de la propia incumbencia como la
ruta, la velocidad y la hora de la llegada.
Y en realidad, ¿somos libres o bien lo que sucede es que todo se mueve, incluida
nuestra efímera sensación de libertad hacia una dirección predeterminada? ¿acaso en
algún plano supra-mental más allá del tiempo, existen todas las posibilidades ya
soñadas?
La mente no puede conocer lo que está mas allá de la mente, pero la mente sí está en condiciones
de ser conocida por el Observador o Testigo que uno es tras ella.
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Nisargadatta
Evidentemente no parece posible que una sola mano produzca sonido sin batir con la
otra... sin embargo, es un estilo de pregunta que pertenece al llamado “Koan” de la
práctica Zen que trata de estimular en la mente lógica una respuesta imposible cuya
búsqueda acabará por trascender dicha lógica o lo que es lo mismo, dicho nivel
mental. La intención que posee en sí mismo el ejercicio del Koan al proponer
inútilmente una respuesta, es trascender la mente racional y alcanzar una
“metalógica” que más se parece a Conciencia de Unidad que a una respuesta racional
con base deductiva.
LA FEALDAD Y LA BELLEZA
135
Más tarde, cuando la Belleza decidió salir del agua, comprobó que la
Fealdad se había llevado sus ropas recién estrenadas; a cambio, le había
dejado las viejas. La Belleza, viendo que la tarde caía y no atreviéndose a
la desnudez, decidió vestirse con aquellas ropas y continuar su paseo por
entre montañas y valles.
Desde entonces, cuentan los sabios que en este mundo que vivimos, hay
algunos que:
REFLEXIONES
¿Qué tipo de personas resultan ser más influenciables a la simple apariencia externa?
Las personas cuyo desarrollo es todavía superficial se dejan engatusar por el diseño
de las superficies. Por ejemplo, una copa de vino de formas muy elaboradas puede
suscitar en determinadas mentes un auténtico eclipse del sabor y la calidad del vino
que contiene.
Tal vez, para que una persona no se deje manipular por el poderoso influjo de las
superficies, precisará haber previamente descubierto la sencilla profundidad de su
alma.
La copa de vino es tan solo un recipiente utilitario que no quita la sed, ni acompaña
con su sabor a la bebida. Y por más bonita o fea que ésta parezca al sujeto que bebe,
el vino seguirá inalterable a los diseños del continente, cumpliendo el papel que
136
corresponde a su calidad y solera.
Por más maquillaje que lleve puesto un rostro, llegará un momento en el que el
dueño de esa máscara tendrá que hablar, compartir, emocionarse comunicar matices,
y, en definitiva, mostrar el vino de su inteligencia y la calidad interior que vive tras
las plumas, las alhajas, los perfumes y los pelos de moda.
¿Quién se deja seducir todavía por los “efectos especiales” que decoran las
superficies de los cuerpos?, ¿cuánto dura el impacto de una botas punteagudas de piel
de pez, si el cerebro que las lleva actúa de forma mediocre y ansiosa? ¿cuánto dura el
impacto de un coche alargado o de una moto cromada si el sujeto que los conduce se
muestra vulgar e inseguro?, ¿cuánto dura el decorado de un tatuaje, o de un
“piercing” brillante si tras la llamativa superficie late un carácter estúpido y cruel?
Los seres que todavía se dejan impactar por tales signos y entregan su corazón a esta
parafernalia, están todavía en el primer curso de evolución para adolescentes.
¿Cuántas veces hay que dejarse impactar por las apariencias para aprender a
descubrir lo que subyace tras las mismas?
¿Tan fuerte es la hipnosis que para muchas personas ejercen las formas de palacio,
los uniformes llenos de galones y medallas, y las casas con jarrones franceses y
alfombras persas?, ¿tanta energía atención dedica el embobado televidente al
“famoso”, a veces primario e insensato que sale en la pantalla? ¿es que parece más
interesante la mente del que adorna sus formas con artificios y papeles aprendidos
que el que tiene realmente algo que ofrecer del cultivo y profundidad del su alma?
¿Es que todavía la sociedad materialista y superficial se comporta como lo hacían los
indígenas que ante un transistor o un espejito con reflejos, hincaban su rodilla y
ofrecían sus tesoros entre admiración y sonrisas embobadas?, ¿cuál es la diferencia?
¿Acaso no son valores que se hacen evidentes en las pupilas de los que los emiten y
regalan?, ¿acaso no son contenidos que “cantan” tras la calidad de la mirada y los
sutiles tonos de las palabras?
¿Tienen los valores humanos menos “cartel” que las plumas, los adornos, los
maquillajes, las alhajas, y los traseros clónicos de moda?
Tal vez, el relato hace referencia a una etapa del desarrollo en la que la apariencia es
lo único que muchas personas son todavía capaces de percibir. Se trata de un nivel en
el que no se ha hecho consciente el mundo interior con todos sus estados de
contradicción e infinita belleza. Sin embargo, cuando el sujeto ha devenido iniciado
es decir que “ha entrado dentro”, la belleza se torna integral y abarca el refinamiento
de las superficies y la irradiación de las profundidades más completas.
A partir de este salto, el buen vino es apreciado en una fina copa de cristal de roca.
Sucede entonces que la forma sensiblemente elaborada es una buena compañera de
la grandeza primordial que brota desde los ecos del alma.
No se trata tanto de elegir entre el vino o la copa, cosa que, por otra parte, no cabe
duda, sino en armonizar la calidad del vino con la armoniosa expresión del cristal
que lo abraza.
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Frente a los comentarios del relato, todos sabemos que, en realidad, la Belleza, lejos
de residir en el objeto contemplado, está en el ojo que la contempla. La Belleza es un
“estado de conciencia” que más tiene que ver con el veedor que con la cosa vista.
SOLTAR LA CUERDA
Tshunulama era una muchacha que sentía su corazón esclavizado por una
relación de amor. Y por más lágrimas que sus ojos derramaban, y por más
que su mente le decía que tenía que soltar y nacer a la verdadera
independencia, su corazón no sabía como salir del torturador apego que
padecía. Noche tras noche, tan solo experimentaba un recuerdo obsesivo
de aquel ser ante el que se sentía ignorada y humillada.
“No es así”. Contestó él. “Desde que tu corazón se siente esclavo, has
dejado de vivir tu propia vida. Tu eres capaz de soltar Tshunulama,
cuando así lo hagas, tu sabes en lo más profundo de ti que sentirás un
gozo muy intenso y la paz que mereces. Anda, comienza por soltar un
dedo”
“No puedo”, decía ella. “No obstante, ¿podré hacerlo? ¿será seguro?
¿tengo el coraje suficiente? Se preguntaba en pleno conflicto. De pronto,
aprovechando una brisa de esperanza, soltó un dedo y aceptó el riesgo...
Al momento, se sintió aliviada al ver que no caía, ni nada terrible sucedía,
sino que por el contrario una sensación de libertad y paz acariciaban su
alma...
Tshunulama siguiendo sus indicaciones sintió que podía ver con claridad
sus miedos, y con una serenidad inusitada contempló a las partes más
ruidosas de su mente proclamando que soltar más la cuerda sería una
locura... voces asustadas que le advertían que el hecho de soltar iba en
contra de todo lo que había hasta entonces deseado e incluso aprendido...
Sentía que si soltaba, lo que en realidad, le esperaba era un oscuro abismo
140
de desamor y soledad.
Poco a poco, comenzó a sentir sus dedos más sueltos y conforme permitía
que algo muy profundo aflojara su mano aferrada, también una corriente
de paz y renacimiento brotaba en su alma...
141
REFLEXIONES
¿Qué se esconde tras la sutil tortura que, en algunas personas, parece producir el
duelo por la pérdida de un ser que aman?
¿Qué mecanismo nos hace pensar tan obsesivamente en nuestra dolorosa pérdida, en
vez de pensar en la suerte del que se va y en las puertas que se abren en nuestra
existencia?
Cuando la vida nos cierra una puerta, el Universo nos abre otra mayor.
Anónimo
142
¿Qué extraño mecanismo egoísta nos impide pensar y recrearnos en la paz que debe
sentir el ser amado que se ha ido o simplemente, se ha muerto? ¿qué extraña muralla
cultural bloquea tan generosas y sanadoras ideas? En realidad, hay variedad de
culturas que “celebran” la muerte de un ser que se retira al descanso tras hacer la
campaña de la vida. La dramatización de dicho tránsito hace más doloroso el duelo
natural de toda despedida.
¿Tanto nos cuesta pensar que tras la llamada “pérdida”, nuestra vida se abre a una
gran renovación?
Decimos que amamos al otro ser, pero tal vez lo que sucede es que nos sentimos
“apegados” a un satisfactorio cliché de su persona. Se trata de un cliché que nuestra
mente ha fabricado y que permanece estimulado mientras satisfaga las propias
necesidades y deseos, pero ¡Atención!, el día que el otro se salga un “pelín” de la
foto, comenzará un proceso de rechazo y, en el peor de los casos, a cansarnos y
aburrirnos.
Tal vez no es amor lo que sentimos tan a menudo como imaginamos, sino apego a un
cliché que “nos hace” felices. Pero, ¿quién es realmente el otro? ¿quién realmente
existe en el corazón de ese cliché que de momento nos satisface? ¿amamos a ese “yo-
idea” o bien lo que sentimos es apego a la supuesta identidad que hay dentro del
mismo?
Cuando dejamos de sentir afinidad y empatía por el cliché de ese alguien especial,
bien sea porque ya “no es como antes” o bien porque se “comporta raro” y no
despierta los mismos anhelos en nuestra alma, ¿seguimos queriéndolo? Al parecer,
cuando esto sucede nos sentimos “defraudados” y desilusionados porque su conducta
ya no es la que “necesitábamos para ser felices”. Al parecer, teníamos carencias que
con el “bajón” de la pasión se hicieron cada vez más grandes e inquietantes.
“¡Me haces tan feliz!” “¡Me haces sufrir!” “¡No puedo vivir sin ti!” “¡Me
decepcionas”
143
¿Estamos hablando de amor o de simple pasión?.
Las memorias antiguas de dolores y pérdidas pueden hacer que las futuras relaciones
afectivas sean posesivas, cerradas e inmaduras. ¿Quién no se ha enfrentado a más de
una pérdida a lo largo de su vida? Se dice que el tiempo lo cura todo, pero también
conviene ayudarlo con un sano entrenamiento de apertura y de gestión de las
necesidades personales.
Existe un refrán que dice: “Ojos que no ven corazón que no siente”.
144
nuestra vida, sabiendo en lo más profundo que ésta es un viaje en el que nos
cruzamos con compañeros de camino que vienen y van.
Todo duelo tiene un punto natural y refleja la ley del placer y del dolor que conlleva
la vida. Pero cuando el dolor comienza a ser desproporcionado a lo que en realidad
sucede, lo que tal dolor está haciendo es señalar la necesidad de abrir la caja de los
recuerdos emocionales y proceder a hacerlos plenamente conscientes. Un proceso
que a menudo, conviene hacerlo con un profesional
En este sentido, cuando una persona enfrenta la pérdida de un ser querido, conviene
que interiormente se despida “para siempre” del mismo. Un ejercicio que conviene
realizar por escrito en forma, por ejemplo, de una carta al Universo. El hecho de
capitular en ella la biografía de las luces y de las sombras de toda la relación vivida
con dicha persona y, finalizar tal epístola agradeciendo y despidiéndose para
siempre, resulta terapéutico y liberador.
Muchas veces será la infancia, otras veces será la adolescencia o posteriores etapas,
pero lo que sí está claro es que el dolor actual “resuena” con otros anteriores creando
una sinfonía que como en el caso de Tshunulama, puede convertirse en un verdadero
infierno.
¿Qué puede hacer el ser humano para salir de una relación obsesiva y dependiente
que a su vida no conviene?
Finalmente, la gran salida del enredo está en crecer y desarrollarse como persona
abierta y consciente que deviene capaz de ser feliz en el seno de una red de amorosos
cómplices sin tener que necesariamente encontrar la “persona-panacea” que eclipse
su vida anterior. La manera de hallar la Fuente de amor que nunca defrauda es
penetrar en los pliegues del Yo Profundo y desarrollarse integralmente, teniendo en
145
cuenta un reciclaje sostenido en el cuerpo, las emociones, la mente y la conexión con
el Espíritu.
Las grandes elevaciones del alma no son posibles más que en la soledad y en el silencio.
Francisco de Asís
Tshunulama terminará por darse cuenta de que por más que ella sentía encontrarse en
un aterrador abismo, en realidad ha estado a salvo desde el mismo comienzo de su
odisea. El paso de cada día y su progresiva aceptación, le recuerdan que los grandes
peligros y desastres a los que parecía enfrentarse tan sólo eran imágenes y contenidos
de una película previamente filmada.
146
EL GRAN VIAJE
¿A dónde vamos?
¿De dónde venimos?
¿Quiénes somos?
Llego un día en el que Ibrahím se dijo: "Iré en busca del Maestro Interior
de quien también se dice que se halla en lo más recóndito de mi Ser, para
lo cual iniciaré un largo viaje y, a lo largo de las experiencias no casuales
que espero vivir en el transcurso del mismo, se revelará lo que busco”.
A los tres días de viaje, se encontró con un monje derviche que caminaba
como él en la misma dirección. Al poco, éste habló y dijo:
147
¿”Quién eres y adónde te diriges”?
"Si eso fuera cierto", dijo Ibrahím. "Volvamos de prisa para recoger toda
la miel que podamos, tal delicioso alimento no sólo servirá para saciar
nuestro apetito, sino que también podremos vender parte y paliar los
gastos del camino".
Al poco tiempo, los dos hombres llegaron a una montaña en cuya ladera se
escuchaba un zumbido. El derviche aproximó la oreja al suelo, y tras
hacer una pausa, dijo:
"Como quieras", dijo el derviche... "aunque se dice que todas las cosas
están relacionadas y supongo que esto no debe ser ajeno a nuestras
vidas".
"Este pez", dijo el derviche, "nos está enviando un mensaje que dice: Me
he tragado una piedra, agarradme y dadme de comer aquella hierba”, dijo
el derviche señalando unas matas, “así podré vomitarla y encontrar alivio.
¡Caminantes tened piedad!"
En ese momento, la voz áurea de un poeta que cantaba junto al río, llegó
acariciando los oídos de los dos viajeros diciendo :
151
REFLEXIONES
¿Qué busca un hombre tan erudito como Ibrahím en un simple viaje que parece no ir
a parte alguna?
Y en este sentido, suele decirse que así como “una imagen vale más que mil
palabras”, de la misma forma, una vivencia, vale más que mil imágenes.
Ibrahím busca la enseñanza que brota “recorriendo el camino” y encarna la figura del
viajero que ha roto sus hábitos cotidianos y sus consiguientes reflejos condicionados.
Se trata de un peregrino que para llevar a cabo su íntima búsqueda parece querer
sentir el exilio de su casa para hacer salir partes desconocidas de su persona. Ibrahím
supone que durante el recorrido del camino acallará su mente, y podrá captar otra
frecuencia más profunda y sutil que intuye como alma.
El viaje más importante de nuestra vida, es el que se hace al interior de uno mismo.
Pitágoras
El Viajero del cuento se busca a sí mismo desde que decidió recorrer un “Camino
Mayor”, y para ello apuesta por la apertura del chakra de su corazón. Ibrahím como
viajero iniciático en busca de la sabiduría, aunque en varias ocasiones falla haciendo
patente su egoísmo, trata de avanzar atento a las “señales”. En un principio, cuando
inicia su viaje, mantiene activada una consciencia sutil que le promete que nada será
152
casual, sintiéndose guiado por un Principio de Orden Superior que lo protegerá y lo
orientará en los momentos necesarios. Más tarde, la enseñanza profunda del viaje se
revelará, haciendo evidente su programa egocéntrico y lineal a través de las pruebas
que le enfrenta su compañero de viaje.
Y así sucede que nada más comenzar el camino, aparece el sacerdote derviche que,
aunque con aire casual es todo un “enviado” cuya interacción conllevará un
entramado de diálogos y “pruebas” que le conducirán a la toma de conciencia de lo
que precisamente Ibrahím más parece necesitar: la apertura de su intuitivo corazón y
su cohesión con el aspecto Vida.
El erudito que durante años y años no ha hecho otra cosa que leer y manejar datos
descompensando su vida afectiva y sensible, no logra la paz y lucidez que tales datos
prometen. Es por ello que decide experimentar y poner fin a su encierro mental, para
lo cual sale de viaje al mundo... pero al parecer, lo hace con un equipaje todavía muy
pesado. Ibrahím carga con una apretada mochila mental que contiene sus anteriores
criterios de eficacia, forjados en un individualismo a ultranza y un blindaje
emocional de aislamiento y autodefensa.
Poco a poco y conforme avanza por el camino, la vida le va señalando que detrás de
cada encubierta llamada de ayuda a la vida y al próximo, hay una clave. En el caso
del cuento, los premios son oro y diamantes, pero tales regalos u oportunidades no
dejan de ser un símbolo de la enseñanza que inconscientemente busca.
Cuando la mente está equilibradamente desarrollada, no sólo opera con las funciones
de la racionalidad y la lógica representadas por las actividades creativas inherentes al
hemisferio izquierdo del cerebro, sino también por las experiencias afectivas del
hemisferio derecho. Dos aspectos que como dos alas de un ave, interactúan
produciendo el verdadero progreso del ser humano.
¿Cree alguien que con una actitud de aislamiento y egoísmo va a lograr algo valioso?
Y en el caso de que así sea, ¿acaso el éxito de un yo superficial que desoiga los ecos
solidarios de lo profundo no demandará un precio tal alto que robará la paz interior?
153
El tipo actual de vida en las grandes ciudades, en donde la prisa y la supervivencia
incuban modelos mentales superficiales y violentos, propicia que las personas no
tarden en sentir que tan sólo existen en cápsulas aisladas de la “piel para dentro”.
Sucede entonces que para seguir adelante entre tantos problemas propios y ajenos,
negamos nuestra sensibilidad, no teniendo más remedio que hacernos más sordos,
más ciegos y más hábiles ciudadanos de la selva.
¿Cabe mayor revolución que la que acontece de forma anónima y sutil transformando
hasta los cimientos más profundos de la persona?
Poco a poco, nuestro ser ampliado se enfoca atento en el cada día como si de un
trecho consciente del Gran Viaje se tratase. Se constata que la vida tiene sentido y el
viajero cotidiano, abierto a la “observación sostenida”, sabe que no hay casualidades
154
y, que aunque a veces, crea que viaja solo es tan sólo una ilusión de su mirada.
LA CAMISA
155
Uno a uno, fue entrevistado personalmente por el Monarca que tras
meses de trabajo, comprobó desanimado como ninguno de aquellos
personajes se consideraba verdaderamente feliz.
Fue entonces cuando un anciano súbdito le relató que había oído hablar de
una persona feliz que vivía próxima a los grandes bosques. El Rey abrió
sus ojos y pleno de esperanza, envió a sus más fieles emisarios colmados
de oro y alhajas, en busca de aquel hombre tan raro, con el fin de
conseguir y traer de vuelta su camisa, a cambio de lo que pidiese.
Después de algunos días de viaje, los enviados encontraron por fin a este
hombre que según se decía, irradiaba paz y alegría. Tras saludarlo
ceremoniosamente en nombre del Rey, le preguntaron si se consideraba
una persona verdaderamente feliz.
Aquel ser contestó: "Yo soy el hombre más feliz del mundo".
156
REFLEXION
¿De qué tipo de camisa parece carecer el llamado “hombre feliz” del relato?
La escasez no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos y
necesidades.
Platón
Lo que sí parece deducirse del relato es que para ser feliz hay que “desprenderse” de
algo. Y esto resulta paradójico porque durante años y años, y mientras crecemos
como seres humanos, lo que hacemos es dedicar nuestra vida a tomar, agarrar,
acumular.
157
“succionando” atención, afecto, información... Con el paso del tiempo, seguimos
haciéndolo mientras acumulamos cosas y bienes que además de colmar nuestros
deseos nos ofrecen un cierto sentimiento de seguridad.
El ser humano en tal contexto, siente su vida hipnotizada y atada a la “Gran Rueda”
que algunos llaman Matrix. Se trata de una especie de noria en la que a menudo, se
sigue adquiriendo desde una febril ansia de dinero y poder que inunda la carrera de
muchos de los llamados “triunfadores”.
Tal vez, la camisa del relato señala una sutil dirección en su oculto mensaje. Para
comenzar a sentirse feliz, tal vez convenga balancear la tendencia del proceso
mencionado de succionar o de tener. Al parecer, en vez de llenar se trata de vaciar
por lo que, en vez de orientar la consciencia al adquirir, se enfoca al ofrecer... todo
un proceso de vaciamiento egoico que simplifica la existencia del superficial
sentimiento de seguridad que produce el llenado aparente.
El camino de “vuelta a casa” comienza por la toma de conciencia que indica la sutil
diferencia que puede darse entre dos orientaciones vitales: “Tener y Ser”. El “Tener”
conduce a la cantidad y el “Ser” a la identidad.
¿De que sirve “tener mucho” si no hay calidad de vida? ¿De qué sirve tener en
cantidad si no hay paz en el alma y sonrisa en el rostro de la propiedad?
158
No se trata de afirmar de manera disociada que para Ser hace falta negar al Tener, o
que sólo se puede Ser a costa del Tener, más bien lo que se apunta en la reflexión del
relato es a la orientación o propósito primordial que da sentido a las diferentes etapas
de la vida. En los comienzos, cuando el propósito vital es “salir adelante” y crear una
familia, es fácil que las prioridades de la persona estén orientadas al Tener ya que se
deben construir los cimientos materiales de un futuro desarrollo, sin embargo,
cuando la persona ha sido “tocada” por la conciencia de lo profundo que subyace tras
lo aparente y se ha desmitificado al Dios Oro, la vida se revoluciona y puede ser
orientada a la generosidad que brota desde la propia mismidad como fuente de
alegría primordial que nunca defrauda.
La riqueza en sí misma ni es buena ni mala, serán los propios seres que la utilicen los
que cualificarán su energía con la calidad y orientación con que la ejerzan.
La sexualidad puede ser tan casta como un cielo azul despejado de nubes.
Krisnhamurti
El Yoga Integral que el ciudadano del siglo XXI ejerce, contempla la integración
armoniosa de todos y cada uno de los niveles de su existencia. El físico, el
emocional, el mental y el espiritual. Todos ellos, en su doble aspecto personal y
social, requieren de su correspondiente alimento y atención y, cada uno de ellos,
solicita medios y maneras diferenciadas en beneficio de la música final de la
orquesta.
Los extremos pueden ser útiles en un momento dado y durante un tiempo. Por
ejemplo, un retiro temporal del mundo, un viaje iniciático o un ayuno entre otros. La
vida pide un “desarrollo integral” que abarque todas las facetas del ser humano y, por
más que alguna de ellas se postergue, tarde o temprano, ésta demandará la atención
que el juego global requiere para completar el aprendizaje e integrar dicha parte en el
núcleo final. Sin duda un requisito para saltar a un nuevo nivel de la escalera
evolutiva.
LAS CREENCIAS
161
fiesta que suele anteceder a los grandes acontecimientos.
En primer lugar, habló el que sostenía que Dios existe. Sus palabras
emocionadas y su lúcido ardor, irradiaron de tal forma a los allí
congregados, que transcurrió hora y media sin que nadie se moviese ni
bostezase. Cuando finalizó su brillante discurso, toda la plaza estalló en
un aplauso de tal intensidad que hasta conmovió a las palomas de las
torres más alejadas.
Y así fueron pasando las horas, mientras los predicadores con ardor y
contundencia, desarrollaban sus conclusiones. Poco a poco, transcurrió la
noche, y ya al filo del alba, se dio por finalizado el debate, momento en el
que todos los presentes se retiraron a dormir.
162
Al mismo tiempo, y en una casa situada en el otro extremos del poblado
de Horn, el orador que había defendido la existencia del Dios de la
comarca, tomó las figurillas que se encontraban sobre un pequeño altar
con flores y, envolviéndolas en un paño, las escondió en el fondo de un
viejo arcón del sótano.
Dicen las tradiciones de aquellas tierras que un viejo búho blanco que por
allí volaba, percibió que en aquella comarca pasaba algo, quizá nada
extraño. Percibió que:
REFLEXIONES
Y sucede que tras otro ciclo de desarrollo y evolución en el que hemos logrado
observar las creencias y comprender el funcionamiento de nuestros procesos
mentales, decimos algo muy distinto:
Si no lo creo no lo veo.
Lair Ribeiro
163
¿Cuál es la diferencia?
Las creencias son grandes programas creadores que funcionan confirmando todo
aquello en lo que creen. Una vez que somos capaces de observarlas, ya estamos en
disposición de optar por refuerzos de las más óptimas o bien realizar cambios por
otras creencias más aptas y convenientes, de acuerdo con nuestros intereses globales.
El mayor descubrimiento de cualquier generación es el de que los seres humanos pueden cambiar
sus vidas cambiando sus actitudes mentales.
Albert Schweitzer
El “pueblo” representa esa parte todavía dormida de uno mismo y del género humano
que no ha desarrollado su capacidad de hacer relativas sus propias ideas. Cuando por
limitaciones evolutivas, el sujeto no es consciente de un espacio existente más allá
del pensamiento, convierte a sus ideas en absolutas. Algo que puede conducir incluso
a matar a otras personas e incluso suicidarse por las mismas.
¿Por qué los sabios del cuento parecen cambiar su idea acerca de Dios, tras discutir
acerca de la misma?
¿Quién no ha observado que su idea cerrada se ampliaba hacia “lo otro”, a veces “lo
contrario” tras elaborar un debate?
En este sentido, los oradores del relato todavía no han relativizado unas “medias
verdades” que todavía se asientan en creencias. Es por ello que siguen el vaivén del
“todo o nada”, sin ampliar lo suficiente la mente como para dejar convivir en
armoniosa danza a los opuestos.
165
hacia un nivel mayor en el que se “integren y trasciendan” ambas polaridades.
Ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de conciencia en que se creó.
Albert Einstein
Aprender a crear supuestos lúcidos en los que incluir y hacer compatible en la vida
cotidiana lo que parece, en principio, incompatible, supone ejercer la expansión en el
pleno sentido del término.
En realidad, hace referencia al principio que afirma que los opuestos se reúnen e
integran en un nivel de consciencia más profundo, una dimensión del sí mismo en la
que se disuelven las contradicciones por muy antípoda y excluyentes que éstas
parezcan.
Como quiera que tales dioses tenían un gran sentido del humor, decidieron
gastar una enorme broma al ser humano: En realidad, la broma más
importante de la vida sobre la Tierra.
Para ello, decidieron determinar, nada más y nada menos, cuál sería el
lugar que a los seres humanos, más les costaría encontrar. Una vez
hallado éste, depositarían allí las llaves de la Felicidad.
"Ni hablar", advirtió otro rápidamente. "El ser humano avanzará en sus
ingenios científicos y será capaz de llegar allí y encontrarlas".
"¿Y por qué no bajo las rocas más sólidas y profundas de la tierra? Dijo
un presente.
"Inútil", replicó un compañero. "No pasarán unos pocos miles de años que
el hombre dispondrá de capacidades increíbles para sondear los subsuelos
y extraer todos los metales y piedras preciosas que desee".
"Ya lo tengo" dijo uno que hasta entonces nada había dicho.
"Esconderemos las llaves en las altas nubes del cielo, un lugar al que el
hombre no puede llegar".
167
Un silencio primordial se hizo en el seno de aquel insólito cónclave de los
dioses.
Hasta que al fin. El que destacaba por ser el más ingenioso de los dioses,
dijo con solemnidad y regocijo:
En el interior de su corazón.
REFLEXIONES
¿A qué se refiere esa frase del relato “en el interior de su corazón”?
168
Oráculo de Delfos
Parece evidente que la Felicidad a la que se hace referencia no tiene demasiado que
ver con los momentos de euforia y exaltación. Tal vez, el estado de paz y liberación
al que se refiere el relato es resultado de un aprendizaje del “enfoque de la atención”.
Un aprendizaje que, a su vez, permite la expansión sostenida de la consciencia en las
áreas físicas, emocionales y mentales de la persona.
La respuesta señala a la raíz latina: “In-Ire” que significa “entrar dentro”. Desde esta
perspectiva, los llamados “Iniciados” son sujetos que han “entrado” dentro de sí
mismos mediante un proceso sostenido de observación y sucesivas expansiones de
consciencia.
¿Todavía cree alguien que la felicidad que busca va a ser hallada en el “ahí fuera”
que sus sentidos vislumbran? ¿es que alguien todavía piensa que en el mundo del
“tener” va a encontrar la paz profunda que su corazón anhela?
En realidad, con los logros del ego sucede lo mismo que con el hecho de beber agua
de mar, sucede que dan más sed. Una sed de paz profunda que el ser humano anhela
tras los múltiples juguetes que su mente no cesa de desear.
¿Qué hay dentro de esa sencilla desnudez que parece ser la panacea de los
Despiertos?
169
Cuando llega la hora de penetrar en el interior de uno mismo, ¿con qué se encuentra
uno ahí dentro que parece conceder paz y amor infinitos?
¿Acaso, buscando la felicidad, no estamos hablando del estado de paz profunda que
los grandes místicos han señalado a lo largo de todos los tiempos?
Tal realidad no es otra cosa que el Espíritu y dicho Espíritu no es un mero concepto,
sino toda una experiencia. El que se busca a sí mismo no busca una explicación
170
verbal por brillante y precisa que ésta sea, ni tampoco busca una visión celeste con
luces y halos radiantes. Simplemente lo que el ser humano anhela en nombre de las
cosas que adquiere y la satisfacción de sus deseos es la experiencia de Unidad, el
estado de no contradicción, la experiencia de Totalidad e Infinitud. Tal realidad es un
estado de consciencia alejado del sufrimiento y bendecido por la paz y el gozo del
amor.
El Espíritu o lo Último es anterior a este mundo pero no es distinto a él, de la misma manera que el
océano es anterior a las olas, pero no existe como algo separado de ellas.
Ken Wilber
Finalmente, el Dios que representa a una mente algo más abierta es el Dios interior,
el Dios que vive en el corazón humano. Un Dios más parecido a un estado de
consciencia despierta y lúcida que a una idea antropomórfica accesible con rituales y
reglas morales. Dios ya no es propiedad de las religiones, sino de todo mortal que se
busca a sí mismo y llama a la puerta de su propio esencia.
Existen varias puertas para entrar en lo que finalmente se puede considerar como un
estado de “conciencia expandida”. Puertas como el yoga, el ayuno, el silencio, la
sublimación de la energía sexual, determinadas sustancias psicoactivas, la
meditación, ejercicios de desbloqueo y bioenergética, músicas, danzas étnicas y
sagradas, la contemplación y creación artística, la conexión con la naturaleza,
determinadas técnicas de respiración...
La gran broma de los dioses del relato es efectivamente una curiosa realidad. La
felicidad del ser humano no es un asunto baladí, sino más bien el sentido que
subyace tras una travesía de aprendizaje vital envuelta en misterio y grandeza. Una
travesía que finaliza y llega a puerto, en el momento en el que el viajero se da cuenta
172
de que las llaves del tesoro están en el interior de su propio corazón.
"La gente dice que eres un genio, ¿piensas tú que lo eres?” Preguntaron al gran hombre. ¡”Ya lo
creo que sí”! respondió él con no demasiada modestia. “¿Y qué es lo que le convierte a uno en
genio?, preguntaron de nuevo. “La capacidad de reconocer”.“¿Reconocer qué?”, insistieron.
"Reconocer a la mariposa en el gusano, al águila en el huevo y al santo en el hombre egoísta".
Anónimo
Chang temía que tras la llegada de los palillos de marfil, su Rey, en vez de
comer frijoles, cereales y pescado con verduras, pediría cola de elefante
y tiernos cachorros de leopardo. Difícilmente estaría dispuesto a aceptar
las críticas de sus consejeros y por el contrario, se hallaría proclive al
halago y la adulación. Chang temía que detrás de la nueva orientación de
lujo y brillo superficial, su Rey dedicaría muchas horas a la satisfacción
hedonista de sus deseos y al ansia de engrandecer su poder y su
arrogancia.
"Me siento inquieto, temo el final de todo esto". Dijo el fiel consejero.
REFLEXIONES
¿Quién todavía cree que utilizando una cubertería de oro estará más sabrosa su sopa?
¿Qué tipo de personas son más manipulables por los brillos que reflejan las
superficies y las formas preciosas?
Se dice que así como la sal de una ensalada tiene que tener la “medida justa” para
que no esté ni salada ni sosa, de la misma forma, el adorno también debe aspirar a la
“medida justa” para que la obra ni resulte recargada ni austera.
Atención a la medida.
Un gramo cura. Sin embargo, gramo y medio mata.
Paracelso
Cuando la medida justa se altera, sucede que las palabras de reconocimiento que
dedicamos merecidamente a un tercero se convierten en empalagoso halago, y la
sustancia medicinal, a pocos gramos de más o de menos, se torna venenosa.
Sin embargo, ¿quién puede negar que cuanto mayor y más integral es el desarrollo de
una persona, mayor es también el refinamiento y exquisitez de su propia naturaleza?
174
Un hombre importante con el tiempo supera un fracaso.
Un hombre mediocre, nunca supera un éxito.
Anónimo
El rey del relato parece no saber vivir el impacto del lujo y del poder con la
suficiente ecuanimidad y autocontrol. En realidad, Chang no condena propiamente al
palillo de marfil, a la cubertería de oro o, simplemente, al buen gusto por los colores
armoniosos y maneras refinadas. De la misma manera, Chang en el siglo XXI no
devaluaría a la cirugía estética, los maquillajes, los perfumes o simplemente el
peinado de moda. Finalmente, son todos ellos trabajos que el artista realiza sobre la
materia que tanto alcanza a la calidad del vino como la forma de la copa. Lo que en
el relato se devalúa es una orientación existencial en la que a poco que se “baje la
guardia” se termina por anestesiar el alma.
Afortunadas sean aquellas personas cuya sensibilidad les permita crear un entorno de
calidad que haga disfrutar a sus sentidos. Sin embargo, lo que el relato señala es la
pérdida de las proporciones entre lo profundo y lo superficial, un desequilibrio a
favor de las puras formas que tiende a adormecer la “atención despierta”.
El problema histórico del ser humano ¿no es acaso que se olvida de lo esencial y se
duerme en la automatización de sus propios hábitos? El error se debe al despiste y tal
despiste supone desatención ¿quién no ha repetido a lo largo de su vida expresiones
tales como: “perdona, no me di cuenta”? ¿acaso los errores cometidos no son
consecuencia de tal: “no me di cuenta”?
¿Qué buscan las personas en nombre la Belleza? ¿buscan algo que tienen dentro?
En tiempos en los que los seres humanos vivían en el estadio evolutivo del mito
religioso, los altares y lugares de silencio estaban llenos de oro y plata. Se trataba de
riquezas que recordaban a los devotos que tales figuras significaban el Poder
Supremo. Fue una época durante la cual se pensaba que Dios y su consiguiente “Más
Allá” debían estar rodeados de alhajas y piedras preciosas, ya que tales adornos eran
el símbolo asociado al alto rango de los mandatarios que los orientaban.
Un ejemplo de ello son las iglesias de la mayor parte de las religiones que, en
algunos aspectos, todavía conservan elementos míticos del pasado. Palacios, guardas
a caballo con penachos de plumas, coronas de rubíes y anillos de amatistas... restos
de un esplendor material que en su tiempo, tal vez tuvo su misión, pero que en la
actualidad carecen de sentido.
175
El mejor bien que podamos hacer a otros, no es comunicarle nuestra riqueza, sino ayudarle a
descubrir la suya.
Epicteto
Teme que su Rey se despiste con el lujo y los impactos de la forma en sus sentidos, y
se olvide de la gran disciplina que conllevan sus responsabilidades. Chang teme que
el Rey oriente sus motivaciones creadoras hacia un hedonismo estimulador de pereza
y vanidades, desoyendo las voces de los necesitados y resistiéndose a mirar la parte
sombría de la existencia.
El que vive al capricho de sus deseos, se vuelve cada día más débil.
Proverbio oriental
¿Acaso las joyas, los jarrones y las alfombras, dicen más de un ser humano que las
obras de amor e inteligencia que deja en la Tierra?
¿De los palillos de marfil o más bien de los actos de amor y servicio al mundo?
La mejor porción de la vida de un hombre bueno son sus pequeños actos de ternura y amor.
Wiliam Wordsworth
176
EL SILENCIO INTERIOR
Solum y Agrol eran dos amigos que compartían una afición común. Ambos
sentían pasión por el estudio de la mente y de todos los aspectos
derivados de la consciencia.
“Agrol ¿Sabes que te digo? Que aunque parezca una verdad elemental, he
llegado a la conclusión que el viento mueve las ramas de los árboles”.
“Por favor”, dijo Solum. “No digas tonterías, es obvio que el viento mueve
177
a las ramas. Observa”.
“Que simple es tu visión”, contestó Agrol. “Te quedas siempre con las
apariencias. Mira la realidad más profundamente y comprenderás que son
precisamente las ramas de los árboles las que mueven al viento”.
REFLEXIONES
¿Hemos alguna vez experimentado algún plano de experiencia más allá de la pura
mente pensante?
178
para el primitivo Cromagnon, el pensamiento racional, tal y como hoy lo
entendemos, era un sueño lejano y casi inconquistable, para muchos hombres y
mujeres contemporáneos, la capacidad de atestiguación sostenida es también un
anhelo a consolidar.
En el relato, Solum y Agrol disertan y analizan en base a la razón pura, mientras que
el sabio Zen les señala que la verdad a la que pretenden llegar con la mente racional
es relativa: “Son vuestras mentes las únicas que se mueven”. Una observación que
además de relativizar todo lo verbalizable, convierte a la mente en “objeto visto” que
se mueve, es decir algo que no es “sujeto”, tal y como es habitual sentirla desde el
plano evolutivo más común en la actual humanidad.
El sabio Zen del cuento, de manera implícita, señala que para aprehender la verdad
profunda que subyace más allá de lo percibido por las mentes de los dos amigos,
conviene observar desde el silencio y, desde tal estado, captar la esencia de la
realidad que buscan.
179
Para entender la diferencia metodológica de acceso al conocimiento entre Occidente
y Oriente puede verse en el siguiente relato: Un científico occidental y un yogui
oriental caminan por una senda. De pronto, ven dos preciosas rosas y ambos deciden
conocer dicha flor. El científico arranca la rosa, la lleva al laboratorio y allí la
disecciona y analiza procediendo a clasificar sus conductas y reacciones diversas. Por
el contrario, el yogui se sienta a contemplar la rosa y poco a poco conecta su
consciencia con la esencia de la misma, logrando empatizar con su fragancia y
sintiendo como todo su ser ”es” la rosa. Ambos conocen a la rosa, pero por caminos
y modos distintos.
En este sentido, cuando tales ejercicios facultan al ser humano a ser capaz de mirar
los espacios entre sus pensamientos, se logra experimentar la plenitud de un vacío
todo presente.
¿Para qué sirve experimentar tales estados que la práctica Zen promete?
La respuesta señala que una vez se ha descubierto un nivel de identidad por encima
de las idas y venidas de la propia mente, el sujeto se siente más distanciado de la
realidad fenoménica que dicha mente percibe, y ello lo convierte en un ser más
ecuánime, equilibrado y menos reactivo.
LA SUPREMA INDIFERENCIA
181
El joven, cruzando el umbral y acercándose hasta la anciana, dijo:
"Me llamo Magén y trabajo como artista. Mis realizaciones son sinceras y
plenas de sentimiento, sin embargo, tengo un gran problema: Me
atormentan las críticas que se hacen de mi obra y de mi persona. Vivo
obsesionado por la perturbación de las descalificaciones y, por más que
trato de que no me afecten, terminan por esclavizarme...
“Sigue, explícame todo lo que te pasa”. Dijo la anciana mirándole con amor
y comprensión.
182
"Sí". Contestó MAGÉN en un tono algo decepcionado.
La firmeza de la mujer eliminó las dudas de la mente del joven que tras
despedirse, se retiró de inmediato.
REFLEXIONES
¿Tanto peso tiene el “qué dirán” que puede llegar a quitar el sueño a los esclavos de
su opinión?
¿A qué se debe que unas personas necesiten la aprobación de los demás y, sin
embargo a otras, tal posibilidad les traiga sin cuidado?
¿Cuál es el origen de ese sentimiento de inseguridad tan torturador que sufren tales
personas cuando son descalificadas o rechazadas?
Desde luego, una de las necesidades más básicas que tenemos como seres humanos
se basa en sentirnos queridos y experimentar sentimientos de pertenencia. Sin
184
embargo, estos legítimos sentimientos cuando son exagerados, tienden a esclavizar la
libertad interior y dificultar la emergencia del propio modelo.
¿Qué es lo que en realidad temen las personas que se mueven en la esclavitud del
citado “qué dirán”?
El temor que el ser humano arrastra desde lo profundo de sus atávicas experiencias
tribales se basa en evitar que “no le quieran”. El instinto de supervivencia crea una
aversión al rechazo y a la marginación del grupo que, en última instancia, acabarían
con la vida del condenado.
Cada persona, sabe o debe saber quienes son sus aliados y quienes no. Y este “olfato
político” que, finalmente es una habilidad emocional, debe ser captado por el sujeto
socialmente competente.
Todos los seres humanos, hagamos las cosas como las hagamos, para unas personas
resultaremos simpáticos, mientras que para otras no. La experiencia, tanto de
aceptación como de rechazo, son dos caras de la misma moneda que, en el camino de
la vida, cada uno debe aprender a encajar.
La imagen del relato nos señala al hecho de comportarse “como un muerto”, es decir
“mantener el tipo”, aprender de las críticas y, si es posible, agradecerlas con
sobriedad. Una actuación del que sabe que, ante una situación de esta naturaleza, da
mejor resultado mantener la calma y el control, mientras la tormenta pasa, que
“reaccionar” con todo el calor del impulso que tiende a expresarse en tal
circunstancia. Porque de lo que no cabe la menor duda es que el que hoy nos rechaza,
mañana puede admirarnos, y muy a menudo, el que hoy nos admira, mañana nos
rechaza.
“Ser como un muerto”, significa que, en alguna medida, nuestro ego ha muerto. Es
decir, ha muerto a expectativas y a su necesidad de aprobación. En realidad, cuando
uno siente que lo ha perdido todo es cuando verdaderamente está en condiciones de
ganarlo todo.
186
Tras aceptar el propio error y convertirlo en experiencia de crecimiento, superamos
las viejas culpas y comprendemos como el aprendizaje da sentido a las sinuosas
experiencias de la vida. Es entonces cuando sobreviene el comienzo de un nuevo
camino de libertad para emprender acciones o en su caso reorientaciones
estratégicas.
El hecho de morir a los deseos y expectativas del ego puede ser muy duro, pero es un
suceso iniciático que, muchas veces, actúa como requisito de acceso a un nivel de
consciencia superior. Asimismo, el hecho de experimentar que una parte de uno
mismo agoniza, conlleva un desarrollo de la templanza y de la libertad de
condicionamientos. En realidad, hay pocas actitudes que produzca mayor tensión en
la persona que la de sentirse pretenciosa, tensa y preocupada por gustar, por ser
aceptada y por recibir la aprobación exitosa de los demás.
La libertad no es más que otra palabra para decir que no hay nada que perder.
Anónimo
Cuando hemos hecho todo lo posible por lograr algo y encontrándonos cerca de la
meta, conseguimos que el resultado final ya no nos importe, es cuando actuamos con
la libertad que propicia el éxito. En realidad, gracias a la distensión, y después de
haber pasado la asignatura del autocontrol y la disciplina personal, es cuando brota
una eficaz espontaneidad que pone en juego nuestra verdad más profunda
Las limitaciones del vivir se superan con una buena dosis de desapego inteligente.
Nisargadatta
Cuando nuestra conexión interior con la Fuente está activada y cada día sentimos
como crecemos ante las mil y un incidencias del camino, las descalificaciones y los
aplausos tienen otro sentido que la mera contracción o inflación del ego. Uno percibe
intuitivamente que nada de lo que le sucede es casual, y que todo lo que llega está
conectado con una vasta red de interdependencias que apuntan al aprendizaje y a la
realización de sus plenas potencialidades.
188
EL VUELO DE LAS AGUILAS
Marahat, aunque siempre había soñado con hacer algo así, cuantas veces
había planteado esta posibilidad a su madre, no había conseguido más que
perturbarla en el sueño. Su madre, en su deseo de proteger al hijo,
trataba siempre de borrar sus anhelos de vuelo con toda clase de
argumentos y manipulaciones que finalmente lograban paralizar al
entusiasmado Marahat.
Y el ave atada a la tierra le dijo: "¿Para qué quieres volar? ¿No ves lo bien
que vivimos tal y como estamos? Además, si vuelas ya no te podré cuidar
igual y en el mundo más allá de esta tierra hay muchos peligros
desconocidos... "
Por otra parte, el joven pichón aunque reconocía la situación, sentía una
enorme gratitud hacia la madre que lo había empollado.
Al poco, al pasar por una ladera, se oyeron las notas de un laúd que
acompañando el estribillo de una voz que conmoviendo todo sus ser decía:
190
REFLEXIONES
¿Reconocemos cuándo es llegado el momento de decir, “dejo atrás las ideas que me
han servido hasta ahora”?
Se trata de un miedo que asalta en situaciones en las que lo de atrás nos servía de
referencia y, en cierto modo, era nuestra seguridad, pero... desde hace un tiempo, uno
intuye que el modelo de vida en el que se encuentra ya no sirve. Unas veces es el
“patrón de relación” con el que habíamos iniciado una pareja, el que está quedando
obsoleto y, no sabemos como revitalizarlo. Otras veces, es el trabajo que tanto nos
motivaba el que comienza a pesarnos y sentimos que ya no nos enseña. Son
momentos en los que experimentamos que la casa en la que vivimos se nos muestra
vieja, las conversaciones habituales son previsibles y, además ya ni interesan ni
alimentan nuestra alma, sentimos que hemos perdido el fuego y que estamos
desconectados de la Fuente... no sabemos qué hacer... miramos y no vemos ni una
grieta de salida.
191
ocasionales chispazos de lucidez. Sin embargo, lo que en el fondo deseamos parece
un sueño... no sabemos con certeza si es una intuición o se trata de un simple deseo...
hay tantos problemas e inconvenientes que parecen impedirle la llegada.
Y sabemos que las serpientes, sin hacer precisamente nada heroico, cambian de piel.
Observamos la naturaleza y comprobamos como las varas de bambú crecen y
conforman otro nudo sobre el que se construirá otro ciclo y se abrirá una nueva etapa.
La naturaleza pide renovación en cada invierno agónico en el que, tras la muerte de
lo viejo, brota una nueva y más amplia forma de vida en nombre de la Primavera.
¿Acaso no somos también todos los seres humanos ésa misma Naturaleza que se
transforma?
¿Qué puede uno hacer ante tal pulsión que clama ansiosa por el cambio, pero siente
que ni puede, ni sabe cómo será capaz de abrirse a él?
Los Despiertos dicen que tal vez, lo único que hace falta es tan sólo no oponer
resistencias a “lo que viene” y confiar en la perfección del Universo que siempre
conspira para nuestro crecimiento y realización completa.
“Fluir atentos” se llama el modo más óptimo de recorrer la vida. Fluir es lo que
hacen las aguas del río cuando descienden hacia el particular mar que les espera.
Fluir es abandonar resistencias y adaptarse al terreno en cada palmo y en cada
pequeña cascada. Flexibilidad en cada instante. “Atención Sostenida” es el emblema
del que fluye y permite que Eso nos encuentre y que las soluciones aparezcan. Fluir
192
atentos para entrar en el nuevo nivel de consciencia en el que los viejos problemas,
pronto parecen tan sólo sombras que se esfuman y alejan.
Hay muchas ocasiones en las que no parece conveniente forzar el abandono del
pasado, más bien se trata de clarificar la mente buscando ratos de silencio y
conversaciones sinceras. Poco a poco, y conforme la transparencia se recupera, las
propias limitaciones que antes parecían “misión imposible”, comienzan a
desprenderse al tiempo que nos liberan.
Jamás cierro la puerta a mis espaldas sin ser consciente de estar realizando un acto de caridad
conmigo mismo.
Peter Hoeg
193
El SANTO
Una noche de tormenta, en un lejano monasterio entre altas montañas,
llamó a la puerta un hombre ya maduro que según afirmó, buscaba el
sentido de su vida. Ramayat que era así como se llamaba, explicó que su
intención era iluminar su mente y abrir el corazón de forma
contemplativa y laboriosa.
Tras ser admitido por la comunidad que allí se congregaba, pidió que se le
encomendasen los trabajos más duros que pudiera haber, ya que según
afirmaba, tras pasar esta prueba de humildad y obediencia, encontraría al
Dios de su corazón por el que tanto había caminado y al que tanto había
orado.
194
salir al mundo y continuar su camino allí donde las señales divinas le
guiaran.
Como quiera que dicho grupo llevaba la misma dirección que el monje, éste
se unió a esa gente y sin decir nada particular de su pasado, recorrió el
camino con todos ellos hasta llegar la noche, momento en que decidieron
acampar. Pronto, Ramayat observó que nadie de los presentes llevaba
encima ningún alimento que llevarse a la boca. Sin embargo, comprobó
como los dos mahatmas, tras un breve ritual, comenzaron a pedir alimento
a través de una fervorosa oración. Cuán grande fue su sorpresa que, de
pronto, vio como los dos grandes seres se acercaron sonrientes al grupo,
llevando bajo su brazo pan suficiente como para alimentar a todos.
Ramayat se sintió conmovido por el extraño fenómeno que había
presenciado.
Por otra parte, se decía a sí mismo ¡Qué poder tendrá la oración capaz de
procurar milagros! Así pues, no pudiendo reprimir su admiración y
curiosidad, se acercó hasta los dos iluminados y les preguntó qué habían
hecho y a quién habían rezado para conseguir este don del cielo.
REFLEXIONES
¿Qué es un milagro? ¿acaso se trata de un fenómeno religioso que desafía las leyes de
la Física?
Y en caso de que alguna vez así suceda?¿Quién o qué hace los llamados milagros?
Dicen las Ciencias del Yo que lo que uno pide al Universo, funciona si se cree de
verdad. Y tal vez, en el asunto de los milagros, lo que no parece tan importante es en
qué tipo de poder o deidad se cree. Es decir, si eso que creemos merece ser creído o
por el contrario es una fantasía que carece de base lógica. Lo verdaderamente
importante para el logro es creer con total entrega.
196
Pero, ¿qué es un milagro?
¿Es un milagro que nos brote el amor?
Los seres del relato están convencidos de que el poder que se desencadena al invocar
a Ramayat es de tal envergadura que, sin duda, moverá todas las “montañas” que
sean necesarias.
Por otra parte, vemos a un Ramayat caminante que escucha, tal vez estupefacto, la
versión ajena de sí mismo, ya que por su parte sigue haciendo el camino con la
sencillez y la consciencia del limpio de corazón. Al parecer, para los demás él ya es
perfecto, y eso es suficiente para que en las propias mentes de los supuestos sabios la
petición funcione.
Espera un milagro.
El que no cree en milagros no es realista.
David-Ben-Gurión
197
¿De qué sirve en realidad el hecho de rezar?
El hecho de convocar al Poder de Orden Superior a nuestra vida para que nos inspire
en la eficaz gestión de nuestras necesidades, supone poner en marcha un mecanismo
capacitador muy profundo que posee nuestra mente. Las personas con fe, a través de
la oración, sintonizan con la energía primordial del Universo que conspira para su
bienestar final.
Cuanto más conscientes somos del “Yo Profundo”, más globales y universales son
nuestras íntimas experiencias y emanaciones. Y así como el “yo superficial” es
individual, diferenciado y personal, el “Yo Profundo” encarna el poder de lo global,
expresando una fuerza sintonizada con pilares tales como la Verdad, la Bondad, y la
Belleza.
La oración está orientada hacia la convocatoria del “Yo Profundo” aunque algunas
gentes la realicen desde el yo superficial, invocando a San Antonio o al Mago Merlín
o a los Maestros ascendidos. Finalmente, lo de menos será si es Merlín o el yogui
Ramacharaka el destinatario de nuestra sintonía, ya que de lo que se trata es de que la
mente del peticionario entre en sintonía con energías más allá de su ego superficial.
Se trata de que la conexión se eleve al Profundo y, si es posible, conlleve una forma
de concretar y centrar energías de logro y consecución.
El hecho de rezar con consciencia, es una forma de influir en el propio yo, a la vez
metafísico, corazón de la mente, de manera extraordinariamente eficaz. Las personas
más racionales, tal vez no dirigen sus peticiones al santo de turno, pero se
autoinducen estados mentales positivos mediante decretos y visualizaciones hacia el
logro y la solución de problemas. En este sentido, la figura de los santos o nuestra
idea de Dios sirven como balsa instrumental para cruzar a la otra orilla. Una vez allí,
se desprenden porque ya cumplieron su misión.
La clave para co-crear el propio destino radica en el hecho de disponer de una mente
que “cree”, convencida por el mecanismo que sea.
198
Santos, Yoguis, Grandes Iluminados del pasado mítico o cualquier ritual acerca de
una determinada forma de lograr, funcionan en la mente de todo aquel que lo
solicita.
El que reza, conspira para el logro de sus objetivos, sintonizando con su evidente
Infinitud. Un Misterio éste con mayúsculas, cuya sintonía inocula en la mente
racional un poderosa semilla, cuyo nombre es: “Todo es posible”.
Nombres tales como Dios, Azar, Merlín, San Antonio, Madre Teresa, el Espíritu, el
Yo Profundo o el propio Universo son grandes mecanismos en los que “proyectar”
nuestro intuido anhelo de un Orden Profundo y, en consecuencia, confiar
esperanzados en la conspiración de lo que pedimos.
199
EL MANANTIAL
En un lejano reino en donde los mares del Sur se cruzan con los del Norte,
vivía una mujer de culta y refinada sensibilidad que sentía un intenso y
lúcido deseo de entregar su corazón al hombre de sus sueños.
Se trataba de una mujer en algún aspecto similar a ella, que parecía estar
buscando agua para regar su jardín. Llegado a un lugar, se detenía y
comenzaba a cavar un pozo, plena de ilusión y expectativa en su rostro.
Pero una vez había cavado hasta una profundidad de 4 codos, al no hallar
vestigio de agua, abandonaba frustrada y triste el lugar, por lo que al
instante daba varios pasos y elegía otro sitio para cavar. Tras unos pocos
minutos, cavaba cuatro codos con la misma expectación pero como
tampoco encontraba el agua de vida que necesitaba, abandonaba su
búsqueda con la misma expresión de frustración y tristeza... La mujer
elegía a continuación un tercer lugar y cavaba también a la misma
profundidad y con el mismo entusiasmo, pero era en vano, tampoco hallaba
el agua que buscaba. Al final, completamente disgustada se sentó a llorar
por su suerte y maldecir el resultado de su vida... ¿qué puedo hacer? se
decía...
De repente, sucedió que una brisa lumínica inspiró en ella las siguientes
palabras:
201
REFLEXIONES
¿Puede una roca evitar ser perforada por la perseverante acción de una gota de agua?
En realidad, ¿existe algo que pueda resistir al poder de la perseverancia?
Para averiguar los términos de tal inversión, uno se pregunta, ¿cuál es mi propósito
existencial? ¿por qué estoy vivo? ¿por qué no he muerto esta pasada noche junto con
millones de seres que así lo han hecho en el planeta? ¿merece la pena indagar acerca
de ello o espero la llegada de mi próxima crisis?
No hay pregunta sin respuesta. La pregunta nace al mismo tiempo que la respuesta
como puede suceder con lo cóncavo que nace al mismo tiempo que lo convexo, o
también con las dos caras de la moneda.
Tal vez, Iris lo que en realidad busca en nombre de ese rostro que cree desear
perpetuar, es un estado de consciencia de goce y plenitud que supera al que suele
sentir en los inicios hormonados de sus relaciones. Iris parece cansada y desconfía
del “chute” de su siguiente enamoramiento para, posiblemente, repetir el guión de
sus estupendas inflaciones del comienzo y sus penosas depresiones del después.
Pero, en realidad ¿qué busca Iris tras lo que parece prometer su próxima relación?
Tal vez, lo que Iris busca no es precisamente el hipotético compañero de sus sueños,
sino la paz profunda en su corazón. Sin duda, un estado que ella asocia infantilmente
con la perpetuidad del placer que siente cuando se enamora.
Lo que parece deducirse del relato es que el anhelo de Iris nada tiene que ver con el
“encuentro” supuestamente clave, sino con inquietudes profundas de su mente y de
su alma que “toman forma” a través de sus pasiones y ciclos de relación.
La tentación entra generalmente por una puerta que previamente se ha dejado abierta.
Anónimo
¿Por qué aparece un tercero? ¿Acaso los “terceros” siempre han existido y, sin
embargo se “activan” porque la relación tiene carencias que “casualmente” se cubren
con tal llegada? ¿cree todavía alguien que tal ilusión se debe a la excelencia de la
persona recién conocida?
El verdadero compromiso debe ser reformulado hacia la propia coherencia con uno
mismo.
Tal vez, con lo que conviene comprometerse es con el encuentro de la propia paz,
algo que, tal vez tiene más que ver con la armonización con nuestros propios valores
que con el empeño en seguir sintiendo por su propia pareja lo que ésta nos demanda
para su supuesta felicidad.
El ser humano que ha relativizado las promesas que una parte de su mente le hace
acerca de lo feliz que será cuando logre su deseado abrazo, y se ha adentrado en los
pliegues de su propia alma, puede decirse que está más centrado e inmunizado de
alteraciones y fascinaciones emocionales.
Tal vez, el pozo que merece la pena cavar en profundidad es el que subyace detrás de
los rostros que aparecen y desaparecen de nuestras vidas. Se trata de un pozo que
ahonda en la ampliación de la propia identidad y la expansión sostenida de
204
consciencia. Sin duda una expansión que conduce hacia el hermanamiento amoroso
con otro ser y con todos los seres en el grado que la afinidad permita.
Si Dios me regalara un trozo de vida, convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos
y viviría enamorado del amor.
Gabriel García Marquez
En el relato se hace referencia al pozo que promete “agua de vida”. Un agua que
elimina la sed, la sed que nace por el juego de las expectativas nacidas de la
memoria.
La sed que brota al sentir nuestra dispersión mental cuando perdemos el momento
presente y caemos en la ansiedad.
La sed del que huye hacia delante buscando el siguiente remedio, tal vez porque
olvidó que la salida no está fuera sino, paradójicamente dentro, en un espacio de
infinitud atestiguable en la plena ecuanimidad.
205
LA REALIDAD
“En verdad que hay muchas teorías acerca de la Realidad que llenan las
bibliotecas de mi palacio”, se decía, “sin embargo, quisiera saber algo más
preciso, algo más sencillo y clarificador que calme la sed de comprender
que acaba de inquietar mi corazón”.
"QUIZÁS"
REFLEXIONES
¿Tan engañados estamos por nuestros sentidos que el término más satisfactorio para
nuestra mente reflexiva acerca de la realidad es “Quizás”?
¿Acaso los sentidos físicos muestran una realidad tan relativa que no puede
considerarse como Realidad?
¿Es que todas las personas que presencian un mismo acontecimiento suelen coincidir
en la versión percibida del mismo?
¿Lo del “ahí fuera” de nuestros ojos? ¿o bien al proceso de interpretación de nuestro
adentro? ¿A lo que cambia? ¿A lo que no cambia?
¿Existe algo que no cambie? Y de cambiar ¿qué cambia? ¿el objeto visto o nuestra
208
perspectiva o percepción del mismo?
Los budistas afirman que el proceso de iluminación al que se sometió Buda, fue en
realidad un proceso de “descondicionamiento”, sin duda un arduo camino cuyo
recorrido le permitió ver las cosas tal cual son, no tal cual las vemos. El hecho de
realizar la Iluminación supone ser Luz, es decir, participar de la infinitud y
experiencia de la mente liberada.
Mis juicios me impiden ver lo bueno que hay tras las apariencias.
Wayne W. Dyer
Recuerda: tu, en realidad, no eres la charla que oyes dentro de tu cabeza; eres la persona que oye
esa charla.
Bill Harvey
¿Puede alguien conseguir tal neutralidad como para hacer juicios de valor acerca de
la forma de ser de los demás? ¿”...es bueno... es malo”, “es mejor... es peor”, “es
injusto... es justo? ¿para quién es bueno, malo... o en todo caso, para qué es bueno,
malo?
209
Nisargadatta
¿Qué valor encierra el término “Quizás” con que los sabios del relato cierran el
proceso de definición de la Realidad?
Y de la misma forma que dentro de una bellota, no sólo hay un roble sino todo un
bosque, ¿acaso en la “mente profunda” del ser humano no sólo está su conciencia de
yoidad sino también el Todo? ¿no es menos cierto que la “mente profunda” es el
Infinito Universo?
Tu no estás en el Universo,
en realidad es el Universo el que está dentro de ti.
Nissargadatta
210
EL EQUILIBRISTA
En una alta montaña había un viejo monasterio habitado por monjes
pertenecientes a una hermandad espiritual muy disciplinada y austera.
211
podría aportar ya que su cultura era escasa, pero rogaba que se le
admitiese para ayudar en cualquier menester en el que no hicieran falta
conocimientos.
Se dice que tras contemplar aquella alma sencilla que buscaba el silencio,
los monjes no tardaron en aceptar su llegada abriendo las puertas de
aquella comunidad.
El tiempo fue pasando y tanto las primaveras como los otoños se fueron
sucediendo llenos de laboriosidad y sutil trascendencia. Entretanto, aquel
aprendiz que a todos servía modesto y silencioso, se sentía radiante, ya
que tras cumplir sus humildes obligaciones, mantenía un secreto que cada
día ensanchaba su corazón... Por la noche, mientras todos dormían,
Joaquín se levantaba sigilosamente y seguidamente se dirigía el santuario
del monasterio.
REFLEXIONES
¿No es acaso el amor la energía más poderosa del Universo? ¿Quién todavía piensa que
el cultivo de la lucidez no está automáticamente aparejado al desarrollo de la capacidad
de amar?
El amor con mayúsculas parece ser un atributo del corazón que situado entre la cabeza y
el plexo solar, integra las opuestos en una “tierra media” conformando una nueva y más
amplia Unidad.
Se dice que la palabra “amor” deviene de la etimología a-mors que quiere decir “sin
muerte” Y en este sentido, la experiencia constata que el que ama trasciende la línea
del tiempo y, en consecuencia, penetra en los registros del eterno ahora. El verdadero
amor es un amor sin objeto, es decir un amor sin causa que no depende de condiciones
externas o cualidades ajenas sino que brota desde el propio Ser trascendiendo la
actividad racional y penetrando en los dominios instantáneos del eterno presente.
213
El hecho de amar conlleva la salida del elemento tiempo inherente al pensamiento
racional. Se trata de un nuevo estado de conciencia que vive el “ahora” en toda su
plenitud. De esta manera, la vida instalada en la Presencia y en la atención fluye
atestiguada, de instante en instante, por entre los pliegues de la infinitud.
La gran lección del amor con mayúsculas que ha recibido la Humanidad es atribuida a
Jesucristo. Sucedió de pronto, un día hace dos mil años, en el que dicho maestro
pronunció una lección magistral posteriormente denominada como el “sermón de la
montaña”. Se trataba de un conjunto de revolucionarias ideas que dejó atónitos a sus
oyentes. Dijo algo que aquellos oídos jamás había supuesto, dijo que: “Bienaventurados
los que sufren porque ellos serán consolados. Bienaventurados los mansos, los que
padecen persecución por la justicia. Bienaventurados los limpios de corazón...” y tantos
otros en proceso de dolor y necesidad que de pronto nacían a la insospechada esperanza
de que ellos también tenían derecho a la paz profunda.
Aquel mensaje que revelaba un nuevo nivel evolutivo de “conciencia crística” fue de tal
contundencia en la historia de la Humanidad que, desde entonces, cuando muchas
personas se ven afectadas por el dolor y por el miedo, resuenan en aquellas palabras
bienaventuradas que actuando como bálsamo, abren el corazón y hacen brotar la
cooperación, el respeto y la vocación de servicio a toda forma de vida.
Desde una perspectiva esencial, el amor está más allá del sentimiento, más allá de la
sensación e incluso más allá del campo de las ideas. En realidad, el hecho de amar es
expresar la verdadera naturaleza del Ser que todos somos en esencia y que, al parecer,
todavía no sabemos ni sentimos que lo somos.
Es por ello que Amor es inseparable del “ser profundo” que ES todo ser humano. Amor
es un “estado de conciencia” que para ser revelado y expresado no precisa
necesariamente de una única persona especial como objeto amado que lo estimule y
posibilite ya que la irradiación del amor y la compasión infinita están más allá de las
condiciones acerca de la conducta o requisitos acerca del otro. Cuando nos sentimos
enamorados, aunque sintamos tocar el cielo con la persona amada, tal experiencia
emocional no deja de ser un pálido reflejo del Amor Universal con mayúsculas. Un
“estado de conciencia” que la evolución del ser humano posibilita en el desarrollo de su
crecimiento hacia la supraconciencia.
La raza humana está llamada a experimentar lo que puede nombrarse como “amor
consciente”, se trata de un estado de plenitud y autorrealización en el que uno mismo se
siente en comunión y sincronía con todas las formas de vida, un estado también llamado
“transpersonal” en el que se experimenta que propia la piel deja de ser una frontera
separativa con el mundo exterior. A lo largo de la Historia, muchos seres que han vivido
214
tales experiencias de disolución de fronteras y comunión en la esencia, afirman que
desaparece la separación con que percibimos la realidad en nuestra manera de pensar
habitual. Un estado de lucidez en el que se llega a concebir las cosas y los
acontecimientos unidos por una sutil “malla holística” que todo lo abarca. El amor es
asimismo un estado del presente desde el que la propia identidad se expande en océano
de infinitud, amor y conciencia.
¿Hay algo más próximo al amor que vivirse como Totalidad, aunque todavía se logre en
cortos espacios de tiempo? ¿hay algún objetivo más ambicioso que alcanzar la Libertad
del que trasciende la dualidad y la atadura a deseos y frustraciones que enfrentan la
especie humana desde el habitual estado de ego-personal?
En realidad, hay muchos objetivos que mueven a los seres humanos: el dinero, el poder,
el placer... pero tal vez el meta-objetivo con mayúsculas que una vida puede abordar es
precisamente, el de realizar al ser profundo en su esencia más lumínica de amor y
lucidez. ¿Es elegible tal camino?, ¿por qué algunas veces vemos todo esto con gran
claridad y, sin embargo más tarde, no tardamos en ser alcanzados por la hipnosis que
ejerce el llamado mundo de Matrix? La renuncia de lo menor por lo mayor, la vida
impulsada y motivada desde la acción justa y compasiva, la paz encontrada en el camino
espiritual que libera de las perturbaciones emocionales, supone un horizonte cargado de
progreso, el Progreso con mayúsculas.
¿Qué puede hacer un ser humano para liberarse de las ataduras del egoísmo?
En este sentido, tal vez, lo primero que merezca la pena desarrollar es la capacidad de
observación. El “darse cuenta” o atestiguar de forma progresiva de cuál es el programa
del psicocuerpo en el que uno habita. “Atención Sostenida” y plena mirada a la llamada
“sombra psicológica”, un espacio semiconsciente en el que se desenvuelven nuestros
mundos más negativos e incluso vergonzosos. Se trata de mirar de frente y con una
actitud de indagación todas aquellas películas internas que uno expresa en los enredos
de sus propias perturbaciones emocionales, en el trasfondo de sus íntimas
contradicciones, en los móviles más oscuros de sus propios impulsos destructivos, en el
estallido de su violencia y en el termómetro de su cólera, en sus celos, manipulaciones y
negaciones de la confianza y el respeto, en sus miedos más ocultos, en sus deseos más
impresentables...
El hecho de observar todo este caudal de aquello que no nos gusta de nosotros y tomar
conciencia de todos los procesos de aparición de los tentáculos de esta especie de
“hidra” sombría que reside en los sótanos de nuestro inconsciente, es un camino para
iluminar a las sombras.
215
No se puede llegar al alba, sino por el sendero de la noche
Kalil Gibran
En realidad, la luz es consciencia. Y así como ya sabemos que la luz es “tiempo cero” y
ocupa “todos los espacios”, es decir está en todas parte y al mismo tiempo, de la misma
forma, la conciencia también es omnipresente, es decir es todo el Universo y sucede en
el más absoluto presente, es decir, que equivale en nuestro plano a la experiencia directa
e instantánea de atestiguar.
Para llegar a observar los propios procesos mentales y emocionales, conviene cultivarse
mediante un “yoga integral” de vida que abarque tres del psicocuerpo. En primer lugar,
el cuidado del cuerpo físico mediante ejercicio, deporte y conocimiento de una
alimentación inteligente. En segundo lugar, conviene cultivar el jardín de las propias
relaciones tanto afectivas como puramente profesionales y sociales. Y en tercer lugar, el
refinamiento intelectual basado en la selección de la nueva información que instalamos
diariamente en nuestro escenario mental, y los aspectos derivados de la indagación y el
auto conocimiento.
Para iluminar nuestra vida y hacer aflorar el mencionado “amor sin objeto” conviene
mantener la atención en los tres niveles: físico, emocional y mental, y asimismo lograr
mantenerse centrado mediante sostenidas retiradas al sosiego en la naturaleza, conexión
con grupos de amigos en crecimiento, el yoga, la meditación, el Zen y, en general, todas
las prácticas de reflexión y contemplación que desarrollen los frutos del alma.... Es
entonces cuando la vida se convierte en una obra de arte basada en la gran creación del
propio Camino.
¿Qué puede uno ofrecer al mundo sino su propia capacidad de amar e iluminar?
¿Qué mejor objetivo que envejecer sabiendo que el tiempo va a favor de uno cuando su
gran objetivo ya está enfocado en alcanzar una mente feliz?
SOBRE EL AUTOR
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