Sampay, Arturo E. - El Derecho y La Soberanía Argentina

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Bernerdo de lrlgoy.,, poHtico argen.

tlnd, neci6 en lueñot Airea en 1822
y mvri6 en 1906. Se doctor6 en
leyes en lm Universidad c.l-e Buenos
Airea. En 1843 fue nombrado diplo-
mático en Chile, c.argo que ocup6 ··
haata 1846.
Eierci6 gran influencia en loa destl ·
nos de su pefs, habiendo ocupado
~ elevado' pueatos en 1• Administra-
ción Pública, 6ntre ellos, los de mi-
nistro de Hacienda y de Relaciones
Exteriores, gobernador C-e la provin-
cia de Buenos Airea y presidente del
Senado en 1905. AdemAs, en 1886
fue candidato • la presidencia de la
República, y en 1899 el gobierno ar-
gentino lo nombr6 delegado para el
arreglo de l. cueati6n de Hmitea con
Chile.
JoM N ice'"'·
.Matienzo, político y iu-
riacontulto argeJ'ltino, naci6 en Tucu·
, m'n en 1860. · Se doctoró en Derecho
en la Universidad de Buenols Airea
en 1882. fue decano de la Facultad
de Cienci~s Jurldicas y SoctaiH de
La Plite, pro{esor de L6glca de la
Univ«Jidad de Buenos Aires. Fue
gob.nador delegado de ·ta provin-
~i.a de Santiago del,. Est~o, decano
·. . \a facultad de filosoffa y Letr11
" , ,Universidad de Buenos Aires, .
1 , .. •
Ar"-t ~ Sampay, profesqr unlveni·

. tarro. ·· ~istrado, publicista. Nac16
en CW.~Ia (prov. de Entre Rloa) en
1911. · ~eaor de Derecho Polftico
,n la i,éultacl de Ciencias .Jurfdicu
y .~ial• de la \ Univerli"-1 de La
P)lft, entre loa años 19~ y 1952,
/
•sor
• deaempeft6, edem6a, como sub·
de Gobierno de ta Prov. de
tuenoa Alrea; en 1945, y en el pe-
"wfrodo 1945-52, fue Fiscal de Estado
de dlchl prcwl1'cia. En 194l ae dea-
empeñ6 comd Convencional de la
Prov. de Buenos Airea p1ra la · r• .
forma de la Constitución Nacional.
.. Tambl6n 1\a realiza~ dlveraos viales
a franela y • Suiza, en cumplimiento
de mlllon• oficiales.
Francisco L. Menegazzl fue maglstrl·
do, periodista, escritor yIU._ de
Importante• obras en deferwa de le
. . IOberanta nacional.
r
r
1:
- --
Colecci6n: IDEAS Y PROBLEMAS
LATINOAMERICANOS BERNARDO DE IRIGOY.'EN-1 JOSE NICOIAS MATIENZO,
ARTURO E. SAMPAY y FRANCisCO l. MENEGAZZI
Dirigen:
CARLOS COSSIO
GUILLERMO NOLASCO JUAREZ
EL DERECHO
Y LA SOBERANIA
ARGENTINA
JUAREZ EDITOR S. A.
IUENOS Allti!S .
TGJJG:
JUAN CARLOS CAVAU,EllO
@ lty NAIEZ EDITOI S. A. .

S... MMIII 10U, . . . 3t 1, .............
..... -.
Hect... el d...lte . . . . .ca le 1., Nt 11.721
,,....... .
, . . . . . . . . . . . . . . . NHrY. . .
~ .,.........,...
-
BERNARDO DE IRIGOYEN
LA SOBERANIA NACIONAL
Y LA PROTECCION
.
DIPLOMATICA DE LAS
ACCIONES AL PORTADOR
Prefacio de ARTURO ENRIQUE SAMPAY
PREFACIO
Estos documentos de Bernardo de Irigoyen son la formula-
ción de su célebre doctrina: que los bienes de las sociedades
anónimas radicados en el país no pueden ser objeto de prote~
ción diplomática, en el caso de que haya acciones de esas so-.
ciedades en poder de extranjeros. _
Para apreciar el alcance de la referida doctri~ se debe
antes desenvolver la cuestión política de fondo respecto de la
soberanía del Estado sobre todos los bienes económicos existen-
tes en el país, pues el incidente que motiOO la inte~venci6n ilel
Canciller lrigoyen no exigía, para ser. resuelto salvaguardando
los fueros argentinos, el planteo de es~ cuestión esencial. Basta-
ba con aducirse razones de derecho positivo; por lo que la dis-
creción diplomática -de la que el célebre patricio era un f1Ulestro
consumado- aconsejaba encuadrarse dentro de tales límites.
Expondré, pues, brevemente, esa cuestión fundamental, y
recién después me ocuparé de la doctrina de lrigoyen.
Sobre toda actividad social de producción y distribuci6n de
bienes exteriores que se cumple en su territorio; sobre cualquier
recurso ~terial, interectual y financiero que se utaice en esa
producción y distribución; sobre las empresas que organizan tale1
actividades, la comunidad política soberana ejerce una incom- .
partida potestad para efectuar la justicia, esto es, para obtener la
suficiencia de vida de todos y e~ uno de sus componentes.
Y esa potestad eminente se eferce cualesquiera sean la pro-
cedencia y la nacionalidad de los propietarios de tales elemento1,
pues toda especie de capital y de trabajador extranjero• que &e
incorporen a un país, fdrman la parte ínfima de la empresa que
ahí integran, porque la parte sustantiva es la constituida por los
recursos materiales, por la masa de trabafadores, PO! el ahorro
~adt¡l y por los ccmsumidores que están en el pafs y q~ eMJ
en-.n"esa aprooecha. De modo, entonces, que lo accuorio queda
ab1orbido por lo principal. Si los_ ínfimos elem_en.tos ~rafiol fn-
11
~· l
tuvieran la virtud de extranferizarla 0 Ja protección diplomática del Canciller argentino doctor Bernardo
~Qt/.oltJ la ;'f::=nizarla parcialmente de la potestad deÍ de Irigoyen~ arguyendo que si bien dicha sociedad anónitna se
cuándo mentJI,ti(JCiontJl resultaría que en su totalidad o en parte había constitUido e1f la Arg~tina y tenía per1onalidad furítlka
1 poder político zón cÍe ser de la comunidad sobermuJ, esto ea,
se ¡rustraria lalora cursos del país para lograr que cada uno de
utilizar todos sbtre~a las condiciones de vida para desarr0 •
otorgada por este paas, sus tJCCJones pertenecían a súbditos úutle
..J.L l
En ~sa conversac;w~, e Dr•. quintana previno en nombre del
-"b su.
Gob1erno de Su Matestad Brítanica, que para Jwcer respetar los

sus miembros o
• teg~ mente. derechos del &neo de Londres, una cañonera ¡ le14 había 6t1lldo
..1"
liarse ,_na b;::. el Estado ejercita esa facult~ orJI;RD;do;a .di- para Rosario. "Al escuchar estas palabras que 'lfmaron mi aten-
A}wra b ' todos los bienes que caen bato su 1urasdacción. ción -relata el propio Dr. lrigoyen- declaré que ute incident6
rectamente ~· retal facultad si es menester, modifica, sustituye era un embarazo para que yo ejerciese interposición de nin-
Y para ~ ~tuciones ;~rídicas que formalizan la titularidiul g~'!4' . clase". El diplom~tico ing11s se excus6; viniendo a sig-
0 su~~ . de esos bienes n~u.s lo que interesa son los bienes
del uumanw • r-- nifiCar que su acompanante habUJSe excedido en las pala11ras
y que la cañonera inglesa no llegaría a Rosario. Recién entonces
~· acabo de determinar es la ;usta atribución que na- el Dr. Irigoyen expuso su doctrina en los siguientes términos:
qtuetaen'e __ ..~_ comunidad política soberana. Pero en la "El &neo de Londres es una sociedad anónima; es una per-
turalmen e cuua • rt ·
realidad sociológica moderna existen, por una ~ e, nacsones sona jurídica que sólo existe con fines determinados. Las personas
formalmente soberanas, aunque realmente depend1entes, y, por jurídicas deben su existencia exclusivamente a la ley del paú
la otra, naciones formalmente iguales a las demás aunque do- que las autoriza y, por consiguiente, no hay en ellas nacionalu
minantes de otras. ni extranjeros; no hay indiviáuos de existencia material, con de-
Consecuentemente, el principio que acabo de ~unciar es recho a protecci6n diplomática. La sociedad anónima es íma
negado por quienes defienden los intereses de .las ~ones domi- persona moral, enteramente distinta de los individuos que contri-
nantes y en cambio se formulan seudodoctnnas 1ur1dicas para buyeron a formarla y, aunque sea forrtlllda exclusivamente por
legiti~r esa explotaci6n JI hacer invulnerables, a través de dis- ciudadanos extranferos, no tiene derecho a protección diplomáticll,
tintos procedimientos diptOmáticos, a las empresas que se orga- porque no son las personas las que se ligan. Asócianse simple-
nizan &ebre la base de las llamadas inversiones extranjeras; hacer- mente los capitales bajo forma anónima, lo q~U~ importa, como
las inoulnerables, principalmente, a las expropíacio~ por razonu la palabra lo indico, no haber nombre, nacionalidad nl respon«J-
de bien común, al pretender "un ruarcimiento pronto, adecuado bOidad individual comprometida. El hecho de que las accionu
y efectivo de todo el valor de la empresa". En tanto que la Decla- hayan sido su.scriptas por individuos de una nacionalidad es
ración Universal de los Derechos Humanos de 1948, en su artículo eventual, y no puede desnaturalizar la esencia de la aociedad.
17, .sólo prohibe el desposeimiento "arbitrario" de la propiedad Esas acciones se transfieren, y las que hoy están en poder de
prioada, vale decir, autoriza Bfn condiciones a convertir en bien ingleses pueden pasar fácilmente a manos t!e ciudodanos de otra
público a los bienes particulares cuando lo exige el bien común, naci6n. Si, pues, la circunstancia de pertenecer los accioniltas
o 1ea, la fusticia general. a un paú imprimiese a la sociedad anónima el car6cter nacional
La doctrina de don Bernardo de lrigoyen se limita, según que les asiste, tendriamol una entidad que podría cambiar diaria-
dife, tJ na aceptar reclamo diplomático alguno respecto a bienu miente de nacionalidad y revestir también en algún CtUO una
ftiltenter en el paú y pertenecientes a una IOCiedod anónimtJ, multiplicidad de nacionalidades, lo que originaría let'ÍlU compU-
cuya¡ acclonu estbl en manos de extranjeros caciones a la vez que envolvería el desconocbniento de las leye1
il.... Recfu~~ré la gbaesis Y la conceptuación· de la doctrina del IOC4les que dan origen a esas societJodu,"
._re nna nacional.
Tal es, en sustancia, la doctrina que lleva el nombre de su
~"¿876, a raíz de una intervención del Gobierno de la Pro- autor, y que por muchos años, mlentra8 la defendi8ron nuutrol
el E~::I:d:Ñ:~ sucu¿lal1 delatRosario del Banco Londres, gobiernos en 8US actos d~ y furistas argentino• en lol
ebogado del banco de
1
ng erra acompañado por el foro, itatemocionoles -Roque S~ Pefia ~ Nontft>ldeo f
Londru, doctor Mtlf'Wel QuintmuJ, pidió
12 13
dra LAmas en Río de ]andto- •
Ido Melo y Carlos sa;:na" Esta doctrina, desafortuna®. de ~lvdr, con cualquier recur1o, llegado el caao e:rtremo a la
uopo ó "la Doctrina Arg ada ;, nuestra Corte Suprema ck la Patna.
No; la causa, profunda de esoa hechoa ae deacubre con 16lo
:::.fue ~!'~J:a:i: efe!:os del fuerO fe?er~;.;~~!_~ interrogar: ¿Podta consentir Inglaterra, nuestra todo podero~a
NQCÍÓfl rec~·- ;w "1711JS radicadas en el pa~S; ru• ""Y' ,_.,"<'1CJ metr6poli de entoncea, que el Canciller de 11!T6 fuera Presidente
a cíerld, S(}Cied~s ~nt or Estanislao Zeb~s, otro austre fu- de la República, que prometía, junto con la soberanía del pueblo
enérgicamente critic P también abandonada por nuema iniciar la industrialización de esta zona que la abastecía de mate:
..:..1n nacional. Después,d fue
T...... , tivo e un arreglo con las sociedades anónima,
----t- rías primas 11 consumía sus manufacturasP
Cancíllena, con..mo Bemberg", al conce~ pers(JJwnu, en ese En cambio, sí, lustroa despué,, fue Preddente de la Repú-
argentinas d~!_J,rupo "ac...:"nistas franceses . blica su contendor en ~ cuesti6n del Banco de Londres.
arreglo d:..lurnc,.ICO
•r ' a "~ ·
_ Dr Bernardo de Irigoyen present6 IU Don Bernardo de Irlgoyen nací6 en Buenoa Airei el 18 de
En el ano 1885 e1 ·la R pública Como tal candidato diciembre de 1822 y se recibió de doctor en furisprudencja
candidatura a Pr~ntd de las ~ráctica,; políticas de entonces; en 1843.
renunció ol Mmisterw
ckl
realizÓ di!s act~s .'n"'!ta 1;:,erior que desempeñaba en el go-
inici6 una jira para ponerse en
En 1843, Juan Manuel de &848 lo design4 oficitJl de la Le-
gación Argentina en Chile. Luego, entre los añoa 1846 11 1&50, 1e
bierno del ge¡raz broz,
0
t:aa la República. Quería reempla%1lf' radica en Mendoza, como representante de Rosa~ ante lot gober-
contacto con e , :.. el ejercicio de la democracia. "Las so- nadores del Noroeste argentino.
~ -gobie':~r Xcía- reposan en el gran prin~f'ÍO. de la En 1851, sirve en el Departamento de Relacú>nes Exterloru
:eb!:::a del pueblo, ~~#!!';':;ra:J:n~~:Os i:C:S:,
medio del sistema repr.,..,...... · . idade d la huma-
del Gobierno de Buenoa Aires.
En 1852, Urquiza lo clesigna para que lo represente ante lol
de esta fórmula, importa respetar las mmun ~ .. e ot erl la gobiernos de las Provincias, a fin de convenir con elloa la conoo-
flidat!'. y en una provincia del noroeste expres6. pr ef catoria ol Congreso Constituyente. El Acuerdo de San Nicoltú de
los Arroyos fue el resultado de esta comlllón.
industria." • tre En 1860 es convencional para la reforma de la Constitucf6n
~.c..
En esa gira, lrigoyen suscitaba un fervoroso ialentlauswsmod
fD1 multitudes. David Peña dejó en un libro espec es""Y"""'!" de la Provincia de Buenoa Aires.
de ute viaje que marcaba la iniciaci6n de una nueva época de En 11!10, el Presidente Sarmiento ~ nombra Procurador del
la política argentina. Pero, como por embrujo, en distintos sitiol Tuoro Nacional.
del itinerario, surgieron atentados contra la vida del candidato. El mismo año es elegido diputado a la Legillatura de BU4m01
El propio vreridente Roca ante uno de estos hechos bcx;horncnof Aire, y en 1872 dipurodo ~ la Convención R.eformadora a. lo
acaecido en Catamarca, teÍegrafió ol Gobernador de la ~rooincfa: Constitución Provincial.
"Los árabes consideran sagrados aun a sus propios enem•gos cuan- En 1873 es elegido diputado nacional, f1 pruidente de UC.
do ést01 ae vresentan a sus puertas a título de huéspedes, Y en cuerpo en 1875.
Catam'Grca no debe deaconocene dn mengua, lo que se r~ En 1875, el Presidente Aoelloneda lo designa Mmiltro de
hluta en loa aduares de l01 beduinoa... El Dr. Bernardo de Irigo- Relaciones Erterioru.
ller& retir6 au candidatura. En 1877 el mismo Presidente lo nombra Ministro del Interior.
Slemvre ae ha insinuado que esos hechos vandáUcol tuero!' En 188Ó, el Preddente Roca lo designa ¡Ministro de Relacio-
urdidos por el Prelidente Roca para imponer la candidatura di ne.t Exteriores y, en 1882, del Interior. ederal
au pariente Miguel ]uárez Celman, 11 en abono de ua BU~ En 1894 es electo aenador nacional por la Copitlll F
• ha aducfdo el "maquiavelismo" del célebre político tucumtJfiO· r reelecto en 1895.
Como li el "maquiaveliamo" consi8tiera en los vicWs de H1' del- En 1898 es electo gobernador de BuMol Aku.
leal~ mentir010 11 no, como lo definía _el propio Roca, en el atU
15
14
--
~·
-,
. • ......,tra él ante los Tribunales por la extracción de

aCCJOn ...,.. . "d · •
f 0 nd pendiente la 1IqUI acion. tranjeros, no tienen derecho a protección diplomática, pa¡r-
~ Legación del Imperio Alemán y !a de S.M·B., pre. que no son las personas las que en esas combinaciones se
con motivo de los hechos relaciOnados, las recia. ligan· Asociándose simplemente en ellas los capir.les, en for·
EeDtaron ,. d· ma anónima, es decir sin nombre, nacionalidad, ni indivi-
maciones que encontrareis en 1os anexos dcorrespon dientes.
11 1 dualidad comprometida.
No fue posible aceptarlas por . .
no ser · ega o e caso e que
l ed" .
el Gobierno nacional intervJmese en os proc 1m1entos que Las acciones representan la existencia de una Sociedad
las motivaban. Anónima; se transfieren diariamente en las plazas comer-
La Constitución y las leyes de Santa Fe, y las leye. ciales, y si la nacionalidad de los accionistas se imprimiese
nacionales, facilitan todos los recursos ante los Tribunales, a la sociedad de que forman parte, resultarían entidades que
para la defensa de los derechos y de los intereses que se variarían instantáneamente de nacionalidad y que podrían
ronsideran damnificados. Sólo cuando hay denegación de asumir también, en ciertos casos, un carácter múltiple con
justicia o cuando los caminos abiertos por la ley, son cerra- derecho a la protección de todas las banderas del mundo.
dos po; los encargados de aplicarla, puede venir un asun- Las complicaciones de que acabo de ocuparme, fueron
to que afecta intereses extranjeros, a la discusión diplomá- felizmente rápidas. El depósito del Banco de Londres le fue
tica. El gerente del Banco de Londres no había concurrido a restituido íntegramente tan pronto como él demostró que la
los Tribunales, solicitando la reparación ni la revocatoria suma extraída después de la orden de liquidación no debili·
de las medidas que reputaba agraviantes a su derecho y al taba su responsabilidad. La orden de liquidación fue apla·
del Establecimiento que regenteaba· No había ejercitado loa zada en interés del comercio y del Banco, y éste prosigue
recursos que la Constitución y las leyes del país íacititan sus operaciones en la extensión que conviene a sus intereses
a los que se consideran damnificados en sus personas o o a los propósitos de sus directores.
intereses, y, por consiguiente, no era llegado el momento de La espectabilidad que se dio a este asunto me ha de-
entrar en la vía diplomática, que los publicistas miran como cidido a ocuparme en este lugar de las reclamaciones de-
camino de extrema nece.idad. Por estas consideraciones me ducidas acompafiando la correspondencia a que dio origen.
encontré obligado a declinar la reclamación de S. E. el
Ministro del Imperio Alemán, motivada por la dete~ción del BERNARDO DE IRIGOYEN
Gerente del Banco·
~ cuanto a la del Encargado de Negocios de la Gran
Bretaña, oponianse, además, otras consideraciones poderosas.
El ~an~ de Londres es una Sociedad Anónima; es una
persona Jurid•ca creada con fines dete . d debe
au exiatencia escluaivamente a la ley d lrmmfa os yla que .
En esas Sociedad h . e pa s que autonza.
conatituy- es no ay l\llCJonales ni extranJ"eros: ellat
..... una persona mor~ d · · d
CODCurren a establecerla. Jstmta e los individuos que
' Y aunque sean fundadu por ex·
18
19
..
CorrespoDdeoda cambiada .con la legación de Al~ia con mo-

tivo de la deteoción del súbdito alemán señor Belm, gerente d~
la Sucunal del Banco de Loockes y 1Uo de la Plata en Rosario.
Legación del Imperio Alemán.
Buenos AiJres, mayo 24 de 1876.
Señor Ministro:
En este momento llega a mi poder por el telégrafo un
aviso de Rosario que el súbdito alemán, señor Behn, domi·
ciliado allí y director de la · sucursal del Banco inglés en
aquella ciudad, ha sido puesto en prisión sin motivo judi·
cial. Entretanto, me abstengo de todo juicio hasta que me lle·
guen informes detallados. Abrigo la seguridad de que las au·
toridades de Rosario no tardarán un momento en poner re.
medio si ha ocurrido verdaderamente un acto ilegal. Sin
embargo tengo ahora que declarar a V. E·, que por pa;rte
de mi Gobierno se haría responsable al Gobierno Nacional
por toda violencia que se cometiera contra el señor Behn.
Las simpatías amistosas que V. E. ha manüestado
hasta ahora en cualquiera ocasión hacia mi Gobierno y a
mí personalmente, me hacen acreedor a la esperanza de que
V. E. por su parte hará todo para traer este· asunto a un
pronto despacho que sea mutuamente satisfactorio. ·
Entre tanto me permito adjuntar una traducci6n eD
21
- -~-n ...o
~
de esta ta para evitar cualquier
b no que no deJ·are• d e VISltar
. .
demora y al
a V • E. per. Legación del Imperio AleDn,
· tiempo 0 servo f · eobre lo
·. m1smo
ente en e1 d' de mañana para con erenc1ar
la .•
110nalm vech con placer esta ocas1on para uegunl Buenos Aires, junio 6 de 1876
demás. Apro . ¡ odistinanida cons1'derac1on.
.•
a v. E. m1 m s D-
HOLLEBEN
Sr. Ministro:
Refi~éndome a mi ~ota del 24 del mes próximo pasado,
\
me pemuto constatar pr1meramente los hechos siguientes:
A s. E. el Sr. Dr. Berno.rdo de lrigoym, Minillro de El súbdito alemán Behn, director de la sucursal del
Relaeioraes Es~eriores. Banco Inglés de Rosario, ha sido puesto en prisión el dia
24 del mes próximo pasado por el jefe político de aquella
ciudad sin producción de una orden, aea del juez, o de una
autoridad administrativa, y ha estado preso algunas horas,
como él se negara a depositar una suma, que se le exigía,
de dinero en el Banco de la Provincia. Su libertad resultaba
comprometida también por el jefe político sin nueva orden.
Los hechos mencionados resultan por la corresponden·
cia camlíiada con el viceconsulado del Imperio Alemán en
Rosario, así como especialmente por parte del jefe político
mismo al ministro de Hacienda de la Provincia fechado el
25 del mes próximo pasado. La orden del juez, alegada al
final de este parte, no se refiere a la detención del eeñor
Behn, sino al llamamiento del banco.
V. E. reconocerá, no lo dudo, que el mencionado pro-
ceder envuelve una violación de las facultades que corres·
ponden a las autoridades de la provincia de Santa Fe y
utá en contradicción con el art. 18 de la Constitución Na·
cional.
Mientras tanto espero una resp~esta satisfactoria y rue,
go a V. E. que acepte así en esta ocasión la expresión de
mi más distinguida consideración.
HOLLEBEN
A S. E. el Sr. Dr. D. Berno.rdo de lrigorm, minis&ro de

ReldcioMI Es&erioru.
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el . s Exteriores. clamaciones diplomáticas, porque no compete al Gobierno
Ministerio de R acsone
Buenos~"""
·umo 7 de 1876
a.:--
1 de la Nación conocer en aquellos uuntoa.
Si.• ~r otr~ parte, un extranjero se encuentra bajo u"
proced1~1~to. d!ctado. por fun~onarios públicos, que care:
Señor ministrO: d 1 ceo de Junsdlcclón, tiene tamb1én abiertos y expeditos los
.b· r la nota del 24 e mes
He tenido el honor dde lreclúbilito alemán Bebn, y la del caminos legales para corregir aquella irregularidad o vio,
1 tiva al arresto e s Jencia. Las leyes de la Nación y de las provincias proveen
pasado re ~ bre el mismo asunto. • a todas esas eventualidades con una amplitud y eficacia que
6 del comente, so
Cúmpleme en :::t anifestar a V. E. que no pue·
que V. E. quiere hace~ ~ar
do aceptar la respo N . 1, en su primera comurucac16n,
las coloca a la altura de las legislaciones más liberales y
adelantadas.
sobre el Gobierno echaclona ·gnado en la segunda, sea de La Constitución de la provincia de Santa Fe donde ha
ni adm1br
.. queelh oconsl
d
1.
a una protesta 0 a a mterven· ocurrido el hecho a que V. E. se refiere, dispone en su ar~
tal naturaleza que e 1ugar tículo 14 "que todo individuo que sufriese una prisión ar·
ción diplomática. la Le ·6 bitraria podrá ocurrir, por medio de sus deudos, amigos o
Anhelo e las relaciones oficiales co_n gac~ n a cualquier otra persona (que podría haber sido el agent«=
d V k espondan al carácter amistoso que tienen
cargo e • ., r 1 Gobierno Argentino con el Imperio Ale-
consular de Alemania), al juez letrado más inmediato, para
que, haciéndolo comparecer a BU presencia, se informe del
1~ que conseestrv: peropo'sito deseo alejar el precedente equi· modo en que ha sido preso; y, resultando no haberse llenado
man, y con • V E los requisitos constitucionales, lo mande poner inmediata,
,ocado qile dejarían las notas de · • . . . .
Desde que V•. E. manifiesta que, al ding¡~ su pnmera mente en libertad".
nota, no tenía informes detallados de lo .~rndo en. Rosa· Tratándose de responsabilidades civiles, nuestro Código
. hab.endo s6lo recibido un aviso telegraflco, no estábamos Nacional establece que la responsabilidad recae sobre el
hbilitados para entrar en discusión, porque ésta requiere autor del hecho, estando en esto conforme con la doctrina
conocimiento exacto de los hechos. adoptada por el Código Alemán.
Pero, prescindiendo de una circunstancia que ya ba El agente consular no debe haber tenido presente esta•
perdido su importancia, no creo que se haya presentado el disposiciones al dirigirse a·v. E., ni recordado que la ley
caso de iniciar una interposición diplomática ni menos 1llllt de justicia federal garante plenamente al extranjero el ejer·
protesta· • . cicio de BUS derecho11, brindándole acceso a tribunales espe-
Los ciudadanos extranjeros que residen en el temtono ciales, encargados de ventilar, precisamente, las cuestiones
de la República y que se encuentran sometidos a un pro«» en que se hallen implicados sus intereses.
dimiento judicial, tienen abiertos todos los recursos que las No sólo no ha mediado una denegación de justicia, sino
leyes han establecido para corregir y reparar los errores o que ni se han tocado los recursos que nuestras leyes ofrecen
extralimitaciones de los tribunales inferiores. Y mientras UD a) extranjero, y, por lo tanto, espero confiadamente qwil
asunto pende ante los tribunales nacionales o provinciales. V. E., reconociendo la fuerza de eatu observaciones, excu-
Y no hay denegación de justicia, no ~ posible aceptar lO'
i5
24
declaración contenida en la nota del
sará que no acepte 1a Legación del Imperio Ale~
24 del mes pasado. d . d. . •d
Reitero a V. E. las seguridades e m1 Jstmgw a con. Buenos Aires, junio 9 de 1876
sideración. Señor ministro:
BERNARDO DE IRIGOYEN He tenido el honor de recibir la atenta nota de V. E.

con fecha 7 del corriente. Con viva satisfacción me he im·
A S. E. el Señor Ministro Residente del Imperio Ale. puesto por ella de que V. E. continúa, como yo, teniendo en
mán, Barón de Holleben.. alto aprecio el mantenimiento de las amistosas relaciones
que existen entre la República Argentina y el Imperio Ale-
mán. El lamentable incidente que motiva nuestra correspon-
dencia y que, en cuanto pudiera dar lugar a mi intervención,
sólo se caracteriza como la viva expresión del celo de un em·
pleado, no bien informado, podría, en efecto, apenas apare·
cer como dando margen a que en manera alguna se afectasen
aquellas amistosas relaciones.
Hecha esta salvedad, quiera V. E. permitirme algunas
observaciones sobre principios a que da motivo su despaclto.
V. E. trata en primer lugar de declinar la responaabili·
dad del Gobierno Nacional respecto de lo ocurrido en Ror
sario. En mi concepto, sin embargo, es principio generalmen·
te reconocido y prácticamente ineludible, que cada Gobierno
es responsable, según el Derecho Internacional, par las ex·
tralimitaciones de sus autoridades contra ciudadan011 extran·
jeros ante los Estados a que aquéllos pertenezcan, y de esta
resvonsabilidad sólo puede eximirse, haciendo por su parte,
en cuanto le sea posible, responsables a los culpables mismos.
Esta máxima es tan evidente que yo habria trepidado
en acentuarla si los conocidos hechos de Rosario no hubiesen
revestido un carácter tan amenazante, que me pareció con·
viniese a los intereses del mismo Gobierno Nacional el que
1Iamaise su atención sobre aquell011 suceeoe, recordándole
que él podría eventualmente venir a ser responsable por las
ilegalidades de que se hicieren culpables las autoridades de
Santa Fe. Mi nota del 24 del mes pasado en manera alguna
envolvía un reproche contra el Gobierno Nacional; ella fue
~

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más bien dictada, principalmente, por el deseo de ahorrar judicial en forma es punto
·
\
modo me reservaré
'
dificultades al Gobierno Nacional.
mtsmo laqueno · diBCUtirse. Del
d . . •Decesita
v. E. manifiesta, además, que yo no tenía motivo .para que tengo a la vista me par ecuion 80~~ si los informes
una protesta, sin que por otra parte ponga en duda la 1lega· para la acción diplomática.ec;:r: :o suficientes in concreto
lidad alegada por mí del arresto del director del Banco, se· se trate de la privación d la libe n aquellos casos en que
ñ.Jr Behn. Por lo contrario, expone V. E. que, desde que, se. no esquivaré hacer lo quee "d rtad personal, por cierto
gún el artículo 14 de la Constitución de la p~ovincia de ~anta CODSI ere • '
aunque sea sobre informes telegráf convemente basándome
Fe tenía derecho el señor Bebo, o sus amigos, o el consul Hasta aquí lo referente a . Icos.
alemán en Rosario, para protestar contra el arresto ante e1 · ·
c1p10s. p ero en cuanto al m1s observaClones· b
80 re Prin·
juez re~~pectivo y para exigir ser oí~o judicialmente, la in· asunto en CUesti" •
como ya lo he indicado qu ed. . on, me parece,
tervención diplomática estaba exclwda. nión entre V. E. y yo' sob;e n~ D? 1;~vergencia de opi·
En contra de esto tengo una doble objeción. No he pro- Bebo, sino acerca de la vía 1
1 ega ad del arresto de
testado una. sola vez en mi nota del 6 del mes pasado, por· ceder contra aquella ilegaüd~~ debia adoptarse para pro-
, que no se hubiese puesto en libertad al señor Behn o porque . Quiera V. E. aceptar las "d d .
se le hubiese privado de su juez, sino porque fue arrestado stderaci6n. segurt 8 es de DU alta COD·
contrariando especialmente el Art. 18 de la Constitución Na·
cional. Tendría, por consiguiente, el mismo derecho a pro· HOLLEBEN
testar, si la libertad del señor Bebo hubiese tenido lugar, una
vez oído ju·licialmente, fundada en el Art. 14 de la Consti·
tución de ~nta Fe, como tengo derecho a protestar después
que el mismo jefe de Policía dispuso su libertad. Por otra
parte, en principio no puedo admitir que no haya lugar a
una intervención diplomática, sino después que el perjudicado
baya previamente agotado todos los medios que se le ofrecen
para obtener reparación. Este punto ha sido ya extensamentr.
tratado entre uno de los predecesores de V. E. y el ministro
Residente del Imperio Alemán señor Le Maistre, y me per·
mito respetuosamente referir a V. E. a la nota del 20 de
enero de 1873 dirigida a este señor, y a la contestación que
fue dada.
Por lo tanto no dejaré de acoger en adelante como has-
ta. la fecha en la vía de la intercesión diplomática a los súb-
dt~ alemanes, en caso que se les irrogase resaltantes vio-
~Clones .de Derecho. Que queda excluida una intervención
diplomática en los casoa en que se sigue un procedimiento
~ ___
28
~....._
. de Relaciones Exterioces. de los intereses, la Nación a la que él pertenece puede ini·
Ministeno
Buenos Aires, junio 23 de 1876 ciar reci~n. una reclamación diplomática, porque' en esos ca·
sos, es un1camente que empieza la responsabilidad del Go-
Señor ministro: bierno del Estado en que reside el damnificado.
nor de acusar a V. E. recibo de la nota Esta doctrina, que es perfectamente jurídica, está 81t•
Tengo e1 ho
del corriente, se ha sem'd o d"Ingirme
· · re- puesta con notable claridad en el tratado de Derecho Inter·
que con fecha 9 1 . d d d R nacional codificado por M. Bluntschli, capítulo Derechos f
' 1 detención del señor Behn en a cm a e osa.
ferente a a d · "d obligaciones del Estado hacia sus conciudadanos en el es-
· La In
no. · tervención que V. E. ha toma, o en , .ese IDCI
1 ente, . tran;ero, páginas 375 a 380.
no puede c1e
· rtamente afectar en ló mas
.
mm1mo as am11·
1
¡ · que el Gobierno Argentino conserva con e Y con arreglo a estos principios el caso que nos ocupa
tosas re1ac1ones 1 d no podía ser el 24 de mayo, ni aún hoy mismo, motivo para
· Alemán. Precisamente en el anhe o e mante-
1
¡· . de1 1mpeno ., 1 b . una gestión diplomática, y menos para una protesta al Go-
1 nerlas con fidelidad, es que me permill a gunas o servacl.Qo bierno Nacional, puesto que el señor Bebn en las horas que
¡..- de fecha 24 de mayo, creyendo que
nes a 1a nota de V · E · 1 · estuvo detenido en Rosario, no ejercitó uno solo de los re-
• fundadas en los principios de Derecho nternac10o
ellas están . . ..;._ cursos fáciles y eficaces que la Constitución de Santa Fe y
nal que ambos deseamos observar. Y co? ese mismo pro~"'" las leyes de la Nación aseguran a todos los habitantes de
sito voy a exponer a Y. E. algunas refleXIones que me ha su· esta República para defender su libertad personal.
gerido la lectura de la nota que contesto. V. E., sin embargo, parece que no participa de eata
V. E. establece que los gobiernos son respo~bles por opinión, y me refiere, sobre este punto, a la discusión aoste-
las extralimitaciones de sus autoridades contra ciudad~~ nida en 1873 por este ministerio con la Legación del lm·
extranjeros, y que de esta responsabilidad sólo pu~en exi· perlo Alemán. He leído atentamente esa correspondencia, y
Jllirse, haciendo por su parte, en cuanto les sea posible, res- encuentro que el De. Tejedor, sostuvo la doctrina que aDt.el
ponsables a los culpables. . • dejé establecida.
Es evidente que los extranjeros establecidos en el tern· El señor Le Maistre efectivamente parece que no acep-
torio de un Estado tienen derecho a la protección de 1111 tó la opinión del Dr. Tejedor; pues manifestó el deseo de
~eyes, en igualdad con los nacionales, y lo es tamb~é~ que que se le indicaran las obras en que estuviese consignada
~stán obligados a respetarlas y a buscar como los ultimos, esa regla de Derecho público· Pienao que la, cita qu~ acabo
:mtc los tribunales que ellas han creado, la reparación de los de hacer de la obra de Bluntachli respondera cumplidamen·
agravios que puedan series inferidos en sus personas o ea te a esa insinuación y, creo que no existe verdadera diver•
aus intereses. gencia entre mis opiniones y las de V. E., desde que V. E.
Cuando los tribunales constituidos para administrar ·
conviene · d"ISCUuu...
en que no necesita .:-.. " que queda excluida
.
justicia, se niegan a aplicarla; cuando los individuos deman· una intervención diplomática en los casos en que se sigue
dados son sustraídos de la acción de los jueces, para asegu• un procedimiento judicial en forma", y, d~e que.~:
rar por este medio la impunidad; cuando los Poderes Pá· estará también de acuerdo en que los extranJeros ~-
blicoa cierran al extranjero los caminos que la ConstitucicSu gadoa, como los nacionales, a buscar en 1os tribllJJIUR eD•
'1 las leyes han trazado, para la defensa de las personas 1 31
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cargados de aplicar la justicia, la defensa de sus pe~ !
tallados, concibiendo la segur.dad de .
y de sus intereses. : Rosario no tardarían un momento que las. autondades del
El recuerdo que hice a .v.
E. de los caminos. legalea ocurrido verdaderamente un acto . en !remediarlo, si ha ocu-
, . 11ega,
que el señor Behn podía seguu para reparar cualquier pro. p or l o demas, esttmo debida
cedimiento que reputase agraviante, no ha importado adrni. ción de V. E. sobre e¡J. verdadero men!e. 1a datenta manifesta.
tir la ilegalidad de su arresto. No puedo juzgar hoy mi8Dio 24 de mayo, y desde que ella fue de;¿~~ltu ~ ~u nota, fecha
fobre este punto, por que no es permitido al Gobierno Na,: el amistoso deseo que indica, Piens a phnnctpa~ente por
cional, abocarse al conocimiento de los procesos judiciale. . 'd b . 1 o .Que a termmado este
.mc1 ente; y a ngo a grata esperanza d d
o administrativos que se hai!lan pendientes ante los Podere.
. . . e que concor aremos
con V• E . en l os prmctpiOs que rigen esta8 t . la
provinciales. La cita de la Constitución de Santa Fe y de¡. aplicación de ellos a los casos que ocur ma enlas Y en d
. . . ran en e curso e
Código Nacional, solo tuvo por objeto manifestar a V. E1' nuestras rel ac10nes oftcides.
que, aun en la hipótesis de que el procedimiento de Ia.; , Reciba V. E. la seguridad de mi distinguida cons1"dera.
autoridades de aquella provincia fuera irregular, como V. t.: cJOn.
sospecha, existían recursos legales para corregirlo, y que' Bernardo de lrigoyen
mientras éstos no se intentasen, no era natural la vía diplo. A S. E. el Sr. Ministro Residente del Imperio Alemán
mática que los publicistas reputan un camino extremo de Barón de Hollehen
última necesidad.
Legación del Imperio Alemán.
V. E. se sirve explicarme que su protesta fue fundada
en el arresto del señor Behn contra lo prescripto en el ar-· Buenos Aires, julio 14 de 1876.
tículo 18 de la Constitución Nacional. Señor Ministro:
Aun en esta hipótesis, quedan subsistentes mis observa· El atento despacho de V. E., fecha 23 del mes pasado,
ciones; pues, como tuve el honor de informar a V. E. e11 · por el cul\1 contesta mi nota de 9 del m.smo, ha llegado a
mi nota anterior, las responsabilidades civiles recaen sobre mis manos recién algunos días ha. Dicho despacho fue entrega·
los autores de lolil hechos según lo prescripto en el Código do a la Legación Imperial el día 29, mientras que yo me
Nacional, que es conforme en este punto con la doctrillf había visto precisado a abandonar a Buenos Aires por algunos
adoptada por el Código Alemán. días, como tuve el honor de anunciar a V. E. ·
Reconozco, sin violencia, el perfecto derecho de V. E. Con satisfacc.ón me he impuesto de las amistosas ex·
para juzgar de la suficiencia de los informes que adopte 00'. presiones que V. E. repite en su despacho. l_.a,s _mismas ofre-
~o baso de 8UI actos. Eu mi nota de 7 de junio establecl. cen una base sobre la cual nunca puede ser diftc\lllegar a un
IUDplemeute que, cwmdo V. E. eecribi6 la del 24 de mayo. acuerdo. •
Y. ~~o la recibi, no estábamos habilitados para entrar ea Por lo que hace al contenido de su atenta
· · 108
nota, prescmabl
· •. P~es prob e-
•
di1CU81on, porque ésta requiere conocimientos exactos de lot do de extender la discusión sobre pnnctP
· la ameutes breves
~ech~'. que no teníamos, y creo que V. E, consideró tambiéll mente sería infructuosa, y me liJDlto a 8 81a-
u11ufictentes los datos que en aquella fecha tenfa pues fl observaciones concernientes a los hechos. V E 'ta
ab.tenia de toda critica hasta que le llegaran inf~rmei de- En ,apoyo de la opinión desarrollada por · • se C1
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33
ridad del publicista alemán Bluntschli. Entre tanto
1a auto Ministerio de Relaciones Eneriores.
he podido encontrar en e1 capltu
, 1o menciOna
. do por V• E.
n? guna parte en que se prohiba a los agentes diplomáticoa Buenos Aires, julio 17 de 1876
reclamar directamente en favor de sus nactona
BID . 1es ante los
Señor Ministro:
respectivos gobiernos extranjeros, cuyos empleados del Eje.
cutivo les hayan hecho sufrir violaciones de derecho; si bien, He tenido el honor de recibir la nota dell4 del corrien-
como en definitiva tiene que suceder en todo Estado civili. te, relativa al incidente ocurrido en Rosario con el director
zado, al agraviado le quedan abiertas otras. vías legales: Por de la sucursal del Banco de Londres y Río de la Plata.
el contrario, me parece que en la parte cttada, el articulo Creo con V. E., como ya le he anunciado, que seria
300, y su nota se presta especialmente a ser citado como infructuoso dar mayores proporciones a esta discusión; so-
fundamento de los pripcipios sostenidos por mí. Este artícu· bre todo desde que V. E. me participa que eleva esta co-
Jo 380 ilustra de una manera acertada la práctica interna. rrespondencia al conocimiento de· su Gobierno, y desde que.
cional tal cus,l se ejerce' de hecho par todos los Estados mo- por mi parte, en notas anteriores he manifestado cuáles ha•
dernos. Todavía en los tiempos más recientes se encuentran l:oían sido, en casos análogos, los principios de derecho pú•
notables fundamentos de ésta. hlico sentados por el Gobierno Argentino, de los cuales no
Además, con todo respeto, tengo el honor de observar ' habría sido lícito apartarse, admitiendo anticipadamente una
que cuando dirigí a .V. E. mi primera nota de fecha 24 de reclamación o intervención diplomática, que colocaría al
mayo, no fue mi intención entrar en una discusión, sino sola· Sr Behn en condiciones más favorables que a los mismos
mente llamar la atención de V. E. sobre los hechos ocurridos ciudadanos argentinos, a la vez que el Gobierno, por ese
en Rosario. Y al mismo tiempo quise anunciar que interven• hecho, desconocería las atribuciones de las autoridades na·
dría, si loa hechos que me habían anunciado resultasen ser cionales. Limítome, por lo tanto, a acusar recibo de la aten·
exactos. Por medio de la nota del 6 del mes pasado inter- ra nota de V. E. reiterándole al mismo tiempo las seguridades
vine entonces realmente, porque aquellos hechos resultaron de mi distinguida consideración y particular aprecio.
ciertos. BERNARDO DE IRIGOYEN
Por lo demás, debo limitarme a elevar al conocimiento
de mi gobierno la nota de V. E. del 23 del mes próximo A S. E. el Sr. Barón. tk Holleben., Minislro R_e$itkltle
puado, .como también el resto de esta correspondencia. del Imperio Alemán..
~~ V•. E. aceptar con este motivo las seguridadee
de m1 dlltinguida consideración.
HOLLEBEN
k .4 S: E. el Sr. Dr. D. Benuulo de Ir Minislro
Re~ E*riore• tk la República A~::m~

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cambúdas COD la legación de S. M. BritáDica relativas a lo
.,_.._, Santa Fe' con la sucursal del Banco de
Notu. eo R-·""
ocurndo y objeto de tan incalificable condenación, tanto de parte del
Londres y Río de la Plata. pueblo como de ~a prensa de Buenos Airea, que es excuaadu
qu~ me ocupe mas ~mente de él, o que ofrezca comen·
.. d S M Británica.
Legac10n tano alguno sobre d1cho proceder en ésta que es la primera
e · ' B uenos Aires, JUMO
· · 8 d e 1876
comunicación oficial que al respecto dirijo a V. E.
Señor Ministro: Me limitaré, por lo tanto, a pedir a V. E. que tenga a
El 24 del mes pasado tuve el honor de pasar a ver. a hien trasmitinne la opinión del Gobierno Nacional eobre una
V· E. acompañado del Dr. Quintana, _abogado del Banco de materia que ha tenido más de doa semanas para couaiderar·
r ondres y Río de la Plata de esta cmdad. la, a fin de que pueda yo llevar esa opinión con todos loa
· El objeto de nuestra visita fue exponer a V. ~· los por· demás detalles referentes a la cuestión, al conocimiento del
r.enores de una cuestión surgida entre las autondades de

provincia de Santa Fe y la sucursal del Banco inglés en
Rosario. •
Gobierno de S. M.
Reitero a V E. las seguridades de mi más alta conai•
deración.
Impuesto V. E. de estos pormenores, ofreciÓ acto con· F. R. ST. JOHN
tinuo interponer los buenos oficios del. Gobierno de la ~a
ción a fin de arribar a un arreglo am1gable, y, al mencio- A S. E. el Señor Dr. D. Bernardo de /rigoym, Minislro de
narse incidentalmente durante nuestra entrevista que una ca· Relaciones EW!riores de la República Argentin&
ñonera inglesa iba en camino para Rosario, observó V. E.
que el momento acaso se prestaría a que se diese una f~
interpretación a la presencia de ese buque, aumentando a11
las dificultades de un arreglo.
Inmediatamente telegrafié desde la Casa de Gobierno
pidiendo al comandante de la cañonera que prescindiese por
ahora de seguir viaje a Rourio, en conformidad con las 6r·
denes recibidas de su jefe en Montevideo, desde que V. E.
Yirtualmente me empeñaba de la manera más solemne el ho·
nor del Gobierno Nacional como seguridad para la propiedad
de la sucursal del Banco de Londres y Rfo de la Plata en
Rourio.
No obstante esa seguridad, una fuerte suma de dinero
ha sido extrafda por fuerza de ese establecimiento por orden
de lu autoridades locales, suma que, según tengo todo mo-
ti•o para creer, no ha sido devuelta huta la fecha.
El proceder de las autoridades provincialea de Santa Fe
ea e1te uunto ha llegado a ser materia de tal notoriedad
38
Legación de S. M. Británica. Ministerio de Relaciones Em:riOI'el.
Buenoe Airee, junio 19 de 1876
Buenos Airee, junio 23 de 1876
Señor Ministro: Señor Encargado de Negocios:
Con fecha 8 del que rige, tuve el honor de diri¡rir a Y·
E. Tengo el honor de contestar las notas que S.S. me ha
· · • of1"cial sobre un asunto que constituye
a comumcacton . , h · dirigido con fecha 8 y 19 del corriente, manifestando el de-
un • aves ofensas que J&mas se ayan comett-
una de llas mats ~dades de un país contra los súbditos dtt seo de conocer la opinión del Gobierno Nacional respecto
do por as au ort . de las medidas dictadas en Rosario por las autoridades de
otro, y mucho más siendo éste amtgo.. . , ., Santa Fe sobre la sucursal que tiene en aquella provincia
A dicha comunicación no he rectbtdo aun contestaciOn. el Banco de Londres y Río de la Plata.
Encuéntrome ahora en el caso de manifestar la esperan· S. S. menciona la visita que se sirvió hacerme acom·
za dequee1 Gobierno Argentino no ha de agravar ., el asunto
. pañado del Dr. Quintana, el 24 del mes pasado, y como
demorando por más tiempo todavía la contestaciOn a mt pre- S. S. hace referencia a incidentes de ella, me permitirá al·
citada nota. guna rectificación para alejar todo recuerdo equivocado.
Aprovecho esta ocasión J?ara r~?ovar a V. E. las eegu· Fue el objeto de aquella visita, según lo manifestó ~1
ridades de mis más alta conSideracJOn. Dr. Quintana, informarme de las dificultades ocurridas en
F. R. ST JOHN Rosario con la sucursal del Banco de Londres y de la de-
tención o arresto de au gerente. Y reconociendo, sin duda,
.4 S. E. el Señor Dr. D. BeTMTdo de lrigoyen, Minütro de que en el estado de este asunto no podía tomar intervención
el Gobierno Nacional, se limitó a expresar el deseo de que,
Rel6ciones E:xkrioru de la República A.rgtmliM.
en mi carácter de Ministro de Relaciones Exteriores, inter·
pusiera mis buenos oficios, como S. S. dice en su nota, a
fin de que se modificasen las disposiciones dictadas.
Entendí que S. S. y el Dr. Quintana se referían princi·
palmente al arresto del Sr. Bebn, que creí era en ese mo-
mento el incidente que más les preocupaba, y me manifesté
deferente a los deseos de ambos.
Continuando la conversación, el Dr. Quintana expuso
a nombre de S. S. que una cañonera inglesa había salido
para Rosario, y, al escuchar estas palabras, que llamaron
IDi atención, declaré que este incidente. era un embarazo pa·
ra que yo ejerciese interposición de nmguna clase, pues no
podía exponerme a falaas interpretaciones. . .
S. S. ee sirvió lignificarme eatoac:s que el VIAJe de la
38 39

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cañonera tenía por único objeto recibir a su bordo, en de. leyes de Santa Fe. Si ha tenido lugar alguna infracción d
, 't los caudales del Banco de Londres, y no encontran.
posi o, . 1' .. 1 d 1 ellas -si e~ B~co ha sufrido perjuicios- si pi~ma que al~
do ·satisfactoria esta exp ICacwn, expuse que os ca~ a es gunos ~unc~onanos. de aquell~ provincia han extralimitado
d 1 Banco de Londres estaban tan seguros en una canonera sus atribuciOnes, tiene expeditos todos los caminos legale1
i:glesa como en cualquier ~unto del territorio nacional en para demandar y obtener reparación.
que existan autoridades naciOnales. .. . La Constitución y las leyes de Santa Fe y las leyes
S. S., después de un momento, diJO que, en VIsta de la nacionales facilitan ampliamente todos los recursos ante los
eeguridad que yo tenía, podía suspender el via!~ de la ca. tribunales para la defensa íntegra de los derechos y de los
ñonera y, librando por mi parte a. S. ~la resolucwn ?.e aquel intereses particulares. Y sólo cuando hay denegación de jus-
punto, resolví conservarme e.n mi pnmera declarac10n.. ticia, y cuando esos caminos, abiertos por la ley, son cerra·
Después de esto, S. S. dispuso que e~ ~uque no pa~Iera, dos o notoriamente entorpecidos por los encargados de apli·
y entonces envié un telegrama al Sr. Mimstro de Gobierno carla, puede venir un asunto que afecta intereses extranjeros
de Santa Fe, al que me respondió avisándome que el señor a la discusión diplomática.
Behn estaba ya en libertad, y que las dificultades con el Ignoro si los gerentes del Banco de Londres se han con·
Banco de Londres no se complicarían, pues había deposi· formado últimamente con la resolución de las autoridadea
tado en el Banco Provincial, en cumplimiento de órdenes d~ Santa Fe. He visto en un diario del 18 que sólo han
que se le habían impartido, una suma equivalente a la emi· reclamado la devolución de una suma convertida, lo que
sión que tenía en circulación y que estaba obligado a con· indica que no tienen pendiente otro reclam~. Ignoro si,. en
vertir, por haberse ordenado la liquidación. raso de no haberse conformado, han recurrido a los tnbu·
Después de aquel día nada ha ocurrido en Rosario, y nales por los caminos legales ~e .dejo ~di~dos. No. tengo
S. S. sabe que posteriormente los gerentes del Banco de conocimiento oficial del procechm1ento JUdicial seguido ~
Londres han discutido en esta ciudad diversos proyectos de Santa Fe en el que no puedo intervenir; y no me es pemu-
arreglo con los representantes del Banco Provincial; que tido por todo esto exponer a S. S. una opinión que el Go-
han tenido varias conferencias, asistiendo a algunas de ellas bierno Nacional no ha tenido oportunidad de formar.
el abogado del Banco, Dr. Quintana. Y el Gobierno Nacio· S. S. manifiesta en su última nota que el procedimieu·
nal no ha podido intervenir ni tomar conocimiento de nega- to de las autoridades de Rosario constituye una de las más
dos en que ventilan los particulares sus intereses privados. graves ofensas contra los súbditos de un país amigo, Y debo
Por algunos documentos que se han publicado, y por ocuparme rápidamente de este punto.
lo que S. ~· se ha servido manifestarme, he comprendido
que el Gobierno de Santa Fe expidió resoluciones sobre ~1 El Banco de Londres es una sociedad ~; ea una
. 'd'1ca que sólo CJUO•
persona JUri _: ...e con fines determmados. Lu
la
Banco de Londres que éste no considera arregladas opinión • •
de que participa S. S. ' personas jurídicas deben su existencia ~cl~vameuteh a

. coDS1gu1ente no ay eD
ley del país que las autonza Y• por . di 'd ' de exir
. Pero en el e,stado del asunto no es posible al Gobiemo
Nacional t~mar mten:ención oficial. El Banco de LondreJ ellas nacionales ni extranjeros; no hay.:
tencia material, con derecho a proteccl
d-
1P
;:,:ática. La
es una IOCiedad anónuna a la que han dado existencia la•
41
«)
aociedad anónima es una persona moral, enteramente dis- .Legación de S. M. Bittánica.
tinta de Jos individuos que contribuyeron a formarla y, Bumos Aires, junio 30 de 1876
aunque sea formada exclusivam~.te P?r ci~d~danoa extran.
¡eros. no tiene derecho a proteccion diplomatica, porque no Señor Ministro.
son las personas las que se ligan. Asócianse simplemente loa Con fecha 26 del corriente tuve el honor de recibir la
t>apitalea bajo la forma anónima, lo que importa, como la nota d~ V. E. de fecha 23 del mismo, en contestación a las
palabra lo indica, no haber nombre, nacionalidad ni res- dos mias del 8 y 19 del que rige.
ponsabilidad individual comprometida. VI. Eh•. se sdirve ld~lartodarme. en la nota que contesto que,
Reitero a S. S. las seguridades de mi distinguida conai· con e o jeto e a ejar a Impresión equivocada qu •
deración. V. E. hacer una rectificación. • erJa
BERNARDO DE IRIGOYEN Siento sobremanera encontrarme obligado a declarar si
bien co~ tod~ .el debido respet~•. que no me es dado ace~tar
.4 S. S. el Sr. Encargado de Negocios de S. M. Brilánicc, esa recbficacio~,. y V. E. admitirá que me asiste la ventajcl
Don F. R. St. Ioim. de haber permitido que se pasara ~enos tiempo antes de
referir lo~ pormenores de la entrevista del 24 de mayo que
el que dejara transcurrir V. E. quien, según entiendo, tenía
durante el intervalo que tratar muchas e importantes cues-
tiones en el Congreso; circunstancia que tenia naturalmentd
•¡ue ocuparle mucho tiempo y absorber la atención de V. E.
Además, al comparar el informe que trumiti al Gobier·
no de S. M. el 19 de junio, y en el que se fundaba mi nota
del 8 a V. E., observo que concuerda estrictamente con una
carta que me dirigió con fecha 5 de junio el gerente del
Banco, señor Maschwitz, en la cual refiere, entre otrol por-
menores, los detalles de mi entrevista con V. E. el 24 de
mayo, detalles que probablemente obtuvo de su abogado t'1
Dr. Quintana, quien estuvo presente en la entrevista en cues-
tión y partió para Europa el 10 del corriente.

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En la nota de v. E. hay una observa~ión que, aunque que existan autoridades constituidas como 1o eatarian en UD4
.1 .¡ ••tablece que el Dr. Qumtana y yo, du. cañonera m'glesa" •

n0
esencia en D'""' f · · · 1m
tr entrevista del 24 nos re enmos prmc1pa ente Lo estarían, a no dudarlo, en circunstancias ordinariu
rante nues a eñor Behn arresto que creyo• V• E• " era en
al arresto de1 S ' • b "· ¡
pero en el ca~o actual, según claramente lo expliqué a V. E.:
to el incidente que mas nos preocupa a ' perm • se había pedido que .se despachara una cañonera inglesa a
ese mVomEen e explique que, si bien puede haber hecho alu. Rosario a consecuencia de temores de disturbios que pare-
tame
. , . • "d · qu ·
t lmente el Dr. Qumtana a d"ICho arrest o en e1 cían haber hecho probables los grandes meetings que habian
ston mci en a E d . • ocl
curso de su larga conversación con V. ., ~ nmgun m- o tenido lugar en Rosario con el objeto de protestar contra el
era ese arresto el O
bJ"eto que me llevaba; siendo el seno11
• 1m decreto que ordenara la liquidación del Banco inglés. En
Behn súbdito alemán, su caso habla de sm:, natura . ente, presencia de estos hechos, no puedo admitir que haya ha-
sometido a V. E. por el ministro de Alemama, como que lo bido nada de anormal, como a la sazón lo manifesté explí·
fue efectivamente. citamente a V. E., en el hecho de haber despachado un bu·
Otra observación hay en la nota de V. E. que me per· que de guerra a Rosario donde, si hubiera ocurrido un mo-
vimiento popular, podía aquél, en caso de necesidad abso-
mitirá rectificar a mi vez; pues, si bien es también punto
luta, haber prestado auxilio a las autoridades locales, si ~to
trivial en sí ha cobrado importancia por el valor que V. E. se le pidiese, así como a los súbditos ingleses y a sus bie-
leo ha dado. 'V. E. dice que el Dr. Quintana expuso " a nom· nes, si le hubiera sido permitido.
bre mío" que una cañonera inglesa había salido para Ro-
V. E. dice, .con razón, en su nota, que habian tenido
lario. Séame lícito observar que habría sido por demás in·
lugar varias conferencias en esta ciudad entre los agentes
discreto el que yo, quien venía a solicitar la intervención Y. deol Gobierno y los del Banco, con el objeto de a~ pri·
el 'luxilio de V E., hubiera hecho la más leve alusión a la vadamente la cuestión. Fue precisamente a consecuencia de
l!alida de una cañonera, a no ser que hubiera sido para p& estas conferencias que no quise poner el asunt? oficialmen·
dir su consejo sobre el mejor medio de detenerla, despuéa te en conocimiento de V. E. hasta el 8 del comente, cuando
que V E., de una manera tan inequívoca, empeñara el honor el gerente del Banco en Buenos Aires me hizo aaber que ~
del Gobierno Nacional en garantía de la propiedad del Ban· bían terminado las negociaciones a causa de halla~ él dÍ
co de Rosario. La alusión del Dr. Quintana a la cañonera, posibilitado para acceder, ain instrucciones espec~aleatal,
... e
et
fue superflua; la sentí mucho cuando la hizo, y me apres~ directorio del Banco de Londres, a una propostciOD b'
a explicarla. decir, el préstamo de una fuerte auma de _dinero !t~d,~·
Mú ~e~te di~ V. E. en la nota que contesto, que no de la provincia de Santa Fe, en cambto del . ~
babia yo lignificado que el viaje de la cañonera tenia por revocarse la orden de liquidación, retirarse la ca~ d~
único objeto recibir a au bordo en dep6eito, lo~ caudale~~ nal iniciada contra el señor Behn. Y devol~ =del
del~ de Londres y Río de la Plata", y agrega V. E. dinero que se había sacado por la fuerza de su
que no encontraba aatisfactoria esta explicación, y que d)t Banco en Rosano.
· d 1 uunto no et
babia upueato que lo. caudalea del Banco de Londres ..u· . V. E. dice además que "en el ~o e '6D oficial,
bao tu aeproa en cualquier punto del territorio Nacional t:11 PGiible al Gobierno Nacional tomar mterftiDCl
45
"
fines determinados,
. l . y que las penonas jurJ· 'd'Jeas deben
d Londres una sociedad anónima a la que existencia exc us1vamente a la ley del pa' la . eu
~iendo del Ba.n~o ci: las leyes de Santa Fe: si ha tenido lugar or
. .
cons1gwente, no
h
ay en ellas
JS que
nacional
s autonza.
· ·'
han da .0 fexJs ~? de ellas si el Banco ha sufrido perjuicios, Y' P · h
alguna m raccwn
. .
' d 11
lgunos funcionarios e aque a provmc1a an
. . h ros, m ~! Jdn. •t
· d' 'd
a proteccwn 1p omatica •
d · es DI extranJe·
~o~ ,e eXIStencia material con derecho
s1 p1ensa que
. . d a · d't
atribuciones tiene expe J os tod os 1os ca.
extral Imita o sus ' ., L e "La sociedad anónima", dice V E "
d' . • ., es una persona
. ra demandar y obtener reparacwn. a ons.
n~mo~, 1ega1les pla de Santa Fe y las leyes nacionales faci- moral enteramente 1stmta de los individuos que contribu·
tJtucwn y as eyes 1 'b 1 yeronda formarla, .Y• aunque. sea formada exclusivamente por
.htan amp1·Jamente todos los recursos ante1 os. tr1 una es para . ciuda anos extranJeros, no tiene derecho a protección diplo·
• de los derechos y de os mtereses partJcu·
la def ensa mtegra . . . d mática, .porque no son las. person~s las que se ligan. Asó-
'1 ando hay denegación de JUsticia, cuan o esos
1areL Y woru . cianse simplemente los capitales baJo forma anónima, lo que
· b' t por la ley wn cerrados o notoriamente en· importa, como la palabra lo indica, no haber nombre, na·
cammos a 1er os . ed ·
'd or los encargados de aphcarla, pu e vemr uu cíonalidad ni , responsabilidad individual comprometidas".
torpec1 os P 'ntereses extranJ'eros a a Jscusion 1p1o-
1 d' · • d'
asunto que af ecte J · . V. E. se dignará permitirme que decididamente le ma·
mática". Estoy completamente de acuerdo con estas opw~ nifieste que mi opinión es contraria a la de V. E. respecto •j
nes de V. E. de la posición del Banco de Londres y Río de la Plata que
Tengo entendido que el directorio del Banco inglés en lleva el nombre de "sociedad anónima" inglesa (]oint Stock
ésta, ha dado ya los pasos necesarios para obtener satis~ac. Company) de individuos que suscribieron su dinero en Lon·
ción en el asunto que dejo arriba expuesto, en lo concermen· dres, donde está establecida la dirección general, lo envía·
te a la orden de liquidación. Pero mi nota a V. E. no se re- ron a este país, y, de conformidad con las leyes y con el con·
fería con especialidad a este incidente, sino al hecho. de sentimiento de las autoridades, han hecho un negocio legi·
haberse extraído dinero del Banco por orden de las autor~da· timo, en el que tiene la mayor fe ~1 público del paia, cual·
des provinciales (en vez del juez del Tribunal de ~ome~c10) • quiera que sea su nacionalidad, y ninguno más que los hijoa
:on el pretexto frívolo de que estaba el Banco d1spomendo de la provincia de Santa Fe, donde, según me consta por
Je sus fondos, prescindiendo de la obligación que tenía do datos muy fidedignos (que me ha suministrado ~1 gerente
.-onvertir el saldo de la emisión de papel, aún en circula· de una colonia en esa provincia) el gaucho más mculto, al
~-ión. Para prevenir el fraude que se implicaba así, fue sa· cerrar un contrato, trata de estipular que se le ha de pa~ar
rada por la fuerza una cantidad de metálico de uno de ln~ en notas del banco inglés preferentemente a las de cualqwei
establecimientos bancarios más solventes en el país, que ~ otro.
eee no pocos bienes raíces como garantía, depositándose d1· Aprovecho la ocasión para renovar a V. E. lu sepri·
cho metálico, aparentemente para mayor seguridad, en 111! dades de mi más alta consideración.
establecimiento rival (el Banco Provincial), en el que esta
directamente interesado el Gobierno de la Provincia y el que · F. R. ST. ]OHN
auspendió la convenión de metálico una semana deepuéll
A S. E. el Sr. Dr. D. BertUJTtlo ~ l~ilo,;~o u
V. E. dice además que "el Banco de Londrea et uD•
tOCiedad anónima, una persona jurídica que sólo existe COII
Relacione.s E:aerioru, de lG Repúblu:tJ n# a----
-46

Biblioteca Digital
.,
Ministerio de Relaciones Exteriores. dinero del Banco por orden de las .

Buenos Aires, agosto 21 de 1876 ·y 00 del juez del Tribunal de Co au!Dndades provinciales
. rt . . . . merclo. La obse .
Señor Encargado de Negocios:
s. s. 1mpo a, a m1 JUlclo, no reco
'd'. 1 d nocer en el
rvact6n de
L._ •
que expi 10 a or en para la extra . . d ¿UliCJOnario
Recibí oportunamente la nota de S. S. del 30 de junio ción para ello; y sm · anticipar
· sobCCJon e fond OS, atrihU·
• . 'd re este punto . ..
próximo pasado, relativa al incidente ocurrido entre el Go. que aun no me es perm1ti 0 emitir d bo un JWcto
biemo de la provincia de Santa Fe y la sucursal del Banco ·0:·
lo que expuse en mi nota del 23 de' 10 record~r a S. S.
funcionarios de Jla pr' ~Jl:le, .81 del Banco
de Londres y Río de la Plata en Rosario. Piensa que algunos
. · d . ovmc1a e Santa
En dicha nota hace S. S. dos observaciones: la una, l
Fe han extra Imita o sus atribuciones, tien ah' ,
e Jertas las VIas
tendiente a dejar sentado que el objeto de la entrevista de) legales para demandar y obtener· reparación, la Co
·tituciOn
·• y l eyes dStaF e, como también lapues na-
24 de junio, a la cual vino el Dr. Quintana, no fue tra~ar .. e .an s 1eves nacio-.
sobre la detención del Sr. Behn; y la otra, a efecto de exp]i. f 1 1
nales, aci 1tan amp 1amente 1os recursos para la defensa de
car el punto referente a la cañonera que debió partir para todos los derechos y de todos los intereses.
Rosario. Ahora me permitiré agregar que, según informes que
En cuanto a lo primero, creo con S. S. que no es esen- tengo, el Banco ha entrado en ese camino, entablando ante
cial en sí, y que, por consiguiente, no afectará la resolución los tribunales las acciones que ha creído convenientes; y
de este asunto. Limitaréme, por lo tanto, a observar que si mientras ellas no tengan una solución definitiva, el Poder
mi comunicación del 23 de junio ha dado lugar a la rectifi- Ejecutivo Nacional no puede conocer en el asunto. Conside-
cación contenida en la nota que contesto, debe ser porque ro por tanto, más regular esperar el desenlace de este nego-
en aquella entrevista se trató extensamente, ·si no por parte cio, pues sólo así podrá juzgarse si puede dar lugar a una
de S. S. por la del Dr. Quintana, de la detención sufrida por gestión diplomática.
el gerente de la sucursal aludida, a términos de que la im· Siento que S. S. discrepe decididamente de la opinióo
·. presión recibida por mí fuese de que aquello era lo que que he manifestado respecto de las soeiedades anónimas; y
principalmente motivaba la entrevista. espero que llegaremos a concordar sobre este punto, si S. S.
Respecto del envío de la cañonera, queda disipada toda considera que el capital de las sociedades anónimas es CODJo
duda. Después de las explicaciones que han tenido lugar, Y tituido por acciones, con abstracción completa ~e l~s perso-
de lu contenidas en la última nota de S. S., seria excusa· nas, y que tal es su carácter en todas las legiBlaCio~. F?
do insistir en este punto. hecho de que las acciones hayan sido suscritas por mdin·
Contestando a lo que tuve el honor de exponer a S. S. duos de una nacionalidad es eventual, Y n~ puede desna:·
acerca de la imposibilidad de que el Gobierno Nacional in· tealizar la esencia de la sociedad. Esas acc1ones se trans e-
t~rviniese, mientras tuviese el Banco expeditos todos los ca· ren, y las que hoy están en poder de ingleses p~edS~ puaues'
mino.t legales para defender sus derechos, S. S. se sirve fa' c¡'1 mente a manos de ciu· d adanos de otra nacJOn. 1•ísP · •
manifestar que está completamente de acuerdo con estos 1a .cucunstancia
• • ·
de pertenecer los aCCiomstas a. un 1pa e un·
le~~
principios, pero que su nota no se refería con especialidad Pnmiese a la sociedad anónima el carácter na.CIOD8d:•n~-.
a la orden de liquidación, sino al hecho de habene extraído · le, tendríamos una entidad que podr'1a vanar ... .,..._.
11818
48 49
1
.1
. . d vestir también en algún caso una Legación de S. M. Británica.
te de nac1onahda • Y. re .d d lo que originaría serias
¡ multiplicidad de nac\Onah a es,

d 1 le es locales que dan ongen a
e as y
• el desconocimiento
complicaciones a la vez que e?vo1ver:Sas sociedades •
l
'd d para reiterar a S. S. as segu.
Señor Ministro:
Buenos Aires, agosto 16 de 1876
i Acepto esta oportum a . .•

ridades de mi distinguida consideraciOn.
V. E., sin duda sabrá que, el 11 del corriente el ] •
gado de Crimen en Rosario falló en el asunto del Gobie::,
de Santa Fe con el Sr. Behn, gerente de la sucursal en ésa
del Banco de Londres y Río de la Plata.
A S. S. el Sr. Encargado de Negocios de S. M. Britdn.icG, Según los términos de la sentencia, queda exonerado el
Don F. R. St. /ohn. Sr. Behn de toda sospecha de haber cometido un acto frau-
dulento al despachar dos insignificantes cantidades de di·
nero desde Rosario después de tirado el decreto que orde·
nó la liquidación de la sucursal, y esta exoneración la fun.
da el tribunal en el he,s.ho de que, aun después de substrai·
dos dichos fondos, quedaba una cantidad de metálico más
que suficiente para cubrir todas las obligaciones que tenía
pendientes dicha sucursal.
Como esta sentencia en favor del señor Behn parece im·
plicar igual absolución para la sucursal, a la que, desde el
24 de mayo próximo pasado se le retiró una suma que re-
presentaba el total de su papel moneda en circulación, ten·
go ahora el honor de pedir a V. E se sirva tomar las medi·
·• das necesarias para la inmediata devolución del dinero efec·
tivo perteneciente al Banco que estuviese aún en poder de
las autoridades provinciales de Santa Fe.
Para evitar cualquier interpretación errónea sobre lo
que tuve el honor de exponer verbalmente a V. ~· el 8 del
corriente séame permitido repetir ahora, por escnto, que he
recibido 'instrucciones del Ministro Secretario de Estado de
S. M. en el Departamento de Relaciones. Exterio~ para
poner en conocimiento del Gobierno argentino, que 11 resul·
tare que los pasos dados por las autoridades de ~ta Fe
fuesen de un carácter que justificase el que el c¡bCob'o de
S. M. pidiese indemnización para el Banco, es a leiDO
50 51
~ .
.•

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. ,,
N.acional y no al Provincial al que se considerará respon.
sable.
Aprovecho la ocasión para reiterar a V. E. las segur¡.
dades de mis más alta consideración.
F. ~· St. JOHN
'A. S. E. el señor ministro de Relaciones E%teriores de la
República Argentina, Dr. D. Bernardo de ·lrigoyen.
..
'
I
i
l
f
JOSE NICOLAS MATIENZO
LA
DOCTRINA MONROE
y LA
CONSTITUCION ARGENTINA
lntroducci6n de ARTURO ENRIQUE SAMPAY

Biblioteca Digital
--
INTRODUCCION
José Nicolás Matienzo nació en . Tucumán, el 4 de

setie1nbre de 186o, y murió en Buenos Aires, el 3
de enero -de 1936.
Aquí no me ocuparé de su polifacética personali-
dad, ni aunque sea de la de jurista, cuya labor -a fuer
de ser la de un jurista. genuino- abarcó todas las ramas
del Derecho. Tampoco reseñaré sus trabajos legislativos,
realizados como senador provincial y nacional, como
ministro provincial y nacional, o como jurisconsulto ex-
perto en el arte leges ferendi. De todas estas cosas se
ocupa cumplidamente el Dr. Francisco Luis M enegazzi
en su Biobibliografía de José Nicolás Matienzo *· Sólo
me concretaré a presentar su idea acerca de la interpre-
tación nacional o popular -que lo mismo es- de la
e01tstitución argentina. y por interpretación nacional
o popular significo que todas las leyes, .incluida la supre-
ma que es la Constitución, deben ser desentrañadas eH
su sentido y aplicadas conforme a la enseñanza de Cice-
ur
rón, el príncipe de los juristas: éngase como suprema
finalidad de la ley el bienestar del pueblo'', Ollis salus
populi suprema lex esto. Porque la ley tiene por objeto
efectuar la justicia, y el propósito esencial de la justicitl
es dar a cada uno de los miembros de la comunidad las
. .' -
. .
~
• FRANCISCO LUIS I MENEGA2ZI, Bfobfbllografúl de 1014 'NICO. ' ~
llatfenzo, ccin ·lineas .·preliminares de •Emilio Ravignani, Buenos Air~ 1940 · :¡

'•
:1
( Extraido del Boletín del Instituto de Investigaciones Históricas de la
!!
Facultad de Filosofia y Letras, tomo XXIV, pig. 571 a 839, Bueuos Airél ••.,
Julio de 1939 - junio de 1940). . ·
condiciones de vida t~ecesarias para desarrollar plena- 3 . -Pero
'. , como es natural' los ho m bres tienen· entr
"umte su perso11alidad. sí, -por ,ma: que per~enezcan a distintos pueblos e
Ahora bien: en lugm· de compendiar el pensamiento ciones- tnttmas semeJanzas derivadas d 'Y na-
, · E "d t e su naturaleza
de !vfatieu::o, he preferido componer con P?rr~fos de sus orgalllca. s evl en e, entOJtces, que las costttmbres polí-
obras lo que los 011t1:guos llaman ttn Flonleg!Um politi- ticas l~an de te~ter ?"u~ has aJtalogías. De aquí la posibilidad
cum esto es, una selección de trozos de sus escritos que por de itmtafr l~:;n~t~uctodnes de otras partes, 'Y de aquf tam-
sí sdlos expresen su sistema de ideas políticas, del cual di- bién, la act t a ~ Po er encontrar un número mtis 0 me-
noma el referido método de interpretar la onstituci611.e nos grande de. paMe; que han adoptado ciertas formas
extemas semeJantes.
FLORILEGIO POLI'f.ICO , Derecho CoflltitVclonol, t. 1, p. 9.
I. - 1. Concepto orgánico de la sociedad. - 2. Peculiaridad de 4 . -E~ pueb~o tiene instintos que, como los instintos
la organización constitucional de cada país. - 3. Analogias de la_s espectes. ammales,, cumplen su fin con regularidad
de las instituciones políticas de los distintos paises. - 4. Jn. y aeterto adnurables . Solo así se explican ciertos movi-
falibilidad del pueblo en la promoción del progreso politiOCJ. mientos históricos, cuya magnitud y consecuencias sOA
1. - Una nación organizada con un gobierno co- inexplicables por la simple acción personal de los indivi-
mún, en vista de los intereses generales internos y exter- duos que aparecen provocándolos o dirigiéndolos.3
nos, políticamente considerada, suele denominarse Estado; • Lo clolli%Dción u obnJ del J)U8blo 11 110 O. lo. ¡oberMneu, Bue1101
pero cuando se la considera del punto de vista étnico, Aires 1002, p. 43-44.
conserva generalmente el nombre de Nación. La sociedad asimila toda invención que sea útil PMtJ
2. - Y bien; las Naciones que llegan a organizars1 su conservación, felicidad )' perfeccionamiento. Lo qtU?
e11E_stado, no son id~nticas entre sí: tienen mttchas dife- ella no hace suyo no vale nada. Y cuando un procedimien-
r~n~~as; .~orq~e no s~empre están en el mismo grado de to, un sistema o un aparato deja de satisfacer las necesi-
ctVJltzacron m habitan en la mismcs clase de territorio dades esenciales de la vida social, la sociedad se librtJ de
ni gozan del mismo clima ni tienen las mismas vecindades· ellos por uJ~ cambio de conducta lento o rápido, es decir,
fuera d~ que ~~ ven obligadas, por virtud de su situació~ por evolución o por revoluci6n.4
e~onó.,JJ~a, m•lstar, política o internacional, a tenef' rela- • Lo cfofll%tJción a obnJ cW pueblo 11 110 c:r. ro. ~. P· U.
c.anes dwersas con el resto de la humanidad.
11 . - l. Radicalismo y revolución. - 2. El momento histórico
eada N aci?n, entonces, debe realizar sus fitJeS COff requiere transformaciones revolucionarias. - 3. Partidos
algun~ desem_eJanzas respecto de las otras, porque todGI conservadores y Partidos progresistas.
tstas difer~o_as de organización natural deben traducir-
. I . -El moderantismo es prud~e y lento en su ac-
st, .en dlt¡bn•twa, en diferencias de organizaci6" coMi-
1uctona. c~6n, gusta de tomar mt"has precauCJonts antes ~ co!"-
bt.ar lo existente y pone restricciones y plasos tlilofO!"l'.s
' ,....., e~, La Plata 191&, t r. p. 3. a todas las reformas. El liberalismo es dado a esomsMr
58
59

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y criticar con el objeto de corregir y organizar, sin gran. llama o em~.o.e,•
des conmociones y trastornos, pero con perseverancia. Se ._.~ hoy lcapitalista
,. .
r• .. ano·per'
catnbJuuO es. a mcttma; la víctima d~l o ~~ que no /so
Es una tendencia utilísima en los países en que la política
Como la víctJma
L ' t. del feudalismo se llamasalano
p L- mod-A ~· nv,
de las instituciones representativas ha alcanzado un alto JJ
pt¡eblo . as tma que a Estrada no
J
ovre, se llama
grado de perfección.. El radicalis~o prefiere lo~ pro~edi. legisladores, que entonces no acostumie escu~haban loJ
mientos rápidos y vJgorosos y ttene un deseo snsae~able lecciones de !os maestros. Es posible raban ,,. a tOMQi
de mejoramiento; nada le arredra cuando se trata de parlammtartas hayan cambiado L qu~as costumbreJ
destntir los sistemas corrompidos para allanar el Paso de podían_ remediar nad_a y, quizá por o:s:ola es alu_mnos no
las nuevas ideas y es generalmente el ejecutor de ltJJ el capJtal y el trabaJo ha seguido siend 1r~i6n entre
revoluciones indispensables. El radicalismo es necesario o menos. o a mJSma, máJ
cuando una época pugna por desacirse del peso de otra
pasada y le es preciso .separar y destruir los obstáculo& Estamos, p~es, en tiempo los académicos .
que obstruyen su camtno.5 cidar .el P."'!to,
7
11n otra preocupación que la d P~ra dslu- f
y la JUSttcta. ¡ e flerdad
• ú polfla ~ ~
,._, BueDIII Ain11 1904. p. 79.
a. crfla 11 a. húlorltJ contmnpo.
r U. erwiiDnZil 0. lo# MllnfMil E.trotú, ea N
1 Hllf6rlc01, Buenos Aire. 1928, p. 10. UIOO# Temu Polút:o,
.i1
-El momento histórico reqrtiere transformacio-
2. ;¡ •
nes radicales: los medios tienen que ser radicales. Erija, 2. -S,in liberta~ de sufragio no hay soberanía del
pues, el pueblo en sus servidores el radicalismo necesario, pue~lo, y sm soberama del pue~lo no hay república, 11¡ ••
présteles apoyo decidido, y la vieja mansión de la oligar- ~ob•ern~ r~almente representatwo. Es, pues, un deber
quía corruptora caerá entre los aplausos generales, para smprescmdtble de la democracia asegurar en el más brt'Ve
dar lugar a la reconstrucción de estilo contemporáneo tiempo posible la libertad fundamental de las in.rtitucioneJ 1
y liberal que nuestras institttciones necesitan.6 republicanas, para qste esa cuestión ¡wevia no se cruce 111 J
el c~mino de los Pf'rtidos y no le~ impida dedicar su pen- 1 , .;
·• • ú """*- ..,.,.,... ~ a. crfla 11 a. hütoritJ contem-
samsento y su ace~ón a los asuntos sociales y econóMicos, . ; .f
ponflw, p. 80.
que afectan la felicidad de todos los habitantes del paú •
m. -l. Justicia sociaL Democracia social - .2. Soberanía del Y m particular de los débiles y pobres.•
pueblo.- 3. Misión de una nueva generación. .
' LOI ~ O. la ~ B - Afnll, 1914, p. 13.
-Recuerdo que, cua~o j6venes, uno de nuestros
1•
tNnaS favoritos de discusión era el del capital y el trabajo. . 3. - Una nueva generación se levanta. [ ... ] Trae, ,1 J. 1
Nrustras simpatías estaban en favor del trabajo. El cann duda, como las otras, misión partictúar adecuada a /• ~
pital, que veíamos en manos ajenas, más bien nos pareclo las necesidades de los tiempos. No me precio tk profna; 1
odioso. Estrada nos había dicho cosas admirables sobrl Pero, inclinado por hábitos de estudio a it~ferir tk ID! . •
la necesidad de emplear la riqueza con virtud y humani· llechos las probables consecuencias, me atrevo a pre.ru""' · · ~
dad. "La inmolación del débil por el fuerte -dijo una que la nueva generación concentrará sus brlos. en dos : ,· ·~
w11- ~cambiado de nombre, pero no de beneficiario· ~~es~ principales. Será una de ellas consolidar las '
El antsguo terrMño se llama hoy usina; el antiguo .rdiof 'n.rtstuc.ones republicanas sobre la base dt la =:_j'IIJ 1 .
eo 81 ' "··
)
' '
l. libertad del sufragio popular. [ ... ] Ser~, la otr~ as.egu~a,
el reinado de la j1tsticia ~n la producc'o~ y d'str!b!'et6n
de la riqueza, a fin de evztar la e.rplot~c,6n d~l d~~ll por
el fu erte. suavizando la lttclza por la vzda y dzgntflcaltdo
la persona httmana. 9
,.;na de Ciencias Jurídicas y So · l ·
tendrá, pues, qtte ser. estudiada ci:[~~ La ConstitucióJt
o sólo en su letra, szno sobre tod
• 6 ·
e
Las Ol~stitt4ciones se hacen p
f amente, es "-e·
o en su """"ác . uc ar,
"antecedentes Just rtcos y en su fu .6 r• hca
"" n Política. '
1
en""'
• El 110bl«no d. la oplnl6n ~llc4, BueDOs Aires 1915, p. 22. los pueblos para las C OI!Stitttciones a;a ~S f>ueblos y 110
do cada pueblo elabora gradual~enrtoPaamente hablan-
IV . - 1. Definición de la Política. - 2. Carácter experimenta) , f ,a
peculiar, arman o1a con stts hechos e
.,. -e su e .
O"-ftstucicSJ¡
de la ciencia política.
su vida real, ajustándose o no a lo; t:ntsu co~ucta, co,.
1 . -La política, comprendiendo en este concepto
x os escntos.
todos los actos y procedimientos que se refieren al gobier- e
U11a onstitución escrita llO es mds
no de las nacioues, es ttna manifestación importantísima de condttcta polí~ica, pero lo que vale en ~~~:U",!;ograma
de la cmtducta humana y debe ser estt4diada con criterio los programas smo los hechos, la realización 1 no ~Ofl °
científico para poder i~zferir generalizaciones útiles y El que asiste a U11a función teatral 0 a un a Práctsca. b
formular las condiciones y leyes .rocio/6gicas a que se se contenta con leer y entender el progra- anquelte, ~o 1
d f" m(J o e menu·
ajustan la formación, el fttncionamiento, el desarrollo
y la transformación de las fuerzas políticas y de las for-
Sfll e~eo J'
Sr t.n, eds _gusta/r O apreciar la representaci(n;
e ec~tva e a c?me ta o a preparación culinaria de 1
1
mas de gobiemo. 10 man¡ares ofrendos. 12 . os

10 D ,obWmo rqrumültioo federol en la llepQHic4 Argentln4, Ma- '" D-"o COfllfflvclo1141, t 1, Introducci6u, p. IX-X.
drid 1917, 2• ed.• p. 9-10.
2 • ,....._ A [ ... ] la Constitución hay que ejercittw-
2. - La cie11cia política tieue que ser positiva y ex- la [ . . . ] COil espíritu nacimtalista. 13
perimelltal, como las demás biológicas, so pena de degene- 11 Dllcur10. DIDrlo d• SuioMI dtJ la Cdmort~ ü s.n.iorw ,U ,_ Ntddfl
rar, cayeudo al rango de las disertaciones puramente
Sea6a del 2 de agosto de 1932, t. 1, p. 1.011. '
"'i"erbales. 11
~.¡ El ~ ~Mio fal.,Z en la Rqúbllc4 Argentll14, p. 12. Y o no adopto opiniones para casos ocurrmtes, sino
que aplico ideas expresadas por mí con anterioridad '
V. - l . El objeto del D_erecho Constitucional: la ConstituclóD c~n la mayor sinceridad en la interpretación de kJ Coru-
argentina viviente". - 2. El bienestar del pueblo como con· tJtución y de las leyes, y en la .defensa de los princ!pios
cepto-clave para interpretar y aplicar la Constitución.
democráticos, [ ... ] sin tener en cuenta para nada snte-
1 . -El objeto del Deredío Constitucional [ ... ] 'J reses [ ... ] personales de nitJguna especie. 14
la Constitución Argmtina. 16
Dúeur10. DIDrlo dtJ Smonu d• la Cdmln ú 5fnMI«ff ,U ,_ Naci6rt.
Se.l6a del 14 de mayo de 19S2, t. 1, 48.
Pero no hay que creer que él se reduce a la explica-
ción del texto escrito de la Constitución. Tal género di Mis habituales discípt4los de la clase de Derecho
~.rplicación seria impropio en tma Facultad que se de,.o· eOllstitucional que dicto en la Universidad de La Plata sa-
63

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ben que su profesor no ca!"biará nunca ,~na verdad por religión o para explotar tierras ... .
prescm . d'tend o d ~ est os antecedentes0 h'
... mas
tóric [ ···J.
, Sólo
una frase literaria. Y no fnden otra cosa.
uz.o, ~aLa~ P· s. se puede reduct; la cuestión constitu~onalos Y Pol.~icos
una simple conttenda entre liberales y el . alde MéJteo a
VI 1 La R • blica Argentina país dependiente del soberano ertc esEs·
· - d~ Ingla~~. _ 2. El antiimperialismo, ra.z~n. de ser de
que hay hech os que parec.e'!' ~~r ese carácter al. e c~o
la Constituc1'6n mep''cana de 1917-
.
3. Prohib1c16n de que
. di d fuera Pero lo fundamental, a m' JUtCIO es la ne
. ot ra nacton
. , h'upanoamer''"
,
onflteto;
·í d·
ces ad. que' -"·
las empresas exb;anjeras y .los extt;anJeros ~ ca os que nmguna . b í
.......,
...ana, stente Mé
del paiS puedan adquirir b1enes rwces y romas en el país. jico de a f trmar su so eran a n~¡cional cont t 0 d . ·
vención exterior. Alrededor de esa necesid;; a snter.
1 • -La República se ha caracteriza~o por la [ ..• ] el n~cleo, se agrer;an los propósitos político;~~~
creciente subordinación del pueblo ar[lentmo a ~as empre- tratwos que constttuyen el programa de la 6 ~~
rev:Z .
sas extranjeras que le chupan la sama econÓ?'JCa en for· ciada en 1910 contra la larga dictadura de "'P:,~"!"
ma de intereses usurarios, que van a pagar tmpuestos al Díaz [ ... ]. mo
soberano de /nglaterra. 16 El art·~culo ?7.• extraordinariamente largo, compren-
u LtJ pdítlctl tr¡erJtintJ. ~~ u critlc4 11 u h18tor14 COtltftn- de en vanas pag1:'!as ~~ pr_ograma de la revolución tk
~p.4S. 1910, f! sab~r: nacto.naltf:ac•ón de las minas; prohibici611
·de latif"!ndtas; restttu:ton de sus ejidos a los pueblos,
2 . - Se ve que los autores de la Constitución mejt. ranchenas y corporaCiones de población· inhabilitacióft
cana de 1917 no la han adquirido hecha en Europa o en de lo~ .ext~anjeros,y de las asociaciones 'religiosas para
los Estados Unidos, sino que han tratado de hacerla a me-- adq!'trtr btenes ratees; declaración de ser de propiedad
dida de las necesidades del país. [ ... ] Las Constituciones n~,cwnallos templos destinados al culto público; prohibi-
tienen que ajustarse al cuerpo nacional que deben vestir. cton ~e hacer a los extranjeros concesiones de ezplotaci6fl
N o son como los uniformes que las intendencias militares de mtnas, agttas o combustibles minerales, salvo lJ1U lOJ
envían a los soldados bisoños y que resultan largos cú concesionarios convengan en considerarse como flacio.
manga, cortos de pierna, estrechos de cintura, de tela 1
n~es respecto de dichos bienes y en no invocar la prottc·
delgada en invierno Y. gruesa en verano. [ ... ] . c!o'! de .sus gobiernos por lo qtte se refiere a la coKce~K;
l&mttaetón de la capacidad de las sociedades oflónsmas,
Es explicable que los constituyentes mejicanos ISO bancos e instituciones de beneficencia y asociacioflts tft
hayan olvidado que la mitad del territorio ·con que Méjico socorros mutuos para adquirir biefles ratees, a lo. tstnc·
nació a la vida independiente ha sido incorporado a lo.r t ' .
.amente necesario para su objeto. [ ... ] No es ''" mumo
Estados Unidos. [ ... ]. 1Uzgar ahora el acierto de estas disposiciot~ts; pero 110
Es tambié_n explicable que recuerden que las conqt'il- Puedo ,desconocer que ellas fueron. sancionadas Po;J:_
tas norleamerscanas tuvieron casi siempre por prete~o ~Y0~•a del Ptleblo mejicano, que ,nr6 en eUas ~ad 11
la necesidad de proteger intereses de los ciudadaflo.r di " n •ndispensable de su libertad y de su prosp ·
u •_ Poll*o , Hll-
los Estados Uteidos emigrados a Méjico por razones dt ~&.~...~ ~ fM#ft:aM u l911, • Nfllf/OI r. .
- - . p. 8&9--876.
64
OYECTO DE LEY. Art. x!>. -.L_a_s per- que los habitante~
_ p argmtiuos para adquirir bienes r asces,
d t
,
3·- PN. '. 'd'cas que tengan s" domtctho real y eso, s,e nor resz ell e, e~ tm -z:~rd~ero absurdo que nos
sonas uatur_aled/l~";:e;ública no Ú~11e1·t cap~cid,ad para colocana a nosotros
o ley~~ fu el a bien es ,·aíces 11.¡ mmas en mngan punto l Pt · e1t t sttuac¡olt
. mferior a Tttrquía, SI·
es que as o enctas ex ra~t}eras quisieran hacer uso de
adqwru: o ~oseer ,11·110 Art 2 9 - Los extranjeros do- los derechos que les amerda la le-y argentina.
d ¡ terr1torro arget. · · · . b·
e. . . d la República qtte adquteran lenes raíces U11o de los artículos a q~Ce me acabo de referir dice:
1/IICI1la OS ell
·
' . · p
¡ ter·ritorio arge11tmo, remmctan, or ese so o
l
o mwas en e , . t d d' h " En los tiempo~ ~ue corren se- advierte una gran tenden-
hecho, a toda proteccióll d~'plomattca re~pec o e " os cia al estableetmumto de una pl~Ctocracia mundial coK
. A ·t .,p -Los gobtenws extranJeros pueden ad- mmoscabo de la soberanía de los pueblos débiles. No han
b¡enes. ' · ,, , . · bl ·
· · poseer en la Repubhca 1os snmue es que neceSt- . previsto los resultados de esta tendencia los autores de
q11mr V . · 1d ·
taren para sus embajadas, lega~wnes y cons.u a os, prnxo 11 uestra legislación civil, penal y de minería, poco expertos
co1wcimie11 to y acuerdo del g~bter_no argent·m~. Art. 49- en sociología y en política internacional; y esta omisió11
Conumíquese al Poder EJecutiVO. - . }osE NICOLAS dio lugar hace poco a que alguno de nt4estros militares
l\fATIF.N7.0. se creyera en el deber patriótico de hacer de jurisconsulto
En el largo debate que ayer hemos ~scuch.a~o entre para evitar los ava~Jees de cierta compañía extranjera en
Jos señores senadore.s por Salta y el senor msntstro de la zona petrolífera de la República. Naturalmente, los mi-
Agrictúfura generosament~ representad.o por el señor litares de referencia, como su ilustre antecesor Alejandro
ministro del Interior, he vtsfo reprodundo el duelo que Magno, no encontraron otra solución que cortar con la
desde hace algunos atíos vt:me llamando la atenci6n del espada el nudo que había que desatar. N o cayeron eK la
país, entre la Compa1íía Standard Oil y la direcci6n ~e cuenta de que el nudo que nos preocupaba y otros análo-
Yacimientos Petrolíferos Fiscales, y he notado que n•n· gos, que uo Uamaban su atención, tenían su causa m
gutto de los oradores que tomaron parte en el debate re· disposiciones imprudentes de nuestros códigos.
cardaba al tínico culpable del duelo, no obstante haberlo
demmciado yo /tace años en pllblicaciones hechas en el Por ejemplo, según los artículos 34 y 41 del C~di[lo
diario La N ación y reproducidas en Wl folleto* que Civil, los Estados extranjeros, cada una de sus pravtncuu
tengo aquí. El culpable de que existan entre Hosotros estaJ y municipios, los establecimientos, corporaciones ~_aso
cuestúmes es el Dr. Dalmacio V élez Sarsfield, autor del ciaciones existentes en países extránjeros con cond.ctones
Código Civil; pero como ha muerto hace tiempo y, segútJ iguales a las de las personas jurídicas argentinas, ~oz~K
ha dicho un poeta francés, "quince días bastan para hacer de los mismos derecl~os que los habitantes~ la.Rep14bl~ea
de una muerte reciente una noticia vieja", es natural qtll Argentina para adquirir bienes en el ternt~o ~e ést~,
11adie se haya acordado de él. tomar y conservar la posesión de ellos, c~•tutr stn~J
E~ el Código. Civil se establece expresamentt qut ÜJI dumbres reales, recibir usufructos, herenC1as, lega,dt,s,
poteuc~as. extr~nJeras, lo~ municipios extranjeros y ÜJI donaciones.
personas Juríd~eas extranJeras tienen los mismos derechos Así, no sólo las compañías de la Standard Oil Y ~el
N~t~onal City Bank están auto;izadas P.or nrustro C6d.g~
• FJ folleto • q• te rafiere Matieao ea el que aqul • reedita. CaVtl para adquirir y poseer tserras, mmas, bosques, 'Y"
86 ff1

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podrían qu_ejarse de que se las tomara por modelo ""
bales demás recursos naturales de la Repríblic~ Argen. nuestro pau.
. Y. q"e también pueden hacerlo los gob•erno.r de
tma srno •• · F · ¡
Est~dos Unidos, Inglaterra, Aleff!a~•a,d ranclr apó~ . Se ve, seña~ presidente, que no es ninguna novedad
demás estados del mrmdo, convJrtsen o nues ro tern- la sdea que cotttren.e ~~proyecto que acabo de presentar
¡orio en dependeucia económica de ellos. Si no lo han y solamente agregare_:, en Estados Unidos no se pod~
J¡aber hecho. la cuesflon _que se ha tratado ayer: r... )
hecho hasta ahora es porque han estado muy ~cupados en
11ingrma socsedad extran¡era puede tener minas · b'
países mmos civilizados: en '(rtrquía, en (lfrtca, en Asia, '
ratees. M e parece, senor
- prestdente,
. '" mani·
que ¡0 que he JeneS
en Oceanía, en el Mar Cartbe, establenmdo esferas de ¡estado basta para fundar este Proyecto.~•
inflttmcia o de interés, protectorados o colonias".
u l)llctmo. Dlorio ds Smon., ds Ita Cdmaro de S~ de fta N.adtt
Más adelante observaba yo: "La posiWiJad cons. sesión del 12 de marzo de 1933, t 1, p. 140-142. '
titucional de derogar tal legislación. es evidente; porque,
como lo he dicho en otra oporttmitiad, los únicos extran- VII. - l. Propósitos reales de la ayuda técnica extranjera. _
Jeros a que la Constitución Argentina acuerda los
PROYECTO DE INTERPELACION. Invitase al
derechos civiles del ciudadano, son los habitantes de la Ministro de Hacienda a concurrir al Senado para
República, incorporados personalmente a nuestra pobla-
informar sobre qtté motivos ha tenido para contratar,
ciótt". Pero no los que han venido al país a negociar o sin autorizaciÓ11 del eongreso, 1111 perito extranjero, y
los qt~e residen habitualmente fuera del país. sobre atribuciones, duración y retribución del mismo,
Los Estados Unidos han ido mucho más lejos t1S .rt1 que se hayan convenido. Jos E NI COLAS MATIENzo.
defensa de la soberanía nacional contra la actividad [ . .. ] El perito N ieme)'er aconsejará favoreciendo el co-
económica de los extranjeros, y eso que ellos disponen mercio de btglaterra, como ocurrió con el perito norte-
de fuerza suficiente para afrontar cualquier conflicto. americano Vorfeld que en el Paraguay aconsejó la
Por leyes de 1887 y 1888 prohibieron a los extranjeros ·reforma de la ley de aduana con el resultado de que totúu
y a las corporaciones creadas por leyes extranjeras o las mercaderías 11orteamericanas gozaran en el Paraguay
cuyo capital pertenezca en más de la quinta parle a de las mayores facilidades y creando a la entrada de las
extranjeros, adquirir, poseer y tener en propiedad bienes mercaderías argentinas las mayores dificultades. El señor
raíces en los territorios, o en la capital de la Naci6tf, Ministro de Hacienda, que es el capitán del buque que
salvo lqs necesarios para las legaciones de los gobiernos condttce el tesoro uacional, se ha visto probablemente en
extranJeras. Peligro de naufragio, y entonces ha hecho funciona~ el
aparato 1·adiotelegráfico, y e/. S .O.S. se ha espamdo
Leyes anteriores habían prohibido a los extranjeros conmoviendo las fibras metálicas del gobernador Jr! o•
adquirir '! poseer minas en los territorios, prohibidótl tagrí N arman, que es un gobernador no sólo de las f•na"-
que se hura expresamente extensiva a los yacimitJStOS zas inglesas, sino de toda la diplomac!a.inglesa en ~ntos
de petróleo o de aceites minerales por la ley del 11 de relacionados con ésta. El seíior MmtStro de Hacintfla
feórero de 1897. al mismo tiempo, habta nombrado una j1mta consultwa
Ni esa gran República ni las demás potencias. t¡UI honoraria, a la que no atendió, y procedió como Saturno
excluyns de análoga manera la actividad extranJera, 69
68
..
pr píos hijos Ahora bien, esta Comi- e estudio, qtté atribuciones va a tener ••
que devoraba.a sus a :er reempl~zada con un perito · co,. es
gaciottes ,.~.. ara• es te se1~or
rea-~.-t - Ntemeyer.'9
. Y qué invest 1••
sión hon_orarta va tma cosa bien diferente. Parece CJ1Ce
hono~ar~o, que :s la omisión honoraria eran despre -
e 1, l)llcfJI'.O· Dlllrlo d. Saionu !U le Ccfmar. tt. Senador., d. le
t. D • año 1932, p. 622. NOCI6n,
l~s dtctamed~efi~r Ministro pm· ser demasiado baratos
ctados P,~; roducirá el per.ito inglés costar,án . mucha VIII. _ 1. MLos ~ombres políticos juzgados por la hist .•
.pvlalt~s yq seg!ramente por ello serán muy apree~adfos. Perlo
2 . •Serv~mos a nuestra Patria por la sola es ~ · -
que ~na l?~a nuestra pueda sobrevivimos". _ 3:;_bognza ~e
' CJrCII!IS
/tay ftfla · tancia especial .que
.
medmueve
r..¡ .a dormu. ar dem1pa1s. ao
esta itzterpelación: el sclior Mm!stro e n a~~en a. ment'
mostrándose demasiado deferente c_on el gobierno •nglés; 1 . - Lo~ Joom_bres polít~cos qt~e saben que sus actos
el señor ministro en estos tiempos no ha pasado pueden .ser tnvcstt.gado~ y ]ttzgados inmediatamente por
la historia, prowrall aJustarlos estrictamente a los prin-
padra
11 a a, wc · 1uso la Conferencia
· . , Otawa. ¡Y ttodsólo antes
de a1
de esta Conferencia se rebaJO el derec w .a uanero . cipios más respetables y encaminarlos con decisión hacia
whiskv, sino qtle después de elfa se prese!~to un .mensaJe los f~11es más _nobl~s Y Pa_t~iótic~s. Pero los que esperan
al CoÍtgreso do~tde se pr~poma la re~aJa del, •mpuesto termmar stt vtda sm la vtgtla1zcta de la historia son pro-
mtemo al whisky, mensa_Je q~e contenta un parrafo que pmsos a satisfacer .sus gustos personales a11te todo, con
110 sé cómo mhficarlo, s~ de mgenuo o de. a~furdo. D~ menoscabo de los mtcrescs ge1terales del país.70
, ass.
cza • · "El
• ambiente es propicio para. lab adopcton
· • · de
1 meds- .. L. hUforla argentino ~-. B11e1101 Alres, 1927, p. 5.
das q11e favorezcan las procedenetas n~antcas,. as fl'U,
2 . - Servimos coa el esfuerzo de nuestras mentes a
por otra parte, son reclamad~s por los ~trculos tnteresa-
dos en vista de la política ltberal seg11ida por la Gran nuestra patria y por su intermedio a la humanidad, sin
Bretaña para con nuestros productos''. Yo me pregunto, ansia de recompeasa actual, porque la sola esperanza de
señor presidente, si el pueblo no estaría más co.nf~nM qt~e una idea nuestra pueda sobrevivirnos )' ser útil a lG
con qrte este párrafo estuviera redactado en la stg!'tenll felicidad de las gmeraciones ttlteriores, estimula Stlfi·
·. ciettfemet~te nuestros trabajos y meditaciones. 21
forma: El ambiente NO es propicio pa~a la ~o~e~ón di
medidas que favorezcan las procedencsas bntánscas, las n Dúcuno JII'OflfmCWo m le tWCepCfdn cUI OC«Umico ~ Kom,
qtte, por otra parte, sm~ cot??atidas por lo~ verdaderos
en le FIICIIltad d. Fllolotfo 11 I..mu, Uniwrnd«l NIICiotwl d• .s-
1\lru, !atado actual del pemamleuto Eib6fico, B11e1101 Airel, 1917, p. 31.
argentinos en vista de la pohttca hosttl seg1nda por G;an
Brcta1ia para con 11uestros productos. Esta habrla sido, 3--Cuando hablo ell el Smado lo hago en defensa dt
a mi juicio, la redacción correspondiente. Pero las. pro- los intereses de mi país; soy el abogado de m~ pais, Y ~
cedencias británicas que el se1ior Ministro de H awmda los IÍltimos años de mi vida lo segttiré defeudt.end,o; a~fl·
se empeña en fa~·orecer 110 son solamente el whisky; tud qtte adoptaré ~iempre qtte considere que m~ pats enge
tal conducta de mi parte, si~t te11er e11 cue11ta mtereses ~e
hace ve11ir al país a Sir Otto Niemeycr, señor con tUtdO
Parfido~ ni de uingún otro orde-11, como no sea el alto m·
11•glés y apellido alemán, que vendrá aquí a hacer el teres publico.22
cst1tdio de nuestras finat~zas, y no· se sabe cuánto tiemP 0
clr4rará su permatrl'ncia, q11~ cantidad de di11ero costar6
11
~. Diario u s...... ,u r.
l ll, afio lQSI, p. 891.
c._. ,u s.n.lolw a. 14 NIICi6ft.
70 7l

Biblioteca Digital
,,
Biet~; después de conocidas l_~s ideas cla'l!e de este asan a desemf?eñar tienen entre otras la miri6n
qran argenti11 o, y pa~a q~e tambten se ~frec~e ~u talla frolar a esas mumas empresas, a las cuales wel dt Cots-
moral, referiré dos eptsod:os de su actuacwn publ~ca. ·,. cuando abandonan el puesto oficial" C vm a ser-
Sobre la base de m: anteproyecto suyo, se sancionó · j;;, M atienzo era !fSás amigo del paú que ·de::' se. ve, el
la ley de ferrocarriles N9 2873. de 1~91, que Ponía bajo En las elecc:on~s presidenciales realizad!/':"r'·
estricto co11trol estatal el func~?nannento de las_ compa- .Je I93I, el Dr. Mat:enzo era candidato a.,,;_. ~w
11 · 'bl' p l d' al '
.A fles
u ... ey,e.nutfltl
ñías inglesas; y en 1904, patrocmando a un parttcular en de la Repu ~ca or e ra " ~smo antipersonal'u ta, tnte- .
un pleito contra el Ferrocarril del Sud, decía Matienso gran d0 la fó rmula que eneabezaba como candidat
en su libelo forense, que "si los especiosos argumen'tos eh ~esidente el {/eneral Justo, quien asimismo era ca~~
la empresa, por los que se niega a cumplir la ley, llegara,. dato del P!'rlido conservador, cuya fórmula integraba
a prevalecer, la reforma de 1891 habría sido frustrada el Df'. Jubo A. Roca: En el momento ele decidir sus
y el público qttedaría ú~defenso ante la avidez de las gran- r10 tos, los elector~s.r~dteales sufragaron por el Dr. Roca.
des compañías qu explotan los caminos de hierro de la En una Cf!-rta .d~r:gida a un amigo y aparecida m ""
República" 23• Tal era su posición frente a las todopo- diario del Jntenor, el Dr. M atienzo sugiri6 el m6W ele ua
derosas compañías inglesas. 114stitttción. Transcribo sus párrafos sustancialts:
. Prosigo. El presidente Figueroa Alcorta había ofre- ¿No le ha llamado a usted poderoramente la ateDc:l6u
CJdo al cuñado de Matienzo, Dr. José A. Frías el minis- que Jos diarios hayan anunciado que Roca biUDfaria el 30
terio de obras ptíblicas. El Dr. M atienzo e;cribió tfl de enero con más de l01 189 electores DeCeSarios que
El Día de La Plata, de 6 de octubre de 1907 un suelto no pudo obtener del pueblo en los comicios del 8 de
q!'e decía: "Ha causado sorpresa, y era lógico: la noticia ooviembre a pesar del fraude y ,Jas violeocias puestas en
c!rculada de que el doctor José A. Frías, a quien el Pre- ju(.-go en las . dooe provincias intnvenidasP Correspoadfa
n~en.te de la Refública ofreció el ministerio de Obras ul Congreso, según la Coostituci6D, optar entre los del
Publteas, ha ped:do plazo para contestar a fin de con- r.andidatos con m6s votos (Roca y Repetto), pero entre
su~tar el c~so telegráficamente con empresas ferroca- el pueblo y el Congreso se han interpuesto el soborDo
rnleras radteadas en Londres, que el doctor Frías repre- Y la traición con el resultado de que 28 electores ( 14 de
senta en nuestro país. Esa actitftd no necesita comentario. Santa Fe, 7 de la Capital, 6 de La Rioja y 1 de Corrieutes)
que habfan recibido mandato del pueblo pera volar por
E_s tan mortificante para el futuro ministro, como depre·
Matienzo, hayan votado por Roca.
szva .Pr;ra ~~ país. La designació~t del doctor Frías para
el m.n:steno de Obras Públicas es un error del Presidente Lo singular es que ningún diario, filie yo lepa. hl
c¡;;o lo fue la .del ingeniero Maschwitz. Se trata de ciu~ mfonnado a sus lectores quién ha dirigido esa mauiobn
e ano! notor:am~te vinculados a grandes empresas antidemocr,tica e inmoral. y de qué medios se ~ valido.
dr;ran¿eras cuyos :ntereses no siempre acordes con lol COmo si fuera indiferente que un elector cumpliera 0 DO
e pa ' representan aquí, y que en el cargo público que fielmente el mandato recibido en comiciol públiCOI.
Para explicar la traición se ha dicho por los justistaS
.. JOSE NICOL\S MAnENZo de Santa Fe, y se ha repetido por los de la Capital. que
d. ~. B11e1101 Alret, leof, ~ ~~ lqlll .,. -' ,.mcio
yo babia aceptado la candidatura a seuador propuetla por
72 73
la "Defensa Provincial de Tucumán", que no es Partido JustD _Roca. de quien los santafecinos no hablan oldo
Radical, y se calla que esa proclamación fue conocida en hablar en ninguna asamblea popular.
toda la república antes del 8 de noviembre, día de las ¿Quién ha sido el "'Deux ex machina• de eata lnaeible
elecciones de electores presidenciales, sin que el pueblo transformación?
de Santa Fe ni el de la Capital dejaran de votar por nú.
Se calla igualmente que el general Justo aceptó su
·Bien lo sabía Matienzo! Pocos meses d;spués el
candidatura a presidente proclamada por el Partido ·eon. . epresidettte Roca encabez~ba una delegación oficial a
f/1Condres, para conce;~~r el celebre trat~do que importaba
servador, enemigo tradicional, y ha sido elegido por 160
electores conservadores de la república, más 11 socialistas
L estatttto de sumt.non de la econom'a argentina a los
independientes y sólo 66 radicales. Se calla también que un · z zc Y · l d' ·
entre los 160 electores figuran 70 de Buenos Aires y Men- intereses mg e;e~'L. R epn'bel. tsAcurso !"augurdal de s"
isión expreso: a e u tea rgenhna es, el f>vnto
doza, cuyos diplomas, viciados por el fraude mAs escan-
d~ vista económico, parte integrante del l!"Perio BritG-
daloso, son absolutamente nulos. • 11 25
Suprimidos los 70 votos, Justo quedarla con 187 J nrco ·
Roca con 126, es decir, que ambos deberían ser remitidos
ARTURO ENRIQU~ SAMPAY
a la elección del Congreso. Detalles interesantes: el 20 de
enero a la mañana se presentó en mi casa uno de los
siete el~ctores radicales por la Capital a decirme, en tono Buenos Aires, 1wviembre ¡9 de 1968.
de la mayor indignación, que se estaba trabajando empe-
ñosamente para decidirlos a votar por Roca, pero que
crela que la mayoría no se baria jamás conservadora y
quien traicionase a un partido merecerla ser muerto por
sus compañeros. Pues bien, diez dias después, los siete
electores radicales, inclu~o el indignado, votaron por Roca
para vicepresidente.
A fines de noviembre vino de La Rioja el ingeniero
Vallejos, candidato radical triUilbnte a gobernador de esa
provincia, y ante un gmpo rle personas en el que yo me
hallaba contó numerosos deu.lles de la persecución poli-
cial de que hablan sido víctimas los radica!Ds que votaron
la fÓrmula Justo • Matienzo contra la fórmula Justo ·Roca.
IOitenida por Jos conservadores.
En Santa Fe, durant6 la campaiia electoral, algunos
dirigentes radiclllf'.l me t!'!Jegrafiaban frecuentemente atri-
buyendo cada uno de su~ éxitc.>s al prestigio de la fórmula
Justo. Matfenzo. Pues bien: los 14 electores designadol
por el pueblo, al final de na. campda han votado por
74

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PROLOGO
He reunido en este trabajo tres artículos sobre po-
lítica internacional escritos con el objeto de precaver a
mis conciudadanos contra errores históricos y jurídicos
eu que a menudo se incurre a~ apreciar el objeto y la
0,plicacÍÓ1~ de la llantada Doctrtna M onroe.
A más de un siglo de su et}unciación por el pre-
sidente de los Estados Unidos que le ha dado su nom-
bre, 'Y desaparecidas las circunstancias que la motivaro11.,
ella se e1nplea ahora por numerosos estadistas de aque-
lla nación como un instrumento de hegemonía sobre loJ
pueblos americanos ·que no hablan ing~és, y así la con-
sidera la Liga de las Naciones, que en el artículo 21. de
sll pacto constitutivo, la llama acuerdo regional (entente
régionale) y la declara compatible con dicho pacto.
Interpelada la Liga por el gobierno de Costa Rica
s~bre la interpretación de ese artículo, ella contestó eva--
sz~amentl!'; pero, cuando poco después estalló ef con-
fltcto entre Bolivia y Paraguay, exploró previamente
la opinión del gobierno norteamericano, que no es miem-
bro de la Liga, antes de requerir a Paraguay y Bolivia;
que son miembros de ella, el cumplimiento del artículo
~S, que estipula la mediación de la institución de Gine--
ra en esos conflictos.
~a República Argentina y demás naciones inde-
~zentes de América situadas al sud de los Estados
e nzdos no pueden consen.tir limitaciones a su libertad
n obsequio de gobierno extranjero alguno, ni admitir
77
restricciones impuestas a su capacidad jurídica por una
nación que se arroga la función de pr~teger~as, asumiet¡_
do una tutela que nadie le ha conferido, nJ pod~ía con.
ferirle con arreglo a los princ1~pios de Derecho tn.terna-
cional. · t ~j p; ·.jJ
N o valía la pena de haber ganado la guerra de la
1ttdepe1tde1tcia, si no hu,biéramos obtenido nuestra plena
emancipaciólt, si sólo lutbiéra1nos logrado una libertad
a medias o si, gozada un tient.po la capacidad completa,
nos resignát~amos a su/r1~r ttna degradación, una CapitiJ
11
1 '
dintinutio", cotno dirían los jurisconsultos romanos.
La República Argentina ha seguido a este respecto
una política internacional franca y clara: no pretendt
1ti reconoce hegemonías. Para ella, todos los Estados
de la tie·rra son iguales ante el Derecho. Ella no ha favo-
recido jamás ningún imperialismo.
He tratado de parangonar la política argentina cots
la norteamericana, demostrando la superioridad de la
primera sobre la segunda, en el capítulo titulado uPolí·
tica eontinental y po_lítica mundial"' cuya publicación
1
no fue admitida en "La Nación" de Buenos Aires, por

haberla creído inconveniente el director actual de dicho
.• diario D. Jorge A. A-fitre. El artículo fue acogido bené·
volamente en u La Capital" de Rosario, al que agradezco
sinceramente· su deferencia.
J. N. M.
Buenos Aires, abril de 1929.

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I
LA J?OCTRINA MONROE
Si Jaime Monroe resucitara y tomara noticia de
lo que ~e ha dic~o. y ~echo a ~ítulo de aplicación de los
principtos de pohttca tnternactonal que el expuso en su
famoso mensaje del 2 de diciembre de 1823, se que..
daría sin duda estupefacto ante la asombrosa transfor·
mación sufrida por sus ideas y ante la tenacidad con que 1
~
se cubren con la capa de su doctrina, empresas y aten- 1
i
1
tados que él hubiera sinceramente condenado.

Recordemos sumariamente la historia de aquel tiem·
po. Mientras Europa luchaba contra Napoleón, las colo-
nias españolas del continente americano luchaban contra
la madre patria para obtener y asegurar la independen·
cia, como los Estados U nidos la habían obtenido ven·
tiendo a Inglaterra en 1782. En Europa, la coalición de
los monarcas sometió a Napoleón en 1814. En América,
la coalición de los pueblos iba triunfando sobre el rey
de España, que volvía sus ojos a la Santa Alianza
formada ·por los emperadores de Rusia y Austria y los
reyes de Prusia y Francia.
A mediados de 1823, Jorge Canning, que dirigía en-
t?nces como secretario de Estado las relaciones exte·
rtores de Inglaterra manifestó al ministro norteameri..
~no su temor de qu~ la Santa Alianza ayudase a España,
1
~teresada o desinteresadamente, a recuperar las colo-
ntas de América que se hallaban todavía luchando por
~·d , .
111 ependencia, y le propuso que ambos gobtemos,
el
81
l inglés y el norteameri~ano, .d~clarasen a la ~az del lllun.
do que consideraba~ IrremiSiblemente p~rdtda~ por Es.
vieron de acuerdo:
· nadie negó la• necest'dad de imn.d'
..
f paña sus col?nias msurrectas y que, sm. asptr.ar a la
que las naciOnes monárquicas de Eu
taran el poder perdido en América o d rotpa reconquis,
..... Ir
posesión de nmguna pa~te de el~~s, no podtan mtrar COQ . d
terna republ tcano a optado por las nac·
es ruveran el sis
·
1 indiferencia que cual9mer porc10n de ellas fuera trans.
ferida a otra potencia.
colonias españolas. Los medios y la fotones dque ¡fueron
. f ¡ · rma e a canzar
ese f m uer~~ as cuestiones más discutidas. La ri-
1 '
E!,ministro n<?rteameric~n? dio cuent~ de esta ne- mera re~olu~IOn tomada fue la de contestar a R~sia
gociacwn a su gobierno, prestdtdo a la .sazon por Mon. en los termmos de una comunicación por Ad 1
roe. El presidente de los Estados Umdos remitió los que fue aprobada con enmiendas de detalle y ams, a
· d ¡ d " ¡ E que con-
documentos a Jos ex-presidentes Jefferson y Madison dUla ecb.aran o qpodue. os .stados Unidos de América
recabándoles su opinión sobre la propuesta de Canning' y su ~'!, tern? no tan ~urar con indiferencia la in-
Ambos estadistas juzgaron conveniente aceptarla, coin~ terpostcwn viOlenta <torctble) de cualquier potencia
cidiendo en la creencia de que, con la cooperación de europea, _otra que Espana, ~ea para restaurar el dominio
la Gran Bretaña, los Estados Unidos no tenían nada que de Espana sobre sus cc;>lomas em~ncipadas en América,
temer del resto del mundo. sea para establec~r gobternos.monarquicos en esos países
o par~ transfenr a c~alqmera otra potencia europea
Mientras tanto, el ministro de Rdaciones Exteriores cualqUtera de las posesiOnes antes o todavía sujetas a
J ohn Quincy Adams daba cuenta al Presidente de una España en el hemisferio americano".
cumunicación del gobierno de Rusia avisando que había
resuelto no recibir un ministro plenipotenciario de Co- . . En cua!lto a la proposición de Canning, al prin-
lombia, ni agente alguno de los gobiernos recién for- ctplO el prestdente y la mayoría de los ministros, contra
mados en América. Durante las conferencias celebra- el parecer de Adams, se inclinaban a aceptarla, de acuer-
das entre Adams y el barón de Tuyll ministro de Rusia do con la opinión de los ex-presidentes Jefferson y Ma-
éste m~nifestó la satisfacción de ;u gobierno por 1~ dison; pero al fin triunfó el ministro de relaciones exte·
riores y se acordó que el presidente en su mensaje anual
neutr~hdad de los Estados Unidos en la guerra que
sost.eman con Es~aiia los pueblos cuya independencia al Congreso reprodujese la declaración hecha en la
comunicación a Rusia.
habta ya reconoctdo el gobierno norteamericano a lo
que Ada.ms re~licó que los Estados Unidos esp~raban El 2 de diciembre de 1823, Monroe envió al Con·
que ~usta contmuara también por su parte observando grcso el mensaje que, como lo observa el profesor Tho-
la mtsma neutralidad. mas en una obra reciente ( One hundred years of tht
Casi to~o el mes de noviembre de 1823 fue empleado M onroe doctrine), ha hecho más que todos los otros
~r el prestden!e Monroe y su gabinete en deliberar actos de ,su vida, para vincular indisolublemente su
sobre las cuestiOnes de política internacional plantea· nombre con la historia de los Estados Unidos. Esa na-
~as po~ los .gobierno~ d.e Inglaterra y de Rusia. Desde ción tenía entonces la población que tiene flhora la
• prestdencta de Waslungton, no SI! había tratado ja· República Argentina.
~a~ e~ la ~asa B.lanca, asunto más trascendental. En En aquel documento y con frases probablemen~e
on°' e prestdente Y sus cinco ministros estu· redactadas por Adams, dijo Monroe que "los contt-
82 83

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·canos por la condición libre e indepen.. forma original, esta doctrina envuelve tres principios, a
nentes amerl • · d be saber:
diente que han asumido y mantl~n~•. no e J?- ser tOJna.
dos por objeto de futura ~olodmzac10ndpor nmdJfllfna P?"
1
tencia europea", y, despues e recor ar ~ t erenaa
1 9 Los continentes americanos no son susceptibles
de colonización por las potencias europeas.
entre el sistema de gob1erno de las potenctas europea,
29 Los ~tados Unidos ~onsideran peligrosa para
y el de América, añadió: .
su paz y segundad toda ~entabva ~e. las potencias euro-
"Debemos a la sinceridad y a las amistosas reJa. peas, para extender su s1stema pohttco a cualquier por-
dones existentes entre los Estados Unidos y aquellas ción del hemisferio americano, y mirarán como la ma-
potencias declarar que estimaríamos cualquier tenta- nifestación de una disposición inamistosa hacia ellos to-
tiva de s~ parte para extender su sistema a cualquiera da intervención de potencias europeas en las Repúblicas
porción de este hemisferio, como peligro_sa para nuestra que fueron colonias españolas con el propósito de opri·
paz y seguridad. ~n las actuales colomas o de~d~ mirlas o fiscalizar de cualquier otro modo su destino.
cias de las potenctas europeas, no nos hemos trums·
cuido y no nos inmiscuiremos. Pero respecto de los 39 La verdadera política de los Estados Unidos es
gobiernos que han declarado y mantenido su independen· no intervenir en los asuntos de las Repúblicas hispano-
cia, la cual hemos reconocido por graves motivos y por americanas
justos principios, no podríamos mirar que una potencia · Expuesta así, como la política internacional adop-
europea se interponga con el propósito de oprimirlos tada en 1823 por los Estados Unidos en defensa d~ su
o fiscalizar de cualquier otro modo su destino, sino co- paz y seguridad amenazadas entonces por la Santa Alian· ,,
mo la manifestación de una disposición inamistosa hacia za de Europa la Doctrina Monroc es fácil de entender
los Estados Unidos". Y merece el ;espeto de toda la ~mérica.. Pero I<?S inte-
Y finalmente, declaraba: "Es imposible que las po- reses económicos y la llamada d1plomac1a del dolar, la
tencias aliadas extiendan su sistema político a porción falsea, atribuyéndole como objeto esencial. establ~ la
alguna de estos continentes, sin poner en peligro nues- tutela de los Estados Unidos sobre las demas Repubhcas
tra paz y felicidad, ni puede creer nadie que nuestros de América, y con este sentido la elevan a la categoría de
hermanos del Sud, si se les deja libres, lo adoptarían ley suprema del mundo.
por su propia voluntad . . . Si comparamos la fuerza Y Hace pocos días, el 26 de noviembre de 192~, 1~ ~
recursos de España y los de los nuevos gobiernos Y su asombro en "La N ación" un telegrama de Cmcmna~J
respectiva distancia, debe ser obvio que ella no puede avis~ndo que un profesor de histori~ de la famosa Um· 1
soD?eterlos nu!'lca. La verdadera política de los Esta~OS verstdad de Johns Hopkins (de Balttmore), Mr. Latane, 1t
Umdos, es deJar libres a las partes (to leave tM parhtS había pronunciado una conferencia sosteniendo qEsue 1a
to themselves), en la esperanza de que las demás pro- Doctrina Monroe concede al presidente de Jos ~a
cedan del mismo modo". do~ Un!dos la facultad de declarar la guerra a e;:¿;:~
En estos párrafos se hallan contenidas todas las de- Pats latmo-ameri.cano, sin necesidad ?e acue:do latino-
claraciones que más tarde han sido agrupadas bajo el gres~, y que, en caso de que cualqwer goblern~ resi·
nombre de Doctrina Monroe. C 0 m 0 se ve, en su tlnertcano cometiera un acto que desagiadara P
~
M
dente, este podría retirarle su reconocim!ento y aun hacer dades, regresó a Bu~n?s. Aires, donde idió 00 •
desembarcar a los mar.inos norteamen~anos para pro. entino que se enJUICiara a Vernet Pco al ,bobterno
teger las vidas y propiedades dt; los ciudadanos de la arg 'd d' " mo ptrata Se
trabó en segml a unba tscuston. di.plomática, en que a~bas
Unión. El profesor Latane agrego que las fuerzas arma.
partes se r;_c am:. an resfrctmtento de daños Y per-
das tienen el deber de proteger a la.s em~resas norteame- juicios, la. rgen ma por os actos de Duncan, los Es-
ricanas contra los actos de conftscacton de cualquier tados Umdos por los actos de Vernet.
gobierno extranjero. Se entiende, aunque el telegrama
no lo dice, que Mr. Latan~ sólo se refiere a los gobiernos Durante ;ste ~ebate, en enero de 1833, la Gran
que él llama latino-amencanos. Bretaña ocupo las Islas, sobre cuya jurisdicción había
Desde el sentido republicano y humanitario que discutido con España en el siglo xvm, quedando Es-
1
!. Monroe dio a su Doctrina en 1823, hasta el concepto paña en posesion ?e ellas e~ 1774, antes de la revolución .'
imperialista y autocrático que Mr. Latane le atribuye de la Independencia argentma, que transfirió a la nueva
en 1928, han pasado ciento cinco , 3:ños, du;ante los nación los derechos de aquella monarquía.
cuales multitud di! intereses y proposttos eg01stas han El acto de la Gran Bretaña violó evidentemente
usado el nombre de Monroe para disfrazar sus empre- la Doctrina Monroe; pero el gobierno de los Estados
sas, cuando para su éxito necesitaban hollar soberanías Unidos no quiso reconocerlo así. Algunos años más tar- -~
o allanar derechos. de ( 1841), el secretario de Estado norteamericano Da- · 1
Casi todas las Repúblicas americanas que no hablan niel W ebster declaró al ministro argentino General Al-
inglés han tenido ya ocasión de experimentar la apli- !
vear, que los Estados Unidos no debían intervenir en
cación de la doctrina mencionada en diversas circuns· la contienda sobre jurisdicción que se había suscitado
tancias de tiempo y de lugar y, como no son las pala· entre la República Argentina y la Gran Bretaña. Más • 1'
bras de los estadistas sino los hechos de los gobiernos tarde, en 1886, el secretario de Estado Bayard, contes·· 1.
los que dan significado práctico a una política inter· !ando una nota del ministro argentino Dr. Quesada, ' 1
nacional, es oportuno recordar algunos casos que pue- 1:

dijo: "Como la reasunción de la ocupación de las islas ''
den servir de precedentes para otros análogos. Faikland por la Gran Bretaña en 1833 ocurrió ~ajo un
Empecemos por la República Argentina que, por reclamo de títulos que había sido anteriormente aftrm~do
ser nuestro país, nos interesa más. Y mantenido por ese gobierno, no se ve que 1~ J?octrma
En 1831, año en que murió Monroe, tres buques Mon.roe, invocada por parte de la, Republ.tca Ar-
norteamericanos, que estaban cazando focas en la cosU Rentma, tenga aplicación en este caso.' . ,Post~normente ,,
1;
argentina de las Islas Malvinas o Falkland, fueron apre- en I<)02,, la República Argentina volvto a lll':ocar. la 1
sados por el gobernador V ernet. El presidente norte- Doctrina Monroe pero no en su interés propto!culsmo . '·
americano Jackson envió entonces un buque de guerra. en el de t odas las' naciOnes
. ·
amencanas y en partt dar, :.
al mando del capitá~ Duncan, quien recuperó los. bU· en el de Venezuela, bloqueada a la sazón por las a~ a as
ques pescadores, soltó los prisioneros, depuso y apriston6 ~: Al7~ania, Inglaterra ·e Ita!ia .Para obte~~r Est~
a los funcionarios argentinos, se apoderó de una ~ credttos reclamados por subdttos de es
tidad de pieles, y después de cometer otras arbitrarte- contra Venezuela.
86

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Era entonces ministro de relaciones exteriores de gl gobierno norteamericano, por conducto de
nuestro país el Dr. Luis M. Drago, jurisconsulto y es- secretario de ~stado del presidente Roo el Jo~.
critor distinguido, quien con notable clarividencia apre- flaJ' respuesta . evastva, . rea_nitiéndose a mens!~~ t, d1o
ció las consecuencias de aquel bloqueo y la oportunidad rl:,res del prestdente ~ ~ndteando el arbitraje ~a::
de dectdtr las controversias sobre la .
de proclamar principios que evitaran la repetición de · di. O·aC.onveniente
de las rec1amactones
· · . entre los Est dJUS·
agresiones análogas contra las naciones americanas. tiCI , • l pecumanas
. . a OS.
. a vtva Stmpatía con m..
Preparó entonces la memorable nota de 29 de diciembre Esta ctrcunstancta, f ue
, "1-
de 1902, que me mostró en borrador, diciéndome que recibida la nota ar~ent ma en 1as republicas de habla es-
una vez que le diera forma más perfecta, la consulta~ pañola y la atenc10n C?~ que ella fu~ considerada en
ría con el general Mitre, por consejo del presidente de el resto del mundo, dectdteron a Drago a emancipar su
la República, general Roca. da:trina ~e la que usurpaba ~ nombre d~ Monroe, y
En esa nota decía el doctor Drago: "Lo único que aprovecho al efecto la oportumdad de la maugur:u:ión
la República Argentina sostiene y lo que vería con gran de las sesiones del Congreso en mayo de 1903, ceremo-
satisfac~i_ón consagrado, con motivo de Venezuela, por nia en la cual debía el presidente de la República dar
una nac10n que, como los Estados Unidos, goza de tan cuenta, como es de práctica, de los actos principales
grande autoridad y poderío, es el principio ya ~Cet?~do del gobierno. El mismo Drago me avisó confidencial-
de que. ~o pu~e ha~r expansión territorial eu~o_pea mente esta resolución, sobre la que conversamos dete-
en_ Amenca, m opres10n de los pueblos de este conti- nidamente, recordando puntos que ya habíamos tocado
n~nte, porque una desgraciada situación financiera pu· en diciembre, cuando la nota estaba aún en borrador.
f.
_d1ese llevar a alguno de ellos a diferir el cumplimiento Efectivamente, el mensaje del presidente Roca, re-
de. s_us compromisos.- En una palabra, el principio que firiéndose al caso de Venezuela, en frases redactadas 1
qu1s1era ver reconoc1do, es el de que la deuda pública no por el ministro Drago, omitió, cuidadosamente, mencio- 1
puede dar lugar a la intervención armada ni menos a nar a Monroe. "La nota argentina, -dijo- se con- 1
la ocupación material del suelo de las na~iones ameri- creta, en realidad, .a enunciar principios elemen~es 1
canas por una potencia europea". 1
que comprenden el derecho indiscutible de estas naao- 1
El general Mitre aprobó con elogio la iniciativa nali~ades para crecer y desenvolver~ al ~mparo de la
ley. tnternacional. No excluye su doctnna nmguna de las
Y la nota de Drago, lo que este comunicó al presidente,
obhgaciones que el Derecho de gentes impone a l~s pue-
quien consintió en su inmediata remisión a la legación
argentina en W áshington. blos ciy~lizados, no reconoce primacías, n~ atenua res-
Drago formuló modestamente su Doctrina como un

~sa~thdades por ello. Limitándose ~ ~irfJl8,r la
tn ra!ua de los pueblos, expresa al propto .tiempo~ ·er
C:
corolario de la de Monroe, fundándola en la necesidad
de refrenar la visible ambición europea de conquistar
OCiones y las alarmas que causaría en ellos
~o. de colonización 0 de conquista en una r
J del
o coloni~r los territorios de Sud América, dotados de ""'llbnente''.
g-ran~es nquezas y de clima propicio para todas las pro-
duccaones. las nEl. gobierno argentino reivindi~~ ~ : :J't:
aCion~ americanas la igualdad JUrtdtca
89
·a aceptó la solución y apareció pública-
. a. ¡\leltlan~abiéndola iniciado ella. El tribunal de la
recho internacio~al, d~sc~:mociendo toda pretensión de ¡ef nte coltl0 ó a Venezuela a pagar algunos millones
hegemonía o de Impenahsmo. . 111~ya conden declarando preferentes los créditos de los
Mutatis mutandis, es lo mism~ que. el.l?residente ~ bOlívar~~· bloqueadores sobre los de Bélgica, Estad?s
ecuatoriano Dr. Ayora acaba ~e decir, vemtlcmco años tres ~tad t 05 gobiernos que presentaron reclamaC1o-
después, al saludar en Guayaqutl a Mr. Hoover, primer {]nidos fy rC:O~ pacífica.
presidente electo de los Estados Unidos que pisa tierra nes en °'"'os antes en 1895, Venezuela había dado
sudamericana: "La realidad de las cosas impone una V nos a~ . a ext;aña aplicación de la Doctrina
interdependencia mutua y recíproca entre todos los pai-
motivo aL ~uestión de límites entre Venezuela y la
0
ses del mundo y esta unión se hace mucho más estrecha
entre aquellos que tienen motivos especiales para man- :Monroe. . aglesa había llegado a un período crítico, en
tenerse en relaciones sinceras y cordiales. A fin de que Guayana tn a se vislumbraba como la única solución.
1. esa solidaridad internacional pueda hacerse . eficiente y que la ~e~~ Cleveland impuso el arbitraje, después de
verdadera; a fin de que su acción sea constructiva y El prd~st e~o'n con el gobierno inglés en la que éste sos·
vitalizadora, es del todo indispensable que esté funda- una tSCUSlla Doctnna
. •
Monroe no se re f ena
' a cues-
mentada en el más escrupuloso respeto de los derechos tuvo
· que
d 1' mites sino a extens10n e s1stemas pol'ti.
· ' d · 1 cos
de todos los países, en la más absoluta igualdad jurí- t10nes e 1 rante ese debate, e1 secretano · de Estado
dica de todos los estados y en una observancia sin res- europeos. Du d l · ·•
norteamericano Mr. Olney, recordan o a .~stCI?? geo-
tricciones del Derecho y de la justicia". · gráfica y los infinitos recursos d~ su DaCIO~, ~IJO tex-
El futuro presidente de los Estados Unidos con- tualmente: "Hoy los Estados Umdo~ son practicamente
~estó:. "~ verdadera d.emocracia no es ni puede ser soberanos en este continente y su ¡,at es ley sobre los
Impenahsta. La fratermdad de esta fe es garantía de asuntos a que ellos concretan su interpos_ición". Mr· Jobn
buena volun~d. Es garantía de respeto que viene úni- Basset Moore, en el tomo VI de su D•gest of Interna·
camente de Iguales en la lucha común para realizar el tional Law transcribe íntegramente la nota de Mr. Olney,
·. bienestar humano". de 20 de j~lio de 1895, cuya soberbia es tal que el pro-
Aplaudamos estas declaraciones de principios, haga- fesor norteamericano David J. Thomas se sorpr~de de
mos votos porque ellos se conviertan en hechos reales, la cortesía con que fue contestada por Lord Sabsbury.
y volvamos a Venezuela. Pasemo; ahora a Méjico. Como la Doctrina, M~n
La nota argentina de 29 de diciembre de 1902 fue roe se propone expresamente defender a las republirs
P~~~ta de l.ado po! el presidente Roosevelt, quien pre- americanas contra las potencias europeas, los Esta 05
fmo suger.Ir confide?ci:!:lmente al gobierno venezolano Unidos no la han creído aplicable a ello~ mismos y, en
que propusiera el arbit_!'aJe. Hecha la proposición y acep- consecuencia, no han pensado que la vtola~ e~
tada por Gran Breta.n a e Italia, Roosevelt intimó se- M~~-aban y se anexaban la mitad del terrt~onNue
cretamente a Alemama que la aceptara también den- --~Jtco, donde florecen ahora los estados de Te~as•.
tro de 48 horas, so pena de despachar la armada a las
costas de Venezuela para impedir la ocupación extran· ~~ Méjico, Arizona, Utah, Nevada y Califonua~;
de los de W yoming y Colorado, con una su.,......
90 91

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y población equ~valentes a las de nuestras catorce Tertninada la. rebelión en los Estados .
vincias y la capital. Pro. bierrtO norteamericano ~.<;>ncentró fuer U~~OS, eJ gt)-
Pero casos posteriores, en que intervinieron n . bre la frontera de ~eJico e hizo sa~ mili~ lO-
nes europeas, cayeron evidentemente bajo los tér.:tlo. francés que la presen~Ia en el territorio .~ gobterno
expresos de la Doctrina expuesta en 1823 por el pr~ es,. ·ército europeo empenado en establecer DleJicauo de un
eJ · d 'b.
sobre las rumas e ~a repu bca no podía
una monar•quía
,
dente M onroe.
A fines de 1861, Gran Bretaña, Francia y Esp - r los Estados Urudos sino como per· dit.e: mirada
resolvieron cobrar por la fuerza a Méjico ciertas~ ~tituci~ne~ republican~s . que ellos tw!u ~las
mas de dinero reclamadas por intereses de deuda ~ aman. Stguteron negociaCiones diplomáticas d . , !
blica y otros conceptos. Al efecto enviaron fuerzas pd · to francés se. re:t~ró y los. m~jicanos derriba;on YeJ;:·
mar y tierra a Veracruz. En 1862, Gran Bretaña ; laron ~ ~aximdtano en JUOIO de 186¡, restablecien~
España arreg~aron sus asuntos y se retiraron, dejando 1a repubhca.
sola a Francia, cuyas fuerzas ocuparon en junio de . Pero después .~el caso de Venezuela y de la c:onsi·
1863 la ciudad de Méjico e hicieron que una junta de gmente proclamac1~n de la doctrina argentina iniciada
notables sustituyera la forma republicana por la monar- por Drago, el presidente Roosevelt, en su mensaje de
quía y eligiera emperador a Maximiliano de Austria, 1904 al congreso norteamericano, refiriéndose a las re-
candidato de Napoleón III. Maximiliano asumió la co- clamaciones europeas contra naciones americanas atri-
rona en 1864 y firmó un tratado con el emperador fran- buyó a la Doctrina Monroe un alcance imperialista
~~ reconociendo sus reclamaciones y obligando a Mé-
y humillante para las repúblicas de habla española. Dijo:
JICO a pagar los gastos de la expedición francesa. ''Si una nación muestra que sabe obrar con eficacia y
decencia razonables en asuntos sociales y políticos, si
Los Estados Unidos, ocupados entonces en repri- guarda orden y paga sus obligaciones, no tiene que temer
mir la rebelión del sud, se limitaron al principio a de- intromisión alguna de los Estados Unidos. La mala con·
clarar, por conducto del secretario de Estado Seward, ducta crónica o una impotencia que trae por resultado
que deploraban la guerra surgida entre dos naciones una relajación general de los lazos de la sociedad civiliza·
C_?n las cuales I?antenían relaciones amistosas y que es· da, puede en América, como en cualquie~, ~- parte.
tu~~ban que mngún gobierno monárquico fundado e11 requerir al fin la intervención de alguna nac10n avthzada,
MeJICO con el apoyo de fuerzas extranjeras podría ser y, en el hemisferio occidental, la adhesiótf, de los Estados
estable. Seward, que no mencionó para nada el nombre Unidos a la Doctrina Monroe puede forzar~os, en.casos
de M~nroe, reconoció expresamente el derecho de las flagrantes de esa mala conducta o impotenaa, ~ eJer~,
pote?CW ~r?~eas pa~a decidir por sí mismas si habÍa!' aunque a disgusto, un poder de polkúl int~ ·
sufndo perJUICios y s1, para resarcirse de ellos, necesJ· Roosevelt completó su pensamiento, dosd meses doU~:
taban 1~ guerra contra Méjico. No había aún nacido · d"Irigi
Pu'es, en un mensaje especial ~-.. o con"Hace
· "do a1 ~ m
la d?ctrma, que Drago proclamó cuarenta afíos después, vo de medidas relativas a la Repú~lica Doml::r-que Jos
~n la cual no es lícito emplear la guerra para co- Ya algún tiempo, -dijo- que se ha pateo ben oaceptar
rar a los Estados soberanos sus deudas pecuniarias. que aprovechan la Doctrna Monroe de
92
. ponsabilidades jun! o con los Derechos que ella Con razón, publi~istas distinguid
crertas res . r bl 1 er hijos de la patna de Wáshingtoos, q!Je se honran
confiere, y que Jo mtsmo es ap rca e a dos que sostien~
la Doctrina . . . N o nos pro~onemo~ apo erarnos de nin.
7'
en s abogan ahora decididamente por ~lncoln Y Wi\-
5011' la Doctrina Monroe ha concluido la ~1-~ración de
na parte de Santo Dommgo, m eJercer sobre la isla fl~~tre autor le señaló en 1823. a mrston que su
gut autoridad que no sea la necesarra para su rehabü'.
o ra ., 1 d . • - 1·
tación financiera en conexton con. a reca? acton de la Entre esos escrito:es, el profesor David J Th
renta, parte de la cual se e~t~egar~ .al gobterno para los hace notar que el gobterno federal de la UniÓn Nornu
gastos necesarios de la admrmstracton, y parte se distri- americana no se ha encargado jamás de hacer qu~r{!
buirá a prorrata entre los acreedores de la República Esta(~os que la comp?nen paguen sus obligaciones pecu-
sobre una base de absoluta equidad. La justificación d~ niarias a los extr~nJeros, no ~bstante que alguno$ de
Jos Estados Unidos al tomar esta carga y asumir esta esos Estados repudtaron hace anos sus deudas cuyos bo-
responsabilidad ~e halla _en el hecho de que es com_patib)t nos depreciados se halla? !odayía en poder de '¡05 suceso-
con la equidad mternac10nal que los Estados Umdos se , res de Jos acreedores ongmanos.
nieguen a permití: que otras pote?cias tomen las úni<;as
medidas de que dtsponen para satrsfacer las reclamacro- El ilustrado profesor de la Universidad de Arkansas
nes de sus acreedores y que, al mismo tiempo, se nieguen mira como una extra~a perve~~ión del sentido moral que
a dar tales pasos ellos mismos". Ja Unión Norteamencana exiJa a las débiles naciones
llamadas latinoamericanas que paguen sus deudas, pero
Desde entonces, la doctrina de Roosevelt ha tenido no se cree obligada a requerir a sus propios Estados que
amplias aplicaciones y ha sido un estímulo poderoso paguen también las suyas.
para la bien llamada diplomacia del dólar, en las repú- Agregaré por mi cuenta que, cuando el gobierno de
blicas del Mar Caribe, mientras llega el tiempo de apli· Jos Estados Unidos interviene en alguna República sobe-
carla francamente al sud del ecuador, siendo de advertir rana que no habla inglés, despliega poderes omnímodos
que Mr. Champ Clark, político conspícuo que fue presi· que no se animaría a ejercitar en ningún Estado de la
dente de la Cámara de Representantes de los Estados
Unión, en caso de tener que intervenir constitucional·
Unidos, dijo una vez que la Unión se extendía por el sud
hasta la Tierra del Fuego. mente en él.
Y concluiré traduciendo las palabras con que ~ ci-
En ejecución de la doctrina imperialista del Roose- tado profesor cierra el capítulo XII de su notable hbro
velt, fuerzas norteamericanas obtuvieron hace ~o .~ "One hundred years of the Monroe Doctrine":
derogación de una cláusula de la Constitución de. Hattl
que prohibía a las compañías extranjeras adquirir tt~rras. "Despues • de leer 1a h"1Storta
. de la ocupación
, . ameri·
1" do
suprimieron periódicos, impusieron penas a los escntoret cana en Santo Domingo y Haití, uno se stente m¡: rnaR
oposicionistas, violaron las garantías constitucional~-~~ a exclamar parafraseando las pa1abras de Madamed <>- ·r
la libertad individual y extrajeron del Banco N.a-:= 1· Id '
an : i Oh Doctrina Monroe, que· errores, pornoecl
de Haití y se llevaron a Nueva York quinientos mil,....--- crírnenes, se cometen en tu nombre 1"
oro del gobierno· haitiano.

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. de que debía an~e todo atender a . .
ud~ ncia de un contmente y no a la ~- opuu6n y ton-
venle s uc la hlltnanidad
.entera. 1 'd 1
pero conc ut a a guerra de la 1 d
blecidas relaciones de paz y comercio n ependencia, y
esta·ones de América y las viejas de Eu;ntre las nuevas
nac{es de discordia desaparecieron poco a ~:las causas
n rea .1""-V.
La polític!l continental proclamada por M

POLITICA CONTINENTAL Y h.IZ0 1·nnecesana.l Por el contrario suroio' man·onf.roe se ·
· ' 1 testa la
POLITICA MUNDIAL necesi~ad ~eE cu tlvar y ebstrecf~~r las •relaciones enm
t>•
Aménca y uropa, con ene 1c1o rectproco de ambos

Cuando, en 1823, los Estados Unidos declararon continentes y, por lo ta~~o, de la h~manidad. América
que considerarían. inamistosa para ellos cualquier~ inter- había m~nester. de poblacton y de capital. Europa necesi-
vención de los gobiernos europeos en los Estados hispano- , taba sahdas co113od3;s pa~a su ~~eso de capitales y de
americanos, éstos se hallaban todavía luchando con habitant~s. Llego ast ~1 ~1a prop1cto p~ra que la política
España y no habían ganado las batallas de Junín y Aya- ' internaciOnal se convtrttera en mundtal y tuviera por ·14
cucho, que pusieron fin a la guerra de la Independencia. objeto la felicidad de la humanidad entera.
Los Estados Unidos eran entonces la única república Los argentinos lo comprendimos temprano y Alberdi
independiente de América, tenía!~ más o met?-os. el número lo expuso con su perspicacia y claridad habitual en su
de habitantes que hoy (1929) bene la Repubhca Argen· "Memoria sobre la conveniencia y objeto de un Congreso
tina, y veían dos peligros para su propia ~oberanía en la general americano'' presentada a la Universidad de Chile
intervención europea, que trataban de ev1tar: el uno, el en 1844.
de su propia seguridad, que quedaría amen37ada si c-:rca
de ellos en el mismo continente, se establecieran gobier- Han pasado ya 85 años (en 1929) desde que !S'
nos ac~stumbrados al uso de los medios militares; Y el Memoria se publicó y todavía son aplicables a la ~
otro, que los gobiernos europeos eran monarquías y, con . internacional sus observaciones, sus juicios Y sus conseJOS.
excepción del inglés, formaban o apoyaban 1~ Santa . Sostuvo Alberdi entonces que, en vez de pactar .me-
Alianza contraída con el fin de combatir el régimen re- dtos de resistir la acción europea, como propuso Bolívar
publicano. Como los bolcheviques rusos de hoy, la San~ en Panamá, el Congreso continental debía ocuparse;~
Alianza se creía con el derecho de extender al resto
acordar los medios de asegurar la paz Y ~ P~~ de
mundo su sistema de gobierno. dt- América, atrayendo la amistad y la CJvibz
Había, pues, un antagonismo manifiesto entre 1~ Europa.
intereses políticos del continente americano y los der Y, con admtrable
· · · · Alberdi. expuso el pro-
continente europeo. La política internacional tenía, po. prevtston, Congresos
consiguiente, que ser continental y no mundial, en el sen grama de trabajos del primero Y ulteno~es años máJ
gtnerales americanos, que, cuarenta Y tU1CO
96 '11
88 Mr. Blaine, el ministro de relaci
1 9
tarde! en de l~s Estados Unidos, había de copiar<>nes 14 Limitación de armamentos;
e.lrlenores . . d en
·n mencionar el ongen argentmo el plan 15 Establecimiento de una judicatura d ·
parte, st bl t" 1 d • al nacional; e paz mter-
convocar la Pr imera Asam ea con menta e 1as nac1•0 nes
americanas. J6 ~eterminación del Derecho internacional ame-
Para que el lector de 1929 compare el panamericanis. ncano;
1110 actual con el propuest~ en 1844 _POr ~1, eminente PU· 1.7 Prevención y reglamentación de la guerra;
blicista argentino, transcnbo a contmuac10n el resurnen
18 Fomento de la colonizació~ de los territorios ·
. del plan de Alberdi : '
19 Construcción de un ferrocarril trasandino".
' ' ¡9 Arreglo de los límites territoriales entre los Es-
tados americanos ; El lector de 1929 se sorprenderá, sin duda, de que
en 1844 Alberdi sugiriese dos medios de pacificación que
z9 Regulación de la navegación marítima y fluvial;. en estos momentos estudian y discuten las grandes po-
39 Protección del comercio; tencias del mundo, a saber: la limitación de armamentos
y el establecimiento de una judicatura internacional.
49 Uniformidad aduanera;
En 1852, en el libro famoso de las Bases, Alberdi
59 Uniformidad de moneda, pesos y medidas; precisó su ideal de la política exterior de la República
Argentina. .. Por hoy -dijo- no es tiempo de pelea para
69 Uniformidad del Derecho mercantil y especial- Sud América, y mucho menos de pelear con Europa, su
mente de las formas y efectos de las letras de fuente de progreso y engrandecimiento. Con las Repú-
cambio; blicas americanas no convienen las ligas políticas por
79 Fun~ación de un banco y de un crédito público inconducentes; pero sí los tratados dirigidos a generalizar
contmentales; muchos intereses y ventajas que nos dan la comunidad
de legislación civil, de régimen constitucional, de culto,
89 Validez y autenticidad de las sentencias e ins· Je idioma, de costumbres, etc. Interesa al progreso de
trumentos probatorios; todas ellas la remoción de las trabas que hacen difícil su
9 comercio por el interior de sus territorios solitarios Y
9 Validez de los títulos científicos y profesionales; desiertos. Por tratados de abolición o reducción de las
IO p .d d . tarifas con que se hostilizan y repelen, podrían _servir
ropte a mtelectual y literaria;
11 a los intereses de su población interior. L?s c;a~t~os Y
Construcción de caminos internacionales; Postas, la validez de las pruebas y sentenetas JUdt~tal~,
12 Unión postal; la propiedad literaria y de inventos, los grad~s uruverst·
tarios, son objetos de estipulaciones internactonal~ que
13 n~estras repúblicas pudieran celebrar con ventaJa re·
Extradición de criminales con exclusión de lOS
acusados por delitos políti~s; ctproca".
r-('
·1

Biblioteca Digital
E O tra ocasión, he resumido la doctrina de Alberdj
e · ·· conformidad con los principios de derech0 . .
en sus npublicaciones p.recursoras d e 1a onstJtUClOn Ar- blecidos en esta Constitución". pubbco esta.
gentina, en estos térmmos: Ayuda mutua entre las nacio.. Ninguna nación de la tierra ha cont .d
nes americanas para progresar y mantener la paz con humanidad compromisos tan llenos de fratra¡ ?d andte la
todo e1 mundo y especi~lJ?.ent~ .con Europa, considerada · · t . erm a y de
concor d ta como es os, espontaneamente decla d
como la fuente de la Clv1hzac10n. Como se ve, no tiene República Argentina en el texto de su ley s~;re~:.Or la
parecido con la Doctri~1a Mon~oe, que se basa. en la
hipótesis de un antagomsmo rad1~al entre los continentes Este
.
conjunto
·
de compromisos o princip1·0 s de con-
ducta mternacwna 1 puede JUstamente
.
ser llamado "D oc-
americano y europeo y cuyo objeto es separar Europa . "
triua argent
. ma y
. contrapuesto a la Doctrina Mom~
de América.
que, as1 en su or~~en com~ en sus aplicaciones actuales,
De acuerdo con estos antecedentes del pensamiento establece una poh~1ca contmental americana, dividiendo
argentino, la Constitución de 1853 fue la primera que el mundo en dos s1stemas separados por el océano Atlán-
proclamó una política exterior m~ndial, que tiene por tico, mientras la doctrina argentina preconiza una po-
propósito la felicidad de la humamdad entera. lítica mundial y humanitaria, para la cual todos los
En su notable preámbulo expresa como uno de sus hombres y todas las naciones son iguales.
objetos asegurar los beneficios de la libertad para nos- La política continental engendra la hegemonía y el
otros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres imperialismo y tiene como razón suprema la fuerza.
del mundo que quiera!~ habitar en el suelo argentino. La política mundial procura la concordia y la liber·
En el artículo 20 acuerda a los extranjeros en el tad y usa como razón suprema la justicia.
territorio de la Nación, el goce de todos los derechos ci- La expansión económica y cultural, por natural que
viles del ciudadano, sin estar obligados a admitir la ciu- sea en una nación poderosa, aunque esta nación tenga la
dadanía ni a pagar contribuciones forzosas extraordi- ~xtraordinaria pujanza de los Estados Unidos, no puede
·, narias. JUstificar una política imperialista que deprima la sobe-
En el artículo 25 ordena al gobierno federal fomen· ranía de los demás estados y exima a la potencia que la
t~r la inmigrac.ión europea y le prohibe restringir, limitar, ~ractica del respeto debido a los principios del Derecho
m gravar con tmpuesto alguno la entrada en el territorio mternacional.
arg~ntino de ~os extranjeros que traigan por objeto labrar No hay política lícita contra el Derecho.
la t1erra, mejorar las industrias e introducir y ensefíat N!nguna nación puede, sin quebrantar las norn;w
las ciencias y las artes. de .la justicia, erigir sus intereses políticos en doctrma
obhgatoria para el resto de la humanidad, como lo pre-
En el artículo 26 declara libre para todas las bande- tenden ciertos modernos intérpretes de la llamada Doc-
ras la navegación de los ríos interiores de la nación. trina Monroe.
.Y en el 27 dice: "El gobierno federal está obligadO ~as naciones independientes son iguales ante el Dere-
a af!anzar sus. relaciones de paz y comercio con las pO' cho Internacional y se deben el mutuo respeto de su so-
tenc1as extranjeras por medio de tratados que estén ea beranía.
100 101
oal; y esta omisión ~~o oportunidad ha
gunos de nuestros m!lttares se crey ce Püeo a que al-
ico de hacer de jurisconsultos pareran_en el deber patrie).
t - · · a evttar los avances de
cierta compama extranJera en las
h República. Naturalmente ellos e zonas ~trolíferas de
' r Alejandro Magno, no ~ncontra~: ~~ tlustre .~ntece
50
III cortar con la espada el nudo que hab' a soluc10n que
cayeron en la cuenta de que el nudo ~~¡ye 0
desatar. No
y otros análogos que no llamaban su at .s. preoc:upaba
EL IMPERIALISMO Y LAS • d' · · . et1C10n tel1!an Sll
c:lusa en tspostctones tmprudentes de nuest ros Cód'tgos.
LEYES ARGENTINAS Por ejemplo, según los artículos 34 y 41 d 1 Cód'1
Civil, los estados extranjeros, cada una de sus e . ~
· · · 1 t bl · · provmctas
~s imperios co!ltemporáne<;'s (el ~ritánico, el nor- o. mumctp~ots, ots es a e<;tmtentos, c?rporaciones 0 asocia-
teamen~no, .~1 aleman, el frances y el Japonés) tienden cwnes exts en es en patses extranJeros con cond' ·
· 1es ~ 1as d e 1as personas JUn
tgtta . 'd'teas argentinas,tctones
gozan
a la dommacton del mundo, empleando alternativa 0 si-
multáneamente, medios militares y pacíficos. Entre los de los ll!tsmos derech~s _que_los habitantes de la República
medios pacíficos usados por estas potencias y por las Argentma para adqutnr btenes en el territorio de ésta
que aspiran a igualar su poderío, los hay comerciales tomar y conservar la posesión de ellos, constituir servi:
industriales, culturales y religiosos. Los banqueros, 1~ dumbt:es reales, recibir usufructos, herencias, legados y
empresarios de ferrocarriles, los concesionarios de minas, donacwnes.
los profesores o militares, los misioneros católicos o pro- Así, no sólo las compañías de la Standard Oil y del
testantes, protegidos y dirigidos más o menos encubier- Nacional City Bank están autorizadas por nuestro Código
tamente por sus respectivos gobiernos, sirven los pro~ Civil para adquirí~ y poseer tierras, minas, bosques, yer-
·• sitos imperialistas de éstos, llevando a cabo la penetracJÓ11
pacífica de las naciones dominantes en las naciones domi·
b_ales y demás redtr~os naturales de la República Argen·
tma, sino que también pueden hacerlo los gobiernos de
nables, y dando con sus actos, en las oportunidades ade- Esta~os Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia, Japón
cuadas, motivos o pretextos a conflictos diplomáticos Y demás Estados del mundo, convirtiendo nuestro terri-
Y a intervenciones compulsivas, que suelen terminar en torio en dependencia económica de ellos.
guerras de conqui:¡ta. Si no lo han hecho hasta ahora, es porque han estado
En los tiempos que corren, se advierte una gran ten· muy ocupados en países menos civilizados: en !urquía,
dencia al establecimiento de una plutocracia mundial, con en Africa, en Asia en Oceanía, en el mar Canbe, esta·
menoscabo de la soberanía de los pueblos débiles. hleciendo esferas d~ influencia o de interés, protectorados
o colonias.
N o han previsto los resultados de esta tendencia, Jos
Serían necesarias muchas páginas para record~ su·
a?tores de nuestra legislación civil, comercial y de ~
rnariamente las maniobras, conflictos, intervenaones,
na, poco expertos en sociología y en política internacto·
103
102

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guerras y tratados a que ha d!ldo origen la política irn "El carácter del mandato debe dife · .
rialista de las grandes potenctas durante los últimos ~ de desarrollo d~l.pueblo, la .situación ge:;~:~ndel gr~
cuenta años de la historia del mundo, al cabo de los CU~ll·
más de seiscientos millones de hombres, o sea, más d: ~ torio• sus, condJCtones economicas y demás ctrcunstancas
. ca el tef!t·
tercera parte de la humanidad, se hallan bajo la tutela análogas ·
de Inglaterra, Francia, Estados Unidos y el Japón po y sigue el artículo en~erando tres clases de man-
ser habitantes de colonias o protectorados, sin c~nta~ datos, desd~ ~ me~os 3fDP~to! que reconoce en el pueblo
algunos millones que viven en las colonias y dependencias 1
pupilo un~ m epen encta 1~1tada, hasta el más amplio,
de Holanda, Bélgica, Portugal, Italia y España. que autonza al tutor a constderar al pueblo incapaz como
parte integrante del Estado tutor.
Pero es indispensable llamar la atención sobre ciertos
hechos que caracterizan la política internacional contem- Es de advertí~ que, a!lemás de la misión tutelar que
poránea. el artículo 22 atnbuye a las grandes potencias, el 21
Desde luego, el artículo 22 del Pacto de la Liga de declara compatible con las disposiciones del Pacto, la
las Naciones firmado por veintiocho Estados en Versalles Doctrina Monroe, calificándola como acuerdo regional,
el 28 de junio de 1919 ha establecido la doctrina imperia- lo que, en el concepto de los imperialistas norteamericanos,
lista de que hay pueblos capaces o mayores y pueblos importa atribuir a los Estados Unidos la tutela exclusiva
de la América latina, como ellos llaman a todos los pue- "~ -t
incapaces o menores y que corresponde a los primeros la blos que no hablan inglés en el continente descubierto
tutela de los segundos. por Colón.
El mencionado articulo dice así : "Los prmaptos También conviene tener presente que las declaracio-
siguientes se aplican a las colonias y territorios que, a nes imperialistas de estos dos artículos y la del ~ que
consecuencia de la guerra, han cesado de estar bajo la atribuye asiento permanente y mayoría en el ~eJO de
soberanía de los Estados que antes los g-obernaban y que la Liga a las potencias princi~ales,. l!e"':an la ftrma ~e
están habitados por pueblos aún no capaces de dirigi_rse los Estados Unidos, del Impeno bntamco, d.e Fran~t~,
ellos mismos en las condiciones particularmente difíCiles del Japo'n de nuestros vecinos Uruguay, Brasil YBohvta
del mundo moderno. El bienestar y el desarrollo de esO! '
y de nuestros · ·
colegas en amencamsmo p eru'• Ecuador
H .'
pueblos forman una misión sagrada de civilización Y cod Guatemala Honduras Nicaragua, Panamá, Cuba Y atta·
viene incorporar en el presente Pacto garantías para • .1o que co!}stituye
tt, ' ' consor~10
un · • f ?rmidable
las contra
naciones.
cumplimiento de esta misión. · tests argentina de la igualdad JUr!d!ca de
"El mejor método de realizar prácticamente ~e tesis evidentemente justa y democrattca. .d 11
principio es confiar la tutela de estos pueblos a las naCio- .. Al ania y sus alía os
La guerra mthtar contra . ~ re las grandes
nes desarrolladas que, por razón de sus recursos, de SU h¡¡t concluido; pero la guerra economtd ent de batalla
experiencia o de su posición geográfica, se hallan ~ me- P<>tencias se ha hecho más intensa, Y C:'fronteras de
jor estado de asumir esta responsabilidad y co~~~~~ se extiende por todo el mundo, fuer~ de. de los pueblos
en aceptarla: ellas ejercerán esta tutela en cahoau 1~ ~ligerantes, es decir, ~ el tderntorpt~otegidos o ayu
mandatarios y en nombre de la Liga. debtles incapaces o susceptibles e ser
' 105 !'
104
.,
,,
dados por los fuertes y ricos, en cambio de concesiones . . mericanas habían adquirido la cuarta parte .. "'\
provechosas para estos. nor~cal de la Turkish Petroleum. uc
captta
Esta cl~s~ de l';lcha, no es nuev~. Ya en el siglo :En :Méjic_?, las compañías e~tranjeras favorecidas
pasado el mmtstro mgl~s ~?rd Sahs~ury la bautizÓ s concesiOnes generosas de tterras minas y petró-
de "batalla de la~ conces10n~s , con mottvo de la com¡>e.
1
par o:Orgadas por el dictado~ Porfiri~ _Dí~z, dieron abun-
tencia que se hactan las nac10nes europeas para construir (eo t s pretextos para la mtervenc10n de los Estados
y explotar ferrocarriles en China - ?~~deos después de la revolución que derrocó al dictador.
. ~ ent.es, porque tengo'
um no me ocupare. ~b'hora de e~os mct
pero
..
Ahora, esta guerra económica se lleva adelante a fin 1
ropósito de escn tr un arbcu o espectal sobre la apli·
de asegurar concesiones, no sólo de ferrocarriles sino e1~o' de la .Doctrina Monroe y en él tendrá sitio más
también de minas o yacimientos de minerales. Un profe- 11
sor norteamericano, Mr. Moon, refiere la lucha trabada adecuado el exame~ d e 1~s re1ac10ne~
cae• . ~ntre 1a patrta
. de
en Turquía con motivo de una concesión ferroviaria !
Wáshington y demas patses de Amen ca. 1
y minera gestionada desde 1908 por el almirante norte-
americano Chestcr enviado al efecto por el presidente
Por ahora, creo que basta lo expuesto para motivar ·1
esta pregunta:, ¿ Conviene mantener yi~ente un~ legisla· f
• ¡
Roosevelt y otorgada en 1923 a un sindicato turcoame- ción que, atri~uyen?o los derech?s clVlles del ctudada~o
ricano patrocinado por el almirante. Se otorgó a los con· ~ •j
argentino a fos gobternos extranJero~ y a las corporaeto- ·J
cesionarios el derecho de construir una red de 4.500 ki-
nes domiciliadas fuera de nuestro pa1s, nos expon~.~ so-
l~metros de ferrocarril que ligara Angora, la nueva ca·
pttal, con el Mar Negro, con el Mediterráneo y con la portar conflictos análogos a los sufridos por ~eJtCO Y
Mesopotamia, otorgándole además las minas existentes Turquía, naciones más populosas que la Argenttna?
dentr?. de 20 kilómetros a cada lado de la vía y la cons· La posibilidad constitucional de d_erogar tal legisla·
-t~ucc10n de otra~ obras públicas. Pero la compañía Tur· ción es evidente; porque, como lo he dtcho en. otr.~ opor·
~tsh. Petrol~um, ~ajo cnyo nombre actuaba el gobierno tunidad, los únicos exttanjeros a que la Co~stttuc10n Ar-
mgles, alego meJor derecho al petróleo del distrito de
Mosul, c?mprendido e~ la concesión Ches ter, y promovió
gentina acuerda los derechos civiles del ctudadano
los habitantes de la República, incorporados perso ·
:f
u.n confhct?, que la Ltga de las Naciones resolvió implí-
mente a nuestra población.
cttament~ mcorpo:ando ese distrito a la Mesopotamia.
a la. sazon admmtstrada por Inglaterra que otorgó eJ1 Los Estados Unidos han ido mucho más tejos.C!'cbd
segutda a la compañía Turkish Petroleu~ una concesión defensa de la soberanía nacional contra la ~t~en
por 75 años para explotar el petróleo de las provincias económica de los extranjeros, Y eso que e~os ;~flicto.
de M?sul Y ~a~~ad. Poco antes, se dijo que, mientra3 de fuerza suficiente para afrontar cuatquter cranjeros
el gobterno bntamco defendía pública y oficialmente sUS Por leyes de 1887 y 1 888 prohibieron a los .ext cuyo ·, 1
der~chos al petróleo de Mosul ofrecía por medio de un Ya 1 ' 1 es extranJeras o

. as corporaciones creadas por . ey e a extranjeros.
envta.do confidencial a las co~pañías petroleras norte- ~Ptt~l_pertenezca en más de la quu~ta P;r~ienes raíces en .,,
~mencanas u~ participación importante en el negocio; qutnr, poseer y tener en propteda N · · salvo los
Y en 1925 se dto la noticia de que un grupo de compañías 1os territorios o en la capital de ia acton.
107
108 J '''
' '

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~ecesarios para las legaciones de los gobiernos extran.
Jeros.
~yes anteriores. habían prohibid.o a .los extra.nJeros
adqutrtr y poseer mtnas en los terrttortos, prohtbición
que se hizo expresamente extensiva a los yacimientos de
petróleo o de aceites minerales por ley de 1 1 de febrero
de 18g7.
Ni esa gran república ni las demás potencias qu~
excluyen de análoga manera la actividad extranjera po.
drían quejarse de que se les tomara por modelo en nuestro
,
pats.
108
..._
ARTURO ENRIQUE SAMPAY
GOBIERNO DE FACTO
Y CONVERSION DE BIENES
NACIONALIZADOS
EN BIENES PRIVADOS

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A la memoria de
Don Bernardo de Irigoyen,
modelo de jurista nacional
,,
ADVERTENCIA
El número de cuestiones relevantes que comprende mi

rato fJ el modo no corriente de resolverla8 -esto último
~¡góme a repristinm' nociones básicas del derecho constittr
cltJnOl-, imprimieron dos características a e~e tr(Jbajo: su.
Jt#nvolvimiento sintético y su fundamentación en una e~
bibliografía. Lo primero, porque tratándose de problemas que
~~lañen a la suerte de los países que se hallan en la condici6n
del nuestro -dependientes de alguna naci6n de alto desarroUo
económko-, me propuse ser claro y fácil para hacer penetran-
trtmtel y divulgadoras 1ns razones que aduzco en defensa ds
ea países. Lo segundo, porque quise mostrar que las solucio-
nu que propugno se conforman con lo que constituye el ideal
de la civilización, esto es, la eterna verdad de la justicia; para
lo cual parto citando el alto pensamiento griego, sigo con la
lecci6n de loa filósofos políticos y de loa legistas de la Edad
Media y remato con la doctrina ·de los juristas modernos.
&a bibliografía seleccionada cuidadosamente de la pro-
ducci6n universal y consignada guardando la cronología de
4
"' PClrici6n, forma, además, como los hitos del desenvolvimfen..
10
' hiltórico de la8 ideas políticas y jurídicas que entran en
~go en esta investigaci6n. M e complacería, -pues, que algún
100en e#udioso la aprovechara: sine fictione didíci, sine invidia
:_nunllnico •, "lo que sin fingimiento aprendí lo comunico
'""' CZOaficia•.
Bueno, Aires, octubre 20 de 1968.
A. E. S.
• Sap. 7, 13.
115
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1
La jurispr~dencia, ~~s!gn~da . e~ .nu~stra época

J de Savigni, creo- Ciencia JUrtdtca , no es en
-ues
. r una ciencia · ya que no apreh en de e1 nuc' 1eo unt-
·
ngosal e invariable de algo, con abstracción de sus ele-
verentos indtvt• .dua1es y contingentes
. . .da d
; es 1a activt
rntelectual que discierne sistemáticamente lo que es jus-
to en cada uno de los ti pos de cambio que realizan los
seres humanos para lograr los bienes exteriores nece-
sarios a su pleno e integral desarrollo. De donde se
colige que no por azar los juristas romanos denominan
jurisprudentia a esta actividad, pues, discípulos de los
filósofos griegos, consideran que la prudentia, la phró-
auis, no es la sapientia, la sophía, vale decir, el cono-
cimiento esencial de las cosas a través de sus causas
últimas, sino el arte de practicar las virtudes morales; • 1
por lo que el arte de practicar la justicia, o sea en-

tf1nces, la Prudencia jurídica, tiene por objeto, según
el os, determinar lo que le es debido a cada uno de
os •
SUJetos de un cambio 1 •
nece ~ntes de entrar de lleno al tema de este ensayo,
conc~Ito. hacer, como fundamento indispensable de mis
algunUst~nes! un resumen coordinado de conceptos sobre
nes acas Instituciones vinculadas a la justicia y nocio- .~
-l..
erca .de 1a JustiCia
Carn • • • mtsma:
•
.¡
otras d b•o es dar cosas de una cierta especie por !''
·
•n"olunt e es. a nusma
· especie, y puede ser voluntario o
re:f!
tos lo 0
• Es cambio voluntario cuando los suje-
•zan con cabal conocimiento de lo que hacen,
..lo ~ • '
.
',,,
,
~;
.•
.
117 ....
l
•
'nto es lo debido por éste para comp .
e involuntario cuando se toma algo de otro sin el lt'b cua aprovechó. ensar la met~~~a
·
y consciente acu~rdo de_ es J.
' t e,• 1 camfb'10 ·tnvoluntario
re de que . d' 'd
Como los m tvt uos humanos, libres
. ales por su naturaleza específica no y ast!fliSmo
. .
lo con~uma _el, suTjetod acuvo m e tan~e raude, violencia 1guntos de otros, y, a demas,• • son muru-
0 neghgencta . o o 1o cua1 equtva1e a decir e como todos estos . d' .
. d R , on JJle • ' d' · · •
nomenclatura que vtene e oma, que el cambio duos' Por mtnnseca 'd tspos1cton, tienden a cub ·ID . lVI·
origina en el contrato, en el delito o en el cuasidelit~ d nr mtc-
gralmente sus ne~est a es, tratan de obtener bien por
Más arriba apunté que el objeto propio del cam: , bien •. Que los bten~s que se conmutan sean de pari-
bio es una cierta especie de cosas. Ahora preciso: esa gual valor y, esencialmente, que a todos y a cad
·especie está constituida por bienes exteriores que son uno de los miemb~os de la co?tunidad, por su activi~
materia de competición o lucro, y bienes materia de dad social prod~cttya_, se l~s de lo que necesitan según
competición o lucro son aquellos cuya apropiación su naturaleza tnd1v1dual , es la función igualante
pretenden sinnúmeras personas porque todas tienen la de la justicia. Por tanto, la igualdad, subdividida en
misma necesidad de ellos •. ' dos especies, constituye la esencia de la justicia •. Efec-
Para comprender qué son bienes exteriores, for- tivamente, la justicia regla con igualdad absoluta o
zoso es recordar que bienes humanos, con máxima aritmética los cambios particularizados, al establecer
propiedad, s0n los bienes interiores que satisfacen las que lo debido a otro es el valor de lo que recibe de
necesidades del alma, y que para realizarse estos bie- éste, de modo que "cada uno tiene lo suyo"••. Y regla
nes interiores, dada la condición carnal del alma, se con igualdad proporcional o geométrica el cambio
requieren bienes exteriores o instrumentales, que son global de toda la actividad social productiva del indi-
la conservación del cuerpo, la riqueza y el honor. En viduo por el conjunto de los bienes que recibe de los
efecto: el cuerpo humano es el órgano del alma racio- otros, al establecer que cada uno debe dar a la co~~
nal y de sus operaciones•¡ la riqueza está compuesta por nidad cuanto le permite su capacidad y debe rec1b1r
las cosas que tienen un determinado valor de cambio según la cantidad y calidad de lo que aporta a 1~ so-
porque en sí incluyen trabajo humano mensurable por ciedad y según sus necesidades cuanto la comumdad
la moneda •, y que sirven para conservar el cuerpo o le puede dar ' 1 • •
de medio para desarrollar el intelecto¡ el honor es .el Debo insistir en un concepto clave que. va~~~
reconocimiento que los extraftos formulan de las v1r· veces sei\alé, a saber, que el fin último de. l.a J~StiCJ:
tudes de alguien, reconocimiento en el cual se basa reside en que cada uno obtenga su s~f¡cu:nclt 1
la confianza de aquellos para constituí r relaciones con bienes exteriores su autarquía que lo hbera de ~~
.
neces1dades '.
matenales y de la depen dencia de otros ,
éste •. l d la persona
Los susodichos bienes, por ser cosas exteriores, son pues todo lo apropiado al desarrol 0 e . osa
susceptibles de apreciación objetiva respecto a su c~g humana según su naturaleza m lVI ua1 es' ngur -
. d' . d
tidad; por ende, puede determinarse en qué medt 1 mente, "lo debido a cada uno"". b' nes adquirí·
d De lo antedicho se infiere_ que Jos ~an subordi-
1
se inflige en ellos una merma, correlativamente, cuf:n·
to lucra quien recoge esa merma y, en consecuencllt 05 en los cambios particulanzados que
119
!liS

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dos en los cambios particularizados que9an subord' Uo ·de sus técnicas de Jroducción, la posibilidad de
nados al fin últim? de la justicia! porque todos 1~; remediar tales defectos •
bienes exteriores, as1 hayan stdo accidentalmente objeto De todo lo que acabo de exponer se der1·v
. , d .1 • . f' a que
de apropiación privada, pertenecen sustancialmente al la miswn . e .JUrista
. es a •anzar y acrecentar la p rac-
•
dominio eminente de todos'"'. tica de la JUStl~la; por 1o que nada hiere más su sen-
Ahora bien: para efectuar la justicia, evidente- sibilidad profesiOnal que. cua.ndo. las clases dominantes,
mente, hay que aumentar· la producción de los bienes para conservar sus ventajas, 1mp1den la transformación
exteriores al grado que sea suficiente para todos; para del derecho positivo y proclaman la dura /ex sed /ex
que esto acontezca hay que ordenar, a ese fin, los por expresar que el orden legal establecido aun siend~
medios de producción con que cuenta la sociedad· y inicuo para grandes sectores de la población debe ser
para que se realice tal ordenamiento, los ciudada~os rigurosamente aplicado; porque hay que aceptar la
deben participar pasiva y activamente en el gobierno fórmula quod príncipe placuit legis habet fJigoretl, en
de la comunidad 11, porque los destinatarios de la jus- el sentido de que una orden de la autoridad pública
ticia son los agentes naturales para instaurarla y afian- es derecho aun cuando la estatuyen aquellos que, adue-
zarla. ñados del poder político, utilizan los medios de coac-
El desarrollo económico, pues, crea las condicio- ción jurídica para salvaguardar sus privilegios; siendo
nes para llevar a término la justicia, o sea -redigo el que la función propia del poder político es reglar
concepto-, aumenta la producción de bienes exteriores determinadas acciones interpersonales con la justicia,
pára que los miembros de la comunidad se liberen de y que el uso correcto de aquellos medios de coacción
la necesidad material y puedan desarrollarse integral- es forzar a los renuentes a obedecer las normas de
mente conforme a la dignidad de persona humana 1'. justicia sancionadas por el poder público. Debo ad-
A medida que la generalidad de los miembros vertir que el oficio de jurista no siempre lo cumple
de la sociedad intensifica su cultura intelectual y el letrado, cuyo menester, que consiste prim?~dialmen
polí~ica, progres.a la conciu~eia jurídica social, que te en aplicar la letra dada en el derecho .POSitivo, su~le
c~n.SISte en la. exigencia de la gente respecto a las con· transformarlo en un factor de estancación de las ·~
d¡c¡ones de v1da que en la ocasión histórica son posi· j~stic.ias sociales legalizadas, en defe~sor de los Pf!·
bles, Y que entonces les son debidas u • VIleg10s adquiridos por la clase dommante a. ~bio
. El progres~ de la ciencia jurídica importa con· del honorario --ese "demonio maJo" de los Jumcon-
ce~u reglas obligatorias de conducta social destinadas sultos que decía el insigne Ihering ••. d
a 1mponer, cada vez mejor y de modo más rápido, el La correcta función del jurista se desen!'lelde 1;
progreso de la justicia. estos modos: primero interpretando Y aphcan
1etra de la ley según el' espíritu de la JUstiCia
°
• • · •·' segun-
. Y el progreso de la justicia se impone cuando la
~c!e~ad desc.ubre, con el desarrollo de su conciencia d?, formulando las normas jurídicas qu.e ~e~n ' :
)Ur1d!c~, su •mp.erfecta composición y las desiguales Cionarse para corregir, modificar o sustJCU;r f~ ~ue
11
condtctone. de v1da que la aquejan, y, con el desarro- 10

ceptos legales injustos o inconducentes a
1!10 lil. , • 1
1 1
. ___ .y
'1 ~---
..
persiguen "; tercero, llenando los vacíos legales con . ontrastables del Estado, deroga explícita 1. .
~~arnente los precepto~ .legales que prohiben ° u ~~~:
1
21
normas extraídas de la justicia •
Para desempeñar. su cometido, el jurista debe tencia 0 coartan su acc10n.
comprender las modahdades de las relaciones huma- JI
nas que reglará con la justicia; medir, además la
intensidad de las fuerzas productivas de bienes s~cia El ~obiemo de fact,o, denominado por los juris-
les; apreciar, por último, qué dirección llevan las co- tas med 1 ~eva_Jes y todavta por Ro~sseau tyrannia ex
rrientes contemporáneas del pensamiento moral y defutu tJtub, es el que nace mediante la infracción
cómo actúan los grupos de la poblac_ión interesados violenta de los proced!mientos previstos por el dere-
en instaurar la justicia y los que se oponen a ello para cho positivo para elegir los gobernantes, pero que la .
conservar sus privilegios. De lo contrario puede caer población lo reconoc_e como suprema autorid~d ap~nas
en el error de encarar las cuestiones a resolver con experimenta que qmenes la eJercen poseen Idoneidad
soluciones prematuras o con soluciones convenciona- para guardar la paz interior e imponer sus órdenes.
les que fueron apropiadas a modalidades y circunstan- Entonces: por el hecho de preservar el ord_en, de im·
cias pretéritas del obrar social, pero que en el presente pedir o reprimir la violencia de los pa_r~I~ulares o,
no resultan justas porque han cambiado tales circuns- en los peores casos, de asegurar la pumc1on y con-
tancias o porque los actos humanos atinentes al mismo vertirla en ejemplo es decir, en suma, por el fuerte
objeto se desenvuelven de otra manera o con otro y razonable temor 'de caer en ·la anarquía, el_pueblo
sentido. acepta inmediatamente como gobierno legít1~0 al
Las ideas desenvueltas precedentemente abrigan grupo de personas que toma los poderes _emmentes
el propósito de repensar, ante la situación de las na· del Estado 21 • Porque si bien el fin esencial ~e la
· · · est0 es' segun dlo
comunidad es afianzar la JUStiCia,
dones atrasadas que anhelan conquistar condiciones
mostré ordenar los cambios sociales para qu~ to_
01
modernas de vida, el problema jurídico referente a la
capacidad de un gobierno de {acto para alienar a par· Y cada' uno logren su suficiencia de vi~a i rehsu ta •:
'b · 's'to s1 no ay au
ticulares los bienes nacionalizados, si su política a este P_os1 le realizar semeJante prop? 1 de los esfuerzos
respecto no ha sido expresamente legitimada por el ndad que regule ese entrelazamiento · de auto·
pueblo. i~dividuales. Y por eso ta~b~én tal .~~:~tulo, tiene
Corresponde que deje sentado en estas líneas i~ ndad, a pesar de su falta ongmal_ de J lquier espe·
troductorias al tema que tratar¿, que las reglas aph·
cables al gobierno de {acto se extraen enteramente de
e~ principio la facultad de sancJO~ar e:: su gobierno
Cie de leyes, pues la comunidad precisa q 5·guiente, en
lo justo natural, porque nada preestablecido en el trans f orme en obhgatonas
. · y, por conas1 de JUStiCia
. ..
Potencialmente coactivas a _cuan~as d:arrollo •. ~n
derecho positivo sujeta a este tipo de gobierno, ya que 00
al surgir por la decisión de un grupo social que en la sean necesarias para su existencia .Y. su exiscenc••
ocasión di~pone de una fuerza preponderante y, en esencia: el gobierno Je {acto legJtuna ara satisfacer
consecuencia, por haberse posesionado de Jos poderet Por la probada capacidad que posee p J.i3
122
. ........-:

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el grupo so~i~l qu~ ejerce el gobierno
la necesidad social de una autoridad, pero sus a t é ·rnen po~ItJco, ~lene a . res.ultar que "confo':ftll .~l
se legitiman por la justicia que entraiian. Más :dos r fector social dommante Significan lo mis~o~~tuc:ton
lante explicaré por qué, .en nuestra ,época' le corres-
e- ~engo que no tr.aduzco las expresiones tó k . · Pr~-
pon de a1 pueblo determmar la pohtica tendiente /eon "lo domtnante en las comunidad , yno~ to•
efectuar el fin último de la justicia, o sea que e da P?on tÍs politeias, "lo dominante en la tes ' Y. tos ky-
miembro de la población alcance la autarq'uía de a a " . onstt tuci 00
·"
. . de vt'd a como me d'10 de desarrollar inte-
sus -frases pertenecientes
. a los "textos de Arist'ote1es qu~
con dICiones por poder soberano" den
gralmente su persona. acabo d e constgnar-,
. . 'd' d ero
del orde.namtento JUfl 1co el país, cual es corriente
III hacerlo mterpolando un concepto del constitucional'
. d d' . •..
Más arriba q~edó en claro que el gobierno de mo forma l.ts.ta e. nuestros 1as en el Bl~tema sociológico
facto es el corolario de una acción política violenta del Estagn1ta, smo como sector socaa/ dominante en
que quebranta los preceptos orgánicos de la Constitu- la Constitución real de la sociedad, siguiendo a sus
11
ción jurídica-formal del Estado, esto es, las normas grandes comentaristas •
Cuando las convenciones constituyentes de la Re-
l~g~les que reglamentan la personificación y el ejer-
CICIO de los poderes soberanos de la comunidad Pero
volución francesa, adoptando los precedentes norte-
si la ciencia jurídica se limitara a considerar 1~ inci- americanos, codificaron la materia constitucional en
dencia de aquel hecho político violento sobre el orden un corpus de leyes específico y acabado en sí mismo •,
leg~l vi~ente, omitiendo saber qué sector social y con
el estudio de las Constituciones se redujo a la inter-
que sentido abroga la normalidad constitucional, no pretación lógica de tales prescripciones escritas, creán·
podría verificar, como debe hacerlo, si tal acción es dose al efecto, dentro de la dogmática jurídica, una
justa o injusta en lo principal, para entonces calificar nueva disciplina que se llamó derecho co11~ti~ucio11.l ~·
de legítimos o de ilegítimos a los actos esenciales del ~e este modo, las estructuras legales .del reg1men poh·
gobierno de facto derivado de ese evento. ttco fueron aisladas de las fuerzas soctales que sus~tan
. Por tanto, para no fragmentar arbitrariamente la Y animan a este régimen desapareciendo de dlch~
reahdad se debe puntualizar qué es la Constitución. estudio cualquier referencia al grupo hum~no do~;
Al igual que la mayoría de los conceptos fundamenta· nante Y reemplazándoselo por una imputaciÓn ~e
les de la ciencia política, el de Constitución también a~tos a la nación entera· de la cual el sector doaunante
e¡erce efecttvamente
· · • cuando. sus. actOI
su 'representacton . •
fue formulado por el genio de Aristóteles. Según él ese0 · 1 'ó d 1a ¡usttc•a ·
expresa, la Constitución es la ordenación de los pode· Re ~,ta es coinciden con la promoct n ~ d del 1¡glo
res gubernativos de una comunidad soberana de cómo Cien al comienzo de la segunda mita ocedor
están discribuidas las funciones de tales p~deres, de ~:~~do, Ferdinand Lasalle, un prof~~do .. : de la
cuál ~ el ~tor dominante en la comunidad y de c~ál el .os filósofos griegos y poseyente ~ . ltll recuperó
es el ftn astgnado a la comunidad por ese sector soc1al Paartdad !Dental de los pensadores clastc.d;d de coa·
dominante •. Por lo que -piensa Ariatótelet- como ra la Ciencia política moderna la necett
lJ5
124
., ..,¡.., .
1ente
, .., a f m de que, mediant
.
. tor social dominante como elemento esen- de sus textos " 1 lo e .u~a mterpre-
itliC100 e..,oluti..,a
1 . 'rt S VIeJ
1. . s•derar a1 sec . . , u rsc•o de cauce a. nuevas normas de la 'u ~s. moldes
. de la Consutuc•on ·
.:•a1 V · ndo al tema de esta parte del presente estu- sir~a~echo, tos miembros de la poblaciJn st•c•a. Ante
.
o1Vle . • l .
te rizar las insurrecciones JUstas y as 101·us- este mbios, algu~os porque temperamentalopuestos a
d1o ~. carac
d. , que cuando la ascenswn . , a1 gob'1erno de la tos cados a la rutma del orden y los más mente son
tas ' 'dad1re mediante el quebrantamiento · por la fuerza aPef s les extinguirían sus privilegios :orque estos
.j
de las formas preestablecidas ~ara destgnar
comuni · · 1os gober- carrt 1°s resortes efectivos del poder a' pesque dmane-
·an 10 ·' d ar e no
realizan sectores soctales hasta entonces ex- J ntar. con la representacwn
. e la mayor'•a de la
nan teS la d •. d
trañados del ejercicio del po er po1tUco Y. el manejo e0oblacJ·ón -precisamente
. . . por
b esa actitud reacia . al
de los recursos sociales y lo h_acen para t~pulsar el ' P greso de la JUStiCia-:-, a rogan por la fuerza 1
progreso de la justicia; se .~sta e~ presencta de una P~~cedimientos establecidos por, medio de los cual~:
acción justa, de una revolucwn soctal 9ue busca tra~s
1
¡- fos sectores populares ascendenan al gobierno de la

1 formar la Constitución real de la soctedad para bien
comunidad.
de los sectores populares .. ; en ta~to que. cuando a Aquel sector s?cial privilegiado, con coherencia
esas formas las violenta el sector soctal dommante para ideológica -a p~rur de su. falsa. ~~ncepción de que
reforzar el poder que ejerce e imped.ir !o~ cambio~ Jo justo es una mteresada Impostcion del más fuer·
legales en dirección al ~.rog.re.so de la JUS.tlCJa, ~: esta te- ••, desconoce el derecho natural del pueblo a darse
en presencia de una accwn mju~ta. denommada g~lpe sus propias formas constitucionales", derecho que a
de Estado" que reafirma lo prmc•pal de la Constitu- partir del abate Sieyés se llama poder constituyente ••,
ción real ~un cuando abrogue o convierta en letra y en cambio afirma que el titular de este derecho es
muerta la parte de la Constitución escrita que le cualquier grupo, la oligarquía por ejemplo, que posea
1
amenace o perjudique sus intereses ••. la fuerza suficiente para decidir sobre semejante ma·
En nuestra época, políticamente caracterizada por
l la existencia de Constituciones promulgadas en u~
teria fundamental "t. De aquí que, en nuestra época,
.\ · las "Cartas otorgadas", los estatutos básicos dict~dos
d
complejo de normas inmodificables por los .proce~I· por la exclusiva voluntad de los gobernantes surgidos
1 mientos ordinarios de legislar ", las insurrecciOnes m-
justas, que como dije se denominan golpes de Estado~
de un golpe de Estado, se proponen robustecer los
.1 se desenvuelven de la manera que paso a exponer. S1 privilegios del sector social dominante y detener el
:1 bien la dogmática jurídica desvincula mentalmente de avance de la justicia promovido por los sectores po·
'j pulares ••.
la realidad política a la Constitución codificada para
~1l• hacer perdurar las intenciones originales de la clase IV
· ·· 1 sentido
,., social que la dictó, los sectores populares, con s.us apre· P. ues bien; el progreso de la JUStl~t~ es e
miantes exigencias de igualdad en las condici~nes. ~e
;¡ d
~-.j 10 csenctal de la historia •• lo que signtfica que ca a
) vida, la penetran con sus ideas y mediante el e¡ercJC vez más grandes sector;s del género humano logran
de la democracia tratan de transmutarla en una "Cons· 1!7
l
1211
-----=--- - ,
1
'

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una suficiencia de vida a tenor del grado de .. el sector social que pose 1
arte, d e as ·
zación alcanzado y que esta suficiencia de vida enCl~ili "' atses
.•rJ P. altamente
.
esarrollados pa· nquezas d•
• . , tsts qu ~
cada vez mayor cantidad y mejor calidad de b~ aba ¡os p redomman economtca, politica . ~ Por lo
. .~omo entre estos b._1enes se h a1lan los rned·
ademas, tentt., .,¡Siflo P .an a la población de los p ' tnthtartnen.
•. $po1t • d d atses atrasados,
de difus10n de la cultura mtelectual y el ocio lOS tc e 0 e apoderan ose e sus recurs
tendiendo_ por esto últim~ _el tiempo libre de tr~~ d~decter _q 05' e invirtiendo allí librementeos naturales y
d .. d sus cap· 1
para dedtcarlo a la acuvtdad especulativa y sin Jo . ¡¡pan ue la pro uccton e estas comunidad Ita es,
cual resulta difícil ser virtuoso y actuar en pol't~l . hacen qno tiendan, ante todo y con rac·10 el~ddepen-
· ntes · na 1 ad
ca- ••, cal progreso implica mayor li~ertad e igualda~ d~e de su pueblo, smo a secundar las econo . , a1
de los seres humanos y, en consecuencta, su más intens bten pat'ses altamente . d
desarrollados y a aum mtas de
entar las
y eficiente participación en el gobierno de la cornu~ 1r2na o5 ncias usuranas . d e sus empresas,
• ganancias que en
ni dad. b" de ser ap 1tea as en e1 pats que las gener
lugar d llo mtegral
· a, para
La singularidad de nuestra época respecto del , romoverle su • esarro d . y autónomo,seas 1
desarrollo de las condiciones para efectuar la justicia P rem
esa a los patses ommantes.
t •
reside en que este desarrollo ha adquirido un ritrno Consecuentem~n e, en nuestra epoca, la lucha por
vertiginoso, ya que a partir de la segunda mitad del la justicia se despliega de esta suerte: los sectores po-
siglo XVIII las ciencias de la materia vienen descu- . pulares de los países indesarrollados, como que son
briendo y dominando en continua aumentación las i la aplastante mayoría de la población, demandan la
energías de la naturaleza para utilizarlas en la pro- posesión del poder polít~co para encuad~ar los recursos
ducción de bienes, con lo cual se posibilita, por pri- sociales en un plan destmado a consegmr en el menor
mera vez en la historia, extender los beneficios de la tiempo po~ible una producción moderna suficiente para
civilización al género humano entero ". todos; los particulares dueños de estos recursos tratan,
·• Los sectores de la humanidad que aún no disfru· por cualquier medio, de perpetuarse en el gobierno
tan de tales beneficios, teniendo conciencia de que lo de la sociedad para impedir que el Estado maneje
merecen y de que es factible conseguirlos, cuando las riquezas, lo cual importa dejárselas administrar
ascienden al gobierno de la comunidad ordenan todos aguisa de su exclusivo interés individual.
los recursos sociales a la consecución de ese fin. De . . ~os actos ordenados a promover el avance de la
aquí deriva la medida tan generalizada en la actuali· JUStiCia, que termino de reseñar, conforman las lla·
dad de transformar en bienes públicos a importantes madas nacionalizaciones de fuentes de recursos natu·
fuentes de recursos y a grandes instrumentos de pro- rales, instrumentos y organizaciones dedicadas a la
ducción y cambio, porque la experiencia moderna , P.ro~ucción y distribución de bienes. De las cara~t~·
ensefta que, salvadas escasas excepciones personales, flstlcas Y de la naturaleza jurídica de esta institucton
la clase que los detenta en propiedad privada no los lile ocuparé enseguida abreviadamente. . tes
hace servir al desarrollo armónico y acelerado de la Públ~a nacionalización consiste en transfe.nr ~ e;ro·
economía social sino a su afán de máximo lucro. Por · teas o a asociaciones de interés colecuvo a
12<'
128
1 . d d de medios de producción y cambio, a fin d
p1e a . e ustituida por la apropiación pública y
r utilizarlos exclusivam~n.te pdaral 1o~r.al~ q~~ e1EPUeblo 5
mbién público de tales medios com pordel manejo
·c ·pe de los beneflcws e a CIVI 1zacwn. 1 fisc ta d · . • o mo o nat 1
par t 1 1 . . d b" o de crearlos, a mm1strarlos y hacerlos . ura
. mpre ha sido prop1etano e 1enes y aun de biene "d servu par
SIC • l . S ·sfacer las neces1 ades de todos Es de d . a sa-
de producción, pero lo que parucu anza a las nacio. tl . d 1 1 b ·. a verta que
.l nalizaciones o socializaciones del prese~t.e es que tie-
pzíb[lco, que e a pa a ra pop1 1cus p0 P ¡
en latín, significa popular". ' u us, denva
.
nen por única finalidad elevar las condiciones de vida
El pueblo, entonces, es el titular de 1a prop¡e . dad
1 del pueblo y que las ~u~vas ~propiaciones públicas de . . .
de los b1enes naciOnalizados
. .. y los órganos 0 en ti a des
·d
tales bienes y su admm1strac10n se cumplen mediante
estatales que 1os d InJen son sus administrad ·
1
la democracia, es decir el gobierno de los sectores . d d" "b" . ores, con
populares ••. Corresponde a~adir que esta apropiación atribuciOnes
. . e 1spom • d1hdad operativa., conserv an do
pública emerge de la propia estructura de los medios e1 prop1etano, a traves e sus delegados ejerciendo el
modernos de producción y cambio, y de las peculiari. P?der político, la dispo!libilid~d ~bsoluta de aquellos
dades de la circulación económica actual. En efecto, b1enes y la facultad de Impartir directivas sistemáticas
los medios modernos de producción y cambio, debido para utilizarlos en la producción social••.
1 a sus elevadísimos costes y a su extraordinaria com. Por tanto, los "bienes nacionalizados" difieren de
¡ plejidad, exijen para su adquisición y explotación un los "bienes estatales" porque los primeros están afecta-
1 concurso de factores compuestos por la dirección dos a la gestión pública de negocios para conseguir una
i organizativa de algunos, por el trabajo de un gran

número de obreros, por el aporte científico de muchos
producción moderna suficiente para la totalidad del
pueblo, y los segundos están afectados al cumplimiento
.j y por la utilización del ahorro de todos. Y siendo

ingente la producción que resulta de tales medios, los
consumidores se hallan en la nación entera y aun en
de los actos de imperio y de los servicios de derecho
público del Estado •e.
V
la humanidad, porque el circuito formado por la
producción, el cambio y el consumo, que comenzó Sentado que los golpes de Estado son acciones
reducido al ámbito de la familia -de aquí trae origen P~lí.ticas dirigidas en lo esencial a impedir la justa
la voz economía compuesta de oékes casa y nomé, Uhl~zación de los recursos sociales, y que los bienes
admini~tración-, que después se exte~dió a' la ciudad n~cwnalizados son del pueblo y destinados a la inme·
Y funcwnando !a familia como unidad productora, ~e diata elevación de su nivel de vida, corresponde expo·
ensancha, a ra1z de la revolución industrial todavla ner las conclusiones sobre el tema central de este ensa-
en curso, a la nación y a la humanidad reemplazán· yo, averiguar si es válida la transformación de tal
dose a la familia con la planta fabril 'como unidad especie de bienes públicos en bienes privados operada
p~od.~ctora: A consecuencia de este proceso, la apro· Po~ un gobierno de facto cuya política sobre esta ma·
piac¡?n. pnvada de los medios de trabajo adecuada ~r¡a no ha sido expresamente aceptada por el pu~~ 1 ~¡
'· al regimen doméstico de producción, vi~ne siendo ero, como lo prometí, antes debo volver al d¡hci
130 1:\1

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asunto de la legitimidad de este tipo de gobierno y eidios comunes, obliga a pagar las d
de sus actos, precisando y explanando lo que ya expuse etcétera ; empero, lo que con refere ~udas contraídas
. . nc1a a 1 . '
al respecto. caractenza a una orgamzación social al . a JUsticia
Según dije, el conjunto de personas que por la oder político es el hecho de 1·mp Y eJercicio del
P . oner1a 0 d ·
vía de los hechos asume los poderes supremos de una imponer en la matena de gobierno e]arla de
comunidad soberana se legitima sociológicamente como ese momento histórico. que es esencial en
gobierno cuando logra ser acatado como regulador ex- Antes mostré que, en nuestra .
clusivo de la coerción pública; porque siéndole nece- esencial de gobierno reside en dar ae~oca, _la materia
la comunidad condiciones modernas d -~lembr?S de
05
saria al ser humano la sociedad para vivir y desarro-
llarse, siendo, además, la sociedad una multitud de a contribución, para alcanzar esa me;a VIl a, 6-0Dlendo
05 1
individuos que coexiste en un orden, y siendo, por producción que posee la sociedad. Ademis enes de
l"d a d, es e1 pueblo qu1en
.1 . dec1de
. acerca del ' en 1·a actua-
último, que para que haya un orden se requiere la · genero de
autoridad que lo cause y conserve, la persona humana reso1ucwnes . a tomar
. para hacer
. efectiva 1 · · · en
a JustlCla
anhela ante todo la autoridad y después, que esa auto- esa matena esenc1al de gob1erno porque la ·
. .• d l"b • un¡versa-
ridad contribuya a perfeccionar ese orden, a instaurar hzacwn e 1 . a 1 ertad, de la cultura intelectual d
1 d . . . 'd" y e
plenamente la justicia. una ese arec! . a c~~c1enc1a Jun_ 1ca han establecido la
De lo predicho se deduce que al gobierno de }~amada le!ftl''!'~cton democrát~ea o legitimación poli-
{acto le incumbe ejercer todas las atribuciones inhe- tic~ del eJer~lCIO ~el _gobierno •o; puesto que, como
rentes al poder público, incluso la de legislar sobre ar~1ba . exprese, nad1e t1ene mayor interés ni resulta
las distintas especies de relaciones interpersonales, pues mas ef1~az .P~ra crear las condiciones que hagan facti-
las cuestiones sociales deben ser resueltas conforme a ble la JUStlcta ~· consecuentemente, para imponerla,
su naturaleza y cuando aparecen. Pero como la justi- que el sector soctal que se halla privado de ella.
cia de los actos de un gobierno de {acto no puede ser Sintetizo y afino la distinción de conceptos afines.
estimada con criterio de legitimidad moral establecido La legitimidad sociológica consiste en la obediencia
en el derecho positivo, porque este tipo de gobierno que _los gobernados prestan a quienes apoderándose del
puede suprimir o modificar sin trámite a los órganos go~1erno imponen orden en la comunidad. La ltgiti-
públicos constituidos para ejercer ese control y abrogar m~dad moral de los actos de un gobierno es la. ~on_for
los principios constitucionales que condicionan la lega- mldad de estos actos con la justicia". La ltgltlmldaá
lidad material de los actos del poder político, resulta democrática o legitimidad política es la aprobación por
que la ciencia jurídica debe calificar los actos que el ~ue~lo del género de medidas a tomar ~a~a _efectuar
corrientemente realizan tales gobiernos a través de la la JUsticia en la materia de gobierno htstoncamente
justicia que contienen, y de aquí derivar cuáles, entre esen~i~l, aprobación que debe operars~ prestando con-
los que ejecutan, son válidos y cuáles son nulos. sentrmtento expreso a esa política o ehg1endo a _los ~
Ahora bien: cualquier régimen político cumple bernantes que la deciden. La ltfalidad matmal esta
actos de justicia, verbigracia, castiga los robos y homi· conshtuida
· por normas moralmente 1eg¡etma • · s de con-
132 133
t. ·al fiJ'adas en el derecho positivo 111 nor....
d ucta soc• d h . . . ·••aa, 11135
es falso interpretar la pasividad 0
!
eb' lo como tácita aprobación de la e .stlencio del
.
, 1
' ' entonces, que valen como ·¿erdec/o posrivol SI no vulne.
ran la justicia ... La legalt a orma es a manifesta-
Pu un gobterno
de
. d ¡ po11t1ca es ·
~ acto. Por tanto, este ti o d ene_~~1
ación debe mamfestarse expresamente P e leg~tl
ción de la voluntad de los órga~os del Estado siguiendo rn .. Y por med 105
los procedimientos preestabl~c•?os en el derec~o posi- veraces .
tivo Prevengo que algunos JUriStas llaman ltgttimidad Puedo concluir, pues, afirmando que .
d .
b Ierno d .. son JUStos
al ~xpediente adoptado en algunas Con~t~tuciones de l os actos e un go t {acto dmgidos a 1ograr 1os
. · d .
recurrir al plebisctto para abrogar o modificar la. lega- bienes su f ICientes para to os los miembros d 1
· · 1 e a co1ec-
lidad sancionada por .el par~~mento ••; claro está que rivida d ' e InJUStos os que, por defender o restabl
·¡ · d 1 t or poseyente d e los medios d ecer_
aquí no trato de esta msutucwn. Priv1·'eg10s b te se~
o s acu11z a n 1a rea¡·Izacwn ·' de ese dee · pro·
¡·
j
Es de suma importancia destacar qu~ no debe con-
fundirse la legitimación sociológica del gobierno de
duccwn,
. d' 1 p
humano .Pn~or Ia: or ende, resultan nulas las des-
nacionahzacwnes ejecutadas por un gobierno dt f t
s1gmo
Jacto, el hecho de aceptar el pueblo como gobierno a ' . b ., ac o

quienes sin título jurídico disponen de los medios pú- cuya po_1I_t1ca ~? re esta c~:stwn no haya sido objeto de
blicos para mantener el orden, con la legitimación polí- una leg1tJmacwn democrat1ca, porque el administrador
tica de las medidas tomadas por un poder de facto en de esos bienes, que es el gobierno, ha alienado un bien
materia históricamente esencial de gobierno. Y a que en ajeno sin tener para ell~ mandato del propietario, que
nuestro tiempo es artificiosa la doctrina del consenti- es el pueblo. Y los particulares que los adquieren pro-
miento tácito del pueblo respecto a la política de un ceden mala /tdn, ya que son públicamente conocidas
J las circunstancias que hacen que el enajenante carezca
gobierno de {acto. En la Edad Media, cuando las co-
munidades políticas eran ciudades de diez o quince mil de poderes para trasmitir el dominio de tales bienes
·1 habitantes, cuando el transporte y las comunicaciones ajenos. En consecuencia: la reivindicación por el
J se realizaban sin el auxilio de costosos artefactos e

instalaciones, cuando la coerción pública se cumplía
pueblo de los bienes así desnacionalizados no da dere-
cho, a esos adquirentes, a percibir indemnización al-
con armas iguales a las que forjaban los particulares, guna "' Y por igual motivo, los tratados internacio-
cuando éstos poseían el derecho de portar tales armas, nales celebrados por gobiernos surgidos de un golpe
tenía asidero en la realidad la doctrina de la tácita legi- d~ Estado, que se proponen consolidar tales privatiza-
timación de la política del tyranno ex dtfectu tituli". CJ~nes inmunizando los bienes de las empresas de los
Pero ahora, con comunidades formadas por decenas de paises dominantes, pueden ser rescindidos una vez
millones de individuos diseminados en extensas áreas :raspuesto el interregno democrático, porque los víncu-
geográficas, con los modernos medios de transportes Y os convenidos subsisten mientras no cambia sustancial-
comunicaciones de propiedad del Estado o bajo su co~ !he~te la situación que había en el momento que se los
trol, con los armamentos poderosos manejados exclus!· •nstuuy'o, max1me , · ,
cuando tales vmculos · ·
son 1n¡ustos ..·
v~~~nte por dependencias del gobierno y con la proht·
b1c1on absoluta que los particulares dispongan de ar· 1'
1 134
135
t.. 1
• 1
1

Biblioteca Digital
,, .
NOTAS BmLIOGBAFICAS
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137
r
nicomaquea 1100 a 34-35; SANTOS TOMAS DE AQUINo, .-nP.Cífica y por su naturaleza individual y
JeZil ~1"-- , lf • como cada ser
-
SUDL Theol. 1, q. 91 a 3.
ra especif¡'ca segun su IOrma y recibe de 1a matena .
su indiv¡.
• ARISTóTELES, ttica nicomaquea 1119 b 26; 1133 a 8. se .6 . y además, la forma del hombre es el alma .
diJllCl D• ' l . l'aCIOnaJ,
1133 b 28; 1163 b 32 -1164 a 2; ARISTOTELES, Política 1257 a la materia el cuerpo, o que conVIene al hombre según el alma
19 -1257 b 17; ARISTOTELES, Magna Moralia 1193 b 37 -ll94 Y . 1 es natural a él por razón de la especie, y lo
raCiona., 1 '6 d . da que 1e
a 6; J. TRICOT, Notes, Aristote, tthique a Nicomaque, Paris conVIen. e por la comp ex1 n etermma del cuerpo• le es natu-
1967, p. 241, nota 1; GIULIO ALESSIO, Alcune riflessioni intor. ral según la naturaleza individual·. SANTO TOMAS DE
no ai concetti del valore nell'antichitá classica, en Archivio Giun. QUINO, Sum. Theol. 1-11, q. 63, a l .
dico, "-ol XLII, 1889, p. 379-423; W. GELESNOFF, Die okono- A "La justicia social es para nosotros justicia entre hombre y
mische Gedankcnwelt des Aristoteles, en Archio für Scn:íalwit- hombre. ¿Pues qué propol'(:iones median entre hombre y hom-
senschaft und Sozialpolitik 50 Bd., 1923, p. 1-33; GIUSEPPE bre? Basta considerar la forma de la cuestión para comprender
MAJORA.l\/A, Le teorie della moneta e del valore in Aristotele, que hablo aquí del hombre en abstracto, es decir, del ~ombre
en Giamale dcgli economisti, vol. 66, nn. 1926, p. 4'9-61; considerado cuanto a las solas dotes que entran en la 1dea de
tDOUARD WILL, De l'nspect éthique des origines grecques de humanidad, del hombre considerado como animal racional. Con-
la monnaie. en Rcvue Historique, t. 212, 1954, p. 209-231; siderado bajo este aspecto, es claro que entre hombre y hombre
0.-\VID RICARDO, Principies of Political Economy and Tau.- la relación que media es de perfectfsima igualdad; porque un
tion, chap. 1: On Value, ed. by E. C. K. Gonner, London 1911, hombre y otro hombre no son sino dos veces la humtmidnd:
p. S.43; XARL MARX, Dns Knpitnl, 3. Aun., Ilamburg 1883, p. ¿puede darse mayor igualdad de proporciones? Do donde tengo
27; HENHI DENlS, La monnnio, Paris 1951. que concluir que la justicia social debe igualar de hecho a todos
• ARlSTOTELES, Etica nicomnquca 1095 b 24-25, 27-28; los hombres en lo tocnnte a los derechos de humanidad, como el
1000 b 18; 1123 b 18-20, 35; 1124 b 17-19, n 25; SANTO TOMAS Crindor los hizo iguales en natumlczu; y que el hombre que
DE AQUINO, Sunl. Thcol. 11-ll,. q. 103 a 1; A. GAY, L'honneur, obra tomando por norma la justiciA, llena las intenriones de
sa place dans In morolo, Fribourg 1903; J. M. RAMIREZ. De quien lo crió. Pero vnmos despacio: ¿dónde est6 ese hombre
Hominis Det\tltudint', Mntrili 1943, t. 11, p. 75-89; AMERICO
abstmcto, esa humanidad repetida cuya noción me ha sugerido
CASTRO, Algunas obscrvncioncs 0 001'(:1\ del concepto del honor
los primeros lineamientos de la justicia socli1l? Si hay unos
en los siglos xv1 y X\'11, en llcvista de fllolo/l.Ía csrXJrlola, vol.
hombres asooindos t\ otros hombres, existen siempre homhrtt In
111, 1915, p. 1-!50, 357-386: WlLilELM SAU Ell, Ole Ehre und
concreto, siempre individualizados, dotados si mpre de fuems.
ihre Verletzung. Dedin 1915; FHANCESCO CARHARA, Pro-
de propicdndes determinad:ts. Pues ahora, ¿dónde est' la igua~
gramma del Corso di Dirltto rlminnlo I'nrtt• spcdulc, vol. 111.
dnd trot&ndose de hombres considcrndos bajo este aspecto
Lurot 1888, ~ 1705, p. 13-14; F. GlVOHD, La rfponttion du
pn1 ju~lk't! moml, Grenoblc 1938.
Compumd edad con edad, ingenio con ingenio, robustea con
' AIHSTOTELES, €ti('a nicomnquea 1113 a 1 sigs. rllbustez.. etc.; todo es aqu( disparidad, )' disparidad. nótes;. hic:n.
• "Lo jmto es la igualdtlll asignmlll en cnda1 momento 1 que dinlana de la tiOtumlc:a porque la notunllcza es .qul!
d~lgu&lt'S Stlgl\n la naturoltm,~. PL~TON, Nomoi 7M a d. ~~rnla los individuos, como f<:rma las especies; o mejor chd10,
.. nat b rcibe las espct'
"Una cou 111 natuml a un hombre de dos modos: por natu· . llnllcza form.'\ los individuos, el hom "' IM! individUOS 1 1
~lt's, Concluir6, pues. rectamt'Jlte que todos los

139
... , '

Biblioteca Digital
.humanos son naturalmente desiguales entre si en lo
la individualidad, como son iguales naturalmente · tocante 1
•
¡fes· a cada uno según sus Decesidades•
~tikdes
lARL
MARX,
--
especie; y asi las acciones humanas entonces serán j CUanto a ~
eothaer Programms, n9 3. .
tri , pLATON, Gorgias, 489 a; ARISTOTELE
uea 1130 b 5-18, 1131 a 10..1131 b .24· s~ T!tica nJco.
se acomoden a los derechos individuales diversos dustas CUando
quienes se refieren". LUIGI TAPARELLI, Saggio ~:::a a
~~¡NO, sum. TheoL 11-11, q. 61 a 2 ad~ 2; GRECO~~~E
dritto naturale, n. 354-355.
"Lo justo sólo puede consistir, por naturaleza, la
dt .
·
ros, Equality and Justice in Early Greelt Cosmologies,
ct(JISical Philology, 42, 1947, p. 156-178; GRECORY VI..AsTOS
!
ción de una medida igual; pero los individuos desi:J aplica. :
Isonolllia. en Amerlcan ]oumol of Phllology, 14, 1953, p. l'rl'
seria~ distintos in~ividuos si no fuesen desiguales) sóloes (y bl · 300; RICHARD P. HAYNES, The Form Equality, 15 a ~
medirse por la mlSIDa medida siempre y cuando se Je!~ · of Equals, en Phroneri8, IX, 1964, p. 17-26; F. D. HARVEY
que desde un punto de vista igual, siempre y cuando en;: · rwo Kinds of Equality, en Ckurica et Medfaeoalla, ~
mire solamente en un aspecto determinado; por ejemplo,: el áanoise de Philologie et d'hlstoire, XXVI, 1965, p. 101·1*.
caso concreto, sólo en cuanto obreros, y no se vea en ellos PAUL REUTER, J!:galité et inegalité dans les institutbns ~
ninguna otra cosa, es decir, se prescinda de todo lo demás. Pro. ridiques, en etudu Cannélitainu, 1939, vol ll, p. 109-127;
sigamos: unos obreros están casados y otros no; unos tienen mis HANS NEF, Gleichheit und Gerechtigkeit, Zurich HUI; RO.
hijos que otros, etc. A igual trabajo y, por consiguiente, a igual BERT BRINER, Zur Funktion der Gleichheit in der mensch-
participación en el fondo social de consumo, unos obtienen de lichen Gerechtiglceit, Zurich 1948; PETER TRUDE, Der Begriff
hecho más que otros, unos son más ricos que otros, etc. Pan . der Gerechtiglceit in der aristotelischen Rechts-und Staatsphi-
evitar todos estos inconvenientes, lo justo tendría que ser DO ' losophie, Berlín 1955, p. 89-102.
igual, sino desigual Pero estos defectos son inevitables en la
10
ARISTOTELES, J!:tica nicomaquea 1132 a 25- 1132 b 00;
primera fase de la sociedad comunista, tal y como brota de la SANTO TOMAS DE AQUINO, Sum. TheoL 11-ll, q. 6l1 2, 1 3;
sociedad capitalista, tras largos dolores para su alumbramieiJIO. R. A. GAUTHIER et J. Y. JOLIF, Commentaire, Aristote, L'Qhi.
El derecho no puede ser nunca superior a ·la estructura tJ:tJri>- que a Nicomaque, Louvain 1959, t. 11, p. 358-389.
mica Y al desarrollo cultural de la sociedad por ella condicionado.
El derecho romano es la aplicación de la justicia comnuta·
tlva; pues, siendo derecho privado, vale decir, legislación que
En la fase superior de la sociedad comunista, cuando baya desa·
~ los cambios de una sociedad de econouúa mercantil, el
parecido la subordinación esclavizadora de los individuos 1 la
Plincipio básico de la definición de justicia que adopta, •dar
división del. trabajo, y con ella, el contraste entre el ttabajo JDie' 1
cada uno lo suyo·, se reduce a conservar inc6lwne la propiedad
lectual Y el trabajo manual, cuando el trabajo no sea soJa¡oenle
~rivada de los sujetos de Jos cambios particularizados. ULPIAN?-
1; ~~· lib. 1, tit. 2, 10; JUSTINIANO, Instftuciones, ~ \ ~
un medio de vida, siDO la primera necesidad de la vida; cUIJICio.
con el desarrollo múltiple de los individuos, crezcan talllblhl
IS ERON, De natura deorum, III, 15, 38 -De offjciiS, d
~ fuerzas productivas y fluyan con todo su caudal los Jl)lllll" ~~De re. publica, IU, 9; FJ!:LIX SENN, De la justice...~
tiales de la riqueza colectiva; sólo entonces podlá rebaJII'I'
totalmente.el estrecho horizonte de lo justo actual Y la ~
Par& ~hcation de la définition ttaditionnelle de la ';¡;
podd escribir en sus banderas: De cada uno, según SUS caP'
Rliff~f11:7_.; PAUL von SOJCOLOWSKI. Der ~~
fóiJlischen Rechtes, en StutU In onore dl Pil't't1
140 141
·usta era dar a cada uno lo que le era a .
1
Milano 1930, vol. 1, p. 1~200; MIC~E~ VILLEY, "Suum iu. lo l)latnÓ debido." PLATON, Politeia, 32l p::do; Y a esto
1. · cuique tribuens, en Studa in onore da Pietro de Francisci, M¡. lo ~AS DE AQUINO, Sum. Theol. 1, q. 21 e; SA.\ITo
lano 1956, voL I, P· 363-371. 1'0 GUETA y B~N~~ECHEA, El conce~o1~d. 3; JU.u:
11 PLATON, Politeia, 331 e, 332 a, 332 b-e; -Gorgias 4Q2
~la definición de JUShClll, en Miscellanea Ve io suyo
.j e; -Politeia 420 b; ARISTOTELES, :E:tica nicomaquea, 1134 a en """228 ; LEOPOLDQ WENGER mteersch Roma,
n~c:: voL 11, P· ¿.v,r ~g ' .
25; 1097 b 15-18; SANTO TOMAS DE AQUINO, Sum. Theol
" in antiken U r k und en, en Beitrage
lllo>'• . zur Ceschich
1 uum CIU-
11-11, q. 58 a. 6; 11-ll, q. 61 a. 1 ad. 4; II-11, q. 61 a. 4 ad. 2; que lo d • te der Ph¡..
iosof1hie und Theo gie es Mittelalters, Supplementb nd
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11 "-Di -requerl yo-, ¿qué es eso que diJO S1mó~; :. !ano 1940, Parte Seconda, cap. 11, n. 29: 11 domlnium eminenr
acertadamente a tu ver, acerca de la justicia? -Que es~ . dei giusnaturalisti.
-repuso él- dar a cada uno lo que se le debe; Y al ~ 11
PLATóN, Politeia, 440 c-d; ARISTOTELES, ttica nico-
esto, me parece a mi que habló bien. -De cierto - b,e
. . 'd
yo-, no es fácil negar crédito a S1m6m es, pu
es es bom re
no ..,
:quea 1134 b 10-16; PIERRE BIGO, Justice, et po~voir: le par-
~des responsabilité et des résultats de l expansJon. en 43e.
sabio e inspirado. ( ... ) Claro está, sin embargo, que . un-
r ne ~le de France, 1956: Lu exigencu humainel di
refiere a aquello de devolver a uno el depósito hecho · · ;¡ :ido. etpan.ri6n econom¡~ue Lyon 1956 p. 151-172.
que, en verdad, lo depositado es en alguna manera le que " "'1• ' p·dans
( .. . ) . Simónides envolvió poéticamente en un enigma ~ que 1111 lrlo PAUL DOMINIQUE DOGNIN, Justice et ~rtl(l&f,
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.. '"
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4 144
.: 145
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ellos; otros hacen lo mismo por aspirar a la desigualdad Y SCO MILANI, L'interpretazione evolutiva, en Riviata Inter·
1 1
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17-28.
150
151

Biblioteca Digital
FRANCISCO LUIS MENEGAZZI
..... ~1\
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•
EL ARTICULO 1° DEL CODIGO . ,

• ¡'
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•
PROCESAL CIVIL Y COMEttiAL

· DE LA NACION .'. •
1
r
1
Y LA SOBERANIA ARGENTINA
Prefacio de ARTURO ENRIQUE SAMPAY
PREFACIO
Francisco Luis Meneg~zi une a su larga experiencia de

magistrado de la. Justicia Nacional, su labor de publicista en
asuntos pertenectentes al Derecho Federal; verbigracia, Insti-
tuciones de Derecho Aduanero Argentino; El delito de contra-
bando; El contrabando; Lo contencioso-administrativo en materia
, de impuestos internos; La pena privativa de libertad y el con-
trabando documentado; El Derecho represivo fiscal del porvenir.
Además, es autor de una excelente biobibliografía de José
Nicolás Matienzo; y su conocimiento acerca de este egregio
jurista argentino lo ha llevado a escribir el presente ensayo sobre
el artículo l{J del Código Procesal Civil y Comercial de la Na-
ción, porque como él lo explica, este precepto consagra una doc-
trina formulacW, por Matienzo~ consistente en afirmar que el ar-
tículo 100 de la Constitución Nacional impone, ineludiblemente,
primero, que nla furisdicci6n argentina no rmede ser excluida por
las convenciones particUlares'' y, segundo, que c'los pleitos de la
Nación con las empresas partic;r4ares no deben someterse a
árbitros'
11
•
La aludida doctrina tuvo otro gran .paladín en Benito N CJUlr

Anchorena, dilecto amigo de Matienzo,, profesor Y Rector de la
Universidad de La PWta juez de la Camara Federal de Buenos
Aires y Ministro de la éorte Suprema. A este "jurista naclonar,
~utor también de un admirable estudio sobre .La ~turaleza
JUrídica de ia propiedad ferroviaria'' - tr~a1o anuna.do. del
tni.smo celo defensivo de la soberanía argentfna-, le rendtmos
nuestro homenaje. sido
La doctriM de Matienzo y de Nazar Anc~e~ ha _
adoptada por el artículo l{J del C6digo Procesal CtVÜ ~ c.omeral
ciaz con los siguientes tér1ntnos:
. ·"La competencia terntort en
155
Biblioteca Digital
I
los asuntos cxclusivwncute p11trimoniales 110 podrá ser _
gada a fa vor d e jueces e.\traujeros o d e árbitros que acttí prforro.
' • u en Uer
d e la Rcpublaca . a
Ahcms bien: este problema furídico entraña una 1ac
NMlidad IOCiológica. Los paises dominantes, inversores de eerante
capitales pero apropiadores en grande de los recursos natIICa.!o, pUENTES Y JERARQULt\ DEL
y financieros nativos, imponen a los países dominados una ~ ARTICULO PRIMERO
nistración de justicia ad hoc: lograr la inmunidad de Sll8 m¡_
ne;os. Es decir, los conflictos de intereses en los que son pama.
deben ser dirimidos en los tribunales del extP.riot' que ellós rtÍt 1>Aediante el Código Procesal Civil y Come .
gen, sin eufemismo lwblanda, ante ·sus juecu". Como se~ ¡n •, • d rc1a1
una fibra más que compone la coyunda con que atan a su !IUg0'
de la N ac10n, sa~cwna o y promulgado por la Ley
a los países dependientes. N9 17·454, de setiembre 20 de 1967, publicado e 1
Por rupuesto, que conferencia8 internacfonales de abogado, Boletín Ofici~l del día 7 d_e noviembre de I9Ó'J y de~
sostienen la necesidad de instituir esa laya de tribunales y que rinado a regir en la . Capital Federal y en el orden
existe una abundante bibliograffa dirigida a abonar esta nueoa nacional, se reforma mtegralmente la legislación pro-
mutilación de la mengiiada soberanía de los países dependientes. cesal vigen~e h~st_a, el I 9 ~e febrero de 1968, fecha en
Bien conozco las conclusiones de aqueUos foros !/ esta bibllo.
grafía. Pero sucede que, deroirtuando el designio legítimo y que, por d~sp_osiCion ~e dic~a ley, empezó a aplicarse
progresista de orcl.enM con fustícia la efectiva comunidad de! el nuevo Cod1go. Comienza este caracterizando la com-
género humano causada por el maravilloso adelanto de los me- petencia del órgano judicial con el artículo que lo
dios tramportadores de personas, cosas e ideas, se instituye un encabeza (Libro 1 - Disposiciones generales • Título
régimen inícuo en provecho de los grupos dominantes de loa 1· Capítulo 1 - ~rtíc?~o 19 ), en los términos que se
países de economía altamente desarrollada y con el único pro-
pósito de explotar a las grandes masas de la poblaci6n mundial. transcnben a contmuac1on: "La competencia atribuida
El referido artículo lP del Código Procesal Civil !/ Comercial ~ ~o~ tribunale_s nacionales es improrrogable. Sin per-
de la Nación desató una tempestad hecha con matracas entre las JUICIO de lo d1spuesto por el artículo 12 inciso 4 de
bambalinas del tinglado de Maese Pedro que los intereses extr~m la Ley 48, exceptuase ' '
la competencia territorial en' los
feros tienen montado en nuestro país. Y este simulacro, no obstante, asuntos exclusivamente patrimoniales que podrá ser
ya ocasionó un derrumbe: el nueV(I Código Procesal Civil de 111
Prcwincia de Buenos Alru, calco del Código de la Nación,
~ro!rogada de conformidad de partes: pero no a favor
ruprimió el precepto_ que .Uvaguarda nuestro decoro nacionaL e RJueces extranjeros o de árbitros que actúen fuera de
1a epública."
• 1
¡111 La c~ítica del Código se inaugura con algunas

itn~~~aci_?nes a la última parte de este artículo, cuya
Bueno1 Am, Febrero 18 ck 1969. cirn· ancla se revela por sí misma y a cuyo esclare·
111 ~e_nto. pueden contribuir estas páginas, dedicadas a
lilas ~nests! al_cance y jerarquía reglamentaria de nor·
onstnucionales. .
156 157
d de magist~ado en el sentido de salvar
II da ·ones particulares la soberanía d de las con-
v-ene•to a la competencia 1a Nac·1on
· de sus juece e E • en
cuan1 r6 la Cámara revocó el fallo des. .1 8 de. junio
d~ ~0 sin registrarse la disidencia de ¡n~era ms.tan-
FUENTES DEL ARTICULO ~~~rnbros. Dijo. la mayoría que la j~~is~i~~~· cmco
ede ser matena de contrato, porque no on no
A) LA JURISPRUDENCIA NACIONAL PUté en e1 comercio · (A rts. 953 y 1.16] C'des cosa. que
La Cámara Federal de Apelación de la Ciudad

e~e la regla de jurisdicción establecida 'p 0 1' CRiv.).;
q . or a epu-
de Buenos Aires fue la primera en resolver que la ju- blica Argentm.a, en cuanto a los contratos celebrados
risdicción de los jueces argentinos es uno de los atri- en país extranJero, se halla en el Código ·e· ·1 •
d 1 IVI , segun
butos de la soberanía y que, en consecuencia, no se la cuyo ARrt. r;b2 r.5 cuan o os contratos deban cumplirse
puede excluir de los co~tratos, convini~ndose, entre en la epu 11ca, aunque el deudor no se dom· ·1·
'd 1l d .
0 no res•. a en e a, p~e e, s1n embargo, ser demandado
ICl Ie
particulares, que sean tnbunal.es extranJeros los que
resuelvan los pleitos que se ocas10nen cuando las partes a~ te .los Jueces ~rgentmos; que esta es una ley de orden
deban cumplir sus obligaciones en el país o estén las pu~hc?, pues .tiene por obJeto hacer efectiva la sobe-
cosas en un lugar de éste. r~ma mternacwnal de la ~epública y su independen-
En el afio 1916 llegó por apelación a la mencio- CI~ r~specto de las a~tondades extranjeras; que el
nada Cámara, una demanda del importador contra los pnncipiO de Derecho mternacional que la informa es
armadores sobre defectuosa entrega, o falta en la carga el de que to.da nación soberana tiene jurisdicción sobre
de un buque que, procedente de Hamburgo, traía al las cosas e;x1s!en~es. ?entro de su territorio y, viceversa,
país, por el puerto de la Capital, mercadería extran- carece de junsdiCCIOn sobre las cosas existentes hechos
jera para importar; y el documento donde se hace ocurridos y personas residentes fuera de sus' límites
constar la carga del buque (llamado "Conocim~ento") 1e acuerdo con la Doctrina de Story en Conflict of
contenía la estipulación de que las reclamaciOnes. a
causa de no aparecer entre la carga, las merca?enas
tws (N ros. r 8 y 20) ; que ambas partes están con-
lormes en que la obligación del capitán de entregar
esperadas, o de ser defectuoso el estado de l.as m1sm~s, / me~caderías transportadas, y la obligación del des-
5
serían resueltas "conforme a leyes del impeno Aleman, Anatan~ de recibirlas, deben cumplirse en la República
con exclusión de todo procedimiento ante los tribunalea
de otros países". El juez federal, de acuerdo con el
sur~~tl?~;. que si ni el fletante ni el fletador tienen
d • '!l~c1ho real en el puerto de destino, éste es el
fiscal, resolvió que no podía tramitarse el juicio ante
la justicia argentina, porque los particulares contra·
laonubc 1 ~ 1 o especial elegido para el cumplimiento de
S O ltg ' · · d ' '
tantes habían convenido eludir la jurisdicción en la
que 1 ac~ones de entregar y recibir las merca enas,
fer as estipulaciones contenidas en el documento re-
forma de referencia. El doctor José Nicolás Matie~z~
era miembro de la Cámara y aquí empieza su acttVI· irn;Üte a la carga del buque, en .cu~nt? ~~cluyen °
quen excluir en absoluto la JunsdiCCion de los
158 159

Biblioteca Digital
d ncial hacia la afirmación de 1
gentinos ' son violatorias de la soberanía pro .ea que surgió en la Corte Sup a soberanía; ten.
tribuna 1es ar·o·n y · ·
manaftestamente nu1as, pu d'tendo y deoci
. bros de e11 a a1gunos ex constitu rerna cuan do eran
de esta N aC1 d f' · (A rt. 1 .nA rruefll . 8 yentes de 8
. d as'a declararse aun e o tcto S6o (fallos t. 9, pag. 4 6; y lurisp d 1 53 y
btene·o ). que los actos cuya rea 1'tzac10n
de'd • "'"~'7
• • solo es' 1
en tina, t. XXV, nota de la pág. 455 ), ru encia Ar-
Co 'bl
. av. la' Repúbhca . A rgentma, . 1
sea por a natura- g fundamentos de la sentencia de la c·y que, por
post e en d d 1 Jos er la adhesión ulterior de los tribunaalmarfad, podía
leza de ellos, sea por la v~lunta e as partes, caen atra , f 1 b' es e erales
b · la jurisdicción argenttna, de la cual el Estado
n~J~odría desprenderse sin menoscabo d~ la soberanía
eomorte
se vera, 1ue e dcam 10. .de cornposic".
Suprema e que etermmo la victor Ion de la·
·1 t·
Co a Ina1 que
· al pues sería absurdo llamar a JUeces extran. 1 . . d
nacton , que decidan las d'f' pUso a salvo a. v1genc1a e. las leyes argent"mas ' y e1
· para 1 tcu1ta des que se susctten
. imperio de 1os JUeces argentmos.
sobre la descarga en puert?s argentinos Y que e C'o·
JerOS · l
Conviene a la reseña que se viene haciendo, re-
d'go de Comercio ha prevtsto en los Arts. 96o, 1.041, cordar que durante la segunda década de este siglo
1.~42 y 1 .o83. La sentencia fue publicada .en Anales Matienzo fue profesor de Derecho constitucional e~
de la Facultad de Derecho ... , Buenos Atres, 1916, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la
t. JI, págs. 432 a 447, y sus fundame~tos -entre o~ros Universidad N acionai de La Plata y que la experien-
argumentos decisivos que ade~ás aduJo, Y nuevas Cttas cia recién vivida en el quehacer judicial le brindó
de repertorios de jurisprudencia de la S~prema Corte ocasión para transmitir sus resultados a los estudian·
de los Esta·dos ¡unidos- fueron reproducidos por Ma- tes. Fue así que en Jos programas de exámenes gene·
tienzo en el extenso dictamen incluido en la ob~a .de raJes sobre el conjunto de materias propiamente pro-
que es autor titulada Cuestiones de Derecho Publ,co fesionales del abogado -con cuya aprobación, después
Argen-tino, B'uenos Aires, 1925, t. I, págs. 473 a 484, • de cursado todo el ciclo, el alumno obtenía el título-
emitido en el caso publicado en Fallos de la ,C?rtt incluyó el caso cuya enunciación redactó literalmente
Suprema de Justicia de la Nación, t. 138, pagtnas según se expresa en seguida: "¿Pueden los contratan·
62 a 66. !es estipular que sus contiendas sean decididas por
Quedó, pues, establecida por mayoría, en una sen· Jueces extranjeros cualquiera que sea el lugar del
tencia · judicial firme (porque fue en favor del fuer_o cumplimiento de ~us obligaciones o la situación de_ las
federal) la prohibición de abdicar de uno d~ los ay~; ~osas?". El planteamiento de este problema jurídiCO·
bu tos de la soberanía. N o obstante, medtaban rte Institucional involucraba cuestiones regidas por e~ De·
disidencias y existía el antecedente de que la ~ob'a techo constitucional y por el Derecho internaciOnal,
Suprema, al resolver algunos casos análogos, . a ~s Púbi"ICo Y privado y de cuestiones relacwna · das..con
·
1
admitido la denegatoria de jurisdicción de los Juec t a organización J' u~iicial y los procedimientos CIVCJles
de que era profesor Sa1va d0 r dedla tado
argentinos en circunstancias semejantes (Fallos, ).
• 8 • 'g 191 . JiYcomerctales
· o·
126, pag. 41 ; t. 133, pag. 15, y t. 139, P 1 . • . ris· na co ., . h bía re ac
Pero se reanudaba intensamente una tendencaa JU el ' n cuya colaboracwn Mattenzo a tonces
antedicho programa de exámenes (quienes en
• 1\eproducldo en el ADoso 1 de este trabajo.
161
160
dos en Berlín, y aun los matrimonios
fuimos estudiantes -platenses, porteños y provincia. ju~ga las leyes uruguayas para ser juzgados col\nfor-
me.Jeo " Véase el t. 133, pág. 13, de la ~~lec ~?
nos- no olvidamos las enseñanzas de estos maestro ) 1
Volviendo a las alternativas de la jurispruden ~ ·
teVIf ll~s de la Corte Suprema de Justicia d 1 CNIOn
ocurridas en el alto tribunal, se llega al caso del e Ct~, de a 1 1 ., e a a-
' de un . bu que . entr~ cuya carga venta
• al puertoap¡. ., tribuna que reso vto en contra del dictam d
tan d c1on, d
K t' enzo en sen encta pu tea a en la pág enC' e
t · bl '
Bue~?s Atres, htlo_ SISal de Estado_s. Unidos que 5 ~ rvla I 'd d , d 1 ' . 1J y
aveno a bordo. El Importador, domtctliado en la e yos fun amentos, a e mas e os c•ci fallo va citado
pita! Federal, demandó al capitán la indemnizaci0·a- ~~l t. 13 ~, págs. 6z/66, s~n la cl~si~a expr~sión de la~
per_o ~~ . ~emanda~o ?P. uso la excepción de falta ~ ideas jund1cas de una epoca dommada por otro es-
JUns·dtccwn de la JUStiCia argentina, porque en el con- píritu. .
trato sobre el transporte marítimo se había incluid 0 Al ca~o de d1_ez años, con una corte cuya compo-
una cláusula según la cual las reclamaciones debía ición hab1a camb1ado totalmente, el alto tribunal re-
resolverse ~~ Estados Unid?~· El Juzgado y la Cá~ ~onoció el ac~erto de ~a ~octrina ~e Matienzo, y hasta
mara admitieron la excepc10n y el pleito fue por el presente :nenta _la _JU~ts~~udencJa ?e que está pro-
apelación del demandante, a la Corte Suprema' que hibido abohr la JunsdlCCIOn argentma por contrato
confirmó esas decisiones (Fallos, t. 138 págs. ód/66). entre particulares. En efecto, en el fallo publicado
El Procurador General de la N ación -al desempefto en el t. 176, pág. 218, * resolvió de acuerdo con el dic-
de cuyo cargo había sido ascendido el doctor Matien- tamen del Procurador General Juan Alvarez, inspi-
zo-- se expidió en sentido favorable a la competencia rado en los de l\1atienzo, que teniendo en cuenta
es decir, solicitó la revocación del fallo de la Cámara~ -dice la Corte- los fines del resguardo de la sobe·
Es el dictamen que se cita más arriba. Antes, y en ranía nacional que al fuero federal se atribuye, e1
un caso semejante, otro dictamen suyo contenía estas inadmisible una prórroga a favor de la justicia ex·
reflexiones: "La Cámara Federal, volviendo sobre lo tranjera en hechos relacionados con nuestro comercio
resuelto por ella el 8 de junio de 1916, sostiene que con otras naciones -prórroga que crearía la situación
los particulares están autorizados en nuestro país insólita de que, respecto de esos hechos, sería la justi-
para excluir la jurisdicción de los jueces argentinos cia extranjera la que se pronunciara establ~c.iendo,
y determinar la Ley con arreglo a la cual deben conforme a sus leyes, si es responsable el captta~ del
resolverse Jos pleitos. Para negar tan extraordinaria buque de cuya carga desapareció la mercadena en
facultad a los contratantes, me atengo a lo dicho ~¡ puerto de Buenos Aires y no pudo, por eso, s~r
en aquella sentencia, convencido de que si triunfara Importada por el comerciante con domicilio en el pats,
1'
la doctrina del auto venido ante V. E. se conmove- que la había comprado; o si el responsable es ~1 ~ar·
rían las bases sobre las cuales descansan el orden gador; Y si ha de indemnizarse o no, por la perdtda.
público y la majestad de la justicia. Pronto llega- Se
f percibe claramente que ello' no armomza · con la
ríamos al caso de que se contrataran los arrenda· acuitad del Congreso de legislar, con carácter exc1U·
mientos con sujeción a las leyes alemanas y para ser
• lteproducido en el Anexo 11 de este trabajo.
162 1fl'\

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yente y privativo, sobre el régimen de comercio inte cursal de aquél en la ciudad de A ..
nacional, ni con la facultad de los tribunales federal~ 50 ay pagó un cheque falso librado suncton del Pa-
d~ j.~zgar, ~o.n igual carácte~, las causas de la juris. ragu . d d d
la socte a asegura a por la acto
contra el d . .
. epostto
dtccwn manuma, como lo dtsponen, respectivamente que B ra ten1a en d' h
ucursal, el anco opuso la excepción d 1. Ic a
Jos Arts. 67, inc. 12, y roo de la Constitución. y lo'
~ia fundándose en el Art. 1 1 del Tratarle0 ~competen-
Arts. 1.215 del Código Civil y 1.0<)1 del Código d:
Comercio confluyen a definir ese carácter de la juris- cornercial terrestre-
internacional celeb d e derecho
. ' ra o en M
dicción cuando se trata de contratos de cumplimien- tcvideo en e1 ano 1940 y ratificado por D Ln-
to en el país. Constitución y Códigos cuyas normas N9 7-771156 (Ley NQ 14·4~7), según el e~~~~o-.. ley5
citadas se convertirían en letra muerta frente a quie- J·ucces del estado donde la sociedad tiene su dOffi!Cl!O . .1.0
nes, monopolizando el transporte, eligen su ley en son competentes para conocer de los litigios . .'
cien los terceros contra la sociedad" carácter eqstue . n~-
1
forma de cláusulas prefijadas, impresas e ineludibles , •
mo que el Banco sostema revestir. Entre tanto
1
e u ti·
de un contrato de adhesión; (habían desaparecido d~ ' por e1
a bordo Jos bultos de azafrán consignados a esta plaza Art. 39 . d e d"IC h o T rata d o se dispone
. que es domicilio
y al perjudicado lo mandaban a litigar a Sevilla po; corner~Ia! el lugar donde el. comerciante tiene el asien-
la pérdida que sufrió). Este fallo --cuyo contenido to pnnc1pal de sus .ne~oc10s, pero si constituye en
se acaba de extractar-, con el cual se reafirmó la otro. Estado e_st~?lectmiento, sucursal o agencia, se
doctrina de que la jurisdicción es uno de los atributos co?s1dera d~mi.cil~ad~ en el lugar donde funcione y
de la soberanía, fue dado con la intervención del mi- SUJeto a la JUnsdiCCion de las autoridades locales en
nistro de la Corte Benito N azar Anchorena, ya trans- lo concerniente a las operaciones que allí se practiquen.
curridos algunos años desde que Matienzo propug- Con todo, la Corte desechó la pretención del
nara tal doctrina, en cuya afirmación por la Cámara Ba~co~ de que el demandante ejerciera la acción en
Federal de Apelación de la Capital, había, en el in- la JUrisdicción judicial del país extranjero donde se
tervalo, participado principalmente N azar Anchorena, e.ncuentra la sucursal del Banca de la N ación Argen-
cuando fue miembro de ella. Y el afianzamiento de tma. El fallo cuya transcripción es indispensable, Y
la misma es ya una conquista definitiva, porque últi- por eso va en seguida, para poderlo apreciar puntual-
mamente la Corte Suprema ha mantenido la jurispru· me~te en sus explanaciones y virtualidades, corona .la
dencia que la consolida, al dejar, otra vez, establecido ~ne referente a las alternativas ofrecidas por la JU·
que la jurisdicción es uno de los atributos de la sobe· rtsprudencia sentada al respecto desde el año I936 Y
ranía (Fallos, t. 254, pág. 500-. El caso donde .el 6ue ha quedado definida. en el sentido que recoge c~
alto tribunal dictó este fallo refirmatorio de la jurts· p~~mente el Art. 1Q del C. de P. c. y c. a cuyo estudio
prudencia de que se trata, puede resumirse así: de· Penden estas páginas.
mandado ante la Justicia de la Ciudad de Buenos
Aires, el Banco de la Nación Argentina por una corn· "Buenos Aires1 28 de diciembre de ICJÓ 2 •
ce • Ar-
pañía de seguros, sobre cobro de pe~os, porque la
•
Da • VIstos los autos 'La República, CompañtBa
~>'"ntm d A t el anco
a e . Seguros Generales S. ., con ra
l&l
16J
de la N ación Argentina, sobre cobro de pesos'. y . tarninado el señor Procurador G
siderando: 1 9 ) Que el establecimiento del fuero f~~n dtCsentencta
· 1d d f . eneral
ape a a e Ojas 7I en lo ' se revoca
ral respecto de las causas en que la N ación 0 se- la objeto de recurs? extraordinario Bqu~ h~ podido
entl"d a d es autarqmcas
, . son parte con arreglo a los aus_ se~ Basavilbaso. Anstóbuio D. Ario e;¡amtn Yil!e.
tículos 100 y 101 de la Constitución Nacional, con:. fedro Aberastury. _Ricardo Colambres~ Es;ebLamadri~;
tituye problema de gravedad (en el sumario que pre. De la sentencta transcripta se extra an Imaz.
cede al fallo en la colección de sentencias de la Corte · . en 1as concl
·ones que se enunctan a contmuación. 9 ) p u-
SI , 1 .d d . I ara q
se añade 'institucional', es decir 'gravedad institucio- l a N acion o as en ti a es autárquicas .
0 aciOna 1es pue- ue
. d . . d" . .
nal') en los supuestos en que se gestiona la exclusión dan dechnar e JUflS ICCton en beneficio d 'b
de los tribunales federales a beneficio de los tribu- extranjeros, · cuan o existan e por medio trate atn
d · d dos unales
.Inter-
·
nales extranjeros, caso que difiere esencialmente de nacionales que estatuyan sobre competenc ·a - d'
1 1U ICia .
• • 1
la posibilidad de prórroga a favor de los jueces de se requtere que haya una ley naciOnal que lo perm't1 1
las provincias argentinas. 2 9 ) Que sobre el particular 29) Si se considera inadmisible que la Nación 0 sa.
el tema requiere la consideración de las normas perti- • . ( b . us
enti d~ des autarq~tcas esta lectmientos públicos per-
nentes en el orden internacional -doctrina de Fallos: sonalizados) abdtquen en favor de tribunales extran-
178: 183; 188: ¡8, y otros-:-· Pero en tal. supu~sto jeros el fuero federal ante cuyos jueces deben ser
la declinación de la jurisdicción de los propws tnbu- llevados por los demandantes o ante quienes deben
nales federales argentinos por la misma N ación o sus acudir a ejercer sus acciones, a fortiori se repudia
reparticiones autárquicas, no es admisible sino . como la cláusula del contrato entre particulares por medio
ineludible imposición legal. 31?) Qu~ ello es asi por- de la cual éstos excluyen la intervención de la jus-
que la jurisdicción es uno de los atnb_ut~s d_e, la sobe- tic_ia. argentina en las cuestiones que suscite el cum·
ranía, y porque también lo es la hmi~~cwn de la phm_tento del mismo en el ·país, sometiéndolas a
justiciabilidad de los actos de la N acwn, por sus a t~tbunales con sede en el extranjero, en el doble
propios tribunales. 4 9 ) Que, por lo tanto, en p~se~~ s~nttdo de la nacionalidad y del lugar donde fun·
cia de leyes específicas -Art. 22 de la Carta rg:e Ctonen; porque se incurre, con semejante pacto, en
9
nica del Banco (Decreto-Ley N _ 13-1 2 9 57)-:- ites
1 :esa sob_eranía. 39) Sólo cuando medie ~n .r~at~~o
imponen la interven~ión ~e los tnbu:a~; l~aN~~ión,
nternaciOnal que autorice a declinar de ¡unsdtccwn
en beneficio de tribunales de otro país que sea p~rte
en las causas en que m~ervu:n~. el Banc tratado inter·
la invocación de la dtspostcion de _un extranjeros
e?. el Tratado pueden los particulares, por aphca-
Cton de sus dtspostcwnes '. . . y no por convenio entre
nacional, a los fines de so"!eter a Jc~~~:sl el Banco
1'
11 8
--~ ·' ~ '1 r 1 e ? • someter las cuestiones que suscite el con~rato¡
la controversia entre una
.
sociedad na .1
d'tl re. r. t"', ;"~" C ll t ,"' .'' f" 1. . 111 del caso, :rl~eces extranjeros o con sede en Iugarbext~~nod~l
de la N ación A rgentma, , concurrente a ¡a cele. racwn Ni
causa no es obstáculo, en las circunstanctas_ de loS ..,"1:: tttor·to d el pats
la l ratad 0 ¡ rt1culares.
, f" . d la competencia
a la decisión en bene tctO e . ,
tribunales federales de la N actOn. or e '
p llo habien
d
° iue Y donde hayan contratado os pa h d'cho-
ces de tribunales extranjeros -como se a
1
!6í
166
l
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ni aun tribunales de jueces árbitros formados por con de la jurisdicción
d
apelada que e·
l"d Jercen .
--
nio de las partes cuando la ley los prevea, pero qve. Jos recursos e nu 1 ad .Y apelación Si se interponen
tengan , según tal convenw, . sed e f uera del pa1s
ue
. facultad d~ ~acer cumplu el laudo ' qu~ al Par de la
.
pueden ejercer la autondad que se les haya asig: de Procedimientos y que en el actu ¡reven los Código
nado contractualmente, cuando el cumplimiento d arts. 487, 78o, 790 Y 798, análogos : l~e establece en lo:
las obligaciones o la situación de las cosas tenga: contenía el derogado. s que al respecto
lugar en el territorio de la N ac.ión .. En efecto, tam- Las conclusiones que se acaban de .
bién se incurre en lesa soberama SI desde un país das de un fallo precedido del dictad enunciar, extraí-
extranjero se dictan sentencias por jueces árbitros sobre cuyos fundamentos, tácita 0 expl' ? en el allo 1936
litigios cuyas finalidades sean las recién expresadas. coadyuvan a la demostración de queICitament1
. . e adopta,'
porque, como dijo el Procurador General de la Na~ nacional es una de las fuentes del art ~ ~unsp~u?encia
ción Dr. Juan Alvarez en el dictamen aparecido en Procedimiento Civil y Comercial. Ju/ edl Co~Igo de
Fallos de la Corte Suprema, con motivo del caso regis- tem"da sm . otras vanantes
. que las de 1Spru. eneJa man.
trado en el tomo 176, págs. 218, "es cierto que pueden . d 1 ., . . matices secunda
nos e a cuestwn pnncrpal ofrecidos p 1 • :
someterse a árbitros muchas de las cuestiones surgidas • '. . or e caso ultJ-
mamente resue1to. E sta demas Insistir en el · fl ·
entre los particulares; pero de ahí no se deduce que . d . 10 UJO-
ya .ana lIZa o-- _que en la jurisprudencia reseñada ha
lo sea también la soberanía nacional o siquiera que cemdo la doctnna precursora' que, como camansta ·
tales árbitros queden fuera de la jurisdicción de los federal, profesor. y, Procurador General de la Nac1on, ··
jueces y leyes argentinas, pues además de admitirse expuso en sus d 1ctamenes ! en la cátedra y contribuyó
recursos de nulidad contra sus decisiones, éstas sólo a establ~cer. en .la sen~enc¡a de 8 de junio de 1916 el
pueden hacerse efectivas acudiendo ante tribunal que ~r. Jose N 1colas M at1enzo; como asimismo huelga la
disponga de imperium concedido por la constitución."
Aventada la objeción según ía cual si es posible,
Cita concreta de la teoría que paralelamente desarrolla-
ron autores nacionales de Derecho marítimo e interna-
.
•r
dentro del país, diferir la decisión de los litigios a ciona~ ~rivado en la cátedra, el libro y las revistas
jueces árbitros o arbitradores nombrados por las partes, e_s~~c1alrzadas o repertorios de fallos; teoría cuya expo-
no debe privarse a éstas del derecho de asignarles com- SICJo~ en estas páginas sería inapropiada a la estrictez
petencia cuando actúen desde el extranjero, sólo resta ?ue ~~-~one la índole que exhibe tan escuetamente
poner aún más de manifiesto el contrasentido de. que, a cdJcJon de esta serie de publicaciones •. No obs-
según eJ Código de Procedimientos, los jueces con tmP(j
•lent Por excepción expondremos el pensamiento de un autor que d~
1
rium, de quienes se prescindió por cláusula expr~s~ den (f.o~ ~'On In doctrina argentina. Como según el 1eiíor Jalrne Mala¡ui
contrato cuyas partes convinieron en buscar justJCI~ e Hr~e ación • 18 de Agosto de 1968, cuarta JeCdón, p. 6) debiera • m•
ledo IJUe funcione fuera del pala el tribunal arbitral cuya fom~':o,;_
el exterior, son los mismos cuya intervencibn es obllga· lfclld.,cantratasen lo1 comerciantes lnteresad01 para ~ue. 1/~~~Citando el
qu; 1
deiJCrfuml•mto del laudo rtJqulera el auJilio de la fueÍza P~ 111
toria cuando, dictada Ja sentencia arbitral, haya curnpli r1ue le suscitaren entre eUos dentro de 1• epn / ~ el EJ!Jdo
'1o del trtbunal
hacerla efectiva mediante la autoridad del órgan lrhJJral Poner IUI medios de coerd6n directarnc~~ a .erv cerlranfcr•· Tal
judicial del J~tado, que dispone de la fuerza; aparte ••• lo ' ounriue érlo hoya dictado el laudo d.,...e 11erra Jur/1~
'iUo 10 deduce de lo que el autor diado l(lltiene en
lll!i 1(19
!'(ación. El es~rito que contiene 1 .
--
tante, algunas reflexiones más sobre el aspecto del tern
norrna, publicado en el diario ,;_ ~ug~ación a
1
la e
que se rrat2 a esta altura del trabajo, podrán concurn'a
e .
d .
a su esclarecimiento. _¡ unoso estmo, extraño contraste
r estade enero de i 968, pág. I 6, concentraa ación", del
1
~ lición del funcionan1;ento de tribu ~1 ataqu~ a la
y
e
el de la jurisprudenc1~ de la Corte ~uprema de J usticial
frente a la constancia con que v1ene salvaguardando
n:
: ~ra del país para dirimir cuestiolles es _ adrbitrales
u tratos de cumplimiento dentro del usc!ta as por
desde hace treinta afios la soberanía nacional en cuanto
a la jurisdicción de la justicia argentina, se ha querido ~~:n comete el error de interpretación ~alsi y tam-
presentar al alto tribunal en una actitud opuesta al dei la Corte Suprema que al dilucidar ec ~si fallos
· 1 ua es son
adjudicársele decisiones uniformes sobre prórroga' de ]as cuest!Odnes. 9~e das pa_rbtes pueden 0 deben some-
jurisdicción en beneficio de jueces y tribunales extran- ter a la eciSlon . e1 tn unal cuya formación han
jeros (nacionalidad y lugar de desempeño de los mis- pactado para qu~ JUzgue s~s cuestiones, y al resol-
mos), citándose fallos que pronunció en el sentido de ver que el acuer o sobre tnbunales arbitrales impo _
que el juez competente para conocer de los pleitos don- ta la renuncia al privilegio del fuero a que los int~
de se ejercitan acciones personales es el del lugar conve- resados tenían derecho, no se pronuncia en favor del
nido explícita o implícitamente por las partes para el funcionamiento de aquéllos en el exterior, sino que
cumplimiento del contrato, cualesquiera sean las presta- decide simples casos de prórroga implícita en el con-
ciones que se demanden -principales o accesorias-. venio sobre nombramiento de jueces árbitros para que
Equívoca in\'ocación que conduce a aquella errada diriman el pleito dentro del territorio del Estado. Pero
aserción, por no ponerse cuidado en distinguir la pró- reincidiendo en la confusión en que incurre en su recor-
rroga --que la Corte admite, como no podía menos de dado escrito, aduce que la constante jurisprudencia de
hacerlo-- de unos jueces a otros de distinto lugar, o, la Corte "ha establecido que pactada una jurisdicción
a veces, de otro fuero, dentro del territorio de la Na- especial arbitral, las partes deben someter a ella las
ción, y no -desde hace 30 años según queda verifica- cuestiones que se susciten entre las mismas, pues nada
do-- con respecto a jueces de países extranjeros. Tal obsta legalmente -prosigue la impugnadora- a q~e
argumento es uno de los que esgrime la Cámara Argen- las partes renuncien al privilegio del fuero a _que tie·
tina de Comercio en la gestión que realiza ante el mi- nen _derecho. La competencia, que es la aptitud de
nistro del interior con la finalidad de obtener la dero- u.n JUez para ejercer su jurisdicción -añade-, no
gación del art. 1 9 del Código Procesal Civ. y Com. de SI,empre es de orden público." Justamente es_te ca·
ÑgentlnG (1968, IV, p. 823), para restar eficacia a la argumentación ~acte.r de la competencia referida a la m~ter~a ~~~
del l'roc11rnd<'r Ccnt•ral Juau Alvarez tran•criptn en la náJ!ina 168, V pa~·~ de VIene tratando es el que impide la adjudicacJo
propugnar el ettablecimiento de una administración de justicia paraJe..
e indeoeodlmlte del Poder Judicial de la Nación que en los juicios arblu· e facultades pa'ra decidir arbitralmente desdl ed un
traJea dispoodria por á misma de la fuerza _públi~a a fin de hacer cumP r 1u ~ar · 'mo e oc·
IUI laudoa, sin recursos de apelación y nulidad para ante el Poder Judicial 10
extraño a la Nación. Ya se VIO co . mpa·
J e l Estado, es decir, revistiendo n os h·ibnn .¡,., arhi•nks, incluidos \: Tosé Nicolás M atienzo demuestra la IOCOd de
que tengan lede en el extranjero, de igual lmpmum del que ejercitansufl tI.hr'Ilid d · 1 y el llama o
1 - ar¡ent1001. La sola enunciación de aemejante deslgnlo parece • iu a entre la soberanía nacwna del país
~ieute para deRCbarlo. eces cuyos fallos se pronunciarían fuera ,
170 171

Biblioteca Digital
~
el Código prohibe que la prórroga sea h .
l ara que 1'ntervengan en juicios
. . , sobre
d obligaCione
.
cuan do1 arb 1.tra1es con as•ento · en otros países ac1a 'e
P d cumplimiento o s•tuac10n entro de é s 0 na es • , corno
cosas e la noción de orden público para funda l. Se cribU e en cuanto a 1a P.~orroga en .beneficio de juecea y
ac~ded a n•'dad del poder judicial del Estado flllentar ¡0 baC. ros la impugnaciOn de la Carnara de Cornerc· .e
la m em . . d rente e~tranJe. 'es mas • mtensa,
· porque, segun· se aduce 10 )•
1os referidos convenios . pnva os que lo descono a nt•na d f , a

1
!
comprometiendo un atnbuto de la soberanía., ~.n.
· NOcton
M~eJueces árbitros acu e. recuentemente,
. . para dirimt'r
de orden público para cuya comprens10n recuérdese que Jos cues t'ones
• ' el comerciO
. mternacwnal
1 . con la Nación. 1,
hay relaciones de de~echo donde. asoma, a modo de susrnb'¡en
, se ha visto que ta cucunstanciad no es óbice
Ta ue se ahon de 1a cornente . . .
Junspru encial y doc-
11
tercer sujeto de las m1smas, la sociedad con sus conve. l
niencias generales, que dan al derecho que rige eso p~ra 9 que encauzada desde el año 1936 en el rumbo .•
vínculos jurídicos entre personas particulares, ciert~ tnnanalizado ' va siendo ya una
d .tradic.i.ón jurídica
Puntua . )
aspecto de derecho público. ~ que no lesiona el orden ·na

argen t1 • En efecto: a nesgo e mcurnr en redun-
• d . e
· en el fallo tantas veces Cita o de la Corte dJc·
da;CJ~, 16 de noviembre de 1936; en el que le precedió,
)
público es el acuerdo de los mteresados en la simple
prórroga de jurisdic,ción de un lugar a ?tro de una pro.
~ Cámara Federal de Apelación de la Capital, de
f
. e ·~ g de 1916, y en los dictámenes de los Procuradores
vincia, o de una de estas a otra, o a la Ciudad de Buenot
Aires o viceversa -siempre dentro de la República- · ' Jose' N'ICO1'as M ahenzo
en ra~ón de las personas privadas en causas donde se Generales de la N ac10n
¡um . y Juan
discuten sus derechos patrimoniales. Y finalmente, no Alvarez se recuerda, en unos u otros, que el art. 448
i.
se trata de que "la humanidad se internacionaliza" del Código de Comerci~ s?mete obli~atoriamente al
-concepto de que se vale la Cámara Argentina de juicio de árbitros los multiples y vanados casos que
j Comercio y al que, por su heterodoxia, es riesgoso recu·
rrir-, sino de que el todo formado por la N ación Y
suele determinar el cumplimiento del contrato de
sociedad; y de ahí -como asimismo que~ a dicho-:- se
ha pretendido que, por lo menos con analogo mot~vo, e
del cual es parte el sector o porción de humanidad que
constituye su población, no abdique de sus atributos de las partes cuya facultad de contratar acerca de cu~les
Estado soberano; porque solamente donde har una .sobe· o.tras cuestiones permitidas por la ley p~eden ser ~·fe·
ranía que se exterioriza existe una personalidad mter· ndas al juzgamiento por árbitros de JUre o arbttra· e
nacional que se afirma. dores no les está vedada - también tienen derecho a
convenir que los árbitr~s o arbitradores actúen des~e
l,
La objeción que sobre semejante concepto que,da o
expresada, no desmiente el reconocimiento de aue ¡s un lugar extrafto al del territorio de la N ación don e
medios modernos de comunicación han confor~a 0 debe ejecutarse el contrato del cual surgió el caso c?n· a
una real convivencia de todos Jos pueblos de la tJ~r;:: ~ncioso. Ahora bien: según la aserción del t~a~dtsta D
~ de que estos pueblos están obligados a plantear e vul· Bedro E. Torres (Cláusulas de los co~oct~l·t:~t~
ttvamente sus conveniencias. Pero de ahí a que. seancia ~enos Aires 1939 p 68) cuando la consabtda e au d
-~nserta en los' documentos
' · que dan tltu e1
, 10 a la obrad de
qnere con tales motivos su soberanía hay la dut 'd•• autor Cita
· do-- atributiva de JUriS . . d'ICCIOD
.. (facu1ta
ue le dernuestra con ' las razones ' recién · aduc• ....
f)
172 173
ales no se prohibía la "cláus 1 .
juzgar) en cambio de atribuirla a un tribunal ext edicción
ll ,,. p or lOlCiatlva
· · · · de dichu a A atnb Ut1va
· de . .
·ero la a'd.JU d"1ca a ar
· b"t
1 ro s, "n"ng
1 una
•
d ud a puede e ran-
. . .
XlShr n Buenos Aires (agosto de 1922a) sociación sis~ns;
Jde que "la orte Suprema anu 1ana e 1 d 1 d Una C f lOna
e semeJante convenio· cuyo seno e e ega o argentino n· on erencia en
todos los fundamentos expuestos para dejar sin ef ' Gowland. propuso que "el contrato d •mas González
' 1a de prorroga
la clausu • de 1a Juns
· · d'1cc1on
.. a un jecto
berá ser JUZgado por.• la ley del 1ugare defletamento
1 ·
de-
extranjero, autorizan la misma solución para uez del contrato; en ten d 1endose por 1 a ejecución
. d"1ce arma dor de un b uque aludeeste
pacto". Y qmen . , en del contrato el del puerto de d:Sgar d~ la ejecución
general al contratante extranJero cuya ventajosa situ _ delegados argentinos, Leopoldo MelcargCa · Los demás
ción, como tal, en el contrato, le facilita conven~ • s • o, arios M y ·
cláusulas que lo favorezcan, incluyendo la que est~: Osear Rod nguez arachaga y E Ch d f
Ja propos1c10n con dos importantes ed"u au, apoyaron
· · • ·
• 1co,
blezca el funcionamiento, en el país de que es nacional fuesen los tribunales del destino de ~ ltamentos: que
o de su preferencia, del tribunal arbitral. Lo cual tuvieran competencia para resolver 1OS a c.a~g~
JUICIOSlosemer
que
demuestra no sólo la conveniencia -para eludir cual-
quier desinterpretación cuya influencia lesionase el gentes de1 contrato
• de
. fletamento y que Sl. se deshzaba
. ·
entre 1as e l ausulas msertas en el "C
poder de constrefiir a las partes a la obediencia de d b r .. d onoclmlento, la
· ·
sujeción a los jueces del Estado-, sino la necesidad de e a o •c•on e esa competencia quedase f l . d
codificar la norma que así las someta, como se ha de nulidad. ' u mma a
hecho con el Art. ¡Q, asimismo en cuanto repudia los
En su fallo ta.n. reiteradamente recordado, la Corte
juzgados arbitrales con sede en el extranjero para
Supr~ma de JustiCia de la N ación alude a que las
entender en litigios a que han dado ocasión los contratos
~bJecwnes de otros delegados no resistieron la defensa
de cumplimiento en su territorio.
de los argentinos, quienes en lo referente a la libertad
~ ~ontratar alegada por el delegado británico como
B) LAS CONFERENCIAS INTERNACIONALES ? staculo a la proposición, adujeron que no podía ser
;nvocada tratándose de un contrato de adhesión como
El Art. del Código es además la concresión de
19 0 es el de fletamento, con cláusulas predeterminadas
lo so_ste~ido por los. delegado~ argenti~os en las Confe- q~e convierten en letra muerta a la Costitución Na-
r~nclas mternacionales y nacionales convocadas por en· CIOnal ' 1as 1eyes federales y el Código de Comerc1o · a
tldades del respectivo carácter reunidas en el país Yen pfesar de sus categóricas declaraciones y mandamientos,
el extranjero. Así, en las reuniones de La Haya del surente a QUienes,
· monopolizando el transporte,_f"1Jan
afi.o 1921 se recomendaron disposiciones correctivas de 1
1 ey con el resultado que se denunció sin réphca en
clausulas cuyo uso se estilaba en los contratos de fle-
Bas sesio nes de la 1 nterr.<ltional Law Assocla· tion de
tamento; disposiciones algunas de las que, con e!
nom~~e de Reglas de La Haya, se adoptaron en !r deuenos Aires de 1920: la pérdida frecuente d.e
1~ rSechos de los consignatarios argentinos {~ol~bn )e
1;
reumon de _Londres (febrero de 1922) convocada P " ecc10 ·• 51gu¡entes ·
la 1 attnuJtaonal L aw .assocrallon,
A • •
pero med1an
· -... laS n Argentina, t. II, n9 1, pgs. 29 Y.
175
174
..
Biblioteca Digital
Los delegados argentinos que anhelaban 1 C rte Suprema en su sentencia d .
saria unanimidad, mocionaron en el sentido ~ nece. la ° dada la insuficiencia de la e no~tembre 16 de
fórmula de transacción, pero con la salvedad de una J93 6'tina y las condiciones de su manna. mercante
las cuestiones ocasionadas por la entrega de la e que argenl sus habitantes importadores ycomerc10 interna.
dería fuesen decididas en el puerto de descargmer;t0 ciona ' exportado d
sorne terse a 1as reg1as que el ínter. res e-
se obtuvo la buscada unanimidad. La Conferen~~ d benes un mal disimulado menosprecio esdy no rocas
Bruselas (agosto de 1924) adoptó las Reglas dla Le yec • d , o escon flanz
Haya, entre las cuales no figura la prohibición ~
cláusula atributiva de jurisdicción. Pero la activ'~ ~
t por las leyes Y. }ueces . e1 pa1s, les dictan en forma d:
ela
'usulas d prefiJadas,
dh . , Impresas e inelud•'bles de un
que desple.gó la delegación _argentina en la mencio~a~a
contrato e a esiOn.
De donde, por este otro conducto se arr1'ba ·
Conferencia de Buenos Aues coadyuvó al resguard0 1 " d ' as•·
mismo a 1a conc us~on e que son desechables las
de la facultad de juzgar como integrante esencial d
la sob~ranía del Estado. Tal es la línea tradiciona~
razones por que, entldade_s mercantiles y algunos ju·
ristas,. propugnan se supnma el Art. 19 del Código
argentma, y el desdoro que implica la abdicación de hoy v1gente.
la soberanía, según los citados dictámenes de los Pro- Y en cuanto a la afectación del funcionamiento
curadores Generales de la N ación Ores. José Nicolás de tribunales arbitrales o arbitradores por el óbice
Matienzo y Juan Alvarez, impone la repulsa de los de su inconstitucionalidad cuando se pretenda darles
argumentos a base de los cuales entidades radicadas en asiento en territorio extraño, la conexión del tema
el p_aís, compu~stas de comerciantes argentinos y ex· con el de las conferencias internacionales como fuentes
tranJeros, y JUnstas cuya doctrina al respecto no con· del Art. 19 resulta de que según dice el autor citado,
cuerda con aquella línea, propugnan que se derogue el ~~~~ .existencia del juicio arbitral no significa que l~s
Art. 19 del Código Procesal Civil y Comercial de la JUICIOS no deban instaurarse ante los jueces argent•·
N ación. En Francia según la ley del 2 de abril de 1937, nos,, bajo cuyo imperio . se otorga el compromis?,
n_o _es admisible la prórroga de la jurisdicción a bene· ~egun las reglas establecidas en las leyes. No hab;•a
f1C1o ~e tribunales judiciales extranjeros. El ya aludido mconveniente alguno en que se pactara una clau-
tratadista de la materia Pedro E. Torres en su obra sula en el sentido que dejamos expuesto, porque fe~
E~ conocimiento "recibido para embarqu;s", (Buenos esas condiciones la jurisdicción nacional no su rll·
A1 res, 1944) donde trata de la evolución de tal documen· ría f daría con a
0 ensa alguna. Ese proceder concor
to del Derecho comercial marítimo advierte que si la lende . , b't
1 las causas a
Argentina no figura entre los paísc; que ratificaron la que dnc1a actual de someter a ar dros n ia conf'Jrma da
an motivo los contratos, ten e e · mbre
Convención de Bruselas que adoptó las Reglas de La
Ha!a, fue porque éstas, acá como en el Brasil,_ ~
11 :~r el Protocolo de Ginebra del Z4 de ~pe~;misos
. d
tuvieron mayor aceptación debido a que no proh•be011 arb¡ 1923, reconoc1en 1 ez a. los, (co...
o va l'd ág. 6<) de
qu~ IC contrate la declinación de los tribunales de ta trates en los contratos comerciales / citada)·
pall a otros (pág. 82). Es que, como lo fundamenta s cláusulas de /os conocimÍtntos, o ra
176
-·-
Pero aclara el tratadis~a ..al u? ido que la República video el 12 de febrero de 1889 por las R 'bl'
Argentina, que no suscnbw dicho p~oto~~lo de Gine. · Ch'l B o ]'IVIa,
· p araguay Peru' epu
U Icas de
Brasil, .
1 e,
bl , ruguay y
bra, podría promulgado c?n s~bordmac10n no sólo a Argent¡Oa, esta ece que el contrato de fleta
. 1 mento se
las necesidades del comerciO, smo, sobre todo, supedi. rige_ f JUZga por_ as 1e~e~ del país donde tiene su do-
tado a que el texto del Art. 2 9 se amplíe haciéndose mictho la agencta manttma con la cual ha contrata-
constar que la ratific_ación no imp~rta limitar la ju. do el fletador ~Art. 14), esta norma de Derecho inter-
risdicción nacional, smo que la deje a salvo cuando ' nacional no qutebra la tradición jurídica mencionada,
se aplique dicho artículo en . cua.~to establ_ece el pro. porque no hay entre las partes que intervienen en
cedimiento arbitral y la constitucwn del tnbunal, por. , aquel tratado, ninguna nación respecto de la cual
que éstos, conforme al texto del mencionado protocolo medien las circunstancias determinantes de las desven-
internacional, son reglados por la voluntad de las partes tajas creadas por el comercio marítimo, por lo que no
,. y por la ley del país dentro del cual se pronunciará
1 concurren, en cuanto a las 'naciones sudamericanas que
el laudo. Habría que extender tal reserva, de que el celebraron el tratado, las razones que sustentan el fallo
país no abdica su potestad jurisdiccional, al Art. 49, de la Corte Suprema del IÓ de noviembre de 1936 ni
z"'- parte, para que concuerde con dichas salvedades rige la doctrina citada.
cuando preceptúa que la cláusula arbitral no perjudica
la competencia de los tribunales en los casos en que,
por cualquier motivo, el compromiso, la cl~usula
III
compromisoria o el arbitraje caduquen o sean mope- ,
LA SOBERANIA DE LA NACION EN LAS PROVINCIAS.
rantes.
EL ARTICULO PRIMERO DEL CODIGO NACIONAL DE
Solidarizada con la doctrina que salvaguarda la PROCEDIMIENTOS ES NORMA FEDERAL Y NO LOCAL
soberanía, la II Conferencia Nacional de Abogados,
reunida en 1926, propició la aspiración de que. ~1 En este último parágrafo y como rigurosa e
..
1
Congreso Nacional reformara el Libro III del CodJ· ineludible consecuencia de los fundamentos de los fa·
go de Comercio y que entre las reformas se incluyera , llos y dictámenes cuyo examen se hizo desde el co-
un artículo que prohibiese expresamente, por nulas, mienzo, se llega a la conclusión de que el (1-rt... 1 9 es
las estipulaciones que atribuyeran competencia .• a dn · una norma de carácter federal, cuya ap!Jcacwn se
tribunal extranjero (Publicación de la FederacJO~ )e impone pues a todos los jueces de la Repúblic_a,
Colegios de Abogados de la República ArgentJOa · federal~s o p;ovinciales · aunque pareciera innecesano
'
decirlo después de demostrado, como que do,
· que la'
Antes de finalizar una advertencia pondrá sob~~ facultad de juzgar (jurisdicción) es un atributo de_ la
· a1 1ector acerca de
· aviso ' Cierta
· ·
aparente mterc adenc 1
. a·a
en el eslabonamiento de la serie de actos internacJonde
les de la N ación en la- materia: Si bien el Tratado e·
soberanía nacional O sea que, a pesar de haber sid_o
incluido en el Cód.igo de Procedimientos para los
bunales de la Ciudad de Buenos Aires Y el fuero e_.e-
7: 1
•
,. derecho comercial internacional celebrado en Mont ral en las provincias, los jueces de la administracwn
178 179

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de justicia de estas últimas tienen el deber de aplic
con_ preferencia a cualquier precepto que sobre su :~ 1°
temdo pueda haber en las leyes procesales local : 0 ~
39' de d'la Ley
. d
Nacional N 9 48 abre la · · d' ..
extraor mana e 1 a1to tn'b unal, en favor jUrJS
de 1 ICC!On
porque el recordado Art. 19 tiene la jerarquía preví~~' q ue haya fundado en aquella norma su d a hparte
en el Art. 31 de la Constitución Nacional. a impe d1r. que e 1 asunto sea sometido. al co erec
. .o a
Los fundamentos de esta aserción resultan de lo . · d , .
de jueces extranjeros o e arb1tros que act, noc1m¡ento
f
fallos de la Corte Suprema ya citados -extractad~ 'bl' . , uen uera
de la R epu 1ca, Y. por esa V la se restablecerá el impe-
el uno y transcri~to ~1 otro--, del fallo de la Cámara
Federal de 8 de jumo de 1916 y de los dictámenes de
los ~rocuradores Generales de la N ación, doctores
1 rio de la ley espec1al del Congreso vulnerada.
Matienzo y Alvarez, que también han sido analiza-

dos. Se ha insertado en el Código Procesal un precepto
que prohibe la declinación de jurisdicción en favor
de juzgadores extranjeros o con asiento en el extran-
jero. Norma federal cuya inclusión en un Código para
los tribunales de la Capital Federal y para la justicia
nacional en las provincias no parece hallarse en su
lugar, porque, no prohibiendo el Art. 108 de la Cons-
titución Nacional que las provincias dicten los suyos
(Fallos, C.S.J.N., t. 190, pág. 124), la contingencia
de que contengan disposiciones opuestas a aquella nor-
ma, traería conflictos que hubiera sido conveniente
evitar, aunque la prevalencia de la ley federal y el
modo de hacerla efectiva no ofrecen dudas. En efecto:
si la ley provincial de la materia fuese aplicada pres-
cindiéndose de la última parte del Art. 19 del Código
Procesal de la N ación, el remedio legal contra la re-
solución adversa al derecho fundado en dicho artículo,
está en el recurso para ante la Corte Suprema .de
Justicia de la N ación. Porque si en la interpretación
de preceptos relacionados con la competencia ~e los
j ueces, co nteni dos en los Códigos de Procedim1~ntos
de las provincias, los tribunales de última instanc1.a dde
las mismas les asignaran un sentido opuesto a la c1t~ 8
norma federal, el recurso previsto en el Art. 14, ¡nc.
180
ANEXOS
DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

E LA NACióN DOCTOR JOSE NICOLAS MATIENZO •
Suprema Corte:
¿Pueden las convenciones particulares excluir la
urisdicción de los jueces argentinos en los casos en que
·sta procede con arreglo a las leyes?
Tal es la cuestión que viene . a la resolución de esta
orte en el pleito iniciado · por don Esteban Montepa-
ano contra don Hans Bernhard Eriksen, capitán del
uque noruegd "Fixstjerne", por indemnización de
verías en una partida de hilo sisal embarcada en
ueva York con destino a Buenos Aires.
La parte demandada opuso, entre otras excepcio-
es, la de incompetencia de la justicia federal, alegan-
o que el conocimiento en que se funda la acción esta-
lece que las reclamaciones, por fallas en la entrega u
· tra causa, que surjan de dicho conocimiento serán
.esueltas, a opción de la compañía, en Nueva York,
?n arreglo a las leyes de los Estados U nidos de A.mé-
. ,tea, con exclusión de procedimientos ante los tnbu-
ales de cualquier otro país. ., .
La parte actora contestó que la opcton concedtda
. or esa cláusula sólo podía ser ejercida por la Com-
añía The States Marine and Commercial ·Co., que no
parte en este juicio, exclusivamente dirigido contra
1 capitán por faltas personales de éste.
• Juicio: Esteban Montepagano c/Hans Bernhard Erilcsen, capitán del
Que noruego "'Fixstjeme.., s/indemnizaci6n. ·
183
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La Cámara Federal de la Capital, confirmando p dinarios de su jurisdicción. Eso ha sido dec'd'd
or , E t d 1 1 o en
sus fundamentos la. ,senten~ia del juzg~do federal, h~ rnuchos ck~'sos. . dn o dro caso, e1 e "Thompson versus
admitido la excepcwn de mcompetenc1a. Charnoc ' consi era. o com? el caso principal (/eading
Disiento con esta solución, que decide la cuestió case), en esta matena, t~atan?ose de una póliza de
planteada en sentido c?ntrario a. convi~ciones que h~ fletamento en que se. hab1a. estipulado el arbitraje para
sostenido en el seno mismo de d1cho tnbunal, cuando decidir cualqUier diferencia que surgiera, lord Ken-
fui miembro de él. . von dijo: "El hecho de que las partes hayan convenido
No sólo no hay ley argentina que autorice a los en qu~ el. a~~nto sería re~uelto P~,C árbitros no excluye
particul~res ~ pres~in.di~ d.~ los trib~nales del país la ju~ISdiccwn de l~s tnbunales , , doctrina a la que
cuando estos tienen JUnsdiCCion por razon de la materia adhineron todos los JUeces de la Camara de los Lores.
sino que tal autorización habría sido un error y un~ En el caso de " Stephenson versus P. P. and M. c.
contradicción con nuestro régimen constitucional, ins- Insurance Company", c~tado también por la Suprema
pirado en los de los Estados Unidos e Inglaterra, que Corte de los Estados U m dos, la de Maine dijo: "La ley
han elevado la administración de justicia a la categoría y no el contrato, prescribe el remedio, y las partes no
de poder público, con facultades suficientes para ex. tienen más derecho a convenir en no recurrir a los tri-
presar, dentro de su esfera, la soberanía de la Nación. bunales mediante los . remedios pertinentes en un caso
En el caso de "Insurance Company versus Morse" dado, que el que tienen para establecer un remedio
(20 Wallace 445), la Corte Suprema de los Estados prohibido por la ley."
U nidos declaró irrenunciable el derecho de acudir a La misma doctrina ha sido sostenida por la Su-
la jurisdicción de los tribunales de la N ación y nulo prema Corte de los Estados Unidos en los casos poste-
todo convenio para excluir de antemano la jurisdicción riores de "Doyle versus Continental lnsurance Compa-
conferida por la ley a los tribunales. Todo lo más que ny" (94, U. S. 535), y "Barron versus Burnside" (121,
la Corte reconoció entonces a los particulares· fue el U. S. 186), manifestando en el primero de ellos que
derecho de someter a árbitros una cuestión ya produci· había revisado cuidadosamente su decisión en "lnsurace
da o dejar de declinar la jurisdicción local una vez Company versus Morse" y estaba satisfecha de ella.
demandados; pero les negó categóricamente la facu~tad El estado de la jurisprudencia norteamericana
de obligarse anticipadamente por convenio suscept~ble sobre este punto ha sido resumido por Mac Kinney
de ejecución judicial, a perder su derecho de acudir a Y,Rich, en Ruling Case Law, tomo 7, artículo Courts,
los tribunales competentes en casos futuros y cuales· pag. 8o, en los términos siguientes:
quiera que fueran las circunstancias. "En Inglaterra y en los Estados ]Unidos se ha
La Corte norteamericana citó entonces varios fa· d~cidido en gran número de casos y admitido en un
llos de la Cámara de los Lores de Inglaterra. En .ure~ numero igualmente grande de otros casos, como Dere-
de ellos, el de "Scott versus A very" el lord cancil , cho establecido que la jurisdicción de los tribunales no
dijo: "No hay duda sobre el principio general. de~~~ puede ser excldída por convenciones privadas ~echas de
las partes no pueden por contrato privar a los tnbun antemano; que las personas particulares son mcompe·
184 185
E ta es una ley de. orden público, como que tiene
tentes para hacer ninguno de esos contratos, y que tales
contratos son ilegales y nulos en razón de ser contrarios
o~jeto hacer efec~Iva la sobe_ranía internacional
por República y su mdependencia respecto de las
al orden público ... Los tribunales son creados en virtud de la.da des extranjeras.
·
de la Constitución y son inherentes a nuestro cuerpo · · · de de.r,ec ho de gente~ que la mforma
autoflEl prmciplO ·
político como parte necesaria de nuestro sistema de
el de que toda n~cwn soberana tiene jurisdicción
gobierno y no compete a nadie privarse de la protección
de ellos, por contrato o de cualquier otro modo. El 1 es
sobre
las personas residentes, hechos ocurridos y cosas
d . . .
. tentes dentro e su terntono y, VIceversa, carece de
derecho de ocurrir a los tribunales para la reparación eXIS • h
de agravíos es uno de aquellos que, por su naturaleza .' . dicción sobre cosas existentes, echos ocurridos y
JUfiSonas res1·¿ entes f uera de sus 1'1m1tes
. ( vease
'
son inalienables según nuestra Constitución, y no pue~ pe rs , ) Storv. ,
den ser renunciados ni negociados. Pero hay una clase Conf/Íct 0 f Laws, numeros 1 8 y .2 0 •
de contratos que disponen que el valor de cierta pro- Como ley de orden público, esta regla de juris-
piedadt el importe de una pérdida sufrida, la canti- dicción no puede ser objeto de contrato, porque el
dad, calidad, carácter y valor de una mejora, y acepta- mismo Código prohibe, en el art. 2r, que las conven-
ción de un edificio por un arquitecto y otras materias ciones particulares dejen sin efecto las leyes en cuya
semejantes, serán determinadas por cierta persona de- observancia está interesado el orden público, y, en los
signada en el contrato y su determinación será defini- artículos 953 y 1.137, que se contrate sobre cosas que no
tiva. Tales contratos son legales y son ordinariamente estén en el comercio. Es evidente que la jurisdicción
mantenidos. Ellos no excluyen a los tribunales de su no es cosa que esté en el comercio.
jurisdicción sobre el asunto, sino que proveen solamen- Olvida estos principios jurídicos la sentencia al
te un modo seguro y rápido de fijar algún hecho de dar al artículo 1.197 del Código citado el alcance de
naturaleza compleja y difícil generalmente y que no . una facultad conferida a las personas privadas para
sería fácil establecer en la prueba judicial.'' j dejar sin efecto toda clase de leyes. Dicho artículo
Puede verse también un resumen análogo de las l dice así: "Las convenciones hechas en los contratos for-
sentencias americanas en "The Lawyers Reports An- 1 man para las partes una regla a la cual deben someterse
notated", por Rich y Farnham, nueva serie, tomo 47, : como a la ley misma.'' Se entiende que se trata de
pág. 348. convenciones lícitas y no de convenciones prohibidas
En la República Argentina, la regla de jurisdic- por los artículos 21, 953 y 1137 antedichos, o por otras
ción respecto de los contratos celebrados en país extran- leyes. Se entiende asimismo que someterse como a la
ley · ' • . ·
jero se halla en el artículo r 2 r 5 del Código Civil. d mtsma, no quiere decir contra la ley, 01 por enCima
que dice: "En todos los contratos que deban tener cum- tee ~a ley, ni derogando la ley, sino respetándola Y man-
nlendo v·Igentes SUS d.ISpOSICIOnes.
. .
plimiento en la República, aunque el deudor no fuere
domiciliado o residiese en ella, puede, sin embargo, ser p La esfera de la voluntad individual es muy a~pli~,
demandado ante los jueces del Estado." ero no es ilimitada. La ley le pone límites en mteres
186 187

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p-.
j
t as partes, sino de la ley, aunque las partes pueden

l. del orden público. Además de las disposiciones recor.
de 1 1 5 así como, en otro orden de hechos tomar 0 no
pr
evera,
d'camento
1
d d '
o un veneno epen e de la voluntad
dadas, el Art. 872 establece esta limitación en los si- un me 1 · d
personas, pero as consecuenctas e tal acto que-
guientes términos : "Las personas capaces de hacer una de las jetas a las leyes de la naturaleza. En materia de
renuncia pueden renunciar a todos los derechos estable-
cidos en su interés particular, aunque sean eventuales
~a~ dsu1·cción el artículo 102, y no las partes, determina
JufiS '
mpetencia de Jos Jueces
• de Cor
• doba o de Tucu-
o condicionales · pero no a los derechos concedidos Ja co • . d' h U • .
menos en el int~rés particular de las personas, que e~ . en la hipotests •ante . tc• a. n espmtu .poco versado
rnan
mira del orden público, los cuales no son susceptibles Derecho pensara, qUiza, que, como qu1era que sea
en •
la voluntad de los mteresa dos conc1uye por encontrar'
de ser el objeto de una renuncia." ·
El derecho de acudir a los tribunales competentes el juez que prefiere. Pero ese argumento no es cientí-
por razón de la mate.ria, es evidenteme?te d.e aqu~llos fico. Con él se podrá demostrar la inutilidad de la
que han sido establec1dos, menos en el mteres particu- legislación, ocupada toda ella en reglamentar los efec-
lar de las personas, que en mira del orden P?blico, y, tos de los actos humanos. El matrimonio es un acto
por consiguiente, no es susceptible de renun~1a. ·jurídico voluntario; pero sus efectos varían según la
Estos principios jurídicos impiden, ~ ~u m~d? de legislación del país donde se celebra y no conforme a
ver, dar a los artículos ror y 102 del Cod1go C1v1l ~a la voluntad de los contrayentes, que, sabiendo esa cir-
inteligencia que les atribuye el fallo apelado. El pn- cunstancia, pueden ir a casarse al país cuya legislación
mero de esos artículos dice textualmente: "Las perso- les agrade más. Así, los domiciliados en la República
nas en sus contratos pueden elegir un domicilio especial Argentina que se casan en ella, no pueden estipular
para la eje~ución de sus ?~l~ga~ion~s" y el 102 ~?ade: que su matrimonio estará sujeto a los jueces y leyes de
"La eleccion de un dom1c1l!o 1mpl!ca la extenston de 1~ República del Uruguay. Pero pueden usar de su
la jurisdicción que no pertenecía sino a los jueces del hbertad de locomoción, trasladarse a Montevideo y
domicilio real de las personas." casarse allí.
El artículo ror legisla casos comunes ~e der~cho
1 La jurisdicción deriva de los hechos y no de las
privado, autorizando a las partes a determmar }¡~re ha a~ras de las personas. En nuestras instituciones, no
mente el lugar donde han de efectuar sus respe.ct1vas qay ey que autorice a los contratantes a elegir jueces
prestaciones, que no otra cosa quiere decir eleg1r do- d~el no se~n los competentes por razón de la materia o
micilio especial. Dos personas domiciliadas en Buent ttta~ o~hgación. Por el contrario, la ley argentina ha
Aires pueden celebrar un contrato de compra-venta ~ oblig e~J.do la regla que he recordado sujetando la
un caballo, conviniendo que el vendedor entregt~e e curnp~~Ion a la jurisdicción del lugar donde ella d~be
.,
\
.1
animal en Córdoba y el comprador pague el preciO e~
Tucumán. Habrán así elegido libremente dos doml·
cilios especiales j pero las consecuencias legales de estd
1
tisdicc10
.r.se. Cuando la ley quiere separarse de esa JU·
lnte 1 ~• ella misma lo dice autorizando la demanda
os JUeces del domicilio real1 como en el caso del
ltt, 121
acto jurídico voluntario no dependen de la volunta
3 del Código Civil, que prevé la hipótesis de
188
189
ciones, lo que equivaldría en la ma 0
casos a una denegación de justicia. Esra ~ ~arte de_ los
que el deudor tenga su domicilio en la República y 1
contrato deba cumplirse fuera de ella. e articularmente grave en un país e
0 secuencta es
P · manttmo •· ' omo 1
La regla de jurisdicción ~encionada ha sido espe. cuyo comerciO está en manos d e nuest . ro,
cialmente adoptada en matena de fletamento por el · · e extranJeros
sobre to d o SI se tiene en cuenta que los d t' . '
Código de Comercio, cuyo artículo 1091 dice: "El , . 1 d .• es tnatanos no
intervtenen en a re acc10n de los conoc 1·m· d
contrato de fletamento de un buque extranjero que • ten tos e an-
temano prepara d os en f ormulas impresa~ e ' •
haya de tener ejecución en la República debe ser juz. · · • f .. on e1ausu-
las d e exoneracwn en avor de los navieros.
gado por las reglas establecidas en este Código, ya se E n cuanto a1 orden público quedar'ta t .
haya estipulado dentro o fuera de la República." d o SI. se a d optara el principio ' no onamen-
te afecta
. . de q ue 1as con-
En el caso que motiva este dictamen, ambas partes ,
están conformes en que la obligación del capitán de · venciOnes parhcu1ares pueden excluir la ·ur· d' · ·
· 1 IS ICC!On
entregar las mercaderías transporta·das y la obligación y las
. leyes argentmas. Un. principio j'urídico se carac-
del destinatario de recibirlas debe cumplirse en la Re- tenza
. . por. sus consecuencias
d prácticas y es obv'10 que
pública Argentina, que viene a ser así el domicilio este .tmp 1tca .e 1 . erecho
. d de los habitantes del p ats · a
especial elegido para la ejecución del contrato de fle- eva d H 1a ap 11cacton e las leyes destinadas a regir 1
. 'd d
con.tratos, SI? neces1 a de demostrar su inconstitucio-
os
tamento en cuanto a esas mercaderías. Luego, es .aquí,
en la República, donde debe juzgarse la contienda sus- nahdad. ~st, p~ra apartar la aplicación de las leyes
citada con motivo de la entrega de esa carga, como ha sobre preciO y tiempo de los arrendamientos bastaría
sido aquí efectuado el reconocimiento judicial de los que !o?, propietarios alquilaran sus inmuebl~s con la
efectos que la componen, conforme a lo dispuesto en cond.tcwn de que toda co?tienda respecto del tiempo y
el artículo 1079 del código de comercio. · pr~c•?. del contrato sea Juzgada en Montevideo, con
La demanda entablada no es más que una conse-
cuencia de ese reconocimiento y ha sido presentada
SUJ~cwn a las . leyes uruguayas, o decidida por un
ar?ttrador con exclusión de toda ley contraria a las
.
,
ante el mismo juez que lo hizo practicar, en ejercicio clausulas del contrato, lo que sería más sencillo.
de la jurisdicción que la Constitución y las leyes con· Por tanto, creo que la sentencia apelada debe ser
fieren a la justicia federal en materia de Derecho marÍ· revocada.
timo.
Abandonar ahora esa jurisdicción no sólo me pa· JOSÉ NICOLÁS MATIENZO
rece ilógico, sino que importaría establecer un prece·
dente contrario al legítimo interés de los habitantes del
Buenos Aires, agosto 4 de 1922. ·
país y del orden público.
Los destinatarios argentinos de mercaderías ex·
tranjeras quedarían librados a la merced de los arma·
dores residentes en países lejanos adonde tend~ían
que ir a demandarles el cumplimi~nto de sus obhga·
190 191

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FALLO DE LA CORTE SUPREMA DE LA NACióN
Buenos Aires, mayo 21 de 1923.

Considerando:
9
1 - Que la sentencia recurrida declara la incom-
, petencia del juez federal de la capital para entender
en la presente causa, fundándose en la estipulación
consignada en la cláusula 8~ del "'C onocimiento'' con
arreglo a la cual "las reclamaciones por las pérdidas
o perjuicios originados por fallas u otras causas, que
surjan de este conocimiento de embarque, serán resuel-
tas a opción de la compañía en Nueva York, según
las leyes de los Estados U nidos de América, con exclu-
sión de todo juicio ante los tribunales de nuestro país''.
2 9 - Que esta decisión se ajusta a los precedentes
de la jurisprudencia establecida por esta Corte, pues
ella ha declarado reiteradamente que un pacto como
el que contiene la cláusula precedentemente transcripta
no se halla en pugna con _las leyes de la N ación (t. 25,
(p. 235; t. 49, p. 450; t. 6o, p. 225; t. 126, p. 418; t.
133, p. 11 ) •
3Q - Que' en efecto' al estipular una jurisdicción
especial para dirimir las .c uestiones que puedan surg1.r
del contrato de fletamento las partes han usado de un
derecho o libertad que no' reconoce más límite que ~a
prohibición de renunciar o dejar sin efecto, po; med!o
?e convenciones, las leyes en cuya observancia esten
Interesados el orden público y las buenas costumbres
(Constitución, art. 19; Cód. Civ., arts. 21 Y 11 97)·
19~
4°- Que si bien existen normas legislativas f rcspec ~o ~' la ; u r i: ?i cción compct~nte y a las leyes apJj ..
rentes a la jurisdicción de los Tribunales que son re e- bies a la soluc10n de las cuestwnes derivadas de los
• pu'bl'tco, como por ej' emver-
d a d eras 1eyes d e .mteres ca tratos de fletamento ( art. 1091 del Cód. de Comer-
. . · ' Po1
1as re latlvas
. .
1
a Juzgamtento y represión de los del't '
d l . 1 os ~~~; .:: rt. q . del Tr~tado de Montevideo ~obre Derecho
al conoctmtento e as cuestiOnes sobre el estado de 1 ' Comercial lnternacwnal; Actas de las seswnes del Con-
personas y las relaciones de familia y en cuanto a de as reso Sudamericano de Derecho Internacional Priva-
chos reales sobre inmuebles, existen en cambio otrre-
d estma.d . 1
as a mterpretar a voluntad presunta de lo
as ~0, págs. 570 Y 571) ·
interesados o a conciliar el interés, las facilidades d: 6Q- Que el art. 1215 del Cód. Civ. que sirve de
la defensa, o la simple comodidad de las partes. Tales apoyo a la argumentación adversa al fallo recurrido,
son las que estatuyen sobre jurisdicción en materia de se limita a establecer una jurisdicción facultativa para
acciones personales y especialmente las que derivan de 1a5 partes contratantes. Se trata de acciones personales
relaciones contractuales. La regla de que el actor debe en (]Ue el principio básico es et de la jurisdicción del
seguir el fuero del demandado ha sido establecida exclu- domicilio del deudor. N o obstante, el legislador nacio-
sivamente en favor de este último y no se funda en nal dispone que "en todos los contratos que deben tener
consideraciones de orden público, sino de mero interés cumplimiento en la Repúblic ~, aun cuando el deudor
particular. Por consiguiente, ningún obstáculo puede no fuere domiciliado o residiere en ella, puede. sin
existir para que la parte favorecida renuncie a ese be- embargo, ser demandado ante los jueces del Estado".
neficio por medio de la estipulación ( Laurent, t. 1, no Como puede fácilmente observarse, es una prórroga
51). La que acuerda jurisdicción al juez del lugar de de la jurisdicción de los tribunales del país, creada en
la ejecución del contrato es de orden interpretativo; favor del acreedor para el caso en que convenga al
el legislador presume que el silencio de las partes al interés de d·icha parte someterles la controversia; pero
respecto significa la voluntad de resolver en ese lugar no es una norma obligatoria que excluya la jurisdic-
las controversias que puedan surgir entre los contra- ción del juez del domicilio o de cualquier otro que
tantes, desde que es verosímil que éstos o sus repre- las partes elijan, sino una mera facultad de la que
sentantes se encuentren allí y es también de suponer pueden usar o no los interesados y que, por consiguien-
que en ese sitio se hallen las cosas sobre las cuales ha te, puede ser renunciada sin desmedro del orden pú-
de recaer el pronunci amiento. Pero esto es sól o pre- blico, como quiera que sólo responde a conveniencias
suntivo y de simple interés particular, pudiendo ocu- de orden particular.
rrí r que a los interesados les convenga otra solución,
ya sea por estar todos ellos domiciliados en otro lugar 7°- Que el derecho a renunciar la jurisdicción
que no es el de la ejecución del contrato o por otra en cuestiones puramente contractuales podrá no estar
causa cualquiera. en armonía con las leyes o los usos de otros países; pero
59- Que ello explica la divergencia entre las dis- no puede considerarse siquiera discutible con arreglo
posiciones positivas del Derecho internacional privado a la legislación nacional que autoriza ampliamente a
J9t 195

Biblioteca Digital
pactar el arbitraje, es decir, la renuncia de la jurisdic.
ción de los jueces ordinarios para entregar la solución
de los litigios a tribunales especiales designados por
las partes, que llega hasta hacer obligatoria en algunos
casos dicha solución como ocurre en las sociedades
mercantiles (Cód. de Com., art. 448) y en los contra- II
tos de obras públicas de la Nación (Ley N<? 775, arts.
38 y 39) y que hace depender la jurisdicción de la DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL Y FALLO
elección que hagan las partes del lugar en que se hará DE LA CORTE SUPREMA DE LA NACióN •
efectiva la obligación (Cód . Civ., art. 102). Bastaría.
pues, con arreglo a esta última disposición legal, que guprema Corte:
los que han celebrado el contrato de fletamento hubie- Un vapor de bandera extranjera transportó desde
sen estipulado que la ejecución de las obligaciones Valencia hasta Buenos Aires, dos cajas de azafrán que
derivadas de la falta de entrega o en general cie la debían entregarse a los señores Miguel Compte y Cía.,
falta de cumplimiento de dicho contrato se realiza ría o a su orden (conocimiento de fs. 79) ; y amarrado el
en Nueva York, para acordar jurisdicción a los jueces vapor en el puerto de esta ciudad, ocurrió a bordo un
de dicha ciudad· con lo que queda demostrado, una robo, de resultas del cual sufrió deterioros parte de la
vez más, que la ' jurisdicción puede ser convenida y mercancía, quedando prácticamente perdida para los
renunciada. En su mérito, oído el señor Procurador destinatarios. Estos acudieron entonces a la justicia
General se confirma la sentencia apelada. federal en procura de la indemnización del perjuicio;
Fd~. : Antonio Bermejo, Nicanor González del pero no se ha dado curso a su demanda porque, aten-
Solar, Dámaso Palacio, José Figueroa Alcorta, Ramón diendo a las defensas de la empresa naviera, la Cámara
T. Méndez. Federal ha resuelto, a fs. 103, que los tribunales argen-
tinos carecen de jurisdicción para conocer en el juicio.
Se funda ese fallo en que el conocimiento de embar-
que contiene la renuncia hecha por el consignatario de la
carga a su fuero propio, aceptando de antemano some-
terse a la jurisdicción de los jueces y tribunales de
Sevilla para cualquier litigio emergente del contrato
del transporte. Tal es el caso que motiva este recurso,
fundado en la denegatoria del beneficio de acogerse
al fuero federal, que invocó el recurrente.
. Por lo que respecta al fondo del asunto se trata
Ciertamente de una cuestión muy controvertida, Y a 'l
• Juicio: Compte y aa. c/Ibarra y Qa. 1
196 197 ~
l b eranía argentina por obra de tratados
cuyo respecto V. E. se ha pronunciado algunas veces capar a . a 1sos y es obvio que para sup 1"lf l os, son me- .
en forma favorable a la tesis que la Cámara Federal ínter nacwna e ' ·
cuerdos privados entre part1cu ares. Ell
sustenta ahora. Salvando los respetos que esa jurispru. . ces 1os a
f ¡ca · f.·
1
del Código de Comercw lJa, a este respecto,
dencia me inspira, pienso sería útil revisarla en cuanto art. I09 m ·nantes: los contratos de fletamento de
respecte a situaciones con características tan especiales rmas ter 1 d . .,
no ues extranjeros que hayan e tener su. eJeCUCIOn en
como la del caso sub judice, aparte de que en otras
buqR 'bl"ca se rigen por las leyes argentmas, sea cual
ocasiones (t. 9, pág. 486; y Jurisprudencia Argentina la epu 1 ' 1 . .
XXV, 455, nota), V. E. pareció inclinarse a una in~ 1a· nacionalidad del buque o e SitiO en que se
terpretación más restrictiva. En efecto, y como lo hace
fuere
. • 1 convenio· y el m1smo · o 1go, en 1a mmu-
C'd" ·
firmo
· ·d d con que puntualiza las responsa 1 1 a es d e
e ' · b·t·d d
notar el Sr. Fiscal de Cámara en su dictamen de fs. c!OSI a • · d 1
99 la demanda tiene por origen un delito cometido 10 capitanes está revelando e1 propos1to e que 01
en' el puerto de Buenos Aires y juzgado ya por los - :eresados do puedan eludirlas, so color de falta de
tribunales argentinos; proceso del que no puede pres- ~~risdicción en las autoridades argentinas. Al mismo
J • d d .•
cindirse para apreciar ahora si ha incurrido en respon- plan responde la exigencu ~ que to o ca~1t~n tenga
sabilidad el capitán por descuidar aquellas precaucio- obligatoriamente a bordo un eJemplar ~el Cod1go ( art.
nes que aconsejaba la prudencia, a fin de evitar el robo. 925). Más o menos, es lo que V. E. t1ene resuelto en
Por lo demás y aun sin mediar tal circunstancia, pare- otro. orden de ideas: la jurisdicción es atributo esen-
, 8 9 .
cerían aplicable al caso las leyes 4 ( arts. I 2 y 2 me. cial de la soberanía (3 :484) y debe conceptuarse que
9
10), y 50 ( art. 1 ) en cuanto establec~n la jurisdicci?n las leyes respectivas son de orden público ( 14 :28o).
privativa del fuero federal, por razon de la matena, La casi totalidad de nuestro comercio exterior se
para los litigios emergentes de contratos de fletamento; hace en buques extranjeros y por ello es asunto que
:'1 leyes que aplican acertadamente el precepto del_ art. afecta directa e inmediatamente a la economía nacional
100 de la Constitución Nacional, por cuya v1rtud
determinar los derechos y obligaciones de quienes to-
} corresponde a los tribunales federales el conocimiento
de todas las causas de jurisdicción marítima.
man a su cargo el transporte de tales riquezas. Si su regu-
lación se deja, por completo, en manos de los particu-
·~ No podría ser de otro modo, a mi entender, Y~ que
la regulación del comercio marítimo con las n_ac1~~es
lares, el Código Argentino tendría sólo el carácter de
~
ley supletoria, y habría desaparecido la facultad del
extranjeras ha sido puesta, por la misma ConsC1tuc~on, Congreso para dictar normas obligatorias al respecto.
a cargo exclusivo del Congreso Nacional (art. Ó'J, me. Las compal\ías navieras podrán prescindir, cuando les
;,j 12) . Ello excluye la posibilidad de que pued~ so~.e~ f 1 azc~, ~e nuestra jurisdicción con sólo imprimir entre
1
térsela, por simple convenio de partes, a la l~g1s~aciO e . as mu1t1ples cláusulas del conocimiento, alguna seme-
de otros países o, lo que es lo mismo, al crllteno d
;1 aquellos jueces extranjeros que los interesados tengan
Janr a la que aparece, en caracteres casi microscópicos,
a 8• 79. Mediante tan sencillo procedimiento, las
·' gran des en1f' resas ext ra nJe
. ras obten d nan,
. • .
a bien preferir. Asuntos de tal índole sólo pueden es· pracucamen-
198 199

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te, una especie de privilegio de extraterrito · . ederal y declarar competente a la justicia ar-
·
que mnguna 1ey h a entendido
· concederles. na 1Idact• mara F '
uentina para conocer en edste asu nto.
Además, el principio de que bastan cla'u l
. 1. . su as d Buenos Aires, agosto 1 3 e I 936.
ta 1 tipo para exc Ulf a los JUeces argentinos d e
. .• 1 . . e toda
mtervenc10n en e cumplimiento del contrato d JUAN ALVAREZ.
. ' con uce
a conc 1us10nes desfavorables para los propios arm d
. • d 1 ·
A p l 1can o o estnctamente resultaría que el capit' a ores
·
. . . . f d an no
pue d e pe d u a 1a JUStiCia e eral embargo de la car a
que conduce, sea por falta de pago del flete 0 g
contn' b uc10n. . a1 prorrateo d e las averías: para ' ellpor
sería indispensable la llegada de algún exhorto librado~
por los jueces de Sevilla, únicos competentes. Y pues
no ocurren así las cosas, y son los propios armadores
domiciliados en el extranjero quiene~ acuden a cada
paso ante nuestra justicia cuando necesitan se les am-
pare en su derecho, tampoco es admisible que los jueces
argentinos carezcan de jurisdicción cuando quienes
piden ese amparo son los consignatarios domiciliados
en el país. Doy por reproducidos a este respecto los
argumentos que, en sentido concordante, hizo valer
ante V. E. el Ex-Procurador General Dr. Matienzo
en la causa t. 138, p. 62 (J urisp.l Arg., 10-449). Es
cierto que pueden someterse a árbitros muchas de las
cuestiones surgidas entre particulares; pero de ahí no
se deduce que lo sea también la soberanía na~io~al,_ 0
siquiera que tales árbitros queden fuera de la JunsdiC·
ción de los jueces y las leyes argentinas, pues ~~emás
de admitirse recursos de nulidad contra sus decisiones,
éstas sólo pueden hacerse efectivas acudiendo an:e
tribunal que disponga de imptrium concedido por 1
Constitución. '\
A mérito de tales fundamentos, pienso que cor~:
ponde revocar la resolución apelada de la Excma.
200
201
FALLO DE LA CORTE SUPREMA DE LA NACióN
Buenos Aires, noviembre 16 de 1936.

Y Vistos. Los del recurso extraordinario contra
la resolución de la Cámara Federal de Apelación de la
C:apital que declara la in codmpetendcia de la justicia na-
ctona1 para conocer en 1a eman a de Compte y Cía.
1 contra Ibarra y Compañía por cobro de pesos proce·
dentes de un contrato de fletamento; y
Considerando:
¡Q Que los actores reclaman indemnización por la
pérdida de cierta cantidad de azafrán, ocurrida en el
puerto de Buenos Aires,· que les venía consignado y
transportado en el vapor "Cabo San Agustín'', fleta-
do por Ibarra y Compañía; se fundaron en los arts.
878, 909, 911 y 1044 del Código de, Comercio -fs.
12-.! Los demandados opusieron la excepción de in-
competencia de jurisdicción, fundándose en que, según
la cláusula 30 del "Conocimiento", las partes, renuncian-
do expresa-mente el fuero propio, aceptaron someterse
"a la jurisdicción de los jueces y tribunales de Sevilla
en to<;los los litigios a que diere lugar el presente con-
trato y sus incidencias no obstante cualquier disposi-
ción contraria del Código de Comercio y de las leyes
de enjuiciamiento en ·materia de competencia" -fs.
26.- El Juez Federal hizo lugar a la excepción de
1 incompetencia -fs. 93,- y la Cámara a-quo confirmó
.j 203
Biblioteca Digital
dicha resolución - f . desde los pue rtos del Mediterráneo,
en concordancia con sio 103.- E! Procurador ías expedidas . . 1 s de Génova (o de Nueva y ork
trina del Fiscal de e. S actores y adhiriendo GleneraJ, cade~toridades judl;Ia l:s solas competentes, con exclu-
d e 1a comp etencia de laamara
1 .renuev
. a 1a cuestión a a do c. Jasda Arnberes)_ seran pa ra J·uzgar las contiendas que
el ex-Procurador de la Nust~~ Ia Federal, que pi acerca o e Iqmer otra, . 1 1 d la
sión de cua . r'' no es contra na a as eyes e .
en 1 M aci on Dr 1 . 1I.T anteara udieran surgl ' establecer una pr órroga de los tn·
. a causa ontepagano (Fallo : ose J..";, Matienzo p .. importa . . to y
pide se revoque el fallo recurridos~f 138, pág. 6z) Y Nac1on e determinado para su Juzgam1en ,
9 Q s. 99 y 126 bunales ?el.Iugarl falta de la de los tribunales argen-
2 ue la cuestión sometida 1 . g mente a · d emn¡z
· ac!On
··
Por consl ra conocer
' de una dem anda por 1n
·d
Suprema, en función del recurs a fallo de esta Corte
de sab · 1 · 0 extraordina · tinos pa. Tal divergencia, que ha ocurn o en otra
er SI a JUrisdicción que la Co . . no, es la de avenas. . s y en. otros
fe_dc:rales N ros. 48 y so, el Códi on~~tución, l~s leyes de cuestione . . tribunales,
. puede obede-
claseal part1cu . 1a r criteno 1und1co .de los comp onentes
CivJ} atribuyen a los tribunales nagc · ¡ComerciO y el
d e contratos que deban cumplirse en wna cer .b 1 y tamb ién a las espeCiales y, a veces, ex-
la esReen . los. casos del tdri. un~as circunstancias en que la navegaci ón y el
prorrogable por voluntad de partes o s· plubl,ca, es traor lfian . ,,
1 no o es por · nternacwnal se desevuelven , en un p a 1 ~ ca-
comerci 0 1
·
esta 'd f' 1
• r comprometl o el orden público y la soberan·' d .1 rente de armada mercantil y de contra 1orde 1caz, por., o
~a1s _en el orden jurisdiccional establecido por la1sa · e tanto, de las condiciones del transpor~e e ex po rt ac10 n
tltucwnes del Estado. ms-
e importación. Sometido una vez mas, el punto, a 1a
39 Que esta Corte Suprema se ha pronunciado di- deci sión de la Corte, con un dictamen del Procura do r
versamente, en casos similares al que motiva estos General favorable al retorno a la doctrina del t. 9
autos, y así en el fallo registrado en el t. 9, pág. 486 que suscriben ex-constituyentes del 53 y del 6o y ex-
'. legisladores posteriores a esta última fecha , debe rea-
- causa CXXVI - declaró que " tratán dose de un
contrato de fletamento que debe tener ejecuci ón en la lizarse un nuevo examen de la cuestión aludida.
República , debe juzgarse por nuestro Código de Comer- 4Q Es un principio del Derecho de gentes que toda
cio, aun cuando se estipule en país extranjero" ; y en Nación tiene jurisdicción sobre sus habitantes, hechos
varios otros casos ha declarado que "ni el consenti- que ocurran en su territorio y casos judiciales que se
miento ni el silencio de las partes" ha podido prorro- produzcan a consecuencia de los mismos· y contraria-
gar la jurisdicción atribuída a los tribunales nacionales mente q J · ' '
, . ue no a tiene, respecto de los hechos y casos
en los casos rationre materice que menciona la ley N 9 48
~roduc1dos fuera de su territorio, principio inco rpora-
porque eJia es privativa, excluyente e improrroga~le
o a nuestras instituciones al, establecer el inc. 12 del
(Fallos: t. 149, pág. 2ro; t. 146, p~g. 49; t. 66, pag. 6
acrt. 7 de la Constitución Nacional la facultad del
222) . En cambio, en los casos registrados en lo~ ~s; ongreso para " 1 1 . '
tre e l . reg ar e comerciO marítimo y terres-
r26, pág. 4r8; I3~; pág. ~2; 139, pág. 191, s; _ dect~~~ on as nacwnes ext · d · p rovmc1as
· ·
entre sí". . ran]eras, Y e las
q ue "la estipulacwn consignada en una pohza ' y exammando el Chief luJtÍce Marsahll la
fletamento, en virtud de la cua 1, tratan • d ose de mer· ,
204 205
-
cláusula semejante de 1 e . .. arítima conforme a
la facultad que le atri-
dos de N A a onstJtución d E . dicc•on m
orte mérica en la cél b e stados U . ns 1 art. 1()(l.
v/ Ogden" inserta en rz7't t e re causa "G·b n•.
" ''lea on · 1 b bu)'e e 1 leyes reglamentarias de esos precep-
en la colección de fallos de M phagl. ' y siguient~ on
- 190. arsalhech ~sy 59 que. as les dictadas por el Congreso en Vlr-
E 1 3, ~ag. 421, - se pregunta: ¿ "Q . a por Dillon tos consutuc.wn:est~ en el inc. z8 del art. 67, ~on _ca-
ue e.s ~se poder?
tud. ~e lo di~~ afirmación de la jurisdicción pnv~t1va,
Js e po er de reglar; es decir d
que gobernará al comercio E e p~escnb,r la regl
1egoncas en . prorrogable de los tribunales nacwna-
todos los demás investidos e. 1sce po er, semejante a
. . n e ongreso e a exc l uyente e .•mde fletamento esta d'1as " y en ge ne ra· 1,
en sr mrsmo, puede ejercerse en s ' s completo 1es en matena ' . 1
y no reconoce otras limitaciones quu !mayor e~tensi6n d hecho 0 contrato concermente a a navega-
la Constitución. Ellas están expre~ad~s prescnpta~ en
~~?re toc:mercio marítimo", así como sobre "los cr!-
c!On y cometidos en los ríos, islas y puertos argenu-
claros y no afectan a las cuestiones que s en térm•nos m~~ . A
c~~o, o que han sido discutidas en el tri~~~:~:, _en este nos -Ley N9 48, Art. 2, ¡nc. 10; d ~tsd 3 y _12--:-~ qu~
c1endose cargo de un argumento de la ' Y ha- es el caso de autos, .pues se tr,atda'd e dm emmzac1on a
1 "h parte apelante nsignatario argentmo por per 1 a e carga consecu-
en e que ay mucha fuerza y la Corte no está . ~í~a a hurtos en puerto argentino, de conformidad con
fecha de su refutación'', reconoce que "como 1 satl•s-
b ra reg1ar 1mp
· 1'1ca e? su naturaleza, el plenoa poder pa a- las leyes argentinas y la póliza de fletamento corriente
a fs. 43· Como se ha expresado en el considerando 39
sobre la c.osa que sera reglada, excluye, necesariamen- esta Corte ha reafirmado el carácter privativo, exclu-
te, la acc1ón de todos los otros que deberían efectuar vente e improrrogable de la jurisdicción nacional en
1~ misma operación sobre la misma cosa''. La mis-
tales casos.
ma doctrina interpretativa corresponde al inc. 12 del
art. 67 de nuestra Carta Fundamental pues no es menos 69· Que el Código de Comercio y el Código Civil
asertivo y preciso el dicho precepto ni son menos cla- confluyen a definir ese carácter de la jurisdicción en
ras las razones de unidad jurisdiccional y de resguar- lo! ~asos ~~ contratos de cumplimiento en el país. El
do de la soberanía nacional que la informan. No se Cod1go C1v1l en su art. 1215 preceptúa que "En todos
armoniza con esas normas y doctrinas que se deje a los ~on~ratos que deban tener su cumplimiento en la
las partes la c_lección de los códigos, leyes y j~eces de ~epubhca, aunque el deudor no fuere domiciliado o re-
Alemania Francia, Inglaterra, Espal\a o Italia; o de Sldlert e~ ella, puede, sin embargo, ser demandado
Santa Fe: Corrientes, Buenos Aires o Entre Rlí?s, pa- ~~fe 05 Juec~s del Estado" i es decir que, aun cuando
ra resolver las cuestiones sobre fletamento, avenas, es· fija ~j ~u:e~~~~~ a~ acuerdo de las voluntades privadas
tadas, mal arrumaje, delitos en los puertos, e_tc:, por· los contra:siCI lO el deudor para el cumplimiento d~
que entonces el •Congreso no regla con. e~clus1V1d~~J . . - arts. 1212 y 1213
Phm1ento en 1 R . b . -
t • d d
ratan ose e curo-
privativamente, el régimen del comerc1o 1nte_rnac•0 • tribunales a 1 epu hca, el acreedor puede elegir sus
e interprovincial ni los tribunales fede_rales Juzgan.~ • por o que parece J. t
adhesión a la f • us o que, a pesar de su
con igual carácter, las causas de Almirantazgo y J ormu1a general de la póliza espal\ola de
--

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í -
Compte y Compa~ía pudieron ocur .
{let~mento, r entinos predetermmados por la Co rt~ a or un argentino acepta el fuero ordinario de la Ca-
los Jueces al g s federales. Pero, el caso se rige nstttu. p ·tal 0 un vecino de Santa Fe que acepta la demanda
. , y las eye . d no p
c10n , . Civil _ supletono en to o caso del Có .or ~~te 'un juez. ~~ Córdoba porqu~ donde está la ra~~n
el Codtgo . Título Preliminar- art. 1 _ st· dtgo tá la disposiCion de la ley y, al fm y al cabo, la Nac1on
d ComerciO - bl
e , . ley cuyo art. 1091 esta ece que : "E¡ 0 r
no p ~~ica e indiv_isible debe ace~tar que todo~ los jueces
esta ulttma
dtrato
e ten e
d b t .
d fletamento e un uque ex ranjero que h
con.
re eJ"ecución en la República debe ser juzgado aya
. C , d·
las reglas establectdas en edste 1 oRtgo! y_a haya sido
. lado dentro o fuera e a epubhca" · no d
Por
de su territono responden al Ideal del Preambulo y al
precepto del art. 59 de la Constitución, en su caso. Mas,
lo que resulta menos aceptable, tenidos en cuenta los
fines del resguardo de la soberanía nacional que al fue-
'..
,·
carac er potestativo a la . elección del juez

esttput . ~acional:r, ro federal se atribuye, es una prórroga en favor de la 'l
J
sino que la estable~e ~er_mm~ntfmfnte sm excepciones
conforme a los prmCJ P105 e a ey 0· 48 - art. 29
justicia ext!anjera, en hech?s que se refie~en a nues-
tro comerciO con otras naciOnes y, aun mas, a conse· &
inc. 10 - ; "y esto importa ,declaran. la competenci~
de nuestros tribunales - decta la Corte examinando
cuencias jurídicas de hechos criminosos producidos en
un puerto argentino. Sevilla, en el sub-lite, resolvería i•
el art. 1z6o del antiguo Código de Comercio, similar al conforme a sus leyes y a sus jueces, si hubo robo o •
actual 1091 - para decidí r todas las contiendas que hurto a bordo del vapor "Cabo San Agustín" surto en
de dicho contrato surgieren, pues si sólo fuesen com-
petentes los tribunales del país en que se celebró, nues-
el puerto de Buenos Aires;_ si el Capitán es responsa-
ble; si lo es el cargador; s~ se ~a de pagar . o no a
Compte y Cía. y en caso afirmativo, una cantidad ~re
'
tra legislación no podría regirlo por cuanto no tiene fijada o el valor efectivo. de ~a !De.rc~~ería pe_rd•~a.
vigor sino dentro de los límites de su jurisdicción, y ¿Qué queda de la soberanta y JUTISdJCCion constltUCIO·
no puede presumirse que nuestra legislación tratase nal y legal de la República?
de extender su imperio fuera de nuestro territorio".
Según la expresión de Marshall el contrato no estaría 89 Que careciendo de marina mercante la Nación
Argentina 'forzosamente sus habitantes importado~es
"reglado'' por la ley argentina sino por la ley española '
y exportadores deben someterse a 1as reg1as que el ID·
en_ cuanto al Código de Comercio, Ley de Enjuicia· terés y el espíritu nacionalista - Y no_pocas v~:
m1ento y Organización Judicial. un mal disimulado menosprecio o desconfJanzadporl,
. • - 1es d'teta en forma e e au-
7 Que la jurisdicción es de orden público, ~i·
9
leyes y Jueces del pa1s
dentemente y, aun la federal de carácter extraordtna· sulas prefijadas, impresas e _me.~ N
· 1 d"bl1 s de un contrato
·anal las ley~
rio, ~s, sin embargo, prorrogable en los términos que de adhesión· y así la Constttuc•on ac• d '
' ' . d e c"o cuan o no e1
mis-
me~c•ona el art. 12 de Ja ley N9 s
4 y en aquellos caSOS
1
federales y el Cod1go e omer ' , ricas declaracio-
mo Código Penal, a pesar de sus ca~g~rente a quienes,
ratumrz Persl")n<f o por razón de domicilio en que el
aforado renu nc1a . cons1. d eracwn
· a 1a especial · , que lai nes y mandamientos, son letra ~~e ~u ley con el re·
1 d monopolizando el transporte, •Jan
eyes le otorgan: v. g. un extranjero que demanda o
208
.
r
sulta do que 5e denunció sin réplica

• ·
en las
" d B sesiones ·de
la "lnternational Law Assoc1at10n e uenos Aires
en 1920.. de la pérdida
. frecuente de los · derechos de los
consignatarios argentmos y e1 corre1atJvo aumento de
1as '·nfracciones en los buques que traen esas cargas
. , A rgentma,
(Con f. Boletín de la Seccwn . t. 11 N9 r, pág.. I N DICE
2 9 y siguientes).
99 Que la jurisprudencia extranjera se orienta

hacia la desaprobación o ineficacia de las cláusulas en '"·
los contratos de fletamento que, al igual de la N9 30 · b' a Nacional y la Protección Diplomática de las
LaAecwnes
So. erama l Portador• de .B:!rnardo de Irigoyen ...... . . 9
de la póliza de fs. 43, prorrogan la jurisdicción para
el conocimiento de dichos contratos. Así la Corte de . de Arturo Enrique Sampay .. · .. · · .. .· .. ·.· ......, 11
Pre f a<.:IO
Casación del Reino de Italia, en fallo del 3 de marzo La D oct rm, . a tvlonroe
1 y la Constitución Argentma, de Jose
''
de r 926, decidió que: "Las cláusulas de contrato que Nicolás Mati-enzo ... . . . . .. .. ... . ... . . .. . . . .... . 55
anulan la competencia .de los tribunales italianos son Introducción de Arturo Enrique Sampay . . .. ... . . . .. ... . 57
nulas como contrarias al orden público de que participa 77
la organización de la jurisdicción y como contrarias a Prólogo d e J. N. Matienzo · .. .. .... " ...... : ......... ·
la soberanía del Estado a quien esas cláusulas denie- . Conversión de Bienes NaciOnalizados
Gobierno de F~ctod y d A turo Enrique Sampa y .... . .. . 111
gan uno de sus atributos esenciales". ('Conf. "Revue en Bienes Pnva os, e r
115
de Droit Maritime Comparé", t. 17, afio 1928, pág. 475 •••• o •
Advertencia, A. E. S. · · · · · · · · · · · · · · · · · . . .
•
. 1 d )a
• •• •••
y siguientes). ' ¿· Procesal Civil y Comercia. e

E l Artículo l Q del Co ~go t' de Francisco Lms Me·
En su mérito y por los fundamentos del dictamen Nación y la Soberama Argen ma •. . . . .. . ....... . . . . .. . . 153 4
1
~
del sef\or Procurador General, se revoca la resolución negnzi . . . · · · · · · · ·· ··
153 J
recurrida y se declara que la justicia nacional es com- ' ¡· . l

1 :·e :\CIO ( e Artut·o Enrique Sampa y . . .. . ..... . '
petente para juzgar el caso presente. Hágase saber,

repóngase el papel y en &u oportunidad, devuélvanse. .~
ANTONIO SAGARNA - Lurs LINARES - "

B:A, NAZAR ANCHORENA - JUAN
B. TEI\ÁN. .
210

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Este fibro se termin6 de
Jm.p rim:l r en C O G T A L
(Coope·r ativa O b re r a
Gr6fica Talleres :Argen-
tinos Limitada) en el
mes de mayo de 1970.
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válidos no s6!o para nuestro pafs sino para Latinoam6rica.
· Las permanentes agitaciones poP,ulares y militares de este
continente, confirman la vigencia adual de sus conceptos
acerca del espinoso problema del Intervencionismo extran-
¡ero (en la economra, la polftica, la cultura, etc.) y la sóbe.
ranía nacional.
....

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Bernerdo de lrlgoy.,, poHtico argen.

Ar"-t ~ Sampay, profesqr unlveni·

@ lty NAIEZ EDITOI S. A. .

Prefacio de ARTURO ENRIQUE SAMPAY

Gob1erno de Su Matestad Brítanica, que para Jwcer respetar los

. • ......,tra él ante los Tribunales por la extracción de

CorrespoDdeoda cambiada .con la legación de Al~ia con mo-

Legación del Imperio Alemán.

Buenos AiJres, mayo 24 de 1876.

A S. E. el Sr. Dr. D. Berno.rdo de lrigorm, minis&ro de

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BERNARDO DE IRIGOYEN He tenido el honor de recibir la atenta nota de V. E.

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r.enores de una cuestión surgida entre las autondades de

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de que participa S. S. ' personas jurídicas deben su existencia ~cl~vameuteh a

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.1 .¡ ••tablece que el Dr. Qumtana y yo, du. cañonera m'glesa" •

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Ministerio de Relaciones Exteriores. dinero del Banco por orden de las .

¡ multiplicidad de nac\Onah a es,

i Acepto esta oportum a . .•

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lntroducci6n de ARTURO ENRIQUE SAMPAY

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José Nicolás Matienzo nació en . Tucumán, el 4 de

llatfenzo, ccin ·lineas .·preliminares de •Emilio Ravignani, Buenos Air~ 1940 · :¡

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mas de gobiemo. 10 man¡ares ofrendos. 12 . os

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no fue admitida en "La Nación" de Buenos Aires, por

Buenos Aires, abril de 1929.

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tados que él hubiera sinceramente condenado.

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nacional, es oportuno recordar algunos casos que pue- 1:

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Drago formuló modestamente su Doctrina como un

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Aménca y uropa, con ene 1c1o rectproco de ambos

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condtctone. de v1da que la aquejan, y, con el desarro- 10

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