La Responsabilida.... Ensayo

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La responsabilidad social empresarial en tiempos

del Covid-19

Desde el punto de vista de país tercermundista en vía de desarrollo nos damos


cuenta que la globalización nos ha traído más desventajas que ventajas y sí a eso
le sumamos las pésimas decisiones frente a los tratados de libre comercio que
han empeorado la situación comercial y empresarial de estos países, la situación
se pone difícil.
La globalización ha beneficiado y enriquecido a muchos países, a muchas
empresas y a muchas personas naturales a raíz de la gran cantidad de negocios
que se mueven en el mercado mundial, pero esto también, crea factores de riesgo
para los diferentes Estados nacionales y por ende a sus habitantes, esos factores
de riesgo no se pueden ignorar.
Podemos analizar entonces que hay muchos conflictos que no se solucionan en
los Estados nacionales, creando problemas internacionales, traspasando fronteras
y llegando a convertirse en problemas internacionales y hasta en problemas
mundiales. Hay muchas crisis que han marcado la historia, crisis que comenzaron
en una nación y terminaron siendo un problema internacional involucrando a un
continente y al mundo entero como por ejemplo la llamada Gran Depresión que se
originó en Estados Unidos, a partir de la caída de la bolsa de valores de Nueva
York el martes 29 de octubre de 1929 (conocido como Crac del 29 o Martes
Negro), y rápidamente se extendió a casi todos los países del mundo.
La depresión tuvo efectos devastadores en casi todos los países, ricos y pobres,
donde la inseguridad y la miseria se transmitieron como una epidemia, de modo
que cayeron: la renta nacional, los ingresos fiscales, los beneficios empresariales
y los precios. El comercio internacional descendió entre un 50% y un 66%.
El desempleo en los Estados Unidos aumentó al 25%, y en algunos países
alcanzó el 33%.
Otro ejemplo fue la Peste Negra de mediados del siglo XIV, se extendió
rápidamente por las regiones de la cuenca mediterránea y el resto de Europa en
pocos años. El punto de partida se situó en la ciudad comercial de Caffa (actual
Feodosia), en la península de Crimea, a orillas del mar Negro. Es muy probable
que la bacteria penetrara a través de ratas infectadas con las pulgas a cuestas. En
todo caso, cuando tuvieron conocimiento de la epidemia, los mercaderes
genoveses que mantenían allí una colonia comercial huyeron despavoridos,
llevando consigo los bacilos hacia los puntos de destino, en Italia, desde donde se
difundió por el resto del continente.  En términos absolutos, los 80 millones de
europeos quedaron reducidos a tan sólo 30 entre 1347 y 1353.
Tomando como ejemplo estas dos crisis, vemos como algo que al parecer solo
involucra a una nación, pronto se convierte en algo global perjudicando a todos los
países, todos los sistemas y finalmente a todo el Planeta.
Este contagio entre crisis fue una idea planteada en el Informe Brundtland en
1987, y confirmada exactamente 30 años después por la Business and
Sustainable Development Commission en Davos, Suiza.
Sin embargo, el riesgo mayor para el ser humano es que esos escenarios
conflictuales puedan exceder los ámbitos financiero y político, y convertirse en
crisis sanitarias, tal y como sucede con la epidemia del Covid-19, causada por el
virus SARS-CoV2.
¿Muchos se preguntarán que tiene que ver todo lo anterior con La
Responsabilidad Social Empresarial?, vamos pues a adentrarnos en el tema.
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE): Es la contribución al desarrollo
humano sostenible, a través del compromiso y la confianza de la empresa hacia
sus empleados y las familias de éstos, hacia la sociedad en general y hacia la
comunidad local, en pos de mejorar el capital social y la calidad de vida de toda la
comunidad.

El objetivo principal de la responsabilidad social empresarial es que el impacto


positivo que causan estas prácticas en la sociedad se traduzca en una mayor
competitividad y sostenibilidad para las empresas. Así, ser responsable
socialmente generará automáticamente más productividad, puesto que una mejora
en las condiciones para los trabajadores optimizará también su eficacia.

La responsabilidad social empresarial se focaliza, en tres vertientes: cuidado al


medio ambiente, a las condiciones laborales de sus trabajadores y apoyo a las
causas humanitarias.

El tema principal de este ensayo es la responsabilidad social empresarial en


tiempos del Covid 19, lo cual nos obliga a investigar un poco sobre el tema,
podríamos llenar muchas páginas sobre esto, pero tenemos muy poco espacio
para hacerlo.

El virus del Covid 19 se propaga inicialmente en China, según estudios científicos


una de las hipótesis que ha tomado mayor fuerza es que salto de un murciélago al
hombre. Es bien sabido que las enfermedades zoonóticas tienen gran probabilidad
de originarse e aquellos países en los que la cultura y la práctica de la
responsabilidad social empresarial no están siendo aplicadas.

Un análisis sobre el impacto de la deforestación en la aparición de enfermedades


zoonóticas destaca el valor de los ecosistemas naturales como agentes
reguladores de las enfermedades. Los bosques y ecosistemas sanos limitan la
exposición y el impacto de los patógenos, incluidas las zoonosis, mediante un
efecto diluyente, limitando así la posibilidad de que los patógenos se propaguen
de la fauna silvestre a los seres humanos. Ahora bien, recordemos que las
especies animales migran cuando sus hábitats son destruidos y los que tienen
mayor capacidad de desplazarse y sobrevivir son los volátiles. Si se considera el
factor de deforestación masiva en China, no es descabellado pensar que
murciélagos portadores de virus se hayan aproximado a concentraciones urbanas
en las que entraron en contacto con el ser humano.

Entonces cuando no existe una buena práctica de la responsabilidad social


empresarial, estamos expuestos a un sinnúmero de problemas que pueden
generar crisis mundiales. En cambio, cuando se aplica bien la RSE se ven los
resultados de inmediato, como lo hizo Giuseppe Conte, el presidente del Consejo
de Ministros de Italia, Una muestra incontrovertible y concreta de que la voluntad
política de Conte se encuentra alineada a una cultura socialmente responsable fue
su “Decreto de Relanzamiento”, del 19 de mayo de 2020. El decreto asigna un
presupuesto de 55 billones de euros destinados a sostener a empresas y
profesionistas frente a la emergencia del Covid-19, para facilitar su reanudación de
actividades. Tal decreto ha sido el tercero en la lista después del “Decreto Cura
Italia” y del “Decreto de Liquidez”, que han apoyado a las empresas que han
sufrido perjuicios por el cese de actividades frente al confinamiento forzoso.

La Responsabilidad Social Empresarial es sinónimo de Innovación, les da una


nueva fuerza a las empresas y las dota de una capacidad extraordinaria para ser
partícipes del desarrollo global, siendo parte de la solución de los problemas de
los Estado y también prepararse para afrontar los retos del futuro.

La situación vivida por causa del virus Covid 19 ha servido para que nos
preparemos y hagamos las empresas más ágiles y proactivas, tenemos que
mentalizarnos y adelantarnos a los retos que nos depara el futuro, no solo en
materia de salud, si no también, en situaciones ambientales, económicas y, sobre
todo, sociales.

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