Nueva Historia Minima de Mexico Ilustrad
Nueva Historia Minima de Mexico Ilustrad
Nueva Historia Minima de Mexico Ilustrad
MÍNIMA DE MÉXICO
ILUSTRADA
NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO
ILUSTRADA
COORDINACIÓN EDITORIAL
Gerardo Jaramillo Herrera
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN
Francisco Gómez Ruiz
EL COLEGIO DE MÉXICO
NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO
DEL GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL
ILUSTRADA
DISEÑO GRÁFICO Y PRODUCCIÓN EDITORIAL
Carlos y José Ignacio González Manterola
GM Editores-Espejo de Obsidiana
COORDINADOR GENERAL
Alberto Torres Rodríguez
ASESORÍA EDITORIAL
Carlos Silva y Joel Álvarez de la Borda
Pablo Escalante Gonzalbo
INVESTIGACIÓN ICONOGRÁFICA
Iván Alcántar Terán, Noemí González González, Paulina Millán Vargas Bernardo García Martínez
y Marina Morgado Lapa Trancoso
Luis Jáuregui
CORRECCIÓN DE ESTILO
Hilda Maritza Sánchez Villanueva Josefina Zoraida Vázquez
FOTOGRAFÍA Elisa Speckman Guerra
José Ignacio González Manterola (JIGM), Javier Hinojosa (JH)
Javier Garciadiego
DIAGRAMACIÓN
Carlos Alberto Pérez Flores Pérez y Ofelia Mercado Arzate Luis Aboites Aguilar
REPROGRAFÍA
Ernesto Rodríguez Alarcón
DIGITALIZACIÓN
Octavio Zapata González, Raúl Muñoz Castillo y Gabriel Escamilla Plata
Este programa es de carácter público, no es patrocinado ni promovido por partido político alguno y sus recur-
sos provienen de los impuestos que pagan los contribuyentes. Está prohibido el uso de este programa con fines
políticos, electorales, de lucro y otros distintos a los establecidos.
Quien haga uso indebido de sus recursos en el Distrito Federal, será sancionado de acuerdo a la ley aplicable
y ante la autoridad competente.
Distribución gratuita, prohibida su venta.
Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de este libro para cualquier medio,
incluido el electrónico, sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
Portada: De Español e India produce Mestizo, José de Páez, óleo sobre tela, siglo XVIII.
Colección particular. México, 2008
CONTENIDO
PRESENTACIÓN DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 245
Marcelo Ebrard Casaubon 9 Josefina Zoraida Vázquez
Javier Garciadiego 13 La revolución de independencia 247
Axel Didriksson Takayanagui 17 Se funda el Estado mexicano 264
Ante las amenazas extranjeras se experimentan
EL MÉXICO ANTIGUO 21 el centralismo y la dictadura 281
Pablo Escalante Gonzalbo Reforma liberal, intervención francesa y triunfo
Los cazadores-recolectores 24 definitivo de la república 298
Alborada de la civilización 30 La lenta transformación de la vida nacional en republicana 324
Orígenes de la diversidad regional 39
La era del imperio 51 EL PORFIRIATO 337
Crisis y cambio 69 Elisa Speckman Guerra
Los guerreros de Quetzalcóatl 81 La política porfirista: La primera etapa 340
Los señores del agua 92 La segunda etapa 351
En vísperas de la conquista 105 Los últimos años 358
Epílogo 109 Las finanzas públicas y el desarrollo económico 364
Sociedades rurales y urbanas 372
LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 111 Cultura 384
Bernardo García Martínez
El periodo fundacional, 1519-1610: La irrupción LA REVOLUCIÓN 393
de los conquistadores 113 Javier Garciadiego
La consolidación de la conquista 128 Críticos, oposicionistas y precursores 393
La conclusión del proceso fundacional 140 De la oposición a la lucha armada 401
El periodo de madurez y autonomía, 1610-1760: El El anacrónico liberalismo 408
encuentro con el mundo exterior 152 La lucha constitucionalista 423
El florecimiento y sus límites 167 El constitucionalismo versus los convencionismos 436
Los atisbos del periodo final 181 Virtudes y límites del carrancismo 447
Conclusión 194 El nuevo Estado 456
Piedra del sol, cultura Mixteca (detalle), periodo Posclásico tardío. Museo Nacional de
Antropología, Conacullta-INAH. Foto JIGM.
10 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA PRESENTACIÓN 11
La circulación pública de este libro ha sido en verdad exi- educativa de construir, construyéndose un México más fuerte
tosa y vertiginosa. En 2004 El Colegio de México la institu- y equitativo.
ción que bajo la batuta de Daniel Cossío Villegas ideó esta Es de resaltar nuestro agradecimiento a El Colegio de Mé-
importante obra actualizó, corrigió y amplió su contenido xico, institución modelo y de generosidad legendaria, por
para ofrecernos una mejor versión, bajo el título de Nueva his- haber tenido la visión de publicar esta magna obra, y por su-
toria mínima de México. Desde ese 2004 hasta mediados de marse con entusiasmo a nuestra iniciativa de una nueva edi-
2008 se han impreso un millón ochenta mil ejemplares en ción ilustrada que beneficie a un número más grande de
cinco reimpresiones de este volumen, lo que sin duda vuelve a lectores.
probar su valía y trascendencia en la vida editorial y cultural La Nueva historia mínima de México ilustrada se conver-
de nuestro país. tirá indudablemente en una referencia personal para muchos
El Gobierno del Distrito Federal, consciente no sólo de la de nuestros lectores, que encontrarán en sus páginas las res-
calidad de esta obra sino de la necesidad de que nuestra his- puestas a sus dudas sobre nuestro devenir histórico y les hará
toria patria sea conocida por el mayor número de personas, ha cuestionarse acerca de su propio papel en la historia de este
sumado esfuerzos para que, a través de su Secretaría de Edu- país, en la huella que dejarán y en la clase de porvenir que a par-
cación, se coedite con El Colegio de México una edición ilus- tir de nuestro singular presente nos aguarda.
trada de la Nueva historia mínima de México destinada a los
estudiantes y jóvenes de la Ciudad de México, en particular, y
a todos los interesados en saber más acerca de nuestro legado
histórico, en general.
Por primera vez el texto original se acompaña con más de MARCELO EBRARD CASAUBON
200 ilustraciones que realzan aun más los momentos clave de la Jefe de Gobierno del Distrito Federal
historia de nuestro país. Se trata de una obra digna de alcan-
zar a un mayor número de lectores, y de un esfuerzo sin duda
alguna loable para poner a disposición de los jóvenes estu-
diantes una herramienta indispensable en su formación no
únicamente académica sino personal y profesional.
Sólo obtendremos mejores beneficios como sociedad si la
educación se convierte en la punta de lanza del desarrollo de-
mocrático. En los jóvenes está el futuro de nuestra nación, por
lo que es necesario brindarles la información y los conoci-
mientos necesarios para que sus acciones se guíen con verdad
y respeto a sí mismos, a la sociedad y, por supuesto, al país.
El Gobierno del Distrito Federal ha puesto su mejor em-
peño en que publicaciones de este tipo, de interés básico y de
gran tiraje, sea el conducto mediante el cual todos los jóvenes
capitalinos y público interesado asuman la responsabilidad
PREFACIO
En este libro nuestros historiadores rescatan, de forma cada comprender de dónde vienes ni a dónde vas; no como indivi-
vez más vívida y elocuente, muchos de los momentos de gran- duo, sino como una parte de este colectivo en el que todos
deza y de polémica que forman parte de nuestra cosmogonía, de somos parte de todos y somos, al mismo tiempo uno mismo.
nuestra cultura y de nuestra herencia. Este libro es la más per- Nosotros estamos aquí de paso. Escribimos esto no por
fecta muestra de lo que contiene nuestra historia explicada ningún interés político, ni por decirte nada que tú no puedas
brevemente, muy brevemente, porque por eso es mínima. encontrar en el devenir de tu vida. No hay materia de propa-
Cuando leas este libro, ahora hermosamente ilustrado por pri- ganda en esta breve introducción editorial a un trabajo que en-
mera vez desde su primera edición en 1973, encontrarás lo mejor grandece nuestra cultura y te da herramientas para que sepas
de los momentos de nuestro devenir, desde sus periodos más de tu historia, como mexicana y como mexicano. Nada que ver
trágicos hasta los momentos llenos de gloria, que debes recor- con los comentarios de personajes de las más mínima estatura
dar y analizar. intelectual que nos atacan cuando reproducimos libros tan im-
La historia de tu país es una fuente inagotable de conoci- portantes como éste. Así ha sido siempre y lo encontrarás tam-
miento para que puedas reconocerte como parte de esta gran bién en los pasajes de las polémicas que se han sucedido en la
nación, construir su futuro desde el presente que vives y apren- historia de tu país.
der que tú eres parte, por tu familia, por tus abuelos, por tus El gobierno de la Ciudad de México, a través de su Secre-
amigos, por tus estudios, de la construcción de un proyecto de taría de Educación, busca contribuir con este material de lec-
país, del que serás heredero, historiador y creador. tura sobre la historia de nuestro país, con la espléndida edición
Esta obra es el fruto de un largo trabajo de muchos inves- de un libro que ya tiene su propia historia, ahora enaltecido
tigadores de El Colegio de México, una institución de educa- con una muestra iconográfica magnífica.
ción superior que todos reconocemos y admiramos, que quisieron Se trata de alcanzar un solo objetivo: que recibas de nues-
darte una información veraz sobre el país en el que vives y un co- tro gobierno, de forma gratuita y abierta, como lo estipula el
nocimiento exacto, hasta el grado de lo posible, sobre tu pasado artículo tercero constitucional, lo mejor de la literatura histó-
y porque en tu futuro volverás a pensar estos acontecimientos de rica, para que sigas construyendo un futuro con libertad.
manera distinta, a lo mejor bastante diferente.
La historia de tu país no son recuerdos, tampoco son temas
que debes memorizar ni repetir como si fueran noticias que ya
pasaron y que deberán ser, en algún momento de tu vida, olvi-
dados. Para nada. Se trata de la reconstrucción de tu vida misma,
de la identidad que tienes, y de lo que eres como parte de una co- AXEL DIDRIKSSON TAKAYANAGUI
lectividad tan grande como no te la imaginas, porque en ella apa- Secretario de Educación
reces desde el lugar y desde los acontecimientos que aparecen en del Distrito Federal
este libro, por el cual podrás verificar que, de alguna manera,
estos tienen que ver con algo o con alguien que tú conoces y que
le da el significado al lugar de donde vienes o al que vas.
La historia de nuestro país es la historia de ti misma y de
ti mismo. Porque si no sabes la historia de tu país no sabrás
EL MÉXICO ANTIGUO
Tláloc, dios de la lluvia, pintura mural teotihuacana, periodo Clásico. Museo Nacional de
Antropología, Conaculta-INAH. Foto JIGM.
22 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL MÉXICO ANTIGUO 23
Puntas de proyectil. Museo Nacional de Antropología, Conaculta-INAH. Foto JIGM. Cazadores recolectores. Museo Nacional de Antropología, Conaculta-INAH. Foto JIGM.
insertar sus costumbres, sus imágenes, su memoria, en el tejido mericana, y sobre las cuales tenemos una gran cantidad de in-
de la historia nacional. Las ideas y las historias de los cazadores de formación. El carácter fragmentario y disperso de los datos
Coahuila, en cambio, o de los pueblos de Jalisco y Zacatecas disponibles sobre los pueblos del norte dificulta su inclusión
que se rehusaron a aceptar el dominio español, fueron borradas en una síntesis.
con el exterminio de esos pueblos. Otros, como los tarahuma- Si trazamos en el mapa una línea de oeste a este que una al-
ras y los seris, han sobrevivido en el borde de las barrancas, en gunos sitios arqueológicos como Huatabampo en Sonora, El
el filo de las playas desérticas, y en el límite de la historia. Zape en Durango, Chalchihuites en Zacatecas, Villa de Reyes en
La brevedad de este texto nos obliga a recuperar el hilo de San Luis Potosí y San Antonio Nogalar en Tamaulipas, obtenemos
las historias centrales, hegemónicas, metropolitanas: la de los una curva, alta en sus extremos y descendente en la región de los
olmecas de San Lorenzo, la de Teotihuacán, la de Tula…, his- bolsones: representa la frontera septentrional de Mesoamérica en
torias que se encuentran en el ámbito de la civilización mesoa- el momento de su mayor expansión, hacia el año 900 d.C. La
24 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL MÉXICO ANTIGUO 25
Señor de las Limas, cultura Olmeca, periodo Preclásico medio. Las Limas, Veracruz.
Museo de Antropología de Xalapa, Veracruz, UV. Foto JH.
Páginas siguientes: Altar 4, cultura Olmeca, periodo Preclásico medio. La Venta, Tabasco.
Parque Museo La Venta, Villahermosa, Tabasco, Conaculta-INAH. Foto JH.
30 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
ALBORADA DE LA CIVILIZACIÓN
abren para mostrar unos colmillos fieros; en la parte superior mide” de Mesoamérica, un gigantesco cono ondulante de tierra
central de la cabeza puede haber una incisión, de la cual emer- apisonada rodeado de plazas y pequeñas plataformas.
ge a veces una mazorca de maíz. También se encuentran entre Para los habitantes de La Venta el viaje a los yacimientos
los elementos que solemos llamar olmecas símbolos como la basálticos de Los Tuxtlas era aún más largo que para la gente
“ceja flamígera”, las dos bandas cruzadas en X y la gota de de San Lorenzo; sin embargo, del mismo modo que sus pre-
lluvia con un punto y una raya. decesores, emprendieron constantes travesías en busca de la
El mayor número de centros ceremoniales urbanizados, los materia prima, que trasladaban en balsas por los ríos y por
más grandes y complejos, la mayor concentración de esculturas y la costa, y arrastraban con troncos rodantes cuando no había
las piezas de mayor tamaño se encuentran en las llanuras aluvia- una corriente a mano. Con estas piedras dieron continuidad a
les del Golfo de México. En San Lorenzo se construyó hacia el la excelente tradición escultórica de San Lorenzo y la enri-
año 1200 a.C. una enorme plataforma de tierra que sirvió para quecieron con nuevas creaciones, como la tumba de columnas
poner a salvo de las crecidas del río un gran conjunto de pla- basálticas. También la pequeña escultura de piedras semipre-
zas ceremoniales y viviendas de la elite. Tronos, estelas, cabezas ciosas, como la jadeíta, se diversificó en la etapa del floreci-
colosales y otras esculturas se colocaron en diversos puntos de miento de La Venta; así lo muestran los hallazgos en este sitio
esa meseta artificial. Las esculturas de mayor tamaño eran los y en localidades como Cerro de las Mesas y Río Pesquero.
tronos, antes conocidos como “altares”; sobre ellos se sentaban Es tentador suponer que las prósperas villas parcialmente
los soberanos para presidir algunas ceremonias y muy proba- urbanizadas del Golfo de México, habitadas por escultores, sacer-
blemente para atender los asuntos de gobierno. Las imágenes dotes, guerreros y gobernantes, constituían una suerte de me-
talladas en estos gigantescos asientos proclamaban la perte- trópoli de la cual se derivaron las otras expresiones olmecas de
nencia del gobernante a un linaje especial y señalaban sus Mesoamérica. Pero, como hemos dicho, los datos no favorecen la
vínculos con lo sobrenatural, en especial con el interior de la hipótesis de la expansión desde el Golfo, sino más bien la idea de
montaña, ámbito de la fertilidad por excelencia. Algunas imá- que los rasgos llamados olmecas habían sido adoptados simul-
genes sugieren también una identificación del gobernante con táneamente por las nacientes noblezas mesoamericanas, las cuales
el eje del cosmos y el dios del maíz. Las gigantescas cabezas es- tenían estrechas relaciones entre sí motivadas por el intercambio.
taban hechas normalmente de tronos reciclados; lo más probable Podemos seguir llamando olmecas a los habitantes de la
es que el trono usado en vida por un soberano se convirtiera llanura aluvial del Golfo en el Preclásico medio; es un nombre
en la materia prima para su propio retrato colosal. Colocadas arbitrario que hemos dado a un grupo de pueblos de la familia
directamente sobre la tierra, las cabezas de los soberanos pare- lingüística mixe-zoque. Pero el repertorio de formas y símbo-
cerían emerger de ella: como árboles, como plantas de maíz. los que se emplearon en aquella región no es propiamente una
Durante trescientos años el asentamiento de San Lorenzo fue manifestación étnica, algo propio “de los olmecas”, sino parte de
el centro político de su región, hasta que, en el año 900 a.C., un fenómeno suprarregional.
fue abandonado de manera abrupta tras la mutilación y entierro Entre los sitios de tipo olmeca fuera del Golfo de México
de varias de sus esculturas. Entre el año 900 y el 500 a.C. flo- destacan, por la amplitud y riqueza de sus áreas ceremoniales,
recieron varios sitios en las cercanías, pero ninguno tuvo la mag- Teopantecuanitlán, en Guerrero, y Chalcatzingo, en Morelos.
nitud de La Venta, al que podemos ver como el genuino relevo Cada uno de estos sitios tiene rasgos originales; por ejemplo,
de San Lorenzo. En La Venta se levantó la primera gran “pirá- estelas en forma de T en el primero, y representaciones pecu-
EL MÉXICO ANTIGUO 39
ta por esa ruta no era nuevo, existía desde hacía siglos; lo que
parece haber ocurrido es que los descendientes de los olmecas
del Golfo fortalecieron la relación con su propio tronco étnico
una vez que se desmoronó el mundo de relaciones comerciales y
políticas de la era olmeca.
En esta época de crisis y reacomodo, en los sitios del com-
plejo Izapa surgió uno de los inventos más trascendentes pa-
ra la historia intelectual de Mesoamérica: la cuenta larga, un
sistema de cómputo calendárico que permitía fechar cualquier
evento con total exactitud a partir de una fecha fija equiva-
lente a la que para nosotros es la fecha del nacimiento de
Cristo. La fecha de referencia para la cuenta larga mesoame-
ricana correspondía con el 13 de agosto del año 3114 a.C., y no
tenemos noticia de que se refiriera a algún suceso particular.
Las inscripciones calendáricas más antiguas que se conocen
proceden de la franja mixe-zoque: Chiapa de Corzo, 36 a.C.;
Tres Zapotes, 31 a.C.; El Baúl, 36 d.C.; Abaj Takalik, 126 d.C.;
La Mojarra, 143 y 156 d.C., y San Andrés Tuxtla, 162 d.C. Es-
tos datos indican que el sistema que conocemos como típica-
mente maya fue en realidad inventado por los mixe-zoques
en una etapa de crisis y recomposición regional. Tampoco el
dispositivo combinado de altar y estela es un invento que po-
damos atribuir a los mayas. Como vimos, estaba en uso en la
Huehueteotl, cultura Cuicuilco, periodo Preclásico. Museo Nacional de Antropología,
etapa olmeca, en Guerrero, en Morelos y en el Golfo, y se tras-
Conaculta-INAH. Foto JIGM. ladó a la región maya precisamente por medio de este corredor
cultural del complejo Izapa.
Chiapas y Guatemala. Tales semejanzas han permitido iden- En el Preclásico medio había ya algunos asentamientos
tificar un fenómeno cultural que se conoce como complejo agrícolas mayas en la selva, como Seibal y Altar de Sacrificios,
Izapa; el punto más septentrional de tal complejo parece ser en un afluente del Usumacinta llamado Pasión, y Tikal, Uaxac-
La Mojarra, en Veracruz, y los sitios más meridionales, Izapa, tún, Nakbé y El Mirador, en el Petén guatemalteco, no lejos de
en México, y Abaj Takalik y El Baúl, en Guatemala. Un esla- la frontera con Campeche. Algunas de estas aldeas fueron la
bón crucial son Chiapa de Corzo y La Libertad, ubicados en cuna de poderosas jefaturas, y en el Preclásico tardío desarro-
el cauce superior del Grijalva. Esta gran franja sinuosa, que llaron áreas ceremoniales compactas y elevadas, caracterizadas
desciende de la llanura aluvial del Golfo y cruza el istmo de Te- por el agrupamiento de varios montículos, cada uno, a su vez,
huantepec, coincide con la ubicación de la familia lingüística coronado por dos o tres plataformas piramidales. La arqui-
mixe-zoque en el Preclásico tardío. El vínculo de costa a cos- tectura y ornamentación de estos conjuntos es ya muy parecida
EL MÉXICO ANTIGUO 51
Entre el año 100 a.C. y el 200 d.C., etapa que algunos autores
separan del Preclásico y denominan Protoclásico, ocurrieron
varios sucesos importantes en el valle de México. Entonces tuvo
lugar el abandono de Cuicuilco, y Teotihuacán se irguió como
centro político y religioso indiscutible de la región.
Durante los primeros doscientos años de nuestra era se cons-
truyeron las pirámides del Sol y de la Luna así como el templo
de Quetzalcóatl, se trazó la llamada calzada de los Muertos y se
inició la etapa propiamente urbana en la historia de Teotihua-
cán. Si en algún asentamiento prehispánico podemos hablar con
toda propiedad de una ciudad, es en Teotihuacán. Las cons-
trucciones y los pavimentos llegaron a ocupar la mayor parte
de la superficie, sin dejar espacio para huertas o jardines, en un
área de aproximadamente 20 kilómetros cuadrados.
Durante el horizonte Clásico (200 a 650 d.C.) la mayor parte
de la población de Teotihuacán ocupó conjuntos habitaciona-
les multifamiliares de mampostería, y muy poca gente vivió en
Vasija con la imagen del dios del viento, cultura de Izapa, periodo Preclásico.
Museo Nacional de Antropología, Conaculta-INAH. Foto JIGM.
EL MÉXICO ANTIGUO 53
Dios del fuego, cultura Teotihuacana, periodo Clásico. Museo Nacional de Antropología,
Conaculta-INAH. Foto JH.
Páginas siguientes: Quetzalpapalotl, periodo Clásico, zona Arqueológica de Teotihuacán,
Conaculta-INAH. Foto JIGM.
56 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL MÉXICO ANTIGUO 57
Una parte importante de la población congregada en el militares. También hay algunos conjuntos habitacionales que
área urbana de Teotihuacán, quizá la mitad, era de artesanos, parecen haber albergado a monjes, dedicados por completo a
dedicados a oficios como la producción de núcleos y artefac- las tareas religiosas.
tos terminados de obsidiana, la alfarería, el trabajo del hueso De los reyes teotihuacanos no sabemos casi nada, excepto que
y la concha, la elaboración de telas y cordajes, etc. Por otro parecen haber tenido a Quetzalcóatl como suprema divinidad
lado, la abundancia y buena calidad de las tierras agrícolas protectora, así como los señores de la etapa olmeca se identifi-
del valle de Teotihuacán y la escasa población aldeana en dicho caban con el dios del maíz. El poder de los soberanos en la gran
valle son datos que nos mueven a pensar que muchos habi- ciudad del valle de México debió emanar, al menos en parte, de
tantes de la ciudad realizaban también tareas agrícolas, como su exitosa conducción de las obras públicas: allí estaban las des-
agricultores de tiempo parcial o completo. comunales pirámides y la gran urbe como prueba de la eficacia
Es frecuente que se imagine a todas las sociedades prehis- del gobierno. La organización del trabajo artesanal y el impulso
pánicas como tiranías en las que un grupo inmensamente rico de las actividades de intercambio que garantizaban el arribo de
sometía a comunidades de productores a un trabajo exte- la materia prima y la salida de los productos a otras regiones,
nuante con un férreo control político. Y ciertamente no eran deben haber sido también cualidades estimables para comuni-
democracias, pero su estructura interna era más compleja de lo dades de especialistas que dependían del comercio.
que sugiere el prejuicio. En Teotihuacán hay datos arqueoló- La identificación de todos los barrios, de todos los distritos,
gicos suficientes para comprender, al menos, cuatro asuntos de todos los artesanos, los nobles y los campesinos, como
básicos relacionados con la estratificación social: 1) La base miembros de la misma unidad política, parece haber ocurrido
de la sociedad estaba formada por grupos corporativos, a ma- bajo la imagen protectora de un dios común: Tláloc, señor del
nera de clanes, que adoptaron la forma de barrios urbanos. agua, y de su pareja, Chalchiuhtlicue. Lo más probable es que
2) Estos clanes tenían una diferenciación interna; había algu- las pirámides que siglos después los mexicas visitantes ocasio-
nas familias más ricas que otras. Los conjuntos habitacionales nales del sitio llamaron “del Sol” y “de la Luna” hayan sido, en
donde vivían los jefes solían ser algo más amplios y ricos que realidad, de Tláloc y de Chalchiuhtlicue. La pirámide del Sol
otros de su mismo barrio. Los restos de los individuos de más era un gran “cerro de agua” simbólico, pues los teotihuacanos
alto rango dentro de cada barrio recibían un tratamiento fu- le hicieron un foso periférico y un pequeño canal central, de tal
nerario especial. 3) Los barrios de artesanos, agricultores y suerte que se podía simular que el agua nacía en la cueva natu-
otros trabajadores contaban con una infraestructura urbana ral situada en el vértice de la pirámide para fluir luego alre-
(calles, acceso al mercado, drenaje, vivienda sólida y duradera) dedor de ella. En la plaza de la pirámide de la Luna sólo había
que nos impide definirlos como una masa empobrecida. Dicho una gran escultura, masiva, casi geométrica: la de Chalchiuh-
en otros términos: la vivienda popular urbana, en general, no tlicue, la diosa de la falda de jade.
era de una calidad sustancialmente distinta de la vivienda de Más allá de la ciudad y su entorno agrícola inmediato, Teo-
los sectores dirigentes. 4) Efectivamente hay edificios cuya ri- tihuacán influyó de una u otra forma en todas las regiones de
ca decoración mural y amplias habitaciones los delatan como Mesoamérica. En primer lugar, el Estado teotihuacano era el gran
viviendas de una clase noble. Los conjuntos situados al este de organizador de la producción en el valle de México y segura-
la pirámide de la Luna y al norte de la pirámide del Sol pare- mente también en el valle de Toluca. Lo más probable, según las
cen haber sido la morada de familias de dirigentes políticos y evidencias disponibles, es que haya habido dos grandes com-
EL MÉXICO ANTIGUO 59
politanas. Al morir, preferían ser enterrados con vasijas traídas diana y animales, permanecieron inmersos en un sistema regio-
desde su ciudad de origen. Entre los motivos de los teotihuacanos nal, vinculados con los pueblos de la Sierra Madre Occidental y
para establecerse en esta localidad alteña, el más importante de la costa del Pacífico más que con Teotihuacán.
debió ser su propósito de controlar los yacimientos de obsidia-
na del área, particularmente el del Chayal.
La relación de Teotihuacán con Monte Albán parece haber CRISIS Y CAMBIO
sido discreta y simétrica, y si en el caso maya es claro que
tuvo un ingrediente militar, con Monte Albán parece haber La etapa que va del año 650 al 900 d.C. se conoce normal-
sido más bien diplomática. Los alfareros zapotecos se sintieron mente con dos nombres. Si se mira desde el centro de México,
menos atraídos por la moda teotihuacana que los artesanos de desde el punto de vista de la caída de Teotihuacán y los dra-
Tikal; la presencia de formas teotihuacanas en el repertorio máticos cambios que le sucedieron, se le llama Epiclásico; pero
de Monte Albán es muy menor. Hay un dintel en Monte Albán si se mira desde el punto de vista de la región maya, que justo
que se refiere a una visita de embajadores teotihuacanos, entonces alcanzó su momento más próspero, se le denomina
pero estos embajadores son sacerdotes que cargan bolsas de Clásico tardío. En cualquier caso, la fecha inicial de esta etapa
copal para presentar una ofrenda y no guerreros. Con Oaxaca corresponde con la crisis que acabó con la hegemonía teotihua-
hay, además, una reciprocidad que no observamos con los ma- cana, y la última fecha se refiere a la extinción de la cultura
yas: en Teotihuacán había un barrio habitado por zapotecos que maya clásica. Para ser exactos, 909 d.C., última fecha regis-
mantuvieron durante siglos sus costumbres. Los zapotecos de trada en los monumentos de Calakmul y Toniná.
Teotihuacán eran enterrados en cámaras subterráneas como las Algo antes del año 600 d.C. cesa la influencia teotihuacana
de Monte Albán, y no directamente bajo el piso como los otros en el área maya, y entre esa fecha y el año 700 d.C. las huellas
teotihuacanos. Además, los restos mortales de estos zapotecos de la presencia teotihuacana se borran de toda Mesoamérica: el
eran rodeados con vasos-efigie idénticos a los que se han en- gran puerto de Matacapan se esfuma como centro de intercam-
contrado por cientos en el valle de Oaxaca. bio; la cerámica teotihuacana desaparece de la zona de minas de
La presencia teotihuacana en el Occidente de Mesoamérica es cinabrio en San Luis Potosí; se interrumpe el comercio entre
un asunto poco claro aún. Se ha dicho con insistencia que Morelos y el valle de México, y, en pocas palabras, la era teoti-
los teotihuacanos llegaron a sitios de Zacatecas, como Alta Vista, huacana llega a su fin. Esta violenta contracción del sistema teo-
para captar la circulación de turquesa y beneficiarse de la acti- tihuacano parece haber sido causada por el empuje de ciudades
vidad minera de la región en general; pero aún no se han pre- intermedias que buscaban un papel más activo en las redes de
sentado pruebas firmes. Por otra parte, siempre ha llamado la intercambio; es como si las regiones de Mesoamérica se hubieran
atención un asentamiento de Michoacán, Tingambato, por sacudido la presión de una potencia que pretendía regular la vida
la pasmosa semejanza de su arquitectura con la arquitectura económica de todos. La antigua metrópoli perdió durante la cri-
teotihuacana, pero no hay ninguna evidencia cerámica del vínculo sis más de cuatro quintas partes de su población.
entre ambos sitios. En fin, los asentamientos de Nayarit, Ja- La extinción de la influencia teotihuacana en el área maya
lisco y Colima, caracterizados por sus centros ceremoniales de parece ser una de las causas del aceleramiento en el desarro-
plataformas y plazas circulares y el complejo funerario de las llo regional; las ciudades mayas se volvieron más prósperas: la
tumbas de tiro y la cerámica realista con escenas de vida coti- arquitectura, la escultura y la manufactura de objetos rituales
70 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
Una señal del poder de los reinos mayas en el siglo VII pue-
de apreciarse en su capacidad para influir en el México central.
Esta influencia, sin embargo, es parte de un fenómeno genera-
lizado de expansión de las regiones que habían constituido la
periferia del sistema teotihuacano. Los grupos de las zonas cen-
tro y centro-norte de Veracruz, con la floreciente ciudad de Tajín
a la cabeza, penetraron en la Huasteca y en la meseta central.
Algunos artefactos encontrados en la ciudad de Cholula mues-
tran una clara influencia de los estilos decorativos del Golfo.
Grupos de mixtecos se dirigieron también hacia Cholula; se-
guramente contribuyeron a la diseminación de ciertos rasgos
iconográficos, y específicamente calendáricos, en asentamien-
tos de Puebla y Morelos. Los mayas, por su parte, influyeron de
manera decisiva en la vida de las elites de dos importantes ciu-
dades, Cacaxtla y Xochicalco. En la célebre pintura mural de
Cacaxtla hay figuras y símbolos procedentes del Golfo y también
del repertorio teotihuacano, pero el estilo de las pinturas, la
composición de las escenas y el tratamiento de los personajes es,
ante todo, maya. Los artistas que los pintaron, y seguramente
también un segmento de la nobleza local, estaban familiariza-
dos con la tradición artística de la cuenca del Usumacinta.
En el caso de Xochicalco la confluencia de tradiciones re-
gionales es aun más sorprendente. La urbanización del espacio
tiene semejanzas con la que vemos en Monte Albán, pero sobre
todo se acerca al sistema maya de agregación de conjuntos
ceremoniales y formación de acrópolis. Las plataformas ar-
quitectónicas operan con el talud y el tablero a la manera de
Cholula, pero utilizan la cornisa volada a la usanza de Tajín.
La decoración del templo de Quetzalcóatl reproduce un tema
teotihuacano, pero más allá de este homenaje, los xochicalcas
evitan el contacto con la decadente metrópoli y prefieren abas-
tecerse de obsidiana en los yacimientos de Michoacán, a pesar
de que están mucho más lejos que los del valle de México. En
Máscara y collar de jade de la tumba de Pakal II, Palenque, Chiapas, periodo Clásico tardío.
Museo Nacional de Antropología, Conaculta-INAH. Foto JH.
76 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL MÉXICO ANTIGUO 77
las inscripciones calendáricas de Xochicalco se pone de mani- en los que coincidían varias iniciativas. Fue una época agitada,
fiesto la influencia oaxaqueña, aunque también se traslucen no cabe duda, y fue una época de intensa actividad militar: Teo-
los esfuerzos por crear un nuevo sistema. Y una vez más, igual tenango, en el nacimiento del Lerma, se desarrolla en una
que en Cacaxtla, encontramos en Xochicalco elementos esti- montaña difícil de atacar, y Xochicalco y Cacaxtla, no satisfe-
lísticos que sólo pueden explicarse por un contacto estrecho chos con situarse en lo alto de colinas, se rodean de fosos y
con grupos de elite que conocieran bien el arte maya. Las murallas. En la pintura mural de Cacaxtla el tema de la lucha
figuras humanas esculpidas en el templo de Quetzalcóatl pro- entre la humedad y la sequía adopta la forma de una cruel ba-
ceden, sin duda, de la tradición plástica maya, probablemente talla. En la pirámide de Quetzalcóatl, en Xochicalco, los per-
de la lejana Copán. sonajes esculpidos en el cuerpo superior muestran un enorme
Tal parece que ante el vacío dejado por Teotihuacán, todos escudo y un manojo de dardos.
se apresuraron a reconstruir, desde sus respectivas regiones, Durante el siglo VIII la actividad militar se intensificó tam-
los hilos de una antigua red de intercambios. Y en esa red, antes bién en el área maya, donde alcanzó niveles nunca antes vistos.
administrada por un poder central, ahora se formaban nudos Las disputas por definir las respectivas áreas de influencia –que
78 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL MÉXICO ANTIGUO 79
También fuera del área maya las ciudades florecientes del Epi-
clásico detienen su desarrollo y quedan parcial o totalmente
despobladas hacia el año 900 d.C.: Tajín, Xochicalco, Cacax-
tla. La propia Teotihuacán, que había sobrevivido durante más
de dos siglos convertida en un centro regional, quedó desierta.
Comienza entonces el periodo que conocemos como Posclásico,
y que durará hasta la conquista española.
Otro fenómeno que marca el inicio del Posclásico es el
abandono de muchos de los asentamientos mesoamericanos
septentrionales y el consecuente flujo migratorio de sus habi-
tantes hacia el sur. Muchos pueblos que habían vivido durante
siglos en el Bajío, en los Altos de Jalisco y en la Sierra Madre
Occidental, transitaron hacia los valles de Puebla-Tlaxcala,
México y Toluca, y hacia la meseta tarasca. La mayoría de
ellos eran nahuas, pero al parecer hubo también algunos pa-
mes y quizá algunos purépechas; en las fuentes coloniales se
alude a todos ellos con la denominación de chichimecas. Esta
gente estaba acostumbrada a vivir en la frontera de la civili-
zación, en zonas ásperas recorridas por bandas de cazadores-
recolectores. Como jefaturas militares, eran grupos belicosos larmente elocuente la presencia de algunos señores de Michoa-
que conferían a los guerreros el más alto estatus social. cán en fiestas de coronación mexicas; después de participar en
La situación de conflicto permanente que caracterizó a la banquetes y diversiones durante varios días, los dignatarios
etapa posteotihuacana y la beligerancia de los advenedizos tarascos regresaban a su tierra y continuaban su abierta ene-
norteños se sumaron para situar la guerra en el centro de la mistad hacia México-Tenochtitlan y sus aliados.
vida pública de las ciudades del Posclásico. Los guerreros apa- La ciudad más importante del Posclásico temprano (900 a
recen investidos de atributos religiosos; las batallas se emprenden 1200 d.C.) fue Tula, en el actual estado de Hidalgo. Allí se
en nombre de los dioses, y los sacrificios humanos que se prac- mezclaron la audacia guerrera de los chichimecas con la tra-
tican después de la contienda se conciben como necesarios para dición de algunos nahuas meridionales herederos de Teotihua-
el funcionamiento del orden cósmico. La imagen y los valores cán. En Tula los guerreros son los protagonistas de la escena:
del guerrero llegaron a tener un reconocimiento social sin pre- ocupan la cúspide del edificio más importante de la ciudad,
cedentes. Las órdenes militares de elite, especialmente las de cuya base está decorada con una marcha de coyotes, jaguares
águilas y jaguares, se convirtieron en el principal apoyo de los y águilas que aprisionan corazones sangrantes con el pico. Las
soberanos. El tema de la oposición del águila y el jaguar, repre- canchas del juego de pelota son muy importantes en el sitio, y
sentado como lucha, cópula o yuxtaposición, fue muy común deben haber sido escenarios de un rito guerrero cuya culmi-
en la iconografía del Posclásico: era la metáfora predilecta de nación era la decapitación de los prisioneros de guerra. Tula es la
una sociedad en guerra. primera ciudad mesoamericana en la que se utiliza el macabro
Pero no todos los conflictos se resolvían con las armas, ni las tzompantli, una especie de ábaco gigantesco en el que cada
sociedades podrían haber sobrevivido dedicadas permanente- travesaño era un sartal de cabezas humanas: una de las con-
mente a la guerra. Los reinos del Posclásico buscaron estabilizar tribuciones de los pueblos chichimecas a los últimos siglos de
y administrar la situación de conflicto por medio de alianzas y la historia mesoamericana. También se utilizaron por primera
acuerdos diplomáticos. Las alianzas solían ser triples, aunque vez en Tula el pórtico monumental, formado por varias colum-
también las hubo cuádruples. Mediante ellas se pretendía or- natas paralelas, y el altar antropomorfo que conocemos como
ganizar el dominio político de las regiones, reconociendo a cada chac-mool. Ambos recursos tienen sus antecedentes en asenta-
uno de los reinos aliados su influencia sobre una zona y una mientos serranos del Occidente.
población específicas, y repartiendo los beneficios de la tribu- El éxito de Tula fue más modesto que el de Teotihuacán, pero
tación total. Entre otras célebres alianzas del Posclásico cono- su peso político y militar fue suficiente para impulsar rutas de
cemos la de Chichén Itzá, Uxmal y Mayapán, en la península intercambio de larga distancia, que llegaron hasta Centroa-
de Yucatán; la de Ihuatzio, Pátzcuaro y Tzintzuntzan, en Mi- mérica por el sur, y al menos hasta Sinaloa por el norte. Algu-
choacán, y la de Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan, en el valle nos artefactos de procedencia mesoamericana encontrados en
de México. Además de estas alianzas entre “amigos” había asentamientos de los oasis agrícolas de Nuevo México, como
también acuerdos temporales que permitían cierta relación Pueblo Bonito, en el Cañón del Chaco, parecen ser de la época
diplomática entre reinos enemigos. A este respecto es particu- tolteca, si bien no puede determinarse con certeza si llegaron
allí en virtud del impulso comercial de Tula o como conse-
Páginas siguientes: Guerreros colosales, Tula, periodo Posclásico temprano. Zona arqueológica
cuencia del funcionamiento de una red regional. Sabemos que
de Tula, Conaculta-INAH. Foto JH. las aldeas agrícolas de los ríos sonorenses comerciaban con
86 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL MÉXICO ANTIGUO 87
Vista de la ciudad de Chichén Itzá, templo de Kukulkán, cultura Maya, periodo Posclásico
temprano. Zona arqueológica de Chichén Itzá, Conaculta-INAH. Foto JH.
ría de los pueblos nahuas del siglo XVI se refiere a Tula como de tradición indígena de la época colonial, la palabra se utili-
lugar de origen de sus linajes gobernantes: lo mismo chalcas, zó para hacer referencia a una ciudad maravillosa, mitológica,
que tetzcocanos, cholultecas, cuauhtinchantlacas, por supuesto habitada por dioses como Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, y tam-
mexicas, y otros más. bién se empleó como un sobrenombre para aludir a una serie
La profunda huella de Tula y Quetzalcóatl en la ideología de ciudades reales o históricas, como Cholula, Culhuacan, Te-
de los pueblos de Mesoamérica no se explica exclusivamente nochtitlan y la propia Tula de Hidalgo.
por la actuación de los toltecas de la Tula de Hidalgo, sus em- Lo que es común a todas las Tulas es su prosperidad, su di-
presas mercantiles y su fuerza militar. Hay algo más. La palabra mensión urbana, su alto grado de civilización y la sabiduría y
Tula (Tollan en su pronunciación náhuatl correcta) significa religiosidad de sus gobernantes. Tula era la ciudad por exce-
etimológicamente “juncal”, lugar donde abundan los juncos o lencia, la ciudad maravillosa, y también era cada uno de sus
tollin. La metáfora del juncal remite a la gran aglomeración de reflejos terrenales. Es muy probable que el prototipo de todas
gente característica de una urbe. En el conjunto de las fuentes las Tulas haya sido la más grande, poderosa y próspera ciudad
del México Antiguo, es decir, Teotihuacán. Allí se inició la tra-
90 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
Lámina 1 del Códice Mendocino, siglo XVI. Bodleian Library, Universidad de Oxford.
92 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL MÉXICO ANTIGUO 93
nada ciudad para crear sus propias obras artísticas. Los mexicas ciudades, todas ellas populosas; los cronistas hablan de aglo-
se consideraban herederos directos de esa Tula, y a Teotihua- meraciones en calles y canales, y se sorprenden por el bullicio
cán la ubicaban en el tiempo más remoto, en el tiempo de la de las plazas de mercado: Chalco-Atenco, Xochimilco, Coyoa-
creación del mundo. cán, Culhuacan, Iztapalapa, Tetzcoco, Tlacopan, Azcapotzal-
La caída de Tula, al parecer en medio de graves conflictos, co, México-Tenochtitlan, México-Tlatelolco y decenas de villas
hacia el año 1200 d.C., marca el inicio del Posclásico tardío, medianas como Coatlinchan, Mixcoac o Tacubaya. Repartidos
etapa que concluye con la conquista española. en estos centros de población del valle de México vivían algo
más de dos millones de personas.
La mayoría de estas ciudades estaba bajo el dominio de
LOS SEÑORES DEL AGUA linajes de la nobleza nahua, pero en muchas de ellas había
población de otras etnias, particularmente otomí y matlatzin-
En vísperas de la conquista española, el valle de México vivía ca. Los nahuas usaban el término altépetl (que quiere decir
una etapa de florecimiento urbano formidable. Había muchas cerro de agua) para referirse a la ciudad, con su población y
94 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL MÉXICO ANTIGUO 95
Guerrero águila, cultura Mexica, periodo Posclásico tardío. Museo del Templo Mayor,
Conaculta-INAH. Foto JIGM.
98 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL MÉXICO ANTIGUO 99
Este asunto nos remite a la expansión de la economía y la cultu- Estos acontecimientos, que siguieron a la expulsión de los
ra europeas a partir de las exploraciones marítimas portuguesas musulmanes de la Península Ibérica, coincidieron en 1492 con
que, desde mediados del siglo XV, llevaron al establecimiento de la consolidación de la monarquía en las coronas de Castilla y
enclaves comerciales en algunos puntos de las costas de África, Aragón, reafirmada al poco tiempo con el ascenso al trono de
India y el Sudeste asiático, así como a la ocupación de Cabo Carlos I de Habsburgo, de la Casa de Austria, que fue al mismo
Verde, las Azores y otras islas del Atlántico. Estos movimien- tiempo, con el nombre más difundido de Carlos V, emperador
tos estuvieron alentados por la demanda europea de especias de Alemania. Respaldada por su unificación, por la fuerza po-
y sedas, y en el caso de las islas por el interés en sembrar caña lítica de su nuevo rey y por las ventajas económicas obtenidas
de azúcar. Como algunas de estas islas estaban deshabitadas y de América, España se encaminaba a ser la potencia domi-
en otras la población nativa fue diezmada, la economía azuca- nante del mundo europeo.1 Este prospecto se hizo realidad con
rera fue construida sobre la base del trabajo esclavo. Así, el la conquista de México y luego con la de Perú, resultado del
primer movimiento significativo de población que ocurrió en avance de los españoles más allá de las islas, es decir, en el
este contexto fue el de los esclavos africanos de las costas de continente propiamente dicho.
Guinea y Angola comprados por los portugueses, y a veces cap- Al mismo tiempo el Continente Americano, aún no llamado
turados por ellos mismos para trabajar en esas islas. Las activi- de este modo pero sí definido como Nuevo Mundo, empezaba
dades de los portugueses fueron copiadas por sus vecinos los a participar de un circuito de intercambios que poco a poco
castellanos en las islas Canarias. iba abarcando todo el planeta. Estos intercambios involucra-
El deseo de los reyes de Castilla y León por participar de ron personas, animales, plantas, metales, manufacturas y todo
manera más activa en los circuitos comerciales que se estaban lo asociado a ello, desde las enfermedades hasta la cultura.
formando fue lo que los llevó en 1492 a financiar el viaje de Naturalmente, tales movimientos se manejaron de modo de
Cristóbal Colón en busca de la India, con los resultados que son satisfacer prioritariamente los intereses europeos, o españoles
bien conocidos. La ocupación española de las islas del Caribe, en particular, y de ello derivó la situación colonial de depen-
especialmente Cuba, Jamaica, Santo Domingo y Puerto Rico, dencia que marcó a América en los siglos por venir.
fue en buena medida réplica de la experiencia de las Canarias: Tal es, a grandes rasgos, el contexto en que ocurrieron los
ocupación violenta, producción de azúcar, colapso de la pobla- acontecimientos asociados al inicio de la época colonial en
ción nativa, e introducción de esclavos africanos. Hubo sin em- México. Éstos, ya en concreto, tuvieron su origen en Cuba,
bargo algo diferente, y fue el interés castellano por emigrar a donde los españoles tenían casi veinte años de haberse esta-
esas nuevas tierras, formar asentamientos fijos y con gobierno blecido. Deseando expandirse, organizaron varias expediciones.
formal, crear un cierto orden jurídico, mantener lazos cons- Una de ellas, encabezada por Francisco Hernández de Cór-
tantes con la tierra de origen, trasladar ganadería y diversas
actividades agrícolas, en fin, reproducir en lo posible el entorno 1 El uso del nombre España y del gentilicio españoles en el contexto de los siglos XVI y XVII
cultural y social de Castilla. Esto se explica porque esta región es relativamente inexacto, porque las diversas monarquías de la Península Ibérica man-
tenían su individualidad y no existía un “reino de España”. Casi siempre que se habla aquí
tenía un crecimiento demográfico alto y una economía incapaz de España se trata del reino de Castilla, y los españoles son castellanos (o bien extreme-
de satisfacer las necesidades de gran parte de su población. ños o andaluces, que eran súbditos de la misma corona), pero no, por ejemplo, aragone-
ses o catalanes. Hecha esta aclaración, debe observarse que desde la perspectiva
Luego fueron los portugueses quienes siguieron los pasos de los americana, y sobre todo desde la Nueva España, la referencia a España y los españoles es
castellanos, reproduciendo el proceso en las costas de Brasil. justificable y se ha hecho de este modo desde el siglo XVI.
LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 119
Carlos V (detalle), anónimo, óleo sobre tela, siglo XVI. Museo Nacional de Historia. Conaculta-INAH.
120 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 121
pación militar apoyada en el sometimiento y prisión del mo- quista y celebraron durante toda la época colonial). La guerra,
narca mexica, Moctezuma. Tal ocupación se prolongó durante sin embargo, no se limitó a esta acción, sino que se extendió a
siete meses, de noviembre de 1519 a junio de 1520, tiempo que otros señoríos –tanto de la Triple Alianza como independien-
los españoles aprovecharon para obtener información y recur- tes– y se prolongó hasta 1525 o 1526. Los españoles triunfaron
sos, pero sobre todo para establecer alianzas con otros señoríos en todas sus acciones militares, no sin intensas batallas y gran-
de un modo que no contradijera las prácticas políticas meso- des dificultades (de lo que se sabe poco, pues la mayoría de
americanas. En este lapso la integridad política de la Triple las fuentes se limita a narrar el sitio de México-Tenochtitlan).
Alianza se fracturó, aunque al mismo tiempo se generó el mo- Simultáneamente, diversas presiones y manipulaciones políti-
vimiento de resistencia mexica que culminó con la deposición cas condujeron al sometimiento sin violencia, o al menos sin
de Moctezuma y la expulsión de los españoles y sus aliados (epi- lucha armada, de muchos señoríos más del centro y sur del
sodio conocido por éstos como Noche Triste y que habría de país, entre los que destacó por su tamaño e importancia polí-
adquirir un lugar importante en la historia popular). tica el reino de Michoacán.
Casi enseguida se presentó en tierras mexicanas una epidemia El resultado directo del proceso referido fue el estableci-
de viruela cuyo efecto devastador fue inmediato. La enferme- miento de una relación formal de dominio entre los españoles y
dad brotó en Veracruz hacia mayo de 1520, introducida por cada uno de los señoríos, que en total rebasaban la cifra de qui-
un grupo español leal a los intereses cubanos que llegó a ese lu- nientos. El asunto implicó una intensa actividad política de
gar intentando detener a Cortés (la expedición de Pánfilo de 1522 a 1525, llena de discusiones, negociaciones y ajustes a
Narváez). La viruela era uno de los componentes del mencio- menudo violentos. Para establecer dicha relación se recurrió al
nado circuito de intercambios que iba abarcando todo el plane- sistema de la encomienda, que consistía en la asignación for-
ta, y hasta ese momento era desconocida en Mesoamérica. Por mal de cada señorío a un conquistador en particular, el cual
ello su población resultó extremadamente vulnerable al conta- quedaba como encomendero de ese señorío. Tal sistema impli-
gio: en menos de un año se había extendido hasta el interior caba, por una parte, que los señoríos conservaran su carácter
causando la muerte de no menos de tres millones de personas. de cuerpo político, sus funciones de gobierno y su capacidad de
Algunos cálculos elevan esta cifra a diez millones. recaudar tributos, y, por otra, que entregaran a su encomende-
Fue entonces cuando empezó la guerra propiamente dicha ro parte sustancial de ese tributo. Los encomenderos quedaban
de la conquista de México: una lucha sumamente violenta obligados a mantenerse en alerta militar y a cuidar de que no
y desigual en la que caballos y armas de fuego, haber exclu- hubiera vuelta atrás en las victorias y alianzas de los españoles.
sivo de los españoles, dieron la ventaja a éstos. El episodio Ciertos señoríos, los considerados de grande o especial impor-
dominante de la guerra fue el sitio de México-Tenochtitlan, tancia (el propio México y los tlaxcaltecas, por ejemplo), fueron
que a pesar de verse debilitada por la viruela resistió a lo largo puestos bajo el control de los representantes de la corona.
de un año que culminó con la toma de la ciudad y la captura de La instauración de un gobierno central representante de la
su último rey, Cuauhtémoc, el 13 de agosto de 1521 (fecha corona de Castilla se fue cumpliendo al tiempo que los con-
que los españoles tomaron como símbolo del triunfo de la con- quistadores consolidaban sus logros en nombre del rey. El pri-
mer paso en este proceso fue un formalismo político que ideó y
Páginas siguientes: Biombo de la Conquista de México-Tenochtitlan (detalle), anónimo,
legitimó al Reino de la Nueva España como sucesor del “impe-
óleo sobre tela. Colección Banamex. rio de Moctezuma” (es decir, la Triple Alianza). En congruencia
124 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
tración eclesiástica en cada uno de los señoríos sometidos. Los entonces sus metas, que eran las de permanecer, obtener rique-
religiosos gozaban de gran prestigio y eran de importancia ca- zas y otros beneficios, imponer sus valores, mantener un nivel
pital para la justificación ideológica de la conquista, pues en el aceptable de seguridad? Sólo delegando las funciones y el tra-
contexto del pensamiento cristiano ésta sólo era aceptable si bajo que ellos no podían llevar a cabo, es decir, estableciendo
aducía como fin último la conversión de los paganos. En la prác- un sistema de dominación indirecta. Mesoamérica permitía ha-
tica los frailes, o frailes doctrineros, realizaron su labor con el cerlo, tanto por el antecedente de la Triple Alianza (que en gran
apoyo de los encomenderos y, sobre todo, de los señores nati- parte se había basado en un sistema de dominación igualmen-
vos; además, dependieron del tributo para su sustento. Con esta te indirecto), como porque poseía un sistema político, social y
base operativa, y fortalecidos por la intensidad con que se en- económico que se avenía con ese fin. La clave de ello estaba en
tregaron a su causa, pudieron difundir en poco tiempo diversas la continuidad de los señoríos, que significaba continuidad en las
prácticas religiosas, como los bautismos, la asistencia a misa funciones de gobierno, la administración de justicia, el mante-
(que se acompañaba de música, cantos y fiestas diversas) y el nimiento del orden, la organización del trabajo y el cobro de
culto a los santos, e igualmente hicieron valer normas cristianas los tributos. Estos principios fueron llevados a la práctica gra-
a propósito de la sexualidad y el matrimonio. cias a la agudeza política de Cortés. Pudiera parecer paradóji-
co, pero fueron centenares los señoríos que pasaron por esos
* * * años de enormes sacudidas sin cambio alguno en sus linajes go-
bernantes, su composición social, su vida económica, sus térmi-
Los acontecimientos referidos motivan una serie de observa- nos territoriales, sus posesiones, su relativa autonomía y su
ciones para caracterizar adecuadamente esos años iniciales de cultura básica. El arreglo, después de todo, también les era con-
la época colonial. La primera observación es que el mundo veniente, o al menos lo fue para las elites gobernantes, que
mesoamericano vivió cambios radicales, pero también hubo mantuvieron –por el momento– su posición de privilegio.
permanencias y continuidades. La más llamativa de ellas fue Mucho más conflictiva fue la relación entre los propios espa-
la de los señoríos, conservados como pieza clave del gobierno ñoles. Los conquistadores compitieron fieramente por las mejores
local, del sistema tributario y de la evangelización. La conti- posiciones, como las encomiendas más redituables o los primeros
nuidad fue evidente en aquellos que concertaron alianzas con puestos del gobierno. El buen juicio de algunos se vio opacado
los conquistadores, y muy señaladamente en los señoríos tlax- por la codicia, irresponsabilidad y violencia de los más, y para
caltecas (que mantuvieron un estatus privilegiado durante to- 1525 se habían enfrascado en pleitos tan viscerales que todo el
da la época colonial), pero también se dio en los sometidos a proyecto de la conquista estuvo a punto de colapsarse. La inter-
la fuerza. En la mayoría de éstos, consumadas las acciones mi- vención de la corona –que estableció una audiencia o tribunal
litares los españoles impusieron señores nuevos, aliados suyos, de justicia con facultades de gobierno en 1528–, y la llegada de
que mantuvieron vivas las instituciones locales. religiosos y otros pobladores mitigaron esa inestabilidad, aunque
La explicación de esta continuidad es muy sencilla: los es- introdujeron otros elementos de conflicto. El mayor de ellos es-
pañoles eran pocos y tenían limitada capacidad de acción. Se tuvo representado en la persona de Nuño de Guzmán, quien en-
habían colocado en una posición dominante, pero no podían cabezó un nefasto gobierno como primer presidente de la
(ni querían) encargarse de las infinitas tareas de gobierno que audiencia y luego emprendió la conquista de la Mesoamérica
demandaba un país tan grande y variado. ¿Cómo se cumplirían occidental con métodos mucho más violentos y menos políticos
128 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 129
anterior fue una etapa tranquila, pero, aun así, de gran efer-
vescencia. Los párrafos siguientes resumen lo más relevante
de esos años.
En primer lugar, y de manera muy general, debe anotarse
la instauración de un periodo de paz. Esto fue consecuencia
del fin de las casi constantes guerras entre los señoríos, de la
conclusión de los aspectos militares de la conquista, y del cese
de las pugnas armadas entre los españoles, pero también se
debió al acierto de haberse recurrido al sistema de dominación
indirecta referido atrás. Excepciones a esta cronología se die-
ron en Yucatán, donde el proceso de la conquista fue más tar-
dío y dilatado, y en Nueva Galicia, donde la agresiva política
de Guzmán provocó la sangrienta rebelión de los caxcanes, o
guerra del Mixtón (1540-1542, al norte del actual Jalisco).
Un segundo aspecto de la consolidación de la conquista se
hizo patente, paradójicamente, en el desplazamiento de los
conquistadores de las posiciones formales de poder y su rem-
plazo por funcionarios letrados (o al menos de comporta-
miento más civilizado) en las esferas más altas del gobierno.
Esto, que equivalía al establecimiento de un gobierno civil, pro-
vocó resentimiento entre los conquistadores, pero la corona se
impuso y se hizo representar a partir de 1535 por la figura de
más autoridad que se pudo encontrar: un virrey (literalmente,
Nova Hispania et Nova Galicia, siglo XVI. Colección particular. un vice-rey). La mayoría de los virreyes habría de provenir de
la alta nobleza castellana.
que los empleados por Cortés. Ansioso de deslindarse de Nueva La consolidación de la conquista se dejó ver también en el
España, bautizó a sus conquistas como Reino de la Nueva Ga- acomodo de los señoríos –las unidades básicas de la organiza-
licia y les dio un gobierno propio en 1531. Pero éste, si bien for- ción política prehispánica– al sistema colonial. Se trata de un
malmente reconocido por la corona, no llegó a afirmarse como proceso complejo que se vio influido por diversas circunstan-
algo completamente independiente del de México. cias, entre las cuales la de mayor relieve fue una nueva gran
epidemia que se presentó a partir de 1545. Esta vez fue de sa-
rampión, otra enfermedad igualmente desconocida en tierras
La consolidación de la conquista (1530-1560) mesoamericanas, que causó un segundo y probablemente más
devastador desplome de su población.
De 1530 a 1560 aproximadamente tuvo lugar lo que puede Independientemente de esta tragedia, el acomodo de los se-
llamarse la consolidación de la conquista. Comparada con la ñoríos al sistema colonial implicó cambios profundos que pueden
130 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 131
Fray Bernardino de Sahagún, anónimo, óleo sobre tela, siglo XVI. Museo Nacional de Historia.
Conaculta-INAH.
134 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 135
a que se tomara como parte de un movimiento contra los en- borar sus propios esquemas de ocupación y a la creación en
comenderos. 1562 de un gobierno separado para las áreas más al norte de
El proyecto de la corona disfrutó de circunstancias favora- Zacatecas. Este gobierno, el Reino de la Nueva Vizcaya (equi-
bles porque el dinamismo económico y la expansión al Norte valente en su origen a los actuales Durango, Chihuahua, Sonora
brindaban válvulas de escape que tranquilizaban a los más y la mayor parte de Sinaloa), guardó cierta apariencia de auto-
ambiciosos y descontentos. Esto también evitó enfrentamientos nomía pero de hecho fue una extensión de la Nueva España
graves y recurrentes con los pueblos de indios, probablemente propiamente dicha y salvaguarda de sus intereses. Hacia el
inevitables de haber sido más escasos los recursos disponibles. mismo fin apuntó la creación de gobiernos separados para
La expansión, por ejemplo, abría espacios para grandes ex- distinguir otras zonas, que se ocuparon después conforme a
plotaciones ganaderas. Aun los indios encontraron ventajas en los lineamientos del gobierno virreinal: Nuevo León y Nuevo
el dinamismo y el crecimiento del país, de modo que algunos, México. Todas estas divisiones jurisdiccionales subsisten en lo
aprovechando la demanda de trabajo y una libertad indivi- esencial hasta hoy.
dual que nunca antes habían tenido, se mudaron a las ciudades La incorporación política, social y económica de las áreas
o se desplazaron al norte. Las oportunidades eran también ocupadas durante la fase preliminar de la expansión al Norte
aprovechadas por los mestizos, entre quienes resultaba común tuvo por resultado inmediato el crecimiento de la parte medu-
una innata flexibilidad cultural que les permitía acomodarse lar de Nueva España. Lo significativo del caso es que estas
en casi cualquier lugar. áreas, originalmente ajenas al espacio mesoamericano, dieron
forma en poco tiempo a la más dinámica –y a su tiempo la más
rica– de las regiones novohispanas, la que se habría de cono-
La conclusión del proceso fundacional (1560-1610) cer como el Bajío. Muchos de los numerosos asentamientos
fundados en este lugar conformaron el modelo de la hacienda
La corona logró afianzar sus proyectos y su sistema de gobierno o empresa agropecuaria, que fungió aquí como elemento bá-
entre 1560 y 1610 aproximadamente. Estas fechas encierran sico de la colonización.
acontecimientos variados y de gran complejidad, muchos de los La expansión estuvo acompañada de un frenesí de funda-
cuales abrieron perspectivas inéditas para Nueva España. Así, ción de nuevas ciudades tanto en el Bajío como en el Norte:
en cierta medida esta etapa deja ver un anticipo del futuro con Durango (1563), Santa Bárbara (1567), Jerez (1569), Celaya
más claridad que las anteriores. No obstante, lo que mejor define (1571), Zamora (1574), Aguascalientes (1575), León (1576),
esos acontecimientos es el hecho de que, en conjunto, contribu- Saltillo (1577), San Luis Potosí (1592), Salamanca (1602),
yeron al cierre del proceso fundacional de Nueva España. Santa Fe (1609) y otras que con el tiempo perdieron impor-
El principio de esta etapa estuvo marcado por el despegue tancia pero que aún subsisten. También hubo fundaciones
de la expansión al Norte, o Tierradentro, como se le llamó en- hechas en estas partes del país por grupos indígenas prove-
tonces. Su mayor incentivo fue el hallazgo de minas de plata, nientes de Tlaxcala y Michoacán a partir de 1591.
que rindió beneficios económicos inmediatos, aunque tam- Con la irrupción de los españoles en el Norte se desató un
bién estuvieron en juego intereses agrícolas y ganaderos. La nuevo ciclo de violencia, el cual, aunque de baja intensidad,
posibilidad de que todo ello beneficiara a Nueva Galicia en fue el más dilatado que se vivió en la etapa colonial. Se trata
menoscabo de la ciudad de México movió a los virreyes a ela- de la guerra chichimeca, como se denominó a una sucesión de
142 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 143
Paradójicamente fue por entonces, sobre todo entre los años ampliación del personal de las audiencias en 1568, el estable-
del fin de la conquista y la gran epidemia, cuando los frailes cimiento del Juzgado de Indios en 1592, y el del Tribunal de
lograron la conclusión de sus espléndidas obras arquitectóni- Cuentas en 1605. Otros acontecimientos, finalmente, fueron
cas (producto todavía de las circunstancias de la conquista) y de orden económico, en particular la imposición en 1574 del
el desarrollo de las expresiones artísticas asociadas a ellas: pin- impuesto de la alcabala (que gravaba las transacciones mer-
turas, retablos, esculturas, etc. Con el conjunto armónico de cantiles, con excepción de las realizadas por la Iglesia y los
estas obras, erigidas en numerosos pueblos de indios del Méxi- pueblos de indios) y otras medidas que fortalecieron los ingre-
co central (pero no en las tierras bajas, excepto en Chiapas y sos fiscales de la corona.
Yucatán), se abrió el primer capítulo de la brillante historia Al mismo tiempo se robusteció un cuerpo eclesiástico des-
del arte colonial. ligado de las condiciones de la conquista y controlado por el
A todo esto, el gobierno central, favorecido por la dismi- gobierno gracias a los privilegios otorgados por los papas a los
nución de los grupos que habían sido dominantes durante los monarcas españoles (lo que constituía el llamado real patro-
años de la conquista, pudo consolidarse de manera definitiva nato). En este proceso fue significativo el fortalecimiento de
y afirmar el predominio del virrey, las audiencias y otras au- catedrales y obispos gracias a la recaudación del diezmo, im-
toridades representativas del proyecto de dominación de la puesto eclesiástico que gravaba la producción agrícola de los
corona. Así ocurrió, por ejemplo, con sus delegados en el ám- pobladores españoles y cuyo monto crecía conforme aumenta-
bito local, que fueron los corregidores y los alcaldes mayores. ba el número de éstos. También fue significativa la llegada en
Unos y otros (pues eran prácticamente lo mismo) remplazaron 1572 de los jesuitas, quienes no intervinieron en la adminis-
de manera gradual a los encomenderos como enlace con los tración religiosa de la población nativa (excepto en el Norte)
pueblos de indios y encargados del cobro de los tributos, o bien sino que se concentraron en la educación de los españoles y la
se situaron al lado de los cabildos españoles, mermando su au- creación de una elite intelectual.
tonomía. El control gubernamental del repartimiento de trabajo En el terreno comercial se impuso un sistema cerrado y
resultó ser una poderosa arma en el regateo político con los proteccionista que afectó tanto a Nueva España como al resto
pobladores españoles. de las posesiones españolas en América. Su expresión más no-
La consolidación del gobierno central se apoyó también en table fue el condicionamiento del comercio trasatlántico a una
varios acontecimientos importantes. Unos fueron de orden polí- vía exclusiva que, desde 1561, se organizó mediante el siste-
tico, como el descrédito de los encomenderos tras una supuesta ma de flotas, es decir, concentrado formalmente en un viaje
sublevación que involucró a Martín Cortés (hijo del conquis- único anual en el que los barcos navegaban juntos, escoltados
tador) en 1566, o como el establecimiento, cinco años después, por una fuerza armada, y con sus contenidos celosamente con-
del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, cuyo alcance en tabilizados y sujetos a varios impuestos. En Sevilla se organizó
materia de control político e ideológico no era menor que el un gremio de comerciantes o consulado. Si bien el comercio
que tenía en materia de ortodoxia religiosa. No menos impor- nunca había sido libre, la imposición de las flotas lo hizo aún
tante fue el incremento de la burocracia, como lo muestran la más restringido y costoso. En contrapartida, el contrabando
se hizo apetecible.
Páginas siguientes: Biombo de la Ciudad de México (detalle), Diego Correa, 1692.
De manera paralela a lo anterior, y a partir del reinado de
Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH. Felipe II (1556-1598), los españoles retomaron su viejo sueño
148 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 149
de llegar al Asia a través del Pacífico. Finalmente lograron su Los hechos anteriores dejan ver que las circunstancias de la con-
meta, lanzándose desde el puerto de Navidad en 1564, abrien- quista quedaban atrás y en su lugar aparecía un verdadero sis-
do una ruta practicable y estableciéndose en Manila en 1571. tema de dominación colonial. Cobraba forma una política de
Con las Filipinas, que surgieron como dependencia de Nueva Es- explotación de recursos concebida globalmente y ajustada a las
paña, el comercio por el Pacífico adquirió nuevas dimensiones. realidades, complejidades e intereses del mundo de los españoles,
Decenas de juncos chinos procedentes de Cantón llevaban a Ma- lejos de los ámbitos restringidos e inestables de conquistadores
nila especias, sedas y porcelanas que los españoles compraban y encomenderos, lejos también de las preocupaciones que po-
con plata mexicana y embarcaban a Acapulco sirviéndose de un nían a los indios en el centro de los proyectos e ideales americanos,
sistema de galeones anuales reglamentado por la corona. como cuando se trazaron los lineamientos originales de la evan-
Acapulco era también un punto de enlace con el comercio gelización. La segunda mitad del siglo XVI vivió el traslape del
peruano y, como éste había llegado a ser casi tan próspero co- feneciente mundo de la conquista, tan anclado en el pasado
mo el novohispano, los intercambios por el Pacífico tuvieron español como en el prehispánico, con las primeras manifesta-
un crecimiento exponencial. A fines del siglo XVI su valor llegó ciones de un orden esencialmente nuevo.
a ser muy superior al de los que había entre Veracruz y Sevilla. La personalidad de Nueva España descansaba en gran me-
Pero como esto competía con los intereses peninsulares, la co- dida en muchas continuidades del pasado prehispánico, pero
rona procedió a limitar los intercambios de Perú con México y esto no significaba permanencia estática. Ya se habrá advertido
los prohibió en 1631. Ocho años después los volvió a permitir la fractura de algunas de esas continuidades, como por ejemplo
pero con la condición de no transportar mercancías chinas. en la decadencia de los caciques. Por encima de ello, las trans-
En Nueva España el desarrollo comercial que se ha referi- formaciones se iban acumulando para dar lugar a un mundo
do estuvo acompañado del nacimiento de una poderosa elite de que, al iniciarse el siglo XVII, se había alejado notablemente de
mercaderes. Sus miembros, imitando a los sevillanos, organi- su pasado. Nueva España tenía tras de sí noventa años de una
zaron su propio consulado en la ciudad de México en 1592. experiencia que, en lo esencial y desde el punto de vista español,
En sus manos quedó el manejo de los enlaces marítimos por había sido un éxito. Los problemas frente al mundo prehispá-
ambos océanos, el control de las importaciones y, natural- nico, como la sujeción política, el dominio económico, la convi-
mente, el de los precios. Se volvieron acaparadores de mercan- vencia física, la conversión religiosa y otros, no habían sido
cías y dinero y su influencia política y poder económico totalmente resueltos pero sí superados, y los inherentes a la si-
crecieron constantemente. La corona fue inclinándose a prohi- tuación colonial en sí, como aquellos que los españoles crearon
bir en tierras americanas la producción de ciertos bienes de y seguían creando entre ellos mismos, habían sido afrontados
consumo (herramientas, vino, papel, textiles finos) con el apa- con medidas que permitían considerarlos, si no superados, al
rente propósito de proteger a los manufactureros españoles, menos bajo control. Quienes sigan la perspectiva de una histo-
pero, en el fondo, no hacía sino ceder ante los intereses de los ria nacional podrán vislumbrar los rasgos esenciales de todo el
insaciables comerciantes. Éstos, no satisfechos con sus privile- conjunto del país que se haría independiente en 1821, especial-
gios, aumentaban sus ganancias obteniendo beneficios adicio- mente si se toma en cuenta la expansión al Norte.
nales del contrabando. Es de destacarse la posición que Nueva España estaba ocu-
pando en el mundo. Su producción de plata (al igual que la de
* * * Perú) se desparramaba no sólo por España sino por gran par-
LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 151
La orden religiosa de los agustinos fue una de las primeras que llegaron a la Nueva España.
Ex-convento de Acolman, siglo XVI. Conaculta-INAH. Foto JIGM.
152 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
este hombre carecía de tacto político y actuó con celo excesi- sostenimiento fue impuesto al cabildo y los comerciantes de
vo, desdeñando las perspectivas locales, cosa que lo enemistó México. También se acrecentaron los situados, que eran sub-
con los grupos de poder más fuertes de Nueva España: la au- sidios para erigir fortificaciones y pagar cuerpos de defensa
diencia, el cabildo de la ciudad de México, el consulado, la je- fuera del territorio novohispano.
rarquía eclesiástica, etc. Cuando se enfrentó con el arzobispo Como resultado de estas medidas gran parte de la plata no-
su situación terminó siendo insostenible. vohispana dejó de remitirse a Sevilla y, en cambio, se destinó
El desenlace fue un hecho extraordinario en la historia co- al sostenimiento y defensa de otras posesiones españolas: Fili-
lonial: el virrey fue derrocado en 1624 mediante un golpe de pinas, Cuba, Santo Domingo, Jamaica, Florida. A fines del siglo
Estado orquestado por la audiencia, que aprovechó un momen- XVII llegó a destinarse a este fin casi la mitad de los ingresos fis-
to crítico para expulsarlo violentamente del poder so pretexto cales de Nueva España. La metrópoli compensaba su pérdida
de un motín popular. Lo significativo del acontecimiento es que con las enormes remesas que le enviaba Perú, que por entonces
dejó en claro que en Nueva España la política se manejaba se- vivía su momento de máxima riqueza.
gún sus propias reglas y que, si bien era cierto que se había Nueva España tuvo que acostumbrarse a vivir con los pro-
consolidado un gobierno central, éste distaba de ser un bloque blemas que le acarreaba la debilidad de la metrópoli y a asumir
sólido y omnipotente al servicio de la metrópoli. La autoridad el nuevo papel que ésta le asignó dentro de su imperio. Esto
del rey era reconocida, pero la realidad le imponía límites. Los significaba, en concreto, que cabildos, comerciantes y otras
españoles de Nueva España hacían valer sus puntos de vista y sus corporaciones quedaban obligados a mantener sus bolsillos
intereses. Había llegado el momento en que podrían dar curso, abiertos. Pero no les fue del todo mal, pues a cambio de ello su-
con expresión más moderna, a uno de aquellos proyectos de pieron negociar privilegios nada desdeñables, asuntos en los
país que se hicieron en los tiempos fundacionales de Nueva Es- cuales los acontecimientos de la gran política se mezclaron con
paña: el de los pobladores, aquel que buscaba una sociedad cuestiones de naturaleza local.
más abierta y libre, más semejante a la metrópoli y con mayor El más importante de éstos, por sus implicaciones políticas
espacio para la acción de los cabildos, el clero secular, los agri- y por haber alterado brevemente el panorama económico de
cultores, los mineros y los comerciantes. Nueva España, fue la inundación de la ciudad de México por
La corona tuvo que aceptar los hechos porque de otro modo cinco años a partir de 1629. Mantener la ciudad libre del agua
se arriesgaba a una pérdida mayor; además, tenía otras priori- mediante el drenaje adecuado de su cuenca era problemático.
dades y para ellas necesitaba de la buena voluntad de las elites Se habían invertido grandes sumas de dinero en abrir túneles
locales. Una de esas prioridades era consolidar la llamada y canales, pero evidentemente no eran suficientes. La inunda-
Unión de Armas, esquema financiero mediante el cual se de- ción dio lugar a agrias recriminaciones políticas (por ejemplo,
mandaba a las corporaciones más ricas del imperio que con- se acusó al virrey derrocado de que en su afán de ahorrar había
tribuyeran con fuertes sumas de dinero para ayudar a la mandado suspender vitales obras de desagüe) y motivó deman-
corona. Asimismo se dispuso la formación de un cuerpo naval das extraordinarias de repartimiento de trabajo (para concluir
defensivo para el Caribe, la Armada de Barlovento (1635), cuyo y ampliar esas obras) que afectaron a todos los pueblos de in-
dios del centro de México. Se propuso mudar la ciudad a un
Páginas siguientes: Vista de la ciudad y puerto de Sevilla, Alonso Sánchez, óleo sobre tela,
lugar ligeramente más alto, a la orilla del antiguo lago, pero pre-
siglo XVI. Museo de América, Madrid. valecieron los intereses creados. Entre tanto, Puebla sacó ventaja
158 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
Juan de Palafox y Mendoza, anónimo, óleo sobre tela, siglo XVII. Sala Capitular,
Catedral de Puebla.
160 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 161
Finalmente, no debe olvidarse el avance hacia el Norte, que tamente de España con instrucciones más o menos amplias de
recibió nuevo impulso en 1631 tras el descubrimiento de mine- supervisión. Nunca quedó del todo claro si los visitadores po-
rales de plata en Parral. Gran parte de la expansión de esta dían o no ponerse por encima de otras autoridades. Palafox,
época fue orientada hacia Sinaloa y Sonora mediante la funda- por ejemplo, fue visitador y al mismo tiempo virrey. A todo
ción de misiones, establecimientos promovidos por franciscanos ello debe sumarse lo difuso de los linderos y términos jurisdic-
y jesuitas cuyo objetivo era lograr el reacomodo y la conversión cionales. El resultado fue un sistema de pesos y contrapesos
de las poblaciones nativas de las áreas nuevamente ocupadas. que permitía que afloraran las diversas tendencias u opiniones
Las misiones se basaban en la consolidación de un asentamiento y dejaba al descubierto los intereses, reconociendo la autoridad
fijo y trataban de reproducir en cierta medida la organización de suprema pero a la vez distanciándose de ella.
los pueblos de indios del centro del país. Algunas lograron su La corona no había encontrado en Nueva España terreno
propósito, pero otras no pudieron subsistir o hubieron de recu- ideal para instaurar el gobierno que más le convenía. Cuando,
rrir a la fuerza para mantener a sus neófitos; también enfrentaron según lo demandara la ocasión, tenía que imponerse un poco
situaciones de rebelión, como ocurrió con los tarahumaras en por aquí y ceder otro poco por allá, el resultado no era siem-
1648. Al mismo tiempo se fundaron en el Norte nuevos presidios pre el deseado. Pero tampoco era un desastre. El sistema de
o puestos militares y asentamientos civiles. pesos y contrapesos le convenía: no en balde conservó pacífi-
camente sus posesiones por tan largo tiempo.
* * * En primer lugar, tal sistema no era producto de un acciden-
te sino que derivaba de la concepción dominante del ejercicio del
Nueva España entró en su etapa de madurez con varios rasgos poder en el mundo hispánico, en el que la autoridad se afian-
distintivos. Para empezar, ninguna de las piezas que la coro- zaba en la justicia más que en la acción ejecutiva. Impartir jus-
na colocó en la estructura del poder poseyó toda la autoridad ticia era la potestad suprema del rey, y sus representantes y
requerida para mover los hilos de su política. Cierto que el go- delegados –desde los virreyes hasta los corregidores y alcaldes
bierno central se había consolidado, pero las competencias y mayores– participaban de esa función en sus respectivos ámbi-
jurisdicciones de virreyes y audiencias nunca quedaron defini- tos. Por ello era común llamarlos también jueces. La legislación
das del todo, sino que se traslaparon, e igualmente hubo puntos se acomodaba a los casos particulares y daba a los funcionarios
de conflicto con las autoridades eclesiásticas y la Inquisición al un amplio margen de discreción para aplicarla. Los posibles (y
igual que con los cabildos. La fragmentación de la autoridad frecuentes) excesos de éstos tenían un freno en la práctica de los
había estado presente desde los días de Cortés, pero se acen- juicios de residencia, mediante los cuales todos los representan-
tuó como consecuencia de las complicadas y contradictorias tes de la corona, incluidos los virreyes, estaban sujetos a una
disposiciones jurídicas que daban forma (o, más bien, medio censura pública al término de sus periodos de servicio. Muchos
daban forma) a las instituciones de gobierno. Por si esto fue- fueron multados fuertemente por sus faltas o abusos; otros lo-
ra poco, la corona disponía de cuando en cuando una visita, graron evadir los castigos. A pesar de sus imperfecciones, el
procedimiento que implicaba el envío de un funcionario direc- sistema pocas veces dio lugar a episodios de tiranía, y cuando los
hubo fueron solucionados con relativa prontitud.
Páginas siguientes: Gremios de la Nueva España. En segundo lugar, el sistema de pesos y contrapesos hacía
Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, SHCP. innecesaria la peligrosa y costosa opción de un régimen auto-
166 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 167
ritario basado en una fuerza armada, cosa que, por lo demás, rebasaban el centenar y tenían en promedio alrededor de cin-
España no podía proveer en un imperio tan vasto como el su- cuenta trabajadores cada uno. Fundadas en todo esto, las sumas
yo. El razonamiento que había detrás de esto no era diferente más grandes de dinero estaban ligadas a la actividad económi-
del que desembocó en el sistema de dominio indirecto sobre ca dominante de Nueva España: el comercio, y sobre todo el
los señoríos prehispánicos. comercio ultramarino. A muchos pueblos de indios tampoco
Debe tomarse en cuenta que la concepción prevaleciente les iba mal, porque se beneficiaban (relativamente) de su in-
de la sociedad en el mundo hispánico de esos años ponía én- serción en los nuevos circuitos mercantiles, obteniendo buenos
fasis en la asociación corporativa. Los individuos adquirían precios por sus productos (en especial la grana cochinilla) o
relevancia en función de su pertenencia a un cuerpo, y era por controlando parte de las actividades relacionadas con la arrie-
medio de alguno que entraban en el juego político. Nueva Es- ría y el transporte.
paña llegó a su periodo de madurez al tiempo que sus muchas Frente a este panorama hay que contrastar la penuria de la
corporaciones se habían asentado sólidamente y habían acotado corona. Conforme se veía envuelta en mayores dificultades
sus respectivos espacios de acción: la audiencia, los cabildos, económicas sus intereses se estrechaban: el resultado fue que
el consulado, las órdenes religiosas, los pueblos de indios, la la obtención de dinero quedó por encima de todo. Por medio
universidad, los gremios de artesanos, etc. Cada corporación, de impuestos, contribuciones extraordinarias y venta de ofi-
con plena personalidad legal, representaba y defendía los in- cios la metrópoli obtuvo, ciertamente, ingresos considerables y
tereses de su grupo y, al igual que la corona misma, se veía a seguros, pero también tuvo que enajenar parte de su poder
veces obligada a ceder en algunos puntos para ganar en otros. –ese mismo poder tan trabajosamente obtenido limitando la
Naturalmente, dentro de las corporaciones había también po- acción de encomenderos, doctrineros y caciques durante el si-
siciones divergentes, y cada una era como un microcosmos de glo XVI– en favor de una burocracia de nivel medio dominada
la sociedad mayor. En Nueva España las principales diver- por comerciantes, cabildos y, en general, las oligarquías loca-
gencias dentro de las corporaciones se empezaron a vivir, desde les. Así, el gobierno pagó un precio por su consolidación: el de
el siglo XVII, entre criollos y peninsulares. permitir un amplio reparto del poder, el cual, desde la pers-
El juego político favoreció los intereses criollos en la medida pectiva novohispana, se manifestaba en un considerable nivel
en que se hicieron valer en las corporaciones de mayor peso. de autonomía. Si esto se combina con la realidad de una Es-
También les sonrió el panorama económico. La Nueva España paña dependiente de sus posesiones americanas para mantener
de la primera mitad del siglo XVII vivía años de florecimiento su debilitada posición en el escenario mundial, el balance resulta
y recogía el fruto de lo sembrado –o, al menos, los españoles bastante favorable para Nueva España –o al menos para sus
lo hacían–. La minería experimentaba un crecimiento sosteni- privilegiadas elites.
do, y de la exitosa introducción de ganado, trigo y otras especies
se había pasado a actividades manufactureras de raíz europea.
Gran número de molinos de trigo producían enormes cantidades El florecimiento y sus límites (1650-1715)
de harina y disparaban el consumo de pan en toda la sociedad
novohispana, al tiempo que decenas de trapiches e ingenios Nueva España experimentó una serie de desarrollos de gran
proveían de abundante azúcar. Los obrajes, establecimientos complejidad que se hicieron manifiestos de manera muy par-
dedicados a la producción de tejidos, especialmente de lana, ticular a partir del segundo cuarto del siglo XVII, aunque algunos
168 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
Sor Juana Inés de la Cruz, Miguel Cabrera, óleo sobre tela, 1750.
Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH.
170 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 171
Santa María, Virgen de Guadalupe patrona principal de la Nueva España jurada en México,
el 27 de abril año de la epidemia de 1737, José de Rivera, óleo sobre tela, 1778.
Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH.
174 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 175
siglo XVII. Los pueblos, herederos de los señoríos prehispánicos durante ella se vivieron revueltas regionales (Tehuantepec, 1660)
pero ya desligados de sus caciques, tendieron a dividirse con- y motines urbanos (México, 1692) relativamente violentos y de
forme sus distintas secciones o dependencias (sujetos y barrios), considerable repercusión política. El bandolerismo, antes casi
empezaron a desconocer a los cuerpos de república establecidos desconocido, se enseñoreó de los caminos.
y reclamar el derecho a crear los suyos propios, reproducien- Si bien en un contexto diferente, abusos de poder compa-
do en miniatura los rasgos corporativos de la unidad original. rables motivaron el gran alzamiento de los pueblos de Nuevo
El gobierno no objetó la práctica, y el resultado fue que llegó México en 1680, a resultas del cual los españoles fueron expul-
a haber tantos como cinco o seis diminutos pueblos de indios sados de la provincia y no pudieron regresar a ella sino diez
donde cien años atrás hubo sólo uno. Aunque en este juego años después. Cierto que Nuevo México era una región margi-
muchas localidades vieron satisfechas algunas de sus necesi- nal, pero el acontecimiento fue muy significativo: marcó el
dades inmediatas o circunstanciales –por ejemplo, mayor primer revés de la hasta entonces briosa expansión al Norte y,
seguridad en su propiedad corporativa–, el proceso anuló además, el inicio de unos años en que el imperio, por razones
cualquier relevancia política que los pueblos pudieron haber muy diferentes, sufrió otros golpes no menos duros.
conservado, y es una muestra adicional de cuán lejos habían Los franceses, por entonces enemigos de España (pues aca-
quedado en el pasado las condiciones de la conquista. baban de terminar una guerra de cinco años y pronto empeza-
Para los pueblos de indios no era fácil hallar el acomodo ideal rían otra), estaban incursionando con ímpetu en Norteamérica.
en un entorno que cambiaba tanto. La segunda mitad del siglo En 1685 un punto de la costa texana fue ocupado por una trá-
XVII se vio marcada por varias conmociones atribuibles a vicios gica expedición francesa cuyos integrantes perecieron al poco
y abusos en el ejercicio del gobierno, carestía, acaparamiento y tiempo. Como la corona se había vuelto sumamente susceptible
otros males del mismo jaez. Lo más notorio fue la expansión de frente a lo que ocurría en esta parte del continente, su respuesta
una práctica en que incidieron muchos de los corregidores y al- fue inmediata. Implicó, entre otras medidas, un avance sobre
caldes mayores: el llamado repartimiento de mercancías, que Coahuila (de lo que resultó la fundación de Monclova en 1689)
consistía en la venta forzada (y a precios inflados) de toda clase y el refuerzo de varios establecimientos militares. Pero nada de
de productos entre los habitantes de los pueblos de indios. A esto pudo evitar un hecho cuya enorme trascendencia se com-
veces esto implicaba también explotación descarada del tra- prendería años después: la fundación de la colonia francesa de
bajo, como cuando se forzaba a la población a comprar hilo la Luisiana. España pudo compensar este golpe con la ocupa-
para luego obligarla a vender (a precios mínimos) piezas de ción de Baja California, promovida por los jesuitas a partir de
tela. La práctica fue tolerada hasta cierto punto como una más 1697 con el exclusivo fin de extender sus misiones, empresa en
de las cargas tributarias que sufrían los pueblos, y se le llegó a la que obtuvieron magros resultados.
aceptar como el modo de remunerar a estos funcionarios (que Si el balance de la situación en el Norte era preocupante pa-
prácticamente no recibían sueldo, o bien habían comprado el ra la corona, más lo era el que arrojaba la creciente actividad de
oficio). Pero aun los abusos tienen un límite socialmente acepta- ingleses, franceses y holandeses. Éstos se adueñaban del Caribe
ble, y cuando éste se rebasaba surgía la protesta en todas sus valiéndose de sus piratas o corsarios, quienes, entre otras embes-
formas. Aunque de ninguna manera privativos de esta etapa, tidas, atacaron Veracruz y Campeche a sangre y fuego en 1683
y 1685. Ni los dineros de los situados ni las débiles defensas es-
Páginas siguientes: West Indies, 1715. Colección particular. pañolas pudieron evitar que los ingleses tomaran Jamaica en
178 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 179
1655 y que, apoyados en esta base, ocuparan cinco años des- Campeche y Acapulco. Un elemento adicional que desalentaba
pués una extensa zona del oriente de Tabasco (alrededor de la la vida frente al mar era el justificado temor a los piratas.
Laguna de Términos, donde permanecieron hasta 1716), así Nueva España se había desentendido notablemente de su
como Belice, que no habrían de abandonar. Su breve ocupación frente oriental: Tabasco, Yucatán, la frontera con Guatemala.
de La Habana en 1692 causó enorme zozobra. Los descalabros La ya mencionada ocupación inglesa de Belice y la Laguna de
españoles apenas se compensaron con el sometimiento en 1697 Términos fue vista como un percance que no merecía una acción
de un reducto maya que había permanecido prácticamente in- punitiva. Los lazos comerciales con Guatemala (que desde su
dependiente en Tayasal, en el corazón del Petén. fundación como gobierno separado incluía a Chiapas), impor-
tantes hasta bien entrado el siglo XVII, tendieron a decrecer. La
región costera del Soconusco, casi deshabitada desde las últi-
* * * mas epidemias, fue objeto de disputas jurisdiccionales que prác-
ticamente nadie se ocupó de resolver. En Yucatán, entre tanto,
El hecho de que Nueva España despidiera el siglo XVII con un se acentuaban los rasgos particulares que hacían de esa provin-
par de asentamientos ingleses dentro de sus costas era muy cia una entidad virtualmente separada. Estaba supeditada a
significativo. Tal intromisión, inimaginable cien años atrás, re- México en materia judicial y eclesiástica, y su gobierno reconocía
flejaba la decadencia del poder marítimo español y el ascenso teóricamente subordinación al virrey, pero los asuntos yucatecos
de sus enemigos. Nueva España, por otra parte, había llegado se manejaban con total autonomía y, llegado el caso, se trataban
a su madurez al tiempo que salía del aislamiento en que había directamente en España. La economía de la provincia era muy
vivido encerrada durante su fase fundacional. Los aconteci- cerrada y había conservado estructuras muy arcaicas, entre las
mientos del mundo exterior le afectaban directamente. cuales destacaba la encomienda. El gobierno virreinal rara vez
Pero no demasiado. Las intromisiones inglesas perturbaban se mostró interesado en estos asuntos.
una parte del país que había quedado casi despoblada desde fi- Las fronteras exteriores del Norte (que en esta época se
nes del siglo XVI y, además, Nueva España había orientado su designaba usualmente con el nombre de Septentrión) perma-
expansión e intereses hacia el Norte, distanciándose del mundo necían completamente indefinidas y se extendían por un es-
centroamericano y aun de Yucatán. Si se veía involucrada en los pacio casi vacío. Las primeras irrupciones de los indios
asuntos del Caribe era por exigencia de la corona. Más traumá- atapascanos del norte del continente –los llamados apaches–
ticas fueron la temporal pérdida de Nuevo México y la proximi- fueron otra fuente de preocupación. El gobierno gastó mucho
dad de los franceses en los litorales del Noreste, acontecimientos dinero en organizar distintos esquemas de control. En medio
que motivaron respuesta inmediata y decidida. Todo lo dicho, de un sinnúmero de proyectos para la reorganización y defensa
sin embargo, afectaba a la periferia, mas no al centro de Nueva del Septentrión se privilegió el tendido de una cadena de pre-
España, y eso marcaba una gran diferencia. sidios o establecimientos militares de Texas a Sonora, de lo
A pesar de su creciente relación con los sucesos del mundo cual se obtuvieron resultados muy discutibles debido, en gran
exterior, Nueva España había llegado a su madurez como un medida, a la escasez y falta de preparación del personal que
país concentrado en su interior y rodeado de un contorno vir- debía mantenerlos. A pesar de sus fallas, estos ensayos contri-
tualmente cerrado. Costas y litorales quedaban fuera de toda buyeron a formar la experiencia de individuos que un poco
posibilidad de intercambio marítimo con excepción de Veracruz, después ayudarían a alimentar los cuadros de oficiales en el
180 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 181
Las cuestiones comerciales no fueron las únicas que refle- puede tomarse como uno más de los primeros ejemplos de la
jaron las nuevas circunstancias. La corona emprendió a partir actitud cambiante o modernizadora del gobierno.
de 1714 una reorganización de las agencias de gobierno encar- Conviene anotar que hacia 1750 la población de Nueva Es-
gadas de manejar los asuntos americanos. Durante los siguientes paña era algo superior a cuatro y medio millones de habitantes,
veinte años los destinos de Nueva España fueron encomendados de los cuales la mitad o algo más estaban ligados a los pueblos de
a dos virreyes sucesivos (los marqueses de Valero y Casafuerte) indios (es decir, los matriculados como tributarios y sus de-
que lograron un gobierno estable, bien coordinado, y gradual- pendientes) y el resto era básicamente población criolla o mestiza
mente más eficiente. Otros virreyes posteriores fueron por lo (o mulata y de combinaciones diversas, a la que ya era común
regular gente más capacitada que el promedio de sus predeceso- denominar gente de casta). Dentro de esta cifra, las dimen-
res. También hubo cambios notables en el estilo y el lenguaje del siones de ciertos grupos particulares no eran muy grandes. Los
gobierno, y puede hablarse de una mayor burocratización. individuos de origen africano, incluidos esclavos y libertos,
Un hecho de gran importancia fue el establecimiento del rondaban 10 000 en total, y los españoles peninsulares no re-
Tribunal de la Acordada en 1719. Con él se formó el primer basaban en un momento dado la cifra de 20 000. En ciertas
cuerpo policial efectivo del país, explicable como la respuesta áreas, en particular el Bajío, Nueva Galicia y el Norte, los mes-
al alarmante número de salteadores que asolaban los caminos tizos constituían la mayoría.
de Nueva España. Su mayor significado, sin embargo, radica en Con la creciente presencia de mestizos y mulatos en el me-
haber sido la primera muestra concreta de una nueva filosofía dio rural se vivió un aumento significativo en el número de
de gobierno que ponía énfasis en la efectividad de una autori- pobladores libres que también eran pequeños propietarios (es
dad superior y en la necesidad de proveerle los medios necesa- decir, no tributarios y no incorporados en los pueblos de indios
rios para hacerse valer. Cabe anotar que en Nueva España las ni en las haciendas). Por lo común se les conocía con el nom-
únicas fuerzas armadas existentes hasta este momento eran la bre de rancheros debido a su asentamiento original en ranchos
guardia del virrey y diversos cuerpos de milicias locales, algu- o localidades pequeñas e informales. Algunos se acomodaban
nos eventuales y otros organizados de manera más permanente, como arrendatarios de tierras de las haciendas. En ciertos ca-
cuyo fin era defender las costas y las fronteras norteñas (o al sos estos rancheros, dándose cuenta de las ventajas legales de
menos aparentarlo). Ninguno estaba compuesto por militares formalizar sus asentamientos, se organizaron corporativamen-
de profesión ni mucho menos existía la estructura jerárquica y te como pueblos de indios –aunque ni su composición social ni
organizada propia de un ejército moderno. su historia fueran afines a las de los antiguos y verdaderos pue-
Otro acontecimiento relevante fue la epidemia de tifo, o ma- blos de indios–. Comoquiera que fuese, su presencia cada vez
tlazáhuatl, que abarcó de 1736 a 1739, menos mortífera que más importante estaba produciendo algunos cambios en la es-
sus precedentes del siglo XVI pero más extendida geográfica- tructura social, cada vez más compleja, del medio rural.
mente como consecuencia del mayor intercambio de personas En esta etapa de la vida novohispana fueron muy llamativos
y bienes. La epidemia no fue tan intensa como para revertir la los acontecimientos del Norte, y no sólo por los auges mineros,
tendencia demográfica, que iba en ascenso desde mediados del que se comentarán más adelante. Debe resaltarse el apogeo de
siglo anterior, pero fue muy significativa por sus consecuencias la actividad misionera, con los jesuitas principalmente en So-
económicas y porque dio pie a una intervención oficial con di- nora y los franciscanos en Texas (colonizado de manera defi-
ferentes proyectos sobre el mejor modo de controlarla, lo que nitiva a partir de 1715). Aparte de sus funciones religiosas y
LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 187
* * *
A mediados del siglo XVIII Nueva España era un país que ha-
bía alcanzado suficiente solidez como para encontrar en él, no
obstante su situación colonial, muchos de los elementos de
identidad que habrían de expresarse más tarde en el México
Mapa de la Sierra Gorda y Costa del Seno Mexicano, anónimo, tinta y acuarela sobre papel,
1792. AGN.
190 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 191
independiente. La consolidación de una identidad nacional o, de ganado a lo largo de distancias tan grandes como la que
en términos más generales, “americana”, fue una preocupa- hay entre Sinaloa y la ciudad de México. Intercambios como
ción fundamental de la cultura criolla y mestiza. Historiadores éstos contribuían, de un modo u otro, a armar un entramado
que recogieron los enfoques indigenistas sembrados en el siglo global. Pero, pasando a otras expresiones de la vida económi-
anterior, como José Joaquín Granados Gálvez, revivieron, y en ca, la mayoría de los productos agrícolas y manufacturas te-
gran medida crearon, la idea de la gran nación tolteca –inicio nían un mercado que rara vez rebasaba el ámbito de sus
de la historia de la “tierra de Anáhuac”– y de la legítima mo- regiones, y las diferencias entre unas y otras en materia de pre-
narquía o “Imperio Mexicano”. De aquí sólo faltaría un paso cios y disponibilidad de bienes eran muy grandes. Además, es-
para definir como “mexicana” a la nacionalidad que cobraba pecialmente en ranchos y pueblos de indios, la economía
forma en Nueva España. dominante era de subsistencia.
Naturalmente, tales intentos de conformación de una iden- Las redes de comunicación eran completas en un sentido;
tidad se restringían a una elite intelectual muy reducida –tal incompletas en otro. Por un lado, casi toda Nueva España se
vez poco más de mil personas–. El común de la gente estaba podía recorrer a pie o en montura por veredas y caminos de he-
lejos de tener conciencia de estas cuestiones, máxime que aun rradura que tapizaban todos sus espacios (planos o montañosos)
la educación más elemental era de alcances reducidos y no to- con excepción de las áreas selváticas o las muy deshabitadas, y
caba, ni de lejos, temas históricos. Esta falta de conciencia no el libre tránsito sólo se entorpecía en la temporada de lluvias.
significaba ausencia de denominadores comunes, muchos de Por otro, los caminos carreteros, puentes y otros elementos ne-
los cuales quedaron ya referidos al hablar de la etapa prece- cesarios para el transporte masivo y económico de mercaderías
dente. El culto a la virgen de Guadalupe, cada vez más popular, diversas eran pocos y malos, y estaban circunscritos a la zona
fue un excelente catalizador ideológico. Pero las identidades central y partes del Norte. Había una movilidad espacial relati-
más fuertes se apoyaban en sentimientos regionales y, en el caso vamente amplia, pero de personas más que de bienes.
de la población indígena, en la individualidad de los pueblos, Al combinar este panorama con el de la movilidad social,
que a pesar de su evolución y fragmentaciones seguían siendo la Nueva España de mediados del siglo XVIII ofrecía un cuadro
el referente básico, y a menudo el único, de la vida social y no menos contrastado. Las nítidas categorías sociales de los
cultural. La identidad corporativa, cabe señalar, era muy fuerte tiempos de la conquista –españoles e indios– todavía eran re-
en todas sus expresiones y, como tal, significaba un contrape- conocibles en ciertos grupos de población que mantenían su
so frente a cualquier otra. distancia social o su aislamiento cultural. Pero, salvo estas ex-
En el terreno económico también se dejaban ver, alterna- cepciones, tales categorías eran ya inoperantes: la población
tivamente, muestras tanto de integración como de falta de ella. se había mezclado demasiado como para que tuviera sentido
Los insumos y los productos de la actividad minera cubrían trazar linderos sociales en esos términos, y continuaba mez-
circuitos amplios que abarcaban casi todo el país, las opera- clándose tanto racial como culturalmente. La legislación per-
ciones de crédito –sustentadas en libranzas, consignaciones, mitía conservar diferencias que a muchos convenía recalcar en
pagarés y otros instrumentos– se extendían de un extremo a busca de privilegios diversos, pero era un reflejo engañoso de
otro, y las hipotecas que respaldaban la actividad agropecua- la realidad social. En cambio, lo que se anunciaba en esta eta-
ria enlazaban a los centros urbanos con todas las regiones. El pa de la historia colonial era el surgimiento de clases sociales
abasto de carne a las ciudades implicaba desplazar partidas determinadas más por su posición económica que por cuales-
192 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 193
quiera otras consideraciones. La distancia entre ricos y pobres y por otro a tributarios, peones, rancheros, artesanos y el per-
–muy pocos los primeros, muchos los segundos–, sus intereses sonal más humilde del gobierno y la Iglesia. Estas diferencias
encontrados y sus diferentes percepciones de la realidad ha- socioeconómicas se hicieron más críticas a medida que la co-
brían de tener un peso importante en la historia de los últimos rona se alejó de su interés por mantener el principio de legiti-
años de Nueva España, pero igual lo habrían de tener las afi- midad basada en la justicia y se preocupó más por afirmar su
nidades que unirían por un lado a las elites más privilegiadas poder y saciar su apetito fiscal.
194 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA ÉPOCA COLONIAL HASTA 1760 195
CONCLUSIÓN y que había logrado que buena parte de la riqueza que gene-
raba permaneciera en suelo americano, las acciones e intencio-
España sufrió muchas pérdidas al apoyar a Francia contra nes de la corona auguraban cambios sustanciales y un reclamo
Inglaterra durante la llamada Guerra de los Siete Años (1756- de esa riqueza. Es comprensible que algunos historiadores hayan
1763), acontecimiento europeo que tuvo repercusiones importan- definido estos años de mediados del siglo XVIII como aquellos en
tes en el continente americano. Los ingleses se apoderaron de los que el gobierno ilustrado, desde su perspectiva, pondría fin
La Habana en 1762, y esto provocó la fractura definitiva del a los tiempos de la impotencia para dar principio a los tiempos
sistema de flotas y un gran nerviosismo en el gobierno español. de la autoridad.
Cuando se firmó la paz España recuperó La Habana y pudo
reanudar sus operaciones comerciales, pero la experiencia había
sido traumática. Tal como había ocurrido después de la derrota
de la Armada Invencible en 1588, en España creció la preocu-
pación por subsanar las debilidades del imperio y procurar
devolverle algo del brillo que había perdido. Y también, igual
que casi dos siglos atrás, la corona echó mano de los recursos que
podía obtener de sus posesiones ultramarinas. Pero, fuera de
esas similitudes, las circunstancias eran muy diferentes. En pri-
mer lugar, las potencias europeas habían modificado su con-
cepción del poder y del Estado, abandonando muchas de sus
antiguas perspectivas patrimonialistas para dar lugar a lo que
se conoció como “despotismo ilustrado”, es decir, la exaltación
de un gobierno autoritario, centralizado, eficiente, racionalista
y preocupado por el avance material, pero también interesado,
si no es que obsesionado, por ampliar su base fiscal a toda costa.
Además, en 1759 el trono de España había sido ocupado por un
monarca sumamente activo, Carlos III. Él y sus ministros se en-
cargarían de llevar a cabo un sinnúmero de ajustes y reformas,
juntamente con un relevo de las personalidades del gobierno.
Una nueva generación de funcionarios, oriundos de España y
muchos de ellos con formación militar y experiencia en las duras
condiciones del Septentrión, habría de sustituir a la burocracia
colonial, que a ojos de los flamantes ilustrados era ineficiente y
corrupta. Y no se habría de tolerar que tantas posiciones de po-
der permanecieran en manos de criollos.
Teniendo en cuenta que Nueva España se había conducido
durante el siglo XVII con una considerable dosis de autonomía,
LAS REFORMAS BORBÓNICAS
LUIS JÁUREGUI
Plaza Mayor de la ciudad de México (detalle), anónimo, óleo sobre tela, siglo XVIII.
Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH.
LAS REFORMAS BORBÓNICAS 199
Carlos III, anónimo, óleo sobre tela, siglo XVIII. Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH.
200 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LAS REFORMAS BORBÓNICAS 201
La mayor cultura y prosperidad hicieron más claro a los criollos miento del sistema defensivo, particularmente en el Caribe y
que el dominio español estaba plagado de abusos y defectos. el norte de Nueva España, así como con la centralización del
Así, el periodo de las reformas borbónicas en Nueva España no poder en manos de los funcionarios del rey. Estas dos tareas re-
sólo fue importante por el crecimiento económico logrado y querían fuertes cantidades de recursos fiscales, para lo cual
por la apertura al mundo atlántico; también fue un periodo de también se emprendió una reforma de fondo en la adminis-
crisis de una sociedad que se percató de que era distinta. tración de la real hacienda novohispana.
A diferencia de la mayoría de los virreyes de los siglos an-
teriores, los que gobernaron Nueva España durante el reinado
UNA VISIÓN DE CONJUNTO de Carlos III fueron hombres extraordinarios: ninguno era no-
ble de nacimiento y todos llegaron a tan alta posición por mérito
En Nueva España el reformismo de los borbones se inició con propio; más importante aún, a todos los impulsaba el afán de
tres visitas (inspecciones a personas y oficinas) que ordenara el renovación del imperio en general y de Nueva España en par-
rey Felipe V (1700-1746) y que reflejaban la clara conciencia ticular. Como si esto no fuera suficiente, la corona española
de la corona de que la situación administrativa del virreinato ordenó a mediados de la década de 1770 una inspección gene-
era deplorable. Gracias a que la economía mostraba un desem- ral de todas las cajas reales de Nueva España: la célebre visita
peño vigoroso, se llevaron a cabo entonces cambios de corte de José de Gálvez (1765-1771). A partir de que este persona-
administrativo que le permitieran a la corona contar con recur- je es nombrado ministro de Indias en 1776, en Nueva España
sos para realizar otros de mayor envergadura. Estos primeros se empiezan a aplicar con fuerza las medidas correctivas que
cambios consistieron en la llamada “centralización de los in- durante su visita había detectado como necesarias. Es en este
gresos reales”, esto es, la transferencia del cobro de impuestos periodo que se emprende la formación de cuerpos de defensa
de manos de particulares a las de los funcionarios del rey. virreinales y se establece la Comandancia General de las Pro-
La ocupación de La Habana por la armada inglesa en 1762 vincias Internas (1776). También en aquellos años se intenta
marcó la necesidad de emprender una segunda etapa de refor- disminuir el poder del virrey y comienza la reforma en la ad-
mas, más enérgica que la anterior; a ello contribuyó en gran ministración provincial con el establecimiento de los inten-
medida el que unos años antes hubiera llegado al trono Carlos dentes y subdelegados (1786).
III de Borbón. Ciertamente, el nuevo monarca contaba con A pesar del ímpetu inicial que recibe este programa mo-
amplia experiencia en las artes de gobierno; sin embargo fueron dernizador, con la muerte de Gálvez en 1786 –y con la llegada
las circunstancias las que lo obligaron a emprender la reorga- al trono de Carlos IV, quien debió enfrentar circunstancias in-
nización político-administrativa de los virreinatos, que en buena ternacionales más adversas que su padre– se observa un cambio
parte continuaba anclada en ordenamientos de fines del siglo en el reformismo borbónico en el que dicho impulso se ve distor-
XVI. Las circunstancias fueron de índole internacional y princi- sionado respecto a su intención inicial. Por el lado económico,
palmente de características bélicas. Por lo mismo, las reformas este cambio también se explica por el relativo freno que mues-
que acometiera Carlos III tuvieron que ver con el fortaleci- tra el desempeño de la economía novohispana comparado con
las dos décadas anteriores, por el hecho de que la real hacienda,
Páginas siguientes: Carlos IV y su familia, Francisco de Goya, óleo sobre tela, 1800.
habiendo extraído en exceso recursos fiscales de la población
Museo del Prado, Madrid. novohispana, comienza a recurrir, en mayor proporción que
204 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LAS REFORMAS BORBÓNICAS 205
en el pasado, a préstamos y donativos, y porque, con motivo LAS PRIMERAS REFORMAS DE LA DINASTÍA BORBÓNICA
de conflictos internacionales, Nueva España se ve “beneficiada”
con el llamado “comercio neutral” (1796-1802 y 1804-1808). Para el gobierno imperial en España era insostenible la situa-
Las reformas borbónicas también tuvieron impacto en los ción de su posesión más rica en América. Tres accidentadas
aspectos sociales y culturales. Fue en estos años que la pobla- visitas parciales (1710-1715, 1716 y 1729-1733) habían mos-
ción resintió el dominio español; un dominio que sólo permitía trado la necesidad de modificar el estado de las cosas: por
el progreso a los más privilegiados, y aun a ellos les costó, y ejemplo, desde 1711 se venía haciendo notar a las autoridades
mucho, apoyar a la corona. Los criollos, a pesar de los resenti- metropolitanas que la renta de alcabalas (impuestos internos
mientos que acumularon durante el periodo, se beneficiaron de cobrados por el tránsito de una mercancía por un suelo alca-
los grandes avances en las instituciones culturales y de la aper- balatorio) proporcionaría más dinero si fuera administrada
tura a otras sociedades del mundo atlántico. A los indígenas por un funcionario de la corona que si se arrendaba a alguna
también les pesó el dominio español, pero más les afectaron las corporación (comerciantes o cabildos civiles). El problema era
varias crisis de subsistencia que hubo en esos años, particular- que, casi siempre, los virreyes decidían otorgar la renta a una
mente las de 1785-1787 y 1808-1810. Hacia la primera década corporación en lugar de que quedara en manos de la corona.
del siglo XIX Nueva España era la caja de caudales del monar- Para el caso de las alcabalas, como para muchas otras rentas
ca español, contaba con una economía en vías de consolidación (casa de moneda, tributos, pólvora, tabaco, naipes, derecho de
y con una identidad propia. La presión que la corona aplicó so- ensaye, bulas, pulque, etc.), la situación comienza a cambiar en
bre los novohispanos en los últimos años del periodo borbónico 1732 con la incorporación a la corona de los cargos más impor-
empobreció a una parte de la población y nulificó las posibi- tantes de la Casa de Moneda de la ciudad de México; esto signi-
lidades de crecimiento económico futuro de la colonia y del ficaba que los mismos dejaban de venderse al mejor postor. El
México independiente. Lo que no hicieron el gobierno español proceso de centralización de rentas continuó durante casi todo el
y sus últimos virreyes fue acabar con el sentimiento de que la siglo; el ejemplo más importante de este proceso fue la incorpo-
situación podía cambiar en favor de los novohispanos. ración de las alcabalas a la administración fiscal novohispana, un
La visión de conjunto de las principales reformas que em- cambio que llevó varios años (1754-1776) y que se vio tempo-
prendieron los ilustrados borbones proporciona un marco de ralmente suspendido por decisión del visitador Gálvez. El proceso
referencia para los últimos años de la Nueva España y los pri- de centralización consistía en ya no “vender” por un monto fijo
meros decenios del México independiente. Puede incluso decirse la función del cobro de impuestos a entidades particulares, lo
que, así como en el periodo de las reformas borbónicas se es- que obligaba a la corona a asumir esa tarea y le brindaba la po-
tableció la mayoría de las divisiones geográficas que tendría sibilidad de incrementar la recaudación y reducir gastos.
una porción del México republicano, y así como en aquellos Cierto es que para lograr esta centralización de rentas la coro-
años nacieron los agravios contra la dominación española, así na debió desembolsar fuertes cantidades de dinero, a la vez que
también, en la prosperidad borbónica de Nueva España se ges- fue necesario hacer más sólida la estructura administrativa del
tó la decadencia económica del México independiente. erario novohispano. Para ello fue muy útil que la economía vi-
rreinal viniera mostrando un buen desempeño desde finales del
siglo XVII. En particular, midiéndola por los impuestos que pa-
gaba, la actividad minera creció razonablemente hasta 1750;
LAS REFORMAS BORBÓNICAS 207
Carlos Francisco de Croix, grabado, en Manuel Rivera Cambas, Los gobernantes de México,
1894. Colección particular.
LAS REFORMAS BORBÓNICAS 209
José de Gálvez, anónimo, óleo sobre tela, siglo XIX. Museo Nacional de Historia,
Conaculta-INAH.
Páginas siguientes: El Almacén (detalle), Miguel Jerónimo Zendejas, óleo sobre madera, 1797.
Museo Regional de Puebla, Conaculta-INAH.
212 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
* * *
Puesto de mercado, anónimo, óleo sobre tela, siglo XVIII. Museo Nacional de Historia,
Conaculta-INAH.
214 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LAS REFORMAS BORBÓNICAS 215
* * *
Virrey Antonio María de Bucareli, Miguel Cabrera, óleo sobre tela, siglo XVIII. Sala de Cabildos
del Palacio del Ayuntamiento del Distrito Federal.
218 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
Juan Vicente Güemes Pacheco de Padilla, segundo conde de Revillagigedo, óleo sobre tela.
Colección Banamex.
LAS REFORMAS BORBÓNICAS 221
Matías de Gálvez, anónimo, óleo sobre tela, siglo XVIII. Sala de Cabildos del Palacio del
Ayuntamiento del Distrito Federal.
Páginas siguientes: Vista de la Plaza mayor de México, reformada y hermoseada por
disposición del Exmo. Sor. Virrey Conde de Revillagigedo, 1793. AGN.
224 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
Manuel Tolsá, Rafael Ximeno y Planes, óleo sobre tela, siglo XVIII.
Museo Nacional de Arte, Conaculta-INBA.
226 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LAS REFORMAS BORBÓNICAS 227
En atención al proyecto tecnócrata, la Ordenanza de In- alumbrado de la ciudad de México, que llegó a tener caracte-
tendentes llegó a Nueva España –el último virreinato donde se rísticas similares al de Madrid.
aplicó– en una coyuntura imperial sumamente difícil: acaba- Por otro lado, resultado del afán ilustrado por las expedi-
ba de establecerse cuando falleció el ministro de Indias José de ciones científicas, el virrey Manuel Antonio Flores (1787-1789)
Gálvez (1787), y estaba en plena aplicación (1788) cuando empieza en la ciudad de México la construcción del Jardín Bo-
murió Carlos III, el más reformador de los borbones. De cual- tánico, que concluyó su sucesor, el segundo virrey Revillagigedo.
quier modo, continuó la aplicación del reglamento, con la cual A este último corresponde el inicio de las obras de construcción
se intentó una división más racional del virreinato en sustitu- del Colegio de Minería, encargadas al valenciano Manuel Tolsá.
ción de la confusión y desunión características del pasado. Según Este establecimiento fue pionero en los métodos educativos su-
la ordenanza, a cada una de las doce intendencias (Durango, periores, y en sus planes de estudio se incorporaron las más
Guadalajara, Guanajuato, Mérida, México, Oaxaca, Puebla, modernas corrientes de las ciencias y las nuevas técnicas expe-
San Luis Potosí, Sonora/Sinaloa, Valladolid, Veracruz y Zaca- rimentales. Su edificio, inaugurado en 1811, es aún hoy día uno
tecas) se le asignaría un número grande de jurisdicciones ya de los más espléndidos de la ciudad de México.
establecidas (gobernaciones, alcaldías mayores y corregimien-
tos), a las cuales se les llamó distritos. La aplicación del progra-
ma intendencial estuvo plagada de problemas técnicos que en
parte se explican porque quienes lo diseñaron desconocían las EL CAMBIO DE RUMBO. LOS AÑOS NOVENTA
fronteras de cada jurisdicción. El resultado fue que no se al-
canzó la tan deseada organización del territorio virreinal. Aun El proyecto modernizador borbónico buscaba la centraliza-
así, las intendencias borbónicas fueron la base de la división ción del poder. Sin embargo la Ordenanza de Intendentes no
territorial para la constitución republicana de México. aclaraba del todo esta intención; más bien lo que buscaba la
corona era simplificar la administración del virreinato. Con este
* * * ordenamiento los nuevos funcionarios llegaron a sustituir a los
alcaldes mayores/corregidores. En este proceso se prohibió el
Los años ochenta son de esplendor cultural, característico, entre repartimiento de mercancías toda vez que, a diferencia del ca-
otros factores, de una economía que crece, aunque con desigual- so de los alcaldes mayores, los subdelegados sí recibían sueldo.
dades. Por iniciativa del virrey Matías de Gálvez, hermano del En algunas zonas fue fácil la eliminación del repartimiento; en
ministro de Indias, se funda en la ciudad de México la Real otras ni las leyes ni los hombres pudieron destruir un viejo sis-
Academia de Bellas Artes de San Carlos y ve la luz el periódi- tema que, para evitar el castigo, sólo cambió de nombre.
co La Gaceta de México. En materia urbanística, este virrey Los intendentes y subdelegados llegaron para controlar a un
divide la capital en cuarteles y establece los alcaldes de barrio. mayor número de novohispanos, por tal motivo la ordenanza y
El hijo de dicho mandatario, Bernardo de Gálvez (virrey entre las leyes complementarias hallaron resistencia; de ahí que la
junio de 1785 y noviembre de 1786), ordena la instalación del muerte en 1786 de José de Gálvez, su principal defensor, pro-
piciara que la corona cediera a presiones. Así, antes de que la or-
Páginas siguientes: Plaza del volador, Juan Patricio Morlete y Ruiz, óleo sobre tela, ca. 1772.
denanza se aplicara cabalmente, ya se declaraban impracticables
Palacio de San Anton, Valletta Malta. algunas de sus reglas y en muchos casos se regresó a la situación
LAS REFORMAS BORBÓNICAS 231
Don Pedro Romero de Terreros, primer conde de Regla, anónimo, óleo sobre tela. Monte de
Piedad, México.
Páginas siguientes: Vista de la Plaza Mayor de México, José Joaquín Fabregat, grabado, 1797.
Colección particular.
234 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LAS REFORMAS BORBÓNICAS 235
por cuatro. Esto se explica por varios factores: un aumento en LA CONSOLIDACIÓN DE LOS VALES REALES
el número de impuestos (ya fueran ordinarios o extraordina- Y LA ECONOMÍA NOVOHISPANA
rios), un incremento en las tasas de los impuestos, una mayor
presión fiscal resultado de los cambios administrativos, y el Una de las situaciones financieras más desesperadas de la co-
crecimiento económico. Independientemente de la causa, fue rona ocurrió cuando debió “estabilizar” el precio de muchísi-
enorme el impacto de esta extracción de recursos; de hecho se mos papeles de deuda firmados por el rey (vales reales) que
calcula que los novohispanos pagaban 70% más impuestos per circulaban, casi como dinero, en España.1 La llamada “conso-
cápita que los habitantes de la metrópoli. lidación de vales reales” tenía por objeto que, en la metrópoli,
En el decenio de 1790 la carga fiscal sobre la población la Iglesia vendiera sus propiedades y “prestara” el dinero al
novohispana fue particularmente pesada. Y es que a la coro- real erario. En Nueva España la Iglesia no tenía muchas pro-
na le resultaba ya políticamente imposible sacar dinero de los piedades y las ricas haciendas jesuitas habían pasado a las arcas
impuestos ordinarios. Así, con motivo de los conflictos bélicos de la real hacienda con el nombre de temporalidades. Lo que
en los que se vio inmiscuido el imperio español (la guerra con- sí tenía era mucho dinero que recibía de ricos y pobres para la
tra los franceses en 1793 y el conflicto con Inglaterra en 1796), celebración de misas por el sufragio de sus almas. El Juzgado
la corona debió solicitar préstamos y donativos. Éstos se dife- de Capellanías y Obras Pías prestaba así estos fondos para que
renciaban de los impuestos tradicionales porque el monarca se pudieran operar haciendas, ranchos y obrajes. Fue este dinero
comprometía a pagar réditos por tales aportaciones. el que debía “recoger” la Iglesia de sus deudores para “pres-
Y así fue hasta pocos años antes de la consumación de la tarlo” a la real hacienda.
independencia; el rey pagaba intereses a los “recaudadores” El decreto de Consolidación de Vales Reales se promulgó en
más efectivos del virreinato: el consulado de México, los recién Nueva España a fines de 1804 y su impacto fue enorme: se
creados (1795) consulados de Veracruz y Guadalajara y el Tri- redujo la disponibilidad de crédito y de capital para que tra-
bunal de Minería. Sin embargo, cuando las urgencias fueron bajaran múltiples unidades de producción; se agotaron los fondos
muchas, el monarca, con la ayuda de sus intendentes, echó ma- de ahorros, y muchas personas e instituciones cayeron en la
no de los dineros que no eran suyos pero que por ley estaban pobreza. El decreto fue suspendido a principios de 1809 como
bajo su custodia. Este dinero se hallaba en las cuentas de pro- consecuencia del golpe de Estado contra el virrey José de Itu-
pios y arbitrios (recursos de pueblos, villas y núcleos urbanos), rrigaray (1803-1808); empero, sus efectos fueron duraderos,
de bienes de comunidades indígenas (el “ahorro” de los pueblos pues mermaron la capacidad de la economía para recuperar-
indios para sus emergencias), montepíos (dinero de los funcio- se en el corto y mediano plazos.
narios civiles y militares para sus viudas), etc. Este dinero nunca
fue reembolsado y mucho menos se pagaron réditos. Algunas
cuentas desaparecieron en la etapa liberal (1808-1814; 1820- 1 Esto es, el monarca pidió préstamos a sus súbditos y a cambio emitió vales rea-
1821), otras debieron comenzar de nuevo después de 1821. les (papeles con la firma del rey que llevaban impreso el valor de lo prestado). És-
tos fueron utilizados por las personas como si fuera dinero. En un principio el
valor al que eran aceptados era el que estaba impreso en el papel. Sin embargo,
con el tiempo y al ser emitidos cada vez más papeles, el valor comenzó a ser me-
nor. El deseo de la corona de “estabilizar el precio” respondía a que, si nadie
aceptaba vales reales o los aceptaba a precio muy reducido, la corona ya no po-
día pedir prestado, al menos no mediante el mecanismo de los papeles de deuda.
236 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
José de Iturrigaray, anónimo, óleo sobre tela, siglo XVIII. Sala de Cabildos del
Palacio del Ayuntamiento del Distrito Federal.
238 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LAS REFORMAS BORBÓNICAS 239
importantes aún eran las mercancías importadas, que se intro- prescindible azogue llegara al virreinato y que las autoridades
ducían por Veracruz y llegaban a venderse en Chihuahua y aun metropolitanas pudieran hacer uso del dinero que generaba es-
más al norte. La satisfacción del mercado de productos impor- ta rica colonia. Dicho proceso funcionaba así: el rey de España
tados se logró tanto por la liberalización del comercio exterior, pedía dinero prestado a un financiero, por ejemplo francés, y
que llegó a su máxima condición en 1789, como por el llamado éste cobraba el préstamo en la tesorería de la ciudad de México,
comercio neutral, que debió aceptar España en vista del blo- donde se hallaban los recursos provenientes de los impuestos
queo de sus puertos por parte de Inglaterra durante las guerras ordinarios, préstamos, donativos y, después del decreto de con-
que sostuvieron las dos naciones. Esta forma de comercio con- solidación de vales reales, la Iglesia, que había cobrado a los
sistió en el permiso que la corona española dio a países no in- productores novohispanos para prestarle al rey. Por cierto, estos
volucrados en el conflicto para que entraran y salieran de recursos acabaron en las arcas francesas de Napoleón Bona-
puertos novohispanos. La utilidad de tal medida era que el im- parte como resultado de un acuerdo que la monarquía española
240 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LAS REFORMAS BORBÓNICAS 241
había suscrito con él (1803) para apoyarlo en sus campañas mostró un crecimiento relativo por su especialización en la pro-
bélicas contra Inglaterra. Así, una parte importante del ahorro ducción de bienes que le permitieron una mayor vinculación
de los novohispanos financió un conflicto en el que poco tenían mercantil con el centro del virreinato; el caso más importante
que ver los habitantes del virreinato. fue el de la ganadería y sus productos derivados, actividad pa-
Hacia el interior, Nueva España contaba con un mercado ra la cual la ciudad de México, los valles centrales y el Bajío
más dinámico. El Bajío y Michoacán continuaron abasteciendo eran ya para fines de siglo un gran mercado. En caso similar
a la minería y cada vez proporcionaban más manufacturas a se hallaba la porción norte de Oaxaca, que abastecía de gana-
centros urbanos del virreinato y las Antillas. Puebla abastecía dos y azúcar a los mercados centrales. En esta intendencia,
de harinas a esta última región, y si bien la competencia nor- particularmente en la zona de la Mixteca Alta, continuó la pro-
teamericana acabó con este negocio con motivo del comercio ducción del tinte de grana cochinilla, que se exportaba a otros
neutral, su producción textil logró colocarse en Zacatecas, Si- países donde era cada vez más demandado, de ahí que en es-
naloa, Durango, Oaxaca y Guatemala. ta región no desapareciera el repartimiento de mercancías,
El crecimiento demográfico y el de la capital de la intenden- pues todavía era un negocio demasiado jugoso para obedecer
cia de Guadalajara la colocaron en un lugar muy importante de el mandato real. Los valles alrededor de la ciudad de Oaxaca
la economía novohispana; en el periodo se expandieron sus sostenían su economía mediante el abasto a esta última y el
centros manufactureros y se intensificaron los intercambios comercio con la zona del istmo, Chiapas y Guatemala. Yucatán
mercantiles en los que participaban activamente las comuni- recibió, a su vez, de parte de la corona un tratamiento distin-
dades indígenas. El progreso de Guadalajara respondió en to del resto de Nueva España; por ejemplo, le fue concedida la
buena parte al impulso que le dio a su economía el Consulado libertad comercial en 1770, creando en la provincia una especie
de Comerciantes de esa ciudad, creado en 1795. A diferencia de derecho para gozar de una situación especial, lo que produ-
del de México, esta corporación aplicó desde el principio for- jo constantes problemas durante el siglo XIX. Desde el puerto
mas más liberales de intercambio económico. Gracias a ello la de Campeche, Yucatán se convirtió en abastecedor de produc-
feria más grande de Nueva España, la de San Juan de los La- tos regionales al resto del virreinato, Cuba y Nueva Orleans; su
gos, abastecida principalmente por el consulado tapatío, se crecimiento demográfico lo obligó a importar productos de estas
constituyó en el centro de abasto de zonas mineras y urbanas del y otras regiones.
lejano norte. Este último, particularmente el noroeste, experi-
mentó un intenso crecimiento económico por el descubrimien-
to de nuevos yacimientos mineros. EL SENTIMIENTO NACIONALISTA NOVOHISPANO
Por otro lado, la economía de la intendencia de San Luis Po-
tosí (que comprendía los estados actuales de San Luis Potosí, El proceso de cambio en las estructuras de gobierno, las nue-
Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y una porción de Texas) vas formas de educación, las instituciones culturales y la
creció cada vez más por el aumento relativo de sus zonas ur- apertura –casi clandestina– al pensamiento europeo y norte-
banas, entre las que se hallaban Saltillo, Monterrey y varios americano, así como las condiciones económicas, necesaria-
poblados en la colonia de Nuevo Santander. Ante la falta de mente implicaron una modificación en la forma de pensar de
yacimientos mineros de importancia, exceptuando los del ac- los novohispanos. Y cómo no iba a ser así si durante todo el pe-
tual estado de San Luis Potosí, la economía de esta región riodo hubo una constante confrontación entre las cuestiones de
242 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LAS REFORMAS BORBÓNICAS 243
Fernando VII a caballo, Francisco de Goya, óleo sobre tela, siglo XIX. Academia de Bellas Artes
de San Fernando, Madrid, España.
Páginas siguientes: El virrey José de Iturrigaray y su familia, óleo sobre tela, ca. 1805.
Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH.
DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 253
Ignacio Allende, Ramón Pérez, óleo sobre tela, 1865. Palacio Nacional.
254 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
El cura Miguel Hidalgo y Costilla, Antonio Fabrés, óleo sobre tela, 1904. Palacio Nacional.
256 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 257
de los pueblos indios del valle de Toluca? ¿Lo inspiró el temor de Mientras tanto, las Cortes españolas se reunían en Cádiz
repetir los excesos de Guanajuato? ¿Temió verse acorralado por con el fin de decidir el gobierno del imperio en ausencia del
las tropas de Calleja? Lo cierto es que la etapa de las victorias rey legítimo. Los debates y las noticias sobre las Cortes en la
había terminado, pues unos días después los insurgentes tro- península eran leídas ávidamente por los novohispanos y con
pezaron con el ejército realista en Aculco y fueron derrotados. ello se politizaban. Tras largas discusiones se promulgó la Cons-
Allende, inconforme con la dirección de Hidalgo, marchó rumbo titución de 1812, que fue jurada en México en septiembre. La
a Guanajuato, mientras el cura siguió camino a Guadalajara. nueva ley suprema establecía la monarquía constitucional, con
La ciudad recibió entusiasmada a Hidalgo. Éste, sin cali- división de poderes, libertad de imprenta, abolición del tribu-
brar su precaria situación y con el título de alteza serenísima, to, el establecimiento de diputaciones provinciales (seis en la
organizó su gobierno, promovió la expansión del movimien- Nueva España) y ayuntamientos constitucionales en toda po-
to, ordenó la publicación del periódico El Despertador Ameri- blación de mil o más habitantes, que debían organizar milicias
cano, decretó la abolición de la esclavitud, del tributo indígena cívicas para mantener el orden y contribuir a la defensa en caso
y de los estancos, y declaró que las tierras comunales eran de de peligro. Se abolían los virreyes, que eran sustituidos por je-
uso exclusivo de los indígenas. Por desgracia también autori- fes políticos. La constitución satisfacía algunos de los anhelos
zó la ejecución de españoles prisioneros. Allende no tardó en criollos de libertad y representación, pero no les otorgaba la
llegar derrotado, al tiempo que las tropas de Calleja y de José igualdad y la autonomía con que soñaban.
de la Cruz, recién llegado de España, avanzaban hacia Guada- Como los americanos aprovecharon la libertad de prensa
lajara. Aunque estaba convencido de la imposibilidad de la para difundir ideas libertarias en periódicos, hojas volantes y
defensa, Allende tuvo que organizarla. El desastre se consumó folletos, Venegas la suspendió. Mientras tanto, el plan de Ca-
el 17 de enero de 1811 en Puente de Calderón, donde 5 000 lleja para combatir a los insurgentes había logrado cierto éxito,
realistas disciplinados derrotaron a 90 000 insurgentes. lo que aseguró que fuera nombrado jefe político, sucediendo a
Los jefes insurgentes lograron escapar y decidieron marchar Venegas. Calleja difundió la constitución como instrumento
al norte en busca de la ayuda norteamericana. En la hacienda contrarrevolucionario, pero celebró su abolición al volver al
de Pabellón, Allende y Aldama le arrebataron el mando a Hi- trono Fernando VII en 1814, ya que restringía sus poderes. De
dalgo y, en Saltillo, decidieron dejar a Ignacio López Rayón al todas formas, los novohispanos ya habían experimentado su
frente de la lucha. Pero una traición facilitó que Allende, Alda- conversión en ciudadanos.
ma, Hidalgo y José Mariano Jiménez fueran aprehendidos y Al frente de los insurgentes, Rayón instaló en Zitácuaro una
conducidos a Chihuahua, donde fueron procesados y conde- Suprema Junta Gubernativa de América. Los insurgentes con-
nados. En sus dos procesos, Hidalgo enfrentó con honestidad taban con el apoyo de la sociedad secreta de los “Guadalupes”,
la culpa de haber desatado la violencia y ordenado, sin juicio, la que les enviaba dinero, información y consejos, pero Calleja
muerte de muchos españoles, porque “ni había para qué, pues no tardó en desalojarlos de Zitácuaro. Por entonces empezaba
estaban inocentes”. Las cabezas de los cuatro jefes fueron envia- a destacar como gran caudillo el cura Morelos. Sus antece-
das a Guanajuato y se colocaron en las esquinas de la alhóndiga dentes de arriero lo habían familiarizado con gentes y caminos, y
de Granaditas, pero el movimiento había herido de muerte al su natural talento militar lo hizo optar por formar un ejército
virreinato al romper el orden colonial y afectar hondamente la poco numeroso, pero disciplinado y entrenado, al tiempo que
economía y la administración fiscal. su sentido común le permitía sacar provecho de las precarias
DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 259
Retrato de Morelos, Petronilo Monroy Sánchez, óleo sobre tela, 1880. Salón de Cabildos del
Antiguo Palacio del Ayuntamiento del Distrito Federal.
260 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
Francisco Xavier Mina, en Vicente Riva Palacio y Manuel Payno, El libro rojo 1520-1867.
Colección particular.
262 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
Vicente Guerrero, Tiburcio Sánchez, óleo sobre tela, ca. 1881. Salón de Cabildos del Antiguo
Palacio del Ayuntamiento del Distrito Federal.
264 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 265
fes realistas e insurgentes. El plan fue recibido con entusiasmo comunicado y con una población escasa y heterogénea, estaba
por la población y el ejército, a excepción de jefes militares y au- expuesto por el norte al expansionismo de Estados Unidos.
toridades de la capital, y algunos comandantes peninsulares. Aunque pleno de optimismo, el imperio, dividido, desorgani-
Mientras tanto, en Madrid, los diputados novohispanos ha- zado, en bancarrota, con una enorme deuda de 45 millones de
bían logrado que se nombrara al liberal Juan de O’Donojú jefe pesos y habitantes sin experiencia política, nacía sobre bases
político de Nueva España. También, en un último intento por endebles. El reconocimiento de O’Donojú hizo que el camino
lograr la autonomía dentro del imperio español, presentaron del nuevo Estado pareciera expedito, pero aquél murió en oc-
una proposición federalista en junio de 1821 que ni siquiera tubre y privó a la nación de su experiencia y de la legitimidad
fue discutida, por lo que se retiraron. O’Donojú llegó a Vera- que personificaba. Así, concluidos los festejos, la nación queda-
cruz en julio, cuando el movimiento de Iguala ya se había ex- ba frente a la ardua tarea de controlar el territorio, reanudar el
tendido por todo el virreinato, lo que lo convenció de que la cobro regular de impuestos, despertar lealtad en los ciudada-
independencia era irreversible. Por tanto, informó al gobierno nos y lograr el reconocimiento internacional para regularizar
que era imposible contrarrestarla: “Nosotros mismos hemos sus relaciones con el exterior.
experimentando lo que sabe hacer un pueblo cuando quiere Iturbide constituyó una Junta Provisional Gubernativa con
ser libre”. Convencido, decidió entrevistarse con Iturbide, con individuos simpatizantes de diversas propuestas pero sin in-
quien firmó los Tratados de Córdoba en los que reconocía la surgentes, también ausentes de la regencia de cinco miembros
independencia y el establecimiento de un Imperio Mexicano, elegidos por la junta. Iturbide, como presidente de la regencia,
pero que salvaba la unión con España al ser encabezado por de inmediato convocó la elección de diputados para el congreso
un miembro de la dinastía reinante. Enseguida, O’Donojú exi- nacional que debía redactar la constitución del imperio, pero,
gió la capitulación del ejército que ocupaba la capital, lo que ignorando la convocatoria de 1810 para elegir diputados a
permitió que el 27 de septiembre de 1821 una ciudad engala- Cortes, optó por una representación corporativa que favorecía
nada con arcos triunfales recibiera entusiasmada al libertador a las elites. Elegidos los diputados, el congreso comenzó sus
Iturbide, a Guerrero y al Ejército Trigarante. Desfiles, juegos trabajos el 24 de febrero de 1822. En aquel entonces había
pirotécnicos y canciones celebraron la independencia y al liber- llegado la feliz noticia de la anexión de la capitanía de Guate-
tador, mientras el optimismo general disimulaba las contra- mala que, en bancarrota y amenazada de fragmentación, bus-
dicciones existentes entre realistas e insurgentes. caba una salida; pero también llegó otra poco satisfactoria: las
Cortes habían desconocido los Tratados de Córdoba. De inme-
diato los monarquistas empezaron a enfrentarse al grupo que
SE FUNDA EL ESTADO MEXICANO favorecía la coronación de Iturbide.
La situación era complicada. La rebaja de impuestos y
La lucha y la Constitución de 1812 habían favorecido la desor- la desorganización de su cobro, sumadas a la percepción de
ganización de la Nueva España, cuyo enorme territorio, mal que la independencia liberaba a los habitantes de su pago, hi-
cieron escasear los recursos. La urgencia por pagar el sueldo de
empleados y militares requería que el congreso legislara el arre-
Páginas siguientes: Solemne y pacífica entrada del ejército de las tres garantías en la capital
de México el día 27 de septiembre del memorable año de 1821, óleo sobre tela, ca. 1825.
glo de la hacienda pública y del ejército, amén de redactar la
Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH. constitución, pero su inexperiencia distrajo a los diputados en
268 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 269
formalismos. El también inexperto Iturbide tampoco supo enfren- El congreso no sólo decretó la ilegalidad del imperio, sino que
tar la situación y, al chocar con los congresistas, amenazó con declaró a Iturbide fuera de la ley si tocaba territorio nacional.
la renuncia. En medio de su popularidad, el rumor de su renuncia Este decreto establecía que, al intentar volver al territorio me-
sirvió para que el sargento Pío Marcha instigara al regimiento xicano en 1824, Iturbide fuera fusilado.
Celaya a amotinarse la noche del 18 de mayo al grito de “¡Viva Fracasado el experimento político monárquico, el país se en-
Agustín I, emperador de México!”. El populacho de la capital contró sin ejecutivo. El congreso reinstalado no dudó en asumir
no tardó en sumarse exigiendo que el congreso discutiera la el poder total y el 31 de marzo nombró un triunvirato forma-
propuesta. Éste, en lugar de negarse, deliberó esa noche en do por Pedro Celestino Negrete, Guadalupe Victoria y Nicolás
medio de la gritería y, como muchos diputados apoyaban la Bravo para ejercer como Supremo Poder Ejecutivo. Las dipu-
petición, una mayoría votó a favor de su coronación. taciones provinciales y el ejército se negaron a obedecerlo y
En medio de las privaciones y del descontento de los insur- exigieron una convocatoria para elegir un nuevo congreso, de
gentes republicanos, Iturbide se coronó el 21 de julio, aunque acuerdo con el Plan de Casa Mata.
con menos facultades que cuando era presidente de la regen- Centroamérica, que en la época virreinal se había adminis-
cia. El descontento y la llegada de Mier, liberado de San Juan trado aparte, fue la única en separarse en forma permanente,
de Ulúa, dieron lugar a conspiraciones. El emperador procedió a pero como Guadalajara, Oaxaca, Yucatán y Zacatecas se de-
encarcelar a los sospechosos, con lo que creó una situación tan clararon estados libres y soberanos, la desintegración pareció
crítica que varios diputados le aconsejaron disolver el congreso. inminente. El poder ejecutivo nombró a Lucas Alamán secre-
Efectuada la disolución el 21 de octubre, Iturbide lo sustituyó tario de Relaciones, quien, para impedir que el territorio se
por una junta nacional instituyente, elegida entre los mismos fragmentara, movilizó al ejército contra la provincia más viru-
miembros del congreso. lenta, Guadalajara. Los representantes de ésta y Zacatecas
Este suceso, unido al temor de las provincias frente al centra- acordaron reconocer la autoridad del congreso a condición de
lismo favorecido por Iturbide, más la imposición de préstamos que el territorio se organizara como una federación. El con-
forzosos, había producido un malestar que iba a aprovechar el greso se resistió a hacerlo, pero el temor a la fragmentación,
joven brigadier Antonio López de Santa Anna para pronun- como la de los virreinatos meridionales, lo llevó a ceder y a
ciarse. El 2 de diciembre de 1822, desde Veracruz, desconoció convocar la elección de un nuevo congreso constituyente.
a Iturbide, exigió la restauración del congreso y el estableci- El nuevo congreso se instaló en noviembre de 1823 con una
miento de un gobierno republicano. El plan apenas logró apoyo, mayoría federalista pero dispuesta a mantener la unión. De esa
pero en cambio sirvió para que las sociedades secretas o logias manera, el acta del 31 de enero de 1824 constituyó los Estados
masónicas armaran una coalición entre las tropas enviadas a Unidos Mexicanos y, después de largos debates, para septiembre
combatirlo, mismas que el 2 de febrero de 1823 lanzaron el tenía listo el texto de la Constitución de 1824, que fue jurada
Plan de Casa Mata. Éste exigía la elección de un nuevo congreso en octubre. En ella se establecía una república representativa,
y, como reconocía la autoridad de las diputaciones provinciales, popular y federal formada por diecinueve estados, cuatro terri-
conquistó el apoyo regional. Iturbide, confiado en que el plan torios y un Distrito Federal; mantenía la católica como religión
no atentaba contra su persona, se limitó a reinstalar el congre- de Estado, sin tolerancia de otra, y un gobierno dividido en
so disuelto. Pero como el malestar no se acallara, abdicó el día tres poderes, con el legislativo como poder dominante. El ejecu-
22 y el 11 de mayo se embarcó con su familia rumbo a Italia. tivo quedó en manos de un presidente y un vicepresidente, y el
270 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
permitieron que funcionara la primera presidencia y que se pu- añil, vainilla, cochinilla, henequén y azúcar. La mayor parte
diera expulsar a los españoles de San Juan de Ulúa, su último del comercio se hacía por Veracruz, Tampico, Matamoros, Cam-
reducto en territorio mexicano. Por desgracia, el país no pudo peche, Sisal, Mazatlán, Guaymas y San Blas, y estuvo azotado
pagar los intereses, con la consiguiente pérdida de crédito y la por el contrabando. Algunas rutas establecidas en el norte, en
pesadilla que significó la deuda para todos los gobiernos. especial entre Santa Fe, Chihuahua y Texas con Estados Uni-
La anhelada libertad de comercio se inauguró con la inde- dos, resultaron especialmente exitosas y, por desgracia, sirvieron
pendencia y permitió la llegada de comerciantes europeos y para alimentar la ambición territorial del vecino del norte.
norteamericanos. El comercio permaneció casi paralizado du- A pesar del estancamiento económico, el recuerdo del lustre
rante las primeras décadas, afectado por el marasmo económico, novohispano, las ambiciones despertadas por la publicación
las malas comunicaciones, la inseguridad, el alto costo de la del libro de Alejandro de Humboldt y la indispensable plata
arriería y la falta de moneda flexible. Iturbide había recurrido mexicana patrocinaron la llegada de capitales británicos y ale-
a la emisión de papel moneda, pero fue suprimida por su caída. manes a la minería. Pero la inyección de capital y la introducción
De esa manera, las libranzas sirvieron como sustituto. En 1829 de la máquina de vapor no fueron suficientes para mantener
se introdujo la moneda de cobre para favorecer transacciones la vieja producción, que se redujo a la mitad. A excepción de
menores, pero como no tardó en falsificarse en gran escala se Zacatecas, la recuperación de la minería fue lenta, pero logró
retiró en 1841, con enormes pérdidas para la hacienda pública. exportar legalmente un promedio de 15 millones de pesos anua-
Las grandes esperanzas que se pusieron en la libertad de les de plata, y otro tanto de contrabando.
comercio no tardaron en ser traicionadas por una realidad que La agricultura, tan afectada por la pérdida de fuerza de
destruyó la incipiente industrialización iniciada a fines del siglo trabajo, la inseguridad y el costo del transporte, también tardó
XVIII. De todas maneras, los grandes paquebotes que llegaron en reponerse. Las haciendas permanecieron en manos criollas
con mercancía a puertos mexicanos procedentes de Europa y y sus dueños continuaron con la diversificación de sus empresas
Estados Unidos animaron ciertas transacciones. Los británicos para defenderse de las fluctuaciones económicas. La produc-
no tardaron en dominar el comercio de mayoreo de manta ba- ción de azúcar, café o henequén para exportación llevó a las
rata, hilazas, instrumentos y maquinaria, mientras que el de grandes haciendas a invadir las tierras de los pueblos, lo que
artículos de lujo se convirtió en coto francés. En los tratados fue causa de insurrecciones rurales.
internacionales se reservó el comercio de menudeo para los Tampoco pudo echarse a andar el sueño de construir ferro-
mexicanos, pero no se pudo evitar que franceses y españoles lo carriles para solucionar el problema de las comunicaciones, pues
invadieran, lo que ocasionó graves problemas diplomáticos estuvo obstaculizado por la falta de financiamiento y sólo se lo-
que forzaron al gobierno a eliminar su prohibición en 1842. La gró construir 18 kilómetros de vía férrea. La misma suerte
libertad de comercio también tuvo consecuencias políticas, ya afectó la formación de una flota mercante; sólo los yucatecos
que algunos comerciantes eran cónsules o vicecónsules de sus contaron con una flota de pequeñas embarcaciones para el comer-
países y se inmiscuían o instigaban pronunciamientos, en es- cio de cabotaje.
pecial en Veracruz y Tampico, para aprovechar los descuentos La vida política tampoco conquistó la estabilidad, y la pla-
de impuestos que les hacían los rebeldes. ga del faccionalismo producida por las logias masónicas y los
Las exportaciones mexicanas continuaron siendo princi- pronunciamientos militares haría que pronto se esfumara la
palmente de plata, aunque también salieron el palo de tinte, paz, aunque hay que advertir que, con excepción de las de
276 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
El primer presidente de México, Guadalupe Victoria, anónimo, óleo sobre tela, siglo XIX.
Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH.
278 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 279
Antonio López de Santa Anna, Carlos Paris, óleo sobre tela, ca. 1831.
Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH.
284 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 285
des territorios a algunos “empresarios”, quienes se comprome- autorizara el uso del inglés en trámites administrativos y judi-
tían a poblarlos con colonos honestos que recibirían tierra ciales, y aprobara el juicio por jurado, es decir, tribunales en
prácticamente gratis, pagando a los empresarios sólo el deslinde los que los transgresores de las leyes serían juzgados por los
y la división de los terrenos. El estado de Coahuila y Texas cobró propios ciudadanos.
la titulación de la propiedad y un simbólico pago. Por desgra- Pero la reapertura de la aduana en 1835, al vencerse el nuevo
cia, la enorme frontera, la lejanía y la falta de recursos favorecie- periodo de exención de impuestos, volvió a inquietar los áni-
ron que una mayoría protestante y esclavista entrara y violara mos. El comandante militar no supo resolver los problemas y
las leyes, de forma que en las colonias privaba la ilegalidad. los anexionistas volvieron a manipular el temor de los colonos al
Es verdad que el Congreso Constituyente de 1824, al unir antiesclavismo mexicano para inclinarlos hacia la independen-
Texas a Coahuila, provocó muchos problemas, pero para 1834 cia. A fin de fortalecer su movimiento, los colonos hicieron un
la mayoría de ellos se había resuelto. Las verdaderas fuentes de llamado a los norteamericanos para sumarse a su lucha por la
fricción eran la esclavitud y la instalación de aduanas, una vez libertad. Por tanto, en Estados Unidos se formaron miles de clu-
vencidos los plazos de exención. Desde los debates de la consti- bes que reclutaron voluntarios y reunieron armas y recursos. El
tución del estado, el empresario anglosajón Esteban Austin había presidente Andrew Jackson, a su vez, declaró la “neutralidad”
chantajeado a los diputados que querían abolir la esclavitud, en un problema interno mexicano, que además no respetó.
preguntándoles con qué fondos iban a pagar a sus dueños el valor El gobierno optó por el envío de una expedición para some-
de sus “propiedades”. Por tanto, la Constitución de 1827 sólo se ter la rebelión texana, al mando del general Santa Anna. La
limitó a declarar que “en el estado nadie nace esclavo”. En 1829 pobreza del erario y la improvisación del ejército propiciaron
Guerrero declaró la abolición de la esclavitud en México, pero su mala organización y abastecimiento, pero la campaña se
exentó de su vigencia a Texas, a condición de que no se impor- inició con éxito y en una sangrienta batalla se recuperó el fuer-
tara ni un solo esclavo más. Pero el hecho de que en un futuro te del Álamo. Eso no impidió que, al mismo tiempo, los texanos
cercano desapareciera la esclavitud inquietó a los colonos. declararan la independencia el 6 de marzo de 1836 y nombra-
De cualquier forma, iba a ser la ley de colonización de ran un gobierno provisional en el que el mexicano Lorenzo de
1830, que prohibía la inmigración de angloamericanos, la que Zavala fue designado vicepresidente. Santa Anna emprendió la
generalizaría el descontento, mismo que aumentó al abrirse la persecución de tal gobierno y en un descuido cayó prisionero.
primera aduana en 1832. En la villa de Anáhuac provocó una El segundo al mando, el general Vicente Filisola, obedeció ór-
revuelta que desembocó en la reunión de la primera conven- denes del presidente prisionero de retirar las tropas más allá del
ción de angloamericanos. Los especuladores anexionistas, río Grande (más tarde Bravo), lo que aseguró la independen-
llegados a fines de los años veinte, se encargaron de utilizar cia de Texas y sus pretensiones de que ésa fuera la frontera del
hábilmente “estos agravios” para azuzar a los colonos pacíficos. departamento. Las penurias mexicanas frenaron el envío de
Una segunda convención decidió que Austin viajara a México una nueva expedición, no sin que la recuperación de Texas se
para presentar al congreso algunas peticiones. Austin, que tenía convirtiera en una obsesión que impediría al gobierno atender
muchos amigos entre los diputados radicales de 1833, logró que las advertencias británicas de reconocer la independencia pa-
se anulara la prohibición de inmigración angloamericana, que se ra evitar pérdidas mayores.
extendiera el plazo de exención de impuestos, y que Coahui- El centralismo no tardó en traicionar las esperanzas que
la hiciera reformas para aumentar la representación texana, había despertado. Apenas puesto en práctica, la supresión de
286 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 287
Al día siguiente, en la villa de Guadalupe, Santa Anna re- A pesar de la hostilidad de monarquistas y radicales, el
nunciaba a la presidencia, que fue asumida por Manuel de la gobierno llevó a cabo las elecciones y logró que el congreso
Peña y Peña, presidente de la Suprema Corte de Justicia, quien reunido en Querétaro aprobara el tratado en mayo. La elección
trasladó el gobierno a Querétaro. A pesar de la oposición acti- presidencial favoreció a Herrera, quien en junio restablecía el
va de radicales y monarquistas, los moderados lograron reunir gobierno en la ciudad de México. Herrera emprendió la reor-
al congreso y a varios gobernadores para darle visos de cierta ganización del país en una atmósfera de depresión general, con
normalidad al gobierno. amenazas de pronunciamientos monarquistas y federalistas, y
Mientras tanto, las victorias habían generado en Estados enfrentando levantamientos indígenas en varios estados, en
Unidos un expansionismo estridente que clamaba por absor- especial en Yucatán. Pero no era todo, el país sufría también
ber todo México. Polk había enviado a Nicholas Trist para ataques de indígenas y de filibusteros norteamericanos que
negociar la paz, pero ante las victorias norteamericanas le or- buscaban nuevas tajadas de territorio.
denó volver para que exigiera más territorio en el tratado de El gobierno de Herrera logró reorganizar la administración
paz. La orden puso a Trist en un dilema moral; además, ya y reducir el ejército, pero no neutralizar la polarización política
había aceptado la comunicación del gobierno mexicano con entre federalistas moderados y radicales y monarquistas, amén
los nombres de los comisionados con los que negociaría: Luis del grupo que respondía al general Santa Anna. La amargura
G. Cuevas, Bernardo Couto y Miguel Atristáin. Instado por el llevó a las facciones políticas a acusarse mutuamente por la
general Winfield Scott, general en jefe del ejército que había derrota, lo que en cierta forma las obligó a definir sus princi-
marchado de Veracruz a México, y por el ministro británico, pios. Así, en 1849 aparecía el partido conservador, con un pro-
Trist decidió desobedecer e iniciar la difícil negociación que grama estructurado por Alamán, que empujó a los federalistas
culminó el 2 de febrero de 1848 con la firma del tratado de paz a definirse como partido liberal.
en la villa de Guadalupe. Trist confesaría a su familia la ver- En 1851 Herrera entregó pacíficamente la presidencia a su
güenza que lo había invadido “en todas las conferencias [an- sucesor, Mariano Arista, quien, menos afortunado, sucumbió
te]…la iniquidad de la guerra, como un abuso de poder de ante los ataques y pronunciamientos que lo llevaron a renun-
nuestra parte”. En el tratado, México reconocía la pérdida ciar. Después del interinato del presidente de la Suprema Corte
de más de la mitad de su territorio. Se aprobó una indemni- de Justicia, un acuerdo militar impuso al general Manuel María
zación de 15 millones de pesos por daños y el prorrateo de la Lombardini mientras los estados realizaban la elección del pre-
deuda externa mexicana que correspondía a los territorios per- sidente provisional, quien convocaría un congreso. Para en-
didos, pues éstos habían sido conquistados por la fuerza de las tonces todos los partidos habían llegado a la conclusión de que
armas. Los comisionados lograron salvar Baja California y Te- era necesario un gobierno fuerte. De esa manera, realizadas las
huantepec y asegurar los derechos de los mexicanos que vi- elecciones, los votos favorecieron al general Santa Anna, exi-
vían en las tierras perdidas. En el artículo XI, el único favorable liado en Colombia.
a México, Estados Unidos se comprometía a defender la fron- El 20 de abril de 1853 volvió al poder el irresponsable ve-
tera del ataque de los indios de las praderas, pero esto nunca se racruzano. El conservador Alamán le presentó un plan que se
cumplió. Al presentar el tratado al congreso, De la Peña subra- centraba en la necesidad de un gobierno fuerte pero responsable,
yó que se había firmado para recuperar las zonas ocupadas y sin representación alguna, con un ejército respetable, unido re-
que “la república sobreviviera a su desgracia”. ligiosamente y con apoyo europeo. El liberal Miguel Lerdo de
DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 297
Miguel Lerdo de Tejada, anónimo, tarjeta de visita, siglo XIX. Colección particular.
298 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
ban que sólo una república representativa, federal y popular obstante, Comonfort salió a combatir el movimiento poblano
similar al modelo norteamericano podía garantizarlo, por lo prorreligión y fueros, y al vencerlo no dudó en imponerle un
que consideraban urgente borrar toda herencia colonial, eli- castigo ejemplar y expropió los bienes del obispado de Puebla.
minar corporaciones y fueros, y desamortizar los bienes del También promulgó dos leyes reformistas: la Ley Lerdo, que
clero y las propiedades comunales para convertir a México en desamortizaba las fincas rústicas y urbanas propiedad de cor-
un país de pequeños propietarios. Pero la forma de llevar a ca- poraciones civiles y religiosas, y la Ley Iglesias, que prohibía
bo esta tarea dividía a los liberales. Los moderados querían el cobro de obvenciones parroquiales a los pobres. Los decretos
hacerlo lentamente para evitar toda resistencia violenta, y por fueron repudiados por el arzobispo de México, que los consi-
tanto se inclinaban por restaurar la Constitución de 1824, re- deró un ataque a la Iglesia.
formada. En cambio, los puros se inclinaban por una reforma Efectuadas las elecciones, el Congreso Constituyente se reunió
drástica y, en consecuencia, por una nueva constitución. el 14 de febrero de 1856. Aunque la mayoría era moderada,
El movimiento de Ayutla había logrado sostenerse gracias los puros dominaron los debates, que fueron ardientes. Los te-
a la protección de las montañas del sur y el acceso al mar que mas más polémicos fueron la educación y la tolerancia de cultos.
ofrecía Acapulco, pero ante la urgencia de recursos el general Los liberales aspiraban al control de la educación para modelar
Comonfort había viajado a Estados Unidos para conseguirlos, a los ciudadanos del futuro, pero, congruentes con sus convic-
con poco éxito. No obstante, las circunstancias políticas lo fa- ciones, transigieron en la libertad de enseñanza. No se atrevieron
vorecieron. En 1855 estalló un movimiento moderado en el a declarar la tolerancia religiosa ante el temor general de un
Bajío, seguido de otro monarquista en San Luis Potosí que pre- movimiento popular, pero se eliminó la católica como religión de
tendía poner a Agustín de Iturbide hijo en el trono de un nuevo Estado y se declaró que no se prohibía “el ejercicio de culto al-
imperio. Esto auspició una coalición de liberales puros y mo- guno”. Algunos liberales pretendieron la adopción del modelo
derados y el regreso de los desterrados, al tiempo que las huestes anglosajón del juicio por jurado como institución democrática,
de Álvarez, que se habían extendido lentamente, avanzaban y pero no se aprobó. También se debatió una reforma agraria, pe-
hacían huir a Santa Anna el 17 de agosto de 1855. ro al final en la constitución sólo se incluyó la Ley Lerdo, que
Para el 16 de septiembre los liberales ocupaban la capital. aseguraba la propiedad individual de la tierra.
El 14 de octubre una junta de representantes estatales eligió La constitución promulgada el 5 de febrero de 1857 no era
presidente provisional a Juan Álvarez, quien formó su gabinete radical, pero introdujo en forma sistemática los “derechos del
con liberales puros: Melchor Ocampo, Benito Juárez, Poncia- hombre”: libertad de educación y de trabajo; libertad de ex-
no Arriaga y Guillermo Prieto, miembros de la generación que presión, de petición, de asociación, de tránsito, de propiedad;
empezaba a descollar. Casi de inmediato se iniciaba la reforma igualdad ante la ley, y la garantía de no ser detenido más de
al promulgarse la Ley Juárez, que suprimía los fueros militar tres días sin justificación. La constitución ratificaba la soberanía
y eclesiástico, lo cual posibilitaba la igualdad civil ante la ley. del pueblo constituido en “república representativa, democrá-
La Iglesia, que venía reorganizándose desde la década de tica y federal formada por estados libres y soberanos en todo lo
1840, comenzó el contraataque. concerniente a su régimen interior”, con un gobierno dividido en
Juan Álvarez renunció a la presidencia el 11 de diciembre los tres poderes, con un legislativo unicameral como poder do-
y fue relevado por el moderado Comonfort, quien de inmedia- minante. Mantuvo el sistema indirecto de elecciones y simplificó
to sustituyó a los miembros del gabinete con moderados. No la del presidente de la república, que sería “indirecta en pri-
302 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 303
Benito Juárez, José Escudero y Espronceda, óleo sobre tela, 1870. Palacio Nacional.
Páginas siguientes: La batalla de Calpulalpan, Decaen, litografía, 1860.
Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH.
308 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 309
Los conservadores, a su vez, recurrieron a los europeos, y La flota española llegó a Veracruz en diciembre y, en ene-
con los españoles firmaron el Tratado Mon-Almonte, que reco- ro, arribaron la francesa y la inglesa. Recibido el ultimátum,
nocía una convención de 1853 firmada por Santa Anna, en la Juárez envió al ministro Manuel Doblado a negociar con los
que se aceptaban deudas dudosas. Además contrataron un intervencionistas. Para evitar las fiebres tropicales, Juárez
oneroso préstamo con el banquero suizo Jécker y enajenaron autorizó el desembarco de las tropas a condición de que se vol-
dinero de la representación británica, lo que los desacreditó vieran a embarcar si no se llegaba a un acuerdo. Doblado ase-
con el extranjero y aumentó las reclamaciones contra el gobier- guró que la suspensión era temporal y que los pagos se
no mexicano, así como sus deudas. reanudarían en cuanto fuera posible. Los británicos y españo-
El fracaso del sitio de Veracruz facilitó el triunfo liberal. les aceptaron, pero los franceses no sólo se negaron, sino que
Las victorias de Silao y Calpulalpan abrieron a los liberales las en lugar de embarcarse, desembarcaron más hombres, entre
puertas de la capital. Juárez hizo su entrada el 11 de enero de ellos algunos monarquistas mexicanos, como Juan N. Almon-
1861, pero la paz distaba de haberse conquistado. Despecha- te, hijo de Morelos.
dos por la derrota, los conservadores incrementaron sus cons- El 17 de abril los franceses iniciaron su avance. En situa-
piraciones en Europa y recurrieron al asesinato, cobrando ción tan crítica, Juárez decretó una amnistía a los militares con-
como víctimas a Ocampo, Leandro Valle y Santos Degollado. servadores y autorizó la formación de guerrillas. Ignacio
Por su parte, Juárez decretó la expulsión del delegado apostó- Zaragoza se preparó para defender Puebla del mejor ejército del
lico, del arzobispo, de varios obispos y de los ministros de mundo. El conde de Lorencez, confiado en la total superioridad
España, Guatemala y Ecuador, que habían apoyado a los con- de sus tropas, no atendió las advertencias de Almonte y el 4 y 5 de
servadores. mayo las “gavillas” de Zaragoza lo derrotaron. La humillación
Las elecciones dieron el triunfo a Juárez quien, de inme- sólo sirvió para que Napoleón enviara 30 000 soldados más con
diato, reorganizó la administración y la educación y decretó la un nuevo mando.
adopción del sistema métrico decimal. Pero la escasez de fon- Un año más tarde las tropas mexicanas se concentraron en
dos lo forzó a suspender el pago de las deudas del gobierno, Puebla sin el general Zaragoza, que había muerto de tifo. Des-
tanto los intereses de los préstamos usurarios británicos como pués de un largo sitio, la ciudad sucumbió ante los franceses.
los de las reclamaciones españolas y francesas. La medida fue Juárez se vio forzado a abandonar la capital, que fue ocupada
aprovechada por los monarquistas mexicanos residentes en en junio. Los franceses convocaron una asamblea de notables
Europa para interesar al emperador de Francia, Napoleón III, que proclamó el imperio el 19 de julio y anunció que se invitaría
en el proyecto de instaurar una monarquía en México. El em- a Maximiliano de Habsburgo a ocupar el trono mexicano. La
perador francés soñaba con construir un imperio “latino” que regencia nombrada, formada con algunos destacados generales,
sirviera de muro de contención a la expansión anglosajona, de civiles y eclesiásticos, entre ellos el arzobispo Labastida, resul-
manera que vio en la suspensión de pagos la coyuntura para tó sólo decorativa, pues las decisiones las tomaba el mariscal
intervenir y convocó a Gran Bretaña y España para discutir el Achille Bazaine, de acuerdo con las instrucciones de Napoleón
asunto. En Londres, el 31 de octubre de 1861 los tres países III. Mientras llegaba el emperador, el ejército francés fue ocu-
firmaron una convención que los comprometía a bloquear los pando una a una las ciudades del país gracias a su superioridad
puertos mexicanos del Golfo para presionar la reanudación de militar. No obstante, el asedio de las guerrillas liberales, así co-
pagos, sin intervenir en la política interna. mo el encono popular alimentado por la arrogancia de las tropas
DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 311
El emperador de México Maximiliano de Habsburgo, Munich, Albert Graefle, óleo sobre tela,
1865. Museo Nacional de Historia, Conaculta-INAH.
312 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 313
Como buen liberal, comprometido con el desarrollo y el pro- una comisión binacional para resolverlas. Ésta logró dictami-
greso, Juárez deseaba favorecer todas las ramas productivas: nar las reclamaciones norteamericanas, pero dejó pendientes las
inversiones, comunicaciones (en especial líneas telegráficas, ca- mexicanas. En 1869 se presentó la oportunidad de ampliar
minos y ferrocarriles) y colonización. No sólo aprobó algunos las relaciones mexicanas con dos nuevos estados: el Reino de
proyectos de inversión norteamericana, sino que reconoció el Italia y la Confederación Alemana del Norte.
contrato que el imperio había firmado para construir el ferro- Al llegar las elecciones de 1871, aunque la popularidad de
carril de Veracruz a México. Su ministro Romero ambicionaba don Benito había declinado, pudo reelegirse. Esta vez Díaz no
fundar un banco nacional de emisión para uniformar la mone- se resignó a la derrota y pronunció el Plan de La Noria el 8 de
da circulante, pero la falta de fondos lo imposibilitó, de manera noviembre, “contra la reelección indefinida”. A pesar de sus
que tuvo que resignarse con el funcionamiento del Banco de conexiones regionales, el movimiento progresó lentamente y
Londres, México y Sudamérica. los generales juaristas lograron contenerlo. La habilidad políti-
Por su experiencia personal, Juárez dio prioridad a la edu- ca de Juárez le permitió aprovechar la división de los liberales
cación. Desde el principio se mostró dispuesto a promoverla para sostenerse durante su última estación, a pesar de sus ad-
como medio para alcanzar el anhelado progreso, integrar a las versidades personales y una frágil salud. Juárez murió en la
etnias indígenas y proporcionarles un lugar digno en la nación. silla presidencial el 18 de julio de 1872.
Así, en el mismo 1867 promulgó una ley que declaraba gratuita De acuerdo con la constitución, Lerdo, presidente de la
y obligatoria la educación elemental, y fundaba la Escuela Na- Suprema Corte, asumió el ejecutivo y concedió una amnistía
cional Preparatoria. general que dio fin al pronunciamiento de La Noria. Ense-
Normalizar las relaciones de México fue otra de sus preo- guida convocó elecciones, en las que fue elegido por aplastan-
cupaciones fundamentales, pues la guerra había provocado la te mayoría. Don Sebastián compartía los mismos principios
ruptura con Gran Bretaña, Francia y España, pero tropezó con que Juárez y su habilidad le permitió restablecer el Senado y
un contexto internacional desfavorable. La distancia y la falta convertir las Leyes de Reforma en constitucionales. En asuntos
de comunicaciones obstaculizaban el contacto con los países religiosos se mostró menos flexible y expulsó a las Hermanas de
iberoamericanos, además de que existían problemas fronteri- la Caridad, a pesar de su labor fundamental en la atención
zos con Guatemala; por esas razones, Juárez trató de evitar hospitalaria. Su “anticlericalismo” lo convirtió en blanco de
que algo nublara las relaciones con Estados Unidos. A pesar de ataques y fomentó rebeliones populares, a las que se sumaron
las diferencias y de no haber contado con su apoyo durante la las surgidas entre los yaquis de Cajeme y la del temible Ma-
intervención, las relaciones entre los dos países estaban en uno de nuel Lozada en Tepic, fusilado a fines de 1873. Lerdo también
sus mejores momentos. La industrialización del vecino país, se enfrentó al Gran Círculo de Obreros de México, con motivo
después de la guerra, había transformado el expansionismo te- de huelgas textiles y mineras, y con los intereses comerciales,
rritorial en uno financiero. Pero existían dos problemas entre al negarse a otorgar una concesión para construir un ferrocarril
ambas naciones: los cruces de nómadas y bandidos en la fron- que uniera México con Estados Unidos, a pesar de haber inau-
tera y las reclamaciones. El primero se dejó pendiente, pues gurado el ferrocarril de Veracruz a México en 1873.
tanto Juárez como Lerdo no autorizaron que los norteameri- La sucesión presidencial volvió a ser causa de discordia.
canos cruzaran la frontera en persecución de “culpables”. Juárez Lerdo aspiraba a ser reelegido, pero esta vez Díaz no esperó a
trató de resolver las reclamaciones y aceptó que se formara que se efectuaran las elecciones y se adelantó a pronunciarse
322 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
Porfirio Díaz con el Plan de La Noria, óleo sobre tela, siglo XIX. Sala Homenaje a Juárez,
Oaxaca, Conaculta-INAH.
324 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 325
co Pimentel, José María Roa Bárcena y Anselmo de la Portilla. establecimientos penitenciarios, se vería beneficiada por los
El ambiente favoreció la fundación de sociedades académicas, conocimientos sobre el uso del fierro que traería el arquitecto
como la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, el Li- Javier Cavallari.
ceo Mexicano y la Academia Mexicana de la Lengua. La música también empezó a cobrar vuelo. La Sociedad
El nacionalismo hizo florecer la novela costumbrista y la Filarmónica, fundada en 1866, al triunfo de la república reci-
histórica, que empezaron a imprimirse por entregas. El estudio bió el edificio de la clausurada Universidad como sede, donde
de la historia mantuvo su lugar privilegiado y la necesidad de impartió clases y ofreció conciertos y conferencias. Las marchas
promover la consolidación nacional hizo surgir los primeros del popular Aniceto Ortega expresarían el toque nacionalista
textos escolares de historia “patria”. Conservadores como Fran- en la música.
cisco de Arrangoiz, Manuel Orozco y Berra y Joaquín García Es posible que este nacionalismo inspirara el intento por
Icazbalceta, al igual que los liberales Guillermo Prieto y Vicen- describir todos los aspectos físicos del nuevo país, empeño que
te Riva Palacio, interpretaban el pasado “nacional”. De acuerdo favoreció el estudio del territorio y sus recursos. El endiosa-
con sus simpatías ideológicas se inclinaban por estudiar los miento de la ciencia y la entrada del positivismo le dieron gran
acontecimientos contemporáneos o por desentrañar y reinter- impulso a su ejercicio, con lo que las academias especializadas
pretar el pasado lejano, tanto colonial como prehispánico. se multiplicaron e impulsaron la profesionalización al ser clau-
Gracias a una lotería, la Academia de San Carlos se reno- surada definitivamente la vieja Universidad en 1865.
vó durante la guerra con Estados Unidos y las artes plásticas La investigación científica también se benefició de la labor
recobraron poco a poco su importancia. Juárez rebautizó la de médicos, naturalistas, geógrafos, químicos y geólogos, impul-
Academia como Escuela Nacional de Bellas Artes y en ella el sada por la Comisión Científica, Literaria y Artística de México
escultor Manuel Vilar y los pintores Pelegrín Clavé y Eugenio (1864-1869), al fomentar contactos y viajes científicos al Viejo
Landesio continuaron trasmitiendo técnicas y estilos europeos. Mundo. Aunque sus frutos se verían más tarde, la publicación de
No obstante, no pudieron resistir el ardor nacionalista y termi- traducciones e informes en el Boletín de la Sociedad Mexicana
naron por adoptarlo. De esa manera, los paisajes y temas his- de Geografía y Estadística sentó las bases para su desarrollo.
tóricos sustituyeron a los religiosos, mientras la litografía y la
caricatura se convertían en instrumentos de ataque al servicio * * *
de la política. De lo que no hay duda es de que José María Ve-
lasco, con sus espléndidos paisajes mexicanos, fue la figura La larga jornada iniciada a principios del siglo XIX, hacia el
más destacada. Por supuesto que mientras las novedades con- último tercio había afectado hondamente a la sociedad. La vie-
quistaban a los artistas capitalinos, en la provincia los artistas ja sociedad corporativa había desaparecido al secularizarse con
mantenían su frescura con bodegones y retratos como los de las reformas, de manera que empezaba a ser en verdad republi-
los costumbristas José María Estrada y Hermenegildo Bustos. cana. Con el cambio de costumbres la vida social era distinta y
La escultura se vio beneficiada por los encargos para las esta- los mismos desórdenes, “la bola”, como los llamaban popu-
tuas de los próceres que adornarían el paseo de la Reforma. larmente, con sus levas que llevaban a ciudadanos de un lugar
La arquitectura, que había languidecido bastante durante las a otro por todo el territorio, habían ampliado su castellaniza-
primeras décadas nacionales, al grado que sólo había permi- ción, ahora propiciada por escuelas públicas que imponían la
tido la construcción del Teatro Nacional, algunos mercados y enseñanza de “la lengua nacional”.
334 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA DE LA INDEPENDENCIA A LA CONSOLIDACIÓN REPUBLICANA 335
El fracaso de los experimentos políticos y las derrotas mi- conquistar una paz que permitiera el desarrollo material, de
litares ante las amenazas extranjeras también habían dejado manera que estaban preparados para aceptar un esquema que
huella. La sociedad era ahora más desconfiada y cautelosa, les asegurara orden y progreso, y estaban dispuestos a pagar
aunque no había perdido su esperanza en el progreso. Triun- su costo, anhelo que Porfirio Díaz sabría aprovechar.
fantes la república y el liberalismo, los mexicanos ansiaban
EL PORFIRIATO
LA POLÍTICA PORFIRISTA
La primera etapa
republicana de 1867, pues subsistían diferentes proyectos de Para lo primero adoptó una política similar a la que ha-
nación. Además, éste no era el único obstáculo. Existía un pro- bían observado Juárez y Lerdo, y no siempre cumplió con su
blema de gobernabilidad; por ejemplo, en la constitución el compromiso hacia los grupos regionales y las colectividades
equilibrio de fuerzas no favorecía al ejecutivo, con lo cual era campesinas. Fundamentalmente tomó dos caminos. En primer
difícil que el presidente controlara la oposición de las corpora- lugar, el de la conciliación o la negociación. Conservó la lealtad
ciones o que sometiera a los poderes regionales; por ello Juárez de los grupos que lo apoyaron y atrajo a los viejos opositores.
y Lerdo concentraron un poder mayor que el instituido por la ley. Así, incorporó al ejército a los soldados que habían defendido
Además, para algunos la carta magna distaba mucho de la rea- el Plan de Tuxtepec, pero también a los que habían sido des-
lidad del momento. Éste fue un argumento recurrente durante plazados por Juárez o por Lerdo, e incluso a los lerdistas e
el porfiriato. Diversos intelectuales sostuvieron, entre otras co- iglesistas. Se casó con Carmen, hija del ex lerdista Manuel Ro-
sas, que la constitución se refería a una sociedad integrada por mero Rubio, y al hacerlo selló su compromiso con dicha facción.
individuos, mientras que la sociedad mexicana era heterogé- Incluyó en sus gabinetes a liberales de trayectoria militar, ex-
nea y sus miembros se seguían sintiendo parte de alguno de los cluidos durante la República Restaurada, pero también a li-
cuerpos y actuando por medio de ellos; por tanto, consideraban berales de trayectoria política o intelectual, sin importar su
que su aplicación debía postergarse. En suma, faltaba mucho filiación. Por ejemplo, para 1884 sólo un ministro de Estado
para la consolidación no sólo de las instituciones y de las prác- puede ser calificado como porfirista; en cambio, había dos jua-
ticas determinadas por la constitución, sino también de un ristas, dos lerdistas y un imperialista. Así, además de unificar
sistema político que mostrara su eficiencia. Además, si bien las facciones liberales, Díaz atrajo a algunos imperialistas y,
Juárez, Lerdo y Díaz habían gozado de gran popularidad en sobre todo, a la Iglesia católica.
ciertas regiones, era necesario preservar la legitimidad y el con- Para ese entonces la institución eclesiástica estaba muy de-
senso, y extenderlo a toda la nación; sobre todo, se requería bilitada. Se le prohibía tener bienes y se habían limitado sus
cohesionar las fuerzas políticas y regionales, terminando con ingresos, por lo que dependía económicamente del Estado.
los riesgos de levantamiento o de fragmentación territorial. Además, había perdido parte de sus miembros, pues sólo se
Por otro lado, tampoco existía plena coherencia o identidad permitía la existencia del clero secular. Y también había per-
nacional. Algunas poblaciones permanecían aisladas y no se dido espacios de participación social, pues se prohibía que el
sentían parte de una unidad que los rebasaba y cuyos gober- culto se celebrara fuera de los templos y que los religiosos aten-
nantes, que tenían una cultura diferente, eran ajenos a sus dieran centros educativos, de beneficencia y hospitalarios. Esta
problemas. Para colmo, las fronteras eran permeables y sub- situación cambió bajo el gobierno porfirista. Díaz no derogó
sistía la amenaza de intervenciones extranjeras. las leyes antieclesiásticas, pero tampoco las aplicó todas. Ad-
Los retos de Porfirio Díaz eran, entonces, unificar y cohe- mitió que la Iglesia recuperara propiedades, que se reinstalara
sionar las fuerzas políticas y regionales, otorgar legitimidad y el clero regular (frailes y monjas) y que se fundaran congre-
legalidad al régimen, respetando o aparentando respetar la gaciones de vida activa, consagradas a la educación y a la
constitución, y lograr el reconocimiento internacional. atención de enfermos y menesterosos. Asimismo, las esposas
de los funcionarios, entre ellas Carmen Romero Rubio, asis-
Páginas siguientes: Carmen Romero Rubio, Wolfestein, sin fecha. Colección particular.
tían a actos religiosos, y las festividades se celebraban públi-
Retrato de Porfirio Díaz, Valleto, ca. 1880. Colección particular. camente y en ocasiones con gran pompa, como la coronación
346 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL PORFIRIATO 347
La segunda etapa
dios y obreros. Al mismo tiempo capitalizaba la división entre llevó a desconocer las demandas obreras. Todo ello explica que
ambas facciones –pues el constante enfrentamiento impedía tuviera que recurrir, de forma creciente, a la imposición, el au-
que se fortalecieran–, y esto lo demandaba como mediador. De toritarismo y la represión.
ahí que nombrara a Reyes ministro de Guerra, mientras que Por otra parte, en esta segunda etapa resulta más obvia,
Limantour lo era de Hacienda. aunque no nueva, la violación a la autonomía de los poderes
Una vez tomada la decisión a favor de un grupo, las pugnas legislativo y judicial. Como ya se dijo, los legisladores y magis-
se agudizaron. En 1902 Limantour negó recursos para la re- trados, tanto federales como estatales, eran prácticamente nom-
novación y modernización del ejército, además de criticar la brados por el presidente o sus allegados, y eran reelegidos una
Segunda Reserva, cuerpo creado por Reyes e integrado por un y otra vez; sólo abandonaban el cargo si se enemistaban con su
número creciente de civiles que recibían instrucción militar los elector o si éste les ofrecía un mejor puesto. De ahí que le debie-
fines de semana. Temeroso de la fuerza que el ejército profesio- ran lealtad y carecieran de autonomía. Por ello el Congreso se
nal y la milicia cívica podrían otorgarle al ministro de Guerra, limitaba a aprobar las iniciativas del ejecutivo. Por su parte la
don Porfirio le pidió que regresara al gobierno de Nuevo León, Suprema Corte se abstuvo de participar en la política y se limi-
hizo cambios en el ejército y desmovilizó a la guardia civil. tó a fungir como tribunal de apelación o de última instancia,
Ya para 1903 o 1904 el dominio de los “científicos” era cuando podría haberse erigido en tribunal constitucional y vi-
patente. Los hombres que habían acompañado a Díaz en su gilar la legalidad y la correcta aplicación de las leyes federales,
ascenso al poder, liberales de trayectoria intelectual y militar, juzgando, entre otras cosas, la validez de las elecciones.
habían sido desplazados del gabinete. Por otro lado, los “cien- También perdieron independencia los gobernadores esta-
tíficos” impusieron a su candidato a la vicepresidencia en las tales. Si bien conservaron ciertos espacios de acción (por ejemplo,
elecciones de 1904. Era la primera vez que se elegía a un vi- en la elección de diputados podían elegir entre los candidatos
cepresidente, que sucedería al presidente en caso de ausencia seleccionados por Díaz o nombrar a los suplentes, quienes mu-
o de muerte, lo cual, considerando que Díaz tenía 73 años, re- chas veces eran los que asistían a las sesiones), y no siempre
sultaba probable. Así, al elegir a un vicepresidente se estaba aceptaban las decisiones del poder federal (por ejemplo, defen-
eligiendo al sucesor del caudillo. Para ocupar el cargo Liman- dieron su derecho a legislar en materia educativa y aceptaron
tour propuso a Ramón Corral, y Díaz lo impuso. la uniformidad de los planes de estudio pero les dieron un ma-
La elite se había fraccionado y el presidente no pudo cohe- tiz regionalista), era clara una creciente intervención del centro
sionarla ni conciliar. Al inclinarse por los “científicos”, desplazar en la política y en la economía de las regiones.
a los viejos liberales y enemistarse con algunos sectores del ejér- Además la centralización se reprodujo en los estados, es
cito, perdió contactos con regiones y grupos, que se quedaron decir, los mandatarios estatales gobernaron de forma igual-
al margen del juego político. A un lado se habían quedado mente personalista y autoritaria. Los jefes políticos, que eran
también diversos sectores en ascenso, que no encontraban aco- autoridades situadas entre los gobernadores y los presidentes
modo en un sistema político paralizado, pues casi todo estaba municipales, dependían del presidente de la república o del
acordado, negociado y repartido. Asimismo, el pacto con los gobernador. Y a su vez los jefes políticos intervenían en los
gobernadores o poderes regionales obligó al presidente a des- concejos municipales. De ahí que en esta etapa se redujera aun
conocer su compromiso con los pueblos y en general con los más la autonomía de los pueblos y que sólo en algunas regio-
campesinos, y el pacto con los inversionistas y empresarios lo nes los municipios conservaran algo de libertad.
EL PORFIRIATO 357
El Imparcial. Diario de la Mañana, martes 8 de enero de 1907, t. XXI, núm. 3792. Fondo
Reservado de la Hemeroteca Nacional, UNAM.
358 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL PORFIRIATO 359
mucho en la incorporación de fuerzas políticas y regionales. control de los ingresos. Crearon nuevos impuestos que, a dife-
Por otra parte, no se apegó a la legalidad ni respetó las leyes rencia de la etapa anterior, no gravaban u obstaculizaban el
electorales, no aplicó todas las leyes antieclesiásticas, violó ga- comercio. Por último, gracias a un nuevo préstamo, restructura-
rantías individuales (como la libertad de expresión) o no las ron la deuda interna y externa, lo cual a su vez les permitió
garantizó (permitió la existencia del peonaje por deudas, que ganar la confianza del exterior y de los inversionistas y obtener
atentaba contra la libertad de trabajo e incluso contra la liber- otros empréstitos e inversiones. Es decir, una parte de la deuda
tad por nacimiento, ya que las deudas se heredaban); pero a se pagó con el dinero obtenido del extranjero, y para la otra
la vez avanzó en la aplicación de otras áreas del proyecto liberal parte se llegó a un acuerdo con los acreedores con el fin de dife-
e incluso de la constitución. Por ejemplo, hizo valer aspectos rir los pagos y establecer una tasa de interés fija. Con ello pudo
importantes de las Leyes de Reforma y del proyecto de secu- calcularse el monto del débito y convertirlo en deuda de largo
larización (como el respeto a la libertad de religión), continuó plazo. Gracias a todo esto, con los años los gastos no superaron a
con el establecimiento del derecho y la justicia modernas (con- los ingresos e incluso, a partir de 1894, se registró un superávit.
cluyó el proceso de codificación y reguló el amparo frente a Por otro lado, la transformación en los sistemas producti-
sentencias judiciales) y dio pasos decisivos para el proyecto vos fue sorprendente. En respuesta a un contexto internacional
económico defendido por los liberales. Por último, ganó en la favorable, tanto Díaz como González buscaron que el país se
unificación del país, en la creación de una identidad nacional ligara a la economía internacional como exportador de produc-
y en la defensa de la soberanía. tos agrícolas y minerales, pero también fomentaron el desarrollo
De ahí que podamos afirmar que en esta etapa se origina- de la industria y del comercio interior. Al comenzar el porfiria-
ron o se afianzaron muchas de las instituciones políticas del si- to el mercado nacional estaba restringido y subsistían unidades
glo XX. Y lo mismo ocurrió en los ámbitos de la economía, la económicas, en unas ocasiones regionales y en otras locales, que
sociedad y la cultura. producían casi todo lo que consumían y, por tanto, compraban
o vendían muy poco. Era necesario multiplicar la producción y
estimular los vínculos comerciales a lo largo del país y más allá
LAS FINANZAS PÚBLICAS de sus fronteras. Para ello se necesitaban una infraestructura
Y EL DESARROLLO ECONÓMICO legal, inversiones o instituciones crediticias, circulante, medios
de transporte y comunicaciones.
Porfirio Díaz heredó una hacienda pública en quiebra. Las Empezaremos por las leyes. En esta etapa se expidió un có-
deudas con el extranjero y con prestamistas nacionales eran con- digo comercial que permitió contar con una reglamentación
siderables; los ingresos aduanales se entregaban a los acreedores clara, coherente y reunida en un solo cuerpo. Además se elimi-
de la nación; algunos impuestos pertenecían a los estados y no naron las alcabalas, que eran impuestos al tránsito de mercancías
beneficiaban a la federación, y los contribuyentes se oponían a que encarecían los productos y obstaculizaban el intercambio
la creación de nuevas cargas fiscales. Para el arreglo de las fi- a distancia. A ello se unió una política de subsidio a la industria
nanzas los ministros de Hacienda (entre los cuales destacan y a la construcción de obras públicas y de transporte, así como,
Matías Romero, Manuel Dublán y José Yves Limantour) recu- en ciertos años y para algunos sectores industriales, una polí-
rrieron a diversas vías. Redujeron los gastos públicos y adminis- tica proteccionista que gravaba los productos extranjeros que
traron los recursos de forma cuidadosa. Ejercieron un mayor competían con los mexicanos.
366 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL PORFIRIATO 367
Los Hacendados de Bocas, Antonio Díaz Becerra, óleo sobre tela, 1896.
Museo Francisco Cossío.
374 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL PORFIRIATO 375
de tamaño como consecuencia de la desamortización y la colo- norte y el sur del país. En el norte las grandes propiedades eran
nización. Si bien las leyes de 1896 y 1910 pretendieron termi- cultivadas por trabajadores temporales o por arrendatarios,
nar con el despojo de tierras comunales, para entonces la quienes estaban en mejores condiciones que en el centro y en el
quinta parte del territorio nacional había cambiado de manos. sur. Los propietarios tenían que ofrecerles mejores sueldos o exi-
A pesar de ello subsistió la propiedad colectiva. Los terrenos girles rentas más bajas, pues los trabajadores escaseaban debido
menos fértiles y poco comunicados no despertaron el interés de a la de por sí reducida población, pero también a que existían
los deslindadores, por lo que quedaron en poder de los pueblos; otras posibilidades de empleo, ya que los hombres podían con-
en otros casos, éstos los dividieron para asegurar la posesión, tratarse en las minas o emigrar a Estados Unidos.
pero siguieron distribuyendo el trabajo según lo acostumbrado. Muy diferente era la situación en el sur, donde los hacenda-
Por otra parte, si bien la desamortización y el deslinde favore- dos necesitaban mano de obra durante todo el año; de ahí que
cieron a los hacendados, también algunos campesinos ricos y prefirieran el peonaje y que para retener a sus peones recurrie-
usureros sacaron provecho del proceso, con lo que se reforzó la ran al sistema de endeudamiento: pagaban a sus trabajadores
mediana propiedad. De ahí la coexistencia de la hacienda o la- con vales de la tienda de raya, que además les otorgaba crédito.
tifundio, la propiedad corporativa y las rancherías. A los peones la paga nunca les alcanzaba para adquirir lo ne-
En esta sociedad rural –o sociedades rurales, pues la situa- cesario y mucho menos para saldar la deuda contraída, por lo
ción cambiaba a lo largo del país– los hacendados ocuparon la que quedaban atados a la hacienda por el resto de su vida y la
cúspide de la pirámide. Algunos eran mexicanos y otros extran- de sus hijos, pues los compromisos se heredaban. Los hacenda-
jeros, y no siempre residían en el campo, pues muchos dejaban dos del sur también recurrieron al enganche, endeudando al
sus tierras a cargo de un administrador para vivir en las ciuda- trabajador con una cantidad inicial, que le entregaban en su
des. En la parte intermedia se contaban rancheros o pequeños lugar de origen. Además utilizaron a prisioneros del orden co-
propietarios, comerciantes o artesanos, y algunos empleados de mún y a los indígenas yaquis y mayos deportados por el ejército.
las haciendas, como el administrador, el mayordomo o técnicos Sin posibilidad de abandonar la hacienda, los peones debían
de maquinaria agrícola. En la parte inferior estaban los cam- tolerar pésimas condiciones de trabajo.
pesinos sin tierra, que trabajaban para los rancheros prósperos No es de extrañar así que durante el porfiriato se produje-
y, en mayor proporción, para los latifundistas. Entre ellos se ran numerosas rebeliones agrarias. Entre ellas destacan la de
cuentan los peones acasillados, que vivían en la hacienda o al- los mayas en Yucatán, la de los yaquis en Sonora y la de los ha-
rededor del casco y que recibían un salario fijo; trabajadores bitantes de Tomochic, que adquirió tintes religiosos gracias a
temporales, contratados sólo cuando existía necesidad de ma- una adolescente de fama milagrosa conocida como Santa Te-
no de obra, lo cual convenía a los dueños de la tierra pero no a resa de Cabora. Por lo general, los rebeldes se oponían a la
los “alquilados”, que tenían que recorrer el país siguiendo las usurpación de tierras, bosques y aguas comunales, y defendían
temporadas de cultivo, y arrendatarios, aparceros o medieros, la autonomía política. En algunos casos también luchaban por
a los cuales los latifundistas rentaban sus tierras menos fértiles a preservar su identidad étnica y cultural, pues a partir de la in-
cambio de dinero o de una parte de la cosecha. dependencia los gobiernos mexicanos adoptaron el principio de
Ahora bien, las condiciones de trabajo y de vida de estos cam- la igualdad jurídica y se esforzaron por homogeneizar a la po-
pesinos variaban según el dueño de las tierras, pero también blación. Pretendieron uniformar lengua y costumbres; algunos
según la región. Nada más ilustrativo que el contraste entre el incluso promovieron el mestizaje con el fin de, como se decía
376 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL PORFIRIATO 377
en la época, “blanquear” a los indios, a quienes consideraban conjugaron varios de estos elementos, pues era sede del poder
flojos, bárbaros y supersticiosos. Así, muchas comunidades federal, destino de los principales ferrocarriles y concentraba
pelearon por conservar sus tierras, su derecho a elegir a sus re- 12% de la industria nacional.
presentantes y a tomar sus decisiones internas, e incluso a sal-
vaguardar sus tradiciones y su idioma. Crecimiento demográfico en las ciudades
Si bien la sociedad mexicana en esta época fue eminente- Habitantes Habitantes Habitantes
mente rural, durante el porfiriato los centros urbanos crecieron Ciudad en 1877 en 1900 en 1910
de forma impresionante. El caso más notable fue el de la capi- Ciudad de México 240 000 325 000 720 000
tal, pero sobresalieron también Guadalajara, Puebla, San Luis Guadalajara 65 000 101 000 120 000
Potosí y Monterrey (véase el cuadro). Además hubo otras pobla- Puebla 65 000 94 000 96 000
ciones de gran crecimiento, pues si en 1877 sólo diez ciudades San Luis Potosí 34 000 61 000 68 000
tenían más de 20 000 habitantes, para 1910 eran diecinueve. Monterrey 14 000 62 000 79 000
Algunos asentamientos crecieron alrededor de centros mine-
ros (como Cananea o Santa Rosalía), otros gracias al desarrollo Los gobernantes y las elites deseaban que las urbes reflejaran
industrial (Monterrey o Torreón), otros más debido al comer- la prosperidad y el progreso de la nación, y que se parecieran
cio (los puertos de Tuxpan, Progreso, Guaymas o Manzanillo, y a las de las naciones “civilizadas” como las de Estados Unidos o
también las poblaciones por donde cruzaban las líneas ferro- Europa. Deseaban hacerlas bellas y confortables, para lo cual
viarias, como Nuevo Laredo o Ciudad Juárez). En la capital se
378 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL PORFIRIATO 379
CULTURA
mudéjar, gótico, barroco, art nouveau– y los combinó con gran braba la formación de la nación y la defensa de su soberanía,
libertad, a veces en un mismo edificio. De esta majestuosa ar- como también de las instituciones liberales, de las cuales el
quitectura dan cuenta los teatros de las principales ciudades: porfiriato se proclamaba heredero y defensor, y calificaba a
el Juárez en Guanajuato, el de La Paz en San Luis Potosí, el Porfirio Díaz como héroe. Por tanto, en esas fechas no sólo el
Doblado en Léon, el Calderón en Zacatecas, el Peón Contreras país se cubría de gloria, sino también su presidente.
en Mérida. En suma, la cultura porfirista admiró lo extranjero pero tam-
Pero también se fomentó una cultura nacional y naciona- bién presentó un carácter nacional y nacionalista. Expresión
lista, es decir, que reflejaba lo propio del país y que, por ello, clara de lo segundo se dio en los intelectuales de la revolución,
podía servir para fomentar un sentimiento de identidad. Siguien- quienes recogieron una demanda que encuentra sus antece-
do con una vieja tradición se cultivó inicialmente la literatura dentes en los primeros años del siglo XX en el Ateneo de la Ju-
costumbrista de tinte romántico o realista, ya fuera por Ángel ventud. Era un grupo integrado por figuras como Antonio
de Campo, José Tomás de Cuéllar, Rafael Delgado o José Ló- Caso, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes y José Vascon-
pez Portillo y Rojas. Más tarde se cultivó también la literatu- celos. Los ateneístas fomentaron la apertura hacia nuevas
ra realista, heredera del costumbrismo pero interesada en la ideas; criticaron el apego al modelo positivista, pues creyeron que
fiel reproducción de la realidad, sus ambientes y sus personajes, el saber podía obtenerse por diversas vías, no sólo mediante el
con Heriberto Frías, Federico Gamboa y Emilio Rabasa. En método científico, y defendieron la capacidad del hombre, sub-
este aspecto destaca asimismo otra vieja tradición, el paisajismo rayando su libertad de acción y elección; pugnaron por la rea-
mexicano, con pintores como José María Velasco y Joaquín firmación de los valores humanísticos en la cultura, por el fin de
Clausell, e incluso con el retrato de personajes, escenas y su- la influencia francesa en la literatura y, en general, por el res-
cesos de la vida cotidiana, a cargo de José Guadalupe Posada, cate de lo mexicano.
quien los difundió en periódicos “de a centavo” y en los cua- Éste y muchos otros fueron los legados que el porfiriato de-
dernillos y “las hojas sueltas” que publicaba la imprenta de jó al México del siglo XX, legados que no se restringieron al
Antonio Vanegas Arroyo. ámbito cultural, sino que abarcaron la política (con los avan-
Sin embargo, para crear lazos de comunión –y nuevamen- ces en la consolidación del Estado-nación), la economía (con
te al igual que lo habían hecho los gobernantes de la república la ampliación de los mercados y de las vías de comunicación,
restaurada–, los porfiristas pensaron que nada era mejor que el fomento de la exportación de productos agrícolas y una in-
la enseñanza de la historia patria, capaz de rebasar las iden- dustrialización incipiente) y la sociedad (con el crecimiento
tidades regionales e inculcar a los niños los valores cívicos demográfico y la urbanización). Sin embargo, también legaría
que podrían calificarlos como futuros ciudadanos. Por ello la vicios políticos, una sociedad y una economía profundamente
educación era gratuita y obligatoria, con programas y textos desiguales, y una serie de conflictos que dieron origen a la re-
oficiales. Sin embargo el proyecto educativo no tuvo el éxito volución y que se dirimirían en las primeras décadas del
esperado. Se concentró en las zonas urbanas y aun en ellas México posrevolucionario.
resultó insuficiente: en 1895 sólo 15% de la población sabía
leer y escribir, cifra que apenas aumentó a 20% en 1910.
Otra forma de promover el nacionalismo, la historia patria
y el culto a los héroes fueron las ceremonias cívicas. Se cele-
LA REVOLUCIÓN
JAVIER GARCIADIEGO
Ricardo Flores Magón y su esposa María Talavera, ca. 1906. © 15440, SINAFO-Fototeca Nacional.
LA REVOLUCIÓN 397
con las represiones a los huelguistas de Cananea y Río Blanco. DE LA OPOSICIÓN A LA LUCHA ARMADA
Para colmo, sus posteriores llamados a la lucha armada les
enajenaron cualquier simpatía de las clases medias y comen- Las crisis que caracterizaron el final del porfiriato explican que
zaron a ser vigilados. A pesar de que desde entonces (1908) Francisco I. Madero se tornara crítico de la política económica
decayó su influencia, es incuestionable su importancia histó- de los “científicos” y llegara a la conclusión de que se debía crear
rica: dirigieron las críticas más constantes y certeras al régimen un partido político de alcance nacional que se opusiera a la re-
porfirista y gracias a Regeneración se concienciaron y politi- elección de Díaz en 1910. A ello se abocó desde la segunda mitad
zaron muchos mexicanos; en sus filas adquirieron experiencia de 1909, realizando tres giras para promover la creación de
varios líderes que luego destacarían en la Revolución mexicana, clubes antirreeleccionistas, que deberían nombrar delegados
y su estancia en Estados Unidos sirvió para minar el prestigio estatales a una convención nacional que se celebraría a principios
internacional de don Porfirio. de 1910, en la que se constituyó el Partido Nacional Antirreelec-
Por último, las preferencias sucesorias de Díaz por los cionista y se designó a sus candidatos para las elecciones presi-
“científicos” provocaron que los reyistas, hasta entonces leales denciales: Madero y el ex reyista Francisco Vázquez Gómez,
porfiristas, se convirtieran en un grupo opositor muy impor- fórmula que sellaba la alianza entre ambos movimientos.
tante, movilizado con el propósito de presionar a Díaz para Hasta ese momento Madero había mostrado una notable
que escogiera a Reyes como su vicepresidente en las elecciones capacidad política, pues en poco tiempo pasó de la oposición
de 1910; muy pronto surgieron agrupaciones, clubes, periódi- regional a la nacional y expandió enormemente su popularidad,
cos y libros contra los “científicos” y a favor de Reyes. Fue tal terminando por desplazar a otros movimientos oposicionistas
la capacidad y fuerza mostradas por sus partidarios, que Díaz, más experimentados (magonistas y reyistas) e integrando bajo
402 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA REVOLUCIÓN 403
Francisco I. Madero en San Antonio, Texas, 1910. AGN. Francisco I. Madero en Chihuahua con algunos familiares y partidarios, entre ellos su padre y
hermano Justino, Francisco Villa, Pascual Orozco, Federico González Garza, Venustiano
Carranza, Francisco Vázquez Gómez, Abraham González y José María Maytorena, 1910. AGN.
Páginas siguientes: Francisco I. Madero durante una gira electoral en el estado de Coahuila,
1911, IISUE, UNAM.
su liderazgo gran parte de sus bases. Ya como candidato presi- oposicionistas conocidos y habitar en poblaciones los hacía vul-
dencial inició otra gira, pero pronto fue aprehendido –acusado nerables: la muerte de los hermanos Serdán, en Puebla, fue una
de incitar a la rebelión– y confinado en una prisión de San Luis advertencia sobre el destino que esperaba a los antirreeleccio-
Potosí. Durante su encarcelamiento tuvieron lugar las eleccio- nistas citadinos que se involucraran en la rebelión.
nes, en las que fueron declarados triunfadores Díaz y Ramón El impacto del asesinato de Aquiles Serdán fue decisivo,
Corral, y poco después huyó a Estados Unidos, refugiándose pues el llamado a las armas ya no tuvo eco entre los antirree-
en San Antonio, Texas. Allí, Madero y un pequeño grupo de co- leccionistas originales. Sin embargo, la rebelión tuvo buena
laboradores redactaron un plan fechado todavía en San Luis acogida en la sierra de Chihuahua, extendiéndose luego a las
Potosí en el que se convocaba a la lucha armada. ¿Cómo se entidades vecinas: Sonora, Durango y Coahuila. Obviamente,
explica que apelara a las armas un pacifista partidario de la lu- el perfil social de los alzados era distinto: popular y rural; sus
cha democrática? ¿Con quiénes pensó que haría dicha lucha? reclamos también eran diferentes. Si durante los primeros tres
¿Previó las secuelas que traería la violencia? Las bases de Ma- meses los grupos de alzados fueron pequeños, estaban mal ar-
dero eran en su mayoría de clase media urbana, pues en las giras mados y desorganizados y practicaban tácticas guerrilleras, en
sólo había entrado en contacto con gente de ese perfil social. febrero de 1911 Madero finalmente regresó al país para asu-
Como era previsible, el llamado a las armas no fue secundado mir el liderazgo de la lucha, con lo que mejoró la organización
por sus seguidores antirreeleccionistas, pues no reunían las con- del movimiento; así, crecieron las dimensiones de los grupos
diciones adecuadas para una aventura armada; además, ser armados, lo que les permitió atacar poblaciones mayores y en-
406 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA REVOLUCIÓN 407
Entrada a Ciudad Juárez de las fuerzas revolucionarias maderistas, 1910. Colección particular. Francisco I. Madero al frente de sus tropas, ca. 1911. Colección particular.
frentar combates formales; sobre todo, surgieron alzamientos en los que se aceptó la renuncia de Díaz, y con ello se aseguró
en otras partes del país, como en los estados de Morelos y Gue- el triunfo del movimiento. La Revolución mexicana fue en esa
rrero. Para marzo y abril había grupos operando en numerosos fase inicial una movilización que cambió de oposición electo-
escenarios, lo que dificultaba su represión. Por la desconfian- ral a rebelión armada, con otros actores y escenarios: la lucha
za final que Díaz tuvo de Reyes, el ejército federal había sido urbana y de clase media devino rural y popular. Surgieron
castigado presupuestalmente y numerosos oficiales prorreyis- nuevos líderes, más aptos para una contienda armada rural,
tas habían sido retirados del mando directo de tropas, lo que que no habían participado en el antirreeleccionismo electoral
restó efectividad al ejército, enmohecido además por tantos o al menos no de manera destacada. Fue entonces cuando apa-
años de paz. Si se agrega la simpatía de las autoridades nor- recieron, de manera protagónica, Pascual Orozco, Pancho Villa
teamericanas por la lucha maderista, podrá comprenderse el y Emiliano Zapata. En términos sociales ello implicó la incorpo-
rápido inicio de negociaciones para restablecer la paz. ración de rancheros norteños, de miembros de las ex colonias
La caída de la población fronteriza de Ciudad Juárez du- militares, de proletarios agrícolas, vaqueros, ferrocarrileros,
rante la segunda semana de mayo aceleró las pláticas entre mineros –responsables seguramente de los ataques dinamite-
gobierno y alzados y fortaleció la capacidad negociadora de ros contra las vías férreas–, obreros, artesanos, profesores ru-
los rebeldes, dio lugar a numerosos alzamientos nuevos y pa- rales, así como la de rancheros sureños –como los hermanos
ralizó al ejército federal y a muchas autoridades locales, lo que Figueroa en Guerrero– y de numerosos habitantes y autorida-
explica la cantidad de tomas incruentas de poblaciones duran- des tradicionales de las comunidades campesinas del centro y
te la segunda mitad de mayo, proceso que se agudizó luego de sur del país, como Zapata y todo su entorno familiar. Contra lo
firmarse los Tratados de Ciudad Juárez, a finales de ese mes, deseado por las autoridades gubernamentales, por el propio
408 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
EL ANACRÓNICO LIBERALISMO
El teniente coronel Álvaro Obregón y sus tropas antes de salir a combatir a los orozquistas,
Jesús H. Abitia, 1912. Colección particular.
campesinos involucrados, contó con una participación consi- Díaz que habían permanecido leales al gobierno, como Pancho
derable de la clase media regional. Tampoco fue localista: ade- Villa, los que fueron incorporados como auxiliares al ejército
más de que llegó a dominar en todo Chihuahua, incluyendo la federal. El objetivo era contar con elementos igualmente hábi-
capital estatal, tuvo presencia en otras entidades norteñas, les en los métodos guerrilleros y con la misma capacidad de
como Durango, Coahuila y Sonora, e incluso en Zacatecas y identificación con los sectores populares lugareños. Además,
San Luis Potosí. Fue tal su fuerza, que al principio se temió los gobernadores norteños organizaron fuerzas estatales para
que terminara por vencer al gobierno maderista. rechazar las incursiones orozquistas, destacando las del coa-
Para poder derrotar a los orozquistas se colocó al mando de huilense Pablo González y las del sonorense Álvaro Obregón.
la campaña al general Victoriano Huerta con numerosos ele- El resultado fue doble: con la suma de ex maderistas auxilia-
mentos y recursos. También se dispuso que en la batida a los res y fuerzas estatales el movimiento revolucionario adquirió
orozquistas colaboraran sus ex compañeros en la lucha contra fuerza; con su triunfo, el ejército federal recuperó la confianza
422 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA REVOLUCIÓN 423
Los generales Manuel Mondragón, Victoriano Huerta, Félix Díaz y Aureliano Blanquet, Asesinato de Madero, F. Deni, óleo sobre tela, 1913. Museo Nacional de Historia,
Osuna, fotógrafo, 1913. AGN. Conaculta-INAH.
y encontró en Huerta a su nuevo caudillo natural, situación de se parapetaron, o como Pacto de la Embajada, por haberse
que se manifestaría de manera dramática poco después, cuan- firmado en las instalaciones de la representación norteameri-
do decidió rebelarse contra el gobierno constituido. cana. La oposición simultánea del gobierno de Washington
A finales de 1912 y principios de 1913 Madero creyó que –acaso por los impuestos maderistas al petróleo–, del ejército
al fin había alcanzado la estabilidad por haber derrotado las federal, de los grupos políticos porfirianos y de los hacendados
cuatro rebeliones. Su optimismo se basaba en un diagnóstico y empresarios, junto con la desintegración del frente antirreelec-
equivocado: las cuatro habían padecido serias limitaciones, y a cionista, la desilusión de las clases medias y la inexperiencia
pesar de haber sido vencidas trajeron graves daños al gobier- gubernamental, terminaron por hacer insostenible a Madero,
no de Madero. En una situación política muy riesgosa, con un quien murió asesinado durante el cuartelazo que lo derrocó en
ejército resentido pero recuperado y con un gobierno aislado y febrero de 1913.
con muchos enemigos, Bernardo Reyes y Félix Díaz creyeron,
en febrero de 1913, que juntos y en la propia sede de los po-
deres federales podrían desarrollar un movimiento contrarre- LA LUCHA CONSTITUCIONALISTA
volucionario exitoso. Aunque otra vez fracasaron, el nuevo
caudillo militar, Victoriano Huerta, asumió el mando de ese El gobierno de Huerta comenzó siendo una amalgama de casi
movimiento, por el que Madero pudo ser final y fatalmente de- todos los grupos políticos antimaderistas, con felicistas, reyistas,
rrocado. El acuerdo de los “golpistas” victoriosos es conocido “científicos”, católicos e incluso orozquistas. Además, Huerta
como el Pacto de la Ciudadela, por haber sido éste el sitio don- contó con el apoyo irrestricto del ejército federal, de los hacen-
424 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
En el estado de Sonora el liderazgo fue tomado por varios militares, en él participaron también numerosos grupos de va-
miembros de la clase media, quienes habían estado constreñi- queros, mineros, ferrocarrileros y obreros.
dos económica y políticamente durante el porfiriato, pero que La lucha contra Huerta no fue exclusivamente norteña. La
habían alcanzado apreciables puestos públicos durante el ma- llegada de éste al poder cambió la naturaleza de la lucha de los
derismo. El objetivo de su lucha era conservarlos. Los más zapatistas, aumentando su intensidad. Para comenzar, desa-
importantes fueron Álvaro Obregón, Salvador Alvarado, Plu- pareció la esperanza de que se llevara a cabo alguna reforma
tarco Elías Calles, Manuel Diéguez y Adolfo de la Huerta, entre agraria, pues desde un principio fue evidente que el proyecto
otros. Además de poder político, éstos tenían cierta capacidad huertista para la entidad lo articulaban el ejército federal y los
militar, por la experiencia de las luchas contra los indios ya- hacendados. Además, sus métodos represivos fueron cruentos
quis y porque muchos habían combatido al porfirismo y al y drásticos, lo que aumentó el número de alzados, pues los ha-
orozquismo. Otra característica notable fue que los conflictos bitantes de las comunidades campesinas se vieron obligados a
agrario-indígenas –en especial de las tribus mayo y yaqui– y intensificar su lucha defensiva. Los zapatistas participaron en la
laborales –Cananea– habían dado lugar a que la clase media lucha sin reconocer el liderazgo de Carranza, y gracias a ellos
oposicionista local estableciera alianzas con grupos populares. la fase antihuertista de la revolución fue birregional, y las de-
Así, además de su capacidad militar, la facción sonorense apor- mandas fundamentalmente políticas de 1909 y 1910 se vieron
taría al movimiento su experiencia como clase media capacitada enriquecidas con varios reclamos sociales, en particular la devo-
para establecer pactos y acuerdos con grupos populares. lución de las tierras usurpadas y el respeto a las comunidades
El contingente antihuertista de Chihuahua –y del norte de campesinas tradicionales, consideradas como instituciones no
Durango– era muy particular, al grado de ser dirigido por un sólo válidas sino definitorias en el agro mexicano.
miembro de las clases bajas: Pancho Villa. A diferencia de los Las diferencias sociogeográficas se tradujeron en profundas
alzados en Coahuila y Sonora, Villa no era una autoridad local divergencias políticas, ideológicas y militares. Al margen de la
sino un rebelde típico; en consecuencia, sus lugartenientes y jefatura que le concedía el Plan de Guadalupe, Carranza sólo
los líderes secundarios también pertenecían a los sectores po- encabezaba un ejército rebelde compuesto por sus empleados
pulares. Volvieron a tomar las armas para impedir que Pascual civiles y militares. Para poder convertirse en el auténtico jefe
Orozco alcanzara el poder local o que regresara la oligarquía de toda la rebelión, procedió a exportar su movimiento a las
encabezada por la familia Terrazas. Al margen del aspecto mili- entidades vecinas. A pesar de que con ello disminuía su escasa
tar, su principal contribución fue aportar al constitucionalismo fuerza militar, Carranza prefirió enviar elementos suyos para
un enorme y protagónico contingente de origen popular. Gra- fomentar la sublevación en los estados de Nuevo León, Tamau-
cias al villismo, la lucha antihuertista norteña no se limitó a ser lipas, Zacatecas y San Luis Potosí. Así pasó de jefe estatal a jefe
legalista y de clases medias. Sin embargo, si bien el contingen- regional. Sin embargo, el debilitamiento de las fuerzas que
te villista era popular, de ninguna manera era exclusivamente permanecieron en Coahuila permitió que los huertistas recu-
campesino: además de muchos jornaleros agrícolas, aparceros, peraran la entidad a mediados de 1913, obligando a Carranza
“medieros”, rancheros pobres y miembros de las ex colonias a abandonarla y a radicarse en Sonora, experiencia que le per-
mitió relacionarse con revolucionarios de otros perfiles sociales.
Páginas siguientes: Tropas federales en la ciudad de México, ca. 1913.
Sobre todo, le permitió convertirse en el jefe real de la rebelión
© 5600, SINAFO-Fototeca Nacional. en dos regiones: el noreste y el noroeste.
430 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
a las fuerzas dirigidas por las clases medias de Carranza y La facción convencionista también resultó inferior en el as-
Obregón. A pesar de tales pronósticos, el resultado fue diame- pecto militar, pues estaba compuesta por dos ejércitos con muy
tralmente distinto, lo que se explica por factores políticos, mili- distintos componentes, estrategias y objetivos, al grado de que
tares, económicos y sociales. El gobierno de la Convención no hubo colaboración entre ellos. Mientras los villistas sabían
se caracterizó por estar encabezado por presidentes –Eulalio que primero había que obtener el triunfo militar, y se dedicaban
Gutiérrez, Roque González Garza y Francisco Lagos Cházaro– por entero a buscarlo, los zapatistas estaban convencidos de
muy débiles, enfrentados a una u otra de las facciones popu- que lo prioritario era reorganizar su región en términos políti-
lares, o a ambas. Esta situación atemorizó a la clase media, cos y de estructura de la propiedad agraria, para luego exportar
que rompió con la Convención, la cual vio mermada su capa- dicho modelo al resto del país. Esto explica que mientras los
cidad de diseño gubernamental, y reducida su posibilidad de villistas estuvieron comprometidos en una cruenta guerra en
establecer alianzas políticas y sociales pluriclasistas, y de lograr varias regiones distantes (el Bajío, la Huasteca petrolera y el
la confianza de la opinión pública, nacional e internacional. noreste), los zapatistas sólo sostuvieron una lucha defensiva,
Para colmo, desde un principio la Convención se caracterizó intentando conservar aislada su región. Además de la falta de
por su permanente secesionismo y por su dependencia de la cooperación suriana, los villistas se vieron afectados por pro-
fuerza militar del caudillo Villa. Más aún, la debilidad de sus blemas “municionísticos”. Hasta agosto de 1914 habían dis-
sucesivos presidentes fue doble: además de que el poder lo puesto del mercado norteamericano; sin embargo, el estallido
detentaban los caudillos militares, Villa o Zapata, o sus prin- de la Primera Guerra Mundial hizo que los países europeos
cipales lugartenientes, el parlamentarismo que campeaba en amigos de Estados Unidos adquirieran toda su producción
esta facción siempre puso al jefe del ejecutivo por debajo de los armera, elevándose con ello los precios. Por otra parte, dado
principales ideólogos y delegados, entre quienes sobresalió Anto- que los constitucionalistas fueron los primeros en ocupar la
nio Díaz Soto y Gama, viejo liberal potosino hecho zapatista. La ciudad de México, tomaron control de los talleres de armas y de
incapacidad gubernamental y la falta de cohesión sociopolíti- las fábricas de municiones construidas por el gobierno porfi-
ca fueron las principales características de la Convención. rista y mantenidas por el huertista.
En cambio, la facción constitucionalista sólo tuvo un jefe, En la “guerra de facciones” también influyeron los facto-
don Venustiano, experimentado y prestigiado. Sobre todo, el res táctico-estratégicos. Para comenzar, Carranza calendarizó
constitucionalista era un grupo más homogéneo, con la discipli- adecuadamente la contienda: conocedor de la inclinación de-
na suficiente para conservar su unidad, identidad y estructura, fensiva de los zapatistas, decidió enfrentar primero al villismo.
a diferencia del convencionismo, que se organizó a partir de una Además, los constitucionalistas tenían la experiencia de operar
alianza reciente de grupos norteños populares modernos (los villis- divididos –cuando menos en ejércitos del noreste y del noroes-
tas) con grupos de campesinos tradicionales del centro y sur del te–, a diferencia de la División del Norte, siempre unida pero
país (los zapatistas). Dicha alianza era imposible de sostener: que ahora tuvo que partirse para luchar simultáneamente en
pronto surgieron diferencias sociales e ideológicas que minaron el centro, el Golfo y el noreste del país. Por último, la táctica
su capacidad gubernativa y debilitaron su fuerza militar. que le había dado tantos triunfos contra el ejército huertista,
la “carga de caballería”, no funcionó contra las trincheras cons-
Páginas siguientes: El general Francisco Villa en campaña contra las fuerzas de Álvaro
titucionalistas. Otro factor fundamental en el resultado de la
Obregón, 1915. Colección particular. “guerra de facciones” fue el económico. Por un lado, los zapa-
446 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA REVOLUCIÓN 447
El presidente Venustiano Carranza en gira de trabajo, ca. 1918. © 5268, SINAFO-Fototeca Nacional. El presidente Carranza de visita en el Colegio Militar, ca. 1919. Colección particular.
incluso contrarios a la lucha armada. Nótese que Chihuahua cesidad que se tenía de que un solo mando dirigiera la impos-
sólo tuvo un diputado titular; Sonora cuatro, y Coahuila cinco, tergable reconstrucción nacional. Por lo mismo, se diseñó un
mientras que Jalisco tuvo veinte, Puebla y Veracruz dieciocho país estatista, y en consecuencia autoritario, con un Estado
cada uno, Guanajuato y Michoacán diecisiete, y Oaxaca diez. interventor en materias como la economía, la educación y la
La nueva constitución rápidamente mostró sus semejanzas religión. La nueva constitución resultó nacionalista, pues la re-
y diferencias con la de 1857. Mientras que ésta fue doctrina- volución había buscado terminar con el carácter de México
ria en su liberalismo, la nueva fue muy realista, acorde con la como país neocolonial, y porque acababan de padecerse la in-
complejidad del país; además, reflejó las condiciones interna- vasión norteamericana a Veracruz y la “expedición punitiva”.
cionales de su tiempo, ya siendo evidente la decadencia de las Asimismo, garantizaba grandes concesiones a los sectores po-
aristocracias y las oligarquías, y la crisis de los estados libera- pulares del país, ya fueran reparto agrario o beneficios a los
les. Recuérdese que la Constitución de 1917 se hizo entre la obreros. Dada la fuerza militar y política adquirida por estos
Primera Guerra Mundial y la Revolución bolchevique. La grupos durante la lucha revolucionaria, dichas concesiones
complejidad sociohistórica mexicana fue la causa por la cual eran imprescindibles. La Constitución de 1917 era la única
la nueva constitución avaló formas de propiedad individual y posibilidad de crear un Estado capaz de consolidar y regla-
colectiva, así como la coexistencia de empresas privadas y es- mentar el proceso de transformación que había experimentado
tatales. En lo político, México siguió siendo una república fe- el país al pasar del México porfiriano al revolucionario.
deral, representativa y democrática. Sin embargo, ahora el La puesta en vigor de la nueva constitución y el comienzo de
poder ejecutivo sería el predominante, seguramente por la ne- la presidencia constitucional de Carranza, en mayo de 1917,
452 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA REVOLUCIÓN 453
dieron inicio formal al México posrevolucionario, aunque toda- que asolaba al país, pues continuó la destrucción de la riqueza
vía faltaban tres años para que se estableciera el auténtico Estado nacional y se tuvo que destinar gran parte del presupuesto
posrevolucionario. Durante su presidencia constitucional Carran- gubernamental al renglón militar. Asimismo, una parte consi-
za enfrentó graves problemas políticos, militares, económicos, derable de la fuerza de trabajo del país había muerto o quedado
internacionales y sociales. Para comenzar, la entrada en vigor de inutilizada durante la lucha armada, y otra porción igualmente
la constitución obligaba a la puesta en práctica de normas y pro- numerosa había emigrado o formaba parte de alguno de los
cedimientos poco conocidos en el país. Después de treinta años ejércitos o grupos en armas. El problema era cualitativo ade-
de porfiriato y de siete de lucha revolucionaria se tenía que em- más de cuantitativo: el exilio de numerosos hacendados, empre-
pezar a elegir a todas las autoridades; asimismo, los poderosos sarios y profesionistas había mermado el capital humano del
jefes militares debían acatar a las nuevas autoridades civiles; país. Para colmo, la Primera Guerra Mundial impidió que flu-
también tenían que comenzar a respetar las garantías indivi- yeran a México el comercio y la inversión extranjera, lo que
duales. Sin embargo eran enormes las dificultades para construir también pospuso la reactivación de la economía nacional.
un régimen democrático en un país que carecía de la cultura po- El conflicto europeo acarreó asimismo serios problemas
lítica y de las instituciones adecuadas, y cuya historia reciente diplomáticos, pues el gobierno estadounidense presionó al de
había oscilado entre el autoritarismo y el desorden. México para que abandonara la neutralidad y actuara en favor
Los problemas militares no desaparecieron con la vuelta a la de los países aliados. Carranza no sólo mantuvo su postura de
legalidad. En efecto, Carranza tenía que continuar su labor de estricta neutralidad, sino que fue acusado de germanófilo, pues
pacificación y sometimiento; de lo contrario varias regiones del el canciller alemán Zimermann le ofreció ayuda militar si Mé-
país seguirían ajenas a su autoridad y al proceso de cambio. xico iniciaba una guerra contra Estados Unidos para recuperar
Además de reducir la fuerza de villistas y zapatistas, tenía que los territorios perdidos a mediados del siglo XIX. Al término de
emprender campañas serias contra varios grupos de rebeldes la contienda europea varios políticos norteamericanos exigieron
menores, de bandoleros y de los denominados genéricamente que se castigara a Carranza por su conducta contraria a Estados
“contrarrevolucionarios”, entre los que destacaban las fuerzas Unidos a lo largo de esos años. Dado que su presidencia habría
de Manuel Peláez y de Félix Díaz, que operaban en la región de concluir en 1920, Washington prefirió no tomar una deci-
petrolera y en la zona central de Veracruz; los rebeldes “sobe- sión radical que pudiera afectar los cuantiosos intereses esta-
ranistas” de Oaxaca, y los ejércitos de los finqueros de Chiapas. dounidenses invertidos en México y dejó que éste siguiera su
Lo grave fue que Carranza tuvo que enfrentar todos estos desa- evolución como país posrevolucionario, presionando tan sólo
fíos con un ejército deficiente, indisciplinado y mal armado. Las para que tendiera hacia la moderación y la institucionalización,
campañas militares provocaron numerosos conflictos políticos, y no hacia el radicalismo.
pues los militares se negaban a reducir sus atribuciones. Tam- Durante el año de 1920 el país tuvo una transformación de-
bién generaron problemas sociales, pues dieron lugar a graves y cisiva, que comenzó con la campaña electoral por la sucesión
numerosos excesos (el “carranceo”) contra la sociedad. Por úl- presidencial entre Álvaro Obregón, distanciado ya de Carranza
timo, las campañas militares agravaron el problema económico pero con fuertes apoyos entre numerosos grupos revoluciona-
rios –militares y civiles, urbanos y rurales, populares y de clase
Páginas siguientes: El “triángulo sonorense”: Adolfo de la Huerta, Plutarco Elías Calles y
media–, e Ignacio Bonillas, un viejo funcionario constituciona-
Álvaro Obregón, ca. 1920. © SINAFO-Fototeca Nacional. lista –en ese momento embajador en Washington– que gozaba
456 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA LA REVOLUCIÓN 457
Cadáver del general Francisco Villa, 1923. © 287655, SINAFO-Fototeca Nacional. Toma de posesión del general Plutarco Elías Calles en el Estadio Nacional, 1 de diciembre de
1924, © 44293, SINAFO-Fototeca Nacional.
apoyo ante la previsible rebelión por causas electorales. Puede políticas y culturales– útiles para la reconstrucción del país. En
decirse que el nacionalismo imperante en esos años, más que este aspecto destacaron jóvenes como Manuel Gómez Morín,
político y económico, fue cultural, puesto que el país tenía que di- Vicente Lombardo Toledano y Alfonso Caso, o Narciso Bassols y
señar y consolidar su nueva identidad cultural, propia de un Daniel Cosío Villegas.
país joven pero con numerosos ancestros, nacionalista sin La llegada al poder en 1920 de la nueva clase media per-
xenofobias y revolucionario pero con orden e imaginación mitió que José Vasconcelos fuera el primer secretario de Edu-
transformadora; sobre todo, justiciero pero aglutinante. cación Pública. Para él la revolución debía ser moral antes que
La transformación del país durante el proceso revolucionario agrarista, obrerista o nacionalista. Asimismo, para él la edu-
fue cabal. Los cambios en el ámbito cultural fueron notorios. A cación rebasaba a la simple instrucción, al incluir también
finales del porfiriato apareció una generación, la del Ateneo, que el aspecto cultural y el aprendizaje extracurricular. Por eso
criticó el predominio positivista y la falta de desarrollo de las hu- fomentó la edición de libros y la organización de bibliotecas,
manidades y el arte. Destacaron jóvenes como Antonio Caso, Pe- y propició que los muralistas José Clemente Orozco, Diego Ri-
dro Henríquez Ureña, José Vasconcelos, Alfonso Reyes y Julio vera y David Alfaro Siqueiros pintaran, con afanes didácticos,
Torri. Pocos años después, a la mitad del decenio bélico, irrum- temas revolucionarios en las paredes de edificios centenarios,
pió otra generación, la de “1915”, con su grupo de elite “los siete combinando historia, presente y futuro. De otra parte, los épicos
sabios”. Habían sido víctimas y testigos de la destrucción del y dramáticos acontecimientos de aquellos años dieron lugar al
país, por lo que, en lugar de dedicarse al cultivo del arte y las nacimiento de una nueva corriente literaria, la “novela de la
humanidades, se abocaron a crear instituciones –económicas, revolución”, con escritores como Mariano Azuela, Martín Luis
462 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA
Monumento a la Revolución, ciudad de México, Jesús H. Abitia, ca. 1937. Colección particular.
cas de la Iglesia católica: éstos acatarían la autoridad guber- caudillo o construir una institución que cumpliera sus funciones.
namental y se abstendrían de actuar en política abiertamente, y La crisis política producida por el magnicidio fue mayúscula.
aquél aceptó que no intentaría poner en vigor los elementos Para solucionarla no era suficiente designar otro candidato y or-
más jacobinos de la Constitución de 1917. ganizar nuevas elecciones. Las rebeliones preelectorales de 1920
Este acuerdo fue uno de los factores que más influyeron en la y 1924 y los asesinatos de los tres candidatos para 1928 adver-
pacificación posrevolucionaria. Establecer la paz con los cristeros tían claramente que faltaba civilizar los asuntos electorales y
también respondía a una urgencia coyuntural, pues en 1929 ten- crear una institución que aglutinara, organizara y disciplinara
drían lugar unas elecciones presidenciales muy particulares. En a todos los ex revolucionarios, reglamentando los procesos de
efecto, y como prueba de la diarquía prevaleciente, el caudillo selección de candidatos a puestos de elección popular. Esta insti-
Obregón había logrado que se reformara la constitución para tución política (el Partido Nacional Revolucionario) fue creada
permitir una reelección presidencial no inmediata. Con el argu- en marzo de 1929. Con dicha creación partidista, con el fin de
mento del antirreeleccionismo comenzaron campañas opositoras la guerra cristera y con la institucionalización del ejército termi-
dos altos militares cercanos al propio Obregón, pero murieron nó el periodo “bronco” de la Revolución mexicana. Puede decir-
pronto de manera violenta. La sociedad estaba dolida, y el am- se que por entonces comenzó una nueva etapa histórica, no
biente político crispado. Un militante católico asesinó también a exenta, obviamente, de cambios y problemas, pero que se carac-
Obregón, ya siendo presidente electo. En ausencia del caudillo terizaría por su considerable concordia social y estabilidad po-
el sistema político posrevolucionario perdió a su gran elector, a lítica –aunque no por ser democrática– y por varios decenios de
su único árbitro. El dilema era esperar la llegada de un nuevo crecimiento económico.
EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000
Guerra Mundial y las reformas de la década de 1980 que des- proteger a los productores nacionales de la competencia exte-
mantelaron el Estado de Bienestar son algunos de los episodios rior mediante aranceles o impuestos a las importaciones, y para
más influyentes. De distintas maneras los mexicanos padecie- mejorar las condiciones de vida de la población, sobre todo en
ron, se beneficiaron, se adaptaron, resistieron o se aprovecharon las ciudades.
de esos acontecimientos, pero poco pudieron hacer por influir La reorientación propiciada por la crisis de 1929 ayuda a
en su desenvolvimiento. entender el rumbo de la sociedad en este tramo del siglo XX, al
menos hasta la década de 1970. Pero, a corto plazo, el impac-
to de la crisis mundial aceleró procesos internos, debilitó ciertos
CRISIS MUNDIAL Y REORGANIZACIÓN POLÍTICA sectores y fortaleció otros. De eso hablaremos enseguida.
El año de 1929 también es importante por la situación po-
La crisis del otoño de 1929 en la bolsa de valores de Nueva lítica. El asesinato del presidente electo Álvaro Obregón en julio
York arrastró a buena parte del mundo a una depresión eco- de 1928 había desatado fuertes tensiones entre grupos políti-
nómica que tardó años en ser superada. Los precios de las cos y militares. Asimismo había propiciado un mayor encono
mercancías y el comercio mundial descendieron de manera en el conflicto armado con los cristeros y en el antagonismo
dramática. El cierre de empresas provocó el desempleo de mi- del gobierno con la Iglesia católica. Era indispensable buscar
llones de obreros y empleados en diversos países. En México la la estabilidad política del país. Un logro importante fueron los
crisis se tradujo en una reducción de las exportaciones y de las arreglos entre el gobierno y la jerarquía católica que pusieron
importaciones, lo que afectó los ingresos del gobierno federal fin, al menos formalmente, a la guerra cristera iniciada en 1926.
que dependían en gran medida del comercio exterior. El de- Por otro lado, ante las divisiones suscitadas por la muerte de
sempleo se hizo más notable en aquellos lugares con mayor Obregón, los bandos políticos llegaron a un acuerdo para es-
vinculación al mercado mundial, como las áreas mineras del tablecer reglas más o menos claras sobre la forma de dirimir
norte. El año de 1929 fue además muy seco. Por esa razón la diferencias y asegurar que los relevos en los cargos públicos, en
mayoría de la población mexicana, que aún vivía en el cam- particular en la Presidencia de la República, se hicieran de ma-
po dedicada a actividades agropecuarias, enfrentó grandes nera pacífica. Así, a principios de marzo de 1929, en el momento
dificultades. en que varios militares obregonistas se levantaban en armas
Ante un mundo tan convulsionado, los gobiernos de Méxi- contra el gobierno federal, nacía en la ciudad de Querétaro el
co y de otros países se vieron obligados a buscar opciones den- Partido Nacional Revolucionario (PNR). El PNR era una coali-
tro de sus propias fronteras. Si los productos mexicanos ya no ción de partidos y de grupos regionales que se reconocían como
podían venderse en el extranjero, no había más alternativa que vencedores de la Revolución de 1910. Su primera prueba fue-
colocarlos en el mercado interno. En ese mismo sentido, se dejó ron las elecciones presidenciales de fines de 1929, cuando el
de pensar que la colonización extranjera y el arribo de los repa- candidato oficial, Pascual Ortiz Rubio, se impuso al que fuera
triados, es decir, los mexicanos que habían emigrado a Estados primer secretario de Educación Pública en 1921-1924, el oaxa-
Unidos, resolverían lo que entonces se consideraba un proble- queño José Vasconcelos, quien encabezó una fuerza electoral
ma grave: la escasez de población. Contar con 16.5 millones de opositora con presencia en algunas ciudades.
habitantes era visto como signo de debilidad y freno al progre- Si bien el surgimiento del PNR guarda estrecha relación con
so de la nación. Desde entonces el Estado tomó medidas para el asesinato de Obregón, también debe verse como un episodio
472 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 473
Banquete en el que participaron Saturnino Cedillo, Tomás Garrido, Plutarco Elías Calles y Roberto Montenegro, Salvador Novo, Carlos Pellicer, Xavier Villaurrutia, ca. 1930.
Lázaro Cárdenas en Tabasco, ca. 1932. AGN. Colección Ana Rosa Matute.
Páginas siguientes: Campesinos esperando audiencia con el presidente Cárdenas en Palacio
Nacional, ca. 1935. Colección particular.
Durango y Coahuila; el valle del Yaqui, al sur de Sonora; el va- siones debilitó a las de los municipios. La reforma se radicali-
lle de Mexicali, en Baja California, y la zona henequenera de zó en 1934. El nuevo código agrario eliminó la prohibición que
Yucatán. pesaba sobre los peones de las haciendas, a quienes las prime-
La reforma agraria se había iniciado con el decreto del 6 ras normas habían excluido del derecho de dotación.
de enero de 1915, que ofrecía restituir las tierras de las que se Durante los primeros años del gobierno cardenista las dota-
había despojado a los pueblos, o bien dotarlos si carecían de ciones ejidales aumentaron tanto en cantidad como en calidad,
ellas. El artículo 27 de la Constitución de 1917 impuso el do- pues incluían una mayor proporción de tierras irrigadas. Del
minio de la nación sobre el suelo y el subsuelo. Varias leyes mismo modo se incrementaron los montos del crédito rural que
posteriores reglamentaron la entrega de la tierra a los campe- otorgaron los bancos gubernamentales, el Banco Nacional de
sinos. La formación de ejidos, con sus respectivas dotaciones de Crédito Agrícola y el Banco Nacional de Crédito Ejidal. En al-
terrenos, era facultad del presidente de la República. Median- gunos lugares el crédito sirvió para promover el colectivismo
te una resolución presidencial, un núcleo de campesinos de una ejidal. De igual forma se impulsó la educación socialista –apro-
localidad recibía tierras, aguas y bosques, recursos que no po- bada mediante la reforma constitucional de octubre de 1934–
dían venderse ni hipotecarse, aunque sí heredarse. Los ejidos con el propósito no sólo de desplazar toda doctrina religiosa,
contaban con sus propias autoridades, lo que dividió y en oca- sino de combatir el fanatismo y formar a la juventud con base
478 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 479
tricidad (CFE), creada desde 1933, con el propósito de hacer A fines de 1937 y principios de 1938 el gobierno cardenista
frente a la creciente demanda de energía que las compañías se vio sometido a una dura prueba. Las compañías petroleras
eléctricas extranjeras no parecían interesadas en atender. En extranjeras desafiaron abiertamente al Estado mexicano al de-
1937 el gobierno federal inició la construcción de tres grandes satender un fallo de la Suprema Corte de Justicia que favorecía
presas: La Angostura en Sonora, Palmito en Durango y El a los trabajadores. La respuesta del gobierno fue la expropia-
Azúcar o Marte R. Gómez en Tamaulipas. El propósito de esas ción petrolera, anunciada el 18 de marzo de 1938. La jerarquía
magnas obras era ampliar la superficie irrigada en el norte del católica, los empresarios, obreros, campesinos, intelectuales y
país. Frente a la Universidad Nacional, que había ganado su artistas respaldaron la audaz decisión del presidente Cárde-
autonomía en 1929 y que impugnaba las políticas guberna- nas. Fue entonces cuando la idea de nación cobró gran vigor,
mentales, se creó el Instituto Politécnico Nacional (IPN) en ese quizá como nunca antes en la historia del país. A pesar de los
mismo año de 1937 para diversificar la formación de los cua- esfuerzos de las compañías extranjeras por sabotearla, la indus-
dros técnicos que requerían la industrialización y la expansión tria petrolera nacional salió bien librada gracias a los obreros y
de la obra pública. El gobierno promovió también la construc- técnicos mexicanos y también, hay que decirlo, gracias al es-
ción de infraestructura urbana (agua potable, alcantarillado, caso apoyo que aquellas compañías recibieron del gobierno
mercados) con el fin de mejorar las condiciones de vida de los norteamericano, cuya máxima preocupación era el inminente
habitantes de varias ciudades. estallido de la guerra mundial. Pocos meses después de la ex-
482 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 483
propiación nació la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), cu- ESTABILIDAD Y CRECIMIENTO ECONÓMICO, 1940-1958
ya fragilidad inicial obligó al gobierno a subsidiarla de distintas
maneras. El nuevo presidente se apresuró a marcar distancia con su
El radicalismo cardenista dividió al país. En 1939, bajo la antecesor. Hizo un llamado a la reconciliación y a la unidad
dirección del abogado Manuel Gómez Morín, nació el Partido nacional. Ávila Camacho justificó esa actitud en vista del di-
Acción Nacional (PAN), cuya intención era enfrentar lo que se fícil entorno mundial. En septiembre de 1939 la invasión de
consideraba excesos socializantes y colectivistas del cardenis- las tropas alemanas a Polonia había desatado la Segunda Gue-
mo, así como impulsar un modelo de sociedad que se alejara rra Mundial. Al principio México se declaró neutral, pero esa
por igual de los ideales socialistas y liberales. Grupos católicos postura se complicó cuando Estados Unidos, después del ata-
y conservadores veían con recelo la educación socialista. No que japonés a Pearl Harbor en diciembre de 1941, declaró la
pocos terratenientes afectados o amenazados por la reforma guerra a Alemania, Italia y Japón. En mayo de 1942, luego de
agraria se sumaron a las filas de inconformes. Pero también gru- sufrir la pérdida de dos buques petroleros por los ataques de sub-
pos populares, como los sinarquistas, de gran presencia en áreas marinos alemanes, México entró al conflicto sumándose a los
rurales del centro del país como el Bajío, participaban de esa aliados (Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y la Unión So-
484 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 485
viética). Fue entonces cuando se impuso el servicio militar protegían a los productores nacionales de la competencia inter-
obligatorio. nacional.
A diferencia de los países que sufrieron en carne propia los Por otro lado, la Guerra Mundial obligó al gobierno norteame-
efectos de la guerra, la Unión Soviética en primerísimo lugar, ricano a mejorar las relaciones con sus vecinos latinoamericanos.
el impacto en México fue más bien favorable. Por un lado, la En ese contexto México y Estados Unidos alcanzaron varios
economía recibió un fuerte estímulo por los flujos de capital del acuerdos, al menos en materia de deuda, comercio, braceros,
exterior y por la posibilidad de emprender nuevos negocios. aguas, asistencia técnica y por supuesto en la cuestión petrolera
Los esfuerzos industrializadores de la década de 1930 se vieron derivada de la expropiación de 1938. Cabe destacar la resolu-
fortalecidos por la alta demanda interna y externa. Se vivía una ción de la deuda: México logró un acuerdo que significó una
verdadera euforia entre algunos grupos privados. Si a causa reducción de 90% de los adeudos con Estados Unidos. Si al
de la guerra era difícil adquirir productos extranjeros, los em- auge económico se suma la moderación del rumbo guberna-
presarios y las autoridades gubernamentales unieron esfuerzos mental, por ejemplo la eliminación de la educación socialista
para fabricarlos en el país. Esa estrategia de industrialización, y el acercamiento con Estados Unidos, podemos entender la
conocida como sustitución de importaciones, fue reforzada manera en que se limaron los antagonismos de los últimos años
más adelante con aranceles o impuestos a la importación que del gobierno de Cárdenas.
488 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 489
En 1943 fue creado el Instituto Mexicano del Seguro Social norte, como La Laguna. Varios proyectos de colonización se
(IMSS), una institución de gran importancia en la vida social y pusieron en marcha, sin mayores resultados.
económica del país. Expresaba el interés gubernamental por La Segunda Guerra es un parteaguas en la historia del siglo
modernizar las relaciones laborales, repartiendo el costo de la XX. Consolidó el lugar de Estados Unidos como gran potencia
seguridad social tanto entre los obreros y el gobierno como en- mundial, aunque enfrentada a otra gran potencia, la Unión
tre los patrones. Soviética. En México las secuelas económicas de esa confla-
El IMSS se sumaba así a Pemex, a la CFE y a los bancos agrí- gración ratificaron la preferencia gubernamental, la de los
colas y otras instituciones gubernamentales como Nacional Fi- principales intereses económicos y la de la opinión pública por la
nanciera, que mostraban que el gasto público era indispensable industria y las ciudades; la idea de un país agrario quedó
para impulsar la economía. En este terreno no había rupturas. A relegada. Además, sentó las bases para un largo periodo de cre-
pesar de las diferencias entre Ávila Camacho y Cárdenas, y las cimiento económico que, no obstante las devaluaciones del peso
de éste con el jefe máximo, se aprecia una continuidad en torno de 1948 y 1954, se sostuvo hasta finales de la década de 1960.
a la idea de que el dinero público debía desempeñar un papel En esos años prósperos se consolidó el arreglo político basado
fundamental en el rumbo económico. Esa idea no era exclusiva en un gobierno central o federal de gran poderío. Veamos estos
de México. En numerosos países se había optado por acrecen- tres aspectos con mayor detalle.
tar el papel del gasto público para superar la gran depresión Industrializar el país se convirtió en la gran prioridad gu-
mundial de la década de 1930. En esa estrategia se seguían muy bernamental. Se consideraba que la modernización de México
de cerca las propuestas del economista inglés John M. Keynes, dependía de la multiplicación de fábricas, técnicos y obreros.
que dieron lugar al surgimiento del Estado de Bienestar. A dife- Había la convicción de que las innovaciones tecnológicas pro-
rencia de los países involucrados intensamente en la guerra, en picirían índices más altos de productividad del trabajo, lo que
México el gasto militar disminuyó de manera considerable. Por a su vez posibilitaría mayores ganancias para los empresarios,
ello las inversiones en carreteras, presas, electricidad, hospita- mejores salarios para los obreros y más impuestos para la ha-
les, escuelas y servicios públicos pudieron crecer año tras año. cienda pública. La apuesta por el mercado interno como motor
En este sentido destaca la atención que el gobierno dio al de la economía, que ya se había expresado desde la década de
Sureste. El diagnóstico gubernamental hacía hincapié en que 1930, quedó ratificada.
se trataba de una zona rica en recursos naturales pero atrasada El gobierno apoyó a los industriales con otras medidas.
en términos sociales. El objetivo era explotar esa riqueza no Una de ellas fue el control de la inconformidad obrera por me-
sólo para superar el atraso local, sino para apuntalar la econo- dio de sindicatos y líderes oficialistas, mejor conocidos como
mía nacional. Por medio de las comisiones del Papaloapan y “charros”. A cambio del sometimiento de los trabajadores, los
del Grijalva, creadas respectivamente en 1947 y 1951, el gobier- líderes sindicales recibieron privilegios y cargos públicos o de
no federal inició un amplio programa de inversiones destinado representación popular bajo la bandera del partido oficial. La
a la construcción de hidroeléctricas, obras de control de ave- caída de Lombardo Toledano como líder de la CTM en 1941
nidas y drenaje, desmonte de tierras boscosas o de selva para fue indicio de la rápida subordinación de las centrales obreras
extender la agricultura y la ganadería, carreteras, escuelas, al Estado. La lucha de clases fue sustituida por la unidad na-
hospitales. También se creyó que el Sureste podía aliviar la so- cional. El nuevo líder, Fidel Velázquez, se mantuvo al frente de
brepoblación en algunas zonas del centro del país e incluso del la CTM hasta su muerte en 1997. Representó mejor que nadie el
490 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 491
Trabajadores de la grúa del ferrocarril, Compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, Trabajadores del taller de hélices de la Compañía Mexicana de Aviación, ca. 1950.
ca. 1930, Archivo ICA. Colección particular.
cional. De hecho, en términos de una perspectiva amplia el au- en general creció a tasas muy altas, pero la de las ciudades au-
mento de la población durante el siglo XX constituye el segundo mentó a un ritmo mucho mayor.
gran episodio demográfico de la historia de México: el primero La ciudad de México muestra bien esta historia de urbani-
fue la catástrofe de la población nativa durante las décadas zación. Su población, que rondaba el millón de habitantes en
iniciales del periodo colonial. 1930, creció seis veces en los siguientes cuarenta años. El agua
Después de 1940, además, la población se movilizó quizá potable llevada a la capital desde el Alto Lerma, vialidades co-
como nunca antes en la historia del país, sobre todo del cam- mo el viaducto Miguel Alemán y el Periférico, el Metro y el
po a la ciudad. Las localidades urbanas ofrecían mejores sala- drenaje profundo iniciados en la década de 1960 hicieron po-
rios y servicios públicos. Ya para 1960, según el censo de ese sible semejante crecimiento. El negocio inmobiliario y de la
año, la mayor parte de los mexicanos vivía en las ciudades (en construcción atrajo el interés de empresarios y políticos por
localidades mayores de 2 500 habitantes). Ello era un indica- igual. La inauguración de la Torre Latinoamericana en 1950
dor del cambio social que ocurría en el país y en casi todo el en el centro de la ciudad de México es quizá uno de los símbo-
mundo por esas mismas fechas. La humanidad dejaba atrás los más nítidos de este esfuerzo modernizador centrado en la
el ámbito agrario. Entre 1930 y 1970 la población mexicana urbanización.
EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 495
El ejército tomó las instalaciones de los ferrocarriles ocupadas anteriormente por huelguistas, Lázaro Cárdenas con Fidel Castro en La Habana, 26 de julio de 1959.
1959. Colección particular. Archivo Fotográfico El Universal.
torales que mostraban un incipiente desgaste de los métodos de los inconformes y radicales mexicanos y en general de toda
autoritarios del partido oficial y en general del gobierno fede- América Latina. En 1961 se creó en México el Movimiento de
ral. En 1959 una gran huelga ferrocarrilera fue reprimida por Liberación Nacional, encabezado por el ex presidente Cárde-
el ejército; varios de sus dirigentes, entre ellos Demetrio Vallejo, nas, que intentó aglutinar distintos sectores que disentían del
fueron a dar a la cárcel acusados del delito de disolución social rumbo de las políticas gubernamentales. De otro lado, la Igle-
y allí permanecieron durante años. A tono con las ideas que sia católica, bajo el lema “Cristianismo sí, comunismo no”, or-
predominaban en Estados Unidos y México en esos años por el ganizó diversas manifestaciones públicas que tensaron aun más
enfrentamiento con la Unión Soviética (la llamada guerra el ambiente político. En ese contexto los empresarios más ricos
fría), los ferrocarrileros fueron acusados de comunistas. En del país, no más de treinta, crearon el Consejo Mexicano de
1962 el ejército acribilló al líder campesino independiente Ru- Hombres de Negocios (CMHN), una organización que pronto
bén Jaramillo y a su familia. ejercería gran influencia económica y política. Ese consejo se
Este clima de gran inconformidad se vio alimentado por la sumó a los organismos empresariales más antiguos, tales como la
Revolución cubana. Guerrilleros encabezados por Fidel Castro Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Conca-
tomaron el poder en enero de 1959, derrocando al dictador naco), la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin),
Fulgencio Batista. La tensión con el gobierno estadounidense la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Cana-
fue agravándose hasta que en 1961 Castro se declaró marxis- cintra), la Confederación Patronal de la República Mexicana
ta-leninista. Esa experiencia revolucionaria nutrió los ideales (Coparmex) y la Asociación de Banqueros de México.
508 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 509
Heberto Castillo y su hijo Javier en la cárcel de Lecumberri, 1970. Fundación Heberto Castillo, A.C.
Página anterior: Marcha del silencio en protesta por la intervención militar en la UNAM
encabezada por el rector Javier Barros Sierra, 13 de septiembre de 1968.
Archivo Fotográfico El Universal.
Marcha estudiantil en la ciudad de México reprimida por el grupo paramilitar llamado Concierto de Avándaro, Rogelio Cuéllar, 1971. Archivo Procesofoto.
“Halcones”, Armando Salgado, 10 de junio de 1971. Archivo Procesofoto.
durante décadas, es ilustrativa de ese control informativo. Otro ma Metropolitana en 1974) y de mecanismos de apoyo a la
episodio de represión de estudiantes, ocurrido el 10 de junio de clase trabajadora (como el Instituto del Fondo Nacional de
1971 en la ciudad de México, ratificó la distancia entre los oposi- la Vivienda para los Trabajadores, Infonavit, creado en 1972),
tores e inconformes y el Estado surgido de la Revolución de 1910. así como mediante reformas electorales y discursos altisonantes
El Estado mexicano hizo esfuerzos para recuperar terreno relativos a la apertura democrática y al nacionalismo. Destaca
mediante distintas estrategias. Sin embargo, un acontecimiento también el esfuerzo por estrechar relaciones con diversos gru-
clave de la historia del siglo XX dificultó esa tarea. Se trata del pos de intelectuales y artistas, por ejemplo mediante inversiones
fin de la época de oro de la posguerra, lo que se expresó en una en la industria cinematográfica. “O Echeverría o el fascismo”,
disminución en el ritmo de crecimiento de la economía mundial. llegó a decir un escritor cercano al régimen. Sin embargo, este
El año de 1973 es considerado precisamente como el fin de la era esfuerzo gubernamental distó de ser exitoso. Veamos por qué.
de la posguerra y el inicio de una época de crisis generalizada. Por principio de cuentas el crecimiento económico comen-
En México, durante los mandatos de los presidentes Luis zó a reducirse. Era síntoma del agotamiento de un modelo de
Echeverría (1970-1976) y José López Portillo (1976-1982), desarrollo basado, desde la década de 1930 y sobre todo des-
ambos oriundos de la capital, el gobierno intentó atraer a los pués de la Segunda Guerra Mundial, en la industrialización
grupos inconformes por medio de amnistías, apertura de nuevos por la vía de la sustitución de importaciones. La caída en la
centros de educación superior (como la Universidad Autóno- producción de alimentos y en la generación de divisas mostra-
514 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 515
MOVILIZACIÓN CIUDADANA
Y CAMBIO POLÍTICO, 1982-2000
Desempleados en la ciudad de México, ca. 1982. Archivo Procesofoto. Manifestación contra el alza de precios, ca. 1982. Archivo Procesofoto.
por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional pa- ilegal, arriesgando sus vidas. Otros optaron por protestar de
ra superar la crisis de 1982, el gasto y las inversiones públicas distintas maneras, como los integrantes de la Coordinadora
disminuyeron de modo significativo (por ejemplo, un tercio del Nacional de Trabajadores de la Educación, formada desde
gasto corriente en 1983) y se inició la venta de numerosas em- 1979 por maestros inconformes con el liderazgo oficialista y la
presas paraestatales. Había que reducir a toda costa el déficit caída de sus salarios. Otros más recurrieron a la opción elec-
de las finanzas públicas. Ante el repunte inflacionario y las toral; empezaron a impugnar y a derrotar al PRI en las elecciones
medidas de contención, los salarios cayeron vertiginosamente. municipales de localidades de cierto peso político, especial-
Un problema antiguo asumió entonces modalidades dramáti- mente en el norte del país, como las capitales de los estados de
cas: el desempleo. Muchas familias comprendieron que tenían Durango y Chihuahua y en la fronteriza Ciudad Juárez en
que vérselas por sí mismas. El resultado fue el crecimiento del 1983. Desde entonces se manifestó una creciente movilización
autoempleo: cientos y luego miles de vendedores ambulantes de grupos sociales inconformes que ocupaban calles y plazas,
se instalaron en banquetas, plazas, calles. En otras familias al- bloqueaban carreteras y casetas de peaje, tomaban oficinas de
gunos varones decidieron emigrar a Estados Unidos de manera gobierno y realizaban actos de boicot a las televisoras, plantones,
524 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 525
Hotel Regis, ciudad de México, Francisco Daniel, 19 de septiembre de 1985. Rafael Caro Quintero, en el Reclusorio Norte de la ciudad de México, 1985.
Archivo Procesofoto. Archivo Fotográfico El Universal.
marchas y huelgas de hambre. No es que antes no hubiera ese de mariguana, cocaína y otras sustancias enervantes en Estados
tipo de actos de protesta, pero ahora ocurrían con mayor fre- Unidos. Este mercado hizo posible el fortalecimiento de alian-
cuencia y eran protagonizados no sólo por obreros y campesinos zas entre productores colombianos, traficantes mexicanos y
empobrecidos, sino también por sectores empresariales y de la distribuidores norteamericanos. Sobornos a las autoridades en-
clase media urbana y agraria. cargadas de perseguir a los delincuentes, ajustes de cuentas, “la-
Los temblores del 19 y 20 de septiembre de 1985 sacudieron vado” de dinero proveniente de este negocio, captura de
buena parte del centro-oeste del país. En la ciudad de México algunos capos como Rafael Caro Quintero y noticias sobre car-
los muertos se contaron por miles. La respuesta del gobierno gamentos incautados atrajeron la atención de la opinión pública.
fue débil y tardía. En cambio, la reacción de los vecinos fue Otro elemento fue el incremento desmedido de la delincuencia
masiva. El contraste entre la debilidad gubernamental y la y de los secuestros en las ciudades e incluso los asaltos en las
fortaleza de la sociedad no pasó inadvertido. Parecía que el carreteras, tal como ocurría en el siglo XIX.
gobierno, atribulado por la economía, carecía de capacidad Las graves dificultades económicas llevaron a los gober-
de maniobra. Esa misma impresión se tenía en otro terreno, por- nantes y a algunos sectores empresariales a cuestionar la via-
que las actividades del narcotráfico empezaron a volverse bilidad del modelo de sustitución de importaciones como eje de
asunto más y más cotidiano. Durante las décadas de 1980 y la economía. Ese cuestionamiento se tradujo en una apertura
1990 ese negocio se extendió a causa del creciente consumo paulatina al mercado mundial. La adhesión en 1986 al Acuer-
526 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 527
Las mujeres trabajan en plantas maquiladoras, ca. 1986. Archivo Procesofoto. De izquierda a derecha: Manuel Clouthier, Rosario Ibarra de Piedra y Cuauhtémoc Cárdenas,
Marco Antonio Cruz, 1988. Imagen Latina.
do General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT por durante años y gobernador de Michoacán. La Corriente Demo-
sus siglas en inglés) fue la confirmación de ese viraje funda- crática atrajo a otras agrupaciones que luego fundaron el Frente
mental en la conducción económica del país. En un contexto Democrático Nacional. El candidato priista resultó ser el capi-
de prosperidad de la economía norteamericana, la industria talino Carlos Salinas de Gortari. Por su lado, el PAN eligió como
maquiladora, aquella que importa insumos y componentes, los candidato al sinaloense Manuel J. Clouthier, quien provenía de
arma en el país pero sólo a condición de exportarlos, entró en grupos de empresarios distanciados del gobierno y del PRI a
una etapa de auge; lo mismo ocurrió con las empresas auto- causa de la expropiación de la banca.
motrices que abrieron nuevas plantas en Aguascalientes, Sonora, Las elecciones del 2 de julio de 1988 se recuerdan sobre todo
Chihuahua y Coahuila. Muchas fábricas de la ciudad de Méxi- por la asombrosa “caída del sistema” de cómputo de votos. Tal
co empezaron a cerrar o a mudarse a otros lugares. Esa ciudad, falla provocó la suspicacia y la irritación de los partidos de opo-
el mejor símbolo del proyecto modernizador impulsado por el sición, lo que no impidió que la autoridad electoral, encabezada
Estado, comenzó a ver disminuida su riqueza económica. por el secretario de Gobernación, declarara vencedor al candi-
En estas condiciones y con una inflación de casi 160% en dato priista Salinas. Panistas y cardenistas protestaron con furia.
1987 se inició la campaña para las elecciones presidenciales de Sostenían que el candidato oficial había sido derrotado y que
1988. De una división del PRI surgió la Corriente Democrática por eso se había hecho necesaria la maniobra cibernética. Pero
encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del ex presidente poco a poco, en gran medida porque los candidatos derrotados
Lázaro Cárdenas, quien había sido militante del partido oficial Clouthier y Cárdenas nunca lograron ponerse de acuerdo en
528 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 529
una estrategia común, las protestas contra el fraude electoral se Entre 1989 y 1990 se renegoció la deuda externa mexicana,
diluyeron y se consumó el triunfo del candidato Salinas. Si bien que tanto pesaba sobre la hacienda pública desde 1981. Esa
el PRI se salió con la suya, el episodio electoral de 1988 tuvo renegociación tuvo un saldo positivo para las cuentas macro-
fuertes repercusiones. El nuevo gobierno tomó posesión con económicas resaltadas por el gobierno, como la baja sensible
muy poca legitimidad. Para fortalecerse, el presidente Salinas en el déficit de las finanzas públicas y la inflación, pero no evitó
decidió dar un golpe de gran efecto mediático: en enero de el declive de la economía. Ni los salarios ni el empleo mostra-
1989, mediante un despliegue policiaco y militar se capturó al ban mejoría. La reducción presupuestal en aspectos como la
poderoso líder de los trabajadores petroleros Joaquín Hernández salud y la educación pública hacían todavía más grave la si-
Galicia, apodado La Quina. Otra repercusión fue el reconoci- tuación de amplios sectores de la población. En el campo
miento en 1989 del primer triunfo de un candidato opositor (el la agricultura campesina, pero también la de pequeños em-
panista Ernesto Ruffo) a una gubernatura, en este caso la de presarios, sufría los embates de una política gubernamental
Baja California. Otra más fue el nacimiento, también en 1989, encaminada a apoyar sólo a los pocos que podían exportar sus
del Partido de la Revolución Democrática (PRD), formado por ex productos. El surgimiento del movimiento de El Barzón en
priistas, comunistas y socialistas de diversas orientaciones. 1993, integrado por deudores de la banca, muchos de ellos
El gobierno comenzó a actuar en un contexto internacional agricultores, reflejaba el malestar de las capas medias de la so-
sacudido por grandes transformaciones. Entre 1989 y 1991 el ciedad. No obstante, los voceros gubernamentales reiteraban
Muro de Berlín, el bloque de países socialistas europeos y la que México estaba a un paso del Primer Mundo. Decían que
Unión Soviética desaparecieron. Estos acontecimientos refor- sólo faltaba el empujón final y éste era la firma del Tratado de
zaron las posturas oficiales estadounidenses y británicas que Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canadá.
buscaban la disminución del gasto público y la liberalización En efecto, reducir la intervención del Estado en la economía
del mercado mundial, así como el impulso a la inversión priva- y favorecer la libre circulación de mercancías entre los países era
da y a las reglas del mercado, lo que se conoce popularmente otro de los componentes del nuevo modelo de desarrollo econó-
como “neoliberalismo”. En México, un gobierno atento y obe- mico, lo que a su vez se justificaba diciendo que era una forma
diente a esas directrices resolvió “adelgazar” el Estado, controlar inteligente de adaptarse a la globalización económica. Coheren-
la inflación reduciendo el gasto, y vender más empresas gu- te con la adhesión al GATT en 1986, el gobierno salinista inició
bernamentales, como los bancos y Teléfonos de México, esta pláticas para alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos
última en manos del gobierno desde 1972. La cúpula empre- y Canadá. Se confirmaba así la decisión gubernamental de aban-
sarial se hizo de nuevos nombres, como Carlos Slim. También donar el modelo de sustitución de importaciones e impulsar en
se introdujeron otras reformas significativas, por ejemplo la del su lugar la apertura comercial y las exportaciones como sustento
artículo 27 de la Constitución, que significó la terminación del desarrollo nacional. Ese cambio apuntaba hacia el fortaleci-
del reparto de la tierra y abrió la posibilidad de la enajenación de miento de la integración económica con Estados Unidos, misma
los ejidos. Otra fue la del artículo 130 constitucional que otor- que ya se apreciaba en el mercado laboral, en la expansión de las
gaba el reconocimiento legal a las iglesias y la libertad de la maquiladoras, el destino de las exportaciones y en los millonarios
población creyente para practicar su fe. Esa reforma abrió pa- depósitos de mexicanos en bancos de aquel país. En lo sucesivo
so además al restablecimiento de relaciones diplomáticas con la suerte de la economía mexicana dependería en mayor medi-
el Vaticano. da de la de su vecino. El TLC se aprobó en 1993 y entró en vigor
530 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 531
Cierre de campaña de la Alianza por México, Victoria Valtierra, 24 de junio de 2000. Archivo
Cuartoscuro.
538 NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA EL ÚLTIMO TRAMO, 1929-2000 539
AUTORES
Luis Aboites Aguilar: doctor en historia por El Colegio de Mé-
xico; investigador de El Colegio de México.
Pablo Escalante Gonzalbo: doctor en historia por la Universidad
Nacional Autónoma de México; investigador de la Universi-
dad Nacional Autónoma de México.
Bernardo García Martínez: doctor en historia por la Universi-
dad de Harvard; investigador de El Colegio de México.
Javier Garciadiego: doctor en historia de México por El Cole-
gio de México; doctor en historia de América Latina por la
Universidad de Chicago; director de El Colegio de México.
Luis Jáuregui: doctor en historia por El Colegio de México; in-
vestigador del Instituto Mora.
Elisa Speckman Guerra: doctora en histora por El Colegio de
México; investigadora de la Universidad Nacional Autónoma
de México.
Josefina Zoraida Vázquez: doctora en historia de América por
la Universidad Central de Madrid; doctora en historia por la
Universidad Nacional Autónoma de México; investigadora
de El Colegio de México.
José Woldenberg y Vicente Fox en el momento de registrarse a la candidatura a la presidencia,
9 de enero de 2000. Archivo Cuartoscuro.
Azcárraga, Emilio, 497 Cádiz, 181, 182, 254, 257 Castro, Fidel, 506-507 Colosio, Luis Donaldo, 531
Azores, islas, 116 Cajeme, 321 Cavallari, Javier, 333 Columbus, 448
Azuela, Mariano, 461 Calakmul, 69, 70, 73, 79 Celaya, 141, 253, 258 Comonfort, Ignacio, 298, 300-
Baja California, estado de, 21, Calderón, Fernando, 329 Cerro de las Mesas, 37, 47 302
175, 294, 297, 474, 499, California, 288-290 Chak Tak Ichaak, 65 Comte, Augusto, 330
503, 528 Calleja, Félix María, 254, 256, Chalcatzingo, 37 Copán, 76
Balbuena, Bernardo de, 161 257, 259 Chalchihuites, 23 Córdoba, 118-119
Baranda, Joaquín, 351-352 Calpulalpan, 304, 308 Chalchiuhtlicue, 57, 59 Corral, Ramón, 354, 359, 362,
Barradas, Isidro, 276 Campeche, 275 Chalco-Atenco, 92 397, 402
Bassols, Narciso, 461, 479 Campeche, estado de, 49, 175, Chapultepec, 312 Cortés, Hernán (o Hernando),
Batista, Fulgencio, 506 179, 351, 516, 517 Chayal, 68 109, 119-120, 127-128, 162
Batopilas, 189 Campo, Ángel de, 390 Chiapa de Corzo, 48-49 Cortés, Martín, 144
Bazaine, François Achille, 309 Canadá, 529 Chiapas, 48, 70, 73, 75, 78, 105, Cosío Villegas, Daniel, 461
Bejucal, 65 Cananea, 357, 376, 380, 381, 108-109, 144, 179, 241, Couto, Bernardo, 294
Bélgica, 311, 346 397, 400, 426 313, 500, 530, 535 Coyoacán, 92-93
Belice, 178, 179 Canarias, islas, 116 Chichén Itzá, 82, 86-88, 90 Creelman, James, 359
Berlín, 528 Cañedo, Francisco, 358 Chihuahua, estado de, 21, 86, Croix, Francisco de, 207, 209,
Bermúdez de Castro, Salvador, Cantón, 148 141, 189, 215, 238, 370, 212, 214
288 Carácuaro, 254 372, 403, 416, 256, 275, Cruz, José de la, 256
Bernal, Heraclio, El Rayo de Cárdenas, Cuauhtémoc, 535, 420, 426, 446, 449-450, Cruz, Juana Inés de la, 168
Sinaloa, 348 527, 535 500, 503, 508-509, 523, Cuauhtémoc, 109, 120
Bonaparte, José, 249 Cárdenas, Lázaro, 473-475, 526, 533 Cuautla, 259
Bonaparte, Napoleón, 239, 247, 478, 481, 483, 485, 488, Chilapa, 259 Cuba, 116-117, 152, 155, 241,
249 507 Chile, 270 508, 115
Bonillas, Ignacio, 453, 456 Carlos I de Habsburgo (o Carlos Chilpancingo, 259 Cuéllar, José Tomás de, 330, 390
Brasil, 116 V de Alemania), 117 China, 148, 151 Cuernavaca, 136
Bravo, Nicolás, 259, 269-270, Carlos III, 199, 200-201, 212, Cholula, 75, 89, 90 Cuesta, Jorge, 478
276, 285 226 Ciudad Juárez, 376, 406, 408, Cuevas, Luis G., 294
Brownsville, 322 Carlos IV, 199-201, 231 417, 500, 523, 533 Cuicuilco, 45, 47-48, 51
Bucareli, Antonio María de, 217, Carlota Amalia, 311 Clausell, Joaquín, 390 Culhuacan, 89, 93
218, 221, 224 Caro Quintero, Rafael, 525 Clavé, Pelegrín, 332 Cusihuiriáchic, 189
Búho-Lanzadardos, 65 Carranza, Venustiano, 401, 403, Clouthier, Manuel J., 527 Dainzú, 41
Bulnes, Francisco, 351 424, 427, 433, 439, 442, Coahuila, estado de, 22, 175, Degollado, Santos, 308
Bustamante, Anastasio, 276, 443, 447-448, 450-453, 240, 280, 284, 372, 403, Dehesa, Teodoro, 351, 358
278-279, 283 456, 462 420, 424, 426-427, 450, Delgado, Rafael, 390
Bustamante, Carlos María de, Casafuerte, marqués de, 184 474, 503, 526 Díaz, Félix, 417, 422, 452
329 Casas Grandes, 86 Coatlinchan, 93 Díaz, Porfirio, 314, 318, 321-
Bustos, Hermenegildo, 332 Casasús, Joaquín, 351 Coe, Michael, 65 322, 335, 394, 397, 400-
Cabañas, Lucio, 508 Caso, Alfonso, 461 Colima, estado de, 47, 68, 108, 401, 417, 338, 340, 341,
Cabo Verde, 116 Caso, Antonio, 391, 460 303, 313, 464 346-349, 351, 354, 359,
Cabrera, Luis, 401 Castilla, 116-117, 121 Colombia, 270, 295 364, 381, 391, 402, 406-
Cacaxtla, 75, 76, 77, 81 Castillo, Heberto, 511 Colón, Cristóbal, 116, 113 408, 413, 421, 424
544 HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA ÍNDICE ONOMÁSTICO Y TOPONÍMICO 545
Díaz Mirón, Salvador, 387 380, 397, 400, 402, 443, González, Pablo, 421, 430 Hernández Galicia, Joaquín
Díaz Ordaz, Gustavo, 177, 508- 453, 458-459, 462, 470, González Garza, Roque, 442 La Quina, 528
509 479, 483, 485, 489, 497, González Ortega, Jesús, 313 Herrera, José Joaquín de, 287-
Díaz Soto y Gama, Antonio, 442 506, 508, 517, 521-522, Gorostiza, Manuel Eduardo de, 288, 295
Diéguez, Manuel, 426 525, 529, 531-533 324 Hidalgo, 83, 88-90, 372, 430,
Distrito Federal, 259, 262, 269, Estrada, José María, 332 Gran Bretaña, 249, 270, 288, 491
224, 372, 280, 473, 502, Feijoo, Benito Jerónimo, 199 308, 320, 483, 521 Hidalgo y Costilla, Miguel, 253-
534, 535 Felipe IV, 152 Gran Colombia, 270 254, 256
Doblado, Manuel, 309 Felipe V, 200, 281 Granados Gálvez, José Joaquín, Hitler, Adolfo, 278
Dolores, 253 Fernández de Lizardi, José 190 Huatabampo, 23
Domínguez, Miguel, 253 Joaquín, 329 Guadalajara, 134, 217, 226, Huatulco, 134
Dos Pilas, 78 Fernando VII, 249, 257 234, 240, 256, 269, 289, Huerta, Adolfo de la, 426, 452,
Dublán, Manuel, 364 Figueroa, hermanos, 407 303, 324, 326, 376, 377, 458, 462
Durango, estado de, 23, 86, 141, Filipinas, 148, 155, 207 433, 491 Huerta, Victoriano, 416, 420,
226, 236, 240, 246, 370, Filisola, Vicente, 285-286 Guadalupe, villa de, 294 422, 424, 427, 430, 433,
372, 403, 420, 426, 474, Flores, Manuel Antonio, 227 Guanaceví, 289 436, 438, 449
480, 523 Flores Magón, Jesús, 397 Guanajuato, 253-254, 256 Humboldt, Alejandro de, 275
Echeverría, Luis, 512-515, 517 Flores Magón, Ricardo, 294, 397 Guanajuato, estado de, 108, 189, Iglesias, José María, 319, 322
Ecuador, 308 Florida, 155, 283 214, 217, 226, 303, 324, Iguala, 262, 264
El Baúl, 48-49 Fox, Vicente, 535, 537-538 358, 372, 385, 390, 450, Ihuatzio, 82, 108
El Jaguar (u Ocho Venado), 87 Francia, 181, 194, 218, 286- 465, 480, 532, 535 India, 116, 151, 511
El Mirador, 49 288, 308, 311, 320, 346, Guatemala, 48, 62, 87, 108-109, Inglaterra, 181-182, 194, 234,
El Perú, villa de, 65 358, 362, 483 124, 143, 178, 240-241, 238, 240, 243, 346, 358,
El Zape, 23 Franco, Francisco, 478 358, 500 366
Elías Calles, Plutarco, 426, 452, Frías, Heriberto, 390 Guaymas, 374, 575 Islas Canarias, 116
456, 457, 461-462, 464, Fuentes, Carlos, 497-498 Guerrero, estado de, 37, 49, Italia, 268, 321, 329, 483
473, 474 Gadsden, James, 297 107-108, 303, 313, 406- Iturbide, Agustín de, 260, 262,
Escobedo, Mariano, 322 Galeana, Hermenegildo, 259 407, 430, 508, 435 264-265, 268-269, 274,
España, 112, 117n, 124, 133, Galván, Rafael, 516 Guerrero, Vicente, 259, 262, 300, 324
134-135, 139, 149, 151- Gálvez, Bernardo de, 226 264, 276, 278, 284 Iturrigaray, José de, 249, 235-
152, 158, 160, 163, 166- Gálvez, José de, 201, 207, 209, Guinea, 116 236, 243
167, 175, 179, 181-182, 224, 226-227 Gutiérrez, Eulalio, 437, 442 Itzamnaaj Balam II, 70
194, 197, 199, 205, 212, Gálvez, Matías de, 221, 226 Gutiérrez de Estrada, José María, Izapa, 48-49, 51
214, 224, 231, 235, 238, Gamboa, Federico, 390 280, 287 Iztapalapa, 93
239, 242-243, 249, 256, García Icazbalceta, Joaquín, 332 Gutiérrez Nájera, Manuel, 387 Izúcar, 259
262, 288, 308, 320, 324 Garza Sada, Eugenio, 514-515 Guzmán, Martín Luis, 461 Jackson, Andrew, 285
Estados Unidos, 265, 269, 270, Gelves, marqués de, 152 Guzmán, Nuño de, 127, 129 Jalapa, 186, 276
274-276, 283, 285, 288, Gómez Farías, Valentín, 278-280 Habsburgo, Francisco José de, 313 Jalisco, 22, 47, 68, 108, 129,
290, 294, 298, 300, 304, Gómez Morín, Manuel, 461, 478, Henríquez Ureña, Pedro, 391, 217, 371-372, 430, 433,
307, 318, 320, 321, 324, 482 460 450, 464, 499, 533
326, 332, 346-347, 357- Gómez Pedraza, Manuel, 276, 278 Hernández de Córdoba, Jamaica, 116, 155, 175
358, 366-367, 375, 377, González, Manuel, 338, 365 Francisco, 117 Japón, 358, 483
546 HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA ÍNDICE ONOMÁSTICO Y TOPONÍMICO 547
Jaramillo, Rubén, 506 Limantour, José Yves, 351-353, Mayapán, 82, 87, 108 Monclova, 175
Jécker, Juan B., 308 364, 397 Mazatlán, 275 Monte Albán, 39, 42, 45, 68, 75
Jerez, 141 Lizana, Francisco Xavier, 253 Mejía, Tomás, 314 Monterrey, 240, 291, 319, 371,
Jiménez, José Mariano, 256 Lombardini, Manuel María, 295 Mendoza, Antonio de, 138-139, 376-377, 436, 479, 491-
Juan Pablo II, 521 Lombardo Toledano, Vicente, 158 492, 500, 515
Juárez, Benito, 303-304, 308, 461, 478, 489 Mérida, 134, 215, 226, 390 Montoya, Matilde, 387
314, 318, 320-321, 330, Londres, 308, 313, 320 Mesilla, 297, 298, 324 Mora, José María Luis, 326, 329
332, 337-338, 342, 343, 346 López de Santa Anna, Antonio, Mesoamérica, 23, 30, 32, 34, 37, Morelia, 478
Kabal Xook, 70 268-276, 278, 280-281, 39, 45, 47, 49, 57, 68-69, Morelos y Pavón, José María,
Kaminaljuyú, 51, 65 283, 285, 287, 289, 291, 70, 88, 109 254, 257, 259, 309
Kan Balam (o Kinich Kan 294-295, 297-298, 300, Metztitlán, 109 Morelos, estado de, 37, 45, 49,
Balam II), 73 308 Mexicali, 474 69, 75, 406, 412, 430, 437,
Keynes, John M., 488, 521 López Mateos, Adolfo, 500-501, México, ciudad de, 124, 134, 449
Kinich Janaab Pakal I (o Pakal 508 140, 144, 148, 154-155, Motolinía, fray Toribio de, 133
el Grande), 73 López Portillo y Rojas, José, 390 171, 191, 197, 205, 207, Muñoz, Rafael F., 462
Kinich Kan Balam (o Kan López Portillo, José, 512, 517, 224, 226-227, 231, 239, Mussolini, Benito, 478
Balam), 73 519, 521 241, 247, 254, 276, 291, Nakbé, 49
Kucumatz, 87 López Rayón, Ignacio, 256, 257 295, 311, 314, 322, 330, Napoleón III, 308-309, 311-312,
Kukulcán, 87-88, 90 Los Tuxtlas, 37, 62 338, 371, 377, 378, 397, 314
La Habana, 179, 194, 200, 207, Lozada, Manuel, 321 408, 426, 433, 436-437, Naranjo, 73
289 Luis XIV, 181 439, 443, 446-447, 456, Narváez, Pánfilo de, 120
La Laguna, 473, 489 Luisiana, 175, 283 465, 466, 469, 479, 491, Nayarit, estado de, 47, 68, 372
La Libertad, 48 Macedo, Miguel, 351 493, 495-497, 509, 512, Negrete, Pedro Celestino, 269
La Mojarra, 48-49 Macedo, Pablo, 351 522, 524-526, 530 Nervo, Amado, 387
La Venta, 27, 32, 34, 36-37, 42, Madera, 508-509 México, Estado de, 48, 139, 226, Nezahualcóyotl, 21
47 Madero, Francisco I., 401-403, 278, 372, 437, 499, 532 Novo, Salvador, 475, 478
La Ventilla, 64 407-408, 412-413, 416-417, México-Tenochtitlan, 83, 93, 94, Nueva España, 110, 113, 117n,
Labastida, Antonio Pelagio de, 422-424, 462 111, 119-121, 180 121, 124, 128, 133, 135-
303, 309, 318 Madrid, 200, 227, 264 México-Tlatelolco, 93 141, 143, 145, 148-149,
Labastida, Francisco, 535 Madrid, Miguel de la, 521 Mezcala, 45, 47 151-152, 154-155, 158,
Lagos Cházaro, Francisco, 442 Magdaleno, Mauricio, 478 Michoacán, estado de, 47, 68, 160-163, 166-167, 171-172,
Lakamhá, 73 Manila, 148, 207 75, 82-83, 108-109, 121, 178-180, 182, 184-185,
Landesio, Eugenio, 332 Manzanillo, 376 134, 141, 214, 217, 240, 189-192, 194
Laredo, 319 Marcha, Pío, 268 243, 278, 303, 372, 430, Nueva Galicia, 128-129, 134,
Lecumberri, 511 Marcos, subcomandante, 531 448, 450, 464, 527, 532 136, 140, 143, 185
León de la Barra, Francisco, Martínez, Mucio P., 358 Mier y Terán, Manuel, 259, 278 Nueva Granada, 224
408, 417 Mata, Filomeno, 357 Mina, Francisco Xavier, 260 Nueva Orleans, 241, 298
León, 141 Matacapan, 62, 69 Miramar, 311 Nueva Rosita, 503
Lerdo de Tejada, Miguel, 295, Matamoros, 275, 318-319 Miramón, Miguel, 304, 314 Nueva Vizcaya, 141
297, 329 Matamoros, Mariano, 259 Mixcoac, 93 Nueva York, 470
Lerdo de Tejada, Sebastián, 314, Maximiliano de Habsburgo, 309, Moctezuma Ilhuicamina (o Nuevo Laredo, 376
318, 320-322, 330 311, 313-314 Moteczuma), 21, 120, 121 Nuevo León, 141-142, 240, 352,
548 HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA ÍNDICE ONOMÁSTICO Y TOPONÍMICO 549
354, 359, 371, 372, 427, Pátzcuaro, 82, 107, 108 Quintana Roo, estado de, 108 San Antonio, 402
499 Payno, Manuel, 229, 330, 260 Quintana, Bernardo, 497 San Antonio Nogalar, 23
Nuevo México, 83, 86, 141, 175, Paz, Octavio, 497, 498, 511 Rabasa, Emilio, 390 San Blas, 275
178, 290, 324, 448 Pearl Harbor, 483 Ramírez, Ignacio, 330 San Cristóbal de las Casas, 530
Nuevo Santander, 187, 209, 240 Peláez, Manuel, 452 Reagan, Ronald, 521 San Cristóbal Ecatepec, 259
O’Donojú, Juan de, 264-265 Peña y Peña, Manuel de la, 294 Real del Monte, 189 San José Mogote, 32, 42
Oaxaca, estado de, 32, 39, 45, Perú, 117, 134, 135, 139, 148, Rebolledo, Efrén, 387 San Juan de los Lagos, 240, 253
62, 68, 90, 105, 107, 134, 149, 151, 155, 224, 270 Revillagigedo, segundo conde de, San Juan de Ulúa, 260, 268, 274
217, 226, 236, 240-241, Petén, 49, 51, 62, 65, 70, 73 218, 227, 231 San Lorenzo, 22, 34, 36-37
269, 303, 314, 322, 337, Petexbatún, 78 Revueltas, José, 511 San Luis de la Paz, 214
357, 430, 448, 450, 452, Piedras Negras, 65, 70, 319 Revueltas, Silvestre, 478 San Luis Potosí, 141, 376-377,
534-535 Pimentel, Francisco, 331-332 Reyes, Alfonso, 391, 460 390, 397
Obregón González, Joaquín, 358 Pineda, Rosendo, 351 Reyes, Bernardo, 351-352, 354, San Luis Potosí, estado de, 23,
Obregón, Álvaro, 420-421, 426, Pino Suárez, José María, 408 358-359, 362, 397, 400, 59, 69, 214, 226, 231, 240,
430, 433, 437, 442, 452- Pío IX, 303 401, 406, 417, 422 300, 372, 402, 427, 430,
453, 456-459, 462, 464, Poinsett, Joel R., 276, 283 Riaño, Juan Antonio, 253 503
466, 471, 537 Polk, James, 289-290, 294 Riego, Rafael de, 260 San Miguel el Grande, 253
Ocampo, Melchor, 300, 304, Polonia, 483 Río Azul, 65 Sánchez, Graciano, 478
308, 330 Portes Gil, Emilio, 473 Río Blanco, 357, 380-381 Santa Bárbara, 141
Ocho Venado (o El Jaguar), 87 Portilla, Anselmo de la, 332 Río Pesquero, 37 Santa Fe, 141, 275, 326
Olivares, conde-duque de, 152 Portugal, 249 Río Verde, 59 Santa Rosalía, 376
Orizaba, 311, 367, 380, 437 Posada, José Guadalupe, 390 Riva Palacio, Vicente, 260, 319, Santa Teresa de Cabora, 375
Orozco, José Clemente, 461 Prieto, Guillermo, 300, 330, 330, 332 Santo Domingo, 116, 175
Orozco, Pascual, 403, 407, 408, 332 Rivera, Diego, 461, 478 Scott, Winfield, 291, 294
417, 426 Progreso, 376 Roa Bárcena, José María, 332 Seibal, 49, 78, 79
Orozco y Berra, Manuel, 332 Puebla, 124,134, 187, 209, 311, Rodríguez, Abelardo L., 473 Serdán, Aquiles, 403
Ortega, Aniceto, 333 314, 324, 376-377, 380, Rodríguez, Diego, 168 Sevilla, 133, 145, 148, 154-155,
Ortiz de Domínguez, Josefa, 253 385, 403 Romero, Matías, 319-320, 364 182, 256
Ortiz Rubio, Pascual, 471, 473 Puebla, estado de, 59, 75, 81, Romero Rubio, Carmen, 342-343 Sierra, Justo, 351
Otumba, 59 155, 158, 180, 217, 226, Romero Rubio, Manuel, 343, 351 Sigüenza y Góngora, Carlos de,
Pachuca, 59, 385 240, 290-291, 301, 309, Ruffo, Ernesto, 528 168, 170
Padilla, Ezequiel, 497 314, 358, 371-372, 430, Ruiz Cortines, Adolfo, 499 Silao, 308
Pakal el Grande (o Kinich 437, 446, 450, 491 Ruiz de Apodaca, Juan, 260 Sinaloa, 83, 141, 162, 191, 226,
Janaab Pakal I), 73 Pueblo Bonito, 83 Ruiz Massieu, José Francisco, 531 240, 348, 358, 370, 430,
Palafox, Juan de, 158, 163 Puente de Calderón, 256 Rulfo, Juan, 497 433
Palenque, 65, 70, 73, 75, 79 Puerto Rico, 116 Sahagún, Bernardino de, 133 Siqueiros, David Alfaro, 461, 478
Pánuco, 124 Querétaro, 295, 324, 451 Sak Kuk, 73 Sisal, 275
Paquimé, 86 Querétaro, estado de, 90, 105, Salamanca, 141, 322 Siyaj Chan Kawiil II, 65
Paredes y Arrillaga, Mariano, 253, 294, 303, 314, 436, Salinas de Gortari, Carlos, 527- Siyaj Kak, 65
287-290 446, 464 528 Slim, Carlos, 528
París, 278 Quetzalcóatl, 51, 57, 75-77, 81, Saltillo, 141, 240, 256 Sonora, 23, 141, 162, 179, 185,
Parral, 161 87-90 San Andrés Tuxtla, 49 226, 348, 370, 372, 375,
550 HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO ILUSTRADA ÍNDICE ONOMÁSTICO Y TOPONÍMICO 551
380, 403, 420, 426-427, Tingambato, 68 Vanegas Arroyo, Antonio, 390 Washington, D.C., 304, 423,
450, 474, 480, 526 Tixtla, 259 Vasconcelos, José, 291, 457, 430, 453
Tabasco, 178-179, 303, 351, Tlacolula, 42 460-462 Wilson, Woodrow, 424, 433
412, 430, 474, 517 Tlacopan, 82, 93-95, 108 Vaticano, El, 394, 528 Xibalbá, 73
Tablada, José Juan, 387 Tláloc, 20 Vázquez Gómez, Francisco, 401, Xipe, 104
Tacubaya, 93 Tlapacoya, 34, 39 403, 408, 412 Xochicalco, 75-77, 81
Taft, William, 424 Tlatelolco, 94, 109 Vázquez, Genaro, 508 Xochimilco, 92
Tajín, 75, 81 Tlatilco, 30 Velasco, José María, 332, 390 Yax Nuun Ayiin I, 65
Tamaulipas, 23, 187, 240, 372, Tlaxcala, 380, 430, 437 Velázquez, Fidel, 489, 490 Yaxchilán, 70, 73, 78-79
427, 480 Tlaxcala, estado de, 59, 81, 430, Venegas, Francisco Xavier, 254, Yermo, Gabriel de, 249
Tamayo, Rufino, 497 446 257 Yopitzinco, 107
Tampico, 274-275, 278, 287, 436 Tok Ichaak, 65 Veracruz, 254, 275-276, 278, Yucatán, 62, 70, 82, 87, 108,
Taxco, 186, 259 Tolsá, Manuel, 224, 227 287, 291, 294, 385, 430, 109, 119, 124, 129, 134,
Tayasal, 109, 178 Toluca, 81, 95 433, 451 143-144, 178-179, 241,
Taylor, Zachary, 289 Tomochic, 375 Veracruz, estado de, 27, 48, 62, 269, 290, 295, 348, 351,
Tecoac, 322 Toniná, 69, 70, 79 75, 119-120, 133, 148, 152, 357, 375, 412, 446, 474,
Tehuantepec, 48, 62, 108-109, Torreón, 376 175, 178, 207, 217, 226, 491
175, 294, 297, 304 Torres, José Antonio, 354 234, 238, 264, 268, 290, Yuknoom el Grande, 73
Teloloapan, 107 Torri, Julio, 460 303-304, 308-309, 311, Yuknoom-Cabeza, 73
Tenochtitlan (o México- Tres Zapotes, 47, 49 313-314, 320-321, 326-327, Zabludowsky, Jacobo, 511
Tenochtitlan), 20, 82-83, 89- Trist, Nicholas, 294 351, 358, 366, 371-372, Zacatecas, 269, 275, 390
90, 93-94, 104-105, 109 Tula, 22, 59, 82-83, 86-88, 90 417, 430, 439, 446, 448, Zacatecas, estado de, 269, 280,
Teopantecuanitlán, 37 Tulum, 108 450, 452, 499, 517 281, 303, 324, 372, 420,
Teotenango, 77 Tututepec, 107, 109 Victoria, Guadalupe, 259, 269- 427, 430, 433, 464
Teotihuacán, 22, 45, 51, 53, 56- Tuxpan, 376 270, 276 Zamora, 141
57, 59, 62, 64-65, 68-69, Tuxtepec, 62, 322, 336, 343 Vilar, Manuel, 337 Zapata, Emiliano, 407, 408,
76, 81, 83, 89-90 Tzintzuntzan, 82, 108 Villa, Pancho, 407, 416, 421, 412, 417, 439, 442, 456
Teotitlán, 62 Uaxactún, 49, 64-65 426, 430, 433, 438, 439, Zaragoza, Ignacio, 309
Tepeji, 59 Unión Soviética, 484, 489, 506, 442, 446, 448, 456, 460, Zavala, Lorenzo de, 385, 329
Tepexpan, 27 521, 528 462 Zedillo, Ernesto, 531
Tepic, 321 Urquizo, Francisco L., 462 Villa de Reyes, 23 Zimermann, Arthur, 453
Teresa de Mier, Servando, 260, Uxmal, 41, 82, 87 Villalba, Juan de, 207 Zitácuaro, 257
268, 329 Valencia, Gabriel, 287 Villamanrique, marqués de, 143 Zuloaga, Félix, 303-304
Terrazas, familia, 426 Valero, marqués de, 182, 184 Villaurrutia, Xavier, 475, 478
Texas, 179, 185, 240, 275, 280- Valladolid, provincia o
281, 283-285, 288, 324 intendencia de, 217, 226
Texcoco (o Tetzcoco), 25, 82, Valladolid de Michoacán (hoy
93-95, 108 Morelia), 134, 214, 242,
Tezcatlipoca, 88 243, 253-254, 259, 262
Thatcher, Margaret, 521 Valle de Toluca, 57, 256
Tikal, 49, 51, 62, 64-65, 68, 70, Valle, Leandro, 308
73, 79 Vallejo, Demetrio, 506
Nueva historia mínima de México ilustrada
se terminó de imprimir en octubre de 2008
en los talleres de
Corporación Mexicana de Impresión, S.A. de C.V.