Informe Final Del Proyecto Rs
Informe Final Del Proyecto Rs
Informe Final Del Proyecto Rs
I. INFORMACION GENERAL
“Las personas con discapacidad están entre las más marginadas y estigmatizadas del mundo,
incluso en circunstancias normales”, manifestó Jane Buchanan, subdirectora de derechos de las
personas con discapacidad de Human Rights Watch. “Si los gobiernos no toman medidas rápidas
para incluir a las personas con discapacidad en su respuesta al COVID-19, seguirán expuestas a
graves riesgos de contagio y muerte a medida que la pandemia se propague”.
En todo el mundo, más de 1000 millones de personas –aproximadamente, un 15 % de la
población mundial– tienen algún tipo de discapacidad. Las personas mayores, las personas con
enfermedades crónicas o las personas con discapacidad —que, por ejemplo, afecten su capacidad
respiratoria— pueden estar expuestas a un particular riesgo de enfermedad grave o muerte a causa
de la infección por COVID-19.
Para otras personas, la discapacidad en sí misma no implica un mayor riesgo de contagio, pero
están en peligro debido a la discriminación y a los obstáculos para el acceso a información, servicios
sociales, atención médica, inclusión social y educación.
En una pandemia que evoluciona rápidamente, la información es esencial para que las
personas tomen decisiones sobre cómo protegerse y cómo acceder a necesidades y servicios
durante la cuarentena y el aislamiento voluntario. Los gobiernos en todos los niveles deben brindar
información sobre la enfermedad, métodos de prevención y servicios en forma precisa, accesible y
oportuna.
Para asegurar que las personas con discapacidad no queden sin acceso a información clave
para salvar su vida, las estrategias de comunicación deberían incluir interpretación profesional con
lenguaje de señas para los anuncios de televisión, sitios web accesibles para personas con
diferentes discapacidades y servicios telefónicos para personas sordas o con hipoacusia. Las
comunicaciones deben adoptar un lenguaje simple para asegurar la máxima comprensión.
Human Rights Watch entrevistó a Karen McCall, que tiene ceguera conforme a criterios legales
y cumple cuarentena voluntaria en su vivienda en Ontario, Canadá, después de haber tenido un
posible contacto con una persona que tuvo un resultado positivo en la prueba de COVID-19. Dijo
que había tenido dificultades para acceder a información del Ministerio de Salud de Ontario, dado
que una presentación de diapositivas que publicaron en internet sobre cómo mantenerse saludable
durante el brote de COVID-19 no era compatible con la tecnología de lectura de pantalla o
agrandamiento de imagen con que ella cuenta.
Los gobiernos también deberían considerar las necesidades específicas de las personas con
discapacidad al desarrollar estrategias de prevención. Por ejemplo, deberían formularse pautas
para el lavado de manos especiales para personas con discapacidad que no pueden lavarse las
manos con frecuencia o no pueden hacerlo solas, o que no tienen acceso a suficiente agua para
higienizarse.
El COVID-19 se propaga con rapidez y es especialmente peligroso para personas que viven muy
cerca de otras en entornos cerrados. Millones de adultos y niños con discapacidad viven en
residencias apartadas y, a menudo, atestadas, donde pueden sufrir abandono y abusos, y no recibir
atención médica suficiente. Human Rights Watch ha documentado situaciones de trato abusivo y
condiciones deficientes en instituciones del ámbito estatal y privado en Brasil, Croacia, Kazajistán,
India, Rusia y Serbia. Decenas de miles de otras personas se encuentran encadenadas y encerradas
en centros religiosos o estatales en Ghana, Indonesia, Nigeria y Somalilandia.
Los gobiernos deberían tomar medidas urgentes para trasladar a las personas con discapacidad
(en los casos en que sea seguro hacerlo) fuera de las instituciones cerradas y otros centros similares,
y disponer que se interrumpa el ingreso de personas nuevas. Los niños y niñas con discapacidades
que se encuentran en internados deberían volver a vivir con sus familias siempre que sea posible.
Los gobiernos deberían brindar a los adultos con discapacidad apoyo social y servicios para
vivir en la comunidad. Dentro de las instituciones, las autoridades deberían seguir estrictas pautas
de higiene y distanciamiento físico, y deberían crear políticas para las visitas que equilibren la
protección de los residentes y el personal con las necesidades de mantener la conexión y los
vínculos familiares.
Las personas con discapacidad que viven en sus hogares suelen recurrir a servicios sociales
comunitarios para satisfacer sus necesidades diarias básicas, incluso en lo referente a comidas e
higiene. Existe fuerte preocupación entre las organizaciones de derechos de las personas con
discapacidad por la interrupción de estos servicios. Las personas que brindan asistencia no cuentan
con los equipos de protección personal necesarios para minimizar la exposición o la propagación
de la infección, o ellas mismas se están contagiando y deben cumplir una cuarentena.
Las políticas para contener la propagación del coronavirus requieren el aislamiento social, y
esto puede hacer que las personas con discapacidades psicosociales, como ansiedad o depresión,
puedan sufrir un profundo malestar. En estos casos, puede resultar útil reforzar los servicios de
apoyo para la salud mental. De hecho, en general, el aislamiento y la cuarentena podrían generar
angustia a la mayoría de las personas. Las políticas gubernamentales deberían asegurar que
continúe la prestación de servicios comunitarios y que los programas de orientación para
situaciones de crisis sean accesibles para todas las personas. La interrupción de los servicios
comunitarios no debería dar como resultado la institucionalización de las personas con
discapacidad ni de las personas mayores.
En muchos países, los niños y niñas con discapacidad enfrentan obstáculos para acceder a una
educación inclusiva y de calidad. A medida que los gobiernos cierran escuelas, muchas están
implementando la instrucción en línea. Los niños y niñas con diferentes discapacidades pueden
quedar excluidos si la instrucción en línea no se diseña de un modo accesible para ellos, por
ejemplo, a través de materiales y estrategias de comunicación adaptados y accesibles. Los
gobiernos también deberían asegurar que los alumnos que no tienen acceso a internet puedan
contar con materiales y planes de clases accesibles. Sin el apoyo gubernamental, es posible que los
padres y cuidadores no puedan brindar los servicios que los niños y las niñas podrían recibir en las
escuelas.
En El Líbano, por ejemplo, las escuelas públicas y privadas han cerrado sus puertas y las clases
se imparten de modo virtual. Amer Makarem, de la Youth Association of the Blind, dijo a Human
Rights Watch que, en general, las clases virtuales y la asignación de las lecciones no son accesibles
para estudiantes ciegos o con baja visión.
“Una de las cosas más importantes que los gobiernos pueden hacer para proteger a las
personas con discapacidad durante la pandemia del coronavirus es consultarlas periódicamente
para cerciorarse de que las políticas sean acordes a sus necesidades”, señaló Buchanan. “Se
avecinan otras catástrofes si millones de personas quedan excluidas de la respuesta al COVID-19”.
III. OBJETIVOS
Desarrollar el proyecto “Charla informativa virtual sobre derecho que tienen las
personas con capacidades diferentes para hacer frente a las adversidades de la COVID-19”-
en el año 2021.
Se logro llegar a 30 beneficiarios, pro las razones siguientes; 3 miembros del grupo de dejaron el
curso por motivos de salud, inhabilitación de curso, por ello se llegó a dar la charla solo a 30
beneficiarios, del presente tema de Responsabilidad Social VI.
30
𝐿𝑜𝑔𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑒𝑡𝑎 = 𝑥 100
50
IDENTIFICACION
DIFUSION DEL PROYECTO EN ZOOM GRUPO DE ESTUDIANTES 01 difusiòn X Dificultades por la conectividad de
internet, por parte los beneficiarios
GRUPO DE ESTUDIANTES
X
VI. EVALUACION DE LA EFICACIA DEL PROYECTO
Para determinar la eficacia del proyecto de responsabilidad social, se procede a dividir las actividades realizadas sobre las actividades planificadas, el resultado
se multiplica por 100, lo que se obtenga nos indica la eficacia del proyecto.
Actividades ejecutadas
𝐸𝑓𝑖𝑐𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑃𝑟𝑜𝑦𝑒𝑐𝑡𝑜 = 𝑥 100
Actividades planificadas
15
𝐸𝑃 = 𝑥 100
19
𝐸𝑃 = 78.95
La eficacia del proyecto es del 100%, lo que significa que queda un margen de 0% de actividades que no se cumplieron oportunamente y para lo cual se tiene
que elaborar propuestas de mejora para dar cumplimiento al total de actividades oportunamente.
VII. PROPUESTAS DE MEJORA
Objetivo
N° PREGUNTA SI NO
1 ¿Considera que la información recibida le ayudará a resolver situaciones
de la vida diaria?
2 ¿La comunicación realizada con su persona fue clara, precisa y
oportuna?
3 ¿Los materiales que recibió fueron dinámicos y claros en su
información?
4 ¿Logró comprender la información que se le brindó oportunamente?
5 ¿Considera que la orientación brindada es suficiente para solucionar un
problema?
6 ¿Volvería a formar parte de los beneficiarios de un nuevo proyecto de
responsabilidad social?
IX. ANEXOS
REGISTRO DE BENEFICIARIOS:
REGISTRO DE ESTUDIANTES: