La Palabra Corporeidad en El Diccionario de Educación Física
La Palabra Corporeidad en El Diccionario de Educación Física
La Palabra Corporeidad en El Diccionario de Educación Física
EDUCACIÓN FÍSICA
La palabra es un signo lingüístico, el sonido o conjunto de sonidos articulados que
expresan una idea. La palabra escrita corresponde a la representación gráfica de
estos sonidos.
¿Cómo interpretar el signo?
Si bien la idea de estudiar los sistemas de signos es un fenómeno moderno, uno
de los debates más notables sobre los signos tuvo lugar en el mundo antiguo,
entre estoicos y epicúreos, en Atenas AC: Los griegos se centraron en la
diferencia entre los signos naturales, los que se dan libremente en la naturaleza
como los gritos o movimientos de animales y humanos; y los convencionales, los
diseñados específicamente para la comunicación como la lengua oral y escrita.
Los signos convencionales que usamos los humanos para comunicarnos
acontecen en palabras habladas y escritas, vocablos, términos, gráficos,
esquemas, dibujos, líneas, trazos, expresiones, gestos, muecas, ademanes,
mímica, señales, y otras manifestaciones que representan a un objeto material, a
un concepto mental o a una idea abstracta.
En el siglo XX la semiótica teorizó sobre signos convencionales, tomando el signo
lingüístico como una díada o entidad de dos caras:
1. El significante, o el aspecto totalmente material de un signo, como el sonido de
la palabra cuando pasan las vibraciones del aire por las cuerdas vocales en la
garganta.
2. El significado o concepto mental, como la idea de lo que representa esa
palabra.
Cuando hablamos de corporeidad tenemos que situarnos en un signo
convencional diseñado para dar significado a una idea sumamente compleja,
porque el objeto material que es representado con esta palabra es el hombre, y no
existe una explicación universal al respecto.
Desde su origen la humanidad busca comprender y definir al hombre, logrando al
momento esclarecimientos filosóficos parciales.
Corrientes filosóficas y religiosas establecieron sus principios en la historia desde
una comprensión particular, generalmente dualista del hombre. El hombre dividido,
separado en duplicidades: cuerpo-mente, cuerpo-alma, cuerpo-espíritu da origen a
las ciencias que se dedican al estudio en detalle de una condición, una categoría,
una característica, un estado, un nivel, un atributo, un aspecto de lo humano.
El hombre es considerado ser psíquico, físico, mental, espiritual, orgánico,
anímico, gestual, emocional, motriz, social, etc. Y en este desmenuzamiento se
compone una ciencia para el estudio de cada fragmento. Lo corporal queda
encerrado habitualmente en el cuerpo y su movimiento, en lo tangible, lo visible,
en funcionamientos de sistemas y órganos, en movimientos de aparatos y
palancas, constituyéndose en tema de medicina, biología, anatomía, fisiología,
mecánica y otros campos relacionados con la salud, el deporte, la expresión
artística...Así emergen infinidad de ámbitos que estudian el cuerpo, tantos como
posturas ideológicas que existen. Desde todos ellos se estudia exhaustivamente la
parte del objeto: cuerpo que les compete y corrientemente se arriba a
conclusiones contrapuestas a la hipótesis dual, surgiendo la necesidad de
nombrar al cuerpo de otro modo, con palabras signo que den cuenta de
significados integradores, incluyentes, globales, abarcadores que completen las
parcialidades.
El concepto de corporeidad aparece en el marco de la Fenomenología, corriente
del pensamiento que se basa en el estudio de los fenómenos sociales y naturales,
cuyo principal representante es Edmund Husserl (1859-1938) quien abrió con sus
trabajos un nuevo campo a la Filosofía.
Por eso, la conciencia es centrífuga: “desde que haya conciencia, es preciso que
algo acontezca para que ella sea conciencia”
Ella no podrá entenderse, si no es como acto significante que da y encuentra
sentido. Y, si la conciencia desemboca en la existencia, identificándose con ella,
no sólo el idealismo y la psicología intelectualista podrán dar interpretaciones, sino
también a partir de la intencionalidad existencial debemos descubrir al Hombre y el
Mundo. Entonces, las esencias, el sentido y el significado del Mundo y de las
cosas se alcanzan tan solo a través de la percepción.
La reflexión tendrá que estar siempre vinculada a una irreflexión, la objetividad
supone siempre una inobjetividad que es justamente su índice existencial, su
inherencia histórica y natural; conociéndose como acontecimiento, la reflexión es
radical, no pierde de vista su raíz corpórea y, por lo tanto, nunca se absolutiza,
nunca transforma la realidad en una totalidad acabada, configurada,
perfectamente determinada a partir de una subjetividad autónoma”
CORPOREIDAD Y MOTRICIDAD HUMANA
El cuerpo en movimiento (motricidad) es el medio por el cual nos expresamos,
comunicamos, relacionamos, desarrollamos y realizamos como personas de
manera singular, única y continua que se va adaptando y modificando en busca de
su equilibrio.
La función de la Educación Física, en este contexto, renueva su propósito y se
convierte en un factor de afianzamiento de la construcción social y cultural del
cuerpo en movimiento (Corporeidad) y así responder, desde temprana edad, a la
solución social de problemas relacionados con los estilos de vida, la calidad de
vida y la satisfacción con la vida.
A continuación, haremos un análisis del origen y sentido del enfoque de la
corporeidad y sus relaciones con la Educación Física.
1. Corrientes referentes de Educación Física
En Educación Física, son muchos los enfoques inspirados en la que a partir de la
segunda mitad del siglo XX se extendieron en corrientes innovadoras en países
como Francia, España, Portugal, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, México,
Argentina y otros, como lo reflejan los siguientes autores que pasamos a citar:
Jesús Paredes Ortiz. España.
“Nacemos con un cuerpo que, desde el momento del nacimiento, a través de la
acción del movimiento se adapta, transforma y conforma como corporeidad. Esta
conformación viene dada por el movimiento, por la acción y por la percepción
sensorial (vista, oído, tacto, gusto, olfato y percepción cinestésica). Ya en el
vientre de nuestra madre necesitamos movernos. Todo este proceso se va
desarrollando a lo largo de toda nuestra vida, de manera que vamos cambiando y
conociéndonos dependiendo de la imagen corporal que tenemos de nosotros
mismos y de la imagen que nos hacemos al interpretar el mundo exterior a lo largo
del día y de nuestra vida. Este proceso acaba con la muerte: es entonces cuando
dejamos nuestra corporeidad, para acabar siendo un cuerpo.”
Plan de estudios de la Licenciatura de Educación Física. México.
“La corporeidad como base del aprendizaje en Educación Física: La corporeidad
es parte constitutiva de la personalidad. Por ello es necesario considerar al alumno
en formación y al futuro profesor, no solo como un grupo de músculos a los que
hay que adiestrar para que tengan fuerza y precisión en aras de realizar una
acción específica, por el contrario, se requiere considerar la infinita posibilidad de
movimientos intencionados, creativos, e inteligentes que caracterizan al ser
humano. El docente en formación debe construir y experimentar el concepto de
corporeidad para aprender y comprender que un alumno necesita participar e
involucrarse en actividades en las que intervengan todos los aspectos de su
personalidad.”
Silvino Santín, Brasil.
“La corporeidad más allá de las corporeidades: La comprensión del cuerpo
acompaña la imagen de hombre que a su vez está vinculada a cada grupo
humano y a su proyecto cultural. El modo de ser del hombre es la corporeidad.
Pensar al hombre como cuerpo significa de inmediato rever la imagen de hombre,
toda la tradición antropológica y el proyecto social que de allí se desprende.”
Alicia Grasso. Argentina
“La corporeidad es la integración permanente de múltiples factores que
constituyen una única entidad.
Factores psíquico, físico, espiritual, motriz, afectivo, social e intelectual
constituyentes de la entidad original, única, sorprendente y exclusiva que es el ser
humano: Soy yo y todo aquello en lo que me corporizo, todo lo que me identifica.
Nuestra corporeidad está presente aun cuando nosotros no lo estamos
físicamente: un elemento de nuestra corporeidad como una carta escrita con
nuestra letra, un reloj pulsera usado cotidianamente, el gesto de arquear una ceja
que heredó un hijo, la frase de cariño que nos distingue, una foto o película con
nuestra imagen, nos corporizan en el otro aún después de muertos.
Programa para la transformación y el fortalecimiento académicos de las escuelas
normales en estos enfoques surgen nuevas palabras para definir nuevas ideas,
dando fundamento al cambio conceptual, pedagógico y didáctico de la Educación
Física escolar.
En el análisis del contenido conceptual presentado, se reconocen las razones por
las que cambia el paradigma de cuerpo a corporeidad y de movimiento a
motricidad.