Zarebski POR QUE UNA ESPECIALIZACION EN PSICOGERONTOLOGIA +

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¿Por qué una Especialización en

Psicogerontología?

Como vimos a través del Cuestionario, son muchos los aspectos subjetivos
que se ponen en juego: miedos, f antasías, historias de viejos familiares y
allegados, etc.
Este tema, el abordaje de las cuestiones atinentes a los sujetos envejecientes,
nos introduce en el campo de la Psicogerontología.
Debemos aclarar ¿qué es y por qué una especialización en psicogerontología?

Por ser ésta la primer Carrera de Especialización en Psicogerontología que se


aprueba en Argentina (y en otros países de Latinoamérica) me corresponde,
como su gestora y directora, presentar los fundamentos de su creación.
Hasta hace pocos años eran muy escasos los profesionales del área que se
dedicaban a la atención de los adultos mayores. Hoy en día, seguramente por
el peso de la de- manda y la modificación del mercado laboral, son numerosas
las camadas de egresados que desean acercarse a este campo y cada vez más
los profesionales que se vuelcan entusiastamente a trabajar en la
especialidad, revirtiendo así la resistencia a hacerlo que se manifestaba
anteriormente.
El especialista en función de psicogerontólogo se ve convocado
cotidianamente a una tarea interdisciplinaria desde los distintos ámbitos de
participación: instituciones, asociaciones científicas, congresos y publicaciones
de la especialidad.
Es desde estos mismos profesionales que recibimos frecuentemente el pedido
de la implementación de instancias de formación de posgrado que les permita
actualizarse, a la vez que jerarquizar su desempeño profesional, pedido que se
nos hace llegar no sólo desde nuestro medio, sino también desde localidades
del interior del país.
Esto es lo que venimos haciendo a través de los distintos cursos de esta
Carrera. El objetivo de la misma es el de ofrecer a graduados de carreras
mayores, los instrumentos conceptuales teórico-clínicos para la comprensión y /o
atención de la problemática ¨psi ¨ que se presenta durante el envejecimiento y /o
la vejez, habida cuenta que el incremento demográfico hará necesaria la
participación de un número creciente de profesionales que estén en condiciones
de afrontar este problema desde sus diversos ámbitos de trabajo. Esto se logra
en un marco interdisciplinario, entrecruzando la práctica en diversos ámbitos con
la profundización de los contenidos teóricos pertinentes y actualizados

El Campo de la Psicogerontología

En mi trabajo ¨Psicogerontología ¨ (Zarebski G, 2005) planteaba: ¨Cuando los


psicólogos argentinos participamos de encuentros con gerontólogos de países
más avanzados que el nuestro, algo llama poderosamente nuestra atención: lo
desdibujado que se encuentra el rol del psicólogo en los trabajos
interdisciplinarios que allí se encaran, no porque no existan en esos lugares
psicólogos que trabajen con la vejez, sino porque, en general, sus aportes
quedan subsumidos en lo que se considera el campo del trabajo social o bien, el
campo de la gerontopsiquiatría, es decir, el enfoque médico de las patologías
mentales.

No presentan, por lo general, conceptualizaciones que permitan diferenciar un


envejecimiento normal de uno patológico, desde el punto de vista del psiquismo
y las intervenciones posibles desde su rol específico.
Esta situación no refleja algo sólo concerniente a los psicólogos, sino que da
cuenta del desarrollo actual de este área gerontológica, la Psicogerontología,
y lo difícil que se hace a todos los que trabajan en ella - provenientes de
distintas disciplinas – adquirir una identidad propia ¿Qué es lo que va más
allá de lo social y de lo biológico en el envejecer? ¿Cómo dar cuenta del
sujeto que envejece y de los condicionamientos propios de su constitución
psíquica? ¨.

Estas preguntas abren un campo que no está aun claramente demarcado. La


Gerontología sigue generando situaciones confusas tanto en su definición en sí,
como en la delimitación disciplinaria interna (y por ende en la constitución y
funcionamiento de los equipos de trabajo). Así, se la suele confundir a la
Gerontología con la Gerontología Social, diferenciándola de la Geriatría, como
abordaje clínico de las patologías.

¿A qué lleva esto?


Esto lleva a concluir equivocadamente que los gerontólogos, por ejemplo, son los
que hacen prevención y los geriatras, asistencia (del mismo modo, y por
extensión, se sostiene que los psicogerontólogos serían los que se dedican al
envejecimiento psíquico normal y los psicogeriatras, a atender las patologías
mentales).

Mientras predominaban los desarrollos sociales y médicos en la Gerontología,


esta situación no ocasionaba demasiados conflictos y la interdisciplina se
conformaba de este modo simplista, binario, de entender la problemática del
envejecimiento. También con este enfoque dual solían armarse los servicios y
los programas en Congresos, Cursos e Instituciones (Gerencia Social y Gerencia
Médica del PAMI -obra social de los jubilados argentinos-, por ejemplo).
Este modelo refleja también las creencias vulgares acerca del tema: los viejos
estarían afectados básicamente por las condiciones sociales y por las
condiciones biológicas del envejecimiento.

¿Qué sucede cuando introducimos los aspectos concernientes a la


subjetividad?

La cuestión se complejiza cuando introducimos los aspectos concernientes a la


subjetividad, es decir, el punto de vista del envejeciente y de su entorno más
íntimo; cuando se visualiza la implicancia subjetiva en el curso que adopta el
propio envejecimiento y se desarrollan distintas maneras de abordarlo tanto
preventivamente como en lo asistencial.
Pero no se trata en realidad de que lo ¨Psico¨ viene a complejizar al campo
gerontológico, sino que el desarrollo actual de las ciencias permite entender el
objeto de estudio ¨ vejez ¨ en su complejidad multidimensional y es recién con la
incorporación y desarrollo pleno de esta tercera pata que sostiene a la
Gerontología (bio-psico-social) que estaremos en condiciones de superar
esquemas simplistas y enriquecerla con modelos interdisciplinarios y aún
transdisciplinarios de abordaje.
Ejes que posibilitaron el armado de una Carrera de
Especialización en Psicogerontología:

1. Mecanismos psiquicos del envejecimiento normal y patológico: abordajes

preventivos

2. Conceptos psiquicos organizadores y articuladores.

3. Carácter interdisciplinario de la Psicogerontología.

4. Enlace intersectorial del psicogerontólogo.

5. Implicancia personal de los cursantes.

6. Introducción de aportes teóricos renovadores.

1. Mecanismos psíquicos del envejecimiento normal y patológico: abordajes


preventivos
Acerca de las patologías del envejecimiento y de su terapéutica es lo primero
que aprendimos y lo que más abunda en la bibliografía internacional. Un paso
importante en la tarea formadora del psicogerontólogo, fue la de incorporar a la
currícula la conceptualización de los mecanismos psíquicos que llevan a un
envejecimiento normal y cuál es el aporte que realizan a este proceso los
emprendimientos preventivos y recreativos. Esto último comprende: las
condiciones en que dichas prácticas deben realizarse, los efectos que las
instituciones tienen en la subjetividad del viejo, la coordinación técnica de sus
actividades, la ideología de la convocatoria, el carácter de la participación que se
les da a los sujetos que por ellas transitan, etcétera.
¨ Si aspiramos a que la Psicogerontología se integre a los equipos preventivos e
incluso intervenga en el diseño de políticas para este sector, ya no alcanza con
tener claras las cuestiones concernientes a la patología de la vejez y las vías de
abordaje.
No alcanza ya con poder aportar un diagnóstico más preciso acerca de los
diversos modos de deprimirse o de dementizarse en la vejez. Debemos ser
capaces, además, de poder dar cuenta de qué es lo que a un sujeto le lleva a
deprimirse en la vejez e incluso a dementizarse; de cómo los temas del
envejecer (jubilación, viudez, duelos, abuelidad), inciden diferencialmente en
distintas estructuras psíquicas.
Poder dar cuenta de por qué frente a iguales factores sociales o deterioros
biológicos, algunos responden de un modo y otros de otro, algunos
sometiéndose, entregándose, otros luchando y encontrando salidas creativas.
Debemos aportar, en síntesis, si queremos contribuir a hacer más eficaz la tarea
preventiva, que hay factores de riesgo psíquico que llevan a un mal envejecer ¨.
(Zarebski, G. 1990)

2. Conceptos psíquicos organizadores y articuladores.

Esta tarea de delimitar una especificidad de abordaje, sólo puede realizarse si se


cuenta con ejes conceptuales claros a nivel teórico que actúen como
organizadores del proceso de envejecimiento particular desde un punto de vista
psíquico, como son: la modalidad del narcisismo y el armado de la propia
identidad a lo largo del curso de la vida.
El contar con un eje organizador desde el psiquismo, para explicar los avatares
del envejecer subjetivo, sus continuidades y sus rupturas, es lo que permite
desarrollar un campo de conocimientos netamente diferenciado de los campos
social y biológico de la Gerontología, a la vez que actúa como articulador de los
distintos contenidos de la Carrera que hacen al envejecimiento normal y
patológico y sus diferentes abordajes: trabajo anticipado acerca del propio
envejecimiento, el uso del tiempo libre y las posibilidades de aprendizaje en la
vejez, las descompensaciones ante los temas que instala el paso del tiempo: la
viudez, la jubilación, duelos diversos, modificaciones corporales, modalidades
normal y patológica de asumir la sexualidad y la abuelidad, cuadros
psicopatológicos, enfoque psicosomático e incluso predisposición psíquica a las
dementizaciones y a todos los modos siniestros de irrupción de la vejez,
netamente diferenciados de los mecanismos psíquicos que permiten el armado
de un modo normal de envejecimiento.
3. Carácter interdisciplinario de la Psicogerontología

El carácter interdisciplinario de este área de la Gerontología, tal como ha


quedado explicitado, delimita como atinentes al campo ¨ psi ¨ en viejos, a todas
aquellas disciplinas que trabajan con el sujeto envejeciente en su particularidad,
mediante abordajes cuyos efectos son claramente emocionales y mentales.
La Carrera se nutre de los aportes de estas distintas miradas y de sus campos de
aplicación: las técnicas de multiestimulación, los talleres de memoria, de trabajo
corporal, musicoterapéuticos, los procesos de aprendizaje en la vejez, los grupos
de reflexión y terapéuticos, el abordaje de la pareja y la familia del viejo, el
proceso psicodiagnóstico y psicoterapéutico, las terapias farmacológicas, etc.
Constituye un eje esencial de la formación, la apertura al trabajo interdisciplinario
(lo cual es un desafío para el pensamiento psicoanalítico), desde una
conceptualización clara acerca del aporte específico que realiza el
psicogerontólogo.
Es el paso superador de una forma degradada de interdisciplina en la cual todos
hablan de todo, sin claridad acerca de lo que cada uno está en condiciones de
hacer a partir de los desarrollos disciplinarios propios.

“La interdisciplina sólo puede implementarse cuando los que la realizan son
expertos en su propia disciplina... Lo fundamental es mantener la identidad y
especificidad disciplinaria; sólo entonces se podrán establecer enlaces y
relaciones”. (Elichiry N, 1987)
El mismo carácter interdisciplinario de los cursantes constituye un estímulo
permanente para una posición abierta a la interdisciplina y la transdisciplina,
como superadores del trabajo multidisciplinario, lo cual se constituye también en
un eje de observación en las prácticas que acompañan y complementan la
cursada.

4. Enlace intersectorial del psicogerontólogo.

La intensiva carga horaria de las prácticas es una oportunidad para la entrada en


contacto con las diversas instituciones, modalidades de vejeces y de abordajes
que se implementan desde la gerontología en general y la psicogerontología en
particular.
Constituye una excelente oportunidad para visualizar la integración del
psicogerontólogo a los equipos de trabajo de diversas instituciones y es la
ocasión para una rotación por diversos ámbitos en un enriquecimiento mutuo
entre docentes, alumnos y profesionales que allí se desempeñan.
El alumno va participando así del armado de una red intersectorial de
instituciones públicas y privadas, con sus diferentes condicionamientos,
formándose también así en la ideología del trabajo en redes de salud, el efecto
de las mismas en la subjetividad del viejo y la función del psicogerontólogo como
gestor de políticas públicas que favorezcan un envejecimiento normal.

5. Implicancia personal de los cursantes.

El atravesamiento por los diversos contenidos de la carrera somete a los


cursantes a una revisión personal constante del propio proceso de
envejecimiento, lo cual constituye un requisito imprescindible para quien se
ocupa o se va a ocupar de escuchar y ayudar a resolver estas cuestiones en
otros.
Es por esto que desde el comienzo de la cursada se enfrenta el alumno a un
cuestionario que le lleva a reflexionar acerca de cómo trabaja anticipadamente su
propia vejez, lo cual promueve en algunos, a lo largo de la formación,
importantes efectos de transformación subjetiva y de auto cuestionamiento,
condiciones psíquicas que caracterizan un envejecimiento normal.
Otro efecto interesante que se produce a nivel subjetivo, es el vencimiento de
resistencias, asentadas en prejuicios, de quienes vienen de experiencias clínicas,
cuando hacen su acercamiento a la vejez ´ sana ´ y viceversa, aquellos que se
formaron en el trabajo con este tipo de envejecer y aprenden a cotejarla con las
modalidades patológicas de envejecimiento.
También coadyuva a promover esta revisión personal, la participación activa que
se le da al alumno en su proceso de aprendizaje, promoviendo el diálogo y la
dinámica de trabajo en grupos, a fin de propender a un aprendizaje
comprometido y que permita evaluar la modalidad de participación y la aptitud
para el trabajo en equipo.
¨Es un proceso de acción – reflexión – acción, donde el punto de partida del
aprendizaje es la indagación sobre la práctica, sobre la identificación de los
problemas que la misma plantea.
El pensar la práctica se considera un acto colectivo, esto implica contextualizar el
pensar reuniendo los aportes individuales en el pensamiento grupal¨. (Davini, M.
C. 1992)
También es un estímulo para la implicancia personal en el proceso de
aprendizaje, el requisito de escritura permanente de informes articuladores de la
teoría y la práctica, lo cual exige al alumno la elaboración de un punto de vista
personal, a través de la puesta en escritura del proceso que va siguiendo su
formación.

6. Introducción de aportes teóricos renovadores.

La apertura de un campo tan amplio como el que aquí se va perfilando para la


Psicogerontología y la invitación para su dictado a expertos en los diversos
temas y técnicas de intervención, es de por sí enriquecedor para todos los que
en ello estamos implicados y permite el surgimiento, como sucede con todo
trabajo interdisciplinario, de enfoques renovadores, como ser:

 Los aportes de la Psicopedagogía a la Psicogerontología, a


partir de la participación cada vez más numerosa de
profesionales de la educación que se acercan a este campo de
trabajo y de formación.
 El enfoque psico-neuro-inmuno-endocrinológico del
envejecer, campo de investigación promisorio respecto a la
implicancia subjetiva en los procesos biológicos del
envejecimiento.
 El tema de la posición frente a la muerte y el proceso de
morir y la integración del psicogerontólogo a equipos
interdisciplinarios de cuidados paliativos.
 La técnica de Gestión o Administración del Caso como
herramienta para el psicogerontólogo, articuladora de la
atención del sujeto a través del equipo, las instituciones y
las redes comunitarias.
Epílogo

Realizar un balance de la amplitud que va adquiriendo este campo de abordaje y


de formación, me hace remontar a los comienzos de los ´90, cuando, a raíz de la
gestación de la materia ¨ Pasantía en Psicogerontología ¨, a mi cargo, en la
Facultad de Psicología de la UBA, promoví la discusión en el seno de la materia ¨
Psicología de la Tercera Edad y Vejez ¨ acerca de la conveniencia de
denominarla así, en lugar de ¨ Psicogeriatría ¨.

Haber ampliado el enfoque psicogeriátrico al campo interdisciplinario de la


Psicogerontología, más abarcativo, da cuenta del enriquecimiento de nuestra
mirada, de nuestra escucha y de nuestra formación, al articular los distintos
desarrollos teóricos disciplinares.
Se entiende ahora que el objeto de estudio es suficientemente complejo como
para darle la envergadura que requiere. Estamos en condiciones de ir
acercándonos a la comprensión de ese tejido, hecho con hilos de tiempo y de
palabras que, según Eduardo Galeano, van armando nuestro transcurso vital:

Quien escribe, teje.


Al fin y al cabo, texto viene del latín textum,

que significa tejido.

Con hilos de palabras vamos diciendo,

con hilos de tiempo vamos viviendo:

los textos son, como nosotros, tejidos que andan.

Finalmente, siguiendo la metáfora del entramado, según Schopenhauer:


¨ Puede compararse la vida a una tela bordada,
la cual, en la primera mitad de la existencia,
se viera por la derecha, y en la segunda,
por la parte inversa:

esta última no es tan hermosa como la primera,


pero es mucho más instructiva,
puesto que permite observar la relación
que guardan entre sí los hilos. ¨

La vejez puede llegar a ser un camino hacia la sabiduría…

o bien, hacia la anulación del sujeto

Esta Carrera es, en síntesis, una invitación a recorrer el revés de la trama, para
descubrir los mecanismos psíquicos que contribuyen a alcanzar uno u otro
desenlace.

LECTURAS ASOCIADAS
1) Salvarezza, L. ¨ Viejismo. Los prejuicios contra la vejez ¨ en: Psicogeriatría.
Teoría y Clínica. Cap. 1. Bs. As. Paidós. 1992. (Ver: resumen)
2) Zarebski G. ¨ Psicogerontología ¨, en: Hacia un Buen Envejecer. Bs. As.
Ed. Univ. Maimónides, 2005: 159 - 176. Ver: lectura asociada. Libro virtual:
http://psicogerontologia.maimonides.edu

3) Zarebski, G. Lectura Teórico – Cómica de la Vejez, 1990, (opcional) Libro


virtual: http://psicogerontologia.maimonides.edu
4) Zarebski G. ¨Cuando la Teoría Reafirma el Prejuicio ¨ en: Hacia un Buen
Envejecer. Bs. As. Ed. Univ. Maimónides, 2005: 177 -188. Ver: Lectura asociada.
5) Nora Elichiry: “Importancia de la articulación interdisciplinaria para la
implementación de metodologías transdiciplinarias” en: El Niño en la Escuela. Bs.
As. Nueva Visión. 1987. Ver: clase 2 de este módulo)
6) Davini, M. C. ¨Modelos y Opciones Pedagógicas para la Formación del
Personal de las Instituciones de Salud¨, en: Educación Permanente en Salud
como Estrategia de Cambio, Bs. As. , OPS, 1992

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