WMB Tomo 2 Con NOTAS
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DE MENSAJES
del
Rev. William Marrion Branham
Segundo Tomo
CONTENIDO
El tercer éxodo��������������������������������������������������������������1
La Señal����������������������������������������������������������������������185
Ya salido el sol����������������������������������������������������������365
EL TERCER ÉXODO
EL TERCER ÉXODO
apariencia más decente que alguna vez yo haya visto, con ese
cabello largo, y gente de allá de los bosques, de allá de lo remoto.
Pero yo no creo que vi a alguien por ahí con este tipo de aparien-
cia moderna, ustedes saben lo que quiero decir, con toda clase de
maquillaje y cosas puestas. Eso lo demuestra. Yo pudiera no estar
de acuerdo con todo lo que ellos enseñan, pero de seguro puedo
estar de acuerdo en eso. Ellas se miraban como cristianas para mí.
18. Así que el Señor me guió a hablar sobre un tema, ayer o an-
hombre iba a matar cuando la llamaba? Bueno, ella está allí con
su venadito, al lado de las aguas de Vida. ¿Ven? ¡Inspiración!,
cómo esa madre venada y su venadito estaban allí. Y yo pensé:
“Sí. Y al otro lado, en donde está, al lado de los árboles siempre
verdes, yo tengo una madre e hija allá también, que están espe-
rando allí”.
23. Gracias hermano, hermano Jorge Todd, si el hombre está aquí
en esta mañana.
24. Ahora, voy a empezar la lección de la escuela dominical. Yo
rarme aquí, y decir algo acerca de ello? ¿Ven? Sería como echar
pan sobre las aguas. Sería como... Si nadie lo iba a creer, entonces
sería como echar perlas delante de los cerdos. Pero hay millares
de millares que creen eso. ¿Ven? Y ellos se aferran a cada Pala-
bra. Y nos gustaría tener tantos como sea posible, cuando noso-
tros estemos listos para tener estos servicios, y para la gloria del
Señor. Y confiamos que Dios nos los dará.
34. Y yo no quiero hacer eso hasta que esté Divinamente inspira-
gan, pero sólo escuchen. Pero la cinta misma, que... ¿Ven?, por-
10 Rev. William Marrion Branham
món mejor que predicarle uno. “Porque ustedes mismos son epís-
tolas escritas, leídas de todos los hombres”. Ahora, antes que no-
sotros...
41. Podemos abrir las páginas, pero Dios tiene que abrir esta lec-
estoy mirando ahora por fe, hacia la venida de algo, Señor, sobre
la Tierra, que va a reunir a Tu pueblo. Cuando vemos a las igle-
sias denominacionales tan sujetas a su propio credo y haciéndose
El tercer éxodo 11
guien decir que Ella no está inspirada? Esto fue hace como unos
dos mil ochocientos años, ustedes saben. Y cómo Él prometió
eso, y lo que Él ha hecho, y lo dejó allí como ejemplo de cómo Él
hace que la sombra de algo testifique de lo positivo. Yo hablaré
de eso en esta noche, entre la luna y el sol, si es la voluntad del
Señor.
60. Pero primero, debemos revisar en Génesis para ver por qué
hace unos momentos? ¿Por qué tuvo Dios que endurecer el co-
razón de Faraón? Para poner otra vez al pueblo en la tierra pro-
metida, antes que Él pudiera bendecirlos, para traerles el Mesías
a ellos.
65. ¿Cómo podía Él endurecer el corazón de Hitler para estar en
sidad de un hombre como ése, así que: “¿Por qué no nos desha-
cemos de él?”
75. Esa es la misma cosa que ha sucedido hoy. Ellos piensan que
eso que la Piedra que fue rechazada es la Piedra principal del án-
gulo, sobre la cual todo el edificio está asentado?”
77. Ahora, ¿ven ustedes lo que quiero decir? Estoy seguro que
gran plan de Dios moviendo todo hacia este éxodo, a este tiempo
cuando Él llamaría a Su pueblo a regresar a la tierra otra vez,
regresar al lugar, en posición en donde Él puede bendecirlos y
posicionar entre ellos aquél que Él prometió que Él posicionaría
entre ellos. Ellos tenían que estar en su tierra. Recuerden, ellos
tenían que salir de la tierra en la que estaban, y entrar en la tierra
de promesa, antes que su Mesías prometido pudiera venir.
84. Y la Iglesia tiene que hacer la misma cosa: salir de ese grupo
96. Ahora, se nos está haciendo tarde. ¿Por qué? Dios ha sido
paciente, esperando, vigilando. Permitió que los luteranos se le-
vantaran en un avivamiento, luego se organizaron. Permitió que
los metodistas se levantaran en un avivamiento; se organizaron.
Permitió que Juan Smith, la Iglesia Bautista, se levantara con un
gran avivamiento; se organizaron. Permitió que los pentecostales
se levantaran con la restauración de los dones; se organizaron.
Hasta que la iniquidad llegue a llenarse completamente, luego
Dios se cansa, y entonces allí viene un éxodo.
97. Y vemos que la gente misma puede ver allá en el transcurso
de Dios. Fue: “No toquen nada en esa ciudad, esa ciudad maldita.
No lo toquen. Déjenlo en paz”.
99. Y Acán pensó que él podía tomar este lingote de oro y vivir
es inmunda.
101. Ustedes dicen: “Hermano Branham: ¿la nación en la que us-
ted vive?” Sí, señor. Seguro que sí. Ustedes dicen: “Como un
ciudadano de los Estados Unidos, usted no debería decir eso”.
Entonces Elías no debería haber traído una maldición sobre Israel
siendo él un israelita. El resto de los profetas no deberían haber
maldecido esa nación bajo la cual estaban, siendo israelitas.
102. Pero sólo hablaron, no sus propios pensamientos, sino la Pala-
una que haya caído y que se haya levantado otra vez. Díganme de
una que se haya levantado y que no haya caído. Así que, ustedes
pueden ver que la cosa está errada. Muy bien.
108. La iniquidad todavía no estaba llena, la de los amorreos, así
que ellos tenían que dilatarse y esperar antes del éxodo. Pero
cuando los amorreos llenaron su iniquidad, entonces vino un éxo-
do espiritual, o éxodo natural mejor dicho, para llevar al pueblo
a una tierra natural, en donde un amorreo natural una vez había
habitado, y llamaba esa su tierra.
109. Y la iniquidad de la denominación amorrea, quienes ellos
eso fue el principio del principio. Eso fue el principio del éxodo.
Y cuando esa cosa se empezó a formar bajo un–un poder político,
se empezó a formar, Dios empezó a prepararse. La iniquidad de
El tercer éxodo 27
gión. Para eso vinieron ellos aquí, para salirse de tal cosa como
El tercer éxodo 31
todos aquellos que no se unirán con él. Entonces será muy tarde.
Usted ya tomó la marca. No diga: “Yo lo haré entonces”. Más
vale que usted lo haga ahora. Ramsés estaba creciendo.
146. Pero recuerde: mientras Ramsés estaba creciendo en poder,
desierto.
149. Los enemigos siempre propondrán su sistema, y la increduli-
más claro? ¿Cómo puedo yo hacerlo más claro por las Escrituras,
bajo la inspiración del Espíritu Santo, que ya estamos aquí?
158. “Oh”, ustedes dicen: “¡Bueno, mire, si eso viene del Papa
Juan, o del Papa Tal y tal, o del Obispo Tal y tal!” ¿Ven ustedes
que Dios tomó a un morador del desierto, pequeño e insignifican-
te? Dicen: “¿Cómo puede estar todo errado?”
159. Dios lidia con un individuo, no con grupos, con individuos.
católico?”
164. Yo dije: “Lo soy, el católico original”. Usted sabe, la primera
él dijo: “Se mira como... Mire esto. Usted sabe que si todos no-
sotros nos juntáramos como una iglesia, ¿no piensa usted que es-
taríamos mejor que estar separados de la manera que ahora esta-
El tercer éxodo 39
mos?”
188. ¿No suena eso razonable, si todos los protestantes y los cató-
peraron diez días y noches, hasta que todos ellos llegaron a estar
“unánimes y juntos”. Y allí vino el Espíritu Santo para guiar, no
algún Concilio Ecuménico. ¿Ven? Yo espero que ustedes capten
esto. Fíjense.
190. Ese es el incrédulo, desleal a la Palabra de Dios, que no se fija
padre de nuestra fe, Abraham, los cuales somos sus hijos estando
“en Cristo”, no hubiera sido razonable que una mujer de sesenta y
cinco años de edad, y con la que él había vivido desde que ella era
una jovencita, que no pudiera tener un bebé? Y cuando ella tenía
cien años de edad, o noventa, y él cien, todavía no había bebé,
¿no sería razonable que un gran grupo de doctores y científicos le
hicieran a Sara un examen, dijeran: “Bueno, su vientre está seco.
Las venas de leche se secaron hace cuarenta años. Su corazón, a
esa edad, no pudiera resistir el parto”? Bueno, sólo son razones.
194. Pero Abraham las rehusó. “Él no dudó por incredulidad de la
40 Rev. William Marrion Branham
na? Ustedes ministros que tienen miedo, tienen miedo que los
echen a la calle, y tengan que pedir su pan y su agua, si ustedes
dejan esa Babilonia. ¿En dónde está su fe? David dijo: “Yo era
joven, y ahora soy viejo. Nunca he visto al justo desamparado, o
a Su Simiente mendigar pan”. No tengan miedo. Quédense fieles
a Cristo.
196. Pero la incredulidad capta la razón. Eso es lo que hizo. ¿Aho-
queda allí y descansa. Que los vientos aúllen. Que las tormentas
sacudan. Ella está segura, eternamente. Ella descansa allí en esa
Palabra. Allí es en donde la fe, la fe genuina cristiana descansa.
El lugar de su descanso es la Palabra, porque sabe que Dios mis-
mo siempre se probará superior, por encima de cada uno de Sus
enemigos. No importa cuán mal se mire, y cuánto el enemigo ha
entrado, y cuánto se mire como que usted está derrotado, sin em-
bargo, la fe lo sabe.
201. Ahora, a ustedes personas enfermas, ¡oh, cómo me gustaría
que esto penetrara en ustedes! Cuando ustedes captan esa fe, que
van a ser sanadas, cada circunstancia, todo lo demás, todas las
señales, todos los síntomas pueden señalar que ustedes se están
muriendo, ¡pero ustedes nunca se moverán! Su lugar de descanso
es en el santuario de la Palabra de Dios, cuando la fe, la fe ge-
nuina se asienta allí. Ahora, no una manufactura, es fe. No una
esperanza, sino fe. La esperanza está aquí afuera, esperando estar
adentro. La fe ya está adentro, mirando para afuera, y diciendo:
“Consumado es”. ¿Ven? Eso es fe. Allí es en donde la fe toma su
lugar de descanso, porque sabe que Dios nunca, nunca permitirá
al enemigo que pase por encima de él. Él nunca lo ha permitido.
Fe sabe eso; así que, sin importar cómo se miraba la cosa, Noé
sabía que esa arca flotaría. ¿Ven? Seguramente que sí. Daniel sa-
bía que Dios cerraría la boca de los leones. Los jóvenes hebreos
sabían que Dios podía parar el fuego.
202. Jesús sabía que Dios lo levantaría a Él otra vez, porque la
ra cosa que él hizo fue deshacerse de los niños con una muerte
natural. Y tan pronto como el Hijo de Dios nació... Él se había
cambiado de Egipto, porque Dios destruyó a Egipto, lo conde-
nó. Nunca se ha levantado desde entonces. Luego él estuvo en
Roma; Satanás cambió su trono a Roma. Y la primera cosa que
Roma hizo para destruirlo todo, para tomarlos, para estar seguro,
el diablo en ese sistema romano procuró destruir, ¿qué?, al Hijo
de Dios, para empezar. ¡El mismo diablo!
212. Y hoy, él ha hecho la misma cosa bajo la señal ahora de un
Ellos mataron a los niños con ¿qué? Dos veces. Ahora, recuerden,
observen esas dos, y esta tercera. ¿Ven? Él mató a los hijos, las
primeras dos veces con muerte natural. Y esta última vez, él está
tomando a los hijos y matándolos con muerte espiritual, casándo-
los, mezclándolos en matrimonio.
214. ¿No dijo Daniel la misma cosa en este reino de hierro y de
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casan con sus hijos, crían a sus hijos católicos, exactamente, los
mata con muerte espiritual. ¿Qué no dice la Biblia que “Él la arro-
jaría en una cama de mundanalidad, y que mataría a sus hijas con
muerte espiritual”? Apocalipsis 17. ¿Ven?
217. Siempre es la Palabra. A mí no me interesa a dónde vayan us-
él se metió allí para matar a esos niños. ¡Y cómo esa mente in-
telectual lo captó y lo creyó, porque ellos podían verlo! Eso era
razonable. ¡Oh, cómo Dios estaba todo el tiempo instruyendo a
este profeta! ¡Y cómo Egipto estaba instruyendo en política a este
Ramsés, para que tomara control! Y luego la gran contienda vino
un día, entre el poder intelectual y el poder espiritual. Y Ram-
sés con todos sus dioses estaba parado allí y echando agua para
bendecir al dios del Nilo. Dios lo hirió, y sangre salió de él. Él
tenía... Oh, yo pensé que eso era sorprendente, ¿ven?, de ver lo
que sucedió. ¡Oh!
223. Ahora observen. El intelectual siempre se inclina al razona-
224. Ellos no podían verlo en los días de Elías. Cómo este anciano
profeta con cara vellosa podía.... Dios me perdone por decir una
cosa como esa. Pero yo... Y Dios sabe que yo estoy procurando
hacerlo tan ridículo como puedo, para que así ustedes puedan ver
el Espíritu de Dios.
225. Como Pablo dijo: “Yo nunca vine a ustedes con palabras per-
mos más que poderosos para hacerlo”. ¿Por qué? Ellos estaban
mirando: “Dios dijo: ‘Yo les doy la tierra”. ¿Ven? La mente car-
nal no lo capta. La mente espiritual lo capta.
240. ¿Y por qué? Quiero preguntarles algo. ¿Por qué los egipcios
blo elegido, y ellos son Elegidos hoy. Y son Elegidos hoy, ¿para
qué? Para una resurrección. ¿Y qué clase de señal les está mos-
trando Él? La señal de la resurrección.
248. ¿Qué les estaba mostrando Él entonces? Una señal de libera-
del Hijo del Hombre”. ¿Qué clase de señal vieron las iglesias en
Sodoma? ¿Qué vio la iglesia intelectual? Dos predicadores. ¿Qué
vio la Iglesia espiritual, la Elegida, Abraham y su grupo? Vieron
a Dios manifestado en un cuerpo de carne, de carne humana, que
podía discernir el espíritu y decir lo que Sara estaba diciendo de-
trás de Él. “Como fue en los días de Lot, así será en la Venida del
Hijo del Hombre”. Vemos al Espíritu Santo entre nosotros, ha-
ciendo la misma cosa, obrando en carne humana. Esta es la hora.
¿Ven? Estamos exactamente aquí, amigos. Eso es todo. Un éxodo
está en progreso.
El tercer éxodo 51
Tengo como unas seis páginas más aquí, creo yo. Pero voy a parar
aquí, en un momento.
267. Obsérvenlo. Estamos en un llamado a salir fuera. “‘Salid de
a Israel, la nación.
269. ¡Y el mismo Dios, la misma Columna de Fuego! Eso única-
mente... “Ellos dicen que la... que esa cámara...” Cuando ustedes
leen lo que George J. Lacy; no yo. Ustedes leen en donde George
54 Rev. William Marrion Branham
ritu Santo, que yo iría allá a recibir lo que iban a decir. Porque el
escrito en la parte de afuera de la pirámide, como el hermano tuvo
el sueño y yo se lo interpreté a ustedes. Esa es la total interpre-
tación. Ahora, todos los misterios de justificación, santificación,
bautismo del Espíritu Santo fueron explicados. Ahora está reco-
giendo los cabos sueltos de eso, los cuales están escondidos en
los Siete Sellos, no en las Siete Edades. Los Siete Sellos revelan
los misterios. Y entonces Él abrió esta cosa, en la cumbre, y en-
contró una Roca allí adentro, blanca, pero nunca se había escrito
en ella. Eso era un misterio.
271. Ve a Tucson; se predijo antes que sucediera. Estando parado
al norte de Tucson, hay testigos que están aquí, fue cuando vino
un estruendo que sacudió las montañas casi hasta el suelo. Y al
mismo tiempo un círculo de Luz estaba suspendido allá en el aire,
cuando la ciencia tomó las fotografías. “Veintiséis millas de alto”
[41.86 km - Traductor], como cinco veces la distancia en la cual
pudiera haber neblina o algo. Y ellos ni siquiera pueden encontrar
lo que la produjo.
272. “Habrá Luz al atardecer. El sendero a la gloria de seguro en-
profeta? Sí, y más que un profeta”. ¿Por qué? ¿Por qué era él más
que un profeta? Él era el mensajero del Pacto, el arco que unió
esas dos dispensaciones.
282. Y hoy, el... lo que tenemos entre nosotros, este gran Espíritu
metió en donde Él, Él mismo, se haría carne entre ellos, algún día.
¿Es correcto eso? [La congregación dice: “Amén” - Editor]. ¿Qué
hicieron ellos? Murmuraron y se incomodaron, y todo lo demás,
mostrando que era bajo la sangre de un cordero ordinario.
292. Pero esta vez (¡gloria a Dios!), la Columna que vemos entre
lo lograron.
304. Y ahora, en los días del fin del mundo, Tú dijiste: “Estrecha
Santo traerlo de nuevo a vida. Sus ojos volteados hacia atrás, ya-
cía muerto. Sólo unas pocas, unas cuantas palabras clamando Tu
Nombre, yo lo vi volver a vida. Aquí está él hoy, vivo todavía.
Señor, Tú eres el mismo Dios de cuando Pablo se tendió sobre
ese muchacho que lo había estado escuchando a él predicar larga-
mente, ese muchacho que se cayó de la ventana. Tú eres el mis-
mo Dios que puedes restaurar la vida. Te damos gracias, Padre.
Permite... El incrédulo pueda que no crea. Pero nosotros creemos,
Señor. Tú mismo te has probado a nosotros.
308. Ahora permite que la meditación de mi corazón, y los pensa-
Y Señor, si hay ahora aquí muchos que han creído y nunca han
sido bautizados todavía en el Nombre de Tu amado Hijo, Jesús,
que ellos vengan esta mañana, dulce y humildemente, y confe-
sando sus pecados y muriendo a las cosas del mundo para ser
enterrados, para tomar el Nombre de Jesucristo, y para vivir pia-
El tercer éxodo 61
yo quiero grabar este otro mensaje. Dios les bendiga, hasta en-
tonces.
Notas
CRISTO ES EL
MISTERIO DE DIOS
REVELADO
CRISTO ES EL MISTERIO DE DIOS
REVELADO
pido que pongas el Sello Señor, para mostrar que Tú eres Dios,
y que ésta es Tu Palabra y Tu verdad. Concédelo, Señor, que la
gente pueda alimentarse y engordar, por así decirlo, en la gracia
de Dios; que ellos vean que es la gran misericordia de Dios para
nosotros en este día. Bendice a todos los que están presentes y a
los que les gustaría estar presentes, Padre. Y recibe la gloria, por-
que lo pedimos en el Nombre de Jesús. Amén.
7. El Señor los bendiga ahora a cada uno de ustedes.
do que éstos son miembros fieles, o... del Cuerpo de Cristo. Noten
ustedes que en ningún momento dije “del tabernáculo”, “de los
cuerpos de Cristo”, el... este cuerpo aquí, una parte de Su Cuerpo.
10. Y tienen aquí un pequeñito que quieren dedicar. Y este siem-
15. Padre celestial, este padre joven y la madre, vienen con este
bonito niño, y a usted hermano Collins. Que Dios esté con uste-
des.
Traedlos A Jesús, todos juntos.
Ven a Él, ven a Él,
Ven al Buen Pastor, no vagues más,
Ven a Él, ven a Él,
Las ovejuelas a Jesús.
físico?”
25. Él dijo: “Sí, señor”.
nirse para un servicio donde tienen que sentarse así tan apretados.
No obstante, yo pensé, por la gracia de Dios, en tener otro servi-
cio antes que tuviera que dejarlos; confío que será por una corta
temporada.
32. Y tengo que viajar mañana en la noche hacia Chicago, para
tual tan bueno, que quizás para hablar un rato tomaríamos alimen-
to natural. Entonces nos dirigimos al Blue Boar, y nos sentamos,
estábamos hablando, y el tema surgió: “¿Cómo es que permite
que la gente hable de usted de esa manera?”.
49. Ahora, el hermano Vayle es uno de los hombres más finos
del trono por su propio hijo, corrido del trono, por un motín…, Is-
rael se dividió, y David fue sacado del trono por su propio hijo; y
salía de la ciudad, llorando. Y un individuo al cual no le gustó su
mensaje de ese día postrero, ustedes saben; él no le agradaba; un
ancianito, como lisiado, lo seguía allí burlándose de él, y escupió
sobre David. Y ese guarda sacó esa espada, dijo: “¿Permitiré que
le quede la cabeza a ese perro, que escupió sobre mi rey?” David
respondió: “Déjalo, el Señor le dijo que lo hiciera”. ¿Ven? Escu-
pió sobre él, burlándose de él, y después escupió sobre él. Dijo:
‘El Señor le dijo que lo hiciera’”. Bien, conocemos la historia, de
cómo eso volvió a él. El hermano Vayle consideró que se requirió
de bastante gracia para obrar así.
52. Así que acabando de regresar y entrando en la oficina, el con-
guntas, cuando vino a Salomón. Y la Biblia dice que nada fue re-
velado o escondido que Salomón no pudiera responderle a ella”.
Y yo dije: ‘Uno mayor que Salomón está aquí.’ ¿Ven? Correcto.
El Señor Jesús prometió: ‘Donde dos o tres estén reunidos en Mi
Nombre, allí estaré en medio de ellos. Y cualquier cosa que pu-
diesen pensar, o desear, y la pidan, les será concedida’. Y ahora
su pregunta es un asunto del que usted no sabe, algo que usted no
sabe cómo afrontar, algo sobre lo cual usted no sabe qué hacer”.
62. Y dije: “De nuevo, la Escritura dice esto: ‘Que los Ángeles de
nos da libertad.
64. Ahora, hay otro más llamado fe. Y por fe uno sube una esca-
lera, y finalmente puede subir tan alto que entra en otro mundo, el
cual es una visión. Allí uno puede mirar.
65. Es como si usted nunca hubiese conocido lo que fuera esto
todas partes de la nación, del norte, sur, oeste, vinieron para estas
entrevistas. Y tan pronto terminaban de hablar, eran exactamente
las preguntas que hacían, el asunto del cual preguntaban, yo les
decía: “Fíjense aquí en esto”, lo volteaba, y allí estaba el papel
con cada pregunta, y en el mismo orden como las habían pre-
guntado o las iban a preguntar, y su respectiva respuesta estaba
escrita debajo de la pregunta justamente de la manera como fue
respondida. El Señor es grande. Él conoce todas las cosas. Sin
embargo, me tomó como tres días para recuperarme de esa tarde,
por lo sucedido, de tal agotamiento. Pero pensé, no obstante, en
hablar de eso antes de que partiéramos.
67. Y allí está la manera correcta, la verdadera manera, para los
todo al respecto, para cada uno, a una fila entera de ellos, antes
de que aun llegaran aquí; viniendo de toda la nación, gente que
nunca había visto en mi vida. Y habiéndolo escrito para que ellos
supieran, justamente en el orden a las preguntas como eran pre-
sentadas.
71. Un hermano tenía preguntas respecto a la simiente de la ser-
gren por ninguna parte, si es que ya estará bien. ¡Sí, sentada allí
frente a él! Seguro; sí. Me alegra. Pues fuimos llamados allá la
otra noche, en una... en un caso de emergencia tratándose de ella
y su hija, la hermana... yo... Downi, Downing. Se salieron de la
carretera, y sólo es la gracia de Dios o las dos hubieran terminado
aplastadas allí mismo en pedazos. Y sin embargo, están aquí en la
iglesia, se subieron en un tren y vinieron.
75. Nunca los olvidaré a ustedes; les amo. Dios lo sabe. Yo les
el otro día, no me había dado cuenta que Lima, Ohio, quedaba tan
lejos. Solo... Pensé que quedaba a un impulso y a un brinco. Pero
(¡vaya!), salí de aquí bien temprano esa mañana y no llegué allí
hasta la una de la tarde, conduciendo a todo lo que el límite de
velocidad permitía, y en una autopista de doble carril. Y pienso
en lo cerca que está eso, comparado a lo lejos en el sur de donde
vienen estas otras personas, de lo lejos al norte y al oeste, de don-
de vienen.
78. Yo les amo, y por eso trato de ser sincero aquí así tenga que
morir.
79. ¡Y los antiguos! Veo al hermano Creech y a los demás senta-
dos allá atrás, y a los que me han acompañado todos estos años
en todo, y cómo crecimos juntos. Estaba mirando la fotografía
de Mary Jo, creo que fue hace unas noches. Sólo era una cosita
pequeñita cuando primero nos conocimos, y ahora ella está casa-
da, me supongo, y tiene hijos. El hermano Creech y la hermana
Creech jóvenes, de cabello oscuro, y Meda y yo, y aquí estamos
canosos y encorvados. ¿Ven? Hay algo en personas así, que nun-
ca lo deja a uno. ¿Ven? Uno quiere quedarse con ellos. ¿Ven? Hay
algo que siempre hace que vuelvan los recuerdos. Sólo nombrán-
dolos a ellos como ejemplo para otros que hay aquí, jóvenes y
ancianos; estamos anhelando la Venida del Señor.
80. Así que en esta mañana lo he puesto... Dios, creo yo, lo puso
los unos a los otros. No... ¡No importa lo que el diablo intente de-
cirles! Pues ustedes ahora son un gran grupo dulce, pero recuer-
den mi advertencia (¿ven?): Satanás no permitirá que eso perma-
nezca así; no señor. Él les disparará de todo, ya sea que tenga que
traer a alguien aquí para lograr su objetivo. Él traerá algún crítico
o incrédulo, y lo sentará, y hará que él tenga compañerismo con
ustedes en la quietud y todo eso; y después él inyectará a ese indi-
viduo con alguna clase de cosa venenosa, y él comenzará a pasar
por la iglesia con eso. No se pongan al lado de eso. No tengan
nada que ver con ninguna otra cosa. Permanezcan correctamente
en amor y dulces y amables los unos con los otros. Oren por ese
hombre, que él también sea salvo, o esa mujer, o quien sea, sólo
ore por ellos. Y aférrense el uno al otro.
80 Rev. William Marrion Branham
nos exhortó a “hacerlo mucho más, a medida que vemos ese día
acercándose”, a amarnos los unos a los otros con amor cristiano
y amor Divino; “a congregarnos juntos en lugares celestiales y en
Cristo Jesús”, y amarnos el uno al otro. “En esto sabrán todos los
hombres que sois Mis discípulos: cuando tengáis amor los unos
por los otros”. Eso es correcto. Permanezcan unidos.
90. Si el hermano, usted piensa que él está un poco equivocado,
Cristo es el misterio de Dios revelado 81
guíe y nos dirija. Concédenos una larga vida de servicio para Ti.
Danos este gran Mensaje en esta mañana el cual estamos esperan-
do de Tu Palabra, que pueda llegar a cada corazón. Haz que los
labios que hablan, Señor, hablen verdad. Haz fértil el corazón que
escucha para que reciba verdad, y que crezca en grandes árboles
de vida eterna; que sean luces que alumbren y epístolas leídas de
todos los hombres, para que ellos puedan saber que Jesucristo se
ha levantado de los muertos y vive entre nosotros. Llénanos de
tanto amor y del fruto del Espíritu al grado que otros hombres y
las mujeres, niños y niñas, puedan ver los resultados de la Vida de
Cristo aún viviendo en nosotros, después de dos mil años desde
ese gran evento. Concédelo, Padre, para honrarte a Ti. Lo pedi-
mos en el Nombre de Jesucristo. Amén.
99. Ahora, quiero leer de las Escrituras. Y espero ahora que ten-
esto aquí, si Dios me ayuda, revelará y les traerá a sus mentes to-
das estas otras cosas de las cuales he hablado con el pasar de los
días en el tabernáculo; el porqué he dicho lo que he dicho, y por
qué he hecho lo que he hecho. Este es el porqué.
103. Ahora, desde el versículo 15.
profetas hablaron de Él. Pues, eso allí entonces muestra que todo
el Antiguo Testamento, todo el Nuevo Testamento y todos los
Salmos, el cantar, los cantos que fueron cantados, fueron canta-
dos acerca de Él.
116. Tomen el Salmo 22 y cántenlo, y compárenlo con la mañana
voy a prestar atención a lo que dice ese reloj. Quiero que ustedes
entiendan esto. ¿Ven? Aquello no me interesa. ¿Ven? [La congre-
gación se regocija, dice: “Amén”. - Editor]
119. Entonces pueden ver aquí, básicamente, en el principio, que
Salmos, dijo que todos hablaron de Él. ¿Ven? Y aquí estos maes-
tros judíos, rabinos, doctores de la ley, profesores, habían actuado
exactamente como habían hecho antes.
121. Ahora noten, de nuevo Él dijo: “Escudriñad las Escrituras,
88 Rev. William Marrion Branham
porque Ellas son las que dan testimonio de Mí”. Escudriñad las
Escrituras, las Escrituras, todas las Escrituras. ¿Qué estoy tratan-
do de hacer? Mostrarles a ustedes que esta Biblia es lo que es
correcto.
122. El otro día, parado en una habitación del hospital, hablando,
133. Ahora se dan cuenta que en cualquiera de estas citas aquí uno
podría tomar un texto, y es difícil para un predicador que se quede
callado. Pareciera como que quisiera continuar de largo con eso,
pero tenemos que regresar a lo que estamos enseñando.
134. Él es el tema principal de la Biblia. Era Él en los profetas.
que Él se hizo todas las cosas... hecho así por todos nosotros,
todas las cosas fueron hechas para, por Él. Entonces, siendo que
eso es cierto, nosotros deberíamos hacer nuestra identificación
(así debería ser) con Él. Deberíamos estar identificados nosotros
mismos con Él, porque Él se ha identificado con nosotros. Debe-
ríamos estar identificados con Él. ¿Cómo? Viviendo para Él; no
simplemente por una confesión.
140. Tanta gente acepta una confesión, dicen... Yo digo que ha lle-
nocido a usted.
144. Dicen: “Yo hablé en lenguas.” Los diablos también.
quería expresarse a Sí mismo. Ése fue Su, uno de Sus tres grandes
propósitos, era expresarse a Sí mismo, identificarse a Sí mismo
con seres humanos, para revelarse a Sí mismo en Cristo.
151. Segundo: para tener preeminencia en Su Cuerpo de creyentes,
separó; por tanto, ahora tenía que haber alguna manera de volver
a recuperar eso. ¡Oh, vaya! ¡Oh, cuando yo...! Esto, esto es rico,
para mí, el sólo pensarlo. ¿Ven? ¿Entienden cuál era el propósito
de Dios? ¿Por qué sencillamente no mantuvo a Adán y a Eva
en su estado original? Entonces Él no hubiese podido expresar
Su plenitud, Su atributo completo. Pues Él pudo haber sido un
Padre allá, es cierto, pero Él también es un Salvador. Usted dice:
“¿Cómo sabe usted que Él lo era?”. Él lo es, porque yo he tenido
la experiencia. ¿Ven? ¿Ven? Él es Salvador, y Él tenía que expre-
sarlo. Y ¿cómo podía hacerlo? Sólo por medio de Cristo. ¿Cómo
podía ser Hijo? Sólo por medio de Cristo. ¿Cómo podía ser Sa-
nador? Sólo por medio de Cristo. ¿Ven? Todas las cosas terminan
en esa única Persona, Jesucristo. ¡Oh, vaya! Cuando yo…cuando
yo...
153. Cuando pienso en eso, yo sólo veo las denominaciones pasar
quiso hacer”.
159. Él le dijo: “Entonces, toma ésta, tu vara”, Dios hablando, ésa
Cristo.
162. Segundo: para tener la preeminencia, por esto, en Su Iglesia
nuto, ¡Usted podría ver que Padre, Hijo y Espíritu Santo no son
tres Dioses! ¡Son tres atributos del mismo Dios! ¿Ven? Es Su
expresión. Padre: Él lo era, y quiso ser Padre. Él fue Padre, Él
fue Hijo, y Él es el Espíritu Santo. Y el Padre y el Espíritu Santo
son el mismo Espíritu, ¿no lo ven? ¿Lo entienden? [La congrega-
ción dice: “Amén”. - Editor] No son tres dioses. El diablo les ha
dicho esas cosas para convertirlos en idólatras. ¿Ven? Es un solo
Dios, expresado en tres atributos: para ser Padre, para ser Salva-
dor, para ser Hijo, para ser Sanador (¿ven?), son Sus expresiones.
166. Quiero pausar aquí por un momento para que aun la gente es-
drío moral, para que cayera, para que así Él pudiera ser Salvador,
para desplegar lo que existe en Él (¿ven?), Su atributo de Salva-
dor. Algo se tenía que perder. Y eso precisamente, que el hombre
cayó y se extravió, Él llegó a ser el Salvador, tomando sobre Sí
Su Propia ley. Y Él no podía hacer eso como el gran Jehová que
abarcaba todo espacio y tiempo. Vean, Él no podía hacerlo; y Él
tuvo que llegar a ser un hombre. Y Él formó parentesco con el
hombre que estaba perdido, amén, y se hizo un hombre: ¡Dios!
¡Hecho carne!
181. ¡Aleluya! Piensan que estoy emocionado, pero no lo estoy.
Jesús”.
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor
Jesucristo.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
nos bendijo con toda bendición espiritual (¿En dónde?) en los
lugares celestiales en Cristo,
188. “Lugares celestiales”. ¡Oh, cómo desearía tener tiempo! Lo
que otra cosa estuviera sobre la Tierra (¿ve usted Su gran miste-
rio?), Él escogió la Novia. Sabiendo que Eva caería, por descreer
la Palabra, sabiendo que ella caería; pero Él escogería una Novia
que no caería, que se aferraría a esa Palabra sin importar lo que el
resto del mundo tuviera que decir al respecto. ¡Ellos se aferrarían
a esa Palabra! Ellos están predestinados a pararse allí, “la adop-
ción de hijos por medio de Jesucristo”, ¡predestinó la Iglesia para
esa gran y gloriosa posición!
191. ¿Ahora ven ustedes Su secreto? ¿Para qué? Para restaurar a la
una parte, Wesley fue una parte, los profetas fueron una parte. Si
ellos no son parte... en la revelación tan sencilla de que ellos com-
ponen el cuerpo, los pies, los dedos del pie, brazos y todo eso,
hasta la Cabeza (a la cual llegaremos en unos minutos), ¿lo ven?,
eso compone la plenitud del Rapto. Es el Cuerpo de la Palabra,
que es Cristo. ¡Amén!
195. Fuera de Eso, usted está perdido. No me interesa lo bueno que
regresó con los mandamientos. “Oísteis que fue dicho a los anti-
guos: no cometerás adulterio. Pero Yo os digo que cualquiera que
mirare a una mujer para codiciarla, ya adulteró”. Fue Dador de
Ley, Sacerdote, Rey, Guía, ¡exactamente eso!
200. Él se expresó en José, nacido entre denominación, sus her-
peó fuerte en esa edad. Él no sabía lo que era esa edad. Vino
Wesley, y él golpeo a través de su edad. ¿Ven? Y muchos se des-
prendieron de allí, surgiendo las otras iglesias. Luego llegó Pen-
tecostés, golpeando fuertemente; y ellos se organizaron y regre-
saron nuevamente a la muerte, como veremos en unos minutos,
regresando de nuevo a la “muerte”.
215. Y después viene la revelación del misterio, para revelar de qué
expresarla. Es una vida que usted no vive por su cuenta, sino que
Él entra en usted y la vive Él mismo, y usted llega a ser un prisio-
nero, apartado de cualquier intelecto humano; usted es guiado por
el Espíritu. ¿Y uno cómo lo sabe?
226. Ahora, usted dice: “Tal vez lo sepa, yo estaba perdiendo la
dementes. Pues, eso, sabemos que eso está mal. Ese es el dia-
blo queriendo personificar lo verdadero antes de que llegue aquí
(¿ven?), siempre algo falso. ¿Ven?
229. Pero un verdadero hombre, ¡que pierda sus propios pensa-
¿Ven?
234. Y Él dijo: “Como fue en los días de Noé, así también será en
los días de la Venida del Hijo del Hombre (¿ven?), donde ocho
almas fueron salvas”.
235. No digo que habrá solamente ocho salvas hoy. Ahora, no en-
con los profetas y demás, hasta que fue dado a conocer perfecta-
mente, “la Deidad corporalmente en Cristo”.
238. Y ahora el Cristo en la Iglesia apenas se está dando a conocer.
creen; por todo el mundo y para toda edad”. Echar fuera demo-
nios y hablar en lenguas, y todas estas grandes manifestaciones
de los dones que seguirían, que ¡seguirán! Y no fue “que quizás,
o deben”; “¡ellas les seguirán”! Y cielos y tierra pasarán, pero Su
Palabra no.
247. Así que es Cristo expresándose Él mismo en el individuo, ya
fue por una revelación, por una visión. ¿Es correcto esto? [La
congregación dice: “Amén”. - Editor] Pablo solamente conoció a
Jesús a través de la revelación, igual como Pedro.
251. Pedro sí le había visto a Él en carne, pero no lo conoció según
les. ¿Ven?
253. Ellos dijeron: “Pues, yo tengo más revelación que tú, Pablo,
porque, como sabes, yo caminé con Él; un día fui de pesca con
Él. Yo lo escuché hablar. Él se sentó conmigo en la barca, incluso
me dijo: ‘Vamos acá y pesquemos en este lugar, y cogeremos más
peces’. Y así lo hicimos”. ¿Ves? ¿Ves? “Nosotros le vimos a Él
obrar cosas”.
254. Pero Pablo lo vio a Él después de muerto, sepultado, y de re-
257. Él caminó con Él, habló con Él. Por eso usted puede mante-
nerse en esta Palabra. Ahora, acabo de decir que Él era la Palabra.
Ahora, un erudito puede sentarse y leer esa Palabra hasta que le
ate a usted la mente en cualquier cosa (¿ven?), si quisiera hacerlo,
porque él es inteligente, brillante. Tome usted un sacerdote católi-
co, o no tanto así, un teólogo bien instruido en la Biblia; hermano,
o un bautista, presbiteriano o algún otro, él lo hará pensar que
usted no sabe nada (¿ven?), cuando se trata de dialogar. ¿Por qué?
Vean, es porque él le ha conocido a Él en la carne, la Escritura.
[El hermano Branham palmotea su Biblia. - Editor]
258. ¡Pero la única manera de ser salvo es conociéndolo a Él por
revelación!
259. Yo podría tomar la doctrina presbiteriana y atarlos a ustedes,
la revelación para aquel día. Pero ¿qué sucedió? Entró una can-
tidad de rickies, con cortes militares, como diríamos hoy día, y
ricketas, y todos esos rodearon el lugar. Y cuando uno menos se
da cuenta, eso está allí.
266. ¡Lo que eso expresa! ¡Si ustedes sólo conocieran la nume-
que tenemos esta cosa infernal sobre la Tierra hoy, es por esas
cosas. La raza humana está corrompida por completo; ya no tiene
arreglo (¿ven?), y es a raíz de eso.
269. Fíjense, ahora él estaba bien, allá en sus días, Lutero, y él
¿dónde está eso? Ajá. ¿Ven? Seguro. “Las obras que Yo hago
también vosotros las haréis”, toda criatura, toda persona que cree
en Él. Hoy ¿dónde está eso? Ésas son Sus Palabras. “Cielos y tie-
rra pasarán, pero Mi Palabra nunca fallará”. Hoy mismo, ¿dónde
está eso? ¿Ven? ¡Oh, eso sencillamente lo demuestra!
284. ¿Qué es? Es una condición híbrida. Fíjense, tome usted un
grano grande de maíz que es híbrido, y tome usted ese grano hí-
brido, es un maíz bonito; pero siémbrelo, ¿qué obtiene? Un pe-
queño tallo crece así, y se pone amarillo y se marchita. De esa
manera es toda denominación, cuando es híbrida, teniendo las
palabras de hombres mezcladas con la Palabra de Dios. Crecerán
hasta las señales y las maravillas, y lo que Jesús dijo en cuanto a
creer la Palabra, y se torna amarilla y dicen: “No podemos acep-
tar Eso”, y regresan.
285. Igual como todos esos otros espías que fueron y vieron a Ca-
de Dios, sabían que Dios había dicho: “Les doy esa tierra”. Ellos
dijeron: “Poseámosla, porque más podemos nosotros que ellos”.
287. Depende de dónde ha nacido uno. Si usted ha nacido de la
Dios así lo dice. Nosotros podemos hacerlo. Dios dijo que lo hi-
ciéramos. ¡Amén!
290. ¡Oh, seguro!, usan esto como pretexto. ¿Ven? Por eso están
pendida ante él, dijo: “Yo soy Jesús, el gran Dios que estuvo en
el desierto allá con Moisés. Yo soy Aquél, y dura cosa te es dar
coces contra el aguijón”.
298. Entonces Pablo parado allí, sabiendo que arriesgaba su vida,
L.L.D.”, usted sólo se hace... Para mí, y yo creo que para Dios,
y para cualquier verdadero creyente, eso solamente significa que
usted está mucho más lejos; usted ha retrocedido. A Dios no se
le conoce por la educación. Él no es conocido por saber cómo
explicarlo.
313. Dios se conoce en la simplicidad y por la revelación de Jesu-
hizo eso hace mucho tiempo, puso su vara; pero, oh, eso fue en
los días de Elías!”. Ahora, así fue como pensó el mundo. Los
sacerdotes intelectuales y los demás, y las iglesias de ese día,
pensaron así.
326. Pero para esos creyentes, lo creían diferente. Ellos vieron la
siglos. Las mismas obras que hizo Jesús, las mismas hizo Pablo.
Y ellos vieron a Dios, el gran Padre, quien se había demostrado
en la zarza ardiente, se había demostrado a Pablo, y aquí estaba
Eso siendo demostrado.
329. Y Él es el mismo en cada edad. La manera triple de Dios,
más perfecto.
330. ¡Oh, noten! El Espíritu Santo es el único revelador de la re-
ridos; ella había vivido con cinco, y en ese momento estaba con el
sexto. Y Jesús le dijo: “Ve, trae tu marido, y ven aquí”.
335. Ella le respondió: “No tengo marido”.
336. Le dijo: “Sí, tienes seis. Has tenido cinco, y con el que ahora
vives no es tu marido”.
337. Ella dijo: “¡Señor!”. ¿Qué? Esa Luz llegó a esa Simiente.
Puedo ver sus ojos hermosos brillando de esa manera, las lágri-
mas corriendo por sus mejillas. Clamó: “¡Señor!, paréceme que
eres profeta. Yo estoy buscando un Mesías. Y cuando ese Mesías
llegue, Él hará estas mismas cosas; Él nos dirá estas cosas”.
340. Él le dijo: “Yo soy”.
341. ¡Oh, Señor! Ella dejó su cántaro. “¡Él está aquí! Vengan y
vean un Hombre que me ha dicho las cosas”. ¿Qué fue? Esa Luz
dio en esa Simiente. Esa Vida estaba allí. Eso brotó.
124 Rev. William Marrion Branham
dos esos gusanos se comieron, acabando esa fe, hasta que quedó
un tronco denominacional en el cual no quedan semillas. “Pero
Yo restituiré de nuevo, ha dicho Jehová, todos los años”. ¿Qué?
“Todas las señales y maravillas que ellos abandonaron. Yo se lo
restituiré de nuevo a ese Árbol original, y Yo lo restituiré”, dice
Jehová. Aquel profeta fue un profeta vindicado; sus palabras tie-
nen que llegar a cumplirse. Amén.
348. El Espíritu Santo únicamente es el revelador de la revelación
sino que lo sabía por Su... La razón por la cual pudo predestinar
fue porque Él es infinito, y Él conoce cada... Él es infinito, por eso
lo sabía todo. Él conocía el fin y podía saber el fin desde el prin-
cipio, Él es Dios. Si no puede hacer eso, Él no es Dios. Sí, señor.
Él es infinito. Muy bien.
354. Juan no lo hubiera conocido, no señor, de no habérselo seña-
píritu Santo tres meses antes de que naciera. Sí, señor. Cuando
María fue allá, y el pequeño Juan tenía seis meses, en el vientre
de su madre, y no se había... Esos pequeños músculos aún no se
habían movido. Y María temía... Esos musculitos estaban cre-
ciendo, pero ella no le podía sentir con vida, Elisabet, su madre,
más bien. Y cuando llegó María y la saludó y le dio un abrazo,
se aferró a ella, le impuso las manos. ¿Ven? Y dijo: “Dios me ha
hablado, y yo también voy a tener un bebé”.
362. —“¿Están casados tú y José”?
363. — “No”.
365. — “El Espíritu Santo hará sombra sobre mí, y será creado en
cede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? ¡La madre
de mi Señor! ¡Oh, vaya! ¿Por qué se me concede que la madre
de mi Señor venga a mí? Porque tan pronto como llegó la voz de
tu salutación a mis oídos, mi bebé saltó en el vientre, de alegría”.
368. Con razón él no quiso ningún seminario, algo que le adoctri-
nara con alguna otra cosa. Él tenía una obra importante. Él era un
hombre del desierto, salió al desierto y esperó. Y Dios le habló
allí, dijo, o mejor dicho se lo reveló a él. ¡Oh, allí está su revela-
128 Rev. William Marrion Branham
ción otra vez! “Ahora te voy a decir quién es Él. Tú eres un pro-
feta; la Palabra viene a ti. Tú sabes quién eres; tienes que llegar”.
Eso responde a una pregunta del domingo pasado. ¿Ven? “Sabes
quién eres, Juan; guarda silencio, no digas nada. Ve allá. Y cuan-
do Lo veas, habrá una señal descendiendo del Cielo, como una
Luz, una paloma bajará. Ése será Él, cuando lo veas”.
369. Por eso es que cuando Jesús entró al agua, Juan miró y vio esa
Juan se hallaron con los dos ojos de Jesús. Ellos eran primos en
segundo grado, según la carne. María y Elisabet eran primas. Sus
ojos se encontraron. Allí estaba Dios y Su profeta, amén, parados
allí.
371. Juan le dijo: “Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a
mí?”.
372. Jesús le respondió: “Deja ahora, pero recuerda, así conviene
vaya!) y esa paloma descendió sobre Él, y una Voz dijo: “Éste
es Mi Hijo amado en quien me place morar”. En la versión King
James dice: “En quien pláceme morar”. Es lo mismo, como usted
lo quiera poner, dice igual, “morar”, o... “Éste es mi Hijo amado
en quien me place morar”, o “pláceme morar”, cualquiera de las
dos que quieran usar, es lo mismo. Bien.
375. Vemos entonces que le fue revelado a él. Otros parados allí
predestinada.
377. Pablo andaba por allí, tal vez diciendo: “Si llego a agarrar ese
Cristo es el misterio de Dios revelado 129
grupo, los haré pedazos, porque soy el Doctor Saulo. He sido ins-
truido bajo Gamaliel. Vengo del Instituto Moody...”, o de algún
otro, ¿ven? “¡Yo, yo soy un erudito! ¡Sé de lo que estoy hablando!
¡Yo haré pedazos ese grupo de fanáticos! Y déjeme decirle: ‘San-
to padre altísimo, deme usted el permiso para ir allá y arrestaré a
todos esos escandalosos por allá’. Le pondremos fin a toda esta
cosa de la sanidad Divina”.
378. La guardó en el bolsillo, dijo: “Ya voy para allá”.
379. Y ese día (¡Vaya!), como a las once del día, una Luz resplan-
allá por atrás del desierto, por tres años y medio, allá en Arabia;
hasta que aprendió la Palabra, y él vino a ser la Palabra. Entonces
él vino a ser un prisionero; ¡regresó allí atado con las cadenas
de amor! “¡Toda mi experiencia del seminario ha desaparecido!,
soy prisionero de Jesucristo. ¡Amén! Filemón, mi hermano, soy
prisionero de Jesucristo. Sólo puedo hablar y decir lo que Él me
diga”.
382. Dios necesita prisioneros hoy, que se rindan cautivos a Su
Voluntad, a Su Palabra.
383. Eso es lo que era Pablo. No importaba cuánto intelecto había
Dios, tenía que serlo; ningún hombre podía morir, ningún profeta
podía morir. Él era Dios. Él era el Dios de los profetas. Él era los
profetas. Él era los reyes. Él fue la historia. Él era Aquél que de-
bía de venir. Él, que era, Él, que es, y Él, que ha de estar en este
día; el mismo ayer, hoy y por los siglos. Él fue manifestado para
ese propósito.
397. Y por medio de ese propósito Él logró una Iglesia, para que
para que Él pudiera hacer que toda promesa para este día postre-
ro fuera revelada. Ahora, ustedes ven, Él podía volver y recoger
lo que estas otras personas habían dejado aquí, en los postreros
días, y por Su Espíritu Santo revelar todos los misterios de los
Siete Sellos. ¿Lo ven? Él está expresándose a Sí mismo; ése es
Cristo es el misterio de Dios revelado 133
vuelta y lo escuchó.
406. Pero la Eva de los postreros días no lo hará, porque está pre-
será algo que el mundo podrá mirar y decir, pues, el resto del
mundo, dirá: “Ah, ésa es una santa rodadora. Es una prima en se-
gundo grado. Ella no pertenece a nuestro grupo”. Yo lo sé, eso es
algo bueno, ¿ven? Ella, ella pertenece a este Grupo de acá arriba.
408. Un hombre me dijo el otro día, parados hablando, preguntó:
410. —“¿Cómo?”
de este mundo.
419. En los días de Jesucristo, cuando Él estuvo aquí sobre la Tie-
que Él era el Hijo de Dios; seguro que sí lo dijo. Por supuesto que
Él lo hizo. Ustedes simplemente no conocen Su Biblia. ¿Qué le
dijo Él a la mujer junto al pozo? ¿Ven? ¿Qué le dijo a ella?
421. — “Yo sé que el Mesías viene. Y cuando Él venga, Él hará
estas cosas”.
422. Él dijo: “Yo soy, que habla contigo”.
428. ¡Miren! Lo que una vez fue el gran secreto de Dios, el gran
será manifiesta.
436. ¡Observen, habiendo sido dada a conocer la revelación de este
do eso (por la cinta), y las que saldrán; esta cinta va por todo el
mundo. ¿Ven?
438. Ustedes mujeres que reclaman que tienen el bautismo del Es-
blia dice: “Cualquier mujer que lo haga” (¡Oh, usted dice...!) “que
se vista con ropa de hombre, es abominación a Dios”, es obscena,
sucia, igual a un servicio sanitario, hediondo. ¿Ven? ¡Oh, herma-
no! ¡La hediondez en la nariz de Dios! ¿Y después tratan de orar o
de ofrecer sus oraciones en condiciones como esas? Dios rechaza
y repudia eso. Es la verdad.
440. “Pues (usted dice), espere un momento, hermano Branham.
todas las iglesias. Ustedes ven eso. Luego, iglesias como ésta, que
Cristo es el misterio de Dios revelado 139
lo sabe. Eva también lo sabía, pero ella cayó; pero ésta lo sabe
y no caerá. ¡Ella ha sido ordenada! ¡Aleluya! ¡Fiuu! Ella ha sido
ordenada a no caer; Ella no fallará. Ella es predestinada a eso.
142 Rev. William Marrion Branham
486. Eso es lo que están buscando hoy, algún - alguien que pueda
superar a Billy Graham, o alguien que pueda abrumarlos con su
organización, que tome control y les muestre a esos bautistas que
no saben ni dónde están parados. Seguro. Ellos están esperando
eso. Pero la Iglesia está buscando la humildad, y las señales del
Dios vivo, a Cristo. ¿Ven?
487. Jesús no fue un gran teólogo. Él fue un campesino común, el
Cristo, igual lo hace la Iglesia hoy. “En aquel día conoceréis que
Yo estoy en el Padre y el Padre está en Mí; Yo en vosotros, y vo-
sotros en Mí”. ¿Ven? Allí lo tienen, marchando hacia Sion. ¿Ha-
cia dónde? ¡Al Reino! “En aquel día conoceréis que Yo estoy en
vosotros”.
489. ¡Y observen aquí! Esto es hermoso. No quiero que se pierdan
esto. Ahora todos, y ustedes por la cinta, allá en las selvas y donde
sea que lo oigan, escuchen.
490. “Y como el Padre me envió, así también Yo os envío”, dijo Je-
sús. ¿Ven? Ahora observen. El Padre que lo envió fue con Él, para
vindicarse a Sí mismo correctamente, porque Él fue la Palabra. Y
el mismo Jesús que lo envía a usted, va con usted y en usted para
vindicar al mismo Dios. “Así como el Padre Me envió y Yo vivo
por medio del Padre, así también Yo os envío, y vosotros viviréis
por Mí”. ¿Qué es Él? Él es la Palabra. Usted vive por la Palabra.
¡Oh, cómo me gustaría tomar un texto de allí y predicar ahora
un par de horas sobre eso (¿ven?), sobre eso, acerca de cómo es!
Fíjense, noten: “Y el Padre que Me envió”, fue con Él, el Padre
que envía.
491. Jesús, quien nos envía, va por dentro. “Un poco y el mundo no
Edén original.
497. Entonces cuando nacemos de Él, somos llenos de Él. Vean, su
hacer lo que sea, Él es Dios. Es ese mismo Dios, esa Vida crea-
dora (¿ven?), que está en usted, puede... Usted es un prisionero;
usted no puede hablarlo mientras que Él no le diga que lo hable.
Pero cuando usted ya lo habla, es Palabra de Dios. Él lo ha vin-
dicado ser así. Todo lo demás ha sido correcto, y Él sabe que una
vez que ha sido hablado, eso tiene que ser así. ¿Ven?
507. Moisés tomó su vara y dijo: “Que aparezcan ranas”, porque
da rana. Él crea todas las ranas. ¡Oh, vaya! ¿Ven ustedes lo que
quiero decir? Él creó la primera ardilla, crea la segunda ardilla,
crea cualquier ardilla; puede crear ardillas donde no hay ardillas.
Puede hacer lo que quiera, ¡Él es Dios! ¡Él es Dios! ¡Es Su Vida!
¡Oh, vaya! ¡Cuando pienso en eso me dan escalofríos! Ajá.
509. ¡Oh, para vivir con Él, yendo a Casa con Él para morar con
Él! Yendo a Casa con Él para vivir con Él para siempre, ¡teniendo
vida eterna!
510. Éste es el gran misterio del amor de Dios expresado, que Dios
Cristo es el misterio de Dios revelado 149
ranas”, ese mismo pudo pararse allá: “Que esta agua se convier-
ta en vino”. ¿Ven? Amén. ¿Es correcto? [La congregación dice:
“Amén”. - Editor] Él es el mismo Dios, el mismo.
512. Él simplemente no cambia. Es Dios en el hombre. Esa es Su
llen en captar esto: Ninguna otra iglesia, ninguna otra señal, nin-
gún otro compañerismo, ningún otro gobierno, ningún otro tes-
timonio, ningún otro credo, ninguna denominación, es aceptado
fuera de Esto. Dios no acepta ninguna otra cosa sino: “Cristo en
usted, la esperanza de la Gloria”, es lo único que Dios reconoce.
Ningún compañerismo, ninguna iglesia, ningún credo, ninguna
denominación, nada; todo lo demás está muerto. Son fragmentos
que tienen que ser cortados, podados y apartados de la cosa para
que Cristo pueda vivir con preeminencias en usted.
515. ¡Nunca mirando atrás! Tengo una rama aquí que dice: “Es mi
no lo hizo en los días finales del mundo con ninguna otra persona,
cuando llegó al punto de la destrucción. En los días de Lot, no fue
cuestión de membresía, fue más bien vindicación personal, Dios
encarnado (¿ven?), una vindicación personal.
518. ¡Recuerden! Piensen en eso, que personas nacidas de Su Es-
algo así? Es igual como cuando los católicos pasaron por alto
a San Patricio y no lo reconocieron hasta después de que había
muerto. Es lo mismo que hicieron con San Martín: no lo recono-
cieron. Es lo mismo que ellos han hecho en todas las edades.
524. Igual como lo hicieron con Juana de Arco. La Iglesia Católica
ellos. “Te digo a ti: tú eres Pedro; sobre esta roca edificaré Mi
Iglesia”. Y la palabra Pedro significa “roca”. Roca significa “el
que ha confesado” o “el que ha sido separado”.
530. Fue sobre cierta roca, sobre cierta cosa, ¿ven?; los llamados
fuera, la Iglesia que fue llamada a salir; sobre esta roca, sobre
esta “revelación”. “Carne ni sangre te ha revelado esto. Sino so-
bre esta revelación, el grupo llamado a salir, edificaré Mi Iglesia
en ellos. Y todas las puertas del infierno no podrán prevalecer en
contra”.
531. “Ni un solo cabello de tu cabeza perecerá. ¡Eres Mío! Te re-
bre todos los reyes de la Tierra”. Dijo que ella era una “ramera”.
¿Qué es eso? Es una mujer que reclama ser una dama y comete
fornicación. “Ella tenía una copa en la mano”, un brindis al mun-
do, “de las... llena de la inmundicia de sus abominaciones a raíz
de sus fornicaciones”. Y ella tenía hijas, las iglesias protestantes,
las cuales salieron con sus mismas doctrinas falsas, los mismos
bautismos, y que es por estrechar de manos en lugar del bautismo
del Espíritu Santo; y con su falsa doctrina de “Padre, Hijo y Espí-
ritu Santo”, y todo eso, en lugar de tomar el Nombre del Novio,
y lo demás.
538. Ustedes dicen: “Da lo mismo, no tiene importancia”. ¡Sí tiene
importancia!
539. Si yo pongo mi nombre en un cheque, y coloco: “el reveren-
do” o “el ministro”, o algo así, eso no podrá hacer efectivo nada;
es verdad. Es rechazado en el banco. Ajá. Nótenlo. Muy bien.
540. Pero todo este misterio es revelado únicamente, tal como Él
de una mujer que dudó una sola Palabra de Dios, ¿le permitirá
Él regresar a usted dudando una Palabra? Él sería injusto. Ajá.
¿Ven? Vean, eso no sería correcto. Condenó...
549. Aquí parado hay un hombre, y él causó toda esta angustia
por una sola palabra que dudó; luego Él avanza y logra años de
experiencia y de todo, y viene la Biblia y todo lo demás, y otros
que hasta han dado sus vidas por esto; y entonces dice: “¡Oh,
está bien, cómetelo! No hay problema, de todas maneras te dejaré
regresar”. ¡Oh, no! Dios no hace acepción de personas, pero...
¿Ven? ¿Ven? Dios no hace acepción de personas. Ahora noten.
550. Noten ahora. “Él es la Cabeza del Cuerpo” que nace del peca-
565. Como la Cabeza fue levantada del sepulcro, así también debe
seguirle Su Cuerpo a Él al Edén. Por eso, el Cuerpo no puede
reconocer ningún otro liderazgo, sino el Liderazgo de la Palabra.
566. Ninguna denominación puede añadirle a Ella algo. “Porque
ra, si les pasa por alto, levanten la mano, lo diré otra vez. ¿Ven
ustedes? ¿Ven?
587. Lucifer en el principio, el propósito en su corazón era lograr
Dios.
Cristo es el misterio de Dios revelado 163
piensen que estoy diciendo esto para enaltecer algo, o alguna re-
velación personal o algo; sólo les digo a ustedes la verdad. Acaso
Cristo es el misterio de Dios revelado 165
¿no ven lo que ellos hacen? ¿Ven? Yo lo hablo duro y fuerte, pero
hay que meter el clavo hasta que agarre, si es que va a servir de
algo (¿ven?), para que ustedes lo vean. ¿Ven?
606. Ahora, le dice a la gente: “¡Qué cosa! ¿Quiere decirme usted
tura del hombre! Y eso es lo mismo que hizo Lucifer allá, que ha-
bía hecho en el huerto del Edén, y en ese instante ellos murieron.
La iglesia pentecostal murió en Nicea, Roma, pero para resucitar
en el Árbol-Novia en los postreros días.
615. Noten, Lucifer entra, astutamente, como lo hizo allá, y es por
una gota de tinta cayendo en una tina llena de cloro, usted ja-
más hallará la mancha de la tinta; a algún lugar se fue, y jamás
volverá. Y cuando el hombre verdaderamente es redimido, esa
Simiente predestinada que ve Eso y Lo acepta, sus pecados son
deshechos, ya no existen; eso es separado. Eso es echado en la
tinta de la Sangre de Jesucristo, y nunca más es traído a la me-
moria; Dios lo olvida. Y la persona se encuentra como hijo e hija
de Dios, en la presencia de Dios. ¡Amén y amén! “Ahora somos
los hijos de Dios”. No es cuestión de que seremos, ¡ya lo somos!
Ahora mismo ya estamos redimidos.
632. Le tenemos la respuesta a Satanás. Dios mismo se ha vindi-
¿Qué es? Esta misma Palabra. A Ella nada le puede ser agregado
ni quitado. Así que esa misma Palabra se mueve de la Cabeza, a
medida que el día se acerca, al Cuerpo, bajando al Cuerpo, vin-
dicando que son Uno; son Esposo y Esposa. Ellos son carne de
Su carne, Palabra de Su Palabra, Vida de Su Vida, Espíritu de Su
Espíritu. ¿Ven? ¡Amén! Y ¿cómo lo sabe uno? Porque produce
el mismo testimonio, el mismo fruto, la misma Palabra. ¿Ven?
Manifiesta a Cristo. ¡La misma Vida, el mismo Dios, el mismo
Espíritu, la misma Palabra, el mismo Libro! ¡Amén! Las mismas
señales: “Las obras que Yo hago, también vosotros las haréis”.
¡Oh, aleluya! ¡Vaya!
640. Noten, la Palabra vindicada en Su Cuerpo es Su propia vic-
643. ¿Cómo es que puede venir la profecía? Sólo a través del pro-
regresaría por mí; yo lo creeré”. Ajá. ¿Lo ven? Sí, señor. Para
encontrarse con su Cabeza, Su Redentor, Su Esposo, Su Rey, Su
Señor, Su Amado, Su Salvador, ¡en el lugar provisto para el en-
cuentro!
658. Él tiene un lugar dónde encontrarse con ellos. Ustedes saben,
Bien, nos encontraremos allá del otro lado. Ahora, todos los
662.
metodistas, bautistas y lo que usted sea, que han nacido del Es-
píritu de Dios, vamos a estrecharnos las manos mientras lo can-
tamos.
¿Qué eran ellos? Los profetas a los cuales vino la Palabra (¿ven?),
aquellos grandes hombres. ¿Ven? Ustedes han oído relatar la his-
toria de José el soñador (¿ven ustedes?), y de Daniel en el foso de
los leones, y de todos estos otros, ustedes saben. Aquellos, quie-
nes, ¿qué eran? Eran profetas. ¿Ven? Pero el Ser Principal... Dios
sólo estaba, temporalmente, tipificándolo en ellos.
668. Él se tipificó en Adán, que conocía lo correcto, sin embargo
669. Y yo...
670. Ellos, ellos son la Biblia. “Y...” Todos ellos fueron manifesta-
dos en Él. ¿Ven? Sin Él, ellos no son nada. ¿Ven? Y yo tengo que
llegar a ser parte de Eso, para ser Él. ¡Amén! ¿Ven?
Yo Le amo, yo Le amo;
Porque...
Señor Jesús, que la unción del Espíritu Santo venga sobre es-
672.
tos pañuelos, Señor, y sane a los enfermos. Que así sea, cuando
los pongan. Oro para que así lo hagas, en el Nombre de Jesús.
Amén.
Y me compró la salvación,
Allá en...
¡Gloria! Aquel gran Ángel del Pacto, Aquel que estuvo con
674.
Yo le amo, yo le amo,
Porque... a mí me amó.
Y me compró la Salvación,
Allá en la cruz.
Fe en el Padre, fe en el Hijo,
Fe en el Espíritu Santo, estos tres son Uno;
Demonios tiemblan y pecadores despiertan;
Fe en Jehová hace temblar cualquier cosa.
ustedes, hijitos: “Amaos los unos a los otros”. Amen a toda per-
sona. Correcto o equivocado, pecador o santo, de todas maneras
ámenlos; si no, entonces pídanle a Dios que les ayude, porque
180 Rev. William Marrion Branham
De esperanza fe y amor;
Sumo bien, celestial,
Es Jesús el Salvador.
lado en Él.
Suave luz, manantial,
De esperanza fe y...
Cristo es el misterio de Dios revelado 181
De Jesús el Nombre...
De esperanza, fe y amor;
Sumo bien, celestial,
Es Jesús el Salvador.
cantar una octava más alta? ¡El próximo Jalón está a la mano!
¡Amén! Ajá.
bendiga.
G racias.
Creo sí.
Señor, creo sí; Señor, creo sí,
Todo es posible; Señor, creo sí.
Ella dijo: “La semana pasada (dijo), Bill, los dolores eran tan
intensos que ni siquiera podía quedarme quieta, no podía dormir
en la noche ni a ninguna hora”. Dijo: “Cada vez que trataba de
voltearme, ese gran tumor se volteaba adentro”. Y dijo: “Yo ten-
go las palabras del doctor aquí, dijo: ‘Señora Branham...” Tan
pronto que ella se regresó de la mesa de examen, ella y algunas
de las hermanas. Dijo: “No hay ningún indicio. Yo no sé lo que
ha sucedido’. Dijo: ‘No hay ningún indicio”. Y Él dijo: “Ponte
de pie”. Y lo que Él dijo que hiciera, yo lo hice. Y eso... El Señor
hizo el resto.
12. Estoy mirando aquí abajo a un viejo amigo mío. No hace
[321.8Km. - Traductor]”.
17. Yo dije: “Es que no tengo tiempo, señor. Gracias. Déjela que
dió que miré allá abajo, y allí estaba el hermano Dauch sentado
en la iglesia, condujo trescientas millas [482.7Km. - Traductor],
desde Ohio. Yo fui a Nueva York la semana pasada, y él estaba
sentado allí en Nueva York, a pesar de todo eso. Él está aquí en
Shreveport en esta noche, sentado aquí en estos momentos.
20. Cuando yo pase a través de los portales del tiempo a la eterni-
sotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y Ellas son las
que testifican de Mí”. En otras palabras: “Si Yo no hago lo que la
Escritura dice que debo de hacer en este día, entonces Yo soy un
incrédulo. Pero, entonces, ¿quién puede acusarme de pecado?”
Pecado es incredulidad. Él manifestó cada promesa que Dios hizo
para ese día. Él la cumplió. Él afrontó el día porque Él era el Me-
sías, y ese era el día del Mesías.
33. Ahora, nos fijamos que en el tiempo del atardecer el cordero
viaje. Cuando esto fuera aplicado, el pueblo debía estar listo para
el viaje.
38. No era para el incrédulo, parado afuera y simpatizando con
te, ¿cuánto mucho más es eso, que algo tenía que morir para que
nosotros pudiéramos vivir eternamente? Y es por la substancia
de esta muerte de la que yo estoy hablando en esta noche, que
nosotros estamos vivos en esta noche. Algo tiene que morir. La
pascua fue un tipo de Cristo nuestra vida eterna. Ahora, queremos
toda su atención.
42. Una señal... Él dijo: “La sangre será para vosotros una señal”,
una señal.
43. Una señal, de acuerdo a Webster: “Es una señal de que un
Señal de hoy!
47. La vida había salido del sacrificio. Y ahora, la sangre era una
está allí. Egipto se burló de Ella; así lo hace la gente hoy. Pero
198 Rev. William Marrion Branham
cordero, porque no había nada allí para regresar, era sólo una quí-
mica. Usted no pudiera transferir la sangre dentro del ser huma-
no. No funcionaría, la sangre de un animal no se mezclaría con la
sangre del humano. De la misma manera los elementos químicos
no funcionarían, mostrando que eso era la sombra.
61. Pero ahora, la Vida que estaba en la Sangre llega a ser la Se-
usted sabe que está encarándose con la muerte, como este hombre
de cabaret que acaba de matar al Señor Oswald... Si usted supiera
que estaba encarándose con eso, o algo similar a eso, usted con-
trataría al mejor abogado que pudiera encontrar.
66. Yo lo haría. Si yo supiera que mi vida estaba en peligro, yo
ra estar en un pacto con Cristo; pero a menos que esa Señal sea
desplegada en esta última hora a la que estamos llegando ahora,
no hay manera que Él pase de nosotros. La Señal debe de ser des-
plegada. Debe estar puesta.
74. Ahora, recuerden; un judío pudiera haberse levantado y decir:
85. Simbolizaría las tres etapas por las que nosotros hemos pasa-
do. Simbolizaría las tres misericordias de Dios, a través de Mar-
tín Lutero, y Pentecostés... Martín Lutero, y también a través de
Wesley, y los Pentecostales, las tres etapas de la jornada. Las tres
etapas de la jornada de Israel, los tres mensajeros a Sodoma, sim-
bolizaría todas esas tres cosas diferentes.
86. Simbolizaría el ministerio de hoy. Simbolizaría el mensaje de
el mundo. Ellos han tenido gracia, poder y han visto las señales
de la edad, las señales del tiempo: Dios escribiendo, y con Su
mano en la naturaleza, grandes señales espantosas en los cielos
que ellos no conocen, platillos voladores los llaman ellos, y todo;
satélites, o como ustedes quieran llamarlos, astronautas volando
en los cielos; señales espantosas, terremotos en diversos lugares,
el bramido del mar, los corazones de los hombres desfalleciendo
por el temor, tiempos confusos, angustia de las naciones... Todas
las cosas que Él ha prometido, nosotros hemos visto esas escri-
turas en la pared. Nosotros lo hemos visto con nuestros propios
ojos.
89. Vemos en la iglesia en dónde la gracia ha salido para llamar-
dijo: “La iglesia tendrá que pasar para ser purificada”. Yo dije:
“Eso es verdad, porque ella rechazó la Sangre”.
99. ¿Pero que el período de tribulación atrape a la Novia, Su pro-
ham, usted asusta a la gente diciendo que la Venida del Señor está
La Señal 207
tan cerca”.
105. Yo dije: “Ellos no deberían estar preocupados por eso. Eso de-
bería de ser la cosa más feliz que se nos hace saber”. ¡M-m-m, sí!
106. “Y Él aparecerá la segunda vez a todos aquellos que aman
Tú sáname, haz esto, o haz eso, haz lo otro”. Pero cuando se llega
al hecho de morir, y confesar sus pecados, y ponerse bien con
Dios, eso ya no se ve más. Esa es la razón que no vemos más sani-
dades que las que tenemos. Esa es la razón que estoy predicando
estas cosas. Tengamos estas cosas listas para un servicio de sani-
dad. Uno tiene que hacer funcionar la cosa primero. Dios lo sana
a usted para Su gloria. Y debemos de estar listos para Su gloria.
110. Ahora, eso es lo que Egipto tenía que hacer. Recuerden: ellos
señor! Usted tiene que tenerla. ¡Usted tiene que tenerla desplega-
da! Ese fue el propósito de ponerla sobre las puertas, para que Él
212 Rev. William Marrion Branham
bello, o lo que usted haga, o qué clase de ropa use usted, qué clase
de Ph.D. [Siglas en inglés por Dr. en Filosofía.-Traductor] usted
tenga. “¡Yo oigo que Dios está entre ustedes!” Esa es la cosa prin-
cipal. Nosotros queremos saber en dónde está Dios en todo esto.
133. Observen a las organizaciones. Miren a dónde van ellas. ¿Está
cordón escarlata por el que ella bajó a los espías por la ventana,
iba a ser una señal. Dios no... Ángel destructor... El ángel des-
tructor de Dios no se acercaría a ella mientras que ella tuviera esa
señal. Pero... Y ¿qué si ella hubiera dicho: “Oh, yo los bajé. Yo
hice una obra buena. Así que ahora, para que nadie me critique,
viendo esta cuerda escarlata colgando aquí afuera, voy a quitar la
cuerda de allí”? Entonces el ángel del juicio nunca hubiera pasa-
do sobre su hogar. Ella tenía que tener la señal desplegada. Tenía
que permanecer allí.
137. “¡Aleluya!” Oh, quiere decir: “Alabado nuestro Dios”. En es-
te, todo el mundo sabe que estas cosas están sucediendo. Todo
el mundo lo ha sabido. Los episcopales, el católico, el luterano,
todas las denominaciones saben que hay un Dios que obra en Su
Palabra en este día, y mantiene Sus señales y maravillas operan-
do. No está encerrado solamente en una esquina. Ellos lo oyeron,
pero ellos no quisieron recibirlo. Ellos tenían su...
141. Su gran poder y Sus señales habían sido obradas, desplega-
Mensaje, que Jesús está vivo en esta noche. Él está aquí mismo
entre nosotros. Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos. ¡Abran
sus hogares y permitan al Mensajero, el Espíritu Santo, entrar e
identificarlos a ustedes por Su propia Presencia, la Señal que está
sobre ustedes! Entonces ustedes ya no tienen que tomar la palabra
de alguien más por ello; Él está allí para hablar por Él mismo. Y
La Señal 215
dio del Dios Eterno. Y todo lo que tuvo un principio tiene un fin,
y todo tuvo un principio, excepto Dios. Y Dios es la única forma
de vida eterna que hay. Y cuando Dios pone Su Espíritu Santo en
usted, lo cual es Dios, y cuando Dios mismo se posiciona den-
tro de usted, usted es tan eterno como Dios lo es. Porque usted
es una parte de Él, porque usted ha llegado a ser un hijo o una
hija de Dios y usted está desplegando Su Palabra. ¡Aleluya! Me
siento religioso. Eso es verdad. Dios mismo lo identifica. Usted
tiene vida eterna, y eso es Dios en usted. Y esta Palabra es Dios.
Y esa Palabra vive y se produce a Sí misma. Exactamente lo que
Dios ha ordenado para esta edad, usted lo tiene (amén), el Espí-
ritu Santo, el Espíritu Santo siendo desplegado. Sí, señor. ¿Qué
es? El Espíritu Santo, la Palabra ha sido vivificada a usted por el
Espíritu Santo, para vindicar esta edad, que usted ha pasado de
muerte a Vida.
154. Y ahora usted es de Él. ¡Oh!, porque Él es, nosotros tene-
soy una buena persona. Yo pagaré algún día”. ¡No, señor! Usted
tenga la señal; usted tiene que tenerla en su mano. Tiene que ser
desplegada. Tiene que ser. ¡Oh!
166. ¿Ve usted lo que quiero decir? ¡Usted tiene que tenerla! Usted
no solamente tiene que pensar que la tiene; tiene que ser una señal
identificada. Correcto. Eso le da el derecho a usted, cuando usted
paga la... Cuando usted acepta el precio que ha sido pagado... Sí,
señor.
167. Pablo nos dice, hablando de que la sangre habla, Pablo nos
sura mundanal, todas las cosas del mundo, porque usted no puede
amar las cosas del mundo. Toda su incredulidad en la Palabra de
Dios... Recuerde, Él prometió todas estas cosas en los últimos
días. Todo lo que esté en su vida que sea en contra de Eso, ¡sá-
quelo, y prepárese, y meta la Señal! Entonces aplique la Señal,
en oración con consagración, y esté convencido y preocupado al
respecto.
173. Si pudiéramos leer aquí, Efesios 2:13, sería una cosa sorpren-
ted. Hebreos 13:8: “Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos”,
probando que Dios lo ha resucitado a Él por nosotros, de entre
los muertos, de acuerdo a Su Palabra prometida. Es una identi-
ficación de que Jesucristo está viviendo en esta noche. Nosotros
aceptamos Su Sangre de Sacrificio, de que Él dio Su Vida. El
sello de la Señal del Espíritu Santo es nuestra promesa. Efesios
4:30 dice: “No contristéis el Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados hasta el día de vuestra redención”.
178. Siendo bautizados por esta Señal dentro del Cuerpo de Cristo,
1 Corintios 12, ahora estamos sujetos a los dones del Espíritu que
están ahí adentro. El mundo no cree en dones, la iglesia no cree
en dones; pero la Palabra de Dios dice que hay dones. Y única-
mente se necesita esa Señal para identificar esos dones. ¡Absolu-
tamente!
179. Y en Él está toda la plenitud. En Él está toda la plenitud de
ayer? Sólo hace unos días ella estaba lista para ser llevada a la
mesa de operaciones, y ahora ellos no pueden encontrar nada.
Es debido al poder de la resurrección de Jesucristo, esa Señal de
Dios, de que Él vive todavía. Eso lo destruyó.
181. ¿Por qué suceden estas cosas? Es porque Dios lo prometió.
iris. Él les dio una señal que Él nunca destruiría al mundo ya más
por agua. Y Él siempre ha permanecido verdadero a esa señal.
Amén. Él nunca ha fallado en desplegarla. Dios hizo una señal,
dijo: “Yo les daré una señal. Y como Yo les prometí esto, cada vez
que llueva yo les mostraré a ustedes esta señal”. Y Dios, cuando
Él hace una señal, Él despliega Su señal, porque eso es lo que Él
prometió hacer. Y Él espera que nosotros hagamos la misma cosa.
Él siempre permaneció verdadero a Su señal.
184. Y si somos nacidos del Espíritu de Dios, siempre permanece-
Cristo hace años, y tal vez ustedes sienten que ustedes recibieron
esa Señal... Yo espero que sea correcto. Si es así, ustedes no tie-
nen que preocuparse al respecto. Se refleja a Sí misma. ¿Cómo
pudiera negarme de ser Bethoven si él viviera en mí? Y si Cristo
está en ustedes, sólo mírense a ustedes mismos en el Espejo de
Dios aquí, la Biblia. Vean cómo algunos caracteres bíblicos se
comportaban, vean si ustedes cuadran con Daniel, con Ezequiel,
con los cristianos de la Iglesia primitiva. Vean si ustedes cuadran
con ellos. ¿Son ustedes mundanos? ¿Aman ustedes al mundo o
las cosas del mundo? ¿Ha muerto todo eso y ustedes han llegado
a ser una nueva criatura?
203. Allá atrás a mi derecha, atrás, aquí en la ala, ¿levantarían us-
este grupo de gente parada aquí, arriba, abajo y alrededor del lu-
gar, permita que todos ellos tomen eso profunda y sinceramente.
Ustedes verán un servicio de sanidad que ustedes jamás han visto
antes, cuando esto empiece - eso empiece. Lo que nosotros nece-
sitamos hoy es sanidad para nuestras almas, una fe, algo en no-
sotros que se agarre de la Palabra, para que cuando ustedes vean
la Palabra hecha real... Sólo hable la Palabra, y será así. Como el
romano le dijo a Jesús: “Sólo habla la Palabra, y así será”.
211. Padre celestial, yo me doy cuenta que mi oración ahora está
entre los vivos y los muertos. ¿Qué debo de decir, Señor? ¿Qué
clase de palabras puedo usar? ¿Con qué expresión puedo llegar-
me a Ti, Señor? Yo no sé qué decir. Ellos levantaron sus manos.
Tú sabes lo que estaba detrás de ella, si ellos lo hicieron en serio,
o sólo lo están haciendo como rutina, o si ellos lo dicen en serio.
Si ellos lo dicen en serio, Señor, yo sé que Tú lo dices en serio en
Tu Palabra. Tú estás listo para desplegar todo lo que Tú prome-
tiste.
212. Y yo oro por esa gente ahora. Cada uno de ellos, yo los re-
clamo para el Evan- ... para Cristo. A cada uno, yo los reclamo
como un trofeo para este mensaje de esta noche de la Sangre de
Jesucristo, y del Espíritu Santo el cual vino de la Sangre. La quí-
mica, seguro, Él dio Su Sangre. Él resucitó a Su carne, pero Él
dio Su Sangre. Los elementos químicos se secaron hace mucho
230 Rev. William Marrion Branham
que esta gran promesa venga sobre cada uno que está presente
ahora, porque lo pedimos en el Nombre de Jesucristo.
216. Con nuestros rostros inclinados ahora.
Mi fe espera en Ti,
Cordero, quien por mí
Fuiste a la cruz:
Escucha mi oración,
Dame Tu bendición
Llene mi corazón Tu santa luz.
A ruda lid iré, (¡sea una luz!)
Y pruebas hallaré, (¡Despliegue su Señal!)
Mi guía sé: (¡Oh!)
Líbrame de ansiedad,
Guárdame en santidad,
Y por la eternidad te alabaré.
La Señal 233
to que debería llamar a esos candidatos a venir aquí ante este altar.
¿Su fe mira a eso? ¿Recuerdan ustedes en una ocasión cuando la
congregación estaba parada, y el Espíritu cayó sobre un hombre y
él profetizó? Hablar en lenguas con interpretaciones, es profecía.
Así que yo estoy pidiendo a los candidatos ahora, si pasan ade-
lante, ustedes quienes no saben con seguridad que tienen Esto.
¿Oyeron ustedes esa advertencia? No tienen mucho más tiempo.
Pudiera ser para ustedes la última oportunidad en esta noche; pu-
dieran contristarlo por última vez.
224. ¿Vendrán ustedes, mientras continuamos con nuestros rostros
El malhechor se convirtió
Pendiente...
(¡Oh, un verdadero día de Acción de Gracias!)
...una cruz;
Venga, hermana.
Creyendo en Jesús.
Creyendo... (Oh, qué tiempo hoy).
... Jesús: Él vio la fuente y se lavó,
Creyendo en...
Santo y por las cosas que nosotros sabemos que Él está haciendo.
233. Ustedes alrededor del altar, rindan sus vidas a Él. Permitan
mundo, que aun esta cinta llegará a sus hogares o a sus iglesias.
Rogamos, Señor, que mientras el servicio está tomando lugar,
en... o la cinta esté siendo tocada, o en cualquier posición en que
nos encontremos, o condición, que el gran Dios de los Cielos
honre esta sinceridad de nuestros corazones esta mañana, y sane
240 Rev. William Marrion Branham
tros, como nunca antes, por el bien del Reino de Dios. Esperamos
Tu respuesta, en el Nombre de Jesús. Amén.
5. ¿Me podría ayudar con esto? [El hermano Branham quita co-
nos como por fuera. De alguna manera los doctores, y esta condi-
ción de la forma en que fueron formados los intestinos, no podían
ponerlos de nuevo en su lugar. Ellos tenían miedo de tocar al
pequeño, era un bebé recién nacido. Y ahora, el pequeñito tiene
como un año de edad, me supongo, algo así, con intestinos nor-
males, todo tan normal como pudiera serlo. Es sólo la gracia de
Dios, de cuán bueno es Él con nosotros.
8. Ahora, hoy, quiero anunciar que las reuniones que estábamos
ses, eso es que uno tendría que tomar una noche, y luego dejar
pasar una o dos noches, y luego continuar de nuevo, luego... No
podríamos hacer eso. Ustedes no podrían venir.
16. Yo me pregunté por qué, ya que yo había orado sinceramente.
noche. Pero esta mañana quiero enseñar sobre “La Fiesta de las
Siete Trompetas.” Que por cierto, este mes es la fiesta de las sie-
te trompetas, comenzando... y el cual es el séptimo mes, lo cual
sería el 15 de julio, era el principio de la Fiesta de las Trompetas
en las leyes levíticas.
23. Ahora, y si ustedes tienen sus papeles y cosas, y desean tomar
todo lo que podamos para hacer que esto, cada minuto, cuente. Y
244 Rev. William Marrion Branham
28. Señor, casi cualquiera de estas personas que están aquí que
pueden mover sus manos, podrían voltear las páginas de esta Bi-
blia. Pero no hay más que Uno entre nosotros esta mañana que
la puede abrir; ese es el gran Espíritu Santo, el cual está entre
nosotros. Ábrenos la Palabra, Señor, mientras leemos, así como
lo hiciste con los discípulos mientras iban camino a Emaús y co-
menzaste a explicarles las Escrituras. Y que nosotros, cuando nos
vayamos, digamos como aquellos que regresando a Jerusalén de
Emaús dijeron: “¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras
nos hablaba en el camino?” Pues lo pedimos en el Nombre de
Jesús. Amén.
29. Pongámonos de pie en reverencia a la Palabra.
30. Ahora, mi tema, esta mañana es: “La Fiesta de las Trompetas.”
de todo lo que Dios iba a hacer por las iglesias, y a través de las
iglesias, y colocándolas en posición.
40. Los primeros tres capítulos del libro de Apocalipsis le revela
formadores, así como los Siete Sellos probaron que sucedió. Pero
ahora en los últimos días, debía ser revelado de nuevo. Porque ha-
llamos en las Escrituras, en Malaquías 4, que debe descender una
unción y restaurar de nuevo aquella fe original: “y para traer la fe
de la gente de nuevo al Pentecostés original, la fe de los padres”.
64. Y tomamos al Elías de la primera manifestación; tomamos al
que todo el resto de las Escrituras, inspiradas por Dios, nos revela
que estamos en los últimos días.
67. Ahora, si yo vengo con el Mensaje de Pentecostés, yo estaría
Dios es más cortante que una espada de dos filos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón”.
83. “Cuando Él, el Espíritu Santo venga sobre vosotros, Él os re-
días de Sodoma, así será en la Venida del Hijo del Hombre”. Aho-
ra, Él estaba leyendo el mismo Génesis que nosotros leemos. Fí-
jense qué sucedió en Sodoma. ¿Qué fue en Sodoma? Abraham...
94. Siempre hay tres clases de personas. Estaba Abraham, el ele-
“¿Cómo puede ser esto, siendo que soy vieja; y tener deleite con
mi señor, Abraham, quien también está viejo?”
102. Y el Ángel, o el Hombre, dijo: “¿Por qué dijo eso Sara en su
corazón?” ¡En la tienda detrás de Él! “¿Por qué dijo ella que estas
cosas no pueden ser?” ¿Ven? Un Hombre en carne humana, como
un profeta, sin embargo era Elohim discerniendo el pensamiento
que estaba en el corazón de Sara, detrás de Él.
103. Y Jesús dijo: “Como fue en los días de Lot, así será en la ve-
nida del fin del mundo, cuando el Hijo del Hombre (no el Hijo de
Dios), cuando el Hijo del Hombre se esté manifestando”.
104. No lo habían tenido en la edad. ¿Ven la continuidad perfecta
esto”.
110. Es la promesa de la Biblia siendo vindicada para esa edad, ahí
no. Pero ese sendero lo llevará hasta la casa. Pero la linterna sólo
dará luz para dar un paso a la vez”.
139. Andaré en la luz, preciosa Luz; un paso a la vez, Señor, acer-
Apocalipsis 10:1 al 7.
141. Y él dijo que este... en ese día que él lo vio a Él descender, y
mano Branham, ¿va a ser eso revelado en los últimos días, algún
gran misterio de cómo acercarnos más a Dios?” No, señor, no
puede ser.
143. “Quienquiera que quite una Palabra de esta Biblia, o le añada
son un llamado a reunirse ya sea para una fiesta, una guerra, para
una persona, por algún día sagrado, o algo así. Fíjense. Ustedes
dirán: “¿Para una persona?” Sí. O, para el año del jubileo, el
anuncio de que venía la libertad, cuando ellos podían regresarse;
ahora, podríamos tomar toda una mañana sólo en esa cosa. Pero,
ahora, entraremos en las trompetas. Ahora ya tienen la base de los
Sellos y la Iglesia, ahora vamos a entrar en la trompeta. La trom-
peta sonaba, y la trompeta indica ya sea guerra o un día de fiesta.
O, lo que la trompeta quiere decir es: “una reunión juntando al
pueblo”.
148. Pablo dijo: “Cuando la trompeta diere un sonido incierto,
que sonó, sonó bajo el Sexto Sello. Vamos a verlo en unos minu-
tos, ahí donde vimos el Sello. Todas las Trompetas sonaron bajo
el Sexto Sello.
161. Porque, en el Séptimo Sello, hubo silencio. “Nadie sabía; ese
ron las cosas que hicieron bajo eso; miren, ellos, Stalin, Hitler y
todos esos dictadores se habían levantado. Si tuviéramos tiempo
para repasarlo para algunos de los nuevos que han venido, pero
ya lo hemos visto. Bajo esa misma edad, ha habido en Alemania
y todas las demás naciones, judíos que se han esparcido por toda
la Tierra. Pero se ha levantado una dura persecución contra los
judíos en los últimos veinte años.
169. Yo he estado allá en los lugares donde quemaron sus cuerpos
do; pero había doscientos mil jinetes. Fíjense en eso. Quiero que
lo anoten, para que lo puedan leer.
172. Esos no eran caballos naturales. Respiraban fuego, y tenían
del Espíritu. Ahí están sus misterios que están escondidos bajo el
Sello. ¿Ven? Fíjense en eso. Nosotros lo vimos. Y yo les mostraré
está Trompeta, en esta última Trompeta, lo que sucede. Ahí están.
Estas Trompetas son desatadas contra los judíos (¿no lo ven?),
no contra los gentiles. Los gentiles, cuando esos Sellos fueron
abiertos, fueron sellados; el tiempo ha terminado; la Iglesia es
llamada.
177. ¿Recuerdan ustedes la visión del otro día? ¿Recuerdan la re-
180. Ustedes saben, eso es lo que Él dijo una vez acerca de Juan.
181. Dijeron: “¿Cómo, por qué dicen los profetas que un... los es-
es Su Venida.
191. Así que mientras tanto ellos aún están bajo eso, pero, Él nos
natural, para una nación natural, Israel, fue desatado allí. ¿Y qué
hizo? Fue e hizo guerra, y cómo asesinó y persiguió.
195. ¡Ahora en el reino eclesiástico de eso!
196. Yo... están ustedes... Yo espero que Dios les abra ahora los
no; pero, siendo bueno, Él tiene que ser justo. No hay bondad sin
justicia. No hay justicia sin ley, sin castigo, pena. Así que estamos
en esa hora, en la que estamos viviendo.
211. Fíjense, rápidamente, en estos demonios sobrenaturales. Lue-
para eliminar todo lo que no esté de acuerdo con ellos, hay otro
grupo que está siendo preparado, después de un tiempo, Apoca-
lipsis 19. La siguiente vez que se oye a la Iglesia, Ella viene tam-
bién, no exactamente sobre caballos, sino que la Biblia dice: “Él
estaba sobre un caballo blanco, y las huestes del Cielo le seguían
en caballos blancos”. ¿Es correcto eso?
222. Mientras este grupo aquí tiene dos mil atados en el río Eu-
frates, y han estado atados por dos mil años, también esa iglesia
ha atado al Espíritu Santo por casi dos mil años, bajo martirio
allá, y bajo las edades de la iglesia. Ha estado atado, no en el río
Eufrates, sino a las puertas de credos y dogmas, de manera que
el Espíritu Santo no puede obrar en la iglesia por causa de siste-
mas hechos por el hombre. Pero Ella va a ser liberada, Ella va a
volver, eso es lo que la Biblia dice. Y esos dos se encuentran en
los campos de batalla, Lucifer y Miguel, una vez más, como en el
principio. Han estado atados por casi dos mil años, casi dos mil
años.
223. No exactamente dos mil, porque los romanos siguieron yen-
las puertas allá, hasta la... oh, y los mató, las mujeres, niños, y
todo. ¿No dice en Ezequiel 9 que harían eso? “Pasa por en medio
de la ciudad y ponles una señal a las personas que gimen y cla-
man”, el Espíritu Santo. Y el resto de ellos, “los verdugos que han
llegado”, que habían estado atados; los detuvo, los detuvo, hasta
que salieron y mataron todo lo que había ahí. Mujercitas, muje-
res, niños, bebés, y todo lo demás, fueron matados. Exactamente.
224. Aquí está nuevamente, repitiéndose. Y aquí está ese sistema
Palabras; son Uno. ¿Cómo pueden ser Uno? Cuando esa Palabra,
que está escrita Allí, se manifiesta en uno, y hace que uno y la
Palabra sean uno. Eso es exactamente lo que Él prometió.
226. Entonces, Ella interpreta. Dios no necesita un intérprete. Ellos
era, la cual no es, la cual es; la cual no es, la cual es”. No cambia
su orden; es un Papa, al mismo tiempo, de todo. Todo tiene que
entrar en el mismo sistema.
230. ¿Y a dónde vendrá? “A los pozos del abismo”. Y la Biblia
dice aquí que: “El líder de estos hombres era del pozo del abismo,
y ese era su rey”, y está sentado con una corona triple, y uniendo
a los protestantes con él.
231. El otro día, oí a un sacerdote luterano decir, dijo... o, un predi-
des de la Iglesia. ¿Lo captan? ¿Ven? ¿Ven? Ahora, los judíos han
sido cegados, esperando todo este tiempo, mientras las Primicias
pentecostales han sido derramadas sobre la Iglesia. Y hemos ve-
nido a través de las edades de los mártires, y por las edades de los
reformadores, y ahora la edad del llamado fuera; tres secciones,
el mismo Espíritu; como Padre, Hijo y Espíritu Santo, el mismo.
¿Ven? Pero, Siete Edades de la Iglesia, siendo siete días de repo-
so.
Fiesta de las trompetas 279
nales, por casi dos mil años, pero ha de ser desatado en el tiempo
del atardecer, por el Mensaje del tiempo del atardecer. El Espíritu
Santo de regreso en la Iglesia nuevamente; Cristo mismo, revela-
do en carne humana, en el tiempo del atardecer. Él lo dijo. Él lo
prometió.
260. Como dije, hubo tres etapas de eso. Los mártires, la edad de
bien!
265. Este ha sido el tiempo de la Fiesta Pentecostal. Los judíos han
no se lo pierdan.
269. En esta Fiesta de Pentecostés, la cual está representada en Le-
Él. Él viene en poder esta vez, Aquel que ellos esperaron. Él vie-
ne en poder, por la Novia Gentil, y los judíos lo van a reconocer
a Él. Y luego dice la Biblia... Acabamos de predicar aquí sobre
eso, hace como seis meses o más. La Biblia dice, cuando ellos
dicen: “¿Dónde recibiste esas heridas?” ¿Cuántos recuerdan el
Mensaje? Levanten su mano. Seguro, ustedes... ¿Ven? “¿Dónde
recibiste esas heridas?”
271. Él dijo: “En casa de Mis amigos”.
pierdan esto. ¡Qué tremendo! Del Mensaje del séptimo ángel (el
mensajero del Séptimo Sello), en Apocalipsis 10, era el Séptimo
Sello, a las Siete Trompetas, entre esos dos tiempos...
285. [El hermano Branham aplaude una vez con sus manos. - Edi-
tor] Oh, Dios, ¿cómo podemos decir Esto, para hacer que la gente
lo vea?
286. Es entre esa Sexta Trompeta, y la Sexta Trompeta y... La Sex-
to.
310. Él dijo: “No lo hagas ahora. Todavía no es la hora”. Luego yo
en las que han estado enredados. Siendo profetas, ellos les cree-
rán, llamándolos a la Fiesta de la Expiación, Cristo, permitiéndo-
les reconocer a Cristo. Ellos dirán: “Él viene. Él va a estar aquí”.
Los judíos se estarán juntando, cosas como esas.
312. Y entonces cuando Él venga, dirá: “Aquí estoy”. ¿Ven?
315. Ahora, ¡lo mismo que esos dos profetas hicieron! Recuerden,
317. Llamando, los Sellos, los cuales eran para los gentiles. Tenía
que ser para los gentiles, para que se abrieran para los gentiles,
para ver la Iglesia gentil. Eso es todo lo que sabemos. Eso es todo
a lo que le prestaremos atención; lo que ya ha sucedido. Espera-
mos a Jesús.
318. Ustedes dirán: “Ahora, espere un momento, hermano Bran-
ella, ellos... “Su matriz era estéril”. ¿Es correcto eso? “La vida de
Abraham, su simiente, estaba como muerta en él”. ¿Es correcto
eso?
322. Ahora, recuerden, la simiente de Abraham estaba muerta.
Cuarenta años más tarde él tuvo siete hijos con otra mujer. ¿Qué
hizo Él? Él cambió sus cuerpos.
323. Observen, emprendieron una jornada de trescientas millas, a
lia. Ella dijo: “Yo...” Veinte años antes o quizás más, ellos habían
tenido relaciones de familia. Dijo: “¿Siendo yo una mujer vieja,
y también mi señor; tener deleite nuevamente, como jóvenes?”
325. Él dijo: “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?”
va a ser revelado ahora en este día, por el Hijo del Hombre, ¿ven?,
el Mensaje del atardecer. ¿Ven? ¡Los rejuveneció! Y esa fue la úl-
tima señal que ellos vieron, fue (¿qué?) ese discernimiento, antes
de que viniera el cambio del cuerpo.
329. Y antes de que podamos recibir al Hijo, ¿qué sucede? “La
292 Rev. William Marrion Branham
para que los dos siervos, los dos siervos de Dios, en Apocalipsis,
los dos profetas, puedan aparecer en la escena, para sonarles la
Séptima Trompeta a ellos, darles a conocer el Cristo.
333. El séptimo ángel mensajero dice: “¡He aquí el Cordero de
Dios que quita el pecado del mundo!” No: “He aquí a mi meto-
dista, mi bautista, mi pentecostal”. Sino: “La Palabra, el Hijo de
Dios, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, ¡pues
no existe otro fundamento! ¿Ven ustedes?
334. ¿Cuánto tiempo nos queda? Los judíos están en su tierra. La
este cuarto caliente como un horno. Ellos han escuchado con aten-
ción. Ellos lo ven ahora, estoy seguro. Si no es así, revélaselos,
Señor: por qué no me permitiste hablar de esas Trompetas. Veo
que no tienen nada que ver con nosotros. En esa Sexta Trompeta,
todo sucedió, y ya hemos visto el Sexto Sello abrirse. Y hemos
visto una visión aquí, hace dos semanas, de la vista anticipada de
la Novia y la iglesia, yo la he contado aquí. Yo la conté así como
Tú me la mostraste, Señor. Aquí estamos. Puede ser más tarde de
lo que pensamos.
342. Oh Padre, si hay aquí una persona esta mañana, que sólo ha
tala, Señor. Ellos están sentados aquí en este cuarto. No... Quizá
Satanás haya cegado sus ojos en tiempos pasados, pero yo ruego
que Tú pases eso por alto, como Tú nos lo hiciste hace muchos
días pasados. Pero ahora que Tú nos llamas de nuevo para ver...
La Biblia dice que ellos estaban ciegos. No lo sabían. Dijo: “Yo
te aconsejo que de Mí compres colirio”. Dios, usa esta mañana
el colirio en sus ojos, para que vean. Aunque sea humilde, en un
montón de personas humildes; y humildes, sin educación, y de-
más, pero sin embargo así era en el principio. Concédelo, Señor,
que ellos lo reciban ahora. Yo te los doy, en el Nombre de Tu
Hijo, Jesús.
346. Y Tú dijiste: “El que oye Mi Palabra…” Y estoy seguro, Se-
lante. Si hay alguna duda en sus mentes, quítala. Si hay una per-
sona enferma entre nosotros, permite que el gran Espíritu Santo,
Señor,... Lo cual, yo sé que hay; y revelando los pensamientos,
estando parado aquí en la plataforma. Ellos saben todo al respec-
to. Yo ruego que Tú los sanes, Señor. Contesta todas las pregun-
tas.
348. La pila va a estar abierta para aquellos que nunca han sido
que éste ha sido el Mensaje más difícil que jamás haya intentado
304 Rev. William Marrion Branham
ham dedica al bebé. Cinta en blanco. - Editor] Que Dios vaya con
ellos y los ayude.
19. Ahora, les he demorado, con el domingo pasado, ya dos días,
Reconociendo el día y su Mensaje 305
Oseas, los que desean leer. Y leamos unos versículos del capítulo
6 del libro de Oseas, el profeta.
28. Y ¿nos ponemos de pie?
su Mensaje.”
32. Ya lo vimos de la lección del domingo pasado, habiendo en-
vendrían igual que los Sellos. Pero noté que en cada una de estas
aperturas ha acontecido una cosa tremenda.
35. Y cuando predicamos “Las Siete Edades de la Iglesia,” y fue-
bidos por los gentiles, siendo que: “Dios llamó de entre los genti-
les a un pueblo para Su Nombre”, la Fiesta de Pentecostés. Y no-
sotros hemos estado atravesando esa larga Fiesta de Pentecostés.
47. Ahora, en realidad, de los cincuenta días saldrían exactamente
qué?
50. Y cuando entré a orar, le dije a mi esposa: “Voy a entrar”. Y
costal.
52. Las Trompetas, bajo... todas ellas sonaron bajo el Sexto Se-
via vino a ser... esa vista anticipada. Allí venía la pequeña Novia,
hermosa, en la visión. Y yo, sin pensar en eso, simplemente esta-
ba sentado allí mirando afuera. Y allí venía la Novia. Oí una Voz
junto a mí que dijo: “Aquí está una vista anticipada de la Novia”.
Y Ella pasó. Yo me fijé en ella, la manera en que estaba, muy her-
mosa, bonita, joven. Ella caminaba al paso que podía, no era una
marcha; sólo al paso de una mujer, como caminan ellas elegante-
mente, como dama. Así es como Ella estaba caminando, llegando
por mi izquierda, por este lado, y Ella desapareció de mi vista.
57. Luego Él me volteó hacia el lado derecho, y me mostró cada
que he visto. Y Dios es mi Juez, pero ésa era la iglesia de los Es-
tados Unidos.
61. Ahora, mientras ella pasaba, toda la parte de atrás estaba des-
70. Pero si ese árbol llega a producir otra rama, producirá su fruto
den, él dijo que ellos serían esparcidos, y así fue. Él dijo: “Ellos
volverán al Señor, después de haber sido esparcidos, y Él los ven-
Reconociendo el día y su Mensaje 315
¡Estos gentiles cegados que no pueden ver ese Nombre del “Se-
ñor JesuCristo”, en el bautismo! Eso simplemente es muy lamen-
table, pero tiene que ser de esa manera. Los judíos, ellos tuvieron
que fallar en ver aquello. Sólo hay uno que puede verlo, es el que
está predestinado para verlo; de otra manera, usted jamás lo verá.
77. Los judíos no podían ver que Ése era su Mesías. Y esto a pesar
están reunidos. Y todo fue bajo ese Sexto Sello, sus Siete Trom-
petas que sonaron, para reunirlos, la Sexta Trompeta. La Séptima
es “aquella Gran Trompeta”, como lo vimos el domingo pasado.
La Sexta Trompeta sonó bajo el Sexto Sello. Así como se abrió
nuestro Sexto Sello, todo fue a la vez; lo único es que todas las de
ellos sonaron de una vez, donde nosotros llevamos dos mil años
en la Fiesta Pentecostal.
87. Ahora, estamos a dos mil setecientos años desde aquel tiem-
89. Como ministro del Evangelio, no puedo ver ni una sola cosa
que falte sino la partida de la Novia. Y la Novia tiene que ser
llevada antes de que ellos puedan reconocer lo que ha sucedido.
Ellos fueron vendados, esparcidos... quiero decir, fueron esparci-
dos, cegados, y ahora reunidos. ¿Qué más falta? Que la Novia sea
recogida. Esperan la partida de la Novia, para que sus profetas de
Apocalipsis 11 puedan llamarles a la Fiesta de la Trompeta, para
hacerlos reconocer lo que han hecho.
90. Recuerden, allí entre esos Sellos, vino el Sexto Sello. Y hubo
por dos mil quinientos años, y Elías desde... casi por dos mil qui-
nientos años, desde que desapareció Elías, y Moisés ausente, y
aquí regresan con la misma naturaleza y obran las mismas cosas.
94. La muerte no le cambia nada al hombre excepto su lugar de
uno que duda allá. No me interesa lo santo que usted sea, cómo
viva, ni lo bien que viva; el morir no le cambiaría a usted en nada,
sólo su lugar de morada. Y si usted no puede aceptar toda la Pa-
labra de Dios tal como está escrita, usted no lo haría Allá; así que
no se preocupe, usted no estará Allá.
96. Usted tiene que aceptarla en Su plenitud, en el poder de Su
la Palabra! Toda está bien, pero sabe, dicen que nosotros debemos
hacer esto”. A mí no me interesa lo que digan ellos. ¡La Palabra es
la correcta! Esperan. Él los ha separado por medio de los profetas.
108. ¿Qué hora es, hermano? ¿Qué hora es, ministro? ¿Ven ustedes
111. Así mismo hicieron allá en los días antiguos. Ellos estaban
creyendo en un Mesías que vendría. Ellos creían que habría un
precursor que vendría; pero lo tenían allí mismo, y no lo sabían.
Ellos no lo reconocieron. Ellos creían que vendría un precursor
que precursaría al Mesías, y le cortaron la cabeza. Y mataron a su
Mesías, porque fue profetizado que serían cegados. Oseas lo dijo.
112. Y el mismo Espíritu que habló a través de Oseas, habló por
sobre la Tierra.
117. La razón por la cual la gente, en el día de Noé, no entró en el
les pasó por alto, fue porque no lo reconocieron. Ellos eran como
hoy, bastante como la gente de hoy: Cegados por pruebas cien-
tíficas, por sistemas educacionales, por seminarios teológicos. Y
cosas que les cegaron en aquel día, han hecho eso mismo hoy;
nuevamente los ha cegado.
121. Y también, ¡la simplicidad del Mensaje y del mensajero! Noé
la distinguen.
129. Moisés, él reconoció su día y su llamado, cuando vio la vin-
gar a hacerle creer a usted que las pequeñas pruebas que usted
atraviesa, son de Dios que lo castiga!; era Dios tratando de mos-
326 Rev. William Marrion Branham
trarle algo a él. Job no reconoció eso hasta que vio una visión.
Igual que Moisés; cuando Moisés vio la visión, la Columna de
Fuego en el arbusto, eso fue vindicado. Y cuando...
133. Job, en su pregunta: “Si un hombre muriere ¿volverá a vivir?
Veo a un árbol que muere, y vuelve a vivir. Veo una flor que mue-
re y vuelve a vivir”. Ésa era su pregunta. “Pero el hombre yace,
entrega el espíritu, y es cortado; sus hijos vienen a lamentar, pero
él no lo sabrá. ¡Oh, quién me diera que me escondieses en el Seol,
hasta apaciguarse tu ira!”. Él no podía entender por qué una flor
moría y vivía de nuevo; cómo una hoja se desprendía de un árbol,
caía, y permanecía en la tierra, y regresaba de nuevo en la prima-
vera. Él dijo: “Así el hombre yace y ¿a dónde se va? Yo le creo a
Dios, pero ¿qué le sucede al hombre?”.
134. Pero entonces un día los relámpagos empezaron a destellar,
esperando.
151. Muy similar a los judíos, así como ellos se encuentran es que
condenó todas las cosas de doble ánimo que habían hecho, que
condenó todo lo que ellos hacían... Él dijo: “¡Hipócritas! No em-
piecen a... Serpientes en la hierba, generación de víboras, ¿quién
os enseñó a huir de la ira venidera? No vayan a pensar dentro de
ustedes: ‘Tenemos a Abraham como nuestro padre, tenemos esto,
aquello, o lo otro’; porque les digo, Dios es capaz de levantar de
estas piedras hijos a Abraham”.
156. No empiecen a pensar que tienen el Concilio Mundial a la
mano, y que tienen los miembros mejor vestidos allí entre todos.
Dios es capaz de tomar ratas del callejón y de allí levantar hijos
para dar cumplimiento a Su Palabra; prostitutas, vagabundos, bo-
rrachos, apostadores. Él es capaz de hacerlo. Él aún es Dios.
157. Denominaciones cegadas, igual que Israel cegado, fue pro-
sías, la señal del Hijo del Hombre! Él vino en el nombre del Hijo
Reconociendo el día y su Mensaje 331
170. Igual como lo hizo Juan, igual como lo hicieron los demás.
Hay uno aquí y allá, que tiene que ser sacado. ¡Oh, ovejas de
Dios, oigan la Voz de Dios! “Mis ovejas oyen Mi Voz”.
171. La mujer junto al pozo reconoció su día, por la señal del Me-
174. Ella reconoció. No hubo más duda, “¿Cómo puede usted pro-
que Él hará”.
175. Bien, si ella pudo reconocerlo por las Escrituras, ¿no podre-
ved!, Él está aquí”. No quedó más duda para ella. Eso estaba re-
suelto, porque ella reconoció el día en que estaba viviendo. Ella
lo reconoció.
179. Así también Natanael, un gran hebreo, cuando vio allí aquella
estas cosas, me han sido dadas a conocer por medio del Espíri-
tu Santo. ¡Denominaciones, suéltenlos, porque de todas maneras
ellos vendrán! “Si yo fuere levantado de la Tierra, a todos atraeré
a Mí mismo”.
184. Natanael reconoció eso; él lo supo.
dicada. Moisés sabía que ésa era la promesa del día, porque era
escritural, sin importar lo extraño que fuera. Él dijo: “¿Quién les
diré...? ¿Les diré que vi una Luz por acá en el desierto? ¿Pues
Reconociendo el día y su Mensaje 333
cómo podré decirles que había una Luz acá, y que esta Luz me
dijo que fuera allá?”.
186. Él dijo: “Ciertamente, Moisés, Yo estaré contigo”. Y no sólo...
la vida para mí! Y veo que la vejez me está ganando, y veo la hora
de la vulgaridad e inmoralidad abarcando las tierras y todo eso.
Entonces miro hacia atrás y veo lo que ha sucedido. Mi corazón
salta de gozo, sabiendo que de aquí a poco tiempo este tabernácu-
lo terrenal de habitación será disuelto, pero tengo uno esperando
allá. Estoy intentando sacar un pueblo, separarlos de estas cosas
y todo eso, sacarlos; para mostrarles por las Escrituras que Dios
está parado allí, con la vindicación de la Columna de Fuego que
cientos y miles han visto, e incluso ha permitido que fuera capta-
da con una cámara, vez tras vez, para probarlo.
189. Los personificadores se levantan. Seguro, tiene que ser así.
¿Pero qué hiciste? Mataste a los profetas que Te envié; ¡los ase-
sinaste!”.
196. Y los Mensajes que han sido enviados a la iglesia hoy, han
que usted está ciego? La Biblia así lo dice. “Y usted está desnu-
do, miserable, desventurado, ciego, y no lo sabe”. Cuando usted
piensa que tiene la iglesia más grande de la ciudad, y usted hace
esto, aquello u lo otro; y la Biblia dijo que usted no pudiera ser
más pobre, y usted está ciego. Y Él aún está parado a la puerta,
Reconociendo el día y su Mensaje 337
el camino, pero pocos serán los que lo hallarán. Porque como fue
en los días de Noé, cuando ocho almas fueron salvas, así también
será en la Venida del Hijo del Hombre”. ¡Piénsenlo! ¿En qué día
estamos viviendo? ¿Reconocen ustedes la hora, reconocen el día?
216. Estoy tomando mucho de su tiempo, pero tengo unos minutos
más. ¿Ven?
217. Haciéndoles cortarse el cabello. Pues ellas dicen: “Nuestra
incluso algo indecente que usted se corte el cabello y aun que ore.
219. Usted dice: “Pues, una mujer debe cubrirse”. Y la Biblia dice
gustó eso, estoy seguro. ¡Alabado sea Dios! Él quiere decir jus-
to lo que dice. La Escritura no es de interpretación privada. No
quiere decir que sólo es para su denominación; quiere decir exac-
tamente lo que dice, y Él es el intérprete.
338 Rev. William Marrion Branham
visiones, miren las cosas, vean incluso las visiones que Dios da,
y esa visión es verdad. Tengo mi Biblia sobre el corazón, para
ustedes personas en la cinta, y la audiencia puede verlo. ¡Yo vi
aquello! El Dios Todopoderoso sabe que ésa es la verdad. No
me di cuenta de eso hasta ahora mismo. Allí está, “desnuda, y no
lo sabe”. Ella simplemente estaba pasando un buen rato. Allí lo
tienen.
228. Pero cuando esa pequeña Novia entró a la escena, eso fue
esta gran maldición serán una rama hermosa delante del Señor”?
Algún día llegaré a eso, Dios mediante, a eso, para ustedes mu-
jeres. Les mostraré lo que Dios piensa de la mujer que verda-
340 Rev. William Marrion Branham
cumple.
238. Noten: “De la manera que Jannes y Jambres resistieron tam-
hace seis mil años. Hace seis mil años, con los sentidos que te-
nía, él contactaba su hogar terrenal, y servía a Dios. Y ahora, en
los últimos setenta y cinco años, ese hombre ha venido desde el
caballo y la carreta, a un astronauta. ¿Por qué? Él se apartó de su
fe en Dios, y se entregó a sus sentidos y a su habilidad como un
ser humano. ¿Lo notaron ustedes? Él dejó de confiar en Dios, él
confía en sí mismo.
249. Así como esta mujer impía. ¿Cuál es su nombre, allí en Wash-
tenía que ser; igual como Israel tenía que entrar en la patria. Dios
tuvo que llevar a Israel de regreso a la patria, para las Trompetas.
Y así también Dios tuvo que llevar a Rusia allá, al comunismo,
Reconociendo el día y su Mensaje 343
que por algo están en su patria. Fue profetizado que tendrían que
ser reunidos nuevamente; Oseas lo dijo. Leímos eso hace un mo-
mento. ¡Dios nos ayude a entenderlo! Muy bien.
261. Al mismo tiempo, la Novia ha reconocido la Luz de la tarde;
y dijo... puso a sonar esa parte de una cinta, y dijo que yo había
dicho aquí: “Se tiene que bautizar en el Nombre de Jesús”, que yo
dije eso. Y luego dijo: “Ahora vean aquí, que por acá él dijo...”.
Cuando yo me refería a África, de cómo ellos bautizaban tres
veces con el rostro hacia delante y luego hacia atrás. Dijo que yo
había dicho: “No hay diferencia alguna”. ¿Ven? Él no dejó sonar
el resto de la cinta; sólo esa parte y la paró.
266. Lo cual, sería una pena de cárcel hacer eso. Esas cintas están
tarde.
268. ¡Si Sodoma hubiera reconocido su hora!
269. Ahora, esta misma persona que puso la cinta, dijo: “Miren,
“Así como fue en ese día, así será cuando el Hijo de Dios esté... o
el Hijo del Hombre se esté manifestando”.
275. Ahora, la iglesia no ha reconocido su día. Así como Israel,
no que será santo, “que es santo ya. Aquel que es santo…” No una
mujer de cabello cortado; ella no puede serlo. Ahora, eso suena
muy duro, pero es la Escritura. La Biblia dice: “Ella deshonra su
cabeza”, y su cabeza es su esposo. La Cabeza de él es Cristo, así
que ella deshonra a Cristo. ¿Cómo puede ser ella “deshonrosa”
y no ser “inmunda”? “Que la que tenga cabello cortado se quede
así. Que él, ella que usa pantalones cortos continúe usándolos.
Que él, quien niega la Palabra, continúe negándola”.
277. “Pero aquel que es santo, santifíquese todavía. Y el que es jus-
conozcan el día del tiempo de la tarde. Está aquí, y está aquí para
vindicar la Venida de Cristo, para vindicarla; estamos al final.
Reconozcan su día.
290. Yo sé que los he retenido por mucho tiempo. Son ya las 12:00.
Ayer, me sentí tan mal, no pude recibir Palabra del Señor. Hice
todo lo que sabía, y no pude. Y esta mañana cuando me levanté...
Comí un poco de maíz ayer, y me parecía tenerlo allí en el estó-
mago. Estaba tan enfermo que yo simplemente no podía enten-
derlo. Pensé: “¿Qué será que sucede? Voy para allá y no sé ni lo
que voy a decir. Y Señor, ni siquiera logro hallar una Escritura en
mi mente para anotar. No puedo encontrar nada”. Sencillamente
no sabía qué hacer.
297. Luego, después de que el Mensaje comenzó a venir a mí, Sa-
haría. Dos mil setecientos años han pasado. En ese tercer día Él
dijo que los reuniría, y Él lo ha hecho. Él dijo que daría a conocer
el camino de Vida. Allí lo tienen, sólo esperando que la Novia se
quite del camino para que ellos puedan venir, los dos profetas,
profetas hebreos, los cuales reconocerán.
304. Recuerdan cuando yo estaba parado en El Cairo, ya para ir
305. Yo dije: “Eso es algo bueno para mí”. ¿Ven cómo es el hom-
bre? ¿Pero ven la gracia de Dios? Yo dije: “Leeré este Nuevo
Testamento”. Ellos lo leyeron. Lewi les envió allá más de un mi-
llón, el hermano Lewi Pethrus de Suecia. Ellos allá los leían, yen-
do y viniendo, aquellos judíos; no como esta cantidad de judíos
modernos, sino estando en su patria. Y vino, él dijo: “Si éste es
el Mesías, veamos que él haga la señal del profeta, nosotros lo
creeremos”.
306. Lewi Pethrus dijo: “Hermano Branham, allí está la oportuni-
dad. Allí está la oportunidad. Alguien me dijo que, que habría una
oportunidad. Tengo quién le lleve (dijo) directo allí”.
307. Alguien vino y se sentó allí, el hermano Arganbright, dijo:
¿Ven? Uno se adelanta. Pensé: “¡Oh, vaya! Ya vine hasta por acá;
voy a ir”.
310. Algo dijo: “¡Detente aquí mismo! No te dirijas hacia allá. Vol-
estamos confiando!”.
317. ¿En qué? Reconozcan el día en el que estamos viviendo, el
322. Ahora, a la Luz de esta hora en que hoy vivimos, la Luz del
hecho todas las cosas con un propósito, pues, algunos tenían que
ser condenados, algunos tenían que ser cegados; algunos: “Como
el alfarero que hizo el vaso”, como dijo Pablo, “uno para honra y
el otro para deshonra”. El que fue hecho para deshonra, fue sólo
para hacer relucir al que debería ser honrado. Pero ¿no está en la
mano del Alfarero el hacer lo que Él quiera? ¿No está en el plan
predestinado de Dios, llamar? “A los que conoció Él ha llamado.
A los que Él llamó, Él justificó; y a los que Él justificó, Él glori-
ficó”.
330. Tal vez algunos de ellos aquí hoy sean como la mujercita jun-
por ellos, como uno quien se para entre los vivos y los muertos;
como uno quien en Sodoma estaba rogando por los sodomitas:
“¡Salgan de allí! ¡Salgan de allí, rápidamente!”.
332. Que ellos vengan, Señor, humilde y dulcemente ahora al Tro-
356 Rev. William Marrion Branham
... llamando,
Puedo...
Palabra!
Yo Te seguiré en el huerto,
Por el...
Con Él, ¿a dónde? A las aguas, por el huerto, por donde sea;
339.
Yo Te seguiré en el...
Seguiré do Tú me guíes,
Seguiré do Tú me guíes,
Salvador, seguirte quiero
Dondequiera fiel Te seguiré.
nos la nota.
351. ¡Cantémoslo!
¡Oh, qué tiempo será! Caminando por allí, algún día, y allí
352.
357. Por la gracia de Dios, esperamos que sea a las 7:30 esta noche.
358. Dios esté con ustedes hasta que nos reunamos nuevamente.
“Amén”. - Editor]
362 Rev. William Marrion Branham
Muy bien, hasta que nos veamos esta noche, vamos invocan-
363.
el aire [48 kms.] y formó casi un círculo, como las alas de los án-
geles, y dibujó en los cielos la forma de una pirámide, la misma
constelación de ángeles que había aparecido.
10. La ciencia tomó la fotografía, desde México, mientras se mo-
menzamos a abrir los Siete Sellos... o más bien “Las Siete Edades
de la Iglesia,” justo antes de la apertura de “Los Siete Sellos,”
Cristo estaba parado con “cabello blanco como la lana”. Y yo
les describí eso en detalle, de cómo los jueces en Inglaterra y los
jueces de la antigüedad, cuando éstos subían al tribunal a prestar
juramento, la autoridad suprema les era otorgada, ellos se ponían
una peluca blanca, como era, sobre su cabeza, para demostrar su
autoridad suprema.
15. Pues, si le dan vuelta a la fotografía de esta manera y la ob-
“Ya salido el sol.” Y como tema, quiero emplear: “El Poder Vi-
vificador”.
24. Ahora, ustedes saben, quizás han estado escuchando la radio
niño cuando nació, pues no pudo haber estado aquí sin haber lle-
gado a la Tierra; y cuando murió, ciertamente Él pagó la deuda
por nuestros pecados. Pero sin embargo, han nacido muchos bue-
nos bebes, y ha habido muchos hombres que han sufrido y han
muerto por causas muy buenas; pero jamás ha habido uno que
pudiera levantarse de nuevo, hasta este día.
27. Siendo ahora la semana más importante en la historia, la cele-
tarjeta estaba escrito, San Marcos 16:1 y 2, salido el sol. Tenía allí
el sol saliendo. Entonces pensé en eso, y luego el tema de “la vi-
vificación” de Jesucristo para ser levantado de entre los muertos,
y allí obtuve mi tema.
38. Ahora, el sol, a la salida del sol. Bien, hubo un tiempo cuan-
Ya salido el sol 375
sin que el s-o-l la trajera a vida; de igual manera, hoy, cuando hay
hijos de Dios sobre la Tierra, se requiere la Luz del H-i-j-o para
traerlos a vida eterna, Sus escogidos que Él conoció desde antes
de la fundación del mundo. Él los había escogido en Sí mismo
antes de la fundación del mundo.
44. Y allá en la mañana de la resurrección, en alguna parte de esta
sepulcro.
48. Pero el verdadero Sello había sido roto, y Uno –que una vez
nes eran creyentes: “No temáis, porque Yo soy Aquél que estaba
muerto; mas ahora vivo para siempre jamás, y tengo las llaves
de la muerte y del infierno. ¡Ya los conquisté! ¡No temáis más!
Porque toda Simiente preordenada, predestinada de Dios, vendrá
a Vida cuando esa Luz del glorioso Evangelio se difunda por toda
la Tierra. En cada edad producirá la cosecha que Dios ha ordena-
Ya salido el sol 379
65. Hebreos 13:8 dice: “Él es el mismo ayer, y hoy, y por los si-
vosotros, y las obras que Yo hago (Juan 14:12)… las obras que
Ya salido el sol 381
– para ellos todas estas cosas pasaron. Pues, hubo una resurrec-
ción gloriosa que desafió toda cosa jamás hecha por el hombre,
todo razonamiento por el hombre.
80. Hasta ese tiempo no había existido un hombre que podía en-
man así en nombre del dios del sol. Pero, ¡cuánto ha cambiado!
90. Ya no es el s-o-l. Es el d-í-a d-e-l H-i-j-o, el día del Hijo; en
91. Fíjense: Fue el primer grano del trigo de Dios que había sido
levantado de entre los muertos, el primer Grano del trigo de Dios.
Por medio del Poder vivificador de Dios, había Dios vivificado
Su Vida, levantándole de entre los muertos, y Él vino a ser la pri-
micia de los que dormían, la Primicia. Él fue esa Gavilla.
92. Y fue por eso que tuvieron que mecer esa Gavilla, porque fue
mos cuenta, según San Lucas 17:30, en el día del Hijo, “cuando
el H-i-j-o del Hombre será revelado nuevamente”, o mecido nue-
vamente sobre la gente.
96. Ahora, ¿quién es este Hijo del Hombre? “En el principio era
que llegó a madurez; el primero que probó que en verdad era tri-
go, que probó que era una gavilla.
99. ¡Aleluya! Estoy seguro que ustedes pueden ver lo que estoy
Tucson esta misma tarde? Ahora, y que cada uno de nosotros tu-
viera... fuese a viajar en un carro Cadillac grande y nuevo; y todos
los asientos estuvieran forrados de piel de gama, la piel más sua-
ve, cómoda y suave en la cual sentarse; y los pisos fueran de lujo,
Ya salido el sol 387
novias.
111. ¡Pero debe aparecer Una, aleluya! ¡Debe aparecer una ver-
dadera Novia! Tiene que aparecer Una que no sólo tenga la me-
cánica sino también la dinámica del asunto, para hacer que esa
Iglesia viva y se mueva en el Poder de Su resurrección. Mientras
no lleguemos a ese lugar, mientras no hallemos ese lugar, ¿de qué
nos vale pulir las copas de las ruedas? ¿Qué beneficio hay en estar
cambiando la apariencia o darle una pulida completa, cuando allí
no hay nada de dinámica? No importa; cuánto más probemos lo
correcto de la mecánica, tiene que estar presente la dinámica para
que funcione.
112. ¡Eso fue lo que Él probó! ¡Aleluya! Esa fue la prueba de la
asunto).
Y si el Espíritu de aquel (Dios, el Espíritu Santo) que levantó
de los muertos a Jesús mora en vosotros,...
123. Ahora, allí lo tienen: “¡Si el Espíritu del Novio mora en la
Novia!”
124. Cuando Dios produjo Su primer novio, hizo primero al novio;
tomó del mismo barro – la misma Palabra, por cuanto Adán era
Palabra hablada. ¿Ven? Él sacó de él, y entonces tomó eso... Él
tenía espíritu masculino y espíritu femenino. Y Él sacó el espíritu
femenino de Adán y lo colocó en Eva; y así siguió siendo parte
del espíritu de Adán, es carne de Adán. Luego, fue el espíritu de
Adán, la dinámica, que vivificó la mecánica de su cuerpo.
125. Así también la Novia tiene que ser carne de Su carne y hue-
rocas (las cuales también son polvo) a vida; no fue para traer todo
el polvo a vida, sino para vivificar solamente aquella parte del
polvo que encubría vida.
129. No todos los hombres recibirán a Cristo. Oh no. Sino sólo
este sol es tan caliente!” Esa piedra dirá: “¡Este sol es muy calien-
392 Rev. William Marrion Branham
enviado a... ¿Por qué será que no toda la gente lo recibe? No fue
enviado para ellos.
132. Una persona me dijo: “Yo no creo. No importa lo que usted
esto es insensatez; mas para los que están en Cristo y son parte de
esa Simiente, esto es Vida.
135. Mi relato tan sencillo del campesino colocando el huevo de-
lagros han pasado, no hay tal cosa para hoy. Únanse a la iglesia”.
Eso simplemente no cuadró con este pequeñito. Así que él conti-
nuamente seguía a la gallina, hasta que un cierto día, su mamá...
138. La madre águila sabía que había puesto cierto número de hue-
llinero. Ella estuvo buscando por todas partes, y allí lo halló. ¡Oh,
por esa resurrección, para reconocer que después de todo él en
verdad no era un pollo! ¡Él era un águila! Y siempre se le había
enseñado a mirar hacia abajo, en busca de un insecto o algo en el
gallinero; pero él oyó un chillido, que le dijo: “¡Mira hacia acá!”
Y él miró hacia arriba, y allí había una criatura con alas que abar-
caban más de cuatro metros, más poderosa que todos los pollos
en todo el gallinero, y lo reclamó a él como su hijo.
141. Él dijo: “Mamá, ¿cómo puedo llegar a ti?”
142. Le dijo: “Salta, y comienza a batir tus alas, pues eres un águi-
la”.
143. ¿Ven? Ella sabía que tenía un hijo en alguna parte. No impor-
también las haréis.” “El que cree en Mí, las obras que Yo hago
también él las hará”. ¿Ven? “Por cuanto Yo vivo, él también vi-
virá”. “Y si el Espíritu de aquel que le levantó a Él de entre los
muertos mora en vosotros, este mismo vivificará vuestro cuerpo
Ya salido el sol 395
las diferentes cosas que hace, están erradas. Dicen: “Los días de
los milagros han pasado”. Esta Biblia nos dice que Él es el mismo
ayer, y hoy, y por los siglos. Ellos dicen: “Eso es telepatía mental.
Y es alguna forma de leer las mentes, este discernimiento. Y to-
das esas visiones y demás cosas, son insensatez”, vean, ellos son
gallinas. Ellos no saben lo que es Alimento de águilas.
158. Pero hermano, cuando usted escucha ese chillido, ¡hay algo
al respecto”.
167. Muy bien. “Mis ovejas oyen Mi Voz, y no seguirán al extra-
ño”.
168. Como en el caso de “Casamiento y Divorcio,” el otro día.
to. Ella dijo: “¿Me supongo que usted ocupa el lugar de Dios?”
170. Le dije: “No señora”.
171. Dijo: “Pues, usted les dijo que sus pecados les eran perdona-
Si fue carne en aquel día por el Hijo, el Novio, es carne hoy por
la Novia. “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; a
quienes se los retuvieseis, les son retenidos.” [Juan 20:23]
176. Ahora, la iglesia católica saca eso y lo atribuye directamente
gró eso!
178. Esa fue la razón por la cual les mandó a bautizar en el “Nom-
bre” del Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Él sabía que ellos conocían
Quién era Él.
179. Hablando con un predicador el otro día, él me dijo: “Pues,
dijo: ‘¿Puede acaso alguno impedir el agua para que no sean bau-
tizados éstos?”
187. Entonces dijo: “Pues, usted hablaba hace unos momentos
de nuevo?”
190. Le dije: “El hombre con las llaves dijo esto: ‘Pues sea cono-
cido entre vosotros que no hay otro nombre bajo el Cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos”.
191. La salvación es solamente en el Nombre de Jesucristo: “Y
rando.
203. Ahora, cuando usted recibe la dinámica, usted ha sido vivifi-
217. ¡Quítenme todas estas fuentes hechas por el hombre! ¡No co-
nozco ninguna otra fuente, sólo la Sangre de Jesús! Esa es la úni-
ca fuente que deseo conocer. Señor, permite que la Palabra more
en mí. Riégala con Tu Espíritu.
218. Notemos. Ahora, si ese Espíritu que levantó a Jesucristo de
Eso los vivificó de tal manera que (¿saben qué?) ellos fueron le-
vantados a lugares celestiales, y sus cuerpos mortales fueron tan
vivificados a tal grado que les cambió el lenguaje. Eso sólo... Eso
vivificó su lenguaje. Eso dice la Biblia. Y habiendo sido vivifica-
do sus cuerpos mortales, su lenguaje fue vivificado; sus pensa-
mientos fueron vivificados; sus espíritus fueron vivificados; sus
vidas fueron vivificadas. ¡Ellos fueron completamente vivifica-
dos! Ellos intentaron hablar, y no pudieron hablar en ninguno de
los idiomas humanos. Estaban vivificados en la Presencia de Dios
a tal grado que hasta hablaron en nuevas lenguas, en un idioma
celestial. ¡Fiuu! ¡Qué Poder vivificador!
228. “Si el Espíritu que levantó a Jesús de entre los muertos mora
234. ¿Se han dado cuenta en alguna ocasión qué tan independiente
del León de la tribu de Judá cayó en ellos, sobre esa Gavilla que
era mecida. ¡Oh, esa águila vino a reclamar lo Suyo! “Y menos-
preciaron sus vidas hasta la muerte”. ¡Amén!
tros hoy. Noten, allá entonces ellos fueron tan vivificados en este
Poder vivificador; ahora yo...
244. Ahora escuchen atentamente, estoy intentando mostrarles.
Ya salido el sol 407
para Él, sino para el que quiera, para la Simiente predestinada que
esté allí. ¡Vivifica, vivifica el cuerpo mortal!
248. Ellos imponían manos sobre los enfermos, y sanaban. Ellos
puede decir que así es) pero si en verdad es el caso, estas señales
seguirán. ¿Ven? Le vivificará su cuerpo mortal. Eso le vivificará
a usted.
250. Ahora, noten. Vivificados hacia la Presencia de Dios. ¿Por
qué? Porque fue el Espíritu de Dios el que levantó a Jesús del se-
pulcro. Y el Espíritu de Dios: “Yo les doy vida eterna”, que viene
de la palabra griega (si lo desean buscar) Zoe, la cual mueve esto
a través de usted, y hasta les vivifica la mente.
251. Ahora fíjense. ¿Cómo podrá usted decir que ese Espíritu mora
en usted? Aun cuando usted haya hecho todo lo que creyó ser lo
correcto, aquí está la evidencia, mostrando si usted lo tiene o no:
Si el Espíritu que estuvo en Cristo está ahora en usted, entonces
408 Rev. William Marrion Branham
Y ella era, como ustedes saben, como mitad india, y era algo rara.
Pero con todo eso, ella era una persona que no soñaba. Pero no
creo que ella tuvo más de unos cuatro o cinco sueños en toda la
vida. Pero cada vez que soñaba un sueño, resultaba ser la verdad.
Ella soñaba alguna cosa y era la verdad.
253. Recuerdo de una ocasión cuando primero comencé a predicar,
35 años. Hubo una dama que pasó por allí, y traía puesto un par
de zapatos muy altos como los que usan hoy, zapatos con tacones
altos. Y ella pasó; y yo le dije: “Espere un momento hermana.
Usted no puede caminar sobre esa carretera con esos”. Y le dije:
“Usted no puede hacer eso”.
255. Y ella me respondió: “¡Ah!” Así dijo, y miró alrededor a las
que andarían con “cuello erguido”. Tiene que ser así, de lo mal
balanceadas que están. ¿Ven? “Andan danzando...” Es inevitable,
teniendo que menearse de esa manera: “Van danzando, y hacien-
do son con sus tacones” (¿ven?), las hijas de Sion en los últimos
días.
257. Y ella comenzó a correr sobre esta carretera lo más rápido que
273. ¡El título abstracto! La deuda ha sido pagada; todo lo que tenía
nutos más.
276. Fijémonos ahora rápidamente en la vivificación del Espíritu.
repleto del Poder vivificador. ¿No fue así? ¿Ven? Él estaba lleno
del Poder vivificador. No lo convirtió en un miedoso, más bien
dijo: “Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos,
vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres,
así también vosotros. ¿A cuál de los profetas, los cuales señala-
ron la venida del Justo, a cuál de ellos no apedrearon vuestros
padres?” ¡Oh, vaya! Eso causó algo tremendo en él; seguro, él
estaba lleno del Poder vivificador.
278. Ellos dijeron: “¡Nos desharemos de este individuo!”
283. Cuando Esteban hizo esta gran cosa... o no Esteban sino Fe-
lipe, cuando hizo esta gran cosa, de dejar ese gran avivamiento y
obedecer el mandato de Dios –lo cual cumplió al bautizar a este
eunuco, en obediencia a Dios– él fue tan lleno de este Poder vi-
vificador, a tal grado que lo arrebató. “Vivificará vuestro cuerpo
mortal, si mora en vosotros este Espíritu que levantó a Jesús de
entre los muertos”. Eso vivificó a Felipe a tal grado que no se vio
hasta por unas 150 millas, allá en otro lugar, en otro país. Eso
vivificó su cuerpo mortal. ¿Cómo lo logró? Al estar tan lleno del
Poder vivificador.
284. Oh, Iglesia del Dios vivo, no podemos seguir por aquí soste-
293. Tan lleno del Poder vivificador, a tal grado que vio un carro
su vida.
310. Y aun su esposa se tornó contra él. Él dijo que su aliento le
era extraño a ella. En otras palabras, ella no tenía nada que ver
con él. Ella ya no parecía amarle, lo apartaba. “¡Job, tú eres un
miserable! ¿Por qué no maldices a Dios y te mueres?”
311. Le dijo: “Hablas como una mujer fatua”. ¡Oh vaya!
velo sobre sus ojos todo el tiempo. No, no. Entonces, de repente,
estando parado sobre esa Palabra, ¿qué sucedió? Los Cielos se
abrieron, los truenos comenzaron a rugir; el relámpago comenzó
a destellar, y Job miró hacia arriba y vio la visión y dijo: “Yo
sé que mi Redentor vive, y en los últimos días se levantará so-
bre esta Tierra. Y aun después de deshecha esta mi piel, huesos
y todo; aquel Poder vivificador estará presente, aún he de ver a
Dios en mi carne. Al cual yo veré por mí mismo. Mis ojos lo
verán, y no otro”. ¿Correcto? “Aunque mis riñones se consuman
dentro de mí. Aun después que los gusanos que ahora obran en mi
cuerpo lo hayan destruido”. [Job 19:25-27]
314. ¿Saben ustedes? Los gusanos no le llegan a uno, el gusano ya
dos profetas. Fíjense, sus nombres son casi iguales: Elías y Eli-
seo. ¿Ven allí la Novia y el Novio? Uno de ellos es el Señor Jesús;
la otra es la Señora Jesús. ¿Lo ven? Casi iguales, entre “Él” y
“Ella”. ¿Ven?
321. Elías, y miren cómo es representado aquí. Ahora, Eliseo... Éste
nio y todo.
335. ¡Poder vivificador! “Y si el Espíritu que levantó a Cristo de
cador ha llegado hasta nosotros, para abrir los Siete Sellos. ¿Qué
fue aquello, la inteligencia de un hombre? ¡No! Fue el Poder vi-
vificador de Dios. ¿Ven? El Poder vivificador de Dios nos predijo
que esto sucedería. ¿Ven? El Poder vivificador de Dios hizo que
el mundo testificara al respecto, que es la verdad. El Ángel del
Señor, como les dije, estaba en esa Columna de Fuego; Poder vi-
vificador permitió que el mundo testificara que eso es la verdad.
Y en eso, ellos no supieron lo que era; pero nosotros sabíamos,
sólo había que mirarla de esta manera, y allí está nuestro Señor.
¿Ven?
337. Fue Él Quien abrió esos Sellos. Él es esos Sellos, porque toda
representados. Allí estaban los santos vivos que habían sido rap-
tados, ese era Elías parado allí; y allí estaba parado Moisés, re-
presentando los santos ya muertos. Y ambos tuvieron el Poder
vivificador. Ya fuera que uno haya muerto, y el otro no hubiera
muerto, allí estaban todos.
424 Rev. William Marrion Branham
345. Noten. ¡Oh! Miren lo que ahora estamos viendo en estos últi-
mos días, lo mismo que Él prometió, Juan 14:12. Ahora fíjense.
¡Ciertamente!
346. La gente dice: “¿Reclama usted tener poder?” ¡No, no, no!
somos redimidos por Él, y ahora hemos resucitado con Él. Esto
es lo que significa Pascua para el pueblo: “¡Resucitados con Él!”
Noten: Ahora tenemos Su Espíritu en nosotros, el documento
abstracto de propiedad, completamente pagado.
352. No, uno no debe decir: “Pues, ojalá que yo llegue”. Usted ya
Subiremos, (¡Aleluya!)
¡Subiremos! (¡Amén!)
En aquella mañana de la resurrección,
Cuando las cuerdas de la muerte sean rotas,
¡Subiremos, (¡Aleluya!) subiremos!
356. Oh ¿no están contentos? Yo estoy tan contento, que hace mu-
cho, allá en aquel pequeño almacén de carbón una cierta mañana,
los Sellos fueron rotos y yo resucité con Él, una nueva criatura –
Su Poder vivificador. El Hijo ha salido.
357. No hace mucho me fue contada una historia de un pescador.
tal?”
362. Sólo espere. Ya habiendo salido el Hijo, veremos en dónde
365. ¿Habrá uno aquí, o varios, que no tienen este Poder vivifica-
sea Vida (¿ven?), no será vivificada. No, no, no. Aguas bautis-
males son como el rocío que cayó del cielo; puede caer sobre la
simiente, pero si allí no hay Vida, no puede vivir.
369. Pero si las genuinas aguas bautismales, de muerte a sí mismo,
Dios que dice que lavará todo pecado y hasta lo remitirá. Uno es
bautizado en el Nombre de Jesucristo ¿para qué? Para la remisión
Ya salido el sol 429
puedan salir sanos. Permite que si están cojos, que puedan sa-
lir caminando bajo el Poder del Espíritu Santo. Si han sido pe-
cadores, permite que salgan lavados y limpios. Y la mecánica,
al haber entrado; la dinámica viene de Arriba, el Espíritu Santo,
y arrebátalos, Señor. Vivifica sus cuerpos mortales, y entonces
escucharemos genuinas lenguas nuevas, los poderes de Dios, el
amor indescriptible, gracia para morir y gracia para vivir, y un
Cristo resucitado, un Cuerpo, una Novia, representándole a Él en
la Tierra.
374. Padre, estos son Tuyos. Ellos levantaron sus manos. Yo he
blo le diga algo distinto. Siendo uno parte del otro, somos parte
de Él. Y nosotros somos ciudadanos del Reino, gozando junta-
mente de estas bendiciones, de la resurrección.
378. Y ahora (¿ven ustedes?), ahora ustedes ya se encuentran re-
dirá: “¿Por qué no tiene usted una pequeña reunión para noso-
tros?” Los estadios ya están alquilados. Ellos ni lo saben. ¿Ven?
¡Oh, gloria!
385. Oren para que la voluntad de Dios no sea estorbada. Es por
esto que mi alma ha clamado por África desde que salí de allá.
Que me sea posible regresar otra vez; luego traerles a ustedes un
mensaje de una gran reunión. Quizás ya no les vuelva a ver más, a
partir de hoy, hasta que regrese. Nosotros iremos en unos cuantos
días, el diez de mayo. ¿Orarán por mí? [La congregación dice:
“Amén”].
386. Recuerden, uno ni sabe lo que son problemas, hasta llegar
para esas personas allá en la audiencia; para todo aquel que esté
sufriendo. Esos niños pequeños, las personas ancianas, quienes
sean, que ese Poder vivificador les vivifique ahora mismo, en el
Nombre de Jesús. Amén.
393. Ahora, ¿cuántos tienen el Poder vivificador? [La congrega-
ción dice: “Amén”] Ahora pongan sus manos el uno sobre el otro,
si ese Poder vivificador está en usted.
394. Ahora, hay una sola cosa que lo puede impedir, y eso es su
único Nombre dado entre los hombres por el cual podamos ser
salvos o sanados. Estas personas, las cuales son también ciuda-
danos del Reino, poseedores del Poder vivificador, vivifícalo a
ellos, Señor, en este instante. Y que el Espíritu corra de águila a
águila, de Palabra a Palabra, hasta que la plenitud de Jesucristo
sea hecha manifiesta en cada cuerpo, en lo físico, espiritual, o en
cualquier otra necesidad que tengan, mientras ponemos nuestras
manos el uno sobre el otro. En el Nombre de Jesucristo.
Notas
Notas
Notas
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