Joan Scott, Género e Historia-41-67
Joan Scott, Género e Historia-41-67
Joan Scott, Género e Historia-41-67
QuiENES quieran codificar los significados de las palabras van a librar una
batalla perdida de antemano, porque las palabras, como las ideas y las co
sas que significan, tienen una historia. Ni los profesores universitarios de
Oxford ni de la Academie Fran(:aise han sido del todo capaces de contener
la ala, de capturar y fijar los significados libres que resultan del juego de la
invenci6n y la imaginaci6n humanas. Mary Wortley Montagu le afiadi6
mordacidad a su ingeniosa denuncia del "sexo justa" al emplear delibera
damente mal la referenda gramaticaP ("mi (mica consuelo par el hecho de
pertenecer a este genera ha sido tener la seguridad de que nunca me casaria
con ninguno de sus componentes"; "my only consolation for being of that
gender has been the assurance of never being married to any one among
them"). A lo largo de las epocas, la gente ha creado alusiones figurativas
mediante el empleo de terminos gramaticales para evocar algunos rasgos
del canicter o de la sexualidad. El Dictionnaire de La langue fran(:aise (Dic
cionario de la lengua francesa) presentaba en 1 876 el siguiente usa: "No se
sabe de que genera es, si es macho o hembra, se dice de un hombre muy
* Este ensayo se redacto originalmente en diciembre de 1 985 como una presentacion para
Ia American Historical Association. Posteriormente se publico, con su formato actual, en Ia
American Historical Review, vol. 9 1 , mim. 5 (diciembre, 1 986). Las instructivas conversaciones
que sostuve con Denise Riley, Janice Doane, Yasmine Ergas, Anne Norton y Harriet Whitehead
ayudaron a dar forma a las ideas que tenia sobre los temas que se abordan en el texto. La ver
sion final incorpora las valiosas sugerencias de Ira Katznelson, Charles Tilly, Louise Tilly, Elisa
betta Galeotti, Rayna Rapp, Christine Stansell y Joan Vincent. Deseo agradecer a Allyn Roberts
Y a David Ransell de Ia AHR par su minucioso trabajo editorial.
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EL GENERO: UNA CATEGORiA UTIL PARA EL ANALISIS HIST6RICO 49
Ademas, y quiza esto sea mas importante, quienes clamaban que la eru
dicion de las mujeres transformarfa de manera fundamental los paradig
mas disciplinarios, estaban hablando en terminos de genero. Las universi
tarias feministas muy pronto sefialaron que los estudios sobre las mujeres no
solo aiiadirfan nuevos asuntos a tratar sino que tambien forzarfan un nue
vo examen crftico de las premisas y criterios existentes en los trabajos univer
sitarios. "Estamos aprendiendo", escribieron tres historiadoras feministas,
En su mayor parte, los intentos que han llevado a cabo los historiadores para
teorizar sobre el genero, se han mantenido dentro de las estructuras cientifico
sociales tradicionales, y han empleado antiguas formulaciones que solo pro
porcionan explicaciones causales de caracter universal. En el mejor de los
casos, tales teorias han sido muy limitadas porque tienden a contener gene
ralizaciones reductivas o realmente simples que socavan no solo el sentido
de la historia como disciplina, el sentido de la complejidad de la causalidad
social, sino tambien los compromisos feministas respecto a algunos analisis
que podrian conducir al cambio. El examen de estas teorias nos permitira
sacar a relucir sus limitaciones y proponer un enfoque altemativo.
Los enfoques empleados por la mayoria de historiadores pueden agru
parse en dos categorfas distintas. La primera es esencialmente descriptiva;
se refiere a la existencia de fenomenos o realidades sin que se les atribuya
ningun tipo de interpretacion, explicacion o causalidad. La segunda cate
goria es de caracter causal; teoriza sobre la naturaleza de los fenomenos o
realidades y busca comprender como y por que estos se manifiestan del
modo en que lo hacen.
En su reciente y mas simple utilizacion, el termino "genero" es sinoni
mo de "mujeres". En los ultimos afios, algunos libros y articulos basados en
la historia de las mujeres sustituyeron, en sus titulos, el termino genero por
el de mujeres. En algunos casos, este empleo de genero, aunque se refiera
vagamente a ciertos conceptos analiticos, de hecho se relaciona con la acep
tabilidad politica del campo. En estos casos, el termino genero denota la se
riedad academica de un trabajo, porque genero suena de forma mas neutra
Y objetiva que mujeres. Parece que el termino encaja en la terminologia cien
tifica de las ciencias sociales y, en consecuencia, se distancia de las politi
cas del feminismo, supuestamente estridentes. Segun este empleo, genero
no conlleva necesariamente la declaracion de desigualdad o poder ni tam
poco nombra a la parte demandante (y hasta ahora invisible). Mientras que
el termino "historia de las mujeres" proclama su politica al declarar (con
trariamente a la costumbre) que las mujeres son sujetos historicos validos,
el termino genero incluye a las mujeres pero no las nombra, y asi da la im
presion de que no plantea un problema critico. Tal uso del termino es una
faceta de lo que deberia llamarse la busqueda de la erudicion feminista por
la legitimidad academica en la decada de los ochenta.
EL GENERO: UNA CATEGOR1A UTIL PARA EL ANALISIS HIST6RICO 53
Pero tan solo es una faceta. El termino genero, como sustituto de las
mujeres, tambien se emplea para sugerir que la informacion sobre las muje- ,
res es, necesariamente, informacion sobre los hombres, y que lo uno implica
el estudio de lo otro. Este empleo insiste en que el mundo de las mujeres
forma parte del mundo de los hombres, que ha sido creado dentro de este
y por este. Tal empleo desecha la utilidad interpretativa de la idea de las
esferas separadas, y sostiene que el estudio separado de las mujeres con
tribuye a perpetuar la ficcion de que una esfera, o la experiencia de un sexo,
poco o nada tiene que ver con el otro sexo. Ademas, el genero tambien se
utiliza para designar las relaciones sociales entre los sexos. Este uso recha
za implicitamente las explicaciones biologicas, como aquellas que encuen
tran un denominador comun para las diversas formas de subordinacion
femenina en aquellos hechos en que las mujeres tienen la capacidad de
dar a luz y los hombres tienen mas fuerza muscular. En vez de eso, el ter
mino genero denota unas determinadas "construcciones culturales", toda •
la creacion social de las ideas acerca de los roles apropiados para las mu
jeres y para los hombres. Es una forma de referirse exclusivamente a los
orfgenes sociales de las identidades subjetivas de hombres y mujeres. Se
gun esta definicion, el genero es una categorfa social impuesta a un cuerpo
sexuado.7 Dirfase que el genero se ha convertido en una palabra particular
mente util; asf lo demuestra la gran proliferacion de estudios sobre el sexo
y la sexualidad, porque este termino permite diferenciar la practica sexual
de los roles sociales asignados a las mujeres y a los hombres. Aunque los
academicos reconozcan la conexion entre el sexo (lo que los sociologos de
la familia Haman sexo) y los roles sexuales, no por ello presuponen la exis
tencia de un vinculo simple o directo. El empleo de genero hace hincapie
en todo un sistema de relaciones que puede incluir el sexo, pero que no esta
directamente determinado por este ni tampoco es directamente determi
nante de la sexualidad.
Muy a menudo los historiadores han utilizado estos empleos descrip
tivos de la palabra genero para exponer un nuevo campo de estudio. Cuan
do los historiadores sociales se interesaron en nuevos objetos de estudio, el
genero fue relevante en los temas referidos a las mujeres, nifios, familias e
ideologfas de genero. Este uso del termino se refiere unicamente a aquellas
areas, estructurales e ideologicas, que implican relaciones entre los sexos.
Puesto que la guerra, la diplomacia y la alta polftica no han abordado expli
citamente estas relaciones, parece que el genero no sea valido, y asf continua
siendo irrelevante en el pensamiento de los historiadores que se interesan en
54 HACIA UNA HISTORIA FEMINISTA
las cuestiones de politica y poder. Esto tiene por efecto el aprobar un punto
de vista funcionalista, enraizado fundamentalmente en la biologia, y el per
petuar la idea de las esferas separadas en la escritura de la historia (sexo o
politica, familia o nacion, mujeres u hombres) . Aunque este uso del genero
afirme que las relaciones entre los sexos son de cankter social, no dice nada
acerca del por que estas relaciones se han construido asi, ni como funcionan
0 como podrian cambiar. Asi, el genero, en su uso descriptive, es un concep
to asociado con el estudio de las cosas relacionadas con las mujeres. El ge
nero en un tema nuevo, un nuevo departamento de investigacion historica,
pero no tiene el poder analitico para dirigir (ni cambiar) los paradigmas
historicos existentes.
Algunas historiadoras fueron conscientes de este problema, de ahi que
se esforzaran en utilizar teorias que pudieran explicar el concepto de gene
ro y rendir cuentas de un cambio historico. En efecto, el reto consistia en
reconciliar la teoria, formulada en terminos generales o universales, con la
historia, que se habia comprometido en el estudio de la especificidad con
textual y del cambio fundamental. El resultado ha sido extremadamente
eclectico: prestamos parciales que vician el poder analitico de una teoria en
particular o, peor a(m, el empleo de los preceptos de una teoria sin tener
conciencia de lo que esto implicaba; o bien relaciones de cambios que, al
integrar teorias universales, solo ilustran los temas de siempre; 0 bien estu
dios maravillosamente imaginativos en los cuales la teoria esta tan oculta
que tales estudios no pueden servir de modelo para otras investigaciones.
Puesto que las teorias que han disefiado los historiadores no exponen deta
lladamente todas sus implicaciones, seria provechoso pasar algun tiempo
haciendolo. Solo a traves de semejante ejercicio podremos evaluar la utili
dad de estas teorias y empezar a articular un enfoque teorico mas poderoso.
Las historiadoras del feminismo han utilizado una gran variedad de
enfoques para el analisis del genero, pero tales enfoques se vinieron abajo
al tener que elegir entre tres posiciones teoricas.8 La primera representa el
e� fuerzo feminista por explicar los origenes del patriarcado. La segtu;-da�
ubica a si misma en la tradicion marxista y busca un consenso con las criti
cas feministas. La tercera esta fundamentalmente dividida entre los teoricos
posestructuralistas franceses y angloamericanos del objeto "relaciones", y
recurre a estas distintas escuelas de psicoanalisis para explicar la produc
cion y la reproduccion de la identidad de genero del sujeto.
Los teoricos del patriarcado han dirigido su atencion hacia la subordina
cion de las mujeres y han encontrado su explicacion en la "necesidad" masculi-
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