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BOLETÍN

DE

HISTORIA Y GEOGRAFÍA
DEL

BAJO-ARAGÓN

Director Redac.r-Admor.
SANTIAGO V I D I E L L A LORENZO PÉREZ
Abogado, CALACEITE Secretario, MAZALEÓN

Julio y Agosto, 1907

ZARAGOZA
MARIANO ESCAR, TIPÓGRAFO
Calle de San Miguel, 12

1907
SUMARIO
Págs.

Ordenanzas de Andorra (siglo XVII), F. Aznar Navarro . . . . 137


La frontera sarracena en tiempo de Berenguer IV, Matías
Pallarés Gil 147
La familia de Forment, Santiago Vidiella 159
Reseña de la notable ermita de Mazaleón, Lorenzo Pérez Temprado. 168

VARIEDADES:

Una inscripción arábiga, Julián Ejerique Ruiz 173


Caspe: La puerta del Compromiso 176
Datos sueltos, La Redacción 178
Publicaciones recibidas, por V. 183
AÑO I Julio y Agosto, 1907 NÚM. 4

BOLETÍN
DE

HISTORIA Y GEOGRAFÍA DEL BAJO ARAGÓN

ORDENANZAS DE ANDORRA

(SIGLO XVII)

D ESDE el siglo XII perteneció Andorra (provincia de Te-


ruel, partido judicial de Híjar) al señorío de la Mitra de
Zaragoza. En tal situación continuaba el año 1614, fecha en
que reunido el concejo general de la villa, autoridades y veci-
nos procedieron á la redacción y aprobación de unas notables
ordenanzas que, así por su importancia como por no ser exa-
geradas sus proporciones, nos decidimos á publicar íntegras.
Llevan por título Estatutos y ordinaciones hechas y odenadas
por los Alcayde, Justicia, Jurados y Concejo de la Villa de An-
dorra. Las encontramos en el Palacio Arzobispal de Zaragoza,
Archivo de la Mitra, en un libro manuscrito, encuadernado en
pergamino, en cuyo lomo se lee: «Papeles pertenecientes á la
thenenzia de Mazaleon y Valderrobres, del Partido de Bel-
chite, Andorra, Ariño, Caspe y otros». Dicen así:
"In Dei nomine amen. Sea a todos manifiesto que llamado,
conuocado, congregado y ajuntado el consejo general y uni-
versidad de los Alcayde, Justicia y Jurados, vecinos y habita-
dores y singulares personas de la villa de Andorra sitiada
dentro del presente Reyno de Aragón, por mandamiento de
los Jurados abaxo nombrados y por llamamiento, voz y publi-
co pregón de Hernando el Caz, corredor publico jurado y ve-
cino de dicha villa, segun que el dicho corredor en pleno con-
11
— 138 —

cejo tal fe y relacion hizo á mi Pedro Bielsa notario, presentes


los testigos infrascriptos, el de mandamiento de los dichos Ju-
rados de la dicha villa haver llamado y convocado dicho con-
cejo general y universidad por los lugares publicos y acostum-
brados de la dicha villa para la hora y lugar presentes et lle-
gado, convocado y ajuntado dicho concejo en las casas comu-
nes de dicha villa de Andorra donde otras veces para hacer y
otorgar tales y semejantes actos como el presente et infras-
cripto el dicho Concejo se a acostumbrado y acostumbra lle-
gar y ajuntar en el qual dicho Concejo y en la congregacion
de aquel intervenimos y fuimos presentes los infrascriptos y
siguientes: Nos Miguel Montañes, Alcayde, Geronimo Nabarro,
Justicia, Miguel Loscos y Domingo Lagasca, Jurados en el pre-
sente año de dicha Villa; Bartholome Blasco, Joan del Castillo
menor, Lifonso Arcayne, Joan Alfonso, Miguel Parien de Pe-
dro, Pedro Martínez, Antonio Alquezar, Miguel de Bielsa,
Francisco Español, Domingo Nabarro, Anton Blasco, Lazaro
Tello, Bartholome Callizo, Domingo de Bielsa de Joan, Joan de
Bielsa de Joan, Esteban Tello, Pedro Pasqual, Domingo Galbe
mayor, Urban Pasqual, Joan de Arcayne mayor, Joan de Ar-
cayne menor, Domingo de Bielsa de Francisco, Miguel Saurín
texedor, Domingo de Bielsa de Alloza, Andres Linas, Balero
Bielsa, Anton Alfonso, Domingo Peralta, Joan Saurín, Grego-
rio Alquezar, Geronimo Lopez sastre, Geronimo Beltran zapa-
tero, Miguel Magallon, Salvador Martínez, Lifonso Arcayne
menor, Miguel Pasqual, Domingo de Bielsa de la Morena y
Hernando el Caz corredor, labradores, todos vecinos y habi-
tadores de la dicha villa de Andorra, et de si todo el concejo
general y universidad de la dicha villa, concejantes, concejo,
general, particular de la dicha villa facientes, celebrantes y
representantes, los presentes por los absentes y advenideros
todos unanimes y concordes y alguno de nos no discrepante ni
contradiciente, en nombres nuestros propios y en nombre y
voz de los dichos jurados, concejo y universidad de la dicha
villa de Andorra y singulares personas, vecinos y habitadores
de aquella, presentes, absentes y advenideros y de cada uno de
nos y dellos concegil, universal y particularmente et non so-
lum singuli ut singuli, verum etiam singuli ut universi, todos
juntamente y cada uno de nos por si y por el todo. Attendien-
tes y considerantes que para el bien comun, provecho y uti-
lidad nuestro et de todos el dicho concejo y universidad do
- 139 -
dicha villa vecinos y habitadores de aquella y cada uno dellos
y della segun que la diversidad de los tiempos y condiciones y
modo de vivir de las gentes a mostrado y muestra, a sido y es
necessario de proveher y hacer ordinaciones y estatutos par-
ticulares, por tanto, movidos con sano y entero celo y de que
cada uno viva con seguridad y tenga en toda y fiel custodia
su hacienda et alias, para la pulicía de la presente villa, usando
del poder por fueros y observancias del presente reino a noso-
tros dado et alias en aquellas mejoras via, modo, forma y ma-
nera que hacer lo podemos y debemos, hacemos y estatuimos
las ordinaciones y estatutos infra escriptos y siguientes.
1 Primeramente estatuimos y ordenamos y aun queremos
que los presentes estatutos y ordinaciones hayan lugar y com-
prehendan a qualesquiere personas que cometieren quales-
quiere de los crimines y delictos abaxo mencionados.
2 Ittem contra los que cometieren homicidio voluntario y
no fortuito.
3 Ittem contra los que robaren qualesquiere bienes o tala-
ren campos o heredades y haran incendios en qualesquiere
casas y partes assi en poblado como fuera del.
4 Ittem contra los que cometieren raptos de mujeres don-
cellas, viudas o casadas assi por fuerza como por grado.
5 Ittem a los que haran fuerza o violencia a muger de
qualquier estado y condicion que sea en poblado o fuera del.
6 Ittem contra los que desafiaran a otros en sus bienes y
personas o pondran carteles desafios o livellos infamatorios.
7 Ittem contra qualesquiere delates, vandoleros, salteado-
res de caminos, hombres que andan en seguida y andan baga-
mundos y en compañías y ajuntamientos de gente do mal vivir
por los montes, caminos y en poblados y despoblados.
8 Ittem contra qualesquiere que llevaren pistoletes, pe-
dreñales, escopetas, armados de día o de noche por la villa o
parados estuvieren a puertas y cantonadas, sino que las lleven
desarmadas, salvo los caçadores o que fueren camino.
9 Ittem contra aquellos que llebaren arcabuces, escope-
tas, pedreñales y otros qualesquiere generos de armas contra
las ordinaciones publicadas en la dicha villa de Andorra y
contra el tenor de los fueros del presente Reyno de Aragon.
10 Ittem contra los que tomaren reses de qualesquiere
ganados ansi gruesos como menudos en los lugares poblados
y yermos o maltrataren ganado o a sus pastores amenaçaren
- 140 -
por composar a qualesquiere personas y contra los que en las
tales composiciones andaren, consintieren o se hallaren.
11 Ittem contra los que en lugares desiertos y yermos o
poblados se hicieren dar de comer y de bever o se lo tomaren
por fuerza pan, vino o otros mantenimientos y provisiones,
12 Ittem contra los que andaren mascarados y demuda-
dos de vestidos disfrazados y atapados.
13 Ittem contra qualesquiere que en los sobredichos de-
lictos y cada uno de ellos daran consejo, favor y ayuda.
14 Ittem contra qualesquiere assesinos que por dineros o
otros intereses mataran a nadie o haran matar a otros o se
tratare de matar.
15 Ittem contra qualesquiere que testificaren actos falsos
y contra los que los aconsejaren y producieren aquellos o se
valdran de ellos o haran qualesquiere escrituras falsas priva-
das o se valdran dellas ante los jueces estatutarios o quales-
quiere otra manera.
16 Ittem contra los que amenazaren ó amenazar haran o
injuriaran a los jueces, consejeros, notarios o otros quales-
quiere officiales que haran qualesquiere exercicios y actos en
virtud de los presentes estatutos o en qualesquiere otra mane-
ra exerciendo dichos officios o causa dependiente de ellos o
las partes acusantes a los testigos antes o despues de estar o
haver estado en exercicio de los dichos officios.
17 Ittem contra los que amenazaran o injuriaran a qua-
lesquiere personas que acompañaran a qualesquiere personas
que acompañaran o daran consejo, favor y ayuda por perse-
guir y castigar los dichos criminosos y malhechores.
18 Ittem contra qualesquiere que agraviaren al Alcayde,
Justicia, Jurados y otros qualesquiere officiales puestos por la
villa exerciendo sus officios.
19 Ittem contra los que amotinaran y engabillaran y da-
ran animo para amotinar a los vecinos contra las determina-
ciones y cosas echas por el gobierno y contra los que aran
resistencia a qualesquiere officiales de dicha villa.
20 Ittem contra los que acogeran vandoleros en sus casas
o hombres de mala vida o les dieren consejo, favor y ayuda.
21 Ittem contra los que escarçaran basos, hurtaran o los
mudaran y trasseñalaran no siendo suyos.
22 Ittem contra los que quebrantaran masadas o las roba-
ran o abriran sin licencia de sus amos.
— 141 —

23 Ittem que siempre que los officiales reales de la dicha


villa pidieren favor y ayuda, diciendo ayuda al Rey, todos los
vecinos de dicha villa que fueren de diez y ocho años hasta
quarenta y cinco esten obligados a darsela y tambien esten a
acudir con sus armas a favorecer al Justicia y otros officiales
siempre que se tocare la campana y los que no acudieren ten-
gan de pena cada uno dellos por cada vez que acaesciere, cons-
tando de la dicha negligencia al juez y consejeros de los pre-
sentes estatutos o a la mayor parte dellos, sumariamente,
sesenta sueldos jaqueses, aplicaderos la tercera parte a la se-
ñoría, los demas para gastos de la villa.
24 Ittem contra los gitanos y boemianos que anduvieren
con titulo de tales.
25 Ittem por quanto los vecinos de dicha villa hacen mu-
cha grangeria en vender aceyte de henebro por los lugares
del presente Reyno, del que se hace en dicha villa y terminos,
ha venido en grande desreputación por falsificarlo aquel, hora
con agua y otros materiales, se pueda proceder y proceda con-
tra los dichos no solo contra los que dentro del termino de
dicha villa lo falsificaren y malearan y lo vendieren, pero aun
contra los que fuera della y ellos lo falsificaren y vendieren
y contra los falsificantes qualesquiere otras mercadurías.
26 Ittem contra los publicos amancebados y contra los al-
caguetes y alcaguetas y echiceras y brujas.
27 Ittem que echo el presente desafuero y llegado el caso
de haver de proceder en virtud de los presentes estatutos que
el Alcayde de dicha villa juntamente con los Jurados tomen
doce hombres de las personas de dicha villa, aquellos que les
pareciere convenientes para los fines dichos e infrascriptos y
aquellos pongan en bolsa en redolinos y de aquellos saquen
cinco personas por extraction para que acompañen y aconse-
jen al Justicia en lo que se ofreciere, empero que dicho Jus-
ticia y Consejeros no puedan pronunciar ni pronuncien ni con-
denar a nadie por dichos casos ni alguno dellos sin consulta y
consejo del advogado que mas les pareciere y de uno de los
advogados del señor Arçobispo de Çaragoça señor nuestro y
que haya de venir la tal consulta y consejo firmado de la mano
de dichos advogados y despues hayan de firmar dicha pronun-
ciacion y sentencia de los dichos Justicia y consejeros y que
los consejeros que una vez fueren extractos para dicho officio
no puedan servir aquellos tales para otro sino en caso que les
— 142 —
buelba a salir por extraction y que las tales personas asi ex-
tractas y sacadas para en consejeros, hayan y sean tenidos y
obligados, si quiere por tenor del presente estatuto los obli-
gamos, a haver de aceptar dicho cargo y jurar empoder del
Alcayde a Dios sobro la Cruz y sanctos quatro Evangelios de
ha verse bien y fielmente en dicho cargo y officio de conseje-
ros y en caso que alguno reusare de aceptar el dicho cargo de
consejero, tenga de pena por cada vez que lo reusare quinien-
tos sueldos jaqueses exhigideros de tal o de los tales tantas
veces quantas reusaran y do sus bienes, no embargante firma
ni otro empacho alguno, para en beneficio y bien comun de
dicha villa; y muriendo alguno dellos saquen otro en su lugar,
guardando la dicha forma; y en caso de ausencia se haga lo
mismo que el extracto sirva durante la ausencia tan solamente
para que no se impida ni dilate la execucion de los presentes
estatutos.
28 Ittem que el dicho Justicia y lugartiniente en su caso
y consejeros estatutarios con dicho consejo de dichos advoga-
dos puedan condenar a los delinquentes y reos que cometieren
qualesquiere de los delictos sobredichos despues de la confec-
tion de los presentes estatutos, a muerte natural, mutilacion de
miembro, acotes de muerte o simples, galera y otras penas ar-
bitrarias que segun la calidad de sus delictos les parecera sean
merecedores los tales delinquentes.
29 Ittem que el Justicia que es o su lugartiniente en su
caso y qualesquiere officiales y personas a quien toca poner
en execucion las sentencia o sentencias que se dieren y vota-
ren contra alguna persona o personas que hubiere cometido
alguno de los delictos arriba dichos que como dicho es se ha-
yan de aconsejar con los dichos advogados primero de pro-
nunciar ni poner en execucion sentencia alguna, empero que
despues que dichos Justicia y consejeros tubiesen el consejo y
parecer de dichos advogados lo hayan de firmar y el Justicia
o su lugartiniente en su caso lo haya de pronunciar y meter
en execution dicha pronunciacion y sentencia dentro tiempo
de veinte y quatro horas contaderas desde la hora que tubie-
ren el parecer de los dichos advogados en dicha villa en ade-
lante y si no quisiere pronuncialla el Justicia dentro de dicho
tiempo, en tal caso pueda y deba pronuncialla el jurado mayor
o menor o qualquiere de los jueces estatutarios y dicho justi-
cia o su lugartiniente en su caso habiendo sido requeridos por
— 143 —
el procurador de dicha villa o la parte pueden ser acusados
criminalmente a instancia de la parte o del procurador de di-
cha villa con mandamiento de los jurados o de la mayor parte
dellos.
30 Ittem estatuimos y ordenamos que dicho Justicia de la
dicha villa y su lugartiniente en su caso y los demas conseje-
ros de los presentes estatutos para haver de aconsejar y pro-
nunciar respectivamente en las causas que durante los presen-
tes estatutos se offrescieren haver de pronunciar no tengan
obligacion de hacer processo alguno foral sino que los dichos
consejeros para haver de aconsejar y el dicho Justicia para
haver de fulminar y pronunciar dicho processo o processos
todos conformes o la mayor parte dellos con dicho consejo de
advogados como dicho es puedan siempre y quando se offres-
ciere el caso tomar las informaciones que se hubieren de to-
mar tan sumariamente quanto les pareciere, haciendolo assi de
dia como de noche, en dia feriado o no feriado y a los delin-
quentes les puedan dar y den para defenderse las horas, dias
y tiempo que les pareciere y de lo que los dichos consejeros
aconsejaren y el dicho Justicia pronunciare con el dicho con-
sejo de advogados y no de otra manera, no pueda haber appe-
llacion ni recurso alguno antes bien todas las cosas que por
los dichos consejeros o por la mayor parte de aquellos fueren
aconsejadas de la forma y manera sobredicha se hayan de po-
ner y pongan y el dicho Justicia y su lugartiniente en su caso
la ponga y haga poner en execución.
31. Ittem que para haver de acusar de los sobredichos
delictos o el otro dellos sea parte legitima para hacello el pro-
curador de dicha villa, empero que no pueda acusar ni hacer
diligencia alguna que no sea precediendo mandamiento me-
diante acto de los jurados de dicha villa del qual haya de
constar en el processo y que con dicho mandamiento dicho
procurador haya de hacer parte y acusar a la persona que le
mandaren y no haciendolo se le pueda acusar criminalmente
como juez delinquente.
32 Ittem que los presentes estatutos hayan de durar y
duren por tiempo de tres años continuos contaderos del día
que los dichos y presentes estatutos fueren publicados en la
presente villa y sus terminos en adelante los quales fueron
echos y otorgados, o el tiempo que pareciere al dicho Excelen-
tísimo Señor don Pedro Manrique señor nuestro sobredicho y
— 144 —

a los dichos jurados y consejo de dicha Villa los quales dichos


estatutos siquiera ordinaciones de parte de arriba insertos y
recitados y qualquiere dellos queremos y expresamente con-
sentimos, ordenamos y mandamos sean perpetuamente obser-
vados y guardados so las penas en ellos y cado uno y cualquiere
dellos expresadas y ad aquellos y cada uno dellos tener, serbar
y cumplir, obligamos nuestras personas y todos nuestros bienes
y de cada uno y qualquiere de nos y dellos assi concejil y um-
versalmente como particular y de nuestros herederos y succes-
sores en aquesto presentes absentes y advenideros que a todas
y cada unas cosas suso ordenadas de parte de arriba ordena-
das y estatuidas queremos esten y sean obligados y tenidos
tener, servar y cumplir con todos sus bienes assi mobles como
sitios, havidos y por haver donde quiere et que los inhobedien-
tes sean executados segun y como de parte de arriba se dice y
contiene et juramos por Dios sobre la Cruz y sanctos quatro
Evangelios por nosotros y nuestros herederos y successores no-
mine e vice totius concilii et universitatis que somos y por
tiempo serán, por nosotros y cada uno de nos y dellos
manualmente tocados y adorados, empoder del notario infra
escripto, assi como notario publico y autentica persona por
aquellos de quien es o sera interese quomodolibet in futurum
legítimamente estipulante y recibiente a tener, servar, guardar
y cumplir todas y cada unas cosas suso dichas, estatuidas y
ordenadas segun y como de suso se contiene y de no yr ni benir
contra ellas ni alguna dellas en tiempo alguno ni por alguna
causa, manera o razon, so pena de perjuros et infames mani-
fiestos et a todas y cada unas cosas sobredichas tener, serbar y
cumplir obligamos nuestras personas y todos nuestros bienes
y del dicho concejo y universidad de dicha villa assi muebles
como sitios, havidos y por haver donde quiere et renunciamos
á nuestros propios Jueces ordinarios y locales y al juycio de
aquellos et jusmetemonos a la jurisdiction cohercion, districtu,
examen y compulsa del señor Rey, su lugartiniente general,
gobernador de Aragon, regente el officio de aquel, Justicia de
Aragón, Çalmedina de la Çiudad de Çaragoça, Vicario general
y official eclesiastico del Señor Arçobispo y de su regente el
officialado y de otros qualesquiere jueces y officiales asi ecle-
siasticos como seglares de qualesquiere Reynos, tierras o seño-
ríos sean, et de los lugares tinientes de aquellos et de qual-
quiere dellos, delante los quales y qualquiere dellos prometemos
— 145 —

y nos obligamos hacer cumplimiento de drecho y de Justicia


por las razones sobredichas y qualquiere dellas et aun renun-
ciamos a dia de acuerdo y a los diez dias para cartas buscar y
a todas y cada unas otras excepciones, dilaciones, auxilios,
beneficios y defensiones de fuero, drecho, obserbancia, uso y
costumbre del presente Reyno de Aragon a lo sobredicho
repugnantes. Fecho fue aquesto en la Villa de Andorra a seis
dias del mes de deciembre del año contado del nascimiento de
nuestro Señor Jesu Christo de mil seiscientos y catorce, siendo
a ello presentes por testigos los honorables Domingo Salaber,
labrador, vecino de la villa de Alcorisa, y Joan de Val, labra-
dor, vecino del lugar de Ariño y de presente repertos en la
villa de Andorra.
Sig+no de mi Pedro Bielsa, habitante en la villa de Ando-
rra del Señor Arçobispo de la Ç i u d a d de Çaragoça et por
authoridad real por los Reynos de Aragon y Valencia publico
notario qui a lo suso dicho juntamente con los testigos arriba
nombrados presente fui, escrebi.»

Por la circunstancia, ya anotada, de pertenecer Andorra al


señorío temporal de la Mitra de Zaragoza, estas ordinaciones
hubieron de ser sometidas á la superior aprobación del enton-
ces arzobispo D. Pedro Manrique. El cual efectivamente las
aprobó, introduciendo de paso en ellas algunas ligeras varian-
tes como se ve en estas líneas que figuran al pie del documento:
«Su Excelencia loha los supraescriptos estatutos con las
limitaciones siguientes:
Primeramente quanto al capitulo de poder proceder en
fuerça de dichos estatutos contra los que falcificaren el aceyte
de enebro no solo contra los que dentro del termino de dicha
villa lo falcificaren y vendieren y contra los falcificantes qua-
lesquiere otras mercaderías, que esto se entienda hallando los
dichos delinquentes y prendiendolos dentro de los terminos de
dicha villa aunque como dice el estatuto hayan cometido el
delito fuera.
Ittem que los dichos estatutos hayan de durar y duren
durante el beneplacito de Su Excelencia y de dichos Justicia,
Jurados y Concejo de dicha villa de Andorra, de tal manera
que ni Su Excelencia sin ellos ni aquellos sin su Excelencia no
— 146 —
los puedan revocar ni prorrogar passados los tres anyos en
dichos estatutos mencionados.
Ittem quanto al pronunciar los processos de parecer de dos
advogados, uno de parte de Su Excelencia y otro de parte de
dicha villa, se guarde assi como esta resuelto y determinado
por dichos estatutos, sino se ofreciere tal caso que la dilacion
que puede haver de venir a esta ciudad a consultar los advo-
gados sea en perjuycio de la buena administracion de la Justi-
cia y en este caso cumplan con consultar los processos con el
advogado o advogados que mas cerca estuvieren de dicha villa
de Andorra.»
Por la transcripción,
F. AZNAR NAVARRO.
Zaragoza .
LA FRONTERA SARRACENA EN TIEMPO DE BERENGUER IV

DIFÍCIL nos será, casi imposible, poder trazar exactamente la


línea divisoria que mantuvieron las huestes cristianas y
sarracenas en estas tierras allá por el siglo XII. Recordemos el
impetuoso é irregular avance de D. Alfonso el Batallador: al
decir de los cronistas, las poderosas armas de éste llegaron hasta
Nonaspe, Alcañiz, Monreal y Castellote, y fué suya por algún
tiempo la importante plaza de Morella. Este último extremo lo
pone de relieve Zurita, (1) apoyándose en anales antiguos de Casti-
lla, que dan como ganada Morella por cristianos en 1114; y lo
corrobora la carta-puebla de Belchite, preciosa y auténtica escri-
tura del año 1119, en que se extienden los dominios del Batalla-
dor hasta Morella, y aparece como senior ó custodio de la misma
D. Aznar Dat. (2)
En Belchite, después de la conquista de Zaragoza, fué donde
quedó establecido el primer núcleo de fuerzas avanzadas. Le fué
expedida la expresada carta desde Pertusa, en la vigilia de Santa
Lucia, de la era 1157. Concediósele el fuero de asilo: los ladrones
y homicidas no podían ser molestados al refugiarse allí, medida
encaminada á limpiar el reino de gente maleante y reforzar la
frontera con pobladores audaces y temerarios. Al propio tiempo
se confió el feudo y señorío á D. Galindo Sanz de Alcalá, caudillo
de gran prestigio militar, que había asistido á la toma de
Zaragoza.

(1) Anales, lib. I, cap. XL.


(2) Arch. de la Corona de Aragón. Perg. de los de Berenguer III, núm. 217. Colec-
ción Bofarull, tomo VIII, pág. 7.
- 148 -

Según los historiadores alcañizanos, la villa de Alcañiz fué


librada del poder sarraceno en este mismo año. Quedaron como
guardadores capitanes de aquel avance D. Sancho Aznar y don
Gimeno de Luna. Taboada (1) nos habla de un privilegio firmado
en Alfaro en Junio de 1126 que hizo acudir muchas familias, y es
una verdadera lástima que no tengamos más noticias de tan
precioso documento.
Castellote fué encomendado á un ascendiente de D. Español
de Castellot, según declaración de éste en una concordia que hizo
con D. Alfonso el Casto (2); Monreal á D. Lope Iñiguez, como
puede verse en la carta-puebla de Calatayud (Dic. de 1131) (3),
y Nonaspe á tres caballeros aragoneses llamados Pedro de Biota,
Iñigo Fortuñón y Gimén Garcés, (4) en premio de lo mucho que
se habían distinguido en el asalto y toma de Mequinenza, suceso
que tuvo lugar en 1134, según la carta de población de Artasona
que trae esta importante data: Facta carta in era MCLXXII in
mense fervero in anno guando Rex apresit Mechineza et assitiavit
ad Fraga. (5)
A la muerte del Batallador, ocurrida poco después del desas-
tre de Fraga, cuando todavía no estaban aseguradas sus conquis-
tas de aquende el Ebro, y al testamento en que legaba el reino
á las Ordenes militares, siguieron muy pronto sus naturales
consecuencias. La morisma celebró con regocijos y fiestas su
victoria, si bien creo que no recuperó lo perdido, aparte de
Mequinenza y alguno que otro lugar de menos importancia.
Más que los moros, ofrecieron un serio peligro los castellanos:
á su monarca Alfonso faltóle tiempo para penetrar por tierra
aragonesa, y á fines de Diciembre de 1134 se había apoderado
de Tarazona, Calatayud, Daroca y Zaragoza, haciéndose coronar
rey de Aragón en esta última; ínterin el rey de Navarra penetró
hasta Jaca con las mismas intenciones. Mal andaban, pues, las
cosas de nuestro reino cuando el conde de Barcelona D. Ramón
Berenguer IV, en virtud de su enlace con la niña Petronila (1137),
hizose cargo del gobierno de esta tierra. Pero el animoso príncipe
supo conjurar del modo mejor posible aquella crisis espantosa:
mientras al navarro hízolo retroceder por medio de las armas

(1) Mesa Revuelta, n o t a de l a p á g . 44.


(2) P e r g . de los de este r e y , n ú m . 294. (Arch. c i t . )
(3) En el mismo Arch., R e g . 64, fol. 36. Parece que Morella se h a b l a perdido ya
p u e s se fijan los dominios usque in Regalis Monte.
(4) Zurita, lib. I, c a p . L I .
(5) A r c h . Cor. de A r . — P e r g . 43. Bofarull, tomo V I I I , p á g . 27.
- 149 —
al castellano lo apartó por medio de' pactos, si bien sufriendo la
dura condición de tener que rendirle vasallaje por el rescate
del reino.
Otro contratiempo, no menos temido y esperado, vino á
perturbarle por entonces: las Ordenes del Hospital, Santo Sepul-
cro y Temple, reclamaron su derecho á la herencia y sucesión
del Batallador, según la cláusula del aludido testamento. Las dos
primeras no se mostraron intransigentes, y aceptaron una concor-
dia, mediante la cual retiraron sus pretensiones, reservándose la
facultad de establecer conventos en Zaragoza, Huesca, Barbastro,
Daroca, Calatayud y Jaca. Los Templarios, en cambio, se mos-
traron muy reacios, y no cedieron sino ante dádivas copiosas: el
conde hubo de dirigirse en amañada carta al gran maestre Roberto,
halagándole con el establecimiento de aquella Orden en sus estados
y prometiéndole para su manutención la ciudad de Daroca, con
sus habitantes, términos, dependencias, y cuanto de dominable
hubiere en ella; le ofrecía además, entre otras cosas, el señorío
de D. Lope Sanz, con sus dos castillos, Huesa y Belchite, y el
honor de Cutanda con sus términos y pertenencias. (1)
Mientras transcurrían estas negociaciones, nuestro Conde fijó
en Daroca el núcleo de fuerzas avanzadas que el emperador
D. Alfonso había tratado de establecer en Monreal. En noviembre
de 1142 fué promulgado el fuero darocense, recibiendo los pobla-
dores grandes exenciones é inmunidades. Al propio tiempo seña-
lóseles un amplísimo territorio, cuyo circuito se deslindó confron-
tando con los términos de Villafeliche, Atea, Cimballa, Cubel y
Cubellejo (enclavados en la actual provincia de Zaragoza); Zafra
(en la de Cuenca); Ródenas y Santa María de Albarracín (en la
de Teruel); Castellfabib, Ademuz, Serriella y Alpuente (Valencia),
Cirat, Torralba y Montán (Castellón); Linares, ribera del Martín
y Huesa (Teruel), y Fuen de Todos, Villanueva, Longares,
Cosuenda, Codos y Miedes (Zaragoza). (2) Claramente se ve que
la porción territorial incluida en estos límites constituyó más
tarde las dos célebres comunidades de Daroca y Teruel; pero la
formación de esta última no tuvo lugar hasta el reinado de Alfon-
so II, en cuya época fué libertada de moros, aquella parte.
Parece que los Templarios no se conformaron con la indemni-
(1) "Dono etiam illis L o p e s a n c i u m de Belgit cum suis duobus castellis Osa et Belgit
et cum suo honore scilicet Cotanda cum omnibus suis p e r t i n e n t i i s . . . . . . (Colección Bofa-
rull, tomo I V , p á g . 369).
(2) P e r g . original en el A r c h . de Daroca, c a j . 17, n ú m . 1.—Muñoz Romero, Catálogo
de fueros y carias pueblas, tomo I .
- 150 -
zación que ya conocemos, por cuanto al formalizarse el convenio,
en 27 de noviembre de 1143, fueron ampliamente favorecidos con
otras y más abundantes donaciones. Aparte de los castillos de
Monzón, Mongay, Chalamera, Barberá, Remolins y Corbins y
otras rentas y derechos, fuéles dado nuevamente la honor de don
Lope Sanz, según con éste pudieran concertarse: et honorem Lup
Sancii de Belxit sicut ex hoc cum predicto Lup Sancio convenire
poteritis. (1)
Dada la importancia y parte activa que tomaron los señores
de Belchite en la conquista y repoblación del suelo bajo-arago-
nés, voy á dedicarles algunas líneas. He aquí la serie de los mis-
mos, con las fechas de varios documentos en que aparecen como
tales señores:
1119 D. Galindo Sanz de Alcalá.
1137 » Lope Sanz.
1139 »
1140 » » »
1142 » »
1143 » » »
1145 »
1147 » »
1149 » Galindo Jiménez.
1157 »
1160 »
1164 » » »
1169 »
1174 »
1179 » Pedro Ladrón.
1194 » Fernando Rodrigo.
D. Galindo Sanz tenía dominio, y de allí era oriundo tal vez,
en Alcalá (el de la ribera del Ebro?), puesto que así se apellida-
ba. Fué el primero y el favorecido en 1119 con Belchite, donación
que se apartó un tanto de la costumbre genuínamente aragonesa,
pues se hizo á perpetuidad y con derecho de sucesión, lo que
constituía un feudo verdadero. Su hermano y sucesor D. Lope,
aparece algunos años después extendiendo sus dominios hasta
incluir Huesa y Cutanda, como hemos visto.
A D. Lope sucedió D. Galindo Jiménez por los años 1148
al 49. Ignoro el grado de parentesco que le unía con los anteriores.

(1) Arch. Cor. de Ar.—Perg. 159 de los de Berenguer IV.


- 151 -
Durante la época de su gobierno ensanchó notablemente sus
dominios por la frontera sarracena. Hacia la parte de Castellote
quizá llegaba su poder hasta la jurisdicción de este castillo, cuya
divisoria consta que se hizo entre él y D. Español de Castellot. (1)
En 1157 ejercía dominio en Monforte, según la carta-puebla de
este lugar. Obtuvo también el castillo de Híjar, el cual pasó á su
hija D. a Guillerma y, por ésta, á su yerno D. Rodrigo de Esta-
da, quien lo renunció en favor de la casa real juntamente con el
castillo de Mairanos. (2)
De sospechar es que D. Galindo feneció sin dejar descendencia
varonil, y el señorío de Belchite volvió al punto de su origen,
al patrimonio de la corona, ya que D. Pedro Ladrón y Fernando
Rodrigo, que aparecen posteriormente, lo poseen por mera honra
y como lugartenientes ó representantes del rey.
Hubo otro Galindo, apellidado Gimenones, que se nos presenta
como señor de Alcalá desde 1136 á 1160. No es posible confun-
dirle con el otro, porque se da el caso de suscribir los dos en un
mismo documento. En una escritura del año 1140 aparece este
nombre, titulándose el que lo lleva senior de Albala (¿Alba-
late?) (3)
De todo ello se deduce que estos esforzados caudillos, ya
obrasen por cuenta propia, ya por cuenta del conde, batallaban
sin tregua contra la morisma, se apoderaban de muchas plazas,
y, al par que sumaban de día en día nuevas posesiones, iban
ensanchando los límites del reino aragonés.
Por el mismo tiempo D. Ramón Berenguer desalojaba á los
moros del resto de Cataluña: Tortosa se le rindió en 1148, y un
año después puso sitio á Lérida y Fraga, queriendo la buena
suerte que en un mismo día se rindieran estas dos plazas, y que
Mequinenza abriera sus puertas á un cuerpo de tropas aragonesas
y catalanas.
Estando en el cerco de Lérida, es cuando el conde hizo dona-
ción del castillo y villa de Albalate (hoy apellidado del Arzobispo)
en favor de la iglesia catedral de Zaragoza. Habíanse congregado
allí los más renombrados caballeros y hombres de armas del reino
y de fuera, y en su presencia, en el propio cerco (in obsidione
Ilerde), esto es, en septiembre del año 1149, hízose la donación
que nos ocupa.
(1) A r c h . C o r . de A r . — P e r g . 294 de Alfonso 1.
(2) A r c h . c i t . — P e r g . 506 de los de Alf. el Casto. El Rey en cambio dió á los consor-
t e s los castillos de Segur (¿Segura?) y Sietecastillos.
(3) Bofarull, tomo IV, pág. 76.
- 152 -
Conde de Barcelona, príncipe de Aragón y marqués de Tor-
tosa, son los títulos que á la sazón ostentaba D. Ramón Beren-
guer IV.—"Deseando—dice—tener parte en el celestial reino y
merecer la intercesión de los santos, de propio ánimo y delibera-
ción concedo y doy á perpetuidad á Dios y á la sede zaragozana
de San Salvador, á Bernardo obispo y canónigos que allí sirven á
Dios y sucesores de aquéllos, el castillo y villa denominado Alba-
late (Alballat), con sus términos hiermos y poblados, selvas, aguas,
pastos y con todas las rentas y servidumbres, así como mejor se
tuvo alguna vez ó debió tenerse en tiempos de moros: doy y concedo
aquello para que se tenga por derecho de sucesesión. Asimismo
doy en feudo y por honor, á Dios y á la referida iglesia y su
obispo Bernardo y los que le sucedan, todas las rentas directas
de aquel castillo durante los días de mi vida; y después de mi
muerte, dispongo que tengan y posean por derecho hereditario
el expresado castillo y villa. Concedo además que todo lo donado,
así como arriba está escrito, sea salvo, ingenuo, libre y franco,
salva á mi la fidelidad y á toda mi posteridad por todos los
siglos, amén». (1)
Fueron testigos de vista y oído, y asistentes por lo tanto al
importante sitio de la ciudad ilerdense, los caballeros siguientes:
Arnaldo Mir, conde de Pallars, señor de Boíl y Ricla; Guillermo
Ramón Dapifer; Bernando Gómez, señor de Jaca y Ayerbe; Pe-
dro de Rueira, maestre del Temple, señor de Monzón y Corbins;
D. Fredol; D. Frontín; Pedro de Estopañán; Anger y su her-
mano Guillem Arnal; Galindo Juan de Roda; Raimundo, prior de
la iglesia de San Salvador, y Martín, canónigo de la misma. Al
pie de la escritura, y antes de los referidos, aparecen los nom-
bres de otros muchos que se encontraban también ante los mu-
ros de Lérida como puede verse en Zurita ( 2 ) : el vizconde de
Gavarrete y Bearne, señor de Huesca y Bespén; Férriz, que lo
era de Santa Eulalia; García Ortiz, de Zaragoza y Fuentes; Ar-
tal, de Alagón; Pedro de Castallazol, de Calatayud; Sancho
Anegón, de Daroca; Fortuñ Aznárez, de Tarazona; Galindo Gi-
ménez, de Belchite; Galindo Gimeno, de Alcalá; Fortuñ Dat, de
Barbastro, y Pere Ramón, de Estada.
Resultaba esta donación de las más amplias y espléndidas de
su época, por lo que se concibe que el dominio ejercido allí pol-
la iglesia zaragozana haya perdurado hasta estos últimos siglos.
(1) A r c h . de la C o r . — P e r g , n ú m . 220 de los de Berenguer I V .
(2) L i b . I I , C a p . I X .
- 153 -
No se describe el territorio que abarcaba entonces el término al-
balatino; pero se colige por escrituras posteriores que se halla-
ban comprendidas en él las jurisdicciones de Ariño, Andorra
Arcos y Almochuel.
Volviendo á las conquistas del conde, debo apuntar una cues-
tión de importancia. Caídas en poder de D. Ramón Berenguer
las plazas que aún retenía el moro en Cataluña hasta Mequinen-
za ¿prosiguió aquél con su victorioso ejército por tierras de Ara-
gón ó dejó este cuidado al particular esfuerzo de los aragoneses?
Asunto es éste de difícil resolución: mas debo emitir mi humilde
modo de pensar, favorable á este último extremo. Nuestros alti-
vos y valerosos abuelos, no podían permitir, sin mortificación de
su orgullo, que gente extranjera acudiera en su ayuda contra
un enemigo que estaban tan acostumbrados á vencer: los árabes
habían llegado también á su decadencia y vivían en la más
completa anarquía. Zurita (1) nos cuenta que los barones y ricos-
hombres de Aragón se apoderaron de Chalamera y Alcolea, en
la ribera del Cinca, y á la sazón (1141) el conde se hallaba en
Barcelona, donde recibió la noticia. Los cronistas catalanes tam-
poco mencionan, ni siquiera indican, que el ejército catalano-ara-
gonés continuara sus operaciones por la región Baja, y de creer
es que, de ser verdad y tener algún indicio, no hubieran callado
un hecho tan honroso. Berenguer de Puigpardines hace lo propio
que los demás antores: termina aquellas campañas con la toma
de Mequinenza, si bien adorna este hecho de armas con detalles
nada dignos de desperdicio: "Lo conte, dice, ixqué de Leyda ab
la gent darmes, ó tirá la vía de la ribera Debro per conquistar
aquelles forces é viles que en aquella partida de Ebro é de Segre
eran encara poblats de moros, é pres Fraga, Serós, Aytona, Gebut
é Mequinença, é en satisfació del gran servey que en Guillén
Ramón de Muncada había fet al conte en conduirli lo matrimoni
(con D. a Petronila) li doná totes les terres damunt nomenades
ab tota jurisdicció alta é vaxa, mer e mixt imperi é en franch
alou».(2)

Otro detalle, muy curioso, viene á fortalecer más y más,


nuestra opinión: "De Calaceite, dice Vidiella, nos ha trasmitido
noticias tan exquisitas como terminantes el Padre Moix. En el
año 1151, según pudo averiguar su diligencia, los fuertes guerre-
ros de la casa de Cambrils, que militaban bajo las banderas del

(!) Lib. II, Cap. III.


(2) Revista de Ciencias Históricas.

12
- 154 -
conde barcelonés, aunque es probable que por cuenta propia,
rindieron y ocuparon tres torres de moros en este término, de
c u y a hazaña y servicio pagado el soberano, concedióles el seño-
río hereditario de Calaceite, Arens y Lledó, más la facultad de
usar en su escudo de armas el emblema de tres torres que recor-
dara el hecho á sus venideros.,, (1)
Todo induce á creer que los bravos aragoneses moradores de
esta parte del Ebro, mantuvieron con ahinco la integridad del
reino gloriosamente engrandecido por el Batallador, y la labor
del conde se limitó á dictar medidas de repoblación sobre el
territorio considerado y a como aragonés. Indudablemente con la
mira de atraer pobladores cristianos y adelantar en lo posible los
límites del reino, fueron concedidas las cartas-pueblas de Mon-
forte y Alcañiz, con el incentivo ambas de los fueros y privile-
gios zaragozanos. A la carta de población de Daroca, que limi-
taba con Ademuz, Alpuente, Linares y ribera del Martín,
podemos agregar ahora la de Monforte, contemporánea de la de
Alcañiz. He aquí una versión castellana de la misma, conser-
vando intacta su parte geográfica.
«En nombre de la santísima Trinidad: Yo, Ramón, por la
gracia de Dios conde de Barcelona y príncipe de Aragón, hago
esta carta de donación y concesión á vosotros los pobladores todos
de Monforte, así los que ahora lo pobláis como los que de antes lo
habéis poblado. Os doy, pues, y firmemente os concedo todos
aquellos fueros de Zaragoza, p a r a que los tengáis y poseáis, así
como vuestros hijos y toda vuestra posteridad, salva á mi la fideli-
dad, y á toda mi posteridad por siempre más. Os concedo también
los términos así como se describen: castellum de Lueches et termi-
nan Montisforti et regail que descendit ante Mesquitam versus
merridiem et regail que transit ante Luscan versus meridiem et
vadit ad villare ante Castellege et termínale Montisforti transit
per semitam de Plenes et per petram penne de Lavant et partit
cum Ossa cicut aque versant versus Montem-fortem et versus Ossam
per montem et apud Analium dividit per penam que est ante eum
a circio et vadit per cordam de Canada sic serta terminat ab
occident usque ad Ozolon que est super Lapidem fixum que voca-
tur Petra-fixa de ipso Ozolone usque ad predictum castellum de
Lusches. Todo lo donado con los términos sobredichos lo tendréis

(1) Recitaciones, etc. pág. 32.


- 155 -
y poseeréis vosotros y vuestros hijos y toda vuestra descendencia
perpetuamente.
Sig+no de Ramón, conde.
Sig+no de Alfonso, rey de Aragón, conde de Barcelona y
Ozaliorum princeps (¿señor de Huesa? (l) ¿de Ozolón?), quien lo
sobredicho apruebo y confirmo.
Hecha esta carta de donación en el mes de octubre de la era
MCLXXXXV, gobernando yo, Ramón, conde de Barcelona, en
Aragón, Sobrarbe y Ribagorza; obispo Guillermo Pérez en Léri-
da, Dodón en Huesca, Pedro en Zaragoza, Martín en Tarazona;
Fermin¡sefior en Huesca, Galindo Gimeno en Alcalá, Fortún Dato
en Basbastro, Pedro López en Luesia, García Almoravit en Ercia,
Fortún Aznárez en Tarazona, conde de Pallars en Ricla, Pedro
Ortíz en Aranda, Pedro de Castellazol en Calatayud, Palazín en
Zaragoza, Alagón y Ariza, y Galindo Giménez en Belchite y en
Monforte». (2)
Aparte de la fidelidad que, naturalmente, no era materia ena-
jenable, ninguna otra retención suena en la escritura. Quedó, si,
dominante in Monfort D. Galindo Giménez, su conquistador tal
vez, cargo honorífico, más bien militar que civil, y otra cosa no
podía suceder en frontera de moros.
La fecha de la carta corresponde al mes de octubre del
año 1157, la misma, y dada quizá en el mismo día, que la de
Alcañiz, puesto que si bien está fechada aquélla en noviembre de
la era 1195, en su texto consta que lo fué el 25 del referido mes;
de aquí que aparezcan al pie de una y otra casi los mismos
caballeros.
, De la descripción del término resulta que tenía como confron-
tantes los de Mezquita, Loscos, Plenas, Huesa y Piedrahita. Pe-
queñísimo resultaba, pues, el territorio que se le asignó, sobre
todo si le comparamos con el concedido á los pobladores de
Daroca y Alcañiz: aquí sólo había el suficiente para fundar un
municipio libre y autónomo según el estilo de aquel tiempo, mien-
tras que en dichas villas había campo sobrado para establecer
dos potentes comunidades.
Vease la descripción del término que fue asignado á los pobla-
dores de Alcañiz: «Os concedo, dice el conde, los términos siguien-
tes: desde Alloza hasta Estercuel; desde Estercuel hasta el collado
(1) Muéveme á pensar asi el hecho de que Huesa formó parte posteriormente del dote
de D. a Sancha, esposa de Alfonso II.
(2) Perg. 313; pero en el Arch. de la Corona no tenemos el original, hay una simple
copia hecha en papel.
- 156 -
de las Turbanas; desde las Turbanas hasta la sierra de Pitarque,
y desde Pitarque todo lo que comprende aquella sierra entre
los puertos de Meritescat y Santella. Igualmente os concedo los
términos que cruzan aquella sierra desde el nacimiento del río de
las Truchas y marcha por Montoro hacia la sierra de la Cañada
ó Fortanete en dirección á la muela de Ares encima de Canta-
vieja, y según se va á Portell, á la Alberca, Avinsolana, Vallibo-
na y Benifazá, hasta llegar al punto de Traseras. Y finalmente,
os concedo los términos que recorre el río Algás desde su naci-
miento hasta el Ebro, y subiendo éste su canal, hasta el término
de Escatrón, y desde el término de Escatrón á la loma de Puig-
moreno, y desde ésta hasta Andorra, y desde Andorra hasta
Alloza»(1)
Hemos de tener en cuenta que la mayoría de partidas y porcio-
nes territoriales cuyos nombres se citan no quedaban incluidas
en la donación. Así y todo, resultaba un término amplísimo, que
se extendía á lo largo de las riberas del Algás, Matarraña, Gua-
dalope, y parte del Martín.
Traseras no pudo ser la villa de Caseras como entendió el
padre Sancho, sino el mojón trifinio de Aragón, Cataluña y Va-
lencia; la misma escritura lo confirma al colocarlo entre Benifazá
y el nacimiento del Algás. Un documento del año 1195 nos habla
de la montaña de tres eris, y otros de 1295 del puerto de tres eres.
El P. Villanueva (2) conjetura «que llamaron así este sitio por ser
el confín de tres señoríos». Y merece atención esto, porque, de
ser cierto lo dicho por el insigne autor del Viaje Literario, este
triple mojón dataria de mucho antes de la Reconquista, y en 1157
todavía se respetó y tuvo como confín de los tres estados de la
corona de Aragón.
Bien se ve que entre los señores de Belchite y los pobladores
de Daroca y Alcañiz, fueron distribuidas la mayor parte de estas
tierras. Solamente quedaba libre un pequeño recodo, la parte de
Montalbán, en cuyo punto estaba muy encastillado el enemigo, y
no fué rendido hasta el reinado de Pedro II. Las disposiciones
repobladoras del conde hiciéronse extensivas á toda la parte del
reino que estaba por poblar; pero todo ello no pasó de buenos
propósitos, porque muchas de estas comarcas continuaron some-
tidas al moro hasta el advenimiento de D. Alfonso el Casto.
Hora es de que intentemos indicar la línea de frontera y pun-
(1) Sancho, Descripción histórica de Alcañiz, p á g . 605.—Taboada, Mesa Revuelta, pág. 43.
(2) Tomo I V , pág. 152.
- 157 -
tos de defensa que establecieron los nuestros enfrente de los
sarracenos. Con los datos que preceden y un mapa á la vista
puede verse muy presto que pusieron especialísimo cuidado en
fortificar é interceptar bien los pasos de las cuencas y principales
corrientes fluviales, por donde el enemigo podía penetrar y rein-
vadir el territorio conquistado. Daroca, con sus dos lugares avan-
zados, Monreal y Cutanda, era una barrera formidable en la
cuenca del Giloca; Belchite con Monforte y Huesa custodiaban
convenientemente el curso del río Aguas; Híjar y Albalate eran
los guardianes de la ribera del Martín; Alcañiz y Castellote los
del Guadalope, éste último enfrente de la esforzada Morella, y
Nonaspe mantenía á raya al enemigo en el río Matarraña y su
confluencia con el Algás.
Todas las tierras restantes, en dirección al reino de Valencia,
pertenecían á los infieles. ¿Por qué hizo llegar nuestro buen conde
los términos alcañizanos y darocenses, hasta Tres-eres y Ademuz?
¿Por qué no los limitó hacia Castellote y Monreal? ¿Cómo daba lo
que no era suyo? ¿Acaso había pertenecido todo esto al destruido
reino moro de Zaragoza?
Aunque no podamos contestar categóricamente á ninguna de
estas preguntas, bueno será que tengamos por muy seguro que
tales divisiones no pudieron ser hechas al azar y por voluntad
caprichosa de aquellos restauradores, sino que, aparte de las
necesidades más ó menos apremiantes de la época, obedecieron
seguramente á otras divisiones mucho más antiguas. Nuestros
majestuosos y alpíneos Puertos de Beceite, han servido siempre
de lindero á grandes porciones territoriales: en la división de
sedes episcopales, hecha en tiempo del rey Wamba (siglo VII),
documento postergadisimo y cuya autenticidad ha reivindicado
un autor recientemente, (1) aparecen dichos Puertos con la deno-
minación de Portella. En ellos tenían su partición los obispados
de Tortosa y de Hictosa, llamada también Octogesa (¿Mequi-
nenza?). (2) Este último abarcaba gran parte del suelo bajo-ara-
gonés, y fué muy breve, desapareciendo en tiempo de la irrup-
ción agarena ó antes: tenía, desde Fontem Salam (las fuentes del
río Salado al Norte de Tamarite de Litera) hasta Portella (Puertos

(1) D . Antonio Blázquez, en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (Enero y


F e b r e r o de 1907).
(2) " L a voz Mequinenza es el residuo del n o m b r e griego que esta poblaoión tenia;
Emisumkia y de aquí Mikunsia, Mikununzia, que quiere decir la mitad de l a onza que
equivalía a octo de donde Oclogesia. Como los latinos antiguos lo mismo decían olli que illi
•A si Octosia se p r o n u n c i ó también Ictosia.v (Del Diccionario de Madoz).
— 158 -
de Beceite, y de Morale (Mora de Ebro) hasta Tormelam (Tormi-
11a, en el partido y cerca de Sariñena). Confrontaba con el de
Lérida, Tortosa, Zaragoza y Huesca. La sede dertusense se exten-
día de Portela á Tenia y de Tormoga á Catenam, y la cesarau-
gustana, de Tenia á Splanam y de Ribas montes á Gordoto,
Hasta las cercanías de Alpuente llegaba el término de Daro-
ca, y en este lugar precisamente fijaron los godos el límite de
algunos obispados, tales como los de Valencia y Valeria (sita la
cabeza del último al Sur de la prov. y ciudad de Cuenca). Va-
lencia tenía: de Silva á Murvetum y de Mari á Alpont, y Vale-
ria, de Alpont á Tarabela y de Figuerola á Innar. No estarían
muy apartados los limites de Segobriga (Segorbe) y Arcábica:
tenía la primera de Tarabela á Obiam y de Toga á Brecam, y la
segunda de Obia á Alcont y de Mora á Luceram. La célebre
Arcábica, correspondiente, según han creido algunos, á nuestra
Alcañiz, la coloca el autor citado «al Septentrión en la provincia
de Cuenca.»
MATÍAS PALLARÉS GIL.
LA FAMILIA DE FORMENT

Si el gran Forment, cuando cincelaba pacientemente las galas


de sus retablos soberbios, llegó á soñar que las noticias de
su vida serían tan conocidas en tiempos venideros como aplau-
didos los méritos de sus inspiradas obras, equivocóse grandemen-
te. Cerca de cuatro siglos enamorados de su arte han transcurrido
después de la muerte del artista sin grandes frutos para el cono-
cimiento de su vida. Hoy ignoramos la fecha y lugar de su naci-
miento, y hasta vemos puesta en pleitos su nacionalidad; no
conocemos el nombre de sus maestros, ni siquiera el de aquella
dulce esposa cuyas facciones él se complacía en esculpir al pie de
los retablos para hacerla partícipe de la inmortalidad de su
renombre; no sabemos el número de sus hijos, como no está limpio
de dudas el inventario completo de las maravillas de su genio
artístico; hoy, por fin, no consta de un modo terminante la fecha
de su muerte. Verdad es que Aragón ha puesto de su parte los
eruditos desvelos del general D. Mario de la Sala y la estudiosa
solicitud de otros escritores para averiguar todo esto; pero desgra-
ciadamente los resultados no corresponden ni á la sabia diligencia
ni al deseo patriótico de esos escritores, que hacen caso de honra
para este reino, tan condecorado con las más y mejores obras de
Forment, la cumplida noticia de las cosas del maestro.
Convencido de todo ello, creo del caso hacer públicos los datos
que acerca de algunas personas allegadas al eminente artista han
venido á mis manos impensadamente, rebuscando otras antiguallas
bien extrañas al asunto. Dan un paso más en el conocimiento de
la familia de Forment, y si parece demasiado pretenciosa esta
creencia, amplían el campo de las investigaciones sobre este par-
ticular, señalando documentos que probablemente prestarán mu-
cha luz si no se han perdido las colecciones notariales donde en
su día debieron registrarse. La indagación corresponde á los
aragoneses de buena voluntad á quienes sea fácil la tarea que
propongo.
- 160 -
El señor La Sala ha dado á conocer el fruto de sus averigua-
ciones sobre Damián Forment y sus obras en tres artículos estam-
pados en el semanario zaragozano El Pilar, números extraordi-
narios correspondientes al 12 de Octubre de los años 1896, 1897
y 1900.
Halló de pronto en los archivos parroquiales de Zaragoza los
nombres de dos hijos de Forment: D.ª Isabel y D. Miguel. Más
tarde descubrió á D. a Esperanza en documentos relacionados con
la obra del retablo mayor de Santo Domingo de la Calzada.
Para mayor claridad, trataré de cada uno de ellos por sepa-
rado resumiendo las noticias individuales que presenta el señor
La Sala, y añadiré los datos con que puedo reforzarlas. Vendrán
después los Formentes nuevos que he tenido la suerte de descubrir.
D. a ESPERANZA FORMENT .—Dice el señor general que doña
Esperanza fué casada con el magnífico Bartolomé García, infan-
zón y mercader de Zaragoza, de cuyo matrimonio nació Ursula
García, casada después con Jerónimo Dara y Gómez, diputado del
reino é ilustre ciudadano de su capital, de éstos nacieron varios
hijos, entre ellos D. Francisco Dara, de quien descienden los barones
de Purroy, á quienes vino á parar el pingüe mayorazgo de 30.000
ducados legado por Damián Forment (que también era infanzón)
á su noble descendencia.
Yo antepongo el nombre de Esperanza al de sus hermanos,
porque hallo fundamentos en que apoyar la sospecha de su ma-
yoridad. Casi bastaría á demostrarla el hecho de discurrir por la
descendencia de esta hija la vinculación de bienes fundada por
el padre, á pesar de existir hijos de uno y otro sexo; pero ade-
más veo á Ursula García, hija de Esperanza, casada ya y reali-
zando actos civiles de importancia muy notable en fecha que
pide para la madre de la ejerciente una edad superior á la que
todos los indicios permiten atribuir á los demás hermanos de
aquélla. En efecto: en 20 de Abril de 1548 Ursula García, me-
diante escritura autorizada en Sangarrén por Bartolomé Malo,
notario de Zaragoza, compraba á D.a Ana de Pomar y su marido
D. Francisco de Mendoza 800 sueldos censales sobre D. Matías
de Moncayo y su lugar de Ráfales que D. a Ana había heredado
por beneficio de fuero y ab intestato de su madre Beatriz de Mon-
-ada y de Moncayo, mujer de D. Sancho de Pomar.
Y por si pueden interesar otros parecidos actos de la nieta de
Forment, vayan los siguientes á la consideración de los curiosos.
En 7 de Enero de 1549 compraba á Miguel Burcés, corredor
- 161 -
de oreja de Zaragoza, cuatro censales de 1.000 sueldos cada uno,
que aquél percibía del conde de Fuentes y sus villas y lugares
de Gea de Albarracín, Fuentes, Mediana, Fuendetodos y María;
notario autorizante Bartolomé Malo, de Zaragoza.
El 12 del mismo mes compraba á la villa de Epila 1.100
sueldos censales anuos, mediante instrumento público recibido
y testificado por dicho Bartolomé Malo; y un día después otros
1.100 sueldos por ante el mismo notario.
Como heredera de su tía Isabel Forment, tuvo Ursula otro
censal de 500 sueldos que aquélla había comprado á D. Juan de
Gurrea en la fecha y forma que se explicará.
Por fin, todavía en 24 de Abril de 1583, procuraba Ursula
García engrandecer su peculio comprando, mediante la fe de
Agustín del Frago, notario de Zaragoza, 1.000 sueldos censales
anuos al concejo de la villa de Lanaja.
Tratemos ahora del marido y descendencia de Esperanza.
Ese Bartolomé García que se presenta ilustrado con 1 os títulos
de magnífico infanzón y mercader fué hijo de D. Cristóbal,
segundogénito, éste, de la casa de los Garcías de Sigüenza, esta-
blecido en Zaragoza siendo capitán al servicio de los Reyes Ca-
tólicos y casado en esta ciudad con una hija de los Fernández de
Heredia, "bien conocidos en este reino„—como dice el papel que
voy siguiendo. Hubo Cristóbal otro hijo además de Bartolomé:
Juan, casado con Catalina Medina, de Cretas, y origen en este
lugar de la noble prosapia de García.
De Bartolomé y Esperanza Forment hallo cuatro hijos: Ur-
sula García, á quien conocemos; Juan, sacerdote, beneficiado de
San Pedro de Zaragoza; otro Juan, caballero, casado en Cala-
ceite con la noble señora D.a Isabel Ossó, y Francisca, mujer
que fué de Antonio Ossó, también caballero de Calaceite y her-
mano del padre de Isabel.
Mucho podría decir de las descendencias respectivas de estos
nietos de Forment; pero creo que interesa solamente la del pri-
mero, representante más genuino del artista por la posesión y
transmisión del vínculo de los 30.000 ducados, que, siguiendo la
moda castellana, se llamaba mayorazgo. En 1567, Ursula, viuda
ya de Jerónimo Dara y Gómez, residía en Calaceite con los hijos
de ambos, Ursula, Isabel, Jerónimo y Francisco. Jerónimo fué
heredero de la madre por testamento que ésta hizo en Zaragoza,
recibido por Jerónimo Andrés, mayor, notario del número de la
ciudad, en 29 de Agosto de 1589. Poco tiempo sobrevivió el here-
— 162 —
dero á la testadora: no habían transcurrido cuatro años, cuando
los bienes maternos pasaban de Jerónimo á Francisco en virtud
de testamento del primero, que había autorizado Diego Fecet,
también del número, en 21 de Diciembre de 1592. Francisco Dara
se llama infanzón y caballero en los testamentos que otorgó en
Calaceite en 6 de Agosto de 1627 y 16 de Mayo de 1636, por cuyos
documentos sabemos que fué casado con D.a María de Mendoza,
de la cual hubo á D. Gabriel Dara y de Mendoza, á quien hace
heredero, casado en 1619 con D. a Ana Celdrán de Alcarraz y
Bolea, y que tenía por nietos, hijos de éstos, á D. Lorenzo, Elena
y María Dara y Celdrán. Alcanzó Francisco mucha edad, pues
falleció en Calaceite, en las casas de la calle llana donde solía
habitar, el día 9 de Mayo de 1642.
D. a ISABEL FORMENT .—El Sr. La Sala sólo halla á Isabel
dando razón de su existencia en el acto de sacar de pila á un
niño de Miguel de Ara (1) en la parroquial de San Pablo el
año 1547. Tan bien se comprende que un Ara recibiera las aguas
bautismales en la iglesia de San Pablo, si se tiene en cuenta la
proximidad de la vivienda de los Aras á la mentada iglesia, (2)
como se comprende, conocida la relación explicada de Daras y
Formentes, que Isabel apadrinara al bautizado.
D. Mariano Pano presenta á Isabel Formente, doncella, hija
legítima y natural del quondam Damián Formente, imaginero,
confiriendo poder á Juan de Liceire, también imaginero, para
vender un pie de retablo de alabastro que ella tenía en Zaragoza,
procedente sin duda alguna de su padre. Hecha la procura en
Zaragoza á 26 de Septiembre de 1558. (3) No menos se comprende
aquí la presencia del testigo M.n Joan García, pues ya sabemos
que dos sobrinos de ese nombre, hijos de Esperanza, tenía doña
Isabel, y á los dos convenía el título de Mosén (según el empleo
que de él solía hacerse en Aragón), al uno por sacerdote y al otro
por caballero.
No creo que pueda surgir la menor contradicción si digo
resueltamente que la Isabel Forment descubierta por La Sala
es la misma Isabel Formente presentada por el señor Pano y la

(1) El apellido se escribe asi alguna vez en los documentos; pero más comunmente
se ve en ellos la contracción Dara.
(2) Ximénez de E m b ú n , en el Nomenclator comparado de calles y plazas que a c o m p a ñ a
á su preciosa Descripción histórica de la antigua Zaragoza, dice: "Miguel de Ara (nombre
moderno).—Carrer que sale frente a San Paulo (nombre antiguo),,.
(3) Damián Forment en la Catedral de Barbastro. "Cultura Española,, núm . I I I de 1906,
página 812.
- 163 -

misma que yo encuentro en 1549 siendo parte en algunas diferen-


cias movidas al parecer entre ella y sus sobrinos Jerónimo Dara
y Ursula García sobre dominio de considerable número de
censales.
Para resolver esas diferencias fué elegido árbitro por las partes
Fr. Juan Regla, religioso de Santa Engracia, quien dió sentencia
en Zaragoza el día 17 de Enero del referido año, por Mateo
Villanueva, notario público de dicha ciudad, recibida y testifica-
da; en cuya sentencia se distribuía la propiedad y usufructo de
dichos censales entre varias personas, que yo sepa (porque son
poco explícitas las notas de que dispongo), entre Ursula García,
Isabel Forment y los hermanos de la primera, Juan (el caballero)
y Francisca. Convendría mucho descubrir el texto del laudo
arbitral dictado por el famoso confesor del emperador D. Carlos,
ya que, al parecer, contiene lo que solemos decir un arreglo de
familia, ámplio y fundamental, entre personas harto allegadas á
nuestro artista. Por si hubiere quien desee recoger la indicación,
bueno será hacer constar que el laudo fué intimado en 4 de Agosto
del mismo año á los jurados de Epila (obligados al pago de alguno
de los censales) por Agustín Malo, notario real, en cuyos proto-
colos, si se conservan, podrían buscarse asimismo otras notifica-
ciones parecidas de la sentencia que por aquellos días se encomen-
daron al fedatario expresado.
A Isabel señalaba la decisión 2.100 sueldos anuales dé los 2.200
que Ursula García había comprado á Epila, más 800 del censal
que había comprado á D.a Ana de Pomar, más los 4.000 de los
cuatro censos comprados al corredor Burcés sobre el conde de
Fuentes y sus lugares, y acaso más que no suenan en las notas
que yo sigo. Lo que si consta en ellas es que Isabel, aparte de
todo ello, en 11 de Enero de 1550 compró otro censal de 500 suel-
dos á D. Juan de Gurrea y sus lugares de Argavieso, Pueyo,
Siesa, etc., mediante escritura testificada por Jaime Malo, menor,
notario real habitante en Zaragoza. Con estos datos se probaría, si
fuera menester, que la familia de Forment gozó de una riqueza
considerable.
Libró Isabel su testamento cerrado en poder de Juan Díaz de
- Altarriba, notario de Zaragoza, el día 13 de Septiembre de 1566;
y es cierto que la testadora vivió muy poco tiempo después, ya
que en 9 de Abril de 1567 vemos á los ejecutores testamentarios
vendiendo á Juan García, sobrino de aquélla, una parte de los
censales que le había reservado la sentencia del monje Regla.
- 164 -

Hay que apuntar también la conveniencia de buscar el testa-


mento de Isabel; la escritura de dicha vendición, autorizada por
Mateo Villanueva, y hasta, en último recurso si tales documen-
tos no parecen, la íntima que de la venta hizo el notario Pedro
Manente al concejo de Epila en 14 de Julio de 1568.
Por fin, creo que debe entenderse de Isabel no haber contraído
matrimonio. Doncella aparece en 1558, ya en edad madura á
contar por las probables fechas del nacimiento, capacidad viril y
muerte de su padre, y en consonancia, yo la encuentro siempre
obrando de por sí como persona independiente y libre. Instituyó
heredera á su sobrina Ursula García.
D. MIGUEL FORMENT .—Capitán Sanjuanista, según La Sala,
de quien nos dice Dormer que murió gloriosamente abrasado por
los turcos en Castilnovo el año 1537.
No he visto mención alguna de este caballero.

OTROS FORMENTES

Los datos nuevos apuntados hasta aquí se han sacado de


varios documentos, pero especialmente de un volumen manuscrito
ordenado hacia el año 1643 por Diego García Ossó, hijo del
caballero Juan García y Forment y biznieto de Damián: es un
Cabreo de los censales correspondientes al patrimonio del citado
Diego García. Las noticias que seguirán, en su mayor parte, se
han tomado de instrumentos públicos que autorizaron varios
notarios de Calaceite, cuyos protocolos paran hoy en el archivo
notarial de Valderrobres.
URSULA FORMENT .—El nombre de esta señora aparece en inte-
resante documento que conserva el archivo municipal de Mazaleón.
Era en 1533 mujer de Juan Ossó, infanzón de Calaceite, que
murió asesinado pocos años después, cuando Ursula tenía dos
hijos nacidos y llevaba un póstumo en las entrañas. Fué madre
de Antonio Ossó, casado en 1562 con Francisca García (hija de
Bartolomé y Esperanza Forment), y fué abuela de Isabel Ossó,
casada hacia 1578 con el caballero Juan García, de Zaragoza, otro
hijo de Esperanza. Sin anticipar mi parecer sobre el grado de
parentesco entre Ursula y Damián, sospecho que por ella tuvo
lugar el primer enlace entre los linajes de Ossó y Forment, estre-
chado después con repetidos nudos, sin aprensión, como se ve, á
bien próximas consanguinidades.
- 165 -
a
ESPERANZA FORMENT 2. —En escritura de 8 de Abril de 1566
figuran el nombre, estado y vecindad de Esperanza Forment,
viuda del magnifico Juan de Zaldivar, domiciliada en la villa de
Valderrobres. Dispongo de varios documentos referentes á esta
señora y su parentela; pero hay uno de superior importancia que
vale la pena de ser trasladado literalmente á estas páginas. Obra
en el protocolo correspondiente al año 1567 del notario de Cala-
ceite Juan Sebil y dice de esta manera:
«RENUNÇIAÇION.—Eodem die et loco proxime calendatis (die
triçessimo mensis dezembris anno a nat. dni. millessimo quin-
gentessimo sexagessimo septimo in loco de Calazeyte) yo Spe-
rança forment viuda relicta del q.° mag.co Joan de Çaldiuar In-
fançon domiçiliados en la villa de Valderrobres y de presente
residente en el lugar de Calazeyte. Attendido y considerado que
vos el mag.co anthonio vsson Infançon sobrino mio domiciliado
en el lugar de Calazeyte me tengais en vuestra Casa y compa-
nya y me hazeis servicios gratos y porotros muchos justos res-
pectos mi animo para lo infrascripto fazer movientes en aquellas
mejores via modo forma y manera que de fuero del presente
Reyno de aragon fer alias fazerlo puedo y devo por y con tenor
del presente. De grado y de mi çierta sçiençia, etc. çertificada
etcétera renunçio çedo transpuerto y desamparo a vos et en vos
dicho mossen anthonio vsson Infançón sobrino mio domiçiliado
en el dicho lugar de Calazeyte para vos et a los vuestros etc. a
saber es todo y qualquiere drecho acçión propiedad dominio
señorio y possesion parte y porcion a mi tocante y perteneçiente
y perteneçer podiente y deviente en qualquiere manera y por
qualquiere causa y razon fasta el presente dia de hoy en et sobre
aquella parte y porçion que a mi me cabe y pertenesçe perte-
nesçerme puede y deue en los bienes y hazienda de la q.° mag. ca
Issabel forment hermana mia domiçiliada en la çiudad de
Çaragoça. Los quales dichos bienes me pertenesçen o perte-
nesçan ansí por via de herençia que me provenga por muerte
de la dicha q.° Issabel forment hermana mia como en otra
qualquiere manera por muerte della me pertenesca o perte-
nesçer pueda y deva en qualquiere manera los quales quiero
aqui hauerse por nombrados y confrontados etc. bien así como si
los muebles etc. y los sitios etc. en tal manera etc. Et no res me-
nos por causa de la presente renunçiaçion cession y transporta-
çion transpuerto en vos dicho anthonio vsson todas mis voces
vezes razones y acçiones queriente etc. transferesçiente etc. Et
- 166 -

obligome a evicçion de acto tracto o contracto etc. renunçio etc-


diusmetome etc. et si expensas etc. aquellas prometo pagar etc,
y doy poder al notario la presente testificante y al sucçessor en
sus notas deslargar y clausular el presente acto etc. a toda vtili-
dad de vos dicho anthonio vsson. Fiat large.—Testes los mag. cos
bartholome Joan mercader et andreu Çapera vezinos del lugar
de queretas y de presente hallados en el dicho lugar de Calazey-
te.—yo Andreu capera soi testigo de lo sobredicho y lo firmo por
mi y por el otorgante que dixo no sabia escriuir.—yo bertomeu
joan so testimoni del soberdit».
Sigue en el protocolo una procura, otorgada el mismo día, en
que Mosén Antonio Ossó, su mujer Francisca García y Esperanza
Forment confieren amplios poderes al discreto Juan Armengol,
notario y vecino del mismo lugar. Tampoco Francisca García
había cuidado de aprender a escribir.
En 25 de Marzo de 1568, Esperanza Forment, con titulo de
heredera del magnífico Francisco Alboreda, ciudadano de Valen-
cia, apodera á Juan Ossó, infanzón de Calaceite: testigos, los
magníficos Mosén Antonio Ossó y Mosén Francisco Zaldivar,
infanzón, vecino de Valderrobres.
En 1575, Esperanza apadrina á un bautizado en la parroquial
de Calaceite: copadrino, Juan Ossó, menor.
Por el mes de Mayo de 1583, Isabel Zaldivar, doncella, de
Valderrobres, apodera á su hermano el infanzón Francisco Zal-
divar para el despacho de ciertos negocios relacionados con los
bienes que fueron del tío de la poderdante el magnifico Gaspar
de Zaldivar, infanzón de Molinos; y es testigo del acto el magní-
fico Jerónimo Ossó, de Calaceite. Pero es casi seguro que no acer-
taríamos si supusiéramos á Isabel y Francisco hijos de Espe-
ranza; porque las liberalidades de ésta y el hecho de vivir en la
casa y compañía de un sobrino, más bien inducen á sospechar
que no tenía hijos.
MIGUEL FORMENT .—Por fin, el sacerdote Miguel Formente
aparece rigiendo la parroquia de Calaceite como vicario del
cabildo catedral de Tortosa en los años 1574 y siguientes. En el
primero, es nombrado, con Juan Ossó, ejecutor testamentario del
infanzón Pedro Trullenque. (1)

(1) Los Trullenques, según parece, procedían de Zaragoza. En esta ciudad habitaba
por el año 1561 Pedro, muerto después en Calaceite; sus hermanos Luis y Nicolás habita-
ban en Valderrobres. De las escrituras resulta manifiesta la relación de parentesco entre
Trullenques y Ossós.


— 167 —
Sin los documentos de 1567, no faltaban ciertamente en los
demás muy robustos fundamentos en que apoyar las sospechas
acerca de la verdadera posición de los Formentes por mí descu-
biertos en el cuadro de la familia formentesca. Que el parentesco
entre ellos y las demás personas preconocidas de la prole de
Forment había existido, parecía desde luego incuestionable, y á
la vista están las razones que lo convencen: la insistencia de unos
mismos nombres, usada entonces todavía más que hoy en las
familias; la nunca desmentida relación con el linaje de Ossó, deudo
tan propincuo de los Garcías y de los Daras; la calidad, en fin,
de las personas, en un todo igual á la de los descendientes indu-
dables del noble imaginero. Faltaba, sí, averiguar el grado de
parentesco que á estos nuevos Formentes unia con aquél. Las
fechas en que vivieron Ursula, Esperanza y Miguel de ningún
modo se oponían á la creencia de que pudieron ser hijos del
maestro, cuya capacidad generadora (si es verdad que murió de
más de setenta años entre 1530 y 1540) se ha de buscar pruden-
cialmente entre 1485 y 1515. Pero esa renuncia copiada arriba y
el poder del mismo día, disipan toda duda: la viuda del infanzón
valderrobreño Zaldívar fué la Esperanza 2.a de la prole formen-
tesca, en modo alguno confundible con la primera del mismo
nombre tal vez finada antes del año 1549; y si la viuda de Zaldí-
var llama sobrino á Antonio, hijo de Ursula, parece claro que
también ésta ha de ser contada entre los hermanos.
¿Podemos decir tanto del sacerdote D. Miguel, ó habremos de
suponerlo hijo del caballero Sanjuanista trágicamente muerto en
Castilnovo? No sé por qué, me inclino á lo primero.
Y ese testamento del magnífico ciudadano de Valencia Francisco
Alboreda, agraciando con el titulo de heredera á la Esperanza
Forment ahora descubierta, ¿tendrá algo que ver con la proce-
dencia valenciana comunmente recibida, aunque no sin excep-
ciones, del insigne artífice de retablos?
SANTIAGO VIDIELLA.
(1)
RESEÑA DE LA NOTABLE ERMITA DE MAZALEÓN

SITUADO Mazaleón á la izquierda ó inmediaciones del río


Matarraña, corona su apiñada población un peñasco,
donde se alzó en otro tiempo fuerte castillo, que perteneció al
Obispo, Cabildo y Racioneros de mensa de La Seo de Zaragoza,
como también sus dilatados términos, sub-infeudándose en la
familia de los Oteizas, año 1213, para venir en definitiva á ser
propiedad de los obispos de Zaragoza, por compra que hizo
D. Jimeno de Luna en 1308.
Al pie de esta antigua villa, la vista, dentro del limitado
horizonte que abarca, se recrea en los huertecillos que, ocultos
de trecho en trecho por espesos árboles, ostentan frondosa
vegetación y abundancia de aguas; pero siempre amenazados
por las avenidas de la tan peligrosa Val de Alcañiz, en cuyo
cauce se asientan.
En la opuesta orilla, frente al pueblo, se levanta una coli-
na, continuación de las que siguen el álveo del río; y para
llegar á su cumbre, se recorre un camino empinado plantado
de cipreses de mediana corpulencia, hasta terminar en ancha
plaza limitada por un alto pretil, desde el cual se contemplan
allá abajo el río y la parte Norte del pueblo con la estrecha
huerta de cultivos diferentes salpicada de olivos y árboles
frutales.
A lo lejos y al S. O. queda cerrado el horizonte por las cum-
bres de la partida conocida por Masadeta. Al Este se divisa la
ermita de San Cristóbal de Calaceite, y en el fondo los llama-

(1) A fin de que resulte reunido en el cuerpo del BOLETÍN el contingente total de
nuestras averiguaciones y sometido como lo demás a los índices cómodos que proyectamos
para el final de cada tomo, reproduciremos, aumentados á veces, y expurgados de erratas
siempre (que bien lo necesitan), los trabajos publicados en Et Eco del Guadalope con las
noticias que se pudieron allegar en aquella primera parte de nuestra campaña sostenida
por más de un año hasta el cese del semanario citado. El presente articulo es uno de los
que se trasladan, convenientemente revisado y aumentado por su autor. (N. de la D.)
— 169 —

dos Puertos de Beceite, distinguiéndose también al Norte el


pilón del Coro y final del término confrontante con el de Maella.
En esta meseta descrita se levanta airoso el edificio ermita, del
cual nos proponemos hacer ligera reseña histórica y artística.
La piedad de los vecinos hizo en tiempos lejanos, sin que
pueda citar la fecha, una pequeña capilla bajo la advocación
de San Cristóbal, pues en el año 1606 aparecen consignadas
cantidades para reparación de tal capilla: así consta en el libro
titulado De las rentas y primicias de Mazaleón.
Poco tributo debió parecer al vecindario, pues que en el
año 1687 acomete la empresa de ensanchar el edificio en gran-
des proporciones, y para ello se gastan algunas sumas; pero la
escasez de fondos, debida á la falta de cosechas, hizo olvidar el
proyecto.
Así llegó el año 1798, en que. por la iniciativa del nunca
bien ponderado presbítero D. Juan Francisco Plancho Catalán,
natural de esta villa, en unión con mosén Roque Aguilar, don
Joaquín Catalán, D. José Antonio Berdal, D. José Sanz, don
Manuel Esteban y D. Pablo Roca, elévase una instancia al
Ayuntamiento y Junta de veintena, haciendo constar: que,
nombrados comisionados en 1788 con amplias facultades para
continuar, en nombre y voz de la villa, la construcción de la
ermita de San Cristóbal y Santa Bárbara, habían proseguido las
obras con actividad, esmero, conato, esfuerzo infatigable y fervo-
roso celo y con el importe de las limosnas que hacían los vecinos
(razón tenían aquellos buenos patricios), (1) no faltando más
por aquel tiempo que construir los altares, imágenes, pinturas,
dorados y ornamentos necesarios para abrirla al culto, pues
que la casa para el ermitaño estaba también terminada. Supo-
nían que no serían bastantes tales limosnas, porque se venía
notando escasez, por la carestía de cosechas en 10 años seguidos,
y en tal caso, pedían al Ayuntamiento les dejase construir dos
FULLS (depósitos de oleazas) en el molino aceitero, que era de
propios, para recoger el aceite que se iba do los ya construidos,
poniendo por condición la de que quedarían de la propiedad
del Ayuntamiento una vez terminadas las obras. Cuya petición
fué concedida.
Hecho lo solicitado, se recogieron algunas cantidades; pero
cuando ya debía darse principio á los retablos y demás, ocurre
(1) E n t r e los donantes hubo uno l l a m a d o D. Joaquín Vicente, que dió 60 moladas
de o l i v a .
13
— 170 -
en la península la invasión francesa, principian los sitios de
Zaragoza, y en tan apurada situación, para atender los múlti-
ples gastos de aprovisionamiento y otros auxilios pedidos seve-
ramente y con insistencia, la Comisión de obras se ve en el caso
de tener que distraer los fondos para tan apremiantes necesi-
dades en bien de la patria.
Rasgo es éste que ennoblece la historia de esta villa, pues
que á la par dió hombres también para defender en aquellos
aciagos días á la invicta Zaragoza.
Que el noble empeño persistió en aquellos buenos corazones
y en especial en el clérigo Plancho, lo prueba que ya en 1805
se instituye la cofradía de San Cristóbal y Santa Bárbara,
según aparece en el Libro de Constituciones, bajo el auspicio de
María Santísima con el título del Tremedal. Dichas ordinaciones
constan de ocho capítulos y un prólogo; van subscritas por
Bautista Anós, Alcalde, y otros regidores, siguiendo á continua-
ción de ella la aprobación en Santa visita, con fecha 6 de Mayo
del año citado, por fray Miguel de Santander, obispo auxiliar
de la diócesis.
Más serenos ya para España los días del año 1813, volvie-
ron á su labor patriótica y piadosa los comisionados de Ma-
zaleón.
En efecto; contratan con el escultor alcañizano D. Tomás
Llovet la construción de los retablos, los que, por la riqueza
de las figuras y atinada ornamentación, pueden servir do
modelos. Costó su ejecución la corta cantidad de 23.400 reales,
pagados en varios plazos, ó sea desde el año 1815 al 1827.
El recibo de este año, por ser el último y fin de cuenta,
figura pegado en la primera hoja del libro de las citadas
Constituciones.
La ermita disfrutó también de algunas rentas que le pro-
ducían las fincas próximas al santuario, hasta que por la ley
desamortizadora fueron vendidas. También fué dotada de
buenos ornamentos, constando que en 2 de Marzo de 1815
recibió el santuario un cáliz de plata, peso de veinticinco onzas
entregado por los ejecutores testamentarios de D. Juan Anto-
nio Senante. Le pertenece así una reliquia de plata de San
Cristóbal y Santa Bárbara, trabajo del orfebre ó platero Fran-
cisco Arandei, de Tarragona, siendo su coste 220 pesetas, más
35 en el gasto á Roma.
Otras minuciosidades podrían citarse; pero las omito en
— 171 -
atención á la índole de este escrito. Réstame únicamente hacer
una ligera descripción del santuario.
El edificio es de construcción sólida, con paredes de sille-
ría hasta el tejado, que es de dos vertientes.
El templo tiene su entrada mirando al pueblo. Le precede
un vestíbulo con grande arcada en el espacio comprendido
por dos pilastras estriadas, de resalte, con basamento, capite-
les, arquitrabe, friso ornamentado y cornisa, coronada de un
frontón triangular con una hornacina, un remate, y á los lados
dos lumbreras circulares que comunican con el coro, puesto
encima del vestíbulo, terminando el frontispicio la espadaña
campanil.
La gran puerta que da acceso al templo es de ornamentado
dovelaje, siendo aquél de una nave, estilo renacimiento, y mide
21 mets. 20 cents. de larga, 10 metros 84 centímetros de ancha y
de 11 á 12 metros de alta; en el interior forma una cruz latina
de brazos y testero muy cortos; tiene la sacristía su emplaza-
miento al lado derecho, constituyendo en el edificio un ábside
secundario.
En el crucero de la nave se alza una bien construida cúpula,
con cuatro ventanas, y en el centro hay un gran rosetón del
que cuelga un angelito desnudo con los brazos abiertos.
Las pechinas de los arcos, al arranque de la cúpula, están
pintadas al fresco, representando los cuatro padres de la Igle-
sia San Agustín, San Ambrosio, San Gregorio y San Jeró-
nimo.
A los lados de la nave se figuran en el muro seis pilastras
con capiteles corintios, un friso ormamentado de palmas y
otros motivos, con cornisa continua y denticulada.
Abrense en el muro, desde la cornisa al arranque de la
bóveda, dos grandes ventanas á cada lado, con otras dos fin-
gidas. El altar mayor preside el eje de la nave, compuesto de
un buen entablamento sostenido por dos columnas en cada
lado, dos adosadas, coronadas las cuatro de capiteles corintios.
Destácase en el centro la imagen de San Cristóbal, de esta-
tura gigantesca, pues mide un metro noventa y dos centíme-
tros, y el Niño sentado en su hombro un metro veinte centí-
metros.
A los lados del altar, sobre basamentos circulares están
colocadas las imágenes de San Clemente y San Sebastián, pa-
- 172 -

tronos de la villa, rematando la obra un ático con Santa Bárba-


ra, un ángel á cada lado y dos vasos de coronamiento.
Los retablos colaterales son seis, tres á cada lado, siendo
los de la derecha dedicados al Cristo en la Cruz, San Roque y
San Gonzalo, y los de la izquierda á la Virgen del Tremedal,
San Pedro Arbués y San Antonio Abad.
Todas las imágenes tienen de altura un metro cincuenta y
cuatro centímetros y sus retablos guardan cierta uniformidad,
pues las columnas y entablamentos con sus capiteles compues-
tos tienen la pequeña diferencia en el adorno de los frisos, y en
los áticos, ligeros detalles. El altar del Cristo difiere de todos
por su sencillez y sus columnas, con capiteles jónicos y sin es-
triaduras.
En el presbiterio, dos medallones circulares de yeso repre-
sentan en bajo relieve los martirios de San Sebastián y San
Lorenzo, y á un lado se apoya contra el muro un sitial coronado
por dos ángeles que sostienen una corona de olivo.
El púlpito, con sus bajo relieves responde al resto de
la obra.
Las pinturas y dorados son de buena factura, y las imágenes
de esmerada ejecución, tanto en las actitudes como en el ropaje,
sobresaliendo la que representa á San Sebastián en el martirio.
No responden á la belleza del conjunto las pinturas de las
pechinas al arranque de la cúpula por el abigarramiento del
colorido y falta de naturalidad en las figuras.
También se nota que en la ejecución de algunas imágenes ha
intervenido una mano que no fué la de Llovet, aunque no
desdicen grandemente de las del maestro.
El artista auxiliar de éste fué el escultor Manuel Guitarte,
vecino de Alcañiz en aquel tiempo, no tan conocido ni de
mucho tan notable como Llovet.
Al edificio ermita, y de la misma construcción, está adosada
la casa del ermitaño, conteniendo amplias, limpias é inmejo-
rables habitaciones, desde cuyos balcones la vista se deleita en
el variado conjunto del panorama que se divisa.
En resumen: la acendrada religiosidad de los antepasados
puso á este pueblo en el caso de enorgullecerse hoy al poder
ostentar una de las mejores ermitas de Aragón.

LORENZO PÉREZ TEMPRADO


UNA INSCRIPCIÓN ARÁBIGA

E SCASAS son en extremo las noticias que tenemos de la


dominación arábiga en nuestra región bajo-aragonesa.
Los períodos anteriores á la Reconquista aparecen envueltos en
gran oscuridad; y hasta bien entrado el siglo XII no se disipa
la nebulosidad que envuelve á muchos de los mismos aconte-
cimientos de aquella gloriosa epopeya.
Un dato podemos aportar hoy á nuestro BOLETÍN que cons-
tituye un rayo de luz, siquiera sea tenue, para dejar entrever
algo que hace referencia á épocas no bien historiadas todavía.
Hace algún tiempo acertó un gañán á levantar con la reja
de su arado una inscripción arábiga inserta en una piedra
arenisca. La lápida mide 0'31 m. de ancho por 0'34 m. de alto,
estando distribuidos los caracteres en nueve renglones, de los-
cuales el primero está completamente borrado. Aunque incom-
pleta, esta inscripción resulta importante, dada la escasez do
monumentos de su género y edad.
Persona competentísima en el conocimiento de idiomas
orientales, ha tenido á bien, á nuestra súplica, traducir al
castellano esta inscripción.
- 174 -

V E R S I Ó N
1.
2. HIJO (?) DE MOFARECH, HIJO DE YBRAHIM (?)
3. (;?) EL DÍA MARTES EN EL [MES D E ] REBÍA 1.°
4. EN E L COMIENZO (?) DEL TRESCIENTOS OCHENTA Y CUATRO
5. LA FECHA CITADA. Y RUEGUE ALÁ SOBRE MAHOMA
6. E L PROFETA, EL DIRECTOR, DE LA TRIBU DE CORAIX. LAS ORA-
[CIONES DE DIOS SOBRE ÉL
Y SEA SALVO (?) EN LA MORADA DE LA PAZ. Y SEA PIADOSO ALA
(¿?) LA MISERICORDIA. AMÉN, OH SEÑOR DE LOS MUNDOS.
E L IMPERIO [PERTENECE] A ALA EL ÚNICO (?)

La fecha de esta lápida, año 384 de la hégira, corresponde


al año 994 de Jesucristo.
Opina el traductor, que la inscripción fué labrada directa-
mente sobre la roca, sin descuajarla del monte ni pulirla: así
se ve, dice, que el primero de los caracteres de la línea octava
está grabado aprovechando el poco espacio que la roca deja-
ba. Cree que no es lápida sepulcral. En nuestro concepto
parece ser más bien inscripción votiva, muy en armonía con
el carácter musulmán y los preceptos coránicos.
- 175 -
El hallazgo tuvo lugar en la partida Mas de los Escasos, sita
en el término municipal de Mazaleón.
Una pequeña aldea, desaparecida hoy por completo, dió el
nombre á la mencionada partida, siendo en la antigüedad
cabeza de una porción de territorio con vida independiente.
En el archivo municipal de Mazaleón existe un documento
sin fecha, pero que por su letra y forma parece de mediados
del siglo XVII. En él vese acreditada la posesión por los veci-
nos del Mas de los Escasos, Gabriel Gagías y Salvador Micolau,
quienes en sus declaraciones dicen: «que han sido y son seño-
res y verdaderos poseedores del dicho Mas de Escasos, cuyo
término redondo confronta con el de Calaceite, Cretas, Valdel-
tormo y Mazaleón». En el documento aseveran varios vecinos
de Valdeltormo, la posesión de Gagías y Micolau.
Señor temporal del lugarejo era el arzobispo de Zaragoza;
y un documento notarial del propio archivo nos dice que en
17 de Julio de 1618, el alcaide de Mazaleón mudaba los guar-
das de la dehesa del más de los escasos en virtud de mandato
del arzobispo señor que al alcaide intimaban los jurados.
De aquel acto posesorio en adelante, los habitantes del Más
de los Escasos, debieron verse muy vejados por los pueblos
limítrofes ya que la defensa era poca con tan pocos habitado-
res; y debido á esto y á los continuos robos, atropellos y daños
que recibían de los malhechores, tanto en sus personas como
en sus ganados y otros bienes, pidieron y consiguieron su
anexión á Mazaleón, haciendo algunas reservas, pero desapa-
reciendo desde entonces todo rastro de vida independiente, á
lo cual no tardaría á seguir el abandono y destrucción de las
viviendas.
La tradición parece empeñada en decir que los poblado-
res fueron los convertidos en malandrines y facinerosos, por
lo cual hubo de borrarse la aldea como por una medida de
policía; pero esta especie no se prueba con documentos.
Después de todo lo dicho, se puede calcular que ya en
tiempos de la dominación árabe, serían la mencionada partida
y su poblado, estado ó territorio propio de algún rico perso-
naje que ejercía allí su dominación con cierta independencia.
No debo terminar sin expresar nuestro agradecido recono-
cimiento al propietario de la lápida D. José Martí, vecino de
Batea, que con solicitud digna de elogio nos ha facilitado el
monumento epigráfico.— JULIÁN EJERIQUE RUIZ.
CASPE. La puerta del compromiso

Ante la imagen del monumento más venerable de nuestra


tierra presentamos á nuestros lectores, á manera de votación,
un ramillete de pareceres sobre el suceso memorable que en
esa puerta tuvo su desenlace, cuando todas las provincias de
la cristiandad, según Zurita, esperaban en qué pararía la
determinación de una causa tan grande puesta en términos
de justicia.
«Vióse allí el sublime espectáculo, cual nunca tal vez lo
verán los siglos... Vióse un trono puesto á tela de juicio, á
- 17?-
poderosos principes trocados en litigantes, á los pueblos y
partidos en expectación, y del seno de un consejo de sacerdo-
tes y de letrados surgir una dinastía tan fuerte y S-espetada,
como si la acompañase do la mano la victoria, como si tran-
quilamente se posesionase de una herencia no disputada, ó
como si ocultara su origen en la noche de los siglos.» (QUA-
DRADO).
« . . . per tot lo mon universal aquest fet molt loable et digne
de gran memoria no sens raho resplandirá el illuminará.» ( E L
VIZCONDE DE ROCABERTI, en 1412).
«Los ilustres jueces y nobles patricios que con sus esfuer-
zos y abnegación contribuyeron á tan grande obra merecen
muy bien la gratitud de la patria y que sus nombres sean ins-
critos indeleblemente en el gran libro de la inmortalidad.»
(SANCHO).
«Resolución maravillosa, y nunca oída que pretendiesen
por juicio de pocos hombres, y no de los más poderosos, dar y
quitar un Reino tan importante. •. Se debe estimar en más y
tenello por cosa semejante á milagro, que los de Aragón en su
vacante y elección hayan llevado al cabo este pleito y sus juntas
sin sangre, ni otro tropiezo.» (MARIANA).
«Varonil enseñanza.» (BALAGUER).
«Página más bella de la cordura y sensatez de un pueblo,
no se conoce en la historia.» (VILLAR).
«Grandioso arbitraje que no so ha visto repetido en nin-
guna otra nación en ningún tiempo.» (PUYO DE COLUMA).
«Elección repugnante que sublevó el ánimo de los natura-
les.» (LASALA).
«Reducir el caso á una mera cuestión de abintestato era
rebajarla, empequeñecerla; haciéndola cosa de abogados, no de
jurisconsultos, ni menos de repúblicos eminentes habrá de
ser muy pobre de tacto político quien tan alta, extraordinaria
y anormal cuestión la considere como un pleito civil ordinario,
cuando lo que se trataba era de un plebiscito al estilo parla-
mentario de aquel tiempo.» (LA FUENTE).
«Los escritores que alaban sin limitación el Compromiso,
no se han cuidado de separar la idea y el hecho del mismo de
su fallo La justicia no admite consideraciones de utilidad y
de circunstancias: los compromisarios do Caspe, nombrados,
no para elegir rey, sino para declarar el mejor derecho de los
aspirantes al trono, no podían entrar en otras reflexiones sino
- 178 -

en las de este derecho, según las leyes de la tierra.» (GE-


BHARDT) .
«Redújose á la determinación y albedrío de nueve perso-
nas una causa tan grande cual nunca se puso en contienda y
disputa en aquel juicio intervenía más que razón y ley
y costumbre de las gentes, y no se fundaba solamente en letras
y sabiduría humana.» (ZURITA).
«Yo no he de deciros quién se adelantó á las modernas
doctrinas sobre aplicación del arbitraje á la política, sustitu-
yendo por procedimientos regulares de derecho los procedi-
mientos irracionales de la guerra, porque mil veces habéis
oído nombrar en vuesta vida el Parlamento de Caspe». (COSTA).
«El jurado nacional ha pronunciado, y el pueblo acata el
fallo del jurado nacional. La nación que ha sabido hacer uso
tan discreto, prudente y legal de su soberanía, merecía bien
unos intérpretes tan rectos y justos como los de Caspe, y jueces
tan rectos y justos como los de Caspe eran dignos de un pueblo
que sabía venerar el fallo de la justicia pronunciado por labios
tan santos. Parlamentos, jueces, pueblos, todos se han conduci-
do con igual magnanimidad en la más ruda prueba que puede
ofrecerse á una nación. No sabemos si al cabo de siglos de
progreso y de ilustración obrarían con tanta mesura, sensatez
é imparcialidad las naciones modernas». (LAFUENTE).
Pero esa puerta que en sus mocedades albergó tales congre-
sos de la paz, preséntase hoy mutilada y maltrecha: le han
sido fatales precisamente las guerras de sucesión que el siglo
XIX no ha sabido evitar á la manera.... caspolina del siglo XV.
Quadrado vió en 1844 «tapiados y ahogados entre dos
tabiques los primores del portal gótico-bizantino, y el imponen-
te efecto de sus arcos en degradación, y las severas efigies del
apostolado que majestuosamente lo flanquean»; y, convertido
el templo en cárcel, después de ser castillo, vió como «el crimi-
nal estremecía con sus juramentos y cantares las bóvedas santas
y divertía sus malignos ocios picando las esculturas de tanto
precio para el artista».
DATOS SUELTOS
VALDELTORMO .—El municipio de Valdeltormo tuvo su pre-
cedente histórico, su embrión más bien, en una asociación reli-
giosa cuyo origen no se descubre en los documentos alcanzados
hasta ahora. No figura, empero, entre las aldeas de Alcañiz en
- 179 -
escritura de 1325 (no 1225 como se dice por error de imprenta
en nuestro número anterior, pág. 110) que puntualiza los
nombres de las existentes en aquella fecha; lo cual parece
demostrar que la importancia de la población arranca de días
más cercanos. Ello es que la Cofradía de Nuestra Señora vese
en 1575 como antiguo núcleo de organización local donde á la
par hallaban cumplimiento los fines religiosos y político-admi-
nistrativos del vecindario, teniendo el pueblo en la cofradía sus
autoridades y su gobierno municipal y la cofradía en todos los
vecinos sus asociados y componentes.
Reuníanse éstos en asambleas generales, á las que ora se
daba el título de capítulo do prior y cofrades, ora el más civil
de consejo general de habitadores, en los porches de la plaza,
llamados lonja en Valdeltormo al estilo de Aragón, y allí se
tomaban los acuerdos más hondamente importantes al pro-
común.
El gobierno ordinario correspondía, en representación del
consejo general, al prior y dos mayorales titulados de la Cofra-
día. Con otros oficiales auxiliares, eran elegidos cada año en el
día y acto de la comida ó convite general «que la Cofradría
acostumbra —dice el papel— como otras cofadrías semejantes»,
y allí se pasaban cuentas de los ingresos, gastos y bienes de la
hermandad; siendo casi seguro que este banquete social tenía
lugar públicamente en la misma lonja.
Los documentos de 1580 presentan al prior y mayordomos,
en nombre del consejo, arrendando el molino aceitero,cediendo
el usufructo de una heredad al corredor del común en pago de
sus servicios y realizando otros varios actos de administración;
los de 1584 descubren á la cofradía, reunida ya en su casa
propia, tratando del arrendamiento del molino por doce años,
con cargo al arrendatario de quitar y pagar censos y deudas
del común, que alcanzaban desgraciadamente por estas fechas
considerables cifras.

CASTIGOS QUE NO SE USAN .—En la obra inédita del maestro


Diego de Espés, titulada Historia Eclesiástica de Zaragoza,
tomo III, léese lo siguiente:
«Por estos años (1520) pleiteó nuestro arzobispo con Don
Luis de Ixar, conde de Belchite, sobre las diferencias que te-
nían acerca del azud de Albalate, y con ocasión de estas dife-
rencias tuvieron algunos disgustos y enojos. Condenaron al
- 180 -
Conde en Roma en 10.000 ducados y que oyese una misa arro-
dillado con una vela en la mano. Con esto el arzobispo lo per-
donó y quedaron buenos amigos y deudos, como refiere el
arzobispo D. Hernando en sus memorias.>
Más adelante, en el mismo tomo, hablando de la visitación
larguísima que á muchos pueblos de su diócesis hizo por los
años 1543 y 44 el citado D. Hernando, y de las muchas provi-
dencias que dictó sobre reforma da costumbres, escribe el
racionero de La Seo:
« conmutó algunas procesiones que iban los pueblos
lejos y gastaban excesivamente en comer. En Alcañiz, porque
halló que un socarrero pedía como cautivo fingiendo que Nues-
tra Señora del Pilar lo había sacado de Argel, y confesó que
era todo falso, le hizo dar 100 azotes »
Y en otro folio del mismo tomo nos dice Espés:
«El año 1570 riñeron en la capilla de San Marcos de la Seo
D. Francés de Ariño, Sr. de Ozera, y D. Pedro Almazán, her-
mano del Sr. de Maella, saliendo herido el D. Pedro, por esta
causa estuvo la Iglesia poluta, fueron condenados á costear
una muceta de brocado de tres altos para llevar el Santísimo
Viático.»
Un pergamino de La Fresneda nos dice que sus jurados, por
haber atontado (bien que en provecho del municipio) contra
la integridad de los bienes del hospital, en 19 de Octubre
de 1418 fueron condenados por el vicario general y visitador
del arzobispo zaragozano á dotar al establecimiento de dos
camas para los pobres, con el espacio proporcionado á las
mismas.
De uno de los protocolos archivados en Valderrobres he-
mos extractado la relación siguiente:
Miguel Escuder, pelaire, vecino de Horta, titulándose fami-
liar del Santo Oficio, pretendía en 20 de Julio de 1565 que el
vicario de Calaceite hiciese entrar en la iglesia y tuviese arro-
dillados dos ó tres horas ante el altar mayor á ciertos tragine-
ros de Foz-Calanda que al pasar el Viático por las calles de la
villa, y con desprecio de las amonestaciones de dicho Escuder,
no se habían arrodillado, ni descubierto, ni siquiera levantado
de un banco donde estaban echados. El pelaire no pudo mos-
trar su familiatura, ni acreditar por el momento su carácter
de oficial del Santo Oficio, como exigió el vicario, y la cosa no
pasó por entonces adelante.
- 181 -
D E LA GUERRA ENTRE LOS CATALANES Y D. JUAN II, ANO 1462.
En la gradiosa Colección de Bofarull, tomo 21, figuran algu-
nos documentos muy expresivos del estado de estas fronteras
catalanas y aragonesas en los comienzos de la lucha desastrosa,
de más de diez años, que Cataluña sostuvo contra D. Juan II
de Aragón. Sirven para probar, entre otras cosas, que á la
causa de los sublevados no le faltaban devotos y hasta auxi-
liares en nuestros pueblos, por más que Aragón se mantuvo
fiel á su soberano. De esos documentos, generalmente desco-
nocidos, nos ha parecido oportuno presentar un compendio á
nuestros lectores.
Carta de los jurados y prohombres de Horta á los diputa-
dos del general de Cataluña, en 25 de Junio.—La diputación
catalana, que gobernaba el alzamiento y disponía de las cosas
del Principado por aquel tiempo, se había dirigido, al parecer,
al concejo de Horta encareciendo la conveniencia de poner
esta plaza en estado de defensa y animando á sus autoridades
y vecinos á conservarla por Cataluña contra las probables
embestidas de las reales armas. En la expresada fecha contes-
tan los de Horta á la diputación que han hecho alarde, recuen-
to, inspección y llamamiento de fuerzas, sacando banderas,
etcétera; pero que habían resultado muy «flacos de armadu-
ras», por causa de la gran pobreza de dineros de la tierra: la
gente está muy p o b r e - dicen—pero el corazón fuerte, confian-
do en Dios y en la buena justicia. Están en inteligencias con
los vecinos de las fronteras de Aragón, quienes les avisarán de
cuánto sepan sobre los manejos de los reales; pero tienen
cerca tres lugares del arzobispo de Zaragoza, uno de ellos
Valderrobres, que tiene un buen castillo, del cual se dice que
será guarnecido, por más que hasta el presente nada hay pro-
veído sobre esto. Aun en esos tres lugares no falta quien les
avisará con presteza de cuánto se haga. Horta tiene un bell
caslell (¿bueno?¿viejo?) del cual es comendador frare Siscar;pero
está tan pobre, que no tiene en él gente, ni armas, ni vituallas,
porque pagadas las pensiones y gastos, nada le sobra de la en-
comienda. El comendador no está en la villa: pero ellos han
hecho ver á su apoderado que de tal manera no está bien el
castillo, que ellos lo defenderán, y así hase convenido, prome-
tiendo dicho apoderado que no introducirá gente extraña en
la fortaleza sin anuencia de los jurados y prohombres. Expre-
san que no fían en absoluto del apoderado, y menos del comen-
- 182 -
dador, que se llama curial del rey; y es tanta la traición en
todo, que esta carta la escriben sin consejo ni intervención
de asesor, pues que recelan de su abogado.
Carta de los procuradores de Tortosa á los diputados sobre
la poca seguridad de la frontera, en 26 de Junio.—Dicen que
el rey allega hombres en Alcañiz para caer prontamente sobre
Horta, á la cual ellos han exortado muchísimo á la resistencia
y prometido auxilios en nombre de la diputación. Saben por
correo de Calaceite que allí se espera gente del rey á las órde-
nes del maestre de Calatrava, para tomar el lugar que es del
honorable capítulo tortosino (contrario al rey) y tomar el cas-
tillo á su mano. Saben por fin con toda seguridad, como todo
lo dicho, que los comendadores calatravos de La Fresneda, y
Monroyo preparan mucha gente para damnificar el término de
Tortosa, y reclaman auxilio de fuerzas para esta ciudad y
para Horta.
Los procuradores de Tortosa á los diputados, en 3 de Julio.
—Participan tener avisos ciertos de que los comendadores de La
Fresneda, Monroyo, Molinos y otros agítanse mucho reuniendo
gentes. Y, porque se teme que pretendan tomar á Horta, de
donde podrían hacer mucho daño á Cataluña, han enviado á la
villa el diputado de Tortosa, quien ha despedido á Ramón de
Siscar que tenía el castillo por el comendador, y ha encargado
de la fortaleza á los jurados que la tendrán por el Principado.
Pero los hombres de Horta son labradores pobres, no tienen
armas, han de salir cada día á trabajar sus campos, y por ello
se ha creído indispensable, por primera providencia, enviar al
lugar un buen capitán con diez hombres, hasta que más sean
necesarios, los cuales guarden el castillo del comendador, si
acaso lo quiere recobrar, y del enemigo. Pídese que el salario de
dichos guardadores sea pagado de la generalidad catalana.
Misiva de Esperandeo Palau, diputado de Tortosa, á los di-
putados del general, en 13 de Julio —Dice que los vecinos do
Horta están mal armados y en mala disposición de defenderse;
que deben ser socorridos con más gente; que Batea pide tam-
bién hombres, pues está cerca de Fabara y de otros pueblos
donde se congregan fuerzas contra Cataluña. Cree precisos
200 hombres para guardar la frontera.
Los procuradores de Tortosa á los diputados, en 21 de Ju-
lio.—Expresan haber recibido avisos de Gandesa diciendo que
allí se sabe que hay en Fabara 50 caballos del rey. Saben la
- 183 -

comisión encargada por éste al comendador de La Fresneda y


declaran precisos de 200 á 300 hombres para la frontera. Los
de Horta se obligan á pagar 10 para su castillo, y los procura-
dores han enviado más á expensas de las generalidades del
Principado.
Los diputados de Cataluña á los canónigos de Tortosa, en
27 de Julio.—Contestan haber sabido y sentido la toma de Ca-
laceite por los reales.
El cabildo catedral de Tortosa á los diputados, en 31 de
Julio (tom. 22).—Promete castigar á sus vasallos de Calaceite
porque, al parecer, han favorecido al comendador de La Fres-
neda en la toma y retención de la villa.
Acuerdo de la Diputación, en 2 de Septiembre.—Es decla-
rado, entre otros, enemigo del Principado el comendador de
La Fresneda.
Otro acuerdo de 24 de Octubre de 1463.—Pedro Sageda es
nombrado capitán de Horta en sustitución de En Periz, aunque
éste debe salir de la villa sin nota de infamia.
LA REDACCIÓN.

PUBLICACIONES RECIBIDAS

Butlleti del Centre Excursionista de Catalunya. Barcelona (Cua-


dernos mensuales de Enero á Mayo de este año.)
«El Centro Excursionista tiene por objeto recorrer las comarcas de C a -
taluña á fin de reconocer, estudiar y conservar todo lo que en ellas
ofrecen de notable la naturaleza, la historia, el arte y la literatura en
todas sus manifestaciones, así como la lengua, tradiciones y costumbres
d e sus habitantes, valiéndose del excursionismo p a r a divulgar su cono-
cimiento y fomentar la estimación que merecen. L a atención del Cen-
tro Excursionista será extensiva á las tierras vecinas de Cataluña en los
conceptos expresados.» Así se expresa (aunque en lenguaje catalán) la
cubierta de esta publicación, que ha entrado en el X V I I o año de su
vida y realiza con mucho fruto los fines de la Asociación de que es
órgano.
E n t r e la variedad de notables trabajos contenidos en los números
que tenemos á la vista, ofrece especial interés para nosotros el titulado
Excursió al Mestrat, suscrito por Joaquim de Gispert. De él tomamos esta
apreciación exacta de la cordillera que forma el límite S . E . de nues-
— 184 —
tro territorio. «Les seves montanyes y serres (del Maestrazgo) son, en
general, derivacions directes de la cordillera coneguda comunament
ab el nom de Ports de Beceit ó de Tortosa, que ve a fer per elles com
de perxa en la qual hi pengen en direcció S . T a n t les unes con les al-
tres corresponen geológicament al periode cretaci, oferint els caracters
estratigrafics propis del mateix, y per aixó les cimes de les montanyes
presenten relativa uniformitat, essent moltes les que acaben en un ras
o moles, com ne diuen en el país.»
No es tan acertada la afirmación de que «les (aigues) del riu Ber-
gantes (el de Morella), prenent la direcció per terra aragonesa, y con-
foses ab les del Matarranya, s'aboquen á l'Ebre»; porque el Bergantes
es en realidad tributario del Guadalope, no del M a t a r r a ñ a .
Del referido Centre hemos recibido también el cuaderno que contiene
el Acta de la sesión inaugural de 1906 y la lista de señores socios hasta
30 de Junio de 1907.

FRANCISCO AZNAR NAVARRO. R é g i m e n m u n i c i p a l a r a g o n é s . Res»


ponsabilidad c o n s i g u i e n t e al d e s e m p e ñ o de los c a r g o s c o n c e -
j i l e s . Zaragoza, 1905.—Los s o l a r i e g o s en L e ó n y C a s t i l l a .
Madrid, 1906.
Son dos folletos que contribuyeron á cimentar la reputación litera-
ria de nuestro estimado colaborador Sr. Aznar, autor de otros trabajos,
tanto y más notables, bien conocidos de los doctos. E l primero a p a r e -
ció en la finada Revista de Aragón, el segundo desarrolla la tesis doctoral
del autor en la Facultad de Filosofía y Letras, y ambos, con mucho
acierto, las importantes materias de sus títulos respectivos.

B o l e t í n d e l a R e a l S o c i e d a d G e o g r á f i c a . Madrid. (Cuaderno corres-


p o n d i e n t e al 2.° trimestre de 1907).

Se ha recibido acompañado del fascículo de la Revista de Geografía


comercial y mercantil correspondiente al mes de M a y o . E s corto el s u m a -
rio de la primera publicación, pero vese cumplido con trabajos extensos,
magistrales y lujosamente ilustrados. Principia La Hitación de Wamba,
por D . Antonio Blázquez. - Relación de un viaje lucho de Madrid á Argel
para redimir cautivos en 1670. —La sierra de Gredos: Recopilación y cuenta
de varios artículos publicados sobre el asunto por varios autores en
El Diario de Avila. L a segunda, que es órgano oficial de la Sección Colo-
nial del Ministerio de E s t a d o , presenta en este cuaderno estudios de
Marruecos, Venezuela y Groenlandia.
— 185 -
R e v i s t a A r a g o n e s a .— Zaragoza. (Núm. 3: J u n i o d e 1907).
E n t r e otros trabajos apreciables, principia uno sobre Autoridad de la
costumbre en Aragón por M. Gómez González y continúa el S r . Giménez
Soler su Retrato histórico de Alfonso V de Aragón. Promete ser admirable,
según el sumario que anticipa, el número extraordinario de esta REVISTA
dedicado á los preliminares del Primer Centenario de los Sitios de Zaragoza:
será repartido á sus abonados en compensación de los números corres-
pondientes á Julio y A g o s t o .

B o l e t í n de la S o c i e d a d C a s t e l l a n a de E x c u r s i o n e s . - V a l l a d o l i d
(Núm. del mes de Julio).
Con las continuaciones de los trabajos en curso, aparecen los siguien-
tes nuevos: Crónica de la excursión á León, por D . Angel Díaz y Sánchez.
—El linaje de los Cisneros, por D. Luis Pérez Rubín, El primero se adorna
con varios fotograbados.

A m o r á la P a t r i a c o n s u b s t a n c i a l c o n el a m o r á la R e g i ó n .—Con-
ferencia d a d a en el Centro Aragonés d e Madrid por D. MANUEL.
SASTRÓN. Madrid.
Este discurso de nuestro paisano distinguido es un himno á la patria
aragonesa dentro de la patria española. Niega que las desdichas de la
nación puedan engendrar desamor, que no sea morboso, en el pecho de
los naturales, ni siquiera «ser causa del más tenue quebrantamiento en
los afectos y respetos que á la Patria se deben», y confía en la regenera-
ción precisa de los españoles si «confundidos todos en el santo amor á
la intangibilidad de la Patria, consubstancialmente sentimos y en toda
prudente forma expresamos nuestro amor á la Región». Considera lo
más fundamental y primario del regionalismo sano la elección de dipu-
tados naturales, hacia lo cual mira inclinadas muchas provincias, y muy
poco Aragón, que de sus 23 diputados tiene 14 de extraños; hace notar
cuánto desentona esto de las tendencias históricas del antiguo reino
siempre receloso de los forasteros p a r a sus cargos públicos, y aboga por
la reivindicación de lo que hemos venido perdiendo respecto á la repre-
sentación p a r l a m e n t a r i a .
— 186 —
B o l e t í n de la C o m i s i ó n P r o v i n c i a l de M o n u m e n t o s H i s t ó r i c o s y
A r t í s t i c o s de O r e n s e . Orense (Números 53, 54 y 55; Noviembre
de 1906 á Abril d e 1907).
Productos de la Metalurgia gallega en tiempos remotos (con buenas láminas
sueltas), por Villaamil y Castro; Fuero de Allariz, por Arturo Vázquez
Núñez; Los caminos antiguos y el Ytinerario núm. 18 de Antonino, en la provin-
cia de Orense. (Manuscrito del P . Sarmiento). Publica además este Bole-
tín interesantes documentos y noticias: entre los primeros descuellan
las donaciones y privilegios á que el monasterio de Osera, llamado «el
Escorial de Galicia», debió su grandeza, resumidos por Benito F . Alonso.

R e v i s t a de E x t r e m a d u r a .— Cáceres. (Números 96 y 97, correspon-


dientes á J u n i o y Julio del año corriente).
Trabaja esta Revista mensual bajo el lema «Ciencia y Arte», y es
órgano de las Comisiones de Monumentos de las dos provincias extre-
m e ñ a s . De su notable contenido, citaremos lo siguiente: en la sección
de Diplomática Regional publica el texto de las confirmaciones del
privilegio dado por D . Juan I I á la villa de Alcántara en 1432; y en la
Bibliografía, al ocuparse, con alabanzas que agradecemos, de nuestro
BOLETÍN, anuncia á los arqueólogos el descubrimiento de doce cavernas
prehistóricas (algunas con pinturas de animales) por el sacerdote y
profesor del Colegio de San Vicente de Paul, en Limpias (Santander),
D . Lorenzo Sierra, quien, al parecer, dará en breve competentísima
cuenta de sus trabajos investigatorios y del resultado de los mismos en
la materia.
V.

Zaragoza: M. Escar, Tip., San Miguel, 12


En nuestro número siguiente aparecerán los resultados
de una expedición á las poblaciones de Fayón y Nonaspe
en busca de noticias, más un artículo de nuestro colabo-
rador estimado Sr. Aznar y Navarro sobre Repoblación
de Gea de Albarracin.
PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN

En España, un año 5 pesetas.


En el extranjero, un año 7 »

ADVERTENCIAS

Este BOLETÍN se honrará con el cambio de publicaciones de


su género.
Se publicará por cuadernos que recibirá el suscriptor en
los primeros días de Marzo, Mayo, Julio, Septiembre, Noviembre
y Enero, y formarán cada año un tomo de 300 páginas.
Los materiales y la correspondencia relacionada con asun-
tos literarios de la publicación, al Director; la puramente admi-
nistrativa, al Redactor-Administrador.

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