m20 U1 s2 Actividad Integradora
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Causales de improcedencia y
Sobreseimiento.
Jurisprudencia, P./J. 66/2005, Pleno, Tomo XXII, Julio de 2005, pág. 777 ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD. ES IMPROCEDENTE LA PROMOVIDA POR LA REPRESENTACIÓN
PARLAMENTARIA MINORITARIA DE UNA LEGISLATURA LOCAL EN CONTRA DE REFORMAS O
ADICIONES A LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.
De conformidad con el artículo 135 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el proceso
de reformas y adiciones a ésta se requiere que el Congreso de la Unión, por una mayoría calificada, apruebe
las que fueron sujetas a su consideración y, hecho lo anterior, que sean aprobadas por la mayoría de las
Legislaturas de los Estados; sin embargo, la participación de éstas no implica que sean ellas, en forma exclusiva,
las que aprueben y expidan la norma general, siendo este requisito al que se refiere el artículo 105, fracción II,
inciso d), de la Constitución Federal para la procedencia de la acción de inconstitucionalidad, cuando señala
que procede en contra de leyes expedidas por el propio órgano, mas no respecto de aquellas en las que sólo
haya participado para su aprobación, conjuntamente con diversos órganos legislativos. En congruencia con lo
anterior y de
acuerdo con una interpretación armónica de los artículos 105, fracción II, inciso d), y 135 constitucionales, se
infiere que las acciones de inconstitucionalidad promovidas en contra de reformas o adiciones a la propia
Constitución por la representación parlamentaria minoritaria de una legislatura local, es improcedente, en virtud
de que no fue esa legislatura quien en forma exclusiva expidió la norma general materia de impugnación.
Jurisprudencia, P./J. 62/2001, Pleno, Tomo XIII, Abril de 2001, pag. 748
CONGRESOS LOCALES. CARECEN DE FACULTADES PARA DECLARAR POR SÍ Y ANTE SÍ LA
NULIDAD DE RESOLUCIONES DICTADAS POR LA SALA SUPERIOR DEL TRIBUNAL ELECTORAL DEL
PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN.
Aun cuando los Congresos de los Estados pueden ejercer libremente las facultades que sus Constituciones y
leyes les otorguen, considerando que el artículo 99 de la Constitución General de la República establece que
las resoluciones de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, son definitivas e
inatacables y deben cumplirse, cualquier actuación de las Legislaturas Locales en contrario resulta violatoria de
los artículos 17 y 99 de la Constitución Federal, toda vez que de no ser así, cualquier Congreso Local con la
simple modificación de sus leyes, violentando la autoridad de cosa juzgada, nulificaría un medio de control
constitucional, cuya finalidad es precisamente preservar la regularidad constitucional; aunado a que no se
advierte la existencia de facultad constitucional alguna para que esos poderes locales, por sí y ante sí, declaren
la nulidad de una resolución dictada por la referida Sala Superior.
V.- Es improcedentes los actos del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos, su Comisión Permanente o cualquiera de sus Cámaras señalados en
esta fracción.
Jurisprudencia, P./J. 101/2004, pleno, Tomo XX, Octubre de 2004, pag. 7
DECLARACIÓN DE PROCEDENCIA. SE ACTUALIZA UN MOTIVO MANIFIESTO E INDUDABLE DE
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO, RESPECTO DE LOS ACTOS EMITIDOS POR LA
CÁMARA DE DIPUTADOS Y LA SECCIÓN INSTRUCTORA, DURANTE EL PROCEDIMIENTO
RELATIVO.
Del artículo 111 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se advierte que el Poder
Constituyente facultó a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para resolver soberana y
discrecionalmente si ha lugar o no a retirar la inmunidad procesal de un servidor público, con el fin de que sea
juzgado por el delito o delitos que se le atribuyen; en atención a esa finalidad son inatacables todas las
resoluciones emitidas en el procedimiento de declaración de procedencia, tanto las dictadas por dicho órgano
legislativo, como por la Sección Instructora. En ese sentido, se concluye que se actualiza una causa de
improcedencia manifiesta e indudable del juicio de garantías respecto de tales actos, en términos de los artículos
111 constitucional y 145 y 73, fracción XVIII, de la Ley de Amparo, en atención a las manifestaciones hechas
por el quejoso en su demanda de garantías, a la naturaleza de los actos reclamados y a la aplicación directa
del mencionado precepto constitucional, aunado a que de admitirse la demanda de amparo y sustanciar el
procedimiento, no sería posible arribar a una convicción diversa, independientemente de los elementos que
pudieran allegar las partes.
Es improcedente contra los actos que esta fracción señala “que objeten o no ratifiquen nombramientos o
designaciones para ocupar cargos, empleos o comisiones en entidades o dependencias de la Administración
Pública Federal, centralizada o descentralizada, órganos dotados de autonomía constitucional u órganos
jurisdiccionales de cualquier naturaleza”.
VI.-Resulta improcedente contra actos dictados fuera del juicio de amparo, de los
Tribunales Colegiados de Circuito.
Jurisprudencia, PC.III.L. J/11 L (10a.), Plenos de Circuito, Libro 33, Agosto de 2016, Tomo III,
pag.1381. AMPARO INDIRECTO. CUANDO EL ACTO RECLAMADO CONSISTE EN UNA MULTA IMPUESTA
EN LA RESOLUCIÓN DE UN RECURSO DE QUEJA EMITIDA POR UN TRIBUNAL COLEGIADO DE
CIRCUITO, SE ACTUALIZA UNA CAUSA MANIFIESTA E INDUDABLE DE IMPROCEDENCIA DE DICHO
JUICIO.
De la interpretación armónica y sistemática de los artículos 107, fracción VIII, último párrafo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, 37 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, 61,
fracción VI y 113 de la Ley de Amparo, se advierte que: a) contra las sentencias dictadas por los Tribunales
Colegiados de Circuito no procede recurso alguno y el juicio de amparo en su contra es improcedente; b) la
función de tales órganos es netamente jurisdiccional; y, c) si al examinar el escrito de demanda de amparo se
advierte alguna causa manifiesta e indudable de improcedencia se desechará de plano. Asimismo, de los
numerales reseñados se abstrae que cuando el acto reclamado consista en una multa impuesta en la resolución
de un recurso de queja emitida por un Tribunal Colegiado de Circuito, se actualiza una causa manifiesta e
indudable de improcedencia toda vez que dicha resolución es definitiva y no admite recurso alguno, sin que
pueda caber una excepción a la regla general prevista en la fracción VI del artículo 61 aludido, toda vez que la
improcedencia del juicio de amparo contra las resoluciones emitidas por aquél se delimitó tanto en la Ley de
Amparo, como en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; por lo que no es sostenible una
interpretación diversa que permita impugnarla, pues de lo contrario, se vaciaría el contenido de la disposición
constitucional que le otorga el carácter de definitiva e inatacable; además de que durante el trámite del recurso
de queja la autoridad responsable puede contestar la omisión imputada y aportar las pruebas que estime
conducentes para justificar su dicho.
Debido a que son la última instancia en materia de amparo, ya que son quienes
conocer todos los recursos de revisión que se pueden interponer en contra de las
resoluciones de amparo emitida por Jueces de Distrito. También tiene el
conocimiento del amparo directo. Como se menciona en la jurisprudencia citada
menciona que cuando el acto reclamado sea una multa emitida por este Tribunal,
se actualiza una causa total de improcedencia.
VII.- Cuando el órgano legislativo este facultado por la Constitución federal o local,
elegir el suspender o remover funcionarios. A contrario sensu, si no es concedido
constitucionalmente el amparo será procedente.
Jurisprudencia 2a./J. 102/2018 (10a.), Segunda Sala, Libro 58, Septiembre de 2018, Tomo I, pag.887
MAGISTRADOS DEL SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA DEL ESTADO DE JALISCO. SU ELECCIÓN POR
PARTE DEL CONGRESO LOCAL ES UN ACTO SOBERANO EMITIDO EN USO DE FACULTADES
DISCRECIONALES, POR LO QUE EN SU CONTRA NO PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO, EN TÉRMINOS
DEL ARTÍCULO 61, FRACCIÓN VII, DE LA LEY DE LA MATERIA.
El artículo 60 de la Constitución Política del Estado de Jalisco establece sustancialmente, que para la elección
de los Magistrados del Supremo Tribunal de Justicia, el Consejo de la Judicatura, previa convocatoria realizada
por el Congreso del Estado a la sociedad en general, someterá a consideración de éste una lista de candidatos
al cargo, y que por acuerdo de las dos terceras partes de los diputados presentes, elegirá al Magistrado que
deba cubrir la vacante dentro de un término improrrogable de 30 días; de lo que se concluye que quien elige de
manera independiente a esos juzgadores, sin injerencia de algún otro ente o poder público, es el Poder
Legislativo. Entonces, si la elección de los Magistrados no requiere de la aprobación, supervisión o aval de
algún otro órgano o ente público, esto significa que se está ante un acto soberano emitido en uso de facultades
discrecionales y, por tanto, esa elección y el procedimiento que le antecede no son impugnables a través del
juicio de amparo, al actualizarse el supuesto contenido en el artículo 61, fracción VII, de la Ley de Amparo, por
cuanto prevé que ese juicio es improcedente cuando se reclaman, entre otras, resoluciones de las Legislaturas
de los Estados o de sus respectivas Comisiones o Diputaciones Permanentes, relativas a la elección de
funcionarios en los casos en que las Constituciones correspondientes les confieran la facultad de resolver
soberana o discrecionalmente. Además, el hecho de que en el procedimiento de elección corresponda a la
Comisión de Justicia del Congreso Local calificar que los candidatos reúnen los requisitos para ocupar el cargo
de Magistrado, lo cual queda plasmado en el dictamen que somete a consideración de la Asamblea, es una
circunstancia que no disminuye el carácter soberano de la facultad de nombramiento, ya que una vez elaborada
la lista respectiva, y sometida a votación ante el Pleno del Congreso, queda a discreción de cada diputado emitir
su voto; y la valoración que en lo personal realicen dichos legisladores de las aptitudes de cada uno de los
candidatos, es una cuestión que corresponde a su fuero interno al momento de votar.
Jurisprudencia, PC.XII.A. J/7 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 47, Octubre de 2017, Tomo
III, pag.1438
AMPARO INDIRECTO. LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 48/2016 (10a.) DE LA SEGUNDA SALA DE LA
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN QUE PREVÉ SU IMPROCEDENCIA, ES INAPLICABLE
CUANDO EL ACTO RECLAMADO CONSISTE EN LA OMISIÓN DE TRAMITAR Y RESOLVER, DENTRO DE
LOS PLAZOS LEGALES, EL RECURSO DE REVISIÓN INTERPUESTO
CONTRA LAS DETERMINACIONES EMITIDAS EN EL JUICIO DE NULIDAD (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE SINALOA).
En la jurisprudencia referida, de título y subtítulo: "AMPARO INDIRECTO. POR REGLA GENERAL, ES
NOTORIAMENTE IMPROCEDENTE EL INTERPUESTO POR UNA DE LAS PARTES EN EL JUICIO
NATURAL, CONTRA LA OMISIÓN DE LA AUTORIDAD JURISDICCIONAL DE ACORDAR PROMOCIONES O
DE PROSEGUIR EN TIEMPO CON EL JUICIO, AL TRATARSE DE UNA VIOLACIÓN INTRAPROCESAL QUE
NO AFECTA DERECHOS SUSTANTIVOS.", la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
sostuvo que, por regla general, cuando un particular se duele exclusivamente de una afectación cometida dentro
de un procedimiento jurisdiccional, aun cuando alegue violaciones a los artículos 8o., 14 y 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, los actos reclamados no pueden considerarse como de ejecución
irreparable, sino como violaciones de carácter adjetivo, pues no se trata de una "omisión" autónoma al
procedimiento, sino que se presenta justamente dentro de éste, como la falta de respuesta a una petición
expresa sobre el desahogo de alguna prueba o de prosecución del trámite; además, en ese criterio también
precisó una excepción a dicha regla, que se actualiza cuando el Juez de amparo advierta del contenido de la
demanda que existe una abierta dilación del procedimiento o su paralización total, ya que en ese caso el juicio
de amparo será procedente; asimismo, en la ejecutoria de la que derivó el criterio jurisprudencial aludido se
puntualizó que el criterio ahí adoptado no era aplicable cuando se controvirtiera la falta de dictado del laudo.
Ahora bien, dado que en el recurso de revisión previsto en los artículos 112, fracción I, 113, fracción I, 113 BIS,
penúltimo y último párrafos, y 114 de la Ley de Justicia Administrativa para el Estado de Sinaloa, se establece
un procedimiento sumarísimo, en razón de que sólo debe hacerse valer ese medio de impugnación y dar vista
a las partes por el plazo de 3 días, para que recaiga en el órgano de administración de justicia la obligación de
elaborar el proyecto de resolución respectivo y someterse el mismo a discusión del Pleno en la sesión
subsecuente; de ahí que como el auto de admisión de ese recurso y la resolución que debe dictarse se
encuentran correlacionados estrechamente. Por lo cual, cuando en el juicio de amparo indirecto se controvierta
la omisión de dar trámite y resolver ese medio de impugnación dentro de los plazos legales, no puede concluirse
que sólo se reclama un acto de índole adjetivo, sino que se involucra indefectiblemente el derecho sustantivo
de acceso efectivo a la tutela jurisdiccional, pues si el justiciable se queja de la falta
IX.- para evitar una cadena sin fin de amparos no procede el amparo contra las
resoluciones dictadas en dicho juicio ni en su ejecución en todo caso existen
recursos revisión, reclamación e información e inconformidad, pero no procede
contra ellas un nuevo amparo.
Jurisprudencia 1ªa/j.1.57/2018(10a). primera sala libro 60 Noviembre 20 Pag. 829. INPROCEDENCIA DEL
JUCIO DE AMPARO CONTRA RESOLUCIONES DICTADAS CUMPLIMIENTO DE UN FALLO PROTECTOR
EL ARTICULO 61 FRACCION IX DE AMPARO QUE LE PREVE NO TRASNGREDE EL DERECHO A CONTAR
CON UN EFICAZ
Jurisprudencia XX.2o.P.C. J/1 (10a.), Tribunales Colegiados de Circuito, Libro 53, Abril de
2018, Tomo III, pag. 1844
MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS EN MATERIA PENAL. EL
CITATORIO EMITIDO DENTRO DEL PROCESO DE JUSTICIA RESTAURATIVA PARA
COMPARECER A LA ETAPA CONCILIATORIA, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 5o., FRACCIÓN I, DE LA
LEY DE AMPARO, NO CAUSA UNA AFECTACIÓN REAL Y ACTUAL EN LA ESFERA
JURÍDICA DEL QUEJOSO PARA EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL AMPARO.
El juicio de amparo indirecto es improcedente, entre otros supuestos, contra los actos que no produzcan una
afectación real y actual en la esfera jurídica del quejoso, en términos de la fracción I del artículo 5o., de la Ley
de Amparo. En ese sentido, de los artículos 4, fracción I, 7, fracción IV, 10, último párrafo, 31 y 32 de la Ley
Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal, se advierte el principio
rector de voluntariedad, de acuerdo con el cual, la participación de los intervinientes debe ser por propia
decisión, libre de toda coacción y no por obligación; es decir, no puede obligarse al requerido a asistir y participar
32
en el mecanismo alternativo respectivo; asimismo, dentro de sus derechos, se encuentra el relativo a que no
puede ser objeto de presiones, intimidación, ventaja o coacción para someterse a él. En consecuencia, cuando
alguno de los requeridos no asiste a la cita o comparecencia, o no cumpla con los citatorios realizados por la
autoridad ministerial, en más de una ocasión, debe darse por concluido, de forma anticipada, ese mecanismo
alternativo de solución, y dejarse a salvo los derechos de los intervinientes para resolver la controversia
mediante las acciones legales que procedan. En esas condiciones, el citatorio emitido dentro del proceso de
justicia restaurativa, para comparecer a la etapa conciliatoria, no causa una afectación real y actual en la esfera
jurídica del gobernado, pues constituye solamente una invitación para presentarse ante la emisora con la
finalidad de realizar la diligencia correspondiente; actualizándose por ende, la causal de improcedencia prevista
en el artículo 61, fracción XII, en relación con el 5o., fracción I, primer párrafo, ambos de la ley primeramente
citada.
Esta fracción menciona que, como se analizó al estudiar las partes en el amparo, el
quejoso es quien resiente una afectación a sus derechos subjetivos, o bien, a su
interés legítimo, pues es esa afectación la que le concede legitimación en la causa.
Si carece de ella, resulta ocioso tramitar el amparo, incluso si se impugnó la ley
como autoaplicativa. Si no se demostró la afectación, será necesario esperar su
aplicación al quejoso, para que éste acredite la afectación que la ley le causa y
podrá, entonces, promover el amparo, puesto que si el amparo contra la ley
autoaplicativa se inadmitió o sobreseyó por no acreditar la afectación que ella le
causa, se podrá presentar de nuevo la demanda, contra la misma ley, pero ahora
con motivo de su primer acto de aplicación.
En los casos que el quejoso ajuste su conducta a lo ordenado por la autoridad (sin
impugnarlo, pues a veces, por ejemplo, se paga el impuesto y luego se impugna
dentro del plazo, sin que ello implique su consentimiento), se estima que realizó
actos en acatamiento al mandamiento de la autoridad, que entrañan su
consentimiento con él, de modo que ello actualiza la causal de improcedencia del
amparo, consistente en el consentimiento expreso del acto. Esta misma causal se
actualiza en caso de que el quejoso se desista la demanda de amparo, pues se
considera que está de acuerdo con el acto de autoridad. En amparo, a diferencia de
la materia procesal civil, no existe desistimiento de la acción, ni de la instancia, sino
sólo de la demanda y ello equivale a desistirse de la acción, de modo que no se
puede presentar posteriormente la misma demanda.
Jurisprudencia PC.XVII. J/18 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 63, Febrero de 2019, Tomo II,
p.1219
AMPARO CONTRA NORMAS GENERALES. EL DECRETO 916/2015 II P.O., QUE EXTENDIÓ LA
VIGENCIA DEL DIVERSO 842/2012 VI P.E., QUE ESTABLECE LA CONTRIBUCIÓN EXTRAORDINARIA DEL
5% A CARGO DE LOS SUJETOS DEL IMPUESTO SOBRE NÓMINAS PREVISTO EN EL CÓDIGO FISCAL
DEL ESTADO DE CHIHUAHUA, NO MODIFICA LOS ELEMENTOS ESENCIALES DEL TRIBUTO Y, POR
ENDE, NO PUEDE IMPUGNARSE A TRAVÉS
DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.
De los artículos 107, fracción VII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 107, fracción I,
de la Ley de Amparo, se advierte que el juicio de amparo indirecto contra normas generales puede promoverse
cuando se reclamen como autoaplicativas o heteroaplicativas; no obstante, el Decreto 916/2015 II P.O.,
publicado en el Periódico Oficial del Estado de Chihuahua el 18 de julio de 2015, que extiende la vigencia hasta
el 31 de diciembre de 2022, de la contribución extraordinaria del 5% relativa al impuesto sobre nóminas,
contenida en el Decreto 842/2012 VI P.E., publicado en dicho medio de difusión oficial el 22 de septiembre de
2012, si bien deriva de un procedimiento legislativo nuevo, no permite al gobernado impugnar la contribución
citada a través del juicio de amparo indirecto, toda vez que la reforma se constriñó a un enunciado normativo,
relativo a la ocasión temporal en que debe cumplirse la norma, sin variar alguno de los elementos esenciales;
lo que sólo podría dar lugar a impugnar las razones por las que se prolongó su vigencia. Luego, en caso de que
el contribuyente sea sujeto de la contribución extraordinaria desde la vigencia del Decreto 842/2012 VI P.E. y
no obstante no la combatió, ni aun después de haber realizado su entero con motivo del primer acto concreto
de aplicación, pero la impugnó hasta el 2016, con motivo del Decreto 916/2015 II P.O., entonces consintió la
ley al controvertir un segundo o ulterior acto de aplicación y, por ende, el juicio de amparo es improcedente, de
acuerdo a la regla prevista por el artículo 61, fracción XIV, de la Ley de Amparo; asimismo, si con anterioridad
había obtenido la protección constitucional respecto del Decreto 842/2012 VI P.E., no está obligado a impugnar
cada uno de los pagos subsecuentes a la sentencia de amparo, al quedar expedito su derecho para exigir la
devolución de las cantidades que enteró, incluso a través del incidente de repetición del acto reclamado.
Jurisprudencia, P./J. 10/2019 (10a.), Pleno, Libro 65, Abril de 2019, Tomo I, pag. 140 JUICIO DE AMPARO.
PROCEDE CONTRA LAS RESOLUCIONES PRONUNCIADAS POR LOS TRIBUNALES ELECTORALES
LOCALES EN CONFLICTOS RELATIVOS A LOS HABERES DE RETIRO DE LOS MAGISTRADOS QUE LOS
INTEGRARON, AL NO TRATARSE, EN ESTRICTO SENTIDO, DE LA MATERIA ELECTORAL.
La fracción XV del artículo 61 de la Ley de Amparo establece que el juicio constitucional es improcedente contra
las resoluciones o declaraciones de las autoridades competentes en materia electoral; no obstante ello, los
reclamos relativos al haber de retiro de los Magistrados integrantes de los Tribunales Electorales locales, en los
que se alegan violaciones de derechos humanos, no actualizan esa causa de improcedencia al no tratarse en
estricto sentido de la materia electoral y, por ende, contra las resoluciones relativas procede el juicio de amparo,
en tanto que los derechos humanos que se aducen violados no se refieren al ejercicio de derechos políticos que
incidan sobre el proceso electoral, y aunque se trata de actos emitidos por un Tribunal Electoral local, lo cierto
es que la resolución del juicio respectivo no implica el análisis del régimen conforme al cual se logra
la selección o el nombramiento, a través del voto de los ciudadanos y dentro de un proceso democrático, de
quienes han de fungir como titulares de órganos de poder representativo del pueblo, a nivel estatal, sino
prestaciones de los Magistrados que lo integraron, lo que no se traduce en que se reste o afecte la competencia
del Tribunal Electoral como órgano judicial especializado en materia electoral, sino que se trata de medios de
control con una tutela diversa que se armoniza.
Dado que el amparo busca restablecer las cosas al estado que tenían antes de la
violación, cuando un acto ya se consumó y materialmente es imposible restituir al
quejoso en el uso y goce del derecho violado, el amparo carece de objeto, así que
se vuelve improcedente.
Jurisprudencia, 1a./J. 31/2019 (10a.), Primera Sala, Libro 67, Junio de 2019, Tomo II,
pag.957
DETENCIÓN. LA EMISIÓN DEL AUTO DE VINCULACIÓN A PROCESO NO ACTUALIZA UN CAMBIO DE
SITUACIÓN JURÍDICA CUANDO EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO SE RECLAMÓ SU CALIFICACIÓN.
El artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, prevé que en los casos de detención
de una persona, el juez que reciba la consignación del detenido deberá inmediatamente ratificar la detención o
decretar la libertad con las reservas de ley. Bajo el proceso penal acusatorio, el control de la detención deberá
realizarse a través de una audiencia en la que el Ministerio Público deberá justificar ante el juez los motivos de
la detención y éste procederá a calificarla. Ahora bien, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación tiene amplias precisiones en torno a la verificación que los juzgadores deben realizar sobre el
cumplimiento de las exigencias constitucionales para la detención y puesta a disposición de la persona ante la
autoridad correspondiente; además, ha determinado como regla la invalidez y exclusión de todos aquellos
elementos de prueba que tengan como fuente directa o se hayan obtenido con violación a derechos
fundamentales. Por otra parte, el artículo 19 de la Constitución Federal establece el auto de vinculación a
proceso como la resolución mediante la cual el juzgador determina si hay méritos para iniciar un proceso penal
en contra del imputado, porque los datos de prueba establecen que se ha cometido un hecho que la ley señale
como delito y que existe la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión. Así, al margen
de que la calificación de la detención y el auto de vinculación a proceso sucedan en la misma audiencia y exista
una relación jurídica entre ambos actos, se trata de actuaciones cuya materia de análisis es diferente y se van
sucediendo sin que exista la posibilidad de reabrirlos conforme al principio de continuidad. Por lo tanto, la
circunstancia de que el imputado haya sido vinculado a procedimiento penal, no lo imposibilita para que combata
ante la instancia constitucional la calificación de la detención y las violaciones a los derechos fundamentales
que tal acto le generó. La vinculación a proceso en ningún modo sustituye dicha calificación, ni destruye en su
totalidad sus efectos y consecuencias. Indudablemente los datos de prueba obtenidos con el aseguramiento
trascenderán para resolver la situación jurídica del imputado y a las posteriores resoluciones, incluso a aquellas
que tendrán lugar en etapas procesales distintas. Esto último torna sumamente relevante examinar si esos datos
de prueba fueron recabados con respeto a los derechos fundamentales del imputado. Razón por la cual, cuando
se cuestione en amparo indirecto el control de la detención, la circunstancia de que se haya vinculado el
imputado, no actualiza la causa de improcedencia del juicio por cambio de situación jurídica, prevista en el
artículo 61, fracción XVII, de la Ley de Amparo.
Un caso típico en que opera esta causal es en materia penal, pues si se promoviera
amparo contra la puesta a disposición del probable responsable ante el Ministerio
Público (contra quien se promoviera el amparo), si el Ministerio Público ya hubiera
ejercido la acción penal en su contra remitiéndolo al reclusorio, es incuestionable
que ese cambio de situación jurídica consumó de modo irreparable el acto
reclamado, pues no se podría resolver sobre la retención y puesta en libertad.
XVIII.- Sera improcedente cuando sea interpuesto el juicio de amparo sin antes
agotar los recursos o medios de defensa legal. Teniendo las siguientes
excepciones:
Cuando el acto reclamado sea de peligro y atente contra la integridad personal,
establecido en el artículo 22 constitucional, así como la incorporación forzada al
ejército, armada o fuerza aérea nacionales, cuando el acto reclamado afecte la
libertad personal del quejoso, siempre y cuando no se trate de sentencia definitiva,
cuando ese trate de personas extrañas al procedimiento y en caso de que la
procedencia del recurso no este fundamentado legal o suficientemente para
determinarla el quejoso tendrá la opción de interponer el recurso o promover el
amparo.
Jurisprudencia, PC.XVII. J/7 P (10a.), Plenos de Circuito, Libro 42, Mayo de 2017, Tomo II,
pag. 1246
NO EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL. ES INNECESARIO QUE LA VÍCTIMA U OFENDIDO DEL DELITO
INTERPONGA EL RECURSO DE APELACIÓN, CONTRA LA RESOLUCIÓN DEL JUEZ DE GARANTÍA QUE
LO CONFIRMA, PREVIO A LA PROMOCIÓN DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE CHIHUAHUA VIGENTE HASTA EL 12 DE JUNIO DE 2016).
El artículo 61, fracción XVIII, último párrafo, de la Ley de Amparo, establece los casos de excepción al principio
de definitividad, entre ellos, el relativo a que cuando la procedencia del recurso o medio de defensa legal
correspondiente se sujete a una interpretación adicional o su fundamento jurídico sea insuficiente para
determinarla, el quejoso quedará en libertad de interponerlo o de acudir directamente al juicio constitucional.
Ahora, para determinar si el recurso de apelación procede contra el fallo del Juez de Garantía que confirma la
decisión del Ministerio Público sobre el no ejercicio de la acción penal, se requiere hacer un examen
pormenorizado del numeral 414 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua (vigente hasta
el 12 de junio de 2016), que instituye los tipos de resoluciones recurribles a través de ese medio de impugnación,
en relación con los dispositivos 226 y 228 del invocado código; lo que implica una interpretación adicional al
contenido de aquel precepto y, por ende, constituye materialmente un obstáculo para el derecho fundamental
de acceso a la justicia, que resulta inaceptable en términos de la aludida excepción al principio de definitividad;
de ahí que es innecesario que la víctima u ofendido del delito interponga el recurso de apelación contra la
aludida resolución del Juez de Garantía, previo a promover el juicio de amparo indirecto.
Sobre ésta, cabe señalar que la causal de improcedencia del amparo consiste. en
que siendo éste un medio extraordinario de defensa, no está permitido instarlo si
antes no se agotaron los medios ordinarios de defesa capaces de revocar modificar
o nulificar el acto reclamado.
Jurisprudencia PC.I.A. J/45 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 22, Septiembre de 2015, Tomo
II, pag. 1211
PROGRAMA DE VERIFICACIÓN VEHICULAR OBLIGATORIA PARA EL SEGUNDO SEMESTRE DEL
AÑO 2014 EN EL DISTRITO FEDERAL. CUANDO SE RECLAMA COMO NORMA AUTOAPLICATIVA, NO SE
ACTUALIZA LA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA ESTABLECIDA EN EL ARTÍCULO 61, FRACCIÓN XXI, DE
LA LEY DE AMPARO, RELATIVA A LA CESACIÓN DE LOS EFECTOS DEL ACTO RECLAMADO, AUNQUE
HAYA FENECIDO SU VIGENCIA.
No se actualiza la causal de improcedencia del juicio de amparo prevista en la fracción XXI del artículo 61 de la
ley de la materia, relativa a la cesación de los efectos del acto reclamado, cuando se reclama el programa de
referencia como norma autoaplicativa, por el hecho de impugnarse cuando haya fenecido su vigencia, en razón
de que las disposiciones normativas reclamadas son de naturaleza positiva y, por tanto, constriñeron a los
sujetos obligados a actuar de determinada forma durante su vigencia, dejando huella en su esfera jurídica, la
cual sólo puede borrar una eventual concesión del amparo. En efecto, si bien la expiración del programa en
cuestión, que conforme a su punto 18 estuvo vigente del 1 de julio al 31 de diciembre de 2014, privó de vigencia
a los preceptos
impugnados, no hizo desaparecer los efectos que éstos produjeron durante su vigencia, traducidos en todas
esas obligaciones de hacer que la norma impuso a sus destinatarios para la obtención del holograma
correspondiente, en las que se incluyen la de presentar la unidad por verificar sin adeudos tanto por infracciones
al Reglamento de Tránsito Metropolitano o el que lo sustituya, impuestas a partir del año 2009, como del
Impuesto Sobre Tenencia y Uso Vehicular de los años 2005 y posteriores; la de pagar la multa correspondiente
por verificación extemporánea en caso de que en la base de datos no existiera el registro de la verificación
vehicular anterior o por no haber realizado el trámite de verificación en el semestre anterior o en el periodo
correspondiente, so pena de no
obtener la verificación hasta en tanto no se cubrieran esos adeudos, lo que sí podrá lograrse en caso de obtener
la concesión del amparo para el efecto de que se le otorgue el holograma correspondiente sin atender al modelo
de año del vehículo y a los adeudos en comento. Máxime que en el Programa de Verificación Vehicular
Obligatoria para el Primer Semestre del año 2015, publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 24 de
diciembre de 2014, subsisten en sus mismos términos las obligaciones precisadas con antelación y las
consecuencias de no cumplir las del programa anterior se tomarán en cuenta para la verificación del primer
semestre de 2015.
En la hipótesis de que un acto de autoridad deje de surtir sus efectos, como podría
ser la derogación de una ley sujeta al escrutinio constitucional, es indudable que el
amparo ya no tiene sentido, pues los efectos del acto reclamado habrán cesado.
XXII.- Aun existiendo el acto reclamado, el objeto sobre que recae ya no exista.
Jurisprudencia PC.XXI. J/12 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 57, Agosto de 2018, Tomo
II,pag.1792
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO DIRECTO. SE ACTUALIZA LA CAUSA PREVISTA EN EL
ARTÍCULO 61, FRACCIÓN XXII, DE LA LEY DE LA MATERIA, CUANDO SE IMPUGNA LA RESOLUCIÓN
DICTADA EN EL RECURSO DE RECLAMACIÓN, POR LA QUE SE CONFIRMA LA
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE NULIDAD PROMOVIDO CONTRA LA NEGATIVA FICTA RECAÍDA AL
ESCRITO PRESENTADO ANTE LA AUTORIDAD HACENDARIA, PARA ACREDITAR
QUE SÍ SE ADQUIRIERON LOS BIENES O SE PRESTARON LOS SERVICIOS AMPARADOS POR
LAS FACTURAS EXPEDIDAS POR UN CONTRIBUYENTE INCLUIDO EN LA LISTA DE PERSONAS QUE
PRESUMIBLEMENTE EXPIDEN COMPROBANTES FISCALES DE OPERACIONES INEXISTENTES,
CUANDO EN UN PROCEDIMIENTO DIVERSO SE DECLARA LA NULIDAD LISA Y LLANA DE LA
RESOLUCIÓN POR LA QUE SE ORDENÓ INCLUIRLO EN AQUELLA LISTA.
Al quedar firme la resolución de nulidad de la orden de incluir al contribuyente en la lista de personas que
presumiblemente facturan operaciones inexistentes, respecto de las cuales el quejoso ejerce el derecho que le
confiere el artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación, para acreditar que los bienes y servicios que
amparan los comprobantes fiscales que expidió aquél, sí se adquirieron o prestaron, cualquier afectación que
pudiera derivarse de un procedimiento en sede jurisdiccional respecto del ejercicio de esa prerrogativa, carece
de materia u objeto, al haber dejado de existir la situación jurídica que le dio origen, pues la nulidad de la
resolución de la autoridad hacendaria en relación con el tercero emisor de las facturas fiscales, trae como
consecuencia que desaparezca la presunción que afectaba a éstas y cuya legitimidad pretenden acreditar los
quejosos. Por ende, como se impugna la resolución dictada en el recurso de reclamación, por la que se confirma
la improcedencia del juicio de nulidad promovido contra la negativa ficta recaída al escrito presentado ante la
autoridad hacendaria, para acreditar que sí se adquirieron los bienes o se prestaron los servicios amparados
por las facturas expedidas por un contribuyente incluido en la lista de personas que presumiblemente expiden
comprobantes fiscales de operaciones inexistentes, se actualiza la causa de improcedencia prevista en el
artículo 61, fracción XXII, de la Ley de Amparo, toda vez que es innecesario que el órgano de amparo analice
el fondo de la cuestión debatida, pues tanto la sentencia protectora que pudiera dictarse, como las
determinaciones adoptadas por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, en cumplimiento de aquélla, se
materializarían, en última instancia, en un procedimiento administrativo que carece de objeto, al ordenarse su
archivo definitivo por haber quedado firme la declaratoria que lo nulifica.
XXIII.-La causal de improcedencia de esta fracción refiere que puede ser previsto
en la constitución o en la propia ley de amparo que prácticamente obliga que debe
ir relacionada con alguna de las dos leyes ya que por sí sola carece de validez por
ser inmotivada.
Jurisprudencia, PC.III.A. J/70 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 67, Junio de 2019, Tomo V,
pag. 4315
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO CONTRA NORMAS GENERALES.
CUANDO EL QUEJOSO OMITA SEÑALAR COMO AUTORIDAD RESPONSABLE AL TITULAR DEL
ÓRGANO DE ESTADO QUE PROMULGÓ EL DECRETO LEGISLATIVO RECLAMADO, AUNQUE
NO SE IMPUGNE ESE ACTO POR VICIOS PROPIOS, SE ACTUALIZA LA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA
DEL ARTÍCULO 61, FRACCIÓN XXIII, EN RELACIÓN CON EL DIVERSO 108,
FRACCIÓN III, AMBOS DE LA LEY DE AMPARO.
El artículo 108, fracción III, de la Ley de Amparo dispone que en la demanda de amparo debe expresarse la
autoridad o autoridades responsables y que, en caso de que se impugnen normas generales, el quejoso debe
señalar a los titulares de los órganos de Estado a quienes la ley encomiende su promulgación. Asimismo,
establece que no debe llamarse a juicio a las autoridades que intervinieron en el refrendo o publicación del
decreto promulgatorio de la norma si no se impugnan sus actos por vicios propios; no obstante, esta última
excepción no se previó tratándose de la autoridad que promulgó la ley, pues de la evolución de dicha disposición
normativa desde la Ley de Amparo abrogada, se advierte que el legislador consideró insoslayable que
tratándose del amparo contra normas generales se llame a la autoridad que promulgó la ley, lo que además
encuentra sentido si se tiene en cuenta que la participación del titular del Poder Ejecutivo, ya sea local o federal,
no es de simple trámite, sino que incide de manera importante en el proceso legislativo, pues con la
promulgación de la ley se hace ejecutable y adquiere valor imperativo, carácter que no tenía antes de pasar de
la jurisdicción del Congreso a la del Ejecutivo. En estas condiciones, es indispensable que en el amparo contra
normas generales se señale como autoridad responsable al órgano promulgador, con independencia de que se
reclamen o no vicios propios al acto promulgatorio, condicionante que únicamente debe entenderse dirigida a
los actos de las autoridades encargadas de su refrendo y publicación, como así se advierte de la iniciativa del
proyecto de la Ley de Amparo vigente; además de que esa autoridad está facultada para hacer valer los medios
de defensa previstos en la ley de la materia. Por tanto, si en un amparo contra normas
generales el promovente decide no señalar como autoridad responsable al titular del órgano de Estado
encargado de la promulgación del decreto impugnado, no obstante que el juzgador de amparo lo requirió para
tal efecto, con el apercibimiento de que en caso de no hacerlo provocaría la improcedencia de la acción
constitucional, es claro que se actualiza la causal de improcedencia derivada de la interpretación conjunta del
artículo 61, fracción XXIII, en relación con el diverso 108, fracción III, ambos de la Ley de Amparo.
I.-El quejoso será quien pueda desistirse del juicio de amparo, deberá ser formulado
por escrito y ratificarse ante la presencia judicial ya sea de la notificación ante el
actuario en plazo de 3 días.
En amparo indirecto: una vez admitida la demanda y hasta ser verificada la
audiencia constitucional. En revisión ante la autoridad de amparo indirecto.
En amparo directo: Una vez admitida la demanda antes de que sea discutida en
audiencia por los Magistrados Colegiados del Tribunal Colegiado de Circuito o pro
ministros de la suprema corte de justicia de la nación. En revisión antes de que el
asunto sea discutido en audiencia pública.
Jurisprudencia P./J. 25/2018 (10a.), Pleno, Libro 60, Noviembre de 2018, Tomo I, pag. 8
DESISTIMIENTO PARCIAL DE LA INSTANCIA EN EL JUICIO DE AMPARO. PROCEDE MIENTRAS NO SE
HAYA DICTADO SENTENCIA EJECUTORIA, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE SE HUBIERA PUBLICADO
EL PROYECTO DE FONDO EN LA PÁGINA OFICIAL DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN. De acuerdo con el artículo 107, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, la voluntad para promover el juicio de amparo es un principio fundamental, de modo que siempre
debe seguirse a instancia de parte agraviada; de ahí que ésta pueda, válidamente, desistir en cualquier
momento con la sola declaración de su voluntad, desistimiento que puede ser parcial o total, pues al respecto
no existe prohibición alguna. Lo anterior lo reconoce el artículo 63, fracción I, de la Ley de Amparo, que establece
como causa de sobreseimiento en el juicio el desistimiento de la demanda, que constituye una abdicación o
renuncia a que el órgano de control constitucional ejerza su actividad jurisdiccional en un caso concreto y
determinado. En ese sentido, si se puede desistir de la acción de amparo, con mayor razón podrá hacerse
respecto de alguno de los recursos interpuestos contra las resoluciones pronunciadas en el juicio, aunque la ley
no lo prevea expresamente. Así, el desistimiento del recurso de revisión da fin a la segunda instancia y deja
firme la sentencia recurrida, en el entendido de que el desistimiento puede ser parcial (esto es, sólo contra las
leyes reclamadas) o total, porque el quejoso conserva su derecho para desistir de la acción o de la instancia en
el momento en que lo considere conveniente a sus intereses y el órgano de control constitucional debe aceptar
esa renuncia, sin que constituya obstáculo para ello que el proyecto de fondo se hubiera publicado
electrónicamente en la página oficial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en términos del artículo 73
de la Ley de Amparo, pues dicha publicación tiene como sustento transparentar las decisiones de los asuntos
de gran entidad o relevancia para el orden jurídico nacional a efecto de que el público en general tenga acceso
a su conocimiento; sin embargo, el interés de la sociedad por conocer los criterios del Alto Tribunal no puede
estar por encima del interés de las partes en el litigio, ni llegar al extremo de coartar su derecho a desistir, pues
la ley, en ese sentido, no las limita.
Jurisprudencia 1a./J. 49/2017 (10a.), Primera Sala, Libro 49, Diciembre de 2017, Tomo I
pag.386
SOBRESEIMIENTO FUERA DE AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. POR REGLA GENERAL, LA NEGATIVA
DEL ACTO RECLAMADO NO CONSTITUYE UNA CAUSA NOTORIA, MANIFIESTA E INDUDABLE DE
IMPROCEDENCIA PARA DECRETARLO CON FUNDAMENTO EN LO DISPUESTO POR EL ARTÍCULO 63,
FRACCIÓN IV, DE LA LEY DE AMPARO.
De la interpretación sistemática del contenido de los artículos comprendidos del 117 al 124 de la Ley de Amparo,
se obtienen las reglas del procedimiento que deben respetarse durante el trámite del juicio de amparo indirecto,
de donde se obtiene que rendidos los informes justificados por las autoridades responsables, con ellos debe
darse vista a las partes, debiendo mediar un plazo de ocho días entre la fecha en que se ponen en su
conocimiento y la diversa señalada para la celebración de la audiencia constitucional, lapso en que deberán
aportar las pruebas que consideren necesarias de acuerdo con los lineamientos establecidos en el artículo 119
de la ley de la materia para acreditar sus pretensiones; tal prerrogativa resulta de mayor relevancia para la parte
quejosa, porque cuando la autoridad responsable niega el acto reclamado, le genera una carga procesal
probatoria, de la que debe hacer uso para controvertir el informe respectivo; para ello se requiere que el juicio
se agote en todas sus etapas y que por tanto, la audiencia constitucional se celebre, porque ése es el último
momento procesal en que puede aportar medios de prueba para lograr desvirtuar las manifestaciones de la
autoridad y alegar lo que a su derecho convenga para demostrar que el acto sí existe y que es violatorio de sus
derechos fundamentales; de manera que, por regla general, sobreseer en el juicio antes de que esa actuación
ocurra, implica contrariar las reglas del procedimiento, pero sobre todo dejar en completo estado de indefensión
a la parte quejosa, lo que indefectiblemente llevará a reponer el procedimiento respectivo, porque no constituye
generalmente una justificación válida, el argumento de que se actúa así en aras de una impartición de justicia
pronta y expedita conforme a lo que dispone el artículo 17 Constitucional, puesto que está por encima el derecho
de defensa del actor constitucional que le otorga la posibilidad de contar con un recurso efectivo, como lo
previene el propio numeral constitucional invocado y el artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.
V.- Amparo indirecto: Dentro del trámite del juicio antes de la verificación de la
audiencia constitucional si la autoridad de amparo advierte que se actualizara una
causal de improcedencia.
Artículo 49 párrafo quinto de la ley de amparo, dentro del trámite del juicio antes de
ser verificada la audiencia constitucional. En revisión quien corresponda conocer el
recuso respectivo, advierte
una causal de improcedencia que la autoridad que pronuncio la sentencia de
amparo indirecto no percibió, pero solo sucede al pronunciar la sentencia
correspondiente. En amparo directo, Sera en la sentencia que se dicte en el juicio.
Jurisprudencia PC.I.P. J/54 K (10a.), Plenos de Circuito, Libro 63, Febrero de 2019, Tomo II,
pag.1967
SOBRESEIMIENTO EN EL JUICIO DE AMPARO. PROCEDE EN TÉRMINOS DE LA FRACCIÓN IV DEL
ARTÍCULO 63 DE LA LEY DE AMPARO, CUANDO LAS AUTORIDADES RESPONSABLES NIEGAN LA
EXISTENCIA DEL ACTO RECLAMADO, CON INDEPENDENCIA DE QUE OTRAS TAMBIÉN SEÑALADAS
COMO RESPONSABLES LO ACEPTEN.
La causal de sobreseimiento en el juicio de amparo por inexistencia del acto reclamado, en términos del
precepto y fracción citados, se actualiza cuando las autoridades responsables, al rendir su informe justificado,
lo niegan o cuando el quejoso no prueba su existencia en la audiencia constitucional, con independencia de que
otras autoridades también señaladas como responsables lo admitan, pues la aceptación del acto reclamado por
estas últimas, salvo casos de excepción, no desvirtúa la negativa de las autoridades a quienes de manera
independiente y autónoma se les atribuyó por el quejoso, por lo que dicha causal de sobreseimiento es de
estudio preferente a la diversa de la fracción V del artículo 63 de la Ley de Amparo, relacionada con la
actualización de alguna causal de improcedencia.