Aspectos Geomorfológico1

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3.

Aspectos geomorfológicos

Son muy variables y deben su origen a agentes tectónicos, deposicionales y erosivos, que
actuaron a lo largo de su historia geológica.

La caracterización de aspectos geomorfológicos se ha dividido en cuatro tipos generales y


específicos del relieve, en función a su altura relativa, diferenciándose planicies, colonas y
lomeríos, piedemontes y montañas.

3.1 MONTAÑAS

Tienen una amplia distribución en el área de estudio (74,24%), y se reconocen como


cumbres y estribaciones o laderas que han sido modeladas por la erosión y la influencia
de otros eventos de diferente naturaleza (levantamiento, glaciación, etc.).

En general conforman alineamientos alargados de dirección andina, que sobrepasan los


300 m del nivel de base local, constituidos por rocas intrusivas, volcánico-sedimentarias y
sedimentarias, con diferentes estados de meteorización superficial y de erosión.

En el caso de secuencias sedimentarias, se caracterizan por presentar cuestas como


resultado de la interestratificación de litologías de diferente resistencia a la erosión; en
algunos casos son cimas amplias y/o subredondeadas (volcánicas) hasta planas
(mesetas).

Para una mejor diferenciación y aplicación práctica para los objetivos del estudio, se
dividieron en seis grandes subgrupos:

3.4.1. Montañas con laderas de moderada a fuerte pendiente:

Muestran laderas o vertientes de pendiente pronunciada a fuerte, en donde la


equidistancia de las curvas de nivel es menor.

Generalmente las pendientes se encuentran por encima de 30° hasta mayores de 70°.
Indistintamente están compuestas mayormente por rocas intrusivas del batolito de la
costa, de resistencia diferencial a la erosión (Foto 1) y rocas volcánico- sedimentarias en
el sector de la cordillera Negra.
Foto 1 Vista hacia el oeste que muestra el lado oriental de la Cordillera Blanca y en primer plano montañas estructurales
con laderas de fuerte pendiente en la margen izquierda del valle del río Pushca, afluente del Marañón.

3.4.2. Montañas con laderas de moderada pendiente

Presentan laderas de 15 a 29° de pendiente. Están constituidas principalmente por rocas


sedimentarias, volcánico-sedimentarias e intrusivas (Foto 2), encontrándose muy
distribuidas en la cuenca, colindantes a las zonas de montañas de fuerte pendiente y
montañas estructurales, en muchos sectores de la región.

Foto2 Montañas en laderas de moderada pendiente en rocas volcánicas (A),y mesetas volcánicas con frentes escarpados
en rocas piroclásticas (B) que coronan las vertientes
3.4.3. Montañas con laderas estructurales

Su asociación litológica es principalmente sedimentaria, y estructuralmente se presentan


como alineamientos montañosos compuestos por secuencias estratificadas plegadas y/o
con buzamientos de las capas que controlan la pendiente de las laderas, formando
cuestas y espinazos que le dan una característica particular en las imágenes de satélite.
Varían en pendiente desde moderada a suave hasta muy abruptas (Foto 3).

Foto3 Vista de geoformas de laderas de montañas estructurales plegadas. Se aprecian además depósitos de movimientos
en masa.

3.4.4. Montañas con cobertura glaciar

Desarrolladas ampliamente en la divisoria continental de aguas de las vertientes Pacífica


y Atlántica, correspondientes a las cabeceras de cuencas, sobre cotas encima de 5 000
msnm. Son culminaciones de montañas que presentan cobertura de hielo o hielo/nieve
permanente, a manera de picos o nevados (Foto 4), así como pequeños picos nevados en
las cabeceras de la cuenca de Alto Huallaga.

Foto 4 Vista del sector superior del valle de la quebrada Huachecsa, donde se aprecia el nevado Huantsán-Potrero
3.4.5. Montañas con desglaciación reciente

Corresponden a las zonas adyacentes a los frentes glaciares que muestran un marcado
retroceso glacial en las cordilleras Blanca, Huayhuash y Pelagatos, como consecuencia
del cambio climático global. El proceso de desglaciación se ha convertido en una
amenaza para las poblaciones por la formación de glaciares colgantes y nuevas lagunas
en lugares poco estables, que almacenan importantes volúmenes de agua que pueden
generar desastres debido a avalanchas de rocas o detritos, aluviones y desbordes de
lagunas de origen glaciar. Muestran amplias superficies que antes estuvieron cubiertas
con hielo, en muchos casos fracturadas, siendo más susceptibles a los movimientos en
masa (Foto 5).

Foto 5 Vista panorámica del nevado Huascarán, donde se aprecia una gran superficie de desglaciación por el retiro
paulatino de los glaciares.

3.4.6. Montañas litorales

Corresponden a las elevaciones montañosas alineadas en la costa adyacente a la ciudad


de Chimbote, ubicadas en las bahías de Chimbote y Samanco (cerros Península,
Chimbote y Punta La Viuda), con altitudes que llegan hasta 579 msnm (Foto 6), y también
frente a Culebras (cerros Maltino, La Cumbre). Están expuestas a procesos de erosión
marina, mostrando acantilados rocosos abruptos.
Foto 6 Vista de la bahía de Chimbote limitada por montañas y colinas litorales.

.4 Colinas y lomadas

Están representadas por elevaciones de relieve bajo y alineamientos estructurales de


relieve complejo, diferentes grados de disección, y con alturas que oscilan entre 50 y 300
metros desde el nivel de base local, con pendientes mayores a 7º. En conjunto ocupan
9,01% del área de la región. Se asocian litológicamente a rocas de diferente naturaleza,
principalmente sedimentarias (de edad paleozoica a cenozoica).

Dentro de este grupo se diferenciaron siete subunidades:

3.2.1. Colinas

Corresponden a las superficies de terreno con alturas inferiores a 300 m, con diferentes
tipos de litología y cuya pendiente es mayor a 7° o 16%. La pendiente de sus laderas es
suave a moderada y su distribución superficial muy reducida (0,40%), restringiéndose al
sector sureste de la región. Suelen presentarse procesos de reptación, caídas de rocas y
escasos derrumbes.

3.2.2. Colinas y lomadas bajas disectadas

Pequeñas superficies plano-onduladas y muy erosionadas se encuentran presentes al


noroeste de Puyllo, en la margen derecha del río Yanamayo, cerca de la desembocadura
al río Marañón. Se trata de capas rojas que por su naturaleza litológica son fácilmente
erosionadas (Foto 7), apreciándose erosión de laderas incluso con procesos avanzados
de badland y generación de flujos de detritos.

Foto 7 Vista aguas abajo del río Yanamayo que muestra procesos de erosión intensa en laderas de colinas compuestas por
capas rojas sedimentarias.

3.2.3. Colinas con laderas estructurales

Alineamientos colinosos que siguen un patrón estructural de dirección andina de faja


plegada (anticlinales y sinclinales), con área de exposición muy reducida en la región. Sus
laderas muestran buzamientos de 15° hasta cerca de 90° al noroeste del río Pushca en
Lachog y Santa Cruz de Miopampa, y al sureste de Chacas en Pallahuachanga.

3.2.4. Lomadas

Colinas con cumbres y laderas redondeadas a suaves y en general con pendiente muy
suave. Se encuentran ampliamente distribuidas en toda la costa y estribaciones inferiores
de la cordillera de la región Ancash, como se puede observan en las laderas de los valles
de los ríos Sechín, Nepeña, Huarmey, Grande, Culebras y sus tributarios, así como en
ambas márgenes del río Lacramarca y en la margen derecha del río Fortaleza (Foto 8).

Foto 8 Carretera Panamericana Norte en el sector de pampa; unidades de lomadas y planicie costanera con acumulaciones
eólicas.
3.2.5. Colinas litorales

Colinas ubicadas en el litoral costero y de forma aislada, cerca de las localidades de


Santa, Chimbote y Casma, como las que se exponen en Puerto Perdido, Punta Chocoran
y cerro Colorado. Por su litología están sujetas a erosión marina.

3.2.6. Islas

Colinas aisladas rodeadas de agua, son escasas y con superficie muy reducida en la
región, con elevaciones inferiores a 200 m. Consisten de afloramientos rocosos aislados y
alineados, ubicados frente a las ciudades de Chimbote (islas Ferrol, Blanca y Punta Cola)
y Casma (islas Los Chimús y Tortuga), así como otros islotes menores que corresponden
a prolongaciones de las formaciones rocosas existentes en la costa.

3.2.7. Morrenas

Por su expresión geomorfológica de depositación glaciar en forma de lomadas alargadas


y colinadas, estos depósitos se encuentran acumulados en las laderas superiores de las
montañas, los márgenes de valles glaciares o bordeando algunas lagunas (Fotos 6 y 9).
Las áreas principales con acumulación de morrenas se ubican en las vertientes
inmediatas a la cordillera Blanca.

Foto 9 Morrenas laterales recientesy antiguas al pie del nevado de Huascarán, ladera noreste.
3.3 Piedemontes

Corresponden a aquellas geoformas con acumulación de material detrítico, siendo


identificables por las rupturas o cambios bruscos de pendiente característicos. Para los
objetivos del presente estudio se individualizaron depósitos de movimientos en masa o
gravitacionales (deslizamientos, flujos y combinaciones) y depósitos glaciofluviales, que
en conjunto ocupan un porcentaje importante en la región (8,02%).

3.3.1. Abanicos proluviales y aluvionales

Depósitos de flujos de detritos principalmente canalizados, acumulados en forma de


abanico y ubicados en la parte terminal o desembocadura de una quebrada o curso fluvial
(generalmente de régimen torrentoso, estacional o excepcional) a un río principal (Foto
10). Puede mostrar evidencias de represamiento de valle total o parcial, o desviaciones de
cursos fluviales, controlando su morfología actual. Debido a que su origen se debe a
eventos individuales de diferente magnitud, muestran áreas de depósito de regular
extensión, altura variable, así como ligera pendiente hacia el valle, confundiéndose en
algunos casos con terrazas aluviales.

Asimismo, depósitos de flujos de gran dimensión conocidos como aluviones (flujos o


avalancha de detritos canalizados), cuyo origen son eventos individuales importantes, de
carácter excepcional y probablemente asociados a rupturas de diques morrénicos o
desborde de lagunas glaciares. Otros son abanicos de gran dimensión asociados a
rupturas de diques morrénicos o desembalse de lagunas glaciares con obstrucción de
valle y/o asociados a movimientos sísmicos con generación de avalanchas de rocas y de
detritos; depósitos de albardones en su recorrido presentes principalmente en el valle del
Santa o Callejón de Huaylas, Pativilca y Mosna (Chavín). Corresponden a los aluviones
antiguos ocurridos en la región sobre la cual se asientan muchas poblaciones (Fotos 11 y
12)
Foto 10 Vista del valle del río Rúpac que muestra un abanico de flujo de detritos.

Foto 11 Depósito en abanico. Flujo aluvional originado por la avalancha de rocas en la pared norte del nevado Huascarán
que sepultó la localidad de Yungay en 1970.
Foto 12 Vista aguas abajo en el río Marañón. Depósito de antiguo aluvión que se originó en la quebrada Chocchian
represando el valle.

3.3.2. Vertiente de detritos

Son los depósitos acumulados en las laderas o vertientes de montañas y colinas, en


forma de talus de detritos de origen coluvial-deluvial de edad reciente, que no muestran
una geoforma característica única sino una mezcla de varios eventos y su consistencia es
inconsolidada (Foto 13).

Por encontrarse cerca de su fuente de origen, presentan una naturaleza litológica


homogénea, sin embargo, su granulometría es variable y su grado de compacidad es
bajo, no consolidada. Geodinámicamente por las características descritas están sujetos a
procesos de remoción por erosión de laderas, derrumbes, deslizamientos superficiales y
hasta flujos de detritos.

Foto 13 Tramo de carretera entre Yauyay San Nicolás, que muestra una ladera con acumulación de talud de detritos
indiferenciados.
3.3.3. Detritos de acumulación glacio-fluvial

Ocupan zonas montañosas (laderas) y de valles, originadas por procesos de


desglaciación en el Pleistoceno y remoción de depósitos morrénicos, alcanzando altitudes
entre 4 600 y 3 400 msnm. Se distribuyen ampliamente en el valle del río Santa,
bordeando las zonas montañosas y glaciares, las cabeceras de la vertiente occidental o
divisoria de aguas continental, muchas veces ocupados por terrenos de pastizales e
incluso terrenos de cultivo en los niveles inferiores (Foto 14).

Foto 14 Depósitos de vertiente glaciofluviales y algunas morrenas en las márgenes del río Quilcay, Huaraz.

3.3.4. Depósitos de deslizamiento

Las acumulaciones de depósitos de movimientos en masa o remoción por deslizamientos,


derrumbes, caída de rocas, avalanchas de rocas o detritos, de magnitud cartografiable,
relativamente antiguos o prehistóricos hasta depósitos históricos o recientes.

Se asocian con áreas de represamiento de valles y desviaciones de cauces fluviales en


sus partes terminales. En la región se encuentran ampliamente distribuidos en el Callejón
de Conchucos (Pomabamba, Piscobamba, Sihuas, Huari, San Luis, Yauya, Quiches,
Pallasca, Conchudos, Chacas, Yanama, San Marcos, etc.), algunos ejemplos en la
cuenca del Santa (Foto 15), así como en la cuenca alta del río Pativilca y algunos
afluentes del río Marañón (ríos Vizcarra y Rúpac).
Foto 15 Depósito de deslizamiento antiguo en el sector Mashaconga, margen izquierda del río Santa, aguas arriba de
Catac.

Nótese la desviación del cauce fluvial.

3.4 Planicies

Están asociados a depósitos aluviales, fluvioglaciares, marinos y eólicos, limitados en


muchos casos por depósitos de piedemontes y laderas de montañas o colinas en
afloramientos rocosos; ocupan una superficie de 9,16 % del área de la región.

Para una mejor descripción se individualizaron siete subunidades:

3.4.1. Planicie costanera

Se trata de extensas superficies planas de la costa occidental adyacentes a las


estribaciones andinas y normalmente asociadas a quebradas secas. Usualmente están
ocupadas por mantos de arenas eólicas y también depósitos aluviales, aprovechados
para realizar labores agrícolas (Foto 16).

Foto 16 Geoformas en el sector de la pampa Matacaballo, que muestran en primer plano la planicie costanera, pampas
aprovechadas para la agricultura y rodeadas de colinas bajas con acumulaciones de arena en sus vertientes.
3.4.2. Planicie aluvial o terraza alta / Fondo de valle fluvial

Terrenos ubicados encima del cauce y llanura de inundación fluvial, planos, de ancho
variable, limitados a los valles (Fotos 17 y 18). Se consideró además los fondos planos de
valles que presentan terrazas fluviales o fluvioglaciares de poca amplitud y que muestran
en general una pendiente suave entre 1º y 5º. Es común que se produzcan en sus
márgenes activas erosión fluvial y socavamiento en sus taludes, generando derrumbes,
deslizamientos y erosión de tierras.

Sobre estos se ubican terrenos de cultivos, tramos de carreteras, así como poblaciones
principales de la región.

Foto 17 Vista aguas abajo del río Yanama, que muestra un valle angosto con terrazas en sus márgenes. Se distingue
además un depósito de movimiento en masa en la margen izquierda y laderas de fuerte pendiente con control estructural.

Foto 18 Sector del valle del río Santa con el cauce fluvial, la llanura sujeta a inundación y las terrazas aprovechadas por la
agricultura.
3.4.3. Llanura o planicie inundable

Se trata del cauce actual de los ríos principales y las superficies bajas adyacentes, sujetas
frecuentemente a inundaciones estacionales o excepcionales. Morfológicamente se
distinguen como terrenos planos compuestos de material no consolidado, removible

Se asocian a inundaciones fluviales periódicas, erosión fluvial en las márgenes o terrazas


bajas (Fotos 17 y 18).

3.4.4. Valles glaciares con lagunas

Terrenos llanos y depresiones existentes en las cabeceras de los valles con


características topográficas particulares tanto en roca como materiales fluvioglaciares. Se
encuentran principalmente en los tributarios o quebradas que descienden de las
cordilleras Blanca y Pelagatos hacia el río Santa, así como en las cabeceras de las
cuencas occidentales de la vertiente Pacífica (cordilleras de Huayhuash y Negra), y
vertientes orientales tributarias del Marañón. Por ser de ambientes periglaciales, es
frecuente encontrar la formación de lagunas de diferentes dimensiones como resultado de
la desglaciación y retiro de glaciares, presentando lagunas en rosario (Foto 19).

Foto 19 Vista de la quebrada Llanganuco; valle glaciar limitado por talud de detritos y macizo rocoso con laderas de fuerte
pendiente, con formación de lagunas. Se distingue además depósitos de avalanchas de detritos.

3.4.5. Mesetas volcánicas

Constituyen terrenos llanos con pendiente suave en sus cumbres, disectados y mostrando
culminaciones o frentes escarpados (Foto 2). Se distribuyen en el sector sur de la región,
en la cabecera de la cuenca del río Fortaleza y corresponden litológicamente a flujos
piroclásticos de tobas e ignimbritas de la Formación Fortaleza. Por las características de
relieve sus frentes, generalmente fracturados con disyunción columnar, pueden presentar
caída de rocas y derrumbes, sin embargo, también se han identificado algunos
deslizamientos y erosión de laderas.

3.4.6. Depósitos eólicos

Acumulaciones de depósitos eólicos y campos de dunas en la costa y pampas de las


provincias de Chimbote, Barranca, Culebras, Casma, Santa, Santa Rosa, Huayllapampa y
Huarmey, asociadas a superficies de terreno abiertas al mar con gran dinámica eólica.
Algunas acumulaciones rellenan quebradas secas

3.4.7. Playas

Se trata de superficies planas y angostas en el litoral de Chimbote (playas Alconcillo y


Lancón), y otras de menor extensión en forma discontinua, con presencia de acantilados,
en las costas de Casma, Culebras y Huarmey.

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