Finanzas para No Financieros
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Manuel Chu
Pontifical Catholic University of Peru
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DOI 10.19083/978-612-318-052-2
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Finanzas para
no financieros
Quinta edición
Este libro se terminó de imprimir en el mes de junio de 2016, en los talleres gráficos de
imprenta Gráfica Biblos. Jr. Morococha 152, Surquillo - Lima - Perú
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El contenido de este libro es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente la opinión de los
editores.
Contenido
Prólogo9
Introducción11
Bibliografía 259
A Dereck y Kevin,
mi inspiración y mi razón de ser
Prólogo
La última crisis internacional, conocida como «crisis de los países desarrollados», nos
ha recordado que no somos una isla y que nuestra vida cotidiana está muy ligada al
quehacer financiero, lo cual hace imperativo el conocimiento de los conceptos básicos
de las finanzas modernas. Los ejecutivos cada vez son más conscientes de que la crea-
ción de valor en las empresas se debe dar en el largo plazo.
Entendemos por valor el incremento de las riquezas de los dueños de capital, que
no es otra cosa que obtener mayores utilidades e incrementar el valor patrimonial, de tal
forma que el valor de la empresa sea cada vez mayor.
¿Cuándo se crea valor? Cuando la rentabilidad obtenida es mayor al costo de
capital de los accionistas. Muchos negocios obtienen utilidades e incluso pagan
impuestos por utilidades declaradas, pero la pregunta sería si la rentabilidad es mayor
a su costo de oportunidad. Si lo anterior no ocurre, no estamos creando valor.
Porque deseamos crear valor, debemos tener en cuenta los siguientes pasos para
su implementación:
Solo podemos crear una filosofía gerencial de valor siempre y cuando contemos
con un mínimo conocimiento de finanzas, acompañado de la misión principal de
toda empresa: satisfacer las necesidades de sus stakeholders (clientes, proveedores,
comunidad, empleados, etcétera). Hay que tomar en cuenta que las ventajas competitivas
son producto del valor que toda empresa es capaz de crear para sus stakeholders.
Cuando se indagaba sobre las funciones de los gerentes, no hace mucho tiempo, las
respuestas más comunes eran: los gerentes de Ventas son los encargados de pro-
yectar ventas, supervisar el trabajo de ventas, capacitar vendedores, elaborar
estadísticas de las ventas, etcétera. Para los gerentes de Producción, las respon-
sabilidades eran adquirir materias primas, diseñar productos, seleccionar maquinaria
y equipos, planificar la producción y otras. En cambio, el gerente financiero debía con-
seguir y aplicar fondos, buscar rentabilidad, distribuir utilidades, etcétera.
Como se observa, todos estaban muy encasillados en tareas específicas. No había
una interrelación entre las demás áreas. Para ilustrar mejor esta situación, veamos el
siguiente caso:
El gerente de Ventas y Marketing de la fábrica de embutidos La Preferida ha pre-
sentado a la gerencia general un proyecto de factibilidad sobre el impulso de la marca
El Cerdito. Este proyecto permitirá incrementar las ventas en 20 por ciento al año. En la
ejecución del plan estratégico de marketing, la empresa deberá invertir 238.500 dólares
(casi siempre es fácil obtener el monto del gasto).
Después de revisar el proyecto, el gerente general consideró que era muy
atractivo, pero no suficiente para decidir si podría realizarse, es decir, para saber
cuál es el costo-beneficio. Por este motivo, solicitó al gerente de Ventas y Marke-
ting que le respondiera: ¿cuáles son los flujos de caja neto que generará esta nueva
inversión?, ¿mejorarán los indicadores financieros?, ¿cuál es la rentabilidad
sobre el capital invertido (ROIC) del proyecto?, ¿cuáles son los resultados de los indica-
dores financieros ROE, ROA?, ¿cuál es el costo de oportunidad de esta nueva inversión?,
¿el proyecto crea valor o no?
Por falta de conocimiento mínimo de finanzas, el gerente de Ventas y Marke-
ting se siente limitado en responder a estas preguntas. Por lo tanto, no puede sus-
tentar la viabilidad de su proyecto, lo cual demuestra que quien no cuenta con un
conocimiento mínimo de finanzas no podrá ejercer bien sus funciones en un mundo
cambiante que mide el éxito o fracaso de su toma de decisiones a través del desem-
peño financiero del proyecto.
Lo primero que se nos viene a la mente es ganar dinero. Pero ¿qué pasa con la liqui-
dez, con la posibilidad de perder y, sobre todo, con el crecimiento autosostenido en
el tiempo? Cuando se busca definir qué son las finanzas, hay que tomar en cuenta el
equilibrio que debe existir entre las variables: el riesgo, la rentabilidad, la liquidez y la
creación de valor. Riesgo, porque existe la posibilidad de perder, incertidumbre gene-
rada por el riesgo propio del negocio y por el riesgo del mercado que no es controlable.
Rentabilidad, porque hay posibilidad de generar beneficios, reinversión y crecimiento.
Liquidez, porque hay la capacidad de cumplir con nuestras obligaciones de corto plazo.
Creación de valor, porque existe crecimiento autosostenido en el tiempo.
Cuando se habla de rentabilidad, debemos tener presentes tres conceptos
importantes: el costo de oportunidad, el valor del dinero en el tiempo y el análisis de
los estados financieros.
El costo de oportunidad
Recibir dinero hoy no es igual que recibirlo dentro de un año. Esto no solo se debe por
la inflación. El prestar un dinero hoy implica dejar de hacer otras cosas con ese dinero,
y ese «sacrificio» debe ser compensado, pues estamos dejando de lado alguna «opor-
tunidad».
¿Cuál es el «sacrificio» que estamos haciendo por no invertir esos fondos hoy?
Este «sacrificio» puede ser un precio o costo que pagamos o el «costo» en que incurri-
mos por invertir en una opción en vez de otra. Esto es el costo de oportunidad.
Entonces, el costo de oportunidad es el rendimiento que alguien deja de percibir
por ocuparse en una actividad diferente. El costo de oportunidad del dinero es el interés.
«Un dólar de hoy vale más que un dólar de mañana» por las siguientes razones:
a. Por producción, por rendimientos que puedo obtener al invertir el dinero hoy.
Ejemplo, si cuento con 10 dólares y adquiero una camisa al costo unitario de
10 dólares y luego lo revendo en 12 podría obtener 20 por ciento de utilidad. Si
alguien desea que le preste 10 dólares, como mínimo me tendría que devolver los
10 dólares más el 20 por ciento que estoy dejando de ganar por prestar el dinero.
b. Por inflación, por la posibilidad de que con los 10 dólares no pueda adquirir la misma
cantidad de bienes hoy, por la pérdida del poder adquisitivo de la moneda.
c. Por riesgo, por la probabilidad de no recuperar el dinero invertido.
d. Por preferencia por el consumo, por la oportunidad de privarme del consumo hoy, lo
cual tiene un precio y debería ser cuantificado de alguna forma.
Para explicar este principio, se puede ilustrar con un caso de la vida diaria la adquisi-
ción de un inmueble para vivienda. Esta situación incluye la elección de la casa a com-
prar. Finalmente, se necesitará de un financiamiento.
Asumamos que el valor de la vivienda es de 90.000 dólares y que se requiere
entregar una cuota inicial de 20.000 dólares. Es decir, implica que hará falta un prés-
tamo hipotecario por 70.000 dólares1.
Para conseguir el financiamiento, será necesario que el banco realice una evalua-
ción crediticia acerca de cómo podría pagar las cuotas del préstamo. Es decir, qué tanto
valor tiene usted. El proceso utilizado para determinar esta información no es especí-
ficamente complejo.
En primer lugar, el funcionario del banco desea conocer con qué bienes usted
cuenta y cuánto dinero debe y a quién. Asumamos que la respuesta a esas preguntas
son las que se presentan en el siguiente cuadro:
Bienes Deudas
Efectivo 0 Préstamo personal bancario $ 20.000
Cuenta corriente $ 5.000
Ahorros $ 15.000
Valores 0
Fondos mutuos $ 10.000
$ 30.000
Bienes Deudas
Efectivo 0 Préstamo personal bancario $ 20.000
Cuenta corriente $ 5.000
Ahorros $ 1.000
Valores 2 0
Fondos mutuos 3 $ 4.000
Vivienda $ 90.000 Préstamo hipotecario $ 70.000
$ 100.000 $ 90.000
El ejemplo anterior es muy simple y el proceso, muy común. Usted ahora no solo
cuenta con un inmueble como vivienda, sino también ha empleado algunos conceptos
contables claves. Por ejemplo, uno de los hechos básicos que el banco estuvo intere-
sado en conocer fue qué bienes de valor tenía usted. Esta pregunta se podría formular
de la siguiente forma: ¿cuáles son sus activos?
«Activos» es el término contable que se utiliza para describir un bien de valor y se
expresa en alguna moneda. Estos términos fueron utilizados en su solicitud de crédito
presentada al banco. Incluso si usted fuera bendecido por Dios, con buena salud, simpa-
tía y personalidad dinámica, no importa qué tan valiosos sean esos activos, dado que no
son fácilmente medibles en valores monetarios y, por lo tanto, no pueden ser anotados
en su solicitud de crédito como activos.
En segundo lugar, se le ha preguntado en la solicitud de crédito cuánto debe
y a quién. En términos contables, esas obligaciones son conocidas como «pasivos»
o «responsabilidades» y representan una obligación legal de cumplimiento. El estar
legalmente obligado es, de hecho, ser responsable. Otra forma de definir a los pasivos
es «derecho o reclamo sobre los activos». La persona a quien usted le debe tiene un
derecho sobre sus activos hasta el monto del crédito pactado. En otras palabras, por lo
que posee, es decir, por su patrimonio.
3 Patrimonio integrado por aportes de personas naturales y jurídicas, denominadas partícipes, para que
estos sean invertidos en valores de oferta pública.
Activos Pasivos
Efectivo y equivalentes al efectivo
Cuenta corriente $ 5.000 Préstamo personal $ 20.000
Ahorros $ 15.000
Activos Pasivos
Efectivo y equivalentes al efectivo
Cuenta corriente $ 5.000 Préstamo personal $ 20.000
Ahorros $ 1.000
Préstamo hipotecario $ 70.000
Valores negociables $ 4.000 Patrimonio $ 10.000
Inmueble $ 90.000
Total de activos $ 100.000 Total de patrimonio y pasivos $ 100.000
Si observamos los dos estados comparativos, a pesar de que usted cuenta con
un inmueble, su patrimonio personal permanece sin cambiar después de la compra.
La razón, aun cuando sus activos (bienes) se han incrementado, es que también han
crecido los derechos de los acreedores sobre esos activos.
Antes se ha explicado que existen dos grupos de demandantes que tienen dere-
chos sobre los activos: acreedores y propietarios. Los acreedores son los primeros que
legalmente pueden reclamar esos derechos y el saldo es de los propietarios (patrimo-
nio). Por lo tanto, ni los acreedores ni los propietarios ni ambos juntos pueden tener el
derecho de los activos que haya en exceso del total de los activos. Un corolario de este
axioma afirma que la suma total de activos tiene siempre que ser igual a la suma total
de los pasivos y del patrimonio.
El hecho de que la suma de los activos sea igual a los de los pasivos y del patrimo-
nio es el principio básico de toda la teoría y la práctica contable. Esto es frecuentemente
referido a la ecuación básica contable llamada la «partida doble». Los sistemas contables
se basan sobre este principio lógico, y todas las transacciones de negocios se registran
en términos del efecto de la partida doble sobre los activos, los pasivos y el patrimonio.
El ejemplo anterior envuelve una transacción demasiado simple: la adquisición
de un inmueble. Los dos aspectos de esta transacción fueron:
Activos Patrimonio
Efectivo y equivalentes al efectivo $ 15.000 Patrimonio $ 15.000
Activos Patrimonio
Efectivo y equivalentes al efectivo $ 10.000 Patrimonio $ 15.000
Vehículo $ 5.000
Total de activos $ 15.000 Total patrimonio $ 15.000
Ahora, asumamos que una semana después solicita un préstamo por 5.000 dóla-
res. Tan pronto lo reciba, su contabilidad se reflejaría así:
Activos Patrimonio
Efectivo y equivalentes al efectivo $ 15.000 Préstamo bancario $ 5.000
Vehículo $ 5.000 Patrimonio $ 15.000
Total de activos $ 20.000 Total de patrimonio y pasivos $ 20.000