Belen Balbin

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TRABAJO PRACTICO de DERECHO

LATINOAMERICANO

❖ Fallos a Tratar: Indalia Ponzetti de Balbin c/ Editorial Atlántida


S.A
Rodriguez, Maria Belen c/ Google Inc. s/ Daños y Perjuicios

❖ Catedra: Genovesi

❖ Integrantes: María Aguilar


Brian Konz
Merlina Roman
Paloma Armoa
Abril
Mateo Coraita
Indalia Ponzetti de Balbin v. Editorial Atlántida S.A

Este fallo de la Corte Suprema sucede el 11 de diciembre de 1984, en un


contexto histórico de reciente retorno a la democracia en Argentina,
luego de la finalización de la última dictadura cívico-militar sucedida en el
país entre marzo de 1976 y diciembre de 1983.

Hechos del caso:


La revista “Gente y la actualidad” publica el 10 de septiembre de 1981 en
la tapa del número 842 una fotografía del dirigente político Ricardo
Balbín, tomada antes de su muerte, cuando se encontraba en la sala de
terapia intensiva de la Clínica Ipensa de la ciudad de La Plata, el cual era
atendido por un grave malestar.
Su esposa Indalia Ponzetti de Balbín inicia una demanda por daños y
perjuicios contra la editorial Atlántida S.A, siendo la fundadora y
propietaria de la revista que publicó las fotos “con el objetivo de resarcir
el sufrimiento, la perturbación de su tranquilidad, y la mortificación
causada por la violación de su intimidad”.

Derechos en juego:
Libertad de Expresión vs. Derecho a la intimidad.

Libertad de expresión:

Artículo 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes


derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de
trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de
peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del
territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura
previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles;
de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.

Artículo 32.- El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la


libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.
Derecho a la intimidad:

Artículo 19.- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo
ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están
sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados.
Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la
ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.

Preguntas para responder con las resoluciones:


¿Qué haya libertad de prensa significa que se puede publicar cualquier
cosa sin consecuencia alguna en caso de que sea ilegal?

¿Cuál fue el objetivo con el que los creadores de ésta nación


establecieron la libertad de imprenta?
¿Hasta donde llega el derecho a la intimidad de una persona pública?

Primera instancia: el magistrado de primera instancia hace lugar a la


demanda, alegando que la presencia del fotógrafo en una situación límite
de carácter privado y la posterior publicación de la foto tomada con la
finalidad de ser la tapa de la revista “Gente y actualidad” no fue
autorizada ni consentida, por lo que no admite justificación y su
publicación configura una violación del derecho a la intimidad por lo
dispuesto en el artículo 1071 bis del Código Civil.

Segunda instancia: Contra el fallo del magistrado de primera instancia,


la accionada expresó los siguientes agravios:
1. que la decisión del juez no estuvo fundada en derecho, sino en una
reacción casi subjetiva, política, del público
2. que no actuó arbitrariamente, sino que medió una razón periodística,
referida a una persona que, por participar en la vida pública, renunció en
cierto modo a su intimidad
3. Que entre el conflicto entre dos garantías fundamentales debe privar la
que resguarda la libertad de prensa
4. que la indemnización que prevé el artículo 1071 bis no tiene carácter
“sancionatorio”
Ante estos agravios, el tribunal a quo sostuvo que:
1. No considera que el magistrado de primera instancia haya juzgado el
caso como mero público
2. El juez analizó e interpretó correctamente el tema de la intimidad. No
tenían la autorización del enfermo ni de sus familiares para la obtención
ni publicación de la fotografía, lo que pone en evidencia la arbitrariedad a
la que alude la norma.
3. Que la garantía de la libertad de prensa NO es absoluto, ni debe
interpretarse de manera que anule o contradiga otro derecho. La libertad
de imprenta garantiza la publicación de ideas sin censura previa, pero no
implica no penar delitos o abusos cometidos en el ejercicio de esa
libertad
4. La reparación del daño en los términos del artículo 1071 bis implica
una verdadera reparación de derecho, y fija la suma de 170.000 pesos
argentinos en concepto de indemnización.

La sentencia de la Sala F de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo


Civil confirmó la dictada en primera instancia, que hizo lugar a la
demanda que perseguía la reparación de daños y perjuicios ocasionados
por la violación del derecho a la intimidad del doctor Ricardo Balbin, a
raíz de la publicación de una fotografía suya cuando se encontraba
internado en una clínica, sobre la base de lo dispuesto por el artículo
1071 bis del Código Civil.

Contra ella la demandada dedujo recurso extraordinario, que fue


concedido. La recurrente sostiene que el fallo impugnado es violatorio de
los artículos 14 y 32 de la Constitución Nacional.
El caso llega a la Corte debido a que existe una cuestión federal. El
recurso extraordinario procede debido a que se controvierten derechos
inmediatamente fundados en cláusulas constitucionales: la garantía de la
libertad de prensa (artículos 14 y 32 de la Constitución Nacional) en
relación con el derecho a la intimidad (artículo 1071 bis del Código
Civil, introducido por la ley 21.173, que se sustenta en el artículo 19 de la
Constitución Nacional).
Composición de la Corte y sus votos: Carrió, Caballero (según su
voto), Fayt, Belluscio (según su voto) y Petracchi (según su voto).

FALLO DE LA CORTE SUPREMA


La Corte Suprema afirma que:
- En el presente caso no se encuentra en juego el derecho a publicar las
ideas por la prensa sin censura previa (art 14) sino los límites jurídicos
del derecho a la información en relación directa con el derecho a la
privacidad o intimidad (art 19).
El derecho de prensa en la Constitución Nacional, como dimensión
política de la libertad de pensamiento y la libertad de expresión, es
consecuencia de las circunstancias históricas que condujeron a su
sanción como norma fundamental y la afirmación del libre uso de la
imprenta como técnica de difusión de las ideas frente a la autoridad que
buscaba controlar ese medio de comunicación mediante la censura. La
prensa pasó a ser un elemento integrante del Estado constitucional
moderno, con el derecho e incluso el deber de ser independiente a la vez
que responsable ante la Justicia de los delitos o daños cometidos
mediante su uso, con la consecuencia jurídica del ejercicio pleno de
dicha libertad.
Ni en la Constitución de los Estados Unidos ni en la nuestra ha existido
el propósito de asegurar la impunidad de la prensa. Si la publicación es
de carácter perjudicial, y si con ella se difama o injuria a una persona, no
pueden existir dudas acerca del derecho del Estado para reprimir o
castigar tales publicaciones sin desacreditar la libertad de prensa.

- La legislación sobre la prensa garantizó su ejercicio estableciendo


criterios e inmunidades con el objeto de impedir la intromisión arbitraria
del Estado tanto en la publicación como a las empresas que realizaban la
publicación, asegurando la libre iniciativa individual, la libre competencia
y la libertad de empresa considerados elementos esenciales para la
autonomía humana.

- El desenvolvimiento de la economía de la prensa y la aparición de las


nuevas técnicas de difusión e información cine, radio, televisión, obligan
a un reexámen de la concepción tradicional del ejercicio autónomo del
derecho individual de emitir y expresar el pensamiento. De este modo, se
hace necesario distinguir entre el ejercicio del derecho de la industria o
comercio de la prensa, cine, radio y televisión; el derecho individual de
información mediante la emisión y expresión del pensamiento a través de
la palabra impresa, el sonido y la imagen, y el derecho social a la
información. Es decir, el derecho empresario, el derecho individual y el
derecho social, que se encuentran interrelacionados y operan en función
de la estructura de poder abierto que caracteriza a la sociedad argentina.
- En cuanto al derecho a la privacidad e intimidad su fundamento
constitucional se encuentra en el art 19 de la Constitución Nacional, en
relación directa con la libertad individual. En el mismo se protege
jurídicamente un ámbito de autonomía individual constituida por las
acciones o hechos que, teniendo en cuenta las formas de vida aceptadas
por la comunidad están reservadas al propio individuo y cuyo
conocimiento y divulgación significa un peligro real o potencial para la
intimidad.
- El derecho a la privacidad comprende no sólo a la esfera doméstica, el
círculo familiar y de amistad, sino a otros aspectos de la personalidad
espiritual o física de las personas tales como la integridad corporal o la
imagen y nadie puede inmiscuirse en la vida privada de una persona ni
violar áreas de su actividad no destinadas a ser difundidas, sin su
consentimiento o el de sus familiares autorizados para ello. Sólo por ley
podrá justificarse la intromisión, siempre que medie un interés superior
en resguardo de la libertad de los otros, la defensa de la sociedad, las
buenas costumbres o la persecución del crimen.
- En el caso de los personajes célebres cuya vida tiene carácter público o
de personajes populares, su actuación pública o privada puede
divulgarse en lo que se relacione con la actividad que les confiere
prestigio o notoriedad y siempre que lo justifique el interés general. Pero
ese avance sobre la intimidad no autoriza a dañar la imagen pública o el
honor de estas personas y menos sostener que no tienen un sector o
ámbito de vida privada protegida de toda intromisión. Sobre todo, cuando
su conducta a lo largo de su vida, no ha fomentado las indiscreciones ni
por propia acción, autorizado, tácita o expresamente la invasión a su
privacidad y la violación del derecho a su vida privada en cualquiera de
sus manifestaciones.
- La publicación de la fotografía de un hombre público, excede el límite
legítimo y regular del derecho a la información. Lejos de atraer el interés
del público, provocó sentimientos de rechazo y de ofensa a la
sensibilidad de muchas personas. En consecuencia, la presencia no
autorizada ni consentida de un fotógrafo en una situación límite de
carácter privado que toma una fotografía con la finalidad de ser tapa en
la revista “Gente y actualidad” no admite justificación y su publicación
configura una violación al derecho a la intimidad.
GENARO CARRIÓ
JOSÉ SEVERO CABALLERO (según su voto)
CARLOS FAYT
AGUSTO CÉSAR BELLUSCIO (según su voto)
ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI (según su voto)

VOTO DE CABALLERO Y BELLUSCO


- El sentido de las garantías de la libertad de expresión contenidas en los
arts. 14 y 32 de la Constitución Nacional ha de comprenderse más allá
de la literalidad de las palabras empleadas en esos textos, que
responden a la circunstancia histórica en la que fueron sancionadas. El
libre intercambio de ideas, debe ir acompañado de la información acerca
de los hechos que afectan al conjunto social o a alguna de sus partes. La
libertad de expresión garantizada por los mencionados artículos de la
Constitución y por el art. 13, inc. 1º, de la Convención Americana de
Derechos Humanos, llamado Pacto de San José de Costa Rica, incluye
el derecho a dar y recibir información, especialmente sobre asuntos
atinentes a la cosa pública o que tengan relevancia para el interés
general.
- El derecho a la libre expresión e información no es absoluto en cuanto a
las responsabilidades que el legislador puede determinar a raíz de los
abusos producidos mediante su ejercicio, sea por la comisión de delitos
penales o de actos ilícitos civiles.
- La garantía constitucional de la libertad de imprenta radica
fundamentalmente en el reconocimiento de que todos los hombres gozan
de la facultad de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa, esto
es, sin el previo control de la autoridad sobre lo que se va a decir, pero
no en la subsiguiente impunidad de quien utiliza la prensa como medio
para cometer delitos comunes previstos en el Código Penal, o de quienes
se proponen violentar el derecho constitucional respecto a las
instituciones de la República, o alterar el bienestar general o la paz y
seguridad del país o afectar las declaraciones, derechos y garantías de
que gozan todos los habitantes de la Nación.
- La protección del ámbito de intimidad de las personas no afecta la
libertad de expresión garantizada por la Constitución; sobretodo cuando
el art. 1071 bis del Cód. Civil es consecuencia de otro derecho inscripto
en la propia Constitución, el derecho a la privacidad, consagrado en el
art. 19, así como también el art. 11, incs. 2 y 3, de la Convención
Americana de Derechos Humanos, según los cuales nadie puede ser
objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de
su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques
ilegales a su honra o reputación, y toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra esas injerencias o ataques.
- El interés general en la información concerniente a un hombre público
prominente no justifica la invasión de su esfera de intimidad. Las
personas célebres, los hombres públicos, tienen, como todo habitante, el
amparo constitucional para su vida privada. El interés público existente
en la información sobre el estado de salud del doctor Ricardo Balbín en
su última enfermedad, no exigía ni justificaba una invasión a su esfera de
privacidad.
- El lugar que sin duda tiene la libertad de expresión - comprensiva de la
de información- obliga a estar atentos a las responsabilidades de su
ejercicio, ya que el mismo no autoriza el desconocimiento del derecho a
la privacidad mediante acciones que invadan la intimidad. Principalmente
cuando ello ocurre sin sentimientos de decencia y decoro.

VOTO DE PETRACCHI
- Procede el recurso extraordinario en el caso en que se controvierten
derechos inmediatamente fundados en claúsulas constitucionales
-garantía de la libertad de prensa (arts. 14 y 32 de la Constitución
Nacional) en sus relaciones con el derecho a la intimidad (art. 1071 bis
del Código Civil, introducido por la ley 21.173, que encuentra sustento en
el art.19 de la Constitución- y la decisión ha sido contraria a los que se
invocan con base en dichas claúsulas.
-Existe un aspecto de la libertad de expresión en que ésta adquiere los
caracteres de un derecho absoluto, no susceptible de ser reglamentado
por la ley, y este aspecto es la prohibición de la censura previa que es la
esencia misma de la garantía. Aparte de ello, el derecho a la libre
expresión no es absoluto en cuanto a las responsabilidades que el
legislador puede determinar a raíz de los abusos producidos mediante su
ejercicio.
- Debe reputarse esencial manifestación del derecho a la libertad de
prensa el ejercicio de la libre crítica de los funcionarios por razón de
actos de gobierno.
- El art. 19 de la Constitución Nacional es la base misma de la libertad,
autonomía de la conciencia y la voluntad personal, la convicción de que
los actos se realicen fundados en la libre creencia del sujeto en los
valores que lo determinan.
- El derecho a la privacidad es el “derecho a ser dejado a solas”, requiere
que la persona sea dejada a solas por el Estado cuando toma las
decisiones relacionadas con las dimensiones fundamentales de la vida.
La intromisión estatal con repercusión de dichas dimensiones sólo podrá
justificarse si se puede demostrar que ello se realiza para la subsistencia
de la propia sociedad.
Esto es, un área de exclusión solo reservada a cada persona y solo
penetrable por su libre voluntad. Tal exclusión no solo se impone como
un límite al poder estatal, sino también a la acción de los particulares.
- La protección del ámbito de privacidad resulta uno de los mayores
valores del respeto a la dignidad de la persona y un rasgo diferencial
entre el estado de derecho democrático y las formas políticas autoritarias
y totalitarias.

“Rodríguez, María Belén c/ Google Inc. s/ Daños y Perjuicios”

Contexto histórico del caso

El 2014 fue un año de cambios para el poder judicial, la reforma del


código procesal fue uno de ellos, permitiendo así repartir justicia más
rápido, con la esperanza de que los criminales encuentren menos lupos
legales para conseguir la excarcelación.
Se produce un avance en las investigaciones de corrupción por parte del
estado. “El Índice de Percepción de la Corrupción 2014 pone de
manifiesto que, cuando líderes y altos funcionarios abusan de su poder
para usar fondos públicos en beneficio propio, el crecimiento económico
se ve minado y los esfuerzos por frenar la corrupción quedan frustrados”
El país estaba atravesando una gran crisis económica con una inflación
del 40%.
Ese año se produce un “despertar judicial” esto quiere decir que la ley
deja de estar condicionada por el poder, esto implica que siempre se
aplica la ley que más favorece al acusado.

Hechos del caso:


El 28 de octubre de 2014 María Belén Rodríguez (modelo, actriz y
presentadora argentina) realizó una demanda de años y perjuicios contra
Google y Yahoo! ya que solicitaba que habían utilizado su imagen al uso
comercial y sin su autorización invadiendo su privacidad e intimidad.
Insistía que sus derechos personalísimos no fueron respetados porque
se vinculó su nombre e imagen con determinadas páginas de internet de
contenido erótico y pornográfico sin su previo consentimiento. Pidió el
cese del uso de su nombre en esas páginas web y la eliminación de las
vinculaciones.

Integrantes de la Corte: Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Raúl


Zaffaroni, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda.

Derechos en juego:

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA


 
"La sentencia de primera instancia hizo lugar a la demanda instaurada, considerando
que las demandadas habían incurrido en negligencia culpable" “al no proceder a
bloquear o impedir de modo absoluto la existencia de contenidos nocivos o ilegales
perjudiciales a los derechos personalísimos de la actora, a partir de serles comunicada
la aludida circunstancia”. Y, también deliberaron que “la eliminación definitiva de las
vinculaciones del nombre, imagen y fotografías de la actora con sitios y actividades de
contenido sexual, erótico y/o pornográfico”.
 
SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA
 
"La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala A, revocó parcialmente la
sentencia de primera instancia, por cuanto rechazó el reclamo contra Yahoo, y lo
admitió respecto de Google, reduciendo el monto indemnizatorio y, dejando sin efecto
lo resuelto por el juez de grado en relación a la eliminación de las transcripciones
mencionadas.
 
Asimismo, la Cámara encuadró la responsabilidad de los buscadores en el marco de la
responsabilidad subjetiva, manifestando expresamente que en aquellos casos no
puede aplicarle la doctrina del Art. 1113 del Código Civil en la parte que alude al
“riesgo”. Y, al respecto consideró que en el caso de autos no se encontraba probada la
negligencia de Google en los términos del Art. 1109 del Código Civil.
Sin embargo, la Cámara consideró responsable a Google en el tema relativo a los
llamados “thumbnails” que contenían la imagen de la actora, por entender que debía
haber requerido el consentimiento de ella, de acuerdo a lo dispuesto por el Art. 31 de
la Ley 11.723."

Argumentos

Los argumentos jurídicos llevados a cabo en este caso se dividieron en 4


interrogantes las cuales fueron resueltas por la CSJN:
1.Qué tipo de responsabilidad debe ser aplicada a los buscadores de
internet:
Se determinó que correspondería juzgar la responsabilidad relativa de los
motores de búsqueda, debido a que “la pretensión de aplicar
responsabilidad objetiva en este tema, es de una llamativa
insustancialidad. Si a la vera de un camino se desarrolla una actividad
ilícita -que, por hipótesis, debe ser condenada- no por eso puede
sancionarse al responsable de la ruta que permite acceder al lugar, con
el peregrino argumento de que hizo más fácil la llegada a aquél.” Con lo
que se determina que los buscadores no tienen una obligación general
de monitorear cada pieza de contenido que se sube a la web ya que
estos los proveen los responsables que cada página, y así son
determinados, en principio, como irresponsables de esos contenidos que
ellos NO han creado.
Sin embargo, también se determinó que pueden ellos ser responsables
de contenido ajeno teniendo en cuenta que “a partir del momento del
efectivo conocimiento del contenido ilícito de una página web, al no
procurar el bloqueo del resultado, sería responsable por culpa.” Y así
concebirse aplicable el Art. 1109 del Código Civil.
2.“Si es suficiente que el damnificado curse una notificación privada al
“buscador” o si, por el contrario, es exigible la comunicación de una
autoridad competente” tal como lo realizo ella en este caso:
Ante esto se determinó que en el caso de que el daño sea “manifiesto y
grosero”, poniendo en el fallo ejemplos tales como la pornografía infantil,
que hagan más fácil la visualización de que se comete un delito, o videos
en los cuales se atente contra la vida o integridad física de una o muchas
personas, etc., son actos que deben ser indiscutiblemente privados.
Ahora en casos donde el perjuicio hacia un individuo necesite un
esclarecimiento (tales como en casos que se agravie el honor o por
ejemplo imagen de uno) para que el “buscador” pueda estar al tanto de
tal ilicitud, el mismo deba llevarse a cabo en una sede judicial o
administrativa, y no se le puede pedir al “buscador” que supla la función
de la autoridad competente, así como tampoco la de un juez.
3.Si cabe atribuir responsabilidad al “buscador” respecto de los
“thumbnails” en base de lo estipulado por el Art. 31 de la Ley 11.723
(“norma que establece la exigencia del consentimiento del titular del
derecho personalísimo para la publicación de su imagen"):
En análisis a esta incógnita nuestro Máximo Tribunal resolvió que como
la cuestión debatida no es la responsabilidad que se le podría atribuir a la
página de internet, sino simplemente a un intermediario que tiene como
única función el hacer de enlace, como lo es un “buscador”, no es
aplicable al caso el Art. 31 de la Ley 11.723.
4.“Trata de determinar si en casos donde está en juego la libertad de
expresión resulta procedente la tutela preventiva de la difusión de
información lesiva para los derechos personalísimos de un sujeto”. Esto
con el propósito de concretar una codena para Google que los obligue a
fijar filtros o bloqueos para el futuro:
Ante esta 4ta interrogante la Corte baso su determinación en el Art. 13 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en donde se
establece que “sanción o limitación a la libertad de expresión debe ser
interpretada en forma restrictiva, y que toda censura previa que sobre
ella se ejerza padece una fuerte presunción de inconstitucionalidad” con
lo que en este fallo la tutela preventiva se consideró como NO aplicable.
Por todos los argumentos explicados como respuesta a estas 4
interrogantes es que se desestima la demanda instaurada en todas sus
partes.

Votos y Disidencias:
A pesar de la conclusión del caso con voto mayoritario de los Dres.
Carlos S. Fayt, E. Raul Zaffaroni y Dra. Elena I. Highton de Nolasco;
también estamos ante la disidencia parcial de los Dres. Juan Carlos
Maqueda y Ricardo Luis Lorenzetti.
Esto lo adjudican a 2 de los puntos tratados a lo largo de la sentencia
dictaminada:

Primero, ambos concuerdan en que correspondería aplicar el Art. 31


de la ley 11.723 en base a los "thumbnails" debido a que cada vez
que ellos los buscadores "utilizan, almacenan y reproducen, mediante
una copia reducida, imágenes publicadas por terceros, con la
posibilidad incluso de ser descargas o impresas desde el propio sitio
web de Google"

Así también disiden en base a la eliminación de vinculaciones ya


existentes que atenten hacia el nombre honor intimidad e imagen de
la actora. Esto a través de una tutela judicial de un derecho
personalísimo que sea compatible con la libertad de expresión.

Esto determinado admisible siempre y cuando se identifique


exactamente cuáles son los enlaces asociados a su persona y que se
compruebe el daño que dicha vinculación ocasiona.

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