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Gracia - Parte II

Este documento discute la justificación según San Pablo y la tradición cristiana. 1) Pablo describe cómo los seres humanos pueden apropiarse de la salvación de Dios a través de Jesucristo mediante la fe, el bautismo y la vida en común. 2) La justificación se refiere al efecto de la acción salvífica de Cristo que hace justos a los pecadores. 3) Tanto Lutero como el Concilio de Trento debatieron sobre si la justificación implica una declaración legal de justicia o una transformación interior, y si depen

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Gracia - Parte II

Este documento discute la justificación según San Pablo y la tradición cristiana. 1) Pablo describe cómo los seres humanos pueden apropiarse de la salvación de Dios a través de Jesucristo mediante la fe, el bautismo y la vida en común. 2) La justificación se refiere al efecto de la acción salvífica de Cristo que hace justos a los pecadores. 3) Tanto Lutero como el Concilio de Trento debatieron sobre si la justificación implica una declaración legal de justicia o una transformación interior, y si depen

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La JUSTIFICACIÓ N

Estamos reconciliados con Dios en Cristo. Esto es la justificación.

La Justificación en San Pablo


A través de tantos siglos de polémica y de exposición doctrinal, la Iglesia condensa su doctrina
sobre la justificación en una premisa muy importante: ¿Cómo puede el individuo apropiarse de la
acción salvadora de Dios que es para la humanidad y en Cristo?

Pero al acercarnos con estas preguntas a Pablo, es decir preguntarle a Pablo: ¿Cómo pueden los
seres humanos entrar en esta relación viva y salvadora con el Dios vivo y salvador? Pablo no
contesta de entrada que sea “la justificación”.

¿Cómo nos apropiamos de la salvación que Dios ha aprobado en Cristo?

Pablo describe cómo podemos, una vez confrontados con el acto de Dios en Cristo, apropiarnos de
ese acto, y lo hace de una manera clara y repetida a lo largo de sus cartas:

 EL MENSAJE SOBRE JESÚS, su muerte y su resurrección –evangelio- es proclamado A


TODOS LOS SERES HUMANOS.
 Por este medio Dios actúa, a través de su Espíritu, en el corazón de todos los seres
humanos, en consecuencia, estos creen.
 Estos hombres se unen a la comunidad de cristianos mediante el bautismo y empiezan a
formar parte de esa vida en común, y de un mismo estilo de vida.

Así es como los seres Humanos entran en un relación viva con el Dios salvador, según Pablo.

Si afirmamos que esto es justificación por la fe, debemos tomar en cuenta que cuando describe
toda esta secuencia de acontecimientos no utiliza para nada la palabra justificación, 1
Tesalonicenses.

1Ts 1,4-6: 4 Conocemos, hermanos amados por Dios, que ustedes han sido escogidos. 5 El Evangelio
que les llevamos no se quedó sólo en palabras, sino que hubo milagros y Espíritu Santo, dejándoles
plena convicción. Y tampoco han olvidado cómo nos comportamos entre ustedes para su bien. 6 A
su vez ustedes se hicieron imitadores nuestros y del mismo Señor cuando, al recibir la palabra,
probaron la alegría del Espíritu Santo en medio de fuertes oposiciones.

1Ts 2,13: 13 De ahí que no cesamos de dar gracias a Dios porque al recibir de nosotros la enseñanza
de Dios la aceptaron, no como enseñanza de hombres, sino como Palabra de Dios. Porque eso es
realmente y como tal actúa en ustedes los creyentes.

Es cierto que Pablo trata el tema que la Iglesia llama “justificación”, ahora: ¿qué quiere decir
Pablo cuando usa el Leguaje de la Justificación? Y ¿cómo lo relaciona con el evangelio?
La justificación: efecto de la acción salvadora de Cristo
La justificación del cristiano es otra de las formas con las que Pablo expresa los efectos de la acción
salvífica de Cristo. “Jesús… resucitó para nuestra justificación” (Rom 4,25).

San Pablo usa el término justificación para referirse al efecto que causa en nosotros el
acontecimiento cristo.

Este efecto del acontecimiento Cristo no es en realidad tan importante en la teología de san Pablo
como se creyó en las controversias de la reforma y en la interpretación agustiniana. No constituye
la clave de la teología paulina ni sintetiza para el apóstol la experiencia cristiana.

Sin embargo, existe un valor positivo en este aspecto de la justificación, si se interpreta


correctamente, es decir, si se interpreta como manifestación de la “justicia de Dios” en el sentido
que tenía en este término en la literatura profética y posexílica del AT y en otros escritos judíos
posteriores.

La justificación, en cuanto a metáfora aplicada a la Salvación tiene su origen en el proceso


judicial…

:::

Rom 1,17 El Evangelio manifiesta ‘cómo Dios nos hace justos’ (la justificación de Dios) por medio
de la fe y para la vida de fe, como dice la Escritura: El justo por la fe vivirá.

Rom 3,21  Ahora se nos ha revelado ‘cómo Dios nos hace justos’ (la justificación de Dios) sin
hablar de la Ley, pero ya lo atestiguaban la Ley y los profetas.

Porque Yahvé es justo, justifica al hombre, Rom 3,26 en el tiempo de la paciencia de Dios; en
orden a mostrar su justicia…

:::

Nos justifica la fe es Cristo Jesús, no las obras.

Precisemos aún más esta justificación por el acontecimiento Cristo:

Si Israel con su Ley no pudo llevar adelante los planes de Dios, el judío Jesús de Nazareth sí lo logró
por su fe o su fidelidad al designio salvífico y liberador de Dios. Es en este contexto donde se da el
evento de la Justificación.

Tres afirmaciones…

:::

Texto fundamental:
Rom 3,21-26

21 Ahora se nos ha revelado ‘cómo Dios nos hace justos’ (la justificación de Dios) sin hablar de la
Ley, pero ya lo atestiguaban la Ley y los profetas. 22 Mediante la fe según Jesucristo Dios ‘reordena
y hace justos’ (justifica) a todos los que llegan a la fe.
No hay distinción de personas, 23 pues todos pecaron y están faltos de la gloria de Dios. 24 Pero
todos ‘hechos justos’ gratuitamente y por pura bondad, mediante la redención realizada en Cristo
Jesús. * 25 Dios lo puso como la víctima cuya sangre nos consigue el perdón, y esto es obra de fe.
Así demuestra Dios ‘cómo nos hace justos’ (su justificación), perdonando los pecados del pasado
26 que había soportado en aquel tiempo; y demuestra también cómo nos ‘hace justos’ en el tiempo

presente: él, que es justo, nos ‘hace justos y santos’ (justifica) por la fe cristiana.

Indicaciones:

v. 21: Conciencia de la Justicia de Dios testimoniada por la Ley y los profetas. Este hecho es ahora
manifestado sin la Ley, se trata de una justificación real y actuada.

v. 22: El camino y la extensión de la justicia de Dios

::: (Pedir a Ludwing)

En el Esquema Paulino:

Jesucristo es la revelación de la práctica de un justo, cuyavida de fe asegura la llegada de una


nueva humanidad, un nuevo eón; cree hasta el final en la fidelidad de Dios a pesar de que lo
matan.

:::

Esta justificación como acto divino, incluye un declaración de que el hombre pecador es justo ante
Dios. Esta justificación como acto divino, incluye un declaración de que el hombre pecador es justo
ante Dios. Pero ¿significa esto que el hombre es simplemente declarado justo mediante una
ficción legal, siendo realmente pecador?

:::

El efecto de esta justificación es que el cristiano se hace diakos (justo); no es que sea declarado
justo, sino que realmente queda constituido como tal 5,19.

:::

LA REFORMA: Justificación por la fe


 Lutero rechaza el concepto de gracia como forma interior.
 Por esto se acoge a Pablo, que lee en su sentido original, y entiende la justificación como
“declaración de Justo”. Que esta declaración se entienda no en un sentido cultual, sino en
sentido forense, no se desvía mucho comparado con el hecho de que la justicia del
pecador ahora se entienda (otra vez) como del todo fuera de él, no solo dada desde
fuera existente fuera del hombre: en Dios, en Cristo.

:::

Hay entonces dos elementos fundamentales en el planteamiento luterano sobre la justificación:

:::

2. La sentencia que el hombre es: simul justus et peccator. En sí mismo el hombre es pecador, y no
dejará de serlo nunca; sin embargo, el hecho de que Dios se relacione con él permite adjudicarle el
calificactivo de Justo. Lutero consideraba esta…

:::

LA JUSTIFICACIÓN EN TRENTO.
Decreto sobre la justificación, fruto de la sesión VI, celebrada el 13 de enero de 1547

La doctrina de la justificación la recoge el concilio en su decreto …

:::

¿Qué es la justificación?

Cap. 4 La justificación del Impío es definida como el paso del estado en que el hombre nace como
hijo de Adán al estado de Gracia y de filiación adoptiva. Este paso de la enemistad con Dios no se
da más que mediante el bautismo o el deseo de recibir el mismo.

Cap. 5 y 6. Se hace referencia a la preparación a la justificación necesaria de los adultos. Solo por la
gracia de Dios, que se da por medio de Cristo, gracia preveniente, da comienzo el proceso por el

::: y pedir a ludwing…

Cap. 6 Hace referencia a las disposiciones…

:::

Cap. 7: Hace referencia a la esencia y causas de la justificación del impío. La justificación es algo
más que un simple perdón de pecados, es una santificación y renovación interior del hombre, por
ella se hace de enemigo en amigo de Dios y heredero de la vida eterna. El Concilio quiere eliminar
una simple “no imputación” de los pecados que no conduce a una radical transformación del
hombre; por tanto

:::

Cap. 8: Se dice que somos justificados por la fe, en cuanto esta es principio de la salvación del
hombre, fundamento y raíz de toda justificación, y sin la cual es imposible hacerse agradables a
Dios, ni llegar a participar de la suerte de hijos suyos. En tanto también se dice que somos
justificados gratuitamente, en cuanto ninguna de las cosas que preceden a la justificación

:::

Cánones

Can. I. Si alguno dijere que el hombre se puede justificar para con Dios…

:::

Can XI

:::

LA FILIACIÓN DIVINA
-El hombre queda reestructurado por dentro de toda la deficiencia que trae por culpa del pecado
original.

Filiación divina pone de manifiesto el que nosotros compartimos con Cristo lo que Cristo es por
naturaleza. Nosotros participamos de lo que Cristo posee por naturaleza que es ser el hijo de Dios.
Nuestros ojos se vuelcan a Cristo encarnado.

Si compartimos con Cristo algo que el tiene por naturaleza… lógicamente lo que compartimos con
Cristo no lo tenemos nosotros por naturaleza (la filiación). El único hijo de Dios es Cristo Jesús. Por
lo tanto solo existe una única filiación: la de Cristo Jesús.

Cristo nos hace partícipes, por don, por gracia, de esta condición que Cristo posee originalmente.

Participamos de lo que Cristo es.

San Pablo resume esto cuando habla de ser hijos en el Hijo.

Somos hijos de Dios solo por participación en Cristo. Cristo nos da esto como don.

El que nosotros podamos participar de la filiación divina implica el principio del trueque: la
divinización del hombre.

Los Padres hablan de lo que se llama el principio del trueque. Esto es la constatación de la
divinización.
En Oriente los padres ponen todo su énfasis en a Teopoiesis: divinización. >>> Divinización que
significa que nosotros nos hacemos iguales a Cristo. San Pablo nos recuerda que estamos llamados
a alcanzar la estatura de Cristo… esto es una vocación.

G.S. #22 La divinización consiste en que el hombre se va revistiendi de Cristo hasta alcanzar a
Cristo. Nos vamos haciendo hombres perfectos.

En la medida en que haya una humanización, en esa medida se va haciendo la divinización.

La divinización va a consistir en hacernos hijos de Dios para alcanzar esta meta.

Principio del trueque: Dios se hace hombre para que el hombre se haga Dios.

Ser hijos de Dios es Cristificarnos.

Lo que no se asume nunca se redime y lo que no se redime, nunca se santifica.

La plenitud de este estado, la plenitud de esta perfección… se alcanza en un proceso personal. No


hay fórmulas mágicas.

La filiación se hace posible porque el verbo se ha encarnado y nos ha hecho partícipes de su


filiación eterna.

Cristo, haciéndose hombre, nos ha hecho partícipes de la condición de hijos de Dios. Aunque no
hubiera habido pecado era necesaria la encarnación.

Tomás de Aquino da por cierto la necesidad de la encarnación para que el hombre pudiera
divinizarse.

En el AT el dato de la filiación divina es un tema fundamental poruqe Israel experimenta a Dios, a


Yahvé, como padre. La novedad de Jesús no es decir que Dios es Padre de Israel ni que Israel son
sus Hijos.

¿Cuándo Israel comienza a experimentar esta filiación?

1. La alianza va a poner en evidencia que Yahvé es Padre de Israel y que Israel es hijo
de Dios. Es una experiencia patriarcal… Abraham, Isaac, Jacob…
No es una filiación personal. Es una filiación colectiva: Pueblo escogido, nación
santa... Dt 32,2.5 Jr 3,4.3,19. Una filiación experimentada como protección: Yahvé
es Padre porque protege a su pueblo. Todos son y se sienten como hijos de Dios.
2. Al instalarse la Monarquía la filiación será una filiación personal… el hijo de Dios
va a ser el rey. 2sam 7,14 1Cr22,10… El hijo predilecto de Yahvé es el Rey.
3. Tercer período: La filiación se convierte en experiencia personal de vida. El hijo va
a ser el devoto particular… Eclesiástico 23,2-4 Sab 14,3.2,13-18 Proverb 3,12 Is
63,8,16 Experiencia fundante: Pueblo escogido por Dios.

EN EL NT.
La novedad de Jesús es que llama a Dios Abbá en cuanto a Padre Mío. Jesús se presenta como el
único. Por esto incomodó en su tiempo esta prédica.

¿Por qué somos hijos? Porque Cristo nos revela al padre que es Padre suyo y que él hace Padre
Nuestro.

Jesús: Yo les enseño cómo tratar al Padre. ¿Esta mediación de ser hijos de Dios pasa por mí. Pero
trae un compromiso: La fraternidad.

Nos da una filiación a través de la cual nace un compromiso: el de la fraternidad. Nadie puede
llamar a mi Padre, Padre, si no trata a los otros como hermanos.

El gran ideólogo de este tema es San Pablo. Ël enfoca el tema en Cristo, en cuanto hijo Unigénito
de Dios. Por tanto, Pablo sustenta que Dios es solo padre de los hombre en cuanto lo es de Jesús.
1Tes 1… 1Tes 11, 13….

La acción redentora de Cristo, según pablo, las acción redentora de Cristo será hacerns hijos de
Dios.

Gal 3,4. S Dios ha enviado a su hijo para que nosotros recibiéramos la filiación… esto lo tenemos
poruque el Espíritu Santo que nos ha dado Jesús nos ha hecho llamar a Dios: PADRE.

Somos hijos del PADRE, no de Cristo ni del Espíritu, ni de la Santísima Trinidad.

El Hijo se ha hecho hombre y nos ha dado su espíritu… y porque el Espíritu Santo ha sido
derramado en nuestro corazón podemos llamar a Dios: Padre.

No solamente nos ha dado su espíritu para que podamos llamar a Dios Padre.

Romanos 8,14 y ss… En efecto: todos los que se dejan guiar por el Espíritu Santo son Hijos de
Dios… Has recibido un Espíritu de hijos que nos hace llamar a Dios: Padre.

Cristo es Hijo por naturaleza.

Nosotros somos hijos adoptivos...

Según la jurisprudencia Romana, un hijo adoptivo goza de los mismos privilegios que el hijo de
sangre.

Somos herederos… Pablo mete la teología en el modo de pensar romano: lo jurídico.

Somos hijos adoptivos… pero a los ojos de la Ley, a los ojos de Dios somos tan hijos como lo es
Cristo.

Sin Espíritu Santo no hay filiación.

El Espíritu santo determina nustro modo de ser hijos.


El Espíritu Santo nos hace ser Hijos de Dios.

Cristo es el unigénito.

Este unigénito se encarna.

Cristo, al encarnarse, se convierte en primogénito.

Cristo es Hijo por naturaleza.

Cristo nos da su Espíritu… La discusión teológica viene en el cuándo.

¿Cuándo nos da Cristo su Espíritu Santo?

Jesús derrama su Espíritu Sobre nosotros como don de la Pascua… Ese don hace que yo participe
como DON de lo que Cristo tiene por naturaleza.

Ahora lo veremos desde el Dinamismo trinitario:

1. EL PADRE. Es el “autor” de nuestra filiación. Es el autor porque es la persona de la Trinidad


que toma la iniciativa de hacernos sus hijos. Ef 1,5. Es el Origen de la naturaleza y filiación
2Cor 5,17 el que está en Cristo es nueva creación…
2. EL HIJO: Es el ejecutor de nuestra filiación. Es el ejecutor de nuestra vida divina a nivel
objetivo y a nivel universal. Gál 4,4-5 “ 4 Pero, cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios
envió a su Hijo, nacido de mujer y sometido a la Ley, 5 con el fin de rescatar a los que
estaban bajo la Ley, para que así recibiéramos nuestros derechos como hijos.”. Somos hijos
de Dios a modo, a modelo de Cristo. A más semejantes a Cristo, más somos hijos de Dios y
partícipes de su herencia.
3. EL ESPÍRITU SANTO: Es el realizador de nuestra filiación. Es el que nos hace de manera
personal Hijos de Dios. Gal 4,6 “ 6 Ustedes ahora son hijos, y como son hijos Dios ha
mandado a nuestros corazones el Espíritu de su propio Hijo que clama al Padre: ¡Abbá!, o
sea: ¡Padre!”. >>> Ef 1,13 “13 También ustedes, al escuchar la Palabra de la Verdad, el
Evangelio que los salva, creyeron en él, quedando sellados con el Espíritu Santo
prometido”. El Espíritu Santo nos hace herederos en Cristo Ef 1,14.
El único y eterno sacerdote solamente es Cristo.
INHABITACIÓN DIVINA
Parte de los cuatro aspectos de un único efecto: justificación, filiación, inhabitación,... >>> Gracia
creada.

La inhabiatión divina va a marcar la acción del Espíritu Santo en Nosotros.

Dios en nosotros: El dato de la Escritura.


Hay que ir al evangelio de Juan.
La inhabitación específicamente trinitaria aparece en Jn 14,23-26; 16,13-15; 17,2126
Veamos el texto de Jn 14,23-26:
“23 Jesús le respondió: “Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces
vendremos a él para poner nuestra morada en él. 24 El que no me ama no guarda mis palabras; pero
el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado.
25 Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes. 26 En adelante el Espíritu Santo, el

Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará
todo lo que yo les he dicho”.

El cuarto evangelio hace énfasis en la inhabitación del espíritu en nosotros. Inhabitación trinitaria.
A la luz de este texto joánico podemos precisar algunos elementos:
- El Espíritu Santo vive en nosotros por la eternidad. Él permanece y nosotros lo conocemos.
- El Hijo se manifiesta a quien lo ama (Hijo encarnado). Padre e Hijo vienen y toman morada
en el discípulo: en esto será el Espíritu Santo a explicarlo todo.
El Espíritu nos hace hijos y este nos lo explicará todo.
- A lo interno de la relación de una parte, el Espíritu Santo será aquel que da a conocer y da
testimonio de la presencia del padre y del Hijo. Este es el que certifica que el padre mora
en nosotros.

Pablo es quén sistematizará mejor la doctrina de la inhabitación:


1Co 6,19
2Co 6,16
Rom 8,9
Rom 8,11
Gal 4,6
1Ts 4,8

Planteamiento teológico de Pablo en estos versículos:


- Pablo parte de las concepción judías del templo como “lugar santo donde habita Yahvé”.
El templo de Jerusalén era querido por Dios, pero construido solo por hombres; sin
embargo el templo de Dios del templo final, profetizado por Ezequiel 37, será un templo
construido por Dios: Dios establecerá una inhabitación y habitará en medio de su pueblo.
- Este habitar de Dios Pablo lo atribuye al Espíritu, y haciendo esto lo eleva al nivel divino,
porque para el judío en el templo habita solo Dios y ningún otro.
- ¿Quién es el sujeto de la inhabitación? Son dos: Dios y el Espíritu. Dios en el lenguaje de
Pablo no es el Espíritu, sino aquel que envía al Espíritu. Por tanto templo de Dios y templo
del Espíritu no tienen el mismo significado, pero están en íntima consonancia.
- ¿En quién habita Dios y el Espíritu? El Espíritu habita en el creyente. Templo del Espíritu es
el hombre creado, el hombre que llega a este mundo a través de su nacimiento. Templo
de Dios , es el hombre como persona que quiere madurar en la fe y en su vida cristiana.

También en este caso la expresión se puede aplicar al singular (al individuo) como al comunitario
(comunidad cristiana), en tanto que la comunidad quiere crecer y madurar en la fe recibida.
¿Cuál es la relación entre el sujeto de la inhabitación y su templo? En el caso del templo del
Espíritu, Pablo está pensando en el hombre creado, como acabamos de ver. En el caso del templo
de Dios, parece ser supuesta una cooperación entre Dios que constituye y continúa a construir
su templo, y el cristiano que busca dejarse habitar.
¿Por qué esta inhabitación? Pala la santificación del hombre (el templo era el lugar santo por
excelencia) y pretende el crecimiento y la edificación completa.
El templo es santo. Para Pablo, los cristianos, porque son templo de Dios, son santos (1cor 3). Esta
santidad tiene dos lados: Una santidad dada por Dios y una fruto de la vida cristiana, fruto operado
por Dios en colaboración con el hombre. Por eso con esta afirmación de la santidad del templo
está siempre conexo la amonestación del Apóstol: vivan una vida santa para corresponder y
apreciar a aquel que vive en ustedes.

Dios en nosotros: el dato del Magisterio


1. El concilio de Trento: En el decreto de la justificación, menciona la venida del Espíritu a
nuestros corazones, por el acto de justificación. En la doctrina sobre el sacramento de la
penitencia habla de: “Implusus Spiritus inhabitantis”, Así como la idea de que el hombre al
pecar atenta contra el Espíritu que mora en él.
2. Encíclica “Divinum illud munus” (1897) de León XIII, en ella el papa, siguiendo a S. Agustín
habla de una doble presencia de Dios: “ex creatione”, que está presente en todas las cosas
creadas, y “ex gracia” , por la cual habita en el alma del justo como un templo. Aun cuando
esta inhabitación es trinitaria, el papa recuerda que es una acción que puede atribuirse
propiamente al Espíritu.

::::

Leer el decreto sobre la justificación del concilio de trento.

Dios en nosotros: reflexión teológica


Una exposición teológica tendría que empezar por afrontar el hecho de que hasta ahora la
inhabitación se ha predicado teológicamente sobre todo de Dios, y solo por apropiación se ha
predicaco del Espíritu Santo.

El concepto de apropiación
APROPIACIÓN ES LA ATRIBUCIÓN A UNA DE LAS PERSONAS DIVINAS DE UN ATRIBUTO, DE UNA
OPERACIÓN O DE UNA RELACIÓN QUE EN REALIDAD ES COMÚN A LAS TRES.

- Las operaciones divinas ad extra son comunes a las tres divinas personas, porque solo una
es la naturaleza, “principio quo de la operación”.
- No obstante, téngase en cuenta que la causalidad divina eficiente no se ejerce con
independencia de la distinción de personas, como si Dios no fuese Trinidad.
- Santo Tomás en la Suma, después de enseñas que crear es propio de Dios según su ser,
que es la esencia divina, compun a las tres personas, dice que las personas divinas son
causa de las criaturas según la razón de su procesión intratrinitaria. Así el Padre causa las
criaturas por su verbo, que es el Hijo, y por su amor, que es el Espíritu Santo.
- Y aún es más explícito cuando intenta dar razón de las expresiones del símbolo niceno-
Constantinopolitano, en él confesamos que el Padre es “creador de todo lo visible e
invisible”, decimos del Hijo: “por quie todo fue hecho”, y del Espíritu Santo que es “Señor
y dador de Vida”.
- ::::::

Del Hijo se dice: "por quién


Y al Espíritu Santo, que tiene el
todo fue hecho", porque tiene
Por consiguiente se atribuye al mismo poder de ambos, se le
el mismo poder de crear, pero
Padre que sea creador, porque atribuye que, dominando,
recibido de otro, dado que la
no tiene el poder de crear gobierne y vivifique lo que
preposición "por" suele indicar
recibido de otro. procede por creación del Padre
la causa intermedia o el
por el hijo.
principio que tiene principio.

REFLEXIONES DESDE ESTA PERSPECTIVA


Predicar la inhabitanción como una acción de la Trinidad en sí, y apropiada después al Espíritu,
lleva a formular planteamientos como los siguientes:
- Dios realiza su presencia trinitaria en el justo, y este es cada vez más semejante a la
trinidad. Esta configuración del justo con la trinidad constituye una realidad dinámica, por
la cual Dios hace al justo partícipe de su propia vida divina.
- Dios está presente en la creatura, en sus facultades, cuando el hombre toma conciencia
de esta presencia conoce a Dios y lo ama, entonces Dios no solo está objetivamente
presente, sino que pasa a estar presente subjetivamente y de formaíntima: Dios inhabita
en el hombre.
- La inhabitación de la Trinidad hace Deiforme al hombre, haciéndole pregustar aquí en la
Tierra las delicias de la gloria celestial, ya que la visión beatífica es una unión íntima
entre la Trinidad y el justo.
- (((El Espíritu es el que se apropia de la Inhabitación)))
- El Espíritu Santo nos hace conforme a Dios.
- La Inhabitación es una experiencia y gozo del misterio de Dios; el justo que vive un
proyecto abierto a Dios, centrado en el misterio Trino, se deja poseer por la presencia
objetiva de la Trinidad. El justo, cuanto más justo, más vive en el recto orden de Dios y de
sí mismo.
- La gracia de la Inhabitación trinitaria no duplica la presencia del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo en la vida del justo, simplemente intensifica un proceso ya existente y
pueden llevarlo progresivamente a su plenitud, que culminará en la gloria celestial.
- Queda también por examinar las exposiciones clásicas de la inhabitación como
fundamento y causa , o también como meta y premio de una vida cristiana virtuosa, y ello
teniendo en al Espíritu Santo como donador de vida: Oriente > divinización… Occidente >
filiación divina.

Las virtudes teologales.


Hemos afirmado ya que la gracia es un proceso por el cual se establece una relación interpersonal
entre Dios y el hombre; Dios me hace “amable y amante” y esto gracias a que inhabita en
nosotros.
- Hay un cambio en nosotros, el hombre es un hombre nuevo, desde dentro descubre un
instinto, una voz, una presencia, que le lleva a apostar por esa realidad nueva; san Agustín
es quien mejor lo formula cuando se dirige a Dios como “Interios intimo meo y superior
summo meo”.
- Sta. Teresa de Ávila dirá que: “amor saca amor”, y esto para indicar cómo nuestro cambio
nos ha de llevar a actuar.
- Es pues el Espíritu el que provoca esta realidad nueva que nos hace vivir conforme al
designio de Dios.

- Es Espíritu adquiere un acercamiento especial con el hombre. Cristo el Hijo se muestra al


cristiano, y en la presencia operante del Espíritu se siente enviado por Cristo a Construir el
Reino.
- Experimentar al Padre es posible solo por aquellos a los cuales el Hijo se ha acercado en el
Espíritu.
- Esta inhabitación o presencia del Espíritu en nosotros es la que nos hace vivir conforme a
las virtudes teologales: Fe, esperanza y caridad.
- Por tanto, el Espíritu es aquel que inhabitando al hombre le lleva a la unificación y
renovación interior en fe, esperanza y caridad.

FE = CREER EN EL AMOR OFRECIDO

ESPERANZA = APOSTAR POR LA OFERTA (Reino)

CARIDAD = COMIENZA A VIVIR DESDE Y POR EL AMOR

¿Qué supones para la persona el fiarse

::::

::::
Gracia:
- Fe
- Esperanza
- Caridad
 Donde Sto. Tomás dice alma, nosotros decimos “yo”…

:::
Memoria, entedimiento y voluntad vibran mejor cuando
 Entendimiento = Fe. Empiezo a ver las cosas desde Dios. Conozco con el conocer de Dios.
Conozco el conocer de Dios. Descubro en el hombre Jesús al Jesús, Señor. En la historia de
pecado hay también una historia de salvación.
 Memoria = Esperanza. Memoria del Memorial. Pascua. Me hace vivir una vida apoyada en
el Dios Pascual, que es siempre fiel. Mi vida va de pascua en pascua hasta la Pascua. La
creación no defrauda. La salvación no defrauda.
:::

En todo este proceso hay momento inicial y un momento final. La gracia es un proceso, donde hay
subidas y bajadas, es un camino…
:::

La fe, la esperanza y la caridad tienen una dimensión social.


 Creer en el hermano, creer en un sistema de convivencia humana que se organice como
abierto al trascendente y desidolice todos los abusos intrahumanos.
 Esperar en el hermano, en el otro. Fiarme siempre y volverme a fiar. En virtud de la
esperanza absoluta en Dios y en el hermano cristiano se compromete en la realización de
las esperanzas concretas porque es una forma de ir presencializando la esperanza
absoluta…

:::

CONCLUSIÓN
EL ESPÍRITU SERÁ, EN DEFINITIVA, QUIEN IRÁ CONDUCIENDO AL HOMBRE A UN ENCUENTRO
ÍNTIMO CON LA TRINIDAD, EN LA MEDIDA EN QUE ESTE LE VAYA ABRIENDO, PREVIO CONCURSO
DEL HOMBRE, A LA PROFUNDIDAD DEL MISTERIO DIVINO.

DIVINIZACIÓ N
La identificación sacramental que se produce en la Eucaristía. Cristo es Dios y hombre, ha unido la
humanidad a su divinidad. Los cristianos, uniéndonos sacramentalmente a su humanidad,
participamos de su divinidad. Es una aplicación del “admirable intercambio” que comienza en el
bautismo y se expresa de manera muy singular en la Eucaristía. Nos hacemos concorpóreos con
Cristo con una unión mística y personal. El tema es desarrollado, entre otros, por san Gregorio de
Nisa, san Cirilo de Alejandría y el Ps. Dionisio.
Por último, nos divinizamos con las obras de caridad, al cumplir los mandamientos y los consejos
que Jesucristo dio en su Sermón de la Montaña. En el cristianismo no hay crecimiento en la virtud
sin obras…
:::::

PADRES LATINOS
Los padres latinos conocen esta doctrina de la divinización y utilizan el consortes divinae naturae,
pero la línea general en este ámbito es marcada y determinada por san Agustín. Es Agustín el
Padre latino que más profundizará en esta doctrina.
La gracia es vista por Agustín como virtus donada por la benevolencia de Dios para poner al
hombre en grado de llevar adelante una vida cristiana. Esta gracia es una gracia de Cristo, que nos
viene conferida, de modo que podamos vivir cristianamente in secuela Christi.
Pero hay aún más: solo aquel que por sí mismo es Dios, está en la medida de poder deificar
alguno.
- El Dios verdadero transforma a sus fieles en auténticos…
:::

Dios ha orientado al hombre desde el principio a una meta sobrenatural, es una oferta
permanente de Dios a la divinización.
Dios quiere que el hombre se haga partícipe de los bienes divinos.

REFLEXIÓN TEOLÓGICA
- La teología contemporánea interpreta la realidad de la divinización no tanto en una
perspectiva esencialista-metafísica, sino más bien en una óptica marcadamente trinitaria
y personalista.
- Partiendo del inaudito anuncio del Nuevo Testamento, se tiende a resaltar cómo el
encuentro único entre la divinidad y la humanidad que se verificó en Cristo constituye el
paradigma de la relación Dios-hombre.
- Jesús de Nazaret, verdadero Dios y verdadero Hombre, muestra en su persona y en su
historia que el hombre es tanto más auténtico hombre cuanto más se diviniza.
- La comunión con Dios nos es causa de aniquilamiento de lo humano, sino fundamento de
su perfecta realización.
- Contra toda oposición entre antropocentrismo y teocentrismo, contra toda separación
entre Dios y el hombre, se siente hoy la necesidad de reconocer y de afirmar que las
antropologías sin teología eluden el problema de la dimensión suprema de la condición
humana. Las teologías sin antropología falsean y desfiguran el misterio de Dios.
- Por eso, es necesario insistir que hay que evitar concebir la gracia como una cosa; la gracia
es ante todo y principalmente el don del Espiritu que nos justifica y nos santifica. Este don
del Espíritu es el que nos asemeje a Cristo, modelo de hombre perfecto, y nos pone en
relación filial con el padre: es en este Espíritu, por Cristo, por el que tenemos acceso al
Padre.
- La presencia del Espírtu Santo obra un transformación que influye verdadera e
íntimamente en el hombre: es la gracia santificante o deificante, que eleva nuestro ser y
nuestro obrar, capacitándonos para vivir en relación con la santísima Trinidad. Esto suceda
a través de las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, “que adoptan las
facultades del hombre a la participación de la naturaleza divina”.
- La santificación del creyente se realiza siempre mediante la incorporación en la Iglesia. La
vida de cada uno de los hijos de Dios está ligada de una manera admirable, en Cristo y por
Cristo, con la vida de todos los hermanos cristianos, en la unidad sobrenatural del cuerpo
místico de Cristo, como en una persona mística.
- Este es el misterio de la comunión de los santos. Un vínculo de caridad une a todos los
“santos”, tanto a los que ya han llegado a la patria celestial o están purificándose en el
Purgatorio, como a los que aún son peregrinos en la tierra.

EL PURGATORIO
Hablar del purgatorio hoy.
Para algunos puede sonar a vano, indiferente, desfasado, mientras para otros puede convertirse
en una realidad muy importante de manera especial en nuestro pueblo sencillo que ora y pide por
sus difuntos y por las benditas almas del purgatorio.
Lo cierto es que el cristianismo tradicional ha mostrado siempre gran respeto y no poco temor a
esta verdad dogmática, a este “novísimo” que llamamos purgatorio.
Intentaremos hacer un recorrido que muestre cómo ha sido la elaboración del dogma…
:::

I. Dato bíblico:
- En el AT no parece haber alusión directa en torno a una doctrina sobre el
Purgatorio, como puede considerarse en la teología tradicional. Sin embargo
aparecen en forma dispersa dos ideas que más tarde tendrán influencia no
pequeña sobre la doctrina del purgatorio y que son:
i. La idea de una expiación necesaria…
ii. ….
- Texto del AT que se aduce como posible fundamento es 2Mac.12,43-46
-Después de la victoria de Judas Macabeo, entre los judíos caídos se
hallaron amuletos tomados como superstición, o como pura codicia, en el
ataque de la ciudad de yamnia.
-La ley prohibía todo amuleto (Dt 7,25) y la muerte de aquellos hombres
fue considerada por los supervivientes como castigo por la transgresión de
la ley.
-Más por haber muerto luchando por Yahvé Judas organizó una colecta y
envió dos mil dracmas a Jerusalén para que fuera ofrecido un sacrificio por
el pecado a favor de los caídos.
-El autor alaba ese modo de proceder como expresión de la fe en la
resurrección de los muertos.
::::
-Este fundamento solo sirve como argumento en la resurrección d elos
muertos, no para el purgatorio.

- Del NT se alega:
i. Mt 12, 32 “Pecados que no se perdonan ni en este ni en el otro mundo”.
Lo que parece implicar que hay pecados que todavía pueden ser
perdonados en el otro mundo.
ii. 1 Cor, 10-15 Escribe Pablo de los predicadores que en el día …
::::
- Aun cuando todos estos textos y, otros más que se aducen, no nos proporcionan
bases demasiado explícitas acerca de la doctrina del purgatorio, la Tradición ha
visto en estos textos tanto del antiguo como del nuevo textamento algunas ideas
significativas como:
i. Oraciones y sacrificios que…

El dato de la tradición y el magisterio:


- En el siglo I y II no se dice absolutamente nada del Purgatorio, al menos en una
forma especulativa, sin embargo ya desde este tiempo estaba la costumbre de
orar por los difuntos en la Eucaristía, imponiéndose finalmente la costumbre de
ofrecer por ellos el sacrificio de la Misa.
- Es en este siglo cuando aparecen dos figuras significativas que iniciarán el
tratamiento del tema del Purgatorio y serán: Tertuliano en occidente y Clemente
de Alejandría en oriente, pero desde ópticas diversas, para comprender mejor
estos parámetros hay que ahondar en la práctica penitencial del entonces, de
que hasta el siglo VI solo se realizaba una sola vez en la vida.
a. En la Iglesia occidental la penitencia tuvo un carácter punitivo, por cuanto el cumplimiento
de la imposición penitencial había de contribuir al perdón de los pecados.
b. Pero una vez cumplida la penitencia y recuperada la paz con la Iglesia, los padres sostienen
que tal vez la penitencia que precedió la paz eclesial no fue perfecta y por tanto queda un
reatus penae, una consecuencia del pecado cometido que se debe purgar…

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